Ya chuvstvuyu k ney (lo que siento por ella)
5 participantes
Página 1 de 1.
Ya chuvstvuyu k ney (lo que siento por ella)
Prologo.
Supongo que a cada quien tiene que llagarle la persona correcta en su vida, ¿no?, aquella con la cual se tiene que compartir una vida entera, esa que conocerás en algún momento de la cual te vas a enamorar como una vil maniática, después de ello harás planes con esa persona y terminaras casándote con ella, al final tendrán hijos y después juntos tendrán que dejarlos partir para que ellos por igual sigan el mismo maldito estilo de vida. No me niego a que quizás en un momento encuentre a alguien, pero quién dice que será perfecto, y que nunca me fallará, nadie puede asegurarme que esa persona me amará toda la vida y que nunca me defraudará, si lo sé me escucho muy pesimista pero es que no me hago a la idea de enamorarme de alguien que haga que pierda la razón, además, quién podría fijarse en alguien como yo, no es que me sienta menos persona, ni superior, ni mucho menos me siento con poca personalidad o quizás piensen que no me quiero por el hecho de decir que nadie se fijaría en mí. Puedo asegurarles que no me veo locamente enamorada de alguien y eso es lo único que puedo pensar, quizás me equivoque quizás no, eso se verá después.
************************
Una voz se escucha en la parte baja de mi casa “Elena” gritan a todo volumen, estoy tan concentrada en la última parte de mi libro que prefiero seguir leyendo a pesar de que los gritos se escuchan cada vez más desesperados. El capítulo se pone tan interesante que sigo leyendo, unos pasos se escuchan en el pasillo que se dirige hasta mi habitación, abren mi puerta casi al instante, y ahí en el marco de ella se encuentra mi padre con cara de pocos amigos.
-Elena –me llamo. Volteo y lo miro
-Hola, papá –saludo y él hace una mueca con su boca.
-Te he estado gritando, tenemos que ir de compras por la cena de acción de gracias, vamos que se hace tarde-abre mi puerta y me hace señas con su brazo para que saliera, asiento y dejo mi libro sobre la cama. Mi mente divaga y sabe que se ha quedado en la mejor parte, pero si no obedecía a mi padre, seguro se enojarían conmigo. Tomo el estuche de mis lentes que está sobre la mesilla y salgo de mi habitación.
El viaje es corto ya que el centro comercial está cerca de la plaza roja. Si, vivo en Moscú Rusia, no es cosa del otro mundo, sé que es un país que toda persona puede gustarle por sus paisajes y eso, pero para mí no es especial ni nada. Bueno antes de seguir les diré un poco de mí. Soy Elena Katina, tengo 10 años, soy toda una cría aun. De aspecto muchos dicen que soy “linda” pero no lo creo, solo sé que tengo un cabello algo revuelto y pelirrojo, mis ojos son verdes aunque en ocasiones por igual se ven grises, es tan extraño, lo sé. Para mi corta edad mido un poco más a mis compañeros de mi instituto, mi cara tiene un montón de pecas, mientras en mis ojos por igual tengo unos lentes que he usado desde que tengo uso de razón. Pero bueno así soy yo, solo Elena.
-Elena—llamo mi madre desde la parte delantera del auto. Pongo atención en ella. Me mira y sonríe --¿quieres algún postre en especial para la cena? –me pregunta y sonrió.
-Oh sí! Un pastel de chocolate sería estupendamente perfecto –mi madre asiente y mira hacia enfrente, ya estábamos justamente en el estacionamiento del centro comercial.
Mis padres van en busca del pavo y todo lo que llevara adentro mientras a mí me mandan en busca de la harina para hornear y el chocolate que llevara mi pastel. Camino por el pasillo de harinas y todo ese tipo de cosas, tarareo una canción para distraerme. En mi mente llevaba el capítulo que estaba a punto de terminar en mi casa y pensaba en cuál sería su final, comencé a sacar conclusiones, iba tan concentrada en ello que no note que choque con alguien hasta que sentí un pisotón en mi zapato.
-Discúlpame –dice la persona al mirarme –no fue mi intención pisarte.
-No se preocupe, fue mi culpa –le digo a la señora, si, era una señora. Una castaña que me miraba apenada.
-Que niña tan más educada –dice en medio de una sonrisa, le correspondo la sonrisa amablemente.
En cuanto la señora sigue sonriendo, veo que una mano le jala la blusa y esta tiene que voltearse.
-¿Qué pasa, hija? –le pregunta.
Al escuchar el “hija” quise ver a quién estaba detrás de la señora y justamente me di cuenta de que se trataba de una niña de aproximadamente mi edad, o quizás menor que yo.
No quise interrumpir más la plática de la señora con su hija así que me fui directamente en busca de la harina, después el chocolate y vería a mis padres cerca de la caja registradora.
En cuanto iba en camino mientras bailaba un poco sobre los pasillos de aquel centro comercial me percate de una mirada a lo lejos, y sí no me equivocaba era la mirada de alguien, pero ese “alguien” era la hija de la señora que me piso. Me miraba y sonrió. Tenía una linda sonrisa y no puedo negarme a ello, y esa mirada que estaba clavada en mí me puso un poco nerviosa, jamás la olvidaré, esos ojos azules postrados en mí, sí, eran azules podía notarlo aunque estuviera un poco lejos de mí. Creo que esa mirada no la olvidaré. Seguí mi camino y llegue hasta donde estaban mis padres.
Al llegar a mi casa mis padres comenzarían con todo los preparativos de la cena, unas tías lejanas vendrían a casa. Ayude a mis padres con algunas cosas y decidí subir a mi cuarto para poder terminar de leer el final de mi libro. Durante el trayecto de la lectura puedo jurar que se me venían a la mente aquellos ojos azules pero quizás era por la impresión de que nunca había visto algunos ojos como aquellos y no creo verlos de nuevo.
El sueño me invade y opto por poner mi despertador para no quedarme dormida y perderme de aquel delicioso pastel de chocolate.
(prologo elaborado por Dulce Espinoza)
*hola mis queridos lectores, aquí les presento un nuevo proyecto al que le tengo mucha fe, cabe mencionar que yo sola no lo escribiré pues tengo a dos grandes compañeros que apoyaron mi idea y otros más que se piensan añadir, sin más, les presento Ya chuvstvuyu k ney (lo que siento por ella), un fic que avarcará de principio a fin la discografía de las chicas, planteandolas con cada canción como capitulo, hasta las últimas, inclusive, hasta sus canciones por separado, espero que les guste y bueno, no olviden dejar su comentario y un Emoticón like , por último, agradezco el apoyo de mis ompañeros y, bueno jaja a escribir*
-Elaboración de la mafia Lencha jajaja .-.
Supongo que a cada quien tiene que llagarle la persona correcta en su vida, ¿no?, aquella con la cual se tiene que compartir una vida entera, esa que conocerás en algún momento de la cual te vas a enamorar como una vil maniática, después de ello harás planes con esa persona y terminaras casándote con ella, al final tendrán hijos y después juntos tendrán que dejarlos partir para que ellos por igual sigan el mismo maldito estilo de vida. No me niego a que quizás en un momento encuentre a alguien, pero quién dice que será perfecto, y que nunca me fallará, nadie puede asegurarme que esa persona me amará toda la vida y que nunca me defraudará, si lo sé me escucho muy pesimista pero es que no me hago a la idea de enamorarme de alguien que haga que pierda la razón, además, quién podría fijarse en alguien como yo, no es que me sienta menos persona, ni superior, ni mucho menos me siento con poca personalidad o quizás piensen que no me quiero por el hecho de decir que nadie se fijaría en mí. Puedo asegurarles que no me veo locamente enamorada de alguien y eso es lo único que puedo pensar, quizás me equivoque quizás no, eso se verá después.
************************
Una voz se escucha en la parte baja de mi casa “Elena” gritan a todo volumen, estoy tan concentrada en la última parte de mi libro que prefiero seguir leyendo a pesar de que los gritos se escuchan cada vez más desesperados. El capítulo se pone tan interesante que sigo leyendo, unos pasos se escuchan en el pasillo que se dirige hasta mi habitación, abren mi puerta casi al instante, y ahí en el marco de ella se encuentra mi padre con cara de pocos amigos.
-Elena –me llamo. Volteo y lo miro
-Hola, papá –saludo y él hace una mueca con su boca.
-Te he estado gritando, tenemos que ir de compras por la cena de acción de gracias, vamos que se hace tarde-abre mi puerta y me hace señas con su brazo para que saliera, asiento y dejo mi libro sobre la cama. Mi mente divaga y sabe que se ha quedado en la mejor parte, pero si no obedecía a mi padre, seguro se enojarían conmigo. Tomo el estuche de mis lentes que está sobre la mesilla y salgo de mi habitación.
El viaje es corto ya que el centro comercial está cerca de la plaza roja. Si, vivo en Moscú Rusia, no es cosa del otro mundo, sé que es un país que toda persona puede gustarle por sus paisajes y eso, pero para mí no es especial ni nada. Bueno antes de seguir les diré un poco de mí. Soy Elena Katina, tengo 10 años, soy toda una cría aun. De aspecto muchos dicen que soy “linda” pero no lo creo, solo sé que tengo un cabello algo revuelto y pelirrojo, mis ojos son verdes aunque en ocasiones por igual se ven grises, es tan extraño, lo sé. Para mi corta edad mido un poco más a mis compañeros de mi instituto, mi cara tiene un montón de pecas, mientras en mis ojos por igual tengo unos lentes que he usado desde que tengo uso de razón. Pero bueno así soy yo, solo Elena.
-Elena—llamo mi madre desde la parte delantera del auto. Pongo atención en ella. Me mira y sonríe --¿quieres algún postre en especial para la cena? –me pregunta y sonrió.
-Oh sí! Un pastel de chocolate sería estupendamente perfecto –mi madre asiente y mira hacia enfrente, ya estábamos justamente en el estacionamiento del centro comercial.
