ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
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MaiM
VIVALENZ28
andyvolkatin
flakita volkatina
Aleinads
Kano chan
Paralleluniversun
pei_17
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Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Hola
buen capitulo
hasta ahora voy medio entendiendo
pero estaré pendiente para haber como
avanza esta historia
síguela pronto
buen capitulo
hasta ahora voy medio entendiendo
pero estaré pendiente para haber como
avanza esta historia
síguela pronto
andyvolkatin- Mensajes : 576
Fecha de inscripción : 27/05/2015
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Vaya la historia ya empieza a tomar cuerpo desde el vamos, primero con Kasia y su familia teniendo que esconderse y luego con Lucy, que tristeza lo que pasa la chica, y todo por sé buena gente, que triste sería que estos golpeas traigan consecuencias para ella en el futuro...
No se por que creo que así será, y si eso pasa, tendremos el ejemplo de como algo puede cambiar la vida de una persona y de muchas debido a ese cambio. Estuvo muy bueno capítulo, más que bueno en realidad, aunque doloroso. Me gusta por que es realidades pura y dura. Gracias por extenderlo. Saludos
No se por que creo que así será, y si eso pasa, tendremos el ejemplo de como algo puede cambiar la vida de una persona y de muchas debido a ese cambio. Estuvo muy bueno capítulo, más que bueno en realidad, aunque doloroso. Me gusta por que es realidades pura y dura. Gracias por extenderlo. Saludos
Paralleluniversun- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 26/05/2015
Localización : El Universo Lesbico
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Aleinads: Que alegría que da leer eso! es bueno e incentivador para saber, como siempre fiel y eso te lo agradezco enormemente. Espero te siga gustando. Saludotes!
Kano chan:Ya pronto se ira desmembrando cada papel de cada una de las protagonistas, solo hay que esperar así se hace mas interesante para ver el desarrollo. Espero te siga gustando. Saludos!
Zanini-volk:Eso ni hablar, esto es apenas el comienzo y se iran dando las cosas con su tiempo. Gracias por tus palabras, espero que te guste este capitulo. Un abrazo!
andyvolkatin:Me alegra que te gustara en capitulo. Quizás sea porque ahora las cosas recién están comenzando para las protagonistas, pero no dudes que se irán sobreentendiendo a medida de que todo avance y cada situación se vea. Saludos!
Scherrylumholdt:Lo que es claramente obvio es que la familia Borek, dado por ser lo que son, van a tener que hacerlo continuamente si quieren estar bien. Por otro lado, con un trato así jamás se podría llegar a un buen resultado. Quizás tarde o temprano todo eso se revierta y lo peor, todo eso que tiene que aguantar por algún lado debe salir. Me alegra que se de tu agrado la historia, a ver como se lleva a medida del avance y las cosas que irán pasado. Que andes bien!
Rusia, Moscú.
19 de octubre de 1940.
-¿Cuántas veces tengo que decírtelo?-pregunto el hombre cansando mientras aceleraba el paso- no me interesa.
-Por favor, Anton. Jamás quieres oírme, es una buena idea- suplico la mujer siguiéndolo.
-No-respondió. Llego hasta su oficina y no dudo en cerrar la puerta, pero la joven se adelanto impidiéndolo- ¿no vas a rendirte nunca con eso?- suspiro.
-Me conoces- cerrando la puerta tras ella- sabes que no.
-Es una locura-negó.
-Es una brillante idea- corrigió.
-¿Y cuál sería el fin?-pregunto- ¿es que a caso no tienes suficiente con mirar a tu alrededor? Trabajas en este periódico, por el amor de Dios. Conoces bien las noticias del mundo.
-Noticias que llegan a nosotros ¿es que nunca te preguntas que tan ciertas pueden ser? Aun tengo mis dudas-pensando.
-No aprobaré esto- volvió a negar- no cargare con una muerte en mi consciencia. Estas condenándote sola, a pesar de tener esa inteligencia tu quieres…- se sentó- eres demasiado osada o estúpida, aun no me decido.
-Tendremos una historia genial, Anton. Y esto no será como todos los informes que llegan a nosotros, veré todo con mis propios ojos y prometo contar cada detalle. No importa que tan irrelevante suene.
-Estás loca ¿Qué le dirás a tu familia?- intento probar suerte por ese lado.
-Ellos estarán bien unos días sin mí, además, tampoco tienen porque saberlo-sonriendo.
-¿Y el lugar? ¿Dónde piensas quedarte? No puedes pasar todo el tiempo escondida-comento.
-No te preocupes por eso, tengo mis tíos ahí. Así que eso no será problema- informó. Anton simplemente suspiro preocupado, con el tiempo se había encariñado con la joven y no podía evitar sentirse de esa manera. Esto superaba todas las locuras ocurridas con anterioridad por su parte.
-¿Tienes idea de lo que te sucedería si te descubren?-pregunto lentamente. El no quería imaginarse aquello, el solo pensarlo lo aterraba, pero quizás podría funcionar para que cambiara de opinión. Después de todo, era una realidad a la que debería enfrentarse segundo a segundo mientras pisara esas tierras.
-Tengo fe en que no será así- respondió- mis tíos pueden hacerse pasar por mis padres, seremos una familia mas. El lenguaje tampoco será un problema, sabes que lo hablo a la perfección- siguió- ¿alguna otra preocupación?- el hombre observo sus cabellos, seguramente aquello llamaría la atención, pero no sabía hasta que punto. Quizás, solo quizás las cosas también podrían salir bien.
-Entonces será tu maldito problema- levantándose- lo que tienes pensando hacer, ni siquiera vale tu brillante historia. Cuando todo esto finalmente termine, créeme, todos contaran lo mismo.
-No desde una perspectiva del interior- informo para su sorpresa. El hombre amplio sus ojos- así es Anton, no solo me guiare de los comentarios de las personas de allí, estaré entre ellos. Buscare la manera.
-Tú sí que estas demente. Volveré a repetirlo, esto ni siquiera lo vale…
-Puede que para ti no, pero si para mí- lo interrumpió- esto es lo único que impulsa ahora, cuando yo levante este periódico con mi historia me lo agradecerás ¿es que a caso eso no te incentiva lo suficiente?
-Lo único que me incentiva lo suficiente ahora es tener mi trasero a salvo- respondió- ¿Por qué no puedes ser una mujer normal?
-Sabes que no voy a detenerme, hace tiempo le escribí a mis tíos.
-Por lo visto ya no hay nada que pueda hacer para evitarlo- comento rindiéndose- ¿Qué más me queda por hacer?
-¿Desearme suerte?
-Maldita lunática- susurró- solo espero que escribas seguido.
-Dalo por hecho.
Alemania, Berlín.
20 de octubre de 1940
-Esto es una maldita locura- comento Adila- ¿Cuándo piensan terminar con todo esto?- Patryk llego a su lado para abrazarla.
-Creo que esto apenas es una parte de lo que vendrá- dijo Eryk con la mirada perdida.
-¿Qué quieres decir? ¿Qué sabes al respecto?
-Adila…
-¡Nos tratan como si no fuéramos nada!-grito- estoy cansada de vivir aquí encerrada, todos estos meses…
-Sabes que si son descubiertos la SS se encargara de reportarlos inmediatamente a Polonia. Estarán a su voluntad allí sin oportunidad de nada.
-Son unos dementes- murmuro la esposa de Eryk.
-¿Qué se supone que haremos?-pregunto Patryk observando a su hermano.
-Por el momento debemos cambiar los planes- comenzó- nos guste o no, nosotros debemos regresar a casa.
-¿A qué te refieres Eryk?
-De alguna manera, seria sospechoso que en esta situación nos vean viviendo en la fábrica. Debemos actuar tan normales como podamos.
-¿Y qué será de nosotros?-pregunto Adila.
-Creo que lo mejor sería otro sitio más apartado para ustedes. Afortunadamente nadie los ha visto aquí, así que no pueden relacionarnos de alguna manera.
-¿Cuándo será eso?
-Tendrá que ser esta noche, mañana cualquier trabajador podría verlos. No podemos arriesgarnos.
-Está bien- asintió Adila levantándose- iré por las niñas- anuncio.
-La cena está lista- informo la esposa de Eryk.
Fue cuestión de solo unos pocos minutos para que todos estuvieran en la mesa cenando, cada uno con sus propias preocupaciones en mente. La situación estaba tornándose cada vez más compleja y seguramente incrementaría con el pasar del tiempo. Cometer ahora un error, tendría sus consecuencias irreversibles.
En cuanto todo termino, Eryk y su familia comenzaron a recolectar sus cosas para regresar a su hogar, y en cuanto a los demás, el nuevo sitio en el que les tocaría ahora convivir.
-Se que no es tan espacioso como el anterior, pero estarán bien aquí- dijo Eryk abriendo la puerta para entrar. Los demás lo siguieron y corroboraron lo dicho, el sitio apenas contaba con lo que podría decirse dos ambientes y un pequeño baño.
-Elijo la cama de aquí- se adelanto Lila arrojándose sobre la única que había.
-Patryk, debemos traer las demás- el hombre asintió-Adam, ayúdanos.
-Claro- dijo siguiéndolos. Kasia y Lila comenzaron a acomodar sus pertenencias mientras eran observadas por las dos mujeres.
-Siento tener que traerlos aquí, créeme que si pudiera ofrecerles un lugar mejor, yo…
-No te preocupes- la interrumpió Adila- ustedes están haciendo mucho más de lo que haría cualquiera, arriesgarse de la manera en la que lo hacen…
-Somos familia- sonrió- haremos lo que sea para apoyarnos unos a los otros.
-Mamá ¿puedo quedarme con este anillo?-pregunto Lila apareciendo- acabo de encontrarlo.
-Sabes que eso no te pertenece Lila, después de todo no estás en un sitio de tu propiedad.
-Pero…
-Déjala Adila, ella puede quedarse con él. Después de todo, no creo que nadie lo extrañe ¿cierto?
-¿Qué se supone que debes decir ahora Lila?
-¡Gracia tía!- dijo emocionada abrazándola. Estuvieron un rato acomodando y acondicionando el sitio cuando los hombres regresaron con las camas y todos se pusieron a colocar cada cosa en su sitio para que la familia estuviera cómoda.
-Supongo que eso es todo-comento Eryk una vez que terminaron- mañana nos ocuparemos de la cocina y demás, mientras tanto veremos la manera para que coman en nuestra cocina sin ser vistos. Pero no se preocupen, estaré aquí temprano para traerles la mercadería necesaria.
-Gracias Eryk- agradeció Adila.
-No hay nada que agradecer, espero que estén cómodos. Los dejaremos para que descansen, buenas noches.
-Buenas noches- respondieron todos. Toda la familia Borek se dispuso rápidamente a dormir, estar viendo solamente paredes y cuidarse de ser visto agotaba mucho más de lo que parecía. Lila, a pesar de disponer de una cama para ella, quiso dormir junto a su hermana mayor. Kasia no había tenido problema, ya que aquello se había repetido varias veces antes, así que acepto.
-¿Estás despierta, Kasia?-pregunto Lila después de varios minutos de silencio en la oscuridad.
-¿Qué sucede?-pregunto bostezando.
-¿Por qué estamos aquí?-pregunto tomándola por sorpresa. Había sido parte del acuerdo de todos mantener el miedo alejado de la pequeña Lila, quien apenas estaba enterada solo de algunas cosas.
-Porque aquí es más seguro.
-¿Y por qué es más seguro?-pregunto confundida- ¿de qué debemos protegernos?
-Pues… de gente a la que no le agradamos.
-¿A quienes no le agradamos?
-¿Por qué haces tantas preguntas, Lila?- se quejo Kasia- ¿No tienes sueño?
-No-respondió- ¿a quienes no le agradamos, Kasia?-repitió.
-Pues, solo a unas cuantas personas que perdieron la cordura. Nosotros simplemente no le caemos bien.
-¿Y por qué no le caemos bien?-siguió- ellos no nos conocen ¿Por qué no le agradamos?
-Créeme, también me hago la misma pregunta- bostezando nuevamente- quisiera dormir ahora. Buenas noches, Lila.
-Buenas noches Kasia- respondió la niña. Pasaron varios minutos en los que Lila solo se hacía preguntas mentalmente. Preguntas a las que no les encontraba una respuesta- ¿Kasia?
-Humm…- murmuro en respuesta.
-¿Cuándo volveremos a casa?
-No podemos regresar a casa- respondió con los ojos cerrados.
-¿Por qué?
-Está destruida ¿recuerdas? Por eso no podemos volver. Además están las personas a las que no les agradamos, es peligroso.
-¿Y cuanto tiempo estaremos aquí?-siguió preguntando. Kasia esta vez abrió sus ojos, a pesar de no ver nada. Abrazo a Lila con todo su cuerpo y acaricio sus cabellos. Ella también se hacia la misma pregunta, odiaba no tener una respuesta a eso, ni siquiera podía saber que podría ocurrir el día de mañana. Eso era suficiente para conformarse con estar escondida en el sitio en el que estaba, pero no podía contagiar ese mismo miedo a su pequeña hermana.
-No lo sé, Lila. Solo un tiempo- respondió- ahora duerme ¿sí?
-Está bien- asintió. Finalmente las preguntas cesaron.
* * * * *
Polonia, Varsovia.
31 de Octubre de 1940
El sonido de los frenos del tren quito a Yulia de manera brusca de sus pensamientos. Haber pasado meses imaginándose ese momento, no tenía nada en comparación con lo que estaba viviendo ahora. Se removió sobre su asiento, sintiéndose incomoda y muy ajena con el uniforme que portaba. Aun no lograba acostumbrarse.
-Luce muy bien en ti- comento Rudolf confundiéndola- el uniforme- aclaró- te observo y lo veo muy natural.
-Gracias- respondió. Aunque el halago no la dejaba conforme. Cuanto estaba extrañando a su madre ahora mismo. Rudolf observo a través de la ventana y sonrió. El tren ya se había detenido por completo.
-Yulia-menciono llamado su atención- veras, aquí notaras que las cosas marchan de manera diferente. Cualquier pregunta que quieras hacer, puedes hacérmela con total libertad ¿está claro? Solo quiero que te sientas segura.
-Está bien- asintió, aunque confundida ¿Qué clase de preguntas debía hacer? ¿Qué se supone que vería aquí? Recordó en ese momento cuanto se había negado Anette para que no acompañara a su padre en ese viaje. Habían tenido otras de sus fuertes discusiones cuando a la mañana siguiente Yulia noto a su madre mas callada de lo normal. Aquello le había llamado la atención, pero como ella le había asegurado estar bien, decidió conformarse con eso.
Rudolf no había hecho más que llevarla con el cada día durante meses. Completando papeles, entregando otros tantos y conociendo a todas las personas a las que su padre le presentara ¿Qué tan conocido era él? ¿Qué había hecho durante todo este tiempo como para no tener idea quien era el realmente para todas las demás personas? ¿Qué se suponía que debía hacer ella?
-¿Yulia?-pregunto nuevamente- vamos- ordeno. Yulia observo que Rudolf ya se encontraba de pie, así que lo imito el instante.
En cuanto bajaron del tren, los típicos saludos hicieron su presencia. Tenían un auto ya esperando por ellos, así que subieron y rápidamente partieron a algún sitio en el que por el momento desconocía.
Yulia observo que llegaron a un edificio, no sin antes percatarse de la cantidad de personas que caminaban por la calle con valijas.
-¿A dónde van?-pregunto. Rudolf apenas los había mirando una vez.
-A un distrito-respondió- donde pertenecen- murmuro de manera diferente – vamos adentro- ordeno. Yulia hubiera querido hacer más preguntas, pero su padre ya había comenzado a caminar y ella no dudo en seguirlo.
-Oficial Roschmann- se acerco un joven- llega a tiempo, estábamos esperándolo.
-Que bien ¿Dónde?
-Sígame, por favor- los tres caminaron hasta una oficina. Yulia hubiera esperado otro sitio lleno de personas a las que tuviera que saludar, pero se sorprendió cuando solo vio a una mujer leyendo unos papeles que luego sonrió al verlos entrar.
-Oficial Roschmann, tan puntual como siempre- saludo- y veo que viene acompañado.
-Así es- Rudolf tomo de un hombro a Yulia acercándola- Yulia, ella es Nicole. Jamás has tenido el placer de conocerla porque ha estado aquí todo este tiempo-le habló- Nicole, ella es mi hija Yulia.
-Yulia, bonito nombre- saludo la mujer- le pega muy bien a ese rostro y esos ojos- observándola. Yulia simplemente se quedo en silencio, observando a Nicole también sin tapujos. Era alta, rubia y también portaba ojos azules. Y por alguna extraña razón, comenzó a ponerse nerviosa. Nicole le sonreía con total soltura y ella a duras penas podía corresponder ¿Qué sucedía con ella?
De repente la puerta sonó y ya eran cuatro personas allí dentro. Yulia reconoció al hombre al instante, ya que su padre los había presentado una vez, pero no a la chica que lo acompañaba. Parecía de su edad.
-Roschmann, estaba seguro que eras tú quien bajo de ese auto- lo saludo- hola Yulia, que bueno es encontrarte aquí.
-Hola señor Scherer.
-Por favor, solo dime Paul- respondió el hombre- Ya nos hemos presentado con Nicole, pero sé que tu aun no la conoces- dijo mientras tomaba a Lucy del brazo para acercarla- Yulia, ella es mi hija Lucy.
-Hola Yulia- saludo la castaña. Igualmente uniformada.
-Hola Lucy-respondió.
-Que alegría que finalmente se conozcan- comento Rudolf- las dejaremos un momento para que se familiaricen, después de todo van a verse seguido- sonrió- nosotros tenemos algunas cosas que hablar junto a Nicole- Rudolf se alejo de ellas dejándolas aisladas. El silencio incomodo no tardo en hacerse presente en ese momento.
Yulia observo a su costado disimuladamente y vio a Lucy parada erguidamente, ésta ni siquiera la observaba. Copio su postura y decidió mirar en la misma dirección. Aquello duro unos minutos hasta que tomo consciencia de que aun seguían en silencio, si su padre le preguntaba alguna cosa sobre Lucy ella no sabría que responderle y seguramente estaría en problemas. Además ya comenzaba a ponerse demasiado nerviosa.
-Tu padre también te ha metido en esto ¿cierto?-comenzó.
-Así es- respondió Lucy sin mirarla aun.
-¿Y no te has negado?- Aunque Yulia no había mostrado ningún tipo de disconformidad frente a su padre, le intrigaba que había hecho Lucy ante su misma situación. Al menos si ella lo había intentado, sabía a qué atenerse si luego ella declinaba a todo lo que la estaba introduciendo su padre.
-No- respondió escuetamente. Yulia comenzaba a impacientarse, la castaña lucia sin ningún interés de conversación y eso era casi molesto.
-¿Por qué?-decidió seguir preguntando. Yulia estuvo atenta a todos los movimientos de Lucy. La castaña había bajado inconscientemente la mirada hacia sus manos, dejando ver varias marcas en ellas. Yulia casi retrocede impresionada, aquello le daba una leve idea.
-Porque es lo que corresponde-dijo- ese es nuestro deber- esta vez mirándola- nuestros padres tienen un cargo importante en todo esto y nosotras debemos seguir su ejemplo. No hay ningún tipo de decisión que podamos tomar al respecto.
-¿Por qué?-volvió a preguntar Yulia- no se supone que debamos estar aquí, no tengo idea de qué clase de intenciones tiene mi padre conmigo, pero a mí no me interesa nada de esto.
-¿No tienes idea de nada?-pregunto Lucy sorprendida- ¿pero tú…?
-Disculpen la interrupción, señores- dijo entrando el mismo joven que los había guiado hasta ahí- pero deben leer esto- entregándoles un sobre. Cualquier tipo de conversación se detuvo en ese momento, las chicas decidieron quedarse en silencio aunque ambas ahora estaban confusas y con muchas preguntas. El joven se marcho en cuanto recibió una orden.
-Está bien, nosotros vamos a adelantarnos- dijo Paul- ¿vendrás Roschmann?
-Claro que si, aunque quería mostrarle el edificio a Yulia primero.
-No hay problema, puedes hacerlo al regresar. Llevare a Lucy conmigo- revelo para su sorpresa- ¿Yulia también vendrá?
-No… ella aún…
-Entiendo- suspiro Paul observándolo- estas tomándote demasiado tiempo-susurro para que el escuchara- pero tu sabrás lo que haces.
-Tú sabes que sí.
-Como sea, vámonos Lucy- ordeno. La castaña rápidamente obedeció- nos veremos en un momento- saludo- ¡Heil!
-¡Heil!- saludaron tanto Rudolf como Nicole.
-Supongo que dejaras a Yulia aquí entonces- comenzó Nicole- ¿sabes? Puede quedarse a mi cargo mientras haces tu trabajo, no tengo problema en enseñarle el edificio-sonriéndole a Yulia- de todas maneras yo debo quedarme aquí.
-¿No sería una molestia eso para ti?-pregunto Rudolf.
-En absoluto- asintió.
-Entonces… ¿Yulia?
-¿Si, padre?
-Te quedaras con Nicole mientras yo no estoy, ella va a enseñarte el edificio-dijo- ¿tienes algún inconveniente?- Yulia observo a la rubia que le sonreía y solo pudo negar. Sentía un tipo de ansiedad y a la vez nerviosismo al ser dejada con una completa extraña.
-No.
-Perfecto, me iré ahora mismo junto con Paul si es que aun no se ha marchado-dijo- Nicole, queda a tu cargo.
-No te preocupes, queda en buenas manos- sonrió. El saludo se repitió siendo visto por Yulia y de pronto quedo a solas con la rubia mujer que comenzó a acercarse a ella lentamente- y bien Yulia ¿Qué es lo que se te ocurre hacer primero?- pregunto. Yulia retrocedió apenas un paso cuando se detuvo. Su padre siempre le repetía no mostrar inseguridad.
-¿Qué tal si… si me enseñas el edificio ahora?-pregunto. Nicole se acerco unos centímetros a su rostro y no aparto sus ojos de los suyos. Aquello duro unos incómodos eternos segundos para ella.
-Está bien- asintió retrocediendo- para empezar eso está bien. Sígueme- Yulia decidió hacerlo.
Yulia tuvo su recorrido en todo el edificio. Nicole parecía olvidarse de sus acercamientos cuando ella la bombardeaba con todo tipo de preguntas. La rubia le informo acerca de los cargos de cada persona que estaba en ese lugar y Yulia solo se sorprendía a cada cosa que oía. Se habían pasado toda la tarde hablando, la ojiazul no podía evitar ponerse incomoda cada vez que Nicole aprovechaba alguna oportunidad para poder tocarla o invadir su espacio personal. Yulia podría jurar que siempre estaba a punto de besarla cada vez que ella se acercaba de esa manera, pero siempre terminaba apartándose a solo centímetros de consumarlo.
-Supongo que estoy hablando demasiado ¿cierto?
-En absoluto- negó Yulia- es bueno escucharte- menciono antes de darse cuenta. Nicole sonrió.
-Gracias- respondió- me alegra saber eso- tomando su brazo para detenerla- luces demasiado joven Yulia- menciono acariciando su rostro. La ojiazul primero se percato de que no haya nadie a los alrededores para contemplar esa escena.
-Bueno, quizás… quizás sea porque lo soy a diferencia de las personas de aquí.
-¿Me estas llamando vieja?- sonrió divertida.
-No, no- negó rápidamente- tú también luces joven, de verdad.
-Viniendo de ti, lo tomare como un lindo cumplido- dijo mientras acercaba su cuerpo. Yulia comenzó nuevamente a ponerse nerviosa, solo en ese entonces tomo consciencia de que la noche finalmente había hecho su presencia y su padre aun no regresaba.
-Mi padre- logro decir retrocediendo- quisiera ir donde está mi padre.
-¿Ya lo extrañas?-pregunto.
-Quiero conocer el distrito- afirmo.
-¿Estás segura?-se sorprendió Nicole- dado que no te ha llevado con el…
-Estoy muy segura- interrumpió. La rubia dudaba acerca de obedecer- por favor, Nicole.
-Bueno, después de todo eres la hija del oficial Roschmann. Supongo que estará contento con tu decisión.
-Lo estará- afirmo Yulia.
-Está bien, vamos.
Nicole solamente tuvo que hablar con unas personas y rápidamente tuvieron un auto a su disposición. Yulia tenía una rara sensación zumbando en su pecho, aunque decidió ignorarla por el momento. El famoso distrito no quedaba demasiado lejos, en cuanto llegaron tuvieron que esperar un momento para poder entrar ya que el lugar estaba encerrado con muros. Aquello la sorprendió.
Fue la rubia mayor quien bajo primero, estando en una calle completamente desierta. Yulia la siguió detrás completamente muda.
-Algo me dice que esto no era lo que esperabas- rió Nicole- a decir verdad esto no es algo bonito, no hay mucho para ver. Las personas seguramente ya deben estar durmiendo en sus cómodas camas- murmuro de manera extraña. Yulia había abierto la boca para responder, pero nada salió de ella.
-¿Nicole?-pregunto un hombre acercándose- que bueno encontrarte aquí, necesito informarte de algo.
-Pero estoy…-señalando a Yulia.
-Es algo urgente, por favor- insistió el hombre.
-Está bien- asintió suspirando- Yulia, regresare enseguida, lo prometo. Solo no te muevas de aquí ¿sí?
-Seguro- asintió. Nicole se marcho no sin antes darle una última mirada brillante.
Yulia estuvo varios minutos en completo silencio en aquella calle solitaria. Estaba comenzando a aburrirse cuando de repente un auto paso aceleradamente. Aquello llamo su atención, no despego su vista de él hasta que vio como este frenaba rechinando sus ruedas. Miro en ambas direcciones, y al no ver rastros de Nicole aun, decidió seguir el auto. Algo la intrigaba de todo aquello.
Alrededor de 6 hombres bajaron del auto para meterse a un edificio pateando su puerta de entrada. Yulia vio que solo el conductor se quedo dentro. Avanzo unos cuantos pasos más hasta que noto como una luz se encendía, se detuvo en ese instante ya que la visión era buena desde el lugar en el que estaba. Al principio solo fue silencio, hasta que la alarma sonó cuando unos gritos comenzaron a escucharse. Ella se puso alerta justo cuando observo que los mismos hombres sacaban a empujones a cuatro personas hasta arrojarlas en la calle. Yulia fue testigo de cómo comenzaban a golpearlas, sin detenerse en ningún momento a pesar de las claras suplicas.
El cuerpo comenzó a temblarle y solo quiso correr de ahí. Huir, lo más lejos posible para ya no ver semejante imagen. Su estupor hubiera terminado ahí mismo si no fuera porque, al agudizar la vista, entre aquellos opresores logró visualizar a Rudolf. Quien daba las órdenes sin dudar.
El mundo comenzó a derrumbarse frente a sus ojos ante la vista de su padre siendo causante de aquello ¿por qué? Solo podía preguntarse. Aquello era inhumano, no podía ser cierto, aquel no era su padre. No quería creerlo. No importaba cuantas veces cerrara sus ojos para no verlo, Rudolf estaba ahí. Ese era su trabajo. Yulia intento respirar profundo cuando la vista se le nubló y hubiera ido a parar al piso si no fuera por unos brazos que la sujetaron desde atrás en el momento justo.
-Por favor, que no sea cierto…- dijo antes de desmayarse.
Kano chan:Ya pronto se ira desmembrando cada papel de cada una de las protagonistas, solo hay que esperar así se hace mas interesante para ver el desarrollo. Espero te siga gustando. Saludos!
Zanini-volk:Eso ni hablar, esto es apenas el comienzo y se iran dando las cosas con su tiempo. Gracias por tus palabras, espero que te guste este capitulo. Un abrazo!
andyvolkatin:Me alegra que te gustara en capitulo. Quizás sea porque ahora las cosas recién están comenzando para las protagonistas, pero no dudes que se irán sobreentendiendo a medida de que todo avance y cada situación se vea. Saludos!
Scherrylumholdt:Lo que es claramente obvio es que la familia Borek, dado por ser lo que son, van a tener que hacerlo continuamente si quieren estar bien. Por otro lado, con un trato así jamás se podría llegar a un buen resultado. Quizás tarde o temprano todo eso se revierta y lo peor, todo eso que tiene que aguantar por algún lado debe salir. Me alegra que se de tu agrado la historia, a ver como se lleva a medida del avance y las cosas que irán pasado. Que andes bien!
Rusia, Moscú.
19 de octubre de 1940.
-¿Cuántas veces tengo que decírtelo?-pregunto el hombre cansando mientras aceleraba el paso- no me interesa.
-Por favor, Anton. Jamás quieres oírme, es una buena idea- suplico la mujer siguiéndolo.
-No-respondió. Llego hasta su oficina y no dudo en cerrar la puerta, pero la joven se adelanto impidiéndolo- ¿no vas a rendirte nunca con eso?- suspiro.
-Me conoces- cerrando la puerta tras ella- sabes que no.
-Es una locura-negó.
-Es una brillante idea- corrigió.
