HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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—¿Quieres venir a un paseo conmigo antes de irme?
Su nostalgia era palpable y singular, Kay detesta salir por las calles de Moscú, no a pie y peor a plena luz del día.
No fuimos muy lejos de aquí. Contando, son unas tres cuadras de su casa. Es una calle casi desierta, hay una panadería en la esquina, un almacén de muebles viejos, un pequeño puesto de verduras a un lado y un solitario parque al otro.
Seguimos caminando sin hablar.
Es agradable; el silencio, su compañía, el tibio sol de la tarde en comparación al inaguantable de la mañana.
Regresamos a la ciudad hace dos días, después de pasar un memorable año nuevo en la cabaña. Mi Cuervo tenía que empacar para viajar a Reutov, pero los vuelos fueron suspendidos por mal tiempo en la ciudad; en todo el este en realidad. Será cuestión de esperar unos días para la reapertura del aeropuerto, una vez que la helada pase y sea seguro aterrizar. Y mejor para mi, espero que tarde una semana más y así festejar de alguna manera los seis meses que llevamos juntas.
—Fue aquí —me dice señalando al piso, yo la miro con curiosidad porque no entiendo a qué se refiere—… justo en este lugar cuando decidí irme hace un año.
Vaya, es verdad. Cuando finalmente Varvara la reportó como desaparecida ya llevaba semanas sin saber de ella y en el informe oficial estaba registrado el 4 de enero como última fecha de contacto.
Un año ya… el tiempo vuela.
—No pensé que estaría justo aquí, hoy. No tenía intenciones de regresar a Moscú.
—¿Te arrepientes?
—No, no me arrepiento de nada este año, ha sido… una aventura, un buen año a pesar de todo lo malo.
Seguimos caminando un par de cuadras más, hasta llegar a un pequeño Café y decidió invitarme uno. Nos sentamos a las afueras, sintiendo la brisa suave que corría.
—¡Yulia Volkova! —escuchamos una aguda voz acercándose—, ¡Oh, por Dios! ¿Lena Katina?
Una fan, diecisiete, dieciséis años, no le di un día más.
—¡No saben lo genial que es encontrarme con ustedes! —dijo tan exaltada, su emoción desbordaba por su sonrisa, era como ver a un niño pequeño abrir el más esperado regalo— ¡Dios, ¿puedo tomarme una foto con ustedes, por favor?!
—¡Claro! — «Lena» contestó por ambas y acercó su silla a mí, colocando a la chica en medio. Le pidió a un mesero que nos ayudara y nos preparamos para la toma.
A la cuenta de tres, Kay puso una sonrisa grande y sincera, jaló un poco de mi hombro y nos acercó aún más. La chica no podía estar más feliz.
—No olvides de etiquetarnos cuando la subas para darle un favorito.
—¡Las amo, en serio, las amo! —repetía, casi dando de botes— ¡Hacen una lindísima pareja!
No pasaron más de cinco minutos y recibíamos la notificación de la publicación y, bajo la promesa de Lena, le dimos la debida atención. Miré la foto, sin duda hacemos una hermosa pareja.
—Admítelo, te gusta que te reconozcan en la calle —le dije admirando su expresión.
—Es divertido… aunque hubo un tiempo en que llegué a odiarlo. Pero desde que regresamos esta es la primera vez que un fan se acerca… debo admitir que lo extrañaba.
Volví a la foto con más interés, había algo en ella que me llamaba la atención.
Detrás de nosotras, parado en una esquina de la imagen, escondido tras el árbol de la vereda, una figura masculina nos observaba.
Amplié la foto lo más que pude y logré ver sus ojos, fijos en nosotras. No pude reconocer su rostro, estaba escondido mayormente por la capucha que llevaba puesta. Sin embargo, tenía un aire familiar, algo que me perturbó.
Alcé la vista a mi alrededor y viré la cabeza para fijarme si el tipo seguía allí. Se ha ido y no pude encontrar a nadie con una capucha roja en las cercanías del lugar.
—¿Estás bien? —me preguntó Kay, y noté que llevaba el ceño fruncido.
—Sí, todo bien…
El teléfono mostró otra notificación, una de sus amigas, al parecer no tan fanática, había tomado otra foto desde un lado.
Esa figura, aún más inquietante.
No había duda de que nos estaba observando; mas, de este ángulo, no se podía ver nada de su rostro. Era delgado y parecía de una altura media.
—¿No te gustó la foto? Yo creo que sales muy linda.
Sacudí mi cabeza, estaba, una vez más, llenándome de ideas. No quise arruinar la tarde e intenté dejarlo de lado.
—Sí, me gustó la foto, no es nada.
El mesero volvió con nuestra orden y cambiamos de tema.
Ahora estoy aquí, ampliando la imagen en la computadora, tratando de descubrir si conozco o no a este hombre. Y es que esa mirada, es tan… familiar. Esa, esa es la palabra, familiar. Pero si es así y esta persona nos conocía, ¿por qué no se acercó a saludarnos?, ¿por qué observarnos a la distancia?
Guardo las fotos en una carpeta especial. No sé por qué, pero presiento que voy a necesitarlas en un futuro.
Es una corazonada.
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Hola babies.
Hoy estaré subiendo los capítulos 148, 149, 150 y 151
Espero estén disfrutando de este domingo radiante
Saludos!!!
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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—¿Para qué quieres un investigador privado?
—No quiero un investigador privado, quiero a ¡tú! investigador privado.
—Eso lo entendí, pero ¿para qué lo quieres?
—No necesitas saberlo, Anna. ¿Puedes darme el número y ya?
Odio cuando se pone a preguntar cosas sin fin. Si desde un inicio no le cuento el porqué, es porque no quiero que lo sepa.
Si no fuese porque el detective que yo contraté para buscar a Lena, nunca sirvió de mucho, no tendría que preguntarle a mi amiga por el contacto del suyo.
Después de ver los archivos que Anna me entregó esa tarde, —después de la «intervención» de mis amigos—, sé que es un tipo muy profesional y astuto. Y yo necesito a una persona eficiente, rápida y, sobretodo, discreta. Alguien que me tenga al tanto de las cosas y además se encargue de cuidar al Cuervo en Reutov.
—Aquí tienes el contacto y prepara tu bolsillo, Yulia. Por lo menos costará tres veces más que el tuyo.
Perfecto, lo barato sale caro y no solo en cuestión de dinero. Prefiero pagar bien desde el principio y estar tranquila, ahora que Kay va a estar lejos.
Ese absurdo plan de Varvara, de que alguien nos está buscando, uno por uno, para hacernos daño… necesito que sean solo ideas suyas. Este hombre ayudará.
Leonid Ivanovich
Investigador privado
—Es un tipo muy ocupado, te recomiendo que hagas una cita esta misma tarde.
Eso es lo que planeaba hacer. Mientras más rápido se resuelva todo esto… mejor.
Pero antes, debo hacer las cosas de frente. Hablar con mi novia.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Leonid Ivanovich, según Pávlov —mi abogado y persona de confianza— es uno de los más reconocidos investigadores del país.
Su reputación excede cualquier expectativa y debería hacerlo por lo que cobra por hora de trabajo. Todo sea por dejar a Yulia tranquila. Sé que se dio cuenta, al ver las fotos de las chicas, del acosador que estaba observándonos en el Café.
Yo me percaté de su presencia mucho antes, al doblar la esquina de la panadería ya estaba caminando lento en la esquina de enfrente. Pensé que era un molestoso paparazzi, pero no. Nunca sacó una cámara y siempre mantuvo la distancia.
Mi plan nunca fue tomar un café, pero quería ver qué hacía ese hombre, nos seguiría hasta ahí o desaparecería tomando su camino.
Se quedó y se acercó aún más, reclinándose en el árbol de la vereda, como si descansara en una tarde de verano. Pero ni es verano, ni estaba descansando.
Al darse cuenta de que podía haber salido en el recuadro de la foto, se acomodó su capucha y se fue, no sin antes arrojar su cigarrillo en la vereda.
Cuando Yulia se ofreció a pagar por los cafés, me acerqué con una servilleta y recogí la colilla, de algo debe servir. Tal vez tiene un record policial y así podremos saber quién es.
Coloqué la «evidencia» en una bolsa sellada, sin siquiera tocarla por un borde y ahora espero en este bar, al hombre que me recomendaron.
—¿Señorita Karen Ronan?
Es un hombre alto, de unos cuarenta y cinco años, delgado y con presencia. Estira su mano para agitar la mía y se sienta en frente de mí.
—Es un gusto conocerlo, su nombre lo precede.
—Gracias por eso. Grigori Pávlov es un viejo conocido, he trabajado mucho con él en sus casos —me dice llamando al camarero— Un agua con gas por favor. ¿Algo para usted? —me pregunta antes de que el chico se vaya.
—No gracias ya pedí un jugo, deben estar por traerlo.
—Entonces, para que soy bueno.
Inicio mi relato desde cuando las cosas empezaron a ponerse extrañas el año que pasó, el arresto del hermano de Yulia y el incendio en mi casa en Ekaterimburgo. No quiero comunicarle lo que sucedió en la fiesta aún. No es de mi entera confianza todavía, aunque Pávlov me aseguró que con él puedo confesarme con más libertad que con un cura.
—Enviaré la colilla a hacer un análisis forense. Huellas digitales, muestra de ADN y todo lo que se requiera, en un laboratorio oficial y muy reconocido y avalado por el gobierno. Así, si debe usarse en la corte, esa evidencia será suficiente. Ellos sabrán mantener la muestra en el mejor estado.
—Perfecto.
—Espero que no se moleste por esto, pero… debo preguntarle si no hay algo más que no me esté contando.
¿Acaso lee mentes?, ¿por eso es tan bueno?
—Sí, pero…
—No se preocupe. Antes que nada, lo que acaba de decirme y mi recomendación de como manejar la evidencia es una mera sugerencia. Hasta no firmar el contrato, no iniciaré ninguna acción. Debe saber que, una vez que lo hagamos, yo me convertiré en su más fiel sirviente. Nada que usted me mencione saldrá de mis labios y, esta conversación, quedará incluida en el acuerdo.
