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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por RAINBOW.XANDER 11/27/2020, 2:43 pm

Bien, aquí estoy de nuevo para traerles un fics cargado de lujuria, erotismo, diversión y prejuicio. No me culpen a mí de tan agradable lectura, culpen a la autora del mismo NyuMay quien nos deleitará con esta historia llena de cosas muy buenas.

Para ella, todo el reconocimiento, yo solo comparto lo que me gusta con uds (aunque a muchas no les parezca lo que hago) pero me gusta que sean partícipes de las cosas buenas.

Sin más preámbulos,  disfruten de los primeros dos capítulos

A leer!!!


Capítulo 1: ¿Nueva profesora?


Salutaciones. Soy Yulia.

Tengo 17 años, ojos azules, aunque cambian mucho con la luz a un tono más claro. Mi cabello es oscuro, aunque recién me lo he teñido, dejando atrás la rubia que antes era. Me agradan mis medidas, con mi talla B en brassier y mis caderas. Me han dicho que tengo un buen culazo. Mi piel tiene un brillo algo canela por el sol, sin embargo, soy pálida como para que al mínimo roce, ya se ponga rosa, así que hablamos de un tono ligero de bronceado perenne. Mi voz es un tanto… muy… aguda y aniñada.

Eso sí que lo odio.

No hay mucho más que decir de mí. Hay que pasar un tiempo conmigo para comprenderme!

Continuemos:

Jamás me he llevado de lo mejor con mi familia, pero tampoco estamos precisamente mal. ¡Ellos por su parte y yo por la mía! Si me comporto como siempre, me permitirán vivir en un departamento que me traerá libertad como regalo de graduación. ¡Es un premio doble! ¡Casi me gradúo este año! Me encanta saber que con mis notas, seré la primera de la clase, y por tanto seré quien dé el discurso de despedida.

Fuera de ser una buena alumna y una buena chica, mi vida no tiene  mucha emoción. Es un tanto aburrida. Jamás salgo a fiestas porque me molesta el exceso de ruido. Estoy esperando la universidad, donde supongo que podré congeniar de mejor manera con gente más madura.

A veces salgo a leer al parque, o a pasear tan solo para distraerme. Una actividad bonita, además de ver las nubes y aves pasar, es sentarme en una banca del parque más cercano y ver a las hermosas mujeres pasar mientras como paletas… y así anhelo como algunas malditas afortunadas que van de la mano con sus parejas. Más de una son parejas gay… Y como las envidio.

Aprovechando el hilo de mis pensamientos, diré algo que dudo poder decir en voz alta: Soy lesbiana, desde el fondo de mi psiquis razón, de ida y vuelta, lo he sido desde siempre. Desde siempre he mirado a las niñas. Aun desde pequeña, creí fervientemente que podría casarme con una linda chica y vivir feliz para siempre. Recuerdo que me enamoré perdidamente por primera vez a los 5 años de una niña muy bella de mi clase, pero ni modo, eso es pasado, los juegos de un infante no hacen peso en el presente.

Nadie en mi familia lo sabe, claro está. Aunque, por supuesto, están tan encerrados en su mundo que tampoco se dan cuenta de que he tenido 5 novios para mantener apariencias, ni tampoco saben que me meto en una pelea casi casa día en la escuela. Ciertamente, mi familia no solo es disfuncional, la actitud de mis padres es muy desligada hacia mí.

No se imaginan las cosas que sé hacer. Ah!! Dato curioso: sigo siendo virgen. ¡Carajos, no me culpen. Las exposiciones de educación sexual me hacen tenerle pavor a las ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual)! ¡Hay que tener cuidado! Los adolescentes son muy estúpidos para recordar la importancia de usar protección.

¿Por qué solo he tenido novios? Porque quería quemar etapas, quería que la gente dejara de preguntarme si era gay, quería quitarme un peso de encima. Odio admitirlo pero los chicos han sido tan insistentes, que no es como si no ha sido solo diversión y juegos, sin embargo; eso no importa, estoy clara en mis deseos. Quiero algo serio, bonito y duradero con una hermosa chica, así que el que me dejaran y/o necesitase cortar con ellos, no fue nada importante, eso sí, me agradó mucho saber que podía mantener una relación aun con el mínimo esfuerzo, pero solo por el poder de hacerlos correr con mis manos, o boca, o saber rozarles, para mí fueron la revelación de que el desvío hormonal del fin de la adolescencia no es un impedimento para razonar. Para ellos sí, es un limitante, pero para mí no.

Quiero andar con chicas, aunque a veces no sepa que hacer. ¡Son mi admiración, son tan perfectas! Y odio ser tan tímida. Quiero una novia y como son de mi género, el respecto me limita y me traicionan los nervios.

En fin… a estas horas de la mañana estoy yendo a la escuela.

Me llevan en auto ya que estoy en la ruta del trabajo de mi padre, un maestro de física básica por la mañana (En otra escuela, por supuesto. Sería un suicidio si dejo que mi padre me de clases) y un asesor y organizador de cupos y tarifas de seguros de vida, por la tarde. Nada grande, nada pequeño, él en sus asuntos y con sus amigos.

Bien…me dejan en el liceo, que no es para nada impresionante. Es una preparatoria como cualquier otra. Un edificio de lúgubres sensaciones, cual cárcel con estudiantes yendo a ser “educados” en hacinamiento.

—No te metas en problemas. Si te castigan, nadie puede venir por ti y menos tan tarde —Me dice mi padre mientras me da un poco de dinero para merendar y el pasaje, ya que volveré como siempre a casa para el almuerzo.

—Si señor — respondí sin mucho interés.

Tomé el par de billetes porque, claro, el dinero lo ahorro. Ya no siento hambre tras tomar el desayuno en casa, no me gusta comprar en la cantina y ya que tampoco me gustan los autobuses, y considero peligroso el servicio de taxis de éste lado de la ciudad, amo y prefiero mil veces caminar.

En clase todo está normal, ni una novedad.

Mi uniforme consta de una faldita azul rey muy corta, la cual por ser tan buena y bien portada estudiante, jamás me reclaman, con sus opcionales tirantes que hoy llevo y la sostienen de mis hombros. Mi camisa blanca impoluta la cual me queda un tanto ajustada en el busto, reluce sin una sola arruga, con cuello de línea rojo y lazo de cinta del mismo color pero más tinto por ser de ultimo año.

Me subo bien mis medias hasta la rodilla, blancas e impecables como mi camisa, y mis zapatos brillantes escolares se presentan en su color negro sin imperfecciones. ¡Las niñas buenas debemos vernos bien!

Me veo tan inocente, han dicho tantos… en especial con mi diadema blanca para sostener mi cabello en mi peinado de hoy, con un lazo que tiene corazones rojos por todas partes.

Parezco tan inocente… y no saben cuánto lo odio, impide que me tomen en serio.

Prometo todos los días ante mi espejo que no importa que tan pequeña me crean, ni ayer tan inocente me consideren, nunca debo dejarme molestar. Después de todo, nadie me defendería, debo cuidarme yo solita.

Al llegar a la realidad del aula de clases, todos en el salón saludan.

Solía ser una asocial, lo admito. Me la pasaba ensimismada en mis libros, estudiando en la escuela de mi padre en la que me trataban muy mal cuando era pequeña, luego de que mi hermana se fuera… pero conforme se borraron las marcas de la última vez que tuve una paliza, que evidenciaban que estuve en demasiados porrones nada ajustados en mis brazos y piernas. El pesar de mi alma se esfumó y pude congeniar con otros. ¡Defiéndete y nunca nadie pensará que puede hacer lo que quiera contigo!

—Yulia, ¿viste el juego anoche?

—Sí, que mal. Perdieron…

Nadie sabe de mi lo que importaría para considerar la esencia real de mi persona, y eso está bien, así lo prefiero. Varios creen conocerme, y está bien poder congeniar, pero no hay mucho más tras esas charlas banales. Para todos soy la chica estudiosa, medio tonta para hacer reír, que te va apoyar, capaz de pegarle bien a quien amenace a sus amigos y que no te juzgará sino que te aconsejará… Así sea a los coñazos.

Igual el truco es ser un amor en clase, hay que serlo para evitar problemas con los directivos. ¡Gánate a los profesores el primer día, no les des problemas la primera semana, y tendrás paz el resto del año!

Mis notas no están a solo 0,2 milésimas del promedio máximo el cual nadie ha alcanzado en años, por tanto: soy la número 1 del cuadro de honor. Es muy sencillo, en realidad, no es por presumir, pero siempre me ha sido fácil la escuela, ya que considero que no enseñan nada, tú eres quien debe decidir aprender. Por tanto: no me esfuerzo, solo memorizo lo necesario. Dejo mi tiempo para ayudar a mis compañeros en sus proyectos e informes, ya que los míos siempre están a tiempo.

Estoy sentada en mi mesa de trabajo, leyendo algo que nadie se imagina: un libro porno. Vamos a llamarlo más sofisticadamente, literatura erótica. Pero nadie aquí conoce mucho sobre libros, y la portada se ve tan simple y hasta infantil, que nadie dirá nada.

A continuación, llega el coordinador 1, del cual desconozco su nombre. Era algo… algo como Valjean, ni idea.

—Levántense y denle la bienvenida a su nueva profesora de literatura, también les dará educación artística en la incorporación del nuevo material general y educación sexual.

Ante lo último, varios rieron como si fuera lo más pícaro del mundo, por lo que debía intervenir.

—Muchachos, ya basta.

En mi modo “Quiero ver clases, cállense”, la actitud es ley.

