AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
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RAINBOW.XANDER
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Esta capítulo fue intenso y pobre Lena me hizo llorar espero que el final no sea triste pero a esperar que pasa siento pena por Julia que ara ahora debería aceptar que quiere a la doc
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hay nooooo este es el capitulo más triste y deprimente me niego que tenga un final triste con una julia muerta o en una con ellas separadas porque julia no cree q merece nada. Lena sufriendo tanto por amor porque todo el mundo se mete q ella es tonta q la utiliza eso es envidia, estúpidos todos q no quieren ver q ellas se quieren q julia la quiere me da mucha rabia no acepto un final triste noooo
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Triste este capítulo, pero dale el final que se merecen las chicas...
Kamila- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 02/04/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hola chicas... Sé que no es miércoles pero es que ya mañana comienzo de nuevo a trabajar.... Siiiii! se me acabaron las vacaciones y se me hará difícil subir el capítulo, así que les dejo por acá el correspondiente de mañana y esperando que lo disfruten.
Un beso a todas!
A leer!!
CAPITULO 40: TOMANDO UN DESCANSO
-¿Está segura Doctora Katina?- Lyudmila Shapovalova me preguntó.
Siendo sincera, no, no estoy segura. No quiero dejar a Yulia allí completamente sola. No quiero dejarla en ese estado. Pero tal vez, es mejor para las dos. Nastya tiene razón cuando dice que necesito un descanso, así como Yulia estar consigo misma, al menos por unos días.
-Pienso que Yulia y yo, hemos alcanzado el límite - Agregué, con la voz suave - Su comportamiento ha mejorado significativamente, lo cual es algo muy bueno, pero creo que permanecer las 24/7 a su lado, ya no es necesario y tampoco causará otra mejora. En realidad, creo que ahora mismo, lo que necesitamos es estar separadas. Por un tiempo.
-Me preocupa que este “tiempo” pueda ser un error. ¿Y si es violenta de nuevo?- cuestionó preocupada.
Exhalé, no ocultando mi cansancio.
-Sinceramente, Srta. Shapovalova, si Yulia vuelve a ser violenta porque no estoy con ella, entonces podemos decir que mi trabajo no tiene ningún mérito y que nunca, hubo mejora de ningún tipo. Que ella sólo actuó de acuerdo a su propio juicio; lo que era mejor para ella. En otras palabras, lo mejor para ella, era mantenerme cerca porque la mantenía protegida. Porque le daba comida - expliqué, de acuerdo a lo que creí - Si ella vuelve a ser violenta, no tengo ninguna intención de continuar con este tratamiento - Hice una pausa y cerré los ojos. Mi corazón se apretó - Todo sería inútil. Sólo estaría perdiendo mi tiempo. Y no quiero perderlo. Quiero sentir que mi trabajo es importante. Que puedo ayudar a la gente a lidiar con sus demonios. Pero si Yulia no tiene el deseo de cooperar, entonces no hay nada que yo pueda hacer. Siempre se ha tratado más sobre su voluntad, que la mía.
Ella asintió - Entiendo. Me doy cuenta que cuidar a Volkova, no es una tarea fácil.
-Necesito un descanso. 1 o 2 semanas -Le pedí -Y cuando regrese, necesito que reduzcas mis horas con ella. Ver el comportamiento de Yulia sin tenerme a su lado, es la mejor manera de juzgar su carácter en este momento.
-Parece que tuvieron una pelea bastante fuerte- Ella bromeó y no fui capaz de reír.
-En verdad... ella es una paciente delicada.
-Escuché que tuvo una pelea con otra residente - frunció el ceño, interesada en mi respuesta.
Y terminé confirmando - Fue con Masha. Las dos tienen una historia. Pero sea cual fuera la causa, creo que todo está resuelto y no habrá más conflictos entre ellas. Yulia deliberadamente pidió quedarse en la UES y permanecer sola. Así que no creo que cause ningún problema.
Shapovalova no parecía tan convencida, sin embargo, parecía notar mi cansancio y sobre todo, que mi régimen de trabajo era un poco extremo. Ningún otro médico en el Asilo, tenía el mismo horario que yo; cuidar de tiempo completo a un solo paciente, y sobre todo, un paciente tan delicado como Volkova. Tan solo unos segundos más tarde, Lyudmila asintió con la cabeza.
-Muy bien, Doctora Katina. Tómese una semana libre. Espero que cuando regrese, las cosas estén mucho mejor.
-Yo también lo espero, Señorita Shapovalova. También lo espero - Suspiré.
~~ * ~~
Era extraño despertar y no dirigirme al Asilo al día siguiente. Realmente estaba perdida, sin un propósito.
Nunca antes me sentí de esta forma. Mi trabajo es ayudar a la gente a tratar con sus problemas y conflictos, guiarlos y sacar lo mejor de ellos como personas. Pero estoy fallando al ayudar a Yulia. Estoy fallando con ella. Y no puedo entender por qué mi paciente favorita, ha sucumbido a su lado oscuro cuando hace dos semanas estaba tan bien. Yulia no es bipolar, ni tampoco padece una condición médica que perturbe su estado emocional de esta manera.
Entonces, ¿Por qué se ha rendido? ¿Qué sucedió para llevarla a ese camino?
Me alegró tanto verla hablar con su hermana menor. Fue hermoso y conmovedor verlas finalmente llevarse bien, y reconocerse. ¡Después de tantos años separadas, se reunieron de nuevo! ¡Yulia estaba tan feliz! ¿Por qué no pudo mantener ese sentimiento? ¿Por qué no pudo aferrarse a mí? ¿Por qué cambió?
No tenía respuestas a eso. Y tampoco las tendría.
- Yulia...- Murmuré ... pensando en ella -¿Qué fue lo que pasó?
~~ * ~~
El aburrimiento resultó difícil de llevar, así que terminé dejando mi apartamento y recorrí la ciudad, sólo para aclarar un poco mi mente.
Lo primero en la lista, fue comprar un café Americano en Shiny Brownie. El lugar estaba en buena ubicación, y además, una plaza siempre concurrida.
Bebí un poco de café y decidí recorrer la zona.
El clima no era helado aunque sí frío, y gracias al Americano, me mantuvo cálida por dentro.
Tomé mi tiempo caminando por esa parte de la ciudad. Mi mente siempre se desviaba en Yulia y en su bienestar. Pronto, el sentimiento de soledad se apoderó de mí. Era curioso, que Moscú siendo una de las ciudades más concurridas del mundo, no evitaba en mi este jodido sentimiento de soledad. Y sabía que no era la única. Innumerables personas se sentían solas en la ciudad. Los jóvenes comenzaban a tener cuadros de ansiedad, debido a la aglomeración de la ciudad. Pero el amor, aun podía encontrarse aquí. Y no era inusual ver parejas usan ropa similar, caminando por el puente tomados de la mano y de vez en cuando, darse un pico.
Yo quiero lo mismo. Quiero tener esto con Yulia. Quiero sostener su mano y darle una prenda igual a la mía, para llevar el mismo estilo de moda. Quiero decir al aire que la amo y poder llamarla, mi novia. ¿Pero Yulia, estaba dispuesta a enfrentar todos los prejuicios que esta ciudad lanzaba hacia los homosexuales y decir orgullosamente que ella es mi pareja?
-Eres una idiota. ¡Qué estúpida! ¿No tienes un cerebro dentro de esa cabeza? Ella te está usando- Las palabras zumbaron en mis oídos -Es patética, Doctora Katina- -Patética. Tú y tus sentimientos por esa jodida mierda.
Siempre fui consciente de lo tonta que me comporté. Lo terriblemente patética que llegué a ser, porque quería estar con Yulia, e incluso, cómo mi amor por ella, me convirtió en una persona tan desesperada. Es sólo que... hay algo dentro de mí diciendo, que todo, no puede ser mentira.
¿Todo este tiempo? ¿Todo este jodido tiempo? Los gestos de Yulia, sus acciones y miradas... ¿Todo eso fue actuación?
-Yulia... ¿Te estás... aprovechando de mí?
-No ... como tú crees.
-Dijiste que me sacarías de aquí. ¿Es aprovecharse de ti... si quiero que te quedes... por eso?
-¿Sólo por eso?
-No. Puede ser que haya... otras cosas...también.
-¿Soy sólo un juguete para ti?
-Si lo fueras... no estaríamos teniendo esta conversación. Confío en ti, Lena. Y ha pasado un tiempo... desde que confié...en alguien más.
¿Acaso no siente algo por mí? Después de todo este tiempo, todas las palabras y el amor que compartimos... ¿No significó nada?
-¡Estás arruinando mi vida! ¡Estás arruinando todo! ¡Todo es tu culpa!¡Tu maldita culpa!
Sí. Soy la culpable. Si yo no hubiera intentado hablar con ella fuera de mi oficina. Si yo no hubiera llevado los gusanos de goma, si no hubiera tenido esa conversación con ella bajo la lluvia o estado a su lado cuando rompió en llanto, ahora no estaría en este lío. Si hubiera sido como el doctor Pavlov, como Irina me lo aconsejó una vez, no estaría aquí, llorando por Yulia. Y si yo no le hubiera preguntado a Ángela sobre Yulia, ahora estaría bien.
-¡No te atrevas a hacer algo por otra persona, que no sea tú! La gente juega con personas como tú. Ellos te arruinan. Te aplastan. Así que no te atrevas a hacer todo lo que está a tu alcance por otra persona, ¿Me escuchaste, Lena? ¡Nunca le des tanto de ti misma, a otra persona!¡Nunca le des tanto poder a otra persona!¡Ni siquiera a mí!
