¿Destino? o ¿Cruda realidad?

¡HOLA! Bueno, soy nueva en esto, así que si les gusta esta historia, espero y me lo comenten, para yo poder seguirla, me inspire en un documental sobre "los niños de la estacion Leningradski". Espero les guste y ahí les va.      


¿Cómo puede entenderse el destino?, ¿Por qué hay ricos y pobre?, ¿Por qué motivo nos toca ser ricos o pobres?, ¿Por qué si uno sufre, hay otro que disfruta?
Cuando nacemos, no hay un mapa que venga pegado a nosotros, no sabemos a dónde iremos; no traemos un instructivo que nos diga cómo vamos a vivir, si vamos a comer o no, si vamos a tener familia o no, si viviremos mucho tiempo o moriremos al poco tiempo de nacer. Lamentablemente al nacer, no sabemos qué tipo de vida llevaremos, y lo más importante, si sufriremos o disfrutaremos la vida…
La pregunta que me he hecho toda mi vida, ¿por qué algunos padres traen a sus hijos, sólo a sufrir a este mundo?, ¿por qué sabiendo que la pobreza les carcome los huesos, traen a un pedacito de cielo a este infierno?... Sé que algunas personas pobres los esperan con alegría y amor, lo más esencial de este mundo; velarán que nunca les falte nada, así se rompan la espalda todos los días…pero no todo es así siempre, muchos, traen a sus hijos a este mundo “sin querer”, ¿y qué es de estos niños?, maltrato, abandono, abuso.
Nadie sabe lo que el destino tiene preparado para uno, si será bueno o malo; si en la tormenta encontraremos calma o en la calma habrá turbulencias.

Capítulo 1 Cruda Realidad, amor a pesar de todo

Desde pequeña quise saber ¿por qué mis padres no me amaban?, ¿qué hice malo, para qué ellos me trataran de esa manera?, a pesar del tiempo, me lo sigo preguntando. No sé, porque la vida te golpea de manera tan dura, y a tan temprana edad. Mi vida no ha sido nada fácil, por ello la contaré el día de hoy.
Nací el 4 de octubre de 1984, vine al mundo sin ser esperada, sin ser amada. Pelirroja, de piel blanca y con pecas.  Mi familia es de escala social pobre, vivíamos en Rublyovka, al oeste de Moscú, demasiado lejos como para tener una vida más digna; mi casa, estaba en unos apartamentos ya viejos, podías ver pedazos de ladrillos por todos lados, temía que algún momento de la noche el techo y los demás pisos cayeran sobre mí. Tenía un hermano, cinco años mayor, llamado Samir, parecido a mí, solo que con ojos grises;  él era el único termino de “amor” que yo conocía, desde que tenía cinco años Samir se encargaba de mí. ¡Era un niño cuidando a otro niño! Recuerdo que cuando salía de casa por la mañana junto a Samir, luego de ser golpeados por mi padre, como todos los días, nos dirigíamos al centro, para pedir dinero y poder comer algo; al final del día nos alcanzaba para poder comprar algo de pan para ambos y llevar a casa. No nos gustaba llegar a casa  al atardecer, ya que sabíamos que a esa hora, papá ya estaba consumido por el Vodka y mamá, estaría en su “viaje”. Mi padre no trabajaba, era alcohólico, todo el día pasaba ebrio; mi madre vendía ropa en las calles, compraba vodka y pegamento con el dinero que ganaba, no entendía por qué gastaban ese poco dinero en esas cosas, pero era mucho peor si no les alcanzaba para comprarlas. Si de por sí, medio sobrios por la mañana, nos golpeaban e insultaban, diciéndonos cosas horribles, cosas que tengo grabadas en mi memoria con tinta indeleble: “En mal momento deje que existieras”, “Debí venderte cuando pude”, “Estorbo”. Samir siempre me tapaba los oídos cuando podía, más otras veces era golpeado por hacerlo.
Tanto mi cuerpo como el de Samir, poseían cicatrices, hematomas, aruñones, marcas de quemaduras de cigarro. Samir tenía una cicatriz al lado ojo izquierdo, iba desde la cien hasta el mentón, recuerdo como esa cicatriz llego a parar a su rostro; era de madrugada y ambos dormíamos en nuestra habitación, en una cama ya vieja, que logramos conseguir en el basurero; recuerdo escuchar el golpe de la puerta y al abrir los ojos, ver a papá tomando del cabello a Samir y  tirándolo al piso, mientras le gritaba: ¡Maldito, tu tomaste mi vodka!, Samir lloraba diciendo que no, yo le gritaba que lo dejara, que parara. Después de goles y puñetazos, vi como papá tomaba la navaja que siempre cargaba en su bolsillo, y le cortaba el rostro a Samir. Nunca en mi corta vida había sentido tanto dolor, ver a mi hermano sangrando, tomándose la cara y llorando…
Las marcas de cigarro era por rehusarnos a dar el dinero que ganábamos, los golpes eran por frustración, las patadas, esas era de ira, los gritos y palabras abusivas, eran de rencor.
Recuperarnos de las heridas externas era doloroso pero sencillo, en cambio las internas, eran difíciles, inclusive después de tanto tiempo.
Cuando Samir tenía 10 años, me dijo que huyéramos de casa, que tomáramos con sus amigos Roma y Andrey, dos hermanos que al igual que nosotros, sufrían violencia en casa, la diferencia es que ellos sufrían violencia sexual; con cinco años comprendía que era huir, pero, a pesar de todo qué pasaría con nuestros padres, Samir me dijo que no me preocupara por ellos, que ellos podían cuidarse solos. El jueves por la noche preparamos nuestras cosas, Samir había guardado dinero en sus gastados zapatos, tomó una mochila y allí metió unas cuantas ropas, yo llevaba otra mochila con unas frazadas, Roma dijo que en Moscú hacia mucho más frío por las noches. Al amanecer Samir salió a buscar a Roma y  Andrey, para ver si ya estaban listos, fui a la sala y pude ver a mis padres, dormidos profundamente, a pesar de todo los maltratos, los amaba, nunca me demostraron amor, pero yo, deseaba que en algún momento lo hicieran, cuando pasaba por una tienda de televisores y miraba un comercial sobre una familia feliz y amorosa, esperaba que al llegar a casa eso me pasara…pero a algunos nos tocaba perder; decidí despedirme de ambos dándoles un beso en su mejilla y susurrando un leve “te amo”.  Espere que Samir y sus amigos llegaran para poder irnos. A medio día ya estábamos montados en el tren, esperando llegar a algún lugar. No sabía contar así que no supe cuánto tiempo pasamos en el vagón, solo sé, que la estación donde Roma se emocionó fue en “Leningradsky”, nuestro hogar a partir de ese momento.

Hola
se ve interesante
siguela pronto

Parece interesante asique éxitos!

Capítulo 2  Cuatro años

Los primeros meses fueron difíciles, adaptarse a algo nuevo, vivir en la calle, con un poco fuego y esperando que la policía no llegara y nos lastimara, que los pedófilos o secuestradores nos robaran y llevaran a otro sitio. Cada noche que pasaba rezaba que al despertar, Samir, Andrey y Roma estuvieran a mi lado, tenía miedo de despertar y no verlos. Tenía miedo de estar en un lugar sola, sin saber a dónde ir o qué hacer. Para poder comer, íbamos a la estación de trenes, pedíamos dinero y nos íbamos antes que llegarán los más grandes y no lo quitaran, como en tres ocasiones anteriores. Siempre comprábamos algo de arroz y en una lata lo cocinábamos o algo de pan, por lo menos teníamos con que llenar un poco el estómago; ninguno quería robarle a las personas, Andrey decía que gracias a mí, por ser pequeña y la niña más bonita, como siempre me decía, siempre conseguíamos dinero, mi “carita inocente” era de ayuda, pero también era complicado tener la “carita inocente”, muchos hombres se acercaban a mí, ofreciéndome dinero, una ducha, comida, una cama. Eran cosas con las que soñaba últimamente, en los momentos en donde parecía que  yo aceptaría, aparecían Roma y Samir, llevándome y alejándome de esos hombres.

Después de recibir un fuerte regaño de parte de los tres, me disculpaba, ellos siempre me explicaban que, los hombres mayores no ofrecen sin recibir a cambio, ellos dan y bueno uno tiene que devolverles el “acto de buena fe”.

Hay personas muy buenas, que llevan comida a los niños, ropa, agua, hasta algo de cariño. Era un buen plato de comida, algún refresco delicioso, si estabas herido, te curaban, si te dolía algo, te quitaban el dolor con alguna medicina, te abrazaban, te daban ropa…era el mejor día. En una de esas “reuniones” como le decíamos, conocimos a Sveta y Antón, al igual que nosotros era niños que se escaparon de sus casas; ellos vivían por los casa abandonadas, junto a más niños, nos ofrecieron irnos con ellos y poder tener un techo donde dormir, la única condición era contribuir con todos, la mitad del dinero que ganábamos iría para toda “la casa”, mientras la otra, era nuestra al 100%. Mi hermano les dijo que lo pensaría, y en la otra reunión les diría si aceptaba o no, al llegar a las bancas donde dormíamos, Roma decía que era buena idea irnos con ellos, que así podíamos estar en un lugar más caliente, Andrey estaba del lado de Roma…Samir no estaba de acuerdo, dijo que no le parecía compartir el dinero que tanto costaba conseguir, y en qué lo gastarían “la casa”. Yo pensaba que era buena idea irnos con ellos, además de tener un lugar para dormir, tendríamos compañía, y nos sentiríamos “seguros”.
La semana pasó y Samir aceptó, recogimos todas nuestras cosas y nos las llevamos, siguiendo a Antón y Sveta, llegamos  a las casas abandonadas, era como si una guerra hubiera arrasado en ellas, eran escombros, las paredes estaban con hoyos, apenas había techo, en el suelo mirabas ropa o basura, era un tipo de basurero, pero a pesar de ello, era un hogar.

Al entrar pudimos ver a muchos niños, de nuestra edad, más pequeños o más grandes, había más niños que niñas. La casa estaba dividida, como dijo Antón: “los más grandes viven arriba, los medianos y pequeños en el centro; y la parte de abajo es para <esnifar> y tomar vodka (no sabía que era esnifar, el vodka, lo conocía de sobremanera por papá). Son libre de ir y venir como quieran, todos los días deben dar la mitad de lo que ganen, eso sirve para que los más grandes nos cuiden en la estación y aquí en la casa”. Sveta nos llevó a nuestra “habitación”, era un pedazo donde estaban dos armarios, ella dijo que podíamos dormir en el armario o en el suelo, pero si alguien lo tomaba antes, no se podía pelear, ya que todo se comparte. Había ya niños durmiendo, Andrey acomodo las frazadas en el armario para que yo pudiera dormir ahí, ellos se quedaron con cabeza en la entrada del armario. Esa noche pude sentir un calor reconfortante, pude sentir seguridad. Por la mañana pudimos comer algo, muchos niños fumaban a esa hora y se iban, otros tomaban vodka y algunos tenían una bolsita con algo gris en la boca, me daba curiosidad preguntar que hacían y saber que eran las machas que tenían en la boca.

Al salir le pregunte a Andrey sobre qué era lo que tenían en las bolsitas, y él me dijo: “es pegamento bonita, lo usan para no sentir hambre u olvidarse de malos recuerdos”. Sabía que el pegamento arreglaba cosas, como mis zapatos, pero no sabía que era mágico; Andrey me hizo prometerle que nunca usaría el pegamento, que si alguno de los niños de la casa me lo ofrecía, que no aceptara, porque era algo muy malo, y yo al ser una niña no debía; le prometí que nunca lo usaría, que sería una niña buena. Samir estaba algo molesto, porque no le gustaba el ambiente en el que empezamos a vivir, dijo que le recordaba a casa, tenía razón…pero a diferencia de casa, aquí no habían maltratos.

