ELLA ME ARRUINO LA VIDA // BY: ELEESEVE

CAPITULO 9.

—¡Escóndete!—Me susurró Yulia e hizo que me escondiera en su closet.

—¿Es en serio?

—No hagas ruido—Salió de la habitación y le abrió a su novia.

Yo todavía alcanzaba a escuchar lo que decían abajo, a parte de poder ver por los hoyos pequeños del closet.

—Te extrañé—Le dijo su novia.

—Yo también, ¿Pero podemos vernos otro día?

—¿Qué? Vine hasta aquí románticamente a arreglar las cosas, ¿Y me dices que me vaya?

—Es que estoy un poco ocupada.

—¿Haciendo qué?

—Está mi mamá.

—Sé que no lo está, ¿Por qué mientes?—Se escucharon pasos acercarse a la habitación.

—Espera.

—¿Estás enojada?—Entró su novia a la habitación— Recuerda que tú fuiste la que me dejaste plantada.

—Me dejaste triste mientras tu estabas indignada, ¿Y ahora se te ocurre venir a arreglar las cosas?

—Tú debiste de arreglar las cosas, si quieres me voy si tanto te molesto.

—No espera, ¿Nos podemos ver luego?

—¿Qué pasa? Pareces preocupada.

—Es que... tengo miedo de que llegue mi mamá.

—Sabes que lo hemos hecho varias veces con tu mamá en la casa—Sonrió coqueta.

—Pero ahora no es momento— Su novia la agarró de la cintura y la atrajo a ella para besarla.

Mientras tanto, yo adentro del closet me sentía incómoda, sí lo hacían ahí, presenciaría todo y jamás lograría quitarme esas imágenes de la cabeza.

—Me pones mucho—Gimió su novia y Yulia volteó al closet donde yo estaba, poniéndose roja de la vergüenza.

—Ya te dije que ahora no es momento— Yulia la intentaba quitar, pero su novia le tomó el trasero haciendo que su cuerpo se acercara más a ella.

—Hagámoslo, mi amor— Le susurró la chica rubia a su oído y la besó apasionadamente.

—Espera—Gimió Yulia mientras su novia le metió la mano en uno de sus pechos.

Se veía que Yulia tenía ganas de hacerlo, pero al voltear a donde estaba yo, se arrepentía y la paraba. Mientras tanto yo no podía evitar sentir celos y eso realmente me preocupaba.

—¿Qué pasa?

—¿Sólo viniste por sexo?

—¿De qué hablas? Claro que no, además sé que te gusta—Se mordió el labio.

—Es que no tengo muchas ganas ahora.

—Bien—La rubia salió de su habitación.

—¿A dónde vas?

—Háblame cuando tengas ganas de mi.

—Jamás te he rechazado y ahora que no quiero hacerlo ¿te vas?

—Sabes que no me gusta que me dejes así.

—¿Y ahora qué? ¿Te vas con alguien más?

—Tal vez.

—¿Tal vez? ¿Me estás jodiendo?

—¡Dije tal vez!

—No puedes irte con alguien más.

—Si puedo, y lo haré.

—¿Lo harás?

—Si porque tú te enojas conmigo.

—No estoy enojada contigo, sólo quiero que me entiendas por hoy.

—¿Acaso esa chica ya logró que te gustara un chico?

—¡Obviamente no!

—Me voy.

—¿En serio te irás con otra chica?—La voz de Yulia se escuchaba entre cortada y eso me hizo un nudo en la garganta.

—Tal vez, pero no empieces a llorar ¡por favor!

—¿Cómo quieres que no lo haga si me estás diciendo que me vas a engañar?

—No te voy a engañar.

—¡Me dijiste qué tal vez!

—Ya no pienso discutir contigo y tus lloriqueos— Se escuchó la puerta de la entrada azotarse y después de unos segundos Yulia subió.

—Ya puedes salir e irte—Bajó y desvió la mirada para que no pudiera ver lo roja que estaba porque había llorado un poco.

—Yulia— La abracé por detrás, creía que me iba a quitar pero ella se giró hacia a mi y me abrazó, haciéndome sentir un hormigueo en el estómago.

Eso me había asustado, pero no podía irme dejándola llorar sola.

Ella me hacía sentir tan sensible cuando lloraba que me daban ganas de llorar también.

—¿Quieres que me vaya?— Le dije aún abrazándola.

—¿Soy tu experimento?

—Ya te dije que no lo eres.

—Entonces quédate.

La llevé a sentarse en la cama para que se calmara, y fui por papel para que se limpiara las lágrimas.

—Ella es una estúpida—Se limpió la cara.

—No tenía porqué decirte que se iría con otra.

—Lo hace para provocarme.

—Yo no te hubiera dicho que me iría con alguien más—La miré y ella me volteó a ver de inmediato sorprendida—Si fuera tu novia—dije al notar que podría mal interpretarse—Y si fuera lesbiana—Reí nerviosamente ante la mirada de Yulia—Es decir...

—Entiendo Elena—Me interrumpió y rió divertida—Eres muy tierna cuando te pones nerviosa—Me sonrió y no pude evitar ponerme roja —Perdón por la escena que viste con mi novia, sé que no te gusta ver cosas de las tinieblas—Rió y le di un leve empujón en el brazo —Espero que mañana se arreglen las cosas con ella.

—Pero si es tan mala contigo como ahora ¿Porqué no la terminas?

—Porque la amo.

—Pareciera que te busca por sexo.

—¿Quieres que termine con mi novia, Elena?

—Sólo digo que puedes encontrar a alguien mejor y que no te haga llorar.

—Otra vez, vas a salir con esa mierda de que debo de ser heterosexual—Se paró de la cama enojada.

—No quería decir eso, sólo que te mereces a alguien mejor.

—Claro...—Me ofreció su mano para que me parara igual que ella, y yo se la di para pararme y quedar cara a cara.

—¿Sabes? Pensé que serías menos llorona.

—Y yo pensé que serías más religiosa.

—¿Ehh?

—Juguemos a las miradas.

—¿De que se trata?—Estaba confundida.

—Nos miramos y quién dure más tiempo sin desviar la mirada o ponerse incómoda gana.

—¿Que juego tan ridículo es ese?—Reí.

—Sólo empecemos—Ella se me quedó viendo.

—Bien— Le empecé a mirar igual. Pero me daban ganas de reírme.

—No te puedes reír ni hablar, así que se reinicia el juego—Me miró seria e imité su mirada.

Definitivamente Yulia era muy bonita. Me gustaba que me mirara y mirarla, pero estaba aterrada por lo mismo y por todo lo que me hacía sentir. A lo mejor ella tenía razón, saber que le gustaban las chicas me dio curiosidad y por eso empecé a sentir todo. Pero era algo extraño para mi y por mis principios, mi religión, mi heterosexualidad y mi novio, ya no podía continuar así.

—Ya no puedo seguir jugando, me tengo que ir.

—¿Así de repente? ¿Que pasa?—Se veía demasiado confundida—¿No puedes ante mis habilidades?—Rió, haciéndome reír también.

—No, no puedo antes tus habilidades—Me dirigí a la puerta.

—Espérate—Se puso justo en la puerta, impidiéndome el paso —Perdón si te molesté con algo, pero gracias por acompañarme hoy, supongo que has sido una buena amiga aunque me cueste admitirlo.

¿Amiga? Ahora me consideraba su amiga y eso no era exactamente algo bueno, porque consideraba ya no hablarle.

—Emm... ¿Sabes algo? Ya no te puedo dar las clases.

—Te lo agradezco, pero la verdad es que me gusta que vengas, no a darme clases pero es divertido convivir contigo—Sonrió y de nuevo hizo que me sonrojara.

—Lo sé, pero ya no puedo venir más.

—¿Por qué no?–Se mostró desanimada.

—Porque tengo otras cosas que hacer—bajé la mirada nerviosa.

—Entiendo—En un movimiento rápido tomó con una mano mi cintura y me acercó a su cuerpo y con la otra mano tomó mi mejilla y la besó. Fue un beso muy lindo y suave depositado en mi mejilla, obviamente casi exploto de lo roja que estaba y ella se rió por lo mismo— Nos veremos en la escuela entonces.

Lo peor de todo es que ella sabía que me comenzaba a confundir, y le gustaba sacar un poco de provecho de ello.

CAPITULO 10                                          

—Me gusta recordarte que eres hermosa, ¿Sabes?—Novel acariciaba mi cabello, mientras yo comía pedacitos de pan de mi plato en la cafetería.                      

—Sabes que tú también eres muy guapo, y me encantas—Me acerqué a él y lo besé tiernamente. Después nos quedamos viendo y sonreímos.                      

Seguía amando a Novel, no había dejado de sentir nada de lo que sentía por él, simplemente me encantaba y cada vez que me decía cosas tiernas me volvía loca.                      

—¿Te puedo dar otro beso?—Sonrió.                      

—¿Qué clase de pregunta es esa?—Reí y lo besé. De mientras empecé a sentir como me arrojaban cosas pequeñas a la cabeza. Dejé de besar a Novel y me giré para ver quien era.                      