—Perfecto, se lo contaré entonces —Le aseguro, sin darle más detalles. Soy una persona que cree en el peso legal de un convenio. Si es tan profesional como dicen, las garantías las tendré con ese contrato— ¿Le parece mañana en las oficinas de mi abogado a las diez de la mañana?
—Con gusto señorita Ronan.
—Karen, por favor.
—Leonid, de la misma manera.
Bien, Leo. Hagamos esto.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Bajo de su cuerpo, después de repetir aquella pose que se ha convertido en mi adicción desde el día de acción de gracias.
A veces crees que lo has experimentado todo, viene alguien que te enseña a subir de marcha y no puedes volver a disminuir la velocidad.
Voy normalizando mi respiración mirando al techo y sé que está mirándome fijamente. Giro mi cabeza sobre el colchón y tiene esa sonrisa pícara mordiéndose el dedo, imaginando… yo que sé qué cosas. Totalmente sexy.
—Cuervo, vas a tener que darme cinco minutos si quieres una cuarta vuelta.
Ella solo sonríe con más amplitud y aprieta sus dientes, conteniendo sus pensamientos.
—Deberíamos intentar esta pose con un juguete —dice finalmente, y se acerca unos centímetros para cobijarme con su cuerpo, descansando su cabeza sobre mi seno.
—Un juguete… Quieres decir… un strap.
—Aja, ¿no te gustaría?
—Quieres que lo hagamos con un strap en esa pose… O sea que yo lo use.
—M-hmm —confirma mientras dibuja siluetas en mi piel con la punta de su dedo.
A Kay le gusta experimentar, le gusta probar cosas nuevas siempre. No hay vez que lo hagamos que no intente algo distinto y es… excitante. Son rasgos de la personalidad que tiene muy marcados, así es en la calle, así es en la cama. Y con ella no hay extremos. Nada está muy lejos de convertirse en una realidad.
Así mismo, no hay seguridad en que las cosas se mantendrán de una manera, por lo menos por un tiempo considerable.
En estos días va a Reutov, después seguramente a Europa, volverá a Moscú de paso, viajará a Sudamérica y así seguirá eternamente. Ella no sabe lo que es establecerse y no creo que tenga ninguna curiosidad en averiguar de que se trata.
Por el momento está bien. Estaremos lejos, pero estamos juntas y agradezco que tenemos las posibilidades de vernos seguido, de viajar.
—¿Qué dices? ¿Debería buscar uno?
—Si yo lo voy a usar, yo lo compro. Tiene que ser a mi gusto, no un dildo color violeta o rosado o quién sabe, amarillo patito.
Solo ríe y me da un beso juguetón antes de levantarse. Se viste —a mi disgusto— con su ropa interior y una camiseta y se dirige a la puerta.
—¿Te subo algo de beber?
—Una cerveza, gracias.
¿Es malo que quiera vestirme?
En realidad tomar una ducha, relajarme un poco, dormir.
Hoy ha sido un día muy cansado y mañana tengo cita con el Investigador privado, no podía atenderme hoy porque tenía «una cita muy importante» que no podía cancelar. En todo caso, mejor que sea mañana, eso me dará tiempo de hablar con el Cuervo hoy.
—Yulia —dice entrando al baño— ¿Por qué tienes una tarjeta de Leonid Ivanovich en la mesa del comedor?
—Es un detective, justo de eso quería hablarte.
—Sé quién es, me vi con él en la mañana —dice a mi sorpresa. Así que ella era la cita importante. Pero ¿qué quiere ella con un investigador?—Quería hablarte de eso… también.
—Habla.
—Primero tú —me ofrece. Acaso sospecha algo malo o… Como sea, da lo mismo.
—Creo que alguien nos está siguiendo y quiero asegurarme de que estemos seguras, saber qué pasa.
—Sabía que habías visto al de la capucha roja.
—¿Lo viste?
—¿Por qué crees que le pedí a esa chica que nos etiquete en las fotos?… Es evidencia.
Sexy sabelotodo.
—Así que las dos tuvimos la misma idea, bueno, por ahí dicen que «las grandes mentes piensan igual».
—Sí, así dicen —Fija su mirada en mi desnudez y con cariño me da una nalgada— Apúrate con el agua caliente, yo tenderé la cama, para cuando salgamos, poder ver una película y descansar —Sale del baño alzando seductivamente las cejas, como solo ella puede hacerlo y me deja más caliente de lo que estaba al entrar.
Últimamente siento que nos estamos convirtiendo en una misma. Las consecuencias de pasar encerrada con ella por tres semanas, pero quién tiene tiempo para quejarse… ¿quién tiene ganas de hacerlo? No de ella.
—¿Firmamos con Ivanovich entonces? —pregunta a lo lejos.
—Sí, un solo contrato será lo mejor.
—Emm… Entonces creo que sería bueno que vengas mañana conmigo a la oficina de Pávlov, aunque… tal vez no quieras.
Salgo para avisarle que el agua está lista y preguntarle a que se refiere. Antes de que pueda hacerlo ella da unos pasos quitándose la remera y… ¿cómo?, ¿cómo te quejas de una mujer así?
—Mañana le contaré a Ivanovich de la fiesta —me cuenta. Pensé que no quería saber nada sobre esa noche— Preguntará cosas, sin duda. No sé si…
—Estaré ahí a menos que me pidas que salga.
—Okey…
La beso con un pico y la jalo a la ducha. Si es verdad que las grandes mentes piensan igual, ella está igual de ansiosa por enjabonarme, que yo a ella.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Escucharla narrar nuevamente, y con detalle, los eventos de esa noche, no fue fácil. Ni para mi ni para ella.
Después de firmar el contrato, permanecimos en la sala de reuniones del lobby de abogados, para responder las inquietudes iniciales del investigador.
Varias preguntas que ni yo había pensado, surgieron durante el relato. Nombres, situaciones, personas que no necesariamente ella conocía, comenzaban a salir a la luz y fueron consideradas como importantes.
—Kay, Yulia, no tengo dudas de que la situación en la fiesta fue provocada. El cambio de una habitación a otra, la evidencia que usted encontró en la cama, en su cuerpo al despertar, además del esfuerzo por convencer a su manager de que había regresado a su casa. Todo esto fue premeditado —dice, guardando el archivo que había escrito en su dispositivo móvil— Sin embargo, les seré sincero, ha pasado un año y será difícil obtener información de los testigos, hacer un recuento preciso de los eventos.
—¿Eso quiere decir qué…? —le pregunto, observando la incomodidad de Kay después de escuchar las malas noticias.
—Que necesito más detalles para realizar esta investigación. Especialmente de la relación de «Lena» con Dan, con Varvara Lianeva, con Alekseev Zyla y, en general, con las personas con las que tenía contacto directo en ese tiempo.
—¿No es ese su trabajo?
—Yulia… —me reclama ella, tras mi pregunta displicente.
—Mi trabajo es encontrar respuestas y puedo descubrir mucha información, mas ningún acto humano está libre de emociones. La única manera de encontrar una respuesta a todo esto -y saber si existe un vínculo con lo sucedido en Ekaterimburgo y las amenazas recibidas- es entender la mente de este individuo o individuos —explica acercándome un papel— Estas son las estadísticas de los casos de asechamiento, violación, asesinatos —dice cada uno y mi novia aumenta su desazón, su intranquilidad—, en su mayoría, son casos catalogados como crímenes pasionales, gente conocida, con motivos extremos y muy personales. Si alguien las está siguiendo, es el primer lugar donde debemos buscar.
En ese momento Kay se levantó y se sirvió un vaso de agua. No sé que tan buena idea sea escarbar en este asunto, involucrar a sus conocidos, volver a vivir en los zapatos de Lena Katina.
—No es mi intensión incomodarlas, solo estoy tratando de ser frontal. Es mi deber como su investigador.
—Entiendo, haré una lista y podremos discutirla en nuestra próxima reunión —responde ella, sentándose nuevamente con nosotros.
—Hay otra cosa más de la que debemos hablar y creo que en este caso debo pedirle a Kay que nos deje a solas por un momento —Pide, confundiéndome. ¿Qué es lo que no quiere que ella escuche?— Se trata de información que descubrí cuando la investigaba a usted, bajo el pedido de sus amigos.
—No tengo secretos con Kay, no hace falta.
—Bien, siendo así —Alcanza su maletín y empuja las cerraduras de los lados, abriéndola para alcanzar una carpeta celeste que extiende hacia mí.
Al abrirla encontré fotos de Sergey y un documento que parecía un informe.
—Lo que tienen ahí es evidencia de actividad ilícita por parte del señor Lazarev.
Reviso las fotografías, era él sentado con un hombre en un bar, otra de Sergey pasándole un sobre encima de la mesa, otra del hombre guardando ese sobre en el bolsillo de su chaqueta.
—Perdón, pero ¿qué tiene que ver esto con nuestra investigación?
—Cuando la señorita Kvitko me contrató para investigar sobre sus actividades, yo la seguía por la cuidad vigilando sus movimientos —dice, recordándome de la ocasión en la cual me espiaban veinticuatro horas al día— Una mañana me percaté de que el señor Lazarev, la seguía, lo hizo todo el día. Fue detrás suyo al estudio, al restaurante donde almorzó con sus compañeros de trabajo, de regreso al trabajo, a la tienda de abarrotes en la tarde y una vez que se aseguró de que usted estuviera en casa, se marchó a la suya. Esto ocurrió en, por lo menos, seis ocasiones diferentes.
Sergey, siguiéndome. Sí, puedo imaginarlo.
Un par de veces me lo encontré en mi camino. Pensé que había sido a propósito, no había motivos para que él estuviera en esos lugares, era más que una simple coincidencia. Sin embargo, no llegaba a nada más que un capricho que no me interesaba entretener.
—Una noche, en lugar de regresar a su casa, fue directo al bar donde tomé esas fotografías. Realizaba la contratación de un servicio…
—¿Un servicio? ¿Qué tiene eso de ilícito? —pregunta Kay, todavía sin entender. Yo ya presiento por donde va esta historia.
