A Diez Centímetros De Ti
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A Diez Centímetros De Ti
Capitulo I
Logré entrar al conservatorio Kozlov por meritos propios, valió la pena la espera –pensaba mientras sonreía al leer la carta de aceptación una hermosa señorita de cabello negro corto, hermosos ojos azules y un rostro muy bello, digno de ser plasmado en lienzo por el mismo Miguel Ángel-. Entusiasmada con su merecido logro, bajó con su familia para compartir la nueva noticia.
Yulia: Mamá, papá, ¡Tengo una noticia que quiero compartirles ya! ¡Me aceptaron en el conservatorio Kozlov! –Al decir estas palabras, su inmensa felicidad dibujaba una sonrisa victoriosa y de satisfacción, en su bellísimo rostro-.
Nastia: ¡Enhorabuena hija! Aunque sabías de antemano que te pude haber ayudado a ingresar sin ningún tipo de examen y te hubieras ahorrado la espera, ya que trabajo para ese conservatorio.
Yulia: Lo sé, lo sé madre – diciéndolo en tono de hastío pero bromeando-.
Alexei: ¡Felicidades hija! Y qué bueno que no hayas aceptado la ayuda de tu madre porque verdaderamente me demuestras que ya eres un poco más independiente y por eso tu logro me enorgullece – Dándole un abrazo hostigoso y del tipo que a la chica de carácter fuerte no le gustaban-.
Yulia: Alexei me dejas sin aire... – Diciendo estas palabras con dificultad-.
Alexei: ¿Cómo que Alexei, eh? Soy tu padre y te aguantas –terminando esta frase con una sonrisa juguetona la cual Yulia contestó de la misma manera-.
Yulia: Ahora si me permiten, también tengo que compartir esta noticia con mis amigos.
Nastia: ¿Con los veintiunicos que tienes? ¿Nico y Scarlett?
Yulia: Sí mamá, ellos son grandes y verdaderos amigos, ¿Para qué quiero más?… No tardo, sólo les daré la noticia y regreso.
Yulia salió de su casa para encontrarse con sus amigos; cuando al doblar la esquina de repente y sin tener oportunidad de reaccionar, chocó con una chica pelirroja; aquella era una gran belleza de chica; era sin igual. Tenía porte elegante y delicado, algo así como un ángel. Sin embargo Yulia no tomó en cuenta todo eso de la chica; la contempló rápidamente y apreció su hermosura, pero le fue indiferente. Una chica guapa más de esas que exageran en lo irritantes y especiales, y que de seguro, son tan comunes… -Pensó mientras se incorporó sólo para reclamarle por el evento de no haber observado ni haber tenido la precaución-.
Yulia: ¡Fíjate por dónde vas!
Pelirroja: ¡Tú eres la que debe de tener más cuidado! –Levantándose y tomando la misma reacción que la morena-.
Yulia: No quiero perder mi tiempo contigo y mucho menos estropear mi día en nimiedades.-Dicho esto Yulia siguió su camino dejando a la pelirroja con la palabra en la boca-.
Pelirroja: Pero que chica tan desagradable y grosera. –Aún sacudiéndose el polvo de sus jeans. La chica siguió su camino a casa y al llegar se tumbó en el sofá, pensando en aquel encuentro poco grato, pero en el que notó la belleza de la chica morena que, para nada le fue indiferente. Unos toquidos a la puerta la regresaron a la realidad y al abrir, su amiga Nadia le saludó con gran emoción.
Nadia: Lena! Lena! –Llegando apresurada y agitada- Te... te... te traigo una noticia de…–Tuvo que comenzar a inhalar aire para poder terminar la frase pero Lena la interrumpió antes de que pudiese recuperarse.-
Lena: ¿De qué? ¿De qué Nadia?
Nadia: ¡Uy! Que desesperada; vengo corriendo 10 cuadras abajo para traerte esta noticia y no agradeces. ¡Qué desconsiderada eres Katina! – Diciéndole esto en tono irritado-.
Lena: Lo siento mucho Nadia, pero es que me hicieron enojar hace un rato y… -Nadia no le permitió terminar la frase y la interrumpió-.
Nadia: Y… ¿Yo tengo la culpa? ¿Por eso te desquitas conmigo?
Lena: No, no, no, en verdad discúlpame por favor. ¿Qué puedo hacer para que me perdones?
Nadia: No lo sé… Nada, mejor no te digo la noticia y estamos a mano –Soltando una risa burlona de satisfacción ya que bien sabía que su amiga era demasiado curiosa-.
Lena: ¿Qué? No, no, no… En verdad discúlpame, te juro que no vuelve a ocurrir pero por favor cuéntame lo que me venias a decir con tanta urgencia –Diciendo esto en tono impaciente, de arrepentimiento y poniendo un semblante triste y tierno-.
Nadia: Bueno, bueno… te lo diré sólo porque me lo pides de esa manera tan especial – La noticia es que hay una chica que es de nuevo ingreso y hay fuertes rumores sobre ella.
Lena: ¿Qué rumores?
Nadia: Dicen que es bastante talentosa y muy bella, incluso más que tú. –A Lena no le agradaron mucho estas palabras, ya que su amiga tenía poco tacto al hablar y exageraba en su nivel de sinceridad. Pero este detalle no lo pasó por alto ya que era una mujer obstinada y difícil de tratar.
Lena: No te creo, esos son solo rumores como bien lo dices, otra cosa, esa forma muy tuya de decir las cosas ¿De verdad no la vas a cambiar verdad? Sabes, sólo te creo la mitad de lo que me cuentas, probablemente esta chica sea buena y eso ya lo veremos la próxima semana que ingresen los nuevos alumnos.
Nadia: Disculpa, ya sé que hemos hablado mucho acerca de cómo digo las cosas y de que me has dicho que me puedo meter en problemas por eso, pero ya sabes que trato de ser lo más franca posible con mis amigos y sobre todo contigo que eres mi mejor amiga. –
Lena: Sólo te pido que tengas un poquito más de tacto, ¿De acuerdo? Y esa partecita acerca de su belleza comparada con la mía… Para empezar yo no me considero así. Y por otra parte, esta chica de la que hablas, ni la conozco, no sé a quién te refieres. Gracias por la información, pero realmente no me sirve de nada, no es de mi interés... Eres una chismosa, Nadia. Por un momento me preocupé.
Yulia: Y Tú… ¿Qué haces aquí? No sabía que Scarlett había cambiado al personal de servicio – Saludó a su amigo Nico y luego entró; era como su segunda casa así que Yulia se sentía en plena comodidad y confianza; buscó el refrigerador para sacar una cerveza Baltika.
Nico: ¡Uh! ¿Dónde quedaron tus modales Volkova? Qué te parece un: ¡Hola! ¿Cómo estás Nico? Creo que eso suena mejor, ¿No te parece? –Regalándole una sonrisa a la morena a la que le contestó al instante con una carcajada y replicando su afirmación:
Yulia: Pero que pregunta la mía, si tú casi no sales de aquí por dos razones muy poderosas que son: comida y televisión. –Ahora era ella quien le regalaba una sonrisa a aquel muchacho fuerte y varonil; cuando entra en escena una figura sensual y de rostro bello diciendo-:
Scarlett: ¡Sí! Ya casi acaba con mi despensa… -Los tres echaron a reír; después Yulia interrumpió el momento para poder compartir su logro--
Yulia: Bueno chicos, he venido hasta aquí para compartirles una noticia que me alegró y me hizo mi día y es que… -Scarlett la interrumpió haciendo su aportación-.
Scarlett: ¡Estás embarazada! –Nico al escuchar este comentario replicó en tono un tanto molesto y grosero-
Nico: ¡No digas tonterías Scarlett! Ni novio tiene, así que esa posibilidad no va.
Scarlett: Bueno y a ti ¿En qué te afecta? ¿Cuál sería el problema? Además, no necesita un novio… Puede ser un encuentro casual pero muy intenso, ¿O no Julia? - Esto último haciéndolo resaltar con un tono muy pícaro-
Yulia: -Riéndose y sonrojada, le respondió- ¡Qué risa! Pero no Scarlett, no estoy embarazada, nada qué ver con eso. Lo que les quiero contar es que ¡Me admitieron en el conservatorio Kozlov!
Scarlett: ¡Aaaah! ¡Amiga muchas felicidades! –Gritando de emoción y tomando las manos de Yulia-. Aparte de amigas ¡Vamos a ser colegas!
Yulia: ¡Sí! ¡Me siento estupenda!
Nico: ¡Wooow! ¡Qué estupendo Volkova! ¡Nunca dudé de ti! Bueno sí… Pero sólo un poco. -Yulia que sostenía las manos de Scarlett después de compartir su pequeña felicidad, le dio un golpe a Nicolav en el brazo.-
Nico: ¡Ouch! Eso dolió –Exclamó sobándose el brazo-.
Yulia: Ese era el propósito, ¿No crees? –Le respondió a su amigo con tono de evidente intención de infringirle daño- Además, ni te golpeé tan fuerte, cada vez te estás haciendo más “niña” Petrovic, y así no me sirve un guardaespaldas –
Scarlett: ¡Ay amiga! –Interrumpiendo la escena y aun feliz por Yulia-. ¿Estás nerviosa? ¿Cuándo inicias? Yo les propongo ¡Festejar brindado con Baltika!
Yulia: ¡Sí! ¡Salud muchachos!
Nico: Sabemos lo importante que es para ti, ir al conservatorio y desarrollar aún más tu talento, además sé muy bien que vas por una de las oportunidades que busca el conservatorio para los más sobresalientes.
Scarlett: Vas a saber encontrar esa oportunidad que esperas desde hace tiempo. Talentosa lo eres y creo firmemente en que vas a despegar en tu carrera.
Yulia: Muchas gracias chicos por su palabras. –Abrazando a los dos al mismo tiempo-.
Después de haber compartido la noticia, Yulia decidió retirarse a su casa, estaba feliz por su logro; quería estar a solas con ella misma para pensar en ese momento de gloria, porque realmente sentía y olía que estaba más cerca de alcanzar la cima que deseaba. Ese era su propósito.
Al llegar a su casa, subió a su habitación para encerrarse en sus pensamientos y poder estar sólo ella y su mundo; las posibilidades que tenia para poder alcanzarlo y todo el esfuerzo que le había tomado a su voz. En ocasiones había sido complicado porque sentía cómo el esfuerzo que ejercía en sus cuerdas vocales, le quebrarían como un vaso de cristal cuando cae y se parte en muchos pedazos, por doquier. También le vino a la mente la chica de tez blanca y con pecas. Yulia alcanzó a pescar de ese encuentro “de impacto” la belleza que poseía. Ciertamente hermosa pero por el tipo de circunstancia en la que se toparon, Yulia se sentía aún enfurecida. -¡Cómo diablos puede andar por la vida así! Hoy fue una persona, pero después ¡Se le va a cruzar a un carro o a algo de peligro! ¡Qué despistada y qué loca!- Le resultó difícil pero tuvo que ceder ante el sueño que se le cargó y terminó venciéndola…
…APARECES TÚ
Logré entrar al conservatorio Kozlov por meritos propios, valió la pena la espera –pensaba mientras sonreía al leer la carta de aceptación una hermosa señorita de cabello negro corto, hermosos ojos azules y un rostro muy bello, digno de ser plasmado en lienzo por el mismo Miguel Ángel-. Entusiasmada con su merecido logro, bajó con su familia para compartir la nueva noticia.
Yulia: Mamá, papá, ¡Tengo una noticia que quiero compartirles ya! ¡Me aceptaron en el conservatorio Kozlov! –Al decir estas palabras, su inmensa felicidad dibujaba una sonrisa victoriosa y de satisfacción, en su bellísimo rostro-.
Nastia: ¡Enhorabuena hija! Aunque sabías de antemano que te pude haber ayudado a ingresar sin ningún tipo de examen y te hubieras ahorrado la espera, ya que trabajo para ese conservatorio.
Yulia: Lo sé, lo sé madre – diciéndolo en tono de hastío pero bromeando-.
Alexei: ¡Felicidades hija! Y qué bueno que no hayas aceptado la ayuda de tu madre porque verdaderamente me demuestras que ya eres un poco más independiente y por eso tu logro me enorgullece – Dándole un abrazo hostigoso y del tipo que a la chica de carácter fuerte no le gustaban-.
Yulia: Alexei me dejas sin aire... – Diciendo estas palabras con dificultad-.
Alexei: ¿Cómo que Alexei, eh? Soy tu padre y te aguantas –terminando esta frase con una sonrisa juguetona la cual Yulia contestó de la misma manera-.
Yulia: Ahora si me permiten, también tengo que compartir esta noticia con mis amigos.
Nastia: ¿Con los veintiunicos que tienes? ¿Nico y Scarlett?
Yulia: Sí mamá, ellos son grandes y verdaderos amigos, ¿Para qué quiero más?… No tardo, sólo les daré la noticia y regreso.
Yulia salió de su casa para encontrarse con sus amigos; cuando al doblar la esquina de repente y sin tener oportunidad de reaccionar, chocó con una chica pelirroja; aquella era una gran belleza de chica; era sin igual. Tenía porte elegante y delicado, algo así como un ángel. Sin embargo Yulia no tomó en cuenta todo eso de la chica; la contempló rápidamente y apreció su hermosura, pero le fue indiferente. Una chica guapa más de esas que exageran en lo irritantes y especiales, y que de seguro, son tan comunes… -Pensó mientras se incorporó sólo para reclamarle por el evento de no haber observado ni haber tenido la precaución-.
Yulia: ¡Fíjate por dónde vas!
Pelirroja: ¡Tú eres la que debe de tener más cuidado! –Levantándose y tomando la misma reacción que la morena-.
Yulia: No quiero perder mi tiempo contigo y mucho menos estropear mi día en nimiedades.-Dicho esto Yulia siguió su camino dejando a la pelirroja con la palabra en la boca-.
Pelirroja: Pero que chica tan desagradable y grosera. –Aún sacudiéndose el polvo de sus jeans. La chica siguió su camino a casa y al llegar se tumbó en el sofá, pensando en aquel encuentro poco grato, pero en el que notó la belleza de la chica morena que, para nada le fue indiferente. Unos toquidos a la puerta la regresaron a la realidad y al abrir, su amiga Nadia le saludó con gran emoción.
Nadia: Lena! Lena! –Llegando apresurada y agitada- Te... te... te traigo una noticia de…–Tuvo que comenzar a inhalar aire para poder terminar la frase pero Lena la interrumpió antes de que pudiese recuperarse.-
Lena: ¿De qué? ¿De qué Nadia?
Nadia: ¡Uy! Que desesperada; vengo corriendo 10 cuadras abajo para traerte esta noticia y no agradeces. ¡Qué desconsiderada eres Katina! – Diciéndole esto en tono irritado-.
Lena: Lo siento mucho Nadia, pero es que me hicieron enojar hace un rato y… -Nadia no le permitió terminar la frase y la interrumpió-.
Nadia: Y… ¿Yo tengo la culpa? ¿Por eso te desquitas conmigo?
Lena: No, no, no, en verdad discúlpame por favor. ¿Qué puedo hacer para que me perdones?
Nadia: No lo sé… Nada, mejor no te digo la noticia y estamos a mano –Soltando una risa burlona de satisfacción ya que bien sabía que su amiga era demasiado curiosa-.
Lena: ¿Qué? No, no, no… En verdad discúlpame, te juro que no vuelve a ocurrir pero por favor cuéntame lo que me venias a decir con tanta urgencia –Diciendo esto en tono impaciente, de arrepentimiento y poniendo un semblante triste y tierno-.
Nadia: Bueno, bueno… te lo diré sólo porque me lo pides de esa manera tan especial – La noticia es que hay una chica que es de nuevo ingreso y hay fuertes rumores sobre ella.
Lena: ¿Qué rumores?
Nadia: Dicen que es bastante talentosa y muy bella, incluso más que tú. –A Lena no le agradaron mucho estas palabras, ya que su amiga tenía poco tacto al hablar y exageraba en su nivel de sinceridad. Pero este detalle no lo pasó por alto ya que era una mujer obstinada y difícil de tratar.
Lena: No te creo, esos son solo rumores como bien lo dices, otra cosa, esa forma muy tuya de decir las cosas ¿De verdad no la vas a cambiar verdad? Sabes, sólo te creo la mitad de lo que me cuentas, probablemente esta chica sea buena y eso ya lo veremos la próxima semana que ingresen los nuevos alumnos.
Nadia: Disculpa, ya sé que hemos hablado mucho acerca de cómo digo las cosas y de que me has dicho que me puedo meter en problemas por eso, pero ya sabes que trato de ser lo más franca posible con mis amigos y sobre todo contigo que eres mi mejor amiga. –
Lena: Sólo te pido que tengas un poquito más de tacto, ¿De acuerdo? Y esa partecita acerca de su belleza comparada con la mía… Para empezar yo no me considero así. Y por otra parte, esta chica de la que hablas, ni la conozco, no sé a quién te refieres. Gracias por la información, pero realmente no me sirve de nada, no es de mi interés... Eres una chismosa, Nadia. Por un momento me preocupé.
Yulia: Y Tú… ¿Qué haces aquí? No sabía que Scarlett había cambiado al personal de servicio – Saludó a su amigo Nico y luego entró; era como su segunda casa así que Yulia se sentía en plena comodidad y confianza; buscó el refrigerador para sacar una cerveza Baltika.
Nico: ¡Uh! ¿Dónde quedaron tus modales Volkova? Qué te parece un: ¡Hola! ¿Cómo estás Nico? Creo que eso suena mejor, ¿No te parece? –Regalándole una sonrisa a la morena a la que le contestó al instante con una carcajada y replicando su afirmación:
Yulia: Pero que pregunta la mía, si tú casi no sales de aquí por dos razones muy poderosas que son: comida y televisión. –Ahora era ella quien le regalaba una sonrisa a aquel muchacho fuerte y varonil; cuando entra en escena una figura sensual y de rostro bello diciendo-:
Scarlett: ¡Sí! Ya casi acaba con mi despensa… -Los tres echaron a reír; después Yulia interrumpió el momento para poder compartir su logro--
Yulia: Bueno chicos, he venido hasta aquí para compartirles una noticia que me alegró y me hizo mi día y es que… -Scarlett la interrumpió haciendo su aportación-.
Scarlett: ¡Estás embarazada! –Nico al escuchar este comentario replicó en tono un tanto molesto y grosero-
Nico: ¡No digas tonterías Scarlett! Ni novio tiene, así que esa posibilidad no va.
Scarlett: Bueno y a ti ¿En qué te afecta? ¿Cuál sería el problema? Además, no necesita un novio… Puede ser un encuentro casual pero muy intenso, ¿O no Julia? - Esto último haciéndolo resaltar con un tono muy pícaro-
Yulia: -Riéndose y sonrojada, le respondió- ¡Qué risa! Pero no Scarlett, no estoy embarazada, nada qué ver con eso. Lo que les quiero contar es que ¡Me admitieron en el conservatorio Kozlov!
Scarlett: ¡Aaaah! ¡Amiga muchas felicidades! –Gritando de emoción y tomando las manos de Yulia-. Aparte de amigas ¡Vamos a ser colegas!
Yulia: ¡Sí! ¡Me siento estupenda!
Nico: ¡Wooow! ¡Qué estupendo Volkova! ¡Nunca dudé de ti! Bueno sí… Pero sólo un poco. -Yulia que sostenía las manos de Scarlett después de compartir su pequeña felicidad, le dio un golpe a Nicolav en el brazo.-
Nico: ¡Ouch! Eso dolió –Exclamó sobándose el brazo-.
Yulia: Ese era el propósito, ¿No crees? –Le respondió a su amigo con tono de evidente intención de infringirle daño- Además, ni te golpeé tan fuerte, cada vez te estás haciendo más “niña” Petrovic, y así no me sirve un guardaespaldas –
Scarlett: ¡Ay amiga! –Interrumpiendo la escena y aun feliz por Yulia-. ¿Estás nerviosa? ¿Cuándo inicias? Yo les propongo ¡Festejar brindado con Baltika!
Yulia: ¡Sí! ¡Salud muchachos!
Nico: Sabemos lo importante que es para ti, ir al conservatorio y desarrollar aún más tu talento, además sé muy bien que vas por una de las oportunidades que busca el conservatorio para los más sobresalientes.
Scarlett: Vas a saber encontrar esa oportunidad que esperas desde hace tiempo. Talentosa lo eres y creo firmemente en que vas a despegar en tu carrera.
Yulia: Muchas gracias chicos por su palabras. –Abrazando a los dos al mismo tiempo-.
Después de haber compartido la noticia, Yulia decidió retirarse a su casa, estaba feliz por su logro; quería estar a solas con ella misma para pensar en ese momento de gloria, porque realmente sentía y olía que estaba más cerca de alcanzar la cima que deseaba. Ese era su propósito.
Al llegar a su casa, subió a su habitación para encerrarse en sus pensamientos y poder estar sólo ella y su mundo; las posibilidades que tenia para poder alcanzarlo y todo el esfuerzo que le había tomado a su voz. En ocasiones había sido complicado porque sentía cómo el esfuerzo que ejercía en sus cuerdas vocales, le quebrarían como un vaso de cristal cuando cae y se parte en muchos pedazos, por doquier. También le vino a la mente la chica de tez blanca y con pecas. Yulia alcanzó a pescar de ese encuentro “de impacto” la belleza que poseía. Ciertamente hermosa pero por el tipo de circunstancia en la que se toparon, Yulia se sentía aún enfurecida. -¡Cómo diablos puede andar por la vida así! Hoy fue una persona, pero después ¡Se le va a cruzar a un carro o a algo de peligro! ¡Qué despistada y qué loca!- Le resultó difícil pero tuvo que ceder ante el sueño que se le cargó y terminó venciéndola…
Última edición por SandyQueen el 6/28/2016, 6:28 am, editado 2 veces
SandyQueen- Mensajes : 184
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A Mayra Pérez le gusta esta publicaciòn
Re: A Diez Centímetros De Ti
Capitulo II
El día era maravilloso, debo aceptarlo. Nada podría ir mal y nadie iba a cambiar mi felicidad. Sentía tanta energía recorriendo mi cuerpo que me olvidé de desayunar; mi madre me llamó para tomar mis alimentos pero fue inútil. Salí disparada para tomar mis patines (uno de mis más grandes hobbies) y me puse en marcha al conservatorio. Mi madre alcanzó a gritarme que me vería más tarde allá y me dio todas sus recomendaciones y las precauciones que creyó importantes e inapelables. Ella era una de las mejores instructoras de canto y danza en el conservatorio. No se había dedicado a ser músico por su cuenta ya que había dedicado su tiempo, a desarrollar las habilidades de sus alumnos en el conservatorio además de ser ella la responsable de conseguir contactos para llevar oportunidades de fama y desarrollo artístico, a los mejores de Kozlov. Fue por ella que al llegar al conservatorio ya sabía con cuánto tiempo disponía entre sesiones (clases); conocía los caminos principales del conservatorio y los planes que se desarrollarían ese día.
Al llegar al conservatorio me llamó la atención un gran piano color negro, en la primera habitación de los salones de las clases de apreciación instrumental. Jamás permanecía abierto según lo que me comentaba mi madre, pero hoy fue la excepción. La voz en mi interior de lo correcto, me decía que me alejara de ahí. Pero no le tomé atención. Decidí ignorarla y seguir mi voz preferida: la que hace todo lo prohibido y lo que no debería hacer. Tomé asiento y comencé a tocar un fragmento de alguna canción que más joven, al parecer mi madre había compuesto con alguien más.
This was an accident, not the kind were sirens sounds,
Never even noticed were suddenly crumbling.
Tell me how you’ve never, felt delicate or innocent,
Do you still have doubts that us having faith makes any sense.
Tell me nothing ever comes rationale or breaking down.
Still somebody loses cause theirs no way to turn around,
Staring at your photograph everything now in the past
Never felt so lonely I wish that you could show me love…
Acompañé el piano con el sonido de mi propia voz. El show a solas no duró mucho. Alguien comenzó a aplaudirme y enseguida, me llamó por mi nombre.- Así que ya se hizo notar su presencia y por supuesto, su talento señorita Yulia Volkova.- Era ella, la maestra Anna Katina y ése era su piano y su salón. Se veía molesta y por algún motivo, notaba incomodidad en su expresión.
-Al parecer, maestra. ¿Le agradó mi pequeña interpretación?- Traté de retarla.
ANNA: Pues le diré, señorita Yulia, que su canción me recuerda a cuando yo fui estudiante así como usted, del hermoso arte de la música. Y verá, ese fragmento fue hermoso; su voz reluce y suena con potencia. Pero al parecer le falta mucho a la letra. De seguro no se la sabe completa y es una lástima, a sus compañeros y a su servidora, nos hubiese gustado continuar escuchando su primer espectáculo de irreverencia, en Kozlov…
Tres cosas pasaron por mi mente en ese instante. La primera era la maravillosa agresión, educada y terca, de parte de la maestra Anna. Entendía que su apreciado salón, debía ser impenetrable en su ausencia. Sin embargo, sentí su tono de desagrado hacia mi persona. La segunda es que no me había dado cuenta que algunos compañeros sin poder advertirlos, me habían escuchado secretamente. Y finalmente, la última y de mi mayor sorpresa, fue que la volví a ver. La chica con la que choqué días atrás, estaba ahí. Recuerdo haber pensado que se trataba de alguien que se le parecía. Definitivamente no podía ser ella… ¿O sí?.. Seguro era ella porque en cuanto notó mi mirada, quito la suya de mí y simuló hablar delicadamente, con una chica que estaba junto a ella.
ANNA: Señorita Yulia, entonces, ¿Qué me puede responder?- Por supuesto se dio cuenta de que observé a otro lugar mientras me hablaba…- Además de irreverente, usted, me demuestra ser irrespetuosa cuando alguien está hablándole.
Seré franca. –La maestra Anna estaba provocándome a toda costa con sus palabras retadoras. Era mi turno, ella insistía en que le diera respuesta.- Su piano es bárbaro. A cualquier amante del piano, le encantaría poder apreciarlo más, tocándolo. El piano, usted estará de acuerdo, es elegante y siempre transmite melodías que llegan a lo más profundo del alma. Le ofrezco mis más sinceras disculpas. –La maestra Anna dibujó una sonrisa victoriosa en rostro, pero entonces me encargué de hacerla “caer al piso”- También estará de acuerdo que un espléndido piano, sonará hueco si el pianista no posee una pisca de carisma para tocarlo. Y este piano recién acaba de tomar sonido puesto que lo que me atrajo a él fue su fina belleza, pero su triste sonido. Y finalmente, le diré que respeto su peculiaridad egoísmo por impedir el paso a un salón que es para uso de todos los alumnos de Kozlov, sin embargo, no sé qué opinaría la directora Svetlana Sharapova acerca de esto. Mejor, evitémonos llevarle dilemas y procure dejar cerrado el salón.
ANNA: ¡Pero qué irrespetuosa, señorita Volkova!
-También discúlpeme por eso, pero no estoy de acuerdo. Yo no comencé este diálogo. – Con el rostro expresando su gran disgusto, la maestra Anna salió indicándonos e indicándome, que a su regreso quería la habitación libre ya que recibiría a sus alumnos para su clase. Sin mediar palabra con alguien, yo la seguí retirándome del lugar. Sólo me observaron, entre ellos también la chica pelirroja. La ignoré y pasé de largo.
El primer día y la primera semana en Kozlov, no pasaron desapercibidas para mí. Ni para los alumnos. Cada clase de canto y cada una de las clases de acompañamiento, se escapaban de sus clases un puñado de estudiantes. Me comenzaban a incomodar pero después de los primeros dos días, comencé a hacer lo que mejor sé hacer, los ignoré. Esa semana, antes de retirarme a mi casa, había precisamente, una clase de acompañamiento. Mi amigo Nico fue seleccionado para acompañamiento en violín. Había una chica más que me acompañaría en piano. Yo sería la vocalista para darle vida a una pieza que la maestra Katina nos dejo escoger libremente. Tiempo atrás había escrito una canción (fue sólo un intento) y decidí arriesgarme. Se la di a mi maestra Anna Katina. Por supuesto, desde el primer día y la amena conversación que tuvimos, sabía que yo no era de su agrado pero al presentarle mi propuesta, no la rechazó. Me dio autorización. Estoy segura que creía que me había vencido y que no resultaría victoriosa con esa pieza. Literalmente, me dio igual, quería cantarla y era mi oportunidad.
Muchos estudiantes habían acabado sus labores desde temprano pero permanecieron en Kozlov; eran las 6:00 P.M. y el sol comenzaba a caer. Desde el 5to. piso del conservatorio, lucía espléndido el ocaso. Tomé inspiración y comencé a calentar mis cuerdas vocales. Me distraje un poco al observar con un poco de detalle, las caras de los estudiantes que estaban esperando a que iniciara nuestro pequeño espectáculo. Entonces, una mirada de ojos verdes y el rostro pálido pero bello, se clavó en mis movimientos. Al darse cuenta, retiró su mirada; trató de aparentar que no era a mí a quien estaba viendo. Me molesté por su actitud tan “fingida”. –Como si me importara que estés aquí. Eres odiosa; el mundo no gira alrededor de ti, señorita pelirroja.- Balbuceé para mí misma.
NICO: Julia, estoy listo. Y usted, señorita del piano… ¿Cuál es su nombre?
NADIA: Soy Nadia compañeros Y sí, también lo estoy. ¿Con quiénes tengo el gusto esta tarde?
JULIA: Mi nombre es Julia y él es Nico. Él es mi amigo de hecho. Un placer tener el privilegio de conocerte, Nadia. ¿Tienes alguna duda con respecto a la pieza que les di?
NADIA: Todo claro. Espero no equivocarme. No soy profesional en esto aún.
NICO: Lo harás excelente. Ninguno de los tres es experto aún. Y para eso estamos aquí, acompañándonos. De hecho yo no me he especializado en el violín; soy mejor siendo compositor. Pero el propósito de esto, es enseñarnos a tocar diferentes instrumentos y ser verdaderos músicos así que ahora, ¡Deleitemos a nuestros compañeros!
La maestra Katina pidió silencio. Enseguida todos obedecieron y su atención se focalizó en nuestro trío musical. Contamos 5 en reversa con voz suave y comenzamos…
Can you tell me softly .
How you always, haunt me?
Can you help me? Hold me.
Come to me now, slowly.
You caress me smoothly.
Calm my fears and soothe me.
Move your hands across me.
Take my worries from me…
I will sacrifice
I will sacrifice
All I have in life
To clear my conscience.
Sin poder evitarlo, la conjunción de nuestros talentos, nos hicieron sentir la canción a flor de piel. Yo me bajé del pequeño escenario en el que estábamos y me detuve en medio del salón. Nico, aunque no era tan entusiasta tocando el violín, se había perdido locamente en las cuerdas de su instrumento. Nadia parecía que llevaba tiempo tocando la canción; las teclas se movían perfectamente tras el paso de sus dedos. Por mi parte, creo que… no me percaté del momento en el que terminé hincada en el piso con mis ojos cerrados.
Al terminar, todos comenzaron a aplaudir enérgicamente, les gustó la canción y nuestro trío. Levanté mi mirada y los pude ver; felices, sonrientes y muy entusiasmados. Sin querer ni buscarla, mis ojos se toparon con la figura de la chica “paliducha”. Ella no sonreía (Además de fastidiosa, qué amargada es, pensé.). Estaba sonrojada y me miraba con los ojos bien abiertos y dedicados a mí. Se dio cuenta que yo también la observaba y que no dejaría de hacerlo, entonces retiró su mirada. De la misma manera, enseguida se retiró del lugar en el que permaneció para escucharnos. Al ver esto me puse de pie puesto que había sido la actitud más extraña que había visto en mi vida. Pese a esto, yo estaba muy feliz y me uní al éxtasis de todos mis compañeros, de todos excepto, la maestra Anna Katina, quien sólo se limitó a decirnos que fue un trabajo bien hecho y sin más, se retiró. Presurosamente, también Nadia salió del salón. Yo me quedé con Nico conversando un poco con compañeros que nos felicitaban por la canción. ¡Fue todo un éxito!
Después de todo el escándalo que se hizo tras la diminuta interpretación de esa tarde, saqué mi mochila de mi casillero y también me retiré. Traía mis patines así que decidí detenerme un rato, para ejercitarme en ellos, en un skate park a unas 5 calles de Kozlov. El parque me gustaba bastante. Tenía una pista del tamaño de la circunferencia de toda la extensión del terreno y contaba con diferentes secciones de rampas. Además, era un lugar perfecto para descansar un poco y poder reanimarte. La noche estaba llegando pero pensé en que me caería bien el ejercicio.
EL PRIMER DÍA DEL RESTO DE MI VIDA
El día era maravilloso, debo aceptarlo. Nada podría ir mal y nadie iba a cambiar mi felicidad. Sentía tanta energía recorriendo mi cuerpo que me olvidé de desayunar; mi madre me llamó para tomar mis alimentos pero fue inútil. Salí disparada para tomar mis patines (uno de mis más grandes hobbies) y me puse en marcha al conservatorio. Mi madre alcanzó a gritarme que me vería más tarde allá y me dio todas sus recomendaciones y las precauciones que creyó importantes e inapelables. Ella era una de las mejores instructoras de canto y danza en el conservatorio. No se había dedicado a ser músico por su cuenta ya que había dedicado su tiempo, a desarrollar las habilidades de sus alumnos en el conservatorio además de ser ella la responsable de conseguir contactos para llevar oportunidades de fama y desarrollo artístico, a los mejores de Kozlov. Fue por ella que al llegar al conservatorio ya sabía con cuánto tiempo disponía entre sesiones (clases); conocía los caminos principales del conservatorio y los planes que se desarrollarían ese día.
Al llegar al conservatorio me llamó la atención un gran piano color negro, en la primera habitación de los salones de las clases de apreciación instrumental. Jamás permanecía abierto según lo que me comentaba mi madre, pero hoy fue la excepción. La voz en mi interior de lo correcto, me decía que me alejara de ahí. Pero no le tomé atención. Decidí ignorarla y seguir mi voz preferida: la que hace todo lo prohibido y lo que no debería hacer. Tomé asiento y comencé a tocar un fragmento de alguna canción que más joven, al parecer mi madre había compuesto con alguien más.
This was an accident, not the kind were sirens sounds,
Never even noticed were suddenly crumbling.
Tell me how you’ve never, felt delicate or innocent,
Do you still have doubts that us having faith makes any sense.
Tell me nothing ever comes rationale or breaking down.
Still somebody loses cause theirs no way to turn around,
Staring at your photograph everything now in the past
Never felt so lonely I wish that you could show me love…
Acompañé el piano con el sonido de mi propia voz. El show a solas no duró mucho. Alguien comenzó a aplaudirme y enseguida, me llamó por mi nombre.- Así que ya se hizo notar su presencia y por supuesto, su talento señorita Yulia Volkova.- Era ella, la maestra Anna Katina y ése era su piano y su salón. Se veía molesta y por algún motivo, notaba incomodidad en su expresión.
-Al parecer, maestra. ¿Le agradó mi pequeña interpretación?- Traté de retarla.
ANNA: Pues le diré, señorita Yulia, que su canción me recuerda a cuando yo fui estudiante así como usted, del hermoso arte de la música. Y verá, ese fragmento fue hermoso; su voz reluce y suena con potencia. Pero al parecer le falta mucho a la letra. De seguro no se la sabe completa y es una lástima, a sus compañeros y a su servidora, nos hubiese gustado continuar escuchando su primer espectáculo de irreverencia, en Kozlov…
Tres cosas pasaron por mi mente en ese instante. La primera era la maravillosa agresión, educada y terca, de parte de la maestra Anna. Entendía que su apreciado salón, debía ser impenetrable en su ausencia. Sin embargo, sentí su tono de desagrado hacia mi persona. La segunda es que no me había dado cuenta que algunos compañeros sin poder advertirlos, me habían escuchado secretamente. Y finalmente, la última y de mi mayor sorpresa, fue que la volví a ver. La chica con la que choqué días atrás, estaba ahí. Recuerdo haber pensado que se trataba de alguien que se le parecía. Definitivamente no podía ser ella… ¿O sí?.. Seguro era ella porque en cuanto notó mi mirada, quito la suya de mí y simuló hablar delicadamente, con una chica que estaba junto a ella.
ANNA: Señorita Yulia, entonces, ¿Qué me puede responder?- Por supuesto se dio cuenta de que observé a otro lugar mientras me hablaba…- Además de irreverente, usted, me demuestra ser irrespetuosa cuando alguien está hablándole.
Seré franca. –La maestra Anna estaba provocándome a toda costa con sus palabras retadoras. Era mi turno, ella insistía en que le diera respuesta.- Su piano es bárbaro. A cualquier amante del piano, le encantaría poder apreciarlo más, tocándolo. El piano, usted estará de acuerdo, es elegante y siempre transmite melodías que llegan a lo más profundo del alma. Le ofrezco mis más sinceras disculpas. –La maestra Anna dibujó una sonrisa victoriosa en rostro, pero entonces me encargué de hacerla “caer al piso”- También estará de acuerdo que un espléndido piano, sonará hueco si el pianista no posee una pisca de carisma para tocarlo. Y este piano recién acaba de tomar sonido puesto que lo que me atrajo a él fue su fina belleza, pero su triste sonido. Y finalmente, le diré que respeto su peculiaridad egoísmo por impedir el paso a un salón que es para uso de todos los alumnos de Kozlov, sin embargo, no sé qué opinaría la directora Svetlana Sharapova acerca de esto. Mejor, evitémonos llevarle dilemas y procure dejar cerrado el salón.
ANNA: ¡Pero qué irrespetuosa, señorita Volkova!
-También discúlpeme por eso, pero no estoy de acuerdo. Yo no comencé este diálogo. – Con el rostro expresando su gran disgusto, la maestra Anna salió indicándonos e indicándome, que a su regreso quería la habitación libre ya que recibiría a sus alumnos para su clase. Sin mediar palabra con alguien, yo la seguí retirándome del lugar. Sólo me observaron, entre ellos también la chica pelirroja. La ignoré y pasé de largo.
El primer día y la primera semana en Kozlov, no pasaron desapercibidas para mí. Ni para los alumnos. Cada clase de canto y cada una de las clases de acompañamiento, se escapaban de sus clases un puñado de estudiantes. Me comenzaban a incomodar pero después de los primeros dos días, comencé a hacer lo que mejor sé hacer, los ignoré. Esa semana, antes de retirarme a mi casa, había precisamente, una clase de acompañamiento. Mi amigo Nico fue seleccionado para acompañamiento en violín. Había una chica más que me acompañaría en piano. Yo sería la vocalista para darle vida a una pieza que la maestra Katina nos dejo escoger libremente. Tiempo atrás había escrito una canción (fue sólo un intento) y decidí arriesgarme. Se la di a mi maestra Anna Katina. Por supuesto, desde el primer día y la amena conversación que tuvimos, sabía que yo no era de su agrado pero al presentarle mi propuesta, no la rechazó. Me dio autorización. Estoy segura que creía que me había vencido y que no resultaría victoriosa con esa pieza. Literalmente, me dio igual, quería cantarla y era mi oportunidad.
Muchos estudiantes habían acabado sus labores desde temprano pero permanecieron en Kozlov; eran las 6:00 P.M. y el sol comenzaba a caer. Desde el 5to. piso del conservatorio, lucía espléndido el ocaso. Tomé inspiración y comencé a calentar mis cuerdas vocales. Me distraje un poco al observar con un poco de detalle, las caras de los estudiantes que estaban esperando a que iniciara nuestro pequeño espectáculo. Entonces, una mirada de ojos verdes y el rostro pálido pero bello, se clavó en mis movimientos. Al darse cuenta, retiró su mirada; trató de aparentar que no era a mí a quien estaba viendo. Me molesté por su actitud tan “fingida”. –Como si me importara que estés aquí. Eres odiosa; el mundo no gira alrededor de ti, señorita pelirroja.- Balbuceé para mí misma.
NICO: Julia, estoy listo. Y usted, señorita del piano… ¿Cuál es su nombre?
NADIA: Soy Nadia compañeros Y sí, también lo estoy. ¿Con quiénes tengo el gusto esta tarde?
JULIA: Mi nombre es Julia y él es Nico. Él es mi amigo de hecho. Un placer tener el privilegio de conocerte, Nadia. ¿Tienes alguna duda con respecto a la pieza que les di?
NADIA: Todo claro. Espero no equivocarme. No soy profesional en esto aún.
NICO: Lo harás excelente. Ninguno de los tres es experto aún. Y para eso estamos aquí, acompañándonos. De hecho yo no me he especializado en el violín; soy mejor siendo compositor. Pero el propósito de esto, es enseñarnos a tocar diferentes instrumentos y ser verdaderos músicos así que ahora, ¡Deleitemos a nuestros compañeros!
La maestra Katina pidió silencio. Enseguida todos obedecieron y su atención se focalizó en nuestro trío musical. Contamos 5 en reversa con voz suave y comenzamos…
Can you tell me softly .
How you always, haunt me?
Can you help me? Hold me.
Come to me now, slowly.
You caress me smoothly.
Calm my fears and soothe me.
Move your hands across me.
Take my worries from me…
I will sacrifice
I will sacrifice
All I have in life
To clear my conscience.
Sin poder evitarlo, la conjunción de nuestros talentos, nos hicieron sentir la canción a flor de piel. Yo me bajé del pequeño escenario en el que estábamos y me detuve en medio del salón. Nico, aunque no era tan entusiasta tocando el violín, se había perdido locamente en las cuerdas de su instrumento. Nadia parecía que llevaba tiempo tocando la canción; las teclas se movían perfectamente tras el paso de sus dedos. Por mi parte, creo que… no me percaté del momento en el que terminé hincada en el piso con mis ojos cerrados.
Al terminar, todos comenzaron a aplaudir enérgicamente, les gustó la canción y nuestro trío. Levanté mi mirada y los pude ver; felices, sonrientes y muy entusiasmados. Sin querer ni buscarla, mis ojos se toparon con la figura de la chica “paliducha”. Ella no sonreía (Además de fastidiosa, qué amargada es, pensé.). Estaba sonrojada y me miraba con los ojos bien abiertos y dedicados a mí. Se dio cuenta que yo también la observaba y que no dejaría de hacerlo, entonces retiró su mirada. De la misma manera, enseguida se retiró del lugar en el que permaneció para escucharnos. Al ver esto me puse de pie puesto que había sido la actitud más extraña que había visto en mi vida. Pese a esto, yo estaba muy feliz y me uní al éxtasis de todos mis compañeros, de todos excepto, la maestra Anna Katina, quien sólo se limitó a decirnos que fue un trabajo bien hecho y sin más, se retiró. Presurosamente, también Nadia salió del salón. Yo me quedé con Nico conversando un poco con compañeros que nos felicitaban por la canción. ¡Fue todo un éxito!
Después de todo el escándalo que se hizo tras la diminuta interpretación de esa tarde, saqué mi mochila de mi casillero y también me retiré. Traía mis patines así que decidí detenerme un rato, para ejercitarme en ellos, en un skate park a unas 5 calles de Kozlov. El parque me gustaba bastante. Tenía una pista del tamaño de la circunferencia de toda la extensión del terreno y contaba con diferentes secciones de rampas. Además, era un lugar perfecto para descansar un poco y poder reanimarte. La noche estaba llegando pero pensé en que me caería bien el ejercicio.
Última edición por SandyQueen el 4/29/2016, 3:40 pm, editado 1 vez
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Capitulo III
NADIA: ¡Lena! ¡Lena! ¡Lenka! –Insistió hasta que por fin su amiga se detuvo y giró para verla.- ¿Por qué te fuiste? Te había estado buscando. Pensé que me esperarías.
LENA: Tenía cosas importantes por hacer. ¿Ocupas algo?
NADIA: Qué grosera Elena. ¿Qué te pasa? No ocupo nada, sólo quería conversar contigo. ¿Vas para tu casa?
LENA: Perdóname. Estoy algo estresada. Y sí, sí voy para mi casa. Pero ¿Me podrías acompañar a algún lugar para platicar? No tengo ánimos de llegar aún. Mi madre va a querer que la acompañe a las charlas de la iglesia con mi papá.
NADIA: Conozco un lugar excelente al que podemos llegar. ¿Traes tu vehículo?
LENA: Sí, vamos al estacionamiento.
Nadia y Lena eran amigas muy cercanas. Nadia era básicamente la confidente y el paño de lágrimas de Lena. Cualquier cosa que le estuviese sucediendo al mundo de Lena, lo sabría casi de inmediato. Llegaron a un parque en el que había unas bancas alejadas del alboroto de los chicos practicando patinaje. Se sentaron y con todo el ambiente en calma, comenzaron a conversar.
NADIA: Entonces, ¿Qué te sucedió hoy Lena? Primero te me desapareciste. Ni siquiera me felicitaste por mi esfuerzo y el resultado que fue bastante excitante. Después, me hablaste como enfadada y ahora te noto dispersa. ¿Qué te pasa? -Lena agachó su cabeza y su mirada se extravió un momento en el piso.-
LENA: No sé cómo decírtelo. Quizá no sea nada grave pero es algo que va en aumento. No sé cómo puede estarme sucediendo. O quizá sea algo malo, algo que no debería sentir. No puedo detenerlo, Nadia… Tengo miedo de lo que pienses de mí y de que te alejes. No soportaría perderte.
NADIA: ¿De qué me hablas Lenka? ¿Sabes? Déjate de rodeos. Siempre has contado conmigo. Realmente no existe algo que pueda hacer que te diera la espalda. Mucho menos te juzgaré –Nadia realmente no poseía prejuicios ni estereotipos de ningún tipo y con seguridad podía escuchar cualquier cosa de su amiga-. ¿Qué hiciste o qué pasa? Me preocupas mi Lenka. –Sus intenciones eran buenas; quería escuchar a su amiga. Quería ayudarle. Pero… ¿Ya dijimos que Nadia era una persona extrovertida, inquieta y distraída? Bueno, pues en ese momento el destino le dio armas para distraerse. Una chica muy guapa y atlética, se acercaba velozmente en patines. Nadia la reconoció de inmediato puesto que había compartido una excelente pieza musical minutos atrás. A Lena le extrañó que su amiga dejara de hablar y levantó la mirada de nuevo. Al percatarse de quién se trataba, se quedó pasmada, helada. Trató de impedir que su amiga la saludara pero ésta no lo dudó dos veces y llamó la atención para que la chica la viera.
NADIA: ¡Volkova! –Lena no sabía en dónde meterse. Lo menos que quería, y ahora estaba totalmente segura de eso, era la presencia de la señorita Volkova. El porqué era lo que no alcanzó a contarle a su amiga. Y ahora era ya demasiado tarde. Yulia respondió al saludo. Vio a Lena pero no le prestó atención. Se enfocó en su compañera Nadia.
YULIA: Buenas tardes Nadia, ¿Cómo estás? ¿Tienes mucho tiempo aquí?
NADIA: Estoy excelente, Yulia. Estoy fenomenal. Se lo debo a la energía que me diste con la canción. Fue lo mejor. Y con respecto a cuánto llevamos aquí, recién llegamos. –Nadia era muy enérgica y la presencia de Volkova, le daba bastante gusto y no lo ocultaba. Mientras tanto, para Lena, tener a Yulia tan cerca, era momento para elevar sus escudos y protecciones contra “hermosas morenas”, o mejor dicho, contra “Yulias Volkova”.
YULIA: Sí lo sé, el resultado fue más que asombroso. Amo cantar sin duda alguna.
NADIA: Oye, y a lo que veo también te gusta ejercitarte. ¿Estabas en las rampas? Luces muy guapa con tu casco y tu equipo de protección. Los patines van como que con tu personalidad. Y tus jeans con la blusa blanca sin mangas que traes, van perfectas con tu kit de patinaje.
YULIA: Me sonrojas… pero ¡Gracias Nadia! Y sí, sí me gusta patinar. Practico también patinaje sobre hielo. Te llevaré un día. Pero no será a cualquier hora. Patinar en la noche es otro mundo, ya lo verás. Bueno y usted, señorita…
LENA: ¿Yo? Si te refieres a mí, para ti soy Lena Katina. La señorita Katina.
NADIA: ¡Elena! No seas tan ofensiva. Yulia te preguntó de buena forma tu nombre.
LENA: No, no me lo preguntó. Sólo no supo cómo me llamaba y yo la ayudé a salir del dilema. Y tampoco soy ofensiva, no sé en qué le podría ofender a la señorita Volkova, mi respuesta.
YULIA: No me molesta. La que se puede molestar es usted, Lena Katina. Y tendría razón porque si mal no estoy, usted deber ser la hija de Anna Katina…
LENA: Sí, ¿Y qué con eso, Volkova? –Lena no dio conformidad con la respuesta de Volkova y decidió mostrar esa inconformidad sin atraso alguno. Pero Yulia decidió no quedarse con nada guardado. Decidió replicar a todas sus manifestaciones.
YULIA: ¿Y qué con eso, Katina? Que la señora Anna Katina es igual que su hija: fastidian, exasperan y son más sombrías que su propia sombra.
LENA: ¡Pero qué desagradable eres Volkova! ¡Si tan perfecta te crees, te diré que tú eres la persona más descortés y bruta que he conocido en mi vida! ¡Y pienso además que tu primer semana de estancia en Kozlov, sólo ha sido un golpe de suerte para ti. Ni creas que eres tan buena como rumoran y tampoco te creas tan guapa! ¡Además, por sobre todas las cosas, no se te ocurra ofender a mi madre! –Si quería ser fulminada por Yulia, le acababa de dar el arma necesaria a Volkova. Lena se encontraba bastante alterada y en medio de un conflicto con sí misma, sin precedente. Nadia intentó intervenir para mediar la situación. Pero Yulia, decidida a terminar la discusión, la interrumpió y le respondió a la señorita Lena Katina.
YULIA: Te entiendo perfectamente Katina. No soy guapa y de hecho no me lo creo. Para considerarme guapa, tendrías que dejar de existir porque tengo que decirte que, tu belleza es enorme. Una persona podría contemplarte por horas hasta morir. Contemplarte sería una muerte perfecta, Katina. –Dejó perpleja de asombro a Lena. La enmudeció por completo. Tenía los ojos desorbitados… como si se hubiese embriagado. Quizá lo estaba, quizá sí lo estaba, pero no de alcohol sino de amor. No le quitó ni un fragmento de su atención a Yulia. Ella aprovechó para aniquilarla y regresarla al suelo. Era hábil para saber cuando había atrapado a una persona o cuando por fin, tenía acorralado a alguien.- Entonces, a mí me gustaría poder contemplarla y en mi intento, dejaría de existir pues simplemente es preciosa. Sin embargo, señorita Katina, lamento su carácter porque pareciera que su corazón está perdido en la amargura y en lo personal, las personas así, no llaman mi atención, sólo les compadezco, y por usted, es lo que en mi primera semana en Kozlov, he sentido. Siento compasión por usted y su carácter tan desagradable. Ahora, si me disculpan, tengo que retirarme. Nadia, nos veremos mañana en el conservatorio.
NADIA: Discúlpanos Yu…
YULIA: No te preocupes, aquí no pasó nada. Te veo mañana entonces. –Se despidió con un beso de su nueva amiga Nadia mientras que Lena en el fondo y ocultamente, aguardó su turno, un turno que nunca llegaría, pese a la distancia tan corta que separaba a Volkova de ella. La señorita Yulia se alejó rápida pero tranquilamente, de las chicas. Su figura estilizada y sexy, atraía la atención de Lena, quien no le quitó la vista de encima hasta que desapareció a lo lejos. Nadia, con una sonrisa vaga, no se perdió de la trayectoria que siguió Lena con sus ojos. Tampoco pasó por alto la expresión de sus facciones y su cuerpo. Quizá no era tan necesario escucharlo pero aún así, decidió retomar el tema inicial que les llevó ahí.
NADIA: Estoy muy sorprendida. Yulia es bastante atrevida y directa. ¿Es lesbiana?... Yo creo que podrías llegar a gustarle, Lenka –Nadia comenzó a reír y en seguida se calmó para preguntarle a Lena el por qué se había comportado así con Volkova. Su risa no había sido del todo alentadora para Lena, sin embargo, sabía que Nadia no poseía tacto y su humor a veces era confuso.
LENA: Perdóname, Nadia. Debo confesarte algo. Sólo te pido tu discreción especialmente por mis padres y Vanya.
NADIA: ¿Tus padres? ¿El patético de Vanya? No entiendo nada… Primero dime lo que te sucede y después, añade todo lo que desees. –Lena era un manojo de nervios. Para ella era buena señal que hubiese tomado bien y de una manera muy normal, el comentario de Yulia con respecto a su belleza, aunque por otra parte, la risa de Nadia, no convencía a Lena. Pero tenía que decírselo a alguien, no podía ya con lo que estaba guardando. Era un globo llenándose de agua y sentía que iba a estallar.
A la distancia…
NADIA: ¡Lena! ¡Lena! ¡Lenka! –Insistió hasta que por fin su amiga se detuvo y giró para verla.- ¿Por qué te fuiste? Te había estado buscando. Pensé que me esperarías.
LENA: Tenía cosas importantes por hacer. ¿Ocupas algo?
NADIA: Qué grosera Elena. ¿Qué te pasa? No ocupo nada, sólo quería conversar contigo. ¿Vas para tu casa?
LENA: Perdóname. Estoy algo estresada. Y sí, sí voy para mi casa. Pero ¿Me podrías acompañar a algún lugar para platicar? No tengo ánimos de llegar aún. Mi madre va a querer que la acompañe a las charlas de la iglesia con mi papá.
NADIA: Conozco un lugar excelente al que podemos llegar. ¿Traes tu vehículo?
LENA: Sí, vamos al estacionamiento.
Nadia y Lena eran amigas muy cercanas. Nadia era básicamente la confidente y el paño de lágrimas de Lena. Cualquier cosa que le estuviese sucediendo al mundo de Lena, lo sabría casi de inmediato. Llegaron a un parque en el que había unas bancas alejadas del alboroto de los chicos practicando patinaje. Se sentaron y con todo el ambiente en calma, comenzaron a conversar.
NADIA: Entonces, ¿Qué te sucedió hoy Lena? Primero te me desapareciste. Ni siquiera me felicitaste por mi esfuerzo y el resultado que fue bastante excitante. Después, me hablaste como enfadada y ahora te noto dispersa. ¿Qué te pasa? -Lena agachó su cabeza y su mirada se extravió un momento en el piso.-
LENA: No sé cómo decírtelo. Quizá no sea nada grave pero es algo que va en aumento. No sé cómo puede estarme sucediendo. O quizá sea algo malo, algo que no debería sentir. No puedo detenerlo, Nadia… Tengo miedo de lo que pienses de mí y de que te alejes. No soportaría perderte.
NADIA: ¿De qué me hablas Lenka? ¿Sabes? Déjate de rodeos. Siempre has contado conmigo. Realmente no existe algo que pueda hacer que te diera la espalda. Mucho menos te juzgaré –Nadia realmente no poseía prejuicios ni estereotipos de ningún tipo y con seguridad podía escuchar cualquier cosa de su amiga-. ¿Qué hiciste o qué pasa? Me preocupas mi Lenka. –Sus intenciones eran buenas; quería escuchar a su amiga. Quería ayudarle. Pero… ¿Ya dijimos que Nadia era una persona extrovertida, inquieta y distraída? Bueno, pues en ese momento el destino le dio armas para distraerse. Una chica muy guapa y atlética, se acercaba velozmente en patines. Nadia la reconoció de inmediato puesto que había compartido una excelente pieza musical minutos atrás. A Lena le extrañó que su amiga dejara de hablar y levantó la mirada de nuevo. Al percatarse de quién se trataba, se quedó pasmada, helada. Trató de impedir que su amiga la saludara pero ésta no lo dudó dos veces y llamó la atención para que la chica la viera.
NADIA: ¡Volkova! –Lena no sabía en dónde meterse. Lo menos que quería, y ahora estaba totalmente segura de eso, era la presencia de la señorita Volkova. El porqué era lo que no alcanzó a contarle a su amiga. Y ahora era ya demasiado tarde. Yulia respondió al saludo. Vio a Lena pero no le prestó atención. Se enfocó en su compañera Nadia.
YULIA: Buenas tardes Nadia, ¿Cómo estás? ¿Tienes mucho tiempo aquí?
NADIA: Estoy excelente, Yulia. Estoy fenomenal. Se lo debo a la energía que me diste con la canción. Fue lo mejor. Y con respecto a cuánto llevamos aquí, recién llegamos. –Nadia era muy enérgica y la presencia de Volkova, le daba bastante gusto y no lo ocultaba. Mientras tanto, para Lena, tener a Yulia tan cerca, era momento para elevar sus escudos y protecciones contra “hermosas morenas”, o mejor dicho, contra “Yulias Volkova”.
YULIA: Sí lo sé, el resultado fue más que asombroso. Amo cantar sin duda alguna.
NADIA: Oye, y a lo que veo también te gusta ejercitarte. ¿Estabas en las rampas? Luces muy guapa con tu casco y tu equipo de protección. Los patines van como que con tu personalidad. Y tus jeans con la blusa blanca sin mangas que traes, van perfectas con tu kit de patinaje.
YULIA: Me sonrojas… pero ¡Gracias Nadia! Y sí, sí me gusta patinar. Practico también patinaje sobre hielo. Te llevaré un día. Pero no será a cualquier hora. Patinar en la noche es otro mundo, ya lo verás. Bueno y usted, señorita…
LENA: ¿Yo? Si te refieres a mí, para ti soy Lena Katina. La señorita Katina.
NADIA: ¡Elena! No seas tan ofensiva. Yulia te preguntó de buena forma tu nombre.
LENA: No, no me lo preguntó. Sólo no supo cómo me llamaba y yo la ayudé a salir del dilema. Y tampoco soy ofensiva, no sé en qué le podría ofender a la señorita Volkova, mi respuesta.
YULIA: No me molesta. La que se puede molestar es usted, Lena Katina. Y tendría razón porque si mal no estoy, usted deber ser la hija de Anna Katina…
LENA: Sí, ¿Y qué con eso, Volkova? –Lena no dio conformidad con la respuesta de Volkova y decidió mostrar esa inconformidad sin atraso alguno. Pero Yulia decidió no quedarse con nada guardado. Decidió replicar a todas sus manifestaciones.
YULIA: ¿Y qué con eso, Katina? Que la señora Anna Katina es igual que su hija: fastidian, exasperan y son más sombrías que su propia sombra.
LENA: ¡Pero qué desagradable eres Volkova! ¡Si tan perfecta te crees, te diré que tú eres la persona más descortés y bruta que he conocido en mi vida! ¡Y pienso además que tu primer semana de estancia en Kozlov, sólo ha sido un golpe de suerte para ti. Ni creas que eres tan buena como rumoran y tampoco te creas tan guapa! ¡Además, por sobre todas las cosas, no se te ocurra ofender a mi madre! –Si quería ser fulminada por Yulia, le acababa de dar el arma necesaria a Volkova. Lena se encontraba bastante alterada y en medio de un conflicto con sí misma, sin precedente. Nadia intentó intervenir para mediar la situación. Pero Yulia, decidida a terminar la discusión, la interrumpió y le respondió a la señorita Lena Katina.
YULIA: Te entiendo perfectamente Katina. No soy guapa y de hecho no me lo creo. Para considerarme guapa, tendrías que dejar de existir porque tengo que decirte que, tu belleza es enorme. Una persona podría contemplarte por horas hasta morir. Contemplarte sería una muerte perfecta, Katina. –Dejó perpleja de asombro a Lena. La enmudeció por completo. Tenía los ojos desorbitados… como si se hubiese embriagado. Quizá lo estaba, quizá sí lo estaba, pero no de alcohol sino de amor. No le quitó ni un fragmento de su atención a Yulia. Ella aprovechó para aniquilarla y regresarla al suelo. Era hábil para saber cuando había atrapado a una persona o cuando por fin, tenía acorralado a alguien.- Entonces, a mí me gustaría poder contemplarla y en mi intento, dejaría de existir pues simplemente es preciosa. Sin embargo, señorita Katina, lamento su carácter porque pareciera que su corazón está perdido en la amargura y en lo personal, las personas así, no llaman mi atención, sólo les compadezco, y por usted, es lo que en mi primera semana en Kozlov, he sentido. Siento compasión por usted y su carácter tan desagradable. Ahora, si me disculpan, tengo que retirarme. Nadia, nos veremos mañana en el conservatorio.
NADIA: Discúlpanos Yu…
YULIA: No te preocupes, aquí no pasó nada. Te veo mañana entonces. –Se despidió con un beso de su nueva amiga Nadia mientras que Lena en el fondo y ocultamente, aguardó su turno, un turno que nunca llegaría, pese a la distancia tan corta que separaba a Volkova de ella. La señorita Yulia se alejó rápida pero tranquilamente, de las chicas. Su figura estilizada y sexy, atraía la atención de Lena, quien no le quitó la vista de encima hasta que desapareció a lo lejos. Nadia, con una sonrisa vaga, no se perdió de la trayectoria que siguió Lena con sus ojos. Tampoco pasó por alto la expresión de sus facciones y su cuerpo. Quizá no era tan necesario escucharlo pero aún así, decidió retomar el tema inicial que les llevó ahí.
NADIA: Estoy muy sorprendida. Yulia es bastante atrevida y directa. ¿Es lesbiana?... Yo creo que podrías llegar a gustarle, Lenka –Nadia comenzó a reír y en seguida se calmó para preguntarle a Lena el por qué se había comportado así con Volkova. Su risa no había sido del todo alentadora para Lena, sin embargo, sabía que Nadia no poseía tacto y su humor a veces era confuso.
LENA: Perdóname, Nadia. Debo confesarte algo. Sólo te pido tu discreción especialmente por mis padres y Vanya.
NADIA: ¿Tus padres? ¿El patético de Vanya? No entiendo nada… Primero dime lo que te sucede y después, añade todo lo que desees. –Lena era un manojo de nervios. Para ella era buena señal que hubiese tomado bien y de una manera muy normal, el comentario de Yulia con respecto a su belleza, aunque por otra parte, la risa de Nadia, no convencía a Lena. Pero tenía que decírselo a alguien, no podía ya con lo que estaba guardando. Era un globo llenándose de agua y sentía que iba a estallar.
Última edición por SandyQueen el 5/9/2016, 2:40 am, editado 1 vez
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Capitulo IV
Nadia se puso cómoda para escuchar a Lena; inclusive apagó su celular y focalizó su atención sólo a ella. Guardó silencio y esperó con paciencia a que su amiga tomara fuerza para compartirle eso que aún estaba pendiente.
LENA: Está bien. Iré al grano, sólo te explicaré brevemente una sola cosa. Verás, antes de que Volkova entrara a Kozlov, yo ya la había conocido. Tuve un pequeño accidente. Literalmente, chocamos un día. Yo iba caminando muy distraída porque bueno, esa mañana Vanya había ido a mi casa y trató nuevamente de robarme un beso. Mi madre nos vio y lejos de haberle exigido respeto para mí y su casa, una vez que se retiró, me reprendió. Me reclamó el hecho de no satisfacer su deseo de darme un beso. Me preguntó qué de malo podría tener, si Vanya y yo convivimos como novios. Por supuesto no lo somos, y claro que no se lo permitiría porque, no siento nada por él. Ni siquiera gratitud puesto que no ha hecho nada por mí. Es cortés y no se ha propasado conmigo en otros sentidos, sólo ese día que le recorrió la locura por la cabeza. Y precisamente esto le dije a mi madre. Pero ella no lo entendió; me dijo que cada vez pierdo más mi tiempo y mis oportunidades. Dijo que la familia Katina, tendrá un nieto y que deberá ser pronto. Dijo muchas cosas Nadia, realmente mi madre pierde la cabeza cuando habla así. El caso es que por eso iba muy distraía y bastante enojada.
NADIA: Ajá… Vanya loco, tu madre otro poco y tú, loca por toda la presión de ese par encima de ti. ¿Y qué más?
LENA: Pues que me salí de mi casa, iba sin rumbo fijo. Entonces en una esquina, di la vuelta y sin poder reaccionar, choqué con todo contra Volkova. Yo iba enojada y era cosa de nada para estallar. Desafortunadamente, tuvo que ser ella. Entiendo que ella se haya molestado, porque de verdad el golpe fue muy fuerte y aparatoso. Debí de haber tenido precaución y me lo hizo saber. Pero yo me defendí y estallé con ella. Desde entonces no podemos hablar bien. Sé que tengo un carácter muy especial pero, ahora no quiero seguir peleando con ella. Para rematar, ahora ella también se esfuerza y tiene habilidad para discutir, para pelar y para… atraparme.
NADIA: Explícame el por qué dices que ya no quieres seguir peleando con ella.
LENA: ¡Ay Nadia por dios…! No me lo hagas más difícil… ¡Por favor, ayúdame a que descifres esta realidad que me está ahogando!
NADIA: ¡Por supuesto que no, Lena! Sé valiente y defíneme el meollo del asunto. Así que, te escucho. Ya no quiero más pretextos. Te lo preguntaré de nuevo, ¿Por qué ya no quieres seguir peleando con Volkova? ¿Qué sucede? –Lena apretó sus ojos y empuñó sus manos; respiró profundamente y tomó valor de donde pudo para mirar fijamente a su amiga Nadia-
LENA: Lo que sucede es que… Estoy enamorándome de Volkova. Trato de evitarla pero siempre hay muchas personas hablándome de ella; siempre está llamando la atención; siempre está causando polémica y siempre está en mi cabeza desde ese día en el que chocamos… -En el rostro de Nadia se dibujó una gran sonrisa. Lena no sabía si era de felicidad, de vergüenza, de incredulidad… Ya no importaba. Lo dicho, dicho estaba.-
NADIA: ¡Soy una gran profeta, amiga!
LENA: ¿Qué?...
NADIA: Hace unos minutos no tan de broma te dije que si Volkova es lesbiana, te podría conquistar… ¡Y acerté! ¡¿No es maravillo, Lenka?!
LENA: No juegues… Entonces ¿Sí era en serio? Pensé que era 100% un chiste muy malo, Nadia. Contigo ya no se sabe.
NADIA: Es bueno no ser predecible, Lena. Pero a ver, ahora dime, qué demonios piensas hacer. Irte con ella, me queda claro que no porque a lo visto, le das igual y de hecho, discúlpame pero… No eres de su agrado.
LENA: ¡Lo sé! ¡Lo sé y eso me frustra! Aunque también pienso que es bueno porque así no tendré problemas. Si Vanya descubre esto… Si mis padres llegasen a sospecharlo un poquito... Mi vida se arruinaría.
NADIA: ¿Arruinarse? ¿Tu vida? ¡Qué va! En la ruina estás, Lena. La verdad, Volkova tiene razón. Estás amargándote y la iglesia junto con tu obediencia, son los motivos. ¿Cuándo te habías enamorado? ¡Eres jotísima! Nunca te habías enamorado porque ahora comprendo, no te gustan los hombres y por otra parte, ninguna mujer se te había acercado con ese aire que Volkova posee.
LENA: ¡Cállate! No me digas así…
NADIA: Entonces, ¿Miento? ¿Acaso alguna vez te enamoraste de algún hombre, Katina?
LENA: Ya fue suficiente… Mejor guíame, ¿Qué debo hacer, Nadia?
NADIA: Qué odiosa eres. Mira, para empezar tienes la misión de preguntarte a ti misma para dónde vas a “jalar”. Hacia la monotonía y tu infelicidad (en la cual ya estás…) ó hacia Volkova y tu felicidad. Después de eso muchas cosas van a pasar, no te podría decir cuáles porque eso con el tiempo sucederá. Además simplemente, no sé qué tipos o qué tantos problemas te vaya a traer si te decides a ir por el amor. Después de eso, o luchas por esa morenaza sexy o… luchas por no azotarte de sueño en la iglesia. Sólo tienes esos dos caminos. Lamento decírtelo pero… si no vas por ella estás frita. Y si vas por ella, de igual vas a estar frita pero con la diferencia de que, puedes hacer que valga la pena. Y ya es hora de que aprendas una lección de la vida…
Al regresar a su casa, Lena ya no era la misma. Decirle a Nadia lo que sentía por Volkova, ya no era reversible. Su vida tan sólo por esa pequeña declaración de verdad, había cambiado. -¿Por qué te cruzaste en mi vida, Yulia Volkova? ¿Qué voy a hacer contigo y con lo que siento por ti? Además, si así lo decidiera, ¿Cómo podría hacer que te fijes en mí, Volkova? No soy esa amargada que crees que soy… Quizá soy dura y aparento ser seria pero la verdad es que sabes cómo hacerme volar y puedes hacerme sonreír como no tienes una idea. Y si por el contrario decidiera no ir por ti, ¿Cómo podría verte con alguien más? Te quiero a mi lado pero tengo miedo de lo que la gente pueda decir de mí. Además Vanya... No me siento con el valor suficiente para decirle que no lo quiero.- Mientras Lena seguía auto-confesándose, un toque en su puerta la despabiló.
ANNA: Hija, ¿Sigues despierta? Baja a cenar ya, te estamos esperando, Lena. –La chica se levantó de la cama para abrir (sin tener ganas realmente de cenar). Al bajar, como cada noche en su vida, las mismas preguntas de cada día, comenzaron.
ANNA: Y ¿Cómo te fue en Kozlov, Lena?
LENA: Bien, bien, bien. Ya sabes que bien. Nada extraordinario. –Aunque sí había algo diferente en Kozlov y le hacía latir fuerte su corazón.-
ANNA: Y ¿No has visto a Vanya? Deberías invitarlo pronto a la casa. –Ahí comenzaban las preguntas incómodas y lo que siempre ponía de estrés a Lena.-
LENA: Tú deberías invitarlo. Yo por ahora no tengo interés. Y ahórrate lo que me dirás después, ya sé lo que dirás: “No seas así con ese muchacho, él sólo está al pendiente de ti y te quiere…” ¡Siempre es lo mismo, madre!
ANNA: Señorita, ten más respeto en la mesa que estamos cenando.
LENA: Bueno pues entonces se acabó el tema. Ya no diré nada. Cenemos.
SERGEY: Lena, no hables en ese tono. Tu madre te pregunta porque está al tanto de ti.
ANNA: ¡Suficiente Sergey! No necesito que tú le des órdenes a Lena, yo sola puedo con esta señorita.
LENA: Bien, pues si tenía hambre ya no. Provecho, señores.
ANNA: ¡Te ordeno que te sientes, Lena! No tienes permitido levantarte aún.
SERGEY: Ya déjala, Anna…
ANNA: ¡Tú silencio, Sergey!
LENA: Que no, buen provecho, madre. Padre, con tu permiso, me retiro a mi habitación. –Y sin mediar una sola palabra más, Lena subió apresuradamente a su habitación. Le fastidiaba la posición de Anna, su mamá. Sergey por su parte, era un padre que no aportaba mucho a Lena; su carácter déspota, serio, orgulloso y controlador como Anna, le hacían igual de pesado la comunicación. A veces entre sus papás no lograban ponerse de acuerdo y había discusiones que terminaban en indiferencia. A veces Lena sentía que sus papás realmente no sentían amor, no veía nada que no fuera conveniencia y estatus.
Esa misma noche, Yulia preparó una cena especial para sí misma, en recompensa por la primera semana fenomenal, en Kozlov. Con sus padres ausentes, aprovechó la casa para convivir con ella y su soledad… Bueno, y sus amigos Niko y Scarlette. No demoraron en llegar pero para Yulia no había problema, la cena estaba lista: -¡Eureka! ¡Noche de pizza y baltika!- Les presumió la cena a sus amigos que ansiosamente le pidieron repartiera las rebanadas y les pasara una cerveza.
Escucharon música a todo volumen y después, prepararon un show “especial”, muy privado, sólo para los tres.
NICO: Volkova, ¿Qué te parece si nos deleitas con la canción que interpretaste hoy en el conservatorio?
YULIA: No sería mala idea –Algo comenzó a tramar y no hizo esperar dárselo a conocer a sus amigos- Pero quiero cantarles mejor otra canción. El día en el que llegué a Kozlov, entré al salón de piano y la toqué. Está increíble, eso sí, no la tengo completa.
NICO: ¿Y quieres tocar especialmente para nosotros una canción que está incompleta? ¿Eso valemos para ti? ¿Así te quieres lucir esta noche?
YULIA: ¡Cálmate! Eso tiene solución. Mi madre compuso esa canción, cuando estaba pequeña me la enseñó. ¡Pero! También recuerdo que sus canciones las guardaba en un cofre que guarda en su clóset. Si me acompañan a buscar, tendrán su show privado esta noche.- Haciéndoles un gesto con un guiño, los invitó a subir para darse a la tarea de encontrar la libreta de canciones de su mamá.-
NICO: Wow.. Yulia está de lujo la habitación de tus papás. Cuando me case quiero una habitación exactamente igual. Aquí hay muchos sitios en los cuáles poner en práctica todas las posiciones del kamasu… -Scarlette y Yulia le dieron un puñetazo al pobre de Niko, quien no pudo evitar tirarse al suelo del dolor.- ¡¿Por qué me pegan?! ¡Eso duele!
YULIA: No hagas tus aportaciones estúpidas, Nico porque te daré otro.
SCARLETT: Yo haré lo mismo, Nico. Qué testarudo eres.
Yulia pausó su risa y sus movimientos al encontrarse con el baúl que estaba buscando. Estaba muy bien escondido detrás de unas cajas de zapatos de su mamá, Nastya Volkova. Pero para Yulia había sido pan comido porque siempre había sido experta en encontrar hasta “alfileres en pajares”. Y efectivamente, ahí estaba pero, ¿Qué hacía esa foto ahí?
NICO: Y tu mamá ¿Qué hace con una foto de la maestra Anna Katina, Volkova?
YULIA: Ni idea Nico… Nunca había hurgado por aquí… No soy tan delincuente como parezco. –Con mirada de extrañeza, observó la foto. Al reverso leyó una frase que decía un fragmento de la canción que precisamente le llevó a buscar la libreta de Nastia Volkova: “Staring at your photograph everything now in the past..”- Ese verso… Ese verso es parte de la canción. Después de eso, la letra dice “Never felt so lonely I wish that you could show me love.”, pero ¿Qué tiene que ver la maestra Katina con esto?... –Interrogantes y un enigma rodeó el rostro de Yulia y al igual de sus amigos. ¿Esa fotografía y ese verso, cómo llegaron ahí? No había nada lógico. Nada concordaba para ninguno de los tres.- ¿Qué más puedo encontrar aquí? – Se preguntó pero el ruido de unas llaves abriendo las perillas y el sonido de una credencial de acceso, irrumpieron en el delito que iba a cometer. Sin perder el tiempo, los chicos corrieron a la habitación contigua y cerraron la puerta.
Nastia: Ya llegamos, Yulia. ¿Estás? –Yulia aún confundida y con sus interrogantes, se limitó a gritar un sí y le indicó que estaba arriba con Nico y Scarlett. Se quedarían esa noche. –
YULIA: Y será una noche larga… ¿Qué fue eso? –Esa noche se quedaría la interrogante, pero ni ella ni los chicos, encontraban una respuesta ficticia.
CONFESIONES DE COSAS IMPOSIBLES.
Nadia se puso cómoda para escuchar a Lena; inclusive apagó su celular y focalizó su atención sólo a ella. Guardó silencio y esperó con paciencia a que su amiga tomara fuerza para compartirle eso que aún estaba pendiente.
LENA: Está bien. Iré al grano, sólo te explicaré brevemente una sola cosa. Verás, antes de que Volkova entrara a Kozlov, yo ya la había conocido. Tuve un pequeño accidente. Literalmente, chocamos un día. Yo iba caminando muy distraída porque bueno, esa mañana Vanya había ido a mi casa y trató nuevamente de robarme un beso. Mi madre nos vio y lejos de haberle exigido respeto para mí y su casa, una vez que se retiró, me reprendió. Me reclamó el hecho de no satisfacer su deseo de darme un beso. Me preguntó qué de malo podría tener, si Vanya y yo convivimos como novios. Por supuesto no lo somos, y claro que no se lo permitiría porque, no siento nada por él. Ni siquiera gratitud puesto que no ha hecho nada por mí. Es cortés y no se ha propasado conmigo en otros sentidos, sólo ese día que le recorrió la locura por la cabeza. Y precisamente esto le dije a mi madre. Pero ella no lo entendió; me dijo que cada vez pierdo más mi tiempo y mis oportunidades. Dijo que la familia Katina, tendrá un nieto y que deberá ser pronto. Dijo muchas cosas Nadia, realmente mi madre pierde la cabeza cuando habla así. El caso es que por eso iba muy distraía y bastante enojada.
NADIA: Ajá… Vanya loco, tu madre otro poco y tú, loca por toda la presión de ese par encima de ti. ¿Y qué más?