El tiempo pasaba, algunos días comíamos dos veces otros solo una. Andrey peleaba mucho con algunos niños de la casa, ya que estos tomaban su ropa; Roma comenzó a fumar a diario, ya no unía su dinero con el nuestro; Samir, una que otra vez se peleaba, el motivo, algunos niños me jalaban el pelo o me botaban, y al verme llorar explotaba; y yo, bueno, yo trataba de ser una niña buena, tal y como le prometí a Andrey, cuando tenía hambre, las niñas mayores me ofrecían pegamento, pero a pesar de sentir mi tripa arrugarse, decía que no. Anna me cuidaba siempre, tenía 8 años, cuando Andrey no dejaba que saliera de casa, ella se quedaba conmigo, ya sea jugando o simplemente durmiendo.

El tiempo fue pasando, cuatro años para ser exactos, ya nos habíamos acostumbrado de sobremanera a la “casa” y en esos dos años, pasaron cosas trágicas. Roma se fue un día y nunca regresó, por Krim, un niño de la estación, nos enteramos que un hombre se lo llevo a medio día y nunca lo regreso, según Krim, Roma no opuso resistencia; para Andrey fue duro enterarse que su hermano se había ido con algo pedófilo o asesino; los tres estábamos tristes, faltaba la presencia de Roma. Andrey y Samir lo buscaron por dos semanas, en la estación, en alguna calle solitaria, en callejones, pero nunca lo encontraron. Antón nos dijo, que para ese tiempo (dos semanas) o ya se lo habían llevado a otro país o estaba muerto. Era algo muy duro pensar en ello, queríamos que no fuera cierto, queríamos pensar que se topó con buenas personas y que en algún  momento regresará con nosotros…pero el tiempo pasó y nunca lo trajo consigo.

Yo solía ir a Moscú junto a Ana, Samir, Andrey y Oleg un amigo de la estación, se había escapado de su casa porque su madre era drogadicta, y apenas podía con su existencia. Cada vez que íbamos a Moscú, pedíamos dinero en la calle, la gente tenía recursos por lo cual siempre nos daba dinero, algunos daban comida. Pasábamos dos días en Moscú, dormíamos en alguna banca o algún parque. En una de nuestras tantas idas y estadías, por la mañana creo las 7,  yo me perdí, no sabía ni leer, así que no sabía exactamente donde estaba.

Recuerdo estar al frente de una gran casota, era blanco y gigante, tenía un jardín enorme al frente y había niños, señores, señoras saliendo y entrando de este. Vi como estaban vestidos, tenían su ropa limpia y nueva, yo, bueno la mía estaba desgastada, sucia, manchada de tierra. Vi sus rostros, con una sonrisa enorme…estaba viendo a las personas bonitas pasar a mi lado, pero algo llamo mi atención al sentir un leve dolor en mi cabeza, alguien había chocado conmigo, cuando levante mi rostro y puse mi mirada sobre esa persona, sentí un remolino, era algo nuevo, supuse que era un niño por su cabello y ropa, ya que llevaba pantalón, se sobaba la frente con el ceño fruncido y expresando dolor. Después de unos minutos se levantó y se acercó a mí, tendiéndome la mano, para poder levantarme. Tome su mano le dije gracias. Recuerdo que removió un mechón que tenía en la frente y lo aparto para ver el chinchón que tenía. Vi sus ojos azules, tan claros y bonitos, vi su cara, sus mejillas, su nariz, su mentón, supuse que tenía mi edad por su estatura.

“Discúlpame, estaba distraída viendo unas partituras que mi maestro me ha entregado y no me he fijado que estabas justo al frente”





Gracias por los comentarios, espero les guste

Pues ahora pinta mejor asique ataque por favor sube más de esta historia

Hola
que buen capitulo
siguela pronto
vamos a ver el primer encuentro
entre las chicas

Capítulo 3  Un mundo nuevo

Creo de una manera fuerte, en que la vida te lleva con las personas correctas y hace que te topes con ellas, no todo en la vida son sufrimientos y penas, no siempre reiremos y lo más importante no siempre lloraremos…

“-No hay problema, yo estaba distraída también.
-He visto que te he dejado un golpe en la frente, deja que la enfermera lo revise.

Pude ver como miraba mi frente, y quitaba mis rizos despeinados de esta. Sonreí por su forma de actuar, ninguno de los niños de la casa cuando me golpeaban, trataban de disculparse o ayudarme.

-No gracias, he recibido golpes más fuertes. Después de responderle, su ceño se frunció y se quedó seria por unos segundos.
-Las niñas bonitas como tú no deben recibir golpes fuertes
-Las niñas “bonitas” son las que están limpiecitas de los pies a la cabeza.
-Tal vez no estés “limpia”, ¿pero sabes? Eso tiene solución.
-¿Qué solución?
-Podemos ir a mi casa, tomas un baño y te doy ropa, de esa forma, estarás “limpia” y bonita. ¿Qué dices, aceptas?

Le prometí a Andrey nunca irme con un hombre, pero ella era una niña y sabía que no podría hacerme nada malo. ¡Mis amigos! Debía de encontrarlos.

-Acepto, pero necesito buscar a mi hermano y mis amigos.
-Perfecto, si quieres te acompaño a buscarlos, les avisas y nos vamos. Por cierto bonita. ¿Cuál es tu nombre?
-Elena, pero dime Lena, aún no soy vieja.
-Un placer conocerte Lena. Me llamo Yulia Volkova

Sonreí y tomé su mano, la que me extendió en forma de saludo, me ayudó a buscar a mis amigos mientras platicábamos, no sabía leer así que cada cartelito que miraba, le pedía que me lo leyera y me dijera dónde estábamos. Sentí algo muy feo al ver a dos señores grandotes detrás de nosotras, Yulia se percató de ello, me tomó la mano y me explicó que ellos estaban ahí para cuidarnos, me relajé  y seguí con la búsqueda. Tiempo después los vi a los cuatro en una calle, hablando con otros niños, le pedí a Yulia que se quedara y yo iría a hablar con ellos.

Cuando llegué, los cuatro me regañaron, porque ya llevaban tiempo sin saber de mí, pensaron lo peor, mientras le explicaba, Andrey se dio  cuenta de la presencia de Yulia a unos cuantos metros de nosotros, Samir me preguntó ¿quién era? Expliqué como pude, y les conté que ella me había invitado a su casa, a ninguno de los cuatro les pareció la idea de que me fuera con Yulia, no estaban de acuerdo, ellos decían que ningún tipo de niños como “ella” se acercaba a nosotros. Les pedí que dejaran irme con ella, así les diría si es como ellos dicen. Samir, a pesar de todo acepto,  a los demás no les quedó de otra que aceptar. Quede con los cuatro vernos en el parque cuando el cielo estuviera anaranjado, les prometí y me despide de cada uno.

Yulia estaba parada con los hombresotes, me fui con ella, me dijo que iríamos a la casa de su abuela, ya que esta era la que quedaba cerca.

-¿Son tus amigos?
-Sí, bueno el pelirrojo es mi hermano se llama Samir, los demás son mis amigos
-Supuse que era tu hermano, todos son mucho más grandes que tu
-Oleg y Ana tienen 16, Andrey y Samir 15
-¿Y tú cuántos años tienes?
-Tengo 9. ¿Tú Yulia?
-Yo tengo 11

Caminamos hasta un carrote, era negro y negro, todo era negro. Subimos y empezamos a andar, en el camino le pregunte a Yulia ¿qué era partitura? Me explicó que era una cosa que servía para hacer cualquier música. ¿Había cosas para hacer música? ¿Qué no sólo se canta? Yulia hablaba de cosas que no entendía ni conocía, ¿piano?, ¿cello?, ¿violín? Se reía cuando le preguntaba qué era lo que decía. Dijo que poco a poco entendería las cosas, ella se encargaría de explicarme y hacer que conociera todo de lo que hablaba.

Llegamos a unas grandes casotas, Ana dice que se llaman edificios, pero a mí me gustaba decirles casotas. Eran largos, Yulia me llevo a una puerta que se abrió solita ¡Eran fantasmas! Me asusté y le dije que no entraría ahí, se carcajeo y me llevó dentro, apretó unos botoncitos y esa cosa infernal comenzó a moverse, Yulia me explicó que era un “ascensor”, mi cara le dijo mucho, por eso me explicó que servían como las escaleras, pero eran más rápidos. “La caja fantasma” se detuvo y bajamos en una casa hermosa, era bonita, tenía todo limpio y bien arreglado, era enorme, habían sofás grandes y nuevos, mesas limpias, el piso era blanco y brillaba, después de admirar todo, me di cuenta que Yulia me veía con una sonrisa.

-Nunca había visto una casa limpia y bonita
-Vete acostumbrando que la verás más seguido
-¿La veré más seguido?
-Sí Elena, te enseñaré muchas cosas, por ahora conocerás a mi abuela.

Me llevó a un “corredor”, no era alguien que corría, como yo imaginé, era un pedazo con dos paredes. Llegamos a una puerta de madera, Yulia tocó unas cuantas veces y alguien dije “adelante”, cuando abrió la puerta, vi a una señora ya grande, vestida de blanco, viéndose al espejo. Me quedé en la puerta, viendo como Yulia la abrazaba y le daba un beso, cómo la señora lo aceptaba y le devolvía no uno, sino muchos. Después de unos minutos la señora me vio y me preocupé, pensé que me sacaría de la casa. Se acercó a mí, y me tendió la mano, mientras sonreía.

-Me llamo Tanya
-Soy Elena
-Mucho gusto señorita Elena. Bueno Yulia muéstrale tu habitación a Elena, vayan a jugar un poco en lo que les preparo algo para comer.

La señora salió, me sorprendió que no me viera de una manera extraña, como algunas señoras lo hacían, Yulia me llevó a otra habitación, supuse era la suya. Se quitó su suéter negro y lo dejo en un palito. De una gaveta sacó ropa de diferentes colores, entró en una puerta y regresó con zapatos.

-Creo que todo esto te quedará, sino es así, iremos a comprar ropa que te quede. Ven conmigo, te llevaré a la bañera.

Me llevó a una puerta la abrió y dejó ver un baño enorme, blanco y reluciente. Me mostró dónde podía tomar un baño, las toallas, y demás cosas; salió y yo me dispuse a tomar un baño, como hace tanto tiempo no lo hacía. No puedo describir la sensación de sentir el agua en mi cuerpo, era perfecto, delicioso y extraordinario. Había soñado con este momento, en la casa no había agua potable, por eso cuando llovía, recogíamos agua para beber o lavarnos la cara. Me tomé mi tiempo, quería disfrutarlo.

Salí envuelta en la toalla, me la puse como capa, me quedaba demasiado grande, me sorprendí al verme en el espejo, no recordaba que tenía tantas pecas, me alegro verlas…Deje de verme en el espejo al escuchar un leve golpeteo en la puerta y un “puedo pasar”.

-Te asienta bien el cabello mojado, se ve más rizado
-¿Qué es asienta?
-Se te ve bien
-Gracias Yulia  
-No hay porque señorita, ahora es momento de que te pongas la ropa.

Salimos del baño y me dijo que eligiera la ropa, podía tomar lo que me gustara; Yulia salió y me puse a pensar, ¿por qué era buena conmigo?, la mayoría de niños nos ven y luego nos ignoran…en definitiva Yulia era diferente a todos ellos. Tomé una blusa negra de manga corta, un pantalón azul y unos zapatos negros. Me coloque la ropa interior que Yulia había dejado, sentí algo magnifico, era ropa limpia y suavecita; termine de cambiarme y peinarme, tomé mi ropa vieja, la doblé y la llevé conmigo a buscar a Yulia.

La encontré en la sala sentada leyendo algo, era un librito azul. Sintió que estaba ahí, porque levanto su mirada y me sonrió.

