Honor bajo Asedio
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VIVALENZ28
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Re: Honor bajo Asedio
Oh dios oh dios x favorrrrrr regalame mas conti xfis xfis n me dejes asiiiii
flakita volkatina- Mensajes : 183
Fecha de inscripción : 07/06/2015
Edad : 30
Localización : Costa Rica
Re: Honor bajo Asedio
Capítulo Veinticinco
Viernes
-No tienes que salir de inmediato, ¿verdad? -Diane se sentó en la cama viendo como Valerie se vestía- Ni siquiera son de nueve en punto.
Valerie vaciló, todavía no se acostumbraba a revelar los detalles de una operación a cualquiera. Por supuesto, antes de Diane, nunca había habido nadie tan cercano que no fuese Lena. Ahora, a pesar de que confiaría su vida a Diane, se sentía incómoda al discutir el trabajo que hacía. Acababa de regresar de pasar el día, finalizando los últimos detalles del plan con Lena y Savard y su mente estaba completamente comprometida con lo que estaba por venir. Se le ocurrió entonces que esa era la razón para desalentar a los agentes como ella de tener relaciones íntimas. Las necesidades de otros eran una distracción. La vida era una distracción. Obligándose a poner su atención en Diane, Valerie encontró su aspecto más pálido que de costumbre. Sabía que Diane no había dormido la noche anterior, a pesar de que había tratado de fingir que dormía. Finalmente ambas admitieron que estaban despiertas e hicieron el amor desesperadamente hasta la mañana, entonces Valerie se deslizó silenciosamente fuera de la cama mientras Diane dormía.
-Quiero estar en el punto de encuentro mucho antes de que él llegue -dijo Valerie.
-¿Y los demás? Estarán contigo ¿no es así?
-Me seguirán un poco más tarde. No te preocupes, estarán allí mucho antes de que ocurra algo.
-¿Puedo ir contigo a la marina? -Valerie negó con la cabeza mientras metía su camiseta de manga larga en sus vaqueros.
-Me llevaran alguno de los hombres de Tanner y ellos no van a volver -besó a Diane suavemente.
-No quiero que seas abandonada en ese lugar en la mitad de la noche.
-No me importa esperar. -Diane se levantó y estrechó a Valerie ligeramente alrededor de la cintura.
-Voy a volverme loca esperando aquí.
-Tienes que estar aquí -dijo Valerie suavemente atrayendo a Diane más cerca. Puso su boca sobre el oído de Diane- Es importante que te mantengas cerca de Julia en caso de que tengan que salir rápidamente. -Diane se puso rígida.
-¿Quieres decir si algo va mal allá afuera?
-Hay un buen número de razones por la que Stark desee moverlas a los dos y no necesariamente significa que algo anda mal. Sólo prométeme que harás cualquier cosa que Stark diga.
-No me voy a ir de aquí sin ti.
-Es posible que tengas que hacerlo. Por favor, amor, tengo que saber que vas a hacer lo que Stark diga. -Valerie tomó las mejillas de Diane- Necesito saber que estarás bien para que pueda concentrarme en hacer esto ¿Puedes ayudarme? -Diane tomó una respiración profunda
-Sí. Pero prométeme que vas a llamarme o vendrás a buscarme tan pronto como te sea posible. -Al sentir como Diane temblaba, Valerie murmuró suavemente y la besó.
-No voy a desaparecer. No voy a hacerte eso de nuevo. No importa lo que pase. -Diane asintió
-¿Dónde está tu arma? Llevarás tu arma ¿no es así?
-Sí. -Valerie se alejó de Diane y fue a la cómoda donde guardaba su arma. Colocó la funda de la pistola en la cintura de sus vaqueros- Él espera que esté armada. -No añadió que él también podría pedirle que renunciara a ella como una muestra de buena fe. Diane no necesitaba más de qué preocuparse.
-Estoy segura de que hay cosas que debo hacer o decir, pero olvidé preguntar a Julia sus consejos -dijo Diane con voz temblorosa. Valerie la abrazó de nuevo, inhalando profundamente su aroma, grabando la forma y la sensación de su cuerpo y la forma en que ella encajaba tan perfectamente en sus propias zonas anhelantes.
-No necesitas ningún consejo para darme exactamente lo que necesito. Te amo.
-Yo también te amo. Te veré pronto.
-Si lo harás -dijo Valerie suavemente.
Ella le dio un beso y se cuidó de no hacerlo sentir como una despedida. No dejaría a Diane con ese recuerdo.
~*~
Lena buscó su funda de hombro, pero Julia llegó a ella primero y la alzó para que Lena pudiera ponérsela. Se apretó contra la espalda de Lena, acariciando la parte superior de los hombros y los brazos. Cuando llegó a sus manos, entrelazó sus dedos con los de Lena.
-Tanner estuvo aquí temprano. Creo que ella quería ir contigo. -Lena sacudió la cabeza
-Ya estamos usando más civiles de los que deberíamos, pero ya que no puedo decirle a Tanner que no envíe a su gente al agua para hacer la vigilancia perimetral, le pedí que encabezara parte de la operación. Pero no hay manera de que la deje acercarse a Henry.
-Desearía que tú no tuvieses que acercarte tanto -dijo Julia encontrándose con los ojos de Lena en el espejo del tocador. Lo que vio la hizo apretar su agarre sobre Lena, envolviendo sus brazos alrededor del medio de Lena, como si pudiera mantenerla a salvo dentro de sus brazos para siempre- Estás preocupada por algo. ¿Qué es?
-El problema es que realmente no podemos acercarnos lo suficiente… -dijo Lena-… así que vamos a tener que confiar en la tecnología lo que es bastante arriesgado. Esa no es la manera en la que me gustaría hacer estas cosas
-No, lo sé. -murmuró Julia- Te gustaría estar allí mismo ¿Es egoísta de mi parte estar contenta porque no puedas estar de pie delante de ella si alguien empieza a disparar? -Lena se liberó levemente del abrazo de Julia y se volvió.
-No, no es egoísta. No sentiría nada diferente si las posiciones estuviesen invertidas. Esta es sólo una de esas veces en que es mejor estar cerca de la línea de fuego. -Lena le dio un beso antes de caminar hasta el armario para recuperar su cazadora.- Pero tenemos un equipo experimentado y con Stark y Mac aquí coordinando y la gente de Tanner en el agua, tendremos todas las bases cubiertas. Todo estará bien.
-¿Dónde está el chaleco? -dijo Julia bruscamente.
-En la camioneta
-Dime que vas a usarlo.
-Lo haré. -Lena abrazó a Julia y la besó de nuevo, esta vez más intensamente- Necesitaremos reunirnos una vez que todo haya terminado, por lo que podría tomar un tiempo antes de que pueda llamarte. No te preocupes, ¿de acuerdo?
-Trataré. -Dio un paso atrás, pero mantuvo agarrado los antebrazos de Julia.
-Si por alguna razón Stark quiere evacuar, podría ser mañana o al día siguiente cuando podamos conectarnos. -Julia entrecerró los ojos.
-¿Por qué querría Stark evacuar?
-No pensamos que Matheson traté de atacar este lugar, pero no está más allá de las posibilidades.
-¿Esa es la única razón?
-Julia -dijo Lena suplicante.
-Elena. ¿Cuándo vas a dejar de tratar de protegerme? -Lena se encogió de hombros con tristeza
-Probablemente nunca. -Julia le acarició el rostro.
-Está bien. Es justo. Entonces, sólo responde cuando te pregunte, si no vas a darme voluntariamente la información.
-Si Stark pierde la comunicación con nosotros por cualquier motivo, estuvimos de acuerdo en que ella te sacará. Podría ser algo tan simple como un bajón en la conexión satelital, así que no hay ninguna razón para que te preocupes si sucede.
-Honestamente no puedes creer eso.
-La única persona en riesgo aquí es Valerie -dijo Lena- Esa es la verdad.
-Crees que no me preocupa lo que le pueda pasar a ella, Lena… -dijo Julia-… porque lo hago. Me gusta. Diane la ama. No quiero que le pase nada a ella. -Julia enredó los dedos en el cabello de Lena- Pero tú eres mi amante y tú estás primero, antes que nadie. Antes que Diane. Antes que mi padre, antes que este país. -Lena tomó el rostro de Julia tan suavemente como pudo y acarició su boca con sus labios. Mientras la besaba, susurró:
-Eso mismo es la verdad para mí. Estaré de vuelta tan pronto como pueda.
~*~
-¿Cómo sientes la pierna? -preguntó Paula mientras se abrochaba la camisa.
-Bien. Estable. -Renée deslizó un cargador de munición extra en el bolsillo de su chamarra.
-¿Pusiste personas adicionales en la playa?
-Sí. -Paula introdujo el cinturón a través de su funda y aseguró la hebilla hacia abajo- Incrementamos la vigilancia en los perímetros y duplicamos los guardias. Matheson no vendrá a tierra sin que lo sepamos.
-¿Y el camino? -Renée se sentó en la cama para atarse las botas. Todavía le dolía ponerse en cuclillas o agacharse. Afortunadamente, no iba a estar haciendo mucho movimiento una vez que estuviesen a bordo de la embarcación.
-Pusimos barricadas desviando todo, excepto el tráfico local y tenemos a dos personas comprobando cualquier carro que pase. Afortunadamente, el tráfico de la isla es muy ligero en esta época del año.
-Sí, lo sé. Si hubiese sido verano, habría sido una pesadilla. -Renée se acercó a Paula y puso sus brazos alrededor de los hombros de Paula- No corras riesgos ¿de acuerdo? No tengo que decirte cuan buena es la gente de Matheson.
Paula volvió a pensar en el ataque al Aerie y los pocos momentos locos cuando el fuego de las armas automáticas podía oírse. Parecía casi incomprensible que seis semanas atrás un ataque de ese tipo hubiese ocurrido más allá de la imaginación y ahora estaba preparándose para proteger a la primera hija de los Estados Unidos en contra de un posible asalto por un grupo de extremistas de los Estados Unidos como si fuera lo usual.
-La comandante hizo lo correcto cuando nos movió aquí. Es más defendible que estar en casi cualquier otro lugar. Pero no te preocupes, a la primera señal de cualquier problema, la moveré
-Bien. -Renée le dio un beso rápido- Te veo en un rato.
-Hey -dijo Paula, parando a Renée con una mano en el brazo- Sé que quieres a este tipo. Todos lo queremos. Solo… solo no tomes ningún riesgo, ¿de acuerdo?
Por primera vez, Renée reconoció que Paula estaba preocupada. Preocupada y tratando de no cargarla al decirlo. En los dos últimos días, ambas habían estado tan atrapadas en la planificación de la operación que apenas habían tenido un momento a solas. Cuando tomaban un descanso, tenían poca energía para hacer algo más que caer en la cama para tomar unas cuantas horas de sueño antes de volver al trabajo. Y tenía que admitir, que estaba entusiasmada con esta operación y no estaba pensando en nada más. Estaba ansiosa por volver al campo y con hambre, adolorida por la revancha. Desde el 11/9 se había sentido impotente y el ataque frustrado en el campamento de Matheson sólo había añadido más a su sensación de impotencia. Ahora tenía la oportunidad de ajustar cuentas y eso era todo en lo que había estado pensando.
-Hey, corazón, lo siento -dijo Renée- He estado funcionando en piloto automático desde ayer por la mañana. Dios, quiero terriblemente atrapar a este sujeto.
-¿Crees que serán capaces de capturar a Henry vivo? -preguntó Paula.
-Eso va a ser decisión de Valerie, creo -dijo Renée sentándose en el borde de la cama y acariciando el espacio junto a ella- Siéntate conmigo por un minuto -Paula se sentó a su lado y le pasó un brazo alrededor de su cintura- Si Valerie encuentra que Henry no es hostil, recomendará una reunión entre los tres, ella, Lena y Henry en algún lugar en territorio neutral. Si no confía en Henry o si Matheson aparece, creo que Valerie realizará una recomendación diferente.
-Eso va a ser difícil después de todo, ellos han trabajado juntos durante mucho tiempo -dijo Paula.
-Ella es fría -dijo Renée respetuosamente- Hará lo que tenga que hacer
-Lo sé. Todos lo haremos -Paula besó a Renée y le apretó la mano- Trata de no echarte a perder la pierna de nuevo esta noche
-No lo haré -Renée sonrió, apretando su agarre en la mano de Paula- Por cierto, te amo con locura.
-Lo mismo digo -Paula susurró- Lo mismo digo
~*~
-¿Todo listo? -Lena preguntó cuándo Valerie se unió a ella y Savard en la cocina.
-Sí. ¿Dónde están los demás? -Lena inclinó la cabeza hacia las puertas cerradas de la habitación contigua.
-Centro de Operaciones. ¿Quieres mirar el sistema?
-No -dijo Valerie- Estoy segura que Mac tiene todo bajo control. -Valerie estaba de pie junto a la mesa donde Savard estaba aspirando en una jeringa de 1 cc, una solución clara de un vial de vidrio de 50 cc y abrió la cremallera de sus vaqueros.
-¿Cómo se siente tu cuello? -preguntó Savard mientras abría un envoltorio de papel de aluminio para extraer una gasa con alcohol.
-Un poco adolorido -dijo Valerie, frotando un dedo ligeramente sobre el punto justo debajo de la oreja, donde el micrófono transdérmico se había insertado en la mañana- ¿Cómo lo lees?
-Alto y claro -dijo Savard, apuntando al receptor inalámbrico que apenas era visible en su oído- ¿En esta pierna o la izquierda?
-Izquierda. -Savard se puso los guantes, limpió la parte superior del muslo de Valerie con el alcohol y palpó el pulso femoral. Cuando lo encontró, insertó la aguja de media pulgada de distancia, aspiró hasta que vio sangre venosa e inyecta la neosinefrina.
-Vas a sentir que tu corazón se acelera en pocos minutos, pero la vasoconstricción periférica no será máxima hasta dentro de una hora y media a dos horas -se encontró con los ojos de Valerie.- Una vez que esto comienza a trabajar, tu piel va a estar malditamente fría y si te toca, lo sabrá.
-Si me toca, sólo será por un segundo y no creo que lo note -dijo Valerie mientras se abrochaba sus vaqueros. Savard recogió su equipo
-Usa la menos ropa posible en el barco a la salida para dejar que tu temperatura caiga aún más. No sé lo bien que va a trabajar. Sólo estoy suponiendo la dosis.
-Me vestiré ligero y me quitaré mi chamarra. Podría entrar en el agua, pero él notaría que estoy mojada.
-No podemos correr el riesgo de que te enfríes tanto -dijo Lena sacudiendo la cabeza- Si tienes que entrar en el agua por cualquier motivo después y ya tienes una temperatura interna muy baja, no durarás treinta segundos. - Valerie sonrió.
-Estarás allí antes de eso. -Lena no dijo nada.
-Hasta luego -dijo Savard tocando ligeramente el brazo de Valerie antes de salir.
-Hay un coche afuera que te llevará hasta la marina -dijo Lena mientras ella y Valerie se dirigían hacia la puerta principal- Viajaré contigo. -Valerie se detuvo.
-No. Quédate aquí. Sé cuántos detalles de última hora hay que comprobar. Estaré bien, Elena. -El pasillo estaba iluminado y Lena pensó que Valerie lucía casi fantasmal en las sombras, como si ya se hubiese ido. Eso la puso nerviosa e inconscientemente se acercó y tocó su mejilla.
-No vas a estar sola allá afuera.
-Lo sé. No estoy preocupada. -Valerie cubrió la mano de Lena por un breve segundo. Luego la alejó de su rostro pero mantuvo los dedos de Lena apretados- Hay muchas cosas que no se han dicho entre nosotras. Debes saber que hubo momentos en los que tu presencia en mi vida era lo único que me importaba. Nunca hubo un momento en el que no sentí que no te importaba.
-Valerie -murmuró Lena- Tu…
-Déjame terminar, porque tenemos trabajo por hacer -dijo Valerie suavemente- He sido más feliz en las últimas semanas, a pesar de todo, de lo que he sido jamás en mi vida. Diane lo es todo para mí y si no fuera porque al conocerte me di cuenta de que podía amar a alguien, no creo que hubiese sido capaz de amarla como lo hago. Cuida de ella por mí, si me pasa algo esta noche.
-Está bien -dijo Lena bruscamente- Te haré esa promesa porque no quiero que pienses en nada esta noche excepto la operación. Haz tu trabajo y yo haré el mío y estarás aquí antes del amanecer.
-Gracias, Elena. -Valerie se inclinó y besó a Lena suavemente en la boca- Buena caza, Comandante -entonces se dio la vuelta y salió por la puerta principal.
Lena escuchó el arranque del motor y como el vehículo se alejaba antes de regresar al centro de operaciones. El dolor en su pecho disminuyó tan pronto como entró y vio a Mac y Stark sentados ante las consolas de las computadoras. Felicia estaba de pie detrás de Mac, con la mano en su hombro. Estos eran su gente, los mejores en lo que hacían ante cualquier persona en el mundo. Ella les confiaba mantener a Julia segura. Mantener a Valerie segura.
-¿Cómo está el movimiento? -preguntó Lena. Sin volverse, Mac dijo:
-Excelente. Nuestros amigos en el Pentágono tienen grandes juguetes. -Lena se inclinó para mirar la imagen satelital del sector del océano donde Valerie se encontraría con Henry. Estaba tan clara, casi podía sentir el rocío del mar.
-Increíble ¿Por qué no teníamos esto antes de llegar al campamento de Matheson? Podríamos no haber caído en una zona caliente.
-Porque no eran sus acciones -Mac miró por encima del hombro a Lena y sonrió- Y le interrumpía un subdirector de la Seguridad Nacional. Si hubiese sido usted ¿quién sabe qué tipo de equipo fresco habrían sacado?
-Esperemos que Henry no tenga los mismos juguetes -Lena miró a Stark- ¿Estrategia de salida en su lugar?
-Sí. Tenemos preparados los helicópteros cerca de Bradley.
-¿Ellos saben por qué? -Stark sacudió la cabeza
-No, sólo que es prioridad uno. -El teléfono de Stark sonó y se lo quitó del cinturón- Stark. Hazlo pasar -cerró la conexión- El hombre de Tanner está aquí.
Un momento después, Wozinski entró con un hombre joven delgado, rubio vestido con uniforme de campaña.
-Este es Jeff Donaldson -dijo Wozinski. Lena le tendió la mano.
-Donaldson.
-Señora.
-Tanner me dice que eres un buen tirador.
-Francotirador en Somalia, señora.
-Bien -Lena miró sus ojos mientras hablaba. Eran claros y tranquilos y constantes- ¿Estás cómodo con objetivos en infrarrojo?
-Sí señora. Si está caliente, puedo darle.
-Contamos con eso -Lena pensó en la inyección que le acababan de dar a Valerie- Y esperamos que un solo objetivo caliente es todo lo que tendrá.
Viernes
-No tienes que salir de inmediato, ¿verdad? -Diane se sentó en la cama viendo como Valerie se vestía- Ni siquiera son de nueve en punto.
Valerie vaciló, todavía no se acostumbraba a revelar los detalles de una operación a cualquiera. Por supuesto, antes de Diane, nunca había habido nadie tan cercano que no fuese Lena. Ahora, a pesar de que confiaría su vida a Diane, se sentía incómoda al discutir el trabajo que hacía. Acababa de regresar de pasar el día, finalizando los últimos detalles del plan con Lena y Savard y su mente estaba completamente comprometida con lo que estaba por venir. Se le ocurrió entonces que esa era la razón para desalentar a los agentes como ella de tener relaciones íntimas. Las necesidades de otros eran una distracción. La vida era una distracción. Obligándose a poner su atención en Diane, Valerie encontró su aspecto más pálido que de costumbre. Sabía que Diane no había dormido la noche anterior, a pesar de que había tratado de fingir que dormía. Finalmente ambas admitieron que estaban despiertas e hicieron el amor desesperadamente hasta la mañana, entonces Valerie se deslizó silenciosamente fuera de la cama mientras Diane dormía.
-Quiero estar en el punto de encuentro mucho antes de que él llegue -dijo Valerie.
-¿Y los demás? Estarán contigo ¿no es así?
-Me seguirán un poco más tarde. No te preocupes, estarán allí mucho antes de que ocurra algo.
-¿Puedo ir contigo a la marina? -Valerie negó con la cabeza mientras metía su camiseta de manga larga en sus vaqueros.
-Me llevaran alguno de los hombres de Tanner y ellos no van a volver -besó a Diane suavemente.
-No quiero que seas abandonada en ese lugar en la mitad de la noche.
-No me importa esperar. -Diane se levantó y estrechó a Valerie ligeramente alrededor de la cintura.
-Voy a volverme loca esperando aquí.
-Tienes que estar aquí -dijo Valerie suavemente atrayendo a Diane más cerca. Puso su boca sobre el oído de Diane- Es importante que te mantengas cerca de Julia en caso de que tengan que salir rápidamente. -Diane se puso rígida.
-¿Quieres decir si algo va mal allá afuera?
-Hay un buen número de razones por la que Stark desee moverlas a los dos y no necesariamente significa que algo anda mal. Sólo prométeme que harás cualquier cosa que Stark diga.
-No me voy a ir de aquí sin ti.