LENA: Pues que me salí de mi casa, iba sin rumbo fijo. Entonces en una esquina, di la vuelta y sin poder reaccionar, choqué con todo contra Volkova. Yo iba enojada y era cosa de nada para estallar. Desafortunadamente, tuvo que ser ella. Entiendo que ella se haya molestado, porque de verdad el golpe fue muy fuerte y aparatoso. Debí de haber tenido precaución y me lo hizo saber. Pero yo me defendí y estallé con ella. Desde entonces no podemos hablar bien. Sé que tengo un carácter muy especial pero, ahora no quiero seguir peleando con ella. Para rematar, ahora ella también se esfuerza y tiene habilidad para discutir, para pelar y para… atraparme.
NADIA: Explícame el por qué dices que ya no quieres seguir peleando con ella.
LENA: ¡Ay Nadia por dios…! No me lo hagas más difícil… ¡Por favor, ayúdame a que descifres esta realidad que me está ahogando!
NADIA: ¡Por supuesto que no, Lena! Sé valiente y defíneme el meollo del asunto. Así que, te escucho. Ya no quiero más pretextos. Te lo preguntaré de nuevo, ¿Por qué ya no quieres seguir peleando con Volkova? ¿Qué sucede? –Lena apretó sus ojos y empuñó sus manos; respiró profundamente y tomó valor de donde pudo para mirar fijamente a su amiga Nadia-
LENA: Lo que sucede es que… Estoy enamorándome de Volkova. Trato de evitarla pero siempre hay muchas personas hablándome de ella; siempre está llamando la atención; siempre está causando polémica y siempre está en mi cabeza desde ese día en el que chocamos… -En el rostro de Nadia se dibujó una gran sonrisa. Lena no sabía si era de felicidad, de vergüenza, de incredulidad… Ya no importaba. Lo dicho, dicho estaba.-
NADIA: ¡Soy una gran profeta, amiga!
LENA: ¿Qué?...
NADIA: Hace unos minutos no tan de broma te dije que si Volkova es lesbiana, te podría conquistar… ¡Y acerté! ¡¿No es maravillo, Lenka?!
LENA: No juegues… Entonces ¿Sí era en serio? Pensé que era 100% un chiste muy malo, Nadia. Contigo ya no se sabe.
NADIA: Es bueno no ser predecible, Lena. Pero a ver, ahora dime, qué demonios piensas hacer. Irte con ella, me queda claro que no porque a lo visto, le das igual y de hecho, discúlpame pero… No eres de su agrado.
LENA: ¡Lo sé! ¡Lo sé y eso me frustra! Aunque también pienso que es bueno porque así no tendré problemas. Si Vanya descubre esto… Si mis padres llegasen a sospecharlo un poquito... Mi vida se arruinaría.
NADIA: ¿Arruinarse? ¿Tu vida? ¡Qué va! En la ruina estás, Lena. La verdad, Volkova tiene razón. Estás amargándote y la iglesia junto con tu obediencia, son los motivos. ¿Cuándo te habías enamorado? ¡Eres jotísima! Nunca te habías enamorado porque ahora comprendo, no te gustan los hombres y por otra parte, ninguna mujer se te había acercado con ese aire que Volkova posee.
LENA: ¡Cállate! No me digas así…
NADIA: Entonces, ¿Miento? ¿Acaso alguna vez te enamoraste de algún hombre, Katina?
LENA: Ya fue suficiente… Mejor guíame, ¿Qué debo hacer, Nadia?
NADIA: Qué odiosa eres. Mira, para empezar tienes la misión de preguntarte a ti misma para dónde vas a “jalar”. Hacia la monotonía y tu infelicidad (en la cual ya estás…) ó hacia Volkova y tu felicidad. Después de eso muchas cosas van a pasar, no te podría decir cuáles porque eso con el tiempo sucederá. Además simplemente, no sé qué tipos o qué tantos problemas te vaya a traer si te decides a ir por el amor. Después de eso, o luchas por esa morenaza sexy o… luchas por no azotarte de sueño en la iglesia. Sólo tienes esos dos caminos. Lamento decírtelo pero… si no vas por ella estás frita. Y si vas por ella, de igual vas a estar frita pero con la diferencia de que, puedes hacer que valga la pena. Y ya es hora de que aprendas una lección de la vida…
Al regresar a su casa, Lena ya no era la misma. Decirle a Nadia lo que sentía por Volkova, ya no era reversible. Su vida tan sólo por esa pequeña declaración de verdad, había cambiado. -¿Por qué te cruzaste en mi vida, Yulia Volkova? ¿Qué voy a hacer contigo y con lo que siento por ti? Además, si así lo decidiera, ¿Cómo podría hacer que te fijes en mí, Volkova? No soy esa amargada que crees que soy… Quizá soy dura y aparento ser seria pero la verdad es que sabes cómo hacerme volar y puedes hacerme sonreír como no tienes una idea. Y si por el contrario decidiera no ir por ti, ¿Cómo podría verte con alguien más? Te quiero a mi lado pero tengo miedo de lo que la gente pueda decir de mí. Además Vanya... No me siento con el valor suficiente para decirle que no lo quiero.- Mientras Lena seguía auto-confesándose, un toque en su puerta la despabiló.
ANNA: Hija, ¿Sigues despierta? Baja a cenar ya, te estamos esperando, Lena. –La chica se levantó de la cama para abrir (sin tener ganas realmente de cenar). Al bajar, como cada noche en su vida, las mismas preguntas de cada día, comenzaron.
ANNA: Y ¿Cómo te fue en Kozlov, Lena?
LENA: Bien, bien, bien. Ya sabes que bien. Nada extraordinario. –Aunque sí había algo diferente en Kozlov y le hacía latir fuerte su corazón.-
ANNA: Y ¿No has visto a Vanya? Deberías invitarlo pronto a la casa. –Ahí comenzaban las preguntas incómodas y lo que siempre ponía de estrés a Lena.-
LENA: Tú deberías invitarlo. Yo por ahora no tengo interés. Y ahórrate lo que me dirás después, ya sé lo que dirás: “No seas así con ese muchacho, él sólo está al pendiente de ti y te quiere…” ¡Siempre es lo mismo, madre!
ANNA: Señorita, ten más respeto en la mesa que estamos cenando.
LENA: Bueno pues entonces se acabó el tema. Ya no diré nada. Cenemos.
SERGEY: Lena, no hables en ese tono. Tu madre te pregunta porque está al tanto de ti.
ANNA: ¡Suficiente Sergey! No necesito que tú le des órdenes a Lena, yo sola puedo con esta señorita.
LENA: Bien, pues si tenía hambre ya no. Provecho, señores.
ANNA: ¡Te ordeno que te sientes, Lena! No tienes permitido levantarte aún.
SERGEY: Ya déjala, Anna…
ANNA: ¡Tú silencio, Sergey!
LENA: Que no, buen provecho, madre. Padre, con tu permiso, me retiro a mi habitación. –Y sin mediar una sola palabra más, Lena subió apresuradamente a su habitación. Le fastidiaba la posición de Anna, su mamá. Sergey por su parte, era un padre que no aportaba mucho a Lena; su carácter déspota, serio, orgulloso y controlador como Anna, le hacían igual de pesado la comunicación. A veces entre sus papás no lograban ponerse de acuerdo y había discusiones que terminaban en indiferencia. A veces Lena sentía que sus papás realmente no sentían amor, no veía nada que no fuera conveniencia y estatus.
Esa misma noche, Yulia preparó una cena especial para sí misma, en recompensa por la primera semana fenomenal, en Kozlov. Con sus padres ausentes, aprovechó la casa para convivir con ella y su soledad… Bueno, y sus amigos Niko y Scarlette. No demoraron en llegar pero para Yulia no había problema, la cena estaba lista: -¡Eureka! ¡Noche de pizza y baltika!- Les presumió la cena a sus amigos que ansiosamente le pidieron repartiera las rebanadas y les pasara una cerveza.
Escucharon música a todo volumen y después, prepararon un show “especial”, muy privado, sólo para los tres.
NICO: Volkova, ¿Qué te parece si nos deleitas con la canción que interpretaste hoy en el conservatorio?
YULIA: No sería mala idea –Algo comenzó a tramar y no hizo esperar dárselo a conocer a sus amigos- Pero quiero cantarles mejor otra canción. El día en el que llegué a Kozlov, entré al salón de piano y la toqué. Está increíble, eso sí, no la tengo completa.
NICO: ¿Y quieres tocar especialmente para nosotros una canción que está incompleta? ¿Eso valemos para ti? ¿Así te quieres lucir esta noche?
YULIA: ¡Cálmate! Eso tiene solución. Mi madre compuso esa canción, cuando estaba pequeña me la enseñó. ¡Pero! También recuerdo que sus canciones las guardaba en un cofre que guarda en su clóset. Si me acompañan a buscar, tendrán su show privado esta noche.- Haciéndoles un gesto con un guiño, los invitó a subir para darse a la tarea de encontrar la libreta de canciones de su mamá.-
NICO: Wow.. Yulia está de lujo la habitación de tus papás. Cuando me case quiero una habitación exactamente igual. Aquí hay muchos sitios en los cuáles poner en práctica todas las posiciones del kamasu… -Scarlette y Yulia le dieron un puñetazo al pobre de Niko, quien no pudo evitar tirarse al suelo del dolor.- ¡¿Por qué me pegan?! ¡Eso duele!
YULIA: No hagas tus aportaciones estúpidas, Nico porque te daré otro.
SCARLETT: Yo haré lo mismo, Nico. Qué testarudo eres.
Yulia pausó su risa y sus movimientos al encontrarse con el baúl que estaba buscando. Estaba muy bien escondido detrás de unas cajas de zapatos de su mamá, Nastya Volkova. Pero para Yulia había sido pan comido porque siempre había sido experta en encontrar hasta “alfileres en pajares”. Y efectivamente, ahí estaba pero, ¿Qué hacía esa foto ahí?
NICO: Y tu mamá ¿Qué hace con una foto de la maestra Anna Katina, Volkova?
YULIA: Ni idea Nico… Nunca había hurgado por aquí… No soy tan delincuente como parezco. –Con mirada de extrañeza, observó la foto. Al reverso leyó una frase que decía un fragmento de la canción que precisamente le llevó a buscar la libreta de Nastia Volkova: “Staring at your photograph everything now in the past..”- Ese verso… Ese verso es parte de la canción. Después de eso, la letra dice “Never felt so lonely I wish that you could show me love.”, pero ¿Qué tiene que ver la maestra Katina con esto?... –Interrogantes y un enigma rodeó el rostro de Yulia y al igual de sus amigos. ¿Esa fotografía y ese verso, cómo llegaron ahí? No había nada lógico. Nada concordaba para ninguno de los tres.- ¿Qué más puedo encontrar aquí? – Se preguntó pero el ruido de unas llaves abriendo las perillas y el sonido de una credencial de acceso, irrumpieron en el delito que iba a cometer. Sin perder el tiempo, los chicos corrieron a la habitación contigua y cerraron la puerta.
Nastia: Ya llegamos, Yulia. ¿Estás? –Yulia aún confundida y con sus interrogantes, se limitó a gritar un sí y le indicó que estaba arriba con Nico y Scarlett. Se quedarían esa noche. –
YULIA: Y será una noche larga… ¿Qué fue eso? –Esa noche se quedaría la interrogante, pero ni ella ni los chicos, encontraban una respuesta ficticia.
SandyQueen- Mensajes : 184
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Capitulo V
A la mañana siguiente, olvidé el extraño hallazgo con el rarísimo mensaje, que encontré en la habitación de mi madre. Olvidé también recoger las Baltikas que mis limpios amigos, dejaron tras su partida de mi habitación. Creo que también dejamos evidencia en la sala. Seguramente mi madre me recordaría lo irresponsable y poco confiable que soy, cuando me dejan a solas en la casa. Olvidé también, mi libreta pautada y el almuerzo que mamá preparó para mí. Lo que no olvidé fue que el día de hoy no quería toparme con la odiosa paliducha de nombre Lena Katina. Ya había tenido suficiente; estaba comenzando a alterar mis nervios y la estabilidad de mi paz.
NADIA: Hola, ¿Qué tal la noche con tu almohada, Lena? –Le saludó de beso y la tomó del brazo para iniciar una caminata breve por uno de los pasillos de Kozlov.-
LENA: Hola, Nadia. Pues… ¿Qué te puedo decir?
NADIA: ¡Lo que decidiste, Katina! ¿Qué va a suceder a partir de hoy? Déjame adivinar… Lo jota que eres no te bastó. Vas a seguir con tu intento heterosexual y morirás vieja y amargada, siendo jota de clóset. –No lo pudo evitar, tuvo que reír al terminar su comentario. Riendo a carcajadas, miró a Lena y le dio un fuerte abrazo para aligerar su mal genio y disgusto.-
LENA: Búrlate.
NADIA: ¡Ya! No seas más ridícula.
LENA: ¿Yo? Pero si hola, Nadia. –Le sonrió malévola y sarcásticamente.-
NADIA: Cuéntame ya, Katina.
LENA: Cielos… eres tan enfadosa. Bueno, en realidad sí pretendía decírtelo porque, necesitaré tu ayuda y es que… Decidí, arriesgarme un poco. ¡Pero!... Sólo un poco, Nadia. Quiero acercarme a Yulia… lentamente.
NADIA: ¡Excelente! ¡Y sé perfectamente en dónde puedes comenzar! Normalmente suele estar alejada de sus amigos a la hora del break. A veces no es por mucho tiempo pero, llegan a acompañarla Nico y otra amiga, pero la desconozco. El caso es que podrías aprovechar el día de hoy para llegar a-ma-ble-men-te. Házlo empleando el uso del método de la conversación amistosa. Es esa primera conversación que normalmente tienes con otra persona el primer día en que le conoces. Bueno… En tu caso será raro porque ya no sería la primera vez que hablas con ella y tendrás que portarte muy paciente. Además, júralo que ella ya te detesta. El resultado es un panorama muy desalentador, Katina, pero más vale que mueras en el intento.
LENA: Se te da muy fácil eso de andar por el mundo desanimando a la gente, ¿ ¡Por supuesto que debo ser muy paciente! Volkova es tan… atractiva. Y eso también me molesta. Es tan sexy… Tan guapa… Tan todo… -Con un suspiro y con su mirada perdida pensando en Julia Volkova, reafirmó sus palabras-.
NADIA: Ay Lenita… Mi Lenka. Más te vale esforzarte. Sé creativa y no vayas a echar a perder esta oportunidad. Te lo advierto, no quiero fallas. No te voy a soportar después con tus lamentaciones.
Kozlov hizo sonar su campana para anunciar el inicio de las actividades esa mañana. Nadia y Lena se despidieron efusivamente y se separaron para ir a sus respectivos salones.
Faltaban diez minutos para el break. Lena se estaba dando ánimos y no hallaba decidirse por la manera en la que abordaría a su morena, Yulia. -¿Y si le preguntó que cómo está el clima?... No no no… eso no sirve. Nadia se reiría de mí con tan estúpida pregunta. ¿Y si finjo que necesito de su ayuda?... Eso no es del todo falso. ¡Necesito que volteé a verme!... El tiempo se me acaba y tengo que decidirme ya. ¿De verdad todo esto podría valer la pena?- Kozlov anunció el break para descanso y todos los miembros (alumnos y maestros) comenzaron a salir de cada uno de los salones del inmueble.
Kozlov contaba con un hermoso complejo; para hacer fluir la inspiración de sus alumnos, el conservatorio poseía una serie de caminos y jardineras con una fuente central. Este espacio era rodeado por arcos que dividían esta sección del complejo edificio de más de 20 habitaciones diferentes más un gran auditorio, dos cabinas de grabación, una cancha recreativa, múltiples baños y la sección de oficinas administrativas de Kozlov, entre las cuales se podían hallar los cubículos de los maestros.
Al salir de su clase, Yulia se dirigió al cubículo de su madre Nastya Volkova, para recoger el desayuno que había olvidado tomar esa mañana.
NASTYA: ¡Julia Volkova estoy muy molesta!
YULIA: Uhh… ya vas a….
NASTYA: ¿A qué, señorita? ¿Sarcástica?
YULIA: No, no, nada de eso, maestra.
NASTYA: Volkova! No quiero nada de sarcasmo. Le estoy hablando seriamente.
YULIA: Uhh… Esto se pone alarmantemente interesante. Eso de Volkova es una señal mortal… Pues yo hablo sarcásticamente. ¿Entiendes, Nastya?
NASTYA: ¡Basta! Señorita encontré sus Baltikas en tu habitación. ¿Tienes alguna explicación?
JULIA: Sí, que nos las tomamos porque estábamos festejando. –Sonriendo con su sarcasmo característico, sólo espero el momento fulminante en el que su madre estallaría y la hiciera salir corriendo de ahí…-
NASTYA: Tienes… 3 segundos para correr de aquí, señorita. De lo contrario, este será tu último día en Kozlov. ¡1!... ¡2! -Julia corrió tan deprisa como pudo; aunque era de broma ese peculiar humor entre su madre y ella, prefería alejarse en realidad porque sus golpes podían dejar moretones tan grandes que la recuperación no dejaba de ser muy dolorosa. Pero en su escape, Volkova no logró llevar consigo la comida para el descanso. Resignada y enojada, decidió reposar un momento en el jardín central de Kozlov, el cual tenía espacios muy privados; los estudiantes regularmente comían dentro del amplio comedor y algunos conversaban alrededor del jardín bajo los múltiples arcos. La serenidad reposando acostada en el suelo, fue una invitación que Yulia no pudo apelar. Sacó una goma de mascar y cerró sus ojos. La sensación era sustancial y en medio de su apacibilidad comenzó a hacer lo que disfrutaba consigo misma: reflexionar y pensar.
De repente, la tranquilidad de Yulia se quebrantó al escuchar una voz diciendo: -Hola, Volkova. ¿No piensas comer?- La goma de mascar casi se le atragantaba y abrió los ojos y vio atónitamente a la chica pelirroja. –¿Tú… Katina?- Yulia no tenía ninguna explicación para estarla viendo ahí parada, observándola acostada en el suelo y preguntándole si comería.
YULIA: Creo que… Es evidente que no. Ya lo estaría haciendo. –Lena recordó el consejo de su amiga Nadia: “Sé creativa y no vayas a echar a perder esta oportunidad. Te lo advierto, no quiero fallas. No te voy a soportar después con tus lamentaciones ...” Así que al recibir la respuesta de Yulia, decidió tolerarla -Es normal, Volkova no ansiaba ni esperaba mi aparición. Tengo que dar lo mejor de mí para llamar su atención y despertar sus dudas…- Se dijo asimismo y entonces, tomando valor, decidió arriesgarse un poco más.
LENA: Te invito a comer conmigo. Tengo mucha hambre. ¿Qué dices?... –Yulia no lo podía creer; la pelirroja siendo ¿Amable? ¿Invitándola a comer? -¡Pero qué clase de brujería es ésta!- Pensó, Volkova.
YULIA: No traigo comida y no me entusiasma por hoy, la que hay en el menú del comedor. Prefiero quedarme aquí. Este lugar es fabuloso. –Lena cambió su expresión de timidez y exasperación contenida, por una mirada tierna y ocultamente, amorosa ante Yulia.-
LENA: Ese no es ningún problema. Yo traje mi propia comida y debo decir y presumir que, la preparé por mí misma. –Le sonrió y sin perder tiempo, sacó de un maletero para comida, algunos recipientes. El primero contenía un “zakuski” o el entremés; ensalada “Vinagret” (uno de los platillos preferidos de Lena); el segundo recipiente era “Okroshka”, ésta era una sopa fría, típica del país en la temporada de verano y cuya estaba hecha a base de kvas (una levadura obtenida de cereales); sacó un tercer plato que constaba de carne rellena con una guarnición de “Grechka”; finalmente sacó un termo perfectamente sellado el cual se notaba que apenas acababa de haber sido sacado de la nevera. Sacó una especie de franela y la dispuso en el suelo, extendiéndola entre donde se encontraba acostada Yulia y en donde había decidido sentarse.- Y bien, este es el menú con Katina, ¿Qué le parece, señorita Volkova?- Tomó asiento en el suelo y miró sonrientemente a Yulia. Ella no podía descifrar lo que estaba sucediendo y viendo. A penas la noche anterior habían cerrado con una batalla campal en la que tuvo que poner a la pelirroja en su lugar y no bastando con eso, la primera semana en el conservatorio, había estado en medio de la mirada extraña de Katina y de su genio de los mil demonios. Pero, ¿Por qué ahora estaba ahí, tan amable y tan… -¿Bella? ¡No, qué va! ¿En qué estoy pensando?- Discutiendo con sus pensamientos, se levantó y mirando a Lena le respondió- No te entiendo, Katina. Ayer me dijiste cosas muy diferentes con respecto a mi persona y el día de hoy, soy digna de comer a tu lado. ¿El día de mañana voy a volver a ser indigna de comer con una persona tan finísima como tú y tu familia?
-LENA: Así es que… ¿Piensas que soy una persona “fina” y que trato de no “mezclarme” contigo, Volkova? –Sonrió incrédulamente puesto que realmente se daba cuenta que no sospecharía ni remotamente, lo que realmente sentía y pensaba con respecto a ella.-
YULIA: Básicamente… Y eres insoportable, molestas y estallas fácilmente por cosas muy insignificantes.
LENA: ¿Y por qué mejor no comemos por ahora y después, si gustas y lo sigues creyendo así, peleamos todo lo que deseemos? –Sin quitar su sonrisa, tomó la comida y se acercó permaneciendo aún sentada en el suelo. Le sujetó de la mano y entonces le dijo: - Vamos, quédate conmigo, vamos a comer Volkova, por favor, quédate conmigo cuando menos 5 minutos…
5 minutos
A la mañana siguiente, olvidé el extraño hallazgo con el rarísimo mensaje, que encontré en la habitación de mi madre. Olvidé también recoger las Baltikas que mis limpios amigos, dejaron tras su partida de mi habitación. Creo que también dejamos evidencia en la sala. Seguramente mi madre me recordaría lo irresponsable y poco confiable que soy, cuando me dejan a solas en la casa. Olvidé también, mi libreta pautada y el almuerzo que mamá preparó para mí. Lo que no olvidé fue que el día de hoy no quería toparme con la odiosa paliducha de nombre Lena Katina. Ya había tenido suficiente; estaba comenzando a alterar mis nervios y la estabilidad de mi paz.
NADIA: Hola, ¿Qué tal la noche con tu almohada, Lena? –Le saludó de beso y la tomó del brazo para iniciar una caminata breve por uno de los pasillos de Kozlov.-
LENA: Hola, Nadia. Pues… ¿Qué te puedo decir?
NADIA: ¡Lo que decidiste, Katina! ¿Qué va a suceder a partir de hoy? Déjame adivinar… Lo jota que eres no te bastó. Vas a seguir con tu intento heterosexual y morirás vieja y amargada, siendo jota de clóset. –No lo pudo evitar, tuvo que reír al terminar su comentario. Riendo a carcajadas, miró a Lena y le dio un fuerte abrazo para aligerar su mal genio y disgusto.-
LENA: Búrlate.
NADIA: ¡Ya! No seas más ridícula.
LENA: ¿Yo? Pero si hola, Nadia. –Le sonrió malévola y sarcásticamente.-
NADIA: Cuéntame ya, Katina.
LENA: Cielos… eres tan enfadosa. Bueno, en realidad sí pretendía decírtelo porque, necesitaré tu ayuda y es que… Decidí, arriesgarme un poco. ¡Pero!... Sólo un poco, Nadia. Quiero acercarme a Yulia… lentamente.
NADIA: ¡Excelente! ¡Y sé perfectamente en dónde puedes comenzar! Normalmente suele estar alejada de sus amigos a la hora del break. A veces no es por mucho tiempo pero, llegan a acompañarla Nico y otra amiga, pero la desconozco. El caso es que podrías aprovechar el día de hoy para llegar a-ma-ble-men-te. Házlo empleando el uso del método de la conversación amistosa. Es esa primera conversación que normalmente tienes con otra persona el primer día en que le conoces. Bueno… En tu caso será raro porque ya no sería la primera vez que hablas con ella y tendrás que portarte muy paciente. Además, júralo que ella ya te detesta. El resultado es un panorama muy desalentador, Katina, pero más vale que mueras en el intento.
LENA: Se te da muy fácil eso de andar por el mundo desanimando a la gente, ¿ ¡Por supuesto que debo ser muy paciente! Volkova es tan… atractiva. Y eso también me molesta. Es tan sexy… Tan guapa… Tan todo… -Con un suspiro y con su mirada perdida pensando en Julia Volkova, reafirmó sus palabras-.
NADIA: Ay Lenita… Mi Lenka. Más te vale esforzarte. Sé creativa y no vayas a echar a perder esta oportunidad. Te lo advierto, no quiero fallas. No te voy a soportar después con tus lamentaciones.
Kozlov hizo sonar su campana para anunciar el inicio de las actividades esa mañana. Nadia y Lena se despidieron efusivamente y se separaron para ir a sus respectivos salones.
Faltaban diez minutos para el break. Lena se estaba dando ánimos y no hallaba decidirse por la manera en la que abordaría a su morena, Yulia. -¿Y si le preguntó que cómo está el clima?... No no no… eso no sirve. Nadia se reiría de mí con tan estúpida pregunta. ¿Y si finjo que necesito de su ayuda?... Eso no es del todo falso. ¡Necesito que volteé a verme!... El tiempo se me acaba y tengo que decidirme ya. ¿De verdad todo esto podría valer la pena?- Kozlov anunció el break para descanso y todos los miembros (alumnos y maestros) comenzaron a salir de cada uno de los salones del inmueble.
Kozlov contaba con un hermoso complejo; para hacer fluir la inspiración de sus alumnos, el conservatorio poseía una serie de caminos y jardineras con una fuente central. Este espacio era rodeado por arcos que dividían esta sección del complejo edificio de más de 20 habitaciones diferentes más un gran auditorio, dos cabinas de grabación, una cancha recreativa, múltiples baños y la sección de oficinas administrativas de Kozlov, entre las cuales se podían hallar los cubículos de los maestros.
Al salir de su clase, Yulia se dirigió al cubículo de su madre Nastya Volkova, para recoger el desayuno que había olvidado tomar esa mañana.
NASTYA: ¡Julia Volkova estoy muy molesta!
YULIA: Uhh… ya vas a….
NASTYA: ¿A qué, señorita? ¿Sarcástica?
YULIA: No, no, nada de eso, maestra.
NASTYA: Volkova! No quiero nada de sarcasmo. Le estoy hablando seriamente.
YULIA: Uhh… Esto se pone alarmantemente interesante. Eso de Volkova es una señal mortal… Pues yo hablo sarcásticamente. ¿Entiendes, Nastya?
NASTYA: ¡Basta! Señorita encontré sus Baltikas en tu habitación. ¿Tienes alguna explicación?
JULIA: Sí, que nos las tomamos porque estábamos festejando. –Sonriendo con su sarcasmo característico, sólo espero el momento fulminante en el que su madre estallaría y la hiciera salir corriendo de ahí…-
NASTYA: Tienes… 3 segundos para correr de aquí, señorita. De lo contrario, este será tu último día en Kozlov. ¡1!... ¡2! -Julia corrió tan deprisa como pudo; aunque era de broma ese peculiar humor entre su madre y ella, prefería alejarse en realidad porque sus golpes podían dejar moretones tan grandes que la recuperación no dejaba de ser muy dolorosa. Pero en su escape, Volkova no logró llevar consigo la comida para el descanso. Resignada y enojada, decidió reposar un momento en el jardín central de Kozlov, el cual tenía espacios muy privados; los estudiantes regularmente comían dentro del amplio comedor y algunos conversaban alrededor del jardín bajo los múltiples arcos. La serenidad reposando acostada en el suelo, fue una invitación que Yulia no pudo apelar. Sacó una goma de mascar y cerró sus ojos. La sensación era sustancial y en medio de su apacibilidad comenzó a hacer lo que disfrutaba consigo misma: reflexionar y pensar.
De repente, la tranquilidad de Yulia se quebrantó al escuchar una voz diciendo: -Hola, Volkova. ¿No piensas comer?- La goma de mascar casi se le atragantaba y abrió los ojos y vio atónitamente a la chica pelirroja. –¿Tú… Katina?- Yulia no tenía ninguna explicación para estarla viendo ahí parada, observándola acostada en el suelo y preguntándole si comería.
YULIA: Creo que… Es evidente que no. Ya lo estaría haciendo. –Lena recordó el consejo de su amiga Nadia: “Sé creativa y no vayas a echar a perder esta oportunidad. Te lo advierto, no quiero fallas. No te voy a soportar después con tus lamentaciones ...” Así que al recibir la respuesta de Yulia, decidió tolerarla -Es normal, Volkova no ansiaba ni esperaba mi aparición. Tengo que dar lo mejor de mí para llamar su atención y despertar sus dudas…- Se dijo asimismo y entonces, tomando valor, decidió arriesgarse un poco más.
LENA: Te invito a comer conmigo. Tengo mucha hambre. ¿Qué dices?... –Yulia no lo podía creer; la pelirroja siendo ¿Amable? ¿Invitándola a comer? -¡Pero qué clase de brujería es ésta!- Pensó, Volkova.
YULIA: No traigo comida y no me entusiasma por hoy, la que hay en el menú del comedor. Prefiero quedarme aquí. Este lugar es fabuloso. –Lena cambió su expresión de timidez y exasperación contenida, por una mirada tierna y ocultamente, amorosa ante Yulia.-
LENA: Ese no es ningún problema. Yo traje mi propia comida y debo decir y presumir que, la preparé por mí misma. –Le sonrió y sin perder tiempo, sacó de un maletero para comida, algunos recipientes. El primero contenía un “zakuski” o el entremés; ensalada “Vinagret” (uno de los platillos preferidos de Lena); el segundo recipiente era “Okroshka”, ésta era una sopa fría, típica del país en la temporada de verano y cuya estaba hecha a base de kvas (una levadura obtenida de cereales); sacó un tercer plato que constaba de carne rellena con una guarnición de “Grechka”; finalmente sacó un termo perfectamente sellado el cual se notaba que apenas acababa de haber sido sacado de la nevera. Sacó una especie de franela y la dispuso en el suelo, extendiéndola entre donde se encontraba acostada Yulia y en donde había decidido sentarse.- Y bien, este es el menú con Katina, ¿Qué le parece, señorita Volkova?- Tomó asiento en el suelo y miró sonrientemente a Yulia. Ella no podía descifrar lo que estaba sucediendo y viendo. A penas la noche anterior habían cerrado con una batalla campal en la que tuvo que poner a la pelirroja en su lugar y no bastando con eso, la primera semana en el conservatorio, había estado en medio de la mirada extraña de Katina y de su genio de los mil demonios. Pero, ¿Por qué ahora estaba ahí, tan amable y tan… -¿Bella? ¡No, qué va! ¿En qué estoy pensando?- Discutiendo con sus pensamientos, se levantó y mirando a Lena le respondió- No te entiendo, Katina. Ayer me dijiste cosas muy diferentes con respecto a mi persona y el día de hoy, soy digna de comer a tu lado. ¿El día de mañana voy a volver a ser indigna de comer con una persona tan finísima como tú y tu familia?
-LENA: Así es que… ¿Piensas que soy una persona “fina” y que trato de no “mezclarme” contigo, Volkova? –Sonrió incrédulamente puesto que realmente se daba cuenta que no sospecharía ni remotamente, lo que realmente sentía y pensaba con respecto a ella.-
YULIA: Básicamente… Y eres insoportable, molestas y estallas fácilmente por cosas muy insignificantes.
LENA: ¿Y por qué mejor no comemos por ahora y después, si gustas y lo sigues creyendo así, peleamos todo lo que deseemos? –Sin quitar su sonrisa, tomó la comida y se acercó permaneciendo aún sentada en el suelo. Le sujetó de la mano y entonces le dijo: - Vamos, quédate conmigo, vamos a comer Volkova, por favor, quédate conmigo cuando menos 5 minutos…
Última edición por SandyQueen el 4/27/2016, 6:02 am, editado 1 vez
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Capitulo VI
Todos los estudiantes en Kozlov habían descansado ese día. También los maestros y todo el cuerpo académico del conservatorio lo hicieron. Era un día de celebración ya que se trataba del “Dyéñ Rassíi”, o el día de la independencia de Rusia tras la disolución de la Unión Soviética. La tarde anterior había sido... muy buena. Conversamos hasta que se terminó el break y aún así, nos faltó más tiempo. Ahora sé que Katina es hija única de una familia compuesta por una maestra de piano y un reconocido abogado en Rusia; sé además que su familia tiene una fuerte creencia en la religión cristiana ortodoxa y son miembros muy participativos; de hecho es una familia ejemplo a seguir. Lena Katina está en Kozlov gracias a su mamá, Anna Katina y sin duda alguna, al talento que estoy segura que posee.
También me hizo saber algunos gustos en comida, bebidas, color y pasatiempos. Por mi parte le transmití todo cuanto pude en el tiempo que estuvimos tendidas, satisfechas con la comida que habíamos devorado tan hambrientamente y viendo al azulado cielo... Esa tarde hasta el aire, el verde del césped, la sombre de los árboles y arbustos, las nubes blancas y su sonrisa, tenían algo de diferente.
Le pedí que me compartiera su número telefónico; en realidad lo hice en un impulso por querer saber un poco más de ella, en otra ocasión. También por impulso le envié el primer mensaje. Le pregunté que cómo se encontraba y básicamente consulté si tendría oportunidad de verla ese día. Me dijo que sí ya que su madre iría a la iglesia y regresaría tarde. Su padre se encontraba fuera, resolviendo algunos problemas legales de alguna empresa en Rusia. Por mi parte, no tendría problema ya que mi madre aprovecharía el día para hacer un pendiente fuera de la ciudad, aunque no me especificó cuánto tardaría en regresar ni qué tan lejos saldría. Mi padre se quedaría en casa pero realmente... Por hoy, yo tenía otro interés. Le propuse ir a Starbucks por algo con cafeína para disfrutar un rato en patines en el skatepark al que iba a practicar patinaje desde mucho antes de entrar a Kozlov. Desde que tengo uso de razón, me gusta patinar tanto en hielo como en skatepark; representa para mí vitalidad, ejercicio y adrenalina, sin embargo, el hecho de que Katina aceptara patinar conmigo le daba un toque de... No sé qué, que me ocasionaba satisfacción. -Eres un no sé qué que qué sé yo, Lena.- Pensé para mí misma.
Acordamos que la recogería en su departamento en punto de las 4 p.m. Ella citó a su amiga Nadia y yo, a mis amigos Nico y Scarlette. Iba a ser una tarde maravillosa: excelente compañía, bebidas con la cantidad perfecta de cafeína y la velocidad en patines... Era perfecto. Llegué puntual a su casa; elegí mi mejor atuendo casual para patinar y verme presentable. Llevaba unos jeans negros con una blusa de tirantes "Aeropostale" y mis tennis "Nike". Fue un poco complicado poder subir hasta su departamento en el antepenúltimo piso del complejo de departamentos por la gran vigilancia; dos agentes de seguridad del edificio tuvieron que escoltarme hasta el piso ya que para poder accesar a cada uno, sólo podrías tener acceso mediante una identificación de acceso. El lugar era muy ostentoso, con pasillos amplios y muy iluminados. Tenía acabados de lujo y cada piso, tenía ventanales amplios con vistas hermosas a la ciudad. Muy cómodo lugar para vivir. Al llegar al departamento de Lena toqué con delicadeza y por algún motivo, me sentí extrañamente ansiosa y entusiasmada. Una silueta esbelta, blanca y con cabello pelirrojo apareció tras abrir la puerta; -Volkova... Qué gusto que ya estés aquí.- Lucía muy hermosa con el maquillaje ligero en su rostro, sus jeans azules y su blusa con estampado de Ecko color gris. Extendí mi mano para saludarle... -¿Nos vamos?- Le sonreí y asintió para salir del edificio. Al llegar al estacionamiento del complejo de departamentos, me anticipé para abrirle la puerta y ayudarle a subir... Esperen un momento... ¡Le ayudé a subir al auto! En serio... Quizá además de ser hermosa podría ser una bruja... ¿Por qué hacía eso por ella? Como sea, ella agradeció mucho mi amabilidad y me regaló una sonrisa que realmente fue hermosa. -Bruja... Bruja preciosa, pensé.-
No le tomamos gran importancia a otro vehículo que así como iba estacionándose, de nuevo arrancó detrás de nosotras. Si no hubiese estado muy ocupada con la compañía de Katina, le habría prestado atención al mismo carro que nos seguía. Hice una parada en Starbucks para dotarnos de cafeína; yo pedí un Te Chai frappé y Lena pidió un Capuccino frappé; decidimos tomarnos nuestras bebidas en el camino. Puse música y encendí el aire acondicionado de mi auto para hacer un mejor ambiente. Sonó una canción llamada How Soon Is Now de Love Spit Love...
I am the son
and the heir
of a shyness that is criminally vulgar
i am the son and heir
of nothing in particular
You shut your mouth
how can you say
i go about things the wrong way ?
i am human and i need to be loved
just like everybody else does
Comencé a cantar moderadamente y Lena me siguió. Le sonreí y tomando más confianza, decidí aumentar el volumen de mi canto. Seguí la canción con movimientos de coreografía que exageré. La pelirroja siguió mis movimientos y fue inevitable reírnos mutuamente... para mí fue como nunca antes había reído con alguien. Llegamos al skatepark y detuve mi auto para estacionarme. Antes de quitar los seguros, volteé a ver a Lena y se me escapó una sonrisa. Para mi sorpresa ella también lo hizo.
LENA: Tengo que decirte algo Yulia.
YULIA: Te escucho, Lena.
LENA: No sé patinar...
YULIA: ¡No lo puedo creer! -Reí un poco pero la volteé a ver con una maldita ternura que no pude contener...- Te estás perdiendo de mucho, Katina. Pero ese no será ningún problema, yo te voy a enseñar, no tengas miedo, ¿De acuerdo? - Ella me sonrió nuevamente y me preguntó si no le abriría la puerta para ayudarla a bajar. -No te acostumbres, Katina.- Le refunfuñé pero sin perder ni un solo segundo salí rápido del auto y me dirigí a abrirle la puerta. Extendí mi mano para que la tomara y ella la tomó. Bajó del vehículo mientras me miraba... Fue una mirada que no pude apartar. Fue asombrosa. -De seguro te la has pasado haciendo algún conjuro...- Pensé.
En el parque Nico y Scarlette ya nos esperaban. Me anticipé para presentarle a Lena, mis amigos.
YULIA: Mira Lena, te presento a Nico y Scarlette, tenemos muchos años de amistad, somos como una segunda familia. -Los chicos se saludaron con un beso en la mejilla muy fraternal desde el primer momento. Realmente me gustó (por alguna razón hasta ese momento no clara para mí), que congeniaran bien. Yo estaba ansiosa por patinar así que nos pusimos las protecciones y los patines; ayudé a Lena... De verdad que se notaba que no había hecho esto, antes. -No es de dios...- Pensé pero le ayudé con gusto con su equipo de protección. La ayudé a levantarse y entonces le di los primeros pasos. -No te pongas rígida, afloja tu cuerpo poco a poco. Yo te voy a sostener de la cintura mientras te acompaño avanzando justo a tu lado.- Y fue así cómo comenzó a dar sus primeros pasos en patines. Creí que sería buena idea ponerme frente a ella mientras le rodaba su cintura con ambas manos. Ella se sonrojó y entonces pensé que quizá no debí haberlo hecho así. Por un momento sintió miedo y se repegó a mi cuerpo sujetándose mientras rodeaba mi cuello con sus manos.
YULIA: Tranquila, Katina, no pasa nada. Vas muy bien..
LENA: Discúlpame...
YULIA: No te disculpes; ten confíanza en ti. Toma mi mano y comienza a deslizarte conmigo. -Se lo dije sonriendo y dando un respiro profundo comenzó a deslizar junto conmigo, un pie y después otro consecutivamente. Poco a poco se fue liberando y desplazando con mejor soltura. Fue hermoso empezar a sentir el roce del aire contra mi cuerpo y sobre todo, tener la compañía de Katina. La mano de Katina comenzó a sentirse acalorada, sin embargo no quiso soltarme. Patinamos lentamente pero funcionó para que lograra entender la forma de mover los pies y el cuerpo.
Pero realmente, cuando todo marcha bien, siempre, algo sucede. Parece que los entrometidos siempre saben el momento más inoportuno para hacer su aparición oportunamente en el momento menos esperado. Entonces el hijo del mismísimo demonio, llegó a saludar. No lo conocía pero rápidamente se dio a conocer. -Hola, mi Lenita. Perdona la interrupción pero... Vengo a verte.- Un tipo alto, blancucho y pero muy atlético, le dijo y le sonrió. Lena mantuvo ojos sorpresivos y confundidos.
LENA: Pero... ¿Cómo llegaste hasta aquí, Vanya? …
YULIA: ¿Vanya? ¿Y tú, quién eres?
VANYA: El novio de Lena. -Esas palabras al parecer encendieron a Katina... Mientras que a mí me incomodaron.
LENA: ¿Novio? No, no, no y no... Eres un amigo de la familia pero no salgas con esas cosas Vanya, además ¿Cómo llegaste aquí?
VANYA: Perdón Lena... Te vi en el estacionamiento del edificio y también observé que te subiste al auto de esta señorita, entonces decidí seguirlo para saber a dónde te dirigías y con suerte conseguir pasar un poco de tiempo contigo, aprovechando el día, tú sabes.
LENA: Pues qué poca suerte tienes, yo ya tenía planes. Lo lamento. Quizá después podamos hablar. No tenías realmente que hacer eso.
VANYA: Por favor, permíteme quedarme aquí para acompañarte -Dijo inclinando ridículamente su cabeza, algo así como los japoneses se "reverencían" al saludarse.- Comprendo que no debí de haberlo hecho pero tenías varias semanas sin hablarme.
LENA: Mira Vanya... Agradezco tu intención por saber de mí pero no estoy por supuesto, para nada conforme sabiendo que nos seguiste hasta aquí. No voy a discutir contigo aquí y ahora. Por favor, déjame tranquila, Vanya. Lo mejor es que regreses a tu casa; no puedes estar aquí. -Nico y Scarlette se acercaron hasta donde estábamos para saber con quién conversábamos.-
NICO: Chicas, ¿Por qué nos dejaron? -Volteó a ver al desconocido "invitado" y entonces le preguntó lo que cualquiera preguntaría- ¿Tú quién eres, amigo? --Me anticipé a la respuesta de Lena y por algún motivo, respondí con molestia-
YULIA: Él es el novio de Lena. -Quizá si la pelirroja hubiese podido fulminarme con su mirada, lo habría hecho.-
LENA: Él es un amigo muy respetado por mi familia; casualmente pasó por aquí y me vio. Quiso acercarse para saludarme rápidamente.
NICO: Mi nombre es Nicoláav Petrovic; soy miembro en Kozlov y como puedes ver, patinar es mi deporte y mi hobbie consentido. También soy compositor y de vez en cuando violinista. Gusto conocerte... ¿Cuál es tu nombre? -Ese tipo nos dejó perplejos por su respuesta y reacción; lo que tenía en exceso de patético, le faltaba de educado. Nico le había extendido la mano para saludarle cordial y amistosamente, sin embargo, el idiota del amigo de Lena, sólo se limitó a dejarlo con la mano estirada, observándolo con desagrado y con aires de superioridad.
LENA: !Por dios, Vanya! ¿Te crees con el derecho de poder llegar básicamente de entrometido y encima de todo, responderle a mis amigos con tus pésimos modales? -Todos permanecimos en silencio, realmente no quisimos empeorar el ambiente en ese momento. Nico decidió alejarse pero sin retirarle la mirada a Vanya; ese joven arrebatado estaba de suerte porque Scarlett y yo estábamos seguras que, Nico pudo haberlo molido a golpes. Ganas no le faltaron pero le sobraban motivos para actuar con prudencia. Scarlett se retiró en seguida, asegurándose de mostrarle desprecio y un fuerte aviso de distancia. No dijo nada con palabras, se limitó únicamente a repetírselo con sus ojos encendidos de enojo. Enseguida de Scarlette decidí retirarme. No esperé por Katina ni tampoco le pedí que me siguiera. Su amigo, novio, pretendiente o lo que fuera de ella, se había metido con mi mejor amigo: mi hermano. Me sentí tan ofendida. Me sentí bastante enfurecida. Culpé de diferentes formas a Katina. Sin embargo ella fue tras de nosotros; tras de mí.
LENA: Yulia... por favor... espera. Volkova... -Cuando dudé en voltear para verla, otro suceso más y muy extraño, frenó estrepitosamente justo frente a nosotros. Paramos bruscamente nuestro patinaje para centrar nuestra atención en el evento. ¿Qué diablos sucedía?...
Un vehículo BMW 330E color negro, frenó súbitamente frente al skatepark. El estruendo del rechinido de llantas y las balatas frenando severamente, nos alertó no sólo a nosotros, sino a más de un grupo que se encontraba patinando y divirtiéndose en el lugar. Una figura femenina bajó eufóricamente azotando la portezuela del vehículo. Era una mujer bella que reflejaba su edad madura y un porte fino. Vestía un hermoso, casual y fresco vestido azul aqua. Traía unas zapatillas blancas y tenía un brazalete de oro haciéndole juego con sus aretes aperlados y una gargantilla. Era una mujer imponente. Era una mujer conocida... Era... ¿La maestra Katina?... Pero eso no fue todo. Para mi sorpresa, detrás de ella bajó del vehículo la conductora... Una mujer jovial, hermosa y con un atuendo casual conformado por unos jeans, una camisa a cuadros y unos zapatos de piso casuales. Iba hermosamente maquillada. Aún desde lejos, su cabello reflejaba brillo y sedosidad. Pasó por el frente del auto dando un golpe y gritando. Algo estaban discutiendo y mientras tanto, Nico entró en acción con sus comentarios inoportunos.
NICO: ¡Yulia! Es... ¿Nastya?.. ¡Qué hace tu mamá aquí! ¡Mira! ¡Es la maestra Katina!
SCARLETT: Por dios... ¿Por qué discuten? …
Yo estaba perpleja. Efectivamente, se trataba de mi madre, Nastya. Era extraño y confuso verla ahí, con esa exaltación particular hacia la maestra Anna Katina quien tampoco se quedaba atrás y le discutía fuertemente. Mi madre señalaba el vehículo mientras que Anna sacudía en negativa su cabeza. No comprendía la escena. Ellas ni siquiera cruzaban palabra normalmente; no me quedaba duda que por obvias razones, trabajando en Kozlov podrían conocerse pero jamás supe que fueran algo cercano como para ir en el mismo vehículo ni tratarse así. Sobre todo porque a niguna hora, en ningún momento y de ninguna manera, conversaban ni coincidían en el conservatorio.
NICO: ¿Por qué vienen en el mismo auto?...
Algo en mi mente, en mis pensamientos, surgió repentinamente; aquél día en el que sin querer (bueno sólo un poco...) fisgué un poco en el armario de mi madre, tratando de encontrar la libreta de música en la que con certeza, sabía que estaba la canción completa que compuso cuando era más joven. Recordé la nota en ella y la firma... Anna Katina.
Un golpe en la carrocería del BMW detuvo mis pensamientos. Reaccioné y vi los jaloneos entre Anna y... mi madre. Entendía por lo que veía, que la Sra. Katina, trataba de marcharse mientras que mi mamá, intentaba todo lo contrario pero estaba enfurecida; ¿Por qué? Me habría encantado averiguarlo en ese mismo instante. Lena estaba enmudecida, de igual manera o inclusive más sorprendida que yo. Anna Katina de pronto dejó de discutir con mi madre, la señora Volkova, y subió al vehículo nuevamente. Mi madre también subió inmediatamente y arrancó... Se supone que mi madre saldría de la ciudad pero sin embargo, se encontraba ahí, frente al skatepark, justamente ante mis ojos.
VANYA: ¡Por dios! Lena, ¿De verdad consideras amigos a esta gente sin clase? Eso que viste sólo me afirma que te desconozco; eso de convivir con personas simples y vulgares.... No debería ser. Mejor vámonos a comer a algún restaurant fino, te llevaré al que tú quieres. -Fue lo último y único que pudo decir porque al terminar, Nico, se encargó de mandarlo a dormir. Ya nos había exasperado lo suficiente; no tenía ni un solo motivo para opinar así como lo hizo, y sin embargo se atrevió. Sin predecirlo, Vanya recibió un derechazo, luégo un izquierdazo y en seguida otro derechazo y otro izquierdazo de Nico. Cayó ante nosotros. Era como el mismísimo hijo del demonio ya que sorpresivamente para nosotros, se puso de pie. Tratamos de ignorarlo y marcharchos. Nadie hablaba ni decía nada. Era un ambiente muy extraño. Sin embargo, Vanya se empeñó en que le dieramos otra lección. Para contra-atacar a Nico, jaló del brazo a Lena y poniéndola delante de él, se acercó lo más rápido que pudo a Nico y lanzó un intento totalmente fallido. Fue definitivo. No iba a tolerarle ese tipo de joterías. Nico se anticipó, lo apartó de Lena y sujetándolo fuerte del cuello, cortándole la libre respiración, lo arrojó al piso para darle otro puñetazo y una patada. No hice por gritarle ni hacerlo reaccionar. Se lo buscó. Se lo merecía.
Después de la golpiza, Scarlett y yo nos apresuramos a detenerlo y traerlo con nosotros.
YULIA: ¡Nico! ¡Basta! Vámonos... -Lena confundida y con los nevios de punta, bastante alterada y pasmada, balbuceó tenuemente pidiéndome que me detuviera. Yo seguí avanzando lentamente con mis patines. Se deslizó un poco más rápido para alcanzarme y jaló delicadamente mi blusa...
LENA: ¿Me dejarás aquí? Permíteme ir contigo, necesitamos hablar, todo esto se salió de control; ha sido toda una locura. -Me detuve. Por algunos segundos sólo me quedé parada, pensando. Estaba muy enojada y realmente comencé a culpar a Lena por todo lo que había sucedido. Sobre todo por el joto engendro engreído ése; Vanya. Me di la media vuelta para verla a los ojos y sólo le extendí las llaves de mi auto.-
YULIA: Tómalas y llévatelo. Tu novio necesita curaciones.
LENA: No es mi... -La interrumpí.-
YULIA: Lo que sea. Llévate mi auto. Quizá mañana pase a recogerlo a tu departamento.
LENA: ¿Eso significa que podré verte? ¿Puedo irme a Kozlov contigo?
YULIA: Ya veremos... -Solté las llaves en sus manos y comencé a patinar lo más rápido que pude. Sentía mi pecho estallar de enojo, de confusión y de.. ¿Tristeza? Me dolía que las sorpresas del día, hubiesen fulminado aquella bella tarde que habíamos iniciado con sonrisas...
Esperanza y Decepción
Todos los estudiantes en Kozlov habían descansado ese día. También los maestros y todo el cuerpo académico del conservatorio lo hicieron. Era un día de celebración ya que se trataba del “Dyéñ Rassíi”, o el día de la independencia de Rusia tras la disolución de la Unión Soviética. La tarde anterior había sido... muy buena. Conversamos hasta que se terminó el break y aún así, nos faltó más tiempo. Ahora sé que Katina es hija única de una familia compuesta por una maestra de piano y un reconocido abogado en Rusia; sé además que su familia tiene una fuerte creencia en la religión cristiana ortodoxa y son miembros muy participativos; de hecho es una familia ejemplo a seguir. Lena Katina está en Kozlov gracias a su mamá, Anna Katina y sin duda alguna, al talento que estoy segura que posee.
También me hizo saber algunos gustos en comida, bebidas, color y pasatiempos. Por mi parte le transmití todo cuanto pude en el tiempo que estuvimos tendidas, satisfechas con la comida que habíamos devorado tan hambrientamente y viendo al azulado cielo... Esa tarde hasta el aire, el verde del césped, la sombre de los árboles y arbustos, las nubes blancas y su sonrisa, tenían algo de diferente.
Le pedí que me compartiera su número telefónico; en realidad lo hice en un impulso por querer saber un poco más de ella, en otra ocasión. También por impulso le envié el primer mensaje. Le pregunté que cómo se encontraba y básicamente consulté si tendría oportunidad de verla ese día. Me dijo que sí ya que su madre iría a la iglesia y regresaría tarde. Su padre se encontraba fuera, resolviendo algunos problemas legales de alguna empresa en Rusia. Por mi parte, no tendría problema ya que mi madre aprovecharía el día para hacer un pendiente fuera de la ciudad, aunque no me especificó cuánto tardaría en regresar ni qué tan lejos saldría. Mi padre se quedaría en casa pero realmente... Por hoy, yo tenía otro interés. Le propuse ir a Starbucks por algo con cafeína para disfrutar un rato en patines en el skatepark al que iba a practicar patinaje desde mucho antes de entrar a Kozlov. Desde que tengo uso de razón, me gusta patinar tanto en hielo como en skatepark; representa para mí vitalidad, ejercicio y adrenalina, sin embargo, el hecho de que Katina aceptara patinar conmigo le daba un toque de... No sé qué, que me ocasionaba satisfacción. -Eres un no sé qué que qué sé yo, Lena.- Pensé para mí misma.
Acordamos que la recogería en su departamento en punto de las 4 p.m. Ella citó a su amiga Nadia y yo, a mis amigos Nico y Scarlette. Iba a ser una tarde maravillosa: excelente compañía, bebidas con la cantidad perfecta de cafeína y la velocidad en patines... Era perfecto. Llegué puntual a su casa; elegí mi mejor atuendo casual para patinar y verme presentable. Llevaba unos jeans negros con una blusa de tirantes "Aeropostale" y mis tennis "Nike". Fue un poco complicado poder subir hasta su departamento en el antepenúltimo piso del complejo de departamentos por la gran vigilancia; dos agentes de seguridad del edificio tuvieron que escoltarme hasta el piso ya que para poder accesar a cada uno, sólo podrías tener acceso mediante una identificación de acceso. El lugar era muy ostentoso, con pasillos amplios y muy iluminados. Tenía acabados de lujo y cada piso, tenía ventanales amplios con vistas hermosas a la ciudad. Muy cómodo lugar para vivir. Al llegar al departamento de Lena toqué con delicadeza y por algún motivo, me sentí extrañamente ansiosa y entusiasmada. Una silueta esbelta, blanca y con cabello pelirrojo apareció tras abrir la puerta; -Volkova... Qué gusto que ya estés aquí.- Lucía muy hermosa con el maquillaje ligero en su rostro, sus jeans azules y su blusa con estampado de Ecko color gris. Extendí mi mano para saludarle... -¿Nos vamos?- Le sonreí y asintió para salir del edificio. Al llegar al estacionamiento del complejo de departamentos, me anticipé para abrirle la puerta y ayudarle a subir... Esperen un momento... ¡Le ayudé a subir al auto! En serio... Quizá además de ser hermosa podría ser una bruja... ¿Por qué hacía eso por ella? Como sea, ella agradeció mucho mi amabilidad y me regaló una sonrisa que realmente fue hermosa. -Bruja... Bruja preciosa, pensé.-
No le tomamos gran importancia a otro vehículo que así como iba estacionándose, de nuevo arrancó detrás de nosotras. Si no hubiese estado muy ocupada con la compañía de Katina, le habría prestado atención al mismo carro que nos seguía. Hice una parada en Starbucks para dotarnos de cafeína; yo pedí un Te Chai frappé y Lena pidió un Capuccino frappé; decidimos tomarnos nuestras bebidas en el camino. Puse música y encendí el aire acondicionado de mi auto para hacer un mejor ambiente. Sonó una canción llamada How Soon Is Now de Love Spit Love...
I am the son
and the heir
of a shyness that is criminally vulgar
i am the son and heir
of nothing in particular
You shut your mouth
how can you say
i go about things the wrong way ?
i am human and i need to be loved
just like everybody else does
Comencé a cantar moderadamente y Lena me siguió. Le sonreí y tomando más confianza, decidí aumentar el volumen de mi canto. Seguí la canción con movimientos de coreografía que exageré. La pelirroja siguió mis movimientos y fue inevitable reírnos mutuamente... para mí fue como nunca antes había reído con alguien. Llegamos al skatepark y detuve mi auto para estacionarme. Antes de quitar los seguros, volteé a ver a Lena y se me escapó una sonrisa. Para mi sorpresa ella también lo hizo.
LENA: Tengo que decirte algo Yulia.
YULIA: Te escucho, Lena.
LENA: No sé patinar...
YULIA: ¡No lo puedo creer! -Reí un poco pero la volteé a ver con una maldita ternura que no pude contener...- Te estás perdiendo de mucho, Katina. Pero ese no será ningún problema, yo te voy a enseñar, no tengas miedo, ¿De acuerdo? - Ella me sonrió nuevamente y me preguntó si no le abriría la puerta para ayudarla a bajar. -No te acostumbres, Katina.- Le refunfuñé pero sin perder ni un solo segundo salí rápido del auto y me dirigí a abrirle la puerta. Extendí mi mano para que la tomara y ella la tomó. Bajó del vehículo mientras me miraba... Fue una mirada que no pude apartar. Fue asombrosa. -De seguro te la has pasado haciendo algún conjuro...- Pensé.
En el parque Nico y Scarlette ya nos esperaban. Me anticipé para presentarle a Lena, mis amigos.
YULIA: Mira Lena, te presento a Nico y Scarlette, tenemos muchos años de amistad, somos como una segunda familia. -Los chicos se saludaron con un beso en la mejilla muy fraternal desde el primer momento. Realmente me gustó (por alguna razón hasta ese momento no clara para mí), que congeniaran bien. Yo estaba ansiosa por patinar así que nos pusimos las protecciones y los patines; ayudé a Lena... De verdad que se notaba que no había hecho esto, antes. -No es de dios...- Pensé pero le ayudé con gusto con su equipo de protección. La ayudé a levantarse y entonces le di los primeros pasos. -No te pongas rígida, afloja tu cuerpo poco a poco. Yo te voy a sostener de la cintura mientras te acompaño avanzando justo a tu lado.- Y fue así cómo comenzó a dar sus primeros pasos en patines. Creí que sería buena idea ponerme frente a ella mientras le rodaba su cintura con ambas manos. Ella se sonrojó y entonces pensé que quizá no debí haberlo hecho así. Por un momento sintió miedo y se repegó a mi cuerpo sujetándose mientras rodeaba mi cuello con sus manos.
YULIA: Tranquila, Katina, no pasa nada. Vas muy bien..
LENA: Discúlpame...
YULIA: No te disculpes; ten confíanza en ti. Toma mi mano y comienza a deslizarte conmigo. -Se lo dije sonriendo y dando un respiro profundo comenzó a deslizar junto conmigo, un pie y después otro consecutivamente. Poco a poco se fue liberando y desplazando con mejor soltura. Fue hermoso empezar a sentir el roce del aire contra mi cuerpo y sobre todo, tener la compañía de Katina. La mano de Katina comenzó a sentirse acalorada, sin embargo no quiso soltarme. Patinamos lentamente pero funcionó para que lograra entender la forma de mover los pies y el cuerpo.
Pero realmente, cuando todo marcha bien, siempre, algo sucede. Parece que los entrometidos siempre saben el momento más inoportuno para hacer su aparición oportunamente en el momento menos esperado. Entonces el hijo del mismísimo demonio, llegó a saludar. No lo conocía pero rápidamente se dio a conocer. -Hola, mi Lenita. Perdona la interrupción pero... Vengo a verte.- Un tipo alto, blancucho y pero muy atlético, le dijo y le sonrió. Lena mantuvo ojos sorpresivos y confundidos.
LENA: Pero... ¿Cómo llegaste hasta aquí, Vanya? …
YULIA: ¿Vanya? ¿Y tú, quién eres?
VANYA: El novio de Lena. -Esas palabras al parecer encendieron a Katina... Mientras que a mí me incomodaron.
LENA: ¿Novio? No, no, no y no... Eres un amigo de la familia pero no salgas con esas cosas Vanya, además ¿Cómo llegaste aquí?
VANYA: Perdón Lena... Te vi en el estacionamiento del edificio y también observé que te subiste al auto de esta señorita, entonces decidí seguirlo para saber a dónde te dirigías y con suerte conseguir pasar un poco de tiempo contigo, aprovechando el día, tú sabes.
LENA: Pues qué poca suerte tienes, yo ya tenía planes. Lo lamento. Quizá después podamos hablar. No tenías realmente que hacer eso.
VANYA: Por favor, permíteme quedarme aquí para acompañarte -Dijo inclinando ridículamente su cabeza, algo así como los japoneses se "reverencían" al saludarse.- Comprendo que no debí de haberlo hecho pero tenías varias semanas sin hablarme.
LENA: Mira Vanya... Agradezco tu intención por saber de mí pero no estoy por supuesto, para nada conforme sabiendo que nos seguiste hasta aquí. No voy a discutir contigo aquí y ahora. Por favor, déjame tranquila, Vanya. Lo mejor es que regreses a tu casa; no puedes estar aquí. -Nico y Scarlette se acercaron hasta donde estábamos para saber con quién conversábamos.-
NICO: Chicas, ¿Por qué nos dejaron? -Volteó a ver al desconocido "invitado" y entonces le preguntó lo que cualquiera preguntaría- ¿Tú quién eres, amigo? --Me anticipé a la respuesta de Lena y por algún motivo, respondí con molestia-
YULIA: Él es el novio de Lena. -Quizá si la pelirroja hubiese podido fulminarme con su mirada, lo habría hecho.-
LENA: Él es un amigo muy respetado por mi familia; casualmente pasó por aquí y me vio. Quiso acercarse para saludarme rápidamente.
NICO: Mi nombre es Nicoláav Petrovic; soy miembro en Kozlov y como puedes ver, patinar es mi deporte y mi hobbie consentido. También soy compositor y de vez en cuando violinista. Gusto conocerte... ¿Cuál es tu nombre? -Ese tipo nos dejó perplejos por su respuesta y reacción; lo que tenía en exceso de patético, le faltaba de educado. Nico le había extendido la mano para saludarle cordial y amistosamente, sin embargo, el idiota del amigo de Lena, sólo se limitó a dejarlo con la mano estirada, observándolo con desagrado y con aires de superioridad.
LENA: !Por dios, Vanya! ¿Te crees con el derecho de poder llegar básicamente de entrometido y encima de todo, responderle a mis amigos con tus pésimos modales? -Todos permanecimos en silencio, realmente no quisimos empeorar el ambiente en ese momento. Nico decidió alejarse pero sin retirarle la mirada a Vanya; ese joven arrebatado estaba de suerte porque Scarlett y yo estábamos seguras que, Nico pudo haberlo molido a golpes. Ganas no le faltaron pero le sobraban motivos para actuar con prudencia. Scarlett se retiró en seguida, asegurándose de mostrarle desprecio y un fuerte aviso de distancia. No dijo nada con palabras, se limitó únicamente a repetírselo con sus ojos encendidos de enojo. Enseguida de Scarlette decidí retirarme. No esperé por Katina ni tampoco le pedí que me siguiera. Su amigo, novio, pretendiente o lo que fuera de ella, se había metido con mi mejor amigo: mi hermano. Me sentí tan ofendida. Me sentí bastante enfurecida. Culpé de diferentes formas a Katina. Sin embargo ella fue tras de nosotros; tras de mí.
LENA: Yulia... por favor... espera. Volkova... -Cuando dudé en voltear para verla, otro suceso más y muy extraño, frenó estrepitosamente justo frente a nosotros. Paramos bruscamente nuestro patinaje para centrar nuestra atención en el evento. ¿Qué diablos sucedía?...
Un vehículo BMW 330E color negro, frenó súbitamente frente al skatepark. El estruendo del rechinido de llantas y las balatas frenando severamente, nos alertó no sólo a nosotros, sino a más de un grupo que se encontraba patinando y divirtiéndose en el lugar. Una figura femenina bajó eufóricamente azotando la portezuela del vehículo. Era una mujer bella que reflejaba su edad madura y un porte fino. Vestía un hermoso, casual y fresco vestido azul aqua. Traía unas zapatillas blancas y tenía un brazalete de oro haciéndole juego con sus aretes aperlados y una gargantilla. Era una mujer imponente. Era una mujer conocida... Era... ¿La maestra Katina?... Pero eso no fue todo. Para mi sorpresa, detrás de ella bajó del vehículo la conductora... Una mujer jovial, hermosa y con un atuendo casual conformado por unos jeans, una camisa a cuadros y unos zapatos de piso casuales. Iba hermosamente maquillada. Aún desde lejos, su cabello reflejaba brillo y sedosidad. Pasó por el frente del auto dando un golpe y gritando. Algo estaban discutiendo y mientras tanto, Nico entró en acción con sus comentarios inoportunos.
NICO: ¡Yulia! Es... ¿Nastya?.. ¡Qué hace tu mamá aquí! ¡Mira! ¡Es la maestra Katina!
SCARLETT: Por dios... ¿Por qué discuten? …
Yo estaba perpleja. Efectivamente, se trataba de mi madre, Nastya. Era extraño y confuso verla ahí, con esa exaltación particular hacia la maestra Anna Katina quien tampoco se quedaba atrás y le discutía fuertemente. Mi madre señalaba el vehículo mientras que Anna sacudía en negativa su cabeza. No comprendía la escena. Ellas ni siquiera cruzaban palabra normalmente; no me quedaba duda que por obvias razones, trabajando en Kozlov podrían conocerse pero jamás supe que fueran algo cercano como para ir en el mismo vehículo ni tratarse así. Sobre todo porque a niguna hora, en ningún momento y de ninguna manera, conversaban ni coincidían en el conservatorio.
NICO: ¿Por qué vienen en el mismo auto?...
Algo en mi mente, en mis pensamientos, surgió repentinamente; aquél día en el que sin querer (bueno sólo un poco...) fisgué un poco en el armario de mi madre, tratando de encontrar la libreta de música en la que con certeza, sabía que estaba la canción completa que compuso cuando era más joven. Recordé la nota en ella y la firma... Anna Katina.
Un golpe en la carrocería del BMW detuvo mis pensamientos. Reaccioné y vi los jaloneos entre Anna y... mi madre. Entendía por lo que veía, que la Sra. Katina, trataba de marcharse mientras que mi mamá, intentaba todo lo contrario pero estaba enfurecida; ¿Por qué? Me habría encantado averiguarlo en ese mismo instante. Lena estaba enmudecida, de igual manera o inclusive más sorprendida que yo. Anna Katina de pronto dejó de discutir con mi madre, la señora Volkova, y subió al vehículo nuevamente. Mi madre también subió inmediatamente y arrancó... Se supone que mi madre saldría de la ciudad pero sin embargo, se encontraba ahí, frente al skatepark, justamente ante mis ojos.
VANYA: ¡Por dios! Lena, ¿De verdad consideras amigos a esta gente sin clase? Eso que viste sólo me afirma que te desconozco; eso de convivir con personas simples y vulgares.... No debería ser. Mejor vámonos a comer a algún restaurant fino, te llevaré al que tú quieres. -Fue lo último y único que pudo decir porque al terminar, Nico, se encargó de mandarlo a dormir. Ya nos había exasperado lo suficiente; no tenía ni un solo motivo para opinar así como lo hizo, y sin embargo se atrevió. Sin predecirlo, Vanya recibió un derechazo, luégo un izquierdazo y en seguida otro derechazo y otro izquierdazo de Nico. Cayó ante nosotros. Era como el mismísimo hijo del demonio ya que sorpresivamente para nosotros, se puso de pie. Tratamos de ignorarlo y marcharchos. Nadie hablaba ni decía nada. Era un ambiente muy extraño. Sin embargo, Vanya se empeñó en que le dieramos otra lección. Para contra-atacar a Nico, jaló del brazo a Lena y poniéndola delante de él, se acercó lo más rápido que pudo a Nico y lanzó un intento totalmente fallido. Fue definitivo. No iba a tolerarle ese tipo de joterías. Nico se anticipó, lo apartó de Lena y sujetándolo fuerte del cuello, cortándole la libre respiración, lo arrojó al piso para darle otro puñetazo y una patada. No hice por gritarle ni hacerlo reaccionar. Se lo buscó. Se lo merecía.
Después de la golpiza, Scarlett y yo nos apresuramos a detenerlo y traerlo con nosotros.
YULIA: ¡Nico! ¡Basta! Vámonos... -Lena confundida y con los nevios de punta, bastante alterada y pasmada, balbuceó tenuemente pidiéndome que me detuviera. Yo seguí avanzando lentamente con mis patines. Se deslizó un poco más rápido para alcanzarme y jaló delicadamente mi blusa...
LENA: ¿Me dejarás aquí? Permíteme ir contigo, necesitamos hablar, todo esto se salió de control; ha sido toda una locura. -Me detuve. Por algunos segundos sólo me quedé parada, pensando. Estaba muy enojada y realmente comencé a culpar a Lena por todo lo que había sucedido. Sobre todo por el joto engendro engreído ése; Vanya. Me di la media vuelta para verla a los ojos y sólo le extendí las llaves de mi auto.-
YULIA: Tómalas y llévatelo. Tu novio necesita curaciones.
LENA: No es mi... -La interrumpí.-
YULIA: Lo que sea. Llévate mi auto. Quizá mañana pase a recogerlo a tu departamento.
LENA: ¿Eso significa que podré verte? ¿Puedo irme a Kozlov contigo?
YULIA: Ya veremos... -Solté las llaves en sus manos y comencé a patinar lo más rápido que pude. Sentía mi pecho estallar de enojo, de confusión y de.. ¿Tristeza? Me dolía que las sorpresas del día, hubiesen fulminado aquella bella tarde que habíamos iniciado con sonrisas...
Última edición por SandyQueen el 4/27/2016, 8:13 am, editado 1 vez
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Capitulo VII
La noche estaba cayendo; Nico y Scarlett me acompañaron por cerveza importada después de haber dejado a Lena. Pensé en irme directamente a mi casa pero en realidad me acobardé; en mi mente pasaba la idea de que, si al llegar no estaba mi madre, seguramente eso significaba que seguía afuera con la señora Katina. Se me sobresaltaba una emoción de completa confusión en el pecho al pensar nuevamente en la nota que encontré en la libreta pautada y en todo lo que había sucedido horas atrás.
NICO: Hola... ¿Alguien por ahí? ¿Yulia? ¡Hey! ¡Hola! -Azotando con fuerza la palma de su mano contra la superficie de la mesa-
YULIA: ¡Nico! ¡Qué quieres!
NICO: ¡Pues que me hagas caso!
YULIA: ¿Qué demonios quieres?
NICO: ¿Puedo ser directo? Gracias. Quiero que me digas si ella te gusta. -Dándole un sorbo largo a su cerveza, la dejó nuevamente sobre la mesa y cruzando sus brazos, dio lugar y espacio para que Yulia respondiera su pregunta.-
YULIA: ¿Ella?
NICO: Te voy a comenzar a odiar si te sigues portando como una bebita cobarde. Por no decir otra cosa porque... sé que me la partirías.
YULIA ¡Bebita tus....!
NICO: ¡Hey, hey, hey! Cuida tus palabras... Qué desagradable eres. Te estoy hablando en serio.
YULIA: Yo también te hablo en serio. No sé por qué tu pregunta ni por qué tu interés.
SCARLET: A ver Volkova... Son las 10 de la noche y tú ya te empinaste 8 botellas de cerveza... No estamos celebrando nada, por el contrario, esta fue una rara, confusa y complicada tarde. Normalmente eres una idiota y lo toleramos, así te queremos Volkova. Y ahora no eres esa idiota, sino que eres una enana perdida en sus propios pensamientos. Entonces, no termines con mi paciencia y responde nuestras preguntas.
YULIA: Qué malditos...
SCARLET: No nos importa cómo nos llames. Ahora dinos, ¿Te gusta esa chica, Katina?
YULIA: ¡Ah! Con un carajo... Que no.
NICO: Entonces, cuando llegó el estúpido e imbécil de Vanya, lo único que te molestó fue el hecho de que me agredió y supongo que la libertad que se estaba tomando con Lena, te fue indiferente en lo absoluto. Por otra parte, lo que sucedió con tu mamá y Anna... Sé que te tiene muy confundida.
YULIA: Katina tiene toda la libertad de salir con quien quiera y con lo que respecta a la situación que se presentó, sí, realmente lo que me incomodó y enojó fue la actitud grosera del pendejete, porque en cuanto a sus declaraciones o auto-nombramiento como novio de Katina, me parece sin duda alguna, que es una declaración inverosímil, sin embargo, me da igual. Lo que ella haga o no, ni me preocupa. Y lo de mi madre... Pues sí, me confunde. Pero no pienso en absolutamente nada. Quizá se la encontró... y discutieron porque yo misma he conocido el carácter desagradable de la maestra Anna Katina.
SCARLET: Sí, lo que tú digas, Volkova. -Sonriéndole de esa manera sarcástica e inadmisible.-
YULIA: ¡Ah ya! Me retiro. Esa mirada la detesto, Scarlett. Si no me van a creer entonces creo que esta reunión se terminó.
SCARLET: Está bien; lo bueno es que lo intentamos. Volkova, que descanses; ójala tengas una productiva noche consultando tu almohada.
Nico y Scarlet se levantaron de la barra para pasar a pagar la ronda de cervezas de esa noche; al hacerlo, simplemente se despidieron y le insistieron a Yulia que recapacitara: -Mira amiga mía, sabemos que no vas a acceder a compartirnos nada de lo que está cruzando por esa cabeza subnormal, así que nosotros nos retiramos y a ti te pedimos que ya vayas a guardarte a tu cama. Reflexiona, piensa y luégo hablamos. No te vamos a estar rogando. Tienes muchas cosas por aclarar. Nos queda claro que no es momento aún de hablar de esos temas.-
Al llegar a su casa, Yulia encontró únicamente a su padre Alexei, lo cuál no era raro porque le gustaba ser hogareño. Sin embargo, le pareció misterioso que siendo tan tarde (Pasaban ya de las 11:00 p.m.), Nastya aún no estuviera en casa.
YULIA: Y... ¿Mi madre, Alexei?
ALEXEI: ¡Oh! No te preocupes, le llamé antes de que llegaras; está en casa de sus hermanas. Le pregunté que si quería yo podía pasar por ella pero trae su propio vehículo, entonces se quedará esta noche con ellas. Mañana llegará por su cuenta a Koslov. -Yulia no pudo evitar disimular su expresión de asombro y confusión; por su cuenta, Alexei no demoró en "pescar" la expresión de su hija Yulia.- Y bien... ¿Qué pasa, Yulia? ¿Por qué esa cara?
YULIA: Alexei, ¿Quieres una cerveza? -No podía decírselo, pero ella estaba comenzando a no creer que Nastya estuviese en casa de sus hermanas; efectivamente, traía su vehículo, esa tarde pudo comprobarlo, no obstante se supone que saldría de Moscú lo cual no fue así, terminó llendo supuestamente a casa de sus hermanas, ¿Por qué el cambio de planes? ¿Por qué no fue con mi padre?, pensaba una y otra vez.
ALEXEI: Por supuesto que quiero, pero tú ya has tomado mucho, Yulia. Tienes aliento alcohólico. Si tu madre estuviera aquí... -Yulia lo interrumpió haciendo un sonido de exasperación, al mismo tiempo que decidió caminar hacia al mini bar contiguo a la sala. Abrió un pequeño refrigerador y sacó dos cervezas de éste. Le lanzó una a su padre y la otra la destapó para darle un sorbo largo.-
YULIA: Es evidente que no está, papá. Podemos tomar una cerveza sin ningún problema.
ALEXEI: Gracias... Pero, ¿Qué festejamos?
YULIA: Nada, papá. Por el momento nada.
ALEXEI: Algo te sucede, a mí no me engañas Yulia. Sé que no vas a platicar conmigo, sé que lo mejor que puedo hacer es acompañarte disfrutando estas cervezas. Y si es lo único que puedo hacer, lo hago con gusto, creéme. Quizá para mañana podrás pensar mejor las cosas; mañana será un nuevo día y eso que te tiene de cabeza, para mañana lo tendrás más claro y podrás comenzar a actuar.
YULIA: Espero que así sea, papá. Realmente lo necesito. -Yulia le dio un último sorbo a la lata de su cerveza y al terminársela, la dejó sobre la mesa central de la sala y se despidió de su padre con un beso y un abrazo; esa manera de despedirse no era normal entre Alexei y ella ya que usualmente sus saludos y despedidas eran más parecidas al saludo de dos amigos chocando sus manos y puños. Alexei comprendió que definitivamente algo estaba sucediendo pero no iba a presionar a Yulia en conocer lo que le sucedía.- Me retiro a mi habitación; ¿Dormirás bien a solas, papá?
ALEXEI: Por supuesto, sin ningún problema, Yulia. Hace tiempo que no tenía la cama para mí solo. Tengo que disfrutar esta noche. -Le sonrió a Yulia y se aventó a uno de los sillones. Yulia se retiró a su habitación.