-¿Y cuál sería el fin?-pregunto- ¿es que a caso no tienes suficiente con mirar a tu alrededor? Trabajas en este periódico, por el amor de Dios. Conoces bien las noticias del mundo.
-Noticias que llegan a nosotros ¿es que nunca te preguntas que tan ciertas pueden ser? Aun tengo mis dudas-pensando.
-No aprobaré esto- volvió a negar- no cargare con una muerte en mi consciencia. Estas condenándote sola, a pesar de tener esa inteligencia tu quieres…- se sentó- eres demasiado osada o estúpida, aun no me decido.
-Tendremos una historia genial, Anton. Y esto no será como todos los informes que llegan a nosotros, veré todo con mis propios ojos y prometo contar cada detalle. No importa que tan irrelevante suene.
-Estás loca ¿Qué le dirás a tu familia?- intento probar suerte por ese lado.
-Ellos estarán bien unos días sin mí, además, tampoco tienen porque saberlo-sonriendo.
-¿Y el lugar? ¿Dónde piensas quedarte? No puedes pasar todo el tiempo escondida-comento.
-No te preocupes por eso, tengo mis tíos ahí. Así que eso no será problema- informó. Anton simplemente suspiro preocupado, con el tiempo se había encariñado con la joven y no podía evitar sentirse de esa manera. Esto superaba todas las locuras ocurridas con anterioridad por su parte.
-¿Tienes idea de lo que te sucedería si te descubren?-pregunto lentamente. El no quería imaginarse aquello, el solo pensarlo lo aterraba, pero quizás podría funcionar para que cambiara de opinión. Después de todo, era una realidad a la que debería enfrentarse segundo a segundo mientras pisara esas tierras.
-Tengo fe en que no será así- respondió- mis tíos pueden hacerse pasar por mis padres, seremos una familia mas. El lenguaje tampoco será un problema, sabes que lo hablo a la perfección- siguió- ¿alguna otra preocupación?- el hombre observo sus cabellos, seguramente aquello llamaría la atención, pero no sabía hasta que punto. Quizás, solo quizás las cosas también podrían salir bien.
-Entonces será tu maldito problema- levantándose- lo que tienes pensando hacer, ni siquiera vale tu brillante historia. Cuando todo esto finalmente termine, créeme, todos contaran lo mismo.
-No desde una perspectiva del interior- informo para su sorpresa. El hombre amplio sus ojos- así es Anton, no solo me guiare de los comentarios de las personas de allí, estaré entre ellos. Buscare la manera.
-Tú sí que estas demente. Volveré a repetirlo, esto ni siquiera lo vale…
-Puede que para ti no, pero si para mí- lo interrumpió- esto es lo único que impulsa ahora, cuando yo levante este periódico con mi historia me lo agradecerás ¿es que a caso eso no te incentiva lo suficiente?
-Lo único que me incentiva lo suficiente ahora es tener mi trasero a salvo- respondió- ¿Por qué no puedes ser una mujer normal?
-Sabes que no voy a detenerme, hace tiempo le escribí a mis tíos.
-Por lo visto ya no hay nada que pueda hacer para evitarlo- comento rindiéndose- ¿Qué más me queda por hacer?
-¿Desearme suerte?
-Maldita lunática- susurró- solo espero que escribas seguido.
-Dalo por hecho.
Alemania, Berlín.
20 de octubre de 1940
-Esto es una maldita locura- comento Adila- ¿Cuándo piensan terminar con todo esto?- Patryk llego a su lado para abrazarla.
-Creo que esto apenas es una parte de lo que vendrá- dijo Eryk con la mirada perdida.
-¿Qué quieres decir? ¿Qué sabes al respecto?
-Adila…
-¡Nos tratan como si no fuéramos nada!-grito- estoy cansada de vivir aquí encerrada, todos estos meses…
-Sabes que si son descubiertos la SS se encargara de reportarlos inmediatamente a Polonia. Estarán a su voluntad allí sin oportunidad de nada.
-Son unos dementes- murmuro la esposa de Eryk.
-¿Qué se supone que haremos?-pregunto Patryk observando a su hermano.
-Por el momento debemos cambiar los planes- comenzó- nos guste o no, nosotros debemos regresar a casa.
-¿A qué te refieres Eryk?
-De alguna manera, seria sospechoso que en esta situación nos vean viviendo en la fábrica. Debemos actuar tan normales como podamos.
-¿Y qué será de nosotros?-pregunto Adila.
-Creo que lo mejor sería otro sitio más apartado para ustedes. Afortunadamente nadie los ha visto aquí, así que no pueden relacionarnos de alguna manera.
-¿Cuándo será eso?
-Tendrá que ser esta noche, mañana cualquier trabajador podría verlos. No podemos arriesgarnos.
-Está bien- asintió Adila levantándose- iré por las niñas- anuncio.
-La cena está lista- informo la esposa de Eryk.
Fue cuestión de solo unos pocos minutos para que todos estuvieran en la mesa cenando, cada uno con sus propias preocupaciones en mente. La situación estaba tornándose cada vez más compleja y seguramente incrementaría con el pasar del tiempo. Cometer ahora un error, tendría sus consecuencias irreversibles.
En cuanto todo termino, Eryk y su familia comenzaron a recolectar sus cosas para regresar a su hogar, y en cuanto a los demás, el nuevo sitio en el que les tocaría ahora convivir.
-Se que no es tan espacioso como el anterior, pero estarán bien aquí- dijo Eryk abriendo la puerta para entrar. Los demás lo siguieron y corroboraron lo dicho, el sitio apenas contaba con lo que podría decirse dos ambientes y un pequeño baño.
-Elijo la cama de aquí- se adelanto Lila arrojándose sobre la única que había.
-Patryk, debemos traer las demás- el hombre asintió-Adam, ayúdanos.
-Claro- dijo siguiéndolos. Kasia y Lila comenzaron a acomodar sus pertenencias mientras eran observadas por las dos mujeres.
-Siento tener que traerlos aquí, créeme que si pudiera ofrecerles un lugar mejor, yo…
-No te preocupes- la interrumpió Adila- ustedes están haciendo mucho más de lo que haría cualquiera, arriesgarse de la manera en la que lo hacen…
-Somos familia- sonrió- haremos lo que sea para apoyarnos unos a los otros.
-Mamá ¿puedo quedarme con este anillo?-pregunto Lila apareciendo- acabo de encontrarlo.
-Sabes que eso no te pertenece Lila, después de todo no estás en un sitio de tu propiedad.
-Pero…
-Déjala Adila, ella puede quedarse con él. Después de todo, no creo que nadie lo extrañe ¿cierto?
-¿Qué se supone que debes decir ahora Lila?
-¡Gracia tía!- dijo emocionada abrazándola. Estuvieron un rato acomodando y acondicionando el sitio cuando los hombres regresaron con las camas y todos se pusieron a colocar cada cosa en su sitio para que la familia estuviera cómoda.
-Supongo que eso es todo-comento Eryk una vez que terminaron- mañana nos ocuparemos de la cocina y demás, mientras tanto veremos la manera para que coman en nuestra cocina sin ser vistos. Pero no se preocupen, estaré aquí temprano para traerles la mercadería necesaria.
-Gracias Eryk- agradeció Adila.
-No hay nada que agradecer, espero que estén cómodos. Los dejaremos para que descansen, buenas noches.
-Buenas noches- respondieron todos. Toda la familia Borek se dispuso rápidamente a dormir, estar viendo solamente paredes y cuidarse de ser visto agotaba mucho más de lo que parecía. Lila, a pesar de disponer de una cama para ella, quiso dormir junto a su hermana mayor. Kasia no había tenido problema, ya que aquello se había repetido varias veces antes, así que acepto.
-¿Estás despierta, Kasia?-pregunto Lila después de varios minutos de silencio en la oscuridad.
-¿Qué sucede?-pregunto bostezando.
-¿Por qué estamos aquí?-pregunto tomándola por sorpresa. Había sido parte del acuerdo de todos mantener el miedo alejado de la pequeña Lila, quien apenas estaba enterada solo de algunas cosas.
-Porque aquí es más seguro.
-¿Y por qué es más seguro?-pregunto confundida- ¿de qué debemos protegernos?
-Pues… de gente a la que no le agradamos.
-¿A quienes no le agradamos?
-¿Por qué haces tantas preguntas, Lila?- se quejo Kasia- ¿No tienes sueño?
-No-respondió- ¿a quienes no le agradamos, Kasia?-repitió.
-Pues, solo a unas cuantas personas que perdieron la cordura. Nosotros simplemente no le caemos bien.
-¿Y por qué no le caemos bien?-siguió- ellos no nos conocen ¿Por qué no le agradamos?
-Créeme, también me hago la misma pregunta- bostezando nuevamente- quisiera dormir ahora. Buenas noches, Lila.
-Buenas noches Kasia- respondió la niña. Pasaron varios minutos en los que Lila solo se hacía preguntas mentalmente. Preguntas a las que no les encontraba una respuesta- ¿Kasia?
-Humm…- murmuro en respuesta.
-¿Cuándo volveremos a casa?
-No podemos regresar a casa- respondió con los ojos cerrados.
-¿Por qué?
-Está destruida ¿recuerdas? Por eso no podemos volver. Además están las personas a las que no les agradamos, es peligroso.
-¿Y cuanto tiempo estaremos aquí?-siguió preguntando. Kasia esta vez abrió sus ojos, a pesar de no ver nada. Abrazo a Lila con todo su cuerpo y acaricio sus cabellos. Ella también se hacia la misma pregunta, odiaba no tener una respuesta a eso, ni siquiera podía saber que podría ocurrir el día de mañana. Eso era suficiente para conformarse con estar escondida en el sitio en el que estaba, pero no podía contagiar ese mismo miedo a su pequeña hermana.
-No lo sé, Lila. Solo un tiempo- respondió- ahora duerme ¿sí?
-Está bien- asintió. Finalmente las preguntas cesaron.
* * * * *
Polonia, Varsovia.
31 de Octubre de 1940
El sonido de los frenos del tren quito a Yulia de manera brusca de sus pensamientos. Haber pasado meses imaginándose ese momento, no tenía nada en comparación con lo que estaba viviendo ahora. Se removió sobre su asiento, sintiéndose incomoda y muy ajena con el uniforme que portaba. Aun no lograba acostumbrarse.
-Luce muy bien en ti- comento Rudolf confundiéndola- el uniforme- aclaró- te observo y lo veo muy natural.
-Gracias- respondió. Aunque el halago no la dejaba conforme. Cuanto estaba extrañando a su madre ahora mismo. Rudolf observo a través de la ventana y sonrió. El tren ya se había detenido por completo.
-Yulia-menciono llamado su atención- veras, aquí notaras que las cosas marchan de manera diferente. Cualquier pregunta que quieras hacer, puedes hacérmela con total libertad ¿está claro? Solo quiero que te sientas segura.
-Está bien- asintió, aunque confundida ¿Qué clase de preguntas debía hacer? ¿Qué se supone que vería aquí? Recordó en ese momento cuanto se había negado Anette para que no acompañara a su padre en ese viaje. Habían tenido otras de sus fuertes discusiones cuando a la mañana siguiente Yulia noto a su madre mas callada de lo normal. Aquello le había llamado la atención, pero como ella le había asegurado estar bien, decidió conformarse con eso.
Rudolf no había hecho más que llevarla con el cada día durante meses. Completando papeles, entregando otros tantos y conociendo a todas las personas a las que su padre le presentara ¿Qué tan conocido era él? ¿Qué había hecho durante todo este tiempo como para no tener idea quien era el realmente para todas las demás personas? ¿Qué se suponía que debía hacer ella?
-¿Yulia?-pregunto nuevamente- vamos- ordeno. Yulia observo que Rudolf ya se encontraba de pie, así que lo imito el instante.
En cuanto bajaron del tren, los típicos saludos hicieron su presencia. Tenían un auto ya esperando por ellos, así que subieron y rápidamente partieron a algún sitio en el que por el momento desconocía.
Yulia observo que llegaron a un edificio, no sin antes percatarse de la cantidad de personas que caminaban por la calle con valijas.
-¿A dónde van?-pregunto. Rudolf apenas los había mirando una vez.
-A un distrito-respondió- donde pertenecen- murmuro de manera diferente – vamos adentro- ordeno. Yulia hubiera querido hacer más preguntas, pero su padre ya había comenzado a caminar y ella no dudo en seguirlo.
-Oficial Roschmann- se acerco un joven- llega a tiempo, estábamos esperándolo.
-Que bien ¿Dónde?
-Sígame, por favor- los tres caminaron hasta una oficina. Yulia hubiera esperado otro sitio lleno de personas a las que tuviera que saludar, pero se sorprendió cuando solo vio a una mujer leyendo unos papeles que luego sonrió al verlos entrar.
-Oficial Roschmann, tan puntual como siempre- saludo- y veo que viene acompañado.
-Así es- Rudolf tomo de un hombro a Yulia acercándola- Yulia, ella es Nicole. Jamás has tenido el placer de conocerla porque ha estado aquí todo este tiempo-le habló- Nicole, ella es mi hija Yulia.
-Yulia, bonito nombre- saludo la mujer- le pega muy bien a ese rostro y esos ojos- observándola. Yulia simplemente se quedo en silencio, observando a Nicole también sin tapujos. Era alta, rubia y también portaba ojos azules. Y por alguna extraña razón, comenzó a ponerse nerviosa. Nicole le sonreía con total soltura y ella a duras penas podía corresponder ¿Qué sucedía con ella?
De repente la puerta sonó y ya eran cuatro personas allí dentro. Yulia reconoció al hombre al instante, ya que su padre los había presentado una vez, pero no a la chica que lo acompañaba. Parecía de su edad.
-Roschmann, estaba seguro que eras tú quien bajo de ese auto- lo saludo- hola Yulia, que bueno es encontrarte aquí.
-Hola señor Scherer.
-Por favor, solo dime Paul- respondió el hombre- Ya nos hemos presentado con Nicole, pero sé que tu aun no la conoces- dijo mientras tomaba a Lucy del brazo para acercarla- Yulia, ella es mi hija Lucy.
-Hola Yulia- saludo la castaña. Igualmente uniformada.
-Hola Lucy-respondió.
-Que alegría que finalmente se conozcan- comento Rudolf- las dejaremos un momento para que se familiaricen, después de todo van a verse seguido- sonrió- nosotros tenemos algunas cosas que hablar junto a Nicole- Rudolf se alejo de ellas dejándolas aisladas. El silencio incomodo no tardo en hacerse presente en ese momento.
Yulia observo a su costado disimuladamente y vio a Lucy parada erguidamente, ésta ni siquiera la observaba. Copio su postura y decidió mirar en la misma dirección. Aquello duro unos minutos hasta que tomo consciencia de que aun seguían en silencio, si su padre le preguntaba alguna cosa sobre Lucy ella no sabría que responderle y seguramente estaría en problemas. Además ya comenzaba a ponerse demasiado nerviosa.
-Tu padre también te ha metido en esto ¿cierto?-comenzó.
-Así es- respondió Lucy sin mirarla aun.
-¿Y no te has negado?- Aunque Yulia no había mostrado ningún tipo de disconformidad frente a su padre, le intrigaba que había hecho Lucy ante su misma situación. Al menos si ella lo había intentado, sabía a qué atenerse si luego ella declinaba a todo lo que la estaba introduciendo su padre.
-No- respondió escuetamente. Yulia comenzaba a impacientarse, la castaña lucia sin ningún interés de conversación y eso era casi molesto.
-¿Por qué?-decidió seguir preguntando. Yulia estuvo atenta a todos los movimientos de Lucy. La castaña había bajado inconscientemente la mirada hacia sus manos, dejando ver varias marcas en ellas. Yulia casi retrocede impresionada, aquello le daba una leve idea.
-Porque es lo que corresponde-dijo- ese es nuestro deber- esta vez mirándola- nuestros padres tienen un cargo importante en todo esto y nosotras debemos seguir su ejemplo. No hay ningún tipo de decisión que podamos tomar al respecto.
-¿Por qué?-volvió a preguntar Yulia- no se supone que debamos estar aquí, no tengo idea de qué clase de intenciones tiene mi padre conmigo, pero a mí no me interesa nada de esto.
-¿No tienes idea de nada?-pregunto Lucy sorprendida- ¿pero tú…?
-Disculpen la interrupción, señores- dijo entrando el mismo joven que los había guiado hasta ahí- pero deben leer esto- entregándoles un sobre. Cualquier tipo de conversación se detuvo en ese momento, las chicas decidieron quedarse en silencio aunque ambas ahora estaban confusas y con muchas preguntas. El joven se marcho en cuanto recibió una orden.
-Está bien, nosotros vamos a adelantarnos- dijo Paul- ¿vendrás Roschmann?
-Claro que si, aunque quería mostrarle el edificio a Yulia primero.
-No hay problema, puedes hacerlo al regresar. Llevare a Lucy conmigo- revelo para su sorpresa- ¿Yulia también vendrá?
-No… ella aún…
-Entiendo- suspiro Paul observándolo- estas tomándote demasiado tiempo-susurro para que el escuchara- pero tu sabrás lo que haces.
-Tú sabes que sí.
-Como sea, vámonos Lucy- ordeno. La castaña rápidamente obedeció- nos veremos en un momento- saludo- ¡Heil!
-¡Heil!- saludaron tanto Rudolf como Nicole.
-Supongo que dejaras a Yulia aquí entonces- comenzó Nicole- ¿sabes? Puede quedarse a mi cargo mientras haces tu trabajo, no tengo problema en enseñarle el edificio-sonriéndole a Yulia- de todas maneras yo debo quedarme aquí.
-¿No sería una molestia eso para ti?-pregunto Rudolf.
-En absoluto- asintió.
-Entonces… ¿Yulia?
-¿Si, padre?
-Te quedaras con Nicole mientras yo no estoy, ella va a enseñarte el edificio-dijo- ¿tienes algún inconveniente?- Yulia observo a la rubia que le sonreía y solo pudo negar. Sentía un tipo de ansiedad y a la vez nerviosismo al ser dejada con una completa extraña.
-No.
-Perfecto, me iré ahora mismo junto con Paul si es que aun no se ha marchado-dijo- Nicole, queda a tu cargo.
-No te preocupes, queda en buenas manos- sonrió. El saludo se repitió siendo visto por Yulia y de pronto quedo a solas con la rubia mujer que comenzó a acercarse a ella lentamente- y bien Yulia ¿Qué es lo que se te ocurre hacer primero?- pregunto. Yulia retrocedió apenas un paso cuando se detuvo. Su padre siempre le repetía no mostrar inseguridad.
-¿Qué tal si… si me enseñas el edificio ahora?-pregunto. Nicole se acerco unos centímetros a su rostro y no aparto sus ojos de los suyos. Aquello duro unos incómodos eternos segundos para ella.
-Está bien- asintió retrocediendo- para empezar eso está bien. Sígueme- Yulia decidió hacerlo.
Yulia tuvo su recorrido en todo el edificio. Nicole parecía olvidarse de sus acercamientos cuando ella la bombardeaba con todo tipo de preguntas. La rubia le informo acerca de los cargos de cada persona que estaba en ese lugar y Yulia solo se sorprendía a cada cosa que oía. Se habían pasado toda la tarde hablando, la ojiazul no podía evitar ponerse incomoda cada vez que Nicole aprovechaba alguna oportunidad para poder tocarla o invadir su espacio personal. Yulia podría jurar que siempre estaba a punto de besarla cada vez que ella se acercaba de esa manera, pero siempre terminaba apartándose a solo centímetros de consumarlo.
-Supongo que estoy hablando demasiado ¿cierto?
-En absoluto- negó Yulia- es bueno escucharte- menciono antes de darse cuenta. Nicole sonrió.
-Gracias- respondió- me alegra saber eso- tomando su brazo para detenerla- luces demasiado joven Yulia- menciono acariciando su rostro. La ojiazul primero se percato de que no haya nadie a los alrededores para contemplar esa escena.
-Bueno, quizás… quizás sea porque lo soy a diferencia de las personas de aquí.
-¿Me estas llamando vieja?- sonrió divertida.
-No, no- negó rápidamente- tú también luces joven, de verdad.
-Viniendo de ti, lo tomare como un lindo cumplido- dijo mientras acercaba su cuerpo. Yulia comenzó nuevamente a ponerse nerviosa, solo en ese entonces tomo consciencia de que la noche finalmente había hecho su presencia y su padre aun no regresaba.
-Mi padre- logro decir retrocediendo- quisiera ir donde está mi padre.
-¿Ya lo extrañas?-pregunto.
-Quiero conocer el distrito- afirmo.
-¿Estás segura?-se sorprendió Nicole- dado que no te ha llevado con el…
-Estoy muy segura- interrumpió. La rubia dudaba acerca de obedecer- por favor, Nicole.
-Bueno, después de todo eres la hija del oficial Roschmann. Supongo que estará contento con tu decisión.
-Lo estará- afirmo Yulia.
-Está bien, vamos.
Nicole solamente tuvo que hablar con unas personas y rápidamente tuvieron un auto a su disposición. Yulia tenía una rara sensación zumbando en su pecho, aunque decidió ignorarla por el momento. El famoso distrito no quedaba demasiado lejos, en cuanto llegaron tuvieron que esperar un momento para poder entrar ya que el lugar estaba encerrado con muros. Aquello la sorprendió.
Fue la rubia mayor quien bajo primero, estando en una calle completamente desierta. Yulia la siguió detrás completamente muda.
-Algo me dice que esto no era lo que esperabas- rió Nicole- a decir verdad esto no es algo bonito, no hay mucho para ver. Las personas seguramente ya deben estar durmiendo en sus cómodas camas- murmuro de manera extraña. Yulia había abierto la boca para responder, pero nada salió de ella.
-¿Nicole?-pregunto un hombre acercándose- que bueno encontrarte aquí, necesito informarte de algo.
-Pero estoy…-señalando a Yulia.
-Es algo urgente, por favor- insistió el hombre.
-Está bien- asintió suspirando- Yulia, regresare enseguida, lo prometo. Solo no te muevas de aquí ¿sí?
-Seguro- asintió. Nicole se marcho no sin antes darle una última mirada brillante.
Yulia estuvo varios minutos en completo silencio en aquella calle solitaria. Estaba comenzando a aburrirse cuando de repente un auto paso aceleradamente. Aquello llamo su atención, no despego su vista de él hasta que vio como este frenaba rechinando sus ruedas. Miro en ambas direcciones, y al no ver rastros de Nicole aun, decidió seguir el auto. Algo la intrigaba de todo aquello.
Alrededor de 6 hombres bajaron del auto para meterse a un edificio pateando su puerta de entrada. Yulia vio que solo el conductor se quedo dentro. Avanzo unos cuantos pasos más hasta que noto como una luz se encendía, se detuvo en ese instante ya que la visión era buena desde el lugar en el que estaba. Al principio solo fue silencio, hasta que la alarma sonó cuando unos gritos comenzaron a escucharse. Ella se puso alerta justo cuando observo que los mismos hombres sacaban a empujones a cuatro personas hasta arrojarlas en la calle. Yulia fue testigo de cómo comenzaban a golpearlas, sin detenerse en ningún momento a pesar de las claras suplicas.
El cuerpo comenzó a temblarle y solo quiso correr de ahí. Huir, lo más lejos posible para ya no ver semejante imagen. Su estupor hubiera terminado ahí mismo si no fuera porque, al agudizar la vista, entre aquellos opresores logró visualizar a Rudolf. Quien daba las órdenes sin dudar.
El mundo comenzó a derrumbarse frente a sus ojos ante la vista de su padre siendo causante de aquello ¿por qué? Solo podía preguntarse. Aquello era inhumano, no podía ser cierto, aquel no era su padre. No quería creerlo. No importaba cuantas veces cerrara sus ojos para no verlo, Rudolf estaba ahí. Ese era su trabajo. Yulia intento respirar profundo cuando la vista se le nubló y hubiera ido a parar al piso si no fuera por unos brazos que la sujetaron desde atrás en el momento justo.
-Por favor, que no sea cierto…- dijo antes de desmayarse.
Última edición por pei_17 el 9/15/2016, 5:37 am, editado 1 vez
pei_17- Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 13/08/2015
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Hola
que buen capitulo
vio la verdad ante sus ojos
de lo que planea su padre que haga ella
síguela pronto
que buen capitulo
vio la verdad ante sus ojos
de lo que planea su padre que haga ella
síguela pronto
andyvolkatin- Mensajes : 576
Fecha de inscripción : 27/05/2015
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Yulia, no sabes lo que te espera... Una historia con mucho que contar #CantWait
PD: Tengo una pregunta (que no esta relacionada con este fic) es una duda o intriga que tengo... Antes de que cerraran el foro tatunews y al tiempo que estabas subiendo Enemigas y Algo mas, comenzaste a subir una nueva historia. ¿En que quedo? La continuaras alguna vez o ya no?
Saludos!! Como siempre encantada de leerte
PD: Tengo una pregunta (que no esta relacionada con este fic) es una duda o intriga que tengo... Antes de que cerraran el foro tatunews y al tiempo que estabas subiendo Enemigas y Algo mas, comenzaste a subir una nueva historia. ¿En que quedo? La continuaras alguna vez o ya no?
Saludos!! Como siempre encantada de leerte
Aleinads- Mensajes : 519
Fecha de inscripción : 14/05/2015
Edad : 35
Localización : Colombia
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Haaaa joder que bien capítulo !!!, por Yul va a estar al tanto de lo que hace su padre, tremendo hijo puta !!!
Pues nada que comentar a parte a que muero por leer como sigue !!!
Saludos
Pues nada que comentar a parte a que muero por leer como sigue !!!
Saludos
Última edición por Kano chan el 10/5/2016, 7:35 am, editado 1 vez
Kano chan- Mensajes : 296
Fecha de inscripción : 08/05/2015
Edad : 31
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Waooooooo pei estupendo trabajo como siempre me encanta todo lo q escribes, saludos
flakita volkatina- Mensajes : 183
Fecha de inscripción : 07/06/2015
Edad : 30
Localización : Costa Rica
Mucho estilo
Esto es realmente electrizante,y te quedas con ganas de más. Me gusta como trazas las historias, es genial.
Zanini-volk- Invitado
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
De a poco se va armando la historia y de apoco se van conociendo los personajes, tal vez tu historia sea como el ajedrez, el rey, la reina y los peones cada uno con una misión. Me da mucha pena Lucy, las consecuencias que traerá seguramente el maltrato del sujeto que llama padre, el maltrato siempre trae traumas y ojalá no sean tan duros para ella, pero lo dudo. Yulia la veo como muy idiota, perdón, pero se me hace muy ingenua al nisiquiera sospechar algo de lo pasa en su entorno, donde vive en una burburja? La periodista esa muy metiche y le siento un aroma conocido, espero en tu historia sea diferente su personaje de lo que estamos acostumbrados a leer. Y finalmente la rubia Kasia con su hermanita, que tristeza por que puedo llegar a imaginar que podría llegar a pasar con ellas. La inocencia de Lila me da terror por que cuando se le venga la inevitable realidad ella no sabrá que hacer, es una criatura y quieren protegerla lo se, pero creo que aveces los chicos deben de conocer las cosas para prevenir el futuro. En fin, tu historia atrapante y quedas con ganas de leer más. Saludos
Paralleluniversun- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 26/05/2015
Localización : El Universo Lesbico
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
andyvolkatin: me alegra que te gustara el capitulo. La verdad que si, aunque quizás su padre quería tomarse su tiempo, las cosas salieron de diferente manera. Veremos cómo lo toma Yulia ahora que sabe. Saludos!
Aleinads: Algo totalmente sorpresivo para ella, veremos que sucede y que decisión tomara. Y con respecto a tu pregunta, digamos que la historia la tengo simplemente en “pausa” va a llegar su momento en que la publique, porque también quiero terminarla. Así que cuando eso suceda, no duden que se los hare saber. Saludos y que andes bien!
Kano chan:me alegro que te guste tanto, ya ahora se verá y revelaran aun más cosas para las chicas desafortunadas. Saludos!
flakita volkatina:me alegra saber eso! Qué bueno que te guste, eso impulsa a continuar mas. Gracias por leer. Abrazo!
Zanini-volk:Me alegra que te vaya gustando el desarrollo de la historia, ya que tratar con algo así no es sencillo, pero es bueno que sea apreciado. Gracias por leer y dejar la opinión. Un abrazo grande!
Scherrylumholdt:Supongo que todo ese maltrato con el tiempo será llevado a su límite y de alguna manera tendrá que sacarlo, veremos que tenga a mano para cuando eso suceda, pero claramente en casos así, algo bueno no será precisamente. Yulia, Yulia, simplemente fue cegada por su madre para que no viera la realidad y su padre queriéndola inducir a su manera, pero veremos hasta donde la dura la paciencia. La pobre Lila y Kasia, ellas simplemente están en la peor posición, están teniendo la típica conducta sobre protectora, pero ocultar una cosa así no se puede enteramente, así que ya se verá en que termina todo eso. Saludos!
