GOLPES DEL DESTINO// BY: DIANAKBALZ (freenbecky)

Capítulo - 15.Hasta viejitas...

                                                  

                              

Después de haber tenido aquella conversación con Rebecca, Freen se sentía más tranquila y no es que con eso solucionara algo, pero al fin pudo desahogarse, hablar al respecto de lo que por mucho tiempo calló y lo hizo con alguien completamente ajena al tema.                              

Para la semana siguiente la menor de los Chakimha tenía que realizar un viaje a Japón junto con Heng, meses antes habían participado en un concurso de diseñar lo que sería un residencial que llevaría por nombre Orgullo Tailandés, este tipo de retos le encantaban a la castaña, sin embargo había un problema y es que en estos momentos simplemente no podía agarrar las maletas e irse por aproximadamente unos meses para llevar a cabo la obra, dejando a Rebecca sola, tampoco existía la posibilidad de llevársela. Al no poder hacerse cargo ella personalmente, pondría todo en manos de quién tenía talento de sobra y en quien confiaba ciegamente, pero primero debía hablar con alguien más por lo que se dirigió de su oficina hacia el departamento en donde estaban Nam y Rebecca.                              

***  

- ¡Hola chicas! ¿Qué hacen?                              

- ¡Hola Freen! Llegaste antes de lo esperado - Becky corrió a saludarla - ¿Pasó algo?                              

- ¡Hola fea! Ya llegaste a interrumpir nuestra tarde de tertulia y películas con palomitas y fresquitos.                              

- ¡A mí también me da gusto verte amiga! - le dijo con sarcasmo sacándole la lengua - Estoy aquí antes de tiempo porque tengo una buena noticia y quería compartirla con ustedes primero, incluso antes que con Heng porque es una sorpresa, sucede que recibí la confirmación de que luego de competir con diferentes empresas, nos hemos quedado con el proyecto de Orgullo Tailandés en Japón - contó emocionada.                              

- Tengo entendido que llevaban meses esperando ese resultado. Es una excelente noticia Saro... pero un momento, eso quiere decir que tienen que irse un tiempo para animelandia - afirmó Nam.                              

- ¿Te vas a ir para Japón? - preguntó Rebecca mostrando tristeza - Me alegro por ti Freen, por ustedes en general, espero que todo les salga bien, es una gran oportunidad.                              

- ¡Déjenme terminar! Sí, tenemos que viajar y estar un tiempo por allá, bueno en realidad yo solo iré por unos días. El que se va a hacer cargo de todo va a ser Heng, solo que aún él no lo sabe.                              

- ¿Cómo que no sabe? No entiendo...                             

- Como representante del Corporativo tengo que viajar, pero ese proyecto va a quedar totalmente en manos de Heng, entre los dos hicimos el diseño, él más que yo, por eso creo que es una excelente oportunidad para que esté al frente de algo tan importante, no podría confiar en nadie más.                              

- ¡Vamos a ver si entiendo! Tú vas a viajar, Heng se va a quedar allá, pero sí vas a regresar ¿cierto? - preguntó Becky con miedo a que la respuesta fuera negativa.                              

- ¡Cierto! Estaremos partiendo en 8 días, yo estaré por allá una semana y Heng se queda, va a estar viajando constantemente entre un país y otro, yo no puedo hacer eso, tengo asuntos muy importantes por acá.                             

- ¡Siiiiii clarooooo! Asuntos muy importantes con nombre y apellido - señalando disimuladamente a Rebecca - Amiga yo podría ayudarte sin ningún problema con esos asuntos, aunque creo que es algo que prefieres hacer tu misma - le guiño un ojo.                              

- ¡Estás en lo cierto Poolsak! Así que lo siento, pero si tenías intención de apoderarte de todo este lugar estás muy mal - le devolvió el guiño.                              

- ¡Yo no sé de qué asuntos hablan! Lo que sí sé es que debemos de celebrar con el delicioso vino de los dioses que toma Freen, como dice Nam - mencionó Rebecca ya más animada.                    

- ¡Ustedes son las que se han estado tomando mi vino! Con razón esas botellas se vaciaban rápido... Nam ¿qué te he dicho acerca de que no le puedes estar dando mucho alcohol a Becky? - la retó.

- ¡Aaaay no te quejes! Además, yo no la obligo, a ella le gusta, aparte de que entra más en onda cuando pinta o dibuja.

Así estuvieron entre discusiones tontas mientras esperaban a que llegara Heng que había quedado en alcanzar a Freen en el departamento, por otro lado Rebecca reía al ver a ese par de amigas peleando como niñas mientras ella se hacía la desentendida con el tema del vino. También hablaron de como iban a hacer ahora que Freen estuviera ausente por unos días.

Para cuando Heng llegó, le dieron la noticia lo que le alegró mucho, tal y como dijo Freen, él se había esforzado por ganar ese proyecto, era una gran oportunidad, solo que le entristecía estar lejos mucho tiempo de sus amigas, principalmente de quien hace poco había recuperado. Horas más tarde los amigos se retiraron, dejándo a solas a las chicas.

- ¡Ey Becky! ¿Te pasa algo? Es que te pusiste seria de un momento a otro.

- Mmm no! Solo estaba pensando - continuaba con su mirada fija en un punto.

- ¿Y se puede saber que pasa por esa cabecita?

- Pensaba en como me sentí en cuanto supe que te ibas a ir y en un principio pensé que iba a ser por mucho tiempo. ¿Sabes? Fue raro, por un lado sentí alegría porque tu estabas feliz, pero por otro sentí susto, una sensación rara en el estómago y no me gustó experimentar eso, sentir como que me ibas a abandonar. Por un momento no sabría que hacer sola.

- Ven acá! - la tomó de la mano - No tienes por qué pensar esas cosas, yo jamás te dejaría sola, al menos no por tanto tiempo, solo será una semana, nena y Nam va a estar contigo. Becky, yo voy a estar a tu lado todo el tiempo que tú me lo permitas, esta es tu casa y puedes quedarte aquí si eso es lo que quieres.

- ¿Y si es para siempre hasta viejitas? - hizo un puchero.

- Para siempre me parece perfecto! Hasta viejitas, no pienso ir a ningún lado.

- Yo no quiero que te vayas a ningún lado! - la abrazó y le dijo "te quiero" a lo que Freen respondió abrazándola más fuerte.

***

Por fin había llegado el día de viajar a Japón, Heng tuvo que llevarse casi a rastras a Freen para el aeropuerto ya que su amiga no paraba de darle indicaciones a Nam de que hacer y no hacer con Rebecca, que cualquier cosa que pasara no dudara en llamarla, que no le diera de tomar mucho vino, que la llevara puntual a la terapia, etc. Nam solo se reía, parecía que le estaba dejando a una niña pequeña, además ella sabía perfectamente como eran las cosas con la morena ya que pasaban mucho tiempo juntas.

Para Rebecca no fue fácil despedirse, sabía que era cuestión de una semana para tener a Freen de regreso, pero aún así se sentía triste, tanto que le pidió a ésta que la dejara dormir con ella la noche anterior y obviamente se le concedió el deseo.

***

- ¡Becca ya no estés así! Es solo una semana, ya verás que el tiempo pasa rápido y cuando menos lo pienses vas a tener a la amargada de Freen dando lata otra vez.

- ¡Es que me hace falta! Yo sé que pronto va a volver y no le digas amargada, ella es divertida.

- ¡Jajaja! ¡Rebecca que exagerada eres! Apenas se fueron ayer, cualquiera que te escucha creería que fue hace más tiempo. Y sí, Freen es divertida pero cuando está dormida, igual así la quiero y tú también, eso se nota desde un avión.                                  

- La verdad sí, la quiero mucho! Ha pasado solo un día y pues me hace falta porque con la única persona que recuerdo haber convivido diario ha sido con ella, ya sabes por lo de la memoria y eso - dijo aún más triste.

- ¡Nada de tristeza! Freen va a regresar, pero mientras tanto nosotras vamos a disfrutar, hoy no va a ser tarde de vino, sino de escocés y Saro tiene del mejor - sonrió maliciosamente.