Al entrar en su habitación, Yulia se lanzó a su cama y se comenzó a desvestir estando sobre ella y aventó su ropa al suelo. Comenzó a pensar en todo lo que había ocurrido esa tarde. -¿Por qué fui tan feliz al lado de Katina? ¿Por qué siento una conexión entre ella y yo que me hace sentirme tan plena y tan dichosa? ¿Debo darle la razón a Nico y Scarlett, será que me gusta la señorita pelirroja? Para empezar... ¿Será lesbiana?... Sale con el imbécil de Vanya y él mismo dijo ser su novio. ¿Lena lo negó porque realmente no lo es o trató de disimular? Si trató de disimular ¿Po qué lo hizo? ¿Por mí o por qué? Y además esa escena tan rara entre mi madre y la Sra. Anna Katina. Ya no me está quedando duda de que realmente se han relacionado desde tiempo atrás pero... ¿De qué forma? Porque la nota que leí fue muy comprometedora. Además la oculta con recelo de mi padre. Pero, ¿Por qué en Kozlov ni siquiera se dirigen un "Hola" o un "Buenos días"? En Kozlov mi madre es la mejor cantante, bailarina y promotora de caza talentos. La gente la sigue y la quiere tanto... Mientras que Anna Katina es la mejor pianista de Kozlov pero es muy dura e infrexible, ¿Cómo podrían convivir o haber convivido antes? Además, ¿Por qué el día de hoy dijo que saldría de la ciudad y mientras tanto, yo misma vi que provenía aparentemente de Kozlov? Su forma de detenerse tan frenéticamente frente al skatepark y el cólera con el que bajó la señora Anna Katina; la discusión tan arrebatada y acalorada entre las dos. ¿Por qué? ¿Por qué la discusión? ¿Tanto se conocen? ¡Mi carro! Mañana tengo que pasar por él a casa de Katina. Se tendrá que ir conmigo a Kozlov y quizá sea una excelente oportunidad para aclarar algunos malos entendidos... Si es que en realidad lo son. ¡Tengo que lucir lo mejor para mañana! Realmente me entusiasma verla pero ¿Es porque realmente... me estoy comenzando a enamorar de Lena Katina?
Al día siguiente, Kozlov era una locura. Los preparativos para el evento musical en el que representantes y dueños de disqueras asistían, habían iniciado. También iban a iniciar las competencias de talentos en las que semanalmente, el gran auditorio era testigo de intensos y duros enfrentamientos; quienes participaban podían ser solístas, dúos, tríos o inclusive, grupos musicales. Conforme iba trancurriendo la semana, al final del día, en el gran salón de piano, un grupo selecto de maestros, escuchaban una lista de 5 pequeñas presentaciones de las cuales iban eligiendo a quienes competerían al cabo de la semana en el auditorio. Entre tantos pensamientos, Yulia estaba pasando por alto este trascendental y vertebral evento. Si estudias en Kozlov, tu propósito resulta ser el convertirte en una persona famosa. Independientemente de dedicar tu vida a este arte, los estudiantes de Kozlov deseaban explotar al máximo su talento para ser músicos más allá de talentosos, muy reconocidos y famosos. Yulia entró este conservatorio con el mismo propósito y era el principal rival a vencer ahí; todos sabían que o se unían a ella o bien, tendrían que pelear fuertemente y Kozlov año tras año tenía lugar sólo para un nuevo lanzamiento... o ninguno, si es que los caza talentos terminaban desinteresándose de las propuestas.
Al levantarse, Yulia recordó ese importante comienzo y velozmente terminó de asearse y vestirse. Tomó un desayuno rápido y recogió sus cosas.
YULIA: Alexei, ¿Puedes llevarme a una dirección?
ALEXEI: Llevo el tiempo encima pero cuenta con ello. Tú me dices, pero vámonos ya.
YULIA: ¡Ya está! Vámonos entonces.
Yulia llegó hasta el complejo de súper departamentos en el que vivía Lena. Se despidió de su padre y corrió rápido hacia la recepción.
ALEXEI: ¡Oye! ¡Aquí quién vive! ¡A dónde vas, Yulia!
YULIA: Aquí me quedo; una amiga; luégo te veo, ¡Nos vemos!
SI Yulia hubiese dicho que no sentía absolutamente nada extraordinario en ese momento, realmente sería la mejor mentirosa. El corazón se le sobresaltaba; estaba comenzando a sudar de las manos y se sentía muy ansiosa. Ella misma comenzó a tratar de pensar en cómo abordar a la pelirroja. No quería seguir discutiendo como antes y tampoco quería ir en reversa. Quizá esa oportunidad de convivencia era por algún fuerte motivo que el destino les estaba brindando. -¿Hasta dónde podemos llegar?- Se preguntó así misma y al cabo, respiro profundamente y tocó la puerta de su departamento. El piso en el que se encontraba, recibía una iluminación tan agradable que inspiraba positivismo y bienestar. Respiro fortuna y éxito para ese día. Una blanca mano abrió la puerta y sonrió.
LENA: Aquí estás... ¿Nos vamos ya? -Su sonrisa resaltaba con el labial rosado y abrillantado que usó ese día. Ese día eligió el uniforme de Kozlov: Una falda cuadriculada roja y blanca con la playera de Kozlov en el que resaltaba una clave de "FA" y la frase: El arte nace en Kozlov en letras rusas. La falda y la playera, llevaban unos tirantes rojos con blancos y un saco negro con una insignia dorada del conservatorio. Esa mañana, Lena había decidido lucir sus rizos rojizos; su apariencia era perfecta, pensaba Yulia.
YULIA: Hola, Katina. Estuviste a punto de equivocarte, ya que no planeaba venir. Sólo porque tienes las llaves de mi auto decidí venir.
LENA: No seas tan cuidadosa con lo que dices. Mejor dime que realmente querías irte conmigo a Kozlov. -Yulia le sonrió y se recargó en el marco de la puerta de madera fina.-
YULIA: Voy a tener que herir tu aparente expectativa pero la realidad es que, mi auto es el que nos está uniendo en este momento.
LENA: Pues por lo que sea, estás aquí y es lo que me importa.
YULIA: ¿Te importa, Katina?
LENA: Vámonos ya. -Se abrió paso para salir y cerrar la puerta del departamento. Sin voltear a ver a Yulia se siguió de frente hacia el elevador y alzó su mano exhibiendo las llaves.- Si no te mueves rápido no vas a poder salir del edificio y lo peor... Perderás tu auto. -Yulia corrió para alcanzarla y subirse al elevador.-
Al salir al estacionamiento, Yulia le preguntó a Lena si quería llevárselo hasta Kozlov.
YULIA: ¿Te lo llevas?
LENA: No. Quiero que conduzcas.
YULIA: No soy tu chofer.
LENA: Qué simpática.
YULIA: Y sexy.. ¿No lo crees? -En realidad Yulia no pensó lo que dijo y mucho menos, pensó en la respuesta de Lena-
LENA: Bastante... -Sonrojada, subió al asiento del copiloto mientras que Yulia permaneció inmóvil, aún más sonrojada que Lena por la respuesta que le había dado.- Y entonces, ¿No vas a subir Yulia?... -De nuevo tuvo que reaccionar y subirse el carro rápido; ¿En serio es lesbiana verdad?, se preguntó asimisma y decidió averiguarlo. Tenía que saberlo porque... Había un interés pero aún no lo reconocía al 100%. Era orgullosa y su propia fortaleza era su constante contrincante.
Al salir del edificio, colocó un poco de música y se puso en marcha para el conservatorio. Llevaban el tiempo justo para llegar puntualmente, pero no le importó mucho ni se estresó, quería disfrutar un poco la compañía de Lena y tenía algunos puntos que quería aclarar ya.
YULIA: Oye, Lena... Con respecto al día de ayer, reconozco que no debía enojarme contigo así. Te culpé de todos y realmente son cosas que necesito aclarar.
LENA: Por cada pregunta, te pondré un precio que te cobraré después, Volkova. ¿Aún así quieres seguir?
YULIA: ¿Tú condicionándome? ¿Crees que puedes hacer eso?
LENA: Ya lo hice. ¿Te interesa aclarar tus ideas o no?
YULIA: Tampoco creas que me interesa tanto... Digo, es sólo por estar bien contigo.
LENA: Sí Volkova; no te conozco desde hace tiempo como Nico y Scarlett pero soy hábil para aprender rápidamente tu idioma. Así como eres sarcástica, tajante y dura, eres curiosa y tu mirada se clava en mí. Inclusive en este momento. Y sé, que esa forma de verme tiene mucho que ver con toda la situación de ayer que nos llevó a dar un paso hacia atrás.
YULIA: ¿Puedo ser directa y hacerte una pregunta?
LENA: Entonces, ¿Asumes mi precio?
YULIA: ¿Cuál es el precio?
LENA: Sólo di sí o no. Después te lo diré. -Yulia y su curiosidad, no pudieron resistir la oferta. Un precio que tendría que pagar hasta después, parecía ser una excelente transacción.-
YULIA: Está bien, está bien. Trato hecho. ¿Puedo?
LENA: Excelente, a ver adelante con tu pregunta. -Sonrió
maliciosamente victoriosa. Yulia estaba arrinconada sin darse cuenta.-
YULIA: -Aclarando la garganta, lanzó su pregunta.- ¿Te gusto, Lena?...
¿Malos entendidos?
La noche estaba cayendo; Nico y Scarlett me acompañaron por cerveza importada después de haber dejado a Lena. Pensé en irme directamente a mi casa pero en realidad me acobardé; en mi mente pasaba la idea de que, si al llegar no estaba mi madre, seguramente eso significaba que seguía afuera con la señora Katina. Se me sobresaltaba una emoción de completa confusión en el pecho al pensar nuevamente en la nota que encontré en la libreta pautada y en todo lo que había sucedido horas atrás.
NICO: Hola... ¿Alguien por ahí? ¿Yulia? ¡Hey! ¡Hola! -Azotando con fuerza la palma de su mano contra la superficie de la mesa-
YULIA: ¡Nico! ¡Qué quieres!
NICO: ¡Pues que me hagas caso!
YULIA: ¿Qué demonios quieres?
NICO: ¿Puedo ser directo? Gracias. Quiero que me digas si ella te gusta. -Dándole un sorbo largo a su cerveza, la dejó nuevamente sobre la mesa y cruzando sus brazos, dio lugar y espacio para que Yulia respondiera su pregunta.-
YULIA: ¿Ella?
NICO: Te voy a comenzar a odiar si te sigues portando como una bebita cobarde. Por no decir otra cosa porque... sé que me la partirías.
YULIA ¡Bebita tus....!
NICO: ¡Hey, hey, hey! Cuida tus palabras... Qué desagradable eres. Te estoy hablando en serio.
YULIA: Yo también te hablo en serio. No sé por qué tu pregunta ni por qué tu interés.
SCARLET: A ver Volkova... Son las 10 de la noche y tú ya te empinaste 8 botellas de cerveza... No estamos celebrando nada, por el contrario, esta fue una rara, confusa y complicada tarde. Normalmente eres una idiota y lo toleramos, así te queremos Volkova. Y ahora no eres esa idiota, sino que eres una enana perdida en sus propios pensamientos. Entonces, no termines con mi paciencia y responde nuestras preguntas.
YULIA: Qué malditos...
SCARLET: No nos importa cómo nos llames. Ahora dinos, ¿Te gusta esa chica, Katina?
YULIA: ¡Ah! Con un carajo... Que no.
NICO: Entonces, cuando llegó el estúpido e imbécil de Vanya, lo único que te molestó fue el hecho de que me agredió y supongo que la libertad que se estaba tomando con Lena, te fue indiferente en lo absoluto. Por otra parte, lo que sucedió con tu mamá y Anna... Sé que te tiene muy confundida.
YULIA: Katina tiene toda la libertad de salir con quien quiera y con lo que respecta a la situación que se presentó, sí, realmente lo que me incomodó y enojó fue la actitud grosera del pendejete, porque en cuanto a sus declaraciones o auto-nombramiento como novio de Katina, me parece sin duda alguna, que es una declaración inverosímil, sin embargo, me da igual. Lo que ella haga o no, ni me preocupa. Y lo de mi madre... Pues sí, me confunde. Pero no pienso en absolutamente nada. Quizá se la encontró... y discutieron porque yo misma he conocido el carácter desagradable de la maestra Anna Katina.
SCARLET: Sí, lo que tú digas, Volkova. -Sonriéndole de esa manera sarcástica e inadmisible.-
YULIA: ¡Ah ya! Me retiro. Esa mirada la detesto, Scarlett. Si no me van a creer entonces creo que esta reunión se terminó.
SCARLET: Está bien; lo bueno es que lo intentamos. Volkova, que descanses; ójala tengas una productiva noche consultando tu almohada.
Nico y Scarlet se levantaron de la barra para pasar a pagar la ronda de cervezas de esa noche; al hacerlo, simplemente se despidieron y le insistieron a Yulia que recapacitara: -Mira amiga mía, sabemos que no vas a acceder a compartirnos nada de lo que está cruzando por esa cabeza subnormal, así que nosotros nos retiramos y a ti te pedimos que ya vayas a guardarte a tu cama. Reflexiona, piensa y luégo hablamos. No te vamos a estar rogando. Tienes muchas cosas por aclarar. Nos queda claro que no es momento aún de hablar de esos temas.-
Al llegar a su casa, Yulia encontró únicamente a su padre Alexei, lo cuál no era raro porque le gustaba ser hogareño. Sin embargo, le pareció misterioso que siendo tan tarde (Pasaban ya de las 11:00 p.m.), Nastya aún no estuviera en casa.
YULIA: Y... ¿Mi madre, Alexei?
ALEXEI: ¡Oh! No te preocupes, le llamé antes de que llegaras; está en casa de sus hermanas. Le pregunté que si quería yo podía pasar por ella pero trae su propio vehículo, entonces se quedará esta noche con ellas. Mañana llegará por su cuenta a Koslov. -Yulia no pudo evitar disimular su expresión de asombro y confusión; por su cuenta, Alexei no demoró en "pescar" la expresión de su hija Yulia.- Y bien... ¿Qué pasa, Yulia? ¿Por qué esa cara?
YULIA: Alexei, ¿Quieres una cerveza? -No podía decírselo, pero ella estaba comenzando a no creer que Nastya estuviese en casa de sus hermanas; efectivamente, traía su vehículo, esa tarde pudo comprobarlo, no obstante se supone que saldría de Moscú lo cual no fue así, terminó llendo supuestamente a casa de sus hermanas, ¿Por qué el cambio de planes? ¿Por qué no fue con mi padre?, pensaba una y otra vez.
ALEXEI: Por supuesto que quiero, pero tú ya has tomado mucho, Yulia. Tienes aliento alcohólico. Si tu madre estuviera aquí... -Yulia lo interrumpió haciendo un sonido de exasperación, al mismo tiempo que decidió caminar hacia al mini bar contiguo a la sala. Abrió un pequeño refrigerador y sacó dos cervezas de éste. Le lanzó una a su padre y la otra la destapó para darle un sorbo largo.-
YULIA: Es evidente que no está, papá. Podemos tomar una cerveza sin ningún problema.
ALEXEI: Gracias... Pero, ¿Qué festejamos?
YULIA: Nada, papá. Por el momento nada.
ALEXEI: Algo te sucede, a mí no me engañas Yulia. Sé que no vas a platicar conmigo, sé que lo mejor que puedo hacer es acompañarte disfrutando estas cervezas. Y si es lo único que puedo hacer, lo hago con gusto, creéme. Quizá para mañana podrás pensar mejor las cosas; mañana será un nuevo día y eso que te tiene de cabeza, para mañana lo tendrás más claro y podrás comenzar a actuar.
YULIA: Espero que así sea, papá. Realmente lo necesito. -Yulia le dio un último sorbo a la lata de su cerveza y al terminársela, la dejó sobre la mesa central de la sala y se despidió de su padre con un beso y un abrazo; esa manera de despedirse no era normal entre Alexei y ella ya que usualmente sus saludos y despedidas eran más parecidas al saludo de dos amigos chocando sus manos y puños. Alexei comprendió que definitivamente algo estaba sucediendo pero no iba a presionar a Yulia en conocer lo que le sucedía.- Me retiro a mi habitación; ¿Dormirás bien a solas, papá?
ALEXEI: Por supuesto, sin ningún problema, Yulia. Hace tiempo que no tenía la cama para mí solo. Tengo que disfrutar esta noche. -Le sonrió a Yulia y se aventó a uno de los sillones. Yulia se retiró a su habitación.
Al entrar en su habitación, Yulia se lanzó a su cama y se comenzó a desvestir estando sobre ella y aventó su ropa al suelo. Comenzó a pensar en todo lo que había ocurrido esa tarde. -¿Por qué fui tan feliz al lado de Katina? ¿Por qué siento una conexión entre ella y yo que me hace sentirme tan plena y tan dichosa? ¿Debo darle la razón a Nico y Scarlett, será que me gusta la señorita pelirroja? Para empezar... ¿Será lesbiana?... Sale con el imbécil de Vanya y él mismo dijo ser su novio. ¿Lena lo negó porque realmente no lo es o trató de disimular? Si trató de disimular ¿Po qué lo hizo? ¿Por mí o por qué? Y además esa escena tan rara entre mi madre y la Sra. Anna Katina. Ya no me está quedando duda de que realmente se han relacionado desde tiempo atrás pero... ¿De qué forma? Porque la nota que leí fue muy comprometedora. Además la oculta con recelo de mi padre. Pero, ¿Por qué en Kozlov ni siquiera se dirigen un "Hola" o un "Buenos días"? En Kozlov mi madre es la mejor cantante, bailarina y promotora de caza talentos. La gente la sigue y la quiere tanto... Mientras que Anna Katina es la mejor pianista de Kozlov pero es muy dura e infrexible, ¿Cómo podrían convivir o haber convivido antes? Además, ¿Por qué el día de hoy dijo que saldría de la ciudad y mientras tanto, yo misma vi que provenía aparentemente de Kozlov? Su forma de detenerse tan frenéticamente frente al skatepark y el cólera con el que bajó la señora Anna Katina; la discusión tan arrebatada y acalorada entre las dos. ¿Por qué? ¿Por qué la discusión? ¿Tanto se conocen? ¡Mi carro! Mañana tengo que pasar por él a casa de Katina. Se tendrá que ir conmigo a Kozlov y quizá sea una excelente oportunidad para aclarar algunos malos entendidos... Si es que en realidad lo son. ¡Tengo que lucir lo mejor para mañana! Realmente me entusiasma verla pero ¿Es porque realmente... me estoy comenzando a enamorar de Lena Katina?
Al día siguiente, Kozlov era una locura. Los preparativos para el evento musical en el que representantes y dueños de disqueras asistían, habían iniciado. También iban a iniciar las competencias de talentos en las que semanalmente, el gran auditorio era testigo de intensos y duros enfrentamientos; quienes participaban podían ser solístas, dúos, tríos o inclusive, grupos musicales. Conforme iba trancurriendo la semana, al final del día, en el gran salón de piano, un grupo selecto de maestros, escuchaban una lista de 5 pequeñas presentaciones de las cuales iban eligiendo a quienes competerían al cabo de la semana en el auditorio. Entre tantos pensamientos, Yulia estaba pasando por alto este trascendental y vertebral evento. Si estudias en Kozlov, tu propósito resulta ser el convertirte en una persona famosa. Independientemente de dedicar tu vida a este arte, los estudiantes de Kozlov deseaban explotar al máximo su talento para ser músicos más allá de talentosos, muy reconocidos y famosos. Yulia entró este conservatorio con el mismo propósito y era el principal rival a vencer ahí; todos sabían que o se unían a ella o bien, tendrían que pelear fuertemente y Kozlov año tras año tenía lugar sólo para un nuevo lanzamiento... o ninguno, si es que los caza talentos terminaban desinteresándose de las propuestas.
Al levantarse, Yulia recordó ese importante comienzo y velozmente terminó de asearse y vestirse. Tomó un desayuno rápido y recogió sus cosas.
YULIA: Alexei, ¿Puedes llevarme a una dirección?
ALEXEI: Llevo el tiempo encima pero cuenta con ello. Tú me dices, pero vámonos ya.
YULIA: ¡Ya está! Vámonos entonces.
Yulia llegó hasta el complejo de súper departamentos en el que vivía Lena. Se despidió de su padre y corrió rápido hacia la recepción.
ALEXEI: ¡Oye! ¡Aquí quién vive! ¡A dónde vas, Yulia!
YULIA: Aquí me quedo; una amiga; luégo te veo, ¡Nos vemos!
SI Yulia hubiese dicho que no sentía absolutamente nada extraordinario en ese momento, realmente sería la mejor mentirosa. El corazón se le sobresaltaba; estaba comenzando a sudar de las manos y se sentía muy ansiosa. Ella misma comenzó a tratar de pensar en cómo abordar a la pelirroja. No quería seguir discutiendo como antes y tampoco quería ir en reversa. Quizá esa oportunidad de convivencia era por algún fuerte motivo que el destino les estaba brindando. -¿Hasta dónde podemos llegar?- Se preguntó así misma y al cabo, respiro profundamente y tocó la puerta de su departamento. El piso en el que se encontraba, recibía una iluminación tan agradable que inspiraba positivismo y bienestar. Respiro fortuna y éxito para ese día. Una blanca mano abrió la puerta y sonrió.
LENA: Aquí estás... ¿Nos vamos ya? -Su sonrisa resaltaba con el labial rosado y abrillantado que usó ese día. Ese día eligió el uniforme de Kozlov: Una falda cuadriculada roja y blanca con la playera de Kozlov en el que resaltaba una clave de "FA" y la frase: El arte nace en Kozlov en letras rusas. La falda y la playera, llevaban unos tirantes rojos con blancos y un saco negro con una insignia dorada del conservatorio. Esa mañana, Lena había decidido lucir sus rizos rojizos; su apariencia era perfecta, pensaba Yulia.
YULIA: Hola, Katina. Estuviste a punto de equivocarte, ya que no planeaba venir. Sólo porque tienes las llaves de mi auto decidí venir.
LENA: No seas tan cuidadosa con lo que dices. Mejor dime que realmente querías irte conmigo a Kozlov. -Yulia le sonrió y se recargó en el marco de la puerta de madera fina.-
YULIA: Voy a tener que herir tu aparente expectativa pero la realidad es que, mi auto es el que nos está uniendo en este momento.
LENA: Pues por lo que sea, estás aquí y es lo que me importa.
YULIA: ¿Te importa, Katina?
LENA: Vámonos ya. -Se abrió paso para salir y cerrar la puerta del departamento. Sin voltear a ver a Yulia se siguió de frente hacia el elevador y alzó su mano exhibiendo las llaves.- Si no te mueves rápido no vas a poder salir del edificio y lo peor... Perderás tu auto. -Yulia corrió para alcanzarla y subirse al elevador.-
Al salir al estacionamiento, Yulia le preguntó a Lena si quería llevárselo hasta Kozlov.
YULIA: ¿Te lo llevas?
LENA: No. Quiero que conduzcas.
YULIA: No soy tu chofer.
LENA: Qué simpática.
YULIA: Y sexy.. ¿No lo crees? -En realidad Yulia no pensó lo que dijo y mucho menos, pensó en la respuesta de Lena-
LENA: Bastante... -Sonrojada, subió al asiento del copiloto mientras que Yulia permaneció inmóvil, aún más sonrojada que Lena por la respuesta que le había dado.- Y entonces, ¿No vas a subir Yulia?... -De nuevo tuvo que reaccionar y subirse el carro rápido; ¿En serio es lesbiana verdad?, se preguntó asimisma y decidió averiguarlo. Tenía que saberlo porque... Había un interés pero aún no lo reconocía al 100%. Era orgullosa y su propia fortaleza era su constante contrincante.
Al salir del edificio, colocó un poco de música y se puso en marcha para el conservatorio. Llevaban el tiempo justo para llegar puntualmente, pero no le importó mucho ni se estresó, quería disfrutar un poco la compañía de Lena y tenía algunos puntos que quería aclarar ya.
YULIA: Oye, Lena... Con respecto al día de ayer, reconozco que no debía enojarme contigo así. Te culpé de todos y realmente son cosas que necesito aclarar.
LENA: Por cada pregunta, te pondré un precio que te cobraré después, Volkova. ¿Aún así quieres seguir?
YULIA: ¿Tú condicionándome? ¿Crees que puedes hacer eso?
LENA: Ya lo hice. ¿Te interesa aclarar tus ideas o no?
YULIA: Tampoco creas que me interesa tanto... Digo, es sólo por estar bien contigo.
LENA: Sí Volkova; no te conozco desde hace tiempo como Nico y Scarlett pero soy hábil para aprender rápidamente tu idioma. Así como eres sarcástica, tajante y dura, eres curiosa y tu mirada se clava en mí. Inclusive en este momento. Y sé, que esa forma de verme tiene mucho que ver con toda la situación de ayer que nos llevó a dar un paso hacia atrás.
YULIA: ¿Puedo ser directa y hacerte una pregunta?
LENA: Entonces, ¿Asumes mi precio?
YULIA: ¿Cuál es el precio?
LENA: Sólo di sí o no. Después te lo diré. -Yulia y su curiosidad, no pudieron resistir la oferta. Un precio que tendría que pagar hasta después, parecía ser una excelente transacción.-
YULIA: Está bien, está bien. Trato hecho. ¿Puedo?
LENA: Excelente, a ver adelante con tu pregunta. -Sonrió
maliciosamente victoriosa. Yulia estaba arrinconada sin darse cuenta.-
YULIA: -Aclarando la garganta, lanzó su pregunta.- ¿Te gusto, Lena?...
Última edición por SandyQueen el 4/27/2016, 5:55 am, editado 1 vez
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Capitulo VIII
LENA: No se crea tan hermosa como para tentarme señorita Volkova; hermosa y me atrevo a decir que sensualmente bella pero no tentadora. -Lena había iniciado su "plan" para envolver a Yulia en misterio y dudas. No sabía si su decisión había sido la correcta pero la noche anterior y la madrugada de ese día, debatió hasta el cansancio con su almohada. Tenía que ser esa la estrategia más eficaz. Confundir a Volkova era un juego que le iba a involucrar lentamente (o rápidamente), dependiendo de la astucia con la que llevara a cabo su plan. Después de su respuesta, Lena se dedicó a escribir en su teléfono dándole aires de desinterés a Yulia.
YULIA: Entonces ¿Esa es tu respuesta? ¿Vas a estar escribiendo en tu móvil hasta llegar a Kozlov, Katina?
LENA: Básicamente...
YULIA: ¿Para esto pasé por ti? ¿Sólo por esto!
LENA: ¿Pues qué esperabas? ¿Qué pretendías, Volkova? -Yulia sintiéndose acorralada y sin poder pensar en algo que realmente aclarara ese cambio repentino y extraño de Katina, obligadamente permaneció en silencio. Su cabeza daba vueltas ¿Y si me equivoqué? ¿Y si Lena no es...? Quizá fue idiota de mi parte preguntar eso.. - Hey Yulia, no te vayas a ir de largo; la entrada al estacionamiento de Kozlov ya está enseguida y ya vamos tarde; no tenemos tiempo qué perder.
La confusión en Yulia era tal que justo frente al conservatorio, sus pensamientos alborotados, hicieron que detuviera la marcha del vehículo súbitamente, experimentando un fuerte jaloneo el cual hizo que el ritmo cardiaco de Lena, acelerara.
LENA: ¡Volkova! ¿Por qué haces eso! ¿Qué te pasa! -Yulia permaneció inmóvil e inexpresiva. Sentía vergüenza por su pregunta tan atrevida y los sentimientos que le estaba despertando Lena la estaban haciendo estallar.-
YULIA: Perdóname... Por esto y por mi pregunta. No sé en qué estaba pensando. No lo pensé de hecho. -Lena sabía que tenía a su morena en donde quería y para rematar su expresión le reiteró la deuda adquirida-
LENA: Por eso te dije que tendría un precio. Lamento mucho si no fue lo que quiso escuchar, SE-ÑO-RI-TA Volkova, pero de igual la pregunta me la hizo y tiene que pagar por ello.
YULIA: -Riéndose y reaccionando un poco más después de su frenado, dirigió su mirada a la pelirroja.- ¿Qué! No inventes... ¿Pero si qué!
LENA: Te lo repito Volkova. Yo te advertí que te respondería bajo un costo que pagarías después -Después de tu pregunta, reiteró, Lena.- No sé si mi respuesta te decepcionó. No lo creo, ¿Por qué habría de haberte decepcionado?... -Sarcásticamente observó a Yulia y notó cómo apretó una mano al volante y la otra la llevó con fuerza a la palanca del automóvil.- Tú aceptaste, te di mi contestación y ahora tienes que pagar.
YULIA: Ok, ok, ok, ya entendí. ¿Qué quieres? -Refunfuñando puso en marcha el vehículo nuevamente hacia el estacionamiento del conservatorio. Una "campanita" de victoria sonó para Lena.-
LENA: Te quiero como mi esclava sexual.
YULIA: ¡Qué cosa! -Yulia clavó el automóvil en el primer cajón del estacionamiento que encontró. No daba crédito a las palabras que acababa de escuchar pronunciar a Katina.- ¿Esclava sexual? ¿Acabas de decir eso? -Lena comenzó a reír escandalosamente y replicó-
LENA: ¡Cómo crees! Era broma. Ni que tuvieras tanta suerte, Volkova. Quise ver tu reacción. Me haces reír. -Su compañera Yulia permaneció con los ojos muy abiertos sin poder dar crédito a nada; ni a la respuestas tras su inoportuna pregunta así como tampoco a su juego de esclavitud sexual.-
YULIA: Ya deja de jugar. A mí no me divierte, Katina, y me estoy comenzando a exasperar. Eso es lo que ocasionas.
LENA: Pues resiste porque sí vas a ser mi esclava... No como tú quisieras –Yulia frunció su ceño y refunfuñó con toda la desesperación que estaba comenzando a sentir. Estar sometida no era una posición agradable para ella.- Serás mi esclava por una semana, así que no te quedes ahí. Bájate y abre mi puerta, ¿Dónde están tus modales tan galantes? -Lena le guiñó y le sonrió. Yulia estaba siendo lentamente provocada y seducida. Sin discutir ni gastar más segundos, bajó del auto y abrió la puerta de la señorita Katina; extendió su mano para tomar la de ella y ayudarle a salir.
Un auto negro, lujoso y polarizado se estacionó velozmente algunos lugares adelante. A las chicas les llamó la atención y dejando sus manos entrelazadas, observaron al "loco" conductor. Algunos autos estorbaban la visibilidad de las señoritas; Lena había reconocido el vehículo en segundos, sin embargo su prerrogativa comenzaría al darse cuenta que del auto saldría la señora Nastya Volkova acompañando a su madre la señora Anna Katina. Lena salió del automóvil sin soltar la mano de Yulia y a la pequeña distancia, espectaron un abrazo extendido y una sonrisa muy prolongada tanto de Anna como de Nastya. No habían advertido la presencia y mirada de sus hijas que permanecían asombradas. Caminaron un poco riendo y rodeando sus cinturas con sus manos acoplándose y casi fusionándose. La risa fue fulminada por la mirada de las chicas que no daban crédito a lo que estaba sucediendo ante ellas. Al sentirse observadas, dirigieron su mirada y ahí estaban ellas. Las cuatro permanecieron en silencio sólo observándose confusamente. -¿Qué demonios es esto?...- Pensó Yulia apretando fuertemente los dientes sin retirar su vista de Nastya y Anna abrazadas...
Decidí seguir caminando. Ella continuó por su lado sujetando con fuerza su bolso y dando pasos uno tras otro tratando de escapar rápido de mí, de nosotras y de ellas. Nadie habló ni preguntó nada. Las sospechas se habían levantado tan sólo por ese momento, o por lo menos así lo creía yo. Nosotras sabíamos todo de lo nuestro y quizá ellas no sabían nada y comprendían muy poco. Por nuestra parte, nosotras sabíamos nada de lo suyo y supimos que, probablemente, apenas y comenzaban a descubrir alguna que otra cosa de lo suyo. Nuestras historias eran parecidas pero jamás iguales. Por mi parte me dedicaría y me esforzaría para que no fuera así; no permitiría que Yulia se enamorara de Lena por muchas razones... -Nastya llegó hasta su cubículo y aventó sobre su escritorio las llaves y su portafolio. Se tiró sobre su silla y llevando sus manos a su rostro, se sumergió en sus propios pensamientos.-
Éramos tan jóvenes que no sabíamos lo que queríamos con exactitud. Vivíamos en el aquí y el ahora, olvidándonos que el tiempo rebasa fácilmente el presente y llegándose el futuro, los arrepentimientos no tienen lugar en él. El pasado ya no puede cambiar y viviendo en el ahora no podemos obtener lo que tanto nos haya dolido dejar ir. Es una sincronía del universo para darnos una lección; es imposible tomar siempre las elecciones correctas, pero es totalmente posible ir por lo que represente lo correcto para ti. Y en su momento, decidí que ella no era lo correcto...
Recuerdo que estuvimos también aquí, en Kozlov. Era diferente en aquél entonces porque el conservatorio estaba luchando por posicionarse como el mejor centro de estudios de música en toda Rusia. Me dedicaba a bailar y desarrollé una potente voz para cantar. Ese día desastroso, Anna estaba en clase de piano; tan fina, tan encantadora, tan espléndida como siempre. Se preparaba para el evento de graduación después de haber cruzado el baile de gala del conservatorio. Justamente ese fue el motivo que nos llevó a discutir afuera de Kozlov, semanas después de la arrebatada noche del baile.
NASTYA: ¿Es verdad todo lo que están diciendo en Kozlov, Anna?
ANNA: No sé de qué me hables, Nastya.
NASTYA: ¿Me llamaste Nastya?
ANNA: Así te llamas.
NASTYA: Antes no era Nastya para ti; hasta hace un mes todo iba tan bien y yo era tu amor y tu mundo entero. ¿Qué pasó ahora? ¿Qué está pasando? ¿Qué hiciste aquella noche en Kozlov, Anna! Necesito que me digas qué está pasando... Me estás matando lentamente y prefiero que termines de hacerlo. ¡Entiéndelo! ¡Ya no puedo más! -Pataleé, golpeé al aire y apreté mis ojos tratando de pensar que era una pesadilla. No era así desgraciadamente.-
ANNA: No es mi culpa Nastya. Tú lo decidiste primero. Tú misma me lo dijiste en tu casa; yo estaba entre tus brazos y tuviste el descaro de decirme que buscarías casarte con un hombre, en un futuro. Que mientras tanto, quizá lo nuestro podría subsistir. ¿Crees que podías jugar conmigo así! -Yo permanecía inmóvil, perpleja y desconcertada, ¿De verdad dije eso?-
A penas y salí de tu casa y cuando regresé a verte, a tratar de hablar contigo, ahí estaba él; Alexei. Lo abrazabas con fuerza, no puedes negarlo. Él te miró y te besó locamente. No se separaron por varios segundos. Cuando te soltó, tus mejillas estaban sonrojadas, igual como lucían cuando hacíamos el amor... Tus ojos estaban muy brillosos y tu cabello liso estaba un poco alborotado por la forma en la que Alexei sujetó tu cabeza. Irrumpí la escena gritando tu nombre con toda la fuerza y fúror de mi alma. Tu expresión cambió de inmediato y vertiginosamente corriste hacia mí. Yo corrí para alejarme de ti, no quería verte, escucharte y mucho menos tocarte. Me pediste perdón, lloraste, te hincaste y me dijiste que había sido un error. ¿Error? Tus palabras vacilaban mi entendimiento y la verdad capturada por mis ojos. ¿Continúo, Nastya?
NASTYA: Eso no justifica los rumores que ahora estoy convencida, son reales.
ANNA: ¡Entonces para qué me lo preguntas!
NASTYA: Si esto se va a terminar, dímelo tú. ¡Dime las cosas de frente, Anna! -Tus ojos estaban enfurecidos y cabreados, sabía que ese era el inicio del final.-
ANNA: ¡Sí Nastya! ¡Sí me acosté con Sergey! ¡No llegó solo, yo lo invité al baile! ¿Te digo todo lo que hicimos?... -No pude evitarlo, te lo merecías. Te di una bofetada tan dolorosa como lo que estaba sintiendo en ese momento... Y aún así creo que me faltó más fuerza para igualar el dolor. Después me hinqué en el suelo, sintiéndome derrotada y totalmente deshecha. Comenzaste a llorar y yo también pero derramando mis lágrimas al piso.-
NASTYA: Los vieron... les tomaron fotografías y quisieron mostrarme una. No la vi, me acobardé. Si eras tú, por supuesto te iba a reconocer y no quería saberlo.. Hay alguien que odia a Sergey y creyó que mostrándome esa repugnante y atroz foto, iría a darle su merecido. Sólo me rompió en pedazos al escuchar la firmeza de su declaración y le prueba que con tanta determinación, puso ante mis ojos para verla. ¡Lárgate de mi vista, Anna! ¡Jamás volveré a buscarte! ¡No eres la persona que conocí, eres detestable para mí! ¡Quédate con el presuntuoso y cargante de Sergey! ¡Dudo que seas feliz!
ANNA: ¡Pues sí lo haré! ¡Me quedaré con él! -Se me ocurrió gritarte preguntando el por qué; tu respuesta no la esperaba. Había algo más tras tu decisión y me lo revelaste. No creí que fuera verdad. No sé de dónde saqué valor para no acabar con mi vida. Desde el suelo, con mis lágrimas brotando sin cesar, cerraste los ojos y llorando me revelaste tu secreto...
Alguien tocó la puerta del cubículo de la maestra Nastya, alertándola e interrumpiendo sus ideas. Era el maestro de Viktor Ivanov de la clase de composición. Quería mostrarle algo muy urgente a la maestra de canto. La señora de Volkov se levantó de su silla y abrió la puerta para dejar entrar a su compañero.
NASTYA: ¿Qué pasa, maestro Ivanov?
VIKTOR: Necesito que vea esta partitura y la composición. Acabo de encontrársela a un alumno y estaba interpretándola el su salón de canto . Iba pasando hacia mi salón y escuché todo. Primero aplaudí, luego se la arrebaté. Dígame usted, qué opina.
Nastya tomó la hoja con la partitura y comenzó a leerla; tenía muy buen ritmo, rápido y parecía que hasta podía ser bailable. No pudo evitar comenzar a reírse tanto que volvió a tomar su lugar.
NASTYA: Sr. Ivanov, realmente esta composición es increíble. ¿Quién la compuso? ¿Quién la estaba cantando?
VIKTOR: El autor de este material es el joven Nicoláav Petrovic. -La maestra Nastya no logró eludir su carcajada-
NASTYA: ¡Ese joven es un genio! ¡Lléveme con él, Sr. Ivanov. Pero vamos a escuchar su composición a manera de reprenderlo. Vamos a darle un pequeño escarmiento aunque en realidad, este trabajo no tiene nada de maléfico ni revoltoso. Es divertida la canción y tiene mucho ritmo. ¡No puedo esperar a escucharla!
Yulia se había encontrado con Nico y Scarlett al entrar al conversatorio. Apostilló con ellos el suceso del estacionamiento. Todos quedaron perplejos. La señorita Katina, buscó a Nadia y aguardando en otra esquina apartada de Yulia y sus amigos, platicó con ella la escena extraña del estacionamiento. Unos tacones y el sonido de unos zapatos rechinando sobre el elegante piso del conservatorio, los dejó enmudecidos. Al entrar, la maestra Nastya pidió al estudiante Nicoláav Petrovic que pasara al frente y explicara la razón de ser de la pieza compuesta.
NASTYA: Joven, me agrada ver su talento para esta asignatura. Me gustaría escuchar cómo suena. Pero primero, explíqueme la razón de ser de ésta. Violó una regla de Kozlov; puede entrar y salir de los salones, sin embargo, está prohibido usar instrumentos sin supervisión de los maestros. Usted comprenderá que tratamos de ofrecerles las mejores instalaciones y no falta aquel que por descuido llegan a estropear de alguna manera, el equipo de música. Usted lo hizo justo en mi salón. Eso merece una sanción pero estoy dispuesta a evitar la amonestación si usted, me justifica la razón de ser de su pieza y nos deleita con ella.
NICO: Se la puedo explicar, maestra Volkova. Pero con el respeto de ustedes maestros, no creo que quieran escucharla. Puede resultar ofensiva... Y polémica. -Nastya le interrumpió para pedirle que no se limitara y procediera a explicarla para posteriormente interpretarla. Sin poder negarse a la requisición de la maestra, exhaló y se las explicó.- La partitura se la dedico a un individuo el cual me hizo enfurecer el día de ayer. Su falta de hue... -¡Señor Petrovic!, exclamó la Nastya,- Perdón, pero sucede que realmente demostró su escaso valor. Golpeé a un chico que trató de escudarse detrás de una mujer. Además ya me había faltado al respeto y por mi parte, nunca fui irrespetuoso ni burdo. Todavía esta mañana me sentía asfixiado de enojo y con fuertes deseos de verle nuevamente para propiciarle una gran golpiza, sin embargo, preferí descargar mi furia en esta pieza.
NASTYA: ¡Qué maravilla, Sr. Petrovic! ¿Podría tocarla para nosotros? -Nico asintió, no sin antes establecer sus condiciones ante la maestra Nastya.-
NICO: Yo no la cantaré. Si quiere escucharla la cantará la Señorita Yulia Volkova en compañía de Lena Katina. -Las chicas despistadas, escucharon sus nombres y sin oportunidad de refutar la solicitud de su amigo Nico, recibieron la partitura y les indicó algunos tiempos a considerar para cantarla y conocer su ritmo.- ¡Les quedará maravillosa! Créanme, es una excelente canción. Sus voces sonarán perfectas, ¡Confíen en mí! ¡Además esta puede ser su oportunidad para que las seleccionen directamente para la interpretación en el gran auditorio, al final de la semana! Y sobre todo, es tu oportunidad Volkova; esta partitura imagínatela compuesta por Lena para el gay de su novio, Vanya.
LENA: ¡No es mi novio! Es un amigo de la familia...
YULIA: Eres un tonto. ¿Malchik Gay? Esta es una broma... El día entero es una broma. ¿En qué momento la hiciste!
NICO: Puedes hacer muchas cosas si llegas temprano, Volkova. Lástima que el maestro Ivanov la decomisó y ahora, ustedes la cantarán. ¡No es maravilloso! ¡Estoy ansioso! ¡Hagan su mejor esfuerzo! Ahora toma el teclado y tú el micrófono, Lena. Acerca el tuyo, Yulia. ¡Es hora de escucharla!
Yulia y Lena comenzaron desorbitadas; después de asegurarse de algunos detalles, se miraron y se aseguraron de estar preparadas. Sería la primera ocasión en la que cantarían juntas y esa composición era un gran reto porque representaba mucha fuerza en voz desde el inicio. Contaron desde 3 y el pequeño espectáculo comenzó.
Malchik gay
Malchik gay, malchik gay
Malchik gay
Malchik gay, malchik gay
Malchik gay
Malchik gay
Handsome
Tender
Soft
Why do you look right through me
thinking
"No"
I can't deny my feelings
Growing strong
I try to keep believing
dreaming on
And every time I see you
I crave more
I wanna pull you closer
closer
closer
closer
but you leave me feeling frozen...
Las voces combinadas fueron sublimes. Las chicas se dieron confianza entre sí y disfrutaron tanto la canción que desde sus lugares bailaron y escenificaron con movimientos exagerados y divertidos a la vez, de principio a fin. Yulia no podía evadir la mirada de Lena y viceversa. Eran 3 minutos y segundos de felicidad inmensa para ambas. ¿Realmente estaba escuchándose tan maravilloso como ellas lo estaban percibiendo? De cualquier manera disfrutaron la presencia entre sí. En el salón se encontraban los estudiantes que tomarían la clase en ese lugar, y aunque no eran muchos, parecía que había un auditorio lleno el cuál estaba extasiado con la música. Era perfecto; la canción, el dúo y la intensidad.
Al finalizar, sus compañeros les reconocieron el esfuerzo; todos celebraban el espectáculo; ese dúo era realmente prometedor. Todos excepto la maestra Nastya, estuvieron de acuerdo, la cual, interrumpió la alegría y como nunca, gritó a todos exigiendo silencio.
NASTYA: ¡Suficiente! Sr. Nicoláav, como se lo dije, no será amonestado. Sin embargo a ustedes dos, señorita Volkova y señorita Katina, no quiero volver a escucharlas. En mi clase no podrán cantar juntas y si quieren aspirar al concurso de talento, deberá ser por separado! -Sin decir ni una sola palabra más, salió con dirección a su cubículo. Decidida cerró la puerta del salón con fuerza y determinación. Nadie se explicaba la actitud y palabras de la maestra Volkova. Por lo menos no conocían ni conocerían fácilmente, las razones que había tras esa decisión.
Yulia, Lena y sus amigos quedaron estupefactos. Tenían tantas ideas revoloteando y nada tenía sentido. Nada era claro y nada de lo que estaba sucediendo, era predecible. -Creo que a mi madre se le metió el diablo... Esto es nuevo para mí. ¿Qué está sucediendo, Nastya?...
Tú, Yo y... Una retrospectiva.
LENA: No se crea tan hermosa como para tentarme señorita Volkova; hermosa y me atrevo a decir que sensualmente bella pero no tentadora. -Lena había iniciado su "plan" para envolver a Yulia en misterio y dudas. No sabía si su decisión había sido la correcta pero la noche anterior y la madrugada de ese día, debatió hasta el cansancio con su almohada. Tenía que ser esa la estrategia más eficaz. Confundir a Volkova era un juego que le iba a involucrar lentamente (o rápidamente), dependiendo de la astucia con la que llevara a cabo su plan. Después de su respuesta, Lena se dedicó a escribir en su teléfono dándole aires de desinterés a Yulia.
YULIA: Entonces ¿Esa es tu respuesta? ¿Vas a estar escribiendo en tu móvil hasta llegar a Kozlov, Katina?
LENA: Básicamente...
YULIA: ¿Para esto pasé por ti? ¿Sólo por esto!
LENA: ¿Pues qué esperabas? ¿Qué pretendías, Volkova? -Yulia sintiéndose acorralada y sin poder pensar en algo que realmente aclarara ese cambio repentino y extraño de Katina, obligadamente permaneció en silencio. Su cabeza daba vueltas ¿Y si me equivoqué? ¿Y si Lena no es...? Quizá fue idiota de mi parte preguntar eso.. - Hey Yulia, no te vayas a ir de largo; la entrada al estacionamiento de Kozlov ya está enseguida y ya vamos tarde; no tenemos tiempo qué perder.
La confusión en Yulia era tal que justo frente al conservatorio, sus pensamientos alborotados, hicieron que detuviera la marcha del vehículo súbitamente, experimentando un fuerte jaloneo el cual hizo que el ritmo cardiaco de Lena, acelerara.
LENA: ¡Volkova! ¿Por qué haces eso! ¿Qué te pasa! -Yulia permaneció inmóvil e inexpresiva. Sentía vergüenza por su pregunta tan atrevida y los sentimientos que le estaba despertando Lena la estaban haciendo estallar.-
YULIA: Perdóname... Por esto y por mi pregunta. No sé en qué estaba pensando. No lo pensé de hecho. -Lena sabía que tenía a su morena en donde quería y para rematar su expresión le reiteró la deuda adquirida-
LENA: Por eso te dije que tendría un precio. Lamento mucho si no fue lo que quiso escuchar, SE-ÑO-RI-TA Volkova, pero de igual la pregunta me la hizo y tiene que pagar por ello.
YULIA: -Riéndose y reaccionando un poco más después de su frenado, dirigió su mirada a la pelirroja.- ¿Qué! No inventes... ¿Pero si qué!
LENA: Te lo repito Volkova. Yo te advertí que te respondería bajo un costo que pagarías después -Después de tu pregunta, reiteró, Lena.- No sé si mi respuesta te decepcionó. No lo creo, ¿Por qué habría de haberte decepcionado?... -Sarcásticamente observó a Yulia y notó cómo apretó una mano al volante y la otra la llevó con fuerza a la palanca del automóvil.- Tú aceptaste, te di mi contestación y ahora tienes que pagar.
YULIA: Ok, ok, ok, ya entendí. ¿Qué quieres? -Refunfuñando puso en marcha el vehículo nuevamente hacia el estacionamiento del conservatorio. Una "campanita" de victoria sonó para Lena.-
LENA: Te quiero como mi esclava sexual.
YULIA: ¡Qué cosa! -Yulia clavó el automóvil en el primer cajón del estacionamiento que encontró. No daba crédito a las palabras que acababa de escuchar pronunciar a Katina.- ¿Esclava sexual? ¿Acabas de decir eso? -Lena comenzó a reír escandalosamente y replicó-
LENA: ¡Cómo crees! Era broma. Ni que tuvieras tanta suerte, Volkova. Quise ver tu reacción. Me haces reír. -Su compañera Yulia permaneció con los ojos muy abiertos sin poder dar crédito a nada; ni a la respuestas tras su inoportuna pregunta así como tampoco a su juego de esclavitud sexual.-
YULIA: Ya deja de jugar. A mí no me divierte, Katina, y me estoy comenzando a exasperar. Eso es lo que ocasionas.
LENA: Pues resiste porque sí vas a ser mi esclava... No como tú quisieras –Yulia frunció su ceño y refunfuñó con toda la desesperación que estaba comenzando a sentir. Estar sometida no era una posición agradable para ella.- Serás mi esclava por una semana, así que no te quedes ahí. Bájate y abre mi puerta, ¿Dónde están tus modales tan galantes? -Lena le guiñó y le sonrió. Yulia estaba siendo lentamente provocada y seducida. Sin discutir ni gastar más segundos, bajó del auto y abrió la puerta de la señorita Katina; extendió su mano para tomar la de ella y ayudarle a salir.
Un auto negro, lujoso y polarizado se estacionó velozmente algunos lugares adelante. A las chicas les llamó la atención y dejando sus manos entrelazadas, observaron al "loco" conductor. Algunos autos estorbaban la visibilidad de las señoritas; Lena había reconocido el vehículo en segundos, sin embargo su prerrogativa comenzaría al darse cuenta que del auto saldría la señora Nastya Volkova acompañando a su madre la señora Anna Katina. Lena salió del automóvil sin soltar la mano de Yulia y a la pequeña distancia, espectaron un abrazo extendido y una sonrisa muy prolongada tanto de Anna como de Nastya. No habían advertido la presencia y mirada de sus hijas que permanecían asombradas. Caminaron un poco riendo y rodeando sus cinturas con sus manos acoplándose y casi fusionándose. La risa fue fulminada por la mirada de las chicas que no daban crédito a lo que estaba sucediendo ante ellas. Al sentirse observadas, dirigieron su mirada y ahí estaban ellas. Las cuatro permanecieron en silencio sólo observándose confusamente. -¿Qué demonios es esto?...- Pensó Yulia apretando fuertemente los dientes sin retirar su vista de Nastya y Anna abrazadas...
Decidí seguir caminando. Ella continuó por su lado sujetando con fuerza su bolso y dando pasos uno tras otro tratando de escapar rápido de mí, de nosotras y de ellas. Nadie habló ni preguntó nada. Las sospechas se habían levantado tan sólo por ese momento, o por lo menos así lo creía yo. Nosotras sabíamos todo de lo nuestro y quizá ellas no sabían nada y comprendían muy poco. Por nuestra parte, nosotras sabíamos nada de lo suyo y supimos que, probablemente, apenas y comenzaban a descubrir alguna que otra cosa de lo suyo. Nuestras historias eran parecidas pero jamás iguales. Por mi parte me dedicaría y me esforzaría para que no fuera así; no permitiría que Yulia se enamorara de Lena por muchas razones... -Nastya llegó hasta su cubículo y aventó sobre su escritorio las llaves y su portafolio. Se tiró sobre su silla y llevando sus manos a su rostro, se sumergió en sus propios pensamientos.-
Éramos tan jóvenes que no sabíamos lo que queríamos con exactitud. Vivíamos en el aquí y el ahora, olvidándonos que el tiempo rebasa fácilmente el presente y llegándose el futuro, los arrepentimientos no tienen lugar en él. El pasado ya no puede cambiar y viviendo en el ahora no podemos obtener lo que tanto nos haya dolido dejar ir. Es una sincronía del universo para darnos una lección; es imposible tomar siempre las elecciones correctas, pero es totalmente posible ir por lo que represente lo correcto para ti. Y en su momento, decidí que ella no era lo correcto...
Recuerdo que estuvimos también aquí, en Kozlov. Era diferente en aquél entonces porque el conservatorio estaba luchando por posicionarse como el mejor centro de estudios de música en toda Rusia. Me dedicaba a bailar y desarrollé una potente voz para cantar. Ese día desastroso, Anna estaba en clase de piano; tan fina, tan encantadora, tan espléndida como siempre. Se preparaba para el evento de graduación después de haber cruzado el baile de gala del conservatorio. Justamente ese fue el motivo que nos llevó a discutir afuera de Kozlov, semanas después de la arrebatada noche del baile.
NASTYA: ¿Es verdad todo lo que están diciendo en Kozlov, Anna?
ANNA: No sé de qué me hables, Nastya.
NASTYA: ¿Me llamaste Nastya?
ANNA: Así te llamas.
NASTYA: Antes no era Nastya para ti; hasta hace un mes todo iba tan bien y yo era tu amor y tu mundo entero. ¿Qué pasó ahora? ¿Qué está pasando? ¿Qué hiciste aquella noche en Kozlov, Anna! Necesito que me digas qué está pasando... Me estás matando lentamente y prefiero que termines de hacerlo. ¡Entiéndelo! ¡Ya no puedo más! -Pataleé, golpeé al aire y apreté mis ojos tratando de pensar que era una pesadilla. No era así desgraciadamente.-
ANNA: No es mi culpa Nastya. Tú lo decidiste primero. Tú misma me lo dijiste en tu casa; yo estaba entre tus brazos y tuviste el descaro de decirme que buscarías casarte con un hombre, en un futuro. Que mientras tanto, quizá lo nuestro podría subsistir. ¿Crees que podías jugar conmigo así! -Yo permanecía inmóvil, perpleja y desconcertada, ¿De verdad dije eso?-
A penas y salí de tu casa y cuando regresé a verte, a tratar de hablar contigo, ahí estaba él; Alexei. Lo abrazabas con fuerza, no puedes negarlo. Él te miró y te besó locamente. No se separaron por varios segundos. Cuando te soltó, tus mejillas estaban sonrojadas, igual como lucían cuando hacíamos el amor... Tus ojos estaban muy brillosos y tu cabello liso estaba un poco alborotado por la forma en la que Alexei sujetó tu cabeza. Irrumpí la escena gritando tu nombre con toda la fuerza y fúror de mi alma. Tu expresión cambió de inmediato y vertiginosamente corriste hacia mí. Yo corrí para alejarme de ti, no quería verte, escucharte y mucho menos tocarte. Me pediste perdón, lloraste, te hincaste y me dijiste que había sido un error. ¿Error? Tus palabras vacilaban mi entendimiento y la verdad capturada por mis ojos. ¿Continúo, Nastya?
NASTYA: Eso no justifica los rumores que ahora estoy convencida, son reales.
ANNA: ¡Entonces para qué me lo preguntas!
NASTYA: Si esto se va a terminar, dímelo tú. ¡Dime las cosas de frente, Anna! -Tus ojos estaban enfurecidos y cabreados, sabía que ese era el inicio del final.-
ANNA: ¡Sí Nastya! ¡Sí me acosté con Sergey! ¡No llegó solo, yo lo invité al baile! ¿Te digo todo lo que hicimos?... -No pude evitarlo, te lo merecías. Te di una bofetada tan dolorosa como lo que estaba sintiendo en ese momento... Y aún así creo que me faltó más fuerza para igualar el dolor. Después me hinqué en el suelo, sintiéndome derrotada y totalmente deshecha. Comenzaste a llorar y yo también pero derramando mis lágrimas al piso.-
NASTYA: Los vieron... les tomaron fotografías y quisieron mostrarme una. No la vi, me acobardé. Si eras tú, por supuesto te iba a reconocer y no quería saberlo.. Hay alguien que odia a Sergey y creyó que mostrándome esa repugnante y atroz foto, iría a darle su merecido. Sólo me rompió en pedazos al escuchar la firmeza de su declaración y le prueba que con tanta determinación, puso ante mis ojos para verla. ¡Lárgate de mi vista, Anna! ¡Jamás volveré a buscarte! ¡No eres la persona que conocí, eres detestable para mí! ¡Quédate con el presuntuoso y cargante de Sergey! ¡Dudo que seas feliz!
ANNA: ¡Pues sí lo haré! ¡Me quedaré con él! -Se me ocurrió gritarte preguntando el por qué; tu respuesta no la esperaba. Había algo más tras tu decisión y me lo revelaste. No creí que fuera verdad. No sé de dónde saqué valor para no acabar con mi vida. Desde el suelo, con mis lágrimas brotando sin cesar, cerraste los ojos y llorando me revelaste tu secreto...
Alguien tocó la puerta del cubículo de la maestra Nastya, alertándola e interrumpiendo sus ideas. Era el maestro de Viktor Ivanov de la clase de composición. Quería mostrarle algo muy urgente a la maestra de canto. La señora de Volkov se levantó de su silla y abrió la puerta para dejar entrar a su compañero.
NASTYA: ¿Qué pasa, maestro Ivanov?
VIKTOR: Necesito que vea esta partitura y la composición. Acabo de encontrársela a un alumno y estaba interpretándola el su salón de canto . Iba pasando hacia mi salón y escuché todo. Primero aplaudí, luego se la arrebaté. Dígame usted, qué opina.
Nastya tomó la hoja con la partitura y comenzó a leerla; tenía muy buen ritmo, rápido y parecía que hasta podía ser bailable. No pudo evitar comenzar a reírse tanto que volvió a tomar su lugar.
NASTYA: Sr. Ivanov, realmente esta composición es increíble. ¿Quién la compuso? ¿Quién la estaba cantando?
VIKTOR: El autor de este material es el joven Nicoláav Petrovic. -La maestra Nastya no logró eludir su carcajada-
NASTYA: ¡Ese joven es un genio! ¡Lléveme con él, Sr. Ivanov. Pero vamos a escuchar su composición a manera de reprenderlo. Vamos a darle un pequeño escarmiento aunque en realidad, este trabajo no tiene nada de maléfico ni revoltoso. Es divertida la canción y tiene mucho ritmo. ¡No puedo esperar a escucharla!
Yulia se había encontrado con Nico y Scarlett al entrar al conversatorio. Apostilló con ellos el suceso del estacionamiento. Todos quedaron perplejos. La señorita Katina, buscó a Nadia y aguardando en otra esquina apartada de Yulia y sus amigos, platicó con ella la escena extraña del estacionamiento. Unos tacones y el sonido de unos zapatos rechinando sobre el elegante piso del conservatorio, los dejó enmudecidos. Al entrar, la maestra Nastya pidió al estudiante Nicoláav Petrovic que pasara al frente y explicara la razón de ser de la pieza compuesta.
NASTYA: Joven, me agrada ver su talento para esta asignatura. Me gustaría escuchar cómo suena. Pero primero, explíqueme la razón de ser de ésta. Violó una regla de Kozlov; puede entrar y salir de los salones, sin embargo, está prohibido usar instrumentos sin supervisión de los maestros. Usted comprenderá que tratamos de ofrecerles las mejores instalaciones y no falta aquel que por descuido llegan a estropear de alguna manera, el equipo de música. Usted lo hizo justo en mi salón. Eso merece una sanción pero estoy dispuesta a evitar la amonestación si usted, me justifica la razón de ser de su pieza y nos deleita con ella.
NICO: Se la puedo explicar, maestra Volkova. Pero con el respeto de ustedes maestros, no creo que quieran escucharla. Puede resultar ofensiva... Y polémica. -Nastya le interrumpió para pedirle que no se limitara y procediera a explicarla para posteriormente interpretarla. Sin poder negarse a la requisición de la maestra, exhaló y se las explicó.- La partitura se la dedico a un individuo el cual me hizo enfurecer el día de ayer. Su falta de hue... -¡Señor Petrovic!, exclamó la Nastya,- Perdón, pero sucede que realmente demostró su escaso valor. Golpeé a un chico que trató de escudarse detrás de una mujer. Además ya me había faltado al respeto y por mi parte, nunca fui irrespetuoso ni burdo. Todavía esta mañana me sentía asfixiado de enojo y con fuertes deseos de verle nuevamente para propiciarle una gran golpiza, sin embargo, preferí descargar mi furia en esta pieza.
NASTYA: ¡Qué maravilla, Sr. Petrovic! ¿Podría tocarla para nosotros? -Nico asintió, no sin antes establecer sus condiciones ante la maestra Nastya.-
NICO: Yo no la cantaré. Si quiere escucharla la cantará la Señorita Yulia Volkova en compañía de Lena Katina. -Las chicas despistadas, escucharon sus nombres y sin oportunidad de refutar la solicitud de su amigo Nico, recibieron la partitura y les indicó algunos tiempos a considerar para cantarla y conocer su ritmo.- ¡Les quedará maravillosa! Créanme, es una excelente canción. Sus voces sonarán perfectas, ¡Confíen en mí! ¡Además esta puede ser su oportunidad para que las seleccionen directamente para la interpretación en el gran auditorio, al final de la semana! Y sobre todo, es tu oportunidad Volkova; esta partitura imagínatela compuesta por Lena para el gay de su novio, Vanya.
LENA: ¡No es mi novio! Es un amigo de la familia...
YULIA: Eres un tonto. ¿Malchik Gay? Esta es una broma... El día entero es una broma. ¿En qué momento la hiciste!
NICO: Puedes hacer muchas cosas si llegas temprano, Volkova. Lástima que el maestro Ivanov la decomisó y ahora, ustedes la cantarán. ¡No es maravilloso! ¡Estoy ansioso! ¡Hagan su mejor esfuerzo! Ahora toma el teclado y tú el micrófono, Lena. Acerca el tuyo, Yulia. ¡Es hora de escucharla!
Yulia y Lena comenzaron desorbitadas; después de asegurarse de algunos detalles, se miraron y se aseguraron de estar preparadas. Sería la primera ocasión en la que cantarían juntas y esa composición era un gran reto porque representaba mucha fuerza en voz desde el inicio. Contaron desde 3 y el pequeño espectáculo comenzó.
Malchik gay
Malchik gay, malchik gay
Malchik gay
Malchik gay, malchik gay
Malchik gay
Malchik gay
Handsome
Tender
Soft
Why do you look right through me
thinking
"No"
I can't deny my feelings
Growing strong
I try to keep believing
dreaming on
And every time I see you
I crave more
I wanna pull you closer
closer
closer
closer
but you leave me feeling frozen...
Las voces combinadas fueron sublimes. Las chicas se dieron confianza entre sí y disfrutaron tanto la canción que desde sus lugares bailaron y escenificaron con movimientos exagerados y divertidos a la vez, de principio a fin. Yulia no podía evadir la mirada de Lena y viceversa. Eran 3 minutos y segundos de felicidad inmensa para ambas. ¿Realmente estaba escuchándose tan maravilloso como ellas lo estaban percibiendo? De cualquier manera disfrutaron la presencia entre sí. En el salón se encontraban los estudiantes que tomarían la clase en ese lugar, y aunque no eran muchos, parecía que había un auditorio lleno el cuál estaba extasiado con la música. Era perfecto; la canción, el dúo y la intensidad.
Al finalizar, sus compañeros les reconocieron el esfuerzo; todos celebraban el espectáculo; ese dúo era realmente prometedor. Todos excepto la maestra Nastya, estuvieron de acuerdo, la cual, interrumpió la alegría y como nunca, gritó a todos exigiendo silencio.
NASTYA: ¡Suficiente! Sr. Nicoláav, como se lo dije, no será amonestado. Sin embargo a ustedes dos, señorita Volkova y señorita Katina, no quiero volver a escucharlas. En mi clase no podrán cantar juntas y si quieren aspirar al concurso de talento, deberá ser por separado! -Sin decir ni una sola palabra más, salió con dirección a su cubículo. Decidida cerró la puerta del salón con fuerza y determinación. Nadie se explicaba la actitud y palabras de la maestra Volkova. Por lo menos no conocían ni conocerían fácilmente, las razones que había tras esa decisión.
Yulia, Lena y sus amigos quedaron estupefactos. Tenían tantas ideas revoloteando y nada tenía sentido. Nada era claro y nada de lo que estaba sucediendo, era predecible. -Creo que a mi madre se le metió el diablo... Esto es nuevo para mí. ¿Qué está sucediendo, Nastya?...
Última edición por SandyQueen el 5/1/2016, 1:47 am, editado 1 vez
SandyQueen- Mensajes : 184
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Localización : Mexico
A Mayra Pérez le gusta esta publicaciòn
Re: A Diez Centímetros De Ti
Wow está super buena no demores en la conti
Por cierto es raro que le hayas cambiado el nombre a los padres de Lena y Yulia
Por cierto es raro que le hayas cambiado el nombre a los padres de Lena y Yulia
VIVALENZ28- Mensajes : 921
Fecha de inscripción : 04/08/2014
Re: A Diez Centímetros De Ti
Gracias por leer
Sí, es raro pero lo que quería es que no se imaginaran netamente los rostros de ellos. Te imaginas a Inessa y a Larissa en esta situación? xD
Espero subir continuación éste Sábado
Sí, es raro pero lo que quería es que no se imaginaran netamente los rostros de ellos. Te imaginas a Inessa y a Larissa en esta situación? xD
Espero subir continuación éste Sábado
SandyQueen- Mensajes : 184
Fecha de inscripción : 28/02/2016
Edad : 35
Localización : Mexico
Re: A Diez Centímetros De Ti
Jajajajajajaja cierto sería raro xD esperaré el sábado para leerla entonces
VIVALENZ28- Mensajes : 921
Fecha de inscripción : 04/08/2014
Re: A Diez Centímetros De Ti
Capitulo IX
[Desde que encontramos a Nastya y Anna en el estacionamiento a su llegada de no sé dónde, las cosas comenzaron a cambiar un poco, sobre todo entre mi madre y yo. Mi padre no tardó en pescar que algo estaba ocurriendo, sin embargo, mi mamá se encargaba de no tocar el tema y enseguida, optaba por alejarse.]
Agarré mis cosas rápidamente, incluyendo las llaves de mi auto y sin avisar en mi casa, me puse en marcha.. Katina me explicaría los detalles y las condiciones de mi "esclavitud". Esa señorita pelirroja era castrante... creo. En los siguientes días estaría a su merced; sería como un velero a la deriva en altamar. Pero lo peor del caso es que en mi altamar imaginario, habría un huracán llamado Katina. El huracán Katina iba a traer secuelas; podía asegurarlo.
Su primer exigencia fue irme vestida lo mejor posible. Lo más atractiva que pudiera. Elegí para esa ocasión una mini falda color negro y me puse unas botas hasta la rodilla; éstas eran también negras. Estuve indecisa en llevármelas o no ya que el tacón era muy delgado y bastante alto. Después de batallar un poco para decidirme, escogí una camisa blanca Lacoste y un saco con parches en los codos. Alisé mi cabellera y me puse un sombrero tipo boina; lo acomodé ligeramente de lado y lo sujeté a mi pelo para que no se moviera (ni se cayera). Me maquillé completamente, poniendo base para untarme maquillaje líquido, agregué sombras a mi rostro y me aseguré de tener mis mejillas con el rubor perfecto. Me puse labial rojo y brilloso. Por último me puse una corbata color rojo y guantes blancos. -Estoy lista para ti.- Pensé.
La Srita. Katina me pidió pasar por ella a su departamento pero me encontraría en el estacionamiento para no tardar el eterno tiempo que la seguridad del edificio, hacia que le invirtieras para lograr ingresar bajo su estricta revisión. En el auto rocié aromatizante para dar una excelente impresión de limpieza (si de por sí estaba impecable ya), y partí a mi destino colocando música a volumen moderado. Efectivamente, al llegar, sólo necesité abordar al edifico y ahí estaba ella. Me tuve que confesar conmigo misma ya que esa tarde, Lena lucía bastante hermosa. Su maquillaje era divino: mejillas ligeramente retocadas de color rosa, el cual en su piel, era preciso para resaltar su preciosa piel blanca. Se puso brillo en los labios únicamente pero no necesitaba más de ningún labial. Decidió llevarse puesta una falda un poco más larga con corte lateral y escotada en la pierna.La cereza en el pastel fue una blusa blanca de tirantes resaltando unos senos firmes y grandes. Soy una desgraciada pervertida -Susurré para mi interior-; sin querer, Katina, esa señorita fastidio, me ocasionó una sensación placentera y no pude negarme a seguir apreciándola más allá de lo que llevaba puesto.
LENA: ¡Hey! ¡Disculpa, Volkova! ¿Podrías dejar de verme y abrirme la maldita puerta! -¡Por dios! Mi perversión fue tanta que no disimulé ni un poco.-
YULIA: -Primero murmuré puesto que ya me había llevado al lugar en donde mi nervio se apodera de la situación- ¡Perdón, Katina! Lo que pasa es que... -Maldita sea, por supuesto no me iba a creer y no me iba a dejar terminar mi frase.-
LENA: ¡Nada! No tiene nada por decir de su pervertida, sucia y retorcida mirada.
YULIA:¿Cuál sucia! ¡Yo no te estaba viendo! Venía pensando en otras cosas; no eres lo suficientemente bella para robarte mi más sinceras miradas depravadas, Katina.
LENA: ¡Ahh! ¡Vaya! Entonces aceptas lo sucia que eres... ¿No le da pena reconocerlo!
YULIA: ¡No! ¡No! ¡No!... ¡Yo no quise decir eso! No me mal interpretes... Este es un mal entendido, Lena. Y ya deja de hablarme de usted, que me molestas, Katina. -De pronto nos quedamos en silencio por un instante que se prolongó hasta que mirándome, me sonrió tiernamente haciéndome con la cabeza, una señal para avanzar y marcharnos a nuestro destino.- De verdad podías llegar a ser más irritable y molesta que el salpullido en la axila que me ocasionó un desodorante chafa que por accidente compré alguna vez. -Me dije a mí misma y relajándome nuevamente, llevé mi mirada hacia ti... -Si pudieras leer mi mente, de seguro ya me hubieras lanzado de mi propio auto.- Sonreí.
La señorita esclavizadora, me pidió conducir hasta un restaurante que lucía muy cómodo y privado. Me dijo que era un lugar en el que frecuentemente acudían personas a hacer tratos (negocios), y que además la comida era bastante buena. Conmigo sellaría en ese confortable lugar, los términos y condiciones de nuestro contrato de esclavitud. -Esta es una estupidez, ¿Qué quiere lograr con todo esto? Mi odio de seguro.- Pensé sólo para mí y llegué a la entrada del restaurante para entregar las llaves de mi auto al ballet parking. Enseguida me anticipe a abrirle la puerta y ayudar a bajar a Katina. En silencio se dedicó a observarme y al salir del auto, colocó su brazo por debajo del mío atrapándolo. -¿Te sientes bien Katina?... Porque si es así, espero no te recuperes- Pensé mientras comenzamos a recorrer las escaleras para accesar al restaurante.
No era un lugar muy lujoso, más bien era nice, cómodo, privado y moderno. No había gente anciana con portafolios y bebiendo whiskey o vino mientras hacían negocios. Había personas jóvenes, grandes, medianas y de diferentes estilos. Había sillones tipo café con mesas centrales; también tenían una sección al aire libre en la que de forma aislada, estaban colocadas unas sombrillas con mesa y sillas a la redonda; había cubículos o habitaciones privadas y , justo al fondo una mesa reservada y con vista bastante privada ya que estaba alejada de las personas del lugar. Hizo volar mi imaginación involuntariamente, sobre lo que podía pasar entre Lena y yo aprovechando la soledad de nuestro rincón. De verdad no sé que hizo esta señorita pelirroja en mí para ser tan.. ¿Dócil? Tan ¿Complaciente?. ¿Cómo es que me ha cambiado tanto? ¿Cómo es que he llagado hasta este punto de no retorno? – Me di cuenta hasta apenas hoy de todo esto, la vedad desconocía si me desagrada o no la situación en la que me encontraba con la hermosa Katina. Recuerdo la última plática que tuve con Scarlett después de la canción de Nico que canté con Lena.
SCARLETT: Yulia… Yuuuliaa…. ¡Yulia!
YULIA: ¿Eh? ¿Qué? Perdón, ¿Qué pasa Scarlett?
SCARLETT: Eso mismo te pregunto yo monstruo; no has tocado la comida que te preparé. ¿Te pasa algo duende?
YULIA: No, nada. -Era obvio que mentía y Scarlett no sé iba a tragar eso.- Al escuchar mi respuesta solo dio un suspiro profundo y me replicó:
SCARLETT: Yulia, ¿Por qué tratas de alejarte y encerrarte? ¿Acaso no somos amigas?...
YULIA: Sí lo somos Scarlett lo que pasa es….
SCARLETT: No sabes que es lo que sientes por Elena Katina, ¿Verdad? -Sabía de antemano que Scarlett me podría leer a la perfección como un libro abierto y creo que soy de su literatura favorita. Me quedé sin nada que decir.- Así que es eso monstruo, sabes muy bien que soy toda oídos cuando se trata de ti Yulia, ¿Por qué no me has contado nada desde aquel día del skate park?
YULIA: No lo sé, estaba tan saturada de preguntas tanto de Lena como de mi madre y simplemente no sabía qué hacer.
SCARLETT: Te entiendo más no te comprendo duende. Te preguntaré de nuevo y ahora sí espero que me contestes con la verdad, ¿Te gusta la señorita Katina? –Sin poder evadir esta pregunta tuve que contestar con la verdad-
YULIA: No, no me gusta. –Me interrumpió Scarlett muy enojada-
SCARLETT: ¡No puede ser que seas tan mentirosa Volkova! ¡Me decepcionas! ¡Mira que mentirme viéndome a los ojos!
YULIA: ¡Scarlett, Scarlett! Tranquilízate, aún no terminaba mi respuesta.-Una vez que se tranquilizó, continúe con mi respuesta.- No me gusta, en verdad me fascina; sus ojos tan hermosos, su rostro tan divinamente bello, esas curvas que ¡Dios!, no sé cómo es que de buenas a primeras mi primer pensamiento sea ella. No me explico cómo lo logró. Me siento como un zombie cuando me pide algo y lo hago sin chistar.
SCARLETT: Vaya, vaya... Ella te ha cambiado mucho, nunca te había escuchado expresarte de esa manera de alguien, me atrevo a decir que ya no eres la idiota que acostumbras ser, en el buen sentido de la palabra –En verdad yo Yulia Volkova no le encontré el buen sentido a esa palabra-. De hecho te noto más centrada, hasta un poco más recatada y tus modales son más refinados –Soltando una sonrisa socarrona al decir éstas últimas palabras.- Realmente esta señorita hace que bajes tus defensas y tu nivel de sarcasmo se vuelve casi nulo cuando piensas en ella. Pero no sé si sentir alegría o preocupación por ti "mounstrito".
YULIA: Explícate, que no te entiendo Scarlett. –No me había analizado de la manera que Scarlett lo hizo, y caí en la cuenta de que estaba perdidamente enamorada de Lena-.
SCARLETT: No sé si alegrarme porque al fin alguien conquistó tu corazón y ese alguien creo yo que está haciendo florecer esa persona que siempre creí que eras. –Scarlett me miró de una manera que nuca lo había hecho, tierna, hermosa. Si no fuera ella heterosexual, desde cuando me habría fijado en ella.- Y si siento preocupación es porque... no me gustaría que sufrieras por amor, y a lo que veo y siento cuánto es que la quieres, creo que sería un golpe muy duro para ti y yo sufriría también. ¡Espera! Además, no sabes si es lesbiana, Julia. ¿O sabes algo al respecto?...
YULIA: No se lo he preguntado así... Ese día en el que llegué con ella a Kozlov, más bien, fui un poco más directa y le dije que si yo le gustaba. Yo estoy convencida en que sí es lesbiana, Scarlett; la realidad es que me quitó por un momento, mis aires e ilusiones de escuchar un SÍ a mi prerrogativa; ella dijo en pocas palabras, que ni en sueños, se rió pero sé que me ocultó la verdad por la forma en la que me observó y un pequeño coqueteo después.
SCARLETT: ¡Pero qué maravilla Volkova! Puedes ser entonces que tengas una oportunidad con ella. Aunque te diré que deberás echarle "sesera" ya que tienes dos trabajos: Permitirte enamorarla y, enamorarla.
Me quede pensando y analizando las palabras de Scarlett; sólo me limité a sonreír y me pregunté si arriesgarme o no y en preguntarte nuevamente lo que ya le había cuestionado. No quisiera recibir una evasiva. Ahora me encuentro aquí en este restaurant a punto de firmar mi pacto con una sexy y hermosa diablilla.
Tome asiento Srta. Volkova o ¿se va a quedar ahí de pie? –Estas palabras interrumpieron mis pensamientos y me regresaron a la realidad-.
YULIA: Gracias –Contesté mientras tomaba asiento en frente de mi adorado tormento-.
LENA: ¡Uy! Que seria señorita Volkova, le da un aire de misticismo y tengo que reconocerle que se ve, bastante sexy. – En serio no sabía cuál era el juego o táctica que Katina quería jugar o aplicar conmigo, pero si su táctica o juego era el de la seducción… la Srta. Volkova iba a ser una máster para ello y si se quería meter en el terreno que manejo con los ojos cerrados, esto se pondría bastante interesante -¿Gusta algo de tomar? O ¿Prefiere que pasemos directo a los términos y condiciones del contrato? –Sacando una hoja de papel ya impresa con varios términos y casi ninguna excepción ni facilidad para mí. Podía asegurarlo sin haber visto el papel. Parecía como si estuviera vendiendo mi alma al diablo, y como dije, aun diablo bastante sexy-.
