Nuestra historia de amor
4 participantes
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
Nuestra historia de amor
Hola a todos! bueno esta es la primera vez que publico algo que yo misma escribí espero les guste y me dejen sus comentarios. Gracias por leer!!!
CAPITULO 1
Muchos años han pasado desde la última vez que nos vimos, ninguna de las dos siquiera pudo pensar que esta historia terminaría así de un modo tan contundente y tan sorpresivo, cuando ni siquiera había comenzado. Esa conexión que nos unió en esos pocos meses parecía muy fuerte, ese deseo irrefrenable, esas ansias de poder unir nuestros cuerpos nos embriagaban, nos llenaban nos desbordaban en cada encuentro.
Tanto tiempo y personas han pasado por mi vida, pero en este preciso instante donde todo lo que soy pierde sentido solo me acuerdo del amor que surgió en mi con tan solo verte aquella primera vez, ese deseo de volver a verte aunque sea de lejos que el destino nos volviera a cruzar para hablar y entender que fue en realidad lo que paso, que nos cambio, que sentirías por mí al volverme a ver.
Pero después de este día esa necesidad de respuestas ya no tiene sentido para mi, el dejarte ser feliz con ella aun sabiendo que a lo mejor no era lo que vos querías sino lo que yo realmente quería por no soportar la idea de verte sufrir cuando este momento llegara, creo ha sido la más sabia decisión, al menos se que las dos deben ser muy felices.
Mi sentencia de muerte es firme, esta enfermedad silenciosa, de la que ya sabía iba a ser víctima en algún momento, al fin ha llegado poniendo fin a todas mis ilusiones, mi futuro y aumentando mi deseo de querer volver a verte, si quiera una vez más. Solo puedo sentir tristeza por quienes me aman van a sufrir tanto con esto no quisiera verlos así pero a pesar de lo que el médico me dijo, no sé si pueda luchar contra esto al verlos derrumbarse de apoco al igual que mi vitalidad y mi juventud.
Soy Julia Volkova y esta es mi triste historia, aunque no sé si deba hablar de tristeza, en fin fue mi vida y la he vivido al máximo, tengo 28 años y una familia maravillosa que me da mucha pena ver sufrir soy consciente de que sabía que este momento llegaría pero jamás pensé fueras tan pronto.
Soy muy alegre, enérgica, siempre con una sonrisa, pero muy reservada en cuanto a mis sentimientos, los cuales se disimular muy bien, ya que mi vida no ha sido llevo fácil desde mis 19 años tome la responsabilidad de ayudar en casa a mi madre en lo económico y en lo sentimental es por ello que aprendí a guardar lo que realmente siento, no me podía dar el lujo de estar triste cuando ella atravesaba una separación bastante complicada de mi padre, debía ser su pilar la que la levantara y ayudara lidiar con todo lo que se nos venía encima .
Mi gran sueño siempre ha sido vivir una vida tranquila rodeada de las personas que me aman incondicionalmente a pesar de mi frialdad y dureza, que es solo apariencia, tocando mi guitarra haciendo música que ayude a los demás a ver el mundo de otra forma, más positiva, libre de condicionamientos vivir la vida como queremos porque es en fin lo que cuenta y nos hace felices y aunque parte de ese sueño no lo he podido cumplir, jamás me queje de mi suerte y creo que si volviera a nacer haría las mismas cosas y tomaría las mismas decisiones he sido muy feliz y estoy rodeada de personas maravillosas, pero en este momento solo me gustaría estar a tu lado que las cosas hubieran sido distintas y haber logrado que te enamoraras de mi.
Al escribir esto, una sonrisa irónica se dibuja en mi cara, porque tengo un encanto especial que atrae tanto a hombres como mujeres, supongo que debe ser algo en mi personalidad, la verdad no sé que es, yo no me veo para nada interesante ha. Nunca me costó encontrar mujeres con las que estar y que me han amado muchísimo, aunque no he podido corresponder porque mi cabeza y mi corazón solo se acuerdan de la única que pareció no ceder ante mí, sino que al contrario eligió a otra sin darme la oportunidad de conquistarla y mostrarle que hubiera hecho lo imposible por verla feliz y de hecho creo que eso hice en el momento que la deje ir con ella, yo la conocía bien y sabia que la haría más que feliz, pero la vida es así, algunos ganan otros al parecer perdemos y nunca más nos podemos recuperar.
CAPITULO 1
Muchos años han pasado desde la última vez que nos vimos, ninguna de las dos siquiera pudo pensar que esta historia terminaría así de un modo tan contundente y tan sorpresivo, cuando ni siquiera había comenzado. Esa conexión que nos unió en esos pocos meses parecía muy fuerte, ese deseo irrefrenable, esas ansias de poder unir nuestros cuerpos nos embriagaban, nos llenaban nos desbordaban en cada encuentro.
Tanto tiempo y personas han pasado por mi vida, pero en este preciso instante donde todo lo que soy pierde sentido solo me acuerdo del amor que surgió en mi con tan solo verte aquella primera vez, ese deseo de volver a verte aunque sea de lejos que el destino nos volviera a cruzar para hablar y entender que fue en realidad lo que paso, que nos cambio, que sentirías por mí al volverme a ver.
Pero después de este día esa necesidad de respuestas ya no tiene sentido para mi, el dejarte ser feliz con ella aun sabiendo que a lo mejor no era lo que vos querías sino lo que yo realmente quería por no soportar la idea de verte sufrir cuando este momento llegara, creo ha sido la más sabia decisión, al menos se que las dos deben ser muy felices.
Mi sentencia de muerte es firme, esta enfermedad silenciosa, de la que ya sabía iba a ser víctima en algún momento, al fin ha llegado poniendo fin a todas mis ilusiones, mi futuro y aumentando mi deseo de querer volver a verte, si quiera una vez más. Solo puedo sentir tristeza por quienes me aman van a sufrir tanto con esto no quisiera verlos así pero a pesar de lo que el médico me dijo, no sé si pueda luchar contra esto al verlos derrumbarse de apoco al igual que mi vitalidad y mi juventud.
Soy Julia Volkova y esta es mi triste historia, aunque no sé si deba hablar de tristeza, en fin fue mi vida y la he vivido al máximo, tengo 28 años y una familia maravillosa que me da mucha pena ver sufrir soy consciente de que sabía que este momento llegaría pero jamás pensé fueras tan pronto.
Soy muy alegre, enérgica, siempre con una sonrisa, pero muy reservada en cuanto a mis sentimientos, los cuales se disimular muy bien, ya que mi vida no ha sido llevo fácil desde mis 19 años tome la responsabilidad de ayudar en casa a mi madre en lo económico y en lo sentimental es por ello que aprendí a guardar lo que realmente siento, no me podía dar el lujo de estar triste cuando ella atravesaba una separación bastante complicada de mi padre, debía ser su pilar la que la levantara y ayudara lidiar con todo lo que se nos venía encima .
Mi gran sueño siempre ha sido vivir una vida tranquila rodeada de las personas que me aman incondicionalmente a pesar de mi frialdad y dureza, que es solo apariencia, tocando mi guitarra haciendo música que ayude a los demás a ver el mundo de otra forma, más positiva, libre de condicionamientos vivir la vida como queremos porque es en fin lo que cuenta y nos hace felices y aunque parte de ese sueño no lo he podido cumplir, jamás me queje de mi suerte y creo que si volviera a nacer haría las mismas cosas y tomaría las mismas decisiones he sido muy feliz y estoy rodeada de personas maravillosas, pero en este momento solo me gustaría estar a tu lado que las cosas hubieran sido distintas y haber logrado que te enamoraras de mi.
Al escribir esto, una sonrisa irónica se dibuja en mi cara, porque tengo un encanto especial que atrae tanto a hombres como mujeres, supongo que debe ser algo en mi personalidad, la verdad no sé que es, yo no me veo para nada interesante ha. Nunca me costó encontrar mujeres con las que estar y que me han amado muchísimo, aunque no he podido corresponder porque mi cabeza y mi corazón solo se acuerdan de la única que pareció no ceder ante mí, sino que al contrario eligió a otra sin darme la oportunidad de conquistarla y mostrarle que hubiera hecho lo imposible por verla feliz y de hecho creo que eso hice en el momento que la deje ir con ella, yo la conocía bien y sabia que la haría más que feliz, pero la vida es así, algunos ganan otros al parecer perdemos y nunca más nos podemos recuperar.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
Re: Nuestra historia de amor
CAPITULO 2
Era un día como cualquier otro estaba ansiosa esperando mi turno con el doctor Ivanov, un pesado que me había pedido demasiados análisis a pesar de que mis estudios ginecológicos y las ecografías mamarias habían salido optimas según las palabras de él. Cuando al fin, después de casi una hora, llega mi momento de entrar en consulta pude notar una mirada que transmitía lastima y compasión, a pesar de que me costaba descifrar mis sentimientos podía leer con mucha facilidad los de los demás, pensé que a lo mejor había tenido que darle malas noticias a la mujer mayor que anteriormente había salido de su consultorio, tome asiento y me dispuse a escuchar que todo estaba bien y que me habían hecho perder mi precioso tiempo con tanto análisis.
Un carraspeo por parte de Ivanov me saco de mis pensamientos que seguía mirándome de manera extraña, estaba empezando a incomodarme entonces rompí el silencio que reinaba en la habitación:
-Y bien esta todo en orden? Todos los estudios han salido correctos? Dije con cierto nerviosismo en mi voz por esa manera de mirarme.
-Bien Julia tengo noticias no tan buenas para ti, entre los exámenes que solicite había uno genético para descartar la presencia del gen causante del cáncer de mama, dada la alta incidencia de este tipo de cáncer en las mujeres de la familia de tu abuela, y ha resultado positivo, aumentando la probabilidad de que esta enfermedad aparezca en cualquier momento, lo que vamos a hacer es aumentar el número de consultas anuales a dos para poder detectarlo a tiempo antes de cualquier avance, el pronóstico es bueno dado que lo hemos notado a tiempo.
Y neos que otras cosas mas dijo solo a mi mente venia la imagen de mi madre y hermanas no podía creer que esto estuviera pasando algo muy malo debería de haber hecho para recibir semejante noticia con tan solo 19 años, me perdí en mis pensamientos hasta que algo me preocupo más que mi enfermedad y pregunte:
-Doctor y mis hermanas? Ellas corren peligro también? Por favor dígame que están bien. Su mirada esa maldita mirada me estaba comenzando a molestar, es un idiota no necesito su lastima ahora, ni la de nadie, pensé. De repente dijo:
-Ellas estarán bien Julia, este gen solo lo hemos encontrado en tu ADN, estamos sorprendidos por ello suele afectar a todas las mujeres pero su caso es único y nos ha tomado por sorpresa.
Desde ese momento, supe que este sería mi secreto no quería ver la misma mirada del doctor en todo el mundo, además conservaba la esperanza de que hubiera una equivocación quizá la enfermedad no aparecía hasta mi vejes o terminaba muriendo de otra cosa, de repente me encontré con una fortaleza oculta en mi, mire al doctor a los ojos y dije:
-No quiero que nadie se entere de mi diagnostico, cuando el momento llegue todos lo sabrán, gracias por todo y nos vemos nuevamente en seis meses. Estreche la mano del confuso hombre y salí del lugar lo mas calmada que pude.
Una vez fuera del hospital sentí algo, que nunca antes me había permitido, un vacio, una soledad un tristeza enorme crecer dentro de mí y miedo, mucho miedo, pánico de hacer sufrir a las personas por las que tanto había luchado y dado hasta lo último de mis fuerzas para verlas bien para que superaran la difícil situación una vez que mi padre se fue. Esto no podía estar pasando en peor momento tenía tantas cosas por las que vivir, si bien aun la enfermedad no estaba presente la podía sentir acecharme, consumir cada minuto de mi vida como una sentencia de muerte segura, que acabaría con todo lo que una vez soñé y quise para mi futuro.
Estaba sentada en el pasto del parque con lagrimas que caían como cascadas de mis ojos sin poder contarle a nadie mi secreto y perdida en mis pensamientos, cuando al fin la claridad llego a mí, me propuse vivir mi vida al máximo, ya basta de preocupaciones innecesarias, este era el momento por algo todo había transcurrido de esta manera y no de otra y dentro de mi tenia la seguridad y la tranquilidad que me brindaba el hecho de que mis hermanas estarían bien y que la única afectada con este problema era yo, ellas si tenían razones más grandes por las que vivir, sus hijos y sus familias que con tanto sacrificio después de tanto sufrimiento se animaron a armar.
Era un día como cualquier otro estaba ansiosa esperando mi turno con el doctor Ivanov, un pesado que me había pedido demasiados análisis a pesar de que mis estudios ginecológicos y las ecografías mamarias habían salido optimas según las palabras de él. Cuando al fin, después de casi una hora, llega mi momento de entrar en consulta pude notar una mirada que transmitía lastima y compasión, a pesar de que me costaba descifrar mis sentimientos podía leer con mucha facilidad los de los demás, pensé que a lo mejor había tenido que darle malas noticias a la mujer mayor que anteriormente había salido de su consultorio, tome asiento y me dispuse a escuchar que todo estaba bien y que me habían hecho perder mi precioso tiempo con tanto análisis.
Un carraspeo por parte de Ivanov me saco de mis pensamientos que seguía mirándome de manera extraña, estaba empezando a incomodarme entonces rompí el silencio que reinaba en la habitación:
-Y bien esta todo en orden? Todos los estudios han salido correctos? Dije con cierto nerviosismo en mi voz por esa manera de mirarme.
-Bien Julia tengo noticias no tan buenas para ti, entre los exámenes que solicite había uno genético para descartar la presencia del gen causante del cáncer de mama, dada la alta incidencia de este tipo de cáncer en las mujeres de la familia de tu abuela, y ha resultado positivo, aumentando la probabilidad de que esta enfermedad aparezca en cualquier momento, lo que vamos a hacer es aumentar el número de consultas anuales a dos para poder detectarlo a tiempo antes de cualquier avance, el pronóstico es bueno dado que lo hemos notado a tiempo.
Y neos que otras cosas mas dijo solo a mi mente venia la imagen de mi madre y hermanas no podía creer que esto estuviera pasando algo muy malo debería de haber hecho para recibir semejante noticia con tan solo 19 años, me perdí en mis pensamientos hasta que algo me preocupo más que mi enfermedad y pregunte:
-Doctor y mis hermanas? Ellas corren peligro también? Por favor dígame que están bien. Su mirada esa maldita mirada me estaba comenzando a molestar, es un idiota no necesito su lastima ahora, ni la de nadie, pensé. De repente dijo:
-Ellas estarán bien Julia, este gen solo lo hemos encontrado en tu ADN, estamos sorprendidos por ello suele afectar a todas las mujeres pero su caso es único y nos ha tomado por sorpresa.
Desde ese momento, supe que este sería mi secreto no quería ver la misma mirada del doctor en todo el mundo, además conservaba la esperanza de que hubiera una equivocación quizá la enfermedad no aparecía hasta mi vejes o terminaba muriendo de otra cosa, de repente me encontré con una fortaleza oculta en mi, mire al doctor a los ojos y dije:
-No quiero que nadie se entere de mi diagnostico, cuando el momento llegue todos lo sabrán, gracias por todo y nos vemos nuevamente en seis meses. Estreche la mano del confuso hombre y salí del lugar lo mas calmada que pude.
Una vez fuera del hospital sentí algo, que nunca antes me había permitido, un vacio, una soledad un tristeza enorme crecer dentro de mí y miedo, mucho miedo, pánico de hacer sufrir a las personas por las que tanto había luchado y dado hasta lo último de mis fuerzas para verlas bien para que superaran la difícil situación una vez que mi padre se fue. Esto no podía estar pasando en peor momento tenía tantas cosas por las que vivir, si bien aun la enfermedad no estaba presente la podía sentir acecharme, consumir cada minuto de mi vida como una sentencia de muerte segura, que acabaría con todo lo que una vez soñé y quise para mi futuro.
Estaba sentada en el pasto del parque con lagrimas que caían como cascadas de mis ojos sin poder contarle a nadie mi secreto y perdida en mis pensamientos, cuando al fin la claridad llego a mí, me propuse vivir mi vida al máximo, ya basta de preocupaciones innecesarias, este era el momento por algo todo había transcurrido de esta manera y no de otra y dentro de mi tenia la seguridad y la tranquilidad que me brindaba el hecho de que mis hermanas estarían bien y que la única afectada con este problema era yo, ellas si tenían razones más grandes por las que vivir, sus hijos y sus familias que con tanto sacrificio después de tanto sufrimiento se animaron a armar.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
Re: Nuestra historia de amor
:'( :'( :'(
#SoSad
Please conti soon!!
#SoSad
Please conti soon!!
My_love_4_u- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 11/10/2016
CONTI!!!!!
Muchas gracias!! A todos los que se molestaron en leer
My_love_4_u gracias por comentar y espero te guste la conti
CAPITULO 3
Ya de esa fatídica tarde han pasado cinco años, pero desde la última consulta hace unos meses estoy extraña, con un raro presentimiento algo andaba mal, no sabía con exactitud lo que me estaba pasando lo tome como algo normal, ya que últimamente estaba muy estresada ante el cambio que se avecinaba en mi vida. Al fin me había recibido de doctora en psicología con mucho esfuerzo, al no poder dejar de trabajar, me había atrasado un par de años pero eso ya no importaba al fin podría hacer otra de las cosas que tanto me gustan que es ayudar a los demás, con sus problemas.
Perdida en mis pensamientos y recuerdos estuve todos esos mes no quiera volver al hospital, estaba realmente cansada del pánico, del miedo que sentía cada vez que iba con mi médico para los resultados de mis exámenes. Hasta que por fin tome coraje, luego de nueve meses mis análisis ya estaban listos, solo faltaba que Ivanov los viera, esperaba ansiosa mi turno sabiendo que me esperaba un largo sermón de mi ahora doctor amigo, nos hemos visto tantas veces durante estos cinco años que hemos formado una linda conexión que hacía más llevadera la espera de los resultados.
Al fin la espera termino y entro al consultorio, después de un caluroso saludo Alexei comienza con nuestro ritual, ya que por pedido expreso mío nos enterábamos de los resultados al mismo tiempo, para evitar esa mirada que hace cinco años atrás note en el. Lo veo abrir el sobre, fruncir el seño y oscurecer su mirada, enseguida lo supe leí su rostro y me di cuenta de que no tenía buenas noticias, algo malo estaba a punto de pasar, me miro y no hizo falta que escuche sus palabras, lo sabia el cáncer había despertado. El seguía hablando de pronóstico, exámenes etc. y seguía sin poder conectar con la realidad me hallaba perdida nuevamente maldiciendo al destino y a la vida de que tan pronto tendría que luchar contra esta maldición y sin más interrumpí a Alexei diciéndole lo siguiente:
- Querido amigo se que las noticias no son buenas pero sabes que el palabrerío no me ayuda mucho, necesito saber cuáles son mis probabilidades y eso para tomar una decisión.
- No sabes cuánto lamento esto Jul, no esperaba que pasara tan rápido pero tenemos que realizar unos exámenes mas y te voy a derivar con la mejor oncóloga del hospital, que además es una de mis mejores amigas y colega, por favor piénsalo y haz el tratamiento estoy seguro de que vas a salir de esta, eres una mujer muy fuerte, prométeme que lo pensaras.
- No te prometo nada Alex pero esperemos a ver que dice la especialista, de verdad muchas gracias.
Me levante de la silla salude a mi amigo y me retire del lugar, con una sola pregunta en mi cabeza, ¿Cuánto tiempo me quedara? Necesito verte antes de que todo esto comience, pero ¿donde estarás? después de que te deje jamás te volví a buscar, neos que será de tu vida y realmente no creo que quieras volver a verme.
Ha llegado el momento que tanto temí es hora de decirle a todos lo que sucede, el no hacerlo sería una estupidez, si decidiera hacer un tratamiento obviamente todos lo notarían debo pensar que hacer. Llegue a casa gracias al cielo mi madre no estaba, puede ser realmente molesta cuando se lo propone, aunque debe ser normal en ellas, otra cosa que nuca experimentaría por mi enfermedad, el tener hijos estaba completamente descartado jamás podría.
My_love_4_u gracias por comentar y espero te guste la conti
CAPITULO 3
Ya de esa fatídica tarde han pasado cinco años, pero desde la última consulta hace unos meses estoy extraña, con un raro presentimiento algo andaba mal, no sabía con exactitud lo que me estaba pasando lo tome como algo normal, ya que últimamente estaba muy estresada ante el cambio que se avecinaba en mi vida. Al fin me había recibido de doctora en psicología con mucho esfuerzo, al no poder dejar de trabajar, me había atrasado un par de años pero eso ya no importaba al fin podría hacer otra de las cosas que tanto me gustan que es ayudar a los demás, con sus problemas.
Perdida en mis pensamientos y recuerdos estuve todos esos mes no quiera volver al hospital, estaba realmente cansada del pánico, del miedo que sentía cada vez que iba con mi médico para los resultados de mis exámenes. Hasta que por fin tome coraje, luego de nueve meses mis análisis ya estaban listos, solo faltaba que Ivanov los viera, esperaba ansiosa mi turno sabiendo que me esperaba un largo sermón de mi ahora doctor amigo, nos hemos visto tantas veces durante estos cinco años que hemos formado una linda conexión que hacía más llevadera la espera de los resultados.
Al fin la espera termino y entro al consultorio, después de un caluroso saludo Alexei comienza con nuestro ritual, ya que por pedido expreso mío nos enterábamos de los resultados al mismo tiempo, para evitar esa mirada que hace cinco años atrás note en el. Lo veo abrir el sobre, fruncir el seño y oscurecer su mirada, enseguida lo supe leí su rostro y me di cuenta de que no tenía buenas noticias, algo malo estaba a punto de pasar, me miro y no hizo falta que escuche sus palabras, lo sabia el cáncer había despertado. El seguía hablando de pronóstico, exámenes etc. y seguía sin poder conectar con la realidad me hallaba perdida nuevamente maldiciendo al destino y a la vida de que tan pronto tendría que luchar contra esta maldición y sin más interrumpí a Alexei diciéndole lo siguiente:
- Querido amigo se que las noticias no son buenas pero sabes que el palabrerío no me ayuda mucho, necesito saber cuáles son mis probabilidades y eso para tomar una decisión.
- No sabes cuánto lamento esto Jul, no esperaba que pasara tan rápido pero tenemos que realizar unos exámenes mas y te voy a derivar con la mejor oncóloga del hospital, que además es una de mis mejores amigas y colega, por favor piénsalo y haz el tratamiento estoy seguro de que vas a salir de esta, eres una mujer muy fuerte, prométeme que lo pensaras.
- No te prometo nada Alex pero esperemos a ver que dice la especialista, de verdad muchas gracias.
Me levante de la silla salude a mi amigo y me retire del lugar, con una sola pregunta en mi cabeza, ¿Cuánto tiempo me quedara? Necesito verte antes de que todo esto comience, pero ¿donde estarás? después de que te deje jamás te volví a buscar, neos que será de tu vida y realmente no creo que quieras volver a verme.
Ha llegado el momento que tanto temí es hora de decirle a todos lo que sucede, el no hacerlo sería una estupidez, si decidiera hacer un tratamiento obviamente todos lo notarían debo pensar que hacer. Llegue a casa gracias al cielo mi madre no estaba, puede ser realmente molesta cuando se lo propone, aunque debe ser normal en ellas, otra cosa que nuca experimentaría por mi enfermedad, el tener hijos estaba completamente descartado jamás podría.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
Re: Nuestra historia de amor
CAPITULO 4
Ya han pasado dos largas semanas, los resultados de los nuevos análisis ya están, las biopsias confirmaron que los tumores son malignos pero estos no están tan avanzados, de todos modos hay que hacer la mastectomía de ambos senos además de sesiones de rayos y quimioterapia, nada que no pueda sobrevivir según mi doctor y amigo, honestamente no se que mujer ve el, no me considero para nada fuerte aun no se como decírselo a mi familia, esto es más difícil que salir del closet, recuerdo que mama casi se muere y seguro todavía se pregunta que hizo mal aunque se empeñe en parecer una mujer de mente abierta, que me apoya se que aun está molesta por eso y en todos estos años, le he evitado la molestia de conocer a alguna novia, que pudiera tener, aunque la verdadera razón es que jamás tome a nadie tan en serio como a esa hermosa pelirroja que me robo el corazón.
Sentada en el enorme patio de mi casa bajo el limonero que una vez mi querido tío me regalara, pienso en la mejor manera para dar a conocer esta noticia, solo falta una semana para la operación y aun nadie lo sabe, menos mal que todo esto me encontró en mi mes de vacaciones del trabajo no soportaría ver, las caras de lastima y pena en cada uno de mis compañeros, con suerte no tendría que volver al consultorio por un largo tiempo hasta que estuviera un poco recuperada de la ardua tarea que me espera.
En estos momentos pienso que debería haber dejado a alguien conocerme más en profundidad y no haberme cerrado tanto cuando Katia me jugo tan mal después de todas las cosas que vivimos juntas y de lo mucho que la apoye en los momentos más difíciles. Esto no quiere decir sea una persona antisocial que no habla con nadie, todo lo contrario llevo una relación cordial con todas las personas que conozco he escuchado infinidad de veces y tratado de dar consejos ante sus problemas pero nunca volví a hablar de mí con nadie como lo hacía con Katia, ella sí que sabía todo de mi, mis miedos, obsesiones, etc. Me conocía a la perfección y jamás pensé que algún día nos separaríamos, honestamente necesitaría que estuviese aquí para darme su apoyo y encontrar la mejor manera de hablar de mi enfermedad con todos a los que amo.
En fin, el momento de volver a la realidad ha llegado debo ser fuerte y hablar abrirme a los mas amo, la reunión familiar de todos los domingos seria el momento justo para detonar la bomba.
Al fin llego el domingo, de poco a poco la casa familiar, que comparto ahora solo con mama, de a poco comenzó a tomar vida de nuevo con la llegada de mis cinco hermanos y sus respectivos hijos, ellos habían formado hermosas familias eran muy felices y estaba profundamente orgullosa de cada uno de ellos, todos los esfuerzos de mi madre y míos lograron buenos frutos en ellos.
Mi familia es numerosa y es lo que más me gusta de formar parte de ella, mi madre Olga es la mejor siempre dándonos todo su amor y cariño aun en los momentos más difíciles era comprensiva y bastante estricta además de cerrada ya que desde la partida de papa se metió a una iglesia evangélica. De mis hermanos el mayor Andrew es el que más se parece a mama muy cerrado y metido en sus pensamientos pero un excelente padre y hermano siempre apoyándonos y haciéndonos reír; le sigue Irina ella es arquitecta estaba estudiando cuando papa se fue así que con mi trabajo le ayude a seguir adelante su sueño y pudo seguir estudiando, ella me dio el más grande regalo mi ahijada Anastasia, mi pequeño tesoro muy inquieta y fan de los dibujos animados; yo soy la tercera de mi ya saben bastante así que voy a proseguir contándoles de mi hermano favorito Oleg el es profesor de educación física aun no tiene hijos pero siempre fue mi mejor amigo crecimos juntos ya que solo nos llevamos un año de diferencia, compartíamos amigos, secretos y la pasión por el rock; la quinta es Larissa ella no se caso aun pero es madre de otro de mis tesoros el pequeño Ciro, su padre los abandono antes de que el naciera pero mi pequeña hermana salió adelante, a pesar de que no habla mucho es la que más parece conocerme siempre nota cuando algo anda mal e incluso ahora me está mirando esperando el momento de encontrarme sola para comenzar el interrogatorio.
El almuerzo de domingo transcurrió tranquilo, entre conversaciones banales y risas por parte de todos, una vez que terminamos el postre me dispuse a hablar, me pare de mi asiento sorprendiendo a todos y con cierto nerviosismo les pedí su atención:
-Bueno familia antes que nada les quiero agradecer a todos por otro domingo maravilloso en su compañía, pero tengo que comunicarles algo importante que no va a ser muy grato para todos ustedes. Voy directo al punto tengo cáncer de seno la semana próxima es la mastectomía, una vez que finalice la cirugía debo ir con la oncóloga para determinar el tratamiento a seguir. Eso era lo que necesitaba decirles, siento mucho hacerlos sufrir pero es el destino que me ha tocado y lo voy a enfrentar con valentía y coraje así me cueste todo lo que he logrado conseguir, espero me den su apoyo y traten de cambiar las caras de susto porque no me estarían ayudando mucho en este preciso instante.
El ambiente se puso tenso todos me miraban con la cara desencajada en estado de shock por la impactante noticia, el llanto desconsolado de mi madre rompió el helado silencio y se acerco a mí para envolverme con su abrazo mientras sus lagrimas salían descontroladamente, la consolé en mis brazos acariciando su espalda mientras al oído le decía que todo estaría bien que no había de que preocuparnos que no se quedaría sola, que yo seguiría ahí para ella para cada uno de mis hermanos, hasta que se calmo un poco se aparto y me vi envuelta por el abrazo de cada uno de los miembros de mi maravillosa familia que me alentaban y me pedían que luchara que ganara la batallas por ellos. Una vez que todos me hubieran abrazado y brindado su apoyo y fuerzas comenzamos a recordar nuestra infancia, contar anécdotas divertidas sobre ella para calmar un poco la tristeza que estaba rompiendo nuestros corazones.
Así pasaron las horas entre charlas recuerdos y llantos, hasta que llego el momento de ir a descansar, ya que al día siguiente todos debían cumplir con sus obligaciones laborales y yo debía descansar y preparar mi cabeza para mi próxima cirugía.
Ya han pasado dos largas semanas, los resultados de los nuevos análisis ya están, las biopsias confirmaron que los tumores son malignos pero estos no están tan avanzados, de todos modos hay que hacer la mastectomía de ambos senos además de sesiones de rayos y quimioterapia, nada que no pueda sobrevivir según mi doctor y amigo, honestamente no se que mujer ve el, no me considero para nada fuerte aun no se como decírselo a mi familia, esto es más difícil que salir del closet, recuerdo que mama casi se muere y seguro todavía se pregunta que hizo mal aunque se empeñe en parecer una mujer de mente abierta, que me apoya se que aun está molesta por eso y en todos estos años, le he evitado la molestia de conocer a alguna novia, que pudiera tener, aunque la verdadera razón es que jamás tome a nadie tan en serio como a esa hermosa pelirroja que me robo el corazón.
Sentada en el enorme patio de mi casa bajo el limonero que una vez mi querido tío me regalara, pienso en la mejor manera para dar a conocer esta noticia, solo falta una semana para la operación y aun nadie lo sabe, menos mal que todo esto me encontró en mi mes de vacaciones del trabajo no soportaría ver, las caras de lastima y pena en cada uno de mis compañeros, con suerte no tendría que volver al consultorio por un largo tiempo hasta que estuviera un poco recuperada de la ardua tarea que me espera.
En estos momentos pienso que debería haber dejado a alguien conocerme más en profundidad y no haberme cerrado tanto cuando Katia me jugo tan mal después de todas las cosas que vivimos juntas y de lo mucho que la apoye en los momentos más difíciles. Esto no quiere decir sea una persona antisocial que no habla con nadie, todo lo contrario llevo una relación cordial con todas las personas que conozco he escuchado infinidad de veces y tratado de dar consejos ante sus problemas pero nunca volví a hablar de mí con nadie como lo hacía con Katia, ella sí que sabía todo de mi, mis miedos, obsesiones, etc. Me conocía a la perfección y jamás pensé que algún día nos separaríamos, honestamente necesitaría que estuviese aquí para darme su apoyo y encontrar la mejor manera de hablar de mi enfermedad con todos a los que amo.
En fin, el momento de volver a la realidad ha llegado debo ser fuerte y hablar abrirme a los mas amo, la reunión familiar de todos los domingos seria el momento justo para detonar la bomba.
Al fin llego el domingo, de poco a poco la casa familiar, que comparto ahora solo con mama, de a poco comenzó a tomar vida de nuevo con la llegada de mis cinco hermanos y sus respectivos hijos, ellos habían formado hermosas familias eran muy felices y estaba profundamente orgullosa de cada uno de ellos, todos los esfuerzos de mi madre y míos lograron buenos frutos en ellos.
Mi familia es numerosa y es lo que más me gusta de formar parte de ella, mi madre Olga es la mejor siempre dándonos todo su amor y cariño aun en los momentos más difíciles era comprensiva y bastante estricta además de cerrada ya que desde la partida de papa se metió a una iglesia evangélica. De mis hermanos el mayor Andrew es el que más se parece a mama muy cerrado y metido en sus pensamientos pero un excelente padre y hermano siempre apoyándonos y haciéndonos reír; le sigue Irina ella es arquitecta estaba estudiando cuando papa se fue así que con mi trabajo le ayude a seguir adelante su sueño y pudo seguir estudiando, ella me dio el más grande regalo mi ahijada Anastasia, mi pequeño tesoro muy inquieta y fan de los dibujos animados; yo soy la tercera de mi ya saben bastante así que voy a proseguir contándoles de mi hermano favorito Oleg el es profesor de educación física aun no tiene hijos pero siempre fue mi mejor amigo crecimos juntos ya que solo nos llevamos un año de diferencia, compartíamos amigos, secretos y la pasión por el rock; la quinta es Larissa ella no se caso aun pero es madre de otro de mis tesoros el pequeño Ciro, su padre los abandono antes de que el naciera pero mi pequeña hermana salió adelante, a pesar de que no habla mucho es la que más parece conocerme siempre nota cuando algo anda mal e incluso ahora me está mirando esperando el momento de encontrarme sola para comenzar el interrogatorio.
El almuerzo de domingo transcurrió tranquilo, entre conversaciones banales y risas por parte de todos, una vez que terminamos el postre me dispuse a hablar, me pare de mi asiento sorprendiendo a todos y con cierto nerviosismo les pedí su atención:
-Bueno familia antes que nada les quiero agradecer a todos por otro domingo maravilloso en su compañía, pero tengo que comunicarles algo importante que no va a ser muy grato para todos ustedes. Voy directo al punto tengo cáncer de seno la semana próxima es la mastectomía, una vez que finalice la cirugía debo ir con la oncóloga para determinar el tratamiento a seguir. Eso era lo que necesitaba decirles, siento mucho hacerlos sufrir pero es el destino que me ha tocado y lo voy a enfrentar con valentía y coraje así me cueste todo lo que he logrado conseguir, espero me den su apoyo y traten de cambiar las caras de susto porque no me estarían ayudando mucho en este preciso instante.
El ambiente se puso tenso todos me miraban con la cara desencajada en estado de shock por la impactante noticia, el llanto desconsolado de mi madre rompió el helado silencio y se acerco a mí para envolverme con su abrazo mientras sus lagrimas salían descontroladamente, la consolé en mis brazos acariciando su espalda mientras al oído le decía que todo estaría bien que no había de que preocuparnos que no se quedaría sola, que yo seguiría ahí para ella para cada uno de mis hermanos, hasta que se calmo un poco se aparto y me vi envuelta por el abrazo de cada uno de los miembros de mi maravillosa familia que me alentaban y me pedían que luchara que ganara la batallas por ellos. Una vez que todos me hubieran abrazado y brindado su apoyo y fuerzas comenzamos a recordar nuestra infancia, contar anécdotas divertidas sobre ella para calmar un poco la tristeza que estaba rompiendo nuestros corazones.
Así pasaron las horas entre charlas recuerdos y llantos, hasta que llego el momento de ir a descansar, ya que al día siguiente todos debían cumplir con sus obligaciones laborales y yo debía descansar y preparar mi cabeza para mi próxima cirugía.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
Re: Nuestra historia de amor
Hola
buen capitulo
espero lo continúes pronto
buen capitulo
espero lo continúes pronto
andyvolkatin- Mensajes : 576
Fecha de inscripción : 27/05/2015
Re: Nuestra historia de amor
#IlikedIt!!
