LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA

Jajaja... Como dije la espera vale la pena, más cuando sirve como terapia desestresante después de un largo día de trabajo ... Y con esta historia que cada día se pone mejor

Lindo capitulo el de hoy, al menos el papá de Lena no tomó a mal la relación de las chicas, pero lo que no me termina de gustar es todo ese embrollo de los demás chicos, que tanto debe de pasar hasta que alguien les ponga un alto!!

Capítulo 29
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Yulia: Oh, Alex, hola… - Saludó amablemente. La pelirroja estaba deseando golpearla por interrumpir el momento.

Alexandra: Perdón por interrumpir, pero quería saber si podías llevarme a un lugar…

Yulia: ¿Por qué yo? ¿Vanessa no puede…? - Antes de terminar, se paralizó mientras veía algo tras la chica sonriente. Lena intentó descubrir que era, sin suerte. Allí solo habían un par de chicos hablando animadamente, unas porristas haciendo piruetas y una joven que se besaba con un rubio antes de subirlo al que supuso era su auto -… ¿No te molesta que sea tu hermana? -Quiso saber.

Alexandra: Hermanastra - La corrigió, parcialmente ofendida, como si no le gustara que la gente las emparentara de esa forma - Y no. Es bastante buena cuando quiere - Explicó con una sonrisa -… Y hola chica ruda - Saludó, mirándola fijamente. Le tomó un par de segundos darse cuenta de que Alex estaba hablando con ella.

Elena: Hola - Saludó tímidamente, sin mirarla ni tomar su mano. De inmediato sintió unos cálidos brazos envolver su cintura.

Yulia: Crees que es ruda por su ropa negra y su cara de culo - Dijo, haciendo a Lena sonreír ligeramente, recibiendo una leve y disimulada palmadita en el trasero como recompensa. Primero se sorprendió al sentir el contacto, pero luego solo rió de nuevo, recibiendo de nuevo su recompensa, esta vez la mano de su novia permaneció en el lugar un par de segundos más -… pero lo cierto es que es la novia más tierna que jamás podría haber encontrado - Susurró, Elena sabía que  su novia estaba sonriendo cuando unos dulces labios se posaron sobre su mejilla, haciéndola sonrojar. Sin dudarlo, rodeó con uno de sus brazos los hombros de su novia, y con su mano libre buscó la mano que Lena tenía tan solo unos centímetros sobre su trasero, haciéndola descender un poco. La morena apoyó la cabeza en su hombro y rió tímidamente.

Estaban tan pérdidas en su mundo que no recordaron que Alexandra estaba allí.

Alexandra: ¿Cuál es tu nombre? - Preguntó. Sus ojos se encontraron con los de Lena unos segundos antes de que esta los retirara rápidamente, incómoda -… Lindos ojos.

Elena: El… Elena - Contestó tartamudeando, demasiado nerviosa por la presencia de la extraña.

Alexandra: Oh, un gusto conocerte chica ruda de ojos lindos.

Yulia: Oye, Alex, ya se está haciendo algo tarde y desearía ir al parque a caminar con mi novia –Dijo. El diccionario mental de la pelirroja le dijo que su novia estaba algo molesta - así que te llevaré a donde quieras con una condición…

Alexandra: La que quieras, Yulia.

Yulia: Deja de halagar a mi sexy novia. Solo yo puedo hacer eso -Dijo con una sonrisa en sus labios. Lena sintió de inmediato como una de las manos de su novia apretaba uno de sus gluteos fuertemente antes de subir a su cintura, como si nada hubiese sucedido.

Alexandra: Está bien, está bien. Tú ganas. Y tienes suerte…

Yulia: ¿Por tener una novia tan sexy?

Alexandra: Además de eso… Tienes suerte porque yo también voy al parque.

……………………

Mientras iban en el auto, Yulia conducía, Elena iba sentada en el asiento del copiloto sujetando fuertemente la mano libre de su novia y Alex iba atrás, sin parar se sonreír.

Alexandra: ¿Tienes algo de música, Yulia? Me aburro -Se quejó jugando con las ruedas de su rosada patineta.

Yulia: ¿Puedes poner algo de música, Lena? - Preguntó sonriendo. Elena se sintió admirada al ver que la chica podía conducir y hablar al mismo tiempo. Sonrió. Realmente era afortunada.

Elena: Claro… ¿ One Direction, te parece?

Yulia: ¿De nuevo?

Elena: Por favor - Suplicó - Es el nuevo álbum, “Four”, tenemos que escucharlos…

Alexandra: ¡Espera! ¡¿Dijiste One Direction?!

Elena: Si -Respondió confundida.

Alexandra: ¡YO LOS AMO! ¡HARRY STYLES ES EL HOMBRE MÁS SEXY DE ESTE PLANETA!

Elena: Tienes razón, es sexy, pero no como Zayn Malik … –Aunque era toda una fangirl, a Lena no se le daba eso de perder la compostura.

Alexandra: ¿Pueden hablar después? ¡QUIERO ESCUCHAR A HARRY!

Lena simplemente rió.

Alexandra: ¡Esa está increíble! ¡¿Cómo se llama?! Harry suena tan sexy aquí y… ¡Zayn! ¡LOS AGUDOS DE TOMLINSON! ¡LIAM! ¡LIAM DAME HIJOS!

Elena: Se llama “Steal My Girl”…

…………………….

Yulia estaba recostada sobre el pasto, con su hombro izquierdo pegado al derecho de la pelirroja, mirando las nubes y hablando sobre estupideces.

Elena: Alexandra es increíble con la patineta - Susurró mirando a la chica hacer piruetas no muy lejos de ellas. Al terminarlas, la saludó con una sonrisa y siguió haciendo sus trucos en aquella patineta rosa.

Yulia: Tú eres mejor - Susurró.

Elena: No ahora…

Yulia: Te mejorarás, Lena -Dijo, la chica de ojos azules sintiendo la mano de su novia apretar la suya fuertemente - Pronto podrás correr más rápido que yo, lo prometo.

Elena: No hagas promesas que no puedes cumplir.

Yulia: Las promesas no se hicieron para cumplirse, Lena. Se hicieron para intentar cumplirlas.

Elena: No puedo entenderte - Susurró confundida, volteando su rostro para mirarla.

Yulia: Te prometí que pronto podrías correr más rápido que yo, Lena. No puedo darte un nuevo corazón, ni reparar el que ya tienes… Pero puedo ir más lento -Le explicó, con una sonrisa decorando su rostro. Elena no pudo hacer otra cosa más que imitar a su novia, sintiendo millones de cosquillas en su estómago cuando simplemente se abalanzó para besarla.

………………

Quince minutos después las chicas seguían besándose. Elena estaba apoyada sobre su brazo derecho, rodeando la cintura de Yulia con el otro, sobre ella, besándola con pasión mientras la chica rodeaba su cuello con sus manos y jugaba con su cabello.

De vez en cuando, Lena descendía hasta el cuello de su novia, depositaba un tierno beso allí y volvía a sus labios. Otras, era Yulia quien lo hacía. No les importaba estar en medio de un parque, a plena luz del día. Lo único que importaba entre las chicas eran ellas mismas.

Alexandra: Elena -La escuchó llamarla. Parecía estar cerca. La pelirroja se despegó un poco de los labios de su novia para notar que la sonriente chica estaba parada frente a ellas, no mostrándose incómoda en ningún momento. Lena simplemente negó con su cabeza y siguió besando a una sonrojada Yulia - Elena -Volvió a llamarla. La chica siguió sin responder. Estaba demasiado entretenida saboreando cada mínima parte de la boca de Yulia - ¡ELENA, ZYAN Y GIGI SE ESTÁN CASANDO!

Elena: ¡¿QUE?! ¡LA BODA ERA MAÑANA!

Sully: No, no. La SM dio mal los datos. ¡Es hoy!… Mi padre vendrá a buscarme en cinco minutos. La boda empieza en diez… Sé que apenas nos conocemos, pero las fans de ONE DIRECTION somos una gran familia y tal vez quieras venir a casa a ver la boda conmigo.

Lena se mordió el labio y miró a Yulia, suplicándole. En verdad quería ver esa boda. Había esperado ver algo así desde el primer día en el que había escuchado el cover de “Story of my life".

Yulia: Ve - Susurró con una sonrisa. No era una de las grandes sonrisas de Yulia Volkova, pero era una sonrisa sin embargo, y para la chica de ojos verdes, que no sabía diferenciar muy bien las expresiones faciales, fue suficiente-… Pero antes, dos cosas.

Elena: ¿Cuáles?

Yulia: Primero, un beso - Lena simplemente sonrió y lo hizo completamente de acuerdo con darle a su novia lo que pedía - Y segundo: Una Yulena selfie…

Elena: ¿Qué?

Yulia: Por favor… Es para Sara. Hablar de “Yulena” es lo único que la hizo sonreír hoy…

Elena frunció el entrecejo.

Yulia: ¡No te enojes ahora! ¡Tu inventaste Yulena!

Elena: Lo sé, lo sé, no me molesta eso… Lo que pasa es que no me gusta tomarme fotos.

Yulia: Vamos, Lena. Solo una. Estoy segura de que saldrás tan sexy como Lana del Rey ¿No es así, Alex?

La chica sonriente asintió, apreciando la interacción entre las chicas.

Alexandra: O como Sophie Turner - Agregó.

Elena simplemente se echó a reír y besó dulcemente la mejilla de su novia, aunque eso no estaba entre lo que ella le había pedido. Finalmente, la pelirroja asintió y observó como su novia sacaba su teléfono y preparaba la cámara.

Primero sonrío falsamente, mirándose a sí misma reflejada en aquel aparato, sintiéndose incómoda mirando incluso sus propios ojos.

Yulia: Eres hermosa, Elena Katina - Susurró. La pelirroja observaba en la pantalla del celular como su novia la miraba al decir esto, con un brillo en los ojos que le hizo creer que era cierto.

Y sonrió. Sonrió de verdad. Y la foto, aunque fue hermosa, jamás se comparó con aquel momento.

……………….

El padre de Alexandra era callado, y eso a Lena le gustaba. Iban en el auto cuando notó a su celular vibrar. Eran un par de notificaciones en sus cuentas de twitter.

En la primera cuenta, su cuenta fan @ElCuloDeHarryStyles, la cual no había abierto desde el follow de Tomlinson la noche anterior, decía “Louis Tomlinson ha comenzado a seguirte”. Casi tuvo un ataque al corazón al leer esto y estuvo a punto de gritar cuando recordó que estaba en el auto junto a Alex, la más loca fan de One Direction que había conocido, y a su padre, un hombre que no parecía tolerar ningún tipo de bromas. Entonces simplemente sonrió y dejó escapar un par de lágrimas de felicidad por sus ojos. Fue cuando decidió abrir el perfil del chico para comprobar que sus ojos no la engañaban.

Deseó golpear a todo humano que estuviese cerca.

No era la cuenta oficial del cantante, @IAmLouisBitch, quien la había seguido. Era una estúpida cuenta que se hacía llamar @LaFakeDetomlinson.

“Idiota ¿En serio creías que Louis te seguiría? Sigue intentando, bebé”

“Cállate, tu también querías su follow”

“¡CALLATE IDIOTA! ¡ME DUELE EL PENSAMIENTO!”

Llena de rabia simplemente colocó “@LaFakeDeMomManiputa”, y finalmente, completamente enojada, decidió abandonar esta cuenta hasta estar un poco más calmada.

Fue entonces cuando vio la segunda notificación en su cuenta personal @LouisTomlinson.

Era la selfie que Yulia y ella se habían tomado en el parque. Sonrió. En serio se veían felices allí. Lena jamás se había visto sonreír de esa forma en una foto, y Yulia… Ella se veía simplemente perfecta.

Sonriendo, y viendo que no había nada más que la mención de @SaraHans y @TKatinaLen en aquel tweet, decidió responder con un simple“@SaraHans @Yulia'_vv" #Yulena”

Lo siguiente que recibió fue una notificación de Sara, la cual tenía como foto de perfil una foto bastante depresiva que Lena creyó había colocado debido a lo sucedido con Allison y su actual estado de ánimo.

@SaraHans:“@TKatinaLen @Yulia'_vv #YulenaFeels :OOOO

………………………

Los siguientes días todo volvió a repetirse. Yulia y Lena iban al parque junto a Alex, se besaban como si no hubiese mañana y Alex invitaba a la chica a ver videos de la banda en casa, a lo cual ella aceptaba.

Elena no podía intuirlo, pero los celos habían comenzado a afectar a su novia.

…………………

El sábado, justo un día antes de la operación de Troy, Lena decidió sentarse en la acera frente a la casa de su novia y pensar en todas las cosas que había vivido junto al chico.

Recordó la primera vez que lo vio, sentado en la sala de espera de aquel hospital al que antes asistía para realizar su diálisis. Recordó que al salir el mismo chico había ayudado a su padre a llevarla al auto. Esa fue la primera vez que Jennifer lo vio. Recordó haberle hablado por primera vez solo para darle las gracias por haber hecho lo que había hecho. Recordó el primer día en el que hablaron, dónde Jennifer también se unió a la conversación. El chico les había contado que estaba allí para visitar a su hermana menor, de apenas cinco años, en su estadía en el hospital. La pequeña tenía leucemia. Murió un mes después. Jenny fue de gran ayuda para él en ese tiempo. Dos meses después comenzaron a salir. Lena se sintió feliz en cuanto lo supo. Ambos eran buenos chicos, y ambos se merecían el uno al otro.

Recordó las pocas veces en las que se había peleado con Jennifer y había ido a pedir su ayuda. Lena solo había permanecido en silencio y lo había abrazado torpemente, no porque quisiera hacerlo, sino porque el chico lo necesitaba. Un día después, todo siempre se arreglaba.

Recordó la vez en la que su madre había dejado pasar su cumpleaños número dieciocho por alto y Troy, junto a su amiga, la habían sorprendido con un pequeño pastel de cumpleaños y unos cuantos globos. Aunque fue pequeño, improvisado y extremadamente sencillo, fue el mejor cumpleaños que la chica de ojos verdes jamás tuvo.

Recordó a Troy en las pocas veces que lo había visto después del diagnostico de su tumor. Recordó como seguía riendo a pesar de saber que estaba muriéndose. Recordó como se había burlado del hecho de que moriría primero sin perder la chispa en sus ojos. Recordó incluso la visita que el chico le había hecho días antes, en el hospital, luego del trasplante. Troy ya no hablaba fluido, olvidaba cosas, hablaba demasiado alto y repetía el nombre de Jenny sin parar, pero cuando Lena tuvo que ir al baño y solo Jennifer y Troy estaban en aquella habitación acompañándola, Sergey, Inessa y sus hermanos habiéndose ido a sus respectivas actividades, Troy simplemente se había levantado de su silla y la había ayudado a llegar al baño. La había ayudado como el primer día en el que lo vio, y al salir, cuando vio sus ojos, reconoció al mismo Troy que un par de años atrás comenzó a salir con su amiga.

Elena, siempre que pensaba en Troy, pedía a Dios que no se lo llevara. Ese día, sin embargo, la chica simplemente pidió que sus ojos jamás dejaran de brillar de esa forma, ni en la vida, ni en la muerte.

Lágrimas corrían por sus mejillas incontrolablemente, cada recuerdo afectándola más que el anterior.

Fue entonces cuando su celular vibró. Era un mensaje de Fyodor.

“Estamos llegando. ¿Está ella en casa?”

“Sí, lo está”

……………………………

Yulia estaba cocinando junto a sus padres y Viktoria cuando escuchó el timbre de la casa sonar. Miró a sus padres sonriendo, preguntando quien abriría, con la mirada.

Jhonathan: Es tu turno, Lar…

Larissa: No, es tu turno…

Jhonathan: ¡La otra vez fui yo! ¡Y era ese molesto chico que quería jugar con Vika al futbol!

Larissa: Está bien, está bien, iré yo… Pero la próxima no te salvas, Jhonathan.

Larissa simplemente abandonó la cocina sonriendo.

Viktoria: ¿Tu novia también habla en Ruso, Yulia?

La chica comenzó a toser. No había esperado esa pregunta de parte de su pequeña hermana. Las únicas personas de su familia con las cuales había hablando de su relación con Elena eran su madre y su padre. La pequeña no debía de saber eso.

Yulia: ¿Cómo sabes que tengo novia, Vika?

Viktoria: Papá me lo contó – Explicó encogiéndose en hombros.

Yulia miró fulminantemente a Jhonathan, quien solamente comenzó a silbar y a mirar a todos lados con nerviosismo antes de echarse a reír.

Yulia: Sí, habla ruso –Respondió finalmente con una sonrisa, recordando las miles de veces que había escuchado hablar a su novia en este idioma y había muerto al instante - Ella es tan perfecta, Vika – Agregó con una sonrisa.

Su hermana también sonrió. Jhonathan iba a intervenir cuando escuchó a su madre llamarla.

Larissa: ¡YULIA! ¡UN CHICO TE ESTÁ BUSCANDO!

Yulia: ¿Chico? –Se preguntó a sí misma, confundida.

Solo conocía a Troy, y el estaba en el hospital, pues debía estar allí un día antes de la cirugía para comprobar que todo estuviese bien. También conocía a Arthur y a Alfred, pero dudaba que ellos interrumpieran en su casa cuando todos estaban allí.

Salió de la cocina luego de lavarse y secarse las manos.

Yulia: ¿Fyodor? – Preguntó al ver al chico, sonriéndole desde la puerta aun con el uniforme que usaba en la floristería.

Finn: Y Finn. No lo olvides.

Yulia: ¿Qué hacen acá? – Preguntó acercándose a ellos, sonriendo para recibirlos con un fuerte abrazo. Aunque los chicos la defendiesen de Arthur en la escuela, sabía que no eran amigos, y por eso que la visitaran le parecía ilógico. 

Escuchó a su padre salir con Viktoria de la cocina, y volteó a mirarlo. Sus padres y hermana estaban tan confundidos como ella, mirando al par de chicos fijamente.

Fyodor: ¿Puedes bajar las flores, amor? – Preguntó mirando a su novio, que sonriente simplemente asintió y se dirigió al gran auto con el logo de la floristería aparcado frente a su casa, el cual, debido a la impresión de encontrarse con los chicos, no había notado.

Yulia: ¿Flores?

El primer ramo era de orquídeas rosadas, en el siguiente eran blancas y en el último color lavanda. Luego Finn llevó tulipanes amarillos, morados y rosas, gardenias, lirios amarillos y blancos, margaritas blancas y naranjas, claveles rojos y blancos, girasoles, lilas azules y rosadas, azucenas blancas y calas naranjas y rosas.

Luego de quince minutos, todos los ramos estuvieron dentro de la casa de la chica, perfumando y llenando el lugar, Larissa, Jhonathan y Viktoria miraban impresionados la sala de estar, que ahora parecía un jardín.

Finn: Creo que eso es todo, Fyodor –Dijo con una sonrisa, despidiéndose de Yulia con un beso en la mejilla y dirigiéndose al auto, encendiéndolo de inmediato, listo para irse.

Yulia: ¿Quién envió todo esto, Fyodor? – Preguntó al chico sonriente frente a ella, quien aun no se había marchado.

Fyodor: Creo que ya lo sabes – Contestó guiñándole un ojo, y comenzó a marcharse. Entonces, ya a punto de entrar al auto, pareció recordar algo y volvió corriendo - Se me ha olvidado darte esto – Susurró, entregándole una rosa roja entre manos y una nota - Ahora si es tiempo de que me vaya.

De inmediato, la morena sonrió. Sabía quién le había enviado esas flores, y lo sabía gracias a aquella hermosa y única rosa roja que descansaba entre sus manos.

“Solo una rosa” Decía la nota. Yulia sonrió. No se había equivocado.

Cuando elevó la mirada, el auto de Finn y Fyodor ya se había ido, y en su lugar, Elena, sentada en la acera de enfrente con una chaqueta negra y la gorra colorida que Yulia le había dado días atrás, le sonreía.

Una lágrima de felicidad escapó por uno de sus ojos.

Yulia: Te amo – Articuló, aunque dudó que Lena pudiese entenderla. Sin embargo, la chica lo hizo, pues sonrió, con sus brillando frente a ella. Finalmente, Lena se levantó de donde estaba y caminó hacia su casa, haciéndole señas a Yulia hacia la ventana. La chica comprendió de inmediato.

Cerró la puerta rápidamente y se apoyó en esta, sonriendo y suspirando, olvidando el hecho de que sus padres estaban allí, intentando recuperarse de la ola de sentimientos que había experimentado, intentando calmar su corazón desbocado, para subir y darle las gracias a su novia.

Larissa: ¿La chica de la otra vez? – Preguntó, haciendo referencia a la vez en la que Vanessa había llevado ese estúpido ramo de rosas.

Yulia: No – Contestó con una sonrisa- Elena. Mi novia.
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CONTINUARÁ...

Buenas noches chicas! El capítulo de esta noche para que duerman llenas de amor

Ohhhh me emoción mucho al ver q habían 2 capítulos y resulta q es el mismo repetido . Fue un capitulo muy lindo espero q julia no dude de lena y no tengan problemas de celos . Lo de las flores es super romántico como solo lenita bebé sabe hacerlo es una novia increíble. Dormiremos felices con tanto romance querida de mi corazón ( suspiros, suspiros, suspiros) y esperare con ansias la continuación espero q Troy no muera y Sara se sienta mejor y pueda arreglarse con Allison. Saludos querida

muero de amor.... Quiero una novia como Lena

Capítulo 30
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Yulia: No tenías que hacerlo - Susurró a su novia a través de la ventana, sonriendo, aún con aquella hermosa y única rosa entre sus manos.

Elena: Yo quería hacerlo - Contestó, mirándola como si fuese la más hermosa mujer que había visto en el mundo. Y así se sentía Yulia Volkova siempre que estaba a su lado.

Lena era capaz de convertir simples gestos en proezas que ninguna persona jamás podría igualar.

Yulia:… Pero debió de costarte mucho dinero, Lena… Solo esta rosa hubiese sido suficiente.

Elena: ¿No te gustó? - Una mueca de tristeza apareció en su rostro, y de inmediato la morena se arrepintió por no haberse explicado mejor ante su novia.

Después de tantos malentendidos ocasionados por el Asperger, algo debía de haber aprendido.

Yulia: ME ENCANTÓ -Se apresuró a aclarar, con una inmensa sonrisa apareciendo en el rostro de su novia, y mariposas en su estómago agitándose ante la acción. ¿Cómo era posible que Lena la hiciera sentir así con solo un gesto? El universo nunca lo sabría - … Pero el dinero que usaste comprando las flores…

Lena: No te preocupes por eso. Era parte de mi fondo universitario, y sinceramente tu lo valías - Informó dulcemente, con una luz irradiando en sus ojos.

La morena frunció el entrecejo casi al instante.

Yulia: ¡Elena! ¡¿Gastaste dinero de tu fondo U-N-I-V-E-R-S-I-T-A-R-I-O en mi?!

Elena: Si - Afirmó encongiendose en hombros, como si realmente no importase demasiado este hecho.

Yulia: ¡Lena! ¡Tu educación es más importante que yo!

Elena: No voy a ir a la universidad, Yul… Mamá dice que no me dejará ir hasta que mi corazón no esté mejor, y dudo que eso suceda. Y, aunque pudiese ir, no lo haría. Quiero ser fotógrafa, Yul… Solo necesito un par de buenas cámaras, materiales y unos cuantos meses en un buen curso. Nada demasiado costoso… Y si necesito dinero, trabajaré. Es sencillo.

Yulia: Pensé que no te gustaban las fotografías - Dijo extrañada, intentando comprender a su muy compleja novia de hermosa sonrisa y ojos únicos.

Elena: No me gusta tomármelas, pero amo fotografiar paisajes, animales e incluso personas. Cuando era pequeña solía tomar la cámara de mi papá y acercarme a las libélulas para tomarles fotos. No era buena, pero supongo que el punto es que esta siempre ha sido mi pasión…

Yulia: Aun así creo que gastar todo ese dinero…

Elena: No permitiré que sigas hablando, Yul. Quería regalarte flores, y eso fue lo que hice. Ahora solo mírame a los ojos y sonríe, porque amo verte sonreír.

………………..

Había llegado el día.

Faltaba poco para la operación de Troy.

La boda era en treinta minutos.

El sacerdote ya había llegado el hospital, al igual que el Juez. También los invitados, quienes eran solo los padres de Troy, los padres de Jennifer, su mejor amigo, Yulia, Elena, Sara y Allison.

Jennifer estaba en el baño de la habitación de aquel hospital, preparándose. Dado que se trataba de Troy, novio de la hija del dueño del lugar, tenía la mejor habitación y los mejores cuidados.

Elena, Yulia, Sara, Allison y Jenny estaban dentro del lugar, demasiado amplio y hermoso como para ser realmente un baño de hospital dónde una desconsolada novia lloraba sobre su sencillo vestido blanco, sabiendo que posiblemente, en menos de un día, ya sería viuda.

Yulia observaba a su novia rodear torpemente con sus brazos a su pequeña amiga, sabiendo que la chica no estaba cómoda con la idea de hacerlo. Yulia sabía que lo hacia porque su corazón no le permitía dejar a su amiga sola en un momento así. La conocía bien.

Sara y Allison apenas se miraban. O, mejor dicho, Sara apenas miraba a Allison. La morena había intentado hablar con su amiga un par de veces al llegar, pero la chica simplemente se alejaba, como si le doliese estar cerca de ella. Finalmente, Allison parecía haberse rendido.

Yulia: Jennifer, no llores. Sé que es difícil, pero Troy no querría verte así.

Jennifer: ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo puedes pedirme que no llore? -No estaba molesta, estaba dolida. Y esto era cien veces peor.

La chica simplemente suspiró y se sentó junto Jennifer en el suelo de aquel baño.

Yulia: Hace ocho meses mi mamá recibió una llamada de mi abuela. Su nombre era Yerina… Tenía cáncer terminal e iba a morir pronto. Muy pronto. Tomamos el primer vuelo disponible, y finalmente la encontramos en su habitación, con una enfermera tan estúpida que dudo que en realidad lo fuese… Yo… yo estaba llorando, Jenny. No la veía seguido, pero la quería como no puedes imaginarte… Cuando tenía ocho fue la primera vez en la que vine a Miami. Jamás había ido a un concierto, y ella me llevó al de mi artista favorito. Incluso se colocó una camiseta con su cara y gritó como una fan obsesionada aunque no conocía ninguna de las canciones. Ella era, simplemente… increíble… El punto es que me dolía estar perdiéndola. Me dolía como jamás llegaran a dolerme mil golpes de Arthur… Y cuándo me vio, ella… ella simplemente me pidió que dejara de llorar –Un par de lágrimas habían escapado de sus ojos- Pero le dije que no. Le dije que lloraría porque ella iba a morirse, y era yo quien iba a sufrir por no tenerla. Le dije que lloraría hasta que ella se fuera, e incluso después de eso. Le dije que jamás dejaría de llorar porque me estaba destrozando –A este punto ya estaba llorando, Sara y Allison se acercaron a ella la envolvieron con sus brazos, olvidando esos momentos todo lo sucedido días atrás - Entonces ella comenzó a llorar, Jennifer. Lloró, y yo jamás la había visto hacerlo hasta ese momento. Yo estaba tan enojada y dolida porque ella iba a dejarme que, simplemente, no pude recordar que no había sido su elección… Fue entonces cuando comenzó a ahogarse. Sabía que se estaba yendo, y fue entonces cuando abrí los ojos. Iba a morir llorando, y todo por mi culpa. Comencé a gritar y yo… mis padres me sacaron de la habitación. Murió quince minutos después… Si hubiese sabido que eso sucedería habría sonreído. Falsamente, pero lo habría hecho. Y tal vez ella habría vivido un poco más, y habría podido decirle cuanto la quería… Y no habría muerto llorando… Está bien llorar, Jenny. Pero no cerca de él. Vas a romperlo. Más de lo que ya lo está… Te va a doler como la mierda, pero no llores, porque sino tu te sentirás como una - Finalizó suspirando, con un nudo formandose en su garganta.

Finalmente, Yulia se entregó a las lágrimas, recordando el momento, abrazándose fuertemente a Sara y sintiendo las caricias de Allison en su espalda. Sabía que Lena también deseaba abrazarla. Lo sabía porque la conocía bien. También sabía que habría decidido quedarse junto a Jenny, abrazándola con torpeza. “Un abrazo de Allison más un abrazo de Sara son dos abrazos, y Jenny solo me tiene a mi” Sabía Yulia había pensado su novia. Y eso estaba bien.

Elena: Recuerdo ese día – Dijo. Yulia se alejó un poco del abrazo de Sara y la miró. La chica abrazaba a Jennifer fuertemente, y, por primera vez, no parecía incómoda. Tal vez necesitaba un abrazo también-… Yo la vi morir, Yul… Yo lo estaba mirando todo a través de la ventana y ella solo… No fue bonito y no fue ni un poquito bueno, pero no pude alejarme. Lo siento.