-¿Te has visto ya en el espejo? Estás linda
-No, todavía no. Gracias
-Ven, vamos a que te veas

Se levantó y me tomó la mano, me llevó de nuevo al baño y lo pude ver, me miraba como una niña bonita, toqué mi reflejo en el espejo, era alguien más, llevaba años sin ver mi piel así de blanca, mi cabello se miraba bonito, se veía más rojo de lo normal; pude ver a Yulia sonriendo por el espejo, me dijo toda clase de cosas bonitas, llegué a sentir pena, pero una buena, Yulia dijo algo sobre sonrojo, me explicó que era tener las mejillas coloradas, tal y como yo estaba. En esos momentos supe que te sonrojas por algo que te gusta.

Su abuela nos llamó para que fuéramos a la mesa, al sentarnos, vi toda clase de comida, no sabía que era la mayoría pero se miraba y olía delicioso, sin pensarlo dos veces, tomé un pan y un poco de arroz con las manos, recordé que no estaba en la casa, me dio vergüenza ver como Yulia y su abuela me miraban sorprendidas.

-Lo siento, yo no quer…
-No te preocupes pequeña, acá aprenderás a utilizar los cubiertos, y tendrás comida caliente
-Tranquila Lena, poco a poco yo te enseñare

Sonreí y dije un leve gracias; la abuela de Yulia nos sirvió de todo en el plato, y poco a poco me explicó para qué servían las cucharas y todo eso. Me encantaron unas unas rodajas verdes, la señora Tanya me dijo que son zuki algo, los nombres no me importaban, yo solo quería comer y disfrutar un poco. Sé que se asombraron de la cantidad de comida que pude comer, pero todo estaba tan delicioso, era un crimen no comerla toda, sé que lamer el plato al final no fue correcto, pero hasta el plato sabía delicioso. Terminamos de comer y pregunte a la señora Tanya, si podía llevarme lo que sobraba de la comida para mis amigos, la señora sonrío y me dijo que por supuesto, se fue y regresó minutos después, con envase plásticos blancos, los llenó con toda la comida de la mesa y me los entregó.

-Espero que a tus amigos les guste
-Le aseguro que se enamoran de usted

Yulia y la señora Tanya me sonrieron; todavía faltaba para que el cielo se pusiera anaranjado, así que Yulia empezó a enseñarme toda clase de cosas, yo le dije que me encantaría aprender a leer, porque ya estaba cansada de perderme siempre y no saber dónde estoy, con una sonrisa, fue a buscar algo y regreso, era un libro algo grande, con niños al frente. Me dijo que aprendería poco a poco, ella se encararía de ello…desde ese entonces supe que Yulia me enseñaría otro lado de la vida que yo no conocía…”


Andyvolkatin ¡Gracias! Espero y te guste.
Kano chan ¡Gracias por el apoyo! espero te guste

Wow tia que pinta tiene esto !! Me encanta y me ha hecho mucha gracia !! Espero actualices pronto !!!
Saludos

Que bonito espero continúes

Hola
que buen capitulo
porque Yulia y la abuela de ella
le dicen a Lena que aprendera
muchas cosas con ellas eso es raro
espero sigas pontro el sgte capitulo

Capítulo 4 Futuro

-Lo nu..bee
-La
-La nube es de calar…
-Color Len
-Disculpa, color bl…o…nco
-Blanco Lena, es una “a”, vuelve a leerla
-Blan…co
-Bien, ahora léela completa
-La nube…es de co…lor bla…n…co
-¡Perfecto Len!

Una semana después pude leer por primera vez una oración de 6 palabras, ya sabía leer algunas otras palabras, pero las oraciones me costaban, me molestaba pero Yulia decía que suele pasar las primeras veces. Yulia dijo que aprendí de manera rápida y me sentía orgullosa, al igual que ella. Yulia era paciente, más de lo que esperaba, pero su abuela me dijo que Yul no era la persona más paciente del mundo, odiaba esperar y que las personas no aprendieran de forma rápida, pero simplemente conmigo era totalmente diferente, me alegró saber eso, por primera vez en mi vida sentía felicidad de poder hacer sentir a Yulia orgullosa de mí.

Logré convencer a mis amigos de quedarnos unos días más en Moscú, me costó, pero nada que un plato de comida de la señora Tanya no pudiera comprar. Logramos quedarnos en el parque por la noche, conseguimos un buen lugar; la señora Tanya y Yulia nos ofrecieron quedarnos en su casa, pero Samir y Andrey no lo vieron correcto, dieron las gracias, pero no querían ser unos aprovechados, yo estaba de acuerdo con ellos. Andrey me preguntaba siempre ¿cómo era Yulia?, yo le contaba lo que me ensañaba, que era buena persona al igual que su abuela. Samir casi nunca me preguntaba sobre lo que hacía, cuando lo hacía y yo le contestaba, sólo sonreía, sé que él es feliz sabiendo que yo estoy bien.

Poco a poco fui conociendo a Yulia de tantas maneras, me contaba que le gustaba, que pensaba sobre su familia, su escuela, su futuro…por lo que sabía, tenía un hermano, se llevaba bien con él, pero no del todo, me contó que algunas veces peleaban, los motivos, eran demasiados, por algún videojuego o una camisa o porque alguno dijo algo que no debía, las cosas por las cuales los hermanos pelean, me dijo que ella podía compartir muchas cosas con él, pero que él nunca compartía nada con ella, cosa que la enojaba. Su escuela no era del todo su agrado, decía que la mayoría de sus compañeros eran cabezas huecas, solo pensaban en que comprarían en el centro comercial, a dónde irían de viaje en vacaciones, cuánto dinero ganan sus padres, que en algún futuro serán dueños de todo eso y más; me contó de sus tres mejores amigos Vanya, Katya, Igor.

-A Vanya lo conocí en la escuela, me llevó muy bien con él, es como un hermano para mí, siempre estamos juntos; a Kat la conocí en una reunión de mis padres, su papá es mejor amigo del mío, pero comenzamos a ser amigas en la escuela, es algo creída, yo le digo que es una “fresa”, se molesta pero después se ríe, esa la única “niña rica” que de verdad me agrada, y bueno Igor, él es de Brasil…
-¿Qué es Brasil?
-Es un país Lena, está en América
-¿Qué es país? ¿Qué es América?
-Ya te explicaré que es todo eso, es algo largo
-Será otro día, sígueme contando
-Jajaja, bueno, Igor no tiene mucho dinero, está en la escuela por una beca
-¿Qué es beca?
-Es una ayuda que se le da a alguien para que siga estudiando
-¿Yo puedo tener una de esas?
-Claro que puedes, pero antes debemos repasar todo para que la tengas
-Sé que sí podré,
-Por supuesto que sí
-¿A tus padres no les molesta que seas amigo de él?
-No, a ellos no, a Vladimir por el contrario, le enoja que lo lleve a casa, dice que es un pobretón y cosas que no son necesarias, por esos comentarios es que peleamos

Me siguió contando algunas de sus anécdotas con sus amigos. Y de su futuro, ella esperaba llegar a tener su propia empresa, una que no fuera heredada, una que ella levantara por su propia cuenta, me dijo que se quería enamorar y casarse, tener una familia y lo más importante, tratar de vivir feliz.

-¿De veras quieres casarte?
-Sí Len, quiero tener una familia

Yo le conté sobre mi hermano Samir de cómo y por qué nos fuimos de la casa de mis padres, de mis amigos Andrey, Ana y Oleg; le conté sobre los niños de la casa, algunas historias que hicieron que abriera la boca sorprendida, le dije como era un día normal, como pedíamos dinero y que comprábamos con este, le dije también sobre los niños que esnifaban pegamento; que esperaba de mi futuro, le dije que deseaba estudiar, aprender todo lo que nunca había aprendido, conocer el mundo, ayudar a todos los niños de la calle, poder sentir amor por primera vez…esperaba poder tener una casota, con esa casota, podría hacer que todos los niños vivieran ahí.

-Sabes Len, cuando tenga mi propio dinero, te ayudaré a crear esa casa que tanto anhelas
-Me gustaría Yul, pero, ¿qué es anhelar?
-Querer algo. Vamos a hacerla Lena, te lo prometo.
-No podrás romper una promesa Yulia…tengo que irme a la estación con los demás
-¿No es muy pronto para que te vayas?
-¿No quieres que me vaya?
-Siéndote sincera, me gustaría que te quedaras más tiempo
-Yo lo quisiera también, pero tengo que volver
-¿Cuándo volveré a verte?
-En unas semanas, veremos cómo está todo en la casa y si se puede, regresamos un tiempo
-Espero y si puedan
-Haré de todo para que si

No me gustó despedirme de Yulia, por primera vez en todo ese tiempo, me abrazó y me encantó sentir su calor y su aroma tan cerca. Me despedí de la señora Tanya, le di las gracias por aceptarme en su casa, por la comida tan deliciosa y por enseñarme a comer en la mesa y usar las cucharas. Me abrazó, me dio envases con comida y me dijo que esperaba verme pronto. Me fui de la casa de la señora Tanya, Samir estaba esperándome en la calle.

-Han sido buenas personas Len
-Si Samir, gracias a ellas hemos comido bien esta semana y tenemos ropa nueva
-Lo sé Len, y me gustaría que te quedaras, porque sonríes y te ves feliz, pero hay problemas en la casa y debemos volver
-Lo entiendo, espero y se arreglen rápido
-Ya verás que regresaremos en menos de lo que canta un gallo

Fuimos a la estación y nos subimos al tren, Samir venia comiendo, yo venía pensando en mis padres, después de tantos años, me pregunté: ¿cómo estarían?, ¿pensarán en nosotros?

-Sam, si siguiéramos viviendo con nuestros padres, ¿cómo sería?
-¿Por qué estás pensando esas cosas Lena?
-No sé, sólo quisiera saber
-Estaríamos igual que antes Lena, o peor

No estábamos del todo bien, Samir tenía razón, estaríamos peor. Tal vez mamá no fue amorosa, pero no había noche que no soñara con ella, mis buenas noches van dirigidos a ella, a pesar de no haber tenido su cariño, yo la amaba, soñaba con que me abrazara y me besara, soñaba con una vida totalmente diferente.

Al llegar a la estación Andrey, Ana y Oleg nos estaban esperando, Sam les dio la comida y nos sentamos a comer antes de llegar a la casa, razones, llegábamos con la comida, los mayores nos la quitaban y apenas comeríamos. Oleg decía que amaba esa comida, que le recordaba a su abuela, la única que se preocupó por él, pude ver como sus ojos se ponían llorosos, pero no lloró; Oleg decía que los hombres no tenían que llorar, con solo dieciséis años, era un niño que debía actuar como hombre.

Los problemas que había en casa es que habían matado a dos de los niños mayores, por lo que nos dijo Sveta, vieron algo que no debían ver, al parecer unos tipos malos mataron a una mujer y ellos lo vieron, no quería saber más, además Samir no me dejó, algunos niños decían que se los habían llevado y cuando Antón los encontró, no tenían los dedos de la mano, no quería imaginarme esas cosas, le pregunte a Ana si era verdad, pero me dijo que no, que eran chismes. Se sintió raro regresar a la casa, algunas niñas me preguntaban sobre mi ropa nueva, Andrey me dijo que tenía que cuidar mis cosas, más que eran nuevas, a alguien podría gustarles y quitármelas.

Ya había pasado un mes desde que nos fuimos de Moscú, no hemos podido volver porque a Oly una niña de la casa, se la llevaron hace una semana y hemos tratado de buscarla pero nada. He tenido que quedarme en casa, Andrey y Samir dicen que sería peligroso salir con la desaparición de Oly, no me moleste tanto ya que con eso, podría seguir con mis clases de lectura, practicaba con algunos periódicos viejos, Ana sabía leer, me ayudaba un poco, a pesar de su ayuda, he extrañado las clases con Yulia. Me gustaría ir a Moscú y poder quedarme un mes entero, en un mes Yulia me enseñaría muchas cosas. En este mes Oleg ha traído más dinero de lo normal, lo escuche hablando una noche con Andrey, no entendía algunas cosas que decían pero por lo que sé y logré entender, es que Oleg está viéndose con una señora que le da dinero. Al día siguiente Andrey no le habló para nada, Samir sabía porque también estaba molesto, creo que Andrey le dijo, Ana le hablaba pero muy poco, yo le hablaba normal, no había nada de malo en que una señora le de dinero…Un día salí con Ana y Andrey a la estación a pedir dinero, a mí me dieron ganas de ir al baño, cuando fui y entré, pude ver como una señora vieja estaba muy cerca de Oleg, no sabía que Ana venía detrás de mí, cuando la vi, sus ojos estaban llorosos, Sam me dijo que Ana quería a Oleg, no como se quiere a un amigo, algo más que un amigo. Seguí a Ana que salió corriendo del baño, no logré alcanzarla, por eso fui con Andrey para contarle todo, regresamos a casa y Ana no estaba.

