GOLPES DEL DESTINO// BY: DIANAKBALZ (freenbecky)

Sinopsis                                                                                        


Freen es una mujer millonaria, hija única y quien siempre ha tenido todo a sus pies. Es una chica buena, pero no cree en el amor, por esa razón le huye al compromiso. Lo que no sabe es que, en un segundo de distracción y por un golpe del destino, conocerá a la persona que le cambiaría la vida.                            


Rebecca es una chica a la que la vida la ha hecho sufrir desde muy pequeña . Asesinaron a sus padres por cuestiones de negocios, fue secuestrada y llevada a otro continente cuando tenía tan solo 5 años, rescatada por una pareja de bajos recursos quienes la acogieron como a una nieta. A pesar del tiempo, Rebecca siguió estando en peligro, hasta que por cosas del destino iba a llegar a su vida la persona que la protegería para siempre.                             






Hola chicas!!!


ATENCIÓN: Tenemos nueva historia a partir de mañana!! MAÑANA!!! 


Las espero! 

Capítulo -1 No te vi venir!                                          

Eran las 8:00 am cuando Rebecca, una chica de 20 años, decidió salir de su humilde casa a ganarse unos cuantos bahts en los semáforos de la ciudad y no muy lejos de donde residía. Solía vender dulces, flores o limpiar parabrisas; lo que fuera necesario con tal de conseguir un poco de alimento para ella y su abuelita Meta. Acostumbraba a pintar su cara como un payasito debido a que sentía una fascinación por estos personajes.                             

El que siempre creyó era su abuelo, falleció hace 10 años a causa de un paro cardíaco, por lo tanto, en el mundo eran solo ella y su abuelita.

***

                       

A esa misma hora, pero del otro lado de la ciudad, una hermosa mujer de 25 años salía rumbo a su trabajo. Freen era una gran empresaria, una diosa en los negocios y en otras cosas más, al menos eso decían las mujeres con las que solía relacionarse. Llevaba días llenos de estrés debido a que estaba a punto de cerrar un trato que le iba a generar mucho dinero. Nunca imaginó que el recibir una llamada iba a demostrarle que su mayor riqueza la encontraría en una persona.

***                              

-Adiós abuelita, recuerda no hacer mucho esfuerzo ni ningún trabajo pesado. Cuando regrese yo lavaré la ropa y traeré tus pastillas para que ya no te duela más la cabeza.                            

-¡Adiós mi niña, cuídate mucho! Tú recuerda que no debes permitir que nadie te haga daño, yo aquí estaré esperándote siempre y pidiéndole a Dios que te proteja.                           

-Gracias abuelita, yo tengo a mi ángel de la guarda, mi abuelito de una manera u otra me cuida.                            

-Claro que lo sé mi Becky, él nunca nos abandona. Pero aún así la calle sigue siendo peligrosa y las personas, muy mal intencionadas. Me hubiera gustado tanto el poder haberte dado otra vida, sin tantas carencias, los estudios necesarios o al menos un lugar donde estuvieras lejos de tanta maldad.                             

-No te mortifiques por eso abuela, me diste lo más importante, valores. Me enseñaste a tener respeto a misma y a los demás, me enseñaste a ser una persona honrada y a ganarme las cosas con esfuerzo y trabajo, gracias a eso no terminé como las otras chicas que prefirieron enredarse con ese montón de delincuentes. Además, el abuelo también me enseñó a leer y a escribir y ya ves, sé defenderme de la vida.                             

-Me siento muy orgullosa de ti mi niña bonita y sé que tu abuelito donde sea que esté, también se siente orgulloso de su pequeño angelito. ¡Te amo mucho!                              

-¡Yo te amo más, los amo más!                              

-¡Adiós mi dulce niña!                       

-¡Adiós mi viejita linda! ¡Nos vemos!                              

***                              

-¡Carajos! ¿Es que nadie puede hacer una sola cosa de lo que les pido? Estoy cansada Heng, lo único que necesitaba era que el Sr. Nopachai aceptara vendernos ese terreno, el de la Zona Norte y no el de la Zona Sur, se los dije muy claro. Ahora tengo que ir personalmente a arreglar esta cagada, antes de que él se vaya de viaje.                            

-¡Freen, cálmate por favor! Tal vez no sea tan mala idea quedarnos con el terreno de esa zona, hay que verle el lado positivo, la inversión es menor.                              

-¡Me importa un carajo la inversión! Escucha Heng, no quiero seguir más con esto y no me hables de cosas positivas por ahora, últimamente nada es positivo en mi vida.                              

-¡Tranquila Sarocha! Vas a ver que pronto algo bueno va a pasar. ¡Nos vemos!                           

-¡Adiós! - Al colgar con su mejor amigo y socio, otra llamada entró a su móvil, haciéndola virar los ojos.                              

-Freen recuerda la cena de esta noche.                              

-¡Hola, mamá! ¡Estoy bien gracias! Y no, no se me ha olvidado la dichosa cena, pero te dije perfectamente que no tengo tiempo para esas cosas.                              

-Pero Freen, viene la familia de tu novia y no puedes faltar, Charlotte y yo estamos muy emocionadas de que ambas familias nos reunamos.                              

-¡Escucha muy bien mamá! Charlotte NO ES MI NOVIA, no me interesa ninguna cena, tengo mejores cosas que hacer, atiende tú a tus invitados y que tengan buen provecho.                             

-Pero Freen no me puedes hacer eso.                             

-¡MALDICIÓN!!!! - Gritó antes de pisar de golpe los frenos - Mamá tengo que colgar...                             

¡Maldición! ¡Maldición! - decía Freen al bajar del carro - ¿Por qué a mí?                              

-¿Eeey niña estás bien? ¡Reacciona por favor! - decía intentando que la chica que estaba en el asfalto, reaccionara - ¡Ay no, estás sangrando! ¡No puedes estar muerta! Una ambulancia. Necesito una ambulancia.                              

