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LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA

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Fati20
RAINBOW.XANDER
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LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA - Página 7 Empty Re: LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA

Mensaje por Fati20 1/7/2022, 11:39 pm

Hay q bello capitulo puede esta lenita ser más romántica y tierna 😍😍😍😍 pobre jul sufriendo imaginando lo peor y siempre es fantástico las discusiones de las amigas 🤣🤣🤣 una historia realmente hermosa, a esperar ese doblete mañana, saludos querida 😘😘😘
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LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA - Página 7 Empty Re: LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA

Mensaje por RAINBOW.XANDER 1/8/2022, 11:09 am

Capítulo 57
_________________________________________________

Elena Katina jamás había estado tan nerviosa.

No sabía si era por lo que se celebraría aquel día, o porque no había podido desearle un feliz cumpleaños a su novia al despertar, pero el punto era que verdaderamente lo estaba.

Inessa: Tienes que quedarte tranquila, hija - Dijo sujetando sus manos, intentando que sus dedos dejaran de chasquear. Pero Inessa Katina no era Yulia Volkova y no iba a conseguirlo.

Elena: No puedo estar tranquila, mamá -Dijo nerviosamente moviéndose de un lado a otro por su habitación, la cual ahora se veía más pequeña que nunca.

XX: ¡Adivinen quienes llegaron! -Se escuchó exclamar a una voz que Lena siempre reconocería.

Jennifer iba de la mano con el pequeño Troy, ahora de cuatro años. La chica llevaba un sencillo vestido rosa y Troy un trajecito hecho a la medida que le quedaba realmente muy bien.

Troy: ¡Tía! - Gritó al verla, corriendo de inmediato para ser alzado entre sus brazos.

Elena: Estás pesado, Troy…

Troy: Lo sé - Sonrió - Mami dice que es tu culpa.

Jennifer: Y de Steve - Agregó antes de sujetar a su hijo en brazos, evitando de esta forma que sus zapatos ensuciaran el blanco vestido de Elena. Steve y Jennifer habían comenzado a salir tan solo un par de meses atrás y el hombre se había encariñado bastante con el pequeño, al punto de querer cumplir todos su caprichos - Ese estúpido no deja de darle chocolate.

Troy: ¡Chocolate! - Exclamó entusiasmado, elevando sus brazos en el aire.

Jennifer: No, Troy. Nada de chocolate para ti. Te daré un jugo de manzana y lo tomarás sentado en la cama de Lena ¿Bien? -El pequeño asintió mirándola fijamente a los ojos - Ahora ve… ¡Y no ensucies tu traje!

Troy: Si, mamá…

Para ser solo un niño, el pequeño Troy era bastante obediente.

Jennifer: ¿Cómo estás Katina? - Preguntó acercandosele, de inmediato ayudando a Inessa a arreglar el hermoso vestido blanco que cubría la piel de la pelirroja.

Elena: Nerviosa, supongo…

Jennifer: Todo saldrá bien, Katina -La tranquilizó acariciando su brazo - Sara y Allison la ayudaron a comprarse unos zapatos lo suficientemente estables como para que no caiga y no la han dejado beber nada para que no se haga pis encima…

Elena: ¿Y si soy yo quien se hace pis encima?

Jennifer: Vamos Katina, tienes veintidós años, estoy segura de que ya no necesitas pañal…

Troy: Yo ya no uso pañales -Dijo contento agitando sus pequeños pies en el borde de la cama, tomando su jugo lentamente y mirando a su madre con una enorme sonrisa, orgulloso de su logro.

Jennifer: Lo sabemos, mi amor.

Elena: ¿Y si dice que no? ¿Y si sale corriendo o…?

Jennifer: Eso no pasará jamás, Katina. Apuesto mi vida.

Elena: No puedes apostar tu…

Jennifer: Si puedo. Soy Jennifer Scott, puedo hacer todo lo que yo quiera -Insistió cruzada de brazos, mirándola fijamente, retocando el maquillaje de su amiga - Si Dios me lo permite, claro está - Agregó.

Elena: Necesito hablar con ella… Yo necesito… Necesito calmarme… Siento que voy a tener un ataque ahora mismo.

Katya: No vas a tener un ataque si estoy acá para impedirlo, Lena -Dijo acariciando su hombro, hablando por primera vez desde que había entrado junto a su madre horas atrás.

Jennifer: Sería terrible que tuvieran que pasar su luna de miel en un hospital y no en…

Elena: ¿Nuestro pequeño departamento en Nueva York?… Debo confesar que odio los hospitales, pero al menos estos tienen luces que no parpadean…

Por supuesto, aunque la pelirroja ya comenzaba a ganar lo suficiente como para vivir bien y Yulia estaba a punto de graduarse aún quedaba la deuda que tenía con sus padres, además de los distintos gastos que debían hacer diariamente, lo cual no les había permitido terminar de reparar todas las fallas en su pequeño departamento ni pagar una verdadera luna de miel.

La boda ya era un gasto bastante grande, y de un viaje era mejor no hablar.

Jennifer: ¿Su departamento en Nuevo York? ¡No, Lena!… Ustedes irán a Moscú.

Elena: Jen, no podemos pagar…

Pero Lena no había terminado de hablar cuando Jennifer ya sostenía dos boletos de avión frente a ella.

Jennifer: Considéralo mi regalo de bodas -Dijo con una sonrisa-… Junto con mi departamento.

Elena: Jennifer, no puedo acep… Espera ¿Dijiste departamento?

Jennifer asintió sonriente.

Jennifer: Es demasiado pequeño para mi y para Troy ahora que él quiere estar corriendo por todas partes, pero estoy segura de que para ustedes dos será perfecto una vez que regresen… si es que planean regresar.

Elena: Voy a hacerlo -Sonrió- Miami es mi hogar… Acá están las personas que quiero. No podría dejarlo todo así como así.

Jennifer: Bien, entonces supongo que está decidido. Tienes un nuevo departamento, Katina… Y un vuelo a Moscú que sale mañana por la mañana, no lo olvides.

Elena: ¿No crees que es mucho?

Jennifer: Eres mi mejor amiga, Elena Katina -Respondió encogiéndose en hombros- Por ti daría mi vida.

Lena simplemente asintió y abrazó a Jenny fuertemente, agradeciéndole de esta forma.

Y no le agradecía solo por el viaje y el departamento.

Le agradecía por estar allí incluso antes de que pudiese recordarlo.

Fue cuando Iván entró al lugar sin tocar la puerta, vestido con un traje bastante elegante.

Iván: Lamento interrumpir su sesión de sentimentalismo, pero Yulia quiere hablar con su futura esposa y no podía prohibirle algo como eso en su cumpleaños…

Lenas simplemente sonrió al escuchar la frase “futura esposa” salir de los labios de su hermano y tomó el celular para luego llevárselo a la oreja.

Yulia: Hola futura esposa -Dijo a través de la linea. Lena sabía que estaba sonriendo - Tu padre me dijo que habías comenzado a alterarte. ¿Estás bien?

Elena: Supongo que estoy mejor…

Yulia: Bien. No quiero llegar al altar y descubrir que no estas allí. Sería doloroso y una completa vergüenza…

Elena: Tienes razón -Rió- Estaré allí, lo prometo. Si no me encuentras soy la que va vestida de blanco.

Yulia: Con lo nerviosa que estoy tal vez me confunda al mirarme al espejo y termine casándome conmigo misma…

Elena: Eso sería imposible, Yul - Susurró en tono de burla y frunciendo su entrecejo.

Yulia: No hablo en serio, Lenita… Pero estoy nerviosa. Muy nerviosa. Siento que me tiemblan las piernas, y tengo mucha sed.

XX: ¡No vas a beber ni una gota de agua, Yulia Volkova, hasta que las YuLena estén casadas!

Por supuesto, era Sara.

Yulia: ¡No bebo nada desde ayer, Sara!

Sara: ¡Te bebiste unos quince vasos de Coca-Cola en tu despedida de soltera, Yulia! ¡Eso debe de bastar para unos tres o cuatro días!

Elena: Tenía razón cuando dije lo de la Coca-Cola -Rió tiernamente - Estoy segura de que ni siquiera probaste el vodka…

Yulia: ¿Quién necesita vodka cuando puedes beber quince vasos de bebida burbujeante sin que te sientas ni un poco mareada?

Allison: ¡Yo lo necesitaré ahora mismo si no dejas de moverte!

Yulia: Lo siento, señora Hansen.

Allison y Sara se habían casado hacía ya casi un año. No habían invitado a nadie… En realidad un día solo decidieron dar una vuelta y al volver a casa ya habían firmado aquel papel.

Yulia: ¿Cómo te fue en tu despedida de soltera, amor? - Preguntó intentando cambiar la conversación. Elena se sentó en una silla mientras su madre y su amiga comenzaban a arreglar su cabello. Katya jugaba con el pequeño Troy para que no se quedara dormido.

Si había algo que alteraba durante la noche al pequeño Troy más que el chocolate era el haber dormido durante las tardes.

Elena: Supongo que bien. Jennifer fue a casa y vimos la evolución de Fifth Harmony hasta el final junto a Dara y Oksana… Luego estábamos bastante deprimidas y Dara compró unas cuantas bebidas… No recuerdo mucho después de eso. Amanecí durmiendo sobre el retrete.

Yulia: Si hubieses tomado Coca-Cola eso no habría sucedido…

Elena: Lo tendré en consideración para mi próxima despedida de soltera -Dijo con una sonrisa que solo Yulia podía hacer aparecer en su rostro-… Y como no tendré otra, eso quiere decir que realmente no voy a considerarlo.

Escuchó a Yulia reír a través del altavoz, y eso hizo que sus dedos dejaran de chasquear y su cuerpo se relajara.

Yulia Volkova era la única mujer capaz de hacer tantas cosas en ella sin realmente hacer nada.

Elena: Feliz cumpleaños, Yul…

Yulia: Eso dímelo en el altar.

…………….

Katya: ¡Lista! - Sentenció luego de darle un último retoque al maquillaje de la pelirroja.

La chica tragó saliva y se dio media vuelta.

Intentó mirarse en el espejo pero solo se encontró con su borroso reflejo. Estaba tan jodidamente nerviosa que sentía que podría vomitar en cualquier momento.

Katya: ¿Qué te parece?

Elena: Supongo que bien - Dijo mirando a sus dedos chasquear rápidamente.