Yulia debió habérmelo dicho antes. Ella no estaba equivocada. Le he dado demasiado poder sobre mí. Le di todo lo que podía dar. Y eso, sólo me rompió. Nos rompió a las dos. Tornó todo mal, para las personas a nuestro alrededor.
-Debes parar.
-¿Parar qué?
-Ser así. Está mal, tonta e ingenua- Ojalá me hubiera detenido. ¿Pero cómo iba hacerlo? ¿Cómo iba a saber que iba a despertar sentimientos en mí, y ni siquiera estaba preparada? ¿Cómo iba a saber, que ella iba a conectar conmigo más profundo que ningún otro paciente que tuve? Ha sido un viaje en una montaña rusa el tratar a Yulia, pero, esperaba que el final del viaje fuera digno y oro puro. No sombrío y oscuro como ahora.
Estoy fallando con mi paciente favorita.
Estoy fallando como doctora.
Estoy fallando como pareja.
Estoy fallando en todo.
Y la cosa es, que no hay nada que pueda hacer para detenerlo.
~~ * ~~
Es muy difícil aceptar que estás fallando. Es muy difícil saber y sobre todo aceptar, que Yulia está cortejando al suicidio. Es un final común entre muchos jóvenes, pero nunca tomé a Yulia como una de ellos. Ella no parecía compartir los mismos problemas o cuestiones que sus compañeros, además, resultó ser una residente que te hacer ver otra perspectiva de la vida, totalmente diferente a la de mayoría de la gente.
Sin embargo, ella es igual a ellos. Se está convirtiendo en otra persona con esa etiqueta, una suicida. Se está convirtiendo en otro número, en otro gráfico, en otra estadística. La vida que podría tener conmigo, ella la está tirando a la basura. ¡Todos por ese maldito hombre!
Una inmensa rabia me golpeó justo en ese momento. Con tanto poder, que acabé aplastando el vaso de papel y lo arrojé sobre el puente. ¡Todo por ese hombre!
¡Ese estúpido!
-¿PORQUÉ TE ESTÁS RINDIENDO?
-¿PORQUÉ NO SOY IMPORTANTE PARA TI?
¡Mierda! ¡Mierda! ¡MIERDA!
-¿ÉL ES LA ÚNICA COSA QUE TE IMPORTA, HUH?
-¡A LA MIERDA CON ÉL! ¡MALDITO DESGRACIADO!
-¡MALDITO! ¡MALDITO CABRON, DOMEN VAJAVEC!
-¡Todo esto es culpa tuya!- Lo escupí. Mi respiración completamente estaba ahora irregular - ¡ES TU MADITA CULPA!
-¡Bastardo!
-¡La estás matando! ¡La estás matando!
~~ * ~~
Al día siguiente, me desperté más tarde de lo habitual. No logré dormir el día anterior, todos mis sentimientos se embotellaron en mi interior. Y no me sentía nada orgullosa de mí misma.
No iba a mentir y decir que estoy bien, porque no lo estoy. No me gusta tener estos sentimientos tan dependientes de Yulia, no me gusta cómo descuidó tantas cosas de la vida por ella, cosa que nunca hice por nadie más. No me gusta cuanto poder tiene sobre mí. No me gusta amarla de esta manera. Sé que es enfermizo, sé que es peligroso. Pero no puedo controlar los asuntos del corazón.
Y mi corazón solo late por Yulia.
~~ * ~~
Mi rutina no cambió desde los últimos dos días, fui al mismo café, conseguí mi expresso y seguí mi camino, dejando a mis piernas andar.
Cuando la noche llegó, la oscuridad se iluminó de los colores y las luces de Moscú. Tomé un banco en cerca de la plaza y mis ojos vagaron sobre cientos de personas transitando por el lugar, con amigos y familiares.
Levanté la mirada y observé el cielo, oscuro, con estrellas brillando por doquier. Una suave brisa golpeó mi rostro y cabello; suspiré, sintiendo su ausencia atormentándo mi ser. Me preguntaba ¿Qué es lo que ella estaba sintiendo? ¿Acaso era lo mismo que yo? ¿Sentiría mi ausencia tan fuerte como yo sentía la suya? ¿Me extraña? ¿Se preocupa por mí? ¿Acaso cruzó por sus pensamientos y mente cuando no estoy con ella? No lo sé.
Y probablemente, nunca lo sabré.
~~ * ~~
A medida que el tiempo se ponía más frío esa noche, estaba lista para levantarme y volver a casa, sin embargo, un par de brazos me ofrecieron un abrigo. Mis ojos se abrieron cuando reconocí al hombre frente a mí - Un suéter no creo que sea suficiente para este clima - dijo, sonriendo - Buenas noches, Doctora Katina - Él sonrió.
Hice lo mismo - Buenas noches, Víctor.
-Debe tener frío. Tome, puede quedarse con mi abrigo - Me tendió su abrigo negro burberry.
-¿Pero tendrás frío?
-Mejor tenerlo yo, que usted - Sonreí, reconfortada por sus modales. Y asentí.
-Es muy amable de tu parte - Lo tomé de su brazo y me cubrí con él. La pesada tela sin duda me protegía del frío.
-¿Puedo hacerle compañía?
-Sí, por supuesto - aseguré, deslizándome hacia un lado para darle espacio.
-Es una sorpresa verte aquí - Comentó.
-¿Vienes a menudo a la plaza roja?
-Sí. Me gusta este lugar. Hace mucho tiempo, era sólo otro carril de tráfico, pero luego lo renovaron y ahora es una plaza. Hay gente y vida en esta zona. Es muy bueno tener estas cosas - Era agradable ver lo optimista que podía ser. Supongo que tuvo una vida dura, igual que Yulia, pero su visión del mundo es realmente diferente a la de mi paciente favorita.
-Sí, es agradable.
-Suena triste - ¿Lo estoy?
-Sólo estaba pensado.
-¿En su trabajo?
-Algo así.
-Entonces, espero que todo salga bien.
-Sí, yo también.
-¿Cómo está Yulia?
Esa pregunta, era la única que no quería que me hiciera. Todos los recuerdos me regresaron de golpe. Y todos esos sentimientos, estaban de vuelta. Todo este lío empezaba con ella.
-Rosty me dijo que la contactó - Su comentario, llamó mi atención de nuevo.
-¿Rosty?- Fruncí el ceño.
-Así llamo a Ruslan, a veces – Se encogió de hombros - Es un amigo mío. Incluso, me ha ayudado un par de veces - Asentí.
-El me contó que se puso en contacto con ellos y que aceptaron su caso. Van a trabajar para usted y Yulia. Está es su oportunidad para salir del asilo, ¿cierto? ¿Le ha dado la noticia? - No.
-Las cosas son complicadas - respondí, sin evitar la conversación -Todo ha sido una locura, y no tuve tiempo de contarle a Yulia sobre los abogados.
-Oh, ¿En serio?- Asentí, reafirmando mis palabras -Espero que todo salga bien - Repitió y yo hice lo mismo.
-Sí, yo también.
Entonces, él sonrió.
-Víctor... - Lo llamé después de un par de segundos - Si pudieras regresar el tiempo... ¿Cambiarías algo en tu vida?
-Jamás me teñiría el cabello de rosa - rió y lo acompañé con una ligera sonrisa.
-No, hablando en serio- Le dije, un poco más seria y él lo entendió. Y parpadeó un par de veces.
-Hay momentos en los que me gustaría poder estar allí, con ellos - Declaró, mirando fijamente el suelo.
Sabía que estaba insinuando - Hay momentos, en los que desearía no haber huido aquel día.
-No fue mi intención traer los malos recuerdos de tu juventud, lo siento.
El desestimó rápidamente - No estoy orgulloso de lo que hice. Pero al mismo tiempo, eso me cambió por completo. ¿Cierto? Quiero decir, mis amigos murieron de esa forma y así fue como descubrí, que no quería ser parte de ese mundo lleno crimen. No quería que los amigos de otras personas, pasaran por lo mismo. No quería ser ese tipo.
-Terminé salvando a Yulia, ¿cierto? Si no hubiera escapado, la pandilla se habría enterado que esos chicos eran mis amigos, y probablemente ella estaría muerta. Y quizás, yo también. Por otro lado, si hubiéramos conseguido salvar a Yuri, quizás yo aún estaría en ese mundo del crimen, arrastrando a mis amigos al agujero conmigo. Arriesgando nuestras vidas por tener algunos euros y cuanta mierda quisiera.
Parpadeé
-Mi vida ahora es buena. Es mejor que en el pasado. Así que si pudiera regresar el tiempo... a pesar del dolor... No creo... que cambiaría nada. Necesitaba errores para llegar a donde estoy, ¿cierto?
-Eso es muy valiente de tu parte.
-¿Por qué me pregunta esto ahora? Quiero decir ¿Tan de repente?
-Sólo cosas que tengo en la cabeza. No es importante.
-¿Se trata de Yulia? - cuestionó y sentí, que merecía saberlo. Él era su amigo después de todo. De todas las personas con las que hablé de Yulia, Víctor Sidorov es probablemente el que merece saberlo más.
-Sí. Yulia, ha estado rara los últimos días.
-¿A qué se refiere con rara?
-Como si estuviera abatida - No pasé por alto, como sus ojos se oscurecían - Está perdida y sin un propósito - Mi voz bajó su volumen mientras seguía hablando - No sé cuándo empezó a tener ese tipo de pensamientos, pero ya no es la misma - Suspiré. -Hemos pasado por muchas cosas, Yulia y yo. Es difícil para mí verla en ese estado. Yulia es muy especial para mí y me duele verla así.
