AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)

La historia esta muy buena y la verdad como odio a todos los que tratan mal a julia y ojala lena la saque de ahi pero tambien saber toda la historia de juli gracias por subirla y pliz no nos dejes tanto tiempo sin saber que pasara

Enviado desde Topic'it

Hola
este historia esta muy interesante
y mas la interacion de las chicas
espero la puedas seguir pronto

Hola chicas, lamento la tardanza de esta semana pero se me hace imposible a veces. Espero que este capìtulo que les subo hoy recompense la ausencia de toda la semana (aunque subì el ùltimo este dìa lunes)

Bellezas, les dejo un beso y un fuerte abrazo

A leer!!!



CAPITULO 12: ¿QUE HE HECHO?



Ella no despierta… No despierta….

Tras escuchar esas palabras, mi corazón se detuvo, mi cerebro dejó de funcionar correctamente y mi cuerpo entero tembló. No. ¡Eso es imposible! Tragué saliva y cerré mis ojos; recé para que esto solo fuera otra de sus bromas. ¡Tiene que serlo! Mis uñas se clavaron en mis palmas y mi corazón latió muy rápido; por fin entré a su celda.

Lo primero que noté fueron las paredes, mi corazón cayó al suelo, mi boca se entreabrió y enseguida mi mano derecha se empuñó creyendo haber entrado en shock. No estaban los dibujos. ¡Los que vi antes – el pequeño perro, así como la chica sentada junto al árbol – se habían ido y lo que me recibió fue una caligrafía tan áspera, escrita por todas partes sobre su celda ¡ ÉL DEBE SER MUTILADO!, ¡TRITURADO!, ¡ANIQUILADO! Una lágrima silenciosa vagó por mi mejilla al ver su cubo de Rubik completamente aplastado, como si hubiera sido lanzado contra la pared y las piezas habían terminado dispersas por todas partes del suelo.

¿Acaso tuvo un episodio?

- No sabemos que pasó, Doctora. Nosotros… tratamos de despertarla… pero ella no lo hizo - La voz del oficial Gólubev me devolvió a la realidad. Pude notar que se escuchaba un tanto ansioso - Ella … no … se mueve.

Mis ojos se abrieron de par en par.
`
- ¿Qué dijiste?

- La reclusa no se mueve - Negué con la cabeza y tragué rápido - ¡Le juro que no hice nada, Doctora! ¡No es mi culpa! ¡Esta vez yo no...! Yo...

No le hice caso, miré directamente hacia ella. Permanecía boca abajo sobre la cama. Sentí que mi boca se secó y mis piernas se convirtieron en piedra. ¡Dios!, ¿Qué estaba pasando? Por favor, No. ¡No! Ella tiene que estar bien. ¡Ella debe estar bien!

- Y .. Yu... Yulia...- La llamé, mi voz débil a medida que me acercaba a su cama. ¡Mi corazón golpeaba en mis oídos y Dios, nunca me sentí tan preocupada en toda mi vida entera! Tomé su muñeca, coloqué dos dedos haciendo presión sobre ella para sentir su pulso. Mis ojos se agrandaron. Sin pulso. ¡No había pulso! ¿Qué demonios?

- ¿Esta… muerta? - Escuché al oficial Dyrbov preguntar. No pude contestar. Las lágrimas que caían de mis ojos les hizo pensar de esa manera - ¿Doctora Katina? - ¿Es... está Volkova, muerta? - Di un paso atrás, sintiéndome enferma. Yulia no estaba respirando. Ella no…

Antes de que pudiera decir nada más, todo a mí alrededor se tornó borroso - ¿Doctora Katina? - Con la sensación de mareo, cierro mis ojos y estaba muy lejos de ser consciente de lo que estaba pasando. Despierta. Por favor, despierta. No me puedes hacer esto. No lo hagas. No me dejes.

Entonces, me desmayé.

~~ * ~~


Cuando finalmente abrí los ojos, me recibió Bárbara con una suave sonrisa - ¡Ahí estas……. Bienvenida de nuevo, colega!

Parpadeé, aun sintiéndome incómoda - ¿Estàs bien? - Le oí preguntar. Fruncí el ceño tratando de recordar lo que había pasado… Mis ojos se abrieron totalmente… - ¡Yulia!

Bárbara rió - Esta es la primera vez, que veo a un doctor preocuparse más de sus propios pacientes que de sí mismo.

- ¿Cómo está? - Pregunté totalmente preocupada. Mi corazón latía con nerviosismo, ansiosa por la noticia que me daría y sabía que Bárbara era consciente de eso, por el monitor cardiaco a mi lado.

- Ella está bien - Cerré mis ojos respirando hondo, aliviada - Está de vuelta.

¡Gracias a Dios! - ¿Qué pasó? - Pregunté.

- Te desmayaste.

- No, ¿Qué le pasó a ella?

- Ah, le hemos sacado un poco de sangre, así como le hemos hecho algunos exámenes cerebrales para saber que fue lo que le pasó pero aún no tenemos los resultados, sin embargo, sus síntomas generales parecen ser de algún tipo de sobredosis - Mis manos se cerraron y el color de mi uñas por dentro se volvieron blancas.

- Su medicación - Rápidamente contesté - ¡Fue su medicación! El Dr. Boris aumentó su dosis...

- Sí, vi sus archivos, ahora toma cuatro píldoras... y considerando que XYZ es un sedante potente, parece que finalmente pasó factura en ella. Creo que será mejor si detenemos la medicación por un tiempo - Asentí, estando de acuerdo con ella.

- Gracias, Bárbara.

- ¿Por qué me agradece?

- No lo sé … sabiendo que en este lugar todos la querían, muerta - Ella rió calmando la situación.

- Sólo soy una doctora más, colega. No tengo resentimiento hacia su paciente. Además, si un interno muere mientras estoy en mi turno, eso serìa una mancha terrible para mis archivos - Sonreí. Tomó una barra de chocolate del bolsillo de su bata blanca y me la ofreció  - Aquí tienes, come esto. Te sentirás mejor.

- ¿Puedo verla? - Pregunté, aceptando la barra de caramelo.

- Primero, debería descansar. Ella está bien y va a ser monitoreada por los próximos dos días, así que no te preocupes, ella no está en peligro.

- Estoy bien.

- Tu ritmo cardiaco dice lo contrario - Contestò con rapidez, mirando la máquina cerca de mi cama. Aparté la vista tratando de ignorarlo - Tòmate un descanso, colega, y luego podrás verla. Ahora trata de relajarte, ella no irá a ninguna parte.

- Gracias, Bárbara - Me sonrió.

- De nada, Lena.

- Estoy tan aliviada de que este viva. Realmente creí que estaba muerta - Sentí un nudo en la garganta.

- Para ser honesta, asustó a todo el mundo. A los internos, oficiales y médicos, siguen viniendo a preguntar si ella... perdió la vida.

- ¿En serio?

- Hmm - Asintió - Volkova es famosa por aquí, tiene tanto tiempo metida en este Asilo, que es difícil encontrar a alguien que no sepa quién es.

‘Volkova gobierna este maldito lugar, Doctora Katina. Es una interna peligrosa, cada uno sabe quién es. Y es buena amiga de Sasha y Pavell’.

‘Volkova no tiene amigos, Srta. Bogrova’.

‘Eso es lo que quiere que usted piense, Doctora. Tiene amigos, admiradores y amantes’.


Recordé lo que la reclusa Ángela me dijo una vez. ¡Ángela compartió celda con Yulia antes y debe ser la clase de persona que es muy cercana a ella, quiero decir, Ángela podría entender los sentimientos de Yulia y hasta sus comportamientos – y ¡Eso era algo! Teniendo en cuenta la manera en como Yulia mentía a sus doctores, ahora me pregunto, si también le decía la verdad a sus compañeros de celda. En un ambiente como la penitenciaria, es muy común que los residentes se levanten para defenderse entre ellos y hasta se defienden de sus superiores por el sentimiento genuino de compañerismo, y francamente, parece que es el único modo que tienen para tolerar sitios como este.

Entonces, si eso es cierto, aquellas personas que vienen a preguntar si está viva ¿Serán sus amigos? ¿O serán simplemente gente curiosa que quiere saber, si la infame Yulia Volkova ha fallecido finalmente en este sucio lugar? Eso, simplemente no lo sabría.

- ¿Está bien si me voy? - Bárbara me preguntó suavemente después de un par de segundos - Tengo que visitar a otros pacientes.

- Sí, seguro. Nos vemos más tarde.

- Nos vemos pronto, Lena. Mejórate rápido.

Mejórate rápido… Cómo lamenté que esas palabras no fueran para Yulia. ¡Podría haber muerto! Sabía que su dosis era demasiado... ¡Cuatro malditas píldoras! Gracias a Dios estaba viva.

Mis ojos se centraron en la barra de chocolate en mis manos. ¿Debo dársela? Ella ama el caramelo. Tal vez pueda entregársela cuando se despierte. Comprobé alrededor de la habitación y noté que había una cámara negra, en la esquina superior derecha de la habitación. Así que las habitaciones de los hospitales tenían cámaras, vigilando… mis ojos regresaron a la barra, respiré profundo y decidí comerla yo misma.


~~*~~

Inclinè mi cuerpo hacia adelante, colocando mi frente contra la puerta de su habitación. La habitación 09. Me sentía nerviosa, preocupada, asustada. Había tantas cosas pasando por mi cabeza. ¿Ya estaba despierta? ¿Aún estaba durmiendo?. Respiré profundo primero y llamé con golpecitos a la puerta y luego pasé al cuarto médico.

Me paré en seco al ver a Irina dentro del cuarto. ¿Qué demonios? Irina Smirnova, ¿La oficial que nunca abandona el Archivero estaba en el cuarto de Volkova? ¿Qué carajos? ¿Pero qué hacía aquí? Entrecerré los ojos sin entender que podría estar haciendo en este lugar - ¿Oficial - La llamé, fui ignorada completamente. Su mirada fija y penetrante en Volkova. Yulia estaba inconsciente y yo estaba agradecida por eso - ¿Qué estás haciendo aquí? - Le pregunté cada vez más cerca de la cama de Yulia.

Movió sus ojos de Volkova a mí, pero aun así, se quedó de pie en silencio.

- ¿Qué estás haciendo aquí? - Pregunté de nuevo.

- Ocasión especial.

Fruncí el ceño - ¿Ocasión especial?

- Sí … - Ella asintió, regresando su miranda a Yulia. Noté que Irina estaba apretando los dientes - No lo entendería.

- ¿Oh en serio? ¿Por qué no lo intentas?

- No vale la pena - Contestó y yo suspiré profundo.

- ¿Entonces, por qué no te vas? - solté en un tono muy áspero para mi gusto.

- Quiero ver si se muere delante de mí - Su respuesta me enfadó.

Apreté mis dientes, puños, y con una expresión dura me puse frente a ella, mirándola tan enojada como nunca antes lo hice - ¡Retírate! - pronuncié con firmeza.

Se mofó, molestándome aún más - Ella consiguió lo que siempre quiso… una doctora que pudiera manipular a su antojo, una doctora que la saque de este lugar. Usted es la opción perfecta, fácil de aprovecharse, con una personalidad amigable… y todo lo que tiene que hacer, es hacerla reír con sus estúpidas bromas y fingir que es una pobre alma desafortunada con la necesidad de apoyo y cariño. Todo lo que tiene que hacer es comportarse como una niña, para que sienta compasión por ella a causa de su antiguos pacientes - Mis uñas comenzaron a marcarse en mis palmas al apretarlas con tanta fuerza, que no tomó mucho tiempo para que comenzara a brotar sangre de ellas.

- Mi deber es cuidar de ella, darle apoyo y un cuidado apropiado - Miré directamente a sus ojos - Yulia es mi paciente; ¡Puede ser una reclusa, pero ella, todavía es mi paciente! Todavía es un ser humano y necesita ayuda. No me importa lo que digas, no dejaré de ser quién soy, simplemente para complacer todas tus necesidades sádicas. ¡No voy ser como el Doctor Pavlov! ¡No dejaré que la torturen más nunca!

- ¿Cree que eso es torturar? ¿Por qué no va hablar con sus víctimas sobre lo que es la tortura, Doctora? Oh, Espere, están muertos - Tragué saliva, sintiéndome incómoda con ese comentario - No confíe en ella, Doctora Katina. ¡Todo lo que le diga es mentira!

- ¿Y cómo lo sabes?

- Sólo lo sé. Todo el mundo lo sabe. Es una mentirosa.

- Deja de fingir que sabes cosas de ella, porque no lo haces.

- Sí, lo hago - Asintió con firmeza - He estado aquí el tiempo suficiente para ver cómo pone en marcha sus juegos. Ella es encantadora, nunca puede cruzar por su mente que esta pequeña mujer puede ser tan fría y cruel. Pero lo es, Doctora. Hay una razón por la que está bajo Cuidados Intensivos. Hay una razón por la que nunca salió de este lugar. Hay una razón por la cual el Asilo nunca la dejará ir.

- ¿Sabes por qué es fría y cruel? - Pregunté mofándome - ¡Tu no le das ninguna otra opción! Es constantemente intimidada aquí por todos los oficiales … Sus doctores anteriores apenas la podían encaminar. Sólo la torturaban con descargas eléctricas a fin de hacerla comportarse cómo ellos deseaban que fuera.

- Muchos pacientes mostraron progreso recibiendo esta clase de tratamiento.

- ¿Ustedes lo llaman un progreso? - Resoplé.

- Sí. Si ellos provocan disturbios y luego ya no los provocan, lo podemos llamar progreso.

- Es una tortura y tú lo sabes - Le dije con firmeza - Y esa no es la forma en que yo lo hago, Oficial. ¡Yulia recibirá un tratamiento adecuado! No más daño, no más torturas, no más humillaciones.

- Déjelo, Doctora. Todo es inútil. Ser agradable con ella sólo la hará perder su tiempo.

- Un tratamiento adecuado nunca es inútil.

- Usted está cruzando una línea aquí Doctora, y esto será su karma.

- No, te equivocas. Ella recibirá un tratamiento adecuado. ¡Soy su Doctora y te garantizo Irina, que conseguiré que ella salga de este maldito infierno no importa cuántos años me tenga que quedar aquí para hacerlo realidad! - Ella entrecerró sus ojos. Me puse más cerca, frente a ella, firme y furiosa - ¡Ayudaré a Yulia y a nadie en toda Rusia, ningún doctor u oficial que este o no aquí presente, me va hacer cambiar de idea!

Por un breve momento el silencio nubló la habitación – tanto Irina como yo nos mirábamos la una a la otra, respirando profundamente, y nuestros ojos estaban llenos de ira. Sólo fue un breve momento, porque enseguida el silencio fue roto por una voz ronca que resonó por toda la habitación - ¡Eso, eso es a lo que yo llamo confianza! - Mi corazón latió completamente fuera de ritmo y tanto Irina como yo, volvimos nuestras cabezas hacia Yulia. Se sentó en la cama, sonriente - ¡Hola... - Y sus ojos se movieron hacia Irina - Irina Smirnova … mi vieja amiga...

Parpadeé un poco confundida por lo que acababa decir. Mis ojos se movieron a Irina también, quien apretaba sus dientes.

- ¿Amigas? - Pregunté intrigada.

- ¡Ella no es mi amiga! - Irina negó con rapidez.

- ¡Ella no es mi amiga! - Irina negó con rapidez.

- Oh Vamos ¿No recuerdas los viejos tiempos? ¡Los días de oro! - La voz de Yulia todavía se oía ronca pero pude notar el cambio melódico en su voz - ¡Porque yo sí, Irina! Allí estabas, alrededor de mi sección, orgullosa de ti misma por ser una oficial correccional en este lugar, simplemente haciendo todo lo posible por mostrar algún servicio. En aquel entonces, eras la única oficial mujer en este agujero de mierda además de Alina y todo el mundo estaba hablando de ti. ¿Eras joven y fresca; tu rostro era simpático... tuviste muchos inconvenientes para frenar a esos oficiales calenturientos, ¿verdad? - Irina apretó sus dientes con fuerza - ¿Sobre todo porque nunca les aclaraste que eres… cómo lo llama la gente en estos días? Aah sí, gay.

Mis ojos se abrieron de par en par. ¿Gay? ¿Irina es … gay? Parecía que el tema le incomodaba completamente. Vi como sus ojos perdieron todo el fuego que una vez tuvieron, y podría decirse que esto, significaba bastante para ella. Estaba tan cerca de solo comenzar a llorar - Eras tan diferente en ese entonces, Irina - Yulia siguió - Eras confiable, amable y protectora. ¿Recuerdas aquel día cuando el Oficial Sven me golpeó hasta casi hacerme mierda? ¿Corriste y te alejaste? ¡No! ¿Qué hiciste? ¡Lo detuviste! ¿Qué pasó contigo, Irina? ¿Dónde está aquella oficial amable que le gustaba hablar conmigo?

No podía decir ni una palabra. Yo estaba totalmente en shock por toda esa nueva información. No sabía, que Irina fuera una oficial de prisión regular además de ser la encargada de los Archivos. No sabía que cuidaba los alrededores de la sección de Yulia. No tenía ni idea que Volkova e Irina podrían haber intercambiado algunas palabras en el pasado. Pero cuanto más decía Yulia, más comenzaba a tener sentido para mí - ¡Y la antigua Irina Smirnova, no quería ser sólo una oficial de prisión regular, no! ¡Yo lo sabía! ¡Quería ser la Directora! ¿Pero dónde estás ahora, Irina? ¡Dentro de ese sótano apestoso, donde no haces más nada en todo el día, más que sólo leer viejos papeles y escuchar cintas! ¿Extrañas tanto mi voz? - Se burló y todo el odio que yo sentía por Irina, rápidamente desapareció. Una lágrima corrió por su mejilla derecha - Perdiste la oportunidad que tenías para ser Directora cuando el anciano Iván le dio la posición a Boris Putin.. ¿Fue un mal día para ti, cierto?

- Pero adivino que Boris Putin debe ser una "puta" realmente demasiado buena. Me dieron pequeñas contracciones nerviosas en los dedos - Un día muy malo, seguro que sí - Siguió - No es fácil perder la posición que siempre has deseado, por ese cobarde mal parido. Anímate, Irina, realmente tú lo valías. Sabes el dicho, amigos antes que las putas - Trató de hacer un juego de palabras, y si el ambiente fuera ligeramente diferente me reiría con todas las fuerzas, pero todo lo que sentía era tristeza y compasión.

Limpió sus lágrimas y soltó una sonrisita triste - Creía que estabas muerta.

- ¿Qué hay de divertido en eso?

- Volkova Yulia, muerta por sobredosis, ¿Eh? Todo un revuelo el que estas armando, reclusa - Mis cejas se fruncieron.

- ¿Sobredosis? Bien, eso es patético - ¿Ellas suenan... hm … muy íntimas? ¿En verdad fueron amigas en el pasado? ¿Qué sucedió entre ellas? Las palabras de Irina antes sobre Yulia, eran ásperas pero ahora parecen como … no sé … como una pareja casada que sólo podrían gritarse, pero que de vez en cuando muestran sus sentimientos mutuos de respeto y afecto el uno al otro. Realmente me molestaba.

- Estás viva...

- Y estas contenta, ¿No es así? - Se burló. Irina no le respondió pero yo tenía el sentimiento que era una confirmación. ¿Era esto una relación de amor-odio? Quiero decir, Irina estuvo aquí durante todo este tiempo y si bien es cierto que solía hablar con Yulia, se supone que eran un poco cercanas. Pero ya que no lo están más. Ahora, Irina odia a Yulia, siempre está tratando de mostrarme qué es cruel y mala… Y Yulia siempre se asegura que Irina no se entere de ninguna de sus entrevistas. ¿Si ellas eran cercanas qué lo cambió? ¿Qué las hizo odiarse la una a la otra? ¿Qué hizo que Irina dejara de ser una oficial amable para ser una tan despiadada? ¿Qué provocó su enorme odio hacia Yulia?

- ¡Oh por favor, cállate!

- ¿Echas de menos mi voz y todavía me dices que me calle? ¿Eres bipolar?

- ¡Solo cállate!

- Vuelve a tu sótano, Oficial - Esas palabras provocaron en Irina, roer sus dientes otra vez.

- ¡Yo soy tu superior aquí, Reclusa! ¡No me des órdenes.

- Inténtelo de nuevo, Directora Irina - El cambio en los ojos de Irina fue impresionante; sus ojos se agrandaron y brillaron tan intensamente, orgullosamente de sí misma. Su expresión era totalmente diferente de cuando la llamaron oficial a ahora que la llamaban Directora. A pesar de que Yulia le estaba tomando el pelo, todavía provocaba en Irina disfrutar de esa palabra como si realmente le perteneciera . Y no era la única que lo notó - Hohoho, es tan fácil burlarse de ti, Irina. ¿Dime, te mojaste allí abajo cuando te llama Directora? - Un escalofrío recorrió mi espina dorsal. No tenía ni idea de cómo Irina se sintió, pero esta era la primera vez que yo la escuchaba hablar de esa forma. En determinados momentos había dicho insinuaciones sexuales, pero no de esta clase - ¿Tengo que poner mi voz ronca para que eso pase… Directora?

Oh, Dios. Esa voz.

Sólo de pensar que ella pudiera hablarme de esa manera, susurrandome al oído …

Los vellos de todo mi cuerpo se erizaron. Pero hice todo lo posible para que ellas no notaran que su voz ronca, me había afectado tanto haciendo tan poco.

Irina estaba visualmente incómoda. Su pecho iba de arriba hacia abajo en un paso rápido - ¿Eres diferente ahora, eh? Tienes un montón de mujeres oficiales con las que coquetear. Para liberar siempre que lo necesites... ¿Quién es tu favorita? ¿La oficial Petrova? ¿La oficial Lenova? ¿La oficial Ivanova?

- ¡Cállate!

- ¿O estas en asuntos oscuros y peligrosos? ¿Imaginando cantidades de vaginas rizadas y calientes, Directora Irina? ¿Tienes fantasías calientes con las reclusas? ¿Quién es tu favorita?

- ¡CIERRA TU MALDITA BOCA!

- ¿Por qué? Apuesto a que estas empapada sólo de imaginar mi voz en tu oído... - Ah, Dios, por favor haz que esto pare. Por favor - Susurrando … llamándote…. Directora… - Mierda. Ella rio por sus propias palabras - ¿Mojada ya, Directora Irina? .

Irina rápidamente dejó la habitación, cerrando de golpe la puerta . Apreté mis puños y sin perder tiempo, la seguí.

- ¡Irina, espera! - La llamé antes de que pudiera alcanzar el ascensor al final del pasillo.

- ¿Qué? - Dio vuelta furiosamente. Pude notar los rastros de lágrimas.

- ¡Eh!... Yo...

- ¡Si no tiene nada que decir, discúlpeme, Doctora! Tengo que volver a mi sótano - Oí la amargura en su voz.

- Yo...

Tenía muchas cosas que decirle honestamente, pero no salió nada de mi boca. Estaba muy conmovida por lo que pasó, Irina había llorado a pesar de su dureza. Era resistente, no tanto como Yulia pero era resistente, y tiene que ser resistente trabajando en este lugar siendo una oficial de prisión por tanto tiempo, y verla llorar, significa mucho. Había muchas cosas que todavía necesitaba saber de este lugar, pero saber que Irina solía ser amable y protectora en el pasado, fue una gran sorpresa. Ella estaba amargada porque Boris Putin es el Director y tal vez por eso dejó de ser amable y protectora. O tal vez todavía estaba persiguiendo el puesto y para complacer a Putin, ella debía hacer su mejor esfuerzo para mostrar sus servicios y habilidades,  así como también tenía que mantenerse al corriente del comportamiento general de este lugar. Realmente no lo sé, pero una cosa si sabía … Irina no era una oficial escoria.

- ¿No... no quieres hablar? - Le pregunté preocupada por ella.

- ¡Váyase a la mierda, Doctora Katina!

Girò sus talones para seguir su camino al Sótano, exhalé; decidí dejarla sola por un tiempo y regresar a la habitación de Yulia. Habìa ido allí para visitarla después de todo. Y ahora que estaba despierta podría hablar con ella como se debe, tratar de entender que fue lo que realmente pasó.

- ¡Aplausos, Nena! - Escuchè a Yulia pronunciar cuando entrè. Volví la cabeza hacia ella, tenía su mano cerrada en un puño como señal de victoria. Fruncí el ceño - Gracias por defenderme.