5
Alemania, Berlín
1 de Noviembre de 1940
-Entonces ¿ya no vamos a jugar?
-Solo déjame descansar un poco, Lila ¿sí?-pidió Kasia sentándose- hoy no me siento con demasiadas energías.
-¿Qué sucede, Kasia?-acercándose- ¿estás enferma? ¿Le digo a mamá?
-No, no estoy enferma-negó- solo es que me gustaría estar así, solo un momento de paz aquí al aire libre- dijo. Lila no entendió absolutamente nada de aquello, pero de todas formas se sentó a su lado en silencio. Si era paz lo que pedía, pues entonces podría estar tranquila junto a su hermana.
Kasia suspiro y se permitió observar el cielo ¿Cuánto podría durar su situación? Estar escondidos dentro de la fábrica era una completa locura, sabía que Lila necesitaría un poco de libertar, y es por eso que no se negó cuando la pequeña insistió en que salieran a jugar afuera. La parte trasera de la fábrica de su tío no era muy visitada, así que nadie estaba allí para verlas. Las preguntas de Lila la noche anterior no habían hecho más que dejarla con un preocupante insomnio ¿y si aquel infierno duraba para siempre? Su corazón dio un vuelco de tristeza ante aquel pensamiento ¿Qué iba a pasar con ella? Con su madre, que tantas preocupaciones se llevaba durante el día, su padre, quien siempre estaba alerta para protegerlas ¿Qué sería de la pequeña Lila?
Pero no, debía ser positiva, una cosa así no podía mantenerse por siempre. Muy en el fondo sabía que guardaba la esperanza de aquello pronto terminaría. Alguien debía hacer algo, alguien tenía que intervenir.
-Mira Kasia, un perrito- señalo Lila levantándose. Kasia observo como su hermana lo llamaba y éste venia alegre- es muy lindo ¿verdad?
-Así es-respondió sonriendo. Miro a Lila, tan pequeña e inocente entre tanta crueldad ¿Qué clase de castigo podía merecerse alguien así?
-¿Podemos quedarnos con él?-pregunto abrazándolo.
-No lo creo Lila-levantándose- de algún lado vino, así que debe tener dueños.
-Entonces ¿Qué hace aquí en la fábrica?-pregunto- seguramente lo han abandonado- comento. Kasia rió con ganas, conocía esa estrategia.
-No lo creo, tan solo míralo.
-Eres mala- dijo Lila- voy a decírselo a mamá.
-Estoy segura que pensara lo mismo que yo- aseguro. Lila comprendió que tenía aquella batalla perdida, así que dejo de insistir. Simplemente se conformo con seguir jugando con el pequeño animal que se mostraba muy alegre. El entretenimiento había durado su buen tiempo hasta que ambas nuevamente terminaron recostadas en el suelo. Estaban observando las nubes y colocándoles un nombre a sus formas cuando el perro salió disparado hacia un costado de la fábrica.
-Kasia, se va- dijo Lila levantándose.
-Espera Lila, seguramente regresara de donde vino- imitándola.
-Tú no lo entiendes Kasia, seguramente está perdido- comenzando a correr detrás del perro.
-¡Lila, vuelve!-grito- ¡no es seguro que salgas!
-Vamos Kasia, se va- siguió sin detenerse.
-¡Demonios, Lila!-comenzando a correr- van a matarme si algo sucede- murmuro con preocupación.
Así como había encontrado la manera de entrar en toda la fábrica, el perro se las ingenio para salir. En un costado había uno enorme puerta que se encontraba entreabierta, así que cuando Lila volvió a tenerlo en vista, vio perfectamente como el animal pasaba por allí. Estaba tan concentrada en su objetivo, que olvido por completo que pronto se encontraba en el exterior.
-¡Lila!- volvió a llamarla Kasia con pánico.
La pequeña siguió su curso completamente ignorante a los llamados preocupados de su hermana mayor. Se detuvo un momento para ampliar la vista y entonces vio al perro alejarse aun mas. Retomo su andar dirigiéndose a una plaza, donde aun podía ver al perro. Se escabullo entre la gente que caminaba sin mirarla, hasta que de pronto un auto se interpuso en su camino y tuvo que detenerse si no quería salir lastimada.
Lila quedo con la boca abierta cuando vio salir a un hombre de mirada fría, éste observo sus cabellos dorados y al no encontrar nada en su brazo, dio por hecho de antemano que no era uno de sus tantos enemigos.
-Niña, ten cuidado por dónde vas ¿es que tu madre no te ha enseñado que no debes cruzar la calle así?- Lila ni siquiera pudo responder, por alguna razón, estaba tiesa en su sitio.
-Es aquel- dijo otro hombre desde el otro lado del auto- deja de perder el tiempo ahí.
-Está bien, vamos- asintió para luego seguirlo. Lila se quedo detrás del auto, viendo como aquellos hombres se dirigían más adelante para detener a un sujeto que había comenzado a acelerar el paso en cuanto los vio. Aquello fue inútil, ya que basto un llamado de atención para detenerlo y que éste comenzara una explicación con total nerviosismo. La pequeña se acerco unos cuantos pasos más y se detuvo abruptamente en cuando vio como los dos hombres comenzaban a golpear al sujeto que suplicaba que se detuvieran.
-¡La basura como tú no puede caminar por aquí!-grito uno pateándolo. Lila comenzó a llorar en silencio cuando vio aquella imaginen. Los dos hombres uniformados arrojaron a empujones al hombre golpeado hacia un costado de la calle- aunque por aquí si puedes- dijo antes de reír siendo imitado por su compañero.
Lila comenzó a retroceder justo cuando sintió una mano que tapo su boca, opacando el grito que provoco el susto. Mientras que otro brazo la sujeto fuerte.
-Vámonos de aquí. Sin llamar la atención- llego la voz familiar de Kasia en su oído. La pequeña asintió y no dudo de aquello un segundo, así que como cualquier persona allí, se marcharon sin mirar atrás una vez.
Kasia notaba el silencio de su pequeña hermana, teniendo en cuanto que jamás podía quedarse callada demasiado tiempo, pero sabía que ver aquello la impacto. Y aunque sonara cruel, estaba contenta de que así fuera. Aunque era el miedo quien lograra aquello, estaba tranquila de que Lila a partir de ahora sería más cuidadosa y comenzaría a entender la gravedad de la situación.
-¡Dios santo! ¿Dónde se habían metido?-pregunto Adila abrazándolas- me habían preocupado.
-Estábamos en la parte trasera de la fábrica- revelo Kasia ganándose la mirada de su madre- tranquila mamá, fuimos discretas. Además, no hay casi nadie por allí.
-Solo eso espero, pero no se vayan sin antes avisar- contesto- ¿Qué te sucede, Lila?-pregunto al ser abrazada fuerte por su hija.
-Solo está cansada- respondió Kasia por ella. Quizás estaba cometiendo un error, pero era mejor obviar el hecho de que habían salido de la fábrica y su pequeña hermana había sido testigo del accionar de los nazis. Solamente iban a preocupar a sus padres y seguramente serian más severos con ellas. El asunto no había pasado a mayores, así que era mejor olvidarlo y lucir como si aquello jamás hubiera pasado.
-¿Estas cansada, pequeña?- pregunto Adila acariciando su cabeza. Basto que solo Kasia la mirara para que ella entendiera. No debía contar nada acerca de lo que vio. Apenas un asentimiento de cabeza para que su madre la cargara y se la llevara de ahí. Kasia estaba a punto de sentarse cuando la puerta se abrió asustándola, su padre entro asegurándose de que estaban todas allí y detrás de él lo hizo la esposa de Eryk, luciendo de la misma manera.
-Rápido, ocúltense en algún sitio. Y por lo que más quieran, no hagan ruido- advirtió la mujer justo antes de cerrar la fuerte.
-Patryk ¿Qué sucede?
-Están aquí- revelo abrazándola.
-Mami, tengo miedo- comento Lila temblando al recordar lo que vio hace instantes atrás.
-Oh santo cielo- susurro Adila- no permitas que nada nos suceda Dios, por favor- pidió. Kasia llego junto a ellos y la familia pronto estuvo oculta en un rincón. Esperando con el mayor de los silencios que cualquier cosa sucediera.
Eryk se reunión junto con su esposa e hijo en su oficina. El también los había visto entrar en su fábrica y solo espero con el pulso desbocado el momento.
-Ya les avisaste ¿verdad?- quiso asegurarse.
-Lo saben- asintió su esposa- todo saldrá bien- tocando su hombro.
-Así es- colocando su mano sobre la suya. Eryk también quiso convencerse de aquello. La puerta sonó y pronto tuvo frente a él nuevamente a lo inesperado. El solo podía pensar en la familia oculta de su hermano, si llegaban a ser descubiertos…
-Espero no ser inoportuno- dijo el hombre- pero ya sabes, el deber.
-Para nada, justo estaba en mi descanso- dijo tragando fuerte- ¿en qué puedo ayudarlo?- prefirió ser directo para terminar aquello en cuanto antes.
-Necesito que me acompañes- dijo el hombre
-¿Van a llevárselo?-pregunto su esposa con temor.
-¿A mí?- pregunto Eryk sorprendido.
-Tenemos algunas preguntas que hacerte- dijo- he venido oficialmente para eso, Eryk Borek- revelo para sorpresa de todos.
* * * * *
Polonia, Varsovia.
1 de noviembre de 1940
La luz se filtro en sus ojos entrecerrados y eso la encandilo. Soltó un quejido cuando sintió dolor en su cabeza, se removió para notar que estaba sobre una cama y luego termino de abrir sus ojos para ver que estaba en una habitación desconocida. Pero no estaba sola.
-Hasta que al fin despiertas- dijo una mujer a su lado. Yulia rememoro al instante la razón por la que se encontraba allí y las lágrimas no tardaron en venir- oh vamos ¿Por qué tanto sentimentalismos por ellos? Si te hace sentir bien, ellos ahora están en un lugar mejor- dijo para después reír. Yulia no hizo más que acrecentar su llanto al recordar aquello, pero aun peor, saber que su padre era uno de los tantos responsables- lo siento, lo siento, creo que eso estuvo mal- dijo Nicole sentándose a su lado.
-Mi padre, el…
-El no hizo nada más que su deber- completo la mujer- alégrate Yulia, muchos quisieran estar en su lugar o incluso el tuyo.
-Yo no… no quiero esto-negó- no puedo creer que él… esto está mal… muy mal…
-Lo único mal aquí es el drama que estás haciendo- Nicole se cruzo de brazos- ¿Qué hizo tu padre contigo? Cuando supe que te conocería, pensé todo tipo de cosas, aunque sabía que seguramente no estaría ni cerca de lo que sería la hija de Rudolf Roschmann ¿pero sabes que vi? Solo a una niña asustada. Es increíble, viniendo de el…
-Yo no soy como ustedes-dijo- ¡ustedes son de lo peor! ¡Están equivocados!
-¡Nosotros estamos haciendo un bien!-contradijo.
-¿Para quién? ¡Son unos monstruos!
-Y tu una niña malcriada- acercándose a su rostro- quizás solo necesitas a la persona correcta para que te haga entrar en razón- acariciando su cuello.
-No me toques- quitando su mano- yo pensé que tu… tu…
-¿Qué yo qué?-sonriendo. Yulia estaba a punto de hablar cuando la puerta se abrió, dejando entrar a la última persona que esperaba ver en ese momento.
-Yulia, hija… yo…
-¡Tú!-señalándolo- ¡eres de lo peor!
-Yulia, escúchame…
-¡No!-interrumpió- ¡¿Por qué me trajiste aquí?! ¡Odio este sitio! ¡Odio que seas tu mi padre!-grito- ¡Te odio!
-Yulia…
-¡Eres un monstruo!- volvió a gritar- mamá tenía razón, tu…
-¡Es nuestro deber, Yulia!
-¡Yo no quiero esto, jamás pedí esto!-respondió- ¡vete de aquí! ¡No quiero verte!
-Escúchame…
-¡Vete, te odio!-grito llorando- ¡te odio! ¡No quiero verte Rudolf!- demando. El hombre apretó sus puños con dolor, escuchar aquellas palabras le dolía, pero entendía que el momento para hablar no era ese. Simplemente giro como si nada y se marcho de ahí. Cuando las cosas se calmaran tendría su oportunidad. Solamente esperaría, así como siempre lo hizo. Solo que las cosas ahora cambiarían.
-Vaya, con que tenias tu carácter- dijo Nicole al ser testigo de todo- tienes el potencial.
-Quiero que también te vayas, necesito estar sola- pidió Yulia de manera fría. Las lágrimas y el dolor aun no cesaban.
-Está bien-levantándose- tiempo es lo que necesitas para asimilar todo.
-Jamás lo hare, lo que están haciendo…
-Escúchame una cosa, Yulia- interrumpiéndola- quieras o no, terminaras siendo como nosotros o aun peor- Yulia solo negó- porque si fuera lo contrario, no estarías aquí, dime ¿alguna vez te has negado a las ordenes de tu padre? ¿Algún tipo de revelación contra él?-pregunto. El silencio de Yulia fue toda la respuesta que Nicole necesito- justo como lo pensé. Tan solo mírate, estas aquí. Mira tú uniforme, ese que estas usando ahora mismo, lo que tienes rodeando tu brazo derecho, dime ¿te has negado a portarlos? No puedo creer que seas completamente ignorante de todo, tú sabes lo que eso significa, solo que siempre has sido una niña mimada que prefiere mirar hacia otro lado.
-Yo no…
-Estas en esto, quieras verlo o no- la interrumpió- porque ya luces como tal. Solo te falta aceptarlo, y créeme, de mi parte se que no falta demasiado- guiñando su ojo- espero que pases una bonica noche aquí- dijo antes de irse.
Nicole se marcho contenta sabiendo que ya había colocado la bomba. Aun necesitaba hablar con Rudolf, sabía que había sido un descuido de su parte que Yulia lo viera, estaba segura que él tenía otros planes con ella, pero con esto las cosas ya habían cambiado. Pero lo que había visto y escuchado, era suficiente para pedirle que ella misma se encargaría del asunto. Y cuanto iba a disfrutar de ello. Sonrió.
-No sabía que estabas aquí- dijo Nicole al cerrar la puerta.
-Solamente quería saber cómo estaba- respondió Lucy.
-Por el momento alterada, pero ya se le pasara- dijo- ¿y tu padre?
-Encargándose de algunas cosas.
-¿Y tú no estás con él? Eso sí que es raro.
-No me necesitaba.
-Ya veo- asintió Nicole- aunque es raro verte aquí sola- comento. La castaña simplemente levanto sus hombros- no eres de muchas palabras ¿cierto?- sonriendo.
-Solo si es necesario.
-Eso me agrada- dijo la rubia acercándose- tu también me agradas Lucy- tomando sus mejillas- tu eres obediente, tu si sabes de qué va todo esto.
-Así es.
-¿Y estas en desacuerdo también?
-Es mi deber- dijo simplemente.
-Bien- sonrió Nicole. Se atrevió a acercase unos centímetros más y al notar que Lucy no retrocedía, rozó sus propios labios con los suyos. Pero así como se acerco, se alejo tan pronto como pudo- me gusta lo que haces Lucy. Te veré en la noche- dijo antes de marcharse.
La castaña observo su andar hasta perderla de vista, y cuando noto que ya nadie estaba en el pasillo, entro en la habitación guardado silencio. Se aproximo hasta la cama, solo viendo un bulto sollozando y temblando.
-¿Yulia?-llamo. Pero la chica aun seguía absorta en su dolor- Yulia- llamo levantando la voz. El bulto detuvo todo movimiento y hubo silencio durante un instante.
-Quiero… quiero estar sola-pidió.
-Lo viste todo ¿cierto?- pregunto Lucy ignorando su pedido.
-Si- asintió bajo las sabanas- pero me hubiera gustado no hacerlo.
-Lo sé- asintió Lucy comprendiendo su dolor- veras Yulia…
-¿Por qué, Lucy?-pregunto Yulia interrumpiéndola- ¿Por qué nosotras? Mi padre, el… es un monstruo. Hacer lo que hizo…
-No hay nada que podamos hacer, Yulia. Ellos…
-Quieren que hagamos lo mismo ¿cierto?-pregunto destapándose. Dejando ver claramente sus ojos rojos a causa del llanto- yo no podría, yo…- negando.
-Yo también dije lo mismo- susurro Lucy- al principio me negué con todas mis fuerzas, pero es imposible Yulia. Negarse, solo hará las cosas aun peor.
-¡Pero no puedo Lucy!-grito- no podría jamás hacerle eso a otra persona, ellos estaban… nunca imagine a mi padre haciendo una cosa así.
-¿Solo lo has visto a él?-pregunto la castaña sorprendida.
-Así es- asintió- ¿Por qué?- Yulia limpio sus lagrimas.
-Por nada-negando- debo irme- girándose.
-¿Qué haremos, Lucy?-pregunto Yulia deteniéndola- mi padre es un monstruo, siento que lo odio ahora mismo- la castaña solo apretó sus puños al oír eso. Ella mejor que nadie entendía esa misma situación.
-Obedecer, Yulia- respondió- solo obedecer- dijo antes de marcharse.
Lucy corrió con todas sus fuerzas marchándose de ahí, y justo cuando la respiración ya comenzaba a acortarse, se detuvo a descansar. Con que Yulia no lo había visto todo, no sabía si eso era bueno en parte o no. Al parecer solo se había quedado con el impacto de ver solo a su padre ¿Qué pensaría si ella también hubiera visto que fue parte de eso? Aun ni si quiera ella misma se lo había perdonado.
FLASHBACK
-No creo estar segura, padre- admitió.
-¿Qué quieres decir?-pregunto Paul.
-Ya te he obedecido en muchas cosas, pero esto… esto es muy diferente y…
-¡Nadie esta pidiéndote ninguna opinión!-la interrumpió- tu simplemente obedecerás y punto ¿está claro?
-Yo…
-Ya estamos listos- dijo Rudolf apareciendo- ¿todo bien por aquí?
-Sí, solo vamos a necesitar un minuto-dijo Paul mirando a Lucy- pueden esperarnos en el auto, iremos enseguida.
-Claro- asintió el hombre y los demás lo siguieron. Paul espero a que todos subieran al vehículo y entonces se arrojo con ambas manos al cuello de su hija aplastándola contra la pared.
-¿Sabes? Esta noche simplemente iba a hacer que condujeras el auto, pero por tu estupidez hare que tu también manches tus manos- escupió frente a su rostro- ¿es que tanto los amas, Lucy? Ahora ellos conocerán para lo que has venido- riendo.
-Duele- se quejo.
-¿Crees que estoy jugando? ¿O que espero que tu aceptes tu obligación? Tú simplemente debes acatar mis órdenes y punto. Ahora iremos con los demás y si alguien te pregunta alguna cosa dirás que todo está bien ¿queda claro?
-Si- asintió.
-Esa es mi hija- soltándola- después de ti- señalando hacia la puerta. Lucy giro y camino como si su padre no la hubiera estrangulado hace segundos. Ambos entraron al auto en completo silencio.
-Estamos listos- dijo Paul.
-¿Todo bien?-pregunto Rudolf. Paul solo miro a su hija a los ojos.
-Así es oficial Roschmann- respondió la castaña. Aquello basto y pronto el auto arranco a toda marcha.
Lucy sabia que lo vendría, por supuesto que no estaba preparada pero debía hacerlo. Había tenido ya una demostración de lo que le sucedería si se negaba, así que con toda la culpabilidad decidió que era momento de actuar.
-Es aquí- dijo Rudolf. El auto se detuvo al instante haciendo rechinar las ruedas. Todos bajaron al mismo tiempo.
Paul pateo la puerta de entrada y pronto todos estaban dentro del edificio. Subieron por unas escaleras y estaban nuevamente rompiendo otra puerta para invadir en el interior. Lucy observo que toda la familia estaba en la mesa cenando, observándolos con el claro terror en su mirada y sabiendo que su momento había llegado.
-¡Todos afuera!-ordeno Rudolf.
Paul había sujetado a una mujer del brazo y prácticamente estaba llevándola a rastras. Lucy decidió hacer lo mismo con un joven y los demás se encargaron de la familia restante. El trayecto por las escaleras fue lo peor, ya que todos comenzaron a suplicar, y aquello era demasiado para alguien con alma.
-Por favor señorita- pidió el joven- por favor, no me mate. No quiero morir, yo no quiero…-sollozó.
-¡Silencio!- grito Paul- o les voy a cortar la lengua. A cada uno- amenazo.
En cuanto habían llegado a la calle, todos arrojaron a las personas al suelo. La mirada del joven fue suficiente para que Lucy sintiera algo romperse en su interior ¿Por qué las cosas tenían que ser de aquella manera?
-¡Comiencen!- ordeno Rudolf.
La castaña levanto el duro garrote y entonces lo observo a los ojos, viendo mucho más que tristeza y el ruego a la vida. Vida que, aun así estén siendo acosados por ellos, sabía que ellos seguirían pidiendo por la supervivencia.
-Lo siento tanto-murmuro Lucy. Cerro sus ojos y solo dejo que el duro objeto cayera en aquel cuerpo indefenso, los primeros golpes fueron acompañados de quejidos y llanto. Pero después, solo unos cuantos golpes después, solo era el sonido opaco de golpear algo inerte y húmedo. Ni siquiera se había atrevido a mirar su trabajo, simplemente giro para introducirse al auto, no sin antes ver la sonrisa satisfactoria de su padre.
-Buen trabajo Lucy- escucho a su espalda.
La joven observo sus manos, salpicadas con la sangre de una persona. Un inocente, que nada le había hecho a ella, pero aun así, arrebato aquello que está prohibido por donde se mirase ¿A caso era eso lo que la deparaba de ahora más? Levanto la vista y entonces lo observo. La culpabilidad la cargaría sobre sus hombros hasta los últimos días de sus tiempos ¿y todo por qué? Porque había sido obligada, amenazada y torturada, por la persona que se suponía debía quererla incondicionalmente y protegerla. La misma persona que tantas noches se había quedado a su lado, simplemente porque le temía a la oscuridad, ahora no tenia reparo en un abuso físico de ser necesario. El mismo hombre, que tantas historias le había contado para que riera, le gritaba en la cara para que asesinara, pero a caso ¿se trataba del mismo hombre? Aquel ya no era su padre, era un vil hombre que estaba arrastrándola a lo más bajo de su humanidad junto con él.
Apretó sus puños con impotencia, nada podía hacer para remediar lo que había hecho. Ahora no había demostrado ser más que uno de ellos. Exactamente los mismos monstruos que tanto la aterraban en sus sueños ¿podría tener perdón alguna vez? Y si así fuera, sabía que ni ella misma podría alguna vez olvidarlo. No cuando la palabra se repetía una y otra vez en su mente, torturando hasta la última célula que componía su cuerpo, y dejándola con el dolor más profundo que alguna vez había conocido.
-Asesina…
<<<La pequeña corrió con total libertad sobre aquel campo amarillento. La agradable brisa acaricio su cara y ella solo sonrió más. Observo a unos cuantos arboles y no dudo en esconderse detrás de ellos, sabía que sucedería si era encontrada, así que la risa anticipada se apodero de ella. Tuvo que taparse la boca con su pequeña mano para callar, aquello iba a delatarla.
-Puedo escucharte, pequeña- logro escuchar muy cerca. La niña se escabullo hacia unos arbusto que la tapaban por completo, observo los pies del hombre desde su posición y una mínima risilla vino hacia ella nuevamente- ¿Dónde estás, Lucy?- pregunto buscando.
-Aquí no- susurro sonriendo.
-¿Será que estas detrás de alguno de estos árboles?-pregunto el hombre. Ella negó con la cabeza, sin importar que no era observada. Ella volvió a reír cuando el hombre bufó decepcionado, no estaba por todos los lugares por los cuales la buscaba- con que te has ocultado bien ¿eh?- dijo. La niña por simple emoción movió sus pies, logrando pisar una rama que delato su posición- ¿Qué fue eso?-dijo el hombre intentando ver en su posición.
-Oh no- susurro mirando sus pies. Dio unos cortos pasos hacia el costado, solamente logrando hacer aun más sonido que la delatara. Cuando Lucy finalmente levanto la vista, el hombre ya no estaba. Miro en otras direcciones y no lograba visualizarlo en ningún sitio ¿A caso…?
-¡Te encontré!-dijo abrazándola- ¿sabes lo que iba a suceder si lo lograba, Lucy?
-No papi, no lo hagas- grito intentando moverse, pero era inútil. El la tenía abrazada a sus grandes brazos y entonces el ataque de cosquillas comenzó- por favor, para- sin dejar de reír.
-Fue un buen escondite, pero debes permanecer en silencio pequeña- dijo bajándola. Lucy recupero su respiración y entonces lo observo con una enorme sonrisa.
-Solamente hice ruido, pero no lo volveré a hacer- se prometió.
-Ya veremos la próxima- desafío Paul. Justo en ese momento comenzaron a escuchar a un pajarillo lloriqueando en el suelo- Oh mira eso- señalo.
-¡Es un pájaro!-grito Lucy acercándose- papá, no puede volar.
-Eso es porque aun es pichón, seguramente ha caído de su nido-respondió mirándolo. Paul miro a los alrededores y efectivamente, la madre del ave estaba observándolos sin quitarle la mirada- tengo una idea, tómalo Lucy- ordeno, la niña lo hizo sin problema alguno. Paul la cargo y la llevo para que su hija volviera a colocar al pájaro nuevamente a su nido, donde también habían visto que tenía varios hermanos más.
-¿No podemos quedarnos con ellos?-pregunto Lucy entusiasmada.
-No lo creo hija, ellos necesitan ser libres- respondió. La pequeña castaña no pudo disimular su semblante de tristeza- pero podemos venir a verlos cuando quieras- agrego- ¿te gustaría eso?
-¡Sí!- dijo feliz abrazándose a él. Paul disfruto de aquel abrazo, hasta que una idea vino a su mente, idea que desde hacia tiempo cargaba en sus pensamientos preocupándolo.
-Lucy, escúchame- dijo cambiando su tono. Dejo a la niña en el suelo y él se agacho hasta estar a su altura- mi hija- acaricio su cabello- ¿tu perdonarías a tu padre si alguna vez se equivoca?-pregunto directamente. La niña primero lo miro con confusión, sin entender en absoluto a que venía aquella pregunta y el porqué. Ella simplemente se limito a asentir sonriendo mientras se distraía con la camisa de su padre- ¿sí?-pregunto Paul dudándolo.
-Si-contesto- yo perdonaría a mi papi. De todo. >>>
Aleinads: Algo totalmente sorpresivo para ella, veremos que sucede y que decisión tomara. Y con respecto a tu pregunta, digamos que la historia la tengo simplemente en “pausa” va a llegar su momento en que la publique, porque también quiero terminarla. Así que cuando eso suceda, no duden que se los hare saber. Saludos y que andes bien!
Kano chan:me alegro que te guste tanto, ya ahora se verá y revelaran aun más cosas para las chicas desafortunadas. Saludos!
flakita volkatina:me alegra saber eso! Qué bueno que te guste, eso impulsa a continuar mas. Gracias por leer. Abrazo!
Zanini-volk:Me alegra que te vaya gustando el desarrollo de la historia, ya que tratar con algo así no es sencillo, pero es bueno que sea apreciado. Gracias por leer y dejar la opinión. Un abrazo grande!
Scherrylumholdt:Supongo que todo ese maltrato con el tiempo será llevado a su límite y de alguna manera tendrá que sacarlo, veremos que tenga a mano para cuando eso suceda, pero claramente en casos así, algo bueno no será precisamente. Yulia, Yulia, simplemente fue cegada por su madre para que no viera la realidad y su padre queriéndola inducir a su manera, pero veremos hasta donde la dura la paciencia. La pobre Lila y Kasia, ellas simplemente están en la peor posición, están teniendo la típica conducta sobre protectora, pero ocultar una cosa así no se puede enteramente, así que ya se verá en que termina todo eso. Saludos!
5
Alemania, Berlín
1 de Noviembre de 1940
-Entonces ¿ya no vamos a jugar?
-Solo déjame descansar un poco, Lila ¿sí?-pidió Kasia sentándose- hoy no me siento con demasiadas energías.
-¿Qué sucede, Kasia?-acercándose- ¿estás enferma? ¿Le digo a mamá?
-No, no estoy enferma-negó- solo es que me gustaría estar así, solo un momento de paz aquí al aire libre- dijo. Lila no entendió absolutamente nada de aquello, pero de todas formas se sentó a su lado en silencio. Si era paz lo que pedía, pues entonces podría estar tranquila junto a su hermana.
Kasia suspiro y se permitió observar el cielo ¿Cuánto podría durar su situación? Estar escondidos dentro de la fábrica era una completa locura, sabía que Lila necesitaría un poco de libertar, y es por eso que no se negó cuando la pequeña insistió en que salieran a jugar afuera. La parte trasera de la fábrica de su tío no era muy visitada, así que nadie estaba allí para verlas. Las preguntas de Lila la noche anterior no habían hecho más que dejarla con un preocupante insomnio ¿y si aquel infierno duraba para siempre? Su corazón dio un vuelco de tristeza ante aquel pensamiento ¿Qué iba a pasar con ella? Con su madre, que tantas preocupaciones se llevaba durante el día, su padre, quien siempre estaba alerta para protegerlas ¿Qué sería de la pequeña Lila?
