LA CHICA DE LA VENTANA // ADAPTACIÓN A YULENA

Capitulo 21
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La semana fue perfecta para Elena y para Yulia. Simplemente, nada parecía poder acabar con la felicidad que las rodeaba. 

Elena sonreía más. Katya e Iván conocían la razón, e incluso le habían escrito a Yulia a través de la ventana unas noches atrás junto a la pelirroja. El encuentro no duró más de cinco minutos, pues Iván debía hablar con su novia vía Skype y Katya tenía la obligación de lavar los platos de la cena, pero al menos lograron conocer un poco a la chica que conseguía hacer sonreír a su hermana como nunca lo había hecho. 

El jueves, Lena le pidió a la morena que la acompañara a su cita con el psicólogo al día siguiente, a lo cual la chica de la ventana no se negó. Elena sabía que él podría explicarle muchas cosas que ella, aun siendo la del problema, no podía. 

Se encontró con la pelinegra al final de las clases. Esta llevaba zapatillas, pantalones altos, un suéter rojo y un lazo del mismo color. Elena debía admitir que le encantaba verla llevar gorras y sus chaquetas de cuero, pero también le encantaba verla de aquella forma tan femenina. Estaba segura de que Yulia podría usar el atuendo más estúpido del mundo y a ella aun seguiría encantándole. 

Allison finalmente había terminado su servicio comunitario, y Sara y ella debían hacer un trabajo juntas, así que acompañaban a Yulia y a Elena, pues el trayecto del psicólogo las obligaba a pasar frente a la casa de la castaña. A quienes no esperaban encontrarse eran a Troy y a Jennifer, que estaban jugando baloncesto en un parque cercano (la rubia lo intentaba) y casi de inmediato se ofrecieron a acompañarlas, nadie pudiendo negarse. Lo cierto era que Yulia, Sara y Ally ya veían a la pequeña y a su novio como buenos amigos aunque se conocían desde hacía realmente muy poco tiempo. 

La morena iba sobre la patineta de Lena, la chica de la chaqueta y el beanie negros sujetaba su cintura para guiarla y mantenerla completamente segura, sonriendo al ver a su novia completamente feliz. Sara, como siempre, hablaba con Allison acerca de su no-relación y las muchas cosas malas que podrían hacer en su casa, y Troy simplemente caminaba junto a Jenny, dándole la mano, besando su mejilla cuando podía y susurrando su nombre prácticamente cada segundo. 

Troy: Jenny… - Susurró. 

Jennifer: Sí, amor… 

Troy: Jenny… -Dijo, esta vez un poco más alto que antes. 

Jennifer: Dime… 

Troy: Jenny… 

Lena se detuvo de inmediato, preocupada. Sabía que el tumor de Troy estaba creciendo, así que todo era motivo de alerta, sobretodo aquella excesiva repetición del nombre de su novia. Las otras chicas, que se habían encariñado con Troy en tan poco tiempo, también se detuvieron y miraron a la pareja con algo que el diccionario mental de la pelirroja reconoció como temor. Temor de que algo estuviese pasándole al chico y ellas no pudiesen hacer nada.  

Jennifer: ¿Qué sucede, amor? ¿Te sientes mal? - Preguntó, con una mueca que el diccionario de Elena no pudo reconocer, pero que podía acercarse mucho a la del dolor, la lástima y la preocupación juntas- Podemos detenernos unos minutos si quieres… -Sugirió mientras le acariciaba los antebrazos dulcemente.  

Troy negó bruscamente con su cabeza y luego miró a su novia fijamente a los ojos, sonriendo. Jennifer lo imitó. La pelirroja lo hizo también, pues sabía que sonreía de la misma forma cuando sus ojos y los de Yulia se encontraban de aquella forma en la que los demás a su alrededor parecían desaparecer. 

Troy: El doctor… dijo que… - Cerró los ojos y se frotó la frente, intentando recordar lo que tenía planeado decir-… dijo que voy a… olvidar… olvidar cosas y yo… no… -Se frotó la frente de nuevo-… yo no quiero… - Gruñó frustrado. Lena conocía lo que Troy estaba pasando, el echo de sentirse un idiota que no puede hacer cosas como los demás, así que se aferró fuertemente a la cintura de  Yulia, sabiendo que si no lo hacía comenzaría a llorar. Las manos de la chica de inmediato se posaron sobre las suyas, tranquilizándola. 

Jennifer: Está bien, Troy. Solo respira. Está bien. 
 
Troy respiró, pero Lena sabía que para el rubio todo aquello no estaba bien.  

Un grito frustrado escapó por los labios del chico segundos después, y el cuerpo de Lena se estremeció. Sintió el cuerpo de Yulia caer de la patineta, así que la sujetó con fuerzas para que lograse mantener el equilibrio. En cuanto los pies de la menor tocaron el suelo y se estabilizó sobre ellos la pequeña se acomodó en los brazos de su novia, Elena no hizo nada para alejarla. Aún no estaba acostumbrada a dar abrazos, pero en ese momento, viendo como su amigo sufría al hacer algo tan simple como hablar, lo necesitaba. 

Jennifer: Calma, Troy… Solo piénsalo y dilo despacio. Está bien. Te esperaría mil años - Susurró acariciando dulcemente su mejilla. 

El chico asintió, y Elena escuchó un ligero “Owww” de parte de Sara. 

Troy: El doctor dijo que… iba a olvidar las… las… las cosas y a las… persianas… no, persianas no… las pers… personas… sí, personas… y yo no… no quiero… yo estoy repitiendo…. repito tu nombre… porque… porque no… no quiero… olvidar… olvidarlo y tampoco… tampoco quiero… no quiero… - Respiró hondo y miró a Jennifer fijamente a los ojos - No quiero olvidarme de ti, Jennifer Scott -Era la primera vez en el día que hablaba de forma tan fluida. Respiró de nuevo, la pelirroja entendió que de esta forma el chico lograba liberar las palabras más fácilmente- Jamás podría perdonarme olvidarte. 

La pequeña dejó salir un par de lágrimas y sonrío ligeramente. Delicadamente sujetó las mejillas de su novio y se puso de puntillas para besarlo, aun no logrando alcanzarlo. 

Jennifer:¿Puedes ayudarme con esto, amor? 

El rubio simplemente asintió y unos segundos después la hermosa pareja compartió un beso tan corto que apenas puede considerarse beso, pero que sin dudas guardaba en él los sentimientos más hermosos y puros almacenados en el planeta. 

Jennifer: Sigan caminando. Necesito hablar con Troy… ¿Te veo el domingo, Lena? -La chica de cabellos rojos simplemente asintió, conmovida. 

Tomó su patineta y dio media vuelta, las demás chicas siguiéndola. Yulia y sus amigas caminaban en silencio, la chica de la ventana ocultaba su rostro en el cuello de su novia y enterraba una mano en su chaqueta mientras la otra rodeaba el cuello de Lena fuertemente, como si solo de esta forma pudiese mantenerse de pie. 

Sara: Eso fue… hermoso - Susurró. Elena volteó ligeramente su rostro y pudo observar que tanto ella como Allison estaban llorando. Sintió que el rostro de Yulia se enterraba más a su cuello, y pudo sentir algo húmedo allí. 

La abrazó con fuerzas. Sabía que la pequeña estaba llorando, y se sintió culpable por no haberse dado cuenta antes. 

Yulia: El va a morir, Elena - Sollozó, demasiado bajo para que sus amigas la escucharan - Él es bueno. Ama a Jennifer y la mira como… como si ella fuese lo único que tiene en este mundo. Y él no merece morir. Él no tiene que… -Pero no pudo terminar, sabiendo que estaba demasiado afectada por lo ocurrido y que estaba intentando ahogar sus sollozos, pues sentía fuertes respiraciones sobre la piel de su cuello. 

Las cuatro chicas caminaron sin hablar, y la despedida en casa de Sara no existió. Ambas chicas simplemente entraron a casa, y Lena no pudo culparlas. Ella también se sentía afectada, y hablar era lo último que deseaba. 

Caminó hasta Yulia cinco minutos más hasta que esta última simplemente se paralizó y se aferró fuertemente a Elena, comenzando a llorar sonoramente, llenando su cuello de lágrimas. 

Elena: Yul… No llores. Tranquilízate. ¿Estás bien? 

Yulia: ¡¿Es en serio?! ¡¿Me estás pidiendo que no llore?! -Se separó de ella bruscamente. Lena no comprendía el por qué de su reacción- ¡¿Cómo puedes pedirme algo así?! ¡¿Cómo puedes pedirme que me tranquilice?! ¡¿Cómo puedes preguntarme si estoy bien?! ¡¿Cómo puedes TÚ, su amiga, estar bien?! 

Elena: ¿Quién te ha dicho que estoy bien? - Susurró enojada, su voz volviéndose lenta, Elena se concentraba en no quebrarse en ese preciso instante. 

Yulia: ¡El hecho de que no te hayas derrumbado me lo dice! 

Elena: ¡ESTOY CONTENIENDOME, YULIA! ¡¿SABES LO QUÉ PASARÁ SI ME DEJO CAER?! ¡TENDRÉ UN ATAQUE DE PÁNICO AHORA MISMO! ¡SEGURAMENTE MI CORAZÓN SE VERÁ AFECTADO! ¡VOLVERÉ A EMERGENCIAS! ¡Y LA GENTE SEGUIRÁ VIENDOME COMO A UNA PUTA ENFERMA, ASI COMO AHORA VEN A TROY! ¡PORQUE ES LO QUE SOMOS! ¡ESTAMOS MALDITAMENTE ENFERMOS Y…! 

Yulia: ¡NO DIGAS ESO, ELENA! 

Elena: ¡ESTOY ENFERMA! ¡ESTOY JODIDA! ¡ESTOY JODIDAMENTE ENFERMA! ¡Y VOY A DECIRLO PORQUE ES LA VERDAD!¡PORQUE LO ESTOY! 

Yulia: ¡NO LO ESTÁS! ¡TIENES RAZÓN, TU CORAZON Y TUS RIÑONES FUNCIONAN COMO LA MIERDA, PERO AL MENOS TU CEREBRO NO TE DUELE CADA VEZ QUE DICES UNA MALDITA FRASE! ¡Y SÍ, ES UNA MIERDA QUE TENGA SOLO LA MITAD DE TU PANCREAS Y NECESITES INSULINA TODOS LOS PUTOS DÍAS DE TU VIDA, PERO AL MENOS SABES QUE VAS A TENER VIDA! ¡Y SI! ¡TIENES ASPERGER Y NO PUEDES ENTENDER LAS INDIRECTAS, PERO AL MENOS NO TIENES UN PUTO TUMOR QUE TE ESTÁ MATANDO SEGUNDO A SEGUNDO! ¡TU VAS A VIVIR, ELENA! ¡CON UN CORAZÓN DE MIERDA, RIÑONES DEL ASCO Y LA PUTA MITAD DE TU PUTO PANCREAS, PERO LO VAS A HACER! ¡ESTOY SEGURA DE QUE TROY DARÍA TODO LO QUE TIENE POR ESTAR EN TU LUGAR! ¡NO ESTÁS MALDITAMENTE ENFERMA, ELENA! ¡SOLO TIENES UNOS CUÁNTOS PROBLEMAS CON LOS CUALES PUEDES SOBREVIVIR! ¡TROY NO PUEDE HACERLO! 

Y estas fueron las palabras que destrozaron cada mínimo trozo del interior de Lena. 

Elena: Yulia… -Sus ojos se habían humedecido, pero no iba a llorar. No quería tener un ataque en ese preciso instante. No quería que la morena creyera que estaba usando sus lágrimas para obtener su perdón - lo siento, yo… 

Yulia: Voy a quedarme en casa de Sara… yo… te llamo más tarde. 

Y luego de esto la chica pelinegra simplemente corrió en dirección a la casa de su amiga, Lena no se dignó a seguirla. Ella necesitaba estar sola. Y Lena también. 

“Eres una idiota. Eres una idiota. Eres una idiota. ERES UNA IDIOTA” 

Miró su reloj. Aun podía llegar a tiempo a su cita con el psicólogo… Su reloj mental la aplaudió. Estaba siguiendo la rutina. 

“¡Deja de pensar en rutinas cuándo Yulia acaba de demostrarte que eres una completa basura, idiota!” 

Se subió a su patineta, respiró hondo y se dio impulso. Hablar con Samuel, su psicólogo, le vendría bien. El siempre lograba que no se sintiera tan idiota como pensaba serlo. 

Bajó de la patineta un par de cuadras antes de llegar. Por alguna razón su corazón había comenzado a quejarse. Jamás le había pasado, sobretodo a la baja velocidad a la que iba, pero no se preocupó demasiado. ¿Quién se preocupa cuándo el dolor se ha vuelto rutina? 

Faltaban solo un par de metros para llegar al consultorio de Samuel cuando lo sintió. 

Primero comenzó como un pequeño dolor repetitivo. Pequeños pinchazos en su pecho. Y luego la falta de aire… 

Se estaba ahogando, y su corazón dolía terriblemente cada vez que palpitaba. Una mano se colocó sobre su pecho, como si esto pudiese desaparecer el dolor. Sus dedos comenzaron a chasquear, solo consiguiendo que el dolor incrementara, Lena no se daba cuenta del hecho. 

Caminó forzosamente hacia el consultorio del doctor, sabiendo que en cuanto la vieran en ese estado llamarían a una ambulancia. 

Cada paso dolía más que el anterior, y la sensación de ahogo la invadía. Comenzó a sentir náuseas cuando entró al lugar. Linda, la secretaria, de inmediato se acercó a ella. Era la primera vez que la veía de esa forma. 

Linda gritó algo, pero Elena no pudo detallarlo. Solo podía sentir dolor, y un aturdidor chillido se apoderaba de su tímpano. Quería gritar, e intentaba hacerlo, como si esto pudiese aliviar el dolor, pero debido a la falta de ahogo no lo gritaba. 

Vomitó. Simplemente pasó, y su corazón dolió como jamás le había dolido. Lágrimas calientes llenaron sus mejillas. No le importó si su bilis había caído en el suelo o en los nuevos zapatos de Linda. Lo único en lo que podía concentrarse en esos instantes era en el gran dolor que se apoderaba de su pecho. 

No quería morir. 

No quería morir de esa forma. 

No quería morir sin ver los ojos de Yulia una última vez. 

“¡¿Por qué no fuiste tras ella?! ¡¿Por qué no le dijiste que la querías una vez más?! ¡¿ Por qué solo te dedicaste a ser una idiota?!” 

Vomitó de nuevo. La bilis le quemaba la garganta y a la vez la ahogaba. 

Se desmayó un par de segundos después, Samuel llegó justo a tiempo como para sujetar su cuerpo y no dejarla caer. 

………………………. 

Mientras tanto, Arthur le susurraba a una persona a través del teléfono con nada más que malicia envolviéndolo. 

Arthur: Mañana comienza todo. GayKova va a sufrir. Mucho. 

XX: ¿No crees que es muy excesivo, amor? 

Arthur: ¡NO! ¡Esa maldita lesbiana merece sufrir por haberme dejado en ridículo al no querer besarme! 

XX:Pero tu no querías besarla, amor… 

Arthur: ¡CÁLLATE! ¡SI QUERÍA! ¡TU LO SABES! 

XX: Amor… 

Arthur: ¡No me vengas con tus putas palabras! ¡Hoy los estúpidos del coro no me permitieron acercarme a ella! ¡DE NUEVO! ¡Toda la puta semana la han estado defendiendo!… Imagino que sabes como me siento ahora mismo… 

XX: Esta bien, amor… ¿Crees que necesitas un poco de buen sexo para liberarte? 

Arthur: ¿Está tu casa sola? 

XX: Completamente… 

Arthur: Llegaré en quince minutos. 

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CONTINUARÁ...

No soporto a este par de boludos!!!! Holis, espero disfruten el capítulo de hoy

Hay q capitulo más triste y me sorprende todavía que julia sea tan ignorante a lo q siente lena por dios cree q alguien para sufrir tiene q hacer un drama necesita saber lo q es tener autismo y ser más madura ahora mi lenita quedo toda mal y ella va a tener en su conciencia qué la dejo sola. Ese arthur para mi es gay por eso molesta tanto a julia. Y este capitulo se sintió super corto . Saludos querida mía feliz noche

OMG! Vamos!! No puedes dejarlo ahí!!! Por favor, quiero saber que pasa con mi Lenita!!!! Y por lo que más quieraaaas, puedes de favor darle su merecido a esos estup..dos 🤬🤬🤬

Fati20 estoy totalmente de acuerdo contigo, en todo... saludos!!!