- ¿Ella era de verdad tu amiga? - Le pregunté, mi voz sonó muy baja.

- No.

- Parecía que así fue - Dije parpadeando - Sabes mucho sobre ella.

- Los rumores y las noticias se difunden rápidamente por aquí, Doc.

- Los rumores son mentira - Dije con firmeza.

- ¿Lo son? Se rumorea que sacarás a Masha de aquí, ¿Eso es mentira, Doctora Katina? - Preguntó mirándome fijamente, tragué saliva. Odiaba cuando ella podía replicarme de esa forma. Parecía que siempre estaba un paso delante de mí.

- No - Pronuncié segura.

- Bien. Porque estoy realmente segura que si Masha se entera que le estás mintiendo se molestara.

Me mantuve tranquila - ¿Cómo sabes que ella es gay? - Pregunté cambiando el tema.

- No es difícil notarlo - ¿De verdad? Yo no puedo. Nunca cruzó por mi mente que Irina fuera homosexual. Yulia sonrió encontrándolo divertido.

- Significa mucho para ella - Le dije, mirando al suelo - Creo que nunca se lo contò a nadie.

- Tiene un gran significado para todos. La mayor parte de los rusos encuentran la homosexualidad algo extraño... Una enfermedad extranjera.

- ¿Tú, piensas de esa forma también? - Pregunté curiosa.

Se rio - No - Soy feliz de que piense de esa forma - Lo he visto todo el tiempo.

- ¿En serio?

- Siempre. Pero los gobiernos intentan jodidamente legislar la moralidad en sus ciudadanos, porque si hay una cosa que explique la perdición de una sociedad, está en ver a los adultos tener sexo en la intimidad de sus propios dormitorios.

Reí. Ella estaba de vuelta - Me hiciste sentir un terrible miedo - Le dije suavemente - Realmente creí que estabas muerta.

- Sólo las personas jóvenes que son buenas, mueren - Sonrió pretenciosamente.

Giré mis labios. Allí estaba ella, diciéndome que no era una persona buena, otra vez. Entonces, ¿Por qué siento que ella lo es? ¿Por qué sigo creyendo que ella no es mala?

- Me alegro de que estés viva - Le expresé, acercándome más a ella, sintiendo un impulso por tocar su rostro, acariciar sus mejillas. Pero me detuve antes de que fuera demasiado tarde.

- Por supuesto que lo estás - Sonrió satisfactoriamente.

- ¿Yo...? - aclarè mi garganta y ella parpadeó. Sus ojos se aligeraron un poco, mirando directamente los míos, como si alcanzaran mi alma - Yo... vi tu celda... las palabras escritas en tus paredes.

- Está bien, Doc - Contestó con rapidez quitándole importancia. No estaba totalmente convencida.

- Estoy preocupada...

- Se preocupa demasiado...

Suspiré, sabiendo que estaba incómoda. No le gustaba mostrar su debilidad ante los demás, no le gusta hablar de sus problemas por miedo a ser juzgada, humillada y hacer el centro de las burlas. Se preocupa por su reputación aquí dentro, probablemente era la única cosa que podría decirse, se sentía orgullosa .

- Yulia... lo que te pasó... yo sé que todavía te persigue hasta estos días - Comencé, intentando ser reflexiva - Sé que es una cosa que significa mucho para ti... Y quiero que sepas que estoy aquí. Puedes hablar conmigo, siempre estaré allí para ti - Hubo un silencio - Sé que es difícil hablar sobre eventos dolorosos de tu vida con una completa extraña... pero confía en mí... no serás juzgada, ni tampoco habrán burlas hacia ti.

- Estoy bien, Doctora - Contestó, asintiendo con la cabeza.

- Podrías haber muerto... Tu medicación....

- Estoy bien - Volvió a quitarle importancia, junto a una sonrisa - Me siento un poco cansada ahora mismo, pero estoy bien. Estaré bien. Nada de estrés, Doctora Katina...

Mi corazón se apretó al oír cómo se dirigía hacia mí. Desde que me enteré que el Dr. Pavlov solía obligarla a llamarlo Doctor Pavlov, me siento mal cuando me llama Doctora Katina. Que la haría llamarme Lena Intensa de repente.

- No me llames Doctora Katina.

- ¿Por qué no? Estoy tratando de mostrarle un poco de respeto. ¿No entiendo que hay de malo en ello?

- Es sólo que ... cuando me llamas así ... suena como ...

- ¿Cómo qué?

Como si te alejaras de mí - Como si yo, te estuviera forzando a llamarme de esta forma ...

- ¿Igual que el Doctor Pavlov lo hizo?

No contesté, pero mis ojos se apartaron de ella, contestando la pregunta.

- ¿Por qué sigues molesta por eso? Él ya no está aquí. Tu eres mi médico ahora y eres diferente a él. No tienes por qué pensar en mis antiguos médicos.

- Lo sé ... pero prefiero que me llames Doc, eso es todo ...

- Doctora Katina - La comisura de mis labios se curvaron hacia arriba.

- ¿Por qué me estás tomando el pelo?

- ¡Porque es divertido! - Ella sonrió. Y me reí.

- Solo cuídate, ¿de acuerdo?

- Sí, lo haré. Dijiste que me sacarías de este lugar ... - Su voz me hizo acercarme más a ella.

- No puedo morir tan pronto, ¿O puedo? - Mis dedos se cerraron alrededor de los barrotes de la cama.

- Será mejor que no - Me quedé contemplando sus ojos azules y por un momento, perdí mi enfoque. Mis oídos solo escuchaban los fuertes golpes de mi corazón. ¿Qué estaba pasando conmigo? ¿Estar tan cerca de ella me hace sentir de esta manera? Esto en serio, tiene que parar ya ...

- Doctora Katina, ¿estás bien? - La oí llamarme de nuevo.

Aparté la vista - Sólo ... solo tengo cosas en la cabeza.

-  ¿Voces? Pueden ser bastante molestas - dijo, moviendo la cabeza afirmativamente.

No ... sólo ... cosas - Respondí, sin explicar mucho  - Y deja de llamarme Doctora Katina.

- Doctora Katina

Suspiré, haciéndola reír - ¡Usted es divertida, Doc! ¡Pone siempre una sonrisa en mi cara! - Eso no podría ser algo malo, ¿cierto?

- Me alegro de poder ... alegrar tus días - Asentí.

- ¡Ya, no se haga la graciosa ahora!-  Por supuesto, ella no lo admitiría

- Como sea….Tengo que irme

- ¿Va hacerlo con Masha?

- ¿Qué? - Mi voz vino áspera - ¡No voy hacer nada con nadie! Que mierda te crees que...

- ¿Doctora? - Sonrió, divertida - ¿Alguna vez, has notado que cuando estàs nerviosa siempre tiendes a pensar todo en doble sentido? - Mirè hacia otro lado, avergonzada - Ahora bien ¿Por qué es eso? ¿Por qué siempre estas tomando todo de manera tan… sexual? Creo que necesitas un Doc … Doc.

- Nos vemos después, Yulia -  Me despedí con rapidez, ignorando lo que dijo. Su nombre nunca pareció tan encantador. Era un nombre hermoso.

- Hasta la vista, Doctora Katina - Rio enseguida

Es insanamente difícil negarme a mi paciente favorito. No podía mentir más. Toda mi carrera estaba cayendo, me pregunté. Me estaba volviendo loca. Yulia ... ¿Qué me estabas haciendo? Salí de la habitación con una débil sonrisa en mis labios. Si ella estaba bromeando, significaba que estaba bien. Toda mi carrera estaba en riesgo porque hice lo que se supone que ningún doctor debe hacer. Fijarse en sus pacientes.

Si fuera sólo una íntima amistad, aun estaría bien… pero no era así. No era sólo una curiosidad extraña que conducía al afecto, eso, se había ido hace mucho tiempo. Ahora era algo más grande, algo más profundo. Las chispas eléctricas sacudían bajo mi cuerpo cuando pensaba en ella de una manera más íntima. La forma en que ella estaba hablando hoy … áspero y ronca……. Fue suficiente para que el deseo arrasara cada pedacito de mi piel.

Nunca antes me sentí de esta forma por alguno de mis pacientes. Y me estaba volviendo loca. Necesitaba controlar mis sentimientos. Necesitaba dejar de sentir esto por Yulia. Tenía que concentrarme en mi trabajo. Y mi trabajo radicaba en ayudar a las personas, no enamorarse de ellas.


~~*~~

- ¿Irina? - La llamé al momento que llegué al almacén de archivos pero no pude encontrarla - ¿Oficial Irina?

- ¿Qué quiere, Doctora? - La oí, decir detrás de mí. Me giré notando que había salido del baño. No sabía si estaba allí haciendo sus necesidades fisiológicas o porque todavía lloraba.

- Sólo quiero hablar contigo … ¿Estás bien? - pregunté preocupada.

- Márchese, Doctora Katina.

- Irina...

- ¡MÁRCHESE! - Gritó, usando su autoridad.

- Creo que te hará bien hablar de ello...

- No necesito su compasión, Doctora. Por qué no se va al maldito infierno a burlase y a reírse de mí, por quién soy, con su preciosa y pequeña interna...

- Nunca haría eso - Negué con la cabeza - No estas mal, Irina. No es malo ser homosexual. No es una enfermedad.

- ¿También es homosexual? - Preguntó repentinamente.

- ¡No! - Negué con rapidez. Pero mis sentimientos por Yulia no era completamente heterosexual… así que, ¿Qué pasa conmigo? ¿Soy el bisexual o algo así?

Se mofó - Usted, Doctora Katina, no tiene ni idea de lo que se siente. Es fácil para usted, es una profesional. - Esa forma de pensar me ofendió.

- ¡Eso no es verdad!

- Usted no conoce a la sociedad. No sabe lo mucho que lo toman en contra de nosotros. No hablamos de ello, fingimos que eso no existe.

- Tu y tus estándares enfermos... - le respondí un poco molesta, no con ella por completo, pero si con lo que estábamos tratando aquí - En este país, existe la mayor tasa de suicidio en todo el mundo, ¿Sabes por qué, Oficial? - No contestó - Por qué siempre están fingiendo que no existe. Fingen que la depresión no existe, fingen que la homosexualidad no existe, fingen que el estándar de belleza aquí no es un problema … siempre fingen que las cosas no existen con la esperanza de que esas cuestiones puedan desaparecer. Pero no lo harán - Los miles de ciudadanos se matan cada año debido a que la sociedad finge que no existen. Están solos, no tienen apoyo de nadie, ni en la vida, ni en la muerte - Vi torcer sus labios - Y yo estoy aquí, Irina, diciéndote que no estás sola. Te puedo apoyar. Cada doctor aquí puede hacerlo. Yo, Nastya, Bárbara, siempre que te sientas mal, dirígete a nosotras. No estamos aquí sólo para los residentes, sino para ustedes, los oficiales también.

- No estamos locos, Doctora Katina - Noté que su voz se había calmado. Adivino que estaba internamente agradecida por lo que dije.

- No estoy diciendo eso … Sólo digo que la orientación psicológica es importante. Para muchas cosas, aliviando estrés, conflictos internos … y si necesitas ayuda, habla conmigo. No serás juzgada. Nadie se burlara de ti. No serás humillada - La tranquilicé - Te doy mi palabra.

- ¿Ninguna tortura? - Preguntó levantando sus cejas, yo sonreí.

- Nunca uso torturas, Oficial. En este pais se dejó de hacerlo hace mucho tiempo.

Asintió - Gracias, Doctora Katina - Respondí con un gesto positivo.

- ¿Renunciaste a ello? - Frunció el ceño, confundida - ¿ El ser Directora?

Irina se burló - Boris Putin permanecerá en el cargo durante años y después probablemente se la dará a su sobrino Dmitry Peskov. Eso es lo que pasa, Doctora. Es un negocio después de todo y parece que el negocio familiar es el destino de este lugar. Nunca seré la Directora - Encogió sus hombros - Perdí mi oportunidad.

- ¡No, no lo hiciste! - Le dije firmemente - Irina, ¿Estás bromeando? ¡Sabes todo sobre este lugar! Eres la persona perfecta para ser la Directora, si muestras...

- No tiene sentido, Doctora - Rechazó totalmente - Boris Putin es poderoso, viene de una familia rica. He aprendido que si no tienes poder entonces no tienes nada. No puedes hacer mucho. Intentar, intentar e intentar pero al final, todo esto sólo está creado para los poderosos y los ricos.

- ¡Todavía puedes ser la Directora! - volví a repetir con firmeza - Sólo tienes que demostrárselo a la persona correcta.

- La persona correcta ya no está aquí, Doctora Katina. El anciano Shapovalov no viene más aquí.

- Pero su sobrina si - Vi sus ojos brillar - Lyudmila Shapovalova, ¿verdad? Nastya me dijo que a menudo viene a ver cómo van las cosas. ¡Incluso habla con los residentes! ¡Demuéstrale que eres mejor que el Dr. Putin! ¡Demuéstrale que eres la mejor opción para ser la nueva Directora!

Vi su sonrisa y también me hizo feliz. No tenía más resentimiento contra Irina. A ella no le gusta Yulia, pero no es mi enemiga. Supongo que estamos del mismo lado. Y aunque ella tal vez sea una oficial áspera, francamente creo que será mejor Directora que Putin. Me gusta más ella que ese hombre.

- ¿Me ayudará? - Preguntó, dando un paso hacia adelante - ¿Me ayudará a convertirme en la Directora?

- Con una condición - Levanté mi dedo índice - No más tortura contra los residentes. Como la Directora, me tienes que prometer que prohibirás esas armas de electrochoques, harás que los oficiales dejen de humillar a los residentes y sobre todo, tienes que prometerme que permitirás que los residentes sean transferidos a otras penitenciarías.

- No puedo dejar que se vaya, Doctora Katina - contestó. No necesitaba nombrarla, para saber de quién estaba hablando - No puedo dejarla salir de este lugar. Aquí es a donde ella pertenece.

- Nadie pertenece a un lugar como este, Irina. Ella tiene que pagar por sus crímenes, pero ¿Morir aquí? No. Eso no está bien.

- Ella aun mata a personas a pesar de estar encerrada aquí... no va a dejar de hacerlo cuando sea libre.

- Entonces ella estará de regreso y cumplirá su condena otra vez. Esa es la justicia, no la de encerrarla aquí para siempre.

Ella suspiró y finalmente cedió - Está bien, se lo prometo - Sonreí, orgullosa de mí. Todavía tenía curiosidad, por saber lo que pasó entre ellas, pero decidí hablar de ello en otro ocasión. Y lo más importante tendría que tener las dos partes de la historia, de Irina y Yulia. Me llevaría un rato saberlas, sobre todo la parte de Yulia, pero en pasos de bebé llegaremos allí.

- Cuente con ello, Directora Irina - contesté sacudiendo su mano como un "de acuerdo".

- No me llame así, Doc - dijo en tono de broma - Todavía no - Sonreí - Gracias, Doctora Katina. Y lamento haberle gritado.

- Está bien.

Y por primera vez, sentí como si todo funcionara perfectamente bien.


~~*~~

- Hola, Masha - La saludé al verla entrar a mi oficina.

Masha se sentó en la silla frente a mí totalmente en silencio. Una vez que sentí que estaba lista para comenzar la sesión, presioné el botón blanco en la grabadora; la cinta dio vuelta, comenzando a registrar la entrevista - La psicoterapeuta Elena Katina, Entrevista núm. 12, Residente: Masha.

- Por lo tanto, Masha … ¿Cómo has estado? - Pregunté tratando de concentrarme en esta paciente y no en aquella con el número de habitación 9, en su lugar.

- Bien - Respondió con los ojos mirando al suelo. Sabía que algo no estaba bien.

- ¿Qué va mal?

- Nada - Se encogió de hombros.

- Sabes que puedes confiar en mí, ¿verdad? Dime que pasa...

- Váyase a la mierda, Doctora - Soltó con dureza.

- ¿Qué? - ¿Qué demonios? ¿Por qué estaba tan amarga? Ha pasado un rato desde que fue tan ofensiva en nuestras sesiones. En realidad después, de un par de ellas, comenzó a ser muy respetuosa. Y ahora, de repente, ¿Está de vuelta siendo tan grosera? No estaba teniendo un gran día y como tal , me hizo enojar un poco - ¿Por qué estás hablando de esa manera?

- Siempre he hablado así.

- Con el Dr. Pavlov tal vez, pero no conmigo. No te quiero maldiciendo aquí, Masha.

Se mofó - No. Usted esta aquí, para engañarme. Como todos los otros doctores.

- ¿Qué? ¿De que estás hablando?

- Nada.

- ¡Omite toda esta mierda! ¡Dime qué demonios te está molestando!

- ¿Cómo está Yulia Volkova? - Preguntò con frialdad.

- ¿Por qué es tan importante?

- Debe serlo para usted, ya que es tu favorita.

- ¿Es por eso qué estás con esa actitud? ¿Por qué ella es mi paciente favorita?

- Miren lo lindas que son, la Doctora y la psicópata, jugando bajo la lluvia - Oh no, no esto de nuevo.

- ¿Es por eso? ¿Debido a que me quedé en la lluvia con ella?

- ¡Debería estar avergonzada Doctora! - Mi enojo acabo haciéndose más grande.

- ¡No estás en condiciones de decirme nada! ¡Sólo cierra la maldita boca!

- ¿Por qué le ayuda, joder? - Su voz salió ácida.

- También es mi paciente. Es mi trabajo ayudarla.

- ¡Ella mató a mi mejor amiga! - Una lágrima solitaria brotó de sus ojos. Apretó su mandíbula - ¡Destruyó su cabeza contra la pared! ¿Sabe que se siente, Doctora? - Apartè la vista, sintiéndome enferma - ¿Ya sabe lo que se siente? ¿Ver la cara de tu mejor amiga completamente destruida, casi irreconocible? - Tragué saliva, con nauseas - ¿Ya sabe lo que se siente? ¿Saber que tu jodida doctora está cuidando a la misma persona que mató a tu amiga? ¿Saber que tu doctora tiene ahora a esa persona, que mató a su amiga, como su paciente favorita? ¿Sabe cómo se siente?

Sentí mis ojos arder. Negué con la cabeza - No. Yo … Yo no….sé...... cómo... se siente. Lo siento, Masha.

- Pensé... - La miré - Pensé... que yo era su paciente favorita... - dejo escapar una risa seca - Pero resultó que era esa enferma mental de mierda.

- ¡No la llames así!

- Vete a la mierda - Se levantó de la silla y salió de mi oficina. No hice nada por detenerla.

- ¿Doctora Katina? - Uno de los oficiales me llamó - ¿Ha terminado ya?

- Sí, se terminó. Devuélvala a su celda - Él inclino su cabeza y la empujó hacia adelante para hacerla caminar.

Sabía que no conseguiría nada hoy. Estaba mal por Yulia y yo estaba muy cerca de estarlo también. Probablemente, le tome un tiempo para que vuelva a confiar en mí, si es que vuelve hacerlo.

Suspiré y presioné el botón en la máquina de grabación - La psicoterapeuta Elena Katina, Entrevista #12 con la reclusa Masha, se terminó.


~~ * ~~

Una vez mas me encontré detrás de su puerta, apoyando mi cabeza contra ella. Tenía que ir a casa, pero no quería dejar el Asilo sin verla por última vez en el día. Quería hablar con ella, pero no estaba segura si debía entrar a su habitación y hablar. ¿Y si se da cuenta? ¿Qué pasa si mis sentimientos son des....

- ¿Esta bien, Doc? - Oí la voz de la oficial Tanya a mí lado - ¿Por qué no entra?

- Yo...

- ¿Asustada de que ella esté muerta? - Rio entre dientes. Me limite a asentir para no delatar mis sentimientos - Ella no lo está. ¡Esta como nueva!

- ¿Qué hace aquí, oficial? - Pregunté curiosa.

- Irina me pidió que la inspeccionara - Levanté mi cabeza, para mirarla fijamente.

- ¿Inspeccionara?

- Sí, ya sabe... ver que está haciendo y esas cosas. No como si fuera un examen, màs bien, como estar detrás de su culo... - Me sonrojé. Yulia tenía tanta razón sobre mí. Siempre encontraba oraciones comunes con dobles sentido … - Así que, necesito que de un paso para atrás y así poder entrar - Dijo, cruzando sus brazos sobre su pecho.

- Ah, està bien - Torpemente me di cuenta a que se refería, di un paso a un lado. Abrió la puerta y sentí más seguridad con Tanya, así que también entrè junto a ella.

Yulia estaba durmiendo o al menos eso parecía. Mi corazón latió un poco más fuerte, cuando mis ojos no podían apartarse de su rostro. ¿Por qué diablos se ponía más y más bonita con cada día que pasaba? ¿Por qué se vía tan tranquila e inocente mientras dormía? ¿Por qué desperdició su vida y se convirtió en una criminal?

No tomó mucho tiempo para que la puerta se abriera otra vez y Bárbara la atravesara. Sostenía un expediente blanco, y sus ojos se hicieron más amplios por la sorpresa de verme a mí y a Tanya, adentro.

- Ah, hola, Oficial Petrova - Saludó con la cabeza, Tanya hizo lo mismo - Hola, colega - Se inclinó hacia mí. Respondí con una sonrisa.

- ¿Cómo le va, Doctora? - Tanya, preguntó seria.

- Todo va bien - Contestó - ¡Eh!, Oficial Petrova? ¿Podría, por favor dejarnos a la Doctora Katina y a mi, a solas por un momento?

- Sí, seguro, voy a estar afuera - Caminó de regreso, cerró la puerta después de salir de la habitación.

- ¿Cómo està ella, Bárbara? - Pregunté regresando los ojos a mi colega.

- Ella está bien. Soñolienta durante la mayor parte del tiempo … quiero decir, usaba sedantes y ahora que no toma ninguno, su cuerpo se siente aún más cansado. Suena extraño pero en realidad es muy natural. Su cuerpo y mente están acostumbrados a tener dos, tres píldoras de su medicamento y de repente ya no está tomando ninguna. Es un poco estresante -  Asentí . Sí, eso era cierto. Cuando una persona usa una medicación estándar por tanto tiempo, el cuerpo y la mente comienzan a olvidar cómo debe funcionar sin esa medicación y por lo general, lleva un tiempo para que nuestro cuerpo funcione correctamente como antes. Por eso la dependencia, era un asunto serio - Ella se despierta durante una hora más o menos cada determinado tiempo pero en general se pasa el día durmiendo. Necesitará un par de días para estar totalmente activa de nuevo.

- ¿Puedes decirme por cuánto tiempo se quedará aquí?

- No mucho tiempo. Ella es resistente - Sonrió suavemente. Yo sonreí orgullosa. Orgullosa de Yulia  - De cualquier forma, ya nos dieron los resultados de sus exámenes esta mañana - Su tono cambio, a uno más serio.

- ¿Oh, en serio?

- Hm - Asintió - Verás… hay… algo extraño.

Fruncí el ceño - ¿Algo extraño?

- Si, cuatro píldoras eran demasiado y podemos decir que realmente afectó su organismo, pero eso no es lo extraño. Lo extraño es que sus niveles de azúcar son un poco más altos de lo normal - Mi corazón dio un vuelco - Sobre todo porque su dieta no está totalmente llena de azúcar - No podía mirarla. Tenía mis ojos directamente en Yulia, que estaba durmiendo profundamente - Yo creí que había tenido una sobredosis debido a su medicación, pero lo que ocurrió, fue que sus niveles de azúcar se dispararon tan alto el día del incidente y con todo el azúcar en su sangre, se enfrentaron a los sedantes que estaba tomando. El choque entre el azúcar y los sedantes le dio un ataque cardíaco...

No pude tolerarlo. No podía. Una lágrima brotò de mis ojos - ¿Lena? - La escuchè llamarme, en ese instante quería que un agujero se abriera en el suelo y me tragara. Había sido destruida. Estaba avergonzada. Estaba devastada. ¿Qué he hecho? Yulia era mi paciente. ¡Mi favorita en todo el asilo! Y yo...

- ¿Lena? Voy a hacerte una pregunta y quiero que me contestes con la verdad … ¿Has estado dándole caramelos a Volkova?

Hay pobre lena ahora se siente cumpable pero es esos medicamentos no q ella la consienta un poquito, me encanto el capitulo este es de mis fics favoritos paso la semana esperando las actualizaciones hay tanto por saber de q ha pasado y q floresca el amor en julia

Pffff cada capitulo es mejor que el pasado ahora que pasara nos faltan muchas piezas de esta historia
Pd: puedo compartir tu historia en face??

