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CLASES PARTICULARES

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RAINBOW.XANDER
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/9/2024, 11:47 am

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Clases particulares - La vuelta

¡Nunca había estado tan motivada!

Bolso bajo el brazo, vaqueros, botas y chaqueta de cuero rojo a su espalda, rizos rojos impecables. Cuando Lena se miró en su espejo, sonrió, divertida: aparentaba por lo menos cinco años menos... ¡Era perfecto!

Allí donde se dirigía quizás no era recomendable que la gente supiera su edad. ¿Estaría a la altura? Hacía tanto tiempo que no se relacionaba con jóvenes...Y hoy hela ahí, dando sus primeros pasos en la facultad de Derecho de Kazán. Después de todo ese tiempo, todos sus sacrificios, por fin concretizaba uno de sus sueños.

Aferrando sus manos a las asas de su bolso, caminó, con el corazón a mil por hora, por los pasillos en los que se cruzaban decenas de estudiantes que no prestaban atención a la recién llegada. Después de todo, se trataba de la vuelta a clase, ¿quién se preocupaba por una nueva cara?

Kazán rebosaba con los recién llegados, cada año, incluso a mitad de curso. Lena tenía miedo de no dar la talla en ese universo que le era desconocido: ¿cómo vestirse? ¿Cómo comportarse? ¿Cómo hablar? Pero, visiblemente, no era la más vieja del sitio, ya que se cruzaba a cada momento con personas que parecían rozar la cuarentena. Bueno... salvo que estos fueran profesores... evidentemente.

En eso también tenía miedo de caer: su edad podía ser un freno para su integración, pero, ¿quería ella de verdad integrarse? Después de todo, estaba ahí para sacar rápidamente su curso, es decir, hacer tres años en uno solo, lo que quería decir: más horas de clase, más materias, más trabajo... Este año no estaría con los brazos cruzados, pero era una elección... ¡Su elección!

Con la hoja de inscripción en la mano, se dirigió a la administración, siguiendo las indicaciones hechas para los recién llegados, hasta alcanzar un despacho bastante ordinario donde trabajaban algunas secretarias visiblemente desbordadas. Podría darse la vuelta para dejarles algunos instantes de respiro, pero necesitaba su horario, su programa y su taquilla...

Así que se puso en la cola tras una joven con una falda extremadamente corta, con largas mechas rojo escarlata, que canturreaba, acaparada por su Ipod. Divertida, Lena esbozó una sonrisa antes de colocarse un mechón tras la oreja. Su mirada fue entonces capturada por una silueta tras el cristal translucido de la puerta en la que se leía en letras doradas «Decano Miller» Frunció los ojos y pudo distinguir la silueta de una mujer, morena, con un buen trasero, pensó.

Y mientras estaba en plena contemplación, una voz la llamó.

«¡Hey, hey! ¡La Tierra llamando a la bonita pelirroja!»

Lena entonces se dio cuenta, y giró rápidamente para darse de cara con la joven castaña que la precedía.

«¿Q...qué?»

«Decía...» sonrió la chica «Eres nueva, nunca te había visto»

Lena se asombró: debían deambular cientos y cientos de personas en esa facultad, ¿cómo esa chica podía saberlo?

«Sí, nueva...»

«¿Primer año?»

«No, tercero»

«¿De verdad? ¿Trasladada?»

Lena frunció el ceño, descorazonada por la curiosidad de la joven.

«Euh...No»

«Oh, ok. Me llamo Nastya Savalieva» dijo ella tendiéndole la mano. Lena sonrió discretamente antes de responder a su saludo.

«Lena Katina»

«Hola, Lena. Lo siento, soy un poco curiosa, un defecto»

«No, no pasa nada»

«Entonces...¿cómo es que llegas directamente al tercer año?»

«Yo he... he recibido clases a distancia por un tiempo, pero para licenciarme, prefiero tomar clases en la facultad»

«Ok, genial. ¿Vives en Kazán?»

«Sí, tengo un apartamento no lejos del acuario»

«¿No tienes una habitación de estudiante aquí?»

«No, yo... no puedo» dijo ligeramente incómoda.

«¿Así que estudias derecho?»

Lena se asombró una vez más: ¿habría sentido esa Nastya su malestar? En todo caso, le dio las gracias con una sonrisa antes de responderle.

«Exacto. ¿Y tú?»

«Biología animal... me gustaría convertirme en veterinaria... o trabajar en una reserva natural. Milito activamente en la preservación de los lobos» dijo ella mostrando orgullosamente una placa que llevaba en la solapa de su chaqueta.

«Ya veo...Impresionante»

«Sí, Vladimir y yo, Vladimir es un compañero, adoramos los lobos. Nos gustaría abrir una reserva en Michurinsk» dijo ella con un tono ligero.

Lena se estaba divirtiendo: de todos los estudiantes de la facultad, de esa universidad, tenía que dar con la más extravagante.

«¿Vas a ir a la pequeña fiesta de comienzo de curso?»

«Oh, no, no creo, no soy mucho de "fiestas estudiantiles"»

«Como quieras. Seguramente tendremos ocasión de volver a vernos de aquí allí. Quizás tenemos clases en común, quién sabe»

«Sí, quién sabe...»

La bonita castaña le hizo una señal con la mano antes de marcharse y dejarle su sitio en el mostrador de inscripción.

«¿Sí?»

«Es...para una inscripción»

«¿Su nombre?»

En ese momento, la puerta del despacho de al lado se abrió y la silueta que pudo ver antes adquirió un rostro que no se esperaba ver: una mujer, una muy hermosa mujer, morena, de media melena que le rozaba los hombros en un peinado impecable. Vestida con un traje chaqueta gris antracita y con una camisa blanca inmaculada. Sus miradas se cruzaron algunos segundos y Lena sintió su corazón saltarse un latido sin saber verdaderamente por qué: esos ojos azules clavándose en ella, sintiéndose desnuda y desvalida de repente, y sin darse cuenta, temblaba. No pudo evitar mirarla de arriba abajo, escanearla, así como esa extraña mujer también lo hacía con ella.

«¿Señorita?»

«¿Hm?»

«¿Su nombre?» dijo la secretaria algo molesta por tener que atender a una distraída.

«Em...Lena Katina» balbuceó la joven mientras que la bella morena esbozaba una ligera sonrisa, divertida del efecto que producía en Lena, antes de salir y desaparecer.

«Señorita Katina, tercer año de Derecho, opción... Psicología. Sigue un curso intensivo»

«Sí, eso es»

«¿No tiene habitación asignada?»

«Vivo fuera del campus»

«Bien. Este es su horario, el código de su taquilla. Las clases comienzan este jueves»

«Gracias»

Cogió todos sus papeles y decidió dar una vuelta para familiarizarse con su nuevo entorno: esos pasillos, esas escaleras, esos pisos, y sobre todo esos estudiantes. Nunca había sido muy sociable con los demás y la idea de tener que hacer su último año en la facultad no es que la llenara de alegría, pero no tenía elección.

Y cuando decidió que ya había tenido suficiente, dejó el lugar, volviendo a su coche aparcado en el parking de la facultad. ¡Cuál fue su sorpresa al ver allí a la bella morena que se había cruzado una hora antes en la oficina de administración!

Una vez más, no pudo apartar su mirada de las perfectas curvas de esa mujer de la que no sabía nada, pero que la atraía espectacularmente. Lena nunca había escondido su inclinación hacia los dos sexos, diciéndose que había cosas buenas que coger de los dos lados. Había conocido a hombres, algunos menos recomendables que otros, también había conocido a mujeres...

Y esa mujer... esta mujer tenía algo atractivo, terriblemente atractivo y Lena ni siquiera sabía su nombre.

Una vez más, la mirada de la bella morena se cruzó con la suya, estaban a treinta metros la una de la otra, separadas por algunos coches y sin embargo, Lena podía notar cierta tensión entre ellas que la hizo estremecerse.

Ninguna se movió, Lena no sabía en absoluto por qué, quizás por miedo a romper ese momento como cuando se mira algo atentamente y no quieres parpadear por miedo a que desaparezca.

Llaves en mano, Lena no se atrevió a moverse hasta que la joven mujer morena le hizo una educada señal con la cabeza, entró en su bonito Mercedes y desapareció, una vez más, haciendo rugir ruidosamente su motor.

«Mierda...» murmuró para ella misma antes de entrar también en su coche. ¿Quién podía ser esa mujer? Con seguridad no era una estudiante, ¡Ni siquiera una de quinto o sexto! ¿Entonces, una profesora? Seguramente... Pero, ¿qué materia podría dar?

Inconscientemente, Lena ya rezaba para que la materia que diera estuviera incluída en su horario.


🔜

Y acá nadie duerme ni descansa de las historias,.o si??? 😂😂 Saludos chicas... Ahora, los papeles se intercambian en este nuevo fics y a ver quien manda a quien!!
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Mensaje por soy_yulia_volkova 4/9/2024, 1:10 pm

Pero espera! Vos piensas que no tenemos respiro?? 😍😍😍😍
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Mensaje por LeaAgronsky 4/9/2024, 2:57 pm

Ok, entonces yulia ahora sera la teacher y Elena la alumna que le tiene ganas a la profe pero que ya las dos son mayorcitas como para comerse a gusto jajaj
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Mensaje por Volkatin_420 4/9/2024, 8:05 pm

(ingresó aquí gritos de emoción) espera pero tú entre estas rusas y las thailandesas me tienen la cabeza llena de mujeres hermosas 🤣🤣🤣 siento que amaré este fic
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Mensaje por Fati20 4/10/2024, 3:52 pm

Cariño qué buena sorpresa tener ya con nueva historia. Me encanta cuando no hay espera 😃😃. Esto va q estar muy bueno porque lenita es más tierna y todo elegante creo q Julia de profesora será más sexy, feroz y dominante 😏😏😏 ya quiero leer más
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Mensaje por Corderito_Agron 4/10/2024, 8:00 pm

Sexy y salvaje yulia, la maestra domadora hahahaha y lenita la alumna sumisa que se dejará de todo por si teacher hahaha
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/11/2024, 8:45 pm

Clases particulares - Primera clase

Se había aprendido de memoria su horario, casi todo consagrado al Derecho. Sus horas eran bastante flexibles, y eso le convenía. La víspera del primer día, había dormido poco, maldiciéndose por actuar como esos jóvenes estudiantes a los que temía: febril y ansiosa como una joven primeriza que no era. La verdad, no creía que la cuarta parte de los estudiantes que compartían el anfiteatro con ella hubiese vivido lo que ella había vivido.

No era de las que se pavoneaba, al contrario, pero una cosa era cierta, había vivido mucho más que esas niñas de rostro demasiado maquillado, de ropas apretadas y con una actitud altanera. No, definitivamente, no tenía nada que ver con ellas.

Su mirada vagó por el auditorio y pronto distinguió un rostro conocido: Nastya acababa de entrar. Enseguida divisó a Lena y le hizo grandes aspavientos con la mano. Lena respondió más discretamente antes de verla acercase a ella, seguida de un joven.

«¡Hey, hola!»

«Hola»

«Te presento a Vladimir, ya sabes, de quien te hablé»

«Oh, sí, hola» dijo ella estrechándole la mano «Lena»

«Un placer, Vladimir. Entonces, ¿también estás en tercero? Paso obligatorio por la ceremonia de abertura» dijo él con una sonrisa.

«¿En qué consiste?»

Nastya se sentó a su lado, seguida de Vladimir.

«Bah, solo son unas palabras de bienvenida por parte del Decano, la presentación de los horarios, los objetivos de este año y la presentación de los profesores»

«Oh...»

«Sí, sí, puedes decirlo, es una pesadez»

«Si de verdad lo es, ¿por qué vienes?»

«Solo por verla. Este año no tengo Derecho, así que no la tendré en ninguna clase. He hecho el duelo, pero aún tengo oportunidad para poder admirarla aquí y ahora»

Lena frunció el ceño preguntándose sobre qué hablaba y antes de que pudiera hacerle ninguna pregunta, una corte de profesores entró en el anfiteatro, capturando la atención de todos y más particularmente de Nastya que enarbolaba ahora una sonrisa en su rostro, su cabeza entre sus manos, admirando el espectáculo.

«Pero, ¿qué le pasa?» le murmuró a Vladimir.

«Es por ella...» dijo él señalando la entrada con la cabeza. Lena siguió entonces su mirada y vio a esa mujer... Esa bella morena caminaba junto con otros profesores, insignificantes todos a su lado.