***

Mientras tanto, en otro lado a cientos de kilómetros de distancia se encontraban Freen y Heng quienes apenas pisaron suelo japonés se dirigieron hacia el lugar en donde se iba a dar inicio con el proyecto, se pusieron al tanto de todo y a disposición de los ahí presentes. Ya en la noche estando en el hotel decidieron cenar en el restaurante del lugar.

- Y bien mi babosito adorado ¿ cómo te sientes con todo esto? - preguntó la castaña.

- Para serte sincero me siento nervioso, pero muy emocionado. Nunca me imaginé llegar a estar en este sitio, sentado con mi jefa y cenando para celebrar el inicio de un proyecto al que le pusimoa muchas ganas desde antes, sin saber si iba a ser nuestro.

- No digas cenando con mi jefa, sabes que para mi no hay diferencia entre tú y yo. No solo eres mi amigo, sino mi mano derecha, mi partner y mereces esto y más, cada cosa te la has ganado con mucho esfuerzo y nadie merecía estar en tu lugar, ni siquiera yo, esto es tuyo Heng, así que disfrútalo.

- ¡Gracias Saro! Agradezco tanto a la vida por tenerte, por apoyarme y motivarme siempre, sé que te hubieras quedado más tiempo, pero entiendo que hay algo o más bien alguien muy importante que te espera en Bangkok. ¿Cómo vas con eso?

- ¿Qué te puedo decir? Con ella es un día a la vez Heng, es vivir con alegría y con miedo al mismo tiempo, miedo de que de un momento a otro recuerde todo y me odie. Es un ángel, en ella no existe maldad, su sola presencia me da tanta paz que sé que el día que ya no la tenga cerca mi vida se volverá todo un desastre.

- Es la primera vez que te escucho hablar así de alguien! Dime una cosa... ¿La quieres? ¿Crees que es posible llegar a enamorarte de ella? Porque déjame decirte que aparte de que es una mujer muy guapa, es también muy buena, al menos es lo que hemos visto hasta ahora, cualquier persona estaría encantada con ella.

- Que esto no salga de aquí Heng, pero la verdad sí, sí la quiero y mucho, solo que es algo que no me he atrevido a decirle, aunque trato de que lo sepa de alguna manera, ha sido un sentimiento que nació rápidamente. Pero eso de enamorarme no va conmigo, son palabras mayores, además no puedo, no puedo enamorarme de ella, eso sería catastrófico, no puedo ni siquiera pensar en una relación porque al final todo va a terminar mal y no me preocupa como acabe yo, sino como acabe ella, entre nosotras todo empezó mal y estoy segura que así es como va a ser el final.

- Freen ustedes dos ya tienen una relación, no amorosa, pero sí están muy involucradas la una con la otra y no me salgas con el cuento de que es como si fueran hermanas y bla bla bla, eso nadie se lo cree, ni siquiera ella. Eso lo creería si viniera de Nam, porque ella sí ve a Rebecca como su hermanita, está fascinada, yo te puedo asegurar que esa mujer te adora y que no te ve con ojos de lo que tú te quieres hacer creer.

- No digas tonterías! Rebecca ve en mi a su cuidadora, a su protectora y es extremadamente agradecida, además quien dice que le gustan las mujeres. Mejor no hablemos más de eso y cuéntame que tal las cosas con Nam.

- Pues no, no sabemos si le gustan o no, pero hasta donde yo sé nadie se resiste a los encantos de Freen Chakimha y ya que mencionas a Nam sabes como están las cosas con ella, igual que siempre, yo más enamorado que nunca y viéndome como su mejor amigo.

- No creo que sea así! No te quería decir nada, pero nuestra querida amiga no estaba muy contenta con esto de que te tuvieras que quedar aquí, pero sabe lo bueno e importante que es Orgullo Tailandés para ti, si hay alguien que conoce a Nam soy yo y estoy segura que no solo te ve como su mejor amigo, ella te quiere demasiado, siempre ha sido así, el problema ha estado en tus miedos e inseguridades y en lo impaciente que es ella. Nam está acostumbrada a que se le avienten y contigo ha sido todo lo contrario, espero que consideres que ella ya no tiene ningun compromiso y que dijo que con la próxima persona que iba a estar sería con su "para siempre" , así que ponte las pilas que yo apuesto por ti.

- Tienes razón! El problema siempre han sido mis miedos e inseguridades, desde que ella regresó solo tengo algo en mente y es que no quiero que se vaya nunca más o que otra persona que no sea yo llegue a su vida.

- Eso quería escuchar! Ese es mi hermano! Heng, que estas palabras se vuelvan en hechos por favor.

- Y tú por favor piensa en lo que te dije, necia! 

Freen no dijo nada más respecto a eso y prefirió retomar el tema por el que estaban ahí, trabajo.

***

Durante los días en que Freen estuvo de viaje hablaba a diario con Rebecca quien no se cansaba de decirle que la extrañaba y que iba marcando los días en un calendario hasta que llegara a verla nuevamente. Lo que Becky no sabía es que Freen había decidido regresar un día antes de lo acordado y que quería sorprenderla, de esto solo Nam estaba al tanto.  

***

- Nam! Ya mañana regresa Saroooo - gritaba emocionada la morena.

- Tranquila Becca! Tampoco es para que pegues esos gritos, pareces un delfín - le hacía cosquillas - Se nos acaban las vacaciones mujer, vuelve la generala, pero antes de eso necesito ir a recoger un paquete especial al aeropuerto, así que tú te vienes conmigo.

- Un paquete? Paquete de qué? Y por qué no te lo traen hasta acá? - preguntaba dudosa.

- ¡Rebeccaaaaa! Basta de preguntas y vamonos, ya verás que te va a gustar lo que hay en ese paquete.

- ¿Es una sorpresa? - ya bastante emocionada.

- ¡Una super sorpresa!

***

Ambas mujeres se dirigieron hacia el aeropuerto, Rebecca estaba ansiosa por descubrir que era lo que contenía el dichoso paquete, jamás imaginó que la destinaria de esto sería ella.

- Becca mira hacia allá... Ahí viene la sorpresa - Rebecca fijó su mirada hacia el punto que Nam le señaló y lo que vió o más bien a quién vio provocó que el corazón le latiera muy rápido y así de rápido salió corriendo en su dirección.

- ¡Freeennn! Regresaste, cumpliste con tu promesa y hasta un día antes - se le había tirado encima, por lo que Freen tuvo que sujetarla con fuerza.

- ¡Siiii! Aquí estoy ¿creías que te ibas a deshacer de mi tan fácil? ¿Te gustó la sorpresa? - le preguntó igual de emocionada.

- Muchoooo! Me encantan las sorpresas, más cuando vienen de ti... ¡Te extrañé demasiado!

- ¡Yo también nena! No te imaginas cuanto...

Continuará...

Lo siento mucho, mucho chicas por la ausencia pero está semana fue un tanto pesada por motivos de viaje. Me he mudado y España será mi nuevo hogar si aún siguen por acá, gracias por la espera y que las estaré compensando 🫰 las quiero un montón 

Capítulo - 16.Tú llévame a donde quieras...                                                  

"Eres mi paz, mi refugio... Mi lugar seguro"                              

Nam había dejado que tanto su amiga como Rebecca disfrutaran a solas de ese momento al reencontrarse, cuando consideró prudente se les acercó y le dio un beso y un abrazo a Freen.                              

- ¡Bienvenida amiga! Por aquí cierta persona, sin volver a ver a nadie, estaba desesperada por tenerte de regreso. Yo no puedo decir lo mismo, ya sabes, me gusta mucho tu departamento sin ti ahí, pero ni modo, se acabó la fiesta... ¡Mentira Saro! Yo también te extrañé, aunque no así tanto como Bec.                              

- ¡Tú definitivamente no cambias! ¿Qué tal la pasaron?                              

- ¡Fue una semana genial! – se dirigían hacia el parqueo - Rebecca quería que nos fuéramos de fiesta, pero yo le dije que no, que nada de calle, es más, tenía que obligarla para que se acostara temprano, solo quería ver Netflix - Becky solo abría la boca al escuchar todo lo que la otra decía - ah y si vieras lo difícil que fue lograr que se levantara temprano, bien dicen que cuando el gato no está los ratones hacen fiesta. ¡Aaaah por cierto! Para que lo sepas dormimos en tu cama, es que es bastante grande y la más cómoda, eso sí, la que durmió en tu lado fue ella y con tu almohada, si tiene babas son de ella.                              