Enviado desde Topic'it

Esta re buena ehh

Hola chicas, feliz miércoles para todas. A los lectores que siempre pasan por acá, un fuerte abrazo... Mary, por supuesto que puedes hacerlo (respondiendo a tu pregunta). Y bien...

A leer!!


CAPITULO 13: BORRACHA



Nunca me sentí tan mal en toda mi vida.

Fue mi culpa.

Yulia pudo haber muerto.

Y habría sido mi culpa.

Podría haber matado a mi paciente favorita porque no le podía decir que no. Porque quise que ella gustara de mí. Porque quise que ella confiara en mí. Pero todo lo que hice, fue poner su vida en peligro.

- ¿Lena?, Voy a hacerte una pregunta y quiero que me contestes con la verdad …¿Le has dado dulces a Volkova?

Una lágrima rodó silenciosa.

- ¿Lena?

Negué con la cabeza - Yo … yo no tengo idea que pasó -  ¿Qué podría decir? ¿Sí?. Esa respuesta solo me llevaría a que me despidieran. No podía dejar que me despidieran. ¡Sé que estoy haciendo mal en negar la verdad, pero simplemente no puedo decirle a Bárbara, que fui yo quien le dio caramelos a Yulia!

- Supongo que los internos están metiendo alimentos de alguna manera. Debo informar a seguridad sobre el contrabando - Asentí con la cabeza, a pesar de sentirme horriblemente conmigo.

Me niego a mí misma a poner la vida de Yulia en el peligro de nuevo y como tal, cualquier otro alimento queda descartado. Ya no traeré caramelos. No debo traerlos nunca más. No más contrabando. Y con esto, espero que todo se arregle a como estaba antes.

- ¿Estas bien, Lena?

Cerré los ojos - Yo … yo sólo... no esperaba esto - Bárbara colocó un brazo sobre mi hombro.

- No te preocupes demasiado. Ella está bien - torcí mis labios - No es tu culpa, Lena - ¡Lo es!

- Yo...

- Nastya, me dijo que le tienes mucho cariño a ella...- mantuve mi cabeza abajo - Entiendo que te preocupes por ella. Te recomiendo que le hagas algunos exámenes regulares para comprobar sus niveles de azúcar - Asentí - Sobre todo cuando esté bajo tratamiento.

- ¿Por cuánto tiempo estará sin la medicación?

- Eso te lo voy a dejar a ti. Es tu paciente después de todo.

- Gracias, Bárbara - Sonrió suavemente.

- Ella está bien Lena, así que no estés triste, ¿de acuerdo?

Traté de sonreír. Pero tenía un aspecto bastante falso - Ahora, por favor disculpa, voy a notificar a seguridad que los internos están contrabandeando comida - Aparté la vista, tratando de no mostrar que era yo la culpable.

Está bien ahora.

No traeré caramelos, ya no más. No dejaré que Yulia tenga un ataque cardíaco. Está bien ahora. Ellos no saben que fui yo quien se los di. No sabrán sobre esta falta grave. Todo estará bien.

Un suspiro salió de mi boca y me acerqué a la cama.

Ella estaba boca arriba, su cabeza hacia el otro lado. Tenía puesta la pijama blanca del hospital. Su monitor cardiaco, al lado de ella mostraba que su frecuencia cardiaca, era normal.

Tentativamente me acerque lo más silenciosa que pude para no despertarla. Me detuve estando de pie junto a su cama, mirándola fijamente, mientras su pecho subía y bajaba, inhalando y exhalando suavemente.

Llevé la yema de mis dedos contra su mejilla, el contraste de su piel fría en mis dedos cálidos fue increíble. Yulia volvió su cabeza a mi lado, gruñendo algo. Quité mis dedos de su rostro con rapidez. Lentamente, abrió sus ojos.

- Hey... - Saludé suavemente, mientras sus ojos expresivos se posaban en los míos. Cerré mis ojos tratando de olvidar que había sido yo quien le dio los caramelos; que fui yo quien la enfermó. Era una doctora tan inmoral. Era una doctora insolemte. Ella no contestó mi saludo, sólo bostezó en mi dirección - ¿Cómo te sientes? - Pregunté, aun avergonzada de mí conducta.

- Congelada.

- El aire acondicionado está encendido, lo apagaré. ¿De acuerdo?

- No, está bien - Simplemente agitó la mano antes de que me pudiera mover - ¿Doc?

- ¿¡Eh!?

- ¿Por qué lloras? - Limpié mis lágrimas con la espalda de mi mano.

Mordía mi labio mientras apartaba mis ojos de los de ella  - Lo siento - Aspiré.

- ¿Por qué te disculpas?

Tragué duro - Porque es mi culpa. Lo que te pasó... lo que sucedió... es mi culpa - Susurré. Estaba tan avergonzada, mi voz no podía subir más que eso. Intenté decir algo para llenar el silencio, pero sólo un sollozo logró salir y cada palabra murió en mi boca - Podrías haber muerto.

- Pero no morí.

- Estuviste cerca.

- Pero no lo hice.

- Podrías haber muerto ... y sería mi culpa.

- ¿Por qué soy tu responsabilidad?

- No … por que yo... - Suspiré - Tenías razón acerca de mí - pronuncié bajando la cabeza, por la vergüenza y la humillación - Yo no soy una buena doctora. Yo quería ayudarte... pero todo lo que hice fue poner tu vida en peligro.

- Mi vida siempre está en peligro aquí dentro. No es tu culpa - sacudió su cabeza. No sé por qué está tratando de animarme. La única cosa que yo sabía después de todo, era que me sentía miserable. Si Yulia hubiera muerto, nunca me lo hubiera perdonado.

- Yo, lo siento … pero ya no seré capaz de darte más gomitas otra vez.

- ¿Se enteraron? - Me limité a asentir.

Sus ojos se abrieron como platos - ¿Te van a despedir?

Negué con la cabeza - No. Estoy bien. Te dije que me quedaría, ¿ no? - Ella sonrió haciéndome sentirme un poco mejor - Voy a quedarme. Las gomitas, sin embargo … tienen que irse.

- Bueno, eso es un lio.

- Lo siento.

- Está bien, Doc - Me aseguró - Me gustas más tu, que las gusanos de gomita - Mis dedos se cerraron alrededor de los barrotes de su cama.

- Me gustas más que a nada - Solté, no dándole demasiado importancia al respecto.

- ¿Más que la mantequilla de maní y jalea?

- Más que la mantequilla de maní y jalea - Confirmé, todavía susurrando a voces.

- Vete a tu casa, Doc, estás borracha - Reí y sin que me diera cuenta, mi pulgar comenzó a acariciar su mano. El simple toque me hizo sentir cálida, se sentía tan bien. Había aura de tranquilidad rodeándome. No sabía lo que esto significaba, pero sé que se debía a que estaba con ella.

- No estoy borracha.

- Por supuesto que lo estás. Nadie en su sano juicio le gustaría más yo, que la mantequilla de maní y jalea -

- ¿Te gusta la mantequilla de maní y jalea? - Le pregunté curiosa. En realidad, no es común que a los rusos les guste esa combinación.

- Nunca lo he probado.

- Así que si no conoces su sabor, ¿Por qué dices que es una locura que me gustes más tú?

- Porque la mantequilla de maní y la jalea fueron tus comidas favorita de la infancia. Y tu infancia fue increíble, entonces, eso significa que la mantequilla de maní y jalea saben increíblemente bien - Reí en voz baja.

- ¿Por qué dices que mi infancia fue increíble?

- Eres una doctora. Eso implica que no estas jodida - El corazón me latió más fuerte.

- Hay un montón de doctores que están jodidos.

- Tú no eres una de ellos - Sentí mis ojos obstruirse por algunas lágrimas - Eres una persona buena, Doc. Tienes un buen corazón . No... dejes que el asilo lo rompa - Tragué saliva - Rompieron a Irina. No los dejes romperte a ti también.

Su comentario animó mi curiosidad - ¿Qué pasó entre tu e Irina?

- No pasó nada.

- Entonces ¿Qué le pasó a Irina? - Pregunté frunciendo el ceño.

- No soy yo quien debe contestar esa pregunta - Mis ojos se abrieron de par en par, sorprendida por su respuesta. Sentí un poco, como si Yulia realmente supiera algo más. Parecía que en el pasado habían sido más cercanas, pero ahora se trataban como enemigas … algo debió haber pasado. Y Yulia no quería decirlo.

La cosa era que Yulia estaba siendo respetuosa con Irina. Me podría haber contado lo que había pasado entre ellas ahora, pero no lo hizo. Está allí, recordándome que no debería conseguir información personal, con alguien más. Le hice lo mismo a la propia Yulia cuando la acusé de matar al Dr. Pavlov, cosa que no tenía porque haber hecho. Le prometí que no volvería a creer en las palabras de otras personas. Le prometí que hablaría con ella antes que nada.

Y aquí estoy, haciendo la misma cosa de siempre, con Irina en su lugar. No es agradable. No es ético. He caído muy bajo. No debería ser tan inmoral. Yulia tenía mucho más ética que yo. Cosa graciosa. La reclusa infame es mejor que la Doctora.

- ¿Estas bien, Doc.?

- Sí … estoy bien - Rechacé su preocupación - ¿Todavía tienes frío?

- No - Contestó cerrando sus ojos y bostezando otra vez - Solo estoy cansada.

- Descansa entonces. Te dejo por un rato, ¿está bien? - Ella tarareó un OK. Suspiré, todavía acariciando su mano con mi pulgar.

- Lo siento, Yulia… Lo siento… por lo que te he hecho - Lo dije a mí misma en voz alta, todavía sintiéndome miserable por mi ignorancia - Prometo que no cometeré el mismo error otra vez - No me contestó, ya estaba dormida - Lo siento mucho... - Y luego, sintiendo mi corazón latir más rápido que nunca, coloqué un beso suave en su frente. Fue un movimiento atrevido, pero que realmente me hizo sentirme mejor. No fue como un deseo sexual o algo parecido, era por un sentimiento genuino de pena y compasión así como un refuerzo hacia ella – y a mi misma – que vamos a estar bien. Lo hice con la esperanza que pudiera perdonar mi error, en la esperanza de que no sufrirá nada de esto otra vez. Era un beso corto pero resultó que había tenido mucho significado.

Me limpié una lágrima caundo sali de la habitación, no sin antes ajustar la temperatura del aire acondicionado unos grados más alto en caso de que se enfríe de nuevo.


~~ * ~~


- ¿Cómo esta Volkova? - Escuché preguntar a Nastya. Las dos estábamos en la cafetería durante el descanso; después de hablar de cosas al azar, Yulia habitaba mis pensamientos al otro lado de mi cerebro – sin poder prestar atención a lo que Nastya decía. Sólo cuando oí el nombre en la boca de Nastya, volví a prestarle atención. Y ella pareció darse cuenta de eso.

- Bien - Asentí con la cabeza - Bárbara me dijo que estará de vuelta a su celda en un par de días.

- Me gustaría creer que eso, es una buena noticia - Comenté sincera y bajé la mirada - De un cuarto de hospital para retroceder a su celda en la cárcel… a veces me pregunto cuál es la peor.

Solo intentar sentir, que tu paciente vaya a una habitación de un hospital por tu culpa. Eso es lo peor.

Por mucho que lo intentara, no conseguiría sacármela de la cabeza. No conseguía sacar eso fuera de mi cabeza.

- ¿Estás bien? Te vez cabizbaja...

- Es sólo que... todo estaba bien pero entonces, todo se convirtió en una cruda demolición.

- ¿Qué quieres decir?

- Yulia estaba bien pero entonces sufre un ataque cardíaco. Y ahora, ella está un poco mejor, pero Masha mi otra paciente, está mal conmigo porque sabe que Yulia es mi paciente favorita y Yulia mató a su amiga...

- ¿La chica quien …?

- Sí. La chica a la que Yulia mató golpeando su cabeza contra la pared…era la mejor amiga de Masha.

- Oh, Dios - Sus manos cubrieron su boca.

- Y está enojada conmigo porque estoy cuidando de Yulia. Dijo, que creyó que ella era mi paciente favorita pero resultó que es Volkova...

- Oh, Lena...

- No sé qué hacer, Nastya - Sentí mi corazón apretarse - No quise que esto pasara. Nada de esto - Nastya acarició mi mano - Son demasiadas cosas que están sucediendo.

- ¿Por qué no tomas un par de días y descansas? - Reflexionó.

- ¿Por qué iba hacer eso? - No entendía como podría ayudar tomandome unos días de descnaso.

- Te encuentras en una situación de mucho estrés y a veces pareces una bomba de tiempo … ya sabes, un día explotaras. Estás estresada por muchas cosas aquí y apenas puedes cuidar de ti misma. No has tocado tu comida y la mayor parte del tiempo todo lo que veo en ti, son lágrimas.

Tenía razón. Estaba comiendo muy mal últimamente y eso se reflejaba en mi rostro al haber perdido un par de libras. También estaba muy sensible desde la crisis de Yulia. Sin embargo, yo no quería dejarla.

- Necesitas descansar un poco.

- No creo que vaya ayudar en algo - Respondí, pensando en ello más de dos veces - Eso no va hacer que Masha deje de sentirse enojada conmigo. Eso no va a parar a Yulia.

- Deja de pensar en Volkova, Lena - Me interrumpió, su voz era baja, pero sin embargo firme - Entiendo que sea tu favorita, pero… ese afecto que tienes por ella … eso no es...

- ¿No es qué? - Pregunté frunciendo el ceño.

- No este bien No es normal. No es ético. No es sano. Esta paciente tuya está consiguiendo entrar en tu cabeza, se está extendiendo tanto, que parece que todo lo que haces aquí es debido a ella - Tragué saliva sintiendo dolor por la forma en la que estaba hablando. Sentí que estaba siendo reprendida por una profesora nuevamente - ¿Ella es la única razón por la que estás aquí?

- No - Contesté.

- ¡Eres una doctora! ¡Tienes a otros pacientes que atender! No los descuides solo por Volkova.

- No lo hago...

- ¡Parece que apenas te importa que mató a los mejores amigos de tus pacientes! ¿No te has puesto en sus zapatos? ¿Cómo se siente saber, que su doctora guste más de esa interna que de ella, cuando ella nunca a hecho nada malo aquí? ¿Cómo trató de complacerte a ti, pero entonces tu estas contenta con alguien más, que nunca trató bien a los demás? - Apreté mis dientes y puños - Te digo que tomes algunos días de descanso, porque esto te ayudará. Te ayudará a no preocuparte tanto de las pequeñas cosas. Te ayudará a conseguir un poco de aire fresco fuera de este lugar, lejos de la gente de aquí. Lejos de esa…interna.

Me niego. Rechazo la idea de abandonar a Yulia en estas condiciones. ¿Qué pasa si algo sale mal otra vez? ¡Demonios, no! - No voy a alejarme de Yulia cuando ella acaba de tener un ataque cardíaco.

- Es sólo un par de días, Lena. Además, Bárbara te dijo que estaba bien, ¿cierto?

- Y si Natasha Zinchenko sufriera un ataque cardiaco, ¿Tu harías eso? - Pregunté recordando que Natasha Zinchenko era su paciente favorita - ¿La abandonarías cuando casi muere?

- Lena...

- Ella se abrió a mí recientemente. Y me mostró más de su personalidad real … Estar lejos de ella sólo haría que pierda todo lo que ha avanzado. ¿Qué bien le hace? ¡Ninguno!

- Lena...

- Tú no lo entiendes, ninguno de ustedes lo hace. Todo este tiempo Yulia ha sido tratada en este lugar como si fuera un animal. ¿Por qué no te pones en sus zapatos también, Nastya? Pregunté molesta - Trata de vivir en un lugar dónde toda la gente te hace daño, física y emocionalmente, durante años y años … ¿Te gustaría eso?

- Y luego, de repente, después de años y años de daños y humillaciones, llega un doctor que está dispuesto a tratarte bien. Un doctor que parece tener un ….extraño afecto hacia ti. ¿Qué harías tú? - Me replicó.

Entrecerré los ojos - ¿Qué?

- Lena … Volkova no se abre a sí misma para ti. Ella no te ha demostrado su personalidad real. Muestra una personalidad la cual te agrade. No quiere te alejen de ella, porque sabe que te tiene. Ha entrado en tu cabeza como nunca lo hizo con ningún otro doctor antes. Volkova te miente, te está haciendo creer que no es una persona mala, por lo tanto te puede agradar - Negué con la cabeza - Y ella ya lo logró. Tu desarrollaste, este, extraño apego a su persona que ahora no te puede alejar de ella. Incluso si solo es por un par de días - Negué de nuevo. No. No esta vez. Irina me lo dijo tantas veces que ya son suficientes. No lo necesito de Nastya también.

- Te equivocas - Apreté los dientes.

- Podría ser. Pero es mejor estar equivocada y ser cautelosa, que ilusa e imprudente. ¿No eres una novata Lena, por qué te comportas como tal?

“Eres de esas doctoras novatas que nunca antes conocí”. La voz de Yulia resonó en mi cabeza.

Lágrimas brotaron de mis ojos.

“¿Este es tu primer trabajo, Doc?”

“¡Claro que no! Trabajé en un hospital psiquiátrico durante dos años antes de venir aquí!”

“¿Entonces, por qué te comportas como una novata?”

“¡No me comporto como una novata!”

“Lo que pasó es que sus niveles de azúcar se dispararon tan altos el día del incidente, que todo el azúcar se enfrentó a los sedantes que tomaba. El choque entre el azúcar y los sedantes le ocasionaron un ataque cardíaco...”


Tragué el nudo en mi garganta y me levanté de la silla.

- ¿Lena?

No hice caso de lo que me decía, sin preocuparme por las lágrimas que comenzaban a derramarse bajo mi rostro, caminé fuera del edificio hasta finalmente encontrar mi auto en el estacionamiento. No tomó mucho tiempo para oír algunos golpes en el cristal. No necesité levantar mi cabeza para saber que era Nastya. Giré el volante y en cuanto Nastya retrocedió, finalmente me marché a casa.


~~ * ~~

Cuando salí de la ducha, todavía con los ojos hinchados por el llanto, oí el timbre de llamada. Gruñí un poco molesta. Realmente no quería ver a nadie. Todo lo que quería hacer, era acostarme en mi cama y dormir profundamente.

Mis ojos se ampliaron cuando a través de la mirilla de la puerta, reconocí a Irina. Fruncí el ceño, encontrando extraño que estuviera justo en mi puerta. ¿Qué estaba haciendo allí?

- ¿Está todo bien, Irina? - Pregunté saludándola.

- Oye, Doc …. Yo … uh...

- ¿Qué pasa?

- ¿Tiene un minuto libre? - Preguntó. Sus ojos eran más pequeños de lo normal. También olía a alcohol y el sentimiento de calidez en mi corazón, me llevó a poner mi mano sobre su hombro.

- Sí, seguro. Adelante - Dije, tratando de consolarla por cualquiera que fuera la razón.

- Gracias, Doc - Dejó salir un hipo.

Señalé al sofá para que se sentara. Entré a la cocina para agarrar un vaso con agua.

- Bonito lugar - Dijo mirando alrededor. Oí otro hipo.

- ¿Cómo sabes mi dirección? - Pregunté desde la cocina.

- Está en su hic... curriculum - Ah, cierto.

- Aquí, bebe un poco - Regresé a la sala, con el vaso lleno de agua en las manos.

- ¿Es vodka? - Preguntó, al ver el líquido en el interior del vaso.

- No, es agua. No beberás más esta noche.

- Yo no be-bo cada noche… - Se defendió.

- No digo que lo hagas. Digo sólo que por hoy, es suficiente.

Asintió con la cabeza y tomó un poco de agua - ¿Estás bien?

- Yo … uh... - Me quedé en silencio, esperando su respuesta. - … la vi a ella, Doc.

- ¿Viste a quién?

- A mi... ex-novia - Dijo mirándome pidiendo ayuda - En el bar - Yo no tenía experiencia en el trato con relaciones homosexuales, pero en mi cabeza era exactamente igual que las heterosexuales. Por lo tanto acaricié su espalda.

- ¿Quieres un poco de vodka?


~~ * ~~

- Sólo relájate, ¿de acuerdo? No me tienes que decir nada que te haga sentir incómoda - La consolé.

- Todo me hace sentir incómoda - Irina ocupó mi sofá mientras yo tomé una silla, haciendo todo lo posible por ser profesional, aunque esta situación era tan jodidamente informal.

- Sólo dime contra que estás luchando en este momento.

- Ya lo sabe, Doc - Dijo mirándome.

- No, no lo sé.

- Si lo sabe. La interna lo dijo - Entonces me di cuenta de que esta charla, no era solo del reencuentro con su exnovia . Era sobre algo más grande que eso.

- ¿Y por qué no me lo dices tú misma?

- ¿Cuál es la diferencia? - Movió sus manos hacia afuera con rabia, revelando un poco de su estado de embriaguez.

- El hablar de tus propias preocupaciones y conflictos, es diferente a tener a alguien más que lo haga por ti. Además, no parece que a ti te alegrara que ella lo dijera, ¿cierto?. Estás mal. Estás herida. Ella dijo algo que no querías que yo supiera, o cualquier otra persona - La vi torcer los labios y sabía que tenía sentido para ella - Así que, simplemente olvida que yo lo sé, olvida que yo le oí decir eso y dímelo tu misma. Dime lo que quieras. Quiero oír tu voz Irina, no la de Yulia.

- Maldita Yulia - soltó severamente - ¡Joder con esa bastarda de mierda! - Bien, parece que su cólera hacia Yulia estaba de vuelta - ¿Te gusta ella, Doc? - Mi corazón dio un giro brusco hacia atrás. Irina resopló - ¿Cree que es agradable … que se puede confiar en ella? - Rio sarcástica.

- ¿Irina? - La llamé preocupada, al ver su reacción.

- Pensé que era...- Comenzó a decirlo - Creía que era la única … ya sabe, Doc … Pero entonces... todo cambió... Ella cambió - Vi una lagrima solitaria rodar por su mejilla izquierda - Esa bastarda de mierda.

¿La única? ¿De qué estaba hablando ella?

Y entonces se me ocurrió.

¿La única... como... especial? ¿La que por fin sentaría cabeza, se casaría y tendría niños?

¿Estaba hablando de Yulia? ¿Qué joder? Mi corazón empezó a latir nervioso. ¿Significa esto... que … eran Yulia e Irina... más que amigas?

¡Oh, Dios no! ¡Esto es imposible! ¿Cómo podrían Yulia e Irina ser más que una oficial y una residente? ¡No!

- ¿Qué? - Mi cerebro dejó de trabajar - ¿Cómo Yulia está relacionada con todo esto? - Tal vez su estado de embriagues mezcló las cosas en su cabeza.

- ¡Ella me engañó! ¡Ella me engaño!

Parpadeé inconscientemente - ¿Yulia te engañó?

- Sabía que no debía confiar en esa bastarda. ¡Sabía que jugaba conmigo!

- Lo siento, Irina … Pero … no te estoy entiendo.

- ¡No lo entiendo tampoco, Doc! - Rio más fuerte - ¡Vi a mi ex-novia, mi primera novia! - Dijo mordiendo sus mejillas interiormente - Después de todo este tiempo… después de todo lo que había hecho...

Bien, por lo tanto tal vez ella no estaba hablando de Yulia después de todo. Adivino que su estado de embriagues, le hacía decir todo lo que le estaba molestando ahora mismo.

- Y todavía te gusta ella...- No era una pregunta. Viendo su reacción, era fácil notar que Irina todavía tenía sentimientos por esa mujer.

- Supongo que sí.

- Entonces, ¿Por qué no le dices?

- Es complicado.

- ¿Tiene una nueva novia?

- No lo sé - Encogió sus hombros.

- ¿Tienes novia? ¿Está actualmente en una relación?

Excluyó una sonrisita seca - No. Realmente no me quedo en relaciones estables...

- ¿De verdad? ¿Por qué? - Pregunté curiosa.

- Familia, trabajo, sociedad... - Tragué saliva - No es digno.

- Algunas personas son dignas, Irina. ¿Tienes miedo al compromiso? ¿Piensas que toda la presión de tu familia y trabajo te derribaran?. Ya sabes, a veces es digno luchar contra esos dragones... sobre todo con alguien a tu lado. En la cueva a la que tienes miedo entrar, se encuentra el tesoro que buscas.