Saludos katina4ever mi fiel compañera lectora en estas maravillosas historias. Vamos a ver q pasara con nuestra lenita

Ay noo, eso no me agrada... Me dejó con la intriga, como siempre 🤨🤨 cuídate mucho Fati20 que estés muy bien

Capítulo 22

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En la noche, Yulia no había hablado con Lena, aún. Sinceramente se sentía bastante enojada con ella, y aunque había prometido llamarla, no lo hizo. Necesitaba pensar.  

A la mañana siguiente tampoco dejó un mensaje sobre el vidrio. Y sucedió lo mismo el domingo… 

Las clases del lunes transcurrieron normalmente, Sara y Allison evitaban hablar sobre la pelirroja durante todo el día. Yulia sabía que aún desconfiaban del hecho de que la chica pelirroja terminaría por destrozarla. Incluso, Yulia había comenzado a pensar esto, pero de inmediato descartaba esas ideas cuando llegaban a su mente. 

Fue durante la clase de francés cuando algo que la morena no pudo detectar al instante, se acercó a su lado. 

Se presentó ante ella, entre susurros, como Vanessa Adams. 

Era nueva en la escuela. Había estado todo un año en Italia, estudiando en las mejores escuelas del país, cuándo decidió que volver a su país de origen era lo único que deseaba. En todo el mundo.

Habló de su orientación sexual de inmediato, sin que Yulia se lo preguntara. Era bisexual. No le importaban sexos si podían mantenerla satisfecha en la cama. La morena simplemente se encogió de hombros ante esta aclaración. La chica, realmente, no le interesaba. 

Vanessa: ¿Y tu eres…? 

Yulia: Yulia Volkova… 

Vanessa: Eso ya lo sé. El señor Plummer me dijo tu nombre cuando entré ¿lo recuerdas?… Me dijo que tenía que sentarme a tu lado. Hablaba acerca de tu orientación sexual. 

Yulia simplemente sonrió, sonrojándose y mirando fijamente el suelo. Era incómodo hablar de estos temas con personas desconocidas. 

Yulia: Soy lesbiana. Y no quiero seguir hablando del tema… 

Vanessa: Bien - Susurró, Yulia la vio sonreír por el rabillo del ojo-… Si algún día quieres una revolcada o algo así, solo…  

La ojiazul de inmediato negó con la cabeza. ¡No quería una revolcada! ¡Y mucho menos con una desconocida! Además ¡Era virgen! ¡Había dado su primer beso hacía menos de un par de semanas!… Sabía que el sonrojo en sus mejillas había aumentado, así que se cubrió con ambas manos. 

“¡No, no, no, no, no y no!” 

Yulia: Tengo novia… 

Vanessa: Eso no es problema. Ella no tiene por qué saberlo… -Una mano salvaje viajó directamente hacía la pierna de la pelinegra, acariciándola. No. No se sentía bien. No viniendo de ella, una completa desconocida. Se sintió invadida. Ni siquiera Lena la había tocado de esa forma. 

Apartó la pierna bruscamente y miró a la chica con su peor cara de pocos amigos, dejándole en claro que la próxima vez que lo hiciera sufriría las consecuencias. 

Yulia: No vuelvas a tocarme… 

Vanessa: Te lo prometo, Yulia. Uno de estos días vas a suplicarme que lo haga… - Susurró mirándola fijamente a los ojos, mientras que la morena estaba sintiendo un gran miedo ante su mirada.  

No volvieron a hablar hasta el final de la clase, cuándo el señor Plummer comenzó a formar las parejas para realizar los trabajos que debían de ser entregados en un plazo de dos semanas. Sara y Allison fueron colocadas juntas. Esto le causó gracia a la morena de inmediato, sabiendo que sus amigas suplicarían por su ayuda, pues el francés de Allison estaba compuesto por un simple “madam” con las Emes demasiado marcadas y el de Sara consistía en un gracioso “Biri biri bam bam”… 

Fue entonces cuándo el señor Plummer dijo: 

Sr. Plummer: Yulia Volkova  y… Vanessa Adams. 

Y, aunque deseó golpear a su profesor con todas las fuerzas que tenía, simplemente asintió y escondió su cabeza entre sus manos, soltando un suspiro de frustración. 

………………… 

Yulia decidió comenzar el trabajo ese mismo día. Entre más rápido terminaran aquello, mejor. 

Vanessa y ella fueron a su casa en el auto de la morena, el cual había salido del taller el sábado. 

Yulia: Antes de que entremos quiero que te queden claras varias cosas… 

Vanessa simplemente asintió y miró a Yulia fijamente a los ojos, con una mirada de inocencia que no podía ser más que fingida. La pelinegra había sido capaz de apreciar la inocencia pura en los ojos de Lena muchas veces, y la que intentaba mostrar la chica de crespos castaños no se le acercaba ni un poco. 

Yulia: Primero, tengo novia. La quiero mucho. No sabría explicar cuanto… Segundo, no quiero nada contigo. Ni un revolcón. Ni una aventura. Nada… - Aclaró - Tercero, sí intentas tocarme estarás completamente frita, por no decir jodida. No, jodida no. Mi novia solo puede joderme a mi. Y, hablando de mi novia, es celosa, muy celosa. Y suele ser algo agresiva cuando alguien intenta tocarme, y aunque me gustaría ver una buena pelea, no quiero que seas una de sus víctimas ni nada por el estilo - Explicó, recordando como su novia había sido capaz de defenderla en aquel estacionamiento semanas antes. Tal vez con las palabras que había utilizado, su novia había parecido ser un poco más agresiva de lo que era, pero esa era la idea - Y cuarto, no intentes seducirme. No vas a lograrlo. 

Vanessa: ¿Es eso último, un reto? - Preguntó alzando una de sus cejas. 

Yulia: Estoy segura de que desearías que lo fuera… 

……………. 

A pesar de todo, Vanessa era divertida. Algo atrevida y fuera de lugar, sí, pero lo era. Esa tarde en casa de Yulia no volvió a intentar tocarla y se limitó a redactar párrafos y párrafos en hojas de papel, hablando sobre cualquier estupidez que le viniera a la cabeza. 

Vanessa: Y esa es la historia de como Matt, mi primer novio, se ganó una patada en los huevos… 

Yulia: Por eso jamás me gustaron los chicos - Susurró arrugando su nariz. 

Vanessa: ¿Es en serio? ¿Ni uno? 

Yulia lo pensó un poco antes de responder. 

Yulia: Puede que sí. Tuve un crush con un chico de mi clase cuándo tenía unos… trece… pero no fue nada más que eso. También me gustan Ed y Harry, pero lo sabes, son inalcanzables y creo que solo me gustan porque sus canciones lo hacen también… Los chicos son lindos, debo admitirlo. Unos más que otros, pero lo son… Pero las chicas tienen… 

Vanessa: Pechos. Y lindos traseros. 

Yulia: ¡No me refería a eso! -Se defendió de inmediato, sonrojándose- Es solo que ellas… olvídalo. 

Vanessa: Por favor, Yulia… No intentes mentirme diciéndome que no le has mirado el culo y los pechos a tu novia. 

Yulia: ¡No!… Bueno, si, un par de veces… ¡Pero no es todo lo que me interesa de ella! Es decir, ella es tan… divertida e inocente. Ella puede consolarme cuando estoy triste y puede demostrarme cuanto me quiere solo mirándome… Ella es tan especial para mi. Cuando me abraza, me besa o me mira es como sí… No lo sé, puedo tocar el cielo con mis manos cuando lo hace. 

Vanessa: Tus ojos brillan, Yulia. Ella debe de ser increíble… 

Yulia: Lo es… 

Vanessa: Pero yo podría ser mejor que ella. Yo podría llevarte a las estrellas con solo una palabra… 

Yulia: Vanessa… 

Vanessa: Sé que vas a decirme que no tengo oportunidad, pero voy a cambiar eso… 

Yulia: Suerte con eso. 

…………………… 

La morena estuvo más de una semana sin saber nada a cerca de Lena. La joven pensaba que la chica de la ventana solamente la estaba ignorando debido a su pelea, pero algo dentro de sí le decía que estaba sucediendo algo peor. 

No había visto a Iván y a Katya, ni a sus padres. Tampoco había logrado comunicarse con Jennifer. 

Algo realmente grave debía de estar sucediendo, su cerebro se lo decía. Aquello no podía ser solo por una simple pelea entre novias. 

Sara: ¿La estás llamando de nuevo, Volkova? - Preguntó al ver a su amiga mirar nerviosa su celular y llevárselo a la oreja por quinta vez. Por quinta vez, fuera de servicio. 

Yulia: No he sabido nada de ella. Su cama está hecha. Nadie parece haber pasado por su habitación… ¡Los Katin parecen haberse esfumado! 

Allison: Estoy segura de que está bien, Yul - Susurró colocando su mano sobre la de su amiga para consolarla. 

Yulia: Tengo miedo… Ella… 

Allison: Te está destruyendo… 

Yulia: ¡¿Puedes deshacerte de esa estúpida idea un par de segundos y concentrarte en el echo de que Elena puede estar en cualquier hospital del país en estado crítico?! -Pidió alterada. 

Allison: Tienes razón… Lo siento. 

Fue entonces cuando Vanessa llegó. 

Yulia y ella habían continuado las reuniones en casa de la chica hasta que el trabajo estuvo terminado. Había sido más fácil de lo que la morena pensaba, y eso le dio más tiempo para ayudar a Allison y a Sara con el suyo. 

Aunque todo había sido un estúpido trabajo, Vanessa ya creía ser amiga de la pelinegra y la saludaba muy amistosamente todos los días. 

Yulia no podía intuir, que el hecho de que Arthur y Alfred la hubiesen dejado completamente en paz y que ahora fuese Vanessa quien lo hiciera, tenía algo que ver. 

Vanessa: ¡Hola, Yul! Supe que el señor Plummer va a dejar que escojamos nuestras parejas para el siguiente trabajo, así que pensé que podríamos hacerlo juntas… 

Yulia: No, gracias. Estoy planeando hacer el trabajo sola… 

Vanessa: ¿Sola? 

La chica se encogió de hombros. 

Yulia: Es lo que suelo hacer -Era cierto. Antes de “La Revolución del Coro” (Como habían apodado los demás a lo sucedido en la cafetería semanas antes) nadie quería estar en sus grupos por temor, y Yulia simplemente se unía a Sara y a Allison cuando podía, y cuando no prefería hacer todos sus trabajos sola. 

Vanessa: ¡No, no, no, no y no! ¡No voy a permitirlo! 

Yulia: Vanessa, no quería llegar a esto, pero me estás obligando… -Dijo mientras frotaba sus sienes con fuerza. La chica le daba dolores de cabeza- No… quiero… estar… en… NINGÚN… grupo… contigo… nunca… más… 

Vanessa: Pero… 

Yulia: Eres divertida ¿está bien? Y podríamos ser amigas, pero siempre intentas seducirme y es completamente incómodo. Mientras te comportes de esa forma preferiría que te mantuvieses alejada de mi… 

La morena la escuchó gruñir. 

 Vanessa: Como sea… 

Y salió enfadada por la puerta de la cafetería. Los aplausos de Sara y Allison de inmediato se hicieron escuchar. 

Allison: ¡Así se hace! 

Yulia: Pensé que creías que Lena me estaba destruyendo.. 

Allison: El hecho de que ella te esté destruyendo no quiere decir que tú debas destruirla a ella también… 

……………….. 

Vanessa tomó su teléfono y se encerró en uno de los cubículos del baño, enojada y golpeando las paredes hasta que los nudillos le sangraron. 

Arthur: ¿Qué sucede, Vanessa? 

Vanessa: Sigue resistiéndose… ¡Esto es tan difícil, Arthur! 

Arthur: ¿Te estás dando por vencida? 

Vanessa: Jamás… Ni en un millón de putos años. 

Arthur: ¿Entonces que quieres? 

La chica lo pensó un par de segundos antes de responder. 

Vanessa: Te espero dentro de diez minutos. En mi auto. Espero que vayas preparado… 

Arthur: Así será… - Susurró. 

La chica sabía que el rubio estaba acostándose con ella solo porque ese era el precio a pagar por lo que estaba haciendo, pero aun así lo aceptaba. Si había algo a lo que Vanessa Adams no podía resistirse era a una buena sesión sexual. 
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CONTINUARÁ...

Entiendo que el odio que sienten por Arthur y Alfred es mutuo y bueno... Ahora lo es por Vanessa, este nuevo personaje que pondrá todo de cabeza!!!

Hay no todavía no se sabe nada de lena y eso es muy angustiante julia dejo q pasara el tiempo y ahora ni idea q paso con lena y es su novia!!!! Debería hacer algo. Este capitulo fue aun más corto q el de ayer y como dices querida ahora lo a faltaba esta loca acosadora .

Esto.no.puede.estar.pasando.... Es en serio??? Apenas se da cuenta que Elena y su familia no han pasado por su casa??? Creo que Yuli no está preparada para algo así, es un amor muy lindo pero ella aún no entiende cómo son las cosas y ahora le sumas a toda la ecuación a la tal Vanessa mira que te gusta hacernos sufrir mi querida escritora ja! Espero una buena solución a todos estos enredos
Saludos!!!

Capítulo 23
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Elena se sorprendió bastante al abrir los ojos y descubrir que estaba en una sala de hospital en la que nunca antes había estado. También se sorprendió al darse cuenta de que tenía nauseas y mareos, muy típicos en ella después de que se le aplicase anestesia general…

“¿Anestesia general?”

Aquello tenía que ser una broma…

Sintió un agudo dolor en el vientre cuando intentó sentarse, un leve jadeo escapó por sus labios, así que desistió y se tumbó de nuevo sobre la cama. Cuando inspeccionó su cuerpo con sus manos se detuvo en el vendaje que abarcaba toda su zona abdominal.

¿Acaso era posible que…?

No pudo terminar sus pensamientos, pues una enfermera había entrado a la habitación y había comenzado a llamar al doctor Scott, a los médicos y a sus compañeras de trabajo a través de su intercomunicador, contándoles que Elena había despertado.

…………………..

Su corazón estaba cediendo. Se hacía débil cada día, pero los médicos aún creían en una especie de milagro. Pero, en caso de que ese milagro no sucediera, los médicos y padres de Elena determinaron que hacerla apta para un trasplante de corazón era una prioridad, así que el primer paso era un trasplante de riñón que tenía la gran probabilidad de ser rechazado de nuevo.

Había estado inconsciente tres días antes de la cirugía, y dos días más después de esta. Al día siguiente de que Lena abriera los ojos, los doctores (Entre ellos el padre de Jenny, quien no había participado abiertamente de la cirugía pero se había asegurado de que todo fuese bien) se dignaron a explicarle lo sucedido, de como se había desmayado en medio de la sala de espera de su psicólogo y en como la habían trasladado días antes a un hospital con mejor tecnología que el del doctor Scott para que se realizara su trasplante.

En la primera persona en la que pensó fue en Yulia, y el echo de que su novia podía… no, no podía. Yulia seguramente ESTABA preocupada por ella. Su corazón era tan hermoso que podía preocuparse en una pequeña hormiga aplastada por una aplanadora al otro lado del mundo.

Habló con sus padres, su hermanos y Jennifer ese día. Nada importante, solo cosas estúpidas que habían sucedido esos días como divertidas cenas en familia o los divertidos dibujos de Jennifer con los cuales Troy había llenado las paredes de su habitación.

No le devolvieron su teléfono hasta la tarde del día siguiente. En cuánto lo tuvo entre manos suplicó a sus padres y amiga salir de la habitación, alegando que necesitaba algo de privacidad después de haber estado con ellos más de un día entero.

Lo primero que pensó fue en llamar a Yulia, pero sabiendo que su madre probablemente estaba escuchando a través de la puerta, decidió solo enviarle un mensaje para que dejara de preocuparse como, seguramente, lo estaba haciendo. Lo sabía porque en sus ojos azules veía cariño cada vez que juntaban sus miradas, porque se lo había demostrado y porque simplemente quería creerlo.

Estuvo mordiendo su labio durante cinco minutos, pensando en cual sería el mensaje perfecto, hasta que lo decidió. No podía ser solo perdón, porque eso no explicaría su ausencia y, aunque planeaba que ella le respondiera y tuviesen una larga conversación, Elena deseaba que un solo mensaje reflejara todo lo que había sucedido, y así fue como vino la gran idea…

“Adivina quien tiene riñones nuevos…”

Gruñó cuando vio su mensaje ya enviado. Tal vez había sido una mala opción colocar solo eso.