Los minutos pasaban y la persona que ahora estaba inconsciente en el suelo perdía mucha sangre. Freen había llamado al servicio de emergencias esperando a que llegara lo antes posible, sabía que la chica a la que había atropellado seguía con vida, aún tenía pulso. Estaba bastante preocupada, no podía permitir que esa chica muriera, no podría cargar con ese peso y menos al ver que se trataba de alguien tan joven. Haría todo lo posible para que sobreviviera, así que no se despegaría de su lado hasta asegurarse que así fuese.                              

¿Lo demás? Lo demás en ese momento no importaba.                              

Media hora después de lo sucedido llegaron los paramédicos. Freen había llamado también a Heng quien era su mejor amigo y mano derecha, le explicó lo que pasó y le dijo que ella iría con la chica en la ambulancia, pediría que la llevaran al Hospital Privado que generalmente atendía a su familia, su prioridad era la vida de esa desconocida.                             

-¡Heng por favor! Escucha bien lo que te pido, encárgate de mi auto, de hablar con las autoridades, no quiero testigos de nada, no quiero que esto salga a la luz y que el apellido Chakimha esté metido en problemas. Ah y averigua quien es esta mujer.                            

-Freen! Ya estás en un problema y lo sabes. Pero no veo necesario que la lleves al Hospital Saint John, ahí saben quién eres.                             

-Porque saben perfectamente quien soy van a salvar a esta niña. Tú haz tu parte y yo hago la mía.                              

-¡Muy bien! Suerte.                              

-La suerte no la necesito yo, la necesita ella.

La castaña vio como terminaban de subir la camilla de la joven a la parte trasera de la ambulancia, subiéndose a la par que el último paramédico que brindó la ayuda.                             

-Por favor no permitan que se muera, llévenla al Saint John.                             

-Hacemos todo lo posible señorita. Ese hospital es privado, no creo que la atiendan ahí.                              

-No le estoy pidiendo su opinión, ustedes hagan lo que les pido que del Hospital me encargo yo.                             

De camino al Hospital, Freen tuvo la necesidad de tomar la mano de la desconocida, al hacerlo sintió una corriente que prefirió ignorar. Le pedía que por favor resistiera, que la perdonara y le prometía que todo iba a estar bien. Al llegar al Hospital pidió que atendieran urgentemente a la joven, que todos los gastos corrían por su cuenta y que por favor llamaran al Dr. Kirk Jirawad, quien era su médico de confianza y excelente neurocirujano.                             

-¡Hola Freen! ¿Qué haces aquí? ¿Qué sucede? - Saludó un poco sorprendido el joven cirujano al ver a su amiga en ese lugar.                           

-¡Hola Kirk! Necesito que me ayudes, bueno a mi no, a una amiga. Fue atropellada y al parecer el golpe en su cabeza fue bastante fuerte, ha perdido mucha sangre y no reacciona. ¡Haz algo por favor!                              

-¿Dónde está en estos momentos?                              

-La llevaron a emergencias, de ahí no sé nada más.                              

-Veré que puedo hacer Freen. Te mantendré informada.                              

Los minutos pasaban y con ello aumentaba la angustia en Freen, era un sentimiento desconocido para ella. Obviamente debía de estar preocupada, no quería un muerto ligado a su nombre. ¿Pero porqué angustia? ¿Por qué sentía un nudo en su garganta? Perdida en sus pensamientos escuchó la voz de Heng, su amigo llegó para ponerla al día con todo lo que le había pedido, incluído el nombre de la jovencita que estaba luchando por su vida en un quirófano.

Feliz día para todos los que siempre me acompañan en este blog. Hoy, de la mano de una escritora, DIANAKBALZ, quien es la autora fundamental de este fics, vamos a tener la dicha de compartir con dos nuevos personajes del mundo del GL, muy queridas, un trama muy lindo, romántica, divertida y con algo de drama. Apoyo al máximo como siempre, mis bebés y que hoy tendremos dos capítulos como cada finde siendo compartida los días martes y jueves.

Disfrutenla!!!

Capítulo -2 De vuelta en el tiempo...                                                  

En sala de espera.                              

-¡Ey Freen! ¿Qué ha pasado? ¿Cómo está Rebecca?                              

-¿Rebecca? ¿Cuál Rebecca?                              

-Pues te cuento Freen, la chica esta se llama Rebecca, al menos eso fue lo que me dijo un niño que suele llegar también a los semáforos donde ocurrió todo. No sabe su apellido, pero me dio la dirección donde puedo encontrar al único familiar que dice ella tiene. Con respecto a lo otro, tu coche está donde tiene que estar, por ahora no hay ninguna denuncia en tu contra y tampoco hay problemas con los testigos, no hay nada que el dinero no pueda resolver, además te ayudó mucho el haberte subido a esa ambulancia y hacerte cargo del problemita.                             

-¡Gracias Heng! Yo misma veré lo del familiar de Rebecca, pero primero necesito saber que todo está bien, no quiero una bronca mayor. Tengo más de tres horas aquí y Kirk no me dice nada, no sé nada.                              

-Todo va a estar bien, ya lo verás.                              

Media hora más tarde, el Dr. Jirawad llegó para poner al día a Freen sobre la condición actual de la chica.                              

-Kirk! ¿Cómo está Rebecca? ¿Está bien? ¿Está viva?                              

-¡Calma Freen! Te explico, Rebecca evidentemente sufrió un fuerte golpe y perdió mucha sangre, tuvimos que inducirle el coma para evitar cualquier daño mayor, en determinado momento entró en paro cardíaco, pero logramos estabilizarla, tiene varios raspones y una costilla fracturada. 

Te voy a ser sincero, es un milagro que esa chica esté viva, por ahora solo queda esperar y pedir que todo salga bien, en unos días sabremos que otros daños tiene debido al golpe en su cabeza, la sacaremos del coma, esto si para entonces aún sigue con vida. Ahora necesito que me expliques de donde salió ella porque no se parece para nada a las típicas amigas que sueles tener.

-¡Dios mío! Esto es peor de lo que pensé, ¡Gracias Kirk! La verdad es que no sé quien es ella, solo que su nombre es Rebecca y quién la atropelló fui yo, me distraje un segundo y luego lo que sentí fue el impacto y ahí estaba ella, parecía muerta en un charco de sangre. Kirk, necesito que sobreviva y que por favor no le digas nada a nadie, mucho menos a mi familia.