- ¿Cómo lo sabes … cuando alguien es digno?

Me quedé quieta. No lo sabía. No sabía eso. La vida se complica y puede ser muy engañosa. Justo como lo dijo Yulia una vez 'A la vida le gusta hacer calzón chino' …. Le gusta engañar a tu alrededor y hacerte daño . A veces la vida funciona bien para ti o, a veces no lo hace. A veces crees que has encontrado a la persona adecuada, pero entonces no la tienes más.

- Yo, no lo sé - Le dije sincera - No sé cuando alguien es digno.

- Pensé que ella lo era... - Comenzó otra vez - Pensé que ella era la única … Pero entonces... todo cambió... Ella cambió - Dejé escapar una sonrisa tímida, finalmente entendiendo de qué hablaba antes. No era sobre Yulia, era sobre su ex-novia.

- ¿Qué crees que la cambió? ¿Cómo cambió ella?

- La reclusa la cambió - Respondíó fríamente.

- ¿La reclusa? - Levanté una de mis cejas.

- Volkova.

- ¿Qué? - Mi cerebro dejó de funcionar una vez más. Eso era todo, yo estaba perdida - ¿No entiendo … cómo Yulia estaba relacionada contigo y tu ex-novia? Esto no tiene ningún sentido … ¿Cómo es que ella la cambió?

- ¡Ella utilizó su magia negra! ¡Ella es una bruja, Doc! - Levanté mis cejas.

- Irina … cálmate …-  la guié - Vamos, cálmate … y dime... ¿Qué pasó entre tú y Yulia?

La deja en la mejor parte ehhh continua pronto plis

Queeeeeeee nooooo porque lo dejas ahi esta buenisimo el capitulo

Enviado desde Topic'it

Hola, ya se acaba el finde, pero, de lo bueno poco, como quien dice. En fin, acá les dejo otro capitulo bastante revelador, aunque sinceramente faltan mas capítulos como este para poder seguir entendiendo la trama... Un beso chicas, hasta la próxima.

A leer!!


CAPITULO 14: CHARLANDO DEL PASADO



- ¿Quieres saber lo que pasó, Doc? - Me preguntó tropezando con su lengua - ¿Quiere saber por qué su pequeña reclusa es una maldita bastarda?

Aparté la mirada, enojada por como llamaba a Yulia: "bastarda" - ¡Le dije que no confiara en ella! ¡Pero no me escuchó! ¿Y ahora mírese, Doc? - Se burló - Atrapada en cualquier magia negra que le haya hecho.

- Ella no es una bruja, Irina - Su estado de embriaguez le provocaba decir cosas sin sentido.

- ¡Lo es, Doc! ¡ELLA DEBE SERLO! - Gritó, escupiendo saliva de tanta rabia - ¡Ella siempre está allí … haciendo que la gente se fanatice con ella! - torcí mis labios - ¡Y no importa a cuántos mate, dañe o despedace siempre hay alguien que cuide su espalda! - Apretó sus dientes - No es justo, Doc - Rompiendo en lágrimas - Hay gente que es buena y honrada, sabes … quienes nunca se van por el camino incorrecto... - Cerré mis ojos sintiendo un peso extra sobre mí - Y sin embargo … terminan solos - Mi corazón bombeó con más fuerza - No es justo.

- ¿Es por eso qua la odias? - Finalmente le pregunté, tras un segundo en silencio - ¿Porqué ella hace que la personas gusten de ella…?

Y de nuevo el silencio se impuso entre nosotras.

- Sabe, cuando... - Comenzó diciendo y miró al techo - ¿Estas atrapada en medio de una encrucijada? No sabes a donde ir o donde va a terminar. Sólo tiene que tomar un camino y continuar - Parpadeé, sintiendo interés por la forma cómo hablaba. Amo las metáforas - Hay dos caminos, uno hacia la derecha y otro hacia la izquierda. Pasas un par de minutos decidiendo cual tomar y finalmente, comienzas a caminar, siguiendo el que haz elegido. ¿Pero entonces, caminando por el largo trayecto que escogiste, comienzas a preguntarte, ¿Qué hubiera pasado si elegía el otro, en lugar de este? … ¿Qué pasaría si yo hubiera tomado la izquierda en vez de la derecha? ¿A dónde me llevaría?

Me quedé en silencio, sintiendome realmente golpeada por sus palabras. A veces me pregunto qué hubiera pasado conmigo, si no hubiera llegado a esta ciudad. ¿Qué habría pasado si hubiera decidido ser una mujer de negocios, como mi padre quería que yo fuera? ¿Dónde estaría ahora?

- Elegí la derecha - Irina, volvió hablar - Yulia escogió la izquierda. Soy una oficial, y ella una reclusa. Ella es el camino que nunca tomé. Es el cigarrillo que nunca fumé; la mentira que nunca conté; el banco que nunca robé; el asesinato que nunca cometí. Somos el día y la noche, Yulia y yo. Eso es algo, poderoso para ser honesta.

- Yulia … es todo lo que no soy yo - Fruncí el ceño - Ella es la respuesta a mi pregunta '¿Qué habría pasado si yo hubiera tomado la izquierda?' Y a pesar de todas sus fechorías y sus brutales delitos, es muy … simpática. Ella es loca y peligrosa… aun así... ella tiene esta... brujería... como toda la gente que es igual a ella. Yo por otro lado … nunca la tuve … a pesar de que sea... una persona honrada. Soy una oficial. Soy la ley, las reglas y la justicia... pero a la gente… no le gusto yo.

Giré mis labios, mis ojos comenzaron a hacerse acuosos - Irina...

- Yulia solía decir que soy aburrida. En aquel entonces, cuando estaba alrededor de su sección, trató de hablar conmigo y yo sólo le gritaba que se callara. '¿Aish, cómo puedes ser tan … aburrida, Irina? Es molesto, lo sabes. ¡Eres una mujer bonita, así que se suponen debes ser agradable! Pero demonios, eres tan … aburrida'

- Lo siento - finalmente deje caer una lágrima.

- Acababa de llegar al Asilo. En ese tiempo, Alina era la única oficial mujer del lugar. Era agradable, muy profesional y me enseñó todo lo que tenía que saber. Pero Alina se casó y finalmente terminó embarazada. Ella decidió marcharse, así podría concentrarse en el cuidado de su hijo y su familia. Realmente no la culpo, la entiendo. El Asilo no es un lugar para mujeres embarazadas - Asentí con la cabeza, en silencio - Después de que ella se marchó, me convertí en la única mujer oficial, del lugar. Era una estudiante de primer año, estaba sola y además virgen. Esas cosas parecen gustarle a los hombres.

Tragué saliva un tanto nerviosa y pedí a Dios que Irina no hubiera sido acosada sexualmente o algo parecido.

- Hablé con el anciano Shapovalov, pidiéndole que me cambiara a un lugar donde me sintiera un poca más cómoda. En ese entonces no había secciones reservadas solo para las residentes mujeres. Por lo tanto me pusieron allí. La mayoría de mis turnos solían pasar en aquellas secciones y unidades. Tres días por semana, mis turnos de noche pasaban exactamente alrededor de la sección de Yulia. También era la oficial que la llevaba a sus entrevistas. Fue entonces cuando ella trataba de hablarme. Intentaba contar chistes estúpidos para hacerme reír, yo sólo le decía que cerrara la jodida boca. Durante meses se mantuvo haciendo eso y nunca le dije nada más que cerrara la boca. Estaba decidida a mostrarle a Iván Shapovalov mi trabajo. A pesar de que ser una mujer, no era para nada blanda.

Comencé a imaginar todos esos eventos pasados. Yulia charlando con Irina mientras iban a sus sesiones; Irina diciéndole que se callara. Irina haciendo cualquier cosa para demostrar lo profesional que era.

- En el tiempo de recreación, Yulia trató de acercarse a mí, y eso me molestaba. Ella comenzaba a gastar su tiempo de recreación, cotilleando cosas para mí. Comenzó a seguirme a dondequiera que fuera, me enfadaba su actitud. Parecía que no podía hacer algo más que solo molestarme. '¡Déjame en paz , interna!' Ella sólo se burlaba y contestaba 'Pero necesitas compañía'. ‘Bien no necesito la tuya’ - Sonreí   a medias.

- Un día … mientras estaba en su sesión con uno de sus doctores, Yulia me dijo 'Putin tiene un ojo puesto en ti, oficial' - Mis ojos se agrandaron por la sorpresa. ¿Boris Putin? ¿Ya estaba en el Asilo? - Me pareció extraño que estuviera diciendo eso, la mayor parte del tiempo todo lo que decía, eran bromas, adivinanzas y historias inventadas. Yo nunca la tomé en serio. Pero cuando ella dijo aquello sobre el Dr. Putin también añadió 'Ten cuidado con él'.

Esa palabras aceleraron mi corazón, me hicieron sentir miedo.

- Era uno de los doctores generales en ese tiempo. Algo parecido a lo que son hoy Bárbara y Melania. Excepto que en ese momento, él era el único en esa posición - La escuchaba hablar mientras me quedaba quieta - A veces, cuando estábamos en el refectorio para almorzar, Putin llegó a intentar hablar conmigo. Me di cuenta que tenía alguna clase de interés en mí. Pero yo no estaba interesada en él. Nunca lo estuve. Nunca me interesaron los hombres - Acaricié su brazo, consolándola - Siempre lo guardé para mí. Ellos nunca debían enterarse, eso es lo que solía decirme. ¡Nadie debe saberlo! Pero a pesar de que era consiente de mi enfermedad, nunca estuve en una relacion, ni siquiera con otras chicas.

No me agradó en absoluto, que dijera que era una enfermedad. No es sano pensar de esa manara, además no era cierto. Pero no dije nada. Sólo me mostré tranquila, respetando su silencio y sus palabras.

- Un día, vino a mí y dijo que quería hablar en privado. Yo estaba preparándome mentalmente para decirle que él no me interesaba. Me llevó a su oficina, y cuando le dije cómo me sentía realmente… Él no tomó un NO, como respuesta…

Dejó de hablar, y recé a Dios que no hubiera pasado lo que estaba pensando.

- Irina...

- Él me besó - Irina retrocedió - Me besó con fuerza, y juro por Dios que nunca me sentí tan asqueada. Sentí nauseas, mis entrañas se retorcieron en mi interior y casi vomito. Lo empujé tan lejos como pude, nunca deseé con tanta fuerza limpiar mi boca, lengua y garganta - Apreté su mano - A pesar de haberlo empujado, me besó por segunda vez. Supongo que pensó que lo empujaba porque estaba negando mis verdaderos sentimientos o lo que sea que se imaginara. O tal vez porque lo empujé, acabo calentándose. Imagino que algunos hombres y mujeres, que forcejean y pelean, se calientan porque les pegan con un látigo o algo así. No lo sé.

- Lo siento tanto, Irina... - le expresé mi pesar nada más imaginar la escena. Dios, esto realmente es grave.

- Él comenzó a besar mi cuello y lo aborrecí. Fue tan horrible, Doc. En toda mi vida entera jamás había odiado algo tanto y con todas mis fuerzas. Y cuando sentí que él trató de desabrochar mis pantalones... - Ahogué un grito, cubriendo mi boca con mis manos - Tomé el arma electrizante de mi cinturón y le disparé, haciéndole caer al suelo. Me sentía tan asqueada, que pisé con fuerza su nariz.

Oh.

Así que… Por eso el Dr. Putin tiene su nariz torcida. Irina rompió su nariz. ¡Toma eso, cabrón!

- Pero antes de que pudiera dejar su oficina, se levantó presionándome contra la pared. La sangre de su nariz tocó mi rostro y lo único que pude hacer fue una mueca de repugnancia. Me amenazó. Si yo le contaba a alguien, él vendría a matarme - Cerré mis ojos acrecentando mi repugnancia.

Tragué saliva con fuerza - Irina … Yo...

- No tuve otra opción que obedecer. No le dije a Iván Shapovalov del incidente.

- ¡Deberías haberlo hecho! ¡Él lo habría despedido Irina! ¡Incluso antes de que pudiera hacerte algo!

- Tenía miedo - Su respuesta, me hizo notar que me había dejado llevar por su historia. No estaba allí para juzgar sus acciones, debía escucharla y respetarla. Murmuré una disculpa - Es un doctor, podría simplemente drogarme y matarme, y todavía decir que no fue su culpa. Todo el mundo le creería.

- ¿De verdad nunca les has contado a nadie?

- Sólo a una persona - Fijó sus ojos en mí - Se lo dije a Volkova…

Fruncí el ceño - ¿Yulia?

- Ella me había aconsejado que tuviera cuidado. Y todos aquellos días se mantuvo diciéndome ‘necesitas compañía’, estaba impidiendo que estuviera a solas con él - Mis ojos se ampliaron - De alguna manera sentí que si alguien más tenía que saber lo que había pasado, tenía que ser ella. Por lo tanto se lo conté. Le di las gracias.

No sabía que decir.

- Después de eso… Algo cambió… no sé qué fue. Algo sólo... hizo clic - El corazón me latió con orgullo - Y después de ese incidente, llevaba a Volkova a sus sesiones una y otra vez y hacía bromas estúpidas - Oí su risa tonta, sus ojos brillaban por las lágrimas. Reí por su reacción - ¡Dios, era tan estúpida! - Me reí más fuerte y ella seguía riéndose; sus mejillas ahora rosáceas debido al alcohol - Pero esa fue la primera vez, que reí de sus bromas - Usó sus manos para limpiar sus lágrimas - Con el tiempo, dejé de decirle que se callara. Comencé a hablar con ella - Sonreí - Y me sorprendí yo misma disfrutando de ello.

- Los días, semanas y los meses pasaron. No éramos tan cercanas como lo son las amigas, pero no éramos distantes tampoco. Sólo nos gustaba hablar entre nosotras - Me pregunté, si eso no era el caso entre Yulia y yo.

- Un día, uno de los oficiales, fue atrapado metiendo drogas, por lo que fue despedido.

Tragué saliva recordando mi situación. Lo mismo podría pasarme a mí, si averiguan que les di dulces a las residente. Especialmente con tanta regularidad como lo hice con Yulia.

- Cuando se fue, le pregunté a Iván Shapovalov si podía contratar a más oficiales. Le dije que me sentía insegura y sola. Él decidió abrir dos vacantes más para los puestos. Solo para mujeres oficiales. Y así fue como conocí a Sonya.

Supuse que hablaba de su novia. No sabía que era una oficial también - La encontré atractiva a primera vista, pero hice todo lo posible para que no se enterara sobre mis preferencias… - Debe ser difícil para Irina vivir escondiéndose todo el tiempo - Los meses habían pasado y yo sólo la miraba. Solo la admiraba. No podía hablar con ella correctamente, tenía miedo que se diera cuenta que era... gay - Sabía que era difícil para ella decir la palabra en voz alta. Y sabía que era duro estarme contando su historia. Apreté su mano dándole consuelo y apoyo.

- Yulia es inteligente y no tomó mucho tiempo para que se diera cuenta de ello. Siempre que encabezaba el recorrido hasta sus sesiones, me preguntaba sobre la otra oficial que nos acompañaba. Una de esas veces, dijo 'Te gustan las chicas, ¿Verdad oficial?' Le respondí que no, pero ella sólo se burló. 'He conocido a chicas como tu antes, Irina. Las niñas que gustan de otras niñas. No eres tan diferente'. Negué otra vez y me respondió 'Es ese el motivo por el qué estas aburrida, Irina. No aceptas quién eres. Siempre seria y enojada, con una mueca de perra en tu cara. Consigue que un coño esté sobre tu cara, Irina. Será divertido. Te va a gustar' - Irina se rió entre dientes.

- Dijo que podría hacer que la Oficial Sonya se interesara en mí. Dijo que podría hacer que yo le gustara - Torció sus labios - Y creo que ella lo logró. No lo sé, pero Sonya comenzó a hablar conmigo, me pidía almorzar con ella y esas cosas. Día con día nos hicimos más y más cercanas. Y noté que me había enamorado de ella. Volkova también se dio cuenta de eso. Y fue ella quien me dio esa clase de ayuda para tener valor y confesarle a Sonya mis sentimientos. Cuando finalmente me declaré, dijo que sentía lo mismo.

- Empezamos a salir, ocultándolo a todos los demás, nadie debía enterarse. Nadie debía saber. La única persona que sabía lo nuestro era Volkova - Suspiró - Salimos durante meses y me hacía sentir viva. Ella me hacía sentirme valiente y orgullosa - Sonreí un poco feliz por ella - Shapovalov estaba impresionado conmigo y decidió darme un ascenso. Todo estaba funcionando perfectamente bien. Tenía una novia, única y hermosa, tenía una ascenso y tenía la oportunidad de ser la Directora cuando el Dr. se retirara - Dejó de hablar durante un minuto.

- Debido a que me ascendieron, mis turnos cambiaron y ahora, era Sonya quien tenía tres turnos alrededor de la sección de Yulia. Era la oficial que la llevaba a sus entrevistas - Mi corazón comenzó latir con fuerza - Y fue entonces cuando empezó a cambiar. Solía ser muy profesional, pero entonces comenzó a ser descuidada y no era tan seria sobre lo nuestro . Noté que comenzó a hablar más de Volkova, de cómo ella parecía ser una buena persona - Tragué con fuerza, porque la mirada penetrante de Irina, se centró en mí - Ella comenzó a defenderla de otros oficiales y doctores. Y siempre que Yulia se dirigía a la UES, Sonya preguntaba al anciano Shapovalov si podía cubrir esa unidad.

Aparté la vista, sabiendo, exactamente lo que estaba pasando.

- Cuando Yulia mató al Dr. Kaspar... - Mis ojos se agrandaron al escucharla. ¡El Dr. Kaspar! ¡De modo que fue ese, el doctor que Yulia mató! - Antes de ir a la UES de nuevo, se dirigió al Centro Médico para que le hicieran algunos exámenes cerebrales. Ella acababa de tener un episodio y Putin, quería saber cómo había trabajado su cerebro durante ese tiempo. Pasó unos días allí. Y fue entonces cuando lo vi todo - Mordió el interior de sus mejillas furiosa - Yo las vi - Una lágrima corrió por su mejilla - A través de las cámaras de vigilancia de la habitación, las vi… haciéndolo - Cerré mis ojos, liberando lágrimas también - Yo vi… a mi novia… gimiendo su nombre, anhelando por ella.

Oh, Dios.

Me golpeó con tanta fuerza. ¡Oh Dios, esto era horrible! Mi voz se apagó y no pude decir nada.

- Fingí que no las había visto. Durante meses, me decía a mí misma, que sólo fue un tonto error, que ella no sabía lo que estaba haciendo. Pero yo lo sabía. Sabía que cada vez que Sonya pedía cubrir la UES, ellas lo estaban haciendo - Cerré mis ojos - Ella me engañó, Doc - Tragué saliva otra vez - Ella me engañó y con una reclusa. Me engañó con Yulia. Yulia me engañó. Ella me apuñaló por la espalda.

- Yo.. Yo lo siento tanto… Irina…

- Adivino que Sonya se estaba divirtiendo. Yo era su novia segura, mientras tenía a esa reclusa como la amante. ¡Saliendo con una oficial y una reclusa! ¡Ha!. Qué momento tan genuino para disfrutar, ¿No? ¡Vivir la vida al límite! ¡Tan emocionante! - Podía ver la ira a través del sarcasmo y su voz áspera.

- Cuando Shapovalov finalmente anunció su retiro, él también dijo que escogería a alguien más para estuviera en el cargo de Director. Creía que sería yo. Y que haría todo para estar bien de nuevo - Me mordí el labio inferior, sintiéndome horrible - Pero no. Escogió a Boris Putin. ¡Ese cabrón de mierda, que me acosó sexualmente! ¡Me puse tan loca, Doc! ¡Tan enojada! - Se rió con frialdad entre dientes - Sabes, Yulia solía decirme que nadie podía estar mas loca y mas mal como ella, a menos que tuvieras un mal día  - Fruncí el ceño - Ese fue mi mal día.

- Fui con Shapovalov y le conté todo sobre Sonya y Volkova. Le mostré el vídeo. Es ilegal ¿Lo sabes, Doc? - Dijo mirándome de nuevo - Tener una aventura con una reclusa - Tragué saliva con fuerza otra vez.

- Sonya fue despidida el mismo día. Se enojó conmigo por ser una soplona. ¡Ja! ¿Puede creer eso, Doc? ¡Mi novia, diciéndome que yo era una traidora! Le dije que se jodiera. Rompí con ella, no quería verle la cara nunca más.

- Irina...

- Fui a decirle a Volkova que Sonya había sido despedida. Y dijo 'Eso no me sorprende, la muy perra realmente tenía fuego allí abajo' - Bien, puede que me gusten las bromas de Yulia, pero sabía que esa estuvo fuera de lugar. Fue muy irrespetuosa de su parte - Y me perdí. Le disparé una descarga eléctrica y mis manos se cerraron alrededor de su cuello - Mis ojos se abrieron de par en par.

- Presioné con fuerza su garganta. Su cuerpo comenzó a tener espasmos, tratando de luchar un poco por la falta de aire. Allí, en este momento, la podría haber matado - Apretó sus dientes - Podría haber presionado más fuerte y esperar a que no tuviera más oxígeno, hasta que cayera muerta debajo de mis pies - Hizo una pausa. Tal vez, estaba pensando cómo se sentiría si lo hubiera hecho - Pero no lo hice - Dejó salir otra lágrima - No pude hacerlo. Yulia me advirtió sobre Putin. Guardó mi secreto sobre mí, que soy gay. Ella mantuvo el secreto de mi relación con Sonya. Podría haberle dicho a todos… se habrían burlado de mí, habría sido… el centro de las burlas. Pero no lo hizo. Ella no le dijo a nadie.

Acaricié su mano suavemente - Así que.. No pude hacerlo. No podía matarla.... perdí la fuerza en mis dedos y... Finalmente la dejé ir.

No le dije que me sentía aliviada de que no lo hiciera.

- Me levanté del suelo y me fui. Dejé de hablar con Volkova desde entonces. No quise ver a Putin tan a menudo como Director del lugar, por lo tanto cuando Marko se fue, le pedí a Shapovalov que me pusiera a cargo de los Archivos. Aceptó mis súplicas y me trasladó al sótano. … En donde podía estar a solas y en paz - Exhalé, tristemente - Y no he visto Sonya después… de eso... hasta… hoy - Ahora su voz era más pequeña que antes.

Su historia me había conmovido. No tenía palabras cuando Irina terminó. Es muy doloroso. Ahora puedo entender porque no le agrada Yulia. Había visto a Yulia como alguien en quien podía confiar, pero Yulia la engañó con su novia. ¡Y cómo era posible que su propia novia la engañara! ¡Su primera novia! Era tan irritante. Tan hiriente.

- La vi … en el bar - Habló de nuevo - Con otra chica - Sentí mi propio corazón oprimirse. Es doloroso después de todo lo que le hizo, después de todos estos años, Irina aun tenia sentimientos por la chica.

- La encontré sola por un segundo… y decidí hablar con ella. Sólo para comprobar cómo estaba y esas cosas - Guardé silencio, esperando sus siguientes palabras - Le pregunté que había sido de su vida. Y luego le pregunté por qué me había traicionado. ¿Por qué me engañó? Éramos un buen equipo, Sonya y yo. No podía entender por qué me mintió - Rió sarcástica - ¿Sabes qué me dijo, Doc?

- ¿Qué? - Mi voz fue apenas un susurro.

- Eres aburrida Irina - Tragué saliva, liberando una lágrima más.

- Lo siento tanto, Irina.

¡Dios, era tan doloroso! Dios, me sentí devastada.

- Soy aburrida... - Asintió con la cabeza, pero la expresión en su rostro era de humillación. Rió con sarcasmo - ¡No robo! ¡No consumo drogas! ¡No mato! ¡No rompo las cabezas de la personas en las paredes! ¡PERO! ¡Soy aburrida!

- Irina...

- ¿Qué habría pasado conmigo, Doc? ¿Si hubiera escogido la izquierda - Mordí mi labio inferior - ¿Yo….sería…divertida? - No contesté - ¿Habría conseguido muchas novias? ¿Habría sido… como Yulia?

- Irina… Tú no puedes estar llena de pensamientos como esos - Negué con la cabeza - Es sólo un engaño, humo y espejos. ¿Crees que es mejor no ser aburrida, a ser una persona honrada? No lo es.