YULIA: Me gustaría pedir algo de tomar mientras leo los términos, ¿Le parece Srita. pelirroja?
LENA: Soy Elena Katina para usted ¿De acuerdo? -Pedí un café Irlandés y ella solo agua simple. Le pedí mi “sentencia de muerte” para leerla y como lo sospeché, el "contrato" era una pesadilla. Eran muchas clausulas en las que prácticamente decía que tendría que ser su chofer y guardaespaldas así como también su dama de compañía; esto último creo que lo podría ver como recompensa de los dos primeros términos.
YULIA: Obviamente este “contrato” no me iba a favorecer en lo más mínimo pero, yo solo te voy a poner una condición, ¿Aceptas? – Esto último lo dije en tono de reto, a lo cual hice que ella se impacientara, y se pusiera en el lugar que yo quería.-
LENA: ¿Condición? ¿Qué condición? Creo que ahora no estás en la posición de poner condiciones Volkova.
YULIA: Es sólo para hacer más interesante la semana. Que bueno, si no quieres pues simplemente te perderás de algo bastante interesante. –Resaltando esto último con un tono bastante sensual que sabía que despertaría en Katina esa curiosidad “perversa” que sospechaba básicamente con toda segurida, estaba contenida en ella.
LENA: ¿Qué tan interesante? – ¡Te tengo! pensé-
YULIA: Sólo dime si te interesa. –Poniéndome de pie caminé hacia ella y colocándome justo detrás, le susurré estas palabras al oído: -Sólo respóndeme con un Sí o con un No.- Lena no se esperaba esta situación y se puso bastante nerviosa y muy sonrojada; sus mejillas parecían dos hermosos tomates ya maduros listos para ser cortados.-
LENA: Yo… Yo… no sé –Tartamudeando y bastante nerviosa Lena no sabía que responderme. Te tengo donde quería; ahora ya soy yo la dueña de la situación, Ay Lena, Lena, Lena, te dije que yo en esto de seducción soy una máster.- Diciéndolo a mis adentros.y acercándome más a su rostro para rosar mi mejilla contra la de ella.-
YULIA: Solo tienes que decir Sí o NO. –Dicho esto Lena parecía como si estuviese en un trance y terminó por aceptar.- Yulia se separó de ella con una sonrisa victoriosa dibujada en sus hermosos y apetecibles labios-.
LENA: Y ¿Cuál es esa condición? –Saliendo del trance y bastante confundida-.
YULIA: Que entre tú y yo debe de haber un acercamiento de no menos de 10 centímetros, sea cual sea la circunstancia. Si alguna de nosotras no la respeta habrá una sanción que en su momento te la diré. –Lena al escuchar esto se quedó atónita-.
LENA: ¿Qué? ¿10 centímetros?
YULIA: ¡Así es! Esto se resume a que no habrá intentos de abrazos de tu parte ni de la mía y mucho menos intentos de robos de besos por parte tuya. Yo sé que soy bastante irresistible así que me tengo que proteger –Diciendo esto en tono sarcástico y de broma-
LENA: Ni que tuvieras tanta suerte Volkova –Lena se irritó en algunos segundos y me mostró su rostro frustrado y fruncido-.
YULIA: Te escucho enojada Srita. Términos y Condiciones. –Diciendo esto en un tono un tanto burlesco y pasado de sarcástico, más bien cínico. Esto hizo enojar aún más a la pelirroja que no se contuvo nada y le respondió a la hermosa morena-
LENA: ¡Ah sí? Pues ten ésto por seguro Volkova, yo no seré la que rompa tu estúpida condición. ¡Yo puedo mantener metros y hasta kilómetros de distancia de ti!
YULIA: ¡Perfecto!, ¿Ahora sí me prestas tu bolígrafo para firmar o… es que quieres que firme con sangre? –Soltando una carcajada bastante burlesca-.
LENA: No digas estupideces Yulia. –Arrojándole un bolígrafo para firmar.-
Firmé sin ningún tipo de problema; al llegar el turno de Lena, por su parte se mostró vacilante al tomar el bolígrafo para firmar. Esto lo pesqué rápido y sin reparos le respondí.-
YULIA: ¿A caso estás dudando? Sabes de antemano que vas a caer en mis encantos Katina y por eso no firmas, ¿Verdad? –Esta afirmación colmó el plato de la pecosa y le replicó ya encolerizada.-
LENA: Mira Volkova ya me estás exasperando por esa actitud de Casanova que tienes. – Yulia, sin pensarlo la tomo del brazo y la jaló contra ella quedando sus labios a pocos centímetros de los de Lena. Las piernas le empezaron a fallar a la pelirroja por tal cercanía de los carnosos labios de la morena, esos labios que parecían unas apetecibles rebanadas de durazno que obviamente la pecosa moría por besar pero, por orgullo y no darle la razón a Yulia, Lena se apartó de esa cercanía que le provocaba una excitación que de antemano sabía que sus sensaciones y deseos se podían descontrolar y dar paso a sus bajos instintos.- ¡Mira! Tu fuiste la primera en romper tu estúpida condición... Eso conlleva una sanción que me corresponde asignarte -Diciendo esto con una amplia sonrisa de victoria dibujada en rostro; a lo cual Yulia replicó sin demora y de lo más tranquila.-
YULIA: Srita. Katina, temo decirle que no es así, ya que usted no ha firmado el contrato también, así que no aplica la sanción que le había comentado. -Lena no daba crédito a las palabras de Yulia-.
LENA: Pero sí… –Su hermosa exasperación (Yulia), le interrumpió-
YULIA: No hay pero que valga Katina. Ahora firme para que comiencen a aplicar sus términos y condiciones y mi única regla.
Lena firmó ya sin ningún tipo de dudas. Enojada, terminó su agua y le exigió a Yulia retirarse del restaurante, no sin antes pagar la cuenta.
LENA: Paga Yulia.
YULIA: ¡Qué? Pero si no soy tu novia. – A lo cual replicó Lena-.
LENA: ¡Claro que no lo eres! Pero sí mi esclava, así que paga y te espero afuera para que me lleves a mi casa –Dicho esto la hermosa pelirroja se retiró dejando con la palabra en la boca por primera vez a Yulia-.
YULIA: Pe… bueno, ya que. –Se limitó a pagar y a obedecer a su esclavizadora. Yulia salió del establecimiento y efectivamente Lena ya estaba esperándola cerca de su carro para que le abriera la puerta y poder subirse-. Permítame señorita déjeme abrirle la puerta –Diciendo esto sarcásticamente-.
LENA: Gracias y ahora conduce. – El ambiente se sentía un tanto pesado dentro del coche de Volkova; había un silencio bastante incómodo así que Yulia optó por romperlo y… decidió exasperar un poco más a la hermosa Katina.-
YULIA: Bueno mi ama, ¿Me va a proporcionar su itinerario impreso o por teléfono? –Diciendo esto en tono sarcástico, con una sonrisa burlesca y sin retirar la vista del camino-.
Lena: No lo sé, sólo quédate al pendiente de mis deseos; puede que te lo haga saber en forma impresa, que te lo dicte, que te lo escriba, que lo pase por teléfono o, simplemente el itinerario lo podría ir haciendo sobre la marcha. –Se le borró esa sonrisa a Yulia, ya que ese tipo de sorpresas no le gustaban a la morena y sobre todo, sentir que estaba perdiendo el control de la situación. Ninguna de las dos quería dar su brazo a torcer, este contrato pareciera que las hubiera regresado al principio, como cuando recién se conocieron.-
Términos y Condiciones.
[Desde que encontramos a Nastya y Anna en el estacionamiento a su llegada de no sé dónde, las cosas comenzaron a cambiar un poco, sobre todo entre mi madre y yo. Mi padre no tardó en pescar que algo estaba ocurriendo, sin embargo, mi mamá se encargaba de no tocar el tema y enseguida, optaba por alejarse.]
Agarré mis cosas rápidamente, incluyendo las llaves de mi auto y sin avisar en mi casa, me puse en marcha.. Katina me explicaría los detalles y las condiciones de mi "esclavitud". Esa señorita pelirroja era castrante... creo. En los siguientes días estaría a su merced; sería como un velero a la deriva en altamar. Pero lo peor del caso es que en mi altamar imaginario, habría un huracán llamado Katina. El huracán Katina iba a traer secuelas; podía asegurarlo.
Su primer exigencia fue irme vestida lo mejor posible. Lo más atractiva que pudiera. Elegí para esa ocasión una mini falda color negro y me puse unas botas hasta la rodilla; éstas eran también negras. Estuve indecisa en llevármelas o no ya que el tacón era muy delgado y bastante alto. Después de batallar un poco para decidirme, escogí una camisa blanca Lacoste y un saco con parches en los codos. Alisé mi cabellera y me puse un sombrero tipo boina; lo acomodé ligeramente de lado y lo sujeté a mi pelo para que no se moviera (ni se cayera). Me maquillé completamente, poniendo base para untarme maquillaje líquido, agregué sombras a mi rostro y me aseguré de tener mis mejillas con el rubor perfecto. Me puse labial rojo y brilloso. Por último me puse una corbata color rojo y guantes blancos. -Estoy lista para ti.- Pensé.
La Srita. Katina me pidió pasar por ella a su departamento pero me encontraría en el estacionamiento para no tardar el eterno tiempo que la seguridad del edificio, hacia que le invirtieras para lograr ingresar bajo su estricta revisión. En el auto rocié aromatizante para dar una excelente impresión de limpieza (si de por sí estaba impecable ya), y partí a mi destino colocando música a volumen moderado. Efectivamente, al llegar, sólo necesité abordar al edifico y ahí estaba ella. Me tuve que confesar conmigo misma ya que esa tarde, Lena lucía bastante hermosa. Su maquillaje era divino: mejillas ligeramente retocadas de color rosa, el cual en su piel, era preciso para resaltar su preciosa piel blanca. Se puso brillo en los labios únicamente pero no necesitaba más de ningún labial. Decidió llevarse puesta una falda un poco más larga con corte lateral y escotada en la pierna.La cereza en el pastel fue una blusa blanca de tirantes resaltando unos senos firmes y grandes. Soy una desgraciada pervertida -Susurré para mi interior-; sin querer, Katina, esa señorita fastidio, me ocasionó una sensación placentera y no pude negarme a seguir apreciándola más allá de lo que llevaba puesto.
LENA: ¡Hey! ¡Disculpa, Volkova! ¿Podrías dejar de verme y abrirme la maldita puerta! -¡Por dios! Mi perversión fue tanta que no disimulé ni un poco.-
YULIA: -Primero murmuré puesto que ya me había llevado al lugar en donde mi nervio se apodera de la situación- ¡Perdón, Katina! Lo que pasa es que... -Maldita sea, por supuesto no me iba a creer y no me iba a dejar terminar mi frase.-
LENA: ¡Nada! No tiene nada por decir de su pervertida, sucia y retorcida mirada.
YULIA:¿Cuál sucia! ¡Yo no te estaba viendo! Venía pensando en otras cosas; no eres lo suficientemente bella para robarte mi más sinceras miradas depravadas, Katina.
LENA: ¡Ahh! ¡Vaya! Entonces aceptas lo sucia que eres... ¿No le da pena reconocerlo!
YULIA: ¡No! ¡No! ¡No!... ¡Yo no quise decir eso! No me mal interpretes... Este es un mal entendido, Lena. Y ya deja de hablarme de usted, que me molestas, Katina. -De pronto nos quedamos en silencio por un instante que se prolongó hasta que mirándome, me sonrió tiernamente haciéndome con la cabeza, una señal para avanzar y marcharnos a nuestro destino.- De verdad podías llegar a ser más irritable y molesta que el salpullido en la axila que me ocasionó un desodorante chafa que por accidente compré alguna vez. -Me dije a mí misma y relajándome nuevamente, llevé mi mirada hacia ti... -Si pudieras leer mi mente, de seguro ya me hubieras lanzado de mi propio auto.- Sonreí.
La señorita esclavizadora, me pidió conducir hasta un restaurante que lucía muy cómodo y privado. Me dijo que era un lugar en el que frecuentemente acudían personas a hacer tratos (negocios), y que además la comida era bastante buena. Conmigo sellaría en ese confortable lugar, los términos y condiciones de nuestro contrato de esclavitud. -Esta es una estupidez, ¿Qué quiere lograr con todo esto? Mi odio de seguro.- Pensé sólo para mí y llegué a la entrada del restaurante para entregar las llaves de mi auto al ballet parking. Enseguida me anticipe a abrirle la puerta y ayudar a bajar a Katina. En silencio se dedicó a observarme y al salir del auto, colocó su brazo por debajo del mío atrapándolo. -¿Te sientes bien Katina?... Porque si es así, espero no te recuperes- Pensé mientras comenzamos a recorrer las escaleras para accesar al restaurante.
No era un lugar muy lujoso, más bien era nice, cómodo, privado y moderno. No había gente anciana con portafolios y bebiendo whiskey o vino mientras hacían negocios. Había personas jóvenes, grandes, medianas y de diferentes estilos. Había sillones tipo café con mesas centrales; también tenían una sección al aire libre en la que de forma aislada, estaban colocadas unas sombrillas con mesa y sillas a la redonda; había cubículos o habitaciones privadas y , justo al fondo una mesa reservada y con vista bastante privada ya que estaba alejada de las personas del lugar. Hizo volar mi imaginación involuntariamente, sobre lo que podía pasar entre Lena y yo aprovechando la soledad de nuestro rincón. De verdad no sé que hizo esta señorita pelirroja en mí para ser tan.. ¿Dócil? Tan ¿Complaciente?. ¿Cómo es que me ha cambiado tanto? ¿Cómo es que he llagado hasta este punto de no retorno? – Me di cuenta hasta apenas hoy de todo esto, la vedad desconocía si me desagrada o no la situación en la que me encontraba con la hermosa Katina. Recuerdo la última plática que tuve con Scarlett después de la canción de Nico que canté con Lena.
SCARLETT: Yulia… Yuuuliaa…. ¡Yulia!
YULIA: ¿Eh? ¿Qué? Perdón, ¿Qué pasa Scarlett?
SCARLETT: Eso mismo te pregunto yo monstruo; no has tocado la comida que te preparé. ¿Te pasa algo duende?
YULIA: No, nada. -Era obvio que mentía y Scarlett no sé iba a tragar eso.- Al escuchar mi respuesta solo dio un suspiro profundo y me replicó:
SCARLETT: Yulia, ¿Por qué tratas de alejarte y encerrarte? ¿Acaso no somos amigas?...
YULIA: Sí lo somos Scarlett lo que pasa es….
SCARLETT: No sabes que es lo que sientes por Elena Katina, ¿Verdad? -Sabía de antemano que Scarlett me podría leer a la perfección como un libro abierto y creo que soy de su literatura favorita. Me quedé sin nada que decir.- Así que es eso monstruo, sabes muy bien que soy toda oídos cuando se trata de ti Yulia, ¿Por qué no me has contado nada desde aquel día del skate park?
YULIA: No lo sé, estaba tan saturada de preguntas tanto de Lena como de mi madre y simplemente no sabía qué hacer.
SCARLETT: Te entiendo más no te comprendo duende. Te preguntaré de nuevo y ahora sí espero que me contestes con la verdad, ¿Te gusta la señorita Katina? –Sin poder evadir esta pregunta tuve que contestar con la verdad-
YULIA: No, no me gusta. –Me interrumpió Scarlett muy enojada-
SCARLETT: ¡No puede ser que seas tan mentirosa Volkova! ¡Me decepcionas! ¡Mira que mentirme viéndome a los ojos!
YULIA: ¡Scarlett, Scarlett! Tranquilízate, aún no terminaba mi respuesta.-Una vez que se tranquilizó, continúe con mi respuesta.- No me gusta, en verdad me fascina; sus ojos tan hermosos, su rostro tan divinamente bello, esas curvas que ¡Dios!, no sé cómo es que de buenas a primeras mi primer pensamiento sea ella. No me explico cómo lo logró. Me siento como un zombie cuando me pide algo y lo hago sin chistar.
SCARLETT: Vaya, vaya... Ella te ha cambiado mucho, nunca te había escuchado expresarte de esa manera de alguien, me atrevo a decir que ya no eres la idiota que acostumbras ser, en el buen sentido de la palabra –En verdad yo Yulia Volkova no le encontré el buen sentido a esa palabra-. De hecho te noto más centrada, hasta un poco más recatada y tus modales son más refinados –Soltando una sonrisa socarrona al decir éstas últimas palabras.- Realmente esta señorita hace que bajes tus defensas y tu nivel de sarcasmo se vuelve casi nulo cuando piensas en ella. Pero no sé si sentir alegría o preocupación por ti "mounstrito".
YULIA: Explícate, que no te entiendo Scarlett. –No me había analizado de la manera que Scarlett lo hizo, y caí en la cuenta de que estaba perdidamente enamorada de Lena-.
SCARLETT: No sé si alegrarme porque al fin alguien conquistó tu corazón y ese alguien creo yo que está haciendo florecer esa persona que siempre creí que eras. –Scarlett me miró de una manera que nuca lo había hecho, tierna, hermosa. Si no fuera ella heterosexual, desde cuando me habría fijado en ella.- Y si siento preocupación es porque... no me gustaría que sufrieras por amor, y a lo que veo y siento cuánto es que la quieres, creo que sería un golpe muy duro para ti y yo sufriría también. ¡Espera! Además, no sabes si es lesbiana, Julia. ¿O sabes algo al respecto?...
YULIA: No se lo he preguntado así... Ese día en el que llegué con ella a Kozlov, más bien, fui un poco más directa y le dije que si yo le gustaba. Yo estoy convencida en que sí es lesbiana, Scarlett; la realidad es que me quitó por un momento, mis aires e ilusiones de escuchar un SÍ a mi prerrogativa; ella dijo en pocas palabras, que ni en sueños, se rió pero sé que me ocultó la verdad por la forma en la que me observó y un pequeño coqueteo después.
SCARLETT: ¡Pero qué maravilla Volkova! Puedes ser entonces que tengas una oportunidad con ella. Aunque te diré que deberás echarle "sesera" ya que tienes dos trabajos: Permitirte enamorarla y, enamorarla.
Me quede pensando y analizando las palabras de Scarlett; sólo me limité a sonreír y me pregunté si arriesgarme o no y en preguntarte nuevamente lo que ya le había cuestionado. No quisiera recibir una evasiva. Ahora me encuentro aquí en este restaurant a punto de firmar mi pacto con una sexy y hermosa diablilla.
Tome asiento Srta. Volkova o ¿se va a quedar ahí de pie? –Estas palabras interrumpieron mis pensamientos y me regresaron a la realidad-.
YULIA: Gracias –Contesté mientras tomaba asiento en frente de mi adorado tormento-.
LENA: ¡Uy! Que seria señorita Volkova, le da un aire de misticismo y tengo que reconocerle que se ve, bastante sexy. – En serio no sabía cuál era el juego o táctica que Katina quería jugar o aplicar conmigo, pero si su táctica o juego era el de la seducción… la Srta. Volkova iba a ser una máster para ello y si se quería meter en el terreno que manejo con los ojos cerrados, esto se pondría bastante interesante -¿Gusta algo de tomar? O ¿Prefiere que pasemos directo a los términos y condiciones del contrato? –Sacando una hoja de papel ya impresa con varios términos y casi ninguna excepción ni facilidad para mí. Podía asegurarlo sin haber visto el papel. Parecía como si estuviera vendiendo mi alma al diablo, y como dije, aun diablo bastante sexy-.
YULIA: Me gustaría pedir algo de tomar mientras leo los términos, ¿Le parece Srita. pelirroja?
LENA: Soy Elena Katina para usted ¿De acuerdo? -Pedí un café Irlandés y ella solo agua simple. Le pedí mi “sentencia de muerte” para leerla y como lo sospeché, el "contrato" era una pesadilla. Eran muchas clausulas en las que prácticamente decía que tendría que ser su chofer y guardaespaldas así como también su dama de compañía; esto último creo que lo podría ver como recompensa de los dos primeros términos.
YULIA: Obviamente este “contrato” no me iba a favorecer en lo más mínimo pero, yo solo te voy a poner una condición, ¿Aceptas? – Esto último lo dije en tono de reto, a lo cual hice que ella se impacientara, y se pusiera en el lugar que yo quería.-
LENA: ¿Condición? ¿Qué condición? Creo que ahora no estás en la posición de poner condiciones Volkova.
YULIA: Es sólo para hacer más interesante la semana. Que bueno, si no quieres pues simplemente te perderás de algo bastante interesante. –Resaltando esto último con un tono bastante sensual que sabía que despertaría en Katina esa curiosidad “perversa” que sospechaba básicamente con toda segurida, estaba contenida en ella.
LENA: ¿Qué tan interesante? – ¡Te tengo! pensé-
YULIA: Sólo dime si te interesa. –Poniéndome de pie caminé hacia ella y colocándome justo detrás, le susurré estas palabras al oído: -Sólo respóndeme con un Sí o con un No.- Lena no se esperaba esta situación y se puso bastante nerviosa y muy sonrojada; sus mejillas parecían dos hermosos tomates ya maduros listos para ser cortados.-
LENA: Yo… Yo… no sé –Tartamudeando y bastante nerviosa Lena no sabía que responderme. Te tengo donde quería; ahora ya soy yo la dueña de la situación, Ay Lena, Lena, Lena, te dije que yo en esto de seducción soy una máster.- Diciéndolo a mis adentros.y acercándome más a su rostro para rosar mi mejilla contra la de ella.-
YULIA: Solo tienes que decir Sí o NO. –Dicho esto Lena parecía como si estuviese en un trance y terminó por aceptar.- Yulia se separó de ella con una sonrisa victoriosa dibujada en sus hermosos y apetecibles labios-.
LENA: Y ¿Cuál es esa condición? –Saliendo del trance y bastante confundida-.
YULIA: Que entre tú y yo debe de haber un acercamiento de no menos de 10 centímetros, sea cual sea la circunstancia. Si alguna de nosotras no la respeta habrá una sanción que en su momento te la diré. –Lena al escuchar esto se quedó atónita-.
LENA: ¿Qué? ¿10 centímetros?
YULIA: ¡Así es! Esto se resume a que no habrá intentos de abrazos de tu parte ni de la mía y mucho menos intentos de robos de besos por parte tuya. Yo sé que soy bastante irresistible así que me tengo que proteger –Diciendo esto en tono sarcástico y de broma-
LENA: Ni que tuvieras tanta suerte Volkova –Lena se irritó en algunos segundos y me mostró su rostro frustrado y fruncido-.
YULIA: Te escucho enojada Srita. Términos y Condiciones. –Diciendo esto en un tono un tanto burlesco y pasado de sarcástico, más bien cínico. Esto hizo enojar aún más a la pelirroja que no se contuvo nada y le respondió a la hermosa morena-
LENA: ¡Ah sí? Pues ten ésto por seguro Volkova, yo no seré la que rompa tu estúpida condición. ¡Yo puedo mantener metros y hasta kilómetros de distancia de ti!
YULIA: ¡Perfecto!, ¿Ahora sí me prestas tu bolígrafo para firmar o… es que quieres que firme con sangre? –Soltando una carcajada bastante burlesca-.
LENA: No digas estupideces Yulia. –Arrojándole un bolígrafo para firmar.-
Firmé sin ningún tipo de problema; al llegar el turno de Lena, por su parte se mostró vacilante al tomar el bolígrafo para firmar. Esto lo pesqué rápido y sin reparos le respondí.-
YULIA: ¿A caso estás dudando? Sabes de antemano que vas a caer en mis encantos Katina y por eso no firmas, ¿Verdad? –Esta afirmación colmó el plato de la pecosa y le replicó ya encolerizada.-
LENA: Mira Volkova ya me estás exasperando por esa actitud de Casanova que tienes. – Yulia, sin pensarlo la tomo del brazo y la jaló contra ella quedando sus labios a pocos centímetros de los de Lena. Las piernas le empezaron a fallar a la pelirroja por tal cercanía de los carnosos labios de la morena, esos labios que parecían unas apetecibles rebanadas de durazno que obviamente la pecosa moría por besar pero, por orgullo y no darle la razón a Yulia, Lena se apartó de esa cercanía que le provocaba una excitación que de antemano sabía que sus sensaciones y deseos se podían descontrolar y dar paso a sus bajos instintos.- ¡Mira! Tu fuiste la primera en romper tu estúpida condición... Eso conlleva una sanción que me corresponde asignarte -Diciendo esto con una amplia sonrisa de victoria dibujada en rostro; a lo cual Yulia replicó sin demora y de lo más tranquila.-
YULIA: Srita. Katina, temo decirle que no es así, ya que usted no ha firmado el contrato también, así que no aplica la sanción que le había comentado. -Lena no daba crédito a las palabras de Yulia-.
LENA: Pero sí… –Su hermosa exasperación (Yulia), le interrumpió-
YULIA: No hay pero que valga Katina. Ahora firme para que comiencen a aplicar sus términos y condiciones y mi única regla.
Lena firmó ya sin ningún tipo de dudas. Enojada, terminó su agua y le exigió a Yulia retirarse del restaurante, no sin antes pagar la cuenta.
LENA: Paga Yulia.
YULIA: ¡Qué? Pero si no soy tu novia. – A lo cual replicó Lena-.
LENA: ¡Claro que no lo eres! Pero sí mi esclava, así que paga y te espero afuera para que me lleves a mi casa –Dicho esto la hermosa pelirroja se retiró dejando con la palabra en la boca por primera vez a Yulia-.
YULIA: Pe… bueno, ya que. –Se limitó a pagar y a obedecer a su esclavizadora. Yulia salió del establecimiento y efectivamente Lena ya estaba esperándola cerca de su carro para que le abriera la puerta y poder subirse-. Permítame señorita déjeme abrirle la puerta –Diciendo esto sarcásticamente-.
LENA: Gracias y ahora conduce. – El ambiente se sentía un tanto pesado dentro del coche de Volkova; había un silencio bastante incómodo así que Yulia optó por romperlo y… decidió exasperar un poco más a la hermosa Katina.-
YULIA: Bueno mi ama, ¿Me va a proporcionar su itinerario impreso o por teléfono? –Diciendo esto en tono sarcástico, con una sonrisa burlesca y sin retirar la vista del camino-.
Lena: No lo sé, sólo quédate al pendiente de mis deseos; puede que te lo haga saber en forma impresa, que te lo dicte, que te lo escriba, que lo pase por teléfono o, simplemente el itinerario lo podría ir haciendo sobre la marcha. –Se le borró esa sonrisa a Yulia, ya que ese tipo de sorpresas no le gustaban a la morena y sobre todo, sentir que estaba perdiendo el control de la situación. Ninguna de las dos quería dar su brazo a torcer, este contrato pareciera que las hubiera regresado al principio, como cuando recién se conocieron.-
SandyQueen- Mensajes : 184
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Buenas Tardes a tod@s! les traigo la segunda parte del capítulo anterior, en verdad ni yo sabía que iba a tener segunda parte xD bueno sin más espero que les guste
Capitulo IX
Estaba tan confundida por ese cambio de actitud de Yulia hacia mí, creo que ella también estaba confundida por mis cambios pero, ¿Qué podía hacer? Fue lo único que se me ocurrió para que volteara a verme y decidí apostar todo por este plan, ojalá no estropeé todo el avance que llevaba con Volkova. ¡Dios, se ve tan hermosamente sexy! Pero, no le daré el gusto de ser la primera en romper su tonta condición, creo que hubiera pasado por alto sus aires de Casanova pero, esa manera de retarme y la manera en que me provocó, el cómo me tomo y trató de seducirme eso fue lo que me sobrepasó; sentí como si no me respetara, como si fuera una chica más entre sus conquistas. Pero a final de cuentas me gustó porque se trata de ella; porque es ella. –Todo esto pensaba Lena mientras Yulia conducía camino hacia su casa-.
¿En verdad me sobrepasé con Lena? Creo que saqué lo peor de mí en ese restaurante pero, es que ella tiene la culpa al retarme de esa manera. Primero, me da una evasiva a una pregunta que le hice con todo el interés y por la cual le pude haber mostrado a una persona que totalmente diferente, y en segunda, eso de entrar al juego de la seducción… ¿Realmente fue para confundirme? Si fue así, lo logró y también me reafirmó lo que sospechaba; que en verdad le gusto. Pero esa actitud de “Te tengo en mis manos y haré lo que quiera contigo” no me pareció del todo; ahora tendré que ingeniármelas para que rompa la única condicionante que le puse a su “contrato”. –Pensado esto la hermosa y sexy morena mientras llevaba a su hermosa pelirroja a su casa-.
YULIA: Bien mi ama, ya hemos llegado a su casa. –Yulia bajó de su carro para abrirle la puerta a Lena, le tendió la mano para ayudarla a salir no sin antes hacer una reverencia bastante exagerada, la cual no le pareció a la pelirroja quien rápidamente frunció el seño en forma de desaprobación y replicándole.-
LENA: ¡Ay por favor Yulia! ¡No seas ridícula y exagerada!
YULIA: Sólo sigo los términos de tu “contrato”, ahí especificas que debo de ser amable, cordial y de muy buenos modales contigo o… ¿Ya no sabes ni lo que escribes?
LENA: Claro que lo recuerdo pero, esto raya en la exageración Volkova. Este tipo de actitudes me hacen creer que te estás burlando de mí y eso no está expreso en el contrato Volkova ¿Sí recuerdas? O… a caso ¿Ya no sabes ni lo que lees? –Contestándole en el mismo tono sarcástico que con anterioridad le había contestando Yulia-. En fin, retírate Yulia, mañana quiero que me lleves a hacer unas compras y quiero que estés temprano esperándome justamente en este lugar.-Obviamente a Yulia no le agradaba la manera en que Lena se dirigía a ella pero, ¿Qué podía hacer? En esta ocasión y aun que no estuviera de acuerdo, ella no era la de la batuta y contestó en un tono serio a la orden de su esclavizadora.-
YULIA: ¿Qué hora es temprano?
LENA: No lo sé, como te dije tú debes cumplir mis deseos y al decirte esto es porque los debes de conocer. –Diciendo esto con una gran sonrisa de victoria, ya que dejó perpleja a Yulia con esta afirmación.-
YULIA: Lena sé coherente, yo no soy adivina; el hecho de que me hayas hecho firmar para complacerte y anticiparme a tus deseos, no significa que tendré super poderes,
LENA: Lo siento mucho Srta. Seducción, eso no es problema mío, yo te quiero aquí temprano - Regalándole una sonrisa bastante sexy y guiñándole un ojo-.
Yulia se quedó inmovilizada por lo que acababa de ver, eso le gustó. Al instante supo que si no se portaba sarcástica y cínica tendría la oportunidad que estaba planeando. Lo complicado iba ser el cómo cumplir los caprichos de Lena sin terminar gritando de la desesperación.
Ya en su departamento Lena sentía la necesidad de contarle a alguien lo que había pasado en el restaurant y que le dijera si su plan estaba bien, ya que no quería echar por la borda todo el avance que llevaba con Yulia. Decidió marcarle a Nadia pidiéndole que fuera a verla y que no demorara en llegar.
NADIA: Haber Lena, ya suelta todo –Diciendo esto apenas entrando al departamento.-
LENA: Tranquila Nadia, si no hay ninguna prisa.
NADIA: Entre más pronto sepa en qué momento lo estropeaste, más tiempo tendré para regañarte.
LENA: A ver, A ver, A ver. Yo nunca te dije que había estropeado algo.
NADIA: Entonces ¿Por qué me hablas con tanta urgencia?.
LENA: Pues… porque creo que estoy a punto de estropearlo todo.
NADIA: ¡Ajá! Lo sabía, sabía que ibas a meter la pata, que digo la pata, ¡Las patas! Lena a veces me pregunto ¿Por qué eres tan bruta en esto del amor?
LENA: ¡Bueno ya! ¿No? ¿Quieres que te cuente o no? Si es así solo cierra el pico y siéntate – Nadia le hizo caso a Lena y por fin se sentó para que la hermosa pelirroja le contara con detalles lo que pasó en el restaurant. Nadia parecía bastante entretenida con todo lo que le estaba contando Lena.
NADIA: Mira mi pequeña saltamontes, tu plan está bien, solamente que te falló en la ejecución. Lena ¿Porqué carajos no me consultaste antes! Ahora voy a tratar de arreglar la estupidez que hiciste. Lena, tenías que dar tu brazo a torcer un poco ¿porqué tienes que ser tan testaruda?
LENA: Es qué ella me provocó, no tenía por qué tratarme como una más de sus conquistas.
NADIA: Ok, te entiendo pero, ponte en su lugar también ya que tu cambio fue demasiado brusco y eso la desconcertó. Lena te voy a hacer una pregunta y espero que me digas la verdad, ¿Queda claro?
LENA: Está bien, está bien, ya di tu pregunta –Dicho esto en tono de fastidio y con una expresión de inconformidad en su rostro.-
NADIA: ¿Qué sentiste al tener tan cerca esos hermosos, sexys y exquisitos labios de Volkova? –Lena no esperaba esa pregunta por parte de Nadia, se sonrojo y bajo la cabeza.- Vamos Katina, dime que sentiste.
LENA: Ganas de comérmelos, primero degustarlos, después besarlos de una manera lenta para posteriormente irme con todo. Es que Nadia… -Haciendo una pausa y suspirando hondo.- Esos labios son tan apetecibles, tan carnosos; en verdad no sé cómo le hice para no caer en su encanto.
NADIA: Estropeaste todo lo que pudiste haber hecho con la sexy morena a tu merced, con tu tonta necedad ¿Lo sabías?
LENA: Lo sé, lo sé, esa estúpida condición, no contaba con eso.
NADIA: Ahora viste que ella es demasiado lista para ti –Soltando una carcajada que molestó al instante a Lena-.
LENA: No te invité para que me echaras en cara mi torpeza, sino, para que me ayudaras y me dieras ideas de cómo componer todo esto que obviamente no me favorece.-Nadia vio la desesperación dibujada en el rostro de su amiga, y que nunca la había visto así por alguien.-
NADIA: Por ahora lo único que se me ocurre y creo que tú también pensaste es que debemos hacer que sea ella quien rompa su condicionante. Lena te necesito sexy, que te insinúes un poco, que la vayas provocando poco a poco, también necesito que seas algo complaciente pero firme a la hora de ordenar o hacerle saber tus deseos a Volkova, ¿Estás de acuerdo?-Lena asintió con la cabeza-. Ahora dile que quieres ir al cine ahora mismo y ahí va a comenzar nuestro plan.
LENA: Eso lo verá como una cita Nadia y es lo que menos quiero.
NADIA: Por supuesto que no, ya que yo estaré ahí con Nico.
LENA: ¿Qué? ¿Tú? ¿Nico? ¿De qué me perdí?
NADIA: No de mucho, sólo que el Sr. Petrovic y yo llevamos días saliendo juntos y hoy me invitó al cine.
LENA: ¡Nadia! ¡Lo engatusaste!
NADIA: Lena… Lena… ¿Cómo te explico para que lo entiendas? Apenas nos estamos conociendo aún no he engatusado a nadie.- Poniéndose de pie para dirigirse a la salida dijo esto.- Bueno pelirroja te espero en el cine sexy y provocadora para tu morena. –Volteándose y guiñándole el ojo a su amiga-.
LENA: ¿Ahora que tengo que hacer? ¡Ah, sí! Llamar a Yulia y después escoger mi atuendo para la salida de hoy.-Tomando su celular marcó a Yulia-.
YULIA: ¿Diga?
LENA: Necesito que vengas a mi casa en una hora y también quiero que vengas presentable algo así como casual y un poco elegante, ya hablé con la seguridad del lugar para que te den un gafete y una tarjeta de acceso para que no hay pretextos de llegar tarde ¿Entendido?–Yulia no soportaba el tono de autoridad que tenía Lena con ella pero, en esta llamada encontró un tanto sexy y excitante ese tono mandón.-
YULIA: ¿A dónde saldremos hoy Srta. Katina? –Diciendo esto de una manera tranquila y refinada. Cosa que le agradó bastante a Lena-.
LENA: No tengo idea, como te dije, el itinerario lo más probable es que lo haga sobre la marcha y como quiero ser algo benevolente contigo, para cuando se me ocurra algo te quiero cerca y no tener que esperar a que vengas y perder tiempo, lo que provocaría que me impacientaras y traería como consecuencia que me enojara, creo que mi mal genio no te gustaría conocerlo otra vez ¿Verdad?
YULIA: Está bien, ahí estaré en una hora. –Colgando el teléfono se dijo así misma.- Tranquila Yulia, respira hondo y cuenta hasta diez, debes de ceder un poco más, cambia tu estrategia para tenerla en el punto irreversible en donde la quieres. Si ella rompe los 10 centímetros, podrás pedirle lo que tú quieras.- Una vez tranquilizándose puso manos a la obra y trabajó en su atuendo, escogió una camisa Polo Ralph Lauren color rosa pálido mangas ¾ ; unos jeans CK color azul que hacia resaltar su figura y un cinto color café; con respecto al maquillaje optó por algo natural, se delineo las cejas y los ojos para darle una mirada más profunda y sexy, para sus labios sólo se puso algo de brillo. Tomó de su guarda ropa unos botines cafés con cierre a un costado. Una vez lista se miró al espejo y dijo-. Prepárate Lena para perder y que seas tú la primera en romper la condicionante.-Dicho esto se puso en camino a la casa de su adorado dolor de cabeza.-
Lena salió de la ducha, vio el reloj y aliviada pensó que aún tenía tiempo para escoger su atuendo, cuando se escuchan unos toquidos en su puerta.
LENA: ¡Ay por favor, que no sea Vanya! –Pensó con horror la pelirroja al acercarse a la puerta. Echó un vistazo por la mirilla y vio que se trataba de una hermosa señorita.- ¡Yulia! –Exclamó en su pensamiento-. Pero que hace tan temprano, le dije explícitamente que dentro de una hora. ¿Qué hago? ¿Qué hago? –Pareciera que escuchara la voz de su amiga Nadia en su subconsciente diciendo: “Pues… yo diría que le abras la puerta”-. Cierto, le tengo que abrir ni modo que la deje afuera, se enoje y vaya perdiendo más puntos con Yulia. –Cuando de repente se vuelven a escuchar los mismos toquidos y unas palabras:-
YULIA: ¿Hay alguien?
LENA: Sí, en un momento abro. –Lena abre la puerta con el atuendo que traía puesto, es decir, con su bata de baño y una toalla en la cabeza.- Pasa Yulia, ponte cómoda mientras me visto.
YULIA: Pensé que ya ibas a estar lista –Dicho esto con tintes de sarcasmo. Realmente Yulia no pensó mucho al decir esto y supo que había metido la pata-.
LENA: En primera llegaste con 30 minutos de anticipación y en segunda si estoy lista o no, creo yo que no es de tu incumbencia, como te dije solo quería portarme benevolente y veo que no lo estás aprovechando Volkova.-Yulia sabía que había sido negativo la llegada con tanta anticipación y por primera vez no sabía que contestarle a Lena y solo se limitó en morderse el labio inferior.-
Lena no quería esperar más tiempo para poner en marcha su plan de seducción que hizo con su amiga Nadia, así que pensó en algo bastante bueno mientras estaba en su habitación tratando de escoger que ponerse así que llamó a Yulia para que acudiera a su presencia.
LENA: Yulia, ¿Podrías venir?
YULIA: En un momento –Al entrar a la habitación de la hermosa Pelirroja se quedó boquiabierta con lo que vio. Lena estaba jugando con todo su esplendor, la última carta con Volkova.-
Capitulo IX
Términos y Condiciones PARTE II
Estaba tan confundida por ese cambio de actitud de Yulia hacia mí, creo que ella también estaba confundida por mis cambios pero, ¿Qué podía hacer? Fue lo único que se me ocurrió para que volteara a verme y decidí apostar todo por este plan, ojalá no estropeé todo el avance que llevaba con Volkova. ¡Dios, se ve tan hermosamente sexy! Pero, no le daré el gusto de ser la primera en romper su tonta condición, creo que hubiera pasado por alto sus aires de Casanova pero, esa manera de retarme y la manera en que me provocó, el cómo me tomo y trató de seducirme eso fue lo que me sobrepasó; sentí como si no me respetara, como si fuera una chica más entre sus conquistas. Pero a final de cuentas me gustó porque se trata de ella; porque es ella. –Todo esto pensaba Lena mientras Yulia conducía camino hacia su casa-.
¿En verdad me sobrepasé con Lena? Creo que saqué lo peor de mí en ese restaurante pero, es que ella tiene la culpa al retarme de esa manera. Primero, me da una evasiva a una pregunta que le hice con todo el interés y por la cual le pude haber mostrado a una persona que totalmente diferente, y en segunda, eso de entrar al juego de la seducción… ¿Realmente fue para confundirme? Si fue así, lo logró y también me reafirmó lo que sospechaba; que en verdad le gusto. Pero esa actitud de “Te tengo en mis manos y haré lo que quiera contigo” no me pareció del todo; ahora tendré que ingeniármelas para que rompa la única condicionante que le puse a su “contrato”. –Pensado esto la hermosa y sexy morena mientras llevaba a su hermosa pelirroja a su casa-.
YULIA: Bien mi ama, ya hemos llegado a su casa. –Yulia bajó de su carro para abrirle la puerta a Lena, le tendió la mano para ayudarla a salir no sin antes hacer una reverencia bastante exagerada, la cual no le pareció a la pelirroja quien rápidamente frunció el seño en forma de desaprobación y replicándole.-
LENA: ¡Ay por favor Yulia! ¡No seas ridícula y exagerada!
YULIA: Sólo sigo los términos de tu “contrato”, ahí especificas que debo de ser amable, cordial y de muy buenos modales contigo o… ¿Ya no sabes ni lo que escribes?
LENA: Claro que lo recuerdo pero, esto raya en la exageración Volkova. Este tipo de actitudes me hacen creer que te estás burlando de mí y eso no está expreso en el contrato Volkova ¿Sí recuerdas? O… a caso ¿Ya no sabes ni lo que lees? –Contestándole en el mismo tono sarcástico que con anterioridad le había contestando Yulia-. En fin, retírate Yulia, mañana quiero que me lleves a hacer unas compras y quiero que estés temprano esperándome justamente en este lugar.-Obviamente a Yulia no le agradaba la manera en que Lena se dirigía a ella pero, ¿Qué podía hacer? En esta ocasión y aun que no estuviera de acuerdo, ella no era la de la batuta y contestó en un tono serio a la orden de su esclavizadora.-
YULIA: ¿Qué hora es temprano?
LENA: No lo sé, como te dije tú debes cumplir mis deseos y al decirte esto es porque los debes de conocer. –Diciendo esto con una gran sonrisa de victoria, ya que dejó perpleja a Yulia con esta afirmación.-
YULIA: Lena sé coherente, yo no soy adivina; el hecho de que me hayas hecho firmar para complacerte y anticiparme a tus deseos, no significa que tendré super poderes,
LENA: Lo siento mucho Srta. Seducción, eso no es problema mío, yo te quiero aquí temprano - Regalándole una sonrisa bastante sexy y guiñándole un ojo-.
Yulia se quedó inmovilizada por lo que acababa de ver, eso le gustó. Al instante supo que si no se portaba sarcástica y cínica tendría la oportunidad que estaba planeando. Lo complicado iba ser el cómo cumplir los caprichos de Lena sin terminar gritando de la desesperación.
Ya en su departamento Lena sentía la necesidad de contarle a alguien lo que había pasado en el restaurant y que le dijera si su plan estaba bien, ya que no quería echar por la borda todo el avance que llevaba con Yulia. Decidió marcarle a Nadia pidiéndole que fuera a verla y que no demorara en llegar.
NADIA: Haber Lena, ya suelta todo –Diciendo esto apenas entrando al departamento.-
LENA: Tranquila Nadia, si no hay ninguna prisa.
NADIA: Entre más pronto sepa en qué momento lo estropeaste, más tiempo tendré para regañarte.
LENA: A ver, A ver, A ver. Yo nunca te dije que había estropeado algo.
NADIA: Entonces ¿Por qué me hablas con tanta urgencia?.
LENA: Pues… porque creo que estoy a punto de estropearlo todo.
NADIA: ¡Ajá! Lo sabía, sabía que ibas a meter la pata, que digo la pata, ¡Las patas! Lena a veces me pregunto ¿Por qué eres tan bruta en esto del amor?
LENA: ¡Bueno ya! ¿No? ¿Quieres que te cuente o no? Si es así solo cierra el pico y siéntate – Nadia le hizo caso a Lena y por fin se sentó para que la hermosa pelirroja le contara con detalles lo que pasó en el restaurant. Nadia parecía bastante entretenida con todo lo que le estaba contando Lena.
NADIA: Mira mi pequeña saltamontes, tu plan está bien, solamente que te falló en la ejecución. Lena ¿Porqué carajos no me consultaste antes! Ahora voy a tratar de arreglar la estupidez que hiciste. Lena, tenías que dar tu brazo a torcer un poco ¿porqué tienes que ser tan testaruda?
LENA: Es qué ella me provocó, no tenía por qué tratarme como una más de sus conquistas.
NADIA: Ok, te entiendo pero, ponte en su lugar también ya que tu cambio fue demasiado brusco y eso la desconcertó. Lena te voy a hacer una pregunta y espero que me digas la verdad, ¿Queda claro?
LENA: Está bien, está bien, ya di tu pregunta –Dicho esto en tono de fastidio y con una expresión de inconformidad en su rostro.-
NADIA: ¿Qué sentiste al tener tan cerca esos hermosos, sexys y exquisitos labios de Volkova? –Lena no esperaba esa pregunta por parte de Nadia, se sonrojo y bajo la cabeza.- Vamos Katina, dime que sentiste.
LENA: Ganas de comérmelos, primero degustarlos, después besarlos de una manera lenta para posteriormente irme con todo. Es que Nadia… -Haciendo una pausa y suspirando hondo.- Esos labios son tan apetecibles, tan carnosos; en verdad no sé cómo le hice para no caer en su encanto.
NADIA: Estropeaste todo lo que pudiste haber hecho con la sexy morena a tu merced, con tu tonta necedad ¿Lo sabías?
LENA: Lo sé, lo sé, esa estúpida condición, no contaba con eso.
NADIA: Ahora viste que ella es demasiado lista para ti –Soltando una carcajada que molestó al instante a Lena-.
LENA: No te invité para que me echaras en cara mi torpeza, sino, para que me ayudaras y me dieras ideas de cómo componer todo esto que obviamente no me favorece.-Nadia vio la desesperación dibujada en el rostro de su amiga, y que nunca la había visto así por alguien.-
NADIA: Por ahora lo único que se me ocurre y creo que tú también pensaste es que debemos hacer que sea ella quien rompa su condicionante. Lena te necesito sexy, que te insinúes un poco, que la vayas provocando poco a poco, también necesito que seas algo complaciente pero firme a la hora de ordenar o hacerle saber tus deseos a Volkova, ¿Estás de acuerdo?-Lena asintió con la cabeza-. Ahora dile que quieres ir al cine ahora mismo y ahí va a comenzar nuestro plan.
LENA: Eso lo verá como una cita Nadia y es lo que menos quiero.
NADIA: Por supuesto que no, ya que yo estaré ahí con Nico.
LENA: ¿Qué? ¿Tú? ¿Nico? ¿De qué me perdí?
NADIA: No de mucho, sólo que el Sr. Petrovic y yo llevamos días saliendo juntos y hoy me invitó al cine.
LENA: ¡Nadia! ¡Lo engatusaste!
NADIA: Lena… Lena… ¿Cómo te explico para que lo entiendas? Apenas nos estamos conociendo aún no he engatusado a nadie.- Poniéndose de pie para dirigirse a la salida dijo esto.- Bueno pelirroja te espero en el cine sexy y provocadora para tu morena. –Volteándose y guiñándole el ojo a su amiga-.
LENA: ¿Ahora que tengo que hacer? ¡Ah, sí! Llamar a Yulia y después escoger mi atuendo para la salida de hoy.-Tomando su celular marcó a Yulia-.
YULIA: ¿Diga?
LENA: Necesito que vengas a mi casa en una hora y también quiero que vengas presentable algo así como casual y un poco elegante, ya hablé con la seguridad del lugar para que te den un gafete y una tarjeta de acceso para que no hay pretextos de llegar tarde ¿Entendido?–Yulia no soportaba el tono de autoridad que tenía Lena con ella pero, en esta llamada encontró un tanto sexy y excitante ese tono mandón.-
YULIA: ¿A dónde saldremos hoy Srta. Katina? –Diciendo esto de una manera tranquila y refinada. Cosa que le agradó bastante a Lena-.
LENA: No tengo idea, como te dije, el itinerario lo más probable es que lo haga sobre la marcha y como quiero ser algo benevolente contigo, para cuando se me ocurra algo te quiero cerca y no tener que esperar a que vengas y perder tiempo, lo que provocaría que me impacientaras y traería como consecuencia que me enojara, creo que mi mal genio no te gustaría conocerlo otra vez ¿Verdad?
YULIA: Está bien, ahí estaré en una hora. –Colgando el teléfono se dijo así misma.- Tranquila Yulia, respira hondo y cuenta hasta diez, debes de ceder un poco más, cambia tu estrategia para tenerla en el punto irreversible en donde la quieres. Si ella rompe los 10 centímetros, podrás pedirle lo que tú quieras.- Una vez tranquilizándose puso manos a la obra y trabajó en su atuendo, escogió una camisa Polo Ralph Lauren color rosa pálido mangas ¾ ; unos jeans CK color azul que hacia resaltar su figura y un cinto color café; con respecto al maquillaje optó por algo natural, se delineo las cejas y los ojos para darle una mirada más profunda y sexy, para sus labios sólo se puso algo de brillo. Tomó de su guarda ropa unos botines cafés con cierre a un costado. Una vez lista se miró al espejo y dijo-. Prepárate Lena para perder y que seas tú la primera en romper la condicionante.-Dicho esto se puso en camino a la casa de su adorado dolor de cabeza.-
Lena salió de la ducha, vio el reloj y aliviada pensó que aún tenía tiempo para escoger su atuendo, cuando se escuchan unos toquidos en su puerta.
LENA: ¡Ay por favor, que no sea Vanya! –Pensó con horror la pelirroja al acercarse a la puerta. Echó un vistazo por la mirilla y vio que se trataba de una hermosa señorita.- ¡Yulia! –Exclamó en su pensamiento-. Pero que hace tan temprano, le dije explícitamente que dentro de una hora. ¿Qué hago? ¿Qué hago? –Pareciera que escuchara la voz de su amiga Nadia en su subconsciente diciendo: “Pues… yo diría que le abras la puerta”-. Cierto, le tengo que abrir ni modo que la deje afuera, se enoje y vaya perdiendo más puntos con Yulia. –Cuando de repente se vuelven a escuchar los mismos toquidos y unas palabras:-
YULIA: ¿Hay alguien?
LENA: Sí, en un momento abro. –Lena abre la puerta con el atuendo que traía puesto, es decir, con su bata de baño y una toalla en la cabeza.- Pasa Yulia, ponte cómoda mientras me visto.
YULIA: Pensé que ya ibas a estar lista –Dicho esto con tintes de sarcasmo. Realmente Yulia no pensó mucho al decir esto y supo que había metido la pata-.
LENA: En primera llegaste con 30 minutos de anticipación y en segunda si estoy lista o no, creo yo que no es de tu incumbencia, como te dije solo quería portarme benevolente y veo que no lo estás aprovechando Volkova.-Yulia sabía que había sido negativo la llegada con tanta anticipación y por primera vez no sabía que contestarle a Lena y solo se limitó en morderse el labio inferior.-
Lena no quería esperar más tiempo para poner en marcha su plan de seducción que hizo con su amiga Nadia, así que pensó en algo bastante bueno mientras estaba en su habitación tratando de escoger que ponerse así que llamó a Yulia para que acudiera a su presencia.
LENA: Yulia, ¿Podrías venir?
YULIA: En un momento –Al entrar a la habitación de la hermosa Pelirroja se quedó boquiabierta con lo que vio. Lena estaba jugando con todo su esplendor, la última carta con Volkova.-
SandyQueen- Mensajes : 184
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Edad : 35
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Buenas tardes a tod@s! Les traigo la primera parte del Capítulo X
Ojalá les agrade.
CAPÍTULO X
¿Seductora o Seducida?
Al entrar a la habitación de Lena, me quedé boquiabierta con lo que estaba apreciando. Tenía puesto un conjunto de Victoria Secret: Un sostén color blanco con detalles en negro en las copas, tirantes negros y un poco de transparencias, acompañado de un bóxer femenino (cachetero) color blanco también con detalles en color negro que hacia resaltar su muy bien torneado trasero. No sabía qué hacer; en verdad se veía muy sexy, hermosa y elegante con ese atuendo. Mi corazón empezaba a latir a mil por hora y no podía apartar mis ojos de tan hermosa figura. Creo que me la estaba comiendo con la mirada; mi imaginación empezó a volar (nuevamente como en el restaurant esta mañana) pensando lo que podíamos hacer en la habitación de tan espectacular mujer. Aclarándome un poco la garganta le pregunté:-
YULIA: Dime ¿En qué te puedo ayudar Lena? -Al parecer no me esperaba tan rápido ya que volteó al instante, pero lo más raro es que no se inmutó en lo más mínimo ya que no hizo por cubrirse como se supone que lo tendría que haber hecho pues irrumpí en su intimidad.-
LENA: No tardaste Volkova eso es bueno. –Me esbozó una hermosa sonrisa y me guiñó el ojo; ¡Dios! ¿Qué quiere? Es tan difícil resistir esto… ¡Apúrate y dime lo que quieres, Katina! ¡Diosito apiádate de mí y ya llévame! ¡Desaparéceme de aquí porque no creo aguantar contemplándola sin tocarla! Rogué en silencio para que aunque sea, el universo me ayudara a alejarme cuanto antes de ahí. Mis súplicas no fueron escuchadas, Lena me hizo saber su siguiente instrucción y la sangre se me fue a la cabeza de inmediato.- Volkova, me vas a ayudar a escoger el atuendo que voy a usar y quiero que me ayudes a vestirme.-Me quedé perpleja; petrificada al escuchar esas palabras que de antemano sabía que eran irrefutables.- Volkova ¿Crees que me sienta bien este coordinado que llevo puesto? –No puedo creerlo, está jugando con mi mente, mis emociones y quiere provocar que salgan mis bajos instintos que estoy reprimiendo desde que entré a esta habitación. Yo solo contesté con voz entrecortada:-
YULIA: Sí, te sienta perfecto ese coordinado.- Obviamente Lena percibió mi nerviosismo al articular estas palabras y de antemano sabía me iba a torturar lentamente.-
LENA: ¿Estás segura? Porque tengo unos cuantos más que me parecen mejor que este, ya que se sientan mejor a mi figura. –Lena, Lena, estás jugando con fuego, puedes provocar un incendio que se va a salir de control, todo esto lo pensaba mientras ella empezaba a sacar dichos atuendos. Me dije mientras trataba de controlar el color de mi rostro.-
YULIA: Te estoy siendo lo más sincera Katina.
LENA: No lo sé, quiero asegurarme de eso Volkova. –Sujetando un coordinado aun más sexy en color azul-. ¿Qué te parece este Yulia?
YULIA: Me gusta más el que traes puesto Lena, en serio. - Nuevamente me regaló una de sus mejores sonrisas. Lena sabía que me tenía acorralada y no me iba a soltar. Esa señorita vaya que si es una completa alma de Satán.-
LENA: Ok, te creo. Ahora saca de mi guardarropa una camisa blanca manga larga DG, unos jeans azul marino también DG y unas botas negras largas. –No tarde mucho en encontrar lo que me pidió ya que lo que quería era ya salir de su habitación porque en verdad estaba por romper mi condicionante.-
YULIA: ¿Los coloco en tu cama Katina?
LENA: Claro –Me respondió mientras buscaba algún accesorio entre sus cajones; imagino que era algún amuleto ya que se sonrió cuando lo encontró.- Yulia, toma la camisa y ayúdame a ponérmela.- ¿Cómo diablos iba a hacer eso sin romper mi condición?-. Mientras conserves los 10 centímetros de distancia que tu estipulaste, no creo que haya problema, es decir, tus brazos son lo suficientemente largos para conservar la distancia o… ¿No? Además la distancia la estipulaste refiriéndote que no puede haber abrazos ni besos. -¡Cierto! Ósea que sí puede ver algún tipo de roce. Y creo que de esta manera, así ya va a empezar mi juego. Pensé al mismo tiempo que me apuré para tomar la camisa y acercarme a ella para ayudar a ponérsela.-
YULIA: Mete tu brazo por aquí; ahora el otro por acá y voltea para abrochar los botones. –Al empezar a abrocharlos decidí aprovecharme de la situación así que rosé con mis manos “por accidente”, al tratar de acomodar la camisa los dos grandes y bien tonificados senos de Lena; en verdad no sé quien lo disfrutó más si ella o yo ya que se sonrojó más de la cuenta y me atrevo a decir que escuché un leve gemido.-
LENA: Ya deja, yo termino de abrocharlos. –Lena se escuchaba nerviosa; no pensé que se pusiera así con el tan sólo hecho del rose de mis manos en sus senos. Creo que estaba tomando algo de control de la situación pero, debía ser bastante cautelosa para no quebrantar mi condicionante y no faltar al contrato que firmé. Mientras ella terminó de abrocharlos, yo quise romper nuestro nerviosismo preguntando si deseaba que ayudara a ponerle el pantalón.
YULIA: ¿Te voy a ayudar a ponerte también el pantalón?
LENA: ¡No!
YULIA: ¿Por qué gritas? Mi pregunta era lógica ya que me dijiste que yo te iba a ayudar a vestirte.
LENA: Sólo limítate a darme los jeans. –Lena estaba luchando un poco para ponérselos ya que el pantalón se atoró a la altura de sus glúteos y decidí ayudarla; sabía que si me aprovechaba de esta situación no iba a tener perdón de dios pero sé que dios es muy grande y me perdonará algún día. Me acerqué a no menos de los centímetros estipulados frente a ella y puse mis manos entre el pantalón y… Sus glúteos para jalarlo hacia arriba mientras ella colocaba las suyas sobre mis hombros. Su piel era suave y tersa. Creo que esa sensación la recordaré el resto del día. El pantalón subió pero mis manos bajaron para tocar su trasero que estaba firme. Seguía frente a ella parecía no molestarle mis manos en esa zona ya que se quedó mirándome fijamente a mis labios. Lena estaba a punto de romper la distancia ya que se estaba acercando poco a poco a mis labios. No sé quién iba a disfrutar más ese beso. De repente se cayó de sus manos su collar de amuleto y el ruido al caer al suelo nos regresó a la realidad; me apartó inmediatamente de ella empujándome suavemente para concluir diciéndome:-
LENA: Volkova recoge mi collar mientras me pongo mis botas. - Me confundes Katina; no sé si realmente te gustó ese acercamiento o si es que estás confundida... creo que me estoy volviendo paranoica o loca. Creo que estás jugando muy bien tus cartas. Pensaba a solas con mi cabeza y mientras me agaché a recoger del suelo el collar como me ordenó.-
YULIA: Aquí tienes. –Lena se colocó el dije, me pidió que le sostuviera su cabello perfectamente ya alisado, que en lo particular me gustaba más cuando lucía su cabello rizado, pero en esta ocasión se le veía espectacular.-
LENA: Ya estoy lista Volkova, ¿Nos vamos?
YULIA: Claro.
Por fin se había acabado mi sufrimiento, pero tenía que desquitarme de algún modo; la gran pregunta era ¿Cómo? Su juego de seducción ya inició y llevo casi todas las de perder, y tengo que darle algo de pelea. -Tendré que pensar en algo para hacerla sudar así como ella lo está haciendo conmigo aunque en realidad, me gusta por más sufrimiento y delirante que sea.. ¿Será que me estoy convirtiendo en masoquista?- Le abrí la puerta del coche y la ayude a subir.
YULIA: ¿A dónde se te antoja ir?
LENA: Tengo ganas de ver una película, vamos al cine. –Me pareció una excelente idea ya que probablemente el lugar y la situación, me podrían favorecer para poder invertir los papeles y esta vez, hacerla sufrir.-
Al llegar al cine, quise tomarla de la mano pero sólo recibí un rechazo. De seguro aún estaba tratando de mantener una distancia aún más grande para no sentirse en peligro de nuevo. No me molesté pero aumentaron mis deseos de provocarla, seducirla y enamorarla como ella lo estaba haciendo conmigo. Era cuestión de tiempo, yo encontraría el momento perfecto para hacerlo y descontrolarla.
YULIA: Y bien Srta. Katina, ¿Qué película veremos? –Apenas dije esto cuando Lena saludó a lo lejos a su amiga Nadia junto con Nico… un momento ¿Nico? ¿Qué hace aquí?- Nos desplazamos con felicidad y por mi cuenta, un poco de extrañeza, hacia donde se encontraban nuestros amigos. La verdad estaba muy entusiasmada al ver a mi gran amigo idiota.- Nico, ¿Qué haces aquí?
NICO: Lo qué todo mundo hace en un cine: vine a ver una película ¿Por qué haces esa pregunta tan obvia monstruito?
YULIA: ¡Hey, Hey! Ese apodo solo me lo puede decir Scarlett. –Al decir esto, noté molestia dibujada en el rostro de Lena-.
LENA: ¡Vaya, vaya! Monstruito, ¿Verdad?
NICO: ¡Sí! Y también duende, duendecillo, monstruo y otros más que después te diré, amiga.
YULIA: ¡Cállate Nico! Ya te dije que esos apodos sólo me los puede decir Scarlett. -Notando la molestia de Lena, decidí molestarla más.-
LENA: Y… se puede saber el ¿Por qué solo Scarlett te puede llamar así? – Se notaban tintes de molestia y sarcasmo en su voz. A lo cual le repliqué de inmediato.-
YULIA: Porque es una chica muy bella, atractiva, talentosa, etc. por eso.
LENA: Ósea, que solo las mujeres atractivas te pueden decir así.
YULIA: Básicamente. –Al finalizar, Lena se mostró más molesta e impulsivamente, quiso responderme, sin embargo Nadia la jaló fuertemente y la llevó con ella a ver la sinopsis de las películas. La noche prometía ser muy interesante y estaba segura que me ayudaría a descubrir y confirmar, el verdadero sentimiento de Katina por mí.
Mientras observaban las reseñas con el propósito de elegir la que entraríamos a ver, Nadia balbuceó lo más tenue posible, una llamada de atención para Lena; presté atención todo cuanto me fue posible ya que me daría una pista para poder combatir y ganarle a mi pelirroja hermosa. Sin embargo, el siempre inoportuno de Petrovic, se acercó y distrajo mi atención.
NADIA: Lena, no te obvies tanto.
LENA: Pero es que…
NADIA: No hay pero que valga; con esa actitud lo que vas a provocar es que seas tú la primera que rompa la regla de oro.
LENA: Entonces ¿Qué me recomiendas?
NADIA: Sólo relájate y como te dije, tienes que ser muy fuerte y contundente en tus órdenes a Volkova. Sé espontánea y creativa... Disfrútalo porque pordrás ver todas las reacciones y sensaciones
Al saber que me había perdido prácticamente de toda la conversación entre Lena y Nadia, preferí dejar el tema en paz y decidí investigar un poco de lo que estaba sucediendo entre Nadia y Nico.
YULIA: ¿Estás saliendo en plan de amigos o de algo más con Nadia?
NICO: ¿Te importa?
YUIA: ¡Claro que me importa idiota! Sino no te estuviera preguntando.
NICO: Ya te habías tardado en insultarme Volkova; ya hasta me estaba sintiendo raro. –Soltando una carcajada al terminar la frase, la cual yo secundé y le di un abrazo ya que teníamos tiempo sin vernos; para ser más exacta desde aquella vez en el skatepark.-
YULIA: ¿Cuáles son tus intenciones con Nadia? Te pregunto porque no quiero que la lastimes, bruto.
NICO: ¡Oye, oye! Yo también tengo mi corazoncito y te puedo decir que Nadia es una chica muy espontanea, sin prejuicios ni estereotipos, muy alegre y sobre todo de muy buenos sentimientos y corazón .-No había escuchado a Nico expresarse así de alguien; él no es de tener muchas relaciones. Él es más bien solitario y un poco arisco con la gente. Otra cosa que me sorprendió mucho y no daba crédito es que se sonrojo al describir a Nadia.-
YULIA: Más bien le diré a Nadia que no te lastime; se ve que y se siente que te estás enamorando de ella perdidamente. –Regalándole una sonrisa tierna a mi gran amigo.-
Mientras tanto una chica interrumpió la charla que estaba teniendo con Nico al mismo tiempo en que Lena y Nadia se iban acercando a nosotros.-
CHICA: ¿Tú eres Yulia Volkova la chica sensación de Kozlov?
YULIA: Sí, soy Yulia Volkova pero no soy lo que dices.
CHICA: Eres más guapa en persona que lo que describen.-Terminadas estas palabras la chica se acercó a mi rostro y sin mediar más palabra ni verlo venir me dio un beso; no pude hacer nada para evitarlo. Fueron los instantes más raros e incómodos de mi vida, sobre todo porque Lena estaba expectando todo el show. Lo único que pensé fue: “Esto se va a poner feo” (https://www.youtube.com/watch?v=C1jfRdYeVqs) y justamente al terminar de pensarlo, Lena no pudo evitar contenerse más y la tomó del brazo, apartándome de la chica extraña y atrevida; Lena como novia psicópata, comenzó a cuestionarla.
LENA: ¿Por qué la besas? -Se le notaba a leguas su molestia.-
CHICA: ¿Es tu pareja? -Lena no supo que responder.- Si no es así, no entiendo el por qué te enojas y por ende tampoco tengo la obligación de contestarte. -Jaló su brazo para zafarse de mi pelirroja y caminó hacia mí nuevamente. Nadia tomó del brazo a Lena y la llevó hacia ella.
NADIA: Lena, en qué quedamos, tranquilízate y no le tomes importancia a esto. –Tenía que salir al rescate Nadia, y a lo cual, le estaré siempre muy agradecida. Pues la chica, después de no recibir respuesta concreta por parte de Lena, se abalanzó a abrazarme del cuello para tenerme cuerpo a cuerpo y robarme otro beso; yo por mi parte lo recibí encantada, no tanto en sí por el beso de una desconocida, sino porque los celos de Lena estaban a flor de piel.
CHICA: ¡Wow! Aparte de ser el principal talento en Kozlov, realmente besas espectacular. –Nadia seguía tratando de tranquilizar a Lena y sobre todo de detenerla.- Toma, te doy mi número por si quieres pasar un buen rato. -Metió el papel en la bolsa izquierda de mi camisa y se retiro con una sonrisa victoriosa que le escupió a Lena en la cara. Su expresión fue hermosa; ella realmente estaba sintiendo celos y quería poder liberarse de Nadia para ir tras ella y darle su merecido por los besos que me dio.-
NICO: ¿Qué fue eso Volkova?
LENA: ¿Qué no viste! Volkova se deja “querer” por cualquier chica guapa. ¡Esa tipa es una cualquiera!
YULIA: A eso le llamo yo una conquista express. -Me arriesgué un poco más para poder activar por última vez, los celos de Katina. Sin embargo, mis palabras activaron una alarma para Nico; me tomó de la mano y pidiéndoles a las chicas que nos disculparan un momento a solas, me llevó a un lugar apartado para interrogarme un poco.
NICO: ¿Qué pasa contigo Volkova? Parece que no fueras tú. Está Lena presente y te pones a actuar de esa manera. A leguas se ve que la hermosa pelirroja te quiere, ¿Por qué te portas así?
YULIA: Nico, es una historia muy larga.
NICO: ¡Pues resúmela, tarada!
YULIA: Ok, ok… Katina me hizo aceptar un acuerdo estúpido en el cual, yo soy básicamente su esclava. Buscando mi beneficio, puse una restricción para que nuestra máxima cercanía no sea menor a 10 centímetros. Ya estaba comprobando poco a poco, que le gusto a Lena y ese plan de esclavitud, realmente lo vi muy a su conveniencia. Por ese motivo, mi estrategia fue esa condición de diez centímetros, ya que con lo que me ha sucedido con ella, he pensado que puedo hacerla romper esa condición y para mí sería magnífico porque sin más rodeos, puedo pedirle lo que yo quiera.
NICO: Y ¿sólo por eso dejas que de buenas a primeras, llegue una chica y te bese de la manera que lo hizo? ¡Eres una tonta, Volkova!
YULIA: Pero es que… ¡Nah! No te voy a contar lo que pasó en la habitación de Lena.
NICO: ¿Habitación? A ver cuenta.
Yulia: ¡Por supuesto que no depravado!
NICO: Entonces cuéntame ¿Cuál es tu plan? Yo te ayudo a hacerla romper la condición; diez centímetros serán muy fáciles para que los rebase. -Le sonreí a Nico en señal de la alianza que estábamos por hacer. Si Lena tenía a su fiel amiga Nadia de su parte, yo tendría a Nico y la guerra seguía pareja pero yo realmente me sentía victoriosa y segura de hacer perder a mi Katina.-
Ojalá les agrade.
CAPÍTULO X
¿Seductora o Seducida?
Al entrar a la habitación de Lena, me quedé boquiabierta con lo que estaba apreciando. Tenía puesto un conjunto de Victoria Secret: Un sostén color blanco con detalles en negro en las copas, tirantes negros y un poco de transparencias, acompañado de un bóxer femenino (cachetero) color blanco también con detalles en color negro que hacia resaltar su muy bien torneado trasero. No sabía qué hacer; en verdad se veía muy sexy, hermosa y elegante con ese atuendo. Mi corazón empezaba a latir a mil por hora y no podía apartar mis ojos de tan hermosa figura. Creo que me la estaba comiendo con la mirada; mi imaginación empezó a volar (nuevamente como en el restaurant esta mañana) pensando lo que podíamos hacer en la habitación de tan espectacular mujer. Aclarándome un poco la garganta le pregunté:-
YULIA: Dime ¿En qué te puedo ayudar Lena? -Al parecer no me esperaba tan rápido ya que volteó al instante, pero lo más raro es que no se inmutó en lo más mínimo ya que no hizo por cubrirse como se supone que lo tendría que haber hecho pues irrumpí en su intimidad.-
LENA: No tardaste Volkova eso es bueno. –Me esbozó una hermosa sonrisa y me guiñó el ojo; ¡Dios! ¿Qué quiere? Es tan difícil resistir esto… ¡Apúrate y dime lo que quieres, Katina! ¡Diosito apiádate de mí y ya llévame! ¡Desaparéceme de aquí porque no creo aguantar contemplándola sin tocarla! Rogué en silencio para que aunque sea, el universo me ayudara a alejarme cuanto antes de ahí. Mis súplicas no fueron escuchadas, Lena me hizo saber su siguiente instrucción y la sangre se me fue a la cabeza de inmediato.- Volkova, me vas a ayudar a escoger el atuendo que voy a usar y quiero que me ayudes a vestirme.-Me quedé perpleja; petrificada al escuchar esas palabras que de antemano sabía que eran irrefutables.- Volkova ¿Crees que me sienta bien este coordinado que llevo puesto? –No puedo creerlo, está jugando con mi mente, mis emociones y quiere provocar que salgan mis bajos instintos que estoy reprimiendo desde que entré a esta habitación. Yo solo contesté con voz entrecortada:-
YULIA: Sí, te sienta perfecto ese coordinado.- Obviamente Lena percibió mi nerviosismo al articular estas palabras y de antemano sabía me iba a torturar lentamente.-
LENA: ¿Estás segura? Porque tengo unos cuantos más que me parecen mejor que este, ya que se sientan mejor a mi figura. –Lena, Lena, estás jugando con fuego, puedes provocar un incendio que se va a salir de control, todo esto lo pensaba mientras ella empezaba a sacar dichos atuendos. Me dije mientras trataba de controlar el color de mi rostro.-
YULIA: Te estoy siendo lo más sincera Katina.
LENA: No lo sé, quiero asegurarme de eso Volkova. –Sujetando un coordinado aun más sexy en color azul-. ¿Qué te parece este Yulia?
YULIA: Me gusta más el que traes puesto Lena, en serio. - Nuevamente me regaló una de sus mejores sonrisas. Lena sabía que me tenía acorralada y no me iba a soltar. Esa señorita vaya que si es una completa alma de Satán.-
LENA: Ok, te creo. Ahora saca de mi guardarropa una camisa blanca manga larga DG, unos jeans azul marino también DG y unas botas negras largas. –No tarde mucho en encontrar lo que me pidió ya que lo que quería era ya salir de su habitación porque en verdad estaba por romper mi condicionante.-
YULIA: ¿Los coloco en tu cama Katina?
LENA: Claro –Me respondió mientras buscaba algún accesorio entre sus cajones; imagino que era algún amuleto ya que se sonrió cuando lo encontró.- Yulia, toma la camisa y ayúdame a ponérmela.- ¿Cómo diablos iba a hacer eso sin romper mi condición?-. Mientras conserves los 10 centímetros de distancia que tu estipulaste, no creo que haya problema, es decir, tus brazos son lo suficientemente largos para conservar la distancia o… ¿No? Además la distancia la estipulaste refiriéndote que no puede haber abrazos ni besos. -¡Cierto! Ósea que sí puede ver algún tipo de roce. Y creo que de esta manera, así ya va a empezar mi juego. Pensé al mismo tiempo que me apuré para tomar la camisa y acercarme a ella para ayudar a ponérsela.-
YULIA: Mete tu brazo por aquí; ahora el otro por acá y voltea para abrochar los botones. –Al empezar a abrocharlos decidí aprovecharme de la situación así que rosé con mis manos “por accidente”, al tratar de acomodar la camisa los dos grandes y bien tonificados senos de Lena; en verdad no sé quien lo disfrutó más si ella o yo ya que se sonrojó más de la cuenta y me atrevo a decir que escuché un leve gemido.-
LENA: Ya deja, yo termino de abrocharlos. –Lena se escuchaba nerviosa; no pensé que se pusiera así con el tan sólo hecho del rose de mis manos en sus senos. Creo que estaba tomando algo de control de la situación pero, debía ser bastante cautelosa para no quebrantar mi condicionante y no faltar al contrato que firmé. Mientras ella terminó de abrocharlos, yo quise romper nuestro nerviosismo preguntando si deseaba que ayudara a ponerle el pantalón.
YULIA: ¿Te voy a ayudar a ponerte también el pantalón?
LENA: ¡No!
YULIA: ¿Por qué gritas? Mi pregunta era lógica ya que me dijiste que yo te iba a ayudar a vestirte.
LENA: Sólo limítate a darme los jeans. –Lena estaba luchando un poco para ponérselos ya que el pantalón se atoró a la altura de sus glúteos y decidí ayudarla; sabía que si me aprovechaba de esta situación no iba a tener perdón de dios pero sé que dios es muy grande y me perdonará algún día. Me acerqué a no menos de los centímetros estipulados frente a ella y puse mis manos entre el pantalón y… Sus glúteos para jalarlo hacia arriba mientras ella colocaba las suyas sobre mis hombros. Su piel era suave y tersa. Creo que esa sensación la recordaré el resto del día. El pantalón subió pero mis manos bajaron para tocar su trasero que estaba firme. Seguía frente a ella parecía no molestarle mis manos en esa zona ya que se quedó mirándome fijamente a mis labios. Lena estaba a punto de romper la distancia ya que se estaba acercando poco a poco a mis labios. No sé quién iba a disfrutar más ese beso. De repente se cayó de sus manos su collar de amuleto y el ruido al caer al suelo nos regresó a la realidad; me apartó inmediatamente de ella empujándome suavemente para concluir diciéndome:-
LENA: Volkova recoge mi collar mientras me pongo mis botas. - Me confundes Katina; no sé si realmente te gustó ese acercamiento o si es que estás confundida... creo que me estoy volviendo paranoica o loca. Creo que estás jugando muy bien tus cartas. Pensaba a solas con mi cabeza y mientras me agaché a recoger del suelo el collar como me ordenó.-
YULIA: Aquí tienes. –Lena se colocó el dije, me pidió que le sostuviera su cabello perfectamente ya alisado, que en lo particular me gustaba más cuando lucía su cabello rizado, pero en esta ocasión se le veía espectacular.-
LENA: Ya estoy lista Volkova, ¿Nos vamos?
YULIA: Claro.
Por fin se había acabado mi sufrimiento, pero tenía que desquitarme de algún modo; la gran pregunta era ¿Cómo? Su juego de seducción ya inició y llevo casi todas las de perder, y tengo que darle algo de pelea. -Tendré que pensar en algo para hacerla sudar así como ella lo está haciendo conmigo aunque en realidad, me gusta por más sufrimiento y delirante que sea.. ¿Será que me estoy convirtiendo en masoquista?- Le abrí la puerta del coche y la ayude a subir.