-Freen lo de tu familia lo puedo manejar ¿pero y la familia de ella? ¿Sabes si tiene a alguien que la espera en casa? Porque si es así, esa persona se va a preocupar cuando vea que esta niña no regresa.

-Sí tiene familia, al menos eso me informaron. Yo me encargaré de eso, te lo prometo, tú sálvala por favor.

                              

-Bien, haré todo lo que esté a mi alcance. Y tú Heng, procura que Freen cumpla con su palabra.                              

-Claro doctor. Yo me encargo.                              

Una vez que el doctor desapareció por uno de los pasillos, ambos chicos se sentaron en los asientos dispuestos en la sala de espera.                              

-¿Freen estás bien? Es mejor que nos vayamos, no podemos hacer nada más. Sabes que tienes que avisarle a su familia.                              

-¡Sí, lo sé! Pero necesito tiempo, necesito pensar bien que les voy a decir y espero que no sea que por mi culpa ella esté muerta y no, no me voy a ir a ningún lado. Me voy a quedar aquí al menos hasta mañana, las primeras horas son cruciales y quiero estar presente por si algo ocurre, tu vete a la empresa y hazte cargo de todo, si te preguntan por mi les dices que tuve que salir de viaje urgentemente.                             

-Freen ¿y la reunión con el Sr. Nopachai? Él sí se va de viaje.                            

-¡Maldición! Lo había olvidado... Heng, al final nos quedaremos con la Zona Sur, adiós a la Norte, no tengo cabeza para eso.              

                    

-¿Estás segura?

-¡Eso creo! ¡Espero no lamentarme más tarde!

Las horas siguieron pasando hasta que se hizo de noche, noche que por supuesto Freen pasó en el hospital. El doctor le había dicho que por ahora lo único que quedaba era esperar, que lo mejor era irse a descansar, pero ella se negó. Durante toda la noche/madrugada no logró cerrar los ojos, tenía muchas cosas en su cabeza, no quería que nadie la molestara, por lo que había optado por apagar su celular, más cuando vio la excesiva cantidad de mensajes y llamadas perdidas de su madre y de su supuesta "novia" y todo por faltar a la dichosa cena a la que nunca pensó ir.

Tenía que pensar muy bien que iba a hacer con toda la situación en la que estaba involucrada, tenía que buscar al familiar de Rebecca y saber muy bien que le iba a decir. Si de algo estaba segura era que la reacción no iba a ser para nada buena. ¿Y si la chica no resistía? ¿Y si al final terminaba siendo una asesina? No, nada de eso podía pasar.

Muy pocas veces en su vida había sentido miedo, la última fue cuando recién cumplió 18 años, tenía planeado irse de viaje para celebrar que por fin terminaba sus estudios. Freen siempre fue un cerebrito andante, sin conocerla, cualquiera pensaría que fue la típica niña rica y mimada y que de adolescente se la pasaba de fiesta en fiesta derrochando dinero, pero no, en realidad fue alguien que al igual que su padre y su abuelo sentía una gran pasión por la arquitectura, sus juguetes en su mayoría eran legos con los que terminaba haciendo maravillas. Por dicha razón su padre, el grandioso Aon Chakimha, había decidido involucrar a Freen en el negocio de la familia sin importar que tan joven fuera su hija, potencial tenía y había que sacarle provecho. Por eso un día habló con ella y le hizo la propuesta de que además de sus estudios regulares, llevara también estudios de arquitectura, él la iba a apoyar en todo si su respuesta era positiva; Aon confiaba ciegamente en su hija y nunca la obligaría a hacer nada que no quisiera, su opinión importaba mucho para él. Ese día Freen fue la persona más feliz, no dudó en decirle a su padre que aceptaba y que no importaba que tanto tiempo tenía que invertir en todo eso, ella sería la mejor arquitecta y no lo iba a decepcionar nunca.

Con esto la única persona decepcionada o más bien molesta, era su madre, Malee Saetang. El sueño de esta era ver a Freen siendo una de las mejores bailarinas de ballet, pero era algo que a su hija no le interesaba en lo absoluto, es más, siempre decía que tenía dos pies izquierdos y que eso era una pérdida de tiempo. Al final y muy a su pesar, tuvo que aceptar la decisión que la menor había tomado, lo que si casi la mata años después fue el enterarse que su única hija era lesbiana, al final terminó aceptándolo, más que todo porque Aon la había amenazado con divorciarse si en algún momento se enteraba que discriminaba a su hija. Malee pensó que podía vivir con lo que hablara la gente acerca de la orientación sexual de Freen, pero no con lo que opinaran de ella si terminaba como la ex mujer de uno de los mejores arquitectos de Bangkok, eso jamás.

Y pues sí, todo ocurrió mejor de lo pensado. Freen a sus 18 años tenía su título y varios certificados de todos los cursos de Arquitectura que por años llevó, pero aquel viaje que tenía planeado junto a sus mejores amigos Nam y Heng tuvo que ser cancelado a última hora, justo el día antes de su partida, Freen perdía a uno de sus mayores pilares, su abuelo paterno Lawan Chakimha quien junto a su padre sufrió un accidente en carretera, este último sobrevivió de milagro, pero perdió la movilidad de una de sus manos y se sabía que los golpes en su cabeza le iban a dejar ciertas secuelas que lo iban a limitar en su trabajo. Al suceder todo esto solo quedaba una opción, la empresa familiar sería dirigida por la más joven, Freen.

Ella juró ante la tumba de su abuelo y con su padre como testigo que nunca los defraudaría. Sus amigos estuvieron con ella en todo momento, con el tiempo Heng se convertiría en su mano derecha y cómplice, con Nam fue diferente, la chica se casó con un cirujano millonario de quien luego se divorció, pero no sin antes haberse asegurado su buena pensión y no es que necesitara del dinero porque también ella pertenecía a una familia poderosa, esa pensión sería utilizada para fundaciones de rescate y protección animal. Las dos chicas durante todo ese tiempo estuvieron en contacto, eran pocas las veces que se veían en persona ya que Nam se la pasaba viajando para disfrutar de su nueva soltería, lo que no sabían era que luego no se volverían a separar y que sería precisamente Nam uno de los medios para que Freen encontrara la verdadera felicidad.