Pero no, debía ser positiva, una cosa así no podía mantenerse por siempre. Muy en el fondo sabía que guardaba la esperanza de aquello pronto terminaría. Alguien debía hacer algo, alguien tenía que intervenir.
-Mira Kasia, un perrito- señalo Lila levantándose. Kasia observo como su hermana lo llamaba y éste venia alegre- es muy lindo ¿verdad?
-Así es-respondió sonriendo. Miro a Lila, tan pequeña e inocente entre tanta crueldad ¿Qué clase de castigo podía merecerse alguien así?
-¿Podemos quedarnos con él?-pregunto abrazándolo.
-No lo creo Lila-levantándose- de algún lado vino, así que debe tener dueños.
-Entonces ¿Qué hace aquí en la fábrica?-pregunto- seguramente lo han abandonado- comento. Kasia rió con ganas, conocía esa estrategia.
-No lo creo, tan solo míralo.
-Eres mala- dijo Lila- voy a decírselo a mamá.
-Estoy segura que pensara lo mismo que yo- aseguro. Lila comprendió que tenía aquella batalla perdida, así que dejo de insistir. Simplemente se conformo con seguir jugando con el pequeño animal que se mostraba muy alegre. El entretenimiento había durado su buen tiempo hasta que ambas nuevamente terminaron recostadas en el suelo. Estaban observando las nubes y colocándoles un nombre a sus formas cuando el perro salió disparado hacia un costado de la fábrica.
-Kasia, se va- dijo Lila levantándose.
-Espera Lila, seguramente regresara de donde vino- imitándola.
-Tú no lo entiendes Kasia, seguramente está perdido- comenzando a correr detrás del perro.
-¡Lila, vuelve!-grito- ¡no es seguro que salgas!
-Vamos Kasia, se va- siguió sin detenerse.
-¡Demonios, Lila!-comenzando a correr- van a matarme si algo sucede- murmuro con preocupación.
Así como había encontrado la manera de entrar en toda la fábrica, el perro se las ingenio para salir. En un costado había uno enorme puerta que se encontraba entreabierta, así que cuando Lila volvió a tenerlo en vista, vio perfectamente como el animal pasaba por allí. Estaba tan concentrada en su objetivo, que olvido por completo que pronto se encontraba en el exterior.
-¡Lila!- volvió a llamarla Kasia con pánico.
La pequeña siguió su curso completamente ignorante a los llamados preocupados de su hermana mayor. Se detuvo un momento para ampliar la vista y entonces vio al perro alejarse aun mas. Retomo su andar dirigiéndose a una plaza, donde aun podía ver al perro. Se escabullo entre la gente que caminaba sin mirarla, hasta que de pronto un auto se interpuso en su camino y tuvo que detenerse si no quería salir lastimada.
Lila quedo con la boca abierta cuando vio salir a un hombre de mirada fría, éste observo sus cabellos dorados y al no encontrar nada en su brazo, dio por hecho de antemano que no era uno de sus tantos enemigos.
-Niña, ten cuidado por dónde vas ¿es que tu madre no te ha enseñado que no debes cruzar la calle así?- Lila ni siquiera pudo responder, por alguna razón, estaba tiesa en su sitio.
-Es aquel- dijo otro hombre desde el otro lado del auto- deja de perder el tiempo ahí.
-Está bien, vamos- asintió para luego seguirlo. Lila se quedo detrás del auto, viendo como aquellos hombres se dirigían más adelante para detener a un sujeto que había comenzado a acelerar el paso en cuanto los vio. Aquello fue inútil, ya que basto un llamado de atención para detenerlo y que éste comenzara una explicación con total nerviosismo. La pequeña se acerco unos cuantos pasos más y se detuvo abruptamente en cuando vio como los dos hombres comenzaban a golpear al sujeto que suplicaba que se detuvieran.
-¡La basura como tú no puede caminar por aquí!-grito uno pateándolo. Lila comenzó a llorar en silencio cuando vio aquella imaginen. Los dos hombres uniformados arrojaron a empujones al hombre golpeado hacia un costado de la calle- aunque por aquí si puedes- dijo antes de reír siendo imitado por su compañero.
Lila comenzó a retroceder justo cuando sintió una mano que tapo su boca, opacando el grito que provoco el susto. Mientras que otro brazo la sujeto fuerte.
-Vámonos de aquí. Sin llamar la atención- llego la voz familiar de Kasia en su oído. La pequeña asintió y no dudo de aquello un segundo, así que como cualquier persona allí, se marcharon sin mirar atrás una vez.
Kasia notaba el silencio de su pequeña hermana, teniendo en cuanto que jamás podía quedarse callada demasiado tiempo, pero sabía que ver aquello la impacto. Y aunque sonara cruel, estaba contenta de que así fuera. Aunque era el miedo quien lograra aquello, estaba tranquila de que Lila a partir de ahora sería más cuidadosa y comenzaría a entender la gravedad de la situación.
-¡Dios santo! ¿Dónde se habían metido?-pregunto Adila abrazándolas- me habían preocupado.
-Estábamos en la parte trasera de la fábrica- revelo Kasia ganándose la mirada de su madre- tranquila mamá, fuimos discretas. Además, no hay casi nadie por allí.
-Solo eso espero, pero no se vayan sin antes avisar- contesto- ¿Qué te sucede, Lila?-pregunto al ser abrazada fuerte por su hija.
-Solo está cansada- respondió Kasia por ella. Quizás estaba cometiendo un error, pero era mejor obviar el hecho de que habían salido de la fábrica y su pequeña hermana había sido testigo del accionar de los nazis. Solamente iban a preocupar a sus padres y seguramente serian más severos con ellas. El asunto no había pasado a mayores, así que era mejor olvidarlo y lucir como si aquello jamás hubiera pasado.
-¿Estas cansada, pequeña?- pregunto Adila acariciando su cabeza. Basto que solo Kasia la mirara para que ella entendiera. No debía contar nada acerca de lo que vio. Apenas un asentimiento de cabeza para que su madre la cargara y se la llevara de ahí. Kasia estaba a punto de sentarse cuando la puerta se abrió asustándola, su padre entro asegurándose de que estaban todas allí y detrás de él lo hizo la esposa de Eryk, luciendo de la misma manera.
-Rápido, ocúltense en algún sitio. Y por lo que más quieran, no hagan ruido- advirtió la mujer justo antes de cerrar la fuerte.
-Patryk ¿Qué sucede?
-Están aquí- revelo abrazándola.
-Mami, tengo miedo- comento Lila temblando al recordar lo que vio hace instantes atrás.
-Oh santo cielo- susurro Adila- no permitas que nada nos suceda Dios, por favor- pidió. Kasia llego junto a ellos y la familia pronto estuvo oculta en un rincón. Esperando con el mayor de los silencios que cualquier cosa sucediera.
Eryk se reunión junto con su esposa e hijo en su oficina. El también los había visto entrar en su fábrica y solo espero con el pulso desbocado el momento.
-Ya les avisaste ¿verdad?- quiso asegurarse.
-Lo saben- asintió su esposa- todo saldrá bien- tocando su hombro.
-Así es- colocando su mano sobre la suya. Eryk también quiso convencerse de aquello. La puerta sonó y pronto tuvo frente a él nuevamente a lo inesperado. El solo podía pensar en la familia oculta de su hermano, si llegaban a ser descubiertos…
-Espero no ser inoportuno- dijo el hombre- pero ya sabes, el deber.
-Para nada, justo estaba en mi descanso- dijo tragando fuerte- ¿en qué puedo ayudarlo?- prefirió ser directo para terminar aquello en cuanto antes.
-Necesito que me acompañes- dijo el hombre
-¿Van a llevárselo?-pregunto su esposa con temor.
-¿A mí?- pregunto Eryk sorprendido.
-Tenemos algunas preguntas que hacerte- dijo- he venido oficialmente para eso, Eryk Borek- revelo para sorpresa de todos.
* * * * *
Polonia, Varsovia.
1 de noviembre de 1940
La luz se filtro en sus ojos entrecerrados y eso la encandilo. Soltó un quejido cuando sintió dolor en su cabeza, se removió para notar que estaba sobre una cama y luego termino de abrir sus ojos para ver que estaba en una habitación desconocida. Pero no estaba sola.
-Hasta que al fin despiertas- dijo una mujer a su lado. Yulia rememoro al instante la razón por la que se encontraba allí y las lágrimas no tardaron en venir- oh vamos ¿Por qué tanto sentimentalismos por ellos? Si te hace sentir bien, ellos ahora están en un lugar mejor- dijo para después reír. Yulia no hizo más que acrecentar su llanto al recordar aquello, pero aun peor, saber que su padre era uno de los tantos responsables- lo siento, lo siento, creo que eso estuvo mal- dijo Nicole sentándose a su lado.
-Mi padre, el…
-El no hizo nada más que su deber- completo la mujer- alégrate Yulia, muchos quisieran estar en su lugar o incluso el tuyo.
-Yo no… no quiero esto-negó- no puedo creer que él… esto está mal… muy mal…
-Lo único mal aquí es el drama que estás haciendo- Nicole se cruzo de brazos- ¿Qué hizo tu padre contigo? Cuando supe que te conocería, pensé todo tipo de cosas, aunque sabía que seguramente no estaría ni cerca de lo que sería la hija de Rudolf Roschmann ¿pero sabes que vi? Solo a una niña asustada. Es increíble, viniendo de el…
-Yo no soy como ustedes-dijo- ¡ustedes son de lo peor! ¡Están equivocados!
-¡Nosotros estamos haciendo un bien!-contradijo.
-¿Para quién? ¡Son unos monstruos!
-Y tu una niña malcriada- acercándose a su rostro- quizás solo necesitas a la persona correcta para que te haga entrar en razón- acariciando su cuello.
-No me toques- quitando su mano- yo pensé que tu… tu…
-¿Qué yo qué?-sonriendo. Yulia estaba a punto de hablar cuando la puerta se abrió, dejando entrar a la última persona que esperaba ver en ese momento.
-Yulia, hija… yo…
-¡Tú!-señalándolo- ¡eres de lo peor!
-Yulia, escúchame…
-¡No!-interrumpió- ¡¿Por qué me trajiste aquí?! ¡Odio este sitio! ¡Odio que seas tu mi padre!-grito- ¡Te odio!
-Yulia…
-¡Eres un monstruo!- volvió a gritar- mamá tenía razón, tu…
-¡Es nuestro deber, Yulia!
-¡Yo no quiero esto, jamás pedí esto!-respondió- ¡vete de aquí! ¡No quiero verte!
-Escúchame…
-¡Vete, te odio!-grito llorando- ¡te odio! ¡No quiero verte Rudolf!- demando. El hombre apretó sus puños con dolor, escuchar aquellas palabras le dolía, pero entendía que el momento para hablar no era ese. Simplemente giro como si nada y se marcho de ahí. Cuando las cosas se calmaran tendría su oportunidad. Solamente esperaría, así como siempre lo hizo. Solo que las cosas ahora cambiarían.
-Vaya, con que tenias tu carácter- dijo Nicole al ser testigo de todo- tienes el potencial.
-Quiero que también te vayas, necesito estar sola- pidió Yulia de manera fría. Las lágrimas y el dolor aun no cesaban.
-Está bien-levantándose- tiempo es lo que necesitas para asimilar todo.
-Jamás lo hare, lo que están haciendo…
-Escúchame una cosa, Yulia- interrumpiéndola- quieras o no, terminaras siendo como nosotros o aun peor- Yulia solo negó- porque si fuera lo contrario, no estarías aquí, dime ¿alguna vez te has negado a las ordenes de tu padre? ¿Algún tipo de revelación contra él?-pregunto. El silencio de Yulia fue toda la respuesta que Nicole necesito- justo como lo pensé. Tan solo mírate, estas aquí. Mira tú uniforme, ese que estas usando ahora mismo, lo que tienes rodeando tu brazo derecho, dime ¿te has negado a portarlos? No puedo creer que seas completamente ignorante de todo, tú sabes lo que eso significa, solo que siempre has sido una niña mimada que prefiere mirar hacia otro lado.
-Yo no…
-Estas en esto, quieras verlo o no- la interrumpió- porque ya luces como tal. Solo te falta aceptarlo, y créeme, de mi parte se que no falta demasiado- guiñando su ojo- espero que pases una bonica noche aquí- dijo antes de irse.
Nicole se marcho contenta sabiendo que ya había colocado la bomba. Aun necesitaba hablar con Rudolf, sabía que había sido un descuido de su parte que Yulia lo viera, estaba segura que él tenía otros planes con ella, pero con esto las cosas ya habían cambiado. Pero lo que había visto y escuchado, era suficiente para pedirle que ella misma se encargaría del asunto. Y cuanto iba a disfrutar de ello. Sonrió.
-No sabía que estabas aquí- dijo Nicole al cerrar la puerta.
-Solamente quería saber cómo estaba- respondió Lucy.
-Por el momento alterada, pero ya se le pasara- dijo- ¿y tu padre?
-Encargándose de algunas cosas.
-¿Y tú no estás con él? Eso sí que es raro.
-No me necesitaba.
-Ya veo- asintió Nicole- aunque es raro verte aquí sola- comento. La castaña simplemente levanto sus hombros- no eres de muchas palabras ¿cierto?- sonriendo.
-Solo si es necesario.
-Eso me agrada- dijo la rubia acercándose- tu también me agradas Lucy- tomando sus mejillas- tu eres obediente, tu si sabes de qué va todo esto.
-Así es.
-¿Y estas en desacuerdo también?
-Es mi deber- dijo simplemente.
-Bien- sonrió Nicole. Se atrevió a acercase unos centímetros más y al notar que Lucy no retrocedía, rozó sus propios labios con los suyos. Pero así como se acerco, se alejo tan pronto como pudo- me gusta lo que haces Lucy. Te veré en la noche- dijo antes de marcharse.
La castaña observo su andar hasta perderla de vista, y cuando noto que ya nadie estaba en el pasillo, entro en la habitación guardado silencio. Se aproximo hasta la cama, solo viendo un bulto sollozando y temblando.
-¿Yulia?-llamo. Pero la chica aun seguía absorta en su dolor- Yulia- llamo levantando la voz. El bulto detuvo todo movimiento y hubo silencio durante un instante.
-Quiero… quiero estar sola-pidió.
-Lo viste todo ¿cierto?- pregunto Lucy ignorando su pedido.
-Si- asintió bajo las sabanas- pero me hubiera gustado no hacerlo.
-Lo sé- asintió Lucy comprendiendo su dolor- veras Yulia…
-¿Por qué, Lucy?-pregunto Yulia interrumpiéndola- ¿Por qué nosotras? Mi padre, el… es un monstruo. Hacer lo que hizo…
-No hay nada que podamos hacer, Yulia. Ellos…
-Quieren que hagamos lo mismo ¿cierto?-pregunto destapándose. Dejando ver claramente sus ojos rojos a causa del llanto- yo no podría, yo…- negando.
-Yo también dije lo mismo- susurro Lucy- al principio me negué con todas mis fuerzas, pero es imposible Yulia. Negarse, solo hará las cosas aun peor.
-¡Pero no puedo Lucy!-grito- no podría jamás hacerle eso a otra persona, ellos estaban… nunca imagine a mi padre haciendo una cosa así.
-¿Solo lo has visto a él?-pregunto la castaña sorprendida.
-Así es- asintió- ¿Por qué?- Yulia limpio sus lagrimas.
-Por nada-negando- debo irme- girándose.
-¿Qué haremos, Lucy?-pregunto Yulia deteniéndola- mi padre es un monstruo, siento que lo odio ahora mismo- la castaña solo apretó sus puños al oír eso. Ella mejor que nadie entendía esa misma situación.
-Obedecer, Yulia- respondió- solo obedecer- dijo antes de marcharse.
Lucy corrió con todas sus fuerzas marchándose de ahí, y justo cuando la respiración ya comenzaba a acortarse, se detuvo a descansar. Con que Yulia no lo había visto todo, no sabía si eso era bueno en parte o no. Al parecer solo se había quedado con el impacto de ver solo a su padre ¿Qué pensaría si ella también hubiera visto que fue parte de eso? Aun ni si quiera ella misma se lo había perdonado.
FLASHBACK
-No creo estar segura, padre- admitió.
-¿Qué quieres decir?-pregunto Paul.
-Ya te he obedecido en muchas cosas, pero esto… esto es muy diferente y…
-¡Nadie esta pidiéndote ninguna opinión!-la interrumpió- tu simplemente obedecerás y punto ¿está claro?
-Yo…
-Ya estamos listos- dijo Rudolf apareciendo- ¿todo bien por aquí?
-Sí, solo vamos a necesitar un minuto-dijo Paul mirando a Lucy- pueden esperarnos en el auto, iremos enseguida.
-Claro- asintió el hombre y los demás lo siguieron. Paul espero a que todos subieran al vehículo y entonces se arrojo con ambas manos al cuello de su hija aplastándola contra la pared.
-¿Sabes? Esta noche simplemente iba a hacer que condujeras el auto, pero por tu estupidez hare que tu también manches tus manos- escupió frente a su rostro- ¿es que tanto los amas, Lucy? Ahora ellos conocerán para lo que has venido- riendo.
-Duele- se quejo.
-¿Crees que estoy jugando? ¿O que espero que tu aceptes tu obligación? Tú simplemente debes acatar mis órdenes y punto. Ahora iremos con los demás y si alguien te pregunta alguna cosa dirás que todo está bien ¿queda claro?
-Si- asintió.
-Esa es mi hija- soltándola- después de ti- señalando hacia la puerta. Lucy giro y camino como si su padre no la hubiera estrangulado hace segundos. Ambos entraron al auto en completo silencio.
-Estamos listos- dijo Paul.
-¿Todo bien?-pregunto Rudolf. Paul solo miro a su hija a los ojos.
-Así es oficial Roschmann- respondió la castaña. Aquello basto y pronto el auto arranco a toda marcha.
Lucy sabia que lo vendría, por supuesto que no estaba preparada pero debía hacerlo. Había tenido ya una demostración de lo que le sucedería si se negaba, así que con toda la culpabilidad decidió que era momento de actuar.
-Es aquí- dijo Rudolf. El auto se detuvo al instante haciendo rechinar las ruedas. Todos bajaron al mismo tiempo.
Paul pateo la puerta de entrada y pronto todos estaban dentro del edificio. Subieron por unas escaleras y estaban nuevamente rompiendo otra puerta para invadir en el interior. Lucy observo que toda la familia estaba en la mesa cenando, observándolos con el claro terror en su mirada y sabiendo que su momento había llegado.
-¡Todos afuera!-ordeno Rudolf.
Paul había sujetado a una mujer del brazo y prácticamente estaba llevándola a rastras. Lucy decidió hacer lo mismo con un joven y los demás se encargaron de la familia restante. El trayecto por las escaleras fue lo peor, ya que todos comenzaron a suplicar, y aquello era demasiado para alguien con alma.
-Por favor señorita- pidió el joven- por favor, no me mate. No quiero morir, yo no quiero…-sollozó.
-¡Silencio!- grito Paul- o les voy a cortar la lengua. A cada uno- amenazo.
En cuanto habían llegado a la calle, todos arrojaron a las personas al suelo. La mirada del joven fue suficiente para que Lucy sintiera algo romperse en su interior ¿Por qué las cosas tenían que ser de aquella manera?
-¡Comiencen!- ordeno Rudolf.
La castaña levanto el duro garrote y entonces lo observo a los ojos, viendo mucho más que tristeza y el ruego a la vida. Vida que, aun así estén siendo acosados por ellos, sabía que ellos seguirían pidiendo por la supervivencia.
-Lo siento tanto-murmuro Lucy. Cerro sus ojos y solo dejo que el duro objeto cayera en aquel cuerpo indefenso, los primeros golpes fueron acompañados de quejidos y llanto. Pero después, solo unos cuantos golpes después, solo era el sonido opaco de golpear algo inerte y húmedo. Ni siquiera se había atrevido a mirar su trabajo, simplemente giro para introducirse al auto, no sin antes ver la sonrisa satisfactoria de su padre.
-Buen trabajo Lucy- escucho a su espalda.
La joven observo sus manos, salpicadas con la sangre de una persona. Un inocente, que nada le había hecho a ella, pero aun así, arrebato aquello que está prohibido por donde se mirase ¿A caso era eso lo que la deparaba de ahora más? Levanto la vista y entonces lo observo. La culpabilidad la cargaría sobre sus hombros hasta los últimos días de sus tiempos ¿y todo por qué? Porque había sido obligada, amenazada y torturada, por la persona que se suponía debía quererla incondicionalmente y protegerla. La misma persona que tantas noches se había quedado a su lado, simplemente porque le temía a la oscuridad, ahora no tenia reparo en un abuso físico de ser necesario. El mismo hombre, que tantas historias le había contado para que riera, le gritaba en la cara para que asesinara, pero a caso ¿se trataba del mismo hombre? Aquel ya no era su padre, era un vil hombre que estaba arrastrándola a lo más bajo de su humanidad junto con él.
Apretó sus puños con impotencia, nada podía hacer para remediar lo que había hecho. Ahora no había demostrado ser más que uno de ellos. Exactamente los mismos monstruos que tanto la aterraban en sus sueños ¿podría tener perdón alguna vez? Y si así fuera, sabía que ni ella misma podría alguna vez olvidarlo. No cuando la palabra se repetía una y otra vez en su mente, torturando hasta la última célula que componía su cuerpo, y dejándola con el dolor más profundo que alguna vez había conocido.
-Asesina…
<<<La pequeña corrió con total libertad sobre aquel campo amarillento. La agradable brisa acaricio su cara y ella solo sonrió más. Observo a unos cuantos arboles y no dudo en esconderse detrás de ellos, sabía que sucedería si era encontrada, así que la risa anticipada se apodero de ella. Tuvo que taparse la boca con su pequeña mano para callar, aquello iba a delatarla.
-Puedo escucharte, pequeña- logro escuchar muy cerca. La niña se escabullo hacia unos arbusto que la tapaban por completo, observo los pies del hombre desde su posición y una mínima risilla vino hacia ella nuevamente- ¿Dónde estás, Lucy?- pregunto buscando.
-Aquí no- susurro sonriendo.
-¿Será que estas detrás de alguno de estos árboles?-pregunto el hombre. Ella negó con la cabeza, sin importar que no era observada. Ella volvió a reír cuando el hombre bufó decepcionado, no estaba por todos los lugares por los cuales la buscaba- con que te has ocultado bien ¿eh?- dijo. La niña por simple emoción movió sus pies, logrando pisar una rama que delato su posición- ¿Qué fue eso?-dijo el hombre intentando ver en su posición.
-Oh no- susurro mirando sus pies. Dio unos cortos pasos hacia el costado, solamente logrando hacer aun más sonido que la delatara. Cuando Lucy finalmente levanto la vista, el hombre ya no estaba. Miro en otras direcciones y no lograba visualizarlo en ningún sitio ¿A caso…?
-¡Te encontré!-dijo abrazándola- ¿sabes lo que iba a suceder si lo lograba, Lucy?
-No papi, no lo hagas- grito intentando moverse, pero era inútil. El la tenía abrazada a sus grandes brazos y entonces el ataque de cosquillas comenzó- por favor, para- sin dejar de reír.
-Fue un buen escondite, pero debes permanecer en silencio pequeña- dijo bajándola. Lucy recupero su respiración y entonces lo observo con una enorme sonrisa.
-Solamente hice ruido, pero no lo volveré a hacer- se prometió.
-Ya veremos la próxima- desafío Paul. Justo en ese momento comenzaron a escuchar a un pajarillo lloriqueando en el suelo- Oh mira eso- señalo.
-¡Es un pájaro!-grito Lucy acercándose- papá, no puede volar.
-Eso es porque aun es pichón, seguramente ha caído de su nido-respondió mirándolo. Paul miro a los alrededores y efectivamente, la madre del ave estaba observándolos sin quitarle la mirada- tengo una idea, tómalo Lucy- ordeno, la niña lo hizo sin problema alguno. Paul la cargo y la llevo para que su hija volviera a colocar al pájaro nuevamente a su nido, donde también habían visto que tenía varios hermanos más.
-¿No podemos quedarnos con ellos?-pregunto Lucy entusiasmada.
-No lo creo hija, ellos necesitan ser libres- respondió. La pequeña castaña no pudo disimular su semblante de tristeza- pero podemos venir a verlos cuando quieras- agrego- ¿te gustaría eso?
-¡Sí!- dijo feliz abrazándose a él. Paul disfruto de aquel abrazo, hasta que una idea vino a su mente, idea que desde hacia tiempo cargaba en sus pensamientos preocupándolo.
-Lucy, escúchame- dijo cambiando su tono. Dejo a la niña en el suelo y él se agacho hasta estar a su altura- mi hija- acaricio su cabello- ¿tu perdonarías a tu padre si alguna vez se equivoca?-pregunto directamente. La niña primero lo miro con confusión, sin entender en absoluto a que venía aquella pregunta y el porqué. Ella simplemente se limito a asentir sonriendo mientras se distraía con la camisa de su padre- ¿sí?-pregunto Paul dudándolo.
-Si-contesto- yo perdonaría a mi papi. De todo. >>>
Última edición por pei_17 el 10/5/2016, 6:43 am, editado 2 veces
pei_17- Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 13/08/2015
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Mágico... Simplemente haces magia cada vez que escribes... Que intensidad de capítulo. Mucho temor, angustia, y ... Esperaré paciente a ver que pasa en el futuro. Es atrapante tu forma de escribir! #Gracias
Aleinads- Mensajes : 519
Fecha de inscripción : 14/05/2015
Edad : 35
Localización : Colombia
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Woow !! Espero que Yul no se convierta en una asesina pero ya iremos descubriendo que pasará !!!!!!
Muero por saber como será su encuentro con Elena !, pues tia que sois un poco malvada !
Hahaha
Saludos !
Muero por saber como será su encuentro con Elena !, pues tia que sois un poco malvada !
Hahaha
Saludos !
Kano chan- Mensajes : 296
Fecha de inscripción : 08/05/2015
Edad : 31
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Aquí mi primer comentario para esta historia. Por que alguien me dijo "che sabes que Pei esta usando a tu esposa Lucy Scherer y a tu amante Kasia Borek en su nueva producción"??? Yo le respondi "así que Pei esta usando sin permiso a mis niñas alemanas eh...Me parece que tendré que hacer una visita a pei y pedir explicaciones, y aquí estoy jajajaja.
Naaa todo bien, podes usar y hasta abusar de mi niñas alemana y polaca todo lo que quieras, me encanta que los diferentes autores las consideren cada día más es sus escritos (yo misma las uso )
En fin, avisaré que seré totalmente objetiva en este fan fic, si bien mis favoritas serán indiscutibles siempre, yo analizaré los capítulos desde el relato y los hechos, y quiero ir paso a paso, hay que disfrutar de las historias y todos los protagonistas, son 4, la gente tiene que recordar eso, seguramente vos le darás su lugar a cada una, pero no por eso ir adelantado en la historia, yo particulamente quiero disfrutarla por entera. Y para mi esta historia va mucho más allá de un romance, es historia real, pura y dura, quizás muchos estén espeando de Yulia y Lena solo por que siempre hay obsesiones y sobretodo en romance, pero creo que esta historia sería genial disfrutar en su contenido de otra forma, y yo haré eso. Hoy este capítulo me sirvió para conocer a Lucy, me dio tanta pena, debe ser tan duro y agobiante psicologicamente tener que matar a alguien bajo amenaza y encima que viene de la persona que vos más queres? Como lo dijo ella, quien la tendria que proteger y enseñar a ser buena gente...la obliga a arrebatar a una vida inocente, terrible, y pensar que esto paso en el pasado suena más aterrador. Lucy cargará con la culpa hasta su muerte seguramente, y es muy triste, me saco una lágrima la historia esta parte de Lu. Y por el otro Lila y su inocencia junto a su hermana, horrible, la otra cara de la moneda, difícil, cruel y real. Sin duda el poder y el odio es la peor droga que pueda existir en el mundo. Espero tu conti ansiosa. Capítulo excelente. Saludos
Naaa todo bien, podes usar y hasta abusar de mi niñas alemana y polaca todo lo que quieras, me encanta que los diferentes autores las consideren cada día más es sus escritos (yo misma las uso )
En fin, avisaré que seré totalmente objetiva en este fan fic, si bien mis favoritas serán indiscutibles siempre, yo analizaré los capítulos desde el relato y los hechos, y quiero ir paso a paso, hay que disfrutar de las historias y todos los protagonistas, son 4, la gente tiene que recordar eso, seguramente vos le darás su lugar a cada una, pero no por eso ir adelantado en la historia, yo particulamente quiero disfrutarla por entera. Y para mi esta historia va mucho más allá de un romance, es historia real, pura y dura, quizás muchos estén espeando de Yulia y Lena solo por que siempre hay obsesiones y sobretodo en romance, pero creo que esta historia sería genial disfrutar en su contenido de otra forma, y yo haré eso. Hoy este capítulo me sirvió para conocer a Lucy, me dio tanta pena, debe ser tan duro y agobiante psicologicamente tener que matar a alguien bajo amenaza y encima que viene de la persona que vos más queres? Como lo dijo ella, quien la tendria que proteger y enseñar a ser buena gente...la obliga a arrebatar a una vida inocente, terrible, y pensar que esto paso en el pasado suena más aterrador. Lucy cargará con la culpa hasta su muerte seguramente, y es muy triste, me saco una lágrima la historia esta parte de Lu. Y por el otro Lila y su inocencia junto a su hermana, horrible, la otra cara de la moneda, difícil, cruel y real. Sin duda el poder y el odio es la peor droga que pueda existir en el mundo. Espero tu conti ansiosa. Capítulo excelente. Saludos
Lesdrumm- Admin
- Mensajes : 516
Fecha de inscripción : 03/08/2014
Localización : Trapped in some parallel universe
Me quito el sombrero
Pei,me quito el sombrero, eres genial!!!
