AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
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RAINBOW.XANDER
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Porque lo dejas en la mejor parte dios...
Kamila- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 02/04/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Bueno chicas, por hoy... el último capítulo.
Un beso
Bye-Bye!
A leer!!!!
CAPITULO 29: LO QUE SIGNIFICA…
Tan pronto como abrí la puerta de su celda, haciendo un fuerte ruido chirriante entré a la unidad.
Al instante, miré en su dirección, aún estaba durmiendo sobre su cama. Dormida boca arriba, con las sabanas cubriendo solo la mitad de sus piernas, mientras una gran parte de ellas estaban en el suelo. Sonreí tímidamente, al encontrar toda la escena un tanto linda.
Caminé hacia su cama, y durante todo el camino, mis ojos se mantuvieron fijos en sus rasgos faciales. A veces, tenía la impresión de que se volvía más bella con cada día que pasaba. O tal vez, eran mis sentimientos hacia ella. De cualquier forma, lo obvio, es que ella me hace sentir cosas.
-Yulia... - La llamé, en un tono no tan alto, tratando de despertarla sin alterarla. -Yulia... - la llamé de nuevo, suavemente, cepillando algunos de sus cabellos detrás de su oreja. Comenzó a moverse en su somnolencia, gruñendo algo ininteligible. Parpadeó un par de veces para recuperar el enfoque, sonreí, sintiendo al instante una ligereza, cuando sus expresivos ojos se clavaron en los míos. -Hola...- saludé. Ella no respondió, simplemente bostezó en mi dirección. -Uh... Es hora de levantarse.
Ella volvió a gruñir.
-Vamos, estoy segura de que no deseas pasar toda la mañana aquí.
Ella volvió a bostezar, haciéndome reír en voz baja, forzándose a levantarse. -¿Estás segura de que no puedo dormir tan sólo cinco minutos más?
-¿Qué diferencia habrá? Solo levántate. Tengo una gran noticia.
Ella frunció el ceño. -¿Tienes una gran noticia? ¿Qué sucedió? ¿Qué es esa gran noticia?
-Levántate, toma tu ducha y luego te lo diré.
-Oh, está bien, está bien.- agitó la mano, dejando la cama. -Maldición, odio las condiciones...
~~ * ~~
Después de conseguir algunos productos de higiene con uno de los oficiales, nos dirigimos a las duchas. Las duchas en el Centro Médico estaban más limpias y más ordenadas que las reservadas para los residentes del centro penitenciario. Los cubículos privados y el agua caliente, eran uno de los lujos proporcionados y reservados para los oficiales, médicos y el personal en general.
Mi tendencia por Yulia, me arrastraba todo el camino hasta aquí, para que ella pudiera tomar sus duchas durante el día y, a veces por la noche. Lo bueno era que cuando ella la usaba, nadie más lo hacía. Pocas cosas en la vida, son más difíciles que encontrarte a ti mismo, totalmente indefenso, sin ropa, y en la ducha, justo al lado de un asesino en serie.
Yulia se dirigió hasta uno de los últimos cubículos del lugar, siempre escogiendo el mismo, cerró la puerta con cuidado y colgó la ropa en la parte superior de la puerta.
Por otro lado, yo, apoyé la cabeza contra la pared, cerrando los ojos, mientras oía el sonido del agua fluyendo.
Mi corazón cambió drásticamente de golpe, de un latido suave a uno más fuerte, cuando a solo pocos segundos, oí su voz desde dentro del cubículo.
-Entonces, ¿Cuál es esa gran noticia?- Parpadeé, en realidad no era de buen gusto, tener una conversación en un entorno como este.
-Err... ¿En serio? ¿Lo quieres saber ahora?
-¿Qué? Ya me desperté y ahora estoy tomando mi ducha. Así que ahora dime... ¿Qué es esa gran noticia?
No podía estar hablando en serio. ¡No puedo hablar con ella, mientras está desnuda, completamente mojada y bajo la ducha! -Ya te había dicho, que te lo diré más tarde, no durante tu ducha!- Traté de ser firme. -Honestamente, ¿Qué tipo de conversación sería esta? ¿De verdad quieres que te lo cuente ahora? ¿No puedes elegir un momento más oportuno?
-¿Te sientes incómoda con esta conversación?- Noté su confusión.
-Sí.
-¿Por qué?
Mis mejillas se ruborizaron a la décima potencia. -Es porque, es muy inapropiado.
-¿Por qué?
-Porque...- ¡Por el amor de dios!, ¿Por qué estábamos teniendo una conversación aquí? -Estas...
-Estoy...-, insistió.
-Desnuda....- solté, mirando hacia otro lado. -Y mojada.
Hubo un silencio después de eso.
Fue un poco embarazoso.
-¿Me puedes hacer un favor?-, Me preguntó de repente y parpadeé, con la mirada lejos del cubículo.
-¿Cuál?
-Mi playera acaba de caer en el suelo...- Mi rostro giró hacia ella. Y de hecho, si, la prenda estaba en el suelo. -¿Puedes colgarla sobre la puerta, por favor?
Suspiré, mostrando un poco de incomodidad, pero termine haciéndolo de todos modos. Me levanté, tomé la playera del suelo, acercándome al cubículo con el fin de ponerla en su lugar. Estaba por dejar la playera encima, sin embargo, me congelé al instante que abrió la puerta y me miró fijamente.
Mi corazón golpeó de forma violenta contra mi pecho, mis ojos, poco a poco, siguieron cada parte de la piel que me daba a conocer. A pesar de que estábamos vinculadas en actividades sexuales... yo era la que siempre terminaba siendo expuesta. Siempre fui yo, quien perdía la ropa. La mayor parte del tiempo, ni siquiera estábamos totalmente desnudas. Yulia principalmente, seguiría vestida con su uniforme naranja - o se quedaría con una pieza de su ropa para dormir color gris – siempre encima de mí. Yulia nunca me había mostrado toda su gloria antes, y ahora, era imposible no mirar.
Muy pronto, conseguí tener seca la boca. Mis labios solo se paralizaron con el deseo de tocar su piel como la corriente de agua que corría a través de su torso. Su piel tan bella y suave...
Tragué el nudo en mi garganta, justo hipnotizado por la vista delante de mí. Y ya que me sentí algo que se quemaba en un lugar más bajo de mi estómago, mis ojos se abrieron cuando el agua salpicó de repente en mi dirección. Sus risas llenaron el lugar y yo todavía estaba allí, inmóvil, viendo como actuaba, si fuera una niña jugando con el agua dentro de la ducha.
Mi camisa, pantalón, mi rostro... todo estaba mojado. Y cuando pensé que había terminado, ella tiró de mí hacia dentro, engulléndome completamente en el chorro de agua. Mi boca se abrió, justo cuando sentí el agua helada y jadeé. ¡Dios!, ¿Por qué el agua estaba tan fría? Su risa me enojó.
-¿Pero qué estás haciendo?-, Pregunté enojada con su comportamiento. No respondió, simplemente seguía riéndose de mí. Traté de escapar, pero me retuvo contra la pared, impidiéndome hacerlo. Estaba a punto de exigirle que me dejara ir, pero al ver su rostro, las palabras acabaron muriendo en mi boca.
Tragué saliva, cuando observé que las gotas de agua, resbalaban por su nariz, luego a sus labios y finalmente, sobre la garganta de Yulia. Los pensamientos se arremolinaron en mi cabeza, ocasionando que lamiera mis propios labios. Ella sonrió y pese al frio, mi interior se sentía tan caliente. Al instante que su risa se esfumó, sentí su mano tirando de mi bata blanca, ahora completamente empapada, cayó al suelo húmeda, enviando un estallido de llamas a través de mis extremidades.
-¿Por qué estás tan incómoda, con esta conversación?-, Preguntó a sólo pulgadas de distancia de mis labios. Cerré los ojos, mi cuerpo se calentó, incluso bajo el agua helada.
-Es inapropiado- Yulia procedió a mover sus manos debajo de mis pantalones y rápidamente los desabrochó.
Me estremecí. -¿Por qué es inapropiado?- susurró en mi oído, y apenas podía escuchar lo que estaba diciendo.
-Porque...tú... estas...- Mis palabras tenían problemas para de salir, al sentir sus manos arrancando mi camisa.
-¿Estoy que...?- Insistió, dejando pequeños besos sobre mi cuello y hombro.
-Des…desnuda...- respondí, tratando de ignorar la sensación. –Mo…mojada y ....- tartamudee, simplemente cerrando los ojos.
A medida que sus manos apartaron mi sujetador fuera del camino, su dedo índice, acarició el torso desde el valle de mis senos hasta la cúspide de mi abdomen. Siseé.
-Y... porque tú lo estás, Doc. Ahora, tú también estas desnuda.
~~ * ~~
A medida que su cabeza descendía entre mis piernas, me perdí. Mi piel estaba sensible por todo lo que estaba pasando. Cuando los labios de Yulia se presionaron contra la parte interior de mis muslos, no pude detener el gemido que emergió desde mi garganta. Inhalé bruscamente, sabiendo exactamente lo que venía a continuación.
¡Oh Dios, por favor!, Deja que sobreviva a esto.
~~ * ~~
Me tomó un tiempo recuperar el control y la calma, y para cuando finalmente lo hice, liberé el hombro de Yulia. No había tela en ese momento para protegerla de mí mordida, esta vez, la marca de mis dientes en su piel, eran aún más evidentes.
-¿Estás bien?-, Preguntó en mi oído, y lamenté, no poderme quedar así con ella, el resto de mi vida.
Asentí con la cabeza, dándole una respuesta positiva. Me besó en la mejilla y rápidamente, se puso de pie para cerrar la ducha. Yo solo me mantuve en el mismo lugar, recuperando mis fuerzas, mientras Yulia tomaba su toalla para secarse. Después de terminar, me pasó la toalla, para luego tomar su propia ropa y empezar a vestirse.
Mi corazón comenzó a latir un poco más rápido, cuando terminé de usar la toalla y noté algo. -Hm... Yulia...-, la llamé, mis ojos se ampliaron por el repentino descubrimiento.
-Sí, ¿Qué pasa?- Ella se volvió hacia mí, completamente vestida con su habitual uniforme de residente, color naranja.
-Mi ropa...- Sus ojos cayeron junto a la ropa a mis pies, completamente empapada. -No puedo... usarlas... así...
-¿No tienes una de repuesto?-, Preguntó con inocencia.
-¿Por qué debería tener una de repuesto?
Yulia se encogió de hombros. -No lo sé. Yo tengo una. -Y justo en ese momento abrió sus ojos completamente. -Espérame aquí. No te muevas que ahora vuelvo.
-¿Qué? ¿A dónde vas? -Ella ni siquiera esperó a que yo hablara y pronto, ya había desaparecido. -¿Yulia? ¡Oh, mierda! -maldije. -Bueno, no es como si pudiera ir a otro lugar así como estoy, ¿O sí?- Dije a nadie en particular. -¡Jesús!, ¿Por qué me está pasando esto a mí?- Alcé la vista, muy avergonzada por terminar en esta situación. -Esto es genial, jodidamente genial.
No había nada más que pudiera hacer, que esperar por ella. Cuando por fin regresó, sólo unos minutos más tarde, mis ojos se abrieron cuando me entregó ropa interior, una playera negra y pantalones de color naranja.
-Puedes usar esta muda.- Dijo con aprobación
-¿Qué? ¡No puedo llevar esto!
¿Por qué no? Está limpio.
-Dice 'PRESO' en la espalda.- Di vuelta a la camisa hacia ella, mostrándole la palabra.
-Será sólo por un tiempo. Llévalo mientras pones tu ropa en la lavandería. Cuando se seque, cámbiatela. -Supongo que es una buena idea.
-Ah, está bien.- devolví, un poco molesta por la situación. Ella, se soltó a reír cuando agarré el resto de la ropa de sus manos y cerré la puerta del cubículo.
-No es, como si no te hubiera visto desnuda antes, ¿Lo sabes no?
-Oh, cállate.- Gruñí, tratando de vestirme lo más rápido que pude.
Y ella se echó a reír, una vez más.
Cuando por fin estuve vestida, salí del cubículo, sosteniendo la ropa mojada en mis manos. Yulia tenía una pequeña sonrisa al verme vestida. Me las arreglé para ignorarla mientras colocaba la ropa en el carrito, con el fin de no tirar agua en el suelo.
Y en silencio, comenzamos a caminar hacia la lavandería.
~~ * ~~
-Gracias.- Murmuré, esperando a que la secadora terminara su trabajo. Yulia y yo nos sentamos en la mesa de la lavandería, espalda contra espalda. Con el paso de los minutos, me di cuenta, que tendría que haber sido un poco más agradecida por lo que hizo por mí.
-¿Por qué?-, Preguntó curiosa.
-Por el juego de ropa extra.
-¿No podía dejarte desnuda o sí?
-Sí que podías.- Le contesté.
-Pero entonces, sería una idiota.- Ella señaló y rió.
-Sí. Así que... gracias, por no serlo. -Repetí. El hecho de que no estuviera viéndola a la cara, hacia el ambiente un poco menos torpe. -Gracias por la ropa de todos modos. No es tan incómoda como pensé que sería. Me refiero, a los uniformes de los residentes. -añadí.
-No se trata de la tela, Doc, es sobre el significado - me respondió, y rápidamente lamenté haber dicho algo tan tonto - Cuanto más tiempo la uses, más pesadas se harán.
-Lo siento - De repente me sentí culpable.
-¿Por qué te disculpas?
-Lo que dije fue una estupidez - aclaré mi garganta -Y fue desconsiderado.
-¿Desconsiderado?- Rió -¿Por qué te conviertes a veces en una Doctora, Doc?
-¿Qué?
-Nunca conocí a un médico como tú - Pronunció, inclinando la parte posterior de su cabeza en mi hombro - Es la primera vez que veo a una Doctora tan...
-¿Tan qué?
-... Extraña - Añadió y parpadeé
-No soy extraña.
Sí lo eres. Eres excesivamente emocional, con tendencia a hacer cosas ilegales por un preso, y en verdad, cuidas de ellos. Es extraño, Doc. Estás mal de la cabeza.
-La última parte es bastante cierta.- La secundé, ganándome una risa de su parte.
-Debes detenerte.- Aconsejó, y me resultó extraña su voz, parecía que había cambiado el tono, ligeramente.
-¿Detener qué?
-Ser así - Parpadeé, sin pronunciar ni una sola palabra - Alguien puede... aprovecharse de ti - Mi corazón latió drásticamente en mis oídos - Eres demasiado buena... y eres demasiado inocente... - Se detuvo por un segundo - Y... si piensas en ello... también demasiado estúpida - Cerré los ojos, sintiendo la garganta obstruida - Eres una buena persona, Lena. No deberías estar aquí. Este lugar no es para gente como tú. Diablos, ni siquiera es para personas como Irina. Este lugar es para gente como enfermos... es para gente como el tipo que le disparó a Domen - ... es para gente como yo ...
Hubo un silencio después de sus palabras.
-Yulia... - La llamé. Percibí el movimiento de su cabeza -Tú eres una buena persona - Declaré.
-Te dije que dejaras de ser así - Me reí por su comportamiento.
-Yulia... - la llamé de nuevo. Mi voz ahora era tan baja como la de ella.
-Hmm ...
- ... ¿Te estás aprovechando de mí? – Pregunté, sintiendo las yemas de los dedos de mis manos y pies, adormecerse.
Hubo un silencio, y era mortificante, la enorme posibilidad, de que su respuesta fuera afirmativa -¿Yu…Yulia?
-No... de la forma... que crees que soy - Mis ojos se abrieron un tanto, por la respuesta obtenida. Eso quería decir, que sí. No, no estaba loca, la oí decir que sí, ¿cierto?. Me limpié rápidamente una lágrima obstinada, recorriendo mi rostro.
-Así que... eso significa que sí - Respaldé con un movimiento de cabeza y la humillación latente en mí. ¿Qué estaba haciendo aquí? ¿Por qué no huyo? ¿Cómo puedo seguir en este cuarto, espalda contra espalda con ella, cuando me acababa de decir sin rodeos, que me está usando? Esto es…
-Tú lo has dicho... - empezó a decir - Podrías... sacarme de aquí - Tragué saliva -¿Eso... es... aprovecharse de ti... porque... yo... quiero que te quedes... hasta lograrlo?
Otro silencio.
-¿Sólo por eso? - Pregunté. Por favor, niégalo. Por favor, di que es porque yo te gusto. Por favor.
-No. Es decir... que... hay...hay otras…cosas - ¿Otras cosas? ¿Qué significa eso? ¿Se refiere... al sexo? ¿Es sólo por el sexo y la posibilidad de sacarla? ¿Eso es todo?
-Yulia...- La llamé una vez más -¿Soy... ... sólo un juguete para ti?
-Si lo fueras... no tendríamos esta conversación - Me tomó un par de segundos entender lo que en realidad quería decir - Confío en ti, Lena. Y... ha pasado mucho tiempo... desde que…confié en alguien más.
La sensación fue tan abrumadora, que más lágrimas fueron cayendo por mis ojos. Mis manos cubrieron rápidamente mi rostro, y no pude evitar escapar un suspiro de alivio.
-¿Estás llorando... otra vez?- La oí preguntar y a pesar de mi estado embarazoso, me reí entre lágrimas.
-Lo siento - Me disculpé y eso la hizo resoplar con incredulidad -No sucederá de nuevo.
-No hagas promesas que no puedes mantener, Doc - dijo en broma.
Me reí.
-Yulia... - la llamé, exhalando todas mis dudas y luchas -También confío en ti - Le compartí tranquila, queriendo que ella lo supiera.
-Lo sé - dijo, un poco pretenciosa.
-Y Yulia... - hice una pausa durante un momento. ¿Era el momento adecuado para decirlo? Estábamos teniendo una conversación sincera en este instante. ¿Qué podría ser más sincero que esto? - Yo... - Vamos, Lena, sólo dilo. Puedes hacerlo. Sólo se trata de tres palabras. Sólo pronuncia dos más ahora. Vamos simplemente hazlo, ¡Maldita sea! - Yo en verdad te... Yo te…
-¡OYE!- Ambas nos estremecimos con la voz áspera del oficial en el pasillo. Rápidamente nos bajamos de la mesa, y yo usé las mangas de la camisa para limpiar mis lágrimas. -¿QUÉ CREEN QUE ESTÁN HACIENDO AQUÍ?
-Lo siento, oficial....- Dije, mis manos temblorosas por la vergüenza -Pero estamos...
Él ni siquiera me dejó terminar - ¡Salgan de aquí, reclusas de mierda!
-Oficial- Traté de hablar, levantando el dedo -No soy una reclu…
El oficial se acercó a mí, de forma amenazante, y la expresión de su cara, me hizo perder las palabras que tenía en mente -YO. DIJE. FUERA. DE.AQUI. - Soltó, prácticamente escupiendo en mi cara -O recibirán un tiro, putas lesbianas.
-No soy…
-No pierda su tiempo con nosotras, oficial - Yulia dijo rápidamente, llamando la atención a sí misma - Estamos esperando a que la secadora termine su trabajo - señaló con la mano.
-¿Crees que me importa?- preguntó y Yulia levantó las cejas.
-En realidad no. Pero se preguntará que estamos haciendo aquí y eso es... lo que estamos haciendo - Ella chasqueó la lengua después de decirlo.
-No pueden quedarse en este lugar sin supervisión.
-No tiene de que preocuparse, oficial - Agregué en ese momento - Estoy cuidando de la residente - Lo vi fruncir el ceño.
-¿Qué?- en seguida, miró a Yulia -Llévate a tu puta y loca novia, reclusa - Pestañeé, sin poder hablar.
-¿No podemos esperar hasta que la secadora…
-¡AHORA!- Gritó, por lo que ambas nos estremecimos otra vez.
-Ah, bien, bien. Qué caos... -Yulia tiró de mí para que caminara junto a ella.
-Yulia... ¿Qué haces? - Pregunté, tratando de no dejar que el oficial justo detrás de nosotras escuchara.
-¿Qué? Tú lo escuchaste. Él quiere que nos vayamos - me respondió de la misma forma.
- Necesito mi ropa.
-Bueno, ahora mismo no puedes tomarlas. Simplemente relájate, quédate tranquila, y sígueme - Miré hacia atrás, y con la lavandería distanciándose cada vez más, mis tripas sentían algo siniestro en el aire.
-No me gusta para nada esto.
-A nadie le gusta - Ella completó mi oración.
- Cállense las dos - Nos ordenó el oficial.
-¿Qué? ¿Ni siquiera podemos hablar en este lugar? - pregunté, molesta.
-¡Hey!, ¡¿Oíste lo que dije?¡- Suspiré, ya cansada.
-¡Mierda!.- Solté, y Yulia dio un resoplido. En cuanto esas palabras salieron de mi boca, mi cuerpo fue golpeado rápidamente contra la pared, mi brazo derecho fue tirado hacia mi espalda con demasiada fuerza por el oficial.
-¡Mejor cierra la boca! ¡¿Me escuchaste?! -¿Pero qué? ¿Qué está pasando? ¿Cómo era posible que me estuviera tratando de esta forma? Dejé escapar un quejido de dolor mientras mi brazo seguía retenido contra mi espalda, con más fuerza. No sabía que esto podía doler tanto.
-Oficial... hm ... por favor ...- oí a Yulia llamarlo de nuevo - No hay necesidad de ser tan violento. Verá... - Se detuvo por un segundo - Mi compañera, aquí... nada más está liberando su frustración por el hecho de que la secadora está tomando una eternidad para secar la ropa. Ahora, entendemos que no quiera que nos quedemos aquí, sobre todo cuando hay mucho sol fue…
-¡Sólo cierra tu maldita boca y no hables más!
-Lo haré si libera a mi compañera - Eso fue sin duda, la amenaza más aburrida que he visto.
Suspiré aliviada, cuando sentí mi brazo ser liberado. ¡Oh Dios! ¿En serio? ¿Su amenaza funcionó? ¿¿Cómo es posible??
-Ahora, si nos disculpa - Dijo Yulia, tirando de mí a su lado.
-Te dije que te callaras - resopló - Quédate conmigo y haz lo que diga, ¿de acuerdo? - Asentí con la cabeza, siguiendo sus pasos.
~~ * ~~
-No entiendo - Dije, cuando caminamos fuera del edificio y estuvimos cerca del patio. -¿Por qué me trató de esa forma?
-Tu ropa dice ‘PRESO’, ¿recuerdas? - Dijo sin dejar de caminar.
-Pero... no lo soy.
-Para todo el mundo, aquí, sí lo eres - se encogió de hombros.
-¿Qué pasa con mi cara?- la seguí de cerca.
-¿Tu cara?
-Soy una Doctora, siempre me ven por aquí. ¡Ellos conocen mi cara! Ellos no deberían…
-Lena...- me llamó y se me quedó mirando -Siento decepcionarte, pero...no reconocen tu cara - Negó con la cabeza, burlándose un poco por lo que había dicho. Mis ojos se entrecerraron -Te ven en color naranja, eres una reclusa. Te ven en azul, eres un oficial. Te ven en blanco, eres un médico. Aquí, nadie se preocupa cómo eres, sólo se fijan en el color de la ropa que usas.
Por alguna razón, esas palabras eran mucho más fuertes de lo que parecían.
-Te lo dije, Doc – Empezó a caminar, colocando sus manos en sus bolsillos -No se trata de la tela, es sobre el significado.
~~ * ~~
-¡No puedo hacer esto! ¡No puedo quedarme así! - Negué con la cabeza, mientras Yulia tomaba las hojas de un árbol -¡Necesito mi ropa!
-No te preocupes, las recuperaremos - me aseguró.
-Tiene que ser lo más pronto posible. ¿Qué pasa si no podemos sacarla antes de que termine la recreación?
-Tendremos que volver a nuestras celdas.
-¡Exacto! ¡Pero no soy una reclusa! No tengo una celda.
-Puedes usar la que está junto a la mía. Está vacía.
-¡Estoy hablando en serio, Yulia!
-No te preocupes, Doc. Vamos a recuperarla. Lo haremos. Eso sí, no llames más la atención, y seremos capaces de ir por ellas, Doc.
-Es gracioso que lo digas, porque tú siempre estás intentando llamar la atención.
-Puedo asumir las consecuencias... pero tu... no tanto - Ella volvió la cabeza y yo apreté los puños.
-Claro que puedo hacerlo.
-Esto, NO es un reto, Doc - Me interrumpió enseguida. Resoplé - Solo admítelo. Tú quieres tu ropa de vuelta, porque no puedes soportar ser tratada como un pedazo de mierda. No es embarazoso decirlo - Ahora, mis dientes eran lo que se apretaban -No trates de ser algo que no eres, sólo para impresionarme. Terminarás como una estúpida si lo haces.
-No estoy tratando de impresionarte -negué.
-Entonces, ¿Por qué estás enojada?
-¡Porque estoy siendo tratada como una pedazo de mierda! - Mi arrebato la hizo reír. -¡Esto es ridículo! ¡Yo sabía que no debía ponerme este uniforme! ¿En que estaba pensando?
-Si no llevaras, ese uniforme, habrías sido descubierta en el cubilo, desnuda, por ese oficial.
-¿Qué?
-Él iría a ducharse. O a masturbarse. De cualquier forma, estoy bastante segura de que simplemente morirías de vergüenza si él te hubiera visto en ese estado. Alégrate de que yo estaba allí para ayudarte - levantó los hombros.
-Está bien, ¿Sabes qué? En primer lugar, esto… - dije apuntando el uniforme de reclusa. -¡No habría ocurrido si no me hubieras empapado como si estuvieras jugando en un parque acuático!
-Sabes, puedes gritarme todo lo que quieras ahora... ¿Pero, quién era la que decía ¡'Ah, más rápido!' hace solo un par de minutos atrás?
Mi cara se enrojeció de inmediato.
-Perdiste tu argumento, nena, simplemente acéptalo - dijo sin rodeos. Engreída.
-No eres más que ...- gruñí furiosamente haciéndola reír.
-Hey ... relájate. Voy por tu ropa, ¿de acuerdo? - Mis ojos volvieron hacia ella - Solo espera.
~~ * ~~
-¿Cómo lo harás?- Le pregunté curiosa - Con toda la mierda que hay dentro, tú me entiendes - Añadí. Y con la mierda, quería decir a los cabrones de los oficiales. Y también, a cómo la gente de aquí, parece tratarte simplemente por el color de tu ropa y no por quien eras.
-Uno se acostumbra a todo - me respondió -Te acostumbras a un montón de cosas en la vida, Doc - Sentí una melodía triste en sus palabras - Sólo se requiere de tiempo.
-¿Estás bien?- Le pregunté preocupada. Ella asintió con la cabeza.
-Sí, estoy bien, no te preocupes - desestimó al instante.
- Oh, hola allí....- Oí repentinamente una voz masculina.
A medida que mis ojos se posaron en el hombre delante de nosotras, vi su uniforme gris, indicando que era de Penitenciaría Regular. También pude ver que tenía tatuajes por todo su cuello. Probablemente tenía muchos más bajo el uniforme -Nunca las había visto por aquí... - dijo en tono burlón, lamiéndose los labios, al instante, mi corazón latió más rápido, temerosa por el resultado de esta conversación -¿Qué están haciendo dos preciosas y atractivas damas como ustedes... en un lugar como este?
-No es de tu incumbencia - Contesté, al no gustarme su actitud.
-Uh, ruda. Me gusta.
-¡Sólo déjenos en paz!
- Nosotros dos, deberíamos quedarnos solos, nena... - Me tocó la cara y rápidamente lo empujé.
-¡No me llames así! - Definitivamente no me estaba gustando su chulería -¡Y deja de tocarme! ¡No te he dado permiso para hacerlo!
-¿Acaso no es más emocionante de esta forma? ¿Verdad que si? -¿Por qué los oficiales ni siquiera se molestan en detenernos?
-¡Lárgate, no nos interesas! - Dije molesta.
-Por supuesto que sí... sólo están jugando a hacerse las difíciles para conseguir un polvo - Él sonrió y se puso aún más cerca de nosotras -Todas las chicas de por aquí, quieren a Big D - ¡Jesucristo!, ¿Cuál era su problema? - Solo mira a tu compañera...- Él chasqueó la lengua señalando con la cabeza a Yulia. Volví la cara para verla, y noté sus ojos cerrados. También me pareció un poco extraño que estuviera tan silenciosa - Apuesto a que ahora mismo, ella se lo está imaginando. Tú sabes que ella lo desea.
Sólo ignoré lo que había dicho, mi corazón latió con demasiada fuerza en un segundo, esto ya no se trataba sobre sus modales. Se trataba de Yulia, en cuanto ella abrió los ojos, lo vi. Esa, era la misma mirada de muerte que tiró sobre mí, cuando mencioné el nombre de Domen en su momento - Apuesto a que está mojada ahí abajo... - Cerré los ojos. ¡Mierda!.
-¡Sólo cierra la boca y vete!- Le ordené, con las manos temblorosas.
-¿Por qué? La perra seguramente quiere que alguien...
-¡Lárgate o muere!- le grité, parada frente a él y Yulia.
-¿Crees que me enamoro de esas tontas amenazas? Yo…
-¡No es una amenaza, es una advertencia!- La urgencia en mi voz, le hizo fruncir su ceño. Me giré, para mirar a Yulia, que lentamente se veía cada vez más distante -¿Yulia? Hey, no le hagas caso. Él solo está haciendo estúpidos chistes.
-Yo también puedo hacer chistes - Ella sonrió y yo trague duro -Él piensa que es divertido... que tan gracioso sería si…
-Hey, me prometiste que no le harías daño a nadie, ¿lo recuerdas?- Traté de detenerla. Tenía demasiado miedo de que fuera capaz de matarlo ahí mismo. Y si lo mataba, entonces ella... -¡Yulia! ¡Soy yo, Lena!
-Sé quién eres. Pero él, es quién no sabe quien soy yo - Eso, es más o menos cierto. Tal vez, él era un novato y no sabía nada sobre Yulia -Él necesita a alguien... que lo instruya...
¡No no no no!. ¡Mierda!. ¡Esto se está yendo por un mal camino! Negué con la cabeza, tratando de detenerla. Mis manos tomaron su rostro, rezando para que pudiera retenerla, e inmediatamente me lancé a sus labios. La besé. Sin importar que estuviéramos en medio del patio. Ni siquiera importaba que alguien pudiera vernos. Todo lo que quería, era proteger a Yulia, y si besarla en ese momento, era la forma de hacerlo, entonces lo haría.
Mi corazón seguía latiendo con fuerza, sintiendo que finalmente su tensión se disipaba. Cuando sentí sus labios separándose para capturar los míos, rápidamente dejé sus labios, y la besé en la mejilla. Mis brazos la abrazaron con fuerza y mi cabeza, se posó a su hombro - Sólo déjalo ir, él no es digno de ti - Le dije en su oído.
Ella exhaló y tuve la sensación, de que se estaba calmando -Está bien, Yulia... estoy aquí - pronto sentí sus manos en mi cintura.
-Lena...- me llamó.
-Hmm...
-¿Qué me estás haciendo?
Un beso
Bye-Bye!
A leer!!!!
CAPITULO 29: LO QUE SIGNIFICA…
Tan pronto como abrí la puerta de su celda, haciendo un fuerte ruido chirriante entré a la unidad.
Al instante, miré en su dirección, aún estaba durmiendo sobre su cama. Dormida boca arriba, con las sabanas cubriendo solo la mitad de sus piernas, mientras una gran parte de ellas estaban en el suelo. Sonreí tímidamente, al encontrar toda la escena un tanto linda.
Caminé hacia su cama, y durante todo el camino, mis ojos se mantuvieron fijos en sus rasgos faciales. A veces, tenía la impresión de que se volvía más bella con cada día que pasaba. O tal vez, eran mis sentimientos hacia ella. De cualquier forma, lo obvio, es que ella me hace sentir cosas.
-Yulia... - La llamé, en un tono no tan alto, tratando de despertarla sin alterarla. -Yulia... - la llamé de nuevo, suavemente, cepillando algunos de sus cabellos detrás de su oreja. Comenzó a moverse en su somnolencia, gruñendo algo ininteligible. Parpadeó un par de veces para recuperar el enfoque, sonreí, sintiendo al instante una ligereza, cuando sus expresivos ojos se clavaron en los míos. -Hola...- saludé. Ella no respondió, simplemente bostezó en mi dirección. -Uh... Es hora de levantarse.
Ella volvió a gruñir.
-Vamos, estoy segura de que no deseas pasar toda la mañana aquí.
Ella volvió a bostezar, haciéndome reír en voz baja, forzándose a levantarse. -¿Estás segura de que no puedo dormir tan sólo cinco minutos más?
-¿Qué diferencia habrá? Solo levántate. Tengo una gran noticia.
Ella frunció el ceño. -¿Tienes una gran noticia? ¿Qué sucedió? ¿Qué es esa gran noticia?
-Levántate, toma tu ducha y luego te lo diré.
-Oh, está bien, está bien.- agitó la mano, dejando la cama. -Maldición, odio las condiciones...
~~ * ~~
Después de conseguir algunos productos de higiene con uno de los oficiales, nos dirigimos a las duchas. Las duchas en el Centro Médico estaban más limpias y más ordenadas que las reservadas para los residentes del centro penitenciario. Los cubículos privados y el agua caliente, eran uno de los lujos proporcionados y reservados para los oficiales, médicos y el personal en general.
Mi tendencia por Yulia, me arrastraba todo el camino hasta aquí, para que ella pudiera tomar sus duchas durante el día y, a veces por la noche. Lo bueno era que cuando ella la usaba, nadie más lo hacía. Pocas cosas en la vida, son más difíciles que encontrarte a ti mismo, totalmente indefenso, sin ropa, y en la ducha, justo al lado de un asesino en serie.
Yulia se dirigió hasta uno de los últimos cubículos del lugar, siempre escogiendo el mismo, cerró la puerta con cuidado y colgó la ropa en la parte superior de la puerta.
Por otro lado, yo, apoyé la cabeza contra la pared, cerrando los ojos, mientras oía el sonido del agua fluyendo.
Mi corazón cambió drásticamente de golpe, de un latido suave a uno más fuerte, cuando a solo pocos segundos, oí su voz desde dentro del cubículo.
-Entonces, ¿Cuál es esa gran noticia?- Parpadeé, en realidad no era de buen gusto, tener una conversación en un entorno como este.
-Err... ¿En serio? ¿Lo quieres saber ahora?
-¿Qué? Ya me desperté y ahora estoy tomando mi ducha. Así que ahora dime... ¿Qué es esa gran noticia?
No podía estar hablando en serio. ¡No puedo hablar con ella, mientras está desnuda, completamente mojada y bajo la ducha! -Ya te había dicho, que te lo diré más tarde, no durante tu ducha!- Traté de ser firme. -Honestamente, ¿Qué tipo de conversación sería esta? ¿De verdad quieres que te lo cuente ahora? ¿No puedes elegir un momento más oportuno?
-¿Te sientes incómoda con esta conversación?- Noté su confusión.
-Sí.
-¿Por qué?
Mis mejillas se ruborizaron a la décima potencia. -Es porque, es muy inapropiado.
-¿Por qué?
-Porque...- ¡Por el amor de dios!, ¿Por qué estábamos teniendo una conversación aquí? -Estas...
-Estoy...-, insistió.
-Desnuda....- solté, mirando hacia otro lado. -Y mojada.
Hubo un silencio después de eso.
Fue un poco embarazoso.
-¿Me puedes hacer un favor?-, Me preguntó de repente y parpadeé, con la mirada lejos del cubículo.
-¿Cuál?
-Mi playera acaba de caer en el suelo...- Mi rostro giró hacia ella. Y de hecho, si, la prenda estaba en el suelo. -¿Puedes colgarla sobre la puerta, por favor?
Suspiré, mostrando un poco de incomodidad, pero termine haciéndolo de todos modos. Me levanté, tomé la playera del suelo, acercándome al cubículo con el fin de ponerla en su lugar. Estaba por dejar la playera encima, sin embargo, me congelé al instante que abrió la puerta y me miró fijamente.
Mi corazón golpeó de forma violenta contra mi pecho, mis ojos, poco a poco, siguieron cada parte de la piel que me daba a conocer. A pesar de que estábamos vinculadas en actividades sexuales... yo era la que siempre terminaba siendo expuesta. Siempre fui yo, quien perdía la ropa. La mayor parte del tiempo, ni siquiera estábamos totalmente desnudas. Yulia principalmente, seguiría vestida con su uniforme naranja - o se quedaría con una pieza de su ropa para dormir color gris – siempre encima de mí. Yulia nunca me había mostrado toda su gloria antes, y ahora, era imposible no mirar.
Muy pronto, conseguí tener seca la boca. Mis labios solo se paralizaron con el deseo de tocar su piel como la corriente de agua que corría a través de su torso. Su piel tan bella y suave...
Tragué el nudo en mi garganta, justo hipnotizado por la vista delante de mí. Y ya que me sentí algo que se quemaba en un lugar más bajo de mi estómago, mis ojos se abrieron cuando el agua salpicó de repente en mi dirección. Sus risas llenaron el lugar y yo todavía estaba allí, inmóvil, viendo como actuaba, si fuera una niña jugando con el agua dentro de la ducha.
Mi camisa, pantalón, mi rostro... todo estaba mojado. Y cuando pensé que había terminado, ella tiró de mí hacia dentro, engulléndome completamente en el chorro de agua. Mi boca se abrió, justo cuando sentí el agua helada y jadeé. ¡Dios!, ¿Por qué el agua estaba tan fría? Su risa me enojó.
-¿Pero qué estás haciendo?-, Pregunté enojada con su comportamiento. No respondió, simplemente seguía riéndose de mí. Traté de escapar, pero me retuvo contra la pared, impidiéndome hacerlo. Estaba a punto de exigirle que me dejara ir, pero al ver su rostro, las palabras acabaron muriendo en mi boca.
Tragué saliva, cuando observé que las gotas de agua, resbalaban por su nariz, luego a sus labios y finalmente, sobre la garganta de Yulia. Los pensamientos se arremolinaron en mi cabeza, ocasionando que lamiera mis propios labios. Ella sonrió y pese al frio, mi interior se sentía tan caliente. Al instante que su risa se esfumó, sentí su mano tirando de mi bata blanca, ahora completamente empapada, cayó al suelo húmeda, enviando un estallido de llamas a través de mis extremidades.
-¿Por qué estás tan incómoda, con esta conversación?-, Preguntó a sólo pulgadas de distancia de mis labios. Cerré los ojos, mi cuerpo se calentó, incluso bajo el agua helada.
-Es inapropiado- Yulia procedió a mover sus manos debajo de mis pantalones y rápidamente los desabrochó.
Me estremecí. -¿Por qué es inapropiado?- susurró en mi oído, y apenas podía escuchar lo que estaba diciendo.
-Porque...tú... estas...- Mis palabras tenían problemas para de salir, al sentir sus manos arrancando mi camisa.
-¿Estoy que...?- Insistió, dejando pequeños besos sobre mi cuello y hombro.
-Des…desnuda...- respondí, tratando de ignorar la sensación. –Mo…mojada y ....- tartamudee, simplemente cerrando los ojos.
A medida que sus manos apartaron mi sujetador fuera del camino, su dedo índice, acarició el torso desde el valle de mis senos hasta la cúspide de mi abdomen. Siseé.
-Y... porque tú lo estás, Doc. Ahora, tú también estas desnuda.
~~ * ~~
A medida que su cabeza descendía entre mis piernas, me perdí. Mi piel estaba sensible por todo lo que estaba pasando. Cuando los labios de Yulia se presionaron contra la parte interior de mis muslos, no pude detener el gemido que emergió desde mi garganta. Inhalé bruscamente, sabiendo exactamente lo que venía a continuación.
¡Oh Dios, por favor!, Deja que sobreviva a esto.
~~ * ~~
Me tomó un tiempo recuperar el control y la calma, y para cuando finalmente lo hice, liberé el hombro de Yulia. No había tela en ese momento para protegerla de mí mordida, esta vez, la marca de mis dientes en su piel, eran aún más evidentes.
-¿Estás bien?-, Preguntó en mi oído, y lamenté, no poderme quedar así con ella, el resto de mi vida.
Asentí con la cabeza, dándole una respuesta positiva. Me besó en la mejilla y rápidamente, se puso de pie para cerrar la ducha. Yo solo me mantuve en el mismo lugar, recuperando mis fuerzas, mientras Yulia tomaba su toalla para secarse. Después de terminar, me pasó la toalla, para luego tomar su propia ropa y empezar a vestirse.
Mi corazón comenzó a latir un poco más rápido, cuando terminé de usar la toalla y noté algo. -Hm... Yulia...-, la llamé, mis ojos se ampliaron por el repentino descubrimiento.
-Sí, ¿Qué pasa?- Ella se volvió hacia mí, completamente vestida con su habitual uniforme de residente, color naranja.
-Mi ropa...- Sus ojos cayeron junto a la ropa a mis pies, completamente empapada. -No puedo... usarlas... así...
-¿No tienes una de repuesto?-, Preguntó con inocencia.
-¿Por qué debería tener una de repuesto?
Yulia se encogió de hombros. -No lo sé. Yo tengo una. -Y justo en ese momento abrió sus ojos completamente. -Espérame aquí. No te muevas que ahora vuelvo.
-¿Qué? ¿A dónde vas? -Ella ni siquiera esperó a que yo hablara y pronto, ya había desaparecido. -¿Yulia? ¡Oh, mierda! -maldije. -Bueno, no es como si pudiera ir a otro lugar así como estoy, ¿O sí?- Dije a nadie en particular. -¡Jesús!, ¿Por qué me está pasando esto a mí?- Alcé la vista, muy avergonzada por terminar en esta situación. -Esto es genial, jodidamente genial.
No había nada más que pudiera hacer, que esperar por ella. Cuando por fin regresó, sólo unos minutos más tarde, mis ojos se abrieron cuando me entregó ropa interior, una playera negra y pantalones de color naranja.
-Puedes usar esta muda.- Dijo con aprobación
-¿Qué? ¡No puedo llevar esto!
¿Por qué no? Está limpio.
-Dice 'PRESO' en la espalda.- Di vuelta a la camisa hacia ella, mostrándole la palabra.
-Será sólo por un tiempo. Llévalo mientras pones tu ropa en la lavandería. Cuando se seque, cámbiatela. -Supongo que es una buena idea.
-Ah, está bien.- devolví, un poco molesta por la situación. Ella, se soltó a reír cuando agarré el resto de la ropa de sus manos y cerré la puerta del cubículo.
-No es, como si no te hubiera visto desnuda antes, ¿Lo sabes no?
-Oh, cállate.- Gruñí, tratando de vestirme lo más rápido que pude.
Y ella se echó a reír, una vez más.
Cuando por fin estuve vestida, salí del cubículo, sosteniendo la ropa mojada en mis manos. Yulia tenía una pequeña sonrisa al verme vestida. Me las arreglé para ignorarla mientras colocaba la ropa en el carrito, con el fin de no tirar agua en el suelo.
Y en silencio, comenzamos a caminar hacia la lavandería.
~~ * ~~
-Gracias.- Murmuré, esperando a que la secadora terminara su trabajo. Yulia y yo nos sentamos en la mesa de la lavandería, espalda contra espalda. Con el paso de los minutos, me di cuenta, que tendría que haber sido un poco más agradecida por lo que hizo por mí.
-¿Por qué?-, Preguntó curiosa.
-Por el juego de ropa extra.
-¿No podía dejarte desnuda o sí?
-Sí que podías.- Le contesté.
-Pero entonces, sería una idiota.- Ella señaló y rió.
-Sí. Así que... gracias, por no serlo. -Repetí. El hecho de que no estuviera viéndola a la cara, hacia el ambiente un poco menos torpe. -Gracias por la ropa de todos modos. No es tan incómoda como pensé que sería. Me refiero, a los uniformes de los residentes. -añadí.
-No se trata de la tela, Doc, es sobre el significado - me respondió, y rápidamente lamenté haber dicho algo tan tonto - Cuanto más tiempo la uses, más pesadas se harán.
-Lo siento - De repente me sentí culpable.
-¿Por qué te disculpas?
-Lo que dije fue una estupidez - aclaré mi garganta -Y fue desconsiderado.
-¿Desconsiderado?- Rió -¿Por qué te conviertes a veces en una Doctora, Doc?
-¿Qué?
-Nunca conocí a un médico como tú - Pronunció, inclinando la parte posterior de su cabeza en mi hombro - Es la primera vez que veo a una Doctora tan...
-¿Tan qué?
-... Extraña - Añadió y parpadeé
-No soy extraña.
Sí lo eres. Eres excesivamente emocional, con tendencia a hacer cosas ilegales por un preso, y en verdad, cuidas de ellos. Es extraño, Doc. Estás mal de la cabeza.
-La última parte es bastante cierta.- La secundé, ganándome una risa de su parte.
-Debes detenerte.- Aconsejó, y me resultó extraña su voz, parecía que había cambiado el tono, ligeramente.
-¿Detener qué?
-Ser así - Parpadeé, sin pronunciar ni una sola palabra - Alguien puede... aprovecharse de ti - Mi corazón latió drásticamente en mis oídos - Eres demasiado buena... y eres demasiado inocente... - Se detuvo por un segundo - Y... si piensas en ello... también demasiado estúpida - Cerré los ojos, sintiendo la garganta obstruida - Eres una buena persona, Lena. No deberías estar aquí. Este lugar no es para gente como tú. Diablos, ni siquiera es para personas como Irina. Este lugar es para gente como enfermos... es para gente como el tipo que le disparó a Domen - ... es para gente como yo ...
Hubo un silencio después de sus palabras.
-Yulia... - La llamé. Percibí el movimiento de su cabeza -Tú eres una buena persona - Declaré.
-Te dije que dejaras de ser así - Me reí por su comportamiento.
-Yulia... - la llamé de nuevo. Mi voz ahora era tan baja como la de ella.
-Hmm ...
- ... ¿Te estás aprovechando de mí? – Pregunté, sintiendo las yemas de los dedos de mis manos y pies, adormecerse.
Hubo un silencio, y era mortificante, la enorme posibilidad, de que su respuesta fuera afirmativa -¿Yu…Yulia?
-No... de la forma... que crees que soy - Mis ojos se abrieron un tanto, por la respuesta obtenida. Eso quería decir, que sí. No, no estaba loca, la oí decir que sí, ¿cierto?. Me limpié rápidamente una lágrima obstinada, recorriendo mi rostro.
-Así que... eso significa que sí - Respaldé con un movimiento de cabeza y la humillación latente en mí. ¿Qué estaba haciendo aquí? ¿Por qué no huyo? ¿Cómo puedo seguir en este cuarto, espalda contra espalda con ella, cuando me acababa de decir sin rodeos, que me está usando? Esto es…
-Tú lo has dicho... - empezó a decir - Podrías... sacarme de aquí - Tragué saliva -¿Eso... es... aprovecharse de ti... porque... yo... quiero que te quedes... hasta lograrlo?
Otro silencio.
-¿Sólo por eso? - Pregunté. Por favor, niégalo. Por favor, di que es porque yo te gusto. Por favor.
-No. Es decir... que... hay...hay otras…cosas - ¿Otras cosas? ¿Qué significa eso? ¿Se refiere... al sexo? ¿Es sólo por el sexo y la posibilidad de sacarla? ¿Eso es todo?
-Yulia...- La llamé una vez más -¿Soy... ... sólo un juguete para ti?
-Si lo fueras... no tendríamos esta conversación - Me tomó un par de segundos entender lo que en realidad quería decir - Confío en ti, Lena. Y... ha pasado mucho tiempo... desde que…confié en alguien más.
La sensación fue tan abrumadora, que más lágrimas fueron cayendo por mis ojos. Mis manos cubrieron rápidamente mi rostro, y no pude evitar escapar un suspiro de alivio.
-¿Estás llorando... otra vez?- La oí preguntar y a pesar de mi estado embarazoso, me reí entre lágrimas.
-Lo siento - Me disculpé y eso la hizo resoplar con incredulidad -No sucederá de nuevo.
-No hagas promesas que no puedes mantener, Doc - dijo en broma.
Me reí.
-Yulia... - la llamé, exhalando todas mis dudas y luchas -También confío en ti - Le compartí tranquila, queriendo que ella lo supiera.
-Lo sé - dijo, un poco pretenciosa.
-Y Yulia... - hice una pausa durante un momento. ¿Era el momento adecuado para decirlo? Estábamos teniendo una conversación sincera en este instante. ¿Qué podría ser más sincero que esto? - Yo... - Vamos, Lena, sólo dilo. Puedes hacerlo. Sólo se trata de tres palabras. Sólo pronuncia dos más ahora. Vamos simplemente hazlo, ¡Maldita sea! - Yo en verdad te... Yo te…
-¡OYE!- Ambas nos estremecimos con la voz áspera del oficial en el pasillo. Rápidamente nos bajamos de la mesa, y yo usé las mangas de la camisa para limpiar mis lágrimas. -¿QUÉ CREEN QUE ESTÁN HACIENDO AQUÍ?
-Lo siento, oficial....- Dije, mis manos temblorosas por la vergüenza -Pero estamos...
Él ni siquiera me dejó terminar - ¡Salgan de aquí, reclusas de mierda!
-Oficial- Traté de hablar, levantando el dedo -No soy una reclu…
El oficial se acercó a mí, de forma amenazante, y la expresión de su cara, me hizo perder las palabras que tenía en mente -YO. DIJE. FUERA. DE.AQUI. - Soltó, prácticamente escupiendo en mi cara -O recibirán un tiro, putas lesbianas.
-No soy…
-No pierda su tiempo con nosotras, oficial - Yulia dijo rápidamente, llamando la atención a sí misma - Estamos esperando a que la secadora termine su trabajo - señaló con la mano.
-¿Crees que me importa?- preguntó y Yulia levantó las cejas.
-En realidad no. Pero se preguntará que estamos haciendo aquí y eso es... lo que estamos haciendo - Ella chasqueó la lengua después de decirlo.
-No pueden quedarse en este lugar sin supervisión.
-No tiene de que preocuparse, oficial - Agregué en ese momento - Estoy cuidando de la residente - Lo vi fruncir el ceño.
-¿Qué?- en seguida, miró a Yulia -Llévate a tu puta y loca novia, reclusa - Pestañeé, sin poder hablar.
-¿No podemos esperar hasta que la secadora…
-¡AHORA!- Gritó, por lo que ambas nos estremecimos otra vez.
-Ah, bien, bien. Qué caos... -Yulia tiró de mí para que caminara junto a ella.
-Yulia... ¿Qué haces? - Pregunté, tratando de no dejar que el oficial justo detrás de nosotras escuchara.
-¿Qué? Tú lo escuchaste. Él quiere que nos vayamos - me respondió de la misma forma.
- Necesito mi ropa.
-Bueno, ahora mismo no puedes tomarlas. Simplemente relájate, quédate tranquila, y sígueme - Miré hacia atrás, y con la lavandería distanciándose cada vez más, mis tripas sentían algo siniestro en el aire.
-No me gusta para nada esto.
-A nadie le gusta - Ella completó mi oración.
- Cállense las dos - Nos ordenó el oficial.
-¿Qué? ¿Ni siquiera podemos hablar en este lugar? - pregunté, molesta.
-¡Hey!, ¡¿Oíste lo que dije?¡- Suspiré, ya cansada.
-¡Mierda!.- Solté, y Yulia dio un resoplido. En cuanto esas palabras salieron de mi boca, mi cuerpo fue golpeado rápidamente contra la pared, mi brazo derecho fue tirado hacia mi espalda con demasiada fuerza por el oficial.
-¡Mejor cierra la boca! ¡¿Me escuchaste?! -¿Pero qué? ¿Qué está pasando? ¿Cómo era posible que me estuviera tratando de esta forma? Dejé escapar un quejido de dolor mientras mi brazo seguía retenido contra mi espalda, con más fuerza. No sabía que esto podía doler tanto.
-Oficial... hm ... por favor ...- oí a Yulia llamarlo de nuevo - No hay necesidad de ser tan violento. Verá... - Se detuvo por un segundo - Mi compañera, aquí... nada más está liberando su frustración por el hecho de que la secadora está tomando una eternidad para secar la ropa. Ahora, entendemos que no quiera que nos quedemos aquí, sobre todo cuando hay mucho sol fue…
-¡Sólo cierra tu maldita boca y no hables más!
-Lo haré si libera a mi compañera - Eso fue sin duda, la amenaza más aburrida que he visto.
Suspiré aliviada, cuando sentí mi brazo ser liberado. ¡Oh Dios! ¿En serio? ¿Su amenaza funcionó? ¿¿Cómo es posible??
-Ahora, si nos disculpa - Dijo Yulia, tirando de mí a su lado.
-Te dije que te callaras - resopló - Quédate conmigo y haz lo que diga, ¿de acuerdo? - Asentí con la cabeza, siguiendo sus pasos.
~~ * ~~
-No entiendo - Dije, cuando caminamos fuera del edificio y estuvimos cerca del patio. -¿Por qué me trató de esa forma?
-Tu ropa dice ‘PRESO’, ¿recuerdas? - Dijo sin dejar de caminar.
-Pero... no lo soy.
-Para todo el mundo, aquí, sí lo eres - se encogió de hombros.
-¿Qué pasa con mi cara?- la seguí de cerca.
-¿Tu cara?
-Soy una Doctora, siempre me ven por aquí. ¡Ellos conocen mi cara! Ellos no deberían…
-Lena...- me llamó y se me quedó mirando -Siento decepcionarte, pero...no reconocen tu cara - Negó con la cabeza, burlándose un poco por lo que había dicho. Mis ojos se entrecerraron -Te ven en color naranja, eres una reclusa. Te ven en azul, eres un oficial. Te ven en blanco, eres un médico. Aquí, nadie se preocupa cómo eres, sólo se fijan en el color de la ropa que usas.
Por alguna razón, esas palabras eran mucho más fuertes de lo que parecían.
-Te lo dije, Doc – Empezó a caminar, colocando sus manos en sus bolsillos -No se trata de la tela, es sobre el significado.
~~ * ~~
-¡No puedo hacer esto! ¡No puedo quedarme así! - Negué con la cabeza, mientras Yulia tomaba las hojas de un árbol -¡Necesito mi ropa!
-No te preocupes, las recuperaremos - me aseguró.
-Tiene que ser lo más pronto posible. ¿Qué pasa si no podemos sacarla antes de que termine la recreación?
-Tendremos que volver a nuestras celdas.
-¡Exacto! ¡Pero no soy una reclusa! No tengo una celda.
-Puedes usar la que está junto a la mía. Está vacía.
-¡Estoy hablando en serio, Yulia!
-No te preocupes, Doc. Vamos a recuperarla. Lo haremos. Eso sí, no llames más la atención, y seremos capaces de ir por ellas, Doc.
-Es gracioso que lo digas, porque tú siempre estás intentando llamar la atención.
-Puedo asumir las consecuencias... pero tu... no tanto - Ella volvió la cabeza y yo apreté los puños.
-Claro que puedo hacerlo.
-Esto, NO es un reto, Doc - Me interrumpió enseguida. Resoplé - Solo admítelo. Tú quieres tu ropa de vuelta, porque no puedes soportar ser tratada como un pedazo de mierda. No es embarazoso decirlo - Ahora, mis dientes eran lo que se apretaban -No trates de ser algo que no eres, sólo para impresionarme. Terminarás como una estúpida si lo haces.
-No estoy tratando de impresionarte -negué.
-Entonces, ¿Por qué estás enojada?
-¡Porque estoy siendo tratada como una pedazo de mierda! - Mi arrebato la hizo reír. -¡Esto es ridículo! ¡Yo sabía que no debía ponerme este uniforme! ¿En que estaba pensando?
-Si no llevaras, ese uniforme, habrías sido descubierta en el cubilo, desnuda, por ese oficial.
-¿Qué?
-Él iría a ducharse. O a masturbarse. De cualquier forma, estoy bastante segura de que simplemente morirías de vergüenza si él te hubiera visto en ese estado. Alégrate de que yo estaba allí para ayudarte - levantó los hombros.
-Está bien, ¿Sabes qué? En primer lugar, esto… - dije apuntando el uniforme de reclusa. -¡No habría ocurrido si no me hubieras empapado como si estuvieras jugando en un parque acuático!
-Sabes, puedes gritarme todo lo que quieras ahora... ¿Pero, quién era la que decía ¡'Ah, más rápido!' hace solo un par de minutos atrás?
Mi cara se enrojeció de inmediato.
-Perdiste tu argumento, nena, simplemente acéptalo - dijo sin rodeos. Engreída.
-No eres más que ...- gruñí furiosamente haciéndola reír.
-Hey ... relájate. Voy por tu ropa, ¿de acuerdo? - Mis ojos volvieron hacia ella - Solo espera.
~~ * ~~
-¿Cómo lo harás?- Le pregunté curiosa - Con toda la mierda que hay dentro, tú me entiendes - Añadí. Y con la mierda, quería decir a los cabrones de los oficiales. Y también, a cómo la gente de aquí, parece tratarte simplemente por el color de tu ropa y no por quien eras.
-Uno se acostumbra a todo - me respondió -Te acostumbras a un montón de cosas en la vida, Doc - Sentí una melodía triste en sus palabras - Sólo se requiere de tiempo.
-¿Estás bien?- Le pregunté preocupada. Ella asintió con la cabeza.
-Sí, estoy bien, no te preocupes - desestimó al instante.
- Oh, hola allí....- Oí repentinamente una voz masculina.
A medida que mis ojos se posaron en el hombre delante de nosotras, vi su uniforme gris, indicando que era de Penitenciaría Regular. También pude ver que tenía tatuajes por todo su cuello. Probablemente tenía muchos más bajo el uniforme -Nunca las había visto por aquí... - dijo en tono burlón, lamiéndose los labios, al instante, mi corazón latió más rápido, temerosa por el resultado de esta conversación -¿Qué están haciendo dos preciosas y atractivas damas como ustedes... en un lugar como este?
-No es de tu incumbencia - Contesté, al no gustarme su actitud.
-Uh, ruda. Me gusta.
-¡Sólo déjenos en paz!
- Nosotros dos, deberíamos quedarnos solos, nena... - Me tocó la cara y rápidamente lo empujé.
-¡No me llames así! - Definitivamente no me estaba gustando su chulería -¡Y deja de tocarme! ¡No te he dado permiso para hacerlo!
-¿Acaso no es más emocionante de esta forma? ¿Verdad que si? -¿Por qué los oficiales ni siquiera se molestan en detenernos?
-¡Lárgate, no nos interesas! - Dije molesta.
-Por supuesto que sí... sólo están jugando a hacerse las difíciles para conseguir un polvo - Él sonrió y se puso aún más cerca de nosotras -Todas las chicas de por aquí, quieren a Big D - ¡Jesucristo!, ¿Cuál era su problema? - Solo mira a tu compañera...- Él chasqueó la lengua señalando con la cabeza a Yulia. Volví la cara para verla, y noté sus ojos cerrados. También me pareció un poco extraño que estuviera tan silenciosa - Apuesto a que ahora mismo, ella se lo está imaginando. Tú sabes que ella lo desea.
Sólo ignoré lo que había dicho, mi corazón latió con demasiada fuerza en un segundo, esto ya no se trataba sobre sus modales. Se trataba de Yulia, en cuanto ella abrió los ojos, lo vi. Esa, era la misma mirada de muerte que tiró sobre mí, cuando mencioné el nombre de Domen en su momento - Apuesto a que está mojada ahí abajo... - Cerré los ojos. ¡Mierda!.
-¡Sólo cierra la boca y vete!- Le ordené, con las manos temblorosas.
-¿Por qué? La perra seguramente quiere que alguien...
-¡Lárgate o muere!- le grité, parada frente a él y Yulia.
-¿Crees que me enamoro de esas tontas amenazas? Yo…
-¡No es una amenaza, es una advertencia!- La urgencia en mi voz, le hizo fruncir su ceño. Me giré, para mirar a Yulia, que lentamente se veía cada vez más distante -¿Yulia? Hey, no le hagas caso. Él solo está haciendo estúpidos chistes.
-Yo también puedo hacer chistes - Ella sonrió y yo trague duro -Él piensa que es divertido... que tan gracioso sería si…
-Hey, me prometiste que no le harías daño a nadie, ¿lo recuerdas?- Traté de detenerla. Tenía demasiado miedo de que fuera capaz de matarlo ahí mismo. Y si lo mataba, entonces ella... -¡Yulia! ¡Soy yo, Lena!
-Sé quién eres. Pero él, es quién no sabe quien soy yo - Eso, es más o menos cierto. Tal vez, él era un novato y no sabía nada sobre Yulia -Él necesita a alguien... que lo instruya...
¡No no no no!. ¡Mierda!. ¡Esto se está yendo por un mal camino! Negué con la cabeza, tratando de detenerla. Mis manos tomaron su rostro, rezando para que pudiera retenerla, e inmediatamente me lancé a sus labios. La besé. Sin importar que estuviéramos en medio del patio. Ni siquiera importaba que alguien pudiera vernos. Todo lo que quería, era proteger a Yulia, y si besarla en ese momento, era la forma de hacerlo, entonces lo haría.
Mi corazón seguía latiendo con fuerza, sintiendo que finalmente su tensión se disipaba. Cuando sentí sus labios separándose para capturar los míos, rápidamente dejé sus labios, y la besé en la mejilla. Mis brazos la abrazaron con fuerza y mi cabeza, se posó a su hombro - Sólo déjalo ir, él no es digno de ti - Le dije en su oído.
Ella exhaló y tuve la sensación, de que se estaba calmando -Está bien, Yulia... estoy aquí - pronto sentí sus manos en mi cintura.
-Lena...- me llamó.
-Hmm...
-¿Qué me estás haciendo?
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
Edad : 22
Localización : Buenos Aires
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Oh por Dios que intenso capítulo gracias por ello,chica eres una excelente autora y ahora que pasara esto cada vez es más no se como explicarlo cada capítulo supera al anterior me tienes atrapada pfff
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Que buen capitulo me encantó, julia como q no se a dado cuenta de lo q siente por lena y quedo justo en donde esta comprobando el efecto q tiene en ella las 2 están enamoradas. Esperare muy muy ansiosa el miércoles para más muchas gracias por los 2 capítulos no sabes lo feliz q nos hace. Saludos
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hoy subirán capítulo? ?? Plis plis plis
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Esperemos q en un rato tengamos nuevo capitulo
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Cuando la autora se pierde aún no aparece y recargas la página muy seguido a ver si vez el nuevo capitulo pero nada
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Chicas, chicaaaas, chicasss!!!! Déjenme disfrutar mis vacaciones por favor. No me he olvidado de ustedes, créanme así que aquí les dejo otro capítulo!!
A leer!!
CAPITULO 30: NARANJA Y BLANCO
Alcé la vista, contemplando sus ojos. Pude ver, como sus ojos recorrían cada detalle de mi rostro, y al mismo tiempo, parecía desconcertada por su propia pregunta.
Soltó mi cintura, dando un paso hacia atrás, y miró al suelo.
-Jejeje, parece que no le gustó lo que hiciste - El tipo soltó en burla. Había olvidado por completo que aún estaba allí - No es de sorprender. Una mujer no puede satisfacer a otra mujer, ¿sabes? Lo que necesita, es la buena carne de un hombre - ¿Por qué este tipo sigue aquí, de todas formas?
Yulia lo miró fijamente - Una vez, conocí a un hombre igual a ti - Él sonrió engreído. -Terminé comiéndome su hígado, con un poco de vino y un poco de habas. Y en efecto, era la buena carne de un hombre.
La expresión de Yulia era seria y fría, pero sabía, que ya no estaba en ese estado perdido de antes. Sobre todo, porque acababa de citar a Hannibal.
Él, dio un paso adelante para hacer frente a Yulia, quedando más cerca -¿Crees que te tengo miedo, perra?- Este hombre realmente estaba cavando su propia tumba -He matado a miles de personas.
Yulia curvó sus labios en una leve sonrisa -¿En serio?
-Soy más peligroso de lo que crees ¿Ves estos tatuajes?- Señaló su propio cuello. -Tengo uno por cada puto asesinato que he cometido.
-¿Será tu pene tan grande como tus mentiras, o está tratando de compensarlo? -Me reí.
-¿Qué has dicho? Perra, ¿Sabes quién soy?
-No. ¿Quién eres?
-Trabajo para GD.
¿GD? ¿Quién es GD?
-No sabía que G-Dragon estaba contratando a idiotas retrasados - Recordé a Lyudmila Shapovalova mencionando algo acerca de G-Dragon. Ella dijo que tiene la mayor asociación de drogas en el sur de Moscú. ¿Cómo es que es tan famoso, y por qué hay tantos presos aquí, trabajando para él? ¿Y en verdad, este tipo forma parte de ellos? Recuerdo que Lyudmila mencionó una vez que Yulia pudo haber trabajado para él. Me pregunto si es cierto.
-¿Tú crees que conoces a GD? ¡No sabes nada! Yo soy su mano derecha.
Era obvio, que Yulia no creía absolutamente nada de lo que le estaba contando. La parte divertida, es que estaba muy serio, con voz firme y amenazante, tratando de asustarla. Pude ver que Yulia dejó de ser seria con él, y simplemente retomó su personaje juguetón y sarcástico. Tal vez se dio cuenta que él no valía la pena, que sólo era un preso estúpido que quería atención, tratando de impresionar a la gente con su conexión con G-Dragon. Y si la mirada de Yulia me decía algo, era que el hombre, en realidad mentía al decir que era la mano derecha de GD.
-Seguramente GD se volvió loco en estos días. Contratando a retrasados para que sean su mano derecha. Es increíble que todavía esté en la cima, haciendo cagadas como estas.
Él se mofó - En verdad soy muy cercano a él, sabes. Y si quiero, puedo matarte ahora... y nadie se inmutará por ello.
-En ese caso, te aconsejo que no lo hagas. Sería terrible si muero en este momento, especialmente cuando estoy haciendo mi mejor esfuerzo para no meterme en problemas... - Sí, definitivamente ella es la misma de siempre -También te aconsejo que no digas ser la mano derecha de GD, sabes ... puede que te encuentres en problemas por ello.
-No pasará. Nadie se atrevería a meterse conmigo una vez que sepan que soy su compañero más cercano - respondió lo suficientemente arrogante -Maté a muchos por él. La gente me llama el Niño Asesino - Mis ojos se abrieron justo cuando oí ese nombre. Observé los ojos de Yulia dilatándose después de esa declaración. Espera, ¿De qué estaba hablando este tipo? Yulia es el Niño Asesino... - Pero sabes, alguien se hace famoso por una cosa en particular... y ese momento surgen los imitadores. Varios que se autonombraron, el Niño Asesino -La voz de Lyudmila, cruzó por mi mente. ¿Quiere decir que... ... ... este hombre es uno de los imitadores de Yulia? ¿Me estás tomando el pelo? Tiene que ser puta broma.
-El…Niño…Asesino- dijo Yulia entre palabras.
-Entonces... ¿Has oído hablar de mí - Dijo, actuando totalmente arrogante. Yulia se echó a reír.
-Dime... Niño Asesino, ¿Cuándo llegaste?
-El sábado pasado - De hecho era un novato. Pobre tipo.
-En verdad te aconsejo, que no diga cosas como esas por aquí, si no quieres meterte en problemas. Este lugar es muy peligroso. ¡Hay tantos lunáticos! Podrías amanecer muerto, colgado boca abajo como un cerdo.
Sonrió por alguna razón. -Pff... Esas amenazas no me intimidan.
-No es una amenaza. Es un consejo. Estoy tratando de ser una chica buena, además, estoy bastante segura de que a GD no le gustaría saber que su mano derecha, el Niño Asesino, terminó asesinado en este lugar, por un tonto comentario.
-Estoy de acuerdo, a él no le gustaría nada - El hombre entendió completamente mal las palabras Yulia.
-Especialmente colgado boca abajo como un cerdo.
-Exactamente - Confirmó. Fruncí el ceño, sin entender el contexto de la conversación.
-Supongo que tu compañero de celda, habrá pensado “¿Cómo me desharé de mi viejo compañero por este nuevo tipo? ¿Mi mejor compañero por el nuevo? A la mierda, voy a elegir el tipo que se hace tatuajes por cada asesinato. ¡Porque nada puede ser más discreto y secreto que eso!” -Ella dijo, irónicamente.
-Eres hábil con las palabras - Él remarcó, un poco divertido.
-Ellas son, mi juguete favorito.
-¿Sabes cuál es el mío?- Se permitió decir, con un tono sexual totalmente evidente.
Yulia se echó a reír -Por supuesto que sí. El juguete favorito de cada hombre es su propia verga.
-¿Por qué no vienes a jugar con él?- Hice una mueca por su actitud.
-A ti... no te va a gustar mi forma de jugar con tu amiguito. Puede ser un poco…extremo - Desde luego, sabía a lo que se refería con ese comentario. Después de lo que pasó con sus amigos y el grado de compromiso que ella tuvo para conseguir su venganza, no era tan difícil imaginar las terribles torturas que Yulia aprendió al cumplir sus objetivos.
El hombre sin embargo, pensó que aquellas palabras significaban algo bueno, provocando que se humedeciera los labios.
-Oh, lo harías. En serio lo harías.
-El último hombre con el que jugué, me suplicó que me detuviera.
-Yo no voy a pedir que te detengas.
-Incluso tenía algunas lágrimas en los ojos - El hombre parecía estar más excitado, y no me sorprendería si él hubiera sufrido una erección en ese momento. Es una sensación extraña, cuando conoces las verdaderas intenciones detrás de las palabras Yulia, mientras que la otra persona, lo está tomando como un juego sexual.
-¿Lo follarás bien?
Yulia sonrió ampliamente -Totalmente follado. Hombre, nunca más podrás tener otra experiencia sexual después de mi.
-¿Por qué no me das esa experiencia? ¿Hm?- Su voz se suavizó cuando tomó un paso más cerca de Yulia. Lo vi levantar la mano para tocarle el rostro, y algo se quemó dentro de mí. Antes de que él pudiera hacer lo que tenía en mente, sujeté su mano en el aire. Volvió la cara hacia mí.
-No la toques.- Le advertí.
-No nos molestes, estamos “teniendo” una agradable conversación.
-Ya te dije que nos dejes solas. Vete.
-¿Qué? No. No voy a irme hasta que consiga lo que quiero.
-Ve a buscar a alguien más. Hay un montón de reclusas aquí, que les encantarían coger con el hábil hombre de GD... así que ve por ellas. No nos interesas.
-Tu compañera está muy interesada, ¿Acaso no lo ves? Se la pasa coqueteándome. Ahora, danos un poco de espacio -Él apartó la mano de mi agarre.
-Por supuesto. Además, no te meterías en problemas por tener relaciones sexuales con ella, aquí, en medio del patio, ¿eh?
Miró a su alrededor y pareció comprender, finalmente, él no consiguió lo que quería. Por lo menos, no en este momento. Miró a Yulia y supe que ella, se había convertido en su favorita de entra nosotras dos -Tu terminaras en mi cama en algún momento - Y así, se marchó. Suspiré de alivio.
-Joder, ¿Desde cuándo los hombres se hicieron tan asquerosos? - pregunté, todavía moviendo la cabeza por su comportamiento.
-Estás viendo demasiado doramas, Doc. Hombres como ese, son de un martes común - Probablemente.
-¿Estás bien?- Pregunté con preocupación.
-Sí, estoy bien - Confirmó -Aunque no entiendo por qué lo estabas protegiendo...
-Al demonio con él. Estaba preocupada por ti. ¿Sabes lo delicado que es tu situación en este momento? Con todo lo que hemos logrado, no puedes tirarlo a la basura por herir a otra persona. No puedo dejar que eso ocurra.
Hubo un silencio. Y después, apareció su risa -¿Tu lo protegiste... para protegerme?
-Es mi trabajo.
-No, no lo es - Ella rechazó -Ninguno de los Doctores hizo eso por mí.
-Yo no soy ninguna de esos Doctores.
-Sí, eres la Doctora Emocional - Miré hacia abajo -Eres la Doctora más sobreprotectora - sonreí -La Doctora Loca.
-No estoy loca - Negué con la cabeza.
Hubo una pausa -Sí, lo estás - Yulia puso sus manos dentro de sus bolsillos - Sólo una Doctora loca... haría lo que haces por mí, Lena.
Miré sus ojos y había algo dentro de mí, diciendo que no estaba del todo mal -La paciente loca... y la Doctora loca... que pareja, ¿eh?- Hice una broma. Pero ella parecía preocupada por alguna razón.
-La Doctora y el monstruo - Añadió. No me gustaba que se llamara monstruo.
-No eres un monstruo, Yulia.
-Doctor Jekyll...- Dijo señalándome -Señor Hyde -terminó apuntándose a sí misma. Suspiró y apartó la mirada -Somos demasiado diferentes, Lena. Tú, en verdad no deberías estar aquí.
-Yulia...
-No merezco lo que haces por mí - Tragué saliva, sintiendo difícil respirar -Me salvaste, hace solo un minuto. Estaba a punto de herir a ese idiota y no puedo creer que perdí el control por un retrasado como él. Si no me hubieras detenido...
Di un paso más cerca de ella -Pero lo hice, ¿no? ¡Eso es lo que importa! - Le interrumpí al instante -No lo lastimaste, y todo está bien.
-¿Qué habría pasado... si tú no hubieras estado presente?- No respondí -¿Qué pasa, si esto sucede cuando no estés conmigo?
...
-¿Qué pasa si quiero herir a otra persona y no estás conmigo? ¿Quién me va a detener?
...
-Yo estaré contigo - Dije de repente, abrazándola -Yo estaré contigo, Yulia, y vas a estar bien. Sólo confía en mí - oí su suspiro -Estaré contigo. Y voy a cuidar de ti -La tranquilicé.
-No valgo la pena - Murmuró.
-Sí, lo vales - Dije con firmeza.
-Tú estás loca, Lena - Dijo más bajo. Cerré los ojos.
-¿Porque confío en ti? ¿Porque creo que eres buena? El camino de recuperación es siempre largo y siempre parece inalcanzable, pero no lo es. Yo creo que puedes alcanzarlo. Sólo necesitas a alguien que te ayude. Nunca tuviste la ayuda de ningún otro médico. Todos ellos, simplemente trataron de hacerte insensible con todas esas píldoras que te hicieron tomar. Nunca intentaron entender tus conflictos, ni tus problemas, ni siquiera se molestaron en hablar contigo fuera de esa aburrida oficina. Así no es cómo lo hago yo. No soy una Doctora Loca, Yulia... sólo soy la persona indicada - A medida que la oí exhalar otra vez, sabía que esas palabras, estaban llegando profundamente -Estoy aquí para ayudarte. Así que no desperdicies tu oportunidad -pronuncie con decisión, con el anhelo de marcar esas palabras en su cabeza -Esos oficiales….y residentes... no saben quién realmente eres, y no saben lo que has pasado. Y si lastimas a cualquiera, ellos van a ganar. No dejes que ganen, Yulia. No tires tu oportunidad, por estúpidos residentes como ese tipo. ¡Ni siquiera pienses en malgastar tu última oportunidad, porque no hay nadie aquí digno de ello! ¿Me escuchaste? -Traté de hacerle ver mi punto.
La sentí abrazándome con más fuerza, y esta vez, ella colocó su cabeza sobre mi hombro -No lo haré - La oí decir a los pocos minutos -No voy a desperdiciar mi última oportunidad.
-Eso está mejor
~~ * ~~
-Ven, vamos - Ella me llamó, levantándose desde el suelo.
-¿A dónde?- Miré hacia arriba.
-Quieres tu ropa de vuelta, ¿no?
Asentí con la cabeza y me levanté con rapidez -Entonces... ¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo vamos a entrar?- Le pregunté curiosa.
-Le pediremos a un oficial que nos deje ir a la enfermería.
-¿La enfermería?
-Voy a fingir que me he hecho daño en mi pie.
-¿Por qué tienes que fingir? Esos oficiales te conocen, probablemente no creerán en ti.
-Hay reclusas novatas aquí. ¿Sabes lo que significa?
-No, ¿Qué significa?
-Significa que también hay oficiales novatos. Todavía no son cabrones como los veteranos, y nos quedan unos minutos antes de que la recreación termine. Vamos a buscar a uno de esos oficiales, y a pedirles autorización para entrar a la enfermería. Una vez que lo consigamos, iremos a la lavandería y recuperaremos tu ropa.
Bien, supongo que eso un plan.
-Aun así... Yo podría fingir.
-No creo en tus habilidades de actuación.
-Nunca las has visto.
-Exactamente - Parpadeé, tratando de entender a qué se refería -Ahora, quédate conmigo - Me puse más cerca de su cuerpo. Levantó su pie del suelo y al mismo tiempo puso su brazo alrededor de mi cintura.
-¿Esto realmente funcionará?- No estaba tan segura.
-Sólo tenemos que encontrar algunos novatos. Son idiotas e ingenuos por ahora. Relájate y deja todo en mis manos.
Una vez que le ayudé a caminar, Yulia mantuvo su pie derecho levantado, tratando de no tocar el suelo.
-¿Cómo sabremos quién es novato y quién no? - Pregunté, en un tono bajo.
-Sólo busca un rostro que no recuerdes haber visto.
-¿Como esos chicos?- Señalé a dos oficiales, casualmente hablando el uno al otro, cerca de la puerta de la entrada. No recordaba sus caras.
-No, esos son Morózov y Semiónov - Corrigió al instante -Totalmente veteranos.
-Yulia...- La llamé, con un tipo de fascinación, por ese detalle en particular -Siempre quise saber... ¿Por qué pareces saber cada cosa de este sitio?- Parpadeé.
-¿Qué quieres decir... con cada cosa?
-No sé, pareces saber todo sobre este lugar. Dónde están las cámaras, los nombres de los oficiales, y a muchos residentes... incluso, conoces secretos que nadie más hace...
-He estado aquí durante mucho tiempo, Lena, después de un tiempo, es casi imposible no saber esas cosas.
-Aun así... es bastante impresionante.
-Te impresionas con demasiada facilidad.
-¿Lo hago?- Murmuré.
-Te impresionó porque resolví un cubo de Rubik en menos de tres minutos. Todo el mundo puede hacerlo.
-Yo no - Respondí llena de honestidad.
-Eso es porque no lo has intentado. Una vez que entiendas cómo funciona, simplemente se pone más y más fácil. Es igual que el asilo. Una vez que entiendes cómo funcionan las cosas, se hace más y más fácil de tratar con ellas.
Parpadeé un poco desconcertada. Supongo que eso tiene sentido -También, tengo el poder de las palabras a mi favor.
-¿El poder de las palabras?- Fruncí el ceño, un tanto torpe por su desfachatez.
-Bueno, a muchos les molesta, pero puedes saber cuándo hay un brabucón y cuándo ponerlos en su lugar - No pude evitar reír.
-Tu realmente eres... impresionante - Declaré -Eres increíble, Yulia - Mis ojos no podían dejar de admirar a la persona a mi lado. La vi darme una sonrisa tímida, que brillaba con la luz. Mi corazón se encendió en llamas de nuevo y empezó a correr más rápido, como solo él podía. Ahora, estaba acostumbrada a ello.
-No dejes de mirar - La oí decir.
-No lo haré.
-A los oficiales, quiero decir - Oh... cierto. Me aclaré la garganta y desvié la mirada, pasando al instante hacia todo el patio. Mis mejillas estaban totalmente ruborizadas.
-¿No es mejor si lo haces tú? Seguro que conoces a todo el mundo mejor que yo. -Pregunté un par de segundos más tarde.
-Pasé mucho tiempo en la UES. Algunos podrían haber llegado en ese momento. Además, durante todo el tiempo que he estado contigo, no le he prestado mucha atención a los oficiales que entran y salen.
-Aun así... Creo que tienes mejor oportunidad. Yo apenas y presto atención a los oficiales de este lugar, aparte de Irina. Tal vez al oficial Kutznezov y a el “tocino” también.
La oí reír -En verdad, necesitamos recuperar tu ropa, Doc - Una carcajada soltó ahora -Estás empezando a hablar como todo una criminal.
~~ * ~~
Una vez que nos dirigimos a un par de oficiales, mi corazón latió como loco por la ansiedad. No estaba segura de si esto funcionaría. ¿Qué pasa si nos devuelven a la Penitenciaría?
Yulia no reconoció a esos hombres, y yo confiaba en sus instintos más que en los míos.
-Disculpen, oficiales - Yulia empezó amablemente -Lamento molestarlos en la tranquilidad de su día.
-¿Qué quieres, reclusa?
-Bueno, a ver, mi compañera aquí, ha hecho que me lastime. Mi pie esta hinchado, es un lío para que lo vean si me preguntan... Y sería muy amable de su parte, si nos permiten ir a la enfermería - Suavizó su voz -¿Por favor?- Creo que esta es la primera vez, que escucho decir a Yulia por favor, a un oficial.
-No puedo dejarlas ir por su cuenta. Los reclusos no pueden andar libremente en el Centro Médico.
-No es como si pudiéramos hacer mucho allí, ¿no crees?- Oí la risa del otro oficial y me preguntaba, si él realmente estaba creyendo en ella.
-Aun así, son órdenes. Los reclusos no tienen permitido estar en el centro médico sin supervisión - El hombre se mantuvo firme.
-¿Por qué no viene con nosotras?- ¿Qué? ¿Pero qué está haciendo? ¿Cómo eso, haría que esto funcione?
-No estoy seguro si puedo dejar mi puesto.
-Es sólo por unos minutos. Estaría de regreso antes de que se termine la recreación.
Le oí suspirar -Ah, está bien. Sígueme.
-¿Qué estás haciendo?- Susurré -¿Estás loca? ¡Ese oficial estará en el camino todo el tiempo!
-No te preocupes, vamos a estar bien - me aseguró.
~~ * ~~
-Camina más lento - me dijo al oído al entrar al hospital, dirigiéndonos al ascensor. Obedecí al instante, frenando mis pasos, cuando Yulia hizo lo mismo -Una vez que estés sola, toma el ascensor y ve al piso de la lavandería. Toma tu ropa, vístete y reúnete conmigo en la enfermería.
Mis ojos se abrieron -¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¡No me puedes dejar sola aquí, no cuando estoy usando esto! - Le repliqué, en el mismo volumen bajo que utilizaba ella.
-Es la única oportunidad que tendrás - Dijo al instante, y yo, no tenía otra salida, entonces parpadeé. ¿Pero de que está hablando? ¿En que está pensando? ¿Qué tiene planeando hacer? ... -Un segundo, oficial. No puedo seguir su ritmo -Yulia habló en voz alta -Tenemos que ir un poco más lento.
-¿Cómo te hiciste daño?
-Tuvimos un combate - respondió y traté de no terminar con la mentira.
-¿Un combate? ¿Por qué?
-Nos gustan las peleas.
-¿Sí?- Él se notaba confuso.
-¿A ti no?
-Bueno, sí, pero yo soy un hombre.
-Es emocionante, ¿no es así? Sientes el bombeo de la sangre elevándose, el dolor en los músculos... -Una vez que estuvimos parados frente al ascensor, ella presionó el botón y esperamos.
-No sabía que a las chicas le gustaban las peleas - Se rió secamente -Eres bastante flaca, es sorprendente que tu pudieras tirar a tu compañera al suelo.
-¿Me estás llamando gorda?- Le pregunté de repente. Percibí a Yulia rodar los ojos.
-No le haga caso, oficial. Ella es demasiado sensible.
Él rió entre dientes -Creo que todas las chicas lo son. Es curioso ver que las reclusas no parecen tan diferentes de las chicas de afuera -El ascensor sonó y abrió sus puertas.
-¿Está sorprendido, Sr. Ivanov?
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Está en tu gafete - miró el gafete en su camisa, con su nombre en él.
-... Lena...?- Fruncí el ceño, tratando de buscar a la persona que me llamaba. Mis ojos casi se salen, cuando reconocí a Nastya. Vi sus ojos entrecerrarse, al fijarse en el uniforme de residente que llevaba puesto -¿Qué pasó?
-La reclusa se ha hecho daño en su pie, Doctora - El oficial Ivanov respondió por nosotras dos -Las acompañaba a la enfermería.
En seguida noté como sus ojos iban de mí a Yulia y después de Yulia hacia mí. Podía sentir mis manos sudando por el momento, tan incómodo. Luego alzó la vista al oficial detrás de nosotras -Está bien, oficial. Me haré cargo…de las dos... ... residentes - dio una sonrisa tímida.
-De acuerdo, gracias Doctora - Él le agradeció, y luego nos dejó.
-Lena... ¿Pero qué está pasando? ¿Por qué estás…usando... esto? -, Preguntó, encontrando extraño que llevara el uniforme de una residente de Cuidados Intensivos.
-¡¡Nastya !! ¡Oh Dios mío! ¡Estoy tan feliz de verte! -Solté a Yulia y al instante la abracé.
-¿Dónde está tu ropa?
-En el servicio de lavandería - Contesté aliviada. Todo va a estar bien ahora. -Tienes que ayudarme a recuperar mi ropa.
-¿Por qué tu ropa está en la lavandería?
-¡Fue un accidente! Por favor, ayúdame a recuperarla.
Ella asintió con la cabeza -Sí, claro - Sonreí, pero también sentí su voz siendo un poco incómoda -Sígueme. Yo te llevo.
-¡Muchas gracias! ¡Has salvado mi vida ahora mismo! -Seguí su andar. Miré hacia atrás y vi a Yulia todavía de pie en el pasillo -Yulia... ¿Qué haces ahí? Vamos, ven con nosotras.
Ella miró a Nastya primero, y luego negó con la cabeza -Lo siento, Doc. Supongo... que es mejor... ... si me regreso al patio.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Hasta luego, Doc.- Yulia metió sus manos en sus bolsillos y se dio la vuelta.
-Yulia... no puedes volver ahora, al oficial le parecerá extraño - La vi detenerse. Volvió la cabeza hacia mí y parecía un tanto entumecida por lo dicho.
-Vamos, Lena - Nastya me llamó. Asentí con la cabeza, y luego comenzó a moverse.
-Vamos - Llamé a Yulia con la mano. Ella suspiró y comenzó a seguirnos, dejando de fingir que estaba herida.
Entramos al ascensor, eligiendo el piso de la lavandería y el ascensor cerró sus puertas. Mis piernas estaban temblando, y creo, que nunca antes en mi vida me había sentido tan nerviosa. ¿Por qué estaba tan nerviosa? El silencio era incómodo. Es tan jodido. ¿Que estará pensando de mí?
-Yo... tenía que lavar mi ropa, y este, era el único cambio que podía llevar en su lugar - Empecé a decir, tratando de deshacerme del incómodo silencio -Un oficial me confundió con una reclusa y me ordenó salir. Estaría en serios problemas si no me hubieras encontrado.
-No hagas eso la próxima vez, o realmente podrías acabar en una celda.
-Lo sé.
Una vez que oí otro pitido, las puertas se abrieron y reconocí el suelo. Tan pronto como las puertas se abrieron en su totalidad, nos dirigimos hacia la lavandería. Abrí la secadora, tomando mi ropa. Estaban cálidas y secas, aunque mi camisa estaba un poco arrugada, pero nada que mi bata blanca no pudiera ser capaz de ocultarlo, así que no es un gran problema. Yulia ni siquiera se molestó en entrar, simplemente se inclinó en la pared del pasillo. Nastya se dio la vuelta, entendiendo el mensaje. Tomé la esquina de la habitación, un lugar donde no me podían ver y tan rápido como pude, me saqué el uniforme de reclusa, dejándolo en el suelo, para colocarme la camisa y mis pantalones.
Exhalé aliviada cuando terminé, poniendo mi bata blanca. ¡Ahora, luzco como una doctora! Esperando que mi latido regresara a su velocidad normal, me acerqué a ellas. Nastya sonrió cuando me vio vestida como tenía que ser -Creo que ahora estás a salvo - dijo y le devolví la sonrisa.
-Gracias, Nastya.
-De nada...pero ten más cuidado, Lena - Asentí con la cabeza. Miró a Yulia -Tú también, Volkova - Y con eso nos dejó.
-Guau, que alivio - Dije suspirando -Estaríamos en problemas, si no nos hubieran encontrado.
Yulia secundo, aunque sólo con un movimiento de cabeza.
Tomé el uniforme del suelo, lo doblé y lo coloqué en el estante donde debía estar desde un principio -¿Qué te pasa?- Pregunté notando su raro silencio.
-Nada - sacudió la cabeza.
-Vamos, sé que hay algo que te molesta - sus ojos se veían un poco tristes, mirando la bata blanca. Seguí su línea de visión, llegando a mí -¿Qué?
Ella exhaló -Tienes suerte, eso es todo.
-Creo que no se puede contar como suerte, a lo que pasó hoy.
-Vestías naranja, luego blanco. Y ahora, estás a salvo -Parpadeé -Nunca he visto que eso suceda con otros reclusos.
-No soy una reclusa.
-Lo fuiste durante un tiempo. Y tienes suerte de que fuera sólo por un tiempo.
Hubo un zumbido en mis oídos -Siento haberte metido en problemas, Lena - Bajó la cabeza. Sintiendo esa calidez en mi estómago, entonces me acerqué a ella.
Su cabeza subió al instante que puse mi bata sobre sus hombros -Ahí tienes - Sonreí. -Ahora llevas blanco. Y ahora, estás a salvo.
Ella suspiró, cerrando los ojos. Entrelacé los dedos con los de ella -Vas a estar bien, Yulia. Vestida de naranja o blanco, voy a estar contigo.
-No lo vuelvas hacer - soltó.
-¿Qué?
-Usar la ropa naranja - Me miró - No es tu color - Sonreí.
-Lo sé. Odio el naranja.
~~ * ~~
Tan pronto como llegué a casa, todo lo que quería era derrumbarme en el sofá y quedarme dormida. Fue un día muy peculiar. Y también, muy agotador. Yulia y yo tuvimos sexo en el baño, pasé la mañana siendo una residente debido a eso, y por poco, muy poco, Yulia pierde el control. No voy a mentir que me sentí orgullosa de mí misma cuando fui capaz de calmarla. Porque si tengo este tipo de efecto sobre Yulia ....Entonces, significa que lo estoy haciendo bien. Esto significa que ella está confiando en mí.
Mi gran momento de felicidad se distrajo, cuando oí el zumbido de mi teléfono, y gemí, no queriendo contestar el mismo. Estaba cansada y lo único que quería, era relajarme. Eso cambió, cuando vi el nombre de la llamada, Viktoria, mis ojos se abrieron al caer en cuenta. ¡Mierda!. Lo olvidé. Me olvidé de decirle a Yulia sobre Viktoria. ¡Se me olvidó contárselo!¡Tanto pasó este día, que se me olvidó por completo! ¡Lena estúpida!
Negué con la cabeza, enojada conmigo misma, cogí el teléfono.
-Hola...- Me aclaré la garganta.
-¿Doctora Katina? Hola... siento tener que llamarla a esta hora...
-No te preocupes... ¿Todo está bien?
-Sí. Hmm, llamaba simplemente para decirle que he comprado mi boleto -Mi corazón estalló en alegría.
-¿Lo tienes ya?
-Sí. Voy a reservar el hotel mañana, pero voy a llegar a Moscú el viernes por la noche.
-Oh, si tú quieres puedes quedarte en mi casa... Tengo una habitación de sobra - Me ofreció. Algunos hoteles en la ciudad, resultaban ser bastante caros.
-Gracias Doctora Katina, pero me sentiré mejor si me alojo en un hotel por mi cuenta. No quiero ser una molestia.
-¿Qué? No, no lo serás. De verdad que no me importa.
-Aun así... me siento mejor alojándome en un hotel.
-Está bien, lo entiendo - Conozco a un montón de personas, que mejor dicho, son capaces de proporcionarse lujosos hoteles. Y sabiendo que la familia Volkov tiene dinero, el precio de los hoteles no será un problema para Viktoria -Gracias por avisarme, Viktoria. Estoy muy feliz de que estés haciendo esto por Yulia.
-Gracias, Doctora Katina - Con una ronda más de agradecimientos, las dos nos deseamos buenas noches y terminamos la llamada.
Sólo un par de minutos más tarde, mi teléfono zumbó de nuevo. Creí que era Viktoria de nuevo, para decirme que había olvidado contarme algo, pero al leer el nombre del contacto, sabía que estaba equivocada. Era Irina.
-Hola...
-Hola, Doc. ¿Qué pasa?
-Lo mismo de siempre - Le respondí -¿Qué sucede, Irina?
-Disculpe la llamada a esta hora... Doctora...
-¿Se trata de Sonya de nuevo?- Pregunté.
-No, en realidad no. Se trata de otra cosa. Escucha... ¿Me dejas pasar?
-Sí seguro. Sólo dame un segundo -La llamada terminó, más o menos después de eso. Tomé el resto de la cena y salí de la cocina, hice mi camino a la puerta, abriendo al instante. Irina probablemente, estaba tomando el ascensor, así que dejé entreabierta.
Sólo al pasar por la alfombra de bienvenida, Irina se quitó el abrigo, poniéndolo sobre la suspensión de tela justo al lado de ella -Jesús, me voy a volver loca con esta noche tan helada - Dejó escapar.
-¿Quieres un café?
-Me encantaría.
Hice mi camino de vuelta a la cocina, encendiendo la cafetera.
~~ * ~~
-¿Estás bien, Doc? ¿Por qué la gran sonrisa? - Preguntó, sorbiendo su café.
-Es sólo que... ¡Algo increíble sucedió! - Dije con entusiasmo.
-¿Sexo?
-¿Qué?- Mi voz salió en un tono alto -¡No! ¿Por qué preguntas eso? ¿Cómo es eso tan relevante para ti?
Se encogió de hombros -Sólo curiosidad.
-Se trata de Yulia - Dije, volviendo a mi tono habitual.
-Por supuesto que lo es - respondió sin sorpresa, rodeando los ojos.
-Es su hermana. ¡Ella quiere ver a Yulia!
-Espera... ¿Acaso no dijo que no le interesaba?- Irina frunció las cejas, mirándome.
-Bueno, sí, pero cambió de opinión.
-¿Por qué?
-No lo sé. ¿Por qué eso es importante? Ella viene aquí a ver Yulia.
Irina detuvo todos sus movimientos, mientras me escuchaba -¿Qué pasa?- Pregunté.
-¿Por qué cambió de opinión?- Preguntó de nuevo y una vez más, contesté que no sabía por qué -Lena, ¿Me estás diciendo que esta chica, nunca ha estado cerca de esa reclusa toda su vida, y de repente, está interesada en venir hasta aquí para verla?
-Bueno, la gente cambia su forma de pensar, Viktoria cambió la suya. Yulia es su hermana mayor, después de todo.
-Lena, se honesta conmigo...- dijo, colocando su taza en la mesita. No entendía que estaba insinuando -¿Te estás burlando de esa reclusa?
Esa pregunta, estaba tan fuera de la realidad, que lo único que hice fue poner una cara de disgusto -¿Qué?
-Fuiste a su celda, a decirle que su hermana no estaba interesada en verla...- Empezó, apuntando con su mano la taza, haciéndola a un lado. -¿Sólo para decirle ahora, que ella ha cambiado de opinión? ¿Después de todo lo que ha pasado? ¿Después de todo lo que compartieron? ¿Debes estar bromeando?
-No. Viktoria quiere conocer a Yulia.
-¿Y está dispuesta a visitarla a menudo? ¿O simplemente es esta vez y después desaparecerá para siempre? -No podía responder esa pregunta -Porque si es eso lo que va a pasar, creo que debas detener a esa chica para que venga hasta aquí - Mis ojos cayeron a mis pies -No creo que Volkova pueda tratar con otra decepción como esa.
Para ser honesta, eso no cruzó por mi mente. ¿Cómo se sentiría Yulia, si su hermana viene aquí sólo una vez y luego se vuelve a marchar? ¿Será correcto llevar a alguien de su pasado, cuando ni siquiera es seguro que esa persona se quede? ¿Qué pasa si Viktoria desaparece... otra vez? ¿Qué podría hacer ella para quedarse en la vida de Yulia, si nunca pudiera estar cerca?
-Creo que no puedes darle esperanza a alguien de esa manera y luego quitársela de nuevo. Lo siento, Doc, pero no creo que esto sea increíble, creo que esto es muy... muy significativo.
Sus palabras hicieron eco en mi cabeza por un momento. Estaba pensando en contarle a Yulia la gran noticia, pero ahora, que Irina me ha puesto a pensar, tengo dudas. No sé lo que convenció a Viktoria para que cambiara de idea. No sabía por qué quería venir. Y ni siquiera sé, si ella está dispuesta a volver a la vida de Yulia después de todo. ¿Sera justo? ¿Irina tendrá razón? ¿Sería esto significativo? ¿Sentiría Yulia que me estoy burlando de ella? Me mordí el labio inferior, con aprensión.
-Bueno, Yulia estaba tan feliz con la esperanza de verla, pensé que se convertiría en una realidad, después de todo era una gran noticia.
-Tal vez lo es. No lo sé... La reclusa podría sentir como si estuvieras jugando con ella, haciéndola ver una tonta. En primer lugar, toda esa escena con la cual te enteraras de Domen, y ahora Viktoria, que repentinamente toma la decisión de visitarla. Seguro que verá extraño que su hermana, cambiara de opinión tan de repente. Ella puede llegar a sentir, que le estás mintiendo como antes.
-No había pensado en eso - respondí con sinceridad. Y, honestamente, Irina podría estar en lo cierto. Esto podría hacer que Yulia sintiera como si la estoy traicionando. Este repentino cambio en la decisión de Viktoria, en realidad, podría herir a Yulia más que ayudarla a salir. Especialmente si Viktoria no tiene la intención de venir al asilo con frecuencia.
-Así que... ¿Qué hago?- Pregunté en medio de mis pensamientos revueltos.
Irina suspiró antes de contestar -Tratar de conocer cuáles son las intenciones de Viktoria. No te limites a creer ciegamente en todo lo que te dicen, sobre todo después de que ella rechazó a Yulia la primera vez. Sólo creo que debes tener cuidado. -aconsejo y asentí con la cabeza comprensivamente - De verdad ten cuidado.- Mis ojos se entrecerraron, mientras esas palabras parecían significar otra cosa.
-¿Algo va mal?
Hubo una pausa antes de contestar -Sí, lo hay. Y es algo muy malo e ilegal que está pasando...
Mi corazón comenzó a latir más rápido. No hace falta ser un genio para saber a qué se refería. Tragué saliva, con ansiedad.
-No sé lo que…
-¡Oh, para con esta mierda!- se exaltó -No me engañas. Yo sé lo que está pasando entre tú y esa reclusa. ¡Tengo experiencia con ello!
Suspiré, cerrando los ojos -¿Qué crees que estás haciendo, Lena?- Ella susurró, ligeramente enfurecida -Sé que te gusta esa reclusa, pero pensé que era sólo una fantasía tuya... ahora, ¿Te estás acostando con ella? ¿Qué carajo?
-¿Cómo supiste?
-No es difícil descubrirlo.
-¿Qué? ¿Qué quieres decir?
-La gente habla, Lena…
-¿Cómo que la gente habla?
-Los reclusos te ven todo el tiempo con Volkova, no es difícil llegar a los rumores que rondan. También... Nastya.
Mis ojos se ampliaron en shock -¡¿NASTYA?!
-Me dijo que te encontró muy cariñosa... con Volkova. Mucho más de lo habitual. No es muy difícil de encajar todas las piezas.
Exhalé, completamente derrotada -Oh, mierda.
-Sí, ¡Oh mierda! ¿Que estabas pensando? ¿Te has puesto a pensar que pasará si Boris Putin se entera? ¡Él te despedirá! ¡No hay otro camino!
-Lo sé, lo sé - Dije de pie, sin querer escucharla de nuevo.
-¿Lo sabes, pero lo sigues haciendo de todas formas?
-No puedo evitarlo.
-¿No puedes?
-No sé cómo sucedió - Dije, avergonzada de mí misma
-¿Qué? ¿Qué quiere decir con que no sabes cómo sucedió? Por supuesto que sabes. Sólo hacen falta dos personas, la ropa abajo, y bang!!
-¡PARA! ¡¿De acuerdo?!- Dije en voz alta, molesta y mirándola -¿Crees que no me siento culpable por ello?¡Por supuesto que sí! ¡Yo sé lo que está en juego ahora mismo! ¡Sé exactamente lo que significa! ¡Traté de detenerlo! ¡Traté de no caer en esta tentación... pero cada vez que me mira a los ojos, todo va mal conmigo! -Lo dije finalmente, enojada conmigo misma por dejarlo salir -No sé cómo sucedió, lo juro. Antes de que pudiera saberlo, ya estaba allí, teniendo sentimientos por ella.
-Te dije que te alejaras.
-Tú no entiendes, nunca vas a entenderlo. Y lo lamento, porque está ocurriendo por segunda vez Irina, pero... no pude detenerlo.
Se puso de pie inmediatamente -¡Sí, si puedes!- Argumentó, todavía molesta -¡Puedes pararlo! ¡No trates de jugar a la víctima, Lena! ¡Todo lo que haces en ese maldito lugar, es complacer a Yulia!
Tragué saliva, bajé la cabeza y sentí los ojos llorosos -Esto no quiere decir que yo pedí que pasara. Traté de dar marcha atrás. Y me dije tantas veces, que lo que estaba haciendo, estaba mal y además ilegal... pero ...
-Pero...
-Ella se siente tan bien...
-Demasiada información, Lena.
-Y ella es tan buena en ello...
-Dije, DEMASIADA INFORMACION- arrugó la cara.
-Lo siento mucho. No era mi intención que sucediera. Sé que todo esto es un lío, y que soy la principal responsable, ¡Lo sé! ¡Pero... lo que siento por Yulia nunca antes lo había sentido por nadie en toda mi vida, Irina! -Una vez que esas palabras salieron, vi sus ojos muy abiertos por la sorpresa -No sé por qué, ni cómo, sólo sé que pasó. Me encanta Yulia y me encanta la forma en la que me hace sentir. Y tú no vas a entenderlo.
-¡Sí, no lo entiendo!- soltó -No entiendo cómo todo esto, se repite una y otra y otra vez!
-Irina... - Cerré los ojos, ni siquiera tomando la molestia de limpiar mis lágrimas -Lo siento. Pero... La…
-La amas, lo tengo - Ella resopló -Está bien, Lena... escucha - Empezó con firmeza y me miró a los ojos -¡No me importa lo que sientas por esa enana, tú tienes que dejar de dormir con esa reclusa! No me importa lo increíble que sea esa reclusa, no puedes seguir con esto... ¿Lo entiendes?
Tragué saliva, con la sensación de entumecimiento en la punta de los dedos del pie y las manos -Sí...
-¿Entiendes?- levantó la voz, acentuando su punto. Asentí.
-¡Sí!
-No estoy jugando. Tienes suerte de que Nastya me hablara de esto, y no otra persona. Si estas palabras llegaran al director, todo estaría perdido. ¡Tu carrera, tu trabajo... incluso tu residente! -Oí un zumbido en mi cabeza -Yulia parece estar portándose mejor desde el mes pasado, dile a Shapovalova, que no es necesario que cuides de ella todo el tiempo. Cuanto más tiempo pases con esa reclusa, más difícil será para ti detener sus avances. Ella lo sabe. Es necesario dar marcha atrás.
El problema era, que no quería dar marcha atrás. Quiero a Yulia, conmigo -Pero...
-No pongas más problemas de los que ya tienes, Lena - Cerré los ojos, sintiendo que sus palabras tenían un peso extra sobre mí.
Irina sabía lo que era correcto. Estaba jugando con fuego. Tenía tantas cosas invertidas en ese momento, que tenía que ser muy cautelosa. La cuestión era, que dejar de tener sexo con Yulia era una cosa, y alejarme de ella, era otra completamente diferente.
-No es tan simple... Irina.
-Sí lo es.
-No, no lo es - Negué -Tú no sientes lo que yo estoy sintiendo. Tú no sabe lo adictiva, que ella puede resultar ser.
-Lena...
-No es sólo sexo. Es todo. Sus palabras, su voz, su aspecto, su tacto, su mirada... No puedo mantenerme lejos. Irina. Lo juro...
-Sé que es tu trabajo cuidar de ella las 24 horas los 7 días de la semana. ¡Pero no es tu maldito trabajo, tener relaciones sexuales con ella! -rechinó los dientes -¡Sólo detente!
Exhalé, asintiendo con la cabeza -Voy a parar - Le aseguré.
-Prométemelo...
-Te lo prometo. Voy a parar el sexo -Ella entrecerró los ojos y repetí esas palabras una vez más -Voy a parar. Te lo prometo.
-Ten cuidado, Lena... Esto se está saliendo de control. Si esto llega hasta Putin o incluso a Lyudmila, estarás totalmente jodida.
-Lo sé.- Asentí.
-Eres mi amiga, Lena. No quiero que seas despedida.
-Eso no va a pasar - le aseguré. Recibiendo una sonrisa tímida. Y mientras suspiraba para sí misma, lista para irse, dije: -Gracias, Irina - Se volvió hacia mí -Por no delatarme.
-Sólo espero que hagas lo correcto esta vez.
-Muchas gracias.
Y dicho esto, se marchó, sin olvidarse ponerse el abrigo por el cruel frío.
Terminé cayendo en el sofá, aliviada. Lo peor que podía pasar en este momento, era que la gente se enterara de mí y Yulia, y sucedió literalmente. No sé qué hacer. ¿Qué pasará si más gente se entera? Ellos ya están propagando rumores, seguro que no pasará mucho tiempo para que esos rumores lleguen al consejo de administración. ¿Qué va a pasarme de ahora en adelante? No lo sé.
Pero una cosa era segura... Tengo que ser aún, más cuidadosa.
A leer!!
CAPITULO 30: NARANJA Y BLANCO
Alcé la vista, contemplando sus ojos. Pude ver, como sus ojos recorrían cada detalle de mi rostro, y al mismo tiempo, parecía desconcertada por su propia pregunta.
Soltó mi cintura, dando un paso hacia atrás, y miró al suelo.
-Jejeje, parece que no le gustó lo que hiciste - El tipo soltó en burla. Había olvidado por completo que aún estaba allí - No es de sorprender. Una mujer no puede satisfacer a otra mujer, ¿sabes? Lo que necesita, es la buena carne de un hombre - ¿Por qué este tipo sigue aquí, de todas formas?
Yulia lo miró fijamente - Una vez, conocí a un hombre igual a ti - Él sonrió engreído. -Terminé comiéndome su hígado, con un poco de vino y un poco de habas. Y en efecto, era la buena carne de un hombre.
La expresión de Yulia era seria y fría, pero sabía, que ya no estaba en ese estado perdido de antes. Sobre todo, porque acababa de citar a Hannibal.
Él, dio un paso adelante para hacer frente a Yulia, quedando más cerca -¿Crees que te tengo miedo, perra?- Este hombre realmente estaba cavando su propia tumba -He matado a miles de personas.
Yulia curvó sus labios en una leve sonrisa -¿En serio?
-Soy más peligroso de lo que crees ¿Ves estos tatuajes?- Señaló su propio cuello. -Tengo uno por cada puto asesinato que he cometido.
-¿Será tu pene tan grande como tus mentiras, o está tratando de compensarlo? -Me reí.
-¿Qué has dicho? Perra, ¿Sabes quién soy?
-No. ¿Quién eres?
-Trabajo para GD.
¿GD? ¿Quién es GD?
-No sabía que G-Dragon estaba contratando a idiotas retrasados - Recordé a Lyudmila Shapovalova mencionando algo acerca de G-Dragon. Ella dijo que tiene la mayor asociación de drogas en el sur de Moscú. ¿Cómo es que es tan famoso, y por qué hay tantos presos aquí, trabajando para él? ¿Y en verdad, este tipo forma parte de ellos? Recuerdo que Lyudmila mencionó una vez que Yulia pudo haber trabajado para él. Me pregunto si es cierto.
-¿Tú crees que conoces a GD? ¡No sabes nada! Yo soy su mano derecha.
Era obvio, que Yulia no creía absolutamente nada de lo que le estaba contando. La parte divertida, es que estaba muy serio, con voz firme y amenazante, tratando de asustarla. Pude ver que Yulia dejó de ser seria con él, y simplemente retomó su personaje juguetón y sarcástico. Tal vez se dio cuenta que él no valía la pena, que sólo era un preso estúpido que quería atención, tratando de impresionar a la gente con su conexión con G-Dragon. Y si la mirada de Yulia me decía algo, era que el hombre, en realidad mentía al decir que era la mano derecha de GD.
-Seguramente GD se volvió loco en estos días. Contratando a retrasados para que sean su mano derecha. Es increíble que todavía esté en la cima, haciendo cagadas como estas.
Él se mofó - En verdad soy muy cercano a él, sabes. Y si quiero, puedo matarte ahora... y nadie se inmutará por ello.
-En ese caso, te aconsejo que no lo hagas. Sería terrible si muero en este momento, especialmente cuando estoy haciendo mi mejor esfuerzo para no meterme en problemas... - Sí, definitivamente ella es la misma de siempre -También te aconsejo que no digas ser la mano derecha de GD, sabes ... puede que te encuentres en problemas por ello.
-No pasará. Nadie se atrevería a meterse conmigo una vez que sepan que soy su compañero más cercano - respondió lo suficientemente arrogante -Maté a muchos por él. La gente me llama el Niño Asesino - Mis ojos se abrieron justo cuando oí ese nombre. Observé los ojos de Yulia dilatándose después de esa declaración. Espera, ¿De qué estaba hablando este tipo? Yulia es el Niño Asesino... - Pero sabes, alguien se hace famoso por una cosa en particular... y ese momento surgen los imitadores. Varios que se autonombraron, el Niño Asesino -La voz de Lyudmila, cruzó por mi mente. ¿Quiere decir que... ... ... este hombre es uno de los imitadores de Yulia? ¿Me estás tomando el pelo? Tiene que ser puta broma.
-El…Niño…Asesino- dijo Yulia entre palabras.
-Entonces... ¿Has oído hablar de mí - Dijo, actuando totalmente arrogante. Yulia se echó a reír.
-Dime... Niño Asesino, ¿Cuándo llegaste?
-El sábado pasado - De hecho era un novato. Pobre tipo.
-En verdad te aconsejo, que no diga cosas como esas por aquí, si no quieres meterte en problemas. Este lugar es muy peligroso. ¡Hay tantos lunáticos! Podrías amanecer muerto, colgado boca abajo como un cerdo.
Sonrió por alguna razón. -Pff... Esas amenazas no me intimidan.
-No es una amenaza. Es un consejo. Estoy tratando de ser una chica buena, además, estoy bastante segura de que a GD no le gustaría saber que su mano derecha, el Niño Asesino, terminó asesinado en este lugar, por un tonto comentario.
-Estoy de acuerdo, a él no le gustaría nada - El hombre entendió completamente mal las palabras Yulia.
-Especialmente colgado boca abajo como un cerdo.
-Exactamente - Confirmó. Fruncí el ceño, sin entender el contexto de la conversación.
-Supongo que tu compañero de celda, habrá pensado “¿Cómo me desharé de mi viejo compañero por este nuevo tipo? ¿Mi mejor compañero por el nuevo? A la mierda, voy a elegir el tipo que se hace tatuajes por cada asesinato. ¡Porque nada puede ser más discreto y secreto que eso!” -Ella dijo, irónicamente.
-Eres hábil con las palabras - Él remarcó, un poco divertido.
-Ellas son, mi juguete favorito.
-¿Sabes cuál es el mío?- Se permitió decir, con un tono sexual totalmente evidente.
Yulia se echó a reír -Por supuesto que sí. El juguete favorito de cada hombre es su propia verga.
-¿Por qué no vienes a jugar con él?- Hice una mueca por su actitud.
-A ti... no te va a gustar mi forma de jugar con tu amiguito. Puede ser un poco…extremo - Desde luego, sabía a lo que se refería con ese comentario. Después de lo que pasó con sus amigos y el grado de compromiso que ella tuvo para conseguir su venganza, no era tan difícil imaginar las terribles torturas que Yulia aprendió al cumplir sus objetivos.
El hombre sin embargo, pensó que aquellas palabras significaban algo bueno, provocando que se humedeciera los labios.
-Oh, lo harías. En serio lo harías.
-El último hombre con el que jugué, me suplicó que me detuviera.
-Yo no voy a pedir que te detengas.
-Incluso tenía algunas lágrimas en los ojos - El hombre parecía estar más excitado, y no me sorprendería si él hubiera sufrido una erección en ese momento. Es una sensación extraña, cuando conoces las verdaderas intenciones detrás de las palabras Yulia, mientras que la otra persona, lo está tomando como un juego sexual.
-¿Lo follarás bien?
Yulia sonrió ampliamente -Totalmente follado. Hombre, nunca más podrás tener otra experiencia sexual después de mi.
-¿Por qué no me das esa experiencia? ¿Hm?- Su voz se suavizó cuando tomó un paso más cerca de Yulia. Lo vi levantar la mano para tocarle el rostro, y algo se quemó dentro de mí. Antes de que él pudiera hacer lo que tenía en mente, sujeté su mano en el aire. Volvió la cara hacia mí.
-No la toques.- Le advertí.
-No nos molestes, estamos “teniendo” una agradable conversación.
-Ya te dije que nos dejes solas. Vete.
-¿Qué? No. No voy a irme hasta que consiga lo que quiero.
-Ve a buscar a alguien más. Hay un montón de reclusas aquí, que les encantarían coger con el hábil hombre de GD... así que ve por ellas. No nos interesas.
-Tu compañera está muy interesada, ¿Acaso no lo ves? Se la pasa coqueteándome. Ahora, danos un poco de espacio -Él apartó la mano de mi agarre.
-Por supuesto. Además, no te meterías en problemas por tener relaciones sexuales con ella, aquí, en medio del patio, ¿eh?
Miró a su alrededor y pareció comprender, finalmente, él no consiguió lo que quería. Por lo menos, no en este momento. Miró a Yulia y supe que ella, se había convertido en su favorita de entra nosotras dos -Tu terminaras en mi cama en algún momento - Y así, se marchó. Suspiré de alivio.
-Joder, ¿Desde cuándo los hombres se hicieron tan asquerosos? - pregunté, todavía moviendo la cabeza por su comportamiento.
-Estás viendo demasiado doramas, Doc. Hombres como ese, son de un martes común - Probablemente.
-¿Estás bien?- Pregunté con preocupación.
-Sí, estoy bien - Confirmó -Aunque no entiendo por qué lo estabas protegiendo...
-Al demonio con él. Estaba preocupada por ti. ¿Sabes lo delicado que es tu situación en este momento? Con todo lo que hemos logrado, no puedes tirarlo a la basura por herir a otra persona. No puedo dejar que eso ocurra.
Hubo un silencio. Y después, apareció su risa -¿Tu lo protegiste... para protegerme?
-Es mi trabajo.
-No, no lo es - Ella rechazó -Ninguno de los Doctores hizo eso por mí.
-Yo no soy ninguna de esos Doctores.
-Sí, eres la Doctora Emocional - Miré hacia abajo -Eres la Doctora más sobreprotectora - sonreí -La Doctora Loca.
-No estoy loca - Negué con la cabeza.
Hubo una pausa -Sí, lo estás - Yulia puso sus manos dentro de sus bolsillos - Sólo una Doctora loca... haría lo que haces por mí, Lena.
Miré sus ojos y había algo dentro de mí, diciendo que no estaba del todo mal -La paciente loca... y la Doctora loca... que pareja, ¿eh?- Hice una broma. Pero ella parecía preocupada por alguna razón.
-La Doctora y el monstruo - Añadió. No me gustaba que se llamara monstruo.
-No eres un monstruo, Yulia.
-Doctor Jekyll...- Dijo señalándome -Señor Hyde -terminó apuntándose a sí misma. Suspiró y apartó la mirada -Somos demasiado diferentes, Lena. Tú, en verdad no deberías estar aquí.
-Yulia...
-No merezco lo que haces por mí - Tragué saliva, sintiendo difícil respirar -Me salvaste, hace solo un minuto. Estaba a punto de herir a ese idiota y no puedo creer que perdí el control por un retrasado como él. Si no me hubieras detenido...
Di un paso más cerca de ella -Pero lo hice, ¿no? ¡Eso es lo que importa! - Le interrumpí al instante -No lo lastimaste, y todo está bien.
-¿Qué habría pasado... si tú no hubieras estado presente?- No respondí -¿Qué pasa, si esto sucede cuando no estés conmigo?
...
-¿Qué pasa si quiero herir a otra persona y no estás conmigo? ¿Quién me va a detener?
...
-Yo estaré contigo - Dije de repente, abrazándola -Yo estaré contigo, Yulia, y vas a estar bien. Sólo confía en mí - oí su suspiro -Estaré contigo. Y voy a cuidar de ti -La tranquilicé.
-No valgo la pena - Murmuró.
-Sí, lo vales - Dije con firmeza.
-Tú estás loca, Lena - Dijo más bajo. Cerré los ojos.
-¿Porque confío en ti? ¿Porque creo que eres buena? El camino de recuperación es siempre largo y siempre parece inalcanzable, pero no lo es. Yo creo que puedes alcanzarlo. Sólo necesitas a alguien que te ayude. Nunca tuviste la ayuda de ningún otro médico. Todos ellos, simplemente trataron de hacerte insensible con todas esas píldoras que te hicieron tomar. Nunca intentaron entender tus conflictos, ni tus problemas, ni siquiera se molestaron en hablar contigo fuera de esa aburrida oficina. Así no es cómo lo hago yo. No soy una Doctora Loca, Yulia... sólo soy la persona indicada - A medida que la oí exhalar otra vez, sabía que esas palabras, estaban llegando profundamente -Estoy aquí para ayudarte. Así que no desperdicies tu oportunidad -pronuncie con decisión, con el anhelo de marcar esas palabras en su cabeza -Esos oficiales….y residentes... no saben quién realmente eres, y no saben lo que has pasado. Y si lastimas a cualquiera, ellos van a ganar. No dejes que ganen, Yulia. No tires tu oportunidad, por estúpidos residentes como ese tipo. ¡Ni siquiera pienses en malgastar tu última oportunidad, porque no hay nadie aquí digno de ello! ¿Me escuchaste? -Traté de hacerle ver mi punto.
La sentí abrazándome con más fuerza, y esta vez, ella colocó su cabeza sobre mi hombro -No lo haré - La oí decir a los pocos minutos -No voy a desperdiciar mi última oportunidad.
-Eso está mejor
~~ * ~~
-Ven, vamos - Ella me llamó, levantándose desde el suelo.
-¿A dónde?- Miré hacia arriba.
-Quieres tu ropa de vuelta, ¿no?
Asentí con la cabeza y me levanté con rapidez -Entonces... ¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo vamos a entrar?- Le pregunté curiosa.
-Le pediremos a un oficial que nos deje ir a la enfermería.
-¿La enfermería?
-Voy a fingir que me he hecho daño en mi pie.
-¿Por qué tienes que fingir? Esos oficiales te conocen, probablemente no creerán en ti.
-Hay reclusas novatas aquí. ¿Sabes lo que significa?
-No, ¿Qué significa?
-Significa que también hay oficiales novatos. Todavía no son cabrones como los veteranos, y nos quedan unos minutos antes de que la recreación termine. Vamos a buscar a uno de esos oficiales, y a pedirles autorización para entrar a la enfermería. Una vez que lo consigamos, iremos a la lavandería y recuperaremos tu ropa.
Bien, supongo que eso un plan.
-Aun así... Yo podría fingir.
-No creo en tus habilidades de actuación.
-Nunca las has visto.
-Exactamente - Parpadeé, tratando de entender a qué se refería -Ahora, quédate conmigo - Me puse más cerca de su cuerpo. Levantó su pie del suelo y al mismo tiempo puso su brazo alrededor de mi cintura.
-¿Esto realmente funcionará?- No estaba tan segura.
-Sólo tenemos que encontrar algunos novatos. Son idiotas e ingenuos por ahora. Relájate y deja todo en mis manos.
Una vez que le ayudé a caminar, Yulia mantuvo su pie derecho levantado, tratando de no tocar el suelo.
-¿Cómo sabremos quién es novato y quién no? - Pregunté, en un tono bajo.
-Sólo busca un rostro que no recuerdes haber visto.
-¿Como esos chicos?- Señalé a dos oficiales, casualmente hablando el uno al otro, cerca de la puerta de la entrada. No recordaba sus caras.
-No, esos son Morózov y Semiónov - Corrigió al instante -Totalmente veteranos.
-Yulia...- La llamé, con un tipo de fascinación, por ese detalle en particular -Siempre quise saber... ¿Por qué pareces saber cada cosa de este sitio?- Parpadeé.
-¿Qué quieres decir... con cada cosa?
-No sé, pareces saber todo sobre este lugar. Dónde están las cámaras, los nombres de los oficiales, y a muchos residentes... incluso, conoces secretos que nadie más hace...
-He estado aquí durante mucho tiempo, Lena, después de un tiempo, es casi imposible no saber esas cosas.
-Aun así... es bastante impresionante.
-Te impresionas con demasiada facilidad.
-¿Lo hago?- Murmuré.
-Te impresionó porque resolví un cubo de Rubik en menos de tres minutos. Todo el mundo puede hacerlo.
-Yo no - Respondí llena de honestidad.
-Eso es porque no lo has intentado. Una vez que entiendas cómo funciona, simplemente se pone más y más fácil. Es igual que el asilo. Una vez que entiendes cómo funcionan las cosas, se hace más y más fácil de tratar con ellas.
Parpadeé un poco desconcertada. Supongo que eso tiene sentido -También, tengo el poder de las palabras a mi favor.
-¿El poder de las palabras?- Fruncí el ceño, un tanto torpe por su desfachatez.
-Bueno, a muchos les molesta, pero puedes saber cuándo hay un brabucón y cuándo ponerlos en su lugar - No pude evitar reír.
-Tu realmente eres... impresionante - Declaré -Eres increíble, Yulia - Mis ojos no podían dejar de admirar a la persona a mi lado. La vi darme una sonrisa tímida, que brillaba con la luz. Mi corazón se encendió en llamas de nuevo y empezó a correr más rápido, como solo él podía. Ahora, estaba acostumbrada a ello.
-No dejes de mirar - La oí decir.
-No lo haré.
-A los oficiales, quiero decir - Oh... cierto. Me aclaré la garganta y desvié la mirada, pasando al instante hacia todo el patio. Mis mejillas estaban totalmente ruborizadas.
-¿No es mejor si lo haces tú? Seguro que conoces a todo el mundo mejor que yo. -Pregunté un par de segundos más tarde.
-Pasé mucho tiempo en la UES. Algunos podrían haber llegado en ese momento. Además, durante todo el tiempo que he estado contigo, no le he prestado mucha atención a los oficiales que entran y salen.
-Aun así... Creo que tienes mejor oportunidad. Yo apenas y presto atención a los oficiales de este lugar, aparte de Irina. Tal vez al oficial Kutznezov y a el “tocino” también.
La oí reír -En verdad, necesitamos recuperar tu ropa, Doc - Una carcajada soltó ahora -Estás empezando a hablar como todo una criminal.
~~ * ~~
Una vez que nos dirigimos a un par de oficiales, mi corazón latió como loco por la ansiedad. No estaba segura de si esto funcionaría. ¿Qué pasa si nos devuelven a la Penitenciaría?
Yulia no reconoció a esos hombres, y yo confiaba en sus instintos más que en los míos.
-Disculpen, oficiales - Yulia empezó amablemente -Lamento molestarlos en la tranquilidad de su día.
-¿Qué quieres, reclusa?
-Bueno, a ver, mi compañera aquí, ha hecho que me lastime. Mi pie esta hinchado, es un lío para que lo vean si me preguntan... Y sería muy amable de su parte, si nos permiten ir a la enfermería - Suavizó su voz -¿Por favor?- Creo que esta es la primera vez, que escucho decir a Yulia por favor, a un oficial.
-No puedo dejarlas ir por su cuenta. Los reclusos no pueden andar libremente en el Centro Médico.
-No es como si pudiéramos hacer mucho allí, ¿no crees?- Oí la risa del otro oficial y me preguntaba, si él realmente estaba creyendo en ella.
-Aun así, son órdenes. Los reclusos no tienen permitido estar en el centro médico sin supervisión - El hombre se mantuvo firme.
-¿Por qué no viene con nosotras?- ¿Qué? ¿Pero qué está haciendo? ¿Cómo eso, haría que esto funcione?
-No estoy seguro si puedo dejar mi puesto.
-Es sólo por unos minutos. Estaría de regreso antes de que se termine la recreación.
Le oí suspirar -Ah, está bien. Sígueme.
-¿Qué estás haciendo?- Susurré -¿Estás loca? ¡Ese oficial estará en el camino todo el tiempo!
-No te preocupes, vamos a estar bien - me aseguró.
~~ * ~~
-Camina más lento - me dijo al oído al entrar al hospital, dirigiéndonos al ascensor. Obedecí al instante, frenando mis pasos, cuando Yulia hizo lo mismo -Una vez que estés sola, toma el ascensor y ve al piso de la lavandería. Toma tu ropa, vístete y reúnete conmigo en la enfermería.
Mis ojos se abrieron -¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¡No me puedes dejar sola aquí, no cuando estoy usando esto! - Le repliqué, en el mismo volumen bajo que utilizaba ella.
-Es la única oportunidad que tendrás - Dijo al instante, y yo, no tenía otra salida, entonces parpadeé. ¿Pero de que está hablando? ¿En que está pensando? ¿Qué tiene planeando hacer? ... -Un segundo, oficial. No puedo seguir su ritmo -Yulia habló en voz alta -Tenemos que ir un poco más lento.
-¿Cómo te hiciste daño?
-Tuvimos un combate - respondió y traté de no terminar con la mentira.
-¿Un combate? ¿Por qué?
-Nos gustan las peleas.
-¿Sí?- Él se notaba confuso.
-¿A ti no?
-Bueno, sí, pero yo soy un hombre.
-Es emocionante, ¿no es así? Sientes el bombeo de la sangre elevándose, el dolor en los músculos... -Una vez que estuvimos parados frente al ascensor, ella presionó el botón y esperamos.
-No sabía que a las chicas le gustaban las peleas - Se rió secamente -Eres bastante flaca, es sorprendente que tu pudieras tirar a tu compañera al suelo.
-¿Me estás llamando gorda?- Le pregunté de repente. Percibí a Yulia rodar los ojos.
-No le haga caso, oficial. Ella es demasiado sensible.
Él rió entre dientes -Creo que todas las chicas lo son. Es curioso ver que las reclusas no parecen tan diferentes de las chicas de afuera -El ascensor sonó y abrió sus puertas.
-¿Está sorprendido, Sr. Ivanov?
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Está en tu gafete - miró el gafete en su camisa, con su nombre en él.
-... Lena...?- Fruncí el ceño, tratando de buscar a la persona que me llamaba. Mis ojos casi se salen, cuando reconocí a Nastya. Vi sus ojos entrecerrarse, al fijarse en el uniforme de residente que llevaba puesto -¿Qué pasó?
-La reclusa se ha hecho daño en su pie, Doctora - El oficial Ivanov respondió por nosotras dos -Las acompañaba a la enfermería.
En seguida noté como sus ojos iban de mí a Yulia y después de Yulia hacia mí. Podía sentir mis manos sudando por el momento, tan incómodo. Luego alzó la vista al oficial detrás de nosotras -Está bien, oficial. Me haré cargo…de las dos... ... residentes - dio una sonrisa tímida.
-De acuerdo, gracias Doctora - Él le agradeció, y luego nos dejó.
-Lena... ¿Pero qué está pasando? ¿Por qué estás…usando... esto? -, Preguntó, encontrando extraño que llevara el uniforme de una residente de Cuidados Intensivos.
-¡¡Nastya !! ¡Oh Dios mío! ¡Estoy tan feliz de verte! -Solté a Yulia y al instante la abracé.
-¿Dónde está tu ropa?
-En el servicio de lavandería - Contesté aliviada. Todo va a estar bien ahora. -Tienes que ayudarme a recuperar mi ropa.
-¿Por qué tu ropa está en la lavandería?
-¡Fue un accidente! Por favor, ayúdame a recuperarla.
Ella asintió con la cabeza -Sí, claro - Sonreí, pero también sentí su voz siendo un poco incómoda -Sígueme. Yo te llevo.
-¡Muchas gracias! ¡Has salvado mi vida ahora mismo! -Seguí su andar. Miré hacia atrás y vi a Yulia todavía de pie en el pasillo -Yulia... ¿Qué haces ahí? Vamos, ven con nosotras.
Ella miró a Nastya primero, y luego negó con la cabeza -Lo siento, Doc. Supongo... que es mejor... ... si me regreso al patio.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Hasta luego, Doc.- Yulia metió sus manos en sus bolsillos y se dio la vuelta.
-Yulia... no puedes volver ahora, al oficial le parecerá extraño - La vi detenerse. Volvió la cabeza hacia mí y parecía un tanto entumecida por lo dicho.
-Vamos, Lena - Nastya me llamó. Asentí con la cabeza, y luego comenzó a moverse.
-Vamos - Llamé a Yulia con la mano. Ella suspiró y comenzó a seguirnos, dejando de fingir que estaba herida.
Entramos al ascensor, eligiendo el piso de la lavandería y el ascensor cerró sus puertas. Mis piernas estaban temblando, y creo, que nunca antes en mi vida me había sentido tan nerviosa. ¿Por qué estaba tan nerviosa? El silencio era incómodo. Es tan jodido. ¿Que estará pensando de mí?
-Yo... tenía que lavar mi ropa, y este, era el único cambio que podía llevar en su lugar - Empecé a decir, tratando de deshacerme del incómodo silencio -Un oficial me confundió con una reclusa y me ordenó salir. Estaría en serios problemas si no me hubieras encontrado.
-No hagas eso la próxima vez, o realmente podrías acabar en una celda.
-Lo sé.
Una vez que oí otro pitido, las puertas se abrieron y reconocí el suelo. Tan pronto como las puertas se abrieron en su totalidad, nos dirigimos hacia la lavandería. Abrí la secadora, tomando mi ropa. Estaban cálidas y secas, aunque mi camisa estaba un poco arrugada, pero nada que mi bata blanca no pudiera ser capaz de ocultarlo, así que no es un gran problema. Yulia ni siquiera se molestó en entrar, simplemente se inclinó en la pared del pasillo. Nastya se dio la vuelta, entendiendo el mensaje. Tomé la esquina de la habitación, un lugar donde no me podían ver y tan rápido como pude, me saqué el uniforme de reclusa, dejándolo en el suelo, para colocarme la camisa y mis pantalones.
Exhalé aliviada cuando terminé, poniendo mi bata blanca. ¡Ahora, luzco como una doctora! Esperando que mi latido regresara a su velocidad normal, me acerqué a ellas. Nastya sonrió cuando me vio vestida como tenía que ser -Creo que ahora estás a salvo - dijo y le devolví la sonrisa.
-Gracias, Nastya.
-De nada...pero ten más cuidado, Lena - Asentí con la cabeza. Miró a Yulia -Tú también, Volkova - Y con eso nos dejó.
-Guau, que alivio - Dije suspirando -Estaríamos en problemas, si no nos hubieran encontrado.
Yulia secundo, aunque sólo con un movimiento de cabeza.
Tomé el uniforme del suelo, lo doblé y lo coloqué en el estante donde debía estar desde un principio -¿Qué te pasa?- Pregunté notando su raro silencio.
-Nada - sacudió la cabeza.
-Vamos, sé que hay algo que te molesta - sus ojos se veían un poco tristes, mirando la bata blanca. Seguí su línea de visión, llegando a mí -¿Qué?
Ella exhaló -Tienes suerte, eso es todo.
-Creo que no se puede contar como suerte, a lo que pasó hoy.
-Vestías naranja, luego blanco. Y ahora, estás a salvo -Parpadeé -Nunca he visto que eso suceda con otros reclusos.
-No soy una reclusa.
-Lo fuiste durante un tiempo. Y tienes suerte de que fuera sólo por un tiempo.
Hubo un zumbido en mis oídos -Siento haberte metido en problemas, Lena - Bajó la cabeza. Sintiendo esa calidez en mi estómago, entonces me acerqué a ella.
Su cabeza subió al instante que puse mi bata sobre sus hombros -Ahí tienes - Sonreí. -Ahora llevas blanco. Y ahora, estás a salvo.
Ella suspiró, cerrando los ojos. Entrelacé los dedos con los de ella -Vas a estar bien, Yulia. Vestida de naranja o blanco, voy a estar contigo.
-No lo vuelvas hacer - soltó.
-¿Qué?
-Usar la ropa naranja - Me miró - No es tu color - Sonreí.
-Lo sé. Odio el naranja.
~~ * ~~
Tan pronto como llegué a casa, todo lo que quería era derrumbarme en el sofá y quedarme dormida. Fue un día muy peculiar. Y también, muy agotador. Yulia y yo tuvimos sexo en el baño, pasé la mañana siendo una residente debido a eso, y por poco, muy poco, Yulia pierde el control. No voy a mentir que me sentí orgullosa de mí misma cuando fui capaz de calmarla. Porque si tengo este tipo de efecto sobre Yulia ....Entonces, significa que lo estoy haciendo bien. Esto significa que ella está confiando en mí.
Mi gran momento de felicidad se distrajo, cuando oí el zumbido de mi teléfono, y gemí, no queriendo contestar el mismo. Estaba cansada y lo único que quería, era relajarme. Eso cambió, cuando vi el nombre de la llamada, Viktoria, mis ojos se abrieron al caer en cuenta. ¡Mierda!. Lo olvidé. Me olvidé de decirle a Yulia sobre Viktoria. ¡Se me olvidó contárselo!¡Tanto pasó este día, que se me olvidó por completo! ¡Lena estúpida!
Negué con la cabeza, enojada conmigo misma, cogí el teléfono.
-Hola...- Me aclaré la garganta.
-¿Doctora Katina? Hola... siento tener que llamarla a esta hora...
-No te preocupes... ¿Todo está bien?
-Sí. Hmm, llamaba simplemente para decirle que he comprado mi boleto -Mi corazón estalló en alegría.
-¿Lo tienes ya?
-Sí. Voy a reservar el hotel mañana, pero voy a llegar a Moscú el viernes por la noche.
-Oh, si tú quieres puedes quedarte en mi casa... Tengo una habitación de sobra - Me ofreció. Algunos hoteles en la ciudad, resultaban ser bastante caros.
-Gracias Doctora Katina, pero me sentiré mejor si me alojo en un hotel por mi cuenta. No quiero ser una molestia.
-¿Qué? No, no lo serás. De verdad que no me importa.
-Aun así... me siento mejor alojándome en un hotel.
-Está bien, lo entiendo - Conozco a un montón de personas, que mejor dicho, son capaces de proporcionarse lujosos hoteles. Y sabiendo que la familia Volkov tiene dinero, el precio de los hoteles no será un problema para Viktoria -Gracias por avisarme, Viktoria. Estoy muy feliz de que estés haciendo esto por Yulia.
-Gracias, Doctora Katina - Con una ronda más de agradecimientos, las dos nos deseamos buenas noches y terminamos la llamada.
Sólo un par de minutos más tarde, mi teléfono zumbó de nuevo. Creí que era Viktoria de nuevo, para decirme que había olvidado contarme algo, pero al leer el nombre del contacto, sabía que estaba equivocada. Era Irina.
-Hola...
-Hola, Doc. ¿Qué pasa?
-Lo mismo de siempre - Le respondí -¿Qué sucede, Irina?
-Disculpe la llamada a esta hora... Doctora...
-¿Se trata de Sonya de nuevo?- Pregunté.
-No, en realidad no. Se trata de otra cosa. Escucha... ¿Me dejas pasar?
-Sí seguro. Sólo dame un segundo -La llamada terminó, más o menos después de eso. Tomé el resto de la cena y salí de la cocina, hice mi camino a la puerta, abriendo al instante. Irina probablemente, estaba tomando el ascensor, así que dejé entreabierta.
Sólo al pasar por la alfombra de bienvenida, Irina se quitó el abrigo, poniéndolo sobre la suspensión de tela justo al lado de ella -Jesús, me voy a volver loca con esta noche tan helada - Dejó escapar.
-¿Quieres un café?
-Me encantaría.
Hice mi camino de vuelta a la cocina, encendiendo la cafetera.
~~ * ~~
-¿Estás bien, Doc? ¿Por qué la gran sonrisa? - Preguntó, sorbiendo su café.
-Es sólo que... ¡Algo increíble sucedió! - Dije con entusiasmo.
-¿Sexo?
-¿Qué?- Mi voz salió en un tono alto -¡No! ¿Por qué preguntas eso? ¿Cómo es eso tan relevante para ti?
Se encogió de hombros -Sólo curiosidad.
-Se trata de Yulia - Dije, volviendo a mi tono habitual.
-Por supuesto que lo es - respondió sin sorpresa, rodeando los ojos.
-Es su hermana. ¡Ella quiere ver a Yulia!
-Espera... ¿Acaso no dijo que no le interesaba?- Irina frunció las cejas, mirándome.
-Bueno, sí, pero cambió de opinión.
-¿Por qué?
-No lo sé. ¿Por qué eso es importante? Ella viene aquí a ver Yulia.
Irina detuvo todos sus movimientos, mientras me escuchaba -¿Qué pasa?- Pregunté.
-¿Por qué cambió de opinión?- Preguntó de nuevo y una vez más, contesté que no sabía por qué -Lena, ¿Me estás diciendo que esta chica, nunca ha estado cerca de esa reclusa toda su vida, y de repente, está interesada en venir hasta aquí para verla?
-Bueno, la gente cambia su forma de pensar, Viktoria cambió la suya. Yulia es su hermana mayor, después de todo.
-Lena, se honesta conmigo...- dijo, colocando su taza en la mesita. No entendía que estaba insinuando -¿Te estás burlando de esa reclusa?
Esa pregunta, estaba tan fuera de la realidad, que lo único que hice fue poner una cara de disgusto -¿Qué?
-Fuiste a su celda, a decirle que su hermana no estaba interesada en verla...- Empezó, apuntando con su mano la taza, haciéndola a un lado. -¿Sólo para decirle ahora, que ella ha cambiado de opinión? ¿Después de todo lo que ha pasado? ¿Después de todo lo que compartieron? ¿Debes estar bromeando?
-No. Viktoria quiere conocer a Yulia.
-¿Y está dispuesta a visitarla a menudo? ¿O simplemente es esta vez y después desaparecerá para siempre? -No podía responder esa pregunta -Porque si es eso lo que va a pasar, creo que debas detener a esa chica para que venga hasta aquí - Mis ojos cayeron a mis pies -No creo que Volkova pueda tratar con otra decepción como esa.
Para ser honesta, eso no cruzó por mi mente. ¿Cómo se sentiría Yulia, si su hermana viene aquí sólo una vez y luego se vuelve a marchar? ¿Será correcto llevar a alguien de su pasado, cuando ni siquiera es seguro que esa persona se quede? ¿Qué pasa si Viktoria desaparece... otra vez? ¿Qué podría hacer ella para quedarse en la vida de Yulia, si nunca pudiera estar cerca?
-Creo que no puedes darle esperanza a alguien de esa manera y luego quitársela de nuevo. Lo siento, Doc, pero no creo que esto sea increíble, creo que esto es muy... muy significativo.
Sus palabras hicieron eco en mi cabeza por un momento. Estaba pensando en contarle a Yulia la gran noticia, pero ahora, que Irina me ha puesto a pensar, tengo dudas. No sé lo que convenció a Viktoria para que cambiara de idea. No sabía por qué quería venir. Y ni siquiera sé, si ella está dispuesta a volver a la vida de Yulia después de todo. ¿Sera justo? ¿Irina tendrá razón? ¿Sería esto significativo? ¿Sentiría Yulia que me estoy burlando de ella? Me mordí el labio inferior, con aprensión.
-Bueno, Yulia estaba tan feliz con la esperanza de verla, pensé que se convertiría en una realidad, después de todo era una gran noticia.
-Tal vez lo es. No lo sé... La reclusa podría sentir como si estuvieras jugando con ella, haciéndola ver una tonta. En primer lugar, toda esa escena con la cual te enteraras de Domen, y ahora Viktoria, que repentinamente toma la decisión de visitarla. Seguro que verá extraño que su hermana, cambiara de opinión tan de repente. Ella puede llegar a sentir, que le estás mintiendo como antes.
-No había pensado en eso - respondí con sinceridad. Y, honestamente, Irina podría estar en lo cierto. Esto podría hacer que Yulia sintiera como si la estoy traicionando. Este repentino cambio en la decisión de Viktoria, en realidad, podría herir a Yulia más que ayudarla a salir. Especialmente si Viktoria no tiene la intención de venir al asilo con frecuencia.
-Así que... ¿Qué hago?- Pregunté en medio de mis pensamientos revueltos.
Irina suspiró antes de contestar -Tratar de conocer cuáles son las intenciones de Viktoria. No te limites a creer ciegamente en todo lo que te dicen, sobre todo después de que ella rechazó a Yulia la primera vez. Sólo creo que debes tener cuidado. -aconsejo y asentí con la cabeza comprensivamente - De verdad ten cuidado.- Mis ojos se entrecerraron, mientras esas palabras parecían significar otra cosa.
-¿Algo va mal?
Hubo una pausa antes de contestar -Sí, lo hay. Y es algo muy malo e ilegal que está pasando...
Mi corazón comenzó a latir más rápido. No hace falta ser un genio para saber a qué se refería. Tragué saliva, con ansiedad.
-No sé lo que…
-¡Oh, para con esta mierda!- se exaltó -No me engañas. Yo sé lo que está pasando entre tú y esa reclusa. ¡Tengo experiencia con ello!
Suspiré, cerrando los ojos -¿Qué crees que estás haciendo, Lena?- Ella susurró, ligeramente enfurecida -Sé que te gusta esa reclusa, pero pensé que era sólo una fantasía tuya... ahora, ¿Te estás acostando con ella? ¿Qué carajo?
-¿Cómo supiste?
-No es difícil descubrirlo.
-¿Qué? ¿Qué quieres decir?
-La gente habla, Lena…
-¿Cómo que la gente habla?
-Los reclusos te ven todo el tiempo con Volkova, no es difícil llegar a los rumores que rondan. También... Nastya.
Mis ojos se ampliaron en shock -¡¿NASTYA?!
-Me dijo que te encontró muy cariñosa... con Volkova. Mucho más de lo habitual. No es muy difícil de encajar todas las piezas.
Exhalé, completamente derrotada -Oh, mierda.
-Sí, ¡Oh mierda! ¿Que estabas pensando? ¿Te has puesto a pensar que pasará si Boris Putin se entera? ¡Él te despedirá! ¡No hay otro camino!
-Lo sé, lo sé - Dije de pie, sin querer escucharla de nuevo.
-¿Lo sabes, pero lo sigues haciendo de todas formas?
-No puedo evitarlo.
-¿No puedes?
-No sé cómo sucedió - Dije, avergonzada de mí misma
-¿Qué? ¿Qué quiere decir con que no sabes cómo sucedió? Por supuesto que sabes. Sólo hacen falta dos personas, la ropa abajo, y bang!!
-¡PARA! ¡¿De acuerdo?!- Dije en voz alta, molesta y mirándola -¿Crees que no me siento culpable por ello?¡Por supuesto que sí! ¡Yo sé lo que está en juego ahora mismo! ¡Sé exactamente lo que significa! ¡Traté de detenerlo! ¡Traté de no caer en esta tentación... pero cada vez que me mira a los ojos, todo va mal conmigo! -Lo dije finalmente, enojada conmigo misma por dejarlo salir -No sé cómo sucedió, lo juro. Antes de que pudiera saberlo, ya estaba allí, teniendo sentimientos por ella.
-Te dije que te alejaras.
-Tú no entiendes, nunca vas a entenderlo. Y lo lamento, porque está ocurriendo por segunda vez Irina, pero... no pude detenerlo.
Se puso de pie inmediatamente -¡Sí, si puedes!- Argumentó, todavía molesta -¡Puedes pararlo! ¡No trates de jugar a la víctima, Lena! ¡Todo lo que haces en ese maldito lugar, es complacer a Yulia!
Tragué saliva, bajé la cabeza y sentí los ojos llorosos -Esto no quiere decir que yo pedí que pasara. Traté de dar marcha atrás. Y me dije tantas veces, que lo que estaba haciendo, estaba mal y además ilegal... pero ...
-Pero...
-Ella se siente tan bien...
-Demasiada información, Lena.
-Y ella es tan buena en ello...
-Dije, DEMASIADA INFORMACION- arrugó la cara.
-Lo siento mucho. No era mi intención que sucediera. Sé que todo esto es un lío, y que soy la principal responsable, ¡Lo sé! ¡Pero... lo que siento por Yulia nunca antes lo había sentido por nadie en toda mi vida, Irina! -Una vez que esas palabras salieron, vi sus ojos muy abiertos por la sorpresa -No sé por qué, ni cómo, sólo sé que pasó. Me encanta Yulia y me encanta la forma en la que me hace sentir. Y tú no vas a entenderlo.
-¡Sí, no lo entiendo!- soltó -No entiendo cómo todo esto, se repite una y otra y otra vez!
-Irina... - Cerré los ojos, ni siquiera tomando la molestia de limpiar mis lágrimas -Lo siento. Pero... La…
-La amas, lo tengo - Ella resopló -Está bien, Lena... escucha - Empezó con firmeza y me miró a los ojos -¡No me importa lo que sientas por esa enana, tú tienes que dejar de dormir con esa reclusa! No me importa lo increíble que sea esa reclusa, no puedes seguir con esto... ¿Lo entiendes?
Tragué saliva, con la sensación de entumecimiento en la punta de los dedos del pie y las manos -Sí...
-¿Entiendes?- levantó la voz, acentuando su punto. Asentí.
-¡Sí!
-No estoy jugando. Tienes suerte de que Nastya me hablara de esto, y no otra persona. Si estas palabras llegaran al director, todo estaría perdido. ¡Tu carrera, tu trabajo... incluso tu residente! -Oí un zumbido en mi cabeza -Yulia parece estar portándose mejor desde el mes pasado, dile a Shapovalova, que no es necesario que cuides de ella todo el tiempo. Cuanto más tiempo pases con esa reclusa, más difícil será para ti detener sus avances. Ella lo sabe. Es necesario dar marcha atrás.
El problema era, que no quería dar marcha atrás. Quiero a Yulia, conmigo -Pero...
-No pongas más problemas de los que ya tienes, Lena - Cerré los ojos, sintiendo que sus palabras tenían un peso extra sobre mí.
Irina sabía lo que era correcto. Estaba jugando con fuego. Tenía tantas cosas invertidas en ese momento, que tenía que ser muy cautelosa. La cuestión era, que dejar de tener sexo con Yulia era una cosa, y alejarme de ella, era otra completamente diferente.
-No es tan simple... Irina.
-Sí lo es.
-No, no lo es - Negué -Tú no sientes lo que yo estoy sintiendo. Tú no sabe lo adictiva, que ella puede resultar ser.
-Lena...
-No es sólo sexo. Es todo. Sus palabras, su voz, su aspecto, su tacto, su mirada... No puedo mantenerme lejos. Irina. Lo juro...
-Sé que es tu trabajo cuidar de ella las 24 horas los 7 días de la semana. ¡Pero no es tu maldito trabajo, tener relaciones sexuales con ella! -rechinó los dientes -¡Sólo detente!
Exhalé, asintiendo con la cabeza -Voy a parar - Le aseguré.
-Prométemelo...
-Te lo prometo. Voy a parar el sexo -Ella entrecerró los ojos y repetí esas palabras una vez más -Voy a parar. Te lo prometo.
-Ten cuidado, Lena... Esto se está saliendo de control. Si esto llega hasta Putin o incluso a Lyudmila, estarás totalmente jodida.
-Lo sé.- Asentí.
-Eres mi amiga, Lena. No quiero que seas despedida.
-Eso no va a pasar - le aseguré. Recibiendo una sonrisa tímida. Y mientras suspiraba para sí misma, lista para irse, dije: -Gracias, Irina - Se volvió hacia mí -Por no delatarme.
-Sólo espero que hagas lo correcto esta vez.
-Muchas gracias.
Y dicho esto, se marchó, sin olvidarse ponerse el abrigo por el cruel frío.
Terminé cayendo en el sofá, aliviada. Lo peor que podía pasar en este momento, era que la gente se enterara de mí y Yulia, y sucedió literalmente. No sé qué hacer. ¿Qué pasará si más gente se entera? Ellos ya están propagando rumores, seguro que no pasará mucho tiempo para que esos rumores lleguen al consejo de administración. ¿Qué va a pasarme de ahora en adelante? No lo sé.
Pero una cosa era segura... Tengo que ser aún, más cuidadosa.
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
Edad : 22
Localización : Buenos Aires
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Buena antes que nada pido una disculpa ya que no te dejamos disfrutar tus vacaciones pero tu tiene la culpa es un fic muy bueno y nos hiciste adictas y ahora que pasara con Juli y Lena presiento problemas a la vista cual serán las intenciones de vika....
Enviado desde Topic'it
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Es q nosotras pensamos q con las vacaciones se te iba hacer más fácil publicar y somos intensas porque nos gusta mucho hablando ahorita de la historia de verdad espero q no se descubra lo de Julia y lena seria horrible y yo no creo q lo de vika sea mala intensión eso de querer saber de su perrita creo q fue lo q la hablando. Mañana estaremos pendiente del capitulo y no es por chantaje pero te comento q eso haría mi día de cumple mucho mejor
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Esta história es muy adictiva...
Kamila- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 02/04/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hola chicas, como están?? Pues me alegro que muy bien. Hoy domingo, trataré de subir dos capítulos (no lo garantizo) pero es probable que así sea. La historia ya pasó más del 50% y no es que vaya a terminar pronto, pero está en el nivel más impactante así que espero y disfruten mucho cada uno de los capítulos.
Fati20, feliz cumpleaños darling, espero la hayas pasado bien en tí día. Me creerías si el mio también fue ayer?? Así que celebración doble.
Un gran abrazo.... Saludos!
A leer!!!
CAPITULO 31: EXPECTACIÓN
Por mucho que deseara estar a su lado, entendí lo complicado de la situación. Las cosas cambiaron. Ahora, Irina me acompañaba a su celda para despertarla, ya sabes, solo por si acaso. Cuando Irina regresaba al archivero, me pasaba el día intentando ignorar a Yulia lo mejor que podía. La dejaba en el patio durante la recreación, y yo, me quedaba en el Centro Médico, evitando que alguien fuera capaz de poner un ojo encima de nosotras, cuando estábamos juntas. También traté de ser más atenta con otros médicos y oficiales, con la intención de saber si conocían del rumor. Nastya no dijo ni una sola palabra al respecto, pero era tan obvio que lo que sabía, y que incluso me miraba cada vez que estaba con ella. Aparte de eso, parecía que por el momento, era seguro.
Y así como Irina lo había dicho antes, los rumores existían y rondaban por el Asilo. Los residentes parecían entender lo que estaba pasando. Mi mayor temor, era que el rumor llegara a los oficiales y luego al Dr. Putin, que sin duda me despediría dada la naturaleza de este. No sería difícil para él, creer que el rumor era cierto, cuando casi todo el mundo en el Asilo sabía que Yulia era mi paciente favorita, y Boris no era la excepción.
Para cuando la recreación terminaba, ni siquiera me molestaba en acompañar a Yulia, siendo los oficiales quienes hacían su trabajo en devolverla a su celda. Sé que ella sentía extraño mi comportamiento, estaba tan fuera de lo normal y había sido tan repentino. La cuestión era, que si en verdad quería detener el sexo y la propagación de los rumores, tenía que reducir mi contacto con ella tanto como me fuera posible. Incluso si me dolía y me hacía sentir sola.
Sé que ella tiene algunos problemas de confianza, así que no estaba dispuesta a ignorarla por completo y durante todo el día, podría sentirse herida y molesta. Y aunque aún, la veía y hablaba con ella, sólo era por un momento, y con menos frecuencia. Así era como yo también soportaba el día a solas, hasta el atardecer. Solo esperaba el momento oportuno, para poder hablar con ella del tema.
~~ * ~~
-Ánimo, Lena - Irina intentó animarme.
Suspiré -Esto es una mierda.
-¿Sabes que necesitas?- Irina chasqueó los dedos repentinamente -Pasarla bien.
-¿Pasarla bien?
-Sí, pasarla bien. Pasas demasiado tiempo con ella. Yulia esto, Yulia lo otro... Tienes que liberarte de ella. Lo que necesitas, es disfrutar de un buen momento. Debemos ir a un club o algo así.
Ese comentario, me hizo sentir demasiado incómoda -No soy el tipo de chica que le gusta ir a clubs, Irina - Negué con la cabeza tímidamente, tomando mí distancia de ella -La música es tan alta, la gente ni siquiera escucha cuando están hablando, y hay gente muy descortés por todas partes... Me siento mejor en mi propio hábitat.
-Pensaré en algún sitio donde puedas encajar. No te preocupes, conozco un montón de lugares en esta ciudad.
-¿Por qué estás actuando, como si yo hubiera dicho que sí?
Se acercó a mí, dejando sus manos sobre mis hombros -¿Recuerdas cuando me ofreciste tu ayuda para lidiar con mis problemas?- Me recordó y fruncí las cejas.
-Sí.
-Ahora es mi turno para ayudarte a lidiar con tus problemas. Y la fuente de esos problemas, tiene nombre y apellido, Yulia Volkova, y en verdad necesitas ayuda para hacerle frente. Dices que no puedes permanecer lejos de ella... bueno, no puedes porque ni siquiera lo estás intentando. Es necesario que conozcas mejor a otras personas. Personas del exterior. Ten sexo con ellos.
-¡No voy a tener sexo con extraños!
-Está bien, entonces no tengas sexo. Sólo habla con ellos. Ponte en contacto con tus viejos amigos, llámalos para salir una noche -El ceño fruncido en mis cejas, se desvaneció lentamente al escuchar sus palabras. Siendo sincera, ¿Cuándo fue la última vez que hablé con Jeny? ¿O Yarina? Seguro ha pasado mucho tiempo. ¿Cuándo fue la última vez que tuve una cena en un buen restaurante que no sea mi sofá? Ni siquiera puedo recordarlo.
-Entonces está decidido, nos divertiremos un rato. Pasaré por ti una noche de estas y lo disfrutaremos. Anímate Lena, necesitas un poco de diversión solo para ti. Sacaremos a esa hija de puta de tu mente, haciendo un nuevo cambio.
Exhalé, en realidad no me gustaba nada la idea. Pero Irina tenía razón. Si quiero dejar de tener sexo con Yulia, necesito ver a otras personas.
Así se decidió. Voy a tener una noche con Irina.
~~ * ~~
-¿Por favor oficiales, traigan a Yulia Volkova a mi oficina? La Doctora Elena Katina llamando -Solicité por los altavoces desde mi oficina. Mi plan era organizar una sesión falsa con Yulia, para poder explicar lo que estaba pasando, sin que los demás nos vieran como un espécimen raro. En mi cabeza, era un buen plan y menos obvio.
Cuando ella caminó dentro de mi oficina, la saludé con una leve sonrisa.
-¿Decidió tener otra sesión esta semana, Doctora?- El oficial Dimitri me preguntó y asentí en seguida.
-Sí.
-Es un poco inusual - ¿Lo es?
-Mi paciente está mostrando un comportamiento satisfactorio, así que opté por tener más sesiones con ella.
-Ah, ya veo. Eso tiene sentido.
-Por favor… quédense afuera - Les pedí y él asintió a mi petición.
-¿Podrías quitarme las esposas, por favor? - Preguntó Yulia antes de que los oficiales salieran.
-No estás en condiciones de pedir nada. Solo cállate.
-Siempre tan serio. Tus palabras podrían curar heridas, ¿Lo sabe, oficial Dima? -Ella se burló.
-Yulia... solo déjalo en paz - Le pedí tranquilamente, intentando que no se produjera una disputa.
-Es que no quiero estar esposada así.
-Lo entiendo, pero tienes que quedarte como estás. Es el procedimiento regular. -Respondí, notando sus ojos entrecerrarse -Por favor oficiales... déjenos solas.
-En seguida, Doctora.
-Te quedo claro, Volkova - El oficial Dima rió antes de salir de la oficina.
Señalé la silla al ver que Yulia todavía estaba de pie.
-Siéntate - Ella no lo hizo.
Deliberadamente, Yulia bajó la voz -¿De nuevo la vieja Doctora Katina? ¿Y ahora qué fue lo que paso?
Suspiré, cerrando los ojos.
-¿Estás bien?
No. Mi relación contigo, Yulia, fue descubierta por mis amigas más cercanas y ahora debo tener mucho cuidado o podría arruinar todo para ti, Yulia.
Además, Viktoria compró su boleto a Moscú para venir a verte y aún no he hablado con ella. Llegará en dos días y estoy insegura de lo que podría pasar. Honestamente... No sé muy bien, cómo hacerle frente a todas estas cosas que están pasando a la vez.
-Es complicado - Dije simplemente.
-¿Que es complicado?
Bajé la voz, tal y como ella lo había hecho antes -Tenemos que detener lo que estamos haciendo, Yulia.
-¿Hablar?
-No. Ya sabes... eso - Simplemente, no podía pronunciar la palabra literalmente -Irina sabe de lo nuestro.
-¿Lo sabe? ¿Es decir, ella lo sabe, o solo cree, que sabe lo estamos haciendo?
-Ella lo sabe - Le confirme -Sin duda, ella lo sabe. Y la gente está hablando. Los residentes están difundiendo rumores sobre nosotras -Dije aún más despacio -Si esto llega a Putin, voy a ser despedida.
-Por eso estás tan diferente últimamente, hmm ... - Entonces, finalmente tomó asiento.
-No puedo dejar que esto pase. Por mi bien. Por tu bien. Podría ser sólo cuestión de tiempo hasta que él se entere de lo nuestro y luego, todo se habrá acabado -ella no dijo nada -Así que debemos tener cuidado y asegurarnos de no alimentar este tipo de rumor con más acercamientos.
-¿Entonces, como funcionaran las cosas entre nosotras? Los rumores existen porque casi estamos unidas a la cadera. Además, eres mi Doctora, la persona asignada para cuidarme, solamente a mí. A menos que... -Sus ojos se agrandaron al obtener su respuesta.
-Creo que es lo mejor, si ... ...- Dejé de hablar cuando la vi bajar la cabeza -Voy a hablar con Lyudmila ...- empecé - Voy a pedirle que disminuya mis horas contigo.
-Pero…
-Todo será como antes, como al principio. Ya sabes, de vernos sólo unas pocas veces, una vez a la semana -Traté de recordarme a mí misma, pero honestamente, ni siquiera recordaba cómo me las arreglé para ver a Yulia solamente una vez por semana. -Tendremos nuestras sesiones una o dos veces por semana, y no hablaremos durante tu recreación. Seguramente con este cambio los rumores se desvanezcan.
-Así que... ya no habrá más visitas en mi celda...
-No habrá más visitas en tu celda.
-¿Sin charlas?
-No fuera de estas paredes.
Ella bajó más la cabeza, su cabello, creó una cortina que cubría su rostro -Lo siento, Yulia. Tampoco me gusta, pero podría ser nuestra única forma de mantenernos juntas. ¿Lo entiendes?
Ella asintió - Sí. Lo siento. Te dije que nadie se enteraría de nosotras pero resulta que si lo hicieron.
Mi pequeño corazón patético, latió cariñosamente - Tendremos cuidado de ahora en adelante. ¿De acuerdo?
- Está bien.
~~ * ~~
Al momento de entrar al restaurante, nos saludamos. Mi mente comenzó a hervir con pensamientos. Por una fracción de segundo, me sentí tan nerviosa como en mi primer día de trabajo.
Me acerqué a la mesa y moví mí cabeza como saludo formal. Ella hizo lo mismo, acompañándolo con la palabra -Doctora- al reconocerme.
-Viktoria- Le devolví.
Se aclaró la garganta y esperó a que me sentara. Tan pronto como hicimos nuestro pedido al camarero, y nuestro espacio estuvo vacío, retomamos nuestra conversación. O lo que era nuestra intención, ya que por un momento nos quedamos en silencio, sin saber qué decirnos. Recordé lo que Irina me aconsejó con anterioridad, conocer sus intenciones, saber por qué decidió visitar a Yulia después de haberla rechazado; Pero no sabía cómo dirigir la conversación. Decidí mantenerme formal y mostrar mi gratitud hacia ella.
-Gracias, Viktoria, por lo que está haciendo. Estoy segura que Yulia estará encantada de verte.
-También me gustaría darle las gracias, por no decirle nada a mi familia, Doctora. Yulia es un tema bastante controversial entre nosotros. A mamá y a papá no le gusta hablar mucho del ella -Era fácil ver la diferencia entre la relación que tenía Viktoria con sus padres, a la de Yulia. Viktoria siempre estaba tratando de defender a su familia de cualquier perspectiva, e incluso los llamaba mamá y papá; Yulia los llamaba madre y padre.
También me pareció raro que incluso, como una mujer adulta, todavía se preocupara por lo que sus padres pensaran de sus acciones. Es un poco infantil para ser honesta. Me preguntaba si se debía a lo había pasado con Yulia, que el Sr. y la Sra. Volkov, habían terminado sobreprotegiendo a Viktoria.
-Eres una adulta que toma sus propias decisiones. Contárselo a tus padres sería muy infantil de mí parte.
-A veces me tratan como a una niña - Ya veo, no estaba del todo equivocada.
-¿A qué te refieres?
-Bueno, ellos no se sienten cómodos al verme vivir sola. Siento que estoy en la edad de independizarme, vivir con una compañera de cuarto o algo así... pero mis padres dicen que es innecesario. Creo que tienen miedo de que me aleje de ellos, como lo hizo Yulia. No lo sé. Pero me siento bajo presión viviendo con mis papás, cuando todos mis compañeros viven por su cuenta. Sé que debería estar agradecida, pero a veces, necesito un poco de esa libertad que tendría si no estuviera viviendo con ellos -Es totalmente comprensible.
-Estás a principios de tus 20. Es la cima de tu juventud. Entiendo que sientas la necesidad de experimentar y probar cosas diferentes por tu cuenta.
-Mamá y papá no lo ven de esa forma. Ellos piensan que solo quiero problemas, igual que Yulia.
-Puedo ver cómo la situación de Yulia, cambió toda tu vida de cierto modo.
Ella exhaló pensativa -Me gustaría ser capaz de recordar cómo eran las cosas cuando ella aún estaba con nosotros. Pero no puedo. Los pocos recuerdos que tengo de ella, son tan escasos y tan borrosos. Recuerdo que le gustaba jugar con Ginger, y además le gustaba dibujar. Eso, es prácticamente todo. Ni siquiera recuerdo si alguna vez jugamos cuando éramos niñas. Recuerdo que apenas la veía. Sólo en Navidad y en algunos días festivos. La mayor parte del año estaba en la escuela, estudiando.
-Ella la odiaba - Añadí un momento más tarde -Odiaba esa escuela.
-Lo sé - Suspiró.
-¿Lo sabias?- Fruncí el ceño. La última vez que hablamos sobre la educación de Yulia, Viktoria me dijo que ella, debía estar agradecida por tener la oportunidad de estudiar en una de las mejores escuelas del país. Ahora, parece menos amargada al respecto.
Un breve silencio estalló, cuando el camarero nos trajo el vino que pedimos. Viktoria tomó un sorbo de vino, agradeciendo con una sonrisa hacia el hombre. Yo hice lo mismo y en cuanto se alejó, reanudamos la charla.
-A lo largo de toda mi vida, he estado enojada con mi hermana. Por muchas razones. -Fruncí el ceño, escuchándola, tratando de comprenderla -Teniendo en cuenta que ella es una criminal; ¿Por qué dejó su educación?; ¿Por qué fue tan ingrata con nuestros padres?; ¿Por qué hizo que papá tuviera dificultades para mantener el negocio?; ¿Por qué dejó de ir a San Petersburgo?; ¿Por qué nunca estaba allí, conmigo, cuando necesitaba a alguien para hablar de mis cosas, además de mis padres?. - hizo una pausa. -¿Por qué hizo que yo no tuviera la misma oportunidad que ella?
-¿Oportunidad?
Tomó otro sorbo de vino antes de seguir -Cuando yo era muy joven, tenía la ilusión de asistir a una escuela privada. Había visto las imágenes, los premios, los edificios, los uniformes eran tan bonitos... estaba contando los días, hasta finalmente poder ir a esa escuela. Y el último recuerdo que tengo de Yulia en San Petersburgo, es de cuando ella tenía 15 años y yo tenía 9, a punto de cumplir 10 años. Fue entonces, cuando escuché a Yulia pedirle a papá que no me dejara estudiar en esa escuela -Mi cuerpo se preparó para este momento. Saber la cantidad de odio que le tenía Yulia a esa escuela. Oír, como intentaba que Viktoria no sufriera lo mismo, que ese lugar le había hecho a ella. -Recuerdo que me enojé. Me enojé por la forma en la que ella estaba hablando, como si yo no mereciera asistir allí. ¿Pero por qué no? ¿No era lo suficientemente inteligente? ¿Por qué era mejor seguir estudiando en San Petersburgo? Yo no quería eso. ¡Yo quería estudiar en una de las mejores escuelas de todo el país! -Cuanto me gustaría poder decirle a Viktoria, que había malinterpretado las palabras de su hermana. Pero solo me limité a escuchar lo que tenía que decir -Resulta... que cuando llegué a la edad apropiada para asistir a la escuela privada, Yulia ya no hablaba con nosotros. Papá descubrió que ni siquiera intentó tomar los exámenes de ingreso a las universidades. Que vivía con una vagabunda que sólo se preocupaba por la música. -¿Nicolel? Debe ser Nicole, Yulia me dijo que quería ser cantante -Mamá le pidió a papá que no me trajera a Moscú. Ella no quería que ocurriera lo mismo conmigo y Papá estuvo de acuerdo. No fui a la escuela. No salí de San Petersburgo. Y me enojé, porque se me impidió estudiar donde yo quería a causa de Yulia. Ni siquiera estaba con nosotros y ella estaba haciendo de mi vida lo peor.
-Viktoria...
-En realidad, nunca la perdoné por eso. Si ella no se hubiera ido de nuestras vidas, si hubiera intentado ser médico como nuestros padres querían, yo habría asistido a la mejor escuela del país. Yo no habría pasado toda mi vida gastándose en San Petersburgo. No habría tenido a mis padres encima de mí, todo el tiempo.
- ¿No es curioso?- Oí la voz de Yulia en mi cabeza -¿Algunos intentan encontrarlos y otros intentan olvidarlos?- Viktoria quiere lo que tenía Yulia, la escuela a la que asistió, la libertad que tuvo Yulia viviendo sola en Moscú. Y Yulia, solo quería olvidar que alguna vez, experimentó la soledad de vivir en una ciudad lejana, sin su familia y a una edad tan joven. Ella solo quería olvidar toda la tragedia que se le había venido encima. De hecho, si es curioso.
Viktoria abrió su bolsa y sacó un bloc de notas color negro -Creo que este es el diario de Yulia - Mis ojos se abrieron al instante -Lo encontré después de que habláramos aquel día. Usted se llevó a Jack consigo, y al día siguiente revisé la habitación. Nunca pensé que tuviera uno. No parecía el tipo de chica que tendría un diario - Mi curiosidad se elevó a su máxima potencia -Ella dejó de escribir después de un tiempo. La última vez, fue cuando tenía 15 años - Me entregó el bloc de notas, y mis manos rápidamente saltaron a través de las páginas, siendo capaz de ver su letra - En una de las páginas, escribió cuanto odiaba su escuela. Y como algunos de sus compañeros se burlaban de su acento, de cómo la intimidaban por su forma de expresarse como un chico. Ella tenía clases desde las 7 am hasta las 7 pm y sus profesores eran muy estrictos - guardó silencio por un segundo, antes de continuar -Y también, escribió que no deseaba que lo mismo me pasara a mí.
Mi atención voló de su diario, a las palabras de Viktoria -Todo este tiempo, pensé que no quería que yo asistiera a la escuela privada, porque ella creía que yo no era lo suficiente inteligente. Todo este tiempo, pensé que no me quería allí, por ser su hermana menor, porque se avergonzaba de mí por alguna razón -Suspiró - Pero lo que quería, era que no viviera la misma experiencia. Ella quería que me quedara en San Petersburgo, porque extrañaba su casa, y mientras todos los estudiantes de Moscú podían volver a casa los fines de semana, ella no podía volver. Tenía que quedarse en la escuela porque nuestra casa, estaba demasiado lejos. Ella no quería que sintiera lo que ella sintió -Me sentí mucho mejor, sabiendo que Viktoria conocía las verdaderas intenciones de Yulia -Durante todo este tiempo, tomé sus intenciones de una forma incorrecta. Yulia, solo estaba tratando de protegerme de todas aquellas cosas que sucedieron en esa escuela, y que solo la lastimaron. Y yo, solo creí que ella estaba siendo egoísta -Escuché mi corazón latir con más fuerza -La primera vez que hablamos, mencionó que Yulia no es lo que parece. Que es mucho más que una simple y fría asesina. No quería creerle, porque desde que terminó la escuela, mamá y papá me aseguraron que ella era una mala persona. Crecí creyendo que era cierto. Y cuando fue condenada, fue aún más evidente. ¿Si ella fuera una buena persona, por qué mataría personas?
No contesté, respetando su propia reflexión.
-Usted dijo que Yulia quería verme. Y que esto, no se trataba de justicia o de cambiar cualquiera error, sólo se trataba de ella, extrañándome. No pensé que fuera posible porque no éramos muy unidas. Pero en su diario, escribe sobre perder a las personas, a mamá, a papá, y a mí; que cada vez que iba a casa, seguía sintiéndose sola, porque no era capaz de conectar con nosotros, a un nivel más profundo. Se sentía tan distante, que creyó que ya no era un miembro de la familia -Incluso podía oír la voz de Yulia, diciendo lo mismo -Y eso, es de lo que estaba tratando de protegerme todo este tiempo. Ella no quería que me sintiera de la misma forma, por esa razón, le pidió a papá que no me dejara ir a esa escuela -Podía notar que lo que me estaba contando, era muy importante para Viktoria. Su voz se escuchaba un poco agitada, y sus ojos brillaban con algunas lágrimas reluciendo. Si yo no supiera nada sobre la situación de Yulia, probablemente sería consumida por la emoción - Pensé en lo que me dijo, comenzar a ser más cercana a ella. Al principio no quería. Por las razones que le he dicho antes. Pero después de leer su diario, y saber que alguna vez trató de protegerme, siento, como si no fuera tan mala idea visitarla.
Sonreí - Al principio traté de hablar con mis padres sobre ello, pero se negaron a que lo hiciera. Tuve que esperar un par de meses hasta que se olvidaron del tema. Les dije que vendría a Moscú este fin de semana, por un simposio universitario. Por eso, tenía miedo que les contara a mis padres de mi visita a Yulia. Y que ellos consiguieran el primer vuelo a Moscú, con el único fin, de impedir que yo la viera.
-Ni una palabras de tu visita será pronuncia a tus padres. Te lo garantizo.
-Gracias, Doctora Katina.
Cerré la libreta en mis manos, bebiendo otro sorbo de vino - Con lo que sé ahora, quiero que me digas, ¿Si está, es tu única intención para ver a Yulia?
Ella frunció el ceño -¿Qué quieres decir?
-Yulia, es más o menos consciente de que te negaste verla. Y está convencida de que nadie va a visitarla. Por otro lado, tu estás en camino a hacerlo este fin de semana, y es una maravillosa noticia, estoy muy segura de que a Yulia le encantará, pero... si esta es la primera y la última vez que vas hacerlo... Creo que tu visita solo le hará más daño, que un bien - ella parpadeó - Seguramente, preguntará constantemente cuando la visitarás de nuevo, y si se da cuenta que solo fue por una vez, ella podría enojarse de nuevo.
-¿Qué quiere decir... con enojarse de nuevo? - Fue entonces cuando me di cuenta, de que Viktoria no sabía nada acerca de Yulia. No sabía nada respecto a sus problemas de ira.
-Yulia... es muy delicada al tratar - Intenté explicarle en voz baja - Tiene algunos problemas de ira, llegando a ser una persona muy violenta si es provocada. Está luchando contra esto, desde su adolescencia, y debido a la naturaleza de este problema, lastima a las personas. A veces, simplemente mata - Escuchar mis palabras, la llevó a bajar la cabeza - Lo ha estado sobrellevando bien hasta ahora, pero si ella se enfadada demasiado, se convierte…en una persona muy peligrosa.
- ...
-Ella está constantemente enfadada, por algo, que sucedió en su vida - Omití la verdadera razón de Yulia, ya que no creía que fuera conveniente en esta conversación. Además, no estaba en condiciones de contarle a Viktoria, algo tan privado - Su rabia, sólo se quedó en un estado latente. Una vez que se enciende, Yulia se convierte en una persona totalmente diferente.
-¿Ella... le ha hecho daño?
-No. Tenemos una buena relación médico-paciente -Incluso, más que eso para ser honesta, pero Viktoria no necesitaba saberlo -Tratamos de ayudarnos mutuamente.
-¿Ella se enoja con facilidad?
No sabía qué responder. Ella había presentado una gran cantidad de agresión sin tener sus episodios, por otro lado, una palabra equivocada y la balanza se inclinaba por completo - Creo, que hay que ser muy desafortunado, para hacerla enojar con demasiada facilidad - Respondí. Así es como veía a Yulia.
-¿De verdad piensa que ella es una buena persona? - Preguntó.
-Fuiste capaz de leer su diario. ¿No crees en la posibilidad de que sea una buena persona?
-Lo escribió cuando era un adolescente. Han pasado más de 10 años. La gente cambia.
-Honestamente, Viktoria... - Hice una pausa - En verdad, creo que Yulia es una buena persona. Pero yo soy su médico, y estoy constantemente con ella, por lo que es fácil verla de esa forma - Ella asintió con la cabeza - Después de todo este tiempo y después de todos estos años... Tú, decidiste venir hasta aquí, a verla. Creo que de alguna manera, demuestras tu propia respuesta a esa pregunta - Se quedó en silencio. -Quiero que sepas, que yo no quiero hacerle más daño a Yulia, de lo que ella misma se lo ha hecho. Y es por eso, que quiero saber con certeza, si está, será la única ocasión en la que visitarás a tu hermana. Porque si lo es, no creo que sea saludable para Yulia verte.
-No lo sé - respondió.
-¿No lo sabes?
-¿Qué pasaría si todo sale mal? ¿Y si ella no le agrada verme? ¿O si digo algo y la hago enojar? No estoy segura si está sea la única vez o no. Hay tanto aquí, aparte de mi propia voluntad. No es tan fácil.
Podía entender a dónde iba con esto.
-Lo siento. No lo sé. No puedo asegurarle nada.
Mi corazón me decía que tomara esta oportunidad. Quiero decir, ella está aquí, en Moscú, dispuesta a ver a su hermana... ¿Cuándo volverá a tener Yulia esta oportunidad?
A veces, todo lo que queremos, es ver una vez más aquella persona que hemos extrañado, aunque sea por última vez.
Viktoria ya está aquí. Debería aprovechar esta ocasión. Debería darle a Yulia esta oportunidad. Ahora que vamos a estar separadas, otra vez.
Suspiré. Está decidido.
Voy a llevar a Viktoria al Asilo.
~~ * ~~
De vuelta a casa, en todo lo que podía pensar, era en como saldría la reunión. Por favor, que todo salga bien. Por favor, que esto se convierta en un buen momento. Si algo sale mal... no sabría ni qué hacer. Mi corazón estaba latiendo en agonía, imaginando que algo se saliera de su cauce.
Cuando llegué a casa, tomé una ducha y me arrastré a la cama. Encendí la televisión para ver las noticias, pero a medida que pasaban los minutos, me estaba poniendo más nerviosa y ansiosa - Creo que este es el diario de Yulia - Las palabras de Viktoria hicieron eco en mi cabeza. Ella me lo había dado. Y no estaba segura, si debía leerlo o no.
Es decir, sería muy agradable ver sus expresiones, y con que estaba lidiando en ese momento. Sería una gran forma, si no la mejor, para entender a Yulia. Al mismo tiempo, es su privacidad. Ella tiene derecho a no querer que nadie lo lea.
Pero ha pasado tanto tiempo. 10 años. ¿Le importaría? ¿Lo tomaría a mal, si leo algo de hace 10 años?
Cerré los ojos, la cabeza estaba a punto de volverme loca con tantos pensamientos, de si debía leerlo o no.
Mis manos decidieron obedecer a mis pensamientos, que me decían que sí lo leyera. Abrieron el diario de cubierta color negro. Mi primer impulso, fue saltar a través de todas las páginas, para ver cuánto había escrito. Pero cuando vi una imagen pegada en una de las páginas, todos mis movimientos se detuvieron.
Nada más ver esa imagen en alta resolución y a color, ya no fui capaz de apartar los ojos de ella. Se veía tan saludable en ese entonces... con el cabello largo y radiante, con esa mirada sana. En la imagen, había otra persona, ella tenía un helado, y a su lado había un chico.
Tuve un grandioso día de helado hoy, con Domen. Me contó este estúpido juego de palabras, sobre nosotros pasándo un Good Sunday and Sundae Ice Cream, (buen domingo y helado con frutas y nuez)¬¬. Sólo él, puede decir estos chistes tontos, kkkk.
¿Entonces, este chico era Domen? - Otro disparo, y justo, encima de mí, murió mi mejor amigo - recordé su historia -Él murió, y yo ni siquiera fui capaz decirle... que lo quería - Lágrimas resbalaron por mis mejillas.
-Yulia... - murmuré, sintiendo el corazón roto.
Me quedé saltando a través de las páginas, notando que habían más fotografías unidas a las páginas. En una de ellas, Yulia estaba con Domen y un chico más alto con el cabello negro, al parecer los tres en su uniforme escolar. La leyenda decía ~ HE AQUÍ ... LOS VOLKONOV ~ Yo, Volkova Yulia, Domen y Anton Ivanov. LOS ILUMINADOS.
Y cuanto más veía las fotos más lágrimas corrían, recordando cómo había sido el final, para todos ellos.
Incluso con los ojos hinchados y borrosos por las lágrimas, no pasó desapercibido que ella tenía el cabello rubio. Cabello rubio... Oh Dios mío, cabello rubio. Ese tono le daba algo más. Le sentaba muy bien, tenía un aspecto angelical.
Una mirada angelical... con tendencias criminales.... Casi parecía un programa de televisión. El criminal con aspecto inocente, es el asesino sangriento. Es un comentario típico, retratado en los medios de comunicación que ya no son tan impactantes…..Pero cuando resultaba ser real... Cuando te encuentras cerca de un asesino, disfrazado de una persona inocente y angelical... es realmente aterrador.
Es en esta imagen en particular, estaba entre los dos chicos, todos rubios. Reconocí a Domen, una vez más, pero el otro no sabía quién era. ~ Nos teñimos nuestro cabello. Viktor dijo que estaría bien tener el mismo color de cabello y ser los Hermanos Volkov. Creo que es el nombre perfecto para una banda. Así que aquí está, la foto de nuestra banda, jeje ^^ ~
Y mientras seguía pasando a través de las páginas, observé que las fotografías, iban apareciendo cada vez menos. Y su escritura, de igual forma, comenzaba a ser menos frecuentes. Para cuando me pareció llegar a la última página que había escrito, y mientras mis ojos leían esa línea de palabras, perdí la capacidad de sentir algo más. Me sentía vacía y desolada. Mi ritmo cardíaco se redujo considerablemente, me sentía entumecida al entenderlo. Quería decirme a mí misma, algo, que no era cierto. Quería que de alguna manera, la vida cambiará su resultado, y que ese hecho, nunca hubiera pasado.
En una frase un tanto deletreada, puesto justo ahí, frente a mí. Escrito en una forma tambaleante, las palabras marcadas al centro de la página, decían:
-Se han ido. Se acabó. Y no quiero vivir más.
No puedo hacerlo. No puedo leerlo. No puedo leer todas las páginas que contiene toda su vida, sólo para llegar a esta parte, como el final de todo. No puedo mirar todas estas fotos, con ella y sus amigos, sabiendo lo qué va a pasar con ellos. No puedo leerlo, sabiendo lo que pasó. No puedo. Lo siento tanto. No puedo.
Cerré el diario al instante, dejándolo en el armario a lado de mi cama. ¿Por qué tuve que abrirlo? ¿Por qué tuve la estúpida idea de mirar dentro de su diario? ¡Estúpida, Lena!
Me levanté y fui al baño a lavarme la cara.
Y por primera vez en mucho tiempo, le recé a Dios, para que mañana todo saliera bien. Le recé a Dios, para que bendijera la reunión entre Yulia y su hermana. Y pedí que Yulia fuera capaz de tener a su hermana, y que sintiera, que aún había esperanza.
Yulia ya ha sufrido suficiente, y no merece sufrir por más tiempo. Ella es una buena persona, y es hasta este día, que volverá a tener un buen momento en su vida.
~~ * ~~
-¿Estás bien?- Le pregunté aun en el coche. Cerró los ojos, tratando de calmarse. -¿Nerviosa?
Ella asintió -Ni siquiera sé cómo se ve.
-Bueno, pronto lo sabrás - Vi sus piernas moverse con ansiedad - No te preocupes, Viktoria... todo estará bien.
Traté de consolarla, pero yo también estaba un poco nervioso. Ni siquiera logré dormir bien, pensando en hoy y en cómo podría terminar la reunión -¿Qué pasa si digo algo mal? ¿Y si soy muy desafortunada y la hago enojar fácilmente? - Me preguntó temerosa.
-Esperemos que ella esté de buen humor - Contesté, más para mí que para ella.
-¿Y si no lo está? ¿Qué pasa si ella…
-Viktoria...- La llamé de nuevo, tratando de calmar sus nervios un poco -Yulia no es un monstruo. Sólo sé tú misma, demuéstrale que realmente te interesa conocerla y todo estará bien -Ella asintió con la cabeza.
-Está bien.-
~~ * ~~
Mis pasos se sintieron más y más pesados mientras escoltaba a Yulia, desde su celda hacia las unidades reservadas para las visitas. El oficial Gólubev también estaba con nosotras.
-¿A dónde vamos?- La oí preguntar -Esto es un procedimiento inusual.
-Tienes visita, Volkova - El oficial Dimitri le contestó.
-¿Lyudmila Shapovalova de nuevo? Rayos, esa mujer no está cuerda -Es cierto. Su comportamiento hacia los asesinos en serie no es normal -Y la gente dice que yo merezco estar aquí, quiero decir, ¿Alguna vez han hablado con Shapovalova? Una loca perturbada, si me preguntan. Uno de estos días, se volverá la novia de un asesino en serie.
-Al menos, pasará un buen rato - El oficial Dimitri se burló, provocando la risa de Yulia.
-Cierto. Nada es tan divertido como follar con un asesino en serie. Especialmente justo después de un asesinato -secundó -Oh Dios, incluso me he dado escalofríos.
-Bueno, vas a conseguir algo de escalofríos en tu hocico, si no te callas.
-De todos modos, tendrías que quitármelo para que pueda hablar con Lyudmila ¿Si no como podría complacerla con sus preguntas?
-No lo sé... ¿Satisfaciéndola de otra forma?
-¿Eh? ¿Acabas de imaginarlo, eh? -Yulia se burló -Dime, tu.
-Yulia...- la llamé sabiendo qué tipo de comentario haría -Por favor, no lo digas.
-¿Qué? No iba a decir nada importante.
-No te metas en problemas. Hoy no.
Ella no dijo nada más, después de que hiciera mi comentario.
-¿Eres un coñito azotado, no es así, Volkova?- Él se burló. Rodé los ojos enojada con su comportamiento.
-Seré obediente a mi Doctora, Sr. Gólubev. La mayoría de las personas consideran esto, como una cualidad, más que una debilidad.
-Coñito azotado - Repitió.
-Conozco sus trucos, Sr. Dimitri. Estás intentando que te agreda para que puedas golpearme con la macana justo en la cara. Pero eso no sucederá. No quiero hacer que este precioso día se convierta en un mal día, con mi doctora aquí presente. Ella no se lo merece.
-Sólo cierra la boca, Volkova - Ella rió.
- Es tan fácil de irritar, Sr. Gólubev.
~~ * ~~
Al llegar al centro de visitas, los latidos de mi corazón ya estaban en la cima. Todo lo que pedía, era que todo se mantuviera en calma. Tenía que salir bien. Ni podría asimilar que algo saliera mal con Yulia.
-Yulia... - La llamé, colocándome enfrente de ella. Mientras ella me miraba tranquilamente.
-¿Estás bien, Doc?
Exhalé - Hay alguien... que le gustaría hablar contigo - Ella parpadeó, confusa.
- Lyudmila Shapovalova, lo sé.
-No, no es Lyudmila – Negué -Es ... - Levanté mi cabeza, mirándola fijamente a los ojos. -Tu hermana, Viktoria...
Fati20, feliz cumpleaños darling, espero la hayas pasado bien en tí día. Me creerías si el mio también fue ayer?? Así que celebración doble.
Un gran abrazo.... Saludos!
A leer!!!
CAPITULO 31: EXPECTACIÓN
Por mucho que deseara estar a su lado, entendí lo complicado de la situación. Las cosas cambiaron. Ahora, Irina me acompañaba a su celda para despertarla, ya sabes, solo por si acaso. Cuando Irina regresaba al archivero, me pasaba el día intentando ignorar a Yulia lo mejor que podía. La dejaba en el patio durante la recreación, y yo, me quedaba en el Centro Médico, evitando que alguien fuera capaz de poner un ojo encima de nosotras, cuando estábamos juntas. También traté de ser más atenta con otros médicos y oficiales, con la intención de saber si conocían del rumor. Nastya no dijo ni una sola palabra al respecto, pero era tan obvio que lo que sabía, y que incluso me miraba cada vez que estaba con ella. Aparte de eso, parecía que por el momento, era seguro.
Y así como Irina lo había dicho antes, los rumores existían y rondaban por el Asilo. Los residentes parecían entender lo que estaba pasando. Mi mayor temor, era que el rumor llegara a los oficiales y luego al Dr. Putin, que sin duda me despediría dada la naturaleza de este. No sería difícil para él, creer que el rumor era cierto, cuando casi todo el mundo en el Asilo sabía que Yulia era mi paciente favorita, y Boris no era la excepción.
Para cuando la recreación terminaba, ni siquiera me molestaba en acompañar a Yulia, siendo los oficiales quienes hacían su trabajo en devolverla a su celda. Sé que ella sentía extraño mi comportamiento, estaba tan fuera de lo normal y había sido tan repentino. La cuestión era, que si en verdad quería detener el sexo y la propagación de los rumores, tenía que reducir mi contacto con ella tanto como me fuera posible. Incluso si me dolía y me hacía sentir sola.
Sé que ella tiene algunos problemas de confianza, así que no estaba dispuesta a ignorarla por completo y durante todo el día, podría sentirse herida y molesta. Y aunque aún, la veía y hablaba con ella, sólo era por un momento, y con menos frecuencia. Así era como yo también soportaba el día a solas, hasta el atardecer. Solo esperaba el momento oportuno, para poder hablar con ella del tema.
~~ * ~~
-Ánimo, Lena - Irina intentó animarme.
Suspiré -Esto es una mierda.
-¿Sabes que necesitas?- Irina chasqueó los dedos repentinamente -Pasarla bien.
-¿Pasarla bien?
-Sí, pasarla bien. Pasas demasiado tiempo con ella. Yulia esto, Yulia lo otro... Tienes que liberarte de ella. Lo que necesitas, es disfrutar de un buen momento. Debemos ir a un club o algo así.
Ese comentario, me hizo sentir demasiado incómoda -No soy el tipo de chica que le gusta ir a clubs, Irina - Negué con la cabeza tímidamente, tomando mí distancia de ella -La música es tan alta, la gente ni siquiera escucha cuando están hablando, y hay gente muy descortés por todas partes... Me siento mejor en mi propio hábitat.
-Pensaré en algún sitio donde puedas encajar. No te preocupes, conozco un montón de lugares en esta ciudad.
-¿Por qué estás actuando, como si yo hubiera dicho que sí?
Se acercó a mí, dejando sus manos sobre mis hombros -¿Recuerdas cuando me ofreciste tu ayuda para lidiar con mis problemas?- Me recordó y fruncí las cejas.
-Sí.
-Ahora es mi turno para ayudarte a lidiar con tus problemas. Y la fuente de esos problemas, tiene nombre y apellido, Yulia Volkova, y en verdad necesitas ayuda para hacerle frente. Dices que no puedes permanecer lejos de ella... bueno, no puedes porque ni siquiera lo estás intentando. Es necesario que conozcas mejor a otras personas. Personas del exterior. Ten sexo con ellos.
-¡No voy a tener sexo con extraños!
-Está bien, entonces no tengas sexo. Sólo habla con ellos. Ponte en contacto con tus viejos amigos, llámalos para salir una noche -El ceño fruncido en mis cejas, se desvaneció lentamente al escuchar sus palabras. Siendo sincera, ¿Cuándo fue la última vez que hablé con Jeny? ¿O Yarina? Seguro ha pasado mucho tiempo. ¿Cuándo fue la última vez que tuve una cena en un buen restaurante que no sea mi sofá? Ni siquiera puedo recordarlo.
-Entonces está decidido, nos divertiremos un rato. Pasaré por ti una noche de estas y lo disfrutaremos. Anímate Lena, necesitas un poco de diversión solo para ti. Sacaremos a esa hija de puta de tu mente, haciendo un nuevo cambio.
Exhalé, en realidad no me gustaba nada la idea. Pero Irina tenía razón. Si quiero dejar de tener sexo con Yulia, necesito ver a otras personas.
Así se decidió. Voy a tener una noche con Irina.
~~ * ~~
-¿Por favor oficiales, traigan a Yulia Volkova a mi oficina? La Doctora Elena Katina llamando -Solicité por los altavoces desde mi oficina. Mi plan era organizar una sesión falsa con Yulia, para poder explicar lo que estaba pasando, sin que los demás nos vieran como un espécimen raro. En mi cabeza, era un buen plan y menos obvio.
Cuando ella caminó dentro de mi oficina, la saludé con una leve sonrisa.
-¿Decidió tener otra sesión esta semana, Doctora?- El oficial Dimitri me preguntó y asentí en seguida.
-Sí.
-Es un poco inusual - ¿Lo es?
-Mi paciente está mostrando un comportamiento satisfactorio, así que opté por tener más sesiones con ella.
-Ah, ya veo. Eso tiene sentido.
-Por favor… quédense afuera - Les pedí y él asintió a mi petición.
-¿Podrías quitarme las esposas, por favor? - Preguntó Yulia antes de que los oficiales salieran.
-No estás en condiciones de pedir nada. Solo cállate.
-Siempre tan serio. Tus palabras podrían curar heridas, ¿Lo sabe, oficial Dima? -Ella se burló.
-Yulia... solo déjalo en paz - Le pedí tranquilamente, intentando que no se produjera una disputa.
-Es que no quiero estar esposada así.
-Lo entiendo, pero tienes que quedarte como estás. Es el procedimiento regular. -Respondí, notando sus ojos entrecerrarse -Por favor oficiales... déjenos solas.
-En seguida, Doctora.
-Te quedo claro, Volkova - El oficial Dima rió antes de salir de la oficina.
Señalé la silla al ver que Yulia todavía estaba de pie.
-Siéntate - Ella no lo hizo.
Deliberadamente, Yulia bajó la voz -¿De nuevo la vieja Doctora Katina? ¿Y ahora qué fue lo que paso?
Suspiré, cerrando los ojos.
-¿Estás bien?
No. Mi relación contigo, Yulia, fue descubierta por mis amigas más cercanas y ahora debo tener mucho cuidado o podría arruinar todo para ti, Yulia.
Además, Viktoria compró su boleto a Moscú para venir a verte y aún no he hablado con ella. Llegará en dos días y estoy insegura de lo que podría pasar. Honestamente... No sé muy bien, cómo hacerle frente a todas estas cosas que están pasando a la vez.
-Es complicado - Dije simplemente.
-¿Que es complicado?
Bajé la voz, tal y como ella lo había hecho antes -Tenemos que detener lo que estamos haciendo, Yulia.
-¿Hablar?
-No. Ya sabes... eso - Simplemente, no podía pronunciar la palabra literalmente -Irina sabe de lo nuestro.
-¿Lo sabe? ¿Es decir, ella lo sabe, o solo cree, que sabe lo estamos haciendo?
-Ella lo sabe - Le confirme -Sin duda, ella lo sabe. Y la gente está hablando. Los residentes están difundiendo rumores sobre nosotras -Dije aún más despacio -Si esto llega a Putin, voy a ser despedida.
-Por eso estás tan diferente últimamente, hmm ... - Entonces, finalmente tomó asiento.
-No puedo dejar que esto pase. Por mi bien. Por tu bien. Podría ser sólo cuestión de tiempo hasta que él se entere de lo nuestro y luego, todo se habrá acabado -ella no dijo nada -Así que debemos tener cuidado y asegurarnos de no alimentar este tipo de rumor con más acercamientos.
-¿Entonces, como funcionaran las cosas entre nosotras? Los rumores existen porque casi estamos unidas a la cadera. Además, eres mi Doctora, la persona asignada para cuidarme, solamente a mí. A menos que... -Sus ojos se agrandaron al obtener su respuesta.
-Creo que es lo mejor, si ... ...- Dejé de hablar cuando la vi bajar la cabeza -Voy a hablar con Lyudmila ...- empecé - Voy a pedirle que disminuya mis horas contigo.
-Pero…
-Todo será como antes, como al principio. Ya sabes, de vernos sólo unas pocas veces, una vez a la semana -Traté de recordarme a mí misma, pero honestamente, ni siquiera recordaba cómo me las arreglé para ver a Yulia solamente una vez por semana. -Tendremos nuestras sesiones una o dos veces por semana, y no hablaremos durante tu recreación. Seguramente con este cambio los rumores se desvanezcan.
-Así que... ya no habrá más visitas en mi celda...
-No habrá más visitas en tu celda.
-¿Sin charlas?
-No fuera de estas paredes.
Ella bajó más la cabeza, su cabello, creó una cortina que cubría su rostro -Lo siento, Yulia. Tampoco me gusta, pero podría ser nuestra única forma de mantenernos juntas. ¿Lo entiendes?
Ella asintió - Sí. Lo siento. Te dije que nadie se enteraría de nosotras pero resulta que si lo hicieron.
Mi pequeño corazón patético, latió cariñosamente - Tendremos cuidado de ahora en adelante. ¿De acuerdo?
- Está bien.
~~ * ~~
Al momento de entrar al restaurante, nos saludamos. Mi mente comenzó a hervir con pensamientos. Por una fracción de segundo, me sentí tan nerviosa como en mi primer día de trabajo.
Me acerqué a la mesa y moví mí cabeza como saludo formal. Ella hizo lo mismo, acompañándolo con la palabra -Doctora- al reconocerme.
-Viktoria- Le devolví.
Se aclaró la garganta y esperó a que me sentara. Tan pronto como hicimos nuestro pedido al camarero, y nuestro espacio estuvo vacío, retomamos nuestra conversación. O lo que era nuestra intención, ya que por un momento nos quedamos en silencio, sin saber qué decirnos. Recordé lo que Irina me aconsejó con anterioridad, conocer sus intenciones, saber por qué decidió visitar a Yulia después de haberla rechazado; Pero no sabía cómo dirigir la conversación. Decidí mantenerme formal y mostrar mi gratitud hacia ella.
-Gracias, Viktoria, por lo que está haciendo. Estoy segura que Yulia estará encantada de verte.
-También me gustaría darle las gracias, por no decirle nada a mi familia, Doctora. Yulia es un tema bastante controversial entre nosotros. A mamá y a papá no le gusta hablar mucho del ella -Era fácil ver la diferencia entre la relación que tenía Viktoria con sus padres, a la de Yulia. Viktoria siempre estaba tratando de defender a su familia de cualquier perspectiva, e incluso los llamaba mamá y papá; Yulia los llamaba madre y padre.
También me pareció raro que incluso, como una mujer adulta, todavía se preocupara por lo que sus padres pensaran de sus acciones. Es un poco infantil para ser honesta. Me preguntaba si se debía a lo había pasado con Yulia, que el Sr. y la Sra. Volkov, habían terminado sobreprotegiendo a Viktoria.
-Eres una adulta que toma sus propias decisiones. Contárselo a tus padres sería muy infantil de mí parte.
-A veces me tratan como a una niña - Ya veo, no estaba del todo equivocada.
-¿A qué te refieres?
-Bueno, ellos no se sienten cómodos al verme vivir sola. Siento que estoy en la edad de independizarme, vivir con una compañera de cuarto o algo así... pero mis padres dicen que es innecesario. Creo que tienen miedo de que me aleje de ellos, como lo hizo Yulia. No lo sé. Pero me siento bajo presión viviendo con mis papás, cuando todos mis compañeros viven por su cuenta. Sé que debería estar agradecida, pero a veces, necesito un poco de esa libertad que tendría si no estuviera viviendo con ellos -Es totalmente comprensible.
-Estás a principios de tus 20. Es la cima de tu juventud. Entiendo que sientas la necesidad de experimentar y probar cosas diferentes por tu cuenta.
-Mamá y papá no lo ven de esa forma. Ellos piensan que solo quiero problemas, igual que Yulia.
-Puedo ver cómo la situación de Yulia, cambió toda tu vida de cierto modo.
Ella exhaló pensativa -Me gustaría ser capaz de recordar cómo eran las cosas cuando ella aún estaba con nosotros. Pero no puedo. Los pocos recuerdos que tengo de ella, son tan escasos y tan borrosos. Recuerdo que le gustaba jugar con Ginger, y además le gustaba dibujar. Eso, es prácticamente todo. Ni siquiera recuerdo si alguna vez jugamos cuando éramos niñas. Recuerdo que apenas la veía. Sólo en Navidad y en algunos días festivos. La mayor parte del año estaba en la escuela, estudiando.
-Ella la odiaba - Añadí un momento más tarde -Odiaba esa escuela.
-Lo sé - Suspiró.
-¿Lo sabias?- Fruncí el ceño. La última vez que hablamos sobre la educación de Yulia, Viktoria me dijo que ella, debía estar agradecida por tener la oportunidad de estudiar en una de las mejores escuelas del país. Ahora, parece menos amargada al respecto.
Un breve silencio estalló, cuando el camarero nos trajo el vino que pedimos. Viktoria tomó un sorbo de vino, agradeciendo con una sonrisa hacia el hombre. Yo hice lo mismo y en cuanto se alejó, reanudamos la charla.
-A lo largo de toda mi vida, he estado enojada con mi hermana. Por muchas razones. -Fruncí el ceño, escuchándola, tratando de comprenderla -Teniendo en cuenta que ella es una criminal; ¿Por qué dejó su educación?; ¿Por qué fue tan ingrata con nuestros padres?; ¿Por qué hizo que papá tuviera dificultades para mantener el negocio?; ¿Por qué dejó de ir a San Petersburgo?; ¿Por qué nunca estaba allí, conmigo, cuando necesitaba a alguien para hablar de mis cosas, además de mis padres?. - hizo una pausa. -¿Por qué hizo que yo no tuviera la misma oportunidad que ella?
-¿Oportunidad?
Tomó otro sorbo de vino antes de seguir -Cuando yo era muy joven, tenía la ilusión de asistir a una escuela privada. Había visto las imágenes, los premios, los edificios, los uniformes eran tan bonitos... estaba contando los días, hasta finalmente poder ir a esa escuela. Y el último recuerdo que tengo de Yulia en San Petersburgo, es de cuando ella tenía 15 años y yo tenía 9, a punto de cumplir 10 años. Fue entonces, cuando escuché a Yulia pedirle a papá que no me dejara estudiar en esa escuela -Mi cuerpo se preparó para este momento. Saber la cantidad de odio que le tenía Yulia a esa escuela. Oír, como intentaba que Viktoria no sufriera lo mismo, que ese lugar le había hecho a ella. -Recuerdo que me enojé. Me enojé por la forma en la que ella estaba hablando, como si yo no mereciera asistir allí. ¿Pero por qué no? ¿No era lo suficientemente inteligente? ¿Por qué era mejor seguir estudiando en San Petersburgo? Yo no quería eso. ¡Yo quería estudiar en una de las mejores escuelas de todo el país! -Cuanto me gustaría poder decirle a Viktoria, que había malinterpretado las palabras de su hermana. Pero solo me limité a escuchar lo que tenía que decir -Resulta... que cuando llegué a la edad apropiada para asistir a la escuela privada, Yulia ya no hablaba con nosotros. Papá descubrió que ni siquiera intentó tomar los exámenes de ingreso a las universidades. Que vivía con una vagabunda que sólo se preocupaba por la música. -¿Nicolel? Debe ser Nicole, Yulia me dijo que quería ser cantante -Mamá le pidió a papá que no me trajera a Moscú. Ella no quería que ocurriera lo mismo conmigo y Papá estuvo de acuerdo. No fui a la escuela. No salí de San Petersburgo. Y me enojé, porque se me impidió estudiar donde yo quería a causa de Yulia. Ni siquiera estaba con nosotros y ella estaba haciendo de mi vida lo peor.
-Viktoria...
-En realidad, nunca la perdoné por eso. Si ella no se hubiera ido de nuestras vidas, si hubiera intentado ser médico como nuestros padres querían, yo habría asistido a la mejor escuela del país. Yo no habría pasado toda mi vida gastándose en San Petersburgo. No habría tenido a mis padres encima de mí, todo el tiempo.
- ¿No es curioso?- Oí la voz de Yulia en mi cabeza -¿Algunos intentan encontrarlos y otros intentan olvidarlos?- Viktoria quiere lo que tenía Yulia, la escuela a la que asistió, la libertad que tuvo Yulia viviendo sola en Moscú. Y Yulia, solo quería olvidar que alguna vez, experimentó la soledad de vivir en una ciudad lejana, sin su familia y a una edad tan joven. Ella solo quería olvidar toda la tragedia que se le había venido encima. De hecho, si es curioso.
Viktoria abrió su bolsa y sacó un bloc de notas color negro -Creo que este es el diario de Yulia - Mis ojos se abrieron al instante -Lo encontré después de que habláramos aquel día. Usted se llevó a Jack consigo, y al día siguiente revisé la habitación. Nunca pensé que tuviera uno. No parecía el tipo de chica que tendría un diario - Mi curiosidad se elevó a su máxima potencia -Ella dejó de escribir después de un tiempo. La última vez, fue cuando tenía 15 años - Me entregó el bloc de notas, y mis manos rápidamente saltaron a través de las páginas, siendo capaz de ver su letra - En una de las páginas, escribió cuanto odiaba su escuela. Y como algunos de sus compañeros se burlaban de su acento, de cómo la intimidaban por su forma de expresarse como un chico. Ella tenía clases desde las 7 am hasta las 7 pm y sus profesores eran muy estrictos - guardó silencio por un segundo, antes de continuar -Y también, escribió que no deseaba que lo mismo me pasara a mí.
Mi atención voló de su diario, a las palabras de Viktoria -Todo este tiempo, pensé que no quería que yo asistiera a la escuela privada, porque ella creía que yo no era lo suficiente inteligente. Todo este tiempo, pensé que no me quería allí, por ser su hermana menor, porque se avergonzaba de mí por alguna razón -Suspiró - Pero lo que quería, era que no viviera la misma experiencia. Ella quería que me quedara en San Petersburgo, porque extrañaba su casa, y mientras todos los estudiantes de Moscú podían volver a casa los fines de semana, ella no podía volver. Tenía que quedarse en la escuela porque nuestra casa, estaba demasiado lejos. Ella no quería que sintiera lo que ella sintió -Me sentí mucho mejor, sabiendo que Viktoria conocía las verdaderas intenciones de Yulia -Durante todo este tiempo, tomé sus intenciones de una forma incorrecta. Yulia, solo estaba tratando de protegerme de todas aquellas cosas que sucedieron en esa escuela, y que solo la lastimaron. Y yo, solo creí que ella estaba siendo egoísta -Escuché mi corazón latir con más fuerza -La primera vez que hablamos, mencionó que Yulia no es lo que parece. Que es mucho más que una simple y fría asesina. No quería creerle, porque desde que terminó la escuela, mamá y papá me aseguraron que ella era una mala persona. Crecí creyendo que era cierto. Y cuando fue condenada, fue aún más evidente. ¿Si ella fuera una buena persona, por qué mataría personas?
No contesté, respetando su propia reflexión.
-Usted dijo que Yulia quería verme. Y que esto, no se trataba de justicia o de cambiar cualquiera error, sólo se trataba de ella, extrañándome. No pensé que fuera posible porque no éramos muy unidas. Pero en su diario, escribe sobre perder a las personas, a mamá, a papá, y a mí; que cada vez que iba a casa, seguía sintiéndose sola, porque no era capaz de conectar con nosotros, a un nivel más profundo. Se sentía tan distante, que creyó que ya no era un miembro de la familia -Incluso podía oír la voz de Yulia, diciendo lo mismo -Y eso, es de lo que estaba tratando de protegerme todo este tiempo. Ella no quería que me sintiera de la misma forma, por esa razón, le pidió a papá que no me dejara ir a esa escuela -Podía notar que lo que me estaba contando, era muy importante para Viktoria. Su voz se escuchaba un poco agitada, y sus ojos brillaban con algunas lágrimas reluciendo. Si yo no supiera nada sobre la situación de Yulia, probablemente sería consumida por la emoción - Pensé en lo que me dijo, comenzar a ser más cercana a ella. Al principio no quería. Por las razones que le he dicho antes. Pero después de leer su diario, y saber que alguna vez trató de protegerme, siento, como si no fuera tan mala idea visitarla.
Sonreí - Al principio traté de hablar con mis padres sobre ello, pero se negaron a que lo hiciera. Tuve que esperar un par de meses hasta que se olvidaron del tema. Les dije que vendría a Moscú este fin de semana, por un simposio universitario. Por eso, tenía miedo que les contara a mis padres de mi visita a Yulia. Y que ellos consiguieran el primer vuelo a Moscú, con el único fin, de impedir que yo la viera.
-Ni una palabras de tu visita será pronuncia a tus padres. Te lo garantizo.
-Gracias, Doctora Katina.
Cerré la libreta en mis manos, bebiendo otro sorbo de vino - Con lo que sé ahora, quiero que me digas, ¿Si está, es tu única intención para ver a Yulia?
Ella frunció el ceño -¿Qué quieres decir?
-Yulia, es más o menos consciente de que te negaste verla. Y está convencida de que nadie va a visitarla. Por otro lado, tu estás en camino a hacerlo este fin de semana, y es una maravillosa noticia, estoy muy segura de que a Yulia le encantará, pero... si esta es la primera y la última vez que vas hacerlo... Creo que tu visita solo le hará más daño, que un bien - ella parpadeó - Seguramente, preguntará constantemente cuando la visitarás de nuevo, y si se da cuenta que solo fue por una vez, ella podría enojarse de nuevo.
-¿Qué quiere decir... con enojarse de nuevo? - Fue entonces cuando me di cuenta, de que Viktoria no sabía nada acerca de Yulia. No sabía nada respecto a sus problemas de ira.
-Yulia... es muy delicada al tratar - Intenté explicarle en voz baja - Tiene algunos problemas de ira, llegando a ser una persona muy violenta si es provocada. Está luchando contra esto, desde su adolescencia, y debido a la naturaleza de este problema, lastima a las personas. A veces, simplemente mata - Escuchar mis palabras, la llevó a bajar la cabeza - Lo ha estado sobrellevando bien hasta ahora, pero si ella se enfadada demasiado, se convierte…en una persona muy peligrosa.
- ...
-Ella está constantemente enfadada, por algo, que sucedió en su vida - Omití la verdadera razón de Yulia, ya que no creía que fuera conveniente en esta conversación. Además, no estaba en condiciones de contarle a Viktoria, algo tan privado - Su rabia, sólo se quedó en un estado latente. Una vez que se enciende, Yulia se convierte en una persona totalmente diferente.
-¿Ella... le ha hecho daño?
-No. Tenemos una buena relación médico-paciente -Incluso, más que eso para ser honesta, pero Viktoria no necesitaba saberlo -Tratamos de ayudarnos mutuamente.
-¿Ella se enoja con facilidad?
No sabía qué responder. Ella había presentado una gran cantidad de agresión sin tener sus episodios, por otro lado, una palabra equivocada y la balanza se inclinaba por completo - Creo, que hay que ser muy desafortunado, para hacerla enojar con demasiada facilidad - Respondí. Así es como veía a Yulia.
-¿De verdad piensa que ella es una buena persona? - Preguntó.
-Fuiste capaz de leer su diario. ¿No crees en la posibilidad de que sea una buena persona?
-Lo escribió cuando era un adolescente. Han pasado más de 10 años. La gente cambia.
-Honestamente, Viktoria... - Hice una pausa - En verdad, creo que Yulia es una buena persona. Pero yo soy su médico, y estoy constantemente con ella, por lo que es fácil verla de esa forma - Ella asintió con la cabeza - Después de todo este tiempo y después de todos estos años... Tú, decidiste venir hasta aquí, a verla. Creo que de alguna manera, demuestras tu propia respuesta a esa pregunta - Se quedó en silencio. -Quiero que sepas, que yo no quiero hacerle más daño a Yulia, de lo que ella misma se lo ha hecho. Y es por eso, que quiero saber con certeza, si está, será la única ocasión en la que visitarás a tu hermana. Porque si lo es, no creo que sea saludable para Yulia verte.
-No lo sé - respondió.
-¿No lo sabes?
-¿Qué pasaría si todo sale mal? ¿Y si ella no le agrada verme? ¿O si digo algo y la hago enojar? No estoy segura si está sea la única vez o no. Hay tanto aquí, aparte de mi propia voluntad. No es tan fácil.
Podía entender a dónde iba con esto.
-Lo siento. No lo sé. No puedo asegurarle nada.
Mi corazón me decía que tomara esta oportunidad. Quiero decir, ella está aquí, en Moscú, dispuesta a ver a su hermana... ¿Cuándo volverá a tener Yulia esta oportunidad?
A veces, todo lo que queremos, es ver una vez más aquella persona que hemos extrañado, aunque sea por última vez.
Viktoria ya está aquí. Debería aprovechar esta ocasión. Debería darle a Yulia esta oportunidad. Ahora que vamos a estar separadas, otra vez.
Suspiré. Está decidido.
Voy a llevar a Viktoria al Asilo.
~~ * ~~
De vuelta a casa, en todo lo que podía pensar, era en como saldría la reunión. Por favor, que todo salga bien. Por favor, que esto se convierta en un buen momento. Si algo sale mal... no sabría ni qué hacer. Mi corazón estaba latiendo en agonía, imaginando que algo se saliera de su cauce.
Cuando llegué a casa, tomé una ducha y me arrastré a la cama. Encendí la televisión para ver las noticias, pero a medida que pasaban los minutos, me estaba poniendo más nerviosa y ansiosa - Creo que este es el diario de Yulia - Las palabras de Viktoria hicieron eco en mi cabeza. Ella me lo había dado. Y no estaba segura, si debía leerlo o no.
Es decir, sería muy agradable ver sus expresiones, y con que estaba lidiando en ese momento. Sería una gran forma, si no la mejor, para entender a Yulia. Al mismo tiempo, es su privacidad. Ella tiene derecho a no querer que nadie lo lea.
Pero ha pasado tanto tiempo. 10 años. ¿Le importaría? ¿Lo tomaría a mal, si leo algo de hace 10 años?
Cerré los ojos, la cabeza estaba a punto de volverme loca con tantos pensamientos, de si debía leerlo o no.
Mis manos decidieron obedecer a mis pensamientos, que me decían que sí lo leyera. Abrieron el diario de cubierta color negro. Mi primer impulso, fue saltar a través de todas las páginas, para ver cuánto había escrito. Pero cuando vi una imagen pegada en una de las páginas, todos mis movimientos se detuvieron.
Nada más ver esa imagen en alta resolución y a color, ya no fui capaz de apartar los ojos de ella. Se veía tan saludable en ese entonces... con el cabello largo y radiante, con esa mirada sana. En la imagen, había otra persona, ella tenía un helado, y a su lado había un chico.
Tuve un grandioso día de helado hoy, con Domen. Me contó este estúpido juego de palabras, sobre nosotros pasándo un Good Sunday and Sundae Ice Cream, (buen domingo y helado con frutas y nuez)¬¬. Sólo él, puede decir estos chistes tontos, kkkk.
¿Entonces, este chico era Domen? - Otro disparo, y justo, encima de mí, murió mi mejor amigo - recordé su historia -Él murió, y yo ni siquiera fui capaz decirle... que lo quería - Lágrimas resbalaron por mis mejillas.
-Yulia... - murmuré, sintiendo el corazón roto.
Me quedé saltando a través de las páginas, notando que habían más fotografías unidas a las páginas. En una de ellas, Yulia estaba con Domen y un chico más alto con el cabello negro, al parecer los tres en su uniforme escolar. La leyenda decía ~ HE AQUÍ ... LOS VOLKONOV ~ Yo, Volkova Yulia, Domen y Anton Ivanov. LOS ILUMINADOS.
Y cuanto más veía las fotos más lágrimas corrían, recordando cómo había sido el final, para todos ellos.
Incluso con los ojos hinchados y borrosos por las lágrimas, no pasó desapercibido que ella tenía el cabello rubio. Cabello rubio... Oh Dios mío, cabello rubio. Ese tono le daba algo más. Le sentaba muy bien, tenía un aspecto angelical.
Una mirada angelical... con tendencias criminales.... Casi parecía un programa de televisión. El criminal con aspecto inocente, es el asesino sangriento. Es un comentario típico, retratado en los medios de comunicación que ya no son tan impactantes…..Pero cuando resultaba ser real... Cuando te encuentras cerca de un asesino, disfrazado de una persona inocente y angelical... es realmente aterrador.
Es en esta imagen en particular, estaba entre los dos chicos, todos rubios. Reconocí a Domen, una vez más, pero el otro no sabía quién era. ~ Nos teñimos nuestro cabello. Viktor dijo que estaría bien tener el mismo color de cabello y ser los Hermanos Volkov. Creo que es el nombre perfecto para una banda. Así que aquí está, la foto de nuestra banda, jeje ^^ ~
Y mientras seguía pasando a través de las páginas, observé que las fotografías, iban apareciendo cada vez menos. Y su escritura, de igual forma, comenzaba a ser menos frecuentes. Para cuando me pareció llegar a la última página que había escrito, y mientras mis ojos leían esa línea de palabras, perdí la capacidad de sentir algo más. Me sentía vacía y desolada. Mi ritmo cardíaco se redujo considerablemente, me sentía entumecida al entenderlo. Quería decirme a mí misma, algo, que no era cierto. Quería que de alguna manera, la vida cambiará su resultado, y que ese hecho, nunca hubiera pasado.
En una frase un tanto deletreada, puesto justo ahí, frente a mí. Escrito en una forma tambaleante, las palabras marcadas al centro de la página, decían:
-Se han ido. Se acabó. Y no quiero vivir más.
No puedo hacerlo. No puedo leerlo. No puedo leer todas las páginas que contiene toda su vida, sólo para llegar a esta parte, como el final de todo. No puedo mirar todas estas fotos, con ella y sus amigos, sabiendo lo qué va a pasar con ellos. No puedo leerlo, sabiendo lo que pasó. No puedo. Lo siento tanto. No puedo.
Cerré el diario al instante, dejándolo en el armario a lado de mi cama. ¿Por qué tuve que abrirlo? ¿Por qué tuve la estúpida idea de mirar dentro de su diario? ¡Estúpida, Lena!
Me levanté y fui al baño a lavarme la cara.
Y por primera vez en mucho tiempo, le recé a Dios, para que mañana todo saliera bien. Le recé a Dios, para que bendijera la reunión entre Yulia y su hermana. Y pedí que Yulia fuera capaz de tener a su hermana, y que sintiera, que aún había esperanza.
Yulia ya ha sufrido suficiente, y no merece sufrir por más tiempo. Ella es una buena persona, y es hasta este día, que volverá a tener un buen momento en su vida.
~~ * ~~
-¿Estás bien?- Le pregunté aun en el coche. Cerró los ojos, tratando de calmarse. -¿Nerviosa?
Ella asintió -Ni siquiera sé cómo se ve.
-Bueno, pronto lo sabrás - Vi sus piernas moverse con ansiedad - No te preocupes, Viktoria... todo estará bien.
Traté de consolarla, pero yo también estaba un poco nervioso. Ni siquiera logré dormir bien, pensando en hoy y en cómo podría terminar la reunión -¿Qué pasa si digo algo mal? ¿Y si soy muy desafortunada y la hago enojar fácilmente? - Me preguntó temerosa.
-Esperemos que ella esté de buen humor - Contesté, más para mí que para ella.
-¿Y si no lo está? ¿Qué pasa si ella…
-Viktoria...- La llamé de nuevo, tratando de calmar sus nervios un poco -Yulia no es un monstruo. Sólo sé tú misma, demuéstrale que realmente te interesa conocerla y todo estará bien -Ella asintió con la cabeza.
-Está bien.-
~~ * ~~
Mis pasos se sintieron más y más pesados mientras escoltaba a Yulia, desde su celda hacia las unidades reservadas para las visitas. El oficial Gólubev también estaba con nosotras.
-¿A dónde vamos?- La oí preguntar -Esto es un procedimiento inusual.
-Tienes visita, Volkova - El oficial Dimitri le contestó.
-¿Lyudmila Shapovalova de nuevo? Rayos, esa mujer no está cuerda -Es cierto. Su comportamiento hacia los asesinos en serie no es normal -Y la gente dice que yo merezco estar aquí, quiero decir, ¿Alguna vez han hablado con Shapovalova? Una loca perturbada, si me preguntan. Uno de estos días, se volverá la novia de un asesino en serie.
-Al menos, pasará un buen rato - El oficial Dimitri se burló, provocando la risa de Yulia.
-Cierto. Nada es tan divertido como follar con un asesino en serie. Especialmente justo después de un asesinato -secundó -Oh Dios, incluso me he dado escalofríos.
-Bueno, vas a conseguir algo de escalofríos en tu hocico, si no te callas.
-De todos modos, tendrías que quitármelo para que pueda hablar con Lyudmila ¿Si no como podría complacerla con sus preguntas?
-No lo sé... ¿Satisfaciéndola de otra forma?
-¿Eh? ¿Acabas de imaginarlo, eh? -Yulia se burló -Dime, tu.
-Yulia...- la llamé sabiendo qué tipo de comentario haría -Por favor, no lo digas.
-¿Qué? No iba a decir nada importante.
-No te metas en problemas. Hoy no.
Ella no dijo nada más, después de que hiciera mi comentario.
-¿Eres un coñito azotado, no es así, Volkova?- Él se burló. Rodé los ojos enojada con su comportamiento.
-Seré obediente a mi Doctora, Sr. Gólubev. La mayoría de las personas consideran esto, como una cualidad, más que una debilidad.
-Coñito azotado - Repitió.
-Conozco sus trucos, Sr. Dimitri. Estás intentando que te agreda para que puedas golpearme con la macana justo en la cara. Pero eso no sucederá. No quiero hacer que este precioso día se convierta en un mal día, con mi doctora aquí presente. Ella no se lo merece.
-Sólo cierra la boca, Volkova - Ella rió.
- Es tan fácil de irritar, Sr. Gólubev.
~~ * ~~
Al llegar al centro de visitas, los latidos de mi corazón ya estaban en la cima. Todo lo que pedía, era que todo se mantuviera en calma. Tenía que salir bien. Ni podría asimilar que algo saliera mal con Yulia.
-Yulia... - La llamé, colocándome enfrente de ella. Mientras ella me miraba tranquilamente.
-¿Estás bien, Doc?
Exhalé - Hay alguien... que le gustaría hablar contigo - Ella parpadeó, confusa.
- Lyudmila Shapovalova, lo sé.
-No, no es Lyudmila – Negué -Es ... - Levanté mi cabeza, mirándola fijamente a los ojos. -Tu hermana, Viktoria...
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
Edad : 22
Localización : Buenos Aires
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Excelente capítulo... Porque lo dejaste en la mejor parte porqueeee.... Mi corazón se aceleró horrible
Kamila- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 02/04/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hay q triste q tengan q estar distanciadas, aunque necesario ojalá todo se calme pronto, lena debería correr el rumor q tiene pareja fuera y así q se queden quietos es triste q se tengan q alejar. Espero que si puedas publicar otro hoy para saber como será esa visita q emoción . Muchas gracias por las felicitaciones y q casualidad q nacimos el mismo día capaz tenemos la misma edad, espero q allas tenido un día muy especial y sea un nuevo año lleno de éxitos y felicidad saludos y besos
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Porqueeeeeeeee lo dejaste ahí noooooo pfff dios soy adicta a esta histeria que pasará ahora,que malo que ellas se tenga Que distanciar dios espero con ansias el otro capitulo
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hola chicas, de nuevo yo. Bueno, siento haber dejado el capítulo en la mejor parte... no volverá a pasar...
Preparadas para otro??? Vale, ahí les va
A leer!!!
CAPITULO 32: CHARLA ENTRE HERMANAS
-Es... - Levanté mi cabeza, mirándola fijamente a los ojos -Tu hermana, Viktoria...
A medida que aquellas palabras salieron de mi boca, el silencio que vino después agudizó mis sentidos al doble. Todo a mí alrededor parecía ir más lento. Fui testigo de cómo sus pupilas se dilataron, su ceño fruncido se suavizó, demostrando sorpresa mientras procesaba la información en su cerebro.
Sus ojos no se movieron y lo único que mis oídos podían oír, era el sonido de mi corazón. Como si el tiempo se hubiera detenido ahí mismo, Yulia permaneció inmóvil, sin pronunciar ni un solo sonido de sus labios.
El silencio era insoportable, me sentía tan incómoda.
-Muévete, Volkova - El oficial Gólubev la empujó, obligándola a seguir caminando, sin preocuparse por el delicado momento. La puerta del centro de visitas se abre y Yulia es arrastrada al interior, aun luciendo afectada por la noticia.
Los ojos de Viktoria se agrandaron ligeramente, cuando finalmente se posan en Yulia. Tragó un poco de saliva mientras sus ojos inspeccionaban la silueta de Volkova.
El oficial Gólubev se quedó en frente de Yulia, exponiendo un arrogante rostro -Parece que no es Shapovalova, Volkova. ¿Así que... pórtate bien o la macana va ir directo a tu boca, me escuchaste?
Yulia no dijo ni una sola palabra.
-¿Qué pasa? ¿El gato te comió la lengua? -él se burla -Entonces, ver a tu hermana hace que te calles, ¿eh?- se gira a hacia Viktoria, quien está igualmente inmóvil -Debería venir más a menudo, Srta. Volkova.
-Oficial Gólubev, por favor...- le llamo la atención, deseando que no diga algo estúpido y provoque a Yulia. En mi cabeza, ella estaba lidiando con una situación muy delicada.
-Lo siento, Doctora - Es evidente que no lo hacía. Sólo parecía divertido al ser testigo de una Yulia silenciosa, y solo buscaba burlase de su estado. Sin embargo, eso no se lo permitiría. Hoy no. Y menos en este momento.
-Entonces, ya conoces las reglas, Volkova ... Nada de tocar - Sin tocar... significa que no pueden saludarse con la mano, o darse un abrazo, ni siquiera un beso. Sin contacto físico alguno - Permanecerás esposada todo el tiempo, en caso de que intentes lastimar a tu visita y tienes solo una hora de tolerancia. El oficial Vasíliev se quedará por cualquier emergencia -Se volvió de nuevo hacia Vika - Si ella la lastima, la visita se termina y volverá directo a su celda - Vika asiente con la cabeza, entendiendo el procedimiento - Se buena chica, Volkova - El oficial Gólubev toca las mejillas de Yulia, sintiéndose entretenido con su comportamiento. Tragó saliva cuando él sale de la habitación, dejándonos solos a Viktoria, Yulia, el oficial Vasíliev y a mí, en esa habitación.
Miró a Viktoria; su pecho se mueve más rápido de lo normal cuando respira.
Ninguna palabra es pronunciada por un tiempo. Aparto mis temores y me acerqué a Yulia. Sus ojos parecen fuera de foco y me pregunto, si realmente es consciente de lo que está pasando.
Viktoria suspira, cerrando los ojos. Ocupa una de las sillas aun con los ojos cerrados, tratando de ganar fuerza para iniciar la conversación.
Sentada en la silla frente a Vika, permanece Yulia en silencio. Viktoria no parece lo suficiente cómoda para iniciar una conversación, y el silencio está de regreso, envolviéndonos en un ambiente cada vez más incómodo. Mis manos se posan sobre los hombros de Yulia, tratando de darle un poco de apoyo por el momento.
Al ver la expresión de Viktoria, supe de inmediato, que me estaba pidiendo ayuda para lidiar con la situación.
Ella era la hermana pequeña de Yulia, además de tener en su contra no haber sido unidas toda su vida; la cercanía y el vínculo fraternal era algo que nunca compartieron. No me extrañaba que ambas se sintieran incomodas, estando cerca la una de la otra después de todos estos años.
-Yulia...- La llamé, mis manos aún sobre sus hombros -Mira... es tu hermana, Viktoria... Ha venido hasta el Asilo para hablar contigo... ¿No es increíble? - Le dije tan suave como pude. En ese momento, sentí como si Yulia se comportara como una niña.
-Vamos, ¿Por qué no le dices hola?- Ella no lo hizo -Ha viajado desde San Petersburgo sólo para verte... - Una vez más, ni una palabra.
-¿Ella... está bien?- Me preguntó Viktoria preocupada.
Me encantaría poder decirle que estaba pasando, pero ni siquiera yo sabía, cómo manejarme a mí en esta situación.
-Lo siento, Viktoria... no sé qué está pasando. Nunca la había visto así.
Vamos, Yulia. ¡Es tu hermana! ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué no dices algo?
-¿Cree que llegué en uno de sus días malos?
-No. No es eso -Negué con prontitud -Ella estaba bien hace unos minutos. Desde que le dije que estabas aquí, entró en este estado.
-¿Es algo malo? ¿Está enojada porque vine a verla? - ¿Enojada? Espero que no.
-Yulia... ¿Puedes oírme?- Pregunté mirándola - Hey, tu hermana pequeña está aquí. ¿Querías verla, cierto? Ahora... está en el Asilo. Dile hola -no obtuve respuesta.
-¿Qué hacemos ahora?- Preguntó Viktoria buscando ser orientada. Sentí mi corazón siendo arrancado. No por favor. Este momento no puede ser así. Yulia... Por favor, di algo.
-Habla con ella - Intenté.
-Pero no parece estar escuchando...
-Sólo tienes que hablar con ella. Trata de llamar su atención- No pareció sentirse muy cómoda con mi sugerencia.
-Eh... Hola ... Allí ... Yulia ...- suspiré, rezando porque Yulia hiciera esta reunión digna de ella -¿Hace mucho tiempo que no nos vemos..., eh?- Esta incomodidad debería desaparecer. Al mismo tiempo, sabía que era muy difícil para las dos interactuar de forma natural. Tal vez necesitaban un poco de espacio, algo de privacidad. Sí, 10 años de diferencia no se irían en sólo unos segundos, necesitaban tiempo. Ambas se merecían estar a solas para tener este momento. Sólo ellas charlando, compartiendo sus secretos, preocupaciones y temores. Incluso si Yulia no pronunciaba ninguna palabra, oír hablar a su hermana podría ser especial para ella.
-Las dejaré solas. Necesitan un poco de privacidad - Les informe y Viktoria asintió con la cabeza. Fui capaz de ver un poco de miedo en ella, al quedarse a solas con Yulia. -No te preocupes. Voy a estar a fuera. Sigue hablando con ella.
A medida que mis manos dejaron sus hombros, estaba lista para darme la vuelta y salir.
-¿Doc? ...- Mis ojos se abrieron cuando reconocí su voz -¿A dónde vas?- Su voz estaba apenas por encima de un nivel del susurro, y me sentí aliviada. Gracias Dios. Gracias Dios porque está hablando de nuevo.
Me arrodillé para quedar al nivel de sus ojos y dejé mi mano en su muslo.
-¡Yulia... es Viktoria, tu hermana! ¡Ella está aquí! - Le dije, mi voz ahora llena de felicidad -¿No es increíble? Ella está aquí para hablar contigo.
-¿A dónde vas?
-Bueno, no puedo quedarme.
-¿Por qué no?
-Debe ser una conversación privada, solo ustedes dos.
-Pero yo... no quiero que te vayas - Negó con la cabeza.
-Yulia...
-Por favor, quédate. Por favor...
Mi corazón se sintió tan cálido -No puedo. Mereces esta conversación con tu hermana a solas. No es justo que me quede y escuche.
-No me importa que escuches.
-Yulia...
-Por favor, quédate...- oí a mi corazón latir más fuerte -Tengo miedo - Me dijo, su voz apenas en un susurro. Mis brazos la rodearon en un abrazo.
-No lo tengas. Es tu hermana... ella no te hará daño -Le dije en voz baja sobre su oído.
-Eso no es lo que me da miedo - Ella negó -Me temo... que yo podría hacerle daño.
-¿Yulia?
-No quiero hacerle daño... Por favor... quédate...
Cerré los ojos y asentí con la cabeza -Está bien. Me quedaré entonces -Dije, por fin.
La oí tragar saliva, y supe, que estaba teniendo un momento difícil. La liberé y me levanté, colocándome de nuevo detrás de ella, con las manos puestas sobre sus hombros.
-Mírala, Yulia...- vi su cabeza levantarse. Vika respiró profundamente -¿Entonces... es bonita, cierto? Es una adulta ahora... ¿Qué edad tenía la última vez que la viste?
-10 - Su respuesta causó que Viktoria cerrara los ojos.
-Es demasiado tiempo. Tienen mucho para ponerse al día. Así que, ¿Por qué no empiezas hablar con tu hermana?
-No sé qué decir.
-Solo di hola.
...
El silencio de nuevo.
...
-Vamos, Yulia, pregúntale algo - Le propuse, tratando de hacer el trabajo.
-¿Aun...vives en San Petersburgo?- La falta de cercanía, era evidente.
Vika asintió -Sí. Aún vivo en San Petersburgo.
-¿Padre, te dejó venir al Asilo?
Viktoria me miró antes de descansar sus ojos en su hermana. Luego, negó con la cabeza -Él... no lo sabe.
-¿No lo sabe?
-Si lo supiera, no me dejaría visitarte.
-¿Tú... le mentiste a Padre?
En ese momento, vi como las mejillas de Viktoria se tiñeron de rosa. Sonreí, aliviada de alguna manera -Sí. Le dije que vendría a Moscú a un simposio de mi universidad.
-¿Uni…universidad?
Vika asintió –Hmmm.
-¿Estás en la universidad?
-Sí. De medicina.
Oí una risita proveniente de Yulia -¿Escuchaste eso, Doc? Mi hermana también será una Doc -Sonreí.
-Estoy segura que será una de las mejores - Viktoria sonrió y vi un suave brillo en sus ojos.
-Nunca estuve en la universidad...- comentó Yulia -¿Te gusta?
Vika asintió, confirmando su agrado -Sí, me gusta mucho.
-¿Y tienes novio?
-No- Ella negó.
-¿Novia?
La pregunta, causo que Viktoria riera por alguna razón. Sacudió la cabeza de nuevo. -No. Me estoy enfocando en mis estudios por ahora.
-Muy bien - Dijo Yulia con aprobación. Sonreí a su respuesta. Hubo un corto silencio. -¿Cómo está el local de...?
-Bueno. Papá lo mantiene en un buen camino. Ahora, está más estable.
-Lo siento - Bajé la cabeza hasta Yulia, cuando la oí decirlo. No era habitual en ella decir lo siento -Por darle a todos... un tiempo difícil.
Viktoria asintió y cuando cerró los ojos, la vi olfatear -Yo lamento... no haber venido antes.
-Está bien - Dijo -Estoy acostumbrada a estar sola.
Miró a Yulia por un tiempo. Luego respiró profundo, metió la mano en su bolso y sacó un pequeño libro de ésta.
-He traído algunas fotos...- Abrió el libro, revelando las fotos dentro. Encontré ese gesto algo tierno de su parte. Señaló con el dedo índice la primera imagen de la página, girando el álbum hacia Yulia para que pudiera verlo mejor -Esta es la tienda. Sigue en el mismo lugar. Pero hemos tenido que cambiar el nombre porque... -dejó de hablar y Yulia se mantuvo en silencio - Ciertas circunstancias...
No hacía falta ser un genio para entender lo que significaba. Vika aclaró la garganta y continuó -¿Puedes ver el banner aquí?- dijo, ahora apuntando una imagen de ella donde lleva un par de gafas -Papá me pidió que fuera la modelo pero no me gustó mucho el resultado. Es una publicidad grande así que mi cara se distorsiona por el gran tamaño.
Siguió a través de las páginas del álbum - Esta es la casa. ¿Sigue siendo la misma, lo recuerdas? -Yulia asintió -Tenemos tres coches ahora, uno para mamá, uno para papá, y yo, logré tener uno para mí.
-¿Tienes tu propio coche?
-Hm. Papá me lo dio cuando fui aceptada en la universidad. Fue como un presente por mi ingreso a la universidad.
-Él debe estar muy orgulloso.
-Lo está - Tuve miedo de que la conversación se hiciera incómoda para ambas, sin embargo, Viktoria dejó de hablar del tema y siguió explicando las imágenes. Mi sonrisa se hizo más grande al sentir los hombros de Yulia relajarse. Viktoria era inteligente, sabía que hablar de lo orgulloso que estaba su padre de ella, podía herir a Yulia, así que aparto rápidamente el tema.
Mis manos dejaron los hombros de Yulia, y continúe observando la interacción entre las dos. Vika estaba tratando de mostrarle las cosas que había cambiado y lo que aún, era igual en su ciudad, y yo, me preguntaba en qué estaría pensando Yulia. Ella no estaba contando chistes o comportándose como una sabe-lo-todo, tan característico de ella. Al mismo tiempo, parecía estar a gusto con Viktoria a medida que los segundos pasaban. Sin duda, una mejora desde los primeros minutos que hablaron.
-¡Oh, mira... Aquí esta Ginger! Es de hace tiempo, cuando todavía estaba con nosotros. -Me incliné hacia adelante, mirando la imagen. Yulia aún estaba en silencio -Le encantaba jugar con tu Jack Skeleton... tenía que jugar con él a dondequiera que iba.
Vika tragó saliva y su voz se volvió triste -Lo extraño.
-¿Por qué... está tan largo? - Preguntó Yulia -No recuerdo que fuera tan largo...
-¿En serio? Papá solía hacer chistes sobre él todo el tiempo, decía que podía sustituir el tren de San Petersburgo -comento riendo. Yulia no se movió -Después de su partida, nunca volvimos a tener otro perro - La voz de Vika estaba claramente sumida en la tristeza -El tiempo pasa demasiado rápido...
-¿Eso crees?- Vi la cabeza de Yulia moverse despacio -Pasa... tan lento para mí...- Vika miró a su hermana -Apenas si se mueve.
Vi el destello de luz en los ojos de Viktoria, las lágrimas brillaban intensamente -Lo siento - Olfateó y sacudió la cabeza -Lo siento. Yo... -Viktoria intentó rápidamente limpiar sus lágrimas con un pañuelo -No debería haber dicho eso... Fue tan desconsiderado de mí parte... lo siento mucho.
-Viktoria...- Yulia la llamó, y esa, fue la primera vez que la oí decir su nombre en voz alta. Vika miró a su hermana -¿Por qué has venido a este lugar?
Hubo un silencio entre ellas nuevamente. Yulia estaba esperando una respuesta y Vika organizando sus pensamientos.
-Tú, dijiste que no querías verme... Dijiste, que no te interesaba...
-Yo...- Ella suspiró, cerrando los ojos -No lo estaba. Crecí escuchando a mamá y a papá decir que eras una mala persona. Que nunca te importó volver a casa. Que no te importó tomar los exámenes para las Universidades. Que no te importó hablar con nosotros nunca más. Y que… mataste... a muchas personas -Yulia cambió su peso en la silla -Pero la Doctora Katina fue a casa y me dijo que eres una buena persona. Me dijo que no eres lo que pareces -Mi corazón latió con fuerza al oír mi nombre en la conversación -No quería creer lo que me decía. No tenía ningún sentido. ¿Por qué llamar a alguien buena persona cuando todo lo que ha hecho está mal y es cruel? Pero caí en cuenta, que realmente no nos conocíamos bien. Nosotros, nunca supimos que te pasó. Nunca supimos lo mal que te sentiste cuando tenías que volver a Moscú en aquel momento -Vika dejó caer otra lágrima -Y me di cuenta... que poco a poco, me estaba olvidando de ti. No podía recordar tu rostro, incluso si lo intentaba. No podía recordar tu voz. Tu presencia era tan borrosa en mi vida. Todo lo que podía ayudarme a recordarte en casa, se había ido también -Levanté la mirada al techo, tratando de no dejar que mis emociones se desbordaran delante de ellas -Y... no me pareció correcto - Ella olfateó tratando de recomponerse a sí misma -No me pareció justo... lo que mis padres estaban haciendo. No me parece correcto olvidar que existes. Y no me parece correcto... que...te dejen…. atrás.
Tragué saliva, con el corazón golpeando sobre mi pecho.
-Encontré tu diario- Confesó -Estaba en tu dormitorio, dentro de una caja que se quedó en tu armario.
-No escribí mucho en él.
-Escribiste bastante - Vika asintió -Tú, escribiste suficiente para que yo fuera capaz de entender... que no eres un monstruo - Cerré los ojos -Eres mi hermana... la chica que vivió muy lejos de mí durante tanto tiempo... - No te rompas Lena. No te permitas llorar -Pero no quiero que esto siga así nunca más. No quiero... olvidarme de ti. No quiero... dejarte atrás -Viktoria se secó las lágrimas con el pañuelo -Quiero... estar allí para ti... no volverás a estar sola otra vez.
...
-Estoy aquí…..porque yo... ... yo quiero ayudarte...... hermana.
Ya no fui capaz de contener más mis las lágrimas.
Sentí los hombros de Yulia tensarse, la miré, y mis ojos se abrieron al ver las lágrimas descendiendo por su rostro. Su mandíbula estaba apretada y su respiración, salía fuertemente de su nariz en respuesta a su nivel emocional -Yulia...- La llamé, atestiguando esta clase de llanto en ella, por segunda vez.
-Yulia... lo siento, ¿Esto es demasiado para ti?-, Pregunté.
Negó con la cabeza.
-¿Estás bien? ¿Estás enfadada conmigo?
Ella negó de nuevo. Sonreí, siéndome aún más emocional -Gracias, Vika. Gracias. Y perdona mis lágrimas.
Viktoria rió a pesar del llanto -Lamento tanto... no haber venido antes.
Yulia asintió con lágrimas derramándose. Coloqué las manos sobre sus hombros, intentando consolarla.
Las tres giramos la cabeza hacia el oficial Vasíliev, cuando llamó nuestra atención, golpeando la pared detrás de él un par de veces -El tiempo terminó - Mis ojos cayeron sobre Viktoria, y ella asintió en comprensión.
-Lo siento... me tengo que ir...- Dijo poniéndose de pie.
Yulia la imitó, levantándose de la silla. Me gustaría tanto poder sostener su mano, pero estaba esposada y todo lo que podía hacer, era estar de pie junto a ella. Vika exhaló, limpiando las lágrimas a causa de la emocional conversación que habían compartido. Entonces, ella hizo algo que nunca hubiera esperado que hiciera. Abrazó a Yulia.
Pero ninguna de la dos pudo disfrutar del momento, con el oficial Vasíliev apartándolas rápidamente -Sin tocarse.
-Oficial... por favor...- Le pedí.
-Lo siento, Doctora. Son las reglas. Sin tocarse.
Nunca deseé tanto, que Yulia estuviera fuera de estos muros. Me gustaría poder verla hablando con su hermana como si fueran amigas. Me gustaría verla teniendo una charla con su hermana, poniéndose al día en algún café, aprovechando el día como una chica normal. En este momento, deseé de una forma tan angustiante, que Yulia fuera más libre que nunca. Porque finalmente, sería capaz de abrazar a su pequeña hermana y decirle que todo estaría bien.
-Me tengo que ir.
-¿Vas a volver?- Los ojos de Vika me miraron durante un par de segundos antes de mirar a Yulia.
Ella suspiró -Es sólo, que es complicado... Está papá y... él...
-¿No quiere verte cerca de mí ...- Terminó, un poco avergonzada -Lo entiendo.
-Lo siento.
-Está bien, Viktoria - olfateó, las lágrimas ahora se habían ido de sus ojos -Gracias por venir aquí de todos modos.
-Gracias por escucharme... Yulia - Yulia asintió.
-Es hora de irse, Volkova - El oficial Vasíliev nos recordó. Yulia dio una última y larga mirada a su hermana, hasta que finalmente se giró, siguiendo los pasos del oficial.
Suspiré, acercándome a Vika y abrazarla. Sentí sus manos aferrarse a mí con fuerza.
~~ * ~~
-Gracias, Viktoria - Le agradecí cuando estuvimos de vuelta al coche.
Sacudió su cabeza -No. Debo darle las gracias a usted, Doctora. Si no hubiera ido hasta la casa... no habría venido a visitarla. Ni siquiera hubiera encontrado su diario. Y nunca me hubiera acercado a ella.
Tragué el nudo en la garganta -Así que soy yo la que le debe las gracias. No al revés. Fui muy desconsiderada y grosera con usted en el pasado. Lamento ese día y cómo mi familia y yo la tratamos.
-Está bien, no te preocupes.
-Espero que pueda perdonarme por mi pobre forma de manejar las cosas.
Sonreí, por la sorpresa -Si, no te preocupes. Lo entiendo.
Hubo un silencio cómodo entre nosotras cuando empecé a conducir. Tenía que llevar a Viktoria de vuelta a su hotel.
-¿Qué te pareció?- Pregunté después de detenernos en un semáforo en rojo.
-Es muy delgada.
-Se pierde demasiado peso en la cárcel.
-La comida debe ser horrible - Supuso y asentí.
-Pero no estaba hablando de su aspecto... ¿Cómo te sentiste después de todos estos años lejos de ella? ... ¿Cuál fue tu impresión?
Volvió la cabeza hacia la ventana, y su atención se perdió en la lejanía. Vi el semáforo cambiar a verde y empecé a conducir de nuevo -Ella no habla mucho. ¿Es así por lo general?
Me entraron ganas de reírme, pero respeté su pregunta. La esquina de mis labios se curvaron hacia arriba - No. En realidad, te sorprenderías que tan habladora puede llegar a ser tu hermana.
-Creo que ella ha pasado por mucho y está tan acostumbrada a no tenernos cerca, que ahora no sabe cómo comportarse frente a nosotros - Daba miedo lo cierto que eso podía ser -Me gustaría saber que estaba sintiendo y qué podría hacer para detener su sentimiento, porque sé que no es su culpa. Más bien es la nuestra. Me gustaría ser capaz de ayudarla, pero no sé cómo.
-Creo que lo hiciste muy bien hoy. Le hablaste de tus sentimientos, no parece que hiciera una diferencia, pero créeme que lo hizo. Yulia es una persona muy humanitaria, una vez que llegas a su corazón, ella se porta muy agradecida con las personas por lo que hacen por ella. Incluso si ella no lo dice.
-¿Cree, que en verdad le gustó verme?
Sonreí -Sí. Créeme que sí lo hizo. ¿Y tú? -, Le pregunté curiosa -¿Te gustó verla? ¿Hablar con ella?
Hubo un silencio. Y por un momento, pensé que su respuesta sería un rotundo no -Sí. Me gustó mucho -Sonreí, llena de gusto.
-¿Así que... quieres volver a verla?- La vi parpadear, pensativa -¿Quieres charlar con ella otra vez?
-Ojalá pudiera. Como le dije, hay más en esto que solo mi propia decisión. Tengo que saltar muchos obstáculos para llegar a Moscú. Sin duda, no puedo venir cada fin de semana.
Podía entender su situación -Entiendo lo difícil que es para ti.
-Gracias por entender mi posición, Doctora Katina.
-Creo que tú, podrías ser una ayuda importante en la recuperación de Yulia. A menudo se siente sola por temor a ser abandonada en un momento dado, y siente estar lista para ser dejada por todo el mundo. Sería una gran forma de demostrarle que aún tiene personas para apoyarse, a pesar de todo.
-¿Ese, es el motivo por el cual se enoja?- Preguntó -¿Sentir la sensación de soledad?
-No exactamente. Hay mucho más en su vida que la soledad.
-¿Qué fue lo que pasó con ella?
Realmente no quería hablar del tema. Tampoco tenía derecho a decírselo -No soy quien para responder esas preguntas sobre tu hermana, Viktoria… - dije, tan suavemente como pude. Viktoria entendió a que me refería -Ella estará en el mismo lugar, y serás bienvenida cuando desees charlar con ella en cualquier momento.
Asintió con la cabeza -Debí saberlo. Eres su médico después de todo... Debí saber que no me lo dirías.
Sonreí, un poco pretenciosa.
-Doctora... ¿Le puedo hacer otra pregunta?
-Si, seguro.
...
-¿Tiene... una relación amorosa….con mi hermana?
See you the next week, girls!!!
Preparadas para otro??? Vale, ahí les va
A leer!!!
CAPITULO 32: CHARLA ENTRE HERMANAS
-Es... - Levanté mi cabeza, mirándola fijamente a los ojos -Tu hermana, Viktoria...
A medida que aquellas palabras salieron de mi boca, el silencio que vino después agudizó mis sentidos al doble. Todo a mí alrededor parecía ir más lento. Fui testigo de cómo sus pupilas se dilataron, su ceño fruncido se suavizó, demostrando sorpresa mientras procesaba la información en su cerebro.
Sus ojos no se movieron y lo único que mis oídos podían oír, era el sonido de mi corazón. Como si el tiempo se hubiera detenido ahí mismo, Yulia permaneció inmóvil, sin pronunciar ni un solo sonido de sus labios.
El silencio era insoportable, me sentía tan incómoda.
-Muévete, Volkova - El oficial Gólubev la empujó, obligándola a seguir caminando, sin preocuparse por el delicado momento. La puerta del centro de visitas se abre y Yulia es arrastrada al interior, aun luciendo afectada por la noticia.
Los ojos de Viktoria se agrandaron ligeramente, cuando finalmente se posan en Yulia. Tragó un poco de saliva mientras sus ojos inspeccionaban la silueta de Volkova.
El oficial Gólubev se quedó en frente de Yulia, exponiendo un arrogante rostro -Parece que no es Shapovalova, Volkova. ¿Así que... pórtate bien o la macana va ir directo a tu boca, me escuchaste?
Yulia no dijo ni una sola palabra.
-¿Qué pasa? ¿El gato te comió la lengua? -él se burla -Entonces, ver a tu hermana hace que te calles, ¿eh?- se gira a hacia Viktoria, quien está igualmente inmóvil -Debería venir más a menudo, Srta. Volkova.
-Oficial Gólubev, por favor...- le llamo la atención, deseando que no diga algo estúpido y provoque a Yulia. En mi cabeza, ella estaba lidiando con una situación muy delicada.
-Lo siento, Doctora - Es evidente que no lo hacía. Sólo parecía divertido al ser testigo de una Yulia silenciosa, y solo buscaba burlase de su estado. Sin embargo, eso no se lo permitiría. Hoy no. Y menos en este momento.
-Entonces, ya conoces las reglas, Volkova ... Nada de tocar - Sin tocar... significa que no pueden saludarse con la mano, o darse un abrazo, ni siquiera un beso. Sin contacto físico alguno - Permanecerás esposada todo el tiempo, en caso de que intentes lastimar a tu visita y tienes solo una hora de tolerancia. El oficial Vasíliev se quedará por cualquier emergencia -Se volvió de nuevo hacia Vika - Si ella la lastima, la visita se termina y volverá directo a su celda - Vika asiente con la cabeza, entendiendo el procedimiento - Se buena chica, Volkova - El oficial Gólubev toca las mejillas de Yulia, sintiéndose entretenido con su comportamiento. Tragó saliva cuando él sale de la habitación, dejándonos solos a Viktoria, Yulia, el oficial Vasíliev y a mí, en esa habitación.
Miró a Viktoria; su pecho se mueve más rápido de lo normal cuando respira.
Ninguna palabra es pronunciada por un tiempo. Aparto mis temores y me acerqué a Yulia. Sus ojos parecen fuera de foco y me pregunto, si realmente es consciente de lo que está pasando.
Viktoria suspira, cerrando los ojos. Ocupa una de las sillas aun con los ojos cerrados, tratando de ganar fuerza para iniciar la conversación.
Sentada en la silla frente a Vika, permanece Yulia en silencio. Viktoria no parece lo suficiente cómoda para iniciar una conversación, y el silencio está de regreso, envolviéndonos en un ambiente cada vez más incómodo. Mis manos se posan sobre los hombros de Yulia, tratando de darle un poco de apoyo por el momento.
Al ver la expresión de Viktoria, supe de inmediato, que me estaba pidiendo ayuda para lidiar con la situación.
Ella era la hermana pequeña de Yulia, además de tener en su contra no haber sido unidas toda su vida; la cercanía y el vínculo fraternal era algo que nunca compartieron. No me extrañaba que ambas se sintieran incomodas, estando cerca la una de la otra después de todos estos años.
-Yulia...- La llamé, mis manos aún sobre sus hombros -Mira... es tu hermana, Viktoria... Ha venido hasta el Asilo para hablar contigo... ¿No es increíble? - Le dije tan suave como pude. En ese momento, sentí como si Yulia se comportara como una niña.
-Vamos, ¿Por qué no le dices hola?- Ella no lo hizo -Ha viajado desde San Petersburgo sólo para verte... - Una vez más, ni una palabra.
-¿Ella... está bien?- Me preguntó Viktoria preocupada.
Me encantaría poder decirle que estaba pasando, pero ni siquiera yo sabía, cómo manejarme a mí en esta situación.
-Lo siento, Viktoria... no sé qué está pasando. Nunca la había visto así.
Vamos, Yulia. ¡Es tu hermana! ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué no dices algo?
-¿Cree que llegué en uno de sus días malos?
-No. No es eso -Negué con prontitud -Ella estaba bien hace unos minutos. Desde que le dije que estabas aquí, entró en este estado.
-¿Es algo malo? ¿Está enojada porque vine a verla? - ¿Enojada? Espero que no.
-Yulia... ¿Puedes oírme?- Pregunté mirándola - Hey, tu hermana pequeña está aquí. ¿Querías verla, cierto? Ahora... está en el Asilo. Dile hola -no obtuve respuesta.
-¿Qué hacemos ahora?- Preguntó Viktoria buscando ser orientada. Sentí mi corazón siendo arrancado. No por favor. Este momento no puede ser así. Yulia... Por favor, di algo.
-Habla con ella - Intenté.
-Pero no parece estar escuchando...
-Sólo tienes que hablar con ella. Trata de llamar su atención- No pareció sentirse muy cómoda con mi sugerencia.
-Eh... Hola ... Allí ... Yulia ...- suspiré, rezando porque Yulia hiciera esta reunión digna de ella -¿Hace mucho tiempo que no nos vemos..., eh?- Esta incomodidad debería desaparecer. Al mismo tiempo, sabía que era muy difícil para las dos interactuar de forma natural. Tal vez necesitaban un poco de espacio, algo de privacidad. Sí, 10 años de diferencia no se irían en sólo unos segundos, necesitaban tiempo. Ambas se merecían estar a solas para tener este momento. Sólo ellas charlando, compartiendo sus secretos, preocupaciones y temores. Incluso si Yulia no pronunciaba ninguna palabra, oír hablar a su hermana podría ser especial para ella.
-Las dejaré solas. Necesitan un poco de privacidad - Les informe y Viktoria asintió con la cabeza. Fui capaz de ver un poco de miedo en ella, al quedarse a solas con Yulia. -No te preocupes. Voy a estar a fuera. Sigue hablando con ella.
A medida que mis manos dejaron sus hombros, estaba lista para darme la vuelta y salir.
-¿Doc? ...- Mis ojos se abrieron cuando reconocí su voz -¿A dónde vas?- Su voz estaba apenas por encima de un nivel del susurro, y me sentí aliviada. Gracias Dios. Gracias Dios porque está hablando de nuevo.
Me arrodillé para quedar al nivel de sus ojos y dejé mi mano en su muslo.
-¡Yulia... es Viktoria, tu hermana! ¡Ella está aquí! - Le dije, mi voz ahora llena de felicidad -¿No es increíble? Ella está aquí para hablar contigo.
-¿A dónde vas?
-Bueno, no puedo quedarme.
-¿Por qué no?
-Debe ser una conversación privada, solo ustedes dos.
-Pero yo... no quiero que te vayas - Negó con la cabeza.
-Yulia...
-Por favor, quédate. Por favor...
Mi corazón se sintió tan cálido -No puedo. Mereces esta conversación con tu hermana a solas. No es justo que me quede y escuche.
-No me importa que escuches.
-Yulia...
-Por favor, quédate...- oí a mi corazón latir más fuerte -Tengo miedo - Me dijo, su voz apenas en un susurro. Mis brazos la rodearon en un abrazo.
-No lo tengas. Es tu hermana... ella no te hará daño -Le dije en voz baja sobre su oído.
-Eso no es lo que me da miedo - Ella negó -Me temo... que yo podría hacerle daño.
-¿Yulia?
-No quiero hacerle daño... Por favor... quédate...
Cerré los ojos y asentí con la cabeza -Está bien. Me quedaré entonces -Dije, por fin.
La oí tragar saliva, y supe, que estaba teniendo un momento difícil. La liberé y me levanté, colocándome de nuevo detrás de ella, con las manos puestas sobre sus hombros.
-Mírala, Yulia...- vi su cabeza levantarse. Vika respiró profundamente -¿Entonces... es bonita, cierto? Es una adulta ahora... ¿Qué edad tenía la última vez que la viste?
-10 - Su respuesta causó que Viktoria cerrara los ojos.
-Es demasiado tiempo. Tienen mucho para ponerse al día. Así que, ¿Por qué no empiezas hablar con tu hermana?
-No sé qué decir.
-Solo di hola.
...
El silencio de nuevo.
...
-Vamos, Yulia, pregúntale algo - Le propuse, tratando de hacer el trabajo.
-¿Aun...vives en San Petersburgo?- La falta de cercanía, era evidente.
Vika asintió -Sí. Aún vivo en San Petersburgo.
-¿Padre, te dejó venir al Asilo?
Viktoria me miró antes de descansar sus ojos en su hermana. Luego, negó con la cabeza -Él... no lo sabe.
-¿No lo sabe?
-Si lo supiera, no me dejaría visitarte.
-¿Tú... le mentiste a Padre?
En ese momento, vi como las mejillas de Viktoria se tiñeron de rosa. Sonreí, aliviada de alguna manera -Sí. Le dije que vendría a Moscú a un simposio de mi universidad.
-¿Uni…universidad?
Vika asintió –Hmmm.
-¿Estás en la universidad?
-Sí. De medicina.
Oí una risita proveniente de Yulia -¿Escuchaste eso, Doc? Mi hermana también será una Doc -Sonreí.
-Estoy segura que será una de las mejores - Viktoria sonrió y vi un suave brillo en sus ojos.
-Nunca estuve en la universidad...- comentó Yulia -¿Te gusta?
Vika asintió, confirmando su agrado -Sí, me gusta mucho.
-¿Y tienes novio?
-No- Ella negó.
-¿Novia?
La pregunta, causo que Viktoria riera por alguna razón. Sacudió la cabeza de nuevo. -No. Me estoy enfocando en mis estudios por ahora.
-Muy bien - Dijo Yulia con aprobación. Sonreí a su respuesta. Hubo un corto silencio. -¿Cómo está el local de...?
-Bueno. Papá lo mantiene en un buen camino. Ahora, está más estable.
-Lo siento - Bajé la cabeza hasta Yulia, cuando la oí decirlo. No era habitual en ella decir lo siento -Por darle a todos... un tiempo difícil.
Viktoria asintió y cuando cerró los ojos, la vi olfatear -Yo lamento... no haber venido antes.
-Está bien - Dijo -Estoy acostumbrada a estar sola.
Miró a Yulia por un tiempo. Luego respiró profundo, metió la mano en su bolso y sacó un pequeño libro de ésta.
-He traído algunas fotos...- Abrió el libro, revelando las fotos dentro. Encontré ese gesto algo tierno de su parte. Señaló con el dedo índice la primera imagen de la página, girando el álbum hacia Yulia para que pudiera verlo mejor -Esta es la tienda. Sigue en el mismo lugar. Pero hemos tenido que cambiar el nombre porque... -dejó de hablar y Yulia se mantuvo en silencio - Ciertas circunstancias...
No hacía falta ser un genio para entender lo que significaba. Vika aclaró la garganta y continuó -¿Puedes ver el banner aquí?- dijo, ahora apuntando una imagen de ella donde lleva un par de gafas -Papá me pidió que fuera la modelo pero no me gustó mucho el resultado. Es una publicidad grande así que mi cara se distorsiona por el gran tamaño.
Siguió a través de las páginas del álbum - Esta es la casa. ¿Sigue siendo la misma, lo recuerdas? -Yulia asintió -Tenemos tres coches ahora, uno para mamá, uno para papá, y yo, logré tener uno para mí.
-¿Tienes tu propio coche?
-Hm. Papá me lo dio cuando fui aceptada en la universidad. Fue como un presente por mi ingreso a la universidad.
-Él debe estar muy orgulloso.
-Lo está - Tuve miedo de que la conversación se hiciera incómoda para ambas, sin embargo, Viktoria dejó de hablar del tema y siguió explicando las imágenes. Mi sonrisa se hizo más grande al sentir los hombros de Yulia relajarse. Viktoria era inteligente, sabía que hablar de lo orgulloso que estaba su padre de ella, podía herir a Yulia, así que aparto rápidamente el tema.
Mis manos dejaron los hombros de Yulia, y continúe observando la interacción entre las dos. Vika estaba tratando de mostrarle las cosas que había cambiado y lo que aún, era igual en su ciudad, y yo, me preguntaba en qué estaría pensando Yulia. Ella no estaba contando chistes o comportándose como una sabe-lo-todo, tan característico de ella. Al mismo tiempo, parecía estar a gusto con Viktoria a medida que los segundos pasaban. Sin duda, una mejora desde los primeros minutos que hablaron.
-¡Oh, mira... Aquí esta Ginger! Es de hace tiempo, cuando todavía estaba con nosotros. -Me incliné hacia adelante, mirando la imagen. Yulia aún estaba en silencio -Le encantaba jugar con tu Jack Skeleton... tenía que jugar con él a dondequiera que iba.
Vika tragó saliva y su voz se volvió triste -Lo extraño.
-¿Por qué... está tan largo? - Preguntó Yulia -No recuerdo que fuera tan largo...
-¿En serio? Papá solía hacer chistes sobre él todo el tiempo, decía que podía sustituir el tren de San Petersburgo -comento riendo. Yulia no se movió -Después de su partida, nunca volvimos a tener otro perro - La voz de Vika estaba claramente sumida en la tristeza -El tiempo pasa demasiado rápido...
-¿Eso crees?- Vi la cabeza de Yulia moverse despacio -Pasa... tan lento para mí...- Vika miró a su hermana -Apenas si se mueve.
Vi el destello de luz en los ojos de Viktoria, las lágrimas brillaban intensamente -Lo siento - Olfateó y sacudió la cabeza -Lo siento. Yo... -Viktoria intentó rápidamente limpiar sus lágrimas con un pañuelo -No debería haber dicho eso... Fue tan desconsiderado de mí parte... lo siento mucho.
-Viktoria...- Yulia la llamó, y esa, fue la primera vez que la oí decir su nombre en voz alta. Vika miró a su hermana -¿Por qué has venido a este lugar?
Hubo un silencio entre ellas nuevamente. Yulia estaba esperando una respuesta y Vika organizando sus pensamientos.
-Tú, dijiste que no querías verme... Dijiste, que no te interesaba...
-Yo...- Ella suspiró, cerrando los ojos -No lo estaba. Crecí escuchando a mamá y a papá decir que eras una mala persona. Que nunca te importó volver a casa. Que no te importó tomar los exámenes para las Universidades. Que no te importó hablar con nosotros nunca más. Y que… mataste... a muchas personas -Yulia cambió su peso en la silla -Pero la Doctora Katina fue a casa y me dijo que eres una buena persona. Me dijo que no eres lo que pareces -Mi corazón latió con fuerza al oír mi nombre en la conversación -No quería creer lo que me decía. No tenía ningún sentido. ¿Por qué llamar a alguien buena persona cuando todo lo que ha hecho está mal y es cruel? Pero caí en cuenta, que realmente no nos conocíamos bien. Nosotros, nunca supimos que te pasó. Nunca supimos lo mal que te sentiste cuando tenías que volver a Moscú en aquel momento -Vika dejó caer otra lágrima -Y me di cuenta... que poco a poco, me estaba olvidando de ti. No podía recordar tu rostro, incluso si lo intentaba. No podía recordar tu voz. Tu presencia era tan borrosa en mi vida. Todo lo que podía ayudarme a recordarte en casa, se había ido también -Levanté la mirada al techo, tratando de no dejar que mis emociones se desbordaran delante de ellas -Y... no me pareció correcto - Ella olfateó tratando de recomponerse a sí misma -No me pareció justo... lo que mis padres estaban haciendo. No me parece correcto olvidar que existes. Y no me parece correcto... que...te dejen…. atrás.
Tragué saliva, con el corazón golpeando sobre mi pecho.
-Encontré tu diario- Confesó -Estaba en tu dormitorio, dentro de una caja que se quedó en tu armario.
-No escribí mucho en él.
-Escribiste bastante - Vika asintió -Tú, escribiste suficiente para que yo fuera capaz de entender... que no eres un monstruo - Cerré los ojos -Eres mi hermana... la chica que vivió muy lejos de mí durante tanto tiempo... - No te rompas Lena. No te permitas llorar -Pero no quiero que esto siga así nunca más. No quiero... olvidarme de ti. No quiero... dejarte atrás -Viktoria se secó las lágrimas con el pañuelo -Quiero... estar allí para ti... no volverás a estar sola otra vez.
...
-Estoy aquí…..porque yo... ... yo quiero ayudarte...... hermana.
Ya no fui capaz de contener más mis las lágrimas.
Sentí los hombros de Yulia tensarse, la miré, y mis ojos se abrieron al ver las lágrimas descendiendo por su rostro. Su mandíbula estaba apretada y su respiración, salía fuertemente de su nariz en respuesta a su nivel emocional -Yulia...- La llamé, atestiguando esta clase de llanto en ella, por segunda vez.
-Yulia... lo siento, ¿Esto es demasiado para ti?-, Pregunté.
Negó con la cabeza.
-¿Estás bien? ¿Estás enfadada conmigo?
Ella negó de nuevo. Sonreí, siéndome aún más emocional -Gracias, Vika. Gracias. Y perdona mis lágrimas.
Viktoria rió a pesar del llanto -Lamento tanto... no haber venido antes.
Yulia asintió con lágrimas derramándose. Coloqué las manos sobre sus hombros, intentando consolarla.
Las tres giramos la cabeza hacia el oficial Vasíliev, cuando llamó nuestra atención, golpeando la pared detrás de él un par de veces -El tiempo terminó - Mis ojos cayeron sobre Viktoria, y ella asintió en comprensión.
-Lo siento... me tengo que ir...- Dijo poniéndose de pie.
Yulia la imitó, levantándose de la silla. Me gustaría tanto poder sostener su mano, pero estaba esposada y todo lo que podía hacer, era estar de pie junto a ella. Vika exhaló, limpiando las lágrimas a causa de la emocional conversación que habían compartido. Entonces, ella hizo algo que nunca hubiera esperado que hiciera. Abrazó a Yulia.
Pero ninguna de la dos pudo disfrutar del momento, con el oficial Vasíliev apartándolas rápidamente -Sin tocarse.
-Oficial... por favor...- Le pedí.
-Lo siento, Doctora. Son las reglas. Sin tocarse.
Nunca deseé tanto, que Yulia estuviera fuera de estos muros. Me gustaría poder verla hablando con su hermana como si fueran amigas. Me gustaría verla teniendo una charla con su hermana, poniéndose al día en algún café, aprovechando el día como una chica normal. En este momento, deseé de una forma tan angustiante, que Yulia fuera más libre que nunca. Porque finalmente, sería capaz de abrazar a su pequeña hermana y decirle que todo estaría bien.
-Me tengo que ir.
-¿Vas a volver?- Los ojos de Vika me miraron durante un par de segundos antes de mirar a Yulia.
Ella suspiró -Es sólo, que es complicado... Está papá y... él...
-¿No quiere verte cerca de mí ...- Terminó, un poco avergonzada -Lo entiendo.
-Lo siento.
-Está bien, Viktoria - olfateó, las lágrimas ahora se habían ido de sus ojos -Gracias por venir aquí de todos modos.
-Gracias por escucharme... Yulia - Yulia asintió.
-Es hora de irse, Volkova - El oficial Vasíliev nos recordó. Yulia dio una última y larga mirada a su hermana, hasta que finalmente se giró, siguiendo los pasos del oficial.
Suspiré, acercándome a Vika y abrazarla. Sentí sus manos aferrarse a mí con fuerza.
~~ * ~~
-Gracias, Viktoria - Le agradecí cuando estuvimos de vuelta al coche.
Sacudió su cabeza -No. Debo darle las gracias a usted, Doctora. Si no hubiera ido hasta la casa... no habría venido a visitarla. Ni siquiera hubiera encontrado su diario. Y nunca me hubiera acercado a ella.
Tragué el nudo en la garganta -Así que soy yo la que le debe las gracias. No al revés. Fui muy desconsiderada y grosera con usted en el pasado. Lamento ese día y cómo mi familia y yo la tratamos.
-Está bien, no te preocupes.
-Espero que pueda perdonarme por mi pobre forma de manejar las cosas.
Sonreí, por la sorpresa -Si, no te preocupes. Lo entiendo.
Hubo un silencio cómodo entre nosotras cuando empecé a conducir. Tenía que llevar a Viktoria de vuelta a su hotel.
-¿Qué te pareció?- Pregunté después de detenernos en un semáforo en rojo.
-Es muy delgada.
-Se pierde demasiado peso en la cárcel.
-La comida debe ser horrible - Supuso y asentí.
-Pero no estaba hablando de su aspecto... ¿Cómo te sentiste después de todos estos años lejos de ella? ... ¿Cuál fue tu impresión?
Volvió la cabeza hacia la ventana, y su atención se perdió en la lejanía. Vi el semáforo cambiar a verde y empecé a conducir de nuevo -Ella no habla mucho. ¿Es así por lo general?
Me entraron ganas de reírme, pero respeté su pregunta. La esquina de mis labios se curvaron hacia arriba - No. En realidad, te sorprenderías que tan habladora puede llegar a ser tu hermana.
-Creo que ella ha pasado por mucho y está tan acostumbrada a no tenernos cerca, que ahora no sabe cómo comportarse frente a nosotros - Daba miedo lo cierto que eso podía ser -Me gustaría saber que estaba sintiendo y qué podría hacer para detener su sentimiento, porque sé que no es su culpa. Más bien es la nuestra. Me gustaría ser capaz de ayudarla, pero no sé cómo.
-Creo que lo hiciste muy bien hoy. Le hablaste de tus sentimientos, no parece que hiciera una diferencia, pero créeme que lo hizo. Yulia es una persona muy humanitaria, una vez que llegas a su corazón, ella se porta muy agradecida con las personas por lo que hacen por ella. Incluso si ella no lo dice.
-¿Cree, que en verdad le gustó verme?
Sonreí -Sí. Créeme que sí lo hizo. ¿Y tú? -, Le pregunté curiosa -¿Te gustó verla? ¿Hablar con ella?
Hubo un silencio. Y por un momento, pensé que su respuesta sería un rotundo no -Sí. Me gustó mucho -Sonreí, llena de gusto.
-¿Así que... quieres volver a verla?- La vi parpadear, pensativa -¿Quieres charlar con ella otra vez?
-Ojalá pudiera. Como le dije, hay más en esto que solo mi propia decisión. Tengo que saltar muchos obstáculos para llegar a Moscú. Sin duda, no puedo venir cada fin de semana.
Podía entender su situación -Entiendo lo difícil que es para ti.
-Gracias por entender mi posición, Doctora Katina.
-Creo que tú, podrías ser una ayuda importante en la recuperación de Yulia. A menudo se siente sola por temor a ser abandonada en un momento dado, y siente estar lista para ser dejada por todo el mundo. Sería una gran forma de demostrarle que aún tiene personas para apoyarse, a pesar de todo.
-¿Ese, es el motivo por el cual se enoja?- Preguntó -¿Sentir la sensación de soledad?
-No exactamente. Hay mucho más en su vida que la soledad.
-¿Qué fue lo que pasó con ella?
Realmente no quería hablar del tema. Tampoco tenía derecho a decírselo -No soy quien para responder esas preguntas sobre tu hermana, Viktoria… - dije, tan suavemente como pude. Viktoria entendió a que me refería -Ella estará en el mismo lugar, y serás bienvenida cuando desees charlar con ella en cualquier momento.
Asintió con la cabeza -Debí saberlo. Eres su médico después de todo... Debí saber que no me lo dirías.
Sonreí, un poco pretenciosa.
-Doctora... ¿Le puedo hacer otra pregunta?
-Si, seguro.
...
-¿Tiene... una relación amorosa….con mi hermana?
See you the next week, girls!!!
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
Edad : 22
Localización : Buenos Aires
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Te amo pero te odio (broma)ala vez waaaaaao siempre lo dejas en las mejores partes,los oficiales me cae remal, que bueno que vika fue buena con su hermana a ver cual será el resaltado de esa visita más adelante y lo último me mató la pregunta del millón!! No cabe duda este historia es mi favorita
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Porque la dejas en la mejor parte dios... Voy a morir jejjee
Kamila- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 02/04/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Jajajajajajaja no dices q no nos dejaras más así y nos dejas justo en esa parte q cruel. Pero gracias por este capitulo por tener la tranquilidad q todo salio bien en la visita y Julia este feliz. Espero q todo siga mejorando y Julia en algún momento salga y viva su amor con lena. Dicen q el amor y el dinero no se puede ocultar y el amor entre ellas se desborda pero ese amor es lo q esta curando a julia así q nadie los separe
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hoy es miércoles de capitulo nuevoooo
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hey chicas cómo están? Lo siento por no haber subido el capítulo ayer pero andaba de paseo y pues, llegué muy tarde a casa. Hoy les subo otro interesante, pero muy interesante capítulo.... Sólo les pido que no me odien cuando lo dejo en la parte más emocionante.... Buajajaja!!!
A leer!!
CAPITULO 33: NOCHE DE FIESTA
-¿Qué?- Pregunté, con mi corazón estrujándose dolorosamente. Viktoria parecía aturdida, con los ojos muy abiertos cuando frené el auto bruscamente.
Los vehículos detrás de mí, pitaron sus claxon con enojo.
Igual que ella, yo también estaba sorprendida. Si Viktoria podía verlo tan claramente, entonces... ¿Los oficiales del Asilo también podían? ¿En serio soy tan fácil de leer? ¿De verdad es tan fácil ver lo que estaba pasando?
Supe de inmediato, que tener una conversación con ella mientras conducía no era una buena opción, así que terminé estacionando el coche a un lado, evitando así un posible accidente.
-Viktoria...
Ella negó con la cabeza -Lo siento. No... No fue mi intención... Yo solo... Fue sólo un pensamiento que cruzó por mi mente.
-¿Y por qué eso, fue lo que cruzó por tu mente?- Pregunté, tratando de no caer en la desesperación o la respuesta sería tan obvia.
Ella apartó la mirada, observando a través de la ventana del coche -Es sólo que... lo que está haciendo por mi hermana... No lo he visto en ninguna otra persona hacerlo. Y... noté lo importante que ella es para usted. A lo largo de todas nuestras reuniones y conversaciones, parece considerar a Yulia más que una paciente. Yo sé que no debería pensar en esas cosas, es una falta de respeto... pero…eh... tengo la sensación de que puede que Yulia… le guste... de forma romántica - terminó diciendo.
-Viktoria...- La llamé, bajando la mirada. Sentí sus ojos volviendo hacia mí -Tu hermana es... muy especial para mí- Asentí - Ella es, la paciente más cercana que he tenido en toda mi vida.
Su mirada era intensa, pero no parecía criticarme -Yulia me ha cambiado de muchas formas. Hoy en día, tu hermana y yo tenemos un vínculo más fuerte que la mayoría de los médicos tienen con sus pacientes. Lo que quiero decir, es que tu hermana y yo somos más que médico y paciente. Somos amigas.
Ella parpadeó, bajando la mirada - No se supone que debamos serlo. Y yo siendo su médico, no debería ver a Yulia más allá de la línea de un paciente, pero las cosas cambiaron.
-¿Cómo cambiaron?
-Me asignaron exclusivamente el cuidado de ella, y terminé por entender sus conflictos y problemas. Hemos desarrollado un vínculo que no estaba destinado a ser. Pero estoy contenta de que lo hiciera. Realmente creo que Yulia es una buena persona y que será capaz de recuperarse.
-¿Yulia... podrá recuperarse? ¿Eso es lo que cree?
-Sí, lo creo - Asentí con la cabeza confirmándolo.
-¿De verdad cree que Yulia... dejará de matar?- Preguntó y mi voz se apagó justo en ese momento.
Sé muy bien lo que quiere Yulia. Su mayor deseo es vengar a su amigo y matar al último hombre que camina libremente por las calles. Ella tiene derecho a vengar a sus mejores amigos. Sin embargo, si logro que la liberen del Asilo y va directo a buscar a ese sujeto, ¿Cuál sería el punto? Quiero que Yulia sea libre, porque me encantaría verla reconstruirse a sí misma y a su propia vida. Quiero verla hablar con Viktoria sin paredes que la retengan. Quiero verla conseguir un empleo, y tal vez, incluso, obtener un título. Quiero que Yulia empiece de nuevo su vida, no que regrese al Asilo.
Creo con todo mi corazón que Yulia es una buena persona, pero también sé, que está demasiado comprometida en encontrar a ese hombre y obtener finalmente su paz. Y sin duda, ella merece tener esa paz. Pero de nuevo, ¿Es correcto liberarla sí sólo volverá a matar?
-¿Doctora Katina?- me llamó con el ceño fruncido, mientras yo me quedaba en silencio. No sabía qué responder.
-Estamos trabajando en ello - Por fin respondí con un intento de sonrisa. Esperaba que no se viera tan falsa, porque internamente, sabía que no estaba trabajando ese asunto. No estaba ni cerca de tener un método para que Yulia se olvidara de aquel hombre.
-¿Usted cree... que Yulia es capaz de matar en este momento?
Oí un zumbido en los oídos –Sí - Le respondí honestamente.
-¿No tiene miedo?¿No tiene miedo de ser asesinada...?
-¿Por Yulia?- Me reí, pensando que era un poco ridículo -Yulia no me haría daño.
-Parece que confía plenamente en ella...
-Si, confío en ella.
-Doctora Katina...- La miré -¿Ha pensado en algún momento, en la posibilidad... ....de que Yulia... se esté aprovechando de usted?
La familia, curiosa de verdad.
Yulia y Viktoria parecían ser completamente opuestas en su personalidad. Viktoria parece ser mucho más madura que Yulia, a pesar de que ella es la más joven. Sin embargo, a veces pueden ser muy parecidas. No sólo en apariencia, sino en la forma de pensar.
Y este, es uno de esos momentos.
-Quiero decir... Ella está en ese lugar desde hace mucho tiempo, ¿no?. Y ahora que ha encontrado un médico que cuida de ella, podría ser que la use... ya sabe... para salir del Asilo.
- ¿Yulia ... te estás aprovechando de ... mí?
-No... en la forma...en la que cree. Dijiste que me sacarías de aquí. ¿Es aprovecharse de ti... si quiero que te quedes... por eso?
- ¿Es la única razón?
- No... Podría ser que…también hayan más cosas
-¿Doctora Katina...?- Le oí llamarme de nuevo.
Parpadeé -Sí, lo he hecho - Asentí con la cabeza, desviando la mirada -He pensado en ello.
-¿Y?
Suspiré -Sólo espero, que ella no lo esté haciendo.
-Usted es una buena persona, Doctora Katina. Pienso, que no merece estar en un lugar como ese -afirmó, y daba miedo como me recordaba a su propia hermana -En realidad, Yulia…..no la merece. Usted hace demasiado por ella. Más de lo que Yulia podría hacer por usted. Así que... si ella le gusta... Sólo tenga cuidado. Ella es una persona muy peligrosa, para enamorarse.
Hubo un silencio entre nosotras.
-No... ella no me gusta - Le confirmé. ¿Qué sería de mí, si Viktoria conociera la verdad? ¿Cómo podría verla a los ojos y decirle que su propia hermana mayor y yo, tuvimos relaciones sexuales? Esto es simplemente absurdo -En ese sentido, quiero decir. Yulia y yo, solo somos amigas.
-No estoy en contra de ello. Si eso es lo que le preocupa -Parpadeé, aun incómoda por la manera en la que era capaz de ver las cosas -Tengo una amiga en la universidad que también le gusta otra mujer. No es un problema. No sé cómo se sienta mi hermana por usted, es por eso que le estoy pidiendo que tenga cuidado. Podría ser una calle con un solo sentido.
De nuevo el silencio.
Y ese silencio, pareció haber confirmado el hecho.
-Viktoria...- La llamé.
-Sí...
-¿Te has enamorado… alguna vez?
-Sí.
-¿Funcionó?
-No.
-¿Una calle con un solo sentido?- Le pregunté elevando las cejas y ella rió.
-Sí, era una calle de un solo sentido.
~~ * ~~
Mientras caminaba a casa, sonreía más tranquila. Mi cabeza apoyada contra la puerta y mi corazón latiendo lleno de alegría. Gracias a Dios todo había salido bien. Era gratificante ver a Yulia y Viktoria llevándose bien, conociéndose.
Cuando Viktoria llamó a Yulia “hermana”, fue tan conmovedor. Ojalá Yulia tuviera eso de sus padres. Y sin importar los años separados y las diferencias entre ellos, volvieran a ser una familia unida. ¿Algún día pasaría? Sólo podía soñar por ahora.
Me dirigí a mi cama después de ducharme, vi el diario en el armario al lado de mi cama y una vez más, salté a través de las páginas, acariciando las imágenes recortadas en ellas. Me detuve en la foto con todos sus amigos, Domen, Anton y Victor. Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras sus sonrisas reflejaban juventud e inocencia en aquel momento. Me pregunté si debía entregarle el diario a Yulia. Hay recuerdos preciosos en él y estoy casi segura, que sería de su agrado tener todas estas fotos de sus amigos. Sin embargo, también podrían ser dolorosas para ella. ¿Qué debería hacer? ¿Debería decirle que leí algunas de las páginas? ¿Que invadía su privacidad? Mis dedos tocaron el joven rostro de Yulia en la foto y observé su brillante sonrisa. Su hoyuelo aún era visible y se veía más adorable de lo que era ahora. Es loco pensar que viví lejos y nunca pensé que terminaría viviendo en Rusia, y mucho menos trabajando con la chica de la foto. La vida es realmente loca e inesperada.
Mis ojos se alejaron de la imagen a mi teléfono, sonaba y vibraba en la cama. Vi el nombre de la identificación, Irina Smirnova, y lo tomé.
~~ * ~~
Moscú, tiene una vida muy vivaz por las noches. Llena de atractivos sitios y exquisitos platillos para probar. Día a día, la ciudad gana más reconocimiento por parte de los turistas de todo el mundo. Es una ciudad que realmente adoro, y que en ciertos momentos, cuando creo que mi decisión de venir aquí no fue la correcta, solo basta con una visita a un buen restaurante para dejarme en claro, que estoy equivocada.
Muy a pesar, de que me encanten sus centros comerciales e ir de compras, hay algunas noches que simplemente decido quedarme en cama. Y esta, fue una de esas noches.
Por otro lado, Irina está intentando hacer que cambie de opinión.
-Confía en mí, te va a encantar, Lena - dijo con entusiasmo, animándome a salir.
-En verdad no estoy de humor, Irina.
-Lena... ¡Hay que moverse un poco! Algo genial podría pasar esta noche. Necesitas con urgencia una noche de diversión. Iremos a un club, coquetearemos con otras chicas y conseguiremos algunos números telefónicos.
-Lo siento, no soy ese tipo de chica.
Ella suspira al escuchar mi comentario.
-Además, no quiero ser un estorbo. Eres bonita y soy consciente de que muchas niñas irán detrás de ti. No quiero arruinar tu noche.
-No vas arruinarla. De verdad quiero ayudarte. Quiero llevarte a un buen lugar y que disfrutes de una agradable noche -esta vez, fui yo la que suspiró -Vamos, Lena. ¡Es sábado por la noche! ¡Hay que sacudir el polvo! Será divertido. Debes darte una oportunidad.
-¿Puedo llamar al menos a mis amigas?- pregunto no queriendo estar alrededor de Irina toda la noche. Soy consciente de lo que está buscando, y me mortificaría estar sola, mientras Irina está cazando otras chicas. Claro que sería bueno si yo también estuviera buscando, pero la verdad, es que después de haber estado con Yulia, mi libido para estar con hombres o mujeres en este caso, se ha reducido a cero. Ni siquiera sé cómo le hace la residente, pero en este momento no tengo ningún interés en que coquetear con cualquier persona. Además, me duele el corazón, pensar que en el mismo momento que yo estoy coqueteando con cualquier persona un sábado por la noche, Yulia está atrapada absolutamente sola en su celda. Por alguna razón, no parece justo para mí.
-Sí, claro que puedes.
Y con ese pensamiento no perdí tiempo en llamar a Jeny y a Yarina. Ha pasado un tiempo desde que las vi y sería increíble pasar una noche con las dos después de tanto tiempo.
~~ * ~~
-¿Es un bar gay?- Le pregunto mientras nos acercamos a la entrada y veo algunos hombres siendo muy íntimos, con su compañero masculino.
-No. Es una pública y muy amigable -No sé lo que significa su respuesta, ya que en mi cabeza ver a dos hombres que se acarician sensualmente en un lugar como este, no está en mi diccionario de “publica y muy amigable” -Al mismo tiempo, sé que es un poco más seguro para los homosexuales. Esta parte de la ciudad es más tolerante.
Asentí.
-¿Te sientes incómoda?
No sabía qué responder para no sonar un poco homofóbica, siendo que no me considero una, por otro lado, me parece un poco desagradable cuando está pasando tan enfrente de mi cara.
-No... Está bien - Mentí, preocupada por ofender a Irina.
-Me puedes decir la verdad si te sientes incomoda. Lo entenderé. No mucha gente le gusta verlo.
-Está bien, Irina - Negué.
-Por cierto ¿Cuándo llegaran tus amigas?
-Tienen que arreglarse. Probablemente se tardarán… Emmm, una hora más o menos.
-Está bien, ¿Quieres entrar? Tienen salas con karaoke.
-Claro - Dije, siguiendo sus pasos.
~~ * ~~
Me reí, viendo a Irina bailar y cantar al mismo tiempo. Bebí unos cuantos tragos, pero podía sentir que todavía estaba sobria, mientras Irina parecía estar más pérdida que antes. Sus mejillas eran de color rosa debido al alcohol, y era más extrovertida como nunca antes la había visto.
Ella quería bailar demasiado sensual y yo nunca me imaginé a la oficial Irina haciendo ese tipo de cosas.
Al terminar la canción y mostrar su puntuación, se aplaudió a si misma por su gran esfuerzo.
-Tu turno, Lena - me dijo, pasándome el micrófono. Me levanté para tomarlo, pero Irina tropezó con la pequeña mesa del centro, yendo directo al suelo.
-¡Irina, Oh Mi Dios!, ¿Estás bien?- La ayudé a levantarse.
-Sí, sí, bien, bien. Estoy bien - Dijo agitando la mano.
-Debes parar con el alcohol - Le dije. Notando que era poco tolerante al ser sólo su tercera copa.
-Estoy bien, Doctora.
-¿De Verdad? ¿No quieres ir a casa o algo?
-¿A casa? ¡De ninguna manera! ¡La noche acaba de empezar! -explicó, levantando sus brazos con alegría. Me reí -Además, tus amigas están por llegar. No puedo volver a casa antes de que ellas lleguen.
-Pero estás muy desorientada...- le dije sintiéndome mal.
-¡No estoy desorientada!- Gritó, teniendo problemas cuando intentaba caminar -Sólo un poco mareada. ¿Quién pone una mesa aquí de todos modos?- Preguntó molesta, haciéndome reír de nuevo.
-¿De verdad no quieres ir a alguna parte? ¿Al baño tal vez?
Esa última pregunta la hizo levantar la cabeza -Ow, el baño- se sonrojó -Sí, supongo que eso quiero.
-Vamos, te ayudaré - Dije, sirviéndole de apoyo.
~~ * ~~
-¿Estás bien?- Le pregunté cuando la vi colocar sus manos a los lados del fregadero para mantenerse de pie.
-Estoy bien, Lena. No te preocupes.
-Sí, más que bien, por lo visto - Oí una voz ronca pero femenina decir. Al abrirse uno los cubículos. Distinguí a una mujer alta, pálida, cabello largo y castaño, con un vestido ajustado y lápiz labial rojo -¿Has conseguido una nueva amiga sexual, mi amor?
-¿Mi amor?- pregunté confundida.
Irina exhaló totalmente molesta -Esta es Sonya - Mis ojos se abrieron. ¡Así que esta mujer es Sonya, la ex novia de Irina! ¡La misma Sonya, la oficial que se acostó con Yulia!
Ese pensamiento específico, hizo que los dientes se me apretaran con demasiada fuerza.
-Oh, ya veo que le has hablado de mí... tan halagador, mi amor, después de tanto tiempo todavía lo recuerdas - Ella sonrió y no me gustó su actitud -¿Qué le contaste de mí?
Irina no dijo ni una palabra - Aw, ahora eres tímida. Espero que no hayas dicho nada malo de mí.
-Solo cállate - Le dije -¿Quieres salir?- Le pregunté a Irina, sabiendo que no se sentía muy cómoda al hacerle frente a su ex novia en este lugar.
-Muy protectora - Dijo en tono de burla -¿Es lo que siempre estuviste buscando, Irina?
-Vamos, salgamos de aquí - No quería que la noche se arruinara para Irina.
La mujer llamada Sonya se rió entre dientes -Veo que por fin conseguiste a alguien tan aburrida como tú, mi amor.
Esta vez, Irina fue quien rió -Puedo ser aburrida, pero al menos no soy una puta- Miré al suelo, tratando de ahogar mi sonrisa.
La mujer se acercó a nosotras, sin dejar nunca esa arrogancia plasmada en su rostro. -El hecho de que me gusta el buen sexo no significa que sea una puta - Se defendió.
-Sabrías cómo se siente, si realmente lo supieras hacer.
El silencio era insoportable -Tal vez, deberías pedirle algunos consejos a Yulia. Ella puede ser tú maestra.
Mis ojos se abrieron de par en par cuando Irina empujó a la mujer y la estrelló contra la pared detrás -¡CIERRA TU MALDITA BOCA!
- Siempre tan sensible. Es todo lo que se necesita para molestarte, ¿cierto, mi amor?
- ¡Eres toda una puta de mierda!
- Y sin embargo, eres tu quien está en este lugar también buscando sexo. Supongo que no somos tan diferentes, ¿eh?. ¡Mira! ¡Incluso te has conseguido una amiga para follar!
-¡Eso no es cierto!- Dije al instante, no me gustó que estuviera hablando de mí de esa manera.
- Ella no está conmigo por eso - Irina respondió al mismo tiempo -Es sólo una amiga.
- ¿Una amiga? Sí, seguro... así se le dice ahora, ¿no? Sólo buenas amigas...
- ¿Te crees especial, eh?- Dijo Irina, aun manteniendo a Sonya contra la pared -Fuiste una simple y común oficial que caminó por un pasillo. El Asilo es mejor sin ti. Yulia Volkova está mejor sin ti. Ni siquiera le importó tu partida. Ella quería que te despidieran. ¡Por eso te folló desde un principio!
La presunción de Sonya fue cortada de golpe y me sentí un orgullosa -Ahora puedo ver claramente lo desagradable que eres, Sonya. Y me alegro de ya no ser tu novia. Tarde o temprano me engañarías con otra persona. Esta vez fue la reclusa. Y sabiendo cómo eres, puedo seguir adelante. ¡Por fin puedo mirarte a los ojos y decirte que no siento nada por ti! -Sonreí. E Irina rió también -¡Esta ...cosa desagradable y ... repugnante que tuve por ti, todos este tiempo, ya no existe más! ¡Ja! ¡Soy libre! ¡Soy libre de esa cosa tóxica que me hizo preocuparme por ti, incluso cuando tú no te merecías nada de ello! Y en tu cara te digo... -Levanté mis cejas -¡Vete. A. La. Mierda. De. Una Vez. Por. Todas! - Irina la soltó -¡Y no me llames más nunca “mi amor”!
Los ojos de Sonya se oscurecieron y abandonó el baño, sin molestarse en mirar atrás. Vi a Yuri y mi corazón latió contento. Su pecho se elevaba con rapidez. Sus manos temblaban.
- ¿Estás bien?
- Creo que sí - Me reí.
- Estuviste genial.
- No sé qué me pasó para decir todas esas cosas.
- El alcohol - Dije -Eso es lo que te pasó - Ahora ella rió.
- Gracias, Lena - Me agradeció.
- ¿Por qué?
- Por ayudarme cada día.
- Es mi trabajo. Ayudar a las personas.
- Gracias.
- No dejes que arruine tu noche, ¿de acuerdo?
- No lo hará - me confirmó.
~~ * ~~
-¿Cómo lo hace?- Ella bebió más alcohol.
-¿Eh?
-La reclusa. ¿Cómo lo hace?
-¿Qué quieres decir?
-Tener sexo - Mi sangre corrió hacia mis mejillas, coloreándolas a rosa -No eres diferente a Sonya. Desde que te acercaste a Yulia, ella comenzó actuar como lo haces ahora. Yulia esto, Yulia lo otro. Ella siempre trataba de estar cerca de ella, ahora soy consciente de que en ese punto, ya ellas lo estaban haciendo -Aparté la mirada, con el sentimiento de culpabilidad latente por algún motivo -¿Como lo hace esa mujer? ¿Cómo logra la reclusa, que tantas personas se enamoren de ella por la forma en cómo folla?
-No creo que las personas se enamoren de Yulia, por la forma en cómo folla - Respondí, sintiendo un poco de incomodidad por sus palabras -Creo que las personas se enamoran de Yulia, porque realmente ella es…agradable.
-¿Agradable?
-Agradable, dulce, amable, encantadora.... elige una. La verdad es que una vez que la conoces mejor, te das cuenta de que es amable y protectora. Y ese sentimiento agradable, se tiene estando con alguien como Yulia... ¿Esto es por lo de Sonya? ¿Por lo que ha dicho antes?
Irina no respondió.
-Irina, mira, ella solo dijo esas cosas para hacerte daño, no lo decía en serio. Estoy segura que eres buena en ese aspecto al igual que Yulia. No dejes que sus palabras te atormenten, ¿entiendes?
-Tenía curiosidad, eso es todo - Ella se encogió de hombros -No se trata de Sonya. Sólo quiero saber cómo lo hace la reclusa.
- ¿Por qué ahora?
- ¿Puedes describirlo? – Suspiré.
-Ella es... completamente diferente a Nikolay.
-¿Tu ex?
Asentí -Nikolay era un caballero fuera de nuestra casa, el príncipe que toda chica quiere presumir con la gente. Pero cuando estábamos solos, él era un machista y un grosero. Yulia es lo contrario. Ella es egocéntrica y grosera enfrente de todos, pero dulce y cariñosa cuando solo estamos las dos.
-¿Y en cuanto al sexo?
-Nikolay era bueno, supongo, pero rara vez se preocupaba por mí durante el mismo, ya sabes. A menudo se quedaba dormido después de hacerlo y a veces, nunca lograba satisfacerme. Yulia no se duerme. Ella se queda conmigo. Y me habla. Ella es ruda y dulce en los lugares correctos. Siempre hace que todo se trate sobre mí -Sonreí, recordando nuestros momentos – “¿Estás bien, Doc? ¿Te estoy haciendo daño? ¿Te gustó eso? ¿Qué deseas?“ -Siempre me está preguntando esas cosas. Y la forma en como utiliza su voz... no sé ni siquiera cómo explicarlo, pero es tan encantadora y tan acogedora. A veces... solo basta con un simple susurro para que caiga a sus pies.
-Wow ...- Ella parecía sorprendida.
-Es simplemente increíble. Nunca he conocido a nadie que me haga sentir como Yulia lo hace. En cuanto al sexo, Yulia es la persona más caritativa que nunca antes conocí.
-¿Y tú?- Preguntó, y parpadeó.
-¿Yo?
-Si, tú. ¿Cómo lo haces? - Me quedo quieta -¿Le dices cosas así? ¿También eres “ruda y dulce” en los lugares correctos? ¿Cómo utilizas tu voz?
...
...
Un amargo sabor se posó en mi boca mientras caía en cuenta, de algo muy... muy desagradable sobre mí. Realmente no hago nada. Solo me dejo llevar por lo que viene. No trato de hacer otra cosa, que lo que se espera de mí. Nunca le digo nada a Yulia cuando lo hacemos, ni intento seducirla de alguna forma.
-¿Lena...?
-Yo...- Aparté la mirada, sintiéndome avergonzada de mí misma.
Irina sonrió pensando que era divertido -¿Qué? Vamos, dime. No voy a juzgarte, lo juro.
-Yo...
-¿Qué te gusta hacer con ella?
-Yo... creo... que no hago… mucho - Dije, bajando la cabeza.
Ella siguió divertida por el asunto y me empujó juguetonamente -Vamos, no seas tímida. Puedes decírmelo.
-Te lo estoy diciendo - Le respondí, sintiéndome tan mal conmigo misma. Irina cortó su sonrisa y frunció el ceño -Yo no hago mucho. Realmente no... Trato de hacer algo diferente. Siempre es Yulia quien...
-¿No se lo devuelves?- Ella levantó las cejas -¿Y no la haces sentir frustrada?
-¿Eso crees? -Yulia nunca dijo nada. Ella nunca... se veía frustrada o algo parecido. Ella siempre dirá que está bien.
-¿En serio? Bueno, esto es interesante. La mayoría de las personas se vuelven locas si no se liberan a sí mismas. ¿Cómo le hace ella para liberarse? -Me quedé en silencio.
-No lo sé - Respondí.
-¿Nunca has querido hacer algo más con ella? ¿Cómo besarla de otra forma o tocarla en una zona diferente?
-Claro - Asentí con la cabeza -Es sólo que. ... Yulia siempre toma el control.
-Así que ella es la activa, ¿eh?
-Y es que, tampoco trato de detenerla.
-Por lo tanto, tu eres la pasiva, ¿eh?- Terminé ruborizándome por su observación -Hey, no te avergüences... es muy común.
Negué con la cabeza -Es sólo que... Nunca pensé en cómo Yulia podría estarse sintiéndose con la necesidad de liberarse - Esto era tan tonto de mí parte. Al igual que Nikolay se había olvidado de mí muchas veces en la cama, yo hice lo mismo con Yulia -Soy tan estúpida.
-Oye, no seas tan dura contigo misma.
-¿Qué? ¿Dónde está Irina Smirnova quien fue herida por pensamientos similares?
Ella rió entre dientes -Ya no está aquí.
Sonreí, sintiendo alivio al escuchar a Irina decir eso. Parecía controlar sus problemas y era impresionante verlo. Pero también era consciente que se debía al alcohol. Ahora, si tan sólo pudiera tener lo mismo.
~~ * ~~
Cuando Jeny entró a nuestra sala de karaoke, salté para abrazarla, con mucha euforia.
-¡Oh, Dios mío, Lena! ¡Es bueno volver a verte!
La abracé con fuerza -¡Oh, te extrañé mucho, Jeny!
-Mentirosa. ¿Cómo me dices que me extrañaste cuando han pasado siglos desde tu última llamada?
-Lo siento, he estado ocupada.
-Tú, cerdo perezoso - Bromeó, haciéndome reír.
-Oh, lo olvidé. Jeny... esta es Irina -Le presenté a mi compañera sentada en el sofá -Ella es una amiga del trabajo.
-¿Entonces nos cambiaste por ella?
-¿Qué? ¡¡No!! Es sólo que... Irina está conmigo todo el tiempo, ella me ayuda con... cosas.
-Irina... ellas es Jeny. Una de mis amigas de mi antiguo trabajo. Es psicoterapeuta.
-Encantada de conocerte.
-Encantada de conocerte también - devolvió, cortésmente.
-¿Dónde está Yarina?- Le pregunté curiosa.
-Ella viene con barba.
-¿Barba?- Fruncí el ceño sin entender.
-El novio.
-Oh, Dios mío - Quedé con la boca abierta -¿Yarina, ahora tiene novio?
-¿Qué quieres decir con “ahora”? - Son novios… desde hace…3 meses.
-¿En serio?
-Vez Lena... no hablas con nosotras, no sales a dar una vuelta con nosotras... te estás perdiendo lo bueno. Nos estamos haciendo mayores, se supone que debemos estar muy pegadas porque el tiempo es cada vez más difícil a nuestra edad.
Recordé cuando Yulia me contó lo extraña que se sentía con su propia familia, después de no tener interacción con ellos por tanto tiempo. Se alejó tanto, que era como si ya no fuera parte de ese lugar. Sin duda, es un sentimiento triste el que debe sentirse. Y no quería sentir lo mismo. No con mis amigos.
-Lo siento, hay tanto pasando en este momento, pero prometo que seremos como antes - Dije. Y Jeny sonrió.
-Estoy muy contenta de verte. Tenemos demasiadas cosas por contarnos.
Me reí -Sí, lo sé.
-Cuéntamelo todo.
-¿Qué significa ese, todo?
-Pues todo, ¿Cómo es tu trabajo, cómo va tu vida... algún novio presente?
-No.
-¿Novia?
Mis mejillas se sonrojaron -¡No!
-Tu amiga se acaba de reír, eso significa que estás mintiendo.
-¿Qué? ¡No, no lo hice!
-¿Quién es?
-¡Irina!- Me quejé, y sus ojos se abrieron.
-¿Qué? No he dicho nada -Ella se excusó.
-Así que... estás con una mujer, ¿eh?- Jeny tomó la conversación, como un rotundo sí. -Espero que esta vez, seas feliz Lena - Suspiré -Además, no debes esconderte. Tu novia aquí, es muy bonita.
Mis ojos se agrandaron -¿Qué? Crees que Irina y yo... -Irina desvió la mirada -Ella no es mi novia, Jeny. ¡Ella es sólo mi amiga!
Las mejillas de Jeny se volvieron muy rosas -Oh, Dios mío, ¿en serio? ¡Jesucristo, lo siento tanto! Lo siento tanto, no debía haber dicho eso. Solo lo pensé...
-Está bien - Irina agitó su mano -Lena sólo es una amiga.
-Dios, eso fue vergonzoso...
-Bueno, siempre has sido una cabeza de chorlito- Comenté.
-¿Ahh y tú no?- Ella lo dijo con sarcasmo. Bueno, ahora que lo dice, hice un montón de cosas tontas junto a Yarina y Jeny. Soy una persona muy diferente cuando estoy con ellas - Por lo tanto, para evitar cualquier otro error mío, ahora cuéntame acerca de tu trabajo en el Asilo...
~~ * ~~
Nuestra conversación sobre mi trabajo no duró mucho tiempo. Por muchas razones.
En primer lugar, cambiamos de tema con bastante rapidez.
En segundo lugar, estábamos teniendo una competencia de canto en el karaoke.
En tercer lugar, Irina y Jeny, se estaban volviendo más cercanas.
Y en cuarto lugar, Yarina finalmente había llegado con su novio.
~~ * ~~
Mis ojos se agrandaron cuando Yarina nos presentó a su novio.
Porque no estaba loca. Lo había visto antes.
Lo vi justamente hoy, junto a mi paciente favorita en una vieja foto suya.
Era….
... Y él, estaba allí, justo en frente de mí.
OHHHHH!!! y ahora quien será?????
Nos leemos chicas!
A leer!!
CAPITULO 33: NOCHE DE FIESTA
-¿Qué?- Pregunté, con mi corazón estrujándose dolorosamente. Viktoria parecía aturdida, con los ojos muy abiertos cuando frené el auto bruscamente.
Los vehículos detrás de mí, pitaron sus claxon con enojo.
Igual que ella, yo también estaba sorprendida. Si Viktoria podía verlo tan claramente, entonces... ¿Los oficiales del Asilo también podían? ¿En serio soy tan fácil de leer? ¿De verdad es tan fácil ver lo que estaba pasando?
Supe de inmediato, que tener una conversación con ella mientras conducía no era una buena opción, así que terminé estacionando el coche a un lado, evitando así un posible accidente.
-Viktoria...
Ella negó con la cabeza -Lo siento. No... No fue mi intención... Yo solo... Fue sólo un pensamiento que cruzó por mi mente.
-¿Y por qué eso, fue lo que cruzó por tu mente?- Pregunté, tratando de no caer en la desesperación o la respuesta sería tan obvia.
Ella apartó la mirada, observando a través de la ventana del coche -Es sólo que... lo que está haciendo por mi hermana... No lo he visto en ninguna otra persona hacerlo. Y... noté lo importante que ella es para usted. A lo largo de todas nuestras reuniones y conversaciones, parece considerar a Yulia más que una paciente. Yo sé que no debería pensar en esas cosas, es una falta de respeto... pero…eh... tengo la sensación de que puede que Yulia… le guste... de forma romántica - terminó diciendo.
-Viktoria...- La llamé, bajando la mirada. Sentí sus ojos volviendo hacia mí -Tu hermana es... muy especial para mí- Asentí - Ella es, la paciente más cercana que he tenido en toda mi vida.
Su mirada era intensa, pero no parecía criticarme -Yulia me ha cambiado de muchas formas. Hoy en día, tu hermana y yo tenemos un vínculo más fuerte que la mayoría de los médicos tienen con sus pacientes. Lo que quiero decir, es que tu hermana y yo somos más que médico y paciente. Somos amigas.
Ella parpadeó, bajando la mirada - No se supone que debamos serlo. Y yo siendo su médico, no debería ver a Yulia más allá de la línea de un paciente, pero las cosas cambiaron.
-¿Cómo cambiaron?
-Me asignaron exclusivamente el cuidado de ella, y terminé por entender sus conflictos y problemas. Hemos desarrollado un vínculo que no estaba destinado a ser. Pero estoy contenta de que lo hiciera. Realmente creo que Yulia es una buena persona y que será capaz de recuperarse.
-¿Yulia... podrá recuperarse? ¿Eso es lo que cree?
-Sí, lo creo - Asentí con la cabeza confirmándolo.
-¿De verdad cree que Yulia... dejará de matar?- Preguntó y mi voz se apagó justo en ese momento.
Sé muy bien lo que quiere Yulia. Su mayor deseo es vengar a su amigo y matar al último hombre que camina libremente por las calles. Ella tiene derecho a vengar a sus mejores amigos. Sin embargo, si logro que la liberen del Asilo y va directo a buscar a ese sujeto, ¿Cuál sería el punto? Quiero que Yulia sea libre, porque me encantaría verla reconstruirse a sí misma y a su propia vida. Quiero verla hablar con Viktoria sin paredes que la retengan. Quiero verla conseguir un empleo, y tal vez, incluso, obtener un título. Quiero que Yulia empiece de nuevo su vida, no que regrese al Asilo.
Creo con todo mi corazón que Yulia es una buena persona, pero también sé, que está demasiado comprometida en encontrar a ese hombre y obtener finalmente su paz. Y sin duda, ella merece tener esa paz. Pero de nuevo, ¿Es correcto liberarla sí sólo volverá a matar?
-¿Doctora Katina?- me llamó con el ceño fruncido, mientras yo me quedaba en silencio. No sabía qué responder.
-Estamos trabajando en ello - Por fin respondí con un intento de sonrisa. Esperaba que no se viera tan falsa, porque internamente, sabía que no estaba trabajando ese asunto. No estaba ni cerca de tener un método para que Yulia se olvidara de aquel hombre.
-¿Usted cree... que Yulia es capaz de matar en este momento?
Oí un zumbido en los oídos –Sí - Le respondí honestamente.
-¿No tiene miedo?¿No tiene miedo de ser asesinada...?
-¿Por Yulia?- Me reí, pensando que era un poco ridículo -Yulia no me haría daño.
-Parece que confía plenamente en ella...
-Si, confío en ella.
-Doctora Katina...- La miré -¿Ha pensado en algún momento, en la posibilidad... ....de que Yulia... se esté aprovechando de usted?
La familia, curiosa de verdad.
Yulia y Viktoria parecían ser completamente opuestas en su personalidad. Viktoria parece ser mucho más madura que Yulia, a pesar de que ella es la más joven. Sin embargo, a veces pueden ser muy parecidas. No sólo en apariencia, sino en la forma de pensar.
Y este, es uno de esos momentos.
-Quiero decir... Ella está en ese lugar desde hace mucho tiempo, ¿no?. Y ahora que ha encontrado un médico que cuida de ella, podría ser que la use... ya sabe... para salir del Asilo.
- ¿Yulia ... te estás aprovechando de ... mí?
-No... en la forma...en la que cree. Dijiste que me sacarías de aquí. ¿Es aprovecharse de ti... si quiero que te quedes... por eso?
- ¿Es la única razón?
- No... Podría ser que…también hayan más cosas
-¿Doctora Katina...?- Le oí llamarme de nuevo.
Parpadeé -Sí, lo he hecho - Asentí con la cabeza, desviando la mirada -He pensado en ello.
-¿Y?
Suspiré -Sólo espero, que ella no lo esté haciendo.
-Usted es una buena persona, Doctora Katina. Pienso, que no merece estar en un lugar como ese -afirmó, y daba miedo como me recordaba a su propia hermana -En realidad, Yulia…..no la merece. Usted hace demasiado por ella. Más de lo que Yulia podría hacer por usted. Así que... si ella le gusta... Sólo tenga cuidado. Ella es una persona muy peligrosa, para enamorarse.
Hubo un silencio entre nosotras.
-No... ella no me gusta - Le confirmé. ¿Qué sería de mí, si Viktoria conociera la verdad? ¿Cómo podría verla a los ojos y decirle que su propia hermana mayor y yo, tuvimos relaciones sexuales? Esto es simplemente absurdo -En ese sentido, quiero decir. Yulia y yo, solo somos amigas.
-No estoy en contra de ello. Si eso es lo que le preocupa -Parpadeé, aun incómoda por la manera en la que era capaz de ver las cosas -Tengo una amiga en la universidad que también le gusta otra mujer. No es un problema. No sé cómo se sienta mi hermana por usted, es por eso que le estoy pidiendo que tenga cuidado. Podría ser una calle con un solo sentido.
De nuevo el silencio.
Y ese silencio, pareció haber confirmado el hecho.
-Viktoria...- La llamé.
-Sí...
-¿Te has enamorado… alguna vez?
-Sí.
-¿Funcionó?
-No.
-¿Una calle con un solo sentido?- Le pregunté elevando las cejas y ella rió.
-Sí, era una calle de un solo sentido.
~~ * ~~
Mientras caminaba a casa, sonreía más tranquila. Mi cabeza apoyada contra la puerta y mi corazón latiendo lleno de alegría. Gracias a Dios todo había salido bien. Era gratificante ver a Yulia y Viktoria llevándose bien, conociéndose.
Cuando Viktoria llamó a Yulia “hermana”, fue tan conmovedor. Ojalá Yulia tuviera eso de sus padres. Y sin importar los años separados y las diferencias entre ellos, volvieran a ser una familia unida. ¿Algún día pasaría? Sólo podía soñar por ahora.
Me dirigí a mi cama después de ducharme, vi el diario en el armario al lado de mi cama y una vez más, salté a través de las páginas, acariciando las imágenes recortadas en ellas. Me detuve en la foto con todos sus amigos, Domen, Anton y Victor. Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras sus sonrisas reflejaban juventud e inocencia en aquel momento. Me pregunté si debía entregarle el diario a Yulia. Hay recuerdos preciosos en él y estoy casi segura, que sería de su agrado tener todas estas fotos de sus amigos. Sin embargo, también podrían ser dolorosas para ella. ¿Qué debería hacer? ¿Debería decirle que leí algunas de las páginas? ¿Que invadía su privacidad? Mis dedos tocaron el joven rostro de Yulia en la foto y observé su brillante sonrisa. Su hoyuelo aún era visible y se veía más adorable de lo que era ahora. Es loco pensar que viví lejos y nunca pensé que terminaría viviendo en Rusia, y mucho menos trabajando con la chica de la foto. La vida es realmente loca e inesperada.
Mis ojos se alejaron de la imagen a mi teléfono, sonaba y vibraba en la cama. Vi el nombre de la identificación, Irina Smirnova, y lo tomé.
~~ * ~~
Moscú, tiene una vida muy vivaz por las noches. Llena de atractivos sitios y exquisitos platillos para probar. Día a día, la ciudad gana más reconocimiento por parte de los turistas de todo el mundo. Es una ciudad que realmente adoro, y que en ciertos momentos, cuando creo que mi decisión de venir aquí no fue la correcta, solo basta con una visita a un buen restaurante para dejarme en claro, que estoy equivocada.
Muy a pesar, de que me encanten sus centros comerciales e ir de compras, hay algunas noches que simplemente decido quedarme en cama. Y esta, fue una de esas noches.
Por otro lado, Irina está intentando hacer que cambie de opinión.
-Confía en mí, te va a encantar, Lena - dijo con entusiasmo, animándome a salir.
-En verdad no estoy de humor, Irina.
-Lena... ¡Hay que moverse un poco! Algo genial podría pasar esta noche. Necesitas con urgencia una noche de diversión. Iremos a un club, coquetearemos con otras chicas y conseguiremos algunos números telefónicos.
-Lo siento, no soy ese tipo de chica.
Ella suspira al escuchar mi comentario.
-Además, no quiero ser un estorbo. Eres bonita y soy consciente de que muchas niñas irán detrás de ti. No quiero arruinar tu noche.
-No vas arruinarla. De verdad quiero ayudarte. Quiero llevarte a un buen lugar y que disfrutes de una agradable noche -esta vez, fui yo la que suspiró -Vamos, Lena. ¡Es sábado por la noche! ¡Hay que sacudir el polvo! Será divertido. Debes darte una oportunidad.
-¿Puedo llamar al menos a mis amigas?- pregunto no queriendo estar alrededor de Irina toda la noche. Soy consciente de lo que está buscando, y me mortificaría estar sola, mientras Irina está cazando otras chicas. Claro que sería bueno si yo también estuviera buscando, pero la verdad, es que después de haber estado con Yulia, mi libido para estar con hombres o mujeres en este caso, se ha reducido a cero. Ni siquiera sé cómo le hace la residente, pero en este momento no tengo ningún interés en que coquetear con cualquier persona. Además, me duele el corazón, pensar que en el mismo momento que yo estoy coqueteando con cualquier persona un sábado por la noche, Yulia está atrapada absolutamente sola en su celda. Por alguna razón, no parece justo para mí.
-Sí, claro que puedes.
Y con ese pensamiento no perdí tiempo en llamar a Jeny y a Yarina. Ha pasado un tiempo desde que las vi y sería increíble pasar una noche con las dos después de tanto tiempo.
~~ * ~~
-¿Es un bar gay?- Le pregunto mientras nos acercamos a la entrada y veo algunos hombres siendo muy íntimos, con su compañero masculino.
-No. Es una pública y muy amigable -No sé lo que significa su respuesta, ya que en mi cabeza ver a dos hombres que se acarician sensualmente en un lugar como este, no está en mi diccionario de “publica y muy amigable” -Al mismo tiempo, sé que es un poco más seguro para los homosexuales. Esta parte de la ciudad es más tolerante.
Asentí.
-¿Te sientes incómoda?
No sabía qué responder para no sonar un poco homofóbica, siendo que no me considero una, por otro lado, me parece un poco desagradable cuando está pasando tan enfrente de mi cara.
-No... Está bien - Mentí, preocupada por ofender a Irina.
-Me puedes decir la verdad si te sientes incomoda. Lo entenderé. No mucha gente le gusta verlo.
-Está bien, Irina - Negué.
-Por cierto ¿Cuándo llegaran tus amigas?
-Tienen que arreglarse. Probablemente se tardarán… Emmm, una hora más o menos.
-Está bien, ¿Quieres entrar? Tienen salas con karaoke.
-Claro - Dije, siguiendo sus pasos.
~~ * ~~
Me reí, viendo a Irina bailar y cantar al mismo tiempo. Bebí unos cuantos tragos, pero podía sentir que todavía estaba sobria, mientras Irina parecía estar más pérdida que antes. Sus mejillas eran de color rosa debido al alcohol, y era más extrovertida como nunca antes la había visto.
Ella quería bailar demasiado sensual y yo nunca me imaginé a la oficial Irina haciendo ese tipo de cosas.
Al terminar la canción y mostrar su puntuación, se aplaudió a si misma por su gran esfuerzo.
-Tu turno, Lena - me dijo, pasándome el micrófono. Me levanté para tomarlo, pero Irina tropezó con la pequeña mesa del centro, yendo directo al suelo.
-¡Irina, Oh Mi Dios!, ¿Estás bien?- La ayudé a levantarse.
-Sí, sí, bien, bien. Estoy bien - Dijo agitando la mano.
-Debes parar con el alcohol - Le dije. Notando que era poco tolerante al ser sólo su tercera copa.
-Estoy bien, Doctora.
-¿De Verdad? ¿No quieres ir a casa o algo?
-¿A casa? ¡De ninguna manera! ¡La noche acaba de empezar! -explicó, levantando sus brazos con alegría. Me reí -Además, tus amigas están por llegar. No puedo volver a casa antes de que ellas lleguen.
-Pero estás muy desorientada...- le dije sintiéndome mal.
-¡No estoy desorientada!- Gritó, teniendo problemas cuando intentaba caminar -Sólo un poco mareada. ¿Quién pone una mesa aquí de todos modos?- Preguntó molesta, haciéndome reír de nuevo.
-¿De verdad no quieres ir a alguna parte? ¿Al baño tal vez?
Esa última pregunta la hizo levantar la cabeza -Ow, el baño- se sonrojó -Sí, supongo que eso quiero.
-Vamos, te ayudaré - Dije, sirviéndole de apoyo.
~~ * ~~
-¿Estás bien?- Le pregunté cuando la vi colocar sus manos a los lados del fregadero para mantenerse de pie.
-Estoy bien, Lena. No te preocupes.
-Sí, más que bien, por lo visto - Oí una voz ronca pero femenina decir. Al abrirse uno los cubículos. Distinguí a una mujer alta, pálida, cabello largo y castaño, con un vestido ajustado y lápiz labial rojo -¿Has conseguido una nueva amiga sexual, mi amor?
-¿Mi amor?- pregunté confundida.
Irina exhaló totalmente molesta -Esta es Sonya - Mis ojos se abrieron. ¡Así que esta mujer es Sonya, la ex novia de Irina! ¡La misma Sonya, la oficial que se acostó con Yulia!
Ese pensamiento específico, hizo que los dientes se me apretaran con demasiada fuerza.
-Oh, ya veo que le has hablado de mí... tan halagador, mi amor, después de tanto tiempo todavía lo recuerdas - Ella sonrió y no me gustó su actitud -¿Qué le contaste de mí?
Irina no dijo ni una palabra - Aw, ahora eres tímida. Espero que no hayas dicho nada malo de mí.
-Solo cállate - Le dije -¿Quieres salir?- Le pregunté a Irina, sabiendo que no se sentía muy cómoda al hacerle frente a su ex novia en este lugar.
-Muy protectora - Dijo en tono de burla -¿Es lo que siempre estuviste buscando, Irina?
-Vamos, salgamos de aquí - No quería que la noche se arruinara para Irina.
La mujer llamada Sonya se rió entre dientes -Veo que por fin conseguiste a alguien tan aburrida como tú, mi amor.
Esta vez, Irina fue quien rió -Puedo ser aburrida, pero al menos no soy una puta- Miré al suelo, tratando de ahogar mi sonrisa.
La mujer se acercó a nosotras, sin dejar nunca esa arrogancia plasmada en su rostro. -El hecho de que me gusta el buen sexo no significa que sea una puta - Se defendió.
-Sabrías cómo se siente, si realmente lo supieras hacer.
El silencio era insoportable -Tal vez, deberías pedirle algunos consejos a Yulia. Ella puede ser tú maestra.
Mis ojos se abrieron de par en par cuando Irina empujó a la mujer y la estrelló contra la pared detrás -¡CIERRA TU MALDITA BOCA!
- Siempre tan sensible. Es todo lo que se necesita para molestarte, ¿cierto, mi amor?
- ¡Eres toda una puta de mierda!
- Y sin embargo, eres tu quien está en este lugar también buscando sexo. Supongo que no somos tan diferentes, ¿eh?. ¡Mira! ¡Incluso te has conseguido una amiga para follar!
-¡Eso no es cierto!- Dije al instante, no me gustó que estuviera hablando de mí de esa manera.
- Ella no está conmigo por eso - Irina respondió al mismo tiempo -Es sólo una amiga.
- ¿Una amiga? Sí, seguro... así se le dice ahora, ¿no? Sólo buenas amigas...
- ¿Te crees especial, eh?- Dijo Irina, aun manteniendo a Sonya contra la pared -Fuiste una simple y común oficial que caminó por un pasillo. El Asilo es mejor sin ti. Yulia Volkova está mejor sin ti. Ni siquiera le importó tu partida. Ella quería que te despidieran. ¡Por eso te folló desde un principio!
La presunción de Sonya fue cortada de golpe y me sentí un orgullosa -Ahora puedo ver claramente lo desagradable que eres, Sonya. Y me alegro de ya no ser tu novia. Tarde o temprano me engañarías con otra persona. Esta vez fue la reclusa. Y sabiendo cómo eres, puedo seguir adelante. ¡Por fin puedo mirarte a los ojos y decirte que no siento nada por ti! -Sonreí. E Irina rió también -¡Esta ...cosa desagradable y ... repugnante que tuve por ti, todos este tiempo, ya no existe más! ¡Ja! ¡Soy libre! ¡Soy libre de esa cosa tóxica que me hizo preocuparme por ti, incluso cuando tú no te merecías nada de ello! Y en tu cara te digo... -Levanté mis cejas -¡Vete. A. La. Mierda. De. Una Vez. Por. Todas! - Irina la soltó -¡Y no me llames más nunca “mi amor”!
Los ojos de Sonya se oscurecieron y abandonó el baño, sin molestarse en mirar atrás. Vi a Yuri y mi corazón latió contento. Su pecho se elevaba con rapidez. Sus manos temblaban.
- ¿Estás bien?
- Creo que sí - Me reí.
- Estuviste genial.
- No sé qué me pasó para decir todas esas cosas.
- El alcohol - Dije -Eso es lo que te pasó - Ahora ella rió.
- Gracias, Lena - Me agradeció.
- ¿Por qué?
- Por ayudarme cada día.
- Es mi trabajo. Ayudar a las personas.
- Gracias.
- No dejes que arruine tu noche, ¿de acuerdo?
- No lo hará - me confirmó.
~~ * ~~
-¿Cómo lo hace?- Ella bebió más alcohol.
-¿Eh?
-La reclusa. ¿Cómo lo hace?
-¿Qué quieres decir?
-Tener sexo - Mi sangre corrió hacia mis mejillas, coloreándolas a rosa -No eres diferente a Sonya. Desde que te acercaste a Yulia, ella comenzó actuar como lo haces ahora. Yulia esto, Yulia lo otro. Ella siempre trataba de estar cerca de ella, ahora soy consciente de que en ese punto, ya ellas lo estaban haciendo -Aparté la mirada, con el sentimiento de culpabilidad latente por algún motivo -¿Como lo hace esa mujer? ¿Cómo logra la reclusa, que tantas personas se enamoren de ella por la forma en cómo folla?
-No creo que las personas se enamoren de Yulia, por la forma en cómo folla - Respondí, sintiendo un poco de incomodidad por sus palabras -Creo que las personas se enamoran de Yulia, porque realmente ella es…agradable.
-¿Agradable?
-Agradable, dulce, amable, encantadora.... elige una. La verdad es que una vez que la conoces mejor, te das cuenta de que es amable y protectora. Y ese sentimiento agradable, se tiene estando con alguien como Yulia... ¿Esto es por lo de Sonya? ¿Por lo que ha dicho antes?
Irina no respondió.
-Irina, mira, ella solo dijo esas cosas para hacerte daño, no lo decía en serio. Estoy segura que eres buena en ese aspecto al igual que Yulia. No dejes que sus palabras te atormenten, ¿entiendes?
-Tenía curiosidad, eso es todo - Ella se encogió de hombros -No se trata de Sonya. Sólo quiero saber cómo lo hace la reclusa.
- ¿Por qué ahora?
- ¿Puedes describirlo? – Suspiré.
-Ella es... completamente diferente a Nikolay.
-¿Tu ex?
Asentí -Nikolay era un caballero fuera de nuestra casa, el príncipe que toda chica quiere presumir con la gente. Pero cuando estábamos solos, él era un machista y un grosero. Yulia es lo contrario. Ella es egocéntrica y grosera enfrente de todos, pero dulce y cariñosa cuando solo estamos las dos.
-¿Y en cuanto al sexo?
-Nikolay era bueno, supongo, pero rara vez se preocupaba por mí durante el mismo, ya sabes. A menudo se quedaba dormido después de hacerlo y a veces, nunca lograba satisfacerme. Yulia no se duerme. Ella se queda conmigo. Y me habla. Ella es ruda y dulce en los lugares correctos. Siempre hace que todo se trate sobre mí -Sonreí, recordando nuestros momentos – “¿Estás bien, Doc? ¿Te estoy haciendo daño? ¿Te gustó eso? ¿Qué deseas?“ -Siempre me está preguntando esas cosas. Y la forma en como utiliza su voz... no sé ni siquiera cómo explicarlo, pero es tan encantadora y tan acogedora. A veces... solo basta con un simple susurro para que caiga a sus pies.
-Wow ...- Ella parecía sorprendida.
-Es simplemente increíble. Nunca he conocido a nadie que me haga sentir como Yulia lo hace. En cuanto al sexo, Yulia es la persona más caritativa que nunca antes conocí.
-¿Y tú?- Preguntó, y parpadeó.
-¿Yo?
-Si, tú. ¿Cómo lo haces? - Me quedo quieta -¿Le dices cosas así? ¿También eres “ruda y dulce” en los lugares correctos? ¿Cómo utilizas tu voz?
...
...
Un amargo sabor se posó en mi boca mientras caía en cuenta, de algo muy... muy desagradable sobre mí. Realmente no hago nada. Solo me dejo llevar por lo que viene. No trato de hacer otra cosa, que lo que se espera de mí. Nunca le digo nada a Yulia cuando lo hacemos, ni intento seducirla de alguna forma.
-¿Lena...?
-Yo...- Aparté la mirada, sintiéndome avergonzada de mí misma.
Irina sonrió pensando que era divertido -¿Qué? Vamos, dime. No voy a juzgarte, lo juro.
-Yo...
-¿Qué te gusta hacer con ella?
-Yo... creo... que no hago… mucho - Dije, bajando la cabeza.
Ella siguió divertida por el asunto y me empujó juguetonamente -Vamos, no seas tímida. Puedes decírmelo.
-Te lo estoy diciendo - Le respondí, sintiéndome tan mal conmigo misma. Irina cortó su sonrisa y frunció el ceño -Yo no hago mucho. Realmente no... Trato de hacer algo diferente. Siempre es Yulia quien...
-¿No se lo devuelves?- Ella levantó las cejas -¿Y no la haces sentir frustrada?
-¿Eso crees? -Yulia nunca dijo nada. Ella nunca... se veía frustrada o algo parecido. Ella siempre dirá que está bien.
-¿En serio? Bueno, esto es interesante. La mayoría de las personas se vuelven locas si no se liberan a sí mismas. ¿Cómo le hace ella para liberarse? -Me quedé en silencio.
-No lo sé - Respondí.
-¿Nunca has querido hacer algo más con ella? ¿Cómo besarla de otra forma o tocarla en una zona diferente?
-Claro - Asentí con la cabeza -Es sólo que. ... Yulia siempre toma el control.
-Así que ella es la activa, ¿eh?
-Y es que, tampoco trato de detenerla.
-Por lo tanto, tu eres la pasiva, ¿eh?- Terminé ruborizándome por su observación -Hey, no te avergüences... es muy común.
Negué con la cabeza -Es sólo que... Nunca pensé en cómo Yulia podría estarse sintiéndose con la necesidad de liberarse - Esto era tan tonto de mí parte. Al igual que Nikolay se había olvidado de mí muchas veces en la cama, yo hice lo mismo con Yulia -Soy tan estúpida.
-Oye, no seas tan dura contigo misma.
-¿Qué? ¿Dónde está Irina Smirnova quien fue herida por pensamientos similares?
Ella rió entre dientes -Ya no está aquí.
Sonreí, sintiendo alivio al escuchar a Irina decir eso. Parecía controlar sus problemas y era impresionante verlo. Pero también era consciente que se debía al alcohol. Ahora, si tan sólo pudiera tener lo mismo.
~~ * ~~
Cuando Jeny entró a nuestra sala de karaoke, salté para abrazarla, con mucha euforia.
-¡Oh, Dios mío, Lena! ¡Es bueno volver a verte!
La abracé con fuerza -¡Oh, te extrañé mucho, Jeny!
-Mentirosa. ¿Cómo me dices que me extrañaste cuando han pasado siglos desde tu última llamada?
-Lo siento, he estado ocupada.
-Tú, cerdo perezoso - Bromeó, haciéndome reír.
-Oh, lo olvidé. Jeny... esta es Irina -Le presenté a mi compañera sentada en el sofá -Ella es una amiga del trabajo.
-¿Entonces nos cambiaste por ella?
-¿Qué? ¡¡No!! Es sólo que... Irina está conmigo todo el tiempo, ella me ayuda con... cosas.
-Irina... ellas es Jeny. Una de mis amigas de mi antiguo trabajo. Es psicoterapeuta.
-Encantada de conocerte.
-Encantada de conocerte también - devolvió, cortésmente.
-¿Dónde está Yarina?- Le pregunté curiosa.
-Ella viene con barba.
-¿Barba?- Fruncí el ceño sin entender.
-El novio.
-Oh, Dios mío - Quedé con la boca abierta -¿Yarina, ahora tiene novio?
-¿Qué quieres decir con “ahora”? - Son novios… desde hace…3 meses.
-¿En serio?
-Vez Lena... no hablas con nosotras, no sales a dar una vuelta con nosotras... te estás perdiendo lo bueno. Nos estamos haciendo mayores, se supone que debemos estar muy pegadas porque el tiempo es cada vez más difícil a nuestra edad.
Recordé cuando Yulia me contó lo extraña que se sentía con su propia familia, después de no tener interacción con ellos por tanto tiempo. Se alejó tanto, que era como si ya no fuera parte de ese lugar. Sin duda, es un sentimiento triste el que debe sentirse. Y no quería sentir lo mismo. No con mis amigos.
-Lo siento, hay tanto pasando en este momento, pero prometo que seremos como antes - Dije. Y Jeny sonrió.
-Estoy muy contenta de verte. Tenemos demasiadas cosas por contarnos.
Me reí -Sí, lo sé.
-Cuéntamelo todo.
-¿Qué significa ese, todo?
-Pues todo, ¿Cómo es tu trabajo, cómo va tu vida... algún novio presente?
-No.
-¿Novia?
Mis mejillas se sonrojaron -¡No!
-Tu amiga se acaba de reír, eso significa que estás mintiendo.
-¿Qué? ¡No, no lo hice!
-¿Quién es?
-¡Irina!- Me quejé, y sus ojos se abrieron.
-¿Qué? No he dicho nada -Ella se excusó.
-Así que... estás con una mujer, ¿eh?- Jeny tomó la conversación, como un rotundo sí. -Espero que esta vez, seas feliz Lena - Suspiré -Además, no debes esconderte. Tu novia aquí, es muy bonita.
Mis ojos se agrandaron -¿Qué? Crees que Irina y yo... -Irina desvió la mirada -Ella no es mi novia, Jeny. ¡Ella es sólo mi amiga!
Las mejillas de Jeny se volvieron muy rosas -Oh, Dios mío, ¿en serio? ¡Jesucristo, lo siento tanto! Lo siento tanto, no debía haber dicho eso. Solo lo pensé...
-Está bien - Irina agitó su mano -Lena sólo es una amiga.
-Dios, eso fue vergonzoso...
-Bueno, siempre has sido una cabeza de chorlito- Comenté.
-¿Ahh y tú no?- Ella lo dijo con sarcasmo. Bueno, ahora que lo dice, hice un montón de cosas tontas junto a Yarina y Jeny. Soy una persona muy diferente cuando estoy con ellas - Por lo tanto, para evitar cualquier otro error mío, ahora cuéntame acerca de tu trabajo en el Asilo...
~~ * ~~
Nuestra conversación sobre mi trabajo no duró mucho tiempo. Por muchas razones.
En primer lugar, cambiamos de tema con bastante rapidez.
En segundo lugar, estábamos teniendo una competencia de canto en el karaoke.
En tercer lugar, Irina y Jeny, se estaban volviendo más cercanas.
Y en cuarto lugar, Yarina finalmente había llegado con su novio.
~~ * ~~
Mis ojos se agrandaron cuando Yarina nos presentó a su novio.
Porque no estaba loca. Lo había visto antes.
Lo vi justamente hoy, junto a mi paciente favorita en una vieja foto suya.
Era….
... Y él, estaba allí, justo en frente de mí.
OHHHHH!!! y ahora quien será?????
Nos leemos chicas!
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Wooooooow que pasó aqui
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mary- Mensajes : 137
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Dios santo ya quiero que el sábado llegué entiendo de tus vacaciones pero no nos abandones tanto plis y eres cruel el que parte la dejaste
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Queeeeee pero no habían muertos todos dejarnos sin saber quien es el q esta vivo es un nuevo nivel de maldad, estuvo bueno el capitulo aunque extraño las interacciones de Julia y Lena yo había pensado en eso lena esta muy pasiva seria interesante q sea más activa espero subas otro rápido rápido, este se sintió corto. Ves lo desesperada q somos publicaste y ya 3 leímos y estamos esperando por más somos insaciables
Fati20- Mensajes : 1370
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Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Esto se esta poniendo interesante no te pierdas por faaaaa
VIVALENZ28- Mensajes : 921
Fecha de inscripción : 04/08/2014
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