Lena entonces comprendió por qué Nastya parecía tan atenta, ¿cómo no estarlo? Pero, ¿tenía también ella esa expresión tan estúpida cuando la miraba?

«¿No es magnífica?» suspiró Nastya.

«¿De quién hablas?»

«De la señorita Volkova»

Señorita Volkova...Debía ser ella...

El decano se acercó, al menos eso pensó Lena debido a la avanzada edad que debía tener el hombre, y comenzó su discurso. El programa de la "fiesta": presentación del año que comenzaba, de los objetivos, de los efectivos, y finalmente, la parte más interesante, la presentación de los profesores.

Entonces, cada uno se presentó, así como su materia y programa, cada estudiante bebía las palabras de cada uno hasta que la última en hacerlo fue esa enigmática profesora. Avanzó con gracia y clase, manos cruzadas por delante.

«Buenos días, para aquellos que no me conozcan, soy Yulia Volkova, profesora de Derecho»

Yulia Volkova... Finalmente ponía un nombre a ese físico. Lena suspiró de satisfacción y cuando miró a su alrededor, tanto chicos como chicas parecían todos bajo su encanto, como si les hubiera lanzado un hechizo.

No podía creer que una única mujer pudiera producir eso...Ciertamente debía haber una explicación y, no sabe por qué razón, Lena estaba decidida a descubrirla.

No escuchó ni una palabra de lo que Yulia decía, demasiado absorbida por sus labios, sus gestos...Y cuando al final se calló y volvió a su sitio, al lado de los otros profesores, Lena se sintió arrancada de un dulce sueño, y volvió a la Tierra.

«¿Lena? ¡Lena!»

Solo la voz de Nastya la sacó de su contemplación.

«¿Qué? ¿Decías?»

«Decía: vamos a tomar algo al bar que está frente la facultad, ¿te apetece venir?»

«Sí, ¿por qué no?»

«Venga, vamos»

No tuvo otra opción sino seguirlos una vez más. Antes de salir del auditorio, su mirada vagó hacia los profesores que estaban conversando entre ellos hasta que la mirada de Yulia se clavó sobre ella. Totalmente desestabilizada, Lena chocó violentamente contra la espalda de Vladimir, lo que provocó una mueca divertida en la morena. Avergonzada, Lena desvió rápidamente la mirada antes de dejar la sala.

The Rabbit Hole...¿En serio? ¿Qué bar podía llamarse así? Pues parece ser que ese, cerca de la facultad de Derecho sí.

Lena miró divertida el estilo bastante rústico de su interior: todo en madera de roble y en cuero color burdeos. A esa hora, estaba casi vacío, solo el barman limpiaba sus vasos, silbando.

«¡Hey, August!»

«Oh, la más guapa, ¿así que de vuelta a clase?»

«¡Tú los has dicho! También igual de pesado... Al menos he podido verla durante una hora, eso merece la pena» dijo Nastya alegremente «Ah, te presento a Lena, es nueva aquí. ¡La inicio en las alegrías del desmadre en Kazán!»

«Hola Lena»

«Hola»

«¡Ven, vamos a sentarnos!»

Sin darle la posibilidad de negarse, Nastya tomó la mano de Lena y la arrastró hacia una esquina, a una banqueta.

«¿Quieres beber algo? ¿Vodka a la naranja?»

«No, no me va mucho el alcohol»

«Vaya, vaya: nada de fiestas, nada de alcohol...¿Siempre has sido tan sosa?» dijo divertida Nastya.

«Créeme, ya he estado por esos lares... Entonces, ¿me vas a explicar lo que pasa con esa profesora?»

«¿Hablas de Yulia "estoy como un queso" Volkova? ¿Esa bomba andante, sexualmente atractiva?»

«La misma»

«Venga, Nastya, date el gustazo...» rezongó Vladimir, el tono ligeramente herido. Nastya no respondió sino con un sugestivo revirar de ojos antes de girarse hacia Lena «Yulia Volkova, alias la mantis religiosa»

«¿La mantis religiosa?»

«Se dice que cada año tiene en su punto de mira a uno o dos estudiantes que se convierten en los afortunados en un juego que ella ha instaurado»

«¿Un juego?»

«Sexual» Lena creyó ahogarse con su buche de zumo de frutas «Sí. Ella es hermosa, seductora y deseable. Tan deseable que puede liarse con quien le parece sin tener problemas»

«¿Quieres decir que ella...que se acuesta con sus alumnos?»

«Sí»

«Evidentemente...» la interrumpió Vladimir «No tenemos ninguna prueba, son solo "rumores". Si de verdad la señorita Volkova se acostara con sus alumnos, se sabría. Habría terribles repercusiones para ella y para la facultad. Yo creo que es una leyenda urbana sencillamente alimentada por el hecho de que es bella y misteriosa. No se sabe nada ni de ella ni de su vida, así que la gente se imagina cosas»

«Y...¿nunca ha escuchado ella lo que se dice a sus espaldas?» preguntó Lena, curiosa.

«Seguramente, y a menudo juega con ello. Después de todo, aunque sea verdad, no hace nada malo: todos somos adultos y responsables. Como mucho, sencillamente se tambalearían las buenas costumbres de la universidad»

«Pero podría arriesgarse a perder su plaza» añadió Vladimir.

«Eres un cínico porque ella nunca se ha interesado en ti, eso es todo» dijo divertida Nastya.

«¡No digas tonterías!» dijo él enfadado «Solo digo que si fuera verdad, como todo el mundo parece creerlo, ¿por qué nunca le ha sucedido nada? Quiero decir... Nadie ignora esos rumores si verdaderamente fueran reales, Volkova habría tenido problemas, un aviso, no sé... Y como no ha sido así, pienso que es falso, no hay ningún fundamento, ni siquiera estudiantes que lo confirmen»

«Porque tienen miedo de ella y de sus contactos con las altas esferas de la universidad. Pero acuérdate que varios estudiantes, después de su llegada, cambiaron de facultad, incluso de ciudad, y de carrera»

«Eso es casualidad» argumentó Vladimir.

«¡Tú no eres objetivo! ¡Tú quieres tirártela desde que pusiste los pies en Kazán!» exclamó Nastya.

«¿No sois de aquí?» preguntó Lena para cambiar de tema ya que se estaba haciendo algo incómodo para ella. No es que fuera mojigata, pero odiaba hablar de personas que no estaban delante para defenderse o dar su versión.

«Yo soy de Kazán, conocí a Vladimir en el instituto. Él llegaba procedente de su pueblo perdido en mitad de Kiev. Y, por si te haces la pregunta: sí, salimos juntos, por un largo tiempo, incluso, antes de comprender que nos llevaríamos mejor como amigos que como amantes»

«Oh...»

«Pero no te preocupes, ya lo hemos superado. Hoy, nos llevamos como hermano y hermana. ¿Y tú? Cuéntanos algo de tu historia»

«Oh, ehu...No hay gran cosa que decir...»

«Claro que sí, aterrizas aquí, carne fresca, directamente a tercero de Derecho, no duermes en el campus. ¡Yo creo que, en cambio, hay mucho que decir!»

«...»

«Nastya, eres una pesada...Deja que respire, acaba de llegar y ya quieres saber todo su curriculum vitae...»

Nastya suspiró y Lena apoyó una mano reconfortante sobre su hombro.

«No te preocupes, no me siento ofendida. Soy de un pueblo marginado cerca de Kazán. Huérfana, pasé de una familia a otra sin realmente echar raíces. Tampoco nunca estuve pegada al sistema escolar, que abandoné muy pronto. Pero comprendí mi error hace poco tiempo, así que tomé cursos por correspondencia, y heme aquí en mi tercer año. Ya está, lo sabes todo...o casi»

«Genial. Entonces...Eres mayor que nosotros, ¿eh?»

Lena se pellizcó el labio inferior: allí estaba ella que no quería que supieran su edad para no ser una paria.

«Tengo...27 años»

«¡Wow! ¡No los aparentas!» exclamó Nastya «Pero, solo son cuatro más que nosotros... No es un drama. Venga, ¡vamos a brindar!» dijo ella alzando su vaso, seguida de Vladimir y de una Lena aliviada y cada vez más cómoda.

La mañana siguió su curso y los tres compañeros se quedaron en el bar charlando de todo y de nada cuando una pareja de estudiantes entró y fue acogida por Nastya con los brazos abiertos.

La muchacha era delgada, pequeña, morena, con los cabellos cortos, en cuanto a su compañero, él era alto, rubio, un rostro de ángel.

«Lena, te presento a Melinka Margaret, pero la llamamos MM, y a Samir, su chico. MM, Samir, os presento a Lena, es nueva, facultad de Derecho»

«Hola» respondieron a la vez mientras Lena los saludó dándoles la mano, mientras se acababa su enésimo zumo de frutas.

«Ahora vuelvo...¡voy a...refrescarme!» dijo ella excusándose mientras se levantaba de la mesa. Al pasar por delante de él, le preguntó a August dónde estaban los servicios antes de desaparecer.

Apenas hubo acabado cuando escuchó que la puerta del baño se abría y se cerraba con un ruido que la hizo sobresaltarse. Se subió los pantalones, tiró de la cadena antes de abrir la puerta de su cabina y quedarse fija en el sitio al ver la identidad de la persona que acaba de entrar.

Retocándose ligeramente el maquillaje en uno de los espejos, Yulia Volkova. Lena sintió un escalofrío antes de darse cuenta de que la joven mujer había lanzado una ojeada al espejo para saber quién estaba tras ella. Sin el menor gesto o palabra, Yulia continuó con lo que hacía.

Lena, por su parte, se dio una patada mental en el culo para no quedarse ahí parada. ¡Se habría dado de cachetadas por ser tan parada! Carraspeó ante de dirigirse al segundo lavabo y mojarse las manos. Apenas se atrevía a levantar la mirada, contentándose con mirar fijamente sus manos.

¿Quién saldría del lugar en primer lugar? En todo caso, estaba segura de que no se iba a pasar tres horas lavándose las manos...Y cuando finalmente se giró para secárselas, escuchó un roce de tela, y vio a Yulia a dos metros de ella, mirándola de arriba abajo. Lena tuvo la impresión de ser un vulgar trozo de carne ante la mirada ávida de un carnívoro, detestaba esa sensación.

Sin una palabra, Yulia se acercó, y casi nariz contra nariz, alzó sus manos hasta la camisa que llevaba Lena. Esta estaba totalmente fija en el sitio, la joven mujer delante de ella la impresionaba hasta un punto que no podría imaginarse. Alzada sobre un par de impresionantes tacones, Yulia era un poco más alta que ella. Entonces sintió que su camisa se movía un poco, ella no se atrevía a hacerlo, ni siquiera cuando Yulia desabotonó el primer botón antes de retroceder un paso e inclinar ligeramente la cabeza hacia un lado, con una sonrisa en sus labios.

Lena sintió la punta de índice de la mujer rozar el incipiente escote.

«Así está mejor»

Fueron las únicas palabras que pronunció antes de salir del baño, dejando a Lena totalmente en shock. Solo cuando la puerta golpeó de nuevo se permitió un gesto: dirigió la mano hacia el botón antes de mirarse en el espejo: tenía las mejillas rojas y su pecho se elevaba como si hubiese corrido 1000 metros.

Había que reconocer que, dijeran lo que dijeran de esa mujer, era incuestionable que era bella hasta decir basta, y tan excitante que un sencillo roce de su índice la había excitado como nunca.

Después las palabras de Nastya aparecieron en su mente: la mantis religiosa se deleitaba con los jóvenes estudiantes de hormonas a flor de piel, jugando con ellos para su placer, antes de tirarlos sin vacilación. ¿Era entonces verdad el rumor? ¿Podía Lena "pretender" ser una de sus víctimas?

Esa perspectiva la excitó tanto como la aterrorizó: nunca había jugado a algo parecido antes y hoy, aspiraba a la estabilidad y a algo serio. ¡Sus estudios ante todo! Y por muy tentadora que fuera la perspectiva de acabar en la cama de una mujer tan bella y con tanta clase como Yulia Volkova, tenía que pensar en ella y en su futuro. Ese tipo de relación no la llevaría a ningún lado y le haría perder su tiempo.

Y una cosa que diferenciaba a Lena de los demás era su edad y su experiencia: estaba lejos de la imagen de esas jóvenes estudiantes queriendo sobresalir, impresionar...Lena ya no necesitaba eso, no necesitaba a los demás, y mucho menos complicarse la vida más de lo que lo estaba.