Estas llevando esta historia a un nivel superior, como realismo mágico que tanto me gusta.,espero que los próximos capítulos sean tan buenos como éste. Sin mas felicitaciones
Estas llevando esta historia a un nivel superior, como realismo mágico que tanto me gusta.,espero que los próximos capítulos sean tan buenos como éste. Sin mas felicitaciones
Zanini-volk- Invitado
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
ME ENCANTO LA HISTORIA, MAS LOS DIFERENTES PERSONAJES,CADA VEZ QUE LEO UNA HISTORIA SIEMORE ES SOLO LENA Y YULIA Y ME ABURRE ME PASE POR AQUI Y ME ENGANCHE,ME GUSTO MAS DE LO QUE CREI ADORO ESE CAMBIO TE SEGUIRE DE CERCA. ATT:ECLIPSE LUNAR
ECLIPSE LUNAR- Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 30/04/2016
Edad : 23
Localización : estados unidos
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Aleinads: Gracias por tus palabras, que alegría da leer eso. Qué bueno que te guste y sobretodo su narración, acá se acaba la espera. Un abrazo!
Kano chan: Eso solamente el tiempo dirá, eso es bueno para analizar. Hay crudeza en la misma, ya que esto no es algo color de rosas, esa es la intención de eso. Mostrar realmente lo relevante de esto y no siempre llegar a la misma cosa repetitiva. Saludos.
Jemmaling:ajajaj bueno, viendo que ya está aceptado el permiso, avanzo tranquila. Me da gusto leer eso, que bueno que alguien tiene en cuenta todas sus protagonistas, que esta vez no son solo dos, todas son importantes por igual y cada una tiene su papel. Voy a esperar impaciente entonces cada respuesta tuya, siempre y cuando se analice como corresponde. Verdaderamente es algo que vale la pena para ver como iran cambiando las cosas para la vida de cada chica, como ya ha sido el caso que notaste de Lucy. Eso es el comienzo. Saludos y que andes bien!
Zanini-volk:Muchisimas gracias, realmente es lindo saber eso. La verdad que la historia se presta perfecto para este tipo de cosas. Espero que te siga gustando. Saludos!
ECLIPSE LUNAR:Te doy la bienvenida entonces y te agradezco el hecho de que te hayas puesto a leerla. La verdad que la historia no será repetitiva en ese sentido, ya que da para mucho, mas teniendo en cuenta que no solo hay dos protagonistas, la verdad que es bueno que te des la oportunidad. Dejo mas a ver qué tal te parece. Saludos!
Alemania, Berlín.
2 de noviembre de 1940
Solamente era el ruido de las maquinas del exterior el único sonido que podía apreciarse en aquella sala. Toda la familia Borek estaba sumida en profunda preocupación. El hecho de que Eryk no apareciera durante toda la noche, luego de que se lo hubieran llevado, tenía a más de uno consumido con inquietud.
Toda clase de pensamientos merodeaban en aquellas mentes intranquilas, todo tipo de posibilidades, y tristemente, ninguna era positiva. Aunque no era para menos.
-Seguramente ellos ya lo saben- decidió romper el silencio Patryk- el que estemos aquí- mirándolos. La culpa podía demasiado con el ahora mismo. Jamás podría perdonarse que su hermano sufriera las consecuencias por ocultarlo ahí.
-Debemos ser positivos, Patryk- menciono la esposa de Eryk- además de realistas, claro está. Porque si ese fuera el caso, ellos ya hubieran investigado la fabrica por completo. Nunca se detendrían a una oportunidad como esa.
-Tiene razón- secundo Adila- simplemente han dicho que querían hacerle algunas preguntas ¿verdad?- observando a la rubia.
-Así es.
-¿Y eso puede tomarles toda una noche?-pregunto Patryk- si algo llega a sucederle, yo…- apretando sus puños.
-Oigan, escuchen- intervino Adam. El sonido de un auto se escucho justo en la entrada. Habían sido eternos los minutos que esperaron para tener una respuesta ante aquello. Nadie se atrevía a si quiera mirar por la ventana, nadie estaba preparado para portar la decepción y trasmitirla si aquello no era lo que todos esperaban. El sonido de llaves se escucho para segundos después mostrar la aparición de un Eryk evidentemente cansado.
-Eryk- murmuro Patryk levantándose.
-Padre…
-Amor-corrió su esposa hacia el- ¿está todo bien?- pregunto observándolo detenidamente. No había golpes esperados, no de manera visible.
-Estoy bien, no deben preocuparse- aclaro. Estaba ya rodeado por todos allí, entendía la preocupación de cada uno.
-¿Por qué te detuvieron toda la noche, padre?
-Ya saben, simplemente preguntas- comenzó a caminar- y santos cielos, si que se han tomado su tiempo. Supongo que no ha sido del todo coincidencia.
-¿Qué quieres decir?-pregunto su esposa. Eryk cargo un vaso de agua y se tomo su tiempo para responder.
-El hecho de tenerme toda una noche, no ha sido simplemente casualidad- respondió- cuanto lo necesitaba- señalando el agua. Aquello le dio una idea a todos de la clase de atenciones que había recibido.
-¿A qué te refieres con que nada fue por casualidad?-pregunto Patryk sin aun entender.
-Ellos querían intimidarme- revelo- no soy un blanco para ellos, eso está claro, pero tienen sus sospechas.
-Sospechas- repitió murmurando Adila.
-Pero nada de qué preocuparse- se adelantó- quizás también solo lo hicieron para que confesara algo, la verdad no puedo saberlo. Lo que sí ha quedado claro, es que ellos piensan que tengo información, ustedes entienden.
-¿Qué clase de información?-pregunto su esposa.
-Información de donde podrían ocultarse los judíos aquí- respondió.
-Creí que ellos…-la voz de Patryk se apago.
-No sospechan de mi en ese sentido- dijo- pero de alguna manera si en estar involucrado en esas cosas. Tengo entendido que han descubierto a alemanes hacerlo, eso es una vil traición para ellos. Cualquiera que lo haga, así este apoyándolos, recibiría un castigo. Uno severo, obviamente.
-Patryk…- murmuro Adila a su lado.
-Yo… ¿crees que ellos algún día vuelvan aquí, al menos para quitarse la duda?- pregunto. Eryk se detuvo frente a su hermano, mirándolo directamente a los ojos.
-En ningún otro sitio estarán más seguros que aquí, lo sabes hermano- colocando una mano en su hombro- y no te preocupes por eso, les he dicho lo que querían escuchar para dejarlos conformes. Si me han creído o no, no lo supieron demostrar, pero no creo que se atrevan a más. Saben que conozco gente importante.
-¿Y qué clase de garantía nos da eso?
-Adila…
-Entiendo tu preocupación Adila, pero debes estar tranquila ahora-respondió- y si por alguna razón, que dudo que pueda pasar, necesitan irse de aquí, créanme, tengo gente de confianza que no dudaría en ayudarlos.
-Mami- llamo la pequeña Lila para arrojarse a los brazos de su madre, quien no dudo en cargarla.
-Ahora, por favor, almorcemos en paz. Disfrutemos de esta familia unida- sonrió Eryk. Los demás decidieron seguirlo, ya no tenía sentido seguir alargando aquella conversación, de todas formas solo era una sensación amarga la que dejaba.
Patryk hubiera querido estar tranquilo después de las palabras de su hermano, pero era inevitable no estarlo. Estaba tan seguro de eso, así como no dudaría en decir que no era el único que aun tenía sus dudas. Eryk no había dado demasiados detalles acerca de las preguntas y eso lo dejaba aun mas intrigado, aunque también podía aprovechar la oportunidad cuando estuvieran a solas. Después de todo, lo habían tenido toda una noche, también existía la posibilidad de que solo lo hayan hecho esperar la mayor parte del tiempo.
Aquel era un detalle que quedaría pendiente, pero Eryk era una persona conocida y respetada, y si los nazis habían sospechado de él, aquello no podía significar buenas noticias. El castigo sería inevitable para aquellos que guarden información o tuvieran algo que ver en proteger a gente como ellos, y ni siquiera Eryk estaba exento de eso ¿y si a caso ellos decidieran buscar más información? Después de todo era también polaco ¿y si descubrían que tenía un hermano? Se pregunto con temor, que además, estaba casado. Y sin más ni menos que con una judía, con quien tenía dos inocentes hijas.
Si Eryk estaba poderosamente bajos sospechas, el no dudaba que pronto aquella información llegara a sus manos. Y solo Dios sabría qué sería de toda la familia entera.
Luego de aquel ultimo susto, llegaron días enteros de paz. La familia Borek estaba, indudablemente, disfrutando de aquello. Tanto así, que podían sentir la libertad durante el día. Eryk le había conseguido tanto a su hermano, como a Adila, un certificado de trabajo, para que así pudieran salir con total tranquilidad.
-¿Y por qué no puedo ir contigo?-protesto Lila.
-Lila, ya no insistas. Te he dicho que no- respondió su padre.
-Solo quiero ver la plaza, papi.
-¿Y qué sentido tiene solo verla?-pregunto- ni siquiera podemos ir a sentarnos allí, nada.
-¿Qué sucede aquí?-pregunto Kasia apareciendo- ¿Por qué esta gritando Lila?
-Convence a tu hermana que es una locura salir, de todas formas no tardare demasiado.
-¿A dónde vas?
-A comprar algunas cosas-respondió- tu madre insiste en preparar algo especial, pero nos faltan verduras- informo. Adam había enfermado hace días y por eso prefería estar en su casa, su madre era quien estaba cuidándolo.
-Y supongo que Lila quiere ir contigo ¿cierto?
-Sí, pero él no quiere que vaya con el- respondió la niña decepcionada.
-Sera un viaje corto Lila, veras que regresare pronto ¿quieres algo en especial?- decidió probar con algo mas incentivador. La pequeña rubia simplemente se cruzo de brazos.
-Ella no va a rendirse- rió Kasia- ¿Qué te parece si te acompaño también?
-Kasia…
-Por favor.
-Es una locura-negó- regresaré pronto.
-Papi, por favor- se sumo Lila. Patryk estaba completamente desarmado, Adila no podía venir en su defensa, la mujer estaba quien sabe donde ¿Qué hacer en esa situación? El almacén quedaba cerca, pero era demasiado arriesgado.
-Hijas…
-Tú lo has dicho, no queda lejos ¿Qué tanto podemos tardar?- insistió Kasia. Ella también estaba anhelando la verdadera libertad del exterior, y no simplemente la parte trasera de la fábrica. Patryk termino asintiendo con toda la pesadez y un suspiro que revelo lo locura de aquello.
-Quítate el distintivo- ordeno a Kasia cuando ésta estaba colocándoselo.
-Pero tú lo tienes puesto- señaló.
-Lo sé, pero quiero que te lo quites- dijo antes de marcharse. Kasia quedo confundida por aquello, pero aun así decidió quitárselo.
Patryk sabía que estaba más que arriesgando a su hija al desobedecer aquello, si por alguna razón eran detenidos y descubrían que Kasia no era alemana, sabía que la represaría seria aun peor. Aquello lo hizo temblar por completo.
Las dos rubias venían a una distancia prudente detrás de él, seguramente marchando de aquella manera serian menos sospechosos, aunque podrían ser simplemente una familia normal que iba de compras. Aquello sí que era una locura. Eso eran, aunque no visto de la misma manera para los demás.
-Que bueno es ver las cosas desde aquí- suspiro Kasia mientras miraba todo a su alrededor. Patryk hacía tiempo había llegado al almacén que era especial para personas como él, y como ya lo habían hablado, ellas esperaron afuera.
-¿No podemos ir?-pregunto una vez más Lila señalando la plaza.
-Sabes que no- respondió Kasia observando su decepción- ¿pero sabes? Podemos crear nuestro propio lugar en la fábrica.
-Pero allí no tenemos nada- protesto la pequeña rubia.
-Bueno, siempre podemos visitar la casa abandonada que nos enseño Adam aquella vez ¿recuerdas? Seguramente encontraremos muchas cosas con las cuales divertirnos.
-¡Sí!-salto con alegría- ¿podemos ir hoy?
-Sí que eres apurada- rió acariciando su cabeza- quizás cuando Adam se recupere pueda acompañarnos, el conoce bien el lugar.
-Está bien, gracias Kasia- abrazándola.
-Tomen- apareció Patryk asustándolas- pequeño obsequio por acompañarme- sonrió.
-¡Dulces!- se alegro Lila.
-Yo iré adelante, apresurémonos- dijo antes de comenzar a caminar. Kasia y Lila se tomaron su tiempo ahí entretenidas con los dulces. No fue hasta que levantaron la vista para también comenzar a caminar cuando el peligro llegó.
-¡Tú!- se escucho- ¿eres judío?- Kasia tomo fuertemente la mano de Lila mientras observaba como aquellos dos uniformados se acercaban a su padre con paso veloz- por supuesto que lo eres-dijo- acabas de salir de aquel almacén.
-¿Qué rayos hace un maldito judío caminando por nuestra vereda?-pregunto el otro. Patryk fue arrojado al costado de la calle sin delicadeza alguna. Kasia tuvo que tapar su propia boca para callar la sorpresa, recordó a Lila y entonces la miro a su lado, las lagrimas habían comenzando a caer.
-Papi…
-Ven aquí, Lila- cargándola. Kasia comenzó a aumentar al paso, pronto pasarían al lado de aquellos dos, necesitaba llegar a la fábrica para informar lo que sucedía.
-Inmundo judío- lo escupió uno- vamos a enseñarte- comenzando a patearlo. La bolsa con el contenido de verduras comenzó a esparcirse por toda la vereda. Kasia observo la mirada de Patryk, y aunque aquello era demasiado duro, entendió. Ella debía seguir.
-Espero que con esto aprendas-continuo el otro.
Lila lloro en su hombro, casi en susurro pronuncio el nombre de su padre. Aquello no estaba bien, estaban lastimándolo, el no había hecho nada malo, y sin embargo ahí estaba, siendo golpeando sin oportunidad alguna de poder defenderse si quiera. Aquello podría costarle la vida.
Kasia llego agitada, con el cuerpo trémulo debido al miedo que sentía ahora mismo.
-¡Mamá!-grito con Lila en brazos- ¡Mamá! ¡¿Dónde estás?!-la llamo buscándola- ¡Mamá!
-¿Qué sucede?-apareció Adila- ¿Qué paso?-pregunto. Que Kasia gritara de aquella manera, no podía significar algo bueno.
-Tienen a papá-lloró- estábamos volviendo y… y… los alemanes, mamá.
-Oh santo Dios-tapando su boca- ¿Se lo han llevado?
-No lo sé-negó- ellos comenzaron a golpearlo de la nada- sollozó- el no hizo nada, mamá.
-Patryk- se lamento Adila- Eryk, debemos buscar a Eryk- dijo antes de correr. Kasia no dudo en seguirla. Las dos llegaron a la oficina de Eryk sin siquiera golpear, éste salto asustado por la interrupción.
-¿Qué sucede?-pregunto viéndolas agitadas y con lagrimas.
-Tienen a Patryk- informo Adila.
-¿Qué?- levantándose.
-Afuera de la fábrica, estábamos a poco de entrar cuando los alemanes comenzaron a golpearlo-dijo Kasia.
-Vamos- comento sin perder más tiempo- solo nosotros- dijo señalando a Adila. Kasia entendió aquello, y aunque sabía que iba a morirse de la preocupación por su padre, no podía arriesgar a la pequeña Lila a salir nuevamente.
-Papi- sollozo la pequeña.
-El estará bien Lila- la calmó Kasia- él lo estará.
Eryk y Adila llegaron a la entrada, encontrando rápidamente el cuerpo inerte de Patryk a un costado de la calle.
-Oh Patryk- murmuro Adila antes de ir a socorrerlo-¿Patryk?-pregunto a su lado.
-Hermano-dijo Eryk. Miro a su alrededor y no había nazis a la vista. Apenas un quejido fue lo que se escucho provenir de el- Patryk, trata de levantarte por favor. Debemos regresar a la fábrica.
-¿Puedes hacerlo?-pregunto Adila. El hombre apenas asintió, y sintiendo dolor en todo su cuerpo comenzando a levantarse lentamente.
-Las… niñas- apenas murmuro.
- Ellas están bien, hermano. Ahora debemos ponerte a salvo a ti también- Eryk lo ayudo a caminar desde su costado, mientras que Adila hacia lo propio desde el otro lado.
Ignorando los gestos de dolor y quejidos de Patryk, tanto Adila como Eryk caminaron rápidamente para estar seguros dentro de la fábrica. Era muy arriesgado ser vistos ahora, y más cuando posiblemente podrían regresar por Patryk en cualquier momento.
-¡Padre!- grito Kasia al verlo entrar.
-Estoy bien, Kasia- tocio.
-En aquel sofá- señalo Eryk. Lo llevaron hasta recostarlo y poder evaluar las posibles heridas- voy a llamar a un médico.
-Papi-corrió Lila hasta el- ¿estás bien?
-Estoy bien, pequeña. No te preocupes- apenas sonrió.
-¿Necesitas algo?-pregunto Adila.
-Agua- dijo soltando un quejido. Kasia llego junto a Lila y las lágrimas siguieron.
-Papá, yo…
-No hay nada que lamentar Kasia- la interrumpió- supongo que aun así si lo hubiera hecho solo, el resultado hubiera sido el mismo. Jamás me perdonaría que hayan sido ustedes y no yo. Escogería esto una y otra vez con tal de que sigan a salvo.
-Aquí tienes el agua- ofreciéndole.
-El médico llegara pronto- aviso Eryk- ¿hay algo que necesites?
-Tengo a mi familia completa sana y salva. No hay nada que pueda necesitar ahora, hermano-respondió.
En cuanto el médico llego, todos se apartaron para que pudiera examinar a Patryk tranquilo. Había recibido varios golpes, y aunque el aseguraba estar bien, nadie podía garantizarlo, ya que el hombre era buen fingidor. Seguramente no habían tenido reparo en dejarlo muerto ahí, pero por alguna razón, allí estaba.
-¿Y bien, doctor?-pregunto impaciente Adila.
-Afortunadamente no hay huesos rotos-respondió- tendrá molestias los siguientes días debidos a los golpes, pero nada que con calmantes y reposo no pase.
-Gracias al cielo-suspiró.
-Deben agradecer que tampoco ha sufrido golpes en la cabeza, aquello podría haber sido letal-observando a Patryk- aunque es un hombre fuerte, ha sido muy afortunado señor Borek. No todos pueden contar con esa misma suerte.
-Muchas gracias, doctor- dijo Kasia.
-No hay de que-dijo- y recuerden, debe reposar. Solo si no quiere sentir molestias.
-Acompáñeme doctor, tengo su paga aquí- señalo Eryk.
-Bien, con su permiso- dijo el hombre alejándose.
-Así que ya sabes, reposo absoluto- dijo Adila observándolo.
-Papi va a estar mejor- sonrió Lila.
Los siguientes días habían sido muy aburridos para Patryk, quien estaba quejándose todo el tiempo por no poder moverse. Tanto Adila como Kasia y Eryk, lo persuadían de que no hiciera fuerza alguna, así que aquel sofá su convirtió en su compañero. Aunque agradecía cuando la pequeña Lila se sentaba a su lado ya sea para jugar o simplemente hablar.
Había comenzado a caer la tarde aquel día, estaba toda la familia reunida. Las mujeres habían comenzando a preparar las cosas para la cena, ya que habían quedado en hacerlo todos juntos aquel día. Patryk apenas había comenzado a levantarse por su cuenta, estaba colocando los platos en la mesa cuando la puerta se abrió llamando la atención de todos. Cada uno allí había mirado al nuevo visitante, pero nadie se había atrevido a decir palabra ante lo que estaban viendo con sus propios ojos sin poder creerlo.
-¿Qué haces con ese uniforme, Adam?-pregunto estupefacto Eryk.
Polonia, Varsovia.
12 de noviembre de 1940.
-Eso es todo, vámonos- ordeno Rudolf.
Los demás asintieron y comenzaron su marcha de regreso. Lucy, una vez más, no había dicho palabra alguna. Y como también sabia, ya que aquello venia repitiéndose de hace tiempo, ni siquiera le dirigió una mirada a su padre. No soportaría ver sus brillosos ojos de orgullo, no cuando aquello era la causa de haber arrebatados vidas inocentes.
Después de aquella terrible primera vez, obviamente las cosas se habían repetido. Para la castaña no había peor dilema que aquel en el que estaba debatiéndose. Observo sus manos, pero ya no había el mismo peso de culpa ¿Qué estaba sucediéndole? ¿Qué habían hecho con ella? Ni siquiera los observaba a los ojos, no tenía el valor para aquello, pero si para golpear hasta la muerte. Sabía que aunque lavara sus manos hasta el ardor intenso, la mancha en su consciencia nunca seria borrada ¿pero por qué, justo ahora no había ningún pensamiento en su cabeza? ¿A caso existía la posibilidad de llegar a acostumbrarse a aquella monstruosidad? Aunque tenía que admitir que no pensando en nada, las cosas eran más llevaderas. Que se sintiera mal por sus actos, no los cambiaba en absolutamente nada. Las pesadillas lentamente comenzaban a abandonarla, ya no había gritos, ni ojos dolientes en sus recuerdos. Y no sabía si sentirse aliviada, o preocupada por eso.
El auto se detuvo finalmente y ella fue la primera en bajar. La temperatura había comenzado a bajar considerablemente, y sus ánimos aquella noche estaban acordes al clima. Descansa ahora, si es que podía, se veía muy tentador.
-Lucy ¿A dónde vas?-pregunto Paul detrás de ella- debemos celebrar esta noche.
-Lo siento padre, pero no hay mucho que deba celebrar esta noche-respondió. Escucho unos cortos pasos detrás suyo antes de sentir que era tomada del brazo.
-¿Qué no hay mucho para celebrar?-repitió Paul consternado- ¿es que no has aprendido nada durante todo este tiempo?
-¿Te refieres a lo que acabamos de hacer?-pregunto- es lo que me has enseñado todo este tiempo, y he cumplido con ello.
-Tú sabes muy bien a lo que me refiero-acercándose- no quieras volver a desafiarme.
-Creo que lo que yo piense de todo esto jamás ha sido de tu preocupación, ya que nunca me has permitido opinar si quiera, padre.
-Mira niña…
-¡Paul!-apareció Rudolf detrás de él- no es de mayor relevancia que asista con nosotros esta noche o no. Seguramente Lucy está cansada después de tanto ¿no es así?
-Así es- asintió.
-Entonces descansa-dijo- habrá más noches como estas.
-Gracias.
-Bien- asintió Paul soltándola finalmente. Había sido salvada, pero ella sabía que aquello no iba a terminar ahí.
-Buenas noches-la saludo Rudolf- ¡Heil Hitler!
-¡Heil Hitler!- repitió Lucy de la misma manera y luego se marcho.
-Está cumpliendo con lo suyo y lo hace muy bien-comento Rudolf viéndola alejarse- ¿Qué más quieres?-mirando a su amigo.
-Si ella tuviera el poder de decidir sobre esto, hace tiempo se hubiera marchado-contesto- y eso es algo que no debe pasar, nunca. Ella terminara disfrutándolo, lo sé.
-Obligándola de esa manera, déjame dudar-respondió- va a revelarse en tu contra si sigues así.
-¿Es que a caso eso ya no te ha sucedido a ti?-pregunto- obligada o no, al menos mi hija hace lo que debe.
-Te he dicho desde un principio que quiero llevar las cosas con calma. Yulia estará también al mando de todo esto, exactamente como lo he hecho yo, si necesidad de todo esto.
-Buena suerte entonces-riendo- ahora si me disculpas, tengo una celebración a la cual presentarme-dijo antes de marcharse. Rudolf se quedo unos instantes más pensando en lo que había escuchando. Yulia aun no mostraba ningún avance para con él, y sinceramente lo estaba viendo bastante difícil.
-Solo ten paciencia- se repitió.
Las horas siguieron pasando en aquella fría noche. Aunque Lucy hubiera querido descansar, el alboroto fuera no se lo permitió. Había salido a dar un paseo por los alrededores, pero se arrepintió rápidamente cuando observo la escena de los demás. Su padre estaba completamente borracho, vociferando cosas acerca de los judíos y siendo felicitado por los demás. La castaña alcanzo a ver como había tres mujeres entre ellos, aquello no iba a tener un buen final. Cuanta impotencia le daba eso.
Siguió acelerando su paso, ignorando las risas y las suplicas de las mujeres que lucían aterrorizadas. Se paro justo en frente de la puerta de la habitación de Yulia, hacia días que la visitaba, después de todo era la única que la comprendía allí, sabía muy bien que ella tampoco estaba durmiendo. Abrió la puerta sigilosamente y el pensamiento fue acertado. Yulia estaba de espaldas a ella, sentada sobre su cama. Se había pasado todos esos días en la habitación sin salir, negándose a hablar con los demás. Aunque el uniforme siempre estaba en ella. De todas formas no tenía otra cosa que ponerse.
-Lo has vuelto a hacer ¿cierto?-pregunto Yulia desde su sitio.
-¿Hacer qué?-pregunto Lucy.
-Asesinar gente- respondió levantándose- gente inocente- mirándola.
-¿Tú…?
-Lo sé todo, Lucy-la interrumpió- Nicole me ha contado lo que hacen ¿Qué sucedió con todas las cosas que me decías? La manera en la que detestabas esto ¿tú también cambiaste?
-¡No!-protesto- Yulia, tú sabes…
-¡Puedes negarte Lucy! Mírame a mí. No puedo creer en lo que te has convertido-negando.
-Tú simplemente estas aquí encerrada, no tienes ni idea de lo que me sucedería si me niego.
-¿Sería algo mucho peor que las cosas que le hacen a las personas de allí afuera?
-Yulia tu sabes cómo es esto-dijo- tarde o temprano tu tampoco tendrás mas alternativa.
-¡Pero al menos estoy haciendo lo posible para retrasarlo! ¿Cómo pudiste Lucy?
-Yulia, debes comprenderme, por favor. Nuestra posición…
-Vete Lucy-la interrumpió- vete, por favor.
-¿Qué?
-Quiero que te vayas-pidió- y ya no vuelvas a visitarme, por favor.
-Yulia, no puedes hacerme esto- se lamento. Aunque la situación era complicada, Yulia era la única persona de su edad con la que podía hablar libremente.
-Sí que puedo-contradijo- no quiero estar cerca de alguien que tiene sus manos manchadas de sangre- dijo sin miramientos. Aquello fue suficiente para enmudecer a Lucy. El golpe de sus palabras le dio justo donde más le dolía.
-Está bien- asintió pesadamente- no volveré a molestarte- dirigiéndose a la puerta- solo espero que no sea demasiado duro para ti, como lo fue para mí-dijo antes de marcharse.
Yulia se encontró nuevamente sola, esta vez siendo consciente del significado de aquello. Ahora solo estaba ella, pensaba, mientras la puerta volvía a abrirse para tener otro visitante.
* * * * *
Lucy camino lentamente por el pasillo, con el dolor y las palabras acusadoras repitiéndose en su cabeza. Yulia tenía razón, algo podría haber hecho, pero simplemente se doblego con unos azotes. Quizás también podría haberse revelado de aquella manera, haber escapado lejos cuando aquello comenzó, o tal vez simplemente… algo la detuvo. Había un hombre balbuceando en el suelo con una botella en su mano. Comenzó a acercarse lentamente para notar que no era nadie más ni menos que su padre, Paul.
-¿Es así como pasas tu famosa celebración?-pregunto mirándolo detenidamente. Paul levanto la vista trabajosamente.
-¿Lucy?
-Así es.
-Lucy-sonrió- Lucy, Lucy, Lucy- levantando su botella- mi querida Lucy, mi hija.
-Esto es nuevo- dijo levantando una ceja.
-Festejemos hija mía- dijo- festejemos juntos.
