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EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer)

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EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer) - Página 3 Empty Re: EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer)

Mensaje por RAINBOW.XANDER 3/25/2022, 11:36 pm

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-Necesito información - anunció a la directora, que estaba recostada sobre su silla y tenía dos trozos de pepinillos en sus parpados.

-Señorita Volkova - adivinó la señora - siéntese.

Yulia hizo caso y la directora se retiró los pepinillos del rostro.

-Veo que los rumores corren de manera rápida… pero bueno, no puedo esperar menos, esto es el arte - mencionó la directora mientras buscaba unos papeles y se los entregaba a Yulia.

-Esto es…

-Son los papeles de autorización, su manuscrito de la obra y la nota donde el dueño de HollyStreet pidió exclusivamente su trabajo y a usted para dirigir su producción cuanto antes sea posible… de hecho… - la mujer se miró el reloj de muñeca, justo al tiempo que tocaban su puerta - Adelante.

-Buenos días - saludó un distinguido caballero de traje - Veo que ya se encuentra aquí la Señorita Volkova, ustedes sí que son eficientes y rápidos.

-Si… como sea… no es que tengamos opción - mencionó la directora con un ademán de mano - Señorita Volkova, le presento a Ryan Daniels… es el hermano del dueño de HollyStreet… quería venirte a dar la primicia personalmente… o eso intentó.

-Encantado señorita. Mi hermano ha hablado maravillas de su proyecto y le ha otorgado total libertad de llevarlo como usted más guste. Tengo algunos asuntos que arreglar ahora con usted, ya que se ha puesto en su disposición un cheque sin límites donde incluirá todos los gastos que considere necesarios, algunas recomendaciones de algunos actores de la zona y me gustaría que asista al teatro cuanto antes para que se familiarice con el entorno y nos haga saber que le hace falta - ofreció el caballero.

-Oh, ya lo creo - Dijo feliz y con soberbia Yulia. Se incorporó y estrechó la mano de Ryan.

…...........................................................................

La noticia que Yulia había ganado la oportunidad de dirigir una obra en el teatro se difundió como pólvora en toda la escuela.

Elena se había enterado junto con los chicos apenas ingresaron a la escuela, pero aún no había podido felicitar a Yulia en persona.

Estando sentados en los merenderos, los chicos podían apreciar a Yulia rodeada de estudiantes que le ofrecían sus curriculums y le hablaban, algunos halagándola, otros halagándose a ellos mismos.

Era divertido para Elena ver la cara de molestia y enojo que mostraba su novia. A varios de los chicos allí los había fulminado con la mirada, a otros directamente les hacía caso omiso y necesitó de algunas frías palabras y uno que otro grito de "Largo" para deshacerse de todos y finalmente sentarse con sus amigos.

Bufó con molestia, negando con la cabeza mientras se disponía a comer.

-¿Así qué?... ¿te gusta ser popular? - pregunto Alexei, recibiendo una severa mirada de la morena.

-Solo están emocionados con que los incluyas en tus proyectos - animó Vladimir - cuando aclares todo… inclusive te odiarán…

-Pueden hacer lo que quieran. Ni siquiera me importa que se tatúen la lengua con mi nombre, yo ya tengo decidido los papeles y nada me hará cambiar de parecer.

Los chicos se interesaron en Yulia y se acercaron un poco a ella.

-Bueno ya… supongo que ustedes también quieren saber ¿no? - dijo con molestia al notar las insistentes miradas.

-Ammm si - dijo Alexei y todos asintieron.

-Pues bien, quiero a Nastya y Vlad en algunos de los protagónicos. Anunció.

-Yehi - se emocionó la castaña dando algunos aplausitos.

-Considéralo hecho - dijo feliz Vladimir.

-También quiero a Dima en algunos de los secundarios, y su ayuda con la ambientación musical de todo, te pasaré los temas que tengo pensado y trabajaremos en ello - dijo Yulia viendo a Dmitry.

-Seguro - dijo el castaño de ojos claros, Yulia le sonrió apreciando su apoyo aún a pesar de todo.

-Y quiero que Iván y Alexei también estén allí, Iván es el mejor en coordinar luces y efectos… y Magomedov le puede ayudar… o algo - admitió Yulia.

-¡Oye! - se ofendió Alexei… pero terminó asintiendo.

-También había visto algunos actores de aquí y bailarines que creo necesitar… supongo que ninguno se opondrá… y planeo usar otros estudiantes de arte de otros lugares que el teatro me ofrece - siguió Yulia seriamente - Les pasaré los libretos y demás cosas lo más rápido posible, la escuela le da permiso a todos los de la obra de saltearse las clases para poder quedar con la obra.

-¿Cuánto tiempo tienes? - quiso saber Vladimir.

-Ese es el otro punto interesante del asunto… solo un par de semanas - dijo Yulia con una sonrisa desafiante.

-¿Un par de semanas?... eso no es mucho tiempo - se sorprendió Alexei.

-Será interesante - admitió la morena.

La campana sonó anunciando el final del almuerzo.

Antes que Lena pueda retirarse con los demás chicos Yulia la tomó del brazo.

-Espera - la retuvo.

-¿Qué pasa? - quiso saber Elena.

-Quiero explicarte algo antes de que pienses de más y saques conclusiones equivocadas.

-Ok… ¿de qué trata? - preguntó con falsa inocencia Elena, ya que sabía que hablaría de porque no la incluyó en su proyecto… algo que realmente ya había comenzado a pensar de más.

-Es sobre esto… de que no apareces en la obra y demás… no quiero que pienses que no te incluyo porque no quise o algo así… - comenzó a mencionar - La verdad es que cuando escribí el guión, intentaba que no tuviera nada que ver contigo, si lo recuerdas en ese entonces no éramos nada… bueno en realidad más bien… yo ya estaba algo confundida y evitaba por todos los medios pensar en ti..

Al escuchar esto Elena se preguntó desde cuando Yulia sentía cosas por ella. No recordaba si lo había mencionado antes.

-… y a fin de cuentas, por esforzarme en que no aparecieras como personaje, si terminaste apareciendo… pero como algo esencial en ella… y no te puedo ver en ningún personaje… y al mismo tiempo sí, pero no… - Yulia intentaba aclararse pero cada vez se confundía más - ¿Me explico?

-Ammm algo… creo - dijo no muy convencida la pelirroja.

-Bueno… intenté introducirte pero no pude, y aún ahora intento pensar algún modo y no se me ocurre así que no se… si tu quieres…

Elena le tomó la muñeca y la presionó un poco.

-Te ves muy linda nerviosa… si sigues así no podré contenerme y te besaré aquí - dijo la pelirroja de manera coqueta.

Yulia también resistió el impulso que le provocaron las insinuaciones de Elena.

-Entonces… ¿estamos bien? - quiso saber, un poco más relajada.

-Mmmmm...

-¿Mmmmm qué?

-Me lo vas a tener que compensar - terminó diciendo Elena.

-Ya, vale… ¿Qué tienes en mente? - se resignó.

-Después de la obra me llevarás a comer mariscos - dijo convencida Elena, haciendo que Yulia levante una ceja - … las dos solas.

-¿Y eso cómo porqué? - se rió Yulia ante la ocurrencia.

-Asuntos míos… te los diré si cumples - terminó diciendo firmemente.

-Esta bien… que remedio - accedió la pelinegra.

-Oh - Elena recordó algo más - y no vayamos en auto.

-¿Quieres caminar todo eso? - cuestionó Yulia.

-Bueno si… tienes razón… entonces en auto, pero tienes que ver que aún así caminemos algo - siguió persistiendo la pecosa, Yulia rodó los ojos apunto de mandar al diablo esos planes - ¿Por favor?

-Buffff - exclamó - Lo que tú quieras.

Elena sonrió victoriosa y abrazó rápidamente a su novia.

-Bueno ya… que no eres Nastya y aún te puedo empujar si sigues con estas muestras de cariño - se quejó.

-Está bien - dijo Elena mientras la soltaba y se alejaba un poco, aún sosteniéndole la mirada y sonriendo cálidamente.

-Eres tan detestablemente… besable - terminó diciendo con molestia Yulia, con un último bufido antes de encaminarse a su clase.

…............................................................................

La semana se le hizo eterna a Elena. Tuvo que cursar prácticamente sin ninguno de sus amigos las clases ya que todos estaban metidos en al obra. Había recibido mensajes durante las clases, de los chicos y lo que estaban haciendo. Muy pocos de Yulia, pero la pelinegra intentaba mandarle aunque sea uno por la noche, se notaba lo ocupada que estaba.

"Por lo menos hoy si podré verla" Pensaba Elena en su sala mientras miraba el programa que estaba viendo con su madre. Esperando a que Nastya llegara con Dmitry.

Habían quedado en pasar por Elena antes de ir al teatro para llevarla con ella, ya que era sábado y no tendría nada que hacer.

Finalmente un mensaje de Dmitry le anunció que la estaba esperando en la puerta. Elena se despidió de su madre y corrió al encuentro de sus amigos.

Ya en el auto se puso un poco al tanto de cómo iba la obra. Nastya le contó un poco de los demás miembros del elenco, algunos bien conocidos por Elena en la escuela y otros tanto de afuera que no reconocía. Dmitry le habló de la banda sonora y los efectos y como Yulia mantenía a raya a todos.

Finalmente llegaron. Elena ya había visto el imponente teatro por afuera, era muy hermoso. Decorado en mármol blanco y con varios balcones, cortinas rojas por afuera y puertas de vidrio en la parte baja. Realmente imponente y enorme.

Subieron unas escaleras que llegaban a la entrada principal. Una vez adentro la pelirroja quedó impresionada por el lujo del lugar. Una enorme alfombra bordo brillante adornaba la mayor parte del suelo, el diseño adentro seguía siendo de mármol blanco bien lustrado, con ornamentaciones de madera pulida en las paredes y muebles del lugar.

-Muy impresionante ¿no? - preguntó Dmitry al ver como su amiga seguía admirada por el lugar.

-Si… de hecho lo es.

-Bueno, hay que entrar, los demás chicos deben estar en el escenario ya. Ustedes adelántensen con Nastya, yo iré a ver algo a la sala de sonido.

-Sí, está bien - Elena siguiendo a Nastya por la entrada que daba a la parte interna del teatro.

Al abrir unas pesadas cortinas de tela en tonos bordo, Elena se chocó con alguien.

-Disculpe…

Pudo notar que había chocado con un muchacho fortachón de más de 1,70 de estatura, de tez morena, que se cruzó de brazos al ver a Elena.

-Hola Angelo - saludó Nastya con una sonrisa y sacudía su mano con simpatía.

-No soy Angelo, soy Batman - contestó el muchacho seriamente.

-Cierto… Batman - se corrigió Nastya seriamente y se llevó una mano a la frente como si se tratara de un militar.

Elena contempló la escena con cara atónita un par de momentos.

- Nastya… esa seña es para el capitán América… u otro militar - corrigió Elena, notando como el chico aún no le quitaba los ojos de encima.

-Oh cierto - se rió la castaña, poniendo su mano delante del chico y separando sus dedos formando una "V" entre su anular y el mayor.

-Y eso… es para los extraterrestre - volvió a corregir Elena.

-Estoy confundida - terminó admitiendo la pequeña.

-¡Angelo! - una voz muy familiar para Elena se escuchó detrás de la espalda del chico que no dejaba ver nada.

-Que soy Batman - Volvió a corregir el muchacho.

-Por mi puedes ser la hormiga atomica, pero si no mueves tu enorme trasero y ensayas la parte de la lucha con Louis, juro que te arrancaré pelo por pelo toda la barba que lleves - Amenazó Yulia haciendo que el muchacho se apurara a practicar y desapareciendo de la vista de las chicas.

Elena pudo ver como Yulia se les acercaba a pasos firmes.

-Tú también Nastya, Vlad está ya en el escenario, apúrate y practiquen con él las escenas luego de la noticia del asesinato - Yulia hizo un ademán con la mano señalando a Vladimir, este vio a las chicas y las saludó con la mano. Ambas devolvieron el saludo.

-Sipi - dijo enérgica Nastya y se encaminó hasta donde estaba el rubio.

-¿Y tú qué? - preguntó mordazmente la morena a Elena.

-Yo… pues… he venido a ver cómo le va a mi novia… así que… ¿cómo te va? - pregunto simpática, haciendo que Yulia sonriera de lado.

-¿Es que no lo ves?- preguntó con obviedad.

-Si… tus actores son… algo especiales - admitió la pelirroja viendo como el muchacho de hace unos momentos se juntaba con uno que hacía malabares con algunas patatas.

-"Algo especiales"… Nastya parece normal - siguió Yulia, encaminándose hacia el escenario y siendo seguida por Elena.

-¿Y si son tan "especiales" porque los contrataste? Es decir… no tenías el poder de todo esto - quiso saber la pelirroja.

-Así es, y todos los que ves aquí… son los mejores… más allá de que también encajarían muy bien en un circo - siguió yuloay metiéndose por una cortina negra en Backstage.

Elena pudo apreciar como la morena daba unas indicaciones con el escenario y la ornamentación y volvía hacia ella.

-Pero más bien, todo va en marcha - alegó mientras juntaba unos papeles de un escritorio cerca y los revisaba.

-Tú… te ves algo cansada - Observó Elena.

-¿Cansada? Le tuvimos que quitar el café porque estaba superando las 10 tazas por día - se burló Iván desde arriba de unos postes, donde estaba Alexei intentado enganchar algunas luces.

-No es nada, falta menos de una semana y todo va bien… seguro tendré mas tiempo en los cuales descansar.

Se escuchó como unos vidrios se rompían detrás de las cortinas que daban al escenario.

-¡Lo siento! - se disculpo una voz a lo lejos.

Yulia arrugó las hojas que tenía en las manos con impaciencia.

-No te estreses - le sugirió su novia tomándola del brazo cariñosamente.

-No me estreso, solo quiero matar a esos ineptos y disfrutar de su agonía. Eso no es estresarse - contestó llevando los dedos a su cien intentando relajarse.

Yulia suspiró un par de veces y se obligó a calmarse. Miró a Elena de constado y su sonrisa la relajó un poco.

-Sí, supongo que es verdad - dijo con desdén - es bueno verte… supongo.

-¿Hay algo en lo que pueda ayudar? - preguntó amablemente.

-Pues sí, hay algunas cosas que necesitan los…

-¡Hey Lena! ¿Quieres ayudar a Yulia? - se escuchaba a Iván desde arriba. Ambas chicas levantaron su mirada para observarlo, Yulia algo molesta - ¿Pues qué no ves que anda algo estresada? Seguro sabes de algunos truquitos para desestresar a tu chica Jaaajaaa - Se burló el chico - Si sabes a lo que me refiero…

Elena se puso roja de un momento a otro y Yulia solo se llevó una mano a la frente maldiciendo por lo bajo.

-Oh vamos… seguro que tú puedes hacerle pasar unas horas…

Pero el chico no terminó de decir su frase ya que Yulia le arrojó con una maceta de utilería golpeando justo a Alexei y a Iván haciendo que ambos cayeran.

-Creo que me rompí una costilla - chillaba Alexei desde el suelo.

-Y yo creo que me astilleé el trasero - se quejaba Iván.

Yo… será mejor que vaya a ver que se rompió en el escenario - se excusó Yulia. Elena la miró algo apenada pero asintió un par de veces.

La morena desapareció de vista y la pelirroja intentó ayudar a Alexei un poco a que se parara.

…..........................................................................

Ya era jueves y todo estaba en orden, tranquilamente podría dar la función ese día y saldría bien.

"Pero no quiero que solo salga bien… quiero que salga impresiónate… más que eso" pensaba Yulia mientras volvía a corroboran algunas cosas en los libretos. Había dado el día libre del viernes a todos, así descansaran, seguramente el sábado bien temprano sería el momento de los últimos preparativos y luego… el momento de la verdad.

El sonido de su celular la sacó de sus pensamientos. Mensaje de Elena.

"¿Qué querrá?... ya es algo tarde" pensó mientras leía.

"Hey, Hola, ¿Cómo va todo?"

Yulia dejó a un lado las hojas y se sentó en una silla, subiendo sus pies al escritorio. Ya casi no quedaba nadie en el teatro, los de limpieza y algunos empleados más.

"Bien, ya estamos desocupados todos, di el día libre mañana y el sábado será el último día de trabajo antes de la inauguración"

Contestó y se relajó un poco más en la silla, sentía la espalada algo tensa. Su celular volvió a sonar.

"Eso es estupendo. Me preguntaba… ¿no querías venir a mi casa?"

Yulia se extrañó un poco.

"¿Ahora?"

"Si"

"¿No es muy tarde?"

"No es tan tarde… pero si no quieres, entiendo"

"No es que no quiera, es solo que es raro"

"Es que tengo una sorpresa"

Yulia frunció el seño pensando en lo último que había leído. Aunque estaba cansada decidió ver de qué se trataba.

"Está bien, estoy allí en 20 min."

"Está bien Smile "

-Estúpidas caritas, las detesto - se dijo para ella misma mientras salía en dirección a su auto.

Llegó rápidamente a la casa de Elena, y esta la recibió con una sonrisa.

Desde que puso un pie adentro, Yulia sintió algo raro.

-¿Y bien?... ¿entonces todo está listo para el sábado? - preguntó la pelirroja.

-Ajam, solo faltan algunos detalles - contestó la morena mientras tomaba asiento en el sofá. Elena se le sumó luego.

-¿Y cómo están los actores?

-Bien, son actores… profesionales, no esperaba menos de ellos.

-¿Y con la banda sonora y los efectos?

-Todo en orden.

-Y el escenario con las ornamentaciones.

-Checado.

-Y la vestimenta que deben llevar los…

-¿Me sacaste del teatro para venir a tu casa a seguir hablando de la obra? - Preguntó sintiendo como se le tensaba la espalda al recordar todas las obligaciones.

-Cierto… cierto, perdón, no - contestó Lena volviendo su mirada al frente.

-¿Y bien? - Yulia seguía sintiendo algo raro en el ambiente, pero creyó que era ella por lo tensa que había estado en los últimos días.

-Bueno, de hecho quería saber si se te antojaba hacer algo diferente - sugirió Elena.

-¿Algo diferente? - se extrañó Yulia que podía ver a la pelirroja algo rígida.

Elena no contestó de inmediato, la miró y le dio un corto beso en los labios, se acercó más a su cuerpo y le dio otro beso, finalmente logró prenderse de Yulia y comenzar a besarla más profundamente.

Yulia finalmente ató algunos cabos, pero había algo en el ambiente que le seguía molestando enormemente. Aún así, besando a Elena, pudo notar que la espalda de la pelirroja estaba algo tensa y que no coordinaba bien con sus besos. Se alejó un poco.

-¿Algo diferente? - volvió a preguntar la morena.

-Sí, bueno, mis padres están en una cena y no vendrán hasta tarde y Katya salió - Elena explicaba, Yulia desvió la mirada hacia la mesa intentando terminar de atar algunos cabos más -… estamos solas.

"Si ya sé lo que insinúas Katina" Pensó "Pero eso no es lo que no me termina de cuadrar"

-¿Ah si? - levantó una ceja Yulia con una mirada picara.

-Si…- contestó tímidamente Elena.

-Bien.

Yulia empujó a la pelirroja contra el sofá, obligándola a que se acueste, y se posicionó a horcajadas arriba de esta, agarrando con sus manos ambos brazos de la pecosa.

Se acercó a la cara de Elena y la besó torpe pero intensamente sacándole todo el aire.

-Entonces lo que insinúas…- habló Yulia cuando se separó, mientras se quitaba la chaqueta de cuero y volvía a su posición aprisionando los brazos de Elena -… es que podemos hacer lo que sea.

Por toda respuesta Lena asintió, Yulia notaba el nerviosismo de la pelirroja y su incomodidad, pero aún así seguía asintiendo.

-Bien - volvió a mencionar.

Elena solo llevaba una remera con tirantes y un jeans gastado, lo que le facilitó la tarea a Yulia.

Comenzó a besar el cuello de su novia y bajaba dando algunas lamidas hasta su clavícula, de reojo podía ver el rostro de Elena, algo contrariado.

Con una de sus manos tocó uno de los pechos de la pelirroja y sintió como todo debajo de ella se tensaba. Dejó su mano allí unos momentos y pudo sentir como el corazón de Lena golpeaba rápidamente. Levantó su vista y vio como esta mantenía los ojos cerrados.

-Eres tan tonta Katina - habló, consiguiendo que Elena la mirara de nuevo - Yo no quiero esto.

Se reincorporó y se sentó nuevamente en el sofá al lado de Elena, esta se sentó en su lugar y miró extrañada a su novia.

-¿Ah no? - preguntó confundida.

-Claro que no… es decir si - se contradijo - a ver… hablemos claramente, esto de estar suponiendo me estresa más que toda la obra junta.

-Lo lamento…

-No te lamentes, o juro que te golpearé con la mesa - la cortó Yulia, fracasando en contener su enojo - hagamos así… yo te pregunto y tú me dices la verdad… luego tu preguntas… y yo intentaré no mentir tanto. ¿Te parece?

Lena asintió. Abrazó sus rodillas y puso total atención a Yulia.

-Lo que querías que pasara cuando me invitaste es que tengamos sexo ¿no es cierto? - preguntó sin vueltas.

-¡Eres muy directa, Yulia! - reprochó Elena sofocándose un poco.

-Si o no?

-Si - contestó la pelirroja.

-¿Por qué? - preguntó con poca paciencia la morena.

Elena no contestó al instante

-¿Es que acaso tú no quieres? - terminó cuestionado.

-Ah no, aquí la pregunta la hice yo, tu primero debes contestar - dijo Yulia.

-Tú ya preguntaste dos veces seguidas, no es justo - reprochó Elena.

Yulia bufó un poco.

-Claro que quiero, pero no así - contestó con molestia.

-¿Así como?

-Así como si te estuvieran obligando o algo… dime, ¿esto no tiene nada que ver con lo que dijo Iván el otro día? - quiso saber Yulia, pero al no conseguir ni siquiera que Elena la mirara tuvo su respuesta - Por Dios, eres realmente tonta.

Yulia hizo una mueca sarcástica mientras miraba al frente y se pasaba una mano por sus cabellos intentando relajarse.

-Tampoco es como si fuera la gran cosa, es decir…

-¡No! - la cortó - detente ahí, ni se te ocurra seguir con esa oración.

Lena obedeció, achicándose un poco por el tono molesto de Yulia. La pelinegra notó que había levantado de más la voz y dio unos cuantos respiros para calmarse.

-Mira - dijo ya en un tono más compresivo - No sé si es o no la gran cosa para ti… ¿de verdad es poco importante para ti?

Elena se tomó su tiempo para contestar.

-Dime la verdad - suplicó Yulia, mirando lo más amablemente que pudo a Lena. Esta suspiró.

-Quizás si sea algo… importante… para mi…

-Bien, porque es importante para mí también - le aseguró Yulia - y no quiero forzarlo… así que tu tampoco lo fuerces.

Ambas se quedaron en silencio por unos momentos.

-Pero yo si quiero - dijo Elena escondiendo un poco su rostro. Yulia rió ante el comentario.

Se acercó a su novia y la abrazó de costado, Lena se acomodó un poco en Yulia, apoyando su cabeza debajo de su quijada y dejándose abrazar.

-Claro, es decir… se trata de mi ¿no? - se burlo Yulia.

-Bufff… bueno…- dijo Lena con resignación haciendo el amague de pararse e irse.

-Es broma… - le aseguró Yulia, atrayéndola de nuevo.

Se quedaron así por algunos momentos, Yulia se dormía dando cabezazos al aire.

-¿Y ahora qué? - preguntó Lena, haciéndola despertarse un poco.

-Pasará lo que tenga que pasar… y como tenga que pasar - dijo segura mientras le besaba la cabeza - ¿De acuerdo?

Elena movió la cabeza de manera afirmativa y no cuestionó más nada.

…..........................................................................

El gran día había llegado y Elena ya se encontraba en las afueras del teatro con su familia.

-No entiendo ni porque te vistes así - cuestionó su padre.

-Ay papá ¿no viste el lugar? teníamos que vestirnos bien - se defendió Elena.

-Sí, pero no tan bien - volvió a cuestionar con recelo su padre, observando de nuevo a su hija.

Elena había optado por un vestido corto, celeste claro con estampados en negro, que llevaba unas mangas largas de una tela negra trasparente con los mismos estampados en negro que el vestido. Unas botas negras en puntas altas y el pelo recogido en media cola, dejando caer varios bucles a los costados.

-No estoy tan producida… ¿o si? - se preocupó la pelirroja.

-Te ves hermosa hija, no hagas caso a tu padre que está en papel de guardabosque - le aseguró Inessa.

Siguieron hablando mientras entraban al teatro y se acomodaban en sus asientos, uno de los mejores del lugar.

-Debes agradecer a tu amiga Yulia por darnos estos lugares, realmente es impresionante.

-Si, agradece a "Tu amiga", Lena - repitió Katya, con sarcasmo, consiguiendo que su hermana al mire con reproche.

-Será mejor que vaya a ver a los chicos.

-No te tardes - le advirtió su padre.

-Tomate el tiempo que necesites querida - le dijo su madre mientras le daba un codazo a su esposo.

-Si… saluda como se debe a todos tus "amigos"- insistió Katya con sarcasmo, haciendo que su padre se ponga en alerta de nuevo.

-Bueno ya… dejen a la chica en paz - insistió Inessa - y Lena… si quieres presentarnos a alguien… ya sabes… con confianza.

Elena terminó rodando los ojos con resignación y se alejó de su familia, pasando a la parte de atrás del escenario.

Con el primero que se topó fue con Vladimir. Lo saludó animadamente y se pusieron a hablar sobre la obra un poco.

-¿Ya viste quien está sentado allá?- le preguntó el rubio a cabo de unos minutos a Lena, señalando en las tribunas, no muy lejos de su familia.

Elena prestó un poco más de atención y distinguió al padre de Yulia entre los presentes.

-Sí, el padre de Yulia - recordó Elena.

-El mismo… según Volkova dijo que estaba entusiasmado por la obra.

-Sí, también me lo mencionó - agregó Lena.

-¿Ustedes… ya se conocen? - preguntó Vladimir mientras se acomodaba un poco el vestuario.

-¿Conocernos? No… solo esa vez hace mucho tiempo… cuando Yulia dirigió "Buenas intenciones" - siguió Elena sin apartar la vista de las tribunas.

-O sea que todavía no sabe que eres la novia - adivinó el rubio.

-No.

-Te deseo la mejor de las suerte con eso - le dijo su amigo apoyándole una mano en el hombro.

-¿Tan terrible es?

-Digamos que a mi… me odió - terminó diciendo su amigo -… solo porque considera que la carrera de actor es una basura, odiaba mi pelo largo, y mis "rasgos femeninos"- recordó Vladimir - supongo que a alguien con una carrera de cantante, con cabello considerablemente largo… y directamente una femenina… pues… te deseo suerte.

-Gracias…- contestó Elena con cierta pesadez, pensando en lo que le esperaba - ¿No has visto a Yulia?

-Ammm si… esta por allá - señaló su amigo al otro lado del escenario, donde Lena pudo distinguir a Yulia.

Se despidió de Vladimir y se acercó a donde estaba su novia, esta daba las últimas indicaciones.

Elena pudo apreciar que Yulia vestía un pantalón jeans oscuro ajustado, con unas botas un poco más delicadas de las que habitualmente usa. Una remera en negro también, suelta que dejaba al descubierto la piel pálida de su hombro derecho y un colgante en plateado que sobresalía entre todo el negro.

No notó a Lena hasta que la tuvo encima y casi tropezó con ella.

-¿Distraída Volkova? - preguntó Elena con una risa.

-De hecho demasiado concentrada - admitió la morena.

-¿Necesitas ayuda?

-De hecho si…

Yulia le dio algunas indicaciones a Elena para que se las dijera a algunos empleados y movieran un poco algo de la utilería del lugar, al mismo tiempo la pelinegra discutía algunas escenas con algunos actores.

Luego de que Elena acabara y se fijara que las cosas habían quedado como Yulia se las había planteado, volvió al lado de su novia.

Nuevamente esta no la notó hasta que giró y se tropezó con ella.

-Intentaré dejarme de meter en tu camino - se burló Elena.

-Descuida…

"Gracias por venir a disfrutar esta noche con nosotros, el teatro HollyStreet se complace en mostrar la obra de esta noche…"

Una voz grabada masculina se podía escuchar en los altavoces de todo el lugar, anunciando que la obra estaba a punto de comenzar.

-Maldición, esto te pone de los nervios - mencionó Yulia que había dado un pequeño sobresalto con la voz.

Elena apreció como su novia se tensaba y se pasaba la mano nerviosa por sus cabellos. Tuvo un pequeño Dejá vù y se acercó a Yulia, tomándola de la mano.

-Yo sé que te puede ayudar - dijo Elena con una sonrisa.

-¿Que alguien me golpee hasta desmayarme y despertar cuando todo haya terminado? - preguntó Yulia con esperanza.

La pelirroja rió ante la ocurrencia. Se acercó al rostro de Yulia y la besó tiernamente.

-¿Kilos de besos? - preguntó luego Yulia, concentrándose más en su novia. Elena asintió un par de veces - ¿Puedo probarlo de nuevo? Es que creo que casi casi casi funciona.

Elena sonrió y volvió a besar a Yulia.

"Por favor, todos vuelvan a sus asientos, la función está a punto de empezar…" anunciaba nuevamente la voz en los altavoces, haciendo que ambas chicas miraran hacia arriba.

-Será mejor que vuelva con mis padres…- dijo Lena e intentó encaminarse, pero Yulia aún la tenía de la mano - Sería más fácil si me soltaras y me dejaras ir - dijo con una sonrisa. Pero Yulia aún no soltaba su mano.

-Se que dije que… veríamos la obra juntas, y luego iríamos a cenar… y ahora me disculpo porque me voy a comportar de manera egoísta - anunció Yulia.

-¿A qué te refieres?

-Yo debo quedarme aquí en backstage para asegurarme que todo salga bien… y me gustaría que te quedaras aquí conmigo - siguió Yulia - desde aquí podemos ver la obra por un costado… sé que no es lo mismo, pero de verdad… no sé… cuando dirigí "Buenas intenciones" tú también estabas a un costado a la par mía, y eso en parte me calmó un poco… no sé, el saber que contaba con alguien, así sea para solo golpearle… pero allí estabas… me gustaría que ahora también te quedaras cerca… ya sabes… para golpearte cuando algo salga mal…- Elena sonreía ante la confesión -… Vendremos aquí la próxima función y saldremos las dos juntas… solas… ¿Qué dices? Y si no siempre puedes…

Elena calló a Yulia con un beso y luego asintió un par de veces.

-¿Te he dicho hoy…? - comenzó a preguntar la morena - ¿…que te ves muy bonita?

Las luces se apagaron y un reflector iluminó el medio del escenario, donde el personaje que era interpretado por Nastya apareció y comenzó su monólogo.

Ambas chicas miraron en dirección al escenario, Yulia suspiró pesadamente, notando como ya había comenzado su obra.

Elena entrelazó sus dedos con los de las manos de Yulia, y esta la apretó firmemente.

_____________________________________________

Amé este capítulo, aunque creo que es el más largo de todos (eso creo) me gustó la forma en la que se engranan Yulia y Lena poco a poco. Son la una para la otra porque precisamente son el agua y el aceite y eso las hace geniales.

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Mensaje por Fati20 3/26/2022, 1:33 am

Si es el más largo y eso me encanto sabes q somos insaciables con las historias. Y si fue muy lindo como las 2 se complementan de una manera tan linda, julia ha sido muy especial y eso era tan necesario 😊. Ya quiero verlas en esa cena especial solas y en cuanto al sexo estoy segura que julia se va a redimir y le dará un momento único y especial a lena. Saludos querida y muchas gracias por este largo capitulo 😘😘😘
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 3/26/2022, 10:12 pm

Give Me Love
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Una brisa hizo que algunos de sus mechones se despeinaran. Dejó que esta la refrescara y luego, hábilmente, se acomodó de nuevo. No es que fuera muy peinada, pero tampoco quería dar la misma impresión siempre, la de ir tan relajada por allí.

Habían sido días fríos en la ciudad y al parecer esta noche no era la excepción. Helaba, a tal punto que se vio obligada a usar guantes.

Podía ver a Yulia, charlando con algunas personas de traje a la entrada del teatro.

"Se ve tan soberbia y vanidosa… y aún así linda… definitivamente me he vuelto loca" Pensaba Elena, mientras volvía a esconder sus manos enguantadas en los bolsillos del saco que llevaba, esperando a que su novia entrara con ella. Había estado pensando si adelantarse, pero no se había decidido a ingresar sola aún.

Terminó esperando a Yulia escaleras arriba, a la par de la puerta de entrada. Habían venido juntas, pero esos caballeros y la dama que los acompañaba, habían parado a Yulia para hablarle un poco. Al juzgar por la postura de la pelinegra, de su preciada obra.

Ya había pasado una semana desde que la obra se estrenó, siendo un éxito al instante y muy bien recomendada por varios críticos. Lo que hizo que el nombre de Volkova se esparciera y también su cara.

Elena había sido testigo de cómo varias personas del ambiente de la farándula se acercaron a la productora y entablaban charlas cortas con ella, Yulia parecía complacida. Esta noche muy a su pesar, no sería la excepción.

Tuvo que esperar toda una semana para ir a ver la obra de Yulia con ella, como había prometido, pero aún así creía que no sería lo que ella esperaba. No terminó de profundizar mucho en el tema cuando repentinamente Yulia pareció excusarse con las personas con las que hablaba y la alcanzó escaleras arriba.

Yulia la miraba y Lena apreció por cuarta vez en la noche, como la piel de Yulia contrastaba tanto con su atuendo.

Vestía un saco negro elegante que le llegaba hasta las rodillas, lo llevaba desprendido dejando ver una polera de color negra también. Unos jeans ajustados azules oscuros y unas botas largas en puntas, también en negro de tacos grandes. Lo único que sobresalía de ese look todo de negro, era su rostro… tan blanco, y a la vez el frío le pasaba factura a sus mejillas, que se teñían de rojo.

Yulia alcanzó finalmente a Elena en las escaleras.

-¿Con frío Volkova? - preguntó simpática Elena.

-Ñe, un poco - fue la simple respuesta que consiguió.

-¿Entreteniendo al público? - preguntó Elena señalando con un movimiento de cabeza a las personas que antes habían estado hablando con ella.

-Algo así, pero ahora no tengo tiempo para eso - contestó con desden mientras abría la puerta del teatro invitando a pasar a su novia.

-¿Ah, no?

-No… hoy tengo una cita con mi novia - respondió sin siquiera ver a su invitada. La pelirroja solo sonrió y entró junto con Yulia.

Una vez adentro, Elena se encaminó a la parte baja del teatro, donde se encontraban las tribunas.

-No Katina… por ahí no - la detuvo Yulia, para luego pasar su brazo por el de Elena y encaminarla por unas escaleras - durante la semana he notado que la obra se ve mejor desde arriba, así que iremos a uno de los balcones del primer piso, desde allí…

-¡Volkova! - la llamaron alegremente a sus espaldas.

Ambas chicas giraron y se toparon con un par de chicos, que daban la pinta de adinerados, muy guapos debía admitir Elena. Parecían hermanos, ambos castaños y de ojos marrones saltones.

-Que alegría verte aquí de nuevo ¿es que acaso la orgullosa directora no va a dejar de venir a ver ninguna de sus funciones? - preguntó simpáticamente el más alto de los chicos y se acercaron.

-De hecho siempre estoy viendo algo que mejorar, así que no sería una mala idea seguir viniendo hasta la última función, Zacharias - Fue el saludo de Yulia - Anthony - agregó luego mirando al menor, quien parecía menos extrovertido que su hermano.

-Ya veo, bueno, yo he venido por asuntos monetarios, pero si me dices que vas a ver de nuevo la obra, podría acompañarte - se ofreció nuevamente el mayor.

-Yo, ya tengo compañía - puntualizó Yulia.

El mayor notó finalmente a Elena a la par de su interlocutora. Lo que hizo que la pelirroja se preguntara si había venido muy sencilla como para ser notada. Pues, había optado por unos jeans ajustados en negro, unas botas del mismo color. Un saco largo, muy parecido al de Yulia, pero en tono marrón claro. También, con sus guantes de color blanco, acompañaban una bufanda y una boina del mismo color. En su momento y antes de salir de casa, le había parecido adecuado y cómodo, por el frío que caía, pero al ver un poco a su alrededor, a damas de vestidos y tapados… y ahora este muchacho que pasaba de ella, había comenzado achicarse en su lugar.

-¡Oh, pero que ciego fui! - se expresó luego de unos momentos el moreno, que se había tomado su tiempo de observar de arriba abajo a Elena con un imperceptible gesto de desaprobación, pero que Yulia notó - Volkova, no vas a presentarme a tu amiga.

Yulia ladeó la cabeza y sonrió de lado, con una mirada que Elena no pudo comprender.

-Este - comenzó Yulia señalando al muchacho que se encontraba al lado de Zacharias - es Anthony Smith, es un gran escritor y guionista… y una gran competencia de hecho - la morena le sonrió al menor de los hermanos y este con una sonrisa tímida se acercó a las chicas.

-Ese soy yo - contestó simpático el chico, extendiendo una mano hacia Elena.

La pelirroja extendió la mano para estrecharla pero el muchacho caballerosamente la tomó y la besó, inclinándose un poco. Luego soltó la mano y se quedó en frente de las chicas.

-Yo… yo soy Lena… es decir Elena - contestó la pelirroja anonadada por la caballerosidad, Yulia se burlaba por lo bajo.

-Anthony, me encantaría platicar pero la obra está por empezar y me dirijo ahora con "Elena" - Yulia se burlaba aún - a los balcones.

-Entiendo, charlaremos en otra ocasión… espero - mencionó el menor.

-De hecho habrá una gran fiesta en nuestra casa luego, si gustas pueden charlar allí, ya conoces la dirección, bueno… todo el mundo conoce la dirección, deberías acompañarnos, seguro irán grandes empresarios, te convendría…

-Yo sé muy bien lo que me conviene - lo cortó fríamente Yulia - y ya tengo compañía.

Nuevamente el muchacho miró a Lena, analizándola una vez más.

-No nos hemos presentado aún - dijo Zacharias.

-Deja que yo los introduzca - ofreció Yulia, el chico accedió complacido - "Elena" este es Zacharias Smith… Zacharias Smith, esta es Elena Katina - Yulia señalaba a ambos mientras decía sus nombres.

Zacharias al igual que su hermano tomó la mano de Lena y la besó.

-…Mi novia - Agregó finalmente la morena, haciendo que Lena la mire con algo de sorpresa.

El chico levantó la mirada y miró curioso a las dos.

-¿Perdón?

-Mi novia… Elena es mi novia - aclaró Yulia con cierto aire de burla - y ahora, si nos disculpan debemos ir a ver la función.

-Tu novia es hermosa, Volkova - contestó Anthony - No queremos entretenerlas más. Disfruten de la función.

Anthony les sonrió y palmó a su hermano que parecía en shock, girándolo para que lo siguiera escalera abajo.

Yulia se giró llevando a Elena aún agarrada del brazo y entraron por unas cortinas bordo, a lo que parecía un pequeño balcón con unas seis sillas. Desde allí se podía ver perfectamente el escenario que llevaba aún el telón abajo. También se podía apreciar a las personas abajo y a las demás en los otros balcones.

Elena quedó anonadada por la enorme araña de cristal que pendía en el centro. La había visto la primera vez que había entrado, pero ahora, toda prendida y desde el primer piso, brillaba aún más, acaparando toda la atención.

Yulia se acomodó en uno de los asientos y tiro a Elena de la manga del saco para llamar su atención.

-Si cierras las boca, disimularías mejor tu asombro - Se burló. Elena cerró su mandíbula y se sentó a la par de ella, mirándola con reproche - ¿Qué?

-¿Me vas a explicar que es lo que acaba de pasar?

-¿Lo de tu asombro por las luces grandes o lo que pasó con los hermanos Smith?

-Lo de los hermanos - aseguró Elena.

-¿Qué con ello? Son 2 hermanos… ya te sabes sus nombres… son los hijos del dueño de uno de los teatros que compiten con este… no es la gran cosa - Finalizo Yulia con un ademán.

-¿Por qué le dijiste que eras mi novia?

-Porque lo eres.

-Si, eso lo he notado - Mencionó la pelirroja con una sonrisa - Pero ¿No te traería problemas ese tipo de declaraciones?

-Quizas, quien sabe, me tiene sin cuidado al tratarse de ellos - Anunció Yulia, Elena la miró curiosa - Anthony es gay - explicó - y un buen sujeto, aparte muy talentoso, me agrada… pero su hermano es otra historia.

-Sí, noté que… amm no es del todo de tu agrado.

-Lo detesto, es insoportable, y como te miró… - Yulia cerró los ojos algo molesta - Lo hubiera golpeado.

-¿Cómo me miró? - Se extrañó Elena.

-No es nada… en fin, que ya nos libramos de ellos… ¿quieres seguir hablando de chicos de etiquetas o quieres…?

-¿… o quiero? - preguntó la pelirroja.

-No sé, es tu cita… o lo que sea, tu dime - se resignó Yulia, mirando nuevamente al escenario.

-Pues… me gustaría - comenzó Elena - que me digas como me veo.

Yulia miró de costado a su novia por unos momentos.

-Bien - fue lo único que contestó.

-¿Bien? - Lena se reía, no por el comentario en sí, sino por la actitud de la morena de fingir estar concentrada en el escenario cuando nada pasaba aún - ¿Podrías ser mas especifica?

Pero entonces las luces comenzaron a apagarse paulatinamente y el telón se comenzó a levantar. La oscuridad en los balcones se hizo presente, dando más privacidad a sus espectadores, mientras otras luces iluminaban el centro, donde Nastya ya aparecía en su papel.

-Lastima, la obra ya empezó - Dijo Yulia, zafando de los cuestionamientos de su novia.

Elena suspiró resignada y se dispuso a ver la obra, pero solo unos minutos más y Yulia volvió a hablar.

-¿Sabes? A veces haces preguntas muy estúpidas… es decir, ¿cómo quieres que responda eso? - expresó con algo de fastidio, Elena retenía sus ganas de burlarse.

-Shhh, ya comenzó la función - calló su invitada, Yulia hizo una mueca de sarcasmo que nadie contempló y volvió su mirada al frente.

-¿Katina? - La llamó luego de otros minutos.

-¿Si, Volkova? - preguntó sin apartar la vista de en frente.

-Me gusta como estás vestida, te ves muy linda así… - Confesó finalmente la pelinegra.

Elena sonrió ante el cumplido, era todo lo que necesitaba. Ninguna volvió a mencionar nada.

….............................................................................

-Esa parte no me convence mucho, debería decir que hasta fue intencional el asesinato… - Criticaba Yulia con una posición inclinada hacia adelante desde su butaca, observando más detenidamente las escenas.

Era como la sexta vez que Yulia mencionaba algo con desconformidad de la obra, Elena pensó que no era realmente algo grave o serio, de hecho estaba disfrutándola mucho… aunque la disfrutaría más si Yulia no estuviera tan atenta a los posibles errores y se dedicara a verla con simpleza con ella.

-Es decir, fue un accidente, pero me molesta que el público no pueda ver que algo de culpa justificada tenga el protagonista… - seguía notando Yulia.

Elena giró un poco en su asiento, apoyando uno de sus codos en el respaldo para poder ver a Yulia más detenidamente. Aunque estaba oscuro podía verla, apoyada hacia adelante y tan concentrada en su obra. Le gustaba verla así, con su cara seria y analítica, era como verla apasionada por su trabajo. No era la primera vez que experimentaba celos por lo que sea que ponía a su chica tan concentrada.

Yulia suspiró pesadamente y se volvió hacia atrás en su asiento, parecía algo frustrada y resignada. No pasó mucho hasta que se diera cuenta que Lena la observaba a ella y no a la obra.

-¿Qué? - preguntó levantando una ceja.

-Si sigues así, en cualquier momento te pararás y empezaras a gritarle a los actores que son ineptos - contestó segura Lena.

Yulia sonrió ante la ocurrencia… definitivamente era algo que ella haría.

-Mucho mejor - mencionó Elena al ver que sonreía - y ahora…

Se paró un poco, para trasladarse al mismo asiento de Yulia, estos eran muy grandes y cómodos, así que ambas cabían, aunque algo apretadas, en uno solo. Elena se sentó a la par, agarró el brazo de Yulia e hizo que esta la rodeara el hombro, mientras apoyaba su cabeza debajo de la quijada de la misma, se abrazó un poco a su cintura y se acomodó para poder ver desde allí el escenario.

-Explícame eso que fue un accidente no tan accidentado lo de la muerte del padre - sugirió Elena con interés.

Yulia se había sorprendido por la acción de su novia y se iba a quejar, pero entonces el olor a vainilla, que desprendía los cabellos de su chica, la inundó, calmándola un poco. Se acomodó en su asiento, abrazando mejor a Elena de los hombros y le explicó un poco lo que había preguntado.

Yulia se relajó finalmente y Lena lanzaba algunas preguntas de la obra cada tanto, lo que hacía que la morena se concentrara más en su compañía y la función.

"Se está más a gusto así… supongo"

…............................................................................

Cuando la obra terminó, Elena quiso juntarse con sus amigos para felicitarlos, pero Yulia le advirtió que si hacían eso, seguramente la harían quedar más tiempo, viendo algunos detalles de la obra y seguro se toparían con más gente de etiqueta que retrasarían su cena.

-Aparte, pensé que tú querías, ver una función e ir a comer mariscos… como una cita algo normal… supongo - Justificó Yulia.

Elena sonrió de lado. Aunque quería ver a sus amigos, su novia tenia razón… lo que más quería era pasar tiempo con ella, alejada de todas las obligaciones de la escuela y demás compromisos…ya vería a sus amigos durante la semana ¿Qué otra oportunidad tendría de hacer realidad una de sus fantasías pasadas?

Se encaminó con Yulia a la par y salieron del lugar.

-¿Ya sabes a donde vamos a ir? - preguntó Elena, ya habían caminado unas cuantas cuadras.

-Pues sí, mi novia quería comer mariscos o algo, y hay un bar muy bueno por aquí cerca… en auto estamos a 10 minutos… pero resulta que ella quería caminar - mencionó la pelinegra viendo a Lena, esta le sonrió simpática -… Así que caminaremos.

-Bueno, si la idea no te gusta siempre podemos volver e ir en auto.

-No traje el auto, así que descartemos esa idea - contestó Yulia.

-¿Y cómo vamos a volver a casa? - Se extrañó Lena.

-Pues… existe algo llamado "Taxi". Es un vehículo que puedes tomar en las calles, lo conduce un señor por ti, le dices a donde quieres que te lleve y este mágicamente hace lo que te pide si le das dinero a cambio - Yulia recibió un leve empujón de la pelirroja para que parara de burlarse, se rió un poco y siguió explicando - Ya que querías caminar, pensé que sería bueno que camináramos todo lo que tú quieras, y cuando ya te aburras podríamos tomar un taxi en cualquier momento y listo.

-Chica lista.

-Lo sé - dijo sin mucha importancia Yulia, haciendo que Lena negara con la cabeza resignada ante la actitud creída de su novia - aún no me dices… ¿Por qué me hiciste prometer que saldríamos a ver la obra, caminaríamos e iríamos a comer mariscos?

-Oh bueno… eso - Comenzó Elena - es que… ¿recuerdas la obra de Grigori, esa en la que tuvimos que trabajar antes como el equipo de mantenimiento y escenario?

-Sí, la luz falló y tuvimos que arreglarla ese día.

-Sí, esa. Bueno ¿recuerdas que yo me negaba a subir las escaleras del piso de arriba porque estaba todo oscuro?

-Recuerdo que temblabas como gelatina y te aferrabas a las paredes… si… ¿Qué con eso?

-Claro… bueno… ¿recuerdas que me diste la mano para que avanzara? - preguntó Elena con una sonrisa, haciendo que Yulia recordara algo que para ella era vergonzoso. Tomó su silencio como que si lo recordaba - ¿ y recuerdas que luego, aunque ya había luz y no tenía miedo, igual tomaste mi mano y caminaste conmigo?

-¡Si, ya!… lo recuerdo… ¿y qué? - la morena la cortó molesta y algo apenada, no se había dado cuenta que sostenía aún la mano de Lena, hasta que Alexei se lo dijo ese día.

-Bueno, en esos momentos, cuando me llevabas de la mano a la obra, no pude evitar pensar lo afortunada que sería cualquier persona, de que una chica como tú, le llevara de la mano a ver una obra, comentaran de ella luego y comieran mariscos a la salida… - confesó Lena sin dar muchas vueltas.

-Dios… eso es tan estúpido y cursi - dijo Yulia rodando los ojos.

-Lo sé… pero cuando me dijiste que harías lo que sea para compensarme, y bueno, justo era tu obra la que se iba a estrenar… recordé eso… y creí que yo podría ser esa persona afortunada - Siguió Elena con una sonrisa, mientras seguía caminando a la par de Yulia, mirando al frente.

-Bueno… supongo que es el tipo de cosas que suelen ocurrirte… - mencionó con desdén la morena.

Lena miró a Yulia de reojo y pudo apreciarla más colorada y algo incómoda, pero lo disimulaba bien con su pose de chica "soy genial y fría y nunca pienso ese tipo de estupideces".

Siguió caminando en silencio pensando en lo terca que era Yulia con sus sentimientos aún… Fue cuando sintió una fría mano tomando la suya, podía sentir el frío aún por encima de la tela del guante.

-Tienes las manos frías - mencionó ella, mirando como Yulia, aún colorada, no apartaba la vista del frente.

-Sí, bueno… hace un poco de frio…

…..............................................................................

El restaurant que eligió Yulia no era tan simple como los que acostumbran a recurrir las chicas de su edad, pero viniendo de la zona de más clase de la ciudad donde estaban, era normal que los lugares de allí fueran muy ostentosos, sin embargo el ambiente era agradable. El lugar era de dos pisos, y las chicas optaron por las mesas de la planta superior, se sentaron en una que daba a un enorme ventanal, donde podían ver las calles.

Se sacaron sus abrigos, Elena su boina, y se acomodaron para comer.

Como la pelirroja pidió… el lugar presentaba una enorme gama de opciones, donde Lena terminó por elegir uno que el mozo recomendó, por la parte de Yulia, esta pidió un coctel de camarones. Se pusieron de acuerdo con la bebida y terminaron su orden.

Mientras esperaban hablaron de diversos temas. Elena no había podido ver mucho a Yulia durante la semana, por la obra y demás, aunque la pelinegra ya había comenzando a asistir a más clases, y para la semana ya sería de asistencia normal ya que a la obra solo le quedaban un par de noches más de función y concluiría con el reparto. Aun así los temas para hablar variaban mucho.

En un momento la pecosa mencionó al padre de Yulia, interesándose por su estimación de la obra. Esta complacida comentó que su padre había aprobado la obra y de hecho que había asistido una segunda vez.

Mientras los platos de las chicas llegaban, comenzaron a hablar de lo que Vladimir le mencionó sobre agradarle a su padre. Yulia no logró tranquilizar a Elena con este asunto, ya que admitió que Vladimir tenía razón, aún así dejó en claro que estas cosas nunca le importaron demasiado y luego cambió de tema.

La cena trascurrió con naturalidad, hablando mucho por parte de Elena, y con burlas de Yulia cada tanto, insinuando que si no dejaba de hablar, los mariscos regresarían a la vida y huirían de su plato.

Como la charla seguía, optaron por agregar postre al pedido… y café.

Ya era muy tarde cuando ambas salieron del restaurant y sin que Elena lo pidiera, Yulia entrelazó sus brazos y comenzaron a caminar un poco.

Debía ser muy tarde, ya que casi no quedaban personas en las calles. Aparte la noche helaba y era normal ver algunos locales con los vidrios empañados y luces cálidas desde adentro.

Elena se entretenía cada tanto lanzando aliento al aire y viendo como aparecía el famoso "Humito" que se formaba por el frío.

-¿Ahora vas a fingir que fumas como lo hacen los críos? - cuestionó la mort al ver al actitud infantil de su acompañante.

Elena lo pensó un poco y con voz de alguien que descubre algo comenzó.

-¡Mira Yulia mira! - la llamó como fingiendo ser una niña, y se llevó dos dedos a la boca para luego retirarlos y lanzar aliento - ¡estoy fumando!

Yulia rió ante la ocurrencia y se guardó su típico comentario de lo estúpido que era el acto.

Siguieron caminando un poco más, viendo algunas vidrieras del los lugares, de los cuales la mayoría estaban cerrados por la hora.

-Oye Katina.

-Dime.

-¿Desde cuándo sientes cosas por mi? - quiso saber la pelinegra, recordando la anécdota que Elena le mencionó sobre la obra, eso había sido semanas antes que se besaran, y también, que en varias ocasiones la pelirroja dejaba ver que llevaba tiempo interesada en ella.

-Pues… no lo sé - contestó con sinceridad.

-Vamos - animó Yulia - seguro que en algún momento algo hizo "clic" en tu cabecita y te diste cuenta.

-Es que es raro, ¿me creerías si te dijera que desde que te conocí?

-No… no te creería - contestó Yulia, extrañándose.

-Yo tampoco lo creería si me lo dijeran… pero es algo así, como que siempre sentí cierta… no sé, tensión… y luego, te detestaba… hacías todo tan difícil - recordaba Elena - pero siempre había esa tensión… y luego lo interpreté como que eras interesante y te quería de amiga… eso…

-Ooookeeeey… ¿pero cuando supiste que te gustaba, gustaba de gustar? - insistió.

-¿Por qué la curiosidad ahora?

-No sé… solo… quería saber.

-¿Qué hay de ti? - retrucó Elena - quizás si tú te pones de ejemplo yo pueda contestarte que es lo que buscas.

-Eso es un truco para que yo hable - se quejó.

-Tal vez… ¿entonces? - La invitó con una sonrisa.

-A ver… - Yulia miró hacia arriba intentando recordar - Desde que… no te quise destruir en los platinos sabía que algo andaba mal conmigo… y ya había admitido que eras mi amiga… o algo… luego volví con Vlad y eso normalizó las cosas… aunque concuerdo contigo con el asunto de sentir tensión desde el primer momento… no se… ok, te doy la razón… es difícil de saber - Admitió Yulia.

Siguieron caminando un poco más, ambas absortas en sus pensamientos.

-Me gustas desde hace mucho. Estoy segura que mucho antes que tú te dieras cuenta - terminó diciendo Elena - No sé en qué momento pasó, se dio tan gradualmente que un día me desperté y ya estaba allí… luego todo parecía normal… es decir… sentir celos de Vlad era cosa de todos los días, sentir interés en las cosas que hacías era común, parte de mí lo sabía… casi todo mi ser lo sabía, solo que… hacía de cuenta que no pasaba nada… que en algún momento pasaría… que dejaría de sentirme así y listo.

-¿Te dolía? - La pregunta le salió sin su permiso, tan así, que Yulia se lamentó de haberla hecho al instante. Elena sonrió.

-A veces…

Siguieron caminando un poco más, en silencio. En un momento la morena dejó de caminar haciendo que Lena se detuviera y la mirara.

-¿Qué pasa? - Preguntó esta intentando ver lo que Yulia miraba más adelante, solo podía ver una calle a lo lejos, donde circulaban uno que otro vehículo.

-Tomaremos un taxi allí - anunció.

-Si… está bien - Contestó Elena sintiéndose un poco cansada por el caminar. Quiso avanzar de nuevo pero Yulia no se movía.

Lena la miró y notó que Yulia la observaba atenta.

-¿Y ahora qué pasa? - preguntó con una sonrisa curiosa.

La pelinegra no contestó, le puso una mano en la mejilla a Elena, acariciándola un poco, y cerrando los ojos, la besó.

Lena aún con los ojos abiertos, veía los párpados de Yulia cerrados justo en frente suyo, y sentía la cara de su novia, su mejilla y nariz, fría contra su rostro. Pero sus labios eran cálidos y el aliento que sentía, también lo era. Cerró los ojos con fuerza, degustando el beso que le ofrecían. Era un beso tierno, sin apuros y sin necesidad de llevarlo a más.

Cuando Yulia se separó un poco, apoyó su frente en la de la pelirroja y ambas se quedaron viendo.

-Eres más alta que yo - dijo Yulia con una sonrisa.

-¿Y recién ahora lo notas? - preguntó Elena algo confundida por la comparación, pero sin dejar de sonreír.

-No… ya lo había notado… solo… lo recordé ahora.

-Oh ¿Yulia Volkova le molesta que su novia se más alta que ella? - preguntó con gracia Elena.

-Un poco… a decir verdad.

Yulia separó su frente y tomó a Lena de la mano encaminándose hacia el Taxi. No tardaron en conseguir uno y subir en él. La morena dio la dirección de Lena y el auto arrancó.

-¿Por qué te molesta que sea más alta? - Preguntó ya en el auto, acurrucándose un poco en Yulia con sus manos metidas en los bolsillos del saco.

-No te lo diré.

-Ajam… más misterios, primero no me dices desde cuando te gusto… y ahora tampoco el porqué te molesta mi estatura - se quejaba Elena.

-¿Quieres intentar con adivinar? - propusó Yulia.

-Ok… está bien… intentaré adivinar… te molesta… - la pelirroja manejaba un tono pensante - ¿hacer puntitas de pie para besarme?

-Claro que no - se ofendió Yulia - yo no necesito hacer puntitas de pie… por Dios…

-De acuerdo… ¿Tienes miedo… de que me de dolor de cuello por mirar hacia abajo? - siguió Lena.

-Voy a golpearte, Katina.

Elena sabía que la diferencia de estatura era mínima, a decir verdad no tenía ni idea de porqué le molestaría unos cuentos centímetros más.

-No tengo ni idea…

-¿Te rindes? Es un alivio, si seguías suponiendo esas cosas, seguramente te hubiera tirado del taxi en movimiento - Aclaró Yulia.