Muy buena la conti... pero muy corta u.u
A esperar la proxima... no te tardes vale?
#EsperandoPorLena <3
Muy buena la conti... pero muy corta u.u
A esperar la proxima... no te tardes vale?
#EsperandoPorLena <3
My_love_4_u- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 11/10/2016
Me gusta
No había leído antes ,pero lo que he leído me parece bueno e interesante .te seguiré
Zaninivolk- Invitado
Re: Nuestra historia de amor
Buenas tardes! Saludos desde Argentina acá les dejo dos capítulos mas de esta historia, espero que les guste y disfruten de leerlo tanto como disfruto yo al escribir.
Quiero agradecer especialmente a andyvolkatin, My_love_4_u, y zaninivolk por comentar y alentarme a seguir escribiendo. Enjoy!!!
CAPITULO 5
Dos semanas después la cirugía ya había sido realizada fue muy exitosa lograron extirpar todos los tumores ubicados en mis senos y el pronóstico era realmente bueno, ya me encontraba en casa pero mi estado emocional estaba por los suelos, desde la operación dependía de otros para hacer la mayor parte de mis actividades y lo odiaba, el dolor el miedo y la incertidumbre me estaban matando, pero no podía demostrarlo, tenía que ser fuerte esto apenas empezaba y la cosa se iba a poner peor, una vez que las quimios comenzaran. Los días que pase en el hospital y luego la recuperación en casa estuve rodeada de mi familia, todos venían a ayudar y a distraerme sabiendo lo mucho que me disgustaba estar así, ya que no me caracterizo por estar tanto tiempo en la cama, al contrario mientras mas rápido pudiera salir y manejarme sola mejor seria para mí para comenzar con la siguiente fase del plan.
Una vez más, me encontraba sentada en la sala de espera al frente de la puerta de un frío consultorio, a la espera de según Alexei la mejor oncóloga que existía, pensaba como seria ella, de seguro una mujer mayor que se había ganado su fama por ayudar en casos mas difíciles que el mío y logrado sacar adelante con éxito. La espera me estaba asfixiando, era tal mi confianza en mi amigo que él me saco el turno de consulta y no me había tomado la molestia de siquiera saber el nombre de la tan prestigiosa mujer, perfecto pensé quedare como una idiota pero qué más da, ella solo se interesara en mi por otro exitoso caso que saque adelante en su prestigiosa carrera.
De repente veo la puerta abrirse y una voz que reconocí familiar me llamo por mi nombre, entro cerrando la puerta tras de mí y ahí estaba la famosa doctora, sentada en su sillón ejecutivo dándome la espalda observando no se que cosa en la biblioteca que tenía en el lugar.
-Buenos días doctora… salude y no hubo respuesta, que mal educada pensé, me di la vuelta para abandonar el lugar, ¿quien se creía ella para ignorarme de esa forma? estaba segura de que habría más oncólogos y más educados que ella en todo el maldito hospital. Justo cuando iba a salir huyendo, algo dentro de mí me decía que lo hiciera, ella me llamo por mi nombre y me detuve dispuesta a escucharla, sin darse vuelta de su posición inicial comenzó a hablar:
-Señorita Volkova la verdad he estado pensando que decirle en este momento, desde que llego a mí su historia clínica, a decir verdad no se si sería ético que yo siguiera su caso, pero dadas las circunstancias y a que jamás dejaría sin mí ayuda a una paciente de su edad y con su condición decidí aceptar este desafío.
Ella se dio vuelta y clavo sus ojos verdigrises en los míos, no lo podía creer, era ella estaba sentada ante mí, con su mirada fría, con su trato tan profesional, distante, como si yo fuera una extraña a la que jamás en su vida había visto. Ya nada quedaba de esa tierna chica que yo conociera años atrás, era ella mi Elena más hermosa que nunca, más de lo que la recordaba, pero al mismo tiempo tan diferente, un escalofrió recorrió mi espalda y tomando fuerzas de no se donde comencé a hablar:
-Elena, estoy por demás sorprendida por esta situación, jamás pensé en volver a verte y menos en estas circunstancias tan extrañas. Alexei jamás me dijo el nombre de la doctora que me iba a tratar y de verdad no se si quiero tenerte al frente de esto, sería demasiado para mí-.No podía creer que estuviera diciéndole esto, después de tanto tiempo que espere por verla otra vez, pero era lo que estaba sintiendo, nunca imagine verla tan cambiada, al parecer tan infeliz como yo lo he sido sin ella todo este tiempo y reconozco que merezco el trato que me está dando.
-Mira julia creo que no estás en posición de elegir nada, al contrario, mientras menos tiempo pierdas en decidir es mejor para vos. Tu enfermedad no es un juego y tengo toda la fe en que mi tratamiento va a ser más exitoso en tu caso-. Así paso el tiempo de la consulta, con las respectivas explicaciones de en qué consistiría su tratamiento, los días de quimioterapia de rayos y de internación, etc., pero muy poco de lo que me decía pude escuchar me quede como tonta viéndola hablar, imaginando una realidad distinta en la que ella se alegraba de verme otra vez, que ingenua. Una vez aclarados esos temas, me dispuse a salir de su consultorio, aun no podía creer que ella fuera la única mujer de la que me enamore, había cambiado tanto, evidentemente las cosas no le fueron tan bien como imagine que le habían ido, algo muy feo debe haberle pasado para que cambiara de esa forma y pensaba averiguarlo, pero de repente hablo una vez mas y me dijo:
-Volkova, espera, antes de que te valla es necesario que te diga lo siguiente, no fue para nada grato verte, solo acepte tu caso por una cuestión de ética, porque va a ser muy beneficioso para mi carrera y porque aprecio mucho a mi amigo Alexei que especialmente me lo pidió. Nuestra relación es estrictamente profesional y una vez que te hallas recuperado espero no volver a verte, el pasado ahí se quedo no te quiero otra vez en mi vida-. Ahí está tal como pensé que sería cuando nos volviéramos a ver, con un enorme nudo en la garganta y las lágrimas agolpándose en mis ojos solo pude responder:
-No esperaba otra cosa Elena, de todas formas créeme que para mí ha sido un gran placer verte y aunque las cosas no salieran bien, estoy feliz de haberte visto de nuevo, aunque no seas la misma persona que conocí hace algunos años. Muchas gracias nos vemos pronto-. Y sin más me retire dándole la mejor de mis sonrisas, que se tanto le gustaba, y un fuerte apretón de manos, segura de que esta vez no sería igual que la anterior, si me recuperaba esta vez no la dejaría ir tan fácil, por algo el destino nos volvió a cruzar.
Quiero agradecer especialmente a andyvolkatin, My_love_4_u, y zaninivolk por comentar y alentarme a seguir escribiendo. Enjoy!!!
CAPITULO 5
Dos semanas después la cirugía ya había sido realizada fue muy exitosa lograron extirpar todos los tumores ubicados en mis senos y el pronóstico era realmente bueno, ya me encontraba en casa pero mi estado emocional estaba por los suelos, desde la operación dependía de otros para hacer la mayor parte de mis actividades y lo odiaba, el dolor el miedo y la incertidumbre me estaban matando, pero no podía demostrarlo, tenía que ser fuerte esto apenas empezaba y la cosa se iba a poner peor, una vez que las quimios comenzaran. Los días que pase en el hospital y luego la recuperación en casa estuve rodeada de mi familia, todos venían a ayudar y a distraerme sabiendo lo mucho que me disgustaba estar así, ya que no me caracterizo por estar tanto tiempo en la cama, al contrario mientras mas rápido pudiera salir y manejarme sola mejor seria para mí para comenzar con la siguiente fase del plan.
Una vez más, me encontraba sentada en la sala de espera al frente de la puerta de un frío consultorio, a la espera de según Alexei la mejor oncóloga que existía, pensaba como seria ella, de seguro una mujer mayor que se había ganado su fama por ayudar en casos mas difíciles que el mío y logrado sacar adelante con éxito. La espera me estaba asfixiando, era tal mi confianza en mi amigo que él me saco el turno de consulta y no me había tomado la molestia de siquiera saber el nombre de la tan prestigiosa mujer, perfecto pensé quedare como una idiota pero qué más da, ella solo se interesara en mi por otro exitoso caso que saque adelante en su prestigiosa carrera.
De repente veo la puerta abrirse y una voz que reconocí familiar me llamo por mi nombre, entro cerrando la puerta tras de mí y ahí estaba la famosa doctora, sentada en su sillón ejecutivo dándome la espalda observando no se que cosa en la biblioteca que tenía en el lugar.
-Buenos días doctora… salude y no hubo respuesta, que mal educada pensé, me di la vuelta para abandonar el lugar, ¿quien se creía ella para ignorarme de esa forma? estaba segura de que habría más oncólogos y más educados que ella en todo el maldito hospital. Justo cuando iba a salir huyendo, algo dentro de mí me decía que lo hiciera, ella me llamo por mi nombre y me detuve dispuesta a escucharla, sin darse vuelta de su posición inicial comenzó a hablar:
-Señorita Volkova la verdad he estado pensando que decirle en este momento, desde que llego a mí su historia clínica, a decir verdad no se si sería ético que yo siguiera su caso, pero dadas las circunstancias y a que jamás dejaría sin mí ayuda a una paciente de su edad y con su condición decidí aceptar este desafío.
Ella se dio vuelta y clavo sus ojos verdigrises en los míos, no lo podía creer, era ella estaba sentada ante mí, con su mirada fría, con su trato tan profesional, distante, como si yo fuera una extraña a la que jamás en su vida había visto. Ya nada quedaba de esa tierna chica que yo conociera años atrás, era ella mi Elena más hermosa que nunca, más de lo que la recordaba, pero al mismo tiempo tan diferente, un escalofrió recorrió mi espalda y tomando fuerzas de no se donde comencé a hablar:
-Elena, estoy por demás sorprendida por esta situación, jamás pensé en volver a verte y menos en estas circunstancias tan extrañas. Alexei jamás me dijo el nombre de la doctora que me iba a tratar y de verdad no se si quiero tenerte al frente de esto, sería demasiado para mí-.No podía creer que estuviera diciéndole esto, después de tanto tiempo que espere por verla otra vez, pero era lo que estaba sintiendo, nunca imagine verla tan cambiada, al parecer tan infeliz como yo lo he sido sin ella todo este tiempo y reconozco que merezco el trato que me está dando.
-Mira julia creo que no estás en posición de elegir nada, al contrario, mientras menos tiempo pierdas en decidir es mejor para vos. Tu enfermedad no es un juego y tengo toda la fe en que mi tratamiento va a ser más exitoso en tu caso-. Así paso el tiempo de la consulta, con las respectivas explicaciones de en qué consistiría su tratamiento, los días de quimioterapia de rayos y de internación, etc., pero muy poco de lo que me decía pude escuchar me quede como tonta viéndola hablar, imaginando una realidad distinta en la que ella se alegraba de verme otra vez, que ingenua. Una vez aclarados esos temas, me dispuse a salir de su consultorio, aun no podía creer que ella fuera la única mujer de la que me enamore, había cambiado tanto, evidentemente las cosas no le fueron tan bien como imagine que le habían ido, algo muy feo debe haberle pasado para que cambiara de esa forma y pensaba averiguarlo, pero de repente hablo una vez mas y me dijo:
-Volkova, espera, antes de que te valla es necesario que te diga lo siguiente, no fue para nada grato verte, solo acepte tu caso por una cuestión de ética, porque va a ser muy beneficioso para mi carrera y porque aprecio mucho a mi amigo Alexei que especialmente me lo pidió. Nuestra relación es estrictamente profesional y una vez que te hallas recuperado espero no volver a verte, el pasado ahí se quedo no te quiero otra vez en mi vida-. Ahí está tal como pensé que sería cuando nos volviéramos a ver, con un enorme nudo en la garganta y las lágrimas agolpándose en mis ojos solo pude responder:
-No esperaba otra cosa Elena, de todas formas créeme que para mí ha sido un gran placer verte y aunque las cosas no salieran bien, estoy feliz de haberte visto de nuevo, aunque no seas la misma persona que conocí hace algunos años. Muchas gracias nos vemos pronto-. Y sin más me retire dándole la mejor de mis sonrisas, que se tanto le gustaba, y un fuerte apretón de manos, segura de que esta vez no sería igual que la anterior, si me recuperaba esta vez no la dejaría ir tan fácil, por algo el destino nos volvió a cruzar.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
Re: Nuestra historia de amor
CAPITULO 6
-Por favor Olga cancela las citas de hoy y reprográmalas, no me siento bien y no puedo atender a mis pacientes así-. Le dijo una pensativa Elena a su secretaria por interfono, luego de la visita de aquella pelinegra.
-Como ordene señorita Katina, ¿quiere que le llame a algunos de los médicos clínicos para que la vean?-. Contesto la señora mayor con cara de preocupación, ya que desde que trabajaba con ella jamás había cancelado a sus pacientes por muy mal que estuviera, era una obsesiva con su trabajo y ´parecía que era lo único que le importaba en la vida a la joven mujer.
-Gracias, pero no será necesario, me voy a casa necesito descansar y voy a trabajar desde allí, esta tarde-. Contesto a su secretaria con un aire frio e impersonal, tomo las llaves de su auto, algunas historias clínicas, su maletín junto con su celular y se dispuso a salir de su consultorio.
Una vez en su casa, se puso cómoda y estaba por comenzar con el trabajo que había llevado para distraerse pero fue inútil, no podía dejar de pensar en la desafortunada mujer que una vez le hubiera roto el corazón sin siquiera darse cuenta. Tomo el teléfono y marco a la única que desde siempre estuvo con ella y más en el peor momento de su vida hacia unos años.
-Hola Nas! Amiga no sabes cuánto te necesito, ¿Estas libre para venir a casa hoy?-. Hablo la pelirroja en tono casi suplicante.
-Claro que si Len, deja que le aviso a Alexei para que se quede con el niño y enseguida estoy en tu casa. ¿Está todo bien? Hace mucho que no me llamas para que aparezca así tan rápido en tu casa-.
-Si no te preocupes, pero trae al bebe contigo necesito un poco de distracción y con el trabajo hace mucho que no visito a mi ahijado. Aunque va a ser él, el que venga a casa je.
-Esta bien amiga dentro de un rato estamos por ahí y sabes que también trabajo en un hospital y entiendo el hecho de que no puedas venir seguido a visitar a mi hijo, soy testigo de cuanto lo amas. Enseguida nos vemos, besos!.
Al cortar la comunicación, su mente la llevo a recordar la primera vez que la vio:
Cinco años atrás.
-¡Elena! ¿Cómo es eso de que invitaste a venir a esa chica a tu casa? ¡Estás loca ni siquiera la conoces!-. Gritaba Nastia mi mejor amiga muy sobresaltada.
-Tranquila amiga, hace meses que nos escribimos, así que eso cuenta como que la conozco, no creo que sea una asesina serial-. Le contesto mientras me rio. -Necesito estar con gente nueva bien sabes que cuando termine con Ivana todas mis “amigas” se quedaron con ella, quiero dejar de sufrir y pensar en otra cosa, aparte no sabes esta chica es muy simpática, sincera siempre dice tonterías que logran hacerme sonreír. Pensándolo bien, hace tiempo que no me sentía así al hablar con alguien, aunque todavía no nos hayamos visto en persona me ha enviado fotos de ella, sus amigas, su familia, sus compañeras de trabajo, parece alguien que es muy querida por su entorno y tiene nos ojazos color cielo que no sabes.
-Estás loca te lo vuelvo a repetir, yo no me voy hasta que venga ni pienses que te voy a dejar sola, mira si resulta ser una psicópata-. Me dice mientras yo me rio de su cara de preocupación. –Hablas tan bien de ella que hasta ya pareces enamorada, solo te pido que vallas despacio, por favor no quiero verte como hasta hace unos meses sin querer comer, salir, solo estudiando por aquella zorra que ni siquiera te merecía-.
-No hables así de ella tuvimos una historia muy linda, solo se equivoco y bueno se ve que ella no era la indicada, aunque la halla amado mucho y aun quede algo de eso, tengo que entender que se enamoro de alguien más.
-¡Ay, por favor Elena! No jodas, hiciste de todo por ella y su hijo, te trataba como basura, te engaño todos esos años y todavía la defiendes. No seas tonta por favor, tomemos una cerveza mientras esperamos a tu asesina jaja-.
Se estaba haciendo de noche y nada que Julia llegaba, me estaba cansando de esperar y comencé a pensar que quizá Nas tenía razón y ella no era más que una mentira de algún idiota que le gustaba burlarse de las personas, usando fotos de alguien más. En la espera tres cerveza habían visto su final, más que nada en mis manos ya que mi amiga pronto se iría a trabajar al hospital y como enfermera que es, tenía un estricto control con el alcohol que ingería y más si tenía que trabajar.
-Creo que tenias razón Nas, la verdad me decepciona un poco que no aparezca, debe ser una farsante ni siquiera me escribió para disculparse por no venir o para decir algo-.
-No te pongas así amiga, esas aplicaciones son una mentira nunca te debes confiar de alguien que aparezca de ellas, ya verás que pronto va a aparecer esa persona que tenga que estar a tu lado, céntrate en lo importante tus estudios y demás, ya sabes que tus padres hacen un gran esfuerzo por tenerte aquí y aun no les has dicho que eres lesbiana, no te conviene encontrar alguien antes de que eso pase, las vacaciones de tu padre están cerca y sabes que Larissa y el siempre vienen para Moscú a verte.
- Es verdad, no quiero pensar cuando se lo diga a mama, ella ya sospecha y acuérdate que cuando estaba con Ivana me amenazo con hablar con papa y sacarme el apoyo económico. De verdad, que no entiendo como ella hizo eso, aun me duelen sus palabras le importa más el que dirán que la felicidad de su hija-.
De repente, suena el teléfono de la pelirroja, quien al leer el mensaje cambio por completo su semblante serio por una sonrisa de felicidad. –Es ella Nas, está en camino dice que tuvo algo que hacer y se le fue la hora, que cuando llegue me explica. Estoy muy nerviosa, nose que de que voy a hablar ¿y si no es como en las fotos?, ¿me cambio de ropa?, ¿Qué hago?-.
-Elena tranquila, no pongas muchas expectativas ya te dije no quiero verte sufrir, creo que así estas bien, pero me preocupa que dentro de tres horas me tengo que ir al trabajo y no quiero dejarte sola, tomaste un poco mucho y me da miedo-.
-Tranquila voy a estar bien, Jul jamás se aprovecharía ya la vas a conocer y te va a encantar, además no he tomado nada comparado cuando salimos de fiesta con tu novio, eso sí que yo le llamo beber de mas-.
-Eres una idiota sabias? Como si Alexei y yo te obligáramos a tomar y salir de fiesta, no finjas que yo se que te encanta. No sabes cómo te extrañe esos dos años que estuviste con la celosa esa, que ni te dejaba acercarte a mí porque sentía celos.
-Ja ja ja es verdad todas las escenas que me aguante ni te imaginas, pero eso es pasado al menos tu me perdonaste y volviste a creer en mi después de eso, prometo que nadie más me va a hacer alejar de mi única amiga verdadera, que me soporta desde los cinco años-.
-Ay que sentimental te pones Lenita cuando estas nerviosa jaja. Basta de hablar tonterías y vamos a acomodar este departamento un poco, todas esas botellas vacías sobre la mesa lo hacen parecer un bar de mala muerte jaja.
Mientras ordenaban y escuchaban algo de música para quitar la tensión del ambiente el timbre sonó y al mismo tiempo el celular de Elena dándole aviso de que su visita la esperaba abajo. –Es ella, voy a bajar a abrirla para que no se encuentre con las dos aquí y piense que le vamos a proponer algo indecente jajaj-.
-Jajaja eres imposible amiga, en tus sueños me acostaría contigo, al menos que tuvieras lo que los hombres tienen, eso te haría atractiva para mi jaja-.
-Tarada jaja, voy a bajar no le gusta esperar siempre me lo dice je, enseguida vuelvo y compórtate cuando entremos, ya que a ti te encanta espantar a la gente jaja.
-Nose como después de tantos años te sigo soportando Katina, estas jodidamente loca y baja de una vez no vaya a ser que tu princesa azul se convierta en sapo de tanto esperar-. Contesto Katia con una sonrisa de triunfo en su cara le encantaba ser la que tuviera la última palabra en sus luchas de sarcasmos.
-Por favor Olga cancela las citas de hoy y reprográmalas, no me siento bien y no puedo atender a mis pacientes así-. Le dijo una pensativa Elena a su secretaria por interfono, luego de la visita de aquella pelinegra.
-Como ordene señorita Katina, ¿quiere que le llame a algunos de los médicos clínicos para que la vean?-. Contesto la señora mayor con cara de preocupación, ya que desde que trabajaba con ella jamás había cancelado a sus pacientes por muy mal que estuviera, era una obsesiva con su trabajo y ´parecía que era lo único que le importaba en la vida a la joven mujer.
-Gracias, pero no será necesario, me voy a casa necesito descansar y voy a trabajar desde allí, esta tarde-. Contesto a su secretaria con un aire frio e impersonal, tomo las llaves de su auto, algunas historias clínicas, su maletín junto con su celular y se dispuso a salir de su consultorio.
Una vez en su casa, se puso cómoda y estaba por comenzar con el trabajo que había llevado para distraerse pero fue inútil, no podía dejar de pensar en la desafortunada mujer que una vez le hubiera roto el corazón sin siquiera darse cuenta. Tomo el teléfono y marco a la única que desde siempre estuvo con ella y más en el peor momento de su vida hacia unos años.
-Hola Nas! Amiga no sabes cuánto te necesito, ¿Estas libre para venir a casa hoy?-. Hablo la pelirroja en tono casi suplicante.
-Claro que si Len, deja que le aviso a Alexei para que se quede con el niño y enseguida estoy en tu casa. ¿Está todo bien? Hace mucho que no me llamas para que aparezca así tan rápido en tu casa-.
-Si no te preocupes, pero trae al bebe contigo necesito un poco de distracción y con el trabajo hace mucho que no visito a mi ahijado. Aunque va a ser él, el que venga a casa je.
-Esta bien amiga dentro de un rato estamos por ahí y sabes que también trabajo en un hospital y entiendo el hecho de que no puedas venir seguido a visitar a mi hijo, soy testigo de cuanto lo amas. Enseguida nos vemos, besos!.
Al cortar la comunicación, su mente la llevo a recordar la primera vez que la vio:
Cinco años atrás.
-¡Elena! ¿Cómo es eso de que invitaste a venir a esa chica a tu casa? ¡Estás loca ni siquiera la conoces!-. Gritaba Nastia mi mejor amiga muy sobresaltada.
-Tranquila amiga, hace meses que nos escribimos, así que eso cuenta como que la conozco, no creo que sea una asesina serial-. Le contesto mientras me rio. -Necesito estar con gente nueva bien sabes que cuando termine con Ivana todas mis “amigas” se quedaron con ella, quiero dejar de sufrir y pensar en otra cosa, aparte no sabes esta chica es muy simpática, sincera siempre dice tonterías que logran hacerme sonreír. Pensándolo bien, hace tiempo que no me sentía así al hablar con alguien, aunque todavía no nos hayamos visto en persona me ha enviado fotos de ella, sus amigas, su familia, sus compañeras de trabajo, parece alguien que es muy querida por su entorno y tiene nos ojazos color cielo que no sabes.
-Estás loca te lo vuelvo a repetir, yo no me voy hasta que venga ni pienses que te voy a dejar sola, mira si resulta ser una psicópata-. Me dice mientras yo me rio de su cara de preocupación. –Hablas tan bien de ella que hasta ya pareces enamorada, solo te pido que vallas despacio, por favor no quiero verte como hasta hace unos meses sin querer comer, salir, solo estudiando por aquella zorra que ni siquiera te merecía-.
-No hables así de ella tuvimos una historia muy linda, solo se equivoco y bueno se ve que ella no era la indicada, aunque la halla amado mucho y aun quede algo de eso, tengo que entender que se enamoro de alguien más.
-¡Ay, por favor Elena! No jodas, hiciste de todo por ella y su hijo, te trataba como basura, te engaño todos esos años y todavía la defiendes. No seas tonta por favor, tomemos una cerveza mientras esperamos a tu asesina jaja-.
Se estaba haciendo de noche y nada que Julia llegaba, me estaba cansando de esperar y comencé a pensar que quizá Nas tenía razón y ella no era más que una mentira de algún idiota que le gustaba burlarse de las personas, usando fotos de alguien más. En la espera tres cerveza habían visto su final, más que nada en mis manos ya que mi amiga pronto se iría a trabajar al hospital y como enfermera que es, tenía un estricto control con el alcohol que ingería y más si tenía que trabajar.
-Creo que tenias razón Nas, la verdad me decepciona un poco que no aparezca, debe ser una farsante ni siquiera me escribió para disculparse por no venir o para decir algo-.
-No te pongas así amiga, esas aplicaciones son una mentira nunca te debes confiar de alguien que aparezca de ellas, ya verás que pronto va a aparecer esa persona que tenga que estar a tu lado, céntrate en lo importante tus estudios y demás, ya sabes que tus padres hacen un gran esfuerzo por tenerte aquí y aun no les has dicho que eres lesbiana, no te conviene encontrar alguien antes de que eso pase, las vacaciones de tu padre están cerca y sabes que Larissa y el siempre vienen para Moscú a verte.
- Es verdad, no quiero pensar cuando se lo diga a mama, ella ya sospecha y acuérdate que cuando estaba con Ivana me amenazo con hablar con papa y sacarme el apoyo económico. De verdad, que no entiendo como ella hizo eso, aun me duelen sus palabras le importa más el que dirán que la felicidad de su hija-.
De repente, suena el teléfono de la pelirroja, quien al leer el mensaje cambio por completo su semblante serio por una sonrisa de felicidad. –Es ella Nas, está en camino dice que tuvo algo que hacer y se le fue la hora, que cuando llegue me explica. Estoy muy nerviosa, nose que de que voy a hablar ¿y si no es como en las fotos?, ¿me cambio de ropa?, ¿Qué hago?-.
-Elena tranquila, no pongas muchas expectativas ya te dije no quiero verte sufrir, creo que así estas bien, pero me preocupa que dentro de tres horas me tengo que ir al trabajo y no quiero dejarte sola, tomaste un poco mucho y me da miedo-.
-Tranquila voy a estar bien, Jul jamás se aprovecharía ya la vas a conocer y te va a encantar, además no he tomado nada comparado cuando salimos de fiesta con tu novio, eso sí que yo le llamo beber de mas-.
-Eres una idiota sabias? Como si Alexei y yo te obligáramos a tomar y salir de fiesta, no finjas que yo se que te encanta. No sabes cómo te extrañe esos dos años que estuviste con la celosa esa, que ni te dejaba acercarte a mí porque sentía celos.
-Ja ja ja es verdad todas las escenas que me aguante ni te imaginas, pero eso es pasado al menos tu me perdonaste y volviste a creer en mi después de eso, prometo que nadie más me va a hacer alejar de mi única amiga verdadera, que me soporta desde los cinco años-.
-Ay que sentimental te pones Lenita cuando estas nerviosa jaja. Basta de hablar tonterías y vamos a acomodar este departamento un poco, todas esas botellas vacías sobre la mesa lo hacen parecer un bar de mala muerte jaja.
Mientras ordenaban y escuchaban algo de música para quitar la tensión del ambiente el timbre sonó y al mismo tiempo el celular de Elena dándole aviso de que su visita la esperaba abajo. –Es ella, voy a bajar a abrirla para que no se encuentre con las dos aquí y piense que le vamos a proponer algo indecente jajaj-.
-Jajaja eres imposible amiga, en tus sueños me acostaría contigo, al menos que tuvieras lo que los hombres tienen, eso te haría atractiva para mi jaja-.
-Tarada jaja, voy a bajar no le gusta esperar siempre me lo dice je, enseguida vuelvo y compórtate cuando entremos, ya que a ti te encanta espantar a la gente jaja.
-Nose como después de tantos años te sigo soportando Katina, estas jodidamente loca y baja de una vez no vaya a ser que tu princesa azul se convierta en sapo de tanto esperar-. Contesto Katia con una sonrisa de triunfo en su cara le encantaba ser la que tuviera la última palabra en sus luchas de sarcasmos.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
Muy real
Que buena!! Y por cierto muy real,algo fuerte debió ocurrir entre las dos para que hayan esas actitudes
Zanini-volk- Invitado
Re: Nuestra historia de amor
Buenas tardes! Acá les traigo conti espero disfruten leerla.
Zanini-volk gracias por comentar y leerme.
Éxitos a todos!!!
CAPITULO 7
Salí del departamento con el corazón latiendo a mil, por más que trataba de demostrar a mi amiga lo contrario estaba muy nerviosa y ansiosa, era la primera vez que invitaba a alguien que no conocía a casa y que hablaba con alguna chica que no fuera de la universidad o de mi circulo de conocidos, tome el ascensor y al llegar a la entrada la vi, parada afuera en la entrada del edifico llevaba unos jeans apretados, con una remera manga corta de algodón ajustada con la inscripción de una famosa banda de rock, que mostraba un cuerpo digno de admirar, su cabello negro un poco despeinado que le daba un aire de chica rebelde y dura.
Estaba fumando un cigarrillo, cuando me vio y clavo sus azules en mí, me miro entera discretamente y me regalo una sonrisa que me deslumbro, como ninguna otra, se acerco a saludarme y yo solo me quede ahí parada, mirándola con cara de tonta cuando al fin hablo:
-Hola, soy Julia-. Dijo con la sonrisa aun en la cara. – ¿Me vas a invitar a pasar o vamos a algún otro lugar para poder conversar?-. Me pregunto al ver que yo me quedaba ahí sin decir nada.
-Hola, soy Elena al fin nos conocemos en persona, veo que soy más alta que tu-. Eso fue lo único que se me ocurrió decir, que brillante soy pensé, me maldije a mi misma por mi comentario, ni siquiera sabía si le iba a molestar mi estúpida observación.
Me miro se rio y al fin dijo en tono burlón: -Si, veo que eres una buena observadora jaja-. Solo pude mirarla y reír junto con ella agradecida a la vida de no haberla ofendido con mi comentario y feliz de que era real, y no había estado compartiendo charlas con una extraña, entramos subimos al ascensor y note que me miraba tratando de descifrarme, me puse un poco incomoda por el reducido espacio en el que estábamos y porque mi mente comenzó a divagar en lo que podría hacer con esa pelinegra tan sexi dentro de un ascensor. Tome coraje y rompí el tenso silencio:
-Hace rato te estábamos esperando, pensé que no vendrías. Por cierto, estoy con Nastia una amiga, espero no te moleste su presencia-. Dije con tono nervioso.
-Honestamente no estaba muy segura de venir, nunca hice esto de encontrarme con alguien que no conozco en persona, pero me caíste demasiado bien e imagino que podríamos tener una linda amistad. En cuanto a tu amiga, no me molesta que este aquí compartiendo con nosotras, seguro debe haber pensado que estás loca por invitarme sin conocerme.
-Jajaja no jodas Jul eso fue lo que me dijo que estoy loca por hacer esto, ¿eres adivina? Muéstrame la bola de cristal jaja-.
-No, la bola de cristal está reservada para ocasiones especiales jaja-. Respondió guiñándome un ojo. -En realidad, a mi también Katia me lo dijo, es una buena amiga del trabajo, no la conozco hace mucho tiempo pero me ha ayudado bastante, algún día nos juntaremos todas, te va a caer súper bien ya que tienen una personalidad muy parecida-.
Entre charlas y risas entramos a casa, donde una ansiosa Nastia nos esperaba sentada en el sillón.
-Katina! Al fin están acá pensé que te habían secuestrado-. Dijo Nas con una sonrisa mirando a la pelinegra. –Hola! Soy Nastia la mejor amiga de Lena, es un gusto conocer al fin a la famosa Julia, mi amiga me ha hablado muy bien de ti-. Se presento mi queridísima amiga, la mire con sorpresa por lo que acababa de decirle a la chica, rogando que un rayo la fulmine ahí mismo por dejarme en evidencia ante ella.
-Es un placer conocerte Nastia, me alegro que Len te haya hablado tan bien de mí, porque yo he hecho lo mismo con mis amigas, de verdad soy muy afortunada de poder conocerla personalmente al fin-. Contesto Jul dejándome más que sorprendida por sus tan lindas palabras, eso me daba indicios de que ella también estaba atraída hacia mí de una forma más que amistosa.
-Ay Nas tú y tus comentarios, van a terminar matándome jaja. Por favor sentémonos en el balcón a disfrutar el atardecer y a tomar algo. ¿Qué quieren tomar?
-Una cerveza está bien para mí-. Dijo Julia.
-Yo solo tomare un jugo, falta poco para que tenga que ir al trabajo y creo que ya tome bastante cerveza antes de que tu nueva amiga llegara. Por cierto, te hiciste esperar demasiado Julia, pensé que no vendrías o peor que ni existías y habías estado engañando a mi amiga-. Dijo Nas con tono de reproche, ganándose una mirada asesina mía, ¿Cómo se atrevía a reclamarle si ni siquiera la conoce? Hice una nota mental para regañarla por su comportamiento tan hostil, aunque se que solo me quiere cuidar no es quien para hablarle de esa forma.
Serví las bebidas de todas y me senté con ellas a admirar el atardecer, mientras veía a esa hermosa chica contestar con una sonrisa los reclamos de Nas.
-La verdad es que se me paso el tiempo ordenando mis cosas, dentro de poco me mudo nuevamente a casa de mama, estaba compartiendo alquiler con una compañera de trabajo, nos llevábamos muy de bien es mas podría decir que nos hicimos muy amigas casi hermanas, pero ella hace poco encontró el amor se puso de novia y bueno el chico está prácticamente instalado en la casa, no me llevo bien con él, para mí es un idiota, pero Alina lo ama y le soporta todo. En fin, la semana pasada hable con ella y le dije mi decisión de abandonar el hogar, porque me siento demasiado incomoda estando con el ahí, así que aproveche que no tenía que trabajar puse música y guarde todo para la mudanza que será el sábado.
-Que mal que tengas que volver a lo de tu madre, yo no me imagino viviendo de nuevo con la mía, menos mal que está en San Petersburgo, pero cuando viene de vacaciones con papa no veo las horas de que se valla jaja. Dije pensando en lo difícil y controladora que se pone Inessa cuando viene aquí, y recordando los tiempos antes de venirme a estudiar.
-De hecho soy muy unida a mama, he sido su apoyo muchos años, solo me mude porque al principio ella no comprendía el hecho de que fuera lesbiana y comenzó a hostigarme, a controlarme hasta que me canse y me fui. Pero ahora eso cambio este tiempo que no estuve con ella ha aprendido a aceptarme como soy y ya no se entromete en mis cosas, aunque no sé como reaccionara el día que lleve una novia a casa jaja.
-Así que nunca llevaste una chica a casa de tus padres pero entonces, ¿Nunca estuviste de novia, no has salido con ninguna chica?-. Pregunto Nastia sin ningún tipo de vergüenza al tocar tema tan personal.
-Nas! Esta vez te pasaste, recién la conoces y le haces esa pregunta-. Dije con clara molestia en mi voz. –De mas esta decirte Jul que no estás obligada a contestar y te pido disculpas por la impertinencia de mi amiga, ella es así demasiado directa, en ciertas ocasiones-.