El coordinador sonrió como si yo fuera algo pequeño y frágil.

—Gracias, Yulia… en fin, me retiro y los dejo en firmes manos. Esas son las únicas clases que tienen hoy. El profesor de matemáticas estará ausente por enfermedad, por ello les pido orden, compórtense con la nueva profesora: Elena Katina… y mucha suerte —Se va con su anciano porte militar, abriendo la puerta a su máxima capacidad para esta nueva educadora.

Juro que al principio solo pensaba: Que fastidio, agh… Otro maestro que ganarme a base de buena imagen… Otro remedo de apoyo al desarrollo juvenil siguiendo el cronograma de estudios mientras exige el respeto que ningún puberto le da ni a sus padres… Otra cara ante la cual fingir que todo va bien, expresando una fachada…

Pero entonces, no pude más… ¿Qué ven mis ojos? Es…tan…Deliciosa…

Un sinfín de sensaciones invaden mis sentidos, me siento nerviosa y ansiosa, es como si miles de mariposas estuvieran revoloteando en mi estómago y consiguieran colarse en mis venas, mandando cosquillas a todos mis poros… No puedo creer que ella será mi maestra éste año, verla es todo un deleite… Éste último año será sin lugar a dudas: Magnifico.

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Mensaje por RAINBOW.XANDER 11/27/2020, 2:51 pm

Capítulo 2: Ella es tan perfecta.


Ella es tan hermosa…

Esas piernas bien torneadas envueltas en medias panti negras, con su falda de ejecutiva ajustada dos dedos encima de la rodilla, color gris plomo.

Esa blusa gris más claro le queda ajustada en sus enormes pechos, ojalá que sus botones no terminen por salir disparados, que sin duda y con experiencia puedo decir que son talla C38 o, con esa espalda torneada, simplemente 28D…

Ese chaleco negro bien planchado que se puso encima para tratar de contener más esas sandías tan apetitosas y exorbitantes, pero créanme; no lo logra, no tiene la camisa completamente abrochada hasta arriba, va en un casual escote. Pero eso no quita que todo su conjunto grite: profesora estricta a la vista.

Su piel es clara. Es una pelirroja…una pelirroja de tono pálido, pecosa, tan cautivante…

Esos ojos verdes con gris tan claros, se parece más a un alarmante y cristalino manglar lleno de vida, me hacen sentir que es un sistema de lectura para mi torturada alma.

Esos tacones de aguja color negros no parecen fáciles de llevar con semejante gracia.

Esa cartera grande color gris. Y ese gran maletín color negro…

Es tan profesional… En especial con esa coleta alta y sus lentes de media luna.

Es tan perfecta… ¿¡Por qué la estoy detallando tanto!? ¡Auxilio, quiero detenerme, pero no puedo!

Es como una bibliotecaria estricta, como una inquisidora jueza en el castillo de los condenados. ¡Y yo quiero que me condenen tan solo para hablar con ella!

En eso nos habla y nos dice:

—Siéntense por favor — En un tono frío, pero tan calmo como directo y distante, que nos hace entender que con ella no podemos jugar.

Le obedecemos, entendiendo además que con ella, la gente tiene todas las de perder. ¿Podría hacerle frente? ¡Creo que sí! No me ha visto, o eso espero, porque mi cara debe ser un tomate. Créanme que yo no aparto la vista de ella, creo que nadie puede.

Sin embargo, en eso… Me lanzan una bola de papel, bien compacta, a lo que me quejo:

—¡Ay! ¡Duele!...¿Quién fue? —Me levanto y miro alrededor con desdén, para descubrir al culpable.

A veces hay uno que otro que quiere pasarse de gracioso, estos son los mismos que piden un encuentro a puños que sinceramente me encanta aceptar para estamparles la cara contra el pasto. No puedes caerle bien a todos y no tienes que preocuparte en caerles bien tampoco.

La maestra me ve de manera seria por quizás cinco segundos, segundos tortuosos en los que me recorre de arriba abajo. Siento que voy a derretirme como una vela a la llamarada del mismísimo sol de verano.

Pero luego mira al fondo a la derecha y dice sonriendo.

—Bien, bien…¿Empezamos con travesuras? Es deplorable… —Bate su melena roja y prosigue — El joven de chaqueta verde… ¿Podría ponerse de pie?

Él sabe que fue él, que es culpa y que le han pillado, pero lejos de preocuparse, él y sus amigos están tan ocupados babeando por ella que no le objetan nada.

Obedece mientras dice:

—S…si profeso…

No le da tiempo de terminar cuando ella dice amablemente:

—¿Puedes venir al frente ya mismo?

Lo hace, y pues claro que debe hacerlo, cualquiera se pondría de rodillas ante ella.

Ella camina alrededor de él, y dice:

—Así que… Hay chicos que creen que está bien molestar a las chicas… ¿Eres uno de ellos?

Él se ve como si le colocasen una espada al cuello, mientras dice atropelladamente:

—N…no…yo no fui…

Enseguida ella ve el contraataque.

—Oh. ¿Quieres decir que soy una mentirosa? Vale. ¿Serías tan amable de ir a la banqueta junto a la oficina del director y esperarme? Quiero dar mi clase sin interrupciones.

¡Es implacable! Que suerte para él que ya traía su mochila encima, seguramente para estar listo al escapar en una de sus idas al baño. Pero igual protesta:

—¿¡Pero yo qué hice?! ¡Si la tonta de Yulia chilla a cada rato, no puedo ser el único culpable!

Le enseñaré luego quien es una tonta…

Ella borra su sonrisa, como si su paciencia se hubiera agotado en cuestión de segundos y solo le faltase dejar la piedad de lado al destruir su objetivo, ese que irrespeta su hora.

—Pues, muy para tu desgracia, resulta que muy poco me importa lo que crea, jovencito. Lo he visto todo, aunque lo niegues. Sino… Preguntémosle a Yulia —Voltea a verme.

¡Me está viendo! ¡¿Qué hago?!

Yo estoy al segundo puesto en la columna de pupitres de en medio de la clase, recibiendo de lleno el destello de sus ojos.

El chico no va a rendirse, es terco como una mula, que ahora me ve y me dice:

—¿Qué dirás, eh? Estúpida…

La profesora va amonestarlo, o al menos puedo dar fe de que así es, gracias a su gesto para administrar justicia a base de sus certeras palabras… Pero mi bocota me gana, no puedo evitarlo y cavo mi tumba prosiguiendo a agrandar el lío, en grande.

—¡Solo la verdad, estúpido animal!

—¿A quién le llamas animal, comadreja?

—¡Fuiste tú y lo sabes, cara de bagre!

Ella se sostiene el puente de la nariz, dejándonos continuar, pues él responde:

—¿Pero cómo te atreves a decirme animal? ¡Pequeño germen! ¡¿Te crees muy ruda, maldita niñata con voz de silbato?

Ugh, me enerva, me irrita, me dan ganas de darle una bofetada ahí mismo. Estoy levantando el puño…

—No me hace falta rudeza. ¡Te voy a…

No sé que decir, ya no puedo hablar… Esto no suele pasarme… Es que la mirada de la profesora me ha tomado por sorpresa con esa reprobación, desagrado y fiereza tan latente en su semblante…

Ella solo lo toma del brazo y lo saca suavemente de clase, como si su sola presencia fuera magia en el aire… Una magia oscura y peligrosa.

Me habla ahora, tomándome de la muñeca para ayudarme a bajar el piloto, y paso a estar a su merced:

—Basta ya. Tú, por tu parte, al frente y al centro del salón, ya.

Mierda…

La obedezco, sintiendo mi pulso en mis orejas y la cara en llamas.

—Perdone… Suplico con un hilito de voz.

Su sonrisa leve vuelve, sabe que no la puedo desafiar.

—¿Eres Yulia, no es cierto?.... Que desafortunada, hoy te quedarás al final de ésta clase y vamos a charlar seriamente. ¿Bien?

Lo último lo agrega sin gracia alguna. Toda la situación carece de importancia para ella que ahora va a su escritorio, agarra tiza y se pone a su labor de instructora, sin volver a mirarme. Sólo escribe su nombre en el pizarrón.

Y yo no sé que hacer, jamás me he metido en líos con ningún profesor, tengo que arreglar esto o me habré creado una reputación con ella y arruinaría todo mi plan para el año.

—P...pero, disculpa, yo…

Ella me mira, circunspecta.

—Sin peros, siéntate— Es un tono fuerte, regio y sin espacio para algo que no sea una orden directa.

Me senté en mi puesto casi enseguida. Desvío la vista para no sentir que mi alma se escapa cada vez que conectamos miradas.

Una chica se levanta, parece que intentará mediar con ella… Pobrecita, se la van a comer viva.

—Pero profesora... Ella es la líder del comité de grado, es la mejor portada. ¿No puede dejarlo pasar? Debe ayudarnos con cierto proyecto…

Agh… Que pedazo de interesada…

La profesora sonrió.

—No, no quiero ni puedo, desde luego que no y menos si la supuesta ayuda la das por interés, querida.

La chica abre los ojos de par en par, en choque por el directo y claro rechazo a su intervención, la han convertido en nada e integra a agregar algo entre balbuceos sí, pero sus intentos son en vanos, pues de inmediato, Katina agrega:

—Basta. Claro que ya sé quién es ella, sin embargo, si quiero que alguien se quede para hablarle seriamente, se hace porque yo lo digo — Viró los ojos, como si no pudiera haber dato más obvio.

—Perdone… —La chica volvió a su puesto.

