CORROLLTON DEL SAGRADO CORAZÓN (ADAPTACIÓN YULENA) BY: cocodriloSWIFT

Capítulo 11:

-Tranquilo, Roger - Yulia le explicaba lo sucedido a su representante - La prensa ha sacado las cosas de contexto como es costumbre. En serio estoy bien, solamente un poco asustada.

-¿Y Nick? Vi fotos suyas y lo dejaron peor que Santo Cristo.

-¡Oh, No! No quiero escuchar más la palabra "Cristo" como en un millón de años, menos después de haber sido atacada por un fanático!

-¿En verdad te quiso violar? - Sonaba furioso. Él cuidaba de Yulia casi como un padre.

-Digamos que Nick no le dio tiempo para llegar a más, sólo me golpeó - Como siempre, ella manejaba la información a su conveniencia. Era buena con eso.

-Y...¿Cómo está tu cara?

-Horrible, tengo el pómulo inflamado y seguro me amanece todo morado. Pero no me quejo, sé que pudo haber sido peor.

-¿Quieres que le sembremos cocaína en el maletero de su auto para que se quede guardado un par de años o prefieres que lo dejemos salir y afuera nos encargamos de que reciba su merecido?

-Ambas ofertas son atractivas - Sonrió con maldad. Después de todo ya encontraría la manera de sacarle provecho a la situación - ¿Me dejarías pensarlo?

-Trataré de ganar el mayor tiempo posible antes de que te obliguen a rendir tu declaración.

-Te lo agradezco mucho, Roger. Emm...¿Podrías hacerme un último favor?

-Por supuesto.

-No quiero que el nombre del Carrollton sea mencionado en el boletín de Prensa, es el Colegio de mi hermana y...

-No tienes ni que decirlo - Dijo Roger comprensivo - Protegeremos a Vika a toda costa.

******

-¿Cómo pudiste cometer semejante salvajada? ¿Qué estaba pasando por tu cabeza? - Los gritos que la ojiverde echaba por el auricular resonaban por todo el recinto.

-Elena, mi vida... - Suplicaba su prometido acariciando el cristal que los separaba.

-¡No, Thomas! Esta vez no pienso caer en tu palabrería. Lo que hiciste no tiene perdón, yo siempre consideré que eras un hombre intachable, respetuoso y de buen corazón, pero te veo y soy incapaz de reconocerte.

-Te juro que yo no intenté violarla, eso lo está inventando para perjudicarme y que me refundan aquí dentro.

-Tal vez no intentaste atacarla sexualmente, pero ¡LA GOLPEASTE! ¡GOLPEASTE A UNA MUJER!

-Mujer que te acosó sexualmente A TI, yo sólo intentaba proteger el honor de mi prometida.

-¡Dios santo, Thomas! Fue solamente un beso, ella no me acosó. Y si te lo conté fue porque nos íbamos a casar y no quería que existiesen secretos entre nosotros, no para que cometieras esa monstruosidad!

-Perdóname, Elena - Le suplicó con los ojos húmedos - Me comporté como una bestia y ahora me siento indigno de ti.

-No soy quien para juzgarte, solamente te pido que no me uses para justificar tu salvajismo. Somos personas, Tom. No animales.

En ese momento, un agente de seguridad les indicó que el tiempo de visita había terminado y la directora del Carrollton tuvo que abandonar el lugar.

Una vez fuera del área de reclusos, se encontró con el abogado Carter que había sido contratado por el señor Beaudoin, el padre de Thomas.

-¿Cómo está la situación de mi novio? - Preguntó preocupada - Sea honesto, por favor.

-Nick Jonas declaró que mi defendido intentó abusar sexualmente de la señorita Volkova y con los golpes que presentó es muy probable que el jurado le compre la historia.

-¿Y Yulia? ¿Qué dijo ella?

-Su abogado consiguió 24 horas más de plazo para que ella rinda su declaración, alegó que la modelo sufrió un ataque de pánico y no se encuentra en condiciones mentales óptimas para relatar los hechos.

-Si ella confirma la historia del señor Jonas, ¿Van a condenar a Tom, cierto?

-Depende del jurado. Algunos detestan a las celebridades, mientras que otros simpatizan con éstas y repudian todo lo que involucre a la religión. Desafortunadamente hemos tenido muchos casos de sacerdotes y profesores de escuelas católicas violando niños. Sobra decir que eso no ayuda en nuestro caso.

Elena le agradeció por la información y se encontró con su mejor amiga quién sostenía un par de revistas amarillistas en mano.

-Me preocupa que el Colegio resulte perjudicado con todo esto - Confesó Alexa mostrándole los artículos amarillistas desde su móvil - Aún no ha sido mencionando el Carrollton en ninguna de las notas, pero será cuestión de horas para que se pongan a investigar.

-Todo es mi culpa - Katina se lamentó.

-¿De qué hablas, Elena? Tú no tienes la culpa de que tu novio se haya comportado como un animal primitivo.

-Le dije que Yulia me había besado - Bajó la mirada - Es obvio que por eso enloqueció.

-¡Pero tú eres idiota! - La regañó - ¿Cómo se te ocurrió hacer semejante estupidez?

-Me puse celosa por la foto que publicó en su Instagram - Confesó al fin.

Y como si no fuera tortura suficiente, le arrebató el móvil a Alexa para dar click sobre el vínculo que decía "Nick Jonas y Yulia Volkova incendian Cancún en Instagram".

-¡Ay, Elena! - La abrazó - Debe existir una forma de solucionar esto.

-¿Cómo? Todo está muy jodido - Comenzó a llorar - Thomas está preso y la reputación del Carrollton se va a ir a la mierda.

Alexa Ferrer abrió muy grandes los ojos. Conocía a Elena desde el kinder y jamás la había escuchado pronunciar una mala palabra.

-Si Yulia no presenta cargos contra Thomas, esto se soluciona de inmediato. Quedaría únicamente en un mal entendido y una discusión entre dos hombres pasados de copas o algo así.

-Ella hará todo lo posible por hundirlo, créeme. Al menos que tú le pidas que no lo haga.

-¿Estás loca? - Sonaba indignada.

-No creo que sea buen momento para sacar tus aires de diva, Elena. Tú la cagaste, tú la arreglas. ¿Ya pensaste en que a Doña Inessa le va a dar un infarto cuando se entere? Y ni decir de la Señora Alina, esa sí que es capaz de salirse de la tumba solamente para quebrarte una cuchara de palo en el culo.

****

Yulia y Nick estaban tendidos en la cama, ambos quejándose del dolor por sus respectivas lesiones y con bolsas de gel congelado sobre éstas para que redujera la inflamación.

-¿Cómo sigue tu mano? - Le preguntó la modelo con ternura acariciando su cabello.

-El médico dice que es normal la inflamación y que se ponga un poco morada, sólo me duele mucho pero supongo que tarde o temprano los analgésicos harán su trabajo, que para eso les pago - Su voz de Diva haciéndose presente.

-Es una suerte que no te la hayas fracturado.

-No me importaría, Yulia. Eres mi hermana y es mi obligación cuidarte. ¡Que ironía! ¿No? Animales como esos son los que deberían estar encadenados en el pesebre de un circo y no impartiendo clases de moral a niñas inocentes.

-¿Sabías que te amo? - Besó su frente.

-¿Aunque esté todo golpeado y me vea muy muy feo? - Preguntó con voz de niño asustado mientras se miraba en el espejo de bolsillo.

-Digamos que te amaré más dentro de unos días, cuando vuelvas a ser mi novio guapo - Rió.

En ese momento sonó su móvil.

El nombre de Elena Katina en la pantalla.

-Ya se había tardado - Dejó escapar la morena en voz alta. Era obvio que llevaba esperando un par de horas por su llamada.

****

-¿Cómo estás, Yulia? - Preguntó la directora del Carrollton con voz temblorosa y manos transpirando.

-Golpeada, pero al menos estoy libre - Lanzó una risita fingida. Era obvio que estaba enfadada.

-Yo... De verdad lo lamento - Dijo sinceramente.

-¿Que es lo que lamentas? ¿Estar comprometida con un cobarde que le pega a las mujeres o haberme acusado de que te besé para que viniera tu príncipe azul montado en su caballo con armadura brillante y me castigara? - La frialdad en sus palabras lastimaron a Elena.

-Nunca imaginé que esto llegaría tan lejos - Pronunció sinceramente.

-Y yo jamás imaginé que serías tan cobarde e inmadura.

-Yulia, necesitamos hablar - Su tono delataba la enorme preocupación sobre sus hombros.

-Curioso...¿No? Ahora que necesitas un favor hasta me hablas de tú.

-¿Cómo sabes que voy a pedirte un favor?

-¡No soy estúpida, Elena! Sé perfectamente que si me llamaste es porque vas a rogarme que no presente cargos contra tu amado noviecito...¿O me equivoco? - Ella seguía siendo dura. O como Nick solía llamarla "Yulia versión perra maldita".

-No, no te equivocas - Confesó avergonzada.

-Vale, pues analicemos la situación: Tú me despediste del Carrollton, expulsaste a mi hermana, tu novio casi me mata a golpes y yo no soy la virgen María para guardar las ofensas en mi corazón y perdonar a mi prójimo, tampoco soy de esas que ponen la otra mejilla para que las sigan puteando, así que...Hazme una oferta que me resulte imposible de rechazar.

-¿Oferta? ¡Dios Santo, Yulia! Creo que tienes más dinero que yo, ¿Qué puedo ofrecerte que no tengas ya?

La poseedora de los ojos color cielo sonrío con malicia.

-A ti - Pronunció el par de sílabas descaradamente.

-¿Cómo?

-Me parece que entendiste perfectamente. De las cosas que me interesan eres la única que no he podido tener.

-Me estás tratando peor que a un objeto.

-Tampoco es que estés en una posición muy cómoda como para hacerte la digna.

-¿Qué es lo que quieres de mí exactamente?

-¿No lo adivinas? - La lujuria se apoderó de su saliva al emitir cada fonema.

-Prefiero no hacer suposiciones.

-Pues bien, te quiero a ti, todo tu cuerpo para mí sola, una noche salvaje. Sexo y nada más. Lo llevo deseando desde que te vi por primera vez.

Elena derramó una lágrima de impotencia.

Nunca se había sentido tan humillada en su vida.

No pronunció palabra.

-Entiendo que necesites tiempo para pensarlo, así que te doy tres horas para que tomes una decisión. Te mando por mensaje la dirección de mi casa en West Palm Beach y si no llegas a las 9 de la noche se agota el tiempo de mi generosa oferta y mañana a primera hora me presento a declarar ante el juez.

-Eres una perra - Susurró Elena entre lágrimas.

-Debe ser muy triste que la libertad de tu futuro esposo y el prestigio del Carrollton se encuentren en manos de una perra como yo - se burló - Tienes hasta las nueve, Elena, y cuando se trata de buscar mi propio beneficio me gusta la puntualidad, así que ni un minuto más - Fue su última advertencia antes de colgar.

****

8:48 PM.

Yulia se encontraba impaciente mirando el reloj. Quedaban solamente doce minutos para conocer la decisión de Elena.

Caminaba en cuadros por toda la estancia sin preocuparse por disimular su terrible ansiedad.

La ojiverde no había dado señales de vida, ¡Vaya! Ni siquiera un mensaje de texto que le brindase pistas sobre una posible respuesta.

Estaba prácticamente segura que la dejaría plantada, pero siempre es bueno tener preparado un plan B en caso de que las predicciones no se cumplan. Así que había mandado a Nick a Miami con Viktoria.

Vestía un albornoz rosado de seda, marca de la casa, amarrado únicamente por una cinta que dejaba al descubierto gran parte de su sujetador con encaje de color a juego con el mencionado outfit, su cabello suelto, cayendo libremente en ondas por sus hombros.

Sostenía una copa de tinto con su mano derecha y para cualquier espectador, seguro no podría existir postal más sexy de Yulia Volkova.

Entonces el timbre sonó y su corazón se detuvo.

Su boca se secó y aunque bebió un generoso trago del líquido púrpura, de pronto sintió que no existía sustancia en el mundo capaz de quitarle la sed.

Comprobó por la mirilla de su puerta que en efecto se trataba de su invitada de honor y entonces abrió.

-Buenas noches, señorita Katina - La hizo pasar con su típica manía de morderse el labio inferior.

Una Elena boquiabierta incapaz de quitarle la vista de encima al monumento de mujer que tenía delante.

-Me dijiste que te gustaba la puntualidad - Salieron las palabras de su boca evidenciando lo nerviosa que se encontraba - Espero haberlo hecho bien - Yulia sonrió.

-Lo hiciste casi perfecto - La miró profundamente a los ojos, sin poder evitar perderse en ese mar verdoso que la había cautivado desde la primera vez - Solamente te hizo falta un pequeño detalle - Yulia enlazó sus manos con las de Elena y comenzó a deslizar el anillo de compromiso para sacarlo de su dedo - Esto - Se lo puso a la altura de su campo de visión - Nos va a estorbar - Lo depositó en la mesa de centro de la sala - Puedes recogerlo al salir.

-Lo siento - No sabía qué decir pero se admitió a sí misma que había sido un gesto de bastante mal gusto llevar puesta la sortija que Tom le había regalado seis meses atrás.

-No hay problema - Aún con manos entrelazadas acercó su rostro al de Elena - Me parece que no nos hemos saludado como es debido - Y sin previo aviso chocó su boca con la de su invitada para besarla con mucha delicadeza.

No importa cuán enojada estuviese con ella, tan sólo mirarla, sus muros se derrumbaban; por lo que los labios de Elena probaron la infinita ternura en los de Yulia. Se separaron con una sonrisa mutua sin soltarse de las manos.

-¿Subimos? - Le indicó el camino hacia las escaleras.

Elena aceptó con un asentimiento de cabeza sabiendo perfectamente hacia dónde se dirigían y lo que eso significaba.




Siento la demora... Disfruten el capítulo de hoy

Capítulo 12:

Elena subió las escaleras de madera aferrándose a las manos entrelazadas de Yulia, sintiendo el temblor de sus piernas con cada peldaño que avanzaban.

Había elegido recogerse el cabello en un chongo y portaba un vestido negro de tirantes, bastante simple pero que ocultaba debajo de un abrigo largo del mismo color.

Casi le explota el corazón cuando la modelo abrió la puerta de su habitación.

Una enorme cama minimalista con base redonda al raz de suelo, ubicada justo al centro del dormitorio, cubierta por un edredón blanco de plumas y cientos de pétalos rojos.

Y un montón de velas aromáticas cuidadosamente colocadas alrededor completaban la perfecta postal romántica.

-¡Wow! - Fue lo único que consiguió decir la ojiverde.

Pero por la luz que desprendía de su mirada, Yulia podría asegurar que le había encantado el escenario lleno de vida y color para protagonizar una escena digna de película.

-Hice lo mejor que pude, el diseño de interiores no es lo mío - La miró y la miró y la siguió mirando con una sonrisa embobada - ¿Una copa de vino? - Le ofreció tan pronto consiguió escapar del trance.

-Por favor - Aceptó la mujer que aún estaba hecha un manojo de nervios.

Al fin se soltaron de las manos y Elena lamentó la pérdida, era como si ya echara de menos el contacto y extrañara su calor.

-Una sola petición para ésta noche - La dulce voz de Yulia sonó tan pronto le hizo entrega de la copa de vino.

-Lo que tú quieras.

-Sólo por hoy, nada de hablar con ese lenguaje medieval, ya sabes, ese que usan en el Carrollton y en la Biblia todo el tiempo, me hace sentir extraña y como si viviera en el siglo primero antes de Cristo.

La petición de Yulia hizo reír a Elena en una forma tan genuina que contagió a su anfitriona.

-Por un momento temí que...

-Tranquila - La modelo colocó una mano reconfortante sobre su hombro - No usaremos bolas chinas anales para rezar el rosario y tampoco pienso penetrarte con ningún crucifijo.

Katina abrió muy grandes los ojos y su rostro se tornó de todas las tonalidades existentes.

-Acabas de cometer como ciento cincuenta sacrilegios en una sola oración.


-Lo sé - Yulia sonrió - Pero estoy harta de tener que fingir que me sé de memoria todos los pasajes bíblicos, cuando antes de conocerte creía que el arca en donde viajaron todos los animales había sido comandada por Moisés y que Noé se había hundido en el Titanic - Su confesión fue tan tierna y adorable que Elena no tuvo más remedio que dejarse atacar por todas las mariposas que le aleteaban en el estómago.

Ahora era la ojiverde quien miraba los ojos azules.

Los miraba, los miraba y los miraba...

¿Acaso existiría algo más hermoso en el mundo que esos ojos?

-Si me sigues mirando así... - Yulia le hizo ojitos - Voy a pensar que realmente te gusto.

La mujer comprometida no dijo nada, dejó que la dueña de la casa tomara las riendas; y en medio de una hermosa sonrisa, la modelo le retiró su copa para depositarla sobre la mesita de noche.

Le retiró el abrigo y lo dejó que cayera sobre el pedazo de alfombra que acariciaba las plantas de sus pies, para finalmente descubrir ese vestido negro que había ocultado debajo de la prenda de lana.

-Ven - Le tendió la mano y la guió hasta su cama, en donde ambas se sentaron quedando de frente la una de la otra. - Parece que la noche nos envolvió en su silencio - Murmuró en el oído de la ojiverde mientras deshacía su elegante chongo para dejar suelto su cabello.