Mis padres van en busca del pavo y todo lo que llevara adentro mientras a mí me mandan en busca de la harina para hornear y el chocolate que llevara mi pastel. Camino por el pasillo de harinas y todo ese tipo de cosas, tarareo una canción para distraerme. En mi mente llevaba el capítulo que estaba a punto de terminar en mi casa y pensaba en cuál sería su final, comencé a sacar conclusiones, iba tan concentrada en ello que no note que choque con alguien hasta que sentí un pisotón en mi zapato.
-Discúlpame –dice la persona al mirarme –no fue mi intención pisarte.
-No se preocupe, fue mi culpa –le digo a la señora, si, era una señora. Una castaña que me miraba apenada.
-Que niña tan más educada –dice en medio de una sonrisa, le correspondo la sonrisa amablemente.
En cuanto la señora sigue sonriendo, veo que una mano le jala la blusa y esta tiene que voltearse.
-¿Qué pasa, hija? –le pregunta.
Al escuchar el “hija” quise ver a quién estaba detrás de la señora y justamente me di cuenta de que se trataba de una niña de aproximadamente mi edad, o quizás menor que yo.
No quise interrumpir más la plática de la señora con su hija así que me fui directamente en busca de la harina, después el chocolate y vería a mis padres cerca de la caja registradora.
En cuanto iba en camino mientras bailaba un poco sobre los pasillos de aquel centro comercial me percate de una mirada a lo lejos, y sí no me equivocaba era la mirada de alguien, pero ese “alguien” era la hija de la señora que me piso. Me miraba y sonrió. Tenía una linda sonrisa y no puedo negarme a ello, y esa mirada que estaba clavada en mí me puso un poco nerviosa, jamás la olvidaré, esos ojos azules postrados en mí, sí, eran azules podía notarlo aunque estuviera un poco lejos de mí. Creo que esa mirada no la olvidaré. Seguí mi camino y llegue hasta donde estaban mis padres.
Al llegar a mi casa mis padres comenzarían con todo los preparativos de la cena, unas tías lejanas vendrían a casa. Ayude a mis padres con algunas cosas y decidí subir a mi cuarto para poder terminar de leer el final de mi libro. Durante el trayecto de la lectura puedo jurar que se me venían a la mente aquellos ojos azules pero quizás era por la impresión de que nunca había visto algunos ojos como aquellos y no creo verlos de nuevo.
El sueño me invade y opto por poner mi despertador para no quedarme dormida y perderme de aquel delicioso pastel de chocolate.
(prologo elaborado por Dulce Espinoza)
*hola mis queridos lectores, aquí les presento un nuevo proyecto al que le tengo mucha fe, cabe mencionar que yo sola no lo escribiré pues tengo a dos grandes compañeros que apoyaron mi idea y otros más que se piensan añadir, sin más, les presento Ya chuvstvuyu k ney (lo que siento por ella), un fic que avarcará de principio a fin la discografía de las chicas, planteandolas con cada canción como capitulo, hasta las últimas, inclusive, hasta sus canciones por separado, espero que les guste y bueno, no olviden dejar su comentario y un Emoticón like , por último, agradezco el apoyo de mis ompañeros y, bueno jaja a escribir*
-Elaboración de la mafia Lencha jajaja .-.
Re: Ya chuvstvuyu k ney (lo que siento por ella)
Bueno tía, o tías nose tu fic parece prometedor hasta ahora me a encantado asique estaré pendiente para las actualizaciones !!! Saludos y éxitos
Kano chan- Mensajes : 296
Fecha de inscripción : 08/05/2015
Edad : 31
Re: Ya chuvstvuyu k ney (lo que siento por ella)
Que finoo!!! Ya embriagada de amor por la historia (me han convencido desde las canciones) #EnLaEsperaPorConti
Aleinads- Mensajes : 519
Fecha de inscripción : 14/05/2015
Edad : 35
Localización : Colombia
Re: Ya chuvstvuyu k ney (lo que siento por ella)
si el capitulo de Don't Regret no me hace llorar, estare decepcionada. (pongo la vara muy alta xD)
volko- Mensajes : 14
Fecha de inscripción : 23/09/2015
Re: Ya chuvstvuyu k ney (lo que siento por ella)
Hola
me gusto mucho lo que lei
espero la sigan pronto
me gusto mucho lo que lei
espero la sigan pronto
andyvolkatin- Mensajes : 576
Fecha de inscripción : 27/05/2015
Re: Ya chuvstvuyu k ney (lo que siento por ella)
All The Things She Said
(primera parte)
-Elena, levántate que ya es tarde y tengo que hablar con la directora-rugió su madre al otro lado de la puerta
Una pelirroja se encontraba descansando sobre su cama con las cobijas revueltas entre piernas y brazos, sus rizos esparcidos por toda la almohada y la cara bocabajo. Lucía un pijama de franela rosita con conejitos pintados por doquier, en la mesita de alado se encontraban sus lentes de armazón grueso y su lámpara de osito y una foto de ella con su abuela.
-Elena, llegaras tarde, y si llegas tarde, yo llego tarde, y si yo llego tarde, tendré que vender tus libros para comer-advirtió nuevamente su madre
La susodicha abrió de golpe sus ojos adornados por pecas alrededor, se levantó a como pudo, aunque cayó con todo y cobijas al suelo, se arrastró hasta la puerta y abrió.
-y de nuevo en el suelo-respingó su madre entrando en la habitación
Inessa Katina, una mujer que, aunque no de clase alta, muy elegante para vestir, con esos enormes tacones de rascacielos, sus faldas de tubo ajustadas a su bien formada silueta y las camisetas blancas con dos botones desabrochados en el comienzo de sus senos, sí, era tan bonita, tan arreglada y tan diferente a su hija, aunque no en aspecto físico, claro, ambas tenían cabello rojizo, pero su madre lacio y siempre peinado, mientras que ella totalmente revuelto, agarrado muy de vez en cuando por un par de trencitas, ella tenía pecas que provocaban la burla de sus antiguos compañeros, su madre tenía el cutis perfecto, ni una sola peca, sí, eran diferente.
-ve a ducharte, yo alisto el resto de tu ropa-indicó sonriéndole a su hija. Elena se levantó del suelo, se encogió de hombros y camino hasta el baño- ¿te gustó el uniforme? -preguntó alzando la voz pues se escuchaba como el grifo se abría, escuchando el agua caer
-sí-respondió solamente
Su madre se acercó a su armario, de ahí sacó una valija algo llena que puso con esfuerzos en la cama y la abrió.
- ¿y esto? -murmuró sacando de la maleta a lo que parecía ser un conejo sucio de peluche
-es mio-atinó a decir Elena, saliendo del baño con su bata rosa. Se acercó hasta su cama y tomó unas bragas
-¿ya te duchaste?-preguntó su madre torpemente
-si te das cuenta, vine por mi ropa interior-explicó señalando la prenda en su mano. Inessa sólo sonrió
-bien, ahora duchate porque se hace tarde-ordenó señalando la puerta del baño. Elena se encogió de hombros y entró-esta niña de nuevo trajo este peluche-mencionó al sostenerlo de una de sus desgastadas orejas
Elena terminó de ducharse y al salir se colocó el uniforme que consistía en una falda cuadriculada, una camisa blanca, corbata igualmente cuadriculada y un saco azul marino. Bajó al comedor justo después de cambiarse.
-oh que bonito desayuno-murmuró la pelirroja tras escuchar el gruñido se su estomago ansioso. Inessa sonrió mientras daba un sorbo a su jugo de naranja pero al ver su reloj de mano, este salió de su boca, salpicando un poco la mesa-mamá, eso es asqueroso-refunfuñó frunciendo el entrecejo
-no puede ser, se hace tarde-dijo al tomar la mochila de lena y la maleta
-¿y el desayuno?-indagó con temeroso tono, al igual que su estomago, quien lloró haciendose presente con un chillido
-¡toma!-le extendió una barra de cereal- tu desayuno, comida y cena-explicó, abriendo la puerta de entrada
-pero...
-vamos-la volvió a interrumpir jalandola del brazo
***************
-¡que trafico!, ¿qué se celebrará hoy?-gruñía la madre de Elena tras el volante. La pelirroja miró por la ventana , tomandose con ambas manos el estomago
-mi muerte-susurró, pero fue suficiente para que su madre lo escuchase
-cariño, ¿aun sigues molesta por no querer desayunar?-su mirada iba al espejo retrovisor
-pero si yo si quería, tu fuiste la que...-intentó replicar
-ya nos cedieron el paso-habló con una sonrisa victoriosa. Elena suspiró con fastidio
¿Qué se supone que deba hacer?... No es muy sociable, además todos la miran como bicho raro, ¿por qué tenían que mudarse? Al menos en su anterior colegio no le prestaba atención a las burlas de su compañeros, pero ahora son otros...tal vez pueda hacer amigos ya que va a estar siempre en la escuela, ¿cómo debe sentir esto? ¿abandono?...
-hija, ¿seguirás en el auto?, recuerda que estos tacones le causan dolores horribles a tu madre-interrumpió, como siempre, los pensamientos de su hija.
Parpadeó muchas veces hasta reaccionar y volver a la realidad, una no muy buena, miró a su madre esperarla en la entrada del colegio con una sonrisa que le pareció tan macabra como un payaso.
-ya voy- dijo con pesadez, "culpa mía no es que decidierá justamente hoy ponerse esos rascacielos en los pies", pensó-mamá, no es normal que una niña como yo cargue esta mochila que trae...
-piedras-comentó Inessa dandole la espalda a su hija
-exacto, parecen piedras pero son...-nuevamente fue interrumpida
-no, te digo que tengas cuidado con esas piedras-reparó tras una risita baja que su hija persivió
En la entrada principal al patio las esperaba una elegante mujer rubia, con porte y belleza, similiar a su madre, pensó con molestia.
