HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Fati20- Mensajes : 1370
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Esta tarde fui a hacer compras, cosas que creí podrían servirme en el nuevo empleo.
Siempre tuve suerte de tener a gente que supiera mucho de la moda, gente de la cual aprendí tantas cosas. Así no me fue difícil descifrar que ponerme.
Llegué temprano, lo que mis futuras compañeras admiraron de inicio. Me contaron que las últimas dos chicas que pasaron por mi puesto, fueron despedidas al segundo día por su descuido con el horario.
Inmediatamente, Dinah, la dueña del lugar me puso bajo la tutela de Tasha, ella me enseñaría todo lo que debía saber y me dijo:
—Fabuloso atuendo Karen, creo que esta vez encontramos a alguien que en realidad si se merece ser parte del equipo.
No es que no me guste la adulación, más aún por hacer las cosas bien, pero no quería que las demás chicas sientan que vine a robarles la importancia. No quiero ser la engreída y perfecta chica nueva.
Tasha es una linda rubia, muy atractiva, de grandes ojos verdes no tan alta, pero realmente imponente.
—Te llevarás bien con todos aquí, lo más importante, es hacerse amiga de los guardias. Ven —dijo tomándome de la mano—, te presentaré a Mike y Donnie.
Enormes hombres, corpulentos, inyectados algo de seguro porque el tamaño de sus brazos bien podría igualar a mis dos piernas juntas. A la vez me parecieron muy tiernos y amables.
¿Las demás chicas? Me imagino que iré aprendiéndome sus nombres poco a poco. Por el momento lo que más necesitaba es aprenderme la combinación de tragos y como interactuar con las clientes, sobre todo cuando te pidan cosas, que, según Tasha pasa más de una vez todas las noches.
—Pero no te preocupes por eso —dijo riendo al ver mi cara inquisitiva—, no es que tienes que acostarte con nadie. Vienen te piden un beso y dependiendo de si te gustan o no, les das uno tierno o uno… ya sabes, bien puesto.
—Entendido.
—A ti, seguro te sacan a bailar esta noche, y te pedirán varios besos, eso es seguro —dijo Candy, guiñándome un ojo. Una pelirroja alta y delgada, que casi logra hacerme sonrojar.
Tasha le dio una nalgada al pasar y luego prosiguió a enseñarme a mezclar algunas bebidas.
Esto definitivamente será entretenido.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Capítulo 38: Hard Work
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Llevo tres semanas en mi nuevo trabajo y debo decir que muchas cosas han pasado.
La primera noche que estuve en el bar, cuando aún no marcaba tarjeta, se me acercaron cinco mujeres, dos a pedirme bailar con ellas y tres para besarlas y fue… una experiencia, si puedo ponerlo así… única.
Jamás me imaginé besar a dos de ellas al mismo tiempo, mientras bailábamos.
Si a eso se le llama trabajo, encontré el paraíso.
Esa noche gané 200 rublos por los numeritos, 100 en el porcentaje que me toca de los pagos y los otros 100 en propinas, que nos repartimos entre todas.
Tasha también me explicó como funciona el aceptarles tragos a las mujeres que quieren emborracharte un poco. Las llevas al bar y lo sirves tú misma, así evitas que se te pase el alcohol. Simplemente debes saber qué vaso de shot tomar de la estantería.
Los de las clientes son reales, una medida de shot equivalente a 45 ml. de licor. Los nuestros, son «especiales». Hechos de vidrio hasta la mitad, lo que solo deja llenarlos en un cuarto de la medida normal. Inteligente, muy inteligente.
Pero si algo debo aceptar es que, por poca que sea la clientela por noche, el trabajo es agotador. De que hay diversión, la hay, pero atender, servir tragos, bailar, besar y hasta escuchar a mujeres que van a ese lugar por un sinnúmero de razones -como por ejemplo, que su novia de años las dejó por un hombre-, es una tarea épica.
Duermo casi todo el día desde las seis de la mañana que llego a casa. Y, a las diez de la noche, ya estoy nuevamente ahí, marcando tarjeta.
Digamos que ha pasado de todo, hasta me besé con una cantante famosa de los estados unidos en su paso por el bar con una amiga. Ella ebria, y yo… tratando de no hacerme notar. Sin embargo, al final de la noche, se acercó a mí y me dijo:
—Si no fueras tan amable, juraría que eres Lena, pero al diablo. Ella jamás besaría tan bien como tú.
Nunca nos llevamos bien, seamos realistas, ella es muy accesible y yo era una insoportable de mierda. Por supuesto le caía a la patada. ¡Dios!, hasta yo me odiaba en esos días.
Siento a mi heterosexualidad abandonarme cada minuto que paso en ese bar, pero como ella dijo «… al diablo», la vida hay que vivirla y si quiero ser un poco gay, lo seré.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Capítulo 39: Trapped
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Esta noche ha sido realmente un golpe tras otro.
Llegué al trabajo, me cambié de ropa y fui directo a preparar el bar. Para cuando terminé había ya un grupo de mujeres entrando y pidiendo sus bebidas.
Para mi mala suerte mi compañera de la noche, Haley, tuvo un accidente el día anterior y se encontraba todavía en reposo en la clínica, así que básicamente me tocaba cubrirla.
No era la primera vez que hacía varias tareas en el bar. Ya hasta me había estrenado en el show de variedades. Aprendí la coreografía de solo ver a mis compañeras ensayar y pues para ser sincera, lo hago estupendo. Y no es solo mi parecer, mi jefe quiere sin dudas que entre permanentemente al grupo de danza del bar y, según ella, que le dé más ganancias, lo que hará que yo tenga un mejor sueldo, así que no me desfavorece la idea.
Desde mañana debo entrar a ensayar periódicamente y la semana siguiente hacer mi presentación formal. Sin embargo, Haley es una de los principales talentos de este lugar, cubrirla esta noche significa manejar el bar, seguramente transarme unas cuantas mujeres (eso si no me piden los bailes privados tan típicos de ella) y tomar su lugar en el show de medianoche.
—¿Estás lista? —me preguntó Tasha, llamándome desde el lado derecho del bar.
—Sí, todo está listo. Me sé bien la nueva coreografía y ya tengo el atuendo listo.
—Bueno, ve a prepararte que falta poco para la entrada en escena.
Quince minutos antes de la media noche, viernes, el bar completamente lleno, ¿nervios? Para nada, solía vivir de esto, ¿verdad?
Al parecer, la falta de experiencia me afecta. Mi tercer show en dos semanas y todavía tengo los nervios de punta.
—Kay, hoy haré tu presentación al público. Tal parece que Haley va a necesitar algunas semanas para recuperarse de su fractura. La reemplazarás permanentemente desde hoy.
—Okey, no hay problema, lo tengo todo bajo control —dije tratando de convencerme, pero bueno, lo primero que se aprende en la actuación es eso. Sin seguridad y confianza en uno mismo, no convencerás a nadie más.
—Lo sé —me dijo con una sonrisa—, me saqué la lotería al contratarte y mucho más hoy —Regreso a ver el escenario y el salón lleno de mujeres que esperaban el show— Una de mis más exclusivas clientes está aquí esta noche.
"Genial", pensé. Justo hoy, tendría que bailar para una de las personas con mayor influencia en el bar. Una de las consentidas de Dinah, una a la que realmente no hay como decirle que no, en ningún aspecto. Eso… me lo dejó claro, transparente, como el agua.
—Si le gustas, será el éxito. Le encantaba otra rubia que trabajaba antes aquí, pero cuando renunció empezó a fijarse mucho en Haley, ahora espero que te tome cariño a ti.
Perfecto, la mujer, fuese quién fuese, parecía tener el rayo de Zeus. Haría lo que quisiera y yo era el gusano que pende del anzuelo.
—No le gustan mucho los cambios, y es bastante exigente. Pero no te preocupes, nunca se pasa de la raya con las chicas y siempre gasta mucho, sobretodo cuando está feliz. Así que hazla feliz, Kay.
"Hazla feliz, Kay", repetí en mi cabeza, por lo menos unas veinte veces antes de finalmente salir a escena.
Debo agradecer que las luces en el escenario no me dejaron ver al público y que además, evité el contacto con cualquier persona en particular (consejos de Tasha hasta vencer los nervios), y traté de disfrutar el show lo más que pude. Después de todo, ¿cómo más te vendes? La felicidad vende, ser sexy más aún.
Lo dejé todo en ese escenario, Ahora era el momento de averiguar qué tan bien lo hice.
Salí del escenario, me limpié el sudor, me arreglé un poco, me refresqué con un verdadero shot de tequila y salí a pedido de Dinah, aparentemente sí logré llamar su atención.
—Kay, esta es Yulia —dijo poniéndonos la una frente a la otra— Mi mejor cliente y la más consentida.
—Yulia, esta es Kay, mi más último descubrimiento. Estoy segura de que se entenderán muy bien.
Tal vez todos los astros vieron esto venir… ¿Yo? Yo, no.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Capítulo 40: This is Kay
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—¿Kay? —preguntó Yulia al verme, con una burlona sonrisa, con una sarcástica mirada.
Debí imaginarlo. Desde el momento en que supe que ella tenía sentimientos por mí, debí entender que ella pretendía ante el mundo sus preferencias, lo que significa que, para actuar sobre ellas, usaría los más discretos modos, visitaría los más apartados lugares y se refugiaría en la confidencialidad de bares como este.
Yulia es lo suficientemente gay como para ser la cliente más apreciada aquí. ¿Cada cuánto viene? ¿Con cuántas mujeres ha transado en su paso por la ciudad?
Su mirada es inquietante, me vio todo el show, seguramente ya pasó de su estado de shock, ya conectó los puntos y ahora lo único que le queda es confirmar sus sospechas.
—He escuchado muuucho tu nombre este año.
—Es muy común —le respondí extendiéndole la mano para saludarla con una sonrisa falsa y un ánimo que ni me lo creería mi mamá, pero esto me cayó de sorpresa— Es un gusto conocerte.
—Bueno, yo las dejo, tengo que resolver algunas cosas administrativas —Dinah me guiñó un ojo y acercándonos a un área privada, nos dejó solas.
—¿Así que para eso huiste de Moscú?, ¿de tu vida? ¿Para trabajar en un bar en Ekaterimburgo? —dijo Yulia tomando asiento tranquilamente frente a mí, haciendo una venia para que la acompañe.
—¿Perdón? —Sí, fingí confusión. No sé qué tan bien, pero lo hice.
—Vamos Lena, te reconocería hasta bajo la tapa del inodoro.
—¿Lena? —reí con gracia, intentando que mi nerviosismo no salga a relucir. Hora de negar, negar y negar— Creo que me estás confundiendo con alguien.