Inessa: Todo saldrá bien, hija. Lo prometo. No tienes por qué estar nerviosa…

Elena: ¡No puedes pedirme eso, mamá! ¡Cuando le pedí matrimonio estuve a punto de desmayarme! Ahora… Mamá, creo que voy a vomitar.

Katya: ¡No, Lena! ¡No arruinarás mi trabajo! -Le prohibió.

Elena: Pero…

Jennifer: Lena, mírame -Pidió colocándose a su lado, intentando mirar sus ojos - Mírame a los ojos por una vez en tu vida, Katina -Exigió esta vez. Lena movió levemente su mirada para encontrarse con los ojos ámbar de su amiga antes de apartarla, completamente incómoda - Bien. Supongo que es un caso perdido, pero aun así… Todo va a estar bien, Katina. Lo prometo. En cuanto la veas, todos desaparecerán a tu alrededor y te sentirás en la nubes, solamente acompañada por ella… Ella te ama ¿Bien? Y tu la amas. Ella no va a irse, y tu no vas a irte. Y este va a ser el mejor día de tu vida, y cuando  tengas ochenta y siete años recordarás lo nerviosa que estabas y te reirás de ti misma. Y luego olvidarás de que te estabas riendo y seguirás tomando tu café en el asilo mientras ves a la atractiva anciana que come panqueques frente a ti…

Elena: ¿Atractiva anciana? - Preguntó arrugando su entrecejo.

Jennifer: Posiblemente será Yulia… Pero si ella está muy ocupada durmiendo entonces prometo que seré yo.

Elena: O Sara…

Jennifer: No lo creo. Tendrá más hijos que un caballito de mar y al cumplir los ochenta se irá de viaje con uno de ellos a las Bahamas… Tal vez incluso la veamos en YouTube bailando desnuda… Si es que de ancianas aun recordamos lo que es YouTube…

Elena: Suena divertido…

Jennifer: Lo sé -Dijo sonriendo antes de abrazarla- Sé feliz, Katina - Aconsejó en su oído, y su diccionario mental pudo detectar una gota de melancolía en su voz - Sé feliz todos los días. No sabes cuando te irás… O cuando lo hará ella.

Por supuesto, a pesar de que los años habían pasado, el recuerdo de Troy seguía allí.

En realidad, Troy nunca se iría. Él siempre estaría todos los días, entre recuerdos y las facciones de su pequeño hijo… Y Jennifer tendría que vivir con ello.

Fue entonces cuando su padre entró al lugar elegantemente vestido, terminando de atar su corbata. Jenny se alejó de inmediato para limpiar sus lágrimas.

Sergey: Los invitados ya llegaron -Dijo, y fue entonces cuando sus ojos se fijaron en su hija, que se había girado para mirarlo - Lena, tú…

Katya: ¿Se ve hermosa? Lo sé… Es todo gracias a mis manos y las de mamá.

Jennifer: ¡Yo también ayudé!

Katya: Y las de Jennifer - Agregó como si realmente no interesara. Era claro que la menor de las Katin quería llevarse todo el crédito por el trabajo.

Sergey: Princesa, te ves perfecta - Susurró antes de caminar y abrazarla fuertemente, dejando varias lágrimas caer por sus mejillas.

Lena lo abrazó también.

No le gustaban los abrazos, pero el de su padre en aquel momento se sentía increíblemente bien.

Era reconfortante, y podría estar entre sus brazos un rato más.

Sergey: Te tuve entre mis brazos cuando naciste, Lena, y mi corazón se volvió tan pequeño como una hormiga cuando me dijeron que tu corazón estaba fallando y debían realizarte un trasplante. Juro que jamás lloré tanto en mi vida… Tal vez hoy ese día le haga competencia.

Elena: No llores, papá - Intentó animarlo- Voy a casarme. No es como si fuese a morir o algo así.

Sergey: Tienes razón, yo… yo no debería… - Balbuceó mientras comenzaba a alejarse, limpiando sus lágrimas - Creo que es hora de que bajemos - Susurró - Yulia no tardará en llegar.

……….

La boda no iba a celebrarse en un lugar grande, o uno lujoso, o uno que hubiese marcado su relación. La boda iba a celebrarse en el salón de la casa de los Katin.

No habían tres mil invitados como en esas típicas bodas de telenovela, ni eran solo Lena y Yulia, como en esas bodas de libros donde los chicos se volvían locos de amor y terminaban casándose en las vegas.

Las chicas habían invitado a sus padres, sus mejores amigos, a Alexandra, Arthur y Alfred, y a unos cuántos chicos del coro escolar.

No eran muchas personas, pero sí las suficientes.

No era una boda de ensueño, y James, quien se había ofrecido a tomar las fotos, tendría que surcar entre las apretadas sillas para tener algunos ángulos buenos. No había fuentes de chocolate, ni costosas luces, ni increíbles decoraciones o esculturas de hielo… Pero era la boda de Yulia Volkova y Elena Katina, y era lo suficientemente memorable como para querer ser recordada por la pelirroja tanto como su vida durara.

Es esos momentos se encontraba de pie junto al juez. Su padre acariciaba sus temblorosos brazos, mirando hacía la puerta.

Elena: ¿Por qué no llega, papá?

Sergey: Supongo que quiere hacerse esperar, Lena …

Elena: Pero… ¿Qué pasa si se arrepintió? ¿Qué pasa si no piensa venir? Tengo que ir a su casa. Tengo que hablar con ella. Tengo…

Sergey: No, Lena. Solo respira. Ella vendrá, lo prometo.

“Cálmate, idiota”

Y casi como para relajar la agitada mente de Lena, Larissa y Viktoria, ambas con hermosos vestidos azules, atravesaron la puerta de entrada de la casa y fueron a sus lugares, no sin antes Larissa acercarse a Lena y darle un gran abrazo, al cual ella no correspondió.

Larissa: Te ves hermosa, Lena - Dijo antes de separarse lentamente.

Elena: ¿Vendrá? - Preguntó completamente nerviosa.

Larissa: Por supuesto -Respondió con una sonrisa - Solo tienes que esperarla un poco más… Jhonathan tenía que ir al baño. Supongo que está más nervioso que ella.

Elena rió nerviosamente ante la broma de su suegra.

Larissa: Gracias, Elena -Dijo de repente.

Elena: ¿Por qué? -Quiso saber, completamente confundida.

Larissa: Por hacer que sus ojos brillen.

………

Sara: ¡Ya viene! - Anunció atravesando la puerta junto a Allison, de inmediato ocupando su lugar entre las apretadas sillas. Los invitados se levantaron al instante.

La pelirroja miró nerviosamente hacia la puerta, esperando que su novia la atravesara en cualquier momento.

Se sentía mareada, nerviosa y feliz.

… Más feliz que nunca en su jodida vida.

Las manos le temblaban, y también las piernas. Dudaba que pudiera mantenerse de pie mucho tiempo más.

Fue cuando ella atravesó la puerta sosteniendo el brazo de Jhonathan.

Estaba completamente hermosa. El vestido blanco acentuaba su figura y una sonrisa decoraba su rostro y sus ojos se iluminaban, mirándola fijamente.

Le dieron cosquillas en el estómago y sus piernas amenazaron con hacerla caer. Una enorme sonrisa apareció en su rostro y comenzó a temblar. Su corazón palpitó rápidamente, y casi parecía que iba a salírsele del pecho si eso hubiese sido posible.

Elena suspiró, y supo de inmediato que revivirían todas sus alegrías y desgracias solo para vivir ese momento.

Sufriría miles de ataques al corazón solo para verla así, a punto de volverse completamente suya frente a la ley… Porque para Lena, Yulia Volkova era suya desde hacía ya bastante tiempo.

Cada paso que la morena daba a través de aquella alfombra blanca que la familia Katin había conseguido días antes era un latido intenso de parte de su corazón, recordándole que estaba viva, en medio de aquella sala, a punto de casarse con la mujer más maravillosa que pudo haber conocido en toda su vida.

Fue entonces cuando Yulia llegó a su lado, de inmediato sujetando sus manos, deteniendo los chasquidos que inconscientemente había comenzado a producir, sonriendole ampliamente.

Jhonathan: Cuídala mucho, Lena - Susurró.

Elena: Con toda mi vida -Prometió mirando los azules ojos de su novia.

El hombre simplemente sonrió y besó la mejilla de su hija antes de ir a su lugar al lado de su esposa, limpiando sus lágrimas con un pañuelo.

En realidad, no era el único que necesitaba un pañuelo en aquella habitación.

Al menos la mitad de los pocos invitados ya estaban derramando inmensas lágrimas.

Yulia: Te ves hermosa, chica de la ventana -La halagó mirando lentamente su cuerpo cubierto por aquel vestido blanco que tanto había luchado por conseguir.

No era un vestido de diseñador, pero era lo suficientemente bonito como para que Lena quisiera guardarlo en su armario y mirarlo de vez en cuando, recordando aquel día.

Elena: Tú también, chica de la ventana -Correspondió con una sonrisa, mirándola fijamente a los ojos, permitiéndole a su mente perderse entre ellos - Feliz cumpleaños.

Yulia: Eres mi mejor regalo, Elena Katina.

Fue entonces cuando la morena sonrió ampliamente y el corazón de Lena comenzó a latir tan rápidamente que nadie podría haberlo superado.

“La amas, idiota. Realmente lo haces”

Fue la última vez que se llamó de esta forma.

………..

Elena Katina  sabía que la vida no era perfecta. Esta se lo había demostrado de formas crueles y dolorosas, pero no se quejaba.

También sabía que la vida tenía momentos felices, y que estos podían durar muchos años o solo unos cuantos días.

Por eso, mientras veía a Yulia firmar aquella hoja de papel en la cual sus vidas quedaban unidas para siempre, Lena decidió que iba a aprovechar ese momento feliz que la vida estaba dándole al máximo.

__________________________________________________

A ver...
Cuántos votamos porque la historia termine hoy?
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LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA - Página 7 Empty Re: LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA

Mensaje por katina4ever 1/8/2022, 1:07 pm

OMG!!!!! Ya está por terminar?? Continua por favor!!
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LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA - Página 7 Empty Re: LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA

Mensaje por RAINBOW.XANDER 1/8/2022, 3:09 pm

Capítulo 58 (Final)
_____________________________________________

Yulia Volkova amaba leer, y también escribir, aunque sabía que los finales de aquellos hermosos libros, tanto los felices como aquellos dramáticos, eran una completa farsa.