Ese día en el que supo que Corp. Chakimha dependería de ella, fue cuando sintió mucho miedo, miedo que estaba sintiendo siete años después y todo por una completa desconocida. Freen lo tenía claro, el siguiente paso era buscar al familiar de Rebecca y enfrentar como toda una Chakimha lo que se le venía, solo necesitaba un poco de tiempo...

Que difícil son los nombres tailandeses

Capítulo -3 Dando la cara...

                                                  

Al día siguiente el Dr. Kirk encontró a Freen aún en el hospital, la saludó y luego procedió a hacer su rutina y verificar el estado de Rebecca para informarle a su amiga el cómo estaban las cosas.                            

-Kirk, dime cómo está? ¿Ha habido algún avance?                             

-Todo sigue igual Chakimha, lo cual no es malo. Al menos no ha presentado ninguna complicación.                             

-¡Dios! ¡Gracias, de verdad muchas gracias!                             

-¿Freen ya hablaste con el familiar de esta niña?                              

-No Kirk, dame tiempo. Tengo que hacerlo, pero no sé por dónde empezar.                              

-¿Qué te parece empezar por verla a ella primero?                              

-Quééééé? ¿Es en serio?                              

-Claro, es menos lo que puedes hacer. ¿Quieres o no?                              

-Sí, por supuesto.                             

-¡Bien, vamos!                             

Freen inmediatamente siguió al doctor, se aseó y se puso el traje especial para así poder ver a Rebecca. Sentía que le iba a dar un ataque de ansiedad, le sudaban las manos, desconocía porqué tenía tantas ganas de verla y a la vez tantos nervios. Entró a la habitación en la que se encontraba la más joven, al verla se sintió el ser más miserable del mundo y la culpa era enorme; estaba conectada a unas máquinas, tenía raspones en sus brazos y una venda alrededor de su cabeza. Lo que más le llamó la atención fue ver que a pesar de ciertos moretones en su rostro, este era hermoso, parecía una muñequita, ahora veía como era exactamente ya que por obvias razones no tenía el maquillaje de payaso que antes cubría su carita.                             

Ahí, en esa cama se encontraba el resultado de su más grande descuido, una hermosa e indefensa joven que se debatía entre la vida y la muerte, todo por su culpa. Sintió aquella necesidad que tuvo el día anterior en la ambulancia, con mucho cuidado tomó su mano y nuevamente ahí estaba esa corriente eléctrica, le pidió perdón prometiéndole que buscaría a su familia, que usaría los recursos necesarios para que saliera de ese hospital con vida y que todo iba a ser mejor. Sintió una lágrima caer por su mejilla, ¿estaba llorando? No, imposible, Freen Chakimha no lloraba, al menos no después de haber perdido a su abuelo. Le soltó la mano y la sensación de vacío le incomodó, tenía que salir de ahí lo antes posible, tenía que irse y arreglar tantas cosas.                              

Horas más tarde...                              

-¡Hola Heng! Estoy en mi departamento, necesito que vengas por favor.                              

-¡Hola Sarocha! Ya era hora que te comunicaras. Cuéntame que tal todo mientras voy de camino a verte.                              

-No Heng, nada de llamadas al ir conduciendo. Te espero aquí y nos ponemos al día.                              

Minutos después Heng llegaba al departamento de Freen, la decisión estaba tomada, esa tarde buscaría al supuesto familiar de Rebecca, le diría la verdad cueste lo que cueste. Para ello no quería ir sola, necesitaba de la ayuda de su fiel amigo.                             

Heng tenía la dirección de la casa de Rebecca, había hecho lo que Freen solicitó el día anterior, conseguir más información acerca de la chica. Se enteró que el único familiar con el que esta contaba era su abuelita, una señora bastante mayor, adicionalmente supo que eran de una condición muy humilde y que quien se hacía cargo de todo era la jovencita, quien solía trabajar en los principales semáforos de la ciudad, pero muy rara vez en la zona donde fue atropellada. Había sido una mala jugada del destino, así lo pensó Freen.                            

El momento había llegado, se encontraban frente a la puerta de una humilde casa en un barrio que dejaba mucho que desear. Freen le dio un par de golpes al trozo de madera esperando a que alguien abriera y ahí estaba ella, una señora con el cabello blanco con un bastón de madera que le servía de apoyo, con los ojos rojos y una tristeza enorme reflejada en ellos. Doña Meta, una víctima más de aquel accidente.                    

-¡Buenas tardes, señora! ¿Es usted doña Meta?

-¡Buenas tardes joven! ¡Así es! ¿En qué le puedo ayudar?

-¡Mucho gusto doña Meta! Mi nombre es Freen Chakimha y este de acá es mi amigo Heng Asavarid, necesitamos hablar con usted acerca de su nieta Rebecca - Tragó grueso al mencionarla. 

-¿Rebecca? ¿Dónde está mi niña? ¿Qué le pasó? - Preguntaba la anciana con la voz entrecortada. 

-¡Tranquila señora! Estamos aquí para darle toda esa información. ¿Podemos pasar? - preguntó el joven.

-¡Sí por favor! Adelante.

-¡Bien, doña Meta! Necesito que me escuche y preste atención. Rebecca fue atropellada, ella está viva y en estos momentos está en el hospital bajo la atención y cuidados de los mejores médicos.

-¿Cómo que atropellada? ¿Quién fue capaz de hacerle eso a mi Becky y quienes son ustedes? - con lágrimas en los ojos preguntaba.

-Esto sucedió cerca de los semáforos de la avenida principal, yo soy la persona que la atropelló, pero le juro que fue un accidente y me haré responsable de todo. ¡Perdóneme por favor!

-¡Necesito verla! ¿Me pueden decir en qué hospital está ella? - ambos chicos se veían, esperaban de la señora un reclamo y no fue así.