-Es posible que tengas que hacerlo. Por favor, amor, tengo que saber que vas a hacer lo que Stark diga. -Valerie tomó las mejillas de Diane- Necesito saber que estarás bien para que pueda concentrarme en hacer esto ¿Puedes ayudarme? -Diane tomó una respiración profunda
-Sí. Pero prométeme que vas a llamarme o vendrás a buscarme tan pronto como te sea posible. -Al sentir como Diane temblaba, Valerie murmuró suavemente y la besó.
-No voy a desaparecer. No voy a hacerte eso de nuevo. No importa lo que pase. -Diane asintió
-¿Dónde está tu arma? Llevarás tu arma ¿no es así?
-Sí. -Valerie se alejó de Diane y fue a la cómoda donde guardaba su arma. Colocó la funda de la pistola en la cintura de sus vaqueros- Él espera que esté armada. -No añadió que él también podría pedirle que renunciara a ella como una muestra de buena fe. Diane no necesitaba más de qué preocuparse.
-Estoy segura de que hay cosas que debo hacer o decir, pero olvidé preguntar a Julia sus consejos -dijo Diane con voz temblorosa. Valerie la abrazó de nuevo, inhalando profundamente su aroma, grabando la forma y la sensación de su cuerpo y la forma en que ella encajaba tan perfectamente en sus propias zonas anhelantes.
-No necesitas ningún consejo para darme exactamente lo que necesito. Te amo.
-Yo también te amo. Te veré pronto.
-Si lo harás -dijo Valerie suavemente.
Ella le dio un beso y se cuidó de no hacerlo sentir como una despedida. No dejaría a Diane con ese recuerdo.
~*~
Lena buscó su funda de hombro, pero Julia llegó a ella primero y la alzó para que Lena pudiera ponérsela. Se apretó contra la espalda de Lena, acariciando la parte superior de los hombros y los brazos. Cuando llegó a sus manos, entrelazó sus dedos con los de Lena.
-Tanner estuvo aquí temprano. Creo que ella quería ir contigo. -Lena sacudió la cabeza
-Ya estamos usando más civiles de los que deberíamos, pero ya que no puedo decirle a Tanner que no envíe a su gente al agua para hacer la vigilancia perimetral, le pedí que encabezara parte de la operación. Pero no hay manera de que la deje acercarse a Henry.
-Desearía que tú no tuvieses que acercarte tanto -dijo Julia encontrándose con los ojos de Lena en el espejo del tocador. Lo que vio la hizo apretar su agarre sobre Lena, envolviendo sus brazos alrededor del medio de Lena, como si pudiera mantenerla a salvo dentro de sus brazos para siempre- Estás preocupada por algo. ¿Qué es?
-El problema es que realmente no podemos acercarnos lo suficiente… -dijo Lena-… así que vamos a tener que confiar en la tecnología lo que es bastante arriesgado. Esa no es la manera en la que me gustaría hacer estas cosas
-No, lo sé. -murmuró Julia- Te gustaría estar allí mismo ¿Es egoísta de mi parte estar contenta porque no puedas estar de pie delante de ella si alguien empieza a disparar? -Lena se liberó levemente del abrazo de Julia y se volvió.
-No, no es egoísta. No sentiría nada diferente si las posiciones estuviesen invertidas. Esta es sólo una de esas veces en que es mejor estar cerca de la línea de fuego. -Lena le dio un beso antes de caminar hasta el armario para recuperar su cazadora.- Pero tenemos un equipo experimentado y con Stark y Mac aquí coordinando y la gente de Tanner en el agua, tendremos todas las bases cubiertas. Todo estará bien.
-¿Dónde está el chaleco? -dijo Julia bruscamente.
-En la camioneta
-Dime que vas a usarlo.
-Lo haré. -Lena abrazó a Julia y la besó de nuevo, esta vez más intensamente- Necesitaremos reunirnos una vez que todo haya terminado, por lo que podría tomar un tiempo antes de que pueda llamarte. No te preocupes, ¿de acuerdo?
-Trataré. -Dio un paso atrás, pero mantuvo agarrado los antebrazos de Julia.
-Si por alguna razón Stark quiere evacuar, podría ser mañana o al día siguiente cuando podamos conectarnos. -Julia entrecerró los ojos.
-¿Por qué querría Stark evacuar?
-No pensamos que Matheson traté de atacar este lugar, pero no está más allá de las posibilidades.
-¿Esa es la única razón?
-Julia -dijo Lena suplicante.
-Elena. ¿Cuándo vas a dejar de tratar de protegerme? -Lena se encogió de hombros con tristeza
-Probablemente nunca. -Julia le acarició el rostro.
-Está bien. Es justo. Entonces, sólo responde cuando te pregunte, si no vas a darme voluntariamente la información.
-Si Stark pierde la comunicación con nosotros por cualquier motivo, estuvimos de acuerdo en que ella te sacará. Podría ser algo tan simple como un bajón en la conexión satelital, así que no hay ninguna razón para que te preocupes si sucede.
-Honestamente no puedes creer eso.
-La única persona en riesgo aquí es Valerie -dijo Lena- Esa es la verdad.
-Crees que no me preocupa lo que le pueda pasar a ella, Lena… -dijo Julia-… porque lo hago. Me gusta. Diane la ama. No quiero que le pase nada a ella. -Julia enredó los dedos en el cabello de Lena- Pero tú eres mi amante y tú estás primero, antes que nadie. Antes que Diane. Antes que mi padre, antes que este país. -Lena tomó el rostro de Julia tan suavemente como pudo y acarició su boca con sus labios. Mientras la besaba, susurró:
-Eso mismo es la verdad para mí. Estaré de vuelta tan pronto como pueda.
~*~
-¿Cómo sientes la pierna? -preguntó Paula mientras se abrochaba la camisa.
-Bien. Estable. -Renée deslizó un cargador de munición extra en el bolsillo de su chamarra.
-¿Pusiste personas adicionales en la playa?
-Sí. -Paula introdujo el cinturón a través de su funda y aseguró la hebilla hacia abajo- Incrementamos la vigilancia en los perímetros y duplicamos los guardias. Matheson no vendrá a tierra sin que lo sepamos.
-¿Y el camino? -Renée se sentó en la cama para atarse las botas. Todavía le dolía ponerse en cuclillas o agacharse. Afortunadamente, no iba a estar haciendo mucho movimiento una vez que estuviesen a bordo de la embarcación.
-Pusimos barricadas desviando todo, excepto el tráfico local y tenemos a dos personas comprobando cualquier carro que pase. Afortunadamente, el tráfico de la isla es muy ligero en esta época del año.
-Sí, lo sé. Si hubiese sido verano, habría sido una pesadilla. -Renée se acercó a Paula y puso sus brazos alrededor de los hombros de Paula- No corras riesgos ¿de acuerdo? No tengo que decirte cuan buena es la gente de Matheson.
Paula volvió a pensar en el ataque al Aerie y los pocos momentos locos cuando el fuego de las armas automáticas podía oírse. Parecía casi incomprensible que seis semanas atrás un ataque de ese tipo hubiese ocurrido más allá de la imaginación y ahora estaba preparándose para proteger a la primera hija de los Estados Unidos en contra de un posible asalto por un grupo de extremistas de los Estados Unidos como si fuera lo usual.
-La comandante hizo lo correcto cuando nos movió aquí. Es más defendible que estar en casi cualquier otro lugar. Pero no te preocupes, a la primera señal de cualquier problema, la moveré
-Bien. -Renée le dio un beso rápido- Te veo en un rato.
-Hey -dijo Paula, parando a Renée con una mano en el brazo- Sé que quieres a este tipo. Todos lo queremos. Solo… solo no tomes ningún riesgo, ¿de acuerdo?
Por primera vez, Renée reconoció que Paula estaba preocupada. Preocupada y tratando de no cargarla al decirlo. En los dos últimos días, ambas habían estado tan atrapadas en la planificación de la operación que apenas habían tenido un momento a solas. Cuando tomaban un descanso, tenían poca energía para hacer algo más que caer en la cama para tomar unas cuantas horas de sueño antes de volver al trabajo. Y tenía que admitir, que estaba entusiasmada con esta operación y no estaba pensando en nada más. Estaba ansiosa por volver al campo y con hambre, adolorida por la revancha. Desde el 11/9 se había sentido impotente y el ataque frustrado en el campamento de Matheson sólo había añadido más a su sensación de impotencia. Ahora tenía la oportunidad de ajustar cuentas y eso era todo en lo que había estado pensando.
-Hey, corazón, lo siento -dijo Renée- He estado funcionando en piloto automático desde ayer por la mañana. Dios, quiero terriblemente atrapar a este sujeto.
-¿Crees que serán capaces de capturar a Henry vivo? -preguntó Paula.
-Eso va a ser decisión de Valerie, creo -dijo Renée sentándose en el borde de la cama y acariciando el espacio junto a ella- Siéntate conmigo por un minuto -Paula se sentó a su lado y le pasó un brazo alrededor de su cintura- Si Valerie encuentra que Henry no es hostil, recomendará una reunión entre los tres, ella, Lena y Henry en algún lugar en territorio neutral. Si no confía en Henry o si Matheson aparece, creo que Valerie realizará una recomendación diferente.
-Eso va a ser difícil después de todo, ellos han trabajado juntos durante mucho tiempo -dijo Paula.
-Ella es fría -dijo Renée respetuosamente- Hará lo que tenga que hacer
-Lo sé. Todos lo haremos -Paula besó a Renée y le apretó la mano- Trata de no echarte a perder la pierna de nuevo esta noche
-No lo haré -Renée sonrió, apretando su agarre en la mano de Paula- Por cierto, te amo con locura.
-Lo mismo digo -Paula susurró- Lo mismo digo
~*~
-¿Todo listo? -Lena preguntó cuándo Valerie se unió a ella y Savard en la cocina.
-Sí. ¿Dónde están los demás? -Lena inclinó la cabeza hacia las puertas cerradas de la habitación contigua.
-Centro de Operaciones. ¿Quieres mirar el sistema?
-No -dijo Valerie- Estoy segura que Mac tiene todo bajo control. -Valerie estaba de pie junto a la mesa donde Savard estaba aspirando en una jeringa de 1 cc, una solución clara de un vial de vidrio de 50 cc y abrió la cremallera de sus vaqueros.
-¿Cómo se siente tu cuello? -preguntó Savard mientras abría un envoltorio de papel de aluminio para extraer una gasa con alcohol.
-Un poco adolorido -dijo Valerie, frotando un dedo ligeramente sobre el punto justo debajo de la oreja, donde el micrófono transdérmico se había insertado en la mañana- ¿Cómo lo lees?
-Alto y claro -dijo Savard, apuntando al receptor inalámbrico que apenas era visible en su oído- ¿En esta pierna o la izquierda?
-Izquierda. -Savard se puso los guantes, limpió la parte superior del muslo de Valerie con el alcohol y palpó el pulso femoral. Cuando lo encontró, insertó la aguja de media pulgada de distancia, aspiró hasta que vio sangre venosa e inyecta la neosinefrina.
-Vas a sentir que tu corazón se acelera en pocos minutos, pero la vasoconstricción periférica no será máxima hasta dentro de una hora y media a dos horas -se encontró con los ojos de Valerie.- Una vez que esto comienza a trabajar, tu piel va a estar malditamente fría y si te toca, lo sabrá.
-Si me toca, sólo será por un segundo y no creo que lo note -dijo Valerie mientras se abrochaba sus vaqueros. Savard recogió su equipo
-Usa la menos ropa posible en el barco a la salida para dejar que tu temperatura caiga aún más. No sé lo bien que va a trabajar. Sólo estoy suponiendo la dosis.
-Me vestiré ligero y me quitaré mi chamarra. Podría entrar en el agua, pero él notaría que estoy mojada.
-No podemos correr el riesgo de que te enfríes tanto -dijo Lena sacudiendo la cabeza- Si tienes que entrar en el agua por cualquier motivo después y ya tienes una temperatura interna muy baja, no durarás treinta segundos. - Valerie sonrió.
-Estarás allí antes de eso. -Lena no dijo nada.
-Hasta luego -dijo Savard tocando ligeramente el brazo de Valerie antes de salir.
-Hay un coche afuera que te llevará hasta la marina -dijo Lena mientras ella y Valerie se dirigían hacia la puerta principal- Viajaré contigo. -Valerie se detuvo.
-No. Quédate aquí. Sé cuántos detalles de última hora hay que comprobar. Estaré bien, Elena. -El pasillo estaba iluminado y Lena pensó que Valerie lucía casi fantasmal en las sombras, como si ya se hubiese ido. Eso la puso nerviosa e inconscientemente se acercó y tocó su mejilla.
-No vas a estar sola allá afuera.
-Lo sé. No estoy preocupada. -Valerie cubrió la mano de Lena por un breve segundo. Luego la alejó de su rostro pero mantuvo los dedos de Lena apretados- Hay muchas cosas que no se han dicho entre nosotras. Debes saber que hubo momentos en los que tu presencia en mi vida era lo único que me importaba. Nunca hubo un momento en el que no sentí que no te importaba.
-Valerie -murmuró Lena- Tu…
-Déjame terminar, porque tenemos trabajo por hacer -dijo Valerie suavemente- He sido más feliz en las últimas semanas, a pesar de todo, de lo que he sido jamás en mi vida. Diane lo es todo para mí y si no fuera porque al conocerte me di cuenta de que podía amar a alguien, no creo que hubiese sido capaz de amarla como lo hago. Cuida de ella por mí, si me pasa algo esta noche.
-Está bien -dijo Lena bruscamente- Te haré esa promesa porque no quiero que pienses en nada esta noche excepto la operación. Haz tu trabajo y yo haré el mío y estarás aquí antes del amanecer.
-Gracias, Elena. -Valerie se inclinó y besó a Lena suavemente en la boca- Buena caza, Comandante -entonces se dio la vuelta y salió por la puerta principal.
Lena escuchó el arranque del motor y como el vehículo se alejaba antes de regresar al centro de operaciones. El dolor en su pecho disminuyó tan pronto como entró y vio a Mac y Stark sentados ante las consolas de las computadoras. Felicia estaba de pie detrás de Mac, con la mano en su hombro. Estos eran su gente, los mejores en lo que hacían ante cualquier persona en el mundo. Ella les confiaba mantener a Julia segura. Mantener a Valerie segura.
-¿Cómo está el movimiento? -preguntó Lena. Sin volverse, Mac dijo:
-Excelente. Nuestros amigos en el Pentágono tienen grandes juguetes. -Lena se inclinó para mirar la imagen satelital del sector del océano donde Valerie se encontraría con Henry. Estaba tan clara, casi podía sentir el rocío del mar.
-Increíble ¿Por qué no teníamos esto antes de llegar al campamento de Matheson? Podríamos no haber caído en una zona caliente.
-Porque no eran sus acciones -Mac miró por encima del hombro a Lena y sonrió- Y le interrumpía un subdirector de la Seguridad Nacional. Si hubiese sido usted ¿quién sabe qué tipo de equipo fresco habrían sacado?
-Esperemos que Henry no tenga los mismos juguetes -Lena miró a Stark- ¿Estrategia de salida en su lugar?
-Sí. Tenemos preparados los helicópteros cerca de Bradley.
-¿Ellos saben por qué? -Stark sacudió la cabeza
-No, sólo que es prioridad uno. -El teléfono de Stark sonó y se lo quitó del cinturón- Stark. Hazlo pasar -cerró la conexión- El hombre de Tanner está aquí.
Un momento después, Wozinski entró con un hombre joven delgado, rubio vestido con uniforme de campaña.
-Este es Jeff Donaldson -dijo Wozinski. Lena le tendió la mano.
-Donaldson.
-Señora.
-Tanner me dice que eres un buen tirador.
-Francotirador en Somalia, señora.
-Bien -Lena miró sus ojos mientras hablaba. Eran claros y tranquilos y constantes- ¿Estás cómodo con objetivos en infrarrojo?
-Sí señora. Si está caliente, puedo darle.
-Contamos con eso -Lena pensó en la inyección que le acababan de dar a Valerie- Y esperamos que un solo objetivo caliente es todo lo que tendrá.
Anonymus- Mensajes : 345
Fecha de inscripción : 03/09/2014
Edad : 37
Localización : Argentina - Buenos Aires
Re: Honor bajo Asedio
Eres muy malo... yo queria ya la accion
flakita volkatina- Mensajes : 183
Fecha de inscripción : 07/06/2015
Edad : 30
Localización : Costa Rica
Re: Honor bajo Asedio
Esperaremos la conti pronto.
Saludos!!
Saludos!!
Monyk- Mensajes : 188
Fecha de inscripción : 25/05/2015
Re: Honor bajo Asedio
Capítulo Veintiséis
-Están saliendo. -Julia se levantó del sofá de la sala en la que había estado esperando con Diane
-Si no te importa, me quedare aquí -Diane respondió con voz apagada.
-Estaré de vuelta.
Julia alcanzó a Lena en el momento en que el equipo llegó a la puerta principal. Le sonrió brevemente a Savard y a Felicia y luego se volvió a su amante. Acarició los bordes de la cazadora de Lena entre sus dedos mientras ella se inclinaba y la besaba suavemente, más rápidamente de lo que quería.
-Nos vemos pronto.
-Te llamaré -murmuró Lena- Te amo.
Julia dio un paso atrás y en el instante siguiente, Lena y los demás se habían ido. Cuando se volvió, vio a Diane a la mitad del pasillo, de pie en la puerta de la sala de estar. Forzó una sonrisa y fue a reunirse con ella.
-¿Y ahora qué? -preguntó Diane.
-Va a pasar un buen tiempo antes de oír nada -dijo Julia- Estoy demasiado inquieta para sentarme y si está bien contigo, me gustaría revisar con Mac y Paula. Me sentiré mejor si sé lo que pasa.
-No sé lo que quiero hacer -Diane hizo un sonido enojado- Pero no necesito decirte que estar sentada y esperando es mi estilo. ¿Puedo ir contigo?
Julia dudó, recordando el horror de ver a Lena, en el monitor de vídeo, después de haber recibido el disparo y haber sido arrojada al suelo, sangrando y literalmente muriendo. Dudaba que fueran a tener ese tipo de comunicación esta noche, pero aunque no podía ver o escuchar exactamente lo que estaba pasando, todavía no estaba segura si dejar que Diane escuchara a Paula y a Mac monitoreando los acontecimientos fuese una gran idea. Si algo salía mal, Diane nunca sería capaz de olvidarlo. Julia no quería ese tipo de pesadilla para ella.
-Puedo ser nueva en esto… -dijo Diane como si leyera su mente-… y estoy esperando que esta sea la última vez, que tengo que esperar a que ella haga algo como esto, pero si ella está dispuesta a ir por ahí y hacerlo, al menos puedo ser parte de eso aquí. Entonces sentiré como si ella no estuviese sola.
-Está bien -dijo Julia sacudiendo la cabeza con tristeza- No sé por qué lo cuestioné. No te hubieses enamorado de ella si no pudieras manejar quien es. -Diane sonrió.
-Gracias.
Julia llamó a la puerta cerrada de la habitación del comedor antes de abrir un par de centímetros y metió la cabeza por la puerta.
-¿Podemos entrar Diane y yo? -Paula giró en su silla, con expresión distraída pero su tono educado.
-Por supuesto. No vamos a ser capaces de explicar gran cosa una vez que las cosas comiencen, pero es bienvenida a quedarse.
-Gracias -dijo Julia- No necesitas preocuparte por nosotras, Jefa. -Julia y Diane se movieron detrás de Mac y Stark- ¿Puedes decirnos qué estaban mirando? -preguntó Julia.
-Esta es la transmisión satelital de diez kilómetros cuadrados alrededor del punto de encuentro -dijo Paula volviéndose al monitor de la computadora, el cual mostró un puñado de pequeños puntos en una rejilla que rodeada un círculo oscuro en el centro- La mayoría de los botes en la zona son barcos de pesca, barcos comerciales y un vehículo recreativo ocasional. -Señaló un punto luminoso en el centro del círculo- Esto es Valerie.
-¿Cómo sabes eso? -preguntó Diane.
-Tenemos transponedores (dispositivo de comunicación) de GPS en todos los buques, incluido el de Valerie, la nave de mando con Renée y la comandante y Felicia y las embarcaciones de vigilancia de Tanner. -Paula deslizó su dedo en un semicírculo a lo largo de la frontera de la pantalla- Aquí está la gente de Tanner
-¿Cuándo vamos a ser capaces de ver a Lena? -preguntó Julia.
-Acaban de salir de la marina en este momento. -Mac ajustó el receptor inalámbrico al oído y habló por un micrófono de garganta, manteniendo ambas manos en el teclado de su computadora- ¿Comandante? ¿Cómo recibe? -Pasaron unos segundos y luego Mac volvió a hablar- Alto y claro, Comandante. -Dijo Paula sin mirarlo-¿Puedes poner eso en audio, por favor, Mac?
-Sí señora. -Mac tecleó una serie de comandos en su equipo y luego volvió a hablar- Listo para el escaneo de cámaras.
-Envío de Imagen ahora -la voz de Felicia salió por los altavoces. Imágenes de amarillo, rojo y azul que recordaba vagamente las formas humanas parpadeaban en la pantalla de Mac y luego se estabilizaron- ¿Cómo recibes? - preguntó Felicia.
-Cuatro calientes. -Mac abrió una pequeña ventana en la pantalla más grande y un gráfico de barras fluctuante apareció- Temperatura, variación de menos de dos grados. Dame un chequeo de coordenadas. -Savard recitó una lista de figuras.