-Es sólo que... - Elena literal estaba temblando - Estoy muy nerviosa - Yulia le dio un tierno pico.

-Sé que por la tarde me comporté como una perra desalmada mientras charlábamos por teléfono y te pedí que tuviéramos sexo salvaje, realmente quería sonar ruda y así asustarte, pero prometo que no voy a hacerte daño.

-¿Me sirves más vino, por favor? - Pidió algo avergonzada. Realmente no acostumbraba a beber demasiado.

-¿Pretendes emborracharte para olvidar ésta noche?

La directora pudo notar cierta melancolía en los ojos azules a medida que dejaba caer el vino con perfecta elegancia sobre su copa.

-Me encantaría recordarla para siempre - Confesó con toda sinceridad - Pero es humano tener miedo, de hecho estoy aterrada.

-Sé que pase lo que pase esta noche, tú seguirás con tu camino y aunque me encantaría ser el final de tu viaje, no puedo ponerme en frente y obstaculizar tus planes, pero... - Le entregó su copa - Aunque sea por ésta noche déjame sentir que eres sólo mía...¿Sí?

Elena bebió un generoso sorbo de vino y le devolvió el recipiente de cristal cortado a la morena para que lo colocara sobre la mesa.

-Sólo ayúdame a relajarme un poco - Le suplicó - ¿Podrías abrazarme?

-Podría abrazarte la vida entera.

Y durante ese abrazo suave, la habitación pareció iluminarse con magia y una luz esperanzadora, ambas lo sintieron, aunque aún no sabían ¿qué esperaban realmente?

No tenían idea qué de bueno podría salir tras ese momento.

Cuando el abrazo terminó y se encontraron sus rostros frente a frente, ambas se sonrieron.

Tal vez fue el vino, tal vez la adrenalina, quizás la irrefrenable atracción que Elena sentía por Yulia...O quizás fue todo al mismo tiempo, pero esa valentía que salió de su boca en forma de palabras, ni ella misma la conocía.

-¿Puedo mirarte? - La morena sonrió.

-No me has quitado los ojos de encima desde que apareciste por esa puerta - La ojiverde negó.

-Quiero verte...Sin la bata - Tartamudeó.

Yulia sonrió y se puso de pie, quedando frente a su acompañante, regalándole un ángulo privilegiado para que pudiera observar el espectacular cuerpo desde primera fila.

No era sencillo desamarrar la cinta que mantenía cerrado el albornoz.

Había desfilado por las pasarelas más importantes del mundo, había mostrado su cuerpo en ropa interior ante hombres y mujeres que destilaban lujuria y hambre de poseerla.

Y eso jamás la había hecho sentir intimidada, por el contrario, su ego gozaba el sentirse deseada, idolatrada y al mismo tiempo tan inalcanzable.

Siempre se había sentido como un gigante.

Cada vez que se encontraba caminando con altivez sobre una tarima, ella se convertía en Goliath y la audiencia no eran más que simples hormigas.

Insectos a quienes ella podía dominar con una simple mirada o el guiño de un ojo.

Pero ahora, se encontraba ante el show más importante de su vida.

Nunca había tenido que esforzarse por impresionar a alguien. Y sin embargo, ahora sus dedos temblaban mientras desataba el listón y dejaba caer el albornoz al piso.

Cuando al fin se atrevió a enfocar su mirada en Elena la pilló con la boca entreabierta y los ojos...

Sus ojos tan verdes, tan cautivadores, tan puros, tan perfectos...Esos ojos que la miraban como si no existiese nada más hermoso en el mundo.

Elena no la miraba de forma lasciva, de hecho, si tuviese que elegir una palabra para describir cómo era que la chica de sus sueños la miraba, esa sería con adoración.

Entonces Yulia lo supo.

Ella definitivamente tenía una oportunidad con Elena y no pensaba estropearla.

-¿Te gusta? - Se mordió el labio inferior. A éstas alturas del partido ya era consciente de que esa manía despojaba a la ojiverde de toda consistencia. Elena se puso tan roja que Yulia tuvo que asistir a su rescate.

-Me refiero a la lencería, es un conjunto de la más reciente colección.

-No estaba mirando tu ropa interior - Confesó embelesada por la belleza de la mujer que tenía delante.

-Entonces...¿Qué mirabas? - Se acercó lentamente irguiendo un poco su postura corporal para quedar a la altura de su compañera, quien permanecía sentada en la cama.

-A ti - Elena tomó con sus manos la nuca de Yulia y la atrajo lo más que pudo hacia ella - Te miraba a ti - Susurró a un mini milímetro de rozar sus labios.

Después de escuchar salir ese par de frases, de boca de Elena, habría sido una tortura para la morena permanecer quieta - Voy a besarte - Le notificó a través de un susurro por si acaso la mujer de piel pálida deseaba esquivarla, pero no lo hizo.

Se besaron profundamente pero sin dejar atrás la ternura.

En un movimiento natural cayeron acostadas en la cama, quedando Yulia a horcajadas sobre el cuerpo de Elena.

La modelo mantuvo la línea de besos castos, aunque sus manos no tanto; así que no demoraron mucho en acariciar los costados de Elena, delineando su cintura y la curva de sus caderas por encima de la tela del vestido.

Despegaron sus boca y se miraron nuevamente.

Se estaban convirtiendo en adictas de sus miradas.

Ambas se incorporaron y quedaron nuevamente sentadas sobre el colchón cubierto de pétalos, recargadas en la cabecera.

-¿Todo bien? - preguntó preocupada la mujer del vestido negro acariciando las costillas desnudas de la modelo - Te pusiste seria de repente.

-¿Tanto lo amas? - Le preguntó bajito, perdida en sus ojos. Sintiendo dolor anticipado de escuchar la respuesta. - Por salvarlo de ir preso viniste hasta mi casa para mandar a tomar por culo toda tu ética y tus mandamientos - Elena negó con la cabeza.

-Vine por mí, porque me amo lo suficiente a mí misma como para hacer lo que me haga feliz - Delineó todas las facciones del perfecto rostro de Yulia con su dedo índice, como lo hace un ciego que quiere aprenderse de memoria un rostro a través del Braille - Vine porque quería estar contigo, porque solamente por ti podría mandar a tomar por culo, como tú dices - Le sonrió - Los siete pecados capitales.

-Júrame que eso que acabas de decir no es una broma.

-Te lo juro. Desde antes que me besaras aquel día en la oficina, yo había intentado estar en la cama con Tom, pero no pude porque te apareciste en mis pensamientos, así que lo rechacé...Y tan pronto lo mandé a dormir a su casa, te envié un mensaje de texto preguntándote si estabas despierta.

-Cuando te llamé y me rompiste el corazón - Recordó amargamente.

-Lo sé y te juro que me arrepiento de haberlo hecho, yo solamente quería decirte que no podía dormir porque extrañaba escuchar tu voz pero no me atreví.

-Y cuando te besé...¿Por qué se lo contaste a él?

-Porque estallé en celos, sé que no estoy en posición para exigir nada porque yo misma estaba comprometida...Pero...

-¿Estabas? - La interrumpió.

-¿Acaso piensas que me casaría con un hombre que es capaz de golpear a una mujer? ¡Eso nunca! Mucho menos ahora que descubrí que siento tanto por ti. ¡Que ironías tiene la vida! ¿No? Ya estoy libre pero tú no.

-Nick no es mi novio. Él y yo solamente somos una pareja que le gusta a los medios, generamos publicidad y cubrimos nuestra orientación sexual - Elena quiso gritar de la felicidad como toda una fangirl deanual, pero disimuló su euforia.

-¿Y no hay alguien más en tu vida? ¿Algún Angelito de Victoria's Secret? - Los celos haciendo acto de presencia.

-No puedo mentirte, me he acostado con todas - Rió - Pero la única persona que me ha acelerado el corazón desde que la conocí, esa has sido tú.

-Gracias por decir esas cosas tan bonitas. Prácticamente me acabas de decir que estoy más buena que las modelos más famosas del mundo.

-Es que estás más buena que todas ellas.

-No mientas, en comparación con ellas yo estoy gorda - Yulia rió.

-Porque tú no pasas la mitad de tu vida con la cabeza adentro de un retrete vomitando las dos hojas de lechuga del desayuno, ni la otra mitad de la vida drogada con anfetaminas. Tú eres real, tus curvas no son artificiales, y eres simplemente perfecta.

-Con la mitad de ese discurso y ese cuerpo tuyo me habría ido a la cama contigo en dos segundos.

-Ya no quiero sexo salvaje contigo, Elena, quiero algo mucho más profundo.

-No te entiendo.

-Me gustas - La besó - Me encantas...El olor de tu perfume me vuelve loca... - Juntó su nariz con la suya - Pero es que yo no te quiero para una noche, ni para un mes, yo realmente te quiero junto a mí por mucho tiempo... - Y entonces Yulia se lo propuso: - Volvámonos locas, Señorita Katina, enamorémonos.

-Yulia...Pero es que...Tú de verdad me aceleras el pulso, la respiración...Y no me dejas pensar con claridad, pero es que yo no soy gay.

-Es que no necesitas etiquetas para enamorarte de mí, no necesitas gritarle al mundo que te gusta una mujer, basta con que tú y yo sepamos lo que sentimos - Le insistía tan entusiasmada, tan recargada de ganas por vivir que...

La convenció.

-¿Acaso es posible que yo te contradiga en algo? - Yulia negó.

-Imposible, así que...Retiraré los cargos por violación contra Thomas, pero que lo dejen unos días encerrado por haber golpeado a Nick...¿Estás de acuerdo?

-Sí. Se lo merece el muy bestia, solamente me preocupa lo que va a suceder con el Carrollton.

-Hey, estás con Yulia Volkova, la toda poderosa, y estando conmigo nada malo te puede suceder. Mi gente ya tiene instrucciones de que no se mencione nada en la prensa sobre tu Colegio.

-¿Y todo esto a cambio de qué? Dices que ya no quieres tener una noche salvaje conmigo.

-¡Vaya vaya! Para ser una monja reprimida... Aprende usted a coquetear bastante rápido, Sor Katina.

-¿Acabo de coquetear contigo? - Preguntó sonrojada.

-Yeap! Pero me gusta esa faceta tuya, porque es inconsciente y por lo tanto espontánea. Y respondiendo a tu pregunta sobre qué quiero a cambio, pues te sigo queriendo a ti, solamente que como te lo dije hace un momento, te quiero a un nivel mucho más profundo, ya no quiero una noche que se limite al disfrute de la carne y orgasmos.

-¿Te das cuenta? Ahora eres tú la que habla como toda una maestra de religión del Carrollton, a punto de alcanzar el grado de Madre Superiora.

-Debe ser que pasar tanto tiempo contigo al fin me está pasando factura.

-Me gustó cómo sonó eso, "Pasar tanto tiempo conmigo".

-Pues entonces no tendrás problemas en aceptar tener algo así como ¿Una cita conmigo?

-¿Una cita?

-Una cita conmigo, una escapada de fin de semana, para conocernos, para definir esto que sentimos, para darnos muchos besos - Entonces Elena la besó para que se callara.

-Acepto. Acepto escaparme un fin de semana contigo.

-Ahora viene la parte difícil de todo esto - Yulia la miró nuevamente con esa actitud predadora.

-¿Cuál?

-Dormir contigo muy abrazadita y quitarte ese vestido sin que mis manos sean poseídas por un pulpo.

-¡No voy a dormir contigo, depravada! - Bromeó y le acomodó un golpe en el brazo.

-No voy a permitir que duermas en el sofá, eres mi invitada, Elena - Le dijo muy seria.

-Ya...¿Y se supone que yo debo rogarte que no duermas tú en el sofá porque vas a pasar frío?

-Que yo durmiera en el sofá nunca ha sido una opción - Se burló.

-Eres una patana.

-Lo sé, pero ésta patana irá a buscarte una pijama sexy para que no duermas desnuda y dejes abierto tu templo sagrado.

-Deja de burlarte - Ambas estallaron en risas.

-Gracias Elena.

-¿Por?

-Por dejarme conocer a la verdadera tú, por permitirme convivir con esta faceta tuya y por aceptar salir conmigo.

-Acepto tus agradecimientos con una condición.

-Dime.

-Que me abraces toda la noche porque hace frío.

-Hecho.

-Y algo más... - Ahora fue Elena quién se mordió el labio inferior.

-Dime.

-Que empaques muchos conjuntos de tu lencería de encaje para que me hagas una sesión de modelaje privada durante nuestro fin de semana romántico.




Se viene un finde, caliente!

Capítulo 13:

Yulia despertó con la cabeza de Elena acomodada en su pecho y su cálido aliento soplando sobre su cuello.

Sonrió al notar que habían cumplido la promesa de abrazarse la noche entera.

Con movimientos delicados liberó sus cuerpos y se levantó de la cama procurando no hacer demasiado ruido. Apenas eran las seis y algo de la mañana, y no quería despertar a la chica que había dormido a su lado.

Entró al baño, se lavó los dientes y bajó a la cocina para preparar café.

Mientras la cafetera hacía su trabajó aprovechó para llamar a Roger.

Si pensaba llevar a cabo una escapada romántica tenía que planearlo y muy bien.

Minutos después, con todos los detalles del viaje resueltos y una taza del humeante líquido en mano, subió las escaleras para regresar a la recámara.

Su corazón se invadió de ternura al observar que Elena seguía durmiendo, vistiendo una enorme sudadera en color Gris con la leyenda #LesbianForYulia.

Ese había sido regalo de una fan y rió al recordar lo escandalizada que estaba Katina la noche anterior por usar una prenda con semejante blasfemia, pero la modelo la había calmado entre risas.

Se acercó a la cama y comenzó a hacerle travesuras para despertarla porque estaba aburrida.

Le picó la nariz y los oídos, solamente porque disfrutaba de los gestos y gruñidos que emitía Elena hasta que finalmente los hermosos ojos verdes se abrieron.

-Hola - Saludó Yulia muy sonriente.

-Hey...Buenos días - El rostro de Elena se tornó en un puchero - Amaneciste con tu ojito todo inflamado.

-No sé, tal vez si le das muchos besos se cure más rápido - Fingió inocencia.

-Eres una chantajista, Yulia Volkova.

-Sigues sin darle besitos a mi ojo - Hizo berrinche. La directora del Carrollton la complació y depositó suaves besos en el pómulo lastimado.

-Me dices si te lastimo ¿Ok?

-Ok, aunque tus labios nunca podrían lastimarme - Elena de inmediato sintió cómo se le encogía el estómago y una colonia de mariposas atacaban con fuerza.

-Gracias por la noche tan bonita que pasamos juntas - Le dijo sin más.

-¿Sabes que es la primera vez que comparto la cama con una mujer que me atrae locamente y no...?

-¿Nada de nada? - Yulia negó con la cabeza - Digamos que estoy acostumbrada a convivir con chicas bastante liberales.

-¿Debo tomar eso como un reclamo?

-No no, en lo absoluto, de hecho, quería hacerte saber que...Ha sido la mejor noche de mi vida. Nunca había disfrutado tanto de la compañía de otra persona que no fuera yo misma.

-Asumo que disfrutas mucho de tu soledad.

-Tal vez si miras desde afuera no lo parezca, pero sí. Me encanta estar sola, mi mente es sumamente hiperactiva y constantemente tengo debates en mi cabeza pero cuando hay personas alrededor no puedo escucharme a mí misma - Rió sabiendo lo esquizoide que sonaba aquello - Sin embargo, contigo es como si pudiera encontrarme con la mejor versión de mí misma.

-¿Por qué eres tan linda conmigo, Yulia?

-Porque me nace serlo, cuando te tengo así tan cerca, me matas de ternura y de verdad, anoche fue maravilloso.

En ese instante sonó el móvil de Elena.

-Esa seguramente es mi madre - Se anticipó a los hechos - Ya debe haber visto las noticias.

-¿Y es igual de loca que tú con esas cosas? Me refiero a la religión - Preguntó sin muchos pelos en la lengua. La ojiverde estalló en una carcajada.

-Ok, si yo te parezco fanática entonces la conoces a ella y te mueres.

-Bueno, entonces será mejor que le respondas antes de que te prohíba relacionarte conmigo por considerarme una mala influencia - Le dio un pico muy rápido - Mientras...Yo tomo una larga ducha con agua caliente para que le devuelvas la llamada y platiquen con toda comodidad - Elena se sintió profundamente agradecida por la privacidad que le brindaba Yulia.

Su madre era una persona muy difícil de tratar y se imaginaba que justo ahora, estaría en medio de algún quiebre psicótico.

Y no se equivocó.

-¿Se puede saber por qué no me habías dicho nada? No tienes idea del ridículo que pasé con los padres de Thomas por tu culpa - Los gritos de Inessa resonaban del otro lado de la línea.

-No quería preocuparte - Respondió Elena secamente. Tampoco es que pudiera explicar gran cosa.

-¿Preocuparme? ¡Por Dios bendito, Elena, casi sufro un coma diabético por la angustia! - Como siempre, la mujer dramatizandolo todo - Pobre muchacho. Si es que a él solamente le hace falta que el papa Francisco lo canonice para que sea un santo y lo están juzgando unos simples mortales, soldados de Satanás en la tierra. Se está repitiendo la misma injusticia que con Cristo nuestro Señor.