“¿No pudiste enviarle algo un poco mas lindo, idiota? ¡No lo sé! Un: Te extrañé… ¿Quién sabe? Hubiese sido lindo. Estoy segura de que ella hubiese sonreído. Te gusta cuando sonríe, idiota. Nos gusta”

Sonrió ante sus propios pensamientos. Tal vez jamás dejaría de llamarse idiota a sí misma, pero al menos esa voz en su cabeza ya no la afectaría como antes.

“¡Lena! ¡Estuve tan preocupada por ti!” Era lo que decía el mensaje que recibio de Yulia unos segundos después.

“Lo siento”

“¿Qué sucedió? ¿Por qué desapareciste así?…” A pesar de que no podía escucharla, Lena podía intuir que su novia estaba realmente preocupada, y era extraño, pues generalmente no podía intuir nada. Continuó leyendo: “Estuve días mirando por la ventana y solo veía tu cama. Y créeme, tu cama no es atractiva si no estás en ella” Una risita escapó por sus labios.

“Antes de llegar con mi psicólogo comencé a sentirme mal y cuando llegué simplemente me derrumbé…”

“Es mi culpa. Lo siento. No debí empezar esa pelea… Fue realmente muy idiota de mi parte”

“No es tu culpa, Yul. Solo pasó. No eres tu quien controla mi cuerpo… Además, ambas somos idiotas ¿lo recuerdas?” Sí, Yulia tenía que recordarlo.

“Jamás lo olvidaría… Ahora dime ¿Estás bien?”

“Bueno, como mi corazón aun falla, ser apta para un trasplante es la propiedad, así que…” Lena no podía creer que lo que había sucedido fuese verdad, que ya no estuviese condenada a la estúpida máquina de diálisis, así que se tomó unos segundos para respirar hondo antes de escribir lo que faltaba.

“Así que…”

“¡Tengo riñones nuevos, Yul! Y al parecer mi jodido cuerpo no los ha rechazado hasta ahora, así que estoy realmente bien”

“¿Puedes no juntar las palabras “joder” o cualquiera de sus variaciones junto a algo referido a tu cuerpo? Mi mente se llena de imágenes completamente pervertidas cuando haces eso”

Elena se echó a reír, y sus heridas dolieron cuando sucedió, pero no le importó. Simplemente estaba hablando con aquella chica que realmente la volvía loca y la hacía reír con estupideces, y cualquier dolor valía la pena.

“Lena…”

“Dime, Yul”

“¿Crees que podría ir a visitarte? Me disfrazaré de Aleksa tu tía perdida, si es necesario…”

“Yul, no tengo una tía llamada Aleksa”

“¡Sí! ¡La tienes! Pero no lo sabes porque esta perdida, duh…”

“Mierda, debo admitir que casi me lo creí”

“Debes admitir que si te dijera que he visto a una serpiente con cabeza de unicornio también me creerías”

Lena volvió a reír sonoramente ante el tonto chiste de su novia, y esta vez su madre pareció darse cuenta, pues asomó su cabeza por la puerta para comprobar el estado de su hija.

Inessa: ¿Sucede algo, Lena?

Elena: No, mamá… Yo solo estaba… -Se calló unos instantes, no sabiendo que decir - revisando twitter…

Inessa: Las de tus artistas favoritos, imagino… ¿El de Lana o el de… - Su madre frotó sus sienes con sus dedos, intentando recordar el nombre de aquel grupo de chicos que su hija amaba desde el primer día en el que los había escuchado - BTS?

Elena: El de BTS -Respondió sin pensarlo. Aunque amaba a Lana la chica debía admitir que recientemente tenía una fuerte obsesión con BTS y su madre lo sabía, así que si hubiese elegido la otra opción Larissa habría dudado de su credibilidad. Lo cierto era que el rap de los chicos era muy bueno, al igual que sus looks callejeros y despreocupados .

Larissa: ¿No crees que deberías dejar un poco tu obsesión con ellos? - Preguntó colocando sus ojos en blanco- Supe que dos de ellos son gays - Susurró en voz baja, haciendo una mueca que el diccionario mental de Elena solo podía llamar asco. Si tan solo su mamá supiera… - En fin, lo que sea. No quiero que te sigas obsesionando con esos chicos raros, Lena.

Elena: Pero mamá, ser gays no los hace menos humanos -”Ni a ellas ni a mi”-. Además, no podría dejar de amar a BTS ni aunque la mismísima Michelle Obama me lo pidiera. El fandom es genial.

Larissa: Vamos, Elena. Estoy segura de que existen muchas bandas mejores. One Direction o 5 Seconds Of Summer…

Elena: ¿Los estás nombrando porque son buenos o porque sabes que todos son chicos serios?

Larissa: Lena, tu sabes que no…

Elena: Vamos, mamá, no intentes mentirme. Ambas sabemos que es por eso… ¿Qué harías si mañana te dijera que soy lesbiana, mamá?

La mayor frunció el entrecejo y la miró fijamente, la pelirroja juró que aquella mirada podría matarla en cualquier momento.

Larissa: No lo dirías, porque tu padre y yo no te hemos educado así…

Y sin más, Larissa cerró la puerta de la habitación. Elena supo que el tema ya había dejado de agradarle a su madre.

“Lo que soy no depende ni de ustedes ni de nadie más. Soy lesbiana porque simplemente nací así, porque simplemente así son mis gustos, y estoy completamente segura de que lo sería aunque me hubiese criado en un convento”

Estaba tan enfadada con su madre que no recordó los mensajes de Yulia hasta que su celular vibró entre sus manos.

“¡Lenaaaaaa! ¡¿Estás allí?! ¡Holaaaaaaaaaa!”

“Lo siento, Yul. Mi madre decidió entrar y criticar mis gustos musicales… Pero ya podemos hablar”

“¿Estás segura? ¿No necesitas descansar o algo?”

“Lo único que realmente necesito ahora mismo es a ti. Eres el aire que llena mi existir”

“¿Ahora eres poeta, Lena?”

“Esa cara tuya es un poema ”

“Jajaja, debo confesar que me hiciste reír”

“Tú siempre me haces reír, Yul, así que supongo que es justo que yo lo haga de vez en cuando”

Su celular se silenció durante cinco minutos completos después de esto. La pelirroja se preocupó. ¿Acaso había dicho algo malo?

“¿Qué sucede, Yul? ¿Dije algo malo?

“No, Elena. Por supuesto que no… Es solo que… olvídalo”

“No voy a olvidarlo. Por favor, Yul. Sabes que puedes decirme”

“Prométeme que no te enojaras” Elena frunció el entrecejo.

“¿Por qué lo haría?”

“Solo promételo Lena, por favor”

“Me convenciste cuándo me llamaste Lena. Lo prometo”

“Hay una chica en la escuela… Ella está en plan“ acosemos a Yulia Volkova” y, bueno… hoy me ha enviado rosas ¡Pero te juro que ella no me interesa en lo más mínimo!”

Las manos de Elena comenzaron a temblar de inmediato, el celular cayó de sus manos en el instante. Sus dedos comenzaron a chasquear sonoramente. Cuando regresara a casa iba a darle su merecido a esa chica. Iba a golpearla hasta dejarla tirada en el pavimento por intentar quitarle a su chica.

“Ella no es tuya, idiota. No es un objeto”

“Pero esa idiota está intentando conquistarla”

“Entonces solo tenemos una solución, idiota. Intenta hacerlo tu también”

“No voy intentarlo. Voy a hacerlo”

Elena respiró profundamente, intentando tranquilizarse, y unos minutos después volvió a tomar su celular entre manos, los temblores estaban aun presentes, menos intensos que antes, pero aún alli.

“¿Está ella en tu casa?”

“No lo creo, pero en realidad no lo sé. Mi madre solo ha entrado a la habitación a entregarme las rosas… Me dijo que mi novia necesita hacer cosas como esas si quiere su aprobación”

“¿Ella sabe que tu y yo…?”

“Tranquila, Lena. Solo sabe que tengo novia”

“¿Son lindas las rosas?”

“¡No!”

“No mientras, por favor”

“Está bien, solo un poco. Pero son solo eso: Rosas”

“¿Puedes contar cuántas hay?”

“Siete” Escribió su novia después de un tiempo. Elena suspiró. Solo le había regalado una aquella vez…

“Una por cada día de la semana” Escribió luego de analizarlo.

“Uno por cada día en el que no me interesa”

“Lamento solo haberte dado una, Yul. Prometo que en cuanto pueda te regalaré tantas rosas como quieras”

“No quiero más rosas, Elena. Solo necesito esa rosa que me diste, porque representa el número de personas con las que quiero estar en este momento”

“Espero ser esa persona”

“Lo eres”

Elena no pudo evitar que una gran sonrisa se dibujara en sus labios. Realmente, Yulia podía hacerla sonreir como una estúpida solo saludandola a la distancia.

“Entonces…” La pelirroja se sintió bastante confundida con este mensaje.

“Entonces… ¿Qué?”

“¿Puedo ir a visitarte?… Prometo que tu madre no me verá”

“No estoy en el hospital de siempre, Yul. Este está un par de horas más lejos y… realmente, estoy echa un asco. No querrías verme así”

“¿Eso es un no?”

“Me sentiré mal si lo digo, Yul. No me hagas esto”

“Es que extraño besarte”

Inmediatamente Elena llevó sus dedos a sus labios, sintiendo de inmediato la ausencia de otros sobre ellos. Suspiró. Ella también lo hacía.

“Te besaré hasta morir cuándo regrese, Yul. Lo prometo por mi beanie morado y mi patineta”

“¿Y cuándo se supone que regresarás?”

“En una semana si mi jodido cuerpo no rechaza mis riñones”

“¡¿Qué te dije?! Oh, por Dios… Pensar lo que estoy pensando no debe de ser legal en ningún estado… Mierda, jódeme Elena”

La pelirroja se echó a reír, pero esta vez procuró cubrirse la boca con su mano hasta que las risas desaparecieran. Pudo jurar que había escuchado a su novia decir esto como aquella vez en la que ambas caminaban de camino a la casa de Yulia.

“Drenarán la fistula un día antes, así que no solo recuperé mis riñones sino que también tendré mi brazo de vuelta a la normalidad”

“Eso es bueno…”

“Sí, lo es”

“Lena…”

“Dime”

“Te extrañé. Mucho”

Un suspiro involuntario escapó por sus labios, y de inmediato sonrió. Ella también la había extrañado.

“Es bueno escuchar eso. Pensé que estabas enojada por lo que sucedió con Troy”

“Lo estaba. Pero luego desapareciste… Y me di cuenta de que la única estúpida acá soy yo. No puedo criticar lo que dices y como te sientes si no he pasado por lo mismo que tu”

“No, Yul. Tenias razón. Debería dejar de pensar en la mierda que soy y concentrarme en el echo de que otros pueden tener peores problemas que yo”

“¿Lo dejamos en el pasado? Es decir, ambas somos idiotas…”

“Está bien. Solo porque somos idiotas”

“Jódeme Elena” Una risita se escapó por sus labios, de nuevo la voz de Yulia haciéndose presente en su cabeza.

“¿A qué vino eso?”

“Al solo echo de que quiero que lo hagas… Y de que acabo de imaginarte desnuda”

“¡YUL!”

“Lo siento, Lena. ¡Solo vino a mi cabeza! Soy una idiota, lo sé… Pero es tu culpa y la de tu trasero y la de todo tu, porque eres muy sexy y… Creo que será mejor que me calle” Elena casi pudo adivinar que su novia estaba completamente sonrojada al otro lado del teléfono.

Ese día hablaron hasta que la pelirroja fue vencida por el sueño.

………………..

Vanessa: ¿Tan rápido tienes que irte? - Preguntó, aun intentando recuperarse del gran orgasmo que Arthur le había regalado esa noche.

Arthur: Sabes como funciona esto…

Vanessa: Sí, sí… Me complaces y te vas…

Arthur: Exacto…

Vanessa: Le envié rosas, tal y como me dijiste…

Arthur: Perfecto… Terminará cayendo, Nessa. Y luego, tu y yo vamos a destruirla.

Vanessa: Tu, yo, Arthur, la chica con la que vas a coger después de mi…

El rubio rió fuertemente. Cualquier niño pequeño se habría asustado al escucharlo.

Arthur: No voy a coger con ninguna chica cuando me vaya, Vanessa…

Como para contradecirlo, su celular comenzó a vibrar en ese preciso instante. Arthur lo tomó y leyó el mensaje.

“Te estoy esperando, amor”

Una sonrisa apareció en su rostro. Pero no una sonrisa maliciosa o una falsa. Simplemente la sonrisa de alguien que está completamente enamorado.

Arthur: Tengo que irme - Susurró aun sonriendo, saliendo por la puerta de la habitación de aquel motel barato al instante.

Vanessa miró sus uñas perfectamente arregladas y susurró al viento:

Vanessa: Jamás lograrás engañarme, Arthur Smith.

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CONTINUARÁ...

Hola chicas, feliz fin de semana en especial, feliz día sábado. Bien, lamento mucho no haber subido capítulo ayer, pero prometo que hoy habrá triple actualización!!

 

Noooooo!!! Es tan leeeeendooo!! Pero también me haces sufrir muuuucho!! Vamooos que pasa!! Quiero felicidad leeeenda y boneeeta ya sus vidas son difíciles y toda vía le aumentas más !!! Eres eveil!!! Saludos mi querida escritora!!

Que bueno tenerte de regreso hoy con 3 capítulos me alegra q lenita esta mejor y ahora no se te ha q dializar y luego pueda tener un buen corazón. Esa julia es un caso seduciendo a lena, estaré atenta a los otros capítulos saludos querida

Capítulo 24
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Elena regresaría esa tarde. Era miércoles, y las horas pasaban tan lentamente que parecían siglos. No prestaba atención a la mayoría de sus clases, y estuvo a punto de ser castigada. Yulia tenía suerte de ser una buena alumna y haberse ganado el cariño de sus profesores.

Sara y Allison también deseaban saludar a Elena, y usaron la excusa del trabajo de francés que debían hacer juntas para ir a casa de Yulia ese día.

Fue durante el almuerzo cuando recibió un mensaje de la pelirroja que la hizo sonreír.

“Ya estoy en casa. Espero verte pronto. Te quiero”

Yulia suspiró. Ella estaba bien. Estaba en casa. Quería verla.

La quería.

“No debiste haberme dicho eso. Ahora mismo lo único que quiero hacer es salir corriendo hasta donde tú estas, Lena”

“Pero vas a quedarte allí, porque sino Sara comenzará a acosar a Allison y no habrá quien la detenga”

Yulia miró a sus amigas de reojo, no sorprendiéndose al darse cuenta de que Sara estaba rodeando con sus brazos a una incómoda Allison y la estaba acosando con su supuesta relación falsa, como siempre. Sí seguían así, la morena pensaba que realmente Sara terminaría enamorándose de Ally.

“Esta bien mamá, lo haré…”

“No soy tu mamá, Yul”

“Es solo una broma, Elena”

“Oh… ¿Debo reírme?”

“No, nadie lo hace” Escribió con una sonrisa, sabiendo que su novia lo haría de todas formas. Lena siempre se reía de sus bromas, fuesen malas o… Lo cierto es que jamás hacía buenas bromas.

“Yul, necesito decirte algo” Yulia se sintió confundida ante el repentino cambio de tema. Miles de suposiciones acerca de cosas malas que podrían haber pasado abarrotaron la cabeza de la chica. ¿Sería su corazón? ¿Sus riñones de nuevo? ¿Algo nuevo?

Respiró hondo, intentando no entrar en pánico.

“¿Qué sucede?”

“Dara y Oksana, unas chicas del “coro”, vendrán a mi casa esta tarde” Un suspiro de alivio escapó por sus labios. Por suerte, no era nada de lo que preocuparse “Eran mi amigas cuándo yo estudiaba allí. Mi madre quiere que recuperemos nuestra amistad o algo así… Por supuesto, ella no sabe que Dara y Oksana son pareja y todo eso, así que posiblemente mi madre estará furiosa cuando lo sepa. Dara no es buena para guardar secretos… Luego tendrá paranoia e irá a mi habitación cada cinco minutos para comprobar que las chicas no estén haciendo cosas “raras”, así que me temo que no podrás venir. Lo siento, Yul. No te molestes, Yul. En serio lo siento”

“No me molestaré si hablamos a través de la ventana. Sería sencillo fingir que Sara, Allison y yo solo estábamos mirando las nubes”

“¿Sara y Allison?”

“Tenemos que hacer un trabajo de francés… Y te extrañaron casi tanto como yo”

“¿Hablas en serio?”

“Sí, el señor Plummer es un pesado y siempre manda trabajos interminables”

“No hablo de eso” Yulia sonrío “¿Sara y Allison me extrañaron? ¿Por qué?”