Yulia: Seguro pensaste que era una pésima persona…

La morena observó como su novia negaba con la cabeza, con una pequeña sonrisa en sus labios.

Elena:Tal vez suene como una persona mala, pero pensé que eras muy bonita.

…………………..

Jennifer finalmente había dejado de llorar y había limpiado sus lágrimas. Sara y Allison se ocuparon del maquillaje, y por primera vez desde que había sucedido lo del beso las chicas bromearon entre sí, como si nada hubiese pasado. Finalmente la pequeña chica se miró al espejo, encontrando una sonrisa en su rostro.

Elena: Estás hermosa, Jenny - Susurró acercándose a su amiga, abrazándola como si en verdad quisiera hacerlo. Yulia sabía, por el brillo en los ojos de la pelirroja, que estaba sufriendo en su interior, pero quería ocultarlo. Por su amiga. Por Troy. Y, tal vez, por ella misma.

Lo cierto es que la pequeña realmente estaba hermosa. Su cabello suelto en ondas, su sencillo vestido, sus zapatillas, su ligero maquillaje y su sonrisa, completamente sincera. Yulia pensó que esa sonrisa en su rostro debía estar allí siempre.

……………….

La ceremonia fue sencilla, pero, aun así, hermosa. Podría describirla, pero hacerlo me tomaría mucho tiempo, y aun así no podría llegar a explicar la belleza del evento. Intentaría escribir los votos de Jennifer, pero no podría lograr que las palabras tuviesen el mismo impacto. Podría intentar hablarles sobre las miradas que Troy le dirigió a Jenny en la ceremonia, pero decir que la miraba como si fuese la mujer más hermosa del mundo no sería suficiente. Ninguna palabra sería lo suficientemente buena, de eso estoy completamente segura. No puedo decir que el intercambio de anillos fue hermoso, porque la palabra se queda corta. No puedo explicar cuán conmovedora fue la ceremonia, pero decir que incluso el juez dejó escapar una que otra lágrima podría darles una ligera pista.

Yulia y Lena estuvieron abrazadas todo el tiempo, la morena rodeaba los hombros de su novia, que lloraba discretamente sobre su hombro. La chica de ojos azules sabía cuanto le dolía a su novia perder a uno de sus dos mejores amigos, así que simplemente se dedicaba a limpiar sus lágrimas con sus pulgares, y de vez en cuando con tiernos besos.

Cuando Yulia volteó a ver a Allison, grandes lágrimas resbalaban por sus mejillas, y aunque intentaba deshacerse de ellas, simplemente no lo lograba. Sara la miraba fijamente, con los ojos humedecidos, dudando en sí debía abrazarla o no.

Lo hizo.

Lo hizo y Ally se aferró a ella, escondiendo su rostro en su cuello, la chica más alta acariciaba su espalda dulcemente con sus manos. Yulia suspiró. En otro momento habría sonreído, pero ahora, viendo a Sam, el mejor amigo de Troy, llorar mientras se abrazaba fuertemente a la madre del chico, mientras el padre mordía sus uñas, intentando retener sus lágrimas, simplemente no pudo hacerlo. Una lágrima bajó por su mejilla al ver a los padres de Jenny abrazarse fuertemente, como si estuviesen perdiendo a su propia hija.

En parte lo estaban haciendo.

Una vez que pierdes a alguien a quien amas no vuelves a ser completamente tu.

……………

Troy miraba fijamente el anillo que tenía en su dedo y luego el que había en el de Jenny, sonriendo, abrazándola mientras la chica estaba recostada en aquella pequeña silla. Yulia seguía abrazada a Elena, que había permanecido callada. No había soltado su mano durante toda la ceremonia, y tampoco la soltó después de esta. Sabía que en cuánto lo hiciera tendría un ataque de pánico. Lo notaba en el ligero temblor en sus manos.

Sara y Ally se habían alejado luego de unos minutos, apenas mirándose. Ahora la chica alta estaba hablando con Sam, un chico bastante callado que había terminado reconociendo como el ex novio de una de sus primas. Allison había ido al baño. Yulia sabía, por el tiempo que llevaba dentro, que estaba llorando. Los padres de Jennifer y Troy seguían allí también, observando a la pareja sin decir nada.

Troy: Jennifer… - Dijo. Era la única palabra que parecía recordar.

Jennifer: Dime amor - Preguntó besando su hombro, abrazándolo fuertemente, como si de esta forma pudiese mantenerlo más tiempo a su lado.

Troy: Jennifer…- Volvió a decir, señalando los anillos que ambos compartían.

Jennifer: ¿Qué sucede con los anillos? ¿No te gustan? ¿Quieres cambiarlos? Tal vez podamos retrasar la operación un día y buscar otros…- En sus ojos, Yulia notó que Jenny realmente deseaba que Troy le pidiera esto. La chica solo parecía estar suplicando por un día más.

Pero el chico negó con su cabeza, y una mueca de dolor apareció en su rostro al hacerlo. En sus últimos días, el dolor era constante para el chico debido al creciente tumor.

Con delicadeza tomó la mano de Jenny entre las suyas y la besó antes de tomar el anillo y sacárselo, para luego colocárselo de nuevo con cierta torpeza. Después, comenzó a mover su dedo índice de un lado a otro y finalmente llevó su mano a su corazón.

Todos las personas en la sala entendieron. Casi todos, supo Yulia de inmediato. Su novia no habría entendido este gesto debido a su Asperger, pero podría explicárselo más tarde.

Jennifer: No me lo quitaré jamás, Troy. Lo prometo - Susurró, con sus ojos humedeciendose.

Troy no le pidió a Jenny que no llorara. Yulia jamás supo si no lo hizo porque solo lograba recordar una palabra o porque sabía que en ese momento su novia necesitaba hacerlo, pero el chico simplemente limpió las lágrimas de ella con besos y la abrazó con fuerzas.

En sus ojos, la morena vio el deseo del chico de quedarse un poco más.

…………………

Los doctores fueron a buscar a Troy a la habitación diez minutos después.

El chico se despidió de su ahora esposa con un beso que, la morena supo, que la pequeña jamás olvidaría. No separaron sus manos hasta que la distancia entre ambos fue tan grande que podrían haber perdido sus brazos.

En cuanto la pequeña supo que Troy no la estaba viendo, simplemente se derrumbó sobre el suelo y comenzó a llorar. Yulia sabía que su novia quería correr a abrazarla, así que liberó su mano. Cuando vio a Lena abrazar a su amiga y llorar junto a ella supo que ambas estaban destrozadas, y no pudo hacer nada más que correr y abrazarlas a ambas. En menos de un minutos, Sara y allisy se habían unido.

………………

Elena: Los médicos dijeron que podía vivir, Jenny.

Jennifer: Ellos siempre van a intentar darte algo a lo que aferrarte, Lena. Tu lo sabes más que nadie.

………………

Troy murió cinco horas después.
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CONTINUARÁ...

Cómo están chicas? Si lo sé, es un capítulo triste Fati20, gracias por la observación, ya fue borrado el capítulo de más y Elena Sonda, yo quiero una como Yulia... Pero cuando tenía como 20 años

Que triste no imagino el dolor de encontrar al amor de tu vida y este muera . Pobre chica viuda en horas, saludos querida mía esperare con ansias el próximo que supongo será muy triste también pero bueno es parte de la historia y la vida, feliz noche

Triste capítulo pero así es la vida muchas veces.... Y jajajaja siiiiii Julia a sus 20 ufff pero sigue siendo Julia a la edad que sea... Esa mujer es un sueño

Capítulo 31
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El funeral de Troy fue un par de días después de su muerte. Elena sujetó la mano de su novia, quien había prácticamente corrido a la salida de la escuela para estar allí a tiempo, fuertemente durante toda la ceremonia.

Sara y Allison no fueron, no porque no considerasen a Troy un amigo, sino porque Sara tenía que cuidar a sus múltiples hermanos y Allison tenía que visitar a un familiar enfermo en el hospital. Aun así, enviaron todas sus condolencias a Jennifer y un par de ramos de rosas.

Asistió a la ceremonia un montón de gente que se consideraba amiga de Troy pero la cual no le había visto en bastante tiempo. Todos intentaban darle consuelo a los padres de Troy con palabras vacías y copiadas de viejos libros, que sabía Elena no iban a funcionar. Jennifer, sin embargo, no era consolada por nadie. Ella parecía alejarlos en cuánto se acercaban. Tal vez era lo mejor en aquellos momentos.

Cuando todo terminó Lena vio a su amiga acercarse a dónde ella se encontraba con Yulia, con sus ojos cristalizados y sus mejillas humedecidas. No era el mejor de sus días, y Elena tampoco había esperado que lo fuese.

Era extraño observar como la hermosa y sonriente novia que había visto un par de días atrás se había convertido en un ser tan triste y desolado.

Jennifer: ¿Puedes quedarte conmigo hoy en mi departamento, Katina? No creo poder soportar otra noche durmiendo sola - Suplicó con voz quebrada, y una lágrima resbalando por uno de sus ojos.

La pelirroja no lo pensó más de dos segundos.

Elena: Está bien… Yo solo le preguntaré a mi mamá - Contestó - ¿Puedes quedarte con Jenny mientras la llamo, Yul? -Pidió mirando a su novia, que también parecía conmovida.

La pelinegra asintió lentamente. Elena la abrazo fuertemente y depositó un tierno beso en sus labios antes de irse.

Tal vez no era el momento adecuado para sonreír, pero si algo había aprendido de la muerte de Troy era que la vida era muy corta, así que lo hizo de todas formas.

…………….

Su madre lo permitió, pero aun así debía ir a su casa para buscar sus múltiples medicinas y algo de ropa para dormir, pues la de Jennifer era demasiado pequeña para ella.

Cuando regresó a donde estaban su mejor amiga y su novia sintió un profundo dolor en su corazón trasplantado y rechazado.

Jennifer estaba abrazando a Yulia, llorando sobre su hombro, como si en cualquier momento fuese a derrumbarse.

………………

Tras despedirse de su novia con un largo y pasional beso, ir a casa, guardar las miles de medicinas que necesitaría para evitar el rechazo de sus múltiples órganos y sus dosis requeridas de insulina, empacar ropa en una vieja mochila, llevar algunos crucigramas y despedirse de sus padres y hermanos, se dirigió al pequeño departamento de su pequeña mejor amiga sintiéndose nerviosa por el hecho de estar rompiendo completamente su rutina.

En cuanto entró no pudo evitar sentirse atrapada y ligeramente ahogada. El lugar era realmente estrecho, y el saber que debería dormir en aquel pequeño sofá en medio de aquella aun más pequeña sala no la reconfortaba. Habría corrido tanto como sus pies lo permitieran si no hubiese sabido que su mejor amiga la necesitaba.

Se colocó un short de pijama con unicornios multicolores estampados, una camiseta de Bob Esponja y calcetines hasta las rodillas rotos y agujereados, las tres temáticas no encajaban. Jennifer solo se había colocado su ropa interior rosa, Lena no discutió sobre esto. Jennifer siempre dormía de esta forma, y aunque a la pelirroja no le gustara tenía que soportarlo. Aquel era su departamento.

Elena: ¿Te molesta si hago algunos crucigramas? No estoy acostumbrada a no dormir en mi cama y los crucigramas mantienen mi cerebro ocupado.

Jennifer: Está bien, Katina… Yo voy a - Miró a todos lados del pequeño departamento, y sus ojos se quedaron fijos en la cocina-… Cocinaré algo - Susurró. Si Lena no hubiese estado tan concentrada en las primeras preguntas de su crucigrama se habría dado cuenta de que la chica tenía la voz quebrada y lágrimas habían comenzado a resbalar por sus mejillas.

Pero la pelirroja estaba demasiado ocupada encontrando la respuesta de la tercera pregunta en vertical como para notarlo.

…………………

Estuvo un par de horas resolviendo un crucigrama tras otro hasta que sus ojos comenzaron a sentirse completamente agotados.

Se alejó del libro de crucigramas frotando sus ojos adoloridos. Suspiró audiblemente cuando sintió que casi se caía del pequeño sofá y recordó, debido al susto, que no estaba en su casa y que no podría dormir cómoda esa noche.

Comenzó a chasquear sus dedos casi al instante.

Elena sabía que debía detenerlo si no quería sufrir un ataque allí mismo, en medio del departamento de su desconsolada amiga, así que respiró hondo y llamó a la única persona que sabía podría tranquilizarla.

XX: ¿Lena? ¿Qué sucede? - Parecía algo adormilada, y pudo jurar escuchar un bostezo.

Elena: ¿Te desperté, Yul? - Preguntó preocupada.

Yulia: No, no… Pero he estado haciendo tareas y estoy completamente agotada.

Elena: Oh, lo siento, no lo… no lo sabía. Puedo llamar mañana si quieres -Sugirió. Aunque deseaba hablar con ella, el bienestar de su novia era más importante.

Yulia: No, no, estoy bien. Aun me faltan algunas cosas y hablar contigo despejará mi mente.

La pelirroja analizó lo que su novia había dicho unos minutos atrás, con el ceño fruncido, la linea telefónica permaneció casi, completamente en silencio.

Elena: ¿Hablar conmigo es como hacer un crucigrama?

Yulia tardó exactamente diez segundos en responder.

Yulia: ¿Hacer un crucigrama? Sé que eres tu quien siempre dice esto, pero no puedo entenderte.

Elena: Cuando yo… cuando quiero despejar mi mente… hago crucigramas - Explicó, tartamudeando sin razón. Para Elena  Katina hablar por teléfono siempre era un poco más difícil que hablar personalmente - Y cuando tu quieres hacerlo… bueno… hablas conmigo. ¿Soy tu crucigrama, Yul? -Expuso. Cuando terminó de hablar se sintió completamente estúpida-… Sé que es imposible que una persona sea un crucigrama. ¡Eso fue tan estúpido! Lo siento, Yul. Lo que quiero decir es que…

Yulia: Sé lo que quieres decir, Lena…

Elena: Claro. Yo soy la del Asperger, no tu. Lo siento, creo que en realidad me lo estaba aclarando a mi misma…

Yulia: Calma, Elena. Está bien -La tranquilizó. Algo en el tono de voz de su novia la hizo sonreír. “Tal vez ella también está sonriendo” pensó-. Y sí, tu eres así como mi crucigrama, pero no soy tan lista como tu, Lena, y no he respondido ni la primera pregunta.

Elena rió sonoramente sin saber por qué. Simplemente lo hizo, y al otro lado de la linea escuchó a su novia hacerlo también.

Su risa, debo repetirlo, era la gloria.

Elena: Tal vez debas darme la primera pregunta. Podría ayudarte - Susurró con una sonrisa, siguiéndole el juego. Lo cierto es que era divertido jugar con cosas que Lena sabía no eran ciertas. Obviamente no podía existir un crucigrama sobre toda su vida.

Yulia: Primera pregunta horizontal - Rió -: ¿Cual es tu historia?

Elena: Estoy segura de que esa respuesta no cabrá en los cuadros del crucigrama.

Yulia: No es uno normal, en el tuyo sí…

Elena: Aun así, ningún crucigrama…

Yulia: Cállate y responde, Lena.

Elena: Está bien, está bien… Bueno… em… creo que ya te he contado mi historia, pero voy a intentarlo de nuevo. Tal vez lo hayas olvidado… No es que piense que eres olvidadiza pero -”¡CALLATE IDIOTA! ¡HABLA!”-… Mejor empiezo. Estoy hablando tonterías… Ante de nacer el obstetra, al ver las ecografías, dedujo que yo tenía…

El relato continuó, tal y como Lena lo había contado a Yulia miles de veces, sin cambiar el más mínimo detalle. Pensó que la chica en serio debía de escribir mucho para resolver ese crucigrama, pero agitó su cabeza cuando recordó que el crucigrama no era real.

Al terminar suspiró, repasando todo lo dicho, esperando no haber olvidado absolutamente nada.

Yulia: Estoy esperando - Susurró exasperada.

Elena: ¿Qué estás esperando?

Yulia: A ti. Estoy esperando que me cuentes tu historia…

Elena: ¿No la escuchaste?

Yulia: Realmente no.

Elena: Vale, te la contaré de nuevo…

Lo hizo, sin cambiar nada en el relato. Cuando terminó nuevamente, escuchó un gruñido de frustración al otro lado de la línea telefónica.

Elena: ¿Qué sucede?

Yulia: Quiero conocer tu verdadera historia, no tu historial médico, Lena. Ya te lo he dicho.

Elena: El historial médico es toda mi historia…

Yulia: No, Lena - Susurró - Estoy más que segura de que hay algo más detrás de eso.

Elena: ¿Algo cómo qué?

Yulia: No lo sé. Experiencias, lecciones… todo esto y más - Contestó, y luego suspiró y estuvo callada unos diez minutos -… Ahora me niego a seguir escuchando sobre tu historial médico, así que háblame del clima.

Fue un cambio brusco para Lena, pero, sin embargo, comenzó a hacerlo. El tema fue cambiando constantemente, y de las risas pasaron a los sonrojos.

Yulia: Te amo -La escuchó susurrar. Lena, miraba el techo mientras estaba recostada en aquel pequeño sillón, mordiendo su labio ligeramente y sonriendo, jugando con los pliegues de su camiseta de Bob Esponja.

Elena: Y yo te amo -Le respondió, sonriendo ampliamente al imaginar a su novia sonrojarse tras el teléfono al escuchar esto.

Yulia: Me gusta que me digas que me amas, Lena.

Elena: A mi me gusta decírtelo.

Yulia: Me gusta decirte que te amo.

Elena: A mi me gusta escucharlo.

Yulia: Me gusta mirarte…

Elena: A mi me gusta que lo hagas.

Yulia: Me gusta que me mires.

Elena: A mi me gusta hacerlo…

Silencio.

Yulia: Elena …

Elena: ¿Si? - Preguntó con una boba sonrisa en el rostro.

Yulia: Me gusta tocarte.

Elena: A mi me gusta que lo hagas.

Yulia: Y me gusta que me toques…

Elena: A mi me gusta hacerlo. Tus manos son tan…

Una risa se escuchó al otro lado de la línea, una sensación ya conocida en el estómago de la pelirroja apareció de inmediato.

Yulia: Eres tan inocente, Elena -Definitivamente estaba sonriendo- No hablo de esa clase de “toques”… Amo que me tomes de la mano y todo eso, pero me gusta que me toques como… bueno - Parecía nerviosa -… ¿Recuerdas el día en el que tu padre nos vio besándonos?

Elena: Por supuesto -Respondió sonrojándose al recordar el vergonzoso momento.

Yulia: ¿Recuerdas lo que estabas haciendo antes de que nos viera?

Elena: Estaba tocando tu trasero - Contestó con una sonrisa pícara, no recordando dónde estaba y el hecho de que Jennifer podía estar escuchándola.

Yulia: Bueno, me gusta que me toques de esa forma…

Elena: ¿Eso es bueno?

Yulia: Solo si tu quieres que yo te toque de la misma manera.

Elena: Entonces lo está -Sonrió.

Hablaron durante cinco minutos más sobre completas tonterías, hasta que una pregunta hizo a Lena volver a la realidad.

Yulia: ¿Cómo está Jennifer?

La chica abrió sus ojos como platos y se levantó del sillon, recordando de inmediato donde estaba y por que estaba allí. Buscó a su amiga por toda la habitación.

La encontró sentada en el suelo de la cocina con su rostro entre sus manos, sollozando.

………………………..

La pelirroja  había decidido sentarse a su lado. No le había hablado, ni la había tocado. Simplemente estaba allí, sentada, esperando para luego hacer lo que ellos le pidiesen.

Jennifer: No me dejes -La escuchó suplicar.

Cuando Elena volteó la mirada sus ojos se encontraron con los de Jenny por un segundo, la chica los apartó de inmediato al no sentirse cómoda.

Jennifer: No me dejes tu también, Katina. Por favor. No lo hagas tu también -Pidió entre su llanto, sujetando fuertemente la mano de su amiga. Elena no se sintió cómoda con el contacto, pero intentó parecerlo.

Cuando miró la mano de su amiga, el anillo de bodas aun estaba allí.

………………….

Alfred: ¡Qué hermosa sorpresa, Alex! - Exclamó al ver a la chica, abrazándola de inmediato e invitándola a pasar- ¿Sucedió algo?

Alexandra: Me enamoré, eso es lo que sucede - Suspiró cayendo sobre el sofá-… Espero que no te incomode que te hable de ÉL.

Alfred: Para nada, se como funciona el amor. Tu no lo decides.

Alexandra: Él se esta acostando con Vanessa, Alfred - Susurró, su voz ahogada - El nunca va a quererme, Alfred. Me enamoré y el nunca va a quererme. Jamás dirá que me ama. Jamás hará nada de eso.

Alfred: Tal vez te está haciendo un favor…

La chica intentó analizar esta última frase, pero no lo logró.

Alexandra: No lo entiendo.

El chico suspiró audiblemente.

Alfred: Yo también he estado completamente enamorado, Alex. Y he creído que lo han estado de mi. He escuchado tantos “Te amo” en mi vida que no podría contarlos… Algunos fueron falsos, otros fueron verdaderos por un tiempo, y unos, tal vez, lo siguen siendo… El punto es que cuándo alguien dice que te ama estás atado a esa persona de una forma que no puedes imaginar. Y cuando descubres que las palabras fueron solo mentiras se desprende la atadura, y duele, porque es como perder una parte de ti mismo…

Alexandra: Lo tuyo es muy diferente a lo que me sucede a mi, Alfred - Susurró y una lágrima escapó por sus ojos mientras sujetaba la mano de su amigo- Tu no sabes lo que se siente enamorarse de alguien que ama a alguien más.

……………

Arthur había colocado su última grabación sexual en el reproductor y estaba realmente excitado escuchando los gemidos que los amplificadores le permitían escuchar.

Las constantes penetraciones en el vídeo habían comenzado cuando recibió un mensaje.

“Determiné que no me mereces. A partir de ahora, me pagarás con la misma moneda”

……………

Alfred: Tienes que olvidarlo, Alex -Le había dicho horas antes- Existen miles de chicos en el mundo. Estoy seguro de que habrá miles esperando por ti…

Alexandra: O tal vez sea una chica y se trate de Kathy Perry…

Alfred: También existe la posibilidad - Aseguró riendo.

El tono de llamado interrumpió la conversación.

Alfred: ¿Qué sucede?

Alexandra: Es Jimmy, un nuevo amigo de la escuela… Dice que quiere tomar un café conmigo, mañana…

Alfred: Tal vez deberías darle una oportunidad.

Alexandra: Tal vez…

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CONTINUARÁ...

Inmensamente agradecida por cómo están aceptando esta increíble historia.
Nos leemos de nuevo mañana

Buenas noches querida, me gusta que las chicas poco a poco le están poniendo más picante a la relación . Espero q poco a poco jenifer se sienta mejor es horrible lo q le paso . Y espero que pronto podamos entender un poco más la confusión entre arthur, alex, alfred, vanessa. Espero ansiosa el capitulo de mañana saludos y besos querida mía

Capítulo 32
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Yulia se despertó completamente feliz, sonriéndole a la vida. Muchos habrían dicho que debido a lo sucedido con Troy días atrás no debería de estar haciendo eso, pero no podía evitarlo. Quería sonreír al ver la fecha indicada en la pantalla de su celular, y simplemente lo hacía. La muerte de Troy le había enseñado que la vida podía terminarse en un abrir y cerrar de ojos, así que haría todo lo que deseaba hacer sin importar qué. Tal vez podía sonar cruel… Y ciertamente lo era, pero la vida lo era también, así que era justo.

No fue directamente a la ventana, como siempre, pues sabía que Elena no estaría allí. Se sintió algo triste por no poder comenzar el día de esa forma, y comenzó a extrañarla aunque sabía que volvería durante la tarde y muy posiblemente iría a buscarla a la escuela, pues su cita con el cardiólogo había sido cambiada al sábado por razones que Yulia no comprendía.

Ahora entendía mucho mejor la manía de Elena por seguir las rutinas. Se sentía vacía si no la veía como estaba acostumbrada. Sinceramente, era una mierda.

Entró al baño y se dio una rápida ducha. Se colocó negros pantalones altos, tirantes a juego, una blanca camisa de mangas largas y botas campestre. Alborotó su cabello y se maquilló sutilmente.

Se vistió de esta forma por dos razones. La primera era porque le gustaba como se veía este tipo de trajes en otras mujeres, así que había tenido la curiosidad de saber como se le vería a ella. La segunda era porque Ashley Greene, la mujer que su novia más admiraba además de Lana del Rey, solía vestirse así cuándo no estaba en el set de grabación, pues había crecido algo (Cuándo digo algo en realidad quiero decir muy) alejada de la ciudad, y Elena siempre le había comentado que vestirse de esta forma se le vería completamente bien, y ahora, por ser el día que era, había hecho sus fantasías realidad, solo para darse cuenta de que su novia no había estado equivocada.

Bajó a desayunar en cuánto estuvo lista. Entre más rápido se fuera más rápido terminarían las clases, y el final de las clases significaba ver a su novia de nuevo.

Jhonathan: Linda ropa -La halagó mientras le servía su desayuno, que constaba de algunos huevos revueltos y jugo de naranja para acompañar.

Larissa: Tu padre tiene razón. Te queda bien - Afirmó mientras intentaba arreglar el rebelde cabello de una adormilada Viktoria en una coleta.

Viktoria: Te pareces a las chica de la televisión - Susurró entre bostezos, frotado sus ojos.

Yulia: ¿Chica de la televisión?

Viktoria: Si -Asintió- El otro día, cuando fui a casa de Peter por su fiesta de cumpleaños empezamos a ver la televisión cuando llegó su hermana mayor…- Bostezó - se llama Brenda… Dijo que necesitaba ver la televisión, así que Peter le dio el mando porque no le gusta pelear con ella. Comenzó a ver una - Bostezó de nuevo- película llamada crepúsculo y estaba vestida como tú.

Yulia: ¿Fue buena la película? - Quiso saber, sonriendo, imaginando el rostro de su novia al verla. Seguramente había sido increíble. Y, seguramente, la había visto junto a Jennifer.

No es como si estuviese celosa. No, en realidad… Bien. Tal vez un poco.

Viktoria: Si, pero no pude verla completa. Brenda estaba gritando como loca, sobre todo el nombre del protagonista.

Yulia: Edward Cullen- La corrigió con una sonrisa, bebiendo su jugo y llevándose un buen bocado de su desayuno a la boca.

Viktoria: ¡SI! Y cuándo dijeron que vendría una segunda parte,  Brenda gritó muy alto que por fin algo bueno quedaba por ver.

Yulia: ¿Y puedes explicarme como es eso de que saldrá una segunda parte?

Viktoria: Sí, en un mes. O eso escuché además de “Fuck me Edward”…

Jhonathan y Larissa: ¡VIKTORIA!

Viktoria: Eso era lo que decía Brenda -Se excusó encogiéndose en hombros, Yulia intentaba contener sus carcajadas.

Larissa: No volverás a esa casa - Sentenció.

Viktoria: Está bien - Aceptó antes de restregarse los ojos de nuevo, como si apenas estuviese despertando - Peter no me cae bien…

Yulia: ¿Estás segura de que hablaban de una película de vampiros, Vika?

Viktoria: Sí, estoy segura. Muy segura. ¿Qué otra película tiene a una chica bajita con tu mismo corte, con camisas raras y  la misma descripción? - Vika tenía razón -… Igual ¿Por qué te interesa tanto?

Yulia no respondió de inmediato. Solo tomó algo más de jugo, analizando la situación, y finalmente dejó las palabras salir de su boca.

Yulia: Mi novia es una… gran fan de ella y… - Explicó con una sonrisa entre sus labios, sonrojándose al ver la misma sonrisa en el rostro de sus padres y de su pequeña hermana. Cubrió su rostro con sus manos por unos segundos para esconder su nerviosismo. Miró a su madre cuando sentía que no iba a salir corriendo de la habitación a causa de la vergüenza- ¿Qué necesito hacer para que compres dos entradas para la próxima saga que se estrenará en un mes?

………………….

Arthur: ¡ALÉJATE DE JIMMY, ALEX! - Gritó alterado dentro del auto de la chica. Apenas había escuchado la noticia de que la chica saldría con el chico cuando estalló.

Alexandra: No - Se negó, subiendo el volumen de la música, el pop llenando sus oídos. ¿Por qué las canciones One Direction tenían que ser tan jodidamente perfectas?

Arthur: Le diré a tu padre…

Alexandra: Me cansé de tus payasadas, Arthur… - Sentenció golpeando el volante.

Arthur: ¿Perdón?