-No dije que me rendía… solo… necesito de ayuda.

-¿A qué te refieres? - se extrañó.

-Oiga… ¿señor? - Lena le hablaba al taxista.

-¿Si, señorita?

-¿Por qué cree que a mi novia le moleste que yo sea más alta? - le preguntó, Yulia la fulminó con la mirada, pero Elena ni lo notó.

-Pues… al juzgar por lo que escucho - comenzó el hombre, que debía pasar los 40 años, ya tenía todo el pelo canoso y era algo gordinflón - a la damita de negro… le molesta en su ego que su novia sea más alta.

Elena rió ante el comentario, viendo como el orgullo y soberbia de su novia era fácilmente notable.

-¿Pero por que le lastimaría el ego que yo…? - preguntó incrédula Elena al momento que se daba vuelta a mirar a Yulia y veía como esta desviaba su atención a la ventana - ¡Oh por Dios. Es cierto!

-Bueno ya… - dijo Yulia sin apartar la vista.

-¿Pero por qué? - Elena reía junto con el taxista ante el descubrimiento.

-No sé… ya basta, solo es algo molesto ¿sí?... cosas mías - dijo la ojiazul notando como le ardían las mejillas por la repentina humillación que sentía.

Elena se acercó para besarla varias veces en la mejilla.

-Pero así bajita me gustas…

-¡NO SOY BAJITA! - se molestó Yulia - Tú eres por demás alta, aparte solo me llevas un par de centímetros… ¡Dios! Ya no molestes.

Elena rió pero dejó de meterse con su novia, temió que de verdad la sacara a patadas del auto si insistía.

Llegaron a casa de Lena rápidamente.

-Bueno… aquí me bajo.

-Sep… aquí te bajas - repitió Yulia.

-Buenas noches - se despidió la pelirroja acercándose a dar un nuevo beso en la mejilla de Yulia, pero no se alejó mucho de su rostro y esperó que esta la mirara para darle un nuevo beso en los labios.

-Buenas noches - repitió Yulia y le dio otro beso rápido.

Elena sonrió, se despidió del taxista con un "Adios" que el hombre devolvió con un gesto de cabeza y bajó del auto.

Yulia esperó a que Elena entrara a su casa, para dar la dirección de la suya y el auto arrancó nuevamente.

-Es usted muy afortunada - mencionó el taxista.

-¿Disculpe?

-Que es afortunada… de tener alguien que la ame tanto - concluyó el hombre.

La morena no dijo nada y se acomodó un poco en el asiento mirando hacia la ventana.

-Ya veo… - volvió a mencionar el hombre - Así que todavía no le ha dicho que la ama… y usted tampoco se lo ha dicho.

Yulia sonrió.

-¿Nunca le dijeron que es muy entrometido? - preguntó, el hombre rió.

-Un par de veces… si.

El trascurso siguió en silencio unas cuantas cuadras más.

-¿Cómo sabe que es amor? - preguntó distraída Yulia.

-Se nota. Es como si los ojos de ambas brillaran… un brillo muy cálido, en una noche como esta, es fácil de sentir - contestó pensativo el hombre.

-Eso es estúpido… - susurró por lo bajo Yulia, el hombre solo le sonrió por el retrovisor.

….............................................................................

-… ¿Por qué simplemente no copió la reseña de alguien en internet y listo? - Era la cuarta idea que tiraba Elena en el día.

-Porque debe ser algo personal, que tu sientas que puede ayudarte a comprender… ya sabes, los sentimientos del personaje al tener… pánico - Le contestó Vladimir.

-Pero yo quiero ser cantante… no me interesa ser actriz del grito en una película de terror - se seguía quejando Elena.

En una de sus clases, de la rama de drama. Le habían impuesto la tarea de hacer una reseña de una película de suspenso/Terror con la finalidad de encontrar un elemento en ella que ayude a sus estudiantes a profundizar en el personaje y así, hacerlo mas creíble.

-No es la gran cosa, solo piensa en una película de miedo que hayas visto recientemente y escribe - le sugirió Alexei.

En la mesa solo se encontraban Nastya, el moreno de ojos azules y Vladimir.

-La única película de miedo que vi en los últimos tiempo… no da miedo - admitió Elena desplomándose en el merendero.

-Y bueno, ¿por qué no alquilas una película y la ves? - sugirió con obviedad el rubio - podemos recomendarte algunas cuantas, las ves y ya.

-Sí, eso - dijo Nastya.

-¿Y tu como vas a hacer tu trabajo? - quiso saber Alexei mirando a Nastya.

-Tú lo vas a hacer - dijo riendo la castaña.

-Yo no lo voy a hacer - siguió Alexei.

-Claro, iremos juntos a mi casa y veremos la película.

-Yo no haré… claro que haré eso - se corrigió casi al instante el pelinegro.

-¿Por qué no vienes con nosotros, Lena?- preguntó Nastya.

La cantante podía ver a Alexei haciendo señas suplicando porque no aceptara.

-Lo siento Nastya… no puedo - terminó desistiendo.

-Bien, entonces te daremos algunos nombres y tu solo alquilas la película y listo - siguió Vladimir.

-Siii, hay una que se llama "El despertar del carnicero" - sugirió Alexei.

-Oh yo escuché de una llamada "El chupacabra en 3D"- lanzó Vladimir.

-"El jorobado de Nothredame"- Dijo Nastya recibiendo la mirada de todos - …¿qué?

-Olvídalo… la ultima que salió de desmembramiento "Desmembramiento, el juego de la podadora de césped" - Opinó Vladimir.

-O quizás también, esa película de la niña que sale de debajo de tu cama para clavarte unas tijeras en los ojos… ¿cómo era que se llamaba? - Preguntó Alexei.

-"Yulia en sus días"- Contestó Iván.

-Ya basta... - suplicó Elena.

-¿Y entonces cual vas a ver?

-No veré ninguna.

-Pero si no haces la tarea para el lunes, desaprobarás - recordó Nastya

-Ya sé…

-Y entonces solo ve una película y escribe lo que te pareció.

-No puedo hacer eso - se resignó la pelirroja.

-¿Por qué no?

-Porque… mis padres y Katya salieron a visitar a un Doctor especialista en sacar objetos de la garganta, en Sochi… no volverán hasta el lunes, y estaré sola todo el fin de semana… no puedo ver películas de miedo sola en mi casa… me da miedo… soy gallina - dijo Elena mientras escondía su rostro entre sus manos y se desplomaba nuevamente en la mesa del merendero, Vladimir le daba unas palmadas en la espalda.

-No eres gallina - la animó Alexei - a mí también me da miedo… siempre las veo con mis padres… y con todas las luces prendidas de la casa.

-¡Que hombre! - se burló con sarcasmo Iván.

-Si Lena… no eres gallina… es normal… eres mujer… esas cosas te asustan - la calmó el rubio.

-Yo conozco una mujer que no se asusta ni aunque estuviera "dentro" de la película de terror - mencionó Iván - y casualmente es tu novia.

-¿Yulia? - Se extrañó Elena.

-No… Olivia Wilde - corrigió Iván - Claro que estoy hablando de Yulia… aunque seguro que quisieras que Olivia fuera tu novia, Jajaja.

-Es cierto - dijo Vladimir.

-¿Qué Lena quiere a Olivia Wilde de novia? - Preguntó Nastya - Porque ella es muy linda también y creo…

-¡No! - La cortó el rubio - Lo de Yulia… ella ama las películas de terror… bueno, cuando son buenas, de lo contrario se pone a reír o a criticarlas… o quema la película… depende. Pero ella seguro te puede ayudar en esto.

-Eso… es verdad - se alegró Elena - ¿Para que quiero una novia sarcástica, ama del espanto y terrorífica si no es para esto' – anunció, parándose y dirigiéndose adentro de la escuela.

Yulia sacaba unos libros de su casillero pensando en las clases que debería tener al concluir la semana. Ya era viernes y no quería llevar peso extra en su mochila de regreso a casa.

-¡Yulia! - el grito a sus espaldas hizo que diera un pequeño brinco y se le cayeran algunos libros. Giró lentamente para matar a quien la había sorprendido.

Elena se acercaba con Alexei, Iván y Nastya, estos últimos parecían haber visto la mirada asesina de la morena y se detuvieron, no así Elena, que siguió su camino hasta dar con ella.

-¿Qué? - preguntó de mala gana la pelinegra, mientras levantaba los libros y se resistía para no arrojárselos a Lena. Su novia también se agachó para ayudar a levantar algunos libros.

Cuando Nastya y Alexei consideraron que el peligro había pasado, se acercaron a las chicas.

-La chica aquí tiene una propuesta que no podrás rechazar - anunció Iván insinuante. Yulia iba a decir algo por el comentario, pero Elena se adelantó.

-Si - contestó emocionada, haciendo que Yulia la mirara raro - ¿puedes venir a mi casa?

-Para que vean unas películas y duerman juntas - siguió Iván con el mismo tono insinuante.

-Bueno, no sé si dormir… - dijo Lena, que no había pensando en esa posibilidad, sin caer en cuenta de la broma de Iván.

-¿Qué? - Preguntó Yulia confundida.

-Ya te lo dije, te proponen algo… ya sabes - siguió el flacucho - este tipo de propuestas… indecentes…

-¡¿Qué?! ¡No! - finalmente Elena cayó en cuenta de lo que Iván intentaba hacer ver - ¡No!

-Oye, no te pongas nerviosa lindura, Yulia con gusto se quedará en tu casa… contigo… a solas… - siguió el chico.

-Yo no me refería a eso - se defendió Elena.

-¿Ah no? ¿Entonces? - siguió Iván.

-Para tu información, yo no estoy "nerviosa", estoy muy segura y tranquila con todo el tema - Dijo con seguridad, confundiendo a sus amigos a excepción de Yulia, que si sabía a qué se refería. Le sonrió por el logro - Y sí, quiero invitarte a mi casa… ¡Pero no! - habló rápido viendo las intenciones de Iván de burlarse de nuevo - pero no para eso.

-Ok, ¿entonces? - Habló finalmente Yulia

-Nos impusieron una tarea, en la que debo ver una película de terror, hacer un análisis y aprovecharla lo máximo para poder profundizar en las emociones y sentimientos de los personajes que pasen por lo mismo - Explicó Lena - y me gustaría que me ayudaras con esto… es decir eres la mejor para estas cosas y…

-Y tu novia es una gallina que no puede ver películas de terror sola, aun teniendo 17 - finalizó Iván.

-…Y mis padres no están, y no me siento muy cómoda con la idea de verlas sola…- siguió Elena intentando obviar el comentario de Iván.

-¿Para cuándo es el trabajo? - preguntó Yulia.

-Para el lunes a primera hora.

-¿Y recién me lo dices ahora? Es viernes - se quejó la morena.

-Bueno si, pero tendría el fin de semana para hacerlo… aparte no es tan…

-El fin de semana son las últimas funciones de la obra no tendré tiempo - se explicó Yulia.

-Oh… bueno… - dijo Elena, cayendo en cuenta que no podría ser - está bien, si no se puede no se puede… yo… seguro solucionaré esto, descuida, seguro Dima o alguien podría ayudarme también.

Yulia asintió un poco y cerró su casillero, viendo como Elena y los chicos se alejaban.

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Última edición por RAINBOW.XANDER el 3/26/2022, 10:14 pm, editado 1 vez
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EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer) - Página 3 Empty Re: EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer)

Mensaje por RAINBOW.XANDER 3/26/2022, 10:13 pm

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"Dios, voy a estar tan agotada el fin de semana por esto… maldita conciencia… y maldita y encantadora Katina"

-¡Oye! - llamó Yulia haciendo que los tres se dieran vuelta - Dije que no podría el fin de semana… no que no podría hoy…

-¿Entonces si me ayudas? - se alegró Elena acercándose de nuevo.

-¿Puedo elegir yo la película? - preguntó la morena. Elena cambió la cara repentinamente de alegría a desconcierto y luego a pánico - está bien… que te parece si llevo varias películas y tú eliges UNA.

-Me parece justo - se alivió la cantante.

-Bien, pasaré por tu casa a eso de las 9 ¿ok?

-Perfecto - contestó feliz Elena.

…............................................................................

Ya en casa, Elena se había dado un baño, viendo que aún era muy temprano como para que Yulia llegara. Se cambió deprisa, aún hacia algo de frío y al estar sola en casa, dependía de ella poner el calefactor y ambientarla para mayor comodidad. Optó por llevar un polera mangas largas en violeta y un short de jean corto, como sentía frío en las piernas por el short, se acomodó unas pantuflas esponjosas en violeta también, que rápidamente calentó sus pies.

Ya más cómoda preparó la sala para ver las películas y se puso a hacer algunas palomitas de maíz.

No pasó mucho tiempo hasta que llamaron a la puerta y Yulia se anunciara dentro de la casa. Elena se extrañó por el enorme abrigo que llevaba Yulia.

-¿Está… muy frío afuera? - preguntó a modo de saludo.

-¿Bromeas? Me sorprende que no esté nevando - Dijo la morena mientras ingresaba - aquí adentro está agradable.

-Si bueno, yo también cuando llegué… estaba muy frío - se explico Elena.

Yulia asintió y procedió a sacarse el abrigo negro y tirarlo cerca del sofá junto a su bolso. La pelinegra iba vestida con un jeans negro, sus típicas botas guerreras negras y una camisa oscura a cuadros bordos con algunas líneas blancas.

-Bien - dijo una vez sentada en el sofá, mientras sacaba algunas películas de su bolso, Elena se sentó a la par - Estas son las que traje, ¿conoces alguna?

Elena le dio un leve vistazo a las caratulas y los títulos de por lo menos 10 películas y no reconoció ninguna.

-Ok, ¿y más o menos cuales quieres ver? - preguntó Yulia.

-¿Cuál recomiendas?

-Pues todas, estas son las mejores de mi colección.

-No puedo ver todas… apenas si resistiré una.

-Ok… entonces ¿que no quieres ver? Las iremos descartando - sugirió.

-Eso podría funcionar… pues a ver, no quiero de mucha sangre, ni se trate de exorcismo, ni de cosas paranormales, y en lo posible que nadie muerda tan… drásticamente - mencionó Elena.

-Ya… y de paso que no sea una película de terror ¿no?

Discutieron un poco de que película ver, y luego de quedar conforme con algunos puntos a tener en cuenta, se decidieron por una de las favoritas de Yulia, de la cual Elena aceptó ya que parecía la menos terrible de las otras… y porque su novia se había emocionado casi imperceptiblemente, pero lo había notado.

-"GhostShip", será - anunció la morena.

-No sé si aún estoy a tiempo de arrepentirme de esto - se lamentó la pelirroja.

-Pues no. Así que apaga las luces y acomódate, pondré la película - Anunció Yulia sin dar más vueltas.

Lena se levantó, apagó algunas luces, dejando la de la cocina prendida para poder ver algo, y trajo consigo las palomitas y unos refrescos.

Yulia había optado por sentarse en el suelo y usar el sofá como respaldo, estirando sus piernas y acomodándose más cerca de la pantalla. Lena tomó unas mantas y se sentó a la par de su novia, pasándole un refresco y poniendo las palomitas entre medio de ambas.

La morena le dio Play y la película comenzó.

-Mmmm - se quejaba Elena.

-Ni siquiera ha comenzado.

-Ya lo sé… solo me preparo un poco - contestó algo contrariada, viendo como en la escena aparecía un barco y una enorme fiesta se montaba en él. Lena se relajó un poco.

Creyó reconocer a la niña en el film.

-Oye ¿cómo se llama la niña en el film?

-Ammm… ella es Emily Browning.

-¿Es ella? Pero esta re pequeña ¿de qué año es el film?

-Es algo vieja ya.

-Debe ser, ella es mayor ahora - comentó la pelirroja.

-¿Por qué?... ¿Te gusta? - preguntó curiosa la pelinegra.

-¿Qué? No… bueno, es linda… pero no me gusta… no se dé que hablas… veamos la película ¿si? - habló rápidamente, no sabiendo cómo reaccionar.

-Claro - se burló un poco Yulia ante el nerviosismo.

-Hasta ahora va bien, es decir, es un barco, hay una fiesta, la niña baila… no está tan mal, creo que puedo soportarlo - se calmó Lena.

-Tú solo ve la película, Katina… solo ve la película - dijo Yulia con una sonrisa maliciosa.

-¿Qué es ese cable? - preguntó sin obtener respuesta - No entiendo ¿por qué…?... ¿Por qué se quedan todos quietos?... ¿Qué…? ¡AHHH! - chilló horrorizada al ver al escena. Yulia rió por lo bajo.

-Oh, esto va a ser divertido - mencionó Yulia.

…...........................................................................

La película trascurría y cada tanto Lena se tapaba la cara y lanzaba pequeños grititos. Yulia disfrutaba de las palomitas y de la película, haciendo de vez en cuando comentarios.

Ya la película estaba muy avanzada cuando la morena anunció a Lena que llegaba la mejor parte. La pelirroja hizo un esfuerzo por concentrarse en la pantalla.

-No No… espera, nada malo le pasa a la niña… ¿Verdad, Yulia? - Preguntó algo preocupada, la morena la miró incrédula

-¿Hablas en serio?

-Es que mírala… es tan pequeña en todo eso… debe tener tanto miedo… pero es muy pequeña… casi nunca le hacen daño a los pequeños en las películas… ¿Verdad? - Elena miraba a Yulia con preocupación.

-Ohhh, tienes razón Katina… nada malo le pasa a los pequeños, ahora ve la película - la calmó.

-Bien - Elena volvió a mirar la pantalla - No… no no no no - ahora se cubría el rostro de nuevo - ¿que le hicieron? No…

-Si miraras, sabrías - contestó Yulia.

Pasada toda la escena, Elena largó un pequeño gritito de nuevo.

-¡Me mentiste! - acusó Elena.

-¿Hablas en serio? - se defendió Yulia - desde el primer momento todo el mundo sabe que es un fantasma, el barco tiene como 200 años, la chica atraviesa los muros, la película se llama barco fantasma… ¿Cómo que "si no le pasa nada malo? ¿Bromeas?

-Bueno…pero pensé… olvídalo - dijo la pelirroja con resignación - ¿falta mucho para que termine?

-¿Y ahora qué te pasa? - preguntó Yulia, notando el tono lastimero que usaba su novia.

-Es que es triste… la niña tenía mucho miedo… me siento tan mal por ella - Yulia rodó los ojos ante la confesión.

-Bien, recuerda eso, nos servirá luego.

…............................................................................

La película finalizó y Lena permanecía aferrada al brazo de Yulia.

-Ahí lo tienes… un final feliz… o algo parecido - dijo la pelinegra.

-¿Un final feliz, Yulia? - le reprendió Elena.

-O algo parecido - repitió - Bien ahora dime tus impresiones de la película y que ideas sacas.

Comenzaron a hablar de la película y de la tarea en sí. Yulia indicó que lo mejor era que vayan anotando estas ideas en su laptop y Lena accedió. Recordó que tenía la computadora cargando en su habitación y Yulia se ofreció ir por ella.

Como la morena no regresaba aún, Lena decidió ir a buscarla, la encontró viendo algunas de las fotos que había en su habitación de cuando ella era pequeña.

-¿Qué haces? - preguntó haciendo que Yulia diera un pequeño brinco - ¿te asuste?

-Ya quisieras - contestó con una sonrisa de lado - no cargaste la laptop, acabo de ponerla a cargar.

-Oh… ya veo.

-Si quieres, para no atrasarnos podemos terminar aquí la tarea, supongo que puedes usar la laptop mientras se carga - Sugirió Yulia.

-Si, claro, no es una mala idea… solo deja, que acomode un poco abajo y traiga algunas cosas aquí.

-Bien.

Elena se dio vuelta y se encaminó hacia su puerta. A los pocos segundos se quedó viendo a Yulia en el marco de la misma.

-¿Qué? - Preguntó extrañada la ojiazul.

-Las luces están apagadas… ¿me puedes acompañar?

…............................................................................

Ya llevaban como una hora en lo que Lena seguía escribiendo las ideas en su laptop desde la cama. Yulia había bajado y se había preparado un café, ahora lo degustaba sentada en la cama de, mientras observaba la caja de la película que habían visto, esperando a que terminara.

El ambiente estaba cálido y tranquilo. Elena había dejado solo la luz de su mesita de cama y la habitación era bañada por una luz tenue en amarillo.

-¿Cómo vas? - preguntó de repente Yulia, rompiendo el silencio.

-Bien, de hecho ya casi termino - se alegró Lena,

-A ver… - dijo Yulia mientras extendía una mano, Elena le pasó la laptop y se sentó a la par de ella.

La morena leía concentrada el trabajo de Elena y esta se limitaba a ver a su novia así.

"Y ahí está de nuevo, la Yulia concentrada, como si nada más en el mundo existiera, solo ella y mi laptop ahora" pensó, que siempre admiraba a Yulia cuando algo así acontecía. Casi sin quererlo la mirada de Lena bajó hasta los botones de la camisa de la morena y notó como esta ya estaba arrugada, producto del andar de su día. Pero lo que llamó más la atención fue notar que los primeros botones estaban desabrochados y desde el ángulo que estaba, podía ver que Yulia no llevaba ninguna camiseta abajo.

Rápidamente sacudió su cabeza e intentó concentrarse en otra cosa, pero la proximidad de Yulia le trasmitió algo que ya había sentido cuando estaba viendo la película: Su aroma.

La morena desprendía una fragancia que solo ella tenía, era abrazadora. Elena era capaz de calmarse con solo olerla, saber que estaba cerca y ahora el mismo aroma la desconcentraba. Volvió su vista a Yulia y la vio nuevamente concentrada en su trabajo, ajena a lo que la pelirroja pensaba. Ahora la atención se había posado en sus labios, que se encontraban más rojos de lo normal, gracias a la ingesta del café caliente.

Lena se dio por vencida, sabiendo que con Yulia así de cerca no podría concentrarse, y se sumergió en sus pensamientos sin dar más resistencia.

-Esto está muy bien… podrías cambiar algunas cosas para decir lo que sentiste cuando… - Yulia había comenzado a hablar apenas terminó de leer lo que Lena escribió, pero ahora mirando a su novia, pudo notar que estaba ausente - ¿Katina? - Nada - ¿Lena?

La aludida volvió a la tierra sacudiendo un poco al cabeza.

-¿Sí? - Preguntó algo confundida.

-¿Estás bien? estás algo roja - mencionó, poniendo más atención a su rostro.

-¿Qué? Si, si… solo… pensaba un poco en la película.

-¿Una película de terror… hace que te sonrojes? - Preguntó confundida.

-Si, bueno no… en fin, ¿que tal viste el trabajo? - desvió el tema la cantante.

-Bueno, no está mal, solo hay que ver unas cuantas cosas, pero creo que captaste la idea - la felicitó Yulia.

-Gracias… ¿oye Yulia?

-¿Sí?

-¿Qué perfumes usas? - le preguntó de repente, Yulia se extrañó pero luego se quedó pensando.

-Pues ahora, uno que huele a… Mango y frutos silvestres… pero siempre se mezcla con el olor a coco que tiene mi acondicionador… así que supongo que es una mezcla rara - dijo la ojiazul pensándolo un poco.

-Hueles muy bien - dijo sin pensarlo mucho.

-¿Yo… huelo muy bien? - Preguntó riendo ante el extraño cumplido. Se acercó a Lena y la olió muy cerca del oído, haciendo que la pecosa riera por las cosquillas que el provocaba la respiración de esta.

-A mí siempre me ha gustado el olor a vainilla de tu cabello… aunque tu piel siempre huele a Katina… pero me agrada - comentó la ojiazul divertida, haciendo reír a Lena.

-Gracias por ayudarme hoy, Yulia - comentó, acercándose a la morena y dándole un ligero beso.

Yulia pudo notar que Elena fruncía el ceño y volvía a besarla, para luego alejarse y quedarse con cara pensativa.

-¿Qué ocurre? - Le preguntó

-Es que ahora… besarte sabe a Frutos Silvestres y Mango - contestó con simpleza la dueña de casa.

-¿Y eso? ¿Así que a eso saben mis besos? - preguntó curiosa.

-No… Tus besos saben a Yulia - Dijo segura la pelirroja.

-¿Y cómo sabe "Yulia"? - parecía divertida ante la confesión.

-Bueno… sabe a… café casi la mayor parte del tiempo, combinado con frutos salvajes y mango - rió Lena al mencionar lo último - y algo más que no sabría decir que es.

-¿Ah sí? - Yulia besó a Lena un poco - Pues… Tu sabes como a…- vuelve a besarla - la cosa más dulce y cursi que nunca ha pasado por mi boca y de la que estoy segura que me dará diabetes.

Elena rió ante esta confesión.

-Eres cruel - mencionó entre risas, besando de nuevo a Yulia.

-Sabes un poco a vainilla… pero solo un poco… la única comparación que puedo sacar… es que es refrescante saciarme de ti… o algo así… como el agua, solo que más dulce… ¿lo ves? Terminarás matándome de diabetes - dijo la ojiazul divertida, fingiendo indignación.

Lena sonríe y volvió a besarla. No pasó mucho para que profundizaran el beso.

La pelirroja empujó un poco con su cabeza y cuerpo e inclinó a Yulia en la cama, para finalmente acotarse un poco en ella. La morena sonrío en los labios de Elena, ante la iniciátiva de la pecosa.

Entre besos, Lena acariciaba el abdomen de Yulia por debajo de la camisa, de la cual algunos botones ya habían cedido. A su vez, la pelinegra había comenzado a acariciar el muslo de Lena de arriba a abajo, de manera suave pero constante.

Cada vez le costaba mantener más el beso, debido a la falta de aire que se hacía presente. Las caricias de Yulia, sobre ahora la cola de Lena, comenzaban a hacer que ella largara pequeñas exclamaciones que morían en la boca de su novia, incentivándola a seguir.

Elena podía sentir las caricias que estaba recibiendo, y como estas la hacían sentir algo desorientada, pero le era agradable. No fue hasta que sintió otro apretón por parte de Yulia en su cola, que un gemido salió de su boca, cortando el beso. Había cerrado los ojos ante la acción. Cuando los abrió se encontró de frente con los ojos azules de Yulia, nuevamente portando un brillo que ya había reconocido en un par de ocasiones.

La expresión de la morena cambió rápidamente, y cerró los ojos intentando concentrarse, sin mucho esfuerzo esquivó a Lena de costado y se puso de pie.

-Yo… será mejor que me vaya - dijo torpemente - ya se hace tarde y no quiero… no quiero que… - pero la voz de Yulia se entrecortaba un poco por la excitación previa, incapaz de ver a Elena, desvió su mirada hacia la ventana, esperando serenarse.

Estaba aún hilando las oraciones que iba a decir cuando sintió que la agarraban de la cintura con una mano y con la otra le giraban el rostro lentamente. Elena la obligó a mirarla y lo que vio la sorprendió.

"Tanto cariño" Pensó Yulia, mientras Lena sonriendo se acercaba y la volvía a besar.

Yulia puso un poco de resistencia, sin saber muy bien a qué, pero Lena insistió con el beso, hasta que finalmente pudo profundizarlo.

Se separó de la morena y la agarró de una de las mangas de la camisa, tirándola nuevamente hacia atrás. No apartaba los ojos de los de Yulia, hasta que esta finalmente cayó encima de ella, recostándola nuevamente en la cama.

Elena succionó el labio inferior de su chica, atrayéndola nuevamente para que la bese, su novia no la hizo esperar y comenzaron una danza nueva entre sus lenguas, en donde Yulia tiene el control y lleva el ritmo.

La pecosa colocó una de sus manos por debajo de la camisa de Yulia y le acariciaba la piel de la espalda, cada roce que daba con sus dedos, la piel de la pelinegra se erizaba.

Yulia dejó caer el peso de sus caderas entre medio de las piernas de Lena, y con una de sus manos comenzó a masajear el abdomen de la pelirroja, pasando su mano por debajo de la polera. Su mano siguió subiendo hasta posicionarse arriba de uno de los pequeños pechos de su novia, y lo presionó un poco, logrando un leve gemido de Elena, pero sin cortar el beso.

La ojiazul notó como le estorbaba la prenda en sus intenciones, y con unos ligeros besos, separó un poco su cara de Lena, obligándola a verla. Se quedaron así por un tiempo, hasta que la morena trasladó sus dos manos a la cintura de la otra chica, buscando el inicio de su polera, para lentamente levantarla. Lena captó las intenciones y se dejó desvestir. Yulia tiró de la prenda hasta que esta quedó por aparte de Lena, y la tiró hacia un costado. Ahora la podía ver con un sostén blanco que contrasta mucho con la piel de su novia. Sin pensarlo mucho beso la clavícula desnuda de Lena, haciendo que esta arquee un poco su espalda y sostuviera la respiración.

Elena sintió como los besos de Yulia van subiendo por su cuello y barbilla, hasta que finalmente se encuentran con sus labios nuevamente. Pudo sentir la piel descubierta de Yulia, por la camisa abierta, en contacto con la suya en el abdomen, y es cuando nota el ligero vaivén que la morena está ejerciendo. Le acarició nuevamente la espalda con la punta de los dedos, de arriba a abajo.

Yulia jugaba ahora con la parte de atrás del sostén de Lena, con ambas manos logró desabrocharlo, sintiendo al instante como su novia se ponía algo rígida y cortaba el beso. Se apoyó sobre sus brazos y retiró el sostén sin mucho problema. Dejándolo caer al costado de la cama, donde seguramente le haría compañía a la polera.

Cuando volvió su atención a Elena, pudo notar como esta se cubría con ambas manos, intentando esconder su pecho y como su mirada se había desviado hacia un costado, totalmente avergonzada.

"Esto es tan vergonzoso" Pensaba la pelirroja, aún algo agitada, no pudiendo evitar el impulso de cubrirse. Fue entonces cuando sintió que el peso de Yulia sobre ella desaparecía y volteó rápido para ver como su novia se sentaba a un costado suyo, al borde la cama.

"Oh no, lo arruiné" pensó con amargura. Iba a decir algo pero se calló al notar como Yulia se sacaba las botas y luego su jeans.

La pelinegra se arrodilló cerca de Lena, y esta la pudo ver solo con su ropa interior negra y la camisa a cuadros desabrochada por completo.

Yulia se sentó a horcajadas encima de Lena, posicionándose justo arriba de su cadera y dejando caer su peso lentamente.

Elena no podía apartar la vista de Yulia. Tenerla así era tan cautivamente, se sentía estúpida al observarla tan detenidamente y no ser capaz de hacer nada, ni siquiera de mover sus brazos que aún escondían sus pechos. Ante sus ojos, Yulia se sacó lentamente la camisa, de una manera sensual, en la que Lena no le quedó ninguna duda que la estaba provocando, y luego acomodó sus cabellos de costado, inclinándose nuevamente hacia Lena. Le dio un corto beso y volvió a erguirse para buscar algo a sus espaldas, luego volvió a inclinarse, tapándose a ella misma y a Lena con una frazada que se encontraba al pie de la cama.

Cuando Yulia estuvo segura que ambas estaban tapadas, extendió una de sus manos fuera de la frazada y apagó el velador de la mesa de noche de Lena, dejando la habitación a semioscuras, ya que la luz de la calle se colaba por la ventana, iluminando lo que podía.

-¿Mejor? - le preguntó muy cerca de su rostro.

Es entonces cuando Lena comprendió las intenciones de su novia al taparlas a ambas y minimizar la vergüenza. Se sintió muy conmovida sabiendo que Yulia pensaba en su comodidad e inseguridad. Terminó asintiendo un par de veces por respuesta.

-Bien - le dijo en tono dulce Yulia - ahora… ¿me quieres ayudar con mi brasier?

Elena asintió tímidamente de nuevo y descubrió sus pechos, para pasar sus manos por al espalda de Yulia.

La morena aprovechó el gesto, para dejar caer el peso de su abdomen y sostenerse solo de sus codos a ambos lados de Lena, se acercó a su oreja y le comenzó a dar cortas lamidas a su lóbulo.

Lena perdía la concentración en esto y se le dificultaba la tarea de desprender el sostén de Yulia. Finalmente la traba cedió y comenzó a deslizar el brasier sobre los brazos de su novia. Esta se movió un poco, facilitando la tarea y cuando finalmente la prenda quedó por aparte, Lena extendió la mano fuera de la frazada y la dejó caer junto a la demás ropas. Volvió su mirada a Yulia, que la miraba atentamente, y es ella la que elevó su cabeza buscando nuevamente el beso.

Yulia dejó caer el peso de su abdomen sobre la piel desnuda de Elena y luego su pecho sobre el de ella.

Al sentir la piel y la presión que el pecho de Yulia ejercía sobre el propio, todo en Elena se estremeció y gimió ante el contacto.

La morena cortó el beso y comenzó a besar el cuello de Lena, mientras se movía un poco, generando una pequeña fricción, sintió como la abrazaban del cuello, mientras ligeros escalofríos le recorren la espalda.

Elena sintió los pezones de Yulia cada vez más duros y como los suyos se ponían muy sensibles, casi no podía controlar los pequeños gemidos que salían de su boca.

-Yu…Yulia - Llamó entre jadeos.

La pelinegra atendió al llamado de su novia, dejando su cuello y buscando sus labios nuevamente, ya sin ser tierna, buscó directamente el contacto con su lengua.

En un rápido movimiento, y no queriendo dejar el roce del que estaba disfrutando, Yulia retiro el short de Lena, empujándolo en la ultima instancia con sus piernas y perdiéndolos en algún lugar de la cama. Trasladó una de sus piernas al costado de la pelirroja y otra entre medio de las mismas. Pegó su cuerpo nuevamente a Elena y la volvió a besar.

La pelinegra marcó un movimiento muy insinuante con sus caderas, del cual Lena se acopló siguiendo el ritmo.

Una de las manos de Elena dejó el cuello de Yulia y acarició su espalda, deslizándola hacia abajo y colándola en el casi inexistente espacio entre ambos cuerpo.

-Mmm - Exclamó sonoramente Yulia, al sentir como uno de sus pechos era apretado por la mano de Lena.

Ambas respiraban sobre la cara de la otra, y se perdían en el aliento caliente que sus bocas emitían. Elena seguía masajeando cada vez más fuerte el pecho de su acompañante y esta dejaba escapar mas exclamaciones, encendiendo aún mas a su novia.

Lena podía sentir lo húmeda que estaba Yulia en su centro, por las leves embestidas que daba contra su muslo desnudo. Aunque estaba aturdida de tanto placer, se preguntaba, con cierta vergüenza, si ella estaría igual, y más vergonzoso aún, si Yulia podía sentirlo…

-Ah mmm - dejó escapar Lena un leve grito de exclamación, al notar como la mano de Yulia se había colado por debajo de sus braguitas y masajeaba lentamente la zona más sensible de su ser.

Gemía ante cada caricia que mandaba Yulia, y esta esparcía toda la humedad de su novia lo más delicadamente que podía. Volvió a besarla, aunque con dificultad, por los gemidos que largaba Lena.

Sintiéndose incapaz de soportarlo por más tiempo, posicionó dos dedos en la entrada de la pelirroja y la penetró sin previo aviso. Pudo sentir como al instante era fuertemente abrazada del cuello y todo el cuerpo que tenia debajo de ella se tensaba y se quedaba inmóvil.

Yulia también se detuvo y ambas quedaron quietas. Esperó un momento hasta que Elena aflojara el agarre de su cuello y descansara su cabeza en la almohada para verla mejor. Tenía los ojos fuertemente cerrados y sostenía la respiración.

-Lena…- la llamó con el mayor cariño que pudo.

La aludida podía sentir a Yulia aún dentro de ella, y la sensación la dejaba anonadada, le incomodaba un poco, la llenaba de pena, pero también le era placentero, no sabía que sentimiento la inundaba más en esos momentos.

-Lena…- escuchó que la volvieron a llamar, se obligó a respirar un poco y abrir los ojos.

Aún en la oscuridad podía ver los azules de Yulia observándola con atención.

-¿Estás bien? - la voz de la morena se escuchaba clara, pero se notaba que hacía un esfuerzo por no jadear y controlar su respiración. Elena asintió.

-¿Quieres que me detenga? - le preguntó cálidamente.

"Por favor di que no, por favor di que no, por favor di que no…" Suplicaba mentalmente Yulia.

Lena negó con la cabeza y se obligó a hablar entre jadeos.

-So…solo no… no tan… Yulia… - Fue lo único que pudo articular la pelirroja, pero Yulia pareció comprenderla.

-Está bien - Dijo para inclinarse luego y besarla. No tardaron mucho para volver a encenderse y que el vaivén de Yulia volviera hacerse notar.

Al principio, la morena movió sus dedos en el interior de Lena de manera lenta y continua, llevándolo de a poco más rápido.

Lena comenzaba de a poco a hacer movimientos con su cadera, buscando el ritmo que marcaba Yulia con su mano. Esto le indicó a la morena que su novia estaba lista para más y comenzó a ejercer mayor presión.

Llegado un momento, la pecosa ya no podía seguir besando a Yulia, por los gemidos y jadeos que su boca le exigían y se limitó a abrazarla por los hombros.

La excitación de Yulia era tal, que casi no podía pensar. Lo único que cruzaba por su mente era lo que estaba haciendo, y del modo que lo estaba haciendo. Cada vez podía sentir más los jadeos de Lena en su oído, y escuchaba su nombre entre los gemidos de la misma. No lo soportaba, era tan excitante y se sentía tan predispuesta.

Sin desearlo y sin verlo venir, pegó más su centro contra el muslo de Elena y comenzó a embestir contra él de manera prolongada, acompañando el movimiento de su mano, que cada vez arremetía más profundamente en Lena.

El movimiento rítmico de las caderas de ambas comenzó a acelerarse, Lena solo movía su cabeza de lado escondiéndola entre el cuello de Yulia y abrazándola firmemente.

-Yu…Yulia… detente - Le suplicaba entre jadeos - si sigues así… no puedo… no puedo más… Yulia…

Pero su novia ya no la escuchaba, cegada por el deseo y el placer que estaba sintiendo.

-Yulia… si sigues así… voy a… Yulia… - Lena gemía sonoramente sintiendo como su cuerpo se tensaba.

La morena embistió contra Elena un par de veces más y escuchó un gemido más notorio que los anteriores. Pudo notar como el cuerpo que llevaba abajo se tensaba y contraía violentamente, y como sus dedos, adentro de Lena, eran absorbidos y apretados un poco. Todo el ser de la pelirroja tembló y luego se relajó, dejándola inmóvil debajo de ella…

Pero la situación no era la misma para Yulia…

Elena pudo sentir con esas últimas embestidas, como un golpe eléctrico le recorría todo el cuerpo y luego olas de placer se extendían a todo su ser, no sabía como explicarlo… estaba aturdida pero muy complacida y luego de eso, pudo sentir a su cuerpo relajándose, pasándole al instante, una factura del cansancio que portaba.

Había caído nuevamente en la almohada y creyó que se quedaría dormida de gusto… pero entonces unos gemidos la trajeron de vuelta.

-Ah…ah… - alguien jadeando. Lena se obligó a volver a ella misma solo para encontrarse con el rostro de Yulia.

Su novia se apoyaba con uno de sus codos a su costado, irguiéndose un poco y dejando caer la frazada hasta su cintura. Jadeaba mucho y gemía con la boca semiabierta, tenía la mirada perdida en algún lugar del rostro de Elena. Fue entonces que sintió la presión sobre su muslo derecho, la misma que ejercía Yulia friccionándolo contra su centro.

-Lena… - escuchó la pelirroja entre gemidos y jadeos - …Lena…

Ver a Yulia así, sonrojada, gimiendo, con la mirada perdida de placer y luchando contra sus bajos instintos, despertó por completo a la pelirroja, quien guardó esa imagen en lo profundo de su memoria.

Se preguntaba cómo podía hacer para ayudar a Yulia, y se sintió nuevamente torpe y apenada por la situación.

Llevó ambas manos a la cola de su novia, y presionó la zona logrando que esta aumentara contra su muslo. Un gemido por parte de su chica le indicó que había acertado.

Con uno de sus brazos rodeó la cintura de Yulia, pegándola más contra su pierna, mientras que con la otra mano siguió ejerciendo presión en su cola, mientras acompañaba el rítmico movimiento de Yulia. Cuando Elena elevó su muslo, la pelinegra elevó más su cabeza cerrando los ojos.

Los movimientos cada vez eran más rápidos y pesados para Lena, sintió que la mano de Yulia, que aún llevaba adentro, golpeaba cada tanto con las embestidas, estimulando nuevamente a Lena.

-Yulia… Yulia… lo… lo estás haciendo de nuevo… - comenzó a decir, sin poder evitar la nueva excitación que estaba experimentando.

-Lena… no… no me sueltes - suplicó Yulia entre gemidos.

La pelirroja notó que había aflojado el agarre por los repentinos roces, y volvió a pegarse a Yulia.

Solo unos segundo más bastaron y pudo sentir como los muslos de Yulia aprisionaban más su pierna y como su chica había arqueado la espalda temblando notoriamente.

La morena volvió a pegar sus pechos a los de Lena y apoyó su frente en esta. La pelirroja se movió un poco aún con el vaivén de caderas, prolongando el orgasmo de Yulia, que lo agradeció con leves gemidos.

Los movimientos de ambas cada vez se hicieron más lentos hasta que finalmente solo quedaron sus respiraciones entrecortadas y sus jadeos.

Elena podía jurar que sentía el corazón de Yulia golpeando fuertemente en su pecho, y se concentró en esa sensación mientras intentaba calmarse. El rostro de su novia pasó al lado del suyo, apoyando su frente en la almohada y desplomando todo su peso sobre ella. Podía sentir la respiración agitada y cálida de Yulia sobre su oreja.

Sus manos abandonaron la cintura de la pelinegra y la deslizaban por su espalda, pudiendo palpar la traspiración en ella. Una de sus manos se quedó en la espalada de Yulia, trazando círculos y la otra se enredó en los cabellos negros de su novia, sintiendo el sudor frío que los envolvían.

Yulia recuperaba de a poco su respiración y se calmaba con las caricias que le brindaba Elena, creyó que caería dormida en cualquier momento.

No fue sino hasta algunos momentos luego, que cayó en cuenta que seguía adentro de Lena, sin pesarlo mucho deslizó su mano hacia afuera.

-Mmmph - se quejó Lena con un leve respingón, al sentir el movimiento.

Yulia levantó rápidamente su cabeza y buscó su mirada, preocupada de haber causado algún daño.

-Lo… lo siento - se apresuró a decir, encontrándose con la mirada de Elena - debí haber avisado… ¿Estás bien?

Lena asintió un par de veces y ambas se quedaron contemplándose por un rato.

Yulia se acercó al rostro de Lena y comenzó a besarla tiernamente en la cara. Primero en ambas mejillas, luego en la nariz, y luego en al frente. La pelirroja sonrío ante el gesto y finalmente la besó en los labios.

Sentía como el cansancio se volvía a apoderar de ella, y dejó caer su cuerpo hacia un costado de la cama, quedando boca arriba viendo el techo. Cerró sus parpados y pudo sentir a Lena moviéndose a su lado.

No pasó mucho, hasta que pudo sentir que era tapada por unas sábanas y luego por la frazada que antes la había cobijado tan bien. Sintió como la cabeza de Lena se apoyaba encima de su hombro y como su brazo era abrazado por esta. Ya le había comenzado a hacer frío, así que la acción, más que molestarla, la complacía.

El sueño de a poco se apoderaba de ella, cuando es traída de vuelta al escuchar su nombre.

-¿Yulia? - La llamó Lena en un susurro.

-¿Si? - contestó entre sueños.

-Me prometes... - comenzó a decir la pelirroja, pero parecía dudar - Cuándo estés por irte… ¿me despiertas?

El tono de voz alertó a Yulia para despabilarse un poco y mirar a Lena. Era el mismo tono de voz que usaba Nastya antes de ponerse a llorar.

La pelirroja escondía su rostro debajo de su quijada, y era imposible saber que le pasaba.

-¿Qué quieres decir? - indagó.

-Eso… que cuando te despiertes y te estés por marchar… antes, ¿puedes despertarme?

-¿Y eso?

-Es… que no quiero que desaparezcas y ya… - mencionó Lena entre susurros.

Yulia cayó en cuenta de lo que podría referirse Elena, recordando que la primera vez en casa de Grigori, esta había desaparecido sin dar ninguna explicación ni despedida. Suspiró pesadamente al adivinar esto, no pudiendo evitar sentir la culpa.

-Yo… yo tenía pensando desayunar juntas, de hecho - confesó Yulia. Lena levantó la vista rápidamente encontrándose con la mirada de esta, quien le ofrecía una sonrisa - Las cosas son diferentes.

Elena no dijo nada más y volvió a apoyar su cabeza en el hombro de Yulia.

-¿Entonces me lo prometes?

-Cuando despiertes seré lo primero que veas… lo prometo - Yulia sintió como los dedos de la mano de Elena entrelazaban la suya y se abrazaba más a su brazo, acomodándose, satisfecha por la respuesta.

Yulia besó la frente de su novia y volvió a sentir el cansancio sobre ella. Lo último que notó fue como la invadía un ligero aroma.

"Vainilla…"

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Creo que era el capítulo más esperado por ustedes 😅
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Mensaje por Fati20 3/27/2022, 1:45 am

Hay q lindo capitulo la verdad es q si lo esperaba con muchas ansias qué julia se redimiera de esa primera vez tan horrible y ahora sea tan dulce y tierna 😍😍😍. Saludos querida gracias por otro capitulo tan especial 😘😘😘😘
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Mensaje por katina4ever 3/27/2022, 7:39 pm

Wow, mi Lenita aún está un poco lastimada, así que debe seguir siendo dulce con ella, hermoso 😍😍😍
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 3/27/2022, 7:48 pm

⚠Advertencia!!⚠ Capítulo con más de 10kg en palabras 😅

Bleeding Love
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"…Dios, quien alguien apague el sol" Fue el primer pensamiento que tuvo "Esa luz me está matando… tengo mucho sueño, aún no quiero levantarme… ¿Qué día es? Sábado… Seguiré durmiendo hasta la hora del almuerzo, no me importa…" Elena seguía pensando mientras intentaba retomar el sueño nuevamente.

Pasó un tiempo más con los ojos cerrados, se estaba tan agradable, había algo en el ambiente que la hacía sentirse a gusto y soñolienta. Olía bien… no sabía a qué, pero olía bien, y sentía que su colchón era muy cómodo, no quería levantarse por lo menos en tres siglos más.

Dejó descansar una de sus manos a la par de su cabeza… y fue cuando lo notó. Tanto su mano como su cabeza subían casi imperceptiblemente, de manera lenta pero constante, solo para volver a descender despacio. Ante el repentino descubrimiento abrió un poco los ojos. La luz que entraba por la ventana le daba de lleno en la cara y no podía ver bien. Tomó un tiempo antes que pudiera visualizar en lo que se estaba apoyando. Levantó un poco la cabeza y la vio.

Yulia dormía plácidamente a la par suya, y ella había estado usando de almohada parte de su pecho y abdomen, en el cual aún se encontraba su mano, y esta se elevaba y bajaba con la respiración tranquila de su novia.

Elena sacó su mano inmediatamente, confundida y se dedicó a mirar a Yulia. Unas sábanas la cubrían hasta el pecho y su rostro estaba girado en dirección a ella. Podía ver lo blanco de sus hombros y su clavícula.

La pelirroja intentaba atar cabos en su cabeza, hasta que incorporándose un poco para admirar mejor la escena, su sábana cayo descubriendo sus pechos. Lo notó al instante y se cubrió nuevamente.

"Ok… Estoy desnuda… con Yulia en mi cama" Pensó, mientras le daba otro vistazo al cuerpo de la pelinegra "y… ella también está desnuda debajo de las sábanas"

Y entonces lo recordó… todo lo que pasó anoche. Se llevó una mano a la boca para no soltar ninguna exclamación y despertar a Yulia, mientras sentía sus mejillas arder.

El rostro de la morena muy cerca del suyo preguntándole entre jadeos si estaba bien, su propia voz repitiendo su nombre, la sensaciones que experimentó, Yulia repitiendo su nombre entre gemidos mientras observaba su sonrojo y su mirada… prometiéndole que sería lo primero que vería en la mañana…

Elena volvió su mirada a la pelinegra. Esta seguía en la misma posición y parecía inmersa en un profundo sueño. Sus expresiones eran serias pero tranquilas. Se acomodó nuevamente en la cama, girándose en dirección a Yulia y sosteniendo su cabeza en su palma, con el codo apoyado en la almohada.

"Ella es muy linda… ¿Qué hora serán? Por el sol ya debe ser algo tarde… ¿Cuánto tiempo estuvimos dormidas? … quiero acariciar su rostro" Pensaba Lena, sin poder dejar de mirar a su novia.

Intentó armarse de valor para acercarse de nuevo a Yulia, pero no lo lograba. No quería despertarla.

-Si sigues mirándome así, me harás un hueco en la cara o algo - mencionó la pelinegra en tono soñoliento, mientras se giraba dándole la espalda a Elena.

-¿Ya te habías despertado? - preguntó la pecosa con una sonrisa, contemplando ahora la espalda de Yulia.

-Acabo de hacerlo - fue la simple respuesta que consiguió.

Pasaron unos minutos en los que Elena creyó que Yulia se volvió a dormir, se acercó y despacio le susurró en el oído.

-Yuliya - le dijo suave consiguiendo un "mmm" por respuesta - debemos levantarnos ya… es tarde – Otro "mmm" por parte de Yulia - Iré a preparar el desayuno… si quieres puedes bañarte mientras… ¿sí? - Otro "mmmm".

Elena sonrió. De hecho lo que más quería era acompañar a Yulia y dormir más tiempo a su lado, pero sabía que su novia tenía cosas que hacer y ella por su parte tenía tareas.

Ok… - terminó diciendo Lena y le dio un pequeño beso en los hombros, mientras se levantaba.

Se cambió con un pantalón largo y una remera mangas largas que encontró en su habitación, y agradeció que Yulia le estaba dando la espalda para no ver como se cambiaba rápidamente con vergüenza y bajaba a la cocina.

Una vez abajo, la dueña de casa se preguntó que preparar para el desayuno, no tardó mucho en resolver que no se podía equivocar con un café para Yulia.

Podía escuchar como al ducha de la habitación de arriba se había prendido, señal de que la pelinegra ya se había levantado.

Terminó de preparar la mesa en la cocina, esperando que la cafetera le diera la señal de acabado, y preparó también algunas tostadas y algo de fruta en la mesada.

No podía evitarlo, pero preparar el desayuno para alguien más se sentía tan raro, reconfortante y alegre de un modo, pero aún así raro.

"Y es que no es cualquier persona… YO, le estoy preparando el desayuno a MI novia" pensaba Elena mientras sacaba el café y lo servía en unas tasas muy grandes "Mi novia… que pasó la noche conmigo… y amaneció conmigo…"

-Yo… creo que podría acostumbrarme a esto - mencionó Lena para ella misma.

-¿Acostumbrarte a qué? - Preguntó una voz a sus espaldas.

Yulia bajaba las escaleras con la ropa que traía anoche, su camisa leñador oscura y sus vaqueros negros con botas, llevaba una toalla en la mano con la que intentaba secarse el pelo. Terminó de bajar y se paró en frente de Elena.

-Ah… nada… solo - Intentaba explicar Elena pero nada salía - te prepare café.

La pelirroja señalaba la mesa algo nerviosa y Yulia se rió un poco por el gesto, más no dijo nada y se sentó en la mesa. Elena trajo un par de cosas más y la acompañó al instante.

-Le di un último vistazo al trabajo de la película - comentó Yulia, llevándose el café a la boca - Agregué unas cosas que debes cambiar, pero por lo demás está bien, solo pásalo en limpio y ya.

-¿De verdad? Gracias - se alegró la pelirroja - tenía pensado darle unos toques más y luego podrías venir a verlos y si quieres…

-Wow wow wow wow - Exclamó rápido la morena, levantando una mano, pidiendo que Elena se detuviera - ya te lo dije, es imposible que estey aquí el fin de semana, de hecho ya debería estar en el teatro viendo los últimos toques de las dos funciones que quedan.

Yulia terminó su explicación, pensando que lo que estaba diciendo era obvio y ya lo había mencionado, así que sin ninguna incomodidad tomó una tostada y comenzó a prepárasela.

Elena la miraba algo confundida, pero recordó que era verdad. La pelinegra le había aclarado que iba a estar muy ocupada y por eso la ayudó anoche.

"Esto es injusto" Fue lo primero que pensó "no vale… ¿por qué no podre ver a mi novia en los próximos días?… ¿y qué son estas ganas de estar abrazándola ahora? ¿Desde cuándo están?... Maldición lo único que quiero es acurrucarme con ella en el sofá todo el día" Seguía pensando mientras su mirada se desvió al sofá detrás de Yulia, junto a la mesa ratona.

"No es justo" Volvió pensar mientras bajaba la mirada algo resignada.

-¿Y ahora qué? - preguntó con frustración Yulia. Elena levantó la vista de nuevo viéndola.

-¿Qué?

-¿Qué tienes ahora? - preguntó algo frustrada - hace 2 minutos estabas de lo más feliz comentando y ahora pones esa cara… como si se tratara de un perrito abandonado en una noche de lluvia… ¿Qué?

-¿Eh? - se extrañó la pelirroja y finalmente comprendió que Yulia se había dado cuenta de su expresión lastimera de hace unos momentos, lamentó haberlo demostrado - No es nada… te burlarías.

-No es como si no fuera habitual - contestó con simpleza la ojiazul.

-Si… pero no es nada, en serio.

-Vamos Katina ¿Qué es?

-No Yulia, te reirás… y quizás me golpees con algo - contestó pensando en esta posibilidad.

-Vale… no me reiré... así que dime - insistió.

-No te creo

-Haces bien.

-Yulia - reprendió Lena.

-Está bien, ¿puedes decirme? Intentaré no reírme… tanto - mencionó la pelinegra.

La pecosa suspiró un par de veces, pensando alguna mentira, pero terminó resignándose a decir la verdad.

-Yo… quería que te quedaras conmigo hoy - mencionó con algo de pena - de hecho, bueno, no entiendo bien porque, pero no solo quería pasar el día contigo… sino que quería pasarla, acurrucada contigo en ese sofá - terminó admitiendo mientras señalaba el sofá con uno de sus dedos.

Yulia se giró para ver el sofá de la sala, que bien ya conocía. Pero entonces unas risas la trajeron de vuelta a la mesa.

Elena reía algo apenada y con la vista baja.

-Oh por Dios, hasta a mi me causa gracia lo que acabo de decir - admitió entre otras pequeñas risas, Yulia también sonrió pero mantuvo su palabra de no burlarse.

Se formaron unos pequeños minutos de silencio incómodos luego de que la risa de Elena no se escuchara más. Ambas chicas se habían sumergido en sus pensamientos, gracias a las palabras de la pelirroja.

-No… es solo una tontería Yulia, yo ya sabía que estarías ocupada, aparte nos veremos el lunes, no es tanto… no estés tan seria - Dijo la pecosa, notando como en los minutos que pasaron Yulia había comenzado a portar un rostro más serio y pensador.

Pero la morena solo la miró unos momentos, asintió y siguió desayunando, Elena suspiró por lo bajo, resignándose y también volviendo a lo que estaba.

-¿Sabes? No es como que odiaaaara la idea de que te pases por el teatro… - Mencionó luego de unos minutos, sin despegar la vista de su desayuno -… es decir, estoy segura que a Nastya, Vlad y los demás estarán muy contentos de tenerte cerca.

Elena la observaba sin comprender.

-Ya sabes… para ver a tus amigos en el último día de la obra… por ser sábado estaré, ¡estarán! - corrigió rápido - estarán muy ocupados, pero supongo que no habrá problema de que los visites el domingo…

La pelirroja sonrió ante la invitación camuflada de su novia.

-Eso me encantaría - contestó feliz, haciendo que Yulia levante la vista y sonriera brevemente de lado, luego volvió a su desayuno.

El silencio volvió a reinar mientras comían, pero no el incómodo de hace unos momentos, sino uno abrazador y calmado, que hacía disfrutar de la presencia de la otra.

-Hey… ¿Lena? - llamó Yulia, consiguiendo una mirada curiosa de su novia por no ser llamada "Katina"… cosa que raramente pasaba - ¿Estás bien?

-¿Bien? - Se extrañó la pelirroja- Claro… ¿Por qué lo preguntas?

-Bueno, es decir, ya sé que estás bien, te estoy viendo pero… - Yulia no sabía como explicarse - quería saber si estabas bien…

-No entiendo, Yulia - le contestó con una sonrisa de lado, animando a su novia a que se explicara.

-¿No… te duele nada? –la morena intentaba sostener la mirada mientras un leve sonrojo se aproximaba a sus mejillas - Lo de anoche… ¿estás bien? ¿No te arrepientes?

-Ohhhh - dijo Elena cayendo en cuenta finalmente lo que Yulia trataba de decir. Ahora era su turno para sonrojarse. Bajó su cara a su regazo y se puso a jugar un poco con sus manos. No sabía que decir - Bueno… ya sabes, no es la primera vez… de esto y…

-¿Por qué haces eso de nuevo? - La cortó Yulia.

-¿Hacer qué?

-Eso… minimizar el asunto de nuevo… yo sé que no… - pero se detuvo.

-¿Qué sabes? - se intrigó Elena.

"Dima me dijo lo de que Katina quería esperar de esa persona especial… eso me convierte a mí en su primera especial… pero Katina no sabe que yo sé…" Yulia intentaba adivinar "Si le digo que sé… meteré en apuros a Dima por contarme… y si bien la relación entre nosotros está mejor, no quiero seguir acumulando negativos con él… aparte… mírenla" Yulia contemplaba como Elena tenía cierto nerviosismo aún "Si no me lo quiere decir… debe ser que algo oculta… o por algo es…"

Yulia suspiró resignada.

-No es nada - terminó diciendo - Solo… de verdad quiero saber si estás bien con esto… es todo.