“Sí, Lena. Te extrañaron, tal vez porque te quieren”

“¿Cómo pueden quererme?”

“¿Acaso hay alguien que no lo haga, Elena Katina?” Escribió, sabiendo que cualquiera que conociera a Elena en su totalidad la querría casi tanto como ella lo hacía. La chica era verdaderamente increíble.

Estaba dispuesta a seguir hablando con Lena durante mil años cuando una fuerza hizo que su celular cayera directamente al suelo, la pantalla haciéndose trizas al instante.

No necesitó elevar su mirada para saber de quien se trataba.

Había regresado.

Unas grandes y sudorosas manos la halaron del cabello y la hicieron levantarse de donde estaba bruscamente, un gemido de dolor escapando involuntariamente de los labios de la chica. El repugnante aliento de Arthur golpeó su mejilla cuando habló.

Arthur: Buen día, GayKova. ¿Me extrañaste?

Yulia no respondió.

Segundos después sintió a Sara y a Allison levantarse de la mesa e intentar alejar las manos del chico del cabello de su amiga, pero lo único que ganaron fueron los golpes de los puños de Alfred en el rostro de la indefensa Allison, Sara de inmediato corrió a socorrerla al ver su cara manchada de sangre, sabiendo que intentar confrontar a los chicos solo la dejaría completamente herida e imposibilitada para ayudar a sus amigas.

Arthur: Espero que hayas disfrutado tus vacaciones, GayKova - Susurró con una sonrisa malévola, escupiendo el rostro de la chica al hablar de forma intencional.

Yulia seguía con la mirada sobre el suelo, más exactamente sobre el celular roto, deseando solo hablar con Lena y reír como una tonta, sin maltratos, sin idiotas homofóbicos que la golpeasen, sin nada más que las más hermosas y puras sonrisas en el mundo.

Ningún chico del “coro” se acercó esa vez. Todos estaban demasiado ocupados en su charla mensual. Fyodor le había contado a Yulia que, una vez al mes, los chicos del “coro” se reunían para hablar sobre sus problemas, sus parejas, sus relaciones o cualquier otra cosa como forma de liberación o algo así. Fyodor le había ofrecido participar, pero la chica simplemente se había negado. No le interesaba hablar de esas cosas con las demás personas. Sí tenía problemas con Lena los resolverían solas, en pareja, como debía de ser.

Por supuesto, Arthur había aprovechado la oportunidad.

Suspiró entristecida.

“Debí imaginármelo”

Arthur: Vas a sufrir, GayKova - Susurró, preparado para golpearla, Yulia cerró sus ojos, sabiendo que lo que empieza siempre tiene que terminar.

No iba a insultarlo ese día. No iba a mirarlo ese día. No iba a hablarle ese día.

Ese día, solo se dejaría golpear, sabiendo que en algún momento esto terminaría y podría ir junto a Elena  y contarle, aun entre gemidos de dolor, cuanto la había extraño.

XX: ¡DETENTE ARTHUR!

……………………

*Horas antes*

Vanessa: No está funcionando, Arthur - Susurró dentro del lujoso y cómodo auto, colocándose la camisa rápidamente y retocando su maquillaje corrido con ayuda del brillante espejo retrovisor. El sexo con el rubio era salvaje, sin sentimientos de por medio, así que la intensidad era siempre la mayor. Al chico no le importaba si estaba haciendo daño o no a las chicas que decidían caer en sus garras. Simplemente lo hacía.

Arthur: Lo sé, lo sé. Ya me lo has dicho - Susurró fastidiado, con una mano retirando los restos de labial rojo de su cuello - Creo que comenzamos mal, Vanessa. Es obvio que el plan “seductora y acosadora” no está funcionando… Creo que debo golpearla.

Vanessa: ¿Golpearla? ¿Cómo va ayudarnos eso, Arthur?

Arthur: No voy a hacerlo, Nessa. Pensé que eras más lista… ¿Acaso el sexo te ha puesto estúpida?… Verás, voy a intentar hacerlo. Voy a intentar golpear a GayKova… Y tu vas a detenerme.

Ambos sonrieron maliciosamente al mismo tiempo. Era un buen plan. Ambos lo sabían.

El zumbido del celular de Arthur interrumpió el momento.

“Buenos días, príncipe” La mirada de chico enamorado al instante ocupó su rostro. Vanessa debía admitir que la conmovía inmensamente verlo así, tan débil, en plan “haría todo lo que fuese por ti”.

“Buenos días, amor”

………………

Yulia vio a Arthur y a Alfred desaparecer por la cafetería completamente enojados luego de que la chica de crespos comenzara a soltar improperios sin parar, Yulia no comprendió como solo los multiples gritos de Vanessa habían logrado detener a aquel par de agresivos chicos. Aun así, estaba agradecida con ella por haberla defendido.

Yulia: Gracias -Le susurró antes de correr hacia donde estaba Sara intentando despertar a Allison y limpiando la sangre en su rostro con una servilleta, preocupándose al momento.

Vanessa: ¿Puedo ayudar en algo? - Preguntó colocándose al lado de la morena, mostrando una cara de preocupación que Yulia, en ese momento, no pudo entender que era fingida.

Yulia: No lo sé - Susurró intentando despertar a su amiga con leves palmaditas en la mejilla, nada la hacía reaccionar. Tenía un corte en el labio, otro en la ceja y su nariz sangraba. Ese día, definitivamente, Alfred era el único que había tenido su diversión.

Vanessa: ¿Quieres que llame a alguien? ¿Ambulancias? ¿Doctores…?

Yulia: Llama una enfermera -Pidió, sabiendo que, a pesar de que su amiga estaba inconsciente, llamar a la ambulancia o a un doctor sería demasiado exagerado. Cosas peores ya habían sucedido antes. Aquella solo era una tortura más de parte de la vida.

En menos de cinco minutos la enfermera del colegio ya estaba allí. Allison despertó después de dos minutos y Sara la acompañó a la enfermería, Yulia se quedó junto a Vanessa para agradecerle, sabiendo que ver a Allison en aquellos momentos solo la haría sentir completamente culpable.

Vanessa: Lo siento, creo que… Está roto - Susurró, entregándole su teléfono completamente destrozado, intentando ocultar una leve sonrisa que Yulia notó. Le pareció extraño, pero luego pensó que posiblemente a la chica simplemente le gustaba reir.

Yulia: Gracias - Susurró tomándolo entre manos, sabiendo que no quedaba más remedio que comprar otro - No solo por el celular. Gracias por hacer eso que hiciste por mi - Susurró con una tímida sonrisa en los labios. Si bien Vanessa no le caía del todo bien, la había defendido, y no era tan estúpida como para no dar las gracias por algo así.

Vanessa: No es nada… ¿Recibiste mis rosas? - La sonrisa de inmediato se esfumó de su rostro.

Yulia: Vanessa, ya te he dicho que…

Vanessa: Sé lo que me has dicho, Yulia.

Yulia: ¿Entonces por que insistes?

Vanessa pareció dudarlo. En realidad lo fingió, pero era una buena actriz y la morena terminó por creérselo.

Vanessa: Porque me gustas, Yulia. Y sí, sé que tienes novia y toda esa basura. Sé que la quieres… Pero voy a hacer todo lo que pueda para conquistare, porque desde que te vi la primera vez siento que eres lo único que realmente quiero en mi vida. Lo único en lo que realmente puedo pensar… Cuándo terminamos de hacer el trabajo de francés deseé que hubiese sido más largo. Jamás me ha gustado estudiar, Yulia, pero lo haría eternamente solo para estar contigo… Puede sonar tonto, pero creo que me he enamorado de ti.

Estas palabras dejaron a la morena completamente atontada. Las palabras de esta no se asemejaban a las palabras que Elena le había dicho al confesarle que se había enamorado de ella en aquel auto, pero, aun así, sacudieron algo dentro de ella. Algo que la hizo sentir completamente incómoda.

Yulia: Vanessa, no sé que decir. Yo…

Vanessa: No tienes que decir nada, Yulia. Sé que quieres a tu novia y eso, y sé que va a ser difícil ser parte de tu vida, pero voy a conseguirlo, aunque lo niegues.

Y, sin más, la chica se fue del lugar con una sonrisa en los labios. Una sonrisa con dobles intenciones. Una sonrisa de un niño travieso que sabe que acaba de cometer la peor de todas las travesuras.
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CONTINUARÁ...

katina4ever y Fati20, un abrazo y un beso

Espero que las amigas de julia o alguien se de cuenta que esa Vanessa es mala porque julia es media tonta y capaz cae en la trampa y lastimara a lena . Estoy emocionada que se vuelvan a ver

Noooooo!!! Esto.no.puede.estar.pasando....

Capítulo 25
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La pelirroja no se había preocupado más de lo necesario cuándo Yulia había dejado de contestar a sus mensajes. Pensó que probablemente se había quedado sin batería, o que las clases habían comenzado, o que Sara había comenzado a acosar a Allison más de la cuenta y había tenido que interponerse para evitar que la castaña cometiera una locura. Jamás imaginó que Arthur podría haberla golpeado… Según le había contado Yulia a través de mensajes, el chico y su amigo no habían vuelto a molestarla. Y cómo el dejar a Yulia en paz parecía haberse convertido en una rutina, la pelirroja simplemente respiraba hondo, no recordando que el hecho de tener que seguir una rutina no obligaba a los demás a hacerlo.

Toda la paz en sus pensamientos fue interrumpida por los gritos de su madre, Inessa Katina, provenientes del piso inferior.

Inessa: ¡ELENA KATINA! ¡BAJA AHORA MISMO!

Bajó lentamente las escaleras, procurando no apresurarse, sintiendo dolor en sus costados y a su corazón agitarse con el simple esfuerzo que conllevaba descender los escalones.

Cuando llegó a la base de la escalera estaba completamente agotada, pero a Inessa no pareció importarle, pues de inmediato llegó hasta ella con Oksana y Dara más atrás, tomadas de las manos, sonriendo como si aquello fuese un chiste, sin siquiera mirar a su hija con algo en su mirada que no fuese rabia absoluta.

Inessa: ¡¿POR QUÉ NO ME LO DIJISTE?!

Lena intentó responder, pero tenía la boca seca, el corazón acelerado y los pulmones le dolían en un esfuerzo de conseguir oxígeno, así que lentamente se sentó sobre el último escalón de la escalera y colocó su cabeza entre sus piernas, tomando aire, intentando que su corazón trabajara correctamente y evitar un desmayo por falta de oxígeno.

Inessa: ¡¿POR QUÉ NO ME DIJISTE QUE OKSANA Y DARA AHORA ERAN UNAS ESTÚPIDAS LESBIANAS?!

Dara: Más respeto, señora Katina. Mi novia no es estúpida. Tiene uno de los mejores promedios, en realidad… -La escuchó decir, el diccionario mental de Elena identificó la reacción como enojada. Aunque algo no parecía encajar. ¿Era aquello orgullo? Orgullo a los logros de su novia, tal vez…

Inessa: ¡Cállate estúpida!

Oksana: ¡NO LE DIGA ASÍ A MI NOVIA!

Inessa: ¡No me grites! ¡Y no la llames novia! ¡Solo estás confundida, Oksana!

Dara: La única confundida acá es usted, señora Katina. Ella es mi novia y la amo, y sé que ella me ama a mi, y no estamos para nada confundidas con eso…

Inessa: ¡Callate de una maldita v…!

Oksana: ¿Estás bien, Lena? - Preguntó, ignorando a la mujer mayor luego de haber visto el estado de su vieja amiga, que intentaba recobrar el aire con todas sus fuerzas. Sin saber como, las manos de Oksana tomaron las suyas. Elena de inmediato las apartó. No se sentía bien con el contacto de los demás. A veces, ni siquiera se sentía bien tocándose a sí misma. La única que podía tocarla y hacerla sentir bien era una chica llamada Yulia Volkova, y su mamá seguramente se enojaría en cuánto lo supiera, no considerandolo positivo.

Elena: No me… toques… solo… necesito… aire - Susurró, las palabras le salían con dolor de su garganta.

Esta vez Inessa si pareció preocuparse, porque Lena notó que se sentó a su lado y la rodeó con su brazo, acariciándole los costados débilmente.

Sus dedos comenzaron a chasquear de inmediato. No quería que su madre la tocara. No quería que nadie allí la tocara.

ELLA QUERÍA QUE YULIA LA TOCARA.

Inessa:¿Puedes dejar de hacer eso, Lena? Me pone nerviosa…

Elena lo intentó. Realmente lo hizo. Pero entre intentar convencer a sus dedos para que no se movieran y respirar, el sonido se hizo más fuerte y constante, su cerebro tomó la decisión inmediata de que respirar era lo más importante en esos momentos.

Inessa: ¡TE DIJE QUE BASTA, LENA! - Gritó, apartándose de ella, cubriéndose los oídos.

Elena: ¡No… puedo! - Intentó gritar.

Clara: ¡SI PUEDES PERO QUIERES HACERME CREER QUE NO PARA QUE NO TE GRITE POR OCULTARME EL ECHO DE QUE TUS ESTÚPIDAS AMIGAS SON LESBIANAS!

Elena: ¡Cállate! -De nuevo el grito ahogado. Su madre no solo estaba ofendiendo a Dara y a Oksana. Sin saberlo, también había ofendido a su propia hija.

Inessa: ¿Sabes que? Hablaremos cuando dejes de hacer eso… Dara y Oksana irán contigo a tu habitación porque ahora mismo no quiero estar contigo, pero escucho algo sospechoso y juro no regresan. ¿Entendido, Lena?

Entre sus piernas, tomando grandes bocanadas de aire, Lena asintió débilmente.

Lo siguiente que escuchó fue los pasos de su madre alejarse del lugar.

Dara: Tu madre está loca, Katingay…

Oksana: ¡Dara! ¡No llames a Lena así!

Dara: ¿Qué tiene de malo? ¿Recuerdas cuándo salia con Dan y se hacía la hetero frente a nosotras? -Las chicas solo habían conocido al primer novio de la pelirroja, Dan, aquel estúpido. Se hubiesen alarmado si hubiesen sabido que su segunda relación fue peor- Quiero restregarle su relación con Yulia por toda la cara y recordarle un millón de veces que por fin se dignó a salir de Narnia…

Oksana: ¡Sandara!

Dara: ¡Oksana! -Dijo, una sonrisa seductora formándose en sus labios. Se acercó lentamente a la chica, rozando sus labios con los de su novia, sonriendo.

Oksana: Ni lo intentes - Susurró cerrando los ojos, suspirando profundamente.

Dara: ¿No quieres que te bese?

Oksana: No… bueno, sí, pero… - Miró los labios de su novia, olvidando de inmediato todos sus argumentos. Dara tenía un no-se-sabe-qué que la volvía completamente loca en cualquier situación.

Elena: Pero… están en mi… casa y… mamá… cerca - Susurró, levantándose lentamente, sujetando sus costados. Lena no estaba dispuesta a apreciar el intercambio de afecto entre sus viejas amigas.

Las chicas se separaron rápidamente, sonriendo la verla de pie, Lena mirándolas a los ojos y elevando la comisura de uno de sus labios en una falsa sonrisa.

De inmediato corrieron a ayudarla, pero ella se negó. No se sentía bien cuando ellas la tocaban. Antes, cuando eran más unidas, lo permitía aunque no le agradara, pero ahora simplemente se sentía completamente incómoda cuando lo hacían. Tal vez había sido el aislamiento lo que la había echo tan poco fan del contacto físico.

Elena: Subamos - Susurró, aun intentando recuperar el aliento, no queriendo estar allí cuándo su madre regresara.

Subieron lentamente las escaleras, Dara y Oksana siempre detrás de ella, preparadas para sostenerla en caso de un desmayo o algo parecido. Lo cierto es que las chicas habían conocido a una Elena que no parecía estar a punto de sufrir un colapso cada vez que intentaba subir las escaleras, así que no sabían como comportarse en situaciones así.

¿Debían disimular? ¿Debían parecer preocupadas? ¿Debían llorar con ella? ¿Debían hacerla reír?

Finalmente, llegaron a la habitación de su amiga, quien de inmediato se sentó en la silla de su escritorio, colocó su cabeza entre sus piernas, intentando recuperar el aire que tanto necesitaba.

De un segundo a otro, la locura se desató.

Lena comenzó a llorar.

Sus dedos chasqueaban, las lágrimas quemaban y sus pulmones luchaban por obtener oxigeno. Oksana y Dara intentaban consolarla acariciando su espalda, pero la chica simplemente las apartaba, incómoda ante el contacto. Finalmente, ambas decidieron sentarse frente a ella, tomándose de las manos y reteniendo sus lágrimas.