- ¡Eso no es cierto, Sarocha! – se defendía Rebecca - yo no hice nada de eso, bueno lo de dormir en tu lado sí y con tu almohada, es que así te sentía cerca de alguna manera, pero yo no le eché babas. Ella sí quería irse de fiesta y se la pasaba viendo Grey's Anatomy y no quería cocinar, solo se la pasó pidiendo comida a domicilio y decía "Freen invita".                              

- Veo que se divirtieron mucho – ya llegando al auto Freen metió laaleta en la parte trasera - ¡Te mereces un premio Becky! Te creo a ti - le dijo bajito.                              

- ¿Cómo que un premio a ella y yo no? ¿Y tú para dónde vas? - Freen le había abierto la puerta a la morena para que se subiera y luego ella - O sea, primero tengo que hacer de niñera y cuidar a esta niña rebelde y ahora también tengo que hacer el papel de chofer, conducir de regreso con este tráfico del demonio y ustedes dos ahí atrás súper cómodas y aún así el premio se lo lleva ella... ¿Qué estaré pagando?                              

- Yo que tú mejor ni preguntaría eso! Mejor cállate y conduce que ahorita lo único que necesito es llegar a descansar y a tomarme una buena copa de vino que espero que todavía exista alguna botella. Rebecca merece un premio por aguantarte, mujer; no sé al final quien cuidó a quien.                              

***                              

- ¡Hogar, dulce hogar! No hay nada mejor que estar en casa... Voy a darme un baño, mientras tanto ve pidiendo algo de comer Nam, como para que no pierdas la costumbre - le guiñó un ojo - De preferencia comida italiana por favor.                              

- ¿Ahora también soy tu servicio? Te salvas de que yo también quiero comida italiana... ¡Eeey Chakimha! Si necesitas ayuda para bañarte Rebecca te puede echar una mano ¡Jajaja! – ambas chicas se pusieron rojas, pero ninguna dijo nada.                              

Horas después cuando ya habían comido, estaban en la sala de televisión platicando, Freen les contaba acerca de cómo estuvo su viaje.                              

- Ahora sí cuéntanos Saro ¿qué tal estuvo el viaje? - preguntó Nam.                              

- ¡Todo muy bien! Lo mejor de todo fue haber visto a Heng tan feliz, estaba realizado y ansioso por empezar. Es que él está acostumbrado a hacerse cargo de proyectos en territorio nacional, por eso el que sea en Japón le emociona tanto, sobre todo al tratarse de algo que tiene que ver con nuestras raíces, que va enfocado a eso.                              

- ¿Las casas en Orgullo Tailandés van a ser como la que tú estabas dibujando aquel día? - Consultó ahora Rebecca.                              

- ¡No exactamente! Mi diseño es puro estilo nacional, en ese otro proyecto enfoca toda la esencia de Thailandia, va a ser como una colonia, luego te muestro bien.                   

- ¡Anoche hablé con Heng! – comentó Nam – De verdad está muy contento y eso me hace muy feliz, aunque bueno, sí lo voy a extrañar, suena raro porque ya habíamos estado lejos durante el tiempo que yo estuve fuera del país, pero esta vez se siente diferente, no sé, no me hagan caso.

- A mí también me va a hacer falta tenerlo cerca y verlo casi a diario, pero es una gran oportunidad para él, así que hay que apoyarlo. Ya le dije que si llega a encontrar a su media naranja por allá que ni se le ocurra hacer planes de quedarse a vivir, se la tiene que traer para Thailandia – lo dijo por molestar y ver la reacción de su amiga.

- ¡Aaay sobre todo! Heng no dejaría por nada Thailandia, en todo caso él fue a trabajar y no a buscar novia – dijo sonando molesta – Además cualquier chica que quiera algo con nuestro amigo, tiene que pasar primero por nuestra aprobación.

- ¡Ayyyy ajá! Ahora resulta que tú le tienes que aprobar las novias a Heng.

- ¡Claro! Ya que contigo no se puede y eliges bien mal, al menos tengo que intentarlo con él y no son celos, es protección, lo mismo haría con Rebecca ¿tú dejarías que ella se enredara con cualquier persona? – contraatacó con esto - Y hablando de malas elecciones y pésimas personas... ¿Por qué no le dijiste a Charlotte que regresabas hoy?

- Porque no tengo que darle explicaciones de nada y con respecto a lo de Rebecca, obviamente no dejaría que se enrede con cualquier fulano – o fulana, le dijo Nam – lo que sea, igual no está ahorita en condiciones para nada de eso. ¿Sabes qué? ya me dio dolor de cabeza discutir contigo, me voy a recostar un rato – se levantó bastante molesta.

- Nadie está discutiendo Freen Chakimha! No te vayas que todavía tenemos que hablar de tu cumpleaños – pero la castaña la ignoró.

Luego de haber tomado una siesta, Freen regresó a donde estaba su amiga y Rebecca.

- ¿Pudiste descansar Sarocha? ¿Ya no te duele la cabeza? – preguntó Becky en cuanto la vio.

- ¡Ya estoy bien Becky! – se sentó a su lado – lo que necesitaba era dormir un poco.

- Ya que ya se te pasó el mal humor, aprovecho para recordarte que en 15 días cumples años y obviamente tenemos que hacer algo.

- ¡Eeeeeh sí! Sarocha tenemos que hacer una fiesta con muchos globos, un pastel grande – decía Becky emocionada.

- ¡Nada de fiesta! Y ¡nada de eso, señorita! – le apretó la nariz - No quiero nada y no insistan.

Así estuvieron un gran rato discutiendo sobre el tema, por más que le insistieron Freen se siguió negando.

Días después.

- ¡Hola papá! ¿A qué debo el honor de tu visita?

- ¡Hola mi princesa! Quería pasar a saludarte y a ponerte al tanto de un temita que sé que no te va a gustar mucho, pero primero cuéntame cómo va todo en el trabajo.

- Con Heng todo súper bien papá y con el proyecto de la zona sur también, al final fue buena idea que los muchachos se hicieran cargo de supervisar eso, ya que fueron ellos los que se equivocaron con respecto al terreno, pues que enmendaran su error trabajando duro para que al final todo salga bien. ¿De qué temita me quieres hablar Aon Chakimha?

- ¡De tu cumpleaños Saro! Ya casi es el día y como bien sabes tú mamá cumple una semana después, así que esta vez quiere hacer una sola fiesta y que celebren ambos cumpleaños juntas.

- ¡Que ni se le ocurra! No papá, no estoy de acuerdo con eso. Mucho menos después de lo de la vez pasada con Becky, la quiero bien lejos de ella.

- ¡Escucha Saro! Ya ha invitado a varias personas, recalcando que es la fiesta de ambas. Entiendo tu punto con Rebecca, pero piensa, entre más lejos la quieras mantener de tú mamá, más curiosidad le va a dar a Malee, va a pensar que algo escondes y no queremos que se entere de cosas que no debe, también es una buena oportunidad de sacar a la chica a la luz, que los demás la conozcan, no puedes mantenerla oculta siempre.                                  

- ¿Y quién dice que yo quiero mantenerla oculta? ¡Por Dios papá! Rebecca no es una persona para esconder, lo único que quiero es evitar que algo o alguien le haga daño. Puede que tengas razón y lo mejor sea no provocar a mi madrecita, déjame y lo pienso mejor y luego te doy una respuesta.

Luego de pensarlo y platicarlo con Nam cuyo plan de celebración no consistía precisamente en una fiesta como la planeada por Malee, Freen decidió aceptar la propuesta. El evento no le emocionaba en lo absoluto, sabía que la mayoría de los invitados serían los amigos de sociedad de su madre, uno que otro conocido suyo, clientes del Corporativo, en fin, gente aburrida. Lo único que le causó un poco de alegría fue ver la cara de Becky al saber que habría fiesta.

Por fin había llegado el día del festejo, un día antes de que Freen cumpliera años. La noche anterior había tenido una pequeña pelea con Charlotte, quien le había insistido en que la pasaran juntas y así celebrar anticipadamente, pero la castaña se opuso rotundamente, al final la convenció de desistir de dicha idea diciéndole que lo mejor era que descansara para que estuviera fresquita para la fiesta y que además acompañara a Malee al salón de belleza. Lo único que Freen quería era mentalizarse, tener un poco de paz antes de que llegara la dichosa hora de ese evento.