Yulia dio por concluida la conversación algo molesta y puso de nuevo atención al desayuno que ya casi había terminado.

-Se… se siente un poco incómodo… pero no me duele… tanto… creo.

Yulia levantó un poco la mirada hacia Elena, esta estaba apenada y miraba ahora sus pies por debajo de la mesa.

-Es normal, descuida - aclaró Yulia suavizando un poco la voz.

-Y… aparte de las ganas de abrazarte todo el tiempo y esas cosas… estoy bien… no me arrepiento… fue… - pero en vez de continuar, Elena solo levantó la vista y le sonrió -… Estoy más que bien.

Yulia bajó la mirada mientras una pequeña y corta risa se le escapaba.

"Por Dios, es jodidamente adorable… creo que hasta me contagió las ganas de abrazarla… debería advertirme, algo así como "Yulia estoy a punto de decir algo tierno y abrazable, quizás debas darme con una bota ahora mismo"… si… eso podría funcionar" Pensaba la morena, mientras negaba con su cabeza aún con la sonrisa dibujada.

-Oye Katina, me gustaría que…

Pero un sonido en la puerta las interrumpió. No alguien golpeando, sino alguien intentando abrir la cerradura.

Ambas se miraron sin entender. Elena había dicho que sus padres no volverían hasta el lunes, y por la mirada de la pelirroja, Yulia podía suponer que tampoco esperaba a nadie.

Pero la incógnita no hizo mucho de esperar hasta que Ekaterina entró hablando muy fuerte, seguido de sus padres, quienes parecían agotados.

-Es increíble que ese doctor no quiera atenderme a mí, o sea, soy la futura estrella de todos los shows que va a ver - mencionaba Katya mientras dejaba su bolso en el sofá.

-Hija… aturdiste a su secretaria, el pobre tipo salió a atenderte y le hiciste sangrar el oído - mencionaba su madre con cierto cansancio.

Yulia y Elena apreciaban desde su lugar la escena escandalosa de Katya y la de sus padres. Hasta que Sergey se percató de ambas chicas en la mesa de la cocina. Inessa y Katya al ver la atención que su padre ponía en la dirección a sus espaldas giraron y observaron a las chicas con la misma curiosidad.

Yulia pensó que hacía tiempo no le ponían tanta atención como en ese momento.

-¿Hola? - dijo Sergey luego de unos momentos.

-Papá… mamá…- dijo Elena con sorpresa, pero poniendo una sonrisa, se levantó de la mesa pero no se movió del lugar - que… que sorpresa verlos tan pronto…

-Sí, bueno… Katya arruinó su cita y… volvimos - respondió Inessa, aún viendo a Yulia. Ekaterina fulminó a su madre con la mirada pero solo largó un bufido nuevo - ¿Está todo bien… Lena?

-Cla… claro... ¿por qué no habría de estarlo? - siguió Lena con una sonrisa nerviosa. Yulia la miró arqueando una ceja.

"Si sigues hablando así, van a pensar que de verdad soy una especie de bruja asesina que vino a buscarte" pensaba la morena mientras intentaba comunicar con su mirada lo que pensaba, Elena pareció entenderla.

-Ok… ¿ no es algo temprano para estar con tus… "amigos"...- comenzó a decir Sergey mientras miraba alrededor viendo si no había alguien más -… a solas?

Yulia giró y enfrentó al padre de Elena con la mirada. No le importaba quien fuera, ella era Yulia Volkova y se sentía desafiada.

"Su padre piensa que vine para secuestrarla y torturarla… bien, que piense eso, muero de ganas de saber qué cara pone cuando se entere que su "hermosa niña" aceptaría complacida de que me la llevara a "torturar" por allí" pensaba Yulia con sorna.

-¿De qué hablas papá? No es tan temprano… y Yulia vino a ayudarme con una tarea, es todo - contestó Elena con una sonrisa aún, también palpando la pequeña tensión que se había acumulado entre su novia y su… "suegro"

-¿A ayudarte o a destruir tu tarea? - preguntó nuevamente su padre, consiguiendo una sonrisa sarcástica de Yulia.

"Hazte la fama… y échate a la cama… supongo… aunque de verdad… de verdad morirá por ver su cara cuando se entere de que cama me eche" seguía pensando Yulia, resistiendo el impulso de contarlo todo.

-No, papá - rió Elena - de verdad me ayudó mucho, ya la he terminado de hecho, Yulia - la llamó, consiguiendo que la aludida la mirara - Gracias.

-Ohhh fue un placer - dijo esta con tono burlón, haciendo que su padre frunciera el ceño molesto y Elena la mirara con suplica.

-Espera un momento - dijo Katya, consiguiendo la atención de todos en la sala - ¿Ella pasó la noche aquí?

Y nuevamente toda la atención hacia las chicas, ambas con cara de circunstancia.

-Ammm - comenzó a decir Elena.

-Oh por Dios, si pasó la noche aquí - dijo rápidamente Katya.

-Pffff ¿y qué? Es decir no es la primera vez que alguno de mis amigos se queda a pasar la noche aquí - dijo Elena intentando quitarle importancia al asunto.

-¿Yulia Volkova es… tu amiga? - Habló por primera vez su madre.

-Ammm - volvió a decir Elena mirando algo nerviosa a Yulia.

-¡Oh por Dios, Katina! - dijo la ojiazul molesta, no soportando lo sospechosa que se comportaba la chica - Claro, somos amigas, o algo… - terminó contestando por ella.

-¿Y tus amigos siempre te llaman por tu apellido? - inquirió Sergey cruzándose de brazos. Yulia volvió a verlo con gesto sarcástico.

-Esto no está saliendo bien - murmuró Elena.

-Espera un momento - repitió Ekaterina, parecía que la mayor de las Katin estaba intentando que sus neuronas funcionaran más rápido de lo habitual - Tu - señaló con el dedo a Yulia - ¿Tu pasaste la noche aquí? ¿A solas? ¿Con mi hermana?

"Genial, a la lenta de la escuela se le ocurre hacer preguntas inteligentes ahora" Pensó Yulia rodando los ojos.

"Por favor no preguntes lo que se que vas a preguntar" Rogaba Elena cerrando los ojos para desearlo con más fuerza.

-¿¡Tu dormiste con mi hermana!?

"¡Ohhh demonios!" pensó Lena, al ver como sus temores se cumplían.

Nuevamente toda la atención puesta en las chicas.

-Ammmm - ahora era Yulia la que tenía esa expresión.

-¡Claro que durmió aquí, Katya! - Contestó Lena actuando con desdén - ¿Pretendías que la tenga toda la noche despierta ayudándome con la tarea?

-No me refería a eso cuando…

-Yo creo que ya se hizo tarde - La cortó Yulia poniéndose de pie de golpe y sorprendiendo a todos - la tarea no te quedó tan del asco, corrige lo que te señalé.

-Si… ¡Si! Gracias Yulia - comprendió Elena, viendo finalmente la salida a esa incómoda situación.

La morena se acercó al sofá, cuidando cierta distancia del padre de Elena y tomó su bolso con sus cosas. La pelirroja se acercó a abrirle la puerta.

-Bien… - Dijo Yulia en el marco de la puerta, viendo a Lena - Nos vemos luego.

-Sí, adiós - contestó la pecosa con una sonrisa, recordando la invitación.

Yulia también sonrió de lado, y sin pensarlo mucho se acercó a darle un beso en al mejilla… para luego separarse un poco, comprobando que los presentes se habían percatado del gesto.

-Así es como… las brujas y demonios me enseñaron a desearle la muerte a alguien - explicó con un ademán de mano, para luego girarse y desaparecer de la vista de todos.

Elena la siguió con la vista por un tiempo y luego cerró la puerta. Al voltearse se encontró con la vista curiosa de toda su familia, rió con nerviosismo y de costado se encaminó hasta la escalera, subiendo rápidamente por ella, evitando todo tipo de pregunta.

…........................................................................

"…bueno… solo ha sido un día, no es que moría de nostalgia solo por no tenerla un día… no, no es eso, aparte si hubiera querido le mandaba un mensaje y ya…" pensaba Elena.

Hacía un clima más agradable que los días anteriores, aunque aún se mantenía muy fresco, y Elena optó por caminar al teatro, quería ver a los chicos en el ensayo previo, por lo que aún era muy temprano en las calles.

Elena había pasado su sábado esquivando a sus padres y terminando su tarea… y, como últimamente era costumbre, pensando en Yulia.

Para estar lejos de casa y calmar sus pensamientos había accedido a acompañar a su hermana de compras… grave error. Ekaterina no hacía más que preguntas, las cuales olvidaba cuando veía algunas botas que le gustaran… y retomaba cuando ya se las había comprado.

Luego de eso, volvió tarde a su casa el sábado y estaba tan agotada que solo quería dormir. Lamentablemente su mente tenía otros planes: "¿Por qué mejor no pensamos hasta el cansancio si mandarle o no un mensaje a Yulia?"

Elena suspiraba en la calle, mientras caminaba, recordando lo poco que había dormido. Su mirada bajó por unos momentos y se posó sobre la bolsa color rojo brillante que llevaba.

"Mmmm, esto también creo que fue una mala idea" pensaba mientras abría un poco la bolsa revisando su contenido. Sonrió para ella misma "Bueno… siempre puedo quedármelo yo… ¿Qué pienso? Todavía estoy a tiempo de volver a mi casa y esconder esto debajo de la cama… seguro lo odia, no sé en que estaba pensando"

Elena siguió profundizando en ello, pero no detuvo su marcha. Ya estaba ingresando a la puerta del teatro cuando se dio cuenta que ya no podría volver atrás.

-¡Elena Katina! - la llamó alguien haciendo que se volteara.

Un chico encantador, vestido de unos jeans blancos y camisa negra le sonreía ampliamente acercándose a ella.

-Anthony - dijo con una sonrisa.

-El mismo - rió el chico que con ambas manos tomó las propias de Elena y le dio un fugaz beso en la mejilla haciendo que se sonrojara un poco - ¿Cómo has estado?

-¿Yo? Bien… bien - contestó con algo de torpeza, segunda vez que lo veía y su presencia era tan abrazadora como la primera.

-Es temprano aún para la última función… ¿viniste a ver a Volkova antes? - siguió el chico que con amabilidad soltó sus manos.

-De hecho… también tengo amigos en el reparto de la obra… pero si, ver a Yulia entra en mis planes - contestó con simpleza.

-Ya veo ¿te quedarás para ver la última función?

-No, no lo creo, solo vine a saludar y darle ánimos… vestirme y hacer lo demás… me llevaría tiempo y tengo escuela mañana.

-Oh… es un pena, pero lo entiendo, las obligaciones… vaya encima de hermosa, lista… Volkova definitivamente es una chica con suerte - mencionó el muchacho aún sonriendo, haciendo que Lena le devolviera el gesto, agradeciendo el cumplido.

El chico se fijó luego en la bolsa que traía la pelirroja y con una cara simpática se la señaló.

-¿Esto?... es… un regalo…para Yulia… - dijo algo insegura. El chico extendió la mano y Elena le pasó la bolsa, suspirando un poco.

Anthony la abrió para ver el contenido y sonrió. Observó con sus verdes ojos a la chica y abrió la boca para decir algo pero lo interrumpieron.

-Vaya… pero si es Elena - Zacharias se acercaba por la espalda de su hermano - Veo que la novia de Volkova le sigue a todas partes.

El comentario le cayó mal a ambos chicos, pero solo su hermano lo miró con reproche.

-¿Y qué es esto? - dijo Zacharias sin hacer caso a las miradas, le arrebató la bolsa de las manos de su hermano y se fijó en su contenido - ¿es tuyo?

-Es de Elena, para Yulia - contestó su hermano, algo indignado por el arrebato.

Zacharias sonrió con algo de burla mirando a la pelirroja.

-Oh… pero si es adorable… claro que Volkova ha recibido mejores regalos que este, aunque esperaba algo más… significativo por parte de su novia - dijo sin importancia Zacharias.

-¿Más… regalos? - preguntó algo confundida Elena.

-Si, ya sabes, por su obra. Varios han demostrado su agradecimiento a la directora mediante regalos, la mayoría, ramos de flores elegantes, algunos peluches enormes… inclusive joyería - mencionó el chico - ¿quieres que lleve este junto con los demás?

-No, gracias - Puntualizó Elena algo molesta por el tono engreído que usaba con ella.

El chico sonrió y le devolvió la bolsa de cartón rojo brillante de mala gana.

-Supongo que se lo entregarás en la fiesta, ahora Volkova anda muy ocupada como para atender visitas, la vi hace unos momentos - siguió Zacharias.

-Yo no soy "Visita" soy su novia - dijo segura Elena, borrando la sonrisa del mayor, Anthony rió un poco.

-Oh… cierto… entonces "su novia" la acompañará a la fiesta de esta noche ¿Verdad? - preguntó el chico recuperando su tono engreído.

Elena se quedó viéndolo por unos momentos, no comprendiendo a que se refería.

-¿No te invitó, no es así? - sonaba más como una afirmación que como una pregunta - No me sorprende... Bueno, ya que pareces ignorarlo completamente, te diré que hay una fiesta en casa del señor Daniels esta noche… es más bien una cena para gente de clase…

Zacharias se tomó el tiempo para mirar de pies a cabeza a Elena acentuando su última referencia.

-Es por la obra de "Tu novia"… por celebrar que termina de forma exitosa - Zacharias había conseguido que la pelirroja se ponga algo incómoda por la información, de verdad no sabía nada - Pero no te sientas mal, es entendible… Toda la atención estará puesta en Volkova, si se fijan que por acompañante trajo a una chica… como tu… pues bueno, es normal que la atención deje de centrarse en el talento de la anfitriona… y se centre… en su noviazgo.

Elena entendió cada palabra que se le dijo, y no encontró con que refutar al chico engreído que tenía en frente, ciertamente no sabía nada de esa fiesta, ni de los regalos que se le daban a Yulia, ni siquiera si estaba tan ocupada como para atenderla ahora.

-Bien… tengo cosas que discutir con algunos empresarios - Dijo Zacharias, mostrando una sonrisa triunfante al conseguir el desequilibrio que buscaba - Adiós.

Y con un ligero ademán de manos, pasó a la par de ella, encaminándose por unos pasillos.

-Mi hermano es un idiota - dijo seguro Anthony, sacándola de sus pensamientos.

Elena sonrió de lado y asintió un par de veces, volvió su vista al regalo y se quedó pensando.

-Yo estoy seguro que le encantará - la animó el chico - Vamos, habla con ella, yo te acompaño - se ofreció extendiendo un brazo y guiñándole un ojo.

No tardaron en dar con Yulia, quien se encontraba a un costado, abajo del escenario hablando con un señor.

A medidas que se acercaban, Elena podía escuchar la voz de Yulia y como esta se dirigía con respeto pero con naturalidad al hombre.

La morena sustpiro un poco, mientras cerraba los ojos con cansancio. Luego vio en dirección a los chicos, cuando identifico a Elena, una ligera sonrisa se marcó en sus labios. El hombre que estaba con ella, al ver el repentino cambio de su interlocutora y notando como le habían dejado de prestar atención, se giró en dirección a ellos también.

Fue entonces que Elena reconoció el rostro de Robert Daniels, el dueño del teatro, y recordó que Yulia le había mencionado lo importante que era.

Finalmente llegaron a donde se encontraban

-Robert… Volkova - saludó simpático Anthony.

-Anthony - lo nombró contento el mayor, apoyando su palma en el hombro del muchacho - veo que sigues dando vueltas por aquí - el chico sonrió, mientras asentía, Robert posó su mirada en Elena - Y veo que te has encontrado un hermoso ángel que divagaba por mi teatro ¿cómo puede ser posible que no lo haya notado antes?

"Ok, quizás no todos sean tan desagradables como Zacharias en este entorno" Pensó la aludida mientras sonreía ante el nuevo cumplido.

-Robert, te presento a Elena Katina, Elena Katina, Robert Daniels - los presentó Anthony.

-Un placer Elena - Saludó encantado Robert, tomando su mano y besándola el dorso.

-El… el placer es mío - "Por Dios, deja de tartamudear, se segura, se segura" pensaba la pelirroja.

-¿Y que trae a una bella damita aquí a estas horas? todavía falta para la función, le encantará, se lo aseguro, refleja el enorme talento de su creadora - siguió Daniels.

-Sí, lo sé - contestó con convicción, mirando a Yulia -… Hola...

-Hola… - Yulia le devolvió el saludo con una corta sonrisa.

-Bueno… nosotros… ¿quieres ir a tomar algo Anthony? - le preguntó luego de unos momentos Roberts, pensando que sobraban en esa escena.

-Claro... señoritas - se despidió Anthony con un leve gesto con la cabeza.

-Espero volver a verla pronto Elena… Yulia - se despidió también el mayor, encaminándose con Anthony.

-Hola - volvió a saludar Elena ya a solas.

-Eso ya lo dijiste - se burló un poco la pelinegra.

-¿Todos son tan… correctos aquí? - preguntó sintiendo como sus hombros se relajaban un poco.

-Les gusta sentirse especiales supongo… Elena - se seguía burlando.

-Bueno ya… tu puedes decirme Katina… aunque a mi padre le parezca raro - rió al recordarlo.

-Oh por Dios, tus padres… de verdad, cuando se enteren de lo nuestro se van a morir - dijo Yulia uniéndose a la risa de su novia.

-Sí, bueno… se sorprenderán, eso es seguro.

-¿Te siguieron interrogando luego de que me fuera?

-No… de hecho no les di oportunidad.

-Bien… porque mientes pésimo - aseguró Yulia.

-Perdón, quizás le diga a mi novia que me ayude un poco con eso.

-Ohhhh - Yulia actuaba sorprendida -¿Elena tiene novia? ¿Quién podrá ser la pobre mártir?

-Oye - la pelirroja fingió ofenderse y le dio un pequeño empujón en el hombro.

Se quedaron hablando un poco de la obra y los últimos arreglos que debía hacer Yulia, esta le aseguró a Elena un par de veces que no estaba tan ocupada como Zacharias explicó.

-… y supongo que no irás tampoco mañana a la escuela ¿cierto? - preguntó Elena.

-¿Por qué lo preguntas? - Yulia fruncía el ceño.

-Por… la fiesta - aclaró, Yulia cerró los ojos algo frustrada.

-Quería decírtelo yo… ¿Cómo te enteraste?

-Me topé con Zacharias y su… sutil forma de decir que le desagrado - contestó negando con la cabeza.

-Sí, hay una fiesta luego de la función de esta noche, es para festejar que todo esto se acabó, será aburridísima e irán muchas personas desagradables como Zacharias, de verdad ni siquiera yo quiero asistir - siguió Yulia.

-¿Y por eso no… me dijiste nada?

-La verdad se me había pasado comentártelo… estuve muy agitada con la función de sábado… y la de hoy también, hace unos momentos me preguntaron si iba a llevar a alguien conmigo esta noche y lo recordé… - Fue lo único que dijo Yulia, ambas se quedaron en silencio luego.

-Yulia entiendo que no quieras que vaya, de verdad, no me molesta, irán muchos conocidos y no quiero… no sé, crear rumores que opaquen la obra para luego…

-No se trata de eso - la cortó de inmediato -... Mira… mi madre vino a ver la obra ayer, le gustó mucho… Robert la conoció y la invitó a la fiesta… mi padre también asistirá… ambos tendrán esa cara de superioridad y desprecio que siempre llevan… y será más aún ya que estarán en el mismo lugar - Yulia sonrió con sarcasmo.

Elena la miraba curiosa, con cara de no entender el punto aún.

- y… si tú también estás… seguro algo malo pasará… no malo porque estés… sino porque, quizás yo diga algo, o alguien diga algo, o alguien se te acerque… o mis padres se refieran a "mi amiga" con algo negativo… ¡o algo! - se desesperó - Y seguro yo estaré muy cansada, o idiota y terminaré contestando mal… y entonces mis padres mostrarán su desaprobación, y no es que me importe en realidad… pero de verdad… de verdad quiero que funcione… lo nuestro. Quiero que mis padres, por esta vez, no me jueguen en contra. Cuando salía con Vlad, siempre mencionaban lo desilucionados que estaban de mis decisiones y nunca lo tomaron en serio… quiero que sea diferente eso también… y sé que armando un escándalo en una fiesta con mucha gente de traje… no es la forma…

Elena sabía que había gente a su alrededor, ensayando en el escenario arriba o discutiendo algunas cosas en las butacas del teatro, se contuvo un poco pero no pudo evitar acercarse a Yulia y besar su mejilla con cariño.

-Te quiero - le dijo sonriendo al alejarse. Luchando con ella misma para no seguir besándola.

Yulia desvió la mirada algo avergonzada.

-Si, como sea - dijo, mientras intentaba poner sus ojos en cualquier cosa que no sea Elena, y se fijó en la bolsa que llevaba con ella - ¿y eso que es?

-Oh, lo había olvidado… no es nada - dijo Lena escondiendo la bolsa detrás de ella.

-Katina…- la advirtió.

-De verdad, no es nada.

-Es un regalo ¿Para quién? - insistió la pelinegra cruzándose de brazos.

-Para nadie.

-O sea que si es un regalo - siguió algo molesta - ¿Para quién?

"Genial, ahora se puso celosa" pensó Elena, viendo la actitud de su novia, quien ya la había reconocido cuando le hacía la vida imposible a Vladimir en situaciones parecidas.

-Te dije que no es nada - insistió.

-Bien, haz lo que quieras - terminó la ojiazul, dándose vuelta - creo que los chicos están en backstage, te acompañaría pero debo…

-¡Esta bien! - la detuvo, Yulia sonrió con triunfo y se acercó nuevamente - Si… si es un regalo… y es para ti… pero no es por la obra o lo que sea… de hecho no sabía que se daban regalos por eso - siguió algo apenada.

-No son la gran cosa - le quitó importancia Yulia con un ademán - Si el regalo es mío, entonces lo quiero ahora - demando autoritaria, extendiendo una mano.

-Bien - Lena se dio por vencida, extendió la bolsa de regalo hasta Yulia, quien la agarró de inmediato.

Abrió la bolsa y miró su contenido, luego miró a Elena levantando una ceja, haciendo que esta se sintiera estúpida y se concentrara en admirar lo rojo de los asientos a la par suya.

Yulia metió la mano y sacó lo que había adentro, arrojando la bolsa en uno de los asientos cercanos.

En sus manos, ahora, se encontraba un osito de peluche, pero no uno cualquiera. Este era de tamaño mediano y entraba cómodamente en las manos de su dueña, era marrón claro con ojos marrones brillantes, llevaba un chistoso sombrero de gala negro, unos anteojos de lectura de fantasía… y unos bigotes, al estilo mustache en negro, con un moño en la garganta del mismo color.

Yulia solo miraba detenidamente el peluche, sin ninguna expresión.

-Yo… se que debes odiar estas cosas, que seguramente es un gesto tierno e infantil… y lo entiendo solo que… no sé, acompañé a Katya ayer de compras… y lo vi en una vidriera… de hecho lo vi varias veces, ya que Katya me hizo caminar en círculos por el lugar unas cuantas horas… y no podía dejar de pensar que quería regalártelo…

Yulia que seguía sin ninguna expresión, acercó el peluche un poco a su rostro.

-Huele a vainilla - dijo sin apartar la vista.

-Si… bueno… si - contestó Elena, y finalmente su novia la miró, levantando una ceja aún con el rostro serio - recordé que… dijiste que te gustaba mi olor a vainilla… así que yo…

Elena no podía continuar, sentía mucha vergüenza y como las mejillas le ardían, podía verse a ella misma abriendo un par de veces la boca sin decir nada.

-¿Tú qué? - preguntó Yulia.

-Yo lo bañé con mi acondicionador y le puse mi perfume…

La morena bajó nuevamente la mirada al peluche pero con la misma expresión de antes y sin decir nada.

-Fue una mala idea, solo dámelo y lo devolveré - dijo rápidamente Elena intentando quitarle el peluche.

Para su desgracia la pelinegra era más rápida y se giró hábilmente extendiendo el brazo, alejando el peluche de las manos de Lena.

-Yo… guardaré esto, Katina - Dijo, abrazando el osito con un brazo, mientras que con la otra recogía unos papeles en una butaca cercana - Ahora, de verdad debo hacer unas cosas, los chicos están en BackStage ¿ de acuerdo?

Elena asintió un par de veces y Yulia se retiró.

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EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer) - Página 3 Empty Re: EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer)

Mensaje por RAINBOW.XANDER 3/27/2022, 7:53 pm

⏩⏹⏯⏭

Ya en su casa, la pelirroja se dispuso a dormir, era ya bien entrada la noche y aunque no estaba cansada, creyó que lo mejor era meterse a la cama y esperar al que el sueño llegara.

Se preguntaba cómo habría salido la obra y si los chicos ya estarían disfrutando de la fiesta. Había hablado con ellos en el teatro y le habían comentado sobre la fiesta a la cual también estaban invitados.

Miró su celular pensando en mandarles un mensaje…

"O a Yulia…" vacilaba mientras daba algunas vueltas en la cama.

Se torturó un par de veces más, pero finalmente se decidió en mandar un corto mensaje de buena suerte.

"Espero que todo haya salido bien y "disfrutes la fiesta" Razz Nos vemos mañana"

Conforme con el mensaje, lo envió y se dispuso a dormir. Casi al instante el celular comenzó a sonar. Creyó que era Yulia contestando pero se equivocó, si era ella, pero llamándola.

Elena titubeó por unos momentos pero atendió.

-¿Hola? - preguntó.

-Creí que ya estarías durmiendo - le contestó la voz de su novia del otro lado.

-Estaba por irme a dormir ¿qué tal la fiesta?

-Del asco, no veo la hora de que termine.

-¿No estás con los chicos?

-Ojalá ellos están por allí, preguntaron por ti… yo debo estar atendiendo a algunas personas que se me acercan a felicitar y eso… ya sabes, aburrido.

-¿Te interrumpió mi mensaje?

-Me salvó tu mensaje… mentí que era una llamada importante y ahora estoy en un balcón algo apartada.

-Ahhh ¿no era importante? - Elena fingió hacerse la ofendida.

-No quise decir eso… en fin, estaba pensando… que quizás a Katya y a ti… les gustaría estar aquí.

-¿Por qué?

-Porque… hay personas de renombre, quizás si las conocen… no sé, podrían aprovechar un poco… seguro a Katya le encantaría.

-Ohhhh que considerado de tu parte… ¿entonces crees que es una buena idea que Katya vaya? Porque creo que aún está despierta, seguro se cambia en unos momentos.

-Eso es genial.

-Ok, se lo diré, mientras yo volveré a dormir.

Se hizo un silencio del otro lado, en lo que Elena sonreía, sabiendo que había arruinado el plan de Yulia.

-Touché - se escuchó finalmente del otro lado, haciendo que Lena dejara escapar su risa.

-¿Y entonces? - preguntó Elena.

- Me gustaría que estuvieras aquí…

-Awwwww!

-Cállate, solo… dile a tu hermana que te traiga, no te costará mucho convencerla… quizás no pueda hablar ni acercarme a ti… pero estarás con los chicos, seguro te diviertes… ¿Qué dices?

Elena del otro lado parecía pensarlo un poco.

-¿Cómo tengo que ir vestida?

…...........................................................................

Según las indicaciones de Yulia, la fiesta era de gala, pero podía relajarse un poco ya que los demás jóvenes como Vladimir y Nastya, habían ido elegantes, pero no ostentosamente. Así que la pelirroja optó por un vestido casual corto, de un color marrón oscuro, que se ajustaba a su cintura y el cual era simple en la parte superior, de tirantes que se ajustaban en el cuello. Se peinó en una media cola, dejando su pelo totalmente lacio. Agregó unas pulseras, en una muñeca, varias en tonos marrón… y en la otra muñeca solo la pulsera de plata que le regaló Yulia. Unos zapatitos a juego con el vestido y estaba lista.

Al llegar a la casa del anfitrión, junto con Ekaterina, ambas chicas quedaron anonadas. El lugar era enorme, con un gran frente en verde y una fuente en medio, más atrás se podía divisar la mansión, en colores en blanco predominantemente, de unos 2 pisos, donde se podían ver algunos balcones con personas, y de donde salía una cálida luz amarilla desde adentro.

Al llegar los recibió un portero. Elena habló con él y las dejaron pasar. Estacionaron el auto donde el portero les dijo y se encaminaron a la fiesta.

Apenas Elena puso un pie adentro, Katya ya le había llevado como 10 cuerpos de distancia y se fue a "cazar" a sus acompañantes para esa noche.

Viéndose sola, se armó de valor para seguir por su cuenta. Podía notar algunas miradas arriba de ella. Para su dicha no tardó en visualizar a Vladimir. El chico estaba rodeado de unas cuantas chicas que parecían encantadas con él. Este notó a Lena y disculpándose, fue a su encuentro.

-Viniste - fue el saludo del rubio.

-Vine.

-Eso es genial… como verás… no es una fiesta - comentó el muchacho, encaminándose con Elena.

-Si… no como las que tenemos nosotros - afirmó mientras veía el lugar con gente de diferentes edades, todas conversando entre ellos, se podía escuchar música de fondo, pero solo instrumental y algo delicado.

El lugar por dentro era tan impactante como por fuera. Una enorme alfombra bordo cubría el suelo, las paredes eran enormes, con inmensos portales que conectaban las habitaciones unas con otras. Se podían notar algunos cuadros decorando dichas paredes, todos de acuerdo con la temática de la casa. En el centro una enorme escalera de mármol que se dividía en dos alas, daba a la parte superior de la casa. Elena notó que a los costados de la sala, habían unas mesas donde estaba la recepción, con diversos platillos y bocadillos, acompañados de ponche y otras bebidas.

-Todo parece tan… refinado - comentó la pelirroja.

-Bueno, si… la farándula - explicó Vladimir.

Finalmente se juntaron con Nastya, Alexei e Iván en un costado del salón. Todos se alegraron de verla y se pusieron a platicar.

Luego de unos momentos Nastya le pidió que la acompañara a comer algo en las mesas, Elena accedió dándose cuenta que también tenía hambre.

Ambas chicas se encaminaron a la recepción, tomando algunos bocadillos.

-Esto está delicioso - mencionó Nastya.

-Ciertamente - Estuvo de acuerdo la pelirroja degustando el cuarto bocadillo que probaba.

-Veo que la comida le es de su agrado.

Ambas se dieron vuelta para ver a su interlocutor.

-Anthony - se alegró Lena al reconocerlo.

-Hola Anthony - dijo Nastya con una risilla.

-Esplendida como siempre Anastasia, te luciste nuevamente en la obra - halagó el chico.

-Gracias - Dijo Nastya con mas risillas.

-Elena, que bueno verte de nuevo.

-Igualmente - contestó - ¿no viniste con tu hermano? - preguntó, suponiendo que tendría que soportar algún comentario mordaz para no perjudicar a Yulia.

-De hecho… él no ha podido asistir - comentó, Nastya rió por lo bajo - él… tuvo un pequeño accidente.

-¿Qué pasó? Nada grave ¿verdad? - preguntó la pelirroja con cierta preocupación.

-No, claro que no - aclaró el chico riendo un poco también -… al parecer alguien puso… salsa picante en polvo… una gran cantidad… una excesiva cantidad de hecho, en su té…

-Zacharias tenía toda la cara roja y metió su cara en la pecera de utilería del escenario - comentó la castaña entre risas - fue tan gracioso.

-Si, bueno… mi hermano está bien… solo con… pequeños ardores… intentó ir al baño y podíamos escuchar sus lamentos en toda la casa - siguió Anthony riendo también con Nastya. Elena se contagió y los acompañó.

-¿Pero cómo pasó? - preguntó luego.

-No lo sé - respondió el muchacho - pero los encargados me dijeron que alguien había ordenado tacos con extra de picante por aparte…

Elena sonrió imaginándose de quien podría tratarse la broma.

-Anastasia… tu co-estrella también estuvo genial en escena - siguió Anthony desviando el tema.

-Vlad… si, él también está aquí - le dijo alegre Nastya.

-Es un chico muy guapo - admitió el otro castaño.

-¿Quieres que te lo presente? - preguntó animada la pequeña.

-Nastya no creo que Vlad… - comentó Lena.

-Vamos - y sin dar tiempo a que la pelirroja explicara, Nastya se llevó de la mano a Anthony.

-No creo que a Vlad le interese Anthony… creo - terminó diciendo Lena, pero ya hablaba sola, ambos chicos habían desaparecido.

Se sirvió algo de ponche para luego reunirse con los chicos. Cuando se giró con la bebida en mano, pudo divisar a Yulia a lo lejos.

Su novia hablaba con algunas personas elegantes, no la podía ver bien desde su lugar pero sabía que era ella, el lugar estaba lleno así que varias personas antes, le tapaban la vista de momentos.

Suspiró resignada, sabía que Yulia le había advertido que quizás ni siquiera tengan la oportunidad de hablar.

-Espero que la persona por la que suspira, le robe el aliento por felicidad… y no por tristeza, ya que sería un pecado atentar contra una sonrisa tan hermosa.

Elena buscó con la vista a quien había dicho eso, dudando que hablaran con ella. Se asustó un poco al notar que al lado suyo se encontraba el dueño de casa.

"¿Pero en qué momento se acercó tanto?" se preguntaba con sorpresa la pelirroja.

-Perdone, no fue mi intención asustarla - dijo el caballero, mostrando una sonrisa.

-No, no… solo me sorprendió, creí que estaba sola - corrigió rápido.

Robert era un hombre alto y buen mozo, imponía respeto, pero no de una manera intimidante. Iba vestido según la ocasión, su cabello peinado hacia atrás, mostrando unas cuantas canas entre lo negro, pero aún así no le daban más edad, solo más experiencia a su aspecto, de ojos marrones profundos, que desviaron su atención del rostro de Lena a mirar en la dirección que previamente la pecosa estaba observando.

-Ahhh, ya veo - mencionó el mayor, Lena volvió a posar su mirada en Yulia, quien aunque hablaba y asentía a los comentarios de sus interlocutores, no dejaba de mostrar una expresión aburrida - Ella es… increíblemente talentosa… y tozuda.

-Si… lo es - rió ante el comentario.

-Son buenas cualidades en este negocio - siguió Robert - Jamás cambia ni cede su opinión, es difícil tratar con ella a veces, pero sí escucha… aunque con soberbia… me recuerda un poco a mi - rió Robert, Elena sonrió, entendiendo de lo que hablaba.

-Si bueno… ella es muy orgullosa - agregó la chica, sintiéndose más cómoda con la conversación… más bien con el tema principal de la conversación, el cual seguía hablando con desconocidos… lejos de ella.

-Es muy hermosa ¿no crees? - preguntó con desdén Daniels.

-Lo es - asintió Elena.

-Supongo que al ser tan hermosa y talentosa… compensa el tener que lidiar con una novia tan orgullosa y recelosa de sus sentimientos - siguió el hombre.

-No es solo el hecho de que sea hermosa y talentosa… ella es también muy profunda … tierna y atenta, aunque no lo admitiría ante su propia tumba. Y cuando alguien o algo le importa todo lo demás desaparece… te hace sentir como si fueras única en ese momento, como si fueras la dueña de toda su atención, y sus ojos… sus ojos son tan…- Elena pensaba en voz alta, y miró a Robert para seguir explicándose, cuando notó que este le sonreía, entonces cayó en cuenta de lo que acababa de decir - Oh por Dios… no quise decir… es decir… ella y yo no… no es lo que parece…

-Tranquila - la calmó Robert con voz dulce - fui yo él que te metió en este embrollo, lamento mi pequeño truco. Pero solo afirmaste lo que ya pensaba.

El hombre se cruzó de brazos y se apoyó un poco en la mesa, mirando de nuevo a Yulia con una sonrisa.

-¿Ya lo… sabia? - preguntó Elena algo confundida - ¿ella se lo dijo?

-No… ella jamás lo diría. Como ya dije, es terca y recelosa de sus emociones… resguarda muy bien su vida privada… chica inteligente - siguió el mayor.

-¿Y entonces como…? - preguntó Elena aún con curiosidad.

-Podrá ser terca, testaruda, mostrar una actitud fría y distante… saber tratar con respeto cuando conviene y mostrarse ligeramente simpática cuando alguien le agrada… pero sin duda, no puede disimular el brillo de sus ojos cuando te ve - explicó el mayor… - ni siquiera puede evitar sonreír con sinceridad al saber de ti.

-¿De verdad? - se extrañó la pelirroja.

-De verdad - le aseguró - Cada vez que le intentaba presentar algún pretendiente, esta no solo rechazaba la idea, sino que daba a entender que no estaba disponible, aunque no lo dijera, lo dejaba en claro. Entendí y no volví molestarle con el tema… pero la curiosidad me invadía, así que en varias ocasiones le ofrecí almuerzos y cenas en los cuales le demostraba lo agradecido que estaría de que llevara a esa persona especial - reía mientras recordaba - Rechazó todas y cada una de mis propuestas… no lo entendía… hasta ayer.

El hombre hizo una pausa para mirar a Elena.

-Ayer me fue tan evidente que se trataba de ti… quizás tu no lo notes, porque estás acostumbrada a su forma de ser. Pero para alguien como yo, que me consta que Yulia me ha dado cierta confianza, es evidente que cuando te ve… como tú dices, no ve a nadie más.

Elena sonrió ante esto, se sentía muy feliz de repente… cálido…

-Y por cierto… estoy seguro que no te lo dijo, porque su orgullo no se lo habría permitido… pero le encantó el osito - siguió contando el distinguido caballero.

-¿En serio? ¿Cómo…? - quiso saber Lena.

-Tiempo después la encontré en uno de los camerinos, que ella tomó como suyo. Cuando entré, pensando que no había nadie, me sorprendí al verla sentada acariciando un poco ese peluche entre sus manos. Sonreía como si una niña pequeña encontrara su nuevo juguete favorito. Me retiré sin que notara mi presencia… por favor no le digas que te conté, seguro me mataría sin pensarlo - terminó diciéndole mientras le guiñaba un ojo.

Elena asintió… conocía a Yulia lo suficiente como para comprender que quizás si lo mataría.

-Bueno, ahora supongo que te gustaría hablar un poco con tu novia ¿no?

-No creo que sea una buena idea, parece estar ocupada y no quiero… no sé, molestarla o que hablen y…- Elena comenzó a explicar pero Robert levantó su mano en señal que callara.

-Déjame a mi - le dijo seguro el caballero y extendió un brazo para que la pelirroja lo acompañara.

Así lo hizo y comenzaron a caminar en dirección a Yulia. A medida que avanzaba podía sentir nuevamente la mirada de todos sobre ella, no tardó en concluir que se trataba por quien la estaba escoltando. Respiró y levantó la cabeza, recordando que la timidez y el nerviosismo no la ayudarían.

-Buenas noches - saludó Robert al grupo de personas que estaban con Yulia - ¿Qué tal va la velada?

-Magníficamente - comentó una mujer al lado de Yulia, quien rápidamente notó a Elena del brazo de Robert.

Como Robert había mencionado antes, su novia sonrió y cambió de postura solo al verla. Y ahora teniéndola más cerca no pudo evitar notarla hermosa. Iba sencilla a comparación de lo ostentoso de las demás vestimentas del lugar, con un vestido ajustado corto, en un azul muy oscuro, con tirantes y detalles en negro en la parte superior e inferior. Pelo suelto pero acomodado hacia su costado, haciendo que callera sobre su pecho izquierdo.

-Oh cierto, pero que descortés de mi parte - dijo Robert, luego de intercambiar algunas palabras con los presentes - Esta hermosa dama que me acompaña es Elena Katina, una distinguida actriz de Ucrania que recibí este fin de semana - Elena miró a Robert con curiosidad, pero este solo le guiñó el ojo casi imperceptiblemente.

Algunos de los presente se presentaron ante Elena quien asintió simpática.

-La señorita Katina me comentaba lo impresionada que estaba con la obra, cuando le mencioné que la dirigía otra chica de relativamente su edad, no me creyó en lo mas mínimo - Rió Daniels, los demás allí acompañaron la risa - Así que Elena, quiero presentarte a la directora y guionista de la obra, la señorita Yulia Volkova.

-Es un placer, Elena - Dijo la morena, siguiendo el juego de su mentor - dime que te pareció la obra, siempre estoy interesada en una opinión tan joven, aún más si de una distinguida actriz de afuera se trata.

-Me pareció esplendida, has elegido actores excelentes, que creo lograron plasmar la idea de la escritora, aunque desde que terminé de verla, he querido que esta me explique algunos detalles, no porque no hayan quedado en claro, sino para verlos desde otra… óptica - Lena se esforzaba por usar palabras acorde a la ocasión, y no sabía si lo estaba logrando, o estaba quedando en ridículo.

-Me encantaría - contestó convencida Yulia.

-Bueno, creo que es momento que los más grandes, me acompañen - comentó simpático Robert - dejemos a las niñas hacer amistad, y a los viejos - Se tocó el pecho, haciendo reír a los presentes - Los invito a degustar un vino Argentino que me regalaron.

Los demás estuvieron de acuerdo y acompañaron al dueño de casa, dejando a ambas a solas.

-Así que… de Ucrania ¿eh? - preguntó Yulia.

-Si… idea de Robert - se explicó Elena.

-¿Ahora lo tuteas? Vaya, que confianza.

-Bueno… el parecía de confianza…

-Si… creo que me cae bien, es diferente a las personas de por aquí.

-Ya lo creo… y… ¿Cómo la estás pasando? - preguntó la pecosa.

-Ahora… mejor - contestó Yulia disfrutando de su nueva compañía, a quien no le costaba mucho hacer sonrojar - te ves muy linda.

-Tú también - contestó sin titubear a Yulia, quien se sorprendió de la seguridad

-Bien…

-¿Y tus padres?

-Ya se fueron… te lo dije, no soportarían mucho en la misma habitación - siguió con desdén.

-Ya veo… ¿así lo prefieres?

-Sí, algo así… - contestó la pelinegra con una sonrisa de lado, viendo por detrás de Lena - ¿ya viste a los chicos?

-Sí, estuve con ellos hace unos momentos, y con Anthony… me contó lo de Zacharias - comentó, viendo como su novia mostraba una sonrisa delatadora - Fuiste tú… ¿no es cierto?

-Ñe… se lo merecía - dijo con simpleza.

-¿Ah si? ¿Qué hizo? - se interesó la pelirroja.

-Nada….

-Vamos dime…

-No hizo nada…

-Yulia - mencionó Lena con cierto tono demandante - es por mi ¿no es así?

Ante el nuevo tono que Elena mostraba, la morena dudó pero asintió.

-No tienes que defender mi nombre o lo que sea, Yulia - la reprendía un poco, aunque también se sentía feliz por el acto.

-Él… se burló del osito - admitió la morena como intentando justificarse.

La pelirroja meneó la cabeza, mordiéndose el labio, luchando por no besar a su novia justo allí.

…...........................................................................

La velada siguió su curso habitual, Elena solo pudo hablar un rato más con Yulia antes que otras personas entablaran conversación con ella.

Ya los chicos se habían retirado, y aunque habían ofrecido acercarla hasta su casa, Elena decidió quedarse en la fiesta por más tiempo. Se sentó en unas sillas que deban cerca de la recepción y desde allí observaba a su novia.

-Veo que todavía resistes aquí - Anthony se acercó a ella, tomando asiento a la par.

-Sí, aun aquí - contestó la pelirroja, viendo al chico.

-La fiesta a estas alturas se vuelve tediosa y aburrida para los jóvenes como nosotros.

-Puedo soportarlo… aparte ella todavía sigue aquí - dijo mirando nuevamente a Yulia.

-Pero no estás ni hablando con ella.

-Lo sé… es mejor así, creo… a parte ya hablaré con ella en la escuela mañana.

-¿Y por qué aun sigues aquí? - preguntó el chico sin entenderlo del todo.

-No lo sé - rió Elena.

Ambos se quedaron en silencio mirando la fiesta por algunos minutos.

-¿Sabes? He visto a Volkova intentando escaparse varias veces por la puerta, pero siempre alguien se lo evita y la trae de regreso - comentó - es obvio que no se está divirtiendo… si tan solo alguien le comentara que hay una puerta en la cocina que da para la parte exterior de la casa, a los jardines, donde tienes que seguir derecho y luego en un árbol girar a la izquierda, allí está el estacionamiento…

Elena miró a Anthony analizando lo que el chico le había dicho.

-Pero la pobre de Volkova no tiene a nadie que le informe de eso y la acompañe para que no se pierda… - el chico se paró y le guiñó un ojo a la pelirroja, luego giró y fue a hablar con otros chicos, aparentemente de su edad.

Elena volvió a buscar a Yulia con la mirada y la encontró cerca de la recepción donde ella estaba, hablando con una pareja. Se levantó pensando en un plan y encaró a los invitados.

-Señorita Volkova, lamento interrumpirla, pero el dueño de casa me indicó que la buscara, quiere presentarle a alguien - dijo Elena con tono seguro, también disculpándose con la pareja, quienes parecieron entenderlo, dejando que ambas chicas se marcharan.

Mientras caminaban, Yulia preguntó a que se debía esto, con cierto cansancio.

-En realidad nadie te busca.

-¿A no?- preguntó con curiosidad.

-No…- Lena se giró para verla a la cara - ¿quieres hacer algo más divertido?

-Por favor - los ojos de morena brillaron ante lo que sea que Lena propusiera.

La pelirroja tomó de la mano a su novia y se la llevó a la cocina, cuidando que nadie le siguiera la pista. Allí se encontraban algunos cocineros y mozos con sus platos, que vieron a la pareja con curiosidad, pero ninguno la detuvo. Elena visualizó la puerta que debía dar a la salida y condujo a Yulia hasta llegar allí. Una vez fuera, vio el jardín interno… más que un jardín parecía una cancha de futbol americano, era enorme y tenía el césped verde bien cuidado. A lo lejos pudo ver el roble que Anthony le indicó. El lugar estaba a oscuras pero el césped se veía y a los lejos las luces del estacionamiento.

Elena vio el amplio patio y se comenzó a sacar los zapatos.

-¿Qué haces? - preguntó con gracia Yulia.

-Debemos cruzar el patio.

-Ni de broma.

-Bien, entonces supongo que podemos volver a la "Fiesta"- dijo la pelirroja agarrando ambos zapatos con la mano y extendiendo la otra hacia Yulia.

-Bien, pero tu ve adelante - contestó esta, sacándose los tacos y tomando la mano de Lena.

Con sigilo avanzaron por el césped a oscuras. Ya había caminado así por un tiempo cuando Yulia la detuvo de la mano.

-Creo que desde aquí ya nadie puede vernos.

La pelirroja se giró para ver que la casa se veía a los lejos y que efectivamente costaría mucho visualizarlas a esa distancia y a oscuras.

-Si es cierto… aunque quizás… algunos de esos señores hayan venido hasta aquí para besuquearse pero olvidarán eso cuando te vean… recordarán que se trata de ti y te busquen para hablarte y llevarte de nuevo adentro - se burlaba Elena.

-Cállate, mira que sea cierto y salgan detrás de ese árbol - contestó con fingida preocupación la morena.

-Todo podría pasar Yulia Volkova- asintió Lena con expresión seria.

-Pues… - la pelinegra se acercó a su novia - si eso sucede… siempre puedo mandarlos al demonio, diciéndoles que vine hasta aquí para besuquearme con una aclamada actriz de Ucrania.

-Ese sería un buen argumento señorita Volkova.

-¿Usted lo cree, Elena?

Lena se acercó al rostro de Yulia y justo cuando pensó que por fin tendría el beso que deseaba desde la mañana que amaneció junto a ella… un ruido metálico las detuvo a ambas.

Se miraron algo confundidas justo antes de que comenzaran a ser mojadas por los rociadores y grifos del patio.

Elena chilló por el agua helada y rápidamente comenzó a correr con Yulia en dirección al roble.

-¡Idiota, ¿no te diste cuenta de los rociadores?! - retaba la morena mientras corría detrás de Elena, aún de la mano.

-¡¿Y cómo iba a saberlo?! - dijo la pelirroja riéndose - ¿Sabes? En otras circunstancias esto sería romántico, pasa mucho en las películas..

-¡Debes estar bromeando! - la retó Yulia - ¡la noche es fría, el agua aún más… a menos que quieras que terminemos como Jack y Rose muriendo de hipotermia, esto no es romántico en absoluto!

Lena seguía riendo mientras ya casi llegaban al roble.

…..........................................................................

Desde uno de los balcones un hombre contemplaba la escena. Podía distinguir como ambas chicas eran bañadas por los rociadores automáticos de su casa. Las vio correr hasta llegar al roble, y aunque desde allí casi no se distinguían, podía jurar que vio como ambas figuras se abrazaban y besaban debajo del roble. Sonrió para sí mismo, mientras prendía un habano y se lo llevaba a la boca, degustándolo.

-Linda escena ¿No crees? Varias películas románticas envidiarían algo así - Comento Anthony mientras se acercaba al balcón y apoyaba su mano en él, miró hacia el roble justo al tiempo que ambas figuras desaparecían en dirección al estacionamiento.

-Ciertamente - contestó el hombre apoyando ambos codos en el barandal del balcón, aspiró nuevamente su habano y miró hacia el cielo.

-La juventud… - menciono con burla Anthony haciendo que el hombre riera.

-No deberías ser tan atrevido Anthony, no soy tan viejo - comentó Robert.

Se pasó una mano por sus cabellos acomodándolos prolijamente para atrás, luego metió su mano en el saco y sacó un sobre verde que tenía unas letras en dorado. Anthony pudo ver el sobre y lo identifico al instante. Volvió su vista a donde las chicas habían desaparecido.

-¿Tan pronto? - preguntó con algo de tristeza.

-Más de lo que crees… - se lamentó también Daniels.

-Era de esperarse… supongo.

-Si… ella es… muy talentosa después de todo…

-Te ha caído bien, ¿no? - preguntó el muchacho sin apartar su vista del patio.

-Si - admitió el hombre con una pequeña risa, que desapareció al mirar de nuevo el sobre - Mucho, me temo… que la señorita Volkova… descubrirá muy pronto… que no se puede tener todo en la vida…

____________________________________________

Inicia el drama 😅
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Mensaje por Fati20 3/27/2022, 9:16 pm

Muy lindo capitulo me encanto qué le hiciera la maldad al imbecil ese y la escapada romántica fue sensacional. Lo del sobre 🤔 supongo que es alguna propuesta para julia fuera de la ciudad o el país y eso será un gran problema para la relación pero ellas pueden con todo se aman mucho aunque no quisiera q ahora q están engranando como es debido se alejen. Ahhh me encanto el regalo del osito 😍😍😍. Saludos querida mía 😘😘😘
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Mensaje por katina4ever 3/28/2022, 11:07 pm

Muy muy lindo este mega capitulo, y ya estoy sufriendo por lo que pueda llegar a ser esta nueva propuesta, o lo que sea. Muchísimas gracias nena, saludos!! 😘😘😘
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 3/29/2022, 9:44 pm

Mr. Brightside
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Ya eran como las 4 A.M. cuando su celular la hizo saltar de la cama.

Elena solo atinó a buscarlo y ver la pantalla, nuevamente un número desconocido. Con un fuerte bufido se preparó para recibir la llamada, presentía que sería una de esas tantas que tuvo durante la semana y el solo hecho de que ahora se den a altas horas de la madrugada, solo hacían que la idea de botar el teléfono por la ventana sonara increíblemente interesante.

-Diga - Habló por el celular apenas apretó el botón de aceptar llamada.

-No te mereces a tu novia, solo es cuestión de tiempo para que esta se dé cuenta… - Se escuchó del otro lado una voz masculina… unos segundo después y el tono de colgado le aseguró a la pelirroja que ya estaba sola de nuevo.

Suspiró pesadamente y dejó su celular en su mesa de cama, no sin antes ponerlo en modo silencioso.

Era la octava llamada en 4 días. Todas con el mismo mensaje "¿Qué se siente saber que no estás a la altura de la persona que amas?" "¿De verdad crees que alguien como Yulia Volkova podría amarte?" "No falta mucho para que tu novia se aburra de ti" y cosas por el estilo.

La pecosa se acomodó de nuevo en su cama, repasando los últimos días.

Desde que la obra en HollyStreet había terminado, varias cosas amenazaron con cambiar. Los chicos en la escuela, por ejemplo, se acercaban mucho a Yulia para felicitarla y hablar de la experiencia. Los primeros días casi no vio a su novia, pero fue hasta que Yulia, harta de la atención que recibiera, mandara a todos al demonio, y hecho esto, los alumnos a su alrededor la volvieron a tratar como antes. Otro asunto también fueron los profesores, la mayoría parecía tener un respeto y aprecio por su morena que antes no tenía tanto. Nuevamente Yulia, con palabras mordaces y soberbia, logró que los profesores vieran que se trataba de la misma de antes.

-La misma de antes… - Susurró Lena en la oscuridad de su cuarto, poniéndole énfasis a sus pensamientos.

Definitivamente Yulia solo había cambiado un poco, casi nada. Pareciera que trabajar con grandes actores y bajo la tutela de, quizás, uno de los hombres más importantes del negocio, era cosa de todo los días para los Volkov… realmente era admirable con la normalidad con la que se lo tomaba…

-… Y ahora esto… - Volvió a susurrar Elena con un dejo de cansancio, mientras giraba un poco su rostro para admirar el celular.

Las llamadas, en un principio, las sorprendieron, y debido a la insistencia no sabía muy bien qué hacer. Se lo iba a contar a Yulia, pero esta parecía muy ocupada los últimos días poniéndose al tanto de las clases y desviando la atención de todo.

"No... esto es estúpido, seguro algún fan de ella envidioso de lo nuestro" Pensó la pelirroja intentándole quitar importancia al asunto, pero aún así era inquietante.

-Lo nuestro… - volvía a hablar para ella misma.

No se le ocurría alguna persona que pudiera hacer este tipo de acosos, eran contadas las que sabían lo suyo. ¿Qué pasaría si alguien más sabía que eran novias? ¿Y si ese alguien las amenazara o chantajeara? ¿Y si ese fanático de Yulia que la detestaba se lo decía a sus padres? ¿Qué tan lejos estaba dispuesto a llegar para que ella dejara a Yulia?

-No la voy a dejar - dijo más segura y sentándose en la cama - esto es una estupidez… y nadie que no se atreva siquiera a dar la cara, va a lograr que nos separemos.

Se puso de pie, dándose cuenta que no podría seguir durmiendo y bajó a la cocina por algo que tomar.

"Mientras no perjudique a Yulia…"

….............................................................................

Ya en los merenderos de la escuela, todo el grupo de amigos comía y hablaba sobre su semana. Yulia parecía inmersa en algunos papeles de clases y opinaba poco, pero aún así estaba al tanto de lo que los demás decían.

Elena la miraba de vez en cuando, pero la pelinegra mostraba esa postura de concentrada nuevamente. Su celular la sacó de sus pensamientos, vio la pantalla y nuevamente número desconocido, rechazó la llamada sin pensarlo mucho y volvió la atención a los chicos. Ni siquiera pasó otro minuto cuando volvió a sonar, miró el aparato con algo de molestia, iba a cortar de nuevo cuando…

-¡Contesta esa cosa! - dijo con molestia Yulia, sin apartar la vista de sus papeles. Obviamente el sonido la desconcentraba más que las voces a su alrededor.

Elena, resignándose atendió el celular acercándoselo al oído.

-¿Diga? - preguntó cortante.

-¿Estas con ella ahora no? Seguro se ve muy linda - La voz masculina de antes. Lena se giró un poco viendo hacia todas direcciones, disimulando - ¿Cuándo te vas a dar cuenta que no estás a las altura… Katina?... - El sonido de colgado del otro lado hizo que mirara la pantalla con molestia.

-¿Quién era? - preguntó Nastya. Yulia por primera vez había levantado la vista con algo de interés.

-No… nadie - dijo con una sonrisa fingida. Los demás la miraron con algo de reproche y Yulia con curiosidad.

-Pues… "Nadie" te hace poner algo tensa - mencionó la morena, poniéndole más interés a su novia.

-Pfff, no es nada… solo, número equivocado… es solo que la voz del hombre sonaba algo… rara - aseguró la pelirroja, inventando sobre la marcha. Yulia no pareció creérselo del todo pero volvió su vista a los papeles.

-¿Todavía no se lo has dicho? - le susurró Dmitry, que estaba a su lado.

-No - contestó la cantante, también en susurro - esto es estúpido, no le diré nada hasta que…

-Oye, Katina - la llamó Yulia, haciendo que esta volviera rápido la mirada - Debo adelantarme a clases, necesito que el profesor me explique que pide en este punto… no creo que te vea después… ¿Vas a ir a mi casa?

-¿Ah? - se extrañó la pelirroja.

-Dijiste que me llevarías los apuntes de la última clase y resolveríamos el cuestionario juntas - le recordó.

-Oh, si…. Si, si claro… te veo allí entonces - contestó, recordando de repente que se había ofrecido a ayudar a Yulia con una de las tareas, pero como la pelinegra no había rechazado ni aceptado la ayuda, el asunto había quedado en nada.

-Bien - dijo esta, dándose la vuelta y dirigiéndose a clases.

-Tienes que decirle - habló Dmitry apenas la morena había desaparecido de vista.

-¿El mismo tipo de las llamadas misteriosas? - preguntó Vladimir.

-Si… el mismo - contestó la pelirroja, llevándose la botella de agua a la boca.

-Debes decirle - insistió el rubio.

-¿Para qué? - cuestionó con algo de molestia Lena.

-Déjala, tiene razón - la apoyó Vladimir - quien quiera que sea, es solo un pobre mediocre que quiere alterarlas, cuando se dé cuenta que su plan no funciona, dejará de hacerlo.

-Cierto - se relajó Lena - aparte, Yulia está ocupada como para hablarle de un supuesto acosador… ya la conoces, si se lo digo, no parará hasta enterrar su bota en lo profundo de la persona que está intentando molestarme.

-Yo también creo que debes decirle - apoyó Nastya.