Elena se sentía tan impotente, incapaz de subir y bajar unas simples escaleras sin cansarse. Incapaz de decirle a su madre que Dara y Oksana eran sus amigas, besasen a quien besasen. Incapaz de decirle a su madre que le gustaban las chicas. Incapaz de decirle a su madre que le gustaba Yulia. Incapaz de todo.

Con brusquedad tomó uno de los muchos crucigramas de su escritorio y lo lanzó al suelo con fuerzas, soltando un sonoro jadeo ante el esfuerzo. Hizo lo mismo con siete crucigramas más, los cuales había resuelto mientras estaba en el hospital, recuperándose de su trasplante de riñon. Finalmente decidió que lanzar cosas blandas no era suficiente, así que buscó en el último cajón de su escritorio y sacó el enorme álbum donde almacenaba todas sus monedas. No pensó antes de comenzar a sacarlas de sus lugares y lanzarlas sonoramente al suelo, chasqueando los dedos audiblemente, llorando y solo concentrándose en el odio que sentía hacía sí misma, intentando descargar sus sentimientos con cada lanzamiento.

Dara: Lena, por favor… Lena mírame -Pidió acercándose a ella, con intenciones de ayudar.

Elena: ¡No! -Quiso gritar, pero no lo logró. El aire en sus pulmones aun era escaso, y más aun con aquella crisis- No… me… toques - Chilló. Dara simplemente asintió, sabiendo que si se acercaba solo lograría alterarla más.

Y así fue como otro puñado de monedas antiguas fue a dar directamente al suelo.

… Fue entonces cuando lo escuchó.

Un golpeteo desesperado. Un golpeteo desesperado en la ventana de su vecina.

Giró el rostro, aun con lágrimas cayénde de los ojos, para ver a una preocupada Yulia abrir su ventana junto a Sara y Allison, y mirarla directamente a los ojos, Lena de inmediato apartó la mirada, incómoda. No por el echo de estarla mirando, sino por el echo de estar tan rota frente a ella.

Yulia: Lena - La escuchó decir.
 
Fue lo suficiente como para que la crisis de Lena se detuviera, dejara el álbum sobre el suelo y llorara sobre sus piernas, avergonzada ante su comportamiento.
 
Yulia: Todo está bien, Lena. Respira.

Elena intentó hacerlo. Intentó inhalar y exhalar normalmente, pero no podía. El llanto aun seguía. El sufrimiento aun seguía. Su mente seguía torturándola.

“Eres una idiota, Katina. No puedes ni mirarla a los ojos. ¡ERES UNA IDIOTA!

Se agitó aun más.

Yulia: Respira, Le…

Elena: No… puedo - Susurró. La chica sabía que su novia no la había escuchado, pero Oksana se encargó de darle el mensaje, preocupada según pudo deducir Elena gracias a su diccionario mental.

Yulia: ¿Puedes caminar hacia la ventana, Lena?

De inmediato, negó con su cabeza.

Yulia: ¿Por qué?

Elena: Duele -De nuevo, Oksana fue quien dio el mensaje.

Yulia: Ellas pueden ayudarte, Lena. Necesito que te calmes un poco, y se que la única forma de que lo hagas es que te acerques a la ventana.

Elena: No quiero que… me toquen - Oksana estaba junto a ella.

Yulia: No son malas personas, Elena. Solo van a ayudarte ¿Okay?… Imagina que soy yo. Imagínalo aunque no seas buena en eso.

La pelirroja simplemente asintió, vencida.

De inmediato, Dara y Oksana se acercaron.

Dara: Yo la ayudo. Tu lleva la silla -Pidió a su novia, mirándola fijamente a los ojos. En cuanto sus brazos rodearon los hombros de Lena, esta comenzó a temblar - Cierra los ojos Katina. Soy Yulia. Tengo un lindo culo y soy extremadamente sexy.

Elena no creyó aquello. Obviamente Dara no era su novia, sus voces ni siquiera eran iguales, pero sus comentarios graciosos la hacían sentirse algo más relajada con su vieja amiga. Relajada, no cómoda.

Segundos después las chicas ya habían colocado la silla de Elena frente a la ventana, y esta última estaba sobre ella, aun llorando, no queriendo mirar a su novia, sabiendo que encontraría un par de miradas más de las que necesitaba. Miradas llenas de pena. Al instante, enterró la cabeza entre sus piernas.

Dara: Vamos, Katina. No hagas eso. Me hacer querer abrazarte una eternidad ¡Y se supone que eso solo debería querer hacerlo con mi novia!

Oksana: Tal vez podemos hacer otras cosas durante una eternidad -Dijo sugerente, sonriendo seductoramente.

Dara: ¡Oksana, no! ¡No hagas eso!

Oksana: ¿Hacer qué? - Preguntó, fingiendo inocencia mientras recorría el borde de sus labios con su pulgar, humedeciendolos ligeramente con su lengua.

Dara: ¡Oksana! ¡No estás ayudando!

Elena: ¡Cállense! - Exclamó. Su voz comenzaba a normalizarse.

Yulia: Elena, mírame -Pidió.

Lena se sorbió la nariz antes de hacerlo. Los ojos de la morena, como siempre, le dieron todo lo que necesitaba. La hacían sentirse cómoda, de nuevo en donde quería estar. Un poquito menos enferma.

Yulla: Te extrañé, Lena - Susurró dulcemente, la pelirroja captó los sonidos de su voz en el viento. Un hermoso rubor cubrió el rostro de Yulia y a la chica de ojos verdes simplemente le pareció adorable.

Ella era tan Yulia. Su Yulia.

Elena: Yo también, Yul.

Sara: ¡Yulena Feels!

Allison: ¡Cállate!

Sara: Sí, amor…

Allison: ¡Sara!

Yulia: Debo admitir que tu brazo se veía mucho más sexy con la fístula - Susurró señalando el brazo izquierdo de Lena, la chica de inmediato sonrió al verlo. La habían drenado hace dos días, y definitivamente ya no se sentía tan enferma como antes. Tan distinta a los demás. Pero aun así, aun lo estaba. Lo sabía. Sabía que jamás sería como los demás- Pero tu cara de “estuve más de una semana en un hospital” es mucho más sexy que una fístula, y eso es bueno… Así que… - Yulia parecía dudar entre decir lo que quería decir o no. Un rubor se extendió por todo su rostro, Lena de inmediato intuyó lo que su novia planeaba decir. Era increíble la forma en la que la pelirroja podía adivinar los pensamientos de Yulia solo mirándola un par de segundos cuando nunca antes había hecho algo parecido.

Elena: No lo digas, Yul, por favor…

Yulia: Jódeme Lena - Susurró alzando una de sus cejas, sonriendo y su cara volviendo un mar rojo.

La risa de Elena se apoderó de todo el lugar.

……………..

Vanessa y Arthur estaban tomando una taza de té en un café que ningún chico en su escuela podría pagar. Ser el hijo del director tenía sus beneficios de vez en cuando, pero otras no tanto, sobretodo cuando el director era su Padre…

Vanessa: No está funcionando, Arthur. Lo estoy intentando, pero sé que no voy a lograrlo. Siento que estoy fallando… Y lo siento.

Arthur: No te lamentes, idiota. GayKova es difícil, sí, pero si no va a caer ante ti por amor lo va hacer por celos.

Vanessa: ¿Celos?

Arthur sonrió maleficamente y tomó su celular. Llamó al último de sus contactos con el que había hablado y susurro “ven” débilmente antes de colgar. Segundos más tarde, una chica atravesó la puerta del café y se dirigió a ellos, besando dulcemente la mejilla de Arthur, haciéndolo sonreír de forma completamente sincera.

Vanessa: Pensé que no querías involucrarla en esto…

Arthur: Tuve que hacerlo. Estoy desesperado… Y ella quería ayudar.

Vanessa: ¿Por qué lo haces, Arthur?

El chico miró a Vanessa fijamente a sus ojos, como buscando la respuesta en ellos, pero finalmente rió fuertemente y de forma malevola, como siempre.

Arthur: Es mi problema. Vete a la mierda.

XX: ¡Arthur!

Arthur: Está bien, está bien, lo siento…

Vanessa: ¿En serio quieres involucrarla en esto?

Arthur: Si - Susurró, levantándose de su silla y haciendo que la chica se sentara, ambos sonrieron dulcemente al mirarse, Arthur buscando otra silla para poder sentarse también a su lado.

XX: Pero no demasiado. No tengo que besar a nadie… Si lo hago Arthur dice que se enojará y se lo dirá a mi papá.

Arthur: Créeme, su papá tiene problemas de ira.

Vanessa: No lo dudo. Arthur jamás miente sobre los padres de sus…

Arthur: No lo digas…

Vanessa: Está bien, señor autoridad.

XX: Entonces… ¿Humillamos a GayKova?

Arthur: Por supuesto, Alex…

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CONTINUARÁ...

...y más personajes malos se siguen integrando al infierno de Yulia.

Hasta mañana bellezas!

Pobre lena con esas crisis y me preocupa cuando inessa se una a los enemigos de la relación . Espero que las chicas estén mejor en el próximo capitulo q esperare ansiosa, feliz noche querida mía hasta mañana q tocan varios capítulos

Capítulo 26

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Sentadas frente a la ventana, Yulia, Sara y Allison hablaban con Elena, Dara y Oksana sobre tonterías, Yulia sintiendo que podía confiar en las nuevas chicas aunque apenas las conocía. La estaban pasando muy bien. Tal vez la diversión hubiese aumentado un poco si Jennifer hubiese estado allí, pero Troy y el hecho de que faltaba solo una semana para su operación lo justificaban todo.
 
Oksana: Y esa fue la primera vez que le dije a mi padre que estaba saliendo con Dara…

Sara: Aún no puedo creer que se lo dijeras en medio de un aeropuerto repleto de gente, antes de que fuese a dar un concierto…

Oksana: ¡Es la única forma que encontré para que no comenzara a gritar como loco!

Dara: Pero lo tomó bastante bien, amor…

Oksana: Bueno, yo no sabía que eso iba a pasar.

Dara: Lo positivo es que Boris y yo ahora somos grandes amigos…

Oksana: ¡No lo llames Boris!

Dara: ¿Por qué? El me lo pidió…

Oksana: Cuando un padre te dice eso no debes hacerlo. Te está poniendo a prueba.

Dara: Oh, entonces creo que ya reprobé –Dijo riéndose, Elena frunció el entrecejo al no comprender la broma-… ¿Cómo se lo dijiste tu a tus padres, Yulia?

Yulia: Bueno, esto va a parecer tonto pero… la primera vez que le dije a mis padres que me gustaban las chicas fue en una cena familiar. Simplemente se me salió… Y así fue como mi abuela, mis tíos y mis primos lo supieron también. Fue completamente horrible.

Elena: Recuérdame no pedirte consejos cuando yo quiera decirle a mi madre que estoy saliendo contigo -Dijo con una sonrisa, mirando a Yulia atentamente. Esta última se sintió desvanecer. Los ojos de su novia, definitivamente, debían de ser parte de otro mundo.

Oksana: Hablando de eso… ¿Planeas salir del armario pronto?

Elena: Oksana, no estoy en el armario. ¿Acaso no me ves? Estoy acá, a tu lado y…

Yulia: Lena, no te habla en forma literal –Le explicó pacientemente, con una mirada dulce en sus ojos azules - Lo que está intentando preguntarte es si planeas decirle a tus padres que eres… bueno… lesbiana.

Elena: Oh… Bueno, yo… no lo sé… Es decir, si quiero decírselo pero… eso no va a gustarles y…

Sara: Y tienes miedo a lo que dirán -Dijo, y Yulia volteóo a mirar a su amiga fijamente, encontrando un extraño entendimiento en sus ojos. Sacudió su cabeza. Debía estar alucinando.

Dara: Oh… ¿A ti también te gustan las…? -Los ojos de la morena se abrieron. Jamás había pensado algo como aquello. Si bien Sara tenía a Freddie, su novio, eso no influía en el hecho de que podían gustarle las mujeres también

Sara: No, no, claro que no -Se esforzó en negar, pero sin saber por qué, Yulia supo que estaba mintiendo. Tal vez lo sabía porque era su mejor amiga - Tengo novio.

Oksana y Dara: Sí, novio -Dijeron al unisonó, Lena las miró de forma asesina al instante, Allison, Sara y ella no comprendieron absolutamente nada.

Dara: Elena intentaba convencerse a sí misma de que era hetero solo por salir con chicos idiotas y feos, y cada vez que hablaba de ellos era como “Mi novio, sí, novio, me llevó al cine ayer y tuve que pagar las palomitas de maíz” “Mi novio, sí, novio, estaba besándose con Paquita la del Barrio porque es un idiota pero igualmente lo quiero”…

Yulia rió fuertemente mientras escuchaba los inventos de la chica, cada vez más extraños y estúpidos, y también rió al vez la cara de su novia, que parecía decir “Te mataré mañana, Sandara, así que será mejor que tengas cuidado”

La única que no reía (Además de la molesta Lena) era Sara, que parecía estar en otro mundo, perdida en sus propios pensamientos.

Aun así, Yulia no se atrevió a decir nada. La chica sabía que, posiblemente, su amiga estaba cuestionando su sexualidad. Lo sabía por la forma en la que había reaccionado a la pregunta. Y sabía que hablarle en aquel momento no ayudaría. Yulia también había pasado por algo como aquello años antes, y lo único que la había ayudado era hablar consigo misma, intentando convencerse de que no estaba mal ser como era.

Dara: “… Me confesó que es gay y me está usando para cubrir su relación con el chico de sus sueños, pero aun así es mi novio y yo soy tan hetero como…”

Elena: ¡BASTA SANDARA! - Gritó enojada, sujetando sus costados y haciendo una mueca.

Yulia: ¿Te duele? - Preguntó a su novia, preocupada, sabiendo que la operación era reciente.

Elena: Un poco. No se por qué, pero las heridas no han cicatrizado como deberían y, aunque ya no tengo los puntos, me duele cada vez que hago un movimiento brusco o algo así…

Yulia: Tal vez solo necesitas descansar un poco más…

Elena: O, tal vez, necesito que me abraces - Susurró haciendo un puchero, Yulia rió ante el gesto.

Allison de inmediato notó que algo estaba mal en cuanto Sara no gritó “¡Yulena Feels!” como si su vida dependiese de ello.

Se acercó lentamente a su amiga, mientras Yulia las observaba, y la rodeó con sus brazos dulcemente. Si bien Allison a veces se desesperaba con el constante acoso de Sara, eso no apartaba el hecho de que era una de sus mejores amigas y de que siempre estaba allí cuando la necesitaba.

Allison: ¿Sucede algo, Sara? - Preguntó. Las otras chicas estaban demasiado distraídas en la otra habitación como para darse cuenta. Yulia sonrío. Elena estaba descargando su furia contra ellas.

Sara: No… yo solo - Susurró. Parecía… distinta. No era la misma bromista e idiota de siempre. Estuvo en silencio unos segundos, antes de sonreír genuinamente, como siempre, y decir:- Estaba pensando en lo increíblemente sexy que eres - Yulia suspiró y sonrió. Allí estaba Sara de nuevo, aunque confundida y con un montón de preguntas en su interior, pero al menos estaba sonriendo. Sonriendo de verdad- Y en el montón de cosas sucias que podríamos estar haciendo ahora mismo.

Allison: ¡Sara!

Dara y Oksana habían escuchado la última parte y rieron, al igual que Elena. Yulia simplemente miró a su novia, sonriendo, enamorándose de sus perfectas carcajadas.

Allison: ¿Y cómo fue que tu saliste del closet, Dara? -Quiso saber cuando las risas habían terminado, mientras abrazaba a Sara fuertemente. Ella también sabía que su amiga no estaba del todo bien.

Todas se sintieron extrañadas al escuchar a Oksana reír fuertemente ante esta pregunta, sujetándose fuertemente al hombro de su novia para no caer al suelo revolcándose de risa.

Oksana: ¿Salir del closet? ¿En serio? -Rió de nuevo. Respiró hondo y se limpió las lágrimas de risa que habían resbalado por sus mejillas - Dara jamás ha estado dentro -Dijo, besando dulcemente los labios de su novia durante algunos segundos.

……………

Arthur: ¿Estás segura de que quieres hacerlo, Alex? – Preguntó el chico mientras conducía. Alexandra mientras tanto sonreía mientras cantaba alguna canción en la radio.

Alexandra: Por supuesto, Arthur, estoy más que… ¡OH, MY GOD! ¡EL SOLO DE HARRY! ¡¿QUE HICE YO PARA MERECER ESCUCHAR TANTA PERFECCIÓN, ARTHUR?!