Para este día se levantó un poco más tarde de lo normal, cuando bajó a preparar el desayuno se llevó una sorpresa y era que Rebecca se le había adelantado, en el desayunador podía observar café, jugo y unos huevos revueltos con bacon que tanto le gustaban, definitivamente era una linda manera de empezar el día.

- ¡Buenos días Becky! – la morena pegó un brinco ya que no la había visto - ¿Cómo amaneciste? Parece que alguien por aquí se cayó de la cama.

- ¡Freen buenos días! Me asustaste... No me caí, solo quería prepararte el desayuno, preparé huevos, tortitas que sé que son tus favoritos, así que espero que te gusten.

- Estoy segura de que me van a encantar... Cada vez aprendes a hacer más cosas en la cocina y créeme que yo encantada de probar lo que preparas, mira que creo que ya he aumentado unos kilitos.

- ¡Eso no es cierto! Yo lo que veo es que estás perfecta, muy linda como siempre. – dicho comentario sonrojó a la castaña, muchas veces no sabía si Rebecca decía cosas inocentemente o era consciente de lo que estas podían provocarle, no sabía que contestar y justo fue salvada por la campana.

- ¡Buenas, buenas! ¿Dónde están mis chicas favoritas? - se anunciaba Nam al entrar como perro por su casa.

- ¡Otra que se cayó de la cama! ¿Qué haces aquí tan temprano? – le preguntó Freen.

- ¿Cómo que qué hago aquí? Hoy es el día de la "fiesta del año" – decía con sarcasmo - Espero que no creas que no nos vamos a preparar con tiempo para ello, dentro de un rato van a venir a consentirnos con unos masajitos para relajarnos, luego van a venir a arreglarnos y aquí traigo el vestido que me pediste le comprara a Becky, bebé.

- ¿Ese vestido es para mí? ¿Tú lo elegiste para mí? – se dirigió a Freen.

- ¡Siiiii! ¿Te gusta?

- ¡Me encanta! Pero si la del cumpleaños eres tú, yo soy la que debería comparte algo, aunque bueno, sí te tengo un regalo que te daré después.

Tal y como estaba planeado, pasaron parte de la mañana y tarde preparándose para el evento de la noche. Cuando Freen vio lo linda que había quedado Rebecca casi se va de espaldas – ¡Más linda de lo normal! – Pensó.

- ¡Mírame Sarocha! ¿Quedé linda verdad?                                 

- ¡Sí, muy linda! – la miró fijamente - ¿Nos vamos? – tratando de disimular.

- ¡Límpiate la baba Chakimha! – le dijo Nam cuando se dirigían hacia la salida.

La fiesta era en un centro de eventos muy reconocido, para cuando Freen llegó ya había varias personas, muchas a las que ni siquiera conocía, inmediatamente sintió como alguien la tomaba del brazo girándola para plantarle un beso en la boca.

- ¡Hola guapura! Ya te estaba extrañando ¡Feliz cumpleaños!

- ¡Hola Charlotte! - se apartó un poco - Hasta mañana cumplo años, no hoy.

- ¡Ay sí! Bueno, eso es lo de menos, empezamos a celebrar desde ya – Observó que al lado estaban Nam, Heng que viajó solo por el cumpleaños de su amiga y obviamente Rebecca - ¡Ay hola! Que distraída soy, no los había visto.

- ¡Por desgracia nosotros a ti sí! – dijo Nam.

- ¡Yo también te quiero Poolsak! – le respondió - Saro quiero presentarte a alguien muy importante, mira ahí viene junto a tu madre.

- ¡Buenas noches! Que alegría verlos aquí... Lucen bien! – dijo Malee a los presentes fijando su mirada en Rebecca.

- ¡Amor te presento a Kittikun, mi primo! Kun es sobrino de mamá y estuvo viviendo en Italia por muchos años hasta que por fin se decidió regresar a Thailandia hace poco... ¡Kun te presento a la dueña de mi corazón!

- ¡Mucho gusto Freen! He escuchado mucho hablar de ti, mi primita no se equivocaba al decir que eras muy guapa y no dudo que seas igual de encantadora que tu madre a quien también acabo de tener el honor de conocer.

- ¡Mucho gusto Kittikun! Créeme que mi madre y yo no nos parecemos en nada, espero que te estén tratando bien. Te presento a mis mejores amigos, ellos son Nam, Heng y Rebecca.

- Ella es la amiga de Saro que te conté, la del problema de memoria. Es como su hermanita pequeña - añadió Charlotte.

- ¡Un placer muchachos! – fijó su mirada en Rebecca - ¡Que rostro más hermoso tienes! He visto diferentes tipos en mi vida, pero el tuyo es tan angelical, muy particular, hermoso de verdad.

- ¡Muchas gracias P'Kun! Es usted muy amable – respondió la morena.

- Nada de P'Kun, no tengo más de 30 años... Me puedes llamar Kittikun o Kun con toda confianza.

Para todos, principalmente para Freen fue evidente el interés que demostró este sujeto hacia Rebecca, dicha situación no le agradó para nada, pero como bien había mencionado Aon anteriormente, "no puedes mantenerla oculta siempre" y no es que pretendiera eso, lo que más quería era a una Becky libre aunque eso significara que conociera y/o se relacionara con más personas.

Llegado el momento de dar por inaugurada la celebración, se escuchó la voz del Sr. Chakimha; Aon se encontraba en una especie de tarima con micrófono en mano.                   

- ¡Buenas noches a todos nuevamente! Es para mí y para mi familia un honor contar con su presencia en un día como hoy, agradecemos que ustedes familia, amigos y conocidos estén aquí acompañándonos a celebrar no solo el cumpleaños de mi amada hija, sino también el de mi esposa. Espero que se sientan cómodos y que disfruten durante el tiempo que deseen.

Todo hasta el momento transcurría con normalidad, por un lado estaba Freen con sus padres saludando a los invitados y agradeciéndoles el estar ahí, Charlotte no se le había despegado ni un momento, lo cual era aprovechado por Malee para presentarla como su futura nuera, cosa que ya bastante estaba molestando a la castaña, sin embargo no la contradecía con tal de evitar un conflicto. Su mente y atención estaba más que todo dirigida hacia la chica de rasgos exóticos, le gustaba ver que estaba disfrutando la fiesta, que se entendía tan bien con sus amigos y que estos la querían y la cuidaban, lo que no le estaba agradando para nada era ver que quien estaba a su lado y la estaba haciendo reír era nada más y menos que el recién aparecido y no es que Kittikun le hubiera caído mal, parecía un tipo agradable, lo que le incomodaba era no ser ella la que estuviera en su lugar.

La fiesta estaba siendo disfrutada por todos, había comida de sobra, suficiente y diferentes tipos de bebidas y la música era bastante buena, en la pista ya había varios bailando, entre ellos Nam y Heng, ¿Y Rebecca? Claro, con quien más si no que con su nuevo amigo Kittikun – pensó Freen al verlos - ¿Estaba celosa? Aunque así fuera no lo admitiría. Luego de una cuantas canciones de estar bailando con Charlotte, decidió salir a tomar un poco de aire a uno de los jardines, se sentía bastante abrumada, esa era su fiesta y debería estar feliz, pero no era así, no estaba para nada cómoda, no se identificaba con nada, no estaba disfrutando ni compartiendo con los que quería y todo por estar siendo amable con el resto de los invitados. Lo normal sería que se divirtiera con sus amigos, pero al tener a Charlotte como pegatina prefería no arruinarles la fiesta con la presencia de esta, pensaba que valía la pena el sacrificio con tal de que ellos estuvieran en paz disfrutando... Estando perdida en sus pensamientos sintió la presencia de alguien a su lado.

- ¿Te gustó la fiesta que nos preparé?

- ¡Querrás decir la fiesta que te preparaste mamá! Acá no veo nada que me identifique, todo es muy a tu estilo.

- ¡No seas malagradecida Freen! A ti con nada se te queda bien.