-Claro que no - volvió a negar la pelirroja.

-Piénsalo de este modo - interrumpió Alexei - si Yulia también recibiera esas llamadas, ¿te gustaría que te lo dijera?

-Yulia lo resolvería ella misma - contestó Vladimir por Elena - si ella estuviera en el lugar de Lena, buscaría al tipo hasta dar con él… y le enterraría la bota en su trasero.

-Sí, pero yo no pregunté qué haría Yulia - siguió Alexei - pregunté si a Lena no le gustaría saberlo.

La pelirroja dudó un poco ante la pregunta.

-No lo sé… - terminó diciendo - eso creo.

-Bueno lo ves, estoy seguro que Yulia querría saber si alguien está molestando a su "Querida y defendible Novia" - mencionó Dmitry riendo un poco ante lo último.

-Yo era su "querido y defendible novio" - agregó Vladimir con algo de gracia - y créeme, una vez le conté que una chica me acosaba, y se puso como loca… y desde allí que empecé a arreglar ese tipo de cosas solo. Evitaba que Yulia se molestara y mantenía a las demás en margen.

La charla daba para más, pero el timbre anunció el final del almuerzo y solo pudieron charlar un poco más hasta llegar a clases.

…............................................................................

Elena solo podía admirar a Yulia nuevamente concentrada en su trabajo del otro lado de la mesa. Habían optado por hacer la tarea en la sala comedor de la morena, y allí estaban de nuevo, en esa habitación clásicamente decorada en sus tonalidades blancas y negras. Misma habitación que por solo estar allí y traerle recuerdos a Lena de lo que fue uno de los besos más apasionados que tuvo en su vida, la hacían desconcentrarse un poco. Justo ahora, por ejemplo, no hacía más que apoyar su cabeza en su palma y contemplar a la anfitriona.

-…Oye Katina, la pregunta 7 está incompleta - dijo Yulia.

-¿Qué? - Elena se sacudió un poco para salir de su trance y prestar atención.

-Que la pregunta 7 está incompleta, mándale un mensaje a Alexei y pregúntale como sigue - semi-ordenó, la pelinegra.

Lena se levantó de su lugar y fue por su celular. Lo había dejado en la mochila en un perchero de la entrada. Cuando lo obtuvo en su mano se dio cuenta que la pantalla narraba dos llamadas perdidas de un número desconocido.

El recuerdo de las charla con los chicos vino a su mente.

-¿Yulia? - llamó mientras se volvía a sentar en su lugar, ya con el celular en mano - Alexei dice que la pregunta es "¿A qué precursores le deben los músicos occidentales la incorporación de los instrumentos de percusión?"

-Bien - asintió la pelinegra mientras anotaba veloz en un borrador la pregunta, y se volvía a concentrar en la tarea.

Lena intentó hacer lo mismo con las preguntas que le habían tocado a ella, pero su mirada se desvió nuevamente a su celular.

-¿Yulia? - la volvió a llamar.

-Dime - contestó la anfitriona sin despegar la vista de sus papeles.

-¿Cuándo terminaron la obra… no tuviste ningún… inconveniente? - preguntó.

-¿Inconvenientes? - Indagó con desdén Yulia, mientras escribía algo en sus apuntes.

-Si… ya sabes… fanáticos, personas que te seguían… chicos que intentaran salir contigo… - Mientras Elena hablaba Yulia levantó sutilmente la vista hacia ella - ese tipo… de cosas…

-Pues si, pero no es un inconveniente, es parte de esto, era obvio que se me iban a acercar gente, solo bastó con que los mirara mordazmente y mandara a todo aquel que se quería pasar de listo al demonio - le aseguró sin vuelta la morena.

-Claro… - asintió Lena y ambas volvieron su vista al trabajo.

"Eso… no deja nada en claro" se decía mentalmente la cantante.

-¿Yulia? - la volvió a interrumpir al cabo de unos minutos.

-Dime - misma respuesta con desdén de hace unos momentos.

-¿Pero no hay ninguno que haya insistido tanto contigo que le hayas llegado a decir… no sé… que estabas de novia y que ya tenías a alguien? - Insistió la pelirroja.

-No… es decir, no porque te niegue o algo… ya te lo había explicado - contestaba la chica, algo confundida por las preguntas - solo que no me pareció necesario en ningún momento.

-Sí, entiendo - asintió nuevamente Elena.

-¿Por qué? … Te dije que necesitaba algo de tiempo y que en nuestro entorno era mejor tratar con calma lo nuestro, no te negaría, solo que antes de "Blanquear" todo me gustaría hablar con mis padres y ver que no se haga un revuelo… - comenzó a explicar Yulia, temiendo que las preguntas fueran por ese lado.

-No no no no no - negó varias veces Lena - No tiene que ver con eso, descuida, lo entiendo perfectamente.

-Oh… bien.

Se volvieron a meter en sus tareas.

-¿Yulia?

Ni 5 minutos habían pasado y ya la llamaban de nuevo. La aludida solo levantó la mirada hacia su novia y no dijo nada.

-Olvídalo - Mencionó Elena y agachó su cabeza hacia el cuaderno.

"Así no iremos a ningún lado" pensaba con pesadez.

La pelirroja levantó su vista para llamar a Yulia por cuarta vez, pero solo atinó a abrir la boca ya que la morena la miraba levantando una ceja.

-Dime - La anfitriona la anticipó con una sonrisa burlona.

-Yo… no iba a decir nada - se apenó.

-¡Oh vamos! dime que pasa de una buena vez.

-Nada Yulia.

-Mientes.

-No miento - se defendió Lena - solo tenía algo de sed, voy por agua.

Se levantó y fue a la cocina, dejando a la pelinegra con sus dudas.

"Oh vamos, si no le quieres contar, entonces no le cuentes, pero déjale de hacer preguntas que ni al caso" se recriminaba en la cocina "O por lo menos que se te ocurra una forma más sutil de preguntar las cosas"

Se quedó en la cocina un rato más, terminó su vaso de agua y se acercó nuevamente al portal que conectaba con la sala de estar. Se apoyó en él viendo a Yulia nuevamente escribiendo.

-Oye - la llamó desde allí, Yulia se giró para verla - Había estado pensando… ¿Qué sucede si en la escuela descubren lo nuestro antes que arreglemos personalmente las cosas como queríamos? Y no sé… Grigori, o algunos de los chicos con los que salía te plantearan… cosas a ti… para que te alejaras… ya sabes… pareces tener un futuro muy… prometedor en la farándula y un escándalo no sería algo… contraproducente.

-No veo la diferencia contigo. Tu quieres ser una cantante famosa ¿no es así? Si lo permites, la prensa puede alimentarse de rumores y hacer un escándalo que opaque tu talento, no solo por quien estás, sino por lo que sea, si tratas mal a alguien, si te haces la diva, si te encuentran tirada de borracha… así es la prensa y el ambiente en que nos decidimos mover.

"Nuevamente… se desvió el tema" pensaba la pelirroja suspirando con resignación, sabiendo que no conseguiría nada de Yulia si no era clara con sus dudas.

-Sí, es cierto - Admitió con pesadez.

-Aparte… - mencionó la anfitriona parándose de su lugar y acercándose a Elena - Nadie ni nada… me diría a mí con quien debo o no debo estar.

La morena se aproximó a Lena tomándola de la cintura, esta sonreía al ver las intenciones de su novia.

-Y tu eres mía - le aseguró muy cerca de sus labios, antes de acortar toda distancia y besarla.

"Bueno, esto sí que me sirve" Pensaba la pelirroja mientras sonreía sobre los labios de su novia, dejando escapar por parte la tensión de los días anteriores.

A Elena le hubiera gustado pasar por lo menos unos minutos más así, pero un ruido a espaldas de Yulia hizo que esta se alejara de su rostro rápidamente.

Ambas chicas se miraron algo confundidas, aún estando muy cerca de sus rostros, cuando otro sonido, parecido al anterior se escuchó.

Yulia giró rápidamente y pudo comprobar con horror que era el sonido. Elena no podía ver desde su lugar ya que la figura de Yulia le tapaba, se movió un poco al costado y pudo ver lo mismo que su novia miraba ahora.

En frente de ellas, justo en el portal que conectaba la sala de estar con la entrada, se podía ver a una mujer esbelta, vestida con un saco claro y botas, bien prolija, con su cabello rubio peinado hacia un costado. Su mirada de un celeste claro, dirigida hacia las dos chicas en la habitación, algo perdida.

-Ohh, lo… lo lamento, yo solo… - comenzó a decir la mujer mientras una ligera sonrisa se asomaba en su expresión.

-¿Qué haces aquí? - la cortó con brusquedad Yulia.

-Vivo aquí querida, solo olvidé mis llaves - dijo la mujer ya con una sonrisa bien formada y recuperada de lo que parecía un shock inicial.

-¿Qué viste? - la volvió a cortar Yulia de mala gana.

-Nada… nada, yo no vi nada - contestó la rubia.

Elena pudo apreciar cómo era analizada de pies a cabeza y luego como le dirigían un leve guiño.

-¿No me vas a presentar? - ahora la mujer portaba un tono un poco burlón.

Yulia fruncía el ceño molesta, más no hizo más que mirar con severidad a la mujer.

-Supongo que no - adivinó la mujer acercándose a las chicas, miró a Elena y le sonrió - Mi nombre es Svetlana Ivanova - se presentó - Katina… soy la madrastra de Yulia.

Al escuchar esto último, Elena palideció un poco y miró a Yulia buscando indicaciones, más la morena seguía con su vista clavada en la rubia.

-Amm… Hola Svetlana… yo soy Lena Katina - terminó presentándose - Voy a la misma escuela que Yulia - agregó intentando que con eso bastara en su presentación.

-Ohhhh Lena, bien, puedes decirme Sveta - La señora que no debía de tener unos 30 seguía con una sonrisa - No sabía que Yulia tuviera una "Novia" tan bonita - el hincapié que hizo en "Novia" no pasó desapercibido ni hasta para las lombrices del patio.

-¿Qué quieres? - volvió a preguntar mordaz Yulia.

-Nada… solo la llaves, yo ya me iba - volvió su mirada a la morena algo burlona - Un gusto Lena, ojalá puedas acompañarnos pronto en alguna cena familiar, estaría encantada de conocer más a la persona que tiene tan distraída a "Yuliya"

-Amm creo que se equivoca… Sveta… - intentó arreglar Lena.

-Oh por favor, nada de eso - la rubia volvió a mirar a la pelirroja con una sonrisa - Sergey ha estado comentándome durante semanas lo feliz que parecía Yulia últimamente, ahora veo él porque.

Elena no sabía si sonreír y ponerse a suplicar, optó por lo primero mientras asentía un par de veces.

-Bueno, ahora me voy, no pongas esa cara Yulia, te saldrán arrugas - dijo la mujer estirando un brazo mientras pellizcaba una mejilla de la morena. Elena creyó que vería como se amputa un brazo en vivo y en directo, pero la pelinegra ni se movió.

Ambas contemplaron como la mayor se dirigía escaleras arriba.

-¿Yulia?

-Dime.

-¿Esto es grave?

-No tanto.

-Bien…

Ahora podían ver como la mayor bajaba, las despedía a ambas con una sonrisa y salía por la puerta.

-Debo… arreglar unos… tantos con ella, vuelvo enseguida - se excusó, Elena la agarró de la muñeca antes que se fuera.

-Solo… no la mates ¿si? - Dijo la pelirroja semi-en serio, semi-bromeando. Yulia sonrió de lado y se encaminó hacia afuera.

Una vez sola, la pelirroja se permitió reír por el incidente, pensando un poco en la cara de Shock de la rubia y en la forma en la que parecía que ellas dos se habían petrificado, pero aún burlándose de Yulia, no parecía una mala mujer.

Su celular vibrando en la mesa le indicó una llamada entrante, se acercó veloz a contestar y comprobar que nuevamente era un número desconocido. Sonrió para sus adentros mientras atendía

-¿Diga? - preguntó alegre.

-Vaya, así que la noviecita de Yulia está de humor… - comenzó la misma voz de hombre que los últimos días había estando odiando - ¿me pregunto cuánto le durará la felicidad hasta que…?

-Me durará por mucho tiempo - lo cortó Elena segura - ¿Y sabes por qué? Porque Yulia es mía, y nada va a cambiar eso.

Cortó con una sonrisa en los labios, miró su celular y negó con la cabeza, mientras lo apagaba y lo tiraba en el sofá.

…...........................................................................

Ya había pasado una semana y ni señales de las llamadas anónimas ni de la voz misteriosa, las cosas parecían nuevamente volver a su curso habitual, cosa que la pelirroja agradecía enormemente.

-Después de clases podríamos ir a comer fideos chinos ¿no crees? - preguntó con esperanza Nastya.

-¿Fideos chinos, peque? - cuestionó Dmitry.

-Jeje… Seeeee - sonrió Nastya.

-No es una mala idea - se sumó Alexei.

-Claro, nosotras iremos - habló Elena, por ella y Yulia, su novia solo asintió un poco.

-Bien, fideos chinos serán - se alegró Vladimir.

…............................................................................

Entraron al restaurant chino, y Nastya muy animadamente pidió por todos, fideos chinos. Nadie se quejó, así que el camarero se retiró con esa orden y las bebidas que debían traer.

Entre risas y relatos los chicos esperaron hasta que la orden llegó. El ambiente siguió igual de entretenido durante la comida… aunque Elena comenzó a sentirse algo rara, como observada.

El restaurant no estaba muy lleno, solo se encontraban ellos, algunas parejas más y un grupo de chicos unas mesas atrás que habían llegado luego de ellos.

La pelirroja comenzó a ver mesa por mesa a las personas, con algo de desdén, finalmente se giró un poco hacia atrás para ver la mesa de los chicos que habían llegado.

Eran cuatro personas, algo raras a decir verdad, dos chicos y dos chicas, una de ellas con una campera con la capucha subida.

"Quizás… una salida en pareja" pensó la pelirroja, prestando un poco de atención más a ese grupo, cuando finalmente vio al que estaba causando su sensación.

Uno de los chicos de esa mesa, con el cabello negro corto pero que le cubría un poco la mitad del rostro, la observaba muy atento, en cuanto sus miradas se cruzaron el chico se ruborizó y desvió su vista.

Elena volvió a poner atención a sus amigos, creyendo que solo había sido casualidad, habló con ellos un rato, cuando volvió a sentir la sensación de ser observada. Disimuladamente se giró de nuevo y pudo apreciar como el mismo chico aún la veía. Este se ruborizó de nuevo pero le sostuvo la mirada, y con una tímida pero encantadora sonrisa, agitó un poco su mano, en señal de saludo.

"Quizás me conoce de algún lado…" pensó la pelinegra, pero no podía recordar su rostro o de cualquiera en esa mesa. Le sonrió al muchacho a modo de saludo y este pareció alegrarse.

-Quizás deberías ir a sentarte con él - La voz notablemente molesta de Yulia la hizo girarse de nuevo a su mesa.

-¿De qué hablas? - preguntó confundida.

-¿Oh, de que hablo? - imitó Yulia su voz, pero se podía ver que no bromeaba del todo - De que si no encuentras nada interesante en esta mesa puedes ir con tu amiguito.

Elena pudo ver como Yulia le dejaba de poner atención y se concentrada nuevamente en su plato.

"Genial… ya se puso celosa" Pensó con pesadez la pelirroja, mientras se acomodaba en su asiento de nuevo e intentaba ignorar la sensación de ser observada, nuevamente.

La charla entre sus amigos volvió a la normalidad, excepto con Yulia, quien parecía aún molesta y con cara de no querer seguir allí. Elena iba a decirle algo, pero al expresión dura que mostraba la morena le hacía dudar sobre el tema.

-Esto es para la señorita - se anunció el camarero dejando una enorme copa helada en frente de Lena.

-¿Eh? No… no, no pedimos postre - corrigió Elena con una sonrisa.

-El caballero de la mesa de atrás - el mozo señaló la mesa que minutos antes observaba Elena - se la envía.

La pelirroja giró para ver de nuevo al muchacho, y este aún sonrojado, le sonrió. Lena no sabía muy bien qué hacer, era raro que esas cosas le pasaran, solo atinó a devolverle la sonrisa en señal de agradecimiento.

Volvió a poner atención al helado frente a ella, tenía buena pinta.

-Vaya, parece que Lena consiguió un admirador - se expreso Alexei divertido, pero su expresión cambió repentinamente al horror y se puso pálido, casi chillaba.

Elena miró en dirección a donde Alexei había visto y contempló como había sido Yulia la que había fulminado al chico con la mirada.

"Ay Dios, lo olvidé por completo… Yulia" Lena se lamentaba de la situación en la que se encontraba, Yulia parecía muy molesta, juraría que estaba a punto de ponerse a gritar.

-Ese es un helado enorme - mencionó Nastya ajena a toda la situación.

-¿Lo quieres, Nast? Porque a mí la verdad no se me antoja así que puedes… - comenzó a decir Lena algo nerviosa.

-¡Oh, no! - le contestó con burla Yulia, levantando un poco el tono de voz - sería de mala educación que la correcta Lena Katina no aceptara el helado de su nuevo novio.

-¿De qué hablas, Yulia? No lo conozco - se defendió la pelirroja.

-Pues qué esperas, pareces estar muy interesada y ambos se sonríen mucho - siguió en el mismo tono molesto.

-¡Yulia! Yo no sabía que… ¿que querías que haga? - la pelirroja no sabía que decirle, le parecía estúpida la escena.

-Haz lo que quieras, terminate tu estúpido helado y que tu "Novio" te lleve a su casa luego, no puede importarme menos.

-No seas dramática, solo es un regalo, y se lo estoy dando a Nastya.

-Ni te molestes en explicármelo… ¡soy dramática!

-¡No dije eso! - Elena se comenzaba a desesperar al ver que no podía razonar con Yulia en ese estado. Comenzó a notar que las demás mesas la miraban. –Yulia, nos están mirando… baja la voz, no aceptaré el helado y puede…

-Olvídalo, si lo que te molesta es que nos estén mirando, pues te lo pongo más simple, te verían menos si discutieras con tu nuevo novio y no conmigo, adiós - y dicho esto la pelinegra tomó su abrigo y se dispuso a marcharse.

-¡No me refería a eso, Yulia!

-No se te ocurra seguirme - la señaló la morena con el dedo, al ver que Elena se había puesto de pie. Se dio la vuelta y desapareció por la puerta.

La morena volvió a sentarse en su lugar, mientras se pasaba una mano por sus cabellos.

-Entonces… ¿puedo quedarme con el helado? - Preguntó Nastya acercándose la copa helada.

…..............................................................................

Ya había salido del restaurant, y Lena esperaba sola en la entrada del mismo. Los demás ya se habían retirado y Dmitry se ofreció a llevarla a su casa, solo esperaba a que el chico volviera con el auto.

-Disculpa ¿tienes hora? - la pelirroja giró a un costado para ver quien le hablaba, se trataba de la misma chica con la campera y capucha de la mesa del chico con el helado.

-Amm, si, 10:40 - contestó la pelirroja, fijándose en su celular.

-Gracias - le contestó la muchacha, y se apoyó en al pared de la entrada al igual que Elena - debo esperar a que mis amigos me busquen aquí.

-Oh, yo igual - dijo simpática la pelirroja.

-¿Quién? ¿Tu novia? - preguntó sin vuelta la chica.

-¡¿Qué? No!... no, yo no tengo… es decir… no, un amigo fue a buscar el auto - corrigió torpemente.

-¿Entonces tu novia si te dejó? - nuevamente la pregunta con confianza que no le habían dado.

Elena miró detenidamente a la chica, la capucha le cubría el cabello, pero parecía ser castaño, por algunos mechones que se podía ver, al igual que sus ojos.

-Oye… ¿y tu quien eres? - preguntó finalmente la pelirroja con curiosidad.

-Nadie… solo… me aburro un poco de esperar… y me causó gracia la forma en la que "Tu novia" te gritó y ridiculizó adentro… solo decía - siguió sin inmutarse la chica.

-¿Se notó mucho?... ¿la discusión? - se apenó un poco Elena.

-Ñe… un poquito, digamos que hasta me diste penita - siguió la muchacha - ¿y dime, siempre es así?

-No… no, de hecho no suelo darle motivos, así que no pasa mucho - dijo Lena con una sonrisa de lado.

-Oh, pero ahora tampoco se lo has dado, no fue tu culpa… quiere decir que si no te cuidas mucho… ¿ella seguirá haciendo estas escenas? Vaya, es impresionante la confianza que te tiene - mencionó con sarcasmo la encapuchada, consiguiendo más curiosidad por parte de Elena.

-Ella si confía en mí - corrigió - solo es algo… celosa, es todo.

-¿Algo celosa? Si se pone así por un simple helado y unas sonrisas no me quiero imaginar lo que sería cuando tengas un amigo que ella no conozca o algún admirador…. ¿estudias en Naposedi, no? - preguntó.

-Sí, ¿Cómo lo sabes?

-Uno de tus amigos llevaba una chaqueta con el logo… y dime, supongo que vas a ser famosa… si fue divertido ver la escena que hizo tu novia aquí, imagínate las que hará cuando te emparejen con algún famoso, o recibas flores de tus fans - la chica parecía ilusionada en su propio relato.

-Ella no… - La pelirroja pensó un poco en esto - ella no es así, solo un poco celosa, si sabrá distinguir las otras cosas.

-Claaaaro, como distinguió la de hoy - se burló de nuevo la chica - por lo menos parece que tu si confías en ella.

-Yulia también confía en mí - volvió a corregir.

-Claaaaro - la chica asentía con sarcasmo - Solo es algo celosa ¿no? - Elena asintió - ¿Sabes lo que son los celos?

La pelirroja ponía toda la atención en la desconocida, hacía tiempo que le había dejado de parecer rara la situación… cuando algo es tan atrayente y curioso, se deja de pensar en cosas secundarias.

-Son inseguridades - se auto contestó la muchacha - inseguridades y desconfianzas… No sé cómo será su noviazgo, pero a todos los presentes le quedó en claro que es "divertido"

-¿Insegura? ¿Yulia? No, no… créeme que te confundes de persona- se rió Lena ante el comentario.

-Pues por lo menos contigo lo es - sentencio secamente la chica.

-¡Anya! ¡Vámonos ya! - uno de los chicos a los lejos, al que Lena reconoció porque era el mismo que le regaló el helado miraba en su dirección… la pecosa se extrañó por la voz aguda del mismo, podría jurar que se oía como una chica.

La chica se separó molesta de la pelirroja y se dirigió al muchacho, le pateó la canilla y pareció susurrarle algo en el oído. El chico se alejó arrastrando la pierna y la chica volvió hacia Lena.

-Bueno, espero que te diviertas con tu novia - fue la fugaz despedida de la misma.

-Me divierto mucho con Yulia, descuida - contestó la pelirroja con una sonrisa - te equivocas al juzgarnos.

-Como digas… - la chica miró sobre el hombro de Elena y una sonrisa maliciosa se le formó - Ella confía tanto en ti como tú dices… que ni siquiera te puede dejar sola temiendo que te vayas con otro.

Elena se giró para ver en la dirección en la que la muchacha había visto y divisó a Yulia, acercándose con gesto molesto. Se dio vuelta para ver de nuevo a la chica, pero ya no estaba.

-¿Y bien? - escuchó que Yulia la hablaba.

-¿Y bien qué?

-¿Qué haces todavía aquí?

-Espero a que Dmitry pase por mí, fue a buscar su auto y…

-Mándale un mensaje, yo te llevo - ordenó la morena, dándose vuelta para que Elena la siguiera.

-Pensé que te habías ido, ¿Qué haces aquí? - preguntó luego de haber caminado un poco con Yulia y mandarle el mensaje a Dmitry.

-¿Quería ver si tu novio no te acompañaba a tu casa? - contestó con sarcasmo y molestia, subiendo al auto.

Elena se quedó en su lugar y recordó todas las palabras de la chica con la capucha.

-¡Ya, sube! - le gritó Yulia desde adentro, Lena obedeció, sintiendo un creciente enojo invadiéndola.

…............................................................................

Ya sea por la charla de la chica misteriosa o porque de verdad era así, durante toda la semana, Lena podía notar las actitudes celosas de Yulia que antes no veía, o no le parecían importantes.

El equipo masculino de Futbol se le había acercado a Lena para pedirle simpáticamente que cantara el himno de la escuela en su próximo juego. Yulia miró a todos y ridiculizó algunos tantos, antes de dejar sola a Elena con los chicos.

En otra ocasión, Lena eligió a un compañero que había escrito un poema de amor para la clase de expresiones poéticas y literarias. Yulia no solo se burló de lo cursi del poema, del chico y de su novia, sino que en menos de 10 minutos y en la misma clase, hizo un poema sobre lo ridículo que era el amor, tomando de mapa el poema que Lena había elogiado.

Y para cierre de oro, Grigori, se acercó a conversar con Lena sobre una nueva obra de los chicos de último año en la que le gustaría integrarla… Yulia no le habló en todo el día, sin importar la respuesta negativa de la pelirroja ante la propuesta.

La atmosfera entre ellas pareció calmarse un día en los merenderos, en lo que los chicos hablaban entretenidos en las obras por venir y al emoción de conseguir algunos papeles en ella. Y ambas comentaban cual les parecía interesante.

El celular de Elena sonó y atendió de inmediato, excusándose con Yulia.

-Hey ¿Qué pasa? - saludo simpática la pelirroja, alejándose un poco de Yulia, pero la actitud solo hizo que la pelinegra la mirara curiosa - no, no, ya te dije que no, de verdad, estábamos discutiendo con los chicos de meternos en una obra y no tendré tiempo… Si ok… Gracias, pero No… ¿Por qué no? Pues porque… - Lena miraba a Yulia de reojo.

-¿Con quién hablas? - preguntó curiosa la morena.

-Porque ya estaré ocupada… si también lo estaré el próximo sábado… si y también el próximo - Elena le hacia un ademán con la mano a Yulia de que no era nadie.

-Entonces corta la llamada - le sugirió la pelinegra.

-Sí, ya me tengo que ir… si adiós… adiós… que no podré… - Elena intentaba cortar la llamada pero su intercomunicador no la dejaba, podía ver como la paciencia de Yulia disminuía notablemente.

-No, durante la semana también estaré ocupada y… - Elena no pudo continuar ya que Yulia le arrebató el teléfono de un manotazo - Yulia - protestó entre molesta y preocupada.

La pelinegra vio el nombre con quien hablaba en la pantalla, y sonrió de lado, le devolvió el celular a Lena y comenzó a levantar sus cosas.

-Te llamo luego Grigori - dijo Lena cortando la llamada - ¡Yulia! ¡Espera!

La pelirroja se levantó de un brinco y siguió a su novia unos pasos, la alcanzó agarrándola de la muñeca y haciendo que se gire a verla.

-No terminamos de comer todavía - le dijo.

-Pues yo ya he terminado de comer con ustedes.

-Pero yo contigo no.

-Pues parece que sí, anda, estabas más entretenida con tu celular.

-¡Me llamaron! ¿Qué querías que hiciera?

-¡Pues podrías no contestar! - Yulia levantaba el tono de voz igual que Elena.

-No iba a hacer eso - dijo bajando la voz, no quería repetir otra escena.

-Bien - contestó la morena viendo la incomodidad de su novia, se zafó del agarre y se dirigió dentro de la escuela.

Elena cerró los ojos con fuerza y volvió con sus amigos, se desplomó en el asiento y escondió su cara sobre la mesa, dándose pequeños golpecitos con esta.

-Así que… ¿semana complicada? - preguntó Vladimir viéndola.

-La complicada es ella, no metas a la semana en esto - dijo Elena sin mover su cabeza de la mesa.

-Te ves estresada - notó con Nastya - relájate.

-¿Siempre es así? - preguntó levantando la cabeza un poco - ¿o estaba ciega y recién lo noto?

-Yulia es… especial - mencionó Vladimir - a veces sus celos están al margen y solo la distan un poco… y otras veces la dominan por sobre todas las cosas.

-Sí, no es siempre así Lena - la calmó Nastya - a veces se pone peor.

-¿Peor?- se preocupo la pelirroja.

-No le hagas caso, se le pasa sola - la tranquilizó Vlad - A veces es inútil discutir con ella, porque entra en un estado en el que no razona ni con ella misma, así que en vez de idiotizarte intentando defenderte, déjala sola… luego se calma… a veces entiende que exagera… y vuelve como si nada.

Esto relajó un poco a Lena, que terminó de comer con los chicos hasta que acabara el almuerzo.

….............................................................................

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EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer) - Página 3 Empty Re: EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer)

Mensaje por RAINBOW.XANDER 3/29/2022, 9:51 pm

⏩

Tocaba ahora, una clase en la que compartía con Vladimir, Nastya y Yulia.

Elena entró con sus dos amigos y divisó a su novia, sentada a uno de los costados, la notó aún molesta, pero eso no evitó que se sentara justo detrás de esta.

La clase que hasta hace unos momentos estaba en bullicio, se silenció de repente al ver como una figura alta, se movió con autoridad y rapidez hasta el frente de la sala.

-Buenos días clase, su profesor se encuentra incapacitado y ustedes tendrán el privilegio de tener clases conmigo hasta que regrese - Se anunció la nueva profesora.

Al escuchar la soberbia presentación, Yulia levantó la vista para analizar a la nueva. Parecía haber salido de mismísimo abismo oscuro. Se trataba de una chica que no debía superar los 30, ni siquiera los 25. De pie a cabeza vestida de negro, igual que su color de pelo. De tez morena, y de ojos marrones.

"Se cree original por venir toda de negro, gran cosa, en esta escuela debe haber como 30 personas como ella" pensó con desdén Yulia y volvió a prestar atención a sus cosas.

-¿Y qué le paso al profesor Sokolov? - preguntó Nastya.

-¿No lo dije ya? Está incapacitado - Contestó cortante la nueva profesora.

-¿Por cuánto tiempo? - preguntó nuevamente la castaña.

-Quien sabe, lo que importa es que lo sustituiré hasta que regrese - mismo tono cortante.

-No me agrada la nueva - susurró Nastya a Yulia, quien la tenía al lado.

-Unete al club - menciono sin interés la morena.

-¿Y cómo se llama la nueva profesora? - preguntó simpáticamente Vladimir.

-Mi nombre no es algo que les interese.

-¿Y entonces como le vamos a llamar? - cuestionó Lena.

La profesora en vez de contestar se dirigió al pizarrón y en letras grandes comenzó a escribir.

-Díganme simplemente profesora, o si son demasiados lentos para distinguir un profesor de otro y necesitan nombres - hablaba mientras escribía - pueden decirme Profesora Stefanya o simplemente Stefanya.

"Como pensé… otra más que se cree especial como la luna… y en esta escuela hay como 60 como ellas" pensó Yulia sin apartar la vista de su cuaderno, en el cual seguía garabateando.

-Oye Yulia ¿la profesora no te parece familiar? - le susurró de nuevo Nastya.

La pelinegra finalmente levantó la vista y la volvió a analizar.

-No… deben haber como 500 personas que se le parezcan, nada especial - contestó sin interés volviendo a sus garabatos.

-Yo… creo que la vi en algún lugar antes - siguió Nastya en tono pensante.

-Eso es posible Nast - terminó diciendo morena.

La nueva profesora sacó su libro e indicó a uno de los estudiantes que leyera en voz alta. Los demás alumnos seguían la lectura.

Yulia seguía concentrada en sus garabatos cuando algo le tocó la espalda, se giró y podía ver como una mano cerca de ella sostenía un pequeño papel doblado, siguió ese brazo hasta encontrarse con el rostro de Elena. La pelinegra arqueó una ceja pero finalmente tomó el papel que se le ofrecía. Se giró hacia adelante nuevamente y desdobló para leer.

"Hola"

Yulia frunció el ceño y volvió su mirada hacia atrás para ver a Lena, la pelirroja solo le sonrió. No le dio más importancia y volvió a sus garabatos.

No habían pasado ni 3 minutos y nuevamente sintió que le tocaban la espalda, se giró y Lena le volvía a ofrecer un papel, lo tomó y desdobló.

"Dije Hola"

Yulia ni siquiera se molestó en mirarla de nuevo, y siguió con sus garabatos, cada tanto miraba al frente disimulando cierta atención y volvía a lo suyo.

Otra vez Lena tocando su espalda, Yulia se giró y la miró molesta, pero al pelirroja parecía segura y le extendió el nuevo papel con firmeza.

La morena rodó los ojos, de un manotazo rápido tomó el papel y se giró al frente.

"Dije hola, y lo seguiré haciendo hasta que me contestes".

Lena pudo apreciar como Yulia suspiraba y comenzaba a escribir en el papel que le había mandando, lo doblaba y sin girarse, pasó su brazo por detrás de su espalda y en su mano tenía el papel, Elena lo tomó.

"Ni siquiera estás hablando como para decir "dije""

Lena sonrió ante la ocurrencia y contestó en el mismo papel.

"Todavía sigues sin contestar mi hola"

"No quiero hacerlo"

"¿Por qué no"

"¿No prefieres los "holas" de Grigori?"

Lena se llevó una mano a la frente, no lo podía creer, seguía molesta por eso. Decidió contestar rápido.

"No, prefiero tus holas, no puedo creer que sigas molesta por eso"

Pero Yulia no volvió a contestar y Elena sentía la frustración creciendo en ella nuevamente. Agarró un nuevo papel y volvió a escribir.

"Tú eres mi novia, no Grigori. Eso lo tengo bien en claro ¿y tú?"

Le pasó el papel a Yulia y esta lo tomó con algo de molestia, pero para satisfacción de Elena, la pelinegra ya comenzaba a escribir en el de nuevo, no tardó en recibir la respuesta.

"Ya lo sé, es solo que ya lo viví antes, con Vlad y los demás chicos… al ser tan guapos, los demás querían llamar su atención y era fácil que la obtengan"

"Awwwww ¿crees que soy muy guapa?"

Lena no podía ver a la cara de Yulia cuando leyó el último mensaje, pero podía jurar que rodó los ojos.

"Yo creo que ere idiota, definitivamente"

"Pero una idiota muy guapa ¿no?"

"Claro, Katina"

"¿Tu idiota guapa?"

Lena quiso enviar el último mensaje cuando de repente desapareció de su mano. Se giró rápido para ver y pudo comprobar con sorpresa que la nueva profesora se lo había arrebatado de la mano.

-Veo que encontraste una nueva forma de divertirte en mi clase ¿señorita…? - preguntó la profesora viendo el papel.

-Katina, Elena Katina, y eso es mío, lo lamento, no vuelve a pasar, ¿me lo devuelve? - habló rápido parándose rápidamente - Por favor…

-Claro, solo dame un momento - dijo la profesora con algo de sarcasmo, abrió el papel y lo examinó - Ya lo sé, es solo que ya lo viví con Vlad y con los demás chicos, al ser tan guapos…

La profesora comenzó a leer en voz alta la nota, pero no llegó muy lejos ya que Yulia le arrancó el papel de sus manos arrugándolo y rompiéndolo.

-Pero que lindo carácter - mencionó Stefanya - Katina, está castigada, después de clases la quiero ver aquí para que haga un ensayo de todo lo que trató la clase.

-¿Qué? ¿Y quién te crees que…? - Dijo Yulia molesta.

-Yo soy la profesora, y usted señorita Volkova, no pierda más su tiempo y diríjase a la sala del director - dijo con autoridad mientras le daba la espalda a ambas chicas.

-Está loca si cree que puede…

-Oh, ahora será dos ensayos que la señorita Katina deberá hacer ¿quiere agregar un tercero, Volkova?

-Yulia…- le susurró Lena - Está bien…

La morena bufó molesta y salió de la clase dando un portazo.

…...........................................................................

El día pasó lentamente hasta que las clases finalizaron, lo que significaba que Lena debía dirigirse a la sala donde la nueva profesora la esperaría para que terminara con su ensayo. Ya estaba llegando allí cuando se encontró con Yulia cerca de la puerta.

-Hey ¿cómo te fue con el director? – Preguntó simpática, a pesar de la situación, ambas habían quedado bien y no iba a desaprovechar la oportunidad.

-Ñe, como si hubiera algo con lo que me pudieran castigar - mencionó con desdén la morena mientras miraba la puerta del salón - ¿De verdad vas a ir al castigo?

-No me queda otra…

-Sí, claro que si… no vayas, mañana te excusas diciendo que te sentías mal o algo así.

-¿Por qué no quieres que vaya?

-No me agrada la nueva profesora, no me fío mucho, es todo.

Elena recordó la charla en la salida del restaurant y las actitudes de Yulia últimamente y se volvió a sentir molesta.

-¿No confías en ella… o no confías en mi? - preguntó sin vueltas.

-¿De qué hablas?

-De que siempre estás desconfiando de las cosas que hago.

-Eso no es cierto - se defendió rápido - estás exagerando.

-No, no lo estoy - insistió - te molesta que hable por teléfono con Grigori, que se me acerquen los chicos del fútbol, que me sonría la gente…

-Todas esas cosas no es por ti es por… lo demás, no confió en los demás… y tu eres tan… tonta. Nunca te das cuenta lo que los demás pretenden y le sonríes a todos - Yulia ya hablaba molesta.

-¿Ahora soy tonta? Genial.

-Lo eres, haces planteos estúpidos.

-La estúpida eres tú, Yulia. Me hiciste toda una escena en mitad del restaurant y yo no había hecho nada…

-Oh claro que hiciste, si no fueras tan dada con todo el mundo…

Ambas chicas hablaban a la vez y elevaban la voz, cada vez mas enojadas, pero toda discusión murió cuando la puerta se abrió de golpe y se giraron para ver.

-Vaya, que linda forma de anunciarse - Stefanya les hablaba a ambas - Señorita Katina, la estaba esperando.

Elena le dio una última mirada molesta a Yulia y pasó a la par de la profesora, entrando al aula. Yulia se cruzó de brazos, negó con la cabeza y se retiró.

…...........................................................................

"Bien… ya terminé un ensayo y voy a la mitad del otro" Pensaba Lena mientras seguía escribiendo lo del tema de clases. Relativamente era sencillo ya que lo había practicado con Shapovalov hace un tiempo. "¿Que le pasa a Yulia? ¿Por qué a veces es tan… linda y encantadora… y otras tan… desesperante? No, no no, hay que concentrarse en esto".

El sentimiento de ser observada nuevamente la invadía, así que levantó la vista hacia la única persona que se encontraba en la misma sala que ella… y en efecto, la profesora la miraba detenidamente. Apenas lo comprobó y desvió al mirada nuevamente a su ensayo, disimuladamente volvió la vista y ahora Stefanya parecía entretenida con su celular.

"Dios, deben ser ideas mías… ando paranoica con todo, la desconfianza que Yulia me pone… basta, nos concentremos en el trabajo" Se obligó a terminar.

-¿Y cómo vas? - preguntó la profesora luego de unos minutos.

-Bien… bien… ya casi termino - se alegró la pelirroja, ofreciendo una sonrisa.

-Es normal que te distraigas un poco… - comentó Stefanya acercándose.

-¿Disculpe?

-Por tu novia… siempre una pelea puede hacer que la cabeza vuele hacia otra.

-Yulia no es mi novia.

Contestó con convicción al mismo tiempo que sentía que algo en su interior se retorcía.

"Esto ya lo habías hablado con ella, no te sientas mal… la clandestinidad y prudencia hasta que ambas resolvamos las cosas como queremos…" Se intentaba auto consolar la pelirroja.

-¿Ah no?... ¿entonces son…? - la profesora daba la vista de no creérselo.

-Amigas.

-Amigas… claro… - la profesora pasaba por detrás de Elena mientras hablaba - Deben de quererse mucho para gritarse como se gritan y aún así seguir siendo "Amigas".

"¿Qué le pasa a esta mujer?... es su culpa que esté aquí en primer lugar" Elena se confundía un poco ante el nuevo interés que mostraba su profesora.

-A veces las amigas se gritan- explicó - pero eso no quiere decir que dejen de quererse o ser amigas… se gritan porque… se quieren, y quieren entenderse.

Elena más que hablar con la profesora parecía hablar para ella misma y algo en su interior comenzaba a ablandarse.

-Yo quiero a Yulia - dijo finalmente segura y sonrió - y ella me quiere, por eso nos enojamos.

-Ajam, si claro - cortó la profesora sin tacto alguno - ¿y qué te parece el ensayo?

-¿Perdón?

-El ensayo… lo que estás escribiendo… ¿Qué te parece? - Indagó la profesora volviendo a su lado.

-Ah, bien… ya lo había estudiado antes de hecho con otro profesor y…

-Este es otro trabajo, es especial.

-¿Especial? Trata sobre la concentración y no salirse de escena… ya lo vimos varias veces - decía Lena releyendo su ensayo.

-Claro, no lo dudo, pero aquí… lo especial son los sentimientos - dijo la profesora poniendo ambas manos en los hombros de Lena.

-No la entiendo - dijo esta con una sonrisa nerviosa.

-Verás… conoces la frase "El show debe continuar"...

-Ammm sí, claro.

-Pues bien, supongamos que en medio un concierto, te llega la noticia de que tu madre murió… ¿tú qué haces?

Lena se giró para ver a la cara a su profesora, ese tipo de preguntas lanzadas como si nada la habían hecho tensarse un poco.

-Yo… no lo sé… me sentiría terrible…creo.

-Pero ¿seguirías con el Show? - La cortó sin más Stefanya.

-No… no lo sé.

-Ese es el problema de la nueva generación, son demasiados débiles… y no saben… ablandas un poco el asunto para ti - se explicó nuevamente la mayor - si escribes 3 renglones más en el ensayo puedes irte.

-Bien.

-Pero… quiero que antes me escuches bien, pondremos a prueba tu concentración - La profesora ahora acariciaba la nuca de Lena, haciéndola experimentar escalofríos.

-Bien… de que se trata.

-Tu "Amiga" Yulia… no es tan bonita como tú, no es tan paciente como tu… no te quiere tanto como tú crees… pero por sobre todas las cosas, no confía en ti… y grita más fuerte que tu… y ahora escribe esos 3 renglones, te daré solo 3 minutos.

Las palabras penetraron en la conciencia de Elena sin verlas venir, y al mismo tiempo podía sentir los dedos fríos de su profesora acariciando su cuello.

"Vamos Elena, puedes con estos 3 renglones… quiero salir de aquí… ¿quién es esta mujer? ¿Por qué dice esas cosas? No… no, es solo un truco para que no pueda concentrarme, vamos, superé cosas peores, escribe" Elena se obligaba a escribir, pero no podía concentrarse mucho en lo que ponía en el papel.

La profesora ahora acariciaba el mentón de la pelirroja y respiraba sobre su cabeza, seguramente aspirando el olor a vainilla de su perfume. Elena seguía escribiendo.

Cuando sintió que le besaban la cabeza, Lena cerró fuertemente lo ojos y puso todo de si para seguir escribiendo, a instantes sentía que le besaban más debajo de la cabeza en dirección a la nuca, sintió el tercer beso un poco más cerca y…

-¡Listo, terminé! - anunció Lena parándose de un brinco del asiento y extendiendo el papel donde había escrito el ensayo.

La profesora la miró curiosa en el mismo lugar que estaba antes y solo extendió el brazo agarrando la hoja.

-Adiós - se despidió la pelirroja, tomó rápido sus cosas y salió del salón.

…..........................................................................


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EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer) - Página 3 Empty Re: EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer)

Mensaje por RAINBOW.XANDER 3/29/2022, 9:54 pm

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"¿Pero qué le pasa al mundo?" Se preguntaba la pecosa camino a su casa.

La tarde ya caía y no tardaría en anochecer, el sol ya poniéndose, hacía ver el camino de un color anaranjado de momentos, haciendo crecer algunas sombras.

El celular de la pelirroja sonó ruidosamente en el silencio de la tarde haciendo que pegara un pequeño grito, mientras lo buscaba. Miró antes de atender y la pantalla narraba el nombre de "Yulia"

-¡Yulia! - Saludó gritando la pecosa con sorpresa.

-Sí, soy yo… ¿Qué te pasa? - La voz de su novia sonaba curiosa.

-¿Qué me pasa a mi? Nada… ¿Por qué debería pasarme algo? Tú fuiste la que llamó - contestó de corrido sintiéndose nerviosa y presionada.

-Mientes pésimo ¿Qué ocurrió?

"Nada, solo, la profesora nueva parece tener un fijamiento en mi, habló mal de ti, y me dio besitos en la nuca… ¿qué va?, si tienes razón en todo y debemos desconfiar de las personas" pensó en contestar Lena, pero definitivamente hacer eso solo pondría más celosa a Yulia… y tampoco quería darle la razón.

-Dije que nada - contestó un poco más segura.

-Claaaaro… ¿Cómo te fue en el castigo?

-¿En el castigo?... bien, te dije que no había de que preocuparse… no pasó nada, te lo dije - nuevamente hablaba nerviosa.

-Estás mintiendo ¿Qué pasó en el castigo? - insistió la morena.

-Nada, Yulia ¿Por qué no me crees? - Elena comenzaba a molestarse, y todos los sucesos de la semana amenazaban con volver a su mente.

-Porque es obvio que algo ocultas.

-¿Ahora te oculto cosas? ¿Siempre vas a desconfiar de mi así?

-Ya te dije que estás exagerando con eso, es obvio que estás mintiendo ¿Por qué te molestas ahora?

-Me molesto porque mi novia me está llamando mentirosa.

-¿Y acaso me equivoco? Vamos, dime ¿qué pasó entre ustedes?

-¡¿Qué?!

-¿Qué que pasó entre tú y al profesora "Bonita"?

-No puedo creerlo ¡Yulia! ¡No pasó nada! - Elena podía sentir la frustración en cada célula de su cuerpo, y todo fue de mal en peor cuando escuchó el tono en el teléfono. Lo alejó para ver la pantalla y esta narraba "Llamada terminada"- Me colgó…

….........................................................................

Todo el fin de semana no había tenido noticas de Yulia, la tentación de llamarla la invadió varias veces, pero cada vez que tomaba el celular recordaba lo molesta que estaba y desistía… tenía orgullo y ya era hora que Yulia lo notara y llamara ella.

Cada hora que pasaba, era una hora en que más pensaba que las palabras de la chica del restaurant y de la profesora parecían ser ciertas.

Ya se encontraba en su cama, mirando el techo cuando finalmente sintió que su enojo había disminuido y estaba siendo sustituido por la nostalgia.

"Esto es patético… extraño a Yulia" Se giró para ver su celular "Pero no voy a llamarle… no esta vez… tampoco quiero irme a dormir de nuevo enojada…" Volvía a mirar su celular, juntó toda su fuerza de voluntad y se giró dándole la espalda.

-Maldita seas Yulia- apenas terminó de decirlo y su celular comenzó a sonar, sorprendiéndola nuevamente.

"Debo cambiar el tono de llamada" Pensó mientras lo tomaba hábilmente… y hablando de roma…

-¿Hola? - preguntó al instante.

-Hola… - se escuchó la voz de la morena del otro lado, sonaba tranquila.

-¿Yulia?

-¿Qué, la pantalla ahora no te avisa quien te llama?

-No, no… es decir, claro que sabía que eras tú, solo que… bueno como no llamaste en 2 dias, quizás se marcó por accidente o simplemente...

-Lamento haberte llamado mentirosa - La cortó Yulia.

Se hizo un silencio de los dos lados.

-¿Solo llamaste para eso? - preguntó Lena, pero solo con ese gesto, ya sentía que toda la tensión entre ellas se descomprimía.

-Y para decirte que… si tú dices que no pasó nada… no pasó nada, y te creo.

-¿Por qué dudaste de mi, Yulia? - preguntó Elena, pero no con molesta, sino con cariño, de verdad intentando aclarar las cosas.

-No es que dude de ti… es solo que, ya lo viví antes… de personas que quise y que me dijeron que era importante y… siempre hacían algo que me molestaba... y yo siempre tenía razones para desconfiar de ellos… y luego se volvía una pesadilla para ambos… y era insoportable y solo quedaba…

-Yo no te voy a dejar… no eres insoportable…

-No me hablaste en todo el fin de semana así que creí que…

-No te hablé porque… aún estaba molesta… querías que me hablaras tu primero.

-¿Sigues molesta? - preguntó la morena con la misma calma que le invadía a ambas.

-¿Sigues desconfiando de mi?

Se hizo un momento de silencio nuevamente.

-Yulia… puedes confiar en mí - dijo dulcemente, escuchó que del otro lado suspiraban.

-Claro, si… confió en ti… Lena

La pelirroja sonrió ampliamente y se tiró en su cama.

-Te quiero - le dijo.

-Yo también - la voz de Yulia la calmó y por fin sintió el sueño venir.

-Me voy a dormir, nos veremos mañana ¿cierto?

-Cierto, buenas noches.

-Buenas noches.

…..........................................................................

El comienzo de semana fue el más grato desde hace unas cuantas. Al encontrarse con Yulia, ya no discutían y luego del almuerzo tuvieron una corta pero confortable sesión de besos en el estacionamiento apartados de todos.

Gracias a esto llegaron algo tarde a la siguiente clase… y no pasaron desapercibidas…

-Llegan tarde, parece que a las "Amigas" aquí le encantan los castigos - anunció la profesora Stefanya al ver a ambas chicas ingresando por la puerta.

Elena adivinó las intenciones de Yulia de contestar y la tomó cariñosamente del brazo, la morena la miró a Lena y le dedicó una sonrisa que hizo que se calmara.

-No volverá a pasar - anunció la pelirroja mientras se sentaba junto con Yulia en sus lugares, una a la par de la otra.

-Eso espero - dijo la profesora y puso su atención de nuevo en 2 chicos que estaban en frente de la clase - sigan actuando.

Lena podía apreciar como ambos chicos actuaban sobre una escena, parecía que sus personajes se peleaban por una chica en común.

De repente la profesora se acercó a la mochila de uno de ellos y la arrojó por la ventana. Uno de los actores, el dueño, miró con pánico como sus objetos salían.

-Ahí estaban los restos del almuerzo que me preparó mi nana - gritó uno con tristeza.

-Dios, son tan débiles, tan rápido y pierden el hilo de la actuación - se quejó la profesora.

-Veo a mi nana una vez cada dos meses… ¡ese almuerzo era especial! - se volvió a quejar el chico mientras salía por la ventana a buscar sus cosas.

-Como dije… débiles, desaprueban ambos - sentenció la profesora mientras anotaba en su libreta - ustedes deben aprender a hacer un lado los sentimientos y emociones de la actuación, todo aquello que lo pueda distraer y esté en su cabeza deben sacarlo…

-Eso es estúpido.

Todos giraron a ver a la dueña de esas palabras.

-¿Perdone señorita Volkova?

-Que Eso Es Estúpido – aclaró Yulia, remarcando cada palabra para que quedara claro - las emociones y sentimientos no son para desechar en el acto… son para utilizarlas y sacarles provecho… un actor que no siente no puede trasmitir nada, una obra que no te trasmita nada, es basura, la basura, en efecto, no siente.

Todos quedaron en silencio por unos momentos y la profesora sonrió de lado.

-Así que la señorita Volkova cree que puede hacerlo mejor, sin quitar de sus sentimientos y emociones… me encantaría ponerlo a prueba.

-Con gusto.

-Bien, elija a un compañero y suba a escena - le ordenó la profesora.

Yulia rápidamente miró a Lena y esta ya se estaba poniendo de pie cuando…

-La señorita Katina no cuenta - ambas chicas miraron a Stefanya - Ella también será evaluada, pero desde su lugar.

-¿Y eso como por qué? - preguntó molesta la pelinegra.

-Usted parece muy convencida y confiada de lo que… dice, no tendrá inconveniente de elegir otro compañero… ¿o será que no "confía" lo suficiente? - mientras hablaba, la profesora se sentó en el lugar que antes ocupaba Yulia y tomando del brazo hizo que Elena se sentara al lado suyo nuevamente.

Yulia parecía debatirse internamente en subir y dejar a Lena o quedarse y admitir que no quería hacer el trabajo.

-¿Y bien? - la presionó la profesora.

-Yulia… confía - le recordó Elena con una sonrisa - No pasa nada.

La morena se resignó y subió al escenario, señalando a Vladimir para que la siguiera.

-Bien, la señorita Volkova y el señor Pavlov pueden elegir la escena y personaje que quieran, la Señorita Katina recibirá una consigna especial de mi, que solo ella y yo sabremos… ¿alguna duda?

-Si - dijo rápidamente Yulia - ¿A dónde consiguió su titulo? ¿por internet?

-Muy graciosa - la felicitó Stefanya con sarcasmo. No le dio más importancia y se acercó al oído de Elena.

-¡Oye! - la advirtió la morena.

-¿Si, Volkova? Necesito decirle la consigna a su "Amiga" … ¿algún problema?

Como Yulia no volvió a decir nada, solo se cruzó de brazos y la profesora prosiguió a susurrarle a Lena.

-Tu tendrás el papel de una espectadora que va a ver la obra que están por dar tus compañeros - comenzó a decir la profesora, Elena asintió - y aparte… tendrás un acompañante, ya que fuiste a ver la obra conmigo, tu esposo.

Elena giró lentamente la cabeza para ver a su profesora.

-No…

-¿No? - se extrañó la profesora - ¿Por qué no?

"¿Cómo que por qué no? Porque no… mi novia está por darte una lección de actuación justo en frente ¿y quieres usarme para distraerle? ¿Ahora? ¿Con mimitos? ¿Justo cuando ya no estábamos poniendo de acuerdo con sus celos? ¡¿Por qué no?!" La cabeza de Elena se llenaba de excusas que no podía usar.

-Ustedes estudian este tipo de cosas, se supone que sería pan comido, y su "Amiga" parece estar tan confiada… - se expresó Stefanya.

"Odio esa palabra… definitivamente la palabra más odiada del mes "Confianza" agggghhhh la odio".

-Aparte los tres están siendo evaluados gracias a la señorita Volkova a quien parecen gustarle los desafíos - dijo confiada la profesora - Si alguno falla o se niega, en tu caso... desaprobarían, ya que no son aptos ni para sostener lo que dicen… a menos que usted me diga que lo que sostiene su "Amiga" es errado… entonces solo la desaprobaré a ella.

"Esto es un chiste… ¿Cómo fue que me metí en esto?" pensaba Elena.

-Bien, entonces todos de acuerdo… ¡comiencen! - Anunció la profesora y enseguida sus amigos comenzaron a actuar, desconociendo la situación en la que estaban en realidad.

La primera parte de la actuación tanto Yulia como Vladimir parecían concentrados en su papel y lo hacían de manera excelente. Pero las primeras caricias y acercamientos que Stefanya tenía con Elena, Yulia parecía notarlos.

En varias ocasiones la pelirroja podía apreciar como de rápidos reojos y sin salir de su personaje, Yulia las miraba, no podía evitar preguntarse que tan buena sería su novia bajo ese tipo de distracciones. Por su parte tampoco la estaba pasando del todo bien, mantener el papel de esposa le estaba costando y rechazaba varias caricias que su "Esposo" le daba.

No fue hasta que tembló al sentir unos fríos labios sobre su cuello, que creyó que perdería el hilo de todo, y no solo ella, pudo escuchar como el personaje de Yulia paraba de hablar y se trababa por un leve tiempo. Al volver la vista vio como su novia tenía una expresión confundida y tensa pero seguía actuando.

-Bésame - sintió que le susurraron en el oído.

-Cariño, estoy viendo la obra, no me quiero perder tan grandes actuaciones - contestó Elena en su papel.

Stefanya se acercó al oído de Elena, haciéndoles unas no gratas cosquillas con su respiración.

-¿Es por ella no? - preguntó con curiosidad la profesora - Dime… no te da curiosidad saber que pasará… ¿Hasta qué punto Yulia confía en que solo es actuación? ¿O será que estás tan segura que se lo tomará mal y no te creerá?

Elena no contestaba, solo miraba a Yulia en su papel y apreciaba como cada vez más le costaba llevar el hilo.

-Porque yo no creo eso de que se quieren y por eso discuten… las cosas es mucha más fácil, discuten por ella… por las inseguridades de "tu amiga"… inseguridades que no eres capaz de calmar… y por eso… sabes… que si me besas ahora… Yulia no podrá seguir actuando… porque no confía en que esto sea solo actuación… no confía en ti.

Elena giró su rostro, para ver con molestia a su interlocutora, y pudo ver como se le formaba una sonrisa triunfante. Quería decir algo, pero se sentía sofocada y confundida… y por sobre todas las cosas, molesta, pero no sabía con quien en realidad.

Lo siguiente que sintió fue unos dedos tomándola del mentón y unos labios sobre los suyos. Sabía lo que estaba pasando, aún tenía los ojos abiertos viendo los parpados de Stefanya, pero no se movió. Cerró lo ojos cuando sintió más presión sobre su boca y que le acariciaban la mejilla. Se quedó en esa posición por unos momentos y sintió el silencio aturdiéndola. Se separó abriendo los ojos nuevamente y vio que el rostro de su profesora, totalmente satisfecha y con burla.

Con algo de pánico giró a ver el escenario, Yulia la miraba con una expresión indescifrable, no parecía molesta, solo estaba allí, quieta, mirándola… aturdida.

-¡Muy bien! - La profesora se paró de un salto - Volkova, me has demostrado que los sentimientos y emociones si influyen en la actuación. Katina, excelente, justo como lo ensayamos en el castigo... aprobaron los tres, felicidades.

La campana sonó, pero no parecía importar.

"No, no, no,no no… esto está mal… Yulia, grita, has berrinches, golpea a Stefanya… has algo" Pensaba Lena mientras veía a la morena tomando sus cosas y saliendo del salón.

-¡Yulia! - le gritó, mientras tomaba sus cosas y la seguía.

La pelinegra tomaba camino rumbo a la salida e ignoraba los llamados de Lena.

-¡Yulia! ¿A dónde vas? Todavía estamos en clases - Elena la seguía unos pasos atrás y ya casi la alcanzaba y estaban a una cuadra de la entrada de la escuela.