—Vamos, Katina. Se acabó el jueguito…
—¿Lena Katina? Ya quisiera ser ella —Volví a reír de manera discreta, no quería ofender a la «Diosa del lugar», Yulia es muy sensible con este tipo de respuestas— Me parezco muchísimo. También me confunden con Sophie Turner y con Amy Adams, por cierto.
—¿Crees que me engañas? ¿Ka-y? —pronunció mi nombre como si fuese una completa mentira. En esta pregunta paso la prueba del detector de mentiras con un visto verde.
—Disculpa, en realidad creo que me confundes. No soy Lena Katina.
—¡Ajá, claro!
—¡Es la verdad, mi nombre es Karen! —repetí con seguridad. Ella tenía que dejar de insistir en algún momento, alguna de las dos tenía que dar su brazo a torcer y no sería yo.
—Le-na —acentuó mi antiguo nombre—, podría reconocer tus ojos en cualquier lugar del mundo, tus pómulos, tu sonrisa, tu mirada. Sé quién eres, deja de pretender.
No lo dudo, en lo absoluto. Yulia era muy buena estudiando a las personas, siempre supo reconocer a lo lejos a alguien. No solo físicamente, también cuando fingía, cuando «actuaba».
—¿Así que soy ella por compartir el color de sus ojos y tener una amplia sonrisa?
—Veo que quieres jugar. Hagámoslo entonces, «Ka-y».
Bien, empezamos. Estoy segura de que ella sabe que soy la misma Kay de Sash. Demasiada coincidencia como para fingir demencia.
—Yo también se quién eres, Yulia —le dije y vi como se sorprendió de que lo mencionara.
—¿Quién no? Soy una importante productora de Soho’s, he ganado premios, soy una excelente actriz y cantante… ¿Quién no sabe de mí?
—No me refería a tu persona pública. Eres la mujer que persiguió a Sash por días en Kingisepp —Noté claramente como tragaba. No se esperaba que la enfrente con esa información— No soy quien tanto buscas. Sash me advirtió de ti, me dijo que estabas convencida de que yo era tu amiga, pero lamento decepcionarte.
—Él dijo que tú estabas en Moscú, ¿qué haces aquí?
—Estuve ahí, terminé lo que tenía que hacer y volví a Ekaterimburgo.
—No, huiste de Sash cuando fue a buscarte a Novosibirsk —aseguró, como si me hubiese visto o algo, pero son sus suposiciones. Yo escuché a Anna en ese baño esa tarde cuando fui a visitar a Shapovalov y a Vlad en la heladería. Ella no tiene idea de si estuve o no en Novosibirsk, nunca encontró huella de mi paso por ahí, por lo que mantenerme con la historia del trabajo en Moscú funcionaría.
—¿Novosibirsk? Sash sabía que yo estaba en Moscú, para que me buscaría en Novosibirsk.
—Porque quería que sepas que yo te estaba buscando, ¿para qué más?
—Sash me contó todo eso por teléfono, no necesitaba ir a buscarme, mucho menos en Novosibirsk.
—¿Así que la última vez que lo viste fue en ese pueblucho?
—«Kingisepp» —le aclaro, no es un pueblucho. Pero no pelearé con ella, eso sería muy Lena— La última vez que nos vimos, fue en Moscú la noche anterior a mi viaje aquí por trabajo.
—¿Por este trabajo? —me preguntó burlándose. Como si fuese algo bajo, algo inconcebible.
—La verdad no, no por «este» trabajo, pero para serte sincera, «éste» paga muy bien las cuentas y mis gustos. El trabajo por el que vine es un proyecto personal.
—Ya veo, así que tomas fotos de día, te prostituyes por las noches y «no» eres Lena Katina —Dejó latente su insulto esperando que le respondiera.
—Veo que tienes mucho respeto por la gente que trabaja en este bar —le dije con un tono de reclamo, no pasaré por alto su ofensa— Me pregunto, ¿qué es lo que Dinah ama tanto de ti?
—Ama mi dinero.
—¡Ah! El dinero que gastas aquí en «prostitutas», ¿no?
Se quedó callada por unos segundos, al parecer comprendió perfectamente mi insinuación.
—¿Qué sacas de esto Lena?
—¡Aj, Dios! —dije lo más frustrada e indignada que pude, lo que la asombró. ¿Acaso empezaba a dudar? Tenía que hacer que realmente desconfíe de su memoria, que se llene de incertidumbre— No soy Lena Katina. Por favor, entiende.
—No podría confundirte jamás, yo nunca… —Pausó deteniendo en sus labios lo que iba a decir— Sé quien eres.
Ella no sabe que sobre escuché a Vlad y a Katya, ella no sabe que tengo conocimiento de sus sentimientos hacia mí, de que me ama.
—Dime Yulia —dije acercándome lentamente a donde ella estaba sentada— ¿Lena hizo esto alguna vez? —La tomé suavemente de su barbilla y deposité un tierno beso en la comisura de sus labios, lo que la dejó inmóvil. Enseguida me senté a horcajadas sobre sus piernas y comencé a besarla nuevamente de la manera más dulce al inicio, acelerando poco a poco mis movimientos, hasta dejar que ella se pierda lentamente en mis acciones y tomase la posta. Lo cual hizo sin mucho esfuerzo. Su respiración estaba agitada, su nerviosismo aumentaba, tenía mucho cuidado al pasar su lengua por mis labios.
De verdad siente cosas por mí, ese beso estuvo cargado de sentimientos, de deseo, de anhelo. Sus brazos me rodearon la espalda y hasta descendieron para acariciarme la cola con ansía. Ese beso no se lo das a un extraño, así de simple, ni siquiera si es eso y sexo lo que vienes a buscar.
Saber que yo le gusto puede tener muchas ventajas. Lena nunca le coqueteó, ella jamás le succionó un labio, ella nunca la miró de esta manera. ¿Con qué podría compararme desde ese momento?
Mi mirada sería otra, mis pómulos marcarían otra forma de la que ella está acostumbrada y no será por la sonrisa que siempre solía brindarle. No, esa sonrisa tan inocente, tan Lena, tan… pacífica; no es la que le di después del beso.
Mi rostro ahora, marcará el deseo con el que la besé y mis ojos, pues ella jamás los ha visto de tan cerca, ¿siguen siendo el mismo verde esmeralda que ella siempre vio? ¿O tal vez un poco más claros?
—¿Por qué hiciste eso? —preguntó nerviosa cuando nos separamos, yo me levanté y ella fue soltando el agarre mientras me alejaba— Yo no te pedí ningún beso. No lo pagaré.
—Cortesía de la casa, Yulia —dije sentándome nuevamente en frente de ella.
—Eres atrevida —Me sonrió de una forma indescriptible, podría decir que lo que acabo de hacer le gustó.
—Dime, ¿es algo que Lena haría? ¿Alguna vez la besaste? Porque si lo hiciste, sabrás, solo con ese gesto, que no somos la misma persona. Dos mujeres no besan igual, así se parezcan.
—Si quieres probar que no eres Katina, tendrás que hacer muchísimo esfuerzo, un beso no es nada.
—En realidad no tengo que hacer nada —dije riendo nuevamente con cierta inocencia fingida— Yo no soy Lena, pero tú puedes elegir lo que quieras creer. Después de todo, en este bar, nunca se dice que no, mucho menos a la consentida del lugar.
Ella me miró con curiosidad, no sé si empezó a dudar, pero definitivamente tenía curiosidad de mí.
—¿Así que si te llamo Lena, tú responderás, así no sea tu nombre?
—Soy una buena profesional. Hacerte feliz es parte de mi trabajo.
—Haré un trato contigo —dijo colocando sus antebrazos sobre sus rodillas acercándose para hablarme directamente — Haré que aceptes que eres tú, Lena Katina. Y cuando lo haga, regresarás conmigo a Moscú.
—Eres insistente, pero perderás. Yo no soy esa mujer, y cuando lo entiendas…
—Te dejaré en paz —me interrumpió, volviendo a su posición anterior. Es un muy buen trato. En este punto solo ella me está buscando. Ni mi familia, ni mis supuestos amigos, únicamente Yulia.
Ahora, tengo que convencerla de ser Kay Ronan y cuando lo haga, seré realmente libre… pan comido.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Elena Sonda- Mensajes : 57
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Yulia, definitivamente, es insistente.
Esa noche, después del trato, insistió en hacer un «estrechez de manos» con un shot de tequila.
Sabía también el secreto de las chicas del Bar, así que no me permitió usar el vaso con truco, bebí los 45 ml. de licor de un solo sorbo y sin limón o sal como ayuda.
Luego decidió que quería «conversar» conmigo, lo cual se resumió a mirarme y contarle sobre mi trabajo.
Quería saber todo lo que yo pudiera decir acerca de la fotografía y sobretodo tratar de hacerme caer en alguna mentira o algo en lo que pudiera contradecirme, pero yo sé muy bien que ella sabe muchas cosas sobre el tema. Lo estudiamos en la escuela y ella lo profundizó en la universidad.
Luego se aburrió y me preguntó sobre mi infancia. A lo cual yo preferí no mentir, demasiado. Borré del mapa a mi hermana, hice a mi madre feliz y casada con un gentil hombre en Inglaterra y a papá… lo dejé en paz. Había fallecido cuando era chica y no me sentía cómoda hablando de eso. Lo cuál era verdad.
Al no saber que decir sobre mi pasado durante los últimos cuatro años, inventé que vivía en Inglaterra también y que de ahí llegué a Kingisepp, queriendo recorrer el país para mi proyecto personal.
Ella no se mosqueó siquiera, era como si estuviese escuchando el relato de una mala obra teatral y me lo hacía sentir a cada momento, con sus risas, con sus muecas y miradas irónicas.
Luego se encargó de arruinarme mi adorado tatuaje, preguntándome si no había podido escoger algo más cliché que una pluma y pájaros y rió muy fuerte al verlo detenidamente mientras estiraba mi brazo bajo la tenue luz del salón.
—Tienes agallas, eso sí —dijo devolviéndome mi miembro superior izquierdo— Es un tatuaje grande, debió doler.
—Sí, dolió. Y al contrario que a ti, a mí me encanta el concepto, la metamorfosis, la libertad…
—¿Por qué? ¿Porque te sientes un pájaro libre ahora que huiste de Moscú?
—No sé para que te he hablado más de dos horas de mi historia y las cosas que hago para que tú no creas una sola palabra de lo que digo.
Cuidado Key, se te sale lo Lena, cuidado. Eso es lo que Yulia quiere.
—Pues, Katina. Lo haces para entretenerme. Para, como tú dijiste, «hacerme feliz».