- ¿Entonces, por qué no le gusto a la gente? - Me preguntó furiosa - ¿Por qué mi novia me engañó? ¿Por qué esa reclusa me engañó haciéndome creer me ayudaba cuando no lo estaba haciendo? ¿Por qué tengo que terminar sola al final de día?

- Estás herida - Contesté - Todas esas palabras y acontecimientos que te lastimaron aun te siguen haciendo daño. Día con día. Y crees que alguien te engañará de nuevo. Por eso no tomas parte en las relaciones estables. Crees que el sexo casual, no te hará sentir ese dolor. Crees que el sexo casual te hace... divertida, extrovertida - Torció sus labios - Sé que es difícil tener una relación estable cuando eres homosexual en un país como este. Parece que el sexo ocasional es una opción más segura. Ningún compromiso, ninguna explicación. No preguntes, no digas - Apreté su mano - A veces… todo lo que tienes que hacer es hablar. No te avergüences de quién eres Irina, ni del camino que has tomado.

- ¿Dijiste que Yulia es todo lo que tú no eres? - Sonreí - Tú eres todo lo que ella no es. Estás en el camino correcto. Tú eres el cigarrillo que no se permite fumar, ese banco que no se robó, esa muerte que no sucedió. Tu vida tiene que conducirse por este camino y no lo puedes ver tan poco interesante, sólo porque una persona te dijo que eres aburrida.

- Dos - Contestó tímidamente.

- Puede que no seas divertida para la Oficial Sonya, pero alguien más te encontrará en ti, una persona increíble - Sonrió con timidez - Y una vez que le muestres tu verdadero yo, sin miedos y sin escondites, sabrás el valor de una relación estable y duradera. No tienes que terminar sola al final de día Irina. No lo harás. Porque tendrás a alguien allí que va a estar contigo. Orgullosa de ti -  Su mirada ahora, brillaba - Puedes haber tenido un mal día… pero eso no significa que todos tus días serán malos. Has que sean buenos. Has que sean días buenos y dignos.

Rió pareciendo gustar de mis palabras. Sus mejillas todavía eran rosáceas debido al alcohol que había bebido, pero sabía que estaba bastante sobria para entender y recordar esta conversación - No esperes una noticia buena para que la vida sea mejor. Hazla mejor. En tu propio camino.

- Gracias, Doc - Asintió haciéndome sonreir - Muchas gracias. Y … uh … puede no … -

- Esta conversación es privada - Repetí con firmeza.

- Lo sé pero… sobre Putin … … - entrecerré los ojos. - Es sólo que… si sabe que le conté … él...

Cómo podría mirar a Boris Putin y no estar indignada por lo que hizo, no lo sé, pero tengo que ser profesional y no permitir que asuntos personales se interpongan. Es un pinchazo cobarde pero al final no consiguió lo que quería de Irina, y después de todos estos años se han mantenido en una guerra fría. No la removeré ni causaré líos - No lo sabrá. Te lo prometo.

- Gracias, Doc - Me agradeció una vez más y se levantó del sofá.

- ¿Te vas? - Pregunté sorprendida.

Ella parpadeó - Ya tomé demasiado de su tiempo. Debo irme.

- No estás en las mejores condiciones para hacer cualquier cosa por tus propios medios. Ya es de noche y en tu condición...

- Estoy bien, Doc. Puedo cuidarme sola.

- Sé que puedes, pero de todos modos no es seguro.

- Me voy Doc, yo probablemente la aburra.

- No eres aburrida, Irina -  Me puse de pie - Es tarde y peligroso para ti, y no quiero que regreses sola.

- Tomaré el tren.

- Sólo quédate - Le dije colocando mi mano sobre su hombro - Puedes dormir aquí. Es más seguro.

- No Doc, no debería...

- Este bien, de verdad. Tengo un cuarto de huéspedes, te puedes quedar allí.

Terminó por asentir, finalmente aceptando la oferta - Gracias, Doctora Katina - Terminamos abrazándonos la una a la otra - Muchas gracias. De verdad me hizo sentir mejor.


~~ * ~~

Cuando me acosté en mi cama, seguí pensando en la historia de Irina. Me preguntaba en que podían haber estado hablando Yulia y ella, todos aquellos días y meses. Eran como una clase de camaradas. Quiero decir, ella dijo que no eran realmente amigas pero habían sido cercanas.


‘¿Qué pasó entre tú e Irina?’

‘Nada pasó.’

Ella sabía exactamente lo que había sucedido. Ella estuvo implicada en eso. Engañó a Irina. La engañó con su propia novia. Eso era muy bajo. Me sentí mal por Irina. Confió en Yulia. Confió en Yulia lo suficiente como para contarle sobre el Dr. Putin. Eso significa bastante. Yulia estaba guardando el secreto de Irina, como si su propia vida dependiera también de eso... y si Boris se hubiera enterado, Irina habría estado en peligro.

Mis ojos se entrecerraron.

‘Empezamos a salir, ocultándonos de todos los demás, nadie debía enterarse. Nadie debía saber. La única persona que sabía lo nuestro era Volkova’

‘No podía hacerlo. Yulia me advirtió sobre Putin. Guardó mi secreto sobre mí, que era gay. Ella mantuvo el secreto de mi relación con Sonya. Podría haberle dicho a todos… se habrían burlado de mí, habría sido… el centro de las burlas. Pero no lo hizo. Ella no le dijo a nadie’.

Si Yulia guardó el secreto sobre las preferencias de Irina por todos estos años, ¿Por qué me lo dijo?

‘Tuvo mucha dificultad para hacerle frenar la calentura a esos oficiales, ¿cierto?’ ‘¿Sobre todo porque nunca les aclaraste que eres… cómo lo llama la gente en estos días? Aah sí, gay ’.

Quiero decir, no me lo dijo como un secreto. Sólo lo soltó, sin rodeos, lo dijo cuándo casualmente estaba Irina y yo, también.

“¿Qué le pasó a Irina?”

“No soy quien para contestar a esa pregunta”.

Si estaba siendo respetuosa con Irina, ¿Por qué no podía ser respetuosa y mantener el secreto acerca de la orientación sexual de Irina? Significa mucho para Irina. Quiero decir, significa mucho para la gran mayoría de las personas, y Yulia lo sabe, aún asi lo soltó. Dijo que Irina era gay y se puso a decirlo de un modo burlón para ser honesta. Sabía que le estaba haciendo daño a Irina con aquellas palabras… Entonces, ¿Por qué lo hizo? ¿Sólo por el placer de verla llorar?

Pero si le gustara ver las lágrimas y el llanto de Irina, no tendría por qué guardarse el secreto para sí misma. Ella se lo contaría a todo el mundo, y se burlarían de Irina y así Yulia lograría una buena venganza. Sería una gran broma para ella. Engañó a Irina con su novia, ¿Por qué no le diría a otros que Irina era homosexual? Además, si no lo había dicho durante todos estos años, ¿Por qué ahora se burlaría por causalidad de ella? ¿Y conmigo, estando en ese lugar para atestiguarlo?

Mis ojos se abrieron de par en par.

Ah.

Hija de puta.

¡Ella lo sabía!

¡Ooooh, que hija de puta!

¡Ella lo sabía!

¡Ella quería eso!

¡Quiso que yo supiera sobre el secreto de Irina!

- ¡Eres una causa perdida, Lena Katina!

¡Sí! ¡Sí, lo soy! Soy emocional y eso me hace preocuparme por la gente. Yulia lo sabe. Ella vio lo mucho que he tratado de acercarme a ella para ayudarla. Sabe que le di el pastel a Masha. Sabe que soy excesivamente agradable con la gente, incluso me dijo que dejara de ser así.

¡Ella quería que yo supiera sobre Irina!

Mis labios formaron una sonrisita. ¡Ella lo sabía! ¡Ella sabía que intentaría hablar con Irina! Sabía que me sentiría mal por ella y trataría de ayudarla ¡¡No lo puedo creer!

¡Quiere que yo ayude a Irina!

Reí tontamente, cubriéndome la cara con mis manos. Ella …

Confía en mí.

Reí más alto, mi corazón latiendo locamente. ¡Confía en mí! ¡Me sentí contenta! ¡Sentí que había ganado un concurso! Yulia confía en mí lo suficiente para contarme el secreto de Irina y así poder ayudarla.

¡Y si quiere, que yo le ayude a Irina… significa que se siente mal por lo que hizo!

Bien, esto es un giro de la trama. ¿Volkova siente compasión?

Me compadezco por muchas cosas

Mis labios se torcieron en una sonrisa, orgullosa.

Pero pronto desapareció. Mis ojos se abrieron de par en par. ¡Todo este tiempo, no presté demasiada atención a ello … y de alguna manera me impactó que me tomara tanto tiempo ser consciente de ello! Me levanté de la cama, dirigiéndome hacia el dormitorio donde Irina dormía.

- ¿Irina? - La llamé y gruñó. Tomé esto como un, sí.

- ¿Yulia tuvo una aventura con tu novia?

- Yo sólo... no puede ser, gasté la noche entera diciéndole eso... - frunció el ceño encontrando extraña mi pregunta.

- Por lo tanto... eso significa … eso significa...

- ¿Qué significa?

- ¿Qué Yulia es gay?


~~ * ~~

Todo hizo clic.

Tuvo sentido ahora.

‘¡Lena! ¿Sabes que significa Lena, Doc? ¡Es un nombre maravilloso! Es un nombre que pone una sonrisa en mi rostro. Me hace sentir que hay alguien aquí con quien me identifico’.

‘¿Por qué sientes que te puedes identificar con alguien llamada Lena?’

‘Shh, es un secreto, Doc’.

Es gay. Le gustan los coños. Le gustan las vaginas.

Ah. Mi. Dios.

No tenía ni idea, de cómo tomo tanto tiempo para que la idea se hundiera en mi cabeza. Pero una vez pasado ese lapso, finalmente lo hizo. Yulia es gay. O al menos bisexual. Ella se interesa por las mujeres. Si no lo hiciera, no hubiera engañado a Irina con Sonya. No habría tenido sexo con ella.

Tuvo sexo con la novia de Irina.

Tuvo sexo.

Sexo.

Sentí mi cara sonrojarse por completo. ¿Cómo... se sentiría tener relaciones sexuales con Yulia?….¡Cállate! ¡Bloquea tu mente! ¡Ni siquiera pienses en ello!

Decidí tomar una ducha fría y finalmente acostarme.


~~ * ~~

Una vez que Irina y yo llegamos al Asilo, Irina fue a tomar otra ducha para poder cambiarse de ropa y ponerse su uniforme.

Estaba contenta que Irina confiara en mí lo suficiente, para haberme contado su historia. Me alegré que había venido a mí para hablar de ello. Después lo que me contó, le entiendo por qué no podía confiar en Yulia. Entiendo por qué dijo que era un mentirosa. Aunque Yulia pudiera sentirse mal por lo que hizo en el pasado, le mintió a Irina. Le hizo creer que eran amigas, pero sólo llevó a Yulia a estar cerca de la oficial Sonya y engañar a Irina.

Ahora sé por qué Irina me dijo muchas veces que me apartara de Yulia. Tenía miedo que eso me pudiera pasar a mí. Tenía miedo de que pudiera confiar en Yulia lo suficiente y solo me engañaría con todo, igual que lo hizo con Irina. Ella tenía miedo que Yulia hiciera lo mismo que le hizo, justo como hizo con Sonya, y hacer que me gustara y tener una relación con ella.

Pero no.

Eso no va a suceder.

Quiero decir, sí, confío en Yulia. Ella salvó mi trabajo. Me mostró que no es una asesina a sangre fría. Mostró qué tan vulnerable realmente es. Sé que Irina y Nastya trataban de alertarme pero al mismo tiempo sé que no conocen a Yulia como yo. Aun así, no voy a tener una relación con ella. Es sólo una fantasía en mi cabeza. No existe ni una mínima posibilidad de volverse real.

Sé que Yulia no es lo que creen. Sé que Yulia es mucho más que una bromista, una inventora de historias y adivinanzas. Usa esas cosas como armas para que las personas no puedan alcanzar su verdadero yo. Ella está herida. Y no quiere mostrar sus fragmentos rotos a las personas. Ella cree que es un signo de debilidad. Muchos residentes lo hacen.

Así que, no.

No voy a tomar unos días de descanso.

No voy a estar lejos de Yul.

Por primera vez, encontró a un doctor en la que pueda confiar. Confía en mí. Y no la defraudaré.

Después de que Irina terminó su ducha, nos encontramos en la cafetería y desayunamos juntas - Gracias por lo de noche, Doc - agradeció por milésima vez

- Cuando quieras, Irina. Cada vez que sientas la necesidad de hablar, ven a mí. Siempre te ayudaré.

Nos sonreímos la una a la otra pero nuestra atención fue atrapada al oír algunos oficiales gritar. Intercambiamos miradas y nos levantamos de nuestra mesa, yendo a donde el grupo de oficiales se juntaba. Era dentro del edificio, pero la visión de las ventanas estaba bloqueada, impidiendo ver lo que estaba pasando en el área del jardín.

- ¿Qué está pasando? - Irina preguntó tratando de ver por sí misma.

- La residente Bogrova de la sección 4 - Uno de ellos contestó.

- En el jardín.

- ¿El jardín? - Irina frunció el ceño - No es el tiempo para la recreación, ¿Por qué esta en el jardín?

- No lo sé. Pero la perra seguro consiguió lo que se merece.

Su comentario me enfadó. Ni siquiera sabía quién era esa residente Bogrova, pero él cómo estos oficiales podían ser tales cabrones despiadados, estaban más allá de mí entendimiento. Dejé la cafetería, finalmente llegando al jardín para ver por mí misma lo que sucedía. Irina me siguió detrás.

Mis ojos se ampliaron cuando reconocí a Ángela en el suelo. Su nariz sangraba y sus manos y los tobillos estaban esposados. Sentí una rabia repentina llenarme, cuando vi que el oficial le disparó una descarga eléctrica. Terminó por fastidiarme.

- ¿Qué cree que hace, Doctora? - Irina sostuvo mi brazo.

- ¿Qué? ¿Vas a dejarlos hacer esa barbaridad? ¡Tenemos que hacer algo! - Solté mi brazo.

- ¡Doctora!

Aparté al oficial, de Ángela  - ¿Qué crees que estás haciendo? ¡Basta ya! - Grité furiosa - ¡Ella ya está esposada!! ¡No hay necesidad de recurrir a la violencia!

- ¡La perra es una comadreja!

- ¿Comadreja?  - Murmuré sin entender a que se refería.

- ¡La perra escondía comida chatarra!

- ¿Comida chatarra?

- ¡Sí! - Él divisó sobre la hierba - ¡Mire! ¡La perra ha estado pasando comida enfrente de nuestras narices! - Mostró las servilletas llenas de macarones.

Mi corazón se encogió.

¡Eran los macarones! ¡Los mismos que yo les di! ¡Los últimos que yo les había dado!

- ¡Apuesto a que esto fue lo que le dio el maldito ataque al corazón a Volkova! - Oí que el oficial Fyodor concluyó - ¡Ella les ha estado dando comida a sus compañeros!

- ¡NO! - Ángela gritó - ¡No le he dado nada a Volkova, LO JURO!

Me estremecí cuando un oficial golpeó su codo en su nariz. Ángela chilló - ¡CIERRE LA JODIDA BOCA! ¡NADIE TE PREGUNTO NADA!

Guarde silencio aun de pie, sintiendo mis ojos arder. Las lágrimas se tornaron ya incontenibles, cuando vi la expresión horrorizada de Nastya, al ver a Ángela.

Allí, bajo las miradas de todos aquellos oficiales y doctores, cerré mis ojos, las lágrimas salieron recorriendo mis mejillas. Había dado a Yulia sus gusanos de gomita … lo que llevó a Yulia a tener un ataque cardíaco. Había dado macarones a Ángela y la llevó a humillarse de esta manera.

Podría terminar esto.

Podría decir que fui yo.

Podría decir que era la causante de todo este problema.

Pero si lo hago, seré despedida al instante. Despedida después lograr un buen trabajo. Había ganado la confianza de Yulia. Había ganado la confianza de Irina. Había ganado la confianza de Nastya.

Si no lo hago, me quedaría con el trabajo. Pero querría seguir alimentando una mentira, dejar que las personas inocentes sean acusadas de ser culpables por cosas que no hicieron. Podría ser diferente a aquellos oficiales, que permiten que la gente se haga daño por mi causa.

¿Qué … debo… hacer?

Esta genial esta historia me tiene atrapada
Ya comparti tu historia en face vez que te pedi permiso y les gusto si gustas puedes checar en el grupo para que veas que no hago mal uso de tu historia TATU EL MEJOR GRUPO RUSO DE LA HISTORIA muchas gracias

Enviado desde Topic'it

Maravilloso capitulo ehhh..

Feliz sábado chicas.Acá les va otro capítulo que disfrutar... Siento no poder haber venido en la semana...

A leer!!!


CAPITULO 15: DEJALA IR



- Vamos a llevarla a la oficina del Dr. Putin - Cerré mis ojos, mi corazón dolió al escuchar a uno de los oficiales decir que se la llevarían. Me quedè en silencio, intentado conseguir el valor para decir la verdad - ¡Vamos hacer que el culo de esta perra se le pudra en la UES! - Oí a varios oficiales animarse con la idea.

Eso no. No puedo aceptarlo. Es incorrecto. Està mal que Ángela sea humillada de esta forma. Es incorrecto esconderme detrás de mi bata blanca. Esto simplemente... ... no está bien. Debo hacerlo. Tengo que decirlo.

- Fui yo - Solté, mi voz chillò un poco. Todos los oficiales y doctores alrededor, me miraron fijamente - Fui yo.

Pude notar a Nastya mirarme con recelo. Sabía que ella, encontraba extraño que derramara algunas lágrimas al ver como maltrataban a Ángela. Le había prometido que dejaría a Ángela en paz – que no la molestaría más – pero también sé, que ella no se molestarà conmigo por hacer mi confesiòn en voz alta. Sé que nunca más me mirará como a una amiga otra vez. Lo que había hecho, no estaba bien. Había llegado demasiado lejos para ser una doctora, sin duda lo sabía.

- Fui yo - Repetí, esta vez, más alto.

- ¿Doctora, qué hace? - Irina me preguntò estando cerca de mí.

- Yo le di esos pasteles a Ángela.

- Detengase Doctora - Exigió tirando de mi brazo - ¡No se atreva a salvar a estos bastardos, no valen la pena!

- ¡Valen la pena! - Grité furiosa, empujando el brazo de Irina lejos de mí. Vi a Irina agrandar los ojos - ¡Esos residentes también son personas! ¡Dios!,¡ Maldita sea! ¡Y tienen que ser tratados con dignidad y respeto! Estos internos… están perdidos, …sin esperanzas ¿Alguna vez has intentando pensar cómo se sienten? ¿Cómo se sienten, siendo tratados como una mierda todos los dìas? - Todas las miradas fijas en mí se volvieron serias y frías.

- ¿Sabes por qué traje esos pasteles? ¡A causa de ESTO! ¡ESTE TRATO SUYO! -  gritè, señalando al oficial que había golpeado la nariz de Ángela - ¡Usa ese uniforme para darles una paliza y humillarlos! ¿LE GUSTARIA, OFICIAL? ¿LE GUSTARIA QUE YO LE DIERA UNA PALIZA, IGUAL QUE LO HIZO CON ELLA?. Así que, ¡Sí oficial, yo le di esos pasteles! ¡Le di a Ángela estos pasteles! ¡Le di los dulces a Yulia! Yo le di todos los dulces para que por primera vez, sintieran que se siente que alguien se preocupe por ellos! - Grité furiosa. Mi pecho subía y bajaba por el repentino arrebato.

- ¿Le diste dulces a Volkova? - Escuchè la voz de Irina y nunca me sentí tan mal en mi vida entera. La miré, avergonzada de mí - ¿Es en serio lo que estás diciendo? ¿ES UNA MALDITA BROMA, CIERTO? - Unas lágrimas brotaron de mis ojos.

- Irina ...

Se burló, llena de sarcasmo - Tienes que estar bromeando… Es eso... - apartò la mirada con rabia. Después de lo que me contò, sé que está molesta conmigo. Me enamoré de Yulia. Me enamoré de Yulia justo como Sonya lo hizo. Se hizo un silencio sepulcral. Y esto era otra puñalada en el corazón de Irina - ¡LO SABÍA! ¡Sabía que ustedes dos estaban demasiado cerca! - Miré al suelo.

- Irina...

- ¡Vamos chicos! ¡Tomen a la reclusa y la a Doctora y llévenlas a la Oficina de Putin! - Ordenò y yo tragué saliva con fuerza. Ángela a pesar de su nariz rota fue arrastrada de inmediato - ¡Disfrute de su ùltimo día aquí Doctora Katina! - Irina pronunciò severamente.

- Irina... - Mi llanto inicio cuando vi a Irina alejarse de nosotros. Y mis ojos se abrieron de par en par cuando sentí mis muñecas ser esposadas en mi espalda.

-  Lo siento Doctora, pero por razones de seguridad al ser dirigida a la Oficina del Dr. Putin tiene que ser esposada - El corazón me girò alrededor de mi pecho. No había nada que pudiera hacer, así que asentí y me quedè en silencio.

Esta era la primera vez que me esposaban en toda mi vida. Y nunca supe que las esposas fueran tan poderosas. Hay un gran sentimiento de inferioridad al ser encerrado de esta forma. Son los oficiales quienes te hacen andar y quienes te hacen que te detengas, son los oficiales quienes te hacen hablar y quienes te hacen callar … No hay ninguna maravilla en que después de un tiempo, se sientan superiores a los residentes. Es completamente asombroso cómo un par de esposas, pueden tener un gran significado.

Mis pies seguían los pasos de los otros oficiales, llevándonos a la oficina del Dr. Boris. Mantuve mi cabeza abajo, mirando al suelo en todo momento. Caminando junto a mi estaba Ángela, después los otros oficiales. Incluso con mi cabeza abajo, podía sentir a Nastya mirarme fijamente. Probablemente molesta y decepcionada de mí.

Ya sabía que estaba equivocada. Y siendo honesta, la única razón por la qué me sentía horrible, era porque esos dulces le habían provocado a Yulia un ataque cardíaco. Si ella no hubiera sufrido el ataque, yo no me sentiría como una idiota. Mis acciones casi mataron a un paciente mío, mi paciente favorita sobre todos los demás, y nunca me hubiera perdonado si Yulia hubiera muerto. La única verdad, es que si nada de eso le hubiera pasado, orgullosamente le seguiría dando todos los dulces que quisiera. Era muy poco profesional de mí parte, pero sentía que le debía mucho. Sentía, que tenía que tener un doctor que la tratara sin emplear la violencia, física y emocional.

Pero ahora, me estaban arrastrando hasta la oficina del Dr. Putin, para estar enfrente a ese hombre que verdaderamente despreciaba - ¿Cuál es el problema ahora? - Preguntò el Director al vernos entrar a su oficina. Irina regresó a su sótano y sabía que era una excusa para no mirarle la cara. Ese pinchazo cobarde, que la había acosado sexualmente, ahora era el Director. Este asqueroso hombre, que permitía que toda esta tortura se desarrollara aquí, es quien decidirá mi futuro.

- La Doctora Katina ha estado pasando comida de contrabando para los reclusos, Señor - El oficial Nikolay fue quien respondió - Le dio a la reclusa Bogrova un pila de comida; según ella misma. Les dio varios caramelos, para que sintieran como alguien se preocupa por ellos!

- ¿Es así? - Tragué saliva, manteniendo mi cabeza abajo - Entonces.. Usted se hizo amiga de los residentes, ¿Eh Doctora?

Estuve de pie frente a él, tranquila. Suspiró decepcionado - Parece que los rumores eran ciertos después de todo… Y sabe Doctora Katina, tenemos reglas aquí... y deben seguirse estrictamente.

- Lo siento, señor.

- ¿De verdad? Dígame Doctora... ¿Cuántas reglas cree usted, que ha roto dándole comida a la Srta. Bogrova, Doctora Katina?

- Yo… no lo sé, Señor.

- Supuestamente, también afirma haberle dado dulces a Yulia Volkova, Señor - Añadió él oficial MacCubbin.