-Andrey debemos buscarla
-Lo sé bonita, pero no sé donde
-¿Y si vamos con Vladislav?
-¿Crees que esté con él?
-Si Andrey

Vladislav era uno de los niños mayores, creo que tenía 18 años, pero quería mucho a Ana, siempre que podía le llevaba alguna flor o un chocolate, además la cuidaba de los demás niños, todos dicen que está enamorado de ella, pero Andrey y Samir dicen que Ana quiere a Oleg, y creo que es cierto, Vladislav era alto y enorme, su brazo era más grande que mi cabeza, era bonito, sus ojos eran celestes, tal vez daba miedo porque era muy enojado, pero era bueno, Ana siempre lo defendía de Oleg, y eso hacía que pelearan Oleg y Ana, Oleg decía que era un idiota y malas palabrotas que sólo cuando hablaba de él se le salían.

Fuimos de regreso a la estación y al llegar a unos callejones antes de la estación, ahí estaban los dos, Vladislav abrazaba a Ana y pude ver que lloraba muy fuerte. Andrey me dijo que sería mejor regresar, que Ana estaba en buenas manos, acepté porque vi que era cierto, con Vladislav estaría segura.

-¿No extrañas a la niña rica?
-Se llama Yulia, ahora que lo dices, quiero ir a Moscú
-No se puede en estos momentos bonita, tienes que quedarte en casa
-Ya ha pasado tiempo, ya no es peligroso
-No Elena, aún no es momento para volver entiende

“Elena” sabía que cuando Andrey me llamaba por mi nombre completo era porque ya no quería seguir hablando del tema, llegamos a casa y ahí estaba Samir hablando con Oleg

-Te vio y salió corriendo. ¡Estaba llorando!
-No era mi intención que me viera Samir, yo…no quería lastimarla
-Pues lo hiciste Oleg, ella era la única que no tenía que saber eso que haces
-Samir, sabes que ese dinero nos ayuda bastante, más para el cumpleaños de Len y pueda ir a Moscú

Voltee a ver a Andrey y me miró, a todo eso Samir y Oleg se dieron cuenta que estábamos ahí.

-¿Por mi culpa Ana está mal?
-No bonita, buscar el dinero de esa manera fue idea de Oleg
-Si Len, fue mi idea, de esa manera podrás ir a Moscú, ¿No es eso lo que tú quieres?
-Sí, pero si eso significa lastimar a Ana, no lo quiero
-Bonita, los cuatro queremos que vayas a Moscú, las oportunidades se dan una vez en la vida, es el momento perfecto para que aprendas y tal vez vayas a una escuela
-Lena, tu aún estás pequeña y con la ayuda de Yulia puedes hacer muchas cosas. Y si buscamos un culpable por lastimar a Ana, ese soy yo, yo di la idea de conseguir más dinero
-No Samir la culpa es mía, fue la manera más fácil
-Quiero ir a Moscú, pero no lastimando a nadie
-Len, te prometo que ya no lastimare a Ana, ya no veré a esa señora
-Ella te quiere Oleg
-Y yo la quiero a ella Len

Los abracé a los tres, me explicaron que el dinero era para que nos quedáramos en algún hotel, así podríamos ir un mes entero, ya que mi cumpleaños venía en un par de semanas. Ana regresó hasta en la noche, Oleg la espero en la puerta pero no le hizo caso; yo le pedí disculpas por haber hecho que llorara, me dijo que la culpa no era mía, era de Oleg nada más, ya no hablamos de eso porque Oleg entró, esa noche fue la más silenciosa y fría de la casa.




Kano Chan, Gracias por seguirla y espero te siga gustando
Vivalenz28, gracias y trataré de seguirla mucho más pronto
Andyvolkatin, poco a poco espero te guste

Hola
me gusto el capitulo
las chicas se van conociendo
espero la sigas pronto

Claro que me gusta !!!
Muero por leer el próximo capítulo saludos !!!!

Hola
sube capitulo pronto
esta historia me gusta

Capítulo 5 Celebraciones nuevas

“Un mes después de todas las cosas pudimos regresar a Moscú, Andrey consiguió un departamento no tan costoso, podríamos estar todo un mes entero sin preocuparnos de nuestras cosas o del frío, esta vez sólo me acompañaban Samir y Andrey, Ana prefirió quedarse y bueno Oleg vendría unos días después, nos dijo que quería arreglar todo antes de ir a Moscú, ese “todo” era el problema de la señora y Ana.
Llegamos al departamento el cual era básicamente un cuartito, entrabas mirabas la cama, al lado derecho de esta un sofá reclinable y al izquierdo un mesita y un mueble, enfrente de la cama estaba la televisión y se podía ver una puerta al lado del mueble de la televisión, el cual era el baño. No era grande pero era lo suficiente para nosotros, deje mis cosas arregladas igual que Samir y Andrey, ambos me acompañaron con Yulia, me dejaron en la puerta, despidiéndose y prometiendo regresar por mí.
Entré y me dirigí  a la caja infernal, no sin saludar antes al “policía” como to le decía, no lo era, pero su vestir parecía al de un policía, me saludó con la mano y me dijo que pensó que ya no me vería, yo le dije que me vería más seguido ahora, me despedí con la mano y me subí a la caja infernal, ya sabía que botoncitos apachar, el de color negro el único negro que había, Yulia me los había enseñado ya, me dijo que cada apartamento era un piso, y cada piso tenía su color, el de la abuela era él negro, no sabía contar por eso no sabía cuántos pisos habían, después le preguntaría a Yul. Esperé que esa cosa se detuviera y salí de ella, salí rápido porque una vez no lo hice y esa cosa del demonio me llevó hasta abajo con él policía. Al salir la señora Tanya estaba esperándome ya en el sofá
-Hola Lena, me han avisado abajo que ibas entrando
-Hola señora Tanya, subí a la caja fantasma
-¿La caja fantasma?
-Sí, esa cosa infernal con botones que sube y baja
-Jajaja, te refieres al ascensor
-Yulia así le dice
-Bueno, es que así se llama, jajaja no se llama “Caja fantasma” o “infernal”
-Es que eso parece
-Bueno lo dejaremos como tú desees. Yulia sigue en la escuela, no vendrá hasta más tarde, no sabía que vendrías
-Es que perdí el papelito con unos numeritos, no sabía que era su teléfono
-No hay problema, pero dime, ¿haz comido ya?
-No aún no, a penas y venimos
-Bueno ven al comedor, te serviré algo

Pase casi toda la mañana comiendo, podría hacerlo, más si es la comida de la señora Tanya, mientras comíamos la señora Tanya me hacía diferentes preguntas sobre la casa, los niños, sobre porque vine dos meses después, si había practicado, yo con la boca llena le contestaba, a veces se me salía algo de comida y me reprochaba suavemente, yo sé que le doy gracia, sus ojos no mienten. Terminé de comer casi a las  12 había llegado a las 10, la señora Tanya me dijo que comiera despacio, así que le hice caso. Termine de comer y fui al sofá me senté frente a la puerta de la “caja fantasma”, para que cuando Yulia llegará me viera. Después de un rato la señora Tanya llego a sentarse a mi lado.

-Vendrá en algunos minutos
-¿Siempre sale a esta hora?
-No, cuando te marchaste empezó a quedarse más tiempo
-¿Marcharse?
-Irse Lena, eso significa
-Ustedes usan palabras raras
-Tienes que aprender esas palabras “raras” Lena
-Sí, para entrar a la escuela
-Exactamente Lena

Platicamos un poco más, hasta que la “cosa infernal” se abrió y de ella salió Yulia, me levanté y corrí a abrazarla, me acepto el abrazo y hasta me lo devolvió.

-Pensé que ya no te vería
-Lo pensé también
-¿Hace mucho estás aquí?
-No tanto, el tiempo pasó rápido
-Bueno, ahora aprovecharemos el tiempo
-Yulia…
-¿Si Lena?
-¿Qué es aprovecharte?
-Es obtener el máximo provecho de algo
-¡Ah! Ya entendí

Pasé toda la tarde con Yulia, me contó de todos sus días, me contó que su padre quería que regresara a su casa y que su mamá le quería presentar unos cuantos amigos, que Vladimir iba muy bien en la escuela y ya hasta tenía novia; yo le conté sobre la situación de Oleg y Ana, que ambos se querían pero no podían estar juntos por ahora; lo de Oly, le conté todo, se sorprendió y me pidió que tuviera  mucho cuidado la salir de la casa, el país es demasiado grande, ahora ya sé que es país, Ana me lo explicó, Yulia me felicitó por ya saber que era país y América. Le mostré que había practicado mi lectura, le leí un pequeño trozo del periódico, lo había practicado esos dos meses, quería que ella lo escuchara y me dijera que estaba perfecto, cosa que así fue…
Pasamos un mes entero en Moscú, Yulia sabía que justamente sería mi cumpleaños en mi estadía ahí, por lo cual me compró un pastel junto a su abuela, esa cosa estaba deliciosa, era ¡simplemente perfecto!, los colores eran muy bonitos, y un sabor muy rico, Yulia dijo que era cajeta, ¿cajeta?, no importaba que era, era deliciosa, café y deliciosa; aparte de eso me regalo un suéter muy bonito, era de ella, pero a mí me gustaba, por eso me lo regaló, yo lo sé.  Andrey, Samir y Oleg me compraron un collar que había visto hace tiempo, era un librito como dije y un chocolate. Los seis comimos pastel y dulces, era el mejor cumpleaños de mi vida, por primera vez celebrado y sentí felicidad plena, me sentí alguien querida e importante, y tal como me dijo la señora Tanya, y pude decir que lo soy.
-¿Cómo has pasado tú cumpleaños pelirrojita?
-¿Pelirrojita?
-Por tu cabello Lenita
-Bueno, pero sólo tú dime así
-Prometido. Pero responde mi pregunta
-La verdad, es el primer cumpleaños que celebro con un pastel
-¿Cómo eran los anteriores?
-Samir y los demás me compraban más de alguna mudad y un chocolate o algo así, no es que me queje, con tenerlos a todos en mi vida era más que perfecto
-Siempre estarán contigo Len, te quieren demasiado
-Al igual que tú… ¿no?
-Por supuesto que sí Len, mi abuela y yo te queremos demasiado
-Y yo a ustedes Yul

No sé por qué, pero le di un beso en la mejilla a Yul, creo que no le molesto, ya que no me aparto, al verle la cara, estaba sorprendida, después de llamarla varias veces reaccionó, me reí al verla se miraba muy graciosa. Su sonrisa fue lo que más me gustó, era cálida y verdadera. Sentí nervios cuando se me acercó, sentí sus brazos alrededor, un abrazo suave pero fuerte a la vez,  me sonrojé un poco, pero, me agradó estar de esta manera.