-Ojalá Yulia pudiera oír eso. Lo que dijiste sobre la vida... - agregué - La vida es buena y llena de oportunidades, y no importa lo difícil que parezca, siempre se pone mejor - Él no respondió.
-Ojalá ella pudiera oírlo. Ojalá pudiera darse cuenta de estas cosas - Exhalé, mirando el cielo - Ella, está tan convencida de matar a ese hombre que terminó con la vida de sus amigos, parece ser su único propósito en la vida. Esa carga la está matando y ella no se da cuenta - Cerré los ojos - No quiero que mate a nadie más. No quiero liberarla del Asilo, para que pueda ir a matar de nuevo. Ella está tirando todo a la basura. Yo, su oportunidad, Viktoria ... Odio que no se dé cuenta lo mucho que duele.
-Yulia es una buena persona, realmente lo creo con todo mi corazón. Todo el mundo me dice lo contrario. Incluso Yulia me dice que no lo es. Pero sé quién es ella en verdad. Me lo ha demostrado unas cuantas veces - No me importa cuántas veces la gente me lo repita. Sé que ella es una buena persona - Y odio, cuanto está dispuesta a tirar, por vengarse de ese hombre. Como si yo no estuviera... Como si yo no... importara.
El silencio que le siguió nos envolvió y me consolé de alguna manera. Tal vez, eso es lo que necesitaba. Alguien, que me escuche. Sin juzgarme. Sin decir nada. Sólo escucharme - La amo. Con todo mi corazón - Confesé sin importarme lo que él pudiera pensar de mí - Y quiero que viva conmigo. Quiero que vuelva a vivir. Que tenga un trabajo y una vida normal. Una vida común. Ya sabes, con altibajos, esperanzas, sueños, frustraciones y problemas. Pero aquí, conmigo, a mi lado.
Esa clase de pensamientos, son pensamientos felices. Siempre imaginaba mi vida con ella, podía verme sonriendo y aprovechando mis días, tomando fotos de ella al aire libre y teniendo un romance aburrido pero normal.
Sin embargo, ahora mismo, todo lo que veo es tristeza, y a mi llorando todo el tiempo.
-No me siento orgullosa de mis sentimientos. Sé que es un error. Sé que está jodido. Sé que es poco profesional y enfermo. Así que, si pudiera volver el tiempo y cambiar algo... no habría hecho lo que hice. No habría viajado a San Petersburgo para traer a su hermana aquí. No le habría dado dulces. No habría conversado con ella fuera de nuestra oficina para intentar comprenderla mejor. No habría sacado a los oficiales de nuestras sesiones, para que mis sentimientos no se desarrollaran por ella. Si pudiera regresar el tiempo... no habría aceptado la oferta de trabajo, en el Asilo.
Imaginaría una vida con otras cosas, donde soy feliz, rodeada de mis amigos, y teniendo un novio. Pero en cambio, estoy aquí, llorando por mis errores.
-Pensé que la estaba ayudando. Pero no fue así - Limpié una lágrima resbalando por mi mejilla - Solo estaba... desperdiciando mi tiempo. Nunca imaginé que esto podría terminar así. Yulia renunciando a sí misma. Abandonando la vida - Ella nunca me dejó entrar. En realidad nunca confió en mí. Y me arruinó, porque es todo lo que he estado intentando, todo este tiempo. Confiar en ella. Yo fui quien la dejó entrar. Hice todo lo posible para ayudarla. Por verla sonreír - ¿Todas aquellas sonrisas, fueron una mentira?
-Pero sigo fallando. Equivocándome con ella. Me siento inútil. Incompetente. Siento que no he hecho la diferencia. Después de todo este tiempo... después de 9 meses, en todo lo que ella piensa... es en su venganza. En ese hombre. Ese último hombre - bufé, fríamente - Él la está arrancando de mí lado. Y ni siquiera está cerca. Ese tipo se está llevando su vida con él y él ni siquiera lo sabe. ¡Él, le está quitando la vida... y no puedo hacer nada para detenerlo! Me duele - Ahora podía entender a Masha - ¡Me duele!- repetí con el sentimiento a flor de piel.
- No quiero que ella muera, Víctor - Mis manos se apretaron alrededor de mis brazos. Las puntas de mis dedos sintieron el calor de mi sangre. Y cerré los ojos -No quiero que ella... se rinda... conmigo.
Lo escuché suspirar -Yuls...- Empezó, haciéndome mirarlo -Yulia siempre ha sido...una terca mocosa - reveló y me vi sorprendida - Éramos sus mejores amigos, pero ella nunca nos contó todo. Nunca nos dijo que la estaba molestando.
Fije mi atención en él, interesándome en su relato - Siempre se guardaba todo dentro de ella. Había momentos, en los que ella se cerraba por completo. Siempre pensó que podía manejar sus problemas por su cuenta y nunca trató de pedirnos ayuda. Yuri odiaba eso.
-Cuando tratamos de preguntarle qué estaba mal, ella simplemente respondía 'No es tu asunto. Solo olvídalo.' Queríamos ayudarla, pero siempre pensó que tenía que ser ella misma quien tratara sus problemas. Una vez... Anton y yo la encontramos bebiendo Vodka por la noche. Tenía catorce años - Precoz - Nos enojamos bastante. Porque sabíamos en qué podría convertirse. Y no queríamos que Yulia fuera una de ellos.
Él levantó la mirada - No es que ella... no confíe en usted. Sino que siempre... guarda las cosas para sí misma. Y ella no sabe... cómo manejarlos - Explicó.
-Quiero ayudarla...- Le aseguré - Quiero ayudarla a lidiar con sus problemas.
-Hace un momento, dijiste que ella está convencida en matar a ese hombre - Asentí, confirmando sus palabras - ¡Qué...obstinada mocosa!
-Ella lo extraña mucho. A Domen - Añadí antes de agregar otra cosa - Ella lo ama - Y me pregunto cómo se siente ser amada por Yulia. ¿Será diferente a como es conmigo? ¿Su apariencia? ¿Sus caricias? ¿Cuán diferente podría ser el amor de Yulia, de su yo normal? Él tuvo la suerte de tener a Yulia, amándolo.
-Solían estar juntos todo el tiempo - Reveló de repente - Eran jóvenes y nunca reconocieron sus propios sentimientos. Solíamos molestarlos mucho. Decíamos que con el tiempo iban a terminar saliendo y los dos se estremecían y gritaban lo asqueroso que sería – Recordó - Me parecían lindos - No creo que ella haya aceptado... su muerte. Y no creo que lo haga nunca.
-Sí, también lo creo - Repetí.
-Es difícil. Cuando pierdes a alguien a quien amas de esa forma... te rompe. Y te mata.
Esas palabras, alejaron mis sentimientos por un segundo - Su muerte la cambió por completo. Igual que a mí me cambió por completo - Es curioso ver cómo tanto Víctor como Yulia sufrieron el mismo tormento, pero terminaron siendo completamente diferentes entre sí.
Víctor, el optimista, que pudo crecer más allá de su error y convertirse en una mejor persona, vivir una vida honorable. Y Yulia, la pesimista, cuyo único propósito es buscar venganza a causa de sus mejores amigos y vivir una vida de crimen, vergüenza y humillación.
-Debe de ser agotador para ella - Parpadeé.
-Aferrarse a este sentimiento. A este dolor. No puedo soportarlo, Doctora. Me mata cada vez que lo pienso.
Mis ojos se agrandaron.
-Estoy cansada, Doc.
-¿De qué?
-De todo.
-Sí - Apoyé - Debe serlo - Yo también levanté la mirada -¿Qué debo hacer, Víctor?
-Usted ya ha hecho suficiente, Doctora Katina - Volvió la cabeza hacia mí - Más de lo que nadie, podría haber hecho.
-Y sin embargo, no creo que sea suficiente.
Él rió - Usted es muy persistente. Yulia debería estar agradecida, de tener a un médico como usted a su lado.
-Ella lo está- Asentí con la cabeza -Pero…
-¿Pero...? -Me animó a continuar.
-Parece que ella... solo me está manipulando para liberarla. Y así finalmente poder matar a ese hombre. Al jefe.
-¿Al jefe?- Él frunció el ceño.
-Ella quiere ser una heroína - Suspiré - Para ella misma. Para Domen. Para todos ustedes - Él cerró los ojos - Y piensa que matar a ese hombre la convertirá en la heroína que debe convertirse. Como si fuera una especie de juego - Sacudí la cabeza. - Ella se aferra a este sentimiento. Eso todo, en lo que ella puede pensar. Es lo único, que le importa.
-Yuls... - Le oí decir.
- Quiero detenerla - Dije, sin preocuparme por una solitaria lágrima - Quiero que ella... pare de una vez con esto. Hay mucho más en la vida que su venganza. Veo a Yulia, mi paciente, mi mejor amiga... sucumbiendo a la depresión, porque vengarse, es lo único que le importa. Su jodida venganza. Y se está matando por eso, pero ella no puede verlo - Cerré los ojos - Estoy fallando con ella. Y me duele tanto.
-Usted no ha fallado con ella, Doctora Katina - Víctor dijo de repente - Es Yulia, quien se está fallando a ella misma - Negué con la cabeza - Usted ha hecho suficiente. Mucho más que eso - agregó -Tal vez...- Hizo una pausa - Tal vez... soy yo quien debe hacer algo.
Sus palabras atraparon por completo mi atención y mi mirada, se fijó en él -Tal vez… sea tiempo que Yulia y yo... nos volvamos a ver...
-Si Yulia se está muriendo... -Suspiró - Debería verla por última vez.... - Debería hablar con ella ... por última vez.