- ¡Yo no quería nada de esto mamá! Y ya que acepté ¿en algún momento pediste mi opinión sobre algo? No, cada adorno lo escogiste tú, la comida, la música, todoooo. ¿Quiénes son las mayoría de personas que están aquí? Tus invitados, gente con la que prácticamente no me relaciono, pero ante todo las apariencias ¿cierto mamá? Que los demás piensen que estamos feliz de la vida celebrando el cumpleaños de ambas como buena madre e hija.

- ¡Contigo no se puede Freen! Yo solo estoy tratando de llevar la fiesta en paz y si no te consulté nada fue porque nunca tienes tiempo, desde que estás al pendiente de esa niña siempre estás ocupada.

- ¡Ay por Dios! ¿La fiesta en paz? ¿Tú? Esa mentira ni tú te la crees y a Rebecca ni la culpes de nada, te lo voy a decir una vez más... Con ella ¡NO TE METAS! – dijo esto último levantando bastante la voz.

Si ya la noche no estaba siendo nada agradable para Freen, su madre había terminado de confirmárselo poniendo la cereza en el pastel. La morena sentía que se asfixiaba, no quería seguir compartiendo con gente que le generaban dolor de cabeza, dejó a su madre hablando sola o más bien gritándole de que aquella conversación no había finalizado y que aún tenía varias cosas que decirle, prefirió ignorarla. Necesitaba marcharse de ahí, estar lejos y preferiblemente sola, cuando iba rumbo a la salida se topó de frente con Rebecca que se dirigía hacia el baño y que al verla se preocupó al notar la tensión en su cara.

- ¡Ey Sarocha! ¿Estás bien? ¿Qué tienes? – preguntó alarmada la castaña.

- ¡Estoy bien Becky! Solo no quiero estar más aquí, necesito irme.

- ¿Cómo que irte? Sarocha pero es tu fiesta y está muy linda.

- Tú te puedes quedar con Heng y Nam, yo necesito irme.

- ¡Yo me voy contigo! – dijo Rebecca muy decidida.

- ¡No es necesario! Quédate y sigue disfrutando.

- ¡Noooo! ¿Cómo voy a disfrutar sabiendo que tú no estás bien? Me voy contigo, solo dame chance de ir al baño ¿De cuerdo?

- ¡Está bien! Anda y acá te espero – le regaló una sonrisa.

Rebecca fue al baño rápidamente temiendo que Freen se fuera sin ella, cuando salió la encontró apoyada en la pared con los ojos cerrados, se le acercó, le tomó la mano y le dijo que ya se podían ir. De esta manera lograron retirarse sin que nadie se diera cuenta, subieron al coche y arrancaron sin tener un destino fijo. El ambiente se mantenía en silencio, Rebecca quería hablar, preguntar qué había pasado, pero sabía que Freen tenía mil cosas en la cabeza que estaba tratando de procesar, por lo tanto prefirió esperar a que la castaña quisiera decir algo, lo cual sucedió minutos después.

- ¡Gracias! – dijo Freen.

- ¿Gracias por qué?

- ¡Por estar aquí! – le tomó la mano.

- No podría estar en ningún otro lugar... - le sonrió - ¿A dónde vamos? Creo que esta no es la ruta a casa...

- ¡Mmm no! Vamos a otro lugar, ¿confías en mí?

- ¡Con los ojos cerrados! Tú llévame a donde quieras...

Continuará...

Aún no me acostumbro al horario pero creo que poco a poco Gracias por el mismo apoyo de siempre, vienen muchos más fics, nenas! 

Capítulo - 17. ¿Por qué yo sí puedo estar aquí?

Freen había decidido viajar a Chiang Mai, lo que implicaba conducir por aproximadamente 2hrs, en ese lugar tenía una casa que su difunto abuelo le había regalado precisamente para uno de sus cumpleaños, justo cuando cumplió 15 años. La existencia de esta nadie la sabía, su abuelo le había dicho que solo compartiera dicha información cuando lo creyera conveniente ya que ese lugar iba a ser su refugio, donde iría cada vez que necesitara escapar en busca de un poco de paz y que tenía que hacer lo posible por evitar que alguien más rompiera el encanto de ese sitio. Ella no había regresado desde la muerte de él, tan solo pagaba por el mantenimiento.                              

- ¿Sarocha, a dónde vamos? Llevas rato conduciendo.                              

- ¡Es una sorpresa! Ya verás, estoy segura de que te va a encantar. ¿Me puedes hacer un favor? Toma mi teléfono, enciéndelo y márcale a Nam, ella y Heng deben de estar preocupados por no saber dónde estamos.                              

- ¿Y qué les digo? – preguntó Becky.                              

- Diles, que nos fuimos de tour porque la fiesta estaba muy aburrida, que nos vemos mañana en la noche para cenar juntos. No les digas hacia donde nos dirigimos, ya después yo me comunico con ella, ah y que le diga a mi papá que estamos bien.                              

- ¡Ok! Como usted ordene – hizo el saludo militar, lonque ocasionó yna linda sonrisa en la Thai.                              

Rebecca hizo y dijo lo que Freen le había indicado, duró un poco más de lo normal hablando con Nam y de vez en cuando se reía.                              

- ¿Qué te dijo? – le preguntó Freen cuando ya la otra había terminado la llamada.                              

- Dijo que ella ya se había imaginado que no ibas a aguantar estar tanto tiempo ahí, que tu mamá está histérica y Charlotte también y que Khun Aon ni cuenta se ha dado o se hace el loco porque anda ya bastante tomado. Ella se va a quedar con Heng hasta que todo termine solo para ver la cara de tu mamá cuando vayan a cantar cumpleaños y tú no aparezcas y me dijo que está bien lo de la cena para mañana - Freen soltó una carcajada luego de escuchar lo que dijo Bec.                              

- Pagaría por ver esa cara, estoy segura de que Nam va a grabar ese momento.                              

- Sarocha... ¿Puedo saber qué fue lo que pasó?                              

- Becky, ahorita no quiero hablar de eso, te prometo que luego te voy a contar. Por ahora disfrutemos este viaje ¿está bien?                              

- ¡Totalmente de acuerdo!                              

Mientras seguían en carretera iban escuchando música y cantando, la mayoría de las canciones Freen se las sabía mientras que Rebecca buscaba la letra desde el celular de la castaña y con eso se guiaba.                              

- ¡Cantas muy bonito!                              

- ¡No exageres BecBec! Tampoco es para tanto, me gusta mucho la música, pero lo mío no es cantar. ¿Sabes quién sí cantaba muy bien? Mi abuelito, le encantaba cantar y más que nada tocar el piano.                              

- ¿Y tú sabes tocar el piano?                              

- ¡Sí señorita! Solo que hace años no lo hago, acostumbrábamos a hacerlo juntos, la última vez fue para la navidad antes de que falleciera. Cuando eso sucedió mi mamá quiso deshacerse del piano que era de él, obviamente no lo permití.                              

- ¿Entonces el piano que está en tu sala era el de tu abuelito?                              

- El piano que está en nuestra sala era el de él - le confirmó.                              

- Mmm ya! Es muy bonito, siempre me dio curiosidad que estuviera ahí y que nadie lo tocara. Pensé que lo tenías como adorno o algo así, los ricos tienen costumbres extrañas - Freen volvió a reir, mientras mantenía la vista en la carretera.                              

- ¿Ah sí? ¿Qué otras costumbres extrañas crees que tengo?                              

- Tienes muchas cosas que no utilizas, pero si te soy sincera hay algo que no entiendo... Por lo visto te sobra el dinero, pero no pareces 100% feliz.                   

- Tienes razón en ambas cosas, tengo muchas cosas que no utilizo, en realidad no sé ni que tengo y que no, deberías ayudarme a organizar mis cosas y creo que podemos donar mucho de eso, por otro lado te voy a decir algo BecBec... El dinero no compra la felicidad.

- ¡Me encanta la idea de donar lo que no uses! ¿Algún día tocarías algo para mí?

- Mmm no sé Becky! Como te dije, hace años no lo hago, pero tratándose de ti creo que lo haría.

- ¡Por favor! Eso me haría muy feliz, pero ahorita lo que más feliz me haría es que detengas el auto un momento – Freen la vio extrañada, aún así se detuvo pensando que a Becky le pasaba algo.