Las cosas hubieran podido quedarse ahí y Lena hubiera podido comenzar su primera semana de clases lo más calmadamente posible, pero evidentemente, como todo en su vida, nada era tan sencillo.

Después de los sucesos en el Rabbit Hole, Lena no había dejado de pensar en Yulia. No sabía nada de esa mujer a no ser su nombre y su profesión, sin embargo, eso le bastaba para no dejar de tener sus pensamientos centrados en ella.

Lena ya temía la primera clase de Derecho que tendría en su presencia, sería estúpido dejarse desestabilizar por tan poco, Derecho era la materia principal y cuya nota contaba más.

***

En esa fresca mañana de septiembre, Lena se dirigió hacia el anfiteatro que acogía a más de cincuenta estudiantes, todos demasiado jóvenes. Lena, habiéndose perdido por el camino, llegó justo algunos minutos antes del comienzo de la clase y evidentemente no encontró sitio sino en primera fila, en pleno centro. Protestó interiormente antes de avanzar por los asientos y darse cuenta que estaba justo frente a la mesa del profesor.

Pero a pesar de pensar que llegaba tarde, la señorita Volkova se hacía esperar. Cinco...diez...quince minutos de retraso, y ya muchos tenían la esperanza de que no apareciera para poder tener dos horas de descanso extra. Pero cuando algunos ya empezaban a levantarse y bajar los escalones, una puerta se escuchó y todos se quedaron parados, el silencio se hizo inmediatamente.

Unos tacones resonaron en el suelo, señal de un caminar seguro y rápido, y algunos segundos más tarde, Yulia Volkova hizo su aparición en traje chaqueta azul marino y camisa blanca, cabellos atados en un moño impecable, estaba magnífica. Sin darse cuenta, Lena no dejaba de mirarla.

Yulia dejó su pequeño maletín sobre el escritorio, después se giró hacia los alumnos.

«Mi nombre es Yulia Volkova y soy vuestra profesora de Derecho este año. El Derecho...poco importa por qué habéis elegido esta carrera, comeréis, beberéis, soñareis con el Derecho durante todo este año. No os daré tregua, y creedme, al final del año, me odiareis»

Algunas risas ahogadas se escucharon mientras que Yulia esbozaba una mueca.

«Estoy contenta de que esto os haga reír...Mantengamos ese buen humor y sacad una hoja en blanco, por favor. Este año es crucial para ustedes, no nos podemos permitir perder el tiempo. Así que me gustaría ver qué nivel tenéis»

Sacó de su maletín un paquete de hojas y la asistencia gruñó, perdiendo su sonrisa. Yulia se acercó entonces a Lena y le tendió las hojas.

«Páselas, por favor» Lena obedeció y tomó una hoja pasando el resto a su vecino. Solo concedió una breve mirada a Yulia, sintiendo que la de esta estaba constantemente sobre ella.

Una vez el anfiteatro listo, Yulia fue a sentarse a su mesa.

«Tienen una hora y media a partir de ahora»

El ruido de las hojas se escuchó antes de que un silencio sepulcral se instalara. Lena se concentró en su hoja, viendo pasar las preguntas bajo sus ojos: algunas le eran desconocidas, otras terriblemente fáciles. De vez en cuando, despegaba sus ojos de la hoja para mirar a Yulia: esta tenía un libro en sus manos y, por momentos, también ella despegaba su mirada de la lectura para vigilar a sus estudiantes.

Por breves instantes, sus ojos se cruzaban e, inmediatamente era Lena la que cortaba el contacto volviéndose a hundir en su examen. A veces, podía sentir la mirada de Yulia sobre ella, lo que la incitaba a no querer darle las satisfacciones de ser pillada, de ahí que se mantuviera con la cabeza bajada, en su examen, aunque hiciera más de diez minutos que había acabado.

Cuando Lena sintió movimiento frente a ella, no pudo sino levantar la cabeza para ver que Yulia se había levantado y que iba y venía, escrutando a sus estudiantes. Se acercó a la primera fila y lanzó un vistazo a las hojas sobre las mesas y se detuvo a la altura de Lena. Esta alzó su mirada y se cruzó con la de Yulia, quien le sonrió. Lena sintió sus mejillas al rojo vivo antes de que Yulia tendiera su mano hacia la hoja.

«¿Ha acabado?»

«Hm, hm...» balbuceó la joven antes de que Yulia cogiera la hoja y volviera a sentarse. Desprovista de algo que hacer, Lena se dedicó a mirar a Yulia, más de lo que hubiera querido, era más fuerte que ella: aunque se había dicho que esa mujer no sería sino una fuente de problemas, no podía despegar su mirada de ella. Todo en ella evocaba el misterio y el deseo de saber un poco más.

Y cuando sus miradas se cruzaban, ninguna de las dos cortaba el contacto, prolongándolo hasta la indecencia. Yulia parecía cada vez más divertida ante ese juego visual, hasta que miró su reloj y se levantó una vez más.

«Bien. Ya es la hora. Pongan los exámenes en las esquinas»

Algunos gruñidos se escucharon antes de que recogiera los exámenes y volviera a su sitio. Después de haber lanzado una rápida ojeada, alzó la cabeza.

«Bien. La clase ha acabado por hoy. Les sugiero que repasen lo básico para la próxima. Comenzaremos con lo serio cuando tengan el nivel para ello»

Tras eso, cogió las hojas, su maletín y desapareció...Así. Sin un adiós, sin una mirada, dejando a los estudiantes completamente desorientados. Pasaron algunos segundos antes de que el primer estudiante se atreviera a dejar el anfiteatro, seguido por otros muchos.

Lena, por su parte, se quedó unos segundos mirando fijamente la mesa vacía e imaginaba que si cada clase se convertía en una batalla como esa, tendría trabajo por delante.

Cuando salió del aula, recibió un SMS de Nastya «¿En el Rabbit Hole en diez minutos?» Lena sonrió antes de ponerse a caminar mientras le contestaba. Al dar la vuelta en un pasillo, lo esperado sucedió: chocó violentamente con alguien, provocando que su teléfono cayera haciendo un ruido metálico, mientras que la otra persona hacía volar un manojo de hojas, que acabaron desperdigadas por el suelo.

«¡Wow, lo siento!»

«En efecto, puede sentirlo»

Lena se quedó paralizada: esa voz, esa ropa...Oh, no, no puede ser verdad, ¿o sí?

«¿Se...señorita Volkova?»

«¡Quién otra!» soltó ella, irritada mientras se arrodillaba para recoger las hojas, ayudada segundos después por Lena.

«Lo siento, no estaba mirando...»

«Lógicamente, ¿señorita?»

«Katina...Lena Katina» en ese momento, Yulia alzó su rostro y frunció el ceño, su expresión irritada rápidamente se transformó en una divertida «Yo...estoy en su clase...tercer año»

«Lo sé» dijo ella solamente mientras recogía las hojas y después se levantaba seguida de Lena. Un pesado silencio se hizo entre las dos, Yulia miraba intensamente a Lena como si la desnudara con la mirada, esta última carraspeó.

«Bien...Yo...¡qué tenga un buen día, señorita Volkova!»

«Buen día, señorita Katina» cuando se cruzaban para seguir su camino, Yulia la llamó «¡Oh, señorita Katina!»

«¿Sí?»

«Bonita blusa...» dijo ella con una sonrisa antes de marcharse, dejando una Lena estupefacta en mitad del pasillo. Pero, ¿a qué estaba jugando? ¿De verdad iba a hacer eso todo el año? ¿O solo hasta que ella sucumbiera? Si era un juego, no tenía intención de jugar...O quizás...¡No! Ni hablar, no estaba ahí para eso.

Y sin embargo, mientras se encaminaba hacia el bar, Lena no pudo sacarse la sonrisa de sus labios.

🔜

Nos leemos este finde nuevamente I love you
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Mensaje por Corderito_Agron 4/11/2024, 10:05 pm

Uyyy yulia es la mantis entonces... Uff yulita quien la ve con carita bonita y de noche es loquita
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Mensaje por Fati20 4/11/2024, 10:58 pm

Hay Lenita parece un pequeño venadito a punto de ser casado por una sexy leona 😏😏🥰🥰 me gusto mucho el capitulo esto se va a poner intenso como nos gusta. Saludos cariño mio 😘😘I love youI love you
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Mensaje por LeaAgronsky 4/13/2024, 10:49 am

Esos encuentros casuales llenos de sensualidad, me encantan 🤩
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Mensaje por Volkatin_420 4/13/2024, 10:53 am

Cómo resistirse a la sensualidad de Yulia. Amo cuando sus personajes son centrados en dominar porque para eso es lo que sirve este mujeron I love you
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/14/2024, 10:13 am

Clases particulares - El gato y el ratón

Era innegable que Lena ya se había adaptado al sitio como a las clases y a los alumnos. Formaba con Nastya, Vladimir, MM y Samir un pequeño grupo simpático que salía de vez en cuando, y se encontraba en las horas libres en el Rabbit Hole.

Las clases ya habían comenzado desde hacía tres semanas y Lena ya había cogido un ritmo que le iba bastante bien.

Pero en toda esa estabilidad, había algo que cambiaba día a día: su relación con Yulia. En fin...Relación...Era más bien una extraña interacción lo que se había instalado entre ellas: durante las clases, todo era juego de miradas y tímidas sonrisas. En el exterior, a excepción de en los pasillos de la facultad, parecía que Yulia Volkova no existía en absoluto.

Una vez Lena decidió seguirla después de las clases, pero siempre, se detenía en el parking donde la bella desaparecía en su Mercedes. No sabía por qué, pero sus pensamientos solo estaban puestos en esa bella morena.

¿Era esa acaso la maniobra de Yulia? ¿Invadir la mente de los jóvenes para que no pensaran y juraran sino en ella y por ella? Si era el caso, entonces debía reconocer que era eficaz. Pero sin embargo, era evidente que ella no intentaría nada, porque era su profesora y ella no era tan crédula como esos jóvenes estudiantes ávidos de querer hacerse notar.

«Hey, la tierra llamando a Lena»

«¿Hm?»

«¿Te has quedado dormida o qué?» dijo Nastya tirándole una bola de papel a la cara.

«Un poco...Tengo un examen de Derecho, estoy en ello, y me cuesta»

«Volkova también tiene el don de estresar»

«Es...exigente, pero es la materia la que lo precisa»

«Le das excusas...Es el principio del fin» dijo divertida.

«¿Qué tontería estás diciendo ahora? ¿Qué principio y qué fin?»

«Así funciona la Volkova: se mete en tu cerebro, como un cancioncilla repetitiva, y cuando piensas que has logrado escaparte, te muerde como una serpiente»

«¿Una serpiente? Creía que era una mantis religiosa» dijo irónicamente.

«La mantis viene después...Cuando ha elegido su presa y se la lleva a su madriguera...Juega con ella, le succiona hasta la menor gota de vitalidad antes de tirarla sin vergüenza alguna. ¡Una verdadera súcubo esa tía!

«Nastya, no te entiendo...Más te escucho y más me pregunto cómo aún no has estado en su cama...»

«Si solo fuera por mí, ya hubiera estado dentro desde hace mucho tiempo...Es Yulia la que elige a sus pretendientes, sino sería demasiado fácil»

«¿Conoces a alguno de los "dichosos" elegidos?»

«Conozco a uno, sí, y tú también»

«¿De verdad?»

Sin decir más, ella lanzó una mirada tras Lena que tuvo que darse la vuelta para ver a quién señalaba. Y cuando vio a la persona en cuestión, soltó una exclamación de estupor.

«¿Hablas...en serio?»

«¡Sí!» dijo Nastya entre sorbo y sorbo de Coca-cola «¿Asombrada, eh?»

«Pero, ¿pensaba que solo escogía estudiantes?» dijo con un tono suspicaz.

«Y así es. Antes de tener el bar, August era estudiante aquí, hace tres años. Estaba en el último año cuando yo llegué. Fue él quien me dijo que se había acostado con ella»

«Otra vez con los diretes...»

«No, no, no, yo lo vi, créeme. Los sorprendí a punto de liarse en las duchas. Debía ser un aquí te pillo aquí te mato, porque estaban vestidos, ella tenía la falda apenas levantada»

Lena estaba sorprendida ante las crudas palabras de Nastya, pero, sin embargo, se imaginaba muy bien la escena.