Sabía que Lena y ella no terminarían sus vidas en medio de un paraíso tropical tomando agua de coco y siendo abanicadas por un par de esclavos extranjeros muy mal pagados… También sabía que ningún enemigo del pasado terminaría apuñalándola hasta la muerte, y que Lena no la vería mientras se desangraba, y que mucho menos daría sus últimos suspiros mirando los ojos verdes llorosos de su mujer, recostada sobre su pecho, susurrando sus últimos deseos, sintiendo como la sangre salía por sus múltiples heridas.

Yulia Volkova creía en los finales realistas, y en las vidas realistas. Gracias a esto sus dos primeras novelas se habían vendido realmente bien.

Las personas adoraban la forma en la que lograba crear historias fascinantes con finales tan comunes que podían ser reales. Yulia sabía que lo hacían porque los lectores estaban tan acostumbrados a finales dramáticos y finales felices que se habían olvidado de los finales verdaderos.

Su trabajo como editora también estaba dando buenos frutos.

Se podría decir que, con todo su esfuerzo, Yulia Volkova estaba triunfando.

Entraba al auto luego de un largo día de trabajo cuando recibió una llamada de su esposa. Una hermosa foto de su sonriente y perfecto rostro apareció en la pantalla del celular junto a la melodía de una de las canciones de Lana del Rey.

Yulia: Hola amor -Dijo con una sonrisa. Era extraño como Lena, después de tres años de matrimonio, seguía haciéndola sentir como la chica de diecisiete años que la había visto a través de la ventana.

Elena: Amor, sé que probablemente estás muy cansada luego de trabajar pero necesito que vengas al estudio. Mi auto se averió.

Yulia: Te dije que no compraras esa chatarra, amor.

Elena: Era lo único que podíamos pagar luego de comprar este estudio en Miami, remodelar el viejo departamento de Jennifer y, bueno… tu sabes qué otra cosa.

A pesar de que la morena tenía buenos ingresos y de que el trabajo de Lena les proporcionaba una buena cantidad de dinero, Yulia estaba empezando en su carrera al igual que su esposa, lo cual no les permitía darse todos los lujos que cualquier persona querría.

Elena: Puedo intentar repararlo si estás demasiado cansada. Estoy segura de que moviendo un par de cables…

Yulia: No, yo solo… - Suspiró audiblemente - Estaré allí en quince minutos ¿Bien? Solo compra un café y…

Elena: Lo haré -Aceptó-… ¿Te entregaron los exámenes? - Preguntó después de unos segundos.

Por supuesto, sabía que su esposa iba a querer hablar sobre aquello

Yulia: Si -Admitió mientras comenzaba a conducir a través de las calles de Miami hacia el estudio de su esposa, dónde trabajaba junto a otro joven fotógrafo y un par de aprendices.

Elena: ¿Qué tal?

Yulia: No los he visto… - Contestó en voz baja.

No era como si esperara un mejor resultado que el de la vez anterior.

Elena: ¿Crees que funcione esta vez?

Yulia: No lo sé. Nuestro intento anterior fue un asco, y éste podría ser igual, así que realmente no sé que esperar…

Elena: Vamos, Yulia Volkova, tienes que ser positiva. Esta vez es mi óvulo el que está dentro de ti, y por si no te has dado cuenta los Katin somos fuertes, así que no dudo que dentro de menos de nueve meses tengamos a una pequeña niña de verdes llamada Lauren llorando en el departamento…

Yulia: No la llamaremos Lauren - Negó con desagrado, arrugando su nariz al instante - Y tampoco le colocaremos nombres parecidos a los de las mellizas de Sara y Allison solo para combinar…

Las chicas habían tenido un par de hermosas niñas hace ya casi dos años. Aunque físicamente se parecían a Allison, tenían la energía y la personalidad de Sara, lo cual las hacía insoportables.

Se llamaban Shaila y Alisha, y aunque Yulia las amaba como si fuesen sus propias hijas, a veces quería atarlas a una silla y cerrar sus bocas con cinta adhesiva.

Elena: Pero Sara va a cortarme mis dedos si no lo hacemos…

Yulia: Ella estaba bromeando, Lena -Le aclaró dulcemente.

Elena: No parecía estar bromeando.

Yulia: Entonces tendrás que verle el lado positivo a esto… Yulia La pasiva suena mal, pero Lena La Pasiva tiene cierto encanto…

Elena: Cállate. Me niego a perder mis dedos -Y aunque la morena escuchaba un pequeño toque de seriedad en su voz, sabía que ahora su novia simplemente estaba bromeando .

Yulia: Comienza a esconderlos ahora, Katina. Sara no tardará en ir a por ellos -Se burló.

Y aunque habría esperado una fuerte carcajada, Yulia solo escuchó silencio.

Elena: ¿Qué piensas de Oleg si es un niño? - Preguntó volviendo al tema con brusquedad - Era el nombre de tu padre biológico y…

Yulia: No - Se negó de inmediato, deteniéndose frente a un semáforo en rojo - No quiero que nuestro hijo piense que escogimos su nombre pensando en una persona que murió…

Elena: ¿Entonces…?

Yulia: Lo decidiremos cuando llegue el momento, Lena -Le dijo con frialdad, intentando cortar el tema de raíz. No quería hablar de algo de lo cual aún no estaban seguras. No quería terminar deprimida - En realidad aún no sabemos si resultó. No quiero ilusionarme como la vez anterior.

Elena: Bien - Aceptó, aunque parecía decepcionada.

Yulia:…Amor, tengo que colgar. Te veo allá ¿Bien?

Elena: Bien.

………..

La morena miró a su esposa entrar al auto con la cabeza gacha, abrazando el viejo bolso donde guardaba un par de cámaras que siempre llevaba consigo por si alguna situación inesperada y que necesitara una fotografía aparecía.

Fue cuando lo supo con solo mirar su cara.

Yulia: ¿Tuviste un mal día, cierto?

Elena simplemente asintió y la morena llegó a sentirse algo mal por la conversación que habían tenido anteriormente, sabiendo que la había tratado con demasiada brusquedad solo por haber estado pensado en los nombres de sus futuros hijos.

Yulia: ¿Quieres hablar?

Elena asintió recostando su cabeza en el vidrio de la ventanilla, mirando el horizonte.

Elena: Una de mis cámaras se rompió - Susurró sacándola cuidadosamente de su bolsa - Fue la primera cámara que compré con mi propio dinero. Xiumin dice que no puede arreglarse - Parecía realmente triste por esto y Yulia solo pudo depositar su mano sobre la de su esposa dulcemente, acariciándola, conduciendo hacia su departamento con cuidado-… Luego vino una clienta bastante exigente que hizo que le tomara veintitrés fotos a su hija antes de que quedara lo suficientemente aceptable para ella. Dijo que mi trabajo era un asco y que no volvería - Yulia se sintió enojada al instante. ¿Cómo podía esa estúpida pensar que el increíble trabajo de Elena Katina era un asco? Sujetó la mano de su esposa con fuerza, intentando no gritar e insultar a la mujer desconocida… Las fotos de Lena eran mágicas, y no solo ella lo decía. James, que había sido el maestro de su esposa tiempo atrás, estaba de acuerdo-… Y luego el auto se averió cuando solo quería ir a nuestro departamento y dormir un poco para olvidar todo lo que pasó… Esto apesta.

Yulia: Si hablas del auto estoy segura de que fue Alisha.. Ya sabes, Allison intentó cambiarle el pañal ayer luego de que fuésemos al cine - Bromeó.

Lena rió levemente y golpeó su hombro juguetonamente.

Elena: Deja de imitarme.

Yulia: ¿Imitarte?

Elena: Ya sabes, no entender algunas cosas…

Yulia: Bien, supongo que dejaré de imitarte.

Elena: Me parece maravilloso - Determinó. La morena giró su cabeza unos instantes para admirar su hermosa y verdadera sonrisa. Algo le decía que era la primera vez que lo hacía en todo el día-… Ahora háblame de tu día. Tal vez eso me anime un poco.

Yulia: Me fue bien -Dijo sin más.

Elena: ¿Solo bien?

Yulia: Solo bien…

Elena:… ¿Realmente no has visto los exámenes?

Yulia suspiró y negó con su cabeza.

Sabía que Lena estaba ansiosa, y debía admitir que ella también, pero realmente no quería pensar en eso hasta llegar a casa.

Yulia: Quiero verlos contigo luego de hacer el amor – Susurró mirándola divertidamente, encontrándose a su esposa con una ceja elevada - ¿Qué? No puedes culparme… Es tu culpa. Y de tu trasero.

Elena: De lo único que te culpo ahora es de no conducir más rápido.

……….

Yulia recostó su cabeza sobre los pechos de su mujer mientras acariciaba la enorme cicatriz entre ellos antes de bajar a sus blancas y tersas piernas, sonriendo dulcemente.

Yulia: Eres increíble - Susurró dulcemente con cierto cansancio en su voz.

Elena: Tu lo eres - Aseguró besando su cabeza, rodeando su cintura con sus brazos

Yulia: ¿Alguna vez te he dicho cuanto te amo?

Elena: Miles de veces… -Respondió, Yulia sabiendo que había sonreído.

Yulia: Pues lo hago -Dijo besando la parte superior de uno de los pechos desnudos de su esposa rápidamente-… Me encantan tus piernas - Murmuró acariciándolas de forma ascendente- Amo tus caderas. Tu abdomen. Tu pecho. Tu cuello. Tus labios - Nombró mientras ascendía por su cuerpo - Tu nariz. Tus ojos. Incluso me encantan tus oídos… Me encanta todo lo que tenga que ver contigo, Elena Katina. Tú me encantas.

Elena: Eso habría sido tierno si aún no tuviese un río corriendo entre mis piernas… - Comentó mordiendo su propio labio - Lo del río no es literal, pero sabes a lo que me refiero…

Yulia: ¿No te pareció tierno?

Elena: En mis condiciones, fue excitante.

Yulia: Oh, vaya… Entonces supongo que soy increíble.

Elena: Jódeme, Yulia -Dijo, con una sonrisa formándose en los labios de ambas al instante.

Usualmente quien usaba aquella frase era la morena, no la chica de ojos verdes, así que se sintió realmente sorprendida al escucharla.

Yulia: No esperaba escuchar eso… -Sus manos comenzaban a vagar por el cuerpo de su esposa, haciéndola suspirar levemente mientras comenzaban a trazar los contornos de sus puntos sensibles.

Elena: Lo sé.

Yulia: Hicimos el amor hace… Realmente no sé cuánto tiempo. No cuento los minutos luego de hacer el amor… Pero… ¿En serio quieres otra ronda?