—Una persona con algún «asunto» que resolver, va a buscar «ayuda» ahí —Se levanta y comienza a caminar rodeando la mesa. Serio, pensativo, preocupado— La mañana siguiente contacté a mis conocidos para averiguar qué tramaba, pensando que tenía que ver con su bienestar. Después de todo, sus acciones me habían alertado lo suficiente como para preocuparme.
—¿Cuál fue la respuesta? —pregunté.
—Mis fuentes tardaron varias semanas en darme la información que había requerido, cosa que se me hizo de por sí sospechosa —nos explica, sentándose nuevamente a nuestro lado— No fue hasta después de terminar mi contrato con la señorita Kvitko que supe qué buscaba en ese lugar.
—¿Quiere decir que Sergey estaba contratando a alguien para «encargarse» de Yulia?
—No —aseguró—, yo pensaba que era así, más para mi sorpresa no era la señorita Volkova a quién él pensaba «eliminar» de su panorama —Pausa tratando de encontrar la forma de no alterar más a mi ya trastornada novia— Era a su hermana Kay… a Katya Katina.
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Holas!
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Todavía recuerdo cuando era pequeña, la multitud en un centro comercial, mi desesperación por no saber a donde ir o como encontrarlos. La memoria clara de mi angustia aquel día, tan cercana a mi, tan latente.
Me escondí en la esquina del puesto de caramelos. Afuera habían tres máquinas de peluches, esos en las que introduce una moneda y pruebas tu suerte hasta sacar uno.
Recuerdo que, en ese tiempo, cada vez que lograba conseguir una moneda, cuando se me caía un diente o cuando papá me pagaba por ayudarlo a limpiar su auto, le pedía a mamá que me dejara jugar.
A mis seis años se me dificultaba manejar la palanca, así que ella me ayudaba. Me sostenía en el aire y yo maniobraba, intentando ganarme ese preciado peluche, mientras mi hermana me hacía barras desde un lado, gritando mi nombre como si estuviera en un concurso o una carrera.
Después de fallar solía insistir a mi madre para que me regale una moneda más, siempre se negaba, a veces sacándome lágrimas de la frustración.
Ella decía:
—En la vida nada es gratis o es fácil y tú debes seguir intentándolo hasta conseguir lo que quieres.
Yo le rogaba prometiéndole que cuando fuera grande se lo devolvería. Su respuesta seguía siendo un no.
—Lena, el día que lo logres sin ayuda de nadie, será el más feliz de tu vida, cuando de verdad lo merezcas —me decía, repitiendo su discurso. Me tomaba de la mano y salíamos del lugar— No te preocupes amor, la vida siempre te va a dar una oportunidad más para volver a intentar.
Esa tarde, permanecí ahí, acompañada de mis sollozos mientras los minutos pasaban, temiendo haberme perdido de mi familia por siempre. Hasta que una mano, tan pálida como la mía, se estiró frente a mis ojos.
—Te encontré —me dijo Katya con una sonrisa. Ella era apenas un año mayor que yo, pero sabía cuanto me gustaba ese lugar. No dudó, cuando me separé de ellos, que estaría justo ahí.
Cuarenta minutos habían pasado desde el instante que me distraje al observar la técnica de un chico con la máquina. Quería aprender, quería saber su secreto, él sacó tres muñecos esa tarde.
Cuarenta minutos que parecieron una eternidad.
No puedo culpar a mis padres por no darse cuenta de que me había separado. Era época de navidad y la plaza estaba repleta de gente. Mamá estaba distraída buscando regalos para mis primos y yo me entretuve con la máquina y ese chico, ellos se alejaron asumiendo que caminaba tras ellos. Cuando volteé para pedirle a papá una moneda ya no estaban y entré en desesperación.
Caminé unos pasos a la izquierda, luego a la derecha, había tantas personas a mi alrededor, mas yo era pequeña aun, no lograba distinguir a nadie desde mi altura.
Había una multitud en ese lugar pero yo me sentía tan sola, pensaba que no volvería a verlos nunca. ¿Cómo regresaría a mi casa?, ¿cómo los encontraría? No encontré respuestas a mis preguntas y me senté a llorar en esa esquina.
Fue mi hermana quien me encontró, siempre lo hacía. Cuando jugábamos a las escondidas, o cuando salíamos al parque y yo me embobaba con los juegos de escalar. No había día que no tomara mi mano mientras esperábamos el bus de la escuela para que yo no desaparezca entre juegos y, cuando me perdía en los pasillos en dirección a mi aula, era ella quien venía a mi resannae, siempre estuvo ahí.
Después del divorcio ella se fue con mamá. Reclamándome sin falta que yo había sido la causa de la separación de mis padres, que había envenenado a papá con mentiras sobre una inexistente aventura. Se negaba a aceptar lo evidente, nuestra madre había cometido un grave error y papá no merecía que le pusieran los cuernos.
—No sé que ganas con esta actitud, Lena. Mamá está devastada y tú ni siquiera te has molestado en visitarla —me dijo un día cuando nos encontramos para tomar un café.
—Por qué insistes siempre con lo mismo. No quiero verla. Papá está devastado también y él merece mucho más mi apoyo.
—Eres una maldita egoísta, Lena y lo sabes.
—¿Por qué? ¿Porque no quiero ver la cara de la mujer que engañó a papá con su compañero de trabajo, en su propia cara? ¡¿En la mía?!
—Eso no es verdad, mamá no está con nadie. ¡Por Dios, yo vivo con ella! Esas son ilusiones tuyas, siempre lo fueron. Mamá nunca le haría eso a papá. Lo ama.
—¡Tú nunca la viste! Estabas tan ocupada con ser una maldita estrella que nunca te fijaste en como mamá coqueteaba con él. Nunca la viste mensajearse por las noches, cuando papá estaba trabajando, o cuando se tomaba fotos para enviárselas. ¡No me hables de cuánto lo amaba!
—Todas son mentiras tuyas, ¡todas! —Se levantó lanzando la servilleta de tela en la mesa, tomó su cartera y me fusiló con la mirada— Esta es la última vez que quiero verte. Arruinaste nuestra familia, Lena. ¡Piérdete!
Salió del Café, sin mirar atrás. Fue quizá la última charla que tuvimos. Las veces que nos veíamos a papá en alguna fecha o por casualidad, saludábamos con indiferencia y pronto dejamos de hacerlo por completo.
No me sorprendió mucho cuando pasó lo de ella y Sergey. Después de todo ella se fue a vivir con el ejemplo más claro de infidelidad que yo conocía. Qué más aprendería de ella. Sin embargo… es mi hermana y saber que Sergey quería contratar a alguien para matarla no es un alivio, no es algo de lo que pueda reponerme así nada más.
Le pregunté a Ivanovich por qué querría hacerlo. Si su investigación previa le había dado una respuesta, quería saberla.
No pudo responderme. La información que había recibido era verídica, pero parcial. Y al haber terminado el contrato con Anna, no continuó la investigación.
Nos aseguró que la retomaría, más que nada porque le preocupaba que, a quien haya contratado Sergey, se haya confundido de hermana y por eso el incendio y el allanamiento a mi casa.
—Debe ser el asesino más inútil del mundo —dijo Yulia, exteriorizando mis pensamientos.
—Todo es posible hasta no descartarlo —nos dijo, desestimando el comentario— Ese es mi trabajo. Les avisaré cuando sepa algo.
Después de la reunión, salimos a comprar un par de cosas que necesitaba para mi viaje y ahora me encuentro aquí, parada frente a esa máquina antigua de peluches, en el mismo lugar de ese día de diciembre, hace ya casi veinte años.
—¿Quieres uno? —me pregunta Yulia, sacando una moneda de su bolsillo.
—Yo puedo —le respondo delicadamente, rechazando con cariño su gesto.
Busco en mi propio bolsillo un rublo. Lo coloco en la rendija y los sonidos del juego inician, las luces se encienden y miles de recuerdos de mi infancia con mi mamá y mi hermana, frente a ese mecanismo metálico de color rojo, regresaron de un solo golpe.
Presiono la palanca, recordando el movimiento de muñeca que había observado a ese chico esa tarde, aun lo tenía grabado en mi memoria. La garra comenzó a descender, por un segundo contengo mi respiración. Me siento, una vez más, una niña a punto de lograr lo que más había deseado.
Las pinzas se cierran alrededor del cuerpo de un dinosaurio celeste de cuello largo y el mecanismo lo alzó, dirigiéndolo hasta el hueco y lo soltó.
¡Gané! ¡Por primera vez en mi vida, gané!
Lo tomé en mis manos, era un hermoso braquiosaurio de felpa, suave y con una cara adorable. De niña hubiese sido mi juguete favorito.
Yulia me tomó desprevenida y besó mi cachete, me sonrió, haciéndome caer en cuenta de que yo hacía lo mismo.
Sin embargo, no pude dejar de sentirme extraña. Había conseguido lo que tanto había soñado en ese entonces y las dos personas que siempre estuvieron allí conmigo, esta vez, estaban ausentes.
—¿Nos vamos?
—Vamos —respondí, guardando ese muñeco en mi bolsa y salimos del lugar. Ya era más de medio día y queríamos almorzar.
Si hay una cosa que debo admitir, es que… las extraño.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Tengo una figura de Princess Bubblegum en mi escritorio. Una fan del show me la dio junto con una de Marceline. Ambas, juguetes del combo infantil de las McHamburguesas.
Yo estaba de pasada y muerta de hambre. Había ido al centro comercial para comprar un café y unas donas, cuando de la nada, esta chica con vestimenta oscura y mechones de colores en el pelo, se acercó y me pidió que le firmara su camiseta. Tenía un marcador de color plateado y no le importaba arruinar su ropa con mi firma, así que… proseguí.
Me preguntó si ya sabía como iniciaría la nueva temporada y le mentí diciéndole que aún no, no tenía la inspiración suficiente para escribirlo. La verdad era que la cadena no nos permite revelar grandes partes de la trama, arruinaría la publicidad del show, era mejor mentir.
Fue entonces cuando sacó de su bolsa ambas figuras. Me contó que ella escribe cuentos y cuando se queda sin inspiración juega con ellas.
Marceline tiene una guitarra y al presionar en el medio toca el tema de la serie animada. La princesa Bonnibel baila.