—¿Qué pasa?—Dijo Novel confundido.                      

De mientras yo miraba a Yulia quien se estaba riendo sola en una mesa un poco retirada de nosotros, con un pan en la mano.                    

—Nada—rodé los ojos y le di otro beso a mi novio, ignorándola. Pero Yulia me seguía arrojando migajas de pan—Amor, ¿Me permites un momento? Tengo que resolver algo.                      

—Claro—Me sonrió.

Mientras yo me dirigía a donde estaba Yulia.                      

—¿Qué crees qué haces?—Le dije enojada.                      

—Divirtiéndome un poco—Rió.                    

—¿Conmigo?                      

—Si—Soltó una carcajada y yo me retiré un poco—¡Espera no te vayas!—Me suplicó, pero no le hice caso y regresé con Novel.                      

—Lo siento amor— le sonreí.                      

—No te preocupes, te tengo que contar algo.                      

—¡Cuéntame!—Le dije y volteé a ver a Yulia.                  

—El otro día mis amigos y yo...                      

Yulia seguía en el mismo lugar, comiendo sola y con cara muy desanimada. No sabía porque no estaba con sus amigas, pero verla así me daban ganas de querer estar acompañándola, aunque sabía que ya no debía de hacerlo. Ya no debía de hablarle, porque estaba mal que me hiciera sentir algo más que amistad.

Pero ¡Dios! Yulia era jodidamente bella.                      

—Por eso Erick lo pateó—Se rió Novel y me di cuenta que no lo había estado escuchando por mirar a Yulia.                      

—Ustedes si que se pasan—Reí fingiendo que había escuchado todo.                      

—Ellos si, por eso me tengo que ir antes de que lo arruinen todo, ¿Te parece si nos vemos en la salida?                      

—Si amor.                      

—Gracias, te amo—Me dió un beso y se fue.                      

Yo rindiéndome ante mi fuerza de voluntad, fui y me senté a lado de Yulia.                      

—¿Ahora vienes porque se fue tu novio?                    

—¿Me estás vigilando?                      

—No—Dijo aún desanimada.                      

—¿Tú novia no te ha hablado?                    

—No me la recuerdes.

—¿Que pasó de nuevo?

—Aún sigue sin hablarme—Me miró triste.

—Tranquila, ella no te merece.

—Gracias por tratar de animarme Elena—apoyó su cara en sus manos—Pero a ella parece no importarle.

Llegaron sus amigas y se sentaron en la mesa al lado de nosotras.

—¡Hey Yulia! ¿Traes nuevo pastel?—Una de ellas se acercó a mi y me miró coqueta.

—Déjala en paz, Elly—Le dijo Yulia enfadada.

—Uyy, alguien no está de buenas hoy—Elly se alejó de mi —¿Acaso terminaste con tu novia?

—No, pero se enojó conmigo— Cruzó los brazos.

—Ya veo porqué esa cara amargada—Rieron todas—¿Y esta chica es tu consuelo?—Me señaló Elly, y yo me estaba incomodando.

—No, sólo es una amiga.

—¿Me pasas tu número?— Me sonrío otra de las chicas.

—Es heterosexual—Dijo Yulia de inmediato.

—Eso dicen todas al principio—Rieron.

Una de las chicas se acercó a Yulia y le empezó a susurrar algo al oído, yo no alcanzaba a escuchar lo que le decía, pero Yulia se veía dudosa, aunque esa cara sólo le duró unos segundos porque enseguida le asintió a la chica.

—Bueno chicas, nos tenemos que ir—Yulia se paró y me señaló que también lo hiciera para irnos.

Las chicas se notaban confundidas pero la que le había susurrado a Yulia las calmó e igualmente le dijo algo a Elly.

—Que se la pasen bien, chicas—Nos dijeron sus amigas.

Mientras tanto Yulia me tomó de la muñeca y me llevó a las canchas de la escuela.

—¿Porqué me traes aquí? ¿Qué te dijo esa chica?

—Haces muchas preguntas Elena.

—Me siento secuestrada de nuevo.

—No reclamaste en el camino—Me sonrió y escondió un mechón de su cabello atrás de su oreja— Elena... emm yo...—Me tomó de la mano y me empecé a poner nerviosa. Creí que me iba a decir que le gustaba o algo así—Necesito que me hagas un gran favor que te lo agradeceré mucho—Me tomó de la cintura y me acercó a ella. Me encantaba que hiciera eso y seguro que ella sabía que su tacto era mi debilidad—Quiero que me ayudes a...—Se mordió los labios, sus carnosos y hermosos labios, y los empezó a acercar a los míos.

—¿A qué?—Miré sus labios e inconscientemente esperaba que me besara.

—A darle celos a mi novia, que nos está viendo—Lo dijo a un centímetro de mis labios y arruinó todo.

—Eres una estuúpida—La empujé y me alejé de ella.

—¡Elena, sólo es un pequeño favor!

—No quiero hacer eso—Lo dije tratando de no llorar, porque me había dolido.

Ella no sentía nada por mi, sólo quería estar con su novia. Pero no podía utilizarme de esa manera sólo porque sabía que yo si sentía cosas por ella.

En verdad soy una gran estúpida, no tenía derecho de reclamarle nada y decirle lo que sentía, que me daban celos de que estuviera con su novia aunque yo también tenía novio.

Amaba a Novel, pero ¡Dios! Yulia comenzaba a confundirme demasiado.

Quería tener a Yulia para mi de la misma forma que quería a Novel.

Ver a Yulia con alguien más me daban celos, los mismos celos que sentía con Novel al verlo con alguien más. Y lo peor es que quería sentirla de la misma manera que quería sentir a Novel.

Todo estaba siendo un desastre dentro de mi, no sabía si era amor o algo más lo que me pasaba con ella. Pero no podía permitirme que mis sentimientos por ella salieran a flote y sobre todo, no podía permitirme hablarle más.

Así que por varias semanas cumplí lo que me propuse y no le hablé a Yulia. Ella intentó hablarme pero aunque me doliera lograba ignorarla.

Yulia logró volver con su novia y cada que las veía en la escuela estaban muy juntas, lo que me provocaba un ardor en el estómago de celos.

Le expliqué a la mamá de Yulia que ya no podía darle clases a su hija, que simplemente me era imposible hacer que le gustara alguien más que no fuera su novia, y por supuesto omití que logró gustarme a mi. La mamá lo aceptó, aunque tristemente.

Yo seguí yendo a la iglesia sin contarles que me había enamorado de una chica, aún así pedía por ya no volver a sentir nada por Yulia. Pero mi suplicas no eran escuchadas, porque cada vez que veía a Yulia quería ser yo su novia y que me amara como la amaba a ella.

La maestra de Física era bastante aburrida, a pesar de que me gustara la física, la maestra al hablar lo arruinaba todo. Casi no podía poner atención en clases por estar poniendo más atención a no quedarme dormida.

Pero tocaron a la puerta del salón de clases y eso hizo que me despertara un poco.

La maestra empezó a conversar con alguien afuera y enseguida entraron ella y alguien más...

—Les presento a su nueva compañera de clases, la señorita Yulia.

¡¿Qué?! ¡¿Porqué me pasa esto a mi?!




Hola nenas!!!! Feliz día lunes, aunque suene aburrido pero el mío va genial. El de uds que tal?

A ver, me han puesto una misión pero quiero saber si acá hay alguna que haya estado en el foro anterior (creo que lo cerraron) llamado Tatunews o algo así. Mi misión es encontrar a alguien, si es así, avísenme al DM

CAPITULO 11

No sabía si era buena o mala suerte que Yulia ahora estuviera en mi clase, y tampoco sabía si lo era que el único asiento desocupado fuera atrás de mi.

Por supuesto que se sentó ahí, no sin antes sonreírme al pasar.

—Continuaremos con la clase...

Otra vez la maestra empezó a hablar con su aburrida voz y sumándole a Yulia atrás de mi, me sentía desesperada.

—¿Tú entiendes algo de lo que está diciendo?—Yulia le susurró al chico de al lado.

—Llevo más tiempo que tú aquí y no he parado de jugar con mi celular—Se rió el chico.

—Me alegra no ser la única en no saber de que habla—Rió también.

Me harté de sus susurros y me giré hacia ella.

—Si no entiendes, salte de la clase.

—¡Señorita Elena! Guarde silencio por favor—Me dijo la maestra y yo rodé los ojos mientras Yulia y el chico se reían.

Siguió toda la aburrida clase, hasta que me empezó a dar mucho sueño...

—Elena, Elena—Sentía que alguien me estaba moviendo—Ya se fueron todos, tienes que despertar—Me desperté bien y vi que Yulia era la que me estaba hablando.

—¿Que carajo?

—Te quedaste dormida en clase.

—¡Oh Dios, no!— le pegué a la mesa del enojo, guardé mis cosas en mi mochila y me paré a la altura de Yulia.

—Oye tranquila—Rió un poco, pero la ignoré y seguí mi camino a la entrada—Elena, espera—Me alcanzó y me paré para escucharla—Quería pedirte perdón por la otra vez, se que fui muy irrespetuosa contigo, y también ahora que te regañaron por mi culpa—Bajó la mirada—¿Me perdonas?