Elena: Soy una mujer con bastante energía.

Yulia: Pensé que querrías ver los exámenes…

Elena: A la mierda los exámenes. Si estás embarazada aún tenemos ocho meses para que tú y yo lo sepamos.

La chica de cabellos oscuros y ojos azules simplemente rió antes de atacar los labios de su esposa ferozmente.

………

Luego de una sencilla cena fue Yulia quien se ocupó de colocarle la insulina a Lena, depositando un dulce beso en el lugar en el que su piel había sido atravesada por la aguja.

Lo hacía desde el día en el que se habían casado. Y estaba feliz de hacerlo. Era como demostrarle que estaría allí, tanto en las dificultades que pudieran durar solo unos días como en aquellas que fuesen constantes.

Yulia sabía que existían cosas que podían eliminarse con unas cuantas cirugías y otras que simplemente siempre estaban allí. Lena le había enseñado esto, y estaba realmente feliz de haberlo aprendido.

Elena: ¿Crees que es hora? - Preguntó luego de lavar su plato y el de Yulia, sujetando fuertemente el sobre que había permanecido sobre la mesa desde el día en el que había llegado.

Yulia: Yo… no lo sé - Respondió sentándose en una de las sillas del pequeño comedor. Si bien el departamento de Jennifer era más grande que el que tenían en Nueva York aun no dejaba de ser poco espacioso.

Elena: Tal vez deberíamos lanzar una moneda…

Yulia: No vamos a hacer eso, Lena.

Elena: ¿Qué sugieres? Tu no pareces decidirte entre abrirlo o no…

Yulia: Necesito pizza…

Elena: ¿Qué?

Yulia: Dije que necesito pizza para pensarlo.

Como su historia era realista Lena no se negó ni amenazó a Yulia con no darle un trozo más de pizza hasta que abrieran ese sobre. Lena simplemente llamó al repartidor.

Yulia agradecía vivir una historia realista. Si no hubiese sido por eso no habría podido disfrutar de una deliciosa pizza luego de una corta espera de veinte minutos.

………..

Como la morena vivía una historia realista reconsideró la opción de Lena y tomó la decisión de que, al ser la única opción, era la que debía aceptar.

Yulia: Tiremos la moneda -Dijo decidida a su esposa luego de tragar el último trozo de pizza.

La pelirroja levantó la vista del crucigrama que había estado haciendo mientras Yulia comía y la miró con confusión unos segundos hasta que volvió a la realidad.

Yulia: Si sale cara, lo abrimos. Si sale cruz, lo dejamos para otro día.

Elena simplemente asintió.

Yulia sabía que su esposa estaba nerviosa. La conocía lo suficientemente bien como para reconocer este sentimiento en sus ojos.

En cualquier historia dramática habría salido cara y se habrían visto obligadas a abrir el sobre por una extraña jugada del destino.

Pero como aquella era una historia real cuando Lena tiró la moneda y esta cayó sobre la mesa, el resultado fue cruz.

Yulia: A la mierda la moneda -Dijo exasperada, tomando el pequeño objeto de plata entre sus monos y lanzándolo al suelo - Vamos a abrir ese sobre y punto…

Fue cuando escuchó a su esposa reír en un tono bastante bajo.

Yulia: ¿De qué te ríes? - Preguntó, no de mala forma. En realidad ella también estaba riendo ahora que veía a su novia apenas respirar entre carcajadas.

Elena: De ti - Contestó intentando controlarse - Eres divertida.

Yulia: Dejaré de serlo si no abres ese sobre ahora mismo.

Elena simplemente asintió y lo hizo.

Yulia Volkova odiaba las historias con finales felices. Las odiaba porque el príncipe siempre llegaba en el momento justo para salvar a la princesa y, por muchas cosas que sucedieran siempre parecía conseguir la forma de salir sin ningún tipo de herida o daño psicológico de las malas situaciones. Las odiaba porque no le enseñaban lo que era el sufrimiento y le hacían creer que la vida era color rosa, solo para darse cuenta, dolorosamente, que su verdadero color es gris.

También odiaba las historias con finales tristes. Las odiaba porque en ellas el mundo no era gris: era negro. De diez cosas que se podían hacer, diez salían mal, y los protagonistas siempre solían tener la peor suerte del mundo. La chica con una enfermedad terminal siempre se enamoraba de un engreído fantasma, o de un hombre con problemas de memoria. La chica rubia siempre era asesinada por un criminal que había creído su padre, y el hombre de ojos grises siempre terminaba sufriendo de una enfermedad que acababa con su vida… No le gustaban las historias con finales tristes porque no le permitían apreciar las partes buenas de la vida.

Porque, aunque no lo notemos, la vida a veces puede ser buena.

Pero su historia era real.

No era una historia de final feliz, pues al abrir el sobre no se encontraron con la enorme confirmación de que el tratamiento de fertilización in vitro había funcionado, así que Lena no pudo alzarla entre brazos y darle vueltas con lágrimas en los ojos para terminar abrazándola y llorando de felicidad sobre su hombro.

Pero que no hubiese funcionado no significaba que aquella fuese una historia de final triste.

……….

Yulia Volkova había aprendido que las historias con finales reales siempre suelen tener tristezas y alegrías en ellas, y por ello, el que estuviese llorando ahora mismo sobre los hombros de su esposa por la fallida segunda fertilización solo le indicaba que estaba viviendo una de esas historias.

Yulia: ¿Es algo conmigo, cierto? - Preguntó tristemente, escondiendo su húmedo rostro en el cuello de la chica de la ventana, quien acariciaba su espalda dulcemente intentando darle consuelo - ¿Tengo una falla? ¿Tengo algo malo?

Elena: Nací con miles de fallas, Yul. Sé reconocer cuando una persona las tiene… Tu estás bien. Solo… supongo que aún no es el momento - Intentó consolarla.

Yulia: ¿Y me querrías aunque tuviera fallas?

Elena: Te amaría.. Y amaría cada una de tus fallas.

Se hizo silencio durante un par de minutos. Yulia seguía sollozando sobre el hombro de la pelirroja, aferrándose fuertemente a su camiseta desteñida, intentando aliviar el dolor que la decepción había dejado en su corazón.

Elena: ¿Quieres que hagamos algo para distraernos?… Tal vez podemos ver una película o…

Yulia: No - Se negó de inmediato, alejándose de su esposa para luego limpiar las lágrimas que habían humedecido sus mejillas - Ahora solo quiero meterme a la cama y dormir hasta mañana…

Elena: Pero aún es temprano…

Yulia: Lo sé. Yo solo… Supongo que… necesito pensar.

La pelirroja se negó de inmediato cruzada de brazos.

Elena: ¿No crees que sería mejor que habláramos de esto? - Aconsejó antes de caminar hacía el refrigerador sacando una botella de Colca-Cola del interior y otra de agua, sentándose en el borde de la ventana del pequeño departamento. La sucia pared del edificio vecino se apreciaba a través de la ventana.

Yulia: ¿Sabes que la gente suele beber cerveza y no Coca-Cola y agua mientras hace esto? - Intentó burlarse mientras se sentaba entre las piernas de Lena y apoyaba su cabeza en su hombro, suspirando.

Elena: A ti no te gusta la cerveza -Respondió encogiéndose en hombros-… Y la Coca-Cola te garantiza diversión hasta la una de la mañana…

Yulia simplemente rió leve y tomó la botella de Colca-Cola entre manos, tomando unos cuantos tragos de esta bebida.

Yulia: No sé si quiero intentarlo de nuevo, amor - Susurró mientras cerraba sus ojos unos instantes, aspirando el olor de Lena y sintiéndose relajada cuando uno de sus brazos rodeó su cintura protectoramente, acariciando la piel de su estómago bajo su camiseta.

Elena: No puedes rendirte tan fácilmente, Yul.

Yulia: Lo hemos intentado dos veces, Lena. Y antes de eso quisimos intentarlo contigo, pero el doctor dijo que, por tu historial, sería mejor no arriesgarnos… No quiero seguir decepcionándome, Lenita.

Elena: ¿Cómo es que estás segura de que vas a decepcionarte? ¿Cómo es que estás segura de que la próxima vez será como las anteriores?

Yulia: No lo estoy -Dijo de inmediato en voz baja, dejando escapar un par de lágrimas que rápidamente descendieron por sus mejillas - Pero tengo miedo…

Elena: Todos tenemos miedo alguna vez. El punto es superarlo.

Yulia:… ¿Tu qué crees, Lena?¿Tú crees que deberíamos intentarlo otra vez, a pesar de que todo podría ser de nuevo un completo fracaso?

Elena suspiró contra su oído y no dijo nada hasta unos minutos después.

Elena: Cuando era pequeña y mis órganos fallaban, los doctores nunca se rindieron. Si lo hubiesen hecho no estaría acá, casada contigo, hablando sobre ellos… Cuando tu abuela murió no te diste por vencida. No me di por vencida cuando mis órganos eran una mierda, y tú no lo hiciste cuando la escuela era una mierda. No nos dimos por vencidas la primera vez que nos escribimos a través de nuestras ventanas y mi madre nos interrumpió. No nos dimos por vencidas cuando estábamos a punto de hablar y Viktoria nos interrumpió. No nos dimos por vencidas las veces en las que fui al hospital. No nos dimos por vencidas todas esas veces en las que discutimos… Creo que incluso no nos dimos por vencidas cuando me fui… No nos dimos por vencidas cuando volví y mi madre iba a obligarme a casarme con el estúpido de Christian. No nos dimos por vencidas las noches de frío en Nueva York. No te diste por vencida cuando tu primer borrador fue rechazado, y yo no me di por vencida cuando aquel chico no quiso contratarme para trabajar en su estudio… Y hoy no me di por vencida cuando tuve un mal día de trabajo… Tu madre no se dio por vencida cuando Oleg murió y se vio obligada a ser madre soltera hasta que Jhonathan apareció. Allison no se dio por vencida cuando Sara le confesó que se había enamorado de ella y por esta razón quería alejarla, y jamás se dará por vencida ante los intentos de Allison de ser la activa. Jennifer no se dio por vencida cuando Troy murió. Arthur y Alfred no se dieron por vencidos con su relación. Alexandra no se dio por vencida cuando Fifth Harmony se separó. Vanessa no se dio por vencida cuando descubrio que Christian era un estúpido… Si la respuesta a todo fuese darse por vencido, Yulia Volkova, ni tu ni yo estaríamos acá ahora mismo.