- Oh...¿En serio? - Putin cruzó los brazos sobre su pecho - Sabe, creí que había aprendido ya, Doctora… Esto no es un lugar para corazones suaves - Seguro no lo es. Son todos un manojo de cabrones despiadados - ¿Cómo siente Doctora Katina, sabiendo que casi mata a una reclusa por su gesto de bondad? - Apreté los dientes.

Mis ojos comenzaron a arder. No contesté - Y para que lo sepa. Puedo entender por qué le dio comida a Volkova, Doctora. Es su paciente, alguien a quien le tomó cariño. Todos en el Asilo sabemos lo especial que es Yulia Volkova para usted. ¿Pero dígame Doctora … por qué darle comida ilegal a Ángela Bogrova ? - Levantó sus cejas curioso.

Eché un vistazo hacia Ángela, posando mi mirada en ella, aun se veía un poco conmocionada por los golpes en su cara. Yo, podría decir que fue porque ella me los pidió. Pero en realidad, fui yo quien la implicò en este lío. Si no le hubiera preguntado a Ángela sobre Yulia y el incidente con Katya, ninguna de nosotras estaría aquí. Todo lo que pasò hace un momento, fue porque le prometí comida si me decía lo que quería saber. Por lo tanto no era su culpa.

Suspiré; decidiendo por fin, decir la verdad.

- La señorita Bogrova una vez compartió celda con la reclusa Volkova. Le pregunté sobre mi paciente a fin de conocerla mejor. Me dijo lo que quería saber y como acto de gratitud le di los macarones - Declarè finalmente - Ella es inocente, Señor. No hizo nada ilegal. Fui yo quien hizo todo - Noté como Ángela agrandò sus ojos.

- ¿Es consciente de lo qué ha hecho, Doctora? ¿Es consciente de sus acciones y sus consecuencias?

- Sí, Señor - Asentí, bajando la mirada a mis pies - Soy consciente.

Él asintió - Oficiales, por favor devuelvan a Bogrova a su celda.

- ¿Y la UES, Señor? - El oficial MacCubbin preguntó.

- Ella no se dirigirá hoy a la UES, oficial. Parece que todo el problema aquí, fue causado por la propia Doctora Katina - Èl me señaló con la cabeza - Así que … Supongo que Bogrova, estàs a salvo por el momento.

- Señor, ¿Puedo hablar con Ángela solo por un minuto, por favor? - Nastya preguntó cortésmente, y yo aún evitaba mirarla.

- Sí, seguro Doctora Kosheleva. Cuando guste - Hizo un gesto con la mano hacia  fuera de la oficina.

- Gracias, Señor - Nastya ayudó a Ángela a moverse para salir de la oficina; dejándome a mí y al Dr. Putin.

- Gracias por ahorrarle la UES Señor - Agradecí

Él sonrió amargamente. No me gustó ni un poco. Había un sentimiento de crueldad en èl que sólo me producía mala espina.

- Tengo que decirle Doctora … Katina … que me sorprende día a día - Se apoyó en su silla.

- ¿Yo? ¿Por qué?

- Tuvimos a varios doctores asignados para que trataran a Volkova durante todos estos años. Grandes doctores, ya sabe. Ninguno de ellos pudo ayudarla de verdad - Fruncí el ceño - ¿Pero usted … una doctora novata que pasó la mayor parte del tiempo tratando con niños y adolescentes, logró controlar a la reclusa … ¿Por qué, Doctora Katina?

- No lo sé, señor.

- ¿Está tratando de defender a su pequeña reclusa?

- ¡No! - contestè con rapidez - Me honra haber logrado controlar mejor a Yulia Volkova… pero realmente no sé cómo lo hice. Cómo le dije antes, no tengo mucha experiencia y … espere un segundo … Si tenía doctores con más experiencia que yo, ¿Por qué decidió contratarme? - Pregunté encontrándolo extraño.

- Dos motivos. En primer lugar, su carta de presentación estaba muy bien escrita. Declaró, que siempre tuvo la fascinación por trabajar con esta clase de personas. No tenía dudas que aun sin tener mucha experiencia tratando con reclusos, daría su mejor esfuerzo para trabajar aquí. Era una gran oportunidad para entrenarla.

Me ofendí de alguna manera - ¿Entrenarme?

- Verá, cuando contratamos a doctores con mucha experiencia, ya tienen sus propios estándares y hábitos. Es difícil trabajar con ellos y a veces realmente no caben en los métodos del Asilo. Creímos que sería un gran miembro en nuestro equipo, porque nunca trabajó en una penitenciaría y podríamos agudizarla. Quisimos enseñarle nuestro método en el Asilo.

Eso realmente tenía sentido. La mayor parte de los sitios tratan de buscar a la gente con experiencia para alquilarlos porque no quieren gastar tiempo en la formación; encajándolos en sus estándares. Sin embargo, porque el Asilo siempre tuvo doctores experimentados y aun así ninguno de ellos logro ayudar a Yulia, tal vez teniendo una persona no experimentada, podría ser una mejor opción. Tenían razón, era más fácil moldear gente fresca a moldear doctores experimentados.

Pero estaba equivocado. ¡No lograron moldearme a mi para ser uno de ellos! - Sin ánimos de ofender Señor, pero nunca usaría los métodos del Asilo como tratamiento. No uso torturas.

- Por supuesto que no, es una mujer después de todo. Las mujeres tienen corazones suaves-  Intentè no mostrar que me ofendia de nuevo, pero adivino que lo notó porque añadió - No se ofenda Doctora, es una cosa buena. También, es uno de los motivos por la cual fue contratada. Por ser una mujer.

- ¿Perdón? - No terminaba de entender por qué eso era una razón.

- Siempre tuvimos escasez de mujeres trabajando en el Asilo y pasivamente hablando, los reclusos mostraron una mejora más alta, bajo el cuidado de doctoras que de doctores varones. Consideramos esto, como lo mismo que pudo haber pasado con Volkova. Siempre tenía doctores de sexo masculino por la razón que sea y nunca la ayudaron de verdad. Creíamos que una mujer podría lograr entenderla mejor,... de los candidatos, pareció la mejor opción para nosotros - Asentí, finalmente captando el punto.

- Y para ser honesto, parecía que lo estabas haciendo - Siguió - Volkova, de alguna manera logró quedarse tranquila todo este tiempo; apenas tuvo un episodio. Es muy impresionante, Doctora. Nunca esperé que fuera a lograr manejar a esa loca mujer, tan bien - Miré lejos sintiéndome incómoda - Pero … lamentablemente su tiempo aquí con nosotros, a llegado a su fin.

Tragué saliva. Eso era todo. Se acabó - Rompió muchas reglas que son imposibles de pasar por alto Doctora. Además, sus acciones llevaron a casi matar a una reclusa - Asentí, sintiendo como espadas apuñalaban a través de mi pecho - Lamento informarle… pero està despedida.

Traté de no llorar delante de él. No quería verme débil - Puede despedirse de sus colegas, si usted así lo desea - Asentí, sin hacer nada más que sólo tragar fuerte - Gracias por sus servicios con nosotros, pero … a partir de hoy, ya no es miembro de nuestro equipo. Le deseo suerte en sus futuros proyectos - Asentí una vez más, en gratitud - Puede irse ahora, Doctora Katina.

Asentì de nuevo con mi cabeza, para luego abandonar su oficina; entumecida por todos los sentimientos que me corrían dentro. De hecho, sabía que estaba a punto de ser despedida, lo arriesgué todo cuando me parè enfrente y confesé a todos aquellos oficiales lo que había estado haciendo. No debería sorprenderme.

Sin embargo, todavía dejaba un gusto amargo en la boca por ser despedida. Ese gusto amargo empeorò, al escuchar las palabras de Bárbara; cuando la tuve frente a mí.

- Usted no tiene permitido la entrada - Su voz era tan firme y seria, que me hizo detenerme justo en la puerta.

Todo lo que quería hacer era entrar en esa habitación por última vez - ¡Bárbara, por favor!

- No. Lo siento, pero es muy irresponsable Doctora Katina - Bajé mi cabeza, avergonzada de mis acciones.

- Lo sé… Yo sólo...

- Y me mentiste - Añadió decepcionada.

- Lo siento...

- Prometo que Volkova seguirá estando bajo observación… pero por motivos de seguridad, no puede entrar.

Tragué saliva con fuerza, sabiendo que Bárbara de verdad no me dejaría entrar. Podía ser amable pero también muy profesional y madura para su propia edad. A diferencia de mí,ella nunca rompería ninguna regla en algún momento. Sé que pase lo que pase, haga o diga, no me permitirá entrar a ver a Yulia por última vez.

- De verdad lo siento...- murmurè. Asentì para luego retomar mi camino. El Dr. Boris me permitía despedirme … y de toda la gente, realmente creo que debería dirigirme a Irina antes de salir.


~~ * ~~

- ¡ME MENTISTE! - Me miraba llena de ira.

- Irina...

- No puedo creer que confiara en ti… todo este tiempo … TODO ESTE TIEMPO, tú...

- ¡Lo siento! Yo...

- ¿Por qué? - Preguntó volviéndose hacia mí - ¿Por qué no siguió el consejo que le di?

Me encogí de hombros - Creía, que eras una idiota - Contesté con sinceridad - Todos los oficiales la tratan tan mal, tan mezquinamente, creía que eras como ellos.

- No somos los enemigos, Doctora.

Suspiré - Lo sé - Ocupé una silla vacía y cerré mis ojos - Y no quiero mirarte como una. Sé que los oficiales tienen que ser estrictos y duros a fin de mantener a los residentes bajo control. Sé que su autoridad es importante y es casi imposible que no sean influenciados por ella. Pero estar tanto tiempo en contacto con Yulia como con Masha, hizo darme cuenta que no son mis enemigos tampoco - Sentí sus ojos en mí - Sé que no crees en ella. Sé que ella te mintió y te lastimó, pero... Yulia … no es... lo que parece...

- La engaña, Doctora - Sentí el latido de mi corazón más rápido y traté de no de hacer caso a ello.

- Hubo momentos donde… yo pude sentir… pude sentir que estaba sufriendo. ¿Sabes, ese día cuando llovía? - Pregunté, aun con los ojos cerrados. No me contestó intuí que asintió a mi pregunta - Era tan diferente ese día. Estaba alegre, yo nunca la había visto así. Y después de averiguar que el Dr. Pavlov solía torturarla, todo lo que quería era verla feliz otra vez. Todo lo que quise este tiempo fue que Yulia confiara en mí ; así que le di sus gusanos de gomita.

- ¿Gusanos de gomita?

- Sí, gusanos de gomita. Ya sabes, aquellas gomitas en forma de gusanos, cubierta de azú...

- ¡Conozco los gusanos gomosos! - soltó rápidamente - ¿En serio? ¿De todos los dulces que le podrías haber dado, escogiste los gusanos gomosos? ¡No me extraña que tuviera un ataque cardíaco! ¡Esa cosa tiene tanta azúcar encima que podría llevarla a un coma diabético!

- Yo no pensé mucho en ello, honestamente - Como esto es una despedida, no creo que tenga que esconder algo más. Por lo tanto, decidí contarle la verdad a Irina - Yulia dijo una vez, que los gusanos de gomita eran su comida favorita de la infancia. Por eso fue que traje sus gusanos de gomita. No creí que me traería tantos problemas…

- No puedo creer que hicieras eso - Por fin abrí mis ojos, mirando a Irina a mí lado - La usaba, Doctora… quiso saber hasta qué punto llegaría para complacerla . Después de eso, le pediría otra cosa y ya no serías capaz de decir no.

Parpadeé. Adivino, que podría ser una posibilidad - No sé. Nunca me pidió nada más después de eso. Realmente me estaba ayudando.

- ¿Ayudando en qué?

- Me ayuda a entenderla mejor. Sé algunas cosas sobre ella … sé que tiene una cicatriz en su tobillo derecho … que le gustan los días lluviosos, que ama dibujar … ¿Has visto sus dibujos? - Pregunté curiosa - Es asombroso, de verdad. Y sé que todas estas cosas no son mentira. Sé que ella está herida y que necesita ayuda para vencerlo. Pasé mi tiempo tratando de hacer eso, porque si pudiera ayudar a Yulia... Entonces.. Significa que no tendría que sufrir nunca más - Sintiendo vergüenza de mí, unas lágrimas silenciosas brotaron - Y aunque había sido torturada por el Doctor Pavlov, siento que no fue nada comparado con el dolor que realmente lleva por dentro.

- ¿Cómo puedes decir que ella no miente?

- No puedo - Contesté, sincera - No puedo decirlo. Sólo lo siento. Porque si Yulia quisiera mentir, no tendría por qué haber llorado como lo hizo. Le gusta verse fuerte y estúpidamente loca - Provoqué la risa de Irina con mi descripción - El llanto es un signo de debilidad para ella… y llorar delante de mí – alguien a quien siempre tomó como una simple doctora novata – es completamente embarazoso - Irina y yo nos mantuvimos en silencio por un momento.

- Aun creo que miente - La entendí perfectamente. Poniéndome en sus zapatos, sería muy difícil para mí confiar en las palabras de Yulia después de lo que hizo.

- Lo siento Irina - Me disculpé llamando su atención - Sé que todavía estás enojada conmigo - Aunque podía notar que Irina estaba más tranquila, sabía que estaba molesta con la situación.

- No estoy enojada contigo, estoy enojada con ella - Fruncí el ceño - Lo hizo otra vez. Su brujería.

- Lo siento - Me disculpé de nuevo - Hice lo qué siempre me dijiste que no hiciera. Me acerqué más a ella.

- ¿Qué va a pasar ahora?

Sacudí mi cabeza - No lo sé. Es realmente extraño pensar que desde mañana, no vendré al Asilo.

- Sí …debería estar acostumbrada a ello. Pero siempre me queda un gusto amargo cuando veo a alguien irse.

Otra lágrima brotó de mis ojos. Irina me hizo levantarme y me abrazó fuerte - Sabes... de toda las personas que vi salir de este lugar, eres la única que veo llorando.

- Voy a extrañar esto.

- Voy a extrañarte también, Doc.

- Todavía podemos vernos - Le expresé, descansando mi cabeza sobre su hombro - Conoces mi casa, si tienes que hablar o algo… sólo ve... y estaré allí. ¿De acuerdo? - Asintió en respuesta.

- Gracias, Doc.

- Ya no soy más una doctora aquí, puedes llamarme Lena.

- Gracias, Lena - Se corrigió. Estuvimos de pie en silencio por otro breve momento. Bien, al menos no he perdido todo. Todavía tenía a Irina.


~~ * ~~

Mientras caminaba fuera, aspiré el aire fresco del ambiente, y extrañamente no me sentía libre como debería ser. Estaba fuera del Asilo, estaba fuera de ese lugar rodeado de criminales, y aun así, solo sentía dolor.

La distancia aumentó con cada paso; aquel lugar que dejaba atrás. Ahora tenía que comenzar otra vez, un nuevo trabajo en un nuevo lugar. Mis pasos se hicieron más lentos, comencé a arrastrar mis pies. Muchas veces miré hacia atrás. Había aquel impulso aplastante de volver corriendo, no dejarla sola en ese lugar, no dejar a Irina sola en ese lugar …

Pero ahora se había acabado. Fui despedida. Ya no trabajaba más en el Asilo. Ahora tenía que buscar un nuevo empleo y tener la esperanza de que mis archivos no estuvieran manchados por lo que había hecho.

Nada más llegar a mi coche, las lágrimas inundaron mis ojos, abrí la puerta y me senté en el interior. Minutos pasaban y no me atrevía a moverme. ¿Por qué era tan difícil encender el coche? ¿Por qué resultaba tan difícil conducir de regreso a casa? ¿Por qué los aburridos edificios del Asilo me llamaban? ¿Cómo era posible que esos edificios incoloros fueran tan atractivos?

Yulia.

Ella era la respuesta. ¿Cómo era posible que fuera ella la respuesta para todas las preguntas? ¿Cómo dejé que me poseyera de esta manera? Estúpida Lena. Traté de detener las lágrimas pero era imposible. Cuando oí un golpe en la ventana, vi a Nastya de pie a un lado. Utilicé un pañuelo para secarme las lágrimas y después de un largo suspiro mío, abrí la puerta y de inmediato se sentó a mi lado. Se suponía que cualquier palabra que se dijera entre nosotras estaba de más. El silencio nos envolvió y solo respetamos ese cómodo silencio entre nosotras.

- ¿Quieres que conduzca yo? - Preguntó tras unos segundos. Negué con la cabeza, pero ¿A quién estaba engañando? No estaba en condiciones para conducir. Nastya tomó el asunto en sus manos, a pesar de mi negativa, abrió la puerta y se acercó para cambiar de lugar conmigo - Te llevaré a casa, Lena … Vamos...

Tan pronto como me miró con aquellos profundos ojos verdes, empáticos, todo fluyó una vez más. Decidí escucharla. Nastya siempre era más profesional que yo, por lo tanto debía obedecer lo que me decía. Me levanté, finalmente sentándome en el asiento de pasajeros. Cuando el auto comenzó su marcha, no aparté mi mirada hacia atrás, fija en la penitenciaria, al edificio que alojaba a mi paciente favorita. El corazón se me rompió completamente. ¿Algún día vería a Yulia nuevamente? ¿La vería alguna vez libre, fuera de aquellas grises y frías paredes? ¿La vería alguna vez sin ese uniforme naranja? No lo sabía. Y probablemente nunca lo haría.

- Sabes...-  Comenzó a decir cuidadosamente - Yo tenía la ligera sospecha que eras tú, quien le dio a Volkova aquellos dulces. Así que no me sorprendió en absoluto - Tragué saliva con fuerza - Lo que no sospechaba era que le dabas macarones a Ángela.

- Lamento eso - Tartamudeé. Le hicieron daño físicamente a Ángela por mi culpa.

- No estoy enojada contigo - Negó con la cabeza. La miré, preguntándome cómo era posible eso - Ángela me dijo lo que pasó. Pienso que lo que has hecho fue muy admirable. Quiero decir, sí estuvo mal por tu parte pasar comida de contrabando, pero muchos doctores se habrían quedado callados, viendo y dejando que otros fueran culpados. No lo hiciste. Realmente eres valiente.

- Fue un error. Podría haber matado a Yulia. Si ella....

- Está bien ahora, Lena. No insistas en el 'si hubiera'. No es sano. Y estoy bastante segura que Volkova no te culpa de nada - De hecho no lo hace.

- ¿Cómo sabes eso?

- ¿Te pidió aquellos dulces, cierto? Era consciente de que podía ser … peligroso, sabía los riesgos que implicaban … sabía que si te atrapaban pasando dulces estarías en problemas … Aun así, no se preocupó - Volví la cabeza, mirando a través de la ventana...

‘¿Sabes que esto te puede traer problema, verdad?’ Recordé sus palabras Es mejor que lo estés, Nena. No quiero a ningún otro, nuevo doctor’.


Mis lágrimas rápidamente descendieron una vez más por mis mejillas. Mis sollozos haciéndose más alto y más alto. Nastya se vio tan preocupada por mi estado, que tuvo que aparcar el coche casi de inmediato.

- ¿Lena? ¿Qué pasa? - Preguntó apretando mi muslo - ¿Qué está mal?

- ¿Q... Que fue lo que hi...hice, Nastya?

- ¿Lena?

No te vayas’
‘¿A dónde?’
‘Lejos’.
‘No lo haré’.


No podía hablar, mis sollozos se interpusieron en el camino de mis palabras. Sentí la mano de Nastya subir y bajar, acariciando mi espalda.

- Lena...

- Yo... le prometí... - Nunca antes fue tan difícil hablar como ahora - Yo... pro...prometí… le prometí… que no… me iría...- Nastya suspiró y al instante me abrazó fuertemente. Aspiré, mi nariz ahora líquida - Yo la… abandoné... la dejé…sola... - Cerré mis ojos, dejé de intentar limpiar mis lágrimas. Ya sabía que era inútil - No soy una mentirosa, Nastya … no lo soy... - Nastya ahora, lloraba conmigo, sus manos subían y bajaban suavemente en mi espalda - Aún así yo le mentí … le mentí a Yulia...

- No le mentiste, Lena. No lo sabías. Lo que pasó fue … una desgracia... - Sacudí mi cabeza.

-Yo…

- No lo hiciste a propósito...

- Yo...

- Shh … está bien. Entenderá… sabe que no es tu culpa.

- Yo… Yo in...incluso…no...no le… dije adiós - Mis palabras sólo eran sollozos.

- Lena...

- Ella… despertará… y...

- Vamos, cálmate. Tranquila - Aspiré - ¿No pienses en ella, entiendes? Sólo lo empeora.

¿Qué he hecho? ¡Debí haberme quedado callada! Debí haberme quedado en silencio desde un principio. Tiré todo por la borda. ¿Fue lo correcto? ¿Fue admirable? ¡Mi culo! Perdí a Masha. Perdí a Bárbara. Perdí al Asilo. Perdí a Yulia. Tiré a todos a la basura por la paliza que le estaban dando a Ángela… Para salvar a una interna, alguien quien no era mi paciente; renuncié a mis pacientes, quienes confiaban en mí más que en nadie. Solo por una interna, jodí mi carrera; jodí mi vida. ¡Lena estúpida!

- Shh... está bien. Todo está bien - Nastya seguía intentando consolarme.

- Yo...

- Vamos a casa … de acuerdo?

Asentí con la cabeza.

-Vamos, Lena, no llores más, ¿sí? Está bien - Sonrió suavemente, limpiando mis lágrimas con sus pulgares - Está bien, Todo estará bien.

- Gracias, Nastya, por todo lo que has hecho por mí. Me has ayudado tantas veces.

- Eres mi amiga Lena. Por supuesto, que quiero ayudarte. Todos necesitamos un poco de ayuda en algún momento.

- Gracias.

- De nada - me abrazó más fuerte - Vamos a casa, ¿de acuerdo? - Asentí con la cabeza.

Puso en marcha el auto; cada vez más lejos del Asilo; mis lágrimas siguieron cayendo.

Si hace tres meses, alguien hubiera venido y me hubiera dicho que lloraría desde el fondo de mi corazón a causa de una loca mujer, llamada Yulia Volkova me reiría. Pero aquí estoy, completamente destruida por el hecho de que no la veré nunca más. A pesar de que nos tratamos por un corto período de tiempo, ella me domó de esta manera. Es asombroso cómo una persona que no sabía que existía, se volvió tan importante para mi.

No voy a verla nunca más. No voy a hablar con ella nunca más. Incluso si duele ... Supongo que ahora es el momento de olvidar y seguir adelante. Es tiempo de dejarla ir.

- Adiós Yulia.

Queeeee no manches ami me dara algo pffff esto ya se puso de cabeza

Enviado desde Topic'it

Y ahora que pasará??

Sube otro ???????????? q va a pasar lena tiene q volver cuando julia sepa q la despidieron será horrible

Hey! Chicas, como están??    A ver... Este capitulo iba a subirlo ayer, pero me compliqué la vida, asì que... mas vale tarde que nunca. No se desesperen!!!  

A leer!!!


CAPITULO 16: UNA NUEVA OFERTA



Nunca pensé que dejar ir a alguien fuera tan difícil. Nunca pensé que la distancia entre dos persona, pudiera doler tanto.

Incluso, después de una semana, todavía lloraba por están tan lejos de ella. Estaba desempleada y deprimida. Me sentía como un basurero para ser sincera. Y ni siquiera sé como, pero podía ver a Yulia por todas partes. Cada vez que mis ojos descansaban en algunos gusanos de gomita, o incluso en un sándwich de mantequilla de maní y mermelada, era todo lo que necesitaba para recordarla.

Y así pasaron los días. Hacía mi mejor esfuerzo para estar rodeada de cosas positivas. Empecé a tomar clases de yoga y al principio me entusiasmó, pero después de dos semanas, terminé por dejarlas.

No había escuchado nada sobre el bienestar de Yulia en absoluto. Incluso cuando traté de hablar con Irina sobre eso, ella simplemente decía que estaba bien y cambiaba el tema lo más rápido posible. Todo era un misterio, y aunque, deseé la información, también respeté el hecho de que a Irina realmente no le gustaba Yulia.

Después de un tiempo, mis encuentros con Irina y Nastya comenzaron a escacear. La ultima vez que había visto a Irina, note que estaba evitando el problema. Y cada vez que hablábamos sobre el Asilo, ella rápidamente me interrumpía. Era fácil ver que me estaba ocultando algo, pero respeté su silencio de la mejor manera que pude.