YULIA: ¿A dónde se te antoja ir?
LENA: Tengo ganas de ver una película, vamos al cine. –Me pareció una excelente idea ya que probablemente el lugar y la situación, me podrían favorecer para poder invertir los papeles y esta vez, hacerla sufrir.-
Al llegar al cine, quise tomarla de la mano pero sólo recibí un rechazo. De seguro aún estaba tratando de mantener una distancia aún más grande para no sentirse en peligro de nuevo. No me molesté pero aumentaron mis deseos de provocarla, seducirla y enamorarla como ella lo estaba haciendo conmigo. Era cuestión de tiempo, yo encontraría el momento perfecto para hacerlo y descontrolarla.
YULIA: Y bien Srta. Katina, ¿Qué película veremos? –Apenas dije esto cuando Lena saludó a lo lejos a su amiga Nadia junto con Nico… un momento ¿Nico? ¿Qué hace aquí?- Nos desplazamos con felicidad y por mi cuenta, un poco de extrañeza, hacia donde se encontraban nuestros amigos. La verdad estaba muy entusiasmada al ver a mi gran amigo idiota.- Nico, ¿Qué haces aquí?
NICO: Lo qué todo mundo hace en un cine: vine a ver una película ¿Por qué haces esa pregunta tan obvia monstruito?
YULIA: ¡Hey, Hey! Ese apodo solo me lo puede decir Scarlett. –Al decir esto, noté molestia dibujada en el rostro de Lena-.
LENA: ¡Vaya, vaya! Monstruito, ¿Verdad?
NICO: ¡Sí! Y también duende, duendecillo, monstruo y otros más que después te diré, amiga.
YULIA: ¡Cállate Nico! Ya te dije que esos apodos sólo me los puede decir Scarlett. -Notando la molestia de Lena, decidí molestarla más.-
LENA: Y… se puede saber el ¿Por qué solo Scarlett te puede llamar así? – Se notaban tintes de molestia y sarcasmo en su voz. A lo cual le repliqué de inmediato.-
YULIA: Porque es una chica muy bella, atractiva, talentosa, etc. por eso.
LENA: Ósea, que solo las mujeres atractivas te pueden decir así.
YULIA: Básicamente. –Al finalizar, Lena se mostró más molesta e impulsivamente, quiso responderme, sin embargo Nadia la jaló fuertemente y la llevó con ella a ver la sinopsis de las películas. La noche prometía ser muy interesante y estaba segura que me ayudaría a descubrir y confirmar, el verdadero sentimiento de Katina por mí.
Mientras observaban las reseñas con el propósito de elegir la que entraríamos a ver, Nadia balbuceó lo más tenue posible, una llamada de atención para Lena; presté atención todo cuanto me fue posible ya que me daría una pista para poder combatir y ganarle a mi pelirroja hermosa. Sin embargo, el siempre inoportuno de Petrovic, se acercó y distrajo mi atención.
NADIA: Lena, no te obvies tanto.
LENA: Pero es que…
NADIA: No hay pero que valga; con esa actitud lo que vas a provocar es que seas tú la primera que rompa la regla de oro.
LENA: Entonces ¿Qué me recomiendas?
NADIA: Sólo relájate y como te dije, tienes que ser muy fuerte y contundente en tus órdenes a Volkova. Sé espontánea y creativa... Disfrútalo porque pordrás ver todas las reacciones y sensaciones
Al saber que me había perdido prácticamente de toda la conversación entre Lena y Nadia, preferí dejar el tema en paz y decidí investigar un poco de lo que estaba sucediendo entre Nadia y Nico.
YULIA: ¿Estás saliendo en plan de amigos o de algo más con Nadia?
NICO: ¿Te importa?
YUIA: ¡Claro que me importa idiota! Sino no te estuviera preguntando.
NICO: Ya te habías tardado en insultarme Volkova; ya hasta me estaba sintiendo raro. –Soltando una carcajada al terminar la frase, la cual yo secundé y le di un abrazo ya que teníamos tiempo sin vernos; para ser más exacta desde aquella vez en el skatepark.-
YULIA: ¿Cuáles son tus intenciones con Nadia? Te pregunto porque no quiero que la lastimes, bruto.
NICO: ¡Oye, oye! Yo también tengo mi corazoncito y te puedo decir que Nadia es una chica muy espontanea, sin prejuicios ni estereotipos, muy alegre y sobre todo de muy buenos sentimientos y corazón .-No había escuchado a Nico expresarse así de alguien; él no es de tener muchas relaciones. Él es más bien solitario y un poco arisco con la gente. Otra cosa que me sorprendió mucho y no daba crédito es que se sonrojo al describir a Nadia.-
YULIA: Más bien le diré a Nadia que no te lastime; se ve que y se siente que te estás enamorando de ella perdidamente. –Regalándole una sonrisa tierna a mi gran amigo.-
Mientras tanto una chica interrumpió la charla que estaba teniendo con Nico al mismo tiempo en que Lena y Nadia se iban acercando a nosotros.-
CHICA: ¿Tú eres Yulia Volkova la chica sensación de Kozlov?
YULIA: Sí, soy Yulia Volkova pero no soy lo que dices.
CHICA: Eres más guapa en persona que lo que describen.-Terminadas estas palabras la chica se acercó a mi rostro y sin mediar más palabra ni verlo venir me dio un beso; no pude hacer nada para evitarlo. Fueron los instantes más raros e incómodos de mi vida, sobre todo porque Lena estaba expectando todo el show. Lo único que pensé fue: “Esto se va a poner feo” (https://www.youtube.com/watch?v=C1jfRdYeVqs) y justamente al terminar de pensarlo, Lena no pudo evitar contenerse más y la tomó del brazo, apartándome de la chica extraña y atrevida; Lena como novia psicópata, comenzó a cuestionarla.
LENA: ¿Por qué la besas? -Se le notaba a leguas su molestia.-
CHICA: ¿Es tu pareja? -Lena no supo que responder.- Si no es así, no entiendo el por qué te enojas y por ende tampoco tengo la obligación de contestarte. -Jaló su brazo para zafarse de mi pelirroja y caminó hacia mí nuevamente. Nadia tomó del brazo a Lena y la llevó hacia ella.
NADIA: Lena, en qué quedamos, tranquilízate y no le tomes importancia a esto. –Tenía que salir al rescate Nadia, y a lo cual, le estaré siempre muy agradecida. Pues la chica, después de no recibir respuesta concreta por parte de Lena, se abalanzó a abrazarme del cuello para tenerme cuerpo a cuerpo y robarme otro beso; yo por mi parte lo recibí encantada, no tanto en sí por el beso de una desconocida, sino porque los celos de Lena estaban a flor de piel.
CHICA: ¡Wow! Aparte de ser el principal talento en Kozlov, realmente besas espectacular. –Nadia seguía tratando de tranquilizar a Lena y sobre todo de detenerla.- Toma, te doy mi número por si quieres pasar un buen rato. -Metió el papel en la bolsa izquierda de mi camisa y se retiro con una sonrisa victoriosa que le escupió a Lena en la cara. Su expresión fue hermosa; ella realmente estaba sintiendo celos y quería poder liberarse de Nadia para ir tras ella y darle su merecido por los besos que me dio.-
NICO: ¿Qué fue eso Volkova?
LENA: ¿Qué no viste! Volkova se deja “querer” por cualquier chica guapa. ¡Esa tipa es una cualquiera!
YULIA: A eso le llamo yo una conquista express. -Me arriesgué un poco más para poder activar por última vez, los celos de Katina. Sin embargo, mis palabras activaron una alarma para Nico; me tomó de la mano y pidiéndoles a las chicas que nos disculparan un momento a solas, me llevó a un lugar apartado para interrogarme un poco.
NICO: ¿Qué pasa contigo Volkova? Parece que no fueras tú. Está Lena presente y te pones a actuar de esa manera. A leguas se ve que la hermosa pelirroja te quiere, ¿Por qué te portas así?
YULIA: Nico, es una historia muy larga.
NICO: ¡Pues resúmela, tarada!
YULIA: Ok, ok… Katina me hizo aceptar un acuerdo estúpido en el cual, yo soy básicamente su esclava. Buscando mi beneficio, puse una restricción para que nuestra máxima cercanía no sea menor a 10 centímetros. Ya estaba comprobando poco a poco, que le gusto a Lena y ese plan de esclavitud, realmente lo vi muy a su conveniencia. Por ese motivo, mi estrategia fue esa condición de diez centímetros, ya que con lo que me ha sucedido con ella, he pensado que puedo hacerla romper esa condición y para mí sería magnífico porque sin más rodeos, puedo pedirle lo que yo quiera.
NICO: Y ¿sólo por eso dejas que de buenas a primeras, llegue una chica y te bese de la manera que lo hizo? ¡Eres una tonta, Volkova!
YULIA: Pero es que… ¡Nah! No te voy a contar lo que pasó en la habitación de Lena.
NICO: ¿Habitación? A ver cuenta.
Yulia: ¡Por supuesto que no depravado!
NICO: Entonces cuéntame ¿Cuál es tu plan? Yo te ayudo a hacerla romper la condición; diez centímetros serán muy fáciles para que los rebase. -Le sonreí a Nico en señal de la alianza que estábamos por hacer. Si Lena tenía a su fiel amiga Nadia de su parte, yo tendría a Nico y la guerra seguía pareja pero yo realmente me sentía victoriosa y segura de hacer perder a mi Katina.-
SandyQueen- Mensajes : 184
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Buenas tardes a tod@s! Aquí les traigo la segunda parte del Capítulo X
Ojalá les agrade. Quejas, sugerencias y comentarios son bien recibidos
CAPÍTULO X
NADIA: ¿Qué fue eso Lenka?
LENA: No sé, no sé. -Contesté aun enfadada por la actitud "liberal" de Yulia-.
NADIA: Lena, si sigues así no dudo que también vayas a... -Interrumpí de inmediato a Nadia.-
LENA: Nadia, a estas alturas ya no me interesa romper esa distancia.
NADIA: No llevan ni un día con ese contrato y esa insignificante condicionante, ¿Pensas tirar la toalla?
LENA: Nadia, es que todo esto lo lo quería hacer como un juego. Creí que podía manejar mis sensaciones y emociones pero, lo que hizo esa "señorita" me sacó de mis casillas tan fácil. ¿Cómo tan fácil probó los labios de Yulia? Esos labios que quiero que sean míos de todas las formas posibles. -Nadias solo se limitó a analizarme y analizar lo que había pasado y me dijo:-
NADIA: Veo que si vas en serio por Yulia pero, te voy a regresar a la realidad -¿Realidad? ¿Qué realidad? me preguntaba mientras Nadia me hablaba.- ¿No me digas que ya te habías olvidado de tus padres y Vanya? ¿A caso estabas tan metida en tu pompa de jabón que no te acordabas de ellos? -¡Carajo! ¡Carajo! ¡Mil veces carajo! maldecía mientras seguía Nadia con su discurso.-El caso de que tu madre se haya ido de retiro por parte del conservatorio no significa que ya no exista; y de que tu padre siga de viaje de negocios no significa que nunca vaya a volver. Y Vanya... Bueno ese imbécil no cuenta mucho pero tu madre lo quiere como tu esposo y creo que también entra en las personas a las cuales les darás una explicación.
LENA:Aún tengo un poco de tiempo para pensar en lo que les diré a ellos.
NADIA: Espero que así sea Lena y no lo tomes a la ligera ni te embeleses tanto con tu morena, sino hasta que ya tengas algo arreglado. -Me quedé pensando en esas preguntas.-
Pareciera que la balanza estaba equilibrada en esta “batalla”. Mientras Lena y Nadia conversaban, Yulia y Nico regresaron a donde se encontraban las chicas una vez que dieron por finalizada su reunión misteriosa, y de la cual, habían planeado "dos horas y pico" para provocar más el delirio de Lena.
NICO: Quizá no te parece la gran cosa Volkova, pero estoy seguro que con este pequeño plan, tu chica pelirroja va a ansiarte más... Y ya es cuestión de cualquier situación improvisada o imprevista para que rompa tu condición. Entonces ganarás y podrás pedirle lo que quieras sin que te preocupe su oposición o no. Aunque viéndola.. Yo creo que está tan enamorada de ti que realmente ya no se va a oponer a hacer cualquier cosa que le pidas y te confesará fácilmente y directamente, el amor que te tiene. Además cada vez lo oculta menos y es definitivo que va creciendo.. -Se quedaron en silencio para abordar a las chicas preguntándoles si ya habían hecho la elección de la película. -
NICO: Y… Por fin ¿Qué película eligieron para ver?
NADIA: Una romántica ¿O no es así Lena? – Lena sólo asintió con la cabeza, ya que estaba pensando mucho en lo que Nadia le había dicho.-
YULIA: Y ¿Cuál es? –Lena volteó a ver a Yulia con un gesto de enojo y mirada aniquiladora; aún seguía muy enfadada con ella.-
LENA: Orgullo y Prejuicio.-Obviamente esa no era la película que habían escogido pero, fue la primera que Lena volteó a ver en la cartelera; no sabía si era romántica o no, sólo rogaba por haber hecho una buena elección. Compraron los boletos mientras Nico iba a la dulcería por palomitas, refrescos y golosinas. Parecía una broma, una broma de mal gusto ya que solo venía con solo tres vasos con refresco y tres vasos con palomitas; Nico notó la cara de indignación de la pelirroja y entonces le dijo:
NICO: Lo siento mucho chicas pero, estaba atiborrada de gente la dulcería y sólo pude comprar éstos. –Sonrojándose como un niño pequeño que sabía que había hecho alguna maldad. Se desplazó para estar cerca de Nadia y entonces pasando su brazo detrás de los hombros de ella la abrazó sin que se lo esperara. Si Nadia tenía pensado debatir la compra de sólo tres vasos con refresco y tres cubetas medianas de palomitas, entonces con aquél gesto, la había desarmado y con su rostro embriagado de ternura y amor por Nico sólo se limitó a corroborar la repartición y distribución de la compra.-
NADIA: Ok, pero entonces... ¿Cuál es de quien? Y lo más importante ¿Quién va a compartir qué?
NICO: Bueno… en resumidas cuentas Yulia y Lena van a compartir palomitas y refresco.
LENA: ¡Qué?, Nononono, a ver Nico, ¿Por qué yo voy a tener que compartir con la "Srta. Conquistas Express"? –A Yulia no parecía que le molestará la idea, al contrarío lo estaba disfrutando mucho. No quería pensar mal pero pareciera que esos dos hicieron una especie de arreglo. Pensó Lena y refunfuñó sin quitarle la vista de encima a su Yulia.-
YULIA: Por mí no hay problema, al menos que mi esclavizadora no resista estar cerca de mí.
LENA: Tú ni me dirijas la palabra Volkova además al que le pregunté fue a Nico. -Al instante Nico replicó.-
NICO: A mi no me gustan las palomitas favoritas de Nadia y no pienso compartir con Yulia mis palomitas; es tan desagradable y además se las comería todas.
LENA: Ok, te la paso, pero… el refresco, ¿Por qué también el refresco? – Esto si sería una tortura para mí; sería como besar y no besar sus labios ¡Dios porqué me haces esto?, pensó Lena con gran desesperación y con temor a hacerse más susceptible a Yulia.-
NADIA: Se nos va hacer tarde y no vamos a poder ver la película desde un principio. Así que ya dejemos esta discusión inútil y VA-MOS-A-EN-TRAR-YA. Lena, por favor, no seas infantil y vamos ya a la función; este tema se cerró: compartes y punto.
Acabamos con la discusión pero… un momento, si iba a compartir con Yulia todo eso quería decir que... nos sentaríamos juntas. No podía ser cierto esto; realmente el universo me estaba jugando una muy pero muy mala pasada. ¿Será Karma? Lo que fuese, esto iba a ser un martirio para mi: tenerla y no tenerla, besarla y no besarla,; creí que me volvería loca.
Al entrar a la sala quería sentarme a lado de Nadia, mínimo para que el martirio fuera más llevadero, pero no fue posible ya que, Nico se sentó en “mi lugar” ¿Por qué a veces eres tan inoportuno? El chico me cae bien pero, ¿Por qué precisamente hoy se tenía que sentar en mi lugar predestinado? Después me senté y a lado de mí tomó asiento, Volkova.
Comenzó la película. Yo tenía la fuerte convicción de no comer palomitas y mucho menos beber del refresco de Volkova aunque muriera de ganas pero, al ver a la sensual morena comer algo tan simple como palomitas de maíz e imaginarla bebiendo refresco, me dejo desarmada y rompió en mil pedazos mi parte más sensata: en verdad quiero estar con ella. -Me dije a mí misma.- Estaba embelesada contemplándola hasta que creo que fui demasiado obvia y se dio cuenta. No se incomodó y mucho menos se intimidó, pero me sonrió de una manera tan cálida y me dijo:-
YULIA: Si gustas dime para dejarte algo, ya que estás palomitas son mis favoritas y créeme que por lo regular no comparto pero esta noche puedo hacer una excepción.-Me guiñó el ojo y me ruboricé al instante, pero por la oscuridad en la sala, no lo notó.- Y del refresco… aún no lo he probado así que si lo prefieres bébelo tú.- Yulia está cambiando de estrategia muy repentinamente y me confundía; sé que voy a estar en problemas si cedo ante sus encantos y sus modales tan bellos como ella: ¡Dios! No sé qué hacer.-
LENA: Gracias Volkova pero, por ahora no apetezco nada. -¿Es en serio! ¿Eso le conteste?-
YULIA: ¿Prefieres que te de palomitas en la boca y que dé el primer sorbo al refresco? –¡No Lena! No debes caer en sus encantos. Me dije al tiempo en que empuñaba mis manos de la emoción y ansiedad que sentía mi cuerpo.-
LENA: Si quisiera eso me hubiera bastado con ordenártelo ¿No crees?
YULIA: Como quieras. –No se escuchaba molesta ni nada; sólo se limitó a voltear a la pantalla y seguir disfrutando de la película; opté por hacer lo mismo aunque realmente no podía prestarle nada de atención. Después se me ocurrió querer provocar a Volkova y de la forma más enérgica que pude, le di mi orden.-
LENA: Yulia dame palomitas. –A lo cual sin retirar la vista de la pantalla se limitó a estirar la mano ofreciéndomelas.- No, así no, en la boca. –Al escuchar estas palabras casi hago que se ahogue cuando le dio un sorbo al refresco, y me miró asombrada.- Estoy esperando Volkova.
YULIA: Como digas, Katina –Justo cuando me iba a cumplir mi “deseo” en ese instante recibió un mensaje de texto en su celular, lo checó y contestó al instante. Tenía curiosidad de saber quién era la persona que podía disponer del tiempo de Yulia, así que me tomé el atrevimiento de preguntar.-
LENA: ¿Quién es?..
YULIA: Es Scarlett. Imagino tu próxima pregunta así que me adelantaré; me dice que está aburrida así que la invité a que viniera aquí.
LENA: ¿No tiene más amigos?
YULIA: Sí tiene pero, quiere estar conmigo. –No sabía si sentir celos también de Scarlett pero de cualquier forma, opté por tranquilizarme.
NICO: Ya, dejen de hablar que no se puede disfrutar la película. – No estábamos dejando escuchar la película a Nico y decidió a pedirnos silencio. Yulia empezó a acatar la orden que le di, y yo me dediqué a disfrutar de todo eso ya que cada que acercaba sus dedos a mi boca rosaban mis labios y me atrevo a asegurar que Yulia estaba tratando de controlarse. Sin predecirla, tomando tranquilamente un instante, se acercó a mi óido y me susuró con su voz semi-ronca y hermosa:-
YULIA: ¿Sabes, Katina? Me gustaría conocer el sabor de tus labios. -Se acercó a mí justamente a diez centímetros. Percibía su aroma tan rico y ocasionó que la piel se me erizara. Su voz era aún más sexy teniéndola tan cerca... Deseaba tanto que rompiera su condición. Anhelaba que me tomara y me diera un beso. Mi alma me gritaba su nombre con desesperación y mi cuerpo traducía el deseo por Volkova en sensaciones placenteras por doquier. Me contuve como pude. Si ella no iba a romper la condición, yo sí lo haría. En menos de una fracción de segundo lo decidí y entonces cambié de posición en mi asiento para poder moverme mejor. Me senté dándole la espalda a Nico; de inmediato Yulia advirtió mi postura; sabíamos que la película ya no importaba. Su mirada estaba fija en mi rostro; mi mirada estaba perdidamente enloquecida por sus ojos grandes y tan seductores. Quité la separación entre asientos y entonces pude acercarme más. -Lo haré.- Me dije a mí misma y entonces cerré los ojos y acerqué mi cuerpo hacia ella. Lentamente iba quebrando cada centímetro que nos separaba. -Espero no estar soñando porque una vez estando en tus labios, no querré despertar.- Entonces algo detuvo mi avance... ¿Qué? Abrí mis ojos y comprobé lo que sucedía. Nadia comenzó a arrojarnos palomitas bañadas en refresco...
NADIA: Chicas, de verdad perdón pero ustedes no pagaron las entradas, las pagué yo. Así que por favor, no tiren a la basura mi dinero y ¡Vean la maldita película!
NICO: Oye pero quien compró las entradas fui yo, Nadia... -Mi querida amiga hizo lo suyo. Lo interrumpió impidiéndole que continuara con su "aclaración".
NADIA: Dije VAMOS a VER la PELÍCULA. -Con esa mirada de Nadia, era mejor no retarla más. Todos entendimos y reacomodándonos en nuestros lugares, comenzamos a ver la pelicula. No pude ni tuve la decisión de volver a intentar romper los diez centímetros auqnue mi corazón seguía latiendo con fuerza; Yulia, me encantas... Pensé y empuñando mis manos traté de concentrarme en la película.-
Debió haber sido muy buena opción ya que cuando salimos de sala del cine, Nadia y Nico estaban platicando de la película con mucho entusiasmo. Yo estaba sedienta de Volkova. Caminamos a la salida para llegar al estacionamiento hasta que una figura femenina, muy atractiva y con carácter imponen, se cruzó a nuestro paso. Era Scarlett. Lucía muy bella; sus ojos perfectamente delineados y su rostro cincelado como una obra de arte, le hacían ver realmente como una diosa. En cuanto vio a Yulia se avalanzó hacia ella abrazándola y besándole en la mejilla. Los celos se hicieron presentes en mí pero comencé a contenerme. Amablemente al terminar de abrazarle a Volkova, nos saludó a todos y nos propuso una reunión en un bar cercano al cine.
SCARLETT: Duendecillo, chicos, tengo hambre vamos a cenar algo. Conozco un bar bastante cómodo y con un menú muy rico. Podemos brindar con un poco de alcohol esta noche interesante en la que estamos reunidos. ¿Qué dicen?
YULIA: Gracias por la invitación bella dama; vamos entonces y convivamos un rato. -Yulia le guiñó el ojo y le regaló una dulce sonrisa; no pude evitar sentirme celosa. Pero ¿Qué me pasa? Es solo Scarlett su gran y mejor amiga, es como si fuera Nadia para mí.
Decidimos ir a un restaurant–bar muy intimo y acogedor. La idea era bastante buena y me gustó. Sin embargo hubo un "problema"; pensé que cada pareja se iría en su auto y que Scarlett había llegado en el suyo pero estaba totalmente equivocada. Quería aprovechar el tiempo a solas con Yulia en su carro pero no iba a ser posible porque mi encanto de morena, le pidió a su gran amiga que pidiera taxi privado para llegar al cine. ¡Acordó con ella inclusive llevarla a su casa! Maldita sea, la idea de la salida al cine que me dio mi amiguísima Nadia, no iba nada bien. No tuve otra opción mas que compartir el viaje al bar con Scarlett a bordo, eso sí, Yulia le pidió irse en el asiento de pasajeros:
YULIA: Me disculparás por esta vez (Y espero que algunas otras más) -Balbuceó- Porque viene a bordo mi copiloto favorita y realmente me encanta y me hace bien sentirla a mi lado. -No volteó a verme ni nada pero sí se anticipó a abrirme la puerta y con delicadeza, tomar mi mano para ayudarme a entrar. También hizo lo mismo con Scarlett para que subiera al asiento trasero pero fue un movimiento menos adornado.-
SCARLETT: No hay ningún problema mi duende, pero de igual me prestas atención para guiarte hacia el bar. -Nos pusimos en marcha y de forma resignada, acepté que ya no iba a contar con la oportunidad de estar a solas con Yulia. No por ahora.-
El bar era perfecto; las luces eran bajas y había 3 secciones para sentarse. Nosotros decidimos entrar a la zona VIP que tenía espacios más amplios. Cada quien había ordenado lo de su preferencia, incluyendo vino tinto y blanco; conversamos mientras nos traían nuestra cena y por mi aproveché para indagar un poco acerca de la vida de Scarlett..-
LENA: Scarlett, si no es mucha intromisión ¿Te puedo hacer una pregunta?
SCARLETT: ¿Aparte de la que estás haciendo? –Regalándome una sonrisa.- Tranquila a ver señorita Katina, dígame su pregunta.
LENA: ¿Tienes novio? –Yulia, Nadia y Nico se me quedaron viendo con asombro ya que no veían venir esa pregunta. Scarlett soltó una carcajada antes de responderme.-
SCARLETT: No Lena, no tengo aún. He tenido pretendientes pero nada serio ni trascendental. A cambio de esa pregunta, ahora es mi turno de hacerte la mía. ¿Tu interrogante fue porque quieres asegurarte de que no me interesa Yulia? – ¡Wow! Si Nadia solía ser directa, Scarlett de verdad que me dejó asombrada. Su seguridad y su forma pícara, sarcástica y bromista de hablar, era única.-
LENA: ¡Por supuesto que no! Solo quiero conocerte un poco más ya que quiero ampliar un poco más mi círculo de amigos y no sólo reducirlo a los conocidos de la iglesia.
SCARLETT: ¿Iglesia?
NADIA: ¡Sí! Su familia es muy allegada a la iglesia y acuden casi a diario a las platicas que se dan ahí, ya sabes, eso de ¿Cómo ser un buen cristiano? ¿Cómo no alejarte dios? Es tan aburrido todo pero va más obligada que nada.
SCARLETT: Y me imagino que no tiene más amigos que los de la iglesia y bueno a Nadia... -¿Qué trató de decirme? ¿Ansitocial? ¡Scarlett me las pagarás!- Ya veo, te agradezco tu interés por mi amistad, Lena. -Todo mundo en la mesa comenzó a burlarse por la declaración sarcástica de Scarlett, incluyendo Volkova y Nadia. Me molesté mucho ya que yo no compartía la gracia. Yulia notó mi gran enojo y entonces por debajo de la mesa circular, buscó mi mano y al encontrarla la alzó para darle un beso ante nuestro público: los chicos. Entonces dejaron de reir e iniciaron un bullicioso alarde infantil tarareando: "Volkova y Katina se quieren, se aman..." Estaban fuera de control hasta que alguien acaparó la atención de todos. Llegando de forma inesperada, Vanya apareció ante mí.
VANYA: ¡Hola Lena! ¿Por qué no me has hablado? Yo te hubiera acompañado feliz de la vida a venir a cenar aquí. Que por cierto, este lugar debe de reservarse el derecho de admisión ¿No te parece? No volveré a venir porque están dejando entrar a cualquier tipo de "gente". –Volteando a ver a los demás Instantáneamente, despertó en Nico el deseo de romperle nuevamente la cara a Vanya, pero Nadia lo contuvo. En los rostros de Yulia y Scarlett se les dibujó una gran molestia, querían matarlo con la mirada.-
LENA: Vanya por favor, vete de aquí y déjame en paz de una buena vez. No estoy obligada a llamarte, a buscarte y mucho menos de invitarte cuando NO-LO-¡QUIERO!
VANYA: ¿No soy lo suficiente para salir contigo? Porque si es así, no entiendo cómo este pequeño estorbo niño-niña que tienes al lado -Refiriéndose a Volkova- le permites hasta besar tu mano.
YULIA: ¿Quieres que me encargue de ti?
VANYA: ¿Tú? Vamos, no podrías ni siquiera golpearme la cara aún poniéndome de rodillas. –Vanya estaba provocando a Yulia y a sus amigos-.
NICO: ¡Ya cierra la boca hijo de tu … !
SCARLETT: ¡Suficiente! Mira amigo, las cosas están así: En este momento impediré que mis amigos Petróvic y Volkova te muelan a golpes. Sabes perfectamente que la última vez que llegaste a fastidiar, te llevaste no un golpe, sino unos madrazos bastante bien plantados. No seas tan fanfarrón porque de verdad te ves ridículo y creéme, miedo no te tenemos. Enfadas y das pena, ¿Te presto mi espejo de tocador para que veas los estúpido que luces aquí parado alardeando de mucho siendo que eres tan inútil y tan poco hombre? Por eso, te pediré de la manera más atenta que te retires Sr. Vanya, no nos faltes más al respeto para que así nosotros podamos corresponderte un poco. –Vanya no encontraba cómo emitir ni un solo sonido de voz. Estaba tratando de balbucear pero no lograba decir nada; perecía como si se le hubiera trabado la quijada. Después literalmente cerró la boca, agitó su cabeza y dio un paso hacia atrás. No le despegó la mirada a Scarlett; veía con detenimiento su rostro como si quisiera memorizarlo. Cuando por fin pudo hablar, replicó algunas palabras antes de marcharse.
VANYA: Al menos consigo ver a una hermosa señorita en esta mesa. Me retiro solo porque esta bella dama me lo ha pedido. -Pero antes de retirarse completamente de la mesa, arrebató una copa de vino y la derramó sobre Yulia. Se levantó de su silla como si tuviera un trampolín debajo de ella, buscó instintivamente a Vanya pero el corrió y bajó de la sección VIP hacia una mesa en el nivel inferior en donde unos amigos lo recibieron, pero el continuó su marcha hasta salir del bar.. Nico quería seguirlo pero Yulia lo detuvo diciendo:-
YULIA: Déjalo Nico no vale la pena. –Tomando una servilleta para secarse.- Si me permiten voy al tocador. -Les dije que yo también tenía que ir al baño y entonces me retiré detrás de Volkova. Una vez en el tocador Yulia se quitó la camisa sin más. Yo estaba recargada en una pared a escasos pasos de ella; se veía muy sexy con ese cuerpo tan bien ejercitado, que no podía quitarle los ojos de encima lo cual Yulia notó y aprovechó.-
YULIA: Sé que me veo sexy y que me deseas pero ¡Por el amor de dios disimula un poquito! –Me ruboricé a tal grado que cuando quise decirle algo solo balbuceaba.-
LENA: Eee… ¡No es lo que te imaginas!
YULIA: Mejor dicho no soy lo que te imaginabas, soy mucho mejor ¿No es así? –Yulia se fue acercando peligrosamente hacia a mí y esta vez no lo iba a soportar, iba a romper esos 10 centímetros y dadas las circunstancias ya no me importaba.-
LENA: Aléjate Yulia... No quiero rechazarte.
YULIA: ¿Rechazarme? ¿De verdad eso es lo que quieres? Porque te veo aún recargada en esa pared; estás susceptible a escasos pasos de mí y yo sigo caminando. ¿Por qué mejor no te mueves tú de ahí? Porque yo voy a seguir avanzando. Si realmente no me quieres cerca es tu oportunidad para salir lo más rápido que puedas de aquí, Katina.
LENA: ¡No puedes rebasar los diéz centímetros, Yulia! ¿Ya te decidiste a perder! -Sin responderme, continuó avanzando hacia mí. Yo estaba inmóvil, luchando entre los deseos de mi cuerpo y mi mente. Cerré mis ojos. Cuando los volví a abrir ella estaba tan cerca a mi rostro. Aún había diéz centímetros de distancia entre ella y yo. Tomó mi mano y la llevó hacia su rostro, haciéndola deslizarse por su mejilla, después por su cuello hasta bajar por él y seguir el descenso por su pecho.. La sangre se me subió de inmediato y ella siguió con mi mano hasta llevarla a su abdomen. Después soltó con cuidado mi mano y estirando su brazo para extender su mano en la pared y recargarse en ésta, me miró y con la voz más sexy que nunca escuché en mi vida me dijo:-
YULIA: Aquí me tienes. Soy para ti. ¿Me vas a dejar ir, Katina?... -No pude evitarlo más. Impulsivamente rodeé su cuello con mis manos y me abalancé a su rostro para robarle ese beso que desde hace mucho tiempo deseaba y quería. Anhelaba tanto perpetuar y hacer realidad mi deseo. Yulia lo correspondió y parecía que lo disfrutaba igual o inclusive más que yo. La jalé hacia mí para sentir su cuerpo junto al mío, nuestros corazones se estaban acelerando al igual que nuestra respiración, no sabía si dejarme llevar por la pasión o detener todo de golpe. Más allá de haber roto los diez centímetros y de besarnos, nuestros cuerpos deseaban satisfacerse más. No iba a permitirle más por el momento; aguardaría ese beso en mi alma hasta dar el siguiente paso. Interrumpí nuestro acalorado y hermoso beso.
LENA: Yulia… Disculpa…
YULIA: Lena, vamos a reunirnos con los demás no se vayan a preocupar. –Me desconcertaron estas palabras y me preguntaba; Yulia, en verdad ¿no te gustó? ¿Por qué me correspondiste el beso? Pensé que me iba a preguntar el por qué no continuaba besándola o esperaba alguna especie de reclamo.. Pero no fue así. Su respuesta fue todo lo contrario.-
LENA: Sí, claro vámonos –Tratando de decírselo con un tono de indiferencia, aunque realmente no quería irme así; para mí fue mágico y hermoso, así que no quería dejarlo así. Necesitaba repetirlo porque la respuesta de Yulia fue de lo más extraña. Además, tenía todavía un gran deseo de seguir pegada a sus labios. Al salir del tocador de damas que no estaba distante al de los caballeros, decidí tomar a Volkova de la mano y robarle otro beso, esta vez quería que sintiera que le estaba entregando mi corazón. Al estar besando a Yulia vi de reojo que del tocador de los caballeros iba saliendo Vanya pero por obra del universo, dios o como se le llame Scarlett iba acercándose hacia donde estábamos y alcanzó a ver a Vanya y la escena de ese beso tan tierno y puro. Scarlett aceleró el paso al ver que Vanya se iba a girar hacia donde estábamos cuando de repente Scarlett llegó junto a él y tomando su rostro, se abalanzó hacia él y le robó un beso...
Ojalá les agrade. Quejas, sugerencias y comentarios son bien recibidos
CAPÍTULO X
¿Seductora o Seducida? Parte II
NADIA: ¿Qué fue eso Lenka?
LENA: No sé, no sé. -Contesté aun enfadada por la actitud "liberal" de Yulia-.
NADIA: Lena, si sigues así no dudo que también vayas a... -Interrumpí de inmediato a Nadia.-
LENA: Nadia, a estas alturas ya no me interesa romper esa distancia.
NADIA: No llevan ni un día con ese contrato y esa insignificante condicionante, ¿Pensas tirar la toalla?
LENA: Nadia, es que todo esto lo lo quería hacer como un juego. Creí que podía manejar mis sensaciones y emociones pero, lo que hizo esa "señorita" me sacó de mis casillas tan fácil. ¿Cómo tan fácil probó los labios de Yulia? Esos labios que quiero que sean míos de todas las formas posibles. -Nadias solo se limitó a analizarme y analizar lo que había pasado y me dijo:-
NADIA: Veo que si vas en serio por Yulia pero, te voy a regresar a la realidad -¿Realidad? ¿Qué realidad? me preguntaba mientras Nadia me hablaba.- ¿No me digas que ya te habías olvidado de tus padres y Vanya? ¿A caso estabas tan metida en tu pompa de jabón que no te acordabas de ellos? -¡Carajo! ¡Carajo! ¡Mil veces carajo! maldecía mientras seguía Nadia con su discurso.-El caso de que tu madre se haya ido de retiro por parte del conservatorio no significa que ya no exista; y de que tu padre siga de viaje de negocios no significa que nunca vaya a volver. Y Vanya... Bueno ese imbécil no cuenta mucho pero tu madre lo quiere como tu esposo y creo que también entra en las personas a las cuales les darás una explicación.
LENA:Aún tengo un poco de tiempo para pensar en lo que les diré a ellos.
NADIA: Espero que así sea Lena y no lo tomes a la ligera ni te embeleses tanto con tu morena, sino hasta que ya tengas algo arreglado. -Me quedé pensando en esas preguntas.-
Pareciera que la balanza estaba equilibrada en esta “batalla”. Mientras Lena y Nadia conversaban, Yulia y Nico regresaron a donde se encontraban las chicas una vez que dieron por finalizada su reunión misteriosa, y de la cual, habían planeado "dos horas y pico" para provocar más el delirio de Lena.
NICO: Quizá no te parece la gran cosa Volkova, pero estoy seguro que con este pequeño plan, tu chica pelirroja va a ansiarte más... Y ya es cuestión de cualquier situación improvisada o imprevista para que rompa tu condición. Entonces ganarás y podrás pedirle lo que quieras sin que te preocupe su oposición o no. Aunque viéndola.. Yo creo que está tan enamorada de ti que realmente ya no se va a oponer a hacer cualquier cosa que le pidas y te confesará fácilmente y directamente, el amor que te tiene. Además cada vez lo oculta menos y es definitivo que va creciendo.. -Se quedaron en silencio para abordar a las chicas preguntándoles si ya habían hecho la elección de la película. -
NICO: Y… Por fin ¿Qué película eligieron para ver?
NADIA: Una romántica ¿O no es así Lena? – Lena sólo asintió con la cabeza, ya que estaba pensando mucho en lo que Nadia le había dicho.-
YULIA: Y ¿Cuál es? –Lena volteó a ver a Yulia con un gesto de enojo y mirada aniquiladora; aún seguía muy enfadada con ella.-
LENA: Orgullo y Prejuicio.-Obviamente esa no era la película que habían escogido pero, fue la primera que Lena volteó a ver en la cartelera; no sabía si era romántica o no, sólo rogaba por haber hecho una buena elección. Compraron los boletos mientras Nico iba a la dulcería por palomitas, refrescos y golosinas. Parecía una broma, una broma de mal gusto ya que solo venía con solo tres vasos con refresco y tres vasos con palomitas; Nico notó la cara de indignación de la pelirroja y entonces le dijo:
NICO: Lo siento mucho chicas pero, estaba atiborrada de gente la dulcería y sólo pude comprar éstos. –Sonrojándose como un niño pequeño que sabía que había hecho alguna maldad. Se desplazó para estar cerca de Nadia y entonces pasando su brazo detrás de los hombros de ella la abrazó sin que se lo esperara. Si Nadia tenía pensado debatir la compra de sólo tres vasos con refresco y tres cubetas medianas de palomitas, entonces con aquél gesto, la había desarmado y con su rostro embriagado de ternura y amor por Nico sólo se limitó a corroborar la repartición y distribución de la compra.-
NADIA: Ok, pero entonces... ¿Cuál es de quien? Y lo más importante ¿Quién va a compartir qué?
NICO: Bueno… en resumidas cuentas Yulia y Lena van a compartir palomitas y refresco.
LENA: ¡Qué?, Nononono, a ver Nico, ¿Por qué yo voy a tener que compartir con la "Srta. Conquistas Express"? –A Yulia no parecía que le molestará la idea, al contrarío lo estaba disfrutando mucho. No quería pensar mal pero pareciera que esos dos hicieron una especie de arreglo. Pensó Lena y refunfuñó sin quitarle la vista de encima a su Yulia.-
YULIA: Por mí no hay problema, al menos que mi esclavizadora no resista estar cerca de mí.
LENA: Tú ni me dirijas la palabra Volkova además al que le pregunté fue a Nico. -Al instante Nico replicó.-
NICO: A mi no me gustan las palomitas favoritas de Nadia y no pienso compartir con Yulia mis palomitas; es tan desagradable y además se las comería todas.
LENA: Ok, te la paso, pero… el refresco, ¿Por qué también el refresco? – Esto si sería una tortura para mí; sería como besar y no besar sus labios ¡Dios porqué me haces esto?, pensó Lena con gran desesperación y con temor a hacerse más susceptible a Yulia.-
NADIA: Se nos va hacer tarde y no vamos a poder ver la película desde un principio. Así que ya dejemos esta discusión inútil y VA-MOS-A-EN-TRAR-YA. Lena, por favor, no seas infantil y vamos ya a la función; este tema se cerró: compartes y punto.
Acabamos con la discusión pero… un momento, si iba a compartir con Yulia todo eso quería decir que... nos sentaríamos juntas. No podía ser cierto esto; realmente el universo me estaba jugando una muy pero muy mala pasada. ¿Será Karma? Lo que fuese, esto iba a ser un martirio para mi: tenerla y no tenerla, besarla y no besarla,; creí que me volvería loca.
Al entrar a la sala quería sentarme a lado de Nadia, mínimo para que el martirio fuera más llevadero, pero no fue posible ya que, Nico se sentó en “mi lugar” ¿Por qué a veces eres tan inoportuno? El chico me cae bien pero, ¿Por qué precisamente hoy se tenía que sentar en mi lugar predestinado? Después me senté y a lado de mí tomó asiento, Volkova.
Comenzó la película. Yo tenía la fuerte convicción de no comer palomitas y mucho menos beber del refresco de Volkova aunque muriera de ganas pero, al ver a la sensual morena comer algo tan simple como palomitas de maíz e imaginarla bebiendo refresco, me dejo desarmada y rompió en mil pedazos mi parte más sensata: en verdad quiero estar con ella. -Me dije a mí misma.- Estaba embelesada contemplándola hasta que creo que fui demasiado obvia y se dio cuenta. No se incomodó y mucho menos se intimidó, pero me sonrió de una manera tan cálida y me dijo:-
YULIA: Si gustas dime para dejarte algo, ya que estás palomitas son mis favoritas y créeme que por lo regular no comparto pero esta noche puedo hacer una excepción.-Me guiñó el ojo y me ruboricé al instante, pero por la oscuridad en la sala, no lo notó.- Y del refresco… aún no lo he probado así que si lo prefieres bébelo tú.- Yulia está cambiando de estrategia muy repentinamente y me confundía; sé que voy a estar en problemas si cedo ante sus encantos y sus modales tan bellos como ella: ¡Dios! No sé qué hacer.-
LENA: Gracias Volkova pero, por ahora no apetezco nada. -¿Es en serio! ¿Eso le conteste?-
YULIA: ¿Prefieres que te de palomitas en la boca y que dé el primer sorbo al refresco? –¡No Lena! No debes caer en sus encantos. Me dije al tiempo en que empuñaba mis manos de la emoción y ansiedad que sentía mi cuerpo.-
LENA: Si quisiera eso me hubiera bastado con ordenártelo ¿No crees?
YULIA: Como quieras. –No se escuchaba molesta ni nada; sólo se limitó a voltear a la pantalla y seguir disfrutando de la película; opté por hacer lo mismo aunque realmente no podía prestarle nada de atención. Después se me ocurrió querer provocar a Volkova y de la forma más enérgica que pude, le di mi orden.-
LENA: Yulia dame palomitas. –A lo cual sin retirar la vista de la pantalla se limitó a estirar la mano ofreciéndomelas.- No, así no, en la boca. –Al escuchar estas palabras casi hago que se ahogue cuando le dio un sorbo al refresco, y me miró asombrada.- Estoy esperando Volkova.
YULIA: Como digas, Katina –Justo cuando me iba a cumplir mi “deseo” en ese instante recibió un mensaje de texto en su celular, lo checó y contestó al instante. Tenía curiosidad de saber quién era la persona que podía disponer del tiempo de Yulia, así que me tomé el atrevimiento de preguntar.-
LENA: ¿Quién es?..
YULIA: Es Scarlett. Imagino tu próxima pregunta así que me adelantaré; me dice que está aburrida así que la invité a que viniera aquí.
LENA: ¿No tiene más amigos?
YULIA: Sí tiene pero, quiere estar conmigo. –No sabía si sentir celos también de Scarlett pero de cualquier forma, opté por tranquilizarme.
NICO: Ya, dejen de hablar que no se puede disfrutar la película. – No estábamos dejando escuchar la película a Nico y decidió a pedirnos silencio. Yulia empezó a acatar la orden que le di, y yo me dediqué a disfrutar de todo eso ya que cada que acercaba sus dedos a mi boca rosaban mis labios y me atrevo a asegurar que Yulia estaba tratando de controlarse. Sin predecirla, tomando tranquilamente un instante, se acercó a mi óido y me susuró con su voz semi-ronca y hermosa:-
YULIA: ¿Sabes, Katina? Me gustaría conocer el sabor de tus labios. -Se acercó a mí justamente a diez centímetros. Percibía su aroma tan rico y ocasionó que la piel se me erizara. Su voz era aún más sexy teniéndola tan cerca... Deseaba tanto que rompiera su condición. Anhelaba que me tomara y me diera un beso. Mi alma me gritaba su nombre con desesperación y mi cuerpo traducía el deseo por Volkova en sensaciones placenteras por doquier. Me contuve como pude. Si ella no iba a romper la condición, yo sí lo haría. En menos de una fracción de segundo lo decidí y entonces cambié de posición en mi asiento para poder moverme mejor. Me senté dándole la espalda a Nico; de inmediato Yulia advirtió mi postura; sabíamos que la película ya no importaba. Su mirada estaba fija en mi rostro; mi mirada estaba perdidamente enloquecida por sus ojos grandes y tan seductores. Quité la separación entre asientos y entonces pude acercarme más. -Lo haré.- Me dije a mí misma y entonces cerré los ojos y acerqué mi cuerpo hacia ella. Lentamente iba quebrando cada centímetro que nos separaba. -Espero no estar soñando porque una vez estando en tus labios, no querré despertar.- Entonces algo detuvo mi avance... ¿Qué? Abrí mis ojos y comprobé lo que sucedía. Nadia comenzó a arrojarnos palomitas bañadas en refresco...
NADIA: Chicas, de verdad perdón pero ustedes no pagaron las entradas, las pagué yo. Así que por favor, no tiren a la basura mi dinero y ¡Vean la maldita película!
NICO: Oye pero quien compró las entradas fui yo, Nadia... -Mi querida amiga hizo lo suyo. Lo interrumpió impidiéndole que continuara con su "aclaración".
NADIA: Dije VAMOS a VER la PELÍCULA. -Con esa mirada de Nadia, era mejor no retarla más. Todos entendimos y reacomodándonos en nuestros lugares, comenzamos a ver la pelicula. No pude ni tuve la decisión de volver a intentar romper los diez centímetros auqnue mi corazón seguía latiendo con fuerza; Yulia, me encantas... Pensé y empuñando mis manos traté de concentrarme en la película.-
Debió haber sido muy buena opción ya que cuando salimos de sala del cine, Nadia y Nico estaban platicando de la película con mucho entusiasmo. Yo estaba sedienta de Volkova. Caminamos a la salida para llegar al estacionamiento hasta que una figura femenina, muy atractiva y con carácter imponen, se cruzó a nuestro paso. Era Scarlett. Lucía muy bella; sus ojos perfectamente delineados y su rostro cincelado como una obra de arte, le hacían ver realmente como una diosa. En cuanto vio a Yulia se avalanzó hacia ella abrazándola y besándole en la mejilla. Los celos se hicieron presentes en mí pero comencé a contenerme. Amablemente al terminar de abrazarle a Volkova, nos saludó a todos y nos propuso una reunión en un bar cercano al cine.
SCARLETT: Duendecillo, chicos, tengo hambre vamos a cenar algo. Conozco un bar bastante cómodo y con un menú muy rico. Podemos brindar con un poco de alcohol esta noche interesante en la que estamos reunidos. ¿Qué dicen?
YULIA: Gracias por la invitación bella dama; vamos entonces y convivamos un rato. -Yulia le guiñó el ojo y le regaló una dulce sonrisa; no pude evitar sentirme celosa. Pero ¿Qué me pasa? Es solo Scarlett su gran y mejor amiga, es como si fuera Nadia para mí.
Decidimos ir a un restaurant–bar muy intimo y acogedor. La idea era bastante buena y me gustó. Sin embargo hubo un "problema"; pensé que cada pareja se iría en su auto y que Scarlett había llegado en el suyo pero estaba totalmente equivocada. Quería aprovechar el tiempo a solas con Yulia en su carro pero no iba a ser posible porque mi encanto de morena, le pidió a su gran amiga que pidiera taxi privado para llegar al cine. ¡Acordó con ella inclusive llevarla a su casa! Maldita sea, la idea de la salida al cine que me dio mi amiguísima Nadia, no iba nada bien. No tuve otra opción mas que compartir el viaje al bar con Scarlett a bordo, eso sí, Yulia le pidió irse en el asiento de pasajeros:
YULIA: Me disculparás por esta vez (Y espero que algunas otras más) -Balbuceó- Porque viene a bordo mi copiloto favorita y realmente me encanta y me hace bien sentirla a mi lado. -No volteó a verme ni nada pero sí se anticipó a abrirme la puerta y con delicadeza, tomar mi mano para ayudarme a entrar. También hizo lo mismo con Scarlett para que subiera al asiento trasero pero fue un movimiento menos adornado.-
SCARLETT: No hay ningún problema mi duende, pero de igual me prestas atención para guiarte hacia el bar. -Nos pusimos en marcha y de forma resignada, acepté que ya no iba a contar con la oportunidad de estar a solas con Yulia. No por ahora.-
El bar era perfecto; las luces eran bajas y había 3 secciones para sentarse. Nosotros decidimos entrar a la zona VIP que tenía espacios más amplios. Cada quien había ordenado lo de su preferencia, incluyendo vino tinto y blanco; conversamos mientras nos traían nuestra cena y por mi aproveché para indagar un poco acerca de la vida de Scarlett..-
LENA: Scarlett, si no es mucha intromisión ¿Te puedo hacer una pregunta?
SCARLETT: ¿Aparte de la que estás haciendo? –Regalándome una sonrisa.- Tranquila a ver señorita Katina, dígame su pregunta.
LENA: ¿Tienes novio? –Yulia, Nadia y Nico se me quedaron viendo con asombro ya que no veían venir esa pregunta. Scarlett soltó una carcajada antes de responderme.-
SCARLETT: No Lena, no tengo aún. He tenido pretendientes pero nada serio ni trascendental. A cambio de esa pregunta, ahora es mi turno de hacerte la mía. ¿Tu interrogante fue porque quieres asegurarte de que no me interesa Yulia? – ¡Wow! Si Nadia solía ser directa, Scarlett de verdad que me dejó asombrada. Su seguridad y su forma pícara, sarcástica y bromista de hablar, era única.-
LENA: ¡Por supuesto que no! Solo quiero conocerte un poco más ya que quiero ampliar un poco más mi círculo de amigos y no sólo reducirlo a los conocidos de la iglesia.
SCARLETT: ¿Iglesia?
NADIA: ¡Sí! Su familia es muy allegada a la iglesia y acuden casi a diario a las platicas que se dan ahí, ya sabes, eso de ¿Cómo ser un buen cristiano? ¿Cómo no alejarte dios? Es tan aburrido todo pero va más obligada que nada.
SCARLETT: Y me imagino que no tiene más amigos que los de la iglesia y bueno a Nadia... -¿Qué trató de decirme? ¿Ansitocial? ¡Scarlett me las pagarás!- Ya veo, te agradezco tu interés por mi amistad, Lena. -Todo mundo en la mesa comenzó a burlarse por la declaración sarcástica de Scarlett, incluyendo Volkova y Nadia. Me molesté mucho ya que yo no compartía la gracia. Yulia notó mi gran enojo y entonces por debajo de la mesa circular, buscó mi mano y al encontrarla la alzó para darle un beso ante nuestro público: los chicos. Entonces dejaron de reir e iniciaron un bullicioso alarde infantil tarareando: "Volkova y Katina se quieren, se aman..." Estaban fuera de control hasta que alguien acaparó la atención de todos. Llegando de forma inesperada, Vanya apareció ante mí.
VANYA: ¡Hola Lena! ¿Por qué no me has hablado? Yo te hubiera acompañado feliz de la vida a venir a cenar aquí. Que por cierto, este lugar debe de reservarse el derecho de admisión ¿No te parece? No volveré a venir porque están dejando entrar a cualquier tipo de "gente". –Volteando a ver a los demás Instantáneamente, despertó en Nico el deseo de romperle nuevamente la cara a Vanya, pero Nadia lo contuvo. En los rostros de Yulia y Scarlett se les dibujó una gran molestia, querían matarlo con la mirada.-
LENA: Vanya por favor, vete de aquí y déjame en paz de una buena vez. No estoy obligada a llamarte, a buscarte y mucho menos de invitarte cuando NO-LO-¡QUIERO!
VANYA: ¿No soy lo suficiente para salir contigo? Porque si es así, no entiendo cómo este pequeño estorbo niño-niña que tienes al lado -Refiriéndose a Volkova- le permites hasta besar tu mano.
YULIA: ¿Quieres que me encargue de ti?
VANYA: ¿Tú? Vamos, no podrías ni siquiera golpearme la cara aún poniéndome de rodillas. –Vanya estaba provocando a Yulia y a sus amigos-.
NICO: ¡Ya cierra la boca hijo de tu … !
SCARLETT: ¡Suficiente! Mira amigo, las cosas están así: En este momento impediré que mis amigos Petróvic y Volkova te muelan a golpes. Sabes perfectamente que la última vez que llegaste a fastidiar, te llevaste no un golpe, sino unos madrazos bastante bien plantados. No seas tan fanfarrón porque de verdad te ves ridículo y creéme, miedo no te tenemos. Enfadas y das pena, ¿Te presto mi espejo de tocador para que veas los estúpido que luces aquí parado alardeando de mucho siendo que eres tan inútil y tan poco hombre? Por eso, te pediré de la manera más atenta que te retires Sr. Vanya, no nos faltes más al respeto para que así nosotros podamos corresponderte un poco. –Vanya no encontraba cómo emitir ni un solo sonido de voz. Estaba tratando de balbucear pero no lograba decir nada; perecía como si se le hubiera trabado la quijada. Después literalmente cerró la boca, agitó su cabeza y dio un paso hacia atrás. No le despegó la mirada a Scarlett; veía con detenimiento su rostro como si quisiera memorizarlo. Cuando por fin pudo hablar, replicó algunas palabras antes de marcharse.
VANYA: Al menos consigo ver a una hermosa señorita en esta mesa. Me retiro solo porque esta bella dama me lo ha pedido. -Pero antes de retirarse completamente de la mesa, arrebató una copa de vino y la derramó sobre Yulia. Se levantó de su silla como si tuviera un trampolín debajo de ella, buscó instintivamente a Vanya pero el corrió y bajó de la sección VIP hacia una mesa en el nivel inferior en donde unos amigos lo recibieron, pero el continuó su marcha hasta salir del bar.. Nico quería seguirlo pero Yulia lo detuvo diciendo:-
YULIA: Déjalo Nico no vale la pena. –Tomando una servilleta para secarse.- Si me permiten voy al tocador. -Les dije que yo también tenía que ir al baño y entonces me retiré detrás de Volkova. Una vez en el tocador Yulia se quitó la camisa sin más. Yo estaba recargada en una pared a escasos pasos de ella; se veía muy sexy con ese cuerpo tan bien ejercitado, que no podía quitarle los ojos de encima lo cual Yulia notó y aprovechó.-
YULIA: Sé que me veo sexy y que me deseas pero ¡Por el amor de dios disimula un poquito! –Me ruboricé a tal grado que cuando quise decirle algo solo balbuceaba.-
LENA: Eee… ¡No es lo que te imaginas!
YULIA: Mejor dicho no soy lo que te imaginabas, soy mucho mejor ¿No es así? –Yulia se fue acercando peligrosamente hacia a mí y esta vez no lo iba a soportar, iba a romper esos 10 centímetros y dadas las circunstancias ya no me importaba.-
LENA: Aléjate Yulia... No quiero rechazarte.
YULIA: ¿Rechazarme? ¿De verdad eso es lo que quieres? Porque te veo aún recargada en esa pared; estás susceptible a escasos pasos de mí y yo sigo caminando. ¿Por qué mejor no te mueves tú de ahí? Porque yo voy a seguir avanzando. Si realmente no me quieres cerca es tu oportunidad para salir lo más rápido que puedas de aquí, Katina.
LENA: ¡No puedes rebasar los diéz centímetros, Yulia! ¿Ya te decidiste a perder! -Sin responderme, continuó avanzando hacia mí. Yo estaba inmóvil, luchando entre los deseos de mi cuerpo y mi mente. Cerré mis ojos. Cuando los volví a abrir ella estaba tan cerca a mi rostro. Aún había diéz centímetros de distancia entre ella y yo. Tomó mi mano y la llevó hacia su rostro, haciéndola deslizarse por su mejilla, después por su cuello hasta bajar por él y seguir el descenso por su pecho.. La sangre se me subió de inmediato y ella siguió con mi mano hasta llevarla a su abdomen. Después soltó con cuidado mi mano y estirando su brazo para extender su mano en la pared y recargarse en ésta, me miró y con la voz más sexy que nunca escuché en mi vida me dijo:-
YULIA: Aquí me tienes. Soy para ti. ¿Me vas a dejar ir, Katina?... -No pude evitarlo más. Impulsivamente rodeé su cuello con mis manos y me abalancé a su rostro para robarle ese beso que desde hace mucho tiempo deseaba y quería. Anhelaba tanto perpetuar y hacer realidad mi deseo. Yulia lo correspondió y parecía que lo disfrutaba igual o inclusive más que yo. La jalé hacia mí para sentir su cuerpo junto al mío, nuestros corazones se estaban acelerando al igual que nuestra respiración, no sabía si dejarme llevar por la pasión o detener todo de golpe. Más allá de haber roto los diez centímetros y de besarnos, nuestros cuerpos deseaban satisfacerse más. No iba a permitirle más por el momento; aguardaría ese beso en mi alma hasta dar el siguiente paso. Interrumpí nuestro acalorado y hermoso beso.
LENA: Yulia… Disculpa…
YULIA: Lena, vamos a reunirnos con los demás no se vayan a preocupar. –Me desconcertaron estas palabras y me preguntaba; Yulia, en verdad ¿no te gustó? ¿Por qué me correspondiste el beso? Pensé que me iba a preguntar el por qué no continuaba besándola o esperaba alguna especie de reclamo.. Pero no fue así. Su respuesta fue todo lo contrario.-
LENA: Sí, claro vámonos –Tratando de decírselo con un tono de indiferencia, aunque realmente no quería irme así; para mí fue mágico y hermoso, así que no quería dejarlo así. Necesitaba repetirlo porque la respuesta de Yulia fue de lo más extraña. Además, tenía todavía un gran deseo de seguir pegada a sus labios. Al salir del tocador de damas que no estaba distante al de los caballeros, decidí tomar a Volkova de la mano y robarle otro beso, esta vez quería que sintiera que le estaba entregando mi corazón. Al estar besando a Yulia vi de reojo que del tocador de los caballeros iba saliendo Vanya pero por obra del universo, dios o como se le llame Scarlett iba acercándose hacia donde estábamos y alcanzó a ver a Vanya y la escena de ese beso tan tierno y puro. Scarlett aceleró el paso al ver que Vanya se iba a girar hacia donde estábamos cuando de repente Scarlett llegó junto a él y tomando su rostro, se abalanzó hacia él y le robó un beso...
Última edición por SandyQueen el 5/21/2016, 10:34 pm, editado 2 veces
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Re: A Diez Centímetros De Ti
CAPÍTULO XI
Le tomó las manos a Vanya y colocó una en su cadera y la otra en su glúteo. Lena entendió al momento que Scarlett trataba de ayudarlas, así que se separó de Yulia y mostrándole discretamente la aparición de Vanya, le jaló consigo para retirarse lo más pronto posible de los baños. La morena se quedó con deseos de encarar al Sr. Vanya Luzhin, sin embargo, acaparó más su atención la escena que estaba observando entre la Srta. Scarlett Diatlova y su gran enemigo. No daba crédito a lo que estaban viendo sus hermosos ojos. Enseguida del beso robado y del medio “agasajo” que le permitió a Vanya, lo separó repentinamente de ella y le dio una cachetada para finalmente empezar a gritar loca y arremetidamente. Las chicas se esfumaron de la zona fugazmente.-
SCARLETT: ¡Aléjate de mí maldito depravado! ¡Ayuda! – Gritando con potencia y sin titubeos; esos gritos atrajeron inmediatamente a personal de seguridad del bar para auxiliar a la bella dama. Vanya se encontraba extremadamente confundido. Había visto perfectamente a Lenka besándose con... ¡Una mujer! Pero para rematar, esa mujer a quien vio besando, se trataba de Yulia Volkova. Para rematar cuando por fin se dirigía hacia ella, la manera en la que había irrumpido la preciosa de Scarlett, le ocasionó la saturación de su ya enorme confusión. Mientras repasaba el evento completo una y otra vez en su mente, se echó a correr dirigiéndose a la salida del bar y perfilando hacia el estacionamiento. Nico y Nadia se encontraron a las chicas en el camino al ir en persecución de los gritos escandalosos de Scarlett. La seguridad del bar se aproximó a la dama tratando de verificar que se encontrara lo mejor posible.
SEGURIDAD: Señorita, ¿Está usted bien? ¿Qué ha sucedido?
NICO: ¡Hey¡ ¡Scarlett! ¿Qué te pasó?... Todo el bar escuchó tus gritos, ¿Quién te hizo daño?
SCARLETT: Disculpen, señores por el alboroto. Vanya se intentó sobrepasar conmigo pero afortunadamente no pasó a mayores; tan sólo considero que se deben de reservar el derecho de admisión con este tipo de gente. Deberían de ser más reservados en el acceso al bar. ¡Cuando menos que no vuelva a entrar ese Señor! –Scarlett era una grandiosa y talentosa bailarina de ballet en Kozlov; su nueva faceta de actriz convenció a todos. Nico se encendió de furia e impotencia ante la declaración de su amiga, mientras que Yulia y Lena no daban crédito a la naturalidad con que decía sus diálogos.
SEGURIDAD: Señorita, como conoce al agresor, podríamos pedir que envíen elementos de la policía para que procedan a buscarle.
SCARLETT: Gracias, se los agradezco. Sólo me calmaré y olvidaré este desagradable acontecimiento. Quiero dejarlo así; de cualquier manera, dudo mucho que el señor se atreva si quiera a acercarse nuevamente…
SEGURIDAD: Está bien; nos retiraremos, pero si requiere algo, por favor, no dude en hacérnoslo saber. Le ofrecemos una disculpa que sabemos es insuficiente, por la agresión que sufrió en nuestro bar. Le aseguramos que tomaremos medidas para que no se repita un evento similar o peor.
Una vez que se retiraron los elementos de seguridad, Nico y Nadia permanecieron enojados, preocupados y confundidos por ese ataque de Luzhin a su amiga.-
NICO: Scarlett, ¿Estás bien? ¿Qué te hizo ese hijo de su…?
SCARLETT: Nada, nada Nico –Interrumpió al instante- Digamos que este “show” lo monté para ayudar a dos amigas –Guiñándoles el ojo a Lena y Yulia. El gesto no fue difícil de pescar tanto para Nadia como para Nico y el interrogatorio comenzó. Yulia sabía que su complicado amigo podía llegar al fondo del asunto; Lena por su parte también sabía que Nadia no pararía hasta conocer con exactitud lo que le había llevado a Scarlett a “verse” en esa situación.
NADIA: A ver… En primera, ¿Para qué les guiñes a este par? Y en segunda, ¿Cómo que fue un show a propósito para auxiliar a dos amigas? ¿Qué amigas son, Scarlett? –La mirada de detective de Nadia, se había activado. Nico no necesitó añadir nada más porque era exactamente lo que él también necesitaba averiguar.-
SCARLETT: Digamos que yo fui la que le dio un beso y posé sus manos en mi cuerpo para que dos señoritas no fueran descubiertas ya que estaban besándose afuera de los baños. Me imaginé que Vanya es una persona intolerante a ese tipo de pruebas de amor entre personas del mismo sexo… Así que tuve que actuar y sólo se me ocurrió eso. Pero bueno, ya vamos a nuestra mesa, cenemos y terminemos esta velada tan accidentada. –Scarlett sabía que había cometido un error al no prever que sus amigos reaccionarían así por la declaración que les había dado “Traté de ayudar a unas amigas ya que se estaban besando… Qué estúpida fui.” -Pensó la joven.-
NICO: A ver Scarlett, no estamos idiotas. Aquí pasó algo y ustedes tres –Apuntando a Yulia, Lena y a ella.- saben qué pasó. –Yulia sabía que no había forma de hacerlos olvidar el evento. Estaban arrinconadas. Además ella había logrado ganarle a Katina así que no le preocupaba. Por dentro se sentía inmensamente feliz y ansiosa por hacer efectiva su petición por haber sido la vencedora de la condición. Aún estaba extasiada por los besos tan exquisítos que le regaló su pelirroja; sin pensarlo ni titubear, le dio un trago bien saboreado a su vino tinto, apartó su copa y procedió a tomar la palabra.-
YULIA: Scarlett, gracias por lo de esta noche.
SCARLETT: ¿De qué monstruo?
NICO: ¿Gracias?
NADIA: ¿De?
LENA: -Interrumpiendo a Yulia, tomó la palabra y se anticipó a responderles.- De lo sucedido con… Vanya –Un poco de tintes tímidos colorearon las palabras de Katina. Esa declaración y la manera de decirlo, era lo suficiente para levantar lo temido por Nadia y lo ansiado por Nico. La reacción en respuesta a Lena no se hizo esperar.
NADIA: Lena, a qué te refieres! ¿Qué diablos pasó aquí! –Scarlett irrumpió la ansiosa necesidad de Nadia y con su naturalidad y serenidad, volvió a cerrar la conversación dirigiéndose a Yulia y la pelirroja. De forma tajante y de un solo zarpazo, ayudó a sus amigas a anunciar la noticia que pese al desconocimiento que tenía con respecto a la apuesta y al tiempo que llevaban disputándose el dominio, el amor que estaba floreciendo entre las chicas, era tan evidente para Scarlett como para no “pescarlo”.-
SCARLETT: Tranquila Lena, no fue nada, además la que tiene que poner esa cara es Yulia ya que imagino que ella fue la que seguramente te obligó a besarla, conozco demasiado bien a este pequeño monstruo, así que no dudo que haya utilizado alguna triquiñuela. -Yulia y Lena solo se miraron, Yulia no hizo comentario alguno para aclarar la afirmación de Scarlett, ya que tendría tiempo de sobra para explicarle esa situación a sus amigos. Nico sonreía victorioso compartiendo la dicha que irradiaba Yulia; Nadia por su parte, era un témpano de hielo. No podía creer que Lena hubiese caído y sobre todo… - ¿Cómo había sucedido? - Sin tener más por decir, ambos guardaron silencio.
YULIA: ¡Scarlett! ¡Me haces quedar mal! Me haces sentir como si fuera una aprovechada…
SCARLETT: No lo eres pero, eres muy tenaz. –Le regaló una sonrisa dulce y linda con la cual el tema se cerró. No había más comentarios al respecto por el momento. Para Nico y Nadia quedaron claras las cosas. Todos hicieron un esfuerzo por reintegrarse al ameno ambiente entre amigos en aquél bar de Moscú. Volvieron a bromear un poco y a conversar entre sí de otros temas. El tiempo corrió y se llegó la hora de partir. La velada había sido atípica e interesante. Procedieron a retirarse; Nico y Nadia se acompañarían, mientras que Yulia se haría cargo de llevar a Scarlett y a su adorada pelirroja. La primera parada la tuvo que hacer obligatoriamente en el complejo de departamentos en el que se encontraba el de Scarlett. La Yulia estaba ansiosa por estar a solas con Katina para hacerle saber su deseo después de su gran victoria. Scarlett bajó del vehículo para despedirse.-
SCARLETT: Ten cuidado, monstruito ya que hoy llevas esa compañía particularmente excepcional y magnífica. –Le regaló la última hermosa sonrisa de la noche.- Nos vemos, cuídense mucho monstruo, y Lena, relájate y me avisas si esta pequeña pervertida se quiere propasar contigo. -Este comentario hizo que Lena se sonrojara y solo asintió con la cabeza en forma de respuesta.- ¡Nos vemos mañana en Kozlov! -Se despidieron de Scarlett y Yulia echó a andar el auto conduciendo sin rumbo fijo. Los primeros minutos parecieron eternos ya que ninguna de las dos rompía el silencio, hasta que Yulia decidió hacerlo para dar el siguiente paso.-
YULIA: ¿No me vas a preguntar a dónde te llevo?
LENA: No, confío en ti.
YULIA: ¿Ahora ya confías en mí?
LENA: Desde que te conocí… En aquél día en que apareciste chocando conmigo.
YULIA: Estás siendo sorpresivamente amable, Lena.
LENA: Yulia… ¿Qué quieres? Dímelo ahora… Sé que ganaste. –Yulia apretó fuertemente el volante. Comenzaba a sentir un poco de nervios y la ansiedad se elevaba al cien por ciento.
YULIA: Primero haremos una parada en la Plaza Roja; ahí hablaremos. Mientras tanto, ¿Te gustaría escuchar música? -Retomando el control sobre la situación, encendió su pantalla y seleccionó la mejor música que encontró en su repertorio. Condujo hasta el lugar indicado y buscó un lugar para aparcar su vehículo. No dejó de lucir sus encantadores modales y atención hacia su pelirroja; le abrió la puerta, la tomó de la mano y le ayudó a bajar con cuidado. Estaban conscientes de que esa noche cambiaría el rumbo de sus vidas y el sabor de sus días. Sus corazones latían fuertemente; trataban de disimularse su mutua inquietud y la aspiración de saborearse sus labios, pero esta vez, hasta el cansancio. Yulia interrumpió la energía descontrolada para volverla realidad. Era un sueño que ya aspiraba con pasión, hacerla realidad.-
YULIA: Lena, después de lo que ha pasado en el transcurso del día… sé que va a ser tonto inclusive estúpido y obvio lo que te voy a preguntar pero, es que no quiero confundir cosas –Lena le escuchaba y le miraba tranquila y sabía lo que le iba a preguntar- Lena no quiero que me contestes con evasivas como la última vez así que te haré una pregunta. –En realidad Volkova se sentía bastante sofocada de adrenalina, así que antes de realizar su pregunta y hacer efectiva su prerrogativa, despegó su mirada hacia el cielo, como rogando al universo y al mismo tiempo, apreciando la noche.- Está bien, no le daré más vueltas. Mi pregunta es… -“Házlo ya”, se dijo asimisma…-
En otro punto de la gran Rusia, caminando entre la Estación de metro "Ploschad Vosstaniya", Nastya y Anna regresaban a prisa de su último y breve recorrido por San Petersburgo; el gran evento que preparaba Kozlov, estaba cada vez más cercano y el conservatorio había decidido enviar a las maestras más destacadas a la ciudad, para acordar quiénes serian parte de los jueces para seleccionar a quienes pasarían al gran evento en el que Kozlov tendría presente a grandes caza-talentos. Su vuelo directo a la gran Moscú, estaba próximo a salir y cargando sus pequeñas maletas, tomaron un pequeño paseo antes de dirigirse al aeropuerto. El viaje fue bastante provechoso para los propósitos del conservatorio, sin embargo, para las verdaderas intenciones entre ambas, el resultado estaba siendo cada vez más diferente de lo que aspiraban.
NASTYA: ¿No vas a volver a dirigirme la palabra? Acaso, ¿Hasta aquí llegó nuestro viaje? –Preguntó Nastya con un tono de decepción y confusión.-
ANNA: Sí. Tiene que ser así, Nastya. Se nos hace tarde para llegar al aeropuerto. –La respuesta de Anna le llegó como una ducha con agua helada a la preciosa Nastya. No quedó conforme. A penas la noche anterior literalmente habían hecho magia en su habitación de hotel. Parecía que podría haber un acercamiento y algún tipo de acuerdo, o por lo menos a eso aspiraba Nastya. En un intento por obtener un último momento tierno entre ellas, trató de acercarse a Anna para abrazarla con su brazo derecho tomándola de la cintura. La respuesta fue totalmente refutada por Anna.- NO-ME-TOQUES. –Hablando en sílabas y enérgicamente, expulsó su rechazo hacia Nastya. No se lo podía creer pero era forzoso que lo comenzara a hacer; Anna mostraba ya desinterés y cualquier tipo de caricias y besos que se regalaron la noche anterior, habían quedados guardados en el mismo pasado que vio nacer el amor entre ellas.
NASTYA: Tan fríamente como antes. Tan contraria y tan alejada. Esa historia ya me la sé. Me duele, Anna. Lo que pasó ayer quédatelo, si quieres. Hice el amor con toda la energía contenida por ti, en mi ser. Te besé con toda la fe de mi alma. –Unas lágrimas comenzaron a brotar de sus hermosos ojos; mirando sin vacilar hacia el frente, continuó:- Si eres feliz o no; si me extrañas o ni siquiera piensas en mí; si en algún momento necesitas un verdadero beso o una caricia que te haga cimbrar, será problema tuyo. Me esforzaré por dejar en el pasado, la noche de amor que nos regalamos. Pero te digo, Anna, que no sólo me esforzaré por eso. –Volteó su mirada ahora retadora y encendida.-
ANNA: ¿Por qué otra cosa te vas a esforzar? -Le respondió la mirada.-
NASTYA: No debería de ser nuevo para ti si te digo que tu hija y Yulia están acercándose mucho. La forma en la que se tratan es evidente que se trata de un interés más allá de amistad. Por este motivo, estoy decidida a impedir que se enamoren. No quiero a mi hija cerca de Lena. Ni siquiera para colaborar como dúo para el espectáculo de Kozlov. Me aseguraré de que no se repita ni una sola colaboración entre ellas. –De inmediato, los ojos de Anna también comenzaron a destilar fuego y fastidio incontenible. Caminaron más aprisa; cada paso lo daban con fuerza apresurándose a salir de la estación para tomar un taxi que tendrían que aguantar, compartir hasta el aeropuerto.-
ANNA: Estabas demorando, Nastya. –Le sonrió retadoramente.- Eso ya me lo había propuesto. Por supuesto que desde que Lena me vio llegar contigo en el estacionamiento, me di cuenta de la cercanía y el exceso de “amabilidad” y atención de Yulia. Y por el concurso de Kozlov, no me interesa que pretendas evitarles participar juntas. Mi hija no necesita de Yulia para atraer la atención de un caza-talento este año. Crees que Yulia es buena pero dudo mucho que logre si quiera, hacer una interpretación diferente y atractiva. –Habían llegado al final de la estación; debían de tomar urgentemente un taxi pero primero decidieron cerrar la conversación por completo. Alguien debía salir victoriosa.-
NASTYA: Sí claro, Anna. Tanto talento tiene Lena que tuvo que apoyarse de ti para entrar a Kozlov. –Le somrió sarcásticamente y le hizo la señal de parada a un taxi disponible.- Mira Anna, yo en ningún momento dije que Lena no tenía talento, lo que quise darte a entender es que si se unen, estas chicas llegarán lejos más rápido y con mayor alcance, pero eso no sucederá así. Lo lejos que lleguen será a solas porque no permitiré que se enamoren y que nazca una relación. Ahora súbete; tenemos que llegar al aeropuerto ya. O de lo contrario, si no quieres compartir este taxi, quédate sola e ingéniatelas para llegar pronto. Yo me largo. Gracias por todo y nada, Anna. Bonito viaje de negocios. Ahora ya no aspiraré a nada: la noche de ayer también quedó ya en el pasado, junto con el nosotras. –Terminó su última frase y le pidió al chofer abrir la cajuela del vehículo para meter su maleta, que aunque era pequeña, le impediría sentarse cómodamente. Una vez guardando el equipaje, se subió al taxi y le reiteró a Anna.- ¿Vas a subir o no, Anna? No metiste tu maleta. Si te vas a ir conmigo, súbete ya pero vas a cargar con tu maleta en el asiento. Anna se precipitó para abordar velozmente el taxi. No hablaron más en el trayecto. El avión estaba esperando su salida y con ello, el cielo traería a la vida de Yulia y Lena, una prueba de fuego a superar si deseaban ser felices.-
Yulia estaba tan inquieta que las manos comenzaron a sudarle. Su seguridad estaba quebrantada momentáneamente por la adrenalina de la respuesta de Lena. El tiempo seguía corriendo y aún tenía que hacerle saber su petición por haber roto la condición de diez centímetros. Se armó de valor y se paró tan cerca de Lena que le ocasionó nervios –Me va a besar ya…- Pensó Lena mientras cerraba sus ojos. La voz de Yulia interrumpió su ascenso a las nubes y el obscuro cielo de la noche.