Lena la tomó del brazo para detenerla, la morena se zafó bruscamente del agarre encarando a la pelirroja.

-¡NO ME TOQUES! - gritó con molestia.

-Yulia, estaba actuando - explicó - es solo eso, te dije que confiaras y...

-¡¿QUE CONFIARA PARA QUE?! ¿Para que todo el salón vea como te besas con la profesora de turno? ¿para qué te besaras con alguien en frente de mis narices?

-¡Entiende que ella me dijo que ese era mi papel, se supone que yo era su esposa! Como iba a saber…

-¡¿Qué pasó en el castigo?! - preguntó con molestia - Anda, dime que pasó… me dijiste que no había pasado nada…

Lena dudó por unos momentos, no contestó nada.

-¿Por qué la profesora dijo que "Excelente Katina, justo como lo ensayamos en el castigo" Si no pasa nada?

-Escucha Yulia, no es lo que parece…

-¡Oh no, nunca es lo que parece! Cuando Vlad te besó el primer día de clase, no era lo que parecía, era solo actuación… y cuando ambos salieron juntos, solo era una no cita como él decía… siempre es lo que parece…

-¡Ella solo me puso unas consignas raras, es todo, Yulia! - Lena se comenzaba a desesperar por el tono sarcástico de su novia.

-¿Te besó? - preguntó de repente.

-¡¿Qué?!

-Si te besó… ¿te besó en el castigo? ¿Qué hizo?

Nuevamente la duda de Lena la invadían, la profesora la había besado, pero no como Yulia parecía plantearlo.

-No como lo estás planteando…

-¡¿Y cómo quieres que lo plantee?! ¡¿Te besó, sí o no?! - Yulia seguía presionando y gritando, las personas en la acera las comenzaban a ver - ¡¿Sí o no?!

-¡Si, Yulia! - contestó también gritando.

-¡¿Y eso para ti no es "nada"?!

-Si te lo decía, te ibas a poner así…

-¡Ohhhhh perdóname por no ser tan paciente y buena como tu! Tu eres mucho más comprensiva, seguro… siempre es lo mismo… Vlad, los otros, tu, todo es igual - Yulia se burlaba en tonos altos - ¡¿con qué cara me pides que confié en ti sin…?!

-¡CALLATE YULIA! - Gritó Lena fuertemente sorprendiendo a la morena - ¡Estoy harta! ¡Entiende que yo no tengo la culpa de que seas tan celosa! ¡Y que no puedas confiar ni siquiera en ti misma! No soporto que me hagas estas escenas, trato de explicarte y de arreglar las cosas, pero lo único que haces es gritar más fuerte y ¡nunca escuchas!

Luego de exteriorizar su frustración a gritos, Elena respiraba profundamente, las personas a su alrededor las observaban y se obligó a calmarse. Volvió su vista a Yulia y lo que vio la destrozó por completo.

Su novia parecía molesta, muy molesta, pero podía notar sus ojos vidriosos.

-Yulia… yo no… - dijo en tono suave, pero no sabía cómo continuar.

La pelinegra se dio la vuelta, dándole la espalda.

-Siempre es lo mismo… - fue lo último que dijo antes de comenzar a caminar de nuevo.

-Espera Yulia, no hemos terminado de…

-Déjame en paz.

Elena simplemente la siguió con la vista hasta que Yulia dobló en la siguiente esquina y ya no la pudo ver.

-Maldición - exclamó mientras pateaba un contenedor de basura y se encaminaba de nuevo a la escuela.

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Mensaje por Fati20 3/29/2022, 10:46 pm

Quienes son esa gente loca y rara qué las acosa ahora 😖😖😖😱😱😱 al principio solo pensé q era el pesado ese del teatro pero esto está como más complejo y mucha gente q locura y julia no colabora tampoco hace unas escenas sin sentido. Me da tristeza q les dure tan poco la felicidad y ahora terceros la arruine como caen tan fácilmente en los juegos de la profesora 😔 bueno a ver como seguirán las cosas. Saludos querida mía 😘😘😘
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Mensaje por katina4ever 3/30/2022, 11:12 pm

Esto se va a descontrolaaaaar.... Y lamentablemente Lena es taaaaaan ingenua y hace cosas buenas que parecen malas y Yul es taaaaaan volátil que bueno, complica todo. En fin. Esto realmente se pondrá mal y presiento que tarde verán como realmente son las cosas, pero bueno... Saludos !!😘😘😘
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Mensaje por Kathe 3/30/2022, 11:55 pm

¿No hay capítulo hoy?...😬

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Mensaje por RAINBOW.XANDER 3/31/2022, 9:13 pm

Give Your Heart A Break
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El tono de espera la estaba volviendo loca. No recordaba la última vez que sus deseos de ver destruído su celular contra la pared, fueran tan grandes.

-Ni siquiera sé porque la estoy llamando - Se decía la pelirroja mientras volvía a marcar el número -… si llega a contestar lo más seguro es que le grite… me grite… nos gritemos… y ella me cuelgue…

Lanzó un bufido al entrar nuevamente el contestador. Colgó sin darle tiempo a que se grabara algo en el buzón de voz y lanzó el aparato sobre su cama con frustración.

Se sentía muy despierta como para también desplomarse en su cama, quería salir, correr, golpear algo, todo menos quedarse quieta, muriendo de frustración en su habitación sin poder hacer nada para descargarse.

-Maldición, Yulia…

Por unos momentos pensó en la posibilidad de ir a buscar a la pelinegra a su casa, pero entonces recordaba que estaba enojada aún… sí, es verdad, quizás dijo cosas que en su momento no quiso decir, pero eso no quita las razones de sus peleas.

"¿Qué se supone que debo hacer?" se preguntaba llevando sus manos a la sien. Si bien discutir con Yulia no era algo que pasara raramente, eran pocas las veces, si es que no era la primera, en que la morena parecía tan sentida con el asunto. "Y también la primera que de verdad siento que esto es… "grande" quiero decir… es importante… y terminó saliendo así"

La pelirroja suspiró pesadamente sin poder encontrar una solución, Yulia la había ignorado por dos días y aún se sentía ofendida como para ir detrás de ella.

"¿Por qué le cuesta tanto confiar?... o si, lo olvidaba… yo no le dije nada sobre el castigo y luego una profesora de procedencias dudosas me besa enfrente sus narices… claro… aún así, duda de mí, se que la situación no me favorece, pero soy su novia ¡se supone que una relación se basa en la confianza!… ¡¿cómo puedo tener un noviazgo si Yulia no confía en mí?!"

Y ahora se encontraba molesta de nuevo. Creyendo que quizás comiendo algo su humor cambiaría. Se dirigió a la cocina.

Allí se encontró con una escena que veía de tanto en tanto. Sus padres muy juntos, acurrucados en el sofá, viendo un programa en la televisión que les hacía reír de momentos.

No pudo evitar quedarse contemplando la escena un rato. Recordó la película de terror que vio con Yulia, en una posición similar, aferrando su brazo por los sobresaltos que tenía y la risa de la pelinegra por esto. También, como al tenerla cerca se invadía en su perfume y ese sentimiento de protección que la tranquilizaba. Sonrió con algo de tristeza deseando con todo su ser que en el futuro se repitiera lo vivido.

"Maldita Yulia… eres tan… extrañable"

El programa fue a comerciales, lo que hizo que la señora Katina se percatara de la presencia de su hija en las escaleras con la mirada perdida.

-¿Lena? ¿Cielo? ¿Qué ocurre? - preguntó con cariño la mujer, haciendo que su esposo se volteara a verla.

-¿Eh?, no es nada… solo - Elena había salido de sus pensamientos y se acercó a sus padres sentándose en uno de los sillones al costado del sofá en donde se encontraba.

-¿Alguna vez se han sido infieles? - preguntó sin pensarlo mucho.

Sus padres la vieron con sorpresa por la naturalidad con que le salió la pregunta.

-Yo… creo que Katya me llama - Dijo la mayor, levantándose velozmente -¿Qué dices cielo?¿ Se te atoró el sostén de nuevo? Ya voy…

Y así quedaron padre e hija solos.

-Yo… no me refería a infieles… sino más bien… - comenzó a explicarse Lena. Su padre la miraba con atención -… es decir, como es que… ¿Tú no eres celoso papá?

-Ammm eso es… algo complicado de explicar.

-Pero lo eres ¿no?

-Con ustedes hijas… no me cabe ninguna duda, pero es porque el día que un chico venga y quiera llevarlas "a bailar" o invitarlas a su casa "A comer" tienen que saber que soy policía y los encontraré si es que…

-No, papá… no me refiero a eso - cortó Elena rodando los ojos - Me refería a mamá… como es que aún siendo celoso, confías en ella… Porqué confías en ella… ¿verdad?

-Bueno… Inessa es especial… y yo la amo - dijo su padre con simpleza, pero al escuchar esas últimas dos palabras algo en su interior se inquietó - confío en ella como también se que ella confía en mi… así como también las amo y confío en ustedes - mencionó el padre acercándose a Lena y pellizcando su mejilla.

-Pero aún así… sientes celos ¿no? - insistió la menor, simpatizando con la caricia.

-Si - terminó admitiendo Sergey.

-¿Pero, porqué?

-Porque aunque confíe y ame a Inessa… no lo sé, es como que quiero que todo el mundo sepa que es mi amor… quizás algo que tenemos los hombres con ser "Territoriales" o algo - rió su padre, haciendo reír un poco a la pelirroja - La verdad es, que amo tanto a tu madre que quiero que nadie dude de eso, y que todos sepan que ella es solo mía.

-Entiendo eso… pero nunca… no lo sé, ¿pelearon por los celos?¿mamá se enojó contigo?...¿terminaron? - Lena preguntó lo último confundiéndose aún más… ellas no habían terminado ¿cierto?... era solo una pelea… una discusión y ya… ¿verdad?

-Si - contestó su padre.

-¿Si, qué?

-Sí, los celos en nuestra relación llegaron a distanciarnos un poco.

-¿Y cómo lo arreglaron?

El padre observó a su hija con curiosidad y esta finalmente se dio cuenta que estaba siendo muy obvia, sonando muy atenta y desesperada.

-¿Hay algo que me quieras decir, Lena?

-¿Qué? Claro que no… yo solo, me dio curiosidad, es todo - se defendió la pecosa encogiéndose de hombros y apoyando su espalda en el respaldo.

-Mientes pésimo - se burló su padre y a la pelirroja la volvía a invadir la nostalgia.

-Tengo una amiga que tiene un problema…

-Ohhhh, una amiga que tiene un problema - repitió su padre con algo de gracia siguiéndole el juego.

-Sí, una amiga… y ella tiene una novia, novio… tiene un novio - se corrigió rápido.

-Tienes una amiga con un novio… - siguió Sergey.

-Sí, y resulta que su novio es muy celoso, tan celoso que no lo puede controlar, y le hace escenas en frente de todos… y no confía en ella… y grita… y no escucha nunca y me consta que se quieren pero a veces es difícil si no entiendo porque…

-Parece que los conoces mucho - comentó su padre y Elena se obligó a volver.

-Bueno, si… somos muy amigos… en fin… que ahora pasó algo, en una de las clases de actuación… su novio se puso celoso por una escena de besos - Lena modificaba la historia, buscando los mismo puntos.

-Entiendo… ¿y entonces se pelearon?

-Sí, y cuando mi amiga intentó hablar con su novio, este le gritaba, mi amiga se enojó mucho por la escena, por la desconfianza y también empezó a gritar… pero en algún momento me pasé, es decir… mi amiga se pasó… y ahora están… mal - terminó de contar la pelirroja.

-Ya veo… - se quedó pensando el padre - Los dos son unos idiotas.

-¿Qué? - se rió Elena.

-Tus amigos… ambos, son idiotas - insistió Sergey.

-¿Y eso cómo porqué?

-Lo son… ya lo descubrirán, como su "amiga" no deberías intervenir… así que no tienes porque saberlo.

-¿No me lo dirás? - preguntó incrédula la pelirroja.

-¿Tú no tienes algo que decirme?

Elena entendió que era una trampa en la cual podría caer fácilmente y todavía no estaba lista para dar ese paso, menos aún sin Yulia a su lado.

-No…

-Pues entonces yo tampoco - le sonrió Sergey.

Padre e hija se sonrieron un rato, hasta que el sonido del televisor los distrajo.

-Creo que me iré a dormir, mañana tengo escuela y ya es tarde - Anunció la menor. Sergey simplemente asintió con la cabeza y volvió su atención a la pantalla.

La pelirroja ya iba subiendo unos escalones cuando la voz de su padre la detuvo.

-¿Lena?

-¿Si?

-Dile a tus amigos… que soy policía… y uno muy serio y severo…

La aludida sonrió ante los celos protectores de su padre y se dirigió a su cuarto.

…............................................................................

Había visto a Yulia al principio de clases y ambas se habían ignorado arduamente. La morena tenía su típica posición de cabeza en alto y mirada amenazante para con todo el mundo, menos para con Lena, para ella simplemente era indiferencia mal efectuada, ya que se notaba el esfuerzo de ambas chicas.

-¿Sigues sin hablarte con Yulia? - preguntó Dmitry mientras tomaba lugar en el merendero a la par de Lena.

-Siiii - contestó esta con cansancio.

-Ya se le pasará, descuida - la calmó Vladimir.

-A menos que no se le pase y corten para siempre - acotó Nastya mirando hacia otro merendero donde se podía ver a Yulia sentada sola.

Elena miró a la castaña con preocupación.

-¿De qué hablas?... nosotras no terminamos… ¿verdad? - ahora miraba a los dos chicos en busca de respuesta.

-¿Ella dijo que terminaron? - le preguntó Vladimir.

-No… lo último que dijo es que la dejara en paz.

-Entonces no han terminado - siguió con simpleza su amigo.

-¿Cómo lo sabes?

-Yulia siempre hace lo mismo, se enoja, te grita, te grita más fuerte, se idiotiza y luego te manda a volar, pero si no aclara que terminó todo contigo, entonces sigues siendo su novio - explicó el rubio.

-¿Y cómo arreglaban esos… problemas? - se interesó la pecosa.

Vladimir se encogió de hombros.

-A veces discutíamos, hasta que me daba cuenta que perdía mi tiempo discutiendo y solo dejaba que me grite, lo que más me funcionaba era darle tiempo y espacio… luego se le pasaba y ya - siguió el chico sin inmutarse.

-¡Nastya! - Alexei cortó toda conversación mientras se acercaba a la mesa con los chicos - Nastya, ¿les dijiste? Acabo de verla y parece ser que esta tarde también irá para allí, si nos damos prisa quizás la alcancemos antes de que comience el segundo período, pero debe ser ahora porque si no no podremos…

-Waho waho waho waho - lo calmó Dmitry - Tranquilo Alex ¿Qué sucede?

-¿No les contaste, Nast? - preguntó el chico.

-¿Contarles qué? ¿A quién?... ¿Por qué? - se extrañó la aludida.

-Y eso… es lo que pasa cuando usas demasiada tintura - se burló Iván.

-Lo de la profesora Stefanya ¿lo recuerdas?... ¿Cuándo la seguimos? - insistió Alexei.

-Ah sí, ya - recordó Nastya.

-¿Entonces si les contaste? - volvió a preguntar el pelinegro.

-Oh… eso… no - La castaña parecía divertida.

-Bueno, ya Alex ¿Qué paso con la profesora? - Dijo Dmitry viendo que la conversación no iba a ningún lado.

-Cierto… verán, ayer la profesora ofendió a Nastya diciendo que su voz y color de pelo reflejaban como el no tener talento e intentar compensarlo con lo que sea que hicieran ganar más dinero a las peluquerías.

-Nunca entendí eso - agregó Nastya con confusión y tristeza.

-Entonces Nast insistió que definitivamente la conocía de algún lado, a la salida la vimos algo sospechosa…

-Y entonces la seguimos… a escondidas… como los detectives - Rió la castaña.

-Sí, y a que no saben a dónde llegamos…

-¿Al sindicato de docentes? - intentó adivinar Dmitry.

-No… A la zona de atrás y aparcamientos del… - Alexei puso suspenso -… SmithSsmith Teatro.

Los chicos se miraron entre ellos, luego a Alexei y nuevamente entre ellos.

-¿Y entonces como harás para que Yulia te vuelva a hablar? - Preguntó Dmitry volviendo a su comida como el resto.

-¡Oh vamos! - se quejó Alexei.

-Tranquilo amigo, no es nada raro que los profesores de aquí vayan de vez en cuando para eso lugares, es un sitio de farándula después de todo - aclaro Dmitry.

-Sí, ya lo sé… ¿pero no les parece extraño? - Alexei llamó la atención de todos de nuevo - Lena recibe llamadas misteriosas y al poco tiempo una profesora nueva sale de en medio de la nada… arruina su relación con Yulia… que casualmente es la última directora y productora del mayor éxito que tuvo el teatro que compite con el SmithSmith…

Todos miraron a Alexei para que continuara.

-¡El HollyStreet! - se desesperó el chico.

-Es casualidad - dijo Vladimir sin más.

-Es mucha casualidad y aparte… - nuevamente el chico poniendo suspenso - A Nastya le cae mal.

-Sí, me cae mal - aseguró la aludida.

Los chicos se miraron nuevamente.

-Yo… creo que no perdemos nada con… investigar un poco - confesó Lena.

-¡Eso! - Se alegró el pelinegro.

…..........................................................................

Seguir a un profesor no era algo realmente muy raro de hacer… y con Stefanya no fue la excepción.

La profesora, aunque parecía tener una actitud sospechosa y avanzaba con cautela, era fácil de seguir… de día.

-Si anochece tendremos problemas para seguirla - comentó Alexei - Vamos, que la mujer se viste como si de una sombra se tratara.

-No va a caminar tanto Alex, ya llevamos siguiéndola varias cuadras, hasta yo estoy cansado - comentó Dmitry.

Y era verdad, habían pasado como una hora desde que seguían a Stefanya, siempre disimulando y esparcidos, pero de manera constante. Ya habían ingresado a la zona de HollyStreet, lo que significaba que no faltaba mucho para su destino: El SmithSmith.

Y en efecto. Stefanya llegó a las puertas del SmithSmith y de repente se dio vuelta inspeccionando si nadie la seguía. Los chicos se escondieron y disimularon como pudieron. Lograron pasar desapercibidos pero entonces la profesora desapareció de su vista.

-¡La perdimos!

-No, esperen, no entró al teatro, pero se fue por la parte trasera - Dijo Elena, sin salir de su escondite todavía - ¡Allí! Miren… un callejón.

Los chicos se acercaron sigilosamente y asomaron su cabeza justo al momento en que una puerta al fondo del mismo callejón era azotada con fuerza.

-Entro por allí - Susurró Nastya.

-Si… en marcha - dijo la pelirroja.

-Espera, espera - Alexei parecía algo nervioso - Está muy oscuro.

-¿De qué hablas? todavía es de día - se extrañó la pecosa, por la iluminación que daba todo.

-Sí, lo sé… pero allí adentro parece oscuro.

-Nos conviene que esté oscuro Alex, así nadie nos notará cuando entremos - le dijo Dmitry.

-Sí, lo sé, pero que pasa si adentro… - Alexei seguía preocupado y temblaba un poco.

-¡Oh vamos! Nada nos pasará… solo es… la parte trasera en un callejón misterioso y oscuro que da al costado de un teatro - intentó calmar Lena pero lo único que hizo fue que el muchacho chillara un poco.

-Será mejor que nos apuremos - indicó Vladimir y todos se acercaron a la puerta -¿Listos?

Los demás asintieron y el rubio abrió lentamente la puerta procurando no hacer ningún ruido, uno por uno los chicos entraron a la habitación. Primero Nastya y Elena y luego los tres muchachos, Vladimir cerró la puerta nuevamente.

El lugar parecía la bodega donde se guardaban la indumentaria de los escenarios y vestuarios que se usaban en las obras. Estaba a oscuras y era realmente amplio. Los chicos se amontonaron para avanzar, siempre escondiéndose detrás de alguna escultura o maqueta que veían. Unas voces más adelante, los guiaron dentro del salón.

Unas cortinas enormes cubrían gran parte de un sector de la sala y los chicos se escondieron detrás, al aproximar su cabeza podían ver la silueta de su profesora, junto con las de otras personas más.

-¿Pueden escuchar algo? - preguntó en un susurro Alexei, quien fue mirado severamente por todos - Lo siento…

Vladimir le hizo señas a Elena, indicando unas enormes cajas más adelante, donde se podrían esconder cerca para poder escuchar la conversación. Lena asintió y les indicó a los demás.

Avanzaron agazapados hasta llegar a las cajas, desde allí ya se podían escuchar claramente las voces de los presentes. Elena y Vladimir, quienes habían llegado primero indicaron a los demás que avanzaran y así lo hicieron.

Cuando todos quedaron detrás de las cajas, finalmente la pelirroja se concentró en escuchar las voces.

-… Pero el lugar es detestable - Era la voz de Stefanya - lleno de maniáticos, principiantes y aficionados… Demonios, no lo soporto, quería vomitar a cada momento…

-¡Hey! No te quejes… que terminaste saliéndote con la tuya… esa escuelucha podrá ser un nido de raros… pero bien que pareciste disfrutar las últimas clases.

-Nos están diciendo aficionados - Susurró Nastya. Todos giraron a verla.

-¿Lo único que te molestó fue lo de aficionados? - cuestionó en susurro Dmitry.

-Shhhh - intentó callarlos Vlad y pusieron atención de nuevo.

-Aghhh y esa Volkova - Stefanya de nuevo - No sé qué le ve el jefe… o su noviecita, pero la chica es irritante… tan creída.

-Stefy ya le puso los ojos a "la noviecita" y ahora ves a Volkova como una competencia - Se burló otra voz que a Lena le resultaba familiar.

-Cállate Anya - Stefanya de nuevo - No me interesan las niñitas tan fáciles de manipular.

-Deja de decirme Anya… ustedes son idiotas, siempre dando sus nombres ¿Qué ocurre si algunos de los ineptos esos buscaran sus referencias por internet? - cuestionó la voz - Estaríamos todos en problema… imbéciles.

-Yo no me di cuenta, ya te dije que lo lamentaba - Una tercera voz algo de lo que parecía ser una chica se hizo notar.

-Cállate Olga… tu también diste problemas ese día en el restaurant. Demonios, que eres actriz, se supone que seducir y mentir son cosas que deberías hacer sin más…

A Lena le eran muy familiares las voces, quería buscar en sus compañeros algún signo de reconocimiento, pero parecían saber menos que ella.

Arriesgándose un poco, decidió sacar la cabeza por el costado de las cajas para ver a esas personas. Ahora recordaba las voces.

Cerca de lo que parecía un escenario, iluminado con una tenue luz amarilla, se podía ver a su profesora acompañada de dos personas más, la misma chica de la capucha del restauran Chino que habló con ella y a su lado el chico que le ofreció el helado.

-… Aunque aún no puedo creer lo fácil que resultaron las cosas - hablaba la chica de la capucha.

-Si… es verdad, cuando el jefe vino y nos planteó todo… parecía que su relación era de temer y llegar a afectar a Volkova sería complicado… pero nos han puesto las cosas muy simples.

-Tú sigues resentida con Volkova por lo de la obra… hubieras aceptado este trabajo gratis.

-No sabes de lo que hablas Anya, esa estúpida chica con su soberbia jamás podría apreciar mi talento.

Detrás de las cajas, Elena sentía una gran confusión.

"¿Quiénes eran estas personas? ¿Por qué hablan de un jefe? ¿Quién es? ¿Qué quiere?"

-Lena…- le susurró Nastya. La pelirroja se giró.

-Ya se dé donde conocí a la profesora - se explicó la castaña hablando bajito - es una actriz que quería ingresar a la obra de Yulia… y esta la rechazó sin siquiera mirarla…

-¿Qué? - preguntó la pecosa.

-Si… dijo que su voz le parecía irritante y ni siquiera le dio una oportunidad - se explicó Nastya.

-Entonces… ¿todo esto es para perjudicar a Yulia? - preguntó Alexei.

-Eso parece - dijo Vladimir.

-Debemos hacer algo - insistió el pelinegro.

-¿Qué?

-No lo sé…

-Shhhh.

Vladimir y Elena escondieron nuevamente sus cabezas al notar que alguien entraba por una puerta que daba cerca a donde se encontraban los impostores.

-Ya llegó la paga - se alegró Anya.

-Oye, no es que no me guste ver a Volkova enojada y llorar luego por los rincones, pero ya no me soporto ir a esa escuela de mediocres - habló Stefanya - Si lo que quieres es que siga como su "profesora" te pediré lo doble.

-Como te dije… no deberías quejarte… besaste a la noviecita de Volkova… eso debería cubrir un mes por lo menos - se burló Anya.

-¡Mi trabajo! - corrigió rápido Stefanya - era seducirla y crear el conflicto…

Elena se miró con sus amigos por unos momentos.

-¿Por qué contratarían a una chica para seducirme? - preguntó incrédula en un susurro. Todos la miraron intentando articular una respuesta pero nadie terminó diciendo nada.

-¿Lenq?¿Lena? - la llamo despacio Iván - Eres taaaan gay.

-Shhhhhh - volvió a callar Vladimir - parece que están hablando de nuevo.

-¿Y bien? Cuáles son los planes de ahora en más… Nos encargamos de que Volkova y su novia estén mal… pero no han cortado - siguió Stefanya - las he estado observando y solo son un par de idiotas, pero parecen seguir juntas.

-No te preocupes por eso - finalmente habló la cuarta voz. Elena la reconoció en el acto, y miró a Nastya y Vlad, ambos chicos pensaron lo mismo - Yo me encargaré del resto… y esta vez, será definitivo.

-Hay que salir de aquí - suplicó Alexei - ya sabemos demasiado… seguro si vamos a la policía…

-¿Les diremos que? - preguntó Dmitry - ¿Qué un grupo de actores se las ingeniaron para poner celosa a Yulia y así lograr que peleara con su novia?

Alexei se quedó pensando.

-La profesora es una impostora, podríamos demandarla - sugirió el pelinegro.

-Ni siquiera sabemos qué relación tiene con la escuela, puede ser sustituta de todas formas - corrigió el castaño.

-¿Lena? - la llamó Vladimir?... ¿Qué quieres hacer?

El rubio al no obtener respuesta miró hacia su costado y vio a su amiga con los ojos fuertemente cerrados y muy molesta. Parecía intentar digerir algo muy difícil.

-¿Lena? - la volvió a llamar, no obtuvo respuesta.

-¿Lena? - ahora la llamó preocupado Alexei - Lena, por favor no hagas algo estúpido… por favor…

Pero solo 3 segundos después la pelirroja se puso de pie y se encaminó segura al grupo.

-¡Esto termina justo ahora! - gritó a los presentes.

-Algo estúpido… - se lamentó el pelinegro mientras se ponía de pie junto con los demás chicos y seguía a su amiga.

-Vaya, pero si es Elena Katina… y sus amigos - habló Zacharias con notable sarcasmo en la voz - lo lamento pero esta vez mi saludo cordial lo guardaré… para otra ocasión.

-¡Puedes guardarte tus saludos! - dijo notablemente enojada la pelirroja - ¡¿Qué pretendes hacerle a Yulia?!

-¿Qué no pretende hacerle? - se burló Anya.

-¿Zacharias, por qué le hiciste esas cosas horrible a Yulia? - preguntó Nastya en su tono molestó.

-¿A Volkova? - dijo el chico con fingida inocencia - pero si yo no le he hecho nada a Volkova…

-Mentiroso, tu le pagaste a esta gente para que la perjudicaran - lo desafió Dmitry.

-¿Perjudicar a Volkova? - mismo tono irritante - ¿Por qué querría yo perjudicar a alguien tan talentosa y prometedora?

El chico de repente se quedó viendo a Elena.

-Yo solo… quería abrirle los ojos - terminó Zacharias.

La mente de Elena trabaja deprisa, uniendo cabos, cada vez más molesta.

-Las llamadas… - mencionó. El chico sonrió de lado con soberbia - Tú eras el de las llamadas…

-Oh… ahora veo que no eres tan lenta como aparentas… bueno… no taaaan lenta - se burló - pero luego, parece que no bastó con eso… y tuve que acudir a otro plan.

-O sea nosotros - habló la chica de la capucha.

-¿Por qué? - preguntó Nastya intentando sonar intimidante.

-No es nada personal - habló el chico detrás de sus compañeros - es solo un trabajo, la verdad no queríamos hacer daño.

-Cállate Olga - lo cortó Stefanya rodando los ojos.

-Entonces… ¿Todo esto es por mí? ¿Para qué me aleje de Yulia? - preguntó incrédula la pelirroja - Las llamadas, la charla a la salida del restaurant, que un chico lindo me sonría y me regale un helado en frente de Yulia…

-De hecho - cortó Anya - Olga como puedes ver, es chica.

Lena miró al muchacho que le había enviado el helado y este se sonrojó un poco y rió algo nerviosa.

-¿Lena? - la llamó Iván a sus espaldas - Eres tan gay.

-Si Elena, todo para que Volkova se dé cuenta que pertenece a otra clase de personas… tu solo eres una distracción temporal, alguien tenía que abrirle lo ojos y mostrarle como desperdicia su potencial en una escuela tan mediocre con gente como ustedes - siguió el chico - inclusive infiltré a una actriz… solo tuve que mantener "enfermo" a uno de sus profesores y remplazarlo. Tu nos dejas las cosas aún más fácil creyéndote todo lo que la gente te dice y tropezando con tus propios pies… todavía no entiendo como alguien como Volkova se fijaría en ti.

-Quieres decir… que discutí con Yulia, pasé noches enteras pensando en los problemas, días sin hablarnos, indiferencias de ambas partes y más gritos… ¿solo porque tú no puedes superar que una chica te rechace? - preguntó incrédula y molesta la pelirroja.

Zacharias se molestó por las palabras, y las risas de su subordinaros no ayudaron.

-Escúchame bien, Elena - el chico dio unos pasos señalándola con el dedo - Volkova no me ha rechazado, solo no ha notado que soy el mejor partido que puede tener y que le convengo, cuando note quien soy y se dé cuenta con quien está ahora, vendrá rogando a suplicar por mi atención.

-Meeeeeeeen - exclamo Iván - No estamos hablando de la misma Volkova.

-Te equivocas - le dijo segura Lena, desafiándolo con la mirada.

-No me equivoco, ¿tú que puedes saber de etiqueta y buen gusto? - le cuestionó Zacharias - una simple aspirante a cantante… de música pop comercial… tu futuro, si lo alcanzas, deja tan mal visto el nombre de cualquiera que esté a tu lado.

-Son mis sueños - lo cortó Lena - y puede ser que sean diferentes a los de Yulia, pero eso no evitará que estemos juntas.

-Hablas muy segura de lo fuerte que es su relación con ella… pero un pajarito me contó - Zacharias usaba un tono irritante - que ya no se hablan, que la última vez gritaron, y que tu le dijiste que estabas harta y ella que la dejaras en paz… vaya… suena como una relación muy sólida.

-Tú no nos conoces… nosotras…

-"Nos Amamos" Owwww ¿esta es la parte en la que me vas a decir que es amor? - se burlaba el chico - por este tipo de cosas es que sé que no eres lo suficiente para Volkova… siempre tan infantil.

-No es infantil, lo que tenemos es especial, lo sé - le aseguró la pelirroja, sintiendo como su sangre hervía con cada palabra que escuchaba.

-Awwwww Elena, la cantante cree que tiene algo especial… deberías hacer una canción, seguro le encantará a tu futura novia… porque lo que tienes con Yulia ya se acabó, asúmelo, nunca fue tu novia en realidad, solo un pasatiempo, seguro que ni soporta escucharte cantar - sentenció - ¿Sabes? Siempre me ha dado curiosidad saber algo… ustedes dos… han llegado a pasar de los besos ¿verdad? Quizás si grabaste un video con eso, cuando Volkova sea famosa podrías publicarlo y…

El chico no pudo terminar la frase ya que sintió como algo muy duro impactaba contra su cara mandándolo de espalda al suelo.

Lena había lanzado un puñetazo sin poder contralar su enojo y frustración por todo lo que el chico enfrente le había hecho pasar. No fue hasta que sintió como se quejaba Zacharias en el suelo que se dio cuenta de lo que había hecho y tímidamente bajó su mano.

-Oh… yo… - comenzó a decir la pelirroja al ver como la camisa del chico se comenzaba a teñir de rojo, por la sangre que salía de su nariz - Oh, lo… lo lamento, no quise…

-Cofcof - Escuchó como alguien a sus espaldas tosía fingidamente llamando su atención.

Elena giró y vio como Vladimir le hacía una seña para que se corrigiera.

-Cierto… no lo lamento en nada, ¿ me oíste? - se corrigió intentando sonar intimidante, mientras se refregaba inconscientemente el puño con el que había golpeado - y no vuelvas a meterte con Yulia… o conmigo… Ella es MI NOVIA y alguien como tú nunca podrá cambiarlo.

-¡¿Estás loca?! - gritó el chico aún en el suelo - ¡Me rompiste la nariz! ¡Voy a demandarte! ¡Tú y a todos tus amigos, los demandaré a todos! ¡Guardias guardias! ¡Ladrones guardias! ¡Intrusos en el teatro de mi padre! ¡GUARDIAS!

-Eso no será necesario…

Una voz masculina autoritaria y relajada hizo que todos callaran.

De las sombras cerca de donde los chicos estaban escondidos Robert Daniels salió caminando a pasos relajados.

-Oh por Dios mi nariz, me la han roto - se quejaba Zacharias aún en el suelo y tapándose el rostro.

-Deja de llorar Zacharias y compórtate como un hombre - dijo Daniels aún en tono calmado, el chico dejó de quejarse y se puso de pie - Tu padre estaría tan desilusionado…

El muchacho bajó la mirada aún cubriéndose la nariz. Robert le dedicó una última mirada de desaprobación y lástima y miró a los demás actores.

-Lamento que estén metidos en esto. Entiendo que seguían órdenes de un trabajo y ya…

-Ñe… fue divertido - contestó Anya.

-Bien, me gustaría que pasaran a mi despacho para… arreglar sus pagos por lo que Zacharias los mandó a trabajar. También lamento informarles que será el último. Este… terrible malentendido… termina ahora - sentenció el mayor con tono estricto y severo.

Los actores parecieron entender y se encaminaron a la salida sin mediar palabra.

-¡Si, eso! - dijo Alexei - ¡y si se vuelven a meter con los chicos de Naposedi les ira peor!

-Tsssss - le siseó Stefanya y el chico chilló escondiéndose detrás de Elena.

-También lamento los problemas ocasionados a ustedes, jóvenes - Robert se dirigía al grupo de chicos - Elena, es una alegría verte de nuevo, lástima la situación en la que nos encontramos.

-Usted… ¿escuchó todo? - preguntó la pelirroja.

-Me temo que así es - Robert se dirigió a Zacharias y le dijo algo al oído, el chico pareció indignarse, bajó la vista molesto y se encaminó a la puerta de entrada, desapareció dando un portazo - Por todos los medios, intentaré que las cosas vuelvan a la normalidad… Zacharias no volverá a molestarlos.

-Se lo agradecemos mucho, señor - Dijo contento Vladimir.

-Sí, gracias Robert - siguió Nastya.

Robert les sonrió mientras los invitaba a pasar a la parte interna del teatro, y acompañarlos a la salida principal.

-¿Elena? - la llamó cuando ya se estaban retirando.

La pelirroja volvió en sus pasos y le indicó a sus amigos que se adelantaran.

-¿Si?

-De verdad lamento estos inconvenientes - repitió el mayor.

-No es su culpa, no tiene que lamentarlos - contestó con una sonrisa.

-Y sin embargo lo lamento… por lo que oí las cosas con Yulia no están bien - mencionó con tristeza Daniels.

-Es… complicado, pero no es todo culpa de Zacharias… nosotras somos… - Lena miró al mayor y le sonrió con gracia - Somos idiotas… ambas.

Robert se rió un poco ante la respuesta…

-Son dos idiotas a quien se les envidia mucho, por lo que veo - agregó Robert - espero que dejen de serlo pronto.

-Yo también espero lo mismo - simpatizó Lena.

-Si me permite una última cosa, Elena… no deje que el tiempo haga estragos en su relación… estoy seguro que Yulia le extraña.

Elena sonrió ante el comentario, no lo había pensado, solo sabía que ella si extrañaba a Yulia… no tenía idea si el mismo sentimiento le invadía a la morena.

-Haré mi mejor esfuerzo…

…..........................................................................

-¿Todavía siguen sin hablarse? - preguntó Dmitry viendo como su amiga miraba a Yulia, que se encontraba nuevamente comiendo sola en otro merendero apartado.

-Así es… lo intenté hoy en la entrada, pero me ignoró y siguió de largo.

-¿Vas a contarle lo que pasó ayer? - preguntó Nastya.

-No lo sé…

-¿Qué hay chicos? - se acercó Alexei e Iván con una sonrisa - ¿ya se enteraron? El profesor Sokolov volvió como nuevo, aparentemente alguien le hacía tomar agua de pecera sin que se diera cuenta y eso lo ponía enfermo.

-Sí, ya me enteré… olía terrible por cierto - siguió Dmitry.

-¿Entonces Robert si arregló lo de la profesora sustituta? - preguntó Nastya.

-Así parece - se alegró Alexei.

Lena no les prestaba mucha atención a los chicos, solo se dedicaba a contemplar a Yulia sentada lejos de ella. Podía verla jugando con su comida sin llevarse ningún bocado a la boca, parecía molesta y aburrida y no levantaba su mirada del plato.

-¿Qué hay chicos? - saludo Vladimir acercándose con su bandeja de comida.

Los demás se pusieron a hablar con él. Elena apoyó su mentón sobre su palma mientras se apoyaba en la mesa para poder ver mas cómoda a Yulia, en un momento la morena miró hacia donde estaba sentada y sus miradas se cruzaron, solo para que Yulia negara con la cabeza y depositara nuevamente su atención a su comida.

La pelirroja suspiró pesadamente y también volvió a poner atención a sus amigos.

-Te dije que no te preocuparas, ella te quiere, volverá - calmó Vlad, viendo la cara de su amiga.

-Sí, aún así creo que debería hablar con ella - meditó Lena.

-Ya lo intentaste - siguió Vladimir - no quiere escuchar, déjala más tiempo, se le pasará y cuando vuelva ya verás que ni siquiera mencionará el tema.

-¿E n serio?

-Claro, siempre hace lo mismo, es inútil intentar hacerla entrar en razón cuando está molesta, como te dije, lo que funciona es… dejarla en paz… y con el tiempo el "problema", sea cual sea, no se toca, no hay gritos… y volvemos a lo de siempre… - Vlad hablaba mientras se disponía a comer -… así siempre son las cosas con Yulia…

Elena miraba atentamente al rubio mientras este ya se había llevado su comida a la boca.

-¿Qué? - preguntó el chico con curiosidad al ver que Lena lo miraba como analizándolo.

Pero no hubo respuesta, la pelirroja se paró dejando todo en la mesa y se dirigió al merendero de Yulia, la tomó del brazo y a rastras se la llevó dentro de la escuela. Podía sentirla poniendo resistencia.

-¿Qué haces? ¡Suéltame! - se quejaba la pelinegra.

Elena llegó rápidamente al armario del conserje y se metió adentro con ella, cerró la puerta y se preparó para recibir las quejas que no tardaron en llegar.

-¡¿Qué crees que haces?! ¡Estaba comiendo!

-Estabas jugando con la comida.

-¿Y qué? Soy dueña de hacer lo que quiera y ahora estaba jugando con mi comida, déjame en paz y ve con tus…

-¡Te extraño! - la cortó Elena.

Esto dejó a Yulia con la palabra en la boca desencajándola un poco.

-Y lamento todo lo que ocurrió - siguió la pelirroja -… aunque no fue mi culpa…

-¡¿No fue tu culpa?! - pregunto incrédula la - ¡Oh es verdad! Te apuntaron con un arma para que besaras a la profesora y te amenazaban con no contarme que te besabas con ella en las horas de castigo.

-¡No me besaba con ella en las horas de castigo, Yulia!

-Tu dijiste que si… ella dijo que si, "que bien que lo hizo la señorita Katina, igual como lo habías practicado" mua mua - la pelinegra imitaba el tono de la profesora.

-No Yulia, si me dejaras explicarte…

-¿Por qué te explicas ahora? No quisiste decírmelo cuando te lo pregunté ese día… oh ¿ahora si quieres contarme? que conveniente - se burlaba la morena.

-No te lo dije ese día, porque sería darte la razón en desconfiar de todo…

-¡¿Y es que acaso me equivocaba?!

Elena quedó en silencio meditando un poco.

-Yulia, yo no me besé con la profesora. Ella intentó seducirme, engañándome como si se tratara de un ejercicio y yo la rechacé y me fui… no pasó nada - explicó calmada.

-¿Y por qué no me dijiste eso?

-Por que ibas a ponerte como loca y tus celos te dominarían, harías otra escena y…

-¡Cierto! - la cortó de nuevo - Las escenas y los celos… me dejaste muy en claro que estabas harta de todo eso, que no puedo confiar ni en mi misma y que grito mucho… debo de ser horrible como novia.

-¡Yo no dije eso, Yulia! - aclaró con desesperación.

-Si lo dijiste.

-Estaba enojada porque me gritabas, no quise decirlo así y jamás diría que eres una mala novia.

-Pero lo piensas...

-¡Claro que No! - Lena se desesperaba cada vez más.

-Oh, vamos no lo niegues, lo dijiste muy claro, dijiste que nunca te escucho, pero esa vez sí que lo hice.

-Estaba molesta…

-¿Y qué hay del beso?

-Era solo actuación Yulia, si te vas a poner asi cada vez que un actor me bese entonces…

-Me juras que no había ninguna forma de evitar que sucediera.

-¿Qué?

-Si me juras que era totalmente necesario besar a la profesora solo por el papel - insistió la pelinegra mirando fijamente a Lena.

La pelirroja analizó lo que su novia le planteaba, era difícil saber.

-Quizás… no lo sé…

-Lo sabía, siempre es lo mismo… ¿disfrutaste besándola?

-¡¿Qué?! Claro que no, solo era actuación - se defendió la chica.

-¿Y entonces, porqué no lo evitaste? Si había una forma, ¿porqué la besaste en frente de mis narices?

-¡Yo nunca quise hacer eso!

-Ustedes nunca quieren hacer nada y siempre hacen lo mismo, y luego piden que confíe…

-¿Ustedes?

-Sí, todos ustedes, tú, Vlad.

-Esto es diferente Yulia, yo de verdad…

-Es lo mismo, si hasta inclusive usas las mismas palabras "ya estoy harta" "cansada" "Es insoportable, Yulia" "No puedo creer lo celosa que eres" y finalmente que ya no quieren seguir así…

-Yo no te dejaré, Yulia.

-Claro que lo harás, Vlad lo hizo, los demás lo hicieron… y está bien, yo no voy a cambiar solo porque no les guste…

-¡YO SOY LENA! - gritó fuerte la pelirroja, callando a su novia - Entiende de una vez que no soy Vlad… no soy los demás con los que saliste… yo soy Lena.

La pelinegra miró atenta como su novia parecía ubicar sus ideas mientras se pasaba una mano por sus cabellos.

-Oye… yo no tengo… idea - siguió la pelirroja - de cómo fueron tus relaciones, ni siquiera con Vlad, no sé como arreglaban sus problemas, no entiendo que funcionaba para ustedes, no sé nada de eso… y si quieres saber algo, ni siquiera me importa… yo soy Lena… y no me importa que es lo que hacían los que estaban antes que yo… pero yo haré esto.

Estiró su mano hasta dar con la de Yulia y la tomó, acariciando con el pulgar su dorso. La estrechó más firmemente y miró a la morena, quien miraba sus manos sin entender.

-Listo - dijo finalmente sin soltar su mano.

-¿Qué haces? - pregunto sin entender.

-Yo… te estoy sosteniendo la mano - dijo segura Elena - y no te soltaré… así que grítame todo lo que quieras… dímelo todo, todo lo que te molesta, lo que temes, lo que detestes de mi o de los demás… no te guardes nada… no soltaré tu mano.

-Estás loca.

-Es… posible.

-Si crees que esto va a solucionar las cosas y todo será como antes déjame decirte que…

-No quiero que sea como antes - la aclaró Lena.

-¡Oye, escucha! ¡No! Yo no voy a cambiar solo porque a ti no te guste mi forma de ser, si es así…

-Tú me gustas… muchísimo… como nunca antes nadie me ha gustado - le aseguró la pelirroja.

-Eso también lo escuché antes y no evitó que luego me dijeran que estaban harto y…

-¡Yo soy diferente!

-¡Eres igual! Me ocultas cosas como también lo hacían los demás, solo porque temen como pueda reaccionar…. Es gracioso. Tú me pides que confíe en ti pero tú no confías en mi tampoco… ¿No te parece hipócrita, Elena? - Yulia parecía haber recuperado su enojo nuevamente e intentó zafarse de la mano de Lena pero esta no la dejó.

-Te dije que no te soltaría… y si, tienes razón… yo… debí confiar en ti - Admitió la pecosa - Solo quise evitar tus celos… es todo.

-¿Y qué con que sea celosa? Tu eres mi novia, mía, no quiero que nadie se crea con el derecho de venir a pensar lo contrario.

-Lo sé, me encanta eso.

-Y si van a venir luego diciendo… ¿Qué? - preguntó confundida Yulia.

-Que me encanta que seas celosa… eso también me gusta de ti - aclaró con una sonrisa la pelirroja.

-Pensé que habías dicho que estabas harta de eso.

-No… me gusta que me celes… se siente… no sé, lindo… como si de verdad te importara al punto de que no quieres perderme ni siquiera por terceros - siguió explicando con una leve sonrisa - pero no voy a permitir que tus celos te entristezcan y te hagan sentir insegura… que nos gritemos y que pasemos días sin hablarnos… es estúpido, te extraño tanto… y sé que me extrañas también.

Yulia desvió la mirada algo molesta pero no dijo nada.

-Yulia - la llamó con cariño - nunca te he dado una razón para que desconfíes de mi… lo que pasó con esta profesora fue algo tan… extraño y te lo aseguro, no sentí nada por ella, fue solo actuación… me sentía desafiada también… quería que confiaras en mi… ¿Por qué no confías en mi? - Yulia seguía sin mirarla - Yulia… te aseguro que no hay nadie más en mi cabeza que no seas tú… me tienes embobada… haciendo cosas que jamás pensé que haría por nadie… De verdad lamento lo que pasó y como pasó… pero te aseguro que tu eres la única para mi… y que nadie más podría hacerme sentir como lo haces tú… por eso… quiero que estés segura… que confíes en mi…

-Yo si confió en ti, Lena - admitió la morena - es solo que es difícil, yo…

-¿Si? - preguntó con apremio la pelirroja, sentía que Yulia estaba aflojando y no iba a perder esta oportunidad.

-Yo… - la morena miraba los ojos de su novia solo para bajar la mirada sin saber que decir, a estas alturas el enojo ya había desaparecido por completo y solo se podía mostrar débil ante las palabras que acaba de escuchar.

-¿A que le temes, Yulia? - preguntó nuevamente la pecosa, intentando adivinar.

-No quiero… que encuentres alguien más… no sé… que sea más… atractivo o encantador… seguro hay millones de personas con mejor carácter que el mío… más pacientes y compresivos también… alguien de quien te enamores… y cuando ya estés harta… simplemente…

-Jamás podría cambiarte - Elena no podía evitar sonreír, tener a Yulia admitiendo esto eran tan tierno, solo quería abrazarla pero se contuvo para no arruinar el momento - Créeme cuando te digo que eres la única para mi… así que no te preocupes por eso.

Justo cuando parecía que la ojiazul iba a ceder y finalmente salir de allí con una sonrisa, Yulia volvió a tirar.

-¡Ponte en mi lugar!

-Ay… casi lo logro - se desalentó la pelirroja con algo de gracia.

-Si en el futuro, tuviera que besar a un actor muy guapo en una obra… y lo tendría que repetir 500 veces en frente de tus narices… ¿Cómo te sentirías?

La pelirroja rodó los ojos, pero intentó ponerse en esa situación, pensando arduamente que pasaría por su cabeza.

-…¿Si tu papel exigiera que besaras a un actor muy guapo y yo lo tendría que ver las 500 veces? - repitió.

-Si, ajam ¿Cómo te sentirías? ¿no te molestaría mucho? - insistió la pelinegra.

Lena lo siguió pensando un poco, hasta que una sonrisa se le dibujó en el rostro y comenzó a reír.

-¿Qué es tan gracioso? - quiso saber Yulia, mientras inspeccionaba a su novia.

-Nadie te va a besar como yo - dijo segura la pelirroja con una sonrisa - no importa que tan guapo y que tan buen besador sea el actor, jamás me superará.

Yulia le arqueó una ceja a Lena y la miró seria, no podía creer lo que escuchaba y menos de quien lo estaba escuchando.

-¿Por qué tan segura? - preguntó finalmente.

-¿De verdad, Yulia? ¿Y encima lo preguntas? - siguió Lena con una sonrisa aún dibujada, la morena solo asintió sin comprender - y dime Yulia ¿cómo se supone que te va a besar ese actor?... ¿te va a besar así?

Elena aún sosteniendo la mano de Yulia, se acercó a su rostro y le robó un corto beso que la tomó por sorpresa.

-¿O quizás te bese así? - volvió a preguntar, acercándose de nuevo a besarla pero quedándose más tiempo.

-¿O así? - preguntó por último, volviéndola a besar más sentidamente. Agarró firmemente su mano y con la que tenía libre le agarró la nuca, atrayéndola más.

La morena no tardó en reaccionar, correspondiendo el beso y abrazando a su novia de la cintura con su mano libre.

El beso se profundizó aún más a tal punto que el aire comenzaba a escasear. Yulia había extrañado mucho a Lena y tener este momento luego de un tiempo de abstinencia era algo que no iba a dejar pasar, le gustaba tanto tenerla así, para ella…

Finalmente la pelirroja se separó, ambas respirando pesadamente.

-… Porque si alguien te puede besar así… - dijo Elena entre jadeos - entonces tendremos un problema…

Yulia solo pudo sonreír mientras le daba otro corto beso en los labios a su novia.

-Nadie te va a hacer sentir como yo… como sé que nadie me hará sentir a mí como lo haces tu… cuando me besas, cuando me miras, cuando me tomas la mano, cuando me tocas… nadie como tu… por eso no quiero que te vayas en celos… ¿está bien? - preguntó por último con una sonrisa muy cerca del rostro de Yulia.

Su compañera suspiró sonoramente, resignándose, pero no pudo evitar reír un poco.

-Eres tan cursi…

-Y a ti te encanta.

-Mmmm puede ser - dijo con una sonrisa picara la pelinegra mientras se acercaba otra vez a los labios de su compañera y dejaba cortos besos.

-¿Estamos bien? - preguntó la pelirroja, sin cortar los continuos besos que recibía, la morena asintió - Bien… creo que… será mejor que salgamos, no sé cuánto tiempo ha pasado, pero seguro la hora del almuerzo acabó ya, así que…

-Sí, lo entiendo.

Ambas se separaron y finalmente Lena soltó la mano de la morena. Se dirigió a la puerta y se dispuso a abrirla.

-Espera Katina… ¿te puedo hacer una pregunta?

-Sí, dime - la pelirroja se giró con una sonrisa.

-¿Me puedes decir por qué Anthony me mandó esta foto de la nariz quebrada de Zacharias? - Yulia le extendió el celular a Elena, donde se podía ver la imagen de la cara de Zacharias con una enorme venda cubriéndole la nariz con manchas de sangre.

-Ammm… pfff no tengo idea… un momento, ¿lo tienes de fondo de pantalla? - preguntó haciéndose la desentendida.

-Ajam… ¿entonces tampoco sabes porque Anthony mandó esa foto con un texto que dice "Tu novia es genial"?

-Ammmm, nop… ni idea… que loco Anthony - rió Lena algo nerviosa.

-…Ya… ¿entonces tampoco sabrás explicarme este video? - Yulia puso en su celular un video donde se mostraba a Elena y Zacharias enfrentados.

"… han llegado a pasar de los besos ¿verdad? Quizás si grabaste un video con eso, cuando Volkova sea famosa podrías publicarlo y…"

Se podía escuchar la voz de Zacharias y como luego Elena lo golpeaba y este caía al suelo.

-"Oh… yo…Oh, lo… lo lamento, no quise…"

Lena se llevó una mano a la frente mientras veía el video y sus mejillas se sonrojaban un poco, ya sabía lo que seguía…

"Cierto… no lo lamento en nada ¿me oíste? … y no vuelvas a meterte con Yulia… o conmigo… Ella es MI NOVIA…"

La morena paró el video y se llevó el celular al bolsillo, volvió su vista a Elena cruzándose de brazos.

-Pffff… videocámaras - dijo sin más.

-¿Me vas a decir lo que pasó o debo salir por esa puerta enojada de nuevo?

-No, no… está bien… pero déjame decirte que Zacharias se lo merecía.

-El chico tiene ese don… ¿y bueno?

Elena le explicó todo a Yulia, desde las llamadas anónimas que había recibido, hasta descubrir que Zacharias había sido el causante de todo, de contratar actores y lo de la profesora Stefanya.

-… Y entonces pasó lo que viste en el video, luego apareció Robert Daniels y arregló todo - Finalizo Lena.

-Ajam…

-¿Estás bien?... ¿te lo estás tomando con calma? - se preocupó Elena, al ver la actitud pensante de su novia.

-Sí, si… solo estaba pensando en las mil y una forma que un chico tiene de morir asesinado por un rollo de papel higiénico - decía la morena mientras seguía pensando.

-No Yulia, Robert se encargó de todo, créeme. Zacharias es… solo un chico que envidia lo nuestro… déjalo - intentó convencer la pecosa.

-Claro que no, el chico debe sufrir, por lo menos lo mataré un par de veces y luego veré que hago…

-No Yulia, déjalo… quiero que… sigamos adelante, no te fijes en Zacharias ¿sí? No quiero perder nuestro tiempo pensando en personas como él… ¿Si? Por favor…- suplicó con gracia la pelirroja.

-…Está bien… entonces… ¿Por qué no me dijiste lo de las llamadas anónimas? - preguntó con algo de molestia.

-Nooooo, acabamos de salir de un problema, debes estar bromeando - se lamento Lena, recordando que tampoco le dijo lo de las llamadas a Yulia.

-Solo quiero que queden claras algunas cosas - sentenció la pelinegra, Elena asintió obedientemente - Tú no quieres que te compare o relacione con Vlad ¿no es así?... entonces no te comportes como él… cuéntame las cosas que te preocupan… y yo haré lo mismo… o lo intentaré…

Lena sonrió amplio y se acercó para besar sentidamente a Yulia.

-Hecho - dijo la pelirroja, feliz de llegar a un acuerdo con su novia.

-Bien…

Ambas salieron del armario del conserje y en los pasillos no había nadie. Seguro se habían perdido varios períodos.

-Y dime… ¿golpear a Zacharias se sintió tan sexy como se veía en el video? - preguntó con fingido desdén.

-¿Crees que me veía sexy?

-Algo así… ¿entonces?

-No sé… me dolía el puño luego… pero se sintió taaan bien - admitió la cantante.

-Seguro que si - comentó Yulia -… Oye Katina… ¿después de clases quieres ir a mi casa?

-¿Ah?

-Ya sabes… para estudiar...

____________________________________________

Tarde pero acá estoy 😀 me gustó el capítulo, muy entretenido y chistoso al final.
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Mensaje por Fati20 4/1/2022, 12:17 am

Al final si resultó ser ese loco obsesionado con julia. Me alegra muchísimo que arreglaran las cosas y entonces lo del sobre aun es un misterio 🤔. Bueno cada cosa q pasa hará más fuerte su amor 😊. Saludos querida mía q bueno q hoy apareciste 😘😘😘
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/2/2022, 8:04 pm

The Timber is Slow Around
______________________________________________

-… y entonces… ¿ella está de nuestro lado?

-Bueno, ella estará del lado que más pueda sacar provecho…

Ya llevaban más de 3 horas estudiando para el examen del siguiente día cuando decidieron tomarse un descanso.

Elena sentía de alguna forma, que la casa de los Volkov era un sitio muy "pulcro" y a decir verdad, si ignoraba la sesión de besos que solía acontecer en el lugar, era el ideal para concentrarse y estudiar.

El ambiente lo rompió la madrastra de Yulia, trayendo un poco de jugo para ambas chicas, con la excusa de que parecían que estudiaban mucho y un pequeño descanso no les vendría mal.

Luego de unos comentarios mordaces por parte de Yulia y algunas preguntas para Lena, la mujer se retiró de la habitación dejándolas solas. Y de ella comenzaron a hablar.

-¿Y cómo puede sacar provecho de lo nuestro? - siguió con la charla Elena.

-Ya lo está haciendo - le aseguró la dueña de casa - me está limitando, ya no tengo la misma confianza para ofenderla o burlarme de ella en frente de mi padre.

-Parece simpática…

- No es de las peores, es verdad, aún así no me fío. Esto que tener algo que ocultarle a mi padre tampoco me pone en buena posición.

Yulia le dedicó una mirada de contemplación a su novia, quien no supo bien cómo interpretarla.

-¿Vas a contárselo? - intentó adivinar la pecosa, pero no obtuvo una respuesta. Yulia posó su mirada en sus manos mientras jugaba con el vaso de jugo.

Ambas se quedaron en silencio sumergidas en su pensamiento.

"El señor Volkov no parece una persona muy fácil de tratar, es algo prejuicioso y sí, he oído lo mucho que le importa la imagen propia y la de su familia frente a sus empresas y entorno" Recordaba la pelirroja mientras seguía viendo a Yulia, quien tenía una pose pensante "No debe ser fácil, aún para alguien como Yulia… aunque esta diga que no le importa demasiado el asunto, demuestra que si le preocupa."