—Te perdono, pero eso no significa que volveré a ser tu amiga.

—¿Pero porqué no?

—Porque no me interesa serlo—Traté de seguir mi camino, pero ella me detuvo —¿Porqué te cambiaste de salón?—La miré seria, esperando una parte de mi que su respuesta fuera que por mi lo había hecho.

—Mi mamá me cambió.

—Entiendo.

—Necesito tu ayuda para ponerme al corriente—Sonrió mostrando los dientes.

—Pídeselo a alguien más, Yulia—Fue lo último que dije antes de irme.

Ya no me siguió más y aunque me había emocionado un poco por volverle a hablar, no podía dejar que ocupara espacio en mi cabeza.

Revisé mi celular y tenía llamadas perdidas de Novel. Le llamé y le expliqué que me había quedado dormida, mientras él decía que me recogería en mi casa en la noche.

Llegué a mi casa y se encontraba toda mi familia.

—¿Cómo te fue hoy?—dijo mi mamá mientras apagaba la televisión.

—Bien—Quise subir a mi habitación pero siguió hablando.

—Haremos un viaje familiar, donde tú también irás.

—No quiero ir mamá, esta vez no.

—Tienes que ir con nosotros, a fuerzas.

—Bien—Subí a mi habitación y me encerré ahí.

No quería ir a ese tal viaje, no me sentía de ánimos para salir, ni para hacer nada y parte de la culpa la tenía Yulia, por haberme confundido.

Pero el día pasó, así que cuando llegó la noche, me arreglé y Novel pasó por mi para ir a mi restaurante favorito.

—¿Te gustó que te trajera aquí?—Dijo Novel en frente de mi en la mesa.

—Si amor, muchas gracias—Le sonreí.

—No me convences.

—¿De que hablas?

—Últimamente te noto muy apagada ¿estás bien?—Se notaba preocupado—Porque si estoy haciendo algo mal con nuestra relación me lo tienes que decir y...

—Amor, gracias pero estoy bien, sólo un poco cansada—Dije interrumpiéndolo.

—¿Por qué estarías cansada?

—Mi familia piensa hacer otro de sus viajes desastrosos.

—¿Desastrosos pero divertidos no?—Rió.

—Si —reí — Pero no tengo tantas ganas de ir—bajé la mirada.

—Elena—Se acercó a mi— ¿Pasa algo?

Me le quedé viendo unos segundos dudando si decirle lo que me estaba pasando con Yulia, pero después de pensarlo bien, me di cuenta que no quería perder a mi novio, y tampoco a mi familia, que seguro le hubiera dicho a todos los de la iglesia y con mayor razón a mi familia.

—Pasa que te amo— reí y me acerqué para besarlo.

—Me vuelves loco—Me siguió el beso hasta que el mesero nos interrumpió.

Ordenamos, comimos y platicamos más sobre la escuela, sus cosas y sus amigos. La verdad es que me la pasaba bien con mi novio, pero sentía que me faltaba más adrenalina con él.

Después del restaurante me llevó a mi casa y después de ponerme la pijama, desarreglarme para dormir y estar acostada en mi cama, no lograba conciliar el sueño, me había dado insomnio y justo a las 3 de la mañana. Pero se me ocurrió algo que seguro al amanecer me estaría arrepintiendo.

Salí de mi casa en pijama, con unos tenis y me puse a caminar hacia la casa de Yulia.

No sabía exactamente lo que iba a hacer pero quería estar con ella.

Llegué a su casa y me brinqué a su ventana justo como lo había hecho la otra vez.

Yulia estaba dormida pero al tropezarme con una silla se despertó y cuando me vió gritó.

—¡Silencio!—Fui con ella y le tapé la boca—Tu mamá no debe de escuchar.

—¿Elena?— Me quitó la mano de su boca para hablar.

—Si soy yo, pero no hagas ruido— le dije susurrando.

—¿Qué haces aquí?

—Quiero ayudarte a ponerte al corriente.

—Bueno, muchas gracias pero por si no lo has notado, ¡Es de madrugada y entraste por mi ventana!—Lo gritó pero susurrando.

—Es que en realidad no puedo dormir.

—¿Y yo que culpa tengo?—La única luz con la que podía verla era la luz de la calle que daba a su ventana.

—Te perdono por lo qué pasó la otra vez.

—Lo sé, me lo dijiste esta mañana.

—Pero estoy arrepentida cómo me comporté hoy contigo, en realidad si quiero ser tu amiga...

—Gracias Elena pero a mi ya no me interesa ser tu amiga.

—¿Qué?—Le dije sin poder creerlo y decepcionada.

—Lo siento—Dijo apenada, pero después de unos segundos de silencio se empezó a reír.

—¿De que te ríes?—mostré mi molestia.

—Es broma, estupida—dió un apretón a mi mejilla y le quité la mano molesta— No te enojes— Rió— Yo soy la que debería de estar molesta contigo por despertarme.

—¿Sabes qué? Tienes razón, no debí de despertarte y sobre todo de haber venido— me levanté de su cama y ella rápidamente me agarró de la muñeca para jalarme hacia ella y quedar a la altura de su cara pero ella acostada y yo agachada.

—Hice que me cambiaran a tu salón—Tragué saliva— Quería estar contigo— Sentí como mi corazón se empezó a acelerar y mis mejillas arder, hasta que ella de nuevo se empezó a reír—Es broma— Sonrió mostrando los dientes y después volvió a reír— Pero me gustar ver como te pones.

—Suéltame—Quité su mano de mi muñeca y me fui a la ventana para irme, pero cuando estaba bajándome no me sostuve bien y me raspé el brazo, provocando que me sangrara.

—¿Estás bien? — me gritó susurrando de nuevo pero yo la ignoré y me fui.

Acababa de estar en la casa de Yulia y ya estaba arrepentida de haber ido.

CAPITULO 12

Al llegar a la escuela, específicamente al salón de clases, me encontré con Yulia al lado de mi asiento, había llegado tarde, así que ese era el único asiento desocupado, obviamente seguía enojada con ella y lo peor es que lo sabía, por eso quería hacerme enojar más.

—Que linda te ves hoy— sonrió.

—¿Es sarcasmo?— me molesté.

—Para nada— me miró coqueta, pero la ignoré.

Estuve tratando de ignorarla durante toda la clase, pero a veces al verla de reojo me era imposible porque seguido se me quedaba viendo mientras mordía su lápiz, lo cual me distraía y me ponía nerviosa.

—En serio hoy estás muy linda— me susurró Yulia.

—¡¿Te podrías callar?!—Le grité.

–¡Señorita Elena! Retírese de mi clase, por favor— me dijo la maestra apuntando a la puerta.

—¡Pero ella me estaba hablando!—miré enojada a Yulia.

—Es verdad, yo le estaba hablando, si tiene que sacar a alguien, creo que lo correcto sería que me sacara a mi de clases— me miró y me sonrió tiernamente.

—¡Entonces salgan las dos!—La maestra seguía apuntando a la puerta y las dos salimos.

—Jamás me habían sacado de clases...—Me recargué en la pared para después caer lentamente al suelo.

—Siempre hay una primera vez, Elena— Yulia imitó mi acto para quedar a lado de mi.

—No me contentaré contigo de la noche a la mañana sólo porque hiciste un acto "valiente" en clase— imité las comillas con mis dedos, molesta.

—Perdón por tu brazo— me agarró mi brazo raspado y lo observó —¿Porqué no te pusiste nada para cubrirlo?

—Quería que vieras lo que provocas.

—¿Lo que provoco yo? Tú fuiste la que fue a mi casa.

—¡Bueno, perdón por haberte visitado amablemente!

—Sólo digo que tú tienes la culpa.

Si tenía razón, yo tenía la jodida culpa de haberme enamorado de ella, pensé con sarcasmo.

—Ahh—Suspiré y me paré.

—¿A dónde vas?

—A otro lado— Empecé a caminar esperando a que me detuviera pero no lo hizo. Así que cuando me volteé para verla ella me estaba mirando pero aún sentada. No pude evitarlo y me regresé con ella de nuevo para darle un beso en la mejilla, pero esta vez ella se puso roja lo cual me emocionó mucho y grité por dentro.

—¿Y tú heterosexualidad?

—En perfectas condiciones.

—Uff perfectísimas condiciones y más conmigo— Rió.

—Tengo novio.

—¿Entonces porqué me besaste?—se empezó a sentir la tensión.

—Fue un beso en la mejilla de amigas.

—Oh ya entiendo, de amigas, si claro— Dijo con sarcasmo.

—¿De que más podría ser?—Me acerqué a ella.

—Pues...—miró mis labios.

—¿Porqué te pusiste roja cuando te besé la mejilla?—Estaba apunto de besarme pero un maestro pasó al lado de nosotras y nos separamos, en eso salió la maestra y nos avisó que entráramos.

Definitivamente Yulia me estaba volviendo loca, estaba a punto de besarla estando en la escuela sin importar que pasara su novia o mi novio.

Miré a Yulia quien estaba sentada a lado de mi callada y anotando algo en su cuaderno.