—Bien— Hoy les mandaré una tarea para mañana: traigan un libro. Lo discutiremos mañana junto con sus nombres. No tengo tiempo de preguntarles cómo se llaman, los iré aprendiendo con el tiempo. Mi nombre ya lo saben: soy Elena Katina… ¿Y Yulia?

¡Vuelve a mirarme, y está sonriendo tan felinamente como el gato que tortura al roedor en su cena!

—¿Sipi? — Contesto sin pensar.

Mierda—¿Por qué lo dije así? ¡Que pena, me quiero morir de la vergüenza…

Ella sonrió como satisfecha con mi reacción.

—Relájate, dulzura, reconozco a las niñas buenas.

Terminó con una sonrisa amplia y reluciente de sus perfectos dientes antes de sentarse frente a su escritorio, como para aliviar de algún modo cada nervio y tensión restante en su infinita misericordia, como si ya hubiera solucionado todo el asunto del funcionamiento del mundo alrededor, moviendo las piezas a su antojo.

Terminó de leer sus apuntes, se levantó, nos dio la espalda y siguió escribiendo esa simple tarea en el pizarrón.

Me senté en mi puesto, atontada por como me llamó. Ese: dulzura…


Cool Cool Cool
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por Fati20 11/27/2020, 4:57 pm

Que alegría que regresaras con una historia que ya con esos 2 capítulos deja más que claro que es una maravilla!!!!! Espero puedas publicar seguido. No le hagas caso a quienes no les parece lo q haces reconoces a las autoras y a nosotras nos encanta como las adaptas a nuestras chicas lo haces excelente. Saludos
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 11/29/2020, 10:47 am

Shocked Gracias Fati20 sos de lujo.

Acá les dejo dos capítulos más. Es que son tan cortos que uno no basta, a parte, son buenos todos!

A leer!!


Capítulo 3: ¿Podrías hacerme un favor?


La clase pasó sin muchos inconvenientes, pero como en cualquier salón de hormonales, no se encontrarían más que grupitos cuchicheando y adolescentes viendo a la nada, no habían más que barullos cada tanto y enseguida eran callados por las miradas certeras que identificaban enseguida cualquier fuerte de desafío a su poder. La mirada de la Maestra Katina es seria. El terror nocturno de cualquiera…

Mis compañeros de clase tienen la atención de un pez, así que claro que no logran concentrarse en seguir instrucciones por mucho rato… pero cuando empieza a acrecentarse un alboroto en el que el tono de voz pasa de murmullos a estupideces de viva voz, la profesora ha logrado controlarlo todo llamando la atención con este pequeño discurso:

—Mis queridos alumnos… Me caracterizo por ser el tipo de profesora que no los quiera ver, siendo honesta, no hoy ni en sus exámenes repetitivos. Vengo a cumplir mi trabajo y ustedes vienen a cumplir con estudiar. En estos momentos todos me caen fenomenal, no hagan que eso cambie…

Caminó entre una y otra fila de pupitres…

—Si van a copiar en un examen, trataré de hacerme lo más ciega posible, si olvidaron sus tareas trataré de olvidar entonces de cuanto en cuanto, era la fecha de entrega, pero eso sí: quien habla mal de mí o de otros, quien interrumpe mi clase, o como ya vieron: quien trata mal a los demás, habrá perdido un gran trozo de mi aceptación.

Caminó aún más elegante por entre el otro par de filas…

—Hablen si quieren el resto de la clase con el menor volumen posible, o todos tendremos problemas. Pero copien, porque debo organizar los objetivos de 3 clases y quiero concentrarme.

Está junto a mí, huele divino, pero me temo voltear a verla…

Después de eso solo se sentó en el escritorio.

Todos estaban satisfechos sabiendo que en tres materias, tendrían tanta “facilidad”… Que obviamente sería una trampa, pues nadie tan profesional nos regalaría la nota sin hacernos llorar primero. ¡Nada es gratis en la vida, y nada que valga la pena vale poco esfuerzo!

Yo solo me concentraba más en las piernas de la señorita Elena. ¿Por qué? Porque el escritorio está en la esquina contraria donde queda la puerta… No obstante, está girado los grados suficientes para apuntar a mi mesa de trabajo… Y en consecuencia, no saben lo provocativa que es la vista de esas piernas cruzadas. ¡Creo que puedo ver el final de las medias pantis hasta casi comenzó del glúteo y descubrir que lleva ligueros que las sostienen..!

¡Joder! A estas alturas ya debo estar sonrojada como para ser una luz roja de alerta con la cual guiar el destino de un misil.

Debo concentrarme, por eso copio con mi mejor caligrafía. ¿Sabían que soy zurda? O más bien, ya a estas alturas, ambidiestra, pero tengo la letra más bonita de todos en el salón. ¡Me gusta mucho saber que mis apuntes resultan lindos a la vista! Es estéticamente satisfactorio… Aunque eso no es tan interesante como el hecho de que tengo una ligera pero muy mala costumbre y es que, si no me muerdo el labio, entonces me estoy chupando el dedo. ¡Está mal, lo sé, no puedo evitarlo!

Espero que la profesora no se dé cuenta. Hasta ahora en el salón nadie lo ha notado en realidad, ni me han molestado ni nada similar…

Pero lo que me temía, sucede, claro. No, con Katina nadie tiene suerte, todos somos sus súbditos y ella es la reina que todo lo ve.

Al levantar la vista, ella me está viendo. Con una ligera sonrisa y una de sus perfectas cejas levantada. Decidida, va a su objetivo y desearía no ser yo…

¡Sáquenme de aquí! Quizá he hecho el ridículo y no puede creer que una chica de 17 años se chupe el dedo en su clase.

Ella se acerca a mí, todos evitan levantar la vista pero yo ya estoy condenada. Algunos ven el suceso por el rabillo del ojo, pero por bien propio, no le toman mucha importancia. Y entonces, además de quitarme disimuladamente el pulgar de la boca al tomarme de la muñeca, se pone a revisar mis apuntes y me dice:

—Que linda letra tienes… ¿Podrías hacerme un favor y copiar algunos puntos en la pizarra por mí, cariño?

¿Cómo se supone que debo resistirme si me lo pide así?

Pero claro que no, no quiero, no del todo… Siempre hay chicos que intentan levantar mi falda, me da vergüenza solo pensar que todos vayan a ver mi ropa interior, pero en especial la profesora.

—Es que…

—Por favor — No suena muy amable, sino insistente.

Tengo que sacar alguna forma de librarme de ella… En general me dicen que escribo muy formal y eso es extraño, al igual que ver a un zurdo escribir en un pizarrón, así que es un riesgo exponerme a que me fastidien, no porque les tema, sino porque aquí no se puede pelear.
¡Eso puede servir! Por lo que le digo:

—Es que…No creo que… No creo que deba. Escribo bonito solo en mi cuaderno, podría salirme horrible en la pizarra y no será legible.

Descuiden, sé que es una excusa cutre y ridícula.

Ella levantó una ceja y revisó mi cuaderno para inspeccionar y destrozar mi mentira.

Así que respondió.

—Yo considero que estarás bien… Por favor, dulzura, levántate y hazlo.

El honor es responder esa sonrisa arrebatadora de toda voluntad, obedeciendo la orden, no sin antes morderme el labio inferior en señal de mi total nerviosismo antes de tomar la lista de puntos.

Ella, mientras, pasa por los demás puestos por todo el salón.

Yo me dirijo hacia mis viejos archienemigos… El pizarrón y el escrutinio público.

Así, tras leer los puntos, me enfado un poco con el punto: “Nada de literatura erótica”.

¿Se habrá dado cuenta? No lo creo, quiero creer que no.

Escribo las pautas para la pequeña tarea.

Libro de mínimo 150 paginas.
Libros juveniles, no infantiles.
Libros que no pertenezcan a una saga.
Se permiten libros de cualquier autor.
Nada de literatura erótica.


Para este último debo agacharme un poco, aunque no quisiera, pero es la única forma cómoda de escribir. Rezo y espero que no se note nada, no contaba con que el largo de mi falda algún día me la jugaría mal, ni que mis propias curvas o la circunferencia de mi trasero fueran a traicionarme tanto el día de hoy específicamente.

Y, ¿cómo no? No se hace esperar un mal comentario:

—Mmm… ¿Cuánto cobras?

Antes de que empiecen las risas, salió otra ridiculez:

—Profesora... —Alargó el chico las silabas de su llamado, como un niño — ¿No le parece extraño ver a alguien zurdo escribiendo en el pizarrón? ¿Por qué no manda a alguien más?

Empiezo a sentirme un poco molesta, debo ser sincera, me desagrada estar a merced de la estupidez de mis compañeros. Por lo que mantengo mi vista en el piso, sin bajar la cabeza, y la tiza entre mis dedos, sostenida por ambas manos, manteniéndolas a la altura de mi vientre.

Ella habla:

—¿Sabes? Quizá debería…

Mi decepción empieza a precipitarse…

Y ella prosigue:

—De no ser por el simple hecho de que es la letra más hermosa que he visto en años.

¿Qué? El sonrojo ahora es lo único que se precipita.

Oigo como suena el timbrar de la campana. Y como ella dice al final del túnel del sonrojo:

—Pueden salir al descanso, excepto el joven del feo comentario. Sí, usted, acompañará a su amigo en el lugar que había dicho, fuera de la oficina del director hasta que los llamen.

Quizás en mi oportunidad para escapar, pero pronto sopeso que se daría cuenta y el lío sería aún mayor, por lo que solo dejo la tiza y acomodo mis cosas, dejo mi mochila acomodada en el asiento y todo guardado, excepto mi libro.