-¿Qué están haciendo? -preguntó Julia, sin esperar realmente una respuesta.
-Comprobando la variación en la cámara térmica de detección de infrarrojo -dijo Paula- Los niveles más bajos de radiación térmica son debido principalmente a dos cosas, mayor masa corporal y el alto contenido de grasa corporal, que embota la lectura o una verdadera baja en la temperatura del cuerpo.
-Eres la más cálida, Renée. -dijo Mac. Savard rio.
-Eso es lo que me dicen.
-Mac ¿puedes corregir la masa corporal usando las lecturas limitadas que tenemos? -preguntó Felicia- Valerie es delgada y su núcleo de temperatura va a sesgar las lecturas térmicas. ¿Puedes factorizar eso?
-Estoy trabajando en ello -dijo Mac insertando figuras mientras hablaba.
-Está en el rango visual, Comandante. -Paula se enderezó y su voz se volvió tensa- Tenemos un buque cerca de la zona cero, relación. -Julia sintió a Diane temblar a su lado y le pasó un brazo alrededor de su cintura. Mantuvo la voz baja para no molestar a Mac y Paula.
-Sólo recuerda que sólo están recibiendo parte de la imagen aquí, así que no te preocupes, no importa lo que parece estar sucediendo.
-Lo sé. Lo recordaré. Es solo que ella se siente tan lejos. -Diane susurró.
-No lo está. Y Lena y Renée y los demás están ahí.
-Savard, mantennos aquí -dijo Lena.
Las palabras eran tan claras que Julia casi miró por encima del hombro para ver si Lena había regresado milagrosamente. Incluso a millas de distancia por radio, el sonido de la voz de Lena aliviaba la tensión que había estado poco a poco apretando sus músculos y alrededor de su corazón, hasta sentir como si fuera una cuerda de piano tensa, hasta el punto de romperse. Se obligó a tomar una respiración y soltó el aire lentamente. Los números de color rojo en la esquina inferior izquierda de la pantalla de Paula Stark leía 2258.
~*~
Lena abrió el canal de prioridad a Valerie.
-¿Lawrence?
-Estoy aquí, comandante -dijo Valerie
-Se aproxima un bote en tu camino.
-Entendido.
-Si eres obligada a subir a su barco y perdemos nuestra conexión de audio contigo, quiero que salgas a la primera señal de problemas. ¿Queda claro?
-Claro, Comandante. -respondió Valerie. -Confirmación de escaneo ahora -dijo Lena- cambio a canal abierto.
-Entendido. Saludos, equipo -dijo Valerie- Me alegro de verles.
-Estamos justo detrás de ti Valerie -dijo Savard.
-¿La tenemos? -Lena preguntó a Felicia, agachándose junto al equipo que Felicia había colocado contra una pared de la cabina del bote. Detrás de ellas, Savard liberó el motor a inactivo y el barco se balanceó en el oleaje.
-La tengo -dijo Felicia- Sólo estoy ajustando la alimentación a las gafas de vídeo de Donaldson -abrió el enlace de comunicación en su computador principal- ¿Donaldson? ¿Objetivo en la pantalla?
-Dulce y caliente, señora -le dijo por radio desde su posición fuera de la proa.
-No demasiado caliente, espero -Lena murmuró- ¿Dónde cae ella en el rango térmico?
-El cinco por ciento debajo de la media.- Lena frunció el ceño
-Eso no es mucho para distinguirla de Henry.
-Ella está fría, puedo garantizarlo -dijo Savard- Mucho más frío y su tiempo de reacción será tan lento que ella no será capaz de protegerse a sí misma.
-Ahí viene -la voz de Valerie llenó la cabina- cambio al mic transdérmico. -Savard se conectó con Mac
-¿Alguien más aquí con nosotros?
-Unos cuantos más que alguien… -dijo Mac por radio-… pero nadie en la zona crítica.
-Está bien, quiero saber si alguien se mueve dentro del radio de ataque.
-Entendido. -Un minuto de silencio transcurrió hasta que fue roto con la voz de Valerie, silenciado por el micrófono encubierto.
-Lánzame tu cuerda de empate… -dijo Valerie-… y sube a bordo.
-Aquí tienes.
-Atrapada. -Una profunda voz masculina respondió.
-Deja caer tu escalera
Savard miró a Lena con sorpresa. Lena sacudió la cabeza, pensando que no era necesariamente una buena señal de que Henry estuviese tan dispuesto a abordar el bote de Valerie. Esto significaba que tenían un canal abierto con Valerie si lo necesitaban, pero si el plan de Henry era eliminar a Valerie, él no querría hacerlo en su propio barco. Él quería hacerlo en el de ella.
-¿Estás armada? -dijo Henry.
-Por supuesto
-¿Y los demás?
-¿Qué otros?
-No me digas que viniste sin respaldo.
-¿Ves a alguien? -preguntó Valerie. Henry se echó a reír.
-Sólo alrededor de dos docenas de barcos.
-Te dije que no confío en ellos. Nadie sabe que estoy aquí. Busca en el barco si quieres.
-No es necesario. Estuve de acuerdo en esta reunión bajo estas circunstancias menos que óptimas -dijo Henry- así que me creerás cuando te digo que tienes que regresar, estás en peligro.
-¿De quién?
-De Katina. La Casa Blanca la envió detrás de ti.
-¿Por qué?
-Necesitan un chivo expiatorio ¿Cuánto tiempo crees que ellos serán capaces de mantener en silencio los ataques a la hija del presidente? A esto se añade que estropearon el asalto al campamento de Matheson y lo dejaron escapar.
-Tuvo ayuda.
-El país necesita que rindan cuentas, especialmente después del 11/9. Alguien tiene que pagar por eso -dijo Henry- Washburn y el asesor de seguridad y un buen número de otras personas han decidido que serás tú, para empezar. Esto está fuera de nuestras manos.
-¿Y si regreso?
-Bueno te ayudaremos a desaparecer durante un año o dos. Hay trabajo por hacer en otros lugares.
-Convincente, ¿no es así? -murmuró Felicia- Bastardo.
-¿Cuál es la temperatura que aparece registrada? -preguntó Lena
-Hay una diferencia de tres grados entre ellos -Felicia tecleó a Donaldson-¿Puedes distinguir el principal de la amistosa?
-Sí señora, siempre y cuando no se muevan demasiado alrededor.
-A mi señal -Lena ordenó en el mismo canal.
-Sí señora. Bloqueado y cargado.
-¿Quién le avisó a Matheson? -preguntó Valerie- Creemos que tiene amigos en las Fuerzas Especiales.
-¿Tenemos un nombre?
-Varios posibles. Te informaré tan pronto como estés segura.
-¿A dónde quieres que me vaya?
-Quiero que vengas conmigo ahora.
-¿Esta noche?
-Si vuelves, Katina te encerrará y no seré capaz de extraerte.
-¿Qué pasa con mi barco?
-Lo hundiremos. Es una buena cubierta.
-El vino preparado -Lena comprobó la lectura digital en el temporizador electrónico que se ejecuta en una esquina del monitor de Felicia. Henry había estado a bordo casi cinco minutos. Eso era mucho tiempo para este tipo de encuentro
-Si ella se va con él, hunden el barco y ella desaparecerá -dijo Savard.
-Si ella no está de acuerdo en irse y es el malo, él hundirá el barco y ella desaparece. De cualquier manera, él gana.
-Necesito por lo menos 24 horas para crear una cubierta creíble con Katina -dijo Valerie- No pasé todo ese tiempo para lograr acercarme para luego perder mi conexión con ella. Incluso si tengo que estar de incógnito, todavía tendré un vínculo con ella.
-Ella nunca te ha dado algo.
-La verdad es que lo ha hecho.
-¿Qué? -la voz de Henry de elevó. Escuchando, Lena se tensó. Valerie estaba jugando un juego peligroso. Si Henry pensaba que ella tenía información importante, tal vez no dejaría que se fuera, incluso si él no estuviese trabajando con Matheson. Si él era el hombre frontal de Matheson, razón de más para llevársela ahora, o eliminarla.
-Ellos están cerca de identificar… -A dos millas de distancia, la imagen de satélite de Stark mostró un nuevo bache al mismo tiempo que Mac recogió una línea térmica a cinco kilómetros del barco de Valerie.
-Cristo -Mac soltó- ¡Es un MSE! -Stark se puso de pie
-¿Objetivo?
-Rastreando. -Stark tomó su radio.
-Hara, se trata de un comando. Prepárense para evacuar
-¡No! -Julia exclamó, agarrando el brazo de Stark.
-¿Qué es?
-Misiles. -Stark se volvió bruscamente hacia Mac.- Objetivo. Lo necesito ahora ¡Mac! -Mac ya estaba abriendo el canal de comunicación.- ¡Savard! Misil barco a barco, dirigido al barco de Valerie. ¡Cuarenta segundos para el impacto!
~*~
-Donaldson, a mi señal -Lena expresó
- Entendido. -Lena pasó al micrófono abierto en el barco de Valerie.
-Soy Elena Katina. Son el objetivo de un misil orientado para impacto directo. Tienen treinta y siete segundos. Evacúen la embarcación.
-Ella está mintiendo -Henry gritó- ¡Quédate ahí!
-No -dijo Valerie- No lo está Henry, tenemos que… ¿Por qué estás sacando tu arma? No hay nadie.
~*~
-Treinta y dos segundos -Savard informó- No se liberará del enganche del bote Henry a tiempo, Comandante.
-¡Fuego! -Lena ordenó y el rifle de Donaldson retumbó desde fuera de la cabina. Lena se volvió hacia Savard- Llévanos allá ahora.
-Se va a poner caluroso -Savard observó mientras encendía el motor y empujaba el acelerador al máximo. Lena no respondió, quitándose la cazadora y el chaleco mientras corría desde la cabina. Había estado equivocada. No tenían treinta segundos.
~*~
Julia se apretó contra la espalda de Paula, inconscientemente agarrando sus hombros.
-¿Qué está sucediendo?
-¿Tiempo? -Paula gritó a Mac.
-Cinco, cuatro, tres, dos, uno. -Por una milésima de segundo, el punto luminoso en el centro de la pantalla de Paula dobló su tamaño. Luego se apagó. Después de un minuto de silencio, Diane preguntó vacilante.
-¿Dónde está Valerie?
-Hemos perdido la señal -dijo Paula con fuerza.
-¿Qué pasa con Lena? -los dedos de Julia se clavaron en los hombros de Paula. Paula negó con la cabeza.
~*~
-Disparo certero, coronel. -Matheson se apoyó en la barandilla del barco, sintiendo una oleada de satisfacción cuando la torre de humo subió al cielo en el horizonte- Gracias, General.
-Eliminamos ambos problemas a la vez -dijo Matheson- Es tiempo de reunirnos con los hombres y volver a dedicarnos a nuestra verdadera misión. Tenemos una guerra que ganar.
-Están saliendo. -Julia se levantó del sofá de la sala en la que había estado esperando con Diane
-Si no te importa, me quedare aquí -Diane respondió con voz apagada.
-Estaré de vuelta.
Julia alcanzó a Lena en el momento en que el equipo llegó a la puerta principal. Le sonrió brevemente a Savard y a Felicia y luego se volvió a su amante. Acarició los bordes de la cazadora de Lena entre sus dedos mientras ella se inclinaba y la besaba suavemente, más rápidamente de lo que quería.
-Nos vemos pronto.
-Te llamaré -murmuró Lena- Te amo.
Julia dio un paso atrás y en el instante siguiente, Lena y los demás se habían ido. Cuando se volvió, vio a Diane a la mitad del pasillo, de pie en la puerta de la sala de estar. Forzó una sonrisa y fue a reunirse con ella.
-¿Y ahora qué? -preguntó Diane.
-Va a pasar un buen tiempo antes de oír nada -dijo Julia- Estoy demasiado inquieta para sentarme y si está bien contigo, me gustaría revisar con Mac y Paula. Me sentiré mejor si sé lo que pasa.
-No sé lo que quiero hacer -Diane hizo un sonido enojado- Pero no necesito decirte que estar sentada y esperando es mi estilo. ¿Puedo ir contigo?
Julia dudó, recordando el horror de ver a Lena, en el monitor de vídeo, después de haber recibido el disparo y haber sido arrojada al suelo, sangrando y literalmente muriendo. Dudaba que fueran a tener ese tipo de comunicación esta noche, pero aunque no podía ver o escuchar exactamente lo que estaba pasando, todavía no estaba segura si dejar que Diane escuchara a Paula y a Mac monitoreando los acontecimientos fuese una gran idea. Si algo salía mal, Diane nunca sería capaz de olvidarlo. Julia no quería ese tipo de pesadilla para ella.
-Puedo ser nueva en esto… -dijo Diane como si leyera su mente-… y estoy esperando que esta sea la última vez, que tengo que esperar a que ella haga algo como esto, pero si ella está dispuesta a ir por ahí y hacerlo, al menos puedo ser parte de eso aquí. Entonces sentiré como si ella no estuviese sola.
-Está bien -dijo Julia sacudiendo la cabeza con tristeza- No sé por qué lo cuestioné. No te hubieses enamorado de ella si no pudieras manejar quien es. -Diane sonrió.
-Gracias.
Julia llamó a la puerta cerrada de la habitación del comedor antes de abrir un par de centímetros y metió la cabeza por la puerta.
-¿Podemos entrar Diane y yo? -Paula giró en su silla, con expresión distraída pero su tono educado.
-Por supuesto. No vamos a ser capaces de explicar gran cosa una vez que las cosas comiencen, pero es bienvenida a quedarse.
-Gracias -dijo Julia- No necesitas preocuparte por nosotras, Jefa. -Julia y Diane se movieron detrás de Mac y Stark- ¿Puedes decirnos qué estaban mirando? -preguntó Julia.
-Esta es la transmisión satelital de diez kilómetros cuadrados alrededor del punto de encuentro -dijo Paula volviéndose al monitor de la computadora, el cual mostró un puñado de pequeños puntos en una rejilla que rodeada un círculo oscuro en el centro- La mayoría de los botes en la zona son barcos de pesca, barcos comerciales y un vehículo recreativo ocasional. -Señaló un punto luminoso en el centro del círculo- Esto es Valerie.
-¿Cómo sabes eso? -preguntó Diane.
-Tenemos transponedores (dispositivo de comunicación) de GPS en todos los buques, incluido el de Valerie, la nave de mando con Renée y la comandante y Felicia y las embarcaciones de vigilancia de Tanner. -Paula deslizó su dedo en un semicírculo a lo largo de la frontera de la pantalla- Aquí está la gente de Tanner
-¿Cuándo vamos a ser capaces de ver a Lena? -preguntó Julia.
-Acaban de salir de la marina en este momento. -Mac ajustó el receptor inalámbrico al oído y habló por un micrófono de garganta, manteniendo ambas manos en el teclado de su computadora- ¿Comandante? ¿Cómo recibe? -Pasaron unos segundos y luego Mac volvió a hablar- Alto y claro, Comandante. -Dijo Paula sin mirarlo-¿Puedes poner eso en audio, por favor, Mac?
-Sí señora. -Mac tecleó una serie de comandos en su equipo y luego volvió a hablar- Listo para el escaneo de cámaras.
-Envío de Imagen ahora -la voz de Felicia salió por los altavoces. Imágenes de amarillo, rojo y azul que recordaba vagamente las formas humanas parpadeaban en la pantalla de Mac y luego se estabilizaron- ¿Cómo recibes? - preguntó Felicia.
-Cuatro calientes. -Mac abrió una pequeña ventana en la pantalla más grande y un gráfico de barras fluctuante apareció- Temperatura, variación de menos de dos grados. Dame un chequeo de coordenadas. -Savard recitó una lista de figuras.
-¿Qué están haciendo? -preguntó Julia, sin esperar realmente una respuesta.
-Comprobando la variación en la cámara térmica de detección de infrarrojo -dijo Paula- Los niveles más bajos de radiación térmica son debido principalmente a dos cosas, mayor masa corporal y el alto contenido de grasa corporal, que embota la lectura o una verdadera baja en la temperatura del cuerpo.
-Eres la más cálida, Renée. -dijo Mac. Savard rio.
-Eso es lo que me dicen.
-Mac ¿puedes corregir la masa corporal usando las lecturas limitadas que tenemos? -preguntó Felicia- Valerie es delgada y su núcleo de temperatura va a sesgar las lecturas térmicas. ¿Puedes factorizar eso?
-Estoy trabajando en ello -dijo Mac insertando figuras mientras hablaba.
-Está en el rango visual, Comandante. -Paula se enderezó y su voz se volvió tensa- Tenemos un buque cerca de la zona cero, relación. -Julia sintió a Diane temblar a su lado y le pasó un brazo alrededor de su cintura. Mantuvo la voz baja para no molestar a Mac y Paula.
-Sólo recuerda que sólo están recibiendo parte de la imagen aquí, así que no te preocupes, no importa lo que parece estar sucediendo.
-Lo sé. Lo recordaré. Es solo que ella se siente tan lejos. -Diane susurró.
-No lo está. Y Lena y Renée y los demás están ahí.
-Savard, mantennos aquí -dijo Lena.
Las palabras eran tan claras que Julia casi miró por encima del hombro para ver si Lena había regresado milagrosamente. Incluso a millas de distancia por radio, el sonido de la voz de Lena aliviaba la tensión que había estado poco a poco apretando sus músculos y alrededor de su corazón, hasta sentir como si fuera una cuerda de piano tensa, hasta el punto de romperse. Se obligó a tomar una respiración y soltó el aire lentamente. Los números de color rojo en la esquina inferior izquierda de la pantalla de Paula Stark leía 2258.
~*~
Lena abrió el canal de prioridad a Valerie.
-¿Lawrence?
-Estoy aquí, comandante -dijo Valerie
-Se aproxima un bote en tu camino.
-Entendido.
-Si eres obligada a subir a su barco y perdemos nuestra conexión de audio contigo, quiero que salgas a la primera señal de problemas. ¿Queda claro?
-Claro, Comandante. -respondió Valerie. -Confirmación de escaneo ahora -dijo Lena- cambio a canal abierto.
-Entendido. Saludos, equipo -dijo Valerie- Me alegro de verles.
-Estamos justo detrás de ti Valerie -dijo Savard.
-¿La tenemos? -Lena preguntó a Felicia, agachándose junto al equipo que Felicia había colocado contra una pared de la cabina del bote. Detrás de ellas, Savard liberó el motor a inactivo y el barco se balanceó en el oleaje.
-La tengo -dijo Felicia- Sólo estoy ajustando la alimentación a las gafas de vídeo de Donaldson -abrió el enlace de comunicación en su computador principal- ¿Donaldson? ¿Objetivo en la pantalla?
-Dulce y caliente, señora -le dijo por radio desde su posición fuera de la proa.
-No demasiado caliente, espero -Lena murmuró- ¿Dónde cae ella en el rango térmico?
-El cinco por ciento debajo de la media.- Lena frunció el ceño
-Eso no es mucho para distinguirla de Henry.
-Ella está fría, puedo garantizarlo -dijo Savard- Mucho más frío y su tiempo de reacción será tan lento que ella no será capaz de protegerse a sí misma.
-Ahí viene -la voz de Valerie llenó la cabina- cambio al mic transdérmico. -Savard se conectó con Mac
-¿Alguien más aquí con nosotros?
-Unos cuantos más que alguien… -dijo Mac por radio-… pero nadie en la zona crítica.
-Está bien, quiero saber si alguien se mueve dentro del radio de ataque.
-Entendido. -Un minuto de silencio transcurrió hasta que fue roto con la voz de Valerie, silenciado por el micrófono encubierto.
-Lánzame tu cuerda de empate… -dijo Valerie-… y sube a bordo.
-Aquí tienes.
-Atrapada. -Una profunda voz masculina respondió.
-Deja caer tu escalera
Savard miró a Lena con sorpresa. Lena sacudió la cabeza, pensando que no era necesariamente una buena señal de que Henry estuviese tan dispuesto a abordar el bote de Valerie. Esto significaba que tenían un canal abierto con Valerie si lo necesitaban, pero si el plan de Henry era eliminar a Valerie, él no querría hacerlo en su propio barco. Él quería hacerlo en el de ella.
-¿Estás armada? -dijo Henry.
-Por supuesto
-¿Y los demás?
-¿Qué otros?
-No me digas que viniste sin respaldo.
-¿Ves a alguien? -preguntó Valerie. Henry se echó a reír.
-Sólo alrededor de dos docenas de barcos.
-Te dije que no confío en ellos. Nadie sabe que estoy aquí. Busca en el barco si quieres.
-No es necesario. Estuve de acuerdo en esta reunión bajo estas circunstancias menos que óptimas -dijo Henry- así que me creerás cuando te digo que tienes que regresar, estás en peligro.
-¿De quién?
-De Katina. La Casa Blanca la envió detrás de ti.
-¿Por qué?
-Necesitan un chivo expiatorio ¿Cuánto tiempo crees que ellos serán capaces de mantener en silencio los ataques a la hija del presidente? A esto se añade que estropearon el asalto al campamento de Matheson y lo dejaron escapar.
-Tuvo ayuda.
-El país necesita que rindan cuentas, especialmente después del 11/9. Alguien tiene que pagar por eso -dijo Henry- Washburn y el asesor de seguridad y un buen número de otras personas han decidido que serás tú, para empezar. Esto está fuera de nuestras manos.