Arthur: Sé que conocerme es un privilegio, pero no es para tanto…

Alexandra: Cállate engreído – Susurró riendo.

Arthur: ¿Por qué estás haciendo esto, Alex?

Alexandra: Estoy cantando porque me…

Arthur: No hablo de eso. Hablo de…

Alexandra: Sé de lo que hablas –Asintió - Y lo hago porque te quiero…

Arthur: Pero dijiste que era cruel.

Alexandra: Aun lo sigo pensando, pero es lo menos que puedo hacer luego de que mi padre…

Arthur: No sigas –Pidió, adolorido. Aun recordaba aquel reciente enfrentamiento con el padre de la chica.

Sully: ¡EL SOLO DE STYLES! ¡MIERDA, HARRY! ¡, ESCUCHA, EL BEATBOX DE ZAYN! ¡FUCK ME ZAYN!

Arthur: En serio necesitas ayuda profesional –Dijo sonriendo.

…………….

Dara: Bien, juguemos un juego –Sugirió la chica luego de que Sara y Allison comenzaran a bostezar debido a lo aburrido del momento, y a que Yulia y Elena solo se miraban como bobas enamoradas, sonriendo.

Oksana: ¡Verdad o reto!

Elena: ¡No! ¡Odio ese juego! –Dijo. La morena intuyó que seguramente no era la primera vez que lo jugaba junto a las chicas. Yulia también sabía que ese juego podía resultar embarazoso, pero por alguna razón quedar en ridículo la atraía.

Dara: Vamos, será divertido…

Allison: Yo quiero jugar.

Sara: Si ella juega yo juego –Sonrió.

Yulia: ¿Vas a jugar, Lena? – Preguntó mirándola los ojos, sonriendo - Podemos solo mirar si quieres.

Yulia observó a su novia suspirar antes de decir:

Elena: Si, jugaré…

Yulia: Entonces yo también –Sonrió.

……………

Alexandra: ¿Vas a entrar? – Preguntó aun en el auto, mirando a Arthur fijamente.

Arthur: No… Desde lo que pasó con tu papá él no me habla y realmente no quiero más problemas ahora mismo.

Alexandra: Está bien –Dijo besando su mejilla dulcemente, sonriendo al separarse - Supongo que te veré en la escuela…

Arthur: Eso se escucha raro en tu boca…

Alexandra: La educación por internet es buena, Arthur…

Arthur: Sí, sí, como sea… -Dijo, esta vez siendo él quien besó la mejilla de Alex- Te veo en la escuela.

Alex dudó unos instantes con la mano en la manija de la puerta, y luego de suspirar profundamente, simplemente la apartó.

Alexandra: Arthur, antes de salir quiero preguntarte algo…

Arthur: Lo que quieras –Dijo con una sonrisa.

Alexandra: ¿Te estás acostando con Vanessa?

Arthur: ¿Perdón?

Alexandra: Solo responde…

Arthur suspiró y cerró los ojos fuertemente.

Arthur: Sí… Así le pago por hacer lo que hace.

Alex simplemente se cruzó de brazos, frunció el ceño y abrió la puerta del auto, dispuesta a salir, pero el chico le sujetó la mano fuertemente.

Arthur: ¿Qué sucede?

Alexandra: ¡¿Qué sucede?! ¡Mi padre casi te mató a golpes por esto y tu simplemente…! – Reclamó, apretando sus puños hasta que sus nudillos se volvieron completamente blancos- Eres un idiota…

……………….

Dara:… Y así fue como terminé con la boca llena de mostaza – Confesó.

Lo cierto es que, ahora que el juego había comenzado, Lena estaba riéndose genuinamente, y esto, a Yulia, simplemente le encantaba. Le encantaba verla sonreír.

Cuando lo hacía era tan especial. La forma en la que su boca se curvaba y una hermosa carcajada salía por su garganta, llenando el aire de magia, era todo lo que Volkova necesitaba para vivir.
 
Dara: Ahora es turno de Sara. ¿Verdad o reto?

Sara: Todas han escogido verdad porque son unas aburridas de mierda, así que la genial Sara escogerá reto…

Dara se cruzó de brazos, sonriendo, y elevó una de sus cejas, pensando. Finalmente, una gran sonrisa apareció en sus labios.
 
Oksana: ¡Te conozco Sandara! ¡No lo hagas!

Dara: Te…

Oksana: ¡No, Dara!

Dara: Reto…

Oksana: ¡Lo dices y terminamos!

Dara: A…

Oksana: ¡Lo juro!

Dara: Besar…

Oksana: ¡Nooo! ¡Dara, nooo!

Dara: A…

Oksana: Listo, se acabo. Descanse en paz lo nuestro.

Dara: Allison.

El silencio que hubo después de eso debió durar unos cinco minutos. Todas miraban a Sara, que tenía los ojos abiertos y parecía realmente nerviosa. Allison, en cambio, estaba aterrada y miraba a la castaña, como suplicándole que no lo hiciera. Que no aceptara.

Sara: Claro ¿Por qué no? – Contestó finalmente, sonriendo falsamente.

Allison: ¡Por qué yo no quiero!

Sara: Vamos, Ally, no lo ocultemos más… Debo confesar que Allison Dyna y yo somos novias y tenemos sexo todos los días.

Allison: ¡Sara!

Sara: No lo niegues, amor –Aunque parecía Sara de nuevo, algo en sus ojos le decía a Yulia que algo no estaba del todo bien en su amiga.

Allison: ¿Sabes qué? Te besaré… Pero solo si prometes dejar de acosarme.

Sara: Lo prometo… -Dijo en un suspiro.

Ally sonrió, Yulia dedujo que estaba aliviada. Sara, sin embargo, parecía triste.

Sara: Será rápido – Susurró, sujetando dulcemente el rostro de Ally y acariciando sus mejillas con sus pulgares. Cuando Yulia volteó a ver a Elena, la vio sonreír ampliamente, como si de verdad desease ver aquello - Solo cierra los ojos y piensa que soy Beyonce.

Allison respiró hondo e hizo lo que Sara le pedía.

Elena: ¡Apresúrense! ¡No esperaremos por el beso SAlly todo el día!

Allison: ¿SAlly? – Preguntó aun con los ojos cerrados.

Elena: Está DaOk, está TroNy, está YuLena y está SAlly. No podíamos dejarlas sin shipp…

Dara: ¡Bésense ya! – Exclamó, procurando no gritar, sabiendo que si la madre de Elena escuchaba acudiría corriendo a la habitación.

Sara: Está bien – Susurró - Soy Beyonce –Le dijo a Allison dulcemente, intentando tranquilizarla.

Allison: Yo amo a Beyonce – Suspiró.

Y sucedió. Fue un beso corto, de unos cinco segundos. No hubo movimiento, solo un tierno contacto entre un par de labios.

Pero lo que sucedió después fue realmente gigante…

Sara empujó a Ally fuertemente y se sujeto la cabeza con ambas manos, comenzando a derramar lágrimas por sus mejillas, alterada.

Sara: No… no… no –Repetía una y otra vez, como intentando convencerse de algo, golpeando las paredes fuertemente. Ahora estaba llorando sin control.

Yulia se preocupó de inmediato, y lo hizo mucho más al escuchar el fuerte chasquido de los dedos de Elena, que miraba a su amiga preocupada y respiraba pesadamente con la boca abierta.

Yulia deseó abrazarla, pero debía consolar a Sara… Y una gran distancia separaba ambas ventanas.

Yulia: Cierren la ventana e intenten calmarla –Les pidió a Dara y Oksana, que hicieron lo que les pidió de inmediato.

Allison: ¿Sucede algo, Sara? – Preguntó preocupada, corriendo hacía ella para rodearla con sus brazos. La castaña se alejó bruscamente.

Sara: ¡NO ME TOQUES ALLISON! – Gritó.

Allison: Sara…

Sara: Por favor, no vuelvas a acercarte a mí –Pidió llorando.

Yulia abrió los ojos como platos.

Allison: ¿Qué?

Sara: Soy tan estúpida –Se reclamó a sí misma, llorando, saliendo de la habitación de la morena a toda velocidad.

Yulia lo supo al verla.

Sara estaba rota. Y necesitaba averiguar por qué, aunque ya tenía un par de ideas en la cabeza.

Salió corriendo de su habitación, pidiéndole a Allison asegurarse de que Elena estaba bien antes de irse.

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CONTINUARÁ...

🥺 Pobre Sara...

Hola chicas, recuerden que hoy es doblete de capítulos

Hola querida mía feliz domingo que alegría tenerte activa por aquí desde temprano . Hay pobre Sara q fuerte que se diera cuenta de su verdad de esa forma vamos a ver que pasara

Capítulo 27
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Luego de media hora Dara y Oksana se habían marchado. Elena estaba un poco más tranquila, pero aun así preocupada por Allison y Sara. No comprendía por qué la chica alta había reaccionado de aquella forma. No es como si hubiese hecho algo malo. Solo había besado a Allison durante cinco segundos. No era tan grave.

Tal vez estaba molesta consigo misma porque pensaba que el beso podía significar que había engañado a su novio, al cual Elena aún no había conocido personalmente, pero creía haber escuchado a su amiga llamarlo Freddie. La verdad es que no hablaba mucho de él.

Una hora después, Lena aun seguía observando a través de la habitación, con su mano derecha apoyada en el vidrio y esperando que Yulia apareciera allí para decirle que todo estaba bien.

Allison ya no estaba allí. Se había ido quince minutos después, luego de comprobar que Lena estaba bien. Dijo que necesitaba pensar. Tal vez también se sentía culpable por haber besado a su amiga. Es decir, ella también tenía novio y no era más que el primo de Sara, la chica con la que se había besado. Seguramente estaría pidiéndole disculpas al pobre Thomas en aquellos minutos.

Finalmente la chica se cansó de esperar. No podía soportarlo más. Tomó una de sus muchas chaquetas de cuero y se dispuso a salir, no pensando en que aun traía la ropa con la cual había llegado a casa luego de salir del hospital, las cuales eran solo unos pantalones de pijama grises, una camiseta blanca demasiado grande y pantuflas de leones.

Bajó las escaleras, sentándose en el último escalón para tomar aire durante diez minutos. El estado de su corazón no era el mejor para salir, pero aun así necesitaba saber que era lo que había sucedido con su novia y su amiga, y por qué aún no regresaban.

XX: ¿Qué estás haciendo acá, Lena? Deberías estar descansando… - Preguntó colocando una mano sobre el hombro de su hermana, de inmediato la apartó cuando la pelirroja comenzó a chasquear sus dedos.

Elena: Iván… yo… yo quería… - Intentó mentir, pero realmente no era buena para eso, y la falta de oxígeno tampoco la ayudaba.

Iván: No me mientas, Katina.

Elena: Quiero ver a… Yulia - Susurró débilmente, el aire volviendo lentamente a sus pulmones y su corazón regularizando sus latidos.

Iván: Mamá no te va a dejar salir… -Le dijo.

Elena suspiró, decepcionada.

“Idiota. Idiota. Idiota. Debiste haberlo sabido. Eres una idiota, Katina. Quieres verla y no se te ocurre un mejor plan. ¡Yo también quiero verla, idiota! ¡Yo soy tú! ¡Debiste hacerlo planeado mejor!”

Iván: Tal vez podría ayudarte…

Elena: ¿Es en serio? - Preguntó rápidamente elevando la mirada, jamás mirando a su hermano a los ojos.

Iván: Si, puedo distraer a mamá para que logres salir sin que ella lo sepa… Pero necesito un favor.

Elena: ¿Un favor? - Preguntó dudosa.

Iván: Abrázame, Elena -Pidió con voz quebrada. La pelirroja de inmediato se volteó hacia él, completamente confundida.

Elena: ¿Por qué?

Iván: Te extraño ¿Está bien? Antes solías abrazarme siempre, aunque no te gustaba. Antes bromeábamos juntos. Antes me mirabas a los ojos y luego reías cuando le reclamaba a mamá y a papá no tener unos ojos como los tuyos, y después me decías que un par de ojos no importaban cuando se comparaban con tu forma de ser. Antes eras tú misma. Eras diferente, Extraño a esa Lena. La quiero de vuelta…

Elena: Leo… -Lo interrumpió, sus ojos comenzaron a cristalizarse y las palabras afectaban enormemente en su interior.

Iván: Espera, déjame terminar… Te ayudaré, Lena. Y voy a hacerlo solo a cambio de un abrazo porque desde que estás saliendo con Yulia te escucho reír. Siempre que hablas con ella a través de tu ventana, en las noches, tu ríes. Y eres la misma Lena de hace años. La misma que quiero de vuelta… Ella te hace feliz, hermana. Y por eso voy a ayudarte. Voy a ayudarte porque Yulia está regresándome a mi hermana.

Elena estaba llorando en cuanto su hermano terminó de hablar. No sonoramente. Eran solo un par de lágrimas resbalando por sus mejillas, pero, aun así, el dolor era enorme.

Se lanzó a los brazos de su hermano de inmediato, aferrándose con fuerzas, sintiendo que él hacía lo mismo. No estaba del todo cómoda, pero tampoco incómoda, así que estuvieron allí unos minutos antes de separarse, ambos limpiando sus lágrimas.

Iván: Gracias – Susurró -… Ahora, es tiempo de que te vayas…

……………………………

Encontró a Yulia y a Sara sentadas en la acera frente a la casa de ambas, la chica más alta llevaba recostada su cabeza sobre el hombro de su amiga mientras Yulia hablaba con ella y le secaba las lágrimas dulcemente. Elena sonrió a pesar de todo. Ella era, simplemente, la persona que siempre estaba a su lado, en las buenas y malas.

Suspiró.

Era la primera vez que estaban cerca después de la pelea, del ataque, del hospital, de todo, sin ventanas de por medio.

Se acercó lentamente a las chicas, sentándose de inmediato al lado de Sara. No es como si no quisiera estar al lado de su novia, pero en esos momentos la castaña tal vez la necesitaba un poco más.

Elena: ¿Estás bien? – Preguntó mirándola llorar sobre el hombro de su novia -… Sara, estoy segura de que Freddie no se ha enojado, él es un buen chico según me has contado y… Solo la besaste en un juego. No es como si estuvieses enamorada de ella.

La castaña soltó un gran suspiro y rió débilmente, entre lágrimas.

Sara: ¿Es así de inocente todo el tiempo? – Preguntó a Yulia, levantando su cabeza y limpiándose las lágrimas.

La morena sonrió y negó con su cabeza, mirando a Lena fijamente a los ojos, quien también sonrió al verla.

Yulia: No… Ella quiere parecer inocente, pero seguro me ha imaginado desnuda muchas veces –Dijo, guiñándole un ojo a su novia. La pelirroja se sonrojó de inmediato.

Sara rió débilmente.

Sara: Creo que ya debería irme… Ustedes necesitan estar solas y supongo que yo también…

Lena vio a Yulia sujetar la mano de su amiga cuando esta se puso de pie y la miró una última vez, sonriendo y regalándole un simple “Gracias”. Luego, la chica alta se volteó hacía Lena y se despidió. Finalmente se marchó, aun con la cabeza gacha.

Antes de que la pelirroja pudiese darse cuenta, Yulia ya estaba a su lado, rodeándole la cintura con los brazos y con la cabeza enterrada en su cuello. Cuando finalmente reaccionó, Elena la abrazó lo mejor que pudo, y su corazón se aceleró.

Yulia: Te extrañé – Susurró contra su cuello. La pelirroja de inmediato sintió escalofríos cuando el aliento de Yulia chocó contra su piel.

Elena: Yo también, chica de la ventana…

Fue entonces cuando Yulia rió, y Lena supuso que debía ser por el hecho de haber escuchado aquel viejo apodo. Sintió escalofríos. La risa de Yulia sonó tan cerca de su piel que para ella era la gloria.

Yulia: Lo siento. Sé que ya has dicho que me has perdonado y todo eso, pero necesito decírtelo en persona. Lamento haber sido una idiota.