Oigo como ella va hacia la puerta y cierra, ha puesto el seguro, sin embargo no me imagino que alguien vaya hacer algo tan tonto como querer entrar a molestarla, y menos ahora que va a regañarme.

Estoy tan nerviosa que mis ojos se llenan de lágrimas.

Ahora dice:

—Muy bien dulzura, tú y yo ahora debemos hablar seriamente…

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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por RAINBOW.XANDER 11/29/2020, 10:50 am

Capítulo 4: Lindas braguitas negras…


Mi garganta arde, mi boca está seca, mis manos están frías y mis rodillas no sostienen mi peso.

No puedo hacer mucho, balbucear es lo único que queda.

—S...si…N...no... y...yo…yo no… Digo, perdón… Es que… —Balbucear, tartamudear y dejarme en vergüenza tampoco era el mejor plan.

Ella me ofrece su mano, sonriendo con indulgencia, como con cierta preocupación.

—Tranquila… Puedes llamarme maestra, profesora, señorita… O Elena, dulzura, como mejor gustes.

Joder… Debo estar metida en serios problemas para que de su cara más dulce conmigo. Tiene que ser mentira…

Mis últimas dos neuronas funcionales logran hacer que mi brazo se mueva, llevando mi mano derecha a conectar con la suya.

—Si, maestra… S…Soy Yulia, Yulia Volkova, y… Lo lamento, yo…

Ella acerca una silla al frente de su escritorio y me dice:

—Basta, cálmate, se bien quien eres, no se me va a olvidar. Siéntate por favor.

La obedezco, casi de inmediato.

Ahora es cuando me empiezo a preocupar, pues paso a ser un cachorro regañado. Me enfoco en mantener mi vista tan baja como me sea posible, fijándome en mis manos, firmemente tomadas en mis piernas.

Ella habla. ¿Qué está diciéndome? La oigo distante, es un momento ideal y desconocido. Sentada ahí, frente a su escritorio, en su silla de cuero, tan elegante, cruzada de brazos, viéndome:

—En fin… Suelen molestarte seguido ¿eh?

—Si, no… ¿Qué? Digo, no, no. Ya no…Ya…Ya casi no.

—¿Me estás escuchando? — Le molesta mi falta de atención.

—Perdóneme, es que yo nunca me metí en problemas…

Suspiró.

—Cierto, lo sé. Leí tu expediente… Sólo se hablan maravillas de ti en el salón de maestros, eres una alumna ejemplar. ¿Lo sabías?

Respondo:

—Pues… Supongo.

Ella habla tras un suspiro ligero:

—Entonces, aún con tan buena reputación, con tan buen comportamiento… ¿Por qué te rebajas al nivel de alguien molesto y respondes con igual o peor actitud?

No va a perdonar mis acciones en su clase.

—Con todo respeto, usted tendría que pensar con un criterio menos adusto.

—Oh. Alguien ha leído el diccionario…

—Pues si! Y lo que pasó hoy no fue mi culpa, yo no pedí que me lanzaran nada ni que me insultaran en clase. No esperaba que me quedase callada. ¿O sí?

Jamás dejo de verla a los ojos cuando me habla o le hablo. Aunque en el silencio tienda a bajar la vista y tratar de controlar mi puchero. Juro que si me tiembla el labio, moriré de la vergüenza.

Ella, fuera de toda lógica, ahora parece aguantar la risa en una sonrisa aún más altiva y satisfecha, como si mi actitud fuera exactamente lo que esperara. Estoy a su merced, seguramente en su mente yo ya perdí esta discusión.

—Hm… Supongo que no… Pero no tienes que recurrir a ponerte así, puedo evitar que te molesten. ¿No te parece?

Abrí la boca para intentar hablar, cerrándola casi enseguida, intentando comprenderme que me había propuesto. Una vez logré procesarlo, negué con cautela.

—No lo necesito, gracias.

¡No seré la bebé de una profesora que no debe tener más de unos 23! ¿Para qué dejarme custodiar por alguien que no es más que unos años mayor?

Ella se ríe un poco.

—Te comportas por integridad… Pero, por orgullo, ¿te avergüenza recibir mi ayuda, dulzura?

Viré los ojos, no pude evitarlo.

—No me están intimidando. Soy fuerte y me cuido yo sola… Así que, maestra, no me trate diferente.

Asintió.

—No lo haría, aunque cabe destacar que eres diferente y eso es bueno, te hace la chica agradable que eres. ¿No lo crees?

¿Qué? ¿Qué me ha querido decir? No hayo que decir.

—S…supongo.

Maldición. ¿Cómo puedo pensar en trabarme en un momento así?

—La gente no puede portarse bien siempre, ciertamente, y aun así no se puede premiar el mal comportamiento. ¿Sabes? Podría castigarte.

Me sorprendo terriblemente.

—P…pero no es justo… ¿Me porté mal, maestra?

¡No! No quería decirlo así… No quería sonar así, que vergüenza…

—Oh, no hiciste nada más que defenderte, ya aclaramos ese tema, Pero… ¿Qué tenemos acá? Un libro un poco peculiar.

Y me enseña mi libro… ¿Cuándo y cómo? Debió tomarlo de mi mesa cuando no veía.

Me hago la desentendida.

—Es un simple libro… No tiene nada de malo.

Ella niega, sobrada de confianza.

—Linda, enseño literatura. Esto, aunque disimulado, es erotismo.

¡No quiero que los confisque, es mío!

—Pero… Es mi libro favorito… No lo confisque, por favor. Quería traerlo mañana, si usted manda traeré otro, pero no me lo quite.

Sé que me debe estar temblando el labio sin querer, en el enorme puchero que debe estar formado en mis, de por sí, carnosos labios. Mi esfuerzo de todo este tiempo para no llorar en la discusión, lastimosamente se verá hecho trizas.

Ella me mira, conciliadora y preocupada.

—Vale, cálmate… Como eres una buena chica, te lo devuelvo al final de la clase. Este es el salón que me han asignado, así que solo debes venir a buscarlo. ¿Bien? Respira…

No es justo… Yo quería seguir leyendo.

No respondo. Sólo bajo mi cabeza, no he ganado pero lo que propone es justo. Me queda asentir mientras me limpio la comisura del ojo antes de que salga una lágrima.

Ella se acerca e insiste.

—¿Está todo bien? O si quieres, puedo confiscarlo, dulzura…

¡De ningún modo!

—¡N…no! Perdone… Vendré a buscarlo, bien, lo lamento.

Y ella me sonríe de forma altiva, ciertamente he sido el ratón con el que su felina presencia ha jugado.

—De acuerdo, muy bien. Ya puedes retirarte.

Cuando me voy, tras tomar mi bolso y estar abriendo la puerta, la profesora me dice:

—Y por cierto: lindas braguitas negras, pero asegúrate que nadie las vea, primor.

¡Demonios! Mi sonrojo debe ser inigualable.

Le respondo atropelladamente:

—S...si, maestra…

Ella se ríe un poco y me mira de arriba abajo otra vez.

—Ten cuidado ahí afuera, pórtate bien y cierra bien cuando salgas.

Sin siquiera verme, se ocupaba de detallar mi libro.

No quiero pasar más vergüenza, así que salgo.


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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por VIVALENZ28 11/29/2020, 8:45 pm

Ahhh que emoción que volvieras y más con una historia así, esto se pondrá interesante jijiji
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por Fati20 11/29/2020, 10:25 pm

Tienes un gusto exquisito en historias. Me encanta lo pícara que es lena me fascina cuando tiene esa personalidad puedo imaginarme muy fácilmente esa lena felina 😏😏 estoy encantada de leerlo y que publicaras tan pronto esperaré con muchas ansias los próximos. Saludos 😘
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por RAINBOW.XANDER 12/1/2020, 10:43 am

Bueno, sé que es algo corto este capítulo pero igual de bueno. Si puedo, subo el otro más tarde.

A leer!!

Capítulo 5: Oh! Yulia…


POV Elena

Tengo que resaltar que estoy aquí por trabajo. Estos pubertos no son lo mejor ni mucho menos, apenas cumplen el mínimo en cuestión educativa, su desempeño en general es deplorable.

Esta escuela no fue mi primera opción de trabajo. De hecho, este es solo uno de mis dos trabajos. En la tarde hago planos como ingeniero en jefe de una pequeña agencia. Con estos dos trabajos en realidad no pierdo mucho de mi tiempo y gano muy bien. Lo que vine hacer acá, es saldar un favor y cambiar un poco la rutina.

Me llamo Elena Katina. Tengo 25 años y soy una mujer profesional, independiente y soltera.

Sé que soy hermosa, no hace falta negarlo. Pero escondo un pequeño secreto: tengo un grave, muy grave fetiche con las jovencitas. ¡No me juzguen, nadie puede lanzar la primera piedra!

He tenido muchos novios en mi vida. Pero novias, ninguna, porque a ninguna chica la he dejado concretar nada serio conmigo. Solo una vez, intenté acercarme a una, en mi último año en la universidad, cosa que no salió nada bien ya que apenas estaba entrando al campus y me rechazó, eligiendo a un patán que poco después de coger con ella, la dejó. Suerte para ella no haber salido embarazada.

Pero bueno, eso solo acrecentó mi ego, sé que soy un gran partido y pude haberla hecho feliz, aunque ya es cosa del pasado.

En esta escuela no hay muchas cosas despampanantes. Es una escuela como cualquier otra, organizada y a simple vista bien cuidada, pero reitero que no se caracteriza por ser la mejor. No me dará trabajo ya que, por sobradas razones profesionales, al parecer soy una de las mejores maestras que tienen por aquí.