«En tu opinión...¿Por qué hace ella eso? Acostarse con estudiantes, quiero decir»

«No lo sé, y en mi opinión, a todos les da igual. Algunos no esperan sino ser elegidos por ella»

Ahí Lena finalmente comprendió. Comprendió que la diferencia con los otros estudiantes residía en la superficialidad de la relación que Yulia mantenía con sus pretendientes. Ninguno parecía querer comprenderla, conocerla lo suficiente para intentar explicar su actitud, y esa era la diferencia con ella.

Si Lena quería avanzar ese año, debía pasar ese obstáculo que era Yulia, y si eso pasaba por un acercamiento para entenderla mejor, entonces eso haría.

«¿August estuvo mucho tiempo con ella?»

«Él me dijo que se habían acostado algunas veces durante el curso...Pero sin comedera de tarro, solo sexo. Y cuando dejó la facultad, nunca más le dio cuentas. Ahora, trabaja aquí, se cruzan a menudo y es como si nunca hubiera pasado nada entre ellos»

«¿Todo el mundo sabe que se acostaron?»

«No. Solo yo, y ahora tú»

«¿Y no le importa que hables de su vida sexual?»

«Para él es agua pasada, como para ella»

«...»

«Tú...¡Tú estás pillada!» le soltó Nastya señalándola con un dedo.

«¿Yo? No, tengo otras cosas en las que pensar...»

«Ella no te deja indiferente»

«Es muy guapa, eso seguro, pero en absoluto entra en mis planes, no este año. Tengo que concentrarme en mi título»

«¿Por qué parece ser tan importante para ti? Quiero decir, todos queremos acabar nuestros estudios y tener nuestros títulos, pero cuando te escucho, es como si te jugaras la vida y un fracaso fuera imposible»

«He sacrificado no poco en mi vida...Hoy, tengo la ocasión de hacer las cosas correctamente. Y no pretendo que una anodina historia de sexo me perturbe»

«Ya...bueno, pero por mucho que digas...ella te gusta» dijo divertida otra vez.

Como toda respuesta, Lena se encogió de hombros y reviró los ojos. Para ella estaba claro: ¡nada la apartaría de sus objetivos!

Pero eso era sin contar con la perversidad y la tenacidad de Yulia Volkova. Nastya tenía razón: cuando ella tenía alguien en la mira, no soltaba la presa. Y sobre todos los de tercero, tenía que ser en Lena sobre la que pusiera sus ojos, para condena de esta, y no es que no sintiera algo de orgullo, sino que tenía miedo de que, al final, la bella morena lograra su fin.

Y otra vez durante una de las clases de Yulia el juego se hizo un poco más intenso. Como de costumbre, Lena se sentó delante, frente a la mesa del profesor y como de costumbre, miraba fijamente esa mesa hasta que Yulia hiciera su entrada elegante y distinguida.

Durante la clase, no era extraño que Yulia se paseara por los pupitres, parándose de vez en cuando al lado de Lena, lanzándole particulares miradas a las que la pelirroja respondía parcialmente.

Fuera de clase, Lena casi no veía a Yulia y tampoco era extraño que la bella pelirroja pensara a menudo en ella. No era como si invadiera constantemente sus pensamientos, pero tenía que confesar que, más allá de la atracción física, era la curiosidad lo que empujaba a Lena a jugar a ese juego de Yulia.

Todo no era sino un sugestivo juego y, al final, no pasaba absolutamente nada entre ellas a no ser algunas sonrisas y algunas miradas. Hasta ese día en que, demasiada subyugada por su conversación con Nastya en el bar, no vio que el tiempo pasaba y se le escapó una hora de clase.

Pensando haber pasado desapercibida, entró a la hora siguiente, y se encontró que una secretaria apareció en mitad de la clase para darle una citación a Lena. Esta esperó al final de la clase para dirigirse al despacho de la señorita Volkova, como indicaba el papel.

La secretaria anunció por teléfono a Lena y unos segundos más tarde, la invitó a entrar en el despacho, la señorita Volkova la estaba esperando.

La tensión era palpable: Lena no sabía que Yulia, además de su profesora de Derecho, era su Directora. Entonces, entró, conteniendo la respiración.

«¿Señorita Volkova?»

«Entre y cierre la puerta tras usted»

Lena obedeció y se quedó de pie, quieta e intimidada. No obstante, Yulia Volkova no debía ser mucho mayor que ella, sin embargo, en ese contexto, tenía la impresión de tener al Presidente del pais delante de ella.

Yulia tenía los ojos puestos en la pantalla y cuando se dignó a alzar la cabeza, se quitó sus gafas. Lena nunca se había dado cuando de que usara gafas...quizás porque en clase nunca se las ponía. Eso le daba un aire mucho más autoritario.

«Siéntese» Una vez más, sin decir palabra, Lena se plegó a su voluntad «Señorita Katina, ¿cree usted que sus facilidades en clase le dan ciertos privilegios?»

«¿Perdón?»

«Me espanta tener que repetir las cosas» soltó en un tono seco.

«Nunca he creído tener privilegios, así como no creo tampoco tener facilidades con las clases»

Yulia abrió entonces una carpeta, que Lena supuso que era la suya.

«Hm...sin embargo, sus notas de comienzo de semestre prueban lo contrario. Pasó muy por encima de la media en toda las materias»

«Eso no quiere decir que tenga facilidades, sino que trabajo duro para que piensen que es así» respondió la bella pelirroja con aplomo.

Divertida por su contestación, Yulia esbozó una sonrisa diabólica que estremeció a Lena. Ella se levantó y rodeó su mesa para sentarse por delante, las piernas cruzadas, justo delante de la ojiverde, ofreciéndole a su vista una par de piernas estilizadas y perfectamente esculpidas.

«¿Su excusa para haber faltado a clase de psicología?»

«Yo...no tengo»

Yulia frunció el ceño, asombrada.

«Le concedo el mérito de ser franca. Otros habrían salido con falsas excusas...»

«Yo no soy "los otros"...» gruñó ella.

«Ya lo veo...» dijo divertida Yulia.

Ese pequeño juego empezaba a pesarle a Lena que estaba cansada de parecerse a un títere en manos de la bella morena.

«Bien, entonces, ¿cuál será mi sanción?» dijo ella visiblemente irritada.

Yulia entonces se incorporó y con una gran sonrisa, se inclinó hacia la pecosa.

«Créame, lo sabrá muy pronto» le murmuró al oído.

Pero lejos de dejarse impresionar, Lena se le enfrentó.

«¿Qué se cree?»

«En realidad no está en posición de decir nada, señorita Katina»

«Y usted está sobrepasando sus límites. ¡Yo no soy una joven estudiante fácilmente impresionable!»

Lena entonces se crispó, ella misma sorprendida por su tono, rozando casi la agresión. Yulia frunció el ceño, medio divertida, medio sorprendida, antes de volver a rodear su mesa.

«Una hora de castigo esta tarde»

«¿En serio? ¿Por UNA clase?»

«Señorita Katina, poco importa de dónde viene, pero aquí, en Kazán, en tercer año de Derecho, no nos podemos permitir ser permisivos. El rigor es nuestro credo y debemos un respeto a las reglas. Faltar a una clase por un motivo no justificado es una falta que debe ser castigada»

«...»

«Bien, vuelva a clase» le tendió un papel rosado donde estaba anotada su hora de castigo de esa tarde. Lena se levantó y suspirando cogió el papel con un ademán seco. Lanzó una ojeada antes de dirigirse a la puerta. Se detuvo un momento, y después se giró para batirse en retirada. Y cuando se disponía a salir.

«Señorita Katina, le tengo echado el ojo»

Evidentemente, Lena sabía que esa advertencia venía con doble sentido, pero se abstuvo de cualquier comentario. Se conformó con esbozar un educado gesto antes de cerrar la puerta tras ella.

Oscilaba entre cólera y...No, no oscilaba entre nada, ¡estaba totalmente encolerizada! Esta mujer era una depredadora que parecía obtenerlo todo sin que le mostraran resistencia. Y cuando encontraba una presa que se le resistía, ¿le hacía vivir un infierno? ¿Ese era el acuerdo? ¿Su año se basaría entonces en decir Amén a todos los caprichos de la señorita Volkova por miedo a las represalias?

Ni hablar de dejarse mangonear de esa manera, a riesgo de tener horas de castigo. Si Yulia Volkova de verdad quería conquistar a Lena, entonces tendría que usar mucho más que una autoridad mal entendida. Lena estaba convencida de que esa mujer escondía mucho más de lo que dejaba aparentar, incluída cierta vulnerabilidad que ocultaba tras su lado estricto y controlador.

Al caer la tarde, Lena se dirigió, como estaba convenido, a su hora de castigo, durante la que no hizo gran cosa a no ser profundizar sus conocimientos de origami haciendo una rana casi perfecta. Durante esa hora, recibió varios mensajes de Nastya antes de ser liberada y encontrarse con la incendiaria castaña y Vladimir.

«Bah, ¿entonces?»

«¡Me ha puesto una hora de castigo!» dijo furibunda Lena.

«¿En serio? Pero, ¿por qué?»

«Porque falté a una clase, ¡UNA clase!»

«Sí, un poco exagerado...Hm, en mi opinión, le gustas y como te resistes, intenta hacer que te derrumbes. ¡Podría ser hasta romántico sino no fuera también un plan retorcido!»

«¿Romántico? ¿Romántico? ¡Esa mujer tiene un serio problema de ego! ¡No soporta ni el fracaso, ni el rechazo! Si cree que voy a dejar que me trate así, entonces su plan está abocado al fracaso»

«No te enfades. Solo tienes que mantenerte invisible, acabará por cansarse y cambiará de presa de aquí a Halloween»

Pero la verdad era...¿Quería ella realmente que Yulia se desinteresara de ella y que volara hacia otro lado? Esa mujer la intrigaba, quería saber lo que se escondía tras esa muralla que se había construído con los años.

«Bueno, ¿vienes al Rabbit Hole?»

«No, me voy a ir, lo siento. Estoy cansada»

«Ok»

Los dos compañeros entonces dejaron a Lena en el parking en el que estaba aparcado su escarabajo amarillo, y cuando se disponía a subir, un Mercerdes negro, que conocía muy bien, se detuvo a su lado.

«Señorita Katina»

«Señorita Volkova»

«¿Me concedería cinco minutos?»

«No, lo siento, ya voy con retraso»

«Esté en mi despacho mañana a las nueve» dijo ella secamente antes de arrancar disparada ante la estupefacta mirada de Lena. Definitivamente, esa mujer tenía un verdadero problema con el rechazo.

***

A la mañana siguiente, Lena esperaba pacientemente la llegada de Yulia a su despacho sentada en un banco de madera al lado de su puerta. Miraba su teléfono cuando un par de tacones resonó por el pasillo. Instantáneamente, alzó la mirada para ver a Yulia entrar de improviso en la secretaría.

No concedió sino una rápida mirada a su secretaria, antes de abrir su puerta e invitar a Lena a seguirla. Esta última se sentó antes incluso de que Yulia se lo pidiera. La pelinegra se sentó tras su mesa y encendió su ordenador.

«Señorita Katina...Señorita Lena Katina, 27 años, proveniente del sistema de adopción desde su nacimiento. Abandonada y llevada de familia en familia. Cambió siete veces de familia antes de acabar en casa de los Dietrichv. Prefirió mantener el apellido Katin que se le puso cuando fue encontrada. Abandonó la universidad hace unos años, pasando de pequeños trabajos en pequeños trabajos antes de volver a la universidad para terminar sus estudios»

Había hablado como si recitara mecánicamente un texto. Una vez hecho, se quitó sus gafas y miró a Lena.

«Wow. ¿Debía impresionarme?»

«Solo quería poner las cosas en su sitio»

«¿Qué cosas? ¿Y si hablamos un poco de usted también en ese mismo tono?»

Yulia dejó escapar una ligera risa que Lena nunca antes había escuchado y, tenía que confesarlo, le gustaba mucho.

«Señorita Katina, usted me gusta»

«¿De verdad?» dijo divertida Lena que no creía que Yulia pudiera ser tan directa.

«De verdad. Es usted...interesante»

«Quiere decir: ¿diferente a esas niñitas a las que seduce por aquí?»

«¿Que seduzco? ¿Quién dice eso?»

«Oh, ya sabe, rumores...»

«No presto ninguna atención a los rumores...»

«Debería, son muy instructivos»

«¿Y qué dicen?»