- Víctor...
-Y quizás... Yulia y yo... podamos encontrar... finalmente nuestra paz...
Un beso a todas!
A leer!!
CAPITULO 40: TOMANDO UN DESCANSO
-¿Está segura Doctora Katina?- Lyudmila Shapovalova me preguntó.
Siendo sincera, no, no estoy segura. No quiero dejar a Yulia allí completamente sola. No quiero dejarla en ese estado. Pero tal vez, es mejor para las dos. Nastya tiene razón cuando dice que necesito un descanso, así como Yulia estar consigo misma, al menos por unos días.
-Pienso que Yulia y yo, hemos alcanzado el límite - Agregué, con la voz suave - Su comportamiento ha mejorado significativamente, lo cual es algo muy bueno, pero creo que permanecer las 24/7 a su lado, ya no es necesario y tampoco causará otra mejora. En realidad, creo que ahora mismo, lo que necesitamos es estar separadas. Por un tiempo.
-Me preocupa que este “tiempo” pueda ser un error. ¿Y si es violenta de nuevo?- cuestionó preocupada.
Exhalé, no ocultando mi cansancio.
-Sinceramente, Srta. Shapovalova, si Yulia vuelve a ser violenta porque no estoy con ella, entonces podemos decir que mi trabajo no tiene ningún mérito y que nunca, hubo mejora de ningún tipo. Que ella sólo actuó de acuerdo a su propio juicio; lo que era mejor para ella. En otras palabras, lo mejor para ella, era mantenerme cerca porque la mantenía protegida. Porque le daba comida - expliqué, de acuerdo a lo que creí - Si ella vuelve a ser violenta, no tengo ninguna intención de continuar con este tratamiento - Hice una pausa y cerré los ojos. Mi corazón se apretó - Todo sería inútil. Sólo estaría perdiendo mi tiempo. Y no quiero perderlo. Quiero sentir que mi trabajo es importante. Que puedo ayudar a la gente a lidiar con sus demonios. Pero si Yulia no tiene el deseo de cooperar, entonces no hay nada que yo pueda hacer. Siempre se ha tratado más sobre su voluntad, que la mía.
Ella asintió - Entiendo. Me doy cuenta que cuidar a Volkova, no es una tarea fácil.
-Necesito un descanso. 1 o 2 semanas -Le pedí -Y cuando regrese, necesito que reduzcas mis horas con ella. Ver el comportamiento de Yulia sin tenerme a su lado, es la mejor manera de juzgar su carácter en este momento.
-Parece que tuvieron una pelea bastante fuerte- Ella bromeó y no fui capaz de reír.
-En verdad... ella es una paciente delicada.
-Escuché que tuvo una pelea con otra residente - frunció el ceño, interesada en mi respuesta.
Y terminé confirmando - Fue con Masha. Las dos tienen una historia. Pero sea cual fuera la causa, creo que todo está resuelto y no habrá más conflictos entre ellas. Yulia deliberadamente pidió quedarse en la UES y permanecer sola. Así que no creo que cause ningún problema.
Shapovalova no parecía tan convencida, sin embargo, parecía notar mi cansancio y sobre todo, que mi régimen de trabajo era un poco extremo. Ningún otro médico en el Asilo, tenía el mismo horario que yo; cuidar de tiempo completo a un solo paciente, y sobre todo, un paciente tan delicado como Volkova. Tan solo unos segundos más tarde, Lyudmila asintió con la cabeza.
-Muy bien, Doctora Katina. Tómese una semana libre. Espero que cuando regrese, las cosas estén mucho mejor.
-Yo también lo espero, Señorita Shapovalova. También lo espero - Suspiré.
~~ * ~~
Era extraño despertar y no dirigirme al Asilo al día siguiente. Realmente estaba perdida, sin un propósito.
Nunca antes me sentí de esta forma. Mi trabajo es ayudar a la gente a tratar con sus problemas y conflictos, guiarlos y sacar lo mejor de ellos como personas. Pero estoy fallando al ayudar a Yulia. Estoy fallando con ella. Y no puedo entender por qué mi paciente favorita, ha sucumbido a su lado oscuro cuando hace dos semanas estaba tan bien. Yulia no es bipolar, ni tampoco padece una condición médica que perturbe su estado emocional de esta manera.
Entonces, ¿Por qué se ha rendido? ¿Qué sucedió para llevarla a ese camino?
Me alegró tanto verla hablar con su hermana menor. Fue hermoso y conmovedor verlas finalmente llevarse bien, y reconocerse. ¡Después de tantos años separadas, se reunieron de nuevo! ¡Yulia estaba tan feliz! ¿Por qué no pudo mantener ese sentimiento? ¿Por qué no pudo aferrarse a mí? ¿Por qué cambió?
No tenía respuestas a eso. Y tampoco las tendría.
- Yulia...- Murmuré ... pensando en ella -¿Qué fue lo que pasó?
~~ * ~~
El aburrimiento resultó difícil de llevar, así que terminé dejando mi apartamento y recorrí la ciudad, sólo para aclarar un poco mi mente.
Lo primero en la lista, fue comprar un café Americano en Shiny Brownie. El lugar estaba en buena ubicación, y además, una plaza siempre concurrida.
Bebí un poco de café y decidí recorrer la zona.
El clima no era helado aunque sí frío, y gracias al Americano, me mantuvo cálida por dentro.
Tomé mi tiempo caminando por esa parte de la ciudad. Mi mente siempre se desviaba en Yulia y en su bienestar. Pronto, el sentimiento de soledad se apoderó de mí. Era curioso, que Moscú siendo una de las ciudades más concurridas del mundo, no evitaba en mi este jodido sentimiento de soledad. Y sabía que no era la única. Innumerables personas se sentían solas en la ciudad. Los jóvenes comenzaban a tener cuadros de ansiedad, debido a la aglomeración de la ciudad. Pero el amor, aun podía encontrarse aquí. Y no era inusual ver parejas usan ropa similar, caminando por el puente tomados de la mano y de vez en cuando, darse un pico.
Yo quiero lo mismo. Quiero tener esto con Yulia. Quiero sostener su mano y darle una prenda igual a la mía, para llevar el mismo estilo de moda. Quiero decir al aire que la amo y poder llamarla, mi novia. ¿Pero Yulia, estaba dispuesta a enfrentar todos los prejuicios que esta ciudad lanzaba hacia los homosexuales y decir orgullosamente que ella es mi pareja?
-Eres una idiota. ¡Qué estúpida! ¿No tienes un cerebro dentro de esa cabeza? Ella te está usando- Las palabras zumbaron en mis oídos -Es patética, Doctora Katina- -Patética. Tú y tus sentimientos por esa jodida mierda.
Siempre fui consciente de lo tonta que me comporté. Lo terriblemente patética que llegué a ser, porque quería estar con Yulia, e incluso, cómo mi amor por ella, me convirtió en una persona tan desesperada. Es sólo que... hay algo dentro de mí diciendo, que todo, no puede ser mentira.
¿Todo este tiempo? ¿Todo este jodido tiempo? Los gestos de Yulia, sus acciones y miradas... ¿Todo eso fue actuación?
-Yulia... ¿Te estás... aprovechando de mí?
-No ... como tú crees.
-Dijiste que me sacarías de aquí. ¿Es aprovecharse de ti... si quiero que te quedes... por eso?
-¿Sólo por eso?
-No. Puede ser que haya... otras cosas...también.
-¿Soy sólo un juguete para ti?
-Si lo fueras... no estaríamos teniendo esta conversación. Confío en ti, Lena. Y ha pasado un tiempo... desde que confié...en alguien más.
¿Acaso no siente algo por mí? Después de todo este tiempo, todas las palabras y el amor que compartimos... ¿No significó nada?
-¡Estás arruinando mi vida! ¡Estás arruinando todo! ¡Todo es tu culpa!¡Tu maldita culpa!
Sí. Soy la culpable. Si yo no hubiera intentado hablar con ella fuera de mi oficina. Si yo no hubiera llevado los gusanos de goma, si no hubiera tenido esa conversación con ella bajo la lluvia o estado a su lado cuando rompió en llanto, ahora no estaría en este lío. Si hubiera sido como el doctor Pavlov, como Irina me lo aconsejó una vez, no estaría aquí, llorando por Yulia. Y si yo no le hubiera preguntado a Ángela sobre Yulia, ahora estaría bien.
-¡No te atrevas a hacer algo por otra persona, que no sea tú! La gente juega con personas como tú. Ellos te arruinan. Te aplastan. Así que no te atrevas a hacer todo lo que está a tu alcance por otra persona, ¿Me escuchaste, Lena? ¡Nunca le des tanto de ti misma, a otra persona!¡Nunca le des tanto poder a otra persona!¡Ni siquiera a mí!
Yulia debió habérmelo dicho antes. Ella no estaba equivocada. Le he dado demasiado poder sobre mí. Le di todo lo que podía dar. Y eso, sólo me rompió. Nos rompió a las dos. Tornó todo mal, para las personas a nuestro alrededor.
-Debes parar.
-¿Parar qué?
-Ser así. Está mal, tonta e ingenua- Ojalá me hubiera detenido. ¿Pero cómo iba hacerlo? ¿Cómo iba a saber que iba a despertar sentimientos en mí, y ni siquiera estaba preparada? ¿Cómo iba a saber, que ella iba a conectar conmigo más profundo que ningún otro paciente que tuve? Ha sido un viaje en una montaña rusa el tratar a Yulia, pero, esperaba que el final del viaje fuera digno y oro puro. No sombrío y oscuro como ahora.
Estoy fallando con mi paciente favorita.