-¡Rebecca está en el Hospital Saint John! - contestó Heng.

-¡Doña Meta, claro que puede verla! Es más, nosotros mismos la vamos a llevar inmediatamente.

La anciana no lo pensó 2 veces y aceptó la propuesta. Freen le ofreció su mano y la condujo hacia el auto, podía notar la angustia de la mayor quien no dejaba de llorar. De camino al hospital Freen se disculpó nuevamente por todo lo que estaba pasando, doña Meta le dijo que de eso hablarían luego con más calma, que por ahora le agradecía no haber dejado sola a Rebecca y también le agradecía el haberla buscado para informarle donde estaba su nieta, ahora podía respirar un poco más tranquila luego de haber pasado horas en vela imaginando lo peor. El resto del viaje se mantuvieron en silencio.

Al llegar al hospital se dirigieron directamente al pabellón donde se encontraba Rebecca, no se presentó ningún inconveniente con el ingreso de la abuela ya que iba con Freen. Esta llamó a Kirk quien no tardó nada en llegar a donde ellas estaban.

-¡Hola Kirk! Te presento a la Sra. Meta, la abuelita de Rebecca.

-Mucho gusto doña Meta! Dr. Kirk Jiwarad para servirle!

-Él es el doctor que le salvó la vida a su nieta - le aclaró Freen.

-¡Mucho gusto doctor! No sabe cuánto le agradezco... ¿Cómo está ella? ¿Puedo verla?

-¡Sí señora! Acompáñeme por favor, necesitamos que se ponga la protección necesaria para ello. De una vez le digo que el tiempo para verla será breve y que lo que va a presenciar no es algo fácil.

-Está bien doctor, yo hago lo que usted me diga.

-Doña Meta, yo tengo que resolver otras cosas así que me ausentaré unas horas, pero le prometo que volveré, cualquier cosa Kirk le puede ayudar. Es importante que le brinde toda la información que le lleguen a solicitar con respecto a Rebecca.

-¡Está bien señorita! Yo la estaré esperando.

Todos se despidieron, Freen y Heng se fueron hacia Corp. Chakimha, mientras el doctor y doña Meta se dirigían a ver a Rebecca. Al entrar a la habitación la mayor pudo comprobar que el escenario era fuerte, tal y como se lo había dicho Kirk minutos antes, ahí estaba su niña, su bebé, tan ajena a lo que estaba pasando, su piel pálida llena de golpes y esa venda que cubría gran parte de su cabeza, no pudo evitar llorar y cuando intentó acercarse sintió un mareo que provocó que perdiera el conocimiento y terminara tendida en el suelo, por suerte Kirk estaba en el mismo lugar, así que corrió a auxiliarla y pidió ayuda para que fuera atendida de inmediato. El doctor solicitó que la trasladaran a la habitación continua, necesitaban estabilizarla.

Al cabo de unos minutos la señora Meta había recuperado la conciencia, pero seguía estando débil debido al bajonazo de presión que sufrió. El doctor trató de contactar a Freen, ella misma le había pedido que la mantuviera al tanto de cualquier cosa relacionada con Rebecca; marcó y marcó y lo único que le respondía era el buzón. ¿Dónde estaba?

Freen no había terminado de poner un pie en el Corporativo cuando ya tenía una reunión urgente, adicional tenía en su oficina a Aon quién se había preocupado al no tener noticias de su hija y le había parecido extraño el repentino viaje que supuestamente tuvo que hacer. Entendía bien que ella no quisiera ser participe de la dichosa cena organizada por su esposa, pero lo que no entendía era por qué no había escuchado su voz en más de 24hrs, no había respuestas a sus llamadas. ¿Qué estaba pasando? Freen hablaba a diario con él, le informaba todo, más que padre e hija eran 2 grandes amigos.

¿Le diría Freen la verdad? ¿Sabía Freen que hace rato su celular estaba sin batería? Lo que definitivamente no sabía era que cuando regresara al hospital se iba a enterar de ciertas cosas, cosas que le darían un giro a su vida.

Capítulo -4 Verdades a medias..

"Existen verdades que deben salir a la luz y hay otras que es mejor mantener ocultas".                     

Una hora después, Freen salía de la sala de juntas. Había tenido que explicar por qué al final la zona en la que se iba a desarrollar el nuevo proyecto fue la Sur y no la Norte según lo que se tenía planeado, mintió al decir que su decisión cambió a última hora porque consideraba que era un mejor lugar, cuando realmente no era eso lo que pensaba, no podía revelar que la verdadera razón de esto es que a quienes le había encargado la negociación de compra terminaron haciendo lo contrario a lo que les pidió y que no pudo ella arreglar el error por estar todo el día en un hospital.                              

Cuando entró en la oficina se encontró a su papá cómodamente sentado en el sofá con whisky en mano, Aon la observó con una cara seria y le pidió que se sentara junto a él.                              

-¡Hola, papá! ¿Qué haces aquí? - Dijo sorprendida.                              

-¡Hola Freen! ¿Acaso no puedo visitar a mi hija en mi propia empresa?                              

-Claro que sí, solo que no te esperaba. Normalmente sueles avisarme.                              

-Te hubiera avisado, pero no te has dignado a contestarme las llamadas -contestó seriamente.                              

-Pero si no tengo ninguna llamada tuya -la tailandesa verificó por fin su celular y se dio cuenta de que este se encontraba apagado.                              

-Hija desde ayer te he estado llamando, escribiendo y nada. ¿Pasa algo que yo no sepa, Freen?                              

-Mmm no papá! Problemas de siempre, nada que no se pueda arreglar y siento mucho no haberte contestado, mira, sin batería y no sabía - puso a cargar su celular inmediatamente.                              

-¿Y ese viaje a última hora? De eso no me comentaste nada.                              

-No me fui de viaje papá. La verdad es que primero tuve un problema con el auto, atropellé a un animalito accidentalmente, pero no fue nada grave y luego me desaparecí para no tener que ver a mamá y a Charlotte; ese par al notar que no iba a llegar a cenar podían ir a buscarme a mi departamento.                              