En todo el mes que nos quedamos en Moscú, mi lectura avanzó, al igual que mi confianza y amistad con Yulia, llegaba a medio día y me iba en la noche, Samir y Andrey me esperaban siempre para irnos juntos. Andrey siempre me decía que Yulia me mira “diferente”, yo no entendía demasiado bien la forma en la que lo dijo, pero me agradaba que Yulia me mirara.
-¿Has pensado en irte de la casa Len?
-Lo he pensado Yul, pero no tengo algo claro y seguro a donde ir
-Y… ¿si te vienes para acá a Moscú con mi abuela y conmigo?
-¿Vivir contigo y la señora Tanya?
-Sí Len, así te podría ayudar en todo mucho más fácil, nos veríamos todos los días
-Pero mi hermano, Andrey, Oleg y Ana…no puedo dejarlos Yul, somos una familia
-No te estoy pidiendo que los dejes, que ellos vengan también
-Yulia, sabes que no aceptarán
-Lo estuve hablando con mi abuela, y aceptó que los cinco se quedarán
-Yul, es muy buena idea pero…
-Pero ¿qué? ¿Qué Elena? Mira, mis padres no me dejarán quedarme mucho tiempo acá en Moscú, únicamente por el conservatorio es que dejan que estudié y me quede acá en Moscú. En dos años significaría irme a mi casa en Rublyovka y estudiar allá
-¿Está muy lejos tú casa?
-En las afueras Len, por eso es que vivo con mi abuela
-Dame tiempo para decirle a los demás y convencerlos
-Está bien Len, yo te esperaré

¿Cómo hablaría con Samir? La idea no era mala, un techo, comida calentita, agua, compañía. Era perfecto, pero yo sabía que Samir diría que seríamos unos aprovechados, que estaríamos abusando de las buenas personas; Andrey no diría que no, hasta me apoyaría, Ana igual; Oleg se pondría del lado de Samir, diciendo las mismas cosas que él.

Esto sería tan difícil pero no imposible."






Kano Chan, andyvolkatin ¡gracias! Espero les guste y perdón la tardanza, no había tenido tiempo, ni inspiración. Es algo corto pero el otro viene mucho más largo. Un abrazo  

Hola
me gusto el capitulo
ojala puedas subir pronto
ANIMO

Me encanta !!! Muero por ver como prograde la relación de Lena y Yul !
Bueno espero que nos leamos pronto !!

Capítulo 6 ¿Complicaciones?

“-Samir por favor, no es mala idea
-Elena ya te dije que no
-No estaremos de mantenidos, ayudaremos en la casa, limpiaremos o buscaremos trabajo
-Elena entiende que no
-Sam, no es mala idea, si lo piensas…
-¡No tengo nada que pensar Andrey!
-Sam…por favor
-Samir es una oportunidad de salir adelante
-Para ti Elena, nosotros estaríamos de arrimados
-Sabes que no, la señora Tanya no piensa así
-Elena, no iremos a la casa de alguien y nos quedaremos como si nada
-Samir hermano, ¡por favor!, las oportunidades solo vienen una vez
-¿Tú también Oleg? ¿Qué te pasa? ¡¿Qué les pasa a todos?!
-Hermano, no es mala idea por favor, tendríamos un techo y un lugar con más oportunidades
-Podemos venir cada cierto tiempo Oleg
-Samir nos han tendido la mano, tanto a mí como a ustedes
-Lo sé Elena, pero no les tomaremos todo el brazo
-¡No estamos abusando! Ellas nos están ofreciendo ayuda
-NO
-Samir por favor
-¡ENTIENDAN QUE NO! Punto.

Otra noche más en donde peleábamos por lo mismo, Samir, saliendo del apartamento, Oleg, fumando un cigarrillo, Andrey y yo, pensando cómo convencer a Samir. Llevábamos exactamente tres días hablando de lo mismo, al inicio todo tranquilo y luego la puerta azotada, no entendía la negación de Samir, obviamente no estaríamos de gorra, ayudaríamos en lo que nos pidiera y pudiéramos, me sorprendió al inicio que Oleg estuviera de acuerdo, pero lo estaba, ese era un punto a nuestro favor… ¡Ni eso sirvió! Necesitaba la manera de que estuviera de acuerdo, tal vez si Yulia hablaba con él, cambiaría de opinión

-¿No quiere?
-No Yul, no quiere estar de gorra
-¿De gorra? Perdona, no comprendo Len
-De mantenido Yul, de gratis
-Disculpa, nunca había escuchado esa expresión
-En la casa siempre la decimos, ahora ya la escuchaste. ¿Qué haremos con Samir?
-Podría hablarle, pero no sé si aceptaría
-Tal vez funcione
-¿Y si…habla con él mi abuela? Tal vez sea más fácil
-Tal vez…
Incluso hablar con la señora Tanya no ayudo, Samir siempre decía que no; Ana vino unos días a Moscú y obviamente estaba de acuerdo con Samir, todas las noches de la semana pasábamos peleando por lo mismo, tratábamos de que estuvieran de acuerdo, pero ninguno ni el otro nos hacía caso. Andrey decía que tal vez si Yulia hablaba directamente con Samir y Ana, podría hacer que aceptaran, no era mala idea, lo intentaríamos en unos cuantos días, porque Samir ya estaba molesto con solo tocar el tema.

-Samir ni tú, ni los demás estarán de mantenidos, será únicamente una ayuda, podrán tener una casa, seguridad, comida, ropa, agua, todo lo necesario para vivir
-Yulia, agradezco mucho la “oferta” que me haces, pero no puedo abusar de lo buenas personas que han sido
-No es que se estén aprovechando, nosotros queremos que vivan aquí, mi abuela está de acuerdo con ello
-Yulia, demasiado han hecho con ayudar a Lena a leer y escribir, yo dejaré que ella viva contigo y la señora Tanya
-Samir, no sólo es por Lena que hacemos esto, ustedes han demostrado ser unos muchachos que valen la pena, déjate ayudar a ti y a ellos por favor
-Yulia, yo no pasé ni segundo grado de primaria, Ana creo se quedó en tercer año de secundaria, Oleg igual que Ana, Andrey nunca estuvo en la escuela y Lena tampoco, ves porque es tan complicado, Lena es la menor ella puede aún entrar a la escuela
-Ustedes también Samir, aún están a tiempo
-Yo tengo que velar por Elena, y por los demás, son mi familia Yulia, tengo que ver su bien
-Samir, esto es para su bien, sólo, déjanos ayudar
-Dame tiempo para pensarlo por favor
-Por supuesto que sí Samir, cuando tengas tu decisión, sea cual sea, yo lo aceptaré y respetaré

Todos nos sorprendimos por la charla que estábamos escuchando a escondidas, éramos entrometidos, pero no nos importó, esto era respecto a todos, por lo cual debíamos escuchar, Oleg estaba seguro que Samir diría que sí, Ana estaba algo molesta, según me contó Andrey, el padre de Ana siempre le decía que era “una buena para nada; una mantenida; que ni servía para traerle dinero” (por lo que Ana nos contó, su padre era drogadicto, cuando el dinero comenzó a faltarle, pensó que sería buena idea vender las cosas de la casa, y hacer que Ana buscara la forma de ganar dinero. Siempre intento que vendiera su cuerpo, pero su madre nunca lo permitió, cuando su madre murió fue cuando se salió de su casa), ya no quería saber más, igual Andrey ya no me dijo más, se lo conté a Yul y me dijo que, por eso se rehusaba, por cierto “rusaba” es decir no, ahora que recuerde, mis padres siempre le decían “flojo” a Samir, creo que por eso no acepta, tal vez piensa que será igual que con mis padres.

Mi relación con la señora Tanya era muy buena, cuando no estaba con Yulia me la pasaba con ella, platicábamos de cualquier cosa, me enseñaba matemáticas, como hablar, como sentarme, a peinarme, muchas cosas, hasta a hacer pie de piña, el cual nos salía riquísimo, Yulia siempre pedía dos pedazos y repetía, come demasiado, no tengo idea a donde va tanta comida, parece aspiradora a veces, la señora Tanya dice que es por la edad y porque Yulia siempre ha sido así de comelona, desde bebé, nos contó que se la pasaba durmiendo y solo se despertaba para comer  y seguir comiendo y luego dormir y volver a hacer lo mismo todo el día.

-¿Lenita?
-Sí señora Tanya
-Mañana temprano vendrá un abogado, para hacerte un registro
-¿Registro? ¿Eso para qué sirve?
-Para que tengas una identidad y puedas entrar a la escuela
-Entonces, ¿podré ir a la escuela?
-Sí, con eso tendríamos tu partida de nacimiento y todo eso
-¿Partida de nacimiento?
-Son todos tus datos Lena, sin ellos no podrías hacer nada, por eso necesito que tanto tú como Samir, Andrey, Ana y Oleg estén acá
-¿Para qué señora Tanya?
-Para que ellos también tengan sus identificaciones y puedan estudiar
-¡Sí! Muchas gracias señora Tanya

La abracé tan fuerte como pude a la señora Tanya, quería que sintiera mis gracias y cariño que le había tomado. El hombre con corbata nos hizo muchas preguntas, las que yo me sabía se las decía, las que no, Samir contestaba. Fue algo largo, primero nos preguntaba cosas y nos pintaba de azul el dedito y lo poníamos en una hoja, se miraba muy bonito, mi dedo tenía líneas por todos lados, Yulia dice que son mis huellas, mis huellas me gustan, bueno, después venía la foto, con un cuadradito, Yulia me dijo que era una cámara, que loco, era muy grande. Al terminar el señor con corbata dijo que ya estábamos como ciudadanos rusos, me explicaron que era ciudadanos, no entendí del todo, pero sé que es, Yulia dice que con mi registro puedo entrar en la escuela igual que los demás, me dijo que mañana empezaríamos a ver eso.

El día que fuimos a la escuela, quedaba muy cerca de Yulia, a donde iba con el piano y esas cosas, la señora Tanya dijo que me aceptarían, solo me harían un examen y podría entrar de una vez, por eso fuimos a comprar mis cosas, el “uniforme”, los libros, lápices, crayones, una mochila, zapatos, estaba muy feliz por eso pero también estaba preocupada, porque la señora Tanya se cayó por unos momentos y estaba muy blanca, me pidió que no le dijera nada a Yulia, que era un simple desmayo ,yo le dije que fuéramos con uno de esos que curan, pero me dijo que no era necesario, le conté a Samir lo de la señora Tanya y se preocupó también, dijo que tal vez no había comido bien o estaba cansada de dar muchas vueltas. Le conté lo de la escuela y me felicitó, me dijo que estaba feliz y que me apoyaría en todo, Andrey me cargó y me dio vueltas, mientras me decía “felicidades”, Ana también me felicitó y me dio muchos consejos, Oleg me sonrió y me felicitó también, me dijo que trabajaría más duro para que no me faltará nada.

-Lenita, ¿me haces una promesa?
-Sí señora Tanya, a lo que sea sí
-Esa es mi niña…si algo pasara, sea lo que sea
-¿Qué cosa?
-No importa que sea, solo prométeme que no dejarás de ir a la escuela, que te esforzarás siempre, que la terminarás, te graduarás, buscarás entrar a la universidad y seguir la carrera que tú quieras ¿Me lo prometes?
-Lo  prometo señora Tanya, como que me llamo Elena

Ya tenía muchas promesas por cumplir, creo que esta es la más larga y muy, muy, muy importante, esa noche la señora habló algo con Samir que no supe, Samir tenia cara de confundido, la verdad estaba extraño, y no quiso decir nada, más tarde se lo preguntaría.

Mi primer día en la escuela fue maravilloso, me gustaba mi clase, la señora Tanya dijo que estaba muy bien en el examen que me hicieron, estaba en cuarto grado, Yulia dijo que era bueno para mi edad, estaba exacto, la señora Tanya también lo dijo. Un mes llevaba en mi escuela ya, ya tenía amigos, uno se llamaba Gregor, era de cabello negro y ojos grises, siempre me hacía reír, Antonio, era moreno de ojos cafés, es  muy listo y bueno en matemáticas,  y Anya, ella era rubia de ojos verdes, era algo callada pero muy buena; Andrey y Ana  me llevaban a la escuela y me recogían al salir, llegaba con Yulia a comer algo y hacer mis deberes, mientras yo hacía mis deberes con Yulia, Andrey ayudaba a la señora Tanya a pintar en cuadros, según la señora Tanya, Andrey tenía talento, yo no sabía, pero me gustaba lo que pintaba, igual que a Yulia. Mientras Ana leía algún libro sentada en el sofá. Samir siempre por las noches me preguntaba qué tal mí día, me preguntaba que me enseñaron, y Oleg me preguntaba lo mismo que Samir y si alguien me lastimado o algo así, cosa que no. Yo me preguntaba como pagaban Samir y Oleg mi escuela, no era tan cara pero tampoco tan barata, creo que las propinas de la cafetería eran buenas.