—Entonces sigamos, ¿qué más quieres saber?
—Te refieres a ¿de qué tema quiero que inventes algo ahora?
Sonreí con sarcasmo y le dije mirándola fijamente.
—Yulia, mi turno termina en media hora. El bar cerrará y tú te irás a reírte de mí tatuaje, de mi vida o de mi profesión diurna, pero lo harás lejos de mí y no me importará cuán alto lo hagas. No tendré que escucharte.
—Lena, Lena, relájate.
— Key, Karen, cualquiera de los dos funciona.
—¿Cómo te llamaba tu noviecito?
Genial, otro tema lindo de conversación, Sash.
—No era mi novio.
—A mí me parecía que sí.
—¿Él te dijo que lo éramos?
—No, dijo que aún no, pero lo vi con muchas ganas.
—Tal vez si ambos viviésemos en la misma ciudad lo seríamos, él es un muy buen… chico.
—Sí te gustan tanto los hombres, que haces trabajando aquí —dijo con un tono molesto.
Vaya, vaya, un poco de celos de su parte, servidos en bandeja de plata.
—La paga es buena, me divierto, bebo a tu salud y con tu dinero… ¿qué no me gusta de trabajar aquí? —respondí guiñándole un ojo seductoramente— Además, que lo haga no quiere decir que sea lesbiana como tú.
Sí, eso de hacerla feliz me causaría un dolor de cabeza, debo aprender a ser más sutil con ella o me echarán del empleo en dos segundos. Debo recordar que ella es la favorita aquí.
—Para no serlo aparentas muy bien. Se te da lo gay —dijo ella tratando de controlar sus emociones, estaba cansada y no quería mostrarse débil conmigo— No besas mal tampoco.
Le agradecí por el cumplido y, por suerte, sentí como Dinah llegaba para interrumpirnos, ya eran las seis de la mañana y el bar tenía que cerrar.
Finalmente podía alejarme de Yulia, volver por unas horas a mi vida normal, sin ella. Aunque estoy segura que repasaría en mi memoria todo lo que le dije, buscando algún error.
Dinah me pidió que me retirara para poder hablar con Yulia a solas y en ese instante vi de lejos como ella sonreía con una sinceridad inigualable. Ya no era esa sonrisa burlona que me dio toda la noche, era algo que la ponía feliz, como te hace feliz el café en la mañana, o un baño caliente cuando tienes frío; feliz como si vieras a esa persona que extrañabas tanto y fue ahí que lo entendí.
Ella está feliz de encontrarme, de tenerme a su lado.
Pasó la noche tragándose mis historias, pero sabe perfectamente que soy Lena Katina y jamás se convencerá de lo contrario. No le importa que esté fingiendo mientras pase las horas con ella. Y eso, complica las cosas en un trescientos por ciento.
Será difícil engañar a Yulia.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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—Kay, ¿podemos hablar un segundo en mi oficina?
Dinah tiene un tono serio cuando me pide esta reunión al llegar al día siguiente de mi encuentro con Yulia. Solo espero que no le haya dicho que la estuve confrontando toda la noche y que debo recoger mis cosas e irme.
Voy directo a su oficina y ella me invita a sentarme. Pronto saca una caja de cigarros, y me invita uno. Esto es raro.
—Sabes que no fumo, Dinah.
—Tómalo de todas formas. Guárdalo si quieres, estoy celebrando y siempre que tengo algo que festejar brindo con un cigarro.
—Gracias —contesto tomándolo en mis manos y dejándolo sobre la mesa. El tabaco tiene un olor muy fuerte, fijo dejará una huella muy particular en mi casillero y en mi bolsa— ¿Y a qué se debe esta celebración?
—Yulia.
Tenía que ser. Por algo es su favorita, ¿no?
—Ella te quiere exclusivamente las noches que esté en la ciudad. Llamará para dejar saber que vendrá y esos días trabajarás solo para ella.
No puedo evitar bufar a ojos cerrados y negar como idiota, porque no me agrada esta situación. Esto definitivamente podría costarme el trabajo, pero es que no quiero hacerlo. No quiero esto con ella.
—Veo que no te gusta la idea.
—Para ser sincera, no.
—Yulia no es muy fácil de tratar. Por ella he perdido a varias chicas —me deja saber, así que mi trabajo realmente está en riesgo. Bueno, que se le va a hacer— A ella le gusta llevar las cosas más lejos y eso rompe mis reglas, pero Yulia es tal vez la única cliente a la cual no le prohíbo volver si está saliendo con una de ustedes, es más fácil despedirlas y buscar su reemplazo que decirle adiós a Yulia.
—Entiendo. Así que, a cuánto nos toca y cuánto tiempo me queda —le digo bromeando, pero no tanto. Debo comenzar a buscar otro empleo.
—Kay, querida. Este trato es demasiado bueno como para despedirte —dice acercándome un papel— Este es tu contrato por las noches que Yulia venga al club.
Interesante, haré 4500 rublos por noche, lo que quiere decir que mi ex amiga pagará por mi 15 mil cada vez que venga.
Debo estar disponible para ella desde el minuto que esté en el bar, hasta el cierre.
Dentro de mis actividades están las típicas: conversar, besarnos, bailar, baile privado, show privado -lo que significa hacer strip-tease solo para ella-, servirle los tragos. Nada fuera de lo común, simplemente con exclusividad.
—¿Y esto incluye todos los tragos que ella quiera beber?
—Incluye lo típico, tequila, vodka, whisky no tan exclusivo, ron. Si pide algo más costoso debe pagarlo aparte, pero ella lo sabe muy bien y su trago favorito es el tequila blanco.
—Lo noté ayer.
—Entonces, ¿aceptas?
—No es un mal negocio, pero creo que con ella hay mucho riesgo de que las cosas se salgan de control.
—¿Por qué lo dices?
—Pasó toda la noche convencida de que soy una de sus amigas, realmente convencida.
—¿Y? —preguntó Dinah riendo, al parecer no es un grave problema para ella y es obvio ella le sacará todo el provecho que pueda— Hazle creer que lo eres si es necesario. Este es un trato muy bueno para el club, demasiado —Se levanta de su lujosa silla y se acerca para sentarse sobre la mesa, justo frente a mí— Cada una de ustedes por noche llega a los mil hasta 2 mil rublos -si es una buena noche-, por hacer lo mismo por lo que Yulia está dispuesta a pagar tanto.
Lo sé, es completamente excesivo y realmente me hace sentir como una prostituta. Yo no le pertenezco a nadie, este trabajo es divertido por la libertad por la variedad, por el ambiente.
Ahora llega Yulia con un inigualable trato y por supuesto mi jefe no se podía negar. ¿Y yo?, tendré que aguantar sus exigencias cada día que se le ocurra venir. Además ganando dinero que me daría asco gastar.
—Dinah, yo… siento que esto es una obligación y, para decirte la verdad, no me gusta.
—Mira Kay, Yulia jamás en la vida había pedido la exclusividad de nadie. Le gusta el juego, estar con muchas mujeres en una noche —me confiesa— Tú, tienes algo especial. Si ella cree que eres su amiga, pues que lo crea. ¿No te caerían bien 4500 rublos por noche, solo por pretender ser alguien que ella desea?
No, no me caerían bien.
La conozco. Sí, ya no somos amigas, tal vez nunca lo fuimos en realidad. ¡Qué sé yo!, pero sé lo que ella siente por mí, esto es… abusar de Yulia, aprovecharse de sus sentimientos hacia mí. Se siente mal, se siente… sucio.
—No sé si jugar con ella de esta manera sea justo, Dinah.
—¿Jugar? —pregunta riendo— Ella ya no es una niña, Kay. ¿Qué tal el cuarenta por ciento de la ganancia total? 6000 rublos para ti por noche, cada vez que Yulia ponga un pie en este lugar.
El maldito dinero. Tengo el suficiente. Mi nueva vida no tenía que basarse en él, no lo quiero.
—¡Vamos, Kay! No puedes negar que es algo que no encontrarás en otro lugar. Es mucho dinero para decirle que no.
Puede ser un maldito millón, no lo quiero. Yulia no necesitaba hacer esto, es la maldita favorita del lugar, solo con pedirlo podía tenerme…
No… espera. Algo no está bien.
Ella podría tenerme tan solo con pedirlo, sin pagar extra. Sabía que Dinah le daría gusto.
Esto únicamente significa que estaba consciente que mi jefe me haría firmar este papel. Quería que yo me enterara de sus intensiones; que, de cierta forma, yo supiera que por unas horas, ella sería mi «dueña» y yo tendría que hacer lo que a ella le diera la gana. Eso sí es sucio… esto…
Hmm…
Yulia está jugando conmigo. Provocando una reacción, eso es lo que quiere, manipularme.
—Mi última oferta Kay, cincuenta por ciento. 7500 rublos la noche. ¡Vamos, no puedes decir que no!
—Trato hecho, cincuenta por ciento —le respondo estrechando su mano.
Si Yulia quiere jugar, jugaré. No voy a sentirme mal por aceptar su dinero. ¿Ella quiere ser mi «dueña» por unas horas? Perfecto, tendrá de mi lo que quiera, hasta que se canse y se largue. Ella no es una mujer paciente, se frustrará en algún momento y se irá.
—Eres una buena negociante —dice mi jefe regresando a su puesto muy contenta— Redactaré otro contrato y te llamaré para que lo firmes.
Yo tomo el cigarro de la mesa y salgo de esa oficina oliéndolo. El tabaco tiene un olor muy fuerte y tal vez esta noche lo disfrute… con Yulia.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Capítulo 43: Benched
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Yulia no es una inocente palomita. No es un ángel, no.
La noche siguiente al trato con Dinah -a propósito de la gran idea de mi ex-amiga-, supe exactamente cuál era su juego.
Llegó pasadas las 11:30 PM, un poco tomada, digamos que bastante tomada. Como yo lo esperaba, Dinah me mandó al frente, así que me acerqué para recibirla, pero -en la típica manera de Yulia-, únicamente alzó las cejas y pasó a mi lado, ignorándome.
Sabía entonces, que algo se traía y después de que ella habló con mi jefe, me acerqué a ver cuál era el problema.
—Ninguno, prepárate para el show principal, quiere verte en él —me dijo dándome una palmada en el hombro. Como si estuviera dándome ánimos— Después te acercas a su mesa. ¡Buen show!
¿Buen show?
¡¿Buen show?! Eso mismo es lo que yo tuve. Fui al vestidor, me cambié de atuendo y salí al escenario como estaba planeado.
Pero este no es un gran teatro y la cantidad de iluminación necesaria para la nueva coreografía, no era la suficiente como para evitar poner mis ojos en ella mientras bailaba.
