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CLASES PARTICULARES

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Mensaje por Veroska 4/16/2024, 11:06 pm

El desquite de Julia y el knock out que le dio Lena de vuelta.... Realmente sabe está pelirroja hermosa cómo presionar jajaja se pone divertido el lindo juego de ellas... Tira y hala
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Mensaje por LenaVolkova66 4/17/2024, 8:05 am

Está más que entendible que yulia no se acostó con ese ser solo lo utilizó porque es un bocasas
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Mensaje por Volkatin_420 4/17/2024, 11:43 am

Menos mal y lenita supo que todo el drama de yulia fue porque los celos se la están consumiendo. No te cuesta nada dar tu brazo a torcer volkova si sabes que te encanta la pelirroja
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/18/2024, 8:29 pm

Clases particulares - La cena

«¡Te lo agradezco, de verdad!»

«Ningún problema, pero con la única condición de que me cuentes tu velada... ¡Toda la velada!»

Elena reviró los ojos.

«Nastya...»

«¡Hey, lo estoy viviendo a través de ti, te recuerdo! Siempre he soñado con Yulia Volkova, y ahora, mi mejor amiga se la ha ligado y tú, vienes y me dices que vas a cenar en su casa»

«Pero tú tienes a Anya: una relación estable, sana y probablemente duradera. Yo, yo no sé a dónde me llevaría una relación con Yulia...»

«Eso te toca a ti descubrirlo. Pero todo irá bien. No te imaginas el enorme paso que has dado con ella. No, en serio, ¡te ha pedido perdón! Eso es algo de lo que nunca creí capaz a Yulia Volkova. Parece que no tiene una piedra en el lugar del corazón»

«No es como la gente piensa. Ok, le gusta el sexo sin problemas, sin concesiones, sin quebraderos de cabeza, pero creo, sinceramente, que hay algo más tras todo eso. Es una mujer inteligente, bella, carismática...tiene que haber una razón para que actúe de esa manera»

«¿Es entonces de cierta manera tu conejillo de Indias?» dijo divertida Nastya «Porque, claro, ¿por qué ni te planteas convertirte en su novia en los próximos días?»

«No lo sé...»

«La besaste» constató la castaña ojiverde.

«Lo sé, y fue muy agradable...»

«No me digas...Sabes que Vladimir aún se está recobrando de ese polvo...y ya hace más de dos semanas»

«Nastya, ya es lo suficientemente doloroso saber que ella casi me engañó... para que tú hurgues más en la herida diciendo que fue Vladimir...»

«Lo siento, lo siento. Pero, ¿no sientes curiosidad por saber cómo es en la cama?»

«Aunque así fuera, es algo que nunca te confiaría»

«¡Jo, no eres nada divertida! Esta es la ventaja de tener una amiga que finalmente podría contarme todos las perversas inclinaciones de la famosa Yulia Volkova»

«Y si por casualidad, algo se concretizara entre las dos, te estaría muy agradecida si no hablaras más en esos términos. Ya es bastante duro ocultar su reputación sin que tú añadas nada con tu curiosidad malsana»

«No es malsano, es...en fin es...oh, mierda Elena, ¡por favvvvvvvvvvvor! Solo...¿Me dirás cómo estáis? ¿Me lo prometes?»

«Prometido» sonrió Elena «Venga, vamos»

«Por cierto, bonito el vestido...Y pretendes convencerme de que esta noche no pasará nada»

«¿Qué? ¿Es demasiado?»

«No, solo es una llamada a la violación, pero te va como un guante»

Elena agarró un cojín y se lo lanzó a una Nastya muerta de risa sobre el sofá.

«¡Hasta luego!»

«¡Eso es, hasta luego, don Juan!»

***

Estaba completamente loca por haber propuesto esa cena. Pero, ¿qué se le había pasado por la cabeza? Nunca había invitado a nadie a su casa, sino era para tener sexo y después enviarlos a su casa tras el polvo.

Y ahora, hela ahí, preparando febrilmente una cena para dos, vistiendo elegantemente la mesa, con velas y vajilla fina, para darle un toque romántico.

Hacía mucho tiempo que no realizaba tal esfuerzo para seducir a alguien.

Pero conquistar, seducir, gustar...He ahí tres cosas a las que ya no estaba acostumbrada. Ese era otro juego con otras reglas a las que no se había supeditado desde hacía años. Pero al mismo tiempo, esas ansias, esa espera, ese apego específico a ese tipo de cita y de conquista era algo que suscitaba su interés y su deseo.

Tener que girar alrededor de Elena Katina era un juego arriesgado tanto para ella como para la bella pelirroja: una podía aburrirse mientras que la otra podía desinteresarse.

Pero, no obstante, ella no se reconocía: hacer tantos esfuerzos, compromisos...Todo eso no era propio de ella. Pero no sabía por qué, esa Elena Katina quizás valía la pena. Hacía mucho tiempo que no había sentido tanto interés ni deseo por alguien, ya fuera hombre o mujer.

Poco importaba a dónde la llevaría esta relación, sentía que algo iba a cambiar y definitivamente habría un antes y un después de la señorita Katina.

Para la ocasión se puso su vestido más sexy: negro imitación cuero, con las costuras a la vista, tacones de aguja que estilizaban sus piernas, y sus cabellos peinados en un aproximativo moño.

Había preparado una cena digna de un chef con una ensalada mixta de entrante, y un asado de cerdo al caramelo con verduras. Y como postre, había imaginado algo más sexual, pero por si acaso Elena se resistía, había previsto también helado.

Finalmente todo estaba listo, sirvió dos copas de vino tinto y las puso en la mesita del salón, bajó las luces y puso de fondo una música suave antes de cambiar de opinión: Elena no debía tener la impresión de que intentaba conquistarla.

Debía retomar las riendas y no dejarse ir: así que volvió a encender las luces y apagó la música para poner las noticias esperando a que Elena llegara.

18:57...Ella aún no había llegado...¿Le haría el feo de llegar tarde?

Y cuando ya estaba impacientándose, llamaron a la puerta. Después de echar un ojo por la mirilla, inspiró y abrió la puerta para dejar ver a una Elena toda sonriente.

«¡Hola!»

«Buenas tardes» Yulia no pudo evitar mirar a la bella pelirroja de arriba abajo, vestida con un vestido corto y ajustado de un rojo escarlata.

«Muy guapa»

«Gracias...Usted está...¡No hay palabras!»

«Me tomo eso como un cumplido, entre»

«Oh, euh...No sabía qué traer, así que...¿Flores?» dijo ella, ligeramente tímida ofreciéndole un ramo de rosas tan rojas como su vestido.

«Son magníficas, gracias. Deme su chaqueta. ¿Una copa de vino?»

«Encantada»

Yulia la condujo hacia el sofá, y de camino Elena no se perdió detalle de la bella mesa dispuesta para ellas. Se sentaron en el sofá y cada una tomó una copa.

«Por esta noche»

«Por nosotras» dijo hábilmente Elena haciendo un guiño.

«Oh, ¿acaso ahora hay un nosotras?» dijo divertida Yulia.

«Podría ser...»

Yulia sonrió antes de llevarse la copa a los labios, imitada por Elena algunos segundos después.

«Entonces...»

«¿Entonces?»

«Imagino que no es algo habitual para usted invitar a cenar a sus alumnos...»

«Ciertamente no tienen tiempo de comer cuando pasan mi puerta»

Elena arqueó una ceja, sorprendida.

«Interesante. Así que supongo que no está acostumbrada a preparar una cena para dos»

«Tranquilícese, señorita Katina, los fogones son uno de mis talentos»

«¿Cuáles son los otros?»

«Eso lo descubrirá pronto...»

«Además creída, me gusta» dijo divertida Elena.

«Pregunte a su amigo Vladimir si soy creída»

Elena se crispó un poco: ¿quería jugar a eso? Ok.

«Hm, sí, No escatima en elogios sobre sus proezas sexuales...Incluso se hace algo incómodo para los demás que nos conformamos con lo clásico y salimos con nuestros semejantes. Por cierto, salir con chicos más jóvenes que usted, la convierte en ...¿una depredadora o en una asalta cunas?»

«Un poco las dos cosas, creo...Aunque mis parejas, hombres o mujeres, nunca han sido menores de edad»

«¿Y su atracción hacia los dos sexos siempre la ha tenido o se ha desarrollado ese interés con sus actividades extraescolares?»

«Para ser sincera...no, nunca»

«¿En serio?»

«Usted es la primera...es extraño, sí»

Intercambiaron una mirada divertida, después algunos minutos de silencio durante los cuales se miraron fijamente. Elena no podía negarlo, cierta tensión sexual planeaba sobre ellas...Su contemplación pronto fue interrumpida por el "ding" del horno.

«Ya vuelvo»

Elena notaba sus mejillas al rojo vivo. Sacudió su cabeza antes de servirse otra copa de vino, ya que no tenía en mente pasar la noche ahí, y como tenía que coger carretera, debía moderarse con el alcohol.

«Ya está. ¿Pasamos a la mesa?»

«Con mucho gusto»

La cena estaba ya avanzada y la charla versaba sobre temas variados. En ningún momento, ninguna de las dos entabló la conversación en cuestión, su posible relación.

«¡Tenía usted razón!»

«¿Sobre qué?»

«¡Tiene mucho talento tras los fogones!»

«Se lo había dicho. Me toca descubrir uno de sus secretos, ¿no?»

«¿Uno de mis secretos? No sabía que ser una buena cocinera era el secreto del siglo de Yulia Volkova»

«Pues, sinceramente, nadie está al corriente...Nunca he tenido la ocasión de cocinar para nadie aquí»

«Entonces, me siento honrada» dijo ella alzando su copa antes de tomar un sorbo.

«Ha esquivado la pregunta del secreto, señorita Katina» dijo con una sonrisa traviesa la pelinegra.

«Hm, no realmente...No tengo ningún secreto»

«¿De verdad? Haber pasado una infancia de familia de acogida en familia de acogida, no haber instaurado lazos, haber abandonado los estudios a los 18 años...Yo creo que hay mucho que decir»

«Pero si le cuento todo ahora, ¿qué compartiremos en la próxima cena?» dijo con un guiño.

«¿Piensa que habrá una segunda cena? ¿De verdad?» dijo traviesa la morena.

«Así lo espero. ¿Yulia?»

«Señorita Volkova»

«¿En serio? Quiero decir, estamos en una cita, nos hemos besado, y ¿debo llamarla señorita Volkova?»

«Soy anticuada»

«En cambio, creo que pasar al tuteo...»

«...está prohibido»

«Entonces, pensar en besarla esta noche...»

«Totalmente fuera de lugar»

«Uf, tengo al menos el derecho de mirarla...» suspiró Elena con ironía.

«Señorita Katina, ha sido usted la que ha querido que las cosas vayan despacio. Y aunque yo no estoy acostumbrada a hacerlo, estoy a favor de intentar esa vía»

«¿Habla...habla en serio? ¿Se plantea de verdad hacer las cosas correctamente conmigo? ¿Entablar algo que podría ser estable y duradero?»

«Señorita Katina, no tengo por costumbre repetirme»

Elena se contuvo para no saltar de alegría, se mantuvo, en cambio, algo reservada: como acababa de decirle, Yulia no estaba acostumbrada a actuar de esa manera, podía volver a recaer en sus viejas costumbres y eso, Elena no lo quería. Concederle su confianza sería un camino largo y penoso, pero necesario si, efectivamente, se planteaban algo juntas.