No creí encontrarme nada interesante… Hasta que la vi a ella.

Ella no lo sabe, pero la vengo observando desde que me estacioné y vi como un señor relativamente mayor, el cual supongo que es su padre, vino a dejarla.

Esta pequeña es un amor. No tiene el busto más grande, pero un culito tan bien formado que me da muchas ideas para hacerle. Una cinturita que de no ser por el uniforme, podría ver mucho mejor y, joder, esas piernas…No pude sino deleitarme más al ver ese rostro, una carita preciosa, un semblante limpio y sin imperfecciones, más allá de las ligeras ojeras de estudiante y esos labios, rosados, carnosos, apetecibles… Esos ojos azules… Es hermosa, lo admito, y admito sin reservas que es lo mejor en su salón.

¡Pero por eso mismo he decidido contenerme! Una jovencita así, inteligente como para sostenerme una discusión, debe tener a más de un chico tras ella…

Me dio mucho coraje cuando esos dos imbéciles trataron de molestarla.

No entiendo como es posible que quieran ir contra ella. ¡Solo se hablan maravillas de esa ternura en el salón de profesores! Pero es comprensible, alguien que es bueno siempre será el blanco principal para idiotas.

Se ve muy tierna, provoca abrazarla. No mide más de 1.60m, por lo que es divertido ver que le llevo una cabeza, fácilmente, con tacones.

Sin embargo, su porte casi se ve destruido y casi me decepciona. Una boquita tan bella casi se ensucia al responderle a ese ridículo imbécil. Y parece que no se anda con juegos, un adolescente levantando el puño va con todo, por lo que he logrado intervenir y divertirme un poco confiscando su “libro favorito”. Tiene muy buen gusto, lo admito. ¡Y tiene una letra bellísima! Eso sí, sin duda, símbolo de gran personalidad.

Así que, en general es: Elegante, sin duda. Dulce, por demás. Hermosa, sin objeción que valga. Tierna, a más no poder. Me provoca mucha curiosidad.

No puedo evitarlo. Pensaba ir al primer descanso a vigilarla para ver como es entre sus compañeros… Pero creo que me quedaré a masturbarme pensando en su linda carita angelical mientras nadie molesta.

Que bien que la ventana es cubierta por una cortina y el salón es al menos 70% insonorizado, solo tengo que cerrar con seguro…

Así nadie me verá meter y sacar mis dedos en mi coño…Nadie puede verme de piernas abiertas sentada en mi escritorio, con las bragas en mis rodillas. Nadie puede verme con la mitad de los botones de mi camisa y chaleco, desabotonados, dejando afuera mis senos copa D, ni tampoco como los amaso, como halo mis pezones y los hago aún más erectos; sin duda fue buena idea no traer brassier…Nadie puede oírme gemir tampoco, ni como lamo mis dedos probando mis propios jugos y vuelvo a meter mis largos dedos llenos de saliva en mi coño…

Nadie puede oír como se me escapa ese pequeño: Oh! Yulia…

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Mensaje por Fati20 12/1/2020, 3:21 pm

ME ENCANTÓ!!!!!! Esta lena es un pervertida me encanta ojala puedas subir otro hoy, muero por leer mas 😏
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por RAINBOW.XANDER 12/1/2020, 3:50 pm

Otro capitulooooo!!!



Capítulo 6: ¿Te encuentras bien?


Habiendo terminado en un maravilloso orgasmo, me dirijo a por un pequeño refrigerio en la cafetería. Un simple y delicioso chocolate.

Tengo tiempo entonces para verla.

Ella está primero con un grupo, los hace reír, el grupo pierde interés, ella se va a otro. Un grupo un año menor. La abrazan chicos y chicas. Ella los hace reír de nuevo. El grupo queda en silencio, por lo que al parecer ella pierde interés, así que se despide y se aleja.

Va a otro grupo. Esta vez son estudiantes de primer año de secundaria. La abrazan, la saludan chocando los cinco. Ella les acaricia el cabello a un chico y a una chica, lo cual es curioso porque son solo unos centímetros más bajos que ella. Parece que los felicita por un par de actividades de aula. Luego se queda callada y escucha atentamente algo que le dicen, para luego poner sus manos en los hombros de la chica que le cuenta algo, luego la abraza, se despide de todos y se va. Es adorable.

Por ultimo veo que hay un grupo de alumnas de primaria. Deben ser de primero o segundo, y deben rondar los siete y ocho años, las cuales la rodean y abrazan. Una incluso, se cuelga de ella para que la cargue, lo cual no tiene idea de lo dulce que resulta. Es curioso, hay una que le cuenta algo con una carita molesta, y luego hace una señal grosera con su pequeño dedo, por lo que Yulia le toma de la mano para que deje de hacerlo. Que linda, es un gran ejemplo…Y luego se despide.

Pero, ¿qué veo? Ya para cuando va por uno de los pasillos saluda a unos cuantos que se apoyan en la pared, chocando los cinco.

¡¿A cuanta gente conoce esta chica?! Me impresiona encontrar a un ratoncito de biblioteca siendo tan sociable, debe estarlo dando todo de sí.

Entonces la sigo a un lugar apartado y saca otros tres libritos, no muy gruesos, de su morral. Joder ¿tanto le gusta leer? Elige uno, el cual yo jamás he visto, y comienza a leer. Pero esa sonrisa pícara me dice que llegó a una parte que no debería estar leyendo… Jeje, jóvenes. ¿Qué se puede hacer?

Opto por volver al salón. Pero antes, veo como un chico mayor, que deber ser de esos que vienen a por sus certificados, pues han entrado a la universidad, le quita el libro.

Ella se queja. La oigo:

—¡Dámelo! ¡Es mío!

Pero el abusivo responde:

—¿Y si no te lo doy? ¿Qué harás al respecto?

Y le hala un poco el cabello.

Ella le aparta la mano de u manotazo, rasguñando un poco en el proceso.

El abusivo se queja.

—¡Agh! Demente de mierda… Parece que tu patético libro irá mejor aquí dentro.

Y se desabrocha el botón de sus jeans, para meterlo de seguro junto a su asqueroso miembro.

Ella se queja:

—¡No! ¡Joder, dámelo!

Pero antes de lograr quitárselo, otro amigo del chico llega y la sostiene de los codos.

Joder, que cobardes. Todos contra una chica que no les estaba haciendo nada.

He de intervenir:

—¿Qué le hacen a mi linda prima?

Me miran de arriba abajo.

El más grande parece querer enfrentarse a mi autoridad.

—Hm…¿Usted quién es?

—Profesora Katina, por supuesto. Y tú, junto a tu amigo, están en serios problemas.

El otro chico se ríe socarronamente.

—Muy tarde, ya no estudiamos aquí. No puede hacernos nada.

—Pero puedo llamar al director, el cual les vetará el poder de entrar aquí en la institución y no obtendrán los certificados y demás datos para que vayan a la universidad. ¿Les apetece? ¿O la dejarán en paz?

Ellos se miran las caras antes de que el que la tiene sostenida, la suelte bruscamente haciéndola caer de rodillas. Y el que tenía su libro, se lo lance fuertemente al piso, cayendo el objeto justo frente a ella.

Sabiendo que ahora ambos cobardes se han ido corriendo como las ratas que son, me aproximo a ella, viendo como tiene lágrimas contenidas en sus bellos y grandes ojos azules, y le tiendo mi mano diciéndole:

—¿Te encuentras bien, dulzura?




Embarassed Embarassed Embarassed
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por Fati20 12/1/2020, 4:59 pm

Tan bella lenita defendiendola 😍 esta muy muy buena la historia como siempre son una maravilla adictivas
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por katina4ever 12/2/2020, 6:11 pm

Me encanta!! Muy buena la historia muero por saber más!!!!!!
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por VIVALENZ28 12/2/2020, 9:36 pm

ay caramba esta Lena entre dulce y perver es muy interesante
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por RAINBOW.XANDER 12/5/2020, 2:46 pm

Hola chicas, saludos a las que comentan y por apreciar la historia, un abrazo a las personas que se han tomado la molestia en leer, que están allí, detrás, disfrutando de la lectura.

Les dejo hoy dos nuevos capítulos, aprovechando que estoy en casita, y esperando que los disfruten un montón.

A leer!!



Capítulo 7: Ya está, princesa.


Ella me ve, mientras está conteniendo el llanto que sé que en cualquier momento no aguantará.

No me gusta repetir las cosas, odio sentir que no se me presta la debida atención, pero no la culpo, está mal y no merece sentirse así.

—Hey, dulzura, dime: ¿te encuentras bien?

Y ella asiente, evitando verme. Pero antes de tomar mi mano con la suya, se sostiene donde el chico la tomó primero y con mayor fuerza y se queja ligeramente… Parece un maullido de dolor, incluso. ¿Podría ser más dulce?

Necesito concentrarme, podría estar herida.

—Ow, parece que no… Ven, déjame ayudarte.

La tomo de su mano, agachándome un poco. Tengo que aguantar una risa ligera, porque, lo admito, si le di una buena vista y no me arrepiento.

Ella se levanta y me mira con toda la pena del mundo. ¡Oh, pequeña orgullosa, déjate auxiliar!

—Gracias por…

Niego, debo mandarla a calla, poniendo mi índice sobre sus labios tan rosados y mantener todo bajo control.

—Shhh… Ven conmigo, vamos a curarte.

Estamos ahora en el aula.

No hay ni un alma en el pasillo, pero igual opto por pasar seguro a la puerta.