Yulia: ¿Eso quiere decir que deberíamos intentarlo?

La morena no escuchó a su esposa por un par de segundos.

Elena: Solo quiero decir que no deberíamos darnos por vencidas, Yul - Contestó.

La morena simplemente sonrió dulcemente, sabiendo de inmediato que Lena tenía razón.

Ellas merecían ser felices y tener una familia como muchas otras personas en el mundo. No iban a darse por vencidas con eso.

Yulia: Pero me gustaría esperar un par de meses…

Elena: Bien -Accedió besando su cuello- ¿Probaremos de nuevo con uno de mis óvulos o…?

Yulia: Por supuesto -Accedió-… Es increíble ¿Cierto? - Preguntó después de unos cuantos segundos.

Elena: ¿La pared sucia que tenemos delante? No, Yul, no lo es. Preferiría tener vista al parque o algo así…

Yulia: No hablo de eso - Rió golpeando una de sus piernas juguetonamente - Hablo de todo esto…. Hablo de lo que las personas pueden hacer ahora… Es increíble como ellos pueden extraer unos cuantos de tus óvulos para luego fecundarlos y colocarlos dentro de mí. Es increíble como pueden hacer algo que se escucha tan simple para lograr que tantas personas en el mundo puedan tener una familia… Es casi… irreal.

Elena: Casi… - Recalcó besando su mejilla, justo donde la pequeña cicatriz causada por su caída de las escaleras estaba.

Yulia dio un trago a la botella antes de mirar hacia la ventana.

Si bien era solo una pared sucia iluminada por la luz de la luna, uno nunca sabe lo que puede encontrarse mirando a través de las ventanas.

Yulia, por ejemplo, había encontrado al amor de su vida.

Elena: Mira -Dijo con un ligero entusiasmo - Nos reflejamos.

Era cierto. En el vidrio de la ventana una opaca copia de ella y Lena tiernamente abrazadas las miraban fijamente.

Yulia: Nos vemos realmente bien juntas - Suspiró mientras juntaba su cuerpo con el de su mujer un poco más, suspirando ante la cómoda cercanía.

Elena: Lo hacemos -Admitió con una sonrisa-… Hola Yul - Saludó al reflejo golpeando el vidrio suavemente en el lugar en el cual se reflejaba la nariz de la menor.

Yulia: ¿Puedes creer que, cuando todo lo nuestro empezó, estábamos en ventanas separadas?

Elena: Es casi irreal - Murmuró con una sonrisa mientras entrelazaba sus dedos con los de la morena, quien se mordió el labio inconcientemente al observar sus reflejos.

Yulia: Es increible como dos ventanas pasaron a ser solo una, y como dos personas pasaron de ser unas completas desconocidas a amarse perdidamente, al punto de ser una.

Elena: Tienes razón -Dijo suavemente mientras sonreía a sus reflejos en la ventana.

Sara Hansen sabía que su historia con Elena Katina tendría un final. También sabía que sería uno real.

Y como sabía esto quería disfrutar de los pequeños momentos como aquellos, bebiendo Coca-Cola despreocupadamente mientras su esposa la abrazaba, mirando sus opacos reflejos en la ventana, hablando sin tener idea de la hora.

Elena: ¿Siempre, chica de la ventana? - Preguntó acercándose a sus labios.

Y aunque Yulia Volkova odiaba los finales felices, por un minuto, se permitió creer en ellos.

Yulia: Siempre - Prometió antes de besarla.

🧡🧡🧡💚💚💚💜💜💜💜💙💙💙♥♥♥🧡🧡🧡💚💚💚💜💜💜💙💙💙♥♥♥

Pues si, Katina4ever, hoy finaliza esta historia que tantos suspiros y lágrimas les arrancó!

En un rato subo el epílogo
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Mensaje por Fati20 1/8/2022, 3:58 pm

Que hermosa fue la boda y su vida juntas ha sido buenísimo disfrutar de su amor y como juntas hacen su vida 😍 espero que puedan ser madres. Ya me estoy sintiendo triste porque se va acabar 😭😭😭ha sido tan linda
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LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA - Página 7 Empty Re: LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA

Mensaje por katina4ever 1/8/2022, 8:27 pm

😍😍🥲🥲😭😭😭😭😭😍 son tantas emociones juntas😭😭😭😍😍😍🥲🥲🥲🥲
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 1/8/2022, 9:06 pm

EPILOGO
_________________________________________________
La rutina de la familia Katina-Volkova era simple.

Yulia se levantaba (o era levantada) temprano para hacer el desayuno mientras Elena despertaba, duchaba y vestía a la pequeña Nastya para finalmente dejarla en el preescolar e ir a sus trabajos.

Elena: Amor - Llamó a su esposa acariciando su espalda desnuda bajo las sábanas azules colocadas en aquel sofá convertible. Continuaban viviendo en el departamento de Jennifer, así que no les había quedado más remedio que cederle su habitación a su pequeña hija y mudarse a la sala - Es hora de levantarse, Yulia - Susurró contra su oído besando dulcemente su mejilla, justo en el lugar en donde la chica tenía la pequeña cicatriz de aquella vieja caída de las escaleras.

Yulia: No quiero levantarme - Se quejó con voz ronca, cubriendo su cabeza con la sábana y acurrucándose al cuerpo de Elena, solo cubierto por unas bragas blancas y un brasier de lunares.

Elena: Tienes que hacerlo - Murmuró levantando las sabanas para encontrarse con los ojos cerrados de su esposa.

Yulia: No puedes decirme eso cuando es tu culpa que esté tan cansada -Se quejó mientras se quitaba la sabana de encima y comenzaba a estirarse y bostezar.

Elena: Es tu cumpleaños, y quería ser la primera en regalarte algo… Además, estoy segura de que esta noche estarás muy cansada luego de la fiesta, así que no podremos hacer…

Yulia: Lo entiendo - Suspiró levantándose, colocándose la ancha camisa de Lena que había quedado tirada sobre el suelo la noche anterior sobre su piel completamente desnuda. Tenían suerte de que Nastya durmiera tanto, porque sino ya habrían tenido que pagar varias sesiones de terapia-… Lo que realmente no entiendo es como tu, aun después de ocho años de matrimonio, no me has regalado una estúpida fusta…

Elena: Te la regalaré una cuando la necesites… - Murmuró con voz ronca y una divertida sonrisa en su rostro.

Yulia: La necesito ahora.

Elena: No. Ahora lo que necesitas es preparar el desayuno mientras me ocupo de Nastya. Después podríamos discutir sobre la fusta - Susurró con firmeza antes de levantarse e ir al baño, sabiendo que su esposa había tenido una buena vista de su cuerpo semi-desnudo en el camino - Y feliz cumpleaños -Dijo girando a mirarla con una sonrisa, encontrando los ojos de su mujer caminando tras ella fijos en su trasero.

Yulia: Aun no entiendo como sigues viendote tan perfecta luego de tantos años - Susurró entrando al baño tras ella, comenzando a cepillar sus dientes mientras Lena decidía tomar una corta ducha - Yo tengo las estrías del embarazo…

Elena: Son las estrías más bonitas que vi - Afirmó mientras abría la ducha. El agua tibia golpeó su piel con fuerza - ¿Quieres ayudarme en esto?

Yulia: Lo siento, amor. Eso solo nos distraerá, y Nastya tiene que llegar a tiempo, al igual que tu…

Elena: ¿Qué hay de ti?

Yulia: Pedí un día libre. Quiero terminar de escribir mi libro.

Elena: ¿John y Amy tendran un final feliz? -Quiso saber.

Yulia: Terminarán bebiendo cerveza en un callejon y teniendo una charla poco interesante sobre gatos.

Elena: Es bastante bueno comparado con tus otros finales… Pero sigue sin ser un final feliz… Y eso me encanta.

………..

Mientras la morena servía el desayuno aun vestida con la holgada camisa de su esposa, Lena terminaba de atar las agujetas de su hija en la habitación de esta, la cual era demasiado rosa para su gusto.

Aún era lenta, y no lo hacía a la perfección, pero le gustaba poder decirle a su pequeña hija que podía, y que el esfuerzo vale siempre más que el resultado.

Nastya: ¿Dónde iremos luego de la escuela? - Preguntó sin parecer realmente emocionada, mirando fijamente el suelo con sus ojos azules, hermosos y escurridizos como los de su mami.

Elena: Iremos a celebrar el cumpleaños de mami en casa de la tía Jennifer - Informó dulcemente.

Nastya: Eso me gusta, mamá - Afirmó con una sonrisa, aún mirando fijamente el suelo. Lena también sonrió y suspiró. Ver a Nastya era como ver una versión de sí misma en miniatura. Incluso podría decirse que sus comportamientos eran parecidos, pero Lena no sabía si atribuirle esto al ADN, a los años de crianza o al Asperger que ambas compartían. Tal vez cada una de estas tres cosas jugaba su papel - Troy es divertido…

Elena: Lo sé - Afirmó. Lo cierto era que Troy tenía el mismo encanto de su madre, y bueno, Jennifer era su mejor amiga aún después de treinta y un años, así que Elena suponía que ese encanto era bastante grande.

Nastya: Siempre me llama Katina. Y dice que soy su princesa…- Relató como si Lena no supiera esto - A veces creo que está loquito, porque no tengo un castillo ni una corona - Susurró con una sonrisa, como si estuviese contándole un secreto. Lena rió ante el gesto-… ¿La tía Ally y la tia Sara también irán?

Elena: Claro que si, amor.

Nastya: Alisha y Shaila siempre intentan abrazarme, mamá. No me gusta -Se quejó cruzándose de brazos, haciendo un puchero antes de llevarse su dedo a la boca.

Lena rió dulcemente y besó la cabeza de su hija dulcemente. Sus gestos se parecían tanto a los de Yulia …

Elena: Sé que no te gusta, amor -Dijo con entendimiento, dejando de lado las agujetas ya atadas e intentando encontrarse con los lindos ojos azules de Nastya. Su hija apartó la mirada de inmediato - A mi tampoco me gustaban a tu edad, e incluso ahora solo abrazo pocas personas. Los abrazos son importantes para ti y para mi, Nastya. Solo se los damos a personas especiales… Si no quieres abrazar a las mellizas solo debes decírselos ¿Bien? Estoy segura de que entenderán… - Aconsejó - Y si no lo hacen supongo que decirles que romperás sus discos de Beyonce debería arreglarlo todo.

Nastya: Pero no quiero romper sus discos de Beyonce, mamá.