¿Y qué estaba haciendo Yulia?
Besando a Tasha como si fuese el fin del mundo. Literal.
Yo las veía y solo esperaba que Tasha no estuviese atorándose con la lengua de Yulia, o con sus babas.
No vio ni un segundo del show, nada. Pero yo, no podía hacer nada al respecto, así que fui al vestidor, me cambié nuevamente y salí a sentarme en el cubículo en el que ella se encontraba… todavía comiéndose a Tasha, ¡como si no hubiera un hoy!
Dos horas después seguía ahí y maldije el día que se me ocurrió que, jugar con Yulia, iba a ser divertido; que hacer que me pague 7500 rublos por pasar con ella por una noche, sería algo que disfrutaría, que me satisfaría, pero no. Ni un millón de pizzas de tocino con extra queso me quitarían la maldita histeria que tuve esa noche.
Exclusividad... Eso. Yo tenía que estar ahí sentada como idiota, mientras ella hacía lo que quería porque ahora «yo» no podía hacer «nada» con «nadie más», ni siquiera un ligero coqueteo. Exclusiva... de Yulia.
Si hay algo que pude rescatar de esa linda velada, es que el día que se digne a volver a ponerme atención y deje de creerse la última papaya del mundo, ese día renuncio a este maldito lugar, dejándola con todas las ganas que pueda tener ahí… ¡en su propia papaya!
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Celosa, ¿yo?
Para nada, mi problema no es que sienta algo por Yulia, o verla por más de tres días seguidos besándose a «todas» mis compañeras.
Mi problema, nace del aburrimiento que siento de venir a este lugar a sentarme en un sofá y no hacer absolutamente nada.
La música es genial, estridente, bailable al máximo, ¿pero yo? estoy aquí, viendo a Yulia manosearse a Candy, Tasha, Eva, Sally, Johana y todas las etcéteras que se le pinten. Todas menos yo.
Dudo que recuerde mi rostro. No después de tanto espectáculo, seguramente ya tengo los ojos de Aria, el color de piel de Emily, la cola de Hanna y los labios de Spencer. Solo me falta el sarcasmo de Ali y listo.
—Dinah, creo que ya fue suficiente, ¿no crees?
—Kay, tú y yo hemos hecho 22.500 rublos en estos tres días —dijo mi jefe antes de abrir el local esta noche de sábado— Sí, no has hecho nada, pero ahora tienes 22.500 rublos más en el bolsillo.
—Creo que esto es...
—¿Demasiado, estúpido, incoherente? —me interrumpe, leyendo a perfección mi expresión.
—Sí, eso mismo.
—Lo es, pero ambas ganamos más de esta manera —dijo, negándose una vez más a que rompa mi contrato con Yulia— Finge que no te afecta si eso quieres; duérmete sobre el sofá, al final, tú y yo sabemos que Yulia lo único que quiere, es evitar que alguien más te toque.
Y así es.
Lo que ella quiere es la exclusividad de tenerme, ahí. Saber que no me es permitido dejar que alguien más toque mis labios, o me coquetee o me invite un trago. Nadie tiene ese derecho más que ella.
Amo los domingos, los lunes que el bar cierra y los martes, que ella no viene al club o al menos eso es lo común.
Amo salir de este lugar, marcar tarjeta a las 6 AM. Ir a casa, tirarme en la cama y dormir.
Amo no tener que ver a Yulia, amo mi vida fuera de aquí. Por lo menos esta inolvidable experiencia me ha obligado a concentrarme más en mi proyecto personal, en salir a tomar fotos y eso mismo es lo que haré mañana y el lunes. Ir al desierto y pasar la tarde disfrutando de las nuevas cámaras que compré con el sucio dinero de los celos de Yulia.
Pero hoy, tengo que, una vez más, sentarme a verla devorarse a una o más de mis colegas.
¡Dios!, estoy harta de esto.
—Qué, ¿tan fácil te hartaste de recibirme en la puerta? —dice con una sonrisa triunfante, sentándose en el sofá de su lugar favorito del bar, donde yo la esperaba con un libro en mano.
—¿Por qué lo haría? —contesto regresando a verla, moviendo únicamente mis ojos.
—Lo has hecho las últimas tres noches.
—Seguía instrucciones de mi jefe, a la cual, al parecer, también le cansó verte ignorarme y hoy me dejó en paz.
—¿Ignorarte? —rió con burla—, ¿por qué te ignoraría?
—No lo sé, no me incumbe tampoco. Yo sigo ganando mi dinero así no haga nada. Mucho mejor, de esta manera no tengo que fingir que me agradas y gano más de lo que haría el mes completo en unos cuantos días —digo retomando mi lectura, pasando por alto la cara larga que ahora parece tener. A ella tampoco le gusta que la ignoren.
—Pues esta noche quiero contigo, así que deja esa porquería y dame un baile —exige dándome una fuerte mirada, está molesta. Bien, puedo sacar provecho de esto.
—¡Déjate los lentes! —dice con un tono desesperado, cuando me ve dispuesta a quitármelos y dejarlos junto con el libro en el sillón.
Hmm, aparentemente le gusto así. Siempre he usado lentes, pero solo en casa, nunca he podido usar los de contacto durante todo el día, así que me los sacaba al llegar de la escuela.
Recuerdo la primera vez que me vio con ellos. Hizo un comentario que tengo grabado en mi memoria, porque fue la primera vez que un insulto de Yulia, no sonaba a insulto.
«Se te ve adorable con el disfraz de nerd».
¿Así que le gustaba verme así? ¿Le recuerdo a cuando éramos compañeras de escuela? Aw, tan linda ella, ¿ya le gustaba desde entonces?
—¿Te gustan las intelectuales? —pregunto mientras me acerco seductoramente a su regazo y empiezo a moverme de lado a lado a ritmo de la música. Ella no dice nada, se limita a observarme —¿Te gusta... mi pelo suelto como una estudiante o recogido como una maestra? —Continúo preguntándole con una voz cautivadora y sexy mientras tomo mi cabello con las manos y hago el amague de sujetarlo en un moño.
—Suelto —es su única respuesta.
—¿Mmm, te gusta la fantasía de las chicas de escuela?
—Tal vez.
—Dame cinco minutos —susurro a dos centímetros de su rostro, robándole un simple beso que termina en un tirón de su labio inferior con mis dientes. Ella no responde y yo me voy al vestidor a ponerme un atuendo de escuela que sé que la va a volver loca. Y aunque estoy arriesgándome y tal vez, al salir, ella esté con alguien más, al verme se arrepentirá de tenerme mirándola desde ese sofá, estoy segura de que lo hará.
Por un momento debatí si disfrazarme de Lena Katina de la adolescencia, pero no. Una diminuta falda roja a cuadros y una blusa blanca son suficiente. Una tanga debajo y un corpiño rojo que se deje ver apenas bajo el escote. No tengo duda de que se cuestionará el por qué se le ocurrió tenerme como florero estos últimos tres días.
Salgo y para mi sorpresa está sola. Un tequila en la mesa, otro en sus manos y la botella esperando a ser necesaria.
Me muerdo el pulgar izquierdo e inocentemente camino hacia su puesto. La veo tragar, está nerviosa. Debe estar arruinando su ropa interior de solo mirarme.
—¿Así está mejor? —pregunto jugando a la inocente. Ella sigue sin hablar, asiente y esa es mi clave para empezar. Tengo toda su atención.
La primera regla del strip-tease, robar todo su interés. Check.
Comienzo a bailar en frente de Yulia, moviendo mi cuerpo de un lado a otro, queriendo provocar cada uno de sus más escondidos deseos, pero debo hacerlo con cautela, ella conoce todos los bailes habidos y por haber, los ha recibido de todas aquí.
Claro que yo tengo algo que ellas no tienen, algo que me hace especial, algo por lo cual está dispuesta a pagar cada noche. Su miedo a perderme.
—¿Te gusto Yulia? —le pregunto mientras desabotono lentamente mi blusa, empezando por las mangas— ¿Te gusta la chica inocente, la que no puede defenderse? —La veo ponerse más tensa con cada segundo que pasa— ¿Te gusta una chica sumisa? ¿O prefieres alguien con un poco más de agallas? —Traga con dificultad nuevamente mientras yo sigo con los botones de mi escote. Verla así es el paraíso— ¿Te mordió la lengua un ratón, Yulia?
—¡Quítate la camisa!
—Sumisa, entonces —digo resbalando la camisa por mi espalda, arrojándola finalmente a algún lugar del cubículo— ¿Qué deseas de mi ahora?
—¡Continua bailando!
Bien, cree que tiene el control y yo dejo que lo haga. En poco sabrá con quién se metió. Yo tampoco soy una inocente palomita.
Unos minutos pasan hasta que ella hace un gesto con sus dedos para que me acerque más y posa sus manos en mis piernas, acariciando mis muslos con delicadeza hasta sentir mi cola, prácticamente desnuda.
—¡Quítate la falda! —demanda separándome unos centímetros, como si con esa acción dejase libre el panorama para poder verme mejor.
Desabrocho, con lentitud, el botón de esa tela a cuadros y así de fácil la separo de mi cuerpo, lanzándola a su lado. Pero eso no la inmuta, tiene la mirada fija en mi centro, en mi pequeña y delicada tanga.
—¿No soy tan inocente bajo el uniforme? —pregunto con burla, al notar que no puede separar su vista de ese diminuto triángulo de tela negra que tapa exactamente lo necesario— ¿Me deseas?
—¡Ven! —dice con impaciencia, yo me acerco y me siento a horcajadas sobre ella, sin romper el lento vaivén de mi cuerpo con la música.
—¡Bésame!
Alzo mis cejas fingiendo sorpresa y no lo hago, lo cual la enfurece y me agarra muy fuerte de la cintura para presionarme contra ella.
—Dije-que quiero-que me beses.
Otra vez la ignoro, tratando de recuperar el baile sin cortar mi concentración en su mirada.
—¿Estás sorda, Katina?
—No soy tu amiga, mi nombre es Kay.
—Jmm —Suelta una carcajada a labios cerrados y repite nuevamente— ¡Bésame…, Lena!
—No soy Lena.
—¡Bésame!
—No, hasta que no me lo pidas por favor y con mi nombre —respondo con atrevimiento, sé que está creciendo su enojo, su desesperación.
—Pago lo suficiente como para que hagas eso y mucho más con una simple mirada —responde prepotente— ¡Ahora, hazlo!
—No-hasta-que-pidas-por-favor-y-con-mi-nombre —repito puntualizando cada palabra.
—¿Quién te crees que eres, Katina? ¿Quieres que le diga a Dinah que te eche del bar? —pregunta con autoridad, pero la que tiene el poder aquí, soy yo.