«¿Quiere pasar al postre?» ante la ambigüedad de la cuestión, se permitió añadir «Quiero decir: he hecho un helado con merengue de limón. ¿Le apetece?»

«¿Por qué no? Creo que podría acostumbrarme a ser servida de esta manera. Seguramente engordaría diez kilos, pero estaría satisfecha»

«La práctica de un deporte la ayudaría a mantener su línea»

«Depende de qué deporte...» dijo pícaramente Elena.

«El deporte de habitación naturalmente» afirmó Yulia con una sonrisa.

Elena ya no tenía que sorprenderse de que el sexo fuera un tema habitual para la bella morena. Sinceramente, con sus antecedentes, no esperaba menos de ella.

«Interesante...¿Estaría dispuesta a ser mi entrenadora?»

«Desgraciadamente, usted no estaría a la altura»

«¡Oh! ¡Un reto! ¡Me encanta! ¿Apostamos?»

«Es usted una inmadura, señorita Katina»

«Venga, tiene miedo de perder, ¡lo presiento!»

«Sepa que hay muchas cosas de las que dudo, pero no de mis habilidades sexuales. ¿Por qué no elige un compañero de su talla? Ese Vladimir haría un buen papel»

«¿Vladimir? ¿Está de broma?»

«Sin embargo, en la pista de baile, parecían que se entendían...» soltó con una punzada de celos.

«Estaba algo bebida y él no iba mejor...y además, definitivamente no es mi tipo»

«Bien, ¿cómo sería si lo fuera?»

«Pronto lo sabrá» afirmó Elena con un guiño «¿Sabe cuándo me fije en usted?»

«No»

«Desde el primer día, el día de mi inscripción. La vi en ese despacho, con el traje chaqueta gris oscuro. Estaba tan hermosa que me olvidé hasta de mi nombre»

«¿De verdad?» dijo divertida.

«De verdad»

Yulia entonces sonrió, divertida por haber suscitado tanta atención.

«Pues tengo que confesarle que yo también me fijé en usted»

«¿En serio?»

«Nunca la había visto antes...la presa ideal»

«¿En serio piensa convertirme en una de sus presas del año?»

«Lo he logrado: está aquí»

«Pero, aún no estoy entre sus sábanas»

«La noche no ha acabado» dijo pícaramente Yulia sirviéndose vino de nuevo.

«Temo desilusionarla, pero me tengo que marchar»

«¿Ya? Apenas son las doce»

«Pero estaré encantada de volver una próxima vez, señorita Volkova»

Elena se levantó ante la mirada asombrada de Yulia, que entonces la siguió.

«¿Está segura?»

«Segura, Yu...señorita Volkova, ha sido una noche encantadora»

«A lo mejor la próxima vez puede ser usted quien me acoja»

«Lo pensaré» se puso su chaqueta y fue acompañada por Yulia hasta la puerta.

«Buenas noches, señorita Volkova»

«Buenas noches, señorita Katina»

Y sin previo aviso, Elena se inclinó sobre la joven y la besó tiernamente en la mejilla. Yulia cerró brevemente los ojos al sentir sus labios en su piel. Posó su mano sobre la de Elena antes de entrelazar sus dedos con los de ella.

«¿No querría quedarse?»

Elena le sonrió, acariciándole su rostro con la mano libre.

«La próxima vez»

Después ella desapareció, dejando a una Yulia feliz, pero frustrada. Sí, definitivamente, esa Elena Katina era bastante diferente.

***

«¿Ya de vuelta?» Nastya estaba echada en el sofá, medio en coma ante una emisión musical cuando Elena llegó «¿Al menos ha ido bien?»

«Ha ido bien, sí. Hemos hablado mucho, hemos aprendido algo más la una de la otra»

«Jo, qué aburrido, yo quiero saber si os habéis echado encima»

«Siento desilusionarte, pero...no»

«¿En serio? ¿No ha intentado nada?»

«Lo ha intentado...Pero realmente me gustaría hacer las cosas de manera....convencional»

«Saldrás escaldada, Lena»

«¿Por qué dices eso?»

«Porque Yulia Volkova no es de las que esperan. Como le marees mucho la perdiz, se va a cansar»

«Entonces, tendré que suscitar su interés»

«¿Y cómo piensas hacerlo sin sexo?»

«Eso no te incumbe. Por cierto, ¿todo bien por aquí?»

«Es un amor. Se ha portado bien toda la noche, ahora duerme como un ángel»

Elena le sonrió.

«Gracias otra vez. Quizás más adelante necesite tus talentos como niñera»

«Ningún problema, en su momento te lo recordaré. Venga, me voy, ¡hasta luego!»

Y una vez que Nastya se hubo marchado, Elena no pudo evitar dirigirse hacia la habitación que se encontraba al lado de la suya. Abrió lentamente la puerta, y en silencio, caminó hasta sentarse en el borde de la cama. Movió el edredón para dejar aparecer una cabellera morena, la de un muchacho apaciblemente dormido.

Le acarició la frente sonriendo antes de dejarle un dulce beso.

«Buenas noches, corazón»

Y como si esperase su vuelta, el pequeño abrió con esfuerzo los ojos.

«Estás aquí...»

«Shhh, vuelve a dormir»

«Te quiero»

«Yo también»

Y rápidamente volvió a cerrar los ojos para hundirse en los brazos de Morfeo.

Ella se marchó a su habitación y después de un rápida ducha, se deslizó bajo las sábanas, pensando en esa noche: pronto, tendría que revelarse a Yulia uno de sus más grandes secretos.

🔜
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Mensaje por Fati20 4/18/2024, 9:50 pm

Admiro esa determinación de Lena pero bien jugado esta logrando lo q quiere y mantiene ella el control de todo. Ese niño no creo q sea su hijo 🤔 quien será. Muy buen capitulo cariño te mando muchos saludos, feliz noche 😘😘I love youI love you
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Mensaje por LeaAgronsky 4/18/2024, 10:30 pm

Tiene un hijo? Esto se va a poner interesante
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Mensaje por Veroska 4/18/2024, 11:27 pm

What?! Un niño de cabellera morena...sin duda que vive con ella.. mmm... Interesante que aparezca esto en esta parte.
Lenita va por buen camino tanto con Yulia como bateando a Nastya 🤣🤣🤣
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Mensaje por soy_yulia_volkova 4/19/2024, 3:47 am

Yulia ya se dió por enterada que se enamoró de Lena, ahora solo le queda aceptarlo y comportarse y.... Un niño? 🫣😳
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Mensaje por Corderito_Agron 4/19/2024, 12:03 pm

Puede ser un hermano de Lena? 😵💫 Pero si fuera un hijo, fuera rubio o pelirrojo hahaha yo acá sacando conclusiones se con cuántos tipos se acostó la pelirroja
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Mensaje por psichobitch2 4/19/2024, 5:34 pm

Lena está moviendo muy bien sus cartas a su favor y consiguió que Yulia se enamore de ella, aunque la morena no quiera aceptarlo ya que supone que es algo que jamás ha hecho, según lo que da entender la historia. Ahora, puedo decir que el chico moreno puede que sea hijo de Lena, ya que fue criada en orfanatos y no creo que para su edad, tenga hermanos menores... Pero, todo es posible I love you
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Mensaje por Volkatin_420 4/19/2024, 10:04 pm

Adoro esta historia I love you
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/21/2024, 11:53 am

Clases particulares - Holloween

La segunda cena no tardó, dos días después de su primera cita, Elena recibió un mensaje muy explícito de Yulia «¿Es necesario que le suplique cenar con usted?»

Elena estaba contenta: Yulia no tenía por costumbre dejar el mando a sus compañeros, de resultado, lo poco de autoridad que podía arañar con la pelirroja había que sujetarlo bien. Elena le respondió con naturalidad que a falta de suplicar podía, al menos, pedirlo educadamente.

Evidentemente, Yulia no respondió y Elena, tras dejar pasar todo el día, finalmente dio señales de vida «La paso a recoger mañana a las siete»

La ojiverde tenía la intención de presentarle a su hijo, nunca había querido ocultarlo. Pero presentía que era el tipo de detalle que haría que cualquier pretendiente huyera.

No tenía la menor idea de lo que un niño podría acarrear en su relación con Yulia, aunque aún no había realmente ninguna relación entre ellas. Quizás, por una razón u otra, Yulia detestaba a los niños...

No se le había pasado por la cabeza, un solo segundo, que Yulia pudiera tener un ataque al ver que tenía un hijo. Pero para ella estaba claro como el agua: nunca elegiría entre su hijo y una posible amante. Su hijo estaría en primer lugar, siempre. Sobre todo si a este último no le gustaba la persona que ella eligiera. Ya había pasado en el pasado y Elena nunca lo lamentó.

Esa noche cenaba con Yulia y tanteaba aún si abordaría o no el tema. Su relación era aún frágil y anunciarle algo como eso podría mandarlo todo al garete...Pero al mismo tiempo, eso pondría a prueba a Yulia y Elena sabría a qué atenerse antes de inventarse planes en su cabeza.

Así que con cierta angustia tocó a la puerta de la bella morena que le abrió con rapidez.

«A la hora»

«Siempre por usted» dijo ella con un guiño.

«¿Por qué ha venido a recogerme? Darme su dirección hubiera sido más sencillo»

«Porque no tengo la intención de invitarla a cenar a mi casa»

«¿Ah no?»

«Mi apartamento no es lo que se podría llamar un...nido de amor. Además, no he tenido tiempo de hacer limpieza»

«¿Tan desbordada está durante las vacaciones?» dijo sarcásticamente Yulia.

«Se puede decir que sí...¿Vamos?»

«¿A dónde me lleva?»

«Ya verá» le ofreció su brazo que Yulia aceptó de buen agrado. Y cuando llegaron al hall, Yulia hizo un movimiento de retroceso al ver el escarabajo amarillo de la bella pelirroja.

«¿Qué?»

«¿De verdad piensa hacerme subir en esa cosa?»

«Tiene usted unos estándares bien precisos, señorita Volkova. Pero tampoco he tenido tiempo de alquilar una limusina, así que se va a tener que conformar con mi coche que, dicho sea de paso, aún cumple y nunca me ha dejado tirada»

«Si es una maniobra para hacerme el truco de la avería en mitad del camino, está algo anticuado»

«No es necesario la avería para eso. ¿Sube o no?»

«¿Y si me niego?»

«Bah, tiene dos opciones: o corre detrás o se queda aquí»

«¿Y si cogemos mi coche?»

«Soy YO quien la lleva a cenar, me toca a mí conducir. Porque, estoy segura, que quiere a su coche como a la niña de sus ojos y no cedería el volante a cualquiera»

«¡No cedo el volante a nadie!»

Elena reprimió una ligera risa antes de abrirle la puerta haciéndole el gesto de entrar.

«Madame»

Yulia reviró los ojos, suspiró antes de aceptar la mano de Elena que la condujo hacia el coche al que subió con precaución. Elena dio la vuelta y subió a su vez apresuradamente, feliz ante la idea de conducir a la joven hasta el restaurante.

«Deje de dar saltitos, señorita Katina, parece una cría»

«Está molesta porque he tenido la última palabra»

«Es usted terrible»

«Pero aprecia eso de mí, ¿no?»