Elena: No tienes que hacerlo. Solo les mentirás un poco para que dejen de molestarte.

Nastya: Mami dice que no debo mentir.

Elena: Tienes razón - Murmuró arrugando su frente-… Supongo que tendremos que idear un nuevo plan… Pero antes de eso, es hora de desayunar.

Nastya: Cárgame, mamá.

Nastya Katina Volkova, tan perezosa como Yulia.

Yulia: Buenos días, señorita Nastya Katina Volkova - Saludó con una sonrisa a su hija, que había recostado su cabeza en el hombro de Lena mientras chupaba su dedo.

Si bien Nastya no era amante de los abrazos, los de sus madres eran bien recibidos, así que cuando la morena se acercó a ella y la sujetó entre sus brazos dándole un fuerte apretón y llenando su mejilla de besos, ella aceptó el gesto felizmente.

Nastya: Feliz cumpleaños - Susurró timidamente entre sus brazos.

Yulia: Gracias, princesa.

Nastya: No soy una princesa, mami - Murmuró en cuanto su mami la depositó sobre una de las sillas del comedor para terminar de servir el desayuno, no sin antes dejar un dulce beso en su cabeza.

Yulia: Para mi lo eres, bebé.

Nastya: Tampoco soy un bebé. Ya sé leer… Y hago sopas de letras.

Yulia: Lo sé, Nastya -Le dijo dulcemente- Pero a las madres siempre nos da tristeza ver a nuestros hijos crecer, así que los llamamos bebés para pensar que no lo han hecho.

Nastya: Eso es tonto - Rió arrugando su pequeña nariz y colocando su lengua entre los dientes, de esta forma imitaba la sonrisa de Yulia casi a la perfección.

Elena: No lo es, amor - Negó tiernamente sentándose al lado de su hija con un crucigrama nuevo -Cuando tengas hijos lo entenderás… Y hasta que eso pase mamá va a resolver un crucigrama nivel experto.

Nastya: Yo quiero terminar mi sopa de letras… ¿Puedo?

La pelirroja simplemente miró a su hija con una sonrisa y asintió levantándose de inmediato para buscar la sopa de letras a medio hacer, la cual tenía palabras que un niño normal de cinco años no conocería.

Nastya: Un día voy a ser muy rápida haciendo esto. Voy a ser como tu, mamá.

Yulia: No dudo eso -Dijo colocando tres platos repletos de comida sobre la mesa, al igual que dos tazas de café para ella y su esposa y un vaso de jugo para la pequeña - Y mientras resuelves eso tal vez deberías comer un poco, Nast.

Nastya: ¿Solo un poco?

Yulia: Si quieres puedes comertelo todo…

Nastya: Bien -Dijo con una sonrisa antes de volver a su sopa de letras e intentano llevarse un buen bocado de tortilla a la boca, solo logrando que este trozo cayera directo en la mesa.

Yulia: Será mejor que dejes eso a un lado por un tiempo, bebé - Susurró acariciando la espalda de su hija, pero esta pareció no darse cuénta de que se le estaba hablando y siguió encontrando palabras en aquel revoltijo.

Elena: Dejame hacer esto a mi, amor -Se ofreció tomando los cubiertos y llevando un pequeño trozo de tortilla a la boca de su hija, quien lo masticó y tragó casi de forma automatica mientras intentaba encontrar la palabra “Manualidad” en la última hilera - Cuando era pequeña era igual a ella. Mamá solía quitarme el cuaderno de ejercicios para que pudiera comer, pero eso solo me alteraba y comenzaba a chasquear mis dedos…

Yulia: Ella no chasquea sus dedos - Observó de inmediato.

Elena: Lo sé, pero…

Yulia: Frota sus manos, lo sé.

Lena simplemente asintió y siguió alimentando a su hija por unos minutos. El desayuno transcurrió en silencio.

Nastya: Mami, terminé con este cuaderno de ejercicios - Notificó enseñando a Yulia el cuaderno repleto de sopas de letras terminadas. Cualquiera habría creido que la niña estaría feliz con esto, pero solo había seriedad, y tal vez tristeza, en su rostro - ¿Puedes darme otro?

Yulia: Por supuesto - Accedió levantándose, buscando un nuevo cuaderno de ejercicios en la pequeña biblioteca - Pero no puedes llevarlo al preescolar ¿Bien? Recuerda lo que hicieron los niños la otra vez…

Nastya: Les dije que no era un cuaderno de dibujo, pero son tontos.

Elena: No lo son, princesa. Solo ven las cosas de otra forma. Ellos aun no saben leer, y tu ya puedes hacerlo como un adulto. Habrá cosas que tu entiendas y ellos no…

Nastya: Y cosas que ellos entiendan y yo no. Ya me lo has dicho, mamá.

Elena: Está bien recordartelo de vez en cuando…

………

Mientras Nastya cantaba canciones y hacía dibujos con su divertida maestra y Lena tomaba fotos en un bautizo, Yulia terminaba de escribir su libro.

No estaba escribiendo su historia de amor con Lena, y tampoco planeaba hacerlo.

Las historias de amor reales son entre dos personas, por lo tanto, deben quedarse entre dos personas.

Elena no sabía que su esposa estaba a mitad de la escritura de su epílogo cuando decidió llamar.

Yulia: ¿Elena? - Preguntó de inmediato, deteniendo su trabajo. Lena no solía llamarla a esas horas, pues estaba demasiado ocupada, así que comenzó a preocuparse.

Elena: ¿Esperabas a alguien más? - Preguntó burlonamente entrando a su auto y dejando su bolsa con las cámaras a un lado.

Yulia: Tal vez alguna promoción de una compañía de cable…

Elena: Bien, pues yo solo quiero ofrecerte ir a buscar a Nast al preescolar juntas e ir a casa de Jennifer antes de que Sara, Allison y sus hijos se lo coman todo.

Yulia: ¿Y cuál es el precio de esto?

Elena: Solo un beso, señora Yulia Katina.

Yulia: Es una precio bastante alto -Se burló sin poder dejar de pensar en lo bien que se sentía ser llamada “ Yulia Katina”. Aun después de ocho años de matrimonio no se había acostumbrado a esto del todo, y su corazón seguía alocandose cuando la llamaban de esta forma. Era como si aún fuese su primer día de casadas.

Elena: Si acepta nuestra promoción le daremos una fusta como regalo - La chantajeó mientras encendía el auto y comenzaba a conducir por las calles de Miami en dirección a su departamento.

Yulia: ¡Acepto!

………….

Yulia: Creo que se me olvidó preguntarte por qué saliste tan temprano del trabajo -Dijo sujetando fuertemente la mano de su esposa, quien la ayudaba a salir del auto, como siempre hacía desde más de ocho años-… Fue culpa de la fusta. Creo que estuve observandola durante todo el camino. ¿Sabes las miles de cosas que podriamos hacer con ella?

Elena: El bautizo terminó bastante temprano y el estudio estaba desierto, así que decidi tomarme el día para celebrar el cumpleaños de mi hermosa esposa - Explicó besando su mano delicadamente, entrando al lugar - Y no deberías pensar ni hablar sobre tu fusta ahora mismo. Estamos en un preescolar.

Yulia: Está bien. Puede que en eso tengas algo de razón.

Elena rió.

Elena:… ¿Terminaste tu libro? - Preguntó con interés abriendo la puerta que daba hacia el patio de juegos, donde los niños solían esperar a que sus padres fueran a buscarlos.

Yulia: Si… John dijo “¿Sabes qué, Amy? Te compraré un gato para navidad”, y di por terminada mi sexta obra maestra.

Elena: Suena bien. No puedo esperar a leerlo.

Yulia: Tendrás la primera copia, ya lo sabes.

XX: ¡Mamá! ¡Mami!

Antes de que Lena pudiera darse cuenta la pequeña Nastya ya había llegado hasta ellas y abrazaba con fuerzas las piernas de ambas.

Lena se sentía orgullosa al decir que era de una de las pocas personas a las que su hija abrazaba. Eso lo hacía más especial.

Yulia: Hola bebé - Saludó cariñosamente, alzando a su niña entre sus brazos, quien de inmediato escondió su cabeza en su cuello y comenzó a frotar sus manos - ¿Cómo te fue?

La niña simplemente se encogió en hombros.

Fue entonces cuando la maestra de la pequeña, la señorita Jones, llegó hasta ellas.

XX: Buen día -Las saludó con una sonrisa.

Elena: ¿Sucedió algo con Nastya?

Elena conocía la conducta de su hija. Sabía que el que estuviese frotando sus manos solo indicaba algo malo.

XX: Tropezó mientras jugabamos a las carreras y algunos niños se rieron - Yulia suspiró. Si bien la niña tenía la sangre de su esposa y era una pequeña copia física de ella, a veces la mujer no podía comprender como parecía tener su torpeza-… Pero no se preocupen. Ellos pasaron un buen tiempo en el rincón.

Elena: ¿Puedo hablar con ellos? - Preguntó de inmediato, con un claro enojo en su voz.

Yulia: Lenita -La detuvo-, son solo niños. Respira.

Lena asintió lentamente y tomó aire, de inmediato sintió sus dedos comenzaron a chasquear.

Excelente, ahora Yulia tenía dos chicas a las cuales tranquilizar.

XX: ¿Está bien, señora Katina?

Yulia: Ella lo está - Aseguró - Solo…

Pero justo en ese instante un pequeño niño de cabello rojizo y rizado, con hermosos ojos color miel y sonrisa levemente torcida, llegó hasta ellas.

YY: ¿Esta bien Nastya, señorita Jones? - Preguntó casi en un susurro, como si no quisiera que Elena y Yulia le escucharan.

XX: Lo esta, Luhan - Aseguró.

Luhan: Pero ella no parece estar bien…

XX: Lo está, Luhan. Ella solo está cansada, así que irá con sus madres a dormir…

Nastya: No iremos a casa -Interrumpió en voz baja, aun frotando sus manos - Iremos a casa de la tía Jennifer. Hoy es el cumpleaños de mi mami Yul…

Elena: ¿Quién es él, amor? -Quiso saber de inmediato. Los celos y la desconfianza eran evidentes en su voz.

Nastya: Es Luhan. Me cae bien - Susurró bajando de los brazos de su madre, quien sujetó sus manos de inmediato, haciendo que estas dejaran de frotarse entre si. Al parecer las manos de Yulia Volkova eran mágicas para Elena Katina y toda su descendencia -… Él le dijo a los otros que se callaran cuando me cai.