La ayudo a sentarse en el escritorio cuando ella dice:

—Pero… Está mal, el escritorio no es para sentarse.

Ja. Que dulce.

Sinceramente no me sorprende que sea la niña perfecta aún en una situación como esta.

—No te preocupes, deja que yo me encargue — La sostuve de la cadera para ayudarla a sentar.

Eso la dejó bien calladita y quieta, obediente tal como debe ser.

Saqué el pequeño estuche de primeros auxilios en mi bolso y me dispuse a ayudarla. Me agaché para bajar sus medias. No saben la deliciosa vista que tenía debajo de su falda. En serio, le quedan preciosas esas bragas.

Ella se quejó cuando puse una mano en su rodilla:

—¿Q…qué hace?

Le digo, con un tono pícaro:

—Shhh… ¿Por qué tan nerviosa? No hay nada que temer, sólo voy a curarte.

Bajé un poco sus medias para dejar al descubierto sus rodillas y pasar con cuidado el algodón con un poco de alcohol.

Ella se quejó, nuevamente casi un maullido, se los aseguro.

—¡Auch!... Basta, e…eso arde…

—Quieta…

Ese puchero…Hace que esos labios se vean apetitosos.

—Es que duele…

—Calma. Ya casi termino…

Pasé algodón también donde el idiota la sostuvo en sus brazos. Luego puse pomada. Tanto en sus rodillas como en sus brazos.

Ella evitaba verme. Y…apretaba las piernas… Oh, que dulce. Esa señal… ¿Qué estará pensando? Como para que de seguro sus partes se pongan calientes y se sienta tan incómoda. Debo ponerla bastante nerviosa.

Me levanto y le digo:

—Ya está princesa, todo en orden.

Ella sorbe un poco por la nariz y ahoga un sollozo. Me mira por entre sus gruesas pestañas.

—Gracias…Pero…¿Por qué me está ayudando?

Ugh, que rollo.

—Porque soy una profesora responsable, por supuesto, y lo más responsable en éste caso era intervenir, dulzura.

Ella me ve, bastante convencida, y sin embargo continúa porfiando:

—Si pero… ¿Por qué les dijiste…

Ah, eso…

—Si decía que eras mi prima, era ya algo personal. No sabrían si era solo una profesora nueva metiéndose en un pleito, porque eso hubiera sido peor para ti.

Y ella:

—No, eso no… ¿Por qué… Me llamaste…

Ja! Que insistente, en cualquiera otro caso me resultaría exasperante.

—¿Linda? Porque lo eres, claro está, y sonó más personal. Ahora dime: ¿Por qué de la nada esos chicos fueron a molestarte?

Se le llenaron los ojos de lágrimas como si toqué un punto clave. Pero he de insistir:

—¿Y bien?

—No quiero hablar de eso…

—No te vas a ir sin explicar cómo acabaste en ese lío, pequeña, y más te vale ser sincera.

Ella dejó salir un sollozo.

—Oh… ¿Qué sucede? Vamos…Solo responde.

Le digo mientras le levanto el mentón con una mano para que me mire, y con la otra le limpio las lágrimas.

Ah, todas las cosas excitantes que podría hacerte, dulzura…

Ella abre la boca, por fin sus dientes ha soltado su labio inferior.

—Ellos eran mis amigos…Y uno de ellos…Es mi ex novio.


Suspect Suspect Suspect
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por RAINBOW.XANDER 12/5/2020, 2:50 pm

Capítulo 8: Chocolate


P.O.V Yulia


No sé porque me ayudó. Pero se lo agradezco… Aunque odio parecer una damisela en peligro.

Terminé diciéndole que ese chico es uno de mis ex.

Pero… Parece no estar satisfecha con eso.

—¿Un ex novio?...

Creo que debo explicárselo brevemente…Pero me da tanta vergüenza que me cubro los ojos… Como una pequeña niña. Si no me ven, soy invisible…

—No duramos mucho… Aunque hicimos demasiado para dos meses… Jamás tuvimos sexo… Y eso a él le molestaba… Él era muy malo conmigo.

—¿Te ha lastimado? ¿Por eso lo dejaste?

—Me dejó porque pasaron dos semanas en que no podíamos vernos y… Me echó la culpa de eso… además, me trató muy mal por otras cosas…

—¿Y luego?

—No mucho… Al final me hizo llamarlo “hermano” porque dijo que si no mantenía cierta cercanía, lo hacía sentir culpable…

—Me parece un fetiche bastante desagradable de su parte…

—Ciertamente… Solía molestarme por mi altura, porque soy pequeña y débil. Incluso me invitaba a que un día intentara hacerle algo. Decía de la nada, tantas cosas, como para buscarme pelea.

—¿Más o menos? Algún ejemplo…

—Bueno… Que él era de los hombres que no le importaba si yo era una chica, me devolvería el ataque multiplicado por tres… Podrá ser mayor, pero es solo un niño mimado… Siempre brusco…

—¿Un punto de quiebre importante?

—No. Dejé de hablarle porque mi familia llegó a leer mensajes de insultos que me mandaba, según él, jugando... Mis amigas y familia me dijeron que lo que él hacía era maltrato aunque yo no le diera importancia. Al final, sí, me cansé y dejé de hablarle…

Noté como mi voz era ahora un susurro ininteligible.

Ella preguntó:

—Entonces… ¿A qué se debe este arrebato de ira como para que viniera a molestarte aquí en la escuela?

Respiré profundo y respondí:

—Pues que… Por bloquearlo en todas mis redes sociales, empezó a enviarme mensajes y llamarme por cualquier medio posible… Lo ignoré hasta que se detuvo… Un día, en una reunión con mis amigas en un centro comercial, él me “saludó”… Me dijo cosas raras de la nada. Me dijo “¿tan insufrible y malagradecida eres como para no saludar siquiera?”… Dijo que era una antisocial sin amigos, que de seguro solo iba con “esas chicas” para levantarme alguna como una “asquerosa lesbiana”… Yo me fui de ahí en cuanto él se acercó demasiado.

—¿Nadie llamó a la policía?

—Sí, los guardias del centro comercial. Luego mis amigas me defendieron como para que pudiera irme con otras dos de ellas en un taxi a casa…

—No quiero hacerte sentir peor, jovencita, pero espero entiendas que no debes volver a juntarte con gente como ese joven.

—Ya sé… Él es uno de los peores errores de mi vida… Y hoy me encontró estando sola. Por eso aprovechó para molestar. Nada en realidad, y ese chico es su amigo, otro que solía ser parte del grupo… Pero eso fue hace más de un año. Ellos van ya a la universidad y se supone que no pueden hacerme nada.

Mi maestra veía al piso. Como asimilando todo.

Me tomó del mentón y me hizo verla a los ojos.

—Bien… ¿Te puedo decir algo?

Tragué fuerte.

—¿Qué cosa?

Ella me sonrió y me acarició la mejilla con el pulgar.

—No te quedes sola… Si no encuentras un grupo para estar, ven a ayudarme aquí y te quedarás conmigo en el aula. ¿Está bien, dulzura?

No entendía…

—¿Por qué…?

Rió por lo bajo.

—Oh, porque no puedo dejar que dañen a la mejor alumna que ha tenido la institución.

La interrumpí:

—No… ¿Por qué me dices así?

Me miró extrañada antes de entender a qué me refería.

—¿Dulzura?

Asentí.

—Sipi…

—¿Acaso te molesta?

Respondí apresuradamente:

—N…no… Pero…

—Entonces está bien — Cortó con suficiencia — ¿No es cierto, dulzura?

Bueno, sinceramente me hace sentir bien si me dice así.

—Supongo que sí…

Ella sacó un chocolate de su elegante cartera.

Me dijo:

—Toma, linda, un chocolate al día te endulza la vida.

La miré extrañada.

—Em… No, yo…

Lo abrió y me lo puso en la mano.

—No acepto un no por respuesta, aprende eso.

Me mordí el labio totalmente sonrojada. ¡Me está dando chocolate!

—M…muchas gracias, maestra Katina.

Ella partió un trocito y dijo:

—Para olvidar ese pequeño altibajo… Come.

Yo la miré extrañada mientras ella se llevaba el chocolate a los labios.

Pero no se lo comió como creí…

Se acercó a mi rostro y susurró:

—Ten…

Sabía lo que quería, por eso lo tomé. Sus labios apenas rozaron los míos.

Mantuve el chocolate entre mi lengua y mi paladar.

Ella soltó una pequeña risita y me dijo:

—Te has manchado, princesa…

Sacó una servilleta de papel suave, la mojó en sus labios, y me limpió en la comisura del mío.

Mi sonrojo a estas alturas debe ser inigualable.

No podemos quedarnos calladas y nada más, ella procede hablar:

—Ahora, sal a disfrutar los últimos dos minutos antes de la clase, dulzura…

Ladeé la cabeza, extrañada.

—¿Por qué?

Me mira de brazos cruzados, no está contenta.

—¿Te desagrada lo que acaba de pasar?

Le respondo tomando el borde de mi falda con vergüenza.

—N…no, pero…

Me interrumpe:

—Si hay algún problema, coméntamelo a la hora de la salida, cuando vengas por tu libro. No creo que haya mucho que decir. Por favor sal, tengo un poco de trabajo.

Culminó, sentada frente a su escritorio.

Salí, más confundida que nunca… Con el chocolate derritiéndose en mi boca, y el resto de la barra en mi mano, además, de un sonrojo muy grande…

¿Qué acababa de pasar?