-Sarocha y el animalito? ¿Se murió? -consultó preocupado.                              

-No papá, está vivo y bien atendido. Lo que me recuerda que tengo que irme para ver cómo va ese asunto y si ya está arreglado mi auto.                              

-¡Perfecto! Te deseo suerte con eso y Sarocha, carga ese teléfono por favor - le guiñó un ojo - Ah se me olvidaba preguntarte una cosa más - le dijo volviendo a ponerse serio - Freen ¿me puedes explicar qué fue eso de que al final se terminó concretando la compra de una zona diferente para la construcción de la nueva obra? Sabes que confío en tu criterio, pero te había visto muy convencida de que la mejor opción era la otra.

                          

-Woooow! Que rápido te enteraste - le dijo riéndose.                              

-Señorita Chakimha! El hecho de que usted lleve siete años sentada en esa silla y déjame decirte que han sido años en los que ha desempeñado muy bien su trabajo, no quiere decir que yo no siga siendo también el jefe. Sé lo importante que es este proyecto para ti Sarocha, esta vez no se trata de realizar un diseño y supervisar una construcción, estamos hablando de un proyecto desde cero, desde la compra del terreno hasta el último clavo que ahí se utilice.

                          

-No fue mi decisión papá! Fue un error de las personas encargadas de concretar esa compra, eran unos principiantes y necesitaba motivarlos con algo grande, por lo que les di ese voto de confianza y ya ves, pero tranquilo, no me hagas esa cara - Aon tenía el ceño fruncido - no los voy a despedir, yo misma iba a renegociar con Nopachai, pero se me presentó lo del dichoso accidente y pues no tuve más tiempo, él se fue de viaje y sabes que a ese hombre no le gusta hacer negocios por teléfono, así que nada que hacer. Tú sigue confiando en mí, digamos que esto es cosa del destino.

-Muy bien! Un consejo hija mía, el destino a veces trae consigo cosas muy buenas, no le dobles la mano.

-Y eso qué quiere decir? - le preguntó confundida.

-No hay que forzar las cosas, no hagas algo en contra de lo que ya está destinado a suceder. Si el destino quiso que la zona para ese proyecto sea la Sur, por algo será y si adicional a eso quiso que sucediera ese accidente y con esto evitar la renegociación, pues es una señal, tal vez ahorita no lo veas, pero algo me dice que el destino tiene para ti algo muy bueno - se quedaron viéndose fijamente.

-¡Te amo! - dijeron los dos a la vez.

Concluida la charla padre e hija, Aon se retiró, aunque no muy convencido de las palabras que le había dicho Freen. La conocía perfectamente, pudo notar como en más de una ocasión desviaba su mirada, como se mordía el labio; ese gesto era habitual en ella cuando estaba nerviosa, lo sabía porque él acostumbraba a hacer lo mismo. Su niña nunca le ocultaba nada, ni siquiera sus enredos de faldas, aún así confiaba ciegamente en ella y estaba seguro de que tarde o temprano iba a conocer la verdad.

Al retirarse su padre, Freen decidió aprovechar el tiempo para firmar unos documentos y realizar una que otra llamada, no quería dejar mucho trabajo pendiente ya que sabía que por ahora su tiempo iba a estar dividido entre su oficina y el hospital. 

Estaba tan concentrada en lo que hacía hasta que escuchó a alguien gritar desde afuera. 

-¡No puede ser! - pensó.

Se levantó de su asiento y salió sabiendo quien era la causante de tal escándalo.

-¿Se puede saber qué demonios está pasando aquí? - dijo con un tono bastante fuerte. 

-Freeeeennn, mi amor! Sucede que esta estúpida de aquí no me deja pasar, se le olvida quién soy yo - refiriéndose a Yha, la secretaria de la castaña.

-En primer lugar Charlotte, nada de mi amor. En segundo lugar, respeta a las personas sean quienes sean, tercero, no sé a que te refieres con eso de que Yha olvida quién eres y por último, si Yha dice que no puedes pasar, pues no puedes pasar. Aquí solo hay 4 personas que están autorizadas a entrar cuando quieran y tú no eres una de ellas.

-Freen, pero ¿cómo que yo no? Soy tu novia.

-¡Jajaja! ¡No te equivoques cariño! ¿Yha nos puedes hacer el favor de indicar quienes son esas 4 personas?

-¡Claro Srta. Chakimha! Las personas son su papá, su nana Mhee, su amiga Nam y el Sr. Heng - contestó Yha con una sonrisa.

-Pero Freen, tenemos que hablar. No te permito eso.

-¡MALDICIÓN! Tú no eres nadie para decirme que puedo o no puedo hacer Charlotte, hablaremos cuando yo así lo quiera, ahora vete y déjame trabajar en paz - le dijo gritándole y dirigiéndose de regreso a su oficina para tomar su celular e irse para el hospital.

Minutos después Freen salió rumbo al hospital en el auto que le había pedido prestado a Heng y con un poco de carga en su teléfono. Al encenderlo vio que entre todas las llamadas perdidas había varias de Kirk, en ese instante se alarmó y nuevamente la angustia se apoderó de ella, sabía que el doctor no la llamaría a no ser que algo estuviera pasando con Rebecca. Decidió aumentar la velocidad, necesitaba recibir cualquier noticia en persona, fuese esta mala o buena.

Apenas llegó buscó a Kirk para que la pusiera al día.

-Eeey Kirk! ¿Qué ha pasado? ¿Cómo está Becky? - preguntó agitada.

-¡Tranquila Sarocha! Rebecca sigue igual, traté de comunicarme contigo porque a la que sí le sucedió algo fue a doña Meta.

-¡Perdón Kirk! Estaba sin batería y ni cuenta me había dado. ¿Qué le pasó a ella? ¿Dónde está por cierto?                    

-¡Escucha Sarocha! Esa señora estaba bastante afectada, tal parece que se impresionó mucho al ver el estado en el que se encuentra su nieta y terminó desmayándose. Nos costó hacer que recuperara el conocimiento, cuando por fin lo hizo pudimos corroborar que su problema no es solo la presión, sino también que no se ha estado alimentado bien y presenta un cuadro de deshidratación, le suministramos suero y la dejamos descansar. Estoy seguro de que llevaba horas sin dormir y posiblemente sin comer al no saber el paradero de Rebecca.