Como toda respuesta, Yulia puso una vez más los ojos en blanco. Elena no insistió más, aunque la expresión refunfuñona de Yulia era una de las cosas más adorables que había visto nunca.

El camino no fue largo y en unos diez minutos Elena ya había llegado a uno de los restaurantes más chics y caros de la ciudad.

Yulia frunció el ceño, sin atreverse a preguntar cómo Elena podía tener reservada una mesa y mucho menos cómo podía ella pagar ni siquiera un plato.

«¿Viene?»

Elena había abierto la puerta y esperaba a que Yulia tuviera a bien bajar y seguirla.

Sin una palabra, Yulia salió tan elegantemente como podía con esa falda y la poca altura del coche antes de seguir a la bella pelirroja.

Una vez dentro, Yulia se impactó ante la prestancia y la elegancia del sitio. El maître se acercó

«Una mesa para dos a nombre de Elena Katina»

«Por supuesto, síganme»

Yulia esbozó una tímida sonrisa, impresionada mientras Elena seguía al hombre hasta una mesa apartada.

«Esta es»

«Gracias»

El hombre apartó la silla de Yulia para que ella pudiera sentarse y, antes de hacer lo mismo con Elena, esta ya estaba sentada.

«¿Les traigo la carta de vinos?»

«¡Perfecto!» Él desapareció y Yulia miró, incrédula, a Elena «¿Qué?»

«Me ha impresionado»

«¿Ah? ¿Por qué? ¿Porque pensaba que no era del estilo de venir a este tipo de restaurantes?»

«No, porque no me esperaba esto en nuestra segunda cena»

«Estoy llena de sorpresas» dijo ella guiñándole el ojo.

«¿Ya había puesto los pies aquí?»

«Nunca. Parece que no está mal» Yulia reprimió una risa «¿Qué?»

«No, nada...Generalmente tiene lista de espera de una semana para obtener mesa. Y usted, está aquí como si nada»

«Para ser franca, no hay mérito ninguno. Mi padrastro es chef aquí»

«Oh, ahora comprendo mejor»

«¿Por qué? ¿No me cree lo bastante elegante para elegir un sitio como este en otra circunstancia?»

«No he dicho en absoluto eso»

«Ya...»

«Lo siento si la he ofendido»

«Bah, no sé lo que es más ofensivo: creer que no tengo el nivel para estar aquí o pensar que he tenido que atracar dos o tres bancos para ofrecerle esta cena»

«...»

«Hey, ningún problema, no he atracado un banco» dijo ella sonriendo.

«¿Cómo...?»

«¿Cómo he hecho para poder pagarle champán esta noche? No porque haya dejado la facultad hace unos años quiere decir que haya estado con los brazos cruzados hasta ahora. He trabajado duro para poder concederme algunos placeres, entre ellos el de invitar a una encantadora mujer a un restaurante elegante»

«Me siento halagada»

Intercambiaron una mirada cómplice, después una sonrisa y la cena dio comienzo. Una vez más, la conversación giró primordialmente sobre temas triviales, incluso insignificantes antes de que Yulia tocara el tema que mejor manejaba: el sexo.

«¿Piensa que agasajándome con tal restaurante, voy a acabar en su cama esta noche?»

«En todo caso no es mi intención»

«¿De qué tiene miedo, señorita Katina?»

«¿Qué quiere decir?»

«Da un paso atrás en el último momento»

«Quizás es que no desee ser una más»

«¿Eso qué quiere decir?»

«Eso quiere decir que no deseo acostarme con usted ahora si eso significa no tener nada más adelante...acostarse por acostarse sin nada a cambio no me interesa. Deseo algo más con usted y sé que usted también»

«¿Ah sí?»

«Sí, si no, ¿por qué continúa viéndome cuando sabe muy bien que no pasará nada hasta que yo lo decida?»

«Porque, gracias a mi paciencia, he tenido derecho a una cena que vale un ojo de la cara en uno de los restaurantes más chics de Kazán»

«Es usted una interesada» dijo riendo Elena.

«Solo con las cosas a las que creo tener derecho»

«Oh, entonces...Soy de su gusto y por ese hecho, tengo la oportunidad de poder cenar con usted esta noche. En resumen, es sencillamente gracias a su buena predisposición que estamos aquí»

«Señorita Katina, si no hubiera querido venir, no habría venido. Nada me obliga a hacerle compañía»

«¡Qué honor! Entonces: ¿debo sentirme honrada por el hecho de que haya tomado un rato de su tiempo para venir aquí conmigo?»

«...»

«¡Es usted increíble! Siempre quiere tener el control, ¿eh? ¡Pase lo que pase! ¿La invito a un restaurante que cuesta un riñón y sin embargo, soy yo la que debo estar agradecida de que haya aceptado? ¿Habla en serio? Es usted una maniaca del control, y como conmigo se le escapa, intenta encontrarlo donde puede, incluído en cosas tan insignificantes como mi ego honrado por su presencia»

«...»

«Si usted no me interesara tanto, creo que ya la hubiese plantado» dijo ella dejándose caer sobre el respaldo de su silla, revirando los ojos.

Yulia se dio cuenta de que Elena no estaba equivocada...Es más, tenía razón en todos los puntos: su falta de control en esa situación era tan inhabitual que tenía que paliarlo con otra cosa, aunque fuera hiriendo a Elena de paso.

«Lo siento»

«...»

«Definitivamente lo he estropeado todo con usted, tengo que reconocerlo»

«No está acostumbrada, eso es todo»

«No, no. Quizás no esté acostumbrada, pero eso no quita para que sea descortés y desagradable con usted»

«...»

Yulia se removió en su silla.

«Señorita Katina...olvidemos esto y pasemos una agradable noche»

«Con mucho placer» la tranquilizó Elena.

Y efectivamente, la cena fue pasando hasta que las cosas adquirieron un matiz más íntimo en el postre.

«Señorita Katina, parece incómoda»

«No, no, es solo que...No estoy acostumbrada a sitios tan elegantes»

«Entonces, ¿por qué lo eligió?»

«Bueno, porque pensé que usted, usted es una mujer a la que le gusta este tipo de cosas»

Yulia arqueó una ceja, sorprendida.

«Ha pasado por encima de usted misma para agradarme, es muy amable»

«De nada, quería lo mejor para usted» dijo ella antes de sentir algo chocando en su tobillo. Frunció el ceño antes de levantar el mantel que escondía un par de piernas curiosas estirándose para rozar las suyas «¿Qué...qué está haciendo?»

«Shh...Concéntrese en su postre» dijo maliciosamente Yulia mientras Elena tenía dificultades para concentrarse en el helado cuando sentía un pie ir y venir por su gemelo. Dejó escapar algunos suspiros de sorpresa, pero, evidentemente, nadie se dio cuenta, todo pasaba discretamente bajo el mantel, bastante largo para ocultar lo que sucedía debajo.

«¡Pare!» resopló, incómoda.

«¿O si no, qué?»

«...»

Elena se aferró al borde de la mesa cuando sintió el empeine de uno de los pies rozar su rodilla, para acabar acariciando suavemente el interior de su muslo. Se preguntaba cómo Yulia podía hacer eso sin casi moverse de su silla, con una sonrisa sádica en sus labios, disfrutando totalmente de la situación.

«¡Yul...Señorita Volkova!» soltó Elena enérgicamente echando hacia atrás su silla.

«¿Sí?» dijo ella con una gran sonrisa de satisfacción.

«Yo...No, nada»

La turbación de Elena crecía en la misma medida que la sonrisa de Yulia se hacía más pronunciada: sentía el pie desnudo de Yulia ir y venir sobre su pierna, desde su tobillo a su rodilla. Ella, literalmente, estaba temblando, aferrada a la mesa. Subrepticiamente, Yulia avanzó aún más con el objetivo de ganar terreno y rozar el interior de los muslos de la bella pelirroja antes de retroceder rápidamente.

«¿Han acabado?»

Elena se sobresaltó, sacada de su estado febril por la llegada del camarero.

«Euh...S...Sí, sí»

Entonces él retiró los platos bajo los ojos avergonzados y las mejillas sonrosadas de Elena.

«¡Está...está contenta!» Elena se contuvo para no gritar.

«Mucho» respondió sencillamente la bella morena «Encantador el postre»

Elena no sabía qué responder, su evidente turbación hablaba por ella. La cena terminó y Elena acompañó a Yulia a su casa en un pesado silencio. Una vez delante del edificio, Yulia se giró hacia Elena.

«¿He ido demasiado lejos?»

Elena entonces se dio la vuelta, frunciendo el ceño.

«¿Perdón?»

«En el restaurante...Yo...no quería asustarla»

«Oh, no he tenido miedo...Fue...interesante»

«¿De verdad? ¿Por qué tengo la impresión de que ya no se atreve a mirarme a la cara?» dijo ella ligeramente divertida.

«No lo sé»

Después de unos segundos de silencio, Yulia sonrió y abrió la puerta del coche.

«Buenas noches, señorita Katina»

Y cuando Yulia ya estaba alcanzado la puerta de entrada, Elena saltó de su coche.

«¡Yulia!» esta última se dio la vuelta, divertida «En fin, yo...señorita Volkova. Espere»

Elena llegó a su altura.

«Usted...tiene razón. Desde nuestra salida del restaurante, yo...no me he atrevido a mirarla a la cara»

«...»

«Por la sencilla razón de que en el momento en que lo hago yo...deseo besarla»

«¿En serio?»

«En serio. Yo...no soy una mojigata. Ok, me he sentido un poco desestabilizada por lo del restaurante, pero no porque me haya asqueado o dado miedo. Al contrario, pensando en ello, lo he encontrado divertido. Y si a usted le gustan esas cosas, bueno...¿Por qué no? Eso le dará un poco de picante a nuestras citas...Mientras sea dentro de lo razonable»

«Me alegra»

«Diga...¿Sería demasiado cliché si la beso en el portal?» Yulia soltó un ligera risa ronca que estremeció a Elena «¿Entonces?»

Como única respuesta, Yulia se acercó y se pegó a Elena.

«Me gustan los clichés» dijo antes de pegar, suavemente, sus labios a los de Elena. Su segundo beso, mucho más tierno, mucho más intenso.

Las manos de Yulia se deslizaron bajo la chaqueta de Elena, posándose en sus caderas, mientras que las de Elena se hundieron en la cabellera oscura de la bella mujer, haciendo más profundo el intercambio en el que las lenguas, curiosas, entablaron una lánguida coreografía.

Solo al faltarles el aire se separaron, quedándose frente contra frente.

«Wow...»

«¿Quiere entrar?» murmuró Yulia al oído de Elena.

«No, lo siento, me voy a casa»

«¿Por qué?» dijo ella un poco desilusionada.

«Porque sé lo que pasará si traspaso esa puerta ahora»

«¿Ah sí?»

«Sí. Beberemos algunas copas, nos daremos unos cuantos besos más...Y finalmente, me conducirá a su habitación, me hará el amor como nadie, quizás incluso me dejará dormir a su lado para mañana por la mañana tirarme fuera y ya no saber nada más de usted a continuación»

«¿De verdad piensa eso?»

«No lo sé. Pero no deseo que eso pase, así que...prefiero quedarme con este bello final de velada y este maravilloso beso» ella se alejó un poco, manteniendo sus manos en las suyas, ofreciéndole su más bella sonrisa «Buenas noches, señorita Volkova»

Yulia comprendió y aceptó. Suspiró un «Buenas noches, señorita Katina» antes de que la bella pelirroja se alejara hacia su coche.