-buenos días señora Katina-saludó esta de manera propia. Inessa sonrió de esa manera que, Elena sabía, le regalaba a las que consideraba sus oponentes-mi nombre es Milenka Krapovna, y soy directora de esta institución
-buenos días directora-chasqueó la lengua su madre-esta es mi hija Elena-tomó a su pelirroja hija por los hombros, mostrandola como trofeo-saluda Elena-ordenó
-Buenos días-forzó una estupida sonrisa que, aunque no quisiera, la hacía parecer mucho a su madre. La directora sonrió
-un gusto, pero por favor llamenme señorita Krapovna, en especial tu, que vas a ser estudiante-su tono era amistoso y sumamente sincero, por lo que la joven pelirroja pudo dar un suspiro de alivio- por favor, pasemos a mi oficina-sañaló con uno de sus brazos el camino a la dirección- si gustas, puedes dar un recorrido por las instalaciones, puede parecer algo tedioso tener una reunión con la directora el primer día de clases-le guinó el ojo con complicidad. Elena sonrió por un instante, se encogió de hombros y dio las gracias
Su madre y la directora se fueron directo a su oficina, mientras, ella iría caminar un poco, si tan sólo esa mochila no pesará tanto.
Lo que le extrañó es que no había nadie fuera, seguro estarían en clase, supuso. Resopló al verse aburrida, preguntandose por qué no trajó un libro, seguió caminando,parecía que la escuela seria aburrida, nada interesante.
Al doblar en un pasillo una chica tropezó con ella. De cabellos castaños y de oos avellana.
-supongo que lo siento-dijo esta con tono apresurado. Elena abrió enorme los ojos, no sabía si reírse o sentirse ofendida
-¿supones?-exclamó frunciendo el ceño-tú fuiste la que me tiro-le reprochó
-es por eso que te dije...
-lo escuché, no hay necesidad de que lo repitas-interrumpió Elena con brusquedad. La castaña torció la boca y apretó sus puños
-entonces muévete de mi camino-rugió enfadada. La pecosa se hizo a un lado mientras maldecía en su interior
-maleducada-murmuró, pero la chica consiguió escucharla
-¿qué?, ¿acaso quieres tener problemas?-bufó dandose media vuelta-no sabes quien soy verdad
-supongo que no eres la intendente, ¿o si?-respuesta equivocada, pero la pelirroja no podía controlar su boca, lo que más salía era sarcasmo, cuando le daba valentía hablar
La chica claramente se sorprendió pero a la vez se molest- hasta aquí llegaste, niña graciosa-pero cuando se acercaba, su celular sonó
No tenía celular, ¿acaso a su edad ya debía tener celular? Lo consultaría con su madre cuando esta se aparecierá.
-te salvaste por hoy-respingó la chica al caminar y sacar su celular- ¿bueno?, no, aun no llega–dijo al ingresar a uno de los salones-
-"bien hecho Lena, ahora estás en su lista de muerte"-pensó miestras doblaba al final del pasillo, tropezando nuevamente con alguien. Su madre
-¿a dónde te fuiste?-cuestionó Inessa, achinandó lentamente los ojos. Su hija arqueó una ceja
-a Londres-contestó encogiendose de hombros nuevamente. Su madre frunció el ceño
-no estoy para juegos-reclamó-te quedarás a clases, la directora te presentara con tus nuevos compañeros y te va a gustar-decía al tratar de acomodar la corbata de su hija
-eso sonó a orden-dijo rascando su nuca-ya estoy bien-intervinó al ver que metería dos dedos a su boca y arreglaría su cabello
-pero tu cabello...
-estoy perfecta-sorió acomodandose la mochila-tu tienes que ir a trabajar
-cierto, bueno, muchas gracias directora, se la encargo mucho-dijo al darle un beso a Elena- vendré el fin de semana-aseguró
-no se preocupe, nuestra institución es una de las más prestigiosas, yo personalmente cuidaré de su hija-comentó la rubia mujer. Elena frunció el ceño, "de parte de quién estás, traidora", pensó
-siendo así, nos vemos-dijo al caminar en dirección a la salida. La pecosa miró con timidez a la directora, esta sonrió indicandole que la siguiera.
-vamos señorita Katina, sus compañeros la esperan-decía,marcando al caminar sus tacones por el suelo. Dobló por el pasillo, entonces fue cuando se dio cuenta que estaba en problemas, ese era el mismo salón por el que se metió la chica esa.
-¿es aquí?-preguntó nerviosa
-¡si!-afirmó la señorita Krapovna al dar unos cuantos toques a la puerta
-me gustaría estar en un salón mas tranquilo-balbuceó desviand la mirada. La direcora sonrió
-oh, pero si este es el perfecto, aquí es donde va la mejor alumna, tiene uno de los más altos promedios del instituto pero, ahora que usted llegó, su promedio es ahora el más alto-informó
-¿que qué?-balbuceó al instante que la puerta se abrió. Tras esta estaba un pelinegro hombre de barba de candado y ojos miel
-señorita Krapovna, pase por favor-dijo él, abriendo más la puerta para dar paso a la directora-saluden niñas-indicó con un gesto serio
-buenos días señorita Krapovna-dijero a la par. La rubia mujer sonrió
-buenos días-correspondió al gesto-profesor, le traigo a una nueva alumna-anunció mirando a sus espaldas pero, nadie-mmm-su vista siguió hasta la puerta aún abierta, donde Elena la veía desde afuera mientras la saludaba con la mano. La directora arqueó una de sus bien definidas cejas
-estoy mejor aquí afuera-dijo con torpeza. La directora extendió su brazo, haciendo referencia a que entrara
-sólo es un poco timida-dijo mirandola fijamente a los ojos. Elena desvió la mirada y entró lentamente-presentate
-soy Elena Katina- murmuró mirando al suelo. Risas se escucharon hasta el fondo
-¡silencio!-sentenció en tono firme, nada brusco pero de alguna manera esa mujer infundía demasiado respeto-la señrita Katina será su nueva compañera, cabe mencionar que tiene un excelente promedio, de los mejores, si me lo preguntan
Fue cuando entonces esa chica se levantó y la miró de mala manera.
-disculpe directora pero Yulia...
-Volkova tiene el mejor promedio en el instituto-sonrió la señorita Krapovna al interrumpir a esa chiquilla-sin embargo, la señorita Katina la ha superado esta vez-argumentó
Todos empezaron murmurar cosas y ella seguía sin entender de quéhablaban, ¿promedio?, ¿Yulia Volkova? Que se pusierán de acuerdo, ¿de quá hablan? No podía negar que ese nombre le producía un escalofrió en la espina dorsal.
En eso la puerta se abre, todos inclusive ella, miraron para saber quién había entrado, su sorpresa fue al ver a una niña un tanto pequeña. Algo en su estomago se contrajo, fue cuando pensó que era culpa de su madre al no darle bien de desayunar.
-llega tarde Volkova-dijo el profesor. Fue cuando la miró inquisitivamente y ella alzó la vista. Ese azul, pensó
-lo siento –dijo al mirar de abajo hacia arriba a Elena, y sin decir nada se fue a su asiento que, curiosamente, era junto a la castaña
-profesor, me encantaría que las dos mejores alumnas compartieran banca-ordenó la directora en tono sútil. El barbón hombre se posó recto y asintió
-Misha, sientate junto a la señorita Ivanova-ordenó el profesor. La castaña frunció el ceño
-pero...
-ahora- la chica agarró sus cosas de mala gana. No sabía por qué, pero sentió una cierta satisfacción- ahora, señorita Katina, tome asiento con Volkova-pidió dando una sonrisa. La pelirroja obedeció sin objetar
Al sentarse, sentió la mirada de todos pero en especial de esta chica llamada Volkova, y no era para nada grata, la hacia sentir intimidada, no quizo mirarla asi que dirigió su mirada hacia el frente.
-excelente-sonrió la señorita Krapovna-por cierto, señorita Volkova, espero que no le resulte molesto que la señorita Katina represente al insituto este año
-se supone que la representante es la que tenga el mejor promedio-musitó al tiempo que sacaba un par de cuadernos, restandole importancia al asunto
-perfecto-exclamó-verán, la señorita Katina cuenta con el %100, mientras que Volkova con el 98%, por ello he tomado esa decisión
Nuevamente sentió la mirada de esa chica sobre ella, no sabía qué le pasaba, incluso tenía su respiración irregular, esa sensación, ya la había sentido antes, ¿de dónde?
-en ese caso, me retiro y espero que tengan un excelente día, profesor, puede continuar con la clase-decía la directora caminando a la salida-y señorita Katina-la susodicha volteó-bienvenida al Colegio Santa Monika-sonrió saliendo por fin
-veamos, Misha puedes ir a imprimir el examen sorpresa que hare-dijo al sacar un USB
-claro maestro-tomó el usb y salió
-las dejaré que estudien solo por 15 minutos o salgan al baño-dijo para sentarse y mirar de nuevo su portátil en el escritorio
Iba a sacar su libro para estudiar pero sentió como la chica de al lado, Volkova, se levantó y salio del salón. No sabía por qué a su cuerpo también se le antojo salir pero bueno, tenia que ir al baño ya que el clima no ayudaba en nada. Salió del salón y, oh no, ¿dónde estaban los benditos baños?, ¿qué no saben que una señorita como ella no puede estar asi? De acuerdo, tenía que pensar, ¿en la jardinera?, no, no, se vería muy público, ahh los baños.
Fue cuando a lo lejos vio un letreo que indicaca los baños
-victoria! –dije para sí. Corrió hacia esa dirección- no puede ser-dijo al ver que habia un letrero pegado en la puerta que decía “fuera de servicio”, ¿acaso este era su fin?Cuando pensó que moriría ahí, alguien le tocó el hombro y resulto ser, ¿Volkova?
-tu eres la que me gana en pro...-la pelirroja la interrumpió
-los baños-musitó exasperada-¿donde están?-dijo lo mas rápido posible
-ah-rascó su cabellera negra-por alla-señaló al otro extremo
-gracias-dijo para después correr
-interesante chica-murmuró aquella pelinegra de ojos azules. Una mano la tomó por los hombros...
-¿quién es ella?-preguntó una alta chica rubia de ojos azules, un poco más oscuros que los de la pelinegra. Esta sonrió encogiendose de hombros
-una chica nueva-contestó sin más
-eso lo deduje-sonrió la rubia- ¿compañera tuya?-indagó mirandola por el rabillo del ojo. La pelinegra asintió
-¿no te parece interesante?-sorprendió a la chica con aquella interrogante
-¿interesante?-exclamó confundida. Inclinó un poco la cabeza del lado y sonrió- ¿en qué forma?