En eso sonó el timbre de la escuela y Yulia me dejó un papel en mi mesa para después irse.

Yo de inmediato abrí el papel.

"Sólo si te hago dudar de tu heterosexualidad mándame mensaje 4456388656"

Me había dado risa su mensaje, como se le ocurría ponerme la tentación de hablarle, si obviamente sabía que lo haría.

Mi mente me decía que no le hablara, que no debía, que estaba haciendo muy mal y más porque tenía novio y se suponía que gustarme una mujer era pecado, pero no podía evitarlo, me gustaba dejarme llevar por ella.

Llegó el día de salir con mi familia a su viaje familiar y para distraerme decidí enviarle el primer mensaje a Yulia, mientras que todos subían las maletas al carro.

"Hola, ¿Sabes quien soy?"

Nos subimos al carro y después de llevar media hora de camino, Yulia me respondió.

"Supongo que eres la chica que duda de su heterosexualidad

Yo esperé unos minutos para no verme tan obvia y le respondí.

"No quiero hablar de eso, no me estreses más."

—¡Elena!, deja el celular, ¿no ves que es un viaje familiar?— me regañó mi mamá.

—Si, ¡pero todavía no llegamos!

Recibí otro mensaje de Yulia y le contesté de inmediato.

Yulia: ¿por qué estás estresada? :c

Elena: Es el viaje familiar al que voy...

Yulia: ¡¿Estás es un viaje?! Que envidia >:V ¿por qué no me invitaste?

Elena: porque es un viaje familiar, ni siquiera invité a mi novio.

Yulia: ahh, me olvidé de tu novio

Elena: tú también tienes novia

Yulia: ¿y?

Elena: coqueteas conmigo

Yulia: tú eres la que empieza todo

Visto 12:16 p.m

Yulia: ¿te digo algo?

Elena: ya que...

Yulia: ¿estás lista para lo que te voy a revelar?

Elena: si...

Yulia: algo xdxd

Elena: ¿algo?

Yulia: si, te dije que te iba a decir algo y te lo dije xd

Elena: que estúpida...

Yulia: ¿otra vez diciendo groserías? En serio que vas por muy mal camino jaja

Elena: cállate.

Yulia: Oye tú eres la que me busca, yo no tengo la culpa de ser tan irresistible para ti 7w7

Elena: no sé ni para que te hablé.

Yulia: Elena... tú también me has estado confundiendo últimamente

Elena: ¿Es otra de tus bromas verdad?

Yulia: No, es en serio, por algo te estoy hablando, porque me está gustando hablarte. Y créeme que no me gusta confundir ni ser confundida por heterosexuales.

Elena: Espero que no sea otra de tus bromas.

Yulia: ¿Por qué? ¿Te ilusiono?

Elena: ...

Yulia: Creo que estás comenzando a gustarme.

Elena: Pero tienes novia.

Yulia: ¡Lo sé! Y eso es lo que me confunde, la amo pero... no sé :/

¡¿Yulia estaba pasando por lo mismo que yo?!

Elena: Esto está mal, deberíamos dejarnos de hablar.

Yulia: Sabes que no vas a poder cumplir.

Elena: Yo no terminaría a mi novio por alguien como tú

Yulia: Quisiste decir "por alguien con vagina".

Elena: También...

Yulia: Eso me dolió :'v aunque yo tampoco terminaría a mi novia por alguien heterosexual.

Elena: Yo puedo ser mejor que tu novia.

Yulia: ¿Aahh si? La verdad no creo que lo seas, eres demasiado niña buena para mi. Aunque también debo decirte que aunque yo no sea hombre tengo más huevos que tu novio.

Elena: ¿Por qué lo dices? Ni siquiera conoces a mi novio.

Yulia: ¿A dónde te diriges?

Elena: Hacia un pueblo ¿por?

Yulia: Te demostraré que soy mejor que tu novio...

Estoy en la cajuela del carro.

Elena: ¡¿Qué?!

Yulia: ¡Es broma! JAJAJA pero mándame la ubicación y estaré ahí para quitarte el aburrimiento

Elena: No te la pienso mandar.

Yulia: Sabes que me la mandarás de todos modos

Elena: Es mentira.

No me resistí más y le envié mi ubicación. Sólo quería ver que tanto hacía.

CAPITULO 13

—Elena— ¿Me puedes pasar la salsa?—me dijo mi mamá apuntando a la salsa al lado de mi.

Estábamos en un pequeño restaurante en el pueblo.

—¿Estás bien? Estás algo distraída— mi mamá me miraba esperando una respuesta.

—Sólo estoy cansada por el viaje.

—También has estado distraída en la iglesia ¿te está pasando algo? Porque si es así nos puedes contar con toda confianza.

Como si le pudiera contar a mis padres cristianos que una mujer me comenzaba a confundir.

—¿Cómo vas en la escuela? —Me preguntó mi papá.

—Bien, como siempre me va— me noté un poco fastidiada.

—Alguien no se levantó de buenas hoy— rieron todos mientras yo seguía comiendo.

—Déjala— le dijo mi mamá a mi papá— Siempre se pone de malas cuando viajamos en familia.

—No es eso, es que siempre pasa algo.

—¡Pasa pura diversión!—Gritó entusiasmado mi papá y yo rodé los ojos.

Yulia ya no me había hablado desde que le mandé la ubicación y eso también me tenía ansiosa y fastidiada. Novel me estuvo hablando y eso era lo que me mantenía viva por el momento, porque me gustaba hablar con él, pero cuando lo hacía también me sentía mal por sentirme confundida.

—Al rato iremos al lago ¿No lo han visto? ¡Está hermoso! Lo malo es que no se podrán meter porque el agua está muy fría— dijo mamá.

Después de comer, estuvimos conociendo el pueblito, tenía que admitir que el pueblo estaba bonito, se veía muy pacifico, tenía muchos animales y el paisaje era hermoso, nada que ver con los anteriores viajes desastrosos y en un muy mal lugar.

Después de recorrer el lugar por mucho tiempo decidimos parar en una tienda para comprar aguas. Y para mi sorpresa justo en esa tienda el que estaba atendiendo era mi ex.

—¿Elena? ¿Cómo estás?—me sonrío y yo aunque fatigada le devolví la sonrisa.

Recordaba que habíamos terminado porque él se mudaría, nunca pensé que se mudaría a un pueblo, pero igual mi amor por él ya se había muerto.

—Estoy bien, sólo vengo de visita para conocer el lugar.

—Me parece perfecto— sonrió— Yo vivo aquí al lado, así que cuando quieras me puedes visitar.

—Tú también nos puedes visitar Hugh, cuando vayas y también aquí, que estaremos en el hotel KG, cuando gustes puedes echarte una vuelta— Le dijo mi mamá arruinando todo.

—¡Con gusto señora! Es un placer verlos a todos—Hugh saludó con la mano y lo tomé también como una despedida porque me despedí rápido de él y me fui sin la bebida.

—Elena, olvidaste tu bebida—me dijo mi mamá entregándomela afuera de la tienda— No tenías porque ser tan mal educada con él.

—Sabes que tengo novio, no quiero que me esté molestando para regresar o algo así—después de dejarle en claro ese punto me adelanté para ver más lugares.

Pero Hugh desgraciadamente me alcanzó.

—Perdona si te molesto, pero la verdad es que me gustaría conversar contigo, de cómo te ha ido y que ha sido de tu vida.

—Gracias Hugh pero ahora no estoy de ánimos para conversar— Hugh y yo nos encontrábamos caminando solo a una cuadra de la tienda.

—¿Todo está bien?—Se mostró preocupado.

—Todo está perfecto—Le sonreí falsamente.

—No parece que estés bien— bajó la mirada—Pero ya sé que te puede alegrar— sonrió— ¡Cerraré la tienda y pasaremos el día juntos!

—¡No...no, así está bien!— dije alterada.

—¡Espérame, ahora vengo!— y salió corriendo emocionado.

Sabía que esto podía pasar...

—¿Qué pasó Elena? Hugh se fue feliz.

—¡Pasó lo que te dije, mamá! ¡Ahora tendré que estar todo el día con él!

—Sólo convivirán un rato, aclárale que tienes novio y ¡asunto arreglado!

—Si, que fácil es, como no lo pensé antes— dije con sarcasmo.

—¡Que se diviertan! Te esperamos en el hotel— Dijo mi mamá cómo si nada y se fue tranquila.

En eso llegó Hugh muy emocionado.

—¡Ya cerré la tienda! ¿Qué lugares has visto? Para enseñarte los que te faltan por ver— Sonrió.

Tuve que nombrar los lugares a los que había ido y me estuvo enseñando las partes que no había visto, como todo el pueblo igual las partes estaban muy bonitas. También me contó sobre su vida, que si había tenido novia en el pueblo pero que no había funcionado la relación y que ahora estaba soltero, tal vez me dijo lo de soltero a propósito. Yo le dejé en claro que tenía novio y que estaba bien con él, y le recordé indirectamente la razón de porque no podíamos estar juntos, ya que se notaba muy atento conmigo.