-¡Ay, Kirk! Esto se pone cada vez peor, todo es mi culpa, yo soy la responsable de que esa chica y su abuelita estén en ese estado. 

-Fue un accidente Freen, además te has estado haciendo cargo de todo, estás haciendo lo que está a tu alcance. Hay algo que quería decirte, me gustaría que nos autorices a realizarle unos estudios a doña Meta, tengo el presentimiento que algo no anda del todo bien.

-¿Por qué lo dices? - abrió más los ojos, alarmada.

-Pude observar que su piel tiene un color amarillento, al igual que sus ojos, lo que científicamente conocemos como ictericia.

-¿Eso tiene que ver con el páncreas, cierto?

-¡Correcto cerebrito! Sabes que esa no es mi especialidad, pero puedo referir el caso a una colega. Así que tú dime...

-Kirk, hagan todo lo que tengan que hacer - ordenó. 

-Esa era la respuesta que esperaba! Por ahora mi querida Chakimha, mi consejo es que te vayas a descansar porque te ves del carajo.

-¡Lo necesito! - le sonrió.

-¡Anda, vete ya!

-Kirk...

-Dime.

-La mejor atención, para ambas por favor. Cueste lo que cueste.

-Así será! 

En esta ocasión Freen aceptó que lo mejor era irse a descansar, sentía que se le iban a venir más problemas encima, al accidente de Rebecca tenía que sumarle el que la Sra. Meta estuviera enferma; si resultaban ciertas las sospechas de Kirk. Sintió ganas de llorar, pero no, ella no lloraba y menos por dos completas desconocidas.

***

Ya estando en su departamento llamó a su mejor amigo para contarle como estaban las cosas, era con la única persona que podía hablar del tema, además tenían que ponerse de acuerdo para ir al taller por el auto de Freen y así poder devolverle el otro a él. Terminada dicha llamada tomó una ducha y hasta que escuchó a su estómago rugir se acordó que lo único que había consumido en todo el día eran unas tazas de café y unas galletas. Comió algo ligero, llamó a su papá para asegurarle nuevamente que todo estaba bien y luego se fue a su despannnncho, necesitaba distraerse de alguna manera, así que revisaría su correo y se pondría al día con su trabajo, mientras hacía todo esto recordó la breve conversación que mantuvo con aquella anciana. Todavía estaba sorprendida de la reacción de ésta, ¿cómo era posible que no le gritara o le reclamara por lo que le había hecho a Rebecca? - se preguntaba. Doña Meta era el claro ejemplo de que el dinero no compra la educación, era la prueba de que siendo una persona humilde siempre mostró respeto y agradecimiento, sobre todo cuando le dijeron que sí la llevarían al hospital donde estaba su nieta.

Todo esto la hizo pensar en su nana Mhee quien se fue a vivir a su pueblo lejos de la ciudad hace cuatro años. Durante ese tiempo Freen la había ido a visitar cada vez que podía, tenía aproximadamente un año de no verla. Mhee era uno de sus grandes amores, su nana fue quien estuvo siempre a su lado en la niñez y adolescencia sustituyendo a su madre mientras esta se iba de viaje o se la pasaba en sus típicas reuniones con las "amigas del club". Fue con su nana que celebró todos sus triunfos al lado de su papá Aon y en estos momentos los necesitaba tanto a ambos, solo que no precisamente para celebrar algo, necesitaba un abrazo sincero, que le dijeran que todo iba a estar bien, necesitaba llorar y ser consolada por ellos como cuando era una niña. Pero había un problema, no le podía confesar nada de lo que estaba pasando a su padre y por otro lado su querida nana se encontraba muy lejos.                    

Esa noche Freen tampoco pudo dormir...

El día siguiente era sábado, por lo que no iría al Corporativo, recogería su auto en el taller en el que quedó en verse con Heng, luego de esto se dirigiría al hospital, donde le serían reveladas varias cosas que nunca imaginó.

***

-¡Buenos días, Freen! ¿Qué tal tu sábado? - preguntó Kirk.

-¡Buenos días, Kirk! Por el momento bien, y depende de las noticias que me tengas que siga así. No esperaba verte el día de hoy por acá - le dijo.

-Sabes que amo estar en el hospital, además una muy buena amiga me encargó a dos personas y pues aquí estoy. Lo que tengo que decirte no son buenas noticias, esta mañana muy temprano se le hicieron los estudios a doña Meta y logramos que los resultados estuvieran listos al poco tiempo, mis sospechas fueron confirmadas, tenemos un caso de cáncer en el páncreas y en un estado bastante avanzado, esto ha afectado otros órganos y a ello hay que sumarle que la señora padece de diabetes lo que complica más las cosas.

-¡No, no puede ser! Esto no puede estar pasando - decía con una mano en su cabeza - ¿Ella sabe de su enfermedad?

-Hace unos minutos la oncóloga que te comenté y yo hablamos con ella, la noticia no la sorprendió mucho. Sabía que no estaba bien, nos comentó que hace mucho tiempo venía sintiéndose mal, sintiendo fuertes dolores de cabeza y dolor abdominal, así como perdida del equilibrio. Su diabetes la lograba controlar gracias a los medicamentos que su nieta con mucho esfuerzo le conseguía, pero nunca se imaginó que la cosa fuera tan grave como padecer cáncer.

-Es decir, ella siempre pensó que todo se debía a su diabetes. ¿Cierto?

-¡Correcto! No te voy a mentir Freen, la enfermedad está muy avanzada tal y como te mencioné, podemos iniciar lo antes posible con quimioterapia, pero esto no garantiza nada, además sabemos bien que es un tratamiento bastante costoso y que al final sería decisión de ella al someterse a ese proceso. La Dra. Urassay puede darte más información al respecto.

-Kirk, si ella acepta va a llevar su tratamiento en este hospital y quien va a pagar todo voy a ser yo. Me gustaría hablar primero con la doctora y luego con ella. ¿Es posible?