-no me ha dejado ni hablar-rio- ¿y sabes qué es lo mas interesante que tiene?-arqueó una ceja
-¿qué?
-me gana en promedio-sonrió dejando boquiabierta a la chica que la acompañaba
-¿en serio?, ¿por fin alguien te quito de tu pedestal?-reía tomandose con ambas manos el estomago- entonces ahora falta que te quite tu popularidad-bromeó alzando ambas cejar. Yulia asintió
-aún no lo se, pero averiguare quién es-aseguró dirigiendose a los baños, pero de golpe se detuvo sólo un instante-por cierto, tu clase empezó hace diez minutos-y continuó su andar
-¡no puede ser!-gritó la rubia, corriedo en busca de su salón
********************
-al menos ya estoy mejor-decía la pelirroja al cerrar la puerta del cubículo y comenzar a lavarse las manos pero, al alzar la vista al espejo encontró a Yulia en el reflejo-¡ah!-gritó asustada. La pelinegra sonrió
-felicidades-pronunció Yulia recargada en la puerta de uno de los cubiculos vacíos
-¿por qué?-dijo confundida
-por superar mi promedio-explicó al reincorporarse
-oh-murmuró Elena, desviando un poco la mirada-...yo no sabia que tu eras la primera...
-¡silencio!-dijo, escuchando como alguien abría la puerta- no puede ser-maldijó por lo bajo, tomó la mano de Elena sintiendo un choque eléctrico- que fue...-negó con la cabeza. De nuevo la tomó y entró junto con ella en un cubículo-callate-le susurró muy cerca. Elena asintió.
-¿en serio tienes las respuestas?-se escuchaba
-así es-sonó una risita traviesa- las imprimí junto con el examen
-pero esta mal hacer trampa...
-escucha, si tu no quieres hacer trampa, yo sí, solo no digas nada-un portazo resonó anunciando la salida de una
-ni iba a decir nada-gruñió la otra, saliendo segundos después
-¡ah!-gritó Yulia al sentir que mordían su mano-¿me mordiste?-exclamó sumamente sorprendida
-¿lo siento?-sususrró bajando la mirada. La ojiazul rio fuerte
-¿me lo estás preguntando?-preguntó con expresión seria, pero sin disfrazar lo divertido que le parecía esa situación
-tengo que irme-salió corriendo, tropezando por tercera vez en el día con alguien en la entrada a los baños, en esta ocasión, el profesor
-señorita Katina, el examen inicia en dos minutos
-ya voy-chilló nerviosa. El hombre negó con la cabeza tras sonreír, pero da la casualidad que volvieron a tropezar con él
-señorita volkova, ¿también estaba en el baño?-preguntó rascando su barba
-si-dijo al mirar desde lejos a aquella extraña pelirroja- ¿usted iba a entrar?-preguntó con una sonrisa burlona. El profesor se sonrojó un poco
-¡al salón!-ordenó. La ojiazul asintió al irse riendo
Elena entró al salón, me sentó junto a Volkova, que la logró alcanzar a mitad del camino, y dio comienzo al examen, donde una ojiazul no paraba de observarla.
-espero le vaya muy bien-le dijo a la pelirroja al terminar el examen-por cierto, aquí está su horario de clases y su número de habitación
-gracias-sonrió-profesor, ¿usted no sabe si Volk...?, olvidelo-tomó su mochila y salió a pasos apresurados. En algún sentido, aunque no quisiera admitirilo, le intrigaba saber si Yulia era o no, interna en el colegio-"carajo, olvidé preguntar dónde estaban los dormitorios"-pensó a mitad del patio
-¿necesitas algo?-una voz la sobresaltó. Volteó dando un suspiro al ver a Yulia con una sonrisa inocente
-no gracias- dijo nerviosa y comenzó a caminar rápidamente. La ojiazul arqueó una ceja, sin duda alguna esa chica era extraña
-¿de nuevo te dejo hablando sola?-preguntó una voz a su lado. Era aquella rubia de hace rato
-parece que sí-sonrió la pelinegra
-¿y esa sonrisa?-rio la rubia. Yulia se sonrojó e inmediato cambio de sonrepir a estar seria
-¿quién esta sonriendo?-se hizo la desentendida. La rubia rodó los ojos, revolvió el cabello de Yulia y caminó hasta la salida-¡hey, espera!
-vamos al auto que mi tía se pondrá nerviosa si no llegamos-explicó
-cierto-sonrió-Dasha...
-¿si?-continuó caminando
-¿a qué edad te puede gustar alguien?-su prima se detuvo en seco
-no hay edad para eso Yul-argumentó continuando su camino-¿por qué?, ¿alguien te gustó?-sonrió alzando ambas cejas-y lo más importante, ¿por qué no me has dicho?-gruñó dandole un golpe en el brazo
-oye-chilló sobando su brazo-yo no dije que alguien me guste, sólo es curiosidad, aún soy pequeña para saberlo
-pues sea quien sea me tienes que decir-mencionó haciendo caso omiso a las palabras de su prima-¿de acuerdo?-la abrazó
-ya veremos-sonrió sin percatarse que a unos cuantos metros de distancia una pelirroja se preguntaba quién era la chica que la había abrazado
Elena iba perdida en sus pensamientos que desde que llegó la atormentaban, pero fue interrumpida al sentir que la empujaron. Era un grupo de chicas.
-¿tu eres Elena Katina?-preguntó una de ellas señalandola con su indice
-site digo que sí, ¿qué me harán?-preguntó nerviosa. Las chicar rieron
-¿en serio ella es la que superó a Volkova?-exclamó otra chica entre risas-no puede ser verdad
-eso no es todo tiene, una habitación privada-refutó otra. Las chicas comenzaron a abrir paso a una más, la castaña presumida, pensó Elena
-Katina, ¿verdad?-preguntó sin esperar respuesta-mira que nos veremos muy seguido, así que te lo explicaré-sonrió-todas y cada una de nosotras estamos en un gran problema porque le quitaste el lugar a Yulia Volkova-decía al mirar sus uñas de la mano derecha-y adivina qué-la miró de abajo hacia arriba-Yulia es nuestra amiga-la apuntó con su dedo en la frente
-pero yo...
-cuídate Katina-le interrumpidó dando media vuelta sobre sus talones-lo necesitarás-le dijo al caminar seguida por las demás
-¿alguien me dirá dónde quedan los dormitorios?-preguntó una vez estando sola-¿nadie?-murmuró poniendose de pie
-no debería dejar que la intimiden-escuchó a sus aespaldas y como si sus pies se quemarán, brincó dando un giró. Era la directora, quien la veía con ambas manos detrás de su espalda y un rostro serio-hay una razón por la que junte a Volkova con usted, y aunque tal vez le parezca que la quiero fastidiar, es por su bien y el de ella-continuaba diciendo, sin parpadear ni una sola vez-por cierto, los dormitorios están en el ala oeste hasta el fondo, en su caso, su habitación se encuentra en el segundo piso-sonrió-que tenga buena suerte señorita Katina, espero grandes cosas de ustedes dos-giró sobre sus talones y desapareció
Resopló y seguió su camino, por suerte la directora, aunque extraña, le indicó la dirección a los dormitorios, "vaya que mis padres si tienen influencias como para que me hayan dado esta habitación", pensó, y no era para menos, pues tenía una agradable vista al parque de alado. Lo bueno de que el profesor no había dejado tarea, comenzó a sacar ropa de su maleta y fue cuando encontró a su gran compañero bakenbardy (Bigotes). Tomó una ducha de 15 minutos y salió, se secó el cabello con la secadora y se recostó con mucho pesar en la cama, pero al cerrar los ojos a su mente vino una mirada, a ella, a Yulia Volkova, "seguro es porque me gustan sus ojos", se dijo tratando de dormir
La pequeña lena no sabia que era lo que sentía pero, lo descubriría dentro de poco. Y asi quedo dormida con esa gran duda que la comenzaba a atormentar!.
********************
Llegó un nuevo día, pero no tan bueno para una madre que desde hace quince minutos trataba de levantar a su hija.
-Yulia, si no te despiertas en este preciso momento, te echo agua fría-adviritó su madre a la incosciente pelinegra envuelta en sabanas-no juego-continuó con tono amenazante, sin embargo la ojiazul no despertaba
-deja tía, yo lo hago-habló Dasha poniendose a la altura de su prima, justamente en una de sus orejas-Volkova, tía Larissa hizo huevos con tocino y jugo de tomate pero Oleg ya despertó-de inmediato la pequeña Yulia comenzó a gruñir y moverse de poco en poco-esta a punto de acabarse el jugo-intentó con una gran sonrisa
Los ojos azules de Yulia se abrieron de golpe, se levantó de un brinco y corrió escaleras abajo hasta el comedor.
-eso nunca falla-alardeó Dasha. Su tía sólo sonrió satisfecha
*******************
Por otra parte, la oiazul llegaba justo cuando su padre comenzaba a servirse jugo de tomate.
-hey viejo, eso es mío-gruñó la pequeña morena. Su padre, un hombre rubia, con barba de candado, esos ojos tan similares a los de ella pero de gran porte, achinó los ojos mientras sonreía
-yo no veo tu nombre-rio el señor Volkov
-te lo advierto Oleg, si pones un poco más de jugo en ese vaso, date por padre muerto-sentenció Yulia
-en ese caso, te veo en mi funeral-le guiñó el ojo y sirvió el resto del jugo en su vaso
-oh vamos papá, ¿por qué no simplemente me diste un tiro en la cabeza?, dolería menos-replicó Yulia.
Dasha y la madre de Yulia bajaron en ese intante.
-batalla perdida, por lo que veo-dijo Dasha sentandose al lado de su tío. Yulia apretó los labios y frunció el ceño
-eso pasa cuando no te levantas temprano, hija-dijo su madre-vamos volcancito, no pongas esa cara, he guardado más jugo para ti
Yulia abrió los ojos esperanzada, y sí, su madre sacaba de la nevera una jarra llena de jugo de tomate.