-Jajaja está bien Len no te preocupes, valla que vas directo al punto Nas. Sí, he salido con chicas pero nunca nada tan serio como para presentarla en casa, digamos que estoy esperando a la indicada para eso, la que se va a quedar a mi lado por el resto de mis días-. Contestó mientras clavaba sus azules en mi, y no ´pude evitar sonrojarme al pensar que yo podría ser esa persona, por la forma en que me miro mientras hablaba.
-Vaya que tierno eso Jul, creo que tienes razón no puedes caer con cualquiera a la casa de tus padres, tiene que haber la certeza de que van a estar siempre juntas primero. Discúlpame si te causo molestia que te lo pregunte así, pero a veces hago preguntas media desubicadas, ya te acostumbraras jaja-. Dijo una nerviosa Nastia, al ver mi cara de pocos amigos por su atrevimiento, pero le agradecía internamente también porque gracias a ella se algo de su historia que no me habría animado a preguntar, y empecé a sentir algo raro de solo imaginarla con otra, mi corazón deseaba más que a nada ser esa afortunada que pasase todos los días de su vida a su lado.
Entre charlas informales y risas se paso la tarde, demasiado rápido para mi gusto, ya que tenerla en casa me brindaba cierta comodidad y seguridad, como si la conociera de antes, no deseaba que se fuera, pero llego el momento en que Nas debía irse al trabajo y a ella se le hacía tarde para volver a su casa ya que la zona donde vivía era por demás peligrosa.
-Bueno chicas ya debo irme, el deber me llama, fue un gusto conocerte Julia, perdón si al principio me comporte un tanto hostil y desconfiada pero cuido mucho de Lena y no quiero que le hagan daño, ella es como mi hermana nos conocemos desde los cinco y la quiero demasiado-. Se despidió Nastia con total sinceridad en su voz.
-Para mí también fue muy grato conocerlas a ambas y de verdad me parece muy lindo de tu parte que cuides a tu amiga así, se nota que ella es una persona especial y si fuera tú la cuidaría de la misma forma. Creo que también debería irme, así dejamos descansar a Len que tiene que ir a la facultad mañana.
-Gracias Nas por cuidarme, y Jul por mí no hay problema si quieres podemos cenar algo y después te vas, mañana tengo clase recién a las 10 am-. No podía creer que me había animado a invitarla a quedarse sola conmigo y encima la invite a cenar, creo que le voy a proponer que pidamos una piza así no la demoro tanto, espero no haberla asustado con mi propuesta.
-Me encantaría cenar contigo-. Dijo con esa perfecta sonrisa. –Lo mejor sería pedir unas pizas para que no se me haga tan tarde para volver-.
-Justo eso pensaba pidamos unas pizas-. Dije sonriendo, contenta porque todo había salido mejor de lo que esperaba y esta chica estaba ganado un lugar especial en mi corazón en tan poco tiempo. Nastia se marcho, llego la piza y comenzamos a comer hablando de todo un poco, olvidándonos por completo de la hora, pero debía volver a la realidad, no quería que se marchara pero debía hacerlo, no quería arruinar las cosas y cometer una locura, si todo seguía de esta manera estaba segura de que ella era la indicada, la que estaba esperando y por su manera de hablarme, de sonreírme y mirarme estaba casi segura de que le estaba pasando lo mismo que a mí.
-Bueno Len no quiero ser aguafiestas pero creo que debo marcharme, es demasiado tarde ya y tienes que descansar, no quiero alterar tus perfectas notas en la universidad jaja, además también debo levantarme temprano mañana para estudiar antes de ir al trabajo-.
-No quiero parecer egocéntrica pero nunca mis notas se han visto afectadas por algo jaja, me encanta lo que estudio y espero salvar muchas vidas cuando me gradué. Te acompaño hasta la entrada-. Le dije tratando de estar todo el tiempo posible a su lado antes de que se fuera, ya que ella por su trabajo y estudios no contaba con mucho tiempo libre y sabía que iba a ser un poco difícil vernos.
Una vez en la entrada llego la hora de la despedida, sentía unas ganas enormes de besarla y pedirle que se quedara conmigo pero eso no se supone que deba pasar en un primer encuentro. Se acerco me dio un abrazo, un beso en la comisura de los labios y con esa hermosa sonrisa en su cara dijo: -Adiós Len, fue un placer conocerte y hare lo posible por acomodar mis horarios para que nos juntemos nuevamente muy pronto, eres hermosa-.
Casi me desmayo en plena calle cuando sentí su olor, ese perfume me dejo idiota, ese beso, esa sonrisa y sus palabras terminaron por dejarme riendo como una boba y solo conteste:
-También me encanto conocerte espero podamos vernos pronto, adiós.
Y me quede allí viendo como se alejaba contoneando sus caderas al caminar, de la manera más sexi que jamás había visto. Sin dudas estaba rendida a los pies de Volkova, desde que la vi por primera vez en la puerta de mi edificio y haría lo posible por verla otra vez y si me era posible saborear esos hermosos labios que tan cerca de los míos estuvieron hace unos instantes.
Zanini-volk gracias por comentar y leerme.
Éxitos a todos!!!
CAPITULO 7
Salí del departamento con el corazón latiendo a mil, por más que trataba de demostrar a mi amiga lo contrario estaba muy nerviosa y ansiosa, era la primera vez que invitaba a alguien que no conocía a casa y que hablaba con alguna chica que no fuera de la universidad o de mi circulo de conocidos, tome el ascensor y al llegar a la entrada la vi, parada afuera en la entrada del edifico llevaba unos jeans apretados, con una remera manga corta de algodón ajustada con la inscripción de una famosa banda de rock, que mostraba un cuerpo digno de admirar, su cabello negro un poco despeinado que le daba un aire de chica rebelde y dura.
Estaba fumando un cigarrillo, cuando me vio y clavo sus azules en mí, me miro entera discretamente y me regalo una sonrisa que me deslumbro, como ninguna otra, se acerco a saludarme y yo solo me quede ahí parada, mirándola con cara de tonta cuando al fin hablo:
-Hola, soy Julia-. Dijo con la sonrisa aun en la cara. – ¿Me vas a invitar a pasar o vamos a algún otro lugar para poder conversar?-. Me pregunto al ver que yo me quedaba ahí sin decir nada.
-Hola, soy Elena al fin nos conocemos en persona, veo que soy más alta que tu-. Eso fue lo único que se me ocurrió decir, que brillante soy pensé, me maldije a mi misma por mi comentario, ni siquiera sabía si le iba a molestar mi estúpida observación.
Me miro se rio y al fin dijo en tono burlón: -Si, veo que eres una buena observadora jaja-. Solo pude mirarla y reír junto con ella agradecida a la vida de no haberla ofendido con mi comentario y feliz de que era real, y no había estado compartiendo charlas con una extraña, entramos subimos al ascensor y note que me miraba tratando de descifrarme, me puse un poco incomoda por el reducido espacio en el que estábamos y porque mi mente comenzó a divagar en lo que podría hacer con esa pelinegra tan sexi dentro de un ascensor. Tome coraje y rompí el tenso silencio:
-Hace rato te estábamos esperando, pensé que no vendrías. Por cierto, estoy con Nastia una amiga, espero no te moleste su presencia-. Dije con tono nervioso.
-Honestamente no estaba muy segura de venir, nunca hice esto de encontrarme con alguien que no conozco en persona, pero me caíste demasiado bien e imagino que podríamos tener una linda amistad. En cuanto a tu amiga, no me molesta que este aquí compartiendo con nosotras, seguro debe haber pensado que estás loca por invitarme sin conocerme.
-Jajaja no jodas Jul eso fue lo que me dijo que estoy loca por hacer esto, ¿eres adivina? Muéstrame la bola de cristal jaja-.
-No, la bola de cristal está reservada para ocasiones especiales jaja-. Respondió guiñándome un ojo. -En realidad, a mi también Katia me lo dijo, es una buena amiga del trabajo, no la conozco hace mucho tiempo pero me ha ayudado bastante, algún día nos juntaremos todas, te va a caer súper bien ya que tienen una personalidad muy parecida-.
Entre charlas y risas entramos a casa, donde una ansiosa Nastia nos esperaba sentada en el sillón.
-Katina! Al fin están acá pensé que te habían secuestrado-. Dijo Nas con una sonrisa mirando a la pelinegra. –Hola! Soy Nastia la mejor amiga de Lena, es un gusto conocer al fin a la famosa Julia, mi amiga me ha hablado muy bien de ti-. Se presento mi queridísima amiga, la mire con sorpresa por lo que acababa de decirle a la chica, rogando que un rayo la fulmine ahí mismo por dejarme en evidencia ante ella.
-Es un placer conocerte Nastia, me alegro que Len te haya hablado tan bien de mí, porque yo he hecho lo mismo con mis amigas, de verdad soy muy afortunada de poder conocerla personalmente al fin-. Contesto Jul dejándome más que sorprendida por sus tan lindas palabras, eso me daba indicios de que ella también estaba atraída hacia mí de una forma más que amistosa.
-Ay Nas tú y tus comentarios, van a terminar matándome jaja. Por favor sentémonos en el balcón a disfrutar el atardecer y a tomar algo. ¿Qué quieren tomar?
-Una cerveza está bien para mí-. Dijo Julia.
-Yo solo tomare un jugo, falta poco para que tenga que ir al trabajo y creo que ya tome bastante cerveza antes de que tu nueva amiga llegara. Por cierto, te hiciste esperar demasiado Julia, pensé que no vendrías o peor que ni existías y habías estado engañando a mi amiga-. Dijo Nas con tono de reproche, ganándose una mirada asesina mía, ¿Cómo se atrevía a reclamarle si ni siquiera la conoce? Hice una nota mental para regañarla por su comportamiento tan hostil, aunque se que solo me quiere cuidar no es quien para hablarle de esa forma.
Serví las bebidas de todas y me senté con ellas a admirar el atardecer, mientras veía a esa hermosa chica contestar con una sonrisa los reclamos de Nas.
-La verdad es que se me paso el tiempo ordenando mis cosas, dentro de poco me mudo nuevamente a casa de mama, estaba compartiendo alquiler con una compañera de trabajo, nos llevábamos muy de bien es mas podría decir que nos hicimos muy amigas casi hermanas, pero ella hace poco encontró el amor se puso de novia y bueno el chico está prácticamente instalado en la casa, no me llevo bien con él, para mí es un idiota, pero Alina lo ama y le soporta todo. En fin, la semana pasada hable con ella y le dije mi decisión de abandonar el hogar, porque me siento demasiado incomoda estando con el ahí, así que aproveche que no tenía que trabajar puse música y guarde todo para la mudanza que será el sábado.
-Que mal que tengas que volver a lo de tu madre, yo no me imagino viviendo de nuevo con la mía, menos mal que está en San Petersburgo, pero cuando viene de vacaciones con papa no veo las horas de que se valla jaja. Dije pensando en lo difícil y controladora que se pone Inessa cuando viene aquí, y recordando los tiempos antes de venirme a estudiar.
-De hecho soy muy unida a mama, he sido su apoyo muchos años, solo me mude porque al principio ella no comprendía el hecho de que fuera lesbiana y comenzó a hostigarme, a controlarme hasta que me canse y me fui. Pero ahora eso cambio este tiempo que no estuve con ella ha aprendido a aceptarme como soy y ya no se entromete en mis cosas, aunque no sé como reaccionara el día que lleve una novia a casa jaja.
-Así que nunca llevaste una chica a casa de tus padres pero entonces, ¿Nunca estuviste de novia, no has salido con ninguna chica?-. Pregunto Nastia sin ningún tipo de vergüenza al tocar tema tan personal.
-Nas! Esta vez te pasaste, recién la conoces y le haces esa pregunta-. Dije con clara molestia en mi voz. –De mas esta decirte Jul que no estás obligada a contestar y te pido disculpas por la impertinencia de mi amiga, ella es así demasiado directa, en ciertas ocasiones-.
-Jajaja está bien Len no te preocupes, valla que vas directo al punto Nas. Sí, he salido con chicas pero nunca nada tan serio como para presentarla en casa, digamos que estoy esperando a la indicada para eso, la que se va a quedar a mi lado por el resto de mis días-. Contestó mientras clavaba sus azules en mi, y no ´pude evitar sonrojarme al pensar que yo podría ser esa persona, por la forma en que me miro mientras hablaba.
-Vaya que tierno eso Jul, creo que tienes razón no puedes caer con cualquiera a la casa de tus padres, tiene que haber la certeza de que van a estar siempre juntas primero. Discúlpame si te causo molestia que te lo pregunte así, pero a veces hago preguntas media desubicadas, ya te acostumbraras jaja-. Dijo una nerviosa Nastia, al ver mi cara de pocos amigos por su atrevimiento, pero le agradecía internamente también porque gracias a ella se algo de su historia que no me habría animado a preguntar, y empecé a sentir algo raro de solo imaginarla con otra, mi corazón deseaba más que a nada ser esa afortunada que pasase todos los días de su vida a su lado.
Entre charlas informales y risas se paso la tarde, demasiado rápido para mi gusto, ya que tenerla en casa me brindaba cierta comodidad y seguridad, como si la conociera de antes, no deseaba que se fuera, pero llego el momento en que Nas debía irse al trabajo y a ella se le hacía tarde para volver a su casa ya que la zona donde vivía era por demás peligrosa.
-Bueno chicas ya debo irme, el deber me llama, fue un gusto conocerte Julia, perdón si al principio me comporte un tanto hostil y desconfiada pero cuido mucho de Lena y no quiero que le hagan daño, ella es como mi hermana nos conocemos desde los cinco y la quiero demasiado-. Se despidió Nastia con total sinceridad en su voz.
-Para mí también fue muy grato conocerlas a ambas y de verdad me parece muy lindo de tu parte que cuides a tu amiga así, se nota que ella es una persona especial y si fuera tú la cuidaría de la misma forma. Creo que también debería irme, así dejamos descansar a Len que tiene que ir a la facultad mañana.
-Gracias Nas por cuidarme, y Jul por mí no hay problema si quieres podemos cenar algo y después te vas, mañana tengo clase recién a las 10 am-. No podía creer que me había animado a invitarla a quedarse sola conmigo y encima la invite a cenar, creo que le voy a proponer que pidamos una piza así no la demoro tanto, espero no haberla asustado con mi propuesta.
-Me encantaría cenar contigo-. Dijo con esa perfecta sonrisa. –Lo mejor sería pedir unas pizas para que no se me haga tan tarde para volver-.
-Justo eso pensaba pidamos unas pizas-. Dije sonriendo, contenta porque todo había salido mejor de lo que esperaba y esta chica estaba ganado un lugar especial en mi corazón en tan poco tiempo. Nastia se marcho, llego la piza y comenzamos a comer hablando de todo un poco, olvidándonos por completo de la hora, pero debía volver a la realidad, no quería que se marchara pero debía hacerlo, no quería arruinar las cosas y cometer una locura, si todo seguía de esta manera estaba segura de que ella era la indicada, la que estaba esperando y por su manera de hablarme, de sonreírme y mirarme estaba casi segura de que le estaba pasando lo mismo que a mí.
-Bueno Len no quiero ser aguafiestas pero creo que debo marcharme, es demasiado tarde ya y tienes que descansar, no quiero alterar tus perfectas notas en la universidad jaja, además también debo levantarme temprano mañana para estudiar antes de ir al trabajo-.
-No quiero parecer egocéntrica pero nunca mis notas se han visto afectadas por algo jaja, me encanta lo que estudio y espero salvar muchas vidas cuando me gradué. Te acompaño hasta la entrada-. Le dije tratando de estar todo el tiempo posible a su lado antes de que se fuera, ya que ella por su trabajo y estudios no contaba con mucho tiempo libre y sabía que iba a ser un poco difícil vernos.
Una vez en la entrada llego la hora de la despedida, sentía unas ganas enormes de besarla y pedirle que se quedara conmigo pero eso no se supone que deba pasar en un primer encuentro. Se acerco me dio un abrazo, un beso en la comisura de los labios y con esa hermosa sonrisa en su cara dijo: -Adiós Len, fue un placer conocerte y hare lo posible por acomodar mis horarios para que nos juntemos nuevamente muy pronto, eres hermosa-.
Casi me desmayo en plena calle cuando sentí su olor, ese perfume me dejo idiota, ese beso, esa sonrisa y sus palabras terminaron por dejarme riendo como una boba y solo conteste:
-También me encanto conocerte espero podamos vernos pronto, adiós.
Y me quede allí viendo como se alejaba contoneando sus caderas al caminar, de la manera más sexi que jamás había visto. Sin dudas estaba rendida a los pies de Volkova, desde que la vi por primera vez en la puerta de mi edificio y haría lo posible por verla otra vez y si me era posible saborear esos hermosos labios que tan cerca de los míos estuvieron hace unos instantes.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
Re: Nuestra historia de amor
CAPITULO 8
Actualidad.
Estaba perdida en los recuerdos cuando escucho el timbre de su casa sonar, no una sino dos veces, fue a atender con la sorpresa en su cara pensando quien seria, pero de repente recordó que había hecho una invitación a su amiga para justamente no caer de nuevo en los recuerdos de aquella mujer, que tan feliz la había hecho por poco tiempo, pero que indirectamente había traído tanta tristeza. Abrió la puerta sonriendo, tratando de no demostrar todo lo que por su cabeza estaba pasando en ese momento, aun sabiendo que era imposible ocultarle esas cosas a ella.
-Hola Nas!! Que grande esta mi chiquito-. Dijo con la emoción en su cara tomando al niño en brazos, llenándolo de besos y abrazos, ese niño con su sola sonrisa podía hacerla olvidar de todo lo que la atormentaba.
-Katina no me hagas tener celos de mi hijo, todos esos besos y abrazos para él, y para mí tu amiga de toda la vida un simple hola-. Dijo Nas haciendo un puchero como si fuera una niña, provocando una sonora carcajada en Elena por su actitud y haciéndola recordar porque la quería tanto. Ella al igual que su esposo Alexei estuvieron siempre con ella y eran los únicos capaces de darle un poco de calor a su frio e insensible corazón.
-No seas tonta sabes que los adoro, ustedes son mi familia también. Dije abrazando a mi amiga con mis ojos llenos de lágrimas, que trate de esconder pero sin ningún éxito ya que caían desenfrenadamente por mis mejillas en cuanto entre en contacto con su cuerpo.
-Len ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras? Vamos siéntate y cuéntame, sabes que puedes confiar en mí-. Expreso mi afligida amiga con lagrimas en sus ojos y cara de preocupación, ante mi muestra de debilidad, algo en mi había cambiado ese día, desde el momento en me atreví a mirarla a los ojos, esos que tantos sentimientos me seguían despertando a pesar del paso de los años y del rencor y la rabia que sentía. Me tranquilice un poco y deje que las palabras salieran:
-Nas, Julia tiene cáncer, Alex me paso su historia clínica, ella era su paciente desde mucho tiempo antes de que ella y yo nos conociéramos. Tiene una predisposición genética para la enfermedad, que se descubrió cuando ella tenía 19 años, no quería atenderla pero la ambición de tener otro caso más ganado contra esa enfermedad le gano a lo que mi corazón, que me pedía a gritos que no lo hiciera. Después de estos años, pensé que ya todo estaría superado, verla solo acrecentó mi rencor y mi odio por todo lo que paso, pero me hizo darme cuenta también de que hay una batalla en mi interior, sentimientos encontrados y la verdad no sé si pueda volver a verla. Esos ojos, esa sonrisa capaz de iluminar el lugar más oscuro de mi alma, sigue igual de bella o más que antes pero no puedo permitirme sufrir otra vez, no lo soportaría, no sé qué hacer amiga-. Hablaba mirando hacia el piso con mis manos apoyadas en la cabeza.
-Sabía que esto pasaría Len, le dije a Alexei que no estaba bien que la atendieras, de verdad te entiendo, pero aun puedes delegar su caso, hay oncólogos en otro hospital que si bien no son mejores que tú están casi a tu altura y podrían ayudarla. Por lo que mi esposo me conto no esta tan mal y hay muchas probabilididades de que sobreviva, no tienes porque pasar por esto, aunque sabes que no estoy de acuerdo contigo, ella no fue totalmente culpable de lo ocurrido tu también tomaste malas decisiones.
-Espera un momento Nastia- dije con mi rostro desencajado y expresión enfadada, levante mi voz y le reclame por no haberme contado todo esto. –Tu sabias todo esto desde hace tiempo, ¿Cómo no me contaste? Quiero que me expliques todo esto ahora mismo, no puedo creer que me lo hayas ocultado-.
-Oye Katina te tranquilizas, no voy a permitirte que descargues tu frustración conmigo. Sí, yo hace tiempo que se que ella es paciente de Alex, te voy a explicar todo ahora mismo para que no me sigas mirando como si hubiera cometido una gran traición.
-Está bien, te escucho y más vale que tengas una muy buena razón para no haberme contado esto antes-. Exprese con cara de pocos amigos, mientras alzaba al niño en mis brazos y me aferraba a él dándome fuerzas para escuchar lo que ella tenía que revelarme.
-En realidad no es una historia muy larga, justo después de que tu y ella se distanciaran y comenzaras a salir con la loca esa, Alex llego a casa bastante afligido, por su cara note que no había tenido el mejor de los días en el trabajo, me preocupe y le pregunte que ocurría.
Flashback.
-Hola amor, ¿Por qué esa cara, sucedió algo malo con tu trabajo?-. Interrogue, ya que hacía poco había comenzado en la clínica y pensé que a lo mejor había tenido algún problema laboral.
-Hola nena, todo bien con la clínica, pero ha sido un día fatal, estuve lleno de pacientes, ya sabes lo usual, pero me toco atender otra joven, a la que le tuve que dar una mala noticia, tiene el gen que la predispone al cáncer de seno, y ya sabes no pude evitar recordar a Julia. ¿Te acuerdas de ella?
-Ah sí, lo recuerdo tu “paciente-amiga”-, dije en tono celoso, ya que él hablaba mucho de ella, sabía que tenían consulta dos veces al año y además a veces hablaban por teléfono, Alex la había invitado muchas veces a casa, pero ella siempre encontraba una excusa para no asistir y yo empezaba a imaginar cosas.
-Amor, no te pongas celosa Julia Volkova, mi “paciente-amiga”, como tú le dices es lesbiana y yo nunca tendría algo con nadie más que no seas tú, yo te amo solo a ti, por eso estamos juntos recuérdalo-. No podía creer lo que estaba escuchando.
-¿Julia Volkova es la paciente de la que siempre me hablas?, no puede ser Alex ella era la chica que Elena estaba conociendo, de la que nos conto hace poco, no sé si deba decirle esto, ahora entiendo mucho mas la actitud de Julia con respecto a nuestra amiga. ¿Qué haremos amor, ella está bien aun?-. Exclame preocupada ante la sorprendente noticia.
-Vaya si que es chico el mundo, jamás imagine a Len con Julia, pero ahora que lo mencionas harían una linda pareja, es un lastima lo que paso entre las dos, como esa arpía de Katia se metió entre ellas, aun no se qué es lo que nuestra amiga le vio, no la conocemos mucho pero me da la impresión de que algo esconde. Claro, por eso Julia se veía tan mal la última consulta, solo me dijo que eran nervios por los resultados de los análisis, pero yo note que había algo más, solo que no me anime a preguntarle. Nas, creo que ya demasiado han sufrido ambas, las cosas pasaron por algo de esta manera y no de otra, lo mejor es que no hablemos del asunto con Len y en cuanto a Julia nunca ha querido cenar con nosotros así que no será problema para ti.
-Si amor estoy de acuerdo contigo, solo mantenme al pendiente de Jul, de verdad llegue a apreciarla aun no entiendo porque ha actuado así con Len y al igual que tu no confió del todo en Katia, algo está ocultando y lo mejor que podemos hacer es estar junto a nuestra querida amiga, apoyarla y ver qué sucede con esta nueva relación que está comenzando. Te amo y perdóname por desconfiar de ti-. Me disculpe y le di un beso lleno de ternura.
-No te preocupes cariño al menos se que aun te importo y sabes que también te amo.
Fin del flashback.
-Es una verdadera sorpresa todo esto, al principio me enojé contigo pero tenían razón en la decisión que ambos tomaron, gracias por cuidarme. Pero no entiendo algo, Julia también estaba mal por lo que paso, si fue ella la que prácticamente me arrojo a los brazos de su supuesta amiga, cada vez entiendo menos-. Dije en tono cansado y confuso, porque esa simple información podría haberlo cambiado todo en el pasado, o sea ella sufrió por mí, pero ¿Por qué me abandono?
-Recapacita Len, no puede seguir siendo tu paciente, derívala a otro y habla con ella, dense esas explicaciones que se deben hace tanto tiempo y arreglen las cosas si hay algo que arreglar, por favor amiga piensa en esto, no seas tan terca.
-No y no renunciar a una paciente jamás, Elena Katina jamás pierde una batalla, eso no se discute y en cuanto a lo de hablar, creo que no hay nada por hacer ya, eso sucedió hace años, yo estoy bien así, no la necesito, no necesito a nadie para estar bien, esto de hoy solo es por volver a verla y ponerme a remover el pasado. Julia Volkova se va a recuperar y va a seguir con su vida, hasta novia seguro debe tener, una vez que esté bien le dije que no la quería volver a ver y así será nada me hará cambiar de opinión, ella ya no significa nada para mí-. Dije con seguridad, levantándome del sillón dejando al pequeño en el suelo y secándome las lagrimas del rostro, así debía ser todo, no podía permitirme estar con ella no después de todo lo que viví en parte gracias a ella, a su cobardía y su inseguridad.
-Sigues siendo igual de idiota Katina a veces, pero está bien, te apoyare como siempre lo hago, aunque no esté de acuerdo con esto, solo quería aclarar algo, Jul no tiene novia, de hecho Alex me conto que si bien ha estado con otras, su corazón se lo gano una sola persona de la que nunca habla porque le duele aun su recuerdo. Espero y con esto pienses mejor lo que vas a hacer.
-No tengo nada que pensar y no quiero oír hablar más de Volkova, suficiente tengo con que sea mi paciente. Ahora vamos a hacer algo de cenar se ha hecho muy tarde y mi peque tiene que comer.
Ambas prepararon la cena, invitando a Alexei para que compartiera unos deliciosos espaguetis con ellas, pasaron el rato entre risas y recuerdos de su larga amistad y hablando de sus respectivos trabajos, pero todos guardaron especial cuidado en siquiera nombrar a la pelinegra, ya que habían sido advertidos por la misma Elena en cuanto a tocar el tema y sabían que aunque intentara demostrar que esto no la afectaba, era todo lo contrario pero el tiempo y el destino se encargarían de arreglar esta historia y que tuviera el final que debía tener.
Una vez terminada la cena los visitantes se marcharon dejando a una desconcertada Elena, se dio un baño se puso su ropa de dormir y se recostó con la idea de que una buena noche de sueño le ayudaría a poner en orden su cabeza y sus sentimientos hacia aquella desafortunada mujer.
Actualidad.
Estaba perdida en los recuerdos cuando escucho el timbre de su casa sonar, no una sino dos veces, fue a atender con la sorpresa en su cara pensando quien seria, pero de repente recordó que había hecho una invitación a su amiga para justamente no caer de nuevo en los recuerdos de aquella mujer, que tan feliz la había hecho por poco tiempo, pero que indirectamente había traído tanta tristeza. Abrió la puerta sonriendo, tratando de no demostrar todo lo que por su cabeza estaba pasando en ese momento, aun sabiendo que era imposible ocultarle esas cosas a ella.
-Hola Nas!! Que grande esta mi chiquito-. Dijo con la emoción en su cara tomando al niño en brazos, llenándolo de besos y abrazos, ese niño con su sola sonrisa podía hacerla olvidar de todo lo que la atormentaba.
-Katina no me hagas tener celos de mi hijo, todos esos besos y abrazos para él, y para mí tu amiga de toda la vida un simple hola-. Dijo Nas haciendo un puchero como si fuera una niña, provocando una sonora carcajada en Elena por su actitud y haciéndola recordar porque la quería tanto. Ella al igual que su esposo Alexei estuvieron siempre con ella y eran los únicos capaces de darle un poco de calor a su frio e insensible corazón.
-No seas tonta sabes que los adoro, ustedes son mi familia también. Dije abrazando a mi amiga con mis ojos llenos de lágrimas, que trate de esconder pero sin ningún éxito ya que caían desenfrenadamente por mis mejillas en cuanto entre en contacto con su cuerpo.
-Len ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras? Vamos siéntate y cuéntame, sabes que puedes confiar en mí-. Expreso mi afligida amiga con lagrimas en sus ojos y cara de preocupación, ante mi muestra de debilidad, algo en mi había cambiado ese día, desde el momento en me atreví a mirarla a los ojos, esos que tantos sentimientos me seguían despertando a pesar del paso de los años y del rencor y la rabia que sentía. Me tranquilice un poco y deje que las palabras salieran:
-Nas, Julia tiene cáncer, Alex me paso su historia clínica, ella era su paciente desde mucho tiempo antes de que ella y yo nos conociéramos. Tiene una predisposición genética para la enfermedad, que se descubrió cuando ella tenía 19 años, no quería atenderla pero la ambición de tener otro caso más ganado contra esa enfermedad le gano a lo que mi corazón, que me pedía a gritos que no lo hiciera. Después de estos años, pensé que ya todo estaría superado, verla solo acrecentó mi rencor y mi odio por todo lo que paso, pero me hizo darme cuenta también de que hay una batalla en mi interior, sentimientos encontrados y la verdad no sé si pueda volver a verla. Esos ojos, esa sonrisa capaz de iluminar el lugar más oscuro de mi alma, sigue igual de bella o más que antes pero no puedo permitirme sufrir otra vez, no lo soportaría, no sé qué hacer amiga-. Hablaba mirando hacia el piso con mis manos apoyadas en la cabeza.
-Sabía que esto pasaría Len, le dije a Alexei que no estaba bien que la atendieras, de verdad te entiendo, pero aun puedes delegar su caso, hay oncólogos en otro hospital que si bien no son mejores que tú están casi a tu altura y podrían ayudarla. Por lo que mi esposo me conto no esta tan mal y hay muchas probabilididades de que sobreviva, no tienes porque pasar por esto, aunque sabes que no estoy de acuerdo contigo, ella no fue totalmente culpable de lo ocurrido tu también tomaste malas decisiones.
-Espera un momento Nastia- dije con mi rostro desencajado y expresión enfadada, levante mi voz y le reclame por no haberme contado todo esto. –Tu sabias todo esto desde hace tiempo, ¿Cómo no me contaste? Quiero que me expliques todo esto ahora mismo, no puedo creer que me lo hayas ocultado-.
-Oye Katina te tranquilizas, no voy a permitirte que descargues tu frustración conmigo. Sí, yo hace tiempo que se que ella es paciente de Alex, te voy a explicar todo ahora mismo para que no me sigas mirando como si hubiera cometido una gran traición.
-Está bien, te escucho y más vale que tengas una muy buena razón para no haberme contado esto antes-. Exprese con cara de pocos amigos, mientras alzaba al niño en mis brazos y me aferraba a él dándome fuerzas para escuchar lo que ella tenía que revelarme.
-En realidad no es una historia muy larga, justo después de que tu y ella se distanciaran y comenzaras a salir con la loca esa, Alex llego a casa bastante afligido, por su cara note que no había tenido el mejor de los días en el trabajo, me preocupe y le pregunte que ocurría.
Flashback.
-Hola amor, ¿Por qué esa cara, sucedió algo malo con tu trabajo?-. Interrogue, ya que hacía poco había comenzado en la clínica y pensé que a lo mejor había tenido algún problema laboral.
-Hola nena, todo bien con la clínica, pero ha sido un día fatal, estuve lleno de pacientes, ya sabes lo usual, pero me toco atender otra joven, a la que le tuve que dar una mala noticia, tiene el gen que la predispone al cáncer de seno, y ya sabes no pude evitar recordar a Julia. ¿Te acuerdas de ella?
-Ah sí, lo recuerdo tu “paciente-amiga”-, dije en tono celoso, ya que él hablaba mucho de ella, sabía que tenían consulta dos veces al año y además a veces hablaban por teléfono, Alex la había invitado muchas veces a casa, pero ella siempre encontraba una excusa para no asistir y yo empezaba a imaginar cosas.
-Amor, no te pongas celosa Julia Volkova, mi “paciente-amiga”, como tú le dices es lesbiana y yo nunca tendría algo con nadie más que no seas tú, yo te amo solo a ti, por eso estamos juntos recuérdalo-. No podía creer lo que estaba escuchando.
-¿Julia Volkova es la paciente de la que siempre me hablas?, no puede ser Alex ella era la chica que Elena estaba conociendo, de la que nos conto hace poco, no sé si deba decirle esto, ahora entiendo mucho mas la actitud de Julia con respecto a nuestra amiga. ¿Qué haremos amor, ella está bien aun?-. Exclame preocupada ante la sorprendente noticia.
-Vaya si que es chico el mundo, jamás imagine a Len con Julia, pero ahora que lo mencionas harían una linda pareja, es un lastima lo que paso entre las dos, como esa arpía de Katia se metió entre ellas, aun no se qué es lo que nuestra amiga le vio, no la conocemos mucho pero me da la impresión de que algo esconde. Claro, por eso Julia se veía tan mal la última consulta, solo me dijo que eran nervios por los resultados de los análisis, pero yo note que había algo más, solo que no me anime a preguntarle. Nas, creo que ya demasiado han sufrido ambas, las cosas pasaron por algo de esta manera y no de otra, lo mejor es que no hablemos del asunto con Len y en cuanto a Julia nunca ha querido cenar con nosotros así que no será problema para ti.
-Si amor estoy de acuerdo contigo, solo mantenme al pendiente de Jul, de verdad llegue a apreciarla aun no entiendo porque ha actuado así con Len y al igual que tu no confió del todo en Katia, algo está ocultando y lo mejor que podemos hacer es estar junto a nuestra querida amiga, apoyarla y ver qué sucede con esta nueva relación que está comenzando. Te amo y perdóname por desconfiar de ti-. Me disculpe y le di un beso lleno de ternura.
-No te preocupes cariño al menos se que aun te importo y sabes que también te amo.
Fin del flashback.
-Es una verdadera sorpresa todo esto, al principio me enojé contigo pero tenían razón en la decisión que ambos tomaron, gracias por cuidarme. Pero no entiendo algo, Julia también estaba mal por lo que paso, si fue ella la que prácticamente me arrojo a los brazos de su supuesta amiga, cada vez entiendo menos-. Dije en tono cansado y confuso, porque esa simple información podría haberlo cambiado todo en el pasado, o sea ella sufrió por mí, pero ¿Por qué me abandono?
-Recapacita Len, no puede seguir siendo tu paciente, derívala a otro y habla con ella, dense esas explicaciones que se deben hace tanto tiempo y arreglen las cosas si hay algo que arreglar, por favor amiga piensa en esto, no seas tan terca.
-No y no renunciar a una paciente jamás, Elena Katina jamás pierde una batalla, eso no se discute y en cuanto a lo de hablar, creo que no hay nada por hacer ya, eso sucedió hace años, yo estoy bien así, no la necesito, no necesito a nadie para estar bien, esto de hoy solo es por volver a verla y ponerme a remover el pasado. Julia Volkova se va a recuperar y va a seguir con su vida, hasta novia seguro debe tener, una vez que esté bien le dije que no la quería volver a ver y así será nada me hará cambiar de opinión, ella ya no significa nada para mí-. Dije con seguridad, levantándome del sillón dejando al pequeño en el suelo y secándome las lagrimas del rostro, así debía ser todo, no podía permitirme estar con ella no después de todo lo que viví en parte gracias a ella, a su cobardía y su inseguridad.