Me pareció estúpido, pero no quise indisponerla, en esto del espectáculo hay que ser muy «educados» con el público. Le dije que me encantaría tener algo por el estilo y ella con toda la humildad y cariño, me las ofreció.
Rechazarlas de buena forma no sirvió de nada, insistió tanto que terminé dándole las gracias y las guardé.
No planeaba quedármelas, como ya dije, me parecía estúpida la idea de jugar con un par de figuras de acción. Sin embargo aquí estoy, haciendo bailar a la una mientras presiono el botón de la música de la otra, embelesada como idiota por al menos cincuenta minutos.
No es la falta de una musa lo que me tiene así. De hecho sí, extraño a mi fuente de inspiración —quien está en Reutov desde ayer, trabajando duro en su portafolio—, pero lo que me ha sacado de mi rutina, es la bendita investigación.
Ivanovich aún no regresa con algo concreto. Las razones por las cuales Sergey haya querido deshacerse de Katya o quién nos está siguiendo, cuáles son las intenciones de esta persona, qué pasó en la fiesta, nada.
Todo esto relativamente extraño para mí. Más ahora que Dan Kozlovski —sospechoso número uno en mi lista— está por entrar por esa puerta para tener su primera reunión ejecutiva conmigo.
Ivanovich me advirtió no exponerme, no preguntarle de la fiesta, no dejarle saber que tenemos sospechas. Eso perjudicaría su investigación. Eso no quiere decir que no me muera por hacerlo y que seguramente termine arruinándolo todo por mi falta de paciencia.
Vuelvo a presionar ese botón, la misma melodía en MIDI suena una vez más. Empujo la cabeza de la princesa con mi dedo medio y comienza con su baile de lado a lado… El no saber, me va a matar.
Debo encontrar algo mejor que hacer.
Escucho alguien golpear a la puerta, debe ser él.
Detengo la música y pretendo escribir en mi agenda, invitándolo a pasar.
—¡Yulia! —dice entusiasmado. Su sonrisa me molesta, pero puedo fingir… debo fingir.
—Daniel.
—Es un gusto finalmente estar aquí —menciona y toma asiento—, he perseguido este trabajo por más de dos años.
—Lo sé. Todos están muy contentos de tenerte en el elenco.
—Gracias, trabajaré muy duro.
Lo juro, es un lastre tener que escuchar a este idiota hablar. Si fuera por mí, estaría sobre esta mesa, siendo diseccionado para conseguir la información que necesito.
—¿Cómo está Lena? —pregunta, con la misma cara de niño de cinco años en fiesta— Escuché que son novias y, la verdad, me alegra muchísimo. Lena merece ser feliz.
Él la trajo a la conversación, a mi que nadie me reclame nada. Le está ofreciendo un trago a un alcohólico.
—Kay, ahora. No Lena.
—¡Oh, sí!, perdón. Su cambio de nombre. No lo vi venir, ¿eh? Cuando me enteré no creí que fuera cierto.
Sabe cosas, interesante. Supongo que fue ella misma quien se lo contó, eran muy amigos.
—Sí, en eso tienes razón.
—¡Dios, no sabes cuánto me alegraría verla! Ponernos al día.
Su regocijo es un tanto abrumador, pero debo seguirle la corriente, averiguar un poco más.
—Creo que la última vez que la vi… —dice virando los ojos hacia arriba, tratando de recordar—… fue en diciembre del año pasado… Me parece que en la fiesta de Noize-Mc.
—Ah, también fuiste. Karen dijo que fue una fiesta bastante animada —trato de no sonar sarcástica, al menos que no lo note.
—Fuimos como grupo, invitados por compartir manager —Intenta venderme la idea, cuando Lena me contó sobre su íntima amistad con el dueño de casa— Pero esa fiesta más que animada, fue bastante desagradable, al menos para mí.
—¿A qué te refieres? Pensé que las fiestas de Alekseev eran «legendarias».
—Bueno, es que… el espectáculo que pone Alekseev, esa «persona» del mundo del Hip Hop, Noize-Mc, es bastante excesiva y a la gente en este mundo le encanta justamente eso.
—Conozco a tipos como Alekseev y he estado en una de sus fiestas, la verdad no dudo que esa haya parecido un harem.
—¡Eso mismo! Mujeres prácticamente desnudas por todos lados, botellas y botellas de trago. Nadie salió de esa casa lo suficientemente consciente.
—Algo me contó Kay… —digo en un tono que, ahora que lo pienso fue demasiado duro. Tranquila, así no sacarás nada.
—A ella le cayó mal el vodka, a ella y a un par de chicas más. Yo la acompañé al baño y… Varvara la llevó a mi antigua habitación para que descanse.
—Hmm, para haber estado en mal estado por el licor, veo que recuerdas muchos detalles.
—¿Cómo no? Al siguiente día Varvara me acusó de haber robado su vestido o algo… ¿Para qué diablos querría yo un vestido de mujer? Varvara estaba completamente loca.
—En eso te doy toda la razón —reímos un poco. Para ser alguien que debería odiar, es bastante agradable.
—Este año no fui, supe que fue un desmadre total —continua. Nada mal para alguien que no debía preguntar nada. Dan me está dando toda la información voluntariamente— Alekseev me llamó para reclamarme por no asistir. Me dijo que hasta mi hermano había ido, que soy un mal amigo, cuando el mal amigo es él por llevarse tan bien con ese idiota.
—¿Tu hermano?
«Ese idiota», se siente el amor fraterno ahí. Dmitri, el tipo que se metió en la casa de Lena esa noche, me imagino que se refiere a él.
—Sí, mi hermano menor, Dmitri —me confirma un segundo después— Él y yo no hemos hablado en más de un año, pero Alekseev y él se llevaban muy bien así que tramaron algo para que nos veamos. Tal vez buscaba una reconciliación.
—¿Así que tienes una mala relación con él?
—Dmitri es… «la oveja negra de la familia», por así decirlo. Siempre está metido en problemas, siempre pidiendo favores —me cuenta. Me pregunto si Dan sabe que su hermano allanó la casa de su vieja amiga— Creo que lo único bueno que Varvara me obligó a hacer, fue alejarme de él, cerrarle las puertas, dejarlo a su suerte.
—¿Tan mal estaban las cosas?
—Para que te voy a mentir. Mi hermano ha estado al borde de meterme en líos legales más de una docena de ocasiones y yo siempre lo apoyé, pero…
Abro los ojos esperando que continúe, esto de verdad me interesa.
—Hmfff… —suspira y cambia su jovial tono por uno melancólico—, desde que inició con las drogas… ese fue mi última gota. Yo he trabajado mucho por lo que tengo y no lo voy a perder por él.
Algo que tenemos en común. Un hermano menor que se dejó llevar por ese mundo. Aunque yo no consideraría a Samir una oveja negra, tampoco lo dejaría a su suerte.
—Puedo identificarme… un poco.
—Tuve que sacar una orden de alejamiento para evitar que se me acerque o me volviera a pedir ayuda. No tengo contacto con él en lo absoluto. Es triste, pero así es la vida.
—Así es…
—¿Sabes? —me interrumpe cuando pensé que ya habíamos terminado. Este chico no tiene filtro. Contándole a una perfecta desconocida historias íntimas de su vida — No me arrepiento de alejarme de él. Sobre todo después de que me reclamó que, por culpa de Lena, es que yo lo había dejado de ayudar y que por ella él se había hundido más en las drogas.
¡Punto para la investigadora encubierta!
Así que Dmitri tiene un rencor oculto para con Kay. Eso explicaría muchas cosas.
—¡Es un immmbécil! —dice molesto y con un desprecio imposible de fingir.
Esto debo contárselo a Ivanovich.
Creo que Dan y yo empezaremos a ser muy amigos. Necesito que tenga aún más confianza, que se suelte más que nos ayude a descubrir qué pasó. Él, sin saberlo, sabe mucho, valga la redundancia.
Creo que esta vez, todos estamos muy contentos de que se una al elenco.
—Bueno, no hay nada que hacer. La familia no se elige, ¿no?
—Es verdad, mira a Katya. Lena… digo, Karen sí que se sacó la lotería con ella.
—Otra cosa en la que estamos de acuerdo —Me levanto de mi asiento, él también.
Es hora de trabajar o, si quiero, jugar un poco más con Bubblegum. Por hoy mis preguntas han sido contestadas. Ya tendré tiempo de analizar bien las cosas y continuar con mi investigación personal.
—Bienvenido al show, Dan —le digo estrechando su mano. Él agradece y abre la puerta, saliendo de mi oficina.
Bienvenido seas.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Tengo frío.
En realidad, es un escalofrío constante, una sensación de haber hecho algo mal. Esa que de pequeño te cubría por completo cuando te metías en problemas en la escuela, o sucedía un accidente, como cuando tu hermano menor caía de la resbaladera del parque al que no deberías haber ido esa tarde, o cuando la mascota de tu tía se enfermaba de la peor manera, por darle de comer algo que ya te habían repetido mil veces que le haría daño y lo olvidaste.
Así me siento, irresponsable, inútil, extraña en mi propia piel. Vacía.
Son las tres de la mañana y no puedo dejar esta angustia atrás. Lo peor de todo, es que, repito el día en mi memoria y no encuentro un momento en el que haya provocado este sentir.
La palma de mi mano izquierda me pica.
¿Que diablos significaba?
Creo que era que tengo una deuda o algo así… de lo que recuerdo.
Oh sí, olvidé pagar la tarjeta de crédito. La pagaré mañana, ahora es demasiado tarde para hacerlo, ¿o debería decir, demasiado temprano? Como sea, lo haré en la mañana.
¿Por qué diablos me siento así?
Debo levantarme, hacer algo, escribir, cocinar, comer, subirme en la máquina de ejercicios y cansarme lo suficiente para ir a dormir o… ¿marcarle a Kay?
Allá, en Reutov, son las cinco de la mañana, no es tan temprano, de seguro ya está despierta.
La llamo, no la llamo… la llamo.
Un timbre… dos… tres… Debe estar dormida porque no contesta…
¿Intento una vez más?
Ya, una vez más y listo, si no contesta la dejo dormir.