Entonces, Yulia se levantó y como el día anterior, se colocó delante de Lena, medio sentada en el borde de su mesa, dejando a la vista de la pelirroja, sus piernas.

«Que usted es una mantis religiosa»

«Vaya»

«Que se deleita con sus jóvenes presas antes de tíralas como mierda»

«No es muy halagador como imagen»

«Eso seguro...»

«¿Piensa usted que soy capaz de eso? ¿Que soy capaz de abusar de la credulidad de los estudiantes? ¿Que me puedo acostar con ellos para mi placer?»

«No lo sé. Probablemente»

Yulia se acercó y se agachó para murmurarle al oído.

«Tendría usted razón»

Eso hizo estremecer a Lena hasta lo más profundo de su médula. Cerró brevemente los ojos.

«¿Por qué?»

«¿Por qué, qué?»

«¿Por qué hacer eso? ¿Acostarse con estudiantes? ¿Tirarlos para coger a otros después? ¿Qué le aporta eso?»

«Nada a excepción de cierto placer carnal»

Lena entonces se paralizó: Yulia no estaba nada avergonzada de lo que hacía...Apenas era concebible que con tales rumores y tal seguridad nunca hubiera tenido ningún problema.

«¿Por qué estoy aquí?»

«Porque yo lo quiero. Y sepa que lo que yo quiero, señorita Katina, lo obtengo»

Lena dejó escapar una divertida exclamación.

«¿De verdad? ¿Y qué? ¿Piensa violarme sobre esa mesa si me niego a ceder?»

«No seamos tan directas»

«Lo siento, pero...no me parezco en nada a esos jóvenes de los que abusa para "su placer". Sepa, señorita Volkova, que ya he cometido errores en mi vida que me han costado muy caro, y que me tendrían que pagar mucho para que hoy en día volviera a hacerlo»

«...»

Entonces, Lena se levantó, cogió su bolso y, antes de salir del despacho, se dio la vuelta.

«Pero tiene suerte, me intriga tanto como yo a usted. No he terminado con usted, señorita Volkova» dijo irónicamente como un eco a lo que Yulia le había dicho el día anterior.

Una vez sola, Yulia se pellizco el labio inferior: había conocido a estudiantes, chicos y chicas, pero pocos habían suscitado su interés como esa señorita Katina. La intrigaba porque era diferente, testaruda, segura de sí misma, cerrada...

Sí, las cosas corrían el riesgo de caldearse, pero...¿No era lo que buscaba? ¿Algo de dificultad para aderezar el juego?

***

Los días pasaron y el juego entre Lena y Yulia tomó un nuevo rumbo cuando una mañana, Lena se encontró a Yulia aparcando no lejos de ella. La bella pelirroja esperó a que saliera del coche.

«Señorita Volkova»

«Señorita Katina. Es muy madrugadora»

«Tenía ganas esta mañana»

Caminaron, lado a lado, sin decir palabra hasta llegar a la puerta de entrada, la que utilizaban los profesores.

«Bien, que tenga un buen día, señorita Volkova»

«¿Señorita Katina?»

«¿Hm?»

Yulia se acercó a ella.

«Hasta ahora»

Retrocedió y despareció tras la puerta, dejando a una Lena sorprendida, pero contenta.

Y ese hecho se confirmó tres horas más tarde. Cuando Lena se disponía a reunirse con Nastya y Vladimir, recibió un mensaje que sencillamente decía «En mi despacho ahora» Sabía muy bien de quién se trataba y no se sorprendía ante el hecho de que Yulia pudiera tener su número.

Y como lo ordenaba la pelinegra, Lena se presentó enseguida en su despacho, esquivando a la secretaria para entrar directamente sin llamar, sorprendiendo a Yulia mientras leía algo en su ordenador.

«Señorita Katina, me atrevería a creer que tiene la bastante educación para al menos llamar antes de entrar»

«¿Quería verme?» dijo traviesa, agitando su teléfono.

«Siéntese»

«¿De qué se trata?»

«He dicho: siéntese»

Lena obedeció, y en cuanto estuvo sentada, Yulia se levantó.

«No tengo por costumbre que me rechacen, que lo sepa. Solo le concedo atención porque me distrae»

«¿Debo estar...halagada?»

«Señorita Katina, que queden claras las cosas: este pequeño juego, por muy divertido que sea, no debe hacerle pensar que entre usted y yo podría haber algo más que un sencillo...juego precisamente»

«¿Quiere decir: sexo sin compromiso?»

«Exacto. Generalmente no tengo costumbre de explicitarlo...»

«Usted los elige, se los tira y adiós muy buenas» dijo Lena como si repitiera una lección.

«Sí, en cierta manera»

«Pero no será así conmigo, se lo aseguro» sonrió.

«¿Lo cree así? ¿Cree que es lo que yo busco, señorita Katina? ¿Una relación estable y duradera?»

«¿Por qué no? Usted es una hermosa mujer, culta y rica. ¿Qué hombre, o mujer, no querría estar con usted? Me pregunto qué ha pasado para que actúe de esa manera...»

En ese momento, Yulia perdió su sonrisa y se acercó de forma felina a Lena.

«Si tenía pensado psicoanalizarme, querida, siga su camino. No necesito ni un psicólogo ni otra consciencia»

«Y yo, no necesito un polvo. Si me quiere, tendrá que aplicarse»

«¿Cree que es tan especial para que yo haga un esfuerzo? Solo tengo que dar un chasquido de dedos para tener a cualquiera a mis pies...y en mi cama»

«¡Me alegro por usted! Entonces, no pierda tiempo conmigo, porque se lo he dicho: el chantaje o la fuerza no funcionarán conmigo. Pienso sacar mi curso, esté usted o no»

Yulia entrecerró los ojos, como para intentar leer en Lena, antes de retroceder y apoyarse en la mesa.

«Definitivamente, este año será muy interesante»

Entonces, Lena se levantó y se pegó a Yulia.

«Como usted diga. Ahora, discúlpeme, tengo cosas que hacer»

Y antes de separarse de ella, la besó dulcemente en la mejilla para después dirigirse a la puerta. Antes de abrirla, giró la cabeza.

«Por cierto, bonita blusa» y desapareció dejando a Yulia medio perpleja, medio encolerizada.

Volvió a sentarse en su mesa y, lejos de querer continuar con su trabajo, su mente viajaba hacia la bella pelirroja. Pocos estudiantes, incluso nadie de su misma condición, le habían suscitado tanto interés. ¿En qué se estaba metiendo? Sería sencillo pasar a otra cosa, elegir una nueva presa como le decía Lena, pero, sin embargo, no sabía por qué, la joven la intrigaba. Su diferencia de edad con respecto a los demás, su arrogancia y su seguridad definitivamente, y su físico también era un punto a su favor.

Sí, estaba segura de que, de una manera u otra, Lena Katina acabaría en su cama.

***

Octubre ya había comenzado hacía algunos días y pronto el único tema de conversación que los estudiantes tendrían serían las próximas vacaciones de Halloween.

«Yo lo celebro como cada año con mi abuela»

«¿Tu abuela?» dijo asombrada Lena mientras bebía su coca en el Rabbit Hole como todos los mediodías.

«En serio, mi abuela se suelta la melena, nada que ver con las abuelitas que tejen en zapatillas rodeadas de 10 gatos»

«Lo confirmo, su abuela es lo más» dijo Vladimir.

«Ok y entonces, ¿qué hacéis en Halloween?»

«Mi abuela tiene una cafetería en donde vivimos cuando no estoy en el campus»

«¿Y dónde es eso?»

«Storybrooke»

«¿En serio? ¿Storybrooke?»

«En Kiev, sí. Pequeño pueblo acogedor que no destaca por sus edificios, pero tranquilo. Decora su cafetería, nos disfrazamos, vamos a tocar a las puertas y hacemos una fiesta. Si no tienes nada previsto, puedes venirte»

«Oh, no lo sé...Tengo que mirar mi disponibilidad»

«¿Tu disponibilidad? ¿Por qué? ¿Acaso eres una famosa? ¿Nos ocultas algo, tal vez?»

«No, no, solo que...»

«¡No pensabas hacer nada, confiesa!»

«No, no lo había pensado...»

«¡Entonces, hecho! ¡Iremos a mi casa a divertirnos!»

Lena sonrió forzadamente...Tenía que arreglar la situación y rápido.

«Cambiando de tema, ¿cómo va entre la señorita "los meto a todos en mi cama" y tú?»

«¿La señorita Volkova?»

«Claro. ¿Aún te gusta, no? Creo que ya has ido un par de veces a su despacho»

«Es...complicado»

«Sí, me lo imagino...Además, con una mujer como esa, yo nunca tendría realmente confianza. Quiero decir...en fin, sabes lo que digo»

«Ya veo, pero tranquilízate, no hay nada entre ella y yo, y no creo que vaya a pasar»

«¡Amén!»

Los tres brindaron antes de volver a clase. Y cuando se disponía a entrar en su clase de ciencias, recibió un mensaje de Yulia «cita en el parking» a lo que Lena respondió «Tengo clase». Algunos segundos más tarde, recibió una respuesta «Le haré un pase de ausencia»

Lena suspiró: si comenzaba el curso faltando a clase cada vez que se le antojara a Yulia, no pasaría. Pero al pensar en darle plantón a la bella morena, se estremeció: las consecuencias podrían ser lamentables.

Así que decidió acudir y se encontró a Yulia apoyada en su coche.

«¿Esta cosa camina?» dijo divertida.

«¿Por qué? ¿Quiere que la lleve a algún lado?»

«En primer lugar, si por alguna razón tuviéramos que ir juntas a algún lado, señorita Katina, definitivamente no sería en este amasijo de hierro, y por otro lado...prefiero conducir yo»

«Vaya sorpresa...» dijo ella revirando los ojos «¿Por qué ha querido verme ahora y ahora?»

«No tengo por qué aguantar sus sarcasmos...Deje de querer encontrarle una explicación a todo. El sexo, a veces, no es sino sexo»

«A veces sí, pero para usted sé que hay algo más, y lo descubriré. Cuando sea el momento, podrá hincarme el diente como lo desee y donde lo desee»

«¿Es un chantaje?»

«¿Chantaje? ¿Yo? Nah, en absoluto. Simplemente deseo conocer mejor a la persona que me tira los tejos»

«¿Qué yo le tiro los tejos? ¿Así lo cree?»

«¡Pues claro! Es usted la que me envía mensajes, la que se acerca a mí...Yo lo noto, se está debilitando porque yo me resisto cuando nunca ha tenido que esperar entre el momento en que elige a su presa y se acuesta con ella. Pero yo...Yo estoy aquí, frente a usted, sin tocarla, sin suplicarle para que me haga el amor...Y eso la saca de sus casillas. Yo me alegro porque sé que puedo pasar por encima de eso. Pero usted...no piensa sino en ello. Y me gusta creer que invado sus pensamientos día y noche»

Y después de una orgullosa sonrisa, se marchó, dejando a Yulia rumiar su frustración, porque, ella lo sabía, todo lo que había dicho era verdad: no ver a Lena sino en clase o por los pasillos suscitaba su curiosidad, pero también y sobre todo, su frustración.

Sin embargo, Lena había anunciado claramente que deseaba conocerla más, pero si fuera así, si supiera más de ella, sobre lo que había hecho, la perdería. Así que debería alejarse, pero era más fuerte que ella: sin saber por qué razón, Lena Katina la atraía. Y si eso conllevaba el riesgo de desvelarse, el juego no valía la pena.

🔜

Hola bellas!!! Feliz domingo. Hoy, si subiré dos capítulos de esta historia. No lo hago los días de semana porque son un poco largos y editarlos me lleva un tiempito 😞 pero espero que hoy disfruten a lo grande.
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Mensaje por Corderito_Agron 4/14/2024, 11:47 am

Hey Yulia, invitala a cenar por lo menos 🤣🤣🤣 directo al grano, bebé 🤣🤣 hahahaha... Bro, cuando dices: Hola bellas, me incluyes?¿? Hahahaha
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Mensaje por Fati20 4/14/2024, 12:28 pm

Que buena jugada Lena resultan qué la presa es quien tiene desesperada a la cazadora 🤣🤣🤣 me gusta que se lo ponga difícil y que o le da lo q quiere o no va a probar a la deliciosa pelirroja 😏. Julia hermosa le tocara esforzarse y darle lo q ella quiere. Genial qué tengamos 2 capítulos hoy 🎉🎉 a mi me gusta q los capítulos son largos 🙈. Feliz domingo cariño de mi corazón espero que tengas un muy bien día 😘😘I love youI love you
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Mensaje por LeaAgronsky 4/14/2024, 1:08 pm

Me dió escalofríos jajajaja ambas son unas seductoras de primera mano pero me gustaría saber el porqué yulia es así
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Mensaje por Volkatin_420 4/14/2024, 4:15 pm

Lena dominante y yulia también 🤣🤣 estas dos van a matarse en la cama
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Mensaje por Ice-Man 4/14/2024, 7:52 pm

Una mantis peligrosa porke de religiosa nada q ver 😂
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/14/2024, 9:00 pm

Clases particulares - Primer beso

Todo comenzó por un sencillo mensaje. Y si Elena hubiera sabido lo que esa respuesta implicaría, se lo habría pensado dos veces.