-gracias mamá, eres la mejor-exclamó la pelinegra
-si supierás-rio Dasha-hace unos minutos, la "mejor de las madres" iba a despertarte con un valde de agua fría
-¡Dasha!-reprochó su tía
-¡madre!, ¿de verdad ibas a hacerlo?-recriminó Yulia. Su madre se encogió de hombros, excusandose con una sonrisa
-¿y qué querías que hiciera?, no te movías para nada, creí que estabas muerta
-tranquila tía, creí que ya te habías acostumbrado, mi tío Oleg se pone igual de tiezo-se burló Dasha nuevamente
-¡hey, eso no es cierto!-refunfuñó Oleg
-sí es cierto-dijero al unisono, Yulia Larissa y Dasha
-bien, ya que me quieren tanto, me iré a trabajar-se levanó, arregló su corbata y tomó su maletín. Yulia corrió rápido hasta la puerta, poniendose frente de esta-Yul, hija, hazte a un lado
-todavía es temprano para que te vayas-murmuró con tristeza. Oleg la tomó por los hombros y besó su frente
-hija, sabes que tengo que ir-sonrió su padre. Esa misma sonrisa, esos mismo ojos, toda su esencia reflejada en una persona tan pequeña pero tan grande en muchas más de sus tantas cualidades.
-pues...no vayas al trabajo hoy-dijo la ojiazul al bajar la mirada, cubriendo mitad de su rostro por su flequillo negro
-Yul...-habló Dasha con preocupación
-¡callate!-gritó, con su garganta amenzando en quebrar su voz
-¡Yulia!-reprendió Larissa.
La pelinegra levantó de a poco su rostro, se mordía el labio y sus ojos estaban llorosos, tan brillantes pero tan tristes.
-¿quién...me asegura que regresará?-preguntó viendo a los ojos de su padre. Este bajó la mirada¡siempre es lo mismo, ya estoy harta de tu maldito trabajo, harta de llamar tu atención para hacer que te quedes un poco más, harta de esperarte todas las noches con el miedo de no volver a verte jamás o...!-sollozó, el mismo llanto la calló de golpe-o verte...bajo...tierra-suspiraba
-Yul...
-si te quieres morir, hazlo, vete-dijo para después subir corriendo hasta su habitación
-¿tu crees que...?-Oleg miró dudoso a su esposa, esta sólo negó con la cabeza
-deja que se calme, habla con ella en la noche-sugirió Dasha, sonriendo debilmente a sus dos tíos. Esas increíbles personas que, desde que era una bebé de tres años, habían sido como sus padres cuando los propios fallecieron tras vivir la horrible experiencia de un asalto al banco en el que ambos trabajaban.
*******************
En el colegio corría lo más que le daban sus pies por los pasillos del área de ciencias, había sido perseguida por un grupo de chicas que querían cortarle sus rizos y robar su ropa interior poniendola en el hasta bandera del patio.
-ven Katina-gritaba una de ellas con una risa tronada
La pobre pelirroja corrió con más fuerza hasta que del mismo cansancio cayó de rodillas al suelo.
-¡te tenemos!-rio una de ellas, quienes continuaban corriendo hasta ella.
Elena estaba muy cansada para ponerse de pie y volver a correr, por lo que esperaba que hicieran lo que quisieran. Estaba dandose por vencida hasta que la jalaron fuerte del brazo, metiendola con fuerza al salón de alado. Un laboratorio.
-¿dónde está?-preguntaron las chicas asomandose por las ventanas del laboratorio
Elena sintió una mano cubrir su boca y una respiración en su oído.
-no grites, tengo una idea-susurró Yulia. Ella se sonrojó sin poder evitarlo, asintió y la ojiazul la soltó, acercandose a gastas hasta una mesa con algunos tubos den ensaye y químicos
La pelinegra tomaba unos de la derecha, otros del centro y uno de la izquierda, se puso en cuclillas y gateó de nueva cuenta hasta la pelirroja.
-¿qué tal eres en química?-preguntó en murmullo. Elena arqueó una ceja, completamente confundida
Yulia sonrió y comenzó a mezclar todos y cada uno de los químicos en un matrz grande hasta que este comenzó a humear...
-oigan chicas, como que algo se quema, ¿no?-comentó una de las perseguidoras de Elena. Las otras dos chicas vieron humo en los pies de su compañera y corrieron al tiempo que gitaban "el salón se incendia"
En minutos ya estaba medio colegio fuera del laboratorio, el intendente y la directora, claro que esta última traía tomadas por el cuello de la camisa a nada más y nada menos que Yulia y Elena.
-señoritas, ¿me podrían explicar...?, no, mejor diganme por qué...no encuentro palabras para su comportamiento-decía la directora tras suspirar-quiero que me limpien todo hasta que mi rostro se refleje por todas partes-ordenó al soltarlas-señor Petrovsky, despeje al resto de las alumnas a sus respectivas clases
-si señorita Krapovna-asintió el hombre de intendencia-ya escucharon señoritas, aquí no hay nada que ver, regresen a sus clases
Las alumnas comenzaron a alejarse junto con la directora y los profesores, dejando solas a Elena y Yulia, esta última no paraba de reír.
-¿se puede saber por qué ríes?, me has metido en problemas-refunfuñaba la pelirroja por lo bajo. La pelinegra la miró por un momento, ladeó la cabeza y se encogió de hombros
-me sorprende que por fin la directora se haya decidido a castigarme, y junto contigo-rio-es demasiado extraño, si me lo preguntas
-no creo que sea extraño, casi vuelas el laboratorio-replicó cruzandose de brazos
-pero te salve, si no fuese por mi estarías quién sabe dónde, tal vez con la cara en un escusado-atinó a decir
-...sólo limitate a limpiar, ¿de acuerdo?, me causas problemas y yo no soy una chica de problemas
-yo menos, es la primera vez que lo hago-aclaró Yulia con seriedad. Elena, al mirarla, se sonrojó pues sentía sinceridad en las palabras, ¿Yulia se había arriesgado por ella?
-...gracias-susurró encogiendose de hombros, con una sonrisa leve quela ojiazul pudo persivir.
*en este primer capitulo debo decir con orgullo que se ha encargado Mayte, una increíble escritora, yo únicamente redacte, espero les guste porque aún hay más de este primer capitulo que vendrá por partes*
colaboradores: Alexz Damanes, Dulce Espinoza, Sandra Luz, Mayte Bozz (no sé si así se escribe xD) Rosario Urbina y su servidora
#LaTíaBloomTirx #fanfic #tATu #YaChuvstvuyuKNey
A todos los que comentaron espero que lo sigan haciendo, quisiera responderles a cada uno y así pero el tiempo me come y prefiero dejarles la conti de esta historia. Comenten, nos alegrara el saber que ustedes nos leen y les gusta
(primera parte)
-Elena, levántate que ya es tarde y tengo que hablar con la directora-rugió su madre al otro lado de la puerta
Una pelirroja se encontraba descansando sobre su cama con las cobijas revueltas entre piernas y brazos, sus rizos esparcidos por toda la almohada y la cara bocabajo. Lucía un pijama de franela rosita con conejitos pintados por doquier, en la mesita de alado se encontraban sus lentes de armazón grueso y su lámpara de osito y una foto de ella con su abuela.
-Elena, llegaras tarde, y si llegas tarde, yo llego tarde, y si yo llego tarde, tendré que vender tus libros para comer-advirtió nuevamente su madre
La susodicha abrió de golpe sus ojos adornados por pecas alrededor, se levantó a como pudo, aunque cayó con todo y cobijas al suelo, se arrastró hasta la puerta y abrió.
-y de nuevo en el suelo-respingó su madre entrando en la habitación
Inessa Katina, una mujer que, aunque no de clase alta, muy elegante para vestir, con esos enormes tacones de rascacielos, sus faldas de tubo ajustadas a su bien formada silueta y las camisetas blancas con dos botones desabrochados en el comienzo de sus senos, sí, era tan bonita, tan arreglada y tan diferente a su hija, aunque no en aspecto físico, claro, ambas tenían cabello rojizo, pero su madre lacio y siempre peinado, mientras que ella totalmente revuelto, agarrado muy de vez en cuando por un par de trencitas, ella tenía pecas que provocaban la burla de sus antiguos compañeros, su madre tenía el cutis perfecto, ni una sola peca, sí, eran diferente.
-ve a ducharte, yo alisto el resto de tu ropa-indicó sonriéndole a su hija. Elena se levantó del suelo, se encogió de hombros y camino hasta el baño- ¿te gustó el uniforme? -preguntó alzando la voz pues se escuchaba como el grifo se abría, escuchando el agua caer
-sí-respondió solamente
Su madre se acercó a su armario, de ahí sacó una valija algo llena que puso con esfuerzos en la cama y la abrió.
- ¿y esto? -murmuró sacando de la maleta a lo que parecía ser un conejo sucio de peluche
-es mio-atinó a decir Elena, saliendo del baño con su bata rosa. Se acercó hasta su cama y tomó unas bragas
-¿ya te duchaste?-preguntó su madre torpemente
-si te das cuenta, vine por mi ropa interior-explicó señalando la prenda en su mano. Inessa sólo sonrió
-bien, ahora duchate porque se hace tarde-ordenó señalando la puerta del baño. Elena se encogió de hombros y entró-esta niña de nuevo trajo este peluche-mencionó al sostenerlo de una de sus desgastadas orejas
Elena terminó de ducharse y al salir se colocó el uniforme que consistía en una falda cuadriculada, una camisa blanca, corbata igualmente cuadriculada y un saco azul marino. Bajó al comedor justo después de cambiarse.
-oh que bonito desayuno-murmuró la pelirroja tras escuchar el gruñido se su estomago ansioso. Inessa sonrió mientras daba un sorbo a su jugo de naranja pero al ver su reloj de mano, este salió de su boca, salpicando un poco la mesa-mamá, eso es asqueroso-refunfuñó frunciendo el entrecejo
-no puede ser, se hace tarde-dijo al tomar la mochila de lena y la maleta
-¿y el desayuno?-indagó con temeroso tono, al igual que su estomago, quien lloró haciendose presente con un chillido
-¡toma!-le extendió una barra de cereal- tu desayuno, comida y cena-explicó, abriendo la puerta de entrada
-pero...