-Sigues siendo igual de idiota Katina a veces, pero está bien, te apoyare como siempre lo hago, aunque no esté de acuerdo con esto, solo quería aclarar algo, Jul no tiene novia, de hecho Alex me conto que si bien ha estado con otras, su corazón se lo gano una sola persona de la que nunca habla porque le duele aun su recuerdo. Espero y con esto pienses mejor lo que vas a hacer.
-No tengo nada que pensar y no quiero oír hablar más de Volkova, suficiente tengo con que sea mi paciente. Ahora vamos a hacer algo de cenar se ha hecho muy tarde y mi peque tiene que comer.
Ambas prepararon la cena, invitando a Alexei para que compartiera unos deliciosos espaguetis con ellas, pasaron el rato entre risas y recuerdos de su larga amistad y hablando de sus respectivos trabajos, pero todos guardaron especial cuidado en siquiera nombrar a la pelinegra, ya que habían sido advertidos por la misma Elena en cuanto a tocar el tema y sabían que aunque intentara demostrar que esto no la afectaba, era todo lo contrario pero el tiempo y el destino se encargarían de arreglar esta historia y que tuviera el final que debía tener.
Una vez terminada la cena los visitantes se marcharon dejando a una desconcertada Elena, se dio un baño se puso su ropa de dormir y se recostó con la idea de que una buena noche de sueño le ayudaría a poner en orden su cabeza y sus sentimientos hacia aquella desafortunada mujer.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
Triste
Vaya hay situaciones que te dejan sin palabras, esa enfermedad es algo terrible.
Zanini-volk- Invitado
Re: Nuestra historia de amor
Hola
muy buen capitulo
siguea porque quiero saber que
va apasar y que paso el porque terminaron
muy buen capitulo
siguea porque quiero saber que
va apasar y que paso el porque terminaron
andyvolkatin- Mensajes : 576
Fecha de inscripción : 27/05/2015
Re: Nuestra historia de amor
Buenas noches!! Acá les dejo otro capítulo más de esta historia, espero sea de su agrado. Aviso que es poco, la inspiración y el tiempo no me ayudan mucho a escribir. Gracias por leer
Andyvolkatin y Zanini-volk gracias por hacerse presente con sus comentarios espero lesu agrade lo que van a leer. Buena vibra y vida para tod@s
CAPITULO 9
Salí del hospital lo más rápido que pude, mi cabeza daba vueltas, sentía mi estomago revuelto y me faltaba el aire, tratando de tranquilizarme subí a mi auto me senté y comencé a respirar lentamente para relajarme. Seguía sin creer lo que había pasado, tenía que ser un sueño una fantasía producto de mi dilatada imaginación, Elena Katina mi doctora, que acepto el caso no porque me quisiera ver otra vez, sino porque implicaba un probable éxito profesional para ella, esto era demasiado para mi necesitaba desahogarme, pero ¿con quién lo haría?, en todo este tiempo jamás había permitido a alguien llegar tan lejos en mi vida, pocas personas sabían de esta historia y del cambio que había hecho luego de aquello, cierto era que a pesar de estar rodeada de gente y de “amigos” nunca nadie se había ganado mi confianza, como para exponer mis sentimientos y todo lo que pasaba por mi cabeza.
Ya calmada y sentada en el asiento de mi auto, me dispuse a regresar a casa, allí podría pensar que hacer y vería la posibilidad de hablar de esto con mi madre, aunque sabía de antemano que me ligaría un sermón por esto, después de lo mal que estuve hace unos años se lleno de rencor hacia Elena, aun sin haberla conocido, por haberme lastimado de esa forma, pero ella nunca supo que gran parte de lo que paso, había sido mi culpa, mi cobardía y mis inseguridades me jugaron la peor pasada de mi vida y me hicieron perder a la única persona que había despertado amor en mi.
Para mi buena suerte al llegar a casa no había nadie, así que no tuve que dar explicaciones por mis ojos enrojecidos por el llanto, hasta mi privacidad se estaba llevando esta maldita enfermedad, ya que con la noticia mis hermanos prácticamente vivían en casa con sus familias, para poder pasar tiempo conmigo, se que suena a desagradecida pero lo último que necesitaba era tener todos alrededor de mi, detestaba ser el centro de atención por lastima.
Entre en mi habitación me senté en mi cama tome la guitara y comencé a tocar recordando la primera vez que tuve el valor de probar esos hermosos labios.
Flashback.
Había pasado una larga semana ya desde el primer encuentro con esa bella pelirroja, si bien hablábamos todos los días por teléfono necesitaba verla ansiosamente, ya había solucionado el tema de la mudanza, me había instalado en la casa familiar, pero entre el trabajo y la facultad estaban acabando mi paciencia, no lograba tener si quiera un día libre para verla otra vez.
-Hola Len, mira tengo que hablar rápido porque enseguida me toca entrar al trabajo, quería saber si estabas libre el sábado, cambie mi día libre para ver si podíamos vernos de nuevo, ¿Qué dices?-.
-Hola Jul, la verdad no puedo tengo otra cosa que hacer disculpa-.
-Ah mmm de acuerdo siento haberte molestado-. Había dejado pasar mucho tiempo para verla, rayos a lo mejor ya conoció a alguien más pensé, triste por su contestación. Hasta que escuche unas risas del otro lado y ella hablo otra vez.
-Que tonta eres Jul, ¿de verdad creíste que no iba aceptar?, claro que puedo salir contigo el sábado, puedes pasar por mi casa y de ahí vemos que podemos hacer. Honestamente tengo muchas ganas de volver a verte. ¡Adiós hasta el sábado!-. Dijo y corto la llamada, dejándome embobada repitiéndose en mi mente una y otra vez ese tengo muchas ganas de volver a verte, sí que sería una tortura esperar hasta ese día.
La semana transcurrió lenta, demasiado para mi gusto, nunca jamás había deseado tanto ver a alguna chica como a ella, tan solo pensarla me hacia olvidar mis problemas, incluso aquel que atesoraba con gran cuidado dentro de mí, solo me anime a contarle Katia en una noche de debilidad sobre mi predisposición a tener cáncer. Ella había logrado ganarse mi confianza porque gracias a su apoyo y el de su novia logre aceptar al fin mi homosexualidad y me animo a hablar y contarlo a mis seres queridos, aunque nos habíamos conocido hace relativamente poco tiempo le había tomado mucho cariño, ya que también estuve para ella cada vez que me necesito en las constantes peleas con su pareja.
El sábado por la mañana me levante con una gran sonrisa en mi cara, desayune con mi madre y dos de mis hermanos que aun vivían en casa y me dispuse a buscar la ropa para la tarde, revolví todo mi closet y no lograba encontrar algo que me convenciera, lo cual me resultaba extraño, nunca tuve problemas para vestirme, pero solo al pensar que vería a Elena quería lucir hermosa solo para ella, ya se hacía tarde y yo seguía sin saber que ponerme, así que elegí algo clásico unos jeans negros ajustados, unas zapatillas negras también, una remera de tirantes blancas y por último una camisa a cuadros negra y roja, ya que era primavera y de noche solía ponerse un poco frio.
Una vez lista mi hermano Oleg se ofreció llevarme hasta el centro de Moscú, que es donde está el apartamento de Lena, dentro del coche el comenzó con el interrogatorio, me conocía a la perfección y se había dado cuenta desde el desayuno que algo raro estaba pasando conmigo. Así fue, como le hable de ella, de cómo la conocí y de todos los sentimientos que estaba despertando en mí. El viaje transcurrió tranquilo, conversando de distintos temas logrando romper con el nerviosismo que sentía al ver tan cerca el esperado momento.
Allí estaba otra vez en la puerta de su edificio, toque el timbre y espere que bajara, como la tarde parecía iba a estar un poco fría y lluviosa pensaba llevarla al cine a ver una película, honestamente esperaba que no eligiera una romántica, sino me dormiría allí mismo. De repente, siento una mano en mi hombro y su dulce vos pronunciando mi nombre, un escalofrió recorrió mi cuerpo al sentir el tacto de su mano en la piel desnuda que dejaba mi camiseta, me di vuelta y me encontré con ese hermoso verdigris mirando directo a mis azules, una sonrisa automática se apodero de mi rostro y todo mi cuerpo me gritaba que rompiera la distancia, besara esos tentadores labios y abrazara ese esculpido cuerpo para sentir más de cerca su exquisito aroma a fresas.
Le di un casto beso en la mejilla, y no pude evitar detallar disimuladamente lo hermosa que se veía con vestido entallado negro que acentuaba su generoso escote y dejaba ver unas largas piernas bien trabajadas y sus rizos rojos sueltos, cayendo en sus hombros de una manera perfecta, era simplemente hermosa para mí, la chica más hermosa que hubiera visto jamás, con ella a mi lado no necesitaba nada, ni nadie más.
-Hola Len ¿Cómo has estado?
-Muy bien Jul, ansiosa por volver a verte te has tardado un poco, pensé que te habías arrepentido y no vendrías-. Dijo haciendo cara de tristeza.
-Jajaja como crees Julia Volkova jamás faltaría a una cita tan importante-. Le conteste guiñándole un ojo y sonriendo de lado. –Debes acostumbrarte querida Elena a que tengo un leve problema con los horarios, por lo general soy de las que llega tarde a las citas.- Dije mientras las dos nos reíamos como bobas. –¿Qué te parece si vamos al cine? La tarde está un poco fresca y parece que va a llover también así que sería una buena opción para una primera cita.
-Me parece maravilloso para ser una primera cita señorita Volkova, pero le doy una advertencia a las citas conmigo debe llegar a horario, porque detesto que me hagan esperar-. Dijo en tono juguetón.
-Aclarado ese punto, prometo nunca más llegar tarde a las citas con usted señorita Katina-. Sin darme cuenta tome su mano entre las mías y caminamos hasta el centro comercial, donde se encontraba el cine más cercano, era impresionante como caminar así tomada de su mano me daba confianza y seguridad. Elegimos para ver una comedia, no paramos de reírnos durante todo el film y de mirarnos de manera cómplice cada vez que nuestras manos se rozaban accidentalmente dentro del cubo de palomitas de maíz.
Una vez que termino, optamos por ir a cenar algo a un local de comida rápida, pedimos unas hamburguesas con papas fritas y gaseosa, hablando de todos los temas posibles mientras cenábamos tan cómodamente. Estando juntas el tiempo transcurría más rápido de lo normal, habíamos pasado horas hablando riendo y mirándonos como si nos conociéramos desde siempre, había algo más allí, que ambas notábamos pero ninguna se animaba a dar el siguiente paso pensando que era demasiado pronto.
Ya era demasiado tarde y debía regresar a casa, no debía de dar explicaciones a mama, tranquilamente podía quedarme toda la noche con ella, pero no podía, esta vez no era como la anteriores, odiaría tratarla como a una cosa, quería algo mas con Lena, la quería todas las noches no solo una noche, esta chica me estaba cambiando, sentía que ella podía hacerme feliz el tiempo que me quedara sin que el cáncer apareciera, al fin la había encontrado, mi amor, mi Elena, solo esperaba no estar equivocada y que ella sintiera lo mismo por mí. Regresamos a su casa en un perfecto silencio, ninguna de las dos se animaba a decir o hacer algo que pudiera arruinar la hermosa tarde noche que habíamos disfrutado.
-Bueno Len, creo que debo irme es tarde y mañana debo trabajar, la pase estupendamente contigo, eres hermosa-. Dije sin rodeos.
-Esta ha sido la mejor primer cita de mi vida Jul. Muchas gracias me la pase súper bien estando contigo, me haces sentir tantas cosas-. Dijo y se puso cerca de mí, di un paso al frente rompiendo la distancia que nos separaba, acerque mis labios a los suyos, implorando a Dios si existía que ella me correspondiera y así fue, nuestras bocas se movieron en perfecta sincronía, mi lengua obtuvo permiso y se adentro en lo más profundo saboreando cada rincón, sus manos se envolvieron en mi cabello despeinándolo juguetonamente y las mías se aferraron a su cintura acercándola más hacia mí, deseando tenerla imposiblemente cerca, poco a poco el beso fue perdiendo intensidad ya que el aire comenzaba a faltar y estábamos dando un pequeño espectáculo en plena calle. Nos quedamos así abrazadas, con nuestras frentes pegadas, nuestras respiraciones mezclándose, mirándonos a los ojos, nada mas existia solo ella y yo, sin dudas ese beso fue el mejor de mi vida, me hizo subir al cielo, flotar en la nubes y pude ver en sus ojos que para ella también algo importante había significado.
Nos dijimos adiós nuevamente y con un dulce beso en los labios nos despedimos, deseaba con todas mis fuerzas quedarme pero me contuve no quería arruinar la historia que juntas podíamos comenzar, si ella sentía lo mismo que yo.
Fin del flashback.
Me creerán una loca pero juro que aun puedo sentir el sabor de sus labios sobre los míos, cada vez que recuerdo aquel día, deseo tanto volver a besarte Elena Katina, tengo que saber que sucedió ¿por qué la elegiste a ella?. Deje la guitarra a un lado, hacía rato había dejado de tocar recordando todo aquello, solo la mantenía abrazada a mí como si de Elena se tratase y me recosté en la cama, estaba mirando el techo cuando mama apareció, estaba parada en el umbral de la puerta, entro se sentó a mi lado y pregunto:
-Hija ¿Estás bien? Golpee la puerta un par de veces y como no respondiste entre pensando que no estarías. Cuéntame ¿Qué paso con la oncóloga, hay algo malo?
-Está todo bien mama, el que hayan descubierto mi enfermedad tan pronto va a ayudar a mi recuperación, la quimioterapia adyuvante es para destruir las células cancerosas que han podido quedar en mi cuerpo, después de que los cirujanos removieron todo el cáncer que pudieron ver, reduce el riesgo de que el cáncer regrese, el tiempo de administración será 6 meses por el tipo de medicamentos. Pero algo mas, mi doctora resulto ser nada mas y nada menos que Elena Katina-. Le lance la noticia a mi madre lo mas rápido que pude rogando que se apiadara de mi y no comenzara con sus sermones.
-No lo puedo creer hija, si que el destino parece empeñado en juntarte con esa mujer, confío en Alexei y sé que si te derivo con ella es porque es la mejor en su área, aunque no me guste nada esta situación, después de ver todo lo que sufriste y cuanto cambiaste. No voy a empezar con mis sermones, solo quiero que pienses bien en si ella debe seguir siendo tu doctora, imagino que no habrá tenido la mejor de las actitudes al verte. ¿Por qué acepto tratarte?
-Solo por tener un caso más ganado en su exitosa carrera, solo por eso, me aclaro que una vez este recuperada no quiere volver a verme, que nuestra relación es solo médico-paciente, ha cambiado tanto mama, tan fría, indiferente y podría decir que triste, todo lo contrario a como pensé que estaría pude notar que ha sufrido tanto o más que yo, pero no entiendo porque, necesito aclarar tantas cosas con ella, pero sé que no me va a dejar acercarme-. Dije con lagrimas en mis ojos y en tono cansado, porque simplemente no me había podido olvidar de ella y volver a amar a alguien más, debía pensar bien las cosas quizá pagarle con la misma moneda la haría recapacitar y se acercaría a mí, pero no estaba segura de que así fuera y no dejaría pasar el tiempo sin las respuestas que necesitaba.
Mi madre me abrazo, seco mis lágrimas y con todo el amor que había dentro de ella hacia me dijo lo siguiente:
-Jul a veces no todo es lo que parece, por algo sus caminos se han vuelto a cruzar, creo que deberías tratar de obtener las respuestas que necesitas para terminar con este dolor y poner fin a este amor que solo te ha hecho daño y te ha dejado sola. Me voy a preparar la cena piénsalo y no pierdas las esperanzas nunca hija sabes que te amo y te apoyare sea cual fuere la decisión que tomes.-
-Gracias mama, también te amo y prepara la cena rápido porque muero de hambre ja-. Le dije de manera juguetona, cuando mi estomago comenzó a rugir rompiendo la tensión del ambiente haciéndonos reír a ambas.
Andyvolkatin y Zanini-volk gracias por hacerse presente con sus comentarios espero lesu agrade lo que van a leer. Buena vibra y vida para tod@s
CAPITULO 9
Salí del hospital lo más rápido que pude, mi cabeza daba vueltas, sentía mi estomago revuelto y me faltaba el aire, tratando de tranquilizarme subí a mi auto me senté y comencé a respirar lentamente para relajarme. Seguía sin creer lo que había pasado, tenía que ser un sueño una fantasía producto de mi dilatada imaginación, Elena Katina mi doctora, que acepto el caso no porque me quisiera ver otra vez, sino porque implicaba un probable éxito profesional para ella, esto era demasiado para mi necesitaba desahogarme, pero ¿con quién lo haría?, en todo este tiempo jamás había permitido a alguien llegar tan lejos en mi vida, pocas personas sabían de esta historia y del cambio que había hecho luego de aquello, cierto era que a pesar de estar rodeada de gente y de “amigos” nunca nadie se había ganado mi confianza, como para exponer mis sentimientos y todo lo que pasaba por mi cabeza.
Ya calmada y sentada en el asiento de mi auto, me dispuse a regresar a casa, allí podría pensar que hacer y vería la posibilidad de hablar de esto con mi madre, aunque sabía de antemano que me ligaría un sermón por esto, después de lo mal que estuve hace unos años se lleno de rencor hacia Elena, aun sin haberla conocido, por haberme lastimado de esa forma, pero ella nunca supo que gran parte de lo que paso, había sido mi culpa, mi cobardía y mis inseguridades me jugaron la peor pasada de mi vida y me hicieron perder a la única persona que había despertado amor en mi.
Para mi buena suerte al llegar a casa no había nadie, así que no tuve que dar explicaciones por mis ojos enrojecidos por el llanto, hasta mi privacidad se estaba llevando esta maldita enfermedad, ya que con la noticia mis hermanos prácticamente vivían en casa con sus familias, para poder pasar tiempo conmigo, se que suena a desagradecida pero lo último que necesitaba era tener todos alrededor de mi, detestaba ser el centro de atención por lastima.
Entre en mi habitación me senté en mi cama tome la guitara y comencé a tocar recordando la primera vez que tuve el valor de probar esos hermosos labios.
Flashback.
Había pasado una larga semana ya desde el primer encuentro con esa bella pelirroja, si bien hablábamos todos los días por teléfono necesitaba verla ansiosamente, ya había solucionado el tema de la mudanza, me había instalado en la casa familiar, pero entre el trabajo y la facultad estaban acabando mi paciencia, no lograba tener si quiera un día libre para verla otra vez.
-Hola Len, mira tengo que hablar rápido porque enseguida me toca entrar al trabajo, quería saber si estabas libre el sábado, cambie mi día libre para ver si podíamos vernos de nuevo, ¿Qué dices?-.
-Hola Jul, la verdad no puedo tengo otra cosa que hacer disculpa-.
-Ah mmm de acuerdo siento haberte molestado-. Había dejado pasar mucho tiempo para verla, rayos a lo mejor ya conoció a alguien más pensé, triste por su contestación. Hasta que escuche unas risas del otro lado y ella hablo otra vez.
-Que tonta eres Jul, ¿de verdad creíste que no iba aceptar?, claro que puedo salir contigo el sábado, puedes pasar por mi casa y de ahí vemos que podemos hacer. Honestamente tengo muchas ganas de volver a verte. ¡Adiós hasta el sábado!-. Dijo y corto la llamada, dejándome embobada repitiéndose en mi mente una y otra vez ese tengo muchas ganas de volver a verte, sí que sería una tortura esperar hasta ese día.
La semana transcurrió lenta, demasiado para mi gusto, nunca jamás había deseado tanto ver a alguna chica como a ella, tan solo pensarla me hacia olvidar mis problemas, incluso aquel que atesoraba con gran cuidado dentro de mí, solo me anime a contarle Katia en una noche de debilidad sobre mi predisposición a tener cáncer. Ella había logrado ganarse mi confianza porque gracias a su apoyo y el de su novia logre aceptar al fin mi homosexualidad y me animo a hablar y contarlo a mis seres queridos, aunque nos habíamos conocido hace relativamente poco tiempo le había tomado mucho cariño, ya que también estuve para ella cada vez que me necesito en las constantes peleas con su pareja.
El sábado por la mañana me levante con una gran sonrisa en mi cara, desayune con mi madre y dos de mis hermanos que aun vivían en casa y me dispuse a buscar la ropa para la tarde, revolví todo mi closet y no lograba encontrar algo que me convenciera, lo cual me resultaba extraño, nunca tuve problemas para vestirme, pero solo al pensar que vería a Elena quería lucir hermosa solo para ella, ya se hacía tarde y yo seguía sin saber que ponerme, así que elegí algo clásico unos jeans negros ajustados, unas zapatillas negras también, una remera de tirantes blancas y por último una camisa a cuadros negra y roja, ya que era primavera y de noche solía ponerse un poco frio.
Una vez lista mi hermano Oleg se ofreció llevarme hasta el centro de Moscú, que es donde está el apartamento de Lena, dentro del coche el comenzó con el interrogatorio, me conocía a la perfección y se había dado cuenta desde el desayuno que algo raro estaba pasando conmigo. Así fue, como le hable de ella, de cómo la conocí y de todos los sentimientos que estaba despertando en mí. El viaje transcurrió tranquilo, conversando de distintos temas logrando romper con el nerviosismo que sentía al ver tan cerca el esperado momento.
Allí estaba otra vez en la puerta de su edificio, toque el timbre y espere que bajara, como la tarde parecía iba a estar un poco fría y lluviosa pensaba llevarla al cine a ver una película, honestamente esperaba que no eligiera una romántica, sino me dormiría allí mismo. De repente, siento una mano en mi hombro y su dulce vos pronunciando mi nombre, un escalofrió recorrió mi cuerpo al sentir el tacto de su mano en la piel desnuda que dejaba mi camiseta, me di vuelta y me encontré con ese hermoso verdigris mirando directo a mis azules, una sonrisa automática se apodero de mi rostro y todo mi cuerpo me gritaba que rompiera la distancia, besara esos tentadores labios y abrazara ese esculpido cuerpo para sentir más de cerca su exquisito aroma a fresas.
Le di un casto beso en la mejilla, y no pude evitar detallar disimuladamente lo hermosa que se veía con vestido entallado negro que acentuaba su generoso escote y dejaba ver unas largas piernas bien trabajadas y sus rizos rojos sueltos, cayendo en sus hombros de una manera perfecta, era simplemente hermosa para mí, la chica más hermosa que hubiera visto jamás, con ella a mi lado no necesitaba nada, ni nadie más.
-Hola Len ¿Cómo has estado?
-Muy bien Jul, ansiosa por volver a verte te has tardado un poco, pensé que te habías arrepentido y no vendrías-. Dijo haciendo cara de tristeza.
-Jajaja como crees Julia Volkova jamás faltaría a una cita tan importante-. Le conteste guiñándole un ojo y sonriendo de lado. –Debes acostumbrarte querida Elena a que tengo un leve problema con los horarios, por lo general soy de las que llega tarde a las citas.- Dije mientras las dos nos reíamos como bobas. –¿Qué te parece si vamos al cine? La tarde está un poco fresca y parece que va a llover también así que sería una buena opción para una primera cita.
-Me parece maravilloso para ser una primera cita señorita Volkova, pero le doy una advertencia a las citas conmigo debe llegar a horario, porque detesto que me hagan esperar-. Dijo en tono juguetón.
-Aclarado ese punto, prometo nunca más llegar tarde a las citas con usted señorita Katina-. Sin darme cuenta tome su mano entre las mías y caminamos hasta el centro comercial, donde se encontraba el cine más cercano, era impresionante como caminar así tomada de su mano me daba confianza y seguridad. Elegimos para ver una comedia, no paramos de reírnos durante todo el film y de mirarnos de manera cómplice cada vez que nuestras manos se rozaban accidentalmente dentro del cubo de palomitas de maíz.
Una vez que termino, optamos por ir a cenar algo a un local de comida rápida, pedimos unas hamburguesas con papas fritas y gaseosa, hablando de todos los temas posibles mientras cenábamos tan cómodamente. Estando juntas el tiempo transcurría más rápido de lo normal, habíamos pasado horas hablando riendo y mirándonos como si nos conociéramos desde siempre, había algo más allí, que ambas notábamos pero ninguna se animaba a dar el siguiente paso pensando que era demasiado pronto.
Ya era demasiado tarde y debía regresar a casa, no debía de dar explicaciones a mama, tranquilamente podía quedarme toda la noche con ella, pero no podía, esta vez no era como la anteriores, odiaría tratarla como a una cosa, quería algo mas con Lena, la quería todas las noches no solo una noche, esta chica me estaba cambiando, sentía que ella podía hacerme feliz el tiempo que me quedara sin que el cáncer apareciera, al fin la había encontrado, mi amor, mi Elena, solo esperaba no estar equivocada y que ella sintiera lo mismo por mí. Regresamos a su casa en un perfecto silencio, ninguna de las dos se animaba a decir o hacer algo que pudiera arruinar la hermosa tarde noche que habíamos disfrutado.
-Bueno Len, creo que debo irme es tarde y mañana debo trabajar, la pase estupendamente contigo, eres hermosa-. Dije sin rodeos.
-Esta ha sido la mejor primer cita de mi vida Jul. Muchas gracias me la pase súper bien estando contigo, me haces sentir tantas cosas-. Dijo y se puso cerca de mí, di un paso al frente rompiendo la distancia que nos separaba, acerque mis labios a los suyos, implorando a Dios si existía que ella me correspondiera y así fue, nuestras bocas se movieron en perfecta sincronía, mi lengua obtuvo permiso y se adentro en lo más profundo saboreando cada rincón, sus manos se envolvieron en mi cabello despeinándolo juguetonamente y las mías se aferraron a su cintura acercándola más hacia mí, deseando tenerla imposiblemente cerca, poco a poco el beso fue perdiendo intensidad ya que el aire comenzaba a faltar y estábamos dando un pequeño espectáculo en plena calle. Nos quedamos así abrazadas, con nuestras frentes pegadas, nuestras respiraciones mezclándose, mirándonos a los ojos, nada mas existia solo ella y yo, sin dudas ese beso fue el mejor de mi vida, me hizo subir al cielo, flotar en la nubes y pude ver en sus ojos que para ella también algo importante había significado.
Nos dijimos adiós nuevamente y con un dulce beso en los labios nos despedimos, deseaba con todas mis fuerzas quedarme pero me contuve no quería arruinar la historia que juntas podíamos comenzar, si ella sentía lo mismo que yo.
Fin del flashback.
Me creerán una loca pero juro que aun puedo sentir el sabor de sus labios sobre los míos, cada vez que recuerdo aquel día, deseo tanto volver a besarte Elena Katina, tengo que saber que sucedió ¿por qué la elegiste a ella?. Deje la guitarra a un lado, hacía rato había dejado de tocar recordando todo aquello, solo la mantenía abrazada a mí como si de Elena se tratase y me recosté en la cama, estaba mirando el techo cuando mama apareció, estaba parada en el umbral de la puerta, entro se sentó a mi lado y pregunto:
-Hija ¿Estás bien? Golpee la puerta un par de veces y como no respondiste entre pensando que no estarías. Cuéntame ¿Qué paso con la oncóloga, hay algo malo?
-Está todo bien mama, el que hayan descubierto mi enfermedad tan pronto va a ayudar a mi recuperación, la quimioterapia adyuvante es para destruir las células cancerosas que han podido quedar en mi cuerpo, después de que los cirujanos removieron todo el cáncer que pudieron ver, reduce el riesgo de que el cáncer regrese, el tiempo de administración será 6 meses por el tipo de medicamentos. Pero algo mas, mi doctora resulto ser nada mas y nada menos que Elena Katina-. Le lance la noticia a mi madre lo mas rápido que pude rogando que se apiadara de mi y no comenzara con sus sermones.
-No lo puedo creer hija, si que el destino parece empeñado en juntarte con esa mujer, confío en Alexei y sé que si te derivo con ella es porque es la mejor en su área, aunque no me guste nada esta situación, después de ver todo lo que sufriste y cuanto cambiaste. No voy a empezar con mis sermones, solo quiero que pienses bien en si ella debe seguir siendo tu doctora, imagino que no habrá tenido la mejor de las actitudes al verte. ¿Por qué acepto tratarte?
-Solo por tener un caso más ganado en su exitosa carrera, solo por eso, me aclaro que una vez este recuperada no quiere volver a verme, que nuestra relación es solo médico-paciente, ha cambiado tanto mama, tan fría, indiferente y podría decir que triste, todo lo contrario a como pensé que estaría pude notar que ha sufrido tanto o más que yo, pero no entiendo porque, necesito aclarar tantas cosas con ella, pero sé que no me va a dejar acercarme-. Dije con lagrimas en mis ojos y en tono cansado, porque simplemente no me había podido olvidar de ella y volver a amar a alguien más, debía pensar bien las cosas quizá pagarle con la misma moneda la haría recapacitar y se acercaría a mí, pero no estaba segura de que así fuera y no dejaría pasar el tiempo sin las respuestas que necesitaba.
Mi madre me abrazo, seco mis lágrimas y con todo el amor que había dentro de ella hacia me dijo lo siguiente:
-Jul a veces no todo es lo que parece, por algo sus caminos se han vuelto a cruzar, creo que deberías tratar de obtener las respuestas que necesitas para terminar con este dolor y poner fin a este amor que solo te ha hecho daño y te ha dejado sola. Me voy a preparar la cena piénsalo y no pierdas las esperanzas nunca hija sabes que te amo y te apoyare sea cual fuere la decisión que tomes.-
-Gracias mama, también te amo y prepara la cena rápido porque muero de hambre ja-. Le dije de manera juguetona, cuando mi estomago comenzó a rugir rompiendo la tensión del ambiente haciéndonos reír a ambas.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
De malos entendidos
Tu historia cada capítulo que leo me parece tan triste, y es porque en el amor y la realidad ella esta tan presente. Ojalá yulia logre encontrar las respuestas que necesita porque si no la que muere de tristeza voy a ser yo.
Zanini-volk- Invitado
Re: Nuestra historia de amor
Hola acá les dejo otro capitulo mas de esta historia!!!! Que lo disfruten
Zanini-volk gracias por comentar y no mueras de tristeza, pronto ambas van a encontrar las respuestas que necesitan, esperemos que no sea demasiado tarde... saludos desde Argentina y de nuevo gracias por leerme
Zanini-volk gracias por comentar y no mueras de tristeza, pronto ambas van a encontrar las respuestas que necesitan, esperemos que no sea demasiado tarde... saludos desde Argentina y de nuevo gracias por leerme
CAPITULO 10Hoy es el gran día, comienza el primer ciclo de quimioterapia, mientras aguardaba con ansiedad este momento, había ocupado la mayor parte de mi tiempo haciendo cosas que después por los efectos secundarios de las drogas que utilizarían no iba a tener ganas de hacer, una de esas ellas fue ponerme al día visitando parientes y conocidos que había dejado abandonados después de la operación. Llegue al hospital acompañada de mi madre, por lo general la mayoría de los pacientes recibían la medicina vía intravenosa y luego regresaban a sus hogares, pero en mi caso no fue así, Elena había dado la orden de que una vez concluida la sesión se me dejara en observación para vigilar ella misma los efectos de las drogas y tener un control más riguroso de mi tratamiento, me creí especial por un momento, pero luego me entere que seguía la misma rutina con cada paciente, de ahí el éxito que obtenía con cada uno de ellos.
Una vez me hube registrado, nos dirigimos al área de quimioterapia donde una bella enfermera castaña de ojos verdes nos recibió, brindándome una cálida sonrisa, controló mis signos vitales, mi altura y peso, me coloco la vía endovenosa, mientras buscaba un tema de conversación con mi madre y conmigo. La sesión demoro varias horas, donde la misma chica se hacía presente cada vez que podía preguntándome como me sentía y si necesitaba algo, mi madre me miraba sorprendida por la actitud de la joven, ya que era notoria la atracción que sentía por mí.
-Hija recién es tu primera sesión y veo que ya conseguiste admiradora, creo que has heredado el encanto de tu padre, siempre se excusaba con eso cuando le descubría alguna infidelidad y el hecho de que nunca me hallas presentado a alguien me muestra que me saliste igualita a él-. Comento mi madre con una sonrisa en la cara.
-Ya basta mama, la verdad es muy linda, pero bien sabes que mi corazón ya tiene dueña, es mas tenia la tonta ilusión de que se apareciera mientras me ponían esta cosa, pero ya ves la sesión casi termina y no ha venido ni una sola vez, debe ser verdad eso de que no me quiere en su vida, a lo mejor Katia le prohibió acercarse a mi cuando se entero de que yo era su paciente-. Expresé comenzando a arrepentirme de la decisión de dejarla ser mi doctora, pero ahora mismo ya no tenía opción y debía seguir, solo serian 6 meses y después de ese tiempo si todo salía según lo esperado, cada una volvería a su vida habitual sin saber nada la una de la otra. Perdida estaba en mis pensamientos cuando la enfermera volvió a sacarme la endovenosa.
-Señorita Volkova creo que hemos terminado por el día de hoy- dijo con una sonrisa. –Le voy a tomar nuevamente los signos vitales y la acompañare para instalarla en la habitación que la Doctora Katina tiene reservada para sus pacientes. Por cierto, disculpen ambas pero he olvidado presentarme, soy Anya Kournikova enfermera encargada del área de quimioterapia, es un placer.- dijo extendiendo su mano primero hacia mí y luego hacia mi madre.
-El placer es nuestro señorita Kournikova.- dijo mi madre mirándome de manera maliciosa con una sonrisa en los labios. Sabía que algo estaba tramando, por su mirada iba a tratar de engancharme con la enfermera a como dé lugar, nose porque siempre se empeñaba en no verme sola y desde un tiempo para acá insistía en que sentara cabeza, aunque me costara creerlo.
-Un gusto conocerla.- conteste yo levantándome de mi asiento, sintiéndome extremadamente cansada, deseando tener una cama ahí mismo para dormir hasta que el mundo se acabara. La enfermera lo noto, y procedió a acompañarnos a mi habitación, una vez allí me explico los efectos secundarios que podrían tener los medicamentos y me acerco a la cama una jarra con bastante agua, ya que la deshidratación era muy probable en mi situación.
-Bueno Julia y Olga las dejo solas debo atender otros pacientes, estoy a su entera disposición, hoy tengo guardia, así que estaré por aquí, cualquier cosa que necesiten me llaman, dentro de un rato estará por aquí el ayudante de la doctora para seguir de cerca los resultados de los análisis y verificar otra vez los signos vitales. Hasta pronto y buenas tardes.- dijo antes de retirarse regalándome otra encantadora sonrisa. Cuando nos quedamos solas con mama, comenzó con sus observaciones a cerca de lo bella que era la enfermera, que sería un gran partido para mí, etc. ya comenzaba a fastidiarme, lo único que quería hacer era dormir y ella no parecía dispuesta a parar de hablar, así que con tono preocupado le dije:
-Mama, creo que deberías ir a casa a descansar, ya es tarde, también tienes que cuidar tu salud, ahora necesito tu apoyo más que nunca, hazlo por mí. No es que te este hechando pero de veras también estoy cansada y necesito estar tranquila para poder dormir, recuerda que mas tardar mañana en la tarde estaré en casa, si Katina así lo dispone-.