- ¿Te sientes bien? - le preguntó, pero en ese momento en que el auto se detuvo Rebecca se bajó y dio la vuelta hasta llegar a donde estaba Freen quien también ya se había bajado.

- Becky me estás asustando ¿qué sucede? – lo que sintió inmediatamente fue a la joven abrazándola fuerte y dándole un beso en la mejilla que duró varios segundos.

- ¡Feliz cumpleaños, Sarocha! Ya es media noche, o sea ya es tu cumpleaños... Tenía que felicitarte como es debido y darte un abrazo.

- ¡Ay hermosa! - Freen la abrazó más fuerte - ¿No sabes que es peligroso detenerse en carretera a estas horas? Pero bueno, no importa, por este abrazo vale la pena el riesgo. ¡Gracias! Con este abrazo y teniéndote aquí puedo decir que he iniciado este cumpleaños de la mejor manera.

Luego de esto decidieron continuar hasta que llegaron al destino final. Era una casa muy linda, quedaba en una zona alejada por lo que tenía privacidad, el terreno era bastante grande y con mucha vegetación, además de que quedaba en lo alto, por lo tanto la vista era hermosa.

- ¿Qué hacemos aquí? ¿Dónde estamos? – preguntó Becky.

- ¡Bienvenida a mi casa! Bueno, a mi otra casa – ambas se bajaron del auto. La morena solo miraba asombrada todo a su alrededor.

- ¿Todo esto es tuyo? ¡Woooow es hermoso?

- ¡Vamos adentro! Hace un poco de frío a esta hora – mientras iban entrando Freen vio que tenía un mensaje en el celular de parte de Nam que decía "Estaba segura de que la fiesta no iba a terminar bien, pensé que sería buena idea que nos diéramos a la fuga para celebrar como se debe, por lo tanto en el maletero hay un bolso que metí con ropa de diferente clase para las tres sin que se dieran cuenta. Imagino que por alguna razón necesitas estar lejos en este momento y me tranquiliza que Becky esté ahí contigo, relájate bebé y desconéctate de lo demás... Las amo" - ¡Espérame aquí un momento! Voy a sacar algo del auto.                   

- ¿Y ese bolso? – preguntó al ver a Freen regresar con él.

- Esto es una buena obra de parte de Nam! Lo metió al auto sin que nos diéramos cuenta, me puso un mensaje diciéndome que había empacado ropa para las tres por si nos dábamos a la fuga y pues pensó bien porque no tengo nada acá y ni modo que nos quedaramos solo con estos vestidos. Tenía pensado ir a comprar algo mañana, pero con esto ya no es necesario. ¿Qué te parece el lugar?

- ¡Es muy bonito! Me gusta mucho ¿los chicos van a venir?

- No, ellos no conocen este sitio. Los veremos en la noche, por ahora seremos solo tú y yo. Vamos arriba y te enseñaré donde vas a dormir, todo está limpio, pago para que vengan semanalmente a darle mantenimiento a este lugar. Si quieres puedes darte un baño o cambiarte.

- ¿Pagas por mantener un lugar que no visitas? Otra cosa rara de los ricos ¿tú dónde vas a dormir?

- No creo que pueda dormir! Yo estaré en el cuarto principal, específicamente en la terraza, me gusta ver el amanecer desde ahí y hace mucho que no lo hago, así que si necesitas algo me encontrarás en ese lugar.

- ¿Puedo ver el amanecer contigo? Es que no tengo sueño, tomo una ducha y te alcanzo ¿está bien?

- Está perfecto! Me ducho yo también y nos vemos luego.

Media hora después Rebecca llegó a donde se encontraba Freen, la vio con una copa de vino en la mano y se acercó hasta sentarse a su lado.

- ¡Lista! ¿En qué piensas, Sarocha?

- En nada especifico! Estaba apreciando la paz que se siente aquí ¿qué tal estuvo el baño?

- ¡No mientas! Sé que hay algo que te tiene mal, pero está bien si no quieres hablar. Con respecto a la ducha todo bien, lo necesitaba ya que estaba toda sudada después de haber bailado tanto.

- ¡Claro! Vi que te divertiste bastante, sobre todo con Kittikun, tal parece que hubo química ahí – dijo sin verla a la cara y tomando un trago de vino. 

- No le llamaría precisamente química, pero sí es un tipo divertido, amable y caballeroso y que además baila bien. ¿de dónde sacaste ese vino? - La Thai hizo una mueca que pasó desapercibida para la más joven.

- ¡Toda una cajita de monerías Kittikun! – dijo en vos baja, de igual manera Rebecca la escuchó - ¡Este vino es una obra más de Nam! ¿quieres una copa?

- ¡Sí por favor! Y Sarocha, no estamos aquí para hablar de P'Kun, mejor dime que fue lo que pasó, ¿por qué decidiste irte de tu propia fiesta?

- Tuve una discusión con mi madre, eso pasó. Puede que para ti y para el resto de los invitados la fiesta estuviera bien, todo muy bonito y agradable, pero para mi no, nada me identificaba en ese lugar. La mayoría de las personas ahí eran invitados de ella. Con mi mamá no se puede llevar la fiesta en paz, quiere controlar todo y si le fuera posible hasta mi vida, siempre ha sido así Becky y me pregunto hasta cuando, me siento tan pendeja, ¿sabes qué es lo que más me desconcierta? Que mi papá siendo lo que es le permita tanto, que deje que haga lo que se le pegue la gana, no entiendo la verdad.

- ¡Tú no eres ninguna pendeja! No te sientas así... ¡Mírame Freen! – le tomó el rostro con ambas manos – tú eres un gran ser humano, es imposible no quererte y si tu mamá no valora la maravillosa hija que tiene, pues es muy su problema. Sé lo que se siente no identificarse con un lugar, eso me pasó al principio luego de que desperté, Sarocha es frustrante no saber donde estás parada, no reconocer nada y ni siquiera recordar de donde vienes, no ha sido fácil adaptarme a la vida que tengo ahora, pero lo intento.

- ¿Becky te sientes mal en casa? ¿por qué no me habías dicho nada? – preguntó preocupada.

- No Freen! Déjame terminar, lo que quiero decir es que sí resulta un poco extraño tener todas las comodidades del mundo, una vida que estoy segura no tenía antes del accidente, pero con el tiempo me di cuenta de que no importa donde uno esté, sino con quien esté. Podría estar en este momento viviendo debajo de un puente, pero si los tengo a ustedes para mi es suficiente, si tú estas cerca estoy bien, en el lugar correcto.

- Eres un angelito Becky! No imaginas lo mucho que agradezco tenerte en mi vida y aquí en este momento.

- No soy ningún angelito, solo una persona que te quiere mucho. ¿Sarocha por qué nadie conoce este sitio? Ni siquiera los chicos, ¿por qué yo sí puedo estar aquí y otras personas no?

- Mmm porque todo esto es algo que me regaló mi abuelito, era nuestro secreto. Cuando el quería desconectarse del mundo venía aquí, a veces lo hacíamos juntos, ni siquiera papá sabe de su existencia y así es mejor porque de lo contrario Malee lo arruinaría todo, yo solo quería tener algo para mi y que nadie más supiera ¿por qué tú sí? Porque para empezar ya tenía pensado venir y tú no te me ibas a dejar sola, lo dejaste muy claro y porque confío en ti, tú respetas mis silencios, no me juzgas y sé que guardarás mi secreto.

***

Estuvieron hablando durante toda la madrugada hasta que el sol empezó a salir, esos momentos que compartían juntas Rebecca los atesoraba y solo pedía no olvidarlos nunca como todo lo que había vivido antes del accidente. El sueño y cansancio era evidente en las dos, por lo tanto lo mejor era que descansaran y durmieran unas horas, Rebecca iba a retirarse a su cuarto, pero Freen le pidió que se quedara con ella, de todos modos en varias ocasiones ya habían dormido juntas.

Al ser aproximadamente las 10:00 am la primera en despertar fue Becky, se quedó contemplando a Freen mientras dormía, se le vía tan tranquila, empezó a delinearle la cara con el dedo provocándole cosquillas a la otra.

- ¡Buenos días! Dormiste bien? – le preguntó aún con los ojos cerrados.