-vamos-la volvió a interrumpir jalandola del brazo
***************
-¡que trafico!, ¿qué se celebrará hoy?-gruñía la madre de Elena tras el volante. La pelirroja miró por la ventana , tomandose con ambas manos el estomago
-mi muerte-susurró, pero fue suficiente para que su madre lo escuchase
-cariño, ¿aun sigues molesta por no querer desayunar?-su mirada iba al espejo retrovisor
-pero si yo si quería, tu fuiste la que...-intentó replicar
-ya nos cedieron el paso-habló con una sonrisa victoriosa. Elena suspiró con fastidio
¿Qué se supone que deba hacer?... No es muy sociable, además todos la miran como bicho raro, ¿por qué tenían que mudarse? Al menos en su anterior colegio no le prestaba atención a las burlas de su compañeros, pero ahora son otros...tal vez pueda hacer amigos ya que va a estar siempre en la escuela, ¿cómo debe sentir esto? ¿abandono?...
-hija, ¿seguirás en el auto?, recuerda que estos tacones le causan dolores horribles a tu madre-interrumpió, como siempre, los pensamientos de su hija.
Parpadeó muchas veces hasta reaccionar y volver a la realidad, una no muy buena, miró a su madre esperarla en la entrada del colegio con una sonrisa que le pareció tan macabra como un payaso.
-ya voy- dijo con pesadez, "culpa mía no es que decidierá justamente hoy ponerse esos rascacielos en los pies", pensó-mamá, no es normal que una niña como yo cargue esta mochila que trae...
-piedras-comentó Inessa dandole la espalda a su hija
-exacto, parecen piedras pero son...-nuevamente fue interrumpida
-no, te digo que tengas cuidado con esas piedras-reparó tras una risita baja que su hija persivió
En la entrada principal al patio las esperaba una elegante mujer rubia, con porte y belleza, similiar a su madre, pensó con molestia.
-buenos días señora Katina-saludó esta de manera propia. Inessa sonrió de esa manera que, Elena sabía, le regalaba a las que consideraba sus oponentes-mi nombre es Milenka Krapovna, y soy directora de esta institución
-buenos días directora-chasqueó la lengua su madre-esta es mi hija Elena-tomó a su pelirroja hija por los hombros, mostrandola como trofeo-saluda Elena-ordenó
-Buenos días-forzó una estupida sonrisa que, aunque no quisiera, la hacía parecer mucho a su madre. La directora sonrió
-un gusto, pero por favor llamenme señorita Krapovna, en especial tu, que vas a ser estudiante-su tono era amistoso y sumamente sincero, por lo que la joven pelirroja pudo dar un suspiro de alivio- por favor, pasemos a mi oficina-sañaló con uno de sus brazos el camino a la dirección- si gustas, puedes dar un recorrido por las instalaciones, puede parecer algo tedioso tener una reunión con la directora el primer día de clases-le guinó el ojo con complicidad. Elena sonrió por un instante, se encogió de hombros y dio las gracias
Su madre y la directora se fueron directo a su oficina, mientras, ella iría caminar un poco, si tan sólo esa mochila no pesará tanto.
Lo que le extrañó es que no había nadie fuera, seguro estarían en clase, supuso. Resopló al verse aburrida, preguntandose por qué no trajó un libro, seguió caminando,parecía que la escuela seria aburrida, nada interesante.
Al doblar en un pasillo una chica tropezó con ella. De cabellos castaños y de oos avellana.
-supongo que lo siento-dijo esta con tono apresurado. Elena abrió enorme los ojos, no sabía si reírse o sentirse ofendida
-¿supones?-exclamó frunciendo el ceño-tú fuiste la que me tiro-le reprochó
-es por eso que te dije...
-lo escuché, no hay necesidad de que lo repitas-interrumpió Elena con brusquedad. La castaña torció la boca y apretó sus puños
-entonces muévete de mi camino-rugió enfadada. La pecosa se hizo a un lado mientras maldecía en su interior
-maleducada-murmuró, pero la chica consiguió escucharla
-¿qué?, ¿acaso quieres tener problemas?-bufó dandose media vuelta-no sabes quien soy verdad
-supongo que no eres la intendente, ¿o si?-respuesta equivocada, pero la pelirroja no podía controlar su boca, lo que más salía era sarcasmo, cuando le daba valentía hablar
La chica claramente se sorprendió pero a la vez se molest- hasta aquí llegaste, niña graciosa-pero cuando se acercaba, su celular sonó
No tenía celular, ¿acaso a su edad ya debía tener celular? Lo consultaría con su madre cuando esta se aparecierá.
-te salvaste por hoy-respingó la chica al caminar y sacar su celular- ¿bueno?, no, aun no llega–dijo al ingresar a uno de los salones-
-"bien hecho Lena, ahora estás en su lista de muerte"-pensó miestras doblaba al final del pasillo, tropezando nuevamente con alguien. Su madre
-¿a dónde te fuiste?-cuestionó Inessa, achinandó lentamente los ojos. Su hija arqueó una ceja
-a Londres-contestó encogiendose de hombros nuevamente. Su madre frunció el ceño
-no estoy para juegos-reclamó-te quedarás a clases, la directora te presentara con tus nuevos compañeros y te va a gustar-decía al tratar de acomodar la corbata de su hija
-eso sonó a orden-dijo rascando su nuca-ya estoy bien-intervinó al ver que metería dos dedos a su boca y arreglaría su cabello
-pero tu cabello...
-estoy perfecta-sorió acomodandose la mochila-tu tienes que ir a trabajar
-cierto, bueno, muchas gracias directora, se la encargo mucho-dijo al darle un beso a Elena- vendré el fin de semana-aseguró
-no se preocupe, nuestra institución es una de las más prestigiosas, yo personalmente cuidaré de su hija-comentó la rubia mujer. Elena frunció el ceño, "de parte de quién estás, traidora", pensó
-siendo así, nos vemos-dijo al caminar en dirección a la salida. La pecosa miró con timidez a la directora, esta sonrió indicandole que la siguiera.
-vamos señorita Katina, sus compañeros la esperan-decía,marcando al caminar sus tacones por el suelo. Dobló por el pasillo, entonces fue cuando se dio cuenta que estaba en problemas, ese era el mismo salón por el que se metió la chica esa.
-¿es aquí?-preguntó nerviosa
-¡si!-afirmó la señorita Krapovna al dar unos cuantos toques a la puerta
-me gustaría estar en un salón mas tranquilo-balbuceó desviand la mirada. La direcora sonrió
-oh, pero si este es el perfecto, aquí es donde va la mejor alumna, tiene uno de los más altos promedios del instituto pero, ahora que usted llegó, su promedio es ahora el más alto-informó
-¿que qué?-balbuceó al instante que la puerta se abrió. Tras esta estaba un pelinegro hombre de barba de candado y ojos miel
-señorita Krapovna, pase por favor-dijo él, abriendo más la puerta para dar paso a la directora-saluden niñas-indicó con un gesto serio
-buenos días señorita Krapovna-dijero a la par. La rubia mujer sonrió
-buenos días-correspondió al gesto-profesor, le traigo a una nueva alumna-anunció mirando a sus espaldas pero, nadie-mmm-su vista siguió hasta la puerta aún abierta, donde Elena la veía desde afuera mientras la saludaba con la mano. La directora arqueó una de sus bien definidas cejas
-estoy mejor aquí afuera-dijo con torpeza. La directora extendió su brazo, haciendo referencia a que entrara
-sólo es un poco timida-dijo mirandola fijamente a los ojos. Elena desvió la mirada y entró lentamente-presentate
-soy Elena Katina- murmuró mirando al suelo. Risas se escucharon hasta el fondo
-¡silencio!-sentenció en tono firme, nada brusco pero de alguna manera esa mujer infundía demasiado respeto-la señrita Katina será su nueva compañera, cabe mencionar que tiene un excelente promedio, de los mejores, si me lo preguntan
Fue cuando entonces esa chica se levantó y la miró de mala manera.
-disculpe directora pero Yulia...
-Volkova tiene el mejor promedio en el instituto-sonrió la señorita Krapovna al interrumpir a esa chiquilla-sin embargo, la señorita Katina la ha superado esta vez-argumentó
Todos empezaron murmurar cosas y ella seguía sin entender de quéhablaban, ¿promedio?, ¿Yulia Volkova? Que se pusierán de acuerdo, ¿de quá hablan? No podía negar que ese nombre le producía un escalofrió en la espina dorsal.
En eso la puerta se abre, todos inclusive ella, miraron para saber quién había entrado, su sorpresa fue al ver a una niña un tanto pequeña. Algo en su estomago se contrajo, fue cuando pensó que era culpa de su madre al no darle bien de desayunar.
-llega tarde Volkova-dijo el profesor. Fue cuando la miró inquisitivamente y ella alzó la vista. Ese azul, pensó
-lo siento –dijo al mirar de abajo hacia arriba a Elena, y sin decir nada se fue a su asiento que, curiosamente, era junto a la castaña
-profesor, me encantaría que las dos mejores alumnas compartieran banca-ordenó la directora en tono sútil. El barbón hombre se posó recto y asintió
-Misha, sientate junto a la señorita Ivanova-ordenó el profesor. La castaña frunció el ceño
-pero...
-ahora- la chica agarró sus cosas de mala gana. No sabía por qué, pero sentió una cierta satisfacción- ahora, señorita Katina, tome asiento con Volkova-pidió dando una sonrisa. La pelirroja obedeció sin objetar
Al sentarse, sentió la mirada de todos pero en especial de esta chica llamada Volkova, y no era para nada grata, la hacia sentir intimidada, no quizo mirarla asi que dirigió su mirada hacia el frente.