La pelinegra pensaba en los posibles escenarios en los que debería afrontar a su padre en un futuro que le parecía muy cercano. Casi no sintió la proximidad de Lena hasta que esta le tocó una de sus manos. Solo entonces volteó a verla.

-Todo estará bien - le dijo en un susurro mientras su mirada le trasmitía todo el cariño que podía sentir.

-¿Cómo lo sabes?

-No lo sé - contestó con una sonrisa la pelirroja - pero tengo esa corazonada, y pase lo que pase estaré allí, todos nosotros.

Yulia tomó aire y se dejó contentar con esa información.

-Lo sé - le aseguró a su compañera - ¿Qué hay de ti?

-¿De mi? - ahora la sonrisa de Elena se borró y su expresión se volvió algo confusa. Yulia la contempló con gracia antes de comenzar a reír un poco - ¿de qué te ríes?

-De nada… solo recuerda, todo estará bien - se burló la pelinegra imitando la voz de Elena, exagerando su acento.

-Como te encanta arruinar el momento - se ofendió su novia.

-Oh vamos, es gracioso, me estás dando ánimos y consejos cuando también te los deberías dar a ti. En lo que a mi concierne estamos en la misma situación.

-Yo si se los diré a mis padres.

-¿Ah sí? ¿Cuándo?

-…Algún día…

-¿Cuándo firmen el tratado para el matrimonio entre humanos y brujas?

-Yulia… - regañó la pelirroja.

-¿O cuándo sea ponga de moda casarse dentro de una cárcel, donde seguro estaré por esconder cadáveres en el baúl del auto?

-Yulia…

-Como sea, por favor prométeme una cosa - el semblante de Yulia cambió de bromista a serio y Elena la miró con atención - Por favor, quiero estar allí cuando se los cuentes…

La pecosa sintió cálido en su interior, su novia quería estar a su lado para brindarle su apoyo si es que lo necesitaba, le sonrió con cariño y…

-Por nada en el mundo quiero perderme sus rostros cuando se enteren - aseguró Yulia con una sonrisa burlona antes de ser golpeada en la cara con un cojín.

-¡Yulia!

…............................................................................

Pasaron unos minutos y el timbre de la casa se escuchó por todo el lugar, con algo de molestia y pereza la dueña de casa se levantó a atender. Elena no pasó mucho tiempo a solas hasta que en la habitación se le sumó de nuevo Yulia con un nuevo invitado.

-Oh, no me habías dicho que tenías compañía - una voz familiar para Elena la hizo girarse con una sonrisa.

-¡Anthony! - lo saludó mientras se levantaba para abrazarlo levemente.

-¿Cómo estás Elena? - preguntó amablemente el muchacho.

-Bien ¿y tú?

-Oh, de maravilla - anunció el chico con una sonrisa - Solo… espero no haber interrumpido algo.

-¿Qué?

-Es decir, parece que están solas y bueno, quise llamar antes de venir, pero estaba cerca, no imaginé que Volkova estuviera en su tiempo a solas con su novia y…

-No no no - comenzó a detener Lena mientras negaba con la cabeza y manos, sintiéndose algo acalorada - solo estábamos estudiando, ¿ves?

-Claro, estudiando - dijo Anthony mientras le guiñaba un ojo.

-No, de verdad…

-Si… por supuesto, Anatomía estudiaban… ¿verdad? - siguió el chico con tono amable mientras Lena alteraba la mirada entre él y Yulia sin saber que decir.

-Ya déjala - se rió Yulia - Te están tomando el pelo Lena, Anthony mandó un mensaje y le dije que podía venir.

-Oye! - exclamó ofendida, dándose cuenta.

-Solo bromeaba, perdóname - se excusó el chico con una encantadora sonrisa.

-Bien, en fin - cortó la dueña de casa - ¿Qué haces aquí?

-Siempre tan directa, Volkova.

-Bueno, ya sabes… interrumpiste el momento a solas que tenía con mi novia - aclaró con gracia.

-Claro - se rió el chico - verás, ya te habrás enterado de la nueva propiedad de los Smith.

-Sí, de hecho, el Disco bailable o Boliche - dijo Yulia sin rodeos, Anthony asintió enérgicamente - ¿Qué con eso?

- En realidad no es propiedad de los Smith - siguió el chico, Yulia arqueó una ceja, Lena solo miraba la escena intentando comprender- Es de mi propiedad.

-¿Tu solo compraste una propiedad tan grande? - Elena no pudo evitar sorprenderse.

-Si…

-Eso es… eso es… bueno, increíble - la pelirroja seguía sorprendida.

-¿Y qué con eso? - siguió Yulia quien no se inmutó, sabía de la cantidad de dinero que tenía por medio la familia Smith, pero que la propiedad sea solo del hijo menor era algo nuevo.

-Este fin de semana será la inauguración… quiero que vayan, todos ustedes - dijo sin más vuelta.

-Somos menores de edad, todavía - aclaró Lena.

-Soy el dueño del lugar, puedo dejarles pasar.

-¿Y cómo para que quieres que vayamos? - preguntó directa la pelinegra.

-Por amistad, apoyo, sería bueno estar rodeado de gente que conozco - inquirió el chico encogiéndose de hombros.

-Ya… - siguió Yulia con una sonrisa de lado - entonces… ¿Por qué quieres que vayamos? - volvió a preguntar, haciendo reír al chico.

-Publicidad - contestó finalmente Anthony, y Yulia quedó más satisfecha con esa respuesta - Tanto tu, como los actores de la obra gozan de cierta "atención momentánea" por el éxito de la misma, sería bueno para la inauguración que gente tan bien vista ahora, sea… bueno, vista ese día allí.

-El boliche está ubicado en una de las zonas más lujosas de la ciudad, está bajo el nombre de los Smith y la infraestructura es impresionante - enumeró Yulia - ¿Por qué necesitas la publicidad de "Niños de la farándula"?

-El boliche es mío, tanto mi padre como mi hermano desaprueban, por así decirlo, la inversión. No me dejan usar el apellido en esto.

-¿Por qué no? - indagó Yulia.

-Un disco bailable les parece algo… de baja clase para ellos - explicó el muchacho.

-Bromeas ¿verdad? Ese lugar es lujoso cuando poco, las personas que frecuentan la zona son de las más exclusivas, las posibilidades que en la inauguración asistan estrellas famosas son muy altas - expresó Yulia.

-Sí, lo sé… asuntos que nunca llegaré a entender de mi padre y Zacharias - comentó el muchacho.

-Si, como sea, aún así tu nombre es muy conocido y la inauguración fue de lo más comentada toda la semana… no nos necesitas - insistió Yulia.

-Vamos Volkova, será divertido - animó el chico - ¿tú qué me dices Elena?

-Ah bueno… ¿yo? – a la pelirroja le sorprendió que la metieran en la charla, Yulia la miró curiosa.

-Sí, ¿no quieres conocer el lugar? He puesto mucho de mí en la decoración y estoy seguro que te encantaría, la música está a cargo de 3 Djs del momento y te puedo asegurar que la gente será genial - comentó entusiasmado Anthony.

Lena miró a Yulia sin saber bien que decir.

-Por favor, te prometo que no te arrepentirás - suplicó simpático. La pelirroja solo pudo sonreír y asentir un par de veces ¿Cómo negarse?

-Claro, será divertido…

….............................................................................

El exterior del lugar era sencillamente impresionante. Elena pensaba que si desde afuera el lugar se veía tan bien armonizado, decorado, y por sobre todas las cosas, imponentes, el interior no sería de menos. Inclusive la música de adentro resonaba en la parte exterior, contagiando a la gente de su ritmo.

Había quedado con Vladimir y los chicos para ir todos juntos, y casi sin poder evitarlo Katya se les sumó. Sabía también de que algunos de sus compañeros en la escuela, asistirían al evento, y por lo que podía ver en la fila de entrada, la espera sería interminable. La cola era tan larga que llegaba a doblar en la esquina.

-¿Yulia está con Anthony? - le preguntó Vladimir apenas comenzaban a llegar al lugar y se ponían al final de la fila.

-Sí, si, dijo que había venido antes para acordar con Anthony unas entrevistas ya que iban a filmar el lugar antes de abrirlo.

-¿Y cuánto hará de eso? - preguntó Alexei.

-Un par de horas.

-Pues entonces llámala y dile que estamos en la entrada - le dijo con calma Vladimir.

Elena obedeció y marcó a su novia, al instante la atendió.

-¿¡Hola!? - Yulia gritaba del otro lado, de fondo se podía escuchar la música del interior.

-Yulia, ya llegamos.

-¡No te escucho!

-¡Que ya estamos afuera!

-¡Bien!

Fue lo último que escuchó antes de sentir el tono de su celular, anunciando que había colgado.

-Tenemos que practicar las despedidas por teléfono - mencionó Lena mientras guardaba el aparato.

-¿Y bien? ¿Ya viene? - quiso saber Vlad.

-Eso creo…

Pasaron unos minutos en lo que los chicos podían ver como los guardias que custodiaban la puerta rechazaban a varios de lo que intentaron ingresar.

-¿Por qué los rechazan? - preguntó Nastya.

-Pueden ser por varias razones, no dan con la edad, no pueden pagar la entrada… su estilo no está a la altura del lugar - enumeró Vladimir.

-Eso no es discriminar - se quejó Alexei dándose un vistazo a él mismo preocupado de no poder entrar.

-No, el lugar siempre advierte "Se reserva el derecho de admisión" y solo por eso, los dueños o sus autoridades pueden echar a la calle a quienes quieran - contestó el rubio de manera tranquila.

-¿Tú ya ha venido a lugares así, Vlad? - preguntó Nastya.

-Sí.

-¿Con Yulia?

-Sí.

-Pero…

-Identificaciones falsas… algunos contactos - contestó Vladimir antes que le preguntaran - … nunca se nos cerró la puerta en la cara, aparte Yulia es muy linda, como tú y Lena - sonrió.

-¿Y eso que tiene que ver? - preguntó la pelirroja con gracia.

-Oh, ¿no lo sabes? - preguntó el rubio, Elena y Nastya negaron con la cabeza – A las chicas bonitas jamás se les niega la entrada.

-¡Hey chicos! - sentía que gritaban desde la puerta - ¡Elena!

La aludida levantó la vista buscando y encontró a Anthony que le hacía señas desde la puerta.

-Esta es la parte en la que te acercas y saludas al dueño del lugar - le susurró Vladimir.

-Pero perderemos el lugar en la fila…

-Tu ve - la empujó el rubio, mientras la acompañaba con los demás.

-¡Anthony !- lo saludó y el chico la abrazó enérgicamente.

-No saben cuánto me alegro que estén aquí - dijo luego de soltarla - ¡Pero Elena!

El chico se tomó el tiempo de ver a la pecosa de pies a cabeza. La chica había ido vestida con algo simple pero de acuerdo a la ocasión, una pollera corta de jean blanco y una camisa sin mangas de un color rojo, accesorios como un cinturón en un negro brillante y zapatos a juego con el mismo, el cabello recogido en un prolijo rodete que dejaba escapar parte del flequillo en su cara.

-Te ves hermosa - la halagó finalmente - Chicos, pero que guapos están ustedes también - siguió diciendo Anthony mientras saludaba uno por uno a los muchachos.

Nastya había elegido un vestido suelto en tirantes en tonos grises y salmón. Tanto Alexei como Vladimir optaron con jeans azul y camisa, para el pelinegro de un color celeste y para el rubio un color bordo, lo fino de su camisa lo hacía ver con cierta madurez y sin dudas aún más guapo. Dmitry, un poco mas cómodo, también traía jean, aunque en negro, y una remera blanca con estampados en flúor, llevaba el pelo recogido en una coleta. Katya era la que mas llamaba la atención con una vestido en tonalidades doradas con accesorios en negro y zapatos del mismo color también.

-Tú también te ves muy guapo, Anthony - sonrió la castaña dándole un leve empujón al anfitrión.

Y era verdad, el chico se veía muy bien en una pantalón de jean blanco con una camisa mangas largas verde oscuro, resaltaba más sus ojos marrones y su cabello alborotado del mismo color.

-Gracias, bueno entren quiero mostrarles el lugar.

Y apenas dijo esto los guardias se hicieron a un lado para dejarlos pasar, bajo la envidiosa mirada de todos los que aún permanecían afuera.

El lugar superaba todo lo que Elena hubiera imaginado, era enorme y como todo boliche bailable, oscuro pero con unos juegos de luces impresionantes. Desde que uno entraba podía ver las dos salas Vip que el lugar tenía en la planta alta, una con colores azules y otra en colores rojo. La pista central, ubicada en la zona baja era realmente grande, y ya se podía ver a una buena cantidad de gente disfrutando de la pista con la música. Justo al fondo y arriba el Dj mezclaba y trabajaba sobre las canciones. Caminaron un poco por el lugar, en los cuales podían ver otras pistas alternas a los costados, más pequeña que la central pero aún así grande. Los bares y barman también estratégicamente ubicados para no estorbar el caminar de los clientes.

-Hermano, esto es impresionante - halagó Dmitry sin dejar de apreciar el lugar.

-Me complace - exclamó con una sonrisa orgullosa el dueño.

Anthony los guió hasta llegar a la sala VIP en tonalidades azules, las luces de neón hacían una combinación perfecta en el lugar y la música no aturdía tanto como en la pistas de abajo, por lo que se podía hablar sin estar gritando todo el tiempo.

-Muy bien, me encantaría darles un recorrido más extenso, pero hay otros invitados especiales que también quiero atender - se disculpó con honestidad el chico.

-Descuida, nosotros no las arreglamos desde aquí - lo calmó Vladimir dándole una palmada en el hombro.

-Bien - sonrió el chico, ya se estaba por ir cuando Elena lo tomó de la muñeca, abrió la boca para decir algo pero no dijo nada, el chico le sonrió - Ella está por allí.

Anthony le señaló a uno de los costados y Elena pudo ver a Yulia charlando con 2 muchachos.

-Gracias - le contestó y el chico finalmente se retiró.

Lena veía como Yulia hablaba animadamente con estos chicos y notó lo bien que se veía. Su novia llevaba un pantalón de cuero ajustado en negro, botas del mismo color. Llevaba el cabello suelto y un notable colgante en dorado resplandecía sobre la remera en negro sin mangas que llevaba, de una tela delicada, la cual gracias al color remarcaba, aún si se puede, más lo nívea de su piel.

Un tercer chico se acercó hacia donde estaba Yulia y le ofreció una bebida, esta la aceptó, para luego sonreírle y fue en ese momento que Lena notó como su sentimiento de apreciación y contemplación por su novia pasaban a algo que le revolvió un poco el estómago.

-Ohhhh, yo conozco esa mirada - Vladimir se acercó a Lena, mientras siguió con su vista hasta dar con Yulia - Sep, es la misma mirada que yo tenía cada vez que veníamos a estos lugares.

-¿De qué hablas? - quiso saber Elena.

-De nada… de nada - se disculpó simpático el muchacho.

Yulia vio a ambos y Vlad la saludó con la mano, Lena también la saludó con un gesto. La morena se disculpó con los chicos y se acercó a sus amigos.

-¡Hey! que bueno que ya llegaron, los estuve esperando una eternidad - dijo animada la pelinegra.

-Creo que encontraste con que divertirte - "¿Qué acabo de decir?" se preguntó la pecosa, no pudiéndose reconocer. Yulia la miró algo confundida.

-Oh si, era esa mirada - se burló Vladimir y se disculpó con las chicas mientras se iba por unos tragos.

-¿Y?¿qué te pareció el lugar? - preguntó Yulia.

-Es enorme - expresó Elena aún sorprendida y olvidando de momento lo que había pasado con anterioridad - y genial, no puedo creer que Anthony sea el dueño de todo esto.

-Y es no es nada, todavía debes ver la parte externa - siguió la pelinegra - tiene un…

-¡Hey Volkova! Con los chicos estamos por ir a la pista de abajo, nos preguntábamos - uno de los 3 chicos que hablaban con Yulia se le acercó a hablar cortando la charla - de hecho me preguntaba… ¿querrías ir a bailar?

Nuevamente ese sentimiento se hizo presente en Elena, lo sentía en el estómago casi, pero lo pasó por alto.

-Ahora no puedo, estoy hablando - le dijo cortés pero cortante. El chico asintió y se retiró.

-¿Quiénes son? - preguntó con curiosidad la pecosa.

-Son los hijos de un productor famoso de la zona - Mencionó sin interés Yulia con una ademán de mano.

-Vaaaaya, parecen importantes ¿Por qué no los acompañaste a la pista? -"¿Pero que estoy diciendo? Si yo no quiero que se vaya con ellos" Lena no llegaba a entenderse, Yulia la volvió a mirar curiosa.

-¿Por qué? Les dije que estaba hablando contigo.

-Es que te veías tan contenta con ellos hace unos momentos que creí que quizás también te divertirías en la pista - la voz de Elena sonaba amable o lo disimulaba muy bien.

-Solo estaba con ellos por mera cortesía, son bien conocidos por sus salidas y seguro que hagan una buena reseña del lugar le ayudaría a Anthony - se justificó.

-¿Son muy guapos no crees? - "Ok, voy a callarme, porque me parece lo más sensato de ahora en adelante" pensó la pelirroja.

-Sí, lo son - la cortó Yulia - será mejor que vayamos con los chicos.

-Si - mencionó Elena mientras seguía a Yulia quien ya se había encaminado hacia Nastya y los demás.

….............................................................................

La noche en el boliche se le hacía interminable a Elena, después de ese pequeño intercambio de palabras, Yulia había optado por la compañía de Nastya y ambas bailaban en la pista de abajo. Alexei y Dmitry intentaban conseguir algunas chicas en otra de las pistas. Katya se había perdido de vista hacia tiempo, y allí estaba ella, aún en la zona VIP Azul, viendo desde arriba a Yulia y a Nastya bailando en la pista principal. Podía ver como los chicos a su alrededor la miraban, algunos se acercaban a invitarla un trago otros a sacarlas a bailar, pero ambas chicas rechazaban a todos, a otros le sonreían, pero seguían bailando entre ellas.

-Y ahí está esa mirada de nuevo - Vladimir se acercó a Lena y se apoyó en la baranda en la que estaba ella para ver a Yulia y a Nastya.

-No sé de qué hablas - pero el tono de Lena dejaba ver cierta molestia.

-¿Se pelearon o algo?

-No, no, yo solo, decidí que mejor me quedo a mirarlas desde aquí.

-Claaaaro - aseguró el rubio.

Elena contempló como un chico le acariciaba el brazo a Yulia y le susurraba algo en el oído, esta sonrió pero alejó al muchacho.

-No estoy celosa - dijo de repente la cantante.

-Yo… no dije que lo estuvieras - se defendió Vladimir.

-Que bien porque no lo estoy, solo no quiero estar pegada a Yulia y que alguien nos vea y digan o supongan cosas.

-Claaaaaro - repitió el rubio.

-Es mejor así, yo ni siquiera quiero estar con Yulia, o sea, toooodo el tiempo. Está bien que ella se divierta con otras personas - se explicaba Lena - que se acerquen a ella como si pudieran conquistarla… por más guapos que sean… y por mas simpáticos que parezcan… y aunque Yulia les sonría… por más simpáticos que parezcan… y aunque Yulia les sonría… porque es mi novia y nada lo va a cambiar - cada vez menos convencida.

-Oye si te molesta solo ve y dile - contestó Vladimir.

-¿Qué?

-Que estás celosa.

-¡NO estoy celosa!

-¿Quién esta celosa? - preguntó a Anthony acercándose.

-Lena lo está - contestó el rubio.

-¿Elena es celosa? Pensé que solo lo era Volkova…

-¡Yo no soy celosa! - se exasperó la pecosa.

-Oye, si te molesta solo ve con ella - dijo Anthony.

-Es lo que yo le digo.

-¡No puedo! - se lamentó con molestia la pelirroja.

-¿Por qué no? - preguntó sin entender Vlad - cuando estábamos juntos y esto pasaba, y créeme que pasaba, ya que Yulia es linda a la vista, atrae a muchos chicos, y por más que ella los rechace a todos igual me hacía sentir un poquiiiito molesto. Es ahí cuando la entendía un poco con sus celos.

Elena reflexionó un poco en estas palabras.

-Pero los celos de Yulia… bueno ella los llevaba a otro nivel.

-Cierto, pero es aquí donde tienes tu "carta bajo la manga" - siguió el rubio, Elena lo miró curiosidad - Al ser Yulia tan celosa yo simplemente le decía que también lo estaba, entonces se burlaba de mi un poco pero terminaba quedándose conmigo… ventajas de no tratar tanto sus celos en nuestra relación.

Lena sentía que el tiro le había salido por la culata y puso cara de no podérselo creer. Vladimir la miró confundido.

-Ustedes… ¿arreglaron el asunto de los celos? - preguntó el rubio.

-¡Si! ¡Si! - se exaltó con molestia la pecosa - lo hicimos, lo tratamos mucho, le hablé un montón y ella lo entendió todo, quedamos en que confiaríamos en cada una y no dudaríamos ¿Qué debo hacer ahora? ¿Tomar una cucharada de mi propia medicina?

-Uy… que mal - contempló Anthony.

-Relájate - la animó Vladimir – eres muy importante para ella, jamás haría algo estúpido.

-Lo sé, pero aún así es molesto - se expresó la cantante mirando de nuevo a Yulia, y aún más chicos la miraban.

-¿Y por qué simplemente no vas y bailas con ella? - quiso saber Anthony.

-Teme darle una "equivocada imagen" si se acerca mucho a Yulia - dijo Vladimir sin creérselo.

-Es un boliche abierto, aquí nadie te va a juzgar, todos publicistas y esas cosas tienen prohibida la entrada - habló Anthony - así que… ve con tu novia.

Elena volvió a mirar a Yulia y Nastya, como parecían estarla pasando bien en la pista.

-Ok… Ok… iré - dijo esta - quizás más tarde.

Vlad y Anthony se miraron entre ellos y se echaron a reír.

-¿Qué es lo gracioso?

-La niña del puñetazo no tiene suficiente valor para sacar a bailar a su novia - se burló el chico mientras reía un poco más con Vladimir.

-Descuida Lena, es comprensible, es decir mírala - el rubio tomó el rostro de Elena y la giró para que mirara a Yulia con él, justo la pelinegra rechazaba a otro par de chicos, pero con una mirada más fría y cortante, seguramente chicos algo densos - ¿verdad que intimida un poco?

-Vlad - lo llamó Lena, mirándolo - Yulia es mi novia, no me intimida.

-Pues entonces sácala a bailar y así alejar a todos los demás "pretendientes" que te molestan - dijo con calma el rubio.

-Eso chica, ve a marcar territorio - Contestó alegre Anthony.

-¿Has estado tomando, no es cierto? - preguntó Lena, riéndose del comentario del anfitrión, no recordaba haberlo visto de forma extrovertida.

-Quizás… - contestó este con una sonrisa graciosa.

-¿Y bueno? - preguntó Vladimir.

-Yo… creo que mejor esperaré un rato, seguro se cansan y me reuniré con ellas - concluyó finalmente con algo de tristeza.

-Ohhhh, no puedo ver a Elena, el puñetazo, Katina, triste - comentó el dueño - vengan, conozco a alguien que te hará sentir con confianza y valor.

Elena y Vladimir lo miraron sin comprender, pero el chico simplemente hizo una amague con la mano en señal de que lo sigan, ambos obedecieron.

…..............................................................................

Los 3 salieron de la zona VIP y bajaron, pasando por el lado de la pista principal. Elena intercambió por un leve momento la mirada con Yulia, antes de perderla de nuevo de vista y ser aturdida por el volumen de la música en la pista de abajo. Siguió a los chicos unos cuantos pasos más hasta que Anthony subió a una pequeña plataforma, allí el lugar era de un color verde gracias a las luces de Neón. En el medio podía verse una barra con una barman de un lado a otro atendiendo a la multitud que pedía tragos.

Anthony se sentó en uno de las banquetas altas de la barra, donde no había tanta gente y llamó al barman. Elena y Vladimir se sentaron cada uno a su lado. Por el sonido de la música, Lena no pudo escuchar lo que le decía, pero en poco tiempo el hombre llegó con 3 tragos en unas pequeñas copas altas, de un color verde brillante.

-No entiendo, a quien nos quieres presentar - habló/gritó Elena para que Anthony la escuchara.

-Elena, Vladimir, les presento al Duende Verde - dijo con una sonrisa el anfitrión mientras presentaba su bebida.

-¿Una bebida? - preguntó incrédula Lena.

-No es solo una bebida, es LA bebida que hará que pierdas todos tus temores - le anunció el chico.

-Yo escuché hablar de ella, creí que era ilegal en Rusia - dijo Vladimir.

-Oh lo es - dijo Anthony con un guiño.

-Genial - exclamó el rubio, viendo el color fluorescente de la bebida.

-Ustedes brindarán, yo prefiero quedarme así - Expresó Lena.

-Oh vamos, yo ya la he probado antes, es muy dulce, te encantara - invitó Anthony.

-No gracias - rechazó amablemente la pecosa.

Elena buscó con la mirada a Yulia y a Nastya y no tardó mucho en verlas, ambas bailaban mientras le sonreían a unos chicos muy guapos que las miraban.

-Vaya, esos dos sí que son guapos - dijo Anthony, girándose en su banco y viendo también a las chicas - ¿crees que tengan posibilidades?

-Yo creo que si - se le sumó Vladimir.

-Ustedes no entienden - dijo Elena - ese es un truco que usamos las chicas, miren, seguramente a Nastya le agradó alguno de esos chicos. Por eso ambas le sonríen, para que se animen a sacarlas a bailar - Elena decía mientras observaba el comportamiento de sus amigas, y como lo había anunciado los chicos se acercaron y de la mano invitaron a bailar a sus amigas, estas aceptaron - ¿Lo ven? Nastya no podría estar más feliz.

-Tampoco pareciera que Volkova la esté pasando mal - agregó Anthony.

Y parecía verdad, Yulia también le sonreía al chico que la había sacado a bailar, cuando este se le acercaba a susurrarle algo al oído, nuevamente Elena sentía que se le revolvía el estómago.

-Si sigues mirándola así, le perforarás la cabeza con la mirada - Se burló Vladimir.

-¡Te dije que no estoy celosa! - aclaró la pelirroja molesta.

-Como tu digas ¿y entonces? - Anthony le acercó la copa con el líquido fluorescente.

Lena lo tomó entre sus manos y lo olió, era fuerte, pero también olía dulce, como licor.

-Solo un trago - anunció Elena con firmeza.

-Solo uno - se alegró Anthony.

Lena vio como Vlad y Anthony de un solo trago hicieron desaparecer sus bebidas y ambos exclamaban por el ardor del mismo, pero reían. No se confió mucho y primero dio un ligero sorbo. Se ahogó un poco y miró a los chicos.

-Esto te quema toda la lengua, es muy fuerte - se quejó.

-Así no Elena, debes tomarlo de un solo trago - animó Vladimir. La pecosa se armó de valor respirando un par de veces y finalmente se tomó el resto de la bebida

-¡Siiii! - Vitorearon ambos chicos, Lena reía.

-¡Cantinero, otra ronda! - exclamó enérgico Anthony - ¡que hoy estoy festejando por mi club, la buena compañía! - se estrechó a Vladimir - las novias lindas que cautivan a todo el lugar!

Elena y Vlad rieron ante el estado de alegría de su anfitrión, el cantinero no tardó en servir otra ronda.

…..........................................................................

"Ok, hora de mandar a volar al perdedor"

-Debo irme, adiós - dijo la pelinegra al muchacho con el que estaba bailando.

-¿Tan rápido? - preguntó sin ocultar su desilusión el chico.

-Me tardaría más, pero no creo que lo valgas - se burló con una sonrisa, dejando al chico claro en su rechazo. Comenzó a caminar hacia donde había visto irse a Elena, ya habrían pasado como 20 minutos de eso.

"Maldita Nastya, espero que el chico que había visto por lo menos sea divertido y valga el sacrificio que tuve que hacer de bailar con ese imbécil" Pensaba Yulia mientras se abría paso en la pista.

-¡Oye! - un chico alto y algo transpirado la detuvo, lo hubiera empujado si no fuera porque reconoció su rostro - ¿me recuerdas? Estaba en la fiesta de Robert, nos presentaron.

"Oh genial, ahora me toca estar con otro niño mimado, que encima cree que lo puedo escuchar por todo el ruido del ambiente"

-Si, Ibrahim ¿Cómo estás? - Gritó Yulia, para que el chico la escuchara.

-¡Bien! Esta aquí, en el VIP, seguro le agradará verte, ven conmigo - le ofreció el chico con una sonrisa.

-¿Por qué esta tu padre aquí?- preguntó incrédula Yulia, imaginándose porque un tipo de unos 50 años soportaría este ambiente.

-El dice que se siente joven aquí, y tiene razón, se respira la juventud - Gritaba el chico mientras se movía un poco al ritmo de la música.

"Dios, solo quiero buscar a Lena antes que golpee a este sujeto"

-Vamos, seguro a mi padre le encantará verte, todavía habla mucho de tu obra.

Yulia dudó, e intentó ver por encima del hombro del chico para buscar a Elena. Para su dicha la encontró. Parecía estarse divirtiendo a lo grande con Anthony y Vladimir, se reía con ellos y eso tranquilizó un poco a la pelinegra.

"Pensé que la estaría pasando mal" recordó Yulia "se puso celosa y luego me molesté, dejándola sola, pero parece que ya está bien"

-Claro, vamos a saludarlo - dijo Yulia y el chico sonrió ampliamente guiándola al salón VIP Rojo, escalera arriba.

….............................................................................

-… ¿Sabes? Al principio no sabía que hacer cuando me enteré que tú y Yulia… bueno… Tú y Yulia - volvió a repetir Vladimir en tono picaron mientras levantaba las cejas.

Elena y Anthony reían abiertamente de todo lo que Vlad decía y como este tenía los ojos entrecerrados.

-Amigo, lo lamento, debe ser terrible - siguió Anthony, quien no paraba de reír - que tu novia te cambie por tu mejor amiga.

-¿Mi amiga? Si hasta intenté salir con Elena - se rió Vlad - ¡y esta me rechazó!

-Alguien debía decirte: Oye amigo, ¿no te das cuenta que son tan gays? – imitó Elena con la voz genérica de hombre, mientras reía.

-Oigan chicos, ¿no vieron a Yulia? - Nastya se les acercó.

-¡Oigan, miren, es un gato! – exclamó entre risas Lena.

-¡Un gato! - gritaron contentó Anthony y Vladimir.

-Un gato castaño - aclaró Lena, señalando a los dos, como si fuera importante la aclaración - Te quiero gatita.

Elena abrazó a Nastya desde su asiento y esta rió un poco.

-Yehiiii - exclamó Nastya, luego se alejó de Elena - Huelen a licor.

-Anastaaaassiiiaaaaa - la llamó Anthony - dime ¿porque SU novia - señalo a Elena - estaba bailando con ese guapetón?

-Oh, es porque yo quería bailar con su amigo, era muy lindo… y me pidió mi numeró - dijo con alegría la castaña mientras guiñaba un ojo.

-¡Se los dije! - exclamó con alegría Lena - paguen la apuesta.

-¡Cantinero! - llamó animado Thony - ¿Se da cuenta? Mi amiga Elena tenía razón, otra ronda para celebrar la razón de Elena.

-La razón de Elena - repitió entre risas Nastya - que divertidos son.

-Oye Nastya ¿por que no estás con el chico ese con el que te dejé y por que...? - Yulia se había juntado ya de nuevo con los chicos y lo primero que vio fue a Nastya, luego levantó su vista y vio a sus 2 amigos y novia.

-¡YULIAAAA! - gritaron los 3 con alegría.

-Ay por Dios - exclamó la ojiazul.

-Creo que tomaron algo que los puso muy contentos - dijo Nastya.

-¿Están ebrios? - preguntó incrédula la ojiazul.

-No - negó con rapidez Elena, miró a los chicos y los tres se largaron a reír sin parar - Bueno, un poco.

El cantinero dejó los 3 tragos nuevamente en la barra.

-¿Qué le diste a Lena? Ella nunca toma - reprendió Yulia a Anthony.

-Pero si ella fue la que dijo que brindemos - aclaró el chico - y ahora… no recuerdo porque debíamos brindar.

-La razón de Elena - les recordó Nastya.

-¡La razón de Elena! - gritaron los tres levantando sus copas.

-¡NO! - gritó Yulia, deteniendo a los tres.

-Tranquila Yuuuuuuliiiaaaaa – Intentó pronunciar Lena - Toma un trago.

-No lo haré, debo conducir de vuelta… y alguien debe cuidarlos a ustedes… ¿Dónde se metieron Dmitry, Alexei y Katya?

-Si tu no lo tomas entonces yo lo tomaré - dijo contenta la pecosa, llevándose el trago a la boca, pero Yulia le quitó la copa antes.

-Tú ya tomaste demasiado - le aclaró la ojiazul.

-Claro que no.

-Claro que sí.

-Claro que si… es decir no.

-¿Cuántos de esto has tomado? - preguntó con curiosidad, mientras olía la bebida y se daba cuenta que era fuerte.

-Unos...

-¿Uno? ¿Cuántos?

- Druato.

-"Druatro" ni siquiera es un número.

-Lo sé pero suena tan genial - expresó Lena mirando a los chicos en busca de apoyo, estos rieron con ella. Volvió su vista a Yulia y notó que esta la miraba severa - estoy bien Yulia.

-¿En serio? - preguntó con gracia la pelinegra, Elena asintió enérgicamente varias veces - de acuerdo, quieres el trago, ven por él.

-Claro - contestó Lena, se intentó parar de la banqueta y debió apoyarse en la barra para no caer, miró a su novia y esta le sonreía con malicia - ¿No quieres mejor, alcanzármelo tu?

-No.

-Okey… - Elena se puso de pie soltándose de la barra, desde allí Vladimir, Anthony y nasty la animaban a seguir, dio dos pasos, algo inseguros y tres rapidos cayendo sobre Yulia, quien la sostuvo para que ninguna cayera.

-Yehiiii - festejó - ahora mi premio.

-No ganaste nada - corrigió Yulia, aun sosteniendo a Elena y a la copa, que había volcado más de la mitad de contenido, por la casi caída de su novia.

-Dijiste que si llegaba podía quedármela.

-Nunca dije eso.

-Yulia, alguien se tiene que tomar la copa - dijo Elena con tristeza - sino el duende verde se pone a llorar.

-¿Qué?- preguntó Yulia sin poder evitar reírse debido a los pucheros que hacia la pecosa.

-Así se llama, el duende verde… me iba a ayudar… no quiero que llore - Lena hablaba al mismo tiempo que parecía ponerse triste.

-¿Ayudar con qué? ¿Te vas a poner a llorar? - preguntó incrédula la pelinegra, Lena asintió con la cabeza - ¿Por qué?

-Porque estoy celosa.

-¿Qué? - Yulia no entendía ni de atrás ni de adelante.

-¿Quieres que me ponga a llorar?

-No - negó intentando aún entender de lo que hablaba Elena.

-Entonces alguien se tiene que tomar eso - dijo Elena señalando la copa que aún tenía Yulia.

La morena suspiró molesta, miró el líquido, casi no quedaba en la copa, no lo pensó mucho y se lo tomó de un solo trago.

-Listo ¿contenta? – Preguntó, Lena asintió con una amplia sonrisa - Borrachos… ¿Quién los entiende?

-Eres muy linda - expresó Elena con una sonrisa boba, Yulia rodó los ojos.

-Será mejor que te lleve a casa.

-¿Me quieres llevar a mi casa… o a mi casa? - Insinuó Elena y empezó a reír de nuevo.

-Dios, debería grabarte, podría sobornarte de por vida solo con eso - Reía Yulia.

-Y ahora haremos el segundo cambio en esta noche - una voz se hizo escuchar en todo el lugar, llamando la atención de los chicos - "Le Serpent Rouge" les complace en anunciar al siguiente Dj, traído desde california, Estados Unidos, el otro lado del mundoooo...denle amor a Voxxy.

El nuevo Dj no se hizo en de esperar y comenzó su mezcla con una de las canciones más movidas.

-¡Yulia! - le gritó Elena aún teniéndola cerca - ¡Yo conozco a esa cantante!

-Yo también, es Kesha - explicó con paciencia Yulia al escuchar el remix de "Timber" una de las canciones.

-Amo esa canción - anunció Lena, dándole un corto beso en los labios a Yulia, sorprendiéndola - Vamos a bailar.

La pelirroja se encaminaba a la pista principal cuando Yulia la detuvo del brazo.

-Tú no vas a ningún lado, ni siquiera puedes caminar como para bailar - explicó la pelinegra.

-¿No quieres bailar conmigo?

-No es que no quiera, tú no puedes.

-Si puedo - corrigió Elena, mirando un poco a su alrededor - dejame mostrarte.

Y dicho esto le guiñó un ojo a la pelinegra, alejándose de ella, se acercó a unas chicas que se encontraban cerca, les dijo algo y las 3 se dirigieron hacia donde estaba Anthony.

-Ayúdanos a subir - le pidió Elena y Thony y Vladimir ayudaron a las chicas a subir a la barra.

A su alrededor la gente que las vio subir comenzó a alentarlas con las palmas al ritmo de la canción y Lena comenzó a bailar con sus improvisadas compañeras.

Yulia se tapaba la cara con una mano mientras se reía de la locura que estaba haciendo su novia y se acercó a los chicos que también aplaudían a las bailarinas.

Las tres chicas se movían al ritmo de la música, Elena aunque con gracia debido al alcohol que llevaba encima, no lo hacía nada mal, hasta le guiñaba el ojo a varios chicos que la veían, alentando aún más la movida.

-¡Tu novia es genial, Volkova! – le gritó Anthony mientras aplaudía a las chicas.

-Es una tonta - se rió Yulia.

Desde la barra, Lena soltó su cabello del rodete y se lo despeinó un poco al ritmo de la música, gesticulaba la letra de la canción como si ella la estuviera cantando y sonreía ampliamente. Yulia creyó que hacía tiempo no la pasaban tan bien con sus amigos.

Anthony también subió a la barra con las chicas y se puso a bailar con Elena, la abrazó y la hizo girar hacia afuera. La pelirroja cayó en los brazos de la multitud y giró un poco más hasta abrazarse al cuello de alguien.

Cuando levantó su vista y notó que era Yulia, quien aparte la miraba con una risa burlona, solo pudo sonreír aún más.

-Apuesto a que ahora tienes más ganas de llevarme a mi cama - comentó entre risas contagiando a la pelinegra.

La gente a su alrededor seguía muy animada con la mezcla del nuevo Dj y la atmosfera se volvía cada vez más agitada pero divertida.

Elena se abrazó mas cómodamente del cuello de Yulia y se reincorporó no dejando caer tanto su peso, gesto que Yulia agradeció, ahora solo la miraba con un sonrisa.

-¿Qué? - preguntó la pelinegra también sonriendo.

-De verdad eres muy linda.

Yulia no podía entender como otros chicos podrían haberle dicho lo mismo, inclusive en un estado más presentable de lo que se encontraba Elena en esos momentos, quizás con palabras más profundas y quizás también en otro ambiente, pero solo ella lograría que se sonrojara como sentía que lo estaba haciendo en esos momentos.

La mezcla cambió, seguía siendo un tema movido y Lena no tardó en reconocerlo y sonreír.

-Dejame adivinar - la atajó Yulia - ¿Te encanta esta canción?

Elena asintió enérgica y se acercó al oído de Yulia.

-Ahora que he captado tu atención, quiero robarte para una exhibición de ritmo - Elena le susurraba la canción Slow Down a Yulia y esta solo reía.

La pecosa se separó y tomó la mano de su novia, llevándola a la pista de baile, pasaron a la par de varias personas hasta llegar justo al medio. Entonces Lena se paró y giró a verla.

Yulia quiso protestar por el calor que hacía allí y por las personas cerca, pero Elena se le acercó y con un dedo le tapó la boca, acercándose más para que la pueda escuchar.

-Ya sé que seguro esto te molesta, pero hay dos cosas que quiero hacer, si las cumplo, no vamos - dijo lo más claro que pudo, Yulia arqueó una ceja, pero no protestó.

-Bien ¿y cuáles son? - aceptó el trato.

-La primera… - le susurró mientras de la mano la hizo girar al ritmo de la música, quedando la pelirroja detrás de Yulia, apoyó su mentón en su hombro y volviéndose a acercar a su oído - es que bailes conmigo.

Elena pasó una mano por la cintura de Yulia atrayéndola y pegando su espalda baja a su abdomen mientras realizaba ligeros movimientos según la canción, Yulia comienza a seguir a su compañera, aceptando la primera propuesta.

La pelirroja dejaba pequeños besos en el cuelo de su novia cada tanto, embriagándose de su perfume y sintiendo como el cuerpo de Yulia se estremecía. Podia sentir su piel caliente, debido al entorno.

La música todavía era acelerada así que con rápidos movimientos, la morena puso a su novia frente a ella de nuevo, es cuando nota la pequeña capa de traspiración que cubre la piel de Elena, haciéndola brillar un poco por la cantidad de juegos de luces del lugar. Pegándose aún más pudo sentir aún el olor a vainilla y su perfume, casi evaporándose por cada poro de su piel.

Intentando provocar a su novia, Yulia realizó unos pequeños movimientos sensuales bajando muy pegada al cuerpo de Lena, solo para luego subir y pasar su mano por su nuca, sintiendo sus cabellos húmedos por una traspiración fría y el aliento de Lena pesado, anunciándole que logró su cometido.

En otro movimiento, sin quitar la cercanía de su cuerpo con el de la pelirroja, Yulia se pone a espaldas de esta, abrazándola de la cintura. Elena aprovecha la posición para sorprender a Yulia haciendo unos leves movimientos insinuantes aún al ritmo de la canción, la morena solo puede sonreír complacida. Se acerca al oído de su novia, para morderle el lóbulo.

-¿Sabes? Creo que podría acostumbrarme a esto - mencionó la pelinegra aún en esa posición, pegando aún más a Lena a su cuerpo.

Siguieron bailando un poco más. Elena podía sentir las miradas sobre ellas, poniendo un poco de atención a los que las rodeaban, creyó distinguir a uno de los chicos con los que Yulia estaba en un principio. Sonrío recordando la segunda cosa que quería hacer.

Acarició el rostro de la morena aún estando de espalda a ella y dejó caer su cabeza hacia atrás, largando un ligero suspiro que no pasa desapercibido por su compañera. Gira provocándola un poco.

-Ahora quiero lo segundo - mencionó, pasando una de sus manos acomodando unos mechones de Yulia hacia atrás, podía sentir que la pelinegra también la humedecía un sudor frío - quiero que me beses…

Yulia, aún extasiada por los movimientos previos y por tener a Elena tan cerca, no entendiendo del todo la petición, dejándolo ver en su rostro.

-Quiero que me beses aquí, en medio de la pista, rodeada de toda esta gente - siguió Elena, muy cerca del rostro de Yulia - Mientras todos nos ven, porque nos están viendo.

Elena acariciaba la espalda de Yulia con una de sus manos, mientras descendía en dirección sur lentamente y con la otra, acariciaba un poco el costado de su cuello.

-Quiero que me beses y que todos lo vean… que sepan que no pueden llegar a ti porque estás conmigo, que se vayan en envidia solo por vernos juntas - el sensual tono de voz que Lena usaba estaba haciendo estragos en la conciencia de Yulia - Porque eres mía, y yo… yo soy toda tuya. ¿No te parece eso excitante?... ¿Yulia?

La morena entrecortó su aliento al sentir la mano de Lena haciendo presión en su cola y como las uñas de la pelirroja se marcaban en su cuello mientras la deslizaban hacia abajo.

Elena acercó sus labios a los de Yulia y esta cerró sus ojos, pero solo podía sentir el aliento de su novia respirando muy cerca de ella, el olor al licor se impregnaba en sus fosas nasales. Escuchó una pequeña risa de parte de Lena y abrió los ojos para comprobar que esta se había alejado un poco de su rostro.

-Y dime… Yulia - la nombró divertida - ¿Qué vas a hacer? Tu novia quiere que la beses - Ahora sonreía maliciosamente de una forma que la pelinegra nunca había visto - porque es lo que deseas… ¿verdad?

La ojiazul no resistió mucho más el juego y arremetió contra los labios de la pelirroja en un beso sentido que cortaron casi al instante. Elena sonrió complacida viendo como su novia parecía perdida en sus deseos. Se relamió los labios y buscó de nuevo el contacto con Yulia, quien correspondió enseguida.

La morena se desesperaba por sentirla aún más y no tardó en usar su lengua para relamer el labio con el que Elena la había provocado. Sintió como la boca de esta se abría, dando permiso a su entrada, no se hizo de esperar para buscar el contacto con la suya y comenzar un desenfrenado baile que había estado deseando hace tiempo.

La pelirroja le robaba todo el aliento, degustaba el sabor a licor cada vez que tocaba su boca, la estaba enloqueciendo. La música ensordecedora a su alrededor parecía escucharse como si estuviera lejos, no llegaba a aturdirla tanto como en ese momento la aturdía el cuerpo de Elena tan próximo a ella.

La pecosa se abrazó al cuello de su compañera, como siempre lo hacía cuando profundizaban tanto un beso. Sintió como los brazos de Yulia le rodeaban la cintura y como una de sus manos se posó arriba de la tela de su pollera. Ahogó un gemido en la boca de Yulia cuando esta le clavó las uñas en la parte baja de la espalda.

Yulia siguió presionando sobre la cola de Lena mientras acariciaba su espalda con la mano libre. Por la excitación la pelirroja muerde fuertemente el labio de Yulia, pero sin llegar a lastimarla, para luego aflojar y comenzar a dar pequeñas lamidas en esa zona, finalmente besa su labio inferior, succionándolo un poco y se alejó.

Acaricia la nuca de Yulia y le acomoda el pelo hacia atrás, contemplando mejor sus ojos azules, que no pierden de vista los de ella ni por un momento.

-Amo que me mires así - mencionó la pelirroja mientras masajeaba la nuca de su compañera - con tanta intensidad, como si no existiera nada más.

Comenzó a deslizar su mano por el cuello de Yulia, pasando por uno de sus pechos y acariciando su abdomen, rodeándola luego hacia la cintura y abrazándose de ella. Sus labios besaron un costado de su cuello para luego dejar descansar su cabeza allí.

Se quedaron en esa posición por unos momentos.

-¿Lena? - la llamó Yulia, cayendo en cuenta que aún se encontraban en el medio de una pista de baile y la música y el calor comenzaban a molestarla de nuevo - será mejor que vayamos a tu cama.

Yulia podía sentir como Elena se reía contra su piel.

-Te dije que querías llevarme a mi cama - le recordó con una sonrisa boba. Yulia sonrió de lado dándose cuenta en lo que había caído.

-Vamos, salgamos de aquí - mencionó la pelinegra, tomando la mano de su novia para guiarla, pero notó que está cada vez avanzaba menos.

Se gitro buscándola, y pudo verla muy desorientada y algo mareada, se acercó de nuevo a ella, sin soltarle la mano.

-¿Te sientes bien? - quiso saber la pelinegra. Lena la miró y sonrió ampliamente.

-Eres muy linda.

"Cierto, no olvidemos que la buena niña del papá policía nunca toma y que decidió hacerlo esta noche… con una de las bebidas más fuerte con las que se puede encontrar" Pensó Yulia mientras le sonreía.

-Gracias, tú también eres muy linda - le contestó solo por mera curiosidad. Elena sonrió e intentó esconder su rostro mirando hacia abajo y si no fuera porque ya estaba bastante colorada por el alcohol en su sangre y por el calor del lugar, Yulia hubiera jurado que se estaría sonrojando.

Se puso al costado de Lena y la tomó de la cintura, la pecosa hizo lo mismo y así se ayudó para poder seguir avanzando. Sentía como la pelirroja depositaba gran parte de su peso en ella.

Al llegar nuevamente a la barra no encontró a los chicos, sentó a Lena de nuevo en una de las banquitas altas y sacó su celular, se sorprendió mucho al ver tantas llamadas perdidas. Mandó un mensaje general a todos sus amigos diciéndole su ubicación y volvió a guardar su teléfono.

Se volteó para ver a su novia y en efecto esta seguía con una sonrisa boba en su rostro, pero lo nuevo era que le estiraba ambos brazos hacia su dirección.

-¿Quieres que te abrace? - preguntó la pelinegra algo confundida, Elena no contestó nada, simplemente siguió con los brazos estirados hacia Yulia.

Aún estando confundida se acercó aún más.

-Ahora date vuelta - pidió Lena. Yulia obedeció lentamente, dudando. En pocos segundos sintió como la pelirroja la abrazaba sin levantarse de su asiento.

-Okeeeey - dijo Yulia rodando los ojos, dejándose abrazar por la espalda y sintiendo la cabeza de Elena descansando en algún lugar de su nuca.

-¿A dónde estabas? - el primero en llegar fue Alexei con Nastya – Katya las ha estado llamando, está en la salida, dice que deben irse.

-¿Y los demás? - quiso saber Yulia.

-Dmitry sigue con una chica muy guapa, perdí a Anthony y a Vlad - contestó Nastya mientras con su celular le tomaba una foto a sus amigas.

-¿Qué haces? - la reprendió la morena.

-Es que se ven tan lindas - contestó con inocencia la castaña.

-¡Verdad que si! - dijo enérgica Elena sin despejarse de Yulia - tengo una novia tan linda…

-Será mejor que vayamos con Katya - propuso Alexei, mientras veía como Lena le apretaba una mejilla a Yulia y se la estiraba, divirtiéndose con su cara. Temía la reacción de la pelinegra, pero esta parecía haber sido curada de paciencia.

-Sí, vayamos.

…...........................................................................

Ya afuera de la Disco, dar con Katya fue tarea fácil gracias a los gritos que esta daba a algunas personas de la calle.

-Ya estamos aquí - anunció Nastya.

-¡Tu! - gritó Katya al ver a Yulia y como su hermana se abrazaba a ella - debemos regresar a mi casa hace horas y te desapareces con mi hermana. ¿Qué se supone que estaban haciendo?

-Nos estábamos besando - Contestó Elena aún en estado de alegría.

-Por Dios, que alguien la grabe - se burló Yulia.

-¿Qué? - le gritó Ekaterina.

-Ya sabes, nos estábamos besando, beso laaaaargo - siguió narrando Elena - muy excitante, oh y no te preocupes por llevarme Katya…. Yulia me llevará a la cama…

-Yo no… no dije… no - la morena intentaba justificar lo que Lena había dicho, y no se decidía entre sentirse avergonzada y desaparecer o reírse de la situación.

-¡¿Esta ebria?! - se escandalizó la mayor.

-Pfffff nooooooo - contestó Elena con un ademán de mano - solo algo… alegre, y mareada… ¿Por qué todo tiembla un poco? - Elena miraba lentamente a sus amigos uno por uno y finalmente a Yulia, a quien tenía muy cerca aún sosteniéndose de ella, sonrió bobamente - Eres tan linda…

-¡Esto es tu culpa! - acusó Katya, mientras señalaba a Yulia.

-¿Mi culpa? Yo ni siquiera estuve allí cuando tomó, no es mi culpa - se defendió la pelinegra.

-¡Claro que es tu culpa! - repitió la mayor de las Katin.

-¡Claro que no! - gritó la ojiazul.

-Yulia…- la llamó Elena aún con una sonrisa, ambas dejaron de gritar y la miraron - es tu culpa - le aseguró con una sonrisa.

-No puedo llevar a mi hermana así a casa, mis padres la matarían - expresó Katya.

-¿Y qué vas a hacer? – preguntó Yulia.

-Ohhh no no no no - negó Katya - la pregunta es ¿Qué vas a hacer tu? Es tu culpa que esto pasara, ella lo acaba de decir.

-Yehiiii, es culpa de Yulia - aseguró Elena.

-Se robó mis yehiii - se quejó Nastya.

-Llévala a tu casa - sugirió Alexei.

-Sí, amo dormir en la casa de Yulia - se alegró Lena.

-Tú nunca has dormido en mi casa - se extrañó esta.

-Shhhhhh - la hizo callar la pelirroja poniendo torpemente con un dedo en su mejilla, haciendo que Yulia arqueara una ceja - No te preocupes, lo que menos vamos a hacer es dormir, es secreto para que Katya no sospeche.

-Yo sigo aquí… - se extrañó Ekaterina, escuchándolo todo.

-¡Katya! - la saludó su hermana.

-Está bien - se resignó Yulia - yo me encargo de la borracha.

-Te encargas de tu novia, querrás decir - corrigió Katya - que bueno que sean un noviazgo responsable.

-Como sea - obvió Yulia, Katya se despidió velozmente de todos y se encaminó a su auto.

Los cuatros decidieron que lo mejor era volver a sus casas y Yulia se ofreció a llevarlos.

Antes de encaminarse la morena notó como el mentón de su novia se apoyaba en su hombro y la observaba atentamente.

-¿Qué? - le preguntó mientras la veía, y si, aún portaba la boba sonrisa.

-Eres taaaan linda…

____________________________________________

🤣🤣 Lena borracha es un desastre!!

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EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer) - Página 3 Empty Re: EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer)

Mensaje por Fati20 4/2/2022, 9:16 pm

Este es de los mejores capítulos lena borracha es lo máximo y julia toda tierna y llena de paciencia con ella es de lo más lindo 😍😍. Saludos querida 😘😘😘 ya quiero leer más 😄😄😄
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EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer) - Página 3 Empty Re: EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer)

Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/3/2022, 7:55 pm

If I Lose Myself
______________________________________________

El viaje hasta la casa de Nastya y la de Alexei no fue muy largo. Todos en el auto hablaban de lo bien que la pasaron en la noche. Aunque sin lugar a duda el grupo de Elena fueron los que mejor la disfrutaron, aún si al día siguiente era muy probable que no recordaran nada.

Una vez Alexei se despidió de las chicas, quedaron las dos solas nuevamente, un silencio constante inundó el auto. Aunque para Yulia esto era un desafío por mantener la seriedad.

-Sonreíste - dijo bobamente Elena.

-¿Y cómo quieres que no lo haga? - Preguntó divertida la que manejaba - No me quitas la mirada de encima.

-Es que eres tan linda…

-Si vuelvo a escuchar eso otra vez juro que voy a vomitar - contestó con gracia.

-Si me besas no lo vuelvo a decir - propuso la cantante.

-Olvídalo Katina, estoy conduciendo y tu estás ebria - Siguió sin inmutarse la ojiazul, mientras se concentraba en el camino.

-¡Eres linda! - dijo con firmeza. Yulia imitó algunas arcadas haciendo reír a su acompañante - ¡Eres muuuuuy linda.

-Olvídalo Katina.

-¡Eres taaaaan linda! - Elena gritaba dentro del auto.

-No lo vas a lograr, puedes gritar todo lo que quieras, estoy acostumbrada a aturdirme con mi música en auriculares - explicó con calma mientras se concentraba en la ruta.

-¿Y crees que las demás personas también?

-¿Qué?

Elena bajó la ventanilla y se acercó a esta.

-¡Mi novia es liiiindaaaa! - Gritó, haciendo reír a la conductora - ¡Oiga Señor! - le gritaba a un peatón - ¡Mi novia es muy linda!

-Pará - dijo Yulia entre risas, viendo por el retrovisor como el sujeto las saludaba.

-¿Me vas a dar un beso? - insistió

-Estoy conduciendo…

-Ok.

Ahora la pecosa se había sacado el cinturón de seguridad y apoyando ambas manos en la ventanilla sacó medio cuerpo.

-¡Lena! ¡¿Qué haces? - se alarmó Yulia, sosteniendo con una mano el cinturón que llevaba su novia.

-¡Mi novia es muuuy linda! - Gritó con toda sus fuerzas.

-¡Dios! Mi vida a cambio de una filmadora en esto momentos - Mencionó la ojiazul mientras sonreía.

-¿Qué tal ahora? - Preguntó aún con medio cuerpo afuera del auto.

-Lo que quieras, pero siéntate y ponte el cinturón - suplicó aún sin soltarla.

-Yehiiii - dijo esta sentándose de nuevo - ¿Ahora?

-No puedes esperar a que estacione en casa, ya casi llegamos y… - pero Yulia vio como su novia se sacaba de nuevo el cinturón de seguridad - ¡Esta Bien! ¡Está bien!

Yulia estacionó el auto a un costado y suspiró, vio a su acompañante y esta le sonreía expectante.

-Prométeme que te comportarás si te lo doy - quiso asegurar, Elena asintió.

Yulia se inclinó hacia el costado, acortando la distancia entre ambas y pudo ver como Elena sonreía más ampliamente, sonrió para sus adentros, pensando en lo emocionada y tierna que se veía solo por eso. Cerró los ojos y la besó. Se alejó a los pocos segundos, no tenía ninguna intención de profundizarlo en ese momento, solo quería contentar a su novia.

Elena abrió sus ojos luego de sentir que ya no tenía a Yulia en sus labios, y aún mantenía una amplia sonrisa, acto seguido se tapó el rostro con ambas manos y giró hacia la ventana.

La pelinegra rodó los ojos mencionando algo sobre el comportamiento de los borrachos por lo bajo y siguió conduciendo.

…...........................................................................

Yulia estacionó el auto en la cochera. Le sorprendieron un par de cosas al llegar, como ver algunas luces encendidas dentro de la casa, y uno de los autos de su padre en la entrada. El reloj marcaba pasadas las 4am y era algo tarde para que aún alguien siguiera despierto.

-Escucha, será mejor que entremos por la puerta de atrás y así yo podré… - Comenzó explicando Yulia, pero al girarse comprobó que en realidad hablaba sola -… No puede ser.

Apoyada en el asiento del acompañante y bastante acurrucada, mirando hacia Yulia, la pecosa se encontraba dormida.

La dueña de casa se tomó el tiempo para molestarse en primera instancia por la molestia que sería tener que despertar a alguien en ese estado, solo para segundos después pensar que su compañera se veía muy linda así, algo despeinada y con la camisa de salir arrugada, llevaba dibujada una sonrisa boba y parecía dormir en paz.