- ¡Buenos días, Freen! Dormí perfectamente, solo que tengo mucha hambre.

- ¡Ay Dios mío! Tenemos un problema, aquí no hay nada de comer, no había pensado en eso y Nam tampoco nos echó nada en la maleta – se puso a reír- pero no te preocupes, voy a ir rápido al centro y compraré todo lo necesario.

Tal y como Freen había dicho, poco tiempo después regresó con varias cosas de comer, había traído desayunos ya preparados, refrescos, snacks y obviamente le compró a Becky un postre de fresas.

- ¡Becky ya regresé! Ven, vamos a comer algo y si te parece luego podemos meternos un rato en la alberca, Nam empacó vestidos de baño.

- Sarocha, estoy de acuerdo con lo de comer, pero a la alberca nooooo, si quieres te metes tú.

- ¿Porqué no? El agua está limpia y fresca, además hace calor, ya verás que te va a gustar.

- Es que me da miedo! No recuerdo haberme metido alguna vez en mi vida y menos saber nadar.

- ¡Aaaah es eso! No te preocupes, yo te enseño y prometo no permitir que nada te pase, además vamos a estar en la parte menos profunda.

- ¡Bueno, acepto!

Desayunaron, reposaron el tiempo prudente y luego se metieron a la alberca, al principio Becky tenía miedo pero confió en Freen, se agarraba de ella para estar segura, ya luego se fue soltando poco a poco. Freen le explicó como hacer para flotar y esas cosas, al parecer la morenq aprendió rápido porque al poco tiempo ya estaba como si nada, empezaron a jugar provocando una guerra de agua, fueron acortando distancia hasta quedar muy cerca frente a frente...

Capítulo - 18. Tú eres el mejor regalo.                                                                                              

Quedaron frente a frente mirándose fijamente, juntaron sus frentes cerrando los ojos al sentir el contacto, Rebecca acarició la nariz de la castaña con la suya hasta que esta no se resistió y acortó la distancia que las separaba uniendo sus labios a los de la Thai. Fue un simple contacto, pero que duró varios segundos hasta que Freen fue consciente de lo que había hecho y se separó bastante abrumada.

- ¡Becky perdón! Esto no tuvo que haber pasado, no sé que me sucedió...! Perdón en serio! – repetía alterada.                             

- ¡Saro tranquila! No pasa nada, tranquilízate por favor, no tuviste culpa de nada – trataba de tranquilizar a la castaña, aunque por dentro ella estaba peor.                              

- Rebecca será mejor que nos vayamos. Yo recogeré las cosas, mientras tanto puedes ir a cambiarte – decidió salir de la piscina dejando a la joven sola.                              

Rebecca no sabía que más hacer, se quedó unos minutos más en el agua tratando de entender lo que había pasado, se sentía culpable ya que de no haber realizado ese último movimiento Freen no la habría besado. Sentía una mezcla de alegría y tristeza, alegría porque le gustó sentir los labios de Saro pegados a los suyos aunque fue algo que no duró mucho, pero también la invadía la tristeza por la reacción que tuvo y por no saber como manejarían las cosas, lo que vio reflejado en los ojos de la otra fue confusión y enojo ¿Se había enojado con ella? Decidió salir de la piscina y subió a la que era su habitación, tomó un baño y se quedó un gran rato bajo el agua, no aguantó más y empezó a llorar.                             

Se sentía tan mal, tenía miedo, mucho miedo, ¿Y si Freen quería que se fuera de su casa? Esa y muchas otras cosas más pasaban por su mente. Cuando ya se había desahogado lo suficiente, salió y se vistió, estuvo ahí hasta que escuchó a Freen llamarla diciéndole que ya todo estaba listo para que ser marcharan.                              

El viaje de regreso estaba siendo incómodo, muy silencioso, ninguna quería o sabía como decir algo. Freen usaba unas gafas oscuras mientras conducía, había notado que Rebecca tenía los ojos rojos y se sintió peor al pensar que había llorado por su culpa. Por otro lado Becky se mantenía en silencio, había visto que Freen se mordía fuerte el labio, con eso sabía que estaba molesta o estresada, fijó su mirada hacia la ventana hasta quedarse dormida. Para cuando por fin llegaron, la castaña la despertó avisándole que ya estaban en casa, bajaron del coche en silencio y así subieron hasta el último piso, cada una se fue hacia su habitación sin decir una sola palabra, se tiraron en sus respectivas camas y empezaron a llorar a solas.                              

Tenían aún pendiente la cena de esa noche con Nam y Heng, por lo tanto Freen decidió llamar a su amiga para posponerla para la noche siguiente antes de que su amigo regresara a Japón, le mintió diciéndole que habían salido tarde de donde estaban y que aún no llegaban a Bangkok.                              

Todo en el departamento se mantenía en silencio, se preguntaba que estaría haciendo Rebecca; ya era tarde y de seguro tenía hambre, además no consideraba correcto que terminaran el día de esa manera, distanciadas sin decir nada, por esa razón decidió ir a buscarla, tocó la puerta de su habitación y al no tener respuesta pensó que estaba dormida, estuvo a punto de desistir pero al final se decidió por entrar.                    

- ¿Becky estás dormida? – la menor estaba de espaldas.

- ¡No! - respondió bajito.

- ¿Podemos hablar? Necesito que hablemos – la morena solo asintió. ¿Puedes volver a verme? – para cuando la otra lo hizo sintió su corazón romperse, Rebecca tenía sus ojos rojos e hinchados por estar llorando - ¡Ven aquí bebé! – le extendió los brazos para abrazarla, Becky se levantó y la abrazó escondiéndose en su cuello mientras lloraba bajito.

- ¿Vienes a decirme que me vaya? – preguntaba con dificultad - ¿Estás enojada y ya no quieres verme más?

- ¡Eeey no! ¿Cómo crees? No digas eso Bec, no estoy enojada y mucho menos quiero que te vayas, ¿cómo se te ocurre pensar eso? Solo quiero que hablemos, no quiero que estemos mal, hay cosas que tenemos que aclarar, pero no pienses jamás que ya no quiero verte.

- Es que todo es mi culpa! Yo provoqué que pasara eso y por eso te enojaste.

- ¡No Becky! Vamos a sentarnos y a platicar como se debe ¿está bien? – la morena asintió - Créeme cuando te digo que no estoy molesta y no te culpes por nada, tú no me provocaste, creo que solo confundimos las cosas y pasó algo que no debía suceder.

- Sí, confundimos las cosas, fue un simple beso sin importancia, ¿cierto? – mintió sabiendo que sí había importado mucho, al menos para ella - Todo fue por la emoción del momento, entiendo que te sientas mal porque fue como si traicionaras a tu novia, pero podemos hacer de cuenta que nada pasó, solo no te enojes conmigo.

- ¡Tranquilízate Becky! En primer lugar, yo no he traicionado a nadie porque no tengo ninguna novia y eso ya te lo he dicho muchas veces, en segundo lugar no estoy enojada y en tercer lugar tienes razón, nos ganó la emoción del momento, no debió ocurrir y lo mejor es hacer de cuenta que no pasó, somos amigas, casi hermanas y como dices, fue un simple beso sin importancia, por lo tanto no tienen que cambiar las cosas entre nosotras ¿estamos bien?

- Mmm sí, estamos bien! – le sonrió - ¿Y la cena con los chicos?

- La cena la dejamos para mañana! ¿Tienes hambre? – Becky asintió - ¡Yo también! Ve a lavarte la carita y te espero abajo, mientras tanto voy a pedir una pizza.

La conversación había sido breve, ninguna quería ahondar mucho en lo sucedido, lo mejor era hacer de cuenta que nada había sucedió, que todo quedara en el olvido y que continuaran sus vidas con normalidad; era fácil mentirle la una a la otra, pero no a sí mismas. La pregunta era ¿realmente podrían dejar eso en el pasado? Luego de cenar decidieron ver una película ya que ninguna quería irse a dormir.

- ¿Saro, de verdad estamos bien? Es que estás muy callada.

- ¡Estamos bien! Es solo que estaba pensando en el dolor de cabeza que va a ser mañana, estoy segura de que mi mamá va a llegar a montarme un super show en la oficina por haberme dado a la fuga ayer y que pereza tener que aguantar eso después de haber pasado en paz las últimas horas a tu lado.                    