Alex detuvo el auto en una acera antes de mirarlo a los ojos, completamente enfadada.

Alexandra: No podrás controlarme más.

Arthur: Yo no quiero controlarte - Suspiró - Quiero protegerte.

Arthur: Desde que mi madre se casó con tu padre hace quince años y se separaron hace doce siempre has querido hacerlo.

Arthur: Soy un buen hermano - Susurró con una sonrisa.

Alexandra: Hermanastro -Lo corrigió.

Arthur: Odio esa palabra.

Alexandra: Pero es lo que somos. Nada más ni nada menos… Te quiero, Arthur. Pero necesito vivir mi vida. Necesito cometer mis propios errores, y corregir los que ya he hecho.

Arthur: ¿Alex equivocándose? Eso jamás…

Alexandra: Lo hice, Arthur.

Arthur: ¿En qué?

Alexandra: Me enamoré de mi hermanastro, y el está enamorado de alguien más…

Arthur: Ya habíamos hablado de esto, Alex - Suspiró colocando su rostro entre sus manos.

Arthur: Lo sé, pero no puedo ordenarle nada a mi corazón, Arthur. Estoy intentando olvidarte, y Jimmy es un buen chico… Y él no parece estar enamorado de alguien más…

Arthur: Yo no estoy enamorado de Yulia.

Alexandra: Lo sé - Susurró sonriendo, acomodando el cabello del chico con una tierna sonrisa - Lo se Arthur.

………………..

Yulia guardó las cosas en su casillero y sonrió al recordar el hecho de que su madre había aceptado comprar las entradas solo si prometía mantener ordenada su habitación durante todo el mes. Suspiro. Era difícil, pero no imposible.

Sonrió aun más cuándo imaginó el rostro que pondría Lena cuando le diera la noticia.

XX: Linda ropa, Yulia. ¿Lena ya te vio con ella?

Era Dara.

Yulia: Hola Dara -La saludó antes de cerrar su casillero y sonreirle amablemente.

Dara: ¿Te ha dicho alguien que tu trasero es gigante? - Preguntó, su mirada bajó unos segundos antes de volver a levantarla, Yulia se sonrojó al instante-Y lo digo en una buena forma, lo prometo por los dedos de Oksana.

La morena rió.

Yulia: Supongo que me lo has dicho tu -Respondió encogiéndose en hombros- Hablando de Oksana… ¿Dónde está ella?

Dara: No lo sé. Posiblemente con Allison. Ya sabes, hoy es el día -Respondió, codeandola al final y guiñándole un ojo divertidamente.

Yulia: ¿El día? - Preguntó confundida. No sabía a que se refería.

Dara: ¿Allison no te ha contado? - Preguntó indignada.

Yulia: ¿Contarme que?

Dara: Nada.

Yulia: Dara… - Presionó.

Dara: Oh, mira, allá va Oksana -Dijo al ver a su novia a los lejos. Dara parecía aliviada. Comenzó a caminar hacia ella sin despedirse, apresurando el paso. Yulia sabía que la chica estaba huyendo de ella- ¡Oksana! ¡¿Sabías que Yulia tenía un gran trasero?! ¡Debes verlo! ¡Es enorme! ¡Lo juro por tus dedos!

Oksana: ¡DARA! -La escuchó gritar enojada al otro lado del pasillo.

……………………

Cuando las aburridas clases de álgebra comenzaron el profesor Daniel de inmediato escuchó los gemidos de Martín, un chico bastante problemático, en la parte trasera de la clase. Yulia no volteó la mirada, sabiendo que encontraría a Vanessa haciendo cosas completamente asquerosas junto a él. Hara, una de las muchas chicas que formaban parte del coro, sentada junto a ella, intentaba contener la risa.

Daniel: Vanessa, siéntate al lado de Yulia. Hara, ve con Martín. Y les advierto que si escucho un gemido más en esta clase prometo que cortaré los penes de los chicos con una hoja de papel y se los coseré a las chicas con las agujas de mi abuela.

Hara: ¡Iug! Penes… - Murmuró por lo bajo, haciendo a Yulia reír antes de que la chica tomara sus cosas y le cediera el lugar a Vanessa.

Vanessa: Lindos tirantes - Comentó en un susurro, el profesor Daniel continuaba la clase - Estoy segura de que se verán mejor si te los quito – Agregó pícaramente, deslizando el tirante lentamente, mordiendo su labio.

La more a de inmediato colocó su mano sobre la de Vanessa y la hizo a un lado, arreglando su ropa al instante, enojada.

Vanessa: No seas tan difícil, Yulia - Suplicó seductoramente cerca de su oreja, su mano de inmediato viajó a la pierna de Yulia.

Yulia: Déjame en paz - Ordenó de nuevo, alejando aquella traviesa mano.

Vanessa: No -Respondió casi automáticamente, colocando de nuevo su mano, esta vez acercándose un poco más a su centro.

Yulia: ¡DEJA DE JODERME LA VIDA, VANESSA ADAMS!

Fue así como la morena fue enviada de inmediato a la sala de castigos, dónde escribió cien veces “No debo gritarle a Vanessa en clases” en un pizarrón.

…………….

En clases de geografía Alex se sentó junto a Jimmy, mientras que Vanessa, unos puestos más adelante, esperaba que el primer necesitado o necesitada se sentara a su lado… Aun se sentía mal por el pobre Martín… Había estado tan cerca…

Vanessa y Arthur ocupaban sus respectivos puestos frente a ella, apenas hablándose. Lo cierto era que el chico de frente grande solía ser muy atento a las clases, e incluso algo distante de sus amigos.

Arthur: No quiero que ella esté a su lado - Susurró enfadado.

Vanessa: Déjala vivir.

Arthur: ¡Es mi hermana!

Vanessa: Hermanastra -Corrigió. El chico arrugó su nariz.

Arthur: Sí, sí, como sea…

Fue así como terminó la conversación, sin apenas comenzar.

Segundos más tarde, cinco minutos antes de empezar la clase, a su lado se sentó nada más y nada menos que Oksana.

Vanessa: Eres la última persona en la que pensé para que se sentara a mi lado. Pensé que tenías novia, la amabas y todo ese cuento… Pero bien, todas necesitamos un ligero cambio de vez en cuando.

Oksana: Quiero que dejes de meterte con Yulia Volkova -Le susurró frunciendo el entrecejo. Vanessa se sintió confundida. ¿No quería la chica algo de sexo arriesgado así como todos los demás que se acercaban a ella?

Vanessa: ¿Perdón?

Oksana: Ya me escuchaste, Vanessa Adams. Ella tiene novia y es feliz. Déjala en paz…

Vanessa: Por favor. Yulia necesita diversión…

Oksana: ¿Sabes, Vanessa? El solo hecho de mirar a Elena Katina es mil millones de veces más divertido que tener sexo siete horas seguidas contigo…

Auch. Eso realmente había dolido.

La chica se levantó mirando hacía atrás, a la mesa más alejada, dónde su sonriente novia la esperaba con una inmensa chispa traviesa en sus ojos.

Oksana: Y no cambiaría a Dara por nada, Vanessa Adams. Mucho menos por ti.. En realidad, no cambiaría ni la cosa más espantosa de mi vida por ti… ¿Sabes? Si pudiese elegir entre tenerte a ti o a mi periodo, elegiría a mi periodo… Y si me dieran una pistola con dos balas en una habitación junto a Bin Laden, Hitler y tu, te dispararía… dos veces.

…………………

En el almuerzo Sara se sentó junto a la ojiazul, mirando expectante en todas direcciones, como esperando algo.

O a alguien…

Si bien Sara y Allison no se hablaban, la morena alta aun seguía siendo amiga de la chica pelinegra bajita, así que, aunque no hablaba con Sara, la diversión con Yulia seguía siendo la misma y seguía sentándose en la misma mesa, la chica alta aprovechaba los momentos para observarla en silencio.

Sara: ¿Viste a Allison hoy?

Yulia: Realmente no - Contestó negando con la cabeza, tomando su celular para comprobar si tenía algún mensaje de parte de su novia. Nada. Tampoco es que pudiese pedirlo, pues ella tampoco le había escrito, pero se sentía mal por ser el día que era.

Sara: Ella está hermosa, Yul… Es decir, siempre lo está, pero hoy… Me costó concentrarme en las clases de educación física con ella tan cerca y con un top deportivo que dejaba ver su perfecto abdomen y… - Suspiró y se mordió ligeramente el labio, sonriendo - Mi tortura fue peor cuando ella simplemente entró al vestuario y se desvistió allí, frente a todas. No es que fuese raro. Las demás chicas siempre lo hacen. Es decir, somos todas mujeres aunque Patricia a veces no lo parezca… Pero ella es tan jodidamente caliente… El punto es que no pude evitar quedarme mirándola y… Es perfecta, Yul. Si no hubiesen estado las demás le habría hecho el amor allí mismo.

Yulia: ¡Sara! -Le reclamó sonrojándose, aunque aquella conversación no tenía nada que ver con ella.

Sara: ¿Crees que ella se hubiese dejado? - Preguntó ilusionada. Definitivamente, se le había zafado un tornillo.

La morena no respondió hasta unos cuantos segundos después, sonrojándose intensamente por lo que planeaba decir.

Yulia: ¿Crees que no? ¡Mira tus dedos! ¡Deben de ser la gloria!… Y no olvidemos tus dos… bueno… tus - Señaló los pechos de Sara, completamente avergonzada.

Sara: Oh, ya… ¿Eso quiere decir que si fuese Ally me dejarías violarte?

XX: ¿Violarme, Sara? ¿En serio?

Ambas chicas se voltearon hacía la voz, a la derecha de la mesa. Habían estado tan concentradas en la conversación que no la habían visto llegar. Sara comenzó a toser sonoramente, Yulia intentaba no reírse y Allison sonreía nerviosamente.

Lo cierto es que realmente Allison se veía muy bien. Tenía un nuevo corte de cabello, la cantidad necesaria de maquillaje, una camiseta por encima de del ombligo y pantalones ajustados.

Sara: Perdona, Ally, yo no quería…

Allison: ¿No querías que? ¿Violarme? Es muy tarde, Sara… Estoy embarazada. Hazte responsable - Se burló, sentándose junto a sus amigas. Cualquier idiota habría notado el intenso brillo en su mirada esa mañana.

Sara: ¿Qué? -Se sonrojó de inmediato. Yulia intentó no carcajearse mientras cubría su boca con una de sus manos y mordía fuertemente la palma de esta, con la otra tomando su celular, intentando distraerse con las miles de fotos en el - Allison, no podría embarazarte. Mis dedos son largos, no mágicos…

Yulia: Tal vez los de Elena si lo son - Alucinó, mirando fijamente una de las muchas fotos que ella la había obligado a tomarse juntas, donde comparaban sus manos. Los dedos de Yulia eran ligeramente más largos, pero había algo en los dedos de su novia que la hacían sentir cosquillas… y no precisamente en su estómago.

Allison y Sara: ¿Perdón?

Yulia: Eh… nada -La chica realmente deseaba desaparecer en ese momento-… Sigan. Sigan por favor.

Allison: Necesito hablar contigo, Sara -Dijo decidida, levantándose y mirandola fijamente a los ojos.

Sara: No quiero hablar contigo.

Allison: ¿Por qué?

Sara: Porque estás enamorada de mi primo y vas a romperme el corazón. Estoy minimizando los daños, Ally.

Allison: ¿No te lo dijo, verdad? - Sara parecía estar confundida, y la ojiazul también lo estaba mientras comía su almuerzo lentamente, observando lo que estaba sucediendo frente a sus ojos - Terminé con él. Descubrí que me había enamorado de otra persona.

Sara: Eres buena para romper el corazón de la familia Hansen, Ally - Susurró, intentando que pareciera una broma - Él es muy afortunado - Aseguró mirándola con ternura.

Allison: Pensé que era solo Elena quien no podía entender cosas tan directas, Sara…

Yulia: No la metas a ella en esto -Advirtió, frunciendo su entrecejo en forma de broma. Lo cierto era que el comentario de la chica no había sido malintencionado, e incluso una ligera risita había escapado por sus labios.

Allison: Está bien, lo siento… -Se disculpó, mirando a la morena unos momentos antes de posar de nuevo sus ojos en la castaña  -… Sara, realmente quiero hablar contigo.

Sara: Allison, ya te lo dije, no…

La chica simplemente gruñó audiblemente, se cruzó de brazos y analizó un poco la situación, moviéndose de lado a lado nerviosamente.

Finalmente pareció decidirse y sujetó con brusquedad la camisa de Sara, obligándola a levantarse. Antes de que pudiese analizarlo, Allison ya había estrellado sus labios sobre los de Sara.

Yulia, quien tenía la mandíbula prácticamente en el piso y el celular entre manos, comenzó a grabar un vídeo del momento para enviárselo a Elena, sabiendo que le agradecería inmensamente por ello.

Allison: ¿Crees que ahora si podemos hablar? - Preguntó demasiado cerca de los labios de la castaña, que había rodeado la cintura de Ally con sus brazos fuertemente, como impidiéndole marcharse, ambas manteniendo los ojos cerrados, la chica más alta acariciando la nariz de la otra con la suya.

Sara: Creo que si.

Salieron del lugar tomadas de la mano.

En cuanto se fueron, el “coro escolar” comenzó a gritar “Siiii” a todo pulmón.

Yulia suspiró, sonriendo…

A eso debía de haberse referido Dara en la mañana.

……………..

Arthur: ¿Dónde vas, Alfred?

Alfred: A recuperar a alguien - Susurró antes de comenzar a subirse a su auto.

Arthur: ¿A quién? - Preguntó, cruzado de brazos, no sabiendo que ideas locas podría tener el chico en su cabeza.

Alfred: Mi ex novia…

…………….

La morena de ojos azules guardó su mochila en su auto con una sonrisa. No había visto a Allison o a Sara luego de lo sucedido en la cafetería, así que eso debía de ser bueno.

Reacomodando uno de sus tirantes miró a su alrededor, sonriendo, esperando que Lena estuviese por allí, alejada de los demás, esperándola con una sonrisa.

Lo único que vio fue a Alexandra besarse con pasión con un muchacho donde todos podían verlos.

… Lo que no vio fue a Arthur con los ojos clavados en la misma dirección…

Cayó al suelo minutos más tarde, con un gran dolor apoderándose de su estómago. Se levantó con ayuda de los bordes de su auto, sabiendo quien había hecho aquello.

Arthur: Extrañaba golpearte, GayKova - Susurró maliciosamente antes de volver a hacerlo, Yulia perdía el aire.

Vanessa: ¡DEJA DE GOLPEARLA! -Interfirió, pero esta vez el chico no se rindió.

Arthur: ¡DÉJAME EN PAZ, PEDAZO DE MIERDA!

La primera vez, Vanessa había alejado al rubio con solo palabras. Esta vez, era el chico quien hablaba, y la chica quien obedecía.

Fue golpeada dos veces más antes de que la voz de una persona que ya conocía, una voz que siempre lograba alocar su corazón, apareciera para defenderla.

Elena: ¡DÉJALA EN… PAZ! -Exigió, su voz entrecortada por lo que debía ser la falta del aire.

Arthur: ¿Te crees más fuerte que yo?

Elena: No - Respondió simplemente-…Pero si vuelves… a molestarla… no me… creeré más fuerte que tu… Lo seré.

El chico simplemente rió como loco maliciosamente, haciendo a Yulia temblar. Apartó a Elena de un empujón, la chica cayó sobre el asfalto con un débil gemido. La morena se sintió enojada por lo que el chico había hecho y a la vez impotente por no poder defender a su novia.

Esta vez, los dos siguientes golpes que el chico dirigió a la pelinegra dieron justamente en su labio, haciéndolo sangrar y abriendo una pequeña pero dolorosa herida justo allí.

Fue entonces cuando Elena la sorprendió, como siempre…

La chica se había levantado, y, con una fuerza que Yulia no conocía. Lena había alejado a Arthur de su cuerpo y ahora estaba golpeándolo fuertemente con el ceño fruncido, descargando su ira sin control alguno… Y el aire no parecía estar faltandole en lo absoluto.

Elena: ¡NO… VAS… A… VOLVER… A… TOCARLA! - Gritaba entre cada golpe que le propinaba.

El rubio estaba casi agonizando cuando Yulia se dio cuenta de que Elena ya lo había golpeado lo suficiente y de que sus respiraciones parecían pesadas. Sin dudas, el aire no estaba llegando a sus pulmones en esos momentos.

Yulia: ¡Basta Lena! - Intentó detenerla, sin éxito. No quería acercarse, temiendo salir herida, así que miró hacía todos lados, desesperada. No quería que el corazón de la pelirroja siguiera sufriendo de esa forma.

Se encontró con la visión de unos cariñosos Fyodor  y Finn a lo lejos.

Yulia: ¡FYODOR! ¡FINN! ¡AYUDA! ¡SU CORAZÓN!

Los chicos no tardaron en llegar a ayudarlos. Finn se ocupó de sujetar a Lena por la cintura y alejarla, mientras que Fyodor sujetó a Arthur fuertemente y luego llamó a su novio para que lo acompañara a llevarlo a enfermería. El chico solo se alejó junto al otro cuando dejó a Elena sentada sobre el suelo, Yulia se aseguró que lograría tranquilizarla.

Yulia: ¡Váyanse de acá, estúpidos! - Gritó a quienes las miraban fijamente sin haber ayudado en lo más mínimo segundos antes.

Uno por uno se fueron marchando hasta que el lugar quedó prácticamente vacío.

La morena se sentó al lado de su novia, con una mano sobre su espalda, acariciándola, otra sobre su mano, mientras la cabeza de Lena se colocaba entre sus piernas, intentando de esta forma recuperar el aliento.

Cuando por fin su respiración pareció normalizarse elevó la mirada, pero no giró su cabeza para ver los azules y hermosos ojos de Yulia. Simplemente miró hacía adelante, sus puños se apretaban fuertemente. Estaba enojada. La pelinegra lo sabía.

Yulia: Lena, tranquila, ya pasó… Esto no le hace bien a tu corazón - Susurró dulcemente, posando una de sus manos sobre el pecho de su novia y masajeando ligeramente el lugar - Él es un idiota.

Elena: Abrázame - Suplicó.

La chica simplemente lo hizo. Amaba abrazar a su novia. Amaba sentir como lentamente Elena aflojaba la tensión acumulada y se entregaba completamente a sus brazos. Y la amó aun más cuando los labios de la pelirroja besaron dulcemente su frente.

Elena: Lo siento -Se disculpó, ahora más calmada.

Yulia: No te disculpes. Solo me defendías… Fue algo agresivo, sí, pero está bien. Se por qué lo hiciste… Yo habría hecho lo mismo por ti -Hizo una pausa y suspiró, recostándose sobre el pecho de su novia, sintiendo su corazón palpitar-… Te amo, Elena Katina.

Como respuesta recibió los brazos de la morena envolviendo su cuerpo en un fuerte abrazo que contenía tantos sentimientos que Yulia sintió que estaba por explotar. No era un “Te amo” verbal… Era mucho más que eso.

Elena: ¿Te parece si vamos a tu casa? Tienes que curarte esas heridas… - Indicó señalando el labio de su novia-… Y realmente quiero estar junto a ti lo que nos queda del día.

Yulia: Está bien, pero primero tienes que besarme. Dicen que es una buena anestesia.

Elena: Eso es imposi…

Yulia: Solo bésame.

Elena simplemente asintió. La pelinegra sospechaba que se había dado por vencida en explicarle el hecho de que los besos no podían ser anestesia, y la besó dulcemente. Yulia dejó escapar un leve gemido de dolor.

Elena: Lo siento…

Yulia: Shhh, está bien -Volvió a besarla, esta vez preparada para el ligero dolor que sintió- ¿Lo ves?

Su novia simplemente asintió y besó la frente de su novia antes de levantarse lentamente junto a Yulia, que aun estaba sufriendo un gran dolor en su abdomen debido a los recientes golpes.

Elena: Te ves como Ashley Greene.

Yulia: ¿Eso te gusta?

Elena: Me encanta - Susurró, besando su cuello durante unos segundos, mordiéndolo ligeramente - Ahora dame las llaves. No puedes conducir en este estado.

Yulia: ¿Sabes conducir?

Elena: Sí, pero no me gusta hacerlo. Me parece aburrido.

Yulia se sintió sorprendida. Jamás la había visto conducir, pero confiaba en ella. Sabía que jamás la pondría en peligro.

Yulia: Entiendo - Susurró abriendo la puerta del copiloto, para luego sentarse con dificultad y colocarse el cinturón de seguridad, Elena besó su mejilla antes de alejarse.

Casi se sintió sufrir un ataque al corazón al ver a Lena rodeando el auto. Llevaba el Beanie morado típico en ella y una larga camisa negra a cuadros junto a unas zapatillas deportivas. Tal vez no parezca la gran cosa, pero el punto era que la chica no llevaba pantalones, y sus blancas y largas piernas quedaban a la vista. Tal vez llevaba shorts, pero eran tan cortos que su camisa los cubría por completo.

Recorrió el cuerpo de su novia una y otra vez hasta que esta entro al auto, no dándose cuenta de que había tenido la boca abierta todo el tiempo.

Yulia: ¿Acaso quieres matarme? - Preguntó, no pudiendo evitar mirar sus desnudas piernas una vez más. Si tan solo pudiera tocarlas…

Elena: No, no, no, no quiero matarte -Negó de inmediato, aterrada ante la suposición.

Elena: No es en serio… Es solo que - Tragó saliva con dificultad-… Tus piernas son tan sexys y… ¿Cómo se te ocurre no traer pantalón? -De nuevo miró, esta vez por más tiempo, sonrojándose de inmediato al descubrirse pensando en lo que habría bajo ese mínimo trozo de tela que cubría sus piernas.

Elena: La camisa es lo suficientemente larga como para cubrirme - Susurró encogiéndose de hombros.

Yulia: No lo suficiente - Aseguró. Tenía la boca seca.

Elena: Puedes tocar si quieres…

La morena abrió los ojos de inmediato, sorprendida y avergonzada, mirando los ojos verdigrises de su novia de inmediato. El silencio se volvió incómodoomodo.

Por sorpresa, la mano de Lena sujeto la mano de la morena y la llevó lentamente hasta su pierna, una sonrisa dibujándose en ambos labios al sentir el contacto.

Su piel era suave, perfecta y cálida. Maravillosa.

Movió su mano lentamente, maravillándose ante el tacto de la piel de Lena sobre su mano.

Sin poder evitarlo, se lanzó sobre ella y comenzó a besarla intensamente, olvidando el dolor de la herida en su labio y los golpes en su abdomen. Medio minuto más tarde ya se había soltado del agarre del cinturón de seguridad y se había acomodado sobre las piernas de su novia y acariciaba su cuello lentamente mientras ambas lenguas jugaban y leves gemidos escapaban por sus labios. Las manos de Elena solo lograron mantenerse en sus caderas diez segundos más antes de que estas apretaran fuertemente el trasero de Yulia, la chica de inmediato apartó la boca de la de su novia para permitir escapar un leve gemido, un palpitar había comenzando a sentirse en su centro.

La boca de la morena comenzó a descender desde los labios de Lena hasta su cuello, mordiéndolo y chupándolo sin rencor, dejando una gran marca allí. Elena simplemente podía gemir y juguetear con los glúteos de su novia. La ojiazul sentía que su corazón pronto saldría de su pecho.

Fue entonces cuándo las manos de Yulia descendieron más abajo del cuello de su novia y se encontraron con aquellos redondeados senos. Primero los acarició, esperando una confirmación, la cual recibió en forma de débiles gemidos que golpeaban su cuero cabelludo, debido a que aun estaba jugando con el cuello de la pelirroja, y que la hicieron sentir aun más excitada.

Comenzó a jugar con sus pechos, apretándolos débilmente y masajeandolos, dándose cuenta de inmediato que la chica no llevaba brasier.

Yulia: Vas a matarme - Susurró contra su cuello, sintiendo que podría seguir así todo el día. Lena se limitó a aferrarse a sus glúteos, como si su vida dependiese de ello. Un gemido escapó por sus labios de inmediato, el placer recorría toda su espina dorsal, golpeándola como un latigazo.

Fue entonces cuando se dio cuenta de dónde estaban. Estaban dentro de su auto, frente a su escuela, donde todos podían verlas.

Ni su primera vez ni la de Elena debían de ser así.

Se alejó suspirando, aun agitada, deseando volver a estar cerca de su novia casi de inmediato. Se sentó en su lugar y se colocó el cinturón de nuevo. Sonrió mirando a Lena, que parecía maravillada y agitada al igual que ella. Tenía los labios hinchados, una gran marca en su cuello y un brillo especial en sus ojos.

Elena: Feliz primer mes, Yulia Volkova.

Yulia: Feliz primer mes, Elena Katina. 

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CONTINUARÁ...

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Este ha sido el capitulo más intenso hasta ahora esa lenita con esas ropas o más bien falta de ella mata a cualquiera . Estoy fascinada con el capitulo ya sentía yo q esto estaba por irse poniendo más hot como pueden ser tan super tiernas y al mismo tiempo sexys. Me alegro mucho q Ally también le hiciera caso a Sara harán una hermosa pareja, bueno querida mía no me queda más q felicitarte por este fabuloso capitulo q hasta a mi me aceleró el corazón entre otras cosas feliz noche y hasta más tarde

Capítulo 33
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Yulia: ¿Estás segura de qué no hay nadie en tu casa? - Preguntó por quinta vez, aferrándose fuertemente a sus hombros. Lo cierto era que parecía estar realmente adolorida.

Elena: Si. Mamá iba de compras y papá aun debe estar trabajando. Katya fue a clases de teatro e Iván iba a acompañar a su novia a algún lado. Estoy sola, lo prometo…

Lena determinó que la chica por fin había creído en lo que le estaba diciendo cuando hizo silencio y caminó junto a ella hacia el interior de la casa. Subir las escaleras fue difícil para ambas, pero finalmente llegaron a la habitación de la pelirroja. Ambas cayeron en la cama de esta con brusquedad para intentar recuperar el aliento perdido a causa del esfuerzo.

Yulia, claramente, fue la primera en recuperarse. Elena, sin embargo, seguía sintiendo que el aire le faltaba, así que cerró sus ojos fuertemente y se concentró en recuperar lo que había perdido.

Mientras lo hacía sintió la mano de Yulia acariciar su brazo sutilmente y no pudo evitar sonreír y pensar que había hecho para merecerla. No era más que Elena Katina, la chica enferma que se pasaba los días encerrada en su habitación, pero aun así, de una inexplicable forma, Yulia Volkova parecía amarla como jamás pensó alguien lo haría.

Poco a poco, en medio de todos sus pensamientos, su respiración logró volver a la normalidad.

Se sentó lentamente, respirando profundamente mientras lo hacía, sintiendo una de las manos de su novia sobre su espalda, ayudándola en el acto.

Yulia: ¿Estás mejor? - Preguntó preocupada, aun acariciando su espalda.

Elena: Si… Estoy mejor - Aseguró débilmente.

Yulia: Lena … ¿No existe alguna forma de que esto no suceda?

Elena: Las medicinas deberían ayudar - Susurró, mirando a su novia fijamente a los ojos. Por unos segundos, sintió que estaba perdiendo el aliento de nuevo-… Pero no lo hacen.

Yulia: Son unas estúpidas. Les rebajaré el salario.

Elena: Yul, ellas no reciben un sa…

Yulia: Shhh, ellas no lo saben.

Lena dejó escapar una risita por sus labios y luego sonrío. La pelinegra la imitó.

Yulia: Estoy segura de que cada vez que ríes nace un bebé…

Elena: ¿Lo dices en serio? - “¡Ug! ¡Estúpido cerebro! ¡¿Por qué no puedes entenderla como los demás?!”

Pero la chica jamás le respondió. Solo colocó su mano sobre su mejilla y besó su nariz, alejándose con una sonrisa en los labios.

Fue entonces cuando la chica recordó por que estaban allí.

Elena: Quítate la camisa.

Yulia abrió los ojos como platos y se sonrojó casi de inmediato, Elena soltó una leve risita ante este hecho.

Yulia: ¿Perdón?

Elena: Quítate la camisa. Voy a traer algo para curar tu labio y hielo para tu estómago. Seguramente tienes un gran moretón allí.

Yulia: ¿Bajarás las escaleras de nuevo?… Si lo haces perderás el aire y…

Elena: No. Iván tiene un refrigerador en su habitación. Buscaré allí.

Yulia: No tardes - Suplicó besando ligeramente sus labios.

Elena: Está bien…

Si su corazón no hubiese sido una mierda habría corrido.

……………..

Cuando llegó con la bolsa de hielo y con los desinfectantes necesarios a su habitación, se encontró a Yulia vestida solo con su sujetador rosa, observando atentamente su colección de discos perfectamente organizados por orden alfabético.