-No creo que Tom sea un santo y me parece un sacrilegio que compares su situación legal con la de Jesucristo - La directora del Carrollton comenzaba a enfadarse.

-¡No puedo creer que estés tan tranquila cuando tu futuro marido está en la cárcel pagando por un crimen que no cometió!

-Me parece que las autoridades son quienes deben deliberar si es inocente o no.

-Pero ¡Sergeevna! ¿Es que acaso tú...? ¡Hija mía! ¿Acaso tú estás poniendo en tela de juicio la inocencia de Tomasito? - Sonaba escandalizada.

-Golpeó a una mujer y además lo acusan por intento de violación, madre.

-Claro que la golpeó porque lo hizo en el nombre de Dios. Y ¿Violación? ¿Así le llaman ahora? Si la mujer sale desnuda en revistas y en la televisión ¡¡¡Cómo espera que se le respete!!! Es natural, Tomasito es hombre y ella lo provocó - Explicó con toda tranquilidad.

-A ver - Elena respiró profundo para no cometer matricidio - En el hipotético caso de que la otra mujer lo hubiese provocado como dices tú...¿En dónde quedo yo? ¿Acaso verías con buenos ojos que me fuera infiel?

-Ay mijita, no seas tan celosa, es normal tener un desliz a dos semanas de la boda, tómalo como su despedida de soltero.

-¿Sabes una cosa, mamá? Tengo que colgarte, necesito viajar a... - Realmente no tenía idea a dónde viajaría. Yulia le dijo que sería una sorpresa y ella no preguntó más. Sonrió al pensar lo ciegamente que confiaba en la modelo. Quizás después de todo si era un ángel  - Bueno, en realidad el lugar no es importante, pero debo hacerlo, así que si me disculpas...

-¡PERO TÚ TE HAS VUELTO LOCA! ¿Cómo que vas a viajar a no sé dónde y con quién sabe quién? Cuando tú lo que debes hacer es estar llorando por tu prometido o por lo menos en el hospital con tu suegra.

-¿Con mi suegra? ¿En el hospital? - Preguntó muy confundida porque no comprendía nada.

En ese momento salió Yulia de la ducha, ya vestida, con el cabello húmedo y dispuesta a empacar un poco de ropa ligera en una maleta cuando escuchó que la madre de Tom había sufrido un conato de infarto de la pura impresión al saber a su hijo preso.

Por las frases que Elena alegaba con su madre, infirió que Inessa le exigía hiciera acto de presencia en el hospital, petición que Elena rechazó rotundamente.

La ojiverde cortó la llamada conteniendo lágrimas de impotencia, no podía entender que su madre se comportara de esa manera.

-Hey - Yulia le sonrió, como si supiera que el simple acto de sonreír tenía el poder suficiente para confortar a Elena. - Si quieres puedes ir al hospital, no quiero que discutas con tu madre por mi culpa.

-Noo - Respondió tajante y apagó su celular - Mejor llévame lejos de aquí, por favor.

La modelo asintió. Ella había conseguido que le prestaran un avión privado con piloto incluido para volar a México.

Viajar mediante un vuelo comercial implicaba fans y paparazzis, además de escalas innecesarias que solamente les quitarían tiempo.

Pasaron de rápido al apartamento de Elena para que empacase un poco de ropa y tomara sus documentos personales necesarios para salir del país. Y tras cuatro horas de vuelo, se encontraron aterrizando en el Aeropuerto de Chetumal, la capital del Estado de Quintana Roo, en territorio mexicano.

Un Jeep Sahara de color rojo ya las esperaba con las coordenadas trazadas en el GPS para llegar a su destino final, a unos 40 kilómetros al norte de su ubicación actual.

Yulia condujo como siempre, sin miedo a experimentar la aventura y con muchas ganas de vivir al límite ese par de días que tendría a solas con Elena.

*******

LAGUNA DE BACALAR, QUINTANA ROO, MX.

Aparcaron el auto y llegaron a la cabaña perdida casi en medio de la nada que Roger había conseguido para Yulia.

Entraron para dejar sus cosas en la habitación, naturalmente de una sola cama y se asomaron por la ventana para contemplar la increíble vista.

Se despojaron del calzado y caminaron el puente de madera tomadas de la mano hasta llegar a los dos columpios individuales que se encontraban suspendidos en medio de la laguna y cada una tomó asiento en el suyo.

-Está increíble - Elena abrió muy grandes los ojos maravillada por la vista del mágico lugar.

-Lo sé - Yulia se sintió orgullosa por su elección - Mucho mejor que Jerusalén...¿Cierto?

-Deja de burlarte, no sé ni para que te conté.

-Sabes que sólo bromeo - Entrelazó su mano con la de Elena y comenzaron a mecerse lento.

-Sé que no lo haces - La miró con cara seria - ¡Y Deja de tomarnos selfies! - Le ordenó. En verdad odiaba las fotos.

-¿Qué tiene de malo documentar nuestro cuento de hadas? Además le prometí a Nick que le enviaría fotos, así que sonríe - Seguía disparando desde el selfie Stick.

-Mejor cuéntame...¿Por qué renunciaste a Victoria's Secret? - Preguntó curiosa - Me queda claro que amas la farándula y los flashes de las cámaras.

-Siempre he tenido el presentimiento de que voy a morir joven, ya sabes, por el tipo de vida que llevo - Elena la miró bastante contrariada, como esperando una explicación más profunda - Abuso de los ansiolíticos para conciliar el sueño, me alimento muy mal para no ganar kilos de más, literalmente vivo de cafeína y de cualquier droga que me quite el hambre y me mantenga despierta durante el día porque solamente duermo dos o tres horas durante la madrugada...Y bueno... - Sonrió - Mi lista de malos hábitos es bastante larga pero no pretendo aburrirte.

-No me aburres, de hecho me siento sumamente especial, ya sabes, es como si tuviera acceso a la biografía no autorizada de una súper modelo.

-Bueno, ¿Aún quieres saber por qué renuncié?

-Obviamente.

-Pues apelando a mí presentimiento de que partiré pronto de éste mundo, experimenté una terrible crisis existencial, me sentí vacía, me di cuenta que soy un fracaso como hermana, como hija, mis amigos son pocos, muy pocos de hecho...Mis amigas...Bueno, me he acostado con el noventa por ciento de ellas, así que no podría llamarlas mis amigas como tal, pero es que así es el mundo de la industria, es decadente, sombrío, es una mierda.

-¿Te obligan a hacer cosas que te incomodan?

-Todo el tiempo. Ellos solamente te miran como un producto, uno totalmente desechable, con una vida útil bastante limitada y te dejan en claro que eres cien por ciento reemplazable, así que o te sometes a sus reglas o te reducen a la nada.

-¿Qué cosas hiciste por presión o por miedo a ser reemplazada?

-Muchas que me hicieron sentir indigna y humillada. Recuerdo una vez que me grabaron haciéndole sexo oral a un tipo que ni siquiera conocía, pero ellos montaron su propio mini guión para rodar esa escena porno y degradante.

-O sea que...¿Te pidieron que le practicaras una felación a un perfecto desconocido solamente para grabarte?

-Mejor dicho...Imposible.

-Y...¿Con qué fin? ¿Qué ganaban ellos con eso?

-Escándalo y más escándalo. La gente es morbosa y estúpida, Elena. Si ellos hacen circular esas porquerías en redes sociales, los cibernautas en automático se creen el cuento de que se filtraron, cuando en realidad es todo parte de un plan. Te sorprendería saber hasta dónde llegan para convertir un hashtag en trending topic, o para vender un perfume.

-¿Por qué seguiste metida en eso tanto tiempo?

-Con el tiempo te acostumbras a sus estrategias de marketing y dejas de verlo como algo aberrante. Simplemente lo ves como una cláusula más en el contrato y ya no se siente tan incómodo, a eso súmale el montón de dinero que depositan en tu cuenta bancaria y la cantidad de puertas que se te abren por el simple hecho de ser una celebridad.

-¿Aquella ocasión que te pillaron con droga en el aeropuerto...Fue...?

-Totalmente planeado. ¡Vamos, nadie puede ser tan estúpida como para meter 26 gramos de marihuana en su bolso de mano! ¡Mucho menos cuando la mitad de tu vida transcurre en aeropuertos y eres consumidora habitual! Créeme que hasta nos sabemos de memoria los ángulos ciegos en las cámaras de seguridad - Le guiñó un ojo.

-¿Y por qué lo hicieron?

-¿Además de vender montón de portadas de revista con la exclusiva? Ellos tenían una nueva modelo. Era una chica joven pero con mucho potencial, que por cierto se estaba acostando con un director de cine, así que sí o sí...Necesitaban que los reflectores se focalizaran en ella, y como en ese momento yo era el angelito predilecto, ella simplemente no habría tenido oportunidad alguna de brillar compartiendo la pasarela conmigo, así que se inventaron lo de la droga para justificar mi ausencia en el evento.

-No puedo creer que existan tantas historias turbias detrás de lo que vemos en pantalla.

-Ni siquiera tenemos control de nuestras redes sociales, ellos hacen lo que se les da su gana desde mi Twitter y mi Instagram, pero igual no importa - Se encogió de hombros - Años después, cuando terminé mi contrato y conocí a Roger...Realmente yo no pensaba seguir con Victoria's Secret pero él me asesoró legalmente y firmé un contrato bastante claro, sin letras pequeñas y con muchos beneficios para mí, así que...Por eso aguanté tanto tiempo.

-¿Cuáles fueron los beneficios del nuevo contrato?

-El principal fue Nick. Roger nos presentó, mi bebé necesitaba una novia "formal y estable" para ocultar los rumores sobre su sexualidad y yo...Realmente necesitaba algo parecido, ya estaba harta de que la prensa pretendiera emparejarme hasta con un poste de luz, solamente porque me tomé una fotografía recargada en él.

-¿Y estando de novia con Nick ellos ya no podían hacer eso?

-Pueden, pero saben que se echarían a mucha gente encima. Los #Volkonas Shippers son implacables, por eso alimentamos sus feels con posts falsos en instagram.

-Ahora la que habla en un dialecto extraño eres tú.

-Tienes razón, no te he contextualizado en mi mundo, pero no te será difícil entenderlo porque es bastante parecido al tuyo, digamos que nuestros fans se hacen llamar "fandom" así como mis fans se hacen llamar #Yulistas, tú eres del fandom de Dios y te haces llamar católica y bueno, dentro de ese grupo de fanáticos hay personas aferradas a que Nick y yo somos una pareja feliz y eso significa que nos "Shippean". Y #Volkonas es el nombre de nuestro ship: Volko por Yulia y Nas por Nick, es una reverenda estupidez, lo sé, pero eso también vende, así como en tu fandom shippean a Jesucristo con María Magdalena y la gente les hace donativos para construir nuevos templos o llenan con billetes las canastas de la limosna.

-¿De qué demonios hablas? Nosotros no creemos que Jesucristo haya sido pareja de María Magdalena, ella era una prostituta - Dijo molesta. Yulia estalló en risas.

-¿Te das cuenta? Cualquiera de tus alumnas que te shippee con Tom diría lo mismo sobre tú y yo: "Nosotras no creemos que la Señorita Katina pueda poner sus ojos en Yulia, porque Elena es inmaculada y Yulia una prostituta" y sin embargo #Yulena es más real que #Tomlen y #Volkonas juntos.

-Dices muchas idioteces, pero lo peor es que tu grado de estupidez me encanta y me parece lo más bello de éste mundo. Amo la manera en cómo contemplas el concepto de vivir, que siempre estás al límite y luchas por lo que quieres. De hecho no entiendo qué te gustó tanto de mí.

-En principio, que eras prohibida, supongo...Después miré con detenimiento tus ojos y no demoré en convertirme en una adicta de tu mirada, además, adoro que seas una persona con ideales y que te preocupes por tus alumnos, que quieras ayudarlos sinceramente y no sólo porque sus papás pagan la colegiatura a tiempo, la verdad es que las personas con el corazón como el tuyo se encuentran en peligro de extinción y bueno, si a eso le agregamos que estás hermosa...Tienes el paquete completo.

-¿De verdad me consideras una buena persona? Sé que no debería pero ahora mismo me siento tan culpable por estar aquí, por ser tan feliz compartiendo este paraíso terrenal contigo.

-Claro que eres una buena persona...Pero en ésta vida que nos toco vivir a ti y a mí, las personas buenas se convierten en el blanco de la gente mala, y si no sabes manejar esa bondad con inteligencia terminarás llena de resentimiento. Así que por eso estaba escrito en algún párrafo de tu antiguo testamento que debíamos encontrarnos, para que yo te libre de convertirte en una vieja amargada y llena de estúpidos remordimientos.

-¿Y según tú en qué parte del antiguo testamento estaba eso escrito?

-Mmm... - Comenzó a pensar detenidamente - En la carta del apóstol Tom a los Yulena Shippers. Cuenta la leyenda que lo escribió desde prisión, ya sabes es una carta un poco depresiva y de desamor.

-¿Podrías parar de decir idioteces por un instante? - Hacía un enorme esfuerzo por contener la risa.

-Espera, acaba de llegarme una notificación de instagram.

Ambas miraron el móvil y casi escupen en la pantalla al mirar la fotografía en la que Nick acababa de etiquetar a Yulia.

-¿Ves lo que te digo? Este hombre es un amor, además de seguirme el ritmo con mis estúpidos chistes, resultó ser un chico increíble, es caballeroso, protector, y me deja colaborar con él en sus proyectos musicales, confía en mí y ve más allá de la cara bonita, él sabe apreciar lo que hay en mi alma y me ha ayudado como no tienes idea a comprender que mi existencia no se reduce únicamente a la de un objeto o muñeca de aparador.

-¡Oh, espera! ¿Tú haces música? - Preguntó impresionada.

-Ooh, Señorita Katina, existen montón de cosas que usted desconoce sobre mí. La principal es que planeaba marcharme a Escocia y comprar un castillo abandonado, ya sabes viviendo entre vacas y pastizales.

-¿Y por qué Escocia?

-Solamente Nick sabe sobre ésta loca idea que tengo, así que debes prometer que no habrá bullying de por medio.

-Te prometo que no me burlaré, de hecho me siento demasiado bien, es como que me convierte en alguien sumamente especial que teniendo tan poco tiempo de conocerme te abras de esta manera tan genuina y me cuentes cosas tan íntimas.

-Es que yo siento como si te conociera desde tiempo atrás, desde mucho mucho tiempo atrás, como si hubiéramos compartido y vivido muchas cosas juntas...Pero...Antes de contarte mi secreto mejor guardado, vamos a nadar en la laguna.

-¿Algo más que le apetezca a la señorita Volkova?

-Sí...Quiero que nademos sin ropa.

-Noooo - Se sonrojó - Tú estás loca.

-Mucho muy loca y es por ti, así que vamos - Le tendió la mano.

-No - Respondió tímidamente.

-¿Es por aquello de que mis manos tienen complejo de pulpo? - Yulia rió maliciosamente - Es sólo mala fama, te recuerdo que anoche dormimos juntas y mis dedos estuvieron quietos, ¡vamos que tuvieron un comportamiento casi puro y virginal!

-Lo sé.

-Entonces...¿Por qué no confías en mí?

-Claro que confío en ti...Es sólo que...¡Dios, esto es demasiado vergonzoso!

-¿Tienes el periodo? Según yo, el sangrado se corta en el agua.

-Nooo, no es eso, es que...A ver...Tú sabes que a mí me educaron de una manera muy estricta, mucho muy...

-Lo sé, por eso eres la Madre Elena.

-No seas así - Hizo puchero - Quedamos que no habría bullying entre nosotras.

-Ok-Ok-Ok...Dime lo qué pasa.

-Yo no soy virgen...¿Ok?

-Elena, sería antinatural que fueras virgen.

-Aunque no lo creas, mi madre prácticamente me echó de la casa cuando descubrió que no lo era.

-Tu madre es extraña.

-Lo es, por eso no vivo con ella. El punto es que, Tom ha sido mi único novio, por lo tanto solamente he estado con él y...

-Me estás asustando, Sor Katina, no me digas que lo hacen con las luces apagadas, vestidos y con un hoyito en medio de la sábana - La Ojiverde bajó la cabeza.

-Omite lo de la sábana y el hoyito.

-¿Lo hacen con ropa? - A Yulia casi le da un infarto.

-No tanto así, bueno más o menos, pero...Siempre ha sido con la luz apagada y él jamás me ha visto desnuda. Solamente mi ginecóloga me ha visto sin ropa y es lo más bochornoso que me ha sucedido en la vida.

-Elena... - Susurró - ¡Por santísimo Dios! Yo...No tenía idea...

-Soy una ridícula, lo sé.

-La forma en que te educaron ha sido totalmente ridícula, pero tú no lo eres - Sonrió - Vamos paso a paso ¿De acuerdo? - Elena asintió.

-De acuerdo.

-¿Bikini?

-Solamente empaqué dos trajes de baño y ambos son completos, ya sabes, totalmente cerrados.

-Puedo prestarte uno.

-Es obvio que no somos la misma talla, estoy segura que reventaría la parte de arriba.

-¿Estás insinuando que estoy plana y no tengo tetas? - Se hizo la ofendida, porque era una verdad universal pero no le incomodaba en lo absoluto. Había aprendido a aceptar su cuerpo tal y cómo era.