- ¡No pienses en eso! Mañana será otro día, terminemos así en paz por hoy. Por cierto espérame aquí un momento que tengo algo que darte – Rebecca subió rápidamente a su recámara a traer algo y luego fue a la cocina por otra cosa hasta volver donde Freen.

- ¿Bev qué significa esto? – preguntó Freen cuando vio a Becky llegar con un regalo en una mano y en la otra venía con un pastelillo de fresa de los que Saro le compraba siempre y al cual le había insertado una velita.

- ¡Cumpleaños feliz, te deseamos a ti! – le cantaba emocionada – el día aún no acaba, sigue siendo tu cumpleaños y sé que merecías un pastel más grande como el que había en la fiesta, esto otro – le entregó un regalo – lo hice con mucho cariño y espero que te guste.

- ¡Es perfecto! Mira que darme uno de tus pastelitos Becky es mucho para mí, ningún pastel enorme se le compara y ¿qué será esto otro? Vamos a ver – Freen quitó el papel con cuidado y amó lo que tenía frente a sus ojos - ¿Tú hiciste esto? Que pregunta más tonta, es obvio que fuiste tú, ¡Es hermoso! – era una pintura en donde salían las dos - ¡Mi favorito desde ya!

- ¿De verdad te gustó? Me hubiera encantado regalarte algo mejor, pero es que me dio vergüenza usar la tarjeta para comprarte algo.

- ¡No Becky! Esto es perfecto, de verdad, pero sí hay algo más que me gustaría recibir de tu parte... ¿Me regalas uno de esos abrazos que lo sientes hasta los huesos? – Rebecca la abrazó feliz de la vida - Esto es uno de los mejores regalos que puedo recibir ¡Tú eres el mejor regalo!

Freen decidió que al día siguiente mandaría a enmarcar la pintura y la colocaría en su despacho, así la vería siempre que trabajara en casa. Esa noche durmió cada una en su cama o al menos intentaron hacerlo, era obvio que la cuestión del beso no quedaría en el olvido y que aunque en ese momento pensaran que estaba todo bien, el tiempo les demostraría lo contrario.

***

Para lo que fue el lunes, Nam llegó temprano y desayunó con las chicas, Freen le contó acerca del altercado que había tenido con Malee y que por dicha razón decidió irse y que Rebecca quiso acompañarle, le agradeció por lo de la maleta, sin embargo no le dio detalles de donde era que habían estado. Luego de esto se fue a trabajar dejando a Becky y a su amiga solas, iba mentalizada de que su día no sería tan bueno.

- Cuéntame Becky, bebé... ¿Cómo estuvo ese pequeño viaje?

- ¡Bien! – respondió simplemente.

- ¿Es todo lo que tienes que decir? Sé que no me van a decir donde estuvieron, pero al menos puedes dar detalles de como se la pasaron y no responder con un simple "bien". ¿Acaso hay algo que no quieres contarme?

- Es que... - se empezó a poner nerviosa – Es que sí pasó algo y se supone que no tengo que hablar de eso, que quedaría en el olvido, pero yo no puedo porque para mí fue importante.                   

- Yo no voy a decir nada de lo que me cuentes ¿Qué pasó hermosa?

- Es que Saro y yo estábamos en una piscina en el lugar donde nos quedamos, resulta que comenzamos a jugar y luego quedamos muy cerquita frente a frente, la cuestión es que terminamos dándonos un beso – contaba agitada - y luego todo salió mal.

- ¿Un beso? Oh por Dios! – gritaba - ¡No lo puedo creer! ¿Pero cómo que todo terminó mal?

- ¡No grites! Salió mal porque Saro como que se molestó, me dijo que eso no tenía que haber sucedido, que fue un error y que lo mejor era que nos regresáramos.

- ¡Sí que está bien pinche pendeja mi amiga! O sea ¿ustedes regresaron antes del anochecer aquí? Esta mamona me mintió, ¿qué pasó después?

- Después fue muy feo porque ni siquiera nos hablamos en todo el camino, llegamos y cada una se encerró en el cuarto, ya después ella fue a buscarme para hablar y aclarar las cosas. Me volvió a decir que todo fue un error, que no tuvo que haber pasado, menos siendo las dos como hermanas.

- ¡Ay Freen y su cuento de las hermanas! Becky ¿tú que sientes? ¿Para ti Sarocha es una hermana? – preguntó sabiendo ya la respuesta.

- ¡Yo estoy muy confundida Nam! – empezó a llorar – Para mi ese beso no fue ningún error, yo no me arrepiento, me gustó y ni siquiera sé si me gustan las mujeres, es que esa no es la cuestión, el detalle es que es Freen y lo único que sé es que yo la quiero, pero no de la misma manera que ella a mí, no como a una hermana. Y tengo miedo de que todo cambie, quedamos en que todo iba a estar bien, pero no sé. ¿Sabes? Ni siquiera recuerdo si alguna vez en el pasado besé a alguien, si no es así entonces este fue mi primer beso y aunque duró poquito para mí fue mágico, no quería que terminara mal. 

- No tienes por qué tener miedo Becky! No te preocupes por Freen, ella te adora, entiendo lo que sientes, solo te puedo decir que las cosas con mi amiga son complicadas, pero el tiempo va a poner todo en su lugar. Ella no se va a alejar de ti, no pienses en eso. Te prometo que yo no voy a decir nada, por lo pronto vamos a dejar eso que sucedió en pausa, tú tranquila por favor...¿Quieres acompañarme a hacer unas compras? – cambió te tema – La verdad es que no le he comprado nada a Sarocha, así me ayudas y aparte hay algo que quiero darte ¡vámonos de shopping!

Nam no quiso que siguieran conversando mucho sobre lo sucedido, ya llegaría el momento en que tocaría el tema con su amiga, no creía conveniente hacerlo por ahora ya que sería echar a Rebecca de cabeza. Decidió que lo mejor era distraer a Becky, por lo que irían de compras, debía conseguir un regalo para Freen y quería darle algo a la morena, pensó que un celular era buena idea, más con todo lo que había sucedido sería bueno que ambas se pudieran comunicar más directamente.

Para Freen el día no estaba siendo fácil, en un principio tuvo la visita de Heng con quien evitó hablar de lo que había pasado el fin de semana y solo le contó lo mismo que a su amiga, luego recibió la visita de su papá con quien tuvo una pequeña discusión, ya luego arreglaron todo y terminaron almorzando juntos. Ya en la tarde recibió la visita de quienes se habían tardado en aparecer, su madre y Charlotte.

Los reclamos no se hicieron esperar, si no era una, era la otra la que le decía de cosas, se logró escapar diciendo que tenía una reunión y que no había nada más que hablar. Horas después cuando estaba a punto de irse para el departamento, recibió la visita de alguien que realmente no esperaba, su secretaria la avisó que un hombre llamado Kittikun quería hablar con ella, Freen dio la aprobación para que este entrara.

- ¡Buena tardes Freen! Que bueno verte de nuevo ¿Cómo estás? Ayer te escapaste de la fiesta - dijo con una sonrisa.

- ¡Buenas tardes Kittikun! ¿A qué debo tu visita? Siéntate por favor – evitó contestar lo de la fiesta.

-La verdad estoy aquí por dos temas que me interesan y creo que eres la persona que más me puede ayudar. Como bien te dijo mi prima,estoy aquí de regreso y deseo iniciar un proyecto y ya que tengo muy buenas referencias de este lugar pues me gustaría hacer negocios contigo, por otro lado, espero que no me lo tomes a mal, pero me interesa Rebecca, esa mujer es hermosa Freen, mi prima me dijo que no tenía ningún compromiso y sé que vive contigo, así que creo que también me puedes ayudar con eso – Freen al escuchar esto sintió algo en el estómago, pero sobre todo en su pecho... Una sensación nada buena.  

Continuará

Chicas, he tomado la decisión de dejar esto historia en pausa hasta que finalice la otra: Reglas de Oro. Se me va hacer imposible editar cada una, y subirlas a diario, pero que sepan que la seguiré hasta el final. solo la dejaré en pausa. Sé que van a entender y por eso las adoro. Nos leemos luego. Feliz noche!