«¡Oh, señorita Katina!»

«¿Sí?»

«¿Qué va a hacer en Halloween?»

«Oh, euh...Yo...No voy a estar, lo siento. Una de mis amigas me ha invitado a su casa, lo siento»

«No...no hay problema. Entonces nos vemos a la vuelta»

«Sí, con mucho placer»

Y con la sonrisa de Elena en mente Yulia cerró la puerta.

***

Como le había prometido, a la mañana siguiente, Nastya encontró a Elena delante de su casa.

«¡Hola, pelirroja!»

«¡Hola, Nast!»

«¿Dónde está tu hijo?»

«Se está preparando. No hace falta que te diga que está que no cabe en sí»

«¡No se va a desilusionar, créeme, y tú tampoco! Mi abuela nos espera con impaciencia. No podemos retrasarnos, son más de cuatro horas de camino»

«Ok»

«Por cierto, no me has contado tu segunda cita con la señorita «tengo ganas de hacerte cosas nada católicas» Volkova. ¿Ha ido bien?»

«Fue...interesante. Te contaré todo cuando las pequeñas orejas indiscretas de mi hijo no estén por los alrededores»

«Oh, ¿es para tanto?»

«No tienes idea»

Intercambiaron una mirada cómplice antes de que un pequeño muchacho moreno hiciera su aparición, mochila en la espalda, todo sonriente.

«¡Estoy listo!»

Y tras cuatro horas de viaje, llegaron finalmente delante del cartel de «Bienvenido a Storybrooke»

«¿Storybrooke? Es un nombre divertido» dijo sonriente el pequeño muchacho que, sentado en la parte de atrás, acababa de despertarse de una larga siesta.

«Sí, algo así...Es divertido porque dentro no hay nada que parezca un cuento de hadas, créeme»

«Si es tan terrible, ¿por qué venir?» dijo asombrada Elena.

«Bueno, porque es mi casa» dijo con total naturalidad la bella castaña «A esta hora, no debería haber nadie en Granny's»

Se detuvo justo delante y Elena salió del coche, mirando hacia todos los lados: Storybrooke no tenía nada de excepcional: pequeño pueblo portuario, que olía a mar, su aire yodado, sus pequeños y típicos comercios. Y su restaurante, el Granny's Dinner. Todo perfectamente decorado con los colores de Halloween con sus calabazas, sus coronas y sus colores otoñales, sus brujas en sus escobas, las arañas colgando de las farolas, los gatos negros y otros adornos...

«¡Vamos, vais a degustar las maravillosas, Fish and Chips de la región!»

Elena y el pequeño intercambiaron una mirada antes de entrar en el restaurante, casi desierto.

«¡Hola, abuela!»

«¡Nastya!» tras de la barra, una mujer de avanzada edad, con un moño, y ropa tan anticuadas como podía suscitarlo su edad «¡Aún estaba esperando tu llamada para decirme cuándo llegabas!»

«¿Ah? Bah, ¡AQUÍ ESTOY!»

«Muy divertido...Di, ¿aún es más corta que la última vez que nos vimos, no?» dijo ella señalando con el dedo la falda ultra corta de la joven.

«Es posible»

«¿Hace tanto calor en Kazán para que te vistas tan ligera? ¿O es costumbre en la gran ciudad que te vistas como una ramera?»

«Encantador. Elena, te presento a mi abuela, como puedes ver, tiene un sentido del humor que le es propio»

«Encantada, señora»

«¿Señora? No, por favor, llámame Granny. ¿Y quién es este encantador muchacho?»

«Mi hijo, Samir»

«Supongo que tras una viaje tan largo tenéis hambre»

«¡Cómo te lo diría! Vamos a llevar las maletas al hostal y volvemos»

Sin decir más, Nastya los condujo al hostal, de igual nombre que el restaurante.

«Oye, ¿el pueblo pertenece a tu abuela? ¿Un restaurante, un hostal...?»

«No, herencia familiar. No hay nadie en este momento, tendréis la suerte de una habitación para cada uno»

«No quiero cargar con más tarea a tu abuela, Samir y yo compartiremos la misma habitación»

«¡No, venga!»

Nastya los condujo a sus habitaciones, una al lado de la otra. Elena dejó su bolsa, imitada por Samir.

«Bien, vamos, ¿una pequeña visita después de comer? Después nos preparemos para Halloween»

«Por cierto, ¿cuándo llega Vladimir?»

«A media tarde. Mierda, ¡va a ser una locura esta noche!»

«¡Nastya, tu lengua!» soltó Elena tapando las orejas de su hijo.

«Lo siento»

«Entonces, cuéntame cómo será todo»

«Nos vamos a ocupar de un grupo de niños. Iremos de casa en casa y ya está, nada más fácil»

«¿Y después?»

«Después los padres vienen a buscarlos y la fiesta para nosotros comenzará en Granny's»

«Parece un buen plan»

«¡Y que lo digas!»

«¿También podré yo recoger caramelos?»

«Evidentemente, chico, ¡en eso consiste Halloween! De verdad Elena, me pregunto qué le enseñas a este pequeño»

Elena reviró los ojos: esos días libres le harán bien, así como a su hijo. Y después de comer, Granny aceptó quedarse un momento con Samir mientras las dos mujeres se marcharon a dar un paseo por el pueblo.

«Entonces, ¿me vas a decir lo que pasó entre tú y la señorita Yulia?»

«Estuvo...interesante»

«¿En serio? ¿Os acostasteis?»

«Aún no. Solo cenamos juntas y la acompañé a su casa...nos besamos»

«Wow...bueno, parece que vuestra relación ha dado un paso adelante»

«Sí...» dijo con expresión turbada.

«¿Por qué tengo la sensación de que eso no te alegra mucho?»

«Porque aún no sabe lo de Samir»

«Creía que se lo ibas a contar durante la cena»

«No he podido...Comprende, es complicado»

«Bah, no me sorprende: si supiera que el chico que me gusta tiene un niño, por supuesto que eso me enfriaría»

«Tengo miedo de que se aleje...»

«Si se aleja por eso, es que no ha comprendido nada»

»No es como si le confesara que soy vegetariana, Nastya, hablamos de un niño, es una responsabilidad que algunos no quieren asumir. Ya he conocido tipos que parecían sinceros antes de saber que tenía un hijo y al día siguiente ya habían desaparecido»

«Yulia es una mujer que ama su libertad...»

«Lo sé...Pero nunca elegiría entre ella y mi hijo. Aunque eso signifique quedarme sola toda mi vida»

«¡No estarás sola, yo estaré para llenar tus noches de borrachera, amiga!»

Se sonrieron.

«Entonces...¿De qué nos disfrazamos?»

«¡Ah, eso, te va a ENCANTAR!»

Al caer la noche, el pueblo se había transformado: a la luz de las linternas, farolas y comercios, grupos de niños recorrían las calles, sujetando en sus manos bolsas y cestas llenas de caramelos y otras delicias culinarias.

Nastya se había puesto para la ocasión un disfraz de caperucita roja, mucho más sexy de lo que sugería el cuento original, mientras que Vladimir se había colocado una capa de animal y una ballesta, como el cazador de Blanca Nieves. Elena, por su parte, había optado por algo más clásico, ayudada por Nastya: con un traje blanco de lentejuelas, los cabellos adornados con una tiara, sujetaba en sus manos una varita y en su espalda una par de alas resplandecientes.

Samir se había disfrazado de un Peter Pan moderno, ya que se había negado en rotundo a ponerse mallas verdes.

Ya eran casi las 22:00 y las cestas de Samir y de los niños que lo acompañaban estaban ya bien llenas.

«Deberíamos macharnos»

«Oh venga, una última calle. El barrio elegante de Storybrooke. ¡Ahí vamos a recolectar un mogollón de caramelos!»

Evidentemente, los niños gritaron de felicidad y Elena no pudo sino ceder.

«Ok, ok, una última calle»

«¡Venga, chicos, dirección calle Mifflivk !»

Y al cabo de diez minutos de caminata, ante Elena y el grupo, una larga calle acogía inmensas casas, una más lujosa que la otra.

«Ok, hecho, ¡comenzamos por la derecha!»

Y entonces, la caza comenzó...Los niños abrían el cortejo de «¿Truco o trato?» Elena y Nastya ligeramente a la zaga.

«Entonces, ¿noticias de Yulia?»

«No...»

«Huele a plantón»

«¿Qué dices? Tampoco somos las de estar llamándonos cada cinco minutos»

«Ok, ok...no seas gruñona...Estás necesitada, es deprimente» dijo ella riendo.

«¡No estoy necesitada!» contestó Elena sin levantar el tono «Mierda, ¿quién puede pagarse chozas como estas...» dijo al entrar en un jardín en el que una gran casa de muros blancos se ofrecía a su vista. Samir tomó la delantera y llamó a la puerta, con un 108 dorado estampado en ella.

Cuando la puerta se abrió, Samir soltó con fervor «¿Truco o trato?» a la bella morena que acababa de abrir. Elena y Nastya contuvieron el aliento.

Elena se acercó.

«¿Se...señorita Volkova?»

«¿Señorita Katina?»

Ante ella, Yulia, toda vestida de negro, con pantalón de cuero y un corpiño con lazos negros, los cabellos recogidos en un perfecto moño. Se asemejaba a una moderna bruja. Se quedaron unos segundos mirándose la una a la otra antes de que Samir rompiera el silencio.

«¿La conoces mamá?»

Yulia entonces volvió en sí y su mirada hizo innumerables idas y venidas entre el muchacho y Elena.

«¿Ma...mamá?»

Como toda respuesta, Elena esbozó una ladeada sonrisa.

🔜

Lindo domingo para todas! Les adelanto que ambos capítulos estarán de muerte 🫣🫣
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Mensaje por Veroska 4/21/2024, 12:46 pm

OMG!!! Qué loco! 🤣🤣🤣 Esa forma en que Yulia se entera y conoce al bello hijo de Elena... Ocultar cosas tienen fecha de caducidad cuando menos te lo esperas... Eso fue como balde de agua helada... Linda Lenita con su sonrisa espera pasar el bache, puede que le funcione 😅

Respecto a la cena, pues en verdad a Elena le gusta Yulia para aceptar sus comentarios desatinados.... Pero como todo se puede solucionar con una pequeña caricia... Admiro el aguante de Lena de no aceptar entrar en la casa de Yulia... Pero comprendo bien que no se quiere ilusionar. Ella ya no es una adolescente, ya pasó eso y ella quiere una relación estable que acepte y ame a su hijo también... Apoyo su forma de pensar... Pero ahora quiero ver qué hace la hermosa bruja encuerada con figura escultural... 😁
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Mensaje por LenaVolkova66 4/21/2024, 2:32 pm

Casualidades de la vida diría yo!!!!
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Mensaje por Corderito_Agron 4/21/2024, 5:55 pm

Yulia en un disfraz de bruja 🧹 pero si eres una lobaaa bebé auuu hahahaha grrr arañame todoooo
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/21/2024, 8:05 pm

Clases particulares - Revelaciones

Sintiendo la tensión entre las dos mujeres, Nastya desvió la atención llevándose a los niños hacia otra casa, mientras que Elena y Samir se quedaban frente a la casa que parecía pertenecer a Yulia.