-Creo recordar haberte dicho que yo no tengo nada que celebrar, padre.
-Si… por supuesto que sí-riendo- ¿sabes cuál es tu maldito problema?-pregunto tambaleándose al levantarse- tu no aceptas-señalándola- tu no aceptas que en el fondo lo disfrutas.
-Eso no… eso no es cierto-respondió- estas borracho, mírate nada mas ¿es así como quieres lograr respeto?
-¿Lo ves?-pregunto riendo- ahí está. Ese es el pensamiento que buscaba.
-No sabes lo que dices. Hasta mañana-pasando por su lado.
-Ven aquí-abrazándola- no sabes lo orgulloso que estoy de ti. Me has sorprendido Lucy, sinceramente creí que ibas a causarme los mismos problemas que Yulia le causa a Rudolf. Pero no fue así ¿y sabes lo que eso significa?
-No hay ningún significado en eso-alejándose.
-¡Claro que sí!-grito- ¡Claro que si lo hay!- Paul quiso seguirla, pero cayó en el intento. Había querido pararse, pero estaba costándole más de lo que pensaba. Lucy lo observo conservando la distancia ¿simplemente debía marcharse o tendría que ayudarlo?
* * * * *
-¡¿Cuántas veces tengo que decirte que ya no quiero verte?!- dijo Yulia.
-Yulia, te he dado todo este tiempo para que pensaras. Además, tampoco voy a permitirte que sigas contestándome de esa manera.
-¡Pues no me importa! Porque ya te he dicho miles de veces que no quiero verte. Detesto tu presencia, Rudolf. Ya no quiero verte.
-Yulia…
-Me trajiste a este infierno con mentiras-dijo- ¿Es eso lo que pretendes que también haga? Yo no hare lo mismo que Lucy hace, están locos.
-Debes escucharme, eso es…
-¡No no quiero hacerlo!-tapándose los oídos- ya no quiero oírte.
-¡Yulia!
-¡Solo quiero que te vayas!
-¡Yulia!
-¡Te odio Rudolf! ¡Tú ya no eres mi padre!
-¡Escúchame! ¡Quieras o no sigues siendo mi hija!
-¡No!-grito- ¡No soy tu hija! ¡Te odio!
-¡Debe escucharme!
-¡No soy hija de un maldito asesino!
-¡Cállate maldita sea!-exploto abofeteándola. Yulia quedo estática en su sitio, con el rostro girado debido al golpe. Rudolf ni siquiera lo había pensando- Yulia…yo…
-Me golpeaste-murmuro. La mejilla le ardía y podía sentir el latido de su carne- me has pegado.
-Lo siento, ni siquiera lo pensé, yo…
-No te acerques-alejándose- ni siquiera te atrevas a acercarte a mi…
-Yulia…-suspirando- no fue mi intención.
-Pero lo has hecho-dijo. Las lagrimas no tardaron un segundo más en aparecer-me… pegaste.
-Lo siento tanto.
-Vete-pidió- quiero que te vayas ahora mismo-dijo- ¿es así como será esto?- Rudolf negó- vete, si no quieres ganarte también mi desprecio- Rudolf quería quedarse, pedirle disculpas y hablar, pero aquello era imposible ahora. Había perdido la calma.
-Perdóname, Yulia-dijo por última vez para marcharse.
Yulia perdió la noción de cuánto tiempo se había pasado allí llorando. Aunque seguir de aquella manera, no iba a cambiarle las cosas. Se acerco hasta la puerta para comprobar que estaba abierta, necesitaba hacer algo al respecto. Ahora.
Había andado por todo el sitio, cuando se topo con el exterior. Observo a dos hombres más adelante, decidió esconderse y esperar. El cuerpo le temblaba debido al frio, pero estaba segura que aquello le daría alguna idea.
-Maldita sea, todos adentro celebrando y nosotros aquí como idiotas- escucho quejarse a un hombre.
-Solo aguanta hasta la medianoche, luego podrás divertirte- contesto el otro.
-¿El que parte directo a Berlín?-pregunto.
-Así es.
-Está bien-asintió- hasta la medianoche será- ahí estaba su boleto a casa. Yulia sonrió, la paciencia era buena.
* * * * *
Lucy arrojo a Paul sobre su cama sin ninguna delicadeza. Aquello no le importaba y dudaba que su padre lo recordara al día siguiente.
-Buenas… buenas noches, hija- lo escucho susurrar. Ella simplemente lo observo desde su sitio, fue cuestión de segundos para que Paul quedara completamente inconsciente. Fue hasta la puerta y se giro cuando escucho a su padre decir algo-Lucy…- repitió. Ella simplemente salió de ahí sin decir una palabra.
Lucy decidió caminar unos minutos más, hasta que se topo con una oficina vacía. Estaba concentrada mirando por la ventana cuando el ruido de la puerta la alarmo.
-Lo siento. Espero no haberte asustado-dijo Nicole entrando- te vi entrar aquí y me sorprendí.
-No fue nada-contesto- simplemente estaba pasando por aquí, pero ya me iba.
-¿No puedes dormir a caso?-interponiéndose en su camino.
-Así es. Pero voy a intentarlo ahora.
-¿Ya?-pregunto- aun están todos celebrando, no te he visto.
-Eso es porque no he ido-dijo- no tenía nada que hacer ahí.
-Nada que hacer ¿eh?-pregunto riendo- Por favor, Lucy, no me digas que ahora harás como Yulia. Justo cuando comenzabas a agradarme- dijo. Solo en ese momento la castaña recordó algo.
-¿Por qué se lo has dicho?
-¿Decirle que?
-A Yulia. Se lo has contado todo.
-Pues alguien tenía que hacerlo-levantando sus hombros- Rudolf al parecer se ha olvidado de esos detalles. Aunque no lo culpo, ha estado ocupado.
-No tenías porque decirle.
-¿No?-sorprendida- Pues ya lo he hecho. Además, Yulia me aburre demasiado ahora. Tengo días de no pasarla a saludar, supongo que a ti no te ha ido bien con eso.
-Me ha pedido que ya no la vuelva a visitar.
-Qué triste-se lamento- pero no te preocupes, solo será cuestión de tiempo para que cambie de parecer- la rodeo- supongo que no te ha hecho gracia eso.
-Es la única persona de mi edad con la que puedo tratar aquí.
-Eso debe ponerte muy tensa- tocando sus hombros- pero no te preocupes, las cosas van a cambiar- comenzó a masajearla.
-Eso lo veremos-dijo- Nicole, discúlpame, pero yo…
-¿Por qué huyes de mi, Lucy?-acercándola- no me digas que me tienes miedo-riendo.
-No, no eso.
-¿Entonces?-pregunto en su oído. Nicole la soltó y Lucy giro para mirarla de frente.
-Debo levantarme temprano mañana. Hay cosas por hacer.
-¿A caso no has visto la fiesta de allí?-pregunto- nadie estará vivo mañana por la mañana-acercándose- si es por aprender, yo puedo enseñarte muchas cosas Lucy. Solo debes pedírmelo- Nicole acaricio su labio con el pulgar. Fue acercándose lentamente a la castaña, esta ni siquiera se movía de su sitio, así que Nicole estuvo segura que no iba a recibir ningún tipo de rechazo. Estaba a pocos centímetros de su rostro cuando un alboroto en el pasillo la detuvo.
-¿Qué es eso?-pregunto Lucy recomponiéndose.
-No lo sé, pero se escuchan preocupados- contesto Nicole. Las dos salieron para ver a los hombres correr- Oye ¿Qué sucede?-le pregunto a uno al pasar.
-Un problema en el distrito-fue todo lo que contesto.
* * * * *
Yulia se abrazo a si misma temblando. Los eternos minutos esperando bajo el clima frio estaban comenzando a hacerse notar en su cuerpo. El tren hacia tiempo había comenzando a hacerse escuchar y aquello tenía a su corazón latiendo de la emoción. Solo necesitaba el momento adecuado para poder meterse en el. Estuvo en su sitio un rato mas hasta que observo a un tercer hombre aparecer, comenzó a hablar con los demás, ni siquiera pudo escuchar debido al ruido de la locomotora, pero la sorpresa no termino ahí cuando vio a los tres hombres meterse dentro. Era ahora o nunca. Yulia corrió lo más rápido que pudo y se metió al tren. Afortunadamente no había nadie que pudiera verla.
Decidió esconderse en una esquina oscura aprovechando el camuflaje. Ni siquiera se había atrevido a mover en todo el tiempo que tardo el tren en comenzar su marcha. Solo en ese momento se permitió relajarse. Al fin lo había conseguido. Ahora estaba lejos de aquella gente. Lejos de Rudolf. Y sobre todo, lejos de toda aquella locura.
Kano chan: Eso solamente el tiempo dirá, eso es bueno para analizar. Hay crudeza en la misma, ya que esto no es algo color de rosas, esa es la intención de eso. Mostrar realmente lo relevante de esto y no siempre llegar a la misma cosa repetitiva. Saludos.
Jemmaling:ajajaj bueno, viendo que ya está aceptado el permiso, avanzo tranquila. Me da gusto leer eso, que bueno que alguien tiene en cuenta todas sus protagonistas, que esta vez no son solo dos, todas son importantes por igual y cada una tiene su papel. Voy a esperar impaciente entonces cada respuesta tuya, siempre y cuando se analice como corresponde. Verdaderamente es algo que vale la pena para ver como iran cambiando las cosas para la vida de cada chica, como ya ha sido el caso que notaste de Lucy. Eso es el comienzo. Saludos y que andes bien!
Zanini-volk:Muchisimas gracias, realmente es lindo saber eso. La verdad que la historia se presta perfecto para este tipo de cosas. Espero que te siga gustando. Saludos!
ECLIPSE LUNAR:Te doy la bienvenida entonces y te agradezco el hecho de que te hayas puesto a leerla. La verdad que la historia no será repetitiva en ese sentido, ya que da para mucho, mas teniendo en cuenta que no solo hay dos protagonistas, la verdad que es bueno que te des la oportunidad. Dejo mas a ver qué tal te parece. Saludos!
Alemania, Berlín.
2 de noviembre de 1940
Solamente era el ruido de las maquinas del exterior el único sonido que podía apreciarse en aquella sala. Toda la familia Borek estaba sumida en profunda preocupación. El hecho de que Eryk no apareciera durante toda la noche, luego de que se lo hubieran llevado, tenía a más de uno consumido con inquietud.
Toda clase de pensamientos merodeaban en aquellas mentes intranquilas, todo tipo de posibilidades, y tristemente, ninguna era positiva. Aunque no era para menos.
-Seguramente ellos ya lo saben- decidió romper el silencio Patryk- el que estemos aquí- mirándolos. La culpa podía demasiado con el ahora mismo. Jamás podría perdonarse que su hermano sufriera las consecuencias por ocultarlo ahí.
-Debemos ser positivos, Patryk- menciono la esposa de Eryk- además de realistas, claro está. Porque si ese fuera el caso, ellos ya hubieran investigado la fabrica por completo. Nunca se detendrían a una oportunidad como esa.
-Tiene razón- secundo Adila- simplemente han dicho que querían hacerle algunas preguntas ¿verdad?- observando a la rubia.
-Así es.
-¿Y eso puede tomarles toda una noche?-pregunto Patryk- si algo llega a sucederle, yo…- apretando sus puños.
-Oigan, escuchen- intervino Adam. El sonido de un auto se escucho justo en la entrada. Habían sido eternos los minutos que esperaron para tener una respuesta ante aquello. Nadie se atrevía a si quiera mirar por la ventana, nadie estaba preparado para portar la decepción y trasmitirla si aquello no era lo que todos esperaban. El sonido de llaves se escucho para segundos después mostrar la aparición de un Eryk evidentemente cansado.
-Eryk- murmuro Patryk levantándose.
-Padre…
-Amor-corrió su esposa hacia el- ¿está todo bien?- pregunto observándolo detenidamente. No había golpes esperados, no de manera visible.
-Estoy bien, no deben preocuparse- aclaro. Estaba ya rodeado por todos allí, entendía la preocupación de cada uno.
-¿Por qué te detuvieron toda la noche, padre?
-Ya saben, simplemente preguntas- comenzó a caminar- y santos cielos, si que se han tomado su tiempo. Supongo que no ha sido del todo coincidencia.
-¿Qué quieres decir?-pregunto su esposa. Eryk cargo un vaso de agua y se tomo su tiempo para responder.
-El hecho de tenerme toda una noche, no ha sido simplemente casualidad- respondió- cuanto lo necesitaba- señalando el agua. Aquello le dio una idea a todos de la clase de atenciones que había recibido.
-¿A qué te refieres con que nada fue por casualidad?-pregunto Patryk sin aun entender.
-Ellos querían intimidarme- revelo- no soy un blanco para ellos, eso está claro, pero tienen sus sospechas.
-Sospechas- repitió murmurando Adila.
-Pero nada de qué preocuparse- se adelantó- quizás también solo lo hicieron para que confesara algo, la verdad no puedo saberlo. Lo que sí ha quedado claro, es que ellos piensan que tengo información, ustedes entienden.
-¿Qué clase de información?-pregunto su esposa.
-Información de donde podrían ocultarse los judíos aquí- respondió.
-Creí que ellos…-la voz de Patryk se apago.
-No sospechan de mi en ese sentido- dijo- pero de alguna manera si en estar involucrado en esas cosas. Tengo entendido que han descubierto a alemanes hacerlo, eso es una vil traición para ellos. Cualquiera que lo haga, así este apoyándolos, recibiría un castigo. Uno severo, obviamente.
-Patryk…- murmuro Adila a su lado.
-Yo… ¿crees que ellos algún día vuelvan aquí, al menos para quitarse la duda?- pregunto. Eryk se detuvo frente a su hermano, mirándolo directamente a los ojos.
-En ningún otro sitio estarán más seguros que aquí, lo sabes hermano- colocando una mano en su hombro- y no te preocupes por eso, les he dicho lo que querían escuchar para dejarlos conformes. Si me han creído o no, no lo supieron demostrar, pero no creo que se atrevan a más. Saben que conozco gente importante.
-¿Y qué clase de garantía nos da eso?
-Adila…
-Entiendo tu preocupación Adila, pero debes estar tranquila ahora-respondió- y si por alguna razón, que dudo que pueda pasar, necesitan irse de aquí, créanme, tengo gente de confianza que no dudaría en ayudarlos.
-Mami- llamo la pequeña Lila para arrojarse a los brazos de su madre, quien no dudo en cargarla.
-Ahora, por favor, almorcemos en paz. Disfrutemos de esta familia unida- sonrió Eryk. Los demás decidieron seguirlo, ya no tenía sentido seguir alargando aquella conversación, de todas formas solo era una sensación amarga la que dejaba.
Patryk hubiera querido estar tranquilo después de las palabras de su hermano, pero era inevitable no estarlo. Estaba tan seguro de eso, así como no dudaría en decir que no era el único que aun tenía sus dudas. Eryk no había dado demasiados detalles acerca de las preguntas y eso lo dejaba aun mas intrigado, aunque también podía aprovechar la oportunidad cuando estuvieran a solas. Después de todo, lo habían tenido toda una noche, también existía la posibilidad de que solo lo hayan hecho esperar la mayor parte del tiempo.
Aquel era un detalle que quedaría pendiente, pero Eryk era una persona conocida y respetada, y si los nazis habían sospechado de él, aquello no podía significar buenas noticias. El castigo sería inevitable para aquellos que guarden información o tuvieran algo que ver en proteger a gente como ellos, y ni siquiera Eryk estaba exento de eso ¿y si a caso ellos decidieran buscar más información? Después de todo era también polaco ¿y si descubrían que tenía un hermano? Se pregunto con temor, que además, estaba casado. Y sin más ni menos que con una judía, con quien tenía dos inocentes hijas.
Si Eryk estaba poderosamente bajos sospechas, el no dudaba que pronto aquella información llegara a sus manos. Y solo Dios sabría qué sería de toda la familia entera.
Luego de aquel ultimo susto, llegaron días enteros de paz. La familia Borek estaba, indudablemente, disfrutando de aquello. Tanto así, que podían sentir la libertad durante el día. Eryk le había conseguido tanto a su hermano, como a Adila, un certificado de trabajo, para que así pudieran salir con total tranquilidad.
-¿Y por qué no puedo ir contigo?-protesto Lila.
-Lila, ya no insistas. Te he dicho que no- respondió su padre.
-Solo quiero ver la plaza, papi.
-¿Y qué sentido tiene solo verla?-pregunto- ni siquiera podemos ir a sentarnos allí, nada.
-¿Qué sucede aquí?-pregunto Kasia apareciendo- ¿Por qué esta gritando Lila?
-Convence a tu hermana que es una locura salir, de todas formas no tardare demasiado.
-¿A dónde vas?
-A comprar algunas cosas-respondió- tu madre insiste en preparar algo especial, pero nos faltan verduras- informo. Adam había enfermado hace días y por eso prefería estar en su casa, su madre era quien estaba cuidándolo.
-Y supongo que Lila quiere ir contigo ¿cierto?
-Sí, pero él no quiere que vaya con el- respondió la niña decepcionada.
-Sera un viaje corto Lila, veras que regresare pronto ¿quieres algo en especial?- decidió probar con algo mas incentivador. La pequeña rubia simplemente se cruzo de brazos.
-Ella no va a rendirse- rió Kasia- ¿Qué te parece si te acompaño también?
-Kasia…
-Por favor.
-Es una locura-negó- regresaré pronto.
-Papi, por favor- se sumo Lila. Patryk estaba completamente desarmado, Adila no podía venir en su defensa, la mujer estaba quien sabe donde ¿Qué hacer en esa situación? El almacén quedaba cerca, pero era demasiado arriesgado.
-Hijas…
-Tú lo has dicho, no queda lejos ¿Qué tanto podemos tardar?- insistió Kasia. Ella también estaba anhelando la verdadera libertad del exterior, y no simplemente la parte trasera de la fábrica. Patryk termino asintiendo con toda la pesadez y un suspiro que revelo lo locura de aquello.
-Quítate el distintivo- ordeno a Kasia cuando ésta estaba colocándoselo.
-Pero tú lo tienes puesto- señaló.
-Lo sé, pero quiero que te lo quites- dijo antes de marcharse. Kasia quedo confundida por aquello, pero aun así decidió quitárselo.
Patryk sabía que estaba más que arriesgando a su hija al desobedecer aquello, si por alguna razón eran detenidos y descubrían que Kasia no era alemana, sabía que la represaría seria aun peor. Aquello lo hizo temblar por completo.
Las dos rubias venían a una distancia prudente detrás de él, seguramente marchando de aquella manera serian menos sospechosos, aunque podrían ser simplemente una familia normal que iba de compras. Aquello sí que era una locura. Eso eran, aunque no visto de la misma manera para los demás.
-Que bueno es ver las cosas desde aquí- suspiro Kasia mientras miraba todo a su alrededor. Patryk hacía tiempo había llegado al almacén que era especial para personas como él, y como ya lo habían hablado, ellas esperaron afuera.
-¿No podemos ir?-pregunto una vez más Lila señalando la plaza.
-Sabes que no- respondió Kasia observando su decepción- ¿pero sabes? Podemos crear nuestro propio lugar en la fábrica.
-Pero allí no tenemos nada- protesto la pequeña rubia.
-Bueno, siempre podemos visitar la casa abandonada que nos enseño Adam aquella vez ¿recuerdas? Seguramente encontraremos muchas cosas con las cuales divertirnos.
-¡Sí!-salto con alegría- ¿podemos ir hoy?
-Sí que eres apurada- rió acariciando su cabeza- quizás cuando Adam se recupere pueda acompañarnos, el conoce bien el lugar.
-Está bien, gracias Kasia- abrazándola.
-Tomen- apareció Patryk asustándolas- pequeño obsequio por acompañarme- sonrió.
-¡Dulces!- se alegro Lila.
-Yo iré adelante, apresurémonos- dijo antes de comenzar a caminar. Kasia y Lila se tomaron su tiempo ahí entretenidas con los dulces. No fue hasta que levantaron la vista para también comenzar a caminar cuando el peligro llegó.
-¡Tú!- se escucho- ¿eres judío?- Kasia tomo fuertemente la mano de Lila mientras observaba como aquellos dos uniformados se acercaban a su padre con paso veloz- por supuesto que lo eres-dijo- acabas de salir de aquel almacén.
-¿Qué rayos hace un maldito judío caminando por nuestra vereda?-pregunto el otro. Patryk fue arrojado al costado de la calle sin delicadeza alguna. Kasia tuvo que tapar su propia boca para callar la sorpresa, recordó a Lila y entonces la miro a su lado, las lagrimas habían comenzando a caer.
-Papi…
-Ven aquí, Lila- cargándola. Kasia comenzó a aumentar al paso, pronto pasarían al lado de aquellos dos, necesitaba llegar a la fábrica para informar lo que sucedía.
-Inmundo judío- lo escupió uno- vamos a enseñarte- comenzando a patearlo. La bolsa con el contenido de verduras comenzó a esparcirse por toda la vereda. Kasia observo la mirada de Patryk, y aunque aquello era demasiado duro, entendió. Ella debía seguir.
-Espero que con esto aprendas-continuo el otro.
Lila lloro en su hombro, casi en susurro pronuncio el nombre de su padre. Aquello no estaba bien, estaban lastimándolo, el no había hecho nada malo, y sin embargo ahí estaba, siendo golpeando sin oportunidad alguna de poder defenderse si quiera. Aquello podría costarle la vida.
Kasia llego agitada, con el cuerpo trémulo debido al miedo que sentía ahora mismo.
-¡Mamá!-grito con Lila en brazos- ¡Mamá! ¡¿Dónde estás?!-la llamo buscándola- ¡Mamá!
-¿Qué sucede?-apareció Adila- ¿Qué paso?-pregunto. Que Kasia gritara de aquella manera, no podía significar algo bueno.
-Tienen a papá-lloró- estábamos volviendo y… y… los alemanes, mamá.
-Oh santo Dios-tapando su boca- ¿Se lo han llevado?
-No lo sé-negó- ellos comenzaron a golpearlo de la nada- sollozó- el no hizo nada, mamá.
-Patryk- se lamento Adila- Eryk, debemos buscar a Eryk- dijo antes de correr. Kasia no dudo en seguirla. Las dos llegaron a la oficina de Eryk sin siquiera golpear, éste salto asustado por la interrupción.
-¿Qué sucede?-pregunto viéndolas agitadas y con lagrimas.
-Tienen a Patryk- informo Adila.
-¿Qué?- levantándose.
-Afuera de la fábrica, estábamos a poco de entrar cuando los alemanes comenzaron a golpearlo-dijo Kasia.
-Vamos- comento sin perder más tiempo- solo nosotros- dijo señalando a Adila. Kasia entendió aquello, y aunque sabía que iba a morirse de la preocupación por su padre, no podía arriesgar a la pequeña Lila a salir nuevamente.
-Papi- sollozo la pequeña.
-El estará bien Lila- la calmó Kasia- él lo estará.
Eryk y Adila llegaron a la entrada, encontrando rápidamente el cuerpo inerte de Patryk a un costado de la calle.
-Oh Patryk- murmuro Adila antes de ir a socorrerlo-¿Patryk?-pregunto a su lado.
-Hermano-dijo Eryk. Miro a su alrededor y no había nazis a la vista. Apenas un quejido fue lo que se escucho provenir de el- Patryk, trata de levantarte por favor. Debemos regresar a la fábrica.
-¿Puedes hacerlo?-pregunto Adila. El hombre apenas asintió, y sintiendo dolor en todo su cuerpo comenzando a levantarse lentamente.
-Las… niñas- apenas murmuro.
- Ellas están bien, hermano. Ahora debemos ponerte a salvo a ti también- Eryk lo ayudo a caminar desde su costado, mientras que Adila hacia lo propio desde el otro lado.
Ignorando los gestos de dolor y quejidos de Patryk, tanto Adila como Eryk caminaron rápidamente para estar seguros dentro de la fábrica. Era muy arriesgado ser vistos ahora, y más cuando posiblemente podrían regresar por Patryk en cualquier momento.
-¡Padre!- grito Kasia al verlo entrar.
-Estoy bien, Kasia- tocio.
-En aquel sofá- señalo Eryk. Lo llevaron hasta recostarlo y poder evaluar las posibles heridas- voy a llamar a un médico.
-Papi-corrió Lila hasta el- ¿estás bien?
-Estoy bien, pequeña. No te preocupes- apenas sonrió.
-¿Necesitas algo?-pregunto Adila.
-Agua- dijo soltando un quejido. Kasia llego junto a Lila y las lágrimas siguieron.
-Papá, yo…
-No hay nada que lamentar Kasia- la interrumpió- supongo que aun así si lo hubiera hecho solo, el resultado hubiera sido el mismo. Jamás me perdonaría que hayan sido ustedes y no yo. Escogería esto una y otra vez con tal de que sigan a salvo.
-Aquí tienes el agua- ofreciéndole.
-El médico llegara pronto- aviso Eryk- ¿hay algo que necesites?
-Tengo a mi familia completa sana y salva. No hay nada que pueda necesitar ahora, hermano-respondió.
En cuanto el médico llego, todos se apartaron para que pudiera examinar a Patryk tranquilo. Había recibido varios golpes, y aunque el aseguraba estar bien, nadie podía garantizarlo, ya que el hombre era buen fingidor. Seguramente no habían tenido reparo en dejarlo muerto ahí, pero por alguna razón, allí estaba.
-¿Y bien, doctor?-pregunto impaciente Adila.
-Afortunadamente no hay huesos rotos-respondió- tendrá molestias los siguientes días debidos a los golpes, pero nada que con calmantes y reposo no pase.
-Gracias al cielo-suspiró.
-Deben agradecer que tampoco ha sufrido golpes en la cabeza, aquello podría haber sido letal-observando a Patryk- aunque es un hombre fuerte, ha sido muy afortunado señor Borek. No todos pueden contar con esa misma suerte.
-Muchas gracias, doctor- dijo Kasia.
-No hay de que-dijo- y recuerden, debe reposar. Solo si no quiere sentir molestias.
-Acompáñeme doctor, tengo su paga aquí- señalo Eryk.
-Bien, con su permiso- dijo el hombre alejándose.
-Así que ya sabes, reposo absoluto- dijo Adila observándolo.
-Papi va a estar mejor- sonrió Lila.
Los siguientes días habían sido muy aburridos para Patryk, quien estaba quejándose todo el tiempo por no poder moverse. Tanto Adila como Kasia y Eryk, lo persuadían de que no hiciera fuerza alguna, así que aquel sofá su convirtió en su compañero. Aunque agradecía cuando la pequeña Lila se sentaba a su lado ya sea para jugar o simplemente hablar.
Había comenzado a caer la tarde aquel día, estaba toda la familia reunida. Las mujeres habían comenzando a preparar las cosas para la cena, ya que habían quedado en hacerlo todos juntos aquel día. Patryk apenas había comenzado a levantarse por su cuenta, estaba colocando los platos en la mesa cuando la puerta se abrió llamando la atención de todos. Cada uno allí había mirado al nuevo visitante, pero nadie se había atrevido a decir palabra ante lo que estaban viendo con sus propios ojos sin poder creerlo.
-¿Qué haces con ese uniforme, Adam?-pregunto estupefacto Eryk.
Polonia, Varsovia.
12 de noviembre de 1940.
-Eso es todo, vámonos- ordeno Rudolf.
Los demás asintieron y comenzaron su marcha de regreso. Lucy, una vez más, no había dicho palabra alguna. Y como también sabia, ya que aquello venia repitiéndose de hace tiempo, ni siquiera le dirigió una mirada a su padre. No soportaría ver sus brillosos ojos de orgullo, no cuando aquello era la causa de haber arrebatados vidas inocentes.
Después de aquella terrible primera vez, obviamente las cosas se habían repetido. Para la castaña no había peor dilema que aquel en el que estaba debatiéndose. Observo sus manos, pero ya no había el mismo peso de culpa ¿Qué estaba sucediéndole? ¿Qué habían hecho con ella? Ni siquiera los observaba a los ojos, no tenía el valor para aquello, pero si para golpear hasta la muerte. Sabía que aunque lavara sus manos hasta el ardor intenso, la mancha en su consciencia nunca seria borrada ¿pero por qué, justo ahora no había ningún pensamiento en su cabeza? ¿A caso existía la posibilidad de llegar a acostumbrarse a aquella monstruosidad? Aunque tenía que admitir que no pensando en nada, las cosas eran más llevaderas. Que se sintiera mal por sus actos, no los cambiaba en absolutamente nada. Las pesadillas lentamente comenzaban a abandonarla, ya no había gritos, ni ojos dolientes en sus recuerdos. Y no sabía si sentirse aliviada, o preocupada por eso.
El auto se detuvo finalmente y ella fue la primera en bajar. La temperatura había comenzado a bajar considerablemente, y sus ánimos aquella noche estaban acordes al clima. Descansa ahora, si es que podía, se veía muy tentador.
-Lucy ¿A dónde vas?-pregunto Paul detrás de ella- debemos celebrar esta noche.