«Esta tarde en mi casa...»

«Esta tarde no puedo» respondió ella rápidamente.

«¿Por qué?»

«Estoy ocupada. Pero puedo pasar después de las clases, pero no mucho tiempo»


Yulia, realmente, no tenía por costumbre dejarse dictar las cosas de esa manera. Era casi improbable que se dejara mangonear así. Pero, sin embargo, no dijo nada...Porque algo en Elena la atraía mucho más de lo que ella podía creer.

«Muy bien»

«¿Su dirección?»

«Solo tendrá que seguirme»


Elena entonces sonrió: Yulia tenía que mantener algo de control. Ella no sabía qué esperarse al ir a su casa, pero quizá podría rasgar un poco el velo de misterio que rodeaba a la bella morena. Era ahora o nunca.

Pero, ¿qué le daba ahora a ella para invitarla a su casa? Esa señorita Katina parecía una curiosa profesional...Llevarla a su universo era arriesgado, pero era el único modo para amansarla y enseñarle que ella también hacía esfuerzos.

Elena solo tenía en la cabeza su cita con Yulia de esa tarde. Evidentemente, sabía que incluso retrasándose algunos minutos, Yulia la esperaría, porque lo necesitaba.

Pero Elena tenía preguntas mucho más éticas en la cabeza: ella, que no quería hacer locuras en ese año crucial, hela ahí en medio de una naciente y complicada relación. Todo iba algo rápido para ella. No conocía a Yulia sino hacía apenas un mes y ya se planteaba algo con ella.

Nunca se habría planteado mantener una relación ese año, mucho menos con uno de sus profesores. Pero, inexplicablemente, se sentía atraída por esa mujer que, sin embargo, lo tenía todo para tirarla hacia atrás.

Cuando llegó al parking, se sintió feliz al ver que Yulia estaba allí, apoyada en su propio coche, con los brazos cruzados.

«Me ha esperado»

«Estaba a punto de marcharme»

«Por supuesto» sonrió ella antes de subir a su coche «La sigo»

No tuvo que hacer muchos kilómetros antes de llegar a un inmenso inmueble. Se detuvo al lado de Yulia.

«Wow, impresionante»

«Venga»

Elena siguió, en silencio, a la bella morena por el hall antes de entrar en el ascensor, todo aún en un completo silencio. La tensión era palpable entre las dos jóvenes y ninguna se atrevía a mirar a la otra a los ojos. Al cabo de interminables segundos, las puertas se abrieron y Yulia condujo a Elena hasta el número 46. Ella abrió la puerta y apareció un apartamento de lo más clásico, incluso frío, cosa que no asombró a Elena, que no veía personalización en el sitio: nada de fotos, nada de colores cálidos, nada de decoración. Parecía uno estar en un apartamento de muestra, como aquellos que se ven en las revistas de decoración de interiores.

«Simpático» dijo ella dejándose caer en el sofá ante la mirada perpleja de Yulia.

«¿Una copa?»

«Nada de alcohol, gracias»

«Sidra, quizás, no tengo nada menos alcohólico»

«Va por la sidra»

Yulia se ausentó algunos segundos, lo que le bastó a Elena para recorrer la estancia con la mirada: estaba decepcionada, pero no tendría que haberse esperado otra cosa de parte de Yulia Volkova.

«Tenga» dijo ella tendiéndole el vaso mientras se sentaba a su lado.

«Gracias. Entonces, dígame, señorita Volkova...»

«¿Decir qué?»

«¿Cómo una mujer tan atractiva y que lo tiene todo hace ese tipo de cosas con sus estudiantes?»

«Ya se lo he dicho y repetido: exclusivamente por placer»

«¿Ah sí? ¿Se levantó una buena mañana diciéndose "Vaya, y si uso mi trabajo para obtener carne fresca"? ¿De verdad?»

«A veces no hay explicaciones que valgan»

«Yo creo que sí»

Yulia suspiró antes de dejar su vaso sobre la mesa y coger en sus manos el de Elena.

«No la he traído aquí para charlar» dijo ella mientras empujaba a Elena para que se echara sobre el sofá.

«¡Hey, hey, un minuto!» pero ella no pudo decir nada cuando el peso del cuerpo de Yulia sobre ella la impidió moverse «No he venido para esto»

«No sea idiota. Aceptar venir a mi casa para mí solo significa una cosa»

Ella no estaba equivocada, pero Elena estaba bien decidida a no dejarse mangonear. Con un hábil movimiento de cadera, empujó a Yulia hacia un lado, casi haciéndola caer del sofá, antes de ponerse encima, a riesgo de intensos dolores musculares. Ahora arriba, miraba, incrédula, a Yulia.

«Tengo por costumbre estar encima»

«Va a tener que perder sus costumbres conmigo, señorita Volkova»

Con sus puños firmemente agarrados, Yulia era incapaz de moverse. En ese momento preciso, Elena pensaba que sería sencillo dejarse ir y besarla, hacerle el amor sobre ese sofá...Pero sabía lo que vendría y no quería eso. Así que, con gran esfuerzo, se incorporó, dejando a Yulia con las ganas.

«Pero...»

«Lo siento, ha sido un error»

«¡Señorita Katina!»

«Aún no ha comprendido...»

Cogió su bolso y su chaqueta antes de abrir la puerta. Pero, Yulia, en pocos segundos, saltó del sofá y la atrapó por las caderas para que se diera la vuelta. De espaldas a la puerta, estaban nariz contra nariz.

«No se vaya»

«¿Por qué?»

«Porque yo...porque...»

Elena, entonces, sonrió y le acarició la mejilla

«Es usted tan mona cuando se siente turbada»

Y sin poder controlarlo, Yulia sintió cómo sus mejillas se ponían rojas. Puso un poco de distancia entre ellas antes de que fuera la propia Elena quien cerrara esos centímetros con un casto, pero tierno beso en sus labios. Maquinalmente, ambas pusieron sus manos en las caderas de la otra, y el beso se profundizó subrepticiamente.

Algunos gemidos escaparon de sus labios antes que de Elena se alejara. Sonrió al ver los ojos cerrados de Yulia, que parecía saborear su pintalabios de olor a frutas. Cuando abrió los ojos, Yulia no pudo evitar degustarlos de nuevo en un beso más intenso. Pronto sus manos tomaron carrera, y vagabundearon de una curva a otra, rozando la decencia cada vez. Pero como una señal, Elena se apartó de la bella morena y le murmuró:

«Hasta el lunes, señorita Volkova» antes de desaparecer y dejar a una Yulia más que frustrada tras la puerta. Esta última se dejó deslizar hasta el suelo, rozando sus labios con la punta de sus dedos. Jamás olvidaría ese gusto a manzana.

Jamás olvidaría esos labios, jamás. No había podido resistir mucho tiempo, a pesar de sus prerrogativas. Pero sus labios la llamaban y no se sintió desilusionada. Se presagiaban buenas cosas para el futuro si el resto estaba a la altura de sus besos: dulces, tiernos y deliciosos.

***

Cerró los ojos un momento, al volante de su coche. La tentación de volver y dejarse arrastrar era fuerte, pero debía resistir, pues lo que entreveía en esa mujer era mucho más que una mantis religiosa, era una mujer que deseaba probar algo y ganar ese desafío.

Algunos segundos más tarde, recibió un mensaje que leyó con prisa, una sonrisa en sus labios.

«Señorita Katina, está jugando con fuego»

Ella no respondió nada, sonriendo ampliamente.

Después otro mensaje

«Mañana por la tarde, a las seis en mi casa»

Pero Elena frunció el ceño y le respondió negativamente. Después, ningún otro mensaje. Elena se pellizcó el labio inferior: ¿tendría que haber aceptado? Pero ella no podía ausentarse por la tarde, así que ningún remordimiento. Pero pronto, si las cosas se volvían más serias entre ellas, tendría que decirle por qué.

Era sábado. Y aunque Nastya había insistido mucho para que Elena pasara la tarde del viernes con ellos, ella, educadamente, se había excusado, no sin antes aceptar otro compromiso: una copa con los amigos el sábado a media tarde.

Después de haber tomado algunas disposiciones, aceptó y con toda confianza se dirigió al Rabbit hole. Jamás pensó que esa decisión acarrearía tales consecuencias.

«¡Hola, belleza!»

«Hola»

«Ven a sentarte» alrededor de la mesa: MM y Samir, Vladimir y Nastya, pero también una chica que Elena nunca había visto «Em, te presento a Anya. Anya, ella es de quien te hablaba»

«Hola»

«Hola, ¿cómo que la de quien tú hablabas?»

«No te preocupes, cosas buenas, prometido. Solo le decía que eras la afortunada que está en la mira de la señorita Volkova este año»

«No digas tonterías» se irritó Elena que se esforzaba para que eso no se divulgara.

«No pasa nada, tienes su atención, afortunada»

Elena cortó en seco la conversación ofreciendo un Mojito. La tarde pasó y pronto, ayudados por el alcohol, todos se dirigieron a la pista de baile. Pronto MM y Samir comenzaron con un baile bastante lascivo e íntimo, y Elena comprendió que Anya y Nastya eran mucho más que simples amigas cuando vio a la bella morena abrazar tiernamente a Anya antes de hundir su rostro en su cuello.

«Solo quedamos tú y yo...» dijo Vladimir acercándose a Elena en la pista.

«Eso parece...»

«¿Bailas?»

«Con mucho gusto»

Y al ritmo de la música, los cuerpos se acercaron, los movimientos se volvieron más voluptuosos, más pegados. Bajo el influjo del alcohol, se dejaron ir, Vladimir se pegó a la espalda de Elena antes de dejar que sus manos se deslizaron por sus curvas, posándose con más confianza sobre sus caderas y su pecho.

A Elena le daba vueltas la cabeza: el alcohol le estaba jugando una mala pasada, hacía tanto tiempo que no bebía, que una simple copa le sentaba fatal. Sentía las manos de Vladimir gravitar alrededor de su cuerpo, pero sin poder hacer nada.

***

Yulia detestaba los fines de semana. Pasarlos sola era más deprimente que otra cosa. Debía olvidarse del rechazo de Elena y salir para cambiar de ideas. Se puso un pantalón de cuero negro, una par de tacones que harían temblar a la Torre de Pisa y se ajustó un pequeño top de color burdeos.

Cuando llego al Rabbit Hole, no se esperaba ver tanta gente a esa hora de la tarde. Reconoció a algunos de sus estudiantes, incluso profesores, y se hizo un camino hasta la barra.

«Hey, ¡la más sexy de las profes!»

«Hola August»

«¿Qué te sirvo?»

«Un Margarita»

«Enseguida»

Y después de haber sido servida, dejó vagar su mirada por la sala, solo por curiosear quien estaba en el sitio tan temprano. Creyó ahogarse al ver una cabellera roja contoneándose en la pista. Frunció el ceño, quizás había visto mal: la gente, el ruido, probablemente no era ella.

Con el vaso en la mano, se acercó a la pista para ver mejor y de repente se sintió invadida por un sentimiento de cólera: delante de ella, a unos metros, Elena se contoneaba delicadamente pegada a un hombre que parecía disfrutar mucho esa cercanía.

Esbozó una mueca de asco, recordando el rechazo que había sufrido la víspera cuando le había propuesto ir a su casa. Si hubiera sabido que era para ir a pavonearse con sus amigos sobre la pista, dejarse manosear por un hombre, nunca habría comenzado a creer que...