Estoy fallando como doctora.
Estoy fallando como pareja.
Estoy fallando en todo.
Y la cosa es, que no hay nada que pueda hacer para detenerlo.
~~ * ~~
Es muy difícil aceptar que estás fallando. Es muy difícil saber y sobre todo aceptar, que Yulia está cortejando al suicidio. Es un final común entre muchos jóvenes, pero nunca tomé a Yulia como una de ellos. Ella no parecía compartir los mismos problemas o cuestiones que sus compañeros, además, resultó ser una residente que te hacer ver otra perspectiva de la vida, totalmente diferente a la de mayoría de la gente.
Sin embargo, ella es igual a ellos. Se está convirtiendo en otra persona con esa etiqueta, una suicida. Se está convirtiendo en otro número, en otro gráfico, en otra estadística. La vida que podría tener conmigo, ella la está tirando a la basura. ¡Todos por ese maldito hombre!
Una inmensa rabia me golpeó justo en ese momento. Con tanto poder, que acabé aplastando el vaso de papel y lo arrojé sobre el puente. ¡Todo por ese hombre!
¡Ese estúpido!
-¿PORQUÉ TE ESTÁS RINDIENDO?
-¿PORQUÉ NO SOY IMPORTANTE PARA TI?
¡Mierda! ¡Mierda! ¡MIERDA!
-¿ÉL ES LA ÚNICA COSA QUE TE IMPORTA, HUH?
-¡A LA MIERDA CON ÉL! ¡MALDITO DESGRACIADO!
-¡MALDITO! ¡MALDITO CABRON, DOMEN VAJAVEC!
-¡Todo esto es culpa tuya!- Lo escupí. Mi respiración completamente estaba ahora irregular - ¡ES TU MADITA CULPA!
-¡Bastardo!
-¡La estás matando! ¡La estás matando!
~~ * ~~
Al día siguiente, me desperté más tarde de lo habitual. No logré dormir el día anterior, todos mis sentimientos se embotellaron en mi interior. Y no me sentía nada orgullosa de mí misma.
No iba a mentir y decir que estoy bien, porque no lo estoy. No me gusta tener estos sentimientos tan dependientes de Yulia, no me gusta cómo descuidó tantas cosas de la vida por ella, cosa que nunca hice por nadie más. No me gusta cuanto poder tiene sobre mí. No me gusta amarla de esta manera. Sé que es enfermizo, sé que es peligroso. Pero no puedo controlar los asuntos del corazón.
Y mi corazón solo late por Yulia.
~~ * ~~
Mi rutina no cambió desde los últimos dos días, fui al mismo café, conseguí mi expresso y seguí mi camino, dejando a mis piernas andar.
Cuando la noche llegó, la oscuridad se iluminó de los colores y las luces de Moscú. Tomé un banco en cerca de la plaza y mis ojos vagaron sobre cientos de personas transitando por el lugar, con amigos y familiares.
Levanté la mirada y observé el cielo, oscuro, con estrellas brillando por doquier. Una suave brisa golpeó mi rostro y cabello; suspiré, sintiendo su ausencia atormentándo mi ser. Me preguntaba ¿Qué es lo que ella estaba sintiendo? ¿Acaso era lo mismo que yo? ¿Sentiría mi ausencia tan fuerte como yo sentía la suya? ¿Me extraña? ¿Se preocupa por mí? ¿Acaso cruzó por sus pensamientos y mente cuando no estoy con ella? No lo sé.
Y probablemente, nunca lo sabré.
~~ * ~~
A medida que el tiempo se ponía más frío esa noche, estaba lista para levantarme y volver a casa, sin embargo, un par de brazos me ofrecieron un abrigo. Mis ojos se abrieron cuando reconocí al hombre frente a mí - Un suéter no creo que sea suficiente para este clima - dijo, sonriendo - Buenas noches, Doctora Katina - Él sonrió.
Hice lo mismo - Buenas noches, Víctor.
-Debe tener frío. Tome, puede quedarse con mi abrigo - Me tendió su abrigo negro burberry.
-¿Pero tendrás frío?
-Mejor tenerlo yo, que usted - Sonreí, reconfortada por sus modales. Y asentí.
-Es muy amable de tu parte - Lo tomé de su brazo y me cubrí con él. La pesada tela sin duda me protegía del frío.
-¿Puedo hacerle compañía?
-Sí, por supuesto - aseguré, deslizándome hacia un lado para darle espacio.
-Es una sorpresa verte aquí - Comentó.
-¿Vienes a menudo a la plaza roja?
-Sí. Me gusta este lugar. Hace mucho tiempo, era sólo otro carril de tráfico, pero luego lo renovaron y ahora es una plaza. Hay gente y vida en esta zona. Es muy bueno tener estas cosas - Era agradable ver lo optimista que podía ser. Supongo que tuvo una vida dura, igual que Yulia, pero su visión del mundo es realmente diferente a la de mi paciente favorita.
-Sí, es agradable.
-Suena triste - ¿Lo estoy?
-Sólo estaba pensado.
-¿En su trabajo?
-Algo así.
-Entonces, espero que todo salga bien.
-Sí, yo también.
-¿Cómo está Yulia?
Esa pregunta, era la única que no quería que me hiciera. Todos los recuerdos me regresaron de golpe. Y todos esos sentimientos, estaban de vuelta. Todo este lío empezaba con ella.
-Rosty me dijo que la contactó - Su comentario, llamó mi atención de nuevo.
-¿Rosty?- Fruncí el ceño.
-Así llamo a Ruslan, a veces – Se encogió de hombros - Es un amigo mío. Incluso, me ha ayudado un par de veces - Asentí.
-El me contó que se puso en contacto con ellos y que aceptaron su caso. Van a trabajar para usted y Yulia. Está es su oportunidad para salir del asilo, ¿cierto? ¿Le ha dado la noticia? - No.
-Las cosas son complicadas - respondí, sin evitar la conversación -Todo ha sido una locura, y no tuve tiempo de contarle a Yulia sobre los abogados.
-Oh, ¿En serio?- Asentí, reafirmando mis palabras -Espero que todo salga bien - Repitió y yo hice lo mismo.
-Sí, yo también.
Entonces, él sonrió.
-Víctor... - Lo llamé después de un par de segundos - Si pudieras regresar el tiempo... ¿Cambiarías algo en tu vida?
-Jamás me teñiría el cabello de rosa - rió y lo acompañé con una ligera sonrisa.
-No, hablando en serio- Le dije, un poco más seria y él lo entendió. Y parpadeó un par de veces.
-Hay momentos en los que me gustaría poder estar allí, con ellos - Declaró, mirando fijamente el suelo.
Sabía que estaba insinuando - Hay momentos, en los que desearía no haber huido aquel día.
-No fue mi intención traer los malos recuerdos de tu juventud, lo siento.
El desestimó rápidamente - No estoy orgulloso de lo que hice. Pero al mismo tiempo, eso me cambió por completo. ¿Cierto? Quiero decir, mis amigos murieron de esa forma y así fue como descubrí, que no quería ser parte de ese mundo lleno crimen. No quería que los amigos de otras personas, pasaran por lo mismo. No quería ser ese tipo.
-Terminé salvando a Yulia, ¿cierto? Si no hubiera escapado, la pandilla se habría enterado que esos chicos eran mis amigos, y probablemente ella estaría muerta. Y quizás, yo también. Por otro lado, si hubiéramos conseguido salvar a Yuri, quizás yo aún estaría en ese mundo del crimen, arrastrando a mis amigos al agujero conmigo. Arriesgando nuestras vidas por tener algunos euros y cuanta mierda quisiera.
Parpadeé
-Mi vida ahora es buena. Es mejor que en el pasado. Así que si pudiera regresar el tiempo... a pesar del dolor... No creo... que cambiaría nada. Necesitaba errores para llegar a donde estoy, ¿cierto?
-Eso es muy valiente de tu parte.
-¿Por qué me pregunta esto ahora? Quiero decir ¿Tan de repente?
-Sólo cosas que tengo en la cabeza. No es importante.
-¿Se trata de Yulia? - cuestionó y sentí, que merecía saberlo. Él era su amigo después de todo. De todas las personas con las que hablé de Yulia, Víctor Sidorov es probablemente el que merece saberlo más.
-Sí. Yulia, ha estado rara los últimos días.
-¿A qué se refiere con rara?
-Como si estuviera abatida - No pasé por alto, como sus ojos se oscurecían - Está perdida y sin un propósito - Mi voz bajó su volumen mientras seguía hablando - No sé cuándo empezó a tener ese tipo de pensamientos, pero ya no es la misma - Suspiré. -Hemos pasado por muchas cosas, Yulia y yo. Es difícil para mí verla en ese estado. Yulia es muy especial para mí y me duele verla así.
-Ojalá Yulia pudiera oír eso. Lo que dijiste sobre la vida... - agregué - La vida es buena y llena de oportunidades, y no importa lo difícil que parezca, siempre se pone mejor - Él no respondió.
-Ojalá ella pudiera oírlo. Ojalá pudiera darse cuenta de estas cosas - Exhalé, mirando el cielo - Ella, está tan convencida de matar a ese hombre que terminó con la vida de sus amigos, parece ser su único propósito en la vida. Esa carga la está matando y ella no se da cuenta - Cerré los ojos - No quiero que mate a nadie más. No quiero liberarla del Asilo, para que pueda ir a matar de nuevo. Ella está tirando todo a la basura. Yo, su oportunidad, Viktoria ... Odio que no se dé cuenta lo mucho que duele.