YULIA: Lo que quiero preguntarte antes de pedirte algo por haber roto mi condición, es… sencillo. No quiero más evasivas Lena. Necesito tu respuesta porque debemos comenzar a encarar y atender esto. Dime Lena, ¿Te gusto? –Las mejillas de la pelirroja se encendieron de inmediato. La pregunta directa y filosa de Yulia le ocasionó nervios. Sus manos se pusieron frías y su corazón se aceleró tanto como un tren al máximo de su potencia. Era hora, tal y como lo dijo su morena, de encarar ese sentimiento. Cerró sus ojos y con voz nerviosa y entre cortada, dio respuesta a esa obligada pregunta.-
LENA: Estás equivocada, Yulia… Lo que sucede es que… No… No me gustas… -Yulia percibió el temnblor en el cuerpo de Lena; decidió acercarse un poco más. Lena estaba inmóvil. Yulia extendió sus brazos para jalarla hacia su cuerpo. En un abrazo profundo, fuerte e interminable, buscó el oído de Lena y le respondió:-
YULIA: Eres tan bella, Lena. –Acaricio con sus labios la oreja de Lena, ocasionando que su blanca piel se erizara.- Quizá tienes que corroborarlo primero de mí. Si hago esto no es porque me gustes. Me encantas y mi corazón está conteniendo un fuerte amor que te pertenece. –Se acercó nuevamente a acariciar su oreja con los labios pero esta vez, le regaló un beso húmedo. Lena parecía un ave; con cada roce de los labios de Yulia, sentía que su cuerpo comenzaba a volar.- Por eso, ahora dímelo tú, ¿Te gusto? –Fue definitivo. No había más prórroga.-
LENA: Eres tan tonta, Volkova… Ya te dije que no me gustas. No tienes una idea de lo que por ti siento. No me gustas, de verdad. Lo que sucede es que… Yo… -Cerró sus ojos para sentir el cálido y acelerado cuerpo de Yulia, pegado a ella.- Yo te amo, Volkova. –Yulia se unió a Lena disfrutando el momento cerrando también sus ojos. La miel de sus palabras se alojó en su alma; era una respuesta mucho mejor de lo que pudo haber pensado. Lena estaba completamente perdida entre el aroma del perfume de Yulia y los latidos fuertes de su corazón. La noche era completamente de ellas. Nada podía separarlas.- Contigo estoy, Yulia. Contigo estaré porque te amo…
Siempre y para siempre
Le tomó las manos a Vanya y colocó una en su cadera y la otra en su glúteo. Lena entendió al momento que Scarlett trataba de ayudarlas, así que se separó de Yulia y mostrándole discretamente la aparición de Vanya, le jaló consigo para retirarse lo más pronto posible de los baños. La morena se quedó con deseos de encarar al Sr. Vanya Luzhin, sin embargo, acaparó más su atención la escena que estaba observando entre la Srta. Scarlett Diatlova y su gran enemigo. No daba crédito a lo que estaban viendo sus hermosos ojos. Enseguida del beso robado y del medio “agasajo” que le permitió a Vanya, lo separó repentinamente de ella y le dio una cachetada para finalmente empezar a gritar loca y arremetidamente. Las chicas se esfumaron de la zona fugazmente.-
SCARLETT: ¡Aléjate de mí maldito depravado! ¡Ayuda! – Gritando con potencia y sin titubeos; esos gritos atrajeron inmediatamente a personal de seguridad del bar para auxiliar a la bella dama. Vanya se encontraba extremadamente confundido. Había visto perfectamente a Lenka besándose con... ¡Una mujer! Pero para rematar, esa mujer a quien vio besando, se trataba de Yulia Volkova. Para rematar cuando por fin se dirigía hacia ella, la manera en la que había irrumpido la preciosa de Scarlett, le ocasionó la saturación de su ya enorme confusión. Mientras repasaba el evento completo una y otra vez en su mente, se echó a correr dirigiéndose a la salida del bar y perfilando hacia el estacionamiento. Nico y Nadia se encontraron a las chicas en el camino al ir en persecución de los gritos escandalosos de Scarlett. La seguridad del bar se aproximó a la dama tratando de verificar que se encontrara lo mejor posible.
SEGURIDAD: Señorita, ¿Está usted bien? ¿Qué ha sucedido?
NICO: ¡Hey¡ ¡Scarlett! ¿Qué te pasó?... Todo el bar escuchó tus gritos, ¿Quién te hizo daño?
SCARLETT: Disculpen, señores por el alboroto. Vanya se intentó sobrepasar conmigo pero afortunadamente no pasó a mayores; tan sólo considero que se deben de reservar el derecho de admisión con este tipo de gente. Deberían de ser más reservados en el acceso al bar. ¡Cuando menos que no vuelva a entrar ese Señor! –Scarlett era una grandiosa y talentosa bailarina de ballet en Kozlov; su nueva faceta de actriz convenció a todos. Nico se encendió de furia e impotencia ante la declaración de su amiga, mientras que Yulia y Lena no daban crédito a la naturalidad con que decía sus diálogos.
SEGURIDAD: Señorita, como conoce al agresor, podríamos pedir que envíen elementos de la policía para que procedan a buscarle.
SCARLETT: Gracias, se los agradezco. Sólo me calmaré y olvidaré este desagradable acontecimiento. Quiero dejarlo así; de cualquier manera, dudo mucho que el señor se atreva si quiera a acercarse nuevamente…
SEGURIDAD: Está bien; nos retiraremos, pero si requiere algo, por favor, no dude en hacérnoslo saber. Le ofrecemos una disculpa que sabemos es insuficiente, por la agresión que sufrió en nuestro bar. Le aseguramos que tomaremos medidas para que no se repita un evento similar o peor.
Una vez que se retiraron los elementos de seguridad, Nico y Nadia permanecieron enojados, preocupados y confundidos por ese ataque de Luzhin a su amiga.-
NICO: Scarlett, ¿Estás bien? ¿Qué te hizo ese hijo de su…?
SCARLETT: Nada, nada Nico –Interrumpió al instante- Digamos que este “show” lo monté para ayudar a dos amigas –Guiñándoles el ojo a Lena y Yulia. El gesto no fue difícil de pescar tanto para Nadia como para Nico y el interrogatorio comenzó. Yulia sabía que su complicado amigo podía llegar al fondo del asunto; Lena por su parte también sabía que Nadia no pararía hasta conocer con exactitud lo que le había llevado a Scarlett a “verse” en esa situación.
NADIA: A ver… En primera, ¿Para qué les guiñes a este par? Y en segunda, ¿Cómo que fue un show a propósito para auxiliar a dos amigas? ¿Qué amigas son, Scarlett? –La mirada de detective de Nadia, se había activado. Nico no necesitó añadir nada más porque era exactamente lo que él también necesitaba averiguar.-
SCARLETT: Digamos que yo fui la que le dio un beso y posé sus manos en mi cuerpo para que dos señoritas no fueran descubiertas ya que estaban besándose afuera de los baños. Me imaginé que Vanya es una persona intolerante a ese tipo de pruebas de amor entre personas del mismo sexo… Así que tuve que actuar y sólo se me ocurrió eso. Pero bueno, ya vamos a nuestra mesa, cenemos y terminemos esta velada tan accidentada. –Scarlett sabía que había cometido un error al no prever que sus amigos reaccionarían así por la declaración que les había dado “Traté de ayudar a unas amigas ya que se estaban besando… Qué estúpida fui.” -Pensó la joven.-
NICO: A ver Scarlett, no estamos idiotas. Aquí pasó algo y ustedes tres –Apuntando a Yulia, Lena y a ella.- saben qué pasó. –Yulia sabía que no había forma de hacerlos olvidar el evento. Estaban arrinconadas. Además ella había logrado ganarle a Katina así que no le preocupaba. Por dentro se sentía inmensamente feliz y ansiosa por hacer efectiva su petición por haber sido la vencedora de la condición. Aún estaba extasiada por los besos tan exquisítos que le regaló su pelirroja; sin pensarlo ni titubear, le dio un trago bien saboreado a su vino tinto, apartó su copa y procedió a tomar la palabra.-
YULIA: Scarlett, gracias por lo de esta noche.
SCARLETT: ¿De qué monstruo?
NICO: ¿Gracias?
NADIA: ¿De?
LENA: -Interrumpiendo a Yulia, tomó la palabra y se anticipó a responderles.- De lo sucedido con… Vanya –Un poco de tintes tímidos colorearon las palabras de Katina. Esa declaración y la manera de decirlo, era lo suficiente para levantar lo temido por Nadia y lo ansiado por Nico. La reacción en respuesta a Lena no se hizo esperar.
NADIA: Lena, a qué te refieres! ¿Qué diablos pasó aquí! –Scarlett irrumpió la ansiosa necesidad de Nadia y con su naturalidad y serenidad, volvió a cerrar la conversación dirigiéndose a Yulia y la pelirroja. De forma tajante y de un solo zarpazo, ayudó a sus amigas a anunciar la noticia que pese al desconocimiento que tenía con respecto a la apuesta y al tiempo que llevaban disputándose el dominio, el amor que estaba floreciendo entre las chicas, era tan evidente para Scarlett como para no “pescarlo”.-
SCARLETT: Tranquila Lena, no fue nada, además la que tiene que poner esa cara es Yulia ya que imagino que ella fue la que seguramente te obligó a besarla, conozco demasiado bien a este pequeño monstruo, así que no dudo que haya utilizado alguna triquiñuela. -Yulia y Lena solo se miraron, Yulia no hizo comentario alguno para aclarar la afirmación de Scarlett, ya que tendría tiempo de sobra para explicarle esa situación a sus amigos. Nico sonreía victorioso compartiendo la dicha que irradiaba Yulia; Nadia por su parte, era un témpano de hielo. No podía creer que Lena hubiese caído y sobre todo… - ¿Cómo había sucedido? - Sin tener más por decir, ambos guardaron silencio.
YULIA: ¡Scarlett! ¡Me haces quedar mal! Me haces sentir como si fuera una aprovechada…
SCARLETT: No lo eres pero, eres muy tenaz. –Le regaló una sonrisa dulce y linda con la cual el tema se cerró. No había más comentarios al respecto por el momento. Para Nico y Nadia quedaron claras las cosas. Todos hicieron un esfuerzo por reintegrarse al ameno ambiente entre amigos en aquél bar de Moscú. Volvieron a bromear un poco y a conversar entre sí de otros temas. El tiempo corrió y se llegó la hora de partir. La velada había sido atípica e interesante. Procedieron a retirarse; Nico y Nadia se acompañarían, mientras que Yulia se haría cargo de llevar a Scarlett y a su adorada pelirroja. La primera parada la tuvo que hacer obligatoriamente en el complejo de departamentos en el que se encontraba el de Scarlett. La Yulia estaba ansiosa por estar a solas con Katina para hacerle saber su deseo después de su gran victoria. Scarlett bajó del vehículo para despedirse.-
SCARLETT: Ten cuidado, monstruito ya que hoy llevas esa compañía particularmente excepcional y magnífica. –Le regaló la última hermosa sonrisa de la noche.- Nos vemos, cuídense mucho monstruo, y Lena, relájate y me avisas si esta pequeña pervertida se quiere propasar contigo. -Este comentario hizo que Lena se sonrojara y solo asintió con la cabeza en forma de respuesta.- ¡Nos vemos mañana en Kozlov! -Se despidieron de Scarlett y Yulia echó a andar el auto conduciendo sin rumbo fijo. Los primeros minutos parecieron eternos ya que ninguna de las dos rompía el silencio, hasta que Yulia decidió hacerlo para dar el siguiente paso.-
YULIA: ¿No me vas a preguntar a dónde te llevo?
LENA: No, confío en ti.
YULIA: ¿Ahora ya confías en mí?
LENA: Desde que te conocí… En aquél día en que apareciste chocando conmigo.
YULIA: Estás siendo sorpresivamente amable, Lena.
LENA: Yulia… ¿Qué quieres? Dímelo ahora… Sé que ganaste. –Yulia apretó fuertemente el volante. Comenzaba a sentir un poco de nervios y la ansiedad se elevaba al cien por ciento.
YULIA: Primero haremos una parada en la Plaza Roja; ahí hablaremos. Mientras tanto, ¿Te gustaría escuchar música? -Retomando el control sobre la situación, encendió su pantalla y seleccionó la mejor música que encontró en su repertorio. Condujo hasta el lugar indicado y buscó un lugar para aparcar su vehículo. No dejó de lucir sus encantadores modales y atención hacia su pelirroja; le abrió la puerta, la tomó de la mano y le ayudó a bajar con cuidado. Estaban conscientes de que esa noche cambiaría el rumbo de sus vidas y el sabor de sus días. Sus corazones latían fuertemente; trataban de disimularse su mutua inquietud y la aspiración de saborearse sus labios, pero esta vez, hasta el cansancio. Yulia interrumpió la energía descontrolada para volverla realidad. Era un sueño que ya aspiraba con pasión, hacerla realidad.-
YULIA: Lena, después de lo que ha pasado en el transcurso del día… sé que va a ser tonto inclusive estúpido y obvio lo que te voy a preguntar pero, es que no quiero confundir cosas –Lena le escuchaba y le miraba tranquila y sabía lo que le iba a preguntar- Lena no quiero que me contestes con evasivas como la última vez así que te haré una pregunta. –En realidad Volkova se sentía bastante sofocada de adrenalina, así que antes de realizar su pregunta y hacer efectiva su prerrogativa, despegó su mirada hacia el cielo, como rogando al universo y al mismo tiempo, apreciando la noche.- Está bien, no le daré más vueltas. Mi pregunta es… -“Házlo ya”, se dijo asimisma…-
En otro punto de la gran Rusia, caminando entre la Estación de metro "Ploschad Vosstaniya", Nastya y Anna regresaban a prisa de su último y breve recorrido por San Petersburgo; el gran evento que preparaba Kozlov, estaba cada vez más cercano y el conservatorio había decidido enviar a las maestras más destacadas a la ciudad, para acordar quiénes serian parte de los jueces para seleccionar a quienes pasarían al gran evento en el que Kozlov tendría presente a grandes caza-talentos. Su vuelo directo a la gran Moscú, estaba próximo a salir y cargando sus pequeñas maletas, tomaron un pequeño paseo antes de dirigirse al aeropuerto. El viaje fue bastante provechoso para los propósitos del conservatorio, sin embargo, para las verdaderas intenciones entre ambas, el resultado estaba siendo cada vez más diferente de lo que aspiraban.
NASTYA: ¿No vas a volver a dirigirme la palabra? Acaso, ¿Hasta aquí llegó nuestro viaje? –Preguntó Nastya con un tono de decepción y confusión.-
ANNA: Sí. Tiene que ser así, Nastya. Se nos hace tarde para llegar al aeropuerto. –La respuesta de Anna le llegó como una ducha con agua helada a la preciosa Nastya. No quedó conforme. A penas la noche anterior literalmente habían hecho magia en su habitación de hotel. Parecía que podría haber un acercamiento y algún tipo de acuerdo, o por lo menos a eso aspiraba Nastya. En un intento por obtener un último momento tierno entre ellas, trató de acercarse a Anna para abrazarla con su brazo derecho tomándola de la cintura. La respuesta fue totalmente refutada por Anna.- NO-ME-TOQUES. –Hablando en sílabas y enérgicamente, expulsó su rechazo hacia Nastya. No se lo podía creer pero era forzoso que lo comenzara a hacer; Anna mostraba ya desinterés y cualquier tipo de caricias y besos que se regalaron la noche anterior, habían quedados guardados en el mismo pasado que vio nacer el amor entre ellas.
NASTYA: Tan fríamente como antes. Tan contraria y tan alejada. Esa historia ya me la sé. Me duele, Anna. Lo que pasó ayer quédatelo, si quieres. Hice el amor con toda la energía contenida por ti, en mi ser. Te besé con toda la fe de mi alma. –Unas lágrimas comenzaron a brotar de sus hermosos ojos; mirando sin vacilar hacia el frente, continuó:- Si eres feliz o no; si me extrañas o ni siquiera piensas en mí; si en algún momento necesitas un verdadero beso o una caricia que te haga cimbrar, será problema tuyo. Me esforzaré por dejar en el pasado, la noche de amor que nos regalamos. Pero te digo, Anna, que no sólo me esforzaré por eso. –Volteó su mirada ahora retadora y encendida.-
ANNA: ¿Por qué otra cosa te vas a esforzar? -Le respondió la mirada.-
NASTYA: No debería de ser nuevo para ti si te digo que tu hija y Yulia están acercándose mucho. La forma en la que se tratan es evidente que se trata de un interés más allá de amistad. Por este motivo, estoy decidida a impedir que se enamoren. No quiero a mi hija cerca de Lena. Ni siquiera para colaborar como dúo para el espectáculo de Kozlov. Me aseguraré de que no se repita ni una sola colaboración entre ellas. –De inmediato, los ojos de Anna también comenzaron a destilar fuego y fastidio incontenible. Caminaron más aprisa; cada paso lo daban con fuerza apresurándose a salir de la estación para tomar un taxi que tendrían que aguantar, compartir hasta el aeropuerto.-
ANNA: Estabas demorando, Nastya. –Le sonrió retadoramente.- Eso ya me lo había propuesto. Por supuesto que desde que Lena me vio llegar contigo en el estacionamiento, me di cuenta de la cercanía y el exceso de “amabilidad” y atención de Yulia. Y por el concurso de Kozlov, no me interesa que pretendas evitarles participar juntas. Mi hija no necesita de Yulia para atraer la atención de un caza-talento este año. Crees que Yulia es buena pero dudo mucho que logre si quiera, hacer una interpretación diferente y atractiva. –Habían llegado al final de la estación; debían de tomar urgentemente un taxi pero primero decidieron cerrar la conversación por completo. Alguien debía salir victoriosa.-
NASTYA: Sí claro, Anna. Tanto talento tiene Lena que tuvo que apoyarse de ti para entrar a Kozlov. –Le somrió sarcásticamente y le hizo la señal de parada a un taxi disponible.- Mira Anna, yo en ningún momento dije que Lena no tenía talento, lo que quise darte a entender es que si se unen, estas chicas llegarán lejos más rápido y con mayor alcance, pero eso no sucederá así. Lo lejos que lleguen será a solas porque no permitiré que se enamoren y que nazca una relación. Ahora súbete; tenemos que llegar al aeropuerto ya. O de lo contrario, si no quieres compartir este taxi, quédate sola e ingéniatelas para llegar pronto. Yo me largo. Gracias por todo y nada, Anna. Bonito viaje de negocios. Ahora ya no aspiraré a nada: la noche de ayer también quedó ya en el pasado, junto con el nosotras. –Terminó su última frase y le pidió al chofer abrir la cajuela del vehículo para meter su maleta, que aunque era pequeña, le impediría sentarse cómodamente. Una vez guardando el equipaje, se subió al taxi y le reiteró a Anna.- ¿Vas a subir o no, Anna? No metiste tu maleta. Si te vas a ir conmigo, súbete ya pero vas a cargar con tu maleta en el asiento. Anna se precipitó para abordar velozmente el taxi. No hablaron más en el trayecto. El avión estaba esperando su salida y con ello, el cielo traería a la vida de Yulia y Lena, una prueba de fuego a superar si deseaban ser felices.-
Yulia estaba tan inquieta que las manos comenzaron a sudarle. Su seguridad estaba quebrantada momentáneamente por la adrenalina de la respuesta de Lena. El tiempo seguía corriendo y aún tenía que hacerle saber su petición por haber roto la condición de diez centímetros. Se armó de valor y se paró tan cerca de Lena que le ocasionó nervios –Me va a besar ya…- Pensó Lena mientras cerraba sus ojos. La voz de Yulia interrumpió su ascenso a las nubes y el obscuro cielo de la noche.
YULIA: Lo que quiero preguntarte antes de pedirte algo por haber roto mi condición, es… sencillo. No quiero más evasivas Lena. Necesito tu respuesta porque debemos comenzar a encarar y atender esto. Dime Lena, ¿Te gusto? –Las mejillas de la pelirroja se encendieron de inmediato. La pregunta directa y filosa de Yulia le ocasionó nervios. Sus manos se pusieron frías y su corazón se aceleró tanto como un tren al máximo de su potencia. Era hora, tal y como lo dijo su morena, de encarar ese sentimiento. Cerró sus ojos y con voz nerviosa y entre cortada, dio respuesta a esa obligada pregunta.-
LENA: Estás equivocada, Yulia… Lo que sucede es que… No… No me gustas… -Yulia percibió el temnblor en el cuerpo de Lena; decidió acercarse un poco más. Lena estaba inmóvil. Yulia extendió sus brazos para jalarla hacia su cuerpo. En un abrazo profundo, fuerte e interminable, buscó el oído de Lena y le respondió:-
YULIA: Eres tan bella, Lena. –Acaricio con sus labios la oreja de Lena, ocasionando que su blanca piel se erizara.- Quizá tienes que corroborarlo primero de mí. Si hago esto no es porque me gustes. Me encantas y mi corazón está conteniendo un fuerte amor que te pertenece. –Se acercó nuevamente a acariciar su oreja con los labios pero esta vez, le regaló un beso húmedo. Lena parecía un ave; con cada roce de los labios de Yulia, sentía que su cuerpo comenzaba a volar.- Por eso, ahora dímelo tú, ¿Te gusto? –Fue definitivo. No había más prórroga.-
LENA: Eres tan tonta, Volkova… Ya te dije que no me gustas. No tienes una idea de lo que por ti siento. No me gustas, de verdad. Lo que sucede es que… Yo… -Cerró sus ojos para sentir el cálido y acelerado cuerpo de Yulia, pegado a ella.- Yo te amo, Volkova. –Yulia se unió a Lena disfrutando el momento cerrando también sus ojos. La miel de sus palabras se alojó en su alma; era una respuesta mucho mejor de lo que pudo haber pensado. Lena estaba completamente perdida entre el aroma del perfume de Yulia y los latidos fuertes de su corazón. La noche era completamente de ellas. Nada podía separarlas.- Contigo estoy, Yulia. Contigo estaré porque te amo…
SandyQueen- Mensajes : 184
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Hasta que por fin rompieron esa barrera de 10 centímetros y aceptaron su amor... Pero ahora lo que se les viene no pinta nada bueno #ComoSiempreFenomenal
Aleinads- Mensajes : 519
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Pobre Lena a ver que les dice a sus papás
Gracias por leer
Gracias por leer
SandyQueen- Mensajes : 184
Fecha de inscripción : 28/02/2016
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Aaaaaayy que bárbara te pasás \(*_*)/
Vale Berríos.- Mensajes : 119
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Aleinads: Gracias por tu comentario, a ver que te parece este capítulo
Vale Fernándezs: Creo que este te parecerá más interesante
Capítulo XII
Ese era mi momento. Aproveché la situación, el lugar y ese instante al lado de mi preciosa pelirroja; me acerqué sin que ella pudiese haberlo predicho; la jalé hacia mí y ahora fui yo quien se abalanzó para besarla. Pegué mi cuerpo al suyo y la abracé fuerte. Mi corazón estaba locamente acelerado. Sus labios eran suaves y confortables; era cómodo deslizarse en ellos, oprimirlos con los míos y saborearlos. El momento era perfecto: la noche, la plaza más quieta que de día y ella conmigo. Por fin conmigo.
Una llamada al móvil de Lena vino a interrumpir nuestro beso inacabable. Por la hora que era, me alarmó -Quizá su padre ha vuelto a casa después de estar desaparecido entre los problemas de todas las empresas a las que asesora; si regresó y al llegar no ha encontrado a Lena, de seguro se preocupó ya que la Sra. Anna Katina debe venir en un vuelo de regresó a Moscú y al tampoco verla, le preocupó más no saber de mi pelirroja.- Pensé. Para mi sorpresa, la llamada no era proveniente de Sergey.
LENA: ¿Madre? ¿En dónde te encuentras? Sí, estoy bien. Ehh... Estoy... Bueno salí a la terraza del departamento a tomar un poco de aire de la noche pero enseguida cierro todo. No, no he recibido noticias de Vanya. ¿Qué te llamó? ¿Qué quería?... Ahh, no pudiste contestar. ¿Ya vienes de regreso? ¿Qué tal estará el jurado este año? Uhmm, bastante complicado. Sí no te preocupes; papá aún no ha llegado pero yo me iré a dormir cuanto antes. Sí, besos, cuídate. ¿Qué? ¿Mañana te quieres ir conmigo a Kozlov? No madre, yo prefiero irme en mi auto. No, no es necesario que pases tiempo conmigo... Bueno, está bien. Espero que llegue en tiempo tu vuelo porque de lo contrario, no vas a llegar a Kozlov. Avísame cualquier cosa que surja. -Lena colgó el teléfono, me sonrió y se aventó hacia mí para abrazarme.-
YULIA: Tu mamá, ¿No sabe que estás afuera entonces?
LENA: No, no lo sabe. No tiene por qué saberlo, por ahora. Además, ¿Qué tendría que saber, Yulia? -Al terminar me sonrió malvadamente, como dándome a entender que si había algún motivo.-
YULIA: No por ahora, pero lo habrá, Lena.
LENA: ¿No vas a decirme qué vas a querer que haga? Ya me hiciste tu pregunta, ahora ¿Qué deseas? Te falta hacérmelo saber.
YULIA: Mañana, en Kozlov. -Le sonreí y comencé a caminar no sin antes buscar su mano para llevarla conmigo.- Vámonos por ahora. Debo llevarte a tu casa sana y salva. Además ya quiero que descanses. Acaricié su blanca y suave mano con las yemas de mis dedos. Ella hizo lo mismo con mi mano. Llegamos al auto y le abrí la puerta como era ya un ritual de atención para mi pelirroja. Estando dentro del auto se abalanzó a mi asiento y sujetándome con sus manos de mi cabeza, me besó nuevamente. Tuve que interrumpir otra vez ese beso porque me interesaba dejarla segura en su departamento.-
En todo el camino no pudimos dejar de reír, de compartir miradas, tomarnos de la mano y de vez en cuando, acercarnos para besarnos. Éramos básicamente una pareja. Lo único que nos faltaba era hacernos esa pregunta "de protocolo" para formalizarlo. No me quedaba duda de que Lena era prácticamente mía puesto que ahora conocía de su amor por mí.
Al llegar al estacionamiento del complejo de departamentos, repetí la operación para ayudar a salir del auto a mi... Bueno, a Lena. -Me estaba volviendo loca la idea de tenerla formal y realmente como mi novia.- Le pedí su mano para que saliera con cuidado y al bajar por sorpresa, metió su brazo por debajo del mío.
LENA: ¿Te desagrada que resguarde mi brazo debajo del tuyo? -Lena notó mi sorpresa.-
YULIA: Para nada; amo que hagas estas cosas. No son predecibles y me sorprendes de diferentes formas. -Sólo porque era de noche y la obscuridad caía sobre nosotras, no puedo asegurar que Lena se sonrojó, pero sonrió tímidamente y se sujetó con fuerza a mí. Antes de llegar a su departamento, tuvimos que tomar el elevador en el cual no pudimos resistir aprovechar para besarnos. La llevé a una esquina del ascensor; la tomé por la cintura y le vacilé un poco antes de besarla. El contacto inició lento y suavemente pero a los pocos segundos, la escena nos envolvió y fue tan sugestiva que nuestro beso se hizo más apasionado. Estábamos perdiendo el control y juro que me habría encantado desvestirla para llenarla de besos y satisfacer a esas sensaciones que me estaba provocando. Sin embargo nuestro ascenso hasta el piso en el que se encontraba su departamento, llegó a su fin y sin más remedio tuvimos que calmarnos para salir del elevador. Al llegar finalmente a su destino, me invitó a pasar. Quería que me quedara para acompañarla a dormir esa noche. Idiotamente le dije que no me parecía buena idea ya que su padre podría llegar en cualquier instante. Le dije que al llegar a mi casa le llamaría para avisarle y me quedaría en la línea hasta que se quedara dormida. Con todo nuestro pesar, tuvimos que despedirnos por esa noche.
YULIA: Si gustas, mañana puedo pasar por ti, Lena.
LENA: Mi madre llegará a más tardar las 07:00 y no sé por qué pero quiere llevarme mañana a Kozlov. Para eso me llamó.
YULIA: Mi mamá no me ha llamado... Cuando regrese le preguntaré a mi papá. Pero, es seguro que vienen juntas. -Al terminar de decirlo, no pude evitar quedarme pensativa. Había un asunto pendiente y muy extraño entre mi madre y la Sra. Anna Katina. Con todo y lo que estaba sucediendo con Lena, lo había olvidado por completo. También olvidaba que seguían las selecciones para las pre-competencias de selección semanal en Kozlov. Por último se me vino a la mente la imagen de Scarlett besando al idiota de Vanya esta noche... Esperaba que no fuese a trascender en algo más porque la sola escena por sí misma, me dio rabia e ira; ese tipo no merece a alguien como Scarlett.
LENA: ¿Estás bien? ¿Te sucede algo?
YULIA: Disculpa, sí estoy de lo mejor. Estaba pensando en algunas cosas pero lo que cuenta ha sido esta velada, hermosa... -Me acerqué a Lena para acariciar su rostro y su cabello; ese rojizo de su cabellera de noche, le hacía lucir preciosa. Accedió a mis caricias y me pidió un beso. Me volvió a insistir que me quedara a su lado esa noche y me comenzó a jalar hacia más adentro de su departamento.-
LENA: Por favor... Deléitame con tu presencia, Volkova... Eres tan bella que no quiero parar de verte sino hasta que me quede dormida.
YULIA: Me temo que no sólo no observaríamos, amor. -Sus ojos se abrieron muy grandes, definitivamente la forma de nombrarle la tomó por sorpresa. Su expresión asombrada me hacía sentir tan feliz.-
LENA: ¿Este es tan sólo un preámbulo de lo magnífico que será este amor? ¿Qué puede pasar esta noche si me acompañas a dormir? No quedaría embarazada o ¿Sí? -Te reíste y también me hiciste reír con tu declaración.- Además, ahora que lo recuerdo, dejamos un asunto pendiente en mi habitación, ¿Recuerdas? -Por supuesto que recordaba y me derretía por entrar contigo. Sabía perfectamente que perdería el control estando ya a estas alturas a tu lado en tu propia cama. Sin embargo quería demostrarte y dejarte en claro que aunque mi energía desbordaba pasión, la verdadera razón de amarte eras tú. Sin intereses ni beneficios para mí. Al día siguiente en Kozlov ya tenía planeada una sorpresa para ti. Comenzaba a sentirme nerviosa pero estaba segura de rebasar tus expectativas. Jugué un poco contigo antes de retirarme; besé tu oreja y entreabriste tu boca emanando el placer de sentir mis labios mordiendo y besándolo.- En verdad, ¿Te vas a ir? Porque te voy a extrañar. Ansiaré verte, amor. -Hizo latir muy rápido mi corazón. Estaba embriagada, drogada y alucinada. Amé esa palabra proveniente de su boca. Nos separamos para por fin despedirnos.-
Así como acordamos, llegué a mi casa y le llamé para que no estuviera preocupada. Demoramos todavía más tiempo en poder colgar. Antes de dormir le llamé a Niko (despertándolo) acompañado de sus maltratos. Estaba furioso (y con toda razón ya que pasaban de las 4 de la mañana).
NIKO: Pequeño demonio, ¿Qué rayos quieres a estas horas! Son las... ¡Van a ser las 5! ¿Tan temprano ya estás fregando gente!
YULIA: ¡Ah ya cállate! Yo no he dormido nada. Pareces mujer un sus días, Srta. Petróvic. -No pude evitar reírme a carcajadas.-
NIKO: ¡Cállate! Tengo sentimientos, Volkova. Deja de fastidiarme y dime qué quieres.
YULIA: Mañana cuando cante para la pre-selección semanal, voy a invitar a Katina a escucharme. Entonces quiero que en el salón que haré mi pequeña presentación, sujetes una manta que haré para ella. Debemos de llegar temprano al conservatorio para que nadie vea. Quiero que sea sorpresa. La manta debe estar cubierta por otra, y esa de arriba tú te encargarás de quitársela para que lea sorpresivamente lo que escribiré en ella.
NIKO: Y... ¿Qué es lo que estará escrito, engendro?
YULIA: ¡Qué te importa, Petróvic! Ese no es asunto tuyo.
NIKO: Qué desgraciada... Todavía que me despiertas...
YULIA: Ya pues, ya. Te diré pues. Le quiero pedir a Lena que sea mi novia. -Pegaste un grito de sorpresa en el teléfono.-
NIKO: ¡Bromeas? ¡De qué me perdí? ¡En dónde estuviste toda la noche, Volkova?
YULIA: Ya, mañana mientras estemos preparando el salón, te estaré contando. Más tarde paso por ti y por Scarlett. Nos vamos juntos. Los quiero listo a las 07:00. -Colgamos y me dediqué a preparar la manta cuidando de no despertar a mi padre. Estaba lista para la mañana. Realmente ya no pude dormir. Sólo me limité a dormitar un poco en lo que estuvo lista la cafetera y el pan tostado. Agarré un poco de fruta antes y preparé un huevo rápidamente. Eran antes de las 07:00 cuando salí a recoger a Niko y Scarlett pero no había llegado aún mi madre. Supuse que llegaría rápido a desayunar en breve y que se iría tan rápido como pudiera a Kozlov. Salí sin dejar evidencia de las pinturas que usé.
Al llegar al conservatorio ya le había explicado nuevamente a Niko en qué posición colgar la manta y cómo cubrirla. Les expliqué todo o que había ocurrido con Lena la noche y madrugada de ese día. Estaban asombrados y bastante emocionados. Scarlett mostró un poco de celos aunque yo sabía perfectamente que era por ser una amiga bastante posesiva y de lo más egoísta, por lo menos tratándose de mí.
SCARLETT: Ah... Mira. Pues qué bien por Lena. Aunque no me convence. No sé si te merece. Eres demasiado guapa, Yulia. No soy lesbiana pero sí he creído siempre en que soy bisexual.
YULIA: ¡WTF! ¡Bisexual? Pero si... ¿Cómo! ¡Tú me dijiste que eras hetero y siempre lo pensé así!
SCARLETT: Una también tiene sus secretos –Me guiñaste el ojo y proseguiste-Amo tus expresiones mi monstruito sexy; ojalá hubiera sido yo la afortunada de acaparar tu atención y tu amor pero siempre hemos sido unas bestias para ti -Refiriéndose a Niko y asimisma.- Así que perdí toda esperanza, y con esto más. -¿A qué venían semejantes declaraciones justo ahora?... Fue un poco incómoda y bizarra la situación.-
YULIA: Ayer le pegaste semejante beso al inepto de Vanya... Eso yo no te lo puedo permitir, fíjate. Y no te lo ando restregando.
SCARLETT: ¿Y por qué, monstruito? ¿Te importó tanto? -Como nunca antes lo había hecho, Scarlett comenzó a insinuarse de una forma que me dejó perpleja.-
YULIA: ¡Ya Scarlett! Pues sí me importa porque ese tipo no merece a alguien como tú.
SCARLETT: Estamos igual, lo mismo opino de Katina. No creo que te merezca pero ya lo veré. Si te lastima o algo te hace, entonces me vale un carajo ir a reclamarle en su cara. Va a creer que siento algo por ti y ese será el objetivo. Más le vale andar con cuidado.
YULIA: No va a lastimarme, me ama. Y yo a ella.
SCARLETT: Pues no sé, esa chica me parece que le costará trabajo aceptar públicamente su amor por ti, además, se habla mucho de la cercanía de su familia a la iglesia. Eso hace complicado que tengas una relación de cuento de hadas a su lado. -No me había puesto a pensar en eso. Sus palabras sembraron cierta duda en mi mente. ¿Podría Lena sentirse apenada si le pedía ser mi novia con este espectáculo? ¿Defendería nuestro amor aún contra todos los paradigmas de su madre la Mtra. Anna Katina? ¿Y Vanya! ¿Cómo diablos o qué pensaría hacer para quitárselo de una vez de encima! Los alumnos y profesores comenzarían a llegar así que teníamos que cerrar el salón en donde más tarde se llevarían a cabo las mini-presentaciones para escoger a los alumnos que participarían al cabo de la semana, para la pre-selección.
Una llamada entró a mi teléfono. -¿Mamá?- Se trataba de Nastya, mi mamá. Ya había llegado y me pidió ir a su cubículo. Sonaba urgente y molesta. ¿Se habrá dado cuenta de la hora tan tarde a la que llegué? Si fue así, quizá me interrogaría un poco, pero en cuestión de mentiras, yo era mejor. Sin embargo, para comenzar con las sorpresas que deparaba el día, no se trataría de eso. Subí con pesadez y un poco de nerviosismo. Al llegar fue tan breve y precisa que me dejó pasmada. Su rostro era diferente. Algo en su mirada había cambiado. Cuando se fue a San Petersburgo no llevaba esa expresión ni irradiaba esa energía pesada. ¿Qué estaba ocurriendo con ella?
YULIA: Madre, ¿Qué sucede? No avisaste que habías regresado. ¿Cómo te fue? Salí temprano de casa. Quería aprovechar uno de los salones para practicar a solas para hacer mi presentación el día de hoy. -Sin dejarme añadir algo más, me interrumpió.-
NASTYA: Precisamente de eso deseo hablarte, Yulia. Me imagino que cantarás a solas, ¿Correcto? -No entendía a qué venía esa pregunta. Ni siquiera un cómo estás me hizo. Fue directo al tema de las competencias. Aún sorprendida, asentí con mi cabeza y permanecí en silencio, entonces añadió:- Perfecto. Porque sólo quiero recordarte que yo soy la responsable de los seleccionados así como de muchos otros elementos que conforman el gran evento del conservatorio. -Me estaba exasperando; si algo detestaba totalmente, era que me hablaran de la forma en la que mi madre lo estaba haciendo, así que rompiendo mi paciencia le impedí continuar hablando.-
YULIA: ¿Y qué? ¿Qué quieres! ¿Qué con eso, Nastya! ¿A qué quieres llegar! Sé clara de una vez, madre. -La reté con la mirada. Eso prendió su furor y alzando la voz me reprendió.-
NASTYA: ¡Más te vale, Yulia Volkova que realmente cantes a solas! ¡No toleraré que cantes al lado de la hija de Anna! -Esa declaración me aclaró algunas dudas. Claramente había ocurrido algo durante su breve viaje a la 2da. Gran capital rusa; también era obvio que si se enteraba que me había enamorado perdidamente de Lena, se sobresaltaría y no estaba segura de todo lo que podía llegar a hacer... También era evidente que si por algún motivo me atrevía a desobedecer su autocrática orden de NO-CANTAR-CON-LENA, desataría el cólera de mi madre. Debía ser lista para no iniciar una guerra atroz entre madre e hija. Mi amor por Lena no era nocivo y para nada algo que debiera reprenderse. Tenía que contener mi carácter por ese momento porque acertadamente, era hora de resolver el acertijo de la historia entre mi madre y Anna Katina. Una vez descubriendo el motivo de su desagrado, podría encontrar alguna manera de actuar. Mientras tanto tenía que ser precavida, pero no contaba con la astucia de mi madre. No tenía idea de que me vigilaría hasta en los lugares más recónditos de Kozlov. Sólo porque Rusia es enorme, de lo contrario también habría llevado su vigilancia fuera del conservatorio.-
YULIA: Ok. ¿Ahora, me permites retirarme?
NASTYA: Retírate. -Salí no sin azotar (para desfogar un poco mi enojo) con gran fuerza al puerta de su cubículo. Las clases iban a comenzar. Vería a Lena y volviendo a enfocarme en el propósito de ese día, le diría que la esperaba en el salón de guitarras para que me escuchara cantar e interpretar un pequeño número. Me confirmó que estaría ahí y el día se compuso gracias a su bella sonrisa. No contaba tampoco con que Niko y Scarlett en alianza con Nadia. No sabía que iban a cambiar nuestros planes y el desenlace de la tarde.
Antes de que se llevaran a cabo las presentaciones de los estudiantes que participarían ese día, Niko y Scarlett me interceptaron para acompañarme al comedor.
YULIA: ¿Qué quieren ahora? Les dije que los vería después. Quedé en comer con Lena. Además no tengo tiempo qué perder porque después de esto, viene mi presentación. Debo estar en tiempo en el salón de guitarras para preparar los detalles que falten.
NIKO: Sí Yulia. Pero ¿De qué te preocupas? Aún hay tiempo para mostrarte algo. Además, Nadia me invitó a comer con ella y adivina con quién está... ¡Con Katina! Y como Scarlett es mi amiga, entonces yo la invité. ¿Es maravilloso, no? -Ese día, mi madre había consumido toda mi paciencia así que desesperada comencé a caminar dejándolos atrás. Niko y Scarlett me llamaron grosera pero de verdad, mi pequeña paciencia me tenía muy irritable.-
Al llegar el gran comedor literalmente corrí por llegar a saludar a mi preciosa pelirroja, pero por más deseo que tenía por comerla a besos, traté de ser reservada por el momento. Además recordé de la amenaza directa de mi madre y preferí ir con cautela en lo que tenía oportunidad para contarle a mi pelirroja y tomar decisiones al respecto. Además, primero quería formalizar nuestro noviazgo. Era un anhelo tan fuerte saber que Lena Katina, sería mi novia.
NIKO: Bien, entonces, les quiero presentar una canción que compuse para ustedes. ¡La cantarán después de comer, en el salón de guitarras! -Casi me atraganto. Todos se quedaron sorprendidos y algunas mesas a la redonda se percataron del suceso y miraron extrañados.-
YULIA: ¿Qué estás diciendo animal!
NIKO: Definitivamente hoy, te encuentras de muy mal humor. Hoy sí eres ese verdadero demonio de que tanto hablamos, ¡Sí un pequeño Taz!
YULIA: No te importa. Gracias por tu tiempo en escribir esta canción pero no podemos cantar esto.
LENA: ¿No podemos?
SCARLETT: ¿Pero por qué, Volkova?
NADIA: ¿Quién dice?
YULIA: Calmados. Lo dijo mi mamá. Y todo fue por tu culpa, Niko. Acuérdate que cuando nos diste a cantar esa pieza que básicamente la compusiste para el idiota de Vanya, mi madre se opuso a nuestro memorable e inigualable dúo.
NIKO: Sí, sí lo recuerdo. Pero ella no las escuchará. Estará revisando las presentaciones de otros estudiantes, ¡En las listas colgadas en la dirección puedes verlo! -Fue una propuesta tentativa. En realidad sí me encantaba la idea de poder cantar con mi hermosa chica. Le extendí la mano para leer la pieza...
YULIA: ¿Zachem Ya?... La entrada parece bastante buena. Pero espera, ¿Esto, cómo debo cantarlo? -Temía la respuesta.-
NIKO: ¡Sabía que tratarías de corroborarlo! Tú vas a cantar rapeando tus líneas. Tranquila, antes de que te exaltes las llevaré al salón para que conozcas tus líneas.
YULIA: ¡Óyeme imbécil! Pero ¿Cómo diablos vamos a cantar si no nos sabemos la letra? Eres una bestia. Así sólo vamos a quedar descalificadas. Ni siquiera se van a tomar la molestia de escucharnos.
NIKO: Claro que no. Ya tengo todo listo. Estarán de pie y les colocaré la letra en unos posaderos para partitura. Traerán audífonos porque particularmente tú, Yulia, necesitarás exhibir tu voz en todo su esplendor. Como te dije, vas a rapear pero no será difícil para ti. Con sólo una vez que la escuches, ¡Podrás improvisar si es necesario!
LENA: ¿Tú qué opinas, Yulia? -Me miró sonriente ocasionando que me extraviara por un momento en sus labios.-
SCARLETT: ¡Volkova!
YULIA: ¡Ya! ¿Qué!
SCARLETT: Pues estamos esperando tu respuesta. ¡Te me pierdes!
YULIA: Sí, está bien. Acepto cantarla. Pero tiene que ser rápido porque si mi madre se entera, es capaz de descalificarnos en automático. Y eso sólo es una hipótesis de lo que podría suceder.
SCARLETT: Es verdad, tenemos que investigar lo que oculta. Si lo hacemos podríamos ayudarte Yulia, y en general, ayudarlas. No me parece lo que está haciendo la Mtra. Nastya. No puede ser posible que pueda llegar a sancionar sin realmente tener bases. Es decir, en el reglamento para concursar no dice nada al respecto de no hacer dúos. ¡Se puede participar en tríos, cuartetos, y hasta grupalmente! Pues hay que apurarnos a comer y vayamos a preparar todo. -Le susurré al oído que no olvidaran evitar que Lena destapara la manta y le pedí que le informara a Niko que el momento en el que debía de descorrer la manta, era cuando comenzara a cantar las líneas que le correspondían. Aseveró y me sonrió para tranquilizarme. Respondió en susurro un sencillo: No te preocupes, nosotros nos encargaremos de eso.-
Salimos en orden sin levantar mucho ruido. Los maestros se encontraban también comiendo en el gran comedor. Los chicos nos cubrieron para salir sin ser vistos del lugar. Afortunadamente, la puerta nos quedaba bastante cerca. Al llegar al salón el objetivo para Lena y para mí fue claro: Ensayar tan rápido y cuantas veces fuera posible, la pieza que había creado Niko. Nos guió y nos explicó bastante bien cómo interpretarla. La mayor parte de la canción sería algo improvisada ya que no teníamos nada estudiado más que el ritmo y la noción de cómo debía escucharse.
No demoraron mucho los estudiantes en ir entrando. Sabían que me presentaría en ese salón y creo que por ese motivo, atiborraron un poco el lugar. No me molestó pero pretendía que fuera algo más privado. -Ni modo, la sorpresa la tendrá que ver esta cantidad de gente.- Pensé y me preparé con Lena en el pequeño escenario.
YULIA: ¿Estás nerviosa, hermosa?
LENA: Contigo a mi lado no. Sé que lo haremos muy bien. Además, quiero que termine pronto para poder estar contigo, festejar nuestra victoria porque estoy segura que nos aceptarán para competir al cabo de la semana, pero sobre todo, porque tienes algo pendiente por decirme. -Me guiñó coquetamente y sonrió. Eso me dio vitalidad y entereza para realizar el número entusiasmadamente.-
YULIA: Quizá, lo sepas mientras cantemos. -Le correspondí con otro guiño.- Y no me preguntes nada. Sin planearlo nos tocará compartir escenario y hay que hacerlo con el corazón, amor. -Me tomó de la mano y me acerqué a ella para darle un beso en la mejilla.- Vamos, tú puedes amor. Eres la mejor. Lo haremos excelente. Sabemos hacerlo. -El maestro Borya a cargo de evaluar en el salón de guitarras, nos preguntó si ya nos encontrábamos listas. Le respondimos que sí y entonces solicitó silencio a todos los que se encontraban presentes en su sala.
BORYA: Por favor, les pediré silencio, voy a proceder a evaluar. Veo que hoy hay mucha gente que escuchará esta presentación así que les pido orden. -Dio una señal para que pusieran nuestra pista. Niko nos cantó de propia voz, con la pista puesta así que no fue algo que nos pusiera nerviosas. Scarlett, Nadia y él, estaban presentes. Nos regalaron una seña de buena suerte a lo lejos.- Muy bien chicas, si están listas en 3, 2, 1...
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Niko se escabulló para tirar del cordón que ocultaba con otra, la manta en la que le había escrito a Lena. El momento fue perfecto y la canción la ideal para hacerlo ya que antes de que me tocara comenzar a cantar mis líneas, había un pequeño espacio sólo con pista. Hubo bullicio en el salón -Cállense.- Pensé. No quería levantar tanto bullicio ya que mi madre se encontraba en otras evaluaciones a escasos dos salones de distancia. No quería que por tanto ruido comenzara su camino hacia nuestra sala para pedir orden. Fue inevitable cuando Lena volteó y pudo ver la manta que decía: "Lena, te amo como nunca he amado; ¿Aceptas ser mi novia?" Ella sonrió esplendorosamente. Se acercó a mí y tímidamente me dio un beso en los labios. Todos gritaron en la sala. Yo me perdí en su beso y sólo reaccioné para iniciar mis líneas:
Me había perdido en la letra, en el ritmo y en el beso de mi amada pelirroja. Cerré mis ojos un instante para sentir nuestra canción. Hubiera sido mejor no abrirlos. Me aterré verlas ahí paradas justo en la entrada del salón. Nastya y Anna. -¿Cómo diablos...? Esto no puede ser posible.- Pensé. Mi madre le tomó la delantera a la Mtra. Anna aplaudiendo con pausas mientras que todo el salón se quedó enmudecido. -Maldita sea, la manta...- Pensaba una y otra cosa consecutivamente. Ella no paró de caminar hacia nuestro escenario y yo no paré de cantar. Decidí que por más interrupción que quisiera hacer y aunque decidiera quitarnos la pista, yo no pararía de cantar. Se paró justo frente a mí con esa mirada retadora que nunca le conocí. No me quedó de otra más que hacer lo mismo sin perderle la vista a la pieza y aprovechando cada espacio para responderle la mirada. Le tomé la mano a Lena y sin importarme la presencia de mi mamá, nos volvimos a perder en la canción. Le pedí al salón bullicio y ellos enloquecidos por la interpretación, me hicieron caso rápidamente. Aplaudían, chiflaban y gritaban. El bullicio era de locos. Nastya estaba más que enfurecida pero tuvo que esperar hasta que terminamos nuestra interpretación. Todos gritaron y nos pidieron otra, Niko, Scarlett y Nadia también estaban unidos al festejo. Nastya no perdió su posición ni tampoco Anna. Cuando el salón callara de seguro el verdadero problema vendría...
Vale Fernándezs: Creo que este te parecerá más interesante
Capítulo XII
Preparativos y una declaración…
Ese era mi momento. Aproveché la situación, el lugar y ese instante al lado de mi preciosa pelirroja; me acerqué sin que ella pudiese haberlo predicho; la jalé hacia mí y ahora fui yo quien se abalanzó para besarla. Pegué mi cuerpo al suyo y la abracé fuerte. Mi corazón estaba locamente acelerado. Sus labios eran suaves y confortables; era cómodo deslizarse en ellos, oprimirlos con los míos y saborearlos. El momento era perfecto: la noche, la plaza más quieta que de día y ella conmigo. Por fin conmigo.
Una llamada al móvil de Lena vino a interrumpir nuestro beso inacabable. Por la hora que era, me alarmó -Quizá su padre ha vuelto a casa después de estar desaparecido entre los problemas de todas las empresas a las que asesora; si regresó y al llegar no ha encontrado a Lena, de seguro se preocupó ya que la Sra. Anna Katina debe venir en un vuelo de regresó a Moscú y al tampoco verla, le preocupó más no saber de mi pelirroja.- Pensé. Para mi sorpresa, la llamada no era proveniente de Sergey.
LENA: ¿Madre? ¿En dónde te encuentras? Sí, estoy bien. Ehh... Estoy... Bueno salí a la terraza del departamento a tomar un poco de aire de la noche pero enseguida cierro todo. No, no he recibido noticias de Vanya. ¿Qué te llamó? ¿Qué quería?... Ahh, no pudiste contestar. ¿Ya vienes de regreso? ¿Qué tal estará el jurado este año? Uhmm, bastante complicado. Sí no te preocupes; papá aún no ha llegado pero yo me iré a dormir cuanto antes. Sí, besos, cuídate. ¿Qué? ¿Mañana te quieres ir conmigo a Kozlov? No madre, yo prefiero irme en mi auto. No, no es necesario que pases tiempo conmigo... Bueno, está bien. Espero que llegue en tiempo tu vuelo porque de lo contrario, no vas a llegar a Kozlov. Avísame cualquier cosa que surja. -Lena colgó el teléfono, me sonrió y se aventó hacia mí para abrazarme.-
YULIA: Tu mamá, ¿No sabe que estás afuera entonces?
LENA: No, no lo sabe. No tiene por qué saberlo, por ahora. Además, ¿Qué tendría que saber, Yulia? -Al terminar me sonrió malvadamente, como dándome a entender que si había algún motivo.-
YULIA: No por ahora, pero lo habrá, Lena.
LENA: ¿No vas a decirme qué vas a querer que haga? Ya me hiciste tu pregunta, ahora ¿Qué deseas? Te falta hacérmelo saber.
YULIA: Mañana, en Kozlov. -Le sonreí y comencé a caminar no sin antes buscar su mano para llevarla conmigo.- Vámonos por ahora. Debo llevarte a tu casa sana y salva. Además ya quiero que descanses. Acaricié su blanca y suave mano con las yemas de mis dedos. Ella hizo lo mismo con mi mano. Llegamos al auto y le abrí la puerta como era ya un ritual de atención para mi pelirroja. Estando dentro del auto se abalanzó a mi asiento y sujetándome con sus manos de mi cabeza, me besó nuevamente. Tuve que interrumpir otra vez ese beso porque me interesaba dejarla segura en su departamento.-
En todo el camino no pudimos dejar de reír, de compartir miradas, tomarnos de la mano y de vez en cuando, acercarnos para besarnos. Éramos básicamente una pareja. Lo único que nos faltaba era hacernos esa pregunta "de protocolo" para formalizarlo. No me quedaba duda de que Lena era prácticamente mía puesto que ahora conocía de su amor por mí.
Al llegar al estacionamiento del complejo de departamentos, repetí la operación para ayudar a salir del auto a mi... Bueno, a Lena. -Me estaba volviendo loca la idea de tenerla formal y realmente como mi novia.- Le pedí su mano para que saliera con cuidado y al bajar por sorpresa, metió su brazo por debajo del mío.
LENA: ¿Te desagrada que resguarde mi brazo debajo del tuyo? -Lena notó mi sorpresa.-
YULIA: Para nada; amo que hagas estas cosas. No son predecibles y me sorprendes de diferentes formas. -Sólo porque era de noche y la obscuridad caía sobre nosotras, no puedo asegurar que Lena se sonrojó, pero sonrió tímidamente y se sujetó con fuerza a mí. Antes de llegar a su departamento, tuvimos que tomar el elevador en el cual no pudimos resistir aprovechar para besarnos. La llevé a una esquina del ascensor; la tomé por la cintura y le vacilé un poco antes de besarla. El contacto inició lento y suavemente pero a los pocos segundos, la escena nos envolvió y fue tan sugestiva que nuestro beso se hizo más apasionado. Estábamos perdiendo el control y juro que me habría encantado desvestirla para llenarla de besos y satisfacer a esas sensaciones que me estaba provocando. Sin embargo nuestro ascenso hasta el piso en el que se encontraba su departamento, llegó a su fin y sin más remedio tuvimos que calmarnos para salir del elevador. Al llegar finalmente a su destino, me invitó a pasar. Quería que me quedara para acompañarla a dormir esa noche. Idiotamente le dije que no me parecía buena idea ya que su padre podría llegar en cualquier instante. Le dije que al llegar a mi casa le llamaría para avisarle y me quedaría en la línea hasta que se quedara dormida. Con todo nuestro pesar, tuvimos que despedirnos por esa noche.
YULIA: Si gustas, mañana puedo pasar por ti, Lena.
LENA: Mi madre llegará a más tardar las 07:00 y no sé por qué pero quiere llevarme mañana a Kozlov. Para eso me llamó.
YULIA: Mi mamá no me ha llamado... Cuando regrese le preguntaré a mi papá. Pero, es seguro que vienen juntas. -Al terminar de decirlo, no pude evitar quedarme pensativa. Había un asunto pendiente y muy extraño entre mi madre y la Sra. Anna Katina. Con todo y lo que estaba sucediendo con Lena, lo había olvidado por completo. También olvidaba que seguían las selecciones para las pre-competencias de selección semanal en Kozlov. Por último se me vino a la mente la imagen de Scarlett besando al idiota de Vanya esta noche... Esperaba que no fuese a trascender en algo más porque la sola escena por sí misma, me dio rabia e ira; ese tipo no merece a alguien como Scarlett.
LENA: ¿Estás bien? ¿Te sucede algo?
YULIA: Disculpa, sí estoy de lo mejor. Estaba pensando en algunas cosas pero lo que cuenta ha sido esta velada, hermosa... -Me acerqué a Lena para acariciar su rostro y su cabello; ese rojizo de su cabellera de noche, le hacía lucir preciosa. Accedió a mis caricias y me pidió un beso. Me volvió a insistir que me quedara a su lado esa noche y me comenzó a jalar hacia más adentro de su departamento.-
LENA: Por favor... Deléitame con tu presencia, Volkova... Eres tan bella que no quiero parar de verte sino hasta que me quede dormida.
YULIA: Me temo que no sólo no observaríamos, amor. -Sus ojos se abrieron muy grandes, definitivamente la forma de nombrarle la tomó por sorpresa. Su expresión asombrada me hacía sentir tan feliz.-
LENA: ¿Este es tan sólo un preámbulo de lo magnífico que será este amor? ¿Qué puede pasar esta noche si me acompañas a dormir? No quedaría embarazada o ¿Sí? -Te reíste y también me hiciste reír con tu declaración.- Además, ahora que lo recuerdo, dejamos un asunto pendiente en mi habitación, ¿Recuerdas? -Por supuesto que recordaba y me derretía por entrar contigo. Sabía perfectamente que perdería el control estando ya a estas alturas a tu lado en tu propia cama. Sin embargo quería demostrarte y dejarte en claro que aunque mi energía desbordaba pasión, la verdadera razón de amarte eras tú. Sin intereses ni beneficios para mí. Al día siguiente en Kozlov ya tenía planeada una sorpresa para ti. Comenzaba a sentirme nerviosa pero estaba segura de rebasar tus expectativas. Jugué un poco contigo antes de retirarme; besé tu oreja y entreabriste tu boca emanando el placer de sentir mis labios mordiendo y besándolo.- En verdad, ¿Te vas a ir? Porque te voy a extrañar. Ansiaré verte, amor. -Hizo latir muy rápido mi corazón. Estaba embriagada, drogada y alucinada. Amé esa palabra proveniente de su boca. Nos separamos para por fin despedirnos.-
Así como acordamos, llegué a mi casa y le llamé para que no estuviera preocupada. Demoramos todavía más tiempo en poder colgar. Antes de dormir le llamé a Niko (despertándolo) acompañado de sus maltratos. Estaba furioso (y con toda razón ya que pasaban de las 4 de la mañana).
NIKO: Pequeño demonio, ¿Qué rayos quieres a estas horas! Son las... ¡Van a ser las 5! ¿Tan temprano ya estás fregando gente!
YULIA: ¡Ah ya cállate! Yo no he dormido nada. Pareces mujer un sus días, Srta. Petróvic. -No pude evitar reírme a carcajadas.-
NIKO: ¡Cállate! Tengo sentimientos, Volkova. Deja de fastidiarme y dime qué quieres.
YULIA: Mañana cuando cante para la pre-selección semanal, voy a invitar a Katina a escucharme. Entonces quiero que en el salón que haré mi pequeña presentación, sujetes una manta que haré para ella. Debemos de llegar temprano al conservatorio para que nadie vea. Quiero que sea sorpresa. La manta debe estar cubierta por otra, y esa de arriba tú te encargarás de quitársela para que lea sorpresivamente lo que escribiré en ella.
NIKO: Y... ¿Qué es lo que estará escrito, engendro?
YULIA: ¡Qué te importa, Petróvic! Ese no es asunto tuyo.
NIKO: Qué desgraciada... Todavía que me despiertas...
YULIA: Ya pues, ya. Te diré pues. Le quiero pedir a Lena que sea mi novia. -Pegaste un grito de sorpresa en el teléfono.-
NIKO: ¡Bromeas? ¡De qué me perdí? ¡En dónde estuviste toda la noche, Volkova?
YULIA: Ya, mañana mientras estemos preparando el salón, te estaré contando. Más tarde paso por ti y por Scarlett. Nos vamos juntos. Los quiero listo a las 07:00. -Colgamos y me dediqué a preparar la manta cuidando de no despertar a mi padre. Estaba lista para la mañana. Realmente ya no pude dormir. Sólo me limité a dormitar un poco en lo que estuvo lista la cafetera y el pan tostado. Agarré un poco de fruta antes y preparé un huevo rápidamente. Eran antes de las 07:00 cuando salí a recoger a Niko y Scarlett pero no había llegado aún mi madre. Supuse que llegaría rápido a desayunar en breve y que se iría tan rápido como pudiera a Kozlov. Salí sin dejar evidencia de las pinturas que usé.
Al llegar al conservatorio ya le había explicado nuevamente a Niko en qué posición colgar la manta y cómo cubrirla. Les expliqué todo o que había ocurrido con Lena la noche y madrugada de ese día. Estaban asombrados y bastante emocionados. Scarlett mostró un poco de celos aunque yo sabía perfectamente que era por ser una amiga bastante posesiva y de lo más egoísta, por lo menos tratándose de mí.
SCARLETT: Ah... Mira. Pues qué bien por Lena. Aunque no me convence. No sé si te merece. Eres demasiado guapa, Yulia. No soy lesbiana pero sí he creído siempre en que soy bisexual.
YULIA: ¡WTF! ¡Bisexual? Pero si... ¿Cómo! ¡Tú me dijiste que eras hetero y siempre lo pensé así!
SCARLETT: Una también tiene sus secretos –Me guiñaste el ojo y proseguiste-Amo tus expresiones mi monstruito sexy; ojalá hubiera sido yo la afortunada de acaparar tu atención y tu amor pero siempre hemos sido unas bestias para ti -Refiriéndose a Niko y asimisma.- Así que perdí toda esperanza, y con esto más. -¿A qué venían semejantes declaraciones justo ahora?... Fue un poco incómoda y bizarra la situación.-
YULIA: Ayer le pegaste semejante beso al inepto de Vanya... Eso yo no te lo puedo permitir, fíjate. Y no te lo ando restregando.
SCARLETT: ¿Y por qué, monstruito? ¿Te importó tanto? -Como nunca antes lo había hecho, Scarlett comenzó a insinuarse de una forma que me dejó perpleja.-
YULIA: ¡Ya Scarlett! Pues sí me importa porque ese tipo no merece a alguien como tú.
SCARLETT: Estamos igual, lo mismo opino de Katina. No creo que te merezca pero ya lo veré. Si te lastima o algo te hace, entonces me vale un carajo ir a reclamarle en su cara. Va a creer que siento algo por ti y ese será el objetivo. Más le vale andar con cuidado.
YULIA: No va a lastimarme, me ama. Y yo a ella.
SCARLETT: Pues no sé, esa chica me parece que le costará trabajo aceptar públicamente su amor por ti, además, se habla mucho de la cercanía de su familia a la iglesia. Eso hace complicado que tengas una relación de cuento de hadas a su lado. -No me había puesto a pensar en eso. Sus palabras sembraron cierta duda en mi mente. ¿Podría Lena sentirse apenada si le pedía ser mi novia con este espectáculo? ¿Defendería nuestro amor aún contra todos los paradigmas de su madre la Mtra. Anna Katina? ¿Y Vanya! ¿Cómo diablos o qué pensaría hacer para quitárselo de una vez de encima! Los alumnos y profesores comenzarían a llegar así que teníamos que cerrar el salón en donde más tarde se llevarían a cabo las mini-presentaciones para escoger a los alumnos que participarían al cabo de la semana, para la pre-selección.
Una llamada entró a mi teléfono. -¿Mamá?- Se trataba de Nastya, mi mamá. Ya había llegado y me pidió ir a su cubículo. Sonaba urgente y molesta. ¿Se habrá dado cuenta de la hora tan tarde a la que llegué? Si fue así, quizá me interrogaría un poco, pero en cuestión de mentiras, yo era mejor. Sin embargo, para comenzar con las sorpresas que deparaba el día, no se trataría de eso. Subí con pesadez y un poco de nerviosismo. Al llegar fue tan breve y precisa que me dejó pasmada. Su rostro era diferente. Algo en su mirada había cambiado. Cuando se fue a San Petersburgo no llevaba esa expresión ni irradiaba esa energía pesada. ¿Qué estaba ocurriendo con ella?
YULIA: Madre, ¿Qué sucede? No avisaste que habías regresado. ¿Cómo te fue? Salí temprano de casa. Quería aprovechar uno de los salones para practicar a solas para hacer mi presentación el día de hoy. -Sin dejarme añadir algo más, me interrumpió.-
NASTYA: Precisamente de eso deseo hablarte, Yulia. Me imagino que cantarás a solas, ¿Correcto? -No entendía a qué venía esa pregunta. Ni siquiera un cómo estás me hizo. Fue directo al tema de las competencias. Aún sorprendida, asentí con mi cabeza y permanecí en silencio, entonces añadió:- Perfecto. Porque sólo quiero recordarte que yo soy la responsable de los seleccionados así como de muchos otros elementos que conforman el gran evento del conservatorio. -Me estaba exasperando; si algo detestaba totalmente, era que me hablaran de la forma en la que mi madre lo estaba haciendo, así que rompiendo mi paciencia le impedí continuar hablando.-
YULIA: ¿Y qué? ¿Qué quieres! ¿Qué con eso, Nastya! ¿A qué quieres llegar! Sé clara de una vez, madre. -La reté con la mirada. Eso prendió su furor y alzando la voz me reprendió.-
NASTYA: ¡Más te vale, Yulia Volkova que realmente cantes a solas! ¡No toleraré que cantes al lado de la hija de Anna! -Esa declaración me aclaró algunas dudas. Claramente había ocurrido algo durante su breve viaje a la 2da. Gran capital rusa; también era obvio que si se enteraba que me había enamorado perdidamente de Lena, se sobresaltaría y no estaba segura de todo lo que podía llegar a hacer... También era evidente que si por algún motivo me atrevía a desobedecer su autocrática orden de NO-CANTAR-CON-LENA, desataría el cólera de mi madre. Debía ser lista para no iniciar una guerra atroz entre madre e hija. Mi amor por Lena no era nocivo y para nada algo que debiera reprenderse. Tenía que contener mi carácter por ese momento porque acertadamente, era hora de resolver el acertijo de la historia entre mi madre y Anna Katina. Una vez descubriendo el motivo de su desagrado, podría encontrar alguna manera de actuar. Mientras tanto tenía que ser precavida, pero no contaba con la astucia de mi madre. No tenía idea de que me vigilaría hasta en los lugares más recónditos de Kozlov. Sólo porque Rusia es enorme, de lo contrario también habría llevado su vigilancia fuera del conservatorio.-
YULIA: Ok. ¿Ahora, me permites retirarme?
NASTYA: Retírate. -Salí no sin azotar (para desfogar un poco mi enojo) con gran fuerza al puerta de su cubículo. Las clases iban a comenzar. Vería a Lena y volviendo a enfocarme en el propósito de ese día, le diría que la esperaba en el salón de guitarras para que me escuchara cantar e interpretar un pequeño número. Me confirmó que estaría ahí y el día se compuso gracias a su bella sonrisa. No contaba tampoco con que Niko y Scarlett en alianza con Nadia. No sabía que iban a cambiar nuestros planes y el desenlace de la tarde.
Antes de que se llevaran a cabo las presentaciones de los estudiantes que participarían ese día, Niko y Scarlett me interceptaron para acompañarme al comedor.
YULIA: ¿Qué quieren ahora? Les dije que los vería después. Quedé en comer con Lena. Además no tengo tiempo qué perder porque después de esto, viene mi presentación. Debo estar en tiempo en el salón de guitarras para preparar los detalles que falten.
NIKO: Sí Yulia. Pero ¿De qué te preocupas? Aún hay tiempo para mostrarte algo. Además, Nadia me invitó a comer con ella y adivina con quién está... ¡Con Katina! Y como Scarlett es mi amiga, entonces yo la invité. ¿Es maravilloso, no? -Ese día, mi madre había consumido toda mi paciencia así que desesperada comencé a caminar dejándolos atrás. Niko y Scarlett me llamaron grosera pero de verdad, mi pequeña paciencia me tenía muy irritable.-
Al llegar el gran comedor literalmente corrí por llegar a saludar a mi preciosa pelirroja, pero por más deseo que tenía por comerla a besos, traté de ser reservada por el momento. Además recordé de la amenaza directa de mi madre y preferí ir con cautela en lo que tenía oportunidad para contarle a mi pelirroja y tomar decisiones al respecto. Además, primero quería formalizar nuestro noviazgo. Era un anhelo tan fuerte saber que Lena Katina, sería mi novia.
NIKO: Bien, entonces, les quiero presentar una canción que compuse para ustedes. ¡La cantarán después de comer, en el salón de guitarras! -Casi me atraganto. Todos se quedaron sorprendidos y algunas mesas a la redonda se percataron del suceso y miraron extrañados.-
YULIA: ¿Qué estás diciendo animal!
NIKO: Definitivamente hoy, te encuentras de muy mal humor. Hoy sí eres ese verdadero demonio de que tanto hablamos, ¡Sí un pequeño Taz!
YULIA: No te importa. Gracias por tu tiempo en escribir esta canción pero no podemos cantar esto.
LENA: ¿No podemos?
SCARLETT: ¿Pero por qué, Volkova?
NADIA: ¿Quién dice?
YULIA: Calmados. Lo dijo mi mamá. Y todo fue por tu culpa, Niko. Acuérdate que cuando nos diste a cantar esa pieza que básicamente la compusiste para el idiota de Vanya, mi madre se opuso a nuestro memorable e inigualable dúo.
NIKO: Sí, sí lo recuerdo. Pero ella no las escuchará. Estará revisando las presentaciones de otros estudiantes, ¡En las listas colgadas en la dirección puedes verlo! -Fue una propuesta tentativa. En realidad sí me encantaba la idea de poder cantar con mi hermosa chica. Le extendí la mano para leer la pieza...
YULIA: ¿Zachem Ya?... La entrada parece bastante buena. Pero espera, ¿Esto, cómo debo cantarlo? -Temía la respuesta.-
NIKO: ¡Sabía que tratarías de corroborarlo! Tú vas a cantar rapeando tus líneas. Tranquila, antes de que te exaltes las llevaré al salón para que conozcas tus líneas.
YULIA: ¡Óyeme imbécil! Pero ¿Cómo diablos vamos a cantar si no nos sabemos la letra? Eres una bestia. Así sólo vamos a quedar descalificadas. Ni siquiera se van a tomar la molestia de escucharnos.
NIKO: Claro que no. Ya tengo todo listo. Estarán de pie y les colocaré la letra en unos posaderos para partitura. Traerán audífonos porque particularmente tú, Yulia, necesitarás exhibir tu voz en todo su esplendor. Como te dije, vas a rapear pero no será difícil para ti. Con sólo una vez que la escuches, ¡Podrás improvisar si es necesario!
LENA: ¿Tú qué opinas, Yulia? -Me miró sonriente ocasionando que me extraviara por un momento en sus labios.-
SCARLETT: ¡Volkova!
YULIA: ¡Ya! ¿Qué!
SCARLETT: Pues estamos esperando tu respuesta. ¡Te me pierdes!
YULIA: Sí, está bien. Acepto cantarla. Pero tiene que ser rápido porque si mi madre se entera, es capaz de descalificarnos en automático. Y eso sólo es una hipótesis de lo que podría suceder.
SCARLETT: Es verdad, tenemos que investigar lo que oculta. Si lo hacemos podríamos ayudarte Yulia, y en general, ayudarlas. No me parece lo que está haciendo la Mtra. Nastya. No puede ser posible que pueda llegar a sancionar sin realmente tener bases. Es decir, en el reglamento para concursar no dice nada al respecto de no hacer dúos. ¡Se puede participar en tríos, cuartetos, y hasta grupalmente! Pues hay que apurarnos a comer y vayamos a preparar todo. -Le susurré al oído que no olvidaran evitar que Lena destapara la manta y le pedí que le informara a Niko que el momento en el que debía de descorrer la manta, era cuando comenzara a cantar las líneas que le correspondían. Aseveró y me sonrió para tranquilizarme. Respondió en susurro un sencillo: No te preocupes, nosotros nos encargaremos de eso.-
Salimos en orden sin levantar mucho ruido. Los maestros se encontraban también comiendo en el gran comedor. Los chicos nos cubrieron para salir sin ser vistos del lugar. Afortunadamente, la puerta nos quedaba bastante cerca. Al llegar al salón el objetivo para Lena y para mí fue claro: Ensayar tan rápido y cuantas veces fuera posible, la pieza que había creado Niko. Nos guió y nos explicó bastante bien cómo interpretarla. La mayor parte de la canción sería algo improvisada ya que no teníamos nada estudiado más que el ritmo y la noción de cómo debía escucharse.
No demoraron mucho los estudiantes en ir entrando. Sabían que me presentaría en ese salón y creo que por ese motivo, atiborraron un poco el lugar. No me molestó pero pretendía que fuera algo más privado. -Ni modo, la sorpresa la tendrá que ver esta cantidad de gente.- Pensé y me preparé con Lena en el pequeño escenario.
YULIA: ¿Estás nerviosa, hermosa?
LENA: Contigo a mi lado no. Sé que lo haremos muy bien. Además, quiero que termine pronto para poder estar contigo, festejar nuestra victoria porque estoy segura que nos aceptarán para competir al cabo de la semana, pero sobre todo, porque tienes algo pendiente por decirme. -Me guiñó coquetamente y sonrió. Eso me dio vitalidad y entereza para realizar el número entusiasmadamente.-
YULIA: Quizá, lo sepas mientras cantemos. -Le correspondí con otro guiño.- Y no me preguntes nada. Sin planearlo nos tocará compartir escenario y hay que hacerlo con el corazón, amor. -Me tomó de la mano y me acerqué a ella para darle un beso en la mejilla.- Vamos, tú puedes amor. Eres la mejor. Lo haremos excelente. Sabemos hacerlo. -El maestro Borya a cargo de evaluar en el salón de guitarras, nos preguntó si ya nos encontrábamos listas. Le respondimos que sí y entonces solicitó silencio a todos los que se encontraban presentes en su sala.
BORYA: Por favor, les pediré silencio, voy a proceder a evaluar. Veo que hoy hay mucha gente que escuchará esta presentación así que les pido orden. -Dio una señal para que pusieran nuestra pista. Niko nos cantó de propia voz, con la pista puesta así que no fue algo que nos pusiera nerviosas. Scarlett, Nadia y él, estaban presentes. Nos regalaron una seña de buena suerte a lo lejos.- Muy bien chicas, si están listas en 3, 2, 1...
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Skazhi, zachem ya zhdu zvonka.
zachem nemye oblaka
plyvut ko mne izdaleka i tayut.
zachem lyubov' kosnulas' nas,
zachem ya plachu prvi ras
zachem khochu tebya seichas ne znayu.
zachem nemye oblaka
plyvut ko mne izdaleka i tayut.
zachem lyubov' kosnulas' nas,
zachem ya plachu prvi ras
zachem khochu tebya seichas ne znayu.
Niko se escabulló para tirar del cordón que ocultaba con otra, la manta en la que le había escrito a Lena. El momento fue perfecto y la canción la ideal para hacerlo ya que antes de que me tocara comenzar a cantar mis líneas, había un pequeño espacio sólo con pista. Hubo bullicio en el salón -Cállense.- Pensé. No quería levantar tanto bullicio ya que mi madre se encontraba en otras evaluaciones a escasos dos salones de distancia. No quería que por tanto ruido comenzara su camino hacia nuestra sala para pedir orden. Fue inevitable cuando Lena volteó y pudo ver la manta que decía: "Lena, te amo como nunca he amado; ¿Aceptas ser mi novia?" Ella sonrió esplendorosamente. Se acercó a mí y tímidamente me dio un beso en los labios. Todos gritaron en la sala. Yo me perdí en su beso y sólo reaccioné para iniciar mis líneas:
Ya zvezda, ty zvezda.
nas prikazano szhech.
kto-to sdal i dostal
adresa nashikh vstrech.
potolki po glazam
i nikto ne naidet.
soskol'znut golosa,
i slomaetsya led.
i nich'ya bez klyucha,
i mogila postel'.
i pora vyklychat',
i oni na khvoste.
ulybnis', razvyazhi,
zanaves' zerkala
razorvi, i skazhi.
umerla, umerla.
zamykai i lizhi
stanovis' nikakoi.
i ruka ne drozhit
vse v poryadke s rukoi.
mozhno mstit'.
dvajdi dva
na taksi i sosi
a prostit' nikogda,
nikogda ne prosi.
khorosho, khorosho.
ya pridumala mest'.
poroshok vse chto est'.
umnozhayu na shest'.
ne zvoni, ne zvoni.
ya ustala, ya ustala.
ya tebya ne khochu
ty menya *
nas prikazano szhech.
kto-to sdal i dostal
adresa nashikh vstrech.
potolki po glazam
i nikto ne naidet.
soskol'znut golosa,
i slomaetsya led.
i nich'ya bez klyucha,
i mogila postel'.
i pora vyklychat',
i oni na khvoste.
ulybnis', razvyazhi,
zanaves' zerkala
razorvi, i skazhi.
umerla, umerla.
zamykai i lizhi
stanovis' nikakoi.
i ruka ne drozhit
vse v poryadke s rukoi.
mozhno mstit'.
dvajdi dva
na taksi i sosi
a prostit' nikogda,
nikogda ne prosi.
khorosho, khorosho.
ya pridumala mest'.
poroshok vse chto est'.
umnozhayu na shest'.
ne zvoni, ne zvoni.
ya ustala, ya ustala.
ya tebya ne khochu
ty menya *
Me había perdido en la letra, en el ritmo y en el beso de mi amada pelirroja. Cerré mis ojos un instante para sentir nuestra canción. Hubiera sido mejor no abrirlos. Me aterré verlas ahí paradas justo en la entrada del salón. Nastya y Anna. -¿Cómo diablos...? Esto no puede ser posible.- Pensé. Mi madre le tomó la delantera a la Mtra. Anna aplaudiendo con pausas mientras que todo el salón se quedó enmudecido. -Maldita sea, la manta...- Pensaba una y otra cosa consecutivamente. Ella no paró de caminar hacia nuestro escenario y yo no paré de cantar. Decidí que por más interrupción que quisiera hacer y aunque decidiera quitarnos la pista, yo no pararía de cantar. Se paró justo frente a mí con esa mirada retadora que nunca le conocí. No me quedó de otra más que hacer lo mismo sin perderle la vista a la pieza y aprovechando cada espacio para responderle la mirada. Le tomé la mano a Lena y sin importarme la presencia de mi mamá, nos volvimos a perder en la canción. Le pedí al salón bullicio y ellos enloquecidos por la interpretación, me hicieron caso rápidamente. Aplaudían, chiflaban y gritaban. El bullicio era de locos. Nastya estaba más que enfurecida pero tuvo que esperar hasta que terminamos nuestra interpretación. Todos gritaron y nos pidieron otra, Niko, Scarlett y Nadia también estaban unidos al festejo. Nastya no perdió su posición ni tampoco Anna. Cuando el salón callara de seguro el verdadero problema vendría...