-excelente-sonrió la señorita Krapovna-por cierto, señorita Volkova, espero que no le resulte molesto que la señorita Katina represente al insituto este año
-se supone que la representante es la que tenga el mejor promedio-musitó al tiempo que sacaba un par de cuadernos, restandole importancia al asunto
-perfecto-exclamó-verán, la señorita Katina cuenta con el %100, mientras que Volkova con el 98%, por ello he tomado esa decisión
Nuevamente sentió la mirada de esa chica sobre ella, no sabía qué le pasaba, incluso tenía su respiración irregular, esa sensación, ya la había sentido antes, ¿de dónde?
-en ese caso, me retiro y espero que tengan un excelente día, profesor, puede continuar con la clase-decía la directora caminando a la salida-y señorita Katina-la susodicha volteó-bienvenida al Colegio Santa Monika-sonrió saliendo por fin
-veamos, Misha puedes ir a imprimir el examen sorpresa que hare-dijo al sacar un USB
-claro maestro-tomó el usb y salió
-las dejaré que estudien solo por 15 minutos o salgan al baño-dijo para sentarse y mirar de nuevo su portátil en el escritorio
Iba a sacar su libro para estudiar pero sentió como la chica de al lado, Volkova, se levantó y salio del salón. No sabía por qué a su cuerpo también se le antojo salir pero bueno, tenia que ir al baño ya que el clima no ayudaba en nada. Salió del salón y, oh no, ¿dónde estaban los benditos baños?, ¿qué no saben que una señorita como ella no puede estar asi? De acuerdo, tenía que pensar, ¿en la jardinera?, no, no, se vería muy público, ahh los baños.
Fue cuando a lo lejos vio un letreo que indicaca los baños
-victoria! –dije para sí. Corrió hacia esa dirección- no puede ser-dijo al ver que habia un letrero pegado en la puerta que decía “fuera de servicio”, ¿acaso este era su fin?Cuando pensó que moriría ahí, alguien le tocó el hombro y resulto ser, ¿Volkova?
-tu eres la que me gana en pro...-la pelirroja la interrumpió
-los baños-musitó exasperada-¿donde están?-dijo lo mas rápido posible
-ah-rascó su cabellera negra-por alla-señaló al otro extremo
-gracias-dijo para después correr
-interesante chica-murmuró aquella pelinegra de ojos azules. Una mano la tomó por los hombros...
-¿quién es ella?-preguntó una alta chica rubia de ojos azules, un poco más oscuros que los de la pelinegra. Esta sonrió encogiendose de hombros
-una chica nueva-contestó sin más
-eso lo deduje-sonrió la rubia- ¿compañera tuya?-indagó mirandola por el rabillo del ojo. La pelinegra asintió
-¿no te parece interesante?-sorprendió a la chica con aquella interrogante
-¿interesante?-exclamó confundida. Inclinó un poco la cabeza del lado y sonrió- ¿en qué forma?
-no me ha dejado ni hablar-rio- ¿y sabes qué es lo mas interesante que tiene?-arqueó una ceja
-¿qué?
-me gana en promedio-sonrió dejando boquiabierta a la chica que la acompañaba
-¿en serio?, ¿por fin alguien te quito de tu pedestal?-reía tomandose con ambas manos el estomago- entonces ahora falta que te quite tu popularidad-bromeó alzando ambas cejar. Yulia asintió
-aún no lo se, pero averiguare quién es-aseguró dirigiendose a los baños, pero de golpe se detuvo sólo un instante-por cierto, tu clase empezó hace diez minutos-y continuó su andar
-¡no puede ser!-gritó la rubia, corriedo en busca de su salón
********************
-al menos ya estoy mejor-decía la pelirroja al cerrar la puerta del cubículo y comenzar a lavarse las manos pero, al alzar la vista al espejo encontró a Yulia en el reflejo-¡ah!-gritó asustada. La pelinegra sonrió
-felicidades-pronunció Yulia recargada en la puerta de uno de los cubiculos vacíos
-¿por qué?-dijo confundida
-por superar mi promedio-explicó al reincorporarse
-oh-murmuró Elena, desviando un poco la mirada-...yo no sabia que tu eras la primera...
-¡silencio!-dijo, escuchando como alguien abría la puerta- no puede ser-maldijó por lo bajo, tomó la mano de Elena sintiendo un choque eléctrico- que fue...-negó con la cabeza. De nuevo la tomó y entró junto con ella en un cubículo-callate-le susurró muy cerca. Elena asintió.
-¿en serio tienes las respuestas?-se escuchaba
-así es-sonó una risita traviesa- las imprimí junto con el examen
-pero esta mal hacer trampa...
-escucha, si tu no quieres hacer trampa, yo sí, solo no digas nada-un portazo resonó anunciando la salida de una
-ni iba a decir nada-gruñió la otra, saliendo segundos después
-¡ah!-gritó Yulia al sentir que mordían su mano-¿me mordiste?-exclamó sumamente sorprendida
-¿lo siento?-sususrró bajando la mirada. La ojiazul rio fuerte
-¿me lo estás preguntando?-preguntó con expresión seria, pero sin disfrazar lo divertido que le parecía esa situación
-tengo que irme-salió corriendo, tropezando por tercera vez en el día con alguien en la entrada a los baños, en esta ocasión, el profesor
-señorita Katina, el examen inicia en dos minutos
-ya voy-chilló nerviosa. El hombre negó con la cabeza tras sonreír, pero da la casualidad que volvieron a tropezar con él
-señorita volkova, ¿también estaba en el baño?-preguntó rascando su barba
-si-dijo al mirar desde lejos a aquella extraña pelirroja- ¿usted iba a entrar?-preguntó con una sonrisa burlona. El profesor se sonrojó un poco
-¡al salón!-ordenó. La ojiazul asintió al irse riendo
Elena entró al salón, me sentó junto a Volkova, que la logró alcanzar a mitad del camino, y dio comienzo al examen, donde una ojiazul no paraba de observarla.
-espero le vaya muy bien-le dijo a la pelirroja al terminar el examen-por cierto, aquí está su horario de clases y su número de habitación
-gracias-sonrió-profesor, ¿usted no sabe si Volk...?, olvidelo-tomó su mochila y salió a pasos apresurados. En algún sentido, aunque no quisiera admitirilo, le intrigaba saber si Yulia era o no, interna en el colegio-"carajo, olvidé preguntar dónde estaban los dormitorios"-pensó a mitad del patio
-¿necesitas algo?-una voz la sobresaltó. Volteó dando un suspiro al ver a Yulia con una sonrisa inocente
-no gracias- dijo nerviosa y comenzó a caminar rápidamente. La ojiazul arqueó una ceja, sin duda alguna esa chica era extraña
-¿de nuevo te dejo hablando sola?-preguntó una voz a su lado. Era aquella rubia de hace rato
-parece que sí-sonrió la pelinegra
-¿y esa sonrisa?-rio la rubia. Yulia se sonrojó e inmediato cambio de sonrepir a estar seria
-¿quién esta sonriendo?-se hizo la desentendida. La rubia rodó los ojos, revolvió el cabello de Yulia y caminó hasta la salida-¡hey, espera!
-vamos al auto que mi tía se pondrá nerviosa si no llegamos-explicó
-cierto-sonrió-Dasha...
-¿si?-continuó caminando
-¿a qué edad te puede gustar alguien?-su prima se detuvo en seco
-no hay edad para eso Yul-argumentó continuando su camino-¿por qué?, ¿alguien te gustó?-sonrió alzando ambas cejas-y lo más importante, ¿por qué no me has dicho?-gruñó dandole un golpe en el brazo
-oye-chilló sobando su brazo-yo no dije que alguien me guste, sólo es curiosidad, aún soy pequeña para saberlo
-pues sea quien sea me tienes que decir-mencionó haciendo caso omiso a las palabras de su prima-¿de acuerdo?-la abrazó
-ya veremos-sonrió sin percatarse que a unos cuantos metros de distancia una pelirroja se preguntaba quién era la chica que la había abrazado
Elena iba perdida en sus pensamientos que desde que llegó la atormentaban, pero fue interrumpida al sentir que la empujaron. Era un grupo de chicas.
-¿tu eres Elena Katina?-preguntó una de ellas señalandola con su indice
-site digo que sí, ¿qué me harán?-preguntó nerviosa. Las chicar rieron
-¿en serio ella es la que superó a Volkova?-exclamó otra chica entre risas-no puede ser verdad
-eso no es todo tiene, una habitación privada-refutó otra. Las chicas comenzaron a abrir paso a una más, la castaña presumida, pensó Elena
-Katina, ¿verdad?-preguntó sin esperar respuesta-mira que nos veremos muy seguido, así que te lo explicaré-sonrió-todas y cada una de nosotras estamos en un gran problema porque le quitaste el lugar a Yulia Volkova-decía al mirar sus uñas de la mano derecha-y adivina qué-la miró de abajo hacia arriba-Yulia es nuestra amiga-la apuntó con su dedo en la frente
-pero yo...
-cuídate Katina-le interrumpidó dando media vuelta sobre sus talones-lo necesitarás-le dijo al caminar seguida por las demás
-¿alguien me dirá dónde quedan los dormitorios?-preguntó una vez estando sola-¿nadie?-murmuró poniendose de pie
-no debería dejar que la intimiden-escuchó a sus aespaldas y como si sus pies se quemarán, brincó dando un giró. Era la directora, quien la veía con ambas manos detrás de su espalda y un rostro serio-hay una razón por la que junte a Volkova con usted, y aunque tal vez le parezca que la quiero fastidiar, es por su bien y el de ella-continuaba diciendo, sin parpadear ni una sola vez-por cierto, los dormitorios están en el ala oeste hasta el fondo, en su caso, su habitación se encuentra en el segundo piso-sonrió-que tenga buena suerte señorita Katina, espero grandes cosas de ustedes dos-giró sobre sus talones y desapareció
Resopló y seguió su camino, por suerte la directora, aunque extraña, le indicó la dirección a los dormitorios, "vaya que mis padres si tienen influencias como para que me hayan dado esta habitación", pensó, y no era para menos, pues tenía una agradable vista al parque de alado. Lo bueno de que el profesor no había dejado tarea, comenzó a sacar ropa de su maleta y fue cuando encontró a su gran compañero bakenbardy (Bigotes). Tomó una ducha de 15 minutos y salió, se secó el cabello con la secadora y se recostó con mucho pesar en la cama, pero al cerrar los ojos a su mente vino una mirada, a ella, a Yulia Volkova, "seguro es porque me gustan sus ojos", se dijo tratando de dormir
La pequeña lena no sabia que era lo que sentía pero, lo descubriría dentro de poco. Y asi quedo dormida con esa gran duda que la comenzaba a atormentar!.