-¿Y si regreso?
-Bueno te ayudaremos a desaparecer durante un año o dos. Hay trabajo por hacer en otros lugares.
-Convincente, ¿no es así? -murmuró Felicia- Bastardo.
-¿Cuál es la temperatura que aparece registrada? -preguntó Lena
-Hay una diferencia de tres grados entre ellos -Felicia tecleó a Donaldson-¿Puedes distinguir el principal de la amistosa?
-Sí señora, siempre y cuando no se muevan demasiado alrededor.
-A mi señal -Lena ordenó en el mismo canal.
-Sí señora. Bloqueado y cargado.
-¿Quién le avisó a Matheson? -preguntó Valerie- Creemos que tiene amigos en las Fuerzas Especiales.
-¿Tenemos un nombre?
-Varios posibles. Te informaré tan pronto como estés segura.
-¿A dónde quieres que me vaya?
-Quiero que vengas conmigo ahora.
-¿Esta noche?
-Si vuelves, Katina te encerrará y no seré capaz de extraerte.
-¿Qué pasa con mi barco?
-Lo hundiremos. Es una buena cubierta.
-El vino preparado -Lena comprobó la lectura digital en el temporizador electrónico que se ejecuta en una esquina del monitor de Felicia. Henry había estado a bordo casi cinco minutos. Eso era mucho tiempo para este tipo de encuentro
-Si ella se va con él, hunden el barco y ella desaparecerá -dijo Savard.
-Si ella no está de acuerdo en irse y es el malo, él hundirá el barco y ella desaparece. De cualquier manera, él gana.
-Necesito por lo menos 24 horas para crear una cubierta creíble con Katina -dijo Valerie- No pasé todo ese tiempo para lograr acercarme para luego perder mi conexión con ella. Incluso si tengo que estar de incógnito, todavía tendré un vínculo con ella.
-Ella nunca te ha dado algo.
-La verdad es que lo ha hecho.
-¿Qué? -la voz de Henry de elevó. Escuchando, Lena se tensó. Valerie estaba jugando un juego peligroso. Si Henry pensaba que ella tenía información importante, tal vez no dejaría que se fuera, incluso si él no estuviese trabajando con Matheson. Si él era el hombre frontal de Matheson, razón de más para llevársela ahora, o eliminarla.
-Ellos están cerca de identificar… -A dos millas de distancia, la imagen de satélite de Stark mostró un nuevo bache al mismo tiempo que Mac recogió una línea térmica a cinco kilómetros del barco de Valerie.
-Cristo -Mac soltó- ¡Es un MSE! -Stark se puso de pie
-¿Objetivo?
-Rastreando. -Stark tomó su radio.
-Hara, se trata de un comando. Prepárense para evacuar
-¡No! -Julia exclamó, agarrando el brazo de Stark.
-¿Qué es?
-Misiles. -Stark se volvió bruscamente hacia Mac.- Objetivo. Lo necesito ahora ¡Mac! -Mac ya estaba abriendo el canal de comunicación.- ¡Savard! Misil barco a barco, dirigido al barco de Valerie. ¡Cuarenta segundos para el impacto!
~*~
-Donaldson, a mi señal -Lena expresó
- Entendido. -Lena pasó al micrófono abierto en el barco de Valerie.
-Soy Elena Katina. Son el objetivo de un misil orientado para impacto directo. Tienen treinta y siete segundos. Evacúen la embarcación.
-Ella está mintiendo -Henry gritó- ¡Quédate ahí!
-No -dijo Valerie- No lo está Henry, tenemos que… ¿Por qué estás sacando tu arma? No hay nadie.
~*~
-Treinta y dos segundos -Savard informó- No se liberará del enganche del bote Henry a tiempo, Comandante.
-¡Fuego! -Lena ordenó y el rifle de Donaldson retumbó desde fuera de la cabina. Lena se volvió hacia Savard- Llévanos allá ahora.
-Se va a poner caluroso -Savard observó mientras encendía el motor y empujaba el acelerador al máximo. Lena no respondió, quitándose la cazadora y el chaleco mientras corría desde la cabina. Había estado equivocada. No tenían treinta segundos.
~*~
Julia se apretó contra la espalda de Paula, inconscientemente agarrando sus hombros.
-¿Qué está sucediendo?
-¿Tiempo? -Paula gritó a Mac.
-Cinco, cuatro, tres, dos, uno. -Por una milésima de segundo, el punto luminoso en el centro de la pantalla de Paula dobló su tamaño. Luego se apagó. Después de un minuto de silencio, Diane preguntó vacilante.
-¿Dónde está Valerie?
-Hemos perdido la señal -dijo Paula con fuerza.
-¿Qué pasa con Lena? -los dedos de Julia se clavaron en los hombros de Paula. Paula negó con la cabeza.
~*~
-Disparo certero, coronel. -Matheson se apoyó en la barandilla del barco, sintiendo una oleada de satisfacción cuando la torre de humo subió al cielo en el horizonte- Gracias, General.
-Eliminamos ambos problemas a la vez -dijo Matheson- Es tiempo de reunirnos con los hombres y volver a dedicarnos a nuestra verdadera misión. Tenemos una guerra que ganar.
Anonymus- Mensajes : 345
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Re: Honor bajo Asedio
Jesus bendito no puedes dejarme así x favor eh estado esperando x esto y necesito mas mmmmm si viene el final seguiras cn los libros cierto hasta q termines la saga x favor di q siiiii n nos dejes sin el final completo x favor saluditosss cuidat gracias x la contii
flakita volkatina- Mensajes : 183
Fecha de inscripción : 07/06/2015
Edad : 30
Localización : Costa Rica
Re: Honor bajo Asedio
Capítulo Veintisiete
-Esta ella… ellos están… Oh, Dios -Diane susurró.
-¡Tráeme una imagen de campo en tiempo real! -Paula ordenó. Ella tecleó su radio- Hara, mantente en espera. Cierra las carreteras. Que nadie entre o salga. Llama a las unidades de apoyo y colócalos en la orilla y el perímetro. -Julia se dio cuenta de que todavía estaba agarrando los hombros de Paula y se obligó a dejarla ir. No podía mover sus ojos de la pantalla en frente de ella. Se quedó mirando el círculo oscuro, deseando que una imagen apareciera.
-El bote de Lena… -Julia preguntó con voz ronca-… el bote de Lena todavía estaba allí ¿no? ¿Paula?
Por primera vez en su vida, Paula ignoró a la primera hija. Renée estaba en el barco que de repente había desaparecido. El pensamiento le atravesó como una oleada momentánea de pánico por todo su cuerpo y se quedó completamente en blanco. Entonces, como si hubiese cambiado de canal en su mente, imagen tras imagen encajó ante sus ojos y se volvió a enfocar bruscamente. Beirut, el Cole, el World Trade Center, el Pentágono. Un campo en Pennsylvania. No una vida. No cientos de vidas. Miles y más por venir, lo sabía. El papel que desempeñaba estaba aquí, en la actualidad y nunca volvería a ser sobre una vida de nuevo. Ni siquiera la vida de la mujer que amaba.
-Ellas está allí, en alguna parte y vamos a encontrarlas -dijo Paula firmemente, porque tenía que creerlo- Mac, sácame una foto de lo que pasa allá afuera y dame una línea abierta con Renée Savard.
-Sí señora -dijo Mac, con la voz áspera por la tensión- Voy a hacerlo.
~*~
-Allá están los escombros en el agua -gritó Savard por encima del rugido del motor. Lena se inclinó sobre la barandilla, entrecerrando los ojos para protegerse del rocío helado y contemplando el negro brillante en la superficie del agua
-¿Quién tiene el volante?
-Donaldson. Tengo que estar aquí -Savard levantó la radio acunada en su mano- Voy a dirigirlo.
Lena no discutió. Dudaba que pudiera lograr que Savard volviera a entrar y no tenía el tiempo o las ganas de persuadirla. Un centenar de metros delante de ellas un géiser de fuego brotaba en el aire, los del combustible del motor del bote de Valerie y de Henry, los botes estaban ardiendo. Tendría que haber esperado algo así. Matheson sería un tonto si dejaba vivo un eslabón tan débil como Henry y Matheson no era ningún tonto. Henry le había subestimado y ella también. No dejaría que Valerie pagara por su error de cálculo. Se quitó sus zapatos, se quitó la funda, sacó su funda de su cinturón y empujó todo en un armario de banco.
-No puede entrar en el agua, está a 40 grados Comandante.
-Dile a Donaldson que se dirija hacia las llamas y que enfoque todas las luces en la proa. Que avance lentamente. Cristo, no queremos golpearla.
-Comandante…
-Está en el agua, maldición Renée y voy a sacarla.
Savard grito las órdenes en el radio de dos vías. A medida que el barco corregía el rumbo, Lena echó la cabeza hacia atrás, furiosamente tratando de aclarar su visión. El humo aceitoso que se desprendía de los cascos en llamas, oscurecían la superficie del agua. Los barcos ya no estaban atados entre sí y enormes secciones se revolcaban en las olas. Fragmentos ardientes del tamaño de refrigeradores flotaban mientras se hundían lentamente.
-¡Allá! -Savard señaló hacia su derecha-¡Una balsa! -Lena se volvió bruscamente y siguió el brazo de Savard. Una balsa de goma se balanceaba, volcada sobre el agua.
-La explosión probablemente lo volcó -Savard maldijo. Lena se acercó a la barandilla y se zambulló en el agua.
~*~
-Estoy obteniendo algo, jefe -dijo Mac con urgencia mientras continuaba escribiendo rápidamente- Me tomará unos segundos redirigir el foco del satélite.
-Ponme lo más fuerte que puedas -Paula se volvió al oír un ruido a sus espaldas. Hara estaba en la puerta- ¿Todo despejado?
-Sí señora. Todo está tranquilo. -Miró hacia los monitores, pero no dijo nada.
-Corre status, comprueba cada cinco con los jefes de equipo -le indicó Paula. -Sí señora. Tomaré el punto de la costa.
-Bien
Paula se inclinó hacia delante, mirando a la pantalla, como si eso hiciera que las imágenes borrosas se volvieran más claras. Sin previo aviso, la pantalla se aclaró y una imagen nítida, en blanco y negro, de un barco ardiendo apareció a la vista. Julia se quedó sin aliento, momentáneamente desorientada por la extraña sensación de que estaba viendo imágenes en secuencias, el tipo de imágenes que se encontraban en todas partes y de alguna manera le paralizaba la mente. Pero se sentía de muchas maneras menos paralizada. Sus terminaciones nerviosas le quemaban y sentía como si todo su cuerpo se retorcía. Una neblina roja de furia y pánico amenazó con nublar su visión y tuvo que parpadear para enfocarse.
-¿Pueden saber que barco es? -preguntó ella.
-Todavía no -respondió Mac- Bueno, tenemos un campo ligeramente más ancho justo allí, hay otra nave -Su voz se fue apagando progresivamente, cuando la visión de un bote medio hundido y ardiendo apareció a la vista- Tenemos al menos dos botes afectados. -Se tocó la oreja y frunció el ceño.- Tanner están solicitando permiso para iniciar la búsqueda y rescate. -Stark sacudió la cabeza
-No. No sabemos si quien envió el primer misil, tenga otro listo para atacar. El barco de la comandante está disponible en alguna parte. Hasta que nos comuniquemos con ella, mantendremos esto bloqueado. Dile a Tanner que mantenga su posición. Ella no va a perseguir cualquier nave desconocida. -Mac transmitió la orden.
-Podrían necesitar ayuda, Paula -Julia instó- ¿Qué pasa con la Guardia Costera?
-No. Se trata de una operación de Seguridad Nacional. No involucraremos a nadie más.
-¿Qué pasa si el barco de Lena fue alcanzado también?
-Si confirmamos eso -dijo Paula- Enviaré un equipo desde aquí.
-¿Cuánto tiempo pueden permanecer allá afuera en el agua, sin ayuda? -preguntó Diane. Paula no respondió. En cambio dijo:
-Encuéntralas por mí, Mac.
~*~
Lena pensaba que nunca había estado tan fría. Era el tipo de frío que calaba tan profundo que se volvía doloroso dentro de ella. No pensaba en el dolor, sólo nadaba brazada tras brazada en la dirección donde había visto la balsa. Valerie había estado en él, sabía que había estado allí. Henry estaba muerto. Ella ordenó que le dispararan. Valerie era la única que podía haber lanzado la balsa. Sus ropas eran como placas de hielo arrastrándola hacia abajo. Sus brazos y piernas, estaban pesadas. Era difícil moverse. Tanto humo. Humo negro de acre que quemaba su ya hinchada garganta y nublaba sus ojos con lágrimas y sal. Frío. Su mano golpeó un objeto y trató de agarrarlo, pero se alejó flotando. Se frotó el rostro contra su manga congelada. La balsa. Una ola se estrelló contra su cabeza y se fue bajo. Era un alivio estar fuera del humo. Su garganta se sentía momentáneamente aliviada hasta que instintivamente tomó aire y el agua inundó sus pulmones. Tuvo arcadas, vomitó y luego arañó su camino hacia la superficie. Se abrió paso y aspiró una bocanada de aire contaminado. Tosió, intentó nadar pero sólo logró mantener la cabeza fuera del agua. Entonces la vio otra vez. La balsa. Desde algún lugar muy dentro de ella, encontró otra onza de energía. Valerie estaba allí, sabía que estaba allí. Valerie había lanzado el bote. Lena se empujó hacia él. Había enviado a Valerie aquí sola. No iba a dejar que se muriera sola. Encontró la cuerda de nylon que rodeaba la balsa y trató de aferrarse a ella con los dedos congelados. Cuando la cuerda se alejó de ella, se dio por vencida y lentamente rodeó la balsa, sus músculos lentamente tomaron el control. Por un instante, pensó que había imaginado la forma blanca flotando al lado de la balsa. Cuando se acercó, sus dedos estaban demasiado rígidos para agarrar la figura fantasmal. Más cerca, pudo distinguir la muñeca de Valerie encajada debajo del cable que rodeaba la balsa de goma. Se había atado a sí misma de alguna manera.
-Valerie -gimió Lena. Obtuvo un trago de agua y escupió con furia- ¡Valerie! -Lena luchó por liberar la muñeca de Valerie de las líneas torcidas. El brazo de Valerie al instante se deslizó libre y empezó a hundirse debajo de la superficie. Lena no podía agarrar su ropa, pero se las arregló para rodear su cintura con un brazo y la atrajo hacia sí contra su cuerpo- Valerie, soy Lena. Nada. Tienes que nadar. -Lena no podía decir si estaba respirando o no y por una fracción de segundo se sintió como cuando Julia había sido expuesta a una toxina potencialmente mortal. Las compuertas que había mantenido firmemente cerradas frente a la pérdida y la desesperación se abrieron y el dolor fue tan agobiante que se paralizó momentáneamente. Se hundieron juntas, Valerie fuertemente agarrada entre los brazos de Lena.
~*~
-Comando uno, ¿recibes? -la voz de Felicia llenó la habitación.
-Felicia -gritó Mac
-Status. Informe sobre la situación. ¿Están participando en la búsqueda y rescate? ¿Cualquier señal de entrada?
-Negativo -Mac cambió los canales de conmutación y la vista del ángulo inicial entró en foco- Aconsejamos evacuar el área lo más pronto posible.
-Entendido, tan pronto como el rescate se haya completado. ¿Tiene visual? - Mac se volvió hacia Paula que estaba mirando los altavoces, como si estuviera tratando de ver a través de ellos a Felicia y a los otros.
-Felicia, soy Stark. Tenemos restos de dos botes hundidos sin sobrevivientes identificados.
-¿Escaneos térmicos? -Felicia preguntó bruscamente.
-Nada… -dijo Mac-… pero si Valerie está en el agua, probablemente ya está demasiado fría.
-Tenemos a dos en el agua. ¿Lo lees? Dos.
-¿Quién? -Paula preguntó con urgencia. Julia no tuvo que oír la respuesta. Ella ya lo sabía.
~*~
Lena no tenía la energía para luchar. El frío en sus huesos se había disipado y por lo tanto el dolor. Su cuerpo estaba extrañamente pesado, sin embargo, sin peso al mismo tiempo. No podía ver, pero el aguijón afilado del humo en el aire se había ido. No estaba en el aire. Estaba bajo el agua. Ella estaba bajo el agua y Valerie estaba con ella. Valerie no se movía. ¿Qué le había dicho Julia? Ella le había prometido algo. Lena estaba, tan cansada que se le hacía muy difícil pensar. Prométeme. Prométeme que no te sacrificaras por ella. Eso era correcto. Le había prometido a Julia. Le había prometí no morir por Valerie. Una oleada de adrenalina atravesó a Lena, electrizándola. Ella le había prometido no morir por Valerie, pero no le había prometió dejarla morir ¿Qué había dicho? Nadie va a morir. Ella apretó su agarre en Valerie y pateó. La superficie parecía muy lejana. Y entonces sintió que Valerie estaba pateando también. Ninguna de ellas iba a renunciar sin luchar.
~*~
-Mac tengo un patrón corporal térmico en el agua -anunció Felicia, corriendo desde la cabina para unirse con Savard en cubierta. Renée se esforzó por ver a través del humo, dirigiendo los focos de ida y vuelta- Por allá, hay dos en el agua, veinte yardas a la derecha. Ayúdame a bajar la balsa salvavidas.
-Estoy contigo. Donaldson puede manejar el bote.
Renée asintió con la cabeza y entre las dos desataron la balsa salvavidas de sus amarras en la cubierta, desengancharon el cerrojo de la polea y sacaron la pequeña embarcación hacia el agua. Felicia alcanzó el interruptor del motor y mientras la balsa inflable bajaba automáticamente, agarró dos chalecos salvavidas de un armario cercano. Arrojó uno a Renée y se colocó uno.
-Hay dos más atados en el interior de la balsa para ellas -Felicia pasó la pierna hacia arriba y sobre la barandilla- Vamos a sacarlas de esa maldita agua.
-Gran idea -Renée gritó y la siguió por el costado y abajo por la escalera. Felicia puso en marcha el motor y la embarcación se propulsó hacia la zona de la última observación.
-¿Las tienes?
-¡No!- Renée se apoyó sobre la parte delantera de la balsa todo lo que se atrevió, agarrándose de los asideros- Dirígete más hacia tu derecha. No espera… ¡Sí! ¡Allí!
-Ten cuidado.
Felicia gritó cuando Renée apoyó las piernas contra el lateral de la balsa, liberando los asideros y se inclinó sobre la borda. Felicia ajustó el motor a inactivo y trepó hacia adelante, uniéndose a Renée. Juntas agarraron a Lena, cuya cabeza y hombros eran apenas visibles sobre el agua al lado de la balsa. Incluso a la luz roja parpadeante del fuego que seguía ardiendo disperso entre los escombros, su cara parecía mortalmente pálida.
-Comandante -gritó Renée cuando se agachó con ambos brazos- ¿Puede agarrarse de mí?
-No -Lena se quedó sin aliento. Empujó a Valerie hacia adelante- Tómala primero.
Felicia y Renée agarraron el cuerpo inerte de Valerie por los brazos y la tiraron a la balsa. Ella no se movía y parecía que no respondía. Cuando Renée miró hacia atrás en el agua vio que Lena se hundía. Se zambulló, agarrando a Lena por la cintura y la atrajo de nuevo a la superficie. Sacudió el agua de sus ojos y vio a Felicia inclinándose hacia abajo y tomando a Lena por sus brazos. Luego buscó a tientas la cuerda alrededor del borde de la balsa y finalmente, logró aferrarse a él. Juntas, ella y Felicia empujaron y subieron a Lena hacia la balsa. Por último, Felicia agarró el brazo de Renée y Renée logró subirse a sí misma y cayó en el suelo de la balsa salvavidas.
-Comandante. -Renée se quedó sin aliento. Lena estaba, acurrucada en el lado opuesto de la balsa. Valerie estaba tendida entre ellas
-La comandante está consciente, pero no creo que Valerie esté respirando -gritó Felicia, arrancando nuevamente el motor- Tenemos que llegar al barco.
Renée apenas se dio cuenta que la pequeña balsa llena de gente se sacudía y giraba sobre las olas regresando nuevamente. Arrodillándose junto a Valerie, abrió su blusa y apretó el oído sobre el pecho de Valerie. Oyó un latido lejano, pero no podía detectar ningún movimiento del pecho. Elevando el mentón de Valerie, inclinó la cabeza hacia atrás, le cubrió la nariz con la mano opuesta y cubrió con su boca la de Valerie. Mientras soplaba en sus pulmones, lo único que podía pensar era que Valerie estaba fría. Fría como el hielo. Fría como la muerte.
-Vamos, Valerie. Vamos -Renée sopló otra respiración- Respira. Maldita sea. Respira -Sintió un mínimo parpadeo en el pecho de Valerie que subió bajo su mano y se apresuró en apretar la mejilla contra el pecho de Valerie nuevamente. Esta vez el latido del corazón era lento y aún más débil que antes. Mucho más lento de lo que debería estar. Desesperada, gritó por encima del hombro- Está respirando, pero no estoy segura por cuánto tiempo. ¡Date prisa o vamos a perderla!
~*~
-Este es el sargento Donaldson reportando -la voz de Donaldson anunció por los altavoces. Paula se enderezó bruscamente.
-¿Dónde está todo el mundo?