-Lo siento padre, pero no hay mucho que deba celebrar esta noche-respondió. Escucho unos cortos pasos detrás suyo antes de sentir que era tomada del brazo.
-¿Qué no hay mucho para celebrar?-repitió Paul consternado- ¿es que no has aprendido nada durante todo este tiempo?
-¿Te refieres a lo que acabamos de hacer?-pregunto- es lo que me has enseñado todo este tiempo, y he cumplido con ello.
-Tú sabes muy bien a lo que me refiero-acercándose- no quieras volver a desafiarme.
-Creo que lo que yo piense de todo esto jamás ha sido de tu preocupación, ya que nunca me has permitido opinar si quiera, padre.
-Mira niña…
-¡Paul!-apareció Rudolf detrás de él- no es de mayor relevancia que asista con nosotros esta noche o no. Seguramente Lucy está cansada después de tanto ¿no es así?
-Así es- asintió.
-Entonces descansa-dijo- habrá más noches como estas.
-Gracias.
-Bien- asintió Paul soltándola finalmente. Había sido salvada, pero ella sabía que aquello no iba a terminar ahí.
-Buenas noches-la saludo Rudolf- ¡Heil Hitler!
-¡Heil Hitler!- repitió Lucy de la misma manera y luego se marcho.
-Está cumpliendo con lo suyo y lo hace muy bien-comento Rudolf viéndola alejarse- ¿Qué más quieres?-mirando a su amigo.
-Si ella tuviera el poder de decidir sobre esto, hace tiempo se hubiera marchado-contesto- y eso es algo que no debe pasar, nunca. Ella terminara disfrutándolo, lo sé.
-Obligándola de esa manera, déjame dudar-respondió- va a revelarse en tu contra si sigues así.
-¿Es que a caso eso ya no te ha sucedido a ti?-pregunto- obligada o no, al menos mi hija hace lo que debe.
-Te he dicho desde un principio que quiero llevar las cosas con calma. Yulia estará también al mando de todo esto, exactamente como lo he hecho yo, si necesidad de todo esto.
-Buena suerte entonces-riendo- ahora si me disculpas, tengo una celebración a la cual presentarme-dijo antes de marcharse. Rudolf se quedo unos instantes más pensando en lo que había escuchando. Yulia aun no mostraba ningún avance para con él, y sinceramente lo estaba viendo bastante difícil.
-Solo ten paciencia- se repitió.
Las horas siguieron pasando en aquella fría noche. Aunque Lucy hubiera querido descansar, el alboroto fuera no se lo permitió. Había salido a dar un paseo por los alrededores, pero se arrepintió rápidamente cuando observo la escena de los demás. Su padre estaba completamente borracho, vociferando cosas acerca de los judíos y siendo felicitado por los demás. La castaña alcanzo a ver como había tres mujeres entre ellos, aquello no iba a tener un buen final. Cuanta impotencia le daba eso.
Siguió acelerando su paso, ignorando las risas y las suplicas de las mujeres que lucían aterrorizadas. Se paro justo en frente de la puerta de la habitación de Yulia, hacia días que la visitaba, después de todo era la única que la comprendía allí, sabía muy bien que ella tampoco estaba durmiendo. Abrió la puerta sigilosamente y el pensamiento fue acertado. Yulia estaba de espaldas a ella, sentada sobre su cama. Se había pasado todos esos días en la habitación sin salir, negándose a hablar con los demás. Aunque el uniforme siempre estaba en ella. De todas formas no tenía otra cosa que ponerse.
-Lo has vuelto a hacer ¿cierto?-pregunto Yulia desde su sitio.
-¿Hacer qué?-pregunto Lucy.
-Asesinar gente- respondió levantándose- gente inocente- mirándola.
-¿Tú…?
-Lo sé todo, Lucy-la interrumpió- Nicole me ha contado lo que hacen ¿Qué sucedió con todas las cosas que me decías? La manera en la que detestabas esto ¿tú también cambiaste?
-¡No!-protesto- Yulia, tú sabes…
-¡Puedes negarte Lucy! Mírame a mí. No puedo creer en lo que te has convertido-negando.
-Tú simplemente estas aquí encerrada, no tienes ni idea de lo que me sucedería si me niego.
-¿Sería algo mucho peor que las cosas que le hacen a las personas de allí afuera?
-Yulia tu sabes cómo es esto-dijo- tarde o temprano tu tampoco tendrás mas alternativa.
-¡Pero al menos estoy haciendo lo posible para retrasarlo! ¿Cómo pudiste Lucy?
-Yulia, debes comprenderme, por favor. Nuestra posición…
-Vete Lucy-la interrumpió- vete, por favor.
-¿Qué?
-Quiero que te vayas-pidió- y ya no vuelvas a visitarme, por favor.
-Yulia, no puedes hacerme esto- se lamento. Aunque la situación era complicada, Yulia era la única persona de su edad con la que podía hablar libremente.
-Sí que puedo-contradijo- no quiero estar cerca de alguien que tiene sus manos manchadas de sangre- dijo sin miramientos. Aquello fue suficiente para enmudecer a Lucy. El golpe de sus palabras le dio justo donde más le dolía.
-Está bien- asintió pesadamente- no volveré a molestarte- dirigiéndose a la puerta- solo espero que no sea demasiado duro para ti, como lo fue para mí-dijo antes de marcharse.
Yulia se encontró nuevamente sola, esta vez siendo consciente del significado de aquello. Ahora solo estaba ella, pensaba, mientras la puerta volvía a abrirse para tener otro visitante.
* * * * *
Lucy camino lentamente por el pasillo, con el dolor y las palabras acusadoras repitiéndose en su cabeza. Yulia tenía razón, algo podría haber hecho, pero simplemente se doblego con unos azotes. Quizás también podría haberse revelado de aquella manera, haber escapado lejos cuando aquello comenzó, o tal vez simplemente… algo la detuvo. Había un hombre balbuceando en el suelo con una botella en su mano. Comenzó a acercarse lentamente para notar que no era nadie más ni menos que su padre, Paul.
-¿Es así como pasas tu famosa celebración?-pregunto mirándolo detenidamente. Paul levanto la vista trabajosamente.
-¿Lucy?
-Así es.
-Lucy-sonrió- Lucy, Lucy, Lucy- levantando su botella- mi querida Lucy, mi hija.
-Esto es nuevo- dijo levantando una ceja.
-Festejemos hija mía- dijo- festejemos juntos.
-Creo recordar haberte dicho que yo no tengo nada que celebrar, padre.
-Si… por supuesto que sí-riendo- ¿sabes cuál es tu maldito problema?-pregunto tambaleándose al levantarse- tu no aceptas-señalándola- tu no aceptas que en el fondo lo disfrutas.
-Eso no… eso no es cierto-respondió- estas borracho, mírate nada mas ¿es así como quieres lograr respeto?
-¿Lo ves?-pregunto riendo- ahí está. Ese es el pensamiento que buscaba.
-No sabes lo que dices. Hasta mañana-pasando por su lado.
-Ven aquí-abrazándola- no sabes lo orgulloso que estoy de ti. Me has sorprendido Lucy, sinceramente creí que ibas a causarme los mismos problemas que Yulia le causa a Rudolf. Pero no fue así ¿y sabes lo que eso significa?
-No hay ningún significado en eso-alejándose.
-¡Claro que sí!-grito- ¡Claro que si lo hay!- Paul quiso seguirla, pero cayó en el intento. Había querido pararse, pero estaba costándole más de lo que pensaba. Lucy lo observo conservando la distancia ¿simplemente debía marcharse o tendría que ayudarlo?
* * * * *
-¡¿Cuántas veces tengo que decirte que ya no quiero verte?!- dijo Yulia.
-Yulia, te he dado todo este tiempo para que pensaras. Además, tampoco voy a permitirte que sigas contestándome de esa manera.
-¡Pues no me importa! Porque ya te he dicho miles de veces que no quiero verte. Detesto tu presencia, Rudolf. Ya no quiero verte.
-Yulia…
-Me trajiste a este infierno con mentiras-dijo- ¿Es eso lo que pretendes que también haga? Yo no hare lo mismo que Lucy hace, están locos.
-Debes escucharme, eso es…
-¡No no quiero hacerlo!-tapándose los oídos- ya no quiero oírte.
-¡Yulia!
-¡Solo quiero que te vayas!
-¡Yulia!
-¡Te odio Rudolf! ¡Tú ya no eres mi padre!
-¡Escúchame! ¡Quieras o no sigues siendo mi hija!
-¡No!-grito- ¡No soy tu hija! ¡Te odio!
-¡Debe escucharme!
-¡No soy hija de un maldito asesino!
-¡Cállate maldita sea!-exploto abofeteándola. Yulia quedo estática en su sitio, con el rostro girado debido al golpe. Rudolf ni siquiera lo había pensando- Yulia…yo…
-Me golpeaste-murmuro. La mejilla le ardía y podía sentir el latido de su carne- me has pegado.
-Lo siento, ni siquiera lo pensé, yo…
-No te acerques-alejándose- ni siquiera te atrevas a acercarte a mi…
-Yulia…-suspirando- no fue mi intención.
-Pero lo has hecho-dijo. Las lagrimas no tardaron un segundo más en aparecer-me… pegaste.
-Lo siento tanto.
-Vete-pidió- quiero que te vayas ahora mismo-dijo- ¿es así como será esto?- Rudolf negó- vete, si no quieres ganarte también mi desprecio- Rudolf quería quedarse, pedirle disculpas y hablar, pero aquello era imposible ahora. Había perdido la calma.
-Perdóname, Yulia-dijo por última vez para marcharse.
Yulia perdió la noción de cuánto tiempo se había pasado allí llorando. Aunque seguir de aquella manera, no iba a cambiarle las cosas. Se acerco hasta la puerta para comprobar que estaba abierta, necesitaba hacer algo al respecto. Ahora.
Había andado por todo el sitio, cuando se topo con el exterior. Observo a dos hombres más adelante, decidió esconderse y esperar. El cuerpo le temblaba debido al frio, pero estaba segura que aquello le daría alguna idea.
-Maldita sea, todos adentro celebrando y nosotros aquí como idiotas- escucho quejarse a un hombre.
-Solo aguanta hasta la medianoche, luego podrás divertirte- contesto el otro.
-¿El que parte directo a Berlín?-pregunto.
-Así es.
-Está bien-asintió- hasta la medianoche será- ahí estaba su boleto a casa. Yulia sonrió, la paciencia era buena.
* * * * *
Lucy arrojo a Paul sobre su cama sin ninguna delicadeza. Aquello no le importaba y dudaba que su padre lo recordara al día siguiente.
-Buenas… buenas noches, hija- lo escucho susurrar. Ella simplemente lo observo desde su sitio, fue cuestión de segundos para que Paul quedara completamente inconsciente. Fue hasta la puerta y se giro cuando escucho a su padre decir algo-Lucy…- repitió. Ella simplemente salió de ahí sin decir una palabra.
Lucy decidió caminar unos minutos más, hasta que se topo con una oficina vacía. Estaba concentrada mirando por la ventana cuando el ruido de la puerta la alarmo.
-Lo siento. Espero no haberte asustado-dijo Nicole entrando- te vi entrar aquí y me sorprendí.
-No fue nada-contesto- simplemente estaba pasando por aquí, pero ya me iba.
-¿No puedes dormir a caso?-interponiéndose en su camino.
-Así es. Pero voy a intentarlo ahora.
-¿Ya?-pregunto- aun están todos celebrando, no te he visto.
-Eso es porque no he ido-dijo- no tenía nada que hacer ahí.
-Nada que hacer ¿eh?-pregunto riendo- Por favor, Lucy, no me digas que ahora harás como Yulia. Justo cuando comenzabas a agradarme- dijo. Solo en ese momento la castaña recordó algo.
-¿Por qué se lo has dicho?
-¿Decirle que?
-A Yulia. Se lo has contado todo.
-Pues alguien tenía que hacerlo-levantando sus hombros- Rudolf al parecer se ha olvidado de esos detalles. Aunque no lo culpo, ha estado ocupado.
-No tenías porque decirle.
-¿No?-sorprendida- Pues ya lo he hecho. Además, Yulia me aburre demasiado ahora. Tengo días de no pasarla a saludar, supongo que a ti no te ha ido bien con eso.
-Me ha pedido que ya no la vuelva a visitar.
-Qué triste-se lamento- pero no te preocupes, solo será cuestión de tiempo para que cambie de parecer- la rodeo- supongo que no te ha hecho gracia eso.
-Es la única persona de mi edad con la que puedo tratar aquí.
-Eso debe ponerte muy tensa- tocando sus hombros- pero no te preocupes, las cosas van a cambiar- comenzó a masajearla.
-Eso lo veremos-dijo- Nicole, discúlpame, pero yo…
-¿Por qué huyes de mi, Lucy?-acercándola- no me digas que me tienes miedo-riendo.
-No, no eso.
-¿Entonces?-pregunto en su oído. Nicole la soltó y Lucy giro para mirarla de frente.
-Debo levantarme temprano mañana. Hay cosas por hacer.
-¿A caso no has visto la fiesta de allí?-pregunto- nadie estará vivo mañana por la mañana-acercándose- si es por aprender, yo puedo enseñarte muchas cosas Lucy. Solo debes pedírmelo- Nicole acaricio su labio con el pulgar. Fue acercándose lentamente a la castaña, esta ni siquiera se movía de su sitio, así que Nicole estuvo segura que no iba a recibir ningún tipo de rechazo. Estaba a pocos centímetros de su rostro cuando un alboroto en el pasillo la detuvo.
-¿Qué es eso?-pregunto Lucy recomponiéndose.
-No lo sé, pero se escuchan preocupados- contesto Nicole. Las dos salieron para ver a los hombres correr- Oye ¿Qué sucede?-le pregunto a uno al pasar.
-Un problema en el distrito-fue todo lo que contesto.
* * * * *
Yulia se abrazo a si misma temblando. Los eternos minutos esperando bajo el clima frio estaban comenzando a hacerse notar en su cuerpo. El tren hacia tiempo había comenzando a hacerse escuchar y aquello tenía a su corazón latiendo de la emoción. Solo necesitaba el momento adecuado para poder meterse en el. Estuvo en su sitio un rato mas hasta que observo a un tercer hombre aparecer, comenzó a hablar con los demás, ni siquiera pudo escuchar debido al ruido de la locomotora, pero la sorpresa no termino ahí cuando vio a los tres hombres meterse dentro. Era ahora o nunca. Yulia corrió lo más rápido que pudo y se metió al tren. Afortunadamente no había nadie que pudiera verla.
Decidió esconderse en una esquina oscura aprovechando el camuflaje. Ni siquiera se había atrevido a mover en todo el tiempo que tardo el tren en comenzar su marcha. Solo en ese momento se permitió relajarse. Al fin lo había conseguido. Ahora estaba lejos de aquella gente. Lejos de Rudolf. Y sobre todo, lejos de toda aquella locura.
Última edición por pei_17 el 11/10/2016, 5:10 am, editado 1 vez
pei_17- Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 13/08/2015
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Wooow que capítulo !!!
Muero por saber si Yul se logrará escapar !!
Saludos y a la espera de mas! !
Muero por saber si Yul se logrará escapar !!
Saludos y a la espera de mas! !
Kano chan- Mensajes : 296
Fecha de inscripción : 08/05/2015
Edad : 31
Inmenso!
Querida pei, es genial,soy fiel a tus fics,y este realmente esta en otra onda,es muy realista y tiene como base hechos que para nuestra pena quedaron como algo terrible para la historia de la humanidad. En lo demás está de sobra felicitarte. Tu más fiel lectora
Zanini-volk- Invitado
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Qué capítulo che. Me da lastima la familia Borek, y más esa violencia contra una persona que no le hizo nada a nadie, y que la criatura vea todo eso. Sin duda si los atrapan alguna vez en tu historia para mí será unos de los momentos más triste. Lucy para mi no es que empiece a cambiar, simplemente para mi, su cerebro es como que quiere negar la culpa y el remordimiento por los asesinatos que comete, eso no quiere decir que ella disfrute. Yulia es muy rapida para juzgar, pero no se puso ni un segundo en los zapatos de Lucy, a ella Rudolph la tiene entre algodones, en cambio Paul a Lucy le hace de todo para que ella sea asesina y mala, muchos de nuestros actis y miedo tiene una causa. Lucy le falta el valor para huir pero eso es por que ella no conoce otra vida que no sea siguiendo ordenes del padre y sienso lastimada. Que triste que Yulia le haya negado su amistad, entre las dos quizás en el futuro podrían haberse ayudado pero bueno. Nicole va por Lucy ahora (no la culpo), antes era Yulia ahora Lucy, en fin creo que la rubia va por todo lo que la haga sentir placer, ademas de matar a ella no le causa remordimiento o quizas ya no. En fin, veremos que pasa con Yulia, igual creo que tiene el destino marcado, no va llegar muy lejos y al final creo que terminará haciendolo lo que hacen todo ahí, no tiene muchas opciones. Muy buen capítulo, ojalá no tardes tanto para el siguiente por que es atrapante la historia. Saludos
Lesdrumm- Admin
- Mensajes : 516
Fecha de inscripción : 03/08/2014
Localización : Trapped in some parallel universe
La espera
Querida porque tan larga espera?
Ojala y no sea algo malo?
Te esperamos pei
Ojala y no sea algo malo?
Te esperamos pei
Zanini-volk- Invitado
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Kano chan: Acá traigo mas continuación para terminar con tanta espera y misterio. Espero te guste. Saludos.
Zanini-volk: muchas gracias por tus palabras, me alegra mucho que la historia te guste y si, lamentablemente es parte de la historia de nuestra humanidad. Esta es simplemente una historia que tenia tenia de mucho de quererla escribir. Tengo que pedir disculpas por las demoras, uno no hace estas cosas a propósito, pero prometo hacer todo lo que pueda para que no sea largas las esperas. Sin mas, nuevamente gracias. Saludos.
Hollsteinvanman: En la delicada situación de la familia entera, cualquiera cosa puede pasar, tanto como tener suerte o no. Posiblemente es el único escape de Lucy para olvidar la realidad de su vida, aunque nos cueste, uno puede llegar a acostumbrarse a muchas cosas por mas que no nos gusten. El destino para todas todavía está por verse, ya veremos que pasa. Saludos!
Alemania, Berlín.
La respiración agitada de Eryk incremento, al igual que el incomodo silencio formado en el ambiente. Tener aquella imagen frente a sus ojos, era una de las tantas cosas indeseables para él, pero ahí estaba. Siendo nadie más que su hijo.
-Te pregunte qué haces con ese maldito uniforme, Adam- repitió lentamente cada silaba. Lucía tranquilo, pero sabía que solo era la fachada para aminorar todo lo que quería decir en aquel momento.
-Adam…- murmuro su madre tapándose la boca. Los demás observaban aquello en completo silencio, sabían que no era más que asunto de ellos, aunque fuera tan delicado.
-Padre… esto tiene su explicación, puedo asegurarlo- respondió con sumo cuidado.
-Y quiero saberla ya mismo- respondió asintiendo.
-He estado pensando en la propuesta de hace un tiempo, llegue hasta ellos y no tuvieron problema en…
-¿Llegar hasta ellos?-pregunto sorprendido- ¿Qué has estado haciendo a mis espaldas, Adam?-pregunto queriendo acercarse a él.
-Eryk, déjalo terminar- pidió su esposa deteniéndolo- el no haría una cosa así por nada- dijo. Adam respiro visiblemente aliviado, aquello surtió efecto en su padre.
-Continua- ordeno.
-Simplemente me repitieron lo mismo que a ti cuando te lo propusieron, estuve pensando todo este tiempo y mas con lo que le paso el tío Patryk hace tiempo, es mejor dejar que ellos piensen que estamos en total acuerdo. Sé que estás bajos sospechas y supongo que el hecho de que te hayas negado ayudó a eso, pero esto tiene sus ventajas.
-¿Ventajas?-repitió Eryk sin entender- no tienes idea de lo que has hecho, Adam- negó.
-Si la tengo-insistió- ¿es qué nadie lo ve?-pregunto observándolos a todos- ya no sospecharan de toda esta familia, y por si fuera poco estaré informado de sus movimientos, podría desviarlos fácilmente si vuelven a caer sospechas aquí- termino por explicar. Los demás simplemente se tomaron unos cuantos segundos pensando.
-En realidad si tiene sus ventajas- dijo Patryk ganando las miradas de todos- ya lo ha dicho Adam, el hecho de que el este ahí lo mantendrá al tanto de todo. Además, de alguna manera ya no estarás bajos tantas sospechas.
-Oh Adam- pronuncio Erika abrazando a su hijo.
-Solo lo ha hecho para protegernos – murmuro Adila conmovida. Los demás solo asintieron apoyando aquello.
-Supongo que tienes razón- terminó asintiendo Eryk finalmente- aunque es raro verte…así-señalo- pero creo que deberé acostumbrarme, aunque lo dudo- pronuncio antes de abrazarlo- pensaste de manera correcta, hijo, te felicito. Solo espero que las cosas ahora sean mejores.
-Gracias papá-correspondió- yo sabía que lo entenderías.
-Como sea-retrocediendo- ¿Cuánto falta para la cena?
-En realidad ya está lista- respondió su esposa.
-Está bien, que cada uno tome su lugar- ordeno a todos- y tú… quítate eso para comer.
-Lo iba a hacer de todos modos-respondió Adam sonriendo.
Lo demás se sentaron en sus lugares y esperaron el regreso de Adam. Una vez que todos estuvieron reunidos, la cena continuo, frágilmente apacible. Nadie había mencionado nada para seguir con la conversación acerca de la decisión del chico y eso lo sabia cada uno en su interior. Eryk también quería ver las ventajas de aquello para quedar plenamente tranquilo, pero fue suficiente levantar la vista y observar los ojos de su hermano, encontrándose con las mismas dudas que sabía que el mismo portaba. Simplemente aquello no garantizaba nada del todo y eso lo dejaba inquieto. Y la extraña sensación se formo en el ambiente para quedarse aquella noche.
* * * * *
Polonia, Varsovia.
-¡Rápido! ¡No hay tiempo que perder!- ordeno el hombre caminando rápidamente.
-¡Rudolf!- lo alcanzo Nicole- ¿Qué es lo que está sucediendo?
-Esa maldita escoria- murmuro enojado- vieron a unos cuantos judíos corretear aquí cerca, tal cual como ratas.
-Ya veo-asintió. Lucy apareció detrás de ella escuchando la conversación.
-Lucy- menciono Rudolf- ¿Dónde está tu padre? Debemos salir ahora, no hay tiempo que perder.
-No creo que esté en condiciones ni siquiera para poder levantarse ahora- contesto.
-Maldición. Lo necesitaba.
-Podemos ayudar, estamos sumamente conscientes- hablo Nicole por ambas.
-Bien, vamos. Ya no hay tiempo que perder- se adelanto Rudolf.
Ambas lo siguieron sin mencionar palabra alguna. Un auto ya estaba listo para ellos en cuanto salieron y otros más los siguieron. El camino fue en silencio, todos estaban expectantes a los alrededores oscuros y quienes podrían estar ocultándose en esos momentos.
-Tenía que ser justo esta noche- murmuro Rudolf con un arma en su mano- estén atentos, las ratas sabrán ocultarse. Siempre desobedeciendo- negó.
Nicole asintió a la vez que también cargaba su arma, la castaña a su lado decidió imitarla. Después de todo ya estaba ahí y había aceptado sin protestar. Todos los autos se detuvieron y Rudolf bajo rápidamente de él, acción que copiaron todos.
-¿Y bien?-pregunto acercándose a un hombre que al parecer ya estaba esperándolos.
-Oficial Roschmann- pronuncio- al parecer es un grupo, alrededor de diez, quizás. Estaban corriendo hacia el oeste cuando un guardia los escucho, pero no pudimos darle a ninguno.
-¿Y donde esta al guardia?-pregunto- quiero el lugar exacto donde los vio- ordeno. El guardia llego rápidamente y dio el lugar exacto donde había visto al grupo de judíos correr.
-Es una parte abandonada- dijo Rudolf – seguramente deben estar escondidos en algún edificio- acercándose a los demás. Rudolf dio las ordenas para que todos rodearan el sitio y buscaran sin parar, en cuanto termino todos se marcharon sin perder un segundo más.
Lucy no perdió detalle alguno de las calles silenciosas que atravesaban, ella aun no había tenido la oportunidad de transitarlas como ahora. Estaba todo sumamente desierto, o eso era lo que se veía desde su sitio. Paul le había adelantado que pronto tendrían que inspeccionar la zona para otra “limpieza” ya que aun seguían escondiéndose las personas y lo que estaba sucediendo ahora el ejemplo de aquello.
-Es aquí-dijo Rudolf sacándola de sus pensamientos- estén atentas a los ruidos, a todo. Algo me dice que no han podido irse muy lejos- dijo antes de bajarse.
Tanto Nicole como ella salieron y caminaron entre aquella noche fría. La castaña sentía solamente el ruido de sus pasos al avanzar, no se sentía del todo segura al estar haciendo aquello, pero ya no había vuelta atrás. Sabía lo que una persona era capaz de hacer por defenderse en esta situación y mas siendo ella lo que era, así que sujeto firmemente el arma en su mano y siguió caminando, estando con todos sus sentidos alerta.
-No era esta precisamente mi idea de terminar la noche- escucho decir a Nicole detrás de ella- pero tengo que decir que es igualmente emocionante.
Lucy hubiera querido preguntar qué era lo que se le hacía emocionante de todo aquello, estaban ahí caminando como si nada arriesgando sus vidas, o en su defecto, serian ellas quienes quitaran vidas si la oportunidad se les presentara, pero decidió no responder a eso.
Habían perdido la noción del tiempo y ambas estaban seguras que las únicas en aquel lugar eran ellas, estaban saliendo de aquel edificio abandonado cuando comenzaron a escuchar un alboroto. Decidieron esperar pacientes hasta que vieron a Rudolf acercándose a ellas.
-Finalmente han hecho lo que tenían que hacer-dijo- los han encontrado, andando- ordeno antes de meterse al auto. Guardaron sus armas y no se tardaron un minuto más. El viaje no había sido largo, lo que significaba que no estaban demasiados alejados de donde estaban buscando.
Se detuvieron frente a una enorme casa que sin duda había sido hermosa en sus buenos tiempos. Los autos de los demás ya estaban fuera también. Rudolf entro y ellas lo siguieron en completo silencio.
-Están en el jardín- menciono un soldado apenas los vio. Guiándose por el hombre, fueron hasta el lugar. Eran exactamente ocho personas, tanto hombres como mujeres. Estaban de rodillas, todos miraban el suelo y estaban visiblemente tiritando. Lucy asumió que aquello no tenía nada que ver con el frio del momento.
-¿Son todos?-pregunto Rudolf justo antes de prender un cigarrillo.
-Todos los que hemos encontrado, señor- respondió el mismo hombre.
-¿Y bien? ¿Qué esperan?-pregunto impaciente- ejecútenlos, quiero descansar de una buena vez- pronuncio como si nada. Lucy vio exactamente el momento en que las personas respondieron al escuchar aquello. No era necesario entender, los demás hombres prepararon sus armas y todos sabían lo que iba a suceder.
Los ojos suplicantes no se hicieron esperar, pero nada de aquello era visto luego de que la orden fuera dada de manera tan despreocupada, e igualmente aceptada para todas las personas uniformadas de aquel lugar. Ella disimuladamente decidió apartar la vista de aquello, no era el espectáculo más atrayente para ver y menos para disfrutar. Fue imposible que su cuerpo no diera un pequeño salto cuando las armas sonaron repetidamente, y luego, el golpe seco que tanto conocía.
Se marcharon de ese lugar tan pronto se confirmo de la muerte de todos, ella no había dicho ni una palabra en todo el camino de regreso. Simplemente escuchaba las voces de Rudolf y Nicole quejándose de aquellos errores, pero se consolaban comentando que pronto encontrarían la solución para que ya no hubiera aquel tipo de sorpresas nuevamente.
-Finalmente de regreso-comento Rudolf suspirando- aunque algo me decía que íbamos a demorarnos más.
-Pero no fue así, nuestros hombres supieron encontrarlos- comento Nicole.
-Por supuesto que eso era lo menos que tenían por hacer, luego de dejarlos escapar. Aunque un simple alambrado no va a detener a esa escoria.
-Pronto cambiaran las cosas, ten paciencia-dijo Nicole- por lo pronto iré a descansar, mañana temprano habrá cosas por hacer y sé que no todos estarán del todo vivos- sonriendo.
-Ve y gracias por la ayuda- ¡Heil Hitler!
-¡Heil Hitler!- respondió.
-Yo también me marchare a descansar, oficial Roschmann.
-Seguro, y gracias a ti también Lucy- comento. La castaña simplemente asintió, no tenía nada para decir.
-¡Heil Hitler!
-¡Heil Hitler!