Shocked Shocked Shocked
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por Fati20 12/5/2020, 3:04 pm

Que emocionante!!!!!! Me encantan esa lena quien no moriría por caer con ella así 😍😍 lastima son cortos muero por leer mas. Saludos esperare ansiosa por más
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por katina4ever 12/6/2020, 11:37 am

Wooow! Qué maestra 😏😍😍 esperemos los siguientes. Saludos!
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por RAINBOW.XANDER 12/6/2020, 3:31 pm

Uff!! Definitivamente Elena como maestra es una maravilla!!!

A leer!!


Capítulo 9: Clase rápida


P.O.V Elena

Me he arriesgado mucho… Pero cuando se le salió esa pequeña información del ex novio homofóbico, comprendí que tenía una pequeña oportunidad. Quizá esta chiquilla sienta lo mismo que yo, o como mínimo sea bisexual y me acepte. Del resto, pudo haberse negado al chocolate, y no lo hizo.

Dios bendiga las hormonas, eso sin duda.

Me he caracterizado por ser en parte como ella… No solo por las feas situaciones que se le han presentado, sino también por el hecho de que conforme ella demuestra dulzura y ser un buen ejemplo, me gusta ser maternal. Cuidé a todos mis primos, desde que tengo memoria. Y aunque no los haya vuelto a ver desde que me mudé hace años a esta ciudad por mis estudios y trabajo, esta chica ha despertado mi necesidad de compañía.

Además de inteligente, es hermosa.

Y… Debe estar tan confundida… Esa carita sonrojada es tan irresistible… Me encantaría poder masturbarme un poco más, pero queda poco tiempo para comenzar la clase, así que creo poder satisfacerme con las pequeñas bolas que tengo en mi bolso. Sabía que este juguetito vaginal me serviría para algo este día.

Con cuidado, hago a un lado mis bragas, abro mis labios vaginales, las coloco en mi entrada y poco a poco las introduzco.

Delicioso…

Ahora, deberé terminar la jornada de clases con ellas dentro. Sino, puedo ir al baño a quitármelas.

Cuando ella venga a buscar su libro… Puedo pedirle que venga a mi casa… Sí. Es una buena chica, e intentar algo no parece que vaya a ser problema. Tiene 17 y yo casi 25, pero no importa… Quiero que sea mía… Para cuidarla, y al mismo tiempo tenerla en mi cama y destrozarla. Hacer lo que ninguno de sus patéticos novios haya podido hacerle.

Los alumnos comienzan a llegar.

Ella también.

Veo como aún le queda chocolate. Algunos le piden un poco… Es tan dulce, se niega al principio. Primero termina compartiendo con los más allegados a ella. Es un poco frustrante que solo le exijan y que algunos y algunas no le den las gracias siquiera, pero sé que a ella no le importa, se nota que solo le gusta ser amable.

Se supone que esta es clase de arte.

Por lo cual les digo:

—Mis queridos alumnos, deberíamos ir al aula de arte… Pero como no llevamos mucho de conocernos, solo les pondré de tarea que traigan el dibujo de líneas cuya ilusión óptica les parezca impresionante. Tráiganlo y tratarán de reproducirlo en clase. Cada uno, el que desee. Mientras, podrían decirme, ¿Quién es el mejor o la mejor dibujando?

Si no me equivoco… Ella…

Muchos dicen, volteando a verla:

—Yulia…

—Es Yulia…

—Obvio, Yulia…

—Yulia, sin duda…

Y hay uno que dice:

—No solo dibuja 7-7, es buena en todo. Es una cerebrito.

Ella se encoje un poco en su asiento.

Yo intervengo:

—¿Y cuál es la envidia, mi querido caballero?

Muchos ríen mientras él se sonroja y baja la mirada, así varios empiezan a molestarle en la fila. He logrado callarle. Y mi princesa ahora, aunque cabizbaja y sonrojada, está sonriendo.

—Bien… ¿Yulia?

Me mira y dice:

—¿Si maestra?

Le extiendo una tiza y le digo:

—Haremos un juego. Todos en la clase, intentemos decir un animal. Cada uno debe ser diferente, y decir porque o que representa el que eligieron. Yulia se encargará de unirlos todos.

Hubo muchas risas en el proceso. Y me sorprende que lograra mezclarlos todos en uno. Quedó muy bien y con un estilo un poco caricaturesco para lograr encajarlos.

Al final les digo:

—Eso es el arte. Mezclar muchos significados en una obra, dándole un estilo propio para expresar algo. Es un medio para dar un mensaje a través de una obra. Si sale en un examen, pueden darme estas u otras respuestas. No olviden su tarea y…

Mientras veo el reloj noto que suena el timbrar de la campana.

—Listo. Pueden salir.

Noto que algunos se quejan y dicen:

—Agh… No quiero ver educación sexual…

Los llamo a todos y digo:

—Hagamos un trato: ya que este año solo ven educación sexual como clase en la que hablan de un tema que ya conocen, firmen en esta hoja para afirmar que atendieron y asistieron a la clase y vayan a casa.

Yo tampoco quiero hablarles de ello, así que saco la hoja y todos firman.

La última es Yulia, que tímidamente me dice:

—Maestra… M…mi libro, por favor.


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Mensaje por RAINBOW.XANDER 12/6/2020, 3:34 pm

Capítulo 10: ¿Me acompañas?


P.O.V Yulia

Aun me cosquillean los labios, y mis mejillas permanecen rojas… No entiendo porque hizo eso… Me sentí muy caliente… Sentí un poco de mis jugos entre mis labios, en mi entrada y recé porque no llegara a notarse en mis braguitas, las cuales sé que ella podía ver… Y me preocupan sus intenciones…

Pero mentiría si dijese que no me encantó.

Sin embargo, ya debo irme a casa… Aun si salí muy temprano… quizá me quede un tiempo en la casa de una compañera o compañero a jugar “dados eróticos” o ver porno… No tengo idea. Cualquier lugar menos mi casa, ahí no haré más que aburrirme y quizá oír las discusiones de mamá y papá y otras peleas por cosas estúpidas…

Mi prioridad ahora es mi libro. De seguro… Ella solo quería ser amable y encontró una forma de hacerme aceptar el chocolate. O quizá solo quería comprobar si soy lesbiana para no acercarse más…

Cualquiera que sea la razón, entendí perfectamente que no debo comentar nada.

Ella me mira con una ceja levantada y una sonrisa audaz:

—¿Así que quieres tú libro?

¿Qué se cree? Claro que lo quiero! Es mi libro favorito.

—Si… Como le dije: es mi libro favorito.

Ella lo saca de su cartera y me dice:

—¿Cuántas veces lo has leído?

Rayos…

—No más de tres… Bueno, no más de seis veces… Sin contar la relectura de páginas específicas.

Ella se ríe un poco.

—Vaya… Es… Interesante, ya que: los ratoncitos de biblioteca no suelen ser tan sociables, dulzura.

Ok, eso me enfada un poco.

—Yo… Soy como soy… S… Solo porque quiero ser esa persona que deseaba que existiera cuando estaba triste y sola. Y ya que no existió en su debido tiempo para mí, existo para los demás. Si no hay alguien que esparza alegría, habrá cada vez más… Cajas dentro de cajas.

Ella me mira extrañada aguantando la risa:

—Je… Cajas … ¿dentro de cajas?

Le respondo:

—Si. Gente que a esta edad es cada vez más cuadrada, cerrada y aplacada por las normas de una sociedad decadente. Que no busca saber más ni experimenta nuevas experiencias. Gente que son como cajas. Y de mayores, trabajan en asfixiantes cubículos ya que no aspiran siquiera a una oficina, lo cual es otra caja. Por eso son cajas de dentro de otras cajas.

Ella mira a otra parte, supongo que sopesa mis palabras.

Me dice:

—Bueno… Eres una niña brillante. Pensaba regañarte un poco por las pequeñas escenas de agresividad del día de hoy… Pero creo que puedo dejarte ir…

Esperen… ¿qué?

—¿A qué se refiere, señorita?

Ella se inclina en el escritorio y me mira a los ojos:

—Las buenas chicas no dicen malas palabras. Tú dijiste una que otra hoy. Además, de cuando te rebajaste a contestarle a tu compañero. Esas son escenas de agresividad, y muestran que aunque seas una buena niña, tienes problemas para controlarte. Aunque claro, es cuestión de la pubertad, es comprensible.

Me está enfadando…

—No me diga niña… Tengo 17 años… Bueno, recién cumplidos, pero tengo 17.

Ella me mira con los ojos bien abiertos, por encima de sus lentes de media luna, antes de soltar varias risas un tanto fuertes.

—JAJAJAJA¡ Pero… Oh, benditos sean tus genes y tu cutis, primor. Pensé que tendrías unos 14… O hasta 13… Mi error. Creo que debí tomar en cuenta la edad general de la clase. Ya eres una niña grande, ¿eh? Jejeje.

No me hace gracia. Frunzo un poco el ceño y hago un puchero. Viendo a un lado. Supongo que llamo su atención.

—Oh, vamos dulzura… ¿Qué tal si me acompañas hoy un momento a mi otro trabajo? Y puedo llevarte a tu casa…

No lo creo.

—No estoy segura… Además, me gusta caminar a casa.

Ella me mira reprobatoriamente y me dice:

—Creí haberte dicho que no acepto un NO por respuesta.

Mmm… Esa mirada me hace sentir tan… Extrañamente bien.

—Y ¿entonces? ¿Me acompañas? ¿Aceptas o no?

Podría estar con ella… Creo que es buena idea.

—Jeje… Pues, parece que no tengo opción, así que… Si, señorita Elena.