-No, no estoy insinuando nada.

-Entonces en ropa interior y no quiero excusas - Colocó el case protector de agua en el iPhone. Acto seguido, abandonó el columpio para quedar de pie sobre el puente de madera y le tendió la mano para ayudarle a bajar - ¿Nerviosa? - Podía sentir el terror en los ojos verdes de tan sólo pensar que su piel sería expuesta ante la luz del sol. La ojiverde respiró profundo.

-Confío en ti - Apretó fuerte la mano de la modelo.

Yulia enredó los dedos entre los tirantes del vestido blanco de Elena y acarició sus hombros con enorme delicadeza. Poco a poco comenzó a bajar el vestido dejando sus brazos y su sujetador blanco al descubierto.


-¿Puedo bajarlo más? - Se mordió el labio al sentir como toda la piel pálida se erizaba ante el contacto de sus dedos.

La directora del Carrollton asintió, dandole libre acceso a mirar su cuerpo cubierto únicamente por la ropa interior.

Los ojos esmeralda se cerraron, como si de esa manera pudiera esconderse de Yulia.

-Tranquila - Susurró la morena en su oído y la abrazó.

Cuando Elena tomó el coraje suficiente para abrir los ojos, se encontró con que su acompañante ya se había deshecho de su propio vestido quedando en igualdad de circunstancias.

-Ok - Suspiró al ver la lencería de Yulia y sentir que su corazón se aceleraba.

-¿Lista? - Preguntó con tono travieso. - He soñado con esto desde la primera vez que te vi.

A Elena no le dio tiempo ni de responder porque la Top Model la empujó al agua. Los gritos no se hicieron esperar.

-¡Está fría! - Se quejó de inmediato.

Yulia comenzaba a burlarse por su hazaña, pero no le duró demasiado el gusto porque Katina tomó venganza y sacó medio cuerpo de la laguna para tomar a la morena de la cintura y jalarla.

Obviamente cayó en el agua fría y lloriqueó peor que Elena.

-Dime algo - La voz suave de la ojiverde resonó - ¿A qué te referías con que has soñado con esto...Tú...¿De verdad fantaseaste con quitarme la ropa desde la primera vez que me viste? - Ella asintió aceptando su culpa.

-Y no sólo quitarte la ropa, créeme que mi mente es muy poderosa, te sorprendería saber todo lo que imaginé que podríamos hacer encima de tu escritorio.

-¡Dios! Tengo miedo de que esto de verdad esté mal - Dirigió su mirada al hermoso cielo que aún era iluminado por los últimos rayos de sol. No tardarían mucho en ser cubiertas por el manto de la noche.

-Cállate, Katina, esto no puede estar mal, ¿Sabías que tuve que comprarle un auto a Vika para que se convirtiera en tu dolor de cabeza y me citaras de nuevo en tu oficina ? - Elena se llevó las manos al rostro en señal de asimilación.

-¿Tu planeaste lo del grafiti en la clase de Tom?

-Y le escribí exactamente lo que tenía que poner, además conseguí la pintura

-¡PEROOOO! - Comenzó a gritarle, entonces Yulia la calló con un beso.

-Pero nada - La besó de nuevo - También falsifiqué mi currículum, nunca ejercí mi profesión, solamente estudié Psicología porque podía hacerlo online y me leía un montón de libros mientras estaba en los aeropuertos para no aburrirme, ni siquiera me gusta la carrera.

-Entonces...¿Todo fue mentira?

-No. Escocia era realmente importante para mí, como cumplir un sueño.

-¿Y por qué dejó de ser importante?

-No es que haya dejado de serlo. Es que los sueños no son como piedras que se mantienen estáticas, por el contrario, los sueños viven en constante movimiento y de pronto los míos cambiaron.

-¿Por qué?

-Porque te conocí - Ambas sonrieron ante la confesión que sonaba tan llena de verdad.

-¿Cuál es tu sueño ahora que me conociste?

-Convertirme en esa nueva sensación dentro de ti - Colocó una mano en el corazón de Elena - Una que nunca hayas experimentado antes...Porque eso has sido tú para mí, asÍ que lo mínimo que te debo es...Hacerte ver que eres demasiada mujer como para depositar los hilos de tu vida en un sujeto misógino, imbécil, inseguro, con ataques de ira constantes y que seguramente nunca te ha hecho sexo oral, situación que lo convierte en doblemente imbécil.

-¡YULIAA! - La reprendió.

-No, Katina, no me vas a callar, no a mí que acelero tu corazón cuando te hablo bonito y te enchino la piel cada vez que te toco... - Acercó su boca a la de Elena - Y tengo el presentimiento de que si te beso vas a querer más - Entonces ambas bocas conectaron por un microsegundo - Mucho más.

-Entonces bésame - Le dijo bajito.

-Elena... - Le susurró penetrándola con la mirada, indicio inequívoco de que estaba por pronunciar algo muy serio - Si te beso tal vez no pueda parar.

-Entonces no paramos y ya está.

En esta ocasión fue Elena quien inició el beso, primero bastante tierno, pero conforme las manos de Yulia se acomodaron en su cintura y se movieron discretamente en dirección ascendente para recorrer su espalda descubierta, la intensidad del beso comenzó a subir.

Por primera vez sus lenguas se acariciaron.

Las manos de la modelo siguieron buscando piel para erizar, porque ese era el efecto que provocaba por donde deslizaba sus huellas dactilares.

Comenzaron a sentirse agitadas pero sin dejar de probarse mutuamente.

Las manos de Elena aferradas a la nuca de Yulia como si de una petición se tratase para que siguiera cepillándole el paladar y los dientes con la lengua.

Entonces las manos de Yulia que seguían recorriendo la espalda blanca encontraron el broche del sujetador de Elena y sin previo aviso lo desabrochó.

La ojiverde se separó del beso al darse cuenta de lo que acababa de suceder.

Sus miradas fijas la una en los ojos de la otra.

-Estás temblando - Yulia seguía acariciando su espalda hasta llegar a sus hombros y comenzar a bajar los tirantes - Sólo déjame mirarte ¿Sí? Quiero contemplarte antes de que se muera la luz del sol y hacerte sentir con mis ojos lo mucho que te deseo mientras recorro todo tu cuerpo con mi mirada.

Elena no dijo nada, pero tampoco opuso resistencia a que la parte superior de su cuerpo quedara completamente expuesta.

Capítulo 14:


-Que hermosa - Susurró Yulia embobada con la boca medio abierta y sin apartar por un microsegundo su vista posada sobre los senos desnudos de Elena.

-¿Qué dijiste? - Había escuchado y entendido perfectamente pero ¡Vamos! Que por mucha vergüenza que te provoque la situación, todas las mujeres disfrutan siendo halagadas, sintiéndose deseadas.

-Que... - Sonrió. Esa sonrisa malévola terminaría por asesinar los pocos muros que quedaban resguardando el control de impulsos en la ojiverde. Aunque no lo pronunciara en voz alta, estaba cayendo por Yulia, estaba en caída libre por su actitud imprudente, despreocupada, algunas veces arrogante y otras tantas tierna y delicada - Que... - Ahora mismo parecía tan adorable envuelta en una nueva faceta, ese repentino ataque de timidez - Que tenemos una hermosa vista - Elena sospechó que no se refería precisamente a la laguna de los siete colores y pudo confirmarlo cuando consiguió liberarse de su burbuja y volver al mundo real. No se había dado cuenta que el manto de la noche había hecho de las suyas cubriéndolas casi por completo.


-Una hermosa vista - Señaló la penumbra con una simple mirada alrededor.

-Será mejor que salgamos de aquí o pescaremos una neumonía - Sugirió la modelo escapando por la tangente.

-Ya sé que no acostumbras a comer como los simples mortales - Dijo Elena tomando a Yulia de la mano para abordar los improvisados escalones de madera y abandonar el agua. El sujetador se había perdido entre la obscuridad y había tenido que mantener la parte superior de su cuerpo descubierta - Pero yo muero de hambre.

-Estoy intentando adquirir buenos hábitos - La observó colocarse el vestido encima de la piel escurriendo - ¿Quieres que vayamos a explorar el pueblo en búsqueda de algún sitio decente para cenar o prefieres que hable con el tipo que nos rentó la cabaña y nos lo lleve a la habitación?

-¿Qué prefieres tú?

-Honestamente estuve husmeando en internet ésta mañana y según las neuronas de Google y TripAdvisor no hay muchos sitios para elegir, así que... - Le guiñó un ojo.

-Yo también prefiero quedarme - Leyó la mente de Yulia - La verdad estoy muy cansada como para salir y... - Hizo una pausa para observar a la modelo en ropa interior - Supongo que sería pecado desperdiciar una noche a solas contigo ¿Cierto?

-Estás blasfemando, Sor Katina.

-Si decido permanecer en tu vida, debo de irme acostumbrando, ¿O Acaso tengo otro remedio? - Preguntó justo en el momento en que Yulia abría la puerta de la cabaña.

-Huir justo ahora, antes de que el corazón te grite que ya es demasiado tarde - Elena se temió que ya era demasiado tarde.

-Al único sitio que pienso ir ahora mismo es a tomar una ducha con agua hirviendo.

-Mientras tú te das un regaderazo, yo me encargo de conseguir una cena decente.

****

Alrededor de una hora más tarde, una mesa para dos se encontraba provista en la terraza de la cabaña, junto a una botella de champaña.

-Me dijiste que morías de hambre, así que ordené lasaña de mariscos, tocino de pulpo y camarones al coco...Espero no haber exagerado un poco con la cantidad de comida.

-De hecho con eso podríamos sobrevivir una semana entera - Ambas tomaron asiento.
A
-¿Podríamos...? - Hizo una pausa y se sonrojó, estaba a punto de pedir algo que quizás estaba completamente fuera de lugar.

-¿Te incomodaría que hiciéramos una pequeña oración para bendecir los alimentos? - Yulia abrió muy grandes ese par de adorables e irresistibles cielos. Era claro que no se lo esperaba.

-Yo...Vale, no tengo problema.

-Dame la mano - Le pidió con voz tierna y entonces entrelazaron sus dedos y cerraron los ojos - "Bendice esta comida en nuestros cuerpos, Señor, y déjanos albergarte en nuestros corazones. Oramos en el nombre de Jesús, Amén". "Dios te salve María, llena eres de gracia, el señor está contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu viente Jesús - Yulia como todo buen robot respondió.

-Santa María madre De Dios, ruega señora por nosotros los pecadores... - Entonces hizo una pausa indignada - ¡Alto ahí Katina! ¿Nosotros los pecadores? Eso me sonó a manada y pecadores ustedes que encubren pederastas y...

-Ya ya ya... - Elena la calmó con un pico - Cenemos en paz y ahora sí...Cuéntame sobre Escocia - La miró con esos orbes penetrantes de color esmeralda que tan nerviosa ponían a Yulia, mientras tomaba un tenedor y comenzaba a picotear su comida.

-Bueno... - Suspiró. Le apasionaba sobremanera hablar del asunto, es sólo que no siempre es sencillo desinhibirse, al menos no cuando estás tan acostumbrada a que el resto te juzgue o se burle de tus sueños. Pero con Elena todo era distinto, con ella su alma podía ser libre, le inspiraba confianza y tranquilidad para expresarse...Simplemente se sentía ella misma - ¿Estás lista para entrar al laberinto de locura sin salida que es mi mente? - Preguntó con una sonrisa. Ésta vez no se trataba de una triunfal o de seducción, sino de nervios en su estado más puro.

-Estoy segura que estaba demasiado lista para exponer mi cuerpo sin ropa frente a ti y ahora estoy lista para que tú expongas el contenido de tu alma - Yulia volvió a sonreír, pero ésta vez no fueron los nervios. Ahora se trataba de algo mucho más profundo, creía que después de todo lo que había compartido con Elena en esa Laguna mágica junto a todo lo que estaba por suceder, ese "algo" las uniría de una manera única.


-Verás...En la Localidad de Dumbarton...Existe un pequeño pueblo llamado Milton que me parece fascinante. Personalmente jamás he estado allí, he viajado a Escocia en un par de ocasiones, pero mis horizontes jamás se expandieron más allá de Glasgow y Edimburgo. Entonces un día estaba viendo TV - Rió porque de hecho odiaba ese rectángulo eléctrico, con todo y que muchas veces, ese artefacto se había convertido en el único testigo de su profunda soledad - Soy malísima viendo televisión, te lo juro, nunca puedo concentrarme en un canal en específico, supongo que mi mente es demasiado hiperactiva, ¿Ya te lo había dicho? - Estaba segura de haberlo mencionado antes, de hecho estaba absolutamente segura de estar hablando demasiado rápido. Solía suceder cuando se abría ante la gente, algo que en realidad no ocurría muy a menudo - Tengo esa manía absurda de tomar el mando entre mis manos y no soltarlo, así que me la paso cambiando, saltando de canal en canal hasta que después de no sé cuánto tiempo descubro que terminé ignorando la programación y jugando con el móvil al candy crush - Elena la miró sorprendida - Sí, sí, lo admito, juego al candy crush y a todos esos estúpidos juegos de Saga, pero debo argumentar en mi favor que ayudan para agilizar mi mente

-Yo no he dicho nada - Sonrió levantando las manos en señal de completa inocencia.

-Entonces continúo...Como te decía, no suelo enfocarme del todo en la programación, pero esa vez, la fortuna o el destino quizás...Me llevó a detener mi atención en un documental sobre el puente de Overtoun y los secretos oscuros que supuestamente se esconden en él.

-¿Puente de Overtoun? ¿Secretos obscuros? - Vaya...La ceja levantada de Elena le indicaba que aunque sorprendida por lo que escuchaba, era dueña absoluta de toda su atención.

-Es mayormente conocido como el puente de los perros suicidas.

-Mmm, creo que sí había escuchado al respecto, tu hermana Viktoria está obsesionada con ese Youtuber que cuenta historias de terror.

-Creepypastas, por favor - La corrigió Yulia - Y sí, ella ama a Dross, yo se lo inculqué - Presumió con alto grado de orgullo.

-Y ella se lo inculcó a medio Carrollton - Negó con la cabeza, ¿Cómo era posible que evangelizara a sus compañeras con esas cosas macabras seguramente llenas de connotaciones satánicas, en vez de predicar la palabra De Dios nuestro Señor que murió por todos nosotros en la cruz? - Recuerdo cuando todas mis alumnas estaban obsesionadas con navegar en la Deep Web y se descargaron la aplicación de "Talking Angela" - Recordó frustrada, ya que entre más se los prohibía, las adolescentes más jugaban a esa cosa que parecía ser tan peligrosa. La modelo soltó a reír.


-Nunca imaginé tener más influencia que Jesucristo en un colegio para monjas.

-Deja de burlarte - Tocó su nariz con un dedo índice bastante acusador.

Pero con todo y eso, el gesto no dejaba de ser tierno, ¿o era sexy?. Yulia decidió que ambas cosas. Bebió un trago de su copa como si con el líquido helado pudieran apagarse los pensamientos que estaba segura incurrían como en veinte infracciones al sexto mandamiento de la ley De Dios.


-Está bien, yo no me burlo pero entonces seguiré hablando y tú tampoco te burlarás.

-Dalo por hecho - Imitó a su acompañante y bebió un trago de champaña.

-Bien, pues desde los años sesentas comenzaron estos suicidios inexplicables. Quiero decir, por mucho que la ciencia intente justificar que los perros salten al vacío desde quince metros de altura y queden embarrados en una roca...No me la creo.

-¿Y qué es lo crees tú?

-¿Algún tipo de actividad paranormal? - Insinuó como si fuese lo más obvio.

-No creo en esas cosas.

-Sin embargo crees en Jesucristo y en el Espíritu Santo, así que en automático crees en espíritus y en presencias que habitan esta tierra aún después de muertas.

-Yulia... - Parecía molesta - Yo sé que te encanta burlarte de mis creencias pero...

-Hey - Levantó el mentón de Elena con ternura - Yo no me burlo de tus creencias, pero no encontré mejor manera de explicarte las mías.

-De acuerdo, puede que exista un fenómeno extraño que la ciencia no puede explicar.

-De hecho sí puede, pero no me convence del todo.

-¿Cuál es la versión oficial de la historia? - Preguntó interesada.

-El puente se construyó para que la gente no tuviera que atravesar el Río Clyde, así que debajo del Overtoun existe agua y vegetación que en apariencia se ha convertido en el Hábitat de visones, no me preguntes porque coños les llaman así, la verdad es que tienen más pinta de hurones.

-¿Y los perros saltan para cazar a los hurones?

-¿Cómo supiste? - Preguntó indignada, llevaba años acudiendo a las explicaciones metafísicas y esotéricas que hablaban sobre fuerzas malignas, energías negativas o hasta un extraño magnetismo creado por la zona. Aunque ella se había creado su propia teoría, la más loca de todas.

-Pues es lo más obvio, Yulia

-Noooo, además no todos los perros que saltan mueren, algunos sobreviven, amortiguan la caída dentro del agua, y así, tal cual malheridos suben nuevamente al puente sólo para saltar de nuevo.

-Es normal que no midan el peligro porque son animales y su instinto los lleva a repetir el intento por cazar a su presa. Puedo asegurarte que si sacas una estadística, la mayoría de los perros que saltan pertenecen a alguna raza de cazadores - Yulia nuevamente quedó maravillada por la inteligencia de Elena.