Rudolf también estaba dirigiéndose hacia su cuarto, cuando una idea cruzo por su cabeza. Seguramente Yulia había oído todo el alboroto de hacía rato, así que quiso asegurarse de que estuviera bien y de paso asegurarse si seguía aun molesta con él. Había golpeado una vez, y luego una segunda sin obtener una respuesta. Aquello era raro, ya que siempre algún ruido escuchaba en el interior. Decidió entrar calmado y observo el lugar. No la vio sobre su cama como siempre acostumbraba, así que decidió esperar ahí pensando que quizás estaría en el baño. Pasaron unos minutos y Rudolf comenzó a sentir que algo extraño estaba sucediendo. Se dirigió hacia el baño y se encontró con que este estaba vacío, dio un rápido recorrido por la habitación y Yulia no aparecía en ningún sitio. Era obvio que ni siquiera se encontraba en el lugar.
-¿Yulia?-pregunto en un último intento. No estaba en la habitación, salió al pasillo y lo encontró completamente desierto- ¡Yulia!
* * * * *
Alemania, Berlín
Yulia se tomo unos minutos para abrazarse a sí misma y continuo. Observo el cielo y noto que aun faltaba demasiado para el amanecer, aunque no tuviera idea ahora mismo de la hora que era. Observo las calles y decidió transitar por aquellas que estaban aparentemente tranquilas, después de todo dudaba que algo le pudiera suceder a ella. Dio una sonrisa torcida al pensarlo.
Alzo la vista y se encontró finalmente con su hogar a lo lejos, el cuerpo le temblaba y le dolía, pero siguió su paso sin detenerse. Sabía que el abrazo abrigado de su madre era todo lo que iba a necesitar para recuperarse de aquello. No le sorprendió cuando noto la facilidad con la que entro, Anette seguía siendo descuidada. Observo el reloj que siempre estuvo en el mismo sitio durante años y era bastante obvio que su madre seguramente aun dormía. No dudo en subir las escaleras, entrar estrepitosamente en su habitación y arrojarse sobre su cuerpo en la cama.
-¿Pero qué…?- pregunto Anette entre asustada y adormecida- ¿Yulia?
-Cuanto te he extrañado madre-murmuro sin soltarla- no sabes cuánto.
-Oh mi Yulia-la abrazo- yo también mi cielo, yo también.
-Ese lugar, mamá… no quiero volver ahí. No quiero volver.
-Yulia…
-Papá… el…-comenzando a llorar. Anette entendió a medias lo que era relatado por Yulia, pero no era nada que no hubiera esperado antes. Aunque le resultaba sorprendente que estuviera ahora con ella.
-Hija- la acuno- lo sé, lo sé- murmuro cerrando sus ojos. Sabia el fin con el que Rudolf se la había llevado con él, se sintió completamente impotente en su momento, pero nada le quedaba por hacer más que aceptar su realidad- Yulia, escúchame- pidió- ¿Cómo… como es que estas aquí? ¿Los transfirieron nuevamente?
-Me escape- soltó.
-¿Te escapaste?-pregunto sorprendida- ¿cómo es que escapaste? Eso es…
-Fue posible, mamá- limpiándose la nariz- escuche de un tren que venía directamente a Berlín y me subí. Sé que nadie me vio porque he sido muy cuidadosa.
-Pero Yulia… seguramente ya deben saber que no estás y…
-Yo no voy a volver-dijo segura- yo no puedo volver ahí madre, simplemente no puedo- mirándola. Anette se levanto y se quedo un tiempo pensando. Observo los ojos suplicantes de su hija y comprendió. No sabía que era todo lo que había visto Yulia y no estaba segura de querer preguntar, pero si no quería volver allí el motivo era más que suficiente para evitar que su única hija siguiera sufriendo.
-Está bien, Yulia- asintió remarcando su rostro- no vas a volver ahí, te lo prometo.
-¿En serio?-pregunto dudando.
-Así es-asintió- porque tú y yo nos iremos de aquí.
-¿A dónde?
-No lo sé, pero nos iremos tan pronto podamos-dijo- en cuanto sepan que desapareciste te buscaran por cielo y tierra y no dudo que hagan una visita aquí. De alguna manera me informaran- terminó. Anette comenzó a cambiarse y buscar algunas cosas- ¿Por qué no duermes? Estoy segura que hace tiempo no lo haces bien- menciono. Yulia simplemente negó- eso creí. Descansa, tengo varias cosas que organizar entonces.
-Está bien- asintió Yulia. Miro apenas durante algunos minutos a su madre ir de un lado al otro con sus ojos entrecerrados hasta que finalmente quedo profundamente dormida.
Era pasado el mediodía cuando Anette se decidió por despertarla. Yulia necesitaba comer algo para terminar de recuperarse, así que ni bien le informo de esto bajo para alimentarse. No estaban más que ellas dos en la casa y Yulia supuso que su madre quería ser lo más discreta posible.
-Ya tengo listas las maletas de ambas-informo Anette- también los boletos del tren. Tenemos tan solo dos horas para irnos, serán viajes largos pero no pararemos hasta estar fuera de Alemania. Si hay algo que quieras llevar contigo ahora es el momento- comento- y no podemos perder más el tiempo aquí, he llamado a una amiga y estaremos en su casa hasta que se haga la hora para ir a la estación- Yulia asintió a la vez que se disponía a levantarse.
Busco una que otra cosa en su habitación, escuchando a Anette acomodando todas las maletas cerca de la puerta. Ambas dieron un último vistazo a la casa, después de todo había sido su hogar durante años.
-Realmente voy a extrañarla- dijo Anette.
-También yo- asintió Yulia.
-Andando, ayúdame con las maletas- pidió. Anette abrió la puerta y cargo varios bolsos, Yulia estaba detrás de ella inmóvil y eso la inquieto. Se giro para observarla y vio que simplemente estaba ahí con la vista en la nada- Yulia, te dicho que…- dijo deteniéndose. Anette sintió otro cuerpo tras su espalda y no precisó de voltearse para averiguarlo, el rostro de Yulia lo decía todo. Trago pesadamente y suspiro cerrando sus ojos.
* * * * *
Rusia, Moscú.
La oficina se encontraba sorprendente tranquila. El hombre levanto la taza hasta su boca y se relajo con el calor que desprendía ésta. Tenía una extraña sensación aquel día, observo su reloj y aquello sirvió para que la emoción lo envolviera con más fuerza.
Pensaba en los distintos lugares donde estaría lo que durante tantos años venia buscando, tenía la esperanza de que estuviera más cerca de lo que se imaginaba. Escucho el sonido de la puerta detrás de él y entonces lo supo.
-Adelante-dijo acomodándose.
-Permiso, Comandante- se presento el soldado- le he traído la carta que me pidió- dándosela.
-Bien hecho, soldado- lo felicito alegre. No espero un segundo más y comenzó a leer en ese mismo instante. La buena sensación no se iba de él.
El soldado no perdió detalle de como a medida que pasaban los segundos, el rostro del comandante reflejaba cada vez mas y mas decepción. Estaba claro que para nada esperaba todo lo que estaba escrito en aquella carta. El comandante se levanto e hizo una bola de papel con la carta que fue arrojada lejos de su alcance.
-Nada-murmuro con rencor- tantos meses de búsqueda y todavía no tengo nada- se lamento. Entonces el soldado supo exactamente a que se estaba refiriendo.
-¿Cree si quiera que aun se encuentre en Rusia?-pregunto con cuidado.
-Eso quisiera pensar-suspiro- pero a estas alturas creo que todo puede ser posible-levantándose. Camino hasta la ventana y observo hacia las calles- puede estar más cerca de mí de lo que me pudiera imaginar y yo ni lo sabría, o tan lejos que nunca seriamos capaz de cruzarnos-se lamento.
-Comandante…- pronuncio el soldado cauteloso- ¿Y no ha pensando al menos en la posibilidad de que ya nunca más se sepa algo? Quiero decir, con todo respeto señor, quizás ya nunca sepa algo. Quizás simplemente… las personas que tanto quisieron dañarlo han logrado su cometido y se han encargado muy bien de eso. Ese era el propósito después de todo ¿no?- dijo con algo de temor. El silencio no hizo más que ponerlo nervioso, pensaba que quizás estaba propasándose en cosas ajenas, después de todo ni siquiera era su asunto. Estaba a punto de disculparse por eso cuando el comandante lo sorprendió hablando.
-Contéstame una cosa, soldado-dijo girándose para mirarlo- ¿que se supone que harías tu entonces, con alguien que se interpone entre tú y tu hijo?
Zanini-volk: muchas gracias por tus palabras, me alegra mucho que la historia te guste y si, lamentablemente es parte de la historia de nuestra humanidad. Esta es simplemente una historia que tenia tenia de mucho de quererla escribir. Tengo que pedir disculpas por las demoras, uno no hace estas cosas a propósito, pero prometo hacer todo lo que pueda para que no sea largas las esperas. Sin mas, nuevamente gracias. Saludos.
Hollsteinvanman: En la delicada situación de la familia entera, cualquiera cosa puede pasar, tanto como tener suerte o no. Posiblemente es el único escape de Lucy para olvidar la realidad de su vida, aunque nos cueste, uno puede llegar a acostumbrarse a muchas cosas por mas que no nos gusten. El destino para todas todavía está por verse, ya veremos que pasa. Saludos!
Alemania, Berlín.
La respiración agitada de Eryk incremento, al igual que el incomodo silencio formado en el ambiente. Tener aquella imagen frente a sus ojos, era una de las tantas cosas indeseables para él, pero ahí estaba. Siendo nadie más que su hijo.
-Te pregunte qué haces con ese maldito uniforme, Adam- repitió lentamente cada silaba. Lucía tranquilo, pero sabía que solo era la fachada para aminorar todo lo que quería decir en aquel momento.
-Adam…- murmuro su madre tapándose la boca. Los demás observaban aquello en completo silencio, sabían que no era más que asunto de ellos, aunque fuera tan delicado.
-Padre… esto tiene su explicación, puedo asegurarlo- respondió con sumo cuidado.
-Y quiero saberla ya mismo- respondió asintiendo.
-He estado pensando en la propuesta de hace un tiempo, llegue hasta ellos y no tuvieron problema en…
-¿Llegar hasta ellos?-pregunto sorprendido- ¿Qué has estado haciendo a mis espaldas, Adam?-pregunto queriendo acercarse a él.
-Eryk, déjalo terminar- pidió su esposa deteniéndolo- el no haría una cosa así por nada- dijo. Adam respiro visiblemente aliviado, aquello surtió efecto en su padre.
-Continua- ordeno.
-Simplemente me repitieron lo mismo que a ti cuando te lo propusieron, estuve pensando todo este tiempo y mas con lo que le paso el tío Patryk hace tiempo, es mejor dejar que ellos piensen que estamos en total acuerdo. Sé que estás bajos sospechas y supongo que el hecho de que te hayas negado ayudó a eso, pero esto tiene sus ventajas.
-¿Ventajas?-repitió Eryk sin entender- no tienes idea de lo que has hecho, Adam- negó.
-Si la tengo-insistió- ¿es qué nadie lo ve?-pregunto observándolos a todos- ya no sospecharan de toda esta familia, y por si fuera poco estaré informado de sus movimientos, podría desviarlos fácilmente si vuelven a caer sospechas aquí- termino por explicar. Los demás simplemente se tomaron unos cuantos segundos pensando.
-En realidad si tiene sus ventajas- dijo Patryk ganando las miradas de todos- ya lo ha dicho Adam, el hecho de que el este ahí lo mantendrá al tanto de todo. Además, de alguna manera ya no estarás bajos tantas sospechas.
-Oh Adam- pronuncio Erika abrazando a su hijo.
-Solo lo ha hecho para protegernos – murmuro Adila conmovida. Los demás solo asintieron apoyando aquello.
-Supongo que tienes razón- terminó asintiendo Eryk finalmente- aunque es raro verte…así-señalo- pero creo que deberé acostumbrarme, aunque lo dudo- pronuncio antes de abrazarlo- pensaste de manera correcta, hijo, te felicito. Solo espero que las cosas ahora sean mejores.
-Gracias papá-correspondió- yo sabía que lo entenderías.
-Como sea-retrocediendo- ¿Cuánto falta para la cena?
-En realidad ya está lista- respondió su esposa.
-Está bien, que cada uno tome su lugar- ordeno a todos- y tú… quítate eso para comer.
-Lo iba a hacer de todos modos-respondió Adam sonriendo.
Lo demás se sentaron en sus lugares y esperaron el regreso de Adam. Una vez que todos estuvieron reunidos, la cena continuo, frágilmente apacible. Nadie había mencionado nada para seguir con la conversación acerca de la decisión del chico y eso lo sabia cada uno en su interior. Eryk también quería ver las ventajas de aquello para quedar plenamente tranquilo, pero fue suficiente levantar la vista y observar los ojos de su hermano, encontrándose con las mismas dudas que sabía que el mismo portaba. Simplemente aquello no garantizaba nada del todo y eso lo dejaba inquieto. Y la extraña sensación se formo en el ambiente para quedarse aquella noche.
* * * * *
Polonia, Varsovia.
-¡Rápido! ¡No hay tiempo que perder!- ordeno el hombre caminando rápidamente.
-¡Rudolf!- lo alcanzo Nicole- ¿Qué es lo que está sucediendo?
-Esa maldita escoria- murmuro enojado- vieron a unos cuantos judíos corretear aquí cerca, tal cual como ratas.
-Ya veo-asintió. Lucy apareció detrás de ella escuchando la conversación.
-Lucy- menciono Rudolf- ¿Dónde está tu padre? Debemos salir ahora, no hay tiempo que perder.
-No creo que esté en condiciones ni siquiera para poder levantarse ahora- contesto.
-Maldición. Lo necesitaba.
-Podemos ayudar, estamos sumamente conscientes- hablo Nicole por ambas.
-Bien, vamos. Ya no hay tiempo que perder- se adelanto Rudolf.
Ambas lo siguieron sin mencionar palabra alguna. Un auto ya estaba listo para ellos en cuanto salieron y otros más los siguieron. El camino fue en silencio, todos estaban expectantes a los alrededores oscuros y quienes podrían estar ocultándose en esos momentos.
-Tenía que ser justo esta noche- murmuro Rudolf con un arma en su mano- estén atentos, las ratas sabrán ocultarse. Siempre desobedeciendo- negó.
Nicole asintió a la vez que también cargaba su arma, la castaña a su lado decidió imitarla. Después de todo ya estaba ahí y había aceptado sin protestar. Todos los autos se detuvieron y Rudolf bajo rápidamente de él, acción que copiaron todos.
-¿Y bien?-pregunto acercándose a un hombre que al parecer ya estaba esperándolos.
-Oficial Roschmann- pronuncio- al parecer es un grupo, alrededor de diez, quizás. Estaban corriendo hacia el oeste cuando un guardia los escucho, pero no pudimos darle a ninguno.
-¿Y donde esta al guardia?-pregunto- quiero el lugar exacto donde los vio- ordeno. El guardia llego rápidamente y dio el lugar exacto donde había visto al grupo de judíos correr.
-Es una parte abandonada- dijo Rudolf – seguramente deben estar escondidos en algún edificio- acercándose a los demás. Rudolf dio las ordenas para que todos rodearan el sitio y buscaran sin parar, en cuanto termino todos se marcharon sin perder un segundo más.
Lucy no perdió detalle alguno de las calles silenciosas que atravesaban, ella aun no había tenido la oportunidad de transitarlas como ahora. Estaba todo sumamente desierto, o eso era lo que se veía desde su sitio. Paul le había adelantado que pronto tendrían que inspeccionar la zona para otra “limpieza” ya que aun seguían escondiéndose las personas y lo que estaba sucediendo ahora el ejemplo de aquello.
-Es aquí-dijo Rudolf sacándola de sus pensamientos- estén atentas a los ruidos, a todo. Algo me dice que no han podido irse muy lejos- dijo antes de bajarse.
Tanto Nicole como ella salieron y caminaron entre aquella noche fría. La castaña sentía solamente el ruido de sus pasos al avanzar, no se sentía del todo segura al estar haciendo aquello, pero ya no había vuelta atrás. Sabía lo que una persona era capaz de hacer por defenderse en esta situación y mas siendo ella lo que era, así que sujeto firmemente el arma en su mano y siguió caminando, estando con todos sus sentidos alerta.
-No era esta precisamente mi idea de terminar la noche- escucho decir a Nicole detrás de ella- pero tengo que decir que es igualmente emocionante.
Lucy hubiera querido preguntar qué era lo que se le hacía emocionante de todo aquello, estaban ahí caminando como si nada arriesgando sus vidas, o en su defecto, serian ellas quienes quitaran vidas si la oportunidad se les presentara, pero decidió no responder a eso.
Habían perdido la noción del tiempo y ambas estaban seguras que las únicas en aquel lugar eran ellas, estaban saliendo de aquel edificio abandonado cuando comenzaron a escuchar un alboroto. Decidieron esperar pacientes hasta que vieron a Rudolf acercándose a ellas.
-Finalmente han hecho lo que tenían que hacer-dijo- los han encontrado, andando- ordeno antes de meterse al auto. Guardaron sus armas y no se tardaron un minuto más. El viaje no había sido largo, lo que significaba que no estaban demasiados alejados de donde estaban buscando.
Se detuvieron frente a una enorme casa que sin duda había sido hermosa en sus buenos tiempos. Los autos de los demás ya estaban fuera también. Rudolf entro y ellas lo siguieron en completo silencio.
-Están en el jardín- menciono un soldado apenas los vio. Guiándose por el hombre, fueron hasta el lugar. Eran exactamente ocho personas, tanto hombres como mujeres. Estaban de rodillas, todos miraban el suelo y estaban visiblemente tiritando. Lucy asumió que aquello no tenía nada que ver con el frio del momento.
-¿Son todos?-pregunto Rudolf justo antes de prender un cigarrillo.
-Todos los que hemos encontrado, señor- respondió el mismo hombre.
-¿Y bien? ¿Qué esperan?-pregunto impaciente- ejecútenlos, quiero descansar de una buena vez- pronuncio como si nada. Lucy vio exactamente el momento en que las personas respondieron al escuchar aquello. No era necesario entender, los demás hombres prepararon sus armas y todos sabían lo que iba a suceder.
Los ojos suplicantes no se hicieron esperar, pero nada de aquello era visto luego de que la orden fuera dada de manera tan despreocupada, e igualmente aceptada para todas las personas uniformadas de aquel lugar. Ella disimuladamente decidió apartar la vista de aquello, no era el espectáculo más atrayente para ver y menos para disfrutar. Fue imposible que su cuerpo no diera un pequeño salto cuando las armas sonaron repetidamente, y luego, el golpe seco que tanto conocía.
Se marcharon de ese lugar tan pronto se confirmo de la muerte de todos, ella no había dicho ni una palabra en todo el camino de regreso. Simplemente escuchaba las voces de Rudolf y Nicole quejándose de aquellos errores, pero se consolaban comentando que pronto encontrarían la solución para que ya no hubiera aquel tipo de sorpresas nuevamente.
-Finalmente de regreso-comento Rudolf suspirando- aunque algo me decía que íbamos a demorarnos más.
-Pero no fue así, nuestros hombres supieron encontrarlos- comento Nicole.
-Por supuesto que eso era lo menos que tenían por hacer, luego de dejarlos escapar. Aunque un simple alambrado no va a detener a esa escoria.
-Pronto cambiaran las cosas, ten paciencia-dijo Nicole- por lo pronto iré a descansar, mañana temprano habrá cosas por hacer y sé que no todos estarán del todo vivos- sonriendo.
-Ve y gracias por la ayuda- ¡Heil Hitler!
-¡Heil Hitler!- respondió.
-Yo también me marchare a descansar, oficial Roschmann.
-Seguro, y gracias a ti también Lucy- comento. La castaña simplemente asintió, no tenía nada para decir.
-¡Heil Hitler!
-¡Heil Hitler!
Rudolf también estaba dirigiéndose hacia su cuarto, cuando una idea cruzo por su cabeza. Seguramente Yulia había oído todo el alboroto de hacía rato, así que quiso asegurarse de que estuviera bien y de paso asegurarse si seguía aun molesta con él. Había golpeado una vez, y luego una segunda sin obtener una respuesta. Aquello era raro, ya que siempre algún ruido escuchaba en el interior. Decidió entrar calmado y observo el lugar. No la vio sobre su cama como siempre acostumbraba, así que decidió esperar ahí pensando que quizás estaría en el baño. Pasaron unos minutos y Rudolf comenzó a sentir que algo extraño estaba sucediendo. Se dirigió hacia el baño y se encontró con que este estaba vacío, dio un rápido recorrido por la habitación y Yulia no aparecía en ningún sitio. Era obvio que ni siquiera se encontraba en el lugar.
-¿Yulia?-pregunto en un último intento. No estaba en la habitación, salió al pasillo y lo encontró completamente desierto- ¡Yulia!
* * * * *
Alemania, Berlín
Yulia se tomo unos minutos para abrazarse a sí misma y continuo. Observo el cielo y noto que aun faltaba demasiado para el amanecer, aunque no tuviera idea ahora mismo de la hora que era. Observo las calles y decidió transitar por aquellas que estaban aparentemente tranquilas, después de todo dudaba que algo le pudiera suceder a ella. Dio una sonrisa torcida al pensarlo.
Alzo la vista y se encontró finalmente con su hogar a lo lejos, el cuerpo le temblaba y le dolía, pero siguió su paso sin detenerse. Sabía que el abrazo abrigado de su madre era todo lo que iba a necesitar para recuperarse de aquello. No le sorprendió cuando noto la facilidad con la que entro, Anette seguía siendo descuidada. Observo el reloj que siempre estuvo en el mismo sitio durante años y era bastante obvio que su madre seguramente aun dormía. No dudo en subir las escaleras, entrar estrepitosamente en su habitación y arrojarse sobre su cuerpo en la cama.
-¿Pero qué…?- pregunto Anette entre asustada y adormecida- ¿Yulia?
-Cuanto te he extrañado madre-murmuro sin soltarla- no sabes cuánto.
-Oh mi Yulia-la abrazo- yo también mi cielo, yo también.
-Ese lugar, mamá… no quiero volver ahí. No quiero volver.
-Yulia…
-Papá… el…-comenzando a llorar. Anette entendió a medias lo que era relatado por Yulia, pero no era nada que no hubiera esperado antes. Aunque le resultaba sorprendente que estuviera ahora con ella.
-Hija- la acuno- lo sé, lo sé- murmuro cerrando sus ojos. Sabia el fin con el que Rudolf se la había llevado con él, se sintió completamente impotente en su momento, pero nada le quedaba por hacer más que aceptar su realidad- Yulia, escúchame- pidió- ¿Cómo… como es que estas aquí? ¿Los transfirieron nuevamente?
-Me escape- soltó.
-¿Te escapaste?-pregunto sorprendida- ¿cómo es que escapaste? Eso es…
-Fue posible, mamá- limpiándose la nariz- escuche de un tren que venía directamente a Berlín y me subí. Sé que nadie me vio porque he sido muy cuidadosa.
-Pero Yulia… seguramente ya deben saber que no estás y…
-Yo no voy a volver-dijo segura- yo no puedo volver ahí madre, simplemente no puedo- mirándola. Anette se levanto y se quedo un tiempo pensando. Observo los ojos suplicantes de su hija y comprendió. No sabía que era todo lo que había visto Yulia y no estaba segura de querer preguntar, pero si no quería volver allí el motivo era más que suficiente para evitar que su única hija siguiera sufriendo.
-Está bien, Yulia- asintió remarcando su rostro- no vas a volver ahí, te lo prometo.
-¿En serio?-pregunto dudando.
-Así es-asintió- porque tú y yo nos iremos de aquí.
-¿A dónde?
-No lo sé, pero nos iremos tan pronto podamos-dijo- en cuanto sepan que desapareciste te buscaran por cielo y tierra y no dudo que hagan una visita aquí. De alguna manera me informaran- terminó. Anette comenzó a cambiarse y buscar algunas cosas- ¿Por qué no duermes? Estoy segura que hace tiempo no lo haces bien- menciono. Yulia simplemente negó- eso creí. Descansa, tengo varias cosas que organizar entonces.
-Está bien- asintió Yulia. Miro apenas durante algunos minutos a su madre ir de un lado al otro con sus ojos entrecerrados hasta que finalmente quedo profundamente dormida.
Era pasado el mediodía cuando Anette se decidió por despertarla. Yulia necesitaba comer algo para terminar de recuperarse, así que ni bien le informo de esto bajo para alimentarse. No estaban más que ellas dos en la casa y Yulia supuso que su madre quería ser lo más discreta posible.
-Ya tengo listas las maletas de ambas-informo Anette- también los boletos del tren. Tenemos tan solo dos horas para irnos, serán viajes largos pero no pararemos hasta estar fuera de Alemania. Si hay algo que quieras llevar contigo ahora es el momento- comento- y no podemos perder más el tiempo aquí, he llamado a una amiga y estaremos en su casa hasta que se haga la hora para ir a la estación- Yulia asintió a la vez que se disponía a levantarse.
Busco una que otra cosa en su habitación, escuchando a Anette acomodando todas las maletas cerca de la puerta. Ambas dieron un último vistazo a la casa, después de todo había sido su hogar durante años.
-Realmente voy a extrañarla- dijo Anette.
-También yo- asintió Yulia.
-Andando, ayúdame con las maletas- pidió. Anette abrió la puerta y cargo varios bolsos, Yulia estaba detrás de ella inmóvil y eso la inquieto. Se giro para observarla y vio que simplemente estaba ahí con la vista en la nada- Yulia, te dicho que…- dijo deteniéndose. Anette sintió otro cuerpo tras su espalda y no precisó de voltearse para averiguarlo, el rostro de Yulia lo decía todo. Trago pesadamente y suspiro cerrando sus ojos.
* * * * *
Rusia, Moscú.
La oficina se encontraba sorprendente tranquila. El hombre levanto la taza hasta su boca y se relajo con el calor que desprendía ésta. Tenía una extraña sensación aquel día, observo su reloj y aquello sirvió para que la emoción lo envolviera con más fuerza.
Pensaba en los distintos lugares donde estaría lo que durante tantos años venia buscando, tenía la esperanza de que estuviera más cerca de lo que se imaginaba. Escucho el sonido de la puerta detrás de él y entonces lo supo.
-Adelante-dijo acomodándose.
-Permiso, Comandante- se presento el soldado- le he traído la carta que me pidió- dándosela.
-Bien hecho, soldado- lo felicito alegre. No espero un segundo más y comenzó a leer en ese mismo instante. La buena sensación no se iba de él.
El soldado no perdió detalle de como a medida que pasaban los segundos, el rostro del comandante reflejaba cada vez mas y mas decepción. Estaba claro que para nada esperaba todo lo que estaba escrito en aquella carta. El comandante se levanto e hizo una bola de papel con la carta que fue arrojada lejos de su alcance.
-Nada-murmuro con rencor- tantos meses de búsqueda y todavía no tengo nada- se lamento. Entonces el soldado supo exactamente a que se estaba refiriendo.
-¿Cree si quiera que aun se encuentre en Rusia?-pregunto con cuidado.
-Eso quisiera pensar-suspiro- pero a estas alturas creo que todo puede ser posible-levantándose. Camino hasta la ventana y observo hacia las calles- puede estar más cerca de mí de lo que me pudiera imaginar y yo ni lo sabría, o tan lejos que nunca seriamos capaz de cruzarnos-se lamento.
-Comandante…- pronuncio el soldado cauteloso- ¿Y no ha pensando al menos en la posibilidad de que ya nunca más se sepa algo? Quiero decir, con todo respeto señor, quizás ya nunca sepa algo. Quizás simplemente… las personas que tanto quisieron dañarlo han logrado su cometido y se han encargado muy bien de eso. Ese era el propósito después de todo ¿no?- dijo con algo de temor. El silencio no hizo más que ponerlo nervioso, pensaba que quizás estaba propasándose en cosas ajenas, después de todo ni siquiera era su asunto. Estaba a punto de disculparse por eso cuando el comandante lo sorprendió hablando.
-Contéstame una cosa, soldado-dijo girándose para mirarlo- ¿que se supone que harías tu entonces, con alguien que se interpone entre tú y tu hijo?
pei_17- Mensajes : 92
Fecha de inscripción : 13/08/2015
Re: ENTRE EL AMOR Y LA GUERRA // Pei
Joder quiero más !!!! Esto no es suficiente !! Me has dejado con más dudas !!
Me encanta !!
Saludos
Me encanta !!
Saludos
Kano chan- Mensajes : 296
Fecha de inscripción : 08/05/2015
Edad : 31
Por fin!
Querida pei que bueno que apareciste,ya me imaginaba lo malo,el capítulo ha sido muy bueno,lleno de sorpresas.Cada uno de los personajes va tomando su lugar en la historia,ojalá todo fluya bien y sigas complaciéndonos .me alegra que estés de vuelta ❤❤❤
Zaninivolk- Invitado
Porque te perdiste?
Pei no se realmente que te ha pasado,espero que nada malo;por favor continúa con la historia .tus seguidoras esperan que vuelvas
Zaninivolk- Invitado
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