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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por katina4ever 12/6/2020, 7:31 pm

Rayos!! Solo Consigues que quede esperando el siguiente capítulo!! Ahora muero de ansiedad por saber más!! Gracias! Muy muy buenos capitulos!! Amo a esta maestra 😍😍😍 😍😍😍😘 saludos!! Y espero los siguientes 🤩🤩
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Mensaje por Fati20 12/6/2020, 9:08 pm

Será buenísimo cuando lena descubra que tras esa niña inocente y joven hay una pequeña pervertida también 🤣🤣🤣 me fascina la historia espero ansiosa por leer mas. Muchos saludos
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 12/7/2020, 12:43 pm

Very Happy Very Happy Very Happy Very Happy En serio estas dos están dementes y pervertidas, aunque a Yulia aún no se le nota tanto.

A leer!!


Capítulo 11: Quiero darle un azote


P.O.V Elena


Veo como ella se aleja corriendo un poco, entre saltitos de puntitas para alentarse hasta llegar a la puerta y hacer un elegante giro al salir.

Gracias, viento. Me das las mejores vistas de la que sin duda será mi nuevo terrón de azúcar…

Planeo llevarla a mi trabajo y que me ayude con unos planos. Podría hacerla mi asistente con la excusa de puntos extras, así la tendría para mí un par de horas en las tardes, y no tendría que estar sola en la maldita oficina.

Luego la llevaré a mi casa, con la excusa de ofrecerle un poco de jugo… Quiero intentar besarla.

Y por último la dejaré en su casa. Si sus padres sospechan, entraré a decirles lo brillante que me parece su hija. Nadie sospecha de una simple profesora. Una mujer seria y profesional que alaba el buen trabajo que han hecho como padres…

Yulia, sin duda serás mía…

Ella ahora está despidiéndose de sus amigas… Las cuales no le prestan atención en general. Se apresuran a irse a sus respectivos destinos.

¿Qué veo? Una le hace cosquillas por diversión y aparentemente le dice algo que la hace molestar, por lo que ella le pega un manotón que si bien se ve ligero, parece que a la chica le duele.

Oh, Yulia, eso no se hace… Está molesta y la amiga aún se ríe.

Escucho un quejido:

—¡Deja de hacerme maullar! ¡No es divertido! ¡Si pellizcas, duele!

La amiga solo se ríe un poco más y se aleja.

Yulia está en el baño ahora, quizá polveándose la nariz.

Desde aquí, aun en la puerta del salón, la cual cierro con llave, planifico una pequeña jugarreta: Quiero darle un pequeño azote a su provocativo culo.

Y lo voy hacer.

Entro al baño, asegurándome de que no hay nadie más. Me acerco a uno de los espejos y me retoco el polvete en la nariz. Ella solo se pone un infantil labial protector sabor a cereza.

Mmm… Me encantaría probarlo…

Le digo:

—Ya nos vamos, dulzura.

Ella se sonroja un poco y se inclina para guardar su maquillaje y además tomar su bolso del piso.

Aprovecho entonces y le digo:

—Por cierto…

*Chas!* resuena mi nalgada en el baño solitario. Y su pequeño quejido. Un gritito que mezcla asombro, incomodidad, ardor y vergüenza, todo momentáneo.

Me mira con grandes ojos y sonrojo inigualable y antes de que abra la boca, culmino mi frase:

—No te portes mal, linda. No debes pegarle a tus compañeras.

Ella baja un poco la mirada y asiente diciendo:

—S…si, maestra… Perdón.

Oh, que dulce.

Entonces nos encaminamos por los pasillos de la escuela para ir al estacionamiento, tiempo en el cual ella me ayuda cargando mi maletín mientras graba una dulce nota de voz “Papi, me he quedado con mi maestra nueva ayudándole… Y, luego iré a casa. No tardaré mucho. Saluda y avísale a mami… Bye! Te quiero”

Y sonrojada guarda de forma apresurada en el bolsillo de su falda, el celular.

Oh, Yulia… ¿Cuánto por qué me digas a mí, un te quiero?

Mi corazón palpita desbocado solo de pensarlo. Y mis partes se mojan ya que además sigo con las bolas dentro de mí.

No me doy cuenta de que hemos recorrido los vacíos pasillos de la escuela, sino cuando ya hemos llegado a mi auto, cuyo color lila brillante resalta entre los otros. Siempre odié los autos pequeños, este bien me serviría si tengo familia o gente que llevar o trasladar muchas cosas, teniendo muy bien la parte trasera. De hecho, ahí suele ir mi perro y ahí solían ir mis primos en viajes a la playa.

¿Y si te llevo a la playa, Yulia? Un simple viaje escolar… Las dos solas…

Abro la parte trasera para poner mi cartera y mi maletín, luego voy al asiento del copiloto y le digo a Yulia:

—Adelante, princesa.

Por lo que ella sube obedientemente y me permite poner su bolso en los asientos traseros.

Suerte, quédate de mi lado, por favor.


Wink Wink Wink
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por Fati20 12/7/2020, 1:14 pm

A las que menos se les nota a veces son las peores 😏 por eso yo creo q julia nos va a sorprender y más sorprenderá a la sexy lena. Leer la historia es como meterse en una intensa fantasía q te lleva a las nubes. Como siempre esperaré con muchísimas ansias la continuación.. Saludos
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por RAINBOW.XANDER 12/7/2020, 2:25 pm

Capítulo 12: Adorable… Me gusta


P.O.V Yulia


Estaba muy nerviosa.


Su auto me gusta. Se siente muy agradable ahí dentro y en cuanto lo encendió sonó música de piano muy hermosa, pero se le agregaron violines que mejoraron aún más la acústica. No recordaba el nombre, pero lo reconocí:

—Mozart…

Y ella:

—Jeje… Debí esperarlo… Una chica inteligente que reconoce buena música, que además no se queja ni tampoco me dice que quite a Beethoven.

¿Pedir que quite la música? Joder, que descaro.

—¿Para qué detener algo hermoso?

Ella sonrió de forma amable y se acercó muchísimo a mí. Eso me puso nerviosa.

—¿Q…qué hace?

Ella me tenía entre el asiento y su cuerpo. Me sonreía, era como un gato apresando a un ratón.

—¿Qué sucede? ¿Por qué tan nerviosa, pequeña?

Pero luego solo me abrochó el cinturón y me dijo:

—La seguridad primero. No moveré el auto si no sé qué estarás a salvo.

Se sentó, encendió el aire acondicionado, se colocó el cinturón y empezó a arreglar los espejos, mientras me preguntaba:

—¿Estás lista?

Y yo:

—S…si maestra.

Ella sonrió sin verme.

En cuanto estuvo satisfecha con la posición de todo el espejo y la fuerza del frío aire acondicionado, el motor rugió un poco, mientras el auto se movía y salíamos del estacionamiento.

En el camino, voy muy nerviosa. No sé que vamos hacer…

¿Es normal acompañar a tu profesora a su otro trabajo y luego a casa? Quizás ni porque fuera una amiga de familia esto estaría bien visto… Pero no me importa.

Ella baja el sonido de la música. Su mano está muy cerca de mí.

Me dice:

—Tranquila, dulzura. Yo no muerdo…

Sí, claro. Creo que al final de la oración le faltó el “no mucho”.

En eso siento como pone su mano en mi rodilla y acaricia de arriba abajo. Yo ahogo un gemido de sorpresa y, lo admito, siento placer por su suave tacto.

—Ah… ahm…M…maestra…

Ella suelta una risita para decir, sin apartar la vista del camino:

—¿Cómo sigues? ¿Mejor?

Si sigue haciendo eso, estaré mucho mejor. Esas caricias causan una sensación que va directo a mi entrepierna… Me gusta, aunque el rubor en mis mejillas sea a estas alturas tan notorio.

—Si…Usted me curó, así que estoy muy bien.

Ella empezó ascender de a poco entre caricias, hasta que ya se encontraba con el bordillo de mi falda, la cual es de por sí, bien corta.

—Fantástico…

Yo me aferro al asiento cuando siento como sus dedos van a ir debajo de mi falda…

Y de repente todo acaba súbitamente cuando baja el nivel a un poco más arriba de mi rodilla y aprieta con sus dedos medio e índice y el pulgar, haciendo una mini pinza que toca los sensibles nervios de la pierna, haciendo que diera un pequeño salto en el asiento y gimiera se sorpresa, cosquillas, y ese delicioso paso de ligera corriente por mi pierna hacia mis partes y base de mi columna.

—Ahhh!

Ella se ríe y dice:

—Oh! Pero que dulce. ¿Eres cosquilluda, pequeña?

Yo pongo un puchero

—¡N…no es gracioso!

Ella ríe un poco más bajito.

—Eres tan adorable.

Agh, odio que me digan así.

—No soy adorable, soy lo contrario. Soy peligrosa.

Y ella:

—Peligrosamente adorable… Me gusta.

Yo solo puedo verla con ojos muy abiertos y sonrojándome aún más, para luego voltear mi cabeza y quedarme viendo por la ventana el cómo los autos pasan.

Estas ventanillas son muy claras, así que puedo saludar a niños pequeños en otros autos o gente mayor en las aceras.

Cada tanto siento como ella me mira, pero no digo nada. Son miradas rápidas de no más de dos segundos.

Me gustaría saber que piensa la señorita Elena, y qué quiso decir… Pero creo que no debo malinterpretarla.



Suspect Suspect Suspect
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Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER Empty Re: Maestra, ¿Me porté mal? (by: NyuMay) // RAINBOW.XANDER

Mensaje por katina4ever 12/7/2020, 2:32 pm

Wooow!! Sin palabras, tremendo
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