********************
Llegó un nuevo día, pero no tan bueno para una madre que desde hace quince minutos trataba de levantar a su hija.
-Yulia, si no te despiertas en este preciso momento, te echo agua fría-adviritó su madre a la incosciente pelinegra envuelta en sabanas-no juego-continuó con tono amenazante, sin embargo la ojiazul no despertaba
-deja tía, yo lo hago-habló Dasha poniendose a la altura de su prima, justamente en una de sus orejas-Volkova, tía Larissa hizo huevos con tocino y jugo de tomate pero Oleg ya despertó-de inmediato la pequeña Yulia comenzó a gruñir y moverse de poco en poco-esta a punto de acabarse el jugo-intentó con una gran sonrisa
Los ojos azules de Yulia se abrieron de golpe, se levantó de un brinco y corrió escaleras abajo hasta el comedor.
-eso nunca falla-alardeó Dasha. Su tía sólo sonrió satisfecha
*******************
Por otra parte, la oiazul llegaba justo cuando su padre comenzaba a servirse jugo de tomate.
-hey viejo, eso es mío-gruñó la pequeña morena. Su padre, un hombre rubia, con barba de candado, esos ojos tan similares a los de ella pero de gran porte, achinó los ojos mientras sonreía
-yo no veo tu nombre-rio el señor Volkov
-te lo advierto Oleg, si pones un poco más de jugo en ese vaso, date por padre muerto-sentenció Yulia
-en ese caso, te veo en mi funeral-le guiñó el ojo y sirvió el resto del jugo en su vaso
-oh vamos papá, ¿por qué no simplemente me diste un tiro en la cabeza?, dolería menos-replicó Yulia.
Dasha y la madre de Yulia bajaron en ese intante.
-batalla perdida, por lo que veo-dijo Dasha sentandose al lado de su tío. Yulia apretó los labios y frunció el ceño
-eso pasa cuando no te levantas temprano, hija-dijo su madre-vamos volcancito, no pongas esa cara, he guardado más jugo para ti
Yulia abrió los ojos esperanzada, y sí, su madre sacaba de la nevera una jarra llena de jugo de tomate.
-gracias mamá, eres la mejor-exclamó la pelinegra
-si supierás-rio Dasha-hace unos minutos, la "mejor de las madres" iba a despertarte con un valde de agua fría
-¡Dasha!-reprochó su tía
-¡madre!, ¿de verdad ibas a hacerlo?-recriminó Yulia. Su madre se encogió de hombros, excusandose con una sonrisa
-¿y qué querías que hiciera?, no te movías para nada, creí que estabas muerta
-tranquila tía, creí que ya te habías acostumbrado, mi tío Oleg se pone igual de tiezo-se burló Dasha nuevamente
-¡hey, eso no es cierto!-refunfuñó Oleg
-sí es cierto-dijero al unisono, Yulia Larissa y Dasha
-bien, ya que me quieren tanto, me iré a trabajar-se levanó, arregló su corbata y tomó su maletín. Yulia corrió rápido hasta la puerta, poniendose frente de esta-Yul, hija, hazte a un lado
-todavía es temprano para que te vayas-murmuró con tristeza. Oleg la tomó por los hombros y besó su frente
-hija, sabes que tengo que ir-sonrió su padre. Esa misma sonrisa, esos mismo ojos, toda su esencia reflejada en una persona tan pequeña pero tan grande en muchas más de sus tantas cualidades.
-pues...no vayas al trabajo hoy-dijo la ojiazul al bajar la mirada, cubriendo mitad de su rostro por su flequillo negro
-Yul...-habló Dasha con preocupación
-¡callate!-gritó, con su garganta amenzando en quebrar su voz
-¡Yulia!-reprendió Larissa.
La pelinegra levantó de a poco su rostro, se mordía el labio y sus ojos estaban llorosos, tan brillantes pero tan tristes.
-¿quién...me asegura que regresará?-preguntó viendo a los ojos de su padre. Este bajó la mirada¡siempre es lo mismo, ya estoy harta de tu maldito trabajo, harta de llamar tu atención para hacer que te quedes un poco más, harta de esperarte todas las noches con el miedo de no volver a verte jamás o...!-sollozó, el mismo llanto la calló de golpe-o verte...bajo...tierra-suspiraba
-Yul...
-si te quieres morir, hazlo, vete-dijo para después subir corriendo hasta su habitación
-¿tu crees que...?-Oleg miró dudoso a su esposa, esta sólo negó con la cabeza
-deja que se calme, habla con ella en la noche-sugirió Dasha, sonriendo debilmente a sus dos tíos. Esas increíbles personas que, desde que era una bebé de tres años, habían sido como sus padres cuando los propios fallecieron tras vivir la horrible experiencia de un asalto al banco en el que ambos trabajaban.
*******************
En el colegio corría lo más que le daban sus pies por los pasillos del área de ciencias, había sido perseguida por un grupo de chicas que querían cortarle sus rizos y robar su ropa interior poniendola en el hasta bandera del patio.
-ven Katina-gritaba una de ellas con una risa tronada
La pobre pelirroja corrió con más fuerza hasta que del mismo cansancio cayó de rodillas al suelo.
-¡te tenemos!-rio una de ellas, quienes continuaban corriendo hasta ella.
Elena estaba muy cansada para ponerse de pie y volver a correr, por lo que esperaba que hicieran lo que quisieran. Estaba dandose por vencida hasta que la jalaron fuerte del brazo, metiendola con fuerza al salón de alado. Un laboratorio.
-¿dónde está?-preguntaron las chicas asomandose por las ventanas del laboratorio
Elena sintió una mano cubrir su boca y una respiración en su oído.
-no grites, tengo una idea-susurró Yulia. Ella se sonrojó sin poder evitarlo, asintió y la ojiazul la soltó, acercandose a gastas hasta una mesa con algunos tubos den ensaye y químicos
La pelinegra tomaba unos de la derecha, otros del centro y uno de la izquierda, se puso en cuclillas y gateó de nueva cuenta hasta la pelirroja.
-¿qué tal eres en química?-preguntó en murmullo. Elena arqueó una ceja, completamente confundida
Yulia sonrió y comenzó a mezclar todos y cada uno de los químicos en un matrz grande hasta que este comenzó a humear...
-oigan chicas, como que algo se quema, ¿no?-comentó una de las perseguidoras de Elena. Las otras dos chicas vieron humo en los pies de su compañera y corrieron al tiempo que gitaban "el salón se incendia"
En minutos ya estaba medio colegio fuera del laboratorio, el intendente y la directora, claro que esta última traía tomadas por el cuello de la camisa a nada más y nada menos que Yulia y Elena.
-señoritas, ¿me podrían explicar...?, no, mejor diganme por qué...no encuentro palabras para su comportamiento-decía la directora tras suspirar-quiero que me limpien todo hasta que mi rostro se refleje por todas partes-ordenó al soltarlas-señor Petrovsky, despeje al resto de las alumnas a sus respectivas clases
-si señorita Krapovna-asintió el hombre de intendencia-ya escucharon señoritas, aquí no hay nada que ver, regresen a sus clases
Las alumnas comenzaron a alejarse junto con la directora y los profesores, dejando solas a Elena y Yulia, esta última no paraba de reír.
-¿se puede saber por qué ríes?, me has metido en problemas-refunfuñaba la pelirroja por lo bajo. La pelinegra la miró por un momento, ladeó la cabeza y se encogió de hombros
-me sorprende que por fin la directora se haya decidido a castigarme, y junto contigo-rio-es demasiado extraño, si me lo preguntas
-no creo que sea extraño, casi vuelas el laboratorio-replicó cruzandose de brazos
-pero te salve, si no fuese por mi estarías quién sabe dónde, tal vez con la cara en un escusado-atinó a decir
-...sólo limitate a limpiar, ¿de acuerdo?, me causas problemas y yo no soy una chica de problemas
-yo menos, es la primera vez que lo hago-aclaró Yulia con seriedad. Elena, al mirarla, se sonrojó pues sentía sinceridad en las palabras, ¿Yulia se había arriesgado por ella?
-...gracias-susurró encogiendose de hombros, con una sonrisa leve quela ojiazul pudo persivir.
*en este primer capitulo debo decir con orgullo que se ha encargado Mayte, una increíble escritora, yo únicamente redacte, espero les guste porque aún hay más de este primer capitulo que vendrá por partes*
colaboradores: Alexz Damanes, Dulce Espinoza, Sandra Luz, Mayte Bozz (no sé si así se escribe xD) Rosario Urbina y su servidora
#LaTíaBloomTirx #fanfic #tATu #YaChuvstvuyuKNey
A todos los que comentaron espero que lo sigan haciendo, quisiera responderles a cada uno y así pero el tiempo me come y prefiero dejarles la conti de esta historia. Comenten, nos alegrara el saber que ustedes nos leen y les gusta
Re: Ya chuvstvuyu k ney (lo que siento por ella)
Wow sin palabras por ahora va todo de maravillas y me ha encantado !!! ya quiero la segunda parte de este capitulo hahah Saludos =)
Kano chan- Mensajes : 296
Fecha de inscripción : 08/05/2015
Edad : 31
Temas similares
» SIEMPRE FUE ELLA MÁS QUE YO//ADMIN
» "ella" Mi primer amor
» Ella sabe que la odio // Ash-Quintana
» ELLA ME ARRUINO LA VIDA // BY: ELEESEVE
» "ella" Mi primer amor
» Ella sabe que la odio // Ash-Quintana
» ELLA ME ARRUINO LA VIDA // BY: ELEESEVE
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.