Un timbre… dos…
—¿Aló? —murmura entre sueños.
—Cuervo, te desperté, lo siento… vuelve a dormir.
Fui estúpida, no debí llamarla, debe estar cansada.
—No… está bien… —Un bostezo la interrumpe, exhalando su cansancio— ¿Qué pasó, amor?
Tan solo con eso, esa palabra, siento tanto alivio.
—Nada en realidad… no podía dormir.
—¿Pasó algo en el trabajo?
—No…, nada fuera de lo común.
—¿Apagaste la cafetera? —pregunta encargándose de recordarme de una mala costumbre. Suelo dejarla prendida en las noches, con el cansancio, me descuido de apagarla, pero sí. Antes de acostarme esta noche lo hice. Estaba apagada.
—Lo hice. No es eso… es… algo. Siento culpa y no sé por qué. Angustia…
—¿Has hablado con Samir últimamente?
—No, desde que se fue no lo he hecho.
—Llámalo, no está de más. Quizá es que… lo extrañas.
Y de dónde se supone que sale esa conclusión. He pasado épocas más largas sin hablarle y la verdad no sabría qué preguntarle. «Hermanito, ¿cómo va la vida con la mafia, bien?», no me parece la forma correcta de reconectarme con él. No creo que sea por eso que me siento así… pero al parecer, a ella si le está afectando todo lo que ha pasado los últimos días.
—Tú… ¿decidiste ya si vas a buscar a Katya y… hablarle?
—No creo que ella quiera verme… Ni siquiera sabría como contactarla, hace años que perdí sus datos.
—Podrías llamar a Vlad, él debe tener su teléfono.
—No lo sé —suspira profundamente. Ambas estamos inquietas, ella por su familia, yo… aún no sé por qué.
Quisiera que el drama termine de una vez por todas, que podamos contentarnos con ver una película a distancia o que podamos conversar sin sacar todos estos temas a la luz.
Quiero, un día, poder esperarla en casa recostada en la cama, con música agradable de fondo y el olor de palomitas recién hechas. Invitarla a bailar, ambas descalzas en la sala y abrazarla, en silencio, suavemente, sin ninguna preocupación en el mundo.
Tal vez es eso lo que me tiene así. La culpa de no saber si lo arruiné todo para ella. Si no hubiese regresado, tendría una vida normal, nunca habría dejado Kingisepp o a Sash, su proyecto personal estaría en buen camino. Su vida sería fácil…
Es lo que siento cada vez que algo nuevo aparece para complicar las cosas.
¿Acaso nadie más lo hace?
¿Preguntarse si, al entrar en la vida de alguien, todo cambió… para peor?
¿Serías feliz, Karen?, ¿Si yo nunca hubiera hecho lo que hice?, ¿si nunca te hubiera buscado?, ¿si no me hubiera obsesionado por tenerte, por quererte a mi lado?
Si tan solo la vida hubiese pasado sin ese momento en que cruzamos nuestros caminos, nuevamente, ¿estaría todo mejor?
No lo sé, nunca lo sabré. Lo hecho, hecho está. El pasado es inamovible y lamentarse es inútil.
Y lo único que puedo hacer ahora es tratar de dejar a un lado la culpa. Ya es jueves y mañana llega Anna de su compromiso en San Petersburgo. Tengo que ir a recoger a Chesca del hotel de perros para traerla a casa y…
—¡Hoy es jueves, ¿verdad?! —le pregunto dudando completamente de mi capacidad de ubicación en el tiempo— Dime que es jueves…
—Hoy, es viernes, Yulia.
—La p…
¡Olvidé a Chesca!
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Sorry, pero no pude llegar a casa y me tocó subirlos desde mi celular
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Anna, Vlad y yo, decidimos pasar el fin de semana juntos.
El nuevo disco de Anna será lanzado finalmente la próxima semana, después de más de seis meses de producción.
La disquera puso muchos peros cuando ocurrió el accidente y quisieron suspender la canción que grabamos juntas tras mi salida del closet. También, necesitaban que el drama personal de la ruptura con Sergey y de su repentina muerte, pasara a un segundo plano, si es que no a un tercer. No querían que las ventas se vean afectadas.
¡Así es el maravilloso mundo de la industria discográfica!
Esclavizan a sus artistas y les imponen su «calidad» moral. En fin, Anna estará tan ocupada con la promoción del disco, que decidimos tener unos días para relajarnos. Lástima que Kay esté tan lejos.
—Tengo todo listo para el asado—dice Vlad, colocando unas chuletas en la parrilla, al parecer Chesca también tendrá su festín de huesos.
Pobre, el día extra en el hotel de perros la llenó de estrés y ayer que fui a recogerla, se hizo pipí en toda la sala. Claro, lo limpié yo, por mi culpa es que estuvo tiempo de más en ese lugar. Anna no necesitaba saberlo, no es como si Chesca fuese a delatarme y además le compré un nuevo juguete para morder y galletas de perro y una nueva casita, además de hacerle una camiseta para sus viajes que lee: Amo a mi tía Yulia.
Pero bueno, pasado el trauma del olvido ella y yo estamos bien y ahora mismo corretea en el jardín. La mesa está lista, la ensalada, los aditivos para las hamburguesas asadas que haremos, el pan —que aun debe tostarse— y las cervezas heladas.
Además de eso Vlad se ofreció a cocinar alitas con salsa picante, especialidad de su familia. Anna preparó el postre y yo, yo puse la casa, que más querían.
Anna viene retrasada, dijo que iría a buscar algo importante lo que me da la oportunidad de hablar un poco con Vlad, preguntarle el contacto de Katya, ahorrarle la molestia a mi Cuervo.
—¿Yulia, me pasas las pinzas? —me pregunta señalando al utensilio que está sobre la mesa. Todo huele tan bien, me muero porque Anna llegue ya y a comer.
—¿Puedo ser curiosa, metida y preguntarte algo?
—Claro— responde con esa actitud tan amigable de siempre. Espero no la pierda en un segundo— ¿Qué necesitas?
—Bueno, emm… —Okey, al punto— Kay ha extrañado a su mamá y su hermana últimamente y…
—No las he visto Yulia —responde perdiendo el toque alegre de antes—, no desde lo que pasó con Sergey.
—Entiendo, es solo que… quería pedirte su número de teléfono. Kay no quiere indisponerte haciéndolo ella misma.
—Y asumo que no sabe que estás hablando conmigo sobre esto.
—No, no lo sabe —le confieso. Quiero sus números y convencer a Kay de dejar este peso que tiene… atrás.
Lo piensa, pero no por mucho tiempo.
—Puedes apuntarlos de mi teléfono. Está en la sala y no tiene clave.
—Gracias, Vlad.
Voy directo a su aparato, no me sorprende que sea tan confiado de no tenerlo con seguro, pero bueno.
Busco entre sus contactos y ahí está, Inessa Bilán, número de su casa, número de su celular, dirección, email.
Vlad es muy ordenado, yo tendría un solo número de contacto y nada más. A ver, Katya Katina, número de su casa, número de su celular, dirección, email.
Los anoto con cuidado y los reviso… okey, los tengo.
—Hola Yulia —Entran por la puerta Anna y Fyodor. ¿O sea que él era la «cosa importante» por la que tenía que ir? Lo que sea.
—Hey —los saludo a la distancia y les informo que Vlad está afuera, que solo estábamos esperándolos para comer, en realidad solo a Anna, pero qué es uno más a la mesa. Hay suficiente comida como para diez.
Bajo mi mano para dejar el celular de Vlad dónde lo encontré y me percato de que, con la distracción, debí haber presionado el botón de mensajes porque la aplicación está abierta justo en una conversación con la hermana malvada.
Estoy por presionar el botón de apagar el aparato y salir al jardín, cuando una palabra me llama la atención y lo regreso a una distancia prudente para verificar lo que acabo de leer en esa rápida pasada de mi vista por la pantalla.
«¡No puedo creer que me lo hayas ocultado!»
«Tranquilo, Vlad. No es tuyo».
«¿Cómo puedes saberlo?, hasta el último día lo hicimos y muchas veces sin protección».
«No lo es, es de Sergey. Es la única fecha que coincide… lo siento».
«Si llega a ser mío… lucharé por él Katya, lucharé por mi bebé».
¡Por su bebé!
Lo leí bien, Katya está embarazada, tan solo que no sabemos bien de quién. Que ella afirme que es de Sergey, no quiere decir que lo sea. Así haya estado únicamente con los dos, hay un cincuenta por ciento de posibilidades de que sea de Vlad.
Dios…
Esto… podría ser la razón… Es extrema, pero Sergey… últimamente ya no era más el chico que conocíamos. ¿Podría mandar a matar a Katya porque le dijo que estaba embarazada?
Ahora tendré que contarle esto a Kay y no sé como vaya a tomarlo. Una cosa más en la montaña de preocupaciones. Una cana más en la cabeza de la vida.
—Yulia, ya está servido —escucho a Anna desde afuera.
Debo dejar este aparato, cerrar esa aplicación y salir fingiendo ignorancia absoluta.
¡Malditos sean Katya y el idiota de Sergey! ¿Tanto les costaba comprar un condón?
Cuando Anna se entere tampoco va a ser agradable, él era su novio después de todo.
Y no quiero ni pensar en lo bien que se sentirá su hijo cuando se entere de que su papá quiso matarlo a él y a su mamá. Lindo legado Sergey…
Espero que sea de Vlad… un bebé lindo con los ojos esmeralda de mi novia…
—¡Yulia!
—¡Ya voy!
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🤨🤨🤨
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Yulia es una persona de cuidado, no porque sea peligrosa, pero cuando se le mete una idea en la cabeza, no hay quién se la saque.
Pagamos mucho dinero a un detective privado, sin embargo ella está ahí, jugando al «Inspector Gadget», tratando de descubrir todo lo que pueda.
Me contó sobre su conversación con Dan, detalles que luego fueron confirmados por el detective. Me contó sobre el embarazo de Katya, cosa que también fue confirmada días después, con la diferencia que cuando lo hace Ivanovich, él trae pruebas más contundentes que una conversación o un par de mensajes de texto.