Yulia resopló, resignándose, enojarse no parecía tener lugar esa noche. Le dio otro vistazo a su novia, sonrió para ella misma y buscó su celular. Le tomó un par de fotos antes de bajar del auto.

Abrió la puerta del copiloto y se encontró con la nueva incógnita.

"¿Y ahora qué?" se preguntó viéndose incapaz de cargar con su novia hasta adentro de la casa.

-Katina - la llamó intentando despertarla - Katina - la nombró más fuerte. Nada.

Con uno de sus dedos comenzó a empujar una de sus mejillas, la pecosa parecía reaccionar ante esto.

-Lena - la llamó por su nombre mientras ahora hundía más firmemente su dedo en esas mejillas, finalmente la pelirroja comenzaba a abrir sus ojos - Vamos, ya llegamos.

Lena se estiró un poco en el asiento y volvió su vista a Yulia. Pasó de somnolienta a embelesada, abrió la boca para decir algo pero la pelinegra le cerró los labios con su mano a forma de pinza.

-Ni se te ocurra decir lo que estás por decir - le aclaró sin darle oportunidad de expresarse, temiendo que verdaderamente comience a vomitar si escuchaba nuevamente la frase favorita de la pecosa esa noche.

Apenas logró poner a Lena de pie, se dio cuenta del segundo inconveniente de esa travesía, la cantante ni siquiera se podía mantener erguida, mucho menos caminar.

Tomó a su novia firmemente de la cintura y pasó uno de sus brazos por su cuello, y aunque la posición le incomodaba, parecía ser la única forma de avanzar. Caminó así mientras la pelirroja se reía.

Yulia ya había llegado a la puerta con Elena, pero el asunto de insertar la llave y girarla, se le estaba complicando, ya casi lo lograba cuando alguien le abrió la puerta en un abrir y cerrar de ojos.

-¿Qué haces? - una voz femenina le hizo mirar rápidamente hacia arriba, su madrasta la miraba confundida.

-Nada que te importe - le contestó sin más, intentando entrar a su casa.

-¡Hey! Pero si es Sveta - mencionó Lena muy alegre - Sveta me cae taaaaaan bien.

-Oh por Dios - exclamó la mujer - ¿Qué le diste?

-Yo no le di nada - se defendió Yulia.

-Está muy ebria.

-No taaaaanto - dijo Elena.

-Será mejor que la lleves arriba antes que tu padre… - comenzó a decir la mujer, pero apenas ambas giraron se dieron de frente con un hombre de traje y mirada fría.

-¿Antes que yo qué? - Preguntó con seriedad el señor Volkov analizando la escena.

-¡Hey! Es el padre de Yulia - Comentó Lena viendo a la morena y a su madrastra - El padre de Yulia no me cae tan bien - ahora miraba al hombre frente suyo - es decir… usted… intimimimimida intibimida… inteverimida… invertimida… - Lena parecía hacer un esfuerzo por recordar - ¿Cómo se dice?

-¿Intimida? - Preguntó con curiosidad Sveta.

-¡Eso! - señalo alegre la pecosa - Usted intivimida bastante.

-Oh Dios - mencionó por lo bajo Yulia, mientras una sonrisa se le formaba, muy alejado a la realidad de su padre, quien miraba la escena con cierto fastidio.

-¿Así que esto has salido a hacer con tus… "amigos"? - preguntó con altanería el mayor.

-Solo… fuimos por ahí, tu sabes, cosas de adolecentes, nada que tengas que preocuparte - aseguró Yulia, mientras se hacía lugar intentado llegar a las escaleras que conducirían a su habitación y lejos de esa escena que no tenía ganas de presenciar.

-¿Qué no me preocupe? Tu "Amiga" está ida de la ebriedad y la traes a la casa como si nada.

-Cariño, así son los adolescentes, seguramente tu también tienes algunas anécdotas así - intentó calmar Sveta.

-Las cosas son diferentes, hay una reputación que cuidar, el apellido Volkov debe ser llevado con…

-Sí, Padre, lo sé - lo cortó Yulia, lo que menos quería ahora era escuchar el sermón el cual ya sabía de memoria - te juro que nadie nos vio y el "apellido Volkov" está a salvo.

-El apellido está a salvo - Repitió Lena con gracia - como si fuera un perro… ¿Dónde estás apellido?... apellido está a salvo - siguió con su chiste que solo le hacía gracia a ella.

-Quiero pensar que tú no tomaste nada, ¿Verdad Yuliya? - preguntó con severidad su padre, mientras alcanzaba a la morena al principio de las escaleras.

-¿Me comporto como si hubiera tomado algo? - preguntó con molestia, mientras comenzaba a subir los primeros escalones, ayudando a Elena a apoyar bien los pies.

-No respondiste a mi…

-¡Claro que no tomé nada! tenía que venir conduciendo ¿Qué clase de hija crees que tienes? - "Solo un poco más Yulia" pensaba la pelinegra mientras seguía avanzando.

-Sé muy bien al clase de hija que tengo, lo que no sé es que tipo de amistades tiene mi hija - siguió el mayor.

-Creo que habla de ti Yulia - le dijo Elena muy seria, mientras miraba a su novia.

-Tú solo sigue caminando - le dijo por lo bajo, ya estaban a mitad de la escalera.

-No me gusta Yulia - insistió su padre.

-¿Qué es lo que no te gusta padre? - preguntó su hija sin mirarlo, seguía intentando avanzar con Elena.

-Tus amistades Yulia, son malas influencias - mencionó con severidad. Elena comenzó a reír.

-No tengo ganas de tener esta conversación de nuevo ahora - aseguró Yulia con desdén, ya sabía de memoria lo que seguiría.

-Bien, porque debo ir a buscar a unos directivos de Wallesinc al aeropuerto. Pero de esto lo hablaremos por la mañana - aseguró su padre, mientras tomaba nuevamente sus cosas y se daba la vuelta. Elena seguía riendo un poco.

-¿Y tú de que te ríes? - preguntó Yulia, ahora con el humor un poco cambiado, debido al pequeño intercambio de palabras.

-No le caigo bien a tu padre, dice que soy una mala influencia como amiga - mencionó Lena entre risas - Imagínate como le voy a caer cuando se entere que soy tu novia.

Yulia sintió como si un balde de agua helada le cayera sobre sus entrañas.

Con temor giró lentamente su cuerpo con Lena para ver el inicio de la escalera. Su padre aún se encontraba allí, de espalda a ellas pero inmóvil. Sveta también estaba allí y miraba a las chicas tapándose la boca.

-¿Qué fue lo que dijo? - Preguntó el señor Volkov girándose y encarando a ambas.

-Dije - anunció Elena levantando su dedo índice - que yo no soy su amiga, soy su novia - aclaró con gracia mientras se abrazaba de nuevo al cuello de Yulia por los mareos - Suegro…

-Oleg, cariño - lo llamó Sveta mientras ponía su mano en el hombro del mayor - la chica está... notablemente ebria y confundida, solo está bromeando.

Tanto padre como hija se mantenían la mirada, Yulia parecía confundida y en estado de shock, pero mantenía su mirada altanera, su padre en estado similar, aunque notablemente tenso, su hija desvió la mirada y eso fue lo que necesitó su padre para corroborar.

-¿Es cierto? - pregunto fríamente. Yulia no contestó.

-¿Lo ve? Intivimivimeda - anunció Elena señalándolo y asintiendo.

-¿Por qué esta chica dice que es tu novia, Yulia? - insistió el padre, la morena ni siquiera lo miraba - ¡Yulia!

-¡Porque lo es! - gritó también la pelinegra.

El silencio reinó durante unos momentos nuevamente, Elena parecía ajena a la conversación, pero también se mantenía callada.

Ahora ambos Volkov se miraban desafiantes y enfadados.

-Oleg - lo llamó svetay, simulando leer algo en su teléfono - el avión está por llegar y debemos ir a buscar a los directivos.

Ninguno se quitaba la vista de encima. Yulia finalmente sonrió con sarcasmo.

-¿No me vas a decir nada? - preguntó la pelinegra. Su padre solo le sostenía la mirada - oh ya sé ¿estás buscando culpables, no? Tienes esa cara siempre que buscas culpables - se burló.

-Oleg, se nos hace tarde - insistió la mujer, temiendo lo peor.

-Hablaremos de esto por la mañana - le aseguró el mayor.

-Yehiiii, desayuno en familia con el suegro - mencionó contenta la cantante, Yulia rió, ya si esto no le causaba gracia la siguiente opción era arrojarse escalera abajo.

-Será un divertido desayuno - Le aseguró Yulia, mientras la tomaba de la cintura y se giraba para terminar de subir las escaleras.

-¿Vamos a tu cuarto? - preguntó de repente la pecosa, viendo que la volvía a movilizar.

-¡De ninguna forma! - le gritó el mayor desde abajo, Yulia se giró para verlo - ella puede dormir en el sofá, pero no en tu cuarto.

-¿Por qué no? - quiso saber Elena.

-Si ¿Por qué no? - se le sumó Yulia con gracia.

-¡No van a dormir juntas! - les aseguró el mayor desde abajo, viendo a ambas - ¡No en mi casa!

-Pero… - mencionó Lena con algo de tristeza - si a mí me encanta tener sexo con Yulia.

La morena se tapó la boca para disimular su risa, pero no lo logró del todo, su padre tenía el rostro desfigurado y parecía haberse quedado sin palabras. Sveta apareció por detrás y tomó del brazo a su esposo, llevándoselo.

-Me debes una - Gesticuló la mujer, solo para que Yulia la pudiera entender, mientras cerraba la puerta de entrada con llave y se llevaba a un confundido y abatido Oleg Volkov

-No entiendo ¿Vamos a dormir juntas? - preguntó con preocupación la pelirroja, luego de quedar solas en las escaleras y al parecer también en la casa.

-Yep, vamos a dormir - contestó con gracia su novia, mientras subía las interminables escaleras.

…..........................................................................

-Waaaaw - exclamó Lena al entrar a la habitación de Yulia.

-¿Wué tienes ahora? - Preguntó, entrando con su novia y dirigiéndose a su cama.

-¿Así que esta es la habitación de Yulia Volkova?

-¿De qué hablas? Ya habías estado aquí antes.

-No, solo la vi de afuera, nunca me habías invitado a entrar - la corrigió mientras movía un dedo en señal de negación frente a la cara de la pelinegra.

-Como sea… - Yulia llegó a su cama y sentó a Elena en esta - Al parecer tuviste suerte, recuerdo que había dejado el lugar desordenado, pero la mujer de limpieza que contrata mi padre lo volvió a ordenar… Maldita mujer, no sé cuantas veces la amenacé de muerte con tocar mis cosas, quizás le gusta la adrenalina o algo así - Terminó diciendo mientras se sentaba a la par de Lena y notaba como sus pies le dolían a más no poder, finalmente el cansancio hizo acto de presencia.

Para su malestar su novia se puso de pie, o intentó de ponerse de pie y comenzó a recorrer torpemente la habitación, admirando cada detalle como si de un museo se tratara, Yulia la siguió con la mirada.

Elena apreciaba el color gris oscuro de las paredes en un papel tapiz que también mostraba formas regulares en otro gris más claro. Era una habitación muy amplia y llena de cosas curiosas. Estanterías de colores marrones oscuros con diversos objetos, lámparas esparcidas en todos lados, de diferentes tamaños y formas, siempre de colores oscuros que no dejaban que su luz iluminara demasiado. Cuadro de diferentes tonos oscuros y opacos, de todos los tamaños colgados en las paredes con diferentes imágenes de lo que parecían ser carteles y propagandas de películas famosas. Otros cuadros en cambio mostraban un fondo blanco y tenían mariposas disecadas de diferentes colores y brillo.

Yulia podía ver como su novia se reía y miraba bobamente los cuadros con las mariposas. También apreció el momento en el que la pecosa pareció interesarse en su sillón purpura, ubicado en una de las esquinas del cuarto. Amaba ese sillón y al parecer Lena le cogió cariño rápidamente, ya que apenas lo vio se decidió por sentarse y acomodarse en él, era algo grande así que la pecosa pudo probar diferentes posiciones hasta quedar en una que le agradara.

-¿Estas cómoda? - Le preguntó con curiosidad la ojiazul mientras veía como Elena desde ese lugar seguía apreciando su habitación.

-Ajam - asintió su novia.

-Bien - Yulia se decidió por tirarse boca arriba en su cama por un tiempo, agachó su vista y comprobó que su armario, de un color negro, estaba prolijamente ordenado de nuevo, y detestó por tercera vez a la señora de la limpieza. Si estuviera desordenado podría haber encontrado alguna prenda cómoda en el suelo y usarla de pijama, pero el que todo esté ordenado significaba verse en el trabajo de buscar, y se sentía cansada para ello.

También comprobó que habían cambiado sus sábanas por unas de un color azul oscuro, este gesto lo agradeció algo, ya que su cama se mostraba refrescante y lista para ser usada, lentamente sus ojos comenzaron a cerrarse.

-¡Ahhhh!

-¡¿Qué?! ¿Qué? - se exaltó sentándose velozmente.

Pudo sentir como Elena se subía a la cama con ella y pasaba a su lado para agarrar algo que se encontraba cerca de la cabecera. Yulia no pudo ver qué era lo que ahora se encontraba en manos de su compañera.

-Awwwww - exclamó la pecosa - ¿Duermes con él todas las noches?

Al girarse un poco, pudo comprobar de que se trataba, era le osito con bigotes que Lena le había regalado hace un tiempo.

-Debes estar de bromas - dijo incrédula la ojiazul, ni siquiera había visto el peluche cuando entró - ¡Dámelo!

Lena abrazó infantilmente el peluche y miró desafiante a Yulia.

-Katina, eso es mío, dámelo - insistió la ojiazul más calmada y severa. Elena ni se inmutó.

Por alguna razón que Yulia no lograba comprender, había cogido cierto cariño y sentimientos de protección para con ese peluche. No dejaba que nadie lo tocara y le era incómodo cuando alguien lo tenía. Casi golpeó a Zacharias aquella vez, cuando se lo mostró a Vladimir se sentía ansiosa de que se lo devolviera, cuando su hermano lo tomó mientras estaba en su habitación, cuando su padre siquiera miró el peluche, en todo esos momentos lo único que quería era que el chistoso osito estuviera en sus manos y nadie pudiera verlo más que ella. Y ahora no era tan diferente, ver a Elena abrazada al peluche le provocaba ciertas cosas. La primera, cierta vergüenza por haber sido descubierta con ese osito en su cama y la segunda, ciertas ansias con recuperarlo.

-Si no me devuelves ahora ese peluche te vas a arrepentir - amenazó acercándose a Elena, quien seguía sonriendo - ¡Devuélvemelo! - suplicó finalmente, viendo que nada parecía inmutar a su compañera en ese estado y temiendo por el peluche.

Lena le acercó el peluche con una mano, pero al querer tomarlo, lo apartó hacia un costado, Yulia intentó tomarlo de nuevo, pero nuevamente la pelirroja corrió su mano evitando que la morena lo agarrara. Sin paciencia para el juego que se le proponía Yulia se abalanzó sobre Elena, aprisionando su cuerpo debajo del de ella, acción que la pecosa pareció divertirle ya que se comenzó a reír sonoramente. La pelinegra estiró su mano para dar con el osito, pero Lena también estiraba la suya, y con la que tenía libre la agarraba del cuello, impidiéndole estirarse más para alcanzar su objetivo.

-¡Lena! - la reprendió, aún forcejeando sin lograr alcanzar el peluche.

Luego de unos intentos más, en los que la pelirroja parecía estar ganado ampliamente, Yulia se relajó por unos momentos pensando su siguiente movimiento. Miró a Elena a los ojos quien parecía desafiante y llena de energía.

-Por Dios ¿qué fue lo que te dieron? - preguntó incrédula la dueña de casa - Una borrachera común te debería durar a lo sumo unas cuantas horas y luego te duermes - Elena rió ante la indignación de su novia - Bien…

Yulia se acercó decidida al rostro de Lena y la besó.

-Mmmnp - Exclamó la pecosa contra sus labios, sorprendiéndose. Solo para luego comenzar a corresponder.

Yulia aprovechó para estirar aún mas su mano y finalmente tocar el peluche, cuando pudo agarrarlo con firmeza, de un solo tirón lo arrancó de la mano de su novia y se puso de pie al instante.

-¡Eso es trampa! - exclamó Lena desde la cama, aún con la mano extendida y viendo como Yulia abría su armario y escondía el peluche allí.

-Me gusta hacer trampa - mencionó esta sin interés, ya tenía el peluche y era lo único que le importaba. Lo escondió entre sus ropas, asegurándose que solo ella pudiera encontrarlo luego.

Cuando quedó conforme, se giró para encarar a su novia, sin esperar que esta estuviera de pie, justo en frente suyo.

-A mí también me gusta que hagas trampa - Mencionó en tono seductor la pecosa mientras acortaba más la distancia.

-Yo no… no me refería a eso - Intentó corregir la pelinegra mientras se hacía para atrás chocando con la ropa del armario a sus espaldas.

-Ohhh - fingió lamentarse la pecosa mientras se acercaba más a Yulia - ¿Entonces, no te gusta… esto?

Lena pegó sus labios a los de Yulia, aspirando ampliamente su aroma, ese que tanto le gustaba y ahora estando cerca de su ropa, que también portaban el mismo olor, la embriagaban aún más.

Yulia no quería ese tipo de escenas ahora, pero cada vez que Elena alejaba su rostro era solo para volver y depositar otro beso, uno más húmedo que el anterior. Terminó cediendo ante la sonrisa coqueta que se le brindaba y esos labios tan suaves que insistían sobre los suyos.

La pelirroja pegó su cuerpo al de su novia, sintiendo la necesidad de terminar lo que habían comenzado en la pista de baile horas atrás. Deslizó una de sus manos por el abdomen de Yulia y llegó hasta sus pantalones, desprendiendo sin problema el primer botón.

-¡No! - fue la respuesta casi inmediata de Yulia al sentir la acción, y despegándose de esos labios que la tenían acorralada, logró zafarse de Lena y alejarse del armario unos pasos.

-¿No? - se extrañó con gracia la pelirroja.

-¡Estás ebria! - puntualizó la dueña de casa.

-Pfffff - Rió la pecosa - ¿y qué con eso?

-¿Cómo que y qué con eso? - se molestó la pelinegra - estaría mal… sería como si me estuviera aprovechando o algo.

Elena se acercó nuevamente a Yulia con una sonrisa pícara y la empujó con una mano, haciendo que esta cayera en la cama, solo para luego posicionarse a horcajadas sobre esta.

-Bien… pero que buena y considerada novia resultaste ser - Comentó la pecosa - Entonces, ¿te parece si soy yo la qué me aprovecho de ti?

-Estás tan ebria Lena… - se resignó con una sonrisa, solo porque la actitud le parecía ridículamente encantadora en vez de sexy, que es lo que suponía hacer la ebria que tenía encima.

Elena sonrió también y acercó su rostro al de la ojiazul, pero justo cuando esta esperaba recibir un nuevo beso, los labios de Elena se desviaron y terminaron besando justo por debajo de su oreja.

-Mmmmm - Reprimió Yulia quien no se esperaba el leve roce en esa zona.

-¿Sabes? - le preguntó la pelirroja, en un leve susurro, que hizo que se le erizara la piel - He notado que tienes algunos lugares… - Interrumpió su relato para lamer sutilmente esa zona de nuevo, haciendo que la ojiazul contuviera la respiración - más sensibles que otros.

-¿Ah si? - preguntó la ojiazul intentando parecer controlada y sarcástica.

-Si.

Lena continuó dejando húmedos besos por debajo del mentón de la pelinegra, haciendo que esta suspirara y resistiera algunas exclamaciones.

"No puedo creer que esto esté funcionando conmigo" Pensaba Yulia, mientras cerraba fuertemente los ojos, podía sentir como una de las manos de Elena se colaba por debajo de su remera y rozaba sus dedos por su costado.

La pecosa siguió bajando con sus besos hasta llegar al comienzo de los pechos de la ojiazul, en donde la remera le molestaba en la exploración de la misma.

En un veloz movimiento, Lena tomó la remera de Yulia y la levantó hasta el cuello de su novia, dejando expuesto su sostén.

-Que sorpresa - comentó Elena, irguiéndose un poco para ver los pechos aún cubiertos de su compañera - Siempre de negro ¿Verdad Yulia?

-Cállate… si vas a estar jugando mientras dices esas… - comenzó a quejarse Yulia entre un leve jadeo que se le estaba formando, cuando fue interrumpida al sentir como la mano de Elena delineaba una de las copas de su sostén.

Lena se inclinó y besó justo por arriba del mismo, la piel que sobresalía de este, Yulia ahogó un gemido.

-¿Decías? - preguntó Elena burlonamente, para tiempo después comenzaba a bajar en línea con más besos húmedos por el abdomen de su compañera.

Yulia se perdía en los leves hormigueos que sentía en cada parte que su novia besaba. Eran como pequeñas descargas eléctricas que le llegaban hasta la nuca y la hacían arquearse levemente.

Cuando sintió que tiraba de su pantalón y que la boca de su novia dibujaba el contorno de su ropa interior, Yulia reaccionó. Tomó entre sus manos el rostro de Elena y la obligó a subir hasta su altura, se reincorporó apoyando sus codos, sin perder el contacto visual que había conseguido.

-¿Qué sucede?

-No quiero que sigas - le contestó seria, aunque un tinte colorado manchaba sus mejillas y su pecho subía y bajaba más acelerado de lo normal.

-¿Por qué no? - preguntó con cariño la pelirroja.

Yulia no contestó al instante, no podía mirar a Elena, se sentía algo avergonzada, y también estúpida por sentirse así.

Lena la besó de nuevo en los labios, antes que la morena pudiera seguir.

-¿Sabes Yulia? - le preguntó muy cerca de su boca, recargando su peso, la morena podía sentir la tela de la camisa de Elena sobre su abdomen - Yo amo cada parte de ti.

La pelirroja logró que Yulia se recostara nuevamente, estando ella arriba. Le besó tiernamente una de las mejillas.

-Amo tus mejillas - Siguió con una sonrisa - y más aún cuando están así de coloradas… más aún sabiendo que es por mí.

Lena pasó una de sus manos por la mejilla que había besado, delineándola con sus dedos.

-Amo tus ojos… y la forma en la que siempre me miran, aunque ahora parecen algo confundidos y asustados - Mencionó la pecosa, con una mirada dulce hacia los azules que tenía Yulia - Amo tu rostro pálido, tus cabellos - siguió mientras acariciaba los cabellos de Yulia, peinándolo con sus dedos, hacia atrás - Tus labios, Dios, como amo tus labios.

Elena ahora delineaba con su pulgar el labio inferior de Yulia y lo miraba con atención, mientras sonreía.

-Siempre pienso que debo verme ridículamente estúpida cada vez que me besas - Comentó sin perder de vista los labios de la pelinegra, de un rojo brillante y algo hinchados, debido a toda la acción que estaba recibiendo - Amo cuando me besas… cuando nos besamos, es como si nada existiera a nuestro alrededor.

Elena descendió un poco su mirada hasta observar el cuello de Yulia y ver como esta pasaba saliva, se acercó para besar el punto de pulso. La pelinegra gimió, llevando rápidamente una mano a la espalda de Elena.

-Amo lo sensible que es tu cuello - mencionó contra su piel, para luego succionar esa parte.

-Lena… - la llamó entre un leve suspiro, mientras sentía como succionaba con más determinación.

-Amo tus pechos - siguió la pelirroja, luego de quedar conforme con lo que vio sería una pequeña marca en la piel nívea de su novia.

Ahora tenía otro objetivo y se dirigía hacia él.

Con una de sus manos acarició uno de los pechos de Yulia aún por arriba del sostén. Lo presionó un poco pero fue suficiente para que la ojiazul se quejara. Atendió a su boca, besándola mientras seguía masajeando esa zona.

-Amo tu abdomen - Siguió la ojiverde bien cerca de la boca de Yulia, mientras acariciaba la parte mencionada con la yema de los dedos - Tu cintura… tus piernas.

Elena clavó sus uñas en los muslos de Yulia, haciendo que esta la tomara con más firmeza de la espalda.

-Amo verte caminar - le susurró.

-Lena… - exclamó la ojiazul dejando escapar un suspiro.

-Eso también amo… mi nombre - Sonrió la pecosa mientras volvía a atender el cuello de Yulia y su mano subía desde su muslo hasta el abdomen bajo de la ojiazul - Cuando sale de tu boca… Amo que digas mi nombre…

-Lena… - volvió a exclamar Yulia sintiendo como una mano hacía presión en su centro aún por arriba de su pantalón, y su respiración se le entrecortaba.

-Yulia - sintió su nombre ser pronunciado con cierta amabilidad, diferente al tono provocativo que estaba utilizando hace unos momentos Lena, se obligó a mirarla.

Tenía los ojos verdigrises justo en frente de los suyos y estos la admiraban con cierto cariño, cierto calor que no llegaba a abarcar.

-Te amo.

Y todo se detuvo para Yulia.

Luego de unos segundos, en los que se dedicó a inspeccionar la mirada serena de su novia, abrió la boca para decir algo, sin saber muy bien qué, pero una mano se lo impidió, tapándosela.

-No quiero que digas nada - le aclaró la pecosa aún con un brillo de amabilidad en sus ojos - tu no podrías corresponder esas palabras, ¿No es así, Yulia?

Se dedicaron unos segundos a mirarse ambas, sin decir nada más, pero trasmitiendo tanto.

"No sabría como" Pensó con malestar la pelinegra, y Lena pareció entender su mirada de lamento.

-Y eso está bien, Yulia - siguió la pecosa apartando lentamente su mano - No quiero que lo digas… no necesito que lo digas, quiero que sepas que todo estaría bien, aún si nunca llegaras a decírmelo.

Los segundos pasaban lentamente, y Elena aún la miraba con ese calor en sus ojos.

A Yulia le dieron ganas de llorar, pero no entendía el porqué, quería decir algo, pero sentía ahogarse en su propia garganta.

-Te amo… por favor créeme cuando te digo que te amo - le suplicó Lena - Te amo tanto, Yulia.

Elena volvió a depositar otro beso en sus labios y esta intentó corresponderlos con todo el cariño que temía quizás, nunca podría expresar.

Tomó su rostro entre sus manos temiendo que Lena se separase de ella. "Temiendo" como nunca antes su lejanía por ser incapaz de corresponder ese te amo.

-Por eso… Yulia…

-¡Ahhh! - Se quejó esta al darse cuenta que la mano de Elena se había colado debajo de su ropa interior y ya presionaba contra ella, penetrándola.

Se abrazó fuertemente al cuello de su novia cerrando los ojos, el movimiento la había tomado por sorpresa y todas las emociones y pensamientos que su cabeza había estado acumulando, se vieron bruscamente interrumpidos por el gesto.

-¿Estás bien, Yulia? Pareces un poco confundida - se burló la pecosa, sintiendo todo el cuerpo de su novia tenso.

-Estás… ahhhh - se volvió a quejar sintiendo como los dedos de Elena se movían lentamente en su ser - Estás bromeando conmigo…

-Claro que no - le aseguró la pelirroja con una pequeña risa - Yo de verdad… te amo.

Elena logró que Yulia aflojara un poco el agarre y se posicionó para que esta la pudiera ver, el rostro de la morena estaba algo contrariado y avergonzado.

-Me encanta esa cara - se volvió a burlar Lena - te ves tan avergonzada y confundida… es tan tierno.

-¡Cállate! …aahhhh - Yulia cerró los ojos con fuerza mientras sentía otro movimiento de la pecosa - Lena… no… espera.

Los jadeos comenzaban a hacerse notar en su voz.

La pelirroja acercó rápidamente su rostro y le robó un beso, la ojiazul se oponía a cooperar, cosa que le pareció aún más tierno. Con otros ligeros movimientos de sus dedos logró abrirse paso en su boca, mientras largaba unos gemidos que Yulia no pudo contener. La danza entre sus lenguas no se hizo esperar.

Alejó su rostro para poder apreciar los azules que tenía en frente, y vio en ellos ese brillo que tenían cuando ponía mucha atención a algo.

-Finalmente - exclamó con triunfo la pecosa, notando como el cuerpo de Yulia se relajaba, predisponiéndose a las intenciones de su novia - Creí que seguirías oponiéndote toda la noche.

-Solo… cállate - dijo entre jadeos, le comenzaba a molestar la sonrisa pícara que llevaba Elena.

-Estás tan húmeda - mencionó con gracia la pelirroja, Yulia cerró los ojos, mientras sentía como arremetían nuevamente contra ella.

Elena se posicionó más cómodamente encima de Yulia, pasando su otra mano por encima de su pecho aún con sostén, estimulándolo, mientras presionaba y acariciaba sobre la tela.

-¿Tanta humedad solo por mi, Yulia? - se seguía burlando la ojiverde, muy divertida al ver como su novia movía la cabeza de lado a lado, intentando contenerse.

-Estás… mmmm… tan ebria… no sabes ni lo que… ahhhh…

Yulia intentaba hilar palabras pero Lena, con cada movimiento y estimulación, se lo estaba poniendo difícil. Lidiar con su tono burlón tampoco le ayudaba.

-Te ves tan linda Yulia.

Elena aceleraba sus movimientos, cada vez más profundos, cada vez más certeros.

-Te amo tanto… Yulia - Los jadeos por el esfuerzo también comenzaron a hacerse notar en la voz de la pelirroja.

Yulia se mordía con fuerza el labio mientras estrujaba la parte de atrás de la camisa de Lena con su mano, lo sentía cerca, podía sentir que se venía. Se sentía avergonzada y aún así lo estaba disfrutando. El aroma de Elena invadía todas sus fosas nasales y sus pensamientos morían con ese aroma.

-Yulia… - la llamó entre más jadeos, sentía la voz cerca de su oreja - Avísame cuando estés por llegar… amor…

Fue lo último que escuchó antes de sentir una fuerte succión al costado de su cuello y como este recibía algunas mordidas no tan suaves.

Lena tuvo que sostener ese ritmo un poco más, sentía como sus dedos eran apretados y como las caderas de Yulia ya se habían sincronizado con el acelerado ritmo que marcaba su mano. Seguía estimulando el pecho de la morena y estaba más que decidida a dejarle una marca en su cuello. Los gemidos y exclamaciones le decían que faltaba poco y las palabras que le siguieron solo pudo complacerla aún más.

-Lena… no puedo…mmmm… me vengo - Yulia clavaba sus uñas en la espalda de la pecosa que no parecía inmutarse, su blusa seguramente estaría tan arrugada ya - No lo soporto… si sigues así… Ahhhh…

La pelirroja dejó el cuello de su compañera y levantó su vista. Podía ver el rostro de Yulia, con la boca semiabierta, jadeando y los ojos firmemente cerrados aún, toda colorada.

Unos segundos más y Yulia pudo sentir como todo su cuerpo vibraba ligeramente, sintió como si una corriente eléctrica la tocara hasta las puntas de los dedos y oleadas de placer la invadieron desde su centro. Sentía como su corazón le latía con fuerza, al igual que sentía los leves movimientos que Elena realizaba prolongando su orgasmo un poco más. Sentía palpitar esa parte.

Lentamente su cuerpo se relajó y pudo sentir su peso cayendo sobre su espalda, su respiración aún era agitada y se mantuvo así por un tiempo. No fue hasta momentos después que comenzó a escuchar otra respiración muy cerca.

Yulia abrió los ojos con lentitud, aún agitada, y pudo ver el rostro de Lena, quien la miraba con una sonrisa amable. También la notaba agitada, y su cabello rojo caía al costado de su rostro. Despeinada, desarreglada, con la blusa toda arrugada… y aún así la imagen le pareció la mejor que podía ver en esos momentos ¿Qué mas podía pedir?

-Te amo - repitió Elena, aún muy atenta a su rostro… ahora si… ya no necesitaba más.

…...........................................................................

-¡Ahhhh! - un grito la hizo saltar de la cama.

Yulia miró en todas direcciones pero se encontraba sola en la habitación, rápidamente intentó recordar cómo es que había llegado allí, y todo lo sucedido con Elena le vino a la cabeza.

Miró nuevamente su cama y no había rastro de la pecosa. Se tocó el abdomen y comprobó que todavía tenía la remera levantada. Se la acomodó y también sus pantalones, abrochándoselos velozmente. Dio un rápido vistazo al baño que tenía en continuo con su pieza y tampoco allí había rastro de su novia.

La ventana le indicaba que todavía era de noche.

"¿Me quedé dormida? ¿Qué tanto dormí? ¿Dónde está Lena?" pensaba con velocidad. Se acercó a una de sus mesas y tomó su celular. Corroboró que si se había dormido, solo habían sido unos cuantos minutos.

-¡Ahhhhh! - otro grito, sin duda de Lena, parecía venir de la sala de abajo.

Sin dar más vueltas, Yulia bajó velozmente las escaleras y buscó a su novia, ni siquiera se podía imaginar porque estaría gritando ¿Acaso su padre ya había llegado? ¿Se habrá lastimado con algo?

Llegó a la sala de abajo y esta estaba vacía. La confusión y la preocupación de Yulia solo podía aumentar cuando escuchó un tercer grito de Elena.

Corrió guiándose por este, y terminó al final del pasillo de la planta baja de su casa, la habitación de su hermano. Sin siquiera llamar, abrió la puerta de un golpe.

Tanto su hermano como Lena, se encontraban sentados uno a la par del otro, frente al enorme plasma y la consola de videojuegos del menor de los Volkov.

-¡Ahhhh! - Gritó Elena, riéndose luego, dándole un amigable empujón con el puño al pequeño - Eso es trampa.

-No, no lo es - se rió el muchacho - ¿la revancha?

-Claaarooo.

-¿De verdad eres la novia de Yulia? - preguntó incrédulo el chico mientras ponía nuevamente el juego desde el menú - pero si tu eres linda y simpática.

-Yulia también es linda… y no es tan mala - comentó Elena.

-Supongo, pero si te ve aquí, seguramente nos mataría.

-Oh descuida, está dormida, acabamos de tener se…

-¡Lena! - la cortó de un grito, haciendo que ambos se pusieran de pie del susto que se habían llevado.

-¡Yulia! - la saludó con ánimos - pensé que estarías dormida después de lo que hicimos parecías agotada y…

-¡Cállate! - le ordenó con prisa, se giró para ver a su hermano.

-¿Cómo llego ella aquí? - le preguntó al menor con molestia.

-Ella, ella, ella - tartamudeo el castaño, aún sorprendido por tener a su hermana parada frente a él tan molesta y gritando - ella parecía perdida en la sala.

-Cierto… es verdaaaaad - Tori hablaba pareciendo recordar algo - Tenia sed… pero me perdí.

-¿Te perdiste? - preguntó incrédula la morena.

-Seeeeee - contesto la pelirroja mientras reía.

-Ella parece algo confundida… ¿está bien? - le preguntó su hermano - Bueno, es obvio que no, es tu novia… pero es decir… ¿tiene algún problema…? Tú sabes… ¿especial?

-¡Claro que no! - negó Yulia aún molesta - Ella está borracha, Viktor.

-Ohhhh… eso explica tantas cosas…

-Relájate Yulia - le propuso Lena, haciendo un ademán con la mano, Viktor rió.

-¿De qué te ríes, enano? - preguntó aun con molestia la pelinegra.

-Te dice Yuliya - contestó el muchacho - … y todavía no la matas… eso es amor.

-¡Cállate!

-Ohhhh, pero si ella es mi Yuliya - repitió Elena acercándose a la morena y pasando un brazo por su cuello - mi Yuliya.

-¿Cómo fue que se enteró que eres mi novia? - preguntó en tono aún molesto.

-Yo se lo dije - contestó con simpleza la pecosa - Qué?... oh no… ¿temías que haya escuchado tus gemidos cuando…?

Yulia tapó la boca de Elena, mientras resistía un impulso asesino que comenzaba a crecer cada vez más en ella.

-Tu apaga eso y vete a dormir, ya es tarde - le dijo señalando a su hermano, este aún reía por la escena pero hizo caso - y tu - ahora miraba a Elena quien seguía siendo callada por su mano - te vienes conmigo.

Yulia comenzó a arrastrar a Elena sin soltar su boca por la puerta de la habitación, la pelirroja saludó a Viktor con la mano antes de que Yulia cerrara de un portazo la puerta.

-Pareces molesta - comentó Elena una vez que se había librado del agarre de Yulia, aunque esta aún la llevaba a rastras hasta su habitación.

-Lo estoy.

-Tengo sed.

-Te aguantas.

-No tengo sueño ¿puedo quedarme a jugar con tu hermano?

-No.

-Pero él me agrada.

-No.

-¿Por qué estas molesta? - La pregunta la formuló cuando ya se encontraban de nuevo en al habitación de la morena y esta había dado un nuevo portazo.

-Duérmete.

-Te dije que no tengo sueño.

-¡No me interesa! - Contestó la ojiazul haciendo un ademán con ambas manos, que demostraba lo frustrada y molesta que estaba.

-¿Por qué estás molesta?

-¡No estoy molesta, estoy cansada! - puntualizó la pelinegra, con tono molesto que no ayudó en la situación.

-Quiero irme a mi casa - mencionó débilmente Elena.

-¡¿Qué?!

-¡Que quiero irme a mi casa! - insistió la ojiverde más segura pero con los ojos empañados.

-¡No!... ¡Claro que no! Estás ebria, si tu padre te ve así y escucha todas las estupideces que dices, te matará… ¡Y me matará a mí también! Katya me dijo que te quedaras conmigo y… ¡¿Por qué estas llorando?!

-No estoy llorando - Se defendió entre lágrimas la pelirroja.

-¡Claro que si estás llorando, idiota!

-¡No me grites! No soy idiota… odio cuando me gritas… ¡y cuando me llamas idiota también!

-¡No te estoy gritan…! - Pero se detuvo al notar que sí le estaba gritando.

-No quiero estar aquí, quiero irme a mi casa - insistió la pecosa - Llévame a mi casa Yulia.

-No, debes quedarte aquí, te llevaré a tu casa por la mañana - intentó explicar, pero Lena parecía no escucharla. La vio abrir la puerta intentando salir y la tomó del brazo.

-¡Suéltame Yulia! ¡Quiero irme a mi casa! - gritó la pecosa.

-¡¿Qué te pasa?! ¡¿Por qué lloras?!

-¡Porque quiero irme a mi casa y tu no me dejas!

-Ya te expliqué que no puedes ¡Deja de forcejear conmigo! ¡Pareces una niña caprichosa y…!

-¡Deja de gritarme, suéltame, me duele la cabeza Yulia, ya déjame!

Y fue cuando la pelinegra recordó que estaba tratando con alguien que en su vida había tomado y decidió empezar con una de las bebidas más fuertes del mercado.

-Lena, estás ebria, estás así porque el alcohol te está golpeando, debes descansar y si puedes…

-¡No mientas, Yulia! ¡Tú me odias!

-¡¿Qué?! ¡Claro que no!

-¡Deja de gritarme!

-¡No te estoy gritando! - Elena forcejeaba torpemente con Yulia intentando zafarse de su agarre - ¡Okey, sí te estoy gritando! ¡Pero es porque no me escuchas!

-¡Dijiste que estabas cansada de mi, entonces deja que me vaya!

-¡Yo no dije eso! ¡Dije que estaba cansada del verbo "Tengo sueño y quiero dormir"!

-¡Mentirosa!

-¡Ok, ya fue suficiente!

Yulia jaló del brazo de la chica, llevándola al baño continuo de su habitación, hizo que se parara en la ducha y la abrió rápidamente para que el agua fría la mojara.

Al sentir esto, Elena largó un pequeño grito ruidoso, que retumbo en las paredes del baño. Yulia pudo ver como resbalaba intentando salir y por miedo a que se lastimar o golpeara la abrazo firmemente, metiéndose a la ducha con esta y acorralándola contra la pared, para resistir mejor los forcejeos de Lena.

-¿Por qué me haces esto, Yulia? ¿Por qué me odias?! - preguntó esta aún intentando salir de la ducha, ambas tenían toda la ropa empapada.

-¡No te odio Lena, esto es para que te baje el alcohol, por favor créeme! - la pelinegra no aflojaba el abrazo y cada vez sentía que Lena cedía mas.

-¿Por qué Yulia? Yo te amo, de verdad te amo, suéltame por favor, me hace frio - Suplicaba la pelirroja mientras lloraba.

-Lo sé…

-De verdad te amo…

-Lo sé…

Yulia sentía como las intenciones de querer salir de la ducha junto con las fuerzas de Elena de a poco iban desapareciendo y ahora simplemente se abrazaba a su cintura mientras el agua fría seguía cayendo sobre ellas.

-Yo también te quiero mucho, Elena - Terminó diciendo con paciencia la pelinegra, sabiendo que esas palabras no llegaban ni a la mitad de lo que sentía, sintiendo que debía corresponder algo de todo lo que estaba recibiendo.

-No es lo mismo - fue la corta contestación que recibió. Pudo sentir como Lena escondía aún más su rostro en su hombro.

-Lo sé…

…...........................................................................

Ya habían pasado unos minutos, cuando Yulia escuchó tiritar a su compañera del frío, el agua aún seguía cayendo sobre ellas, pero ninguna de las dos se movía.

-Lo siento - mencionó débilmente Elena, Yulia sonrió.

-¿Ya te sientes mejor? - Preguntó. La pelirroja asintió un par de veces sin contestar - Bien.

La dueña de casa estiró el brazo, cerrando la llave de la ducha, se separó de Elena y la miró, pero esta tenía la mirada baja, se notaba en su rostro lo avergonzada que estaba.

Con su otra mano, alcanzó una toalla y envolvió a Elena con esta, la ayudó a salir de la ducha y la acompañó hasta su habitación.

-Quédate ahí, buscaré ropa y… - Yulia había dejado parada a Lena a la par de la cama, pero apenas se alejó, su novia se sentó en el suelo, casi cayéndose, solo para luego reír un poco por el movimiento - O siéntate… como quieras.

Buscó en su armario algunas prendas sueltas o pijamas para pasar la noche, encontró una remera azul mangas cortas y unos pequeños shorts sueltos en gris. Se volvió hacia Lena y se los extendió con la mano. La pelirroja la miraba confundida.

-¡Oh vamos! Debes cambiarte, te enfermarás - comentó la pelinegra aún sosteniendo en frente de Elena la ropa.

-¿Me ayudas? - preguntó con una sonrisa.

-¿A cambiarte? - preguntó incrédula - Tu puedes hacerlo sola.

-No puedo… estoy ebria ¿lo olvidas?

-Eso es mentira, es decir, estás algo ebria, pero puedes cambiarte sola.

-No, no puedo - insistió aún con una sonrisa.

-No vas a cambiarte a menos que yo te ayude ¿no es así? - preguntó sin paciencia, también le hacía frío, y el sueño se hacía presente más que nunca. Elena asintió - Bien.

Yulia comenzó a desabotonar la camisa de su novia, mientras notaba como está la miraba atenta. Se la sacó desliándola por sus hombros. Pudo notar el sostén blanco que llevaba, también húmedo y se decidió por quitárselo. Sentía como sus mejillas comenzaban a arderles y evitaba mirar el cuerpo de Lena, concentrándose en ponerle rápidamente la remera. Luego de esto desabrochó y deslizó el short blanco de su novia.

-Creo que estás algo colorada - se burló la pecosa.

-Cállate.

Terminó de cambiar a Elena en un santiamén. La ayudó a pararse y la sentó en la cama.

-Muy bien, ahora duérmete mientras yo… - Comenzó a explicar cuando Elena le dio un rápido y corto beso en los labios - Mientras yo me cambio.

Yulia negó con la cabeza y se paró, buscando su ropa. Encontró un pantalón largo sencillo y una remera sin mangas, bordo.

-¿Vas a cambiarte de ropa? - preguntó Lena desde su cama.

-¿Qué, no es obvio?

-¿Puedo ver cuando te desvistes?

-¿Qué? - la pelinegra sonrió ante la pregunta, pero en realidad estaba más sorprendida que con ganas de burlarse, nuevamente la idea de filmar a su novia corrompió en su cabeza - No, me cambiaré en el baño.

-¡Eso no es justo! - se encaprichó la pelirroja - ¡Tu si me viste desnuda!

-¡Tu insististe en que así fuera! ... ¡y no te "vi desnuda" solo te ayudé a vestirte.

-¡Eso es mentira!

-¡Bueno ya! Baja la voz - pidió con resignación, de repente las ganas de largarse a llorar por el cansancio la invadieron - prométeme que si me cambio frente tuyo ya te vas a dormir y dejarás de comportarte como una malcriada.

Elena asintió vivazmente y sonrió de forma infantil. Se acomodó en la cama, de manera que pudiera ver a Yulia más cómodamente.

-Bien - se resignó la ojiazul.

Bajo la atenta mirada de Elena, Yulia se quitó las botas y los pantalones, se aseguró que su remera negra le cubriera sus partes cuando se quitó la ropa interior. Fugazmente se puso los pantalones sueltos. Levantó la vista solo para ver que su novia le seguía sonriendo y seguía atenta a sus movimientos. Sentía tanta vergüenza. Rodó los ojos y le dio la espalda a Elena, se sacó la remera mojada y desabrochó su sostén. Solo cuando ya tenía la remera nueva vistiéndola, se dio vuelta y caminó hacia su cama.

-¿Ya? ¿Contenta? - Le preguntó a Elena, sin siquiera mirarla, pues sentía las mejillas ardiéndoles.

-Eres muy hermosa.

Yulia sencillamente no podía ver a la pelirroja, notó el pequeño cambio que le había hecho a su frase favorita del "linda" al "hermosa" y no sabía cómo sentirse, optó por no decir más del tema.

-¿Tienes frío? - Le preguntó de repente, queriendo desviar la incomodidad que le invadía.

-Un poco, si.

Tomó de la punta de su cama unas frazadas más gruesas, del mismo color azul oscuro que las sabanas y tapó a Lena. Finalmente, cuando la cobijaba, tuvo su rostro muy cerca y sus miradas se encontraron. Aún sonreía.

Yulia le sostuvo la mirada unos segundos y luego la desvió con nerviosismo.

"No puedo creérmelo" Pensó con pesadez la pelinegra "Ahora me pongo nerviosa frente a ella, ¿es que volvimos a la primaria y me pongo nerviosa porque la persona que me gusta me mira y me dice que soy hermosa? Por Dios"

La ventana al lado suyo llamó su atención. Se podía ver como el cielo se aclaraba en tonos lilas y anaranjados, estaba por amanecer.

Se levantó, acercándose a la ventana y cerrando las cortinas. Lo que menos deseaba era que el molesto sol interrumpa las pocas horas que seguro tendría de descanso.

-Oye Lena, si no puedes dormir porque te moles…

Pero la pecosa ya no la escuchaba, ahora en su cama podía ver la misma sonrisa boba que había portado en casi toda la noche, pero con los parpados de su dueña cerrados, mientras su respiración suave y pausada, hacía que su pecho subiera y bajara con lentitud.

Yulia se acercó a su cama, acostándose en su lado, dándole la espalda a Elena. Por más cansada que se sentía no pudo conciliar el sueño de inmediato, muchas cosas pasaron por su cabeza, algunas que le preocuparon y otras que la tranquilizaron.

Se giró ahora viendo de frente a su compañera. Se sentía raro estar tan cerca y que la pelirroja no se le pegara como si de vida o muerte se tratara.

Yulia la contempló por unos minutos más, su rostro le trasmitía tanta serenidad y calma. Se llevó una de sus manos a la boca, mordiéndose levemente las uñas mientras pensaba.

Suspiró con pesadez cuando sintió finalmente que se dormía. Su último movimiento fue acercarse al cuerpo de Elena, agarrar con delicadeza su brazo más próximo a ella y hacer que este abrazara un poco su cuello, apoyó su cabeza en el hombro de la pecosa y la dejo descansar allí.

-idiota…

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Bien, sabemos que a Yulia le encanta Lena pero porqué no le ha dicho que la ama? 🥺 Miedo o no siente verdadero amor? 😔
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Mensaje por Fati20 4/3/2022, 9:00 pm

Este capitulo estuvo aun mejor q el anterior leer a esta lena sin ningún filtro fue genial y que fuera la dominante y seductora fue buenísimo 😊. Me pareció "normal" qué no dijera que la ama así de una porque sabemos todo lo q paso para q cambiará y en realidad ha demostrado cambiar mucho la paciencia y la dulzura con la q trata a lena, yo si creo q la ama y muchísimo solo q aun no tiene el valor de decirlo pero lo hará 😊. Saludos querida me encanto el capitulo 😘😘😘
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Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/5/2022, 10:06 pm

Holding On And Letting Go
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Lo primero que su vista enfocó a ver fueron unas sábanas y almohadas, de un color azul oscuro. Se esforzó un poco más y pudo distinguir unas paredes de un tono gris. Algunos muebles de madera oscura y cuadros.

Se sentía tan agotada que las primeras preguntas que se debía hacer a si misma tardaron en llegar.

"¿Dónde estoy?"

Definitivamente el lugar le parecía ligeramente familiar, pero no podía lograr relacionarlo o ubicarse en él.

Seguía en la misma posición, ni siquiera se movió un solo centímetro.

"¿Cómo llegue aquí? ¿Qué fue lo que pasó?"

Siguientes preguntas que tampoco lograba hilar del todo. Se giró un poco en la cama y notó más cosas de la habitación, aún le resultaba familiar, pero seguía perdida.

"¿Y esta ropa qué es…?"

Se extrañó al notar lo que parecía una remera azul que no recordaba tener.

Se reincorporó un poco con sus codos y logró sentarse en la cama… y entonces lo sintió.

-Oh por Dios - Exclamó llevándose ambas manos a la cabeza sintiendo como un enorme dolor se apoderaba de esa zona. Cerró fuertemente los ojos intentando resistirse al inminente dolor que experimentaba.

Luego de esa primera sensación solo le siguió la siguiente y es que su estómago también le dolía, no tanto como su cabeza, pero si debía haber una palabra para definirlo, seguramente seria "Malestar". Notó también un sabor extraño en toda su boca, el tomar bocanadas de aire que parecía necesitar solo le hacían sentir náuseas, pero al mismo tiempo apreciaba que no tenía nada en el estómago como para vomitar.

-Oh por Dios - Volvió a exclamar recostándose nuevamente en la cama y tapándose sus ojos. No recordaba cuando había sido la última vez que se había sentido tan enferma.

Lentamente retiró sus manos de sus ojos y se enfocó en mirar el techo de la habitación, respiró profundamente. Luego de que el dolor pareciera haber desaparecido, se dedicó a observar con más detenimiento la habitación. Notó que a su costado había una ventana, con las cortinas cerradas, pero claramente se apreciaba que ya era de día. Siguió observando y se topó con un sillón de color purpura en una de las esquinas.

"¿Estas cómoda?"

El recuerdo de la voz de Yulia le llegó con lentitud mientras apreciaba el sillón.

"Katina, eso es mío, dámelo"

Otra vez la voz de Yulia, ahora recordaba haber forcejeado con ella por el osito que le había regalado.

-Es la habitación de Yulia - murmuró para sí misma, mientras más recuerdos se agolpaban en su mente.

Intentó hacer memoria de lo sucedido antes. Lo único lucido que tenía era todo antes de compartir unas bebidas con Anthony y Vladimir, luego todo se volvía algo confuso. Recordaba haber bailado con Yulia, haberla besado… pero no recordaba cómo había terminado en su cama.

Por segunda vez se intentó reincorporar, pero esta vez de manera lenta, más lenta, mucho más lenta, y aún así las náuseas hicieron acto de presencia. Luego de superarlas intentó recordar más cosas, el armario que había en la habitación le ayudó.

"Ohh… ¿entonces no te gusta esto?" recodaba sus propias palabras junto con el rostro de Yulia antes de acercarse para besarla.

Una nueva punzada hizo que se llevara una mano a la sien y apoyara su otra mano en la almohada que tenía detrás. Miró las sabanas en ese azul oscuro.

"Lena… no puedo… mmm… me vengo… no lo soporto… si sigues asi… ahhh" Ahora recordaba el rostro todo colorado de Yulia en esas sábanas.

-No puede ser - Mencionó con incredulidad recordando el momento de intimidad que había tenido con Yulia. Sus mejillas comenzaron a arderle.

"Te amo tanto… Yulia"

Lena suspiró profundamente al recordar su propia voz emitiendo esas palabras. Una nueva punzada en su cabeza hizo que se quejara levemente. Sintió su garganta seca y rogó por un poco de agua.

Su mirada se posó rápidamente en la puerta de la habitación, pues esta se abrió dejando paso a una chica con ropa casual. Un jean gris claro, con unas botas largas negras y una remera ancha en los hombros, también en negro.

-Vaya, ya despertaste - Fue el saludo de Yulia -creí que habías muerto, estaba pensando llamar a una grúa… o al jardinero para que me ayudaran a esconder tu cuerpo en el jardín.

-Yulia - la nombró, mientas la pelinegra se acercaba con un vaso con agua y algo en la mano.

-La misma - le aseguró la morena, mientras le extendía unas pastillas y le ofrecía el vaso con agua - Tómate estas, te ayudarán con el dolor de cabeza que debes tener.

Obedeció y luego se tomó todo el contenido del vaso, su garganta lo agradeció, no así su estómago. Resistió los impulsos de quererlo vomitar todo, hasta que pasó.

Yulia se levantó y se dirigió a las cortinas, abriéndolas de un solo gesto. La luz del día golpeó a Lena en la cara y le trajo un nuevo dolor de cabeza. Cerró sus ojos y levantó una palma intentado cubrirse.

-Lo siento - se rió la dueña de casa, mientras cerraba las cortinas un poco, lo suficiente como para que la luz no golpeara a su novia en la cara y para que la habitación quede iluminada.

-¿Qué hora es? - Preguntó con algo de malestar, si el sol está irradiando tanto, era entonces más tarde de lo que creía.

-Las 4 de la tarde.

-¡¿Qué?! - Exclamó la pecosa, lamentándose al instante del sobresalto, todo en su cuerpo lo lamentó, de hecho.

-¿Tenías planes?

-No, no es eso ¡mis padres! - recordó Elena - deben estar tan preocupados.

La pelirroja buscó con su vista su celular sin saber muy bien a donde buscar.

-¿Buscas esto? - preguntó Yulia, sacando de su bolsillo el celular de Lena y entregándoselo - y no te preocupes por tus padres, llamaron hace unas horas y le expliqué que estabas aquí, conmigo y que estabas bien. Les dije que estabas bañándote y por eso no atendiste. Así que descuida… aunque cuando se enteraron que era yo con la quien hablaban… pues no se quedaron tan tranquilos.

Elena asintió, asimilando la información que Yulia le brindaba. Le escribió un mensaje a su madre diciendo que pronto estaría allí y disculpándose por no atenderla antes.

-¿Cómo te sientes? - preguntó la morena. Elena la miró con pesadez, no tenía como explicar lo mal que se sentía - ¿tan mal? - la pecosa asintió - ¿recuerdas todo lo que hiciste anoche?

-Algunas cosas… ¿Cómo fue que terminamos en tu casa? Creí que Katya me llevaría a la mía.

-Esa es una historia graciosa, la cual me gustaría taaaanto que me contaras.

-¿Qué?

- Estabas muy ebria - explicó Yulia - Tanto que te subiste a unas mesas a bailar al ritmo de Kesha.

-¿Qué?

-Eso, que después de reírte a carcajadas con Vladimir y Anthony, casi te caes encima mío por una nueva bebida. Luego te subiste a una mesa y bailaste "Sexymente" para luego sacarme a bailar a mi… aunque lo mío fue en una pista de baile, en el suelo y no en una mesa - se burló Yulia.

-Recuerdo lo del baile - Mencionó, mientras pequeños flashes se le venían mientras Yulia relataba.

-Bien, luego de eso nos encontramos con Katya, y en tu estado decidimos que lo mejor sería que duermas en mi casa y que tus padres no te vean.

-Claro… - Siguió Elena -… ¿hay algo más que deba saber? ¿Algún otra cosa… vergonzosa?

-¿Algún otra cosa? ¿Bromeas? - preguntó Yulia sentándose en la cama con una sonrisa - Dios, hubiera pagado por una filmadora, a ver… Te la pasaste toda la noche, toda la noche, TODA LA NOCHE - puntualizó la pelinegra - aclarándole a todo el mundo y a mí, lo linda que es tu novia. Me abrazabas y jugabas con mi cara sin ningún tipo de miedo de perder tus dedos. Te robaste los "Yehi" de Nastya. Ya mencioné que bailaste en una mesa de un bar, junto a otras chicas mientras todos abajo coreaban lo divertida que eras. Sacaste medio cuerpo fuera de un auto en movimiento solo para gritar "Mi novia es muy linda". Te dormiste en el auto y tuve que llevarte a rastras hasta mi casa. Te perdiste en mi cocina cuando buscabas un vaso de agua. Mi hermano te encontró en mi cocina y se pusieron a jugar videojuegos juntos. Te volví a llevar a rastras hasta mi habitación. Te reías, gritabas, llorabas, y te volvías a reír. Me obligaste a cambiarte de ropa… ¿Qué más?

-Creo que se te está pasando la parte en la que tuvimos relaciones - mencionó Elena apenada, pero realmente quería saber cómo sucedió eso.

-Veo que si recuerdas las cosas que pasaron - mencionó Yulia también algo apenada.

-La mayoría… si, lo recuerdo.

-Yo no… no quiero que pienses que me aproveché o algo así, yo no quería que…

-No, no - la cortó rápidamente - recuerdo como se dio.

-Bien… ¿entonces qué es lo que quieres saber? - preguntó Yulia, algo confundida.

Elena le sonrió pícaramente, apreciando la confusión de su novia.

-Estuve genial ¿no es así?

-¡Eres tan idiota! - se quejó al instante la morena mientras se ponía de pie y le daba la espalda, para que no pudiera ver lo sonrojada que estaba.