«Entrad» invitó la bella morena.

«Wow» soltó Samir al ver el inmenso hall decorado con los colores de Halloween.

«¿Cómo te llamas?» preguntó Yulia inclinándose hacia el niño.

«Samir, señora»

«Samir, ¿quieres entrar un momento ahí? Hay algo de beber y podrás comerte tus caramelos»

«¿Puedo?» preguntó ansioso a su madre.

«Vete, yo voy ahora»

El pequeño entonces desapareció, dejando a las dos mujeres en el hall, y una palpable incomodidad sobrevolando encima de las dos.

«Entonces...»

«...»

«...tiene un hijo»

Elena estaba incómoda. No se esperaba que Yulia se enterara y definitivamente no así.

«Sí...Escuche, quería decirlo, de verdad»

«Evidentemente no es algo que se pueda ocultar eternamente»

«Lo siento» terminó por soltar Elena.

«¿Por qué?»

«Bueno...Por no habérselo dicho antes»

«No estaba obligada. Después de todo, nunca hemos establecido reglas específicas. Aún no hemos entablado...nada. No me debe nada»

«Sí, es verdad» dijo ella haciendo una mueca.

«Es encantador» dijo Yulia, con una sonrisa en los labios.

«Samir, se llama Samir. Tiene 9 años. En fin, si le pregunta, le responderá que pronto tendrá diez, pero será dentro de ocho meses»

«Oh, ya veo, en suma, un muchacho grande»

«No parece usted enfadada»

«¿Por qué tendría que estarlo?»

«Bueno, no sé...Si yo me enterara de que la persona que frecuento tiene un hijo y no me lo ha dicho...»

«Ya se lo he dicho, no tiene que rendirme cuentas, señorita Katina»

«...»

«Venga, vamos con él, de repente tengo miedo por mi sofá de cuero» dijo con una sonrisa.

Elena no sabía qué pensar: o lo estaba tomando bastante bien o ponía tan poco entusiasmo en su relación que le daba igual que tuviera un hijo.

Cuando las dos mujeres se unieron a Samir, este último estaba apaciblemente sentado en el sofá, picoteando de vez en cuando en su bolsa de caramelos, mientras hojeaba un libro.

«¿Samir?»

Este cerró el libro con rapidez y lo hizo caer al suelo. Yulia se acercó y lo recogió.

«Lo siento, no quería tocar, pero...»

«Adora los libros» concluyó Elena, de brazos cruzados, apoyada en el umbral de la puerta.

«¿De verdad?» Yulia echó una ojeada al libro, Los cuentos de Grimm «¿Te gustan los cuentos de hadas?»

«Algunos sí»

«Toma, cógelo»

Samir miró al libro, después a su madre, tras él. Elena se encogió de hombros, después Samir se giró de nuevo hacia Yulia y puso sus manos en el libro.

«Es un préstamo. Cuando lo hayas acabado, vendrás a devolvérmelo y podrás coger otro, ¿de acuerdo?»

«De acuerdo»

«Por cierto, me llamo Yulia»

«Samir»

«Encantada Samir»

«¿Conoce a mi madre?»

«Bueno...Trabajo en la facultad donde ella estudia»

«Oh, es su profesora»

«Eso es» dijo ella acariciándole los cabellos.

«Bien, Samir, vámonos»

El pequeño caminó hacia Elena y Yulia los acompañó a la puerta.

«Bien...Espero que pasen una buenas vacaci...»

«¿Vive aquí?» cortó Elena.

Tomada de improviso, Yulia desorbitó los ojos.

«Sí. De hecho, vivo aquí solo desde hace unas semanas»

«Tenemos que hablar de todo esto...»

«Creo, efectivamente, que tenemos muchas cosas que abordar»

«¿Qué hace mañana?»

«Yo...nada»

«¿Puedo pasarme?»

«Euh...Sí, sin duda»

«A las diez, ¿le va bien?»

«Me va...Sí»

«Buenas noches, señorita Volkova»

Después se alejaron y antes de que Yulia cerrara la puerta.

«¡Oh, señorita Volkova!»

«¿Sí?»

«Hermoso disfraz» dijo ella con un guiño que provocó una ligera sonrisa en Yulia.

Al final, esas vacaciones serían muy fructíferas.

Y cuando Elena y Samir estuvieron lo bastante lejos, el pequeño tomó la mano de su madre.

«Es amable»

«Sí, mucho»

«¿De qué es profesora?»

«De Derecho»

«¿Sabías que vivía aquí?»

«No, y por lo visto...hay muchas cosas que aún no sé...»

«¡Oh, mierda, fue...ÉPICO!»

Nastya acababa de aparecer corriendo en la habitación de Elena, y saltó directamente a la cama.

«¡Chut! ¡Samir duerme al lado!»

«Perdón...¿Entonces, qué? ¡Cuenta! No nos hemos visto, tuve que acompañar a los niños»

«¿Qué quieres que te diga...?» dijo ella mientras se cepillaba sus húmedos cabellos.

«Bah, ¿le ha dado un ataque? ¿Se ha puesto histérica?»

«Ni una cosa ni la otra. De hecho, todo lo contrario. Parecía...indiferente. Como si todo lo que se refiriera a mí la dejara indiferente»

«Bah, mierda...¿Nada de gritos? ¿Nada de vajilla por los aires?»

«Nada de eso. Ha estado muy tranquila. Incluso ha tenido un buen acercamiento a Samir»

«Bueno, si todo va bien, ¿por qué tienes esa cara?»

«Porque me ha dicho que no le debía nada»

«¿Y?»

«Es como si no pusiera nada de su parte en esa relación, como si ella no creyera en ella o algo de eso...Anunciarle que tengo un hijo ha sido como anunciarle que dentro de una semana me iría al otro lado del mundo...Ni frío ni calor. Tengo la sensación, de hecho, de que le importa un pepino. Que solo espera hasta que nos acostemos y a continuación, adiós»

«¿Le has hablado de ello?»

«Aún no, estaba Samir. Voy a verla mañana por la mañana. Por cierto, ¿podrías quedarte con Samir?»

«Ningún problema, adoro a ese pequeño»

Elena se dejó caer en la cama, acostándose al lado de Nastya y juntas y en silencio se quedaron mirando el techo hasta que Nastya rompió la paz.

«Escucha...No lo sabía, eh»

«¿El qué?»

«Que vivía aquí, no tenía ni idea»

«Me ha dicho que tiene esa casa desde hace algunas semanas. Y como estábamos en clase, no podrías haberlo sabido»

«Mierda, joder con el destino...¿Cuánta probabilidad había de que os encontrarais aquí en el mismo momento?»

«Sí, a veces el destino es irónico...en tu opinión, ¿a dónde me podría llevar una relación como esta?»

«No lo sé...quizás a ningún lado, quizás a formar la más improbable de las familias»

«¿De verdad? ¿Crees que mi final feliz sería con Samir y Yulia, como una familia?»

«Suena bien...ahora, creo que Yulia no es el tipo de mujer que quiera cargar con un chico»

«Mierda...Yo que pensaba que ya era un paso ganado si no incluía el sexo...Y ahora le encasqueto un chico, se enfriaría con razón»

«Bueno, si sigue en contacto después de eso, sabrás que le importas, no hay mal que por bien no venga»

«Ya...»

¿Podía realmente contar con eso? ¿Podía creer que Yulia aceptaría a Samir?

***

«Hola»

«Buenos días, señorita Katina. Entre. ¿Samir no viene?»

«No, se ha quedado en el hostal»

«¿Una copa?»

«Nada de alcohol»

Yulia condujo a Elena a la cocina donde le sirvió jugo de manzana. Se sentaron alrededor de la isla y Elena dejó vagar sus ojos por la estancia.

«Muy bonita»

«Gracias»

«Entonces, se ha mudado hace algunas semanas»

«Sí»

«¿Piensa dejar la facultad?»

«En absoluto. Esta casa está pensada para ser una casa de vacaciones»

«¿En Storybrooke?»

«No es por casualidad. Mis padres vivían aquí antes de mudarse a Kazán cuando yo tenía cinco años»

«Oh, nació aquí»

«Y usted, ¿qué hace aquí?»

«Acompaño a una amiga que me propuso pasar Halloween con ella»

«Oh...con su...hijo también»

«Sí. Pensaba decírselo...En fin, antes de que entre nosotras se volviera más serio»

«¿Quiere decir antes de que nos acostásemos?» dijo ella con una sonrisa pícara.

«Sí, algo así...»

«Él es encantador»

«...»

«Es la razón por la que dejó la universidad, ¿verdad? Ese vacío de nueve años en su vida...»

«Fue por criar a Samir, sí»

«Cuénteme»

«Oh, una historia trivial, de hecho: yo estaba en el instituto en último año. Salía con un chico malo, al que evidentemente yo encontraba buenísimo. Se llamaba Sash. En esa época, él no tenía intención de estudiar...Quería vivir de amor y fantasía...Me arrastró en sus sueños. Durante el verano siguiente hicimos un viaje por carretera a Ekaterimburgo...Pero yo quería otra cosa, deseaba otra cosa. Así que, cuando encontramos un sitio agradable, Talahasse, nos establecimos y me inscribí en la universidad. Teníamos nuestro pequeño apartamento, él tenía un trabajo de mecánico, y yo, a la vez que estudiaba, trabajaba como camarera»

«Todo parecía ir bien...»

«Hasta que me quedé embarazada...No lo habíamos previsto. Y Sash mucho menos. Cuando lo supo, se volvió loco. Me pidió que abortase, me negué. Entonces me pido que eligiera: él o el bebé»

«Encantador...»

«Al final, me dejó. Una noche, cuando regresé del trabajo, se había ido: ni sus cosas, ni el coche...Yo no tenía nada a no ser un apartamento del que sola no podía hacerme cargo del alquiler. Durante algunas semanas, pude afrontarlo, pero cuando mis ahorros se esfumaron, tuvo que rendirme a la evidencia: era imposible conciliar mi vida y las clases, tuve que hacer una elección. Dejé la facultad, dejé el apartamento y marché hacia el norte»

«¿Ninguna familia?»

«Salí del sistema de acogida, realmente nunca me he sentido apegada a nadie, entre una familia cuyo padre tenía las manos largas, otra en que la madre estaba demasiado celosa hasta el punto de hacerme vivir un infierno...y mi última familia, bueno, ellos quisieron que diera en adopción a mi bebé. Me negué, me hicieron comprender que no pagarían por un bastardo...»

«Pero, sin embargo, me dijo que su padrastro trabajaba en aquel restaurante»

«Mentí...De hecho, fue un camarero compañero mío el que me consiguió mesa. No tengo ningún contacto con ninguna de mis familias»

«Lo siento»

«Oh, no lo sienta...Esas experiencias me han enseñado mucho, sobre todo, sobre la independencia»

«¿Qué hizo entonces estando embarazada?»

«Llegué a Moscú donde me acogieron en una casa para chicas embarazadas. Aprendí todo lo necesario para cuidar de mi bebé, y retomé ahí mis clases de Derecho...y cuando Samir cumplió los tres años, dejé esa casa y me marché a Kazán donde estuve compartiendo piso antes de encontrar pequeños trabajos para subsistir. Fue ahorrando, mi primera verdadera compra fue mi coche...»

«¿Entonces, decidió retomar la facultad?»