—¿Crees que me importa, por un segundo, este trabajo?
—Por algo estás aquí.
—Estoy aquí porque me divierto, sin embargo —le digo parando mis movimientos completamente, lo que la toma por sorpresa—… estas últimas tres noches me he dado cuenta de que… tal vez… prefiera mudarme de Ekaterimburgo. Explorar… otros horizontes —digo con calma— Después de todo, el trabajo se ha vuelto algo… «aburrido».
Verla confundida es la cereza en esta semana del diablo que he tenido gracias a ella. Así es querida, Yulia. Yo soy la que pone las reglas.
—¿Piensas irte? —pregunta preocupada. Es taaan dulce.
—Pues, Yulia. La vida para mí, es diversión. Tu trato con Dinah me la arruinó, así que buscaré como divertirme en otro lugar.
—Perderás mucho dinero si te vas de aquí.
—¿Crees que me importa el dinero? ¿Tu dinero? —río con burla y ella está cada vez más molesta, más desconcertada, más… lastimada— No lo necesito, Yulia. Nunca necesité un kopecks de este lugar —digo y ella se queda callada.
Sé que está pensando en qué responder, si falla con su réplica me perderá y eso es algo que no se permitirá hacer. Después de todo, me buscó por meses sin rendirse. Algo quiere de mí y eso solo pone la balanza a mi favor.
—Ahora —retomo mi exigencia—, pídemelo por favor… y usando mi nombre.
Su mirada llena de duda, de resignación, es mi mejor premio. Mejor que cualquier cantidad de dinero, mejor que un pastel de chocolate.
—Kay…, por favor… dame un beso.
Así es Yulia, ahora sabes quién manda aquí. Yo no soy tu florero y tú no eres mi dueña.
—Buena chica —le susurro al oído, antes de acariciarla suavemente con mis pulgares en sus mejillas y me acerco a besarla de la manera más tierna que conozco.
Después de todo, no soy un ángel, pero tampoco un monstruo. Ella también merece su premio.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Después de ese beso, Yulia me miró con sorpresa, sin saber qué decirme por un momento y yo no pude evitar sonreírle.
Fue un lindo juego, gané. Lo cual, no sé por qué, pero me molesta un poco. No en ese instante, pero ahora, lo hace… demasiado.
—Salgamos de aquí —me dijo y bebió el shot que tenía en la mano, tomó la botella de la mesa y me jaló por la muñeca hasta las gradas que suben a la terraza del bar.
No tenía idea de que a las clientes se les permitía subir, pero la verdad es que Yulia aquí, hace lo que quiere.
—Es una linda noche —dijo abriendo sus manos al aire y respirando fuerte. No sé cuántos tragos había bebido antes de llegar al bar, pero era evidente que habían sido unos cuantos.
—Lo es, pero me estoy helando sabes —dije abrazándome a mí misma. Llevar un corpiño, tanga y zapatos de taco no constituye estar vestida.
—Es verdad —rió al darse cuenta de mi semi desnudez— ¿Quieres bajar y ponerte algo más cómodo?
Asentí y ella me dijo que me apresurara, que no quería estar sola mucho tiempo. Así que bajé y literalmente me puse mi disfraz de persona normal. Mis jeans desgastados, mi suéter de cuello amplio, mis botas militares y subí.
La vi recostada en el piso, con la botella a un lado tarareando una canción de Rihanna. Es gracioso, pero me recordó a las noches en las que nos fumábamos un porro entre todos y hacíamos exactamente eso. Cantar bajo las supuestas estrellas de Moscú, reír como idiotas sobre el césped de mi vieja casa, burlarnos de Katya de sus supuestos novios y a nuestra amiga en común, Anna, quien le es fiel a la morena de ojos claros… tantas cosas.
—Me gusta esa canción de Rihanna.
—Oh, ¿te gusta Rihanna, Kay?
Kay, me llamó Kay, y me di cuenta de que seguíamos jugando. Me gustó, no lo voy a negar, estaba cansada de escuchar «Lena» o «Katina» salir de sus labios.
—Su nuevo álbum es muy popular —dije casualmente, sin ahondar en detalles.
—Es muy bueno también.
Me recosté al ver como daba un par de palmadas a su izquierda, me quería a su lado y yo simplemente acepté.
Hablamos de muchas y pocas cosas. De mis gustos por la música, de como detesto el Jazz, de mi pasión por los covers en YouTube, de cómo puede ser que, a la gente le fascine tanto el fútbol. De todo y de nada.
Esto es lo que me hubiera gustado hacer con ella a los diecisiete años, esto y ser amigas; esto y todo lo demás.
—Mi papá… está enfermo —me dijo cambiando de tema radicalmente. Yo evité mencionar algo en general, sé que no se refería a Sergey Katin, hablaba de Shapovalov— Tiene muy poco tiempo de vida.
—¿Y por qué no estás con él?
Permaneció en silencio por un tiempo y para cuando regresé a verla, tenía los ojos cerrados, su labio temblaba y me di cuenta de que estaba luchando por no dejar salir lágrimas frente a mí.
—Porque… odio verlo morir —susurró dejando salir una lágrima, solamente una.
—Tal vez a él le gustaría verte. Saber que estás bien, qué…
—No lo estoy —me interrumpió— Él y… son las únicas personas que quiero en mi vida y… si lo pierdo… «cuando» lo pierda, no tendré a nadie.
Quiso decir «tú», «él y tú», pero ella tiene gente. Tiene a Anna, a Sergey Lazarev, a mi ex mejor amigo, a Fyodor. Siempre fue así, desde antes que yo existiese en su vida.
—Estoy segura que tienes a muchas personas a tu lado que te quieren y apoyan.
—Si tú me conocieras, Kay, sabrías que lo que menos tengo en la vida, es gente que me quiera y me acepte tal y como soy.
Pero la conozco, más que nada conozco al resto. Sé que la adoran a pesar de su carácter, que la cuidan, que la aprecian y esto que escucho ahora se siente fuera de lugar.
—La verdad es que estoy sola, una vez que él muera yo estaré completamente sola —dijo perdiendo la voz en su dolor—… porque al parecer, Lena… nunca va a volver.
Escuchar eso me mata, me duele, me aprisiona el corazón. Se siente sola, abandonada, relegada por la gente que debe quererla incondicionalmente. Siento en su voz pena, dolor y hasta un poco de culpa. Algo que jamás creí poder recibir de Yulia.
¿Qué fue lo que pasó esos años que yo desaparecí? Cuatro en total, ¿qué le sucedió al grupo después que yo me aparté de sus vidas?
Porque ante el mundo son el mejor grupo de amigos, pero al parecer, ahora, son una sarta de extraños.
¿Qué diablos les pasó?
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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El desierto es un excelente lugar para tomar fotos. Solitario, tranquilo, con muchas formas y paisajes. Solo una persona sin visión diría que este lugar es aburrido.
Y Yulia...
—¿De qué se trata tu proyecto? —me pregunta mientras me ayuda a bajar las cámaras del auto.
La sentí tan deprimida ayer, al hablar de Shapovalov, que no pude dejar de invitarla para que me acompañe a la sesión de fotos que tenía planeada.
—Es un estudio sobre el contraste de la cultura de cada estado del país.
—¿Estudio? —se burla— Y cuales son las conclusiones de tu «estudio».
—Lo sabré cuando termine. En unos cuatro o cinco años.
—¿Años? —dice sacándome los ojos como si estuviese hablando de marcianos— ¿Estás loca?
—No, no lo estoy.
—¿Sacarás fotos por cinco años? ¿Qué diablos harás con ellas?
—Terminar mi estudio y publicar un libro —le respondo como si no hubiese quedado lo suficientemente claro.
—¿Escribirás un libro de la cultura del país? —dice con unas risas— Bien por ti.
Dios, esta mujer no entiende nada… ¿qué, hablo chino?
—No escribiré nada, el proyecto es enseñar la cultura a través de las «fotos».
—¿Y qué cultura pretendes encontrar en el desierto?
¡G-sus, dame paciencia!
—Vamos a tomar fotos de algunas viviendas abandonadas —le digo y antes de que pregunte alguna otra cosa la callo diciendo—: Haré el contraste con lo que ahora es Ekaterimburgo, los enormes hoteles y edificios; y como el capitalismo y la mafia arruinaron muchas tradiciones simples en esta ciudad.
—¿Te gusta la política o eres comunista?
—¿Sabes? Si quieres irte, puedes hacerlo —digo completamente ofuscada y regreso a verla con todo el enojo del mundo, pero la veo sorprendida, creo que realmente está confundida… Okey, tal vez se me fue la mano.
—Si te estoy estorbando, puedo dejarte sola —me dice, haciéndome sentir cada vez más tonta por mi actitud.
—No me molestas —digo terminando de colgarme la cámara principal en el cuello y tomando el trípode del asiento— Lo siento, pensé que te estabas burlando.
Tiene la mirada decaída y no parece estar actuando, soy una estúpida, realmente lo soy.
—Mira, me encantaría que te quedaras, y tal vez te pueda explicar mejor, después de tomar algunas fotos.
Me regresa una sonrisa tan discreta, tan inusual de ella que me regresa el aire a los pulmones y me tranquiliza un poco.
Tal vez la pasaremos bien hoy, terminaremos la sesión planificada y luego la puedo llevar a comer al restaurante que descubrí la semana pasada. Recuerdo lo especial que era con la comida, me imagino que sigue igual o peor, así que creo que un lugar meramente vegetariano le agradará.
Quién diría que pasaría un día entero con ella fuera de las mesas del Club. Sin pagos excesivos, sin exigencias ni pretensiones.
Quién diría que en lugar de rogar para que llegue el domingo y no tener que verla, la invitaría a pasar conmigo.
Quién diría que ella dejaría de insistir con lo de Lena Katina y que ahora voluntariamente me llama Kay.
Tal vez… este sea un buen inicio. Uno distinto al que tuvimos cuando nos conocimos.
Tal vez, solo tal vez…
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Reír con Yulia, verla concentrada en lo que yo hacía, en lo que quería mostrar en cada imagen, como si estuviese analizándome, como si quisiera comprenderme más allá de lo que siempre supo y creyó de mi… es… extraño.
Cuando éramos adolescentes, poco le importaba dar su opinión, lo hacía para fastidiarme, pero hoy no. Hoy me puso atención, me ayudó, me aconsejó sobre un par de tomas y cuando fuimos a almorzar, me preguntó muchas cosas que, aparentemente, fueron llenando su cerebro mientras pasaba el día.
¿Pretendía, en realidad, viajar por los cuarenta y ocho estados?