Yulia: Un gusto conocerte, Luhan - Saludó con una sonrisa.

Lena, a su lado, no parecía tan contenta.

Luhan: ¿Ella es tu mamá, Nastya? - Preguntó señalando a la pelirroja, que lo miraba seriamente, como si hubiese cometido algún delito. Por suerte era un niño, porque sino habría salido corriendo. Nastya simplemente asintió llevándose un dedo a la boca - ¿Y ella también es tu mamá? - Preguntó ahora con una sonrisa en el rostro, señalando a Yulia.

Nastya: Es mi mami - Murmuró en voz baja con una sonrisa, escondiendo su rostro tímidamente en una de las piernas de ella. Su cabello estaba siendo acariciado por la mano de su madre.

Luhan: ¿Tienes dos madres? - Preguntó con los ojos bien abiertos. Lena rió por primera vez desde que lo había visto.

XX: Luhan, no creo que debas preguntar eso…

Yulia: Oh, no, está bien. Es solo curiosidad -La tranquilizó de inmediato.

XX: Oh, bien, yo solo… ¡Sam! ¡Deja la nariz de Josh en paz!… Lo siento, tengo que cuidar a los demás niños.

Fue cuando la maestra dio media vuelta y se fue corriendo de allí.

Luhan: ¡Ire en unos minutos, señorita Jones! - Gritó a la mujer.

Nastya: Si - Dijo de repente.

Luhan: ¿Qué cosa?

Nastya: Tengo dos madres…

En el rostro del niño se dibujó una sonrisa de inmediato.

Luhan: Genial -Dijo mirando a las mujeres con una sonrisa - Yo solo tengo dos papás -Les comentó con total naturalidad.

Nastya : Eso es raro - Comentó con una sonrisa, arrugando su nariz como Yulia lo hacía al reir.

Luhan: Claro que no. Ellos son raros - Comentó mirando a los otros niños, que hacian pasteles con la tierra del patio de juegos y reían como locos - Tienen solo un papá y una mamá. Es muy extraño.

Nastya: Lo sé - Rió.

Yulia y Lena se miraron al instante e imitaron a los pequeños.

Supongo que las personas consideran extrañas las cosas a las cuales no están acostumbradas.

Fue entonces cuando alguien que Lena conocía bastante bien, llegó al lugar.

XX: Hora de irnos, Luhan -Dijo en cuanto atravesó la puerta, abrazando al pequeño y dándole vueltas. Ambos reían a carcajadas.

Elena: ¿Fyodor? - Preguntó asombrada en cuanto las vueltas pararon.

Fyodor: ¡Lena! - Exclamó animado, dedicandole una sonrisa. Al parecer aun recordaba su regla de “no abrazos”.

Elena: ¿Dónde has estado? Siempre voy a tu floristeria, pero ahora es tu hermana quien se encarga del negocio…

Fyodor: Finn y yo estuvimos trabajando en una sucursal en Florida. Volvimos hace solo un par de meses luego de adoptar a este travieso - Notificó revolviendo juguetonamente el cabello del pequeño.


Luhan: ¡Papá, no hagas eso! -Dijo enojado, alejandose - ¡Papá Finn estuvo peinandome por cinco minutos en la mañana! ¡Se va a enojar conmigo!

Fyodor simplemente rió y abrazó a su hijo cariñosamente.

Yulia: No se va a enojar contigo -Dijo con una sonrisa que pareció tranquilizar al pequeño.

La morena recordó la vez en la que Nastya y ella habían tenido una guerra de pinturas en el salón. Lena se enfadó porque habían ensuciado su ropa, pero toda su ira fue dirigida a Yulia y no a la pequeña Nastya. No le habló durante un par de días.

Yulia: Pero Finn va a estar en problemas…

………..

Troy era identico a su padre, pero con la estatura y ojos de su madre. Ahora, con doce años, era más pequeño que los de su edad, y podía notarse que jamás alcanzaría la gran altura que su padre había tenido.

Jennifer: ¡Katina! - Saludó al llegar, saliendo de la cocina de la enorme casa que había comprado años atrás. Tenía un montón de harina en la cara- Llegaron antes de lo que esperaba -Dijo con una sonrisa antes de abrazar fuertemente a Yulia - Feliz cumpleaños, Volky.

Yulia: Gracias, Jen… ¿Estabas haciendo galletas o algo así?

Jennifer: Sí - Asintió con una sonrisa - Cristal quiere algunas, y Douglas es demasiado perezoso como para prepararlas.

Douglas era el nuevo esposo de Jennifer y llevaban juntos unos cuatro años. Se conocieron en la iglesia, y hablaron hasta que Troy le dijo a su madre que tenía sueño… Cristal era una hija que el hombre había tenido en su matrimonio anterior, el cual había sido completamente desastroso. Estaba con ellos la mayoría de los días, ya que su madre biológica viajaba por todo el mundo haciendo negocios.

¿Qué sucedió con Steve el paramédico?

Supongo que lo suyo con Jennifer no estaba destinado.

Simplemente existen cosas que funcionan, y otras que no.

Troy: ¿Quieres dibujar un rato, princesa Nastya? - Preguntó con una sonrisa a la pequeña, que miraba el suelo fijamente mientras chupaba su dedo.

La niña asintió y no dijo nada al chico por haberla llamado “princesa”. La pequeña no solía hablar si no era con sus madres.

Troy: Vamos Katina - Animó sujetando su mano. Su voz falló al final de la frase debido a los efectos de la pubertad.

Elena: Se parece tanto a él - Suspiró en cuanto se marcharon.

Jennifer: Lo sé, Katina - Dijo con una sonrisa, mirando como ambos se sentaban en la mesa del comedor, y con hojas y lápices comenzaban a dibujar - Pero tiene el encanto de su madre, debes admitirlo.

Elena: Eso no sabría decirlo - Intentó burlarse.

Jennifer: Tiene novia ¿Puedes creerlo?… ¡Usa faldas sobre su rodilla! ¡Sobre la rodilla, Katina!… Él dice que es una buena chica, pero no puedo creerlo cuando se viste así. Es mi bebé, no puede salir con una - Miró hacía todos lados, con miedo- prostituta barata - Susurró.

Elena: Estás exagerando, Scott… -Dijo con una sonrisa.

Jennifer: Dimelo cuando Nastya tenga novio - Contraatacó con cierto enojo antes de volver a la cocina.

No hace falta decir que Elena dejó de reir con estas palabras.

Sara, Allison y sus cinco hijos, llegaron justo cuando Jenny terminaba de sacar las galletas del horno.

Las mellizas y Darla y Mery, de cuatro y tres años, fueron de inmediato a pintar junto a Nastya y Troy en la mesa, mientras que la pequeña Minsy, de uno, prefirió quedarse durmiendo en los brazos de Sara.

Sara: Me están volviendo loca -Se quejó al sentarse en el sofá, donde Lena y Yulia estaban también. La mayor rodeaba protectoramente la cintura de su esposa - Los amo, pero lo están haciendo…

Allison: Solo lo dices porque se comen la mitad de los pasteles en la pasteleria -Se burló acariciando sus brazos y dejando un tierno beso en su mejilla-… Y porque no hacemos “eso” desde hace una semana…

Sara: Darla decidió escoger esta semana para tenerle miedo a la oscuridad - Comentó con cierto fastidio.

Allison: Fue tu culpa. Tu le metiste esa idea de los monstruos bajo su cama en la cabeza.

Sara: ¡Solo quería que limpiara!

Allison: ¡Ofrecerle un dulce habría sido suficiente!

Sara: Ese consejo habría sido bueno si…

Elena dejó de prestarle atención a la discusión de la pareja cuando su pequeña hija se acercó a ellas timidamente, con un papel tras la espalda.

Yulia: ¿Qué traes allí, bebé? - Preguntó tiernamente.

Nastya: No soy un bebé, mami.

Yulia: Está bien, está bien… ¿Qué traes allí niña madura de cinco años?

Nastya rió sonoramente ante el chiste de su madre, al igual que la pelirroja.

Yulia Volkova tenía algo especial que siempre hacía reir a Elena Katina y su descendencia.

Nastya: No es bonito como los dibujos de mamá, pero - Explicó en cuanto logró detener su risa, sacando el dibujo tras su espalda - es para ti, mami… Feliz cumpleaños.

Los ojos de Yulia de inmediato se llenaron de lágrimas y simplemente abrazó a la pequeña con fuerzas, quien rodeó su cuello con sus pequeños brazos y plantó un beso en su mejilla.

Nastya: Te quiero, mami -Le dijo sinceramente.

Y eso era suficiente para ella.

Otros podrían organizar grandes fiestas, regalarle cosas valiosas o dedicarle grandes discursos, pero nada, ni el regalo más grande o el más caro, podría igualar el sentimiento que producía en su corazón tener a su lado a las dos mujeres a las cuales más amaba en el mundo.

De inmediato alzó a su hija y la colocó sobre sus piernas, llenando su mejilla de besos.

Yulia: Explícale a mamá y a mami el dibujo, amor - Pidió con una sonrisa mientras lágrimas llenaban sus mejillas.

La niña enseñó a sus madres su dibujo.

Eran dos mujeres y una niña tomadas de las manos y sonriendo. Elena pudo deducir que se trataba de su familia.

Rió ante los trazos de su hija. Claramente tenía el mismo talento artístico que Yulia.

Pero no importaba.

Ese dibujo tenía algo más importante que el coloreado dentro de las lineas. Ese dibujo tenía amor, y eso lo hacía completamente hermoso.

Nastya: Esta soy yo -Dijo señalando a la figura más pequeña, la cual tenía un pequeño cuaderno entre manos. Lena dedujo que se trataba de su cuaderno de ejercicios - Y esta es mamá - Indicó señalando a una mujer con ropa oscura y una enorme bolsa. Lena rió. El simple detalle de las bolsas de sus cámaras indicaba cuán bien su pequeña la conocía - Y esta eres tu, mami. Y estás usando una de las camisas de mamá porque tu siempre usas las camisas de mamá.

Yulia: No siempre…

Nastya: ¡Claro que si! -Dijo de inmediato- La camisa que llevas ahora es de mamá - Yulia no pudo decir nada, pues era cierto-… Tal vez deberías comprarle solo ropa a mamá, y así tendrías más dinero para comprarme sopas de letras.

Los niños piden juguetes. Nastya se conformaba con letras esparcidas al azar en un cuadrado.