«Empecé por tomar clases a domicilio para estar cerca de Samir, después tuve un poco más de tiempo cuando comenzó el colegio. Y cuando creí que ya estaba lo bastante grande, hablamos y estuvo de acuerdo para que retomara mis clases en la facultad para sacar el título»

«¿Qué desea hacer después?»

«Se va a reí de mí...»

«Pruebe»

«Siempre he soñado con trabajar en la ley, sheriff o algo de ese estilo...»

«¿Y por qué me iba a reír?»

«Bueno, no sé...Creía que...que no era lo bastante elegante»

«Me juzga a la ligera, señorita Katina: un restaurante muy elegante, un trabajo que no lo es»

«Bueno, cuando se la ve...uno piensa que tiene cierto standing. Y al ver esta casa, está claro que le gustan las cosas hermosas»

Yulia se incorporó y sonrió.

«Esa es también una de las razones por las que usted está aquí»

Entonces las mejillas de Elena enrojecieron: era extraño que Yulia le hiciera algún cumplido.

«No está enfadada...por Samir»

«¿Qué tengo que ver en eso? Es su hijo...»

«Y usted, cuénteme algo de su vida»

«Bien...Soy hija única de padres adinerados, mimada por mi padre, pero tiranizada por mi madre que imponía una ruda educación, no dejando lugar ni al azar ni a las tiernas atenciones maternales. Al igual que no había, en sus planes, ningún lugar para las relaciones amorosas»

«Wow...»

«Me impuso una brillante carrera de abogado que yo saqué. Después murió de un ataque al corazón, hace unos años, y como una liberación decidí dejar los tribunales por un trabajo más tranquilo: profesora de derecho en Kazán»

«Ya veo...Ser profesora no es una verdadera vocación entonces»

«Me adapto a ello: buen sueldo, ventajas tanto materiales como... "en especie"»

«¿Cómo es posible que con los rumores y todo lo que se dice sobre usted no haya tenido nunca problemas?»

«Teniendo como padre al decano de la facultad de Derecho, es sencillo» dijo con una sonrisa.

«¿Su padre es el Decano? Pero, pensaba que él se llamaba Miller»

Yulia se tensó y su rosto se volvió blanco.

«¿Señorita Volkova?»

«Es...es mi nombre de soltera»

Elena se quedó entonces sin voz.

«¿Está...usted casada?»

«Sí»

🔜

Bye... 🤣
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Mensaje por LeaAgronsky 4/21/2024, 9:42 pm

😱😱😱😱😱😱😱😱😱😱 espera, me está costando asimilar un mundo lo que leí al final
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Mensaje por Veroska 4/21/2024, 11:54 pm

¡¿Qué carajos?! Perdón! Pero tenía que decirlo
Hasta yo quedé media loca con eso 🤣🤣🤣
Y dónde está don Volkov para que Yulita siga de fiesta en la Universidad... Todos tenemos pequeños secretos que tarde o temprano salen a la luz... No te caigas Lenita no más 😅
Excelente capítulo lind@
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Mensaje por Fati20 4/22/2024, 1:12 am

Una sale con lo de un hijo la otra resultan qué esta casada 🤣🤣🤣🤣🤣😱😱😱😱 estas mujeres son una caja de sorpresas de verdad, literal capitulos sorprendentes e inesperados. Bueno vamos a ver cual es la historia de Jul con el esposo y a ver como avanzan las cosas. Saludos cariño disfruta de dejarnos tan picadas hasta pasado mañana 🤣🤣🤣 saludos 😘😘I love youI love you
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Mensaje por Corderito_Agron 4/22/2024, 4:41 am

Hahaha resulta que la que se tira media universidad es la mujer del decano hahaha yulia, me sorprendes mujer!!!!!!!!!!!!! Es que eres una bandida 🤣🤣🤣 te sale látigo
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Mensaje por LenaVolkova66 4/22/2024, 11:19 am

Y entonces yulia no quiere compartir con nadie más jajaja acaparadora compulsiva
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/23/2024, 7:57 pm

Clases particulares - Confía en mí

Elena cayó de las nubes...¿Acababa Yulia de anunciarle con la mayor tranquilidad del mundo que estaba casada? Se quedó sin habla...Y sin embargo, Yulia no parecía ni apenada, ni turbada...

«Está...casada...»

«...»

«¿Pensaba decírmelo algún día o no?»

«Como le he dicho...»

«¡Eso es! ¡La razón por la que no se enfadó al conocer la existencia de Samir es porque usted escondía también un secreto, señorita Volkova!»

«...»

«Creo que voy a dejarla, necesito tomar el aire»

«Señorita Katina...»

«No, está bien, lo he entendido»

«¿Qué ha entendido?»

«Que no quiera comprometerse. Que solo quiera polvos para pasar el rato...¿Es su marido tan malo en la cama para que se tire a todo el campus?»

Entonces, el rostro de Yulia cambió, su mirada se oscureció de golpe y se acercó a Elena para darle una bofetada que resonó en toda la cocina.

Elena se quedó atónita, su mejilla le ardía como si hubiera sido quemada. Yulia la había golpeado tan fuerte que su palma le dolía. Con lágrimas, gritó de rabia.

«¡FUERA!»

Elena pegó un salto antes de marcharse, sin esperar y sin darse la vuelta. Cuando estuvo fuera, escuchó la puerta ser cerrada con un violento portazo.

Se quedó completamente perdida: ¿qué acababa de pasar? Al menos tenía el derecho de estar enfadada con Yulia, ¿no? Entonces, ¿cómo es que era ella la que tenía la mejilla al rojo vivo?

Volvió a Granny's para reunirse con Nastya y su hijo. Evidentemente, Nastya se dio cuenta del color escarlata de la mejilla.

«¿Qué ha pasado?»

Esa pregunta captó la atención del pequeño que estaba comiendo pancakes.

«¿Mamá?»

«Oh, no es nada, yo...me he golpeado»

Nastya acarició su mejilla.

«A mí no me la das»

«¡No es nada, Nastya!» dijo ella lanzando una ojeada a Samir, cosa que hizo que Nastya comprendiera y no insistiera más.

«Entonces...Os vais a quedar hasta el final de las vacaciones»

«No lo sé»

«De hecho, no era una pregunta»

«Nastya, no puedo pagar cuatro días más de hostal»

«Te puedes quedar gratis, de verdad, quiero que te quedes, tú y tu hijo»

«Ok, gracias...» sonrió.

«Hey, Samir, ahora volvemos, ¿ok? ¡Pórtate bien, eh!»

«Ok»

«¡Tú, sígueme!» agarró a Elena por el brazo y la arrastró al exterior del restaurante «Entonces, ¿me vas a decir lo que ha pasado? ¿Te ha abofeteado?»

«...»

«Mierda, Elena, no sabía que le gustaba el sadomaso»

«Nada que ver...ella...¿Sabías que estaba casada?»

«¿Casada? ¿En serio? Mierda...¿Y no le importa ponerle los cuernos a su marido con la mitad de la Universidad de Kazán?»

«Se lo he preguntado...»

«¿Y?»

«Es lo que me valió esta hermosa marca» dijo ella señalando su mejilla con el dedo.

«¡Se cabreó hasta el punto de darte una bofetada cuando es ella la que actúa como una perfecta zorra!»

«No sé...No me esperaba esa reacción...Ella, que parece darle igual la opinión de los demás...Seguro que ha escuchado cosas más crudas sobre ella y su comportamiento, así, ¿por qué tomárselo de una manera tan virulenta esta vez?»

«Porque viene de una persona que le importa»

«...»

«Creo que siente por ti más que simple diversión...Elena, deberías parar esta relación antes de que sea demasiado tarde. ¡Está casada por Dios! ¿Y si su marido se entera, si aparece en el momento en que estáis divirtiéndoos juntas...?»

«No es posible que no esté al corriente...»

«Bueno, fuera de la facultad, no levanta rumores, ahora sabemos por qué sus presas las caza en el campus: ahí no tiene miedo de que su marido pueda enterarse»

«¿Sabías que el decano de Derecho es su padre?»

«Eso también explica la situación: el hecho de nunca haya sido cazada por lo que hace»

«Se volvió histérica cuando hablé de su marido...» suspiró.

«Ya sabes, no hay ningún misterio, si hace lo que hace en la facultad es porque su matrimonio no es feliz. Lo que no comprendo es por qué no le deja para coquetear como bien le parezca»

«Quizás...»

«¿Quizás qué?»

«Que él sea violento. Que la tenga amenazada. Quizás no ha encontrado sino esa forma para evadirse...»

«No es muy buena excusa, solo tiene que marcharse»

«Créeme, he visto diferentes tipos de matrimonios en las familias en las que he estado...a veces no se puede marchar así como así, no es tan sencillo»

«¿Entonces qué? ¿Tienes en mente salvarla?» dijo ella irónicamente.

«Si pensaba mantener su matrimonio en secreto, ¿por qué me lo dijo con tanta sinceridad? ¡Y si es una llamada de socorro!»

«Estás delirando...»

«¡Quizás no! ¡Tengo que ir a hablar con ella!»

«¿Y qué vas a hacer contra un marido violento, eh? No hay pruebas, no hay testigos...¿Vas a aparecer tú y tu hermosa cabellera roja en plan Salvadora? No me hagas reír»

«Tengo que hacer algo, si me ha pedido ayuda implícitamente, ¡no puedo dejarla caer! Nastya, ocúpate de Samir»

«¡Espera! ¿Vas a volver ahora? Acaba de darte una bofetada magistral, aún veo la huella de sus dedos en tu mejilla. Espera un poco»

«Pero...»

«No hay peros que valgan. Escucha...¿no has pensado que podría ser un medio para...romper contigo?»

«...»

«Decías que conseguiríais salir juntas sin acostaros, pero quizás a ella...eso no le baste. Quizás está cansada de marear la perdiz»

«No lo creo»

«Elena, me quema ver que estás arriesgando tu vida y tu reputación por esa mujer que realmente no vale la pena»

«Ahí te equivocas, Nastya...Ella vale la pena. Vale muchísimo la pena»

Tras eso, Elena se marchó, se metió en su coche y se encaminó hacia la casa de Yulia. Al estacionar, salió de su automóvil como un matasuegras de su caja, y caminó hacia la puerta principal golpeándola enérgicamente.

«Yulia...¡Yulia! ¡Ábrame, sé que está ahí!»

Golpeó una y otra vez, a riesgo de lastimarse la mano. Intentó abrir, pero, evidentemente, estaba cerrada...Se pegó a la puerta, esperando captar algún ruido, Yulia estaba detrás de la puerta.

«Yulia...Yo...lo siento, no debería haberle hablado de esa manera...No sé qué hacer...Me gustaría tanto comprenderla, ayudarla. Yulia, déjeme ayudarla. Confíe en mí, deseo que tenga la suficiente confianza en mí para hablar. Deseo...Mierda, Yulia, soy una negada para estas cosas. Por favor, deme una oportunidad»

Pegó su frente a la madera, pero nada...Ni un ruido, nadie. Entonces, desesperada, suspiró y decidió marcharse sin volver la vista atrás.

Lo que nunca supo es que Yulia estaba justo detrás de la puerta, sentada en el suelo, su espalda contra la madera, escuchando cada sonido, cada palabra de la bella pelirroja, con una lágrima deslizándose por su mejilla...Si las cosas fueran tan sencillas...