Las semanas siguientes no pude verme con Yulia, al parecer la señora Tanya estaba en el hospital y los padres de Yulia estaban con ella, no sabía a qué hospital la llevaron y si nos dejarían entrar. Samir dijo que lo mejor era a esperar a que Yulia viniera a decirnos que pasaba, todo el día la esperamos afuera de la casona, pero nunca llegó, le preguntamos al policía si sabía algo de ellas, pero nos dijo que no, que no habían llamado o dejado algún recado, nos dijo que el padre de Yulia había llegado por ellas, que tal ve estaban en alguna cena o fiesta, regresamos al departamento al ver que no llegaban, por la mañana las iríamos a buscar otra vez, pero otra vez no estaban, el policía dijo que alguien había ido por algunas cuantas cosas, al parecer la madre de Yulia, estábamos confundidos, no sabíamos a quién llamar o a dónde ir.

Pasaron las semanas y no supimos de Yulia ni la señora Tanya.  Ya no las volvimos a ver desde entonces…”







Andyvolkatin, Kano Chano ¡GRACIAS!Espero y les guste, es un cambio bien repentino, poco a poco surgió la inspiración...
Un abrazo y beso

Nooooo !! No mates a la abuela !! Me encanta ver cómo Lena progresa !!! Muero por saber que pasará en el siguiente capítulo!!!
Saludos me ha encantado !

Hola
que buen capitulo
esto si es bien raro
vamos a ver si Lena cumple la promesa
nunca supe porque el interes de ayudar a los chicos
ojala lo de la abula tenga cura
espero la sigas pronto

Capítulo 7 “Todo sale a la luz”

“-¿Estás vendiendo droga verdad?
-¿Cuántas veces tengo que decirte que no?
-¡No me mientas!
-¡No miento! ¿Por qué no me crees?
-¡¿Por qué no eres sincero?!
-No vendo droga, no la vendo
-No me da nada de confianza tu respuesta
-Estoy siendo sincero, deja la desconfianza
-¿Que deje la desconfianza? Veamos, de la noche a la mañana nos salimos de la casa, empezaste a ganar más de lo usual, según lo tú, conseguiste trabajo como chofer de alguien muy rico, veo entrar y salir gente del departamento, tus “colegas” me dan mala espina. Oleg…si Samir se entera sabes que no aceptará estar en la casa.
-Lena, no vendo drogas
-¿Entonces qué?, ¿la haces?, ¿la consumes?
-¡No! Nada de eso…yo tráfico…
-No me salgas con que traficas mujeres Oleg, ¡porque te mato en estos momentos!
-¿Por quién me tomas? No sería capaz de eso Elena, tráfico armas
-Oleg…
-Lena yo sé que está mal pero es necesario
-¿Necesario? ¿¡Necesario!?
-Mira…es la única manera de tener dinero, así puedo comprarte todo lo que tú quieras, para la escuela y próximamente la universidad
-¡Pero es dinero malo Oleg! Y si eso significa tener cosas a base de dinero malo, no lo deseo
-Sí Elena, pero ese dinero malo nos ayuda en muchas cosas…hay algo que debes saber
-¿Ahora qué?
-Andrey tuvo problemas con drogas
-¿QUÉ? ¿Está consumiendo algo?
-No Lena, mira…Andrey conoció a una chica llamada Anya, comenzaron a salir y Andrey conoció a su hermano, “León”, no sabemos si es su nombre verdadero. Por lo que contó Andrey, León es vendedor y productor de cocaína, heroína y ácido, tú sabes que Andrey siempre ha querido tener dinero, así que cuando León le contó sobre el negocio, él quiso entrar
-¿Hace cuánto fue eso?
-Hace un año Len, y cuando entró al negocio fue hace seis meses
-Por eso se desaparecía constantemente…
-Bueno pasaron los meses y todo iba bien, Andrey me veía cuando tú estabas en la escuela, me daba dinero que yo no aceptaba, me dijo que se estaba quedando con Anya y que tenía un departamento casi en el centro, que no nos preocupáramos por él.
-Ahora entiendo porque lo veía cinco minutos en un mes
-Andrey era el “pájaro”, él llevaba la droga para Ucrania, y la distribuía en Moscú y San Petersburgo. León le daba 250 kg de cocaína, 250 kg de heroína y 200 kg de ácido para que los enviara a Ucrania; aparte le daba 100 kg de cada una para que los vendiera aquí y en San Petersburgo, Andrey le quitaba unos cuantos gramos a cada kilogramo, tanto del envío para Ucrania como para el de Moscú. Cada mes que enviaba droga a Ucrania, el comprador no se daba cuenta de ello, hasta que un día se dio cuenta que no venían exactos los “ladrillos”. León al saber eso, supo que habían dos posibles razones, 1. Los empacadores estaban robando o 2. El pájaro estaba robando. Y ahí comenzó el problema…le dijo a Andrey que tenía dos meses para entregarle el dinero de lo que robó, $10,000 era una locura, según Andrey era mucho y así era, si no pagaba me mataba a mí y a él.
-¿Por qué a ti?
-Porque León lo mandaba a seguir cuando comenzó a sospechar, así que Andrey solo me veía a mí, se imaginaba por qué, así que quiso evitar a toda costa ponerte en peligro a ti, Samir y Ana.
-¿Por eso nos mudamos de un día para otro?
-Sí Len, estuvimos de acuerdo en qué si nos mudábamos, menos peligro
-¿Andrey es idiota o se hace? ¿Hace cuánto le dio el laso de tiempo León a Andrey?
-Es idiota Elena. Hace dos semanas
-Hace un mes que nos mudamos
-Sí
-Y hace un mes que estás vendiendo armas
-No, eso fue hace dos meses
-Oleg..
-Necesitábamos tener dinero extra, demasiado dinero para poder pagar el departamento y estar más cerca de la escuela y dos semanas después para pagarle a León
-¿Estás metido con la mafia verdad?
-…
-¿Cuántas veces dijimos que haríamos lo correcto? Que íbamos a vivir una buena vida, una vida decente
-Len…tú sabes que yo siempre he deseado que fuera así, pero nos orillamos a otras cosas
-Oleg, tantas maneras para poder arreglar las cosas de una manera buena, no vendiendo cosas que matan gente y destruye familias
-No sé qué decirte…no puedo verte a la cara
-¿Ana y Samir lo saben?
-Sí, están enterados
-¿Por qué nunca me dijeron nada?
-No queríamos preocuparte Len
-Siento que vivo con unos totales desconocidos
-No te culpo si estás molesta con nosotros, pero trata de entendernos
-¿Entender? ¿Cómo quieres que entienda? Según yo, Andrey había decidido hacer su vida por otro lado, lo acepté, pero enterarme que un año no sé absolutamente nada de mi familia, ¿cómo te sentirías tú?
-Lo sé Len, lo sé. Y te entiendo, pero no era con un motivo malo, simplemente queríamos protegerte
-Oleg, YA NO SOY UNA NIÑA
-Lo siento Lena, enserio lo siento

No podía creer que en tanto tiempo no supiera lo que sucedía, estaba molesta, pero más que molesta me sentía triste, no entendía porque trataban de protegerme tanto, su desconfianza era la que más me molestaba, once años viviendo juntos, y no poder conocerlos bien en todo este tiempo. Para hablar con Samir debía esperar en la noche, así que lo esperaría en el departamento. Hace un mes que nos mudamos al departamento, a unas calles de la escuela, mucho más cerca que en el departamento anterior, era bastante grande, más a lo que estábamos acostumbrados, estaba la sala y el comedor, la cocina era pequeña solo para dos personas a lo mucho, Oleg y Ana eran novios, dormían en una habitación, Samir tenía la suya y yo la mía, la ventaja del departamento, era lo cerca quedaba de la escuela y eso me beneficiaba, llegaba más temprano y podía dormir un poco más

-¿Hasta cuándo pensabas decirme?
-¿De qué hablas Elena?
-De que Andrey vendía droga y se metió en problemas y el muy idiota debe de pagar diez grandes en dos meses, sino lo matan. Ahh y Oleg se metió con la mafia y empezar a vender armas para poder ayudar a pagar al idiota de Andrey. ¿Ahora si sabes de lo que hablo?
-yo…
-¿Por qué nunca me lo dijiste?
-Len, la escuela es en lo único que debes de pensar, no debes preocuparte en cosas estúpidas
-¿Cosas estúpidas? ¿Tú crees que la vida de Andrey y Oleg son estúpidas?
-No Lena, no lo pienso así. Pero tú debes enfocarte en la escuela, es más importante que termines la escuela…tú debes terminarla, sólo en eso debes enfocarte
-Samir, me molesta que no me digan absolutamente nada. ¿De qué más debo enterarme? ¿Tú traficas mujeres, droga, armas, niños, órganos?
-¡Elena por favor! ¿Qué te pasa? ¿Tan bajo crees que puedo caer?
-Créeme que en estos momentos nada, NADA me sorprendería
-No Elena, no hago nada de eso
-Por lo menos uno de los tres
-Perdónanos ¿sí?
-Prométeme que cualquier cosa referente a nuestra familia me lo dirás
-Te lo prometo Len, te lo prometo
-Espero que sí Samir, espero que sí

Insisto, tanto tiempo, TANTO MALDÍTO TIEMPO al lado de ellos y enterarme de estas cosas, comprendía que el dinero no alcanzaba, Samir no ganaba demasiado, incluso trabajando turnos extras y esas cosas, Ana trabajaba en una biblioteca, tampoco era tanto, Oleg trabaja con Samir en el restaurante, y Andrey la verdad nunca me enteré que hacía, la verdad que no me apetece saberlo. Andrey…ese idiota me va a escuchar, me tendrá que escuchar incluso si no quiere, en qué demonios pensaba al robar droga, ni en negociosos malos puede ser honesto, en definitiva, es el idiota más grande de Moscú, no, de Rusia entera, que Rusia, del MUNDO.
-¿Por qué si sabias lo que estaba pasando, no me dijiste nada?
-Len, yo me enteré sin querer, un día Samir lo estaba discutiendo con Oleg, después que te acompañé a la escuela. No me escucharon entrar y pude enterarme de todo
-¿No te molesta que Oleg se metiera con la mafia?
-Obviamente que sí Len, lo que prometimos nunca hacer, él lo paró haciendo…pero dime, ¿qué podía decirle yo?
-Si tú le decías que no, él no se hubiera metido con ellos
-Len se lo pedí mil veces, pero era la única manera de ayudar a Andrey, era la manera más rápida y fácil…no puedo obligar a Oleg…me ama pero a Andrey también lo quiere, al igual que yo…
-Andrey no pensó en las consecuencias
-Teniendo el dinero que siempre quiso se le olvidaron
-¿Cómo se metió Oleg a la mafia?
-Dimitri, el hermano es uno de los allegados a los grandes, le dejaron un puesto no tan peligroso, él recibe las armas, las empaca y se las da a Dimitri para que él las entregue al comprador, por lo que Oleg dijo, le pidió un préstamo a Dimitri, pero el dinero se lo daría en una semana, cuando el comprador pagara la otra mitad
-¿Con ese préstamo lograrían juntar lo de León?
-Sería un tercio de lo que acordaron, pero con lo que Andrey junte, presta o venda, creemos si llegar a la cantidad
-Esto es tan complicado Ana
-¿En qué momento nos jodimos tanto Len?
-No lo sé Ana, pero estamos jodidos

En la mañana no deseaba estar en casa, era sábado, así que no tendría escuela, podría pasar la mañana en el café…cosa que así fue, un buen libro, una taza de café…eso basto para perderme y poder olvidar lo que estaba pasando