—Y la escuela va bien, por ahora—Le dije una vez que estábamos sentados.

—¿Por ahora?— Rió.

—Es que me podría dar flojera hacer los trabajos.

—Eso no lo creo de ti—Rió —eres muy divertida.

—¿Es sarcasmo verdad?— Reí.

—En realidad no.

En eso me llegó un mensaje.

"No tenemos espacio para un tercero"

Mis ojos se iluminaron al ver que era un mensaje de Yulia.

"Oye, hablo en serio, no vine hasta aquí cómo para que me reemplaces por cualquiera".

Me confundí al ver ese mensaje y volteé alrededor.

—¿Pasa algo?— Dijo Hugh.

—No, para nada—seguía buscando alrededor.

—Quería decirte que al verte hoy de nuevo, después de tanto tiempo, me gustaste de nuevo— me miró y yo seguía buscando hasta que por fin mis ojos se toparon con los de ella y me sonrió, yo automáticamente me ruboricé— Tus mejillas están rojas— sonrió— ¿Eso quiere decir que te sigo gustando también?

—¿Qué?—Dije confundida. Estaba tan atenta en Yulia que me había olvidado que Hugh seguía ahí.

—Tal vez no te gusten tanto las palabras— sonrió y se empezó acercar a mi para tratar de besarme. Yo me hice para atrás y lo empujé.

—No quiero besarte.

—Pero, pensé que si querías.

—Pues pensaste mal, ya la escuchaste, no quiere besarte— Y mágicamente apareció Yulia a salvarme de mi desgracia.

—¿Quién mierda eres tú?—Dijo Hugh retándola.

—Es una amiga—Dije de inmediato—¿Nos disculpas?—le dije a Hugh.

Nos alejamos lo suficiente para que Hugh no escuchara nada y le hablé a Yulia.

—¡¿En serio te apareces de la nada?!

—Vengo hasta aquí por ti ¿y te encuentro coqueteando con este imbecil? Además ya te había dicho que iba a venir.

—¡No me lo confirmaste!

—Al parecer no te alegras mucho de verme— hizo un puchero— Si quieres me voy...— estaba a punto de dar la vuelta.

—¡No!—Volteó de nuevo hacia mi— No quiero que te vayas— volteé a otro lado. Y ella me agarró de la cintura y me atrajo hacia ella.

—Sabía que me querías aquí—Sonrió. Y me puse roja pero la quité de inmediato.

—No hagas eso aquí.

—¿Me vas a dejar plantada por ese tonto?

—No, ¿Pero que le digo?

—Que te irás conmigo en mi moto.

—No le puedo decir eso...

—Entonces dile que tengo depresión y que tienes que estar conmigo.

—Que ingeniosa— Dije con sarcasmo y fui con Hugh.

Le expliqué que Yulia era mi amiga y sufría depresión, si mentí, pero no iba a desaprovechar la idea de estar con Yulia. Hugh no se lo tomó bien y sospechó un poco, pero no le di mucha importancia.

CAPITULO 14.

—¿A donde vamos?—Le pregunté a Yulia mientras conducía la moto a una velocidad moderada.

—No lo sé, no conozco aquí—Rió.

—¿Y cómo llegaste aquí?

—Recuerda que me mandaste la ubicación de aquí.

—Llévame a un lugar tranquilo y cállate.

—Iremos a donde me llame más la atención parar— después de media hora se le ocurrió detenerse en un lugar con un paisaje hermoso que daba a las montañas. No había nada de gente y eso era aún mejor.

—Este lugar es hermoso, vaya que eres buena escogiendo lugares bonitos y románticos, con razón tienes novia—nos bajamos de su moto y admiramos el paisaje.

—Ya admitiste que quisieras estar en el lugar de mi novia.

—¡¿Qué?! ¡Claro que no!

—Y sé que quieres besarme— dió un paso hacia a mi y me hice para atrás—También estar conmigo siempre, como ahora— se acercó más a mi y me hice más para atrás para no caer ante sus tentaciones— y también sé que te gustaría sentirme de otras maneras.

No soporté más y me lancé sobre ella para tratar de besarla en los labios pero ella no se dejó y se tapó la boca antes de que la besara.

—No, nos podemos besar, tengo novia.

—Eres la peor—gruñí.

—Lo peor sería engañar a tu pareja y tú lo ibas a hacer.

—Sólo quería saber que sentía contigo, ¿tú no estás curiosa por eso?—Me acerqué a ella. Sabía que estaba mal tratar de besarla pero mi curiosidad me comía viva.

—Tengo novia Elena...

—¿Y cómo vas con ella?— Di un paso atrás para que hubiera un espacio decente entre las dos.

—Supongo que bien.

—¿Supones?— me senté en el pasto y ella me imitó.

—Últimamente se comporta extraño conmigo, no sé qué le pasa, pero ya no es como antes.

—¿Cómo antes?

—Si, más amorosa. En verdad la amo pero no sé— Suspiró.

—Ella no aprecia lo que tiene.

—Wow, si que me tienes mucha curiosidad.

—Debo de admitir que eres hermosa y me das mucha curiosidad— La miré seria. Ella se me quedó viendo raro por unos largo segundos y se paró— ¿Qué haces?

—Es mejor que me vaya.

—¿Qué?— No sabía que había hecho o dicho mal, para que decidiera irse de la nada—¿Qué pasó?—Estaba muy confundida.

—Pasa que hasta ahora me doy cuenta, que te doy curiosidad sexualmente.

—¡¿Qué?! ¡¿De qué hablas?!

—No me interesa ser, tu puto juguete sexual—Se subió a su moto.

—Yulia, ¿Qué te pasa? ¿Qué te hace pensar eso?

—¡Por favor! Cómo si creyera que tú y el santito de tu novio ya tuvieron sexo.

—¿Eso qué te importa?

—No voy a dejar que me utilices solo para complacer tus necesidades sexuales— prendió su moto.

—¡A mi no me interesa eso! ¡Yo no soy tu novia!—Agachó la mirada.

Iba a arrancar la moto pero me puse rápidamente en frente de ella, para evitar que pasara.

—¡Quítate de mi puto camino!— realmente estaba muy enojada.

—No— La reté. Y ella me miró muy mal, así que me relajé un poco —No me interesa tu cuerpo Yulia... me gusta hablar y estar contigo, sabes que me confundes mucho, pero eso no quiere decir que solo quiera tener sexo contigo, y aunque me cuesta decirlo, creo que me estás gustando... y mucho...

Sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas, apagó la moto y se bajó de ésta, yo de inmediato la abracé y empezó a llorar.

—Ella ya no me ama— me abrazó más fuerte, mientras dejaba sus lágrimas en mi hombro— No sé que hice mal, ella simplemente es tan fría y normalmente me busca por sexo— lloraba desconsoladamente, mientras yo comenzaba a llorar también por lo mal que se veía— Creo que está saliendo con alguien más.

—Deberías terminarla—Traté de sonar lo más tranquila posible.

—No es tan fácil. Y lo peor de todo es que también comencé a sentir cosas por ti y eres heterosexual—Seguía llorando en mi hombro, mientras yo disfrutaba de su abrazo, aunque me afectaba que estuviera mal.

—Sólo tienes que relajarte, Yulia—Me dejó de abrazar y me miró—Termina a tu novia.

—Tú también lloraste— sonrió y me hizo sonreír— Supongo que lo haré, pero no muy pronto.

—Hazlo pronto, sino le tendré que decir por mi propia cuenta, que te deje en paz.

—Te rompería la cara—Rió.

—Es verdad—reí—Pero si me atrevo a decirle.

—La amo Elena...

—Pero te hace daño, tienes que terminarla antes de que sea peor.

—Ya te dije que no es tan fácil.

—¿Que necesitas ver de ella para que la termines, ¡¿verla con alguien más?!— Al parecer mis palabras le dolieron porque comenzó a llorar de nuevo, yo solo quería lograr que la terminara, pero mis palabras la dañaban más y eso me dolía. La abracé— ¿Quieres volver al pueblo?

—¿Y dónde me voy a quedar? Tú estarás con tus padres.

—Podemos hacer que te quedes en el hotel, se nos ocurrirá algo— Ella me dejó de abrazar y me miró.

—Me quedaré pero solo si duermes conmigo— yo de inmediato me puse roja y nerviosa, ella se empezó a reír —No para hacer otras cosas, idiota, solo me gustaría que me acompañaras.

—Si nos quedamos en el mismo hotel, ¿Cómo le explico a mis padres que dormiré contigo?

—¿Y quien dijo que nos quedaremos a dormir en el mismo hotel? —Me miró coqueta y reí.

—¿Cuál es tu plan?

Yulia me dijo que les explicara a mis padres, que encontré a una amiga del pueblo y que me quedaría a dormir en su casa para hablar más, y al decirles esto, increíblemente me creyeron sin reclamar. Nos fuimos a un hotel, que se encontraba un poco alejado del pueblo. No sin antes perseguir a un conejo que adornaba el paisaje, pero nos rendimos pronto y nos fuimos a los siguientes problemas que me traería Yulia.


CAPITULO 15.