Pero la visión de Elena, con cada centímetro de su cuerpo pegado al de Vladimir, no daba lugar a dudas. Su cólera era la imagen de su respiración: anárquica e incontrolable. Ella no tenía ningún derecho a pavonearse de esa manera colgada al cuello de un hombre que tenía, ahora, sus manos bajo su camiseta y pronto en su pantalón. A pesar de eso, ella no pudo desviar la mirada, vigilando que ese intruso no fuera más lejos. Pero cuanto más tiempo pasaba, más duro era para Yulia mantener la mirada ante esa situación.

Furiosa por haber sido rechazada a favor de ese hombre que no tenía nada de excepcional, decidió salir del bar sin darse la vuelta, en el momento en que sus labios alcoholizados se rozaron.

«Wow, wow...tranquilo...» dijo Elena.

«Lo siento...¿No tienes ganas?»

«No es eso, es solo que...ya tengo a alguien a la vista»

«Oh, ok...»

«Lo siento»

«No, no hay problema...En todo caso, ha estado bien»

«Creo que he bebido demasiado, voy a sentarme»

«Sí, yo voy a irme, creo, ya es suficiente alcohol para mí»

Se sentaron admirando el aguante de Nastya y su chica, así como el de MM y Samir.

«No se cansan, ¿eh?» dijo Elena que ahora se contentaba con un vaso con agua.

«Sí...Elena, no quería...»

«Hey, ningún problema, no estabas solo en esa situación. Pero prefiero que sigamos como amigos»

«Ok...No querría que pensases que...en fin, ya sabes»

«No te inquietes»

«Bueno, dile a Nastya que me he ido. ¿Nos vemos el lunes?»

«Ningún problema, hasta el lunes»

Vladimir se marchó mientras que Elena vegetó un momento en el asiento.

***

No sabía qué estaba esperando en ese parking, pero era incapaz de marcharse sabiendo que Elena estaba dentro, dejándose sobar alegremente por ese chico. Estaba furiosa...furiosa de estar, justamente tan furiosa. No debería estarlo, debería sentirse completamente indiferente ante eso, entonces, ¿por qué estaba tan encolerizada?

Sus interrogaciones fueron interrumpidas cuando vio salir del Rabbit Hole una silueta que no le era desconocida: era ese hombre...Era el que bailaba con Elena, eran sus manos las que habían estado sobre ella.

Al verlo a plena luz, constató que no tenía nada de excepcional: bastante alto y delgado, parecía que no se peinaba desde hacía días. Yulia esbozó una mueca preguntándose por qué Elena se interesaba por ese hombre...A menos que fuera por razones más íntimas. Ante esa idea, una ola de cólera la invadió de nuevo y, guiada por sus celos, arrancó su coche para llegar a la altura del joven.

«Hola»

Vladimir se giró y desorbitó los ojos al ver quién le había dirigido la palabra.

«Hola»

«¿Vas a algún lado?»

«Yo...vuelvo a casa»

«¿Vives lejos? ¿Te llevo?»

«Euh...No, todo bien, gracias»

Vladimir nunca había hablado con Yulia Volkova, solo había escuchado los rumores que circulaban sobre ella, lo que no le tranquilizaba mucho.

«Sube» dijo en un tono casi autoritario la morena.

Por un lado, le hubiera dicho que no, pero por otro...Era Yulia Volkova. Desde su primer año en la facultad, estaba tras ella y soñaba con ser uno de los afortunados que disfrutaran su cuerpo. Quizás esa era su oportunidad, aunque estaba algo borracho, podría mantenerse, estaría a la altura.

Así que rodeó el coche y subió, bajo la mirada de Yulia, y un ligero rictus de victoria en su rostro.


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Mensaje por Fati20 4/14/2024, 9:29 pm

Pensaba que se llevaría es a Lena borracha y resultó qué se llevó a este y para que? Para amenazarlo q no se meta con lo suyo 🤔. Ese primer beso estuvo emocionante y claro lenita para que crees q ibas a la casa de la profesora sexy 😏 julia celosa me encanta, vamos a ver que pasara. Saludos cariño 😘😘I love youI love you
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Mensaje por Corderito_Agron 4/14/2024, 10:22 pm

Ok Vladimir es mejor que vayas rezando todas las oraciones que te sepas porque te atravesaste con el diablo Volkova hahaha
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Mensaje por Volkatin_420 4/15/2024, 10:56 am

Pobre chico, creo que lo va a torturar hasta el cansancio jajajajajaja
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Mensaje por Veroska 4/15/2024, 6:45 pm

Ay Lenita eres tremenda besando a Julia y lo que hace el alcohol jajajaja sale aflojar la Yulia celosa y que se siente desplazada... Interesante va ser ese siguiente capítulo
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/16/2024, 8:01 pm

Clases particulares - Error

Ni una palabra fue pronunciada durante el trayecto. Vladimir sentía cómo el alcohol se le subía a la cabeza aunque aún así seguía manteniendo algo de control. Yulia conducía, la mirada fija en la carretera.

El silencio planeaba sobre ellos, incluso en el ascensor que los llevó hasta la puerta del apartamento donde Yulia entró y condujo, sin ceremonias al joven, ávido de mostrar lo que valía.

No le costó mucho a ella hacer que se acostara en la cama, y mucho menos desvestirlo... Ella se desprendió de su vestido y se acostó a su vez en la cama, bien decidida a tomar las riendas.

Cuando finalmente Vladimir logró pegar sus labios a la piel de Yulia para cubrirla de besos, esta última reviró los ojos: ¡qué preconceptos tenían estos jóvenes de lo que le gustaba a las mujeres! Ella lo empujó sobre la cama, y estando él medio desnudo, se acercó y se puso a horcajadas, se acercó a su rostro y le murmuró.

«Enséñame...enséñame cómo se lo haces a ella...»

«¿Qu...qué?»

Y entonces él intentó incorporarse, pero ella lo empujó con más violencia sobre la cama, él le agarró las caderas y colocó una de sus manos en su espalda para acercarla más. Cuando intentó besarla, ella giró el rostro. Molesto por ser rechazado, tomó las riendas y le dio la vuelta para echarla sobre la cama, lo que provocó cierta sorpresa en la joven. Él le sonrió con esa sonrisa ávida de sexo...Las cosas se iban a poner interesantes.

***

Cuando se despertó, apenas estaba amaneciendo. Solo en la cama, enredado entre las sábanas, tomó, poco a poco, consciencia del sitio en el que se encontraba: la habitación de Yulia Volkova. Se levantó y se dio cuenta de que estaba en calzoncillos y calcetines. De revolvió el pelo antes de vestirse y salir de la habitación para ver a Yulia en la cocina.

No sabía qué decir o hacer...Se masajeó la nuca, turbado, antes de avanzar hacia ella. No tuvo que decir ni media palabra, ella lo hizo por él.

«¿Vives lejos?»

«N...no, 20 minutos a pie»

«Bien. ¿Café?»

«Sí, se lo agradezco, gracias»

Se relajó un poco y se sentó en la mesa de la cocina aceptando con gusto la taza que ella le tendía.

«Te marchas después de tomarte el café»

No tuvo elección, es más, ¿la había tenido durante la noche? Todo era vago y no se acordaba prácticamente de la noche que había pasado con ella. La única prueba de su encuentro de la noche pasada, un chupetón que Vladimir mostraba con orgullo en la base de su cuello.

Y como había dicho, después de beberse su café, se marchó, sin ceremonias, sin caricias ni gestos tiernos. Solo un rápido adiós. Habría creído que ella le iba a pedir no contar nada de esa noche, pero ella no dijo nada, quizás pensaba que él era lo suficientemente inteligente para estarse callado...De todas maneras, ¿quién creería a Vladimir Sachenkov, un joven estudiante? ¿Quién creería que acababa de pasar la noche con la profesora más sexy y más enigmática de esa facultad?

***

El fin de semana pasó y la semana comenzó sin que Elena hubiera tenido noticias de Yulia. No era partidaria de correr tras las personas que le gustaban, porque sí, Yulia le gustaba una barbaridad, aunque la complejidad de su relación se veía agrandada por el hecho de que ella era alumna y Yulia su profesora.

«¡Heyyyyy, Lena!»»

Nastya saltó literalmente sobre Elena, casi haciéndola caer.

«Hey, hey, tranquila. ¿Qué ocurre?»

«¡Todavía no me has dado tu respuesta sobre lo de Halloween!»

«Ah, sí, eso...Nastya, tengo que hablarte de una cosa»

«Ok, ¿qué?»

«No, euh...Cuando estemos más tranquilas»

«Oh...ok. ¿No habrás visto a Vladimir, verdad?»

«No. Creía que nunca os separabais...» dijo ella irónicamente.

«Sí, sí, a veces nos duchamos separados y todo...» respondió en el mismo tono la guapa castaña.

«Hablando de duchas en común...¿va bien entre tú y esa Anya, eh?»

«¡Tú lo has dicho! Está cañón, ¿verdad?»

«Te la regalo enterita»

«¿Y tú no tienes a nadie a la vista? El sábado bailabas pegadita a Vladimir, hm...»

«Nada que decir por ese lado...» afirmó ella «Vaya, hablando del rey de Roma»

Vladimir llegó a la altura de las chicas, con su mochila al hombro.

«Hey, guapo, ¿y esa cara? ¿No habrás hecho locuras este finde?»

«No tienes idea...»

«¡Venga, cuenta!»

«Pues eso, lo he hecho»

Nastya y Elena intercambiaron una divertida mirada.

«¿Qué? ¿Ya no eres virgen?» rió Nastya.

«¿Qué? ¡Noooo, no es eso! ¡Me he acostado con ella!»

«¿Quién es ella?»

«La señorita Volkova»

Nastya se detuvo, y Elena la imitó.

«Espera, ¿estás hablando en serio?»

«Sí. El sábado, creo que estaba esperando a su presa en el parking del Rabbit Hole. Me encontré en el sitio y en el momento oportuno»

Elena se quedó estupefacta ante esa noticia.

«Tú...estás mintiendo»

«¿Quieres una prueba?» orgullosamente se desabotonó su camisa antes de enseñar la marca en el cuello.

«Bah, cualquiera pudo hacer eso, idiota» soltó, divertida Nastya.

Pero Elena lo sabía. Sabía que morder a sus amantes era la marca de fábrica de Yulia, porque ella misma había sido víctima de sus dientes. No comprendía: un día la besaba, sintiendo que algo pasaba entre ellas, y al día siguiente se acostaba con el primero que aparecía. No comprendía nada y estaba furiosa.

«Perdonadme...»

«Hey, Elena, pero, ¿a dónde vas?»

«¡Ahora vuelvo!» dijo mientras corría hacia el edificio.

La cólera era poco para describir lo que estaba sintiendo en ese momento. ¿Cómo había sido capaz de creer que Yulia se replantearía sus prioridades por ella? Nadie cambia al fin y al cabo. Ella siempre tenía la costumbre de obtener lo que quería con un chasquido de dedos y cuando un nuevo desafío se le presentaba, prefería la solución fácil antes que luchar.

Maquinalmente, y mientras rumiaba su cólera, se encontró rápidamente ante la puerta del despacho de Yulia. Al no estar la secretaria, pudo entrar sin despertar sospechas. Se calmó inmediatamente al ver que la joven no había llegado aún. Se sentó en el asiento de las visitas y esperó pacientemente.

No tuvo que esperar sino unos diez minutos para escuchar el ruido característico de los tacones de Yulia en el suelo. Esta abrió con fuerza la puerta antes de quedarse parada al ver la cabellera roja sobresalir de la parte de arriba del asiento.

Sin decir palabra, Yulia dejó su chaqueta en el perchero antes de rodear el sillón y, como si nada pasara, sentarse en su mesa sin dirigirle una mirada a la joven.

«¿Buen fin de semana, señorita Volkova?»

Yulia frunció el ceño antes de alzar la cabeza.

«¿Disculpe?»

«Decía: ¿ha pasado usted un buen fin de semana?»

«¿Y eso qué le importa?»

«...»

«Señorita Katina, ¿tiene algo que decirme?»

«¿Y usted?»

«No me gusta su tono...»

«Una pena, es el único que escuchará salir de mi boca a partir de ahora»

«¿Perdón?»

«Estoy decepcionada. Creía sinceramente que usted y yo podríamos comenzar algo»

«¿Nosotras dos? ¿Desde cuándo hay un nosotras dos, señorita Katina?»

«Bueno, ya no, ahora que usted se ha lanzado sobre Vladimir»

Un breve momento de silencio se hizo antes de que Yulia sonriera.