-Las agentes están comprometidas con esfuerzos de reanimación, señora. Tengo el control, y estamos regresando a la base.
-¿Estado? -expresó Paula.
-Dos víctimas.
-Dirija la embarcación hasta la playa debajo de nuestra ubicación. ¿Me escucha?
-Alto y claro.
Paula señaló a Mac mientras hablaba y él asintió con la cabeza, murmurando instrucciones por la radio.
-¿Donaldson ETA?
-Diez minutos.
-¿Qué tan mal se encuentran? -dijo Julia de pie tan cerca de Stark que podía oír su respiración agitada.
-¿Están quemadas? -Detrás de ella oyó gemir a Diane suavemente.
-¿Cuál es su condición? -preguntó Paula.
-Hipotermia grave. Eso es todo lo que puedo decirle, señora
-Entendido. Tráelas a casa, Donaldson.
-Sí señora. Estaré contento de hacerlo.
Mientras Paula instruía a Mac para que llamara a la marina con equipo de reanimación adicional, Julia tomó el brazo de Diane y la arrastró hacia la puerta.
-Vamos. Tenemos que encender las chimeneas en los dormitorios y llenar las bañeras. Tenemos que lograr que se calienten.
-¿No deberíamos llamar a una ambulancia o algo así? -,preguntó Diane, corriendo al lado de Julia.
-No hay tiempo -dijo Julia subiendo las escaleras hasta el segundo piso a toda prisa- Lo más importante para una víctima expuesta es hacerle entrar en calor lo más rápidamente posible. -Julia se detuvo frente al dormitorio de Diane- ¿Estás bien? -Diane la miró como si estuviera, loca.
-Esto es una pesadilla y sigo rezando para poder despertar. Pero hasta que ocurra, haré todo lo que tenga que hacer. No voy a dejarla morir.
-No te preocupes -dijo Julia con seriedad- Nadie va a morir esta noche.
-Esta ella… ellos están… Oh, Dios -Diane susurró.
-¡Tráeme una imagen de campo en tiempo real! -Paula ordenó. Ella tecleó su radio- Hara, mantente en espera. Cierra las carreteras. Que nadie entre o salga. Llama a las unidades de apoyo y colócalos en la orilla y el perímetro. -Julia se dio cuenta de que todavía estaba agarrando los hombros de Paula y se obligó a dejarla ir. No podía mover sus ojos de la pantalla en frente de ella. Se quedó mirando el círculo oscuro, deseando que una imagen apareciera.
-El bote de Lena… -Julia preguntó con voz ronca-… el bote de Lena todavía estaba allí ¿no? ¿Paula?
Por primera vez en su vida, Paula ignoró a la primera hija. Renée estaba en el barco que de repente había desaparecido. El pensamiento le atravesó como una oleada momentánea de pánico por todo su cuerpo y se quedó completamente en blanco. Entonces, como si hubiese cambiado de canal en su mente, imagen tras imagen encajó ante sus ojos y se volvió a enfocar bruscamente. Beirut, el Cole, el World Trade Center, el Pentágono. Un campo en Pennsylvania. No una vida. No cientos de vidas. Miles y más por venir, lo sabía. El papel que desempeñaba estaba aquí, en la actualidad y nunca volvería a ser sobre una vida de nuevo. Ni siquiera la vida de la mujer que amaba.
-Ellas está allí, en alguna parte y vamos a encontrarlas -dijo Paula firmemente, porque tenía que creerlo- Mac, sácame una foto de lo que pasa allá afuera y dame una línea abierta con Renée Savard.
-Sí señora -dijo Mac, con la voz áspera por la tensión- Voy a hacerlo.
~*~
-Allá están los escombros en el agua -gritó Savard por encima del rugido del motor. Lena se inclinó sobre la barandilla, entrecerrando los ojos para protegerse del rocío helado y contemplando el negro brillante en la superficie del agua
-¿Quién tiene el volante?
-Donaldson. Tengo que estar aquí -Savard levantó la radio acunada en su mano- Voy a dirigirlo.
Lena no discutió. Dudaba que pudiera lograr que Savard volviera a entrar y no tenía el tiempo o las ganas de persuadirla. Un centenar de metros delante de ellas un géiser de fuego brotaba en el aire, los del combustible del motor del bote de Valerie y de Henry, los botes estaban ardiendo. Tendría que haber esperado algo así. Matheson sería un tonto si dejaba vivo un eslabón tan débil como Henry y Matheson no era ningún tonto. Henry le había subestimado y ella también. No dejaría que Valerie pagara por su error de cálculo. Se quitó sus zapatos, se quitó la funda, sacó su funda de su cinturón y empujó todo en un armario de banco.
-No puede entrar en el agua, está a 40 grados Comandante.
-Dile a Donaldson que se dirija hacia las llamas y que enfoque todas las luces en la proa. Que avance lentamente. Cristo, no queremos golpearla.
-Comandante…
-Está en el agua, maldición Renée y voy a sacarla.
Savard grito las órdenes en el radio de dos vías. A medida que el barco corregía el rumbo, Lena echó la cabeza hacia atrás, furiosamente tratando de aclarar su visión. El humo aceitoso que se desprendía de los cascos en llamas, oscurecían la superficie del agua. Los barcos ya no estaban atados entre sí y enormes secciones se revolcaban en las olas. Fragmentos ardientes del tamaño de refrigeradores flotaban mientras se hundían lentamente.
-¡Allá! -Savard señaló hacia su derecha-¡Una balsa! -Lena se volvió bruscamente y siguió el brazo de Savard. Una balsa de goma se balanceaba, volcada sobre el agua.
-La explosión probablemente lo volcó -Savard maldijo. Lena se acercó a la barandilla y se zambulló en el agua.
~*~
-Estoy obteniendo algo, jefe -dijo Mac con urgencia mientras continuaba escribiendo rápidamente- Me tomará unos segundos redirigir el foco del satélite.
-Ponme lo más fuerte que puedas -Paula se volvió al oír un ruido a sus espaldas. Hara estaba en la puerta- ¿Todo despejado?
-Sí señora. Todo está tranquilo. -Miró hacia los monitores, pero no dijo nada.
-Corre status, comprueba cada cinco con los jefes de equipo -le indicó Paula. -Sí señora. Tomaré el punto de la costa.
-Bien
Paula se inclinó hacia delante, mirando a la pantalla, como si eso hiciera que las imágenes borrosas se volvieran más claras. Sin previo aviso, la pantalla se aclaró y una imagen nítida, en blanco y negro, de un barco ardiendo apareció a la vista. Julia se quedó sin aliento, momentáneamente desorientada por la extraña sensación de que estaba viendo imágenes en secuencias, el tipo de imágenes que se encontraban en todas partes y de alguna manera le paralizaba la mente. Pero se sentía de muchas maneras menos paralizada. Sus terminaciones nerviosas le quemaban y sentía como si todo su cuerpo se retorcía. Una neblina roja de furia y pánico amenazó con nublar su visión y tuvo que parpadear para enfocarse.
-¿Pueden saber que barco es? -preguntó ella.
-Todavía no -respondió Mac- Bueno, tenemos un campo ligeramente más ancho justo allí, hay otra nave -Su voz se fue apagando progresivamente, cuando la visión de un bote medio hundido y ardiendo apareció a la vista- Tenemos al menos dos botes afectados. -Se tocó la oreja y frunció el ceño.- Tanner están solicitando permiso para iniciar la búsqueda y rescate. -Stark sacudió la cabeza
-No. No sabemos si quien envió el primer misil, tenga otro listo para atacar. El barco de la comandante está disponible en alguna parte. Hasta que nos comuniquemos con ella, mantendremos esto bloqueado. Dile a Tanner que mantenga su posición. Ella no va a perseguir cualquier nave desconocida. -Mac transmitió la orden.
-Podrían necesitar ayuda, Paula -Julia instó- ¿Qué pasa con la Guardia Costera?
-No. Se trata de una operación de Seguridad Nacional. No involucraremos a nadie más.
-¿Qué pasa si el barco de Lena fue alcanzado también?
-Si confirmamos eso -dijo Paula- Enviaré un equipo desde aquí.
-¿Cuánto tiempo pueden permanecer allá afuera en el agua, sin ayuda? -preguntó Diane. Paula no respondió. En cambio dijo:
-Encuéntralas por mí, Mac.
~*~
Lena pensaba que nunca había estado tan fría. Era el tipo de frío que calaba tan profundo que se volvía doloroso dentro de ella. No pensaba en el dolor, sólo nadaba brazada tras brazada en la dirección donde había visto la balsa. Valerie había estado en él, sabía que había estado allí. Henry estaba muerto. Ella ordenó que le dispararan. Valerie era la única que podía haber lanzado la balsa. Sus ropas eran como placas de hielo arrastrándola hacia abajo. Sus brazos y piernas, estaban pesadas. Era difícil moverse. Tanto humo. Humo negro de acre que quemaba su ya hinchada garganta y nublaba sus ojos con lágrimas y sal. Frío. Su mano golpeó un objeto y trató de agarrarlo, pero se alejó flotando. Se frotó el rostro contra su manga congelada. La balsa. Una ola se estrelló contra su cabeza y se fue bajo. Era un alivio estar fuera del humo. Su garganta se sentía momentáneamente aliviada hasta que instintivamente tomó aire y el agua inundó sus pulmones. Tuvo arcadas, vomitó y luego arañó su camino hacia la superficie. Se abrió paso y aspiró una bocanada de aire contaminado. Tosió, intentó nadar pero sólo logró mantener la cabeza fuera del agua. Entonces la vio otra vez. La balsa. Desde algún lugar muy dentro de ella, encontró otra onza de energía. Valerie estaba allí, sabía que estaba allí. Valerie había lanzado el bote. Lena se empujó hacia él. Había enviado a Valerie aquí sola. No iba a dejar que se muriera sola. Encontró la cuerda de nylon que rodeaba la balsa y trató de aferrarse a ella con los dedos congelados. Cuando la cuerda se alejó de ella, se dio por vencida y lentamente rodeó la balsa, sus músculos lentamente tomaron el control. Por un instante, pensó que había imaginado la forma blanca flotando al lado de la balsa. Cuando se acercó, sus dedos estaban demasiado rígidos para agarrar la figura fantasmal. Más cerca, pudo distinguir la muñeca de Valerie encajada debajo del cable que rodeaba la balsa de goma. Se había atado a sí misma de alguna manera.
-Valerie -gimió Lena. Obtuvo un trago de agua y escupió con furia- ¡Valerie! -Lena luchó por liberar la muñeca de Valerie de las líneas torcidas. El brazo de Valerie al instante se deslizó libre y empezó a hundirse debajo de la superficie. Lena no podía agarrar su ropa, pero se las arregló para rodear su cintura con un brazo y la atrajo hacia sí contra su cuerpo- Valerie, soy Lena. Nada. Tienes que nadar. -Lena no podía decir si estaba respirando o no y por una fracción de segundo se sintió como cuando Julia había sido expuesta a una toxina potencialmente mortal. Las compuertas que había mantenido firmemente cerradas frente a la pérdida y la desesperación se abrieron y el dolor fue tan agobiante que se paralizó momentáneamente. Se hundieron juntas, Valerie fuertemente agarrada entre los brazos de Lena.
~*~
-Comando uno, ¿recibes? -la voz de Felicia llenó la habitación.
-Felicia -gritó Mac
-Status. Informe sobre la situación. ¿Están participando en la búsqueda y rescate? ¿Cualquier señal de entrada?
-Negativo -Mac cambió los canales de conmutación y la vista del ángulo inicial entró en foco- Aconsejamos evacuar el área lo más pronto posible.
-Entendido, tan pronto como el rescate se haya completado. ¿Tiene visual? - Mac se volvió hacia Paula que estaba mirando los altavoces, como si estuviera tratando de ver a través de ellos a Felicia y a los otros.
-Felicia, soy Stark. Tenemos restos de dos botes hundidos sin sobrevivientes identificados.
-¿Escaneos térmicos? -Felicia preguntó bruscamente.
-Nada… -dijo Mac-… pero si Valerie está en el agua, probablemente ya está demasiado fría.
-Tenemos a dos en el agua. ¿Lo lees? Dos.
-¿Quién? -Paula preguntó con urgencia. Julia no tuvo que oír la respuesta. Ella ya lo sabía.
~*~
Lena no tenía la energía para luchar. El frío en sus huesos se había disipado y por lo tanto el dolor. Su cuerpo estaba extrañamente pesado, sin embargo, sin peso al mismo tiempo. No podía ver, pero el aguijón afilado del humo en el aire se había ido. No estaba en el aire. Estaba bajo el agua. Ella estaba bajo el agua y Valerie estaba con ella. Valerie no se movía. ¿Qué le había dicho Julia? Ella le había prometido algo. Lena estaba, tan cansada que se le hacía muy difícil pensar. Prométeme. Prométeme que no te sacrificaras por ella. Eso era correcto. Le había prometido a Julia. Le había prometí no morir por Valerie. Una oleada de adrenalina atravesó a Lena, electrizándola. Ella le había prometido no morir por Valerie, pero no le había prometió dejarla morir ¿Qué había dicho? Nadie va a morir. Ella apretó su agarre en Valerie y pateó. La superficie parecía muy lejana. Y entonces sintió que Valerie estaba pateando también. Ninguna de ellas iba a renunciar sin luchar.
~*~
-Mac tengo un patrón corporal térmico en el agua -anunció Felicia, corriendo desde la cabina para unirse con Savard en cubierta. Renée se esforzó por ver a través del humo, dirigiendo los focos de ida y vuelta- Por allá, hay dos en el agua, veinte yardas a la derecha. Ayúdame a bajar la balsa salvavidas.
-Estoy contigo. Donaldson puede manejar el bote.
Renée asintió con la cabeza y entre las dos desataron la balsa salvavidas de sus amarras en la cubierta, desengancharon el cerrojo de la polea y sacaron la pequeña embarcación hacia el agua. Felicia alcanzó el interruptor del motor y mientras la balsa inflable bajaba automáticamente, agarró dos chalecos salvavidas de un armario cercano. Arrojó uno a Renée y se colocó uno.
-Hay dos más atados en el interior de la balsa para ellas -Felicia pasó la pierna hacia arriba y sobre la barandilla- Vamos a sacarlas de esa maldita agua.
-Gran idea -Renée gritó y la siguió por el costado y abajo por la escalera. Felicia puso en marcha el motor y la embarcación se propulsó hacia la zona de la última observación.
-¿Las tienes?
-¡No!- Renée se apoyó sobre la parte delantera de la balsa todo lo que se atrevió, agarrándose de los asideros- Dirígete más hacia tu derecha. No espera… ¡Sí! ¡Allí!
-Ten cuidado.
Felicia gritó cuando Renée apoyó las piernas contra el lateral de la balsa, liberando los asideros y se inclinó sobre la borda. Felicia ajustó el motor a inactivo y trepó hacia adelante, uniéndose a Renée. Juntas agarraron a Lena, cuya cabeza y hombros eran apenas visibles sobre el agua al lado de la balsa. Incluso a la luz roja parpadeante del fuego que seguía ardiendo disperso entre los escombros, su cara parecía mortalmente pálida.
-Comandante -gritó Renée cuando se agachó con ambos brazos- ¿Puede agarrarse de mí?
-No -Lena se quedó sin aliento. Empujó a Valerie hacia adelante- Tómala primero.
Felicia y Renée agarraron el cuerpo inerte de Valerie por los brazos y la tiraron a la balsa. Ella no se movía y parecía que no respondía. Cuando Renée miró hacia atrás en el agua vio que Lena se hundía. Se zambulló, agarrando a Lena por la cintura y la atrajo de nuevo a la superficie. Sacudió el agua de sus ojos y vio a Felicia inclinándose hacia abajo y tomando a Lena por sus brazos. Luego buscó a tientas la cuerda alrededor del borde de la balsa y finalmente, logró aferrarse a él. Juntas, ella y Felicia empujaron y subieron a Lena hacia la balsa. Por último, Felicia agarró el brazo de Renée y Renée logró subirse a sí misma y cayó en el suelo de la balsa salvavidas.
-Comandante. -Renée se quedó sin aliento. Lena estaba, acurrucada en el lado opuesto de la balsa. Valerie estaba tendida entre ellas
-La comandante está consciente, pero no creo que Valerie esté respirando -gritó Felicia, arrancando nuevamente el motor- Tenemos que llegar al barco.
Renée apenas se dio cuenta que la pequeña balsa llena de gente se sacudía y giraba sobre las olas regresando nuevamente. Arrodillándose junto a Valerie, abrió su blusa y apretó el oído sobre el pecho de Valerie. Oyó un latido lejano, pero no podía detectar ningún movimiento del pecho. Elevando el mentón de Valerie, inclinó la cabeza hacia atrás, le cubrió la nariz con la mano opuesta y cubrió con su boca la de Valerie. Mientras soplaba en sus pulmones, lo único que podía pensar era que Valerie estaba fría. Fría como el hielo. Fría como la muerte.
-Vamos, Valerie. Vamos -Renée sopló otra respiración- Respira. Maldita sea. Respira -Sintió un mínimo parpadeo en el pecho de Valerie que subió bajo su mano y se apresuró en apretar la mejilla contra el pecho de Valerie nuevamente. Esta vez el latido del corazón era lento y aún más débil que antes. Mucho más lento de lo que debería estar. Desesperada, gritó por encima del hombro- Está respirando, pero no estoy segura por cuánto tiempo. ¡Date prisa o vamos a perderla!
~*~
-Este es el sargento Donaldson reportando -la voz de Donaldson anunció por los altavoces. Paula se enderezó bruscamente.
-¿Dónde está todo el mundo?
-Las agentes están comprometidas con esfuerzos de reanimación, señora. Tengo el control, y estamos regresando a la base.
-¿Estado? -expresó Paula.
-Dos víctimas.
-Dirija la embarcación hasta la playa debajo de nuestra ubicación. ¿Me escucha?
-Alto y claro.
Paula señaló a Mac mientras hablaba y él asintió con la cabeza, murmurando instrucciones por la radio.
-¿Donaldson ETA?
-Diez minutos.
-¿Qué tan mal se encuentran? -dijo Julia de pie tan cerca de Stark que podía oír su respiración agitada.
-¿Están quemadas? -Detrás de ella oyó gemir a Diane suavemente.
-¿Cuál es su condición? -preguntó Paula.
-Hipotermia grave. Eso es todo lo que puedo decirle, señora
-Entendido. Tráelas a casa, Donaldson.
-Sí señora. Estaré contento de hacerlo.
Mientras Paula instruía a Mac para que llamara a la marina con equipo de reanimación adicional, Julia tomó el brazo de Diane y la arrastró hacia la puerta.
-Vamos. Tenemos que encender las chimeneas en los dormitorios y llenar las bañeras. Tenemos que lograr que se calienten.
-¿No deberíamos llamar a una ambulancia o algo así? -,preguntó Diane, corriendo al lado de Julia.
-No hay tiempo -dijo Julia subiendo las escaleras hasta el segundo piso a toda prisa- Lo más importante para una víctima expuesta es hacerle entrar en calor lo más rápidamente posible. -Julia se detuvo frente al dormitorio de Diane- ¿Estás bien? -Diane la miró como si estuviera, loca.
-Esto es una pesadilla y sigo rezando para poder despertar. Pero hasta que ocurra, haré todo lo que tenga que hacer. No voy a dejarla morir.
-No te preocupes -dijo Julia con seriedad- Nadie va a morir esta noche.
Anonymus- Mensajes : 345
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Localización : Argentina - Buenos Aires
Re: Honor bajo Asedio
Jesus lo bueno es q avisastes antes casi me da un paro y me quedo sin pelos una conti sensacional... me quedare ansiosa x mas
flakita volkatina- Mensajes : 183
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Edad : 30
Localización : Costa Rica
Re: Honor bajo Asedio
Ufff, eso ha estado cerca.
Me he comido las uñas durante el capítulo.
Esperando la conti, Saludos!!
Me he comido las uñas durante el capítulo.
Esperando la conti, Saludos!!
Monyk- Mensajes : 188
Fecha de inscripción : 25/05/2015
Re: Honor bajo Asedio
Capítulo Veintiocho
Estaba demasiado oscuro para que Julia pudiera ver exactamente lo que estaba pasando en la playa, incluso con los focos del barco poniendo de relieve las personas que pululaban por todas partes. Cuando intentó correr en busca de Lena, Paula le informó que ella y Diane estaban confinadas en la casa hasta nuevo aviso. Julia habría discutido, pero sólo hubiese retrasado a Paula en la organización de los equipos para traer a Lena y Valerie hasta la casa. Ella estaba muy consciente de que Paula estaba haciendo todo lo posible para cuidar de los heridos, a pesar de que tenía que estar loca de preocupación por Renée. A pesar de la comprensión de las razones detrás de los protocolos, Julia no podía controlar lo que sentía, que rayaba muy cerca del pánico. Sólo quería ver a Lena y la espera era una agonía. Ella se alternó entre el acecho de la terraza trasera y la cocina. Diane esperó junto a la ventana, observando la actividad en tierra en un silencio paralizado.
-Aquí vienen, finalmente -dijo Julia dijo cuándo fue capaz de ver un puñado de figuras que transportan una forma estática en una camilla hacia la casa. Sólo una camilla. Su pecho se apretó ¿Qué significaba eso? ¿Dónde estaba la segunda víctima? ¿Dónde estaba Lena?- Estoy segura de que la llevarán directamente arriba -dijo Julia concentrándose en lo que podía hacer sin dejar que el terror la consumiera- Vamos a subir para que podamos ayudar.