Elena: Yul, yo lo siento. Lamento no ser la novia que debería ser, esa que es perfecta, que no tiene ningún problema y nunca hace a su chica enojar. Lo lamento, en serio…

Yulia: Tu eres perfecta, Lena. Y sí, peleamos y nos enojamos, pero eso no nos hace menos perfectas juntas – Susurró sujetando la mano de Elena. Ésta de inmediato acarició sus nudillos con el pulgar. Sonrió. Había extrañado hacer esto-… ¿Seguimos juntas después de todo, cierto? Bueno, eso es lo que importa…

…………………………

Arthur: Amor, soy yo… Sí, llegaré algo tarde a nuestra cena… No, es solo que… Lo siento ¿Está bien?… ¡NO! ¡TU SABES QUE TE AMO!… No, es… ¡No digas eso!… Vanessa quiere su pago… Sí, lo sé, pero… Sé que no te gusta, pero tengo que hacerlo… Cuando empezamos nuestra relación sabias que haría esto, amor. Si no te gusta pues vete a la… ¡NO! No quiero eso… Yo te amo… Amor… por favor… Tú y yo… Amor… por favor… No amor… No… Yo… Yo te amo… ¡NO!… Amor, no tienes que hacerlo… Amor, por favor… Amor… AMOR… ¿Hola?…

…………………………..

Simplemente se estaban mirando. No se habían besado durante los quince minutos que llevaban juntas. Elena simplemente se había separado de su abrazo con Yulia, le había sujetado las mejillas y la había mirado a los ojos. Le gustaba hacer eso, así que simplemente continuó haciéndolo mientras la morena hacía lo mismo.

Elena: ¿Qué sucedió con Sara? – Preguntó, rompiendo el silencio.

Yulia: Ella está confundida… Necesita pensar.

Elena: ¿Confundida?… Solo fue un beso. Freddie no va a dejar de quererla por eso.

La ojiazul sonrió y negó lentamente con su cabeza, levantándose y obligando a Lena a hacerlo también, aferrándose a su cintura cuando ambas estuvieron estables sobre el suelo. Aun se miraban a los ojos. Las manos de Lena sujetaban las de Yulia dulcemente.

Yulia: No es ese tipo de confusión… Sara quiere a Freddie, sí, pero… No lo ama. No más. No como antes…

La pelirroja frunció el entrecejo, no comprendiendo la situación…

Yulia: Sara está confundida como un día lo estuvimos tu y yo, Lena…

Aunque se esforzaba, la pelirroja seguía sin comprender. Yulia simplemente sonrió, como si su confusión le pareciera divertida, y apretó su agarre alrededor de la cintura de su novia y le besó dulcemente la mejilla.

Yulia: Amo verte confundida - Susurró con una sonrisa.

Lena se echó a reír.

Yulia: Elena -De nuevo volvía la seriedad a su voz- ¿Recuerdas el día en el que te diste cuenta de que las chicas te gustaban?

Elena: Sí… -Asintió.

Yulia: ¿Cómo te sentías?

Elena: Confundida -Respondió.
 
Y lo comprendió de inmediato.

Elena: ¿Sara es…?

Yulia: No lo creo - Contestó sonriendo, acariciando dulcemente la mejilla de su novia y depositando un dulce beso allí, haciéndola sonreír - No le gustan las chicas. No todas. Solo una… Ella se enamoró de Allison. Al principio era un juego, pero luego… Creo que Sara acaba de aprender que si juegas con fuego puedes quemarte.

Elena frunció el ceño de nuevo. ¡Estaba tan frustrada! ¡¿Por qué Yulia no podía hablarle con frases que pudiera entender?!
 
Yulia: Lo que quise decir es que Sara terminó enamorándose de Allison y ahora ya no sabe que hacer…

Elena: Tal vez ella debería decirselo… Y ver que pasa.

Yulia: No es tan fácil. El primo de Sara es novio de Allison, y él es realmente muy feliz con ella. Sara no quiere destruir los sentimientos de su primo por algo así… Y tampoco quiere perder su amistad con Ally.

Elena: Esto es una mierda - Susurró. ¿Por qué el amor tenía que ser tan difícil? ¿Por qué Sara había tenido que amar a su mejor amiga? ¿¿Por qué el primo de la castaña había tenido que amar a Allison?

“¿Por qué amas a Yulia si tu eres solo una idiota?”

No lo sabía…

“Espera…”

¿Había pensado que amaba a Yulia?

Abrió los ojos.

Lo hacía. Realmente lo hacía. Cada vez que la miraba a los ojos lo sentía. Cada vez que la tocaba lo sentía. Cada vez que hablaban. Cada vez que se escribían. Incluso cuando no estaban cerca. Sentía que la amaba. Realmente lo hacía con cada fibra de su ser. La amaba cuando estaban felices y cuando se enojaban. La había amado desde el primer día en el que la había visto, y la amaba ahora, en el presente, mientras la chica más baja apartaba las manos de su mejilla y volvía a envolver su cintura con sus brazos.

La amaba cuando usaba ropas tan coloridas que era intolerable para ella mirarlas, y también cuando vestía las prendas oscuras que le había prestado un día y jamás le había regresado. Amaba sus pijamas de conejitos y sus lazos coloridos. Amaba la gorra colorida que estaba usando en ese momento, y las muchas otras que había usado antes. Amaba sus ojos azules y su piel clara. Amaba la forma en la que sus brazos envolvían su cintura y se aferraban fuertemente a la parte trasera de su chaqueta.

Sonrió. Y su novia también.

Y simplemente la besó. La besó como cuándo lo hizo la primera vez. Delicadamente, intentando hacerle sentir lo mucho que la quería. Tan delicadamente como si estuviese besando a la más frágil de todas las mariposas monarcas. Sonrió en medio del beso cuando Yulia acarició sus labios con su lengua. De inmediato entreabrió su boca.

Había extrañado tanto sus besos. Había extrañado la sensación de estar volando cuando sus lenguas se tocaban. Había extrañado la forma en la que las manos de Yulia se enredaban en su chaqueta y la acercaban más a su cuerpo. Había extrañado elevar sus manos hasta sostener sus mejillas y acariciarlas dulcemente.

La había extrañado completamente.

Yulia: Podrían vernos - Susurró separándose, mirando alertada hacía su casa y luego hacía la de Lena.

Elena simplemente hizo lo que la morena había hecho, deteniéndose un poco más en su casa, y finalmente volvió a mirar a su novia, desviando sus ojos directamente a sus labios y su corazón saltando en su pecho. Trazó con sus dedos los labios de Yulia dulcemente y sonrió cuando ella lo hizo.

Sin pensarlo una de sus manos se dirigió a la gorra de Yulia y se la arrebató para luego colocarla sobre su propia cabeza.

Elena: Elena Katina y Yulia Volkova no deberían estar besándose en una acera frente a sus casas cuando sus madres podrían estarlas viendo a través de la ventana -Dijo sonriendo-… Pero Lena es una chica muy rebelde y quiere besar a su novia ahora mismo, así que si no les gusta que se vayan a la mierda.

Y volvió a besarla.

………………………..

Arthur intentó marcar su número, enviarle mensajes, llamar a su madre… Pero nada.

Ahora, mientras embestía fuertemente a Vanessa, intentaba descargar toda su frustración en el acto, sin lograrlo.

Vanessa: Arthur… para - Suplicaba entre jadeos- Me… estás lastimando -Lloriqueaba, arañando fuertemente la espalda del chico, quien simplemente la ignoraba.

La chica casi bailó de alegria cuando el rubio terminó segundos después.

Se fue sin decir nada, llorando, sintiendo que había perdido al amor de su vida por ser un completo idiota.

“Vas a sufrir, amor” En cuanto recibió el mensaje, el chico supo que le había perdido.

………………….

Elena: Te amo - Susurró antes de dejar un tierno beso sobre el cuello de su novia, separándose al instante, retrocediendo un par de pasos y cubriendo su boca.

Sí, la amaba, pero tal vez… Tal vez Yulia no estaba lista para escuchar eso.

Tal vez se iría corriendo, asustada, y no volvería a dirigirle la palabra. No volvería a mirarla. Y, ella, simplemente no podía vivir con eso…

Para su sorpresa Yulia simplemente sonrió y se lanzó a los brazos de Lena, besándola de nuevo. La pelirroja se sintió completamente sorprendida.

Yulia: Yo también te amo - Susurró contra sus labios, una sonrisa apoderándose de ambos labios durante el beso.

Lena la besó con más intensidad esa vez, completamente feliz por lo que acababa de escuchar.

La amaba. Lo hacía. Como ella.

Elena amaba a Yulia.

Yulia amaba a Elena.

Punto.

Elena sonrió y mordió levemente el labio de la morena, haciendo que un débil gemido escapara de sus labios. Era la primera vez que la escuchaba hacerlo, y se había sentido bien haber sido la culpable de aquel leve gemido que deseó bailar.

Deseando más introdujo su boca en la lengua de Yulia, jugando con la boca de esta como no lo había hecho antes. Olvidó que estaban sobre una acera, frente a la casa de sus padres, bajo el sol de la tarde. Simplemente quería escuchar ese sonido de nuevo.

Las manos de Yulia subieron hasta el cuello de Elena y se enredaron en su cabello, acercándola más a ella. Y Elena lo escuchó de nuevo. Era un gemido leve, casi inexistente, pero capaz de hacerla sentir completamente feliz y… ¿Estaba excitada?… No lo había estado antes. Sus antiguos novios jamás la habían hecho sentir de aquella forma.

“Asquerosos chicos”

Las manos de Elena bajaron lentamente hasta posarse sobre las caderas de su novia, sujetándola con fuerzas mientras el beso se hacía cada vez más apasionado. Intentó bajarlas un poco, pero las devolvió de nuevo a su posición, sabiendo que no sería lo correcto.

En un momento rápido, las manos de Yulia se alejaron del cabello de Lena y se colocaron sobre sus manos, guiando estas hacia su trasero. Elena se tensó, no sabiendo que hacer.

La pelirroja se alejó y miró a Yulia a los ojos. La chica estaba sonrojada y mordía sus labios mientras miraba los de Lena fijamente.

“Sus ojos se ven distintos”  Pensó. Había deseo en ellos.

Elena: Yulia, yo… - Intentó alejar sus manos del trasero de Yulia, aunque sus deseos de dejarlas allí eran grandes. La chica simplemente sujetó sus muñecas fuertemente y obligó a que sus manos permanecieran allí.

Yulia: Tu quieres hacerlo, y yo sinceramente quiero que lo hagas. Quiero que me toques. Te amo, y confío en ti para que lo hagas - Susurró acercándose lentamente a los labios de su novia - Jódeme Elena.

Y volvió a besarla como antes, regresando sus manos al cabello de la pelirroja cuando supo que las manos de esta no se moverían.

Sí, estaban en una acera frente a sus casas, besándose como nunca antes. Pero no les importaba. Eran jóvenes, se amaban y, simplemente, podían cometer tantas locuras como quisieran.

La lengua de Elena volvió a jugar salvajemente con el interior de la boca de Yulia, y de nuevo un gemido leve escapó por los labios de la menor y golpeó contra los labios de Lena.

Sin poder contenerse, las manos de Elena se aferraron fuertemente al trasero de Yulia, acercándola a ella con brusquedad, un gruñido escapando por sus labios.

XX: ¡ELENA KATINA!

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CONTINUARÁ...

Quién habrá llegado ahora? Sorry, lo sabremos mañana así que no me odien.

Hay dios este capitulo estuvo bien ardiente debieron ir al cuarto de alguna para q no pasará esta interrupción, espero de verdad que sea uno de los hermanos de lena y aun no nos toque sufrir porque inessa se ponga loca. Me encanto el capitulo y bueno a esperar el de mañana con muchísimas ganas es una historia increíble, que pases una feliz noche querida saludos

súper emocionante el capítulo, me encanta esta historia pero también me aterra el no saber que pasará!! Son tantas cosas buenísimo!! Espero con ansias leer el siguiente capítulo!! Buenas noches a todos!! Saludos!!

Jajaja.... Buenísimo cada día se pone mejor y es mucha la espera .... Pero siempre vale la pena

Capítulo 28
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Yulia abrió los ojos ampliamente y se separó de su novia al instante, volteando a mirar hacia la enojada voz. Se trataba nada más y nada menos que del padre de Lena.

La chica de inmediato supo que su novia se apartaría y le diría a su padre que todo había sido una confusión. Sabía que le diría al hombre, que Yulia solo la había tomado desprevenida. Sabía que negaría conocerla. Sabía que ella lloraría esa noche, y que luego Lena haría algo extremadamente tierno y la perdonaría porque ambas eran idiotas.

De nuevo, Elena la sorprendió.

Elena: Papá… yo… - Respiró hondo, comenzando a chequear sus dedos levemente, negando tomar la mano de Yulia para tranquilizarla, las mejillas de ambas estaban completamente rojas -… Ella es mi novia, Yulia Volkova.

Yulia casi sintió que podría morir en ese momento. El padre de Elena estaba mirándolas con la peor expresión de furia en su rostro, pero Lena solo sonrió y le dio su mano a Yulia quien de inmediato reemplazó los chasquidos por caricias en sus nudillos. La pelinegra solo podía temblar, pero aun así, muy en su interior, se sentía completamente feliz. Tal vez debía empezar a creer en el hecho de que su novia jamás haría lo que ella pensaba.

Sergey: ¿Puedes explicarme esto, Elena?

Yulia: Señor Katin, sé que no esperaba esto, pero nosotras solo… - Quiso explicar, nerviosa y completamente avergonzada, sujetando la mano de su novia fuertemente, sabiendo que en cuanto estuviese libre saldría corriendo a su habitación.

Elena: Nos estábamos… besando, papá – Explicó nerviosa, como si no hubiese sido obvio aquel hecho - Y antes de que digas nada, sí, Yulia es una… una mujer… por si no lo no… notaste – La morena sentía a su novia temblar ligeramente, sus manos sudaban y había nerviosismo en su voz, además del tartamudeo y el hecho de que solo estaba mirando hacia el suelo - Y yo también lo soy… por si tampoco te habías dado… cuenta – Agregó - Y sí, amo a Yulia – Esto último lo dijo completamente segura, sin tartamudeos. El corazón de la morena palpitó rápidamente, queriendo escapar de su pecho -… y tal vez a ti no te guste que lo haga, pero… voy a… seguir haciéndolo porque… puedo –Prosiguió-… Además, mírale el lado positivo. Nada de embarazos…

Yulia: ¡Elena! -Se quejó, sabiendo que no podría mirar al señor Katin a los ojos nunca más sin sentirse completamente avergonzada por lo que su hija acaba de decir.

Sergey: ¡No me importa si te besas con un perro! ¡Pero que lo hagas de esta forma, frente a MI casa, es intolerable!

Yulia lo comprendía. Ahora se sentía mucho peor. Ella era la que había insistido con que Lena la tocara de esa forma, aun sabiendo dónde estaban.

Elena: Papá, por favor… No hicimos… nada malo.

Sergey: Besarse de esa forma en medio de la calle si es algo malo, Elena -Le recriminó, y luego se acercó a su hija lentamente, sujetándole los hombros - Sobre todo si tu madre te ve – Susurró, dulcemente. Yulia se sintió confundida por el repentino cambio en el tono de la voz del hombre. Lena, de inmediato, se alejó de su padre sutilmente, no disfrutando del contacto - No quiero hablar mal de ella, pero tú sabes que Inessa es algo cerrada con estos temas y seguramente todo el planeta sabría de su relación en cuanto…

Elena: Papá, es imposible que todo el…

Sergey: Es solo una forma de decir, cariño.

Yulia: Creo que yo… me iré - Susurró soltando rápidamente la mano de su novia. Aunque deseaba estar junto a ella, lo cierto era que Lena necesitaba hablar con su padre, y ella necesitaba tomar un respiro. Realmente, estaba completamente avergonzada ante aquel hombre e iba a necesitar varias horas de sueño para sentir que no había hecho algo lo suficientemente malo como para estar pensando en esto el resto de su vida.

Sergey: No tan rápido, señorita -Dijo de inmediato, sujetándole el brazo, no con rudeza, pero de una forma que a Yulia no le permitió marcharse - Necesito hablar contigo. Con las dos, en realidad.

………………….

Las chicas y Sergey caminaron durante cinco minutos buscando un lugar en el que Inessa no pudiese encontrarlos fácilmente hasta encontrarse con una banca, donde Lena de inmediato se sentó y colocó el rostro entre sus piernas, intentando recuperar el aliento. La pelinegra de inmediato se sentó junto a ella y comenzó a acariciar su espalda, mirándola con una mezcla de amor y preocupación, sujetando las manos de su novia y acariciándolas con la que ella tenía libre, esperando pacientemente que su respiración se normalizara.

El padre de la chica también se sentó en la banca, pero el hombre solo se cruzó de brazos y se dedicó a mirar la interacción de ambas chicas.

Yulia sabía que el señor Katin aun estaba en shock, que aun no había analizado completamente el hecho de que su hija se había enamorado de otra mujer. Lo sabía por su mirada pensativa y por su ceño ligeramente fruncido. Lo sabía porque tenía la misma mirada que había tenido Oleg años atrás.