¿Quería estar como gitana de pueblo en pueblo sin tener algo fijo por todo ese tiempo. Que era mucho, que si no creía que me cansaría de no tener un lugar que llamar hogar?
¿Qué pasaría si encontraba a alguien importante en mi camino, alguien con quien querer un futuro?
¿Qué haría si se me acaba el dinero de mis ahorros?
Pero las más duras para ella, las únicas preguntas en las cuales la noté nerviosa:
«¿Te irás de Ekaterimburgo pronto? ¿Me avisarás cuando lo hagas? ¿Vas a desaparecer…?».
Sé que quiso decir «otra vez», sé que teme que un día me vaya sin avisarle. Sé que no está convencida de que yo no sea Lena.
¡Por Dios, hasta yo sé ya que jamás podré convencerla! Ella sabe quién soy, sabe que tiene que pretender si me quiere cerca, pero aunque ambas actuemos como si nos hubiésemos conocido hace unas semanas en el Club, tenemos muy presente la verdad.
Y entonces pienso sí, viajaré por los cuarenta y ocho estados; sí, viviré de gitana hasta terminar mi proyecto; no, no sé qué pasará si alguien importante se cruza en mi camino; y, si se me acaba el dinero, trabajaré por más o venderé ese reloj o el pendiente que tengo guardados.
Acerca de lo que ella teme, creo que, por el momento, no me iré pronto de aquí, no mientras ella esté conmigo; sí, de alguna forma le diré cuando decida hacerlo; y finalmente, no, no voy a desaparecer.
A veces pienso ¿qué tan egoísta fue de mi parte, el irme así? ¿Era mi derecho?
Por supuesto que sí. Pero, mucha gente me dejó entrar en sus vidas y yo, no supe reconocerlo. No comprendí que me llevaba una parte de ellos conmigo. Porque el simple hecho de existir les cambiaba de color su panorama.
Fui egoísta, demasiado. Y aunque no estoy lista para volver y dejarle saber al mundo que ha pasado durante estos últimos seis meses, no voy a repetir el mismo error.
Yulia me encontró, ella no corrió a un maldito periódico y vendió la información de mi paradero. No, está aquí, conmigo, dándome gusto en algo que yo decidí hacer, a pesar de haberla lastimado.
Así que, con ella, no volveré a ser egoísta, simplemente no lo haré.
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RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Elena Sonda- Mensajes : 57
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Fati20- Mensajes : 1370
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Gracias por comentar!!
Capítulo 48: Odd
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Miércoles, doce de la noche.
No vino, aunque me dijo que lo haría el domingo al despedirnos.
No habló con Dinah, ni le dejó un mensaje, nada. Pero según mi jefe es completamente normal.
—A veces se ocupa con reuniones y le es imposible venir en semanas, pero ya volverá.
Así que esperé al jueves y no lo hizo tampoco. El viernes peor, pero nada entraba en patrones extraños, no según todos los que conocían la reputación de Yulia en este lugar.
Me parece tan extraño, me siento intranquila y es que no quiero creer que ella simplemente volvió a los juegos del gato y el ratón, que una vez más dependía de su voluntad, o de su actitud de mierda. Y me niego completamente a eso.
El sábado por la noche -después de romper toda esa estúpida tensión y su molesta insistencia-, pasamos un buen rato y el domingo fue un día realmente bueno, hasta podría decirse que fue más que bueno.
Hablamos, compartimos experiencias, reímos, fuimos eso que siempre quise, «amigas», y no, me niego rotundamente a pensar que volvimos al punto de partida, porque no podemos avanzar así. ¿Cómo?, si siempre estamos tratando de ponernos la una encima de la otra, y no como para sacarle provecho, solo para mostrar nuestra superioridad.
Todo esto es extraño, es… inquietante y ya quiero que termine.
Detesto el sentimiento de inseguridad en el fondo del estómago… lo odio.
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RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Domingo, 6AM. No viniste al Club, no llamaste a Dinah tampoco.
Es una semana desde que nos dijimos adiós por última vez y me ha pasado todo lo posible e imposible por la cabeza, pero lo que se quedó fue un: «¿estás haciendo conmigo lo que yo hice?, ¿huiste de mi?».
No tengo tu teléfono, tú tampoco el mío. No conoces dónde vivo, ese día no te llevé a mi casa, te recogí y te dejé en tu hotel. La única forma de encontrarte sería viajar a Moscú, ir a tu apartamento, golpear tu puerta y esperar a que abras sin escupirme en la cara porque yo sigo pretendiendo ser alguien que tu no quieres que sea… porque al final, todavía deseas que sea quién yo, ya no quiero ser.
Me preocupas, de más.
No saber de ti toda la semana me ha tenido en el filo de la locura y no sé por qué. ¿Por qué es tan importante saber de ti, cuando hace tan poco, lo único que quería es que me dejes en paz, te vayas lejos y me dejes vivir? Y ahora estoy aquí, debatiendo si, al llegar a casa -después de esta pesada y agotadora noche de trabajo-, debería subir en mi auto y conducir cuatro horas para ir a buscarte.
Te extraño y es estúpido, lo es.
No quiero pensar en esto, no quiero mortificarme por tu ausencia.
Siento como todo se sale de control demasiado rápido y solo quiero frenar, poner pausa, recobrar mis metas, mi camino, porque siento que me estanqué. De repente paré y siento que… fue por ti.
¿Dónde estás, Yulia? ¿Dónde?
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RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Capítulo 50: Why?
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Caminar bajo la lluvia. Tal vez es una de las cosas más relajantes que se puede hacer en esta ciudad.
Y después de esta maldita semana, lo que necesito, es precisamente eso, encontrar paz.
Pero a un poco más de una cuadra de mi casa, alzo la mirada y veo un auto estacionado en la desierta calle, justo en frente de mi puerta. Sin embargo, eso no es lo más extraño de todo. Hay alguien arrimado sobre él, estilándose bajo la lluvia.
El panorama es borroso por la densidad del agua que cae, cada vez con más fuerza, y apresuro mi paso para poder llegar finalmente a mi destino, evitando ver a quién sea que está ahí, esperando por alguien en particular como si fuese parte de la mafia.
Saco con anticipación las llaves de mi cartera y me cubro un poco el rostro con la capucha de mi sudadera, no vaya a ser que, esta persona, me busca a mí por besarme o bailarle a su esposa, o su novia, o a su hija closetera.
Está ahí. De reojo veo a ese contorno acercarse a mí con pasos lentos. Me apresuro a la puerta, esto me está poniendo nerviosa, tanto, que las llaves se resbalan de mis manos y caen en el piso mientras escucho a mis espaldas:
—Lena.
¿Es ella? ¿Es Yulia?
Giro hacia ella y lo que ven mis ojos es una visión sombría, totalmente vestida de negro y con el pelo pegado a su piel, goteando frío, el rímel corriendo por su rostro, marcando un claro camino de tristeza.
Oh no, por favor no…
—Lena —repite con una voz entrecortada que solo me deja saber que está llorando, aunque la lluvia lo oculte… llora desconsoladamente— Papá murió… se fue… murió.
Shapovalov… No.
Mis ojos se llenan de lágrimas junto con los de ella y mi pecho se contrae rápidamente hasta el punto en que mis pulmones empiezan a fallarme, porque este dolor es el peor de todos.
Cuando un padre se va, cuando no hay nada que hacer, cuando la muerte gana, viene toca a tu puerta y se lleva a quien amas, lo quieras o no.
Sientes un vacío que te recorre el cuerpo, desolación, confusión, incredulidad, desesperación, arrepentimiento, todo al mismo tiempo, todo en un segundo, todo…
—Di algo —me pide expectante, pero no tengo nada que decir. Quiero hacerlo pero no puedo decir una palabra. Estoy en blanco, sintiendo como mi vida se parte en mil pedazos.
—¡Lena, maldición. Di algo!
Otra vez le fallo, quiero hablar, quiero gritar, quiero llorar y correr, salir de aquí ir a buscarlo, no sé ni para qué… Él ya no está aquí.
—¡Maldición, Katina! —me grita, haciéndome reaccionar de mi pérdida temporal de conciencia— ¡Vas a seguir jugando? ¿Vas a quedarte ahí esperando a que te llame por tu estúpido nombre falso!
—Yulia…
—¿Cambiaste tanto? ¿Eres tan idiota como para que esto no te toque?, ¿para no sentir nada? —me interrumpe fúrica, completamente perdida en la ira y el dolor y veo como empieza a alejarse.
—¡Yulia!… ¡Espera! —le grito jalándola del brazo y es ahí que ella nota mis lágrimas caer junto con la lluvia, mi respiración entrecortada, mi rostro destrozado y me analiza por unos segundos hasta que me siente decaer y me recoge con sus brazos.
—No —es lo único que sale de mis labios, entre sollozos, entre quejas que salen inquietantes con mi pena, partiéndome la voz.
Ella llora conmigo, apretándome fuerte, temblando no solo del frío, sino del dolor de haber perdido a la única figura paterna que ella tuvo y a ese hombre que se entregó a ser mi segundo padre cuando yo perdí el mío.
Él me pidió no volver por él, pero debí hacerlo, debí estar ahí. ¡Maldición debí hacerlo!
Por eso Yulia no vino estos días, por él, por estar ahí, por ser la hija que yo no fui. Porque ella sí lo dejó todo por alguien que la necesitaba en ese momento, porque ella… puede ser Yulia Volkova, pero no es un monstruo. No como yo…
Lo siento papá, esta no es la hija que me enseñaste a ser. Cuida a Shapovalov, él te necesita ahora, como yo lo necesité a él para guiarme cuando te fuiste.
—¡Lena! Por favor… no me dejes sola… por favor…, por favor…, por favor… —La escucho decirme repetidamente y me doy cuenta que ambas estamos de rodillas en el piso, abrazadas en media calle, rendidas. Me separo y me pongo de pie, ofreciéndole una mano.
—Ven —le digo moviendo apenas mis dedos para ayudarla a levantarse—, vamos adentro.
Este jueguito se acabó, por lo menos con ella.
Lo siento Shapovalov, perdí. Me salí del personaje. Hoy regreso a ser Lena… por y para Yulia. Porque no, no la dejaré sola y porque Kay jamás podría ser lo que ella necesita.
Seré lo que tenga que ser, pero no la abandonaré, te lo prometo… Ve tranquilo, yo la cuido ahora.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Veo sus dedos moverse en frente de mis ojos, me está llamando, me está esperando. Estamos empapándonos aquí, bajo la creciente lluvia y, aunque el frío es grande, lo que siento en mis huesos es la agonía de la soledad.
Papá murió, mi papá por elección.