Me encontraba acostada junto a Yulia en la habitación del hotel. No era tan noche, así que no podíamos dormir y decidimos ver la televisión. Todos los programas de la televisión abierta eran muy malos, lo único mejor que había era una novela súper dramática de amor y eso era lo que estábamos viendo para pasar el tiempo.

—Es una mierda—Yulia le aventó una almohada a la televisión y empezó a llorar— El amor es una mierda.

Sabía que con esa novela estaba recordando a su novia y ya no sabía que decirle para consolarla.

—¿Cómo fue que conociste a tu novia?

—Es una larga historia, ella siempre ha sido una idiota pero no lo era conmigo.

—Sabes que las relaciones son complicadas... Un día sientes que amas a una persona pero al siguiente día aparece otra que persona que incluso te hace dudar de tu heterosexualidad— Yulia se rió y me volteó a ver.

—Creí que ella siempre me amaría, pero ahora empiezo a creer que sólo fui su juguete— Empezó a llorar más y de inmediato la abracé, ella se refugió en mi pecho hasta que se quedó dormida.

Así que ahí estaba yo, abrazando a Yulia quien parecía un bebé llorón que se cansó de llorar. Pero me gustaba tenerla entre mis brazos, a pesar de que lloraba por su novia, pero la entendía porque estaba dolida.

Yo admirando como dormía Yulia, también me había quedado dormida.

Me despertó el sonido de mi celular y al reaccionar y ver que era mi mamá rápidamente contesté.

—¿Hola?

—¡Elena!— Separé el celular de mi oreja del grito que había soltado mi madre— ¡Salte del hotel ahora mismo!

—¿Qué?— No recordaba haberle dicho a mi madre que me iría a un hotel.

—¡Se que estás en el hotel con una chica, así que sal ahora!

Mi cerebro reaccionó y rápidamente me levanté de la cama haciendo que se despertara Yulia.

—Claro que no estoy en un hotel ¿Quién te dijo?— contesté nerviosa.

—Me lo dijo Hugh quien te vió entrar a ti y a una chica más.

—Está bien, si estoy en el hotel ¡pero no estoy con ninguna chica!— Volteé a ver a Yulia quien me miraba asustada— Es sólo que no quería dormir con ustedes, quería vacaciones.

—Estarás castigada por mentirosa, ¡sal del hotel ahora!

—¡Ya voy!— Le colgué— ¡Estúpido Hugh!— estaba furiosa.

—¡¿Qué pasó?!

—Hugh les dijo que habíamos entrado al hotel, al parecer nos siguió o algo así. Pero tranquila que mi mamá no sabe quién eres, así que por favor no salgas hasta tiempo después de que me vaya.

—Mierda...

—Se me ocurrirá inventar algo, no te preocupes. Me están esperando, así que me tengo que ir— Me acerqué a Yulia y tomé sus mejillas— ¿Estarás bien?

—Si— Sonrió.

Yo me fui hasta la salida del hotel en donde me estaban esperando mi familia furiosa. Me subí al carro y empezó el interrogatorio.

—¡¿Porqué fuiste con una chica a ese hotel?! ¿Sabes lo que pensará tu novio cuando se entere?—Mi madre seguía ardiendo del coraje.

—Todo fue un malentendido, yo no entré con ninguna chica, ¡entré sola!

—Hugh nos contó que antes habías hablado con una chica en moto y tú me dijiste que te irías con una amiga, ¡pero no a un hotel!

—¡Es mentira!

—¡¿Estás aceptando que eres mentirosa?! ¡La joven ejemplar de la iglesia arruinada!

—¡Están exagerando! A veces necesito mi espacio, eso es todo.

—¡Tienes todo Elena, en verdad que no te entendemos!— Dijo mi padre también enojado.

Estuvieron gritándome todo el camino de regreso a casa, ya estaba harta, me castigaron por un mes sin salir y también me castigaron el celular. Claro que primero borré las conversaciones con Yulia y después les di el celular.

Mis padres le contaron a Novel lo que había pasado, él se enojó al principio pero después de explicarle que había entrado con una amiga porque se había peleado con su padres por quedar embarazada y la corrieron, me creyó.

Si me sentía mal por mentirles, pero no sabía que hacer y no quería arruinar todo, aunque poco a poco ya lo estaba haciendo.

Yulia desde que entró al salón ni siquiera me saludó, se notaba bastante triste y sabía que seguía siendo por su novia.

Los maestros empezaban a poner cada vez más proyectos y algunas tareas que me habían dejado ni siquiera las había hecho. Todo comenzaba a hacer un desastre en mi vida, pero por alguna extraña razón a una parte de mi le gustaba que fuera así.

Cuando fui al baño escuché sonidos raros que provenían de uno de los baños, al principio no le tomé mucha importancia, hasta que empecé a escuchar gemidos que cada vez se hacían mas fuertes. Cuando escuché que iban a abrir la puerta me encerré en uno de los baños y cuando salieron pude fijarme por un hoyo que era la novia de Yulia y otra chica. En ese momento me sentí muy mal, por un momento pude sentir el dolor de Yulia, me sentía demasiado mal por ella, porque no se merecía que le hicieran eso, a una persona tan sensible y risueña como ella.

Regresé al salón con la tristeza en alto y vi a Yulia acostada en su butaca.

—Yulia...

Ella no me contestó y siguió acostada en su butaca, a pesar de que el maestro hablaba y ponía actividades, ella no se movía de su posición. Sabía que no estaba dormida porque reaccionaba cuando le daba pequeños picos en la panza, sin embargo, no se enojaba.

Tuve que esperar a que el maestro se fuera del salón para hablar con ella.

—Yulia, hazme caso por favor.

Ella volteó conmigo pero aún con su cabeza recostada sobre la mesa, se veía roja de que había estado llorando mientras no estaba.

—Me terminó...

No sabía que decirle, no sabía cómo hacer sentir mejor a alguien después de una ruptura. Así que simplemente le acaricié la mejilla como muestra de mi apoyo.

—¿Pasó algo?— dijo el chico de atrás, queriendo entrar en el chisme.

—No pasó nada—Le dije al chico.

—No pasó nada, si nada quiere decir todo— Yulia empezó a llorar otra vez, la abracé tratando de consolarla y viendo mal al chico.

Terminaron las clases y le avisé a Novel que estaría con una amiga porque terminó con su pareja, obviamente no le dije que fue con Yulia, sino comenzaría a sospechar.

Sabía que no me dejaban salir pero aún así quise acompañar a Yulia a su casa, asegurándome de que no se tratara de suicidar aventándose contra un carro.

—¿Quieres ir a algún otro lado que no sea tu casa?

—No, gracias.

—¿Quieres caminar? —Dije tratando de animarla.

—Eso estamos haciendo Elena.

—¿Quieres que me vaya?

—No— me volteó ver y me sonrió— Tú me haces sentir mejor— mi corazón empezó a latir como loco pero me calmé.

Para la mala suerte de Yulia a lo lejos pude ver a la ahora ex novia besándose con la otra chica con la que estaba en el baño. Quise desviar a Yulia del camino para que no viera, pero ya era demasiado tarde...

Yulia tenía los ojos abiertos de lo sorprendida que estaba, pero yo enojada y sin pensarlo mucho me acerqué junto con Yulia hacia ellas pero a una distancia moderada, me aseguré de que voltearan y de sorpresa la besé en los labios. Sólo le di un beso de pico pero fue lindo y largo, obviamente lo hice para que su ex se pusiera celosa. Y cuando terminé de besarla Yulia me estaba viendo sorprendida.


CAPITULO 16.

—Le estás haciendo lo mismo a tu novio cómo ella hizo conmigo— Yulia me miró triste y enseguida se fue.

No fue la respuesta que esperaba después de besarla. Pero supongo que me había precipitado, no fue el momento para besarla. Yo la tenía que hacer sentir mejor en vez de que pensara que era igual que su ex. Aunque por una parte si lo era, porque aún seguía con Novel y había besado a Yulia.

—¡Oye!— la chica rubia se dirigió a mi. Sabía que iba a tratar de hacerme algo— ¿Porqué mierda la besaste?

—Porque ya no es tu novia— traté de hacerme la valiente y la miré a los ojos, tratando de que no se notara el miedo que tenía.

—Será mejor que la dejes en paz religiosita lesbiana de closet—Rió.

—Ella ya está en paz pero desde que ya no está contigo.

—Para empezar, yo dejé a la perra y se nota que no ha parado de llorar desde que lo hice.

Rápidamente mi enojo se empezó a dispersar por todo mi cuerpo desde que la mencionó como una "perra", era su novia y no podía creer que la llamara así, no había razones para llamarla así.

—Te equivocas, ella no es ninguna perra, tú eres la perra y la puta aquí— me le acerqué retándola. Ya no me importaba si me golpeaba o no, pero yo si quería destrozarle la cara.