Sintió que su respiración se hacía rápida, y el aire comenzaba a faltar de nuevo. Los deseos de quitarle aquel brasier comenzaron a hacerse grandes, y no pudo evitar recorrer su torso con la boca seca.

Fue entonces cuando vio su costado derecho, completamente amoratado.

Se acercó a ella lo más rápido que pudo, la morena se sorprendió de inmediato, Lena tomó su mano y la sentó en su cama dulcemente.

Yulia: Lena, yo… - Susurró avergonzada, intentando cubrir sus pechos con sus manos.

La chica pelirroja solo acarició sutilmente las manos de su novia, transmitiéndole seguridad, y colocó la bolsa de hielo sobre el moretón. Un suspiro escapó por los labios de Yulia.

Elena: No deberías avergonzarte. Eres hermosa, Yulia - Susurró, mirándola fijamente a los ojos, manteniendo la bolsa de hielo en su lugar.

La pelirroja sonrío cuando, lentamente, Yulia apartó las manos de sus pechos y las colocó sobre las de Lena, acariciándola. El ligero rubor que acompañó sus mejillas cuando la pecosa la miró irremediablemente durante algunos segundos fue completamente adorable, y la chica mayor simplemente besó dulcemente su nariz antes de ir a buscar lo necesario para curar el labio de su novia.

Elena: Esto va a dolerte -Advirtió antes de comenzar a desinfectar la herida en el labio de la pelinegra, que simplemente cerró los ojos, soportando el ardor-… Creo que terminé - Susurró finalmente, sentándose al lado de su novia y ayudándola a sujetar la bolsa de hielo contra su abdomen.

Yulia: Gracias - Dijo con una sonrisa, apoyando su cabeza en su hombro y depositando un tierno beso allí.

…………….

Estuvieron quince minutos hablando de idioteces, Yulia contándole a Lena sobre lo sucedido entre Sara y Allison, enseñándole aquel vídeo que había grabado con su celular. La pelirroja no pudo evitar sonreír.

Elena: ¿Crees que durarán?

Yulia: Estoy segura de eso.

……………..

Se mantuvieron en silencio unos minutos, hasta que el tono de llamada en el celular de la pelinegra comenzó a escucharse. Lo poco que pudo oír lo reconoció como una canción de Davishi, aunque no supo cual. Era extraño como Yulia podía cambiar el tono de su celular hasta tres veces por día cuándo ella aun tenía el tono de llamada predeterminado.

Yulia: Es Sara - Notificó antes de atender - Lo colocaré en altavoz.

Esto fue lo que hizo. En cuanto tocó la opción verde en la pantalla la voz de Sara comenzó a escucharse claramente en toda la habitación.

Sara: Adivina quién es novia de Allison ahora… -Se escuchaba realmente contenta y orgullosa al decir esto.

Yulia: ¿La Tigresa del Oriente?

Elena: Eso es imposible, amor. Estoy segura de que La Tigresa no conoce a…

Sara: No está hablando en serio, Lenin.

Elena: ¿Lenin?

Sara: Sí, ya sabes… El macho pecho peludo celoso y posesivo que vive dentro de ti.

Elena: No me gusta que me llames así - Susurró enojada. El apodo era demasiado masculino, y ella claramente era una mujer. No le gustaba. La hacía sentir menos mujer que las demás. ¡No por ser lesbiana era distinta a las otras! Es decir… ¡Ella también usaba brasier!

Sara: Está bien… ¿Te parece Daddy Lena?

Yulia: ¡No le digas así! - La pelirroja suspiró, sonriendo. Le encantaba cuando su novia la defendía -… Solo yo puedo decirle Daddy a Daddy Lena -Las cosas buenas duran poco.

Elena: ¡Yul! ¡No me llames Daddy!

Yulia: Está bien Daddy - Se disculpó abrazándola, la bolsa de hielo cayó al suelo. Lo cierto era que ya no parecía necesitarla. La abrazó fuertemente y le besó la mejilla, para luego ocultar su cabeza en su cuello, Lena frunció el entrecejo.

Elena: ¡¿Qué te dije?!

Yulia: Lo siento Daddy.

Algo le decía a Lena que su novia solo estaba intentando fastidiarla, y lo confirmó cuando sintió su risa contra su cuello.

Sara: Ustedes son tan tiernas - Susurró, con una dulce risa llegando a los oídos de ambas a través del altavoz.

Yulia: ¿Dónde está Ally, Sara? – Preguntó. Parecía confundida. Lo cierto era que Lena también necesitaba saberlo.

Sara: Bueno, ella… Yul… Bueno -El diccionario mental de la pelirroja le dijo que la chica estaba nerviosa-… Verás, cuando un papá y una mamá se quieren mu… No, eso es un mal ejemplo… Cuando Sara y Allison se quieren mucho intentan… No, eso está mal…

Elena: ¿Hiciste el amor con Allison? - Preguntó, y una sonrisa se formó en sus labios cuando la pregunta salió efusivamente. Era extraño como su cerebro había trabajado de forma tan rápida y analítica esa vez.

Yulia: ¡Elena!

Sara: Dejaré que lo adivinen…

Allison: ¡AMOR! ¡APRESÚRATE! ¡EL AGUA SE ESTÁ ENFRIANDO… Y YO TAMBIÉN!

Sara: ¡YA VOY, ALLY!… Lo siento chicas, tengo que irme.

Yulia: ¿No crees que vas muy rápido, Sara?

Sara: Conozco a Ally desde hace siete años. Estoy segura de que en realidad voy bastante lento.

Y sin más la llamada finalizó.

……………

Estuvieron juntas durante una hora que pareció ser perfecta. Se besaron, hablaron, se miraron. Para muchos leerlo podría resultar poco interesante, pero lo cierto es que cuando estás con esa persona ni mirar la pintura secarse puede resultar aburrido.

Yulia: Tenemos que hacer algo con tus paredes - Dijo mirándolas fijamente. Eran tan blancas, vacías y aburridas…

Elena: ¿Cómo qué?

Yulia: ¿No tienes fotos de tus artistas favoritos?

La chica asintió. La verdad era que tenía un montón, todas guardadas en un ordenado álbum que no hacía nada más que llenarse.

Yulia: Perfecto.

Quince minutos más tarde Lana del Rey y los chicos de One Direction ocupaban una pequeña parte de su pared. Lena las había ordenado bien, de modo que en su pared no reinara el caos.

Elena: Lana es perfecta - Susurró apreciando la foto durante varios segundos, con una sonrisa formándose en sus labios.

La morena la abrazó ligeramente, besando su mejilla y luego acariciándola con ternura. La pelirroja no pudo evitar cerrar los ojos y sonreír aun más ante este adorable gesto. Realmente, Yulia era perfecta.

Yulia: Voy a comenzar a ponerme celosa…

Elena: Lana es perfecta, pero tú eres tan jodidamente hermosa, sexy, dulce y divertida que te escogería a ti mil veces antes que a ella -No mentía. Amaba a Lana, pero su corazón ya le pertenecía a alguien más.

De un momento a otro, Yulia ya la estaba besando.

Al inicio fue un beso lento, lleno de ternura. Las manos de su novia se unieron junto a las suyas, sujetándolas. Sin saber por qué, con este gesto, Elena sintió que su novia le estaba prometiendo que no se iría.

El beso comenzó a intensificarse segundos más tarde, cuando Lena no pudo resistirse y trazó con su lengua el labio inferior de esta, la chica de inmediato entreabrió sus labios, la lengua de Lena comenzó a introducirse de inmediato y empezó un intenso juego en su interior.

Rodeó con sus brazos la cintura de Yulia, no pudiendo resistirse a descender sus manos y sujetarse fuertemente a los glúteos de su novia, el gemido de la chica de la ventana impactó contra su boca, Lena acercaba sus caderas inconscientemente, disfrutando de la sensación.

De repente, las manos de su novia se aferraron fuertemente a sus glúteos a través de la tela de su camisa. Comenzó a sentir un extraño pero placentero latido en su centro al sentir el contacto.

Abrió los ojos de golpe cuando sintió las manos de Yulia deslizarse bajo su camisa, sus manos chocaban con su piel. Un gemido se escapó por ambos labios.

Yulia: Linda marca - Susurró alejándose, mirando su cuello. Lena de inmediato recordó lo sucedido en el auto, y su centro palpitó aun más. No pudo evitar acercar bruscamente sus caderas aun más. El sonido que salió por los labios de Yulia fue la gloria-… Jódeme Lena -Su voz se escuchaba tan ronca.

Y sin más, unió sus labios de nuevo, guiando a su novia hacía la cama inconscientemente. Su cuerpo ya no hacía caso a su mente. El placer y el amor por la morena era quienes la guiaban ahora, aunque parezca tonto e ilógico.

Besó el cuello de su novia una y otra vez, mordisqueándolo y chupándolo sin piedad, los gemidos se escuchaban cada vez más altos por parte de ambas, una rodilla presionaba levemente el centro de Yulia.

Fue entonces cuando la morena apartó las manos de su trasero, Lena dejó escapar un gruñido ronco por la falta de contacto, las mordidas en el cuello de Yulia aumentaban debido a la frustración.

De repente la chica de la ventana sujetó las manos de Elena, que hasta ese instante habían estado posadas sobre su trasero, masajeándolo intensamente...

Yulia: Aquí - Indicó con voz ronca, las manos de Lena siendo llevadas a sus pechos, cubiertos solo por su sujetador rosa.

De inmediato se alejó del cuello de la pelirroja, mirándola fijamente a los ojos.

Yulia: Está bien - Susurró separando sus manos de las de Lena y envolviéndolas alrededor de su cuello.

Lena dudó un poco antes de seguir. Miró los ojos de su novia, que se habían vuelto más oscuros de lo normal, luego descendió hasta sus labios hinchados y finalmente miró sus manos posadas sobre aquellos pequeños, redondeados y firmes pechos. No pudo evitar mirarlos más de los debido, y un impulso la llevó a apretarlos ligeramente, disfrutando de la sensación de humedad aumentando en su entrepierna al escuchar el gemido que su novia liberó y sus uñas clavadas en su cuello.

Unió sus labios con los de su novia sin más, masajeando intensamente sus pechos, los gemidos de Yulia golpeban su garganta y sus uñas arañando su cuello.

Presionó el centro de la morena con su rodilla cuando sintió sus manos apartarse de su cuello y bajar lentamente a su camisa, comenzando a desabotonar el primer botón de su camisa. Liberó un suspiro contra sus labios cuando sintió las suaves manos de su novia recorrer la piel expuesta.

Fue entonces cuando sucedió.

El sonido de la puerta principal al ser abierta las hizo separarse rápidamente, mirándose a los ojos con temor.

Sergey: ¡HIJA! ¡ESTAMOS EN CASA! - Escuchó gritar a su padre. Cuando Lena miró el reloj se dio cuenta de que era bastante tarde.

Inessa: ¡Y TRAJIMOS A ALGUIEN ESPECIAL! ¡SUBIRÁ PRONTO! - Gritó su madre.

Y de inmediato comenzaron a escucharse rápidos pasos subiendo la escalera.

Elena: Escóndete bajo la cama -Dijo a su novia- Y colócate una camisa. Si recuerdo que estás así allí abajo iré a buscarte y nada va a detenerme.

Yulia solo asintió sonriendo, se colocó la camisa a toda velocidad y la miró una vez más, besando rápidamente sus labios antes de ocultarse. Una sonrisa se dibujó en los labios de Lena.

La sonrisa se borró en cuanto ese “alguien” entró a la habitación.

Elena: Alfred… - Susurró.

Alfred: Sí, yo… -Se estaba acercando. Demasiado.

Elena: ¿Qué haces acá?

Alfred: Verás, he pensado mucho en lo que pasó entre nosotros y en como terminó todo y…

Elena: Quédate allí, por favor -Estaba demasiado cerca. Tan cerca que incomodaba.

Alfred: Te ves muy bonita –La halagó, mirándola con una intensidad que no le gustaba.

Elena: ¡Deja de mirar mis piernas! -Exigió. Quería gritar, decirle a su madre que no quería ver al chico nunca más, pero lo sucedido anteriormente con su novia le había quitado el aire de los pulmones y simplemente no podía.

Alfred: ¿Qué es eso que tienes en el cuello? - Preguntó, frunciendo el entrecejo en una mueca aterradora. De inmediato Elena cubrió su cuello, recordando la gran marca que Yulia había dejado allí, sonriendo al pensar en la chica que estaba descansando bajo su cama- ¿Ya estas con alguien más?

La pelirroja, sabiendo que mentir no era lo suyo, simplemente asintió.

Alfred: Eres tan estúpida… - Dijo, escupiendo mientras hablaba y se acercaba a ella- ¿Por qué?

Elena: Lo nuestro no fue real. Lo sabes… Y han pasado años.

Alfred: ¡Al inicio lo fue! -Estaba cerca, muy cerca. Lena intentó alejarlo, pero el chico era más fuerte de lo que ella nunca sería.

Elena: ¡Nunca lo fue! ¡Tú lo creíste! ¡Yo solo quería que mi mamá dejara de llorar por mí!

Alfred: Entonces eres una estúpida por haberme usado y…

Elena: Tu lo sabías, Alfred. Tú también tenías algo que ocultar… Y tú fuiste quien cometió el error.

Alfred: Pero yo me enamoré de ti…

Elena: ¿Y por eso me engañaste?

Alfred: No podía engañarte. Nuestra relación no era real.

Elena: Entonces tu amor tampoco - Finalizó.

El chico simplemente suspiró y sujetó los brazos de Lena, ella de inmediato comenzó a respirar agitadamente. El aire empezó a faltar en sus pulmones cuando Alfred comenzó a besar su cuello.

Elena: Déjame en paz - Susurró, con sus ojos humedeciéndose. Le gustaba cuando Yulia hacía eso. El chico era un asco.

Alfred: Tal vez tengas razón. No te amé. Pero aun así quiero hacerte mía, Elena …

Y con esto el chico ya no dijo más.

Besó su cuello agresivamente, Lena dejaba a las lágrimas descender. Intentó gritar, pero las palabras no salían de su garganta. Se sentía mareada, asustada, sucia…

Con su mano libre Alfred sujetó uno de sus glúteos bajo su camisa, la chica no disfrutó para nada de la sensación. Odiaba las rasposas manos de Alfred. Odiaba sus toscas caricias. Odiaba su olor a sudor. Odiaba la sensación de su barba recortada sobre su piel. Odiaba todo acerca de él.

Lo odió más cuando lo sintió acercarse a su cadera, sintiendo el bulto en su entrepierna.

Elena: Por favor, no lo hagas…

Pero el chico no planeaba escucharla.

La lanzó sobre la cama, y comenzó a tocarla como si solo se tratase de un objeto, el bulto entre sus piernas aumentaba su tamaño cada segundo. Odiaba esa sensación. La odiaba. La odiaba. La odiaba.

Intentó apartarlo, golpearlo, rasguñarlo… Pero simplemente no podía evitar que el chico dejara de hacer lo que estaba haciendo.

Elena: Yul - Susurró entre lágrimas, pidiendo ayuda a la chica bajo su cama, pero sabía que no la había escuchado, y que tal vez no sabía lo que estaba sucediendo debido a la poca visión que debía de proporcionar el lugar.

Fue entonces cuando Alfred se levantó. Lena ni siquiera pudo correr, pues no tenía aire en sus pulmones, así que solo miró aterrada como el chico se quitaba los pantalones y los boxers al mismo tiempo, Elena de inmediato cerró sus ojos. No quería verlo. No quería ver algo tan asqueroso que le haría a ella cosas asquerosas.

Esperó el ataque chasqueando sus dedos nerviosamente. Esperó a ser violada sin siquiera poder gritar o luchar. Esperó que llegara el dolor. Esperó que él se llevara de forma atroz la virginidad que por años había guardado.

Pero eso no pasó, pues una voz resonó en la habitación.

Yulia: ¡DEJA A MI NOVIA EN PAZ! - Gritó.

Alfred: GayKova…

Elena abrió los ojos, agitada, y se encontró con la versión de su novia realmente enfadada frente al chico, quien intentaba vestirse rápidamente, con una emoción en el rostro que Elena solo reconoció como frustración.

Yulia: ¡NO VUELVAS A TOCAR A MI NOVIA!

Sergey: ¡ELENA! ¡¿SUCEDE ALGO?!

Pero no podía gritar.

Alfred: ¿Novia?… ¿Es tu novia, Lena? - Preguntó. La pelirroja se sintió aterrada por el solo hecho de verlo - ¡Lesbiana asquerosa!

Yulia: ¡CÁLLATE! - Gritó, empujándolo fuertemente.

Inessa: ¿QUÉ SUCEDE A…?

Su rostro se deformó en cuando vio a la enojada Yulia allí dentro.

Inessa: ¡¿QUÉ ESTA HACIENDO LA HIJA DE LOS VECINOS ACÁ, ELENA?! ¡¿ACASO NO HAS ESCUCHADO QUE ES UNA ESTÚPIDA LESBIANA?!

Alfred: ¡TU HIJA TAMBIEN LO ES, INESSA! ¡ES SU NOVIA!

Inessa: ¡¿QUÉ?!

Sergey llegó al lugar unos segundos después.

Sergey: ¿Qué sucede acá? - Preguntó confundido.

Inessa: ¡ELENA ES NOVIA DE ESA ESTÚPIDA LESBIANA! - Informó señalando a la morena.

Yulia: ¡AL MENOS NO INTENTÉ VIOLAR A SU HIJA….!

Sergey: ¡¿QUÉ?!

Alfred: Señor, yo… puedo explicarlo.

Sergey: ¡Inessa! ¡Llama a la policía! - Ordenó, acercándose al chico y sujetándolo fuertemente, claramente enojado.

Inessa: ¡No hasta que esta estúpida lesbiana se vaya!

Sergey: ¡Inessa!

Era tanto lo que estaba sucediendo en el lugar que nadie notó el hecho de que Lena estaba llorando, chasqueando sus dedos, rasguñando la piel de sus piernas, sintiéndose una completa idiota inservible que solo creaba problemas hasta que sintió unas tranquilizadoras manos sobre las suyas. Sus chasquidos se detuvieron al instante.

Yulia: ¿Estás bien? - Preguntó mirándola a los ojos, intentando secar sus lágrimas. La pelirroja solo pudo negar con su cabeza.

Fue cuando sintió los reconfortantes brazos de Yulia a su alrededor, y supo que todo estaría bien, que Alfred ya no estaba tocándola, que todo había pasado.

Se abrazó fuertemente a ella, como pidiéndole que no la dejara, y sintió un dulce beso en su frente, al igual que sus manos jugando con la suya.

Y, simplemente, lloró. No porque Yulia estuviese a su lado, sino porque, a pesar de que todo había pasado, aun podía sentir su olor en su piel y sus manos recorriendo su cuerpo.

Cuando fue un poco más consciente de lo que sucedía, Elena vio a su padre salir junto a Alfred de la habitación y a Inessa mirando a las chicas con los brazos cruzados.

Inessa: Tenemos que hablar…

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CONTINUARÁ...

Hola chicas, feliz finde para todas! Si alguien más siente que odia a Inessa, pues nos uniremos y a por ella!!!

Recuerden que hoy es doblete!

Tan bueno a iba el capitulo y vino inessa y ese violador de Alfred a dañarlo todo pobre lena . Y bueno ya mejor q se sepa todo y bueno les tocara difícil pero ellas podrán con todo se aman mucho y espero Sergey sea de ayuda. Saludos querida mía aquí estaré atenta al segundo capitulo de hoy

Capítulo 34
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Yulia se sentía profundamente nerviosa al ver a la mujer sentada frente a ellas en aquel sillón, con una mirada tan llena de odio que sus pupilas podrían haber sido serpientes. Elena la rodeaba con sus brazos y sujetaba su manos, Yulia sabía que su novia solo buscaba tranquilizarla un poco ante la amenaza silenciosa de su madre, pero no lo lograba.

Se sentía completamente nerviosa, más que cuando había confesado abiertamente su orientación sexual.

Inessa: Bien - Comenzó cruzándose de brazos. Su esposo estaba sentado a su lado, sonriendo amistosamente a la pareja ya conocida, intentando darle a Yulia un poco de confianza - Creo que es tiempo de que comiencen a hablar.

La morena asintió nerviosamente, sujetando fuertemente la mano de su novia, como si de ella dependiera su vida.

Inessa: ¿Hace cuánto tiempo se conocen?

Sorpresivamente, la chica de la ventana fue la primera en responder. No es que Yulia dudara de ella, pero conocía bien a su novia y había pensado que tal vez estaría en shock.

“Deberías estar acostumbrada al hecho de que Elena te sorprenda”

Elena: Nos conocemos desde hace algunos meses, mamá. Un día yo estaba mirando a través de la ventana y Yul también lo hizo y… comenzamos a hablar.

Inessa: ¡¿La ventana?! ¡¿Te enamoraste de una chica que conociste por una ventana?! ¡Pudo haber sido una asesina en serie con pánico a las vacas, Elena!

Yulia solo vio a su novia encogerse en hombros despreocupadamente.

Cuando un tenso silencio se apoderó de la habitación, la chica de ojos color azul claro supo que era tiempo de hablar.

Yulia: Señora Katina - Susurró, aclarando su garganta - yo amo a Lena y…

Inessa: ¡¿Amor?! ¡No llames amor a esta estúpida confusión de adolescentes!

Sergey: Inessa, por favor tranquilízate -Pidió a su esposa, acariciando sus brazos.

Elena: Yo no estoy confundida, mamá…

Inessa: ¡Claro que lo estás! ¡Esa banda llena de lesbianas que escuchas te lavó el cerebro!

Elena: ¡Nadie me lavó el cerebro, mamá! - Exclamó enojada, comenzando a chasquear sus dedos. Yulia acarició sus brazos lentamente, haciendo que el sonido se detuviera. No quería que Lena tuviera un ataque en esos momentos, y sabía que, sin razón, sus caricias siempre lograban relajarla.

Yulia: Respira, Lena - Le habló dulcemente, mirando su perfil mientras volvía a unir sus manos y acariciaba sus pequeños y adorables dedos.

Inessa: ¡No le digas a mi hija que hacer!

Sergey: ¡Está impidiendo un ataque, Inessa! ¡Déjala en paz!¡Tu no lograrías hacer lo que Yulia está haciendo a menos que tuvieses sedantes a mano!

Inessa: ¡No quiero que esta estúpida lesbiana toque a mi hija!

Elena: ¡BASTA! - Gritó, y con un rápido movimiento se deshizo de los brazos de su novia, enfrentándose de inmediato a su madre completamente enfadada. Yulia solo había visto esa furia en sus ojos cuando había golpeado a Arthur horas antes- ¡DEJA DE LLAMARLA ASÍ!

Inessa: ¿Por qué ella, Elena? - Preguntó. Parecía dolida. Su hija, mientras tanto, seguía mirándola con furia, Yulia se acercó de inmediato, acariciando los brazos de la pelirroja, intentando calmarla- ¿Por qué no Alfred o algún chico…?

Elena: ¡ALFRED INTENTÓ VIOLARME! - Gritó.

Inessa: ¡Pero no lo hizo! ¡Estoy segura de que está arrepentido! ¡No fue para tanto, Lena!

Sergey: ¡Basta, Clara! ¡Alfred estuvo a punto de abusar sexualmente de TÚ hija y solo te preocupas en el hecho de que está enamorada de esta chica que una vez la salvó de caer de la ventana! Porque lo hizo… ¡¿Acaso no lo recuerdas, Inessa?! ¡¿Acaso no recuerdas ese día?!

Lo cierto era que la morena no lo olvidaba. Tenía tiempo sin pensar en ello, si, pero no olvidaba aquel día en el que por primera vez había sentido tanto temor por la vida de su, en ese entonces, amiga.

Inessa: Lo recuerdo -Asintió-… Pero es que… ella no es así, Sergey… Ella estuvo con Dan y con Alfred. Ella los amó. Ella…

Elena: ¡JAMÁS AMÉ A ALFRED, MAMÁ! ¡FUI SU NOVIA SOLO PARA QUE DEJARAS DE LLORAR TODAS LAS NOCHES POR TENER UNA ESTÚPIDA HIJA ENFERMA!

Sergey: Elena, tu no eres…

Pero la pelirroja no lo escuchó.

Yulia observó a su novia caer sentada al suelo, abrazándose a si misma, llorando y chasqueando sus dedos fuertemente.

Elena: Te escuchaba llorar, mamá. Le preguntabas a papá por que no podías tener una hija como las demás - Yulia se arrodilló a su lado, sujetando sus manos, lo chasquidos se detuvieron y la cabeza de su novia recostándose sobre su pecho. Sus ojos se humedecieron al ver a la morena romperse bajo sus brazos - Le decías que preferirías mil veces tener una hija drogadicta y embarazada antes que una enferma. Le decías todas estás estupideces y pensabas que no te escuchaba, pero lo hacía mamá… Lo hacía… Y no me gustaba. Dormía llorando mamá, y me sentía tan deprimida que… - Suspiró - Quería lanzarme por esa estúpida ventana. Lanzarme para cumplir tus sueños. Una hija muerta debía de ser mejor que una hija enferma, mamá… Pero la señora Volkova me detuvo. Ella solo me miró, y supe que estaba mal. Que quería tener su edad algún día… Y por eso comencé a mirar a través de la ventana. Mirar a través de ella me recordaba que a pesar de todas las estupideces que tu decías tenía que vivir, porque, tal vez algún día yo podré salvar a una chica como ella me salvó a mi.

Yulia suspiró entristecida. Su abuela siempre había logrado hacer que una vida mierda no pareciera tanto una vida mierda. Deseó abrazarla en ese mismo momento. Su abuela no solo la había hecho feliz. Su abuela, sin pensarlo, había salvado al amor de su vida.

La rodeó con su brazos sin poder evitarlo. Tal vez ella también necesitaba un abrazo luego de escuchar lo que había escuchado.

Inessa: ¡SUELTA A MI HIJA, ESTÚPIDA!

Sergey: ¡BASTA CLARA! ¡ES TU HIJA! ¡ES SU NOVIA! ¡BASTA!

Inessa: ¡NO PUEDO VIVIR CON UNA ESTÚPIDA LESBIANA, SERGEY!

Elena: ¿Qué… qué quieres de… decir con… eso? - Balbuceó entre lágrimas.

Elena: Vete de mi casa, Lena…

La chica se tensó bajo los brazos de Yulia al escuchar esto, elevando la vista repentinamente. La pelinegra sintió su respiración irregular y supo que un ataque de pánico estaba a punto de llegar.

Elena: ¿Qué? -Estaba temblando.

Yulia la abrazó fuertemente y colocó una de sus manos contra su pecho, susurrándole al odio que debía respirar tranquilamente. No logró calmarla por completo, pero algo es algo.

Inessa: En mi casa no viven abominaciones como tu, Lena.

Sergey: ¡Deja de tratarla así! ¡Solo está enamorada! ¡Y estoy seguro que Yulia es mejor que cualquiera de esos chicos con lo que te gustaría verla!

Inessa: ¿Sabes por qué los chicos la tratan así? ¡Porque se lo merece! ¡Es un bicho raro!

Sergey: ¡Es tu hija, Inessa! ¡Por Dios! ¡Deja de hablar de ella como si no lo fuera!

Inessa: Ella no es mi hija. Mi hija no es lesbiana.

Elena: Sí lo soy, mamá…

Inessa: No vuelvas a llamarme así -Advirtió subiendo las escaleras de la casa con furia. Cuando Yulia escuchó la puerta de la habitación de Lena abrirse con brusquedad, supo de inmediato lo que la mujer estaba haciendo allí, y lo confirmó cuando bajó con un par de grandes maletas entre manos.

Sergey: Inessa, esta también es mi casa. Ella no se va a ir.

Inessa: Sí lo hará. Si tu quieres una hija lesbiana puedes irte con ella…

Yulia: Señora Katina…

Inessa: A mi no me hables, estúpida…

Y sin decir más se dirigió a la cocina, Sergey suspiró y fue rápidamente tras ella. Yulia sabía que el hombre intentaría hacer cambiar a Inessa de opinión, pero realmente lo veía difícil.

Volvió a la realidad cuando sintió a su novia levantándose, Yulia la siguió de inmediato, tomando su temblorosa mano entre las suyas, depositando un protector beso en sus nudillos

Yulia: ¿Qué sucede, Lena?

“¡Brillante, Volkova!… Es obvio. Su madre acaba de pedirle que se vaya de su casa… ¿Qué crees que sucede?”

Elena: Tengo que irme - Suspiró limpiando sus lágrimas con su mano libre. Yulia la ayudó, no queriendo ver sus hermosos ojos color verde llenarse de tristeza.

Yulia: ¿Dónde irás? - Preguntó preocupada.

La chica se encogió en hombros.