«¿Vladimir?»

«Si pensaba que él no iba a pavonearse, se equivocó. A menos que esa haya sido su intención, hacerme saber que usted no estaba en exclusividad»

«Se lo he dicho, señorita Katina, no tengo por costumbre que me rechacen y mucho menos dejar que alguien me maneje a su antojo. Soy libre, señorita Katina, nunca se habló de una relación exclusiva entre nosotras. La había prevenido que no dependía de usted»

«Así lo comprendí. Pero me pregunto por qué Vladimir...Quiero decir, hay un montón de estudiantes en este campus que solo esperan eso de usted...¿Por qué elegirlo a él, y precisamente este sábado cuando, cosa extraña, yo me encontraba...»

«No sé en absoluto de lo que está hablando»

Elena entonces sonrió y comprendió.

«Vladimir ha dicho que usted estaba en el parking, como esperando algo o a alguien. ¿Quiere que se lo diga? Usted entró en el Rabbit Hole, me vio bailar, eso la volvió loca y quiso castigarme...»

«Está diciendo tonterías»

«Digo la verdad...Se puso celosa, Yulia. Celosa porque bailaba con él y no con usted. Porque decidí declinar su cena y no su copa»

«Es un sinsentido»

«Al contrario, tiene mucho sentido. Se tomó muy mal que yo la rechazara, y cuando me vio con Vladimir, pensó que yo estaba con él y que era la razón por la que no quiero acostarme con usted. Es lógico, pero terriblemente estúpido»

«...»

«Así que la voy a tranquilizar: no salgo con Vladimir, nunca he querido, incluso cuando me lo pidió, lo rechacé, y ¿sabe por qué?»

«...»

«Porque le dije que tenía a alguien a la vista. Es una inmensa pena que usted haya reaccionado de esa manera. Porque ahora, sí que está fuera de toda duda que pase algo entre nosotras. Porque ni hablar de que me deje arrastrar como Vladimir ha podido hacerlo, porque yo deseo confiar y de momento, no tengo nada de usted que me inspire esa confianza. Bien jugado, señorita Volkova, tenía razón: no tenemos nada que ver. Que tenga un buen día»

Tras esas palabras, Elena cogió su bolso y no dio posibilidad a Yulia para poder replicar. Y cuando la puerta golpeó, lo primero que pensó Yulia fue «¡Por fin se fue!» no tenía necesidad de que una de sus estudiantes se colgara de ella y se imaginara una relación estable y duradera.

***

Y Elena mantuvo su promesa: más de una semana evitando a Yulia, no contestando a sus mensajes para que fuera a verla, evitando su despacho o cualquier otro sitio donde pudiera cruzársela.

En clase, ya no la miraba, ya no le dirigía sutiles miradas o guiños. Se contentaba con coger sus apuntes, hacer los exámenes, actuar como cualquier otro estudiante.

Ella sentía que Yulia, a pesar de todo lo que hubiera podido decir sobre el aspecto frívolo de su comportamiento y de su voluntad de mantenerse orgullosa y libre, quería retomar el contacto, quizás seguir desde donde lo habían dejado antes de la historia con Vladimir.

Pero por buscar demasiado la mirada y la atención de Elena, Yulia se estaba perdiendo en algo que la sobrepasaba: ella que no quería confesarse atada a alguien, tenía sus pensamientos puestos en la bella pelirroja y el error que había cometido con ella.

Dos semanas pasaron y las vacaciones comenzarían ese viernes, volviendo nerviosos a todos los estudiantes.

«Hey, ¿puedo cogerte una patata?»

«Sírvete»

Nastya y Elena comían juntas en la cafetería, y ya por varias veces el teléfono de Elena había vibrado.

«Di, ¿no tienes nada que decirme?»

«¿De qué hablas?»

«Tu teléfono, desde que hemos llegado, has recibido cuatro mensajes...¿tienes un pretendiente?»

«...»

«Venga, va, sabes que puedes confiar en mí, ya lo sabes, te he prometido que no diría nada»

«Lo sé...De hecho...Precisamente me gustaría que no hablaras con Vladimir»

«Vladimir, ¿qué tiene él que ver?»

«¿Te acuerdas cuando apareció todo orgulloso, hace 15 días, diciendo que finalmente se había acostado con la señorita Volkova?»

«Sí...Es más, está deprimido desde que la mordida ya no se le ve» dijo divertida.

«Bueno...Pues no fue por casualidad que ella lo abordara en el parking del Rabbit Hole»

«¿Y eso?»

«El día anterior, yo...yo fui a su casa y...nos besamos»

«¿Qué? ¿En serio? ¿Fuiste a su casa? ¿Os besasteis?»

«Sí...No pasó nada más. Me fui justo después pensando que...en fin, que íbamos a comenzar algo juntas. Pero al día siguiente tuvo que vernos a Vladimir y a mí bailando en la pista...»

«Ya...casi uno sobre el otro»

«...Eso. Y creo que se puso celosa. Ella se quedó esperando, no sé a qué, y cuando lo vio salir, fue hacia él. Desde ese momento, ya no nos hablamos, incluso la evito»

«Mierda...No pensaba que entre tú y ella fuera tan serio»

«No, en todo caso, ya no»

«Parece que por su parte sí, en vista de cómo no te deja en paz»

«Solo que no tiene por costumbre que le den con la puerta en las narices. Es una maniaca del control y del poder. Está ofendida, solo quiere retomar las riendas»

«Yo creo que todo esto te toca más de lo que quieres hacer creer. Ella te gusta, y es por lo que quieres dejar la máxima distancia posible con ella, porque piensas que si la dejas acercarse de nuevo, podrías perder tu autocontrol»

«No te sabía tan psicóloga»

«Lo sé, pero comienzo a conocerte, y la conozco desde ya hace un tiempo. Eres simpática, y te quiero mucho, y no me gusta verte deprimida por eso. Tienes elección: arreglas las cosas y le cortas toda esperanza, o le das una última oportunidad y ves cómo va todo»

«Salvo que no deseo quemarme las alas una vez más, no deseo sufrir. Esta relación...es un quebradero de cabeza extra e inútil. No necesito esto este año. Se cansará y encontrará una nueva presa con quien divertirse»

«¿No la amas?»

«No se trata de amor. Es curiosidad, quería comprender a esa mujer, saber por qué se comporta de esa manera. Pero me doy cuenta de que, sencillamente, tiene un problema de ego. No soporta ni el fracaso ni el rechazo, lo quiere controlar todo. Si me planteara algo con ella, nunca estaría tranquila: ¿cómo confiar en ella cuando acostarse con el primer estudiante que aparece no le causa el menor problema? ¿Cómo no creer que después de una pelea no se va a meter en la cama de cualquiera? No confío, y para mí la confianza es primordial en una pareja»

«Quizás ella necesita a la persona adecuada para centrarse»

«No deseo ser esa persona, no deseo añadirme más cargas. Tengo muchas otras cosas que hacer este año»

«Eres tú quien decide...Por mi parte, solo digo que formaríais una estupenda pareja»

«Nastya...Tú piensas que Britney Spears y Justin Timberlake hacían una buena pareja»

«Ok, ok. Pero decidas lo que decidas, te cubriré» dijo ella con un guiño «De todas maneras, tendrás un respiro con las vacaciones»

«Cosa que no me vendrá mal...y a ella tampoco»

Y finalmente pasó el día, y las vacaciones dieron comienzo al acabar la última clase. Elena había prometido pasar Halloween en casa de Nastya en Storybrooke y se había prometido a ella misma estudiar para sus próximos exámenes.

Después de haberse despedido de Vladimir y Nastya, el día podría haber acabado bien, pero Elena perdió su sonrisa al ver una silueta bien conocida apoyada en su coche.

Vaciló un momento antes de acercarse, pero, ¿qué podía hacer? No iba, de todas maneras, a dejar su coche ahí y volver a pie. Así que avanzó, intentando mantener un mínimo de autocontrol.

«Señorita Volkova...»

«Señorita Katina...»

«Puede...para poder subir en mi coche» dijo ella sacando sus llaves.

Pero Yulia no se movió ni un milímetro. Elena se puso frente a ella, arqueando una ceja.

«¿Señorita Volkova?»

«No ha respondido a uno solo de mis mensajes»

«Así es. Se lo dije: ya no deseo ningún contacto con usted, a no ser el exigido entre profesor y alumno, porque usted no es sino eso, señorita Volkova, mi profesora. Ahora, podría apartarse para poder empezar mis vacaciones» su tono no era para nada autoritario, pero no daba lugar a otra posibilidad.

«Señorita Katina...»

«No, basta, ya he dicho lo que tenía que decir, usted, igual»

Yulia suspiró y se apartó, no sin poner mala cara, a la que Elena no prestó atención mientras se subía a su coche. Pero apenas hubo metido la llave en el contacto, se abrió la puerta y Yulia se inclinó.

«¡Lo siento!»

Elena entonces se crispó y giró lentamente su cabeza hacia la bella morena, con el ceño fruncido.

«¿Perdón?»

«Yo...¡Me ha escuchado!»

«No, en realidad no, quiere repetirlo» dijo con un malsano placer, deleitándose con la situación.

«...Yo...lo siento...siento lo que le he hecho»

Elena apagó el contacto y bajó del coche mientras miraba a Yulia con una sonrisa medio divertida, medido victoriosa, lo que molestó a la morena.

«¿Lo siente? ¿De verdad?»

«Sí. Yo...me equivoqué»

«¿En qué?»

«En...en querer utilizar a Vladimir...sabiendo que...»

«¿Sabiendo qué?» Elena dio un paso al frente, Yulia no se movió, pero bajó la mirada. Notó un dedo bajo su mentón, que la obligaba a levantar la cabeza y hundir su mirada en la mirada esmeralda de Elena «¿Sabiendo qué?»

«Sabiendo lo que ya había pasado entre nosotras»

«¿Lo que pasó?»

«Nuestro...beso...»

«Y...lo que ya ha pasado entre nosotras, ¿usted quiere que continúe?»

«Yo...no lo sé»

«Yulia...»

«Señorita Katina, esto es algo inacostumbrado para mí...plantearme algo que sea más...serio con un de mis alumnos...»

«Entonces, plantéeselo, porque no la voy a esperar eternamente. ¿Usted me esperaría? Pues yo tampoco. Apesar de mi atracción por usted, si tengo que pasar de ella, para sacar este año, entonces viviré con esa ausencia»

«...»

«Ahora tengo que irme»

Yulia la detuvo agarrando su mano.

«Señorita...Katina...yo...»

Era la primera vez que se encontraba contra la espada y la pared con respecto a alguien, que una persona se le enfrentara hasta el punto de hacerle cuestionar sus propias actitudes...Parecía que estaba volviendo a ser una adolescente hundida en un torbellino de sentimientos que no pensaba volver a sentir otra vez.

«¿Yulia?»

«Una cena» soltó ella finalmente en un suspiro.

«¿Perdón?»

«Acepte...una cena»

Elena, sorprendida, frunció el ceño antes de dejar entrever una sonrisa.

«Ok»

«¿De verdad?»

«No he dicho que le vaya a dar una oportunidad, yo...Simplemente he aceptado una cena para darle una oportunidad de que usted misma se dé una oportunidad»

Yulia no pudo sino sonreír.

«Muy bien, tomo nota. ¿Qué hace mañana por la noche?»

«¿Mañana por la noche? Nada...»

«Muy bien, entonces, mañana en mi apartamento, a las siete» cogió la mano de Elena y escribió su dirección «Sea puntual, detesto el retraso»

«¡Bien, madame!» dijo ella en tono divertido «Hasta mañana por la noche» Después subió en su coche y desapareció, dejando una Yulia más serena y aliviada.

Ahora, tenía que hacer algo a lo que no estaba acostumbrada: tenía que conquistar y seducir.

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Mensaje por Fati20 4/16/2024, 9:10 pm

El capitulo empezó mal con julia acostadose con ese xs en la vida grave error, se empezó a poner bueno con Lena qué es tan fuerte para alejarse así de tanta tentación y ahora resulta que mira a la super Volkova esta como un gatico pidiendo una oportunidad me encanta 😊 y se puso realmente bueno con esa cena 😏
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Mensaje por Corderito_Agron 4/16/2024, 9:18 pm

Joder!! No creo que se haya acostado con el tipo este. Me parece que lo usó para darle celos a Lena ya que el muy boca suelta no iba a dejar de presumir ese momento hahahaha
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