—Ella-es-una-puta perra— se me acercó más y esta vez no me contuve, la tumbé al suelo y le empecé a golpear su cara. La chica con la que venía acompañada me intentaba quitar pero era tanto mi enojo que mi fuerza se lo impedía. La rubia me pellizco la cara como pudo y me dio unos golpes en el estómago. Con todas sus fuerzas me empujó y ahora ella tomó el control, me empezó a golpear en mi pómulo y a jalar el cabello, mientras la otra chica le daba ánimos, eso hizo que me enojara más y me zafé de ella, me paré y ella hizo lo mismo para pegarme en el estómago, yo le pegué en su labio y este sangró, después le pegué en su estómago y se quejó del dolor. La chica con la que venía intervino y mejor se la llevó. Yo no le dije nada porque me dolía todo, estaba demasiado adolorida y apenas podía caminar. Aún así hice todo lo que pude para irme a mi casa, por suerte nadie estaba y pude irme a mi habitación a descansar un rato.

Me miré al espejo y me veía realmente mal, estaba roja y con moretones en toda la cara. No sabía que iba a decirles a mis padres y a mi novio. Y tampoco sabía que cremas ponerme o maquillajes para arreglar mi cara. Pero decidí dejar de pensar y me dispuse a dormir.

Desperté en la madrugada por el dolor, me vi al espejo y me veía aún peor y más hinchada. No quería ir a la escuela así, no quería que Yulia me viera tan mal, y tampoco mi novio. Mis padres se enterarían de que me había peleado, pero mi mejor excusa iba a ser que me habían asaltado y me había negado a darles lo que tenía. Me volví a dormir profundamente y en la mañana mi madre me despertó demasiado enojada. Al verme tan mal, se asustó y me pidió una explicación, yo le dije que me habían asaltado, y aunque no estaba convencida del todo me creyó y decidió dejarme faltar a la escuela.

Novel me llamó y le expliqué todo, aunque lo entendió, se notaba un poco harto y comenzaba a sospechar de mis comportamientos extraños, pero logré que me creyera todo.

Tenía que dejar de jugar con Novel y con Yulia, me encantaban los dos, pero Yulia me estaba volviendo loca. Por defenderla me había peleado, y ni siquiera lo había visto, me había vuelto mentirosa y me fugaba con ella. Sabía que estaba mal lo que hacía con ella, pero me encantaba y quería estar a su lado.

Aunque por otro lado estaba Novel, mi dulce Novel, el chico más bueno que había conocido, él era un príncipe, el mejor príncipe. Pero sabía que me llevaría a una vida normal, a una vida aburrida, en donde trabajemos y cuidemos a nuestros hijos, y no quería esa vida tan simple, ya no.

Mi celular empezó a sonar y rápidamente contesté al ver el número de Yulia.

—Sé lo que hiciste.

—¿Eeh?

—En la escuela se rumorea que te peleaste con mi ex.

—Wow, que rápido se corren los chismes.

—¿O sea que es verdad que te peleaste?

—Si... Después de que te fuiste.

—¿Por qué lo hiciste?

—Porque te insultó.

—No esperaba eso de ti... Qué me defendieras así.

—Ni yo, pero me enojé mucho.

—¿Y no vienes porqué te da miedo?— se pudo escuchar su risa al otro lado del teléfono.

—Mi cara la tengo destrozada, no quiero que me veas así.

—Elena...

—Perdóname—la interrumpí— Por el beso de la otra vez, no quise que te sintieras mal, sólo quería demostrarle a tu ex que no la necesitas.

—Gracias.

—Pero no te preocupes, ya no volverá a pasar, te dejaré en paz, Yulia.

—¡¿Qué?! No me puedes dejar— Escuché como su voz empezaba a temblar— Te necesito en estos momentos.

—Está bien pero tranquila, no te dejaré, sólo creí que te molestaba.

—No me molestas idiota— Por su voz se notaba que estaba a punto de llorar.

—Tranquila, no llores por favor.

—Abre tu ventana que voy para allá— Eso fue lo último que dijo antes de que colgara.

En eso mi celular empezó a sonar de nuevo, contesté pensando que era Yulia, pero vaya sorpresa cuando me di cuenta que era Novel.

—Amor, te extraño demasiado, me saltaré una clase sólo para ir contigo, llegó en 5 minutos , te amo— Colgó.




Mis niñas!!! Les dejo tres capítulos seguidos para que disfruten de lo que queda de sábado

CAPITULO 17

No sabía qué hacer, Novel y Yulia llegarían al mismo tiempo, ni siquiera podía decidir bien con quien cagarla y con quien no.

Así que no lo pensé demasiado y de inmediato llamé a Novel.

—Novel... no vengas ahora... me pidieron cuidar a mi hermano y...

—Elena, tu hermano tiene 13 años, ya se puede cuidar solo.

—Pero sabes que es muy desastroso y...

—¡Si quieres que no vaya sólo dímelo, yo sólo quiero estar contigo un rato!

—Yo también quiero estar contigo, pero en serio me pidieron cuidar a mi hermano.

—Podemos cuidarlo un rato juntos...

—¡No! Mm digo... ahora no mi amor, mis papás me castigaron y... tengo que cuidar a mi hermano sola... no puedes venir, ¡pero te veré mañana!

—Mmm... está bien, te amo.

—Yo también te amo, chau— colgué de inmediato y suspiré.

Escuché pasos merodear afuera de la casa y salí para ver quien era.

—Intentaba subir a tu ventana, pero realmente es difícil— Me encontré con la linda y torpe de Yulia tratando de escalar a mi ventana.

—Vente, mejor entra por la puerta principal, no hay nadie— Yulia me siguió y fuimos a mi habitación.

—Te ves muy mal—Yulia me tomó la cara con cuidado y yo me quejé un poco por el dolor— Perdón— me acarició un poco la cara con sus pulgares, mientras yo disfrutaba su tacto— Gracias por defenderme, ahora sé que es una estúpida.

—Vaya que lo es.

—Pero no quiero que te vuelvas a pelear así, ni por mi, ni por nadie, o sea ¡¿Ve como dejaron tu cara?!— rió.

—¿Realmente me veo muy mal? — Reí.

—Te ves horrible— las dos reímos— En serio no quiero que te hagan daño.

—Ella es la peor, es una hipócrita, no sé cómo te pudo gustar.

—Nadie decide quién te gustará, vete a ti por ejemplo, te gusto yo y no te culpo pero...— reí.

—¿Pero...?

—No importa— Yulia aún me seguía acariciando la cara y yo moría por besarla.

—Dime—me acerqué un poco más a sus labios.

—Por favor no me pongas tentaciones—La ignoré y me acerqué a pocos centímetros de sus labios.

—Sólo dime que no te mueres por besarme y jamás lo volveré a hacer— la abracé para acercarla a mi y mi corazón empezó a latir muy rápido por la cercanía.

Ella me calló con un beso, un beso que al principio empezó de piquito, pero fuimos abriendo poco a poco nuestras bocas para saborearnos una a la otra. Yulia me tomó del cuello para empujarme más a su boca, mientras yo la tomaba de la cintura. La empecé a recorrer hasta llegar a mi cama y acostar su cuerpo ahí mientras nos seguíamos besando.

Escuchamos un ruido fuerte afuera de mi ventana que nos interrumpió, fui de inmediato a ver qué pasaba y resultó ser Novel que estaba tirado en el piso. Mierda. Corrí rápidamente con él.

—¡¿Estás bien?!— dije asustada una vez que salí.

—Que bien cuidas a tu hermano...

Mierda, lo había visto todo.

—Amor yo...

—¡No me digas amor! Ya vi porqué no querías que viniera— Se levantó del piso con cuidado—¿Porqué me haces esto?— Sus ojos se empezaron a cristalizar— ¡Confiaba en ti!

—Novel...

—¡Cállate! ¡Que estúpido soy por dios!— Empezaron a salir lágrimas de sus ojos.

—No digas es...

—¡Cállate! ¡Y todo para que me engañaras con ella!

—Novel—lo tomé del brazo pero él me quitó bruscamente—No quiero que me vuelvas a hablar en tu vida— Se giró para irse.

—¡Espera!

—¡Déjame!— Novel se fue llorando y yo también empecé a llorar.

—Le hiciste lo mismo que me hicieron a mi, pero no puedo evitar quererte Elena— me volteé para ver a Yulia y de inmediato la abracé para llorar en sus brazos —No se puede estar con dos personas al mismo tiempo, Elena... al final siempre terminas hiriendo a alguien.

—Pero también quiero a Novel, aunque ahora ya no me volverá a hablar, soy de lo peor—Yulia sólo me abrazó más fuerte, y me invitó a despejarme un poco en otro lado.

Llegué a mi casa con la mirada baja y al mirar a la sala, mi familia estaba sentada en silencio. Yo tratte de huir rápido a mi habitación pero me detuvieron.

—Elena—escuché a mi mamá decirme.

—¿Si?—dije sonando lo más normal posible.

—Queremos hablar contigo.

Mierda, Novel les había dicho.

—¿Qtue pasa?—Mi papá suspiró.

—Novel nos contó.

—Yo no quería...

—Te vas a casar con Novel—me interrumpió mi papá.

—¡¿Qué?!—grité

—Debo de admitir que al principio me costaba aceptarlo cuando tu mamá me dijo, pero mi niña ya es toda una mujercita y sé que amas a ese muchachito, por eso tienen mi bendición hija, felicidades—mi papá sonrió y me abrazó con gusto.