En cuestión de minutos, Felicia y Wozinski cargaban a Lena a medias dentro del dormitorio. Estaba envuelta en una manta de emergencia térmica y aparte de sus zapatos parecía estar desnuda. Su cara estaba gris y su piel parecía de goma por el frío, sin embargo Julia estaba enormemente aliviada al ver que estaba consciente y haciendo un esfuerzo por caminar. Julia apartó la colcha de la cama.
-Por aquí.
-Voy por la IV establecida -dijo Wozinski mientras Felicia y Julia ayudaban a Lena a entrar en la cama.
-No -dijo Lena con voz áspera- Tú y Felicia denle a Savard una mano con Valerie.
-Stark ha traído suministros desde el centro de ayuda de emergencia de la marina -dijo Julia, sustituyendo la manta húmeda de Lena con varias sabanas de las secas- Calenté cuatro litros de solución salina en el microondas. Greg, puedo ayudarte a ponerle la IV a Lena mientras Felicia ayuda en la otra habitación.
-Sí señora -dijo Greg. Lena sacudió la cabeza débilmente.
-Puedo esperar.
-No, no puedes -dijo Julia con firmeza- Adelante, Greg. -Felicia dijo:
-Estaré al lado con Valerie. -Cuando Greg se fue para buscar los suministros, Julia se sentó en el borde de la cama junto a Lena. Ella tomó su mejilla, estremeciéndose internamente ante el tacto helado
-¿Estás herida en alguna parte?
-Golpes y contusiones -a Lena le castañeteaban los dientes- El fuego se siente bien. Tal vez pueda sentarme más cerca.
-Tan pronto como recibas algo de líquidos calientes -Julia le acarició el rostro- Sabes que el rápido recalentamiento externo puede causar problemas
Julia había esquiado lo suficiente en zonas remotas para saber el protocolo para la exposición y la hipotermia. Lo mismo, hicieron todos los de su personal de seguridad y cada turno tenía al menos un agente que era un EMT como Savard y Wozinski. Muchas víctimas de hipotermia morían durante los intentos de reanimación iniciales porque el calentamiento de la parte externa del cuerpo sin el aumento de la temperatura interna llevaba a un colapso cardiaco.
-Vamos a calentarte lo más rápido que podamos, pero no vamos a tomar ningún riesgo.
-En este momento estoy dispuesta a arriesgarme -dijo Lena, temblando violentamente- Cristo, estoy fría.
-Traeré más mantas.
-No -dijo Lena agarrando la mano de Julia- No va a ayudar. Sólo quédate cerca
-Puedo hacer algo mejor que eso. -Julia se quitó los zapatos, se quitó sus vaqueros y se puso bajo las sábanas. Acunando la cabeza de Lena contra su hombro y la rodeó con sus brazos y piernas.
-No voy a ninguna parte.
Lena se había quedado dormida en el momento que Wozinski había regresado. En silencio y de manera eficiente inició una vía intravenosa en el brazo derecho de Lena y colgó un litro de solución salina caliente
-Esto tendrá una duración de unos diez minutos. Estaré de vuelta para colgar el segundo litro.
-Gracias, Greg. -dijo Julia acariciando el cabello de Lena- Por todo.
-Es un honor, señora. -Julia cerró los ojos, a pesar de que no estaba cansada. No tenía la intención de dormir. Todo lo que quería era escuchar a Lena respirar.
~*~
-Me alegro que estés aquí Greg -dijo Renée Savard, aplicando las almohadillas para ECG en el pecho de Valerie- Inicia otra IV en su brazo izquierdo. Tenemos que conseguir otra bolsa de suero caliente para ella. Su temperatura es de noventa y dos.
-Lo tengo.
-Dime lo que puedo hacer -Diane instó, presionándose del lado de la cama cerca de la cabeza de Valerie, tratando de no interferir, pero deseando desesperadamente hacer algo. Valerie se veía tan blanca, tan sin vida- Por favor.
-Aquí. -Felicia le lanzó a Diane una toalla térmica del equipo de emergencia que había traído de la marina- Seca su cabello y cuando la toalla se enfríe, conseguiré otra caliente. -Valerie gimió su cuerpo retorciéndose reflexivamente cuando Diane la tocó. Diane bloqueó el sonido y se concentró en hacer todo lo que pudiera para tenerla cálida y seca.
-¿Va a estar bien?
-Sí. -Renée colocó una mascarilla de oxígeno sobre el rostro de Valerie- Toma, sujeta esto. Es realmente importante. El aire caliente calentará la sangre en sus pulmones y ayudará a elevar la temperatura interna.
-Lo tengo -dijo Diane tomando la máscara de Savard. Cuando Valerie gimió de nuevo y alejó la cabeza, amenazando con quitarse la máscara, Diane se inclinó y le susurró al oído:- Valerie, mi amor, soy Diane. Estarás bien. Estás a salvo. Déjanos ayudarte. -Los párpados de Valerie estaban tan pálidos que el azul de su iris brillaba a través de su piel, parpadearon y se abrieron. Sin decir palabra, se quedó mirando a los ojos de Diane. Diane sonrió y le acarició la frente por encima de la máscara de respiración- Vas a estar bien. Te amo. -Valerie asintió casi imperceptiblemente y cerró los ojos nuevamente. Diane se estremeció, no de frío, sino de dolor por perder esa breve conexión- Dime qué hacer. Dime cómo la ayudo -dijo desesperadamente. Renée deslizó un brazo alrededor de los hombros de Diane y la abrazó brevemente.
-Estás aquí y ella lo sabe. Eso es exactamente lo que necesita
~*~
-¿Aún no sabemos que pasó ahí? -dijo Renée desplomándose en una silla en el centro de mando. Mac y Paula estaban inclinados sobre los monitores. Las impresiones salían desde varias máquinas cercanas.
-Las teorías no confirmadas -dijo Mac mirando por encima del hombro-¿Cómo están arriba?
-Las dos estables. Valerie estará en un difícil camino por un tiempo
-Mac -dijo Paula alejándose de la consola de la computadora- hazte cargo de esto por un segundo.
-Claro que sí, jefa -dijo Mac. Paula agarró la mano de Renée y la levantó suavemente sobre sus pies. Luego pasó un brazo alrededor de su cintura y la llevó hacia el pasillo.
-Tienes que cambiarte de ropa. Estás mojada. -Renée se miró como si se diera cuenta por primera vez que sus zapatos, vaqueros y camisa estaban goteando. Ella se estremeció.
-Sí. Buena idea. -Una vez arriba, en su dormitorio, Paula llevó a Renée al baño.
-¿Estás bien?
-Sí. -Renée besó a Paula y pasó los dedos por su cabello- Estoy bien, corazón.
-Está bien -dijo Paula con voz temblorosa, preguntándose por qué siempre parecía perderse cuando ya sabía que Renée estaba a salvo-Quédate quieta -le quitó la camisa a Renée y abrió la cremallera de sus vaqueros- Quítate los zapatos y sal de estos pantalones. -Renée se estabilizó con una mano en el hombro de Paula.
-¡Qué grupo del carajo! ¿Quién escogió de objetivo el bote de Valerie, lo sabes?
-No -dijo Paula con disgusto- Conseguimos imágenes satelitales de una docena de barcos cercanos, sin contar con los de Tanner, que estaban en el alcance de los misiles. Tomará un tiempo ordenarlo todo a través de ellos, pero a primera vista, todos parecen civiles o comerciantes.
-Tiene que ser Matheson. -Renée se apoyó contra la cómoda y cerró los ojos, gimiendo con gratitud cuando Paula la envolvió en una gran toalla. Ella enterró su rostro en la curva del cuello de Paula- Te sientes tan bien que no quiero moverme otra vez.
-Funciona para mí. -Paula la abrazó con fuerza y besó la parte superior de la cabeza de Renée- Me asustaste por un tiempo. Pensé que las íbamos a perder a las dos allá afuera. -Pensé que te había perdido. Pensó Paula y la apretó.
-Estuve muy asustada por unos minutos -susurró Renée. Paula peinó con sus dedos el cabello dorado-marrón enredado de Renée.
-Yo también. -Renée levantó la cabeza.
-Lo siento, corazón.
-No es tu culpa. Estabas haciendo tu trabajo y estoy contenta de que lo estabas haciendo. -Paula la besó- Te amo.
-Sí, yo también. -Renée acarició el rostro de Paula- Gran momento.
-Y sí… -dijo Paula con seriedad-… creo que fue Matheson o uno de los suyos. ¿Quién más podría haber sido? Henry le debe haber contado a Matheson sobre la reunión y Matheson decidió eliminarlos a los dos de una vez.
-Tiene sentido. ¿Quién hubiera imaginado que él tendría ese tipo de poder de fuego? -Renée negó con la cabeza- Ahora estamos jugando en una completa nueva liga, ¿no es así? El terrorismo doméstico es sólo otro nombre para la guerra.
-Pensábamos que teníamos todo cubierto -dijo Paula- Estábamos monitoreando los ataques aéreos y acuáticos, estábamos en busca de aviones o barcos ¿Quién hubiera esperado un lanzamiento de misiles en la costa de Nueva Inglaterra?
-¿Supongo que no había ninguna posibilidad de interceptarlo? -Paula resopló.
-Cero. Llamé a la gente de Tanner para que regresaran. Además del hecho de que ellos son civiles. Él pudo haber disparado los misiles a cincuenta millas de distancia y haberse ido antes de que incluso diera en el blanco. -Renée se alejó, se secó con la toalla y tomó la bata en la parte posterior de la puerta. Se la colocó y agarró la mano de Paula entrando en el dormitorio. Al abrir el armario sacó ropa limpia y dijo:
-¿Alguien se comunicó con la Guardia Costera sobre el barco de Valerie?
-Mac está haciendo eso.
-¿Cuál es nuestra historia de cubierta?
-Le estamos diciendo que era una operación de vigilancia de la DEA y el motor de uno de los barcos se incendió. Todo el personal evacuó hacia el otro bote y no hubo víctimas. Debido a la naturaleza sensible de la operación, nosotros no podemos ofrecer más detalles. -Renée sonrió y se puso vaqueros secos.
-Bien. ¿Tu idea? -Paula se sonrojó.
-Sí.
-No sabía que eras tan astuta. -Renée encontró un suéter verde de punto oscuro y se lo puso sobre su cabeza. Luego abrazó a Paulas por los hombros y la besó- Tendré que recordar eso en el futuro.
-No quiero que descubras todos mis trucos antes de que estés profundamente atrapada conmigo.
-Oh, no necesitas preocuparte -murmuró Renée- No hay ninguna posibilidad de que me vaya a ninguna parte.
~*~
Julia se despertó y se sentó de golpe. Lena, ya no estaba acostada junto a ella, pero estaba sentada con las piernas colgando sobre el borde de la cama.
-¿Dónde crees que vas? -preguntó Julia bruscamente.
-Quiero ver a Valerie.
-Vuelve a la cama, Elena.
Estaban solas. El fuego ardía con fuerza en la chimenea, lanzando un resplandor rojo caliente por toda la habitación. Julia se apoderó de la muñeca de Lena.
-Lo digo en serio y no estoy de humor para discutir. -Lena, estaba desnuda a excepción de la sabana agrupada sobre su cintura, se movió para mirar a Julia.
-Sólo por un segundo. Yo sólo necesito…
-Necesitas un descanso decente y recuperarte de casi haberte ahogado allá afuera. -Julia le agarró los hombros- No lo entiendes ¿verdad? No eres indestructible. Y no serás de ayuda para ellos, cualquiera de ellos, si estás demasiado débil o herida para funcionar. Si no te importa por mí, entonces piensa en ellos. -Lena parpadeó, su rostro lucía sorprendido
-¿Crees que no me importas? ¿Es eso lo que piensas? -Suavemente, enredó sus dedos en el cabello de Julia y la besó suavemente, primero en la boca, luego en el ángulo de su mandíbula, luego en sus ojos- Pensé que Valerie estaba muerta. Pensé que también me estaba muriendo. Pero sabía que no podía, por ti. Eras todo en lo que pensaba. Eres todo por lo que viví.
-No lo hagas. -Julia empujó a Lena encima de ella y deslizó las mantas sobre ellas. Acarició la espalda de Lena con las dos manos, acarició lentamente la piel suave y elegante que cubría sus músculos y huesos- No trates de derretir mi corazón. No va a funcionar esta vez.
-Está bien -dijo Lena suavemente- Lo siento. Lamento haberte asustado. -Besó el cuello de Julia y posó su cabeza en el hombro de Julia- No podía dejarla morir, Julia.
-No -susurró Julia- Por supuesto que no podías. -Ella suspiró- ¿Qué pasó con Henry?
-Él está muerto. Le pedí a Donaldson que lo eliminara. -Julia se puso rígida.
-¿Estás bien?
-Tenía que hacerlo. El bote estaba a punto de estallar y él estaba a punto de disparar…
-Cariño, no tienes que explicarme eso. Si diste la orden entonces era lo correcto.
-¿Crees tanto en mí?
-Aún más. -Julia tomó la mandíbula de Lena- Confío en tu juicio, así como todos lo hacen. Sólo puedo imaginar lo que hizo falta para que tomaras esas decisiones y dieras esas órdenes, tal vez todo el mundo cree que es fácil para ti tomarlas, pero yo creo diferente. -tomó la barbilla de Lena, levantó la cabeza y la besó con firmeza pero con suavidad en la boca- Si te duele, quiero saberlo. Si necesitas un hombro, tengo uno para ti. No puedo estar en la primera línea como tú lo estás, pero soy parte de esta lucha de la misma manera.
-Gracias -susurró Lena- Nunca lo había entendido tan claramente como lo hice esta noche, que tú eres mi fortaleza -El silencio siguió, a continuación Julia dijo con un suspiro:
-Cinco minutos, Elena.
-¿Qué? -dijo Lena.
-Puedes ver a Valerie durante cinco minutos. -Lena se movió, incorporándose sobre un codo para estudiar el rostro de Julia.
-¿Por qué?
-Porque no vas a descansar hasta que lo hagas y porque los otros tienen que ver que estás bien. Tan maravillosos como cada uno de ellos puede ser, tú eres la fuerza que los mantiene unidos. -Julia empujó las mantas a un lado- Vamos a levantarnos. Te ayudaré a vestirte.
~*~
Diane terminó de poner un leño al fuego y se volvió al oír el sonido de la puerta que se abría lentamente. Inconscientemente ciñó el borde de su bata.
-No tocamos porque no queríamos despertarla. -Julia susurró mientras ella y Lena entraban.
-Está bien. Es bueno verte. -Diane tocó el brazo de Lena- ¿Estás bien?
-Bien. ¿Cómo lo está haciendo? -preguntó Lena en voz baja. Llevaba pantalones viejos y una camiseta y con desenvoltura agarraba la mano de Julia.
-No estoy segura -admitió Diane apartándose el cabello del rostro- Ella sigue dormida.
-¿Diane? -murmuró Valerie girándose de un lado a otro y quitándose las mantas que la cubrían- ¿Diane?
-Aquí estoy, cariño -dijo Diane y corrió hacia la cama. Se inclinó y acarició el rostro de Valerie- Todo está bien. Estás a salvo ahora. -Valerie abrió los ojos y después de unos segundos pareció enfocar.
-¿Estoy realmente en la cama? -Diane sonrió.
-Definitivamente lo estás.
-Estoy casi caliente.
-Sí -susurró Diane con la voz quebrada mientras las lágrimas que no había tenido el tiempo o el lujo de liberar finalmente llenaron sus ojos- Vas a estar bien.
-¿Están todos bien? -Diane miró por encima del hombro
-¿Lena? Tal vez deberías hablar con ella por un segundo. -Lena se unió a Diane junto a la cama.
-Hola. Un camino difícil allá afuera. Todos están bien, pero tú te diste un buen baño. -Una sonrisa se dibujó en el rostro de Valerie.
-Recuerdo algo de eso. Gracias
-No hay de qué.
-Henry… -Valerie frunció el ceño- Henry… -cerró los ojos un momento y cuando los abrió estaban más claros- No creo que él supiera lo que estaba por ocurrir.
-No. -Lena estuvo de acuerdo.
-Él no me tendió una trampa esta noche por lo menos -dijo Valerie débilmente. Sostuvo la mirada de Lena- Gracias por sacarme de allí.
-Lamento sobre Hen…
-No, fue una buena decisión de tu parte. Pero no la mía.
-No sabes eso -dijo Lena suavemente- La gente cambia.
-Me pregunto… -Valerie se estremeció violentamente y Diane tomó rápidamente su mano.
-Tienes que dormir un poco, querida. No más conversación en este momento. -Diane miró a Lena- Gracias por todo. -Lena asintió con la cabeza y se apartó de la cama.
-Hazme saber si hay algún problema.
-Lo haré -dijo Diane. Julia deslizó su brazo alrededor de la cintura de Lena.
-Vámonos. Estas temblando.
-Quiero revisar abajo con Stark y…
-Buen intento -dijo Julia riendo suavemente- Te quedaste sin opciones esta noche. Podrías muy bien rendirte. -Cediendo a la fatiga, Lena se inclinó sobre Julia.
-Términos aceptados.
Estaba demasiado oscuro para que Julia pudiera ver exactamente lo que estaba pasando en la playa, incluso con los focos del barco poniendo de relieve las personas que pululaban por todas partes. Cuando intentó correr en busca de Lena, Paula le informó que ella y Diane estaban confinadas en la casa hasta nuevo aviso. Julia habría discutido, pero sólo hubiese retrasado a Paula en la organización de los equipos para traer a Lena y Valerie hasta la casa. Ella estaba muy consciente de que Paula estaba haciendo todo lo posible para cuidar de los heridos, a pesar de que tenía que estar loca de preocupación por Renée. A pesar de la comprensión de las razones detrás de los protocolos, Julia no podía controlar lo que sentía, que rayaba muy cerca del pánico. Sólo quería ver a Lena y la espera era una agonía. Ella se alternó entre el acecho de la terraza trasera y la cocina. Diane esperó junto a la ventana, observando la actividad en tierra en un silencio paralizado.
-Aquí vienen, finalmente -dijo Julia dijo cuándo fue capaz de ver un puñado de figuras que transportan una forma estática en una camilla hacia la casa. Sólo una camilla. Su pecho se apretó ¿Qué significaba eso? ¿Dónde estaba la segunda víctima? ¿Dónde estaba Lena?- Estoy segura de que la llevarán directamente arriba -dijo Julia concentrándose en lo que podía hacer sin dejar que el terror la consumiera- Vamos a subir para que podamos ayudar.
En cuestión de minutos, Felicia y Wozinski cargaban a Lena a medias dentro del dormitorio. Estaba envuelta en una manta de emergencia térmica y aparte de sus zapatos parecía estar desnuda. Su cara estaba gris y su piel parecía de goma por el frío, sin embargo Julia estaba enormemente aliviada al ver que estaba consciente y haciendo un esfuerzo por caminar. Julia apartó la colcha de la cama.
-Por aquí.
-Voy por la IV establecida -dijo Wozinski mientras Felicia y Julia ayudaban a Lena a entrar en la cama.
-No -dijo Lena con voz áspera- Tú y Felicia denle a Savard una mano con Valerie.
-Stark ha traído suministros desde el centro de ayuda de emergencia de la marina -dijo Julia, sustituyendo la manta húmeda de Lena con varias sabanas de las secas- Calenté cuatro litros de solución salina en el microondas. Greg, puedo ayudarte a ponerle la IV a Lena mientras Felicia ayuda en la otra habitación.
-Sí señora -dijo Greg. Lena sacudió la cabeza débilmente.
-Puedo esperar.
-No, no puedes -dijo Julia con firmeza- Adelante, Greg. -Felicia dijo:
-Estaré al lado con Valerie. -Cuando Greg se fue para buscar los suministros, Julia se sentó en el borde de la cama junto a Lena. Ella tomó su mejilla, estremeciéndose internamente ante el tacto helado
-¿Estás herida en alguna parte?
-Golpes y contusiones -a Lena le castañeteaban los dientes- El fuego se siente bien. Tal vez pueda sentarme más cerca.
-Tan pronto como recibas algo de líquidos calientes -Julia le acarició el rostro- Sabes que el rápido recalentamiento externo puede causar problemas
Julia había esquiado lo suficiente en zonas remotas para saber el protocolo para la exposición y la hipotermia. Lo mismo, hicieron todos los de su personal de seguridad y cada turno tenía al menos un agente que era un EMT como Savard y Wozinski. Muchas víctimas de hipotermia morían durante los intentos de reanimación iniciales porque el calentamiento de la parte externa del cuerpo sin el aumento de la temperatura interna llevaba a un colapso cardiaco.
-Vamos a calentarte lo más rápido que podamos, pero no vamos a tomar ningún riesgo.
-En este momento estoy dispuesta a arriesgarme -dijo Lena, temblando violentamente- Cristo, estoy fría.
-Traeré más mantas.
-No -dijo Lena agarrando la mano de Julia- No va a ayudar. Sólo quédate cerca
-Puedo hacer algo mejor que eso. -Julia se quitó los zapatos, se quitó sus vaqueros y se puso bajo las sábanas. Acunando la cabeza de Lena contra su hombro y la rodeó con sus brazos y piernas.