-No me gusta nada irme lo sabes, pero tienes razón, mañana bien temprano vengo a ver como sigues y no olvides que si necesitas algo tienes a la sexi enfermera que cuidara especialmente de ti-. Dijo en tono juguetón guiñándome un ojo, luego me abrazo, me dio un beso en la mejilla y se despidió dejándome sola al fin. Trate de luchar lo mas que pude contra el sueño, esperando a que Len o su ayudante aparecieran, pero el cansancio me gano y caí en un profundo sueño.
***************************************************************************
Otra vez lunes debía volver al consultorio, había pasado un fin de semana excelente con mis padres en San Petersburgo, logrando mi objetivo de no pensar en ella. Me levante tarde, me duche y arregle rápido, si desayunaba llegaría tarde al hospital, y eso es algo que no me podía permitir, ya que atrasaría todo mi día.
Al llegar, mi secretaria ya me esperaba con una taza de café caliente, mi agenda y las historias clínicas de los pacientes del día, le agradecí por su eficiencia, entre en mi consultorio, me senté en el escritorio y comencé a estudiar la evolución de cada uno de los casos de los pacientes que tenían consulta. La mañana transcurrió tranquila, muchas de mis pacientes estaban evolucionando bien y pude recibir la buena energía de cada una de ellas, al ver que estaban ganado la batalla contra esta enfermedad, no me había dado cuenta de la hora, cuando mi estomago comenzó a reclamarme por algo de comida, me dirigí a la cafetería del hospital sacie mi apetito con una rica ensalada y volví dispuesta a terminar con mi jornada laboral.
Llame a Sven, mi ayudante, y abrí mi agenda donde tenía anotado a cada paciente a los que debía administrársele la quimioterapia ese día, mi cara cambio cuando entre los nombres apareció Volkova, mi viaje y mi mañana cargada de trabajo me habían hecho olvidar por completo que este era el primer día de su ciclo de tratamiento, no tenía ganas de verla así que decidí que sería el último caso en chequear y no de manera directa, ya que le pediría el favor a Sven de que fuera en mi lugar. Nos dirigimos a la sección de quimioterapia, a la parte donde estaban en observación mis pacientes, comenzamos con las rondas alrededor de las tres de la tarde, todo estaba en perfecto orden, por lo tanto algunos se fueron a sus hogares y otros se quedaron hasta la tarde del día siguiente, ya que aun se sentían un poco mal por los efectos secundarios. Como ya lo había pensado deje a Volkova para el ultimo y le encomendé la tarea de su observación a mi asistente, el reviso los análisis y las constantes que la enfermera había tomado y todo estaba muy bien, se podría haber ido a casa pero estaba sola y profundamente dormida así que pensé que sería mejor darle el alta al día siguiente. No obstante, la observación de Sven, fui a hablar con la enfermera Kournikova para saber un poco más del primer día de tratamiento de Julia, ya que muy en el fondo me preocupaba por ella y moría de ganas por entrar en su habitación, para ver que estuviera bien.
-Señorita Kournikova ¿Cómo ha estado la paciente Volkova después de la administración?-. Pregunte.
-Muy bien, llego acompañada de su madre, son unas mujeres encantadoras-. Dijo la enfermera con una sonrisa boba al hablar de la morena. –Solo que como es normal, después de la administración quedo muy cansada, su madre estuvo un rato más con ella y se retiro pidiéndome que la cuidara especialmente, ya que suele ser muy orgullosa y reacia a pedir ayuda. En un momento iré a despertarla para la cena ¿quiere revisar otra vez sus constantes vitales doctora?-.
-No es necesario, hágalo usted mañana paso y reviso todo-. Dije y me retire ofuscada por sus comentarios, ¿encantadora Volkova? Si, como no, a todas engaña con la misma mascara pensé, sintiendo un poco de celos ante la posibilidad de que ella estuviera coqueteando abiertamente con la enfermera y en presencia de su madre, sin duda seguía igual que antes sin perder oportunidad para meter a cualquiera en su cama, como Katia me lo había dicho el día que la conocí.
Volví a mi consultorio y me entretuve estudiando los pacientes del día siguiente, sin darme cuenta que ya eran más de las 11 pm y seguía en el hospital, tome mis cosas dispuesta a retirarme pero no lo hice, mi deseo de verla gano y fui hasta su habitación.
No me animaba a entrar, pero ya estaba ahí tenía que tomar valor y hacerlo, abrí la puerta cuando golpee y nadie respondía, para mi suerte ella estaba profundamente dormida, si que la había dejado exhausta la primer sesión, entre cerrando la puerta tras de mí, me acerque a la cama y recordé la primera vez que la tuve así dormida entre mis brazos.
Flashback.
Hacía más de un mes que nos estábamos conociendo, ambas habíamos entrado en el receso de nuestras universidades, así que nos veíamos más seguido, por lo general eran los días que Jul tenía libres del trabajo, salíamos a caminar, al cine, a cenar, entre otras cosas, pero aun no habíamos ido mas allá en nuestra relación, solo compartíamos charlas, besos y caricias.
Un sábado por la noche decidimos salir a bailar, aprovechando que Jul tenía libre el domingo, una vez en el bar en varias ocasiones llegue a sentirme un poco celosa de las miradas y las personas que se acercaban a nosotras con la intención de seducir a mi bella pelinegra, comenzaba a sentir cosas más fuertes hacia ella, podía sentir las mariposas en mi estomago cada vez que la miraba, que me tocaba. A eso de las 2 am, el alcohol ya estaba empezando a hacer efecto en mí, por lo que le pedí que nos fuéramos a casa y que se quedara conmigo esa noche.
Llegamos a mi departamento en completo silencio, se podía sentir la tensión en el aire, no podía dejara de mirar sus labios, su cuerpo, toda ella y gracias a los efectos de lo que había bebido, tome coraje, me acerque y comencé a besarla lentamente.
Era mágico, como nuestras bocas se amoldaban una a la otra, podía sentir el sabor de su lengua peleando contra la mía cuando el beso comenzó a hacerse más intenso, de repente nuestros cuerpos ardían de deseo. Empezamos a caminar hacia mi habitación separándonos, solo cuando el aire se hacía necesario y tropezábamos con alguna cosa que se interponía en nuestro camino. Una vez allí, la recosté sobre la cama, mientras besaba cada parte de su cuerpo la desnude completamente y me retire solo un segundo para admirarla sonrojada por la excitación, me volví a acercar, la bese en la boca nuevamente y comencé a trazar un camino de besos, empezando por el lóbulo de su oreja, siguiendo con su cuello, su clavícula terminado en sus pequeños y hermosos senos, lamí, succione y mordí uno de ellos, mientras que al otro lo masajeaba y tiraba suavemente de su pezón con mis dedos, ella solo podía gemir y respirar ruidosamente ante semejante atención, elevando imposiblemente sus caderas tratando de que su sexo rozara con mi cuerpo que la tenia prisionera.
Comencé a acariciar su vientre llegando hasta el escaso vello púbico, donde mi mano hizo contacto con su sexo húmedo, palpitante, que pedía a gritos liberación, descendí besando su estomago lamiendo su ombligo, ella no paraba de gemir y retorcerse debajo de mi cuerpo pidiéndome que por favor entrara en ella. Posicione mi cabeza entre sus piernas, pude sentir su exquisito sabor al introducir mi lengua entre sus pliegues, jugueteando con su hinchado clítoris, mordiéndolo de vez en cuando, produciendo en Julia el mayor de los placeres, la torture un tiempo más hasta que al fin decidí cumplir con su deseo e introduje uno de mis dedos en su sexo, haciendo movimientos circulares jugaba entrando y saliendo de ella lentamente, contemplando su hermosura, al sentir que los músculos de su vagina comenzaban a contraerse, sume un segundo dedo aumentando el ritmo de mis movimientos, su orgasmo estaba llegando, volví a poner mi boca en su sexo bebiéndome todo su placer.
El momento había sido increíble, me sentía totalmente llena, segura, plena al ver como su respiración se normalizaba, sentí mucha ternura y volví a besarla lentamente, de inmediato nuestros cuerpos volvieron a reaccionar, el beso se intensifico cada vez mas y de repente me encontré recostada en la cama con Jul encima de mí, -es mi turno- dijo y me entregué a ella.
Comenzó a quitarme la ropa lentamente, torturándome con la ausencia de sus besos y del calor de su cuerpo sobre el mío, se encargo de mis pechos los mordía y succionaba de una manera tan salvaje que casi me provoca un orgasmo solo con esa acción, deteniéndose a tiempo con una sonrisa maliciosa, lamio mi vientre, antes de llegar a mi sexo, beso mis largas piernas, el interior de mis muslos y al fin luego de hacerme rogarle para que se adentrara dentro de mí, introdujo primero su dedo índice mientras con su pulgar presionaba levemente mi clítoris y los movía circularmente haciéndome volar del placer, se podían oír mis sonoros gemidos y mi agitada respiración cuando estaba cerca de terminar, por lo que mi pelinegra compañera sumo un dedo más a su tarea y me embisto cada vez más fuerte, rozando su sexo con mi muslo llegando las dos al clímax al mismo tiempo. Así transcurrió la madrugada, teniendo sexo hasta casi el amanecer, provocando en ambas un cansancio extremo, del que nos recuperamos durmiendo abrazadas, sintiendo nuestras respiraciones normalizarse.
Al día siguiente fui la primera en despertar, la mire dormir, se veía hermosa, con sus labios entreabiertos y su rostro totalmente relajado, sentía la necesidad de estar siempre cerca de ella, así abrazadas, después de una larga noche donde las palabras sobraban y el amor que nacía era el único protagonista de la historia.
Fin del flashback.
Mis ojos se llenaron de lagrimas, al recordar esa maravillosa noche con ella, sentí unas enormes ganas de besar otra vez esos labios, como sabía que Jul tenía el sueño demasiado pesado, me acerqué a su cama, acaricie su hermoso rostro y le di un suave beso, despidiéndome en silencio de la mujer que a pesar del paso del tiempo y del daño que ambas nos habíamos causado seguía amando. La arrope un poco, ya que la sentía un poco fría y salí rápido de su habitación cuando note que comenzaba a moverse, no quería que despertara y me viera allí, lo nuestro era imposible aun sentía rencor hacia ella pero no era tan mala como para dejarla crear falsas ilusiones.
Una vez en mi auto, decidí que debía borrar los recuerdos al menos por una noche, conduje hasta un bar al que iba siempre, dispuesta a encontrar a alguien que me ayudara a olvidar. Entre al lugar pensando en que hacía mucho no salía a divertirme y menos en un día de semana, sabiendo que esto me quitaría horas de sueño y no me ayudaría a rendir al máximo en el hospital pero decidí olvidarme de eso por un rato, me senté en la barra pedí un vodka que me tome de un solo trago y así pasaron dos rondas más, hasta que note en una de las mesas un rubia muy hermosa me miraba insistentemente, se paro vino hasta mi y se paro muy cerca de mi boca, a pesar de la oscuridad del lugar pude ver el color de sus ojos un azul profundo que me recordaban a los de alguien más, enseguida me deshice de ese pensamiento y escuche que ella dijo:
-Me preguntaba si te gustaría ir a un lugar más tranquilo para hablar más cómodas o lo que tú quieras-. Me dijo con una sonrisa de lado y guiñándome un ojo.
-Claro como quieras mi nombre es Elena por cierto-. Dije devolviéndole la sonrisa, era muy bella, sin duda que esta noche había tenido suerte, no tuve que aguantar ninguna charla estúpida para llevarla a mi cama.
-Ah se me olvido presentarme- dijo sonriendo- soy Masha, no suelo ser tan directa pero me gustas demasiado y no pienso perder la oportunidad de estar con una pelirroja tan sexi como tu-. Dijo logrando sonrojarme, le devolví una sonrisa picara a cambio y la invite a mi casa. Muy al contrario de lo que había imaginado, tuvimos una charla muy entretenida en el auto mientras íbamos hacia mi hogar, compartiendo risas y chistes como si nos conociéramos desde siempre.
Ni siquiera habíamos entrado a mi casa y ya nos estábamos besando apasionadamente, con ansias de unir nuestros cuerpos, a duras penas nos separamos, cerré la puerta y la conduje hacia mi habitación donde nos deshicimos de nuestras ropas y pasamos una noche llena de placer y lujuria. Fui la primera en despertar, me dirigí al baño, me di una ducha y al mirarme al espejo pude notar las enormes ojeras; luego me vestí prepare café para ambas, la desperté con un apasionado beso y le avise que debía irme al trabajo, ella me agradeció la bella noche que pasamos, desayuno conmigo y se fue, dejándome una tarjeta personal con su número por si en alguna otra ocasión quería volver a verla.
Sin duda que la volvería a llamar, había pasado mucho tiempo desde que lograra conectar con alguien de esa forme en la cama y además tener una conversación entretenida, sin ningún tipo de compromisos, pienso que podríamos ser buenas amigas y amantes, pensó y se dibujo una sonrisa de satisfacción en su rostro.
Una vez me hube registrado, nos dirigimos al área de quimioterapia donde una bella enfermera castaña de ojos verdes nos recibió, brindándome una cálida sonrisa, controló mis signos vitales, mi altura y peso, me coloco la vía endovenosa, mientras buscaba un tema de conversación con mi madre y conmigo. La sesión demoro varias horas, donde la misma chica se hacía presente cada vez que podía preguntándome como me sentía y si necesitaba algo, mi madre me miraba sorprendida por la actitud de la joven, ya que era notoria la atracción que sentía por mí.
-Hija recién es tu primera sesión y veo que ya conseguiste admiradora, creo que has heredado el encanto de tu padre, siempre se excusaba con eso cuando le descubría alguna infidelidad y el hecho de que nunca me hallas presentado a alguien me muestra que me saliste igualita a él-. Comento mi madre con una sonrisa en la cara.
-Ya basta mama, la verdad es muy linda, pero bien sabes que mi corazón ya tiene dueña, es mas tenia la tonta ilusión de que se apareciera mientras me ponían esta cosa, pero ya ves la sesión casi termina y no ha venido ni una sola vez, debe ser verdad eso de que no me quiere en su vida, a lo mejor Katia le prohibió acercarse a mi cuando se entero de que yo era su paciente-. Expresé comenzando a arrepentirme de la decisión de dejarla ser mi doctora, pero ahora mismo ya no tenía opción y debía seguir, solo serian 6 meses y después de ese tiempo si todo salía según lo esperado, cada una volvería a su vida habitual sin saber nada la una de la otra. Perdida estaba en mis pensamientos cuando la enfermera volvió a sacarme la endovenosa.
-Señorita Volkova creo que hemos terminado por el día de hoy- dijo con una sonrisa. –Le voy a tomar nuevamente los signos vitales y la acompañare para instalarla en la habitación que la Doctora Katina tiene reservada para sus pacientes. Por cierto, disculpen ambas pero he olvidado presentarme, soy Anya Kournikova enfermera encargada del área de quimioterapia, es un placer.- dijo extendiendo su mano primero hacia mí y luego hacia mi madre.
-El placer es nuestro señorita Kournikova.- dijo mi madre mirándome de manera maliciosa con una sonrisa en los labios. Sabía que algo estaba tramando, por su mirada iba a tratar de engancharme con la enfermera a como dé lugar, nose porque siempre se empeñaba en no verme sola y desde un tiempo para acá insistía en que sentara cabeza, aunque me costara creerlo.
-Un gusto conocerla.- conteste yo levantándome de mi asiento, sintiéndome extremadamente cansada, deseando tener una cama ahí mismo para dormir hasta que el mundo se acabara. La enfermera lo noto, y procedió a acompañarnos a mi habitación, una vez allí me explico los efectos secundarios que podrían tener los medicamentos y me acerco a la cama una jarra con bastante agua, ya que la deshidratación era muy probable en mi situación.
-Bueno Julia y Olga las dejo solas debo atender otros pacientes, estoy a su entera disposición, hoy tengo guardia, así que estaré por aquí, cualquier cosa que necesiten me llaman, dentro de un rato estará por aquí el ayudante de la doctora para seguir de cerca los resultados de los análisis y verificar otra vez los signos vitales. Hasta pronto y buenas tardes.- dijo antes de retirarse regalándome otra encantadora sonrisa. Cuando nos quedamos solas con mama, comenzó con sus observaciones a cerca de lo bella que era la enfermera, que sería un gran partido para mí, etc. ya comenzaba a fastidiarme, lo único que quería hacer era dormir y ella no parecía dispuesta a parar de hablar, así que con tono preocupado le dije:
-Mama, creo que deberías ir a casa a descansar, ya es tarde, también tienes que cuidar tu salud, ahora necesito tu apoyo más que nunca, hazlo por mí. No es que te este hechando pero de veras también estoy cansada y necesito estar tranquila para poder dormir, recuerda que mas tardar mañana en la tarde estaré en casa, si Katina así lo dispone-.
-No me gusta nada irme lo sabes, pero tienes razón, mañana bien temprano vengo a ver como sigues y no olvides que si necesitas algo tienes a la sexi enfermera que cuidara especialmente de ti-. Dijo en tono juguetón guiñándome un ojo, luego me abrazo, me dio un beso en la mejilla y se despidió dejándome sola al fin. Trate de luchar lo mas que pude contra el sueño, esperando a que Len o su ayudante aparecieran, pero el cansancio me gano y caí en un profundo sueño.
***************************************************************************
Otra vez lunes debía volver al consultorio, había pasado un fin de semana excelente con mis padres en San Petersburgo, logrando mi objetivo de no pensar en ella. Me levante tarde, me duche y arregle rápido, si desayunaba llegaría tarde al hospital, y eso es algo que no me podía permitir, ya que atrasaría todo mi día.
Al llegar, mi secretaria ya me esperaba con una taza de café caliente, mi agenda y las historias clínicas de los pacientes del día, le agradecí por su eficiencia, entre en mi consultorio, me senté en el escritorio y comencé a estudiar la evolución de cada uno de los casos de los pacientes que tenían consulta. La mañana transcurrió tranquila, muchas de mis pacientes estaban evolucionando bien y pude recibir la buena energía de cada una de ellas, al ver que estaban ganado la batalla contra esta enfermedad, no me había dado cuenta de la hora, cuando mi estomago comenzó a reclamarme por algo de comida, me dirigí a la cafetería del hospital sacie mi apetito con una rica ensalada y volví dispuesta a terminar con mi jornada laboral.
Llame a Sven, mi ayudante, y abrí mi agenda donde tenía anotado a cada paciente a los que debía administrársele la quimioterapia ese día, mi cara cambio cuando entre los nombres apareció Volkova, mi viaje y mi mañana cargada de trabajo me habían hecho olvidar por completo que este era el primer día de su ciclo de tratamiento, no tenía ganas de verla así que decidí que sería el último caso en chequear y no de manera directa, ya que le pediría el favor a Sven de que fuera en mi lugar. Nos dirigimos a la sección de quimioterapia, a la parte donde estaban en observación mis pacientes, comenzamos con las rondas alrededor de las tres de la tarde, todo estaba en perfecto orden, por lo tanto algunos se fueron a sus hogares y otros se quedaron hasta la tarde del día siguiente, ya que aun se sentían un poco mal por los efectos secundarios. Como ya lo había pensado deje a Volkova para el ultimo y le encomendé la tarea de su observación a mi asistente, el reviso los análisis y las constantes que la enfermera había tomado y todo estaba muy bien, se podría haber ido a casa pero estaba sola y profundamente dormida así que pensé que sería mejor darle el alta al día siguiente. No obstante, la observación de Sven, fui a hablar con la enfermera Kournikova para saber un poco más del primer día de tratamiento de Julia, ya que muy en el fondo me preocupaba por ella y moría de ganas por entrar en su habitación, para ver que estuviera bien.
-Señorita Kournikova ¿Cómo ha estado la paciente Volkova después de la administración?-. Pregunte.
-Muy bien, llego acompañada de su madre, son unas mujeres encantadoras-. Dijo la enfermera con una sonrisa boba al hablar de la morena. –Solo que como es normal, después de la administración quedo muy cansada, su madre estuvo un rato más con ella y se retiro pidiéndome que la cuidara especialmente, ya que suele ser muy orgullosa y reacia a pedir ayuda. En un momento iré a despertarla para la cena ¿quiere revisar otra vez sus constantes vitales doctora?-.
-No es necesario, hágalo usted mañana paso y reviso todo-. Dije y me retire ofuscada por sus comentarios, ¿encantadora Volkova? Si, como no, a todas engaña con la misma mascara pensé, sintiendo un poco de celos ante la posibilidad de que ella estuviera coqueteando abiertamente con la enfermera y en presencia de su madre, sin duda seguía igual que antes sin perder oportunidad para meter a cualquiera en su cama, como Katia me lo había dicho el día que la conocí.
Volví a mi consultorio y me entretuve estudiando los pacientes del día siguiente, sin darme cuenta que ya eran más de las 11 pm y seguía en el hospital, tome mis cosas dispuesta a retirarme pero no lo hice, mi deseo de verla gano y fui hasta su habitación.
No me animaba a entrar, pero ya estaba ahí tenía que tomar valor y hacerlo, abrí la puerta cuando golpee y nadie respondía, para mi suerte ella estaba profundamente dormida, si que la había dejado exhausta la primer sesión, entre cerrando la puerta tras de mí, me acerque a la cama y recordé la primera vez que la tuve así dormida entre mis brazos.
Flashback.
Hacía más de un mes que nos estábamos conociendo, ambas habíamos entrado en el receso de nuestras universidades, así que nos veíamos más seguido, por lo general eran los días que Jul tenía libres del trabajo, salíamos a caminar, al cine, a cenar, entre otras cosas, pero aun no habíamos ido mas allá en nuestra relación, solo compartíamos charlas, besos y caricias.
Un sábado por la noche decidimos salir a bailar, aprovechando que Jul tenía libre el domingo, una vez en el bar en varias ocasiones llegue a sentirme un poco celosa de las miradas y las personas que se acercaban a nosotras con la intención de seducir a mi bella pelinegra, comenzaba a sentir cosas más fuertes hacia ella, podía sentir las mariposas en mi estomago cada vez que la miraba, que me tocaba. A eso de las 2 am, el alcohol ya estaba empezando a hacer efecto en mí, por lo que le pedí que nos fuéramos a casa y que se quedara conmigo esa noche.
Llegamos a mi departamento en completo silencio, se podía sentir la tensión en el aire, no podía dejara de mirar sus labios, su cuerpo, toda ella y gracias a los efectos de lo que había bebido, tome coraje, me acerque y comencé a besarla lentamente.
Era mágico, como nuestras bocas se amoldaban una a la otra, podía sentir el sabor de su lengua peleando contra la mía cuando el beso comenzó a hacerse más intenso, de repente nuestros cuerpos ardían de deseo. Empezamos a caminar hacia mi habitación separándonos, solo cuando el aire se hacía necesario y tropezábamos con alguna cosa que se interponía en nuestro camino. Una vez allí, la recosté sobre la cama, mientras besaba cada parte de su cuerpo la desnude completamente y me retire solo un segundo para admirarla sonrojada por la excitación, me volví a acercar, la bese en la boca nuevamente y comencé a trazar un camino de besos, empezando por el lóbulo de su oreja, siguiendo con su cuello, su clavícula terminado en sus pequeños y hermosos senos, lamí, succione y mordí uno de ellos, mientras que al otro lo masajeaba y tiraba suavemente de su pezón con mis dedos, ella solo podía gemir y respirar ruidosamente ante semejante atención, elevando imposiblemente sus caderas tratando de que su sexo rozara con mi cuerpo que la tenia prisionera.
Comencé a acariciar su vientre llegando hasta el escaso vello púbico, donde mi mano hizo contacto con su sexo húmedo, palpitante, que pedía a gritos liberación, descendí besando su estomago lamiendo su ombligo, ella no paraba de gemir y retorcerse debajo de mi cuerpo pidiéndome que por favor entrara en ella. Posicione mi cabeza entre sus piernas, pude sentir su exquisito sabor al introducir mi lengua entre sus pliegues, jugueteando con su hinchado clítoris, mordiéndolo de vez en cuando, produciendo en Julia el mayor de los placeres, la torture un tiempo más hasta que al fin decidí cumplir con su deseo e introduje uno de mis dedos en su sexo, haciendo movimientos circulares jugaba entrando y saliendo de ella lentamente, contemplando su hermosura, al sentir que los músculos de su vagina comenzaban a contraerse, sume un segundo dedo aumentando el ritmo de mis movimientos, su orgasmo estaba llegando, volví a poner mi boca en su sexo bebiéndome todo su placer.
El momento había sido increíble, me sentía totalmente llena, segura, plena al ver como su respiración se normalizaba, sentí mucha ternura y volví a besarla lentamente, de inmediato nuestros cuerpos volvieron a reaccionar, el beso se intensifico cada vez mas y de repente me encontré recostada en la cama con Jul encima de mí, -es mi turno- dijo y me entregué a ella.
Comenzó a quitarme la ropa lentamente, torturándome con la ausencia de sus besos y del calor de su cuerpo sobre el mío, se encargo de mis pechos los mordía y succionaba de una manera tan salvaje que casi me provoca un orgasmo solo con esa acción, deteniéndose a tiempo con una sonrisa maliciosa, lamio mi vientre, antes de llegar a mi sexo, beso mis largas piernas, el interior de mis muslos y al fin luego de hacerme rogarle para que se adentrara dentro de mí, introdujo primero su dedo índice mientras con su pulgar presionaba levemente mi clítoris y los movía circularmente haciéndome volar del placer, se podían oír mis sonoros gemidos y mi agitada respiración cuando estaba cerca de terminar, por lo que mi pelinegra compañera sumo un dedo más a su tarea y me embisto cada vez más fuerte, rozando su sexo con mi muslo llegando las dos al clímax al mismo tiempo. Así transcurrió la madrugada, teniendo sexo hasta casi el amanecer, provocando en ambas un cansancio extremo, del que nos recuperamos durmiendo abrazadas, sintiendo nuestras respiraciones normalizarse.
Al día siguiente fui la primera en despertar, la mire dormir, se veía hermosa, con sus labios entreabiertos y su rostro totalmente relajado, sentía la necesidad de estar siempre cerca de ella, así abrazadas, después de una larga noche donde las palabras sobraban y el amor que nacía era el único protagonista de la historia.
Fin del flashback.
Mis ojos se llenaron de lagrimas, al recordar esa maravillosa noche con ella, sentí unas enormes ganas de besar otra vez esos labios, como sabía que Jul tenía el sueño demasiado pesado, me acerqué a su cama, acaricie su hermoso rostro y le di un suave beso, despidiéndome en silencio de la mujer que a pesar del paso del tiempo y del daño que ambas nos habíamos causado seguía amando. La arrope un poco, ya que la sentía un poco fría y salí rápido de su habitación cuando note que comenzaba a moverse, no quería que despertara y me viera allí, lo nuestro era imposible aun sentía rencor hacia ella pero no era tan mala como para dejarla crear falsas ilusiones.
Una vez en mi auto, decidí que debía borrar los recuerdos al menos por una noche, conduje hasta un bar al que iba siempre, dispuesta a encontrar a alguien que me ayudara a olvidar. Entre al lugar pensando en que hacía mucho no salía a divertirme y menos en un día de semana, sabiendo que esto me quitaría horas de sueño y no me ayudaría a rendir al máximo en el hospital pero decidí olvidarme de eso por un rato, me senté en la barra pedí un vodka que me tome de un solo trago y así pasaron dos rondas más, hasta que note en una de las mesas un rubia muy hermosa me miraba insistentemente, se paro vino hasta mi y se paro muy cerca de mi boca, a pesar de la oscuridad del lugar pude ver el color de sus ojos un azul profundo que me recordaban a los de alguien más, enseguida me deshice de ese pensamiento y escuche que ella dijo:
-Me preguntaba si te gustaría ir a un lugar más tranquilo para hablar más cómodas o lo que tú quieras-. Me dijo con una sonrisa de lado y guiñándome un ojo.
-Claro como quieras mi nombre es Elena por cierto-. Dije devolviéndole la sonrisa, era muy bella, sin duda que esta noche había tenido suerte, no tuve que aguantar ninguna charla estúpida para llevarla a mi cama.
-Ah se me olvido presentarme- dijo sonriendo- soy Masha, no suelo ser tan directa pero me gustas demasiado y no pienso perder la oportunidad de estar con una pelirroja tan sexi como tu-. Dijo logrando sonrojarme, le devolví una sonrisa picara a cambio y la invite a mi casa. Muy al contrario de lo que había imaginado, tuvimos una charla muy entretenida en el auto mientras íbamos hacia mi hogar, compartiendo risas y chistes como si nos conociéramos desde siempre.
Ni siquiera habíamos entrado a mi casa y ya nos estábamos besando apasionadamente, con ansias de unir nuestros cuerpos, a duras penas nos separamos, cerré la puerta y la conduje hacia mi habitación donde nos deshicimos de nuestras ropas y pasamos una noche llena de placer y lujuria. Fui la primera en despertar, me dirigí al baño, me di una ducha y al mirarme al espejo pude notar las enormes ojeras; luego me vestí prepare café para ambas, la desperté con un apasionado beso y le avise que debía irme al trabajo, ella me agradeció la bella noche que pasamos, desayuno conmigo y se fue, dejándome una tarjeta personal con su número por si en alguna otra ocasión quería volver a verla.
Sin duda que la volvería a llamar, había pasado mucho tiempo desde que lograra conectar con alguien de esa forme en la cama y además tener una conversación entretenida, sin ningún tipo de compromisos, pienso que podríamos ser buenas amigas y amantes, pensó y se dibujo una sonrisa de satisfacción en su rostro.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
Re: Nuestra historia de amor
Hola
que buen capitulo
siguela pronto
que buen capitulo
siguela pronto
andyvolkatin- Mensajes : 576
Fecha de inscripción : 27/05/2015
Yulia
Que vaina con yulia,ojalá pase bien esa etapa de la enfermedad y la supere, y, ojalá lena consiga la.paz y la calma que nesecita
Zanini-volk- Invitado
Re: Nuestra historia de amor
buenas noches! con ustedes un capitulo mas de esta historia. Espero lo disfruten
andyvolkatin y zanini-volk gracias por comentar siempre!!! Estoy pensando en poner mas interesante esta historia y bueno espero les guste lo que tengo preparado para los nuevos capítulos.
CAPITULO 11
Esa madrugada desperté varias veces, me sentía realmente mal, vomite muchísimo y a pesar de todas las horas que dormí aun me sentía extremadamente cansada. Para mi fortuna, cada vez que necesite levantarme al baño Anya estaba presente para ayudarme, me sentía como una inútil pero tenerla cerca en esos momentos me hacía sentir cuidada y fortalecida. El no estar en casa, rodeada de mis cosas y del calor de mi habitación me ponía aun más molesta, rogaba porque la doctora viniera rápido a darme el alta, para así abandonar este maldito hospital.
Muy temprano mi madre llego y se asombro al verme tan debilitada, la tranquilice con lo que la enfermera me había dicho que era normal luego de la dosis de medicamentos y que de apoco me iba a ir sintiendo mejor. Comenzamos a hablar de muchas cosas, cuando escuchamos que tocaron la puerta mi madre fue a abrir y se encontró con la enfermera vestida con un jean, una camiseta de mangas cortas y unas converse, trayendo en sus manos una bandeja con mi desayuno:
-Buen día señoritas- dijo con una enorme sonrisa, ni siquiera se veía su rostro el cansancio por la larga noche de trabajo, eso me sorprendió, sin duda que debía de amar su trabajo- antes de irme, quería pasar a saludar a mi paciente favorita y justo encontré a la enfermera con tu desayuno y decidí traértelo, espero no importunar- comento un poco nerviosa al ver a mi madre junto a mí.
-Al contrario Anya no es ninguna molestia, gracias por cuidar a mi niña- dijo mi madre mirándome y acariciándome mi cabello, sabía que algo tramaba lo pude ver es sus ojos- justo estaba por ir a la cafetería, ya que no tuve oportunidad de desayunar en casa y no quería dejar a Juli sola, pero ahora que viniste puedo irme por un rato tranquila-. Se dirigió a la puerta y salió de la habitación dejándome a solas con ella, sorprendiéndome con su actitud.
-Gracias, pero de verdad no era necesario- dije un poco apenada por la molestia que se había tomado y ahora segura de sus intenciones conmigo, no sabía que decirle, mis ánimos estaban revolucionados, creándose un tenso silencio que rompió diciendo:
-Disculpa Julia mi intención no era incomodarte, solo intentaba ser amable y levantarte un poco el ánimo- dijo con tono preocupado dejando la bandeja cerca de mi- creo que debería irme, yo no debí haber venido- comento mirando el suelo algo sonrojada.
-Espera no te vayas, discúlpame me estoy comportando como una imbécil, muchas gracias por estar anoche y ahora por el desayuno, no tengo mucho apetito, ¿crees que puedes compartir todo esto conmigo? tómalo como un agradecimiento por tus cuidados y por considerarme tu paciente favorita- dije tomándole la mano y reglándole una amplia sonrisa.
-Disculpas aceptadas señorita, pero me temo que va a tener que comerse todo eso sola, porque ya desayune, si quiere la acompaño y la ayudo a comer dándole en la boca si fuera necesario- dijo con una sonrisa y guiñándome el ojo.
Mantuvimos una linda charla mientras desayunaba, ya que sus bromas y los temas de conversación que surgían eran realmente interesantes, teníamos muchas cosas en común y además su optimismo podía cambiar el humor mas acido. De repente, cuando estábamos riendo como locas por una anécdota que ella me conto de su niñez ,la puerta se abrió y entro Elena, se notaba la confusión en su rostro al ver a la chica ahí conmigo vestida con la ropa que no pertenecía al hospital, la miro a ella, luego a mí y con cara de molestia dijo:
-Enfermera Kournikova, creía que ya se había ido, hace dos horas que su turno termino- dijo mirando su reloj, con tono autoritario.
-Yo, ya me iba- dijo la chica con cara de no entender nada, por la actitud de la doctora, ya que siempre tenía un buen trato hacia ella- solo pase a saludar a Jul, ya que se sintió un poco mal anoche y quería asegurarme de que estuviera mejor-. Se acerco estrecho mi mano, dejándome un papelito con su número de teléfono y una nota que decía: en caso que necesites a alguien con quien hablar llámame-. Adiós Jul, nos vemos la próxima sesión, cuídate. Adiós doctora Katina- dijo con una sonrisa a Elena, quien ni siquiera le contesto y salió de la habitación.
La pude ver ahí parada cerca de mi cama, tenía unas enormes ojeras, no quise pensar el porque, mirándome con enojo y desprecio. -Volkova- dijo seria en tono profesional- por lo que me acaba de informar la enfermera has estado teniendo vómitos, lo cual es absolutamente normal, al igual que el cansancio extremo, por lo que veo no has experimentado falta de apetito, ya que no queda nada de tu desayuno- dijo mirando la bandeja vacía sobre la cama.
-Así es doctora, me siento un poco mejor y quisiera irme a casa si a usted le parece- dije en tono serio y frio sin mirarla, ya que si veía sus ojos mis defensas caerían y no podría tratarla de esa forma. Se acerco para controlar mis signos vitales, provocando una especie de electricidad cuando nuestras pieles hicieron contacto, las anoto en su libreta y al fin me dijo:
-Creo que estas bastante bien, te firmare el alta y puedes irte ahora mismo, llama alguien para que te venga a buscar, ya que no es recomendable que andes sola después de la noche que has pasado.
-Está bien muchas gracias Elena- dije mirándola fijamente a los ojos, ella solo se quedo ahí parada viéndome también, la podía sentir acercarse lentamente, cuando apareció mi madre y se presento:
-Buenos días, usted debe ser la doctora Katina- dijo mirando despectivamente a Elena quien ni se inmuto- soy Olga Volkova la madre de Julia.