Hace unos segundos le pedí a Lena que no me deje sola. Qué desesperada debo estar para rogarle que me dé un espacio en su vida, por lo menos hoy. Ya luego podré ser fuerte otra vez, ponerme de pie y valerme por mi misma, como siempre. Pero hoy la necesito. Hoy… y tal vez mañana.
Ella no suelta mi mano desde que me ayudó a levantarme. Entrelazó sus dedos con los míos y ahora abre la casa, frente a la cual, la he esperado por casi 3 horas.
Debo confesar que he pensado en este momento en varias ocasiones, estoy a punto de entrar en la casa de la que no es Lena, de una extraña conocida que se niega a ser ella… la Lena Katina que yo conocí.
—Estás estilando —me dice al verme temblar y pronto me suelta la mano entrando al baño de visitas—, ¿por qué no me esperaste adentro de tu auto?
—Salí a estirar las piernas antes de que empiece a llover y dejé la llave adentro —le contesto recibiendo una toalla— No puse atención.
—No sabía que conocías donde vivo.
—Te seguí la primera noche que nos vimos —le confieso, no estoy de humor para sarcasmo o bromas, solo quería verla, no quiero pelear, no quiero perder el tiempo en juegos, solo saber que todavía está conmigo.
—Te traeré una toalla más grande y algo para que te cambies de ropa o te resfriarás —dice quitándose los pantalones mojados y su sudadera, para no mojar su camino por la casa, quedando únicamente en ropa interior. Lo peor de todo es que no tengo ánimo para molestarla con lo linda que se ve. Así, como me he acostumbrado a verla las últimas dos semanas, en poca ropa.
Es un lindo y amplio lugar, una edificación de ladrillo visto, tanto adentro como afuera. No tiene cara de haber sido pensada como casa o departamento. Tiene aspecto de haber sido un taller o una central pequeña de bomberos, algo así.
Son dos pisos muy amplios, sin paredes divisorias, techos altísimos, mucha luz entrando por los grandes ventanales, es un lindo lugar en realidad.
—Aquí tienes, una pijama. Es cómoda, está seca y tibia —me dice recibiendo mi chompa de cuero y yo la ropa de sus manos— Puedes cambiarte en el baño si prefieres —me dice señalando con la quijada a la puerta que está a mi derecha —voy arriba a tomar un baño rápido, siéntete como en casa.
Tal vez yo también debería tomar un baño rápido. Luzco como una psicópata con todas estas líneas verticales negras en mi rostro.
Primero lavo mi cara, no quiero manchar su camiseta de negro al ponérmela. Estoy más pálida que de costumbre y mi expresión es completamente vacía. Estoy cansada, agotada en realidad. Necesito dormir, necesito calor, café… y a Lena.
Salgo de ese pequeño baño y dejo mi ropa mojada sobre el mostrador de la cocina. No tengo idea donde esté ubicada su lavandería, pero me interesa ver otras cosas primero.
Tiene un librero pequeño con un tocadiscos viejo de vinilos, está lleno de álbumes igual de viejos. Música de los sesentas, ochentas, libros clásicos, evidentemente usados, nada aquí parece nuevo.
Da la impresión de ser un set de película. Todo seleccionado con cuidado para aparentar una vida ajena, la de un personaje que ella creó. Nada es real, por lo menos aquí.
No hay un solo marco de fotos. Tiene algunos cuadros colgados, aunque no tengo idea del pintor. Seguramente de algún tipo que vende sus obras en la calle.
Muebles viejos, plantas en las esquinas, una alfombra que aparenta tener su uso, pero he visto de este tipo en Moscú y sé que es nueva, tal vez lo único en este lugar. Pero entiendo el por qué.
Le encantaba acostarse en la alfombra a soñar despierta. Seguramente, todavía lo hace y qué mejor que una cómoda alfombra, una en la que estés seguro que nadie ha dejado huellas antes que tú.
Se deja descubrir en pequeños detalles.
Todavía arma rompecabezas, veo uno a medio terminar en la mesa de la sala. No es tan grande, tal vez unas mil piezas.
Voy hasta su cocina y abro uno de los muebles buscando una taza. Necesito café y veo una lata de una buena marca en el mueble del fondo.
Tiene una canasta de frutas, perfectas, como si no fuesen reales. Manzanas verdes, brillantes, rojas que se ven tan apetitosas, bananas sin una sola mancha de madurez.
—Si tienes hambre, sigue si lo deseas —dice a mis espaldas— Quiero que te sientas como en casa.
—Café —le respondo sin ganas, sacando una taza despostillada y otra completamente diferente para ella.
—Prefiero un té —me responde tomando la de color rojo y llenándola de agua del grifo para calentarla en el microondas— Debes estar agotada por el viaje.
—Y tú por la noche de trabajo.
—Tal vez deberíamos dormir unas horas —me dice tomando la taza de café de mis manos— Esto no te va a ayudar.
No, no lo hará, pero no quiero ayuda… no la quiero, pero la necesito.
Sí…, es una buena idea, necesito dormir.
—Está bien —le digo dejando todo ahí, a medio hacer en ese mesón y la sigo hasta arriba. Solo espero que al llegar, no se le ocurra dejarme sola en su cama.
No quiero estar sola, no quiero perderla de vista, no quiero… caer en ese vacío que sentí en ese cementerio, ese que me obligó a subirme a mi auto y manejar hasta aquí. Para encontrarla, para tenerla -aunque sea por unos segundos- en mis brazos, para pedirle que me ayude.
Porque desde que se fue me siento tan perdida; porque jamás pensé que lo haría y se robaría la oportunidad de -en un futuro- decirle que, en algún punto de mi vida, me di cuenta que estaba enamorada de ella, que lo sentía y que me perdone por alejarla de todos.
Nunca supe el poco tiempo que me quedaba hasta que se fue. Y si hay algo en este mundo que sé con seguridad, es que no hay un mañana.
No esperaré un segundo más para demostrarle que ella es esa persona para mi, que me jugaré todo por ella, la llamaré como quiera, haré lo que sea… ni uno más.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Capítulo 52: Peace
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Paz.
Su habitación me da toda esa tranquilidad, claridad, evoca exactamente eso… paz.
Es la luz o tal vez la falta de todo. Las cortinas casi trasparentes dejando entrar el color gris de afuera, las gotas de la lluvia golpeando la ventana, esa simple madera que sostiene ese enorme colchón con un solo cobertor blanco, pulcro, que me da el sentimiento de acostarme en una nube o para ser precisos adentro de ella.
Ella me invita de un lado levantando la cobija y se da la vuelta para entrar por el otro lado y encontrarnos nuevamente en medio.
—Cúbrete la espalda —me dice tomando el cobertor con la mano y llevándola hasta mis hombros, pero no se va. Acomoda su mano tras mi nuca acariciándola con su pulgar— Trata de dormir un poco, deja entrar al calor y descansa —susurra cerrando los ojos, posando su frente con la mía y rozando apenas mi nariz con la suya.
¿De dónde viene todo esto? ¿De la pena que le doy?
No importa, no ahora. No quiero pensar sus motivos o alterarme por lo que signifiquen.
—Estás helada —dice quitando su tibia mano de mi cuello y siento un corto escalofrío por el golpe con la baja temperatura nuevamente. Frota sus palmas exhalando calor en medio y cubre mis mejillas…
Paz…
—Gracias —le digo mirándola a los ojos y ella me sonríe con tristeza.
—Él me pidió no volver —me dice frunciendo sus labios—, pero debí volver, debí estar ahí.
Sé que se arrepiente, de cierta forma yo también de no haberle dicho lo que sucedía, pero Shapovalov me pidió, antes de empeorar, que no lo hiciera, que él sabía que ella estaba bien.
—No habría servido de nada, pasó en coma los últimos cinco días, no habrías logrado más que dejarte en descubierto.
Además que, de cierta forma, la culpan. Aunque no existe la posibilidad de que ella causara esto, Yulia tiene la culpa de todo, es la excusa perfecta para cada cosa que sale mal. Una razón más para evitar a mis «amigos» en estos momentos.
—Descansa Len… Kay… No pienses en esto, solo descansa un poco… ya habrá tiempo para hablar.
—Lena —me susurra— Lena para ti, solo contigo —murmura quedándose cada vez más dormida y pronto siento como su respiración se hace más profunda.
No sé como sentirme, todo duele, todo es tan frío, todo menos esto, menos nosotras dentro de esta cama.
El día, cada vez, oscurece más. La suave lluvia se va tornando en una tormenta, el ruido de las gotas golpean cada vez más fuerte contra todo allá afuera, el viento resopla contra los árboles y sin embargo aquí, con ella… estoy en la más tibia y confortable paz.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Capítulo 53: Who Knew?
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A veces me pregunto, ¿cómo fue que dejé que todos pisotearan así la imagen de Lena? Y la respuesta es un rotundo: tú lo iniciaste, fuiste tú.
Todo inició en ese concierto que organizamos cuando teníamos veinte años. Su carrera había «tomado alas», por así decirlo. Todos los productores la querían, los cantantes rogaban por un dueto y los fans no la dejaban por dos segundos, persiguiéndola por toda la ciudad.
Uno meses antes habíamos conocido a Varvara, quién se acercó al grupo inicialmente interesada en trabajar para Anna, pero vio una posibilidad más grande en Lena y la manipuló para que echara a su antiguo manager y así, ella poder tomar su lugar.
No le fue nada difícil, Lena odiaba a Mihail. Él era anticuado, era aburrido, le costaba un ojo de la cara y la tenía siempre alejada de los medios. La hacía ver tan exclusiva que se volvió inaccesible y Lena detestaba ser así, mucho menos con sus fans.
Varvara era más extrovertida, la lanzaba a las masas, la exponía al máximo, le hacía creer que le daba todo gusto, pero la manejaba como quería. No tenía escrúpulos ni límites. Era alguien que nunca tuvo los intereses de Lena como prioridad, su meta final siempre fue hacer dinero, cada vez un poco más.
Ella fue quién, al oír la idea del concierto, movió cielo y tierra para conseguir el mejor lugar, la mejor fecha, patrocinadores y se encargó de darle toda la publicidad necesaria. Pero le advirtió claramente que el hermano de Anna sería un grave problema, que tenerlo cerca perjudicaría su imagen.
Todos los días, sin falta, la apartaba de nosotros y, de una manera muy sutil, le repetía la infinidad de contrariedades que podría traerle y como lo perdería todo.
Lena tenía miedo. El cambio de administración empezaba a afectarle. Mihail se había encargado de ir cerrando puertas en su camino, moviendo influencias para quitarle empleos y, bajo tanta presión, Lena finalmente cedió. Varvara logró lavarle el cerebro y hasta le dijo que decir. Lo sé porque yo fui testigo.