-¡Tú sígueme!

Y así fue, Freen pudo hablar con la Dra. Urassay quien le explicó todo detalladamente, le confirmó lo que Kirk le había dicho, podían empezar tratamiento, pero era algo arriesgado y las probabilidades de tener éxito eran pocas. Luego de esto fue a ver a doña Meta a quien decidieron mantener en cama debido a que estaba débil, parecía que todos sus males se activaron al mismo tiempo. En esa habitación se darían platicas que marcarían a Freen para siempre.

***

-¡Buenos días doña Meta! ¿Puedo pasar? - le preguntó desde la puerta.

-¡Buenos días joven! Claro, adelante - le respondió con una sonrisa.

-Dígame, ¿cómo está? Ya me pusieron al día de todo lo que ha sucedido de ayer a hoy.

-¡Pues ya usted se puede imaginar! Hay cosas que uno presiente pero que prefiere ignorar, más que todo para evitarle un daño a las personas que uno ama.

-¿Lo dice por Rebecca? Doña Meta disculpe que me inmisculla, pero opino que si usted sospechaba que algo no estaba del todo bien tenía que habérselo comentado a su nieta, es lo justo.

-Lo justo es que mi niña no tenga que sacrificarse más, menos por una vieja que ya está a punto de partir de este mundo.

-¡No diga eso! Hay dos cosas que me gustaría hablar con usted, una es sobre Rebecca y la otra es sobre su enfermedad y el tratamiento al que puede ser sometida.                    

-¿Qué pasa con mi Becky? - preguntó preocupada la mujer mayor.

-Todo sigue igual, lo que necesitamos es información acerca de ella; nombre completo, fecha de nacimiento, si es alérgica a algo, etc. Cuando sucedió lo del accidente no portaba nada que la identificara, supimos su nombre por un niño que estaba en el sitio y la conocía, ya después mi amigo Heng investigó más hasta dar con su dirección.

-¡Yo le puedo dar esa información! - dijo la anciana bastante nerviosa - Es que esos papales Becky los guardó, pero yo no se dónde y pues hace unos días perdió su ID y no lo ha ido a sacar, pero yo le puedo decir eso que necesita saber, menos el número de identificación ese porque no me lo sé.

-Mmm, pues creo que por ahora no hay ningún problema. ¡Soy toda oídos! - le sonrió. 

-Mi niña nació el 05 de diciembre del 2002, por lo tanto, tiene 20 añitos, su nombre es Becky Rebecca Patricia Armstrong y hasta donde yo sé no es alérgica a nada. ¿Con eso está bien?

-Sí, solo que sería bueno poder contar con la documentación respectiva. Bueno, esa era una de las cosas que quería consultarle, la otra es si usted está dispuesta a someterse a quimioterapia, sé que no es un tratamiento fácil, pero nada pierde con intentarlo.

-¡Ay, señorita! ¿Y yo cómo pago todo eso? Eso debe de costar mucho dinero y pues ni cómo hacerle.

-Eso va a correr por mi cuenta doña Meta, usted solo tiene que aceptar.

-No ¿cómo cree? Mire el gasto que le estoy generando al estar en esta cama, adicional está lo de la atención a mi nieta, sería un abuso sumarle algo más.

-Escúcheme bien! El que Rebecca esté así es mi culpa y por ende es mi responsabilidad hacer que ella se recupere sin importar lo que cueste, usted forma parte de la vida de ella, por lo tanto, también soy responsable de su persona.

-¿Puedo pensarlo? Es que no sé qué decirle - con lágrimas en los ojos.

-Muy bien, pero espero que esa respuesta sea positiva. Por ahora me gustaría saber una cosa más y disculpe el abuso, debería dejarla descansar, pero es que es algo que no ha parado de darme vueltas en la cabeza.

-Ahora soy yo quién la escucho...

-Doña Meta ¿por qué ha sido tan amable conmigo? Es decir, hace poco una extraña atropella a su nieta ocasionándole golpes que hoy la tienen en coma, luego se presenta a su casa a darle la mala noticia y usted lo único que pide es verla a ella. No entiendo!

-Pequeña Freen - le dijo con una sonrisa -en el momento en el que de su boca salió el nombre de mi nieta y me dijo que sabía donde estaba, en ese preciso momento hizo que me regresara el alma al cuerpo. ¿Sabe? Desde que mi niña se volvió mi responsabilidad nunca habíamos pasado una noche separadas, fue muy angustiante ver que oscurecía y ella no llegaba, las horas siguieron pasando y nada que aparecía; imaginé lo peor. Esa noche no pude dormir, fue la peor de mi vida, lloré mucho, pero también me agarré de lo más fuerte que tenía, mi fe, le pedí tanto a Dios que me la cuidara donde sea que estuviera, que me la regresara o que al menos alguien me diera razón de ella y con mis peticiones también vinieron mis promesas, prometí que si ese alguien aparecía en mi puerta y me llevaba con ella iba a recibir de mí solo agradecimiento, que no iban a haber preguntas ni nada, solo gratitud por devolverme a mi mayor tesoro.

-Doña Meta, - decía Freen con su voz entrecortada - pero no se la devolví sana y salva.

-Pero me la devolvió y viva, ella está viva. Está viva porque usted no la abandonó, usted perfectamente hubiera permitido que la trasladaran a otro lugar, pero no, está aquí haciendo todo lo que está a su alcance para que ella se recupere. Fue un accidente Freen, no importa la razón, fue un accidente, es algo que no pongo en duda, en sus ojos veo culpa, pero también veo a una persona buena a la que le está doliendo todo lo que está pasando - le tomó la mano.

-Señora ahora soy yo la que no sé qué decirle. Creo que lo mejor es que la deje descansar y así aprovecho para ver cómo sigue su nieta. ¡Nos vemos luego, con permiso! - se retiró rápidamente.

Y así fue como terminó esta charla, Freen se dirigió a la habitación de Rebecca no sin antes limpiar una lagrima que resbalaba por su mejilla - esto no me puede estar pasando a mí! - Pensó.

Perdón por la demora 🫠🫠🫠