El bebé, es de Sergey. Nació hace cinco días y no es morocho, lo que descarta a Vlad. Katya solicitó por privado una prueba de ADN apenas nació, y según copias de dicho examen, su apellido debería ser Lazarev.
Tengo un sobrino, del tipo que quiso asesinar a mi hermana, del ex de mi pareja y loco que se mató casi llevándosela con él.
Un sobrino que según el acta de inscripción se llama Roman Bilán, nacido el 04 de septiembre, justo un mes antes que mi cumpleaños, como para que no se me olvide jamás.
Según Ivanovich y sus fotografías, mamá esta muy feliz. Es una abuela orgullosa, lo que me hace preguntarme que sentiría papá.
No dudo que Katya le hubiera restringido verlo, conocerlo, además que rechazó por completo su apellido. No es Katin, es Bilán… el apellido de soltera de mamá.
Pero ¿qué culpa tiene un bebé de la irresponsabilidad es de sus padres? Ninguna. Lleva mi sangre, mi apellido… no sé que tipo de legado, pero lo tiene.
Yulia se sintió extraña al saber que Sergey era el padre, mucho peor se lo tomó Anna. Él sea quién sea era el hombre que ella amaba y mi sobrino es prueba contundente de su infidelidad, de su irrespeto.
Vlad vino a mí la noche en que se enteró del bebé, llegó medio tomado para terminar de emborracharse en la habitación de mi hotel en Reutov.
Se disculpó conmigo, una vez más, por odiarme durante estos años, lo que sucedía internamente con nuestra familia no era de su incumbencia, me dijo. Aunque, mis razones para alejarme de ellas, nunca fueron verdad.
Me aseguró que mamá ni siquiera tuvo un novio o interés por alguien desde el divorcio, lo que me hace dudar mucho de mis recuerdos. ¿Mal interpreté su amorío?, ¿arruiné la relación de mis padres contándole a papá lo que presentía?, ¿tenía Katya razón?
—Kay, discúlpeme la demora.
—No se preocupe Ivanovich, ¿tiene noticias?
—Sí —responde acercándome un documento. Es una copia de una transferencia bancaria a la cuenta de Katya.
—¿Qué significa esto? ¿Qué importancia tiene?
—Kay, esta transacción se hizo el día que Roman nació.
—¿Y qué con eso?
—Es la misma cantidad de dinero que el señor Lazarev le pagó al contacto que debía llevar a cabo el asesinato de su hermana —dijo y sentí un escalofrío cruzar mi cuerpo— Es la cantidad exacta… hasta el último centavo.
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Nos leemos mañana!
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Creo que la que se volvió paranoica ahora es Kay. Le da y le da vueltas a lo del depósito del dinero como si eso fuese a revelar las otras mil cosas que le encargamos averiguar al detective.
Por ejemplo, ¿quién diablos nos está siguiendo? Eso, es importante, o ¿qué pasó esa noche de la fiesta?, o ¿quién incendió la casa en Ekaterimburgo? Pero no, el depósito a nombre de Katya con la misma cantidad que Sergey pagó, eso es lo más importante para el Cuervo.
—¡Es que no entiendes Yulia!, eso quiere decir que la persona que debía asesinar a Katya no lo hizo y guardó el dinero para dárselo cuando nazca el bebe —continua. La cuenta del teléfono le va a salir cara este mes, viene explicándome lo mismo casi dos horas— ¡Eso significa que la conoce, que seguramente son amigos, o algo así!
—Lena…
—No, es que, ¿qué otra razón existe? ¡Cien mil ochocientos treinta y un Euros! No es una cifra común.
—¿Y como va a conocer Katya a un matón?
—Eso es lo que debemos averiguar…
Sigue y sigue y sigue…
Si así es como yo sueno cuando se me mete algo entre ceja y ceja, la compadezco. Es insoportable.
—Kay, lo más probable es que el mediador nunca llegó a contratar al asesino y cuando se enteró lo del bebé se apiadó de Katya y le dio el dinero.
—Es una posibilidad, pero yo creo que no, porque si fuese un criminal común se hubiera quedado con todo… No, debe conocerla.
—Deberías decirle a Ivanovich tus sospechas para que él lo averigüe.
—Ya lo hice…
—¡¿Entonces, por qué seguimos con esto?!
—¿Tienes algo mejor de qué hablar?
Lo tengo, solo que sé que no le va a gustar.
—Eva me llamó… —digo sabiendo que su silencio es la peor respuesta— Me invitó a tomar un café mañana, antes de regresar a San Petersburgo definitivamente.
Más silencio, no sé si seguir hablando o mejor esperar… espero. Mejor espero.
—No sabía que seguías hablando con ella —pregunta muy seria, sabía que no le gustaría.
—No lo estaba haciendo, ella me llamó a mí…
—¿Vas a ir?
No le estaba pidiendo permiso, y no iba a negarme a verla, tampoco. No tiene nada de malo.
—Sí, es solo un café.
Analiza su respuesta, sabe que la veré le guste o no. De qué le serviría quejarse.
—Está bien, entonces… —contesta—, creo que deberíamos pensar en todas las personas que Katya conozca y hacer una lista, compararla con otra de los conocidos de Sergey y ver las coincidencias…
Regresa al tema que realmente la aqueja.
Yo me veré mañana con Ev, ella seguirá sus teorías de conspiración y eventualmente algo más la sacará de esta obsesión.
—Haré una lista con los que recuerde de Sergey y puedo preguntarle a Anna —ofrezco por mi lado, ella puede hacer lo mismo y preguntarle a Vlad discretamente.
La complaceré en esto, como ella ha hecho antes conmigo, pero juro que las cosas tienen que empezar a descifrarse o voy a botar la toalla y lanzarme de un quinto piso.
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Hola chicas! Cómo ha estado su día miércoles? El mío, algo jodido pero acá les dejo el primer capítulo de tres!
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Capítulo 159: Erika
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Hay dos tipos de personas en este mundo.
Las que te causan un agradable efecto y prácticamente te hipnotizan y las quieres siempre cerca, por lo menos no quieres perder su compañía y aquellas a las que llegas a detestar y de las cuales prefieres nunca más saber de su existencia.
Dos únicamente, porque las que vienen y van… realmente no importan.
Ella, por ejemplo es una de esas que preferiría no haber conocido. Erika, la ex novia de mi hermano.
El día que la conocí supe que algo raro había con ella y sí, se lo atribuí a mis celos de hermana. Algo tenía que no terminaba de cuadrarme y hasta hoy no supe qué era.
La tipa es linda, blanca, ojos claros, no se bien que color, son algo así como grises, ni verdes ni azules; alta y de cabello rubio. Linda.
Ese día quiso hacerse la dulce, demasiado tierna, demasiado lanzada hacia Samir, era su novia pero ¿tenía que besarlo cada cinco minutos? No me agradó.
Cuando se dieron los problemas con mi hermano y finalmente viajó, terminaron y pensé que no tendría que volver a lidiar con ella, pero como siempre, ahí está la patada voladora de la vida.
Ev y yo tomábamos un café en uno de los lugares más lindos que he visto en esta ciudad. Un pequeño rincón cerca del lago, bohemio, hippie, con un expresso espectacular y entonces la vi sentada en una de las mesas, esperando a alguien, porque no dejaba de mirar de lado a lado.
—¿A quién ves tanto? —me preguntó Eva, con la quijada le señalé a la tipeja esa— Vaya, el mundo es diminuto.
Su declaración me pareció un poco fuera de lugar, yo nunca he hablado de mi hermano con ella, quizá que tengo uno y su nombre. ¿Cómo sabía quién era?
—¿La conoces?
—No en realidad. La he visto antes, es la tipa que Sergey juraba le había robado su teléfono en Ekaterimburgo.
—¿Qué? ¿De qué hablas?
—El día que conocí a Sergey, salimos a comer en la noche y, cuando pasamos por el corredor del hotel, me jaló atrás de una columna…
—¡Para ahí!, no quiero saber de tus escapadas sexuales…
—¡No, boba! —me reclamó—, él no quería encontrarse con ella, nos escondimos de esa chica hasta que se fue.
—¿Por?
—¿Se había acostado con ella la noche anterior? —me preguntó como si no fuese lo más evidente, por qué aclararlo desde un principio— La cosa es que no quería verla.
—La viste una vez, seguro la estas confundiendo.
—Es ella, es el mismo tatuaje horrible de un payaso, créeme se me grabó —Detalló y yo me fijé en su brazo, realmente era un arte horrible— Ramona… Rigoberta… Ro…
—¿Erika?
—¡Romina! —Contestó al mismo tiempo que yo - ¿Erika?
—Sí, se llama Erika y es la ex de mi hermano.
—¡Oh, no, no, no! Es Romina y confía en mí, si Sergey estuviera vivo, venía como flash y la mataba.
No le pregunté con palabras, creo que mi gesto era más que suficiente. ¿A qué diablos se refería?
—Según él, ella fue la que le robó el teléfono con el que lo acusaron y por lo que lo arrestaron. Pasó refunfuñando todo el viaje a Moscú, que debimos detenerla en el hotel cuando la vimos. Lamentándose que en ese momento le importaba más no saludarla, que recuperar su celular, pero si hubiese sabido que esta tipa lo metería en problemas «el mismo la hubiera dejado sin vida» —puntualizó la frase con sus dedos.
No demoré en tomarle fotos como loca para enviárselas a Ivanovich. Me enfoqué en el tatuaje y su cara —por suerte tenía las gafas sobre la cabeza— esperaba que sea útil, una pieza más del rompecabezas.
La persona con la que tenía que encontrarse nunca llegó y ella se fue. Ev y yo pasamos una buena tarde juntas conversando y riendo. Me da gusto verla y es triste saber que estará tan lejos. Pero tanto, ella como yo, debemos regresar a nuestra vida normal.
—Por cierto… —dijo antes de despedirnos—, quisiera llamar personalmente a Lena… Kay —se corrigió— Pero creo que no le caigo muy bien, por lo que me sorprendió aun mas el gesto que tuvo…
No tenía idea de qué hablaba y le pedí que se explicara.