Yo sin entender miré a mi mamá quien me veía enojada.

—Necesito hablar a solas con Elena—dijo mi mamá—en su habitación.

Fuimos a mi habitación y no sabía lo que me esperaba, ni siquiera sabía que estaba sucediendo, es decir ¿Casarme con Novel? ¡¿A esta edad?! ¿Que no se había enojado conmigo?

—¿Qué pasa?

—Novel me contó todo, sé que te acostaste con una mujer.

—¡¿Qué?! ¡¿Acostarme con una mujer?! ¡Eso es mentira!

—¡No me mientas! ¡Novel las encontró besándose!

—¡Si la besé pero nunca nos acostamos!

—Sea como sea, lo engañaste y peor ¡con una mujer!

—Fue sin querer...

—Tienes suerte que no le haya dicho a tu papá eso.

—Pero...

—¡Está mal Elena!

—Lo sé pero...

—Novel y yo llegamos a un acuerdo, él sabe que caíste ante el pecado y te vamos a ayudar, por eso te vas a casar con él lo más pronto posible y no volverás a salir con esa chica ¡¿Entendiste?!

—¡No me pueden obligar a casarme! ¡No estoy lista!

—No te podemos obligar pero si no te casas con Novel, te tendrás que ir de esta casa, porque ya no queremos que entre esa chica aquí y no quiero ver a mi hija irse por el lado equivocado— salió de mi habitación, dejándome simplemente en shock.

Realmente todo había pasado tan rápido, ¿cómo podía procesar eso?


CAPITULO 18.

—¡No te pueden obligar a casarte con él!—dijo Yulia asustada.

Me encontraba en la casa de Yulia en la madrugada. Era la única hora en la que me podía escapar un rato de mi casa a gusto, porque ahora mi madre estaría más atenta conmigo.

—Si no me caso con él, tendré que vivir en la calle.

—¿En serio eso te dijeron?

—Mi mamá me dijo eso— bajé la mirada.

—¿Y tu papá?

—Mi mamá sólo le dijo que me iba a casar con Novel.

—¿Y estaba de acuerdo?

—Me dió su bendición— la miré.

—Mierda— Suspiró y nos quedamos en silencio por unos segundos— ¿Sabes? Te puedes venir a vivir conmigo.

—¡¿Estás loca?!

—Shhh—Me tapó la boca—No grites.

—¿No crees que sospeche?—quité sus manos de mi boca.

—¿Sospechar qué?—Nos señalé a las dos—Elena, tú y yo sólo somos amigas ¿no?

—Las amigas no se besan—Dije con algo de molestia.

—No podemos ser nada, más que amigas.

Después de todo lo que había hecho por ella, después de cambiar y de haber arruinado mi vida por enamorarme de ella, ¿se le ocurre dejarme en la friendzone?

—¿No te gusto? —dije sin ánimos.

—Me gustas, pero no sé si podamos ser algo más que amigas— Se entristeció.

—Vete a la mierda Yulia—Estaba por irme pero comenzó a hablar.

—Eres hetero curiosa Elena, no sabes lo que quieres, podría arriesgarme a estar contigo pero ¿cómo estaría segura de que mañana no te vas a ir con Novel? No quiero enamorarme de ti y termine lastimada de nuevo.

¿No quiere enamorarse de mi? ¿O sea que no lo está? Había escuchado todo lo que me dijo, pero en mi cabeza solo se repetía que no estaba enamorada de mi.

—Elena, trata de organizar tus ideas, y piensa que es lo que quieres.

—Cómo sea— dije indignada y salí por su puerta, sin importar que su mamá me viera.

—Este vestido te queda muy bonito— dijo mi mamá, admirando el vestido de novia que me estaba probando.

—No me gusta— fruncí el ceño.

—Podrías por lo menos sonreír.

Mi mamá estaba muy ilusionada porque me fuera a casar, incluso se había ofrecido a pagarme todo lo de la boda. Por eso estábamos en la tienda probándome vestidos que no quería usar.

—Ahh—Suspiré rendida e hice una sonrisa forzada.

—Tus heridas en la cara se pueden arreglar con maquillaje, no sé quién te dejó así... posiblemente fue Novel, pero no lo culpo.

—¡¿Qué?!—Grité— ¡¿Crees que fue Novel y no lo culpas?! ¡Ya te había dicho que me asaltaron!

—Creo que te lo tenías bien merecido.

—¿Cómo puedes decirle eso a tu hija?— regresé al vestidor para cambiarme.

—¡Mi hija no es lesbiana!

—¡A la mierda!— salí del vestidor y aventé el vestido— ¡No me pienso casar!

—¡Que no se te ocurra volver a entrar a la casa!

—¡Como sea, iré por mis cosas!— Salí de la tienda echando humo.

¿Cómo podía decir eso mi propia madre? Al parecer prefería primero su felicidad que la mía. Realmente estaba muy enojada con ella, y me daba igual si empezaba a vivir en la calle, todo con tal de ya no estar más en esa casa.

Tenía que desahogarme con alguien, pero en realidad no tenía amigos. Ya no le podía contar mis cosas a Novel y estaba enojada con Yulia. Aunque ella no estaba enojada conmigo y al parecer quería ser mi amiga...

Tomé mi celular y le marqué a Yulia, por suerte contestó rápido.

—Yulia, necesito hablar contigo.

—Creí que me habías dicho que me fuera a la mierda—Sonaba un poco molesta.

—Perdón, pero necesito tu ayuda.

—De acuerdo, ven a mi casa.

—Gracias—Dije aliviada y me dirigí a su a su casa.

Llegué y timbré varias veces.

—Oye tranquila, con una vez te escucho, pero no soy flash como para venir a abrirte la puerta tan rápido.

—Para ser sábado no te ves muy feliz.

—No por ser sábado debo de estar de buenas.

—Te entiendo— Suspiré.

—¿De qué querías hablar?— me señaló que pasara y la seguí hasta la sala.

—¿Está tu mamá?— Miré alrededor.

—No, tranquila llegará tarde.

—Bien... Es que... mi mamá ya me corrió de la casa— Bajé la mirada.

—¿No aceptaste casarte?

—No, no quiero.

—¿Sabes?— suspiró y me tomó de las manos— Sé que te había dicho que no te casaras con él, pero después de pensarlo, creo que es lo mejor— yo la miré de inmediato sorprendida, mientras ella me veía seria.

—¿Qué estás diciendo?

—Quieres a Novel, llevan mucho tiempo juntos, la verdad es que hacen buena pareja y no es justo que le rompas el corazón.

—Pero yo no me quiero casar, es muy pronto.

—Pues piénsalo bien, de todos modos se hubieran casado algún día, por lo menos supongo que tenían planeado hacerlo.

—Si pero eso fue antes de que...

—Elena, es mejor que te cases con él, porque si lo quieres, sólo que estás confundida por mi.

—Yulia yo...

—Te quiero Elena, pero quiero que tengas una vida heterosexual y más si es con alguien que te ama. Quiero que tengas una familia tradicional donde todo sea más fácil, donde todos te vean de buena manera y no te juzguen, donde puedas besarte con tu novio en lugares públicos sin que te vean raro o puedas tener los hijos que quieras sin ningún problema. Tendrás una familia feliz y "normal". Tus padres, la iglesia, y todos a tu alrededor estarán feliz y te verán de buena manera. Sabes que el ser parte de la comunidad lgbt no es todo color de rosas, ¡dios, te corrieron de tu casa por gustarte una chica! Eso dice mucho de lo difícil que se te hará la vida. Tú misma me conociste diciéndome lo mal que estaba— Me tomó de la cara y pegó su frente a la mía— Y no quiero que sufras por eso— Me miró de nuevo a los ojos y vi cómo se le escapó una lagrima que rápidamente quitó.

Mientras tanto a mi, me había dejado destrozada, ¿Cómo se le ocurría pensar todo eso? En verdad que estaba mal y eso me hacía sentir peor. Cómo pude contribuir a la manera en que pensaba. Ella estaba mal, dejó que la sociedad y sus emociones la vencieran como para decirme todas esas cosas.

—No quiero que los demás sean felices, yo quiero ser feliz.

—Y lo serás, pero con Novel.

—Lo seré contigo.

—No digas tonterías, Elena.

—¡Tú estás diciendo tonterías!

—¡Yo sólo te estoy diciendo la verdad! — Se paró del sillón.

—¡No me importa que sea la verdad, no quiero una miserable familia tradicional!— también me puse de pie.

—¡No sabes lo que dices!

Nos quedamos en silencio unos largos segundos.

—Estoy enamorada de ti, Yulia— No sabía si era el momento para decírselo, pero me estaba hartando con llevarme la contraria.

—No sabes ni lo que sientes, Elena. En verdad no sabes nada— Empezó a subir las escaleras.

—¡Te estoy diciendo la verdad!

—¡Vete de mi casa!— su voz se empezó a quebrar — ¡Quiero que te vayas con tu familia y quiero que tengas una vida con Novel!— azotó la puerta de su cuarto.