-Así es soy la doctora Katina, justamente le informaba a su hija que ya puede irse a casa, ahora si me disculpan debo seguir trabajando- dijo saliendo de la habitación rápidamente y cerrando la puerta ruidosamente.
Una vez que estuvimos solas, la reprendí por su manera de comportarse y le dije que sería mejor que cambiara su actitud con Lena, ya que deberíamos verla por mucho tiempo más. Prepare mis cosas lo más rápido que pude y nos dispusimos a abandonar el hospital, al llegar a casa le comente a mama sobre el papel que me había dejado la enfermera y de la actitud de Elena al verme reír junto a ella, eso la sorprendió, porque a juzgar por lo que había pasado estaba segura de que la doctora podría tener celos al ver a alguien coquetear conmigo. No le hice caso a su comentario, estaba segura de que se equivocaba, Len no quería saber nada del pasado y eso me lo había dejado muy claro, para la hora del almuerzo comencé a sentirme terrible otra vez no pude probar ni un poquito de comida, comenzando a vomitar de nuevo y con unas ganas tremendas de dormir. Cuando me repuse un poco de mi malestar estaba tan cansada que me disculpe con mi madre, me dirigí a mi habitación me tire en la cama y de inmediato me dormí.
Al despertar, me encontré con todos mis hermanos y sobrinos en casa, mi apetito había vuelto y disfrutamos una gran cena en familia, de verdad agradecía el apoyo de cada uno de ellos y esa visita espontánea, después del terrible día que tuve, logro terminar con mi mal humor y poner una sonrisa de satisfacción en mí rostro.
***************************************************************************
Recién llegaba casa estuve todo ese día distraída en el hospital, sin atender mi trabajo al cien por ciento como siempre lo hacía, ver a Volkova con esa enfermera me dejo un humor de mierda, no podía creer, que aun estando enferma siguiera haciendo de las suyas con cada mujer que se le cruzara. Hice un poco de ejercicio, me di un baño y prepare una sopa para cenar, estaba muy cansada, la noche anterior no había dormido prácticamente nada y tenía que recuperar horas de sueño, así que me puse la pijama me tire en mi cama y el sueño no se hacía presente, inevitablemente mis pensamientos se fueron en dirección a Julia me preguntaba ¿cómo se estará sintiendo? ¿Qué sucederá si mi tratamiento no funciona? La voy a perder otra vez y será definitivo. –¡Rayos basta de pensar en Volkova!- me reprendí en voz alta, cerré los ojos y me dormí.
Sueño de Lena.
-¡Qué lindo es este lugar! ¿Recuerdas cuando imaginábamos tener nuestra casa así tan cerca de la playa? Alejadas de todos los problemas solo tú y yo. No puedo creer que al fin estemos aquí-. Decía Lena sentada sobre la arena, mientras miraba el atardecer con en compañía de su único amor.
-Claro que lo recuerdo cariño, es lo más hermoso que nos ha pasado, después de todo lo que hemos sufrido para darnos cuenta de que debíamos estar juntas-. Dijo la bella mujer, mientras admiraba a su esposa sentada junto a ella ver el amanecer. –Sabes, he pensado mucho en cuanto deseo que tengamos un hijo. ¿Qué dices, te gustaría tener un o una pelirrojita, con tus hermosos ojos?
-No hay nada que quiera mas sobre la tierra- dijo la pelirroja perdiéndose en ese azul como el mar- ¿Qué te parece si nosotras vamos a casa y hacemos el amor? Necesito demostrarte cuanto te amo-. Respondió la pelirroja tomando entre sus manos la de su esposa ayudándola a levantarse, depositando un suave beso en ella y mirando directo a ese azul que eran su perdición.
-Vamos amor, también necesito demostrar con hechos todo lo que te he amado, desde el primer momento en que te vi-. Dijo la pelinegra levantándose y dándole un casto beso en los labios a la dueña de su corazón. Caminaron tomadas de la mano hasta la casa y se perdieron dentro de la habitación, donde se demostraron el amor que se tenían hasta caer rendidas del cansancio, durmiéndose una en los brazos de la otra.
La pelirroja despertó al no sentir más el calor del abrazo de su compañera, abrió los ojos y no estaba en la cama, la busco en todos lados pero seguía sin aparecer, llena de angustia y preocupación la llama a su celular, pero su sorpresa este le daba como numero fuera de servicio, comienza a buscar alguna nota, pero solo se encuentra con recuerdos y una carta, la abre y sus ojos se llenan de lagrimas al ver la fecha y su contenido.
Pertenecía al año anterior, en ella su amada Julia se despedía para siempre, luego de haber perdido la batalla contra su cáncer, había entrado en etapa terminal y por el orgullo de ambas, se habían dedicado a ignorarse y jamás hablaron de sus sentimientos. Ahora, solo le quedaba eso, una carta y miles de palabras por decir, jamás hablo con ella, nunca se habían arreglado y lo que empezó como un bello sueño término siendo la peor de las pesadillas.
Fin del sueño de Lena.
La pelirroja despertó envuelta en sudor, llorando desesperadamente con un inmenso vacío en su pecho con el recuerdo en su mente de cada palabra de la carta que había leído. No podía dejar que eso pasara, pero solo era un sueño, no quería ser ella la primera en ceder, además confiaba ciegamente en su tratamiento y sabia que Julia no moriría o al menos eso esperaba, una batalla se estaba librando en su interior entre el amor y el orgullo.
andyvolkatin y zanini-volk gracias por comentar siempre!!! Estoy pensando en poner mas interesante esta historia y bueno espero les guste lo que tengo preparado para los nuevos capítulos.
CAPITULO 11
Esa madrugada desperté varias veces, me sentía realmente mal, vomite muchísimo y a pesar de todas las horas que dormí aun me sentía extremadamente cansada. Para mi fortuna, cada vez que necesite levantarme al baño Anya estaba presente para ayudarme, me sentía como una inútil pero tenerla cerca en esos momentos me hacía sentir cuidada y fortalecida. El no estar en casa, rodeada de mis cosas y del calor de mi habitación me ponía aun más molesta, rogaba porque la doctora viniera rápido a darme el alta, para así abandonar este maldito hospital.
Muy temprano mi madre llego y se asombro al verme tan debilitada, la tranquilice con lo que la enfermera me había dicho que era normal luego de la dosis de medicamentos y que de apoco me iba a ir sintiendo mejor. Comenzamos a hablar de muchas cosas, cuando escuchamos que tocaron la puerta mi madre fue a abrir y se encontró con la enfermera vestida con un jean, una camiseta de mangas cortas y unas converse, trayendo en sus manos una bandeja con mi desayuno:
-Buen día señoritas- dijo con una enorme sonrisa, ni siquiera se veía su rostro el cansancio por la larga noche de trabajo, eso me sorprendió, sin duda que debía de amar su trabajo- antes de irme, quería pasar a saludar a mi paciente favorita y justo encontré a la enfermera con tu desayuno y decidí traértelo, espero no importunar- comento un poco nerviosa al ver a mi madre junto a mí.
-Al contrario Anya no es ninguna molestia, gracias por cuidar a mi niña- dijo mi madre mirándome y acariciándome mi cabello, sabía que algo tramaba lo pude ver es sus ojos- justo estaba por ir a la cafetería, ya que no tuve oportunidad de desayunar en casa y no quería dejar a Juli sola, pero ahora que viniste puedo irme por un rato tranquila-. Se dirigió a la puerta y salió de la habitación dejándome a solas con ella, sorprendiéndome con su actitud.
-Gracias, pero de verdad no era necesario- dije un poco apenada por la molestia que se había tomado y ahora segura de sus intenciones conmigo, no sabía que decirle, mis ánimos estaban revolucionados, creándose un tenso silencio que rompió diciendo:
-Disculpa Julia mi intención no era incomodarte, solo intentaba ser amable y levantarte un poco el ánimo- dijo con tono preocupado dejando la bandeja cerca de mi- creo que debería irme, yo no debí haber venido- comento mirando el suelo algo sonrojada.
-Espera no te vayas, discúlpame me estoy comportando como una imbécil, muchas gracias por estar anoche y ahora por el desayuno, no tengo mucho apetito, ¿crees que puedes compartir todo esto conmigo? tómalo como un agradecimiento por tus cuidados y por considerarme tu paciente favorita- dije tomándole la mano y reglándole una amplia sonrisa.
-Disculpas aceptadas señorita, pero me temo que va a tener que comerse todo eso sola, porque ya desayune, si quiere la acompaño y la ayudo a comer dándole en la boca si fuera necesario- dijo con una sonrisa y guiñándome el ojo.
Mantuvimos una linda charla mientras desayunaba, ya que sus bromas y los temas de conversación que surgían eran realmente interesantes, teníamos muchas cosas en común y además su optimismo podía cambiar el humor mas acido. De repente, cuando estábamos riendo como locas por una anécdota que ella me conto de su niñez ,la puerta se abrió y entro Elena, se notaba la confusión en su rostro al ver a la chica ahí conmigo vestida con la ropa que no pertenecía al hospital, la miro a ella, luego a mí y con cara de molestia dijo:
-Enfermera Kournikova, creía que ya se había ido, hace dos horas que su turno termino- dijo mirando su reloj, con tono autoritario.
-Yo, ya me iba- dijo la chica con cara de no entender nada, por la actitud de la doctora, ya que siempre tenía un buen trato hacia ella- solo pase a saludar a Jul, ya que se sintió un poco mal anoche y quería asegurarme de que estuviera mejor-. Se acerco estrecho mi mano, dejándome un papelito con su número de teléfono y una nota que decía: en caso que necesites a alguien con quien hablar llámame-. Adiós Jul, nos vemos la próxima sesión, cuídate. Adiós doctora Katina- dijo con una sonrisa a Elena, quien ni siquiera le contesto y salió de la habitación.
La pude ver ahí parada cerca de mi cama, tenía unas enormes ojeras, no quise pensar el porque, mirándome con enojo y desprecio. -Volkova- dijo seria en tono profesional- por lo que me acaba de informar la enfermera has estado teniendo vómitos, lo cual es absolutamente normal, al igual que el cansancio extremo, por lo que veo no has experimentado falta de apetito, ya que no queda nada de tu desayuno- dijo mirando la bandeja vacía sobre la cama.
-Así es doctora, me siento un poco mejor y quisiera irme a casa si a usted le parece- dije en tono serio y frio sin mirarla, ya que si veía sus ojos mis defensas caerían y no podría tratarla de esa forma. Se acerco para controlar mis signos vitales, provocando una especie de electricidad cuando nuestras pieles hicieron contacto, las anoto en su libreta y al fin me dijo:
-Creo que estas bastante bien, te firmare el alta y puedes irte ahora mismo, llama alguien para que te venga a buscar, ya que no es recomendable que andes sola después de la noche que has pasado.
-Está bien muchas gracias Elena- dije mirándola fijamente a los ojos, ella solo se quedo ahí parada viéndome también, la podía sentir acercarse lentamente, cuando apareció mi madre y se presento:
-Buenos días, usted debe ser la doctora Katina- dijo mirando despectivamente a Elena quien ni se inmuto- soy Olga Volkova la madre de Julia.
-Así es soy la doctora Katina, justamente le informaba a su hija que ya puede irse a casa, ahora si me disculpan debo seguir trabajando- dijo saliendo de la habitación rápidamente y cerrando la puerta ruidosamente.
Una vez que estuvimos solas, la reprendí por su manera de comportarse y le dije que sería mejor que cambiara su actitud con Lena, ya que deberíamos verla por mucho tiempo más. Prepare mis cosas lo más rápido que pude y nos dispusimos a abandonar el hospital, al llegar a casa le comente a mama sobre el papel que me había dejado la enfermera y de la actitud de Elena al verme reír junto a ella, eso la sorprendió, porque a juzgar por lo que había pasado estaba segura de que la doctora podría tener celos al ver a alguien coquetear conmigo. No le hice caso a su comentario, estaba segura de que se equivocaba, Len no quería saber nada del pasado y eso me lo había dejado muy claro, para la hora del almuerzo comencé a sentirme terrible otra vez no pude probar ni un poquito de comida, comenzando a vomitar de nuevo y con unas ganas tremendas de dormir. Cuando me repuse un poco de mi malestar estaba tan cansada que me disculpe con mi madre, me dirigí a mi habitación me tire en la cama y de inmediato me dormí.
Al despertar, me encontré con todos mis hermanos y sobrinos en casa, mi apetito había vuelto y disfrutamos una gran cena en familia, de verdad agradecía el apoyo de cada uno de ellos y esa visita espontánea, después del terrible día que tuve, logro terminar con mi mal humor y poner una sonrisa de satisfacción en mí rostro.
***************************************************************************
Recién llegaba casa estuve todo ese día distraída en el hospital, sin atender mi trabajo al cien por ciento como siempre lo hacía, ver a Volkova con esa enfermera me dejo un humor de mierda, no podía creer, que aun estando enferma siguiera haciendo de las suyas con cada mujer que se le cruzara. Hice un poco de ejercicio, me di un baño y prepare una sopa para cenar, estaba muy cansada, la noche anterior no había dormido prácticamente nada y tenía que recuperar horas de sueño, así que me puse la pijama me tire en mi cama y el sueño no se hacía presente, inevitablemente mis pensamientos se fueron en dirección a Julia me preguntaba ¿cómo se estará sintiendo? ¿Qué sucederá si mi tratamiento no funciona? La voy a perder otra vez y será definitivo. –¡Rayos basta de pensar en Volkova!- me reprendí en voz alta, cerré los ojos y me dormí.
Sueño de Lena.
-¡Qué lindo es este lugar! ¿Recuerdas cuando imaginábamos tener nuestra casa así tan cerca de la playa? Alejadas de todos los problemas solo tú y yo. No puedo creer que al fin estemos aquí-. Decía Lena sentada sobre la arena, mientras miraba el atardecer con en compañía de su único amor.
-Claro que lo recuerdo cariño, es lo más hermoso que nos ha pasado, después de todo lo que hemos sufrido para darnos cuenta de que debíamos estar juntas-. Dijo la bella mujer, mientras admiraba a su esposa sentada junto a ella ver el amanecer. –Sabes, he pensado mucho en cuanto deseo que tengamos un hijo. ¿Qué dices, te gustaría tener un o una pelirrojita, con tus hermosos ojos?
-No hay nada que quiera mas sobre la tierra- dijo la pelirroja perdiéndose en ese azul como el mar- ¿Qué te parece si nosotras vamos a casa y hacemos el amor? Necesito demostrarte cuanto te amo-. Respondió la pelirroja tomando entre sus manos la de su esposa ayudándola a levantarse, depositando un suave beso en ella y mirando directo a ese azul que eran su perdición.
-Vamos amor, también necesito demostrar con hechos todo lo que te he amado, desde el primer momento en que te vi-. Dijo la pelinegra levantándose y dándole un casto beso en los labios a la dueña de su corazón. Caminaron tomadas de la mano hasta la casa y se perdieron dentro de la habitación, donde se demostraron el amor que se tenían hasta caer rendidas del cansancio, durmiéndose una en los brazos de la otra.
La pelirroja despertó al no sentir más el calor del abrazo de su compañera, abrió los ojos y no estaba en la cama, la busco en todos lados pero seguía sin aparecer, llena de angustia y preocupación la llama a su celular, pero su sorpresa este le daba como numero fuera de servicio, comienza a buscar alguna nota, pero solo se encuentra con recuerdos y una carta, la abre y sus ojos se llenan de lagrimas al ver la fecha y su contenido.
Pertenecía al año anterior, en ella su amada Julia se despedía para siempre, luego de haber perdido la batalla contra su cáncer, había entrado en etapa terminal y por el orgullo de ambas, se habían dedicado a ignorarse y jamás hablaron de sus sentimientos. Ahora, solo le quedaba eso, una carta y miles de palabras por decir, jamás hablo con ella, nunca se habían arreglado y lo que empezó como un bello sueño término siendo la peor de las pesadillas.
Fin del sueño de Lena.
La pelirroja despertó envuelta en sudor, llorando desesperadamente con un inmenso vacío en su pecho con el recuerdo en su mente de cada palabra de la carta que había leído. No podía dejar que eso pasara, pero solo era un sueño, no quería ser ella la primera en ceder, además confiaba ciegamente en su tratamiento y sabia que Julia no moriría o al menos eso esperaba, una batalla se estaba librando en su interior entre el amor y el orgullo.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
Re: Nuestra historia de amor
CAPITULO 12
Han pasado ya quince días de mi primer sesión de quimio, ahora debía realizar la segunda para completar el primer ciclo, esta vez mi madre no me pudo acompañar, así que decidí ir sola, cargue mi Ipod con mi música favorita y tome un taxi hasta el Hospital del Kremlin (el mejor de Moscú y el más caro) agradecida a la vida de que tenía un buen seguro medico y no tenía que pagar los costos del tratamiento, ya que además también había comenzado a trabajar ahí, hacia unos meses.
Ya me sentía mucho mejor, pero había estado demasiado ocupada ayudando a mama con asuntos de la casa y arreglando todos los detalles para volver al trabajo, el no hacer nada me estaba volviendo loca y prefería escuchar a mis pacientes, antes que a mi cabeza, que no hacía más que pensar en ella y reprenderme por ser tan orgullosa y cobarde para decirle cuanto la amo. Al llegar, para mi sorpresa me volvió a recibir la enfermera Kournikova, quien se encontraba casualmente de guardia el mismo día que yo debía internarme, me saludo con una sonrisa como la primera vez, me acompaño hasta el lugar donde recibiría la endovenosa y yo no sabía que decirle, ya que en todo ese tiempo lejos de ahí no me había comunicado con ella, porque había perdido el día que me fui la nota con su número. Mientras canalizaba mi brazo, me miro a los ojos y con una sonrisa dijo:
-Veo que no has necesitado hablar con nadie este tiempo-. Me puse roja y rascando mi nuca con mi mano libre le dije la verdad.
-Espero no te enojes pero en el apuro de irme de aquí la ultima vez, perdí tu numero y bueno por eso no te llame.- dije con una sonrisa nerviosa.
-Está bien no te preocupes solo era una broma, pero ya que estas aquí sola, me preguntaba si te podía hacer compañía un rato mientras tomo mi descanso.
-Me parece perfecto.- dije con una sonrisa, ante su propuesta, que sin duda me haría pasar el tiempo más rápido. Termino de colocar todo en su lugar y se retiro prometiéndome que enseguida volvía, habían pasado tres horas, aburrida de mi música y mi celular me dormí unos instantes, hasta que sentí una mano que movía suavemente mi brazo, abrí los ojos y ahí estaba sentada a mi lado con un vaso de yogurt en su otra mano y varias galletitas.
-No sabía si despertarte o no, pero no podía perder la oportunidad de estar contigo un rato, espero que no te moleste mi intromisión.-
-Obvio que no me molesta, me agrada charlar contigo. ¿Por qué te demoraste tanto, hay mucho trabajo?
-En realidad no, pero la doctora Katina estaba dando vueltas por aquí, y desde lo que paso la ultima vez prefiero que no me vea hablar con los pacientes, ella es muy dedicada con los que están a su cargo, supongo que no quiere que los moleste para que puedan descansar bien después del tratamiento.-
Estaba sorprendida Elena había estado por ahí, quizá se acordó que hoy vendría y quería verme o quizá no, solo estaba controlando que todo se hiciera según su sus ordenes como siempre. Pero ahora lo que menos quería era hablar de ella, así que le cambie el tema a mi ocasional compañía.
-No hablemos de tu trabajo, cuéntame de ti ¿Tienes novio, hijos o algo así?
-Vaya esa sí que es una pregunta personal- rió un poco avergonzada- estoy sola, hace poco termine con mi pareja de tres años porque mi trabajo absorbe gran parte de mi tiempo, y ella no lo entendía, para serte franca no se si estaba enamorada, quizá solo estábamos juntas por no estar solas, así que hice a un lado mi egoísmo y la deje libre para que sea feliz con alguien más. ¿Qué hay de ti?-.
-Esa sí que es una historia larga y complicada jaja- reí –ahora estoy sola pero mis parejas no me duran demasiado, digamos que aun estoy enamorada de alguien más, que no siente lo mismo que yo.- comente cambiando mi expresión por una triste.
-Sabes puedo ser muy perceptiva a veces y creo que tengo una leve idea de quién puede ser la dueña de ese corazón.- dijo tomando mi mano y mirándome directo a los ojos. –Por eso te deje mi numero, creo que deberías de hablar de lo que paso, eso puede ayudarte a cerrar esa etapa o te dará el valor para re abrirla. Nos quedamos muy cerca mirándonos a los ojos, hasta que escuchamos a alguien aclarándose la garganta cerca nuestro, miramos al mismo tiempo hacia el lugar desde donde provenía el sonido y casi me desmayo, Lena estaba parada ahí frente a nosotras, con su mirada clavada en las manos de Anya y las mías entrelazadas, de inmediato nos soltamos y la enfermera se excuso diciendo que debía volver al trabajo, me dedico una mirada cómplice que delataba que había confirmado su sospecha.
-Lena ¿Qué haces aquí? Yo quiero…- las palabras no salían estaba realmente nerviosa, conocía esa mirada y no era nada buena, entonces ella me interrumpió y dijo:
-Creo que sigo siendo tu doctora, si eso contesta tu pregunta Volkova y en cuanto a lo que acabo de ver no quiero explicaciones, no es necesario nosotras no somos nada-. Dijo poniendo énfasis en la palabra nada, eso realmente me dolió, recordé la primera vez que me lo dijo, tenía razón nosotras nunca habíamos sido nada, así que ella jamás me traiciono solo se enamoro de otra. Solo pude bajar la mirada, para esconder las lagrimas que se agolpaban en mis ojos ante el recuerdo de toda esa mierda, quizá me merecía este trato por no haber luchado, pero para que hacerlo si la batalla estaba perdida.
Sin mirarme o pronunciar palabra alguna tomo la historia clínica y se marcho, pude verla a lo lejos hablando con mi enfermera por sus gestos y la forma de mover sus manos al hablar, note que no era una charla amistosa, sino todo lo contrario. Mi medicación ya se había consumido, así que la enfermera volvió, con una sonrisa a pesar de semejante espectáculo que le había montado Elena, mientras retiraba todo solo atine a pedirle disculpas, muy avergonzada por el mal momento que tuvo gracias a mi.
-No te preocupes Jul, tú no tienes la culpa del carácter de ella, quería avisarte que llames a alguien para que pase por ti, ya tienes el alta. La doctora, dijo que respondiste bien a la segunda sesión así que puedes irte.- Estaba realmente feliz por no tener que quedarme, aunque tenía un cansancio de muerte, llame a Oleg y lo espere mientras seguía hablando con mi nueva amiga, agende mi numero en su celular para no perderlo y note que la pelirroja no apareció en todo el rato que estuve esperando.
Mi hermano llego, le presente a la castaña y me guiño un ojo dándome con eso su aprobación de que le había parecido atractiva, nos dirigimos al auto, una vez dentro como me noto pensativa, me pregunto qué había pasado, le conté todo lo ocurrido. El no salía de su asombro por lo raro de la situación, estaba claro para él, que Elena había sentido celos y por eso decidió darme el alta, para evitar el encuentro entre Anya y yo, pero para mí no era así, todo era fruto del desprecio que ella me tenía, no aguantaba siquiera tenerme cerca por eso su actitud.
Llegamos a casa, fui directamente a mi habitación a darme un baño, para mi mala suerte las nauseas se hicieron presentes, demorando el momento de la ducha, cuando me recupere un poco, al fin pude relajarme con el agua caliente cayendo sobre mi cuerpo, pero al lavar mi cabello note lo inevitable, mechones de pelo se desprendían como si nada y las lagrimas inundaron mis ojos, debía tomar una decisión, ya que dentro de poco la falta de partes de él iba a comenzar a notarse. Me vestí, me mire al espejo al parecer aun no se notaba la perdida de mi amado pelo, así que lo arregle un poco y decidí aplazar el corte lo mas que pudiera, ya que nunca lo había dejado tan largo como hasta ahora y me apenaba el hecho de pensar en salir pelada a la calle. Terminado lo anterior me concentre viendo la televisión para no pensar y sonó mi celular era mi amigo Alexei:
-Hola Jul ¿Cómo estas, que tal te va con el tratamiento?-
-Hola! tanto tiempo pensé que te habías olvidado de tu amiga jaja. Estoy bien, hoy un poco cansada con nauseas y aunque no lo creas nada de apetito, pero es lo normal después de cada sesión. ¿Tu como estas? –
-Bien, con demasiado trabajo por eso no te había llamado antes. Viendo crecer a mi pequeño y disfrutándolo en mis tiempos libres. ¿Qué tal te llevaste con la doctora Katina?-
-No muy bien, recuerdas la chica de la que te hable de la que sigo enamorada es ella, pero para mi mala suerte me odia, por lo que paso entre nosotras hace tiempo. Yo que tanto ansiaba verla otra vez, me estoy arrepintiendo, ella no es la misma y su trato me está destrozando peor que esta enfermedad.-
-Ay Jul cariño necesito hablar de algo importante contigo, pero no por teléfono, si hubiera sabido que las cosas serian así habría pasado tu caso a otro especialista.-
- Espera Alex tú no tienes la culpa, cuando quieras podemos vernos para tomar un café y hablamos. Aunque no todo ha sido malo en estas dos sesiones, he conocido una enfermera, la encargada de oncología, se ha portado excelente conmigo, le di mi numero para comenzar una amistad, la verdad me cae muy bien, hace mucho no me sentía tan cómoda para hablar de mí con alguien.
-De verdad me alegro Juli, necesitas tener más confianza en las personas y espero esta señorita te ayude a seguir adelante. Adiós, me tengo que ir Katia me llama y no quiero que se ponga celosa jaja.
-Tú sí que no cambias, saludos a tu esposa y esta vez te prometo que iré a cenar con ustedes así la conozco al fin a ella y a tu pequeño. Adiós!
Sí que me ha dejado intrigada este Alexei, que será lo que tiene que hablar conmigo, pensé al colgar el teléfono. La hora de la cena había llegado, mi madre cocino unos espaguetis con salsa de los que comí muy poco aún sentía el estomago revuelto y el cansancio hacerse presente, conversamos un rato antes de ir a la cama y caí rendida nuevamente en los brazos de Morfeo.
Dos semana después de mi última visita al hospital me sentía bastante recuperada de los efectos de las drogas, al fin había vuelto al trabajo encontrándome con una agenda muy apretada, varios de mis pacientes se negaron a tratarse con otro psicólogo y esperaban por mi regreso, así que pase la mayor parte de esas semana encerrada en el consultorio, atendiendo a cada uno y luego completando informes, no había cumplido con ninguna de las indicaciones de Elena, ya que con tanto trabajo atrasado me saltee el almuerzo varias veces, al igual que la ingesta de agua y descanse muy poco, trabajar en casa me había ayudado también a ponerme al día con todos los pendientes. Ya era viernes, así que me retire temprano, entre tantas cosas por hacer no pensé en ella, ni en que el lunes me esperaba la primera sesión del segundo ciclo de la quimioterapia.
Seguía hablando casi todos los días con Anya llegando a conocernos cada vez más, aumentando mi confianza en ella con cada conversación y empezaba a nacer un gran cariño entre nosotras, pero aun no nos habíamos visto de nuevo, ya que nuestros trabajos nos lo impedían. El día anterior mientras hablábamos me comento que le habían dado libre el día que yo debía ir de nuevo y sospechaba que la doctora Katina tenía algo que ver con eso, pero no le dio mayor importancia, ya que aun no le contaba todo lo que había pasado entre Lena y yo. Estaba en la puerta del hospital y comencé a sentirme terrible, todo se puso negro y tiempo después desperté en una de las habitaciones del hospital con una vía endovenosa con suero colocada en mi brazo.
No recordaba como llegue ahí solo me dolía la cabeza y note que tenía un moretón en mi brazo y dos puntos en mi sien, intente levantarme para ir al baño, pero mis fuerzas me abandonaron y caí nuevamente en la cama. Apreté el botón para llamar a la enfermera pero la que apareció fue Elena me miraba enojada, con cara preocupada y dijo:
-Volkova te dije que debías seguir las instrucciones, has estado trabajando en exceso, no has comido, ingerido líquidos y descansado bien en quince días- dijo con tono amenazante- si sigues así todo se irá a la mierda ¿acaso te quieres morir, no quieres que el tratamiento funcione?.- Me reclamaba una furiosa Elena, ella estaba preocupada por mí, tanto que se había tomado la molestia de quedarse hasta que despertara, para reclamarme por mi descuido como si yo realmente le importase, no sabía que decir, estaba realmente confundida jamás me imagine que esto pudiera pasar.
-Yo… yo lo siento pero necesitaba trabajar, ocupar mi cabeza y con tantas cosas por hacer no lo había notado. No, no quiero morirme.- Dije con lagrimas en mis ojos mirándola, su semblante fue cambiando nos habíamos perdido en nuestras miradas como antes sucedía y no hacían falta las palabras, se acerco limpio las lagrimas de mi mejilla con el dorso de su mano acariciándome el rostro y me estrecho en sus brazos, note como sus músculos se relajaban al contacto con mi cuerpo y la tensión que antes tenía desaparecía, el aroma de su perfume en mi nariz me hizo sentirme en el aire como si flotara, empezó a mover sus manos acariciando mi espalda consolándome, pero el ruido de la puerta abriéndose hizo que ella rompiera bruscamente el abrazo y volviera a su posición fría e impersonal nuevamente se convertía en la doctora Katina.
Mi madre entro a la habitación, tan preocupada por verme así que ni siquiera noto lo que estaba pasando dentro, detrás de ella cada uno de mis hermanos se hizo presente abrazándome y reprendiéndome por mi descuido.
-Hija, te dije que no deberías trabajar tanto, tienes que cuidarte Elena te lo dijo, discúlpame pero acabo de hablar con ella y le comente tu comportamiento en estos días-. Dijo mi madre afligida mirando a Lena.
- No se preocupe Olga ya hable con su hija y sé que cambiara su actitud, la pérdida de conciencia que tuvo hoy, fue producto de la deshidratación y una baja en las defensas, lo que es absolutamente normal, por la actitud de Julia en estos días, una vez que el suero se termine podrá irse a casa y recuerden volver el lunes para seguir con el segundo ciclo. Ya debo irme, buenas noches a todos, ante cualquier problema no duden en venir al hospital, que de inmediato se me dará aviso. Adiós a todos.- dijo y se marcho rápidamente, mi hermano Oleg fue el primero en hablar, para romper la tensión:
- Vaya, hasta que al fin conocemos a la famosa Elena- dijo con una sonrisa mirando a mis demás hermanos que no pudieron contener la risa y la situación tomo otro rumbo, podía oír sus comentarios sobre lo bella que era y la forma especial en la que me miraba, al parecer todos se percataron de que habían interrumpido algo y comenzaron a interrogarme, cambiando mi humor drásticamente, odiaba cuando hacían eso se complotaban para sacarme información de mi vida sentimental.
- No ha pasado nada entre ella y yo, solo hablábamos y me reclamo por mi falta de compromiso con el tratamiento eso es todo-. Dije de manera cortante, pero podía sentir la mirada de mi hermana Larissa clavada en mí, ella no creyó mi excusa y aprovecho, que todos se retiraron por un café para preguntarme qué fue lo que en realidad había pasado. Le conté sobre el abrazo y lo que había sentido pero que no estaba segura de si ella lo hizo por lastima o porque aun me quiere.
-Jul no seas tonta, basta de esas inseguridades, yo sé lo que vi, ella no te miraba con lastima sus ojos expresaban otra cosa, pero debes ser tú la que descubra que siente ella por ti. Haz un lado ese miedo a volver a confiar, trata de solucionar todo esto estoy segura que ustedes aun se quieren no permitas que se aleje otra vez.
- Te prometo que lo hare, yo solo necesito tiempo y pensar bien las cosas, nose si deba seguir apostando a esta historia, nadie sabe aun pero estoy conociendo a alguien, es enfermera la conocí el día que comencé el tratamiento, ella me hace sentir bien, con su optimismo cambia mi forma pesimista de ver las cosas, pero aun no le he contado nada de lo que sucedió con Lena, tiene sospechas pero aun no nos hemos visto en persona para poder hablar a cerca de ello.-
- De verdad me sorprende esto que me estas contando, pero piénsalo bien antes de tomar cualquier decisión y no te cierres, sabes que puedes contar conmigo como siempre.- dijo regalándome una sonrisa y acariciando mi mano, la conversación termino y entro el resto de la familia para despedirse de mí, ya era tarde y debían volver a sus hogares, Oleg junto a su esposa nos trasladaron a casa y se quedaron, en caso de que algo pasara en el transcurso del fin de semana.
Hace quince días que no logro dormir bien, la misma pesadilla una y otra vez se repite en mis sueños como un presagio de lo que está por ocurrir, ella y yo juntas al fin viviendo nuestro amor, pero de un momento a otro desaparece para siempre, necesito verla pero no puedo hacerlo, ella ya tiene algo con la enfermera esa y no resistiría un rechazo de su parte, no otra vez. Las cosas en el trabajo venían saliendo bien hasta hoy, este viernes fatídico en que me toco dar la horrenda noticia a una de mis pacientes de que nada más se podía hacer, su cáncer está diseminado por todo su cuerpo y ha avanzado al estadio final, al ver el dolor en sus ojos no pude evitar recordar mis sueños y pensar que podría ser Jul a quien le estaba diciendo esas palabras.
En todos estos días lo único bueno fue Masha, a pesar de no compartir la cama otra vez, nos habíamos juntado varias veces a cenar, para ir al cine y teníamos una linda amistad, ella hacía poco se había separado de su novia y no estaba de ánimos para comenzar nada nuevo así que decidimos dejar que el tiempo pase y ver que sucedía entre ambas. Estaba perdida en mis pensamientos cuando vi a mi hermosa pelinegra salir del hospital, venia caminando detrás de ella y de un momento a otro quedo desvanecida en el piso, corrí hacia donde estaba, no despertaba se había golpeado la cabeza, tenía sangre en una de sus cejas y no pude evitar entrar en pánico.
La tome entre mis brazos, la metí a la sala de urgencias y comencé a llamar a las enfermeras para que me ayudaran a atenderla, logramos estabilizarla pero aun no volvía en sí, eso me estaba preocupando así que pedí una serie de estudios, para verificar que el golpe no halla dejado algún problema, le suture la ceja y me quede un rato con ella en su habitación. Llame a su madre, seguro que querría estar con alguien conocido cuando despertara, y me dirigí a buscar los análisis que había pedido, todo estaba normal solo era un caso de deshidratación leve y defensas bajas, mientras dejaba asentado todo en la historia clínica la enfermera me aviso que debía haber despertado, ya que la había llamado así que le pedí que me dejara entrar a mí para ver cómo estaba, encontrándome con su madre en la puerta, quien muy preocupada me pidió que hablara con su hija, contándome todo lo que había pasado esa semana, la tranquilice y le dije que me encargaría de hacerla entrar en razón.
Entre a la habitación demasiado molesta con ella, como se atrevía a jugar de ese modo con su salud, sin darme cuenta mis verdaderos sentimientos salieron a flote, encontrándome a mi misma reclamándole como si fuera una niña, se veía tan frágil, sentí tanto miedo de perderla que no pude evitar acercarme a ella y consolarla, necesitaba sentir el calor de su cuerpo, saber que estaba bien, en sus brazos pude sentir como el miedo, la frustración y el rencor desaparecían, sentir su perfume de nuevo podía elevarme a lo más alto, comencé a acariciar su espalda, hubiera querido no apartarme nunca de la calidez de sus brazos pero la puerta se abrió, corte el abrazo y volvió mi expresión seria y profesional, le explique a su familia lo sucedido, viendo en sus rostros el amor y la preocupación que cada uno de ellos sentía, sin lograr entender la actitud de Julia, una vez que termine mi discurso, me despedí y al fin me fui a casa después de un largo y atormentado día.