Un día llegó al estudio y sin que los demás se percatasen, la tomó del brazo a su camerino. Yo las seguí y me escondí unos metros a sus espaldas, escuchando toda la basura que le recitaba al oído: «Anna hará lo mismo en el futuro; hará a un lado a su hermano, así es este mundo, no te sientas mal», pero Lena se negaba a hacerle caso, todavía resistía.
De corazón creí que no sería capaz, que como siempre le ganaría su alta moral y su amistad con Anna no le permitiría caer en esa trampa. Pero cuando escuché -unos días más tarde- a sus labios repetir las palabras de esa víbora, perdí mi norte y enfurecí. Había sido tan estúpida como para dejarse convencer.
Anna estaba muy herida, tanto que renunció al evento ese mismo día. Vlad lo hizo, pero con mucho enojo y fue la última vez que tuvo contacto directo con Lena. Fyodor eligió el lado de Anna, así como yo y Sergey, él no cantaría, solo haría una presentación en el escenario antes del show, así que él también se hizo para atrás.
Recuerdo haberle gritado que nunca más se acercara a nosotros, mucho menos a mi mejor amiga. Estaba tan indignada, tan dolida, ¿quién diablos era? Lo hubiese esperado de Katya, pero nunca de Lena.
Pero así es la vida. Siempre da la vuelta y llena de razón a la gente estúpida.
Unos meses después -casi un año- Sergey y Anna empezaron a salir. Nadie en el medio tenía conocimiento de esto, fue una relación tras bambalinas. Solo los cinco amigos de siempre lo sabíamos.
Yo no tenía problemas con el asunto. Sergey y yo terminamos antes de graduarnos de la secundaria y para ese entonces yo ya estaba muy consciente de que me iban más las mujeres. Anna era mi mejor amiga y se veía feliz, así que los apoyé desde un inicio.
La fama de Anna comenzó a ascender rápidamente, después de que el primer sencillo de su álbum- producido por Vlad-, se ubicara en los primeros puestos de la cartelera musical rusa. Sergey tuvo la suerte de que un par de películas en las que había trabajado, salieron a cartelera al mismo tiempo, destacándolo también como el nuevo talento del país.
Fyodor seguía intentando crecer como comediante actuando en algunos Clubes exclusivos y muy populares y yo, era la asistente de producción de un exitoso show de HBO y en mis tiempos libres fui desarrollando el concepto de un gran programa para poder vendérselo a la cadena, lo que logré con muchísimo éxito dos años después.
Pero en ese entonces, cuando todo iba tomando camino en nuestras carreras, todavía éramos el mismo grupo de inocentes mocosos, buenos amigos, parados firmes en la tierra. A menos, eso pensaba yo.
Un viernes, como casi todos los que podíamos pasar juntos como grupo, estábamos comiendo pizza en casa de Vlad y hablando sobre una premier de la pantalla grande -a la cual, según Sergey, estábamos todos invitados- y Anna mencionó que su hermano le había pedido ir.
Sergey entonces se echó una disimulada carcajada, lo cuál me sorprendió, creí que ella lo pondría en su lugar, pero no. Anna rió con él y comentó que ya le había dicho que no iba a ser posible, que este es un negocio delicado y que tienen que cuidar su imagen. Fyodor y Vlad rieron también.
Los chicos, parados firmes en la tierra, subieron a la estratosfera en menos de un segundo y el recuerdo de Lena y lo que había sucedido casi un año atrás, llegó como un flechazo en ese momento «Anna hará lo mismo en el futuro; hará a un lado a su hermano, así es este mundo, no te sientas mal».
No podía creerlo, la juzgamos tanto, la excluimos de todo, la abandonamos, porque creíamos tener la razón… y en ese momento fue así. Luchábamos por lo correcto, mas todo fue en vano.
Ellos cambiaron tanto sin que yo me diera cuenta, siguieron las reglas de lo «correcto en el negocio» y rompieron todo lo que los convertía en esas personas que yo quería, admiraba y respetaba.
Vaya, ¿quién sabe?, quizá hasta yo cambié. Pero en ese momento, escuchar a mis amigos expresarse de esa manera, me cayó como un balde de agua fría… y desperté.
Extrañé a Lena entonces, a la vieja Lena, a la que no vivía al mando de una estúpida caza fortunas.
¿Quién diría que en ese entonces, yo necesitaba de vuelta a la mujer que tuvo el valor de dejarlo todo y terminó convirtiéndose en otra persona?
Aquella que vive de lo simple y es feliz con tan poco, la que ni siquiera tiene un televisor en esta alcoba y la que, a pesar de tener millones en el banco, vive de servir tragos en un bar y camina a casa bajo la lluvia.
Esa hermosa chica que ahora duerme intranquila y dolida a mi lado, la que me calienta con su intermitente respiración.
¿Quién creería que Kay es exactamente la Lena de la que me enamoré?
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Capítulo 54: Questions
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Dormir, nunca ha sido una de mis virtudes. Prestarle mi conciencia al sueño siempre me ha causado problemas. Más aún ahora que puedo contemplarla, más ahora que ella ya no pretende conmigo.
De repente, logro escuchar una melodía conocida a lo lejos. Pronto me percato de que alguien me está llamando y que dejé mi teléfono en la planta baja, sobre el mesón a un lado de mi empapada ropa.
Lo dejo sonar, pero vuelve a repicar, una y otra vez. Así que me levanto con cuidado y me desprendo de su abrazo dejándola sola en esa confortable cama, para bajar a averiguar quién llama con tanta insistencia.
Cinco llamadas continuas de Anna, una de Sergey, que seguramente también fue Anna, para cerciorarse de que no la estaba evitando solo a ella.
Esa boba melodía vuelve a sonar y contesto inmediatamente, usando la voz más baja que tengo e intentando ir al lugar más remoto de la casa, para evitar despertar a Lena.
—¿Dónde estás? Acabo de llegar a tu casa y no me respondes el timbre.
—No estoy ahí, Anna.
—¿Dónde estás?
—Eso no importa —le respondo tratando de que abandone su insistencia pero no lo hace.
—Dime que no fuiste a buscarla otra vez, Yulia.
—No, solo… necesitaba un poco de espacio.
—¿Dónde estás?
—¡Dios, Anna! No puedes dejarme en paz unos días, no quiero hablar con nadie, solo quiero estar sola.
—Me preocupas —me dice molesta. Ya lo sé, la idea de que busque a Lena, que la encuentre, que tal vez tome la misma decisión que ella, la aterra, la irrita y nos ha causado muchos enfrentamientos últimamente— Regresa a casa, ella ya no importa. Hace mucho tiempo que dejó de hacerlo. Deja de buscarla.
—Anna, estoy bien. No estoy buscando a Lena, sí. Estoy quedándome con una amiga y preferiría que me des mi espacio.
—Espero que tu amiga sea prudente y no vaya a vender secretos de tu sexualidad por ahí a alguna revista de chismes, porque tú querías aliviar las tensiones por una noche.
Con lo que me importa si eso llegase a suceder. Ya lo leo: «La cantante y productora del famoso show de HBO, sale forzadamente del closet».
¡¿A quién diablos le importa?! Ah, sí. A ella.
Desde que firmamos un contrato para grabar juntas algunas pistas de su nuevo álbum, le importa mucho que un «escándalo» vaya a perseguirla, ergo el bendito papel lleno de condiciones.
—Tranquilízate, Anna. Dije amiga, no prostituta.
—Está bien, solo espero que dejes de buscar a Lena, Yulia. Ella no te conviene y ahora deberías pasar en la compañía de tus verdaderos amigos —me dice en tono de advertencia, tratando de aconsejarme como si fuera esa madre que nunca tuve— Recuerda lo que le hizo a Sergey, recuerda de lo que es capaz.
¡Dios!
Si tan solo se quitara el antifaz que Sergey se encargó de ponerle, tal vez podría ver que las cosas no son como él se las cuenta.
El imbécil de mi ex-novio -el que en sus ojos es la pareja perfecta-, se volvió un maldito mujeriego y aprovecha cualquier ocasión para ponerle los cuernos.
Esa noche en particular, Anna tenía una entrevista en vivo en un canal de televisión y él decidió quedarse en el hotel. Cuando ella llegó a la madrugada -después de todos los compromisos con el canal y la firma de autógrafos a la salida-, entró en la habitación donde él dormía después de su aventura. El bobo ni siquiera se había percatado de que esa estúpida fan que se había tirado hace unas horas, había dejado una prenda íntima en la esquina del velador.
Sergey entonces, aprovechó el hecho de que Lena estaba hospedada en el mismo hotel e inventó la más fantástica historia, sobre como ella le había invitado un trago en el bar y seguramente lo había drogado para acostarse con ella y así crear un problema entre ambos. Anna le creyó, sin preguntar nada, sin discutir… simplemente le creyó.
¿Qué sacaba Lena de todo eso? Nada, pero ella fue la culpable inmediatamente.
Lo que Sergey no sabía es que yo también estaba en esa misma ciudad esa noche, y que asistí a un evento privado patrocinado por la firma de maquillaje de la cual Lena era la nueva modelo y ella estaba ahí esa noche, en el evento, no con él.
Traté de explicarle a Anna, pero no me creyó, ni la primera vez que se lo dije, ni la segunda, ni la tercera y para la cuarta ya me estaba recriminando el ¿por qué? la defendía, cuando ella era capaz de todo y que confiaba absolutamente en su estúpido novio.
Es imposible, ellos la usan de excusa para todo. Cada uno de ellos, todos menos Fyodor o yo.
No sé el motivo por el cuál él prefiere no entrar en discusiones que la involucren y siempre trata de calmar el ánimo con una broma. Tal vez, es tan sencillo como que Lena nunca le hizo nada; y que, de todos nosotros, tal vez es él, quién conserva todavía una sincera inocencia y no se ha vuelto un cínico.
—Prométeme que volverás pronto —me insiste una vez más— Quiero que empecemos a preparar las mezclas para las canciones y me gustaría pasar unos días solamente contigo.
—Seguro Anna, te dejaré saber cuando esté por regresar… en unos días.
Sí, por supuesto. Lo que más deseo en el mundo es volver y pasar horas de horas escucharlos aniquilar a Lena, ahora porque no volvió para encontrarse con Shapovalov, porque es una egoísta, cruel e interesada, a la que no le importaba un viejo que algún día conoció.
Por suerte yo conozco la verdad, por suerte yo sé quién Lena es, por eso la busqué, por eso insistí y por esa razón ahora apago este absurdo aparato y vuelvo a la cama para sentir su calor. Porque poco me importa lo que ellos digan o quieran.
Ella es con quién necesito estar.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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» EL CIELO DE RYN (ADAPTACIÓN A YULENA)
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