-Imaginé que aquí podría encontrarte
-Iván

Iván, el rubio de ojos verdes, un porte bueno y excelente físico y actitud hermosa, creo que su forma de ser era lo que más me gustaba, tan sincero y respetuoso, Ana decía que era guapo, en efecto lo era, su sonrisa era muy bonita, coqueta pero suave…ajeno a mi familia, era mi mejor amigo, confiaba en el más de lo que he podido confiar en alguien, él sabe todo, siempre se lo cuento y él siempre está ahí para animarme y hacerme sentir bien…no importaba que tan mal estuviera, él siempre me sacaba una sonrisa

-Pasé toda la mañana llamándote y nunca contestaste…me preocupé. ¿Está todo bien?
-Siéntate, te contaré
-Sabes que soy todo oído
-Andrey tiene problemas con un narcotraficante llamado León
-¿QUÉ?
-Como lo escuchas, el muy idiota se metió a robarle y él se dio cuenta, así que lo amenazó con matarlo a él y a Oleg, sino le pagaba
-¿Oleg? ¿Por qué no sólo a él?
-Porque uno de los hombres de León siguió a Andrey y lo vio conversando en diversas ocasiones con Oleg
-¿Y ustedes? ¿Tan bien están en peligro?
-No Iván, tranquilo, Andrey supo hacer por lo menos eso, por eso se alejó de nosotros, de la casa…entre menos nos viéramos era mucho mejor, así no nos relacionaban
-Esto esta duro Len
-Aún falta…
-No me digas que Andrey está consumiendo droga
-No, bueno no lo sé, pero supongo que no. Para poder pagar el dinero de León, Oleg se metió a la mafia, así poder traficar armas y conseguir el dinero
-Dios…Oleg sabe que la mafia es un círculo. ¿Cómo demonios se metió a ello?
-Lo mismo pensé, pero Ana me dijo que era algo secundario lo que hacía, solo empacaba y enviaba, no tocaba el dinero, así que alguna pérdida o robo, no sería problema de él
-Lo bueno es que no tomarían represarías hacía él
-Exacto Iván…pero tampoco es el mejor negocio, gracias a esas cosas, la gente muere, alguien se queda sin padre o madre, hermanos, hijos… ¿Sabes qué me duele? Que lo que prometimos que nunca haríamos es lo que estamos haciendo y lo que me duele más aun, es que no me dijeran que pasaba, me lo guardaron por seis meses, si no es que encaro a Oleg por sus “colegas” esos que me dan mala pinta, los que te mencioné aquel día, no me enteró de lo que está pasando
-Len, ellos solo quieren protegerte, eres la pequeña de todos
-Entiendo que me protejan, pero Iván por favor, no tengo cinco años, tengo dieciséis y me molesta que no confíen en mí, ni siquiera por temas familiares, siento que vivo con totales desconocidos

La charla con Iván mejoró demasiado mi humor, me quito el peso de encima, necesitaba desahogarme con alguien, y que mejor con la persona que siempre me escucha y me aconseja…Iván era una parte importante de mi vida, lo quiero demasiado. Al llegar a casa fue algo complicado, me sentía molesta con todos, en parte todos eran culpables de mi enojo, ocultarme las cosas no era algo tan pequeño, me dolía, sí, y mucho.

-Anda Len, vamos a esta
-No lo sé María
-Casi nunca vamos a fiestas de Hans, todos siempre hablan de ellas, además, Hans está muy interesado en la señorita Katina
-Eso es lo que menos me interesa en estos momentos
-Vamos Len, una salidita no nos hará nada mal
-Está bien…pero regresamos temprano, no quiero tener que lidiar con borrachos
-Por eso iremos con Iván, así regresamos antes de las doce

“Las fiestas de Hans”, según la mayoría de mis compañeros de salón, dicen que son las “mejores”, resumidas en: alcohol, drogas, sexo y peleas. Los lunes eran los días del chisme, todo mundo contaba lo que pasaba en la fiesta del viernes, que si alguien se emborrachó hasta ya no poder más, quien se besó en la fiesta, a quién cacharon teniendo sexo en algún lugar, y lo más importante, quien le ganó a quien, en las peleas que hacen casi al final. Hans es muy atento conmigo, pero es el típico niño rico y guapo, que sabe que todas quieren con él y que no se le escapa ninguna…es demasiado prepotente y creído para mí…no me veo con alguien como él, siempre he pensado que su atención hacia mí, es solo sexual.

-¿A dónde vas?
-Iré a una fiesta Samir
-¿Con quién irás?
-Voy con Iván y María
-¿Regresas temprano?
-Tipo 12, no quiero volver tan noche
-Vete con cuidado, cualquier cosa no dudes en llamar ¿sí?
-Captado

Yo sé he estado cortante y fría con Samir y Oleg estos últimos días, pero no puedo dejarlo simplemente pasar, me siento defraudada... Iván pasó por mí, luego fuimos por María…la casa de Hans está afuera de la cuidad, sus padres siempre viajan los viernes, así que, él aprovecha a hacer sus reuniones…la casa es sumamente grande, es impresionante la cantidad de dinero invertida en esa casa. Llegamos tipo ocho, ya habían demasiadas personas, algunos de los chicos era ajenos a la escuela, amigos de amigos, y así sucesivamente. Casi todos estaban en la parte de atrás, en la alberca o en el jardín…eso sí, todo mundo bebía o fumaba o se drogaba, cualquier cosa era permitida. María y Víctor, un amigo de Hans, están juntos, yo sé que a María lo quiere, lo veo en sus ojos, pero Víctor no es bueno para ella, dejando de lado que es un adicto a la heroína, es demasiado abusivo con ella, se altera demasiado rápido, además de eso, la trata muy mal, ella cree que es normal, pero no lo es. Odio cuando le veo un brazo con algún moretón, a pesar de sus excusas, yo sé que él es el responsable, pero el amor es demasiado ciego como para ver la realidad.

-Iván, iré al baño, necesito echarme agua
-Ve Len, yo estaré aquí abajo, cualquier cosa me llamas por teléfono ¿sí?
-No te preocupes

Subí al segundo piso, buscando el baño, abrí como cinco puertas, y PUM, en todas me topaba con alguna escena sexual, al final del pasillo encontré la bendita puerta, sentí alivio al encontrarlo, al entrar me lavé la cara, necesitaba refrescarme un poco…no me sentía bien, tanta gente que es desconocida para mí, ese ambiente de fiestas, alcohol, drogas y sexo no era de mi agrado, me sentía muy incómoda, apenas hemos llegado y yo ya estaba con demasiadas ganas de irme…le diría a Iván que nos vayamos, y nos fuéramos a un café.

Estaba bajando las gradas de la mansión, y empecé a escuchar ruido, la casa por dentro estaba vacía, todos estaban afuera y como supuse, era porque ya habían comenzado las peleas, que novedad por Dios, me acerqué al gran círculo y ahí la vi, peleando con Hans…la persona que pensé que jamás volvería a ver."




Disculpen la demora, pero acá está el capítulo, espero les guste.

En serio !? Lo vas a dejar ahí !!?
Eso es ser mala persona
Si n fin excelente a la espera de saber quien es la persona en cuestión !!
Saludos !

Hola
que buen capitulo
lo dejaste en lo mas interesante
sera Yulia
espero la sigas pronto
PDT: Yulia es chica chica o tiene un secretico

Capítulo 8 “Ojos Azules”

“-¡Golpéalo Yaz! ¡No te dejes!

Me acerqué más al círculo, y pude ver como los dos estaban sudados y con sangre en el rostro, podía despegar mis ojos, su cabellera rubia, sudada, pero rubia, sus ojos azules, ¿era  ella?, ¿Yulia peleando con Hans?, tal vez eran alucinaciones mías, el chico era delgado, como recuerdo que era ella, pero hace ya tanto tiempo que no la he vuelto a ver, más creo que es un chico, Yulia es una chica además.

Algo me saco de mis pensamientos fuertemente, ya que el chico rubio, topó conmigo, al verlo directamente a los ojos, eran del mismo color que de los de Yulia, pero con una mirada muy diferente a la de ella, lo supuse, no eran los ojos que tanto ansiaba ver…

-¡Yaz! ¡Termínalo!

Con unos cuantos gritos, dejó de verme y regresó a donde estaba Hans, medio tirado en el piso, a cara medio rota, volteó y me vio para luego terminar de darle golpes a Hans, cinco golpes y Hans yacía en el piso, con la nariz rota, el ojo izquierdo sangrando, con el labio partido y los pómulos hinchados

-¡Yaz, Yaz, Yaz, Yaz, Yaz!

Solamente escuchaba los alaridos de todos los presentes, como a “Yaz” lo felicitaban, algunas chicas se le acercaban coquetas, uno que otro le daba palmadas en la espalda y un grupo de chicos que lo cargaban en hombros, y él, pues él sonriendo altanero. Al parecer romperle la cara a alguien, te hace alguien digno de “alabar”. ¿Y si Yulia se había vuelto de esa manera?

-Deberías de tener cuidado cuando estés cerca de una pelea, te pueden lastimar y sería una lástima que dañen a alguien tan linda

¿En qué momento se acercó a mí?

-No creo que sea necesario, no me agrada para nada ver como alguien se rompe la cara
-Si no te ¿qué hacías viendo?
-Pensé que eras alguien
-¿Tú novio?
-No
-O sea que no tienes novio, ¿me equivoco?
-Eso es algo que no te debe de importar
-Me importa, porque si una chica me gusta, debo averiguar si hay alguien de por medio

En definitiva eran parecidos sus ojos, pero la mirada y sonrisa burlona de “yo puedo con todas”, no era la de Yulia, ni si quiera los ademanes que hacía, su postura, nada, hasta me sentía incomoda cerca de él

-Si me disculpas debo irme, mis amigos deben de estar buscándome

Sentí como tomo mi mano y me jaló suavemente a él, imagino que la mayoría de chicas que pretende, caen con estas cosas

-Pero dime tu nombre, necesito saber el nombre de la mujer que evitó por unos minutos que siguiera peleando
-Me llamo María

¿Por qué le mentí? No lo sabía, pero quería evitar tener contacto con él, “Yaz” no me suena como al apellido de Yulia…me zafé de su agarre y caminé de nuevo a la casa, busqué por todos lados a Iván o María, maldije por no poder encontrarlos, debía encontrarlos porque ya me había aburrido de estar ahí y de estar dando vueltas como tonta, tratando de evitar al presumido de Yaz. Salí al jardín para llamar a Samir, le dije que fuera por mí ya estaba cansada, me dijo que iría en taxi, que lo esperara adentro de la casa, que él me llamaría cuando estuviera afuera.

-Deberías entrar, la fiesta está dentro, no aquí
-¿Podrías dejar de salir de la nada?
-¿Podrías dejar de huir?
-Yo no estoy huyendo
-¿No?, pues eso parece
-No te creas tanto
-Bueno, deja de discutir, ¿aceptarías tomar un trago conmigo?
-No gracias, no bebo
-¿Un baile?
-Tampoco, no me agrada bailar
-No te hecho nada malo para que seas tan agria conmigo
-No me apetece ser dulce contigo

Creo que mis respuestas negativas y mi falta de interés fueron lo que hicieron que se molestará, pude verlo en sus ojos, me alejé un poco, me dio el presentimiento de que podría agarrarme del brazo y lastimarme

-¡Len! ¿Estás bien?, te estuve buscando por toda la casa

Le agradecí a Dios que llegara Iván en ese momento, Volk no le quitaba la mirada de encima a Iván, e Iván tampoco a él, antes de que se comentara algo, tomé a Iván y me lo llevé a la entrada de la casa
-¿Qué hacías con idiota de Vladimir?
-¿Quién?
-“Yaz”
-¡Ah! De la nada apareció, yo estaba en el jardín porque llamé a Samir, como tú nunca aparecías, decidí llamarlo
-Perdón Len, pero con lo de la pelea y que Antoine se peleó con uno de los amigos de “Yaz”, te perdí de vista, estuve buscándote por todos lados
-¿Por qué se peleó Antoine?
-Uno de esos estúpidos se llevó a su novia, y tú sabes muy bien como es Anastasia
-¿Se dio cuenta de todo?
-Si…la encontró con él y después vinieron los golpes
-Fue bueno que se diera cuenta de una vez por todas

Escuché la bocina del taxi, y ahí estaba Samir esperando, Iván se llevaría a María, si es que la encontraba. Me despedí de él y me monté en el taxi, en el camino iba algo ida, todavía no podía sacar de mis pensamientos a Yulia, ¿cómo estaría? ¿Se recordará de mí?