Han pasado ya quince días de mi primer sesión de quimio, ahora debía realizar la segunda para completar el primer ciclo, esta vez mi madre no me pudo acompañar, así que decidí ir sola, cargue mi Ipod con mi música favorita y tome un taxi hasta el Hospital del Kremlin (el mejor de Moscú y el más caro) agradecida a la vida de que tenía un buen seguro medico y no tenía que pagar los costos del tratamiento, ya que además también había comenzado a trabajar ahí, hacia unos meses.
Ya me sentía mucho mejor, pero había estado demasiado ocupada ayudando a mama con asuntos de la casa y arreglando todos los detalles para volver al trabajo, el no hacer nada me estaba volviendo loca y prefería escuchar a mis pacientes, antes que a mi cabeza, que no hacía más que pensar en ella y reprenderme por ser tan orgullosa y cobarde para decirle cuanto la amo. Al llegar, para mi sorpresa me volvió a recibir la enfermera Kournikova, quien se encontraba casualmente de guardia el mismo día que yo debía internarme, me saludo con una sonrisa como la primera vez, me acompaño hasta el lugar donde recibiría la endovenosa y yo no sabía que decirle, ya que en todo ese tiempo lejos de ahí no me había comunicado con ella, porque había perdido el día que me fui la nota con su número. Mientras canalizaba mi brazo, me miro a los ojos y con una sonrisa dijo:
-Veo que no has necesitado hablar con nadie este tiempo-. Me puse roja y rascando mi nuca con mi mano libre le dije la verdad.
-Espero no te enojes pero en el apuro de irme de aquí la ultima vez, perdí tu numero y bueno por eso no te llame.- dije con una sonrisa nerviosa.
-Está bien no te preocupes solo era una broma, pero ya que estas aquí sola, me preguntaba si te podía hacer compañía un rato mientras tomo mi descanso.
-Me parece perfecto.- dije con una sonrisa, ante su propuesta, que sin duda me haría pasar el tiempo más rápido. Termino de colocar todo en su lugar y se retiro prometiéndome que enseguida volvía, habían pasado tres horas, aburrida de mi música y mi celular me dormí unos instantes, hasta que sentí una mano que movía suavemente mi brazo, abrí los ojos y ahí estaba sentada a mi lado con un vaso de yogurt en su otra mano y varias galletitas.
-No sabía si despertarte o no, pero no podía perder la oportunidad de estar contigo un rato, espero que no te moleste mi intromisión.-
-Obvio que no me molesta, me agrada charlar contigo. ¿Por qué te demoraste tanto, hay mucho trabajo?
-En realidad no, pero la doctora Katina estaba dando vueltas por aquí, y desde lo que paso la ultima vez prefiero que no me vea hablar con los pacientes, ella es muy dedicada con los que están a su cargo, supongo que no quiere que los moleste para que puedan descansar bien después del tratamiento.-
Estaba sorprendida Elena había estado por ahí, quizá se acordó que hoy vendría y quería verme o quizá no, solo estaba controlando que todo se hiciera según su sus ordenes como siempre. Pero ahora lo que menos quería era hablar de ella, así que le cambie el tema a mi ocasional compañía.
-No hablemos de tu trabajo, cuéntame de ti ¿Tienes novio, hijos o algo así?
-Vaya esa sí que es una pregunta personal- rió un poco avergonzada- estoy sola, hace poco termine con mi pareja de tres años porque mi trabajo absorbe gran parte de mi tiempo, y ella no lo entendía, para serte franca no se si estaba enamorada, quizá solo estábamos juntas por no estar solas, así que hice a un lado mi egoísmo y la deje libre para que sea feliz con alguien más. ¿Qué hay de ti?-.
-Esa sí que es una historia larga y complicada jaja- reí –ahora estoy sola pero mis parejas no me duran demasiado, digamos que aun estoy enamorada de alguien más, que no siente lo mismo que yo.- comente cambiando mi expresión por una triste.
-Sabes puedo ser muy perceptiva a veces y creo que tengo una leve idea de quién puede ser la dueña de ese corazón.- dijo tomando mi mano y mirándome directo a los ojos. –Por eso te deje mi numero, creo que deberías de hablar de lo que paso, eso puede ayudarte a cerrar esa etapa o te dará el valor para re abrirla. Nos quedamos muy cerca mirándonos a los ojos, hasta que escuchamos a alguien aclarándose la garganta cerca nuestro, miramos al mismo tiempo hacia el lugar desde donde provenía el sonido y casi me desmayo, Lena estaba parada ahí frente a nosotras, con su mirada clavada en las manos de Anya y las mías entrelazadas, de inmediato nos soltamos y la enfermera se excuso diciendo que debía volver al trabajo, me dedico una mirada cómplice que delataba que había confirmado su sospecha.
-Lena ¿Qué haces aquí? Yo quiero…- las palabras no salían estaba realmente nerviosa, conocía esa mirada y no era nada buena, entonces ella me interrumpió y dijo:
-Creo que sigo siendo tu doctora, si eso contesta tu pregunta Volkova y en cuanto a lo que acabo de ver no quiero explicaciones, no es necesario nosotras no somos nada-. Dijo poniendo énfasis en la palabra nada, eso realmente me dolió, recordé la primera vez que me lo dijo, tenía razón nosotras nunca habíamos sido nada, así que ella jamás me traiciono solo se enamoro de otra. Solo pude bajar la mirada, para esconder las lagrimas que se agolpaban en mis ojos ante el recuerdo de toda esa mierda, quizá me merecía este trato por no haber luchado, pero para que hacerlo si la batalla estaba perdida.
Sin mirarme o pronunciar palabra alguna tomo la historia clínica y se marcho, pude verla a lo lejos hablando con mi enfermera por sus gestos y la forma de mover sus manos al hablar, note que no era una charla amistosa, sino todo lo contrario. Mi medicación ya se había consumido, así que la enfermera volvió, con una sonrisa a pesar de semejante espectáculo que le había montado Elena, mientras retiraba todo solo atine a pedirle disculpas, muy avergonzada por el mal momento que tuvo gracias a mi.
-No te preocupes Jul, tú no tienes la culpa del carácter de ella, quería avisarte que llames a alguien para que pase por ti, ya tienes el alta. La doctora, dijo que respondiste bien a la segunda sesión así que puedes irte.- Estaba realmente feliz por no tener que quedarme, aunque tenía un cansancio de muerte, llame a Oleg y lo espere mientras seguía hablando con mi nueva amiga, agende mi numero en su celular para no perderlo y note que la pelirroja no apareció en todo el rato que estuve esperando.
Mi hermano llego, le presente a la castaña y me guiño un ojo dándome con eso su aprobación de que le había parecido atractiva, nos dirigimos al auto, una vez dentro como me noto pensativa, me pregunto qué había pasado, le conté todo lo ocurrido. El no salía de su asombro por lo raro de la situación, estaba claro para él, que Elena había sentido celos y por eso decidió darme el alta, para evitar el encuentro entre Anya y yo, pero para mí no era así, todo era fruto del desprecio que ella me tenía, no aguantaba siquiera tenerme cerca por eso su actitud.
Llegamos a casa, fui directamente a mi habitación a darme un baño, para mi mala suerte las nauseas se hicieron presentes, demorando el momento de la ducha, cuando me recupere un poco, al fin pude relajarme con el agua caliente cayendo sobre mi cuerpo, pero al lavar mi cabello note lo inevitable, mechones de pelo se desprendían como si nada y las lagrimas inundaron mis ojos, debía tomar una decisión, ya que dentro de poco la falta de partes de él iba a comenzar a notarse. Me vestí, me mire al espejo al parecer aun no se notaba la perdida de mi amado pelo, así que lo arregle un poco y decidí aplazar el corte lo mas que pudiera, ya que nunca lo había dejado tan largo como hasta ahora y me apenaba el hecho de pensar en salir pelada a la calle. Terminado lo anterior me concentre viendo la televisión para no pensar y sonó mi celular era mi amigo Alexei:
-Hola Jul ¿Cómo estas, que tal te va con el tratamiento?-
-Hola! tanto tiempo pensé que te habías olvidado de tu amiga jaja. Estoy bien, hoy un poco cansada con nauseas y aunque no lo creas nada de apetito, pero es lo normal después de cada sesión. ¿Tu como estas? –
-Bien, con demasiado trabajo por eso no te había llamado antes. Viendo crecer a mi pequeño y disfrutándolo en mis tiempos libres. ¿Qué tal te llevaste con la doctora Katina?-
-No muy bien, recuerdas la chica de la que te hable de la que sigo enamorada es ella, pero para mi mala suerte me odia, por lo que paso entre nosotras hace tiempo. Yo que tanto ansiaba verla otra vez, me estoy arrepintiendo, ella no es la misma y su trato me está destrozando peor que esta enfermedad.-
-Ay Jul cariño necesito hablar de algo importante contigo, pero no por teléfono, si hubiera sabido que las cosas serian así habría pasado tu caso a otro especialista.-
- Espera Alex tú no tienes la culpa, cuando quieras podemos vernos para tomar un café y hablamos. Aunque no todo ha sido malo en estas dos sesiones, he conocido una enfermera, la encargada de oncología, se ha portado excelente conmigo, le di mi numero para comenzar una amistad, la verdad me cae muy bien, hace mucho no me sentía tan cómoda para hablar de mí con alguien.
-De verdad me alegro Juli, necesitas tener más confianza en las personas y espero esta señorita te ayude a seguir adelante. Adiós, me tengo que ir Katia me llama y no quiero que se ponga celosa jaja.
-Tú sí que no cambias, saludos a tu esposa y esta vez te prometo que iré a cenar con ustedes así la conozco al fin a ella y a tu pequeño. Adiós!
Sí que me ha dejado intrigada este Alexei, que será lo que tiene que hablar conmigo, pensé al colgar el teléfono. La hora de la cena había llegado, mi madre cocino unos espaguetis con salsa de los que comí muy poco aún sentía el estomago revuelto y el cansancio hacerse presente, conversamos un rato antes de ir a la cama y caí rendida nuevamente en los brazos de Morfeo.
Dos semana después de mi última visita al hospital me sentía bastante recuperada de los efectos de las drogas, al fin había vuelto al trabajo encontrándome con una agenda muy apretada, varios de mis pacientes se negaron a tratarse con otro psicólogo y esperaban por mi regreso, así que pase la mayor parte de esas semana encerrada en el consultorio, atendiendo a cada uno y luego completando informes, no había cumplido con ninguna de las indicaciones de Elena, ya que con tanto trabajo atrasado me saltee el almuerzo varias veces, al igual que la ingesta de agua y descanse muy poco, trabajar en casa me había ayudado también a ponerme al día con todos los pendientes. Ya era viernes, así que me retire temprano, entre tantas cosas por hacer no pensé en ella, ni en que el lunes me esperaba la primera sesión del segundo ciclo de la quimioterapia.
Seguía hablando casi todos los días con Anya llegando a conocernos cada vez más, aumentando mi confianza en ella con cada conversación y empezaba a nacer un gran cariño entre nosotras, pero aun no nos habíamos visto de nuevo, ya que nuestros trabajos nos lo impedían. El día anterior mientras hablábamos me comento que le habían dado libre el día que yo debía ir de nuevo y sospechaba que la doctora Katina tenía algo que ver con eso, pero no le dio mayor importancia, ya que aun no le contaba todo lo que había pasado entre Lena y yo. Estaba en la puerta del hospital y comencé a sentirme terrible, todo se puso negro y tiempo después desperté en una de las habitaciones del hospital con una vía endovenosa con suero colocada en mi brazo.
No recordaba como llegue ahí solo me dolía la cabeza y note que tenía un moretón en mi brazo y dos puntos en mi sien, intente levantarme para ir al baño, pero mis fuerzas me abandonaron y caí nuevamente en la cama. Apreté el botón para llamar a la enfermera pero la que apareció fue Elena me miraba enojada, con cara preocupada y dijo:
-Volkova te dije que debías seguir las instrucciones, has estado trabajando en exceso, no has comido, ingerido líquidos y descansado bien en quince días- dijo con tono amenazante- si sigues así todo se irá a la mierda ¿acaso te quieres morir, no quieres que el tratamiento funcione?.- Me reclamaba una furiosa Elena, ella estaba preocupada por mí, tanto que se había tomado la molestia de quedarse hasta que despertara, para reclamarme por mi descuido como si yo realmente le importase, no sabía que decir, estaba realmente confundida jamás me imagine que esto pudiera pasar.
-Yo… yo lo siento pero necesitaba trabajar, ocupar mi cabeza y con tantas cosas por hacer no lo había notado. No, no quiero morirme.- Dije con lagrimas en mis ojos mirándola, su semblante fue cambiando nos habíamos perdido en nuestras miradas como antes sucedía y no hacían falta las palabras, se acerco limpio las lagrimas de mi mejilla con el dorso de su mano acariciándome el rostro y me estrecho en sus brazos, note como sus músculos se relajaban al contacto con mi cuerpo y la tensión que antes tenía desaparecía, el aroma de su perfume en mi nariz me hizo sentirme en el aire como si flotara, empezó a mover sus manos acariciando mi espalda consolándome, pero el ruido de la puerta abriéndose hizo que ella rompiera bruscamente el abrazo y volviera a su posición fría e impersonal nuevamente se convertía en la doctora Katina.
Mi madre entro a la habitación, tan preocupada por verme así que ni siquiera noto lo que estaba pasando dentro, detrás de ella cada uno de mis hermanos se hizo presente abrazándome y reprendiéndome por mi descuido.
-Hija, te dije que no deberías trabajar tanto, tienes que cuidarte Elena te lo dijo, discúlpame pero acabo de hablar con ella y le comente tu comportamiento en estos días-. Dijo mi madre afligida mirando a Lena.
- No se preocupe Olga ya hable con su hija y sé que cambiara su actitud, la pérdida de conciencia que tuvo hoy, fue producto de la deshidratación y una baja en las defensas, lo que es absolutamente normal, por la actitud de Julia en estos días, una vez que el suero se termine podrá irse a casa y recuerden volver el lunes para seguir con el segundo ciclo. Ya debo irme, buenas noches a todos, ante cualquier problema no duden en venir al hospital, que de inmediato se me dará aviso. Adiós a todos.- dijo y se marcho rápidamente, mi hermano Oleg fue el primero en hablar, para romper la tensión:
- Vaya, hasta que al fin conocemos a la famosa Elena- dijo con una sonrisa mirando a mis demás hermanos que no pudieron contener la risa y la situación tomo otro rumbo, podía oír sus comentarios sobre lo bella que era y la forma especial en la que me miraba, al parecer todos se percataron de que habían interrumpido algo y comenzaron a interrogarme, cambiando mi humor drásticamente, odiaba cuando hacían eso se complotaban para sacarme información de mi vida sentimental.
- No ha pasado nada entre ella y yo, solo hablábamos y me reclamo por mi falta de compromiso con el tratamiento eso es todo-. Dije de manera cortante, pero podía sentir la mirada de mi hermana Larissa clavada en mí, ella no creyó mi excusa y aprovecho, que todos se retiraron por un café para preguntarme qué fue lo que en realidad había pasado. Le conté sobre el abrazo y lo que había sentido pero que no estaba segura de si ella lo hizo por lastima o porque aun me quiere.
-Jul no seas tonta, basta de esas inseguridades, yo sé lo que vi, ella no te miraba con lastima sus ojos expresaban otra cosa, pero debes ser tú la que descubra que siente ella por ti. Haz un lado ese miedo a volver a confiar, trata de solucionar todo esto estoy segura que ustedes aun se quieren no permitas que se aleje otra vez.
- Te prometo que lo hare, yo solo necesito tiempo y pensar bien las cosas, nose si deba seguir apostando a esta historia, nadie sabe aun pero estoy conociendo a alguien, es enfermera la conocí el día que comencé el tratamiento, ella me hace sentir bien, con su optimismo cambia mi forma pesimista de ver las cosas, pero aun no le he contado nada de lo que sucedió con Lena, tiene sospechas pero aun no nos hemos visto en persona para poder hablar a cerca de ello.-
- De verdad me sorprende esto que me estas contando, pero piénsalo bien antes de tomar cualquier decisión y no te cierres, sabes que puedes contar conmigo como siempre.- dijo regalándome una sonrisa y acariciando mi mano, la conversación termino y entro el resto de la familia para despedirse de mí, ya era tarde y debían volver a sus hogares, Oleg junto a su esposa nos trasladaron a casa y se quedaron, en caso de que algo pasara en el transcurso del fin de semana.
Hace quince días que no logro dormir bien, la misma pesadilla una y otra vez se repite en mis sueños como un presagio de lo que está por ocurrir, ella y yo juntas al fin viviendo nuestro amor, pero de un momento a otro desaparece para siempre, necesito verla pero no puedo hacerlo, ella ya tiene algo con la enfermera esa y no resistiría un rechazo de su parte, no otra vez. Las cosas en el trabajo venían saliendo bien hasta hoy, este viernes fatídico en que me toco dar la horrenda noticia a una de mis pacientes de que nada más se podía hacer, su cáncer está diseminado por todo su cuerpo y ha avanzado al estadio final, al ver el dolor en sus ojos no pude evitar recordar mis sueños y pensar que podría ser Jul a quien le estaba diciendo esas palabras.
En todos estos días lo único bueno fue Masha, a pesar de no compartir la cama otra vez, nos habíamos juntado varias veces a cenar, para ir al cine y teníamos una linda amistad, ella hacía poco se había separado de su novia y no estaba de ánimos para comenzar nada nuevo así que decidimos dejar que el tiempo pase y ver que sucedía entre ambas. Estaba perdida en mis pensamientos cuando vi a mi hermosa pelinegra salir del hospital, venia caminando detrás de ella y de un momento a otro quedo desvanecida en el piso, corrí hacia donde estaba, no despertaba se había golpeado la cabeza, tenía sangre en una de sus cejas y no pude evitar entrar en pánico.
La tome entre mis brazos, la metí a la sala de urgencias y comencé a llamar a las enfermeras para que me ayudaran a atenderla, logramos estabilizarla pero aun no volvía en sí, eso me estaba preocupando así que pedí una serie de estudios, para verificar que el golpe no halla dejado algún problema, le suture la ceja y me quede un rato con ella en su habitación. Llame a su madre, seguro que querría estar con alguien conocido cuando despertara, y me dirigí a buscar los análisis que había pedido, todo estaba normal solo era un caso de deshidratación leve y defensas bajas, mientras dejaba asentado todo en la historia clínica la enfermera me aviso que debía haber despertado, ya que la había llamado así que le pedí que me dejara entrar a mí para ver cómo estaba, encontrándome con su madre en la puerta, quien muy preocupada me pidió que hablara con su hija, contándome todo lo que había pasado esa semana, la tranquilice y le dije que me encargaría de hacerla entrar en razón.
Entre a la habitación demasiado molesta con ella, como se atrevía a jugar de ese modo con su salud, sin darme cuenta mis verdaderos sentimientos salieron a flote, encontrándome a mi misma reclamándole como si fuera una niña, se veía tan frágil, sentí tanto miedo de perderla que no pude evitar acercarme a ella y consolarla, necesitaba sentir el calor de su cuerpo, saber que estaba bien, en sus brazos pude sentir como el miedo, la frustración y el rencor desaparecían, sentir su perfume de nuevo podía elevarme a lo más alto, comencé a acariciar su espalda, hubiera querido no apartarme nunca de la calidez de sus brazos pero la puerta se abrió, corte el abrazo y volvió mi expresión seria y profesional, le explique a su familia lo sucedido, viendo en sus rostros el amor y la preocupación que cada uno de ellos sentía, sin lograr entender la actitud de Julia, una vez que termine mi discurso, me despedí y al fin me fui a casa después de un largo y atormentado día.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
Re: Nuestra historia de amor
Hola
que buen capitulo
me gusta como se animo Elena a hacercarse a Yulia
espero ver que haras con nuestras protagonistas
espero a sigas pronto porque esta muy interesante
y quiero saber mas de su pasado
que buen capitulo
me gusta como se animo Elena a hacercarse a Yulia
espero ver que haras con nuestras protagonistas
espero a sigas pronto porque esta muy interesante
y quiero saber mas de su pasado
andyvolkatin- Mensajes : 576
Fecha de inscripción : 27/05/2015
Mucho estilo
Oye me encanta el giro que esta tomando la historia
Te felicito
Realmente me gusta
Ojala se arreglen las cosas entre doctora y paciente
Te felicito
Realmente me gusta
Ojala se arreglen las cosas entre doctora y paciente
Zanini-volk- Invitado
Re: Nuestra historia de amor
hola lectores, antes de ir a dormir les quería dejar un nuevo capitulo de esta extraña historia, espero les guste. Saludos
Zanini-volk creo que vamos a tener que esperar un poco para que las cosas entre estas dos mejoren. Alguien parece empeñada en no dejar en paz a nuestras protagonistas.
andyvolkatin cumplí tu deseo, vamos a saber que paso entre nuestras chicas según la perspectiva de Julia. Espero te resulte interesante
Muchas gracias a ambas por comentar y a los demás por leer.
CAPITULO 13
Al fin lunes, pensé apenas abrí mis ojos, hoy debía ir al hospital y esperaba con todo mi corazón encontrarme con Lena, debía hablar con ella, estuve pensando todo el fin de semana en el abrazo que nos dimos el viernes, Larissa tenía razón debía arriesgarme y aclarar las cosas de una vez para así poder seguir con mi vida, con Elena o sin ella, estaba decidida a cerrar ese capítulo en el que estuve estancada todos estos años, me duche rápidamente, desayune con mi madre y luego me llevo al sanatorio, para mi mala suerte no pudo quedarse durante la administración de la medicación, ya que debía ir a cuidar de uno de mis sobrinos.
Una vez dentro empezó la misma rutina de siempre, extracción de sangre, medición de mi altura y peso, control de signos vitales, etc. y luego la canalización para poder administrarme las droga, podía notar la ausencia de Anya, la enfermera que me estaba atendiendo hacia todo de una manera tan mecánica, sin pronunciar palabra alguna, haciéndome sentir de todas las maneras posibles menos un ser humano, -genial, van a ser eternas estas horas- pensé, ya que no tenía nada con lo cual distraerme. Solo logre que la enfermera hablara cuando le pregunte por la doctora Katina, quien ese día no iría a trabajar porque había tenido un problema familiar, al enterarme de eso mi humor se puso más negro aun y no veía las horas de que todo terminara para volver a casa.
Luego de pasar una hora entera mirando el reloj, sin entender porque todo transcurría tan lento, una voz conocida me saco de mi ensimismamiento y me hizo sonreír.
- Hola señorita Volkova- dijo con su cálida sonrisa de siempre –ya que me encuentro en mi día libre, venía a ver si le apetecía mi compañía en este momento, recuerdo que tenemos un tema pendiente que hablar.-
- Anya - dije mirándola sin poder creer que usara su día libre para ir a verme justamente en su lugar de trabajo – no sabes la alegría que me da verte por aquí, m ama no pudo quedarse y ya me ves estoy aburrida de muerte- dije haciendo puchero.
- Sabes Jul, lo sospechaba digamos que mi compañera de trabajo no es tan amable con los pacientes, eso sucede con las personas que están aquí solo por el dinero y no por la vocación-. Me pareció tan tierno ese gesto, amaba su trabajo podía notar sus ganas de ayudar.
- Eso es verdad este trabajo no es para cualquiera- respondí mirando esos ojos verdes, notando la emoción en ellos.
- Bueno a lo que vine Juli, voy a ser directa, ya que no me gusta dar tanta vueltas necesito saber ¿Qué pasa entre Katina y tú?-
Soltó la pregunta sin ningún pudor, yo no sabía que decir, me sonroje y pensé que era hora de hablar y al fin descargarme de todo.
- Está bien, confió en ti así que creo que es hora de hablar de esto de una buena vez, hace un par de años Elena y yo tuvimos una historia, yo me enamore de ella pero no fui correspondida-. Dije con mi mirada en el piso y recordando lo sucedido.
Flashback
Habían pasado cinco meses maravillosos, desde la primera noche que pasamos juntas, no queríamos separarnos para nada y aprovechábamos para amarnos cada vez que nos veíamos, me sentía en el cielo a su lado, podía ser capaz de hacer hasta lo imposible por verla, por estar cerca de ella y al parecer a Len le ocurría lo mismo, aunque no me lo decía, podía sentirlo. A diferencia de mi pelirroja, aprovechaba cada momento para expresarle con palabras y hechos mi cariño, había dejado de ver otras chicas desde el mismo momento en que nos vimos por primera vez y mi corazón estaba seguro de que quería compartir cada instante de mi vida a su lado, por su silencio en cuanto a sus sentimientos, a veces sentía dudas de que le estuviera pasando lo mismo, pero estas desaparecían cuando estábamos juntas, solo existíamos nosotras dos. En todo ese tiempo, solo una vez me había enojado con ella, fue cuando sus padres vinieron a quedarse a su departamento y me presento como a una amiga, porque aun no se animaba a hablar con ellos sobre su sexualidad, pude entenderla, hacia solo dos meses que salíamos y entendí que no podía arriesgar la relación con ellos, cuando lo nuestro recién empezaba. Su madre Inessa era muy estricta, amable, pero en extremo religiosa se notaba demasiado que ella parecía controlar a su esposo y sus dos hijos, en cambio Sergei era un hombre pacífico, muy tierno y cariñoso con Lena, bastante comprensivo, que a pesar de las apariencias sabia controlar muy bien el temperamento de su esposa.
En fin, después de conocerlos se instauro en mi esa inseguridad con respecto a sus sentimientos, a pesar de que con hechos demostraba quererme, necesitaba que me lo dijera pero nunca lo hacía, decidí no hacer caso a ese detalle, Elena había salido de una relación bastante tormentosa según me comento Katia y lo que menos quería era arruinar lo nuestro con inseguridades y hacerla sufrir como aquella mujer, sabía que cuando estuviera lista sería capaz de decirme lo que se estaba guardando, por temor a que yo no haya cambiado y solo la esté usando para no estar sola, como a las demás. Estaba decidida a demostrarle que no era así, como se acercaba el cumpleaños de Katia pensé en ir con ella y presentarla ante las personas más cercanas y a mi “mejor amiga”, que estaba muy intrigada en conocer en persona a la mujer que había logrado cambiarme.
Katia sabia todo de mi, con su ex pareja me apoyaron cuando decidí salir del closet con mi familia y en el trabajo que ambas compartíamos, donde inicialmente pesaban que éramos novias, ya que no nos separábamos para nada, íbamos a todos lados juntas y teníamos una complicidad única, nos habíamos convertido en algo así como hermanas. Estuve junto a ella durante la separación de la mujer con la que convivio varios años, ayudándola, ofreciéndole mi hogar, mi hombro para llorar, mi compañía, siendo capaz de hacer cualquier cosa por no verla sufrir así otra vez. Lena varias veces se había mostrado un poco celosa por mi forma de hablar de Katia, pero borraba esas inseguridades tontas con mis besos, mis palabras y mi amor, debo de reconocer que ambas tenían mucho en común, habían sufrido mucho sus separaciones, habían compartido la crianza de los hijos de sus parejas, pero jamás habían sido valoradas, ocupando un lugar secundario en la vida de los niños, su papel era mantenerlos económicamente. Bajo ese contexto y después de meditar bastante las cosas, ese cumpleaños seria el momento ideal para presentarlas, me encontraba ansiosa y alegre, por al fin estar decidida de tener una relación seria y poder compartir algo con dos personas tan importantes en mi vida.
El día de la fiesta ambas estábamos ansiosas por pasar una linda noche, Katia le había pedido a sus padres la casa de campo, que estaba bastante alejada del resto de los vecinos, para que no hubiera quejas por los ruidos de la música. Si bien no eran muchos los invitados, cada vez que nos reuníamos tomábamos y bailábamos hasta muy entrada la madrugada o hasta que amanecía, eran las fiestas más locas que te puedas imaginar y al no estar la agasajada en pareja no habría restricciones en cuanto a horarios, porque ya no había niños como las veces anteriores. Al llegar al lugar, se había dispuesto una habitación para cada uno de los que visitábamos la casa, evitando así que alguien pudiera manejar en estado de ebriedad y provocar accidentes, nos acomodamos en una de las habitaciones, acompañadas por una muchacha del servicio y rápidamente salimos al jardín donde todos estaban reunidos, le presente a Lena a cada uno de mis conocidos quedando para el ultimo el encuentro con Katia, que había salido a recibir a su hermana Natasha, una vez que regreso a la fiesta las presente y como lo suponía se llevaron de maravilla, hablaban muy animadas mientras, yo me dispuse a ir a saludar a Natasha, las dos habíamos tenido algo en una de nuestras fiestas, pero solo fue cosa de una noche de borrachera, ella y yo fuimos el apoyo de Katia todo este tiempo después de la separación y aunque eran muy distintas las quería ambas por igual. El tiempo se me paso volando hablando con Nat, recordé que había dejado a Len con Katia y que aun no le había presentado a su hermana, nos acercamos a donde estaban hablando, parecía no haber notado mi ausencia por todo ese tiempo por la expresión de desagrado en su rostro cuando interrumpimos su conversación, eso no me gusto nada. Natasha, noto mi incomodidad por la situación y se llevo a Katia para informarle que estaba próximo a llegar un amigo de la infancia que quería verla, entonces me quede sola con mi pelirroja, nos acercamos a la barra y pedimos varias rondas de vodka sin hablar de nada, quería preguntarle el por qué de su reacción, que había pasado cuando me fui, pero me gano mi cobardía y simplemente busque un tema banal de conversación, tratando de sacar de mi cabeza esos pensamientos paranoicos. El alcohol comenzó a hacer efectos en todos los presentes, poniendo la fiesta muy animada, bailábamos y nos divertíamos en libertad sin preocuparnos por nada, de vez en cuando pude ver a Katia acercarse a Elena y viceversa pero no note nada raro entre ellas, al menos a simple vista parecían dos amigas que se conocían desde siempre, eso me molesto un poco me sentía desplazada de la vida de ambas y en lugar de hablar y aclarar todo ahí mismo calle. Dejándome llevar por lo que pensaba que veía, trate de no acercarme a ella, la esquive todo lo que pude, me comporte como una perra toda la noche pretendiendo que no estaba ahí, cuando en realidad estaba más que pendiente de lo que hacía, con quien hablaba, a donde iba y comencé a preocuparme por mi salud mental, si seguía con esos celos terminaría por volverme loca.
Me acerque a la barra donde podía verla disfrutar de la fiesta, al parecer no había notado mi comportamiento para nada, se la veía feliz, alegre, bailando con cada uno de los presentes, mi visión se empezó a nublar, ya no podía controlar mi cuerpo normalmente, cayendo en la cuenta de que estaba demasiado ebria, decidí terminar con mi tortura y busque a Lena en la pista de baile, le dije un par de cosas sexis al oído, la tome de la mano y me la lleve a la habitación, donde la hice mía de manera salvaje, descargando mi frustración y los celos que había tenido toda la noche en cada beso y cada caricia, podía sentirla disfrutar por mi atención pero no era capaz de notar lo que en verdad me estaba pasando, grabe en mi mente cada beso, cada caricia que le di, su aroma, su bello cuerpo como presintiendo que esa sería la última vez que podría disfrutar de tenerla entre mis brazos.
Y así fue, después de ese día las cosas se pusieron raras, una tarde que falte a mi trabajo para quedarme con ella su celular empezó sonar, la vi contestar los mensajes con una sonrisa, quise preguntar quién le había escrito pero no fue necesario, confirmo mi sospecha cuando me dijo que era Katia, le había mandado una foto del atardecer en el lago cercano a la casa de campo donde habíamos estado, diciéndole que cuando quisiera la invitaba a verlo con ella. La expresión de mi rostro cambio totalmente, no podía creer lo que estaba pasando, se estaban coqueteando conmigo ahí presente, estaba quedando como una idiota, pero aun así la quería tanto que no me animaba a hablar acerca de esto, no sabría que hacer si ella me dejaba, jamás me habían dejado, mi conciencia me decía que lo tenía bien merecido por haberle hecho lo mismo a otras chicas antes. Ese fue el último día que estuvimos juntas, con la excusa de que mi madre me necesitaba en casa me fui después de ver aquella escena, camine sin rumbo por un largo rato y me senté en la banca de una plaza a pesar mientras me fumaba un cigarrillo, decidí no hacer caso a lo que había visto, Katia jamás me traicionaría de esa forma, sabiendo todos mis sentimientos por aquella mujer, tenía que parar con los celos y confiar en ambas.
Con Katia las cosas no fueron distintas, la notaba rara, esquiva, triste, un día la encontré llorando en el baño antes de entrar al trabajo, la consolé le pregunte que ocurría y me mintió, me dijo que su ex había reaparecido, pasando en frente de ella con otra mujer y eso la había destrozado, no podía entender como ella siendo tan buena persona debía sufrir tanto, al igual que Elena, las amaba a ambas, de diferentes formas sí, pero sería capaz de cualquier cosa con tal de verlas felices.
El fin de semana después de la tarde de los mensajes, llame a Len como siempre lo hacía, para invitarla al cine y me dijo que no, que se iría con mi amiga a la casa de campo, a disfrutar el fin de semana, que me iban a invitar pero justo me tocaba trabajar, corte la llamada con la excusa que debía entrar a trabajar, esa fue la gota que lleno el vaso, la noche anterior había estado con Katia y no me menciono nada, esto debía terminar de una buena vez, odiaba la mentira si hubieran sido sinceras ambas, podría haber hecho todo de otra manera. Esos dos días me la pase encerrada en mi habitación con mi guitarra, salía para comer y para ir al trabajo nada mas, trate de poner la cabeza en frio y analizar la situación, necesitaba respuestas y las tendría así tuviera que ser a la fuerza.
El lunes por la tarde recién me comunique con Elena, después de dos días de no saber nada de ella, no quería verla para aclarar las cosas, no podría soportar la situación si confirmaba lo que tanto temía, así que la llame y sin rodeos le pregunte que sucedía entre Katia y ella, comenzó a decir cosas sin importancia a darle vueltas al asunto para no contestar mi pregunta, me canse de sus juegos y le dije -no contestaste a mi pregunta Katina, ¿quieres estar con ella o conmigo?- se hizo un silencio en la línea y su respuesta fue – mira Jul yo te quiero, la hemos pasado muy bien este tiempo, pero estoy confundida- eso basto para mi, si había confusión ella jamás sintió por mí lo que yo por ella, esto se debía terminar, no podría soportar estar en medio de esta situación así que dije con voz fría y distante –está bien, entiendo no es necesario que me des explicaciones, sabía que esto sucedería ustedes tienen tanto en común y bueno merecen ser felices, yo me las arreglare. Solo una cosa más Elena, no quiero saber más nada de ti- dije y corte la llamada. Inmediatamente mi teléfono volvió a sonar, era ella, no respondí no quería oírla otra vez no podría contener el llanto, al ver que no le contestaba me escribió un mensaje donde me pedía que fuéramos amigas, que la perdonara que su intención no era confundirse pero que Katia había sufrido tanto o más que ella, sentía que necesitaba apoyarla, estar a su lado, que nosotras no éramos nada y le estaba dando mucha importancia a algo que no la tenía. Rompió aun más mi corazón con ese mensaje, todo este tiempo había estado mostrándole de todas las maneras posibles cuanto la quería, pero para ella solo fui nada, mis inseguridades no eran tales era mi razón pidiéndome que reaccione, que Lena no era lo que aparentaba.