-Yulia es una buena persona, realmente lo creo con todo mi corazón. Todo el mundo me dice lo contrario. Incluso Yulia me dice que no lo es. Pero sé quién es ella en verdad. Me lo ha demostrado unas cuantas veces - No me importa cuántas veces la gente me lo repita. Sé que ella es una buena persona - Y odio, cuanto está dispuesta a tirar, por vengarse de ese hombre. Como si yo no estuviera... Como si yo no... importara.
El silencio que le siguió nos envolvió y me consolé de alguna manera. Tal vez, eso es lo que necesitaba. Alguien, que me escuche. Sin juzgarme. Sin decir nada. Sólo escucharme - La amo. Con todo mi corazón - Confesé sin importarme lo que él pudiera pensar de mí - Y quiero que viva conmigo. Quiero que vuelva a vivir. Que tenga un trabajo y una vida normal. Una vida común. Ya sabes, con altibajos, esperanzas, sueños, frustraciones y problemas. Pero aquí, conmigo, a mi lado.
Esa clase de pensamientos, son pensamientos felices. Siempre imaginaba mi vida con ella, podía verme sonriendo y aprovechando mis días, tomando fotos de ella al aire libre y teniendo un romance aburrido pero normal.
Sin embargo, ahora mismo, todo lo que veo es tristeza, y a mi llorando todo el tiempo.
-No me siento orgullosa de mis sentimientos. Sé que es un error. Sé que está jodido. Sé que es poco profesional y enfermo. Así que, si pudiera volver el tiempo y cambiar algo... no habría hecho lo que hice. No habría viajado a San Petersburgo para traer a su hermana aquí. No le habría dado dulces. No habría conversado con ella fuera de nuestra oficina para intentar comprenderla mejor. No habría sacado a los oficiales de nuestras sesiones, para que mis sentimientos no se desarrollaran por ella. Si pudiera regresar el tiempo... no habría aceptado la oferta de trabajo, en el Asilo.
Imaginaría una vida con otras cosas, donde soy feliz, rodeada de mis amigos, y teniendo un novio. Pero en cambio, estoy aquí, llorando por mis errores.
-Pensé que la estaba ayudando. Pero no fue así - Limpié una lágrima resbalando por mi mejilla - Solo estaba... desperdiciando mi tiempo. Nunca imaginé que esto podría terminar así. Yulia renunciando a sí misma. Abandonando la vida - Ella nunca me dejó entrar. En realidad nunca confió en mí. Y me arruinó, porque es todo lo que he estado intentando, todo este tiempo. Confiar en ella. Yo fui quien la dejó entrar. Hice todo lo posible para ayudarla. Por verla sonreír - ¿Todas aquellas sonrisas, fueron una mentira?
-Pero sigo fallando. Equivocándome con ella. Me siento inútil. Incompetente. Siento que no he hecho la diferencia. Después de todo este tiempo... después de 9 meses, en todo lo que ella piensa... es en su venganza. En ese hombre. Ese último hombre - bufé, fríamente - Él la está arrancando de mí lado. Y ni siquiera está cerca. Ese tipo se está llevando su vida con él y él ni siquiera lo sabe. ¡Él, le está quitando la vida... y no puedo hacer nada para detenerlo! Me duele - Ahora podía entender a Masha - ¡Me duele!- repetí con el sentimiento a flor de piel.
- No quiero que ella muera, Víctor - Mis manos se apretaron alrededor de mis brazos. Las puntas de mis dedos sintieron el calor de mi sangre. Y cerré los ojos -No quiero que ella... se rinda... conmigo.
Lo escuché suspirar -Yuls...- Empezó, haciéndome mirarlo -Yulia siempre ha sido...una terca mocosa - reveló y me vi sorprendida - Éramos sus mejores amigos, pero ella nunca nos contó todo. Nunca nos dijo que la estaba molestando.
Fije mi atención en él, interesándome en su relato - Siempre se guardaba todo dentro de ella. Había momentos, en los que ella se cerraba por completo. Siempre pensó que podía manejar sus problemas por su cuenta y nunca trató de pedirnos ayuda. Yuri odiaba eso.
-Cuando tratamos de preguntarle qué estaba mal, ella simplemente respondía 'No es tu asunto. Solo olvídalo.' Queríamos ayudarla, pero siempre pensó que tenía que ser ella misma quien tratara sus problemas. Una vez... Anton y yo la encontramos bebiendo Vodka por la noche. Tenía catorce años - Precoz - Nos enojamos bastante. Porque sabíamos en qué podría convertirse. Y no queríamos que Yulia fuera una de ellos.
Él levantó la mirada - No es que ella... no confíe en usted. Sino que siempre... guarda las cosas para sí misma. Y ella no sabe... cómo manejarlos - Explicó.
-Quiero ayudarla...- Le aseguré - Quiero ayudarla a lidiar con sus problemas.
-Hace un momento, dijiste que ella está convencida en matar a ese hombre - Asentí, confirmando sus palabras - ¡Qué...obstinada mocosa!
-Ella lo extraña mucho. A Domen - Añadí antes de agregar otra cosa - Ella lo ama - Y me pregunto cómo se siente ser amada por Yulia. ¿Será diferente a como es conmigo? ¿Su apariencia? ¿Sus caricias? ¿Cuán diferente podría ser el amor de Yulia, de su yo normal? Él tuvo la suerte de tener a Yulia, amándolo.
-Solían estar juntos todo el tiempo - Reveló de repente - Eran jóvenes y nunca reconocieron sus propios sentimientos. Solíamos molestarlos mucho. Decíamos que con el tiempo iban a terminar saliendo y los dos se estremecían y gritaban lo asqueroso que sería – Recordó - Me parecían lindos - No creo que ella haya aceptado... su muerte. Y no creo que lo haga nunca.
-Sí, también lo creo - Repetí.
-Es difícil. Cuando pierdes a alguien a quien amas de esa forma... te rompe. Y te mata.
Esas palabras, alejaron mis sentimientos por un segundo - Su muerte la cambió por completo. Igual que a mí me cambió por completo - Es curioso ver cómo tanto Víctor como Yulia sufrieron el mismo tormento, pero terminaron siendo completamente diferentes entre sí.
Víctor, el optimista, que pudo crecer más allá de su error y convertirse en una mejor persona, vivir una vida honorable. Y Yulia, la pesimista, cuyo único propósito es buscar venganza a causa de sus mejores amigos y vivir una vida de crimen, vergüenza y humillación.
-Debe de ser agotador para ella - Parpadeé.
-Aferrarse a este sentimiento. A este dolor. No puedo soportarlo, Doctora. Me mata cada vez que lo pienso.
Mis ojos se agrandaron.
-Estoy cansada, Doc.
-¿De qué?
-De todo.
-Sí - Apoyé - Debe serlo - Yo también levanté la mirada -¿Qué debo hacer, Víctor?
-Usted ya ha hecho suficiente, Doctora Katina - Volvió la cabeza hacia mí - Más de lo que nadie, podría haber hecho.
-Y sin embargo, no creo que sea suficiente.
Él rió - Usted es muy persistente. Yulia debería estar agradecida, de tener a un médico como usted a su lado.
-Ella lo está- Asentí con la cabeza -Pero…
-¿Pero...? -Me animó a continuar.
-Parece que ella... solo me está manipulando para liberarla. Y así finalmente poder matar a ese hombre. Al jefe.
-¿Al jefe?- Él frunció el ceño.
-Ella quiere ser una heroína - Suspiré - Para ella misma. Para Domen. Para todos ustedes - Él cerró los ojos - Y piensa que matar a ese hombre la convertirá en la heroína que debe convertirse. Como si fuera una especie de juego - Sacudí la cabeza. - Ella se aferra a este sentimiento. Eso todo, en lo que ella puede pensar. Es lo único, que le importa.
-Yuls... - Le oí decir.
- Quiero detenerla - Dije, sin preocuparme por una solitaria lágrima - Quiero que ella... pare de una vez con esto. Hay mucho más en la vida que su venganza. Veo a Yulia, mi paciente, mi mejor amiga... sucumbiendo a la depresión, porque vengarse, es lo único que le importa. Su jodida venganza. Y se está matando por eso, pero ella no puede verlo - Cerré los ojos - Estoy fallando con ella. Y me duele tanto.
-Usted no ha fallado con ella, Doctora Katina - Víctor dijo de repente - Es Yulia, quien se está fallando a ella misma - Negué con la cabeza - Usted ha hecho suficiente. Mucho más que eso - agregó -Tal vez...- Hizo una pausa - Tal vez... soy yo quien debe hacer algo.
Sus palabras atraparon por completo mi atención y mi mirada, se fijó en él -Tal vez… sea tiempo que Yulia y yo... nos volvamos a ver...
-Si Yulia se está muriendo... -Suspiró - Debería verla por última vez.... - Debería hablar con ella ... por última vez.
- Víctor...
-Y quizás... Yulia y yo... podamos encontrar... finalmente nuestra paz...
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
Edad : 22
Localización : Buenos Aires
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Orales esto fue algo drástico ya no tengo ni idea de lo que pasará y ese encuentro entre Víctor y Julia estara muy tenso pfff gracias por subirlo hoy y mucha suerte en tu regreso al trabajo
Enviado desde Topic'it
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Que bueno leer el capitulo hoy pobre lena sigue con la tristeza de creerse usada, julia en depresión de suicidarse. Espero que pronto las cosas cambien y estén mejor ahora esperar el sábado
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Buenas noches, lamento la tardanza pero casi que acabo de llegar a casa y pues.... Acá rápido les subo el capítulo correspondiente de esta semana
Un beso a todas!
A leer!!