—Por el pasaje a San Petersburgo y todas las acomodaciones, el hotel y el dinero para cubrir mis gastos hasta poder establecerme. No necesitaba hacerlo, pero se lo agradezco —terminó de contarme y yo me quedo completamente muda. No tenía idea de esto. ¿Por qué lo haría?— La llamaré cuando llegue allá, de verdad no quiero molestarla.
Sea la razón que sea por la que Kay lo haya hecho, creo que sí, será mejor que la llame cuando esté lejos.
Por eso debe haber estado tan rara ayer. Tal vez no quería que me entere de que lo hizo, quizá piensa que trataba de alejarme de Ev, quería evitar una pelea o algo.
Es extraño, muy considerado, pero extraño. En todo caso ya lo sé y cuando ella esté lista, de seguro me lo contará.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Por un momento, la teoría de Varvara, de que están llegando a cada uno de nosotros por turnos, comenzaba a tener sentido.
Primero Lena, después Sergey yo y ahora Fyodor. No quería imaginarme por donde o como atacarán a Vlad o a Anna.
Erika-Romina, da exactamente lo mismo. Ivanovich descubrió que sí, viajó a Ekaterimburgo el día en que nosotros llegamos allí con Anna, cuando Sergey nos siguió. Se hospedó en su mismo hotel y lo buscó para conocerlo. Lo confirman los archivos de seguridad que la gerencia entregó a la policía, donde además se ve que fue ella quien le sacó el celular al salir de la habitación la mañana siguiente, cometió el error de revisarlo en el pasillo.
¿Qué hizo después de eso? Nadie lo sabe, no existen los videos de los días después. Misteriosamente desaparecieron antes de ser entregados a las autoridades. No se sabe si tiene un cómplice o si trabaja para alguien. Su rastro se perdió hasta que la vimos en el café.
Ivanovich tiene conexiones en todos lados, eso lo hace bueno en lo que hace. Corrió las fotos que le envié de Erika y las pasó por un software de reconocimiento, descubriendo su identidad.
Erika, su nombre; Romina, su apellido. Polaca de nacimiento, su padre es un estadounidense neoyorkino. Supuestamente estudia artes, aunque su historial en la universidad es deplorable. No trabaja y vive en los alrededores de Moscú.
Pero ¿quién diablos es esta mujer? No es una conocida de años de ninguno de nosotros, ¿por qué tendría un motivo de hacernos daño?
Fyodor y yo la conocimos el mismo día, cuando me acompañó a visitar a Samir después de encontrarnos en el cementerio. Ahora es su nueva novia, o por lo menos eso es lo que Ivanovich descubrió al seguirla.
Novia de Fyodor…
El detective nos advirtió una sola cosa: «no llamar la atención con esta información». Será más fácil para él vigilarlos si no tienen idea de que sabemos lo del romance.
Sin embargo Kay y yo estamos nerviosas sabiendo que, la tipa se acostaba con Sergey en Ekaterimburgo, al mismo tiempo que Samir era llevado por el FBI para convertirlo en agente encubierto. Ella pudo haber sido quién lo delató, la que lo metió en todo ese lío, hasta podría de imaginarme que fue el primer intento de afectarme y hacerme daño… por medio de mi hermano.
Espero que Ivanovich logre averiguar pronto con quien trabaja o sus motivos. Entonces le diremos a Fyodor que se aleje de ella.
En una semana y media, Lena volverá a la ciudad. Se quedara un par de semanas, quiere pasar su cumpleaños conmigo en la playa, así que renté una cabaña en Sochi.
Unos días apartadas de todas esta bulla nos harán bien.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
Capítulo 161: Hanging
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—¡¿Qué diablos significa esto?!
Lena solo comenzó a reír en la bocina como si fuera un gran chiste o algo parecido, pero verla sostenida de la nada colgando de un helicóptero, ¡es gran cosa!
—¡Vamos, estaba asegurada con un arnés!
—¡Estás colgando a la altura del Kremlin!… ¡Es más a un lado de la puta torre!
La aplicación de mensajes empieza a llenarse de fotos, sus fotos, y son… hermosas. Aún así, tengo un sobresalto en el corazón de verla así, a un centímetro del aire y la muerte. Estuve a punto de soltar la café que llevaba a la mi habitación, en la mitad de las escaleras.
—Si estás tratando de convencerme de que esto estuvo bien o hacer que me olvide de la primera foto, tendrás que enviarme otro tipo de imágenes.
—… —Suena el timbre de mensaje nuevamente.
—¿Cómo éstas?
Me conoce, demasiado y sí, ese tipo de fotos es del que hablaba.
—Okey, todo bien… pero me falta un poco más de… motivación —digo y ella ríe pícara, otra vez. Llego a mi alcoba y me acomodo en la cama. Esta conversación se está tornando interesante.
Me envía cinco fotos más, muy poco queda para la imaginación, para ser exactos, algo del tamaño de una tanga.
—Esa ropa interior es nueva… o debería decir… era.
—¿Te gustó? —Usa su tono más sensual de voz— La compré esta mañana, especialmente en negro… para ti.
—Me encanta el negro, aunque sobre tu piel a veces queda mejor el rojo… como ese conjunto que usaste esa noche en el club, cuando te conocí.
Siento que dije algo que no debía cuando percibo su incomodidad del otro lado, quizá no debí…
—Yulia, ¿puedo preguntarte algo?
—Claro.
—¿Cuando… empezaste a sentir cosas por mi?
Su pregunta enciende todas las alarmas, sé cuando me di cuenta, cuando empecé a extrañarla, pero siendo franca… no tengo idea exactamente desde cuando.
Anna me mencionaba el otro día, que un par de veces en la escuela, ella creyó que había demasiada tensión «sexual», entre nosotras, lo que me tomó por sorpresa. Yo estuve de novia con Sergey casi hasta la graduación y, apenas, unas semanas antes con Layla.
Mi amiga me hizo caer en cuenta que esto sucedió más que nada, durante el viaje de fin de año a Reutov, cuando ella me tomó aquellas fotos en la nieve y me prestó su bufanda. Yo refunfuñé que no quería nada de ella y Lena insistía en dármela. Finalmente, todos nuestros amigos nos dejaron a solas, discutiendo lo mucho que queríamos contradecirnos.
La última noche en la ciudad, la pasé en sus brazos y creo que hasta que nos hicimos novias, fue la noche más tranquila que había tenido con alguien.
Entonces pensé en todo lo que pasó después y lo fácil que fue para mi no resistirme a Layla, casi como si estuviese confirmando cosas, como si lo único que necesitaba era un empujón.
Quizá inconscientemente ya la quería entonces, ya me gustaba, puede ser que desde mucho antes, lo que quiere decir que por lo menos siete años, he tenido un enamoramiento con ella.
—No lo sé… mucho antes de que nos alejemos… la verdad no lo sé —le confesé— ¿Por qué lo preguntas?
—¿Sabes dónde estoy?
—¿Un hotel en Reutov?
—«Ese» hotel en Reutov —puntualiza y suelta un bufido divertido—… exactamente en la misma habitación.
—¿En tu cuarto de hotel del paseo de fin de año?
—Sí, y adivina que encontré…
—¡Pulgas! ¡Huye! —bromeo, causándole gracia.
—Noooo —ríe—, tu nombre, grabado en la parte de abajo del mesón frente al espejo. Tu nombre… y el mío.
—¿Qué? —pregunto, sin encontrarle el sentido. Yo tallé nuestros nombres un día mientras esperaba que saliera de la ducha para molestarla, pero es imposible que no hayan cambiado de muebles en tantos años, de decoración.
Una foto me llega y no solo son nuestros nombres, están separados por un número 4 invertido y sí, confirmó que es mi letra, las "Y" que yo hago al escribir son casi un dibujo. Lindo recuerdo.
—¿Así que… desde entonces?
—Tal vez estaba tratando de dibujar una pistola. No asumas que es una «y».
—Ajá… —Lo descarta con sarcasmo— Compraré esta mesa para llevarla a Moscú.
—No, es horrible.
—Lo es, pero es parte de nuestra historia y yo la quiero. Me la llevo.
—¿Sabes que es lo que yo quiero? —pregunto, al parecer trayéndome mala suerte porque inmediatamente suena el timbre de la puerta. Le pido que me acompañe y seguimos hablando de bobadas mientras llego a la entrada de mi casa y miro por el visor.
—Lena, te hablo en un rato, alguien llegó… —No la dejo ni responder y me apresuro a abrir.
—Samir?
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Advertencia: No tener un hermano menor que trabaje con la mafia. Podrían estarte vigilando.
Samir entró a mi casa y se acomodó en el sillón. No se molestó por frivolidades y fue directo al punto.
Yo por el contrario, lo observaba detenidamente mientras él hablaba. Su cabello muy bien arreglado, bien vestido, informal, pero aliñado, pulcro; nada quedaba del chico que dormía hasta medio día y se fumaba todo lo que se le ponía en frente.
—Sé que has estado ocupada con tu hobby favorito.
—¿Y si te explicas?
—¿El de detective privada? ¿Tratando de averiguar qué pasa?
Mi hermano viajó todo el camino desde España, para criticarme mis «hábitos»… Interesante.
—Mira Yul, sé que quieren respuestas, tú y Lena…
—Kay —le aclaré. Siempre debo que hacerlo con todos los que la conocieron antes de su cambio. Cansa.
—Sí, sí, Lena, Kay Ronan, como sea…, sé que creen que necesitan saber qué pasa. —Sentí su actitud amenazadora, insinuante y no me gustó para nada— Dejen de hacerlo.
—¿Ahora «tú» eres el que me dice qué hacer?
—Vine para ayudarte Yul, no se metan más en esto, no es problema suyo.
—¡¿Estás loco?! Si alguien me sigue y a Kay, es nuestro problema; si alguien quiso matarnos en diferentes ocasiones, es nuestro problema; si alguien está atentando contra nuestro amigo y saboteó el auto del otro, es nuestro problema, Samir —le aclaré de muy mala manera. ¿Quién se creía para venir aquí a prohibirme que haga lo que me venga en gana?
—¡Yul, escúchame! —me gritó, sorprendiéndome porque él nunca fue el tipo de chico que alzaba la voz ni para gritar de alegría— ¡Te estás metiendo en aguas profundas y debes tener cuidado. Lena puede estar protegida por el poder del santo grial, pero tú no!