Elena: Con Jennifer, tal vez…

Yulia de inmediato supo que era una mala idea. La chica bajita acababa de perder a su esposo, y Lena su casa. No era una buena mezcla, la verdad.

Yulia: Ni hablar - Susurró besándola tiernamente, sujetando una de las grandes maletas de la pelirroja y llevándola fuera - Te quedarás conmigo -Decidió.

………………….

Se habían ido sin más. Seguramente los padres de Elena ni siquiera habían escuchado la puerta principal cerrarse debido a sus gritos.

Caminaron unos cuantos pasos hasta situarse frente a la puerta de la casa de los Volkov - Sarkys. Larissa y Jhonathan ya debían estar allí junto a Vika. Yulia suspiró y besó la mejilla de su triste novia.

Tal vez no sería la mejor presentación, pero no tenía más opción. No dejaría a Elena sola en algo así. Era su novia, la amaba, y no estaba con ella solo para recibir unos cuantos besos. Estaba con ella para apoyarla cuando más lo necesitaba.

Entraron en silencio, Lena aun con la cabeza baja, el sonido de la radio encendida en la cocina llenaba el lugar.

Yulia dejó una de las maletas de Elena al lado del sofá. La pelirroja hizo lo mismo con la que ella cargaba.

Yulia: Siéntate acá y espérame -Pidió a Lena, sentándola en el sillón, depositando un dulce beso en su húmeda mejilla - Volveré pronto, y todo estará bien.

Elena: ¿Lo prometes?

La morena simplemente sonrió y la besó dulcemente.

……………

Larissa: ¡Yulia Volkova! - Exclamó enojada al verla cruzar la puerta de la cocina- ¿Dónde estabas? ¡Es tarde!

Yulia: Lo sé, mamá. Lo siento… Hablaremos de eso más tarde. Mi…

Larissa: No. Hablaremos de esto ahora… Sé que tienes novia y todo eso, pero yo no la conozco, y aunque lo hiciera no me gustaría que estuviesen juntas hasta tarde. ¡Y no me des excusas de que estabas con Sara! ¡La llamé! ¡Estaba con Allison jugando a las escondidas!

Yulia se echó a reír de inmediato. No debió haberlo hecho, pero aun así el sonido salió de sus labios inconscientemente.

Estaba segura de que sus amigas no se habían detenido ni un momento a jugar.

Larissa: No te rías…

Yulia: Lo siento - Susurró -… Mamá, en serio necesito decirte algo.

Jhonathan: Tal vez deberías escuchar a tu mamá, hija…

Yulia: Elena esta aquí…

…………..

Yulia les había contado todo lo sucedido, ignorando a Alfred y omitiendo lo que habían hecho antes de que el chico llegara a casa. Les contó como se habían conocido, cómo habían estado viéndose e incluso les habló de Troy y su primer beso. Ya no valía la pena ocultar más nada. En cuanto la vieran, lo sabrían.

Jhonathan: Entonces tu novia es la vecina…

Yulia simplemente asintió.

Larissa: Y tu quieres que se quede acá…

Yulia: No dormiremos juntas si quieren, pero por favor no la hagan marcharse. Por favor. Ella está destrozada… - Suplicó, sus ojos se humedecieron al recordar el estado de la chica de la ventana.

Sus ojos se abrieron como platos al recordarla, pues media hora atrás había dejado a su novia sentada en el sofá, entristecida, prometiéndole que regresaría pronto.

Se golpeó la cabeza fuertemente con la palma de la mano y salió rápidamente de allí, ignorando los rostros confundidos de sus padres.

Elena podría haber tenido un ataque y ella no lo hubiese sabido. Lena podría estar llorando. Podría estar rasguñando la piel de sus pies. Podría estar destrozando sus crucigramas…

La encontró jugando con Vika animadamente sobre el suelo.

Viktoria: ¡ Yulia! ¡¿Sabías que tu novia tenía las Barbies de Fifth Harmony?!

………………

Yulia rodeó con sus brazos la cintura de su novia cuando esta se puso de pie, arreglando su camisa. Seguía sin llevar pantalones, y a pesar de que no era el momento, la morena no podía evitar sentirse distraída.

Elena: Hola, soy Elena - Se presentó con la mirada baja ante los padres de Yulia. Viktoria la ayudaba a guardar sus muñecas de nuevo.

Larissa: Un gusto conocerte Elena -La saludó con una sonrisa, estrechando su mano, Yulia supo de inmediato que el contacto la había incomodado en cuanto sintió a su novia tensarse - Y este es mi esposo, Jhonathan.

La chica simplemente asintió, mirando al suelo.

Viktoria: Elena es muy divertida -Dijo a sus padres, guardando la Barbie de Camila, la cual era tan pequeña que solo habían necesitado la mitad de los materiales para hacerla -… ¿Recuerdan que les dije que le había devuelto un crucigrama y me había parecido gruñona? Me equivoqué. Es más divertida que Brenda…

Elena: ¿Brenda?

Viktoria: Sí, Brenda Brown, la hermana de Peter.

Yulia observó a su novia abrir mucho los ojos, como si estuviese recordando algo.

Elena: ¿Acaso tiene ojos azules y cabello rojo?

Viktoria: ¡SI!

Elena: ¡Vika, conociste a surfanNormani! Es la chica más odiada en el fandom. Shippea a Camila y a Lauren hasta con la silla en donde se sentaron a comer tacos.

Yulia sonrió al escuchar a su novia hablar de surfanNormani. La forma en la que podía pasar de ser su avergonzada y nerviosa novia a una gran fangirl, era increíble.

El carraspeo de sus confundidos padres las hizo volver a la realidad.

Jhonathan: Creo que necesitamos hablar, Lena…

…………..

Yulia estaba organizando la ropa de Lena en el armario de la habitación de huéspedes, sabiendo que su estancia allí no sería de dos o tres días solamente. Inessa era una mujer difícil de convencer.

Viktoria la ayudaba, preguntándole cosas sobre Elena sin parar. La pelinegra intentaba calmar su propio nerviosismo con las respuestas. Sus padres y Lena debían de estar hablando desde hacía más de una hora.

Viktoria: ¿Por qué toda su ropa es tan oscura? - Preguntó la pequeña.

Yulia: Porque quiere ocultar su verdadera identidad de bebé abrazable.

Viktoria: ¿Y por qué tiene tantos discos de Lana del Rey?

Yulia: Porque ama a Lana del Rey…

Viktoria: Yo pensé que te quería a ti, Yulia - Susurró, su rostro se llenó de decepción.

Yulia: Ella me ama, Vika -La tranquilizó -… Es solo que… ¿Recuerdas cuántas veces te he dicho que amo a Jhnony Deep?

La niña asintió. Debían de haber sido millones.

Yulia: Bueno, su amor por Lana es algo así.

La pequeña simplemente asintió y su rostro volvió a iluminarse. Colocó las Barbies de Fifth Harmony en un sitio especial para que no se arruinaran y siguió arreglando la ropa de Lena junto a su hermana, haciendo preguntas cada cinco segundos.

Yulia: ¡Vika! ¿Quieres saber un secreto? - Preguntó cansada, sabiendo que la próxima confesión la haría callar.

Viktoria: ¡Si! ¡Si! ¡SI!

La chica sonrío y se arrodilló, quedando a la altura de la oreja de su hermana.

Yulia: Sara y Allison son novias.

…………….

XX: Y esta será tu habitación…

Yulia volteó su mirada hacía la dirección en la que había escuchado hablar a la voz de su madre, y se encontró con los hermosos ojos verdes de su sonriente novia.

Larissa: ¿Te gusta?

La pecosa simplemente asintió sonriendo, mirando fijamente el lugar.

Jhonathan: Ya sabes de lo que hablamos, Elena. Te dejaremos quedar acá solo si estás en tu habitación a las diez, duermen en habitaciones separadas y prometes no sobrepasarte con mi hija bajo este techo.

Elena simplemente asintió, mirándolo con respeto, Yulia dejó escapar un leve gruñido de frustración que nadie escuchó… No era como si hubiese querido…

… Bueno, tal vez si…

Elena: Prometo hacer todo lo que me piden, y mantener la casa limpia…

Jhonathan: Ya te dijimos que no tienes que hacer eso, Elena.

Elena: Pero yo quiero hacerlo. Será mi forma de pagarles por todo esto… Es decir, ni siquiera me conocen y… no aceptaron el dinero.

Larissa: Haces feliz a Yulia, Elena. No hay mejor pago que eso…

La pelirroja simplemente sonrió, mirando a Yulia, que le devolvió el gesto de inmediato.

Suspiró. Le encantaba verla sonreír. Le hacía sentir mariposas en el estómago.

Simplemente, estaba enamorada.

Larii: Las dejaremos un rato, chicas. Aun falta una hora para las diez… En cuanto a ti, Viktoria. Hora de dormir. Sin peros.

La pequeña simplemente salió de la habitación refunfuñando, su madre siguiéndola, Jhonathan permanecía recostado sobre el marco de la puerta con los brazos cruzados y una sonrisa en el rostro.

Jhonathan: Tu novia es una buena chica, Yulia -Le dijo a su hija en cuando Elena entró al baño para darse una ducha - No la dejes ir.

Y simplemente se marchó.

…………..

Yulia también había corrido a ducharse. Fue el más corto baño de su vida. Lo único que quería hacer era abrazar a Elena en ese momento y besarla hasta que dieran las diez.

Sus moretones estaban mejores. En realidad, ya no dolían.

… Tal vez no lo hacían porque estaba acostumbrada al dolor…

Se colocó su ropa interior y una camisa rosa lo suficientemente larga como para cubrir su trasero, pero tan corta que mostraba gran parte de sus piernas, y se dirigió a la habitación de Elena. Dos podían jugar ese juego.

Cuando llegó, Lena aun estaba dentro del baño. Se sentó sobre la cama y aburrida tomó el celular de su novia, sabiendo que la contraseña de este era la fecha de su nacimiento. La chica tenía apenas un par de mensajes de Fyodor, otro par de Dara y finalmente una gran conversación con Jennifer. Tenía también varias notificaciones en su cuenta fan en twitter, pero nada realmente importante, y finalmente tenía varios mensajes de un grupo de Whatsapp llamado “Harmony is my life”, conformado por otras diecisiete chicas, entre ellas Jennifer. No hablaban nada serio, y aunque todas parecían coquetear con Elena, su novia no parecía darse cuenta. Respiró un par de veces, intentando calmarse al ver los miles de mensajes sugerentes, pero los celos pudieron con ella cuando nuevos mensajes comenzaron a llegar.

Fue allí cuándo la cuenta fan de Elena comenzó a llenarse de menciones. Era claro que no conocían su cuenta personal, pues sino las chicas habrían sabido su romance mucho tiempo atrás..

Yulia no podía evitar reír con muchos de los comentarios, y tampoco podía evitar reírse de aquellas chicas que les pedían una selfie juntas. Seguramente si hubiesen conocido el twitter de saray habrían tenido selfies suficientes para un año.

Se apartó bruscamente cuando sintió unos brazos rodear su cintura y un beso depositarse en su cuello.

Elena: ¿Puedo saber que haces con mi celular? - Preguntó besando su cuello de nuevo, un escalofrío se apoderó del estómago de Yulia cuando sus dientes rozaron su piel.

Yulia: ¿Puedes explicarme por qué tus “amiguitas” del fandom no saben que tienes novia?

Elena: No lo saben porque si se los dijera me pedirían una selfie y no me gusta… Espera. ¿Cómo sabes?

Yulia: Lo vi en tu celular…

Elena: ¡ Yulia! -Le reclamó, quitándoselo de inmediato de las manos, revisando sus mensajes y notificaciones, colocando caras de horror. De inmediato, aunque no era la ocasión, Yulia se dio unos momentos para observar a su novia, y la encontró vistiendo un lindo pijama de pantalón gris y camisa de mangas largas del mismo color, junto a calcetines blancos que, como siempre, debían de llegarle a la rodilla.

Yulia: Linda ropa - Susurró acariciando su abdomen por encima de la tela, permitiendo a uno de sus dedos viajar bajo ella, acariciando lentamente la piel de su cadera.

Elena: Lo mismo digo sobre tu camisa. Estuve cinco minutos mirándote, y… Tus piernas son perfectas…

Yulia: Puedes tocarlas si quieres…

Fue entonces cuando Lena la miró, elevando una de sus cejas.

Elena: ¿Por qué estás repitiendo lo que te dije cuando…?

Yulia: Se llama venganza, amor…

Elena: Me gusta cuando me llamas amor - Sonrió.

Yulia: ¡No sonrías! ¡Estoy intentando vengarme! ¡No deberías sonreír!

Elena: ¿Por qué? No lo entiendo, lo siento…

Yulia simplemente sonrió. No valía la pena seguir buscando venganza en situaciones dónde tenía las de perder.

Suspiró profundamente, besó ligeramente sus labios y decidió apreciarla.

Su mirada viajó lentamente por cada mínima parte del cuerpo de su novia, desde sus cubiertos pies hasta su ligeramente húmedo cabello.

Yulia: Te ves tan sexy, Lena. Estoy segura de que incluso te verías sexy vestida de monja -Dijo acariciando el cuello de la chica de la ventana, mirando sus manos mientras lo hacía, mientras pequeñas cosquillas viajaban a su centro.

Elena: Yul… ¿Te tomarías una foto conmigo?

Yulia se alejó bruscamente.

Yulia: ¿Qué?

Elena: Por favor. No van a dejarme en paz si no les doy nuestra foto y…

Yulia: Lena, si no quieres hacerlo no tienes que… es decir… ellas no te conocen, solo Jennifer y… estoy segura de que Jenny no está pidiendo una selfie.

Elena: Quiero hacerlo. Quiero que sepan lo muy afortunada que soy de tenerte y que no te cambiaría por nada.

Yulia: No hay problema, Elena Katina.

Segundos después Lena ya tenía su cabeza escondida en el cuello de Yulia, sus manos aferrándose a su camisa fuertemente. La morena tomó el teléfono de su novia, y besando la parte superior de su cabeza tomó la foto, subiéndola al twitter de Elena bajo la mención “Mi sexy novia Yulia Volkova. Es celosa, y la única que puede tocarme cuando quiera y dónde quiera”

Elena: Las chicas notarán que eres tu…

Yulia: Claro que no. No fui ni un poquito obvia…

Elena: Lo fuiste. Mucho. ¡Tanto que incluso yo lo noté!

Yulia: Entonces supongo que así sabrán que no deberán hablar de ti de esa forma nunca más…

No lo hicieron.

…………………..

Yulia: Faltan cinco minutos - Dijo escondiendo su cabeza en el cuello de su novia, respirando profundamente su aroma.

Elena: Quédate, Yul…

Yulia: No puedo, Lena… Escuchaste lo que dijo mi mamá y…

Elena: Quédate, por favor… Tengo miedo -La interrumpió en un susurro.

La pelinegra de inmediato se alejó un poco de su novia y la miró fijamente a los ojos, acariciando su mejilla para luego depositar un casto beso en sus labios. De inmediato, la sintió temblar.

Yulia: Necesitas hablar - Dedujo.

Elena: El intentó tocarme - Susurró apartando su mirada, evidentemente avergonzada. Una lágrima resbaló por su mejillas - Lo hizo, en realidad…

Yulia: Lena…

Elena: Lo sentía, Yul… Sentía su asqueroso… bueno, tu… sabes de lo que hablo… No me gustó, Yul. Me sentí tan sucia.

Yulia: Amor…

Elena: Aun lo siento tocándome, Yul. Siento que va a venir a mitad de la noche y va a querer terminar lo que empezó y… -A este punto ya estaba llorando.

Yulia: No va a venir, Lenita - Susurró dulcemente. Los ojos de la pelinegra se humedecieron al escuchar y ver a su novia tan débil - Y si lo hace, lo prometo, no dejaré que se te acerque.

La chica de la ventana simplemente asintió, elevando una de las comisuras de su labio en una falsa sonrisa que Yulia conocía bastante bien.

Elena: Ni siquiera pude gritar… Soy una inútil.

La chica de inmediato se negó, limpiando dulcemente la mejilla de su novia, sujetando su barbilla para obligar a la pelirroja a mirarla.

Yulia: No lo eres, Lena. Hoy fuiste tu quien evitó que Arthur siguiera golpeándome. No eres una inútil, Lenita… Solo no estabas en tu mejor momento debido a lo que hice antes de que Arthur llegara.

Elena: ¿Qué quieres decir? ¿Qué hiciste?

Yulia sonrío pícaramente y la miró a los ojos, tomando las manos de su novia y llevándolas burlonamente hasta su trasero, colocándose sobre esta divertidamente. La respiración de Elena se volvió irregular al instante.

Yulia no quería verla llorar. Prefería escucharla gemir.

Yulia: Te volví loca - Susurró contra su oído, sonriendo y mordisqueando levemente el lóbulo de su oreja, descendiendo lentamente cada segundo, hasta finalmente encontrarse con su cuello y dirigir sus manos a los costados de su novia.

Sin poder resistirse presionó sus costillas, escuchando una leve risita bajo sus labios. Lo hizo de nuevo y Lena comenzó a reír ante las cosquillas.

Escucharla reír era su cosa favorita para hacer en el mundo.

Elena estaba carcajeandose fuertemente, Yulia hacía lo mismo escondida en su cuello, cuando la voz de Larissa las interrumpió.

Larissa: Es tiempo chicas - Informó

………………….

Yulia no podía dormir. Luego de haber besado a Elena por última vez. Había mirado sus ojos… Había pánico en ellos.

Regresar a la habitación tal vez le prohibiria a Lena permanecer allí, pero por otra parte, imaginarla sufriendo era demasiado para su enamorado corazón, así que hizo lo que pensó era correcto.

Tal vez podría explicarle a sus padres por qué había hecho que lo que hizo en la mañana, pero no podía seguir pensando en el hecho de que su novia estaba sufriendo en una habitación desconocida.

Se acercó al cuarto de huéspedes silenciosamente, encontrándose, en medio de la oscuridad, a una Elena Katina sentada sobre su cama.

Yulia: ¿No puedes dormir? - Preguntó silenciosamente, corriendo las mantas y sentándose a su lado, abrazada a su cintura.

Lena simplemente negó con su cabeza.

Yulia: ¿Quieres que duerma contigo?

La chica asintió, y sin demora ambas se recostaron juntas en aquella cama, abrazándose la una a la otra.

Elena: No fue el… mejor primer mes - Susurró entristecida. Yulia acomodó su cabeza en el pecho de su novia.

Yulia: Habrá muchos más meses - Dijo acurrucándose, ambos cuerpos dándose calor a mitad de la fría noche.

Elena: ¿Lo prometes?

Yulia: Lo prometo…

Por desgracia, no todas las promesas se cumplen.
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CONTINUARÁ...

Bueno chicas, todo por hoy así que, gracias por comentar y nos leemos mañana con dos nuevos capítulos
Pasen una linda noche y tengan algo de paciencia mañana porque tendré un día un poco complicado... Besos!

Mieeeeeercoles!! No inventeeess vamos!! Tenia que llegar el estúpido de Alfred y hacer semejante estupidez 🤬🤬🤬 y para colmo de males Inesa WTF!!!

Sabes que ese último comentario tuyo no me da ninguna satisfacción o esperanza sobre las chicas, ¿cierto? Sé que no todas las promesas se cumplen pero noooo, no no con ellaaaas!!!

Me da miedo esa frase final de que no todas las promesas se cumplen . Que bueno q la familia de julia la apoyaron, inessa es una desgraciada ella es la única culpable que lena tenga todas esas enfermedades por ser una adicta irresponsable de porquería. Pero bueno las chicas se aman y son fuertes, son muy tiernas y lindas juntas. Espero que mañana tengas un lindo día y aquí te esperaremos con paciencia hasta la hora q puedas venir querida, feliz noche

Capítulo 35 
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Cuando Elena despertó Yulia aun estaba abrazada a ella, y no pudo evitar acercarla más a su cuerpo en un fuerte abrazo y sonreír. Si bien dormir con otras personas siempre la había incomodado, había algo en los brazos de su novia que la había hecho dormir como nunca.

Miró el reloj fijamente. Era aun temprano para la chica de la ventana, incluso en días de escuela.

Se alejó de Yulia lentamente, depositando un dulce beso en su mejilla, con intenciones de dejarla descansar. Ese día su novia iría al colegio, así que dormir era importante.

Tomó un short blanco y una camiseta de Lana del Rey antes de ir al baño para tomar una rápida ducha y hacer sus necesidades fisiológicas. Dejó la habitación poco después, asegurándose de cubrir bien a su novia con la sábana y depositando un casto beso en sus labios.

Intentó preparar un buen desayuno para la familia, y lo logró a pesar de que las cosas no estaban ubicadas como en casa. Luego desayunó sola, disfrutando del silencio y resolviendo un crucigrama mientras bebía su jugo de manzana, sonriendo al sentir que estaba siguiendo una pequeña parte de su típica rutina. Luego se colocó su dosis diaria de insulina y tomó la gran cantidad de medicinas prescritas que necesitaba. Estaba terminando de lavar su plato cuando Larissa y el Sr. Jhonathan entraron.

Larissa: Oh, Lena… No esperaba verte -Le dijo con una sonrisa, colocando una mano sobre su espalda cariñosamente, Elena no se sintió completamente cómoda con el contacto - Buen día.

Elena: Les hice el desayuno - Susurró alejándose un poco de la pareja. No comprendía como después de la amplia charla que habían tenido el día anterior aun no podía sentirse bien junto a ellos. Larissa era definitivamente una madre divertida y de mente abierta que habría pagado por tener, y el Sr. Jhonathan era un hombre bastante cálido y de mirada reconfortante. Tal vez estaba destinada a no disfrutar jamás del contacto físico.

Larissa: No tenías que hacerlo, Elena - Dijo. Lena les entregó sus respectivos alimentos y los guio al comedor tímidamente.

Elena: Quiero hacerlo - Susurró.

Luego de esto, ambos decidieron asentir, sabiendo que la chica no cedería, comenzando a desayunar.

Jhonathan: Está muy bueno - Halagó.

Elena: Gracias…

Jhonathan:… Pero un buen desayuno no va a desaparecer el hecho de que dormiste con mi hija y estoy enojado por eso, porque se supone que teníamos un trato…

Elena: Señor Sarkys, yo… - Susurró, completamente aterrada. Sabía lo que podía suceder, y si la familia de su novia la echaban de casa, ya no tendría otro lugar adonde ir.

Jhonathan: Solo cuéntame por qué mi hija estaba allí y no tendrás que irte - Había una arruga en su frente, y un ligero toque de enojo en su voz que el diccionario mental de Elena detectó fácilmente.

Elena: Ella… yo… nosotras estábamos - Respiró hondo. Los nervios no iban a ayudarla en momentos como aquellos- Ella volvió a su habitación, pero yo… yo no podía dormir… Lo prometo, yo… yo no… no fui a su habitación porque sabía que estaba mal y… luego ella volvió… y no pude… no pude pedirle que se marchara porque… tenía miedo… de que el…. el volviera… - Confesó lentamente, trabándose y dejando que un par de lágrimas descendieran por sus mejillas.

Larissa: Oh, Elena … Nosotros no sabíamos que…

Jhonathan: ¿Estás bien? - Preguntó levantándose, intentando rodearla con sus brazos. Ella lo alejó bruscamente.

Larissa: Recuerda, Jhon. Nada de contacto.

Jhonathan: Tienes razón, lo siento - Se disculpó, volviendo a sentarse, mirándola con pena. Elena recibía miradas como esas muy seguido - Solo… No te pediré que no vuelvan a hacerlo, pero por favor duerman con la puerta abierta y no hagan nada indebido.

Elena: Está bien - Aceptó limpiando sus lágrimas rápidamente.

Larissa: ¿Y tu lo estás? - Parecía preocupada, como si Elena fuese realmente su hija - ¿Estás bien? -Volvió a preguntar luego de que la chica de ojos verdes solo pudiera permanecer callada.

Elena: Estoy bien… O tal vez un poco bien. Hablaré con mi psicólogo mañana, el me… ayudará a estar bien… lo prometo… Además, Yul… ella me ayudó un poco anoche - Aclaró - Ella siempre me ayuda -Una sonrisa se dibujó en sus labios inconscientemente.

Jhonathan: ¿Cuándo te refieres a esa “ayuda” debo deducir que hicieron algo más que dormir?

Lena se sintió confundida al instante, su mente trabajaba arduamente en comprender.

Elena: Lo siento, pero no puedo… entenderlo, señor Sarkys.

Larissa: Estoy segura de que no hicieron nada de lo que estas pensando, Jhon - Aseguró sujetando y acariciando su mano. Elena sonrío. Ella solía acariciar la mano de Yulia de la misma forma.

El hombre asintió lentamente, calmándose ante el contacto. Larissa lograba calmar a su esposo de la misma forma en la que Yulia lo hacía con ella.

Larissa: Es algo tarde… ¿Crees que puedes despertar a Yulia? Yo iré a despertar a Vika en unos minutos.

Lena simplemente asintió, dirigiéndose a las escaleras, mirando aterrada el gran trayecto que tenía por delante.

Subió lo más rápido que pudo, alegrándose al llegar a la cima y entrando a la habitación de Yulia rápidamente, sentándose de inmediato en la cama, para intentar recuperar el aliento, no dándose cuenta de que su novia ya no estaba recostada allí. Le tomó cinco minutos volver a sentir que no estaba por asfixiarse.

Se sorprendió al escuchar la puerta del baño abrirse, una gran cortina de vapor salía de allí junto a una Yulia en ropa interior roja. Su aliento se marchó de nuevo.

Tragó saliva con dificultad, admirando con los ojos bien abiertos a su novia, que se giró rápidamente a cerrar la puerta de su habitación, sin darse cuenta de que Lena estaba allí. La pelirroja no pudo evitar ver el poco cubierto trasero de la morena.

“Idiota, deja de mirarla”

“Tu también quieres mirarla”

“¿Es que acaso no viste su culo, idiota? Es perfecto”

“Cállate y déjame seguir mirándola… ¿No hace calor aquí?”

Yulia: ¡Lena! - Exclamó no demasiado alto al darse la vuelta, cubriéndose los pechos casi de inmediato, como si hubiese algo más que cubrir que el brasier no pudiese.

Intentó hablar, pero estaba demasiado concentrada en admirar las perfectas piernas de su novia como para hacerlo.

Yulia: ¡Lena!

La chica agitó su cabeza, intentando concentrarse en los ojos de su novia y su sonrojado rostro. Sonrió.

La morena sonrojada era la cosa más tierna que jamás había visto en su vida.

Yulia: ¿Qué haces acá?

Elena: Tu mamá quiere que bajes. Es tarde - Notificó antes de volver a perderse en sus piernas.

Yulia: ¡Lena!

Elena: ¿Puedo tocar? - Preguntó, sus ojos se clavaron en los muslos de esta. Yulia había tocado sus piernas el día anterior. Que ella lo hiciera de vuelta era justo.

Elevó la mirada cuando no la vio caminar.

Elena: Si no quieres, no…

Yulia: Si quiero - Afirmó de inmediato, colocando su manos cruzadas sobre su abdomen, completamente sonrojada. La mirada de Lena de inmediato viajó a los pechos de su novia sin poder evitarlo. No eran muy grandes, pero eran de Yulia, y cualquier cosa relacionada con ella era digna de admirar - ¡Lena, concéntrate! -La chica volvió a sacudir su cabeza y miró fijamente los ojos de su novia, intentando olvidar la muy poca tela que la cubría en ese momento - Me encantaría que lo hicieras, pero mi mamá y mi papá…

La pelirroja la miró suplicante. Realmente quería hacerlo. Quería que sus manos sintieran la cálida piel de Yulia bajo estas, y que la electricidad en su cuerpo le demostrara que no estaba soñando.

Yulia: Si me miras así no puedo negarme, Lena - Sonrió, acercándose lentamente, la pelirroja no podía evitar desviar su mirada a sus piernas nuevamente - Deja de hacer eso - Exigió juguetonamente, cubriendo por unos segundos los ojos de su novia cuando estuvo lo suficientemente cerca.

Lena dejó escapar un profundo suspiro cuando sintió a Yulia sentarse sobre sus piernas. Mirándola con un par de ojos deseosos.

Elena: Eres hermosa, Yulia Volkova - Susurró deslizando su mirada por toda la extensión visible del cuerpo de la morena. Observó sus suaves y delgadas piernas uniéndose con las suyas, también descubiertas debido al short, el contacto entre pieles le causaba un agradable hormigueo que terminaba en su centro. Observó los brazos de Yulia alrededor de su cuello, y sus propias manos enredadas en la cintura de la menor.

Sin temor alejó sus manos de su cintura y descendió hasta que estas se posaron en sus muslos, ambas suspirando, Lena recorría con la punta de sus dedos una pequeña extensión de piel allí, Yulia erizándose bajo su contacto.