-Eso es verdad - Tuvo que admitir derrotada, pero el puchero que hizo fue tan tierno, que a la ojiverde no le quedó más remedio que depositar un beso sobre él.

-A ver...¿Solamente querías comprar un Castillo abandonado cerca de ese río para grabar actividad paranormal?

-¿Sería una locura que ahora quiera probar suerte como YouTuber?

-Esto no va en serio

-No - Reconoció - Por supuesto que no. Realmente mis planes son mucho más geniales que eso. Verás... - Y ahí estaba Yulia Volkova a punto de seguir relevando ese conjunto de trastornos que vagaban por su mente - Tengo la teoría de que Escocia al ser un lugar frío, solitario, hasta lúgubre, puede producir depresión en los perros, ya que quizás por la cultura del lugar, sus dueños no tengan tiempo de calidad suficiente para compartirlo con ellos.

-¿Tú de verdad crees que exista una pandemia de depresión canina en Escocia?

-¿Por qué no? Vamos Elena, suena lógico, además te recuerdo que soy Psicóloga Clínica, yo podría mudarme a Dumbarton y darles terapia.

-¿Te imaginas las revistas sensacionalistas? "Angelito de Victoria's Secret abandona la Industria de la ropa interior para salvar perros del suicidio" - Formó un marco imaginario con las manos.

-Para mí que me encanta vivir del escándalo, suena increíble - Se encogió de hombros - Sin embargo, entiendo que mi ausencia de sanidad mental te aterre y quieras salir en este momento de la habitación para dormir con los cocodrilos de la laguna.

-¿En esta laguna hay cocodrilos? - Eso sí que había conseguido horrorizarla.

-He visto algunos artículos en internet al respecto - Respondió como si nada.

-¿Y por qué no me lo dijiste? - Le propinó un golpe en el brazo.

-¡Auch! Pues porque si te lo digo no te metes a nadar conmigo, Elena.

-¡Pero pusiste en riesgo nuestras... - Le iba a seguir reclamando pero rápidamente fue callada con un beso.


-Hey, mírame - Acunó su rostro con sus manos - Es broma, ¿Tú de verdad crees que si hubiera cocodrilos allá afuera yo estaría aquí contigo disfrutando de ésta profunda charla y de tu compañía...Pudiendo conversar con ellos y poner en práctica mis conocimientos psicológicos impartiéndoles terapia para el manejo adecuado de su ira?

-Tu insensatez debería asustarme.

-¿Y no te asusta? - Se mordió el labio inferior totalmente consciente de lo que provocaba.

-De hecho lo que me asusta es que no me asuste.

-Hay algo más sobre mí que me gustaría contarte...Así que estás a tiempo de hacerme callar con muchos besos - Elena sonrió.

-Me muero de ganas por besarte, pero la curiosidad de conocer el contenido de esa mente tan imprudente tuya me mata con más agonía.

-¿O sea que prefieres la nota amarillista de mi vida a mis besos?

-Eso nunca, sólo que la verdadera esencia de Yulia Volkova me tiene cautivada y no quiero parar hasta descubrir el último detalle de tus fascinantes pensamientos - En ese momento sonó el móvil de laodelo.

Ella hizo el amago por apagarlo pero Elena le pidió que atendiera, no tenía ningún problema con ello. Además podría tratarse de algo importante.

Así que la poseedora de tan encantadores ojos color cielo, salió un momento de la cabaña para tomar la llamada.

Esa era Larissa Volkova, su madre, echando voces al otro lado de la línea.

Aparentemente la vigésima octava luna de miel con sus padres había llegado a su fin y ahora exigían explicaciones sobre el mini cooper amarillo guardado en su garage, Vika tomando asueto del Carrollton y paseando con Nick por todo Miami Beach.

-¡No puedo creer que te hayas ido de vacaciones con la directora de Viktoria! - Sonaba a punto de sufrir un soponcio.

-Me sentía demasiado perdida, mamá - Respiró profundo para no levantar la voz - No encontré una solución diferente que aceptar la invitación de Elena a este retiro espiritual.

-¿Retiro espiritual? ¡YULIA VOLKOVA Y TÚ TE HAS CREÍDO QUE YO SOY IMBÉCIL! Yo te parí, hija, te cargué nueve meses en mi vientre y sé perfectamente a que te llevaste contigo a la Señorita Katina en medio de la nada.

-Entonces si ya lo sabes...¿Para qué me llamas?

-Para advertirte que no lo hagas - Larissa se puso seria - Hija, escúchame, ella está comprometida con ese tipo a quien por cierto adoran los Katin.

Un martillo comenzó a golpear despiadadamente el corazón de Yulia. Las palabras de su madre estaban dejando peor que regadera sus ilusiones. Pero tristemente tenía razón.

-No estoy buscando nada serio con ella - Mintió - Es sólo pasar un fin de semana juntas y ya está.

-Espero que lo digas en serio porque Elena Katina no romperá con Thomas Beaoudoin por ti.

Cuando Yulia cortó la llamada y regresó a la cabaña, encontró a Elena profundamente dormida en la cama.

-No importa lo que dure - Pensó - ¿Para que preocuparse por un futuro si ni siquiera tenemos la certeza de despertar mañana? - Se dijo a sí misma en voz bajita y sonrió al asimilar lo afortunada que era de poder abrazarla por segunda noche consecutiva.

Con mucho cuidado de no despertarla se metió en la cama y la cubrió con las mantas, pero fracasó en su intento. Los ojos verdes se abrieron, visiblemente apenados de haber permitido que el sueño los venciera.

Yulia aún con los vestigios de inseguridad que había sembrado en ella su madre se atrevió a preguntar: - ¿Te arrepientes de haberte expuesto ante mí? - Obviamente se refería al hecho de haberla visto sin sujetador.

-¿Te arrepientes de haberlo hecho tú? - Ahora Elena hablaba sobre que Yulia le hubiera abierto un enorme ventanal dandole libre acceso a conocer una gran parte de lo que resguardaba en su alma.

-Jamás - Fue una respuesta contundente y sincera - Me sentí liberada, cómoda, me sentí como en casa.

-Y yo me sentí feliz - Confesó Elena en medio de una sonrisa.

-Eso es todo lo que necesito para estar feliz yo también - La abrazó y acomodó la cabeza de Elena sobre su pecho. Y una vez con la luz apagada que desprendía la lámpara del buró, se atrevió a preguntar de nuevo - ¿Alguna vez te sentiste tan vacía como para creer que salvando la vida de un perro inocente podrías encontrarte a ti misma?

-La verdad es que no - Pero ella comprendía, Yulia había atravesado por mucho, había pasado de ser una adolescente normal que debía esconderse de sus padres para fumar marihuana, a tener cocaína y un buffet de píldoras de todos colores a su entera disposición, había contemplado el mundo a sus pies, había tenido en su cama a todos los hombres y mujeres que había deseado, pero también había sido testigo ocular del lado más oscuro y decadente de la industria.
Y por si eso resultase poco...Había vivido en carne propia todo tipo de vejaciones a las que puede ser sometida una mujer - Pero quiero llenar todos esos espacios que te hagan falta para encontrarte a ti misma.

-Elena... - La tomó de la mano - Desde que te besé por primera vez dejé de sentirme vacía.

Y esa frase fue suficiente para que la Directora del Carrollton consiguiera quedarse dormida en santa paz, eso sí, envuelta en los brazos de la Top Model.




Las entiendo, pero no me acribillen por dejarlo en la mejor parte.

Capítulo 15:

El sol brillaba en todo su esplendor y Elena corrió las cortinas de bambú y se sorprendió gratamente de lo hermosa que resultaba la vista desde su cama.

Definitivamente habían elegido la cabaña perfecta.

-Hey - Susurró con una sonrisa, notablemente alegre al ver aparecer a Yulia en el umbral de la habitación - Abrí los ojos y no estabas - Hizo puchero - Creo que me preocupé un poco cuando no te vi recostada a mi lado.

-Perdona...Si sirve como excusa - Sonrió - Juro que te abracé toda la noche - Mencionó con toda sinceridad - Pero...Es que casi no duermo.

-Lo sé, lo supe desde el día primero que entraste en mi oficina, ¿Sabías que tus ojeras te delatan? - La ojiazul asintió.


-Pero con todo y mi máscara de mapache te sigo pareciendo perfecta, yo lo sé - Respondió de una manera bastante sensual mientras se recargaba en el marco de la puerta y contemplaba la maravillosa figura de Elena sobre la cama.

-Estaba a punto de llamarte... - Levantó el móvil con su mano derecha - ¿Hubiese sido demasiado psicópata de mi parte? - Preguntó avergonzada.

-No sé si eso sea algo psicópata pero a mí me parece tierno - Se encogió de hombros y caminó lentamente hacia ella - No quise despertarte porque aún era muy temprano - Finalmente se tiró sobre el colchón junto a Elena quedando ambas recostadas de lado, una frente a la otra, apoyadas sobre sus codos - Pero supuse que despertarías con hambre y aproveché para ir a conseguir algo de comida, procuré no tardarme demasiado para que al volver siguieras dormida y yo pudiera seguirte abrazando - Acarició la mejilla de tez pálida con delicadeza. Elena sonrió.

-Alexa me llamó y desperté.

-¿Todo bien? - Se preocupó al mirar la pantalla de su móvil que marcaba menos de las ocho y además era sábado.

-Pues no lo sé - Respondió con un tono entre travieso y divertido. Yulia descubrió que esa fase de la ojiverde la desconocía, pero decidió que le gustaba. De hecho le gustaba mucho - Primero la noté totalmente alterada, pero conforme comenzó a contarme la locura que vivió anoche estoy segura que se fue tranquilizando poco a poco.


-¿Locura? - La miró con detenimiento, como si intentase estudiar cada uno de sus gestos.

-Una verdadera odisea... - Resopló - Gran paseo por la séptima avenida casi a media noche - Narró. La ex Victoria's Secret abrió muy grandes los ojos.


-Pero Alexa ¿Está loca? - Sonaba bastante asustada - Conducir por la séptima avenida de Miami durante el día está catalogado como un acto de alto riesgo, ¡Pero hacerlo de noche califica como intento de suicidio!

-Estaba intentando llegar a una fiesta en un club que acaban de inaugurar, no tenía idea de cómo llegar y dejó todo en manos del GPS. Aparentemente el dispositivo le marcó cuatro posibles rutas y eligió la más rápida, pero al final terminó metida en esa zona.

-¿El GPS la perdió? - Preguntó con toda intención de jamás utilizar esa marca.

-No precisamente - Aclaró - De hecho, creo que fue algo mucho peor, se le pinchó una de las llantas delanteras y no le quedó otra alternativa más que aparcar.

-¡A mí me habría dado un infarto! - Yulia exclamó escandalizada con pleno conocimiento de la cantidad de crímenes con lujo de violencia que se llevaban a cabo por esa zona diariamente.

-Créeme que ahora mismo, ella debe estar programando una cita con el cardiólogo, además la operadora de su agencia de seguros quien atendió su llamada, demoró varios minutos autentificando sus datos y bueno...Quizás no haya demorado tanto en tiempo real, sin embargo, para Alexa pareció transcurrir una eternidad y la grúa jamás apareció.

-¿Queeé? ¿De verdad ella está bien? ¡Te juro que yo los demando y me encargo de destruir la imagen de esa empresa llena de incompetentes!

-Habrá que hacerlo porque efectivamente, si por ellos fuera, Alexa seguiría encerrada a piedra y lodo dentro de ese carro.

-¿Cómo logró sobrevivir?

-Con la ayuda de Dios, naturalmente.

-Elena - Yulia rodó los ojos - Esto es serio.

-¿Y tú crees que para mí no lo es? ¡Vamos, que estamos hablando de mi mejor amiga!. Ella dice que comenzó a rezar todas las oraciones que recordaba y entonces ocurrió... - Relató a medias con un halo de misterio.

-¿Qué ocurrió? - La modelo parecía sumamente impaciente por terminar de escuchar la historia.

-Un milagro. En palabras de la propia Alexa... "Dios me mandó un ángel...Un hermoso ángel de cabello rubio, aunque oxigenado".

Ambas estallaron en risas. No podían tomárselo con seriedad ¿Cierto?

-¿Cómo debo tomar eso? - Yulia parecía entre ofendida y altamente divertida.

-Como una invitación a tomarte más en serio la liturgia . Dice que el tipo apareció de la nada, cuando ella notó su presencia, él ya estaba golpeando la ventanilla con el puño. Obviamente pensó que pretendía asaltarla, así que sacó las llaves del carro, bajó el cristal y gritó como loca "¡QUÉDATE CON EL CARRO PERO NO ME VIOLES, POR FAVOR!"

-Si en un principio te referiste a él como un ángel, un milagro y un regalo De Dios pues asumo que Alexa estaba muy necesitada de sexo.

-¡YULIAAA! - Le estampó una almohada en la cara, lo que provocó que la morena comenzara a reír - Resultó ser una buena persona - Clarificó - Aunque tardó un poco en poder manifestarlo, ya que primero recibió unos cuantos golpes y rasguños de Alexa, y fue hasta que por fin consiguió que mi amiga se callara que...Pues él pudo explicarse. Le contó que la vio a lo lejos e infirió que necesitaba ayuda, le pidió que no le tuviera miedo, lo cual fue complicado ya que a juzgar por lo que entendí, llevaba puesta una playera blanca sin mangas y los brazos los tiene llenos de tatuajes.

-¿Y después de ser insultado, acusado y golpeado injustamente...Aún así le cambió el neumático?

-Fue un poquito más complejo que eso porque al abrir el maletero del coche se dieron cuenta de que no llevaba la llanta de refacción.

-Así que el ángel rubio hizo magia... - Yulia se burló.

-Pues resultó ser mecánico y tener su taller a menos de media cuadra. Ahí tenía las herramientas necesarias para hacer el trabajo y listo. Alexa no llegó a la fiesta del club pero ahora tiene una especie de cita esta noche.

-¿Una cita con el rapero? - Preguntó sorprendida.

-No es un rapero, es un mecánico.

-Sonaba mejor rapero, porque si lo piensas, puedes vender la idea como si fuera negro, con muchos anillos de diamantes alrededor de los dedos y cadenas de oro colgando por el cuello, ya sabes puedes hacerlo parecer como a un músico exitoso que domina el mundo, en cambio, un "Mecánico"...

-¿Quién es la que siempre me dice que no debo juzgar a las personas? - La reprendió.

-No estoy juzgando al rapero - Depositó un beso en la punta de la nariz de Elena.

-Mecánico - Fue corregida por la pelirroja una vez más.

-Como sea... - Se encogió de hombros - Pero tampoco puedes negarme que Alexa parece el tipo de chica sofisticada egresada del Carrollton y con gustos un tanto...Mmm ¿diferentes? Y si su madre es la mitad de histérica que la tuya...

-Yulia ...Solamente van a tener... - Se calló al darse cuenta de lo que estuvo a punto de decir - No se va a casar con él - Dijo en cambio. La modelo estalló en risas.

-¿Insinúas que estás en favor del sexo antes del matrimonio? - Se mordió el maldito labio inferior. Y Elena no sabía si era un estúpido tic o una treta para provocarla pero ¡La estaba volviendo loca!.


-Es la vida de Alexa, ella no es tan ortodoxa y sus padres tampoco son tan intensos - Intentó desviar toda su atención del estímulo que la tenía al borde de cometer algún tipo de pecado lujurioso.

-¿Ves? La familia Ferrer parece normal y agradable. En cambio tú...Eres el tipo de persona con quien no permitiría que se juntara mi hija - Le guiñó un ojo - Eres mala influencia Sor Katina.

-¿Por qué te gusta vivir al límite, Yulia? - Preguntó de la nada. Aunque la verdad, esa era una duda que llevaba dando vueltas en su cabeza desde que la conoció.

Antes de responder, Yulia se levantó de la cama y condujo a Elena hacia la terraza en donde pendían una hamaca, desde allí, la vista de la Laguna de los siete colores era simplemente espectacular.

-Quizás porque me encuentro en una búsqueda constante de adrenalina, pero en realidad no creo que existan los límites. Ese es un invento del ser humano para convertirnos en personas cobardes y dominadas por el temor al castigo y las consecuencias - Y entonces se tumbaron juntas en la red tejida con finas telas blancas que adoptaba forma de sofá.

-Pero algunas veces las consecuencias por correr riesgos innecesarios pueden resultar irreversibles - Le advirtió la mujer de piel pecosa.

-No me incomoda "tutear" a la muerte, Elena. Algún día viviré en el cementerio y solamente seré una lápida más...¿De que me serviría estar esquivando el encierro en un cubo de concreto si para mí la vida son conjuntos de sensaciones nuevas, intensas...? - Comenzó a apasionarse con su propia filosofía - Vivo por encontrar esos momentos únicos e irrepetibles y que supongan romper la aburrida rutina.

-¿Siempre pensaste de esa manera? - Cuestionó muy interesada.

-Claro que no, antes pensaba que el mayor nivel de placer lo experimentaría a través de la fama, el dinero, las drogas y el sexo, pero hasta eso se vuelve rutina.

-¿Y qué te hizo querer buscar la vida fuera de ese entorno? Estoy segura que una celebridad tiene más posibilidades de vivir en la manera que tú buscas.

-No del todo, porque al vivir en los excesos te olvidas de valorar los pequeños detalles.