Un día, sentándome en la mesa de mi comedor, los pensamientos sobre lo que podría haberle sucedido a Yulia comenzaron a girar en mi cabeza. Tal vez Nastya podría decirme que estaba pasando. Nastya no era tan apática como Irina. Entonces, finalmente decidì morder la bala y procedí a llamar.

- Hola - dije apenas escuche su voz a través del teléfono.

- Hola, Lena... ¿Cómo estás? - Preguntó.

- Lo mismo de siempre- Respondí honestamente - Solo llamè para saber sobre...

- Yulia Volkova, lo sé... - La escuché suspirar - Lo siento, Lena... No tengo información sobre Volkova, te lo dije antes,... No soy su medico. No puedo darte lo que quieres.

Tragué saliva, sintiendo una lágrima que caía - Solo quiero saber si ella está bien. Puedes hacer eso, ¿no?. Ve a ver a su médico, quien quiera que sea, y pregúntale...

-No puedo.

- ¿Por qué no?

- Lo siento... las cosas son complicadas... - Eso me hizo fruncir el ceño.

- ¿Complicado?

- Hmmm... La única persona que puede decirte lo que quieres, es la oficial Irina. Pregúntale a ella.

Ella no querrá decirme, pensé para mi. - Si.. podría intentar hacer eso mas tarde.

- Lo siento Lena, pero realmente no puedo ayudarte con esto.

- De acuerdo, gracias de todos modos - Dije apagando mi teléfono después de despedirnos.

Mi cerebro estaba envuelto en pensamientos, escenarios, sentimientos y todo lo que queria hacer era gritar. ¿Por qué era tan difícil para ellos decirme qué estaba pasando? Solo quería que me confirmaran que ella estaba bien. Que ella y Masha estaban bien. Pero no... ¡no hay noticias! ¡Mierda!!. Suspiré, me levanté de la mesa y fui a mi habitación.

~~ * ~~


Mientras oía vibrar mi telefono, intentè agarrarlo con los ojos cerrados. Cuando lo conseguí, abri los parpados y mi visiòn borrosa leyó el nombre de la persona que me llamaba. Era Yarina. Gruñi y presionè el botón verde para atender la llamada.

- Hola...

- Hey, bella durmiente! - Dijo emocionada.

- Qué quieres?

- Aish, Lena ¿así es como me tratas? - Gruñi de nuevo - Jajaja... tengo buenas noticias para ti, bodoque... Jeny y yo hablamos con el doctor Jarek para que te contrate de nuevo y aunque él dijo que no puede hacer eso de inmediato, quiere una entrevista contigo para que entres.

Parpadeé - ¿De verdad?

- Si. Serás entrevistada por el doctor Aron Yumaev que es nuevo aquí pero no creo que tengas ningún problema con eso. Solo vístete ya que la entrevista comenzará a las 10 am.

Miré el reloj confirmando la hora; 8:25. Si, debería estar lista lo antes posible.

- Me alistaré en unos minutos. Gracias Yarina. ¡Muchas gracias!.

- De nada, bodoque desempleado.

- Yah, càllate!

- Nos vemos pronto, Lena - y con sus risas haciendo eco, la linea se apagó. Miré mi telefono por varios segundos.

Una nueva entrevista de trabajo. Bueno, por mucho que me gustaría volver corriendo a donde estaba Yulia en este momento, no había vuelta atrás. Tuve que seguir con mi vida. incluso si tenía que regresar al lugar en el que solía estar antes de que todo esto comenzara.

~~ * ~~

Entonces las semanas iban y venian. Había comenzado un nuevo trabajo que aunque no era tan desafiante como el Ailo, seguia siendo un buen trabajo. Contaba con Jeny y Yarina mis antiguas amigas que trabajaban alli, asi que era facil estar completamente activa en mis labores. Algunos miembros del personal que conocía se habian ido, pero al final no habia cambiado mucho desde que me mudè al Asilo Psiquiatrico de Moscú. Por supuesto, ahora que estaba de regreso en aquel lugar, me atacó la nostalgia e inculso habia derramado algunas lagrimas tan pronto como vi a alguno de los niños que parecian genuinamente felices de que hubiera regresado.

Así que mi trabajo estaba yendo por el camino correcto y me sentía como si perteneciera allí... Sin embargo, siempre había una pieza faltante. Todos los días era lo mismo, sonreían, conversaba y hacía mi trabajo de la mejor manera posible, pero siempre había algo que no estaba bien del todo. Sentí que había perdido algo importante para mi y ahora no podría trabajar correctamente sin ese algo. Una pequeña voz solía susurrarme para que fuera a casa, e ir a casa no significaba mi hogar, de eso estaba segura. Significaba ir a otro lugar... buscar a alguien más.

Me encuentro pensando en ella a menudo como entre los jardines y pasillos del hospital.. Si veía a un niño resolviendo un cubo de Rubik, pensaba en ella. Si escuchaba a alguien decir una broma, pensaba que con seguridad Yulia se reiria de eso.

Se hizo obvio que solo borrarla de mi ente sería imposible. Ha pasado mas de un mes desde que me despidieron del asilo y ella todavia estaba allí, ni un apice de desaparecer de mi vida.

~~ * ~~

¡DING DONG!!

Oí el timbre de la puerta sonando. Hice un mohín de fastidio mientras estaba comodamente en mi sofà viendo un documental sobre un asesino serial ruso. Suspiré un poco enojada por la interrupcion y me levanté, caminando hacia la puerta, abriendola instantaneamente esperando ver a Yarina o a Irina.

- ¿Qué demonios quieres?

Pero fruncí el ceño cuando vi a una persona completamente diferente. Me limpié la garganta y senti que mi corazon latía más rapido por la verguenza. Era una mujer bajita, completamente cubierta con un abrigo negro de Burberry y guantes gruesos. Un sombrero que la protegia del frío invierno de afuera. Parpadeé un par de veces sin saber que decir. Decidi disculparme por mi grosero comportamiento.

- Lo siento por eso... Pensé que era otra persona - Dije aun con las mejillas sonrojadas debido a la verguenza.

- ¿Está esperando a alguien mas? - Preguntò ligeramente preocupada.

- Yo, eh... en realidad... no. Para nada - Sacudí la cabeza.

- Bien, entonces - Dijo quitandose su sombrero de invierno y sonriendo para así entrar a mi casa. Fruncì el ceño.

- Uh.. disculpe, pero..  la conozco? - pregunté tratando de no sonar grosera nuevamente.

- Oh, diculpe mis malos modales - me estiró su mano - Soy Lyudmila Shapovalova. Encantada de conocerla, doctora Katina- Mis ojos se abrieron un poco mas - Lyudmila Shapovalova... ¿No era la sobrina de Iván Shapovalov? ¿Qué estaba haciendo ella aquí?

- Un placer conocerla señorita Shapovalova - Le di la mano para completar el saludo.

- Lamento venir con tanta prisa y sin previo aviso - Intentó explicarse.

- Está bien, no te preocupes. ¿Está todo bien? - Le pregunté, olvidandome por un tiempo del documental en la television.

Ella me miró y suspiró, torciendo los labios - Es... eh...

- ¿Complicado? - Supuse. Ella asintió con la cabeza - Te gustaría un chocolate caliente? - Le ofrecí al ver que iba a ser una larga conversación.

- Me encantaría - Nos sonreimos. Le servi un poco de la bebida caliente y ella se tomó su tiempo para sentarse en la mesa del comedior. Hice lo mismo, solo apagué la television antes de sentarme frente a ella.

Mi corazón latia mas rapido por segundo porque el silencio era cada vez más largo. Finalmente decidí comenzar una conversacion - Entonces, ¿Cómo puedo ayudarla, señorita Shapovalova?

Levantó sus ojos hacia mi - Me dijeron que eras la doctora de Yulia Volkova... Mi corazon latía más fuerte.

- Yo eh... si yo era... - Cual era el motivo de aquella conversacion?? Yulia estaba bien??? Habrá tenido otro ataque al corazon?? Murió? Jesucristo, todos aquellos escenarios pasaban por mi cabeza... me estaba poniendo ansiosa.

- Sé que ya has cambiado tu vida despues de todo, han pasado meses desde que dejaste el Asilo.. sin embargo... - Se quedó en silencio por un momento. Me hizo querer gritar... solo dime mujer!! Sin embargo... - Eres nuestro ultimo recurso.

- ¿Último recurso? - Pregunté sin entender qué significaba aquello. Ella suspiró.

- Volkova no se está tomando tan bien el hecho de que ya no trabajas para nosotros en el Asilo - Tragué saliva - Desde que descubrió que fuiste despedida, se ha comportado muy violenta.

- ¿Violenta?

- Ha lesionado a la mayoría de los doctores que te habían reemplazado. Hubo incluso un médico que, desafortunadamente, perdió la vida en manos de ella - Sentí que se me revolvía el estómago. Se inclinó y abrió su bolso, del cual tomó una pequeña cinta negra y una grabadora. Los puso sobre la mesa y al insertar la cinta dentro de la máquina, presionó play.

Oí una voz masculina que pasaba a través de el aparato y al instante reconocí que pertenecía al Dr. Putin.

Buenas tardes, soy el Doctor ...

- ¡Oh, mierda, maldita sea, joder! ¡Se quien eres! No actúes como si no te conociera, cobarde de mierda - Escuché su voz. Mi corazón latía con más fuerza cuando finalmente escuché la voz que extrañaba tanto. Pero ¿por qué su voz sonaba tan diferente? ¿Por qué sonaba tan ... amenazante? - ¿Por qué no mandas a todos estos oficiales afuera, ah? ¿Me tienes miedo, Boris?

- No.

- Sabes, nos sentiríamos mucho más cómodos solo nosotros dos ... con algo de privacidad ... --Se rió. Había algo diferente en su voz que yo no sabía lo que era.

- ¡Oye cuidado con las bromas, esto es importante! - Noté que se estaba poniendo nervioso.

- ¿LO ES? Tengo la sensación de que no sabes lo que es realmente importante, Doc.

- ¿Cómo es eso?

- Me prometiste que me pondrías otro médico.

- Tal vez no deberías haber matado al que mandé la semana pasada. ¿Qué te hizo hacerlo?

- Dijiste que me traerías a MI doctor. Y no era mi doctor. Me mentiste. Y sabes ... Putin ... ¡Odio cuando la gente me miente!

- ¡Mataste a un hombre inocente!

- Oh, sí, y valió la pena ver la expresión en su rostro. Oye, sabes qué ... ¡Creo que tengo un pedazo aquí en mi bolsillo! ¿Quieres echarle un vistazo?

- Estás intentando que pierda mi paciencia. Es el tercer médico que ya has lastimado.

- Bueno, sigue enviándolos, Doc. Estoy tratando de romper mi propio récord.

- ¿Por qué no te ayudas a ti misma, Volkova?


- ¡Oh, me estoy ayudando, Boris! Estoy tratando de divertirme aquí cuanto pueda. Todos necesitamos un escapismo ... o nos volveríamos locos.

- Esta es tu última advertencia, Volkova. Deja de herir a los médicos que te estoy enviando.

- Simplemente envía al correcto, Putin.

- ¿Crees que puedes salirte con la tuya? ¡No puedes!

- ¿Por qué se deshizo de mi médico para poner a todos esos cabrones de mierda en su lugar?

- Ella rompió las reglas.

- ¡Y aquí yace el hombre que obedece a todos! ¿Oigan, caballeros? ¿La voz de la verdad definitiva? - Ella se rió sarcásticamente.

- ¡Cállate!

- ¡Deberías callarte, Boris! ¡Y también deberías cerrar tus pantalones, o podrías perder algo que te gusta mucho! - El Dr. Putin se calló después de eso. Me pregunté cuál sería la expresión en su cara cuando escuchó eso.

- Sabes a cuanta gente he matado, ¿no es así, imbécil? Y, ya sabes ... después de un tiempo, se vuelve más fácil y más fácil. Es como pestañear, realmente ... ni siquiera te das cuenta de que lo has hecho. Así que aquí está la cosa, Doc ... si quieres asegurarte de que no te lo haré, deja de meter la nariz donde no te llaman ...

Hubo un par de segundos de silencio antes de que pudiera escuchar su voz otra vez - Ah, y envíame mi Doc, Doc ... Necesito una segunda opinión.

Después de eso, la cinta dejó de moverse, lo que indica que la entrevista había terminado. Todavía estaba tratando de transmitir qué demonios había escuchado. No sonaba como la Yulia que conocía en absoluto.

- Esta fue su última entrevista - Lyudmilla finalmente habló - Y eso fue hace tres semanas - Eso es bastante tiempo - Ella está encerrada en la UES desde entonces - Tragué saliva. ¿Tres semanas seguidas en la UES? Santo cielo…

- Ahora el Asilo enfrenta algunas demandas de los familiares de los médicos a los que ella agredió. Estas personas quieren llevar todo este asunto a la corte y están pidiendo que se cierre el asilo - ¿Qué? ¡No me esperaba esto! - La corte nos dio un ultimátum. Si ocurre otro golpe, si Volkova mata a otra persona, el asilo se cerrará y ella será dada de baja.

- ¿Baja? - Parpadeé, sintiéndome débil - ¿Como ... una ejecución?

Ella asintió - El Dr. Boris quiere ejecutarla tan pronto como sea posible para evitar que se cierre el Asilo. El tío Iván es el que tiene que dar la última palabra para hacerlo y está listo para decir que sí - No podía concentrarme en lo que estaba escuchando. ¡No! ¡Esto es imposible! ¡Esto no debería suceder! ¡Por favor no!  - Sin embargo, la oficial Irina Smirnova  me dijo que podías ser de mucha ayuda - Parpadeé.

-  ¿Qué?

- Ella me dijo que Volkova confía en ti lo suficiente - No sabía qué decir sobre eso - Entonces ... Doctora Katina, estoy aquí para darle una oportunidad de regresar al Asilo - Estaba en estado de shock. Me estaba quedando sin aliento - Te asignarían ser la doctora de Volkova. Serás su único médico, nadie más. Usted se ocuparía de ella las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y estamos dispuestos a brindarle toda la ayuda que necesite.

Mi boca se secó y comencé a sudar, completamente nerviosa, a punto de sufrir una crisis - Eres nuestro último recurso para intentar salvar a esa reclusa. Entonces, si está dispuesta a aceptarlo, solo dígame y la contratan de nuevo. Si no quieres hacerlo, seguiremos las órdenes de ejecución.

Ejecución. Ejecución. Ejecución.

Esas palabras siguieron resonando en mi cabeza. No. Negué con la cabeza. No. Eso es imposible. Yulia ejecutada? Ella es muy joven, tiene mucho que vivir ... No puede morir. Ella no puede!

- Muy bien ... - Lyudmilla suspiró levantandose de la mesa. La miré atónita - Le informaré al tío Iván que la ejecución se realizará...

¿Qué? ¡No! ¡Espere! ¡JODER, LENA, DI ALGO!

- ¡NO! - Grité nerviosamente al levantarme de mi silla y derramar el chocolate en el piso - NO! Alzó la vista, mirándome con su teléfono en la mano - ¡Lo acepto! - Dije sin pensarlo dos veces. ¡No podía dejar que Yulia fuera ejecutada! ¡Diablos, no! - ¡Me ocuparé de ella! ¡Me ocuparé de Yulia Volkova!

-  ¿Estás segura?

- Sí.

Ella asintió con la cabeza, guardando su teléfono dentro de sus bolsillos. Exhalé completamente aliviada.

- Queremos que estés de vuelta en el Asilo tan rápido como puedas - Asentí con la cabeza.

- Si seguro.

- ¿Podemos contar contigo el próximo lunes?

Lunes. Me hizo sonreir. Oh los buenos viejos lunes - Si seguro. El próximo lunes está bien.

- No sabe cuanto estamos deseando que llegue ese día, doctora Katina. Mañana podemos negociar su salario.

Honestamente, para volver y cuidar a Yulia, lo haría gratis. Pero me alegré de haber ganado algún dinero demás. Sin embargo, Yarina me odiaría por haberla abandonado nuevamente. Pero no pude decir que no a esto. No pude fingir que esto no es importante. Yulia corre el riesgo de morir y yo soy la que podría detenerlo. Todo lo que tenía que hacer era volver y cuidar de ella. Ahora con el fin de ser su único médico podía vigilarla las 24 horas, los 7 días de la semana.

Este es mi momento para ayudar a Irina a obtener el puesto de Director que ocupa el Dr. Putin. Este es el momento de mostrarles que un tratamiento adecuado es mejor que la tortura. ¡Este es mi momento para demostrar que se puede ayudar a Yulia Volkova! Más importante aún, este es mi momento para mostrar lo buena que soy como médico.

Y que ahora ya no haré más mal.

La vida de Yulia estaba en mis manos ... y la haré permanecer con vida.

Hay q emoción su doctora las 24 horas los 7 días de la semana. Muerooooo por ya leer el encuentro de lena y Julia y q su amor floresca. Por favor no tardes en subir el proximo

No demores en continuar ehhh

Santa cachucha que capituloo ya estoy impaciente por el nuevo pfff

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Saludos chicas!!! Un abrazo de sábado por la tarde para cada una. Aquí les va otro capítulo y que lo disfruten!!! Comenten para subir más rápido los capítulos

A leer!!

CAPITULO 17: EL REGRESO



La fría cadena de las esposas, estaban contra mi cuello y sentía que el aire comenzaba a faltarme - Yu... Yulia...

- Me mentiste - Su voz seca y fría resonó en mis oídos - Y sabes ... Doc ... Odio cuando la gente me miente.

- Yo ... lo siento, lo siento...

- ¿Eres tú, ah? Dime, doctora, ¿cómo crees que me sentí cuando desperté y supe que te habían despedido? Las lágrimas comenzaron a vagar por mi rostro.

- Yo ...- Ella presionaba las esposas más fuerte contra mi garganta.

- Me prometiste que no te irías ... y me mentiste -  Mi cuerpo comenzó a sufrir espasmos al intentar tomar aire - Me mentiste. Pensé que eras diferente. De todos los doctores que tuve, realmente pensé que eras diferente, pero eres como todos los demás.

- N..no ... yo... no soy...

- Mentirosa!!!!!

- Yu...lia ...p...por favor ... yo ... - Hubo un solo pensamiento en mi cabeza y fue ...'Voy a morir'.

- Ni siquiera dijiste adiós ...

- Yu...lia ...

- Te lo dije, ¿no? Todos mienten. Todos me mienten ...

-Yu...lia ...

- Bueno, no más, doctora! ¡No más!

- Yul ...

- Porque ahora los mataré a todos ... - Escuché su risa.

...

- Adiós, doctora ...

Desperté de repente, temblando gracias aquella pesadilla que había tenido. Mi corazón latía como loco y sudaba como un cerdo. Nunca antes había tenido un sueño en el que 'muriera', y era aterrador lo real que parecía. Todavía podía sentir la cadena de metal alrededor de mi garganta y sus  frías palabras mientras estaba ahorcandome hasta matarme.

Me levanté de la cama y fui al baño a lavarme la cara. Me limpié con una toalla y miré mi reflejo en el espejo.

¿Cómo va a reaccionar cuando finalmente me vea? ¿Realmente me mataría como en mi sueño? ¿Trataría de lastimarme? Ha estado en una juerga asesina y nunca había escuchado que hiciera eso antes ... ¿se detendría al verme? - La oficial Irina me dijo que confía en ti lo suficiente. ¿Ella? El caso es que ... realmente no lo sé.

Quiero decir, sí, eso es lo que quiero creer ... Quiero creer que ella confía en mí ... que en verdad somos amigas. Pero ...Piénsalo Lena ...Las palabras de Nastya sonaron en mis oídos. Ella no te ha mostrado su personalidad real. Ella te ha mostrado una personalidad de la que te enamorarías. Ella no quiere que estés lejos de ella porque sabe que te tiene en sus manos. Ella se metió en tu cabeza como a ningún otro doctor se lo hizo. Volkova te miente, haciéndote creer que no es una mala persona para que te pueda gustar.

Mi pecho comenzó a arder y mi nariz se dilató, cuando recordé aquel pensamiento. Mis puños se apretaron.

- Ella tiene lo que siempre quiso ... un médico que pueda manipular a su antojo, un médico que la ayude a salir de aquí.  Eres la opción perfecta, tienes una personalidad tierna y fácil de abordar ... y todo lo que tiene que hacer es hacerte reír con sus estúpidas bromas y fingir que es una pobre alma desafortunada que necesita apoyo y afecto.

El dolor me recorrió la cabeza, mis lágrimas cayeron una por una al recordar lo que Irina me había dicho una vez antes.

¿Qué pasa si lo que dicen es verdad? ¿Qué pasa si todo lo que creo sobre Yulia es una mentira? ¿Qué pasa si Yulia solo está jugando con mis sentimientos?

¿Cómo se supone que voy a conocer su verdadera personalidad? Tomando en cuenta su última entrevista, suena muy diferente. Ella suena fría, peligrosa ... enojada. Nunca antes me había mostrado ese lado de ella, e incluso cuando esa vez, cuando se dirigía a la UES, solo lo estaba fingiendo. Nunca vi a Yulia teniendo uno de sus episodios. Nunca supe cómo se comporta ella. Esa juerga asesina ... está haciendo que sus episodios de violencia vuelvan ...

¿Por qué mataste a Katya?

Porque yo quería.

¿Fue solo porque ella quería? No lo sabía No podría saber...

¿Qué pasa si ella quiere matarme? ¿Qué pasa si ella tiene un episodio y me mata? Nunca me sentí tan perdida en toda mi vida. ¿Que se supone que haga? ¿Dejar mi trabajo seguro y regresar al Asilo para cuidar a una reclusa que podría matarme? ¿Cómo será todo de ahora en adelante si tendré que cuidarla las 24 horas, 7 días a la semana? ¿Eso es realmente seguro? ¿Debo permanecer todo el tiempo, 24/7, en el Asilo? Y como ... ¿dormiré junto a ella en su celda?

Lloré y rompí el espejo en pedazos, dejando pedazos de vidrio esparcidos por el suelo. La parte de atrás de mis dedos comenzó a sangrar. Estaba cerca de tener una crisis mental.

¿Realmente hice bien al estar de acuerdo con toda esta mierda?

Me retiré hasta que mi espalda golpeó la pared más cercana mientras mis pies colapsaron debajo de mí. Con mi vista completamente borrosa por las lágrimas, llevé las rodillas a mi pecho y dejé escapar un suspiro tembloroso.

Los sentimientos eran demasiado, me estaban asfixiando, comiéndome viva, mientras pensamientos, situaciones y conversaciones pasaban por mi cabeza como un huracán. Mi corazón dio un vuelco cuando recordé ese día bajo la lluvia y su último colapso. Eso fue lo que me vendió a Yulia como algo que no es lo que parece ser, como algo diferente. Fue entonces cuando percibí un poco del dolor por dentro ... y eso fue lo que me hizo desear volver, finalmente obedecer todos mis susurros y una vez por todas 'volver a casa'.

Aún podría decir que no. Podría llamar a Lyudmilla y decirle que he cambiado de opinión. Y Yulia ...

... Yulia ... sería ejecutada. Muerta.

No despierta ... no sé lo que sucedió, doctora ... Ella no se mueve- Mis lágrimas corrían con más rapidez toda mi cara.

No eres uno de ellos. Eres una buena persona, Doc. Tienes un buen corazón. No ... dejes que este manicomio lo rompa.

Yulia ...

- Lo siento ... prometo que no volveré a cometer el mismo error.

Por favor, no te vayas...

¿A donde?...

Lejos...

No lo haré. Lo prometo.

Y solo lágrimas y más lágrimas corrían por mi rostro, los recuerdos de Yulia me hicieron sollozar. Estaba convencida de que me estaba volviendo loca, discutiendo conmigo misma mentalmente.

Y aunque sabía que tenía que dormir y descansar, no pude. Pasé toda la noche pensando en mi situación y cuando tuve que volver a hablar con Lyudmilla, todavía tenía dudas sobre cuál iba a ser mi respuesta.

~~ * ~~

- ¿Está bien, doctora Katina?, Preguntó Lyudmilla Shapovalova al verme dudosa antes de firmar el contrato.

- Yo ... - Solté una lágrima - No estoy segura ... si yo ...

- Si tú...

- Puedo ... ayudarla ...  - Ella hizo una mueca con los labios.