CAPITULO 41: CARA A CARA
- Víctor... ¿estás seguro? - Pregunté, descubriendo los fuertes latidos contra mi pecho.
Suspiró, asintiendo -Sí-
-Mira, no quiero que te sientas obligado a ver a Yulia ni a nada parecido. Si crees que verla podría darte algún problema, por favor, no lo hagas. No quiero hacerlos pasar por un mal momento.
-No, doctora. Tal vez eso es lo que necesitamos, Yulia y yo, usted lo sabe. Necesitamos enfrentar nuestros demonios, ser adultos y resolver lo que aún nos está reteniendo - Él tenía un buen punto.
-No quiero que hagas nada, que puedas lamentar más tarde. Y entiendo que esto no es fácil para ti.
-Quizás no hacer nada, sea lo que me haga arrepentirme algún día. Si Yulia se está muriendo, no verla me haría odiarme a mí mismo. Y simplemente no puedo soportarlo.
-Entiendo lo complejo que es para ti, lo herido que debes sentirte y lo aterrado que debes estar, después de todos esos años - Tomé su mano, dándole fuerza - Gracias, Víctor, por dar este gran paso.
Él asintió con la cabeza - Nosotros deberíamos agradecerle a usted, Doctora Katina. Lo que estás haciendo por Yulia... es extraordinario.
Suspiré. Y sin embargo, ella no lo ve.
-Gracias por cuidar a nuestra Yulis - Cerré los ojos. Y él terminó abrazándome - Pase lo que pase, deje de culparse. Deje de ejercer tanta presión sobre usted. Ya ha hecho suficiente.
-Gracias - agradecí, con la voz obstruida por su ropa. Me sentía mejor teniendo esta conversación.
-Terminemos esto, de una vez por todas.
~~ * ~~
¿Qué pasará de ahora en adelante? ¿La visita de Víctor le hará bien a Yulia? ¿Llorará como lo hizo con su hermana? ¿Dejará de perseguir esa venganza que la mata a cada minuto? No lo sé. Todo lo que deseo, es que la reunión salga bien.
-Yulia...- dije en voz baja, mi dedo acariciando su rostro sobre la imagen que sostenía. Su sonrisa inocente solo demostraba cuanto ignoraba, su futuro por delante - No te rindas - Terminé, suplicando por ello.
~~ * ~~
Caminar por esos pasillos después de pasar una semana fuera, se sentía un poco extraño. No solo sentí al Asilo más sofocante que de costumbre, sino que me sentí un poco sola. Irina seguía sin regresar de su descanso y Nastya estuvo ocupada durante todo el día; solo terminé sintiéndome distante de aquel lugar, en donde solía estar todo el día.
Yulia seguía sin salir de la habitación del hospital, debido a que estaba bajo observación. Me sentí aliviada al saberlo, porque eso significaba que Bárbara estaba cuidándola y que Yulia no se había quedado sola, que era a lo yo tenía miedo. Sin embargo, la apatía de Yulia era evidente e incluso Bárbara vino a mí, pidiéndome que la vigilara. Yulia no estaba comiendo, omitía sus comidas a propósito y había una parte de mí, que se estaba cansando. Me impactó hasta lo más profundo de mi corazón, al abrir la puerta de su habitación y verla en la cama, en silencio, completamente dormida. Me estaba cansando de cuidarla. Me estaba cansando estar siempre allí, para salvarla de ella misma.
Era como un ciclo que no terminaba. ¿Cuántas veces necesitaba volver al Asilo? ¿Cuántas veces necesitaba salvarla?
Y lo supe enseguida. Solo una vez más.
~~ * ~~
-Yulia...- La llamé, intentando despertarla. Cuando abrió los ojos y me reconoció, su expresión cambió a una de confusión.
-Lena... – Su voz mostraba lo débil de su estado - Estás de vuelta.
-Sí, he vuelto - le confirmé, tomando asiento en la esquina de la cama - ¿Cómo has estado?
-¿Por qué volviste...? – Cuestionó, ignorando mi pregunta.
Suspiré - Prometí que cuidaría de ti, ¿no?
-Te libero de esa promesa - dijo de repente y fruncí el ceño - No es necesario... que me cuides más. Eres libre de irte, doc.
Me reí entre dientes, encontrando eso un poco tonto. Al mismo tiempo, sentí que me hacía sentir más ligera. Sonará extraño, pero en verdad, me sentí libre de un juramento, o algo parecido.
-No puedo irme - devolví como respuesta - Ahora no - Negué con la cabeza - Si me voy, tú... vas ...- Exhalé - No me lo perdonaría nunca.
- No sería tu culpa.
-Lo será - repliqué - Significa que fallé. Fallé y no fui capaz de ayudarte - Mi mirada cayó al suelo - Fallé al cumplir mi propósito.
-No eres un soldado.
-Aún así ... todos tenemos un propósito, ¿no? El tuyo es vengar a tus amigos... El mío es cuidarte - Ella apartó la mirada, evitando cualquier contacto visual conmigo.
-Yulia, escucha... hay algo que necesito decirte - Comencé, y no estaba segura si era correcto hablarle de Víctor.
-¿Qué es?
-¿Recuerdas cuando... Viktoria vino aquí y te dijo que había encontrado tu diario? - Sus ojos se encontraron con los míos.
Suspiré - Ella me lo dio.
-¿Lo leíste?
Negué con la cabeza - No.
-No me mientas.
-No te estoy mintiendo - Contesté, sincera - No lo leí. Pero, eh... había algunas fotos allí - revelé, sin estar segura de si ella lo recordaba - Fotos de ti, más joven y... de tus amigos - Empecé a sentirme ansiosa.
-Así que... los conociste - Acababa de decir ‘conociste’ cuando en realidad no era una palabra muy apropiada. Y yo simplemente, no sabía cómo decirle lo que quería.
- ¿Quieres... quieres recuperarlo? - Le pregunté -Tu diario y ... esas fotos ... ¿Quieres recuperarlas?
Tardó unos segundos en responder -No.
-¿Estás segura?
-Ya pasó, Doc - La miré, sus ojos y su voz parecían distantes - No soy la misma. Ya no soy la persona de esas fotos. Y no quiero que me recuerden a esa persona. Va a doler.
-Lo sé - admití, respetando sus sentimientos -Lo siento- Y mi valor para contarle sobre Víctor, acabó muriendo en ese momento - No quise hacerlo.
-Estoy feliz de que haya vuelto, doctora - Confesó y mi corazón latió más rápido. Una sonrisa tímida se formó en mis labios.
-También me alegro estar de vuelta.
- No mientas, Doc - Me reí entre dientes.
-No lo hago. Me gusta cuando estás cerca.
-Lo siento- Se disculpó por algo que no entendí -Por lo que dije- Tragué saliva -No es tu culpa. Nunca lo fue. Y nunca lo será.
-Está bien- Tomé su mano.
-Te extrañé- Las yemas de mis dedos se entumecieron. Y hubo una pizca de felicidad al escuchar eso.
-Yo también te extrañé, Yul.
-Gracias ... por regresar - Asentí con la cabeza, aliviada.
~~ * ~~
-No sé cómo hablarle de ti- Le confesé, una vez que me reuní con Víctor nuevamente, solo un par de días antes de la reunión - Cada vez que trato de mencionarte, me pongo tan ansiosa... y temo su reacción... y termino diciendo nada - Suspiré, ansiosa. -Fue igual que con Viktoria.
-Todo salió bien con Viktoria, ¿verdad?- Preguntó y yo confirmé.
-Bueno, sí... pero no sé. Esto es más delicado y mucho... más arriesgado.
-Todo estará bien, Doctora.
-Estás sorprendentemente tranquilo, para alguien que estaba tan ansioso y que en pocos días, Yulia sabrá que sigues con vida... - Comenté -¿Qué le pasó a ese Víctor que me hizo prometer que no le contaría nada sobre ti?
Él rió entre dientes -Supongo... que es mi deber - Respeté su línea de pensamiento. -De alguna manera, siento que tengo que hacer esto y lo otro... Pase lo que pase... y luego terminará. Ser fugitivo. Este miedo a la confrontación... Es tiempo que Yulia sepa la verdad. Incluso si duele.
-Eres un hombre valiente, Víctor - Le expresé, conmovida por sus palabras.
Él negó con la cabeza - Soy un cobarde, Doctora. Solo intento hacer lo correcto.
~~ * ~~
-Wow, no sabía que esto se vería así - comentó sorprendido, cuándo cruzamos las puertas del Asilo - Es realmente extraño estar aquí.
-Sí, pero después de un tiempo te acostumbras.
-Debe ser difícil- Comentó -Trabajar aquí todos los días.
-La gente tiene que hacer lo que tiene que hacer- Él asintió.
-Entonces... ¿Cómo será la reunión?
Mi corazón latió más rápido contra mi pecho -El procedimiento suele ser el mismo - Comenté -Te dejaré en la sala de visitas, luego iré por Yulia y la traeré conmigo hasta ti y allí... podrás hablar con ella - Y dios nos ayude.
-¿Te quedarás con nosotros?
-Solo si Yulia está de acuerdo. Creo que la privacidad debe ser una prioridad para ustedes y se lo merecen. Solo me quedaré si Yulia me pide que lo haga.
Víctor estuvo de acuerdo - Estoy empezando a sentirme nervioso.
-Esperemos que todo salga bien - dije expectante.
~~ * ~~
- ¿Adónde vamos, doctora?- Le escuché preguntar.
-Hay alguien que quiere verte - Mi corazón latía fuera sí -Y hablar contigo.