Yulia: Bésame -La escuchó suplicar.

Y Lena, que habría dado hasta su último respiro por aquella chica de ojos azules y enorme sonrisa, lo hizo, aferrándose a sus muslos como si no quisiera dejarla ir.

…………….

Yulia se había marchado minutos después, Lena sintió un gran vacío al no poder tenerla un poco más. No era como si no estuviese acostumbrada a no verla durante las mañanas, pero ese día realmente necesitaba a alguien. Estaba en una casa desconocida, con cosas desconocidas, con rutinas desconocidas, pasando por una situación desconocida. Necesitaba la mano de Yulia para sentirse un poquito mejor con esto.

Tampoco la vería en la tarde, ya que había quedado de verse con Jennifer en el hospital. No es que le desagradara la idea, pero ver cinco minutos a su novia antes de irse no le haría ningún mal.

Ya que no necesitaba diálisis podía aprovechar sus jueves mejor que antes, y Elena solo podía sonreír al pensar en esto. ¡Saldría a solas con Jennifer por primera vez en años! Tal vez incluso irían al cine para rememorar los momentos en los que solo eran ella y Jenny, las dos mejores amigas que el universo jamás unió.

Además, la pequeña necesitaba su ayuda. El amor de tu vida no se olvida en unos cuantos días.

En realidad, el amor de tu vida nunca se olvida. Solo se aísla.

Larissa, Jhonathan y Viktoria también se habían ido. Había trabajos y escuelas en sus vidas. Había algo más que soledad.

Se dedicó a organizar y limpiar la casa de los Sarkys-Volkov durante toda la mañana, concentrándose especialmente en la desordenada habitación de su novia.

La amaba, sí, pero estaba segura de que si dormitorio era mucho más limpio… tomando en cuenta que la morena era una completa desorganizadas.

Yulia se ocupó de mensajearla en sus pocos minutos libres, el rostro de Lena siempre iluminaba al ver su nombre en la pantalla de su celular.

Fue durante el almuerzo cuando recibió su llamada.

Yulia: Adivina quien soy - Escuchó con un tono de voz juguetón en cuanto se llevó el celular a la oreja.

Elena: Amor, vi tu nombre en la pantalla, y no podría confundir tu voz. Estás loca si crees que no se quien e…

Yulia: Es un juego, Lena - Explicó pacientemente - Se supone que tu finges no saber quien soy, coloco mi mejor voz sexy, te doy datos acerca de lo muy atractiva que luzco y terminamos teniendo una rápida sesión de sexo telefónico…

Elena: Lo… lo siento. No lo sabía -Se disculpó nerviosa. No podía creer que su novia realmente deseara tener sexo telefónico con ella en esos momentos, pero tampoco tenía intereses en replicar.

Yulia: Tal vez podríamos saltarnos la última parte. Es decir, no quiero tener mi primer orgasmo a través de un teléfono y… ¡SARA! ¡DEJA DE MIRARME ASÍ!… El punto es que soy yo, estoy enamorada de ti, y quiero hablar contigo.

Allison: ¡Ves, Sara! ¡Deberías decirme cosas así! ¡No solo…!

Yulia: ¡NO VUELVAS A DECIRLO O TE GOLPEARÉ, ALLISON DYNA!

Elena: ¿Qué sucede allá, amor? - Preguntó confundida, sentándose en la cama de su novia, cansada por haberse mantenido de pie luego de dos horas de ardua limpieza. Su corazón palpitaba como si hubiese corrido una maratón- ¿Por qué quieres golpear a Allison? ¿Te hizo algo malo?

Yulia: No, no, ella solo… Al parecer nuestra querida amiga Sara no es muy romántica que digamos…

Sara: ¡Si lo soy! ¡Ayer le dije unas catorce veces que chuparía sus abdominales hasta el fin del mundo!

Allison: ¡Sara! ¡Eso no es ser romántica!

Yulia: Lo siento, digamos que es su primera pelea de pareja luego de veinticuatro horas de noviazgo. Ya sabes, las cosas van rápido con estas dos… Estoy segura de que Ally quedará embarazada para mañana si siguen así…

Elena: Amor, Sara no puede embarazar a Allison - Aclaró. Tal vez el desayuno que le había dado la había afectado un poco.

Yulia: No hablo en serio, Lena -La escuchó reír.

Elena: ¡No te burles! -Exigió.

Sara: ¡Ves, Ally! ¡Yul no es una buena novia! ¡Jamás habla en serio!… Prometo que estaba hablando muy en serio cuando ayer te dije que estaba tan excitada que…

Allison: ¡Sara!

Sara: También hablaba en serio cuando dije que quería chupar tus abdominales.

Allison: ¡Sara! ¡Por favor!

Sara: ¡¿Qué?! ¡Es cierto! ¡Todos quieren chuparte los…!

Yulia: Lo siento, tal vez tenga que irme si no quiero que estas dos se maten entre sí…

Elena: Si sirve de algo, dile a Allison que Sara tiene razón. Yo también quiero chupar sus abdominales.

Yulia: Allison, Lena dice que tu novia fácilmente excitable tiene razón, porque ella también quiere chupar tus… ¡Lena!

Elena: ¿Celosa, Volkova? - Preguntó carcajeandose, levantando una de sus cejas como si la morena realmente pudiese verla, una débil risita proveniente del otro lado del aparato llegó hasta ella, haciéndola sentir en la cima del mundo.

Yulia: Sí, Katina. Y es realmente molesto.

………………….

Luego de terminar de vestirse con unos negros pantalones ajustados, una camisa azul que había tomado prestada del armario de su novia y un beanie oscuro, salió de su casa para esperar la llegada de Jennifer, sentándose en la acera con la mirada baja.

Fue entonces cuando Inessa pasó apresurada por su lado. Era extraño verla por allí a esas horas, pues aunque trabajaba la mayoría del tiempo en casa, debía de seguir un horario estricto.

Elena la miró esperanzada, deseando que la mirara por unos segundos y le preguntara como había sido su noche. Que se preocupara. Que la abrazara.

Inessa ni siquiera la miró. Su madre entró a la casa con rapidez y unas cuantas lágrimas escaparon por los ojos claros de la chica al darse cuenta de que ya nada sería lo mismo.

Katya e Iván habían hablando con ella en la mañana, y su padre había ido a verla minutos después de que la familia de la morena se fuera, pero, aunque fue alentador saber que se preocupaban por ella, lo esperaba.

Su padre y sus hermanos ya la habían aceptado tal y como era, lo cual no les impedía visitarla y seguir considerándola la misma Elena Katina que siempre habían conocido, y por ello no se sorprendió al hablar con ellos. Es decir, había sido predecible. Pero la mente de su madre era más cerrada, y en realidad habría sido feliz con algo tan pequeño como una simple mirada de la mujer que la había traído al mundo.

Jennifer estacionó a su lado un par de minutos después, Elena salió de sus pensamientos y subió silenciosamente al asiento del conductor, un rap conocido llegó a sus oídos.

Jennifer: ¿Recuerdas la grabadora que Troy me dio? - Lena asintió. No podría olvidarla, y tampoco la carta - Bueno, antes de morir, creo que incluso antes de saber que iba a hacerlo, compuso y grabó unas cuantas canciones para mi. Algunas letras son dolorosas y otras tan graciosas que me hicieron reír como solo él lograba hacerlo - Algo le decía a Lena que Jennifer no estaba hablando con ella en ese punto. La pequeña estaba hablando para si misma - Tengo que seguir viviendo, sí, pero dudo poder alejarme de él - Susurró.

Elena: Jenny - Susurró dulcemente. Intentó reconfortarla colocando su mano suavemente sobre la de su amiga, recibiendo un ligero apretón como agradecimiento.

Jennifer: Estoy bien, Lena. Es decir, no como antes, pero creo poder respirar por mucho tiempo más. Supongo que eso es bueno…

Elena: Lo es, créeme - Susurró con una sonrisa - No sabes cuanto daría yo por caminar medio minuto y lograr que el aire llegue a mis pulmones.

La chica bajita simplemente suspiró.

Jennifer:… ¿Recuerdas la carta, Katina? - Preguntó después de unos minutos, haciendo arrancar el auto, de nuevo perdiéndose en esa charla que parecía dirigida a ella misma.

Elena: Lo hago.

Jennifer: Léela. Está en mi bolsa. Escribió algo para ti también.

La pelirroja simplemente asintió, sacando la carta de la bolsa de su amiga, notando de inmediato la variable caligrafía. Estaba segura de que el chico la había escrito día por día, la enfermedad siempre empeoraba al igual que sus facultades.

Amada Jenny,

Esta no será una carta común. Será una cuenta regresiva hasta mi final. Puede sonar cruel, pero eso es lo que es. No tengo intenciones de mentir. 

Día 1: Sé que estás leyendo esto porque me he ido. En cuanto el doctor me miró a los ojos para darme los resultados lo supe. Supe que tendría que dejarte, y nada me rompió el corazón más que eso. Excepto verte llorar y saber que era por mi.

Día 2: Siempre te prometí no hacerte llorar. La primera vez que nos peleamos y te vi llorar por las miles de estupideces que dije te prometí que jamás volvería a hacer nada igual. Pero lo hice, una y otra vez. Supongo que no puedo cumplir mi promesa.

Día 3: Ahora que lo pienso mientras te veo dormir en el sofá con lágrimas aun en tus mejillas, sé que en realidad debí prometer que te haría dejar de llorar. Sí, admito que a veces era un estúpido y te hacía llorar. Pero mis tonterías te hacían reír. Supongo que siendo un estúpido también lograba que tu dejaras de llorar. Pude haber aprovechado mi estupidez un poco más.

Día 4: Esta carta no va a tener sentido, Jennifer. En realidad estoy escribiendo este párrafo mientras tengo un dolor de cabeza terrible. Si paso a hablar de mi amor por ti a mis grandes deseos de manejar un ferrari, espero sepas entender por qué. Lo siento.

Día 5: Te amo. Mucho. Es todo lo que creo ser capaz de escribir hoy.

Día 6: No sé como lo haces, pero ayer tenía una jaqueca terrible y tu solo viniste hasta acá, me abrazaste y poco a poco comencé a sentirme mejor. Y me sonreíste cuándo te dije que te amaba. Sufriría todas las jaquecas del mundo solo para verte sonreír como lo hiciste en ese momento.

Día 7: Estoy olvidando las cosas muy rápido. Tengo miedo de olvidarte a ti.

Día 8: Lo siento. Ayer me descontrolé. No se como destrocé la mitad de mi departamento, pues no lo recuerdo. Lamento que lo vieras, y lamento haber destrozado la primera foto que nos tomamos juntos. Intentaré repararla, lo prometo.

Día 9: No quedó bien. Usé cinta y tu nariz está donde debería estar tu pie derecho. Lo siento. Creo que terminé arruinándolo.

Día 10: ¿Por qué sigues sonriéndome como si no hubiese hecho nada malo? Rompí esa foto. Nuestro primer recuerdo. ¿Por qué seguiste sonriendo cuando la viste? ¿Por qué sonreíste cuando viste una mano en donde debía estar mi rostro? ¿Y por qué me besaste después?……….. Te hice todas estas preguntas. Dijiste que mis actos valían más que esa simple foto… No lo entiendo, Jenny. Creo que ahora comprendo a Elena. ¡Esto es tan estresante!

Día 11: Otro ataque. Lo siento, Jenny. Lamento que ahora tus padres lo vieran también, y lamento haber roto esa taza.

Día 12: El doctor estaba revisando nuevos exámenes, Jennifer. Hablé con él. No recuerdo si estabas allí, lo siento. Me dijo que el tumor estaba creciendo, pero no pude escuchar que dijo a partir de allí, porque tenía un bonito reloj detrás de él. Le pedí al reloj que me diera más segundos para vivir, pero la manecilla seguía andando. Supongo que le gusta burlarse de mi.

Día 13: No sé por qué hoy estuve pensando en Lena. No es como si no hubiese pensado en ti, pero hay algo en mi cabeza que me dice que ella va a leer esto… Te quiero, Lena. Y te aprecio. Tu llevas toda una vida muriendo, pero yo, que apenas llevo trece días, ya quiero mandarlo todo a la mierda. Pero no lo hago por ti. No lo hago porque tu tienes más razones para hacerlo. Has estado dieciocho años temiendo no despertar, pero no lo has enviado todo a la mierda. Supongo que yo tampoco debo hacerlo. Es extraño, pero te admiro por no morir…

Día 14: He olvidado tanto, Jenny. Intenté recordar cuantas pastillas debía tomarme en la mañana, pero lo olvide Jenny. Lo olvidé. Olvidé como leer este número (2). Tengo miedo, Jenny.

Día 15: Duele, Jennifer.

Día 16: Lena y Yulia deberían estar juntas siempre. No lo sé. Ellas merecen tener la historia que nosotros no podremos tener.

Día 17: Mi doctor dijo que… Esa mosca es linda Jennifer. Deberías verla.

Día 18: Soñé contigo. Estabas bailando la macarena. Fue muy gracioso… El punto es que te amo.

Día 19: Tengo miedo. Soñé que me arrollaba un auto, y dolió. Tengo miedo de que morir duela más.

Día 20: Desperté y olvidé tu nombre. Vi tu foto y no te recordaba. Perdón. Leí esto y te recordé. Hola Jennifer. Te amo.

Día 21: Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. Jennifer. No me dejes olvidarte.

Día 22: Gracias por entregarte a mi. Te amo Jennifer.

Día 23: Otro ataque. Lamento lo de tu libro.

Día 24: Olvidé como escribir cas… ces… kas…caz… Es dónde vivo, Jennifer. No lo sé. No lo recuerdo. Pero siempre quise una para nosotras.

Día 25: Gracias.

Día 26: Te amo.

Día 27: Te amo.

Día 28: Te amo.

Día 29: Tengo miedo.

Día 30: Adiós Jennifer.

Una lágrima resbaló por su mejilla.

……………..

Elena: ¿Qué hacemos acá?

Jennifer: No lo sé. Planeaba llevarnos al cine, pero… Algo me dijo que debíamos venir.

A Lena no le aterraba el lugar como a la mayoría. De pequeña coleccionaba fotos de lápidas, incluso. Pero hubo algo ese día que, mientras se acercaba a la lápida de su amigo, le hizo erizar la piel.

Jenny se abrazó a ella, como si fuese la única persona en ese momento que podía mantenerla de pie.

No hablaron durante todo el tiempo que estuvieron allí.

Solo miraron, preguntándose como el maravilloso ser que había sido Troy se había convertido en algo tan insignificante.

Muy en su interior, la pelirroja se preguntó cuanto le faltaba para estar en la misma situación.

…………..

Recibió una llamada cuándo estaban de regreso, Jennifer aun escuchaba la voz de Troy a alto volumen.

XX: Adivina quien soy…

Elena: Yul, ya te dije que… -Se interrumpió, recordando su charla durante el almuerzo - Oh, ya. No sé quien eres, lo siento.

Yulia: Voy a darte una pista, Lena. Tengo un par de ojos, y solo saben mirarte a ti.

Elena: Entonces supongo que eres el amor de mi vida.

Su risita nerviosa a través del celular hizo que su corazón se acelerara hasta el punto de casi quedarse sin aire.

Habría dado todo lo que tenía por embotellar ese tipo de sonidos durante toda la eternidad.

Yulia: ¿Estás con Jennifer aún?

Elena: Sí.

Yulia: ¿Crees que pueda venir a casa? Ally y Sara están aquí y, no lo sé, tal vez quiera pasar un buen rato. También se quedarán a dormir.

Elena: Está bien, le preguntaré…

Yulia: Y Lena …

Elena: ¿Si?

Yulia: Te amo.

…………..

Jennifer aceptó. Dijo que alejarse de su casa la ayudaría a alejarse del dolor de la perdida también.

Se dirigieron a casa de Yulia mientras Elena intentaba explicarle a su amiga todo lo sucedido el día anterior y por qué ahora se encontraba viviendo allí. La pequeña pareció entender su enredada explicación.

Estacionaron rápidamente frente a la casa de la morena. Elena comenzó a abrir la puerta del copiloto.

Jennifer: ¿Vas a hacerlo, Lena? -Pregunto, la pelirroja se sintió confundida al instante. Su pregunta no tenía ningún sentido.

Elena: ¿Qué cosa? ¿Abrir la puerta?

Jennifer: No me refería a eso - Sonrió negando con su cabeza, pellizcando dulcemente la mejilla de la pelirroja unos segundos. Esta se apartó de inmediato ante el incómodo y, además, bochornoso contacto.

Elena: ¿Entonces hablabas de…?

Jennifer: ¿Aceptarás el trasplante?

Lena frunció el entrecejo. Ahora si estaba verdaderamente confundida.

Elena: Lo siento, Jenny. No se de que trasplante me hablas.

Jennifer: ¿Tu madre no te lo dijo ayer, verdad? - Preguntó. Sus facciones se tornaron serias.

Elena: Solo se dedicó a llamarme lesbiana y a echarme de casa - Intentó bromear.

Jennifer:… Supongo que eso es un no.

Elena: ¿De que se trata todo esto, Jen?

Jennifer: Mi padre encontró un posible donante. Sé que ya has escuchado esto muchas veces, pero este realmente podría funcionar. Aun así - La pequeña suspiró antes de seguir -… Mi padre quiere que sean los mejores doctores quienes se ocupen de ti debido a tu historial. Si aceptas, tendrías que ir a Nueva York unos meses…

Elena: ¿Nueva York?

Jennifer: Sí, Lena …

Elena: Pero, Jen, yo… ¿Qué pasaría con Yulia?

Jennifer: Supongo que tendría que esperarte… o seguir sin ti.

…………………..

Finalmente, cuando Elena procesó la información y decidió no tomar ningún tipo de decisión apresurada, las amigas bajaron del auto y entraron. Al atravesar la puerta se encontraron con Allison y Sara acurrucadas en el suelo, rodeadas con una manta mientras fingían mirar la televisión, Yulia las miraba fijamente sentada en el sofá.

Yulia: Que bueno que llegaron -Se animó al ver a su novia y a Jennifer- Me siento algo fuera de lugar con estas dos besándose cada dos segundos…

La pecosa se echó a reír casi de inmediato y se acercó a su novia, saludándola con un dulce beso en los labios y sentándose a su lado en el sofá.

Jennifer: ¿De que me perdí? - Preguntó observando a Allison y a la castaña compartir un beso justo frente a sus narices antes de sentarse al lado de Elena.

Elena: Bueno, te perdiste los primeros quince minutos de una película que no tengo la menor idea de lo que se trata… y de que Allison y Sara ahora son novias, pero esto último realmente no interesa.

……………

Elena: Pensé que estaban peleadas -Dijo entre susurros a su novia, que se había acurrucado a su lado, su cabeza en su pecho, Lena le acariciaba su cabello.

Yulia: Este romance va rápido, te lo dije. Intentaron reconciliarse en mi auto… Sara casi consiguió quitarle la camisa a Ally antes de que las descubriera.

Elena: Debió de ser terrible - Susurró, liberando una débil risita.

Yulia: ¡Fue completamente incómodo!

Elena rió.

Elena: Limpié tu habitación -Le notificó, sin venir al tema. Lo cierto era que quería saber si su novia había visto su trabajo.

Yulia: Lo noté. Jamás la había visto así. Literalmente puedo ver mi reflejo en el suelo - Contestó besando su mejilla. Una sonrisa se apoderó del rostro de Lena - Gracias.

Elena: No es nada - Susurró, devolviendo el beso en la mejilla de su novia - Solo quería hacer algo por ti. Por ustedes. Están dándome un lugar donde quedarme y…

Yulia: Y te amo.

Elena: ¿Perdón?

Yulia: Realmente te amo, Elena Katina, y no tienes que hacer nada por nosotros. Estás acá porque nosotros te queremos acá. ¿Bien?

La chica simplemente asintió, sabiendo que al siguiente día recibiría la misma charla. No dejaría de hacer lo que estaba haciendo. No quería sentirse como una idiota. Como aprovechada. Como una inútil.

Yulia: Lena …

Elena: ¿Dime?

Yulia: ¿Tienes algo que hacer exactamente dentro de un mes?

Lo pensó unos minutos, buscando algo significante en su organizado cerebro. Si aceptaba el trasplante tal vez si tendría “algo” por hacer, pero eso aun no estaba decidido, y no iba a hablar de ello con Yulia. Esa era una decisión que solo ella sentía que debía tomar sola.

Elena: Citas con mi psicólogo, tal vez…

Yulia: Bien. Será mejor que marques la fecha en tu calendario. Ese día tenemos que ir a un concierto…

Elena: ¿Ed Sheeran? - Preguntó mirándola a los ojos. Sabía el fanatismo que su novia tenía por él, así como el que ella sentía por Lana y Fifth Harmony, así que no le habría extrañado que el concierto fuese de ese chico.

Yulia: Fifth Harmony, en realidad - Contestó con una sonrisa.

Elena solo pudo besarla, sabiendo que jamás podría conocer mejor mujer en el mundo que ella.

……………….

Al terminar la película solo Jennifer estaba llorando por el devastador final. Allison y Sara habían estado muy ocupadas besándose, al igual que Yulia y Lena, pero estas últimas no habían gemido ni una sola vez.

Jennifer: Pobre Bob - Chilló limpiando sus lágrimas con un pañuelo.

Sara: ¿Bob? ¿Quién es Bob? - Preguntó confundida, separándose momentáneamente del cuello de su novia - ¿Es tu nuevo novio?

Allison: ¡Sara! ¡No digas eso! ¡Troy murió hace poco!

Sara: Está bien, tienes razón, perdón… Pero si quieres seguir con tu vida está bien. Sobretodo si decides unirtenos y…

Allison: ¡Sara! ¡No vamos a hacer un trío!

Sara: ¿Por qué no? - Preguntó mirando a su novia. El diccionario mental de Lena le decía que la chica solo estaba bromeando.

Allison: ¡Porque no! ¡Punto!

Jennifer: ¿En serio fui la única que vio la película?

Entre carcajadas, las demás asintieron.

…………..

Esa noche, mientras Lena abrazaba fuertemente a Yulia e intentaba dormir escuchando los fuertes ronquidos de Sara, respiró hondo y acarició sus delgados brazos, sintiendo que su novia se abrazaba más a ella ante el contacto, aun en sueños.

Y supo que no podría estar ni un día sin ella.

Las medicinas estaban funcionando. Su corazón se fortalecía cada día más. Ya no tardaba tanto tiempo en recuperar el aire.

Estaba dispuesta a esperar toda una eternidad a que su corazón funcionara ligeramente bien. Incluso estaba dispuesta a vivir con un corazón rechazado.

Pero no estaba dispuesta a alejarse de los brazos que en esos momentos envolvían su torso.

Habría muchos donantes en el futuro, pero ¿Cuándo volvería a encontrar el amor? Tal vez nunca.

No estaba dispuesta a perderla por un corazón que posiblemente también rechazaría.

Decidió quedarse.

Se quedó no porque fuese idiota y prefiriese morir. Lo hizo porque estaba enamorada y prefería amar.

…………………..

Arthur cerró los ojos cuando sintió un suave beso en sus labios.

Arthur: No volveré a hacerlo - Expresó dejando escapar una lágrima por sus ojos - No volveré a acostarme con Vanessa. Lo prometo.

Es extraño que esta promesa si se cumpliera.
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Buenas noches chicas lamento solo poder traerles un solo capítulo, pero este día ha sido complicado y no pude sino editar este 🥺

Hasta mañana y espero lo disfruten mucho!!

Lena debería hacerse el trasplante y julia podría acompañarla . Tranquila querida en lo q tengas tiempo libre nos das más estoy muy agradecida q aunque de noche y solo uno aparecieras y no nos dejaras sin nada siempre tan linda y responsable hasta mañana

Capítulo 36
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Pasó un mes. Elena seguía viviendo junto a la familia de su novia, y su madre no la había mirado ni una vez en todo ese tiempo. Era como si se hubiese olvidado de ella. Una vez Larissa había invitado a Sergey, Iván y a Katya a cenar, pues estos tres no permanecían tan alejados de Lena como su madre. La intención de la señora De Sarkys había sido que Inessa se les uniera, pero la mujer no se presentó.

Yulia y Lena seguían durmiendo juntas, a pesar de que lo sucedido con Alfred ya no afectaba como antes a la pelirroja. Las chicas debían admitir que amaban dormir juntas y despertarse de la misma forma.

… Hablando del chico, había logrado salir libre días después luego de pagar una gran suma de dinero, aunque desconocían el origen de este…

Yulia seguía siendo golpeada por Arthur y Alfred, aunque con menos regularidad e intensidad. Elena, por otra parte, ya podía subir las escaleras sin cansarse.

Alexandra había comenzado a salir oficialmente con Jimmy, y esto no le daba tanto tiempo para estar con la pelirroja, lo cual Yulia agradecía inmensamente. No es como si a Lena le gustase la chica, o como si ella desconfiase de su novia, pero para la celosa Yulia Volkova era mejor prevenir que lamentar.

Vanessa ya no era tan insistente como antes, aunque de vez en cuando intentaba sobrepasarse, Yulia siempre se apartaba de ella bruscamente e intentaba dejarle en claro que jamás cedería.

Sara y Allison iban bien. Eran de ese tipo de parejas que el mundo cree que no va a funcionar pero terminan estando juntos para siempre.

Jennifer estaba mejor. Asistir a la iglesia la había ayudado bastante para reconfortar su dolido corazón. No es como si ya no extrañara a Troy. Lo hacía. Aún lloraba por él… Pero se había dado cuenta de que ya no podía hacer nada, y de que, tarde o temprano, él habría terminado yéndose. Y eso la hacía sentir un poco mejor.

Yulia y Lena se divertían como nunca. La morena se sentía afortunada. No solo se había enamorado de la más perfecta chica en el universo. Se había enamorado de su mejor amiga.

… Sara y Ally también eran sus mejores amigas, pero enamorarse de ellas habría sido como incesto. Yulia las consideraba hermanas, y jamás habría querido arrancarle la ropa a su hermana y hacerle el amor. Eso era asqueroso…

Y hablando de arrancar ropa y hacer el amor, eso era algo que no sucedía en la pareja. Muchas veces, las interrumpían. Otras no parecían estar en el lugar indicado para tener su primera vez… Una vez casi pudieron haberlo hecho, pero Lena tenía su periodo en ese momento y la pecosa no quería tener una primera vez tan desastrosa. De por sí, pensaba la pelirroja, la primera vez suele ser desastrosa… Aun así, podría decirse que las chicas habían llegado bastante lejos.

En resumen, había sido un buen mes.

… Es realmente triste que lo bueno siempre tenga que terminar…

……………

Elena: ¿Cual de las dos me quedaría mejor? - Preguntó a Yulia, mostrándole dos camisas. La chica suspiró, acostada sobre la poco usada cama del cuarto de huéspedes, deseando que su novia terminara de alistarse de una vez- Yulia, por favor, responde. Es importante - Suplicó. Lo cierto era que lo único que la chica podía mirar era el torso de su sexy novia, apenas cubierto por un sujetador azul.

Yulia: Ninguna. En realidad, ese sujetador te queda fatal. Quítatelo también - Contestó con una perversa sonrisa.

Lanzó un gritito cuando la chica de la ventana realmente estuvo a punto de hacerlo.

Yulia: No es cierto, no es cierto -Se apresuró a advertir, Lena la miró confundida. No era como si la morena no quisiera mirar un poco, pero debido al poco tiempo que tenían la distracción no sería buena para ninguna de las dos- Cualquiera de las dos te quedará fantástica. Sobretodo la camisa de cuadros… Pero estoy segura de que la gris me quedará bien a mi, y sabes que me encanta usar tu ropa y… - Miró a su novia, sonrojándose al ver su sonrisa. Estaba hablando demasiado, lo sabía, pero el torso descubierto de Lena no aliviaba su nerviosismo - En realidad no se por qué lo piensas tanto. Solo vas a conocer a Fifth Harmony…

Lena la miró como si la hubiese ofendido.

Elena: ¡Es Fifth Harmony! ¡Por eso debo verme bien!

Yulia: Tu siempre te ves bien - Susurró mirándola a los ojos. Lo cierto era que su novia no solía preocuparse por lo que planeaba usar, pero ese día estaba como loca. Algo de seguridad le vendría bien.

Elena: ¡Para ti! ¡Tú eres mi novia! ¡Podría usar un disfraz de banana y eso seria extremadamente sexy para ti! ¡Pero ellas…! ¡Ellas son las Fifth Harmony!

Yulia suspiró y sonrió a su novia, levantándose y dirigiéndose al armario del cuarto de huéspedes. Ella ya estaba lista con una tierna camisa rosa, unos vaqueros ajustados, unas botas negras que había tomado prestadas de la ropa de su novia, un lazo blanco y una chaqueta negra, que también pertenecía a la pelirroja.