Elena: Es una buena idea -Dijo encogiendose en hombros. No le molestaba compartir ropa con Yulia. Lo hacían desde antes de casarse.

Yulia: ¿Y qué es este punto azul al lado de ti, Nast? - Preguntó curiosa.

La pelirroja se sorprendió, pues no lo había notado. Era tan pequeño que lo había pasado por alto.

Nastya: Es mi nuevo hermanito - Contestó con una sonrisa.

Lena se paralizó de inmediato y miró a su esposa.

Elena: ¿Estás embarazada?

Yulia: ¡Claro que no!

Nastya: La tia Sara dijo que iban a darme un hermanito pronto.

Elena: ¡Sara!

Esa noche luego de la fiesta en la casa de Jennifer, a las cuales habían asistido también los padres de ambas, Viktoria, Katya, Iván, Dara, Oksana y Alexandra, la familia Katina-Volkova volvió a su pequeño departamento.

Elena: ¿Quién quiere algo de Coca-Cola para celebrar que mami se está volviendo anciana?

Yulia: Eres un año mayor que yo, Lena. No deberías burlarte con eso.

Nastya: Yo quiero -Dijo ignorando el comentario de su madre, corriendo al refrigerador para sacar dos botellas de Coca-Cola para Yulia y ella y una de Coca-Cola light para Lena, sosteniendola entre manos.

Yulia: Dejame ayudarte con eso, bebé -Dijo tomando las botellas - Y no me vengas con que no eres una bebé. Lo eres para mi y punto.

Lena simplemente rió y se sentó en el borde de la ventana, la cual seguia teniendo vista a la sucia pared del edificio vecino. La morena, como siempre, se sentó entre sus piernas, y Nastya sobre las piernas de Yulia.

Nastya: Me gusta mirar por la ventana con ustedes - Susurró recostando su cabeza sobre el estómago de Yulia mientras esta jugaba con su cabello - Es divertido… La tia Jennifer y Troy ven television. Las tias Sara y Ally juegan a las charadas con los primos. Alex ve videos de Fifth Harmony con sus hijos. Las abuelas ven telenovelas. Los abuelos reparan los autos. Dara y Oksana viajan todo el tiempo… La señorita Jones me dijo que esos eran pasatiempos. ¿Lo que nosotros hacemos con la ventana es un pasatiempo también?

Elena: Lo es, amor - Susurró con una sonrisa - Hola Nastya -Dijo con voz tierna, golpeando la nariz del reflejo de su hija en el cristal, quien arrugó la nariz tiernamente ante el gesto.

Nastya: Hola mamá -Dijo con una sonrisa.

Ya no eran dos ventanas separadas, ni una ventana con dos reflejos. Ahora eran tres reflejos, y Lena y Yulia solo podían sentirse completamente felices con esto.

Yulia: ¿Sabes que tu mamá y yo nos conocimos por una ventana, Nastya? - Preguntó con una sonrisa, observando a aquella pequeña que se había robado su corazón en cuanto la tuvo entre sus brazos.

Nastya: Lo sé - Asintió con una sonrisa, cerrando sus pequeños ojos azules - Mamá dice que sigues siendo tan hermosa como la primera vez que te vio, y que está feliz de que su historia fuera sobre dragones y unicornio - Susurró como si no quisera que Lena escuchara, sujetando inconcientemente los dos dijes que colgaban de su cuello. Eran el dragón rosa y el unicornio verde que la pelirroja le había regalado años atras, los cuales la niña había quitado un día del cuello de sus madres y no había devuelto - Me dijo que te ama mucho - Murmuró.

Yulia: Y yo la amo mucho, bebé - Reconoció girando su cabeza para encontrarse con los ojos verdes de su esposa, que le sonreia dulcemente.

A Elena le gustaban sus ojos color azul mar. Le gustaba la forma en la que podía verse en ellos y darse cuenta de cuan feliz Yulia la hacía.

Nastya: Mamá también me dijo que eres perfecta - Añadió con un bostezo.

Yulia: Ella también es perfecta, bebé -Reconoció acercándose lentamente a los labios de Lena.

Nastya: Ambas lo son - Decidió antes de que Lena y Yulia se besaran.


Yulia: Fue un día largo -Dijo con una enorme sonrisa antes de meterse bajo las sábanas.

Elena: Y aún no ha terminado, Yul - Añadió.

Yulia: ¿Que quieres decir con eso?

Elena: Quiero decir que son las once y cinco, así que aún es tu cumpleaños… Y yo tengo un regalo más para ti.

Yulia: ¿Otra fusta?

Elena: No - Negó riendo, sacando algo cuidadosamente de uno de los cajones del pequeño escritorio sobre el cual descansaba la computadora de Yulia, colocándolo tras su espalda antes de recostarse sobre el sofá al lado de su esposa, que de inmediato se acurrucó a su lado.

Yulia: ¿Una rosa, entonces?

Elena: Casi adivinas - Murmuró con una sonrisa, besando sus labios por unos segundos - Son dos - Dijo sacando ambas rosas rojas de la parte trasera de su espalda. Yulia mostró una clara confusión al verlas.

Yulia: ¿Dos rosas? ¿Acaso has estado engañandome? - Preguntó burlonamente.

Elena: No - Negó de inmediato, completamente horrizada- ¿Acaso olvidaste lo que significan?… La rosa significaba las personas con las cuales quería estar en ese momento… Estas dos rosas significan las personas con las cuales quiero estar en ESTE momento.

Yulia: ¿Nastya y yo?

Elena: Nastya y tu - Reconoció -… Jamás imaginé que dos personas pudieran hacerme tan feliz. Daría mi vida por ustedes… Las amo tanto, Yul…

Yulia: Yo también las amo, Lenita.

Elena sintió sus ojos humedecerse al escuchar el apodo que usaban años atrás, cuando comenzaban a conocerse, así que sujetó la mano de su esposa fuertemente, acariciando sus nudillos con su pulgar y besó sus labios con ternura.

Luego abrió sus ojos ampliamente, como recordando algo, y sacó un papel arrugado de su bolsillo, dándoselo a Yulia, quien lo desdobló al instante.

“Te amo, chica de la ventana” Citaba. Y Yulia recordó claramente como papeles y trazos habían constituído sus primeras conversaciones.

Elena no necesitaba conquistar a su morena con poemas sacados de internet. Yulia la conquistaba con cosas pequeñas y significativas como aquella, y amaba esto.

Ella era completamente perfecta para Yulia Volkova.

Sonrió y miró el reloj digital pegado en la pared frente a aquel sofá plegable que usaban como cama.

Elena: Once y once - Murmuró con una sonrisa - Sé que somos grandes para esto, pero pide un deseo.

Yulia: Ya tengo todo lo que deseo, chica de la ventana -Dijo antes de besarla.

……….

Me gustaría decir que su historia fue eterna y completamente perfecta, pero ellas eran chicas reales con historias reales, así que esto es imposible.

Me gustaría decir que tuvieron un final feliz, muriendo ambas ancianas y tomadas de la mano junto a un lago mientras hablaban sobre sus miles de gatos.

Me gustaria decir que vivieron grandes aventuras junto a sus hijos y que compartieron hermosas sonrisas junto a sus nietos.

Pero si lo hago estaría mintiendo.

Lo siento…

No diré como pasó, ni cuando.

Solo diré que, a los treinta y tres, Yulia y Lena hablaron sobre el final.

Elena pensaba que sería la primera en morir. Pensaba que alguno de sus problemas volvería y terminaría con ella… Tal vez sería su corazón, o algo nuevo y completamente mortal.

Yulia, en cambio, pensaba que ella sería la primera. Dijo que un auto la aplastaría, o que el cáncer, el cual se había llevado la vida de su padre biológico cuando tenía tres años, la atacaría y terminaría con ella.

Supongo que la chica de la ventana tenía razón…


FIN.....................

🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟

Gracias!!!! Mil gracias nuevamente por la oportunidad que le dieron a esta historia realmente hermosa. Lamentablemente, el final para ambas no fue uno feliz, pero vivieron parte de su adolescencia y adultez lo más feliz que pudieron. Fue una historia encantadora, fresca, realista y sé que muchas de uds la sientieron tan suya que pido disculpas si tocó alguna fibra del pasado, pero así son algunas historias, a veces reales y otras no tanto. No me queda más que volver agradecerles a uds mis chicas que siempre comentan: Fati20, Elena Sonda, Katina4ever y para los que leen en silencio, también un abrazo inmenso.

Quedan muchas historias que contar por esta vía... Muchas.

Me encantaría saber cuáles de estos temas querrán para la próxima: Drama, Ficción, Policiales, Misterio, Divertidas... De todo puede pasar con nuestras chicas!!!

Un beso y nos vemos pronto 👍👍

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Mensaje por Fati20 1/8/2022, 11:23 pm

Una gran historia maravillosa, diferente, intensa, divertida, sexy y sobretodo romántica 😍😍😍 entra en mis favoritas. Me gusto mucho q aunque sufrimos mucho también nos permitió disfrutar de ellas bien amandose y eso para mi es importante. Gracias por siempre darnos historias increíbles adaptas impecable y tienes un gusto demasiado bueno. Me alegra saber q rápido mis darás otra historia para no estar tristes, yo de esas opciones me gustaria divertida o ficción. Yo confío en tu gusto con los ojos cerrados querida mía 😘😘😘 vuelve pronto
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LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA - Página 7 Empty Re: LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA

Mensaje por Elena Sonda 1/9/2022, 12:41 am

Maravillosa.... Simplemente maravillosa historia x qué nos enseña que no todo es color de rosa en la vida y x eso hay que disfrutar cada momento al máximo 😊
Gracias a ti x tomarte el tiempo para hacernos reir😁 y llorar también 😣 con cada historia que compartes con est@s locos fans de Yulena 😊

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LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA - Página 7 Empty Re: LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA

Mensaje por ccdkatina 2/12/2022, 4:38 pm

Gracias me encantó 🤩🤩🤩
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Mensaje por Veroska 7/27/2023, 9:37 pm

Esta historia desde que la empecé a leer aquí, ya perdí la noción de cuantas veces la sigo leyendo. Es tierna y tiene sus partes realistas. Debo decir que su final es curioso pero va de la mano de la persona que lo escribió. Gracias @Rainbow.Xander, es genial esta adaptación y quisiera consultarte si sabes el nombre del o la escritor@ original de la historia, Supongo que quizás tiene otro nombre, Es un fan fic o es un libro electrónico.

Gracias infinitas por compartirlo, Me encantó!.
drunken
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