-¿Estás bien Len?
-Sí, sólo estaba pensando tontadas
-¿Cómo te fue en la fiesta?
-Bastante cansada y aburrida, las fiestas no son lo mío
-Tú debes concentrarte en la escuela, pero también relajarte, mucho de algo es malo
-Si Sam, pero me relajaré con otra cosa, no con fiestas

Se había ido ya un poco la tensión, al llegar solo atiné a dormir, estaba realmente cansada, no quería pensar, me dolía la cabeza de tanto pensar en Yulia, tal vez si la pensaba y de paso soñaba, pueda hacer que me la vuelva a topar…

-¿Qué hiciste para traer muerto a Vladimir?
-¿Quién es Vladimir, María?
-El chico guapo que le ganó a Hans
-¿De dónde sacas que lo traigo muerto?
-Sencillamente porque ha estado preguntando por la chica pelirroja, que aparentemente se llama “María”
-Le dijiste mi nombre verdad
-Obvio que si Len, él me llegó a buscar el lunes a la hora de salida, cuando hablé con él me dijo que no era la maría que estaba buscando, así que le pregunté cómo era la chica, que tal vez yo lo podría ayudar, y me dijo que buscaba a una pelirroja, hermosa, de piel blanca, con unos ojos verdes grisáceo
-María…
-Y bueno le dije que eras tú y que no te llamabas María, sino Elena
-María, ¿porque crees que mentí con mi nombre?
-Explícame, porque teniendo al hermoso y sensual de Vladimir muriéndose por ti, no entiendo por qué mentirle con tu nombre
-Porque no me agrada María, no me gusta ni me llama la atención como a todas
-Uy pero que gruñona estas hoy, deberías de bajarle porque te pasará a ver hoy
-¿Hablas enserio?
-No bromeo, serás la envidia de la escuela y de la escuela de ricos
-No me apetece ser la envidia de nadie, y velo viendo tú, porque yo no acordé nada con él

El día pasó y las clases también, hoy me iría caminando a casa, Iván estaba algo enfermo y María me tenía demasiado molesta, en todo el día la mayoría de chicas me veían y hablaban entre ellas, detestaba ser el centro de atención, traté de no darle importancia; al salir lo vi ahí recostado sobre su auto en la entrada del colegio,  con su sonrisa y postura arrogante. Traté de evitarlo, pero por más que quisiera no lo logré

-Vamos Elena, no muerdo…por ahora
-Ni me apetece verlo después
-Ven, acompáñame a dar una vuelta, solo te robaré unos minutos
-No puedo, debo llegar a mi casa rápido
-Bueno, te llevo a tu casa
-Está muy cerca de aquí, no es necesario, gracias
-Anda, aunque sea un momento nada más
-Mira, no quiero ser grosera, pero no quiero
-Por favor Elena, deja que te lleve a tu casa
-¿No te rindes muy fácil no?
-No, algo me interesa, no
-Bueno señor conquistador, vamos

Me dio risa su pose de ganador y como apretó su puño diciendo “eso”,  me subí a su auto sabiendo que todos me miraban, si iban a hablar, que fuera por algo, no por inventos.

Le iba diciendo el camino mientras charlábamos un poco, el camino a pie era corto, ahora en auto era mucho menos, le agradecí el que pasara por mí, solo sonrió y lo vi desaparecer por la calle, subí al departamento, hoy no estaba nadie, comí un poco e hice lo que debía hacer. Las semanas pasaban y Vladimir pasaba por mí todos los días, me agradaba el hecho que me pretendiera, pero siempre que podía lo cortaba cuando sentía que se ponía muy intenso, le agradecía sus atenciones, pero no anhelaba estar con alguien en estos momentos; poco a poco lo fui conociendo, debajo de esa cara presumida y sonrisa burlona, seguía la actitud presumida y arrogante, aunque uno lados que no imaginé que el pudiera tener. María estaba más emocionada de lo que yo estaba, me preguntaba tantas cosas, desde si ya nos besamos o si lo toqué, María está loca en definitivo, ahora, Iván no estaba muy alegre que digamos, peleábamos constantemente por Vladimir, el alegaba que era un idiota y que no me llevaría a nada, yo no defendía a Vladimir, peleaba con Iván, por pensar que yo podría salir con Vladimir, sus respuestas eran las mismas, como estándares, “todas siempre caen”, yo no soy “todas”, por esas cosas surgían las discusiones y constantes alejamientos de parte de ambos.

-Elena, yo quería preguntarte si tú… ¿quisieras ir a una fiesta el viernes?
-¿Así como la de Hans?
-Algo así, a pasar un buen momento, tomar algo, bailar y disfrutar, ¿qué dices?
-Deja veo si tengo algún pendiente o algo así
-Esperaré tu respuesta

Al quitarme el cinturón, solo pude sentir como sus labios estaban sobre los míos, sólo atiné a alejarme y decirle adiós, subí rápidamente al departamento, tenía el corazón en la boca, pero que demonios, quién se creía, toque mis labios, mi primer beso, esto estaba demasiado raro, me había gustado, me había gustado el beso del prepotente Vladimir, ay no, no puede ser. Casi toda la semana evité a Vladimir, no llegué a la escuela para no topármelo, pero el jueves fue al departamento y justamente cuando yo regresaba de la biblioteca

-Len
-Vladimir, hola
-¿Me estas evitando? ¿No te gustó el beso?
-Vladimir, mira fue muy rápido, yo no sé, no te di motivos para hacerlo
-Perdóname Elena, pero cuando sientes algo tan fuerte, es imposible evitarlo
-Mira, dejémoslo ahí, hagamos como si nada pasó
-Está bien… ¿irás a la fiesta?
-Ayudaré a Oleg con algo y si me da tiempo llego
-Me alegraría mucho si fueras
-Haré todo lo posible

Me dio un beso en la mejilla y se fue, le diría a María que me acompañe, tal vez Iván se anime.

-¿A dónde irás?
-Voy a una fiesta Oleg
-¿No vendrás tarde verdad?
-No te preocupes, trataré de estar antes de las 12
-Len, aprovecha las fiestas, diviértete y si no puedes llegar antes o a las 12, solo nos llamas ¿si?
-Gracias Oleg, le avisas a los demás, nos vemos

Llegamos a la casa que Vladimir me anotó en un papel, era en las afueras de Moscú. Era una mansión, el triple de la de Hans, y mucha más gente, llegamos y lo primero que hicimos fue buscar unas bebidas, la fiesta estaba tranquila, la mayoría platica, bailaba, ya eran tipo las nueve de la noche, algunos ya estaban ebrios, otros estaba sintiendo amor por otros…

-Es bueno verte Elena
-Gracias Vladimir, lo mismo digo, gracias por invitar
-Eres bienvenida

Pasé casi dos horas con Vladimir y sus amigos, me desesperé un poco, ya que sus amigos no nos “pelaban”, al igual que Vladimir, que se le iban los ojos por una que otra chica, con quienes estábamos empezaron a tomar de más, Vladimir ya estaba demasiado borracho para las doce de la noche

-Anda Lenita, vamos a bailar un poquito
-No Vladimir, ya estás muy borracho, ya arrastras las palabras
-Aún puedo estar de pie
-Ven, te daré un poco de café
-No, yo no quiero café, quiero más wiski
-No seas terco, ya no bebas
-Ya no beberé. Si me das un besito
-Pues creo que seguirás bebiendo
-Eres una maldita monja
-Oh pues gracias por el cumplido

Quien se creía que era, me alejé de ellos un poco y vi a Iván sosteniéndose de la pared, ¿Qué demonios?

-Iván, que sucede
-Leeeeen, leeen leeen
-Estás borracho
-Siiiii, adivina por qué
-Por qué
-Noooo, adivina lenita
-No lo sé, dímelo tú
-La chica que amo, no me ama, que más triste que eso
-Iván ven, te daré un poco de café

Al tomarlo del brazo hice que se desequilibrara y se cayera, me preocupó porque cayó de cara, al revisarlo y poder levantarlo me di  cuenta que no se lastimó, pero obviamente mañana le dolería como pude lo llevé al piso de arriba, tomaría una habitación y lo cuidaría ahí, solo faltaba buscar a María y listo. Entré en la primera habitación que estuviera vacía, cosa que no fue fácil, la última puerta del corredor era mi esperanza, gracias a Dios estaba vacía, como pude acosté a Iván, le quité los zapatos y lo puse de lado, por si se le ocurría vomitar, podría hacerlo libremente sin ahogarse. Ahora la tarea más difícil sería buscar a María, busqué en todas las habitaciones y en ninguna la encontré, en los baños y pasillos. Cuando bajé, ya todo mundo estaban borrachos a más no poder, pude ver como Vladimir se besaba muy acaloradamente con una chica de cabello castaño, ahí lo supe, Vladimir solo deseaba algo, algo que yo no le podía dar tan fácilmente. Deje de verlos y fui a seguir buscando a María, la encontré en la parte de atrás con una chica, llorando y riendo y llorando y riendo, me la llevé a rastras a la habitación, al igual que Iván, estaba borracha. Hablaba incoherencias en todo momento, decía que me quería, que su novio era una basura, pero que lo amaba, me dijo que Vladimir era guapísimo, que debería de intentar algo con él, pero que era un idiota.

Me senté en el sofá que había en la habitación, llamé a Samir diciéndole la situación, preguntó si quería que mandara un taxi por nosotros, pero costaría demasiado, así que le dije que no, no le agradó la idea que me quedara fuera de casa, pero estaba muy lejos como para regresarme, mejor por la mañana volvíamos, mucho más tranquilo. Me acomodé un poco para poder dormir, cuando escuché golpes afuera de la puerta, salí a ver qué sucedía, al salir pude ver a Vladimir peleando con uno de sus amigos

-Eres un maldito Vladimir, es mi maldita novia
-Ella quería acostarse conmigo Andrey, desde siempre, además no es la primera vez
-Eres un desgraciado Vladimir, pensé que eras mi amigo
-A una perra no se le dice que no Andrey, yo que tu veo con quien me acuesto

Los demás amigos de Vladimir lo sacaron, yo observaba en silencio, veía como Vladimir sonreía, como sabiendo que nadie puede contra él, iba a entrar de nuevo a la habitación, cuando sentí un jalón

-Pensé que la monjita ya se había ido
-Suéltame Vladimir
-Mmm, no, no tengo ganas

Podía sentir el alcohol en su aliento, además de olor a tabaco y ¿marihuana?, sí, marihuana.

-Ven, yo te quito lo moja
-Mejor me sueltas o no respondo de lo que haga
-Mira que el que no responderá, seré yo, porque te tengo ganas monjita, desde la pelea que quiero

Le pegué una bofetada para que no siguiera hablando, creo que no fue lo correcto, ya que hice que se encabronara y a mí me diera miedo su reacción, ya que me agarró del brazo muy fuerte

-Hoy aprenderás que a Vladimir nadie se le niega o atreve a golpearlo, menos una monja como tú
-SUÉLTALA VLADIMIR, ¡AHORA!

Ambos volteamos a ver quién era la dueña de la voz y ahí estaba, esta vez no me equivocaba, era ella, ella y sus hermosos ojos azules."



Disculpen la tardanza, pero ahí se las dejo. ¡Gracias por el apoyo, que la disfruten!

Tía !! No por que nos haces esto !??? He he joder que lo has dejado picante hahaha
Saludos y éxitos por ahí