La chica de la ventana, en cambio, apenas se había decidido por unas zapatillas deportivas y unos desgastados pantalones blancos que realzaban su tentador trasero…

Cuando pasó al lado de su novia recibió una palmada juguetona en el trasero, Yulia se volteó de inmediato para ver a una Lena con una amplia sonrisa admirando esta parte de su cuerpo. Devolvió el gesto mordiéndose la lengua para evitar sus carcajadas antes de seguir caminando.

Entre la ordenada ropa de su novia escogió para ella un top con el logo de de la banda en el centro.

Elena: ¿Desde hace cuánto la tengo? - Preguntó rascándose la cabeza, mirando la prenda y frunciendo el entrecejo. La morena sonrió. Era muy tierno verla confundida. Sus facciones se asemejaban a las de un niño de dos años con muchas preguntas.

Yulia: Supongo que desde ahora -Dijo sonriendo, acercándose a su novia y pasando la prenda por su cabeza, ayudándola a colocársela antes de depositar un casto beso en sus labios- Planeaba dártela antes, pero luego consideré que sería una buena idea que llegara como un milagro cuando no encontraras nada que ponerte…

Elena: ¿Y qué habría pasado si encontraba algo?

Yulia: Amor, estás intentando elegir tu ropa para este concierto desde hace tres días. Obviamente no ibas a encontrarla.

Lena simplemente sonrió, escondiendo su cabeza en el cuello de Yulia, la chica suspiró ante el contacto.

Yulia: Debemos irnos. Se hará tarde, y estoy segura de que la banda no nos esperarán… Si llegamos antes de que de que comiencen a manosearse en el Meet And Great será un milagro.

Lena se echó a reír aun con la cabeza en su cuello, y finalmente se alejó lentamente, tomando su mano y saliendo apresuradamente de la habitación.

……………..

El viaje junto a Larissa fue bastante alocado. Le permitió colocar a Elena “That's My girl” en el reproductor, y sin saber como su madre conocía aquellas letras, las tres comenzaron a rapear a todo pulmón.

Escucharon doce canciones. Incluso tuvieron que repetir algunas porque Yulia amó la voz de Lauren allí, y Larissa tuvo un ataque de “madre fangirl” cuando las escucho cantar “¡Worth it!”

Cuando finalmente llegaron al lugar Yulia tomó sus entradas y los pases, y ambas se despidieron de Larissa antes de tomarse de las manos y alejarse con una sonrisa. Yulia pudo jurar haber visto a su madre reproducir la canción de “Worth it” una vez más antes de perderla de vista.

………….

Sorpresivamente, Alexandra también estaba allí. No había conseguido un lugar en la primera fila como ellas, pero al menos había tenido la oportunidad de comprar los pases al Meet and Great antes de que se agotaran.

Mientras esperaban a que los chicos de seguridad comenzaran a llamarlas Lena se entretuvo hablando con Alex y otras chicas, que, por los nombres por los cuales eran llamadas, Yulia reconoció como las acosadoras del grupo de whatsapp.

También estaba una chica de cabello rojo y ojos azules al final, solitaria. Tenía una camisa con un collage de fotos… Lauren y Camila en una, Cam y un vagabundo en otro, Lauren y Normani en otra… Y en la parte inferior la leyenda “OTP’s”… Definitivamente, tenía que ser surfanCamila.

Dejó de mirarla y se dedicó a mensajearse con Sara, apartada de las demás. Era extraño ser la única allí que desconocía cuantas veces Normani comia diariamente. Es decir, si preguntaran cuantas veces Brad Pitt había cepillado sus dientes ese día sabía que tendría el dato, pero Normani…

Devolvió su atención al grupo cuando escuchó un par de comentarios de su novia que no le gustaron.

XX: En verdad eres muy guapa, Elena… -Dijo una chica rubia, mirándola descaradamente, las mejillas de Yulia ardían debido a la furia.

Alexandra: Ellen, ella tiene novia.

YY: Pero ella no esta acá -Dijo una chica bajita de cabello azul. Por supuesto. Elena y ella se habían alejado antes de que las chicas acosadoras llegaran - Así que podemos mirar el culo de Lena…

Elena: En realidad, ella… -Parecía nerviosa. Incómoda… Y Yulia estaba enojada.

YY: Dime que terminaron -Casi suplicó.

Elena: ¡No! -Negó de inmediato, como si le asustara que algo así sucediera algún día-  No creo poder separarme de ella, Ángela - Susurró, Yulia no pudo evitar sonreír a la distancia.

Melanie: ¡Dianna! ¡Deja de mirar el culo de Lena! - Yulia volteó rápidamente a ver a Dianna, que debía de ser la chica de los tatuajes que la miraba con cara de boba.

Dianna: Lo siento, pero es que es tan…

Alexandra: ¿Pueden callarse de una vez? Elena tiene una novia, y es sorprendentemente sexy. Yo las shippeo… Sara Hansen es la capitana, y esa chica tiene los dedos más largos que jamás vi… ¡Y tiene novia también, así que no empiecen a fantasear!… La que amenace con destruir su relación no solo se las verá conmigo, sino que también se las verá con Sara y con sus enormes dedos, así que será mejor que cierren sus putas bocas de una vez -Advirtió, claramente enojada. Los celos de Yulia por la chica desaparecieron en ese mismo instante. Alex estaba de su lado, o eso parecía. La chica no sabía los verdaderos motivos por los cuales Alexandra se había acercado a ellas.

Elena: Oh, gracias Alex - Susurró dulcemente, Yulia se derritió de amor en ese momento.

Alexandra: De nada -Dijo con una sonrisa, como si nada hubiese sucedido. Yulia casi sufrió un ataque de risa allí mismo.

Las chicas estaban mirando a Lena con la boca abierta, como queriendo decir algo luego de la amenaza de Alex, pero no se escuchaban nada más que balbuceos.

Yulia supo de inmediato que era hora de entrar en acción.

Se acercó lentamente detrás su novia, acomodando chaqueta e intentando imitar el rostro serio que Elena ponía cuando estaba enojada, no consiguiéndolo. Se detuvo a unos centímetros de ella, admirando su trasero y relamiéndose, sabiendo que las demás chicas ya la estaban mirando curiosamente. Era cierto que Elena había subido su foto a twitter, pero allí Yulia había estado besando la cabeza de su novia, por lo cual no habían visto detalladamente su rostro.

Volvió a mirar el trasero de su novia. Ella no tenía la culpa de que fuera tan tentador.

La morena se sonrojó al entender que estaba haciendo aquello en medio de al menos cincuenta personas.

Llenándose de valor y deseos de que las chicas entendieran que Lena era SU novia, la pelinegra palmeó fuertemente el trasero de la pelirroja, sus mejillas de inmediato se acaloraton, Lena volteó rápidamente para verla, con algo de miedo en su mirada.

Yulia: Hola - Susurró con inocencia, besando sus labios rápidamente.

Elena: ¿Acabas de…?

Yulia: Si -Dijo con seguridad- Y también estoy haciendo esto - Susurró deslizando sus manos hasta el trasero de su novia, apretándolo fuertemente unos segundos, las demás apreciaron el acto con clara envidia.

Elena: ¡Yulia! - Chilló, la chica se separó de ella al instante.

Yulia: Solo quiero que sepan que eres MI novia.

Elena sonrío al entenderlo, Yulia la imitó.

Elena: Creo que ya les ha quedado claro…

……………

La fila avanzaba lentamente, Lena se  abrazaba ansiosa a su novia, Yulia no podía evitar sonreír al verla tan emocionada.

Finalmente llegó su turno, y al ser las últimas junto a Alex (Qué había insistido a entrar junto a ellas, para que la detuvieran por si decidía salir corriendo debido al nerviosismo), tendrían algo más de tiempo.

Entraron lentamente, la última fan que había estado antes que ellas siendo sacada por quien Yulia reconoció era el manager. La pobre estaba casi al borde del desmayo.

Elena se aferró fuertemente a la mano de la morena.

Por desgracia, no vieron a las chicas por ningún lado. Parecían haberse marchado. Lena casi comenzó a llorar.

Elena: Amor, no…

Por suerte, el manager salvó las mejillas de Lena de llenarse de lágrimas.

Manager: Las chicas fueron al baño. La última le vomitó los zapatos a Normani, y Camila tenía que hacer pipi… Estarán acá pronto. Lamento hacerlas esperar…

Las chicas simplemente asintieron, o al menos Lena y Yulia, porque Alex de inmediato corrió a abrazarse a una de las piernas del manager, llorando de felicidad.

Alex: Gracias - Lloró en su pierna. Yulia rió. Si así se comportaba con el guardaespaldas, no quería imaginársela con las chicas.

Thug Rob logró alejar a Alex de su pierna rápidamente.

Thug Rob: No vuelvas a tocarme. Dinah es celosa.

Y como si la hubiesen invocado, la pequeña chica salió del baño. Llevaba shorts deportivos negros, una ancha camisa gris, chanclas y una gorra. Yulia no podía negar que era bastante atractiva, y que incluso se emocionó un poco al verla. Tal vez el espíritu fanático de Elena y Alex se le había contagiado.

Dinah: Amorsito, Thug Robsito ¿Puedes traerme otro par de zapatos? - Preguntó con su voz chillona- Las otras están llenas de vomito y estas huelen a los pies de Normani. Estoy segura de que se las puso.

Thug Rob: Claro my Dinah, yes my love - Aceptó sonriendo, y sin más salió de allí.

Dinah: Oh, hola - Saludó al verlas, de inmediato. Alex se  lanzó a sus brazos. Para ser tan joven era bastante fuerte.

Alexandra llenó de besos su rostro, Dinah se reía con el acto.

Cuándo Alex se dignó a soltarla, la pequeña miró a Yulia y a Lena.

Dinah: ¡Oh, por los pies olorosos de Normani! ¡Ustedes dos son hermosas! Parecen diosas!!!

Alexandra: También son novias - Susurró Alex, divertida, mirándolas fijamente, como si nunca antes hubiera admirado su belleza.

Dinah: Ally tiene que ver esto. Va a entrar en un paro cardiaco -Dijo impresionada, y luego sacudió su cabeza - Oh, lo siento. Olvidé su abrazo -Y de inmediato se acercó a ellas. Era incluso más baja que Jennifer, aunque sus rostros se parecían bastante. Era extraño…

Yulia se dejó abrazar. Los abrazos de Dinah eran cálidos. Thug Rob era afortunado.

La morena miró extrañada como su novia permaneció entre los brazos de la pequeña chica cuando ella se alejó. Parecía haber estado esperando ese abrazo por años, y no los rechazaba aunque no fuese una aficionada a darlos.

Ni siquiera se alejaron cuando una chica apareció por la puerta del baño rapeando canciones de Beyonce. Yulia la miró fijamente, reconociéndola de inmediato como Ally Brooke debido a sus facciones y a sus miles de accesorios en oro y plata. La morena estaba segura de que Ally podía rapear hasta las canciones de Barney.

Alex de inmediato se lanzó sobre ella, ambas cayeron al suelo debido a que la chica no había podido reaccionar a tiempo. Alexandra también la llenó de besos. Se levantaron segundos después.

Ally: ¡Dinah! ¡Dime que no estoy loca! ¡Estoy viendo a las chicas más hermosas de todo el país?

Dinah: No, Ally, no estás loca… Pero esa chica tiene mejor culo -Dijo palmeando agresivamente el culo de Yulia. La morena soltó un gritito y se cubrió la cara. La pequeña había logrado que su nalga palpitara - Y esta otra tiene mejores pechos - Indicó señalándolos sin pudor y sujetando uno un par de segundos, Elena se cubrió de inmediato, incómoda - ¡Y son reales!… Es como gOOgle, si sabes a lo que me refiero Di…

La chica simplemente asintió y corrió a abrazarlas. Sus abrazos eran igual de cálidos que los de Dinah, y Yulia debía admitir que tenía cierto parecido con Jennifer.

Eso era una locura.

Ally: Disculpen a Dinah -Les susurró - Le encanta toquetear gente, pero es más virgen que el aceite.

Dinah: ¡No soy virgen! ¡Pregúntale a Thug Rob!

Tanto Alex, Yulia y Lena abrieron sus bocas, sorprendidas ante la confesión.

Thug Rob: ¿Qué sucede conmigo? Yo solo venía a traerle sus zapatos a my mi novia, yes my Dinah…

Dinah: Nada, Thug Robsito. Nada.

La conversación se vio interrumpida por un golpe. Cuando voltearon a ver, era Normani, que se había golpeado la cabeza con el marco de la puerta. Yulia lo supo por las medias blancas que llegaban a sus rodillas y su GRAN altura.

Normani: ¡Por mis olorosos pies! ¡¿Por qué no existen puertas más altas?! - Gruñó - ¡Todo es culpa de Camila y Lauren! ¡Me echaron Dinah! ¡Están tocándose como si fueran gelatina! - Exclamó mirando a la pequeña, enojada. Dinah parecía un bebé frente a ella. Normani debía medir al menos dos metros - ¿Ya he dicho que odio Camren? -Ciertamente era la única de las chicas que no parecía terminar de aceptar esa relación.

Ally: ¡Normani, cuidado!

Por suerte, Normani reaccionó a tiempo como para sostener a Alex en brazos.

Alexandra: Dame hijos -Suplicaba besando su rostro.

Finalmente, la chica alta logró librarse de Alex prometiéndole un beso si la soltaba. La chica casi entro en coma cuando la cantante verdaderamente cumplió su promesa.

Normani: ¡POR MI SOLTERÍA! ¡EL GOLPE ME AFECTÓ LA CABEZA! - Gritó mirando a Lena y Yulia, aun abrazadas a Ally.

Yulia: ¿Es porque mi novia es muy fanática de Lauren y Camila, cierto? - Preguntó, ya sabiéndolo, una sonrisa se dibujó en su rostro.

Normani: Oh, no. Lo digo porque estoy viendo pajaritos.

Elena: Oh - Logró decir.

Normani: Pero estoy bien - Tranquilizó a Thug Rob, que ya había llamado a los médicos, que se acercaban a ella con rapidez-. ¡ABRAZO! - Gritó, y corrió a abrazar a Yulia y a Lena fuertemente. Normani era tan alta que los rostros de las chicas quedaron fuertemente aplastados a los pechos de la cantante durante el abrazo, Yulia de inmediato se sintió incómoda.

Cuando la pelinegra se aparto, Lena aun seguía acostada a los pechos de Normani con un rostro de tierno bebé que si no hubiese sido por los celos la habría hecho sonreír.

Yulia: ¡Elena!

Elena: Dime… -No parecía estar del todo en este mundo.

Yulia: ¡Deja de fantasear con Normani! ¡Tu solo tienes derecho a fantasear conmigo! - Exclamó, tomándola de un brazo y alejándola, Lena la miraba enojada y cruzándose de brazos.

Fue entonces cuando Camila y Lauren salieron del baño arreglándose la ropa. Lauren tenia puesto shorts cortos y una camisa blanca desabotonada, mostrando su brasier negro que no parecía tener nada que ocultar. Los tirantes negros se habían resbalado de sus hombros y ahora llegaban a sus rodillas. Estaba descalza, y tenía varios piercings en el rostro. Camila, por otra parte, parecía ser la más femenina de las cinco. Su gran lunar en el rostro destacaba, al igual que su gran variedad de tatuajes y su labial excesivamente rojo.

Camila: ¡Por las vacas de mi abuelo! - Exclamó cuando Alex se lanzó sobre ellas - Hueles a cerdo en el chiquero. ¿Normani te abrazo?

La chica asintió aun entre los brazos de ambas, besando las mejillas de Lauren… ¡E incluso sus labios!

Alex, definitivamente, era Harmonysexual…

Lauren: ¡Por las gallinas, Normani! ¿Cuantas veces te tengo que pedir que no las abraces antes que yo? ¡Pamela la Cerda huele mejor que tu!

Alex se alejó, riendo.

Lauren: Gracias Normani, ahora huelo a popo de caballo…

Elena: Y yo te amo oliendo a popo de caballo - Susurró con una sonrisa, abrazándola.

El chillido que pegó Alexandra gritando “Camren” fue ensordecedor.

Lauren : Gallinita - Susurró a Camila amorosamente. Gracias a Lena, Yulia sabía que este es el apodo que le tenía Lauren a su esposa.

Camila: Dime, amor…

Lauren: ¿Notaste que hay dos hermosuras extranjeras frente a nosotras? - Preguntó con los ojos bien abiertos, mirando fijamente a Elena y a Yulia. Cuando la ojiazul volteó a ver a su novia, divirtiéndose por lo que estaba sucediendo, la encontró casi babeando al observar a Lauren acercarse hacia ellas junto a su mujer. Una punzada de celos se apoderó de ella.

Camila: Ella no tiene mi sexy lunar -Dijo colocándose frente a Elena, observándola desde todos los ángulos, Lauren hacía lo mismo con Yulia.

Lauren: Pero tiene tu trasero - Indicó, mirando ambas partes de ambas chicas con descaro.

Yulia: ¿Puedes no mirar el trasero de mi novia así? - Preguntó molesta.

Camila: ¿Tu novia?

Yulia asintió, orgullosa. La verdad es que amaba decirle a cada persona que podía que Elena Katina era su novia.

Lauren: Felicidades -Dijo emocionada, mirándola a los ojos - Y lamento haber visto su culo. No volveré a hacerlo. Me conformaré con el que ya tengo y amo - Agregó para luego palmear sonoramente el trasero de su novia. El sonido hizo eco en las paredes. Si la nalgada de Dinah le había dolido, no quería imaginar lo que se sentiría una nalgada de Lauren.

Camila: ¡Amorcito! ¡La compostura!

Normani: ¡No vengas a hablar de compostura cuando estaban cogiendo en el baño!

Ally: ¡Normani!

Dinah: Es verdad, yo las escuché…

Lauren: Es imposible no cacarear cuando tienes los dedos de Cam en la…

Camila: ¡Lauren Jauregui!

Lauren: Perdón, gallinita -Se disculpó, acercándose a abrazarla tiernamente, Camila sonrió ante el contacto.

Fue entonces cuando la voz tímida de Lena interrumpió el momento. Las demás chicas estaban hablando con Alex sobre el concierto que darían y pasos de baile, y sobre el olor de Normani, así que no escucharon.

Elena: ¿Crees que yo… bueno… yo…? -Estaba realmente nerviosa mientras tocaba el brazo de Lauren con sutileza, como si temiese romperla. Yulia sonrió dulcemente y acarició sus brazos para darle seguridad - Perdón, no soy buena… hablando.

Lauren: ¿Quieres un abrazo, ovejita salvaje?

Elena simplemente asintió, sonriendo, echándose a los brazos de Lauren en cuanto esta liberó a su novia.

Rió junto a Camila cuando vio las sonrisa en ambos rostros.

Lauren: Me recuerdas tanto a ella la primera vez que la vi -La escuchó susurrar, o intentar hacerlo. La voz de la cantante era bastante alta y chillona, y cualquiera podría escucharla.

Fue entonces cuando Yulia sintió una mano en su brazo. Cuando la vio, la mano estaba llena de tatuajes. Uno en específico le llamó la atención. La “J” de Jauregui.

Cuando Yulia la miró, la chica estaba intentando ocultar sus ojos húmedos.

Camila: Supongo que también deberíamos abrazarnos. Ya sabes, para que no sea incómodo.

La pelinegra lo hizo.

La chica la abrazaba fuertemente y suspiraba, como si estuviese intentando recordar algo. La primera vez que había visto a Lauren, tal vez.

Su abrazo era cálido, reconfortante. Necesitado.

Era como si necesitara saber que estaba haciendo las cosas bien. Que la apreciaban de verdad.

Cuándo se separaron y Camila miró a Lauren para luego saltar a sus brazos, supo, al ver los ojos de su chica, que así se veía ella cuando estaba junto a Elena.

…………….

Fueron tres fotos las que se llevaron las chicas, debido a que las portadoras del pase eran tres. La primera fue un abrazo grupal, luego hicieron caras graciosas y finalmente (no podía faltar) tomaron sus fotos con su mejor pose pandillera.

Se sorprendieron cuando banda pidieron selfies junto a Lena y Yulia, sin ignorar a Alexandra, pidiéndoles permiso para subirlas y mostrarle a los fans el gran parecido, las chicas aceptaron solo con la condición de que las siguieran en twitter.

Fueron varias fotos. Una grupal, otra con Lena junto a Lauren, otra con Yulia junto a Camila, ambas parejas, Dinah, Alex, Yulia y Lena…

La pelirroja jamás se sintió incómoda con el flash de la cámara, y para Yulia fue genial.

Su novia realmente estaba divirtiéndose.

Cuando finalmente salieron de allí, Elena aun estaba riendo.

Para Yulia ese día, a pesar de que Fifth Harmony no era su banda favorita, fue el mejor de toda su vida.

…………….

El concierto fue verdaderamente increíble, más de lo que la morena había esperado.

El ruido que hacían las fans gritando y rapeando era espectacular, al igual que el BeatBox de Camila Cabello, aunque, como pudieron notarlo durante los quince minutos en los que interactuaron con los fans y estos le pidieron algo de rap a la chica del lunar y los tatuajes, su estilo libre era un asco.

A mitad del show, Lauren y Camila aparecieron solas en el escenario.

Lauren: Ovejitas salvajes -Dijo, Camila intentó silenciar a la multitud - Cam y yo - La pobre no podía hablar. La multitud, con solo escuchar el nombre de su esposa salir de sus labios ya estaba gritando de nuevo -, bueno… hoy tuvimos un encuentro con dos gallinitas enamoradas - Yulia sabía que Lauren se refería a ellas, así que rodeó con firmeza la cintura de su novia, que colocó su cabeza en su hombro, sonriendo- que nos hizo recordar mucho a nosotras… nuestros comienzos y…

Camila: Hemos decidido que tendremos algo así como un “Momento romántico”… mientras yo hago el BeatBox, Lau va a intentar usar toda su imaginación para rapear románticamente o algo así…

Lauren: Si trajeron a alguien pueden abrazarlo, besarlo, toquetearlo, hacerle el amor. Ya saben, las luces van a apagarse -Les guiñó un ojo- ¡Y si no, hágalo igual! ¡Las luces van a estar apagada, conejos en celo!

Y sin más, todo comenzó.

Yulia y Lena se abrazaron durante todo ese tiempo, cuerpo con cuerpo, sus rostros escondidos en sus cuellos, recordando todo lo que habían pasado para llegar allí, soltando suspiros de vez en cuándo.

Había sido un camino largo, y aun faltaba mucho por recorrer.

Cuando todo terminó aun estaban abrazadas.

Elena: ¿Yulia?

Yulia: ¿Si?

Elena: Te amo…

Y, sin más, se besaron.

………..

Esa noche, recostadas en la cama de la morena, abrazadas, con dolor de oídos y dolor de garganta, Yulia colocó su mentón sobre el pecho y Lena y lo sintió palpitar ritmicamente.

Elena: Gracias - Susurró. Su novia besó la parte superior de su cabeza dulcemente.

Yulia supo de inmediato que no le estaba agradeciendo solo por el concierto.

Le estaba dando las gracias por estar en su vida. Por hacerla sonreír. Por hacerla feliz. Por ser su novia.

El corazón de Yulia comenzó a palpitar rápidamente, lleno de felicidad, y sin poder evitarlo se levantó y la besó dulcemente, diciéndole con este gesto que haría todo lo que había hecho y más para ver una sonrisa en su rostro.

Fue la última vez que se besaron antes de que todo lo malo comenzara…

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CONTINUARÁ...

Ufff ya me quede con la intriga de lo que pasara ahora ....

Hay no como q viene lo malo y q las promesas no cumplen estoy aterrada de lo q viene q se separen q lena se ponga grave Q miedo vale, espero no sea algo tan malo no me siento preparada ellas son tan lindas y luchan tanto por su amor. Saludos querida mía

Capítulo 37
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A la mañana siguiente, precisamente el lunes, Yulia despertó bastante tarde. Elena aún estaba profundamente dormida entre sus brazos, evidentemente cansada por todo lo sucedido en el concierto el día anterior.

Cuando la morena miró su reloj se sorprendió al descubrir que era ya bastante tarde. Por alguna razón las alarmas no habían sonado (O no las había escuchado) y solo tenía quince minutos para llegar al colegio a tiempo.

Entró al baño rápidamente y se vistió a una velocidad sorprendente, no preocupándose de que su ropa combinara o de que al menos estuviese limpia. No se maquilló ni un poco, y su cabello era un completo desastre sin peinar porque no tuvo tiempo de arreglar. Ni siquiera recordó besar castamente los entreabiertos labios de su novia antes de salir de la habitación.

Se dirigió al auto sin siquiera desayunar.

Gruñó mientras conducía en dirección a su escuela. Por como había comenzado, aquel sería un mal día…

No se equivocaba.

..................

La profesora de calculo, por suerte, estaba enferma, lo que le dio a Yulia dos horas de libertad. Sara compartía esa clase con ella, mientras Allison estaba en sus aburridas clases de plástica con una profesora tan vieja como las pirámides egipcias.

La morena y la castaña se sentaron en las gradas del gimnasio durante esas horas, descansando, observando a los de segundo dar vueltas por la pista… O bien… Sara los miraba. Yulia estaba demasiado agotada como para abrir los ojos.

Además, ver unos sudorosos chicos no eran de su agrado.

Sara, en cambio, seguía vendo el atractivo en unos cuantos de ellos, así que se permitía el placer de mirar mientras la pelinegra descansaba sobre sus piernas, bostezando sonoramente sin poder conciliar el sueño. Lo cierto era que, después de un mes durmiendo entre los brazos de Elena, con su aliento rozando su cabello y escuchando los irregulares latidos de su corazón, cualquier otra superficie le resultaba incómoda.

Sara: ¿Qué tal te fue ayer, Yul? -Mirar a los de segundo ya comenzaba a aburrirla. Era más divertido ver a Ally dormir.

La chica sonrío ante la pregunta de su amiga, recordando el día.

Yulia: Me fue muy bien. Las chicas de Fifth Harmony son muy guapas… Sobretodo Camila Cabello.

Sara:  Y ... Normani, demasiado atractiva.

Yulia: Si, pero huele a pies. No querrías conocerla.

Sara: Estoy segura de que si querría…

La morena simplemente rió y suspiró, aun con los ojos cerrados, el eco del silbato del profesor rebotó en las paredes.

Yulia: Elena estaba tan feliz, Sara -Dijo aun con los ojos cerrados, recordando el hermoso rostro de su novia, su sonrisa se ensanchó - Era como si… como si Ally y tu conocieran a Beyonce.

Sara: Eso se escucha intenso…

Yulia: Lo fue -Coincidió-… Las cinco son hermosas, Sara. Y tienen cuerpos de infarto, pero… en ese momento solo tenía ojos para Lena, Sara. Esas chicas podrían haber estado desnudas y yo la habría seguido mirando a ella y solo a ella… Es tan hermoso verla sonreír. Es como si lo demás en el mundo no importaran… ¿Sabes, Sara? Cuando estoy con ella es como si… Estoy segura de que ya has sentido esto estando con Ally, pero hoy necesito hablar y, no lo sé, tu pareces estar bastante atenta… Debo admitir que la deseo, Sara. Es decir, veo su cuerpo y solo puedo imaginarme tocándola… Pero cuando sonríe, o cuando pone esa carita de bebé confundida, o cuando sus ojos se iluminan al hablar de algo que le gusta… Cuando la veo hacer eso solo quiero abrazarla. Abrazarla y no soltarla jamás. Ni desvestirla, ni besarla. Solo abrazarla hasta el fin del mundo… Es como si… Jamás he llegado a un orgasmo… Es decir, Elena y yo nos hemos dado placer mutuamente, pero jamás hemos llegado tan lejos… Pero estoy segura de que verla sonreír es mil veces más placentero que tener sexo. Una sola de sus sonrisas acabaría con las guerras, Sara. Una sola de sus sonrisas podría hacer feliz hasta a la mujer más desdichada de la tierra… Cuando ella sonríe, Sara, siento que el mundo tiene sentido. Cuando ella sonríe, siento que realmente es aquí donde debo estar…

Sara: Eso es muy hermoso, Yul…

Yulia: No, Sara. Ella es hermosa - Concluyó. Y era cierto.

La castaña suspiró, Yulia comprendió que sus palabras habían hecho pensar a su amiga. Quiso callarse, pero realmente sintió que necesitaba hablar, así que no le importó que su amiga realmente no la escuchara. Había algo en su corazón que le decía que debía decir eso aunque Lena no la estuviese escuchando.