-¿Cómo cuales?

-El simple aleteo de una mariposa en la boca del estómago - Sus orbes azules miraron intensamente a los esmeralda.

-Las mariposas mueren muy rápido, Yulia.

-¿Y por qué limitar nuestras sensaciones a la caducidad de la vida de una mariposa cuando podemos aferrarnos a la metamorfosis?

EL AMOR. Eso era lo que Yulia Volkova acababa de insinuar.

Pero la respuesta que obtuvo fue una completamente diferente. Un salto de tema. No se trataba de rechazo, simplemente, Elena se encontraba lo suficientemente confundida como para seguir haciendo más grande este espiral de dudas en su mente. No estaba lista para colocar un nombre a los sentimientos que comenzaba a desarrollar por la modelo.

-No me respondiste...¿Cuál fue el detonante para modificar tu modus vivendi de una manera tan radical?

-¿Te parece poco vivir adentro de una olla express? Honestamente no habría aguantado mucho más, estaba a punto de explotar, y aunque me empeñaba en ignorar esa sensación de incomodidad en mi vida, sabía que emocionalmente carecía de muchas cosas, hasta que hubo algo que me hizo frenar en seco y detenerme a reflexionar.

-¿Tan malo fue? - Preguntó preocupada de que algo hubiera lastimado a la chica que justo ahora la tenía perfectamente envuelta entre sus brazos.

-No creo que haya necesidad de calificar los acontecimientos como buenos o malos, simplemente sucedió y yo me serví de la situación para mejorar mi vida.

-Entonces cuéntamelo. Quiero recorrer cada centímetro de tu alma, escanear... - Había querido decir lamer, pero eso habría resultado inapropiado ¿Cierto? - Escanear cada milímetro de lo que esconden las cisuras en tu mente.

-Me haces sentir cómo si mi cerebro fuera candidato para ser estudiado en algún laboratorio de Harvard - Sonrió.

-Tienes una mente muy sexy, Yulia.

-¿Crees que podría ganar más dinero si modelara ropa interior para neuronas? Seguramente Claireece "Precious" Jones diría que es una lástima que no se vendan bikinis para el alma - Terminó su enunciado con fingido abatimiento.

Elena Katina no sabía que amaba más de Yulia. ¿Amaba? Olviden ese pensamiento y comencemos a construir la oración de nuevo. La directora del Carrollton del Sagrado Corazón no sabía que le "encantaba" más de Yulia...Si su mente retorcida llena de locuras y humor negro o ese maldito truco de morderse el labio para seducirla. Eso sin contar el gesto adorable que hacía cuando le guiñaba un ojo.


-¿Me piensas contar o seguirás escapando por la tangente? - Insistió Elena.

-Ni siquiera hemos desayunado.

-Tú no desayunas, además...El desayuno y todo lo que se cruce en mi camino pueden esperar si se trata de escucharte contar una historia.

Los labios de la morena se elevaron en una sonrisa.

-¿Hasta un feat. Con el Papa Francisco rezando un rosario?

-Yuliaaaa - La pellizcó del brazo.

-Ya ya ya, tranquila, te cuento - Decía sobándose la piel que había quedado roja por el ataque - Es una historia de amor frustrada protagonizada por Nick y el chico sin nombre.

-¿El chico sin nombre? ¿Se enamoró por Tinder? - Su primer pensamiento es que el músico había sido víctima de algún Catfish.

-¡Por supuesto que no! - Aclaró casi indignada, era obvio que su Baby no necesitaba de aplicaciones como Tinder - Verás...En la banda de Nick, con quienes hace sus giras, hay un guitarrista, bajista, tecladista y un baterista. Pero realmente la alineación de su banda cambia constantemente, ya que nadie se fija en ellos, por lo tanto, si alguno se va nadie lo echará de menos. Hasta que un buen día apareció un nuevo baterista, uno bastante guapo y sexy, por cierto. Aunque tanto a Nick como a mí nos parecía bastante rudo, ya sabes, el cliché de un baterista hecho realidad, cabello largo, barba larga y descuidada, perforaciones y muchos tatuajes. Nick literal babeaba por él pero el chico sin nombre era tan rudo...Que se sentía demasiado intimidado, por lo que nunca siquiera se atrevió a preguntarle su nombre.

-¿Trabajaba para él y nunca investigó como se llamaba?

-Todos le llamaban "Rocky", pero nadie sabía su nombre verdadero. Además no podía mostrar demasiado interés, imagina los tabloides, "Cantante afamado acosa sexualmente a uno de sus músicos". No había muchas opciones. Pero un día sucedió, el destino los encontró a solas en el camerino bebiendo agua y desde entonces...Nick lo observaba durante los descansos, en medio de los ensayos y cuando lo veía dirigirse hacia el garrafón, lo seguía y así todos los días. Se miraban y se miraban pero nunca pronunciaron palabra.

-¿Rocky también miraba a Nick?

-En efecto - Asintió - Pero actuaba como si fuera mudo; por lo que yo trataba de animar a Nick para que lo invitara a tomar algo que no fuera agua y a un lugar fuera de todo ese ambiente, pero el muy idiota jamás me escucha, siempre deja todo para "mañana" o para "luego". Y un día simplemente el chico no apareció más. Y todo se quedó en un amor de garrafón frustrado.

-¿Rocky murió? - La pelirroja se conmovió más de lo que esperaba.

-Nooo, bueno no lo sé, nunca se me había ocurrido esa idea, pero imagino que nos habrían notificado. El anterior baterista regresó, me parece que estaba enfermo y Rocky solamente ocupó el puesto vacante de forma temporal.

-¿Y nunca se volvieron a ver?

-No. Esa es la parte más triste, Nick aún lo piensa y lo extraña. Entonces caí en la cuenta de que no debemos desperdiciar el tiempo dando por sentado que tenemos un futuro asegurado, vaya, ni siquiera tenemos la certeza de que dentro de una hora seguiremos respirando.

-Creo que Rocky también sentía algo por Nick pero no sé atrevía a entablar una conversación con él, seguro pensaba que un chico bonito y superficial jamás se fijaría en él.

-Ahí radica la importancia de nunca callarnos lo que sentimos, puede ser que la otra persona no sienta lo mismo, pero peor sería quedarnos con un "No" que pudo haber sido un rotundo y perfecto "Sí" y si lo dejamos ir por miedo al rechazo...Puede que no volvamos a sentir eso nunca más, por más nadie - Finalizó su reflexión.

-¿Y es por eso que eres tan directa? - Ahora comprendía más y más cosas sobre la actitud de Yulia frente a la vida.

-Es por eso que te traje aquí, Elena, para demostrarte que tenemos química y una perfecta conexión y aunque quizás aún no te hayas dado cuenta, creo que has empezado a enamorarte de mí. Lo siento aquí - Se llevó la mano al corazón - Lo siento cada vez que me miras, cada vez que me besas.

Estuvo a milímetros de conectar con sus labios, pero la directora del Carrollton se puso demasiado nerviosa. Incluso podría decirse que hasta sus mejillas se tornaron al color rojo.

De inmediato supo que si se dejaba atrapar por ese beso, terminarían desnudas y con la piel tapizada de marcas.

-Muero de hambre - Mintió y se echó un poco para atrás para evitar que sus bocas contactaran.

Pero Yulia no lo tomó a mal, de hecho secretamente le agradecía por frenarla e impedir que aceleraran las cosas.


-Yo también estoy asustada - Lo dijo con tanta sinceridad que mató a Katina de ternura - De todas las locuras que he cometido, pretender conquistarte ha sido la más grande - Confesó.

-Entonces le doy gracias a Dios de que estés tan loca - Sonrió y le dio un pico - ¿Desayunamos?

La chica asintió y ambas se levantaron de la hamaca. Caminaron con manos entrelazadas rumbo al comedor. Aún les quedaban maravillosas veinticuatro horas por delante para seguir disfrutando de esa escapada romántica.


-Elena... - La modelo la llamó - ¿Cuál ha sido la locura más grande que has cometido tú?

-Levantarme de esa hamaca sin habernos hecho el amor - Respondió sin analizar mucho sus palabras.

Yulia sonrió. Habría deseado poner atención en sus clases de física para entender qué carajos estaba haciendo corto circuito adentro de su estómago.




Un capítulo más para que puedan perdonarme...

Capítulo 16:

Yulia miró el costoso reloj blanco Chanel con incrustaciones de diamantes en su muñeca, las manecillas marcaban cuarto para las nueve de la noche. Simplemente perdió la cuenta de las horas que había pasado con la ojiverde nadando en la laguna. También había perdido la cuenta de todos los besos que habían compartido y de la cantidad de veces que sintió el deseo de arrancarle la ropa a Elena.

Finalmente, había acordado con ella que irían a un Pub para cenar y beber algo. No era el sitio más lujoso del planeta, pero según las fotografías en Google era lo que más se apegaba a los gustos de ambas.

Ahora mismo, se sentía un tanto ansiosa, ya que su acompañante llevaba demasiado tiempo arreglándose, así que después de meditarlo un poco, decidió llamar a la puerta del baño para comprobar que todo estuviera en orden.

Estaba por golpear cuando escuchó la voz que ahora le resultaba bastante familiar...

-No puedo creer que te lleve a cenar con su familia - Esa era Elena conversando vía telefónica y supuso que la persona del otro lado de la línea sería Alexa - Se suponía que era algo así como una cita - Sonaba intrigada. Claro que Yulia no podía escuchar las respuestas, por lo que no quedaba más remedio que imaginárselas - Aquí todo es increíble - Curvó una sonrisa al escucharla decir eso - Yulia es...¡Dios mío! Ella literalmente es un ángel, te juro que una plática con ella te deja más enseñanzas que la Sagrada Biblia - Pudo jurar que Elena estaría sonrojada, había aprendido a identificar en un periodo muy corto de tiempo esa risa nerviosa - No, de verdad que no estoy exagerando, hacer este viaje con ella es lo mejor que me ha pasado en la vida, corrijo, conocerla es lo mejor que me ha pasado en la vida - Se hizo un pequeño silencio que la modelo infirió se debía a que la Señorita Ferrer estaría dando a conocer su punto de vista - Ya, ya lo tengo decidido - Respondió con mucha seguridad y eso consiguió despertar un poco la angustia de Yulia - No, claro que no se lo pienso decir aún, no me parece correcto, además no es el momento ni el lugar - Esa última frase consiguió activar todas sus alertas - Claro que voy a contarte todos los detalles, necesito desahogarme con alguien y ni modo que lo haga con mi madre ¿Verdad? - La ex Victoria's Secret estaba extremadamente confundida...Lo que Elena conversaba por teléfono ¿Sería bueno o malo? - Estoy más confundida que nunca, Alexa...Creo que...Me estoy enamorando de ella.

Y entonces Yulia lo supo.

Claro que era malo, EXTREMADAMENTE MALO, pero para Tom, para ella era algo así como haberse sacado la lotería.

Tomó unos cuantos segundos para normalizar su respiración y el ritmo cardiaco.

Una vez recompuesta por tremenda tormenta de emociones se animó a tocar.

Elena se despidió rápidamente de su mejor amiga y le deseó suerte con su rapero, cortó la llamada y asomó la cabeza. Definitivamente no estaba preparada para lo que le esperaba detrás de la puerta...Quedó profundamente hipnotizada por la belleza de Yulia Volkova.

Si antes creía que era un ángel, ahora ya no lo creía, ahora ESTABA TOTALMENTE SEGURA.

-¿Estás lista? - Preguntó la poseedora de ojos cielo con una sonrisa que parecía irreal de tan perfecta que resultaba.

-Creo que para mirarte nunca estaré lo suficientemente lista... - Suspiró tontamente - Cuando creo que ya no serás capaz de sorprenderme apareces con ese vestido blanco y siento que me va a dar un infarto.

-Lo hice con toda la intención, me arreglé para ti, para gustarte - Y por supuesto, el sello de la casa no podía faltar, se mordió el labio inferior.

-Te ves preciosa - Elena Katina jamás imaginó que se encontraría halagando la belleza de otra mujer, concretamente que estaría deseando recorrer con sus dedos y sus labios la anatomía desnuda de una mujer.

-Tú más - Yulia le regresó el cumplido y le tendió la mano para salir.

****

Llegaron al bar a eso de las nueve y media.

Estaba prácticamente lleno...Era obvio que Yulia no pretendía ser reconocida por la multitud, mucho menos obtener los beneficios de una celebridad, así que no tuvieron inconveniente en tomar dos taburetes junto a la barra.

-Así que... - Elena la miró tras beber el primer sorbo de su cerveza de Draft - En verdad pretendes deslindarte de todo lo que involucre a la Industria.

-No del todo - Yulia negó e imitó a su acompañante bebiendo del refrescante líquido - Me gustaría seguir escribiendo canciones en el anonimato - Levantó un poco la voz porque la música comenzaba a sonar con mayor fuerza.

-¿Has escrito para otros artistas además de Nick? - Parecía muy interesada en el tema, y es que ahora todo lo relacionado con la vida de Yulia Volkova le resultaba sumamente relevante, hasta el más mínimo detalle. La modelo asintió.


-Pero ese...Señorita Katina, es un secreto.

-¿Algún día me dirás que canciones has escrito?

-Algún día - Accedió a medias con rubor en las mejillas - Salud - Chocó su tarro con el de Elena.

-Y en cuanto al modelaje...¿Te alejarás del todo?

-Por completo, estoy hastiada de todo ese ambiente. Mi renuncia ya está firmada pero falta dar la noticia públicamente, básicamente es algo que le debo a mis fans.

-¿No se lo imaginan?

-No lo creo, según las revistas de peso, estoy en el momento más alto de mi carrera, así que estoy segura de que mi retiro tomará por sorpresa a más de uno.

-¿Y cómo se los piensas decir?

-El día en que te conocí, justo en el momento que Viktoria me llamó, estaba redactando un post en tumblr para ellos, era una especie de carta despidiéndome y explicándoles mis motivos, pero tomé la interrupción de mi hermana como una señal para no publicarla.

-¿Por qué? ¿Temes arrepentirte de última hora?

-Para nada - Bebió nuevamente y descubrió que estaba sedienta porque el recipiente de cristal había quedado vacío, así que no dudó en pedirle al bartender que lo llenara de nuevo - Se trataba de un texto bastante íntimo y personal, era bastante revelador y honestamente no creo estar lista para mostrar ese lado vulnerable de mi vida en un comunicado público, pero admito que fue una buena catarsis.

-Así que...¿Permitirás que los medios den la noticia por ti?

-No precisamente. Roger, mi representante, me sugirió que asista con Nick a una presentación que tiene con Ellen la próxima semana, él interpretará por primera vez su nuevo single y yo les suelto la bomba.

Elena se percató de que había terminado su cerveza y le pidió al chico de la barra que la llenará de nuevo.

Yulia estaba revisando su cuenta de Instagram, ya que el móvil vibraba insistentemente, las notificaciones estaban a full y sintió curiosidad de mirar. Entonces notó que en la última imagen, en donde había sido etiquetada por Nick, varios usuarios habían tapizado la caja de comentarios con emojis de ratas y serpientes, acompañados con mensajes violentos donde la llamaban "Perra" y le deseaban la muerte.

-¡Dios mío! - Elena se ofuscó al mirar la pantalla - ¿Por qué te odian tanto?

-Ellos no me odian, es imposible odiar a alguien a quien ni siquiera conocen, ellos creen conocerme por lo que otras personas hablan sobre mí o por la mierda que me obligan a decir en las entrevistas, que naturalmente son manipuladas. A lo sumo me han visto una o dos veces en su vida, no tienen idea de quién soy - Se encogió de hombros y silenció las notificaciones de la aplicación, bloqueando la pantalla del iPhone dejándolo por la paz sobre la mesa.

-¿Cómo es lidiar con tanta envidia en las Redes Sociales? - Preguntó aún sin haberse liberado por completo del enojo. De verdad que los fans podían llegar a resultar extremadamente tóxicos.

-Supongo que atraviesas por varios procesos, al menos en mi caso así fue. Primero me sentí fatal, estaba acostumbrada a recibir un montón de amor y buena vibra en mi caja de comentarios, al menos la mayoría de los mensajes eran lindos. Después, el cambio fue tan abrupto que pensé la culpa era mía, llegué a creer que la del problema era yo porque estaba haciendo las cosas mal. Dudé hasta de mí misma y de mis propias convicciones.
Hasta que las personas a mí alrededor que naturalmente eran totalmente objetivas con la situación, me hicieron entender que el problema no era mío, sino de ellos. Entonces entendí que los seres humanos no estamos diseñados para esparcir odio, y las personas que odian son anormales, definitivamente hay algo mal con ellos. Porque quiero decir, si una película no te gusta...no la vuelves a ver, si una canción no te gusta...no la compras, si una persona no te simpatiza la evitas...

-Pero en cambio ellos - Elena negó con la cabeza comprendiendo lo difícil que debía ser soportar a gente tan frustrada con su vida - Si no les gusta la película o la canción insultan a los actores, al director, al productor...

-Y lo peor es que si se los topasen cara a cara, les pedirían un autógrafo y una fotografía. Esos seres tienen el autoestima tan baja que carecen del valor y el coraje suficiente para decir las cosas de frente, por lo tanto, necesitan de un dispositivo electrónico para escribir una bola de barbaridades - Recordó Yulia las innumerables ocasiones en que algún "Admirador" le pidió tomarse un selfie con ella solamente para después subirla a Twitter y postear que se había fotografiado con una rata.