SandyQueen- Mensajes : 184
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Re: A Diez Centímetros De Ti
CAPITULO XIII
No iba a perder mi postura. Pero ella tampoco. Habíamos terminado de cantar; la emoción y bullicio, fueron cesando. Ahí esperó ella. Tenía una sonrisa retadora y a mi gusto, vengativa. No había conocido antes esa expresión. De lo único que estaba segura es que nuestra relación iba a atravesar por el peor momento. Si se lo proponía, no me quedaría más remedio que pelear. Lucharía por Lena, por mí, por nuestro amor. -¿Qué otro motivo más poderoso que el amor, podría existir para pelear? ¿Cómo diablos alguien podría confrontar a su parentesco más idéntico como lo es una madre si no es por la loca pasión de un verdadero amor?- Reaccioné cuando nuevamente escuché sus aplausos pausados, sarcásticos y molestos.
NASTYA: -Aplaudiendo y sonriéndome malévolamente.- ¡Bravo! ¡Maravilloso! –Aplaudió nuevamente mientras caminó hacia nosotras buscando la canción.- Señoritas, ¡Vaya composición! Además de haber sido una interpretación muy inspiradora y emocionante, tiene mucha creatividad la letra. Me pregunto quién la habrá escrito. –Por supuesto que mi madre lo sabía. Nico era un genio para esto. Tomó de mi atril la partitura. La observó durante unos minutos y al terminar continuó con su jactancia.- ¿Nadie la escribió? Estoy muy entusiasmada en conocer al autor de esta pieza. –Se mantuvo parada observando a la redonda en espera de una respuesta. Alcanzaba a ver a Nadia discutiendo con Nico en voz baja. Scarlett por otro lado, le daba pequeños golpes con el codo al brazo de Nico. Estaban tratando de detener a Nico pero a final de cuentas, no lo lograron.
NICO: ¿Por qué su interés, Maestra Volkova? La pieza no es la gran cosa sin las voces de las señoritas.
NASTYA: Sr. Petrovic. me da gusto ver sus agallas. –Esto se va a descontrolar. Pensé.-
NICO: Yo escribí pero la mayoría de la canción fue improvisada por las señoritas… -Scarlett dio unos paso hacia adelante, golpeando su frente con la palma de su mano. Nico idiota; con su valentía sólo logró la enemistad de mi madre, además nos comprometió de más a Lena y a mí, haciendo que su tolerancia se quebrara en pedazos. Conoceríamos el alcance al que podía llegar el enojo de la gran maestra Volkova. Al terminar de decir esto, mi madre giró su cabeza hacia la pared detrás de nuestro escenario y vio la manta…
NASTYA: Sí, me doy cuenta que hubo muchas improvisaciones, por ejemplo, esta manta, ¿Qué dice? Oh sí, qué tierno mensaje para engalanar la canción “Lena, te amo como nunca he amado; ¿Aceptas ser mi novia?" . –No le despegó la mirada de encima. Alcanzaba a ver que sus ojos se encendieron junto con el tono rojizo de sus mejillas cargando mucha cólera.- Esto es inaceptable. –Balbuceó.- Señor Borya, ¿Podría decirme si el dúo se inscribió para participar en esta pre-selección?
BORYA: Por supuesto. Bueno, como dúo no Maestra Nastya, pero la señorita Yulia Volkova está inscrita debidamente y el reglamento para participar establece que basta con un solo miembro inscrito en el caso de que fueran a presentarse como dúo, trío o grupo. Sólo en el supuesto que al participar un miembro ya lo hubiese hecho con alguien más o en algún grupo, éste sería descalificado automáticamente de la pre-selección y del evento Kozlov en general. Así que todo bien, maestra. Terminé de evaluar y de hecho tengo un veredicto.
NASTYA; ¿Qué le pareció la interpretación, maestro Borya? Me gustaría escuchar sus comentarios al respecto ya que bueno, yo no logré apreciar la presentación desde el inicio y mucho menos con el teatro de la manta montado y en acción.
BORYA: ¿Por qué su interés, maestra Volkova? Discúlpeme pero sucede que no comprendo su visita en mi salón. Digo, no es que me moleste, sólo me sorprendió un poco su llegada y la de la maestra Anna Katina. –Anna desde su lugar interrumpió para tener su turno de hablar.-
ANNA: -Comenzó a caminar también hacia nuestra área de interpretación.- Verá, maestro Borya, escuchamos mucho bullicio y creímos pertinente acudir para conocer qué sucedía. Simplemente fue eso. Al llegar aquí nos topamos con dos señoritas talentosas pero que creemos, tendrán que desistir de… -Scarlett interrumpió hablando con voz golpeada; los ojos de Anna y de mi madre, se abrieron sorprendidos por la intervención.-
SCARLETT: Ya me cansé. Respetables maestras, díganme, ¿Cuál es el problema realmente con la presentación? ¿Acaso tiene que ver únicamente con el hecho de que se trata de sus propias hijas, estudiantes de Kozlov, haciendo un inolvidable dúo de pre-selección? –Dirigió una mirada retadora y fulminante hacia las dos.-
NASTYA: ¿Usted también tiene agallas, cierto? Le responderé brevemente. A usted no le interesa y no pienso exponerle mis motivos. –Concluyó victoriosamente.-
SCARLETT: Lo que sucede es que no tiene motivos… ¡Oh! ¡Espere! ¡Ya sé! –Ahí iba Scarlett con su maldita intensidad sarcástica… Iba a hacer estallar todo. Empuñé mis manos y me preparé para lo que venía. Tenía que aguardar mi turno el cual vendría pronto.- El único motivo que encuentro es que le preocupa lo que significa que ellas dos estén juntas. ¡Ah! Y olvidaba un segundo motivo de nombre ¿“Show Me Love”?… Preciosa partitura, lástima que no la conocemos completa. Y de igual aún no lo tengo claro. En fin, lo averiguaré ya que, tengo la sospecha que algo sucede entre usted, maestra Volkova y la maestra Katina. –Sí… tenía que decirlo justamente así. Anna no supo en dónde meterse y se hizo la ofendida. Mi madre estalló y los estudiantes aún presentes en el salón comenzaron a murmurar por la declaración tan... fuerte.-
NASTYA: ¡Usted no tiene ningún derecho de…!
SCARLETT: ¡De evidenciar que está haciendo mal uso de sus facultades como Directora del Proyecto Talento Kozlov? No tienen bases para argumentar y ni siquiera pensar, en descalificar esta presentación. Además, permítame añadir que mi familia tiene mucha injerencia en los asuntos del conservatorio ya que por ellos, todos los años Kozlov se baña en presupuesto para tener la calidad de instituto que es. ¿Le agradaría que yo también hiciera un escándalo? Porque es lo que usted está haciendo aquí, Maestra Anastasia. –Nastya se volteó hacia nosotras con una mirada que realmente me dio miedo y me enfureció. Entonces ignorando por completo a Scarlett y todo el mundo que estaba presente escuchando, nos lanzó su propio veredicto.-
NASTYA: ¡Están descalificadas! ¡Ni se esmeren en participar este año! ¡Kozlov no las escuchará! –Caminó hacia mí y me susurró:- Señorita Yulia Volkova, tiene 10 para quitar esa basura de manta de éste salón. Te veré en casa y veremos a dónde demonios te irás. ¡No te quedarás en Kozlov! ¡No al lado de esta mujer! –Volteó a ver a Lena con desprecio y mal encarada. Me encolericé y me moví hacia la mitad para estorbar su vista.- ¡Quiero a todos fuera! ¡La sesión ha terminado! –Sentenció a todo mundo, sin embargo los tres idiotas de nuestros amigos, no hicieron mucho por salirse. Ni siquiera se inmutaron. Esperé todavía pacientemente a que el salón quedara solo para replicar todo lo que había estado guardando para mi madre. Por fin pudimos quedarnos a solas (Sólo con la presencia de los entrometidos de Scarlett, Nico y Nadia).-
YULIA: ¡Me tienes harta Anastasia!
NASTYA: ¡A mí no me hables así, a mi me respetas Yulia Volkova!
YULIA: ¡Pues que ni se te ocurra volver a mirar de esta manera a MI NOVIA! –Mis palabras casi hicieron que se fuera de espaldas. Anna exclamó un ¡Qué! Bastante exaltado acompañado de una mueca de reprobación. Esto se iba a poner grave. Quizá no lo esperaban… Quizá la cagué más. Ni siquiera me puse a pensar en lo que podría opinar Lena, simplemente lo hice.-
ANNA: ¡LENA! ¡Cómo demonios es esto posible! ¡Esto es una porquería! –Sus ojos estaban muy abiertos intercambiando su dirección constantemente hacia mi persona como hacia ella.-
LENA: Madre… Puedo explicarlo. Debes calmarte… Además, no es lo que parece -¡Cómo! ¡Qué no es lo que parece! ¡Cómo Lena! Gritó mi mente y después de destrabarme de la sorpresa, pude replicarlo.-
YULIA: ¡QUÉ? ¡CÓMO ES ESO, LENA! ¡Aceptaste! ¡Qué demonios te sucede, Katina! –Maldita sea, las cosas se habían complicado de más. Mi madre al parecer se había trabado también desde que escuchó mi revelación y entonces en un impulso, mi atril lo aventó haciéndolo llegar hacia el lado en donde se encontraba parada Lena. Casi la golpeó y me hizo sobresaltarme.- ¡Qué te pasa, madre! ¡Ni se te ocurra de nuevo! –Aventé hacia ella el atril de Lena y de paso las partituras y audífonos.-
NASTYA: ¡Yo puedo hacer lo que se dé la gana, Yulia!
YULIA: ¡Me importa un comino lo que digas! ¡No puedes! ¡Y te juro madre que voy a conocer TODO de tu vida con esta mujer! –Ahora era yo quien volteaba a ver con desprecio a la maestra Anna Katina.- Traté de tomar de la mano a Lena, más de fuerza que de ganas por su cuenta a lo que la maestra Katina me reprochó que no sometiera a su hija.- Señora, discúlpeme pero tengo algo por discutir con Lena, le aseguro que por mi parte, ella no es sometida. Y por favor, en este estado y en la posición en la que usted se encuentra, no se empeñe en responder ya nada porque no quiero faltarle al respeto por el amor que le tengo a su hija -Sus ojos eran lanzas o flechas envenenadas… Me estaba matando.- y por ende, el respeto que le debo. –Concluí y le pedí a Lena que me siguiera. La jalé tenuemente de la mano y cedió. La veía muy indecisa pero al final lo hizo. Los chicos se quedaron adentro y más no supe de ellos. Dirigí a Lena hacia el estacionamiento y busqué mi automóvil.-
LENA: Yulia… ¿A dónde carajos vamos?... –No le respondí. Estaba desesperada por meter mis cosas a la cajuela y subirnos al carro.- ¡Yulia! ¡Hazme caso maldición! –Lena golpeó un poco el cristal de la puerta de su lado e inevitablemente volvió mi atención.-
YULIA: Me vas a acompañar a hablar, lejos de aquí, Lena. Sube al auto, por favor. –Estaba bastante seria, acelerada y bastante encabritada por lo que dijo en el salón. Se subió haciendo rabietas y de alguna manera puedo decir que con poca convicción de querer ir conmigo. Nos pusimos los cinturones de seguridad, di marcha al carro y a nuestro camino. Tenía pensado ir a un café, también pensé en ir a la Plaza Roja, pensé en muchos lugares realmente pero me convenció uno en particular. Se encontraba a las afueras del bullicio de la ciudad y gente. Era un lugar solitario pero perfecto para sacar nuestras emociones. En el camino no puse nada de mi parte por conversar, además ella estaba extraviada observando hacia afuera. Ni siquiera merecí una sola mirada, un toque de nuestras manos como la noche atrás o una mirada irresistible como las que me había regalado todo el día anterior. Llegamos y mis modales de atención hacia ella, no los pasé por alto así que me apresuré para abrirle la puerta y ayudarle a salir. En cuanto estuvo abajo, con tremendo frenesí la jalé fuertemente a mi cuerpo. Ella se negó y quiso empujar con sus brazos haciendo palanca en mi pecho, para zafarse.-
YULIA: ¡Qué te pasa, amor! ¡Qué he hecho mal, Katina! ¡Estás muy rara! ¡Por qué carajos dijiste que no sabías cuando estábamos en el salón… Y lo peor, eso de “No es lo que parece…”! ¡Qué demonios! –Lena volteó su mirada hacia un lado. Tenía expresión indignada y pensativa.- ¡Acaso te avergonzaste? ¡Es eso Katina? ¡Ahora resulta que nuevamente doy pena y no soy digna para ti! ¡En qué pendejadas estaba pensando al ceder ante ti! ¡Es complicada la gente como tú y como tu familia!
LENA: ¡A qué carajos te refieres Volkova! ¡Con mi familia ni te metas!
YULIA: ¡Y no lo haré! ¡No me puedes responder a mis preguntas, estás limitándote a discutir conmigo por defender a tu familia! Pero ¿Y qué carajos con respecto a defender lo que tú dijiste anoche amar! ¡Eso sí lo puedes mandar al carajo, Katina? –No pude evitar golpear mi pobre auto que en ese momento, era el único que podía escucharnos.- ¡Me envolviste todo para nada, Katina!
LENA: ¡Que no te importe! Ahora llévame a mi casa. –Se giró dándome la espalda.-
YULIA: ¿Es en serio! ¿ESTA ES LENA KATINA? …
LENA: Por si no sabías. ¿Me llevas ya a mi casa, Volkova! Se subió dentro al auto y cerró su puerta. –Sin tener otra opción, subí al auto. Me coloqué mi cinturón y traté de reintentar una conversación para conocer el motivo o motivos de su actitud repentina hacia mí. Había sido inútil llevarla lejos, fuera de la gran Moscú y ni el largo camino nos sirvió para cruzar una sola palabra. Era mi última oportunidad; no quería llevarla a su casa así.-
YULIA: Lena yo… -Me interrumpió tajantemente.-
LENA: No quiero hablar Volkova. Sólo quiero llegar a mi casa. No insistas ya. No será hoy. –Sus palabras fueron precisas. Quizá debía dejarla por hoy y probablemente un par de días más… No creía en que fuese necesario más tiempo o por lo menos, confié en que nuestro amor, pronto superaría este lapso.
YULIA: Está bien, Lena. Vámonos ya entonces. –Prendí el estéreo del auto y reproduje algunos videos de sinfonías y cosas así… Realmente no tenía ganas de escuchar otras cosas y quería reducir un poco la sensación de incomodidad y cabreo.
Juro que si hubiese sabido que las cosas nos las complicarían más en un santiamén mi madre y la Sra. Anna Katina, nunca la habría llevado a su casa. Me habría perdido con ella hasta dar con algún punto en la Rusia. Habría insistido más en romper el freno que le impedía a Lena, expresarme su sentir y pensar. Hubiera esperado a que ella se sintiera cómoda para hablar, pero lejos de todos, en donde no se me pudiera escapar y ella no me perdiera. Tuve que dejarla… Me desprendí de ella. La dejé ir, sin querer, sin saberlo.
YULIA: Amor, si tú quieres, aún podemos entrar. Antes de que entres a tu casa. Debemos arreglarnos. Algo tenemos que hacer. Se puede mi amor… -Su mirada estaba perdida en no sé dónde. No me miró. Sólo bajó y cerró la puerta. No lloré porque no sabía que todo iba a irse al carajo. Pensé que era una discusión que al día siguiente resolveríamos. Sin embargo, mi corazón sí se rompió con ese estruendo, presagiando un amor fugazmente fracasado y doloso. Se alejó lentamente y lo último que alcancé a ver fue verla sacar su teléfono. Parecía estar marcándole a alguien porque enseguida se llevó el auricular a su oreja. No la vi más. Se cerraron las puertas eléctricas del lobby del edificio. Me marché más con todos mis desánimos a casa. Al llegar enfrentaría a mi madre. No se saldría con la suya… Me dije a mí misma.
Dejé mi auto en el estacionamiento. Puse la alarma. Bajé lentamente. Pensé que tendría que entrar a casa para ver a mi mamá. No fue necesaria tanta fatiga. Por algún momento (Que a los pocos minutos descubrí la razón), me esperó afuera. Al verme bajar del auto me interceptó:-
NASTYA: Volkova, ya era hora de que llegaras. Estoy segura que te habías ido con ella. ¡Esa maldita pelirroja hija de Anna Katina!
YULIA: ¡Que te calles, Anastasia! No estoy para tus reproches.
NASTYA: ¡Vaya! Ahora me llamarás Anastasia. No cabe duda que esa mujer te ha cegado, Yulia.
YULIA: ¡PORQUE LA AMO! ¡Y más vale que no te metas!
NASTYA: ¡Piensas discutir conmigo entonces? ¡Es inaudito Yulia Volkova!
YULIA: ¡Mejor dime de una buena vez, qué carajos sucedió con Anna Katina! ¡Déjate de cobardía, madre!
NASTYA: Ahora vuelvo a ser tu madre. No tengo por qué darte explicaciones. Además no vine a recibirte para aceptar tus cuestionamientos, Yulia.
YULIA: ¡Entonces qué carajos haces aquí! ¡Déjame entrar! Ya te dije lo que tenía que decirte. ¡Quítate de nuestro camino Nastya Volkova!
NASTYA: ¡Por supuesto! Es perfecto que pienses eso Yulia, porque… ¿Sabes qué? No me meteré más. –Algo estaba sucediendo… Algo había sucedido. ¿No se metería más? Nastya, ¿Qué demonios hiciste! Pensé y mi respuesta vino instantáneamente.- Yulia toma. –Extendió un sobre y me pidió abrirlo. No perdí tiempo y lo abrí. Mis ojos se desorbitaron y sentí claramente que mi cuerpo iba a dar al suelo…- Mañana mismo te vas a Alemania. Te vas a otro conservatorio. Tu vuelo sale a las 08:00. –Lo era… era real. El boleto que tenía en mi mano no era una invención de mi cabeza. Mis ojos se llenaron de lágrimas, de dudas, de miedo, de enojo, de tristeza y de tantas cosas… Apreté el boleto y sobre en mi puño. Estaba totalmente fuera de mí.- ¡Pero no lo arrugues, Volkova! Sin más mi madre se dio la vuelta no sin antes esbozarme una sonrisa de victoria. Tu padre y yo estaremos adentro. Ya sabe que te transferirán debido a un problema con otra estudiante. Va a querer hablar contigo sobre el evento, sólo explícale que fue una discusión acalorada pero que terminó en una falta de respeto inaceptable hacia un maestro. –Mi madre tenía los brazos cruzados y una mirada muy decidida. Se dio media vuelta entonces y caminó.- No te tardes Volkova.
No sabía qué demonios hacer. Aún continué parada del impacto que causó en mí, la noticia. Mi corazón estaba envuelto en lágrimas, podía sentirlo. Sentía que iba a estallar de todas las emociones que me estaban asaltando. Si no pedía ayuda urgentemente, creía desmayarme. Scarlett… ¡Sí, Scarlett! ¡Tengo que llamarle ya! Me dije desesperadamente. Tomé mi teléfono y sin pensarlo más le llamé.
SCARLETT: Yulia, ¿Cómo estás? ¿Qué pasa? ¿A dónde te fuiste? Salimos rápido a buscarlas, queríamos ayudar. Ya no estaba tu auto. ¿Qué! ¿Cómo que te está enviando a Alemania! Tesoro, salgo de inmediato para allá. ¡Me quedaré contigo esta noche si es necesario!
YULIA: No, no, no, no… Tú no puedes venir a mi casa. No ahora Scarlett. Mi madre está desquiciada. Si ni a mí me reconoce como hija, mucho menos a ustedes que aunque son parte de la familia, ha iniciado una guerra campal contra los dos. Yo voy a tu casa. Sólo déjame tomar un conjunto del conservatorio para llevármelo mañana. Te veo en un momento más. –Colgué y entré de una buena vez a casa. Efectivamente al entrar ahí estaba mi madre y además, mi padre. Así como me lo anunció mi mamá, Oleg me preguntó inmediatamente por el evento en el que me creía haber sido la culpable de que Kozlov me vetara. Me dijo sentirse muy decepcionado y quién sabe qué cosas le habrá dicho mi madre porque no me dio oportunidad de responder algo. Decidí dar por perdida esta batalla pero me prometí no perder la guerra, por más fea y cruel que se pusiera. Los dejé en la planta baja y subí a mi cuarto. Tomé ropa para el día siguiente y otros objetos personales básicos. Agarré las llaves de mi auto y salí disparada de nuevo. Mi madre intentó detenerme. –Vete al carajo tú y tu vuelo.- Mi padre me gritó al escuchar esto. Sólo me limité a vociferar mi profecía –Perdona padre pero cállate. No sabes realmente cómo sucedieron las cosas. Aún no puedo explicarte lo que ha sucedido pero en cuanto una todas las piezas, te aseguro que vas a pedirle a mi madre que se arrodille y te pida perdón. Mi madre lanzó un grito y trató de correr para alcanzarme. Le azoté la puerta en su cara. Corrí hasta mi auto y sin demora salí velozmente. Scarlett… te necesito. Realmente necesito de ti. Pensé mientras conducía con mis manos temblando de todo el estrés que estaba sintiendo. Lena, ¿Qué estará pasando contigo? Me pregunté y fue entonces que las primeras lágrimas por ella comenzaron a deslizarse por mis mejillas… Te amo Lena. No me dejes ir por favor… Yo no te dejaré. Tienes que reaccionar, mi pelirroja. Apreté con fuerza mi volante para evitar que se desbordaran más lágrimas, pero fue inútil. Ya había tenido suficiente. Necesitaba comenzar a hacerlo. Te amo… Te amo… Te amo… Te amo… ¡Cómo carajos puedo hacer que esto te llene de vitalidad para pelear! Seguí conduciendo hasta la casa de Scarlett.
-¿Nadia?... Necesito hablar contigo. Acabo de dejar a Yulia… Creo que… Rompimos.- Le dijo la pelirroja con voz quebrada. En ese momento ya lagrimeaba. Cada paso que daba, eran lágrimas por montones que resbalaban por sus blancas mejillas.
NADIA: ¡Qué! ¡Cómo crees, Lena! ¡Esto es ridículo! ¿En dónde estás ahora?
LENA: Voy entrando a mi casa de hecho. Necesito hablar contigo Nadia. Arruiné todo por completo. Y ahora voy a tener que lidiar con mi madre… De seguro me está esperando para comenzar a sermonearme.
NADIA: ¡No! ¡Espera! ¿Ya llegas? ¡No entres, espérame!
LENA: No te preocupes, veré cómo confrontarla. Sólo ven… -Su amiga trató de interrumpirla para insistirle en no entrar.-
NADIA: ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡No entres! ¡Espérame! ¡Necesitamos hablar LENKA! –La pelirroja hizo poco caso a la urgente petición de su amiga. Le pidió permitirle un minuto en lo que abría la puerta. Sin prestarle atención un instante más, hizo el procedimiento. Al abrir, se encontró con lo menos esperado y deseado para rematar el día; Vanya y su madre aguardaban en la sala. En el centro de la Sala había unas botellas de champagne, algunos snacks y… unas argollas de compromiso. No pudo con la impresión y lo gritó permitiéndole a Nadia, escuchar. La sangre se le heló tanto a Lena como a Nadia quien sin dudarlo ni un momento más, corrió locamente hacia la puerta de su departamento. Tenía que detener lo que estaba a punto de suceder. ¡LENA! ¡ESCÚCHAME POR FAVOR! ¡ESTO NO PUEDE PASAR…! –A lo lejos escuchó la voz de la madre de la pelirroja pidiéndole entrar rápido.-
ANNA: ¡Elena! ¡Qué maravilla! Has llegado. Vanya ha estado muy nervioso pero emocionado con la noticia. Disculpa, no alcancé a llamarte para informarte que le he llamado a tus tías. Por el momento, seremos nosotras tus testigos del compromiso formal de matrimonio con Vanya, ¿No te parece maravilloso? –Lena dejó caer el teléfono al suelo haciendo que la llamada con Nadia se perdiera. El tiempo estaba corriendo y no había nadie a la redonda para rescatarla. Era momento de su propia pelea. Era momento de crecer. Era tiempo de moverse con la convicción del amor por Yulia o… dejarlo en el olvido. Ya no había tiempo. Pasó y respiró hondo… Cerró sus ojos y se perdió por un momento en sus propios pensamientos.
CHOQUE DE EMOCIONES
No iba a perder mi postura. Pero ella tampoco. Habíamos terminado de cantar; la emoción y bullicio, fueron cesando. Ahí esperó ella. Tenía una sonrisa retadora y a mi gusto, vengativa. No había conocido antes esa expresión. De lo único que estaba segura es que nuestra relación iba a atravesar por el peor momento. Si se lo proponía, no me quedaría más remedio que pelear. Lucharía por Lena, por mí, por nuestro amor. -¿Qué otro motivo más poderoso que el amor, podría existir para pelear? ¿Cómo diablos alguien podría confrontar a su parentesco más idéntico como lo es una madre si no es por la loca pasión de un verdadero amor?- Reaccioné cuando nuevamente escuché sus aplausos pausados, sarcásticos y molestos.
NASTYA: -Aplaudiendo y sonriéndome malévolamente.- ¡Bravo! ¡Maravilloso! –Aplaudió nuevamente mientras caminó hacia nosotras buscando la canción.- Señoritas, ¡Vaya composición! Además de haber sido una interpretación muy inspiradora y emocionante, tiene mucha creatividad la letra. Me pregunto quién la habrá escrito. –Por supuesto que mi madre lo sabía. Nico era un genio para esto. Tomó de mi atril la partitura. La observó durante unos minutos y al terminar continuó con su jactancia.- ¿Nadie la escribió? Estoy muy entusiasmada en conocer al autor de esta pieza. –Se mantuvo parada observando a la redonda en espera de una respuesta. Alcanzaba a ver a Nadia discutiendo con Nico en voz baja. Scarlett por otro lado, le daba pequeños golpes con el codo al brazo de Nico. Estaban tratando de detener a Nico pero a final de cuentas, no lo lograron.
NICO: ¿Por qué su interés, Maestra Volkova? La pieza no es la gran cosa sin las voces de las señoritas.
NASTYA: Sr. Petrovic. me da gusto ver sus agallas. –Esto se va a descontrolar. Pensé.-
NICO: Yo escribí pero la mayoría de la canción fue improvisada por las señoritas… -Scarlett dio unos paso hacia adelante, golpeando su frente con la palma de su mano. Nico idiota; con su valentía sólo logró la enemistad de mi madre, además nos comprometió de más a Lena y a mí, haciendo que su tolerancia se quebrara en pedazos. Conoceríamos el alcance al que podía llegar el enojo de la gran maestra Volkova. Al terminar de decir esto, mi madre giró su cabeza hacia la pared detrás de nuestro escenario y vio la manta…
NASTYA: Sí, me doy cuenta que hubo muchas improvisaciones, por ejemplo, esta manta, ¿Qué dice? Oh sí, qué tierno mensaje para engalanar la canción “Lena, te amo como nunca he amado; ¿Aceptas ser mi novia?" . –No le despegó la mirada de encima. Alcanzaba a ver que sus ojos se encendieron junto con el tono rojizo de sus mejillas cargando mucha cólera.- Esto es inaceptable. –Balbuceó.- Señor Borya, ¿Podría decirme si el dúo se inscribió para participar en esta pre-selección?
BORYA: Por supuesto. Bueno, como dúo no Maestra Nastya, pero la señorita Yulia Volkova está inscrita debidamente y el reglamento para participar establece que basta con un solo miembro inscrito en el caso de que fueran a presentarse como dúo, trío o grupo. Sólo en el supuesto que al participar un miembro ya lo hubiese hecho con alguien más o en algún grupo, éste sería descalificado automáticamente de la pre-selección y del evento Kozlov en general. Así que todo bien, maestra. Terminé de evaluar y de hecho tengo un veredicto.
NASTYA; ¿Qué le pareció la interpretación, maestro Borya? Me gustaría escuchar sus comentarios al respecto ya que bueno, yo no logré apreciar la presentación desde el inicio y mucho menos con el teatro de la manta montado y en acción.
BORYA: ¿Por qué su interés, maestra Volkova? Discúlpeme pero sucede que no comprendo su visita en mi salón. Digo, no es que me moleste, sólo me sorprendió un poco su llegada y la de la maestra Anna Katina. –Anna desde su lugar interrumpió para tener su turno de hablar.-
ANNA: -Comenzó a caminar también hacia nuestra área de interpretación.- Verá, maestro Borya, escuchamos mucho bullicio y creímos pertinente acudir para conocer qué sucedía. Simplemente fue eso. Al llegar aquí nos topamos con dos señoritas talentosas pero que creemos, tendrán que desistir de… -Scarlett interrumpió hablando con voz golpeada; los ojos de Anna y de mi madre, se abrieron sorprendidos por la intervención.-
SCARLETT: Ya me cansé. Respetables maestras, díganme, ¿Cuál es el problema realmente con la presentación? ¿Acaso tiene que ver únicamente con el hecho de que se trata de sus propias hijas, estudiantes de Kozlov, haciendo un inolvidable dúo de pre-selección? –Dirigió una mirada retadora y fulminante hacia las dos.-
NASTYA: ¿Usted también tiene agallas, cierto? Le responderé brevemente. A usted no le interesa y no pienso exponerle mis motivos. –Concluyó victoriosamente.-
SCARLETT: Lo que sucede es que no tiene motivos… ¡Oh! ¡Espere! ¡Ya sé! –Ahí iba Scarlett con su maldita intensidad sarcástica… Iba a hacer estallar todo. Empuñé mis manos y me preparé para lo que venía. Tenía que aguardar mi turno el cual vendría pronto.- El único motivo que encuentro es que le preocupa lo que significa que ellas dos estén juntas. ¡Ah! Y olvidaba un segundo motivo de nombre ¿“Show Me Love”?… Preciosa partitura, lástima que no la conocemos completa. Y de igual aún no lo tengo claro. En fin, lo averiguaré ya que, tengo la sospecha que algo sucede entre usted, maestra Volkova y la maestra Katina. –Sí… tenía que decirlo justamente así. Anna no supo en dónde meterse y se hizo la ofendida. Mi madre estalló y los estudiantes aún presentes en el salón comenzaron a murmurar por la declaración tan... fuerte.-
NASTYA: ¡Usted no tiene ningún derecho de…!
SCARLETT: ¡De evidenciar que está haciendo mal uso de sus facultades como Directora del Proyecto Talento Kozlov? No tienen bases para argumentar y ni siquiera pensar, en descalificar esta presentación. Además, permítame añadir que mi familia tiene mucha injerencia en los asuntos del conservatorio ya que por ellos, todos los años Kozlov se baña en presupuesto para tener la calidad de instituto que es. ¿Le agradaría que yo también hiciera un escándalo? Porque es lo que usted está haciendo aquí, Maestra Anastasia. –Nastya se volteó hacia nosotras con una mirada que realmente me dio miedo y me enfureció. Entonces ignorando por completo a Scarlett y todo el mundo que estaba presente escuchando, nos lanzó su propio veredicto.-
NASTYA: ¡Están descalificadas! ¡Ni se esmeren en participar este año! ¡Kozlov no las escuchará! –Caminó hacia mí y me susurró:- Señorita Yulia Volkova, tiene 10 para quitar esa basura de manta de éste salón. Te veré en casa y veremos a dónde demonios te irás. ¡No te quedarás en Kozlov! ¡No al lado de esta mujer! –Volteó a ver a Lena con desprecio y mal encarada. Me encolericé y me moví hacia la mitad para estorbar su vista.- ¡Quiero a todos fuera! ¡La sesión ha terminado! –Sentenció a todo mundo, sin embargo los tres idiotas de nuestros amigos, no hicieron mucho por salirse. Ni siquiera se inmutaron. Esperé todavía pacientemente a que el salón quedara solo para replicar todo lo que había estado guardando para mi madre. Por fin pudimos quedarnos a solas (Sólo con la presencia de los entrometidos de Scarlett, Nico y Nadia).-
YULIA: ¡Me tienes harta Anastasia!
NASTYA: ¡A mí no me hables así, a mi me respetas Yulia Volkova!
YULIA: ¡Pues que ni se te ocurra volver a mirar de esta manera a MI NOVIA! –Mis palabras casi hicieron que se fuera de espaldas. Anna exclamó un ¡Qué! Bastante exaltado acompañado de una mueca de reprobación. Esto se iba a poner grave. Quizá no lo esperaban… Quizá la cagué más. Ni siquiera me puse a pensar en lo que podría opinar Lena, simplemente lo hice.-
ANNA: ¡LENA! ¡Cómo demonios es esto posible! ¡Esto es una porquería! –Sus ojos estaban muy abiertos intercambiando su dirección constantemente hacia mi persona como hacia ella.-
LENA: Madre… Puedo explicarlo. Debes calmarte… Además, no es lo que parece -¡Cómo! ¡Qué no es lo que parece! ¡Cómo Lena! Gritó mi mente y después de destrabarme de la sorpresa, pude replicarlo.-
YULIA: ¡QUÉ? ¡CÓMO ES ESO, LENA! ¡Aceptaste! ¡Qué demonios te sucede, Katina! –Maldita sea, las cosas se habían complicado de más. Mi madre al parecer se había trabado también desde que escuchó mi revelación y entonces en un impulso, mi atril lo aventó haciéndolo llegar hacia el lado en donde se encontraba parada Lena. Casi la golpeó y me hizo sobresaltarme.- ¡Qué te pasa, madre! ¡Ni se te ocurra de nuevo! –Aventé hacia ella el atril de Lena y de paso las partituras y audífonos.-
NASTYA: ¡Yo puedo hacer lo que se dé la gana, Yulia!
YULIA: ¡Me importa un comino lo que digas! ¡No puedes! ¡Y te juro madre que voy a conocer TODO de tu vida con esta mujer! –Ahora era yo quien volteaba a ver con desprecio a la maestra Anna Katina.- Traté de tomar de la mano a Lena, más de fuerza que de ganas por su cuenta a lo que la maestra Katina me reprochó que no sometiera a su hija.- Señora, discúlpeme pero tengo algo por discutir con Lena, le aseguro que por mi parte, ella no es sometida. Y por favor, en este estado y en la posición en la que usted se encuentra, no se empeñe en responder ya nada porque no quiero faltarle al respeto por el amor que le tengo a su hija -Sus ojos eran lanzas o flechas envenenadas… Me estaba matando.- y por ende, el respeto que le debo. –Concluí y le pedí a Lena que me siguiera. La jalé tenuemente de la mano y cedió. La veía muy indecisa pero al final lo hizo. Los chicos se quedaron adentro y más no supe de ellos. Dirigí a Lena hacia el estacionamiento y busqué mi automóvil.-
LENA: Yulia… ¿A dónde carajos vamos?... –No le respondí. Estaba desesperada por meter mis cosas a la cajuela y subirnos al carro.- ¡Yulia! ¡Hazme caso maldición! –Lena golpeó un poco el cristal de la puerta de su lado e inevitablemente volvió mi atención.-
YULIA: Me vas a acompañar a hablar, lejos de aquí, Lena. Sube al auto, por favor. –Estaba bastante seria, acelerada y bastante encabritada por lo que dijo en el salón. Se subió haciendo rabietas y de alguna manera puedo decir que con poca convicción de querer ir conmigo. Nos pusimos los cinturones de seguridad, di marcha al carro y a nuestro camino. Tenía pensado ir a un café, también pensé en ir a la Plaza Roja, pensé en muchos lugares realmente pero me convenció uno en particular. Se encontraba a las afueras del bullicio de la ciudad y gente. Era un lugar solitario pero perfecto para sacar nuestras emociones. En el camino no puse nada de mi parte por conversar, además ella estaba extraviada observando hacia afuera. Ni siquiera merecí una sola mirada, un toque de nuestras manos como la noche atrás o una mirada irresistible como las que me había regalado todo el día anterior. Llegamos y mis modales de atención hacia ella, no los pasé por alto así que me apresuré para abrirle la puerta y ayudarle a salir. En cuanto estuvo abajo, con tremendo frenesí la jalé fuertemente a mi cuerpo. Ella se negó y quiso empujar con sus brazos haciendo palanca en mi pecho, para zafarse.-
YULIA: ¡Qué te pasa, amor! ¡Qué he hecho mal, Katina! ¡Estás muy rara! ¡Por qué carajos dijiste que no sabías cuando estábamos en el salón… Y lo peor, eso de “No es lo que parece…”! ¡Qué demonios! –Lena volteó su mirada hacia un lado. Tenía expresión indignada y pensativa.- ¡Acaso te avergonzaste? ¡Es eso Katina? ¡Ahora resulta que nuevamente doy pena y no soy digna para ti! ¡En qué pendejadas estaba pensando al ceder ante ti! ¡Es complicada la gente como tú y como tu familia!
LENA: ¡A qué carajos te refieres Volkova! ¡Con mi familia ni te metas!
YULIA: ¡Y no lo haré! ¡No me puedes responder a mis preguntas, estás limitándote a discutir conmigo por defender a tu familia! Pero ¿Y qué carajos con respecto a defender lo que tú dijiste anoche amar! ¡Eso sí lo puedes mandar al carajo, Katina? –No pude evitar golpear mi pobre auto que en ese momento, era el único que podía escucharnos.- ¡Me envolviste todo para nada, Katina!
LENA: ¡Que no te importe! Ahora llévame a mi casa. –Se giró dándome la espalda.-
YULIA: ¿Es en serio! ¿ESTA ES LENA KATINA? …
LENA: Por si no sabías. ¿Me llevas ya a mi casa, Volkova! Se subió dentro al auto y cerró su puerta. –Sin tener otra opción, subí al auto. Me coloqué mi cinturón y traté de reintentar una conversación para conocer el motivo o motivos de su actitud repentina hacia mí. Había sido inútil llevarla lejos, fuera de la gran Moscú y ni el largo camino nos sirvió para cruzar una sola palabra. Era mi última oportunidad; no quería llevarla a su casa así.-
YULIA: Lena yo… -Me interrumpió tajantemente.-
LENA: No quiero hablar Volkova. Sólo quiero llegar a mi casa. No insistas ya. No será hoy. –Sus palabras fueron precisas. Quizá debía dejarla por hoy y probablemente un par de días más… No creía en que fuese necesario más tiempo o por lo menos, confié en que nuestro amor, pronto superaría este lapso.
YULIA: Está bien, Lena. Vámonos ya entonces. –Prendí el estéreo del auto y reproduje algunos videos de sinfonías y cosas así… Realmente no tenía ganas de escuchar otras cosas y quería reducir un poco la sensación de incomodidad y cabreo.
Juro que si hubiese sabido que las cosas nos las complicarían más en un santiamén mi madre y la Sra. Anna Katina, nunca la habría llevado a su casa. Me habría perdido con ella hasta dar con algún punto en la Rusia. Habría insistido más en romper el freno que le impedía a Lena, expresarme su sentir y pensar. Hubiera esperado a que ella se sintiera cómoda para hablar, pero lejos de todos, en donde no se me pudiera escapar y ella no me perdiera. Tuve que dejarla… Me desprendí de ella. La dejé ir, sin querer, sin saberlo.
YULIA: Amor, si tú quieres, aún podemos entrar. Antes de que entres a tu casa. Debemos arreglarnos. Algo tenemos que hacer. Se puede mi amor… -Su mirada estaba perdida en no sé dónde. No me miró. Sólo bajó y cerró la puerta. No lloré porque no sabía que todo iba a irse al carajo. Pensé que era una discusión que al día siguiente resolveríamos. Sin embargo, mi corazón sí se rompió con ese estruendo, presagiando un amor fugazmente fracasado y doloso. Se alejó lentamente y lo último que alcancé a ver fue verla sacar su teléfono. Parecía estar marcándole a alguien porque enseguida se llevó el auricular a su oreja. No la vi más. Se cerraron las puertas eléctricas del lobby del edificio. Me marché más con todos mis desánimos a casa. Al llegar enfrentaría a mi madre. No se saldría con la suya… Me dije a mí misma.
Dejé mi auto en el estacionamiento. Puse la alarma. Bajé lentamente. Pensé que tendría que entrar a casa para ver a mi mamá. No fue necesaria tanta fatiga. Por algún momento (Que a los pocos minutos descubrí la razón), me esperó afuera. Al verme bajar del auto me interceptó:-
NASTYA: Volkova, ya era hora de que llegaras. Estoy segura que te habías ido con ella. ¡Esa maldita pelirroja hija de Anna Katina!
YULIA: ¡Que te calles, Anastasia! No estoy para tus reproches.
NASTYA: ¡Vaya! Ahora me llamarás Anastasia. No cabe duda que esa mujer te ha cegado, Yulia.
YULIA: ¡PORQUE LA AMO! ¡Y más vale que no te metas!
NASTYA: ¡Piensas discutir conmigo entonces? ¡Es inaudito Yulia Volkova!
YULIA: ¡Mejor dime de una buena vez, qué carajos sucedió con Anna Katina! ¡Déjate de cobardía, madre!
NASTYA: Ahora vuelvo a ser tu madre. No tengo por qué darte explicaciones. Además no vine a recibirte para aceptar tus cuestionamientos, Yulia.
YULIA: ¡Entonces qué carajos haces aquí! ¡Déjame entrar! Ya te dije lo que tenía que decirte. ¡Quítate de nuestro camino Nastya Volkova!
NASTYA: ¡Por supuesto! Es perfecto que pienses eso Yulia, porque… ¿Sabes qué? No me meteré más. –Algo estaba sucediendo… Algo había sucedido. ¿No se metería más? Nastya, ¿Qué demonios hiciste! Pensé y mi respuesta vino instantáneamente.- Yulia toma. –Extendió un sobre y me pidió abrirlo. No perdí tiempo y lo abrí. Mis ojos se desorbitaron y sentí claramente que mi cuerpo iba a dar al suelo…- Mañana mismo te vas a Alemania. Te vas a otro conservatorio. Tu vuelo sale a las 08:00. –Lo era… era real. El boleto que tenía en mi mano no era una invención de mi cabeza. Mis ojos se llenaron de lágrimas, de dudas, de miedo, de enojo, de tristeza y de tantas cosas… Apreté el boleto y sobre en mi puño. Estaba totalmente fuera de mí.- ¡Pero no lo arrugues, Volkova! Sin más mi madre se dio la vuelta no sin antes esbozarme una sonrisa de victoria. Tu padre y yo estaremos adentro. Ya sabe que te transferirán debido a un problema con otra estudiante. Va a querer hablar contigo sobre el evento, sólo explícale que fue una discusión acalorada pero que terminó en una falta de respeto inaceptable hacia un maestro. –Mi madre tenía los brazos cruzados y una mirada muy decidida. Se dio media vuelta entonces y caminó.- No te tardes Volkova.
No sabía qué demonios hacer. Aún continué parada del impacto que causó en mí, la noticia. Mi corazón estaba envuelto en lágrimas, podía sentirlo. Sentía que iba a estallar de todas las emociones que me estaban asaltando. Si no pedía ayuda urgentemente, creía desmayarme. Scarlett… ¡Sí, Scarlett! ¡Tengo que llamarle ya! Me dije desesperadamente. Tomé mi teléfono y sin pensarlo más le llamé.
SCARLETT: Yulia, ¿Cómo estás? ¿Qué pasa? ¿A dónde te fuiste? Salimos rápido a buscarlas, queríamos ayudar. Ya no estaba tu auto. ¿Qué! ¿Cómo que te está enviando a Alemania! Tesoro, salgo de inmediato para allá. ¡Me quedaré contigo esta noche si es necesario!
YULIA: No, no, no, no… Tú no puedes venir a mi casa. No ahora Scarlett. Mi madre está desquiciada. Si ni a mí me reconoce como hija, mucho menos a ustedes que aunque son parte de la familia, ha iniciado una guerra campal contra los dos. Yo voy a tu casa. Sólo déjame tomar un conjunto del conservatorio para llevármelo mañana. Te veo en un momento más. –Colgué y entré de una buena vez a casa. Efectivamente al entrar ahí estaba mi madre y además, mi padre. Así como me lo anunció mi mamá, Oleg me preguntó inmediatamente por el evento en el que me creía haber sido la culpable de que Kozlov me vetara. Me dijo sentirse muy decepcionado y quién sabe qué cosas le habrá dicho mi madre porque no me dio oportunidad de responder algo. Decidí dar por perdida esta batalla pero me prometí no perder la guerra, por más fea y cruel que se pusiera. Los dejé en la planta baja y subí a mi cuarto. Tomé ropa para el día siguiente y otros objetos personales básicos. Agarré las llaves de mi auto y salí disparada de nuevo. Mi madre intentó detenerme. –Vete al carajo tú y tu vuelo.- Mi padre me gritó al escuchar esto. Sólo me limité a vociferar mi profecía –Perdona padre pero cállate. No sabes realmente cómo sucedieron las cosas. Aún no puedo explicarte lo que ha sucedido pero en cuanto una todas las piezas, te aseguro que vas a pedirle a mi madre que se arrodille y te pida perdón. Mi madre lanzó un grito y trató de correr para alcanzarme. Le azoté la puerta en su cara. Corrí hasta mi auto y sin demora salí velozmente. Scarlett… te necesito. Realmente necesito de ti. Pensé mientras conducía con mis manos temblando de todo el estrés que estaba sintiendo. Lena, ¿Qué estará pasando contigo? Me pregunté y fue entonces que las primeras lágrimas por ella comenzaron a deslizarse por mis mejillas… Te amo Lena. No me dejes ir por favor… Yo no te dejaré. Tienes que reaccionar, mi pelirroja. Apreté con fuerza mi volante para evitar que se desbordaran más lágrimas, pero fue inútil. Ya había tenido suficiente. Necesitaba comenzar a hacerlo. Te amo… Te amo… Te amo… Te amo… ¡Cómo carajos puedo hacer que esto te llene de vitalidad para pelear! Seguí conduciendo hasta la casa de Scarlett.
-¿Nadia?... Necesito hablar contigo. Acabo de dejar a Yulia… Creo que… Rompimos.- Le dijo la pelirroja con voz quebrada. En ese momento ya lagrimeaba. Cada paso que daba, eran lágrimas por montones que resbalaban por sus blancas mejillas.
NADIA: ¡Qué! ¡Cómo crees, Lena! ¡Esto es ridículo! ¿En dónde estás ahora?
LENA: Voy entrando a mi casa de hecho. Necesito hablar contigo Nadia. Arruiné todo por completo. Y ahora voy a tener que lidiar con mi madre… De seguro me está esperando para comenzar a sermonearme.
NADIA: ¡No! ¡Espera! ¿Ya llegas? ¡No entres, espérame!
LENA: No te preocupes, veré cómo confrontarla. Sólo ven… -Su amiga trató de interrumpirla para insistirle en no entrar.-
NADIA: ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡No entres! ¡Espérame! ¡Necesitamos hablar LENKA! –La pelirroja hizo poco caso a la urgente petición de su amiga. Le pidió permitirle un minuto en lo que abría la puerta. Sin prestarle atención un instante más, hizo el procedimiento. Al abrir, se encontró con lo menos esperado y deseado para rematar el día; Vanya y su madre aguardaban en la sala. En el centro de la Sala había unas botellas de champagne, algunos snacks y… unas argollas de compromiso. No pudo con la impresión y lo gritó permitiéndole a Nadia, escuchar. La sangre se le heló tanto a Lena como a Nadia quien sin dudarlo ni un momento más, corrió locamente hacia la puerta de su departamento. Tenía que detener lo que estaba a punto de suceder. ¡LENA! ¡ESCÚCHAME POR FAVOR! ¡ESTO NO PUEDE PASAR…! –A lo lejos escuchó la voz de la madre de la pelirroja pidiéndole entrar rápido.-
ANNA: ¡Elena! ¡Qué maravilla! Has llegado. Vanya ha estado muy nervioso pero emocionado con la noticia. Disculpa, no alcancé a llamarte para informarte que le he llamado a tus tías. Por el momento, seremos nosotras tus testigos del compromiso formal de matrimonio con Vanya, ¿No te parece maravilloso? –Lena dejó caer el teléfono al suelo haciendo que la llamada con Nadia se perdiera. El tiempo estaba corriendo y no había nadie a la redonda para rescatarla. Era momento de su propia pelea. Era momento de crecer. Era tiempo de moverse con la convicción del amor por Yulia o… dejarlo en el olvido. Ya no había tiempo. Pasó y respiró hondo… Cerró sus ojos y se perdió por un momento en sus propios pensamientos.
SandyQueen- Mensajes : 184
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Re: A Diez Centímetros De Ti
¡Buenas tardes a tod@s! Les traigo el capítulo XIV . Aportación personal "¡Esto se descontroló!" "¡Agarren a Elena Katina!" #JustKeepCalmAndReadADiezCentimetrosDeTi
Capítulo XIV
NICO: ¿Sí? ¿Nadia? ¿Qué te pasa? Tranquila… A ver dime lento porque así no te entiendo; estás muy acelerada.
NADIA: ¡Entiéndeme, Nico! ¡Amor, Lena está en su departamento con Vanya! ¿Es tan difícil entender eso? No inventes amor, ¡Reacciona! Acuérdate que la Mtra. Anna vociferó en el salón que por culpa de todos y especialmente, del “estorbo” y “basura” de Yulia, haría que se comprometiera con Vanya para casarse y que se la llevase lejos de Moscú. ¡Entiende! ¡Sí lo hizo! ¡Lena me habló! ¡Entró a su casa y ahí estaba él…! ¿Para qué otra cosa lo habría citado Anna si no fuera para llevar a cabo su estúpido plan para separar a Yulia de Lena? ¡Ahora sí ya entiendes?
NICO: ¡Ya! ¡Ya! ¡Ya! Sí entendí ya… Estabas hablando muy rápido… y yo estaba distraído. Aquí está Yulia, de hecho. Nastya tampoco perdió tiempo y… Le compró un boleto de avión para Alemania. El vuelo sale mañana a las 08:00 de la mañana.
NADIA: ¡Pues alcánzame en el departamento de Lena, amor! No tenemos tiempo por perder.
NICO: Pero no quiero que te suceda algo… Espérame mi amor, yo paso por ti, me preocupa que conduzcas rápido.
NADIA: No pasará nada, en serio, mejor sal de prisa y encuéntrame allá. Si ves mi auto cuando llegues, entra. Voy a necesitar de ti.
NICO: Ok… pero ¿Qué harás? Osea, llegarás y ¿Qué sigue?
NADIA: Tengo que sacar a Lena de ahí y ella se debe comunicar con su padre. Estoy segura que no perderá ni un segundo en correr para ver qué sucede y será el mejor obstáculo y alto para Anna. Pero primero debemos de sacar a Lenka de ahí. Así que me voy. ¡Tengo miedo de que no reaccione y sin objetar, acepte contraer matrimonio con el estúpido ése! –La llamada finalizó anunciándose con un sonido intermitente.-
SCARLETT: ¿Qué pasa, Nico?
NICO: Chicas, me voy. Yulia no te puedo explicar con detalle pero la Mtra. Anna está con Vanya y al parecer, quiere que Lena y ése idiota, se comprometan esta noche y justo ahora. Nadia va para allá y me pidió ir a encontrarla. Por supuesto que necesitará de mí. Señoritas, me retiro.
YULIA: ¡Espera! ¡Comprometerse? ¡Y ese estúpido! ¡Tengo que ir contigo!
NICO: ¡No! Tú quédate aquí con Scarlett y espéranos. Cualquier cosa te llamo.
YULIA: ¡Nico, mi novia está a punto de comprometerse con ese hijo de perra! ¡Tengo que…! –Nico interrumpió a Yulia.-
NICO: ¡Te quedas y punto! ¡Contigo vamos a tardar más en salir de ese lugar! –Sin cruzar más palabras, buscó las llaves de su auto y salió disparado dejando inclusive la puerta del departamento de Scarlett, abierta.-
SCARLETT: Tranquila, Yul.
YULIA: ¿Perdón?
SCARLETT: ¿Qué?...
YULIA: No sueles llamarme de esa forma… Lo haces sólo cuando estás realmente consternada por algo o cuando…
SCARLETT: ¿Cuándo qué cosa, Yul?
YULIA: -Sosteniendo una sonrisa ligera y muy tierna, le respondió- Cuando estás en tus días.
SCARLETT: Tonta. –Le devolvió la sonrisa y la contempló desde la comodidad de uno de los sofás en la sala. Sostenía su cabeza apoyándola en tres de sus dedos mientras que su brazo reposaba en el descansa brazos del mueble. Tenía sus piernas cruzadas de manera muy sugerente. Vestía una blusa de tirantes y su mini short que resaltaba la esculpida y bella forma del cuerpo de Scarlett. Esta combinación le ocasionó un poco de nerviosismo a Yulia, la cual además de preocupada y furiosa, ya no tenía cabeza para poder procesar correctamente las cosas. Decidió dejar a Scarlett y anunciar que regresaría a casa a lo cual, la objeción de su amiga, no se hizo esperar.-
YULIA: Creo que, debo irme ya. Gracias por escucharme, Scarlett. En el camino le llamo a Nico para saber sobre Lena. Me lleva el carajo. –Carraspeó.-
SCARLETT: Si te vas, olvídate de quedarte en Moscú.
YULIA: ¡Y qué! ¡Somos ya mayores de edad! Ya nos excedimos de hecho… El hecho de vivir en casa de mis padres, no les da derecho sobre mí. ¡No me iré!
SCARLETT: Pero lo ejercen, Yulia. Ejercen su libertad de decidir. ¿Por qué mejor no nos vamos al departamento que habías comprado? Allá tienes ropa, te puedes quedar, es seguro y sirve que me invitas algo de tomar y seguimos conversando. La noche es larga y el resto de la semana, Kozlov tendrá puertas cerradas. Tiempo hay.
YULIA: ¿Qué?
SCARLETT: Cuando te fuiste con Lena, nosotros aguardamos y discutimos un poco con ambas. Las retamos. Estábamos sobresaltados y ellas también. Ya no era nada profesional ni académico. Era algo más personal. Ellas contra todos nosotros. Entonces nos anunciaron que serían muy severas con ustedes por culpa de nosotros, pero sobretodo, por tratar de tener una relación. Un amor imposible.
YULIA: ¿Y eso qué tiene que ver con Kozlov?
SCARLETT: Pues que debimos imaginar la rapidez de la reacción de tu mamá y el alcance de su poder. Cuando íbamos saliendo del conservatorio, dieron un aviso general a través del conmutador de Kozlov. En todo el edificio se anunció que por cambios NE-CE-SA-RIOS y UR-GEN-TES al proceso de selección, el cuerpo de profesores tendría que reunirse para tratar ese punto junto con el cierre del proceso de seleccionados para el pre-concierto de talentos. Fue todo. Y sucedió por la Mtra. Nastya, ¿Por quién más?
YULIA: Pero… ¿Para qué?...
SCARLETT: Con lo que ya sé de tu boleto a Alemania pues es sencillo. Simplemente va a tomarse el tiempo de desaparecerte de Kozlov. Regresaremos y ya no será tan escandaloso puesto que el transcurrir de los días habrá dejado un poco atrás el extraño suceso de hoy. Y sobre todo, se asegurará de no permitir que tengan tiempo de reaccionar, es decir, hará que la competencia se eleve y que Kozlov estalle al máximo su competitividad. Los hará trabajar ardua y extensamente. Así tu baja de Kozlov no causará tanto furor.
YULIA: ¿Y tu familia? ¿Por qué no les cuentas?
SCARLETT: Negocios son negocios, mi Yul. Mientras Kozlov mantenga el alcance que tiene, ellos siguen ganando. Y además, sin evidencias de nada, no van a creerme ni a escucharme. Te lo digo porque por supuesto que hablé con ellos. ¿Tú crees que no lo iba a hacer? Pero, sólo me quedé haciendo rabietas ya que la Mtra. Nastya, sonrió muy socarronamente por su victoria. Me las pagará… Y perdona por eso, pero no es justo.
YULIA: Sí, te entiendo. Entonces, ¿Todo eso pasó? Increíble.
SCARLETT: Por eso, regresar no es una opción. Y aquí es verdad que no es buena idea que te quedes ya que es el primer lugar al que vendría a buscarte. Jamás pensaría en ir a buscarte a tu departamento. ¿Supo cuando terminaste de amueblarlo? Avísale a Nico y sirve que platicas allá con Lena. Deben arreglar sus cosas.
YULIA: No, no supo. Está bien. ¿Conduces? No tengo cabeza. Mañana a ver qué sucede.
SCARLETT: Sí, no te preocupes. Yo conduzco. –Le recibió las llaves a Yulia y se incorporó para salir del lugar. Percatándose de que la morena no la siguió, detuvo su marcha.- ¿Y ahora, qué?
YULIA: ¿Te irás así?
SCARLETT: Sí, así es. ¿Por qué?
YULIA: Sólo preguntaba… Cierra bien.
SCARLETT: Actualmente los accesos con tarjeta son de lo mejor. Bastante seguros y por supuesto privados. Déjate de preocuparte por eso ahora y vámonos ya porque te garantizo que te vendrá a buscar tarde que temprano.
YULIA: ¿Y a poco puede accesar hasta aquí?
SCARLETT: Tratándose de tu madre, sí. –Salieron del edificio y abordaron el auto de Yulia para desaparecer pronto. El camino fue muy reservado y un poco incómodo. Sólo se limitaron a llamarle a Nico para informarle que estarían en el departamento de Yulia. Le dio los datos para que le permitieran el acceso al estacionamiento y al edificio.-
YULIA: Cualquier cosa, márcame, idiota. Si no, no vas a poder si quiera acercarte. –Colgaron sin poder hablar más. Ni siquiera pudo saber cómo iban las cosas. No tenía ni la más remota idea si ya habían llegado para ayudarle a su pelirroja. La incógnita le estaba carcomiendo su paz y acongojaba su pecho.-
SCARLETT: Cuando lleguemos te invito cerveza para esperar a los chicos. Por ahora ya no insistas. La traerán, te lo aseguro. –La volteó a ver rápidamente y con una de sus manos, la tomó del rostro para acariciarlo con delicadeza.-
YULIA: Gracias, no seas tan cariñosa, Scarlett. Pero de verdad gracias. Espero que así sea…
El plan de Scarlett y Yulia fluyó a la par de los minutos, los cuales pasaban muy lentos como cada trago a la Baltika que la morena iba dándole. –Lena, mi amor, te necesito aquí.- Pensó minuto tras minuto que iba consumiéndose.
Nadia no demoró en llegar al complejo de departamentos en el que se encontraba Lena inmersa en la encrucijada de su vida: la obediencia o desobediencia. No había más. Se encontraban reunidos Vanya, la Sra. Anna y dos tías de la joven pelirroja. –Tus testigos ante el compromiso que esta noche se formalizará con el Sr. Luzhin.- Esa frase retumbó en los pensamientos sumergidos de la Srta. Katina. Su mente se encontraba al lado de Yulia y los momentos especiales que acababan de fabricar. A penas y su amor por fin estaba encontrando su momento y no era justo no darse una oportunidad.
La realidad era que tenía que correr de ese lugar y deshacer cualquier aspiración de Vanya para apartar la idea de matrimonio. Cayó a la cuenta que la única manera era confrontando la situación verdadera. Confesar que no lo amaba era la mejor opción para destruir el deseo fervoroso del Sr. Luzhin. La Sra. Anna Katina no necesitaba esa declaración del todo; conocía perfectamente los sentimientos de su hija por Yulia Volkova inclusive desde mucho antes de la reciente confrontación en Kozlov, de hecho, pudo descubrirlo aquél día en el estacionamiento del conservatorio en el que a su vez, Anna llegó casi fusionada al cuerpo de Nastya. Sin embargo, Lena necesitaba por primera vez en su vida, enfrentar directamente, a su madre la Sra. Anna. No quedaba más tiempo. Por cobardía, no estaba dispuesta a perder a Yulia.
ANNA: Bueno, Sr. Luzhin, de seguro está ansioso por hacerle su propuesta a mi hija. No le quito más tiempo, adelante. –Anna sonrió con malicia y con aires de una victoria evidente.-
VANYA: Gracias, mi querida Sra. Anna Katina. Bueno yo quiero pedirle, esta noche, que… -Un estruendo en la puerta alertó a Anna quien de inmediato se incorporó.-
ANNA: ¿Quién podría ser? –Avanzó decisivamente hacia la puerta. Una figura bastante conocida para Anna, se dibujó detrás de la puerta.- ¿Nadia? –Preguntó con asombro.-
NADIA: Sra. Anna Katina –Sin pedir permiso de entrar, se abrió paso y sin gastar más tiempo, tomó la mano de su amiga para dirigirse nuevamente a la puerta del departamento. El escape no iba a suceder pronto; primero tendrían que confrontarse a Anna Katina y por supuesto, a Ivan Luzhin.-
ANNA: ¿Ya se van? Si ni siquiera le di autorización de entrar, Srta. Nadia. Y tú, Lena, es de pésima educación y respeto a tus padres irte sin más explicaciones. Y por su cuenta Srta… Jacova, no me obligue a pedirle que se vaya. –Finalizando la declaración de la Sra. Katina, detrás de ella apareció Petrovic y la reacción de Ivan Luzhin no se hizo esperar.-
VANYA: ¿Tú? ¡Qué demonios haces aquí!
NICO: Nadia, Lena, vámonos ya. Nada que le importe Señor, con su permiso, me llevo a mis chicas. Sra. Katina y respetables señoras aquí presentes, disculpen mi inesperada aparición. –Tomó la mano de Nadia y trató de alcanzar la de Lena, sin embargo Vanya le jaló del brazo. La reacción de Nico al ver la acción, fue explosiva. Ya mucha paciencia le había tenido como para soportar otra más. Las cosas si de por sí ya estaban fuera de control.-
NICO: ¡Te dije que no te iba a pasar otra! –Soltó la mano de Nadia para encontrar la cara de Vanya con un puñetazo. El joven cayó instantáneamente básicamente fuera de combate. Pero la furia y el enfado de Nico no acabaron sino hasta que le sembró un puñetazo tras otro hasta que Vanya le imploró dejarlo; sus ojos hinchados, sangrando y lagrimeados por la golpiza, fueron suficiente para que Nico decidiera cesar la paliza. Se incorporó para tomar la mano de Nadia y abrazar a Lena. Les pidió darse prisa para alejarse del lugar y escena. La Sra. Katina estaba perpleja de la gran dosis de golpes que sin meter si quiera una sola vez las manos, le propició el Sr. Nico Petrovic a Luzhin.
ANNA: ¡Sr. Luzhin! ¡Ni las manos fue capaz de meter? ¿Es todo lo que puede defenderse? ¡Vaya, hombre!
VANYA: ¡Cállese! ¡Debió de haber llamado a seguridad! ¡Ahora esos imbéciles ya se fueron! ¡Ayúdeme a pararme! No puedo levantarme… -La Sra. Anna y las tías de Katina, trataron de controlar un poco su aún asombro y adrenalina por la golpiza para ayudarle y curarle. Tras la fugaz huída, simplemente el departamento quedó mudo. Ni las tías de la chica ni Anna, pudieron decirse algo. Simplemente auxiliaron a Vanya-
Nico y las chicas iban tan apresurados que salieron más rápido del edificio que de lo que entraron. Pronto se encontraban en marcha a casa de Yulia. Cuando menos Yulia y Lena ya estarían juntas de nuevo y con un poco de esfuerzo pero con la suficiente convicción, podrían hablar para aclarar la situación. O por lo menos, ese era el plan.
NADIA: Oye Lena, perdona que me meta aún más. Sé que estás aún muy confundida por todo pero, debes hablarle a tu padre. Realmente tu mamá está fuera de control y poco le ha valido siquiera, el conservatorio y todos los espectadores. Está fuera de sí. Esto que hizo, no tiene justificación. Es aberrante lo tan aprensiva que es.
LENA: Sí… Han sido muchas cosas. –Y las que faltaban.- Pero, quizá tengas razón. Pero… mi teléfono… ¡Rayos! Todo sucedió tan súbitamente que olvidé recogerlo del piso. Básicamente está regado en partes pero no creo que se haya descompuesto. ¿Me prestan un celular?
NICO: Por supuesto, toma el mío. Tengo suficiente saldo. –Le dieron un poco de privacidad en lo que la llamada de su amiga, lograba entrar y conversaba con su padre. Mientras tanto, Nadia aprovechó para marcarle a Yulia para avisar que estaban a pocos minutos de llegar a su departamento.-
NICO: Marca el celular de Scarlett. Te lo doy... –Dictó el número y Nadia procedió a esperar en la línea.-
NADIA: No, amor. Tampoco Scarlett contesta.. ¿Se habrán quedado dormidas?
NICO: Quizá, ya es tarde. Yulia por lo menos ha de estar agotada. Pues tendremos que tocar… Y sobre todo, seguir insistiendo, amor. –Todos los intentos fueron en vano. Por algún motivo, Yulia no respondía las llamadas.- Sí... quizá ya se nos quedó dormida. Tendremos que tocar y esperar. –Concluyó antes de girar justamente para quedarse en espera de que le permitieran el acceso al estacionamiento. Era primordial subir rápido al último piso del edificio de departamentos. No tenían tiempo que perder. Avanzaron rápido hacia el elevador y éste no demoró en subirlos hasta el piso final. Se abrieron las puertas del elevador y los tres, se pusieron en marcha.
NADIA: ¿Le insisto a su teléfono?
NICO: No, se ha de haber quedado dormida. Mejor tocamos directamente. –Sí comenzaron a tocar pero no obtuvieron respuesta.- Esto es extraño… Ella me dijo que estaría aquí. Continuaron tocando y como resultado, continuaron sin obtener respuesta.- ¡Con un demonio! Me lleva el… -Sin pensarlo ni imaginárselo, giró la perilla de la puerta y ante él, la puerta pudo abrirse fácilmente.- ¡Oh mira! ¡Por fin un poquito de suerte! Esta bestia no cerró con precaución. Adelante chicas –Invitó a pasar a Nadia y Lena. Le llamaron a Yulia y Scarlett pero al no obtener respuesta, nació un poco de temor y confusión.- Nadie… Tengo que buscar en la habitación de Yulia. Esto ya me preocupó. –Avanzó hacia la alcoba pero la puerta se encontraba cerrada. Sin tocar y girando lentamente la perilla, destapó la peor escena en la que pudo haber llegado. Nadia y Lena llegaron detrás de Nico y atónitas, observaron el semi-espectáculo.-
Scarlett se encontraba sobre Yulia con uno de los tirantes de su blusa desajustado. Yulia permanecía inmóvil; como inerte. Scarlett tenía una mano en el centro del pecho de Yulia y sus labios no paraban de moverse en los de la morena. El cabello de Yulia estaba alborotado y los botones de su camisa, en su gran mayoría, desabotonados. Las sentaderas de Scarlett reposaban al nivel del sexo de la morena y en esta posición, Scarlett jugaba con un vaivén muy sugestivo. No hacía mucho que Scarlett y Yulia habían terminado en esa situación. Lena permaneció inmóvil al igual que los chicos. Era insoportable para Lena; -¿Qué demonios?- Pensó y tomando impulso y fuerza para reaccionar, abrió la puerta con mucho ímpetu provocando que se estrellara hasta topar con la pared. La reacción de Scarlett y Yulia fue inmediata. Por el contrario, tanto Nadia como Nico estaban perplejos. Nico trató de reaccionar rápido y jaló a Lena hacia su cuerpo en un intento desesperado por aislarla de la escena pero con lo que acababa de ver, había sido suficiente. Las cosas de la noche a la mañana, habrían cambiado por completo…
Capítulo XIV
Cuenta Regresiva
NICO: ¿Sí? ¿Nadia? ¿Qué te pasa? Tranquila… A ver dime lento porque así no te entiendo; estás muy acelerada.
NADIA: ¡Entiéndeme, Nico! ¡Amor, Lena está en su departamento con Vanya! ¿Es tan difícil entender eso? No inventes amor, ¡Reacciona! Acuérdate que la Mtra. Anna vociferó en el salón que por culpa de todos y especialmente, del “estorbo” y “basura” de Yulia, haría que se comprometiera con Vanya para casarse y que se la llevase lejos de Moscú. ¡Entiende! ¡Sí lo hizo! ¡Lena me habló! ¡Entró a su casa y ahí estaba él…! ¿Para qué otra cosa lo habría citado Anna si no fuera para llevar a cabo su estúpido plan para separar a Yulia de Lena? ¡Ahora sí ya entiendes?
NICO: ¡Ya! ¡Ya! ¡Ya! Sí entendí ya… Estabas hablando muy rápido… y yo estaba distraído. Aquí está Yulia, de hecho. Nastya tampoco perdió tiempo y… Le compró un boleto de avión para Alemania. El vuelo sale mañana a las 08:00 de la mañana.
NADIA: ¡Pues alcánzame en el departamento de Lena, amor! No tenemos tiempo por perder.
NICO: Pero no quiero que te suceda algo… Espérame mi amor, yo paso por ti, me preocupa que conduzcas rápido.
NADIA: No pasará nada, en serio, mejor sal de prisa y encuéntrame allá. Si ves mi auto cuando llegues, entra. Voy a necesitar de ti.
NICO: Ok… pero ¿Qué harás? Osea, llegarás y ¿Qué sigue?
NADIA: Tengo que sacar a Lena de ahí y ella se debe comunicar con su padre. Estoy segura que no perderá ni un segundo en correr para ver qué sucede y será el mejor obstáculo y alto para Anna. Pero primero debemos de sacar a Lenka de ahí. Así que me voy. ¡Tengo miedo de que no reaccione y sin objetar, acepte contraer matrimonio con el estúpido ése! –La llamada finalizó anunciándose con un sonido intermitente.-
SCARLETT: ¿Qué pasa, Nico?
NICO: Chicas, me voy. Yulia no te puedo explicar con detalle pero la Mtra. Anna está con Vanya y al parecer, quiere que Lena y ése idiota, se comprometan esta noche y justo ahora. Nadia va para allá y me pidió ir a encontrarla. Por supuesto que necesitará de mí. Señoritas, me retiro.
YULIA: ¡Espera! ¡Comprometerse? ¡Y ese estúpido! ¡Tengo que ir contigo!
NICO: ¡No! Tú quédate aquí con Scarlett y espéranos. Cualquier cosa te llamo.
YULIA: ¡Nico, mi novia está a punto de comprometerse con ese hijo de perra! ¡Tengo que…! –Nico interrumpió a Yulia.-
NICO: ¡Te quedas y punto! ¡Contigo vamos a tardar más en salir de ese lugar! –Sin cruzar más palabras, buscó las llaves de su auto y salió disparado dejando inclusive la puerta del departamento de Scarlett, abierta.-
SCARLETT: Tranquila, Yul.
YULIA: ¿Perdón?
SCARLETT: ¿Qué?...
YULIA: No sueles llamarme de esa forma… Lo haces sólo cuando estás realmente consternada por algo o cuando…
SCARLETT: ¿Cuándo qué cosa, Yul?
YULIA: -Sosteniendo una sonrisa ligera y muy tierna, le respondió- Cuando estás en tus días.
SCARLETT: Tonta. –Le devolvió la sonrisa y la contempló desde la comodidad de uno de los sofás en la sala. Sostenía su cabeza apoyándola en tres de sus dedos mientras que su brazo reposaba en el descansa brazos del mueble. Tenía sus piernas cruzadas de manera muy sugerente. Vestía una blusa de tirantes y su mini short que resaltaba la esculpida y bella forma del cuerpo de Scarlett. Esta combinación le ocasionó un poco de nerviosismo a Yulia, la cual además de preocupada y furiosa, ya no tenía cabeza para poder procesar correctamente las cosas. Decidió dejar a Scarlett y anunciar que regresaría a casa a lo cual, la objeción de su amiga, no se hizo esperar.-
YULIA: Creo que, debo irme ya. Gracias por escucharme, Scarlett. En el camino le llamo a Nico para saber sobre Lena. Me lleva el carajo. –Carraspeó.-
SCARLETT: Si te vas, olvídate de quedarte en Moscú.
YULIA: ¡Y qué! ¡Somos ya mayores de edad! Ya nos excedimos de hecho… El hecho de vivir en casa de mis padres, no les da derecho sobre mí. ¡No me iré!
SCARLETT: Pero lo ejercen, Yulia. Ejercen su libertad de decidir. ¿Por qué mejor no nos vamos al departamento que habías comprado? Allá tienes ropa, te puedes quedar, es seguro y sirve que me invitas algo de tomar y seguimos conversando. La noche es larga y el resto de la semana, Kozlov tendrá puertas cerradas. Tiempo hay.
YULIA: ¿Qué?
SCARLETT: Cuando te fuiste con Lena, nosotros aguardamos y discutimos un poco con ambas. Las retamos. Estábamos sobresaltados y ellas también. Ya no era nada profesional ni académico. Era algo más personal. Ellas contra todos nosotros. Entonces nos anunciaron que serían muy severas con ustedes por culpa de nosotros, pero sobretodo, por tratar de tener una relación. Un amor imposible.
YULIA: ¿Y eso qué tiene que ver con Kozlov?
SCARLETT: Pues que debimos imaginar la rapidez de la reacción de tu mamá y el alcance de su poder. Cuando íbamos saliendo del conservatorio, dieron un aviso general a través del conmutador de Kozlov. En todo el edificio se anunció que por cambios NE-CE-SA-RIOS y UR-GEN-TES al proceso de selección, el cuerpo de profesores tendría que reunirse para tratar ese punto junto con el cierre del proceso de seleccionados para el pre-concierto de talentos. Fue todo. Y sucedió por la Mtra. Nastya, ¿Por quién más?
YULIA: Pero… ¿Para qué?...
SCARLETT: Con lo que ya sé de tu boleto a Alemania pues es sencillo. Simplemente va a tomarse el tiempo de desaparecerte de Kozlov. Regresaremos y ya no será tan escandaloso puesto que el transcurrir de los días habrá dejado un poco atrás el extraño suceso de hoy. Y sobre todo, se asegurará de no permitir que tengan tiempo de reaccionar, es decir, hará que la competencia se eleve y que Kozlov estalle al máximo su competitividad. Los hará trabajar ardua y extensamente. Así tu baja de Kozlov no causará tanto furor.
YULIA: ¿Y tu familia? ¿Por qué no les cuentas?
SCARLETT: Negocios son negocios, mi Yul. Mientras Kozlov mantenga el alcance que tiene, ellos siguen ganando. Y además, sin evidencias de nada, no van a creerme ni a escucharme. Te lo digo porque por supuesto que hablé con ellos. ¿Tú crees que no lo iba a hacer? Pero, sólo me quedé haciendo rabietas ya que la Mtra. Nastya, sonrió muy socarronamente por su victoria. Me las pagará… Y perdona por eso, pero no es justo.
YULIA: Sí, te entiendo. Entonces, ¿Todo eso pasó? Increíble.
SCARLETT: Por eso, regresar no es una opción. Y aquí es verdad que no es buena idea que te quedes ya que es el primer lugar al que vendría a buscarte. Jamás pensaría en ir a buscarte a tu departamento. ¿Supo cuando terminaste de amueblarlo? Avísale a Nico y sirve que platicas allá con Lena. Deben arreglar sus cosas.
YULIA: No, no supo. Está bien. ¿Conduces? No tengo cabeza. Mañana a ver qué sucede.
SCARLETT: Sí, no te preocupes. Yo conduzco. –Le recibió las llaves a Yulia y se incorporó para salir del lugar. Percatándose de que la morena no la siguió, detuvo su marcha.- ¿Y ahora, qué?
YULIA: ¿Te irás así?
SCARLETT: Sí, así es. ¿Por qué?
YULIA: Sólo preguntaba… Cierra bien.
SCARLETT: Actualmente los accesos con tarjeta son de lo mejor. Bastante seguros y por supuesto privados. Déjate de preocuparte por eso ahora y vámonos ya porque te garantizo que te vendrá a buscar tarde que temprano.
YULIA: ¿Y a poco puede accesar hasta aquí?