- ¿Vika? ¿Regresó? - Preguntó, emocionada. Ojalá pudiera contestar con un sí. Sería increíble tener a su hermana de regreso; sería de mucha ayuda para Yulia, volver a verla. Pero Viktoria estaba ocupada con la universidad y no sabía cuándo visitaría a Yulia de nuevo.
-No, no es Viktoria - Respondí.
-¿Entonces, es la Srta. Shapovalova? - Trató de adivinar, y negué con la cabeza.
-No, tampoco es la Srta Shapovalova.
-Entonces, ¿quién es?
- Pronto lo sabrás - respondí - Solo sígueme, ¿de acuerdo?
-Está bien - Ella obedeció, sin hacer más preguntas.
~~ * ~~
Tuve que respirar profundamente, antes de que el oficial abriera la puerta, y la condujera al interior de la sala de visitas. No dije nada, ya que estaba segura de que no necesitaba formular palabras para ese momento. Era el gran momento. Ese, en el que Yulia y su amigo Víctor, finalmente se verían de nuevo.
Mientras caminaba dentro de la habitación, Yulia frunció el ceño. Un par de segundos en silencio, en los que su mirada se quedó fija. Y no debería sorprenderme. Lo mismo pasó con Vika.
-Conoces las reglas, Volkova... sin tocar - El oficial rápidamente le informó - Te quedarás esposada durante la visita, para no lastimar a tu visita y solo tienes una hora para hablar. El oficial Dima se quedará cerca para cualquier emergencia - Se volvió hacia Víctor - Si te lastima, la visita se termina y ella regresa directo a su celda - Víctor asintió con la cabeza, entendiendo los procedimientos.
El Oficial Troy se fue, dejando solo a Víctor, Yulia, el Oficial Dima y a mí, allí dentro. Miré a Víctor y noté que su pecho respiraba un poco más rápido de lo normal. Mis ojos buscaron los de Yulia y los vi pestañear inconscientemente.
-No lo entiendo, doc - Ella rompió el silencio -¿Quién es él?
No pude evitar fruncir el ceño mientras escuchaba sus palabras. La confusión me golpeó bruscamente, giré la cabeza para mirar la cara de Víctor, quien también parecía estar un poco confundido.
-¿Qué quieres decir con quién es?- Intenté preguntar, sin entender lo que estaba pasando -¿No lo reconoces?
Los ojos de Yulia se movieron a la cara de Víctor y se acercó, tratando de captar cualquier indicio de familiaridad en su rostro. Después de un par de segundos, ella negó con la cabeza - Nunca lo he visto en mi vida.
Víctor y yo intercambiamos miradas, bastante confundidos - Yulia... ¿Hablas en serio?- Pregunté, sin entender cómo esto, era posible.
-¿Por qué debería conocerlo?
Tragué saliva - Bueno, porque él es tu ... uhh ... tu ... amigo - Tragué saliva nuevamente, y mi corazón estaba perdiendo el ritmo.
-¿Mi amigo?
-Yulia.. - Traté de recuperarme - Es tu ... amigo ... tu amigo de la infancia. Víctor Sidorov.
Ella simplemente se echó a reír. Y me rasqué la cabeza. ¿Qué está pasando? ¿Cómo es posible que no lo recuerde? ¿Cómo es posible que se esté riendo? ¿Qué me perdí?
-¿Se está oyendo, doctora? - Se burló - ¡Ponga los pies en la tierra! Este no es Víctor. Víctor está muerto.
Negué con la cabeza - No, Yulia. Él está vivo y él está aquí.
-No, Doc. Está muerto. Murió ese día junto con los demás.
Suspiré - Bueno, sí... sobre eso... - La incomodidad era insoportable -¿Recuerdas que encontraste a tus amigos en ese almacén encadenados? - Ella asintió. Y continué -¿A quién encontraste allí?
-Anton y Yuri - Ella respondió.
-Entonces... ¿dónde estaba Víctor?- Pregunté y quería que uniera los puntos.
-Él ya estaba muerto - Ella respondió, encogiéndose de hombros - Seguramente fue asesinado en otro sitio.
Negué con la cabeza - No, Yul. Él... -Miré a Víctor de nuevo, quien aún seguía en silencio.
-Nunca fue encontrado... ¿Recuerdas cuando te despertaste y estabas en un contenedor de basura?
Ella parpadeó -Víctor te metió en ese contenedor - En el momento en el que vi, que el patrón de su respiración se elevaba lentamente, supe que lo estaba captando. Su respiración se tensó y sus ojos se negaron a mirar los míos.
-No- Ella negó -¡No! ¡Eso es mentira! - Su voz salió con dureza.
-¿Por qué te mentiría?- Ella tragó saliva, sacudiendo la cabeza.
-No... No, no, no - ... Negó con la cabeza, dando un paso atrás.
-Yulia...
-Él está muerto. Está muerto. Está muerto - Intentó convencerse a sí misma. Apretó los dientes y comenzó a quedarse sin aliento. Su nariz se dilató y comenzó a respirar con enojo.
Traté de hablar, pero antes de poder decir algo, Víctor se adelantó.
-Hola, Yulis.
Y el silencio fue todo lo que pude escuchar.
~~ * ~~
Mis sentidos estaban entumecidos y el silencio era horriblemente molesto. De repente, la habitación pareció enfriarse, y una sensación inquietante y escalofriante se instaló alrededor de ella.
Este escenario, era exactamente igual al que cayó conmigo, cuando pronunció el nombre de Domen. El momento fue tan vívido para mí y estaba tan aterrorizada que ella pudiera lastimar a Víctor; a pesar de que estaba esposada, cuando la vi caminar hacia él, corrí, colocándome frente a él protegiéndolo de cualquier acción violenta.
Sus ojos estaban fríos y distantes, y lo único que hicieron, fue examinar el rostro de Víctor. Su nariz se arrugó y una expresión de disgusto se apoderó de su rostro.
-¡Te escapaste!- Siseó las palabras, la verdad, acaba de explotar allí mismo -¡Nos dejaste en ese nido de ratas! - Cerré los ojos, tratando de calmarme, a pesar de que no me estaba hablando a mí, sus palabras picaban como una abeja en mi corazón. No podía imaginar lo horrible, debía estarse sintiendo Víctor -¡Es tu culpa! - Negué con la cabeza - ¡Es tu maldita culpa!
-No, Yulia... - Negué con la cabeza – No - Sus ojos se encontraron con los míos y no sentí miedo. Me sentí adormecida, con el corazón completamente roto.
-¿Por qué?- Su voz se rompió -¿Por qué me estás haciendo esto?
Lo lamenté con todo mi corazón. Lamenté hacerla pasar por todo esto, nuevamente. Lamenté que se sintiera engañada y traicionada de nuevo. Y lamenté con todo mi ser, que las confrontaciones entre nosotras, parecían nunca terminar. Pero necesitaba hacerlo. Esta tenía que ser la última. Esta sería nuestra última, y final pelea.
-Yulia... ¿Puedes escucharme?
...
-Yulia... por favor ...
-Se escapó- Dijo, con su voz llena de ira -Se escapó- Comenzó hablar sola -Es su culpa- Repitió.
Negué con la cabeza -No, Yul.
-¡Es su culpa! ¡Domen y los otros ...
-Yulia, escucha...-
-¡Se escapó, Doctora!- Su voz se elevó. Y evitó mirarlo a propósito, sus luchas se dirigieron hacia mí. En cierto modo, sentí que eso era lo mejor. Estaba acostumbrada a lidiar con sus cambios de ánimo y estaba más preparada para escucharla, que Víctor ahora mismo.
-Él estaba asustado- mi voz salió suavemente, defendiéndolo.
-¡Yo también tenía miedo! ¿Acaso yo me escapé?
-Él solo era un niño, Yulia.
-¡Yo era más joven que él! ¡Tenía miedo como él! ¡Y no escapé!
-Todos lidian con sus miedos de diferente manera- Intenté seguir -Tú te quedaste. Víctor no lo hizo.
-Es su culpa.
-No - rechacé su comentario - No le hagas esto a tu amigo.
-¡Él no es mi amigo!- Su voz cortó agudamente en la habitación -¡Él no es mi amigo, Doctora! ¡Los amigos no se dejan atrás!
Un breve silencio llenó el aire. Era fácil ver, cuán confundida e inquietante, era todo esto para ella.
-Te salvó, Yulia - Pronuncié, recordándole ese hecho - Él te puso en ese contenedor de basura para salvarte de esos hombres.
-Ojalá no lo hubiera hecho - Ella respondió - Preferiría estar muerta.
-No digas eso.
-Ojala estuviera muerta- Dijo esta vez, con un tono más frío.
Suspiré - Pues bien, yo me alegro que no sea así- Con esas palabras, ella me miró. -Mira, sé que estás enojada. Sé que estás haciendo hasta lo imposible para no gritarme o romper algo en este momento - Cerró los ojos - Pero solo por esta vez... haz lo que digo. Es lo último que voy a pedirte. Por todo lo que pasó entre nosotras. Durante todos esos meses que pasamos juntas como médico y paciente, y por todas las mentiras que me contaste... solo escúchalo.
-El vino hasta el Asilo, solo para hablar contigo y esta, podría ser tu última oportunidad para hacerlo. ¡Finalmente puedes hablar con él, gritarle, preguntarle cualquier cosa! Di lo que quieras decir, llámalo cobarde y todo, pero hazlo mientras hablas con él. Por favor.
-Es su culpa- Ella repitió.
-No, no lo es. Fue solo una desgracia. Fue un mal día, Yulia, y no es culpa de nadie - Lo defendí nuevamente -Suceden cosas malas. Así es la vida. Un día te despiertas y vas a trabajar y por la noