AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
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RAINBOW.XANDER
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Ojala nos regalaras dos capitulo nos haces esperar muchos dias nos haces sufrir
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Estoy de acuerdo con Mary nos estas haciendo sufrir merecemos 2 capítulos
Fati20- Mensajes : 1370
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Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Lo siento!!! Sé que no tengo excusas por mi desaparición!!! Pueden colocarme en la hoguera si así lo desean pero Mary, Fati20, tienen razón y las complazco subiendo dos capítulos, pero.... uno lo subiré hoy y el otro mañana o el domingo a más tardar. Lo prometo que vendrán dos seguidos pero solo espérenme un día nada más!! please!!!
A leer!!
CAPITULO 18: GRACIAS
Me costó mover las piernas y acercarme a mi paciente favorita. La celda era más grande de lo que recordaba y debido a su baja estatura, parecía incluso más pequeña de lo que ya era. Quizás lo habían hecho a propósito. Tirar a alguien pequeño en una habitación grande sin nada alrededor, los hace sentir inferiores y mucho más impotentes que inclusive, los mismos insectos. ¿Es eso lo que quieren que Yulia sienta? ¿Qué no tiene nada aquí? ¿Qué no puede hacer nada aquí, aparte de estar a merced de su voluntad?
Cuando finalmente me acerqué a ella, me di cuenta de que estaba durmiendo ... ¿o sedada? No podría confirmarlo. Sus ojos estaban cerrados y su respiración era suave, calmada. Tragué saliva al notar que su cabello era graso y desordenado, lo que demuestra que probablemente no ha recibido ninguna ducha durante un par de días. Estaba profundamente desgastada, claramente no la alimentaban lo suficiente desde quien Dios sabe cuándo.
Me puse de rodillas justo a su lado y dejando que las lágrimas cayeran por mi rostro, le toqué el bozal, con ganas de arrancarlo de su cara y arrojarlo lejos.
-¿Doc?- Sentí las manos de Irina tocando las mías, impidiéndome hacer lo que tan desesperadamente quería -No-.
La miré. -No es seguro-. Dijo sacudiendo la cabeza hacia un lado.
-Pero...-
Ella rápidamente me interrumpió. -Es peligroso-.
-¡Ella no es un animal!- Mi voz sonó como un susurro pero firme.
-No. ¡Es una psicópata que necesita ser controlada! -Eso hizo que más lágrimas bajaran de mis ojos. -Tuvimos que detenerla. Lo siento, Doc ... pero no se puede confiar en ella. Podría lastimarte -.
-Ella no lo hará-.
-El último médico que lastimó, lo hizo mordiéndole la oreja-. Tenía los ojos muy abiertos. -No es seguro.-
Miré hacia atrás a Yulia, tomándome mi tiempo para observar su pequeño rostro. El bozal que cubría su boca me hizo tragar ansiosamente. Ella estaba restringida de todas las maneras posibles. Piernas, brazos, manos ... y boca. He aprendido que, en algunos casos, cuando el paciente es demasiado violento y tiene tendencia a morder cuando está enojado, usamos los bozales para detenerlos. También usamos bozales para callarlos, ya que es muy incómodo hablar con eso sobre tu cara. Y bueno Yulia ... bueno, ella a veces habla demasiado ... ponerle esto para hacerla callar es honestamente ... humillante.
-Irina ...- La llamé. Sentí a la oficial mirarme. -Por favor ...- supliqué.
-Lena ...-
-Esta ... no es ... Yulia.- Dije negándome a mirar su cara ahora. Estaba mirando hacia abajo, mis ojos se centraron en sus pies; solo entonces pude oler el olor que provenía de su cuerpo. No fue nada agradable. -Esto es…-
-Lena ...-
-Humillante.- Contesté tragando saliva otra vez.
-Lo siento.-
-¿Cuánto tiempo estará sin recibir una ducha adecuada?-
-Dos semanas-. Apreté los puños al escuchar la respuesta.
-¿Y comida adecuada?-
-Dos semanas.- Mis uñas se incrustaron en mi palma con fuerza. -Ella come dos veces al día, el desayuno y la cena. Esas comidas consisten en un vaso de agua y un plato de gachas. -¿Dos semanas seguidas solo comiendo eso? Yulia tendrá suerte si aún conserva los dientes en la boca.
-Dios mío ...- Me tapé la cara con las manos. -¿Cómo ... cómo es que no haces nada?- Pregunté sorprendida por su comportamiento. -¿Por qué dejas que todo esto suceda? ¿Cómo es que no sientes nada?
-¿Cómo qué?- Ella frunció el ceño.
-No sé ... ¿cómo ... compasión?- La expresión de Irina cambió a una fría.
-Esa presa jodió a mi novia ...- Me dijo con amargura recordándome ese incidente en particular, haciéndome mirar hacia otro lado. -¡Lo último que sentiría por ella sería compasión!-
-Irina ...-
Ella se burló colocándose a mi lado. -¿Realmente vas a compadecerle ahora? ¿Realmente me vas a hacer sentir la villana aquí? -, Preguntó con enojo. -¿Solo porque ella está usando todas esas jodidas cosas que usa contigo? ¿Eres tan débil?
-Yo ... yo ... no ... soy débil-.
-¡Ella eligió esto, Lena!- Dijo fríamente apuntando con su dedo a Yulia. -Ella escogió el camino a la izquierda, ¿recuerdas? ¡Lo único que ha hecho en su vida es mentir, robar y asesinar! ¡Y aquí estás, llorando a gritos porque tu reclusa favorita no puede darse una ducha adecuada! - Sacudí la cabeza, tratando de negarlo. -¿Estás hablando en serio? ¿No puedes pensar por un momento sobre las personas que mató sin rodeos? ¡Mira a la gente que está justo afuera de las puertas, Lena! ¡Todos están gritando que se cierre este lugar porque esa jodida psicópata mató a sus maridos, esposas, hijos y amigos! -Usé el dorso de mi mano para secarme las lágrimas. -¡Esto es ridículo!-
-Irina ...-
-¡Y no estoy aquí para oírte regañarme por lo que hice o por lo que no hice!-. Dio un paso atrás, acercándose a la puerta.
-Lo siento-. Intenté disculparme. La escuché burlarse. -Sé que debe evitarse que ella lastime a otras personas. Sé que ella es peligrosa. Y tienes razón ... Esas personas que están fuera de las puertas ... tienen derecho a disparar para que este lugar se cierre. Lo que ella ha hecho es imperdonable -.
-Pero ...- Añadió sabiendo que yo la contrarrestaría.
-Estoy aquí para cuidar de Yulia. Y no me ocuparé de que sea retenida así. ¡No volví aquí solo para atarla en las paredes y dejarla morir de hambre! -
-Ella no está muriendo de hambre, Lena. Muchos niños en todo el mundo tienen menos que ella para sobrevivir -.
-Yulia necesita cuidados adecuados-.
Ella se burló de nuevo. -Está bastante claro por qué eres su doctora favorita. Eres demasiado suave -.
-¡No soy débil!- Levanté mi voz, y a mí misma, para mantenerme firme.
-¡Por supuesto que lo eres! Mira tus lágrimas! ¡Todas esas lágrimas son porque esa mujer está encadenada a la pared! ¿No puedes pensar en lo jodida que está, Lena? ¿No puedes pensar en lo enfermizo que es estar por esa psicópata?
-Ella no es una psicópata-.
-¡Esa mujer es todo menos una persona normal, Lena! ¡Y tú lo sabes! ¡Tú me lo dijiste a mi misma! Ella es peligrosa! Ella necesita ser controlada! Entonces, ¿por qué carajos todavía te preocupas por ella cuando sabes que no vale la pena?
-¡Ella lo vale!- Contesté firmemente. -¡Todos lo valen!-, Dije, más tranquila esta vez.
Me acerqué a Yulia y me arrodillé junto a ella. Lo primero que quité fue el bozal de su cara. Lenta y cuidadosamente le quité ese aparato de su boca, notando algunas cadenas de saliva adentro. El olor que sentí de ella, hizo que quisiera enjuagar su boca de inmediato. Levanté su labio superior para revisar sus dientes y aunque todavía estaban allí, el color marrón amarillento rápidamente le quitó la pobre higiene. Solté su labio y tomé su rostro, buscando cualquier herida pero ella parecía estar bien, aparte de algunas marcas rojas causadas por el bozal en su piel blanca, que desaparecería después de un tiempo.
-Doc ...- Irina intentó hablar de nuevo, pero la ignoré. Olfateé y procedí a desatar la chaqueta de Yulia. Esa cosa era una de las cosas más incómodas de usar. No solo evitó que su torso y sus brazos se movieran, sino que también infringe dolor por la cantidad de tiempo que sus brazos deben mantenerse en esa posición. Una por una, desabroché las cuerdas de la chaqueta. Cuando todas las cuerdas fueron finalmente desabrochadas, le quité la chaqueta, tratando de no hacer ningún movimiento brusco que pudiera herir a Yulia.
-Doc...-
Tiré la sucia chaqueta, todavía ignorándola. -Doc, detente! ¡No puedes hacer esto, te va a lastimar! -Ahora, lo único que la estaba encadenando eran las esposas alrededor de sus tobillos.
-Irina, escucha ... sé que es doloroso para ti ... Cada vez que la miras a la cara, recuerdas lo que pasó entre Yulia y tu novia. Lo entiendo -. Ella resopló enojada. -No te estoy pidiendo que perdones a Yulia ni que sientas amor por ella ... solo te estoy pidiendo que ... por favor ... intenta ser comprensiva con ella.- La vi mirando al suelo. -Me ocuparé de Yulia a partir de ahora y ya no tendrás que preocuparte más. Pero, por favor, ¡déjame hacerlo liberando a mi paciente de todas esas cadenas! Por favor ... -Supliqué, dejando correr una lágrima por mis mejillas.
-No-. Ella negó. -Lo siento, doctora. Mi deber es mantener a otros reclusos fuera de peligro. No la liberaré -.
-Irina ...-
-Te estás poniendo en peligro. ¡Y si ella te mata, esta instalación se cerrará y no dejaré que eso suceda! Entonces ... es posible que le hayas quitado el bozal y la chaqueta, pero no la haré capaz de caminar. Lo siento.-
Bajé la cabeza derrotada. Me senté en el piso con mi espalda contra la pared y coloqué a la chica en mi regazo, la parte posterior de mis dedos tocaban su cara. -No te preocupes, Yulia. Me ocuparé de ti -, susurré en voz baja. Metí su cabello detrás de su oreja. -Está bien ...- Dije en voz baja. -Está bien, estoy aquí.- Esperé que ella pudiera oírme a pesar de estar inconsciente. -Está bien.-
-¿Cómo es posible?-, Escuché a Irina preguntar fríamente. La miré. -¿Cómo logra hacer eso? ¿Cómo puede suceder todo esto? ¿Por qué?-
-¿Por qué, qué?-
-¿Por qué te gusta ella más que yo? ¿POR QUÉ A SONYA LE GUSTA MÁS QUE YO? ¿POR QUÉ A TODOS LE GUSTA MÁS QUE YO? -Sentí mi corazón apretarse cuando vi a Irina llorar algunas lágrimas. Negué con la cabeza, sin saber cómo responder esa pregunta.
-Yo...-
-No es justo, Doc.- Ella siguió negando con la cabeza. -¡No lo es!-
-Irina ...-
-¡Todo esto es mi culpa! ¡TODO ES MI CULPA! –Golpeó el aire con enojo. -¡Si la hubiera matado, esto no estaría sucediendo ahora!-
-Irina ...-
-¡Piensa en cuántas vidas pude haber salvado, Doc! ¡Piensa en cuántas personas no habrían acabado siendo asesinadas por esta demente! ¡Todas esas vidas se han desperdiciado porque no pude matarla! ¡Porque era débil!
-¡Tú no eres débil!-
-¡Nunca debí haberle contado a Lyudmilla sobre ti! ¡Nunca debí haberle dicho que te trajera devuelta!
-¿Qué?-
-¡Debería haberla dejado morir aquí!-
-¿Preferirías eso?-, Le pregunté sintiéndome herida por sus palabras. -¿Prefieres verla muerta?-
-Sí, preferiría. Es mejor verla muerta que ver como la gente se compadece de ella. -Tragué un nudo que se me formó en la garganta. -He terminado, Doc.- Dijo mostrando un poco de cansancio. -Ya terminé de ver a la gente enamorarse de ella-.
-Irina ...-
-No puedo permanecer más en este asilo de mierda-. Fruncí el ceño, ¿por qué sonaba esto como algo diferente? La vi sacar el llavero de su cinturón y tirarlo al piso.
-¿Irina?-
-He terminado.- Dijo dándome la espalda y caminando hacia la puerta. -Haz lo que quieras con tu pequeña demente-. No voy a detenerte más, Doc. No voy a detener a nadie más. ¡Me rindo!-
-N… No ...- Mis ojos se abrieron de par en par cuando escuché una débil voz. – N.. no ...-
-Yulia?- Murmuré ansiosamente.
-N...no ... te... Irina ...- dijo más fuerte. Su voz era ronca, pero aún débil. -¡ALTO!- Dijo nuevamente, esta vez más fuerte, haciendo que Irina volteara su rostro hacia donde estábamos. Yulia levantó su mano como si quisiera alcanzar a Irina, agarrar su pierna y detenerla, pero estaba demasiado lejos para hacer eso. -¡Por favor, no te vayas! No… me ... ¡dejes! Por favor, no lo hagas! -
-Yulia?-
-¡No te vayas! ¡Por favor! ¡No! -Su voz se quebró. Mis lágrimas corrían libremente por mi cara, incluso no tenía idea de que estaba hablando. Irina estaba tan confundida como yo.
-¡No te vayas! ¡Por favor no me hagas esto! ¡No otra vez! -¿No otra vez? que se supone que significa eso? -Por favor.-
-Estás loca, reclusa- Irina negó con la cabeza.
-Yulia ...- murmuré.
-¡No te vayas! Por favor, no me dejes! ¡Irina! -Cuando Irina amenazó con caminar de nuevo, Yulia gritó. -¡DETENTE! ¡NO! ¡NO PUEDES! ¡ERES LA ÚNICO QUE QUEDA! -No sabía lo que estaba pasando, pero una cosa que sabía con certeza, las lágrimas de Yulia no podían ser falsas.
-¿Qué? ¿De qué estás hablando?-
-¡NO PUEDES ABANDONARME! ¡POR FAVOR NO ME ABANDONES!
Vi a Irina tragar saliva y, por un momento, sentí que lo que estaba pasando con Yulia golpeaba a Irina también. Pero ella tenía que ser una oficial fuerte. Y por eso, Irina exhaló, encontrando fuerzas para alejarse.
-¡AAHHGG! ¡DETENTE! ¡NO QUIERO QUE TE VAYAS! -Yulia tartamudeó mientras que yo acariciaba su cabello con calma, mi corazón latía contra mi pecho debido a toda la situación.
-¡No puedes evitar que haga lo que quiero! - Dijo con dureza.
-¡Si puedo! ¡YO ELIJO! ¡ESCOJO POR AMBAS! ¡SOY LA MÁS ANTIGUA! -Más y más lágrimas corrían por mi rostro.
-¿DE QUE MIERDA ESTÁS HABLANDO?-
-¡No te vayas! Por favor ... ¡no lo hagas!
Irina negó con la cabeza. -¡Estás loca!-
Las lágrimas de Yulia seguían corriendo. Cuando Irina amenazó con caminar de nuevo, Yulia gritó. -¡ALTO!- Irina no se detuvo, siguió caminando. -¡NO! ¡NO PUEDES! ¡DETENTE! -Irina siguió caminando sin siquiera mirar atrás. -¡NO PUEDES HACERME ESTO! ¡TU ERES MI AMIGA! LOS AMIGOS NO DEJAN A OTROS ATRÁS, ¿RECUERDAS?
-N… no! ¡ESPERA! ¡VUELVE! POR FAVOR ... ¡NO! NO ... quiero sentirme sola... sola ... - Vi a Yulia agrandar sus ojos cuando Irina ya no estaba prestando atención a sus súplicas y pronto, ella se había ido.
Estaba totalmente confundida por aquellas palabras, cuando escuché que la pelinegra dejaba un fuerte grito lleno de dolor. Sus gemidos y alaridos se hicieron cada vez más fuertes.
-¡HEY, RECLUSA!- Dos oficiales de repente entraron a la celda. Mis ojos se abrieron de par en par.
-¡No! ¡Oficial, no! -Grité colocando mis manos al frente, tratando de detenerlos.
-¡Retroceda, doctora Katina!-
-¡No! Oficial, por favor, ¡no disparen!
-¡Ella es peligrosa, necesita controlarse!-
-¡Fuera del camino doctor!-
-¡No! Ella no le hará daño a nadie! ¡Está bien! -Mi cuerpo tembló cuando Yulia dejó otro grito.
-¡Mírala, doctora! ¡Ella le hará daño!
Miré a Yulia, su estado era el más desgarrador que jamás haya visto. Dejó escapar otro gemido, su cuerpo estaba apretado contra mi regazo, los hombros subiendo y bajando inconsistentemente por su acelerada respiración.
-Está bien, Yulia.- Dije en voz baja. -Está bien.-
Ella sacudió su cabeza.
-Está bien.-
-¡Doctora!-, El oficial Vasíliev me llamó. -Ella está muy inestable ... ¡Por favor, manténgase alejada!-
-Yul ...- Mi voz se quebró. Traté de consolarla. -Oye ... está bien. Estoy aquí. Soy yo ... ¡Lena! -
-¿Doc?-
-Está bien-. Dije en voz baja. Lágrimas de alegría se atascaron en mis conductos cuando escuché que me llamaba Doc. -Está bien…-
Nunca he estado tan devastada en toda mi vida. Le acaricié el pelo con calma, mi corazón latía fuertemente contra mi pecho. -Estoy aquí ... ¿de acuerdo? Estás segura.-
-¿Doc?-
-Hmm-
-Estoy enojada-. Mi mano siguió acariciándole el pelo, tratando de consolarla.
-¿Lo estás?-
-Duele.-
-Yulia ...-
-La gente siempre ... me deja. ¿Por qué siempre me dejan? -Mis ojos se abrieron de par en par. - Creo que está enojada por algo ... algo que realmente no puede controlar-. ¿Yulia fue abandonada? ¿Es esta la razón por la que está tan ansiosa por quebrarse cuando se conecta con alguien? 'No te vayas! ¡No tú! ¡No otra vez! -Es como que ya ha sucedido tantas veces en su vida que ahora se convirtió en rutina haciéndola completamente sensible al respecto.
-¿Por qué siempre me dejan, Doc?- Me tapé la boca con la mano por la repentina comprensión.
Y.. Yul ... Yulia ...-
-¿Qué pasa conmigo?- Negué con la cabeza, sintiendo más lágrimas inundando mi rostro. Ni siquiera sabía que tenía tantas lágrimas dentro de mis conductos. -¿Por qué la gente no puede quedarse conmigo?-
-Hola estoy aquí. Estoy aquí para quedarme. Estoy aquí para ayudarte. Está bien, Yulia. Todo estará bien. ¡Verás!-
-¿Doc?-
-Hmmm-
-No me dejes ... otra vez-.
-¡No lo haré!-
-¿Lo prometes?-, Me preguntó levantando su dedo meñique. Me reí entre lágrimas, finalmente entrelazando mi propio meñique con el suyo.
-Lo prometo-, dije firmemente. -No te dejaré otra vez-. Suspiré. -Estoy aquí. Estás a salvo. Ella exhaló.
De alguna manera, sentí que se estaba calmando. Ella cerró los ojos y yo seguía acariciando su cara con mi pulgar. Los dos estábamos en un estado de desastre, Yulia incluso más que yo. Exhalé y levanté mi cara hacia arriba, apoyando mi cabeza contra la pared. Mi dedo meñique aún entrelazado con el de ella.
-¿Doctora Katina?- Escuché que el oficial Vasíliev me llamó, lo miré.
-¿Acabas de ... calmarla?- Su rostro incrédulo me hizo reír.
-Honestamente ... oficial ... ni siquiera sé cómo lo hago ...-
~~ * ~~
-1,2 ... 3.- Hice lo que pude para no sonrojarme cuando la abracé para ayudarla a levantarse de la silla de ruedas. Yulia estaba tan débil debido a la mala atención médica y la dieta, que no podía estar de pie por mucho tiempo. Hasta que recupere su fortaleza, necesitará una silla de ruedas.
Logré obtener jabón, champú y otros productos higiénicos con el comisario y ayudé a Yulia a darse una ducha bien merecida. O intenté, porque en realidad se negó a dejar que la ayudara a hacer exactamente eso. - Puedo hacerlo totalmente por mi cuenta, doc. Vete. - Ella había dicho, yo respetaba su elección a pesar de que estaba preocupada de que pudiera lastimarse en la ducha. Pero resultó estar bien. También cepillé sus dientes y usé un poco de enjuague bucal para deshacerme de su mal aliento. Tardaría un tiempo hasta que pudieran volver a ser blancos, pero eso era el comienzo.
-Casi ahí ...- dije animando sus pasos mientras caminábamos hacia su cama. Lo primero que hice fue preguntarle al Dr. Putin, si Yulia podría volver a su celda habitual, con tal de no dejarla permanecer más tiempo en la UES, ¡ya había pasado allí el tiempo suficiente! A Boris no le gustó, pero Lyudmilla lo hizo dar su brazo a torcer. No he visto a Irina desde el incidente que sucedió en la mañana y temía que ella hubiera renunciado o algo así, la forma en que pronunció sus palabras parecía un poco como que quería marcharse lejos. Espero que realmente no lo haya hecho porque todavía quiero que se convierta en la guardiana de este lugar. Ella es una buena persona y aunque su mayor lucha es con Yulia, aún puede ser justa. Quiero decir, ella es la razón principal por la que estoy de vuelta. Básicamente puedo decir que me contrató. Y a pesar de que odia a Yulia, ella todavía intenta salvarla por última vez. Eso es muy admirable. Tenía la sensación de que Yulia sentía lo mismo. Quiero decir, no conozco el punto de vista de la morena sobre toda la historia, pero estaba bastante claro que Yulia realmente no odia a Irina ni nada. Yulia realmente parece considerar a Irina como una amiga a pesar de todas las disputas y todo lo que sucedió entre las dos. Sé que es difícil para Irina perdonarla, pero mi corazón deseaba que eso pudiera pasar.
-Aquí tienes ...- Me alivió cuando llegamos a su cama y con cuidado, ella se sentó en el colchón. Crujió ruidosamente cuando su peso afectó los marcos metálicos. Sonreí, sintiendo su aroma invadir mi nariz. Después de la ducha, su piel era tan blanca y olía tan bien que parecía alguien más. -¡Tienes una nueva cara! Mucho más mejorada, me atrevo a decir -.
-Esas líneas son mías, Doc.- Ella respondió y sonreí. -Adivina las bromas acerca de mí ahora, ¿eh?- Estuve contemplándola por un momento. Me congelé mientras mis ojos se movían examinando sus perfectos rasgos: sus labios, sus mejillas, sus ojos y su nariz. ¿Quién eres realmente, Yulia Volkova? ¿Eres la persona jocosa que conocí hace meses o eres el Niño Asesino? ¿Eres la persona rota que me demostraste que eras o eres la psicópata que no puede hacer otra cosa asesinar? Aún no lo sabía. Quizás ella era alguno los dos. Decidí no pensar mucho sobre eso porque cada vez que lo hacía, sentía que me estaba haciendo daño con esos pensamientos.
-Es tarde. Deberías descansar. -Sugerí. -Estaré aquí mañana, ¿de acuerdo?-
-Así que ... ¿Me estarás cuidando todos los días?- Todos los días, las 24 horas, los 7 días de la semana, pero decidí no decírselo.
-Hasta que te recuperes completamente, sí-. Las sesiones deben todavía continuar -.
-¿Por qué?-
-El asilo necesita pruebas de tu tratamiento. Es su guía para mostrarle a la corte que tú estás realmente bajo control -.
Ella miró hacia sus pies. -¿Qué tan seguido van a suceder?-
-Lo normal. Una vez por semana.-
-¿Los lunes?-, Preguntó levantando la ceja.
-¿Hay otro día que prefieras?- Pregunté con curiosidad. Si ella quisiera cambiarlo, podría hacer eso.
-No, está bien. Me gustan los lunes. Sonreí mientras ella hacía lo mismo.
-Me gustan los lunes también-.
-Gracias, Doc.- Vi sus ojos azules brillando con gracia. -Gracias por preocuparte por mí.- Me arrodillé, colocándome a la altura de ella, solo mirándola a los ojos.
-Te lo dije antes, ¿no? Siempre me preocuparé por ti. -Ella parpadeó y sentí sus dedos girar para que las puntas recorrieran mi mejilla. La sensación de su piel fría en mis mejillas fue increíble y me encontré sintiéndome tan poco profesional hacia ella. La sensación fue tan intensa para mí, que tuve que cerrar mis ojos.
Ella ahuecó el lado de mi cara. Su pulgar moviéndose hacia adelante y hacia atrás a lo largo de mi pómulo.
-Yul-- Ni siquiera pude terminar su nombre antes de que un beso suave se presionara sobre mis labios, silenciándome. Instintivamente, la acerqué más y presioné mis labios contra los de ella.
Cuando soltó mis labios, tragué saliva, con la esperanza, de que podría guardar eso por el resto de mi vida. El beso fue corto y no fue muy intenso, lo que que pudiera llevar a algo sexual ... era más como un ...
- Gracias-. Dijo, incluso más suave esta vez. Todavía podía sentir su pulgar allí, en mi pómulo, moviéndose suavemente. -Gracias, Lena-. Dijo mientras me daba otra pequeña sonrisa.
De repente, todo se sintió bien, todo se sentía perfecto en el mundo porque en ese momento Yulia estaba allí conmigo. Y su mirada era suave, cálida y acogedora. Su voz era suave, cálida e invitante. Ella nunca se había visto tan hermosa.
Sentí su aliento cerca de mi oreja y permití que mis ojos se cerraran de nuevo cuando sus labios besaron mi mejilla. -Es tarde. Deberías irte.-
Suspiré, como deseaba poder quedarme un poco más con ella. Y aunque técnicamente podría hacerlo, sería mucho mejor si me iba a casa. Ella también necesitaba su tiempo y espacio. Asentí, levantándome del piso.
-Hasta luego, hermosa.- Mis ojos se agrandaron cuando la escuché.
Algunas lágrimas brillantes obstruían mis conductos de nuevo. -Te veo luego ... Yulia-.
A leer!!
CAPITULO 18: GRACIAS
Me costó mover las piernas y acercarme a mi paciente favorita. La celda era más grande de lo que recordaba y debido a su baja estatura, parecía incluso más pequeña de lo que ya era. Quizás lo habían hecho a propósito. Tirar a alguien pequeño en una habitación grande sin nada alrededor, los hace sentir inferiores y mucho más impotentes que inclusive, los mismos insectos. ¿Es eso lo que quieren que Yulia sienta? ¿Qué no tiene nada aquí? ¿Qué no puede hacer nada aquí, aparte de estar a merced de su voluntad?
Cuando finalmente me acerqué a ella, me di cuenta de que estaba durmiendo ... ¿o sedada? No podría confirmarlo. Sus ojos estaban cerrados y su respiración era suave, calmada. Tragué saliva al notar que su cabello era graso y desordenado, lo que demuestra que probablemente no ha recibido ninguna ducha durante un par de días. Estaba profundamente desgastada, claramente no la alimentaban lo suficiente desde quien Dios sabe cuándo.
Me puse de rodillas justo a su lado y dejando que las lágrimas cayeran por mi rostro, le toqué el bozal, con ganas de arrancarlo de su cara y arrojarlo lejos.
-¿Doc?- Sentí las manos de Irina tocando las mías, impidiéndome hacer lo que tan desesperadamente quería -No-.
La miré. -No es seguro-. Dijo sacudiendo la cabeza hacia un lado.
-Pero...-
Ella rápidamente me interrumpió. -Es peligroso-.
-¡Ella no es un animal!- Mi voz sonó como un susurro pero firme.
-No. ¡Es una psicópata que necesita ser controlada! -Eso hizo que más lágrimas bajaran de mis ojos. -Tuvimos que detenerla. Lo siento, Doc ... pero no se puede confiar en ella. Podría lastimarte -.
-Ella no lo hará-.
-El último médico que lastimó, lo hizo mordiéndole la oreja-. Tenía los ojos muy abiertos. -No es seguro.-
Miré hacia atrás a Yulia, tomándome mi tiempo para observar su pequeño rostro. El bozal que cubría su boca me hizo tragar ansiosamente. Ella estaba restringida de todas las maneras posibles. Piernas, brazos, manos ... y boca. He aprendido que, en algunos casos, cuando el paciente es demasiado violento y tiene tendencia a morder cuando está enojado, usamos los bozales para detenerlos. También usamos bozales para callarlos, ya que es muy incómodo hablar con eso sobre tu cara. Y bueno Yulia ... bueno, ella a veces habla demasiado ... ponerle esto para hacerla callar es honestamente ... humillante.
-Irina ...- La llamé. Sentí a la oficial mirarme. -Por favor ...- supliqué.
-Lena ...-
-Esta ... no es ... Yulia.- Dije negándome a mirar su cara ahora. Estaba mirando hacia abajo, mis ojos se centraron en sus pies; solo entonces pude oler el olor que provenía de su cuerpo. No fue nada agradable. -Esto es…-
-Lena ...-
-Humillante.- Contesté tragando saliva otra vez.
-Lo siento.-
-¿Cuánto tiempo estará sin recibir una ducha adecuada?-
-Dos semanas-. Apreté los puños al escuchar la respuesta.
-¿Y comida adecuada?-
-Dos semanas.- Mis uñas se incrustaron en mi palma con fuerza. -Ella come dos veces al día, el desayuno y la cena. Esas comidas consisten en un vaso de agua y un plato de gachas. -¿Dos semanas seguidas solo comiendo eso? Yulia tendrá suerte si aún conserva los dientes en la boca.
-Dios mío ...- Me tapé la cara con las manos. -¿Cómo ... cómo es que no haces nada?- Pregunté sorprendida por su comportamiento. -¿Por qué dejas que todo esto suceda? ¿Cómo es que no sientes nada?
-¿Cómo qué?- Ella frunció el ceño.
-No sé ... ¿cómo ... compasión?- La expresión de Irina cambió a una fría.
-Esa presa jodió a mi novia ...- Me dijo con amargura recordándome ese incidente en particular, haciéndome mirar hacia otro lado. -¡Lo último que sentiría por ella sería compasión!-
-Irina ...-
Ella se burló colocándose a mi lado. -¿Realmente vas a compadecerle ahora? ¿Realmente me vas a hacer sentir la villana aquí? -, Preguntó con enojo. -¿Solo porque ella está usando todas esas jodidas cosas que usa contigo? ¿Eres tan débil?
-Yo ... yo ... no ... soy débil-.
-¡Ella eligió esto, Lena!- Dijo fríamente apuntando con su dedo a Yulia. -Ella escogió el camino a la izquierda, ¿recuerdas? ¡Lo único que ha hecho en su vida es mentir, robar y asesinar! ¡Y aquí estás, llorando a gritos porque tu reclusa favorita no puede darse una ducha adecuada! - Sacudí la cabeza, tratando de negarlo. -¿Estás hablando en serio? ¿No puedes pensar por un momento sobre las personas que mató sin rodeos? ¡Mira a la gente que está justo afuera de las puertas, Lena! ¡Todos están gritando que se cierre este lugar porque esa jodida psicópata mató a sus maridos, esposas, hijos y amigos! -Usé el dorso de mi mano para secarme las lágrimas. -¡Esto es ridículo!-
-Irina ...-
-¡Y no estoy aquí para oírte regañarme por lo que hice o por lo que no hice!-. Dio un paso atrás, acercándose a la puerta.
-Lo siento-. Intenté disculparme. La escuché burlarse. -Sé que debe evitarse que ella lastime a otras personas. Sé que ella es peligrosa. Y tienes razón ... Esas personas que están fuera de las puertas ... tienen derecho a disparar para que este lugar se cierre. Lo que ella ha hecho es imperdonable -.
-Pero ...- Añadió sabiendo que yo la contrarrestaría.
-Estoy aquí para cuidar de Yulia. Y no me ocuparé de que sea retenida así. ¡No volví aquí solo para atarla en las paredes y dejarla morir de hambre! -
-Ella no está muriendo de hambre, Lena. Muchos niños en todo el mundo tienen menos que ella para sobrevivir -.
-Yulia necesita cuidados adecuados-.
Ella se burló de nuevo. -Está bastante claro por qué eres su doctora favorita. Eres demasiado suave -.
-¡No soy débil!- Levanté mi voz, y a mí misma, para mantenerme firme.
-¡Por supuesto que lo eres! Mira tus lágrimas! ¡Todas esas lágrimas son porque esa mujer está encadenada a la pared! ¿No puedes pensar en lo jodida que está, Lena? ¿No puedes pensar en lo enfermizo que es estar por esa psicópata?
-Ella no es una psicópata-.
-¡Esa mujer es todo menos una persona normal, Lena! ¡Y tú lo sabes! ¡Tú me lo dijiste a mi misma! Ella es peligrosa! Ella necesita ser controlada! Entonces, ¿por qué carajos todavía te preocupas por ella cuando sabes que no vale la pena?
-¡Ella lo vale!- Contesté firmemente. -¡Todos lo valen!-, Dije, más tranquila esta vez.
Me acerqué a Yulia y me arrodillé junto a ella. Lo primero que quité fue el bozal de su cara. Lenta y cuidadosamente le quité ese aparato de su boca, notando algunas cadenas de saliva adentro. El olor que sentí de ella, hizo que quisiera enjuagar su boca de inmediato. Levanté su labio superior para revisar sus dientes y aunque todavía estaban allí, el color marrón amarillento rápidamente le quitó la pobre higiene. Solté su labio y tomé su rostro, buscando cualquier herida pero ella parecía estar bien, aparte de algunas marcas rojas causadas por el bozal en su piel blanca, que desaparecería después de un tiempo.
-Doc ...- Irina intentó hablar de nuevo, pero la ignoré. Olfateé y procedí a desatar la chaqueta de Yulia. Esa cosa era una de las cosas más incómodas de usar. No solo evitó que su torso y sus brazos se movieran, sino que también infringe dolor por la cantidad de tiempo que sus brazos deben mantenerse en esa posición. Una por una, desabroché las cuerdas de la chaqueta. Cuando todas las cuerdas fueron finalmente desabrochadas, le quité la chaqueta, tratando de no hacer ningún movimiento brusco que pudiera herir a Yulia.
-Doc...-
Tiré la sucia chaqueta, todavía ignorándola. -Doc, detente! ¡No puedes hacer esto, te va a lastimar! -Ahora, lo único que la estaba encadenando eran las esposas alrededor de sus tobillos.
-Irina, escucha ... sé que es doloroso para ti ... Cada vez que la miras a la cara, recuerdas lo que pasó entre Yulia y tu novia. Lo entiendo -. Ella resopló enojada. -No te estoy pidiendo que perdones a Yulia ni que sientas amor por ella ... solo te estoy pidiendo que ... por favor ... intenta ser comprensiva con ella.- La vi mirando al suelo. -Me ocuparé de Yulia a partir de ahora y ya no tendrás que preocuparte más. Pero, por favor, ¡déjame hacerlo liberando a mi paciente de todas esas cadenas! Por favor ... -Supliqué, dejando correr una lágrima por mis mejillas.
-No-. Ella negó. -Lo siento, doctora. Mi deber es mantener a otros reclusos fuera de peligro. No la liberaré -.
-Irina ...-
-Te estás poniendo en peligro. ¡Y si ella te mata, esta instalación se cerrará y no dejaré que eso suceda! Entonces ... es posible que le hayas quitado el bozal y la chaqueta, pero no la haré capaz de caminar. Lo siento.-
Bajé la cabeza derrotada. Me senté en el piso con mi espalda contra la pared y coloqué a la chica en mi regazo, la parte posterior de mis dedos tocaban su cara. -No te preocupes, Yulia. Me ocuparé de ti -, susurré en voz baja. Metí su cabello detrás de su oreja. -Está bien ...- Dije en voz baja. -Está bien, estoy aquí.- Esperé que ella pudiera oírme a pesar de estar inconsciente. -Está bien.-
-¿Cómo es posible?-, Escuché a Irina preguntar fríamente. La miré. -¿Cómo logra hacer eso? ¿Cómo puede suceder todo esto? ¿Por qué?-
-¿Por qué, qué?-
-¿Por qué te gusta ella más que yo? ¿POR QUÉ A SONYA LE GUSTA MÁS QUE YO? ¿POR QUÉ A TODOS LE GUSTA MÁS QUE YO? -Sentí mi corazón apretarse cuando vi a Irina llorar algunas lágrimas. Negué con la cabeza, sin saber cómo responder esa pregunta.
-Yo...-
-No es justo, Doc.- Ella siguió negando con la cabeza. -¡No lo es!-
-Irina ...-
-¡Todo esto es mi culpa! ¡TODO ES MI CULPA! –Golpeó el aire con enojo. -¡Si la hubiera matado, esto no estaría sucediendo ahora!-
-Irina ...-
-¡Piensa en cuántas vidas pude haber salvado, Doc! ¡Piensa en cuántas personas no habrían acabado siendo asesinadas por esta demente! ¡Todas esas vidas se han desperdiciado porque no pude matarla! ¡Porque era débil!
-¡Tú no eres débil!-
-¡Nunca debí haberle contado a Lyudmilla sobre ti! ¡Nunca debí haberle dicho que te trajera devuelta!
-¿Qué?-
-¡Debería haberla dejado morir aquí!-
-¿Preferirías eso?-, Le pregunté sintiéndome herida por sus palabras. -¿Prefieres verla muerta?-
-Sí, preferiría. Es mejor verla muerta que ver como la gente se compadece de ella. -Tragué un nudo que se me formó en la garganta. -He terminado, Doc.- Dijo mostrando un poco de cansancio. -Ya terminé de ver a la gente enamorarse de ella-.
-Irina ...-
-No puedo permanecer más en este asilo de mierda-. Fruncí el ceño, ¿por qué sonaba esto como algo diferente? La vi sacar el llavero de su cinturón y tirarlo al piso.
-¿Irina?-
-He terminado.- Dijo dándome la espalda y caminando hacia la puerta. -Haz lo que quieras con tu pequeña demente-. No voy a detenerte más, Doc. No voy a detener a nadie más. ¡Me rindo!-
-N… No ...- Mis ojos se abrieron de par en par cuando escuché una débil voz. – N.. no ...-
-Yulia?- Murmuré ansiosamente.
-N...no ... te... Irina ...- dijo más fuerte. Su voz era ronca, pero aún débil. -¡ALTO!- Dijo nuevamente, esta vez más fuerte, haciendo que Irina volteara su rostro hacia donde estábamos. Yulia levantó su mano como si quisiera alcanzar a Irina, agarrar su pierna y detenerla, pero estaba demasiado lejos para hacer eso. -¡Por favor, no te vayas! No… me ... ¡dejes! Por favor, no lo hagas! -
-Yulia?-
-¡No te vayas! ¡Por favor! ¡No! -Su voz se quebró. Mis lágrimas corrían libremente por mi cara, incluso no tenía idea de que estaba hablando. Irina estaba tan confundida como yo.
-¡No te vayas! ¡Por favor no me hagas esto! ¡No otra vez! -¿No otra vez? que se supone que significa eso? -Por favor.-
-Estás loca, reclusa- Irina negó con la cabeza.
-Yulia ...- murmuré.
-¡No te vayas! Por favor, no me dejes! ¡Irina! -Cuando Irina amenazó con caminar de nuevo, Yulia gritó. -¡DETENTE! ¡NO! ¡NO PUEDES! ¡ERES LA ÚNICO QUE QUEDA! -No sabía lo que estaba pasando, pero una cosa que sabía con certeza, las lágrimas de Yulia no podían ser falsas.
-¿Qué? ¿De qué estás hablando?-
-¡NO PUEDES ABANDONARME! ¡POR FAVOR NO ME ABANDONES!
Vi a Irina tragar saliva y, por un momento, sentí que lo que estaba pasando con Yulia golpeaba a Irina también. Pero ella tenía que ser una oficial fuerte. Y por eso, Irina exhaló, encontrando fuerzas para alejarse.
-¡AAHHGG! ¡DETENTE! ¡NO QUIERO QUE TE VAYAS! -Yulia tartamudeó mientras que yo acariciaba su cabello con calma, mi corazón latía contra mi pecho debido a toda la situación.
-¡No puedes evitar que haga lo que quiero! - Dijo con dureza.
-¡Si puedo! ¡YO ELIJO! ¡ESCOJO POR AMBAS! ¡SOY LA MÁS ANTIGUA! -Más y más lágrimas corrían por mi rostro.
-¿DE QUE MIERDA ESTÁS HABLANDO?-
-¡No te vayas! Por favor ... ¡no lo hagas!
Irina negó con la cabeza. -¡Estás loca!-
Las lágrimas de Yulia seguían corriendo. Cuando Irina amenazó con caminar de nuevo, Yulia gritó. -¡ALTO!- Irina no se detuvo, siguió caminando. -¡NO! ¡NO PUEDES! ¡DETENTE! -Irina siguió caminando sin siquiera mirar atrás. -¡NO PUEDES HACERME ESTO! ¡TU ERES MI AMIGA! LOS AMIGOS NO DEJAN A OTROS ATRÁS, ¿RECUERDAS?
-N… no! ¡ESPERA! ¡VUELVE! POR FAVOR ... ¡NO! NO ... quiero sentirme sola... sola ... - Vi a Yulia agrandar sus ojos cuando Irina ya no estaba prestando atención a sus súplicas y pronto, ella se había ido.
Estaba totalmente confundida por aquellas palabras, cuando escuché que la pelinegra dejaba un fuerte grito lleno de dolor. Sus gemidos y alaridos se hicieron cada vez más fuertes.
-¡HEY, RECLUSA!- Dos oficiales de repente entraron a la celda. Mis ojos se abrieron de par en par.
-¡No! ¡Oficial, no! -Grité colocando mis manos al frente, tratando de detenerlos.
-¡Retroceda, doctora Katina!-
-¡No! Oficial, por favor, ¡no disparen!
-¡Ella es peligrosa, necesita controlarse!-
-¡Fuera del camino doctor!-
-¡No! Ella no le hará daño a nadie! ¡Está bien! -Mi cuerpo tembló cuando Yulia dejó otro grito.
-¡Mírala, doctora! ¡Ella le hará daño!
Miré a Yulia, su estado era el más desgarrador que jamás haya visto. Dejó escapar otro gemido, su cuerpo estaba apretado contra mi regazo, los hombros subiendo y bajando inconsistentemente por su acelerada respiración.
-Está bien, Yulia.- Dije en voz baja. -Está bien.-
Ella sacudió su cabeza.
-Está bien.-
-¡Doctora!-, El oficial Vasíliev me llamó. -Ella está muy inestable ... ¡Por favor, manténgase alejada!-
-Yul ...- Mi voz se quebró. Traté de consolarla. -Oye ... está bien. Estoy aquí. Soy yo ... ¡Lena! -
-¿Doc?-
-Está bien-. Dije en voz baja. Lágrimas de alegría se atascaron en mis conductos cuando escuché que me llamaba Doc. -Está bien…-
Nunca he estado tan devastada en toda mi vida. Le acaricié el pelo con calma, mi corazón latía fuertemente contra mi pecho. -Estoy aquí ... ¿de acuerdo? Estás segura.-
-¿Doc?-
-Hmm-
-Estoy enojada-. Mi mano siguió acariciándole el pelo, tratando de consolarla.
-¿Lo estás?-
-Duele.-
-Yulia ...-
-La gente siempre ... me deja. ¿Por qué siempre me dejan? -Mis ojos se abrieron de par en par. - Creo que está enojada por algo ... algo que realmente no puede controlar-. ¿Yulia fue abandonada? ¿Es esta la razón por la que está tan ansiosa por quebrarse cuando se conecta con alguien? 'No te vayas! ¡No tú! ¡No otra vez! -Es como que ya ha sucedido tantas veces en su vida que ahora se convirtió en rutina haciéndola completamente sensible al respecto.
-¿Por qué siempre me dejan, Doc?- Me tapé la boca con la mano por la repentina comprensión.
Y.. Yul ... Yulia ...-
-¿Qué pasa conmigo?- Negué con la cabeza, sintiendo más lágrimas inundando mi rostro. Ni siquiera sabía que tenía tantas lágrimas dentro de mis conductos. -¿Por qué la gente no puede quedarse conmigo?-
-Hola estoy aquí. Estoy aquí para quedarme. Estoy aquí para ayudarte. Está bien, Yulia. Todo estará bien. ¡Verás!-
-¿Doc?-
-Hmmm-
-No me dejes ... otra vez-.
-¡No lo haré!-
-¿Lo prometes?-, Me preguntó levantando su dedo meñique. Me reí entre lágrimas, finalmente entrelazando mi propio meñique con el suyo.
-Lo prometo-, dije firmemente. -No te dejaré otra vez-. Suspiré. -Estoy aquí. Estás a salvo. Ella exhaló.
De alguna manera, sentí que se estaba calmando. Ella cerró los ojos y yo seguía acariciando su cara con mi pulgar. Los dos estábamos en un estado de desastre, Yulia incluso más que yo. Exhalé y levanté mi cara hacia arriba, apoyando mi cabeza contra la pared. Mi dedo meñique aún entrelazado con el de ella.
-¿Doctora Katina?- Escuché que el oficial Vasíliev me llamó, lo miré.
-¿Acabas de ... calmarla?- Su rostro incrédulo me hizo reír.
-Honestamente ... oficial ... ni siquiera sé cómo lo hago ...-
~~ * ~~
-1,2 ... 3.- Hice lo que pude para no sonrojarme cuando la abracé para ayudarla a levantarse de la silla de ruedas. Yulia estaba tan débil debido a la mala atención médica y la dieta, que no podía estar de pie por mucho tiempo. Hasta que recupere su fortaleza, necesitará una silla de ruedas.
Logré obtener jabón, champú y otros productos higiénicos con el comisario y ayudé a Yulia a darse una ducha bien merecida. O intenté, porque en realidad se negó a dejar que la ayudara a hacer exactamente eso. - Puedo hacerlo totalmente por mi cuenta, doc. Vete. - Ella había dicho, yo respetaba su elección a pesar de que estaba preocupada de que pudiera lastimarse en la ducha. Pero resultó estar bien. También cepillé sus dientes y usé un poco de enjuague bucal para deshacerme de su mal aliento. Tardaría un tiempo hasta que pudieran volver a ser blancos, pero eso era el comienzo.
-Casi ahí ...- dije animando sus pasos mientras caminábamos hacia su cama. Lo primero que hice fue preguntarle al Dr. Putin, si Yulia podría volver a su celda habitual, con tal de no dejarla permanecer más tiempo en la UES, ¡ya había pasado allí el tiempo suficiente! A Boris no le gustó, pero Lyudmilla lo hizo dar su brazo a torcer. No he visto a Irina desde el incidente que sucedió en la mañana y temía que ella hubiera renunciado o algo así, la forma en que pronunció sus palabras parecía un poco como que quería marcharse lejos. Espero que realmente no lo haya hecho porque todavía quiero que se convierta en la guardiana de este lugar. Ella es una buena persona y aunque su mayor lucha es con Yulia, aún puede ser justa. Quiero decir, ella es la razón principal por la que estoy de vuelta. Básicamente puedo decir que me contrató. Y a pesar de que odia a Yulia, ella todavía intenta salvarla por última vez. Eso es muy admirable. Tenía la sensación de que Yulia sentía lo mismo. Quiero decir, no conozco el punto de vista de la morena sobre toda la historia, pero estaba bastante claro que Yulia realmente no odia a Irina ni nada. Yulia realmente parece considerar a Irina como una amiga a pesar de todas las disputas y todo lo que sucedió entre las dos. Sé que es difícil para Irina perdonarla, pero mi corazón deseaba que eso pudiera pasar.
-Aquí tienes ...- Me alivió cuando llegamos a su cama y con cuidado, ella se sentó en el colchón. Crujió ruidosamente cuando su peso afectó los marcos metálicos. Sonreí, sintiendo su aroma invadir mi nariz. Después de la ducha, su piel era tan blanca y olía tan bien que parecía alguien más. -¡Tienes una nueva cara! Mucho más mejorada, me atrevo a decir -.
-Esas líneas son mías, Doc.- Ella respondió y sonreí. -Adivina las bromas acerca de mí ahora, ¿eh?- Estuve contemplándola por un momento. Me congelé mientras mis ojos se movían examinando sus perfectos rasgos: sus labios, sus mejillas, sus ojos y su nariz. ¿Quién eres realmente, Yulia Volkova? ¿Eres la persona jocosa que conocí hace meses o eres el Niño Asesino? ¿Eres la persona rota que me demostraste que eras o eres la psicópata que no puede hacer otra cosa asesinar? Aún no lo sabía. Quizás ella era alguno los dos. Decidí no pensar mucho sobre eso porque cada vez que lo hacía, sentía que me estaba haciendo daño con esos pensamientos.
-Es tarde. Deberías descansar. -Sugerí. -Estaré aquí mañana, ¿de acuerdo?-
-Así que ... ¿Me estarás cuidando todos los días?- Todos los días, las 24 horas, los 7 días de la semana, pero decidí no decírselo.
-Hasta que te recuperes completamente, sí-. Las sesiones deben todavía continuar -.
-¿Por qué?-
-El asilo necesita pruebas de tu tratamiento. Es su guía para mostrarle a la corte que tú estás realmente bajo control -.
Ella miró hacia sus pies. -¿Qué tan seguido van a suceder?-
-Lo normal. Una vez por semana.-
-¿Los lunes?-, Preguntó levantando la ceja.
-¿Hay otro día que prefieras?- Pregunté con curiosidad. Si ella quisiera cambiarlo, podría hacer eso.
-No, está bien. Me gustan los lunes. Sonreí mientras ella hacía lo mismo.
-Me gustan los lunes también-.
-Gracias, Doc.- Vi sus ojos azules brillando con gracia. -Gracias por preocuparte por mí.- Me arrodillé, colocándome a la altura de ella, solo mirándola a los ojos.
-Te lo dije antes, ¿no? Siempre me preocuparé por ti. -Ella parpadeó y sentí sus dedos girar para que las puntas recorrieran mi mejilla. La sensación de su piel fría en mis mejillas fue increíble y me encontré sintiéndome tan poco profesional hacia ella. La sensación fue tan intensa para mí, que tuve que cerrar mis ojos.
Ella ahuecó el lado de mi cara. Su pulgar moviéndose hacia adelante y hacia atrás a lo largo de mi pómulo.
-Yul-- Ni siquiera pude terminar su nombre antes de que un beso suave se presionara sobre mis labios, silenciándome. Instintivamente, la acerqué más y presioné mis labios contra los de ella.
Cuando soltó mis labios, tragué saliva, con la esperanza, de que podría guardar eso por el resto de mi vida. El beso fue corto y no fue muy intenso, lo que que pudiera llevar a algo sexual ... era más como un ...
- Gracias-. Dijo, incluso más suave esta vez. Todavía podía sentir su pulgar allí, en mi pómulo, moviéndose suavemente. -Gracias, Lena-. Dijo mientras me daba otra pequeña sonrisa.
De repente, todo se sintió bien, todo se sentía perfecto en el mundo porque en ese momento Yulia estaba allí conmigo. Y su mirada era suave, cálida y acogedora. Su voz era suave, cálida e invitante. Ella nunca se había visto tan hermosa.
Sentí su aliento cerca de mi oreja y permití que mis ojos se cerraran de nuevo cuando sus labios besaron mi mejilla. -Es tarde. Deberías irte.-
Suspiré, como deseaba poder quedarme un poco más con ella. Y aunque técnicamente podría hacerlo, sería mucho mejor si me iba a casa. Ella también necesitaba su tiempo y espacio. Asentí, levantándome del piso.
-Hasta luego, hermosa.- Mis ojos se agrandaron cuando la escuché.
Algunas lágrimas brillantes obstruían mis conductos de nuevo. -Te veo luego ... Yulia-.
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
Edad : 22
Localización : Buenos Aires
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
???????????????? Hay pobre julia nisiquiera estaba molesta lo único q quiere es q no la abandonen y ahora por fin lena podrá cuidarla y ayudarla, me encanto el capitulo. Espero ya con ansias ese próximo capitulo
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Woooow gracias por hacernos caso y que capitulo tan genial gracias me encantó
Enviado desde Topic'it
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Maravilhoso capítulo
Kamila- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 02/04/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hola chicas, como están. Y como lo prometido es deuda, acá les dejo otro capítulo, pero vamos a ver si mañana hacemos un maratón de AMOR TRAS LAS REJAS, solo les pediré algo a cambio. Si recibo al menos, 15 comentarios acerca del capítulo de hoy, mañana podré subir uno o dos más (dependiendo de como se porten)
Un beso chicas!!
A leer!!!
CAPITULO 19: CONFRONTACIÓN
Cerré mis ojos mientras me acostaba en mi cama. Mi corazón latía ansiosamente después de lo que pasó ese día. Ella me besó. Yulia Volkova me había besado. Mi cabeza se estaba volviendo loca pensando en ello. ¿Acaso ella siente algo por mí? ¿Me quiere tanto como yo a ella? ¿Solo me besó a manera de agradecimiento? ¿Eso fue todo menos un beso de gratitud?
De todas maneras podía imaginar a Yulia besándome, seguramente no era la primera vez que se me venía a la mente. Tenía fantasías con ella antes. Imaginaba que me besaba de manera brusca y dominante, lo que luego llevaría a otra cosa, pero ese no era el caso. Ella me había besado suavemente, para agradecerme por todo lo que hice hasta ahora. Tal vez no sentía que las palabras fueran suficientes y dio un paso más allá y decidió besarme. Cualquiera sea el caso, realmente lo disfruté.
Ese momento fue muy corto pero a la vez tan increíble. Todo parecía estar en su lugar porque Yulia estaba allí conmigo. Todo parecía ser mejor porque ella estaba allí a mi lado. La calidez en sus ojos, la suavidad de sus dedos... fue simplemente increíble. Me hizo ir a la luna, incluso con tan solo un beso suave. Me hizo sonreír de pura felicidad.
Moví mi cabeza mientras escuchaba mi teléfono vibrar. Alguien me estaba llamando. Lo levanté, mis ojos se abrieron de par en par cuando vi que quien llamaba era Irina. Mi pulgar presionó rápidamente el botón verde.
-Hola...-
-¿Doctora? Hola, lamento llamarte ... pero ...-
-Irina? Dios mío... ¿Dónde has estado? ¿Estás bien?-
-¿Podrías...uh ... abrir la puerta, por favor? -
Sentí que mi corazón corría más rápido por alguna razón. - Si seguro. Espera un segundo.- dije, terminando la llamada y levantándome de mi cama para ir a la sala de estar y abrir la puerta, sin importarme que estuviera en pijama lista para dormir.
Abrí la puerta, dejando entrar a Irina. Su rostro estaba limpio, pero también estaba al tanto de que tenía sus ojos ligeramente hinchados, claramente había llorado. -¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Dónde fuiste?-
-Estoy bien, doctora - Asintió con la cabeza rápidamente descartando mi pregunta. -Lamento venir tan tarde.-
-Está bien. ¿Qué pasó? ¿Por qué desapareciste así de pronto?
Irina vaciló antes de suspirar. -No estaba... sintiéndome bien - Sentí que mi corazón se retorcía dentro de mi pecho e intentaba hacer que se sintiera un poco mejor. La abracé, dejando que mi barbilla descansara sobre su hombro.
-Por favor, dime que no te rindes.- dije, cerrando los ojos, rezando por ello.
-No lo hice.- Negó y suspiré aliviada. -Aún no.-
-¿Aún no? - Le pregunté preocupada.
-Pensé hacer eso, por un momento. Todo el día estuve tratando de entender mi vida.
-¿Entender tu vida? - La miré.
-Sí. Realmente pensé qué sería de mi vida si renuncio. Que debería hacer. He estado en esa instalación por mucho tiempo, casi cinco años, y no creo que pueda estar en otro lado. Sin embargo, al mismo tiempo, me siento extremadamente agotada. Es como si no pudiera soportar más ese lugar y su gente por más tiempo. Sentí que iba a explotar.-
-Lo siento, Irina. Están sucediendo muchas cosas ahora. Debe ser realmente duro para ti.-
-Por eso pensé en dejarlo. Estaba cansada de todo. Yo quería irme por un minuto. Quería salir de ese lugar y comenzar de nuevo en uno diferente. Un lugar donde la gente no necesitara mentirme. Donde la gente podría quererme.-
-Irina...-
-Pero entonces... ella... comenzó a decir esas cosas.- Estaba consciente de que estaba hablando de Yulia y de cómo reaccionó al ver a Irina marcharse. - Escuchando cosas que nunca pensé que ella me gritaría. No entendí exactamente lo que estaba diciendo esa vez, no tenía ningún sentido en absoluto. Pero lo único que hizo eco en mi cerebro fue que... Ella me llamó... amiga.-
La miré. -No entiendo, doc. ¿Cómo puede llamarme amiga cuando me engañó con mi novia en mis narices? ¿Acaso es una broma? -
No sabía qué decir.
-¿Soy simplemente un chiste para ella?
-¡No! Irina...-
-¿Cómo podría hacerme esto? ¿Cómo puede traicionarme y llamarme amiga, doctora?
-No lo sé.-
- Realmente quería renunciar, ¿sabes? La forma en que cuidas de ella. La forma en que la miras... - Tragué saliva, sintiendo mi cuerpo tensarse.
Estoy jodida. Sabe quién soy. Si Irina le cuenta al Dr. Boris lo que siento por Yulia, puede ser mi final. El final de mi carrera, ya que podría perder mi licencia médica, y el final de la vida de Yulia. Irina puede ser mi amiga, pero si ella supiera lo que realmente siento por Yulia... está en su deber de informarle al Dr. Putin lo que está pasando.
-No me gusta Yulia - Intenté negarlo.
Ella bufó. -Ya lo he visto antes, doctora. No fue diferente con Sonya.-
-Yo no soy Sonya.- repliqué, alejándome de ella.
-Sonya me mintió. Yulia me mintió. Y ahora me estás mintiendo tú. Parece que todos me mienten.-
Mis ojos se abrieron rápidamente cuando escuché eso. ¿Por qué me recordaba eso a Yulia?
- Te has enamorado de ella al igual que Sonya. Traté de advertirte pero no me escuchaste - Aparté la vista, tragué el nudo en mi garganta.
-No, tú estás equivocada. No me he enamorado de Yulia - Negué con la cabeza, sintiendo que se me encogía el corazón porque todavía podía recordar el toque de sus dedos en mis mejillas. Todavía podía sentir el sabor de sus labios en los míos.
Ella suspiró, acercándose a mí y descansando sus manos sobre mis hombros. -Ha pasado un tiempo, doctora, todo lo que haces ... lo haces por Yulia - Sin vergüenza, lloré una lágrima. Quiero decirlo, lo sé. Sé que me gusta esa mujer. Pienso en ella constantemente y solo tenerla cerca de mí era suficiente para alegrar mis días. Sé que estoy jodida, perdida en sentimientos por esa reclusa.
-¿Vas a delatarme? - Le pregunté mirando al piso. - ¿Vas a reportarme con el Dr Boris? -
Ella se burló. -No te traje para que pierdas tu licencia médica, Lena - Levanté mis ojos hacia ella. -Yo sabía lo que estaba pasando. Sabía que desde que comenzaste a visitarla a su celda esas mañanas, sabía que te enamorarías de ella en solo cuestión de tiempo - Lloré de nuevo. -Solo esperaba que no lo hicieras. Traté de detenerte, pero terminaste haciéndolo de todos modos - Ella rió entre dientes.
-Irina...-
-Además, si puedes mantener mi secreto, yo también puedo conservar el tuyo.-
Me reí, aun llorando, y abracé fuertemente a la mujer más alta que estaba frente a mí. -Gracias, Irina...-
-Solo... ten cuidado, ¿de acuerdo? No dejes que los demás lo sepan, y lo más importante... -Hizo una pausa y me hizo prestar más atención a lo que estaba a punto de decir-. -Ten cuidado con ella.- Eso hizo que mi corazón se enloqueciera dentro de mi pecho, porque después de ese beso, no sé cómo la miraría. -Sé que no me crees. Sé que todo lo que voy a decir te entrará por un oído y te saldrá por el otro ... Pero ella es capaz de usar tus sentimientos para seducirte y, ya sabes, conseguir algo. Tal vez eso es todo lo que está buscando - Cierro los ojos, rezando para que eso sea una mentira. -Así que ten cuidado.-
Asentí, reconociendo que realmente estaba tratando de ayudarme. -Gracias, Irina.- Traté de mostrar mi gratitud. Sé que Irina estaba tratando de poner algo de sentido en mi cabeza. Y se sintió bien saber que había alguien que se preocupaba por mí.
-No hay problema, Doc.-
-No puedo creer que solía pensar que eras una idiota.-
Ella se rió entre dientes. -Estoy acostumbrada - Sentí que mi corazón se contraía de nuevo.
-Lo siento mucho, Irina ...-
-¿Por qué?-
-Porque habrán personas que te juzgan mal, dirán cosas hirientes... debe ser horrible.-
-Está bien - Nos quedamos en silencio por un momento mientras me sorprendía a mí misma pensando en lo que acababa de decirme.
-Eso fue ... - Dudé por un momento. No quería enojarla. Es un tema delicado y hasta la fecha, todavía le duele - ¿Eso es todo lo que pasó con Yulia y con Sonya? - Le pregunté, mirando el suelo, evitando sus orbes todo el tiempo.
-¡Por supuesto que sí! Ella solo quería unos cuantos polvos, unir los puntos. Ella notó que Sonya era un objetivo fácil. Así como tú.
Di un paso atrás, sintiendo sus palabras tener un peso extra en mí.
-Lo siento, doctora ... pero ... no creerás que esa reclusa realmente te quiera, ¿verdad? -
No respondí e Irina tomó ese breve silencio como una afirmación. -¿Vos si?-
-Yo...-
-No, no, no ... Doc, escúchame ...- Ella ahuecó mi cara y me alejé más de ella, sin querer escuchar realmente. -Doctora...-
-Yulia no es totalmente sincera acerca de sus sentimientos. Pero eso no significa que ella no sienta nada. Cuando a ella le gusta alguien, realmente no se abre camino para tratar de decirles lo que siente - Yo respondí. Quería mantener una pequeña esperanza de que a Yulia le gustara, no me gustaba pensar que ella me estaba utilizando de esa manera.
-¡Sólo porque quiere que vuelvas con ella, no significa que le gustas en ese sentido, Lena!
Ah, ahora ella volvía a llamarme Lena. Odiaba eso. Irina siempre me llamaba Lena cuando quería expresar su opinión. Yulia me llamaba Lena... cuando estaba agradecida conmigo.
-Me trajiste de nuevo al asilo ...- comencé. -Me trajiste para cuidar de ella. Porque sabías que ella dejaría de matar una vez que yo llegara allí, ¿no?
-Sí.-
-No estabas pensando en la vida de Yulia cuando hablaste con Lyudmila Shapovalova. Estabas pensando en tu trabajo. Que te quedarías sin empleo si cerraban el asilo.
-¿De Verdad? ¿Vas a llamarme egoísta ahora?
-¿Dónde terminarán todos esos oficiales, médicos y presos? Te preguntaste eso a ti misma? Porque seguramente sería una desgracia si tanta gente pierde sus trabajos. Tienen familias que apoyar, impuestos y cuentas por pagar. Entiendo que…y no te estoy llamando egoísta.-
-Entonces ... ¿por qué estás enojada conmigo?
-¡Porque estás atrapada en tus conceptos erróneos sobre Yulia!
-Mis conceptos? -
-¿Por qué es difícil creer que Yulia podría estar diciendo la verdad? ¿Por qué es difícil creer que realmente podría querer a alguien? ¿Alguien como yo?-
-Porque ella no lo hace! Ella es una mentirosa! ¡Una tramposa!-
Las personas siempre... me dejan. ¿Por qué siempre me dejan, doctora? ¿Qué está mal conmigo? ¿Por qué no pueden quedarse ... a mi lado? - Recordé sus lágrimas.
-Intentaste matarla una vez, ¿verdad? - Pregunté, mirando el piso bajo mis pies. -Me lo dijiste. Estabas enojada y casi la mataste ...- comencé, tratando de explicarme. -Pero ... ella está ... aquí ... sintiéndote como una amiga.- Levanté mis ojos hacia los suyos. -A pesar de todo, Yulia no te odia. Le gustas, Irina. ¿Por qué otra razón ella te suplicaría que no la dejaras? ¿Por qué otra razón podría pedirte que te quedes con ella?
-Ella está loca-
-Ella no estaba mintiendo - Negué con la cabeza. -Y tú sabes que ella no lo hacía. Podrías sentirlo, ¿verdad? - Ella se quedó en silencio. - Por eso estabas llorando. Porque aunque querías renunciar, allí estaba Yulia pidiéndote que te quedaras, después de todo lo que has pasado. Yulia te hizo mal, y ella sabe que lo que hizo estuvo mal.
La escuché olisquear. -Y si hablas con ella ... sobre eso ... tal vez ... eso te hará sentir mejor.-
-¿Qué? - Su mirada incrédula alejó su enojo. Ella no estaba muy interesada en hacer eso.
-Habla con Yulia.-
-¿Acerca de qué?-
-Sonya.-
-¿Por qué debería hablar con ella al respecto? ¿Para qué entonces vuelva a hacer una de sus estúpidas bromas y se ría de mí?
-¡No! Irina, creo que estás viendo esto de la manera incorrecta.-
-¿De manera incorrecta?-
De hecho, siento que gran parte de las luchas de Irina podrían haber desaparecido si ella solo ... hablara con Yulia al respecto.
-Me dijiste que no podías entender por qué te engañó ... bueno ... ¿por qué no le preguntas a ella?
- ¿Por qué estás planteando esto ahora? -
Miré al piso, tratando de organizar mis pensamientos. -Mira, sé que es difícil ... y bueno ... hiriente. Pero ... uh ...-
-No puedo creer que hayamos vuelto a esto.- Se burló enojada. -No vine hasta aquí para que me diga cómo debo perdonar a esa loca por hacer lo que hizo.-
-No estoy diciendo eso. Solo te estoy aconsejando que hables sobre eso. No se trata de perdonarla ...-
-Adiós, doctora.-
-Irina ... - Traté de detenerla pero ella me ignoró por completo, dejando mi apartamento con bastante enojo, cuando oí el ruido sordo de la puerta que se cerraba.
Exhalé, sintiéndome mal conmigo misma. Tal vez debería aprender a callar para no lastimar a la gente. Irina había ido a mi casa para hablar, para aliviar sus problemas, y la aparté con un problema que sabía que era una carga. Está dispuesta a ocultar mi secreto a los demás y lo único que hice fue presionarla para que hiciera algo que sabía que nunca haría.
Me tragué el nudo en la garganta y, con pasos lentos, caminé hacia mi habitación. Acostada en la cama, seguí pensando en nuestra breve conversación. "¡No puedes esperar a que le gustes en la misma medida, Lena!"
Por qué? ¿Por qué no puedo? Yulia me besó. Eso fue un indicativo de sus sentimientos, ¿no? 'Ella es capaz de usar tus sentimientos para seducirte y sabes, conseguir algo'.
¿Eso era lo que ella estaba haciendo? Me refiero a que Yulia está en ese lugar por más de cinco años, y debe sentirse sola. Es común tener privaciones sexuales. Entonces, en ese sentido, besarme más o menos debido a la frustración sexual, sería la salida más fácil. En ese momento, ella podría seducirme para que poder obtener algo. Pero no lo hizo. Ella me besó porque confió en mí. Ella me besó porque estaba feliz de verme. Ella me besó porque estaba allí con ella. Porque me importaba Fue un beso breve y gentil, pero ese beso simple y corto se sintió mucho mejor que uno caliente. Ese beso tenía mucho más significado que cualquier gesto de ella. Porque, sobre todo, me sentía como si fuera especial.
Se siente genial.
Se siente genial ser especial con alguien. Especialmente, con alguien como Yulia.
~~ * ~~
Cerré los ojos mientras estaba detrás de la puerta. Mi corazón latiendo ansiosamente después de recordar una vez más lo que sucedió el día anterior. Ella me besó.
-¿Está bien, doctora Katina? - Escuché la voz del oficial Fyodor hacerse eco en mis oídos llamando mi atención. Pero por mucho que haya disfrutado ese beso. Por mucho que quisiera que ella me volviera a besar, sé que no puedo permitir que eso suceda. No importa qué, no traspasaré mi muro profesional. Pase lo que pase, no pensaré en ese beso. Lo olvidaré. Fingiré que nunca había sucedido.
Estoy aquí para cuidar a Yulia y no puedo cometer ningún otro error. Necesito ser cautelosa. Si un oficial sabe lo que sucedió, es su trabajo denunciarme. Y si me reportan, allí va mi licencia médica, ahí va Yulia; siendo ejecutada.
-Doctora Katina? -
-Estoy bien, oficial - Dije abriendo mis ojos, sonriéndole. Él asintió con la cabeza, agarrando rápidamente el llavero en su cinturón y abriendo la puerta de su celda.
Respiré, tratando de ser fuerte y firme en lo que tenía que hacer.
Cuando el oficial abrió la puerta, haciendo un fuerte crujido, entré en esa celda. Todos los recuerdos regresaban a mi mente. Miré a mi alrededor ya que no tuve mucho tiempo para hacerlo anoche. Ya no estaban los dibujos en la pared, las palabras estaban tachadas y la pared que solía tener un poco de arte ahora era aburrida. Su estante había reunido un poco de polvo y los libros y acertijos habían desaparecido. Tal vez los oficiales se los habían llevado cuando la enviaron a la UES. Lo único que contenía su estante era su camiseta blanca normal y su infame mono naranja.
Miré a su dirección, y la encontré durmiendo en su cama. Sonreí tímidamente, mientras mis ojos se fijaban en sus rasgos faciales. Ella era realmente bonita. Incluso sin maquillaje, tenía esa mirada juvenil a pesar de todo lo que había pasado. Ella era una de las pocas personas que conozco que pueden parecer extremadamente adorables y bellas al mismo tiempo. Caminé hacia su cama, y solo para asegurarme de que todo estaba bien, presioné dos dedos en su muñeca para medir su pulso. Todo marchaba bien.
-Yulia...- Llamé, no tan fuerte, tratando de despertarla sin problemas. -Yulia...- La llamé de nuevo, suavemente, cepillando un poco su pelo detrás de su oreja. Ella se movió de su somnolencia, parpadeando un par de veces para recuperar el enfoque. Sonreí, sintiéndome instantáneamente más ligera, tan pronto como sus expresivos ojos se fijaron en los míos. -Hola ...- Ella no respondió, solo bostezó en mi dirección. Lo siento, me reí silenciosamente, disculpándome por mi perturbación. -Pero ... eh ... es hora de levantarse.-
Ella asintió y se sentó en el colchón. Cogí la silla de ruedas junto a su cama y la dejé de lado, sin perder tiempo en ayudarla a levantarse y caminar hacia ella. Le di el uniforme naranja del estante y la llevé al centro médico para que tomara su baño matutino.
Durante todo el viaje, Yulia guardó silencio, habían muchas cosas que quería preguntarle, pero decidí respetar su silencio y también guardarlo. Además, no es como si pudiera hablar con ella estando el oficial Kuznetsov a la vuelta de la esquina. Así que tuve que esperar hasta que estuviéramos solas.
Después de obtener algunos productos higiénicos con el comisario nuevamente, nos dirigimos a las duchas. Saludé al oficial Dima cuando lo encontré saliendo del lugar. Las duchas en el Centro Médico eran más ordenadas que las reservadas para los presos en la penitenciaría. Los puestos eran privados y el agua caliente era uno de los lujos proporcionados.
Traté de ayudarla a desvestirse, pero ella se negó de nuevo. - Sí, doctora. Deténgase. Puedo hacerlo por mi cuenta - Caminó hacia uno de los últimos puestos del lugar, cerrándolo y colgando cuidadosamente su ropa en la parte superior de la puerta.
Asentí y decidí esperar a que ella terminara, sentándome en uno de los bancos del área de la ducha. Traté de calmar mi corazón palpitante, cerrando los ojos. Mis palmas comenzaron a sudar ya que el sonido de la ducha estaba encendido constantemente. Ella estaba allí, a metros de mí ahora, completamente desnuda, bajo la ducha. Y estaba tratando de decirle a mi mente, que se olvidara de eso.
-Gracias por volver, doctora Katina.- Escuché al oficial Dima decir a mi lado. Abrí los ojos y lo vi sentado en el banco esperando a que ella también terminara.
-Debería agradecerle a la oficial Irina. Ella me trajo de vuelta.- Dije, preguntándome dónde estaría, si todavía estaba enojada conmigo después de nuestra charla de anoche.
Él asintió con la cabeza. -Puedo hacer eso cuando la vea.-
-¿Cómo está tu esposa? ¿Conseguió muchos papeles? - pregunté con curiosidad, recordando que su esposa es actriz.
-Sí, ella está bien. Ha estado pidiéndome que renuncie. Ya sabe, dada la noticia de todos los médicos que han muerto y heridos... Ella siente que no estoy a salvo.
Tragué saliva, entendiendo los sentimientos de la mujer. -Y está embarazada ahora.- añadió.
Levanté las cejas, muy sorprendida por la noticia repentina. -Oh, ¿de verdad? - Asintió con la cabeza, sonrojándose un poco. Lo encontré bastante lindo.
-No sé si estoy listo, doctora. Ya sabe, para ser padre.-
-Es normal sentirse de esa manera. Pero no te preocupes, estoy segura de que serás un buen padre.
-¿Cree que debería dejar de fumar, doctora?
Eso no dependía de mí. - Creo que deberías resolver tu vida. ¿Te gusta trabajar aquí? ¿Disfrutas el lugar y su gente? Tal vez ... pero quedarse solo por el salario, no es digno.-
-Lo sé - Él suspiró - Y ahora que Volkova ha vuelto a su yo habitual, siento que estoy más en peligro que antes.
No me gustó que dijera eso. -¿Así se siente? ¿Por qué?-
- Volkova es una loca. Está a un paso de arruinar la vida de todos.
Tragué saliva, sintiéndome horrible - Bueno, si tú crees eso, entonces, me temo que encontró s respuesta, oficial - Dije tratando de darle una sonrisa, incluso si era una falsa.
Parecía estar de acuerdo con eso - Supongo que sí ... Gracias, doctora - Asentí.
Miró su reloj para verificar la hora. -¡LLEVAS MUCHO TIEMPO EN LA DUCHA, VOLKOVA! - Gritó haciéndome estremecerme un poco ante el volumen repentino de su voz.
~~ * ~~
-¿Estás bien? - Pregunté al ver que ella estaba en silencio esa mañana. He recogido un sándwich y leche para su desayuno, pero ella no se movió para comérselo. Ella miraba hacia abajo, torciendo los labios. - ¿Qué pasa? -
-Nada.-
-Estás inusualmente... tranquila - No sé si fue por lo que le sucedió mientras estuve fuera, pero parecía diferente a la de antes. Pensé que ella estaría de vuelta a su yo habitual ahora que estaba aquí, pero no. Había algo diferente. En cierto modo, me preguntaba si ese era la verdadera Yulia.
Ella suspiró. -No me siento ... bien - Hablaba en tono monótono.
- ¿Qué pasa? -
Ella se inclinó aún más, acercándose a mí. -¿Por qué me miran?
Rodeé el refectorio rápidamente con mis ojos y vi a todos los oficiales y doctores mirándonos profundamente. Algunos de ellos estaban aún más lejos, tratando de estar lo más lejos posible de ella. En el momento en que Yulia y yo entramos en ese lugar, todo quedó en silencio y todas las miradas se volvieron rápidamente hacia nosotras. Traté de ignorarlo, pero estaba clara que eso incomodaba a Yulia.
Incluso noté que un oficial apoyaba su mano en su arma por si acaso.
-Estás fuera de UES.- Dije tratando de ser considerada. -Y ... eh ... ellos ... realmente no confían en ti.-
- Nunca lo hicieron. Pero ellos no me miraban así antes.
-Solo están preocupados.-
-¿Preocupados por qué?-
-Has herido a alguien.-
-No voy a hacerte daño - Eso hizo que mi corazón latiera con orgullo. La esquina de mis labios se curvó ligeramente hacia arriba, pintando una tímida sonrisa. Pareció que en ese momento todos mis sensores se agudizaron cuando su aroma invadió mi nariz.
-Sin embargo ... solo son ... cautelosos.- dije. -Ahora, come tu desayuno ...-
-No tengo hambre - Ella se despidió, alejando la silla de la mesa.
-Yulia ...- Me levanté, sin olvidarme de recoger el sándwich y la leche conmigo, siguiéndola detrás. Ella se dirigió al patio y parecía que quería regresar a su celda, pero rápidamente la alcancé y la detuve. -No, Yulia ... para. No pasarás todo el día en esa celda.-
-No quiero salir hoy, doctora.
-Bueno, no se trata de lo que quieres ahora, se trata de lo que necesitas. Necesitas tu desayuno. Necesitas hacer ejercicio. Necesitas estar fuera de esa celda.-
-Quiero estar sola.- Ok, eso me lastimó en pedazos.
-Estabas sola durante tres semanas en la UES. Sé que no quieres estar sola. Realmente no quieres que me vaya.-
Ella bajó la cabeza y supe que estaba cediendo. Estiré los brazos, ofreciéndole el sándwich y la leche, que finalmente aceptó. La llevé cerca de un árbol, el mismo árbol donde solía sentarse para dibujar algunos de sus dibujos, y sin importarme demasiado, me senté en la hierba junto a ella. En silencio, Yulia comenzó a comer su sándwich.
-¿Qué te molestaba? Dime.- pregunté suavemente, sacando algo de la hierba del suelo con ansiedad.
Ella no me lo dijo. Se comió todo el emparedado en silencio ignorándome por completo. Exhalé, preguntándome qué podría haberla molestado así.
-Yo ... lo escuché.- Dijo de repente. Abrí los ojos, mirándola - Tú y el Sr. Dyrbov hablando. En la ducha.-
-Fue porque te llamó loca, Yulia? - Traté de descifrar qué le molestaba de esa conversación. Y bueno, ser llamada así, nunca es algo de lo que se pueda estar orgulloso.
-Va a renunciar - Fruncí el ceño, sin entender su reacción.
-Bueno, pronto será padre. Él tendrá responsabilidades ahora ... y necesita tener cuidado en su trabajo ... porque ...-
-Podría matarlo ...- Dijo en voz baja. Cerré los ojos, sintiendo que mi corazón palpitaba más fuerte.
-Solo es ... será ... -
-Cauteloso.- Ella terminó mi propia oración, un poco incómoda.
-Yulia ...-
-Lena ...- Mi corazón latió aún más rápido al escuchar que me llamaba así. Sí. Definitivamente era diferente como lo hacía Irina. Definitivamente mejor. Definitivamente más encantador. Definitivamente más agradable para los oídos.
-Sí...-
-¿Por qué ... se van todos? - Era como si el mundo hubiera dejado de girar. Me atrapó en silencio, tratando de entender que estaba lidiando con eso, por qué aquello había tenido un gran impacto en ella. Mi corazón se contrajo cuando pienso en cómo debería sentirse ahora, sabiendo que ella es completamente vulnerable a esas situaciones.
-Lo siento...-
-¿Qué está pasando? - Y fue entonces cuando caí en cuenta. Yulia pasó muchos días en la UES, completamente aislada del mundo. No creo que ella sepa que el Asilo está a punto de ser cerrado. No creo que ella sepa que corre el riesgo de ser ejecutada si algo sale mal y ella lesiona a alguien. Tal vez el Dr Putin no quería que ella lo supiera. Él la quiere muerta. Entonces, mejor no decirle, ya que así lastimaría a la gente y se sentenciaría a sí misma a la muerte.
-Huh ... El asilo está ...- Exhalé, tratando de organizar mis pensamientos de la mejor manera posible. -Está enfrentando demandas en la corte por ... la gente ... que has ... matado - Saqué más hierba del suelo. -Sus familias están pidiendo que las instalaciones sean cerradas. Y algunos oficiales se van porque no sienten que el Asilo es seguro. Muchos creen que sus trabajos están en riesgo ahora, por lo que prefieren renunciar y buscar un trabajo nuevo y más seguro antes de ...-
-Les arruino la vida de todos.-
-Yulia ...- Quería abrazarla, para consolarla de alguna manera, pero terminé tirando de más césped de la frustración. Ella guardó silencio por un momento.
-Lo siento, Doc.- Ella se disculpó. -Disculpe toda la mierda que estoy causando.-
-No me estás haciendo pasar un mal momento - Negué, sacudiendo mi cabeza de lado. -Nunca lo hiciste. No necesitas disculparte.-
-Yo… - Lo que sea que estaba a punto de decir no lo dijo porque de repente Irina acaba de aparecer frente a nosotras, con su uniforme de oficial muy ordenado, agarrando a Yulia por el cuello de su mono naranja y acercándola para enfrentarla cara a cara.
-Irina ...- Me levanté del suelo, inmediatamente.
-¿Por qué? - Le preguntó a Yulia, con la voz helada. ¿Por qué me llamas amiga?
-Irina ...- Sentí mi corazón apretarse.
-Shh, querías que yo le preguntara, ¿verdad, Lena? ¡Ahora, estoy preguntando! ¡Dime, interna! ¿Por qué hiciste eso?-
Yulia parpadeó, sin responder a su pregunta. Irina lo intentó una vez más. -¿Por qué? ¿Por qué hiciste eso conmigo? ¿Por qué me engañaste?
Ella no respondió. Se mantuvo en silencio, mirando a otro lado, esquivando la mirada de Irina.
-Irina, déjala ir ...-
-¿Por qué te follaste a mi novia? - Tragué saliva completamente incómoda. - ¡Responda, interna! Merezco saberlo - La sacudió furiosa por el cuello.
-Porque yo quería.- Cerré los ojos, escuchando los latidos de mi corazón. De todas las respuestas que esperaba, esa era la única que no quería escuchar de ella.
Irina se burló, dolida y sarcásticamente. -¿Y todavía te atreves a llamarme amiga? Vete a la mierda, pequeña basura! - Irina la tiró, enojada en el suelo. Me arrodillé junto a Yulia, tratando de ayudarla a ponerse de pie. -¡Eres una mentirosa, una traidora! ¡Es por eso que no tienes a nadie que esté ahí por ti! ¡Porque los apuñalas por sus espaldas!
-Irina ...- Llamé, pidiéndole que se detuviera.
-¡Sólo eres una maldita egoísta! ¡No puedo creer que te haya considerado mi amiga una vez! ¡No puedo creer que haya confiado en ti! - Yulia aún no decía una palabra, pero mi corazón se extrañó cuando noté una lágrima silenciosa en sus mejillas.
-Irina, basta.-
-¿Detener qué? ¡Querías que le dijera lo que realmente es esta basura! ¡Deberías saberlo, Lena! Deberías saber que ella hará lo mismo contigo. Ella te apuñalará por la espalda y se reirá en tu cara.-
-Vete, Irina ...-
-Ah, ¿ahora quieres que me vaya? ¿Dónde está esa doctora que dijo que tenía que enfrentar mis dificultades?
-Estás haciendo todo mal.
-Oh, ¿lo estoy? ¿Por qué? ¿Porque tu jodida paciente larga lágrimas falsas? - Lo soltó con enojo. -¿Es eso lo que quieres, interna? ¿Qué tu doctora se compadezca de ti?
Y mi mandíbula cayó cuando de repente, Irina le escupió el rostro. –Una más, interna! ¡Ten más para que ella se apiade de ti!
-Irina ...-
- ¿Ves, pedazo de mierda? Tú médico está realmente conmovido en este momento...-
-¿Cuál es tu maldito problema? - Grité enojada, alejándola.
-Doc ...- Mis ojos se abrieron más cuando escuché que me llamaba. Me volteé hacia ella. -Puedo ... yo ... puedo volver a mi celda ...? -
-Yulia ...-
-Por favor.- Ella mantuvo su cabeza baja. Y algo me decía que estaba haciendo eso para ocultar sus lágrimas. Estaba atrapada entre calmar a Irina o llevar a Yulia a su celda.
Tragué el nudo en mi garganta y asentí con la cabeza, ayudándola a sentarse en la silla de ruedas. Ella usó la manga de su uniforme para limpiar el escupitajo de su cara sin decir nada. Le di una última mirada a Irina y comencé a empujar su silla hacia la Penitenciaría.
Todo lo que quería era que Irina hablara con Yulia sobre sus dificultades, pero no así. Eso no sirvió de nada. Simplemente empeoró las cosas.
~~ * ~~
-Lo siento.- Me disculpé en nombre de Irina después de que Yulia se sentara, con la cara lavada y limpia de lágrimas y saliva. Se arrastró hasta la pared detrás de ella, apoyando su cabeza contra ella. Suspiré y ligeramente torpe, me permití sentarme en la punta de su cama. -Ella está ... simplemente enojada ... Ella no lo decía en serio.-
-Lo hizo.- Apreté los dientes. -Está bien, Doc.-
-¿Por qué lo hiciste? - Decidí preguntarle. Mi voz baja y llena de tristeza por lo que realmente me diría. -Por qué lo hiciste...-
-¿Por qué me cogí a su novia? - Los escalofríos bajaron por mi espina dorsal. Por favor, no me digas que fue ...
-Porque yo quería.-
Tragué saliva, sintiendo realmente una lágrima salir por el rabillo del ojo. -Como pudiste…? Ella era ... la novia de Irina ...-
-A ella nunca le gustó Irina.-
Mis ojos se agrandaron. Los golpes de mi corazón fueron cada vez más fuertes. -¿Qué?-
-Cuando llegó Sonya, me acercaba a ella durante el tiempo de recreación, para hablar con y saber más sobre ella. Cuando descubrí que era homosexual, le pedí que conociera a Irina, para ver si podían salir juntas. Irina estaba pasando por un momento difícil, estaba sola y totalmente incómoda por estar cerca de hombres aquí. Y estaba profundamente en negación sobre su sexualidad. Conocí a chicas como Irina antes. Y Sonya era todo lo contrario. Ella era homosexual y nunca tuvo miedo de esconderlo. Sentí que le haría bien a Irina si esas dos pudieran llevarse bien. Así que insistí en que Sonya conociera mejor a Irina, que saliera con ella después del trabajo y todo ese rollo - Solo entonces me di cuenta de que había apretado mis puños con fuerza, sintiendo las sábanas blancas entre mis dedos.
-No le llevó mucho tiempo a Irina enamorarse de Sonya. Tal vez debido a que Sonya estaba abierta sobre sí misma, tal vez debido a que ella era bastante despreocupada y divertida y eso es lo que Irina necesitaba en ese momento, no lo sé. Como sea, cuando Irina confesó sus sentimientos a Sonya, la chica dijo que ella sentía lo mismo, pero en realidad no era así. Irina se enamoró demasiado rápido y Sonya no la quería como ella pensaba.-
Cerré los ojos, sintiendo esas palabras ganar tanto peso en mí.
-Sonya era libre, soltera y tenía mucha experiencia relaciones a pesar de que ella era más joven. Ella aceptó salir con Irina porque pensó que la idea de salir con una compañera oficial era lo suficientemente candente y que eso le daría algunas ventajas.
Mi corazón comenzó a latir más rápido. No emocionado. Enojada.
-Pero Irina no quería que nadie supiera de ellas. Temía que el Shapovalov pudiera despedirla por eso. A Sonya no le gustó eso. Ella no recibía ninguna felicitación por su trabajo, Irina sí. Irina siempre fue más profesional que Sonya. Luego promovieron a Irina, y eso molestó a Sonya. Ella comenzó a ponerse celosa. ¿Por qué? ¿Por qué un ascenso para Irina y a mí no? Sonya comenzó a quejarse.-
Mis agallas parecían haber sido golpeadas. No puedo creer No puedo creer lo infantil y egoísta que era esa persona. Jesús. ¿Cómo diablos Irina se enamoró de esa mujer? ¿Por qué?
Después del ascenso de Irina, Sonya comenzó a estar aún más cerca de mí. Y después de un tiempo, noté su aspecto, sonrisas y coqueteo. ¿Qué podría haber hecho, Doc? -
Me quedé en silencio, parpadeando.
-Ella era la novia de Irina.- Lo enunció. - Ella era la que debería serle fiel a Irina, no yo.
-Pero aún…
-Ella es una oficial. Ella debería haber sabido que era ilegal ... no yo.
-Pero aún…
-Si la atrapaba, ella sería la que estuviera en problemas, no yo -Y me di cuenta de que Irina se merecía a alguien mejor.
¿Esperar, qué?
-Alguien que podría quererla de verdad y podría follarla realmente bien. No una llorona como Sonya.-
...
-Entonces tuve sexo con ella. Necesitaba hacerlo para saber si todavía podía estar a la altura. La casta Sonya se convirtió en la putita. Y cuando me visitaba en la habitación del hospital, tenía sexo con ella justo debajo de las cámaras para que Irina pudiera verlo.-
...
-Sabía que ella era la encargada de revisar las grabaciones en ese momento y pensé que si nos veía y le decía al viejo Shapovalov, Sonya sería despedida. Y luego, el viejo estaría aún más inclinado a ver a Irina como la directora. Pero Irina tardó meses en hacer eso. Fue solo cuando Shapovalov anunció que el nuevo director era el Dr. Putin y cuando Irina le dijo sobre mí y Sonya, ya era demasiado tarde.
...
-Cuando escuché que le hijo de puta de Boris, era el director, me enojé. ¿Cómo podría Irina hacerse eso a sí misma? ¿Cómo podría hacer eso conmigo? Estaba contando los días en que Irina asumiría la posición de esta madriguera, ¡pero no! ¡Oh no! Irina la pendeja, no quería regañar a su novia llorona por su estúpido sentido de rectitud.
¡Porque quería darle una segunda oportunidad!
...
-Bueno, eso la hizo perder su oportunidad. ¡Me hizo perder mi oportunidad! ¡Hizo que todos perdieran su oportunidad! Ella me había dicho que en el Asilo no firmaban documentos para que los internos fueran transferidos. Y que ella, siendo la directora, estaría dispuesta a hacer eso. ¡Irina como directora era la única que podía sacarnos de este lugar! ¡Pero Irina tiró todo eso por un caño!
...
-Dos años, Doc! ¡Dos años de espera, arrojados a la basura porque Irina no pudo alejarse de Sonya! Dios, ¡estaba tan enojada ese día! ¡Ojalá Irina me hubiera matado para no tener que volver a mirar su estúpida cara!
-Pero esa mujer no podría tener la decencia de hacer eso. ¡Oh no! Ella me dejó vivir! ¡Ella me dejó vivir para que yo pudiera quedar atrapada aquí, atrapada en estas paredes, usando este jodido mono!
Fue entonces cuando mis sentidos parecieron estar nuevamente en su lugar. Y eso solo sucedió porque oí un grito ahogado fuera de la celda. Tanto Yulia como yo abrimos los ojos un poco más.
-Irina ...? -
Un beso chicas!!
A leer!!!
CAPITULO 19: CONFRONTACIÓN
Cerré mis ojos mientras me acostaba en mi cama. Mi corazón latía ansiosamente después de lo que pasó ese día. Ella me besó. Yulia Volkova me había besado. Mi cabeza se estaba volviendo loca pensando en ello. ¿Acaso ella siente algo por mí? ¿Me quiere tanto como yo a ella? ¿Solo me besó a manera de agradecimiento? ¿Eso fue todo menos un beso de gratitud?
De todas maneras podía imaginar a Yulia besándome, seguramente no era la primera vez que se me venía a la mente. Tenía fantasías con ella antes. Imaginaba que me besaba de manera brusca y dominante, lo que luego llevaría a otra cosa, pero ese no era el caso. Ella me había besado suavemente, para agradecerme por todo lo que hice hasta ahora. Tal vez no sentía que las palabras fueran suficientes y dio un paso más allá y decidió besarme. Cualquiera sea el caso, realmente lo disfruté.
Ese momento fue muy corto pero a la vez tan increíble. Todo parecía estar en su lugar porque Yulia estaba allí conmigo. Todo parecía ser mejor porque ella estaba allí a mi lado. La calidez en sus ojos, la suavidad de sus dedos... fue simplemente increíble. Me hizo ir a la luna, incluso con tan solo un beso suave. Me hizo sonreír de pura felicidad.
Moví mi cabeza mientras escuchaba mi teléfono vibrar. Alguien me estaba llamando. Lo levanté, mis ojos se abrieron de par en par cuando vi que quien llamaba era Irina. Mi pulgar presionó rápidamente el botón verde.
-Hola...-
-¿Doctora? Hola, lamento llamarte ... pero ...-
-Irina? Dios mío... ¿Dónde has estado? ¿Estás bien?-
-¿Podrías...uh ... abrir la puerta, por favor? -
Sentí que mi corazón corría más rápido por alguna razón. - Si seguro. Espera un segundo.- dije, terminando la llamada y levantándome de mi cama para ir a la sala de estar y abrir la puerta, sin importarme que estuviera en pijama lista para dormir.
Abrí la puerta, dejando entrar a Irina. Su rostro estaba limpio, pero también estaba al tanto de que tenía sus ojos ligeramente hinchados, claramente había llorado. -¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Dónde fuiste?-
-Estoy bien, doctora - Asintió con la cabeza rápidamente descartando mi pregunta. -Lamento venir tan tarde.-
-Está bien. ¿Qué pasó? ¿Por qué desapareciste así de pronto?
Irina vaciló antes de suspirar. -No estaba... sintiéndome bien - Sentí que mi corazón se retorcía dentro de mi pecho e intentaba hacer que se sintiera un poco mejor. La abracé, dejando que mi barbilla descansara sobre su hombro.
-Por favor, dime que no te rindes.- dije, cerrando los ojos, rezando por ello.
-No lo hice.- Negó y suspiré aliviada. -Aún no.-
-¿Aún no? - Le pregunté preocupada.
-Pensé hacer eso, por un momento. Todo el día estuve tratando de entender mi vida.
-¿Entender tu vida? - La miré.
-Sí. Realmente pensé qué sería de mi vida si renuncio. Que debería hacer. He estado en esa instalación por mucho tiempo, casi cinco años, y no creo que pueda estar en otro lado. Sin embargo, al mismo tiempo, me siento extremadamente agotada. Es como si no pudiera soportar más ese lugar y su gente por más tiempo. Sentí que iba a explotar.-
-Lo siento, Irina. Están sucediendo muchas cosas ahora. Debe ser realmente duro para ti.-
-Por eso pensé en dejarlo. Estaba cansada de todo. Yo quería irme por un minuto. Quería salir de ese lugar y comenzar de nuevo en uno diferente. Un lugar donde la gente no necesitara mentirme. Donde la gente podría quererme.-
-Irina...-
-Pero entonces... ella... comenzó a decir esas cosas.- Estaba consciente de que estaba hablando de Yulia y de cómo reaccionó al ver a Irina marcharse. - Escuchando cosas que nunca pensé que ella me gritaría. No entendí exactamente lo que estaba diciendo esa vez, no tenía ningún sentido en absoluto. Pero lo único que hizo eco en mi cerebro fue que... Ella me llamó... amiga.-
La miré. -No entiendo, doc. ¿Cómo puede llamarme amiga cuando me engañó con mi novia en mis narices? ¿Acaso es una broma? -
No sabía qué decir.
-¿Soy simplemente un chiste para ella?
-¡No! Irina...-
-¿Cómo podría hacerme esto? ¿Cómo puede traicionarme y llamarme amiga, doctora?
-No lo sé.-
- Realmente quería renunciar, ¿sabes? La forma en que cuidas de ella. La forma en que la miras... - Tragué saliva, sintiendo mi cuerpo tensarse.
Estoy jodida. Sabe quién soy. Si Irina le cuenta al Dr. Boris lo que siento por Yulia, puede ser mi final. El final de mi carrera, ya que podría perder mi licencia médica, y el final de la vida de Yulia. Irina puede ser mi amiga, pero si ella supiera lo que realmente siento por Yulia... está en su deber de informarle al Dr. Putin lo que está pasando.
-No me gusta Yulia - Intenté negarlo.
Ella bufó. -Ya lo he visto antes, doctora. No fue diferente con Sonya.-
-Yo no soy Sonya.- repliqué, alejándome de ella.
-Sonya me mintió. Yulia me mintió. Y ahora me estás mintiendo tú. Parece que todos me mienten.-
Mis ojos se abrieron rápidamente cuando escuché eso. ¿Por qué me recordaba eso a Yulia?
- Te has enamorado de ella al igual que Sonya. Traté de advertirte pero no me escuchaste - Aparté la vista, tragué el nudo en mi garganta.
-No, tú estás equivocada. No me he enamorado de Yulia - Negué con la cabeza, sintiendo que se me encogía el corazón porque todavía podía recordar el toque de sus dedos en mis mejillas. Todavía podía sentir el sabor de sus labios en los míos.
Ella suspiró, acercándose a mí y descansando sus manos sobre mis hombros. -Ha pasado un tiempo, doctora, todo lo que haces ... lo haces por Yulia - Sin vergüenza, lloré una lágrima. Quiero decirlo, lo sé. Sé que me gusta esa mujer. Pienso en ella constantemente y solo tenerla cerca de mí era suficiente para alegrar mis días. Sé que estoy jodida, perdida en sentimientos por esa reclusa.
-¿Vas a delatarme? - Le pregunté mirando al piso. - ¿Vas a reportarme con el Dr Boris? -
Ella se burló. -No te traje para que pierdas tu licencia médica, Lena - Levanté mis ojos hacia ella. -Yo sabía lo que estaba pasando. Sabía que desde que comenzaste a visitarla a su celda esas mañanas, sabía que te enamorarías de ella en solo cuestión de tiempo - Lloré de nuevo. -Solo esperaba que no lo hicieras. Traté de detenerte, pero terminaste haciéndolo de todos modos - Ella rió entre dientes.
-Irina...-
-Además, si puedes mantener mi secreto, yo también puedo conservar el tuyo.-
Me reí, aun llorando, y abracé fuertemente a la mujer más alta que estaba frente a mí. -Gracias, Irina...-
-Solo... ten cuidado, ¿de acuerdo? No dejes que los demás lo sepan, y lo más importante... -Hizo una pausa y me hizo prestar más atención a lo que estaba a punto de decir-. -Ten cuidado con ella.- Eso hizo que mi corazón se enloqueciera dentro de mi pecho, porque después de ese beso, no sé cómo la miraría. -Sé que no me crees. Sé que todo lo que voy a decir te entrará por un oído y te saldrá por el otro ... Pero ella es capaz de usar tus sentimientos para seducirte y, ya sabes, conseguir algo. Tal vez eso es todo lo que está buscando - Cierro los ojos, rezando para que eso sea una mentira. -Así que ten cuidado.-
Asentí, reconociendo que realmente estaba tratando de ayudarme. -Gracias, Irina.- Traté de mostrar mi gratitud. Sé que Irina estaba tratando de poner algo de sentido en mi cabeza. Y se sintió bien saber que había alguien que se preocupaba por mí.
-No hay problema, Doc.-
-No puedo creer que solía pensar que eras una idiota.-
Ella se rió entre dientes. -Estoy acostumbrada - Sentí que mi corazón se contraía de nuevo.
-Lo siento mucho, Irina ...-
-¿Por qué?-
-Porque habrán personas que te juzgan mal, dirán cosas hirientes... debe ser horrible.-
-Está bien - Nos quedamos en silencio por un momento mientras me sorprendía a mí misma pensando en lo que acababa de decirme.
-Eso fue ... - Dudé por un momento. No quería enojarla. Es un tema delicado y hasta la fecha, todavía le duele - ¿Eso es todo lo que pasó con Yulia y con Sonya? - Le pregunté, mirando el suelo, evitando sus orbes todo el tiempo.
-¡Por supuesto que sí! Ella solo quería unos cuantos polvos, unir los puntos. Ella notó que Sonya era un objetivo fácil. Así como tú.
Di un paso atrás, sintiendo sus palabras tener un peso extra en mí.
-Lo siento, doctora ... pero ... no creerás que esa reclusa realmente te quiera, ¿verdad? -
No respondí e Irina tomó ese breve silencio como una afirmación. -¿Vos si?-
-Yo...-
-No, no, no ... Doc, escúchame ...- Ella ahuecó mi cara y me alejé más de ella, sin querer escuchar realmente. -Doctora...-
-Yulia no es totalmente sincera acerca de sus sentimientos. Pero eso no significa que ella no sienta nada. Cuando a ella le gusta alguien, realmente no se abre camino para tratar de decirles lo que siente - Yo respondí. Quería mantener una pequeña esperanza de que a Yulia le gustara, no me gustaba pensar que ella me estaba utilizando de esa manera.
-¡Sólo porque quiere que vuelvas con ella, no significa que le gustas en ese sentido, Lena!
Ah, ahora ella volvía a llamarme Lena. Odiaba eso. Irina siempre me llamaba Lena cuando quería expresar su opinión. Yulia me llamaba Lena... cuando estaba agradecida conmigo.
-Me trajiste de nuevo al asilo ...- comencé. -Me trajiste para cuidar de ella. Porque sabías que ella dejaría de matar una vez que yo llegara allí, ¿no?
-Sí.-
-No estabas pensando en la vida de Yulia cuando hablaste con Lyudmila Shapovalova. Estabas pensando en tu trabajo. Que te quedarías sin empleo si cerraban el asilo.
-¿De Verdad? ¿Vas a llamarme egoísta ahora?
-¿Dónde terminarán todos esos oficiales, médicos y presos? Te preguntaste eso a ti misma? Porque seguramente sería una desgracia si tanta gente pierde sus trabajos. Tienen familias que apoyar, impuestos y cuentas por pagar. Entiendo que…y no te estoy llamando egoísta.-
-Entonces ... ¿por qué estás enojada conmigo?
-¡Porque estás atrapada en tus conceptos erróneos sobre Yulia!
-Mis conceptos? -
-¿Por qué es difícil creer que Yulia podría estar diciendo la verdad? ¿Por qué es difícil creer que realmente podría querer a alguien? ¿Alguien como yo?-
-Porque ella no lo hace! Ella es una mentirosa! ¡Una tramposa!-
Las personas siempre... me dejan. ¿Por qué siempre me dejan, doctora? ¿Qué está mal conmigo? ¿Por qué no pueden quedarse ... a mi lado? - Recordé sus lágrimas.
-Intentaste matarla una vez, ¿verdad? - Pregunté, mirando el piso bajo mis pies. -Me lo dijiste. Estabas enojada y casi la mataste ...- comencé, tratando de explicarme. -Pero ... ella está ... aquí ... sintiéndote como una amiga.- Levanté mis ojos hacia los suyos. -A pesar de todo, Yulia no te odia. Le gustas, Irina. ¿Por qué otra razón ella te suplicaría que no la dejaras? ¿Por qué otra razón podría pedirte que te quedes con ella?
-Ella está loca-
-Ella no estaba mintiendo - Negué con la cabeza. -Y tú sabes que ella no lo hacía. Podrías sentirlo, ¿verdad? - Ella se quedó en silencio. - Por eso estabas llorando. Porque aunque querías renunciar, allí estaba Yulia pidiéndote que te quedaras, después de todo lo que has pasado. Yulia te hizo mal, y ella sabe que lo que hizo estuvo mal.
La escuché olisquear. -Y si hablas con ella ... sobre eso ... tal vez ... eso te hará sentir mejor.-
-¿Qué? - Su mirada incrédula alejó su enojo. Ella no estaba muy interesada en hacer eso.
-Habla con Yulia.-
-¿Acerca de qué?-
-Sonya.-
-¿Por qué debería hablar con ella al respecto? ¿Para qué entonces vuelva a hacer una de sus estúpidas bromas y se ría de mí?
-¡No! Irina, creo que estás viendo esto de la manera incorrecta.-
-¿De manera incorrecta?-
De hecho, siento que gran parte de las luchas de Irina podrían haber desaparecido si ella solo ... hablara con Yulia al respecto.
-Me dijiste que no podías entender por qué te engañó ... bueno ... ¿por qué no le preguntas a ella?
- ¿Por qué estás planteando esto ahora? -
Miré al piso, tratando de organizar mis pensamientos. -Mira, sé que es difícil ... y bueno ... hiriente. Pero ... uh ...-
-No puedo creer que hayamos vuelto a esto.- Se burló enojada. -No vine hasta aquí para que me diga cómo debo perdonar a esa loca por hacer lo que hizo.-
-No estoy diciendo eso. Solo te estoy aconsejando que hables sobre eso. No se trata de perdonarla ...-
-Adiós, doctora.-
-Irina ... - Traté de detenerla pero ella me ignoró por completo, dejando mi apartamento con bastante enojo, cuando oí el ruido sordo de la puerta que se cerraba.
Exhalé, sintiéndome mal conmigo misma. Tal vez debería aprender a callar para no lastimar a la gente. Irina había ido a mi casa para hablar, para aliviar sus problemas, y la aparté con un problema que sabía que era una carga. Está dispuesta a ocultar mi secreto a los demás y lo único que hice fue presionarla para que hiciera algo que sabía que nunca haría.
Me tragué el nudo en la garganta y, con pasos lentos, caminé hacia mi habitación. Acostada en la cama, seguí pensando en nuestra breve conversación. "¡No puedes esperar a que le gustes en la misma medida, Lena!"
Por qué? ¿Por qué no puedo? Yulia me besó. Eso fue un indicativo de sus sentimientos, ¿no? 'Ella es capaz de usar tus sentimientos para seducirte y sabes, conseguir algo'.
¿Eso era lo que ella estaba haciendo? Me refiero a que Yulia está en ese lugar por más de cinco años, y debe sentirse sola. Es común tener privaciones sexuales. Entonces, en ese sentido, besarme más o menos debido a la frustración sexual, sería la salida más fácil. En ese momento, ella podría seducirme para que poder obtener algo. Pero no lo hizo. Ella me besó porque confió en mí. Ella me besó porque estaba feliz de verme. Ella me besó porque estaba allí con ella. Porque me importaba Fue un beso breve y gentil, pero ese beso simple y corto se sintió mucho mejor que uno caliente. Ese beso tenía mucho más significado que cualquier gesto de ella. Porque, sobre todo, me sentía como si fuera especial.
Se siente genial.
Se siente genial ser especial con alguien. Especialmente, con alguien como Yulia.
~~ * ~~
Cerré los ojos mientras estaba detrás de la puerta. Mi corazón latiendo ansiosamente después de recordar una vez más lo que sucedió el día anterior. Ella me besó.
-¿Está bien, doctora Katina? - Escuché la voz del oficial Fyodor hacerse eco en mis oídos llamando mi atención. Pero por mucho que haya disfrutado ese beso. Por mucho que quisiera que ella me volviera a besar, sé que no puedo permitir que eso suceda. No importa qué, no traspasaré mi muro profesional. Pase lo que pase, no pensaré en ese beso. Lo olvidaré. Fingiré que nunca había sucedido.
Estoy aquí para cuidar a Yulia y no puedo cometer ningún otro error. Necesito ser cautelosa. Si un oficial sabe lo que sucedió, es su trabajo denunciarme. Y si me reportan, allí va mi licencia médica, ahí va Yulia; siendo ejecutada.
-Doctora Katina? -
-Estoy bien, oficial - Dije abriendo mis ojos, sonriéndole. Él asintió con la cabeza, agarrando rápidamente el llavero en su cinturón y abriendo la puerta de su celda.
Respiré, tratando de ser fuerte y firme en lo que tenía que hacer.
Cuando el oficial abrió la puerta, haciendo un fuerte crujido, entré en esa celda. Todos los recuerdos regresaban a mi mente. Miré a mi alrededor ya que no tuve mucho tiempo para hacerlo anoche. Ya no estaban los dibujos en la pared, las palabras estaban tachadas y la pared que solía tener un poco de arte ahora era aburrida. Su estante había reunido un poco de polvo y los libros y acertijos habían desaparecido. Tal vez los oficiales se los habían llevado cuando la enviaron a la UES. Lo único que contenía su estante era su camiseta blanca normal y su infame mono naranja.
Miré a su dirección, y la encontré durmiendo en su cama. Sonreí tímidamente, mientras mis ojos se fijaban en sus rasgos faciales. Ella era realmente bonita. Incluso sin maquillaje, tenía esa mirada juvenil a pesar de todo lo que había pasado. Ella era una de las pocas personas que conozco que pueden parecer extremadamente adorables y bellas al mismo tiempo. Caminé hacia su cama, y solo para asegurarme de que todo estaba bien, presioné dos dedos en su muñeca para medir su pulso. Todo marchaba bien.
-Yulia...- Llamé, no tan fuerte, tratando de despertarla sin problemas. -Yulia...- La llamé de nuevo, suavemente, cepillando un poco su pelo detrás de su oreja. Ella se movió de su somnolencia, parpadeando un par de veces para recuperar el enfoque. Sonreí, sintiéndome instantáneamente más ligera, tan pronto como sus expresivos ojos se fijaron en los míos. -Hola ...- Ella no respondió, solo bostezó en mi dirección. Lo siento, me reí silenciosamente, disculpándome por mi perturbación. -Pero ... eh ... es hora de levantarse.-
Ella asintió y se sentó en el colchón. Cogí la silla de ruedas junto a su cama y la dejé de lado, sin perder tiempo en ayudarla a levantarse y caminar hacia ella. Le di el uniforme naranja del estante y la llevé al centro médico para que tomara su baño matutino.
Durante todo el viaje, Yulia guardó silencio, habían muchas cosas que quería preguntarle, pero decidí respetar su silencio y también guardarlo. Además, no es como si pudiera hablar con ella estando el oficial Kuznetsov a la vuelta de la esquina. Así que tuve que esperar hasta que estuviéramos solas.
Después de obtener algunos productos higiénicos con el comisario nuevamente, nos dirigimos a las duchas. Saludé al oficial Dima cuando lo encontré saliendo del lugar. Las duchas en el Centro Médico eran más ordenadas que las reservadas para los presos en la penitenciaría. Los puestos eran privados y el agua caliente era uno de los lujos proporcionados.
Traté de ayudarla a desvestirse, pero ella se negó de nuevo. - Sí, doctora. Deténgase. Puedo hacerlo por mi cuenta - Caminó hacia uno de los últimos puestos del lugar, cerrándolo y colgando cuidadosamente su ropa en la parte superior de la puerta.
Asentí y decidí esperar a que ella terminara, sentándome en uno de los bancos del área de la ducha. Traté de calmar mi corazón palpitante, cerrando los ojos. Mis palmas comenzaron a sudar ya que el sonido de la ducha estaba encendido constantemente. Ella estaba allí, a metros de mí ahora, completamente desnuda, bajo la ducha. Y estaba tratando de decirle a mi mente, que se olvidara de eso.
-Gracias por volver, doctora Katina.- Escuché al oficial Dima decir a mi lado. Abrí los ojos y lo vi sentado en el banco esperando a que ella también terminara.
-Debería agradecerle a la oficial Irina. Ella me trajo de vuelta.- Dije, preguntándome dónde estaría, si todavía estaba enojada conmigo después de nuestra charla de anoche.
Él asintió con la cabeza. -Puedo hacer eso cuando la vea.-
-¿Cómo está tu esposa? ¿Conseguió muchos papeles? - pregunté con curiosidad, recordando que su esposa es actriz.
-Sí, ella está bien. Ha estado pidiéndome que renuncie. Ya sabe, dada la noticia de todos los médicos que han muerto y heridos... Ella siente que no estoy a salvo.
Tragué saliva, entendiendo los sentimientos de la mujer. -Y está embarazada ahora.- añadió.
Levanté las cejas, muy sorprendida por la noticia repentina. -Oh, ¿de verdad? - Asintió con la cabeza, sonrojándose un poco. Lo encontré bastante lindo.
-No sé si estoy listo, doctora. Ya sabe, para ser padre.-
-Es normal sentirse de esa manera. Pero no te preocupes, estoy segura de que serás un buen padre.
-¿Cree que debería dejar de fumar, doctora?
Eso no dependía de mí. - Creo que deberías resolver tu vida. ¿Te gusta trabajar aquí? ¿Disfrutas el lugar y su gente? Tal vez ... pero quedarse solo por el salario, no es digno.-
-Lo sé - Él suspiró - Y ahora que Volkova ha vuelto a su yo habitual, siento que estoy más en peligro que antes.
No me gustó que dijera eso. -¿Así se siente? ¿Por qué?-
- Volkova es una loca. Está a un paso de arruinar la vida de todos.
Tragué saliva, sintiéndome horrible - Bueno, si tú crees eso, entonces, me temo que encontró s respuesta, oficial - Dije tratando de darle una sonrisa, incluso si era una falsa.
Parecía estar de acuerdo con eso - Supongo que sí ... Gracias, doctora - Asentí.
Miró su reloj para verificar la hora. -¡LLEVAS MUCHO TIEMPO EN LA DUCHA, VOLKOVA! - Gritó haciéndome estremecerme un poco ante el volumen repentino de su voz.
~~ * ~~
-¿Estás bien? - Pregunté al ver que ella estaba en silencio esa mañana. He recogido un sándwich y leche para su desayuno, pero ella no se movió para comérselo. Ella miraba hacia abajo, torciendo los labios. - ¿Qué pasa? -
-Nada.-
-Estás inusualmente... tranquila - No sé si fue por lo que le sucedió mientras estuve fuera, pero parecía diferente a la de antes. Pensé que ella estaría de vuelta a su yo habitual ahora que estaba aquí, pero no. Había algo diferente. En cierto modo, me preguntaba si ese era la verdadera Yulia.
Ella suspiró. -No me siento ... bien - Hablaba en tono monótono.
- ¿Qué pasa? -
Ella se inclinó aún más, acercándose a mí. -¿Por qué me miran?
Rodeé el refectorio rápidamente con mis ojos y vi a todos los oficiales y doctores mirándonos profundamente. Algunos de ellos estaban aún más lejos, tratando de estar lo más lejos posible de ella. En el momento en que Yulia y yo entramos en ese lugar, todo quedó en silencio y todas las miradas se volvieron rápidamente hacia nosotras. Traté de ignorarlo, pero estaba clara que eso incomodaba a Yulia.
Incluso noté que un oficial apoyaba su mano en su arma por si acaso.
-Estás fuera de UES.- Dije tratando de ser considerada. -Y ... eh ... ellos ... realmente no confían en ti.-
- Nunca lo hicieron. Pero ellos no me miraban así antes.
-Solo están preocupados.-
-¿Preocupados por qué?-
-Has herido a alguien.-
-No voy a hacerte daño - Eso hizo que mi corazón latiera con orgullo. La esquina de mis labios se curvó ligeramente hacia arriba, pintando una tímida sonrisa. Pareció que en ese momento todos mis sensores se agudizaron cuando su aroma invadió mi nariz.
-Sin embargo ... solo son ... cautelosos.- dije. -Ahora, come tu desayuno ...-
-No tengo hambre - Ella se despidió, alejando la silla de la mesa.
-Yulia ...- Me levanté, sin olvidarme de recoger el sándwich y la leche conmigo, siguiéndola detrás. Ella se dirigió al patio y parecía que quería regresar a su celda, pero rápidamente la alcancé y la detuve. -No, Yulia ... para. No pasarás todo el día en esa celda.-
-No quiero salir hoy, doctora.
-Bueno, no se trata de lo que quieres ahora, se trata de lo que necesitas. Necesitas tu desayuno. Necesitas hacer ejercicio. Necesitas estar fuera de esa celda.-
-Quiero estar sola.- Ok, eso me lastimó en pedazos.
-Estabas sola durante tres semanas en la UES. Sé que no quieres estar sola. Realmente no quieres que me vaya.-
Ella bajó la cabeza y supe que estaba cediendo. Estiré los brazos, ofreciéndole el sándwich y la leche, que finalmente aceptó. La llevé cerca de un árbol, el mismo árbol donde solía sentarse para dibujar algunos de sus dibujos, y sin importarme demasiado, me senté en la hierba junto a ella. En silencio, Yulia comenzó a comer su sándwich.
-¿Qué te molestaba? Dime.- pregunté suavemente, sacando algo de la hierba del suelo con ansiedad.
Ella no me lo dijo. Se comió todo el emparedado en silencio ignorándome por completo. Exhalé, preguntándome qué podría haberla molestado así.
-Yo ... lo escuché.- Dijo de repente. Abrí los ojos, mirándola - Tú y el Sr. Dyrbov hablando. En la ducha.-
-Fue porque te llamó loca, Yulia? - Traté de descifrar qué le molestaba de esa conversación. Y bueno, ser llamada así, nunca es algo de lo que se pueda estar orgulloso.
-Va a renunciar - Fruncí el ceño, sin entender su reacción.
-Bueno, pronto será padre. Él tendrá responsabilidades ahora ... y necesita tener cuidado en su trabajo ... porque ...-
-Podría matarlo ...- Dijo en voz baja. Cerré los ojos, sintiendo que mi corazón palpitaba más fuerte.
-Solo es ... será ... -
-Cauteloso.- Ella terminó mi propia oración, un poco incómoda.
-Yulia ...-
-Lena ...- Mi corazón latió aún más rápido al escuchar que me llamaba así. Sí. Definitivamente era diferente como lo hacía Irina. Definitivamente mejor. Definitivamente más encantador. Definitivamente más agradable para los oídos.
-Sí...-
-¿Por qué ... se van todos? - Era como si el mundo hubiera dejado de girar. Me atrapó en silencio, tratando de entender que estaba lidiando con eso, por qué aquello había tenido un gran impacto en ella. Mi corazón se contrajo cuando pienso en cómo debería sentirse ahora, sabiendo que ella es completamente vulnerable a esas situaciones.
-Lo siento...-
-¿Qué está pasando? - Y fue entonces cuando caí en cuenta. Yulia pasó muchos días en la UES, completamente aislada del mundo. No creo que ella sepa que el Asilo está a punto de ser cerrado. No creo que ella sepa que corre el riesgo de ser ejecutada si algo sale mal y ella lesiona a alguien. Tal vez el Dr Putin no quería que ella lo supiera. Él la quiere muerta. Entonces, mejor no decirle, ya que así lastimaría a la gente y se sentenciaría a sí misma a la muerte.
-Huh ... El asilo está ...- Exhalé, tratando de organizar mis pensamientos de la mejor manera posible. -Está enfrentando demandas en la corte por ... la gente ... que has ... matado - Saqué más hierba del suelo. -Sus familias están pidiendo que las instalaciones sean cerradas. Y algunos oficiales se van porque no sienten que el Asilo es seguro. Muchos creen que sus trabajos están en riesgo ahora, por lo que prefieren renunciar y buscar un trabajo nuevo y más seguro antes de ...-
-Les arruino la vida de todos.-
-Yulia ...- Quería abrazarla, para consolarla de alguna manera, pero terminé tirando de más césped de la frustración. Ella guardó silencio por un momento.
-Lo siento, Doc.- Ella se disculpó. -Disculpe toda la mierda que estoy causando.-
-No me estás haciendo pasar un mal momento - Negué, sacudiendo mi cabeza de lado. -Nunca lo hiciste. No necesitas disculparte.-
-Yo… - Lo que sea que estaba a punto de decir no lo dijo porque de repente Irina acaba de aparecer frente a nosotras, con su uniforme de oficial muy ordenado, agarrando a Yulia por el cuello de su mono naranja y acercándola para enfrentarla cara a cara.
-Irina ...- Me levanté del suelo, inmediatamente.
-¿Por qué? - Le preguntó a Yulia, con la voz helada. ¿Por qué me llamas amiga?
-Irina ...- Sentí mi corazón apretarse.
-Shh, querías que yo le preguntara, ¿verdad, Lena? ¡Ahora, estoy preguntando! ¡Dime, interna! ¿Por qué hiciste eso?-
Yulia parpadeó, sin responder a su pregunta. Irina lo intentó una vez más. -¿Por qué? ¿Por qué hiciste eso conmigo? ¿Por qué me engañaste?
Ella no respondió. Se mantuvo en silencio, mirando a otro lado, esquivando la mirada de Irina.
-Irina, déjala ir ...-
-¿Por qué te follaste a mi novia? - Tragué saliva completamente incómoda. - ¡Responda, interna! Merezco saberlo - La sacudió furiosa por el cuello.
-Porque yo quería.- Cerré los ojos, escuchando los latidos de mi corazón. De todas las respuestas que esperaba, esa era la única que no quería escuchar de ella.
Irina se burló, dolida y sarcásticamente. -¿Y todavía te atreves a llamarme amiga? Vete a la mierda, pequeña basura! - Irina la tiró, enojada en el suelo. Me arrodillé junto a Yulia, tratando de ayudarla a ponerse de pie. -¡Eres una mentirosa, una traidora! ¡Es por eso que no tienes a nadie que esté ahí por ti! ¡Porque los apuñalas por sus espaldas!
-Irina ...- Llamé, pidiéndole que se detuviera.
-¡Sólo eres una maldita egoísta! ¡No puedo creer que te haya considerado mi amiga una vez! ¡No puedo creer que haya confiado en ti! - Yulia aún no decía una palabra, pero mi corazón se extrañó cuando noté una lágrima silenciosa en sus mejillas.
-Irina, basta.-
-¿Detener qué? ¡Querías que le dijera lo que realmente es esta basura! ¡Deberías saberlo, Lena! Deberías saber que ella hará lo mismo contigo. Ella te apuñalará por la espalda y se reirá en tu cara.-
-Vete, Irina ...-
-Ah, ¿ahora quieres que me vaya? ¿Dónde está esa doctora que dijo que tenía que enfrentar mis dificultades?
-Estás haciendo todo mal.
-Oh, ¿lo estoy? ¿Por qué? ¿Porque tu jodida paciente larga lágrimas falsas? - Lo soltó con enojo. -¿Es eso lo que quieres, interna? ¿Qué tu doctora se compadezca de ti?
Y mi mandíbula cayó cuando de repente, Irina le escupió el rostro. –Una más, interna! ¡Ten más para que ella se apiade de ti!
-Irina ...-
- ¿Ves, pedazo de mierda? Tú médico está realmente conmovido en este momento...-
-¿Cuál es tu maldito problema? - Grité enojada, alejándola.
-Doc ...- Mis ojos se abrieron más cuando escuché que me llamaba. Me volteé hacia ella. -Puedo ... yo ... puedo volver a mi celda ...? -
-Yulia ...-
-Por favor.- Ella mantuvo su cabeza baja. Y algo me decía que estaba haciendo eso para ocultar sus lágrimas. Estaba atrapada entre calmar a Irina o llevar a Yulia a su celda.
Tragué el nudo en mi garganta y asentí con la cabeza, ayudándola a sentarse en la silla de ruedas. Ella usó la manga de su uniforme para limpiar el escupitajo de su cara sin decir nada. Le di una última mirada a Irina y comencé a empujar su silla hacia la Penitenciaría.
Todo lo que quería era que Irina hablara con Yulia sobre sus dificultades, pero no así. Eso no sirvió de nada. Simplemente empeoró las cosas.
~~ * ~~
-Lo siento.- Me disculpé en nombre de Irina después de que Yulia se sentara, con la cara lavada y limpia de lágrimas y saliva. Se arrastró hasta la pared detrás de ella, apoyando su cabeza contra ella. Suspiré y ligeramente torpe, me permití sentarme en la punta de su cama. -Ella está ... simplemente enojada ... Ella no lo decía en serio.-
-Lo hizo.- Apreté los dientes. -Está bien, Doc.-
-¿Por qué lo hiciste? - Decidí preguntarle. Mi voz baja y llena de tristeza por lo que realmente me diría. -Por qué lo hiciste...-
-¿Por qué me cogí a su novia? - Los escalofríos bajaron por mi espina dorsal. Por favor, no me digas que fue ...
-Porque yo quería.-
Tragué saliva, sintiendo realmente una lágrima salir por el rabillo del ojo. -Como pudiste…? Ella era ... la novia de Irina ...-
-A ella nunca le gustó Irina.-
Mis ojos se agrandaron. Los golpes de mi corazón fueron cada vez más fuertes. -¿Qué?-
-Cuando llegó Sonya, me acercaba a ella durante el tiempo de recreación, para hablar con y saber más sobre ella. Cuando descubrí que era homosexual, le pedí que conociera a Irina, para ver si podían salir juntas. Irina estaba pasando por un momento difícil, estaba sola y totalmente incómoda por estar cerca de hombres aquí. Y estaba profundamente en negación sobre su sexualidad. Conocí a chicas como Irina antes. Y Sonya era todo lo contrario. Ella era homosexual y nunca tuvo miedo de esconderlo. Sentí que le haría bien a Irina si esas dos pudieran llevarse bien. Así que insistí en que Sonya conociera mejor a Irina, que saliera con ella después del trabajo y todo ese rollo - Solo entonces me di cuenta de que había apretado mis puños con fuerza, sintiendo las sábanas blancas entre mis dedos.
-No le llevó mucho tiempo a Irina enamorarse de Sonya. Tal vez debido a que Sonya estaba abierta sobre sí misma, tal vez debido a que ella era bastante despreocupada y divertida y eso es lo que Irina necesitaba en ese momento, no lo sé. Como sea, cuando Irina confesó sus sentimientos a Sonya, la chica dijo que ella sentía lo mismo, pero en realidad no era así. Irina se enamoró demasiado rápido y Sonya no la quería como ella pensaba.-
Cerré los ojos, sintiendo esas palabras ganar tanto peso en mí.
-Sonya era libre, soltera y tenía mucha experiencia relaciones a pesar de que ella era más joven. Ella aceptó salir con Irina porque pensó que la idea de salir con una compañera oficial era lo suficientemente candente y que eso le daría algunas ventajas.
Mi corazón comenzó a latir más rápido. No emocionado. Enojada.
-Pero Irina no quería que nadie supiera de ellas. Temía que el Shapovalov pudiera despedirla por eso. A Sonya no le gustó eso. Ella no recibía ninguna felicitación por su trabajo, Irina sí. Irina siempre fue más profesional que Sonya. Luego promovieron a Irina, y eso molestó a Sonya. Ella comenzó a ponerse celosa. ¿Por qué? ¿Por qué un ascenso para Irina y a mí no? Sonya comenzó a quejarse.-
Mis agallas parecían haber sido golpeadas. No puedo creer No puedo creer lo infantil y egoísta que era esa persona. Jesús. ¿Cómo diablos Irina se enamoró de esa mujer? ¿Por qué?
Después del ascenso de Irina, Sonya comenzó a estar aún más cerca de mí. Y después de un tiempo, noté su aspecto, sonrisas y coqueteo. ¿Qué podría haber hecho, Doc? -
Me quedé en silencio, parpadeando.
-Ella era la novia de Irina.- Lo enunció. - Ella era la que debería serle fiel a Irina, no yo.
-Pero aún…
-Ella es una oficial. Ella debería haber sabido que era ilegal ... no yo.
-Pero aún…
-Si la atrapaba, ella sería la que estuviera en problemas, no yo -Y me di cuenta de que Irina se merecía a alguien mejor.
¿Esperar, qué?
-Alguien que podría quererla de verdad y podría follarla realmente bien. No una llorona como Sonya.-
...
-Entonces tuve sexo con ella. Necesitaba hacerlo para saber si todavía podía estar a la altura. La casta Sonya se convirtió en la putita. Y cuando me visitaba en la habitación del hospital, tenía sexo con ella justo debajo de las cámaras para que Irina pudiera verlo.-
...
-Sabía que ella era la encargada de revisar las grabaciones en ese momento y pensé que si nos veía y le decía al viejo Shapovalov, Sonya sería despedida. Y luego, el viejo estaría aún más inclinado a ver a Irina como la directora. Pero Irina tardó meses en hacer eso. Fue solo cuando Shapovalov anunció que el nuevo director era el Dr. Putin y cuando Irina le dijo sobre mí y Sonya, ya era demasiado tarde.
...
-Cuando escuché que le hijo de puta de Boris, era el director, me enojé. ¿Cómo podría Irina hacerse eso a sí misma? ¿Cómo podría hacer eso conmigo? Estaba contando los días en que Irina asumiría la posición de esta madriguera, ¡pero no! ¡Oh no! Irina la pendeja, no quería regañar a su novia llorona por su estúpido sentido de rectitud.
¡Porque quería darle una segunda oportunidad!
...
-Bueno, eso la hizo perder su oportunidad. ¡Me hizo perder mi oportunidad! ¡Hizo que todos perdieran su oportunidad! Ella me había dicho que en el Asilo no firmaban documentos para que los internos fueran transferidos. Y que ella, siendo la directora, estaría dispuesta a hacer eso. ¡Irina como directora era la única que podía sacarnos de este lugar! ¡Pero Irina tiró todo eso por un caño!
...
-Dos años, Doc! ¡Dos años de espera, arrojados a la basura porque Irina no pudo alejarse de Sonya! Dios, ¡estaba tan enojada ese día! ¡Ojalá Irina me hubiera matado para no tener que volver a mirar su estúpida cara!
-Pero esa mujer no podría tener la decencia de hacer eso. ¡Oh no! Ella me dejó vivir! ¡Ella me dejó vivir para que yo pudiera quedar atrapada aquí, atrapada en estas paredes, usando este jodido mono!
Fue entonces cuando mis sentidos parecieron estar nuevamente en su lugar. Y eso solo sucedió porque oí un grito ahogado fuera de la celda. Tanto Yulia como yo abrimos los ojos un poco más.
-Irina ...? -
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Wuaooo me encanto este capitulo mucha información para entender porque las cosas son como son. Julia es increíble tan lógica de demente no tiene nada me alegra q irina escucho todo para q por fin vea la verdad. Y si necesitas 15 comentarios yo misma los dejaré no dice q deben ser 15 personas diferentes ????
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Me siento super emocionada q hagas un maraton 2 capítulos más seria lo máximo mañana mismo
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Espero q la historia vaya por la mitad no quisiera q termine nunca es tan emocionante ir descubriendo los secretos y verdades q esconden
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Me emociona pensar q julia y lena puedan vivir su amor q no sea algo q se pase por alto, sus acercamientos en sentido amoroso son tan emocionantes, lena aguantandose sus deseos seria interesante saber si julia siente esa misma atracción por lena
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
La historia de Julia su infancia todo lo q paso para llegar a ese punto en ese lugar es lo q creo q más nos intriga descubriendo q julia es tan pero tan inteligente tan astuta tan lógica en sus actos será emocionante. Describir quién le hizo tanto daño ese abandono de tal manera q se sienta así. Tengo una hipótesis q debió ser relacionado con su mamá porque con las figuras femeninas es q les pide a no la dejen
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Irina también merece un cambio en su vida la pobre ha sufrido tanto espero q en la historia aparezca una mujer q la merezca y tenga el puesto q merece de directora y trate a los pacientes como lo q son seres humanos. Poco a poco se ve como esos actos impulsivos de Julia de matar no fueron para nada por simple placer si no viviera esa frustración de sentirse atrapada y sin esperanzas de salir o al menos ser tratada con un mínimo de humanidad no hubiera hecho nada de eso y esas lágrimas y dolor q demuestran q si le afecta el dañar a otros. Q es mucho más de lo q todos ven superficialmente juzgando y condenandola
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Tengo más opiniones pero no quiero cansar a la autora le daré chance a las otras chicas q comenten pero regresaré para q estén esos 15 comentarios ese mataron va!!!
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Orales amo está historia excelente gracias
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Fantastico capitulo. Sube otro Please.
Aixa- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 17/04/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Yo tambien quiero maraton y tengo muchas preguntas que quiero resolver con los siguientes capitulos y esta pregunta es para quien me quiera responder sera julia capas de engañar a lena?
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Bueno Mary ese es un miedo latente q tenemos q Julia este engañando a lena pero yo creo sinceramente q no
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Faltan solo 3 más para los 15 comentarios y el maraton y saber un poco más estos últimos 2 capítulos han sido muy reveladores de los porque y espero q los próximos sigan así y q Julia este mejor es tan triste q sufra tanto ????
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Me enamore más de la historia ehhh...
Kamila- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 02/04/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
No soy de escribir pero tus fic's me encantan eres muy buen@ escribiendo,espero continues pronto saludos
montsejade0847@gmail.com- Mensajes : 61
Fecha de inscripción : 05/10/2015
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Si la verdad que la trama los personajes los secretos todo es excelente yo todos los días reviso esperando poder leer un poco más de la historia
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hola chicas, de verdad que me hicieron el día con tan bonitas palabras. Faty20, te has lucido en verdad y aunque había pedido que los 15 comentarios fueran de lectores diferentes, no me importó que casi todos los hicieras tú, porque acabas de convertirte en la heroína de muchas que esperan con ansias este maratón de hoy.
A ver, aunque no lo crean estoy trabajando desde mi casa y al leer cada uno de sus comentarios, hicieron que el informe que estoy haciendo, fuera más llevadero y menos aburrido.
Gracias Faty20, Mary, Kamila, montsejade0847@gmail.com, Aixa… A todos en realidad por hacer de este domingo tan agradable.
A leer!!
CAPITULO 20: HUNDIÉNDOSE MAS
Mi corazón latió con fuerza cuando escuché el jadeo procedente del exterior. Yulia miró hacia otro lado y logré leer sus labios cuando dijo 'Joder'. Inmediatamente me levanté de la cama y salí. Perdí mi capacidad de hablar cuando encontré a Irina allí. Las lágrimas corrían por su rostro y su cabeza la movía de lado a lado, como si quisiera negar todo lo que acababa de escuchar.
Fui hacia ella, abrazándola fuertemente, tratando de darle un poco de apoyo. Ella olfateó en mi hombro, todavía negando con la cabeza.
-No... no es verdad - La escuché hablar. Suspiré, sintiéndome horrible por Irina en ese momento.
-Irina... mira ...-
-No es cierto, Doc.-
-Realmente creo que ustedes dos deberían hablar ...- Di un paso atrás, limpiando el rastro de lágrimas de su cara con mi pulgar. -Por favor. Habla con ella.- Dije agarrando la muñeca de Irina y tirando de ella para que entrara.
Me lastimé cuando Yulia frunció el ceño al verla.
-Yulia ... por favor ...-
-Por favor, ¿qué? - Respondió fríamente.
-Habla con ella.-
-Sácala de aquí - Dijo drásticamente y volteó la cara. -No quiero mirarle su cara de estúpida.-
-No.-
-Sácala.- ordenó.
-¡Detente! - dije más fuerte. -¡Ustedes dos! Jesús, ¿qué diablos les pasa a ustedes dos? -
-No quiero verla aquí. Sácala afuera.-
-¡No! ¡Ustedes dos necesitan hablar!
-¿Hablar acerca de qué? ¿Sonya y su estúpida novia? - Se burló y todo lo que quería era que Yulia guardara silencio y me escuchara.
-¡Deja de llamarla estúpida! Irina es tu amiga, ¿verdad? - Me acerqué a ella, mi voz era sorprendentemente más alta de lo normal como solía hablar con ella. - ¿Vas a mentirme? ¿Vas a mentir que la llamaste amiga?
La vi apretar los dientes.
-¡Ella no es mi amiga! - Escuché a Irina decir enojada. -¡No confíes en ella, doctora! Ella está haciendo esas cosas que siempre hace para beneficiarse!
-Irina ...-
-¿Está viendo, Doc? Ella es una estúpida - Puede que me guste Yulia, pero esa actitud suya me estaba sacando de quicio.
- ¿Cómo puedes ser tan condescendiente? - Espeté. ¿No ves que Irina está teniendo dificultades? ¿Por qué tienes que llamarla estúpida? ¿Para hacerla sentir aún más miserable? ¡Solo detente!-
-Sácala.- Ordenó de nuevo, levantándose de la cama.
-No. ¡No la sacaré! Ella se quedará y ustedes dos hablarán!
-No quiero hablar.-
-No se trata de lo que quieres. ¡Es sobre lo que necesitas!
-¿Y crees que necesito hablar con ella? - Se burló, haciéndome enojar. -¿Crees que necesito decirle cuán estúpida fue para creer en Sonya? ¡Bien entonces! ¡Que así sea! Felicitaciones, Irina! ¡Buen trabajo hiciste enamorándote de una puta!
Mis ojos se abrieron de par en par cuando vi que Irina se lanzó de repente hacia Yulia, empujándola contra la pared. Sus manos firmemente se presionaron alrededor de la garganta de Yulia.
-NO LA LLAMES ASÍ! -
-Irina! - Lloré, sintiendo que mi pecho se quemaba mientras ella apretaba sus manos en la garganta de Yulia. Ella era fuerte, dado el hecho de que los pies de Yulia colgaban del suelo.
-¿Cómo te atreves? ¿HUH? - Irina acusó nuevamente. - ¿Crees que sabes todo? Pues no! Cállate! Sonya me gustaba realmente!
-Suéltala, Irina.-
-¡No la escuches, Lena! ¡Solo lo dice para que puedas verla como si fuera una buena persona! Te está engañando!
-¡Déjala ir! - dije más fuerte. Cuando Irina la soltó, Yulia cayó al suelo, tosiendo. Fácilmente se podían notar las marcas rojas de los dedos de Irina en su cuello. Con lágrimas en los ojos e ira en su corazón, Irina agarró a Yulia más cerca del cuello otra vez.
-¿Cómo te atreves, reclusa? ¿Cómo te atreves a difundir esas mentiras sobre Sonya?
-Irina ...- Llamé, sintiéndome miserable en este momento.
- ¡Dime, reclusa! ¡Dime que estás mintiendo!
-¿Qué es lo que quieres escuchar? - Oí la voz de Yulia, todavía sacudida por la asfixia. -¿Qué quieres que diga, oficial? ¿Que se sintió bien estar con Sonya? - Volteé mi cabeza hacia ella. -¿Qué ha pasado mucho tiempo desde que me sentí así? - Mi corazón comenzó a latir aún más rápido - ¿Que me gustaba que hubiera una oficial dispuesta a arriesgar su carrera para estar más cerca de mí?
Los golpes de mi corazón eran cada vez más fuertes por lo que decía Yulia. ¿Qué se sintió bien tener a alguien ahí afuera esperándome, a quién le gustaran mis bromas, mis libros, mi voz, mis caricias? – No podía creerlo ¿Que estaba pasando? - Que se sintió bien ... ¿no estar solo otra vez? -
Tragué saliva, limpiando una lágrima silenciosa que corrió por mis mejillas. -Podría contarte mil historias sobre mí y Sonya, oficial. Podría decir lo dulces y hermosas que fueron nuestras sesiones. O cuán ásperas y calientes eran. Cómo amaba mi voz junto a su oído o cuánto me gustaba lo desesperada que estaba por mí ... - Apreté los dientes, mirando a los lados, completamente celosa. - Sus ojos eran muy atractivos y su piel era suave, muy suave. Se sintió increíble. Me pareció algo increíble tener a Sonya allí, aceptándome, confiando en mí, a pesar de todo.
Irina no se molestó en limpiar sus lágrimas. -Todavía no creerías en mí.- Cerré los ojos, tragando el nudo en mi garganta. -Podría contarte mil historias sobre Sonya y sobre mí, Irina ... y todavía no me creerías.-
-Podría decirte mi secreto más íntimo y todavía no me creerías - Miré hacia abajo, preguntándome cuántas cosas ella mantenía en secreto dentro de sí misma. Apreté los puños muy enojada. -Entonces, ¿por qué te molesta qué versión cuento, Irina? Si no vas a creer en ninguna de ellas de todos modos?
Irina soltó el agarre de su cuello, todavía conmocionada por todo lo que estaba escuchando.
-¿Cuál es la verdad? - La escuché preguntarle a Yulia, aún su voz era enojada y firme.
-La verdad es que ... tuve sexo con Sonya.-
-¿Por qué?-
-Lo dije antes. Porque yo quería - Ella respondió con frialdad. -Podría contar mil historias sobre Sonya y sobre mí y la verdad en todas ellas es que ... tuve sexo con Sonya. Porque yo quería.-
No me gustó. Mi corazón se retorcía de ira. No me gustó ni un poco que Yulia tuviera sexo con esa mujer. Las escenas que mi propia mente estaba recreando en mi cabeza me ponían furiosa y celosa. ¿Quién era esa Sonya? ¿Cómo podía hacer que Yulia le gustara de tal forma que la hiciera tener sexo con ella porque si?
-Puedo tener muchas razones para eso, pero al final del día ... sobre todo ... lo hice porque quería.-
-Por favor ... dime ... que a Sonya le gusto.
Hubo un breve solencia antes de que Yulia hablara. - Ella te quería. Pero sentí que era mentira. Y yo no fui la única en darme cuenta de eso.
-¿Porqué estás mintiendo?-
-Porque me pediste que saliera con ella?
Limpié una lágrima en mi mejilla.
-¿Era mentira entonces? ¿Era toda una mentira? Sonya y yo? -
Cerré los ojos, pidiendo algo de fuerzas para continuar dentro de esa celda, escuchando esa conversación, sin sucumbir a mis sentimientos más miserables.
-¿Realmente vas a decirme que todo fue solo una jugada para joderme? - Preguntó todavía teniendo problemas para creer en lo que acababa de escuchar hace un par de segundos.
-No fue un juego - Respondió Yulia, su voz era fría pero ya no parecía estar llena de ira. -No soy una mente maestra malévola que controla todo. No puedo controlar a la gente No puedo controlar que a Sonya le gustes o no. No puedo controlar nada. Quería que conocieras a Sonya porque pensé que sería bueno para ti conocer a alguien como ella.-
-Porque soy aburrida?! - Yulia no respondió. Irina asintió, bajando su cabeza colgando de vergüenza y humillación.
-¿Por qué me llamaste amiga? - Preguntó Irina sin rodeos.
Yulia se mantuvo en silencio por un tiempo. Bajó la cabeza. Estaba alucinando. ¿Por qué? ¿Por qué estaba huyendo de nuevo? - No sé porque lo dije ...-
-Yulia ...- La llamé, mi era voz suave y triste por su comportamiento.
-Dijiste que eras la más antigua, ¿qué significa? - Sentí mi corazón apretarse dentro de mi pecho.
- Estaba delirando. No significó nada ...-
-¡Si significó algo! - Irina la enfrentó. -Si no significaba nada, no llorarías como lo hiciste.- Y fue entonces cuando noté que Yulia volvía a ser vulnerable. -¿A qué te refieres con eso? ¿Por qué soy la única que queda? -
-¡Tú no eres la única!-
-Dijiste que yo era la única.-
-¡Estaba mintiendo!-
-No, no lo estás - Yulia se burló irónicamente.
-Entonces, ¿te niegas a creerme cuando hablo de Sonya, pero aceptas fácilmente mis llantos porque te llamé amiga?
-¿Por qué soy tu única amiga?
-¡No lo eres! - respondió enojada, poniéndose de pie, para enfrentar a Irina. -¿En serio? ¿Acaso tu cabeza está tan ensimismada que piensas que eres mi única amiga? – Yulia bufó, sonriendo con fuerza. - ¡No soy tan aburrida como tú, Irina! ¡Tengo miles de amigos!
-¿Cómo es que nunca vienen a verte? - Noté que Yulia borraba la falsa sonrisa en su rostro. -Nunca veo que hayas tenido una sola visita durante todo este tiempo.-
-Simplemente no les gusta este lugar - Dijo encogiéndose de hombros. -No sienten que este lugar sea para niñas como yo ... Tienen razón, ¿sabes? No lo es. No me gusta estar atrapada en estas paredes, pero se que ellos están afuera, esperándome ...-
-¿Esperando por ti?-
-Sí, esperándome. ¡Lo pasaremos genial, mis amigos y yo! Haremos una barbacoa y una rica ensalada de papas, tal vez un tequila y un mojito ... y finalmente me reuniré con él de nuevo ...-
- Me sorprendí pensando que probablemente estaba hablando de Domen. No sé quién era ese hombre, pero me gustaría saber qué sucedió que hizo que Yulia estuviera tan apegada a él. Al mismo tiempo, pensaba en lo que Irina dijo antes me picaba. Si Yulia tiene miles de amigos, que no creo que tenga, pero al menos un par de ellos debería haber ... ¿dónde están? ¿Cómo no vienen a verla? ¿Domen es su mejor amigo? Bueno, si lo es, entonces ella también debería ser importante para él, pero ¿dónde está? ¿Realmente cree que fue mejor no venir a verla en este lugar? ¿Realmente piensa que Yulia estando sola aquí, es lo mejor?
-¿Crees que mi único amigo es una persona aburrida y poco interesante como tú, oficial? - Apreté los dientes al escucharla decir eso. -¿Alguien tan tenso que su propia novia la abandona por una reclusa?
Mi corazón latía a un ritmo acelerado, no solo por su confrontación, sino por algo que estaba en mi mente, que tal vez, estaba allí todo el tiempo, pero ninguna de las dos se molestó en verlo.
Lo pensé antes, cómo las dos parecían comportarse como una pareja de casadas que solo podían discutir la mayor parte del tiempo, pero de vez en cuando compartían algunos sentimientos por el respeto mutuo ... aunque no podían darse cuenta. Podría estar viendo mucho en ellas pero... Yulia e Irina eran ... hmm ... ellas eran ... un poco ... similares.
Irina tiene algunos problemas personales sobre su homosexualidad, y no se acepta completamente. Y debido a eso, Irina está muy sola ... no tiene muchos amigos, o incluso novias en su vida, por el miedo a vivir en constante discriminación. Y su personalidad estricta le permite a la gente verla como alguien tensa, aburrida y sin interés. Ella no entiende por qué Yulia es tan popular a pesar de ser una maldita criminal y es realmente insegura de sí misma porque siente que a nadie realmente le gusta.
Y ... eh ... Yulia, a pesar de ser extremadamente simpática al igual que Irina, me había dicho, ella también es muy ... solitaria. Ella tiene algunos problemas graves de confianza, por temor al abandono en un momento dado. La gente parece que fácilmente se ha ido de su vida por cualquier razón, y parece que no entiende por qué tienen que irse en primer lugar.
-¿Por qué la gente siempre me deja? ¿Por qué no puedo hacer que se queden? ¿Qué pasa conmigo, Doc? - Quizás es por eso que Yulia tiene problemas de confianza. Porque nadie viene a verla. Siente que la abandonaron, la abandonaron y a nadie le importa lo que le está sucediendo.
¿Por qué la gente no me quiere, Doc? ¿Por qué he terminado solo al final del día? - Irina me preguntó una vez.
Ambas son extremadamente inseguras al respecto. Yulia no quería ver a Irina irse, a pesar de todas las disputas entre las dos. Irina está aquí en el asilo desde hace un tiempo, casi 5 años, es casi el mismo tiempo en el que Yulia también ha estado aquí.
Yulia vio a mucha gente irse, vio a sus amigos y familiares que no se molestaban en venir aquí, vio a muchos oficiales, doctores e incluso presos dejando este lugar... pero Irina se levantó. Ella se mantuvo firme durante todos esos años. Incluso después de que Yulia tuviera sexo con Sonya, Irina se levantó en el Asilo.
Tal vez ... Irina era la única persona que Yulia creía que nunca se iría. Al ver a Irina hablando como si quisiera renunciar, Yulia se quebró porque, de todas las personas, se suponía que Irina nunca se iría.
-Yulia me mintió. Sonya me mintió. Y ahora tú me estás mintiendo. Parece que todos me mienten - Irina me dijo ayer. No es diferente de lo que la misma Yulia me había dicho una vez también.
-Todos mienten. Todos me mienten.-
Yulia tomó el camino de la izquierda, Irina tomó el correcto. Pero ambas fueron heridas por esencialmente los mismos problemas, incluso teniendo personalidades opuestas. Y tal vez esa delgada línea es lo que las hace sentirse profundamente afectuosas la una por la otra. Irina podría dejar morir a Yulia si quisiera, no podría contarle nada a Lyudmila y luego Yulia sería ejecutada. Pero ella se preocupó lo suficiente como para salvarla una vez más. Ella se preocupa lo suficiente como para no delatarme con el Dr. Boris sobre mis sentimientos por esa mujer.
Yulia se preocupa lo suficiente como para querer que Irina sea la Directora de este lugar. Ella le ocultó la verdad sobre Sonya y se responsabilizó por lo que pasó entre las dos. No importaba cuál sea la verdadera historia de Sonya y ella, Yulia aún tendrá la culpa de ello. Porque ella así lo quiere. Si es verdad que a Sonya nunca le gustó Irina, entonces Yulia lo ocultó para que Irina no se lastimara. Si bien es cierto que a Yulia le gustaba la compañía de Sonya, ella lo ocultó para que Irina no se lastimara también. Yulia tiene razón. Ya sea la historia que cuente, la verdad en común en todas ellas es que tuvo relaciones sexuales con Sonya, y que está dispuesta a asumir la culpa por ello, por lo que las acciones de su ex novia no afectarían demasiado a Irina. Tal vez porque Yulia se siente culpable por lo que hizo, tal vez porque siente lástima por cómo Sonya engañó a Irina y la usó solo como una ventaja, no lo sé. Pero la verdad es que, al final del día, Yulia solo quería que Irina encontrara una novia. Sonya simplemente no era la correcta.
Al final del día, las dos, simplemente no querían estar solas.
Me sequé las lágrimas al darme cuenta de eso. -Estamos en el mismo barco, ¿verdad? - Escuché a Irina decir al fin. Ella se burló al darse cuenta de eso. -Las dos queríamos algo y perdimos. Y ahora aquí estamos ... nadie está allí para nosotras.-
Eso pareció sorprender a Yulia. Ella parpadeó, despistada, por esa observación al azar.
-¡No estoy sola! - Replicó ella.
-Por supuesto que no lo estás ... Tienes a la doctora - Eso hizo que mis ojos se ensancharan cuando escuché esas palabras. Yulia me miró, parpadeando. -Tú tuviste a... Sonya ... Esa vez.- Irina siguió diciendo. -Pero todavía te sientes sola, ¿verdad? -
Tragué el nudo en mi garganta. No quería que Yulia se sintiera sola, pero no podía mentirme a mí misma. Después de 5 años aquí, no había nadie que la visitara, el asilo estaba a punto de cerrarse, Yulia debería sentirse extremadamente sola en este momento. La lágrima silenciosa en su propia mejilla dio la respuesta.
Irina se burló un poco irónicamente. -Pensé ... pensé que ... éramos completamente diferentes ... Tú y yo. Yo siendo la oficial y tú la reclusa ... pero ... supongo ... no somos tan diferentes, ¿verdad? - Irina negó con la cabeza hacia un lado, limpiando sus lágrimas también. -Lo siento.- Se disculpó por algo que no entendí. -Lo siento por ... tomar tanto tiempo para decirle al viejo Shapovalov sobre ti y Sonya. Lamento no ser ... la Directora - Yulia permaneció en silencio, su cabello negro cubriendo su rostro mientras mantenía la cabeza gacha. -Lo siento ... por ... escupir en tu ... cara.- Irina asintió con la cabeza. -La próxima vez ... solo ... no te folles a mi novia.-
Vi la esquina de los labios de Yulia hacia arriba, en una sonrisa amortiguada. Ella asintió con la cabeza también y cuando levantó su mirada hacia Irina, los vi brillar con emoción. No había enojo, ni resentimiento. Era una mirada suave.
-Lo prometo.- Escuché a Yulia decir y no pude evitar sonreír. Irina suspiró, sintiéndose aliviada por lo que fuera su carga hacia Yulia. Es por eso que quería que hablaran. No se trataba del perdón, se trataba de dejar salir las rencillas. -Lo siento ... por lo de Sonya.-
-Yo debería haber sabido todo el tiempo que ella no era buena para mí.
-Y debería haberte dicho eso.-
Irina suspiró, tal vez sintiéndose aliviada después de esa charla, y asintiendo con la cabeza, se giró para dejar la unidad.
-Irina ...- llamó Yulia antes de que pudiera irse. -No eres aburrida - Sentí que mi corazón latía en mis oídos, mis sentimientos eran demasiado dóciles para manejar las lágrimas de alegría al oírla decir eso. Era tan poco pero se sentía como mucho, y probablemente Irina también estaba sintiendo demasiado. Se detuvo, inmóvil, junto a la puerta, escuchando esas palabras - En mi opinión ... eres mucho mejor que Sonya.
~~ * ~~
-Fue hermoso verlas a las dos finalmente haciendo las cosas bien - Dije, encontrando a Irina en el archivo poco después de dejar a Yulia descansando en su celda. También se secó las lágrimas de la cara, sus mejillas se sonrojaron. -¿Escuchó? ¡Dijo que no soy aburrida! - Me reí entre dientes cuando Irina agitó su propia cara, tratando de no dejarse llevar por eso.
-Ya te lo dije antes.
-Es diferente - Dijo, usando un pañuelo para limpiarse la cara. -No lo entenderás.-
-Yo – Sonreí - Realmente entiendo - Irina asintió con la cabeza.
-Gracias doctora. Gracias por todo lo que has hecho por mí - Sonreí y me dirigí a Irina, envolviéndola en un fuerte abrazo.
-Solo recuerda... Estoy aquí para ayudar - Sentí a Irina abrazándome, apoyando su barbilla en mi hombro - Y recuerda... no estás sola. Tú también me tienes a mí.
-Gracias, Lena. - Ahí está, Irina llamándome Lena cuando me está agradecida. Es mucho mejor, seguro.
-De nada.-
~~ * ~~
-Estoy orgullosa de ti. - Dije, ayudando a Yulia a sentarse en su cama después de cenar y tomar una ducha nocturna.
-¿Lo estás?-
-No huiste de la confrontación y dejaste a un lado tu orgullo para disculparte por tus errores. Fue lindo verlo.-
-¿Por eso estabas llorando todo el tiempo? - Sentí mis mejillas ruborizarse por su sonrisa burlona.
- Estaba llorando porque estaba feliz de ver que ambas se llevaran bien ...-
-Sensible.-
-¿Qué? Soy una persona emocional.
- Demasiado para su propio bien, para ser honesta - Dijo arrastrándose hacia atrás para apoyarse en la pared.
-No puedo evitarlo.-
-Tienes suerte de que sea tu paciente, cariño ... - Sonreí al escuchar eso.
-¿Sí? ¿Por qué? Porque no me lastimarás? -
-Sí…. Porque no voy a lastimarte.- confirmó, asintiendo con la cabeza, sonriendo maliciosamente.
Sonreí también, feliz de escuchar eso. -Pero gracias.- Ella asintió con la cabeza.
-¿Ves? ¡Soy una buena doctora!
-Sí, que lo eres - Parpadeé por un momento, inmóvil por lo que acababa de decir.
- ¿Realmente Yulia Volkova dijo que yo era una buena doctora? ¿Estoy alucinando? -
-Pero no seas tan condescendiente ... Eres lo suficientemente buena.-
- Mejor ser suficiente que no serlo en absoluto - Ambas nos reímos. Y mirando sus azules orbes, me di cuenta de cuánto me gustaba esa chica. Por un momento allí, solo estábamos Yulia y yo, en una habitación, mirándonos la una a la otra como si pudiéramos leernos las mentes.
Mi corazón latía en mis oídos y sentí mi cara aturdida cuando me di cuenta de que me quedé en silencio por un minuto. -Yo...
-¿Te tienes que ir?-
Asentí con la cabeza. –Bu… buenas noches, Yulia.-
-Buenas noches, Doc.-
E incluso cuando mis piernas se convirtieron en gelatina, logré salir de esa celda.
~~ * ~~
Decir que tuve una buena noche era una exageración. Tuve una noche horrible, apenas pude dormir por todos los recuerdos y sensaciones que mi cuerpo estaba sintiendo. Me obligué a no dejarme llevar nuevamente, no me solté, no me atreví a hacerlo. Así que toda la frustración me golpeó durante toda la noche y estaba tan cansada por la mañana que me olvidé de poner mis lentillas de contacto y tuve que usar mis gafas en su lugar.
Irina hizo un chiste de lo irreconocible que estaba usando esos marcos y Nastya fue un poco más gentil, diciendo que me veía linda. -Diferente, pero linda - Sin embargo, esas fueron sus palabras reales. No me gusta usar gafas, me marca los lados de la nariz y, sobre todo, me hace parecer completamente nerd. No estoy orgullosa de eso.
Me miraban de todos lados por lo poco familiar que estaba, la gente no asimilaba el verme con ellas puestas. Pero ninguna mirada era más mortificante que la de Yulia. Ella constantemente estaba parpadeando mientras miraba mi rostro, su cara ligeramente girada hacia la izquierda, como si realmente fuera una extraña.
No dijo una palabra mientras el oficial Fyodor estuvo con nosotras, pero tan pronto nos dejó solas en el patio, vi que la comisura de sus labios tiraba hacia arriba.
-Solo cállate.- Le dije antes de que ella pudiera hacer una de sus bromas.
-Estoy en silencio.-
-Sé que quieres bromear.-
-Porque usas lentes? El 85% de los rusos usan gafas, cariño. No eres una nerd que yo sepa.-
-Realmente? - Pregunté sorprendida.
-¡Por supuesto! Solo eres un sabelotodo enmarcada - Puse los ojos en blanco y ella soltó una risita.
-Oh, basta! -
-¡Ojo por ojo, Capitán! - Suspiré, tratando de ignorar su propia risa mientras tomaba un bocado de la manzana en su mano.
-Yulia! -
-Ah, está bien, no digo nada más.- Esa mujer... Jesús ... pasará todo el día jodiéndome con esos chistes tontos suyos. -Hey, Doc ...- Noté que su voz se volvía más seria, al notar eso, la miré. - ¿Está bien si no uso la silla de ruedas hoy? Siento que mi culo está adolorido por estar sentada en esta mierda por tanto tiempo - Frunció el ceño. Y bueno, debe ser realmente incómodo.
-Depende de ti.- respondí. -Si no la quieres, entonces, no la uses.-
-Así que cuando te pones las gafas te vuelves más agradable, ¿eh? - Ella sonrió y se volvió hacia mí. Parpadeé -¡Debiste haberlos usado todo el tiempo, Doc! - No perdió tiempo en levantarse de la silla, flexionando sus músculos para calentarlos.
-¿Qué? ¿De qué estás hablando? -
-No se trata de lo que quieres, Yulia, se trata de lo que necesitas - Se burló, imitando lo que le dije el día anterior.
-Son situaciones totalmente diferentes.-
-Y ahora puedes ver esa diferencia fácilmente, ¿no es así? - No dije una palabra, pero pronto dejó de sonreír. -¿Por qué la cara gruñona? Solías reírte de mis malas bromas. Giró la cabeza hacia la derecha.
Sentí que mi corazón latía aceleradamente de nuevo. Estaba poco a poco acostumbrándome a eso.
Negué con la cabeza, apartando mis ojos de los de ella. - Simplemente no me gusta usar gafas - Respondí con sinceridad.
-¿Por qué no? Te ves bien con ellas.-
-¿De veras? - Mis mejillas se sonrojaron cuando escuché eso.
-Sí ... te hace ver como una verdadera doctora.-
-Pero soy una verdadera doctora!
-No pareces una. Los marcos te dan un buen toque, ese toque habitual que se ve en los médicos.-
-¿Cómo puede ser eso un cumplido? - Le pregunté alzando las cejas, algo ofendida por ello.
-Te hace parecer intimidante.-
-No quiero parecer intimidante.-
-¿Por qué no? ¡Ser intimidante es increíble! Hace que las personas te respeten!
- Hace que las personas te teman. No te respetan ... te evitan. No es algo bueno.-
-Sí lo es.- Yulia tomó otro bocado de la manzana. -Evita a la gente lo mejor que puedas, Doc.-
-Mi trabajo es cuidar a la gente, ayudar con sus problemas y luchas. No puedo evitarlos.-
-¿Cuántas personas has ayudado, cariño? -
-Muchas.- respondí con orgullo.
-¿Y tú me ayudarás? - La miré, directamente a los ojos azules otra vez.
-¡Por supuesto que lo haré!-
Ella sonrió, tomando otro bocado de la manzana. Se inclinó ante mí, aunque pensé que en realidad estaba tratando de estirarse, pero terminé sonriéndole.
Parpadeé cuando sentí que algo caía sobre mi cabeza. Levanté la vista y vi el cielo grisáceo, gotas de lluvia delgadas caían desde arriba.
- Está lloviendo.
Yulia sonrió y fue entonces cuando recordé que a ella le gustaba la lluvia.
-¿Quieres quedarte? - Le pregunté.
Ella asintió con la cabeza – Amo estos momentos.-
Todo mi cuerpo tembló cuando la escuché decir esa palabra. Amor. ¿Qué ama ella? ¿Alguna vez ha amado a alguien? ¿Ella amaba a Sonya? Aunque estamos cerca ... más cerca que lo que puede ser una relación médico-paciente habitual, en realidad no lo sabía. Conozco más a Yulia día a día. Que está sola, que es lo que percibe, que tiene mucho más una personalidad hogareña que la de una persona extrovertida, que está más agradecida de lo que creía; pero al mismo tiempo ... todavía no sabía mucho de ella. Todavía no sabía nada de su familia ni de sus amigos, y todavía no tengo las agallas para preguntarle sobre Domen. ¿Qué pasa si ella se enoja conmigo? ¿Qué pasa si ella lastima a Ángela? ¿Qué pasa si ella tiene un episodio real? Es algo que realmente no quiero ver. Sé que como médico, debería ser más audaz, pero ... es Yulia. Y ella es muy impredecible.
-Doc ...- Escuché que ella me llamó. Su voz sonaba preocupada.
-¿Sí?-
-Huh ... creo que tenemos un problema.- Señaló con el dedo la puerta y fue entonces cuando vi a los civiles que estaban acampando afuera, empujándose para entrar. Dos oficiales estaban tratando de mantener la puerta cerrada y como la lluvia se hizo más intensa, más gente comenzó a gritar. Me puse de pie inmediatamente, abriéndome camino hasta la puerta.
-¿Qué está pasando? - Pregunté finalmente acercándome a los oficiales, sintiendo que mi ropa era mucho más pesada. Mi cabello estaba completamente mojado.
-El clima se está poniendo mal, y están presionando, pidiendo refugio. ¡No sabemos qué hacer! - Respondió un oficial llamado Jarek.
-¡No podemos dejarlos entrar! - Gritó el otro oficial.
-¡Tenemos que dejarlos! - Dijo Yulia de repente entre ellos. -Si nos resistimos, la puerta podría romperse.-
¡ABRAN LAS PUERTAS YA! - Gritaron algunas personas en la multitud.
-¡Es peligroso!-
-¡No podemos dejarlos entrar! -
-¡Tenemos que hacerlo! - insistió Yulia.
-¡Metete en tus propios asuntos! - Le gritó el oficial Jarek. Yulia puso los ojos en blanco, enojada.
-¿Quieres que rompan las puertas y que ocurra una estampida aquí? - Apoyé la idea de Yulia. Era la mejor opción. -Debes dejarlos entrar! -
-¡Oficial Dima, necesitamos refuerzos de seguridad en el patio! ¡Tan rápido como pueda, cambio! - Escuché al oficial decir a través de sus altavoces.
La puerta chirrió mientras la gente seguía presionando. Yulia se puso entre los oficiales, tratando de mantener la puerta en su lugar. A su lado, hice lo mismo.
-¿Qué? ¿Qué está pasando? - Oí la voz de Irina a través de los altavoces del oficial Jarek.
-¡La gente afuera están tratando de entrar! -
-¿Qué?-
-Necesitamos ayuda en el patio! Están presionando para entrar, ¡no sabemos qué hacer! ¡Tienes que ayudar, Smirnova!
-¡Voy en camino!-
Muy pronto, la mayoría de los oficiales del asilo intentaron contener a las personas que estaban fuera de las puertas para que no entraran.
¡ABRAN LAS PUERTAS! ¡ABRAN LAS PUERTAS! ¡Gritaban!
-¡DETENGANSE! - gritó Irina usando sus brazos para hacer retroceder a la multitud. -NOS PODEMOS DARLES ASILO AQUÍ! ¡DEJEN DE EMPUJAR! - No lo hicieron.
-¡ABRAN LAS PUERTAS!-
-¡OIGAN! ¡ NO HAY NINGUNA NECESIDAD DE EMPUJAR! - gritaba Yulia enojada a la multitud. Al instante se callaron. Tal vez el uniforme naranja los asustó. -¡LOS ENTENDEMOS! - La multitud vitoreó ruidosamente. El sonido de un trueno resonó en nuestros oídos. -¡Pero ustedes, chicos, NECESITAN DEJAR DE EMPUJAR LA PUERTA!
-¿Qué diablos estás haciendo? - Uno de los oficiales la empujó hacia un lado. - ¡Esa gente no entrará! -
-¡Tenemos que dejarlos entrar! - secundó Irina. -¡No podemos dejar que rompan la puerta! ¡Déjales entrar! Fyodor! Lleve a algunos oficiales con usted, vaya al refectorio y saque las mesas para que tengamos suficiente espacio para albergar a esas personas.
¿Estás segura de que esta es una buena idea, Smirnova? -
-¡SOLO HAGANLO!-
-¡Sí, señor! - Tres oficiales siguieron a Fyodor. Sin su apoyo, la puerta se dobló un poco por la multitud que empujaba.
-¡Es una mala idea! - Escuché a un oficial quejarse.
-¡POR FAVOR, APOYEN! - Gritó el oficial Vasíliev.
-Tenemos que formar una línea, para que no corran sin pensar hacia la Penitenciaría - aconsejó Irina.
- ¡POR FAVOR, TODOS USTEDES, QUEDENSE AQUÍ! - La oficial Petrova señaló el lado izquierdo de la puerta. La multitud procedió a hacer lo que se les dijo, el gran movimiento que hace que la gente pelee por los primeros lugares.
-¡Dyrbov, MacCubbin! Lleven a los presos de vuelta a sus celdas!
-¡Sí señora!-
- Petrova, Vasíliev! Ustedes abrirán las puertas. No abran demasiado, o intentarán entrar precipitadamente. Déjalos entrar uno a uno.
-¡Sí señora!-
-¿Doctora Katina? - Parpadeé cuando la escuché llamar mi nombre.
-Sí ...- me acerqué, lista para ayudar con cualquier cosa.
-¿Qué está haciendo aquí? - Preguntó frunciendo el ceño.
-Huh ...-
- ¿Quieres ayudar? -
¡Sí! - Confirmé.
-Ve a la lavandería, y consigue algunas toallas y mantas para estas personas ...-
- ¡Sí, señora! - Respondí al instante. Y no perdiendo el tiempo, fui a la lavandería.
Para cuando volví al refectorio con una carreta llena de toallas limpias y mantas, la mayoría de la gente ya estaba dentro, sentada en el suelo, ya que las mesas habían sido retiradas del lugar. Noté que la mayoría de ellos eran mujeres de mediana edad, pero también vi algunos hombres e incluso algunas familias con sus hijos.
-Cogerás un resfriado - Oí que alguien que decía detrás de mí y sonreí al ver a Nastya.
-Está bien - Desestimé el hecho de que mi ropa estaba mojada y realmente podría tener un resfriado. La lluvia seguía cayendo fuerte afuera y no había ninguna señal de que dejarla de hacerlo muy pronto.
-Estás tan involucrada en esto ...- Comentó, encontrándolo gracioso.
-Quiero ayudar.-
-Eres una buena persona, Lena - Tocó mi hombro ligeramente - Estoy feliz de que estés de vuelta.
Sonreí - Yo también.-
-También tendremos un gran problema si la lluvia no se detiene.
-Sí, lo sé.- Asentí - La cosa es ... los reclusos tienen su horario para almorzar y si la lluvia no se detiene, esos civiles necesitarán quedarse aquí. Estaba orando para que la lluvia se fuera antes de la hora del almuerzo. Sería un desastre si los reclusos y esas personas se encuentran.
Mis ojos se agrandaron cuando vi a Yulia entrar al centro médico al lado de Irina, escoltando a las últimas personas dentro. Mi corazón latió con orgullo y satisfacción. Ella se acercó a mí y como si hubiera sido golpeada por una ola impactante, sentí que todo el vello de mi cuerpo se encrispaba. Cerré los ojos, tratando de ignorarlo.
-¿Estás bien, doctora? - Me preguntó. Yulia tomó una toalla para secarse la cara y un poco de su cabello.
- Es muy amable de tu parte ayudarnos, señorita Volkova - Dijo suavemente Nastya.
-Bueno, es lo menos que puedo hacer después de todos los problemas que causé.- Ella se encogió de hombros.
-Wow ... Lena realmente te cambió para bien, ¿o no? -
Yulia sonrió. -Supongo que ella podría ver a través de mí.-
Nastya soltó una risita y me encontré teniendo problemas para respirar. Necesitaba algo de aire. Necesitaba algo de espacio ¿Por qué de repente me sentía así? ¿Por qué era tan pesado estar cerca de ella? Para calmarme, me disculpé, volviendo a la lavandería para conseguir más toallas y mantas.
Cuando llegué allí, me senté por un rato, mi mano estaba apretando mi camisa justo en el lugar de mi corazón. -Cálmate, Lena. Cálmate.-
-Doc? - Escuché su voz y apreté mi mandíbula. -¿Estás bien?-
-Estoy bien.-
-Lo siento, ¿está bien? Prometo que ya no haré bromas...- Yulia se disculpó caminando dentro del área.
-Está bien.- Respondí sin siquiera mirarla.
-Pues no parece.-
-Lo estoy.-
-¡Quítate esos malditos lentes! - Se quejó, quitándome de la cara los marcos repentinamente.
-¡Oye! ¡Dame eso! - dije, poniéndome de pie. Mi visión ahora era borrosa por mi miopía.
-¡Eres aburrida con ellos!
-¡Sólo dámelos!-
-Trate de quitármelos, señora Magoo - Ella soltó una risita mientras se alejaba.
-Yuuulia! - Llamé tratando de alcanzarla para recuperar mis marcos. ¡Dámelos!
-¿Qué pasó? ¿No puedes ver sin estas cosas? - Se rió en voz alta, molestándome hasta el último nervio.
-¡Sólo, detente! - dije enojada, empujándola y encerrándola entre la pared y mi cuerpo.
Sin embargo, lo que sucedió de pronto fue que mi cuerpo se congeló instantáneamente. Mis mejillas se sonrojaron diez veces cuando todo mi cuerpo tomó conciencia de la situación.
Todo lo que sentí fue la suavidad de su toque cuando su mano se movió y sus dedos tocaron un lado de mi rostro. Su pulgar se movía hacia adelante y hacia atrás a lo largo de mi pómulo justo como lo hizo una vez. Me olvidé de mi carrera y mi posición. Me olvidé de quién era y qué significaba eso. Me olvidé de dónde estábamos y el acto ilegal que estábamos haciendo... Me olvidé de todo. Por un momento allí, solo estábamos Yulia y yo, en una lavandería, mirándonos la una a la otra como si nada más importara.
Realmente no importaba.
Sus ojos se oscurecieron y noté su mirada dirigiéndose a a mis labios. Mi corazón latía en mis oídos ya que sus labios estaban a pocos centímetros de los míos. Su respiración golpeó mi cara y cerré mis ojos, mi cuerpo estaba listo para eso.
Cuando sentí sus labios sobre los míos, me incliné y tiré de su labio inferior, acercándola más. Mi corazón explotó dentro de mi pecho y no me rehusé a dejar escapar un suave gemido. Su mano derecha se movió hacia abajo, atreviéndose a descansar en la parte posterior de mi cuello y su mano izquierda en mi cintura. El beso ganó algo de velocidad y aspereza.
Yulia rompió el beso y me hizo estremecer cuando posó sus labios en mi cuello. Estaba a punto de morir en sus brazos cuando sentí sus dedos justo en mi cintura, debajo de mi camisa. No se movían, pero la sensación que tenía de sus dedos fríos apenas tocando mi piel era algo fuera de este mundo. Un gemido gutural amenazó desde dentro cuando sentí sus dedos subir suavemente, llegando a los lados de mi sujetador. Y cuando ella los movió hacia abajo, el leve toque de sus uñas hizo que mis músculos se sacudieran de emoción.
Oh Dios.
Mis ojos se cerraron porque era demasiado pesado para mantenerlos abiertos. Mi corazón estaba acelerado como nunca antes lo había hecho y mis dedos de los pies se curvaron con fuerza mientras sus tortuosas uñas me rozaban suavemente la cintura. Ella me besó una vez más y cuando sus dedos se movieron hacia mi abdomen, no pude evitar mis gemidos.
Oh Dios.
Esto es increíble.
Ella rápidamente me giró y me hizo sentar en el escritorio. Mis ojos se abrieron por el movimiento repentino y los músculos de mis muslos se apretaron aún más cuando la vi acercarse y colocarse entre mis piernas. Encorvé los dedos de los pies una vez más cuando su mano se movió hacia arriba sobre mis muslos.
Cuando sentí su lengua en mi cuello, lamiéndolo lentamente, me había ido. Oh Dios. Eso se sentía tan bien. Quería que su lengua lamiera cada pedazo de piel en mi cuerpo. Quería que esos dedos me tocaran en mi lugar más íntimo.
Inconscientemente, mis caderas se movieron.
La sensación de las yemas de sus dedos en mi piel combinada con su lengua era simplemente surrealista. El deseo dentro de mí, sobrecargaba mis sentidos.
Mis caderas se movieron de nuevo cuando Yulia desabotonó mi camisa. Oh Dios.
No.
Necesitaba parar.
Para, Lena!
Me alejé, jadeé pesadamente después de olvidar de respirar. Todavía estábamos presionadas, solo abrazadas. Mi cuerpo se quejaba de que había detenido lo que tanto deseaba.
-Yul ...- Exhalé, ni siquiera pude completar su nombre. Mi cara se puso tensa. Al abrir los ojos y mirar sus azules orbes, me di cuenta de lo mucho que me había enamorado de esta mujer. Jesús, estoy tan perdida ... -Yo ...-
-¿Te tienes que ir?-
-No ... no podemos ... hacer esto. Nosotras ...- Tragué saliva, sintiendo toda la excitación y la inquietud de mi cuerpo ardiendo dentro de mí. Yulia me besó de nuevo, pero soltó mis labios bastante rápido.
-Lo siento. Me dejé llevar.-
-No podemos ser... nada más ... que médico-paciente ...- tragué saliva, tratando de decirlo yo misma.
-Sí, podemos - Ella murmuró, haciéndome sonrojar. -Pero si no quieres, no lo haremos.- Ella volvió a poner mis marcos en mi cara y sonrió. Me congelé mientras mis ojos se movían, escaneando sus rasgos perfectos: sus labios, mejillas, ojos y nariz.
-Gracias.- Dije asintiendo con la cabeza, feliz de que de alguna manera estuviera dispuesta a respetar eso.
Ella me dio otro beso en mis labios. Tocó mi mejilla y se giró para irse. Y mirándola a los ojos una vez más, me encontré cayendo aún más profundamente por esta mujer.
Me encontré... perdidamente enamorada de esta chica.
A ver, aunque no lo crean estoy trabajando desde mi casa y al leer cada uno de sus comentarios, hicieron que el informe que estoy haciendo, fuera más llevadero y menos aburrido.
Gracias Faty20, Mary, Kamila, montsejade0847@gmail.com, Aixa… A todos en realidad por hacer de este domingo tan agradable.
A leer!!
CAPITULO 20: HUNDIÉNDOSE MAS
Mi corazón latió con fuerza cuando escuché el jadeo procedente del exterior. Yulia miró hacia otro lado y logré leer sus labios cuando dijo 'Joder'. Inmediatamente me levanté de la cama y salí. Perdí mi capacidad de hablar cuando encontré a Irina allí. Las lágrimas corrían por su rostro y su cabeza la movía de lado a lado, como si quisiera negar todo lo que acababa de escuchar.
Fui hacia ella, abrazándola fuertemente, tratando de darle un poco de apoyo. Ella olfateó en mi hombro, todavía negando con la cabeza.
-No... no es verdad - La escuché hablar. Suspiré, sintiéndome horrible por Irina en ese momento.
-Irina... mira ...-
-No es cierto, Doc.-
-Realmente creo que ustedes dos deberían hablar ...- Di un paso atrás, limpiando el rastro de lágrimas de su cara con mi pulgar. -Por favor. Habla con ella.- Dije agarrando la muñeca de Irina y tirando de ella para que entrara.
Me lastimé cuando Yulia frunció el ceño al verla.
-Yulia ... por favor ...-
-Por favor, ¿qué? - Respondió fríamente.
-Habla con ella.-
-Sácala de aquí - Dijo drásticamente y volteó la cara. -No quiero mirarle su cara de estúpida.-
-No.-
-Sácala.- ordenó.
-¡Detente! - dije más fuerte. -¡Ustedes dos! Jesús, ¿qué diablos les pasa a ustedes dos? -
-No quiero verla aquí. Sácala afuera.-
-¡No! ¡Ustedes dos necesitan hablar!
-¿Hablar acerca de qué? ¿Sonya y su estúpida novia? - Se burló y todo lo que quería era que Yulia guardara silencio y me escuchara.
-¡Deja de llamarla estúpida! Irina es tu amiga, ¿verdad? - Me acerqué a ella, mi voz era sorprendentemente más alta de lo normal como solía hablar con ella. - ¿Vas a mentirme? ¿Vas a mentir que la llamaste amiga?
La vi apretar los dientes.
-¡Ella no es mi amiga! - Escuché a Irina decir enojada. -¡No confíes en ella, doctora! Ella está haciendo esas cosas que siempre hace para beneficiarse!
-Irina ...-
-¿Está viendo, Doc? Ella es una estúpida - Puede que me guste Yulia, pero esa actitud suya me estaba sacando de quicio.
- ¿Cómo puedes ser tan condescendiente? - Espeté. ¿No ves que Irina está teniendo dificultades? ¿Por qué tienes que llamarla estúpida? ¿Para hacerla sentir aún más miserable? ¡Solo detente!-
-Sácala.- Ordenó de nuevo, levantándose de la cama.
-No. ¡No la sacaré! Ella se quedará y ustedes dos hablarán!
-No quiero hablar.-
-No se trata de lo que quieres. ¡Es sobre lo que necesitas!
-¿Y crees que necesito hablar con ella? - Se burló, haciéndome enojar. -¿Crees que necesito decirle cuán estúpida fue para creer en Sonya? ¡Bien entonces! ¡Que así sea! Felicitaciones, Irina! ¡Buen trabajo hiciste enamorándote de una puta!
Mis ojos se abrieron de par en par cuando vi que Irina se lanzó de repente hacia Yulia, empujándola contra la pared. Sus manos firmemente se presionaron alrededor de la garganta de Yulia.
-NO LA LLAMES ASÍ! -
-Irina! - Lloré, sintiendo que mi pecho se quemaba mientras ella apretaba sus manos en la garganta de Yulia. Ella era fuerte, dado el hecho de que los pies de Yulia colgaban del suelo.
-¿Cómo te atreves? ¿HUH? - Irina acusó nuevamente. - ¿Crees que sabes todo? Pues no! Cállate! Sonya me gustaba realmente!
-Suéltala, Irina.-
-¡No la escuches, Lena! ¡Solo lo dice para que puedas verla como si fuera una buena persona! Te está engañando!
-¡Déjala ir! - dije más fuerte. Cuando Irina la soltó, Yulia cayó al suelo, tosiendo. Fácilmente se podían notar las marcas rojas de los dedos de Irina en su cuello. Con lágrimas en los ojos e ira en su corazón, Irina agarró a Yulia más cerca del cuello otra vez.
-¿Cómo te atreves, reclusa? ¿Cómo te atreves a difundir esas mentiras sobre Sonya?
-Irina ...- Llamé, sintiéndome miserable en este momento.
- ¡Dime, reclusa! ¡Dime que estás mintiendo!
-¿Qué es lo que quieres escuchar? - Oí la voz de Yulia, todavía sacudida por la asfixia. -¿Qué quieres que diga, oficial? ¿Que se sintió bien estar con Sonya? - Volteé mi cabeza hacia ella. -¿Qué ha pasado mucho tiempo desde que me sentí así? - Mi corazón comenzó a latir aún más rápido - ¿Que me gustaba que hubiera una oficial dispuesta a arriesgar su carrera para estar más cerca de mí?
Los golpes de mi corazón eran cada vez más fuertes por lo que decía Yulia. ¿Qué se sintió bien tener a alguien ahí afuera esperándome, a quién le gustaran mis bromas, mis libros, mi voz, mis caricias? – No podía creerlo ¿Que estaba pasando? - Que se sintió bien ... ¿no estar solo otra vez? -
Tragué saliva, limpiando una lágrima silenciosa que corrió por mis mejillas. -Podría contarte mil historias sobre mí y Sonya, oficial. Podría decir lo dulces y hermosas que fueron nuestras sesiones. O cuán ásperas y calientes eran. Cómo amaba mi voz junto a su oído o cuánto me gustaba lo desesperada que estaba por mí ... - Apreté los dientes, mirando a los lados, completamente celosa. - Sus ojos eran muy atractivos y su piel era suave, muy suave. Se sintió increíble. Me pareció algo increíble tener a Sonya allí, aceptándome, confiando en mí, a pesar de todo.
Irina no se molestó en limpiar sus lágrimas. -Todavía no creerías en mí.- Cerré los ojos, tragando el nudo en mi garganta. -Podría contarte mil historias sobre Sonya y sobre mí, Irina ... y todavía no me creerías.-
-Podría decirte mi secreto más íntimo y todavía no me creerías - Miré hacia abajo, preguntándome cuántas cosas ella mantenía en secreto dentro de sí misma. Apreté los puños muy enojada. -Entonces, ¿por qué te molesta qué versión cuento, Irina? Si no vas a creer en ninguna de ellas de todos modos?
Irina soltó el agarre de su cuello, todavía conmocionada por todo lo que estaba escuchando.
-¿Cuál es la verdad? - La escuché preguntarle a Yulia, aún su voz era enojada y firme.
-La verdad es que ... tuve sexo con Sonya.-
-¿Por qué?-
-Lo dije antes. Porque yo quería - Ella respondió con frialdad. -Podría contar mil historias sobre Sonya y sobre mí y la verdad en todas ellas es que ... tuve sexo con Sonya. Porque yo quería.-
No me gustó. Mi corazón se retorcía de ira. No me gustó ni un poco que Yulia tuviera sexo con esa mujer. Las escenas que mi propia mente estaba recreando en mi cabeza me ponían furiosa y celosa. ¿Quién era esa Sonya? ¿Cómo podía hacer que Yulia le gustara de tal forma que la hiciera tener sexo con ella porque si?
-Puedo tener muchas razones para eso, pero al final del día ... sobre todo ... lo hice porque quería.-
-Por favor ... dime ... que a Sonya le gusto.
Hubo un breve solencia antes de que Yulia hablara. - Ella te quería. Pero sentí que era mentira. Y yo no fui la única en darme cuenta de eso.
-¿Porqué estás mintiendo?-
-Porque me pediste que saliera con ella?
Limpié una lágrima en mi mejilla.
-¿Era mentira entonces? ¿Era toda una mentira? Sonya y yo? -
Cerré los ojos, pidiendo algo de fuerzas para continuar dentro de esa celda, escuchando esa conversación, sin sucumbir a mis sentimientos más miserables.
-¿Realmente vas a decirme que todo fue solo una jugada para joderme? - Preguntó todavía teniendo problemas para creer en lo que acababa de escuchar hace un par de segundos.
-No fue un juego - Respondió Yulia, su voz era fría pero ya no parecía estar llena de ira. -No soy una mente maestra malévola que controla todo. No puedo controlar a la gente No puedo controlar que a Sonya le gustes o no. No puedo controlar nada. Quería que conocieras a Sonya porque pensé que sería bueno para ti conocer a alguien como ella.-
-Porque soy aburrida?! - Yulia no respondió. Irina asintió, bajando su cabeza colgando de vergüenza y humillación.
-¿Por qué me llamaste amiga? - Preguntó Irina sin rodeos.
Yulia se mantuvo en silencio por un tiempo. Bajó la cabeza. Estaba alucinando. ¿Por qué? ¿Por qué estaba huyendo de nuevo? - No sé porque lo dije ...-
-Yulia ...- La llamé, mi era voz suave y triste por su comportamiento.
-Dijiste que eras la más antigua, ¿qué significa? - Sentí mi corazón apretarse dentro de mi pecho.
- Estaba delirando. No significó nada ...-
-¡Si significó algo! - Irina la enfrentó. -Si no significaba nada, no llorarías como lo hiciste.- Y fue entonces cuando noté que Yulia volvía a ser vulnerable. -¿A qué te refieres con eso? ¿Por qué soy la única que queda? -
-¡Tú no eres la única!-
-Dijiste que yo era la única.-
-¡Estaba mintiendo!-
-No, no lo estás - Yulia se burló irónicamente.
-Entonces, ¿te niegas a creerme cuando hablo de Sonya, pero aceptas fácilmente mis llantos porque te llamé amiga?
-¿Por qué soy tu única amiga?
-¡No lo eres! - respondió enojada, poniéndose de pie, para enfrentar a Irina. -¿En serio? ¿Acaso tu cabeza está tan ensimismada que piensas que eres mi única amiga? – Yulia bufó, sonriendo con fuerza. - ¡No soy tan aburrida como tú, Irina! ¡Tengo miles de amigos!
-¿Cómo es que nunca vienen a verte? - Noté que Yulia borraba la falsa sonrisa en su rostro. -Nunca veo que hayas tenido una sola visita durante todo este tiempo.-
-Simplemente no les gusta este lugar - Dijo encogiéndose de hombros. -No sienten que este lugar sea para niñas como yo ... Tienen razón, ¿sabes? No lo es. No me gusta estar atrapada en estas paredes, pero se que ellos están afuera, esperándome ...-
-¿Esperando por ti?-
-Sí, esperándome. ¡Lo pasaremos genial, mis amigos y yo! Haremos una barbacoa y una rica ensalada de papas, tal vez un tequila y un mojito ... y finalmente me reuniré con él de nuevo ...-
- Me sorprendí pensando que probablemente estaba hablando de Domen. No sé quién era ese hombre, pero me gustaría saber qué sucedió que hizo que Yulia estuviera tan apegada a él. Al mismo tiempo, pensaba en lo que Irina dijo antes me picaba. Si Yulia tiene miles de amigos, que no creo que tenga, pero al menos un par de ellos debería haber ... ¿dónde están? ¿Cómo no vienen a verla? ¿Domen es su mejor amigo? Bueno, si lo es, entonces ella también debería ser importante para él, pero ¿dónde está? ¿Realmente cree que fue mejor no venir a verla en este lugar? ¿Realmente piensa que Yulia estando sola aquí, es lo mejor?
-¿Crees que mi único amigo es una persona aburrida y poco interesante como tú, oficial? - Apreté los dientes al escucharla decir eso. -¿Alguien tan tenso que su propia novia la abandona por una reclusa?
Mi corazón latía a un ritmo acelerado, no solo por su confrontación, sino por algo que estaba en mi mente, que tal vez, estaba allí todo el tiempo, pero ninguna de las dos se molestó en verlo.
Lo pensé antes, cómo las dos parecían comportarse como una pareja de casadas que solo podían discutir la mayor parte del tiempo, pero de vez en cuando compartían algunos sentimientos por el respeto mutuo ... aunque no podían darse cuenta. Podría estar viendo mucho en ellas pero... Yulia e Irina eran ... hmm ... ellas eran ... un poco ... similares.
Irina tiene algunos problemas personales sobre su homosexualidad, y no se acepta completamente. Y debido a eso, Irina está muy sola ... no tiene muchos amigos, o incluso novias en su vida, por el miedo a vivir en constante discriminación. Y su personalidad estricta le permite a la gente verla como alguien tensa, aburrida y sin interés. Ella no entiende por qué Yulia es tan popular a pesar de ser una maldita criminal y es realmente insegura de sí misma porque siente que a nadie realmente le gusta.
Y ... eh ... Yulia, a pesar de ser extremadamente simpática al igual que Irina, me había dicho, ella también es muy ... solitaria. Ella tiene algunos problemas graves de confianza, por temor al abandono en un momento dado. La gente parece que fácilmente se ha ido de su vida por cualquier razón, y parece que no entiende por qué tienen que irse en primer lugar.
-¿Por qué la gente siempre me deja? ¿Por qué no puedo hacer que se queden? ¿Qué pasa conmigo, Doc? - Quizás es por eso que Yulia tiene problemas de confianza. Porque nadie viene a verla. Siente que la abandonaron, la abandonaron y a nadie le importa lo que le está sucediendo.
¿Por qué la gente no me quiere, Doc? ¿Por qué he terminado solo al final del día? - Irina me preguntó una vez.
Ambas son extremadamente inseguras al respecto. Yulia no quería ver a Irina irse, a pesar de todas las disputas entre las dos. Irina está aquí en el asilo desde hace un tiempo, casi 5 años, es casi el mismo tiempo en el que Yulia también ha estado aquí.
Yulia vio a mucha gente irse, vio a sus amigos y familiares que no se molestaban en venir aquí, vio a muchos oficiales, doctores e incluso presos dejando este lugar... pero Irina se levantó. Ella se mantuvo firme durante todos esos años. Incluso después de que Yulia tuviera sexo con Sonya, Irina se levantó en el Asilo.
Tal vez ... Irina era la única persona que Yulia creía que nunca se iría. Al ver a Irina hablando como si quisiera renunciar, Yulia se quebró porque, de todas las personas, se suponía que Irina nunca se iría.
-Yulia me mintió. Sonya me mintió. Y ahora tú me estás mintiendo. Parece que todos me mienten - Irina me dijo ayer. No es diferente de lo que la misma Yulia me había dicho una vez también.
-Todos mienten. Todos me mienten.-
Yulia tomó el camino de la izquierda, Irina tomó el correcto. Pero ambas fueron heridas por esencialmente los mismos problemas, incluso teniendo personalidades opuestas. Y tal vez esa delgada línea es lo que las hace sentirse profundamente afectuosas la una por la otra. Irina podría dejar morir a Yulia si quisiera, no podría contarle nada a Lyudmila y luego Yulia sería ejecutada. Pero ella se preocupó lo suficiente como para salvarla una vez más. Ella se preocupa lo suficiente como para no delatarme con el Dr. Boris sobre mis sentimientos por esa mujer.
Yulia se preocupa lo suficiente como para querer que Irina sea la Directora de este lugar. Ella le ocultó la verdad sobre Sonya y se responsabilizó por lo que pasó entre las dos. No importaba cuál sea la verdadera historia de Sonya y ella, Yulia aún tendrá la culpa de ello. Porque ella así lo quiere. Si es verdad que a Sonya nunca le gustó Irina, entonces Yulia lo ocultó para que Irina no se lastimara. Si bien es cierto que a Yulia le gustaba la compañía de Sonya, ella lo ocultó para que Irina no se lastimara también. Yulia tiene razón. Ya sea la historia que cuente, la verdad en común en todas ellas es que tuvo relaciones sexuales con Sonya, y que está dispuesta a asumir la culpa por ello, por lo que las acciones de su ex novia no afectarían demasiado a Irina. Tal vez porque Yulia se siente culpable por lo que hizo, tal vez porque siente lástima por cómo Sonya engañó a Irina y la usó solo como una ventaja, no lo sé. Pero la verdad es que, al final del día, Yulia solo quería que Irina encontrara una novia. Sonya simplemente no era la correcta.
Al final del día, las dos, simplemente no querían estar solas.
Me sequé las lágrimas al darme cuenta de eso. -Estamos en el mismo barco, ¿verdad? - Escuché a Irina decir al fin. Ella se burló al darse cuenta de eso. -Las dos queríamos algo y perdimos. Y ahora aquí estamos ... nadie está allí para nosotras.-
Eso pareció sorprender a Yulia. Ella parpadeó, despistada, por esa observación al azar.
-¡No estoy sola! - Replicó ella.
-Por supuesto que no lo estás ... Tienes a la doctora - Eso hizo que mis ojos se ensancharan cuando escuché esas palabras. Yulia me miró, parpadeando. -Tú tuviste a... Sonya ... Esa vez.- Irina siguió diciendo. -Pero todavía te sientes sola, ¿verdad? -
Tragué el nudo en mi garganta. No quería que Yulia se sintiera sola, pero no podía mentirme a mí misma. Después de 5 años aquí, no había nadie que la visitara, el asilo estaba a punto de cerrarse, Yulia debería sentirse extremadamente sola en este momento. La lágrima silenciosa en su propia mejilla dio la respuesta.
Irina se burló un poco irónicamente. -Pensé ... pensé que ... éramos completamente diferentes ... Tú y yo. Yo siendo la oficial y tú la reclusa ... pero ... supongo ... no somos tan diferentes, ¿verdad? - Irina negó con la cabeza hacia un lado, limpiando sus lágrimas también. -Lo siento.- Se disculpó por algo que no entendí. -Lo siento por ... tomar tanto tiempo para decirle al viejo Shapovalov sobre ti y Sonya. Lamento no ser ... la Directora - Yulia permaneció en silencio, su cabello negro cubriendo su rostro mientras mantenía la cabeza gacha. -Lo siento ... por ... escupir en tu ... cara.- Irina asintió con la cabeza. -La próxima vez ... solo ... no te folles a mi novia.-
Vi la esquina de los labios de Yulia hacia arriba, en una sonrisa amortiguada. Ella asintió con la cabeza también y cuando levantó su mirada hacia Irina, los vi brillar con emoción. No había enojo, ni resentimiento. Era una mirada suave.
-Lo prometo.- Escuché a Yulia decir y no pude evitar sonreír. Irina suspiró, sintiéndose aliviada por lo que fuera su carga hacia Yulia. Es por eso que quería que hablaran. No se trataba del perdón, se trataba de dejar salir las rencillas. -Lo siento ... por lo de Sonya.-
-Yo debería haber sabido todo el tiempo que ella no era buena para mí.
-Y debería haberte dicho eso.-
Irina suspiró, tal vez sintiéndose aliviada después de esa charla, y asintiendo con la cabeza, se giró para dejar la unidad.
-Irina ...- llamó Yulia antes de que pudiera irse. -No eres aburrida - Sentí que mi corazón latía en mis oídos, mis sentimientos eran demasiado dóciles para manejar las lágrimas de alegría al oírla decir eso. Era tan poco pero se sentía como mucho, y probablemente Irina también estaba sintiendo demasiado. Se detuvo, inmóvil, junto a la puerta, escuchando esas palabras - En mi opinión ... eres mucho mejor que Sonya.
~~ * ~~
-Fue hermoso verlas a las dos finalmente haciendo las cosas bien - Dije, encontrando a Irina en el archivo poco después de dejar a Yulia descansando en su celda. También se secó las lágrimas de la cara, sus mejillas se sonrojaron. -¿Escuchó? ¡Dijo que no soy aburrida! - Me reí entre dientes cuando Irina agitó su propia cara, tratando de no dejarse llevar por eso.
-Ya te lo dije antes.
-Es diferente - Dijo, usando un pañuelo para limpiarse la cara. -No lo entenderás.-
-Yo – Sonreí - Realmente entiendo - Irina asintió con la cabeza.
-Gracias doctora. Gracias por todo lo que has hecho por mí - Sonreí y me dirigí a Irina, envolviéndola en un fuerte abrazo.
-Solo recuerda... Estoy aquí para ayudar - Sentí a Irina abrazándome, apoyando su barbilla en mi hombro - Y recuerda... no estás sola. Tú también me tienes a mí.
-Gracias, Lena. - Ahí está, Irina llamándome Lena cuando me está agradecida. Es mucho mejor, seguro.
-De nada.-
~~ * ~~
-Estoy orgullosa de ti. - Dije, ayudando a Yulia a sentarse en su cama después de cenar y tomar una ducha nocturna.
-¿Lo estás?-
-No huiste de la confrontación y dejaste a un lado tu orgullo para disculparte por tus errores. Fue lindo verlo.-
-¿Por eso estabas llorando todo el tiempo? - Sentí mis mejillas ruborizarse por su sonrisa burlona.
- Estaba llorando porque estaba feliz de ver que ambas se llevaran bien ...-
-Sensible.-
-¿Qué? Soy una persona emocional.
- Demasiado para su propio bien, para ser honesta - Dijo arrastrándose hacia atrás para apoyarse en la pared.
-No puedo evitarlo.-
-Tienes suerte de que sea tu paciente, cariño ... - Sonreí al escuchar eso.
-¿Sí? ¿Por qué? Porque no me lastimarás? -
-Sí…. Porque no voy a lastimarte.- confirmó, asintiendo con la cabeza, sonriendo maliciosamente.
Sonreí también, feliz de escuchar eso. -Pero gracias.- Ella asintió con la cabeza.
-¿Ves? ¡Soy una buena doctora!
-Sí, que lo eres - Parpadeé por un momento, inmóvil por lo que acababa de decir.
- ¿Realmente Yulia Volkova dijo que yo era una buena doctora? ¿Estoy alucinando? -
-Pero no seas tan condescendiente ... Eres lo suficientemente buena.-
- Mejor ser suficiente que no serlo en absoluto - Ambas nos reímos. Y mirando sus azules orbes, me di cuenta de cuánto me gustaba esa chica. Por un momento allí, solo estábamos Yulia y yo, en una habitación, mirándonos la una a la otra como si pudiéramos leernos las mentes.
Mi corazón latía en mis oídos y sentí mi cara aturdida cuando me di cuenta de que me quedé en silencio por un minuto. -Yo...
-¿Te tienes que ir?-
Asentí con la cabeza. –Bu… buenas noches, Yulia.-
-Buenas noches, Doc.-
E incluso cuando mis piernas se convirtieron en gelatina, logré salir de esa celda.
~~ * ~~
Decir que tuve una buena noche era una exageración. Tuve una noche horrible, apenas pude dormir por todos los recuerdos y sensaciones que mi cuerpo estaba sintiendo. Me obligué a no dejarme llevar nuevamente, no me solté, no me atreví a hacerlo. Así que toda la frustración me golpeó durante toda la noche y estaba tan cansada por la mañana que me olvidé de poner mis lentillas de contacto y tuve que usar mis gafas en su lugar.
Irina hizo un chiste de lo irreconocible que estaba usando esos marcos y Nastya fue un poco más gentil, diciendo que me veía linda. -Diferente, pero linda - Sin embargo, esas fueron sus palabras reales. No me gusta usar gafas, me marca los lados de la nariz y, sobre todo, me hace parecer completamente nerd. No estoy orgullosa de eso.
Me miraban de todos lados por lo poco familiar que estaba, la gente no asimilaba el verme con ellas puestas. Pero ninguna mirada era más mortificante que la de Yulia. Ella constantemente estaba parpadeando mientras miraba mi rostro, su cara ligeramente girada hacia la izquierda, como si realmente fuera una extraña.
No dijo una palabra mientras el oficial Fyodor estuvo con nosotras, pero tan pronto nos dejó solas en el patio, vi que la comisura de sus labios tiraba hacia arriba.
-Solo cállate.- Le dije antes de que ella pudiera hacer una de sus bromas.
-Estoy en silencio.-
-Sé que quieres bromear.-
-Porque usas lentes? El 85% de los rusos usan gafas, cariño. No eres una nerd que yo sepa.-
-Realmente? - Pregunté sorprendida.
-¡Por supuesto! Solo eres un sabelotodo enmarcada - Puse los ojos en blanco y ella soltó una risita.
-Oh, basta! -
-¡Ojo por ojo, Capitán! - Suspiré, tratando de ignorar su propia risa mientras tomaba un bocado de la manzana en su mano.
-Yulia! -
-Ah, está bien, no digo nada más.- Esa mujer... Jesús ... pasará todo el día jodiéndome con esos chistes tontos suyos. -Hey, Doc ...- Noté que su voz se volvía más seria, al notar eso, la miré. - ¿Está bien si no uso la silla de ruedas hoy? Siento que mi culo está adolorido por estar sentada en esta mierda por tanto tiempo - Frunció el ceño. Y bueno, debe ser realmente incómodo.
-Depende de ti.- respondí. -Si no la quieres, entonces, no la uses.-
-Así que cuando te pones las gafas te vuelves más agradable, ¿eh? - Ella sonrió y se volvió hacia mí. Parpadeé -¡Debiste haberlos usado todo el tiempo, Doc! - No perdió tiempo en levantarse de la silla, flexionando sus músculos para calentarlos.
-¿Qué? ¿De qué estás hablando? -
-No se trata de lo que quieres, Yulia, se trata de lo que necesitas - Se burló, imitando lo que le dije el día anterior.
-Son situaciones totalmente diferentes.-
-Y ahora puedes ver esa diferencia fácilmente, ¿no es así? - No dije una palabra, pero pronto dejó de sonreír. -¿Por qué la cara gruñona? Solías reírte de mis malas bromas. Giró la cabeza hacia la derecha.
Sentí que mi corazón latía aceleradamente de nuevo. Estaba poco a poco acostumbrándome a eso.
Negué con la cabeza, apartando mis ojos de los de ella. - Simplemente no me gusta usar gafas - Respondí con sinceridad.
-¿Por qué no? Te ves bien con ellas.-
-¿De veras? - Mis mejillas se sonrojaron cuando escuché eso.
-Sí ... te hace ver como una verdadera doctora.-
-Pero soy una verdadera doctora!
-No pareces una. Los marcos te dan un buen toque, ese toque habitual que se ve en los médicos.-
-¿Cómo puede ser eso un cumplido? - Le pregunté alzando las cejas, algo ofendida por ello.
-Te hace parecer intimidante.-
-No quiero parecer intimidante.-
-¿Por qué no? ¡Ser intimidante es increíble! Hace que las personas te respeten!
- Hace que las personas te teman. No te respetan ... te evitan. No es algo bueno.-
-Sí lo es.- Yulia tomó otro bocado de la manzana. -Evita a la gente lo mejor que puedas, Doc.-
-Mi trabajo es cuidar a la gente, ayudar con sus problemas y luchas. No puedo evitarlos.-
-¿Cuántas personas has ayudado, cariño? -
-Muchas.- respondí con orgullo.
-¿Y tú me ayudarás? - La miré, directamente a los ojos azules otra vez.
-¡Por supuesto que lo haré!-
Ella sonrió, tomando otro bocado de la manzana. Se inclinó ante mí, aunque pensé que en realidad estaba tratando de estirarse, pero terminé sonriéndole.
Parpadeé cuando sentí que algo caía sobre mi cabeza. Levanté la vista y vi el cielo grisáceo, gotas de lluvia delgadas caían desde arriba.
- Está lloviendo.
Yulia sonrió y fue entonces cuando recordé que a ella le gustaba la lluvia.
-¿Quieres quedarte? - Le pregunté.
Ella asintió con la cabeza – Amo estos momentos.-
Todo mi cuerpo tembló cuando la escuché decir esa palabra. Amor. ¿Qué ama ella? ¿Alguna vez ha amado a alguien? ¿Ella amaba a Sonya? Aunque estamos cerca ... más cerca que lo que puede ser una relación médico-paciente habitual, en realidad no lo sabía. Conozco más a Yulia día a día. Que está sola, que es lo que percibe, que tiene mucho más una personalidad hogareña que la de una persona extrovertida, que está más agradecida de lo que creía; pero al mismo tiempo ... todavía no sabía mucho de ella. Todavía no sabía nada de su familia ni de sus amigos, y todavía no tengo las agallas para preguntarle sobre Domen. ¿Qué pasa si ella se enoja conmigo? ¿Qué pasa si ella lastima a Ángela? ¿Qué pasa si ella tiene un episodio real? Es algo que realmente no quiero ver. Sé que como médico, debería ser más audaz, pero ... es Yulia. Y ella es muy impredecible.
-Doc ...- Escuché que ella me llamó. Su voz sonaba preocupada.
-¿Sí?-
-Huh ... creo que tenemos un problema.- Señaló con el dedo la puerta y fue entonces cuando vi a los civiles que estaban acampando afuera, empujándose para entrar. Dos oficiales estaban tratando de mantener la puerta cerrada y como la lluvia se hizo más intensa, más gente comenzó a gritar. Me puse de pie inmediatamente, abriéndome camino hasta la puerta.
-¿Qué está pasando? - Pregunté finalmente acercándome a los oficiales, sintiendo que mi ropa era mucho más pesada. Mi cabello estaba completamente mojado.
-El clima se está poniendo mal, y están presionando, pidiendo refugio. ¡No sabemos qué hacer! - Respondió un oficial llamado Jarek.
-¡No podemos dejarlos entrar! - Gritó el otro oficial.
-¡Tenemos que dejarlos! - Dijo Yulia de repente entre ellos. -Si nos resistimos, la puerta podría romperse.-
¡ABRAN LAS PUERTAS YA! - Gritaron algunas personas en la multitud.
-¡Es peligroso!-
-¡No podemos dejarlos entrar! -
-¡Tenemos que hacerlo! - insistió Yulia.
-¡Metete en tus propios asuntos! - Le gritó el oficial Jarek. Yulia puso los ojos en blanco, enojada.
-¿Quieres que rompan las puertas y que ocurra una estampida aquí? - Apoyé la idea de Yulia. Era la mejor opción. -Debes dejarlos entrar! -
-¡Oficial Dima, necesitamos refuerzos de seguridad en el patio! ¡Tan rápido como pueda, cambio! - Escuché al oficial decir a través de sus altavoces.
La puerta chirrió mientras la gente seguía presionando. Yulia se puso entre los oficiales, tratando de mantener la puerta en su lugar. A su lado, hice lo mismo.
-¿Qué? ¿Qué está pasando? - Oí la voz de Irina a través de los altavoces del oficial Jarek.
-¡La gente afuera están tratando de entrar! -
-¿Qué?-
-Necesitamos ayuda en el patio! Están presionando para entrar, ¡no sabemos qué hacer! ¡Tienes que ayudar, Smirnova!
-¡Voy en camino!-
Muy pronto, la mayoría de los oficiales del asilo intentaron contener a las personas que estaban fuera de las puertas para que no entraran.
¡ABRAN LAS PUERTAS! ¡ABRAN LAS PUERTAS! ¡Gritaban!
-¡DETENGANSE! - gritó Irina usando sus brazos para hacer retroceder a la multitud. -NOS PODEMOS DARLES ASILO AQUÍ! ¡DEJEN DE EMPUJAR! - No lo hicieron.
-¡ABRAN LAS PUERTAS!-
-¡OIGAN! ¡ NO HAY NINGUNA NECESIDAD DE EMPUJAR! - gritaba Yulia enojada a la multitud. Al instante se callaron. Tal vez el uniforme naranja los asustó. -¡LOS ENTENDEMOS! - La multitud vitoreó ruidosamente. El sonido de un trueno resonó en nuestros oídos. -¡Pero ustedes, chicos, NECESITAN DEJAR DE EMPUJAR LA PUERTA!
-¿Qué diablos estás haciendo? - Uno de los oficiales la empujó hacia un lado. - ¡Esa gente no entrará! -
-¡Tenemos que dejarlos entrar! - secundó Irina. -¡No podemos dejar que rompan la puerta! ¡Déjales entrar! Fyodor! Lleve a algunos oficiales con usted, vaya al refectorio y saque las mesas para que tengamos suficiente espacio para albergar a esas personas.
¿Estás segura de que esta es una buena idea, Smirnova? -
-¡SOLO HAGANLO!-
-¡Sí, señor! - Tres oficiales siguieron a Fyodor. Sin su apoyo, la puerta se dobló un poco por la multitud que empujaba.
-¡Es una mala idea! - Escuché a un oficial quejarse.
-¡POR FAVOR, APOYEN! - Gritó el oficial Vasíliev.
-Tenemos que formar una línea, para que no corran sin pensar hacia la Penitenciaría - aconsejó Irina.
- ¡POR FAVOR, TODOS USTEDES, QUEDENSE AQUÍ! - La oficial Petrova señaló el lado izquierdo de la puerta. La multitud procedió a hacer lo que se les dijo, el gran movimiento que hace que la gente pelee por los primeros lugares.
-¡Dyrbov, MacCubbin! Lleven a los presos de vuelta a sus celdas!
-¡Sí señora!-
- Petrova, Vasíliev! Ustedes abrirán las puertas. No abran demasiado, o intentarán entrar precipitadamente. Déjalos entrar uno a uno.
-¡Sí señora!-
-¿Doctora Katina? - Parpadeé cuando la escuché llamar mi nombre.
-Sí ...- me acerqué, lista para ayudar con cualquier cosa.
-¿Qué está haciendo aquí? - Preguntó frunciendo el ceño.
-Huh ...-
- ¿Quieres ayudar? -
¡Sí! - Confirmé.
-Ve a la lavandería, y consigue algunas toallas y mantas para estas personas ...-
- ¡Sí, señora! - Respondí al instante. Y no perdiendo el tiempo, fui a la lavandería.
Para cuando volví al refectorio con una carreta llena de toallas limpias y mantas, la mayoría de la gente ya estaba dentro, sentada en el suelo, ya que las mesas habían sido retiradas del lugar. Noté que la mayoría de ellos eran mujeres de mediana edad, pero también vi algunos hombres e incluso algunas familias con sus hijos.
-Cogerás un resfriado - Oí que alguien que decía detrás de mí y sonreí al ver a Nastya.
-Está bien - Desestimé el hecho de que mi ropa estaba mojada y realmente podría tener un resfriado. La lluvia seguía cayendo fuerte afuera y no había ninguna señal de que dejarla de hacerlo muy pronto.
-Estás tan involucrada en esto ...- Comentó, encontrándolo gracioso.
-Quiero ayudar.-
-Eres una buena persona, Lena - Tocó mi hombro ligeramente - Estoy feliz de que estés de vuelta.
Sonreí - Yo también.-
-También tendremos un gran problema si la lluvia no se detiene.
-Sí, lo sé.- Asentí - La cosa es ... los reclusos tienen su horario para almorzar y si la lluvia no se detiene, esos civiles necesitarán quedarse aquí. Estaba orando para que la lluvia se fuera antes de la hora del almuerzo. Sería un desastre si los reclusos y esas personas se encuentran.
Mis ojos se agrandaron cuando vi a Yulia entrar al centro médico al lado de Irina, escoltando a las últimas personas dentro. Mi corazón latió con orgullo y satisfacción. Ella se acercó a mí y como si hubiera sido golpeada por una ola impactante, sentí que todo el vello de mi cuerpo se encrispaba. Cerré los ojos, tratando de ignorarlo.
-¿Estás bien, doctora? - Me preguntó. Yulia tomó una toalla para secarse la cara y un poco de su cabello.
- Es muy amable de tu parte ayudarnos, señorita Volkova - Dijo suavemente Nastya.
-Bueno, es lo menos que puedo hacer después de todos los problemas que causé.- Ella se encogió de hombros.
-Wow ... Lena realmente te cambió para bien, ¿o no? -
Yulia sonrió. -Supongo que ella podría ver a través de mí.-
Nastya soltó una risita y me encontré teniendo problemas para respirar. Necesitaba algo de aire. Necesitaba algo de espacio ¿Por qué de repente me sentía así? ¿Por qué era tan pesado estar cerca de ella? Para calmarme, me disculpé, volviendo a la lavandería para conseguir más toallas y mantas.
Cuando llegué allí, me senté por un rato, mi mano estaba apretando mi camisa justo en el lugar de mi corazón. -Cálmate, Lena. Cálmate.-
-Doc? - Escuché su voz y apreté mi mandíbula. -¿Estás bien?-
-Estoy bien.-
-Lo siento, ¿está bien? Prometo que ya no haré bromas...- Yulia se disculpó caminando dentro del área.
-Está bien.- Respondí sin siquiera mirarla.
-Pues no parece.-
-Lo estoy.-
-¡Quítate esos malditos lentes! - Se quejó, quitándome de la cara los marcos repentinamente.
-¡Oye! ¡Dame eso! - dije, poniéndome de pie. Mi visión ahora era borrosa por mi miopía.
-¡Eres aburrida con ellos!
-¡Sólo dámelos!-
-Trate de quitármelos, señora Magoo - Ella soltó una risita mientras se alejaba.
-Yuuulia! - Llamé tratando de alcanzarla para recuperar mis marcos. ¡Dámelos!
-¿Qué pasó? ¿No puedes ver sin estas cosas? - Se rió en voz alta, molestándome hasta el último nervio.
-¡Sólo, detente! - dije enojada, empujándola y encerrándola entre la pared y mi cuerpo.
Sin embargo, lo que sucedió de pronto fue que mi cuerpo se congeló instantáneamente. Mis mejillas se sonrojaron diez veces cuando todo mi cuerpo tomó conciencia de la situación.
Todo lo que sentí fue la suavidad de su toque cuando su mano se movió y sus dedos tocaron un lado de mi rostro. Su pulgar se movía hacia adelante y hacia atrás a lo largo de mi pómulo justo como lo hizo una vez. Me olvidé de mi carrera y mi posición. Me olvidé de quién era y qué significaba eso. Me olvidé de dónde estábamos y el acto ilegal que estábamos haciendo... Me olvidé de todo. Por un momento allí, solo estábamos Yulia y yo, en una lavandería, mirándonos la una a la otra como si nada más importara.
Realmente no importaba.
Sus ojos se oscurecieron y noté su mirada dirigiéndose a a mis labios. Mi corazón latía en mis oídos ya que sus labios estaban a pocos centímetros de los míos. Su respiración golpeó mi cara y cerré mis ojos, mi cuerpo estaba listo para eso.
Cuando sentí sus labios sobre los míos, me incliné y tiré de su labio inferior, acercándola más. Mi corazón explotó dentro de mi pecho y no me rehusé a dejar escapar un suave gemido. Su mano derecha se movió hacia abajo, atreviéndose a descansar en la parte posterior de mi cuello y su mano izquierda en mi cintura. El beso ganó algo de velocidad y aspereza.
Yulia rompió el beso y me hizo estremecer cuando posó sus labios en mi cuello. Estaba a punto de morir en sus brazos cuando sentí sus dedos justo en mi cintura, debajo de mi camisa. No se movían, pero la sensación que tenía de sus dedos fríos apenas tocando mi piel era algo fuera de este mundo. Un gemido gutural amenazó desde dentro cuando sentí sus dedos subir suavemente, llegando a los lados de mi sujetador. Y cuando ella los movió hacia abajo, el leve toque de sus uñas hizo que mis músculos se sacudieran de emoción.
Oh Dios.
Mis ojos se cerraron porque era demasiado pesado para mantenerlos abiertos. Mi corazón estaba acelerado como nunca antes lo había hecho y mis dedos de los pies se curvaron con fuerza mientras sus tortuosas uñas me rozaban suavemente la cintura. Ella me besó una vez más y cuando sus dedos se movieron hacia mi abdomen, no pude evitar mis gemidos.
Oh Dios.
Esto es increíble.
Ella rápidamente me giró y me hizo sentar en el escritorio. Mis ojos se abrieron por el movimiento repentino y los músculos de mis muslos se apretaron aún más cuando la vi acercarse y colocarse entre mis piernas. Encorvé los dedos de los pies una vez más cuando su mano se movió hacia arriba sobre mis muslos.
Cuando sentí su lengua en mi cuello, lamiéndolo lentamente, me había ido. Oh Dios. Eso se sentía tan bien. Quería que su lengua lamiera cada pedazo de piel en mi cuerpo. Quería que esos dedos me tocaran en mi lugar más íntimo.
Inconscientemente, mis caderas se movieron.
La sensación de las yemas de sus dedos en mi piel combinada con su lengua era simplemente surrealista. El deseo dentro de mí, sobrecargaba mis sentidos.
Mis caderas se movieron de nuevo cuando Yulia desabotonó mi camisa. Oh Dios.
No.
Necesitaba parar.
Para, Lena!
Me alejé, jadeé pesadamente después de olvidar de respirar. Todavía estábamos presionadas, solo abrazadas. Mi cuerpo se quejaba de que había detenido lo que tanto deseaba.
-Yul ...- Exhalé, ni siquiera pude completar su nombre. Mi cara se puso tensa. Al abrir los ojos y mirar sus azules orbes, me di cuenta de lo mucho que me había enamorado de esta mujer. Jesús, estoy tan perdida ... -Yo ...-
-¿Te tienes que ir?-
-No ... no podemos ... hacer esto. Nosotras ...- Tragué saliva, sintiendo toda la excitación y la inquietud de mi cuerpo ardiendo dentro de mí. Yulia me besó de nuevo, pero soltó mis labios bastante rápido.
-Lo siento. Me dejé llevar.-
-No podemos ser... nada más ... que médico-paciente ...- tragué saliva, tratando de decirlo yo misma.
-Sí, podemos - Ella murmuró, haciéndome sonrojar. -Pero si no quieres, no lo haremos.- Ella volvió a poner mis marcos en mi cara y sonrió. Me congelé mientras mis ojos se movían, escaneando sus rasgos perfectos: sus labios, mejillas, ojos y nariz.
-Gracias.- Dije asintiendo con la cabeza, feliz de que de alguna manera estuviera dispuesta a respetar eso.
Ella me dio otro beso en mis labios. Tocó mi mejilla y se giró para irse. Y mirándola a los ojos una vez más, me encontré cayendo aún más profundamente por esta mujer.
Me encontré... perdidamente enamorada de esta chica.
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
Edad : 22
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Me encanta entre más leo la historia más me encanta
Kamila- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 02/04/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
QUE CAPITULO ???????????? me encanto ese encuentro en la lavandería fue wuaooo y q alegría q ya julia e irina están en paz. Estuvo realmente muy bueno me alegro q si te decidieras hacer el maraton lo disfrutamos muchísimo es un placer
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
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