No entendí ni la mitad de lo que habló, sobretodo ¿por qué asumía que la única que debe cuidarse soy yo?
—Creo que será mejor que te vayas Samir.
—Yul…
—Lo que yo haga o deje de hacer no es de tu incumbencia, aún menos cuando es tu estúpida ex-novia la que está en medio de todo.
—¿Erika? No te acerques a ella, es peligrosa —dijo dejándome aún más desconcertada— No sabes quién es, aléjate, no la busques… yo lo resolveré.
—Samir, ¿qué diablos sabes? —le pregunté y él puso su dedo índice sobre sus labios, sacando una nota del bolsillo delantero de su pantalón.
«Están siendo protegidas, créeme, dejen de averiguar. No traerá nada bueno, sobretodo a ti. No se te ocurra lastimar a Lena, lo podrías pagar muy caro».
—Nada —dijo disimulando el silencio—, es nada más un consejo.
La sirena de alarma comenzó a dispararse en mi cabeza, como si el fin del mundo estuviera cerca. Fue justo en ese momento que recordé sus palabras y la preferencia del mafioso por Lena. ¿Quién es ese tipo y qué rayos pasa? ¿Quién diablos es Érika? ¡¿Quién diablos es mi hermano?!
Samir me hizo un gesto sin hablar. Apuntó con su índice su oído y señaló a la lámpara. Me acerqué sin hacer ruido y la miré por debajo, sin encenderla para no quedarme ciega. No encontré nada extraño hasta que vi un anillo extra en la boquilla del foco y una luz casi imperceptible que titilaba en verde.
Regresé mi vista a mi hermano, sintiendo como mi corazón descendía al piso. Lo vi hacer la mímica de un micrófono con su mano y lo entendí perfectamente. Mi casa está intervenida, alguien dejó micrófonos ocultos, escuchan lo que decimos.
Samir me pidió, sin palabras, que de la vuelta al papel que me entregó.
«Cumplí con mi trabajo. Te pedí que dejes la investigación. Nadie puede saber que te advertí de los micrófonos o el que correrá peligro, seré yo. Dejen de investigar, deja que yo lo resuelva».
Con eso me dio un corto abrazo y, sin decir adiós, salió de la casa. Se dirigió a un lujoso auto rentado y se disparó por la calle hasta quién sabe donde.
Esto se puso siniestro.
Tuve miedo de lo que estaba pasando, de en qué estamos metidas. Más que eso, de qué tipo de personas rodean a Samir.
Ahora debemos actuar con mucha prudencia, o podría poner en peligro al enano o hasta a mí.
Tengo ganas de salir corriendo de mi casa, ¿qué más ocultaron?, ¿cámaras?, ¿en dónde?, ¿por qué?, ¿cuando?, ¿quién?
El teléfono repicó en mi mano y me alteré con la vibración. Era Lena preguntándose si todo estaba bien. No le conté nada de mi hermano, no hace falta ahora, solo saldrían más preguntas y eso, en este momento, sería lo peor.
Dudo que alguien pueda intervenir su hotel en Reutov, mañana mismo compraré un pasaje e iré a visitarla, podremos hablar sin temor…decidir juntas qué hacer.
En ese momento no supe nada más que, si sentí terror de verla pender de una pequeña cuerda al filo de un helicóptero, esto se sentía como un extremo pánico, congelador y angustioso.
—¿Quieres continuar con la plática de las fotos? —me preguntó, desconociendo de mi estado. Yo no podía pensar más en sexo, necesitaba salir de ahí.
Y así fue que terminé en este hotel. Tomé una poca ropa, mis llaves, subí en mi auto y conduje hasta aquí, alquilé una habitación y le devolví la llamada a Kay.
—Bien, ahora sí… continuemos con las fotos.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Recuerdo cuando era niña y jugaba a ser grande.
Escarbaba en el cajón de juguetes y sacaba un par de muñecos, hacía una casita con algunos libros y tomaba prestado uno de los autos de colección de papá.
Tomar decisiones de «grandes» entonces era una tarea fácil.
Ambos llegaban del trabajo y se decían cosas bonitas, comían algo delicioso, se daban unos besos modestos y dormían inocentemente hasta el día siguiente.
Ambos pensaban lo mismo, las peleas no existían. Si el uno quería ir al parque, iban los dos; si el otro quería ver una película, lo hacían juntos; si querían tener hijos, la decisión era conjunta y les daban todo el tiempo del mundo.
Ser adulto en un mundo de niños es sencillo, no cuesta nada.
Convertirse en un adulto es otra cosa. Llegas a la adolescencia y pierdes un poco el rumbo, la inocencia se convierte en curiosidad, la indulgencia de tus padres se torna muchas veces en reproches y tu identidad se confunde por un momento. Olvidas quién eres, qué quieres, hacia dónde vas.
El día que papá me pilló fumando fue algo vergonzoso. Antes que nada, lo hice tan mal que no podía parar de toser. Papá pensaba que me había atorado con algo que comía y salió al jardín para ayudarme, cuando vio lo que pasaba se echó a reír, quitándome el cigarrillo de la mano y apagándolo con su zapato en la vereda que separaba la hierba de la entrada de la casa. Confiscó la caja que tanto me había costado conseguir y me castigó por dos meses sin poder salir de casa, a menos que sea para ir a la escuela.
Ese día me dijo:
—Aprende a vivir cosas de tu edad. Si vas a fumar, hazlo cuando tus padres no te puedan discutir tus desiciones.
Con eso en mente, volví a hacerlo al cumplir los dieciocho. Debía sacarme la espina que había quedado años atrás. Llegué a casa y lo hice frente a él, sentada en el sofá de la sala.
Papá se sentó a mi lado al verme y mencionó que por lo menos ahora podía hacerlo sin atorarme. Me quitó un cigarrillo, lo encendió y suspirando de placer dijo:
—Esta, será la única vez que fumemos juntos —le dio otra pitada igual de profunda y se acomodó mejor, tomó una pose relajada y observaba el encendido tubo con nostalgia— Yo dejé de fumar el día que me enteré que Inessa estaba embarazada de Katya… —bufó ante el recuerdo— Las decisiones que un padre toma por sus hijos —alegó y aspiró otra vez.
Yo también continué, me relajé como él en el sillón. No es que no había fumado desde esa primera vez a mis catorce, solo que no lo había hecho al frente de mis padres.
—¿Sabes hija? —me preguntó, una última inhalación y apagó, lo poco que quedaba, en el cenicero que yo había colocado en la mesa— Solo te daré un consejo. No dejes que esto te consuma a ti, no permitas que nada te atrape. Tú eres la que decide, siempre será así, no lo olvides.
Sé que ese momento papá me hablaba de fumar, pero tenía razón. En todas las facetas de la vida, quien decide es uno, uno maneja su vida.
Lo malo es que, ser adulto en un mundo de adultos, implica mucho más que comer algo rico al llegar a casa, ver juntos una película o ir al parque. Cuando uno es adulto las decisiones que se toman, no pueden ser las de un niño.
—Le pediré a Anna que se mude a un hotel hasta que salga de gira, yo regresaré a uno también —me dice Yulia al terminar de contarme las últimas novedades.
Llegó hace un par de horas y me tapó la boca cuando le abrí la puerta de la habitación. Apagó mi celular y lo envolvió en una toalla, para luego guardarlo bajo mi ropa en la maleta y sacarme en silencio de la habitación. No fue hasta que llegamos al restaurante del hotel que me permitió saludarla.
—Le pediré a Ivanovich que envíe a su equipo para limpiar tu casa y que vaya también a la mía.
—No creo que sea de mucha ayuda. Además, quién sea que colocó los micrófonos, se enterará de inmediato que los encontramos —explicó Yulia lo evidente— Samir dijo que nos mantengamos al margen, que él se encargará.
—¿Desde cuándo, tu hermano, es tan poderoso para resolver todo lo que nos aqueja?
—Ve tú a saber, no tengo idea —Respiró cansada— Tengo miedo Lena… Todo esto es demasiado.
Lo es, a veces me pregunto a donde se fue mi vida de adulto, porque esto que vivo es mucho más que eso. Siento que no estoy preparada para tanto conflicto, para seguir pretendiendo que las cosas están bien. Me siento una niña que no sabe lo que hace o si las cosas mejorarán después de tomar una decisión.
—Me ofrecieron un trabajo en Argentina… ¿Quieres venir?
Veo que la propuesta la toma por sorpresa y lo es, apenas me enteré en la mañana.
—Una revista de arquitectura vio las fotos de la ciudad y quiere contratarme para las tomas aéreas de unas casas para su revista. Son dos semanas en Sudamérica, lejos, donde nadie nos seguirá, o nos amenazará, o escuchará nuestras conversaciones.
—¿Cuándo?
—Las últimas dos de febrero —le confirmo y ella sube inconscientemente sus cejas en reclamo— No lo supe hasta hoy y pensaba no aceptar, no iba a romper nuestros planes.
—Okey… ¿pero ahora crees que es una buena idea?
—¿Por qué no? —le pregunto, sé lo que dirá, que estamos huyendo … pero ¿qué importa?
—Bien, vamos a Argentina entonces —me dice sin pensarlo demasiado— Hablaré con los demás productores. Tomaré unas semanas de vacaciones.
¿Así se toman las decisiones cuando se es adulto? Agarro las cosas y me voy, ¡listo! ¿Me olvido de todo y ya? Porque no siento que me haya ido del todo bien la última vez que lo intenté.
Llamaré a Ivanovich de todas maneras, prefiero tener la tranquilidad de que no existen personas que están escuchando hasta cuantas veces voy al baño en mi propia casa.
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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Re: HIDING (ADAPTACIÓN YULENA)// By: MintBlueNeon
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» EL CIELO DE RYN (ADAPTACIÓN A YULENA)
» REGLAS DE ORO (G!P) // ADAPTACIÓN YULENA
» LA APUESTA // (ADAPTACION A YULENA) BY: densgd14
» CELDA 066 (ADAPTACION YULENA) POR: DiLea