-Eres tan linda - se burló Lena, pudo ver como la morena se agarraba la cabeza - Ya descuida, solo bromeaba… la verdad es que quiero saber, no sé, estaba muy torpe, creo, por lo ebria que estaba. Recuerdo que forcejeamos varias veces, también recuerdo que me tuviste que meter a la ducha y cuidar de que durmiera y eso… espero no haber hecho, en toda la noche, algo que te lastimara.

Yulia volvió a mirar a Elena Tori y pudo ver que ya no bromeaba, sino que estaba algo triste y apenada.

-No… mira - se intentó explicar - fue divertido, de hecho. Y no, definitivamente no fuiste torpe conmigo, así que no te tortures… solo estabas ebria… muy ebria… y los ebrios suelen hacer y decir estupideces, pero no me molestaste en ningún momento… bueno si, en algunos momentos quise matarte, a decir verdad… aún así, no me hiciste "daño" o pasar realmente un mal momento… son algunas tonterías nomás, nada serio.

Elena asintió un poco más relajada ante los comentarios de Yulia, esta le sonrió de lado y se puso de pie nuevamente.

-Será mejor que te bañes, te hará bien, luego cámbiate, tu ropa está seca y limpia allí - señaló en una mesa donde estaba la ropa de Lena de anoche - y en el baño encontrarás toallas. Yo te espero abajo mientras tomo algo de café.

Lena volvió a asentir y ambas se quedaron viendo por unos momentos. Yulia parecía querer decir algo pero luego simplemente sonrió de lado y se dispuso a irse, abrió la puerta, pero fue detenida por la voz de Elena.

-Yulia - la llamó aún desde la cama, la pelinegra solo giró un poco su cabeza - Cuando dije que te amaba era en serio… No fue ninguna tontería por el alcohol o alguna broma… Cuando lo dije… era verdad, te amo - Lena le sostenía la mirada, no quería que su primer "te amo" se dé así, lo imaginaba más romántico, en una cena o en un paseo por el parque, pero ya había sucedido, para bien o para mal, y quería que quedara en claro, por lo menos, que había sido sincero - … y todo lo demás que dije, de que está bien así, y que no necesitas decir nada, también lo dije en serio. Sin importar nada, yo te amo, no necesitas decir o hacer nada a cambio de eso, de verdad. … Quería que lo sepas.

Yulia le sonrió y asintió agradecida, le dedicó otra mirada de apreciación y terminó marchándose, cerrando lentamente la puerta.

Elena esperó unos momentos, perdiéndose en sus pensamientos cuando finalmente decidió levantarse.

-Oh por Dios - se repitió nuevamente sintiendo que todo se movía y su cuerpo le pedía a gritos volver a la cama - No tomaré nunca más en mi vida… Nunca más.

…..........................................................................

Tomar una ducha le vino bien. No fue tan larga como a ella le hubiera gustado, pero definitivamente la despabiló bastante. Se puso su short corto blanco pero optó por una remera de Yulia que había encontrado en vez de su camisa para salir. Cuando se puso sus tacos, notó que los pies le dolían. Decidió encontrarse con Yulia y pedirle que le prestara otro tipo de calzado, sabía que arriesgaba su vida, pero se sentía optimista frente a su pelinegra.

No llegó a bajar 2 escalones descalza cuando divisó la espalda de un hombre con traje, y cabello casi rubio. Lo reconoció en el acto, el padre de Yulia…

"Suegro" su voz resonó en su conciencia trayéndole todo lo que habían "hablado" en su estado de ebriedad. Se le cortó la respiración, y con una velocidad que nunca antes había tenido, se encerró de nuevo en la habitación de Yulia, escondiéndose y cerciorándose de que no la habían visto. Su cuerpo no tardó en pasarle factura de la pequeña corrida, las náuseas y la punzada en su cabeza se hicieron presente por unos minutos.

-Nunca más… - se repitió mientras buscaba su celular, marcó un número y se lo llevó a la oreja - ¡Yulia!

-¿Qué sucede? Estoy abajo.

-Lo sé, tu padre también está abajo.

-Si…

-¿Sí?

-Sí, bueno, lo había olvidado.

-Puedes venir…. Por favor - suplicó la pecosa pero la puerta ya se estaba abriendo, Yulia sostenía su celular en la oreja y colgó la llamada para ver a Elena.

-Esa es mi remera… - Señaló.

-¡No puedo bajar! Tu padre va a matarme - se preocupó la pelirroja.

-No de momentos.

-¿No de momentos? Lo llamé "suegro" y le dije que me encantaba tener sexo con su hija - Lena no se calmaba mientras visualizaba como un Volkov podría matarla. Yulia se rió ante el comentario, consiguiendo que su novia la mirara con reproche.

-Bueno si… no es como que hayas dicho una mentira, es decir, noté anoche que lo disfrutas…

-¡Yulia! - la reprendió poniéndose colorada.

-Relájate, hablé con él esta mañana… bueno ¿Qué es hablar? Discutí un poco con él y no te molestará, parecía algo… "tranquilo"

-¿"Tranquilo" es bueno?

-Mmmmm - Yulia meditaba - algo tiene que ver Sveta, creo… pero no estaría tan confiada de que "tranquilo" es bueno.

-¿Cómo fue que dije eso? No puedo creer que haya dicho eso ¿Por qué me dejaste decir eso? - la voz de Elena pasaba de triste, incrédula y finalmente acusadora.

-No fue mi culpa, a mi me dejaste en blanco, eres muy impredecible borracha - recordó Yulia - En fin, no te preocupes, solo había olvidado unos documentos, ya se marchó de nuevo… ¿Estás por llorar?

Yulia había observado como Elena se llevaba las manos a sus ojos con malestar y una mueca de dolor.

-Nooo… - se lamentó - me duele mucho la cabeza… y el cuerpo, quiero que pare… ¿Cuándo me va a pasar esto, Yulia?

La pelinegra se rió un poco ante el estado de su novia, se acercó a esta y la abrazó.

-Quiero besarte, pero creo que voy a vomitar con cualquier cosa que se me acerque - exclamó entre más lamentos las pelirroja, Yulia seguía riendo un poco.

…..........................................................................

El camino de vuelta a casa fue de lo peor para Elena.

El auto en movimiento solo hacían que sus mareos se intensificaran y que sea muy consciente de todo su cuerpo, los parpados le pesaban y se sentía descompuesta.

Elena podía escuchar la pequeñas risas que largaba Yulia mientras conducía, se giró a verla, con cara de pocos amigos.

-Oh, lo lamento, es solo que me causa tanta gracia… solo algunas comparaciones, de anoche y de ahora - Explicó la morena mientras ponía atención nuevamente al camino, pero con una sonrisa burlona dibujada en su cara.

Lena no dijo nada, se limitó a acomodarse en el asiento y aprovechar la brisa que salía de la ventanilla, esa pequeña brisa que parecía refrescarla y la hacía sentir un poquito menos miserable por su estado físico.

"Nunca más…"

…...........................................................................

Al llegar a casa se dio con la sorpresa de que sus padres habían salido, bien por ella, aunque Katya no se hizo esperar en aparecer.

-¡Dios, luces fatal! - exclamó la mayor, viendo el estado desganado y enfermo que portaba su hermana.

-Me siento como me veo - le aseguró, mientras se encaminaba a pasos lentos, buscando un poco de agua, cerca de la cocina.

-¿Y… como les fue? - Katya le preguntó a Yulia, quien también había entrado a la casa.

-Fue divertido - contestó la pelinegra - Hicimos exactamente lo que Lena dijo que haría.

-¡Iuughhhh! - exclamó con cierto asco la mayor - ¿entonces sí lo hicieron en su casa?

Elena se atragantó con el agua que estaba tomando y Yulia reía.

-¡Katya! ¿De qué hablas? Por favor - se exaltó Lena.

-Tranquila… tu ya le habías adelantado a Katya lo que haríamos en mi casa - le recordó Yulia.

-¡iuuughhhh! De nuevo - se volvió a asquear la mayor - y antes que me cuenten más detalles, mejor me retiro.

-Sí, yo también debo irme - anunció la morena.

-Claro… - comentó Elena acercándose a su novia - te acompaño a la puerta…

-Yo conozco como salir así que…

-Te acompaño a la puerta - insistió.

-Ok, me acompañas a la puerta - siguió curiosa la pelinegra.

Ambas chicas salieron y Lena cerró la puerta detrás de ella.

-¿Segura que está todo bien con tu padre?

-Mmmmm - Yulia parecía meditar - No lo sé, es extraño. Comúnmente me hubiera dado un sermón, se hubiera molestado y amenazado con quitarme el apellido… No lo sé…

-Ya veo… - Elena parecía meditar el asunto con algo de pena. Recordaba que Yulia quería decírselo a sus padres de manera más tranquila y elaborada, y al final, por su culpa todo había salido apurado y enmarañado.

-No quiero que te preocupes - la voz de Yulia la sacó de sus pensamientos - Estás poniendo esa cara de culpa y pena… mira ya te lo dije, pensaba decírselo de todos modos.

-Sí, pero supongo que no tenías planeado que una borracha se lo tire en la cara de un momento a otro.

-Bueno, no, eso fue una sorpresa a decir verdad - mencionó la ojiazul con sarcasmo.

Ambas se quedaron pensando por unos momentos.

-¿Crees que me odie?

-Es muy probable - contestó Yulia con una ligera sonrisa - ¡pero hey! Yo también te odiaba - Elena sonrió ante el comentario, parecía que Yulia no estaba dispuesta a que se hundiera en la culpa - ¿y que si te odia? Yo no te odio… eres mi novia, eres importante para mí, es lo único que me vale…

-Awwww - exclamó con cariño la pelirroja - se te está pegando lo melosa y romántica.

Yulia entrecerró los ojos y caminó unos pasos hacia Lena, cuando la tuvo cerca acercó su mano a la frente de la esta, y con sus dedos le dio pequeños golpecitos en la frente. Rápidamente Lena sintió jaquecas y exclamó con malestar.

-Tiempo fuera - dijo cerrando fuertemente los ojos - Tu ganas, tu ganas…

-Espero que recuerdes esa sensación la próxima vez que abras la boca - se burló Yulia - Ya sea para tomar alguna bebida que no conoces o para llamar a mi padre "Suegro".

Elena se refregó la frente con una mano, abriendo uno de los ojos y sonriéndole a Yulia. Esta rodó los ojos, se acercó y besó una de sus mejillas como despedida.

Lena la siguió con la vista hasta que subió a su auto. Se giró y entró a su casa, apenas cerró la puerta, sintió de nuevo los mareos.

-Nunca más…

….........................................................................

El lunes no podían dejar de hablar de todo lo sucedido en la inauguración de la disco. Nastya y Alexei se encargaron de contar a Lena y Vlad con lujo de detalle todo lo que hicieron. Fueron motivo de burla en el grupo durante todo el día.

Ambos aún mostraban un porte cansado, pero según Lena, se sentía como otra persona de lo mejor que estaba a comparación del día de ayer.

La salida la sorprendió con Nastya y Alexei, mientras esperaba a Katya para regresar a su casa. Los 3 amigos hablaban animadamente aún de los acontecimientos cuando Nastya hizo notar a Lena algo en la puerta de entrada.

-Lena… - la llamó, aunque la pecosa ya miraba para esa dirección - Ese es el padre de Yulia.

-Sí, lo es ¿Qué hace aquí? El detesta este lugar - siguió Alexei.

En la entrada del enorme portón que daba entrada a los estacionamientos de la escuela, se podía ver a un hombre de traje y mirada soberbia, con una mano metida en los bolsillos. Parecía que esperaba algo, finalmente vio hacia donde los muchachos se encontraban. Lena sintió el contacto visual como si la hubieran apuñalado. El hombre le sostuvo la vista y con una ademán de mano, la invitó a acercarse.

-Lena… - la volvió a llamar Nastya - creo que quiere que te acerques.

-Pero yo no me quiero acercar - murmuró la pecosa sin perder de vista al hombre.

-Ve - Nastya le dio un pequeño empujón que puso sus piernas en movimiento - Si estás en peligro, grita.

Mientras Elena caminaba hacia el señor Volkov, no pudo evitar imaginarse que caminaba hacia una guillotina, o algo peor aún. No tenía idea de que hacia allí o porque la llamaba a ella, sabía que Yulia se había vuelto a su casa, así que esto ¿sería acaso entre él y ella solamente?

Cuando ya lo tuvo en frente, pudo notar el parecido que tenía con Yulia. "Intimidante" recordó de repente. El hombre no dijo nada, se dedicó a analizarla de pies a cabeza.

-Ammm, hola - Saludó mientras una sonrisa nerviosa acompañada de unas pequeñas risas, también nerviosas, salían de su boca.

El hombre no contestó, solo levantó una ceja a modo de curiosidad, como si fuera la chica la que lo hubiera convocado y no al revés.

-Ok… escuche, quizás esté aquí por lo ocurrido el sábado - intentó adivinar la pelirroja - y es entendible, es decir, que padre no estaría curioso de ver a su hija con otra chica en ese estado y que esta le diga que su hija es lesbiana, es decir, Yulia no es lesbiana, pero supongo que esa impresión se llevó de mi - Elena había hablado tan rápido que por un momento dudó de lo que dijo -… que graciosa primera impresión ¿verdad? - Sonrió simpática.

-¿Te refieres, acaso, a la impresión de una chica borracha, que me juzga de intimidante sin siquiera poder pronunciar esa palabra, la cual toma la confianza que no se le dio para llamarme suegro y sostener que le gusta tener relaciones con mi hija?

Elena mostró una sonrisa nerviosa y sintió la imperiosa necesidad de huir a toda velocidad, pero se contuvo.

-Que… graciosa son las primeras impresiones - mencionó aún intentando parecer simpática - Pero si es algo intimidante, es decir, no intimidante de temer que me mate o algo, sino intimidante de imponer respeto, respeto, porque de verdad quiero a su hija, de verdad, no solo por las relaciones o lo que dije, es decir, también la quiero por eso, pero no es lo único, hacemos más cosas, pero nada malo, o sea, si, es verdad, que una menor aparezca ebria en la puerta de su casa puede sonar como algo malo, y en realidad lo es, pero nunca antes había pasado, y eso no quiere decir que ahora comience a pasar solo porque estoy con Yulia, no es una mala influencia ni nada de eso, ella es maravillosa, fue mi culpa, es que la vi con dos chicos y me puse algo celosa, o sea, no, no, ella no estaba haciendo nada con esos chicos solo estaba… Ay ya mejor me callo - se lamentó la pelirroja bajando la vista y negando débilmente.

-Creo que esa sería una buena idea - Mencionó con algo de molestia el mayor, aclarándose la garganta - Bueno no tengo mucho tiempo… Me gustaría saber si aceptarías cenar conmigo y mi familia mañana.

Elena levantó la vista intentando asimilar lo que había escuchado, miró con extrañés al hombre en frente. No lo comprendía. Este pareció notarlo y volvió a aclararse la garganta.

-¿Podrías asistir a cenar mañana en mi casa, con mi familia? - Volvió a preguntar.

Todos los sentidos de Elena se activaron y desvió su vista buscando a Yulia, sabía que no estaba allí, sabía que seguramente no tenía idea de esto, sabía que quizás ya estaría en su casa resolviendo sus asuntos, pero no pudo evitar buscar a su alrededor lo que necesitaba.

"¿Qué hago? ¿Qué digo? ¿Qué hago?" se preguntó velozmente, buscando alguna excusa para rechazar la invitación, le daba mala espina.

-No vas a negarme que quiera conocer más a la "Novia" de mi hija… ¿o sí? - preguntó el mayor con confianza en sí mismo - ¿o acaso crees que no somos de fiar?

-No, claro que no - contestó rápidamente Elena.

-Excelente ¿entonces te espero mañana a la noche? - Insistió con una sonrisa de lado el mayor, que le hizo recordar a cuando Yulia cuando planea algo.

-No… veo porque no… - terminó desistiendo.

-Bien, excelente - el mayor se despidió con la vista y se giró encaminándose a su auto, pero se giró momentos después a ver de nuevo a la pecosa - Por favor, no canceles… estoy tan entusiasmado por conocer más a la novia de mi hija, no me gustaría que esta me desilusionara a la primera invitación que le brindo - Dijo nuevamente con una sonrisa confiada. Elena asintió con una sonrisa de lado, sabiendo que ya se había metido en la boca del lobo.

….........................................................................

-¡¿Qué hiciste qué?! - La voz de Yulia aún a través de su celular hizo que se alejara el aparato de la oreja - ¡Es una trampa! ¡Debes cancelar!

-No puedo… - mencionó Lena con malestar, ya había profundizado en la idea, y se dio cuenta que no tenía como.

-Di cualquier cosa -insistió - que se murió tu gato, tu perro, tu abuela.

-¡Yulia!

Después de discutir varias posibilidades durante un tiempo, encontraron excusas más que creíbles solo para que ambas se dieran cuenta que no debían usarlas.

-¿Y qué? ¿vas a venir? - terminó resignándose Yulia, conocía tan bien a su padre que sabía que el hecho de que su novia faltara a la cena que había aceptado, implicaba debilidad en la relación, sabía que eso podría jugarle en contra casi tanto como cualquier cosa que su padre planeara.

-Si… - Mencionó débilmente Elena - ¿Yulia?

-Dime.

-Estoy nerviosa…

Se hizo un silencio entre ambas líneas, Elena podía sentir la respiración de Yulia del otro lado, tan profunda y pesada como la de ella.

-Yo también…

La pelirroja notó el tono apagado de su novia y se sintió culpable por primera vez en la semana, y recién era lunes… Intentó ponerse en el lugar de Yulia, aún imaginarse diciéndoselo a sus padres la hacían sentirse incapaz y pequeña, no podía imaginarse cómo se sentiría Yulia.

-Todo va a estar bien - dijo de repente, sorprendiéndose ella misma de la firmeza con la que había hablado - Es decir ¿Qué tan malo puede ser? Yo estaré allí, tú estarás allí. A lo sumo tu padre odiará a tu pareja, eso no te detuvo antes… tampoco me detendrá a mí.

Lena no podía ver a Yulia, pero estaba convencida que había logrado que sonriera.

-Claro… o quizás simplemente envenena la comida y acaba con este problema de una vez por todas.

….........................................................................

-Lo de la comida envenenada… no lo decías en serio… ¿verdad?

Ambas se encontraban frente a la casa de los Volkov. Yulia había decidido pasar a buscar a Elena luego de la escuela.

Ambas se cambiaron en sus casas y optaron por ropa informal, jean oscuro con una remera holgada en negro para Yulia, y jean claro con una remera sin manga de color lila para Lena. La noche era algo fresca, pero aún vestidas así, dudaron en entrar.

-Será mejor que entremos - Dijo la pelinegra y se dispuso abrir la puerta.

Apenas entraron vieron la mesa de la sala puesta con un elegante mantel blanco, copas, platos, todo a juego, y algunos encargados de la casa, de los cuales Lena no conocía, terminando de acomodarlo todo.

-Genial, mi padre se ha tomado algunas molestias - murmuró con sarcasmo la pelinegra.

Sveta no tardó en hacer acto de presencia. Llevaba un elegante pantalón de vestir en tonos verdes, y una camisa blanca. La mujer daba la impresión de estar relajada y al mismo tiempo bien vestida.

-Yulia, Elena - las saludó con una sonrisa.

Se acercó a ambas, saludó a Elena con un beso en cada mejilla y solo miró a Yulia con simpatía. Su padre no tardó en aparecer junto con su hermano.

-Que alegría que vinieras - comentó el mayor con una sonrisa que congeló a Lena - supongo que ya conoces a mi hijo Viktor.

-Sí, si - repitió la pelirroja mirando a Viktor - ya nos conocíamos.

El menor de los Volkov moduló con la boca solo para que Elena y Yulia lo pudieran ver.

"Esto es una trampa" Modulaba el menor.

-Sí, que bueno verte de nuevo… Viktor - siguió Elena.

-Por favor, tomen asiento en la mesa, la comida ya está lista - Los invitó cortés el mayor.

Elena se sentó al lado de Yulia y del otro lado tenía a Viktor. Pudo notar cómo minutos antes ambos hermanos se habían mirado complicemente, y solo luego se ubicaron en sus lugares. Le dio la sensación de estar siendo protegida por ambos y tenerlos a cada lado la tranquilizó. En frente y en diagonal se sentó Sveta y el Señor Volkov en la punta.

Algo inquietó por un momento a Elena, quien mirando a Yulia pudo ver que la pelinegra tenía la misma expresión, analizándolo.

Frente a ellas habían dos asientos más y la mesa puesta para dos.

-¿Esperamos a alguien más? - Preguntó con curiosidad Yulia.

Su padre solo asintió un par de veces, no pasó ni un minuto cuando el timbre de la casa indicó que alguien se hacía esperar en la puerta.

El señor Volkov se levantó con una sonrisa, Yulia lo analizó desde su lugar, preparándose para lo que fuera que su padre planeaba. Elena la miraba algo nerviosa pero esta no lo notó.

-Oleg, querido ¿Cómo estás?

Yulia reconoció la voz en el momento y su cara de incredulidad y sorpresa solo preocupó más a Lena.

En la sala ahora entraban una mujer de estatura promedio, menos de 40 años, de de cabellos negro oscuro y ojos azules saltones, su tez era muy clara y Lena reconoció cierto aire familiar. Vestía un pantalón claro elegante y una camisa sin mangas en azul oscuro, varios collares finos caían en su cuello y unos pendientes a juego terminaban su look.

A la par de la mujer apareció otro hombre, aunque este notablemente más joven, llevaba el pelo largo, oscuro, bien peinado, tez oscura, con un bigote bien recortado, muy guapo, debía admitir Elena. Vestido de traje elegante. Casi parecía combinar con la señora a su lado.

Elena pudo notar como la mujer seguía hablando con el padre de Yulia, parecían cercanos, ambos reían, aunque con cierto toque que no podía comprender. Finalmente la mujer se giró a ver la mesa, y luego de un leve saludo a Sveta, puso sus ojos sobre los más chicos.

-Trampa - Murmuró Viktor.

-¿Cómo están mis hermosos hijos?

…............................................................................

Después de un leve recibimiento a la madre de Yulia y a su nuevo novio, todos tomaron lugar en la mesa. La sala se llenó de charlas y carcajadas por parte de los nuevo invitados.

Elena apreciaba como la madre de Yulia era un tanto diferente a su hija, si no es que en realidad no se le parecían en nada más que ciertos aspectos físicos. La mujer era sociable, hablaba y mucho, de diversos temas, con un aire de alta sociedad casi tangible.

Escuchó como comentaba animadamente con Sveta algunas tendencias, y aunque cada tanto largaba algunos comentarios punzantes y quisquillosos referidos a Svetlana, esta parecía estar envuelta de un aura de paciencia y tolerancia admirable. Sorteaba los comentarios punzantes de la mujer con humor, lo que mantenía aún la charla animada entre ambas mujeres.

Viktor se entretuvo con el nuevo el novio de su madre. El tipo era simpático, intentó mantener una charla con Yulia, aunque esta no tardó en mostrarle el desinterés por una conversación. Saludó a Elena cordialmente también y compartían algunas palabras, más no hablaban. El hombre en cuestión parecía haberse resignado a hablar con el menor de la familia sobre algunas películas nuevas, y Viktor en este aspecto si se parecía a su madre, era más dado a la charla. Este detalle ya lo había notado Lena aún estando ebria.

Tanto padre como hija parecían haber encontrado una fascinación por la comida, ya que solo se limitaban a comer y no levantar la vista del plato. Al principio a Elena se le ocurrió que sería por desinterés, sin embargo a medida que el tiempo pasaba, notó que había algo más entre ellos dos. Había sorprendido a Yulia intercambiando leves miradas con su padre, antes de volver la atención a la comida.

Y ella estaba allí, sentada, entre medio de toda esa familia que no era la suya. Cualquiera podría preguntar ¿pero y esta chica que pinta aquí? Lo mismo se preguntaba ella, lo mismo se preguntaban los del personal de la casa, lo mismo se preguntaba el novio de Larissa, la madre de Yulia, aunque esta parecía no preguntárselo… todavía.

-…La verdad que siempre es agradable comer en familia - mencionó Larissa mientras degustaba el vino - Pero dinos Oleg, cual es la noticia, es raro que nos juntes a todos.

Elena pudo notar como Yulia levantaba la mirada rápidamente.

-Claro Larissa, pero eso se lo deberías dejar a tu hija y es que verás, parece que tenemos nuevos invitados a la familia - exclamó el padre con una tranquilidad impropia del momento.

-¿Invitados a la familia? - Larissa miró a su hija curiosa, pero esta no le contestó nada, luego miró a Elena.

Lo único que la mujer sabia de la pelirroja es que era compañera de Yulia y amiga, cuando mucho, así la presentó Viktor. Yulia y Lena agradecieron el gesto del pequeño, su madre parecía haberse conformado con eso.

-¿Tu eres…? - comenzó a preguntar Larissa - ¿… la hermana de Vladimir?

-¿Qué? - preguntaron al miso tiempo Yulia y Lena.

-Es que te pareces tanto - siguió la mujer, poniendo más atención a Elena - y hablando de Vladimir ¿Dónde está? Creí que preferirías que él cenara con nosotros antes que su hermana ¿o es que acaso hay algún anuncio importante que hacer? No me digas que las cosas se pusieron muy serias entre ustedes y ahora…

-Mamá, no - la cortó Yulia - Lena no es la hermana de Vlad.

-Oh, lamento el malentendido, es que te pareces tanto ¿ni siquiera primos?

-No, no - negó Elena con una sonrisa.

-…Y Vladimir ya no es mi novio - siguió Yulia.

-Vaya, eso debió de haber puesto a tu padre tan contento - dijo Larissa para mirar a Oleg con una sonrisa burlona - y bien, Vladimir siempre me pareció algo "femenino"… era guapo, eso no te lo discute nadie y encantador, pero en fin… Oleg no entiendo por qué dices que la familia tiene más visitas si parece que te están dejando.

-Oh, no te preocupes Larissa, Yulia se encargó de ocupar el lugar del que se fue - dijo el hombre poniendo ambos codos sobre la mesa y apoyando su barbilla en sus puños, con paciencia, mirando a su hija mayor, expectante.

-Oh, ¿Mi Yulia no está soltera? Y yo que ya estaba pensando en tanto candidatos para ella - exclamó con gracia la mujer - ¿Cuándo conoceré al nuevo afortunado?

En la sala reinó el silencio por unos momentos, la morena miraba a su madre sin ningún tipo de expresión. Elena no sabía a quién mirar, de momento veía a todos en la sala, y todo estaban tan inmóviles que creyó por unos instante que el tiempo se había parado.

-Trampa - murmuró por lo bajo Viktor.

-Mamá, Lena es mi novia.

Nuevamente el silencio, pero ahora Larissa le dedicó una mirada a ella.

-No entiendo - dijo la mujer con una sonrisa de incredulidad.

-Ella es Lena - mencionó la pelinegra señalando a Lena con la cabeza - ella es mi novia. Novia, Novia. Yo soy su novia… ella es mi novia.

Y el silencio de nuevo.

"Ok, ahora comienzo a pensar que la idea de morir envenenada no es taaaaan mala" pensó la ojiverde mientras veía como la mujer asimilaba la información, su sonrisa se había borrado y ahora en su lugar, la confusión se figuraba en cada rincón de su rostro.

-No, es decir, no - negó la mujer - ¿Cómo pasó esto?

La pregunta iba dirigida tanto a su ex esposo como a su hija.

-Es por lo que cenamos, Larissa - Contestó tranquilo el mayor - Me gustaría saber cómo pasó.

Ahora todas las miradas se posaban en las dos chicas. Yulia desde que había comenzado a hablar evitaba el contacto visual con Elena, lo que dejaba a esta algo desorientada con el que hacer del momento.

-No lo sé - contestó Yulia, con tono molesto - simplemente pasó y ya.

-Claro hija - su madre sonrió y se acercó a su novio para decirle algo al oído, este rió con ella un poco y ambos volvieron su atención a la comida.

-¿Perdón? - preguntó Yulia, notando el repentino cambio.

-Oh descuida, solo le decía a Demian lo curioso que son los jóvenes hoy en día - dijo su madre con un ademán de mano restándole importancia - estás experimentando, es normal, lo leí en varias revistas, y más aún en el medio que te mueves, la farándula y demás. Ya viste a LiLoh, solo probaba algo nuevo, pero ya volvió a lo de antes. No te ofendas…. ¿ammm? - La madre se dirigió a la pelirroja.

-Elena - contestó esta viendo que a la mujer le costaba recordar su nombre.

-Elena, no es nada, hasta pareces algo simpática, aunque sencilla… en fin - siguió la madre.

-Mamá, "Elena" es mi novia, no un experimento - Aclaró Yulia.

-Claro cariño - le dio la razón su madre como quien no quiere discutir con un ciego.

-Estoy hablando en serio - El tono duro que de repente usó Yulia, hizo que la mujer la mirara, aunque con reproche - Lena es realmente mi novia, lo que tenemos va en serio, mientras antes lo asimiles mejor porque así…

-¿Va en serio, Yulia? - Su padre la interrumpió

-Sí, va en serio - aseguró esta.

-Entonces, la amas… ¿no es así?

Yulia miró con severidad a su padre y este parecía esperar tranquilo la respuesta, inclusive como si la conociera.

-¿No ?- presionó su padre.

-Eso es injusto, tú sabes lo difícil que es… - murmuró la pelinegra.

-¿Injusto? ¿Difícil? - se preguntó su padre, fingiendo desconcierto - Pero si cuando estabas con Vladimir lo decías con mucha facilidad, lo resaltabas cada vez que diferíamos en algo con él. ¿No es así Yulia? ¿Era tu novio como Elena lo es ahora, no?... explícame, porque para mí la pregunta es la misma de antes… ¿Por qué ahora es difícil?

-Auch - susurró Elena, sintiendo como en alguna parte esa comparación le había golpeado.

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EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer) - Página 3 Empty Re: EVERLONG // ADAPTACIÓN A YULENA (BY: Andrea P. Lancer)

Mensaje por RAINBOW.XANDER 4/5/2022, 10:08 pm

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Yulia suspiró con molestia pero no tenía las palabras para confrontar esos comentarios, su madre rió por lo bajo llamando su atención.

-¿Lo ves, cielo? - le preguntó, la mujer parecía más tranquila - hasta tu sabes que esto es solo una etapa, no le quieres dar más importancia que la que no se merece.

-No - nuevamente el tono duro de Yulia- Lena no es una etapa, no es un experimento, es mi novia y la quiero, me voy a quedar a su lado todo el tiempo que ella me lo permita, así que acostúmbrense.

-¿Y cuánto tiempo será ese? - La madre parecía ahora divertida por la situación y se dirigía a Elena como esperando escuchar otra broma.

Elena finalmente es introducida a la charla, aunque de manera torpe y es sorprendida por la pregunta.

-Ammm...

-No la metas en esto - puntualizó Yulia.

-Deja que conteste, a mí también me da curiosidad saber que opina tu "Novia" de tu noviazgo - Su padre seguía tranquilo en su asiento, y analizaba desde su lugar.

-Yo… creo que nuestro noviazgo es serio - Dijo finalmente Elena, haciendo sonreír a la madre de Yulia, definitivamente se estaba burlando - No creo que sea un experimento, no, no es un experimento, de verdad me importa Yulia, la quiero muchísimo.

-¿La quieres muchísimo? - cuestionó el padre.

-La amo - le aclaró Lena con seguridad. El hombre sonrió de lado.

-Aparentemente Yulia no opina de la misma forma - comentó el mayor.

-¡Basta! - lo amenazó Yulia.

-Si Oleg, deja en paz a las chicas - acotó su madre - Si se divierten con esto…

-Entiende que no estoy jugando - volvió a molestarse la morena.

-Yulia, es obvio que ninguna de las dos saben lo que hacen, creí que eras más madura que esto, pero bueno, ni siquiera alcanzas a ser mayor todavía, y tu amiga, obviamente no sabe lo que es el amor… ¿Qué podrían saber del amor?

Esas palabras tocaron un recuerdo de Lena, hace tiempo, cuando Yulia le cuestionaba lo mismo.

-Es obvio que estás confundida hija - siguió Larissa - y es normal, después de todo nunca has tenido un rol paterno como se debe, y es obvio que la nueva Sra Volkova no llena lo tacones para figurarte algo en tu vida.

-¿Qué quieres decir, Larissa? - preguntó su padre, finalmente saliendo un poco del estado de tranquilidad.

-Que esto es tu culpa Oleg, los hijos son fieles reflejos de sus padres y es obvio que estás haciendo mal las cosas. ¿Cómo crees que se siente Yulia porque tú le introduces una nueva figura materna a la fuerza?

-¡¿Qué?! - se sorprendió la pelinegra - ¡No! Esto no tiene nada que ver con eso…

-¿Una nueva figura materna? No recuerdo que ella haya tenido una "antigua figura materna" como para reemplazarla - se defendió el mayor, notablemente molesto - si de alguien es la culpa, tranquilamente puede caer en tus hombros, no sabes nada de tus hijos en meses, y ahora vienes y hechas la culpa. La que está fallando como madre eres tú, Larissa.

-¿Es que acaso no te das cuenta que la chica está proyectando todas las frustraciones y presiones que tu le impones? - siguió la madre, ya con tono molesto - ¿Qué tan ciego estás Oleg?

Yulia apoyó su espalda en el respaldar de la silla, mientras se llevaba una mano a la frente, suspirando profundo. Sus padres seguían discutiendo entre ellos. Lena se sentía apenada de la situación e incapaz de hacer o decir lo que sea.

Agachó su cabeza esperando que todo terminara, aunque los mayores parecían estar entretenidos con la discusión. Pudo ver la mano de Yulia por debajo de la mesa y un impulso le dijo que la tomara con la suya. Pero se resistió. Se sentía tan ajena a todo, y que Yulia no la mirara o hablara con ella, la desorientaba. No podía tener idea de cómo se encontraba realmente o en lo que pensaba. Inclusive le asustaba un poco pensar en lo que pasara por la cabeza de su novia.

-¿Esto es una venganza, verdad Yulia? - Preguntó de repente la madre, haciendo que la pelinegra se descubriera la cara y la mirara con incredulidad - Tu sabías que yo anhelaba tener nietos, muchos nietos… ¿te estás vengando conmigo?

-No puedo creerlo - Dijo Yulia con sarcasmo y una sonrisa de burla - Ma, nadie piensa en tener hijos a esta edad, ni siquiera se me ocurrió eso.

-No digas mentiras Yulia, todas las mujeres pensamos en que queremos una familia.

-Eso no es cierto.

-Claro que lo es - Insistió la mujer - ¿Cómo vas a tener una familia con otra mujer?

-No lo sé, no pensé en eso nunca - se molestó la morena por el argumento de su madre.

-Tú, Elena - se dirigió a la ojiverde - ¿Nunca has soñado con tener una familia?

Por primera vez Yulia miró a Elena, con cara de incredulidad y perdida por la pregunta que se le estaba formulando.

-Bueno… yo… si, de hecho…

-¡Ayúdame! - se molestó Yulia.

-¡No sé cómo! - le contestó Elena con algo de frustración.

-Trampa - Murmuró de nuevo Viktor que se entretenía cada tanto con las conversaciones.

-Está bien, yo no voy a permitir esto - dijo su madre - Si lo que Yulia necesita es un verdadero modelo y ayuda, que es obvio que todo en ella grita por ayuda, mírala Oleg, ¿Cuántas veces más se va a teñir el cabello? Ni siquiera conseguiste que se sacara la joyería de la cara todavía, apuesto a que sigue apostando en su futuro como estrella de un reality o algo así… ¿y ahora esto? ¿Una novia?

La morena apretaba la mandíbula, molesta, no sabía cual de todos esos comentarios la hacían enfadar más.

-Te vienes a vivir conmigo - sentenció la madre.

-¡¿Qué?! - Gritó Yulia.

-Sí, empaca tus cosas, vivirás conmigo en New York - Siguió la madre, dando por concluida la cena.

-Claro que no - Yulia miró a su padre y por primera vez este pareció preocupado.

-Yo no creo que esa sea la solución Larissa - comenzó a fundamentar el mayor.

-Tú no podrías encontrar la solución ni aunque la tuvieras en frente, Oleg.

-No me voy a mudar, aquí estudio y tengo mis amigos, mi vida está aquí - se defendió Yulia poniéndose de pie.

-Estudiarás en una de las mejores academias de New York, cielo, tengo mis contactos, harás nuevas amistades, mejores amistades… y si lo necesitas, sé de un psicólogo que te agradará…

-No voy a ir a un psicólogo y no voy a mudarme al otro lado del mundo - le aclaró Yulia - Solo porque a ustedes no les parezca que esté con Lena, no significa...

-Yulia, escucha cielo… - le dijo su madre con una calma compasiva.

-¡No, tu escúchame! - la cortó la pelinegra - Esto es tan estúpido… no sé porque pensé siquiera… tenía la esperanza que ustedes llegaran…

La respiración de Yulia se hacía fuerte y apretaba los puños.

Se giró para ver a Elena, y esta le devolvió la mirada. Los rasgos de la ojiazul se relajaron un poco.

-Sí, es verdad, no te puedo decir "Te amo" - le dijo a Lena - pero eso no significa que no te quiera, y te quiero muchísimo… y me importas, de verdad me importas… yo soy… feliz estando a tu lado y siendo tu novia, y todo lo que eso implica, recibir tus mensajes por la mañana y por las noches, hacer las tareas juntas, reír, cantar, bailar juntas… caminar tomadas de la mano por más cursi que me parezca…saber que estás allí para mi… son tantas cosas… Lena - la miró por unos momentos pensando lo que iba a decir - Me haces feliz.

Por más que la situación le pareciera extraña y del modo en que Yulia decía las cosas, algo en su interior se sintió cálido, y creyó en las palabras que se le estaba diciendo.

-Solo quiero saber si tu eres feliz siendo mi novia… y si aún quieres seguir siendo mi novia por más complicadas que se den las cosas - Le preguntó la pelinegra con algo de temor - ¿quieres seguir conmigo?

Elena asintió sin dudarlo.

-Bien, porque es lo único que necesito saber.

Yulia tomó de la muñeca a Elena, la ayudó a pararse y la llevó hasta la puerta de entrada.

-¡Yulia! - la llamó su padre - ¿a dónde vas?

-¡Lejos de todo este circo! - Gritó la morena dando un portazo.

.............................................................................

Ya habían caminado unas cuantas cuadras al paso acelerado que marcaba Yulia. A Elena se le comenzaba a complicar seguirle el ritmo.

Su novia había soltado su muñeca hacia tiempo y caminaba a paso firme y veloz. Elena la seguía de cerca pero cada vez la distancia se agrandaba y se comenzaba a cansar. Ninguna había dicho nada desde que salieron de la casa Volkov.

-¡Yulia! - la llamó, la pelinegra pareció no escucharla - Yulia, espera por favor… me estás dejando atrás.

La morena reaccionó ante las palabras, disminuyó la velocidad de sus pasos pero aún así su marcha seguía.

Finalmente Elena pudo alcanzarla, aunque se mantuvo un poco por detrás de ella.

Siguieron caminando unas cuadras más. Las calles estaban desiertas, y la luz de las casas y los faroles de la vereda, iluminaban el pavimento por donde las chicas iban. Noche fresca.

-¿A dónde vamos? - preguntó finalmente Elena.

-No lo sé - fue la vaga respuesta que consiguió de su novia.

-Yulia, detente - pidió con paciencia la pelirroja, la ojiazul se detuvo luego de unos cuantos pasos más.

Elena la alcanzó, pero aún se mantenía a sus espaldas.

-Estás molesta - mencionó Lena - y está bien que lo estés.

Yulia no hablaba ni se movía.

-¿Quieres decirme que es lo que te molesta, Yulia? - insistió, la morena se giró para mirarla.

-¿Qué no es obvio? - preguntó de mala gana.

-No lo es - le aseguró - podría adivinar que es simplemente porque tus padres no aceptan lo nuestro… ¿pero eso sería todo?

Yulia le volvió a dar la espalda a Lena y avanzó unos pasos, pero se detuvo. La pelirroja se volvió a acercar, poniéndose esta vez de frente.

-¿Qué es lo que en verdad te molesta? - le preguntó, Yulia parecía debatirse en su orgullo - Puedes decírmelo… vamos Yulia ¿qué te molesta? ¿Qué te preocupa? ¿Qué es lo que sientes?

Pero la pelinegra solo negó con la cabeza mientras apretaba fuerte sus labios y la mandíbula, no miraba a Lena, a todos los lugares menos a los ojos de la ojiverde.

-¿No me lo vas a decir? - preguntó aún con cariño - Bien… no me lo digas… yo te diré como me siento.

Finalmente Elena logró captar la atención de la mirada de Yulia.

-Me siento tan molesta e impotente - le mencionó - No pude hacer nada para caerle bien a tus padres, ni siquiera me dieron la oportunidad de hablar, ya estaban todas las decisiones tomadas incluso antes que me pudiera sentar en la mesa. Es tan injusto - Recordó Elena - pero también me siento algo perdida e insegura, porque en todo ese tiempo, tenía miedo que pensaras que lo que ellos decían era cierto. Que esto era un experimento, o solo una etapa… Cuando tu madre me preguntó "¿Qué puedes saber del amor?" me recordó… a ti haciéndome la misma pregunta… y ahora… no lo sé… ¿sigues pensando igual?

Yulia solo sostenía la mirada, sus labios seguían sellados como antes, pero su mirada se mostraba algo molesta e impotente.

-Cuando te digo que te amo, lo digo en serio… ¿tú me crees? ¿De verdad me crees cuando digo que te amo, Yulia? ¿O sigues pensando que no tengo idea de lo que es el amor? Porque si es así entonces…

-Te creo - la cortó, desviando su mirada al suelo - No quiero que dudes de mi - murmuró, aún escondiendo la vista - Todo esto… fue un plan de mi padre, el sabe como es mi madre, y como se pone… no pensé que tendría que enfrentar a ambos… me siento tan derrotada.

Yulia se separó un poco de Elena y se sentó en el cordón de la calle. La pelirroja la imitó.

-Y si… no sé cómo explicarlo, pero me siento… "amada" por ti… te creo, y sé que también es duro que me digas "te amo" y que nada vuelva hacia ti.

-Te dije que no te preocuparas por eso, no me molesta.

-Eso es mentira - la cortó Yulia, miraba hacia la calle - ¿Cómo no te puede molestar eso? Es terrible, no mientas.

-No me molesta, Yulia - le aseguró, y con una de sus manos la obligó a que la viera - No me molesta, no necesito que me digas te amo… yo lo siento. Yo me siento tan especial, solo porque sé que soy única para ti, y lo sé. Me siento amada Yulia… por ti… sé que soy importante para ti, y eso me basta… por favor, créeme. Nada de lo que digan o hagan tus padres, o quien sea, podría hacerme dudar de eso… es como tu dijiste… Solo me importa lo que pienses tú, y lo que pienso yo… y yo creo que si intentarán envenenarme - le contestó fingiendo seriedad.

Yulia la miró por un tiempo y sonrió por el comentario, Lena también, librando las tensiones que la envolvían.

-Te van a odiar más que a Vladimir, eso es seguro - comentó Yulia.

-Vaya, pero eso sí que es dar ánimos - Contestó la pelirroja.

-Deja el sarcasmo para los que saben, Lena.

La ojiverde sonrió y desvió su mirada a la calle.

-¿Qué dije ahora? - quiso saber Yulia.

-No es nada - seguía sosteniendo la misma sonrisa.

-¡Oh vamos!

-¿Me prometes que si te lo digo no te vas a burlar o intentar cambiarlo? - cuestionó la pelirroja, volviendo con su sonrisa a Yulia.

-Está bien - accedió la morena.

-Ya no me llamas "Katina" me dices "Lena"… todo el tiempo.

-Eso no es cierto - se extrañó la pelinegra.

-Créeme que si, lo noto cada vez que lo dices.

-Bueno, ¿y qué? - la sonrisa de su novia habían comenzado a avergonzarla un poco - Todos nuestros amigos te dicen Lena.

-Sí, pero tú me decías Katina, insistentemente, creí que nada cambiaría eso.

-Bueno… no es la gran cosa…

-Ammmm ¿Segura que no tiene nada que ver con el que haya dicho que amaba que dijeras mi nombre? - Cuestionó fingiendo pensar, mientras miraba hacia el cielo.

Yulia sentía que se hundía en vergüenza.

-Si recuerdas eso - comentó - ¿y si sabes porque es, porqué me lo preguntaste?

-Ohhhh es que eres tan tierna cuando te descubres a ti misma siendo linda conmigo - se burló Elena.

-Dios, es probable que yo te envenene antes que mis padres - se quejó Yulia, ya a estas alturas sus mejillas le ardían.

Elena se le quedó viendo como intentaba disimular su incomodidad.

-¿Y ahora qué? - quiso saber.

-Has cambiado - Murmuró Elena.

-No tanto - Se le sumó Yulia - Aun creo que una licuadora gigante destrozadora de personas sería genial en un film y desearía que se estrene con Iván - mencionó pensante - … pero creo que descubrí… que me gusta consentir a mi novia… ya sabes… ser linda con ella para variar… y creo que me gusta su nombre, no es tan odioso como pensaba.

-Vaya, que afortunada es tu novia - siguió Lena.

-No sabes cuánto… Solo por ella… Mi novia es la excepción a la regla,… No puedo ser mala si ella es tan linda conmigo… así no funcionan las cosas.

La nostalgia de repente las invadió a ambas, y Elena se preguntó si Yulia aún recordaba esos primeros momentos juntas, cuando aún no se conocían del todo.

La morena dejó de mirar la calle y se volvió para ver a su novia, quien parecía inmersa en sus pensamientos. Quizás los mismo que la envolvían a ella en esos momentos.

"Han pasado tantas cosas"

¿Quieres besarme? - le preguntó de repente Elena, sorprendiéndola.

-Ammmm déjame que lo piense - Se pusó a analizar Yulia, recibiendo un empujón de la pelirroja - Quizás - otro nuevo empujón de su novia - Si quiero… Lena.

La pelirroja sonrió y se acercó a los labios de su novia, dejando un sentido beso. Se separó y se abrazó al brazo de Yulia, el frío hacia que la cercanía de su cuerpo se sintiera reconfortante, así que se acurrucó a su lado.

La comodidad del momento no les duró mucho. El celular de Yulia comenzó a sonar, esta lo tomó con molestia y comprobó que se trataba de su padre. Rechazó la llamada, ni 10 segundos y ya estaba recibiendo otra.

-Deberías contestar - Opinó Lena, viendo a su novia e intentando trasmitirle confianza, esta rodó los ojos y atendió.

-Tu madre ya se fue, puedes volver a casa - Fue lo primero que dijo su padre.

-Bien.

-¿Quieres que te lleve?

-No, debo dejar a Lena en su casa.

-Pues entonces suban las dos. La acercaré hasta su casa.

Jade buscó con la mirada a su padre y divisó el auto de este a unos metros delante en la vereda de en frente.

Se paró rápidamente y tomó la mano de Lena caminando en dirección contraria. La pelirroja tardó en darse cuenta de lo que había pasado.

El auto de su padre se adelantó y se paró frente a ellas, el hombre bajó y se interpuso en el camino de ambas.

-Ya es muy tarde, los padres de Elena deben estar preocupados - Habló el hombre, Yulia ni siquiera lo miró - Por favor, permíteme que te lleve hasta tu casa - se dirigió a Lena, viendo que el asunto con su hija estaba perdido.

Elena pudo ver en los ojos del hombre algo extraño, pero sus intenciones parecían sinceras.

-Yulia - la llamó con cariño. La pelinegra no necesitó más, gruñó un poco y abrió la puerta del auto, dejando que Lena subiera primero en la parte trasera, seguida por ella. El señor Volkov fue el último en subir y se dirigieron a la casa de Lena.

…..........................................................................

Un enorme bostezo se apoderó de la boca de la ojiverde, mientras se disponía a terminar con la última de sus clases.

-Parece que alguien no durmió del todo bien - Comentó Dmitry.

-La verdad no - contestó la pecosa, mientras otro bostezo la poseía.

Luego de llegar hasta su casa, agradeció el gesto del padre de Yulia y se despidió de esta. Se preocupó un poco cuando no contestaba algunos mensajes que le había mandado luego. Sin embargo, luego de unas horas, Yulia contestó. La notaba algo rara y con ganas de entablarse en los mensajes. "Distracción" pensó en su momento, y se mantuvo en contacto con Yulia, hasta muy entrada en la noche.

Durante la jornada escolar, la morena se mostró algo apagada, pero parecía atribuírselo a lo cansada que estaba. No parecía de humor, así que Lena prefirió no insistir.

-¿Tan malo fue? - Preguntó Dmitry, una vez que las clases dieron por finalizadas, y se dirigían junto con Nastya hacia la salida.

-Digamos que Vlad es ahora el más amado por esa familia - contestó con gracia la pelirroja.

-Yo no creo que le hayas caído tan mal al padre de Yulia - comentó la castaña.

-Por favor Nastya, el tipo me detesta, su madre también, lo dejaron muy en claro.

-¿Y entonces por qué esta esperándote de nuevo en la entrada? - Insistió Nastya.

Elena levantó la vista rápidamente y en efecto, como la castaña lo había narrado. El auto del señor Volkov, con su dueño, estaba en la entrada, a solo unos metros.

-Hola señor Volkov - lo saludó alegre Nastya.

-Nast - devolvió el saludo el hombre - ¿cómo has estado?

- Oh! de maravilla - contestó la pequeña.

-¿Y cómo ha estado tu hermano? - volvió a preguntar el hombre.

-No tan bien.

-Lamento escucharlo - comentó el hombre, y puso su atención en la pecosa - Elena - la saludó.

-Señor - devolvió esta el saludo - No creo que…. Yulia se fue a su casa ya, no la encontrará por aquí, se veía cansada y dijo que quería volver temprano.

-No lo dudo - aclaró el mayor.

Los 3 chicos y el mayor se quedaron sin decir nada por unos momentos.

-Yo creo que mejor… ya sabes, nos vemos mañana Lena - Se despidió Dmitry, llevándose a Nastya.

-Adiós Lena, ya sabes, grita si estás en peligro - le recomendó la castaña, Dmitry le tapó la boca mientras se seguían alejando.

-Yo… lamento eso - se disculpó Lena, sin creer que Nastya gritara eso.

-No te preocupes, ella tiene razón.

-¿Disculpe? - se alarmó un poco Elena.

-He sido horrible contigo, es natural que no quieras saber nada de mí - Se expresó el mayor - Pero me gustaría… que aceptaras ir a tomar algo ahora.

-Amm… no sé si deba - la pelirroja dudaba, tenía razones para hacerlo.

-Solo quiero hablar un poco, a solas, los dos… si tu aceptas - No parecía intimidante ahora, de verdad quería esa oportunidad.

-Si… creo que tengo algo de tiempo - Y Lena se la dio.

...................................................................…........

El bar que había escogido el padre de Yulia para tomar algo era lujoso, de eso que van los señores de traje por un café, mientras atienden sus agendas o celulares costosos, vienen y se van, a volver al trabajo. Una chica de la edad de Elena, resaltaba mucho en el entorno gris, sintiéndose incómoda. El mayor pareció obviar este hecho.

Se sentaron en una de las mesas que daban hacia las ventanas de afuera. Elena podía ver pasar a las personas con maletines, apurados. Casi no frecuentaba esa zona de la ciudad.

Una moza, con su uniforme se acercó a ellos, pidiendo su orden.

-Un jugo de naranja estaría bien para mí - Dijo Elena.

-¿Un trago de naranja para la señorita? - Preguntó la mujer.

-No, no - corrió Elena - No un trago, solo jugo.

La moza pareció no comprender la diferencia.

-Ya sabe, sin alcohol, solo jugo de naranja fresco - explicó con paciencia, y luego miró al señor Volkov - Bueno, no es que quiera aparentar que no tomo alcohol, solo lo aclaraba porque al decir trago, me hace pensar en una bebida alcohólica, y usted ya vio la poca conducta que tengo en ese estado, nunca más quiero probar algo así, si sucede de nuevo quizás termine diciéndole que cosas hicimos con Yulia cuando... Ya me callo - Se detuvo abruptamente la pelirroja.

-Un café para mi, y un jugo de naranja fresco para la señorita - Dijo claramente el Sr Volkov. La moza se retiró con sus pedidos.

Ya solos, el padre de Yulia se dedicó a observar a Elena y esta a sentirse observada e incómoda.

-Háblame de ti, Elena - pidió el mayor.

-¿De mi? - se extrañó la chica, Oleg asintió - Bueno… no sé…ammm, estudio en Neposedi y… bueno…

-¿Siempre eres así de elocuente? - la interrumpió. La moza llegaba al rato con sus pedidos. Elena contempló como el padre de Yulia se acomodaba dándole importancia a su café.

-Solo cuando estoy nerviosa… y cuando no entiendo las verdaderas intenciones de quien tengo en frente - Contestó más calmada.

El padre de Yulia sonrió para él mismo.

-¿La verdad? - preguntó, Elena asintió - Tengo tanta curiosidad por saber qué es lo que tienes tú… que tiene tan enamorada a mi hija.

-Pero usted… - se extrañó la ojiverde -… Usted dijo que Yulia no me amaba.

-Yo sabía que Yulia no diría algo así… es terca y dura - admitió su padre - solo manipulé un poco la situación, creí que así lograría que desistiera…o que tu salieras corriendo… la verdad, las cosas me salieron realmente mal.

Elena no dijo nada, parecía que el hombre ubicaba mejor sus palabras y luego hablaba.

-No fue hasta que Larissa dijo que se llevaría a Yulia, que noté lo mal que me había salido todo - siguió el mayor - Solo ver a mi hija dando un portazo, me confirmaron las sospechas… pero nada me golpeó tanto con la realidad… que ver a Yulia llorando en casa.

El hombre parecía meditar un poco más. Elena sabía que algo había pasado luego de que la dejaran en su casa, pero no se imaginó que llegara al punto de hacer llorar a su novia.

-Intenté hablar con ella, pero simplemente se negó, la seguí por toda la casa, pero ella no me hablaba. Pensé que solo estaba siendo irrespetuosa… hasta que vi el momento justo cuando sus lágrimas no soportaron quedarse adentro… Solo entonces dejé de seguirla, y ella se encerró en su cuarto.

El hombre posó sus ojos en Elena y esta solo lo miraba. Intentando adivinar que había pasado por la cabeza de Yulia. Solo pudo recordar todas las veces que ella sostenía que aunque no le importaba lo que sus padres pensaban, dejaba ver que si los tenía en cuenta.

-Yo amo a Yulia - Mencionó con seguridad el Sr Volkov - Amo a mis hijos, los amo a mi forma, como todo el mundo tiene su forma de amar… pero para nosotros, nuestra forma es la única que importa… también lo veo reflejado en mis hijos, lo terco y soberbios que somos al creer que siempre estamos en lo cierto.

Elena asintió sin interrumpir el monólogo que parecía llevarse tanto interior como exteriormente del Sr Volkov.

-Me es difícil entender a Yulia muchas veces, quizás si sea un mal padre después de todo, pero aún así, la amo, de verdad la amo - Aclaró con pesadez - si tuviera que ser franco, estaba últimamente muy orgulloso de ella. Parecía que había crecido tanto, la veía más confiada, más fuerte y decidida. Creí que era por sus frutos en la obra de teatro que consiguió, como sus notas aumentaban, como se hacía su propio lugar. Cortó con su novio, a quien yo creía una distracción… me parecía que estaba feliz porque finalmente se disponía a tomar su futuro en serio… - el mayor volvió a sonreír, como recordando algo - pero, tenía una… "corazonada" que no era solo eso… y resultaste ser tú… ¿Cómo no me di cuenta antes?

Volvió su atención a Elena, esta no sabía que decir. Le sostuvo la mirada tanto como pudo.

-¿Sabes? La primera impresión que me diste fue de las peores que tuve en mi vida - le aclaró Oleg - un adolescente común y corriente, que se emborracha sin importarle nada y que se ataba Yulia… El tipo de amistades que un padre no quiere para sus hijos… cuando dijiste que eras su novia ya no sabía que pensar.

Elena recordó los hechos y se sintió algo avergonzada, ahora le ponía atención a su jugo de naranja.

-Pero… - mencionó el mayor haciendo que esta levantara la mirada - Te quedaste… y cuando todos se burlaban de ti, aún lo sostenías… ni siquiera dudaste de tu amor por Yulia… eso dice mucho… Dice más de lo que yo podría llegar a lograr que digas de mi.

El hombre tomó un sorbo de su café, Elena solo lo contemplaba.

-La primera impresión que tienes de mi, supongo que también es de las peores que jamás has tenido ¿no es así? - Le preguntó, Elena asintió con una débil sonrisa - Bien, me lo merezco, no solo intenté intimidarte, sino que monté todo un circo para alejarte de Yulia. Nuestras primeras impresiones son horribles… Así que…

El hombre se aclaró un poco la garganta y miró a Lena por unos momentos, relajó un poco sus hombros y suspirando le extendió una mano a en dirección a la chica.

-Mi nombre es Oleg Volkov, soy el padre de Yulia… y me encantaría conocer a la persona que hace tan feliz a mi hija - Mencionó con sinceridad aún sosteniendo la mano delante de Elena para que esta la estrechara.

Lena solo pudo sonreír ante el gesto. Le tomó unos segundos más reaccionar.

-Mi nombre es Elena Katina, me dicen Lena - le dijo estrechando su mano - Y creo que ambos tenemos ya algo en común, señor… Los dos amamos a Yulia.


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Mensaje por Fati20 4/6/2022, 12:21 pm

Que locura esa familia de julia pero ambas lo hicieron muy bien defendieron su amor por encima de todo 😊 y julia tiene sus momentos tan lindos como ha cambiado me alegra mucho eso y ahora con la aprobación del padre será mucho mejor 😃. Saludos querida mía 😘😘😘
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