***

Durante los tres días siguientes, Elena no tuvo noticias de Yulia, ni un mensaje, ni una llamada, nada. Elena, aunque la había llenado de mensajes, no había recibido ninguna respuesta. Nastya intentaba que pensara en otra cosa.

«Hey, Em...Vladimir va a venir hoy, ¿te parece que salgamos?»

«Realmente no me apetece»

«¡Mierda Elena! ¡Reacciona! ¡Pareces una larva en su capullo! Incluso Samir es más activo»

«Lo sé...»

«Hundirte en la depresión no servirá para nada. Ella no quiere hablar contigo, no es un drama, solo nos queda este finde antes de volver a la facultad...Deberíamos aprovechar. Y además, al volver a Kazán, tendrás ocasión de hablar con ella»

«...»

«Bueno...Yo salgo, me llevo a Samir a la playa, si quieres unirte a nosotros, tú misma»

Nastya salió de la habitación, dejando sola a Elena. Esta no paraba de dar vueltas en las cama: ¿y si Nastya tenía razón? ¿Y si Yulia no buscaba sino romper con ella, cansada de tener que esperarla eternamente?

Nastya tenía razón, solo quedaban dos días antes de la vuelta, tenía que aprovechar. Con ese pensamiento, se vistió, pasó por Granny's para tomar un café y unirse a su hijo y a Nastya en la playa.

¡Cuál no fue su sorpresa cuando, al abrir la puerta del restaurante, divisó a Yulia sentada a una mesa, hojeando el periódico! El corazón de Elena dio un salto en su pecho y el deseo de ir a verla fue tan grande que dio un paso hacia su dirección antes de cambiar de opinión. Si realmente Yulia quería poner distancia entre ellas, Elena tendría que hacer lo mismo.

Así que se dirigió hacia la barra.

«Hey, Elena, Nastya y Samir ya se han ido»

«Lo sé, vengo a tomar un café antes de ir con ellos»

«Ahora mismo te lo pongo, querida»

Elena le dio las gracias con una sonrisa antes de lanzar un vistazo tras ella...para ver que Yulia también la estaba mirado. Entonces se dio la vuelta rápidamente para esquivar su mirada.

«Aquí está»

«Gracias» Elena pagó, y cogió su vaso «Hasta luego»

Después salió. Cuando iba a traspasar la pequeña verja de madera, escuchó la campana de la puerta.

«¡Señorita Katina!»

Elena no tuvo que darse la vuelta: esa voz y esa manera característica de llamarla. Se giró y vio a Yulia avanzar rápidamente hacia ella.

«Señorita Volkova» respondió ella con fingida neutralidad.

«Yo...yo...me gustaría...»

«Lo siento, pero...mi hijo me espera» dijo ella mientras comenzaba a caminar.

«¡No, espere! Yo...quería excusarme»

«¿Por qué? ¿Por la bofetada o por la indiferencia que vino después?»

«Las...las dos cosas, para ser sincera. Nunca debí levantarle la mano»

«Probablemente me lo merecí, aunque aún no comprendo por qué»

«Usted no podía saberlo, pero...evocar a mi marido...es algo delicado»

«Puedo entenderlo. Realmente nunca he soñado con ser la amante...»

«...»

«Bien, escuche, tendría que habérmelo dicho antes...antes de que me hiciera ideas sobre nosotras»

«Es bastante difícil»

«Lo imagino. Mire...al final, es mejor que no haya pasado nada entre nosotras, en fin nada irreparable»

«...»

«Yo...me tengo que ir. Buen fin de vacaciones, señorita Volkova»

Y cuando se estaba alejando, Yulia se precipitó sobre ella y le agarró la nuca antes de pegar, torpe y salvajemente, sus labios en los suyos. Elena, tomada de improviso, no se movió, pero después cerró los ojos y profundizó el beso. Sintió un regusto salado en sus labios y comprendió entonces que una lágrima de la bella morena se había deslizado entre ellos.

Abrió los ojos y se separó lentamente de Yulia.

«¿Por qué llora?»

«Tiene razón...Yo...no estoy acostumbrada a tener este tipo de sentimientos»

«Es comprensible si está casada...»

Yulia clavó su mirada en la de Elena antes de cogerle la mano.

«Señorita Katina...sígame»

Sin una palabra, caminaron durante un momento en silencio antes de que Elena comprendiera a donde la quería llevar Yulia. Entraron en el cementerio del pueblo y se detuvieron frente a un inmenso mausoleo.

«¿Qué...?»

«El mausoleo familiar. Mi madre está enterrada aquí»

«Oh...»

«Pero no es esto lo que quería enseñarle. Venga» Mientras caminaban, Yulia le cogió la mano «Me pidió que confiara en usted...»

«Pero ¿có...?» entonces Elena se dio cuenta de que Yulia no estaba lejos cuando ella había ido a su casa.

«Tras todos estos años, me he encerrado. He sido hermética a todo lo que podía conmoverme de cerca o de lejos...Es falso, ¿sabe?...todo eso que dicen de mí...»

Elena se quedó de piedra, y soltó su mano.

«¿Usted...nunca se ha acostado con sus alumnos?»

«No»

«Se acostó con August»

«¿August? ¿El del Rabbit Hole?»

«Es...Parece que os sorprendieron echando un polco en los vestuarios»

Yulia arqueó una ceja, sorprendida.

«Bueno...Parece ser que no lo había escuchado todo sobre mí»

«¿Es mentira?»

«Conozco a August desde hace mucho tiempo, incluso antes de ser profesora en la facultad. Nos volvimos a ver cuando empezó a estudiar. Nunca hubiera podido acostarme con él, lo considero como mi hermano»

«Pero...¿Y Vladimir?»

«¿Vladimir?» dejó escapar una risa que sorprendió a Elena «Vladimir...No nos acostamos»

«No es lo que él cuenta»

«Estaba tan borracho que no se acuerda de que se quedó dormido como una marmota»

«...»

«Efectivamente, lo llevé a casa, coqueteamos, lo llevé a mi habitación, a mi cama...Pero no pensaba en absoluto hacer nada con él. De todas maneras, él no estaba en su estado normal. Lo dejé en calzoncillos y calcetines y se quedó dormido...Patético»

«¿De verdad?»

«Solo quería...Solo quería ponerla celosa. Esperaba que él pensara que sí había pasado algo para que se pavoneara, aunque he sabido que adornó las cosas, la verdad fue menos gloriosa para él»

«¿Por qué lo hizo? ¿Por qué quería ponerme celosa?»

«Hace mucho tiempo que no sentía nada por nadie. Me volví loca al verla con él...tenía usted razón, estaba celosa. Y por eso esta relación me da miedo: porque hace mucho tiempo que no siento esto por nadie, dejando de lado mi marido. He intentado negarlo, evitarla asustándola, negando mi atracción por usted. He sido indiferente para que se alejara de mí, pero ha pasado lo contrario. Se ha quedado»

«Si me hubiera dicho que estaba casada, nunca habría insistido»

Yulia esbozó una tímida sonrisa.

«Sígame»

Caminaron algunos minutos y llegaron delante de una tumba en cuya lápida estaba grabado un corazón.

«Le presento a mi marido»

Elena miró, incrédula, la lápida con el nombre «Daniel Volkov» grabado en ella.

«Usted...»

«Soy viuda»

Entonces la sangre de Elena se heló. Yulia se arrodilló y cambió las flores secas por otras frescas. Cuando Elena vio la mirada llena de amor que la bella morena daba a la tumba, de repente fue poseída por los celos...Nunca Yulia la había mirado así.

«¿Qué...cómo?»

«Accidente de coche. Volvíamos de una velada, un loco no respetó la prioridad. Un accidente que me costó la cicatriz que tengo en el labio»

«Lo siento»

«No podía saberlo...Los...los médicos me dijeron en su momento que murió enseguida, que no sufrió»

«Tuvo que ser duro para usted»

«Solo hacía un año que nos habíamos casado...Yo...no solo perdí a mi marido en ese accidente. También perdí la confianza en mí misma, mi vida...»

«...»

Yulia se levantó y tomó la mano de Elena para ponerla sobre su vientre.

«También perdí a mi hijo en el accidente»

Elena contuvo la respiración y miró, completamente perdida, a Yulia, que esbozaba una apenada sonrisa.

«Yulia...»

«Estaba embarazada de seis meses y medio. Lo perdí todo en ese accidente: a mi marido, a mi hija, la posibilidad de volver a tener hijos. Desde entonces, me perdí...Me hundí en una carrera, en el trabajo...el más grande de mis remordimientos es no haber podido proteger a mi hija, el único ser que habría sido el recuerdo de mi amor por mi marido»

Elena la tomó en sus brazos.

«Yulia...»

«No tiene que sentir piedad de mí»

«No siento piedad, yo...Me importa. Y todo lo que le importa también me importa a mí»

De repente todo tomó forma para Elena: su bofetada ante la evocación de las costumbres ligeras de Yulia bajo la nariz de su marido, pero también la reacción dulce y comprensiva de ella al saber de la existencia de Samir.

«Para ser sincera, me tranquiliza un poco ver que finalmente es tan humana como yo»

Yulia se separó un poco, frunciendo el ceño.

«¿De verdad?»

«Siempre me ha intrigado. Era un misterio para mí, ahora comienzo a ver más claro. Comienzo a comprenderla, y lo que vislumbro me gusta...Me gusta incluso mucho»

Acarició su rostro y le apartó un mechón de cabello.

«Señorita Katina...»

«¿Sabe? Me puede llamar Elena...Aunque encuentro ese señorita Katina bastante excitante»

Yulia sonrió.

«Tendrá que ser paciente...»

«Lo seré. Haré todo lo posible para ello. Pero, se lo ruego, dejé de alejarme en vez de hablar conmigo»

«Prometido»

Elena miró una vez la tumba.

«¿Lo ama?»

«Sí. Y creo que lo amaré por siempre. Hace tres años, pero su presencia aún está aquí. A veces, imagino la vida que hubiéramos tenido: él, yo y nuestra hija. Ya habíamos elegido un nombre...Viktoria»

«Es bonito»

«Mi aborto me privó de la posibilidad de volver a engendrar...Y creo que es mejor así»

«No tiene que castigarse por eso»

«Fui incapaz de protegerla»

«Está viva, Yulia...Puede, con su presencia, hacer que ni Daniel ni Viktoria sean olvidados. Usted perpetuará su memoria»

Yulia sonrió y tomó la mano de Elena.

«Le debo excusas, sinceras excusas por la bofetada»

«También hay que decir que perdí las formas con mis palabras»

«Pero usted no podía saber...por qué me había negado hasta ahora a confiar en nadie, por qué pensaba que nadie podía comprender ni paliar mi pena. Preferí que pensaran que era una mantis religiosa. Ese papel me permitía construir una muralla a mi alrededor, hacer creer a los demás que era esa mujer fría, distante. Con esos falsos rumores estaba protegida de cualquier relación seria, de cualquier pretendiente. Y llegó usted...Y lo que pensé que nunca volvería a pasar...y además con una mujer...»

No pudo acabar su frase. Elena la rodeó con su brazo y posó su mentón en su hombro. Yulia suspiró.

«Tenía miedo de traicionarlo»

«Creo que a él no le gustaría saber que está sola...»

«...»

«Tengo que ir con Samir y Nastya a la playa, ¿quiere venir?»

«No quiero molestar»

«Al contrario. ¿Sabe que le cae bien a Samir?» dijo ella riendo.