-No voy a ninguna parte.
Lena se había quedado dormida en el momento que Wozinski había regresado. En silencio y de manera eficiente inició una vía intravenosa en el brazo derecho de Lena y colgó un litro de solución salina caliente
-Esto tendrá una duración de unos diez minutos. Estaré de vuelta para colgar el segundo litro.
-Gracias, Greg. -dijo Julia acariciando el cabello de Lena- Por todo.
-Es un honor, señora. -Julia cerró los ojos, a pesar de que no estaba cansada. No tenía la intención de dormir. Todo lo que quería era escuchar a Lena respirar.
~*~
-Me alegro que estés aquí Greg -dijo Renée Savard, aplicando las almohadillas para ECG en el pecho de Valerie- Inicia otra IV en su brazo izquierdo. Tenemos que conseguir otra bolsa de suero caliente para ella. Su temperatura es de noventa y dos.
-Lo tengo.
-Dime lo que puedo hacer -Diane instó, presionándose del lado de la cama cerca de la cabeza de Valerie, tratando de no interferir, pero deseando desesperadamente hacer algo. Valerie se veía tan blanca, tan sin vida- Por favor.
-Aquí. -Felicia le lanzó a Diane una toalla térmica del equipo de emergencia que había traído de la marina- Seca su cabello y cuando la toalla se enfríe, conseguiré otra caliente. -Valerie gimió su cuerpo retorciéndose reflexivamente cuando Diane la tocó. Diane bloqueó el sonido y se concentró en hacer todo lo que pudiera para tenerla cálida y seca.
-¿Va a estar bien?
-Sí. -Renée colocó una mascarilla de oxígeno sobre el rostro de Valerie- Toma, sujeta esto. Es realmente importante. El aire caliente calentará la sangre en sus pulmones y ayudará a elevar la temperatura interna.
-Lo tengo -dijo Diane tomando la máscara de Savard. Cuando Valerie gimió de nuevo y alejó la cabeza, amenazando con quitarse la máscara, Diane se inclinó y le susurró al oído:- Valerie, mi amor, soy Diane. Estarás bien. Estás a salvo. Déjanos ayudarte. -Los párpados de Valerie estaban tan pálidos que el azul de su iris brillaba a través de su piel, parpadearon y se abrieron. Sin decir palabra, se quedó mirando a los ojos de Diane. Diane sonrió y le acarició la frente por encima de la máscara de respiración- Vas a estar bien. Te amo. -Valerie asintió casi imperceptiblemente y cerró los ojos nuevamente. Diane se estremeció, no de frío, sino de dolor por perder esa breve conexión- Dime qué hacer. Dime cómo la ayudo -dijo desesperadamente. Renée deslizó un brazo alrededor de los hombros de Diane y la abrazó brevemente.
-Estás aquí y ella lo sabe. Eso es exactamente lo que necesita
~*~
-¿Aún no sabemos que pasó ahí? -dijo Renée desplomándose en una silla en el centro de mando. Mac y Paula estaban inclinados sobre los monitores. Las impresiones salían desde varias máquinas cercanas.
-Las teorías no confirmadas -dijo Mac mirando por encima del hombro-¿Cómo están arriba?
-Las dos estables. Valerie estará en un difícil camino por un tiempo
-Mac -dijo Paula alejándose de la consola de la computadora- hazte cargo de esto por un segundo.
-Claro que sí, jefa -dijo Mac. Paula agarró la mano de Renée y la levantó suavemente sobre sus pies. Luego pasó un brazo alrededor de su cintura y la llevó hacia el pasillo.
-Tienes que cambiarte de ropa. Estás mojada. -Renée se miró como si se diera cuenta por primera vez que sus zapatos, vaqueros y camisa estaban goteando. Ella se estremeció.
-Sí. Buena idea. -Una vez arriba, en su dormitorio, Paula llevó a Renée al baño.
-¿Estás bien?
-Sí. -Renée besó a Paula y pasó los dedos por su cabello- Estoy bien, corazón.
-Está bien -dijo Paula con voz temblorosa, preguntándose por qué siempre parecía perderse cuando ya sabía que Renée estaba a salvo-Quédate quieta -le quitó la camisa a Renée y abrió la cremallera de sus vaqueros- Quítate los zapatos y sal de estos pantalones. -Renée se estabilizó con una mano en el hombro de Paula.
-¡Qué grupo del carajo! ¿Quién escogió de objetivo el bote de Valerie, lo sabes?
-No -dijo Paula con disgusto- Conseguimos imágenes satelitales de una docena de barcos cercanos, sin contar con los de Tanner, que estaban en el alcance de los misiles. Tomará un tiempo ordenarlo todo a través de ellos, pero a primera vista, todos parecen civiles o comerciantes.
-Tiene que ser Matheson. -Renée se apoyó contra la cómoda y cerró los ojos, gimiendo con gratitud cuando Paula la envolvió en una gran toalla. Ella enterró su rostro en la curva del cuello de Paula- Te sientes tan bien que no quiero moverme otra vez.
-Funciona para mí. -Paula la abrazó con fuerza y besó la parte superior de la cabeza de Renée- Me asustaste por un tiempo. Pensé que las íbamos a perder a las dos allá afuera. -Pensé que te había perdido. Pensó Paula y la apretó.
-Estuve muy asustada por unos minutos -susurró Renée. Paula peinó con sus dedos el cabello dorado-marrón enredado de Renée.
-Yo también. -Renée levantó la cabeza.
-Lo siento, corazón.
-No es tu culpa. Estabas haciendo tu trabajo y estoy contenta de que lo estabas haciendo. -Paula la besó- Te amo.
-Sí, yo también. -Renée acarició el rostro de Paula- Gran momento.
-Y sí… -dijo Paula con seriedad-… creo que fue Matheson o uno de los suyos. ¿Quién más podría haber sido? Henry le debe haber contado a Matheson sobre la reunión y Matheson decidió eliminarlos a los dos de una vez.
-Tiene sentido. ¿Quién hubiera imaginado que él tendría ese tipo de poder de fuego? -Renée negó con la cabeza- Ahora estamos jugando en una completa nueva liga, ¿no es así? El terrorismo doméstico es sólo otro nombre para la guerra.
-Pensábamos que teníamos todo cubierto -dijo Paula- Estábamos monitoreando los ataques aéreos y acuáticos, estábamos en busca de aviones o barcos ¿Quién hubiera esperado un lanzamiento de misiles en la costa de Nueva Inglaterra?
-¿Supongo que no había ninguna posibilidad de interceptarlo? -Paula resopló.
-Cero. Llamé a la gente de Tanner para que regresaran. Además del hecho de que ellos son civiles. Él pudo haber disparado los misiles a cincuenta millas de distancia y haberse ido antes de que incluso diera en el blanco. -Renée se alejó, se secó con la toalla y tomó la bata en la parte posterior de la puerta. Se la colocó y agarró la mano de Paula entrando en el dormitorio. Al abrir el armario sacó ropa limpia y dijo:
-¿Alguien se comunicó con la Guardia Costera sobre el barco de Valerie?
-Mac está haciendo eso.
-¿Cuál es nuestra historia de cubierta?
-Le estamos diciendo que era una operación de vigilancia de la DEA y el motor de uno de los barcos se incendió. Todo el personal evacuó hacia el otro bote y no hubo víctimas. Debido a la naturaleza sensible de la operación, nosotros no podemos ofrecer más detalles. -Renée sonrió y se puso vaqueros secos.
-Bien. ¿Tu idea? -Paula se sonrojó.
-Sí.
-No sabía que eras tan astuta. -Renée encontró un suéter verde de punto oscuro y se lo puso sobre su cabeza. Luego abrazó a Paulas por los hombros y la besó- Tendré que recordar eso en el futuro.
-No quiero que descubras todos mis trucos antes de que estés profundamente atrapada conmigo.
-Oh, no necesitas preocuparte -murmuró Renée- No hay ninguna posibilidad de que me vaya a ninguna parte.
~*~
Julia se despertó y se sentó de golpe. Lena, ya no estaba acostada junto a ella, pero estaba sentada con las piernas colgando sobre el borde de la cama.
-¿Dónde crees que vas? -preguntó Julia bruscamente.
-Quiero ver a Valerie.
-Vuelve a la cama, Elena.
Estaban solas. El fuego ardía con fuerza en la chimenea, lanzando un resplandor rojo caliente por toda la habitación. Julia se apoderó de la muñeca de Lena.
-Lo digo en serio y no estoy de humor para discutir. -Lena, estaba desnuda a excepción de la sabana agrupada sobre su cintura, se movió para mirar a Julia.
-Sólo por un segundo. Yo sólo necesito…
-Necesitas un descanso decente y recuperarte de casi haberte ahogado allá afuera. -Julia le agarró los hombros- No lo entiendes ¿verdad? No eres indestructible. Y no serás de ayuda para ellos, cualquiera de ellos, si estás demasiado débil o herida para funcionar. Si no te importa por mí, entonces piensa en ellos. -Lena parpadeó, su rostro lucía sorprendido
-¿Crees que no me importas? ¿Es eso lo que piensas? -Suavemente, enredó sus dedos en el cabello de Julia y la besó suavemente, primero en la boca, luego en el ángulo de su mandíbula, luego en sus ojos- Pensé que Valerie estaba muerta. Pensé que también me estaba muriendo. Pero sabía que no podía, por ti. Eras todo en lo que pensaba. Eres todo por lo que viví.
-No lo hagas. -Julia empujó a Lena encima de ella y deslizó las mantas sobre ellas. Acarició la espalda de Lena con las dos manos, acarició lentamente la piel suave y elegante que cubría sus músculos y huesos- No trates de derretir mi corazón. No va a funcionar esta vez.
-Está bien -dijo Lena suavemente- Lo siento. Lamento haberte asustado. -Besó el cuello de Julia y posó su cabeza en el hombro de Julia- No podía dejarla morir, Julia.
-No -susurró Julia- Por supuesto que no podías. -Ella suspiró- ¿Qué pasó con Henry?
-Él está muerto. Le pedí a Donaldson que lo eliminara. -Julia se puso rígida.
-¿Estás bien?
-Tenía que hacerlo. El bote estaba a punto de estallar y él estaba a punto de disparar…
-Cariño, no tienes que explicarme eso. Si diste la orden entonces era lo correcto.
-¿Crees tanto en mí?
-Aún más. -Julia tomó la mandíbula de Lena- Confío en tu juicio, así como todos lo hacen. Sólo puedo imaginar lo que hizo falta para que tomaras esas decisiones y dieras esas órdenes, tal vez todo el mundo cree que es fácil para ti tomarlas, pero yo creo diferente. -tomó la barbilla de Lena, levantó la cabeza y la besó con firmeza pero con suavidad en la boca- Si te duele, quiero saberlo. Si necesitas un hombro, tengo uno para ti. No puedo estar en la primera línea como tú lo estás, pero soy parte de esta lucha de la misma manera.
-Gracias -susurró Lena- Nunca lo había entendido tan claramente como lo hice esta noche, que tú eres mi fortaleza -El silencio siguió, a continuación Julia dijo con un suspiro:
-Cinco minutos, Elena.
-¿Qué? -dijo Lena.
-Puedes ver a Valerie durante cinco minutos. -Lena se movió, incorporándose sobre un codo para estudiar el rostro de Julia.
-¿Por qué?
-Porque no vas a descansar hasta que lo hagas y porque los otros tienen que ver que estás bien. Tan maravillosos como cada uno de ellos puede ser, tú eres la fuerza que los mantiene unidos. -Julia empujó las mantas a un lado- Vamos a levantarnos. Te ayudaré a vestirte.
~*~
Diane terminó de poner un leño al fuego y se volvió al oír el sonido de la puerta que se abría lentamente. Inconscientemente ciñó el borde de su bata.
-No tocamos porque no queríamos despertarla. -Julia susurró mientras ella y Lena entraban.
-Está bien. Es bueno verte. -Diane tocó el brazo de Lena- ¿Estás bien?
-Bien. ¿Cómo lo está haciendo? -preguntó Lena en voz baja. Llevaba pantalones viejos y una camiseta y con desenvoltura agarraba la mano de Julia.
-No estoy segura -admitió Diane apartándose el cabello del rostro- Ella sigue dormida.
-¿Diane? -murmuró Valerie girándose de un lado a otro y quitándose las mantas que la cubrían- ¿Diane?
-Aquí estoy, cariño -dijo Diane y corrió hacia la cama. Se inclinó y acarició el rostro de Valerie- Todo está bien. Estás a salvo ahora. -Valerie abrió los ojos y después de unos segundos pareció enfocar.
-¿Estoy realmente en la cama? -Diane sonrió.
-Definitivamente lo estás.
-Estoy casi caliente.
-Sí -susurró Diane con la voz quebrada mientras las lágrimas que no había tenido el tiempo o el lujo de liberar finalmente llenaron sus ojos- Vas a estar bien.
-¿Están todos bien? -Diane miró por encima del hombro
-¿Lena? Tal vez deberías hablar con ella por un segundo. -Lena se unió a Diane junto a la cama.
-Hola. Un camino difícil allá afuera. Todos están bien, pero tú te diste un buen baño. -Una sonrisa se dibujó en el rostro de Valerie.
-Recuerdo algo de eso. Gracias
-No hay de qué.
-Henry… -Valerie frunció el ceño- Henry… -cerró los ojos un momento y cuando los abrió estaban más claros- No creo que él supiera lo que estaba por ocurrir.
-No. -Lena estuvo de acuerdo.
-Él no me tendió una trampa esta noche por lo menos -dijo Valerie débilmente. Sostuvo la mirada de Lena- Gracias por sacarme de allí.
-Lamento sobre Hen…
-No, fue una buena decisión de tu parte. Pero no la mía.
-No sabes eso -dijo Lena suavemente- La gente cambia.
-Me pregunto… -Valerie se estremeció violentamente y Diane tomó rápidamente su mano.
-Tienes que dormir un poco, querida. No más conversación en este momento. -Diane miró a Lena- Gracias por todo. -Lena asintió con la cabeza y se apartó de la cama.
-Hazme saber si hay algún problema.
-Lo haré -dijo Diane. Julia deslizó su brazo alrededor de la cintura de Lena.
-Vámonos. Estas temblando.
-Quiero revisar abajo con Stark y…
-Buen intento -dijo Julia riendo suavemente- Te quedaste sin opciones esta noche. Podrías muy bien rendirte. -Cediendo a la fatiga, Lena se inclinó sobre Julia.
-Términos aceptados.
Anonymus- Mensajes : 345
Fecha de inscripción : 03/09/2014
Edad : 37
Localización : Argentina - Buenos Aires
Re: Honor bajo Asedio
Ufffffff entre este cap y el anterior senti morir.. gracias x la conti
flakita volkatina- Mensajes : 183
Fecha de inscripción : 07/06/2015
Edad : 30
Localización : Costa Rica
Re: Honor bajo Asedio
Capítulo Veintinueve
Sábado
Poco antes del mediodía, Lena dio un golpecito en la puerta de Valerie y Diane. Cuando Diane respondió, lucía como si no hubiese dormido toda la noche, Lena susurró:
-Lo siento. ¿Está despierta?
-Se conecta y se desconecta, sí -Diane hizo una mueca- Se despertó hace unas horas y quiso vestirse para asistir a la reunión de la mañana. Afortunadamente, no puede salir de la cama por sí misma y no voy a ayudarle. -Lena sonrió, pero el destello de fuego en los ojos de Diane rápidamente la hizo desaparecer.
-Estaré sólo unos pocos minutos.
-¿Quieres hablar con ella a solas?
-Si no te importa. -Diane hizo un gesto hacia su bata.
-Dame un segundo para ponerme algo de ropa. Necesito un café, de todos modos.
-Gracias.
-Lena -dijo Diane cerrando parcialmente la puerta- Quiero pedirte disculpas por algunas de las cosas que te dije antes. Sé que Valerie salió allí porque quería y tu arriesgaste…
-Diane -murmuró Lena sacudiendo la cabeza- No hay nada que disculpar. Todos hemos estado bajo mucha presión.
-Salvaste su vida. -Lena miró al otro lado de la habitación con poca luz, a la figura tranquila en la cama, pensando en donde habían empezado.
-Entonces estamos a mano.
-¿Qué pasará ahora? -preguntó Diane
-Recuperaremos el control de nuestras vidas.
~*~
Cinco horas más tarde, Julia y Lena entraban en el despacho de Lucinda Washburn. Lucinda sólo se permitió, por el hecho de que era fin de semana, llevar un suéter gris, pantalones negros casuales y zapatos de tacón bajo en vez de un traje.
-Me gustaría escuchar tu informe preliminar antes de enviarlo a Averill -dijo Lucinda, refiriéndose al asesor de seguridad. En otras palabras, Lucinda pondría por escrito todo lo que ella quería que fuese la historia oficial después de escuchar los hechos. Lena se sentó en el sofá con Julia a su lado y esperó mientras Lucinda daba a alguien instrucciones para que se encargara de sus llamadas antes de tomar su asiento habitual frente a ellas- Supongo que esta visita no programada, significa que algo importante surgió -dijo Lucinda.
-Hemos encontrado a Valerie Lawrence -respondió Lena- Su reclutador en la compañía, conocido por nosotros en este momento sólo como Henry, está muerto. Estoy segura de que él era la fuente en la brecha de seguridad y no Valerie.
-Excelente -dijo Lucinda- ¿Cuándo vamos a ser capaces de interrogar a Lawrence?
-No lo harán -respondió Lena. Lucinda no mostró ningún cambio en la expresión cuando desvió su mirada hacia Julia- ¿Te importaría excusarnos por unos momentos?
-Sabes… -dijo Julia echándose hacia atrás y cruzando las piernas-… realmente lo haría.
-Julia -dijo Lucinda con la más pequeña pizca de fuego.
-Luce… -replicó Julia-… tú fuiste quien sugirió el uso de mi mejor amiga para atraer a Valerie a la luz pública. Querías que yo participara entonces y ahora lo estoy. Así que no voy a irme. -Lena decidió que sería prudente evitar los fuegos artificiales que estaba segura iban a venir.
-Valerie Lawrence es un miembro de mi equipo de seguridad de campo y cualquier información que pueda tener, será retransmitida por mí, sí me parece necesario. Mis agentes no serán interrogados por alguien más.
-¿Desde cuándo es la Srita. Lawrence parte de tu equipo? -preguntó Lucinda. -Desde el mediodía de hoy. -Lucinda cruzó las manos sobre su regazo y parecía estar perdida en sus pensamientos.
-¿Qué tan segura es su identidad?
-No estoy segura -dijo Lena- Y ella tampoco lo está. Henry siempre había sido su único contacto personal, pero, sin duda, hay registros de ella en alguna parte del sistema de la compañía. Sin embargo, la palabra correcta en el lugar correcto, puede hacerse cargo de eso.
-¿Qué propones? -preguntó Lucinda.
-Propongo que Valerie Lawrence murió en el mar en el mismo accidente de barco desafortunado que mató a su reclutador.
-Creo que mejor me pones al tanto con los detalles. -Lena le dio un resumen de los hechos y mientras hablaba, Julia se acercó más y tomó la mano de Lena- ¿Ejecutaste a un reclutador de la CIA? -dijo Lucinda con incredulidad.
-Jesús, Luce. -dijo Julia.
-Lo hice, sí -dijo Lena uniformemente
-¿Y estás segura de que estaba justificado.
-Sí -dijo Lena- Él era un traidor y estaba a punto de matar a Valerie Lawrence o hacer que la mataran.
-¿Qué pasa con este misil que describiste? -los ojos de Lucinda se estrecharon cuando visiblemente evaluaba, ordenaba y priorizaba la información- ¿Podremos rastrear nuevamente a Matheson de alguna manera?
-Dudoso. Los barcos y todo lo que pudiera quedar de la SSM, se encuentra en varios cientos de metros de aguas muy transitadas. Rescatarlo llamaría la atención no deseada. No creo que valga la pena el riesgo.
-Muy bien. -Lucinda dio unos golpecitos con los dedos sin hacer ruido en el brazo de la silla, una acción que sin embargo tuvo el impacto de un martillo cayendo- La versión oficial es que la Agente Lawrence murió en el mar durante una reunión con su reclutador. ¿Y ahora qué?
-Arreglaremos que ella tenga una nueva identidad… -dijo Lena-… y se unirá a mi equipo como jefe de contrainteligencia.
-Sé que te dijimos que escogieras a tu propia gente… -dijo Lucinda-… pero…
-Lo hicieron. -Lena se inclinó hacia delante, metiendo la mano de Julia en su parte media- Si han cambiado de parecer, entonces me doy de baja.
-No muchas personas tratan de jugar duro conmigo… Subdirectora Katina.
-Puedo entender por qué. Pero no estoy jugando. Yo no pedí este trabajo y si voy a hacerlo, voy a hacerlo de la manera en que considere necesario.
-Continuarás informándome a mí y a través de mí, al asesor de seguridad. -Lena asintió.
-De acuerdo.
-¿Cómo evalúas el riesgo de Julia?
-En la actualidad, no la veo como un objetivo. Matheson tenía que eliminar a su contacto en la compañía, porque sabía que estaríamos buscándolo. ¿Quién sabe cuánto sabía Henry de Matheson y su funcionamiento? Matheson arriesgó su exposición y posible captura para hacerle frente a Henry, pero era un riesgo calculado y por el momento, le funcionó. Ahora, creo que él pasará a la clandestinidad para consolidar su base de poder.