- ¿Quieres dar un paso atrás? - Preguntó y desvié la mirada - Estamos dispuestos a llevar a cabo todo esto, pero depende de usted ... entonces si siente que no puede hacerlo ... entonces ... procederemos a nuestro plan B - Plan B = Ejecución.

- Cuidar de ella las 24 horas del día, 7 días a la semana ... ¿es realmente seguro?

- No - Ella negó con la cabeza, tomando otro trago de su capuchino. Somos conscientes de los riesgos involucrados. Pero si es verdad que Volkova confía en usted, entonces es seguro para nosotros que la vigilemos las 24 horas, los 7 días de la semana.

- ¿Qué hay de mi privacidad? Necesito noches de sueño y ...

- Muy bien, entonces - Ella respondió rápidamente - Puedes tener tus noches si lo deseas - Asentí un poco más aliviada. Suspiré mirando la línea punteada que tenía que firmar - ¿Hay algo más que desees? - Mis dedos estaban alrededor de la pluma a punto de escribir mi nombre en él.

Nastya ... ¿quién es esa mujer que está hablando con Yulia?

Ella es Lyudmilla Shapovalova. Es en realidad la sobrina de Ivan Shapovalov. A menudo viene aquí para ver cómo van las cosas. Algunos dicen que le da informes personales a su tío .

¿Por qué está hablando con Yulia?

Cada vez que viene aquí, se toma su tiempo para hablar con algunos de los residentes. Parece que hoy fue el turno de Volkova.

Pero pensé que los reclusos en la UES estaban aislados todo el tiempo.

Lo están. Pero cuando la sobrina del presidente exige hablar con uno de ellos, ya no importa si están en la UES o no.

Parpadeé alzando los ojos hacia la mujer bajita que tenía delante - ¿Algo va mal?

- ¿Puedo preguntarte algo? - Ella frunció el ceño confundida, pero asintió de todos modos - Una vez, te vi hablando con Volkova...

- Sí...

- ¿Están ustedes familiarizadas la una con la otra?

- No ... a menudo hablo con algunos de los presos.

- Sí, la doctora Kosheleva me dijo eso. Es solo que me pareció raro que hables con un recluso que estuvo en la UES ese día en particular ... especialmente alguien que se considera ampliamente peligrosa ... - Entornó los ojos.

- No sé a qué te refieres ...

- Aunque Yulia ha matado a personas durante el tiempo que ha estado en el Asilo, aún así pides hablar con ella. Y ahora ... cuando ella está a punto de ser ejecutada ... decides venir a mí para 'salvarla' ... Tu tío, el Sr. Shapovalov todavía está a cargo de algunas de las decisiones, ¿verdad? Y me dijiste que estaba listo para dar la última palabra para la ejecución de Volkova ... Entonces, ¿por qué esperaría tu llamada para decir que sí? ¿Por qué iba a escucharte antes de autorizar su ejecución?

- A nosotros, en el Asilo, no nos gusta que nuestros prisioneros sean ejecutados.

Pensando en el dinero, tiene mucho más sentido sin embargo, respondí - Gastas dinero en su medicación y tratamiento, y cada vez que mata a un médico o a un oficial, debes dar indemnizaciones a sus familiares, ¿no es así? - No dijo nada esta vez - Entonces ... mi pregunta es ... ¿por qué quieres salvar a Yulia? ¿Por qué estás dispuesta a contratarme de nuevo y corres el riesgo de que Yulia vaya a matar a otra persona otra vez yh no cerrar el asilo y evitar todo este problema?

- Acabo de decírtelo ... no queremos que nuestros prisioneros sean ejecutados. El Asilo cree que todos pueden curarse con el tratamiento adecuado - Me pareció gracioso cuando dijo eso solo por el simple hecho de que en el Asilo, todavía usan armas electrizantes.

- ¿Por qué parece que estás haciendo todo lo posible para salvar a Yulia? - Le pregunté frunciendo el ceño - Claramente, Putin quiere matarla lo más pronto posible, al igual que tu tío. Pero estás aquí ... dispuesta a prestar toda la ayuda que necesito para cuidarla ... ¿por qué? ¿Por qué Yulia es importante para ti?

- ¿Por qué ella es importante para ti? - Replicó, tomándome sorprendida. Tragué saliva ansiosa.

- Ella no es...

- La llamas por su primer nombre ... y parecías desesperada por salvarla de su destino ... ¿por qué?

- Yo...

- ¿Por qué Volkova confía en ti lo suficiente cuando nunca había confiado en ningún otro doctor bajo su cargo?

- No lo sé...

- ¿No? ¿No te ayudó el darle gusanos de goma en el proceso? - Tragué saliva sintiendome culpable - ¿Por qué hiciste eso?

Desvié la mirada - ¿Por qué le diste caramelos?

- Ella me pidió que lo hiciera - Dije honestamente. Solté el bolígrafo, sintiendo mi mano sudada.

- ¿Ella te pidió que lo hicieras?

- Sí. Ella me pidió que lo hiciera. No pensé que podría ser un problema y le di algo - Sentí que su mirada se intensificaba.

- Eso fue contrabando. Es ilegal.

- Eso hizo que ella confiara en mí - Espeté -Supongo...

Parpadeé cuando la escuché reír - ¿Es asi? ¿Eso fue todo lo que necesitó para confiar en ti? ¿Una bolsa de gusanos gomosos?

- Ambas somos mujeres, casi de la misma edad ... No la estaba torturando ... y le di dulces ... sí ... eso es todo.

- Supongo que a ella le conviene - Soltó una carcajada y yo entrecerré los ojos sin entender a qué se refería - Hagámoslo de esta manera, doctora Katina ... Usted firma este papel y le diré por qué Volkova es importante para mí - Mi corazón latía completamente fuera de ritmo -Además, no actúes como si realmente no quisieras salvarla. Sé lo que hiciste en el Asilo y cómo te importó una mierda nuestras reglas para ayudar a Volkova ... así que no te hagas la arrogante tratando de impresionarme con esta actitud inteligente porque sé que no eres lo que dices ser - Habló seria. Bueno, puedo decir que tuvo mucha razón.

Exhalé y finalmente decidí firmar el contrato.

Ahora. Eso era todo. Ya no había vuelta atrás.

~~ * ~~

- Bienvenida a mi casa, doctora Katina.

Abrió sus brazos tan pronto entró a su departamento. Mis ojos se ampliaron al instante cuando vi miles de papeles, fotos, revistas y artículos sobre criminales, clavados en sus paredes. ¿Qué ... joder? ¿Esa era una especie de santuario de historias y noticias de criminales? ¿Esa mujer estaba loca? Ella soltó una risita al ver la expresión en mi cara al ver su colección.

- Sí ... me encantan las historias de criminales. Y no me refiero a las novelas - Parpadeé aún estupefacta - Me refiero a historias reales. Verdaderos criminales - No pude hablar - Sé que es algo espeluznante ver a una mujer bajita como yo que le encanten estas historias de terror. Pero realmente me gustan. Siempre lo hice. Me parece fascinante - Bueno, para ser sincera, siempre me gustaron también. Supongo que no en esa medida.

- Esto es...

- Una locura. Lo sé. Muchos chicos ya rompieron conmigo por esto - Jesús, realmente nunca había visto algo así antes. Por eso me gusta hablar con los presos - Mis ojos viajaron rápidamente a un periódico viejo en la pared, y luego a sus ojos - Quiero saber más sobre ellos. ¿Cómo lo hicieron? ¿Qué sienten? ¿Qué los hizo meterse en eso? A veces les pido que describan sus asesinatos ... ¡hace que mi corazón revolotee!

Esto ... Esto no es lo que esperaba de esta chica - Mi tío Iván me pidió muchas veces que dejara de ir al asilo, dijo que no era un lugar para chicas. Pero no puedo evitarlo. Realmente no puedo.

- ¿Alguna vez has pensado en tomar clases de criminología? - Pregunté con curiosidad.

- Sí, pero el tío Iván está en contra de eso. Una vez supo que estaba tratando de conocer a G-Dragon y se enojó muchísimo .

- ¿G Dragón?

- Es el líder de una de las mayores pandillas de Moscú. Tiene tantos seguidores que es ridículo. Su cartel es enorme, y no solo habla del tráfico de drogas, sino que tiene a algunos de los mejores sicarios trabajando bajo su red. Es bastante famoso en la escena del crimen ... si preguntas por él a cualquier preso en el Asilo, todos lo conocen. Incluso hay algunos reclusos en el Asilo que trabajaron para él. Me disfrazé y convencí a uno de sus amigos para que me permitiera entrar en su rebaño un día, pero el tío Iván me encerró, prohibiéndome ir. Después de eso, me puso una condición ... No iría a buscar delincuentes que corrieran libres en las calles y que podría ir al Asilo en cualquier momento que quisiera. Como los reclusos están esposados, realmente no pueden lastimarme. Sentí que era un intercambio justo y lo acepté .

- Wow ... -  Eso es todo lo que pude decir, ella se rió un poco avergonzada.

- Sí ... sé que es una locura.

- Entonces ... - comencé a decir - ¿Quieres salvar a Yulia porque ella es una criminal?

- Sí - Ella respondió rápidamente - Te digo que ese es un comportamiento. Y no ... - Señaló su sofá para que me sentara y yo hice lo mismo. Ella fue a su habitación, solo para traer una carpeta con cubierta negra - Este es uno de los artículos de Volkova. Ella no tiene tantos artículos, así que fue realmente difícil para mí encontrarme con ella - Mi curiosidad se animó -Pero algo curioso sobre Volkova es que ... por la razón que sea ... cuando ella mata, siempre dejaba una envoltura de caramelos en la escena del crimen.

- ¿Como una firma? - Le pregunté sintiendo mi corazón latir salvajemente.

- Sí. En aquel entonces, cuando ella era libre, era conocida como el niño asesino, por eso .

- ¿El niño asesino?

- Hmm. Lo encuentro adorable - Parpadeé completamente desconcertada por el comportamiento de la mujer - Y ... parece que sus víctimas pasadas también fueron criminales.

¿Qué? Mis ojos se abrieron un poco más.

¿Qué? Mis ojos se abrieron un poco más.

- No puedo decirlo con seguridad, ya que los artículos sobre ella son realmente escasos. Pero en este artículo ... - Señaló el papel en la carpeta. Y pude ver solo un pequeño marco, con algunos pedazos blancos de cosas que no sabía de qué se trataba, y leí "Voy a atraparte" -Hablan de un hombre súper rico que fue asesinado, le sacaron todos los dientes - Sentí que se me revolvían las tripas. Volví a leer la frase 'Voy a atraparte y nadie sabía quién eras 'tu' - Más tarde, descubrieron que este hombre muy rico trabajaba junto con una poderosa red de la mafia en aquellos días. Algunos inspectores creyeron que el niño asesino escribió el mensaje a todos los miembros de la red de la mafia que leerían el periódico esa misma mañana, lo que significaría que eventualmente los mataría a todos .

- ¿Lo hizo ella? - Le pregunté con curiosidad.

- No lo sé. No puedo encontrar muchas cosas sobre ella. Ella realmente no trató de diferenciarse de otros criminales. Lo único que la distinguía eran los envoltorios de caramelos. Pero sabes cuando un criminal se hace famoso por una firma en particular, entonces de alguna manera comienza a suceder ...

- Copycats* - Terminé.

- ¡Exactamente! Es difícil saber si todos los crímenes donde encontraron una envoltura de caramelo fueron hechos por ella. Tengo siete artículos sobre EL Niño Asesino y creo que solo tres son los reales .

- ¿Qué te hace pensar de esta manera?

- ¿Qué te hace pensar de esta manera?

- Te lo dije antes, le pediría a los residentes que me describan sus asesinatos, ¿verdad?  - Asentí aún sorprendida por la nueva información. A Volkova no le gustan las muertes rápidas. Le gusta ver sufrir a sus víctimas, le gusta escuchar sus gemidos y sus gritos - Eso me hizo tragar saliva - Todas sus víctimas pasadas tuvieron muertes lentas, incluso torturas antes del trato real. Y eso encaja solo con dos o tres artículos que encontré sobre ella ... Lo que me lleva a creer que todas las muertes que Yulia tuvo bajo el Asilo fueron causadas por sus episodios de violencia. Más como un accidente, que sus necesidades reales.

- ¿Quieres decir que ella nunca quiso matar a esa gente?

- Sí. Sé que es difícil de decir porque es muy impredecible. Pero en mi cabeza, El Niño Asesino nunca se molestaría en matar gente a la que no le importa una mierda .

- ¿Por qué piensas así?

- Si rastreas sus crímenes pasados ​​antes de que ella estuviera en el Asilo, pasaron meses e incluso años entre cada uno de los crímenes. Ella no era esa clase de criminal que simplemente se volvía loca y mataba a todos los que podía, ¡no! Ella fue paciente y planeó cuidadosamente todos sus crímenes, incluso si podría llevarse meses y años. Tal vez sea una de las razones por las que es tan difícil encontrar noticias reales sobre ella. Y el hecho de que siempre tardó mucho tiempo en hacer sus regresos, a sus imitadores les encantó eso ya que el nombre de El Niño Asesino se les asignaría, a pesar de que sus métodos de matar son esencialmente diferentes a los de Volkova.

Todavía estaba en shock con todo lo que estaba escuchando. Mi cabeza estaba a punto de explotar con tanta información. Ella continuó explicando - Además, todas sus víctimas parecen ser de la misma red de la mafia. En todos los artículos que tengo sobre El Niño Asesino, solo tres de ellos hablan específicamente sobre los hombres de esa red. Y casualmente, fue al mismo tiempo que G-Dragon se hacía más grande. No puedo decir si trabajó para él, pero puede ser una posibilidad, ¿sabes?

- ¿Por qué?

- G-Dragon se colocó en el nivel superior después de que la red se rompió. ¡Tener a alguien como el Niño Asesino, a quien no le gusta llamar la atención, trabajando para él sería una gran ventaja! Parecería que era una loba solitaria, sin ningún apego particular a ninguna pandilla, pero en realidad ella estaba realmente deshaciéndose de las viejas rutinas para que G-Dragon ahora pudiera ser el mejor. Le tomó años a Volkova romper con el éxito de esa red en pedazos. No tenía prisa y no quería obligarlos a huir, así que esperó meses hasta matarlos de nuevo, uno por uno. Ella es realmente muy paciente. También tenga en cuenta que, muchas personas creían que el Niño Asesino era un hombre en ese entonces, por lo que Yulia era el asesino en realidad, era una opción muy segura. Su aspecto puede engañar fácilmente a la gente - Sí, en eso estoy un poco de acuerdo.

- Entonces, si el verdadero Niño Asesino puede pasar años sin cometer un solo crimen, significa que Volkova no es una causa perdida - La escuché decir - Ella no es una maníaca malvada que no puede vivir en sociedad ... puede, ella lo ha demostrado antes. La cosa es ... Desde que entró en el Asilo, ha sido inestable. A esta altura estaba casi convencida de que lo que cambió a Volkova fue el comportamiento del Asilo, viendo lo imbéciles que son con los residentes. Creo que está enojada con algo, pero nadie realmente intenta ver qué es o por qué. Y creo que esta es la razón por la que confía en ti - La miré expectante - Porque eres la primera doctora que intenta entenderla. Al pedirte que le dieras gusanos de goma, se dio cuenta de que estabas dispuesta a meterte en problemas para llegar a ella, y no creo que haya tenido ese tipo de médico antes - Mi corazón comenzó a latir más rápido - Y ahora está más enojada que antes porque ya no estás allí. De repente, el médico que trató de comprenderla, se ha ido. Ahora todo vuelve a ser como era antes, a nadie le importa.

- Yo...

- No creo que ella sea una psicópata. Solo creo que ella está enojada. Está enojada con algo ... que realmente no puede controlar ... y es demasiado para ella, así que va y mata a quienquiera que esté en su camino con frustración.

- ¿Cómo sabes todo eso? - Pregunté todavía estupefacta por todo eso - ¿Cómo puedes saber que Yulia es el verdadero Niño Asesino y no un imitador?

- Los tipeados son fáciles de señalar. Usualmente son descuidados o exageran su asesinato en comparación con impresionar a todos. Realmente no tienen una personalidad real, así que toman prestada una personalidad de otros para ser notados .

- Wow…

Ella rió entre dientes - Cuando era más joven y me metía en historias criminales, el Niño Asesino era uno de mis favoritos. El hecho de que ella siempre dejó una envoltura de caramelos fue fascinante para mí. Muchos asesinos en serie tienen sus firmas en realidad, en sus métodos de matar, ¿verdad? Como cuál es el primer lugar que cortan o cuál es el último, y la mayoría de las veces la forma en que matan es más o menos la misma. Pero el Niño Asesino mató a esas personas de manera diferente. Es como si cada muerte fuera especial para ella, por lo que la trataron de manera diferente. Al igual que este tipo - señaló de nuevo el artículo - ella le arrancó los dientes y le cortó la lengua con un martillo. Pero al otro tipo, le rompió todos los huesos de sus piernas para evitar que caminara ... ¡Y todo lo que nos llevó a que era el Niño Asesino, fue la misma envoltura de caramelo azul que encontraron en sus bolsillos! - La forma en que brillaban sus ojos me hizo tragar saliva - Es por eso que quiero salvarla. Porque A - ella levantó uno de sus dedos - No creo que matara a esos doctores a propósito y B - ella no es mala - ¡Es una de mis criminales favoritas!

Ese es un comportamiento realmente extremo. Esta mujer realmente necesita ayuda para que su obsesión en realidad no la convierta en una aspirante a asesina psicópata. Jesús, nunca antes había visto algo como esto y he visto algunas obsesiones de mierda bastante locas en mi vida.

- Sientes lo mismo, ¿verdad?

- ¿Disculpe? Lo siento, señora, pero estoy segura de que no tengo este comportamiento extremo.

- También crees que ella no mató a los doctores a propósito y que ella es tu reclusa favorita, ¿no? - Parpadeé sin poder decir una palabra - La razón por la que quiero salvarla es esencialmente la misma que la tuya.

- Yo ... eh ... - Ella se rió entre dientes.

- Creo que simplemente no nos gusta por las mismas razones, pero eso no significa que no nos preocupemos por ella. Una vez más, la primera razón por la que encontré a Yulia interesante fue porque ella era esta extraña y peculiar criminal - En cierto modo, sí, Lyudmilla no estaba exactamente equivocada - Gracias, doctora Katina - Dijo sonriendome - Gracias por ayudar a Volkova.

Eso me hizo sonreir. Por supuesto que ayudaría a Yulia.


Pero mi sonrisa se transformó en una "O"cuando, al llegar al Asilo, vi a un grupo de personas frente a las puertas negras.

CIERREN EL ASILO! CIERREN EL ASILO!

Los escuché gritar, llevando carteles y placas exigiendo que se cerraran las instalaciones. Vi a uno de los guardias saludándome para que no entrara con mi auto. Dejé de conducir justo cuando alguien arrojaba un huevo en mi ventana. Oh, Cristo.

CIERREN EL ASILO! CIERREN EL ASILO!

Vi a más oficiales venir y tratar de calmar a esas personas. Cuando uno de ellos llamó a mi ventana, la abrí - Lo siento, doctora, algunas personas aquí, nos están dando un mal momento.

- ¿Qué está pasando?

- Es ... complicado - Lo soltó, mirando a otro lado - El Asilo ya no es lo mismo. Siento que vienen tiempos oscuros .

- ¿Qué?

- Pero bueno ... ¡Bienvenida! - Abrió los brazos de par en par - Huh ... ¿podrías ... solo dejar tu auto aquí? Realmente no podemos abrir las puertas o estas personas de mierda, invadirán y romperán todo. Los reclusos están en su tiempo de recreación así que ... - Hizo clic con su lengua - Será mejor si no los ven.

- Sí, claro - Asentí con la cabeza entendiendo la situación. Terminé estacionando mi auto afuera. Los oficiales me ayudaron a entrar al recinto sin ser lastimada por la gente enojada que entorpecían la puerta. Supongo que son familias y amigos de los doctores que murieron y están protestando contra el Asilo.

Cuando entré al lugar, suspiré aliviada.

También respiré el aire de este lugar una vez más. Estaba de vuelta por fin.

Mi corazón comenzó a latir completamente salvaje mientras mis pasos me acercaban cada vez más al Centro Médico. Lo primero que quería hacer era ver a Irina y darle un abrazo de oso. Pero mis pies se detuvieron una vez que escuché que alguien me llamaba. Giré los talones y me di cuenta de que era Ángela.

- Oye, doctora Katina ...

- Señorita Bogrova ... Asentí con la cabeza. Ella hizo lo mismo - ¿Cómo estás?

- Bueno. Entonces ... has vuelto ...

- Sí. Y lo siento, pero no podré darte macarones esta vez - Ella rió entre dientes.

- Si lo sé. Lo siento, doctora, nos metió a las dos en problemas, ¿no? - Sentí que mi corazón se calentaba.

- Está bien ... Ambas aprendimos nuestra lección de alguna manera ...

- Hmmm. Gracias por salvarme ese día, Doc.

- Está bien ... Me alegro de que estés bien, Ángela.

- Me alegra que hayas vuelto - Ella me devolvió la sonrisa.

Me reí - Gracias, Ángela. Debo irme ahora. Nos vemos.

- Nos vemos ... - Pero antes de que pudiera moverme me llamó nuevamente - ¿Huh, doctora?

- ¿Sí? - Me volví hacia ella. Ella parpadeó un par de veces antes de acercarse.

- Domen - Dijo de repente. Fruncí el ceño - El nombre - Eso hizo que mis ojos se abrieran al instante - El nombre es Domen.

¡El nombre! ¡El nombre por el que una vez me moría por saber! ¡El nombre que desencadenó el episodio de Yulia cuando mató a Katya! Domen ... ¿quién es esta persona? Es el hombre que Yulia una vez había soñado? ¿Es ese hombre su hermano? ¿Amigo? ¿Novio?

Tragué saliva sintiéndome ansiosa. De alguna manera, sentí que descubrí algo que no debería saber. Aunque, incliné la cabeza en señal de gratitud - Gracias, Ángela.

Ella asintió - De nada, doctora.

Pasé un par de minutos mirando a la hierba, pensando en Yulia antes de moverme para ir a buscar a Irina.

~~ * ~~

Pude sentir mi corazón latir en mis oídos cuando Irina y yo caminamos lado a lado siguiendo los corredores hacia la unidad de Yulia. Los sentimientos fueron tan intensos que incluso antes de detenernos, mis ojos ya estaban borrosos entre lágrimas.

- ¿Estás bien, Lena? - Me preguntó con preocupación. Yo negué. Ella puso sus manos sobre mis hombros - Mira ... Tengo que decírtelo ... Volkova ... - La miré seriamente - Ella es ... diferente ahora - Cerré los ojos, tratando de calmarme - E hicimos lo que pudimos para detenerla ... lo entiendes, ¿verdad? - Asentí con la cabeza, tragando saliva. Ella me abrazó y casi me derrumbo - Lo siento…

- Esta bien. Estoy bien - Traté de sonar lo más segura que pude.

Ella me soltó y dudaba bastante en abrir la puerta. Finalmente tuvo que hacerlo de todos modos, y cuando finalmente lo hizo, y mis pies se arrastraron dentro de la celda, mi corazón se redujo de tamaño antes de ver la escena más desgarradora que nunca había presenciado. Todo lo que quería era correr y abrazarla, pero mis estúpidas piernas se debilitaron y todo lo que pude hacer fue aliviar un lloriqueo.

Yulia llevaba una sucia y blanca chaqueta, con los dos talones encadenados a la pared, ya que la parte inferior de su cara estaba cubierta por un bozal negro.

- Yu ... lia? - Lloré lágrimas y más lágrimas cuando esa imagen se quedó atascada en mi cerebro. Esa es sin duda la cosa más humillante que he visto. Mi ... Dios ... ¿Qué te han hecho?


*Copycats: En contextos criminológicos, el copycat es alguien que realiza un crimen de imitación (o crimen copycat); por ejemplo, imitando el modus operandi de un asesino en serie (serial killer) tal como los medios masivos de comunicación lo han descrito, o realizando un robo con determinadas características sofisticadas.

Santo Dios que capitulo pff sigue esta genial

Enviado desde Topic'it

Buenísimo el capitulo, sube el otro hoy para saber la reacción de Julia que hablaran no nos tortures esperando días por favor!!!!!

Porque lo dejas en la mejor parte dios...

Otroooo otrooooooo