«¿De verdad?»

«De tal palo, tal astilla. Ya sabe...No estoy lista para dejarla ir, así que...Si tenemos que pasar un tiempo juntas, mejor que también esté mi hijo, para que se acostumbre»

«¿Sabe él que...en fin, que usted...?»

«¿Que me gustan las mujeres? Sí. En fin, al menos, lo entiende con su cerebro de nueve años. Sabe que mamá a veces se besa con mujeres. Se resume a eso. »

«Ya veo» dijo ella sonriendo.

«Él ya la adora, la mitad del trabajo está hecha»

Y dadas de la mano se encaminaron hacia la playa donde se encontraron con Nastya y Samir.

«¡Hey, vosotros dos!»

«¡Mamá!» el pequeño saltó literalmente a los brazos de su madre, lo que provocó una pequeña sonrisa en Yulia, enternecida ante esa escena.

«Hola, chico, ¿te acuerdas de Yulia?»

«¡Sí, y de su bella casa y todos sus libros!»

Yulia se echó a reír y se inclinó de nuevo hacia él.

«Buenos días, Samir»

«Buenos días, señora»

«Llámame Yulia»

«Hey, Elena...» Nastya abrazó a la bella pelirroja y la arrastró algunos pasos «Vladimir no va a tardar...No estoy segura de que quieras una confrontación Yulia-Vladimir ahora»

«No, en realidad no»

«Deberíais iros, explicaré a Vladimir que Samir se sentía mal y que quisiste quedarte con él, ¿ok?»

«De todas maneras, en algún momento tendría que pasar...»

«Sí, pero date una oportunidad con Yulia. Eso os dará la ocasión de pasar un tiempo los tres juntos»

Elena echó un vistazo hacia Yulia y Samir, que estaban hablando alegremente.

«Ok, ok. Te llamo. Hasta más tarde»

Las dos mujeres volvieron al lado del pequeño y de la bella morena.

«Samir...Ya que te acuerdas de la bonita casa de Yulia, ¿te apetece volver?»

«¡Sí! ¿Puedo?» dijo él girándose hacia Yulia, sorprendida por ese cambio de situación.

«Euh, bueno...Si la señorita Ka...tu madre lo desea»


«¡Genial! ¡Casi he acabado su libro!»


«¿Ya?» dijo ella sorprendida.


«Sí, mi hijo es un devorador de libros. ¡He creado un genio!» dijo Elena orgullosamente.


«Bien...Señorita Savalieva, ¿se une a nosotros?»

«Ah, euh, no, lo siento, tengo cosas que hacer. Nos vemos más tarde, pelirroja. Señorita Volkova»

«Señorita Savalieva»

Cuando la chispeante castaña se hubo marchado, Yulia se giró hacia Elena, con una ceja elevada.

«¿Qué?»

«¿Venir a mi casa? ¿De verdad?»

«Se lo explicaré cuando lleguemos»

«Señorita Katina...»

«Se lo ruego» dijo ella mirando de reojo a Samir, con la mochila en sus hombros, listo para marcharse.

«Muy bien» consintió Yulia.

Así que se encaminaron junto con Samir a casa de Yulia. Apenas hubieron traspasado la puerta, Samir pidió echarle una ojeada a la biblioteca, a lo que ella consintió con mucho gusto, mientras Elena se dirigía a la cocina.

«¿Me explica?»

Elena se mordió el labio inferior, enarbolando una expresión turbada.

«Sí...De hecho, teníamos que encontrarnos con alguien y...»

«No quería que nos viesen juntas» concluyó Yulia.

«No...en fin, en cierto sentido. Vladimir tenía que unirse a nosotros»

«¿Vladimir? ...Oh...»

«Sí...Después de lo que me dijo, no hay malestar por mi parte, pero que él piensa que ha habido algo...»

«Comprendo»

«No deseo que continúe montándose películas...»

«Hablaremos de ello»

«¿Yulia?»

Samir acababa de hacer su aparición en la cocina.

«¿Sí?»

«¿Puedo...puedo leer este libro?»

Yulia echó una ojeada, cerró brevemente los ojos y sonrió con dulzura.

«Por supuesto» Se acercó a él, se inclinó para ponerse a su altura «¿Sabes? Este libro es muy especial para mí, tendrás que cuidarlo»

«Prometido» dijo él estrechando el libro contra su pecho.

«Entonces...Te lo doy. Lo puedes guardar contigo»

Samir sonrió.

«Gracias» dijo dándole un rápido abrazo.

Volvió a la biblioteca y Elena pudo sentir cierto malestar.

«¿Yulia?» la joven se volvió, lágrimas en sus ojos. Inquieta, Elena rodeó la isla central y se puso delante de ella «Hey, ¿qué ocurre?»

«Nada...» suspiró la joven, desviando su mirada.

«Cuénteme» Elena alzó el rostro de la joven con su índice bajo su mentón. Una vez que sus ojos se clavaron en los de Yulia, esta esbozó una tímida sonrisa.

«Ese libro...el que Samir ha elegido...»

«Sí, ¿qué ocurre?»

«Lo había comprado para Viktoria. Fue lo único que me permití comprar»

«Oh...Puedo decirle que...»

«¡No! En absoluto. Es mejor así...»

«...»

Yulia se apartó del agarre de Elena y se fue a sentar en un taburete alrededor de la isla, imitada segundos después por Elena, que se mantuvo en silencio, respetando el de la morena. Al cabo de algunos segundos, Yulia salió de su contemplación a la taza de café.

«Éramos...yo era...supersticiosa...Había prometido no comprar nada antes del nacimiento del bebé. Decidimos esperar a hacer la habitación, comprar los muebles o incluso la ropita. Pero cuando vi ese libro, no pude resistirme. Ya me imaginaba leyéndoselo antes de ir a dormir...» la voz de Yulia se estrangulaba en un llanto desechado, lo que partió el corazón de Elena.

«Yulia...no es necesario que se lo dé, representa mucho para usted»

«Sí, representa demasiado. Representa el hijo que nunca más tendré, la oportunidad que se me brindó y perdí, una vida que se ha quedado atrás de mí...Si quiero seguir adelante, debo pasar página...Aunque sea doloroso»

«...»

«Y además, Samir parece un niño despierto, cuidadoso y amable...Si ese libro debe ser de alguien, estoy feliz de que sea de él»

«Yulia...»

«Todo va a ir bien, señorita Katina» Elena reprimió una sonrisa «¿Qué?»

«Continúa llamándome señorita Katina...»

«Aún es mi alumna»

«¿No soy más que eso, señorita Volkova?» dijo ella acercándose como un felino a su presa, con una sonrisa depredadora en sus labios y una mirada cargada de deseo. Se deslizó cerca de la bella morena, posando sus manos en las caderas de la joven, pegándose a ella. Y cuando iba a hundir su rostro en su cuello, esta última puso sus manos en sus hombros para frenarla «¿Qué?»

«Samir...Está al lado»

«La creía mucho más atrevida...» dijo irónicamente antes de alejarse.

«Señorita Katina, ¿piensa de verdad poder mantener el control de todo esto? No tiene idea de lo que soy capaz» dijo ella con una voz ronca que hizo estremecer a la bella pelirroja.

«Solo pido verlo»

«Está jugando con fuego...Ni siquiera debería intentarlo»

«¿Por qué?»

«Porque estar conmigo es un desafío. Se quemará»

«Me arriesgaré»

«No lo comprende...»

«Sí, sí lo comprendo Yulia. Comprendo que ha sufrido y que se impone esta vida de soledad y falsa frivolidad como un castigo por estar viva cuando Daniel y su hija ya no lo están. Pero, usted no tiene la culpa de eso. Y estoy segura de que a su marido no le gustaría verla desperdiciar el resto de su vida fustigándose por algo de lo que no es responsable. Tiene derecho a vivir, no a sobrevivir»

Yulia se la quedó mirando con una mirada oscura...Se quedó en silencio, Elena pensaba que había ido demasiado lejos, pero al final, Yulia bajó sus defensas y suspiró.

Se masajeó las sienes.

«Estoy cansada»

«Vamos a irnos. ¿Nos...nos veremos antes del lunes?»

«No lo sé...»

«Seguramente Samir habrá acabado su libro de aquí al fin de semana» dijo ella divertida.

Yulia sonrió, pero Elena comprendió que era demasiado...Demasiado para lo que había vivido esos tres últimos años, sola, erigiendo un muro tan alto y tan grueso al que nadie podía acercarse. Ahora, Elena había roto ese muro y había divisado a otra Yulia, más frágil, más débil, más humana y esa Yulia le gustaba y sería una tontería creer que iba a dejar que Yulia cayese.

Pero debía ser paciente y aceptar que ese cambio tomaría su tiempo y quizás, se hiciera manteniendo cierta distancia.

Elena entonces sonrió y posó una tranquilizadora mano en el antebrazo de la joven antes de salir de la estancia y dirigirse a Samir, que estaba recostado en el sofá. Parecía haberse quedado dormido con el libro sobre el pecho.

«Samir...Cariño, nos vamos»

El pequeño se despertó, se incorporó y apretó el libro contra él.

Se pusieron sus chaquetas en la entrada y Yulia se les unió algunos segundos más tarde con una bolsa en la mano.

«Algunas magdalenas de arándanos»

«Oh, wow...¡Gracias! Venga, Samir, nos vamos»

Y contra todo pronóstico, antes de dejar la casa, Samir se lanzó a los brazos de Yulia y la abrazó, apretón al que ella respondió con sorpresa.

«Gracias Yulia» dijo con la cabeza hundida en su abdomen. Después se separó, ofreciéndole su más hermosa sonrisa «Lo cuidaré, ¡lo prometo!» A continuación salió, y esperó a su madre al lado del coche.

«Bueno...» Elena se acercó a Yulia, a una distancia razonable «Nos vemos el lunes en clase, entonces» dijo con una sonrisa.

«Yo...Lo siento otra vez...»

«No, ningún problema, lo entiendo» lanzó una vistazo tras ella y vio que Samir las miraba a las dos «La besaría, pero...»

«No se preocupe» Yulia puso su mano sobre su hombro, después la hizo descender por su brazo para finalmente cogerle la mano «Que tenga un buen fin de semana. Hasta el lunes»

Se sonrieron antes de que Elena rompiera el contacto, con pena, y se alejara, con el corazón encogido.

Yulia se quedó en el umbral hasta que el coche desapareció de su vista, entonces, solo en ese momento se permitió dejar su porche y entrar en su casa. Pegada a la puerta, no pudo reprimir una sonrisa...Esa mujer realmente era una persona de recursos, las cosas con certeza serían interesantes.


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Mensaje por Corderito_Agron 4/23/2024, 10:16 pm

Este fic me tiene atrapada como las novelas turcas tienen atrapada a mi mamá hahahaha necesito un capítulo especial😋 algo que me quite la ansiedad !!
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Mensaje por Fati20 4/24/2024, 12:52 am

Hay Volky hermosa ha sufrido mucho y ahora llego quien va a sanarte y hacerte feliz 🥰🥰 ahora si que ambas han dado un gran paso y creo a se viene una relación hermosa 😍😍😍. Saludos cariño mio 😘😘😘
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Mensaje por Volkatin_420 4/24/2024, 9:25 am

Triste lo de Yulia y su pasado, al menos eso sirvió para abrirse con Elena. Saludos guapo
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