-Y ni siquiera son capaces de utilizar una imagen de sus caras para sostener sus palabras - Complementó la ojiverde recordando que había un extraño patrón que se repetía en el avatar de los usuarios que agredían con sus comentarios, y ese era, que todos tenían la foto de un huevo o en su defecto, de alguna figura pública.

-Nunca he sabido si colocan en su avatar la foto de una celebridad para evitar ser reconocidos en la vía pública y de esa manera evadir la responsabilidad por provocar terrorismo cibernético o si simplemente se avergüenzan de ellos mismos y por eso no se muestran.

-Son dignos de un experimento social - Reflexionó Elena, pensando en que los casos de bullying que había observado a lo largo de su corta trayectoria entre las alumnas del Carrollton se debían a enormes problemas de violencia intrafamiliar que vivían en sus hogares - ¿Te imaginas el porcentaje de ellos que cometerían suicidio si sus vidas fuesen totalmente expuestas al público? - Y no es que se encontrase preocupada por esas personas, es que estaba sumamente molesta porque sentía el deseo de pisarlos a todos como las cucarachas que eran...Si por ella fuera, nadie lastimaría a Yulia nunca más. No importa lo fuerte que la modelo se mostrara, Elena sentía una inmensa necesidad de protegerla contra todo.

-No creo que tuvieran el valor de suicidarse, porque hasta para suicidarse se necesita tener una personalidad con rasgos suicidas y créeme, esos entes que deambulan por ahí en el cibermundo tirando mierda, ni siquiera tienen una personalidad, carecen completamente de una identidad propia.

-La verdad es que no creo que ellos te odien, en el fondo sé que te aman porque no dejan de hablar de ti, están pendientes todo el tiempo de lo que haces y de lo que no haces también - Sonrió.

-Algunas veces...Eso da miedo ¿Sabes? La obsesión que tienen ellos hacia mí.

-Es difícil no obsesionarse contigo - Elena acarició su cabello - Es difícil no estar pendiente de ti todo el tiempo.

-Pero a ti no te tengo miedo.

-Deberías... - Era obvio que las cervezas comenzaban a surtir efecto en Katina.

-Tú...Deberías tenérmelo a mí - Yulia la retó.

-¡Ah! ¿Eso crees? - La voz de Elena era tan sexy que definitivamente causó estragos en la morena. Sus hormonas corriendo el maratón de los cien metros, imaginando cualquier cantidad de actos calificados como impuros por la Biblia.

-Definitivamente - Por un instante, Yulia sopesó la posibilidad de seguirle el juego, pero estar en un lugar atiborrado de personas no combinaba con sus pensamientos acerca de la ropa de Elena regada por todo el piso del lugar - ¿Te imaginas que diría la prensa de Miami si se llegasen a enterar que la directora del Carrollton del Sagrado Corazón está teniendo una aventura lésbica en algún lugar paradisíaco de México?

-Hey, eso es verdad, ¿Cómo es que en todo este tiempo juntas no hemos sido perseguidas por algún paparazii? - Cuestionó intrigada - Imaginaba que salir con una celebridad sería algo así como en la película de "A Roman Holiday" y tendríamos que huir de la prensa todo el tiempo.

-La prensa está comprada - Yulia le aclaró - Los paparazzis no aparecen al menos que tú los llames. Y si quisiera que me fotografiaran con alguien, concretamente con mi PR, me pasearía con esa persona tomada de su mano por todo Coachella o montaría una cena en The Nice Guy en LA - Le sonrió - Si quiero salir con la chica que me gusta de verdad, organizamos una escapada romántica en medio de la nada y listo.

-Así que...¿Quién es esa chica...? - La ojiverde jugó con su cabello, ¿Estaba coqueteando o solamente se sentía nerviosa? Probablemente era la mezcla de ambas emociones - La que te gusta de verdad - Apenas consiguió que le saliera la voz.

-Tiene tus ojos - Susurró muy bajito y se acercó lentamente hasta poder respirar el olor del cabello de Elena - Tiene tu boca - Esto último lo dijo en su oído.

-Te escuché anoche - Confesó la ljiverde avergonzada - Mientras hablabas con tu madre.

-¿Qué dije? - Preguntó sincera, ya que realmente no recordaba nada relevante en la conversación con Larissa.

-Que para ti esto solamente significaba sexo.

-No podía decirle a mi madre que te traje conmigo a base de chantajes y tampoco que planeo enamorarte locamente cuando me estaba recordando una y otra vez con sus gritos el hecho de que estabas comprometida con Tom - Se encogió de hombros.

-Lo lamento - Elena agachó la mirada.

-¿Por estar comprometida? ¡Vamos, Lena! En todo caso la culpa es mía por meterme en una relación de años que se encuentra a punto de llegar al altar. Quien tendría que lamentarse por ello soy yo, pero la verdad es que no lo hago, porque de lo contrario no estaríamos juntas aquí y ahora.

-No lo decía por eso, no me refería al hecho de estar comprometida... - Y es que ella ya había tomado una decisión, aunque solamente Alexa la conocía - Sino a que tú fuiste clara desde el principio con tus intenciones, querías sexo y yo no te lo he dado.

-Tampoco lamento eso - Yulia posó su mano en la de Elena que descansaba en la mesa para cubrirla y llenarla de seguridad.

-¿De verdad? - Se emocionó. Esa actitud le parecía demasiado linda.

-De verdad. Tú eres diferente a todas las personas que he conocido antes y lo que siento por ti también es diferente a cualquier cosa que yo haya sentido antes, así que cuando tú y yo estemos juntas en esa forma, si llega a pasar, quiero que estés realmente segura, odiaría que te arrepintieras a la mañana siguiente o que me convirtieras en un experimento, como ese algo que debías vivir antes de casarte.

-Jamás - Acunó el rostro que parecía esculpido por los mismísimos dioses de la mitología griega - Nunca serías un experimento para mí...Yo... - Tomó aire y liberó las palabras - Yo estoy enamo... - Pero Yulia la calló con un beso.

Fue uno bastante corto, pero por primera vez en su vida se encontró a sí misma besando a una mujer en un lugar público.

Y no le importaba.

No le molestaba.

Porque se había sentido demasiado libre, demasiado cómoda consigo misma.


-No lo digas - Le pidió recordando la conversación que había escuchado entre Elena y Alexa. Ella había dicho que "creía" estar enamorada - No aún, hazlo cuando estés completamente segura - Suplicó tiernamente - Porque si terminas tu frase, yo ya no seré capaz de dejarte ir - Entonces la besó de nuevo.

Fue un beso mucho más profundo, al final de cuentas la gente estaba absorta en sus propias conversaciones, perdidas entre el sonido de la música y el sabor de sus bebidas.

Mientras que Yulia y Elena se perdieron fácilmente en el sabor de sus bocas, en la textura de sus lenguas, en el olor de sus respectivos perfumes, y en esas MALDITAS MARIPOSAS.

Capítulo 17:


La noche anterior había resultado totalmente memorable.

Y es que ya se estaba volviendo una tradición que las profundas conversaciones con Yulia fueran capaces de transformar una mañana, una tarde o una noche ordinaria, simplemente en una extraordinaria.

Su mente era...¿Fascinante?

Elena Katina consideraba que esa palabra ya resultaba insuficiente para describirla con justicia.

¿O quizás era el amor que le impedía ser objetiva?

Sí. Amor. Ese que ya se sentía incapaz de negar.

Y entre divagaciones y más divagaciones en su mente...La pareja aterrizó en Miami a eso de las cinco de la tarde, aún con el cielo iluminado por la luz del sol.

Los fantásticos días en el paraíso terrenal habían quedado en el pasado y ahora se encontraban totalmente de vuelta a la realidad.

-¿Quieres que te lleve a tu casa? - Preguntó la modelo tan pronto se encontraron en el aparcamiento donde había dejado su Volvo deportivo rojo.

-¿Te molestaría si pasamos primero a tu apartamento? - Los ojos verdes parecían apenados. Los ojos azules se entrecerraron tratando de definir lo que eso podría significar.


-Claro - Respondió con una extraña sensación de ansiedad que recorría todo su cuerpo. Aunque no era ansiedad en el sentido malo de la palabra, todo lo contrario, se sentía bastante bien, sobre todo en la boca de su estómago - ¿Puedo preguntar para qué? - La curiosidad la habría matado si se esperaba hasta llegar a casa para descubrirlo.

¿O tal vez...No?

Yulia Volkova descubrió que algunas veces es mejor quedarse con la duda.


-El anillo - Respondió Elena con toda honestidad - Se quedó en la mesa de centro en tu living y debo reunirme con Tom ésta noche.

La morena sabía que Tom había salido de prisión esa mañana, Roger la había llamado para notificarle. Pero...Dentro de todos los escenarios posibles que cabían en su cabeza, ninguno incluía a Elena corriendo a buscarle tan pronto llegasen a Miami.


-Lo había olvidado - Fue todo lo que pudo decir sin que se notara demasiado el nudo formado en su garganta.

Elena era demasiado despistada como para darse cuenta que Yulia no pronunció palabra en todo el camino hasta West Palm Beach. Era mucho más sencillo y cómodo asumir que la chica al volante se encontraba cansada o meditando sobre la entrevista que tendrían ella y Nick en el programa de Ellen, que darse cuenta de la verdad: Sus palabras le habían roto el corazón sin querer.

Bien decía San Agustín que el camino hacia el infierno se encuentra pavimentado de buenas intenciones.

Pero la directora del Carrollton se encontraba totalmente ajena a esa realidad.


-Gracias por dejarme venir a recogerlo - Le dijo para hacer algo de conversación una vez que llegaron a su destino.

-Es tuyo - Respondió secamente - Además era el trato...Tú podías tomarlo tan pronto se terminara nuestra cita juntas.

Elena sonrió y hasta golpeó el brazo de Yulia. Seguía creyendo que la morena bromeaba.

Y es que la ex Victoria's Secret le había mostrado un lado suyo tan relajado y despreocupado de la vida, tan poco posesivo que le hubiese resultado imposible imaginar lo que en realidad pasaba por su cabeza.



-Te noto agotada, así que tomaré un Uber hasta Miami - Le dijo de forma cariñosa y considerada mientras depositaba un beso corto en sus labios.

-Como prefieras - Fue lo único que recibió a cambio.

-¿Te veo mañana? - Al no escuchar respuesta continuó - En el Colegio.

-Pensé que me habías echado.

-Yulia, por Dios, nunca había conocido a una persona tan llena de vida, sería una idiota si dejara escapar a la mejor orientadora que podrá existir en la historia del Carrollton del Sagrado Corazón.

-Vale - No dijo más pero esa palabra fue suficiente para que Elena diera por sentado que la vería al día siguiente.

Pidió el Uber a través de su móvil y fueron cuestión de siete minutos para que se encontrara camino a su casa.

Durante el trayecto de West Palm Beach a Miami no pudo evitar esbozar una sonrisa al recordar todos y cada uno de los momentos vividos en la Laguna de Bacalar.

Le había entregado a Yulia algo que estaba totalmente segura no habría podido hacerlo con nadie más: La desnudez de su cuerpo.

Sin pensarlo mucho tomó su teléfono, tecleó un simple "No van ni 15 minutos que nos separamos y ya te extraño". Pulsó enviar y ansiosa miraba la pantalla una y otra vez esperando respuesta de la modelo pero fue en vano.

Seguramente se habría quedado dormida, la había notado cansada.

Aunque claro, eso era lo que ella pensaba.

Nada más lejano de la realidad.

Varios kilómetros después reconoció la calle tan familiar que conducía hasta la fachada de su apartamento y envió dos mensajes más. Uno para Yulia y el otro para Alexa, ambos con el mismo contenido: Avisarles que ya se encontraba en casa.

Como era de esperarse, Yulia no respondió porque "Se encontraba dormida", mientras que su mejor amiga lo hizo casi al instante con un entusiasta "Nos vemos mañana, tenemos muchas cosas que contarnos ".

Elena introdujo las llaves para abrir su puerta y tremenda sorpresa se llevó al mirar a la persona que se encontraba sentada cómodamente en su sofá...

-Thomas - Apenas le salió la voz. Es verdad que pensaba reunirse con él, pero más tarde, después de tomar un baño y en un lugar  <<menos íntimo>> mucho más ¿neutral?

-Hasta parece que viste a un fantasma - El tono en la voz de su novio sonaba más como un reclamo que a otra cosa.

-Pues no es para menos, llego a mi casa y te encuentro aquí en la sala sin avisarme.

-¿Desde cuándo necesito pedir permiso para entrar a la casa de mi novia? - Era más una ironía que una pregunta. Se levantó de su sitio y caminó hacia Elena que aún tenía su maleta en mano - ¿Recuerdas cuando me diste esto? - Tom le mostró su propio juego de llaves - Me dijiste que al entregarme esto, no solamente estabas poniendo en mis manos las llaves de tu hogar, sino también de tu corazón - Él no sonaba enojado, más bien estaba como ¿Triste?

-Lo siento - ¿Lo siento? ¿Qué era exactamente lo que lamentaba? ¿Haberse asustado al verlo ahí? ¿Sentirse incómoda con la presencia de la persona con quien alguna vez había planeado compartir su vida? Quizás era todo al mismo tiempo.

-Estuve tres días encerrado en ese infierno y comprendo que no hayas querido visitarme, honestamente no es lugar para una mujer decente, también entiendo que hayas estado enfadada, pero pensé que lo primero que vería al salir sería el verde de tus ojos - Él hizo una pausa para mirar a los anteriormente mencionados. Y lo descubrió...Ellos ya no brillaban como antes cuando lo miraban de vuelta - No solamente no estuviste para recibirme con un abrazo, sino que me enteré por tu madre y no por ti, que habías salido de viaje...¿Puedo saber a dónde? - Clavó sus ojos azules en la maleta.

-Eso no importa ahora - Respondió sintiéndose terriblemente culpable, pero su culpa no iba a cambiar el rumbo de las cosas. Durante todos esos días y paradójicamente, perdida entre esas profundas charlas con Yulia, se había encontrado a sí misma.

Había tomado una decisión y no había vuelta atrás.

-Sí importa, Elena - Los ojos de su aún prometido se veían tan tristes, expresaban impotencia, desesperación - ¿Dónde estuviste? ¿Con quién?

La Directora del Carrollton tomó una generosa cantidad de aire, sintió llenar sus pulmones y después exhaló. Necesitaba calmarse, lo que venía a continuación sería desastroso para ambos.


-Podría decirte un montón de cosas, darte un millón de excusas y decirte que estuve sufriendo durante tu encierro buscando la manera de sacarte libre, pero esa sería una enorme mentira y no quiero mentirte.

-Presiento que justo ahora estamos en medio de ese momento en donde una de las partes en una pareja te dice "Tenemos que hablar" y estoy seguro que no me va a gustar lo que estoy por escuchar - Confesó atemorizado, incluso sentía como sus glándulas segregaban sudor.

-Cuando éramos niños y te vi por primera vez - Elena sonrió al recordar su primer encuentro en el jardín de la casa de sus padres - Yo acababa de caerme del columpio y tú apareciste y me ayudaste a levantar. Me puse tan nerviosa que ni siquiera supe si fue por la vergüenza o porque al mirarte sentí tantas cosas que no podía ni hablar.

-A mí también me pasó - Apretaba los labios para no sollozar - No sé si lo notaste pero estaba tan nervioso que tampoco podía hilar frases muy coherentes.

-Tom, yo realmente en ese instante pensé que había encontrado a la persona indicada, al príncipe azul de los cuentos pero en versión aún mucho más guapo - Sonrió - Construí una película romántica entera contigo como protagonista, con nosotros... - Clarificó - Imaginé el día en que me dieras mi primer beso, soñaba con que me pidieras que fuera tu novia y pensé que el día más feliz de mi vida sería el día de nuestra boda, soñaba con tantas cosas maravillosas a tu lado... - Exhaló nuevamente - Una casa enorme a la orilla de la playa con un enorme jardín, con un montón de niños corriendo, soñaba con que cada uno de ellos tuvieran tus ojos y tu sonrisa...

-Elena - Él tomó su mano tiernamente - Eso no ha cambiado, yo llevo soñando exactamente con lo mismo desde que te conocí.

-Pero yo ya no - Negó con la cabeza sintiendo como su corazón se rompía. Porque duele. Duele decirle a la persona que amas, que lo de ustedes dos ya no va más. Elena habría dado cualquier cosa para que la situación se invirtiera, para que fuera Tom quien la lastimara y no ella a él, porque el hecho de que ya no estuviera locamente enamorada de él, el hecho que ya no lo deseara sexualmente y de que sus sentimientos ya no fueran los mismos que se tienen en una relación de pareja, no significaba que ya no lo amara y ¡Claro! Claro que le dolía lastimarlo, pero no podía seguir con esa farsa, no a dos semanas antes de la boda - Mis sueños han dejado de ser esa enorme casa - Los ojos verdes comenzaron a llenarse de lágrimas - Mis sueños han dejado de ser tener un hijo que tenga tus ojos y tú sonrisa, yo ya no me miro a mí misma despertando contigo todas las mañanas - Y entonces un dolor en el pecho casi asfixiante terminaron con las ilusiones de aquel hombre.