Sergey: ¿Eres Yulia, cierto? - Preguntó de repente, la morena elevó ligeramente la mirada para verle a los ojos, asintiendo ligeramente, bajándola de nuevo cuando sintió a Lena sujetar fuertemente su mano.

Yulia: ¿Sucede algo, Lena? -Se sintió tonta de inmediato. Si algo estaba sucediendo, Lena no podría hablar por la falta de aire en sus pulmones.

Un suspiro de alivio salió de sus labios cuando vio a su novia agitar ligeramente su cabeza.

Elena: Fue… reflejo - Susurró débilmente, apretando de nuevo la mano de su novia, Yulia sabiendo que esta vez la chica lo había hecho conscientemente. Sonrió débilmente.

Yulia: Está bien – Susurró, apretando la mano de su novia en respuesta-… Sé que se escuchará estúpido, pero solo respira ¿Está bien? Vamos a esperarte.

La chica simplemente asintió, volviendo a concentrarse en la tarea de recuperar el aire.

Sergey: ¿La quieres? - Preguntó. Yulia de nuevo elevó la mirada. El semblante del padre de Lena se había suavizado, y casi podría jurar que había una sonrisa escondida entre sus labios.

Yulia: No -Dijo mirando a su novia con una sonrisa, sonriendo aun más cuando la sintió tensarse. Sin dudas estaba escuchando - La amo - Aclaró, y una sonrisa apareció en la cara del padre de Lena mientras un suspiro aliviado escapó por los labios de la chica que aun intentaba respirar con normalidad.

Sergey: Eso es bueno –Dijo. La morena aun acariciaba la espalda de su novia y depositaba un tierno beso en la parte trasera de su pálido cuello. Se sonrojó en cuanto recordó que Sergey las estaba mirando -… Y dime, Yulia. ¿Ustedes ya han tenido relaciones sexuales o…?

No pudo terminar de hablar cuando Elena elevó su cabeza con brusquedad y comenzó a toser, Yulia de inmediato la ayudó a calmarse. En cuanto la miró, supo que su novia estaba casi tan sonrojada como ella.

Elena: Papá… - Susurró con voz débil-. Soy virgen -Respondió, aun con dificultades para hablar, Yulia seguía acariciando sus brazos tiernamente, sonrojándose junto a su novia.

Sergey: ¡¿Entonces por qué estabas tocándole el trasero como si fuese de gelatina?! - Reclamó, claramente enojado. Yulia sintió a su novia encogerse del miedo y escuchó sus dedos comenzar a chasquear. Actuó rápidamente y tomó ambas manos de la chica, sujetándolas fuertemente, los chasquidos estaban siendo reemplazados por caricias a sus nudillos.

Elena: Yo no… -Comenzó a decir. Yulia le acariciaba su mejilla dulcemente - No lo haré más - Susurró cabizbaja, sonrojándose.

Yulia supo que su novia lamentaba la promesa que estaba haciendo en cuanto sus lindos ojos se encontraron con los de ella un par de segundos.

Yulia: No… Lo harás cuando quieras, Lena -Le dijo sujetando sus mejillas fuertemente, obligándola a mirarla a los ojos y luego mirando al padre de la chica de la ventana - No es como si estuviésemos haciendo algo malo. Somos novias y podemos hacer este tipo de cosas. Lena ya es mayor, y puede tocar lo que quiera con sus manos. Además, no me está forzando a nada…

Sergey: Tienes razón, Yulia - Sonrió. Aunque el hombre no parecía del todo feliz, tampoco lucía enfadado - Pero solo procuren no hacerlo frente a mi casa…

Yulia y Lena simplemente sonrieron mirando al hombre. Sonrió aun más cuando los brazos de su novia envolvieron su cintura dulcemente y cuando esta depositó un dulce beso en su mejilla.

Yulia: Linda gorra - Le susurró con una débil sonrisa.

Elena: Tu eres linda - Contrarrestó. La morena de inmediato se sonrojó.

Sergey: Será mejor que nos vayamos, Elena. Si tardamos más tu madre seguro vendrá a buscarte completamente enojada…

La pelirroja simplemente asintió, levantándose junto a su padre, sosteniendo fuertemente la mano de Yulia.

Sergey: Será mejor que no vayas junto a nosotros, Yulia. Estoy seguro de que Inessa está afuera, esperándonos para sermonearnos y todo eso…

Yulia: Oh, está bien, yo solo… - Susurró asintiendo, levantándose de inmediato y acercándose a Lena dudosamente.

Sergey: Oh, entiendo… Yo… no miraré, lo prometo.

En cuanto el hombre volteó, lentamente Yulia depositó un tierno beso sobre los labios de su novia, sonriendo dulcemente al hacerlo.

Yulia: Te amo - Susurró en su idioma, sintiendo en cada parte de su interior que era cierto.

Elena: Te amo - Dijo, y una sonrisa apareció en el rostro de ambas. Una mano dulce y cálida se posó en la mejilla de la morena, y unos suaves labios besaron dulcemente su nariz y sus mejillas, haciéndola reír y sentir miles de mariposas en su estómago.

Sergey: ¿Cuando planean decírselo a Inessa, chicas? - Preguntó, la pareja se separó de inmediato. Por unos segundos habían olvidado que el pelirrojo estaba allí.

Elena: No lo sé, papá…

Sergey: No te voy a obligar a decírselo, Lena. Pero debo decirte que entre más pronto lo hagas será mejor para ustedes.

Elena: Lo entiendo -Asintió.

Sergey: Bueno, ahora creo que si es hora de irnos -Dijo comenzando a alejarse.

Elena miró a Yulia rápidamente, sonriendo, sabiendo que esa noche hablarían a través de la ventana, como siempre, como antes de que Lena fuese al hospital.

Elena: ¿Te veré el domingo? - Preguntó besándola rápidamente en los labios.

Yulia: ¿Domingo?

Elena: Es la operación de Troy… - Susurró con tristeza - Y la boda- Agregó.

…………………….

Yulia no sabía cómo sería ese día. El día anterior, mientras hablaba con Sara, supo de inmediato que las cosas no volverían a ser como antes, y tuvo miedo. Tuvo miedo de no tener a sus amigas juntas de nuevo. Tuvo miedo a perderla.

…………………

Yulia: ¿Puedes explicarme que fue todo eso, Sara? - Preguntó dulcemente sentándose a su lado en aquella acera completamente desierta. De inmediato la castaña colocó su cabeza sobre el hombro de la morena, ésta de inmediato acarició dulcemente el cabello de su amiga.

Sara: Ni siquiera yo lo sé -Le contestó.

Yulia: Sara… Necesito que seas sincera conmigo. No voy a juzgarte.

Sara: Me enamoré de Allison ¿Está bien?

………………………..

La morena fue sacada de sus pensamientos cuando una chica chocó contra ella. Lo primero que vio fue una patineta rosa en su mano y una gorra colorida en su cabeza.

XX: Oh, lo siento. Estoy algo distraída. Es mi primer día - Se disculpó con una tierna sonrisa.

Yulia: Eso es bueno. Lo de tu primer día, no lo de la distracción, aunque es normal… Yo siempre lo estoy y… Perdón, creo que estoy hablando demasiado -Dijo, sonrojándose al final - ¿Cómo te llamas? Yo soy Yulia Volkova … o eso creo.

XX: Alexandra, me llamo Alexandra…

Yulia: Un gusto conocerte, Alexandra -Dijo sonriendo, estrechando la mano libre de la chica mientras observaba su patineta fijamente.

Alexandra: ¿Sabes usarla? - Preguntó, refiriéndose a la patineta rosa.

Yulia: No, pero mi novia es increíblemente buena con ellas… Aunque estoy segura que no se subiría a la tuya ni por todo el dinero del mundo.

Alexandra: Eso es b… ¡Espera! ¿Dijiste novia?

Yulia frunció el entrecejo.

“Aquí vamos de nuevo” Pensó.

Yulia: Si - Contestó sonriendo. Si a Alex no le agradaba el hecho de que prefiriese a la pelirroja antes que a cualquier idiota podía irse completamente a la mierda.

Alexandra: Genial -Dijo con una sonrisa.

Yulia se sorprendió como solo Lena lograba sorprenderla. Ni en un millón de años habría esperado una reacción así.

Yulia: ¿Solo eso vas a decir?

Alexandra: ¿Tendría que decir algo más? -Quiso saber, aun sonriendo. Yulia sonrío. La chica era realmente agradable.

XX: ¡ALEX!

La morena frunció el entrecejo. No… no… no… no…

Era Vanessa.

Alexandra: Y allí viene mi querida hermanastra…

Yulia: ¿Hermanastra?

Alexandra: No quiero hablar mal de mi madre, pero literalmente se mete con cualquier tipo que tenga un par de centavos más que ella…

Yulia: Oh… -Fue lo único que pudo decir antes de que Vanessa ya estuviese junto a su hermanastra.

Lo primero que hizo la chica, sin embargo, fue mirar a Yulia y sonreírle mientras le miraba los labios y, prácticamente, cada parte de su cuerpo descaradamente. La pelinegra inmediatamente se sintió incómoda.

Vanessa: Veo que ya conociste a Yulia VolHOTva , querida hermana…

Alexandra: Yulia, hermana hija de otra madre, otro padre y sobrina de otros tíos. Yulia.

Vanessa: Sigue siendo increíblemente sexy…

Alexandra: ¡Vanessa! ¡Déjala en paz! ¡Tiene novia!

Vanessa: ¡Cállate Alex! Lo de la novia no es problema. Estoy segura de que ambas son tan vírgenes como tu…

Alexandra: ¿Puedes dejar de jugar con eso? Aun no ha llegado el indicado ¿Está bien?

Vanessa: Está bien, está bien… ¿Pero qué hay de ese chico con el que…?

Alexandra: ¡No hables de él!

Vanessa: Está bien, está bien, será mejor que nos…

Pero no pudo terminar su frase, pues pareció ver a alguien acercarse a espaldas de Yulia. En cuanto la chica giró su cabeza comenzó a temblar. Arthur estaba junto a Alfred, hablando de algo que no parecía ser muy agradable, y de repente su mirada se elevó.

El corazón de la morena se paralizó. No. No de nuevo.

Entonces, el chico sonrió. Pero no como un villano de películas. Sonrió de verdad, como en la época en la cual Yulia y él eran amigos. Sintió algo de tristeza al recordar al viejo Arthur, ese que el primer día había sido lo suficientemente amable como para no enfadarse por derramar jugo de uva en su camisa. Ese que había sido su amigo.

Verlo correr hacia ella lo devolvió a la realidad.

Cerró los ojos en cuanto lo tuvo cerca y esperó el impacto.

Este nunca llegó.

Abrió los ojos lentamente, esperando un golpe seco en cualquier momento, y se sorprendió al ver a Arthur abrazando a Alex en el aire fuertemente, ambos sonreían. Luego de unos segundos la chica volvió al suelo, abrazando Alfred casi al instante.

Yulia: ¿Pero qué mierda…?

………………………………….

Vanessa, Alex, Alfred y Arthur compartían las clases de geografía. No era solo coincidencia. Arthur así lo había deseado, y su padre simplemente había cumplido sus deseos, como siempre. Yulia no estaba allí.

Arthur: Eres una buena actriz, Alex –Le dijo volteándose a mirarla con una sonrisa sincera y maléfica a la vez, sentado al lado de Alfred, que tomaba apuntes, más concentrado en la clase que nunca.

Alexandra: Yo no estaba actuando, Arthur. Tu sí.

Vanessa: Estoy segura de que Arthur no estaba fingiendo, hermanita – Susurró mordiendo su lápiz mientras fingía concentrarse en la pizarra, cuando en realidad solo estaba mirando el culo de la profesora - Él te quiere de verdad.

Alexandra: Yo sé que Arthur me quiere… Después de todo somos – Arthur la miró fríamente -… Eso… Pero no me refería a ese tipo de actuación.

Arthur: ¿De qué estabas hablando entonces?

Alexandra: Lo sabes muy bien, Arthur – Contestó con una mirada llena de rabia.

Arthur: ¡¿Cuándo dejarás de estar enojada por eso?!

Alexandra: ¡Cuándo dejes de acostarte con Vanessa! –Le recriminó.

Vanessa: No me hagas quedar como la mala del cuento, hermanita…

Alfred: ¿Pueden cerrar sus bocas?… No puedo escucharla – Indicó claramente enojado, señalando a la profesora.

Vanessa: Por favor, no te hagas el niño responsable acá, Alfred. Todos sabemos que le estás mirando el culo. No está tan mal.

Arthur: ¡Basta!

………………….

Durante el almuerzo Allison no se sentó junto a Yulia y Sara, esta última sorprendentemente callada y pensativa. La morena apenas probó su comida. No podía soportar el silencio que había allí.

Sara: No quería perderla, yo solo… Yul, yo realmente no quería enamorarme de ella. Y lo que pasó ayer, después del beso… La perdí, Yulia. Simplemente la perdí.

…………………..

Allison: ¡¿Qué te sucede, Sara Hansen?! ¡¿Por qué me trataste así?! – Preguntó furiosa, saliendo de la casa de su amiga para encontrarse con una Sara llorando sobre el hombro de Yulia en la acera de enfrente.

Sara: ¡Me enamoré de ti! ¡Eso pasa! – Exclamó en cuanto la chica estuvo cerca, quien de inmediato actuó cubriendo su boca con ambas manos, sabiendo que decir aquello había sido completamente estúpido-… Ally…

Pero no pudo decirle nada más. La chica ya estaba corriendo lejos de las dos.

………………

Yulia: ¿Dónde está ella? –Quiso saber, no encontrando a su otra amiga por ningún lado.

Sara: Con los chicos del coro – Susurró, ambas amigas mirando como Allison hablaba animadamente con Fyodor, Oksana y otra chica en aquella gran mesa.

Una sonrisa apareció en los labios de Yulia sin saber por qué.

Sara: ¿Por qué sonríes?

Yulia: Tal vez ella también está confundida, Sara…

Sara: Eso es imposible… Allison tiene novio.

Yulia: Tu también.

Sara: No, no más… No puedo estar con él después de todo lo que pasó.

Yulia: Oh, no sabía eso… ¿Cómo está él?

Sara: Destrozado. Vino a pedirme otra oportunidad esta mañana… Pero no pude. Simplemente… Solo mira a Allison. Ella es perfecta, no solo físicamente y… Mierda… Realmente estoy perdida.

Yulia: Tal vez ella también lo este, Sara… Si no fuese así, ella no estaría con los del “coro escolar”.

………………………..

A la morena le resultó extraño ver a Lena esperándolas a las afueras de su escuela, sobre todo después de saber que la chica apenas podía caminar un par de calles sin cansarse.

Corrió hacía ella y la besó dulcemente en los labios, sonriendo mientras lo hacía.

Yulia: No esperaba verte acá – Susurró sujetando su mano - ¿Cómo es que no te cansaste? – Preguntó preocupada, envolviendo con su brazo libre el cuello de su novia, la pelirroja rodeaba su cintura protectoramente, siendo extraño el gesto para Yulia, ya que la chica siempre sostenía una patineta con su otra mano.

Elena: Mi papá me trajo en su auto – Explicó con una sonrisa, besando dulcemente la mejilla de su novia -Le dije que tú tenías auto, así que espero que me lleves, porque el ya se fue… Y tenía que devolverte tu gorra – Comentó, sacando una de sus manos de la cintura de Yulia, mostrando la gorra colorida en ella y colocándola dulcemente sobre la cabeza de la morena.

Yulia: No tenías que devolverla, Lena…

Elena: Ya lo sé, pero necesitaba una excusa para venir a verte.

Yulia solamente sonrió y besó a su novia nuevamente, quitándose la gorra en medio del beso y colocándola sobre la cabeza de ésta.

Yulia: Debo admitir que te ves muy atractiva con ella – Confesó.

Elena: Te amo – Susurró dulcemente sin venir al tema, mirándola a los ojos, jamás sintiéndose incómoda.

Yulia: Te amo.

Se fueron acercando lentamente, dispuestas a compartir un beso juntas, cuando una voz las separó.

XX: ¡ Yulia!

Era Alex.

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CONTINUARÁ...

A ver Elena Sonda, cuando dices que es muy larga la espera hasta a mí me lo parece porque tengo que esperar hasta el otro día para publicarlos.
Besos, infinitos!!! A todas

Fue maravilloso el capitulo que bueno q Sergey lo tomo bien y lena tan romantica buscando a su novia a la salida. Y bueno el rollo entre ese arthur, alfred, vanessa y alex es un misterio pero bueno con ansias de leer más amando cada día más la historia. Saludos querida mía feliz noche y hasta mañana