Pero me faltaba una pieza clave en esta historia, Katia, quien me llamo más tarde ese día fingiendo preocupación, como hice con Elena, le pregunte sin vueltas que estaba sucediendo, efectivamente ella se sentía atraída por ella, le reproche su falta de sinceridad, no podía entender como había sido capaz de mentirme, le dije que no me iba a entrometer entre ellas, que no había cosa que deseara mas en el mundo que verlas felices, que yo me salía de esta historia y también le roge que me diera un tiempo hasta que asimilara todo para aparecer con ella en los lugares que solíamos frecuentar, ella me prometió que así seria y nuestra “amistad” se termino ahí.
Fueron los peores días de mi vida, estaba completamente sola, no podía hablar con nadie de lo que había pasado me sentía una tonta, no confiaba en nadie y para colmo de males me cruzaba con Katia en el trabajo a todas horas, una noche cuando no habían pasado ni siquiera una semana de que se terminara todo, me encontré a Elena esperando a Katia en la puerta, se dieron un apasionado beso delante de mis narices, se subieron al auto y se fueron, esa falta consideración y su desprecio por mis sentimientos me hicieron endurecer mi corazón, al punto de que nunca más me permití confiar en alguien más, esa sería la primera y última vez que me veían la cara de idiota. Una tarde al salir del trabajo me encontré con Katia, ya había pasado un tiempo considerable desde la última vez que nos hablamos, a pesar de todo le seguía teniendo cariño a ambas, así que le pregunte como iban las cosas, tratando de esconder el dolor que se instalo en mi corazón cuando me dijo que estaban viviendo juntas, que Elena al fin había salido del closet con sus padres y la había presentado como su pareja, ese fue el fin de todo.
Fin del flashback.
Anya me miraba con el rostro desencajado, se notaba por su expresión.
- Julia, de veras que después de oírte no entiendo que haces buscando respuestas, perdón si suena brusca la manera en que te digo esto, pero está más que claro que Elena jugo contigo.
- Si yo pensaba lo mismo, pero no puedo evitar pensar que algo tuvo que haber pasado en ese viaje, ya que ahora con sus actitudes me demuestra que si sentía, o siente algo por mí.
- ¿De qué actitudes hablas? Por la forma en que te trata solo parece tenerte rencor, aunque no entiendo el por qué, si tú te sacrificaste para que ellas fueran felices.
- Creo que siente celos de ti, no me parece casual que justo el día que vengo lo tengas libre, o lo que sucedió la vez anterior que al vernos juntas te haya montado una escena y luego me diera el alta. Además hay algo que no te conté, el viernes tuve una descompensación, porque no cumplí al pie de la letra las indicaciones de Katina, comencé a trabajar y tenía tantas cosas acumuladas que me descuide un poquito. Me encontré en la cama del hospital con un suero y cuando llame a la enfermera para saber que había sucedido, apareció ella estaba realmente preocupada me dio un sermón y cuando vio que estaba a punto de llorar se acerco y me abrazo, pude sentir como su cuerpo perdía la tensión por el miedo y la angustia, te juro que quería quedar así para siempre con ella pero apareció mi madre, tomo su actitud de siempre y se marcho, hoy vine decidida a hablar pero no vino.
- Ahora que lo pienso me parece que puedes tener razón, apenas tengas la oportunidad habla con ella y cierra esta historia- dijo mirando el suero vacio- voy por la enfermera la medicación se ha terminado.
Mientras retiraban la aguja de mi brazo Sven se hizo presente, valoro mi estado clínico y escuchando mis ruegos me dejo volver a casa, Anya se ofreció a llevarme así que la invite a cenar, no contaba con la presencia de mis hermanos en el lugar, me sentí un poco incomoda al principio, pero después me acostumbre a la situación y pasamos una hermosa noche en familia, la enfermera se estaba ganando muy rápido un lugar en mi corazón, rompiendo de a poco los muros que había creado en mi interior, me sentía lista para cerrar esa etapa tan dolorosa de mi vida, solo faltaban unas cuantas piezas por encajar y quitar a Lena para siempre de mi. La cena termino, estuvo tan agradable que no sentí los efectos de la medicación hasta que todos se hubieron ido, con el cuerpo pesado por el cansancio me dirigí a mi habitación me tire en la cama y me dormí vestida, solo llegue a quitarme las zapatillas.
Al día siguiente desperté más cansada que el dia anterior, me levante sin voluntad de la cama y me dirigí al baño, los vómitos comenzaron dejándome más exhausta aun, por lo que llame al trabajo y me reporte enferma, no podría soportar todo lo que tenía que hacer, así que le pedí a mi secretaria que reprogramara todas mis citas de ese día para el transcurso de la semana, de seguro mañana estaría recuperada si descansaba bien, me recosté en la cama, prendí el televisor y vi varias películas, mi madre me atendió como si fuera una niña, me sirvió todas las comidas en la cama y de vez en cuando se sentaba a mi lado para hablar de cualquier cosa. Mi celular sonó, mire la pantalla y era Alexei quien llamaba, se había enterado de lo ocurrido la semana anterior y quería verme porque necesitaba hablar sobre algo, me dio mucha intriga, por lo que lo invite a casa a tomar un café y acepto. Me levante de la cama me puse unos jeans, zapatillas y una camisa, camine hasta la sala, sentándome en el sillón a escuchar un poco de música y leer un libro en lo que el llegaba. El timbre sonó, abrí la puerta y ahí estaba, nos saludamos, lo invite a pasar serví el café para ambos con unas masas dulces y el empezó a hablar de manera nerviosa.
- Jul yo quería disculparme contigo, no debí dejarle tu caso a Elena, mi intención solo era ayudarlas a cerrar la historia que tanto las ha marcado a ambas.- no podía creer lo que escuchaba mi amigo sabia quien era ella y todo este tiempo no se atrevió a decírmelo, un poco enojada por su confesión me dispuse a buscar respuestas.
- Espera Alexei, ¿Cómo es eso que tu sabias de mi historia con Elena, a caso la conoces? ¿Cómo pudiste traicionarme así? ¿Por qué no me dijiste nunca la verdad?-. le reproche levantando el tono de mi voz y con el rostro rojo por la bronca.
- Tranquilízate Jul, yo no te traicione esto ha sido una mera casualidad, mi esposa Nastya es la mejor amiga de Elena, supe quien eras y lo que había pasado entre ambas, de casualidad cuando le mencione tu nombre completo a mi esposa mientras conversábamos a cerca de mis pacientes. Sé todo lo que sufrieron ambas por esa loca de Katia, ella estaba enferma Julia, nunca quiso a Lena solo las alejo a ambas, porque sospecho que siempre estuvo enamorada de ti.- dijo levantándose y caminando nerviosamente de un lado a otro de la sala.
- Yo lo siento de verdad, creo que debiste ser sincero desde el primer momento, no puedo creer eso, ¿Katia enamorada de mi? es imposible nunca me insinuó nada ella quería a Elena estoy segura, ambas se querían. Esto que me estas contando no tiene sentido, ahora estoy demasiado cansada y enojada contigo necesito pensar y te pido por favor que te vayas de mi casa, luego hablaremos de esto-. Dije dirigiéndome hacia la puerta abriéndola invitándolo a salir, antes de irse me miro con expresión triste por mi reacción y con la voz entrecortada dijo:
- No entiendo porque eres tan terca, abre los ojos, Elena siempre te amo y desde que la dejaste no ha hecho más que sufrir y alejarse de las personas, habla con ella Jul, aclara las cosas, busca a Katia y veras que no te miento, ustedes siempre se amaron, solo se dejaron llevar por esa hipócrita que las termino separando. Adiós y no te enojes conmigo solo quise ayudar.-
Me quede ahí parada en la entrada de la casa viendo como se alejaba en su auto, con los ojos llenos de lagrimas y millones de pensamientos, ¿buscar a Katia? pero ¿en donde? hacía años no sabía nada de ella, era imposible que estuviera enamorada de mi, si así hubiera sido me habría buscado de nuevo pero jamás lo hizo, quizá Alexei solo vino en defensa de su amiga y por eso invento todo. Esta historia cada vez se ponía más loca, no sabía qué hacer con tanta información así que llame a Anya, contándole todo lo ocurrido, ella me escucho, me ofreció sus consejos y con sus bromas y optimismo logro hacerme olvidar por un rato de todo lo que atormentaba a mi cabeza, en tan poco tiempo esta chica estaba logrando tantas cosas, si que era especial.
En un alguna parte de Moscú se encontraba una obsesionada mujer, oculta en las sombras esperando el momento justo para hacer su aparición, tomo su teléfono y llamo a su cómplice para saber los detalles de cómo avanzaba la tarea que le había sido encomendada.
- Hola preciosa ¿Cómo va el asunto de Julia y Elena?- decía al teléfono una rubia mujer de ojos negros, mientras le daba la ultima calada al cigarrillo que tenía entre sus manos.
- Todo marcha perfectamente, tenias razón con tus consejos poco a poco me estoy ganando su confianza, dentro de poco la tendré comiendo de mi mano y lo más alejada de Elena posible, mi ayudante está trabajando también con la pelirroja.- respondió a la pregunta con una sonrisa maliciosa.
- Perfecto- contesto apagando con el pie el cigarrillo que había tirado al piso- pero no te hagas ilusiones de que tendrás a Volkova para ti, si no está conmigo, no estará con nadie, en cuanto a Elena poco me importa lo que pase con ella es una perra idiota muy fácil de manipular, así que me encargare personalmente. Pronto será el momento de mi aparición y espero la prepares para ello, bajo ninguna circunstancia puede volver con Katina ese sería el fin de nuestros planes, no estoy dispuesta a perder en esta historia, llevo demasiado tiempo planeando todo esto. Trata de no arruinar nada, Volkova no es ninguna tonta.
- No te preocupes, así se hará, sabes que haría lo que sea por ti.- contesto y corto la comunicación.
-Pronto volveremos a vernos Julia, pero esta vez será diferente, serás mía aunque sea a la fuerza no te voy a permitir que me vuelvas a rechazar-. Se dijo a sí misma la misteriosa mujer, recordando con dolor todo lo que había sufrido al ver a la pelinegra salir con cuanta mujer se le apareciera sin hacerle caso ni una sola vez.
Zanini-volk creo que vamos a tener que esperar un poco para que las cosas entre estas dos mejoren. Alguien parece empeñada en no dejar en paz a nuestras protagonistas.
andyvolkatin cumplí tu deseo, vamos a saber que paso entre nuestras chicas según la perspectiva de Julia. Espero te resulte interesante
Muchas gracias a ambas por comentar y a los demás por leer.
CAPITULO 13
Al fin lunes, pensé apenas abrí mis ojos, hoy debía ir al hospital y esperaba con todo mi corazón encontrarme con Lena, debía hablar con ella, estuve pensando todo el fin de semana en el abrazo que nos dimos el viernes, Larissa tenía razón debía arriesgarme y aclarar las cosas de una vez para así poder seguir con mi vida, con Elena o sin ella, estaba decidida a cerrar ese capítulo en el que estuve estancada todos estos años, me duche rápidamente, desayune con mi madre y luego me llevo al sanatorio, para mi mala suerte no pudo quedarse durante la administración de la medicación, ya que debía ir a cuidar de uno de mis sobrinos.
Una vez dentro empezó la misma rutina de siempre, extracción de sangre, medición de mi altura y peso, control de signos vitales, etc. y luego la canalización para poder administrarme las droga, podía notar la ausencia de Anya, la enfermera que me estaba atendiendo hacia todo de una manera tan mecánica, sin pronunciar palabra alguna, haciéndome sentir de todas las maneras posibles menos un ser humano, -genial, van a ser eternas estas horas- pensé, ya que no tenía nada con lo cual distraerme. Solo logre que la enfermera hablara cuando le pregunte por la doctora Katina, quien ese día no iría a trabajar porque había tenido un problema familiar, al enterarme de eso mi humor se puso más negro aun y no veía las horas de que todo terminara para volver a casa.
Luego de pasar una hora entera mirando el reloj, sin entender porque todo transcurría tan lento, una voz conocida me saco de mi ensimismamiento y me hizo sonreír.
- Hola señorita Volkova- dijo con su cálida sonrisa de siempre –ya que me encuentro en mi día libre, venía a ver si le apetecía mi compañía en este momento, recuerdo que tenemos un tema pendiente que hablar.-
- Anya - dije mirándola sin poder creer que usara su día libre para ir a verme justamente en su lugar de trabajo – no sabes la alegría que me da verte por aquí, m ama no pudo quedarse y ya me ves estoy aburrida de muerte- dije haciendo puchero.
- Sabes Jul, lo sospechaba digamos que mi compañera de trabajo no es tan amable con los pacientes, eso sucede con las personas que están aquí solo por el dinero y no por la vocación-. Me pareció tan tierno ese gesto, amaba su trabajo podía notar sus ganas de ayudar.
- Eso es verdad este trabajo no es para cualquiera- respondí mirando esos ojos verdes, notando la emoción en ellos.
- Bueno a lo que vine Juli, voy a ser directa, ya que no me gusta dar tanta vueltas necesito saber ¿Qué pasa entre Katina y tú?-
Soltó la pregunta sin ningún pudor, yo no sabía que decir, me sonroje y pensé que era hora de hablar y al fin descargarme de todo.
- Está bien, confió en ti así que creo que es hora de hablar de esto de una buena vez, hace un par de años Elena y yo tuvimos una historia, yo me enamore de ella pero no fui correspondida-. Dije con mi mirada en el piso y recordando lo sucedido.
Flashback
Habían pasado cinco meses maravillosos, desde la primera noche que pasamos juntas, no queríamos separarnos para nada y aprovechábamos para amarnos cada vez que nos veíamos, me sentía en el cielo a su lado, podía ser capaz de hacer hasta lo imposible por verla, por estar cerca de ella y al parecer a Len le ocurría lo mismo, aunque no me lo decía, podía sentirlo. A diferencia de mi pelirroja, aprovechaba cada momento para expresarle con palabras y hechos mi cariño, había dejado de ver otras chicas desde el mismo momento en que nos vimos por primera vez y mi corazón estaba seguro de que quería compartir cada instante de mi vida a su lado, por su silencio en cuanto a sus sentimientos, a veces sentía dudas de que le estuviera pasando lo mismo, pero estas desaparecían cuando estábamos juntas, solo existíamos nosotras dos. En todo ese tiempo, solo una vez me había enojado con ella, fue cuando sus padres vinieron a quedarse a su departamento y me presento como a una amiga, porque aun no se animaba a hablar con ellos sobre su sexualidad, pude entenderla, hacia solo dos meses que salíamos y entendí que no podía arriesgar la relación con ellos, cuando lo nuestro recién empezaba. Su madre Inessa era muy estricta, amable, pero en extremo religiosa se notaba demasiado que ella parecía controlar a su esposo y sus dos hijos, en cambio Sergei era un hombre pacífico, muy tierno y cariñoso con Lena, bastante comprensivo, que a pesar de las apariencias sabia controlar muy bien el temperamento de su esposa.
En fin, después de conocerlos se instauro en mi esa inseguridad con respecto a sus sentimientos, a pesar de que con hechos demostraba quererme, necesitaba que me lo dijera pero nunca lo hacía, decidí no hacer caso a ese detalle, Elena había salido de una relación bastante tormentosa según me comento Katia y lo que menos quería era arruinar lo nuestro con inseguridades y hacerla sufrir como aquella mujer, sabía que cuando estuviera lista sería capaz de decirme lo que se estaba guardando, por temor a que yo no haya cambiado y solo la esté usando para no estar sola, como a las demás. Estaba decidida a demostrarle que no era así, como se acercaba el cumpleaños de Katia pensé en ir con ella y presentarla ante las personas más cercanas y a mi “mejor amiga”, que estaba muy intrigada en conocer en persona a la mujer que había logrado cambiarme.
Katia sabia todo de mi, con su ex pareja me apoyaron cuando decidí salir del closet con mi familia y en el trabajo que ambas compartíamos, donde inicialmente pesaban que éramos novias, ya que no nos separábamos para nada, íbamos a todos lados juntas y teníamos una complicidad única, nos habíamos convertido en algo así como hermanas. Estuve junto a ella durante la separación de la mujer con la que convivio varios años, ayudándola, ofreciéndole mi hogar, mi hombro para llorar, mi compañía, siendo capaz de hacer cualquier cosa por no verla sufrir así otra vez. Lena varias veces se había mostrado un poco celosa por mi forma de hablar de Katia, pero borraba esas inseguridades tontas con mis besos, mis palabras y mi amor, debo de reconocer que ambas tenían mucho en común, habían sufrido mucho sus separaciones, habían compartido la crianza de los hijos de sus parejas, pero jamás habían sido valoradas, ocupando un lugar secundario en la vida de los niños, su papel era mantenerlos económicamente. Bajo ese contexto y después de meditar bastante las cosas, ese cumpleaños seria el momento ideal para presentarlas, me encontraba ansiosa y alegre, por al fin estar decidida de tener una relación seria y poder compartir algo con dos personas tan importantes en mi vida.
El día de la fiesta ambas estábamos ansiosas por pasar una linda noche, Katia le había pedido a sus padres la casa de campo, que estaba bastante alejada del resto de los vecinos, para que no hubiera quejas por los ruidos de la música. Si bien no eran muchos los invitados, cada vez que nos reuníamos tomábamos y bailábamos hasta muy entrada la madrugada o hasta que amanecía, eran las fiestas más locas que te puedas imaginar y al no estar la agasajada en pareja no habría restricciones en cuanto a horarios, porque ya no había niños como las veces anteriores. Al llegar al lugar, se había dispuesto una habitación para cada uno de los que visitábamos la casa, evitando así que alguien pudiera manejar en estado de ebriedad y provocar accidentes, nos acomodamos en una de las habitaciones, acompañadas por una muchacha del servicio y rápidamente salimos al jardín donde todos estaban reunidos, le presente a Lena a cada uno de mis conocidos quedando para el ultimo el encuentro con Katia, que había salido a recibir a su hermana Natasha, una vez que regreso a la fiesta las presente y como lo suponía se llevaron de maravilla, hablaban muy animadas mientras, yo me dispuse a ir a saludar a Natasha, las dos habíamos tenido algo en una de nuestras fiestas, pero solo fue cosa de una noche de borrachera, ella y yo fuimos el apoyo de Katia todo este tiempo después de la separación y aunque eran muy distintas las quería ambas por igual. El tiempo se me paso volando hablando con Nat, recordé que había dejado a Len con Katia y que aun no le había presentado a su hermana, nos acercamos a donde estaban hablando, parecía no haber notado mi ausencia por todo ese tiempo por la expresión de desagrado en su rostro cuando interrumpimos su conversación, eso no me gusto nada. Natasha, noto mi incomodidad por la situación y se llevo a Katia para informarle que estaba próximo a llegar un amigo de la infancia que quería verla, entonces me quede sola con mi pelirroja, nos acercamos a la barra y pedimos varias rondas de vodka sin hablar de nada, quería preguntarle el por qué de su reacción, que había pasado cuando me fui, pero me gano mi cobardía y simplemente busque un tema banal de conversación, tratando de sacar de mi cabeza esos pensamientos paranoicos. El alcohol comenzó a hacer efectos en todos los presentes, poniendo la fiesta muy animada, bailábamos y nos divertíamos en libertad sin preocuparnos por nada, de vez en cuando pude ver a Katia acercarse a Elena y viceversa pero no note nada raro entre ellas, al menos a simple vista parecían dos amigas que se conocían desde siempre, eso me molesto un poco me sentía desplazada de la vida de ambas y en lugar de hablar y aclarar todo ahí mismo calle. Dejándome llevar por lo que pensaba que veía, trate de no acercarme a ella, la esquive todo lo que pude, me comporte como una perra toda la noche pretendiendo que no estaba ahí, cuando en realidad estaba más que pendiente de lo que hacía, con quien hablaba, a donde iba y comencé a preocuparme por mi salud mental, si seguía con esos celos terminaría por volverme loca.
Me acerque a la barra donde podía verla disfrutar de la fiesta, al parecer no había notado mi comportamiento para nada, se la veía feliz, alegre, bailando con cada uno de los presentes, mi visión se empezó a nublar, ya no podía controlar mi cuerpo normalmente, cayendo en la cuenta de que estaba demasiado ebria, decidí terminar con mi tortura y busque a Lena en la pista de baile, le dije un par de cosas sexis al oído, la tome de la mano y me la lleve a la habitación, donde la hice mía de manera salvaje, descargando mi frustración y los celos que había tenido toda la noche en cada beso y cada caricia, podía sentirla disfrutar por mi atención pero no era capaz de notar lo que en verdad me estaba pasando, grabe en mi mente cada beso, cada caricia que le di, su aroma, su bello cuerpo como presintiendo que esa sería la última vez que podría disfrutar de tenerla entre mis brazos.
Y así fue, después de ese día las cosas se pusieron raras, una tarde que falte a mi trabajo para quedarme con ella su celular empezó sonar, la vi contestar los mensajes con una sonrisa, quise preguntar quién le había escrito pero no fue necesario, confirmo mi sospecha cuando me dijo que era Katia, le había mandado una foto del atardecer en el lago cercano a la casa de campo donde habíamos estado, diciéndole que cuando quisiera la invitaba a verlo con ella. La expresión de mi rostro cambio totalmente, no podía creer lo que estaba pasando, se estaban coqueteando conmigo ahí presente, estaba quedando como una idiota, pero aun así la quería tanto que no me animaba a hablar acerca de esto, no sabría que hacer si ella me dejaba, jamás me habían dejado, mi conciencia me decía que lo tenía bien merecido por haberle hecho lo mismo a otras chicas antes. Ese fue el último día que estuvimos juntas, con la excusa de que mi madre me necesitaba en casa me fui después de ver aquella escena, camine sin rumbo por un largo rato y me senté en la banca de una plaza a pesar mientras me fumaba un cigarrillo, decidí no hacer caso a lo que había visto, Katia jamás me traicionaría de esa forma, sabiendo todos mis sentimientos por aquella mujer, tenía que parar con los celos y confiar en ambas.
Con Katia las cosas no fueron distintas, la notaba rara, esquiva, triste, un día la encontré llorando en el baño antes de entrar al trabajo, la consolé le pregunte que ocurría y me mintió, me dijo que su ex había reaparecido, pasando en frente de ella con otra mujer y eso la había destrozado, no podía entender como ella siendo tan buena persona debía sufrir tanto, al igual que Elena, las amaba a ambas, de diferentes formas sí, pero sería capaz de cualquier cosa con tal de verlas felices.
El fin de semana después de la tarde de los mensajes, llame a Len como siempre lo hacía, para invitarla al cine y me dijo que no, que se iría con mi amiga a la casa de campo, a disfrutar el fin de semana, que me iban a invitar pero justo me tocaba trabajar, corte la llamada con la excusa que debía entrar a trabajar, esa fue la gota que lleno el vaso, la noche anterior había estado con Katia y no me menciono nada, esto debía terminar de una buena vez, odiaba la mentira si hubieran sido sinceras ambas, podría haber hecho todo de otra manera. Esos dos días me la pase encerrada en mi habitación con mi guitarra, salía para comer y para ir al trabajo nada mas, trate de poner la cabeza en frio y analizar la situación, necesitaba respuestas y las tendría así tuviera que ser a la fuerza.
El lunes por la tarde recién me comunique con Elena, después de dos días de no saber nada de ella, no quería verla para aclarar las cosas, no podría soportar la situación si confirmaba lo que tanto temía, así que la llame y sin rodeos le pregunte que sucedía entre Katia y ella, comenzó a decir cosas sin importancia a darle vueltas al asunto para no contestar mi pregunta, me canse de sus juegos y le dije -no contestaste a mi pregunta Katina, ¿quieres estar con ella o conmigo?- se hizo un silencio en la línea y su respuesta fue – mira Jul yo te quiero, la hemos pasado muy bien este tiempo, pero estoy confundida- eso basto para mi, si había confusión ella jamás sintió por mí lo que yo por ella, esto se debía terminar, no podría soportar estar en medio de esta situación así que dije con voz fría y distante –está bien, entiendo no es necesario que me des explicaciones, sabía que esto sucedería ustedes tienen tanto en común y bueno merecen ser felices, yo me las arreglare. Solo una cosa más Elena, no quiero saber más nada de ti- dije y corte la llamada. Inmediatamente mi teléfono volvió a sonar, era ella, no respondí no quería oírla otra vez no podría contener el llanto, al ver que no le contestaba me escribió un mensaje donde me pedía que fuéramos amigas, que la perdonara que su intención no era confundirse pero que Katia había sufrido tanto o más que ella, sentía que necesitaba apoyarla, estar a su lado, que nosotras no éramos nada y le estaba dando mucha importancia a algo que no la tenía. Rompió aun más mi corazón con ese mensaje, todo este tiempo había estado mostrándole de todas las maneras posibles cuanto la quería, pero para ella solo fui nada, mis inseguridades no eran tales era mi razón pidiéndome que reaccione, que Lena no era lo que aparentaba.
Pero me faltaba una pieza clave en esta historia, Katia, quien me llamo más tarde ese día fingiendo preocupación, como hice con Elena, le pregunte sin vueltas que estaba sucediendo, efectivamente ella se sentía atraída por ella, le reproche su falta de sinceridad, no podía entender como había sido capaz de mentirme, le dije que no me iba a entrometer entre ellas, que no había cosa que deseara mas en el mundo que verlas felices, que yo me salía de esta historia y también le roge que me diera un tiempo hasta que asimilara todo para aparecer con ella en los lugares que solíamos frecuentar, ella me prometió que así seria y nuestra “amistad” se termino ahí.
Fueron los peores días de mi vida, estaba completamente sola, no podía hablar con nadie de lo que había pasado me sentía una tonta, no confiaba en nadie y para colmo de males me cruzaba con Katia en el trabajo a todas horas, una noche cuando no habían pasado ni siquiera una semana de que se terminara todo, me encontré a Elena esperando a Katia en la puerta, se dieron un apasionado beso delante de mis narices, se subieron al auto y se fueron, esa falta consideración y su desprecio por mis sentimientos me hicieron endurecer mi corazón, al punto de que nunca más me permití confiar en alguien más, esa sería la primera y última vez que me veían la cara de idiota. Una tarde al salir del trabajo me encontré con Katia, ya había pasado un tiempo considerable desde la última vez que nos hablamos, a pesar de todo le seguía teniendo cariño a ambas, así que le pregunte como iban las cosas, tratando de esconder el dolor que se instalo en mi corazón cuando me dijo que estaban viviendo juntas, que Elena al fin había salido del closet con sus padres y la había presentado como su pareja, ese fue el fin de todo.
Fin del flashback.
Anya me miraba con el rostro desencajado, se notaba por su expresión.
- Julia, de veras que después de oírte no entiendo que haces buscando respuestas, perdón si suena brusca la manera en que te digo esto, pero está más que claro que Elena jugo contigo.
- Si yo pensaba lo mismo, pero no puedo evitar pensar que algo tuvo que haber pasado en ese viaje, ya que ahora con sus actitudes me demuestra que si sentía, o siente algo por mí.
- ¿De qué actitudes hablas? Por la forma en que te trata solo parece tenerte rencor, aunque no entiendo el por qué, si tú te sacrificaste para que ellas fueran felices.
- Creo que siente celos de ti, no me parece casual que justo el día que vengo lo tengas libre, o lo que sucedió la vez anterior que al vernos juntas te haya montado una escena y luego me diera el alta. Además hay algo que no te conté, el viernes tuve una descompensación, porque no cumplí al pie de la letra las indicaciones de Katina, comencé a trabajar y tenía tantas cosas acumuladas que me descuide un poquito. Me encontré en la cama del hospital con un suero y cuando llame a la enfermera para saber que había sucedido, apareció ella estaba realmente preocupada me dio un sermón y cuando vio que estaba a punto de llorar se acerco y me abrazo, pude sentir como su cuerpo perdía la tensión por el miedo y la angustia, te juro que quería quedar así para siempre con ella pero apareció mi madre, tomo su actitud de siempre y se marcho, hoy vine decidida a hablar pero no vino.
- Ahora que lo pienso me parece que puedes tener razón, apenas tengas la oportunidad habla con ella y cierra esta historia- dijo mirando el suero vacio- voy por la enfermera la medicación se ha terminado.
Mientras retiraban la aguja de mi brazo Sven se hizo presente, valoro mi estado clínico y escuchando mis ruegos me dejo volver a casa, Anya se ofreció a llevarme así que la invite a cenar, no contaba con la presencia de mis hermanos en el lugar, me sentí un poco incomoda al principio, pero después me acostumbre a la situación y pasamos una hermosa noche en familia, la enfermera se estaba ganando muy rápido un lugar en mi corazón, rompiendo de a poco los muros que había creado en mi interior, me sentía lista para cerrar esa etapa tan dolorosa de mi vida, solo faltaban unas cuantas piezas por encajar y quitar a Lena para siempre de mi. La cena termino, estuvo tan agradable que no sentí los efectos de la medicación hasta que todos se hubieron ido, con el cuerpo pesado por el cansancio me dirigí a mi habitación me tire en la cama y me dormí vestida, solo llegue a quitarme las zapatillas.
Al día siguiente desperté más cansada que el dia anterior, me levante sin voluntad de la cama y me dirigí al baño, los vómitos comenzaron dejándome más exhausta aun, por lo que llame al trabajo y me reporte enferma, no podría soportar todo lo que tenía que hacer, así que le pedí a mi secretaria que reprogramara todas mis citas de ese día para el transcurso de la semana, de seguro mañana estaría recuperada si descansaba bien, me recosté en la cama, prendí el televisor y vi varias películas, mi madre me atendió como si fuera una niña, me sirvió todas las comidas en la cama y de vez en cuando se sentaba a mi lado para hablar de cualquier cosa. Mi celular sonó, mire la pantalla y era Alexei quien llamaba, se había enterado de lo ocurrido la semana anterior y quería verme porque necesitaba hablar sobre algo, me dio mucha intriga, por lo que lo invite a casa a tomar un café y acepto. Me levante de la cama me puse unos jeans, zapatillas y una camisa, camine hasta la sala, sentándome en el sillón a escuchar un poco de música y leer un libro en lo que el llegaba. El timbre sonó, abrí la puerta y ahí estaba, nos saludamos, lo invite a pasar serví el café para ambos con unas masas dulces y el empezó a hablar de manera nerviosa.
- Jul yo quería disculparme contigo, no debí dejarle tu caso a Elena, mi intención solo era ayudarlas a cerrar la historia que tanto las ha marcado a ambas.- no podía creer lo que escuchaba mi amigo sabia quien era ella y todo este tiempo no se atrevió a decírmelo, un poco enojada por su confesión me dispuse a buscar respuestas.
- Espera Alexei, ¿Cómo es eso que tu sabias de mi historia con Elena, a caso la conoces? ¿Cómo pudiste traicionarme así? ¿Por qué no me dijiste nunca la verdad?-. le reproche levantando el tono de mi voz y con el rostro rojo por la bronca.
- Tranquilízate Jul, yo no te traicione esto ha sido una mera casualidad, mi esposa Nastya es la mejor amiga de Elena, supe quien eras y lo que había pasado entre ambas, de casualidad cuando le mencione tu nombre completo a mi esposa mientras conversábamos a cerca de mis pacientes. Sé todo lo que sufrieron ambas por esa loca de Katia, ella estaba enferma Julia, nunca quiso a Lena solo las alejo a ambas, porque sospecho que siempre estuvo enamorada de ti.- dijo levantándose y caminando nerviosamente de un lado a otro de la sala.
- Yo lo siento de verdad, creo que debiste ser sincero desde el primer momento, no puedo creer eso, ¿Katia enamorada de mi? es imposible nunca me insinuó nada ella quería a Elena estoy segura, ambas se querían. Esto que me estas contando no tiene sentido, ahora estoy demasiado cansada y enojada contigo necesito pensar y te pido por favor que te vayas de mi casa, luego hablaremos de esto-. Dije dirigiéndome hacia la puerta abriéndola invitándolo a salir, antes de irse me miro con expresión triste por mi reacción y con la voz entrecortada dijo:
- No entiendo porque eres tan terca, abre los ojos, Elena siempre te amo y desde que la dejaste no ha hecho más que sufrir y alejarse de las personas, habla con ella Jul, aclara las cosas, busca a Katia y veras que no te miento, ustedes siempre se amaron, solo se dejaron llevar por esa hipócrita que las termino separando. Adiós y no te enojes conmigo solo quise ayudar.-
Me quede ahí parada en la entrada de la casa viendo como se alejaba en su auto, con los ojos llenos de lagrimas y millones de pensamientos, ¿buscar a Katia? pero ¿en donde? hacía años no sabía nada de ella, era imposible que estuviera enamorada de mi, si así hubiera sido me habría buscado de nuevo pero jamás lo hizo, quizá Alexei solo vino en defensa de su amiga y por eso invento todo. Esta historia cada vez se ponía más loca, no sabía qué hacer con tanta información así que llame a Anya, contándole todo lo ocurrido, ella me escucho, me ofreció sus consejos y con sus bromas y optimismo logro hacerme olvidar por un rato de todo lo que atormentaba a mi cabeza, en tan poco tiempo esta chica estaba logrando tantas cosas, si que era especial.
En un alguna parte de Moscú se encontraba una obsesionada mujer, oculta en las sombras esperando el momento justo para hacer su aparición, tomo su teléfono y llamo a su cómplice para saber los detalles de cómo avanzaba la tarea que le había sido encomendada.
- Hola preciosa ¿Cómo va el asunto de Julia y Elena?- decía al teléfono una rubia mujer de ojos negros, mientras le daba la ultima calada al cigarrillo que tenía entre sus manos.
- Todo marcha perfectamente, tenias razón con tus consejos poco a poco me estoy ganando su confianza, dentro de poco la tendré comiendo de mi mano y lo más alejada de Elena posible, mi ayudante está trabajando también con la pelirroja.- respondió a la pregunta con una sonrisa maliciosa.
- Perfecto- contesto apagando con el pie el cigarrillo que había tirado al piso- pero no te hagas ilusiones de que tendrás a Volkova para ti, si no está conmigo, no estará con nadie, en cuanto a Elena poco me importa lo que pase con ella es una perra idiota muy fácil de manipular, así que me encargare personalmente. Pronto será el momento de mi aparición y espero la prepares para ello, bajo ninguna circunstancia puede volver con Katina ese sería el fin de nuestros planes, no estoy dispuesta a perder en esta historia, llevo demasiado tiempo planeando todo esto. Trata de no arruinar nada, Volkova no es ninguna tonta.
- No te preocupes, así se hará, sabes que haría lo que sea por ti.- contesto y corto la comunicación.
-Pronto volveremos a vernos Julia, pero esta vez será diferente, serás mía aunque sea a la fuerza no te voy a permitir que me vuelvas a rechazar-. Se dijo a sí misma la misteriosa mujer, recordando con dolor todo lo que había sufrido al ver a la pelinegra salir con cuanta mujer se le apareciera sin hacerle caso ni una sola vez.
paulavk- Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 09/09/2016
Edad : 34
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» NUESTRA HISTORIA DE DOS. By: LittleVolk
» Ángel Oscuro // Por: Rainknight
» Pregunta El amor te cambia o tu cambias por amor
» EL PACTO /// JuanaLaLoca
» LA DESPOTA /// JuanaLaLoca
» Ángel Oscuro // Por: Rainknight
» Pregunta El amor te cambia o tu cambias por amor
» EL PACTO /// JuanaLaLoca
» LA DESPOTA /// JuanaLaLoca
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.