… Algo que le decía que tal vez no tendría otra oportunidad para decir…

Yulia: Pero ella no es hermosa solo por sus expresiones de bebé, su piel blanca, sus ojos color verdigrises, su cabello largo o su perfecto cuerpo. Ella es hermosa porque cuándo la conocí estaba llenando un crucigrama, tan ajena al mundo que no escuchó los primeros golpes que di a mi ventana. Ella es hermosa porque, a pesar de no saber su nombre y de ella no saber el mío, comenzó a hacerme sentir especial. Es hermosa porque se reía sin razón. Es hermosa porque su nombre es Elena Katina. Es hermosa porque es inteligente. Es hermosa porque no entiende los sarcasmos ni los dobles sentidos. Es hermosa porque guardaba cosas en su armario que jamás imaginé ella tendría. Es hermosa porque no le agrada el contacto físico pero aun así me deja abrazarla. Es hermosa porque cuando habla de algo que le apasiona sus ojos brillan. Es hermosa porque cuando habla de mi sus ojos brillan… Es hermosa porque a veces llora. Es hermosa porque a veces ríe. Es hermosa porque es mi novia, y seguiría siendo hermosa aunque no lo fuera. Es hermosa porque la amo. Es hermosa porque me ama. Es hermosa porque me protege. Es hermosa porque me abraza. Es hermosa porque me besa. Es hermosa, Sara. Elena es hermosa… Y lo que la hace aun más hermosa es que ella no sepa cuan hermosa es.

Cuándo abrió los ojos, Sara estaba limpiando sus lágrimas, conmovida.

Yulia: ¿Estás bien?

Sara: Sí, es solo que… Me conmoviste ¿Está bien? Me conmoviste porque mis sentimientos hacía Allison son parecidos. Me conmoviste porque el amor conmueve - Suspiró -… Sé que Allison y yo vamos realmente muy rápido, que parece que lo único que hacemos es hacerlo como conejos… Pero hay días en los que solo quiero abrazarla y decirle lo mucho que la quiero. Hay días de los que daría todas mis horas solo para tenerla entre mis brazos unos segundos. ¡Solo abrazarla! ¡Sara “Caliente” Hansen solo quiere abrazar a Allison “Sexy” Dyna! ¡Es decir! ¡Mira mis dedos, Yul! ¡Míralos! ¡Nacieron para tener sexo con ella y hacerla gritar de placer hasta que su anciana vecina vaya a callarnos la boca con discursos eclesiásticos del siglo dieciocho! ¡Pero a veces solo quiero acariciarla, Yulia! A veces solo quiero sostener su rostro entre mis manos y… A veces solo quiero decirle que la amo y lo muy especial que es para mi. A veces solo quiero mirarla a los ojos y perderme en ellos para siempre.

Aquella conversación constituyó los mejores minutos de aquel nefasto día.

...................

Las clases de ese día no fueron las mejores. La morena casi reprobó un examen, se quedó dormida en una de sus clases y obtuvo un siete en un trabajo de diez solo porque le gritó a Vanessa cuando esta intentó besarla cuando estaba escribiendo el nombre de Elena en la parte trasera de uno de sus cuadernos.

En resumen, fue una muy mala jornada de clases.

Para colmo, su celular se quedó sin batería en la hora del almuerzo, lo cual no le permitió llamar a su Lena, a quien vería en la noche ya que su novia había acordado en salir con Jennifer para observar los vídeos de los inicios de Fifth Harmony en “2007” hasta la hora de la cena. No estaba celosa, los celos habían desaparecido el día anterior. Estaba furiosa porque su novia no era capaz de negar una propuesta tan estúpida por una sola vez en su vida. Sí, era cierto, Lena y Yulia estaban juntas todos los días, pero ese día… Ese día necesitaba estar junto a ella.

Ese día era un asco, y ella era la única que podía ser capaz de mejorarlo.

¡Y como si fuese poco los del “coro” habían sido castigados por no cantar en la iglesia el domingo solo porque tenían una reunión programada para ese día!… Ahora estaba indefensa. Arthur podía atacarla en cualquier momento.

“Vaya día de mierda” Pensó. Ni siquiera su almuerzo parecía almuerzo y su jugo estaba pasado de fecha.

¿Ahora qué? ¿Un elefante aparecía de la nada y la aplastaba? No, por supuesto que no. Morir aplastada por un elefante caído del cielo podría llegar a ser gracioso. Y ese día no era gracioso. Era un día de mierda.

Sara: Pasar tanto tiempo con Lena te está afectando, Yul. Podría tomarte una foto ahora y saldrías con su cara de orto…

Yulia: Cierra la boca, Sara -Exigió.

Allison:  'Woooh! 'Poco suky. Cálmate, Volkova!

Yulia: No… me… llames… Volkova -Dijo entre dientes, irritada.

Allison: ¿Mal día, Yul?

La chica simplemente pudo asentir, colocando su rostro entre sus manos, suspirando sonoramente.

Yulia: Solo quiero llegar a casa y acostarme a dormir durante mil años.

Allison: ¿Solo dormir? - Preguntó elevando una de sus cejas. La morena no comprendió exactamente lo que la chica estaba intentando decirle indirectamente.

Yulia:… En realidad creo que estoy pasando mucho tiempo con Lena. No comprendo lo que quieres decir, Ally.

Allison: Es solo que… Lena y tu tienen la casa para ustedes solas casi todas las tardes. Fácilmente podrían… ya saben…

Yulia se sonrojó casi de inmediato, comprendiendo claramente a lo que su amiga se refería.

Sara: ¡El día que eso suceda dejaré a Allison tener el mando durante veinticuatro horas!

Allison: Oh, amor, eso es tan lindo de tu parte - Susurró, acariciando las mejillas de su novia dulcemente para luego depositar un beso en la comisura de su labio, la chica alta de inmediato le regaló una sonrisa antes de tomar su mano y acariciarla-… Ella nunca cede - Confesó a la pelinegra.

Yulia: No creo que le des pelea - Opinó.

Allison: Tienes razón.

Fue entonces cuando ese se convirtió en el peor día de su vida.

Arthur solamente necesitó cruzar la puerta de la cafetería para que Yulia supiera que ese día iba a ser el peor de día de todos sus días vividos en el mundo.

Arthur: ¡SEÑORAS Y SEÑORES! - Gritó mirado a la multitud - ¡PROFESORAS Y PROFESORES! - Agregó mirándolos. Los pobres se encogían de miedo ante el hijo del director. Eran simples títeres guiados por el dinero y el deseo de conservar sus puestos- ¡Y USTED, LA SEÑORA QUE PREPARA ESTE ASQUEROSO ALMUERZO! ¡PREPÁRENSE PARA VER LA HUMILLACIÓN DEL SIGLO!

Y, sin más, el chico sonrió maliciosamente y se acercó a la mesa que compartían las amigas junto a Alfred, que caminaba silencioso trás él, con los brazos cruzados, colocándose justo frente a Yulia.

En otro momento habría temblado de miedo.

Pero ese día de mierda, Yulia Volkova solo estaba enojada.

Enojada porque no había podido terminar su asqueroso almuerzo. Enojada porque habían interrumpido su charla con sus amigas. Enojada porque la batería de su celular había muerto. Enojada porque ese chico de mierda y su amigo de mierda querían seguir llenando de mierda su día de mierda.

Arthur: El lesbianismo es contagioso, por lo que veo -Se burló con malicia, fijándose en Allison y Sara unos segundos. Sus manos estaban unidas.

Alfred: Cinco minutos con GayKova y ya están todas babeando por gente enferma y estúpida como Elena Katina.

La pelinegra de inmediato sintió el enfado guiarla, y se levantó de su silla estrepitosamente.

Yulia: ¡ESTÚPIDO HIJO DE PUTA! ¡TU TAMBIÉN BABEAS POR ELLA! ¡¿O ACASO OLVIDASTE QUE QUISISTE VIOLARLA, DESGRACIADO?! -Gritaba desesperada, acercándose peligrosamente a Alfred, no logrando llegar a él debido a que Allison y Sara habían llegado justo a tiempo para sujetar sus manos- ¡NO INTENTES HACERTE EL MACHO GOLPEÁNDOME CUANDO INTENTASTE VIOLARLA EN SU PROPIA CA…!

Una fuerte bofetada la hizo callar y ver estrellitas en todas partes. Su mejilla seguramente triplicaría su tamaño pronto.

Alfred: Cállate,maldita lesbiana.

Estaba dispuesta a liberarse de los brazos de sus amigas para golpearlo. Tenía un día de mierda y podía dar golpes de mierda si se lo proponía.

Pero no fue ella quien hizo retorcer al muchacho con una patada directa en las pelotas.

Sara: Cuida tu boca la próxima vez, Alfred.

Yulia :  ¡Sara! ¡Cuidado!

Pero ya era muy tarde. Arthur ya la había sujetado de la camisa y la había lanzado directamente al suelo con un puñetazo que la dejó inmediatamente inconsciente.

Allison: ¡HIJO DE PERRA! ¡GOLPEASTE A MI NOVIA!

Ya no era simple Bullying escolar. Ya no eran solo unos cuántos golpes dolorosos.

Aquello era la guerra.

Allison se lanzó sobre Arthur, hecha una furia, golpeándolo en el rostro, haciéndolo sangrar. Pero el placer que Yulia sintió al verlo casi llorar de dolor solo le duró hasta que Alfred, aun sosteniendo su entrepierna con dolor, golpeó a Allison, haciéndola caer inconsciente junto a su novia.

Arthur: Ahora es tu turno, GayKova - Susurró vilmente, golpeando la palma de una de sus manos con el puño de la otra.

XX: ¡DÉJALAS ARTHUR! -Exigió una voz femenina. 

Era Alexandra, que corría hacía ellos, intentando detener algo con solo palabras. Se interpuso entre Yulia y los chicos con los brazos extendidos, mirando al chico de ojos claros.

Yulia sabía que Alexandra no iba a golpearlo. Recordaba el primer día, en el que la chica había corrido a abrazarlo. Recordó haberla visto hablar animadamente con Arthur y Alfred fuera de clases. Recordó haberla escuchado hablar de él varias veces como si se tratara de un ángel.

La única razón por la cual Yulia no la había alejado de Elena, era porque no por ser amiga de unos cuántos idiotas ella era una idiota también.

Arthur: Eres la menos indicada para estar acá, Alex - Susurró.

Alexandra: Pero aun así me quedaré…

Fue entonces cuando los ojos de Arthur parecieron volverse rojos de furia y miraron a Alex con odio. Tomó la camisa de la chica entre sus manos y la hizo girarse, con su mano obligando a su rostro observar a Yulia. Alex de inmediato comenzó a llorar. Tal vez por el dolor. Tal vez por algo peor.

Yulia quería actuar, hacer algo por la chica que la había defendido el día anterior, pero sabía que en cuanto se acercara, Alfred la noquearía.

Arthur: Cuéntale por que estas aquí, Alex - Susurró al oído de la chica, cuyos ojos se llenaron de terror- ¡CUENTASELO!

Alexandra: Estaba ayudando a Arthur -Dijo con una voz tan débil que la morena casi no comprendió.

Arthur: ¡MÁS ALTO!

Alexandra: ¡TE ESTABA AYUDANDO! - Gritó.

Yulia abrió los ojos como platos. No entendía a la perfección, pero algo le decía que de lo que se enteraría no le agradaría. Aquello era…

Arthur: ¡¿CÓMO ME ESTABAS AYUDANDO?!

Alexandra: Arthur quería que yo te diera celos con Lena para que Vanessa terminara llevándote a la cama y te sintieras como la mierda que el cree que eres - Explicó rápidamente, llorando, frunciendo el entrecejo con cada palabra, como si odiara decir lo que estaba diciendo.

Yulia estaba petrificada.

Alex ...

La chica sonriente que se había hecho amiga de su novia…

Otro títere asqueroso de Arthur y sus caprichos.

Arthur: ¿Y qué sucedió cuando supimos que Vanessa no nos funcionaria, Alex? - Interrogó, sonriendo con superioridad, depositando un beso en la mejilla húmeda de Alex, que la chica intentó alejar.

Alexandra: Recolectar información… Sobre Yulia … Para hacer de su vida una mierda -Y allí estaba de nuevo el dolor y arrepentimiento que para la pelinegra valían mierda. La habían engañado. Y, aún más importante…

… Había engañado a Elena.

La inocente Lena que ese día planeaba visitar su casa para ver viejas presentaciones musicales y llorar mientras se llenaban el estómago de nutella.

Yulia: ¡Eres una…! - Intentó acercarse, completamente enojada, dispuesta abofetear a la chica, pero Alfred fue rápido y la sujetó antes de completar su objetivo. La ojiazul se sacudió, intentando liberarse.

Arthur: Dile que nos vincula, Alex. Estoy segura de que tu querida amiguita Yulia quiere saber.

Alexandra: Somos hermanastros.

Arthur: Y dile por qué me ayudaste, Alex. Dile por qué.

Alexandra: ¡TE AYUDÉ PORQUE ESTABA ENAMORADA DE TI! ¡PORQUE FUI UNA IDIOTA Y PENSE QUE ME DARÍAS LA OPORTUNIDAD QUE ESTABA ESPERANDO! ¡PERO FUI UNA IDIOTA! ¡YO NO SOY DE TU GUSTO! ¡TU SOLO ESTÁS ENAMORADO DE UNA PUTA PERSONA QUE NO ERES CAPAZ DE VALORAR NI UN POCO! ¡PERO YA NO SOY ASÍ! ¡YO DEJÉ DE AYUDARTE HACE MUCHO TIEMPO, ARTHUR! ¡ME DI CUÉNTA DE QUE SOLO ERES UN IDIOTA ENAMORADO QUE HA INTENTADO NEGARLO TODO ESTE TIEMPO!… Lo siento, Yulia. Lo siento. Yo no quería hacerles daño. Ni a ti ni a Elena. Aprendí a quererlas. Las quiero, Yulia. Por favor, no me odies.

Arthur: ¡CÁLLATE!

El semblante de Alex se transformó.

Alexandra: ¡¿QUIERES QUE DIGA SU NOMBRE?! - Gritó - ¡¿QUIERES QUE DIGA EL NOMBRE DE LA PERSONA A LA QUE TANTO AMAS?!

Arthur: ¡HE DICHO QUE TE CALLES!

Alexandra: ¡SU NOMBRE ES…! -Pero el rubio ya había golpeado su rostro con su puño varias veces, haciéndola caer al suelo.

¿Recuerdan ese chico tierno que trató a Alex como una princesa el día en el que se encontraron en la cafetería junto con Vanessa? ¿Ese que parecía quererla a más no poder? ¿Ese que habrían apostado jamás heriría a Alexandra de tal forma?

Ese chico ya no estaba.

Ese chico había sido real, y lo seguía siendo. También seguía siendo real el chico que había sido amigo de Yulia los primeros días en los que había llegado a la escuela.

Pero ese chico estaba enamorado, y temía resultar herido. Por eso se ocultaba.

...............

Yulia caminó lentamente por los nuevos pasillos. Las escuelas eran muy distintas a las escuelas en Rusia, y se sentía aterrada al tener los ojos de los demás fijos en ella.

Estaba tan atemorizada de comportarse como una idiota el primer día que dejó caer sus libros al suelo cuando abrió su casillero.

Cuándo se agachó a recogerlos, ya había alguien allí.

XX: ¿Eres la nueva, verdad? - Preguntó sonriendole, tomando los libros y colocándolos dentro de los casilleros de la chica, ordenadamente.

Yulia :  Si - Murmuró.

XX: Soy Arthur, y me pareces muy bonita -Se presentó, mirándola fijamente a los ojos, Yulia sé sonrojó instantáneamente.

Yulia: Yulia Volkova … Y supongo que me gusta tu gorra.

...................
Arthur: Ahora si, bebé. Nada entre tu y yo - Susurró acercándose demasiado. Su horrible aliento envenenaba sus fosas nasales.

Yulia: Estúpido de pene pequeño…

Arthur: Si vamos a recalcar los defectos de los demás entonces supongo que podemos hablar del hecho de que tu novia no puede dar ni cinco pasos sin morir ahogada…

Yulia: ¿Quien te lo dijo? - Preguntó retorciéndose, con veneno en sus palabras, intentando liberar sus manos de los fuertes brazos de Alfred.

Alfred: ¡Alex, estúpida! ¡¿Acaso no prestaste atención?!

Arthur: Estoy seguro de que Alex tiene su celular acá. También estoy seguro de que su código de desbloqueo es la fecha de cumpleaños de Harry Styles. Estoy seguro de que tiene el número de tu amada novia. Y estoy seguro de que, si la llamara, ella intentaría venir acá… Y su corazón no resistiría.

Yulia: ¡NI LO INTENTES, ARTHUR! ¡GOLPEAME! ¡ESCUPEME! ¡LANZAME AL RÍO! ¡MATAME SI QUIERES! ¡PERO NO TOQUES NI UN SOLO CABELLO DE ELENA KATINA!

Arthur: Puedo hacer lo que quiera, Yulia…

..................

Arthur sujetó uno de los brazos de Yulia y la guío a través de la escuela a mitad de la noche, la chica reía sonoramente.

Yulia: ¿No es algo excesivo venir acá solo por una gorra?

Arthur: No cuando yo te la regalé.

Corrieron hacia el gimnasio, Yulia aferrándose al chico con miedo a las sombras proyectadas por la luz de la luna.

Encontraron su gorra bajo las gradas. El profesor le había ordenado quitársela durante las clases y, simplemente, la había olvidado.

Yulia: No deberíamos estar aquí - Susurró una vez fuera del lugar.

Arthur: Puedo hacer lo que quiera, Yulia.

Yulia: Por supuesto, chico rudo.

Arthur: Puedo hacerlo si estoy contigo… Y si mi papá me da las llaves del colegio.

Yulia rió.

......................

Arthur: Sé que su madre es homofóbica con creces. Sé que tiene dos hermanos. Sé que comparten ropa mayoría del tiempo. ¡Casi puedo apostar que no usas su brasier solo porque no es de tu talla! Sé que se dieron su primer beso a las afueras de un centro comercial… ¡Incluso se que rieron en medio del beso!… Lo sé todo. Sé del Asperger, de sus riñones, de su corazón, de su páncreas. También sé que duermes chupándote un dedo… Alex hizo bien su trabajo, y Lena ama hablar de ti.

Yulia: ¡TE PROHIBO DECIR SU NOMBRE, BASTARDO!

Arthur: Sé cuales son tus miedos e inseguridades. Como ya te dije, tu novia ama hablar de ti. Sé que cosas te dolería escuchar, Yulia … Sé cuanto tolerarías escuchar.

...............

Yulia: ¡Auch! - Gritó cuando la puerta de su casillero golpeó su dedo bestialmente.

Sara: ¿Qué sucedió? - Preguntó.

Allison: ¡Acaba de golpearse, Sara Hansen! ¡Lo viste!

Sara: Lo siento, estaba muy ocupada hablando con Freddie…

Allison: Freddie, Freddie, Freddie… ¿Es la única persona que tienes agendada en tu celular?

Y así continuó la absurda conversación entre sus amigas, mientras Yulia veía su dedo amoratarse y el dolor no desaparecía.

Arthur: ¿Te duele mucho? - Preguntó sujetando su mano tiernamente. Para ese entonces, el rubio era su mejor amigo. Él lo sabía todo sobre ella. Él era quien podía consolarla si necesitaba llorar.

Arthur:  Algo...

Se sorprendió cuando sintió sus labios presionar dulcemente su dedo.

Arthur: Creo que así esta mejor.

..............

El primer golpe dolió más de lo que esperaba. No pudo evitar gritar con el segundo y sentir que se desvanecía con el tercero.

Durante los siguientes diez minutos los chicos se dedicaron a golpearla, insultarla, escupirle, patearla, humillarla…

Cuando se detuvieron casi sonrió. Lo habría hecho de tener energía. Lo habría hecho si aquel no hubiese sido un día de mierda.

Pero esos segundos en los que parecía haber llegado un pequeño descanso solo anunciaban algo peor.

...................

Arthur: Yul, necesito un favor…

Yulia: Lo que necesites, Arthur. Por algo somos amigos - Sonrió.

Arthur: Quiero que me beses.

.....................

Arthur y Alfred tomaron sus brazos y arrastraron su adolorido cuerpo hacia la salida, lanzándola sobre el pavimento del estacionamiento. La chica gritó debido al punzante dolor. La multitud de estudiantes, y profesores los seguían, no atreviéndose a nada.

La tortura comenzó de nuevo.

Ya no podía gritar.

Solo quería que todo terminara.

Arthur: ¡LEVANTATE GAYKOVA! -Exigió al final.

Lo hizo. No porque Arthur lo estuviese pidiendo.

Lo hizo porque necesitaba demostrar que aún no se iba a dar por vencida.

Escupió sobre el pavimento un chorro de sangre, y sus pulmones golpearon sus costillas dolorosamente.

Ahogó un chillido de dolor.

Yulia: ¿Qué es lo que quieres lograr con esto? ¡¿Qué es lo que quieres?! - Apenas podía hablar, pero algo es algo.

................

Arthur: Vamos, Yulia, sé que quieres hacerlo - Había dicho el rubio mientras la mantenía presa entre los casilleros y sus brazos.

Yulia se sentía asqueada por su olor a sudor, por sus labios demasiado cerca de los suyos, por sus brazos demasiado grandes para su gusto…

Yulia: Arthur, yo… no… no quiero -Dijo, con nerviosismo en su voz.

Arthur:  Vamos, Yulia , Un beso en solitario.

Yulia: No… ya… ya te lo dije -Decía, intentando empujarlo. Pero su fuerza era muy superior a la de ella por mucho.

Arthur: ¿Por qué no?

Yulia se quedó callada. Sabía lo que sucedería si lo decía. En Rusia había cambiado de escuela tres veces por esa razón.

Arthur: El que calla otorga, preciosa.

Y lentamente, el rubio acercó sus labios a los de la morena. Ella apretó los ojos fuertemente, esperando que al abrirlos todo fuese una muy mala pesadilla. Pero no era así. Sus bocas casi se tocaban y Yulia estaba aterrada. Cuando Arthur rozó sus labios ligeramente con los suyos, la morena ya no pudo contenerse.

Yulia: Me gustan las mujeres…

Él se alejó un poco y la miró confundido.

Arthur: ¿Qué acabas de decir?

Yulia: Soy… soy lesbiana.

El rubio sonrió. Sonrió de esa manera en la que sonríen los villanos de toda película. Con malicia, odio y unos grandes deseos de golpearle el trasero a alguien.

Yulia: Arthur, por favor, no… no le digas a nadie… yo…yo solo…

Arthur sonrió aun más ampliamente, y la pelinegra pensó que no iba a hacerle nada. Entonces la mano del chico aterrizó en la mejilla de Yulia, haciéndole voltear la cara y ver estrellitas por unos instantes. Cuando la morena volvió a mirarlo, Arthur ya no estaba sonriendo.

Arthur: Maldita lesbiana -Dijo, y se fue.

Así comenzó el infierno.

…Ese día, Yulia quemó todas las gorras que Arthur le había regalado, y con ellas, el recuerdo de quien fue su mejor amigo…

..................

Yulia: ¿Es por ese estúpido beso? ¡¿Es por eso?!

Arthur: No es solo por un beso, Yulia. El beso es lo que menos me importa… Lo que importa es que me negaste. Me hiciste quedar como un estúpido. ¡Nadie se niega a un beso de Arthur, Yulia!… Heriste mi orgullo, Yulia. ¡Ni siquiera me estabas rechazando por otro chico! ¡Me rechazaste porque te gustaban las CHICAS!

Yulia: No le veo el problema a que me gusten las personas - Susurró. Las chicas eran personas, según tenía entendido. (Vaya, en verdad el espíritu de Lena es contagioso, Yulia)-… ¿Qué habría pasado si te hubiese besado, Arthur?

Arthur: Supongo que esto no sucedería - Contestó con total normalidad, mirándola confuso.

Yulia: ¿Aunque después de ese beso no hubiese sucedido nada entre nosotros?

Arthur: No me importaba mi relación contigo. Yo solo quería un puto beso para agregar a mi lista.

Yulia:… Entonces te besaré… Y acabaremos con toda esta mierda.

......... ..

Lena había pedido a su padre un aventón hacía la escuela de Yulia. Quería sorprenderla. Hacía ya bastante tiempo que no iba hasta allí debido a sus problemas cardiacos en aumento y el distanciamiento de su familia.

Estaba charlando animadamente con Sergey sobre lo bien que la había pasado en el concierto de Fifth Harmony el día anterior. Sus ojos sé iluminaron al hablar de cada una de las chicas. Su padre simplemente asentía y sonreía, feliz de verla de aquella forma. También le hablaba sobre Yulia, de lo bien que iba su relación, y sus ojos parecían iluminarse.

No había visto a su hija sonreír de esa forma en años.

Aun así, a pesar de que su hija estaba radiante, el hombre tenía miedo. Miedo de que el trasplantado corazón de Elena no soportara un año más de vida. O un mes. O una semana. O un día… Es por ello que intentó hacerla pensar sobre el trasplante en Nueva York, diciéndole que Yulia podría esperarla un tiempo, pero ella simplemente se negó. Estaba bien. Realmente estaba bien.

Se bajó frente al colegio, pidiéndole a su padre esperarla cinco minutos por si Yulia ya se había marchado. Era aun bastante temprano, pero su novia pudo haber salido antes.

Lo que encontró la sorprendió…

Había al menos cien estudiantes en el estacionamiento del colegio, mirando fijamente el espectáculo que se desarrollaba en el centro de este. Lena intentó mirar lo que estaba sucediendo, procurando no acercarse demasiado a la multitud.

Entre los pequeños agujeros dejados por los cuerpos de las demás personas pudo divisar a su novia, con las ropas destrozadas y manchadas, en el centro, cerca de Arthur.

Apretó los puños. Iba a matarlo. Iba a matarlo por hacerle eso a su novia. A SU Yulia Volkova.

Estaba a punto de adentrarse para darle su merecido al estúpido chico cuando lo vio…

Yulia simplemente se acercó y lo besó…

El dolor que la pelirroja sintió en ese momento fue peor que los dolores que le producirían miles de ataques al corazón al mismo tiempo.

Sintió sus piernas temblar, gritos llamándola idiota en su mente, sus dedos comenzaron a chasquear sonoramente.

Yulia ...

Yulia Volkova ...

Su Yulia Volkova ...

Su novia estaba besando a ese chico que la maltrataba. Ese chico que había producido tantas heridas en su cuerpo. Ese chico del que ella había protegido tantas veces.

Al parecer, un maltratador era mejor que la enferma Elena Katina.

“Cualquier cosa es mejor que tu, idiota”

“No eres lo suficiente, idiota”

“Ella es incapaz de querer a una enferma como tu, idiota”

“Ella merece a alguien mejor que tu, idiota”

" Idiota "

" Idiota "

" Idiota "

Elena estaba tan dolida y enojada al ver ese beso que su diccionario mental no pudo percibir el enojo en uno de los rostros y el asco en el otro. Realmente, estaba viendo solo lo que quería ver. Lo que no quería, en realidad.

Ella simplemente dio la vuelta, sabiendo que tendría un ataque allí mismo si seguía viendo aquello.

Entró al auto de Sergey hecha una furia, deseando llorar por ser tan estúpida como para creer que su felicidad con Yulia sería eterna. Quería llorar porque había sido lo suficientemente estúpida como para pensar que la enferma e inútil de Elena Katina era capaz de hacer feliz a la hermosa Yulia Volkova.

Sergey: ¿No estaba Yulia?

Elena: Sí estaba… Pero ella… -Le dolía el pecho. Le dolía el alma.

Sergey:  ¿Lena?

Elena: Llévame a casa, papá -Y fue allí cuando comenzó a llorar.

Me gustaría decir que Elena pensó las cosas durante el camino.

Me gustaría decir que se dio cuenta de lo muy ilógica que era la idea de ver a Yulia besando a su atacante. Me gustaría decir que llegó a la conclusión de que algo no encajaba. Me gustaría decir que la chica se recostó en su cama al llegar y al despertar todo había sido una muy mala pesadilla. Me gustaría decir que la pelirroja no actuó impulsivamente ni se dejó llevar por la rabia y el dolor. Me gustaría decir que respiró hondo y habló seriamente con su novia sobre lo sucedido, terminando todo con un tierno beso salado debido a las lágrimas. Me gustaría decir tantas cosas…

Pero debo narrar la historia como realmente sucedió.

Y lo cierto es que, ese mismo día, antes de que Yulia llegara a casa, Lena guardó sus cosas rápidamente, pidió perdón a su madre por haber sido una estúpida y se fue junto a ella a Nueva York.

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CONTINUARÁ...

Hola chicas! Un enorme saludo hoy día martes. Cómo les dije, esta semana estaré algo ocupada y por ende quiero tratar de subir los capítulos para no dejarles con la intriga.
Gracias miles por sus comentarios!! Nos leemos mañana [/i]