SCARLETT: Tratándose de tu madre, sí. –Salieron del edificio y abordaron el auto de Yulia para desaparecer pronto. El camino fue muy reservado y un poco incómodo. Sólo se limitaron a llamarle a Nico para informarle que estarían en el departamento de Yulia. Le dio los datos para que le permitieran el acceso al estacionamiento y al edificio.-
YULIA: Cualquier cosa, márcame, idiota. Si no, no vas a poder si quiera acercarte. –Colgaron sin poder hablar más. Ni siquiera pudo saber cómo iban las cosas. No tenía ni la más remota idea si ya habían llegado para ayudarle a su pelirroja. La incógnita le estaba carcomiendo su paz y acongojaba su pecho.-
SCARLETT: Cuando lleguemos te invito cerveza para esperar a los chicos. Por ahora ya no insistas. La traerán, te lo aseguro. –La volteó a ver rápidamente y con una de sus manos, la tomó del rostro para acariciarlo con delicadeza.-
YULIA: Gracias, no seas tan cariñosa, Scarlett. Pero de verdad gracias. Espero que así sea…
El plan de Scarlett y Yulia fluyó a la par de los minutos, los cuales pasaban muy lentos como cada trago a la Baltika que la morena iba dándole. –Lena, mi amor, te necesito aquí.- Pensó minuto tras minuto que iba consumiéndose.
Nadia no demoró en llegar al complejo de departamentos en el que se encontraba Lena inmersa en la encrucijada de su vida: la obediencia o desobediencia. No había más. Se encontraban reunidos Vanya, la Sra. Anna y dos tías de la joven pelirroja. –Tus testigos ante el compromiso que esta noche se formalizará con el Sr. Luzhin.- Esa frase retumbó en los pensamientos sumergidos de la Srta. Katina. Su mente se encontraba al lado de Yulia y los momentos especiales que acababan de fabricar. A penas y su amor por fin estaba encontrando su momento y no era justo no darse una oportunidad.
La realidad era que tenía que correr de ese lugar y deshacer cualquier aspiración de Vanya para apartar la idea de matrimonio. Cayó a la cuenta que la única manera era confrontando la situación verdadera. Confesar que no lo amaba era la mejor opción para destruir el deseo fervoroso del Sr. Luzhin. La Sra. Anna Katina no necesitaba esa declaración del todo; conocía perfectamente los sentimientos de su hija por Yulia Volkova inclusive desde mucho antes de la reciente confrontación en Kozlov, de hecho, pudo descubrirlo aquél día en el estacionamiento del conservatorio en el que a su vez, Anna llegó casi fusionada al cuerpo de Nastya. Sin embargo, Lena necesitaba por primera vez en su vida, enfrentar directamente, a su madre la Sra. Anna. No quedaba más tiempo. Por cobardía, no estaba dispuesta a perder a Yulia.
ANNA: Bueno, Sr. Luzhin, de seguro está ansioso por hacerle su propuesta a mi hija. No le quito más tiempo, adelante. –Anna sonrió con malicia y con aires de una victoria evidente.-
VANYA: Gracias, mi querida Sra. Anna Katina. Bueno yo quiero pedirle, esta noche, que… -Un estruendo en la puerta alertó a Anna quien de inmediato se incorporó.-
ANNA: ¿Quién podría ser? –Avanzó decisivamente hacia la puerta. Una figura bastante conocida para Anna, se dibujó detrás de la puerta.- ¿Nadia? –Preguntó con asombro.-
NADIA: Sra. Anna Katina –Sin pedir permiso de entrar, se abrió paso y sin gastar más tiempo, tomó la mano de su amiga para dirigirse nuevamente a la puerta del departamento. El escape no iba a suceder pronto; primero tendrían que confrontarse a Anna Katina y por supuesto, a Ivan Luzhin.-
ANNA: ¿Ya se van? Si ni siquiera le di autorización de entrar, Srta. Nadia. Y tú, Lena, es de pésima educación y respeto a tus padres irte sin más explicaciones. Y por su cuenta Srta… Jacova, no me obligue a pedirle que se vaya. –Finalizando la declaración de la Sra. Katina, detrás de ella apareció Petrovic y la reacción de Ivan Luzhin no se hizo esperar.-
VANYA: ¿Tú? ¡Qué demonios haces aquí!
NICO: Nadia, Lena, vámonos ya. Nada que le importe Señor, con su permiso, me llevo a mis chicas. Sra. Katina y respetables señoras aquí presentes, disculpen mi inesperada aparición. –Tomó la mano de Nadia y trató de alcanzar la de Lena, sin embargo Vanya le jaló del brazo. La reacción de Nico al ver la acción, fue explosiva. Ya mucha paciencia le había tenido como para soportar otra más. Las cosas si de por sí ya estaban fuera de control.-
NICO: ¡Te dije que no te iba a pasar otra! –Soltó la mano de Nadia para encontrar la cara de Vanya con un puñetazo. El joven cayó instantáneamente básicamente fuera de combate. Pero la furia y el enfado de Nico no acabaron sino hasta que le sembró un puñetazo tras otro hasta que Vanya le imploró dejarlo; sus ojos hinchados, sangrando y lagrimeados por la golpiza, fueron suficiente para que Nico decidiera cesar la paliza. Se incorporó para tomar la mano de Nadia y abrazar a Lena. Les pidió darse prisa para alejarse del lugar y escena. La Sra. Katina estaba perpleja de la gran dosis de golpes que sin meter si quiera una sola vez las manos, le propició el Sr. Nico Petrovic a Luzhin.
ANNA: ¡Sr. Luzhin! ¡Ni las manos fue capaz de meter? ¿Es todo lo que puede defenderse? ¡Vaya, hombre!
VANYA: ¡Cállese! ¡Debió de haber llamado a seguridad! ¡Ahora esos imbéciles ya se fueron! ¡Ayúdeme a pararme! No puedo levantarme… -La Sra. Anna y las tías de Katina, trataron de controlar un poco su aún asombro y adrenalina por la golpiza para ayudarle y curarle. Tras la fugaz huída, simplemente el departamento quedó mudo. Ni las tías de la chica ni Anna, pudieron decirse algo. Simplemente auxiliaron a Vanya-
Nico y las chicas iban tan apresurados que salieron más rápido del edificio que de lo que entraron. Pronto se encontraban en marcha a casa de Yulia. Cuando menos Yulia y Lena ya estarían juntas de nuevo y con un poco de esfuerzo pero con la suficiente convicción, podrían hablar para aclarar la situación. O por lo menos, ese era el plan.
NADIA: Oye Lena, perdona que me meta aún más. Sé que estás aún muy confundida por todo pero, debes hablarle a tu padre. Realmente tu mamá está fuera de control y poco le ha valido siquiera, el conservatorio y todos los espectadores. Está fuera de sí. Esto que hizo, no tiene justificación. Es aberrante lo tan aprensiva que es.
LENA: Sí… Han sido muchas cosas. –Y las que faltaban.- Pero, quizá tengas razón. Pero… mi teléfono… ¡Rayos! Todo sucedió tan súbitamente que olvidé recogerlo del piso. Básicamente está regado en partes pero no creo que se haya descompuesto. ¿Me prestan un celular?
NICO: Por supuesto, toma el mío. Tengo suficiente saldo. –Le dieron un poco de privacidad en lo que la llamada de su amiga, lograba entrar y conversaba con su padre. Mientras tanto, Nadia aprovechó para marcarle a Yulia para avisar que estaban a pocos minutos de llegar a su departamento.-
NICO: Marca el celular de Scarlett. Te lo doy... –Dictó el número y Nadia procedió a esperar en la línea.-
NADIA: No, amor. Tampoco Scarlett contesta.. ¿Se habrán quedado dormidas?
NICO: Quizá, ya es tarde. Yulia por lo menos ha de estar agotada. Pues tendremos que tocar… Y sobre todo, seguir insistiendo, amor. –Todos los intentos fueron en vano. Por algún motivo, Yulia no respondía las llamadas.- Sí... quizá ya se nos quedó dormida. Tendremos que tocar y esperar. –Concluyó antes de girar justamente para quedarse en espera de que le permitieran el acceso al estacionamiento. Era primordial subir rápido al último piso del edificio de departamentos. No tenían tiempo que perder. Avanzaron rápido hacia el elevador y éste no demoró en subirlos hasta el piso final. Se abrieron las puertas del elevador y los tres, se pusieron en marcha.
NADIA: ¿Le insisto a su teléfono?
NICO: No, se ha de haber quedado dormida. Mejor tocamos directamente. –Sí comenzaron a tocar pero no obtuvieron respuesta.- Esto es extraño… Ella me dijo que estaría aquí. Continuaron tocando y como resultado, continuaron sin obtener respuesta.- ¡Con un demonio! Me lleva el… -Sin pensarlo ni imaginárselo, giró la perilla de la puerta y ante él, la puerta pudo abrirse fácilmente.- ¡Oh mira! ¡Por fin un poquito de suerte! Esta bestia no cerró con precaución. Adelante chicas –Invitó a pasar a Nadia y Lena. Le llamaron a Yulia y Scarlett pero al no obtener respuesta, nació un poco de temor y confusión.- Nadie… Tengo que buscar en la habitación de Yulia. Esto ya me preocupó. –Avanzó hacia la alcoba pero la puerta se encontraba cerrada. Sin tocar y girando lentamente la perilla, destapó la peor escena en la que pudo haber llegado. Nadia y Lena llegaron detrás de Nico y atónitas, observaron el semi-espectáculo.-
Scarlett se encontraba sobre Yulia con uno de los tirantes de su blusa desajustado. Yulia permanecía inmóvil; como inerte. Scarlett tenía una mano en el centro del pecho de Yulia y sus labios no paraban de moverse en los de la morena. El cabello de Yulia estaba alborotado y los botones de su camisa, en su gran mayoría, desabotonados. Las sentaderas de Scarlett reposaban al nivel del sexo de la morena y en esta posición, Scarlett jugaba con un vaivén muy sugestivo. No hacía mucho que Scarlett y Yulia habían terminado en esa situación. Lena permaneció inmóvil al igual que los chicos. Era insoportable para Lena; -¿Qué demonios?- Pensó y tomando impulso y fuerza para reaccionar, abrió la puerta con mucho ímpetu provocando que se estrellara hasta topar con la pared. La reacción de Scarlett y Yulia fue inmediata. Por el contrario, tanto Nadia como Nico estaban perplejos. Nico trató de reaccionar rápido y jaló a Lena hacia su cuerpo en un intento desesperado por aislarla de la escena pero con lo que acababa de ver, había sido suficiente. Las cosas de la noche a la mañana, habrían cambiado por completo…
SandyQueen- Mensajes : 184
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Capítulo XV
LENA: ¡Suéltame! –Caminó completamente enfurecida hacia mí y Scarlett.- ¡Qué demonios es esto VOLKOVA! –Me clavó su mirada incendiada de enojo. Aún no podía reaccionar bien, estaba completamente fuera de mí. Había combinado tragos mientras esperé la eterna llegada de Lena y los chicos… Por supuesto fue una pésima elección y quedé completamente dormida. Me esforcé en tratar de apaciguar a Lena por la escena con Scarlett, pero además… ¿Qué demonio se le había metido a Diatlova! Pensé en todo lo que tenía que arreglar y aclarar con ambas.
YULIA: Lena, mi amor, es que no es lo que… -No pude terminar mi frase. Lena me interrumpió soltando con todas sus fuerzas, una cachetada. Fue tan fuerte que terminé por despertar en su totalidad. Quedé inmóvil, ¿Lena? Su bofetada me dolió más en el alma que nada. Podía hincarme y jurarle mi amor y que realmente yo también estaba igual o más confundida pero no era para nada, momento de hacerlo. Mi pelirroja estaba completamente fuera de sí. Por supuesto se sentía enteramente desquiciada de celos.
SCARLETT: ¡Oye! ¡No la golpees Katina! –También fueron sus últimas palabras antes de que Lena se le dejara ir al rostro propiciándole también, una cachetada. No debió hacerlo. Era la peor persona para hablar en ese instante. Aunque agradecí en el fondo, su intención como siempre, de defenderme.
LENA: ¡Tú no eres nadie para hablar! ¡Eres de lo peor Scarlett! ¡Y tú me das asco, Volkova! Fui una estúpida al llegar aquí. ¿Sabes qué? Quédate con Scarlett. ¡Yo me largo!
Nadia en un intento por retener a Lena. Se anticipó a su salida cerrando de empujón la puerta. Nico trató de ayudarle interponiéndose entre la puerta y Lena.
LENA: A un lado. –Resopló con gran fastidio y rabia.-
NICO: No. Definitivamente no. Tenemos que aclarar qué pasó aquí… -Lena refunfuñó al comentario de Nico.-
LENA: Esto es denigrante. No se los voy a permitir.
NADIA: Amiga, creo que deberías…
LENA: ¡Tú también cállate! ¿A ti te gustaría entrar a la recámara de tu novio y que esta tipeja que está atrás de mí se encuentre sobre él? –Miró desafiante a Nadia.- ¡Por supuesto que no! ¡Ahora si me permiten, me largo!
YULIA: ¡Amor! –Lena se quedó quieta. No podía ver la expresión en su rostro porque estaba de espaldas a mí.-
LENA: ¡Cállate, Volkova! ¡Ya no lo soy! ¡Es más! –Aún con el teléfono de Nico, lo sacó y comenzó a marcar.-
NADIA: Qué demonios estás haciendo, Katina…-Hubo silencio un instante y al cabo de éste, Lena comenzó a hablar.-
LENA: Vanya, sí, soy yo. Perdón… Sí, sé que mis amigos te hicieron esto… Se desquiciaron pero yo realmente no quería marcharme. No en serio… -Nadia comenzó a gritarle y Nico le exigió su teléfono de regreso.- No tengo mucho tiempo. Voy de regreso a casa. ¿Puedes esperarme? Realmente quiero formalizar nuestro compromiso. Sí… -Titubeó. Lo sabía perfectamente. Aún así trató de tomar estúpidamente, valentía con ayuda de su coraje.- Quiero casarme contigo. .Todos pegamos un brinco y el escándalo fue tremendo. Yo me trababa, ¿De verdad iba a atreverse a hacerlo? No encontraba la manera de pedirle una tregua para poder explicarle lo que había sucedido. Aunque de cierta manera, con quien necesitaba hablar primero era con Scarlett porque… ¿Por qué nos puso en una situación así? Si no conocía su respuesta, no iba a poder hablar con decisión y seguridad. Lena lo notaría y quedaría aún más inconforme.- Sí… por favor… Adiós. –Colgó y por inercia, me abalancé a abrazarla para retenerla.-
YULIA: ¡Lena, por favor! ¡Tenemos que hablar! ¡Esto no fue lo que piensas! ¡Entiéndeme que tiene una explicación!
LENA: ¡Cállate! ¡Me largo y punto! ¡Y ustedes también deberían de hacer lo mismo! –Le exclamó a Nico y Nadia.- Aquí las señoritas tienen mucho por hacer… -Me miró fijamente y enseguida se giró hacia Scarlett para barrerle de los pies a la cabeza. Enseguida se retiró dejando la habitación aturdida y a mí, totalmente fría.-
La noche terminó caóticamente. Tanto Nico como Nadia, salieron después de que se marchó Katina. Su preocupación y estremecimiento, pasó a convertirse en coraje, enojo y decepción. Habían hecho todo lo que estuvo en sus manos por traer ante mí a Lena para conversar después del tremendo escándalo en Kozlov. Sin embargo a Scarlett se le metió el demonio y había terminado sobre mí. Desabotonó mi camisa e hizo lo mismo con la suya. Alborotó mi pelo después de un beso muy apasionado. Justamente con esa escena, recibimos a la chica de la cual me enamoré sin poder resistirme. No pude percatarme antes porque estaba perdidamente dormida. Ni siquiera sentí cuando me besaba o cuando pasaba sus manos por mi cabello. Scarlett me debía también una explicación. Le pedí que se quedara cuando los chicos salieron de mi habitación y de mi departamento. Nico se inconformó y nos sentenció diciéndonos que éramos de lo peor. Le grité ya harta e indignada y les exigí que me dejaran a solas con Scarlett.
No perdí tiempo y en cuanto nos quedamos solas, mi bombardeo de preguntas no se hicieron esperar.
YULIA: ¡Qué carajos te pasa, Scarlett? ¡Te das cuenta de la estupidez que hiciste? ¡Por tu maldita culpa estoy a punto de perder a la mujer que amo! ¡Yo quiero llegar a casarme con ella, OBVIAMENTE no quiero que se case con el imbécil que se agasajó contigo! –Scarlett tomó haciendo a la orilla de la cama. Me dejó hacer todas las rabietas que quise y exclamar todo lo que necesitaba. Al final, dio inicio a saciar mis cuestionamientos y enojo.-
SCARLETT: ¿Ya?
YULIA: ¡Ya!
SCARLETT: Yulia, desde hace tiempo, yo te amo. –Casi me caigo al suelo de la impresión. No fui capaz de decir nada. Ella al instante lo supo y decidió continuar saciando mis dudas a costa de mi asombro y de dejarme perpleja. Te dije que no mezclaras tantos tragos de diferente tipo y no lo recordarás pero terminaste llorando. Desahogaste con llanto, todo lo que estabas cargando. Me rompiste el corazón. Nunca te había sentido con esa tristeza, con esa preocupación gigantesca y con tu inquietud tan fuerte. Me desarmaste. Te juro, Yulia, que siempre he luchado contra mi sentimiento. No puedes obligarme a no verte como lo hago. No me bastó con llevarte a la cama a que reposaras. Me surgió un insoportable instinto por besarte y hacerte mía… Está mal, lo sé. Es malo porque actué sin tu consentimiento cuando no sabías nada de ti misma. Siempre has contado conmigo y seguirá siendo así… si me lo permites. No volverá a suceder, Volkova. Perdóname por amarte así… -Terminó y su mirada cayó a la alfombra. Sus ojos azulados se inundaron de lágrimas. Me acerqué lenta y nerviosamente. Cada palabra se clavó en mi cabeza. Estaba muy sorprendida.-
YULIA: Nunca me lo dijiste… Ni siquiera cuando estuve interesada en ti… ¿Recuerdas?... ¿Por qué no me lo dijiste antes? Pudimos haber sido algo más en su momento…
SCARLETT: No digas eso. No es verdad. Soy tu mejor amiga, Yulia.
YULIA: ¿Y eso qué?
SCARLETT: Tú y yo sabemos perfectamente que íbamos a preferir tratarnos como amigas que como pareja. Hay personas destinadas a ser amantes, mientras que otras su labor es conservar y salvaguardar una amistad. Yo estoy hecha para ser tu amiga, no tu novia. Lena es la indicada para ser tu novia y si lo deseas, tu futura esposa. La química entre ustedes es imparable. Son un Ying Yang perfecto.
YULIA: ¿De verdad lo crees?
SCARLETT: Estoy convencida de eso. Por eso tienes que luchar.
YULIA: Siento que ya no puedo… No sé cómo acercarme a ella. Necesitaba pedirte una explicación pero ahora que la tengo, no sé si me juzgará de mentirosa o si me creerá.
SCARLETT: Yo sé cómo. –Hizo brincar mi curiosidad.-
YULIA: ¿Cómo?
SCARLETT: Espérate. Antes de hacerlo primero quiero ofrecerte mis disculpas por mi comportamiento. –Traté de interrumpirla diciéndole que no era necesario, pero con la señorita Diatlova, nunca se puede.- No me digas que no es necesario porque sí lo es y no basta con eso. Ocasioné un problema por el descontrol de mis emociones y mi sentimiento.
YULIA: Ya sabes que no hay problema. Ya pasó. Ahora sólo quiero solucionar esto.
SCARLETT: Para mí sí era necesario. Espero que me hayas escuchado bien, monstruo. –Por fin volvía a su comportamiento normal y el ambiente de nuevo se hizo tan familiar como solía serlo. Había valido la pena la breve charla. Le respondí agitando mi cabeza en forma positiva para hacerle saber que efectivamente, había escuchado atentamente su disculpa.- Ahora bien, como te dije, yo sé qué podemos hacer.
YULIA: ¡Perfecto! Me encanta cuando te pones tan creativa, Scarlett. Te escucho. –Me senté junto a ella y le regalé una sonrisa grande y a la vez ansiosa.-
SCARLETT: Tu madre comenzará a buscarte por cielo, mar y tierra si no te vas. Terminará encontrándote. –Todos los que conocían a la Sra. Nastya Volkova, sabían lo bastante ágil para básicamente todo.- Tienes que tomar ese vuelo.
YULIA: ¿Qué dices, bestia?... ¿Te volviste loca? Ya sé, aún no vuelves a la normalidad entonces.
SCARLETT: Estoy hablando en serio. Vas a tomar ese vuelo. –Le volví a replicar.- No es negociable. Ocupo que te vayas a Alemania.
YULIA: ¡Pero por qué! ¿Te das cuenta que estaré más lejos que nunca de Lena? Y el punto aquí es… -Me interrumpió.-
SCARLETT: El punto es que te vayas para que las cosas parezcan tomar su cauce. Tu madre se calmará un poco al igual que Anna. Lena tendrá tiempo para asustarse con su decisión y entonces entraré yo en acción.
YULIA: Te volviste loca… definitivamente.
SCARLETT: ¡Ya cállate, monstruo! Ya tengo un plan a seguir.
YULIA: ¡Uy! ¡Perfecto! Me quedo bastante tranquila. De seguro es tan sensato como la parte de tu grandioso plan que me has contado.
SCARLETT: Pues sí tiene sentido, aunque lo digas sarcásticamente. Ya te dije el por qué debes irte a Alemania. El resto déjalo en mis manos.
YULIA: ¿Así como estuve yo en tus manos? Olvídalo.
SCARLETT: Estás ganándote una paliza…
YULIA: Ya… Sólo bromeaba amablemente.
SCARLETT: ¿Confiarás en mí?
YULIA: Lo haré.
Se limitó a sonreírme y se levantó de la cama. –Bien, entonces, mañana te despierto a las 5 a.m. para llevarte a tu casa. Nastya se aliviará de verte justo a tiempo para tu vuelo. Prepara maletas de una vez con lo que tienes aquí. Quiero hacer esto rápido porque necesitaré tiempo… ¡Ah! Otra cosa, dame las llaves de tu casa y no quiero más preguntas.- Me dijo y sin darme espacio para preguntar el por qué le urgía tanto agilizar mi vuelo y por qué quería mis llaves (las cuales se las di sin chistar), se esfumó. –Me dormiré en la sala mientras veo televisión.- Gritó mientras se alejaba de mi habitación. Me dejé caer boca arriba en mi cama. Mi cabeza repasaba una y otra vez todo lo que había sucedido. Me sentía agotada y con el estómago revuelto de las porquerías que mezclé. Decidí apresurarme a hacer lo que Scarlett me pidió y dejé mis maletas hechas rápidamente. Preparé la bañera para ducharme rápidamente y puse un poco de música en toda mi pieza para acompañar mi baño relajante. La mañana se me vendría encima tan rápido… Y el tiempo se me iba a agotar si no tomábamos control de la situación.
El aeropuerto Sheremétievo nos quedó a unos 30 minutos aproximadamente. Observaba por la ventanilla de mi asiento a la Moscú en movimiento. Mi hermosa Katina, ¿Qué estarás haciendo? ¿Realmente te comprometiste? ¿Estarás con ese tipo en este momento?- Mi mente comenzó a desesperarme con las mismas interrogantes y me aferré a las palabras de Scarlett. Tenía tantos deseos de salir corriendo como loca a la búsqueda de Lena… Al verla me arrodillaría y le suplicaría que me escuchara. Sin embargo teníamos un plan (O por lo menos Scarlett), y debíamos llevarlo a cabo para garantizar que esta vez, todo saldría bien.
Eran las 07 a.m. y mi energía estaba en Kozlov. Mis pensamientos se quedaron repasando la belleza de Lena y mi alma se quedó a su lado. Pasé a documentar mis maletas las cuáles no eran grandes y no iban tan cargadas. Mis padres me tenían que dejar para pasar a la sala de abordaje y esperar los últimos minutos antes de que se diera aviso para subir al avión. Me sentía por el momento, ligeramente derrotada y sin ánimos. Además aún tenía secuelas de la severa combinación que hice la noche anterior. No podía superar los sucesos que se desencadenaron y me estaban separando hasta ese momento, de la mujer a la que le quería entregar todo mi amor. –Si tan sólo llegaras por mí...- Una voz familiar irrumpió mis pensamientos.
NASTYA: Cuando llegues allá la que será tu maestra de idioma te estará esperando; Astrid Weiss. Vivirás con ella. Se llevarán bien. Es muy joven. Nosotros te estaremos depositando en tus cuentas el dinero que vayas generando de los ingresos que dejas en Moscú. También te enviaremos una suma de dinero por nuestra cuenta. No tienes motivos para decir que estarás mal. Además tendrás mucho tiempo y puedes dedicarte a buscar otra fuente más de trabajo. Por el momento focalízate en aprender alemán. Buen viaje, hija. –Mis ojos estaban colerizados. Sus palabras eran una burla para mí aunque agradecía de cierta manera, pensar en todo. Aunque sonó apacible, la realidad era que yo estaba inconforme al momento de despedirme de ellos. Mi padre parecía tranquilo. Tragué saliva y me despedí lo más silenciosamente de ambos. Me puse mis audífonos y subí el volumen a mi IPod. Al poco tiempo, en la sala de abordaje nos indicaron ir ingresando. El vuelo duraría de 3 a 4 horas. Para mí, me parecería eterno hasta no saber noticias de Scarlett o Lena.
Llegué al aeropuerto de Alemania. Era la primera vez que viajaba para allá y no me agradaba la idea de pensar que sería para quedarme a vivir. En la terminal, ya esperaba por mí la que sería mi instructora para aprender el idioma. Me recibió gentilmente y me invitó a avanzar para salir al estacionamiento para recoger su automóvil. Realmente no tenía deseos de nada así que congelé la conversación durante todo el camino. Scarlett aún no me llamaba y eso me tenía preocupada, para variar.
ASTRID: Muy bien Srta. Volkova, estamos por llegar. ¿Qué te está pareciendo el lugar? –Sólo sonreí ligeramente y asentí en forma positiva con mi cabeza.- Bien, me alegra que cuando menos te esté gustando ya que pasarás una temporada. –Ni en sueños. Pensé para mis adentros mientras veía una y otra vez mi teléfono. Nada, absolutamente nada. Quizá me estoy impacientando mucho y antes de tiempo. Quizá el plan de Scarlett conlleva esperar… y esperar… y esperar. Lancé un suspiro y traté de contenerme. A penas y había llegado a Alemania y ya quería que todo se resolviera.-
YULIA: ¿Qué cenaremos?
ASTRID: ¿Tienes antojo de algo?
YULIA: Una hamburguesa está bien. Es universal. En todas partes existen. Quiero una. ¿Podemos?
ASTRID: Claro. Pero primero dejamos tus maletas y te presento tu nuevo hogar. Te instalas rápido y te espero en el auto.
YULIA: Perfecto. Gracias. –Sonreí y me tomé la libertad de poner música. Mi vida sin ella, no se completaba. El edificio en el que viviríamos, era muy bonito y confortable. Me gustó pero sólo por unos días; no iba a aceptar pasar meses o años ahí. Astrid me mostró el resto del departamento. Le agradecí y entonces le insistí de nuevo ir por las hamburguesas. Volvimos a salir y nos fuimos directo por ellas.
Llegamos a Berlin Burguer International; según Astrid, el mejor lugar en Berlín para comprar una hamburguesa. Buscamos una mesa disponible para comerla ahí. Por el momento yo no entendía nada pero Astrid me ayudó a saber las especialidades que tenían y la pidió por mí.
ASTRID: Aunque no lo creas, aquí comemos todo menos la comida de origen alemán. –Sonreí incrédulamente.-
YULIA. No, no te creo. ¿Por qué sería así?
ASTRID: Bueno, es que aquí les gusta la sazón extranjera.
YULIA: Entonces… ¿Qué diablos comen?
ASTRID: Fácil; hamburguesas, sushi, pizza y cosas así. Bueno, por supuesto, comemos en casa platillos del país pero salir a restaurantes con esta comida, regularmente lo hacen sólo los extranjeros. Nosotros preferimos comer lo que no es de aquí. –A penas acababan de acercar nuestro pedido y mi teléfono comenzó a timbrar.-
YULIA: Disculpa, Astrid. Lo que pasa es que olvidé llamar a mi madre y me está llamando. En seguida termino y sigo contigo. Permíteme contestar.- Ella asintió.- Ajá… Sí lo olvidé. Ya tenía hambre. Es bastante cómoda… no me quejo. Estoy a gusto por el momento (sólo y únicamente por el momento). –Por primera vez, las preguntas de mi madre habían finalizado. El motivo me lo dio a conocer justamente al final.- ¿Y ustedes cómo están? –Le respondí. Gran sorpresa me llevé cuando de inmediato mi mamá me puso al tanto de lo que había ocurrido…
NASTYA: Hija trataron de robarnos. O eso es lo que creemos. No sabemos por qué no se llevaron nada. –Casi escupía mi bebida al escucharla. De instante me tomó sorpresiva pero de inmediato analicé las últimas palabras: “No sabemos por qué no se llevaron nada…”-
YULIA: A ver, ¿Cómo que no se llevaron nada? –A la casa no era fácil entrar ya que las chapas de la puerta eran casi inviolables. Cada chapa para intentarla abrir, como mínimo te tardarías alrededor de 15 minutos, eso si sabías la contraseña de la alarma y para que no se llamara por automático a la estación de policía.-
NASTYA: No, absolutamente nada.
YULIA: ¿Pero entonces sólo movieron cosas?
NASTYA: No, absolutamente nada. Todo quedó intacto. Abrieron la puerta de nuestra recámara pero tampoco nos falta nada. Estamos muy confundidos. Fuimos directamente con los responsables de la seguridad pero nos dijeron que a los únicos que habían ido al piso hemos sido nosotros y nuestra hija, osea tú y quizá lo dicen porque te vieron hoy en la mañana Como quiera, cualquier cosa, te avisaría, Yulia. Diviértete y avisa cuando regresen a casa. –Colgó. Yo me quedé pensativa.-
YULIA: ¿Serás tú, Scarlett? –Pensé que lo había dicho con voz muy baja pero Astrid alcanzó a pescar mis palabras.
ASTRID: ¿Perdón?
YULIA: Nada… perdona… Esque…
ASTRID: ¿Todo bien, Yulia?
YULIA: Sí. Todo bien. De hecho todo está perfecto… -Perdí mi mirada y pensamientos en la mesa. “¿Habrás sido tú, Scarlett?... Eres una maldita. Tú sí que das miedo maniática.” Sonreí y por unos minutos, en mi pecho comencé a sentir felicidad y una esperanza por recuperar pronto a mi pelirroja…
Redención
LENA: ¡Suéltame! –Caminó completamente enfurecida hacia mí y Scarlett.- ¡Qué demonios es esto VOLKOVA! –Me clavó su mirada incendiada de enojo. Aún no podía reaccionar bien, estaba completamente fuera de mí. Había combinado tragos mientras esperé la eterna llegada de Lena y los chicos… Por supuesto fue una pésima elección y quedé completamente dormida. Me esforcé en tratar de apaciguar a Lena por la escena con Scarlett, pero además… ¿Qué demonio se le había metido a Diatlova! Pensé en todo lo que tenía que arreglar y aclarar con ambas.
YULIA: Lena, mi amor, es que no es lo que… -No pude terminar mi frase. Lena me interrumpió soltando con todas sus fuerzas, una cachetada. Fue tan fuerte que terminé por despertar en su totalidad. Quedé inmóvil, ¿Lena? Su bofetada me dolió más en el alma que nada. Podía hincarme y jurarle mi amor y que realmente yo también estaba igual o más confundida pero no era para nada, momento de hacerlo. Mi pelirroja estaba completamente fuera de sí. Por supuesto se sentía enteramente desquiciada de celos.
SCARLETT: ¡Oye! ¡No la golpees Katina! –También fueron sus últimas palabras antes de que Lena se le dejara ir al rostro propiciándole también, una cachetada. No debió hacerlo. Era la peor persona para hablar en ese instante. Aunque agradecí en el fondo, su intención como siempre, de defenderme.
LENA: ¡Tú no eres nadie para hablar! ¡Eres de lo peor Scarlett! ¡Y tú me das asco, Volkova! Fui una estúpida al llegar aquí. ¿Sabes qué? Quédate con Scarlett. ¡Yo me largo!
Nadia en un intento por retener a Lena. Se anticipó a su salida cerrando de empujón la puerta. Nico trató de ayudarle interponiéndose entre la puerta y Lena.
LENA: A un lado. –Resopló con gran fastidio y rabia.-
NICO: No. Definitivamente no. Tenemos que aclarar qué pasó aquí… -Lena refunfuñó al comentario de Nico.-
LENA: Esto es denigrante. No se los voy a permitir.
NADIA: Amiga, creo que deberías…
LENA: ¡Tú también cállate! ¿A ti te gustaría entrar a la recámara de tu novio y que esta tipeja que está atrás de mí se encuentre sobre él? –Miró desafiante a Nadia.- ¡Por supuesto que no! ¡Ahora si me permiten, me largo!
YULIA: ¡Amor! –Lena se quedó quieta. No podía ver la expresión en su rostro porque estaba de espaldas a mí.-
LENA: ¡Cállate, Volkova! ¡Ya no lo soy! ¡Es más! –Aún con el teléfono de Nico, lo sacó y comenzó a marcar.-
NADIA: Qué demonios estás haciendo, Katina…-Hubo silencio un instante y al cabo de éste, Lena comenzó a hablar.-
LENA: Vanya, sí, soy yo. Perdón… Sí, sé que mis amigos te hicieron esto… Se desquiciaron pero yo realmente no quería marcharme. No en serio… -Nadia comenzó a gritarle y Nico le exigió su teléfono de regreso.- No tengo mucho tiempo. Voy de regreso a casa. ¿Puedes esperarme? Realmente quiero formalizar nuestro compromiso. Sí… -Titubeó. Lo sabía perfectamente. Aún así trató de tomar estúpidamente, valentía con ayuda de su coraje.- Quiero casarme contigo. .Todos pegamos un brinco y el escándalo fue tremendo. Yo me trababa, ¿De verdad iba a atreverse a hacerlo? No encontraba la manera de pedirle una tregua para poder explicarle lo que había sucedido. Aunque de cierta manera, con quien necesitaba hablar primero era con Scarlett porque… ¿Por qué nos puso en una situación así? Si no conocía su respuesta, no iba a poder hablar con decisión y seguridad. Lena lo notaría y quedaría aún más inconforme.- Sí… por favor… Adiós. –Colgó y por inercia, me abalancé a abrazarla para retenerla.-
YULIA: ¡Lena, por favor! ¡Tenemos que hablar! ¡Esto no fue lo que piensas! ¡Entiéndeme que tiene una explicación!
LENA: ¡Cállate! ¡Me largo y punto! ¡Y ustedes también deberían de hacer lo mismo! –Le exclamó a Nico y Nadia.- Aquí las señoritas tienen mucho por hacer… -Me miró fijamente y enseguida se giró hacia Scarlett para barrerle de los pies a la cabeza. Enseguida se retiró dejando la habitación aturdida y a mí, totalmente fría.-
La noche terminó caóticamente. Tanto Nico como Nadia, salieron después de que se marchó Katina. Su preocupación y estremecimiento, pasó a convertirse en coraje, enojo y decepción. Habían hecho todo lo que estuvo en sus manos por traer ante mí a Lena para conversar después del tremendo escándalo en Kozlov. Sin embargo a Scarlett se le metió el demonio y había terminado sobre mí. Desabotonó mi camisa e hizo lo mismo con la suya. Alborotó mi pelo después de un beso muy apasionado. Justamente con esa escena, recibimos a la chica de la cual me enamoré sin poder resistirme. No pude percatarme antes porque estaba perdidamente dormida. Ni siquiera sentí cuando me besaba o cuando pasaba sus manos por mi cabello. Scarlett me debía también una explicación. Le pedí que se quedara cuando los chicos salieron de mi habitación y de mi departamento. Nico se inconformó y nos sentenció diciéndonos que éramos de lo peor. Le grité ya harta e indignada y les exigí que me dejaran a solas con Scarlett.
No perdí tiempo y en cuanto nos quedamos solas, mi bombardeo de preguntas no se hicieron esperar.
YULIA: ¡Qué carajos te pasa, Scarlett? ¡Te das cuenta de la estupidez que hiciste? ¡Por tu maldita culpa estoy a punto de perder a la mujer que amo! ¡Yo quiero llegar a casarme con ella, OBVIAMENTE no quiero que se case con el imbécil que se agasajó contigo! –Scarlett tomó haciendo a la orilla de la cama. Me dejó hacer todas las rabietas que quise y exclamar todo lo que necesitaba. Al final, dio inicio a saciar mis cuestionamientos y enojo.-
SCARLETT: ¿Ya?
YULIA: ¡Ya!
SCARLETT: Yulia, desde hace tiempo, yo te amo. –Casi me caigo al suelo de la impresión. No fui capaz de decir nada. Ella al instante lo supo y decidió continuar saciando mis dudas a costa de mi asombro y de dejarme perpleja. Te dije que no mezclaras tantos tragos de diferente tipo y no lo recordarás pero terminaste llorando. Desahogaste con llanto, todo lo que estabas cargando. Me rompiste el corazón. Nunca te había sentido con esa tristeza, con esa preocupación gigantesca y con tu inquietud tan fuerte. Me desarmaste. Te juro, Yulia, que siempre he luchado contra mi sentimiento. No puedes obligarme a no verte como lo hago. No me bastó con llevarte a la cama a que reposaras. Me surgió un insoportable instinto por besarte y hacerte mía… Está mal, lo sé. Es malo porque actué sin tu consentimiento cuando no sabías nada de ti misma. Siempre has contado conmigo y seguirá siendo así… si me lo permites. No volverá a suceder, Volkova. Perdóname por amarte así… -Terminó y su mirada cayó a la alfombra. Sus ojos azulados se inundaron de lágrimas. Me acerqué lenta y nerviosamente. Cada palabra se clavó en mi cabeza. Estaba muy sorprendida.-
YULIA: Nunca me lo dijiste… Ni siquiera cuando estuve interesada en ti… ¿Recuerdas?... ¿Por qué no me lo dijiste antes? Pudimos haber sido algo más en su momento…
SCARLETT: No digas eso. No es verdad. Soy tu mejor amiga, Yulia.
YULIA: ¿Y eso qué?
SCARLETT: Tú y yo sabemos perfectamente que íbamos a preferir tratarnos como amigas que como pareja. Hay personas destinadas a ser amantes, mientras que otras su labor es conservar y salvaguardar una amistad. Yo estoy hecha para ser tu amiga, no tu novia. Lena es la indicada para ser tu novia y si lo deseas, tu futura esposa. La química entre ustedes es imparable. Son un Ying Yang perfecto.
YULIA: ¿De verdad lo crees?
SCARLETT: Estoy convencida de eso. Por eso tienes que luchar.
YULIA: Siento que ya no puedo… No sé cómo acercarme a ella. Necesitaba pedirte una explicación pero ahora que la tengo, no sé si me juzgará de mentirosa o si me creerá.
SCARLETT: Yo sé cómo. –Hizo brincar mi curiosidad.-
YULIA: ¿Cómo?
SCARLETT: Espérate. Antes de hacerlo primero quiero ofrecerte mis disculpas por mi comportamiento. –Traté de interrumpirla diciéndole que no era necesario, pero con la señorita Diatlova, nunca se puede.- No me digas que no es necesario porque sí lo es y no basta con eso. Ocasioné un problema por el descontrol de mis emociones y mi sentimiento.
YULIA: Ya sabes que no hay problema. Ya pasó. Ahora sólo quiero solucionar esto.
SCARLETT: Para mí sí era necesario. Espero que me hayas escuchado bien, monstruo. –Por fin volvía a su comportamiento normal y el ambiente de nuevo se hizo tan familiar como solía serlo. Había valido la pena la breve charla. Le respondí agitando mi cabeza en forma positiva para hacerle saber que efectivamente, había escuchado atentamente su disculpa.- Ahora bien, como te dije, yo sé qué podemos hacer.
YULIA: ¡Perfecto! Me encanta cuando te pones tan creativa, Scarlett. Te escucho. –Me senté junto a ella y le regalé una sonrisa grande y a la vez ansiosa.-
SCARLETT: Tu madre comenzará a buscarte por cielo, mar y tierra si no te vas. Terminará encontrándote. –Todos los que conocían a la Sra. Nastya Volkova, sabían lo bastante ágil para básicamente todo.- Tienes que tomar ese vuelo.
YULIA: ¿Qué dices, bestia?... ¿Te volviste loca? Ya sé, aún no vuelves a la normalidad entonces.
SCARLETT: Estoy hablando en serio. Vas a tomar ese vuelo. –Le volví a replicar.- No es negociable. Ocupo que te vayas a Alemania.
YULIA: ¡Pero por qué! ¿Te das cuenta que estaré más lejos que nunca de Lena? Y el punto aquí es… -Me interrumpió.-
SCARLETT: El punto es que te vayas para que las cosas parezcan tomar su cauce. Tu madre se calmará un poco al igual que Anna. Lena tendrá tiempo para asustarse con su decisión y entonces entraré yo en acción.
YULIA: Te volviste loca… definitivamente.
SCARLETT: ¡Ya cállate, monstruo! Ya tengo un plan a seguir.
YULIA: ¡Uy! ¡Perfecto! Me quedo bastante tranquila. De seguro es tan sensato como la parte de tu grandioso plan que me has contado.
SCARLETT: Pues sí tiene sentido, aunque lo digas sarcásticamente. Ya te dije el por qué debes irte a Alemania. El resto déjalo en mis manos.
YULIA: ¿Así como estuve yo en tus manos? Olvídalo.
SCARLETT: Estás ganándote una paliza…
YULIA: Ya… Sólo bromeaba amablemente.
SCARLETT: ¿Confiarás en mí?
YULIA: Lo haré.
Se limitó a sonreírme y se levantó de la cama. –Bien, entonces, mañana te despierto a las 5 a.m. para llevarte a tu casa. Nastya se aliviará de verte justo a tiempo para tu vuelo. Prepara maletas de una vez con lo que tienes aquí. Quiero hacer esto rápido porque necesitaré tiempo… ¡Ah! Otra cosa, dame las llaves de tu casa y no quiero más preguntas.- Me dijo y sin darme espacio para preguntar el por qué le urgía tanto agilizar mi vuelo y por qué quería mis llaves (las cuales se las di sin chistar), se esfumó. –Me dormiré en la sala mientras veo televisión.- Gritó mientras se alejaba de mi habitación. Me dejé caer boca arriba en mi cama. Mi cabeza repasaba una y otra vez todo lo que había sucedido. Me sentía agotada y con el estómago revuelto de las porquerías que mezclé. Decidí apresurarme a hacer lo que Scarlett me pidió y dejé mis maletas hechas rápidamente. Preparé la bañera para ducharme rápidamente y puse un poco de música en toda mi pieza para acompañar mi baño relajante. La mañana se me vendría encima tan rápido… Y el tiempo se me iba a agotar si no tomábamos control de la situación.
El aeropuerto Sheremétievo nos quedó a unos 30 minutos aproximadamente. Observaba por la ventanilla de mi asiento a la Moscú en movimiento. Mi hermosa Katina, ¿Qué estarás haciendo? ¿Realmente te comprometiste? ¿Estarás con ese tipo en este momento?- Mi mente comenzó a desesperarme con las mismas interrogantes y me aferré a las palabras de Scarlett. Tenía tantos deseos de salir corriendo como loca a la búsqueda de Lena… Al verla me arrodillaría y le suplicaría que me escuchara. Sin embargo teníamos un plan (O por lo menos Scarlett), y debíamos llevarlo a cabo para garantizar que esta vez, todo saldría bien.
Eran las 07 a.m. y mi energía estaba en Kozlov. Mis pensamientos se quedaron repasando la belleza de Lena y mi alma se quedó a su lado. Pasé a documentar mis maletas las cuáles no eran grandes y no iban tan cargadas. Mis padres me tenían que dejar para pasar a la sala de abordaje y esperar los últimos minutos antes de que se diera aviso para subir al avión. Me sentía por el momento, ligeramente derrotada y sin ánimos. Además aún tenía secuelas de la severa combinación que hice la noche anterior. No podía superar los sucesos que se desencadenaron y me estaban separando hasta ese momento, de la mujer a la que le quería entregar todo mi amor. –Si tan sólo llegaras por mí...- Una voz familiar irrumpió mis pensamientos.
NASTYA: Cuando llegues allá la que será tu maestra de idioma te estará esperando; Astrid Weiss. Vivirás con ella. Se llevarán bien. Es muy joven. Nosotros te estaremos depositando en tus cuentas el dinero que vayas generando de los ingresos que dejas en Moscú. También te enviaremos una suma de dinero por nuestra cuenta. No tienes motivos para decir que estarás mal. Además tendrás mucho tiempo y puedes dedicarte a buscar otra fuente más de trabajo. Por el momento focalízate en aprender alemán. Buen viaje, hija. –Mis ojos estaban colerizados. Sus palabras eran una burla para mí aunque agradecía de cierta manera, pensar en todo. Aunque sonó apacible, la realidad era que yo estaba inconforme al momento de despedirme de ellos. Mi padre parecía tranquilo. Tragué saliva y me despedí lo más silenciosamente de ambos. Me puse mis audífonos y subí el volumen a mi IPod. Al poco tiempo, en la sala de abordaje nos indicaron ir ingresando. El vuelo duraría de 3 a 4 horas. Para mí, me parecería eterno hasta no saber noticias de Scarlett o Lena.
Llegué al aeropuerto de Alemania. Era la primera vez que viajaba para allá y no me agradaba la idea de pensar que sería para quedarme a vivir. En la terminal, ya esperaba por mí la que sería mi instructora para aprender el idioma. Me recibió gentilmente y me invitó a avanzar para salir al estacionamiento para recoger su automóvil. Realmente no tenía deseos de nada así que congelé la conversación durante todo el camino. Scarlett aún no me llamaba y eso me tenía preocupada, para variar.
ASTRID: Muy bien Srta. Volkova, estamos por llegar. ¿Qué te está pareciendo el lugar? –Sólo sonreí ligeramente y asentí en forma positiva con mi cabeza.- Bien, me alegra que cuando menos te esté gustando ya que pasarás una temporada. –Ni en sueños. Pensé para mis adentros mientras veía una y otra vez mi teléfono. Nada, absolutamente nada. Quizá me estoy impacientando mucho y antes de tiempo. Quizá el plan de Scarlett conlleva esperar… y esperar… y esperar. Lancé un suspiro y traté de contenerme. A penas y había llegado a Alemania y ya quería que todo se resolviera.-
YULIA: ¿Qué cenaremos?
ASTRID: ¿Tienes antojo de algo?
YULIA: Una hamburguesa está bien. Es universal. En todas partes existen. Quiero una. ¿Podemos?
ASTRID: Claro. Pero primero dejamos tus maletas y te presento tu nuevo hogar. Te instalas rápido y te espero en el auto.
YULIA: Perfecto. Gracias. –Sonreí y me tomé la libertad de poner música. Mi vida sin ella, no se completaba. El edificio en el que viviríamos, era muy bonito y confortable. Me gustó pero sólo por unos días; no iba a aceptar pasar meses o años ahí. Astrid me mostró el resto del departamento. Le agradecí y entonces le insistí de nuevo ir por las hamburguesas. Volvimos a salir y nos fuimos directo por ellas.
Llegamos a Berlin Burguer International; según Astrid, el mejor lugar en Berlín para comprar una hamburguesa. Buscamos una mesa disponible para comerla ahí. Por el momento yo no entendía nada pero Astrid me ayudó a saber las especialidades que tenían y la pidió por mí.
ASTRID: Aunque no lo creas, aquí comemos todo menos la comida de origen alemán. –Sonreí incrédulamente.-
YULIA. No, no te creo. ¿Por qué sería así?
ASTRID: Bueno, es que aquí les gusta la sazón extranjera.
YULIA: Entonces… ¿Qué diablos comen?
ASTRID: Fácil; hamburguesas, sushi, pizza y cosas así. Bueno, por supuesto, comemos en casa platillos del país pero salir a restaurantes con esta comida, regularmente lo hacen sólo los extranjeros. Nosotros preferimos comer lo que no es de aquí. –A penas acababan de acercar nuestro pedido y mi teléfono comenzó a timbrar.-
YULIA: Disculpa, Astrid. Lo que pasa es que olvidé llamar a mi madre y me está llamando. En seguida termino y sigo contigo. Permíteme contestar.- Ella asintió.- Ajá… Sí lo olvidé. Ya tenía hambre. Es bastante cómoda… no me quejo. Estoy a gusto por el momento (sólo y únicamente por el momento). –Por primera vez, las preguntas de mi madre habían finalizado. El motivo me lo dio a conocer justamente al final.- ¿Y ustedes cómo están? –Le respondí. Gran sorpresa me llevé cuando de inmediato mi mamá me puso al tanto de lo que había ocurrido…
NASTYA: Hija trataron de robarnos. O eso es lo que creemos. No sabemos por qué no se llevaron nada. –Casi escupía mi bebida al escucharla. De instante me tomó sorpresiva pero de inmediato analicé las últimas palabras: “No sabemos por qué no se llevaron nada…”-
YULIA: A ver, ¿Cómo que no se llevaron nada? –A la casa no era fácil entrar ya que las chapas de la puerta eran casi inviolables. Cada chapa para intentarla abrir, como mínimo te tardarías alrededor de 15 minutos, eso si sabías la contraseña de la alarma y para que no se llamara por automático a la estación de policía.-
NASTYA: No, absolutamente nada.
YULIA: ¿Pero entonces sólo movieron cosas?
NASTYA: No, absolutamente nada. Todo quedó intacto. Abrieron la puerta de nuestra recámara pero tampoco nos falta nada. Estamos muy confundidos. Fuimos directamente con los responsables de la seguridad pero nos dijeron que a los únicos que habían ido al piso hemos sido nosotros y nuestra hija, osea tú y quizá lo dicen porque te vieron hoy en la mañana Como quiera, cualquier cosa, te avisaría, Yulia. Diviértete y avisa cuando regresen a casa. –Colgó. Yo me quedé pensativa.-
YULIA: ¿Serás tú, Scarlett? –Pensé que lo había dicho con voz muy baja pero Astrid alcanzó a pescar mis palabras.
ASTRID: ¿Perdón?
YULIA: Nada… perdona… Esque…
ASTRID: ¿Todo bien, Yulia?
YULIA: Sí. Todo bien. De hecho todo está perfecto… -Perdí mi mirada y pensamientos en la mesa. “¿Habrás sido tú, Scarlett?... Eres una maldita. Tú sí que das miedo maniática.” Sonreí y por unos minutos, en mi pecho comencé a sentir felicidad y una esperanza por recuperar pronto a mi pelirroja…
SandyQueen- Mensajes : 184
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Capítulo XVI
Confrontación
Mi boda sería en dos días más. Ese día mi vida había pasado de ser una aspiración y sueño por luchar por la única oportunidad en Kozlov, a mi infierno y desdicha al estar por casarme por despecho con un hombre al cual no amaba. Mi madre estaba muy entusiasmada a diferencia de mi padre que constantemente buscaba una oportunidad para acercarse a mí y retomar el cuestionamiento de mis llamadas la noche anterior. Tratando de continuar aún con la farsa para no meterme en líos con mi madre y ocasionar problemas entre ellos también, en todo momento escapaba a como daba lugar. Mi padre por supuesto se percataba de eso y seguía (impacientemente), tratando de pescar un pequeño trozo de la verdad. Seguí tambaleantemente, hacia adelante con preparativos y una hipócrita comida con mis padres y los de Vanya.
Con frecuencia Vanya buscaba por supuesto, que le diera un beso frente a todos para mostrar nuestro “amor”, sin embargo busqué discreta y delicadamente cualquier pretexto para también huir de esa situación. Huía también a mantenerme a solas con mi madre Anna y finalmente, huía de pensar en Yulia porque me sentía aún, bastante ofendida y herida. Traté de resistir en la reunión, todo cuanto pude. La situación me estaba rebasando haciendo que me sintiera preocupada, temblorosa, miedosa, inconforme, triste, atrapada… Y poniendo otro pretexto, pedí disculpas para salir del restaurante argumentando que la modista de mi vestido me había llamado con urgencia ya que habían tenido un problema. Mi madre le sugirió a Vanya (porque de él no nacían esas intensiones), para acompañarme. Él afortunadamente se negó diciendo francamente que le hacía sentir aburrimiento pero que estaría al pendiente de mí para vernos más tarde. No le discutió mi madre su postura y por el contrario, estuvo de acuerdo diciéndole que tenía razón en no ir ya que quizá yo tardaría mucho. No me molestó, pero sin duda alguna, era evidente que él no sabía tratarme y que además, no hacíamos realmente una pareja.
Como yo había estado de un lugar a otro haciendo recorridos para cosas con relación a la boda, afortunadamente tenía mi auto conmigo así que sin gastar más tiempo, salí disparada, anunciando (lo más cortés que pude), mi retiro del lugar y disculpándome (me importaba poco hacerlo en realidad). Al salir del restaurante pisé a fondo el acelerador. Afuera de éste había comensales que se espantaron un poco por el patinado de llantas en el suelo. No llevaba rumbo fijo, en realidad me daba igual el destino. Sólo quería estar a solas y pensar. Así comencé a dar un paseo por Moscú; no había destino final ni dirección a la cual llegar. Iba conduciendo velozmente mientras compartía para mí misma, mis propias ideas, emociones y comentarios. De pronto, mi teléfono timbró causando mi curiosidad ya que no conocía el número del cuál provenía la llamada. Normalmente no acostumbraba a responder números desconocidos, sin embargo, por inercia lo hice.
LENA: Sí ¿Diga? –Una voz de mujer respondió saludándome y presentándose. “Hola, qué tal, Katina. Disculpa por la llamada. De seguro no conociste el número. Por favor no vayas a colgar, soy Scarlett.” Frené de golpe haciendo que nuevamente, las llantas de mi auto patinaran. Para fortuna no sucedió nada. -¿Scarlett?... ¿Qué haces tú llamándome?... – Recordé la escena en la habitación de Yulia y entonces traté de hablarle con severidad. -¿Qué quieres Scarlett? ¿Cómo diablos tienes mi número? No me interesa escucharte. Por favor no vuelvas a llamar…- Scarlett interrumpió enérgicamente y me obligó a escuchar sin más.
SCARLETT: ¡Ya basta, Katina! No te dije que si te importaba escucharme. Y no es necesario que me hables así, sé que aún estás encabritada. No me preocupa que estés así conmigo pero sí con Yulia. Tenemos que hablar. –Me en..canijó más la manera en la que me habló. ¿Cómo se atrevía a decirme esas cosas y cómo pudo tomar valor para hablarme después de la porquería que vi! Rotundamente iba a cortar la llamada.-
LENA: Mira, Scarlett me vale un carajo tu argumento y palabras falsas. No tengo nada por hablar contigo, ¿Entiendes? Voy a colgar.
SCARLETT: Si cuelgas, iré a buscarte y estés con quien estés, te encuentres en donde te encuentres, voy a obligarte a que me escuches. No me hagas usar métodos drásticos. Soy capaz de cualquier cosa. –Reí sarcásticamente a su última frase.-
LENA: Por supuesto que eres capaz de cualquier cosa. Lo sé desde que te conocí en la vida de Yulia y lo confirme ayer cuando estuviste sobre ella. ¡No quiero hablar contigo, desgraciada! –Sé que perdí el control pero… Tenía tantas cosas por decirle atoradas en la garganta.-
SCARLETT: Para mí tú eres una idiota que no sabe luchar por lo que quiere y lo deja ir fácilmente.
LENA: ¿Yo dejar ir lo que quiero? Por supuesto que no. Yo no dejé ir a nadie. Volkova no fue capaz de detenerme pero estoy segura que sí se quedó contigo toda la maldita noche y que incluso, ha estado contigo todo el día. –Sentencié con toda seguridad. Estaba decidida a no dejarme ganar por esa mujer, pero lo que me respondió me dejó helada.-
SCARLETT: ¿Ves? Eres una completa idiota. ¿No tienes ni la más mínima idea, verdad? Para tu información, Yulia no pasó la noche conmigo y tampoco ha estado el día de hoy a mi lado. Me encantaría pero no es así. Tu suegrita se la llevó a Alemania. En este momento está tan lejos de ti, Katina, y tú, como una estúpida desquiciada sintiendo celos y enojo por mí. –No pude responder nada. Estaba totalmente sin palabras después de la noticia que me dio Scarlett. ¿Yulia en Alemania? ¿La Sra. Nastya se la llevó?...- Te veo a las 06 de la tarde en la Plaza Roja. Me mandas un mensaje cuando ya estés ahí. –Yo todavía no podía reaccionar pero lo cierto es que no me opuse nuevamente a la petición de Scarlett para vernos. En cuanto me dijo esto, me colgó y yo me quedé inmóvil en mi asiento. No iba a regresar a mi casa, yo esperaría a Scarlett en el lugar que me indicó. La noticia que me dio fue inesperada; yo no sabía absolutamente nada y eso me frustraba.
Pasaron las horas y yo estaba desesperada. Olvidé enviarle mi mensaje avisándole que ya estaba ahí, sin embargo, repentinamente vi que venía una mujer bastante elegante; traía una gabardina color hueso desabotonada, en la cual se apreciaba una camisa de cuello largo en color negro y unos jeans grises deslavados con unos botines en color negro. Se veía espectacular, sobre todo con su melena lacia y suelta. Conforme se iba acercando el rostro me fue familiar: Scarlett Diatlova. Tan sexy y encantadora como siempre. La observé acercándose hasta que llegó al punto donde me encontraba. De inmediato me saludó y le respondí lo más amable posible.
SCARLETT: Hola nuevamente, Katina. –Me extendió su mano para tomar la mía y saludarme. Dudé un poco en seguir su saludo. Mi enojo no quería permitírmelo, además lucía tan bien que volvió a despertar mis celos y mi competitividad, pero tragué saliva y así fue como le devolví su saludo.-
LENA: Hola, Scarlett. –Se hizo un breve momento de hielo, el cual rompió la señorita Diatlova incorporando de inmediato el tema o asunto que nos tenía reunidas.-
SCARLETT: Yo sé que estás totalmente en toda tu libertad de sentirte así, como si Yulia te hubiese engañado. No vengo a discutir eso. –Ella notó mis gestos confusos y probablemente, ese fue el motivo por el cual, por su propia cuenta, decidió explicarme lo sucedido esa noche. Bufé en señal de inconformidad y escepticismo. No me era sencillo escucharla. No quería recordar lo visto. No podía confiar en ella. Pero a final de cuentas me quedé en silencio y ella comenzó con su historia.- ¿Tú te crees única, Katina? –La pregunta fue extraña. ¿Qué no iba a comenzar ya con su historia?... “No”, le respondí y ella sonrió.- Pues así lo pareces.
LENA: No te entiendo… -Su respuesta retumbaría en todo mi ser.-
SCARLETT: Katina, si no te crees única, entenderás y respetarás que yo también puedo amar a Yulia y eso es lo que pasa. La amo con toda mi alma desde hacía tanto tiempo atrás… -Me quedé boquiabierta absolutamente asombrada.- ¿Entiendes eso verdad? Pero aún no lo comprenderás porque en este momento te recordaré lo que viste… -Tragué saliva. Estaba absorta y atenta a sus palabras. Supo cómo aquietarme y captar toda mi atención. – Yulia bebió una gran cantidad de combinaciones. Le dije que no lo hiciera pero aún así se tragó una mezcla fatal. Se puso muy ebria y toda la pesadez que traía consigo, la convirtió y la hizo salir llorando. Te juro, Lena, que nunca la había visto así. Yulia reflejaba mucha preocupación, nerviosismo y tristeza. Me acerqué un poco y antes de que el alcohol revuelto la tumbara por completo, me hizo saber que estaba muy angustiada por tu actitud desde que tu madre te confrontó preguntando qué si realmente eras su novia. Ese momento en Kozlov le rompió el corazón, pero aún así ella me dijo que le urgía hablar contigo para ayudarte a vencer ese y todos los miedos que tuvieras. Estaba decidida a comprobarte que podías confiar y apoyarte en ella. Después de eso, con lágrimas en sus mejillas, se quedó profundamente dormida. Esperaba a que llegaras. Ahí vino mi error… -Observaba a Scarlett con mis ojos bien abiertos. Ella tenía su mirada perdida en lo profundo de la Plaza Roja.-
LENA: No quiero interrumpir… Te sigo escuchando…
SCARLETT: Me dejé llevar, Lena. No soporté más. Siempre había mantenido mi sentimiento al margen y muy guardado. Tanto que yo después de lo ocurrido, hablé con Volkova porque me lo exigió. Ella estaba igual o más confundida que tú. Yulia dormía cuando yo me acerqué a sus labios… sin pensarlo me subí en ella y comencé a necesitar más. Equivocadamente, dejé mis emociones correr. Cuando tú entraste, Yulia no sabía de ella. Despertó con el estruendo de la puerta cuando la empujaste con fuerza. Si se espantó fue por el sonido y porque cuando reaccionó, me vio sobre ella, vio su blusa y la mía desabotonada junto con tu mirada observándonos. Hizo lo que pudo… Trató de retenerte pero era evidente que no lo harías. Además, todo lo que dijera iba a ser usado en su contra. El resto es historia; me bofeteaste y la bofeteaste. Te fuiste y bueno… Amenazaste con aceptar contraer compromiso de boda con el estúpido ese. Cuando te fuiste se echó a llorar de nuevo. Sí me quedé a solas con ella pero por supuesto, no sucedió nada. Hablamos y terminé confesándole que la amo. Ella se asombró como tú. Me pidió no volver a hacerlo y se lo prometí. Después de eso prometí reparar un poco mi error, ayudándole a recuperarte y para eso te traje algo que debes ver. Pero primero quiero conocer lo que piensas después de esto. Esa es mi historia y mi verdad. Te escucharé, Lena.
LENA: Estoy asombrada… Arrepentida… No puedo olvidar esas imágenes del momento pero… Ya no se siente igual escuchando estas cosas... Puedo sentir celos hacia ti… Pero no puedo ser tan egoísta como para seguir hiriendo a Yulia… ¿A qué hora se fue? ¿Cuándo regresa? ¿Cómo está ella?...
SCARLETT: Recién debió haber llegado a Alemania. No le he llamado como para darte más detalles pero sí lo haré ya que conseguí algo que te entregaré justo en este momento. –De su gabardina, sacó una especie de libreta… Era color azul y era pequeña. “¿Qué es eso, Scarlett?”, le pregunté.- Es para ti. Leélo. Vas a entenderlo todo y yo creo que no te quedará duda de que caminaste en el sentido opuesto. Yo ya lo leí. Me marcho. Búscame si lo necesitas, ya que lo leas. Ah, por cierto… – Scarlett avanzó con lentitud y firmeza hacia mí sosteniendo la pequeña libreta azul. Al estar cerca, inesperadamente me propició una fuerte bofetada. Mi mirada se desorbitó. No se la respondí, sólo llevé mi mano a mi rostro. Y entonces ella concluyó diciéndome: -
SCARLETT: Eso es por no escuchar y provocar toda esta situación; obviamente me refiero a la partida de Yulia y el dolor que le provocaste al decir que te casabas con el señor Luzhin.- Sin más, me extendió la libreta, la tomé aún si saber qué hacer y un poco aturdida por la bofetada. Simplemente se dio la media vuelta y abordando su Mini Cooper Chili descapotable, se fue. Yo me quedé absorta mirando aquella libretita azul, no sabía si realmente quería abrirla y leer su contenido, pero algo en mí me impulsó a abrirla en una hoja en la que estaba una especie de separador. Por lógica pensé que Scarlett quería que comenzara por ahí. Al ir leyendo, no pude creer lo que estaba escrito…
Confrontación
Confrontación
Mi boda sería en dos días más. Ese día mi vida había pasado de ser una aspiración y sueño por luchar por la única oportunidad en Kozlov, a mi infierno y desdicha al estar por casarme por despecho con un hombre al cual no amaba. Mi madre estaba muy entusiasmada a diferencia de mi padre que constantemente buscaba una oportunidad para acercarse a mí y retomar el cuestionamiento de mis llamadas la noche anterior. Tratando de continuar aún con la farsa para no meterme en líos con mi madre y ocasionar problemas entre ellos también, en todo momento escapaba a como daba lugar. Mi padre por supuesto se percataba de eso y seguía (impacientemente), tratando de pescar un pequeño trozo de la verdad. Seguí tambaleantemente, hacia adelante con preparativos y una hipócrita comida con mis padres y los de Vanya.
Con frecuencia Vanya buscaba por supuesto, que le diera un beso frente a todos para mostrar nuestro “amor”, sin embargo busqué discreta y delicadamente cualquier pretexto para también huir de esa situación. Huía también a mantenerme a solas con mi madre Anna y finalmente, huía de pensar en Yulia porque me sentía aún, bastante ofendida y herida. Traté de resistir en la reunión, todo cuanto pude. La situación me estaba rebasando haciendo que me sintiera preocupada, temblorosa, miedosa, inconforme, triste, atrapada… Y poniendo otro pretexto, pedí disculpas para salir del restaurante argumentando que la modista de mi vestido me había llamado con urgencia ya que habían tenido un problema. Mi madre le sugirió a Vanya (porque de él no nacían esas intensiones), para acompañarme. Él afortunadamente se negó diciendo francamente que le hacía sentir aburrimiento pero que estaría al pendiente de mí para vernos más tarde. No le discutió mi madre su postura y por el contrario, estuvo de acuerdo diciéndole que tenía razón en no ir ya que quizá yo tardaría mucho. No me molestó, pero sin duda alguna, era evidente que él no sabía tratarme y que además, no hacíamos realmente una pareja.
Como yo había estado de un lugar a otro haciendo recorridos para cosas con relación a la boda, afortunadamente tenía mi auto conmigo así que sin gastar más tiempo, salí disparada, anunciando (lo más cortés que pude), mi retiro del lugar y disculpándome (me importaba poco hacerlo en realidad). Al salir del restaurante pisé a fondo el acelerador. Afuera de éste había comensales que se espantaron un poco por el patinado de llantas en el suelo. No llevaba rumbo fijo, en realidad me daba igual el destino. Sólo quería estar a solas y pensar. Así comencé a dar un paseo por Moscú; no había destino final ni dirección a la cual llegar. Iba conduciendo velozmente mientras compartía para mí misma, mis propias ideas, emociones y comentarios. De pronto, mi teléfono timbró causando mi curiosidad ya que no conocía el número del cuál provenía la llamada. Normalmente no acostumbraba a responder números desconocidos, sin embargo, por inercia lo hice.
LENA: Sí ¿Diga? –Una voz de mujer respondió saludándome y presentándose. “Hola, qué tal, Katina. Disculpa por la llamada. De seguro no conociste el número. Por favor no vayas a colgar, soy Scarlett.” Frené de golpe haciendo que nuevamente, las llantas de mi auto patinaran. Para fortuna no sucedió nada. -¿Scarlett?... ¿Qué haces tú llamándome?... – Recordé la escena en la habitación de Yulia y entonces traté de hablarle con severidad. -¿Qué quieres Scarlett? ¿Cómo diablos tienes mi número? No me interesa escucharte. Por favor no vuelvas a llamar…- Scarlett interrumpió enérgicamente y me obligó a escuchar sin más.
SCARLETT: ¡Ya basta, Katina! No te dije que si te importaba escucharme. Y no es necesario que me hables así, sé que aún estás encabritada. No me preocupa que estés así conmigo pero sí con Yulia. Tenemos que hablar. –Me en..canijó más la manera en la que me habló. ¿Cómo se atrevía a decirme esas cosas y cómo pudo tomar valor para hablarme después de la porquería que vi! Rotundamente iba a cortar la llamada.-
LENA: Mira, Scarlett me vale un carajo tu argumento y palabras falsas. No tengo nada por hablar contigo, ¿Entiendes? Voy a colgar.
SCARLETT: Si cuelgas, iré a buscarte y estés con quien estés, te encuentres en donde te encuentres, voy a obligarte a que me escuches. No me hagas usar métodos drásticos. Soy capaz de cualquier cosa. –Reí sarcásticamente a su última frase.-
LENA: Por supuesto que eres capaz de cualquier cosa. Lo sé desde que te conocí en la vida de Yulia y lo confirme ayer cuando estuviste sobre ella. ¡No quiero hablar contigo, desgraciada! –Sé que perdí el control pero… Tenía tantas cosas por decirle atoradas en la garganta.-
SCARLETT: Para mí tú eres una idiota que no sabe luchar por lo que quiere y lo deja ir fácilmente.
LENA: ¿Yo dejar ir lo que quiero? Por supuesto que no. Yo no dejé ir a nadie. Volkova no fue capaz de detenerme pero estoy segura que sí se quedó contigo toda la maldita noche y que incluso, ha estado contigo todo el día. –Sentencié con toda seguridad. Estaba decidida a no dejarme ganar por esa mujer, pero lo que me respondió me dejó helada.-
SCARLETT: ¿Ves? Eres una completa idiota. ¿No tienes ni la más mínima idea, verdad? Para tu información, Yulia no pasó la noche conmigo y tampoco ha estado el día de hoy a mi lado. Me encantaría pero no es así. Tu suegrita se la llevó a Alemania. En este momento está tan lejos de ti, Katina, y tú, como una estúpida desquiciada sintiendo celos y enojo por mí. –No pude responder nada. Estaba totalmente sin palabras después de la noticia que me dio Scarlett. ¿Yulia en Alemania? ¿La Sra. Nastya se la llevó?...- Te veo a las 06 de la tarde en la Plaza Roja. Me mandas un mensaje cuando ya estés ahí. –Yo todavía no podía reaccionar pero lo cierto es que no me opuse nuevamente a la petición de Scarlett para vernos. En cuanto me dijo esto, me colgó y yo me quedé inmóvil en mi asiento. No iba a regresar a mi casa, yo esperaría a Scarlett en el lugar que me indicó. La noticia que me dio fue inesperada; yo no sabía absolutamente nada y eso me frustraba.
Pasaron las horas y yo estaba desesperada. Olvidé enviarle mi mensaje avisándole que ya estaba ahí, sin embargo, repentinamente vi que venía una mujer bastante elegante; traía una gabardina color hueso desabotonada, en la cual se apreciaba una camisa de cuello largo en color negro y unos jeans grises deslavados con unos botines en color negro. Se veía espectacular, sobre todo con su melena lacia y suelta. Conforme se iba acercando el rostro me fue familiar: Scarlett Diatlova. Tan sexy y encantadora como siempre. La observé acercándose hasta que llegó al punto donde me encontraba. De inmediato me saludó y le respondí lo más amable posible.
SCARLETT: Hola nuevamente, Katina. –Me extendió su mano para tomar la mía y saludarme. Dudé un poco en seguir su saludo. Mi enojo no quería permitírmelo, además lucía tan bien que volvió a despertar mis celos y mi competitividad, pero tragué saliva y así fue como le devolví su saludo.-
LENA: Hola, Scarlett. –Se hizo un breve momento de hielo, el cual rompió la señorita Diatlova incorporando de inmediato el tema o asunto que nos tenía reunidas.-
SCARLETT: Yo sé que estás totalmente en toda tu libertad de sentirte así, como si Yulia te hubiese engañado. No vengo a discutir eso. –Ella notó mis gestos confusos y probablemente, ese fue el motivo por el cual, por su propia cuenta, decidió explicarme lo sucedido esa noche. Bufé en señal de inconformidad y escepticismo. No me era sencillo escucharla. No quería recordar lo visto. No podía confiar en ella. Pero a final de cuentas me quedé en silencio y ella comenzó con su historia.- ¿Tú te crees única, Katina? –La pregunta fue extraña. ¿Qué no iba a comenzar ya con su historia?... “No”, le respondí y ella sonrió.- Pues así lo pareces.
LENA: No te entiendo… -Su respuesta retumbaría en todo mi ser.-
SCARLETT: Katina, si no te crees única, entenderás y respetarás que yo también puedo amar a Yulia y eso es lo que pasa. La amo con toda mi alma desde hacía tanto tiempo atrás… -Me quedé boquiabierta absolutamente asombrada.- ¿Entiendes eso verdad? Pero aún no lo comprenderás porque en este momento te recordaré lo que viste… -Tragué saliva. Estaba absorta y atenta a sus palabras. Supo cómo aquietarme y captar toda mi atención. – Yulia bebió una gran cantidad de combinaciones. Le dije que no lo hiciera pero aún así se tragó una mezcla fatal. Se puso muy ebria y toda la pesadez que traía consigo, la convirtió y la hizo salir llorando. Te juro, Lena, que nunca la había visto así. Yulia reflejaba mucha preocupación, nerviosismo y tristeza. Me acerqué un poco y antes de que el alcohol revuelto la tumbara por completo, me hizo saber que estaba muy angustiada por tu actitud desde que tu madre te confrontó preguntando qué si realmente eras su novia. Ese momento en Kozlov le rompió el corazón, pero aún así ella me dijo que le urgía hablar contigo para ayudarte a vencer ese y todos los miedos que tuvieras. Estaba decidida a comprobarte que podías confiar y apoyarte en ella. Después de eso, con lágrimas en sus mejillas, se quedó profundamente dormida. Esperaba a que llegaras. Ahí vino mi error… -Observaba a Scarlett con mis ojos bien abiertos. Ella tenía su mirada perdida en lo profundo de la Plaza Roja.-
LENA: No quiero interrumpir… Te sigo escuchando…
SCARLETT: Me dejé llevar, Lena. No soporté más. Siempre había mantenido mi sentimiento al margen y muy guardado. Tanto que yo después de lo ocurrido, hablé con Volkova porque me lo exigió. Ella estaba igual o más confundida que tú. Yulia dormía cuando yo me acerqué a sus labios… sin pensarlo me subí en ella y comencé a necesitar más. Equivocadamente, dejé mis emociones correr. Cuando tú entraste, Yulia no sabía de ella. Despertó con el estruendo de la puerta cuando la empujaste con fuerza. Si se espantó fue por el sonido y porque cuando reaccionó, me vio sobre ella, vio su blusa y la mía desabotonada junto con tu mirada observándonos. Hizo lo que pudo… Trató de retenerte pero era evidente que no lo harías. Además, todo lo que dijera iba a ser usado en su contra. El resto es historia; me bofeteaste y la bofeteaste. Te fuiste y bueno… Amenazaste con aceptar contraer compromiso de boda con el estúpido ese. Cuando te fuiste se echó a llorar de nuevo. Sí me quedé a solas con ella pero por supuesto, no sucedió nada. Hablamos y terminé confesándole que la amo. Ella se asombró como tú. Me pidió no volver a hacerlo y se lo prometí. Después de eso prometí reparar un poco mi error, ayudándole a recuperarte y para eso te traje algo que debes ver. Pero primero quiero conocer lo que piensas después de esto. Esa es mi historia y mi verdad. Te escucharé, Lena.
LENA: Estoy asombrada… Arrepentida… No puedo olvidar esas imágenes del momento pero… Ya no se siente igual escuchando estas cosas... Puedo sentir celos hacia ti… Pero no puedo ser tan egoísta como para seguir hiriendo a Yulia… ¿A qué hora se fue? ¿Cuándo regresa? ¿Cómo está ella?...
SCARLETT: Recién debió haber llegado a Alemania. No le he llamado como para darte más detalles pero sí lo haré ya que conseguí algo que te entregaré justo en este momento. –De su gabardina, sacó una especie de libreta… Era color azul y era pequeña. “¿Qué es eso, Scarlett?”, le pregunté.- Es para ti. Leélo. Vas a entenderlo todo y yo creo que no te quedará duda de que caminaste en el sentido opuesto. Yo ya lo leí. Me marcho. Búscame si lo necesitas, ya que lo leas. Ah, por cierto… – Scarlett avanzó con lentitud y firmeza hacia mí sosteniendo la pequeña libreta azul. Al estar cerca, inesperadamente me propició una fuerte bofetada. Mi mirada se desorbitó. No se la respondí, sólo llevé mi mano a mi rostro. Y entonces ella concluyó diciéndome: -
SCARLETT: Eso es por no escuchar y provocar toda esta situación; obviamente me refiero a la partida de Yulia y el dolor que le provocaste al decir que te casabas con el señor Luzhin.- Sin más, me extendió la libreta, la tomé aún si saber qué hacer y un poco aturdida por la bofetada. Simplemente se dio la media vuelta y abordando su Mini Cooper Chili descapotable, se fue. Yo me quedé absorta mirando aquella libretita azul, no sabía si realmente quería abrirla y leer su contenido, pero algo en mí me impulsó a abrirla en una hoja en la que estaba una especie de separador. Por lógica pensé que Scarlett quería que comenzara por ahí. Al ir leyendo, no pude creer lo que estaba escrito…
SandyQueen- Mensajes : 184
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Re: A Diez Centímetros De Ti
Scarlett me gusta, pero que quede con otra que no sea Yulia xD
Aleinads- Mensajes : 519
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