-Sé que cometí un error, que perdí la paciencia, que dañé físicamente a una mujer, Pero...Estoy arrepentido - Y no estaba mintiendo. Tom deseaba que todo lo que acababa de escuchar fuera una pesadilla, aunque ¿Para que se hacía tonto? Desde aquella noche en ese mismo apartamento cuando Elena lo rechazó y se rehusó a hacer el amor con él, algo en su interior lo supo - ¡Por Dios...Nos casamos en dos semanas! - Él sabía que Elena lo estaba echando de su vida, pero se negaba a dejarla ir, se negaba a convertir ese triste momento en una despedida.

Con el rostro inundado en lágrimas y una opresión en el pecho no menos grande que la de Tom, Elena Katina negó con la cabeza y se mantuvo firme con su decisión. Así que introdujo una de sus manos en el bolsillo del pantalón y encontró a tientas la joya redonda de oro blanco con un diamante incrustado en el centro.


-No voy a casarme contigo - Le tendió la mano para que el chico parado frente a ella aceptara de vuelta el anillo.

Debía entregárselo, sentía la obligación moral de hacerlo, esa había sido la razón por la cual le pidió a Yulia que se pasaran por su apartamento, porque no podía seguir comprometida ni un minuto más, no estando enamorada de ella como una tonta.

-¿Hay alguien más? - Se atrevió a preguntar tomando el anillo y limpiando sus propias lágrimas con el dorso de la mano. Ella asintió, incapaz de negar todo lo que sentía.


-De verdad lo siento muchísimo.

-¿Quién es? ¿Dónde lo conociste?

-No quiero hablar de eso - Realmente estaba de más. Lo consideraba emocionalmente grotesco y de mal gusto para su hombría. Suficiente tenía con romperle el corazón como para encima destrozarle el autoestima restregándole que lo había dejado por una mujer. No podía ser tan cruel. No existía necesidad de hacerlo.

-Tienes razón, creo que tampoco estoy listo para saberlo y mi corazón no podría soportarlo - Acarició con manos temblorosas las mejillas de Elena - ¿Te corresponde? ¿Te hace feliz? - Después de todo la amaba con toda su alma y cuando amas a alguien, la mejor manera de demostrarlo es respetando sus decisiones, aceptar el rechazo y dejarla ir.

-No sé si me corresponda, pero su sola presencia llena de vida y de luz cada una de las horas de mi día.

-¿Recuerdas aquel paseo que dimos por la playa después de que te propusiera matrimonio? - Elena asintió. Claro que lo recordaba, habían visto una estrella fugaz y de acuerdo con la tradición ambos habían pedido secretamente un deseo - Espero que tu deseo se haya hecho realidad - Seguía derramando lágrimas - El mío me traicionó.

Elena no sabía qué hacer para reconfortarlo y tampoco tenía las palabras, así que lo único que atinó a hacer fue abrazarlo con fuerza.

-Sé que encontrarás a... - <<Alguien más que sí pueda corresponderte>> Pensaba decirle, pero sonaría tan barato y tan cliché que prefirió ahorrarse la frase - Sé que encontrarás la felicidad sin mí.

-Despídeme de tus padres y diles por favor que han sido los mejores suegros que jamás imaginé tener - Ya no tenía sentido que volviera a casa de os Katin - Respecto a mi puesto de trabajo en el Colegio, mañana me presento con la Directora de Recursos Humanos para entregarle mi carta de renuncia.

Una vez que su ahora ex prometido salió de ahí, se sintió un tanto destrozada, habían compartido prácticamente una vida entera juntos.

Es verdad, Thomas no era perfecto, pero tampoco merecía que le rompiera el corazón de esa manera, de hecho nadie lo merece; sin embargo, no podía permanecer a su lado y mucho menos casarse con él porque no lo amaba, al menos no de la manera en que se supone debes amar a esa persona única y especial, a esa a quien vas a jurarle amor eterno y fidelidad frente al altar.

En definitiva, no era él la persona que le había hecho descubrir el verdadero significado del amor.

Y una parte de ella se encontraba profundamente feliz y ansiosa por llamar a Yulia y contárselo, y gritarle que ya era libre para poder decirle lo que sentía sin miedos y sin culpas.

Pero quiso darle la sorpresa y esperar hasta el día siguiente para hacerlo personalmente.

Lo que ella no se imaginaba, era que Yulia había decidido no volver a poner un pie dentro del Colegio y estaba convencida de que Elena Katina solamente la había utilizado para exonerar a Tom de los cargos impuestos en su contra y para proteger el prestigio del Carrollton del Sagrado Corazón.




Drama siempre habrá, querida psicho

Capítulo 18:

Tan pronto dieron por finalizadas las clases en el Carrollton ese lunes por la tarde, Alexa le ofreció a Elena invitarla a cenar al Front Porch Café, era el restaurante favorito de ambas, localizado en el lobby del Z Ocean, el hotel Boutique de moda entre los turistas, con una ubicación perfecta en el corazón de South Beach.
Aunque ese día en específico, la ojiverde no conseguía concentrarse en el pleno disfrute de la velada, ni siquiera era capaz de escuchar con atención el relato tan emotivo que le estaba tirando su mejor amiga.

-¿Estás segura de que no quieres llamar a Yulia? - Preguntó notando su ausencia mental - De verdad no tengo problema con que se nos una.

-No, no, para nada, ya la veré luego - Lo que Alexa no sabía es que detrás de aquella negativa, existían más de cinco llamadas y veintidós mensajes de whatsapp ignorados durante el transcurso del día - Mejor cuéntame sobre tu rapero - Sugirió.

-Mecánico - Su amiga la corrigió por tercera vez. Pero es que cuando pasas demasiado tiempo con Yulia Volkova el retraso adorable se contagia.

-Lo que sea, ¿Cómo es que te llevó a conocer a su familia en la primera cita? Mejor dicho ¿Cómo es que tú aceptaste? - Aún le costaba creer que Alexa siendo tan independiente e intolerante al compromiso hubiese sido persuadida para embarcarse en tremenda aventura.

-Richard tiene un concepto un tanto diferente a lo que nosotras conocemos como familia.

-Así que ese es su nombre - Su mejor amiga asintió - ¿Y cuál es su concepto extraño de estar en familia? Espero que no te haya llevado a cenar con su esposa y sus hijos.

-No seas idiota, Katina - Abandonó la rebanada de pastel de chocolate que estaba devorando para golpear a la ojiverde en el brazo.

-Era una broma - La directora del Carrollton continuó comiendo su cheesecake con muchas fresas.

-Él no tiene padres - Alexa comenzó a contar un poco sobre la historia de Richard - Lo abandonaron a su suerte en un callejón adentro de una caja cuando apenas era un bebé.


-¿Qué mierda me estás contando? - Abrió muy grandes los ojos por lo que acababa de escuchar, pero Alexa los abrió aún más grandes porque nunca había escuchado a Elena decir la palabra "Mierda" sin rezar un rosario completo después como penitencia.

Efecto Yulia Volkova le llaman.

-Pues eso, Richard creció en las calles, robaba fruta y pan en los mercados para sobrevivir hasta que se convirtió en un adolescente y comenzó a formar parte de una pandilla - Elena la miraba horrorizada. ¿En qué momento Alexa se había involucrado con alguien así? - Era eso o que lo mataran por no pertenecer a una de ellas, sufrió graves golpizas en varias ocasiones - Le informó como si pudiera leer los pensamientos de su mejor amiga y sintiera la necesidad de justificarlo.

-Que quede claro que no lo estoy juzgando - Miró la pantalla de su móvil por el rabillo del ojo pero nada - Es sólo que no es ni un poquito la clase de chico con quienes estás acostumbrada a salir.

-Ese es el punto, no lo es en absoluto y me encanta.

-Entonces...¿A dónde te llevó a cenar?

-A un orfanato.

-¿Vive en un Orfanato? - Preguntó curiosa.

-No, pero la encargada del lugar es como su madre. En realidad, él creció en prisión, ahí dentro aprendió varios oficios pero se inclinó por la mecánica y al salir comenzó a trabajar en un taller.

-¿Y en qué parte de la historia entra la mujer del orfanato?

-Resulta que una noche él volvía rumbo a su casa y fue testigo de cómo dos sujetos intentaban asaltarla, es un poco alérgico a las injusticias así que en cuanto observó cómo colocaban la punta de un cuchillo en la garganta de la anciana no pudo evitar correr hacia ellos y defenderla.

-¿En verdad arriesgó su vida por una mujer desconocida? - Quizás después de todo no se necesitaba ser una fanática religiosa para hacer el bien y ayudar al prójimo. Alexa asintió.

-Y dice que es lo mejor que le pudo suceder en la vida, ya que desde entonces encontró un hogar. Enseña a leer y escribir a los niños y cena con ellos todas las noches, ellos son su familia.

-Supongo que todo éste tiempo hemos vivido con una idea bastante tergiversada de lo que en realidad era la persona de nuestros sueños - Reflexionó la directora del Carrollton - Y terminamos encontrándolos en el lugar más inesperado.

-Sería increíble que Yulia y tú vinieran a cenar con nosotros un día de estos, de hecho no me lo vas a creer pero Richard tiene un amigo que la conoce - Elena rodó los ojos.

-Tres cuartas partes del planeta Tierra conocen a Yulia Volkova.

-No, pero este chico la conoce de verdad, tiene una banda de rock y toca en un bar del centro por las noches, según entendí formó parte de los músicos de Nick Jonas durante una pequeña parte de su gira el año pasado.

La atención de Elena se encontraba tan dispersa que ni siquiera se dio cuenta que acababa de encontrar a Rocky sin haberlo buscado.

****

WEST PALM BEACH, 20:46 HORAS.

El iPhone vibraba insistentemente sobre la mesa de centro en el living. La misma en donde había descansado el maldito anillo de compromiso durante tres noches.

Noches durante las cuales, Yulia ingenuamente creyó que Elena la elegiría a ella.

La morena miraba ansiosa hacia la pantalla que se iluminaba lo suficiente como para saber que era la misma Elena quien llamaba.

Debía ser fuerte y exigirle a su corazón que no se acelerara, que no se moviera, que guardara silencio, porque con cada latido, la labor de fingir que no le importaba saber lo que la ojiverde tenía para decir se hacía más y más difícil de cumplir.

-Te estás comportando como una niña caprichosa - Sentenció Nick.

-Soy una niña caprichosa - Se desparramó en el cómodo sofá pero no sin antes tomar su copa de tinto entre su mano derecha. Ni siquiera bebió, únicamente la utilizó para esconder su rostro a través del cristal.

-Contéstale el puto teléfono - Y le quitó la copa para que lo mirara.

-Si pude soportar una eternidad completa en mi cabeza sin saber que ella existía, ¿qué te hace pensar que voy a responderle un mensaje en menos de una...? - El cantante la interrumpió y en medio de una sonrisa le dijo.

-¿Por qué algunas veces puedes llegar a ser tan increíblemente encantadora con ella...Y otras tantas...? Bueno, y otras tantas la tratas como a un objeto?

-No tengo respuestas para eso, así que no trates de jugar con mi mente.

-Estás intranquila - No era pregunta. Nick la conocía lo suficiente como para atreverse a hacer semejante afirmación.

-¿Podemos entrar al estudio? - Evadió la observación de su mejor amigo.

-Me rehuso a grabar una canción de desamor para Elena - Era tan típico de Yulia, entrar en depresión y escribir canciones de manera compulsiva para que el guapo cantante las interpretara. A decir verdad, tenían material grabado suficiente como para sacar cinco álbumes al mercado - En algunas ocasiones me siento con la obligación de recordarte que yo no soy un títere y tú no eres mi ventrílocuo - Se quejó.

-Quiero cantarla yo - Soltó de repente.

-¿De qué hablas? - Él creía haber entendido, porque en realidad la morena había manifestado sus deseos con bastante claridad, era sólo que no lo podía asimilar del todo.

-Quiero grabarla con mi voz - Ella confirmó.

-¿QUEEEÉ? - Los ojos de Nick prácticamente se salen de sus órbitas. La joven de profundos ojos color cielo tenía un don para el canto, pero ella se empeñaba en ocultarlo.

-No pienso sacar un álbum ni nada por el estilo - Rodó los ojos - Solamente quiero desahogarme y no se me ocurre una forma mejor.

-A mí sí - Aseguró - Toma el puto teléfono y llámala, o mejor aún...Ve a buscarla y colócala contra la pared - Le ordenó - Y eso último lo dije de manera muy literal.

-¿Para qué? Si ya sabemos cómo termina esto, ella y yo desnudas en la cama, muchas ilusiones rotas y promesas que jamás va a poder cumplir porque es incapaz de renunciar a su perfecta vida heterosexual.

-Por lo que me contaste que vivieron en Bacalar, no parece que pretendiera echarte de su vida.

-¡Por supuesto que no pretendía echarme de su vida! - Exclamó alterada, gesticulando de forma exagerada con las manos. Incluso algunas gotas del líquido púrpura salpicaron sobre su pijama de pandas - ¿Quién se sacrificaría eligiendo entre dos cosas que le gustan cuando puedes tener lo mejor de ambos mundos?

-Tú no - Respondió muy seguro - Tú no eres de las personas que haces sacrificios - Rió. Y no precisamente porque le alegrara la desgracia de la modelo, sino porque estaba totalmente convencido de que esta vez, ella había montado un huracán adentro de un frágil cono de papel relleno con agua - Pero tal vez ella sí esté dispuesta a elegir, solamente necesita un poco de tiempo, ya sabes, no es como que dejar plantado a alguien en el altar sea sencillo o suceda todos los días.

-Y mientras tanto ¿Qué? - Comenzaba a perder un poco la cordura - ¿Me sugieres que me convierta en la amante?

-¿Y por qué no? - El atractivo músico simplemente se encogió de hombros.

-Porque no me gusta compartir, soy incapaz de conformarme con las migajas, no pienso aceptar las sobras de alguien más y es todo o nada.

-Y entonces prefieres quedarte con la nada - Parecía que Nick estaba enfadado.

-¿Tú aceptarías ser el plato de segunda mesa de alguien? - Lo retó.

-Si Rocky apareciese... - Sonrió como idiota - Créeme, podría vivir con ello, aunque fuera de migajas.

-¿Y dónde guardarías a la Diva Jonas?

-La exterminaría...Y me dedicaría a ser yo mismo - Lo decía totalmente en serio.

-Eso sonó muy lindo, Nick - Respondió conmovida.

-Debo confesarte que tu historia de amor con Elena me ha inspirado mucho y estoy a nada de seguir tus pasos.

-¿Intentar conquistar a un sacerdote?

-No idiota - Aunque trataba de mantener una postura de completa seriedad, no pudo evitar sonreír ante el retraso de su novia ficticia - Me refería a mandar a tomar por culo a la puta Industria.

Yulia casi sufre un paro cardiaco de la impresión.

-¿Estás pensando en renunciar?

-No tan radical, pero sí en mandar al demonio a mi manager, la verdad es que últimamente el oxígeno en Narnia llega muy contaminado y siento como si me estuviese asfixiando allí dentro.

-No me habías contado nada sobre eso - Sonaba preocupada de que su mejor amigo estuviera experimentando una crisis existencial similar a la que sufrió ella.

-Como te dije, tu historia de amor me inspiró y ahora quiero tratar de vivir la mía - Confesó en estado de vulnerabilidad absoluta.

Y Yulia sintió la enorme necesidad de envolverlo entre sus brazos.

Minutos después se encontraban en el estudio casero de grabación.

Nick se limitó a tocar el teclado con las notas del pentagrama que Yulia le había pasado en una hoja y ella comenzó a cantar.

*****

TRES DÍAS DESPUÉS.

Elena había llamado temprano esa mañana de jueves a la casa de los Volkov para informar que la Mesa Directiva había analizado con lupa el caso de Vika y habían resuelto darle una nueva oportunidad, por lo que a partir de ese día, era bienvenida de vuelta en el Carrollton del Sagrado Corazón.

En otras instancias, la Directora no se habría tomado tantas atenciones con una alumna como para notificar las buenas nuevas ella misma; ya que por lo general, era su secretaria, la señorita Juno, quien se encargaba de esas cosas.

Era obvio que la ojiverde solamente quería escuchar algo sobre Yulia, lo que fuera, cualquier indicio de que la morena se encontraba bien, pero en cambio, recibió los gritos de Larissa que casi enloquece al enterarse de que Viktoria no se encontraba de vacaciones por haber exentado los exámenes, sino que estaba expulsada.

Elena se sintió culpable por ocasionarle problemas a la más joven de las hermanas Volkov, pero no había tenido otro remedio, Yulia no respondía a sus llamadas ni los mensajes.

A éstas alturas ya había comprendido la indirecta del silencio: La Top Model únicamente había jugado con ella. Pero se encontraba completamente incapaz de guardarle rencor, tampoco estaba arrepentida de haber roto con Tom, por el contrario, le agradecía a Yulia por abrirle los ojos y mostrarle el verdadero significado del amor, aunque no pudieran vivirlo y disfrutarlo juntas.


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Hoy es el cumpleaños de la morocha más hermosa y buenota de Rusia, Yulia Volkova!!! Aunque no recuerdo bien que edad está celebrando hoy, pues este chico lindo lo celebrará con una maratón de esta historia en honor a nuestra cumpleañera 🥳🥳🥳