-Tiene sentido ¿Qué pasa a largo plazo? -preguntó Lucinda. Lena hizo una mueca
-Con el tiempo, una vez que Matheson haya reconstruido sus fuerzas, creo que… -ella vaciló y miró a Julia-… creo que él hará otro atentado contra Julia.
-¿Con qué fin? -dijo Lucinda
-Julia es una figura principal tanto como su padre y golpearla a ella no solo dañaría en privado al presidente, sino que también demostraría públicamente que él es incapaz de proteger al pueblo estadounidense, incluyendo a su propia hija.
-Interesante teoría -dijo Lucinda levantándose y empezando a caminar-Eso hace a Julia tan importante para la seguridad nacional como…
-Julia está aquí sentada -dijo Julia, dando un pequeño saludo con la mano libre.
-Lo siento -dijo Lena. Lucinda se rio y miró a Julia con las manos en las caderas.
-Quisiste quedarte, Julia. Nunca dije que no hablaríamos de ti.
-Incluirme por lo general funciona mejor. -Julia cambió su mirada de Lucinda a Lena- ¿Cuánto tiempo has estado trabajando en esta hipótesis?
-Desde el ataque en el Aerie. Tenía que haber alguna razón de peso para que Matheson se arriesgara a algo así, enviando a sus mejores hombres en una misión suicida. ¿Por qué? ¿Por qué no el presidente?
-Porque… -dijo Julia lentamente -… si mi padre fuese asesinado, se convertiría en un mártir. La gente exigiría una explicación, si no venganza. El congreso se apresuraría a destinar dinero y personal para descubrir lo que pasó. Pero si permanece en el cargo, mientras su capacidad para dirigir es cuestionada y su autoridad se erosiona, todo lo contrario sucedería. Las ramificaciones políticas y económicas serían devastadoras
-Sí -Lena acarició con su pulgar la parte superior de la mano de Julia que acunaba entre las suyas- Todo eso significa que tú tienes que tener cuidado y nosotros tenemos que estar atentos. Eso no es nada nuevo. -Julia sonrió y deslizó sus dedos sobre el borde de la mandíbula de Lena
-Gracias. Sé lo que significa
-¿Qué tan cerca están de conseguir a Matheson? -Lucinda le preguntó con impaciencia.
-No lo suficientemente cerca -Lena frunció el ceño- No vamos a encontrarlo a través de los canales directos. No va a regresar a su base original, o llamar a los hombres que sirvieron con él, o ponerse en contacto con los miembros restantes de la familia. Él va a pasar a la clandestinidad. Y la única manera de encontrar a alguien que ha hecho eso, es descubrir un vínculo con asociados potenciales
-Y ese es el camino más lento -dijo Lucinda con un suspiro- Pregúntale al FBI ¿Cuántas personas han estado en sus listas de los diez más buscados durante una década o más?
-Exactamente. Estamos recopilando perfiles amplios de los contactos conocidos o posibles, pero tenemos que ampliar nuestra investigación para incluir a las organizaciones paramilitares. Podríamos tropezar con él o alguien que nos pueda llevar a él
-Necesitarás más gente para eso.
-Necesitaremos analistas de información y colectores de base de datos aquí en DC, pero ninguno de ellos requerirá pasar por la revisión de seguridad crítica. Quiero seguir la investigación central con mi equipo personal de trabajo en la ciudad de Nueva York. -Lucinda se sentó de nuevo.
-¿En quién no confías aquí?
-La mejor pregunta es, en quien confío. -Lena se encogió de hombros- Confío en ti, pero hay demasiados ojos y oídos en este edificio y en toda esta ciudad. -Lena se rio con amargura.
-Maldición, si la CIA puso gente suya en el interior de un servicio de acompañantes. Puedes apostar que los tienen en la Casa Blanca.
-Es poco ortodoxo trabajar tan lejos fuera del sistema.
-Matheson viene detrás de Julia -dijo Lena rotundamente- Haré lo que tenga que hacer con o sin aprobación. -Lucinda miró a Julia.
-Mi mente queda pasmada con el hecho de que aún no la hayas matado.
-Estuvo a punto de suceder por un tiempo cuando nos conocimos. -Julia sonrió suavemente y entrelazó sus dedos con los de Lena- Una vez que llegas a conocerla, por supuesto, descubres que es tan peligrosa como suena.
-¿Y qué hay de la boda? -dijo Lucinda secamente- Tomando en cuenta los últimos acontecimientos, ¿han decidido tomar el camino más prudente y demorarla? -Lena se recostó en el sofá y no dijo nada.
-Vamos a casarnos el fin de semana de Acción de Gracias en Colorado -dijo Julia- Puedes tratar de mantenerlo en secreto, si lo deseas, pero va a ver fugas y todos lo sabemos, por lo que también podrías seguir adelante y anunciar los detalles -Lucinda sacudió la cabeza.
-¿Estás segura?
-Hemos estado seguras durante mucho tiempo -dijo Julia.
-¿Y hasta entonces?
-Vamos a regresar a Whitley Point… -dijo Lena-… para ultimar los detalles de la compra de la casa. También deseamos concertar la renovación del Aerie.
-Pensaba que habíamos decidió que la violación de seguridad había sido demasiado grave como para correr el riesgo de que Julia regrese.
-Necesitamos un lugar para vivir en Manhattan si la base de operaciones de Lena estará allí -dijo Julia- Y esa es mi casa.
-Julia y yo hablamos de ello en el vuelo hasta aquí -dijo Lena- La violación no se debió a un problema inherente a la seguridad del edificio, sino porque Matheson tenía una persona en el interior que le proporcionaba información y acceso. En lugar de reinventar la rueda (expresión que significa perder el tiempo haciendo algo que ya está hecho) en otro lugar, corregiremos las debilidades allí.
-Lo discutiré con el presidente. -Lucinda levantó la mano cuando Julia empezó a protestar- Puedes guardar la maldita declaración de independencia, Julia. Hay algunas cosas que él quiere saber y tu seguridad es una de ellas. Esa es la manera como son las cosas
-Está bien -dijo Julia en voz baja- Pero yo hablaré con él, ¿de acuerdo?
-Supongo que es una cosa entre padre e hija. -Lucinda sonrió fugazmente- Así que, ¿dónde estamos entonces?
-Bueno… -dijo Lena-… conocemos a nuestro enemigo, que es el elemento crítico necesario para ganar cualquier guerra. Tenemos a las mejores personas, en todo el mundo, trabajando para nosotros. Y tenemos todas las razones del mundo para prevalecer, por lo que eventualmente, lo haremos -sonrió a Julia- En cuanto al futuro inmediato, Julia y yo tenemos una boda que preparar. -Julia empujó a Lena sobre sus pies y deslizó un brazo alrededor de su cintura.
-Al fin, un plan en el que no puedo encontrar nada que discutir. -Lucinda se echó a reír.
-Las maravillas nunca cesan.
-No -dijo Julia besando tiernamente a Lena- no en esta vida.
Gracias a los que siguen esta saga, nos estamos viendo en el próximo libro, un agradecimiento especial a flakita volkatina que siempre comentaba en cada pos, perdón por demorar tanto
Sábado
Poco antes del mediodía, Lena dio un golpecito en la puerta de Valerie y Diane. Cuando Diane respondió, lucía como si no hubiese dormido toda la noche, Lena susurró:
-Lo siento. ¿Está despierta?
-Se conecta y se desconecta, sí -Diane hizo una mueca- Se despertó hace unas horas y quiso vestirse para asistir a la reunión de la mañana. Afortunadamente, no puede salir de la cama por sí misma y no voy a ayudarle. -Lena sonrió, pero el destello de fuego en los ojos de Diane rápidamente la hizo desaparecer.
-Estaré sólo unos pocos minutos.
-¿Quieres hablar con ella a solas?
-Si no te importa. -Diane hizo un gesto hacia su bata.
-Dame un segundo para ponerme algo de ropa. Necesito un café, de todos modos.
-Gracias.
-Lena -dijo Diane cerrando parcialmente la puerta- Quiero pedirte disculpas por algunas de las cosas que te dije antes. Sé que Valerie salió allí porque quería y tu arriesgaste…
-Diane -murmuró Lena sacudiendo la cabeza- No hay nada que disculpar. Todos hemos estado bajo mucha presión.
-Salvaste su vida. -Lena miró al otro lado de la habitación con poca luz, a la figura tranquila en la cama, pensando en donde habían empezado.
-Entonces estamos a mano.
-¿Qué pasará ahora? -preguntó Diane
-Recuperaremos el control de nuestras vidas.
~*~
Cinco horas más tarde, Julia y Lena entraban en el despacho de Lucinda Washburn. Lucinda sólo se permitió, por el hecho de que era fin de semana, llevar un suéter gris, pantalones negros casuales y zapatos de tacón bajo en vez de un traje.
-Me gustaría escuchar tu informe preliminar antes de enviarlo a Averill -dijo Lucinda, refiriéndose al asesor de seguridad. En otras palabras, Lucinda pondría por escrito todo lo que ella quería que fuese la historia oficial después de escuchar los hechos. Lena se sentó en el sofá con Julia a su lado y esperó mientras Lucinda daba a alguien instrucciones para que se encargara de sus llamadas antes de tomar su asiento habitual frente a ellas- Supongo que esta visita no programada, significa que algo importante surgió -dijo Lucinda.
-Hemos encontrado a Valerie Lawrence -respondió Lena- Su reclutador en la compañía, conocido por nosotros en este momento sólo como Henry, está muerto. Estoy segura de que él era la fuente en la brecha de seguridad y no Valerie.
-Excelente -dijo Lucinda- ¿Cuándo vamos a ser capaces de interrogar a Lawrence?
-No lo harán -respondió Lena. Lucinda no mostró ningún cambio en la expresión cuando desvió su mirada hacia Julia- ¿Te importaría excusarnos por unos momentos?
-Sabes… -dijo Julia echándose hacia atrás y cruzando las piernas-… realmente lo haría.
-Julia -dijo Lucinda con la más pequeña pizca de fuego.
-Luce… -replicó Julia-… tú fuiste quien sugirió el uso de mi mejor amiga para atraer a Valerie a la luz pública. Querías que yo participara entonces y ahora lo estoy. Así que no voy a irme. -Lena decidió que sería prudente evitar los fuegos artificiales que estaba segura iban a venir.
-Valerie Lawrence es un miembro de mi equipo de seguridad de campo y cualquier información que pueda tener, será retransmitida por mí, sí me parece necesario. Mis agentes no serán interrogados por alguien más.
-¿Desde cuándo es la Srita. Lawrence parte de tu equipo? -preguntó Lucinda. -Desde el mediodía de hoy. -Lucinda cruzó las manos sobre su regazo y parecía estar perdida en sus pensamientos.
-¿Qué tan segura es su identidad?
-No estoy segura -dijo Lena- Y ella tampoco lo está. Henry siempre había sido su único contacto personal, pero, sin duda, hay registros de ella en alguna parte del sistema de la compañía. Sin embargo, la palabra correcta en el lugar correcto, puede hacerse cargo de eso.
-¿Qué propones? -preguntó Lucinda.
-Propongo que Valerie Lawrence murió en el mar en el mismo accidente de barco desafortunado que mató a su reclutador.
-Creo que mejor me pones al tanto con los detalles. -Lena le dio un resumen de los hechos y mientras hablaba, Julia se acercó más y tomó la mano de Lena- ¿Ejecutaste a un reclutador de la CIA? -dijo Lucinda con incredulidad.
-Jesús, Luce. -dijo Julia.
-Lo hice, sí -dijo Lena uniformemente
-¿Y estás segura de que estaba justificado.
-Sí -dijo Lena- Él era un traidor y estaba a punto de matar a Valerie Lawrence o hacer que la mataran.
-¿Qué pasa con este misil que describiste? -los ojos de Lucinda se estrecharon cuando visiblemente evaluaba, ordenaba y priorizaba la información- ¿Podremos rastrear nuevamente a Matheson de alguna manera?
-Dudoso. Los barcos y todo lo que pudiera quedar de la SSM, se encuentra en varios cientos de metros de aguas muy transitadas. Rescatarlo llamaría la atención no deseada. No creo que valga la pena el riesgo.
-Muy bien. -Lucinda dio unos golpecitos con los dedos sin hacer ruido en el brazo de la silla, una acción que sin embargo tuvo el impacto de un martillo cayendo- La versión oficial es que la Agente Lawrence murió en el mar durante una reunión con su reclutador. ¿Y ahora qué?
-Arreglaremos que ella tenga una nueva identidad… -dijo Lena-… y se unirá a mi equipo como jefe de contrainteligencia.
-Sé que te dijimos que escogieras a tu propia gente… -dijo Lucinda-… pero…
-Lo hicieron. -Lena se inclinó hacia delante, metiendo la mano de Julia en su parte media- Si han cambiado de parecer, entonces me doy de baja.
-No muchas personas tratan de jugar duro conmigo… Subdirectora Katina.
-Puedo entender por qué. Pero no estoy jugando. Yo no pedí este trabajo y si voy a hacerlo, voy a hacerlo de la manera en que considere necesario.
-Continuarás informándome a mí y a través de mí, al asesor de seguridad. -Lena asintió.
-De acuerdo.
-¿Cómo evalúas el riesgo de Julia?
-En la actualidad, no la veo como un objetivo. Matheson tenía que eliminar a su contacto en la compañía, porque sabía que estaríamos buscándolo. ¿Quién sabe cuánto sabía Henry de Matheson y su funcionamiento? Matheson arriesgó su exposición y posible captura para hacerle frente a Henry, pero era un riesgo calculado y por el momento, le funcionó. Ahora, creo que él pasará a la clandestinidad para consolidar su base de poder.
-Tiene sentido ¿Qué pasa a largo plazo? -preguntó Lucinda. Lena hizo una mueca
-Con el tiempo, una vez que Matheson haya reconstruido sus fuerzas, creo que… -ella vaciló y miró a Julia-… creo que él hará otro atentado contra Julia.
-¿Con qué fin? -dijo Lucinda
-Julia es una figura principal tanto como su padre y golpearla a ella no solo dañaría en privado al presidente, sino que también demostraría públicamente que él es incapaz de proteger al pueblo estadounidense, incluyendo a su propia hija.
-Interesante teoría -dijo Lucinda levantándose y empezando a caminar-Eso hace a Julia tan importante para la seguridad nacional como…
-Julia está aquí sentada -dijo Julia, dando un pequeño saludo con la mano libre.
-Lo siento -dijo Lena. Lucinda se rio y miró a Julia con las manos en las caderas.
-Quisiste quedarte, Julia. Nunca dije que no hablaríamos de ti.
-Incluirme por lo general funciona mejor. -Julia cambió su mirada de Lucinda a Lena- ¿Cuánto tiempo has estado trabajando en esta hipótesis?
-Desde el ataque en el Aerie. Tenía que haber alguna razón de peso para que Matheson se arriesgara a algo así, enviando a sus mejores hombres en una misión suicida. ¿Por qué? ¿Por qué no el presidente?
-Porque… -dijo Julia lentamente -… si mi padre fuese asesinado, se convertiría en un mártir. La gente exigiría una explicación, si no venganza. El congreso se apresuraría a destinar dinero y personal para descubrir lo que pasó. Pero si permanece en el cargo, mientras su capacidad para dirigir es cuestionada y su autoridad se erosiona, todo lo contrario sucedería. Las ramificaciones políticas y económicas serían devastadoras
-Sí -Lena acarició con su pulgar la parte superior de la mano de Julia que acunaba entre las suyas- Todo eso significa que tú tienes que tener cuidado y nosotros tenemos que estar atentos. Eso no es nada nuevo. -Julia sonrió y deslizó sus dedos sobre el borde de la mandíbula de Lena
-Gracias. Sé lo que significa
-¿Qué tan cerca están de conseguir a Matheson? -Lucinda le preguntó con impaciencia.
-No lo suficientemente cerca -Lena frunció el ceño- No vamos a encontrarlo a través de los canales directos. No va a regresar a su base original, o llamar a los hombres que sirvieron con él, o ponerse en contacto con los miembros restantes de la familia. Él va a pasar a la clandestinidad. Y la única manera de encontrar a alguien que ha hecho eso, es descubrir un vínculo con asociados potenciales
-Y ese es el camino más lento -dijo Lucinda con un suspiro- Pregúntale al FBI ¿Cuántas personas han estado en sus listas de los diez más buscados durante una década o más?
-Exactamente. Estamos recopilando perfiles amplios de los contactos conocidos o posibles, pero tenemos que ampliar nuestra investigación para incluir a las organizaciones paramilitares. Podríamos tropezar con él o alguien que nos pueda llevar a él
-Necesitarás más gente para eso.
-Necesitaremos analistas de información y colectores de base de datos aquí en DC, pero ninguno de ellos requerirá pasar por la revisión de seguridad crítica. Quiero seguir la investigación central con mi equipo personal de trabajo en la ciudad de Nueva York. -Lucinda se sentó de nuevo.
-¿En quién no confías aquí?
-La mejor pregunta es, en quien confío. -Lena se encogió de hombros- Confío en ti, pero hay demasiados ojos y oídos en este edificio y en toda esta ciudad. -Lena se rio con amargura.
-Maldición, si la CIA puso gente suya en el interior de un servicio de acompañantes. Puedes apostar que los tienen en la Casa Blanca.
-Es poco ortodoxo trabajar tan lejos fuera del sistema.
-Matheson viene detrás de Julia -dijo Lena rotundamente- Haré lo que tenga que hacer con o sin aprobación. -Lucinda miró a Julia.
-Mi mente queda pasmada con el hecho de que aún no la hayas matado.
-Estuvo a punto de suceder por un tiempo cuando nos conocimos. -Julia sonrió suavemente y entrelazó sus dedos con los de Lena- Una vez que llegas a conocerla, por supuesto, descubres que es tan peligrosa como suena.
-¿Y qué hay de la boda? -dijo Lucinda secamente- Tomando en cuenta los últimos acontecimientos, ¿han decidido tomar el camino más prudente y demorarla? -Lena se recostó en el sofá y no dijo nada.
-Vamos a casarnos el fin de semana de Acción de Gracias en Colorado -dijo Julia- Puedes tratar de mantenerlo en secreto, si lo deseas, pero va a ver fugas y todos lo sabemos, por lo que también podrías seguir adelante y anunciar los detalles -Lucinda sacudió la cabeza.
-¿Estás segura?
-Hemos estado seguras durante mucho tiempo -dijo Julia.
-¿Y hasta entonces?
-Vamos a regresar a Whitley Point… -dijo Lena-… para ultimar los detalles de la compra de la casa. También deseamos concertar la renovación del Aerie.
-Pensaba que habíamos decidió que la violación de seguridad había sido demasiado grave como para correr el riesgo de que Julia regrese.
-Necesitamos un lugar para vivir en Manhattan si la base de operaciones de Lena estará allí -dijo Julia- Y esa es mi casa.
-Julia y yo hablamos de ello en el vuelo hasta aquí -dijo Lena- La violación no se debió a un problema inherente a la seguridad del edificio, sino porque Matheson tenía una persona en el interior que le proporcionaba información y acceso. En lugar de reinventar la rueda (expresión que significa perder el tiempo haciendo algo que ya está hecho) en otro lugar, corregiremos las debilidades allí.
-Lo discutiré con el presidente. -Lucinda levantó la mano cuando Julia empezó a protestar- Puedes guardar la maldita declaración de independencia, Julia. Hay algunas cosas que él quiere saber y tu seguridad es una de ellas. Esa es la manera como son las cosas
-Está bien -dijo Julia en voz baja- Pero yo hablaré con él, ¿de acuerdo?
-Supongo que es una cosa entre padre e hija. -Lucinda sonrió fugazmente- Así que, ¿dónde estamos entonces?
-Bueno… -dijo Lena-… conocemos a nuestro enemigo, que es el elemento crítico necesario para ganar cualquier guerra. Tenemos a las mejores personas, en todo el mundo, trabajando para nosotros. Y tenemos todas las razones del mundo para prevalecer, por lo que eventualmente, lo haremos -sonrió a Julia- En cuanto al futuro inmediato, Julia y yo tenemos una boda que preparar. -Julia empujó a Lena sobre sus pies y deslizó un brazo alrededor de su cintura.
-Al fin, un plan en el que no puedo encontrar nada que discutir. -Lucinda se echó a reír.
-Las maravillas nunca cesan.
-No -dijo Julia besando tiernamente a Lena- no en esta vida.
Gracias a los que siguen esta saga, nos estamos viendo en el próximo libro, un agradecimiento especial a flakita volkatina que siempre comentaba en cada pos, perdón por demorar tanto
Anonymus- Mensajes : 345
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Edad : 37
Localización : Argentina - Buenos Aires
Re: Honor bajo Asedio
hay x dios me aterra n saber cuando vendra el proximo libro me entristec q llegue a su fin pero me alegra saber q pronto estare leyendo.. no se agradec xq lo hago cn gusto es una saga q me ah robado el corazon y me alegra saber q la compartas cn nosotrs t quiero dar las gracias a ti x tomar d tu tiempo y poder compartirla... saludos
flakita volkatina- Mensajes : 183
Fecha de inscripción : 07/06/2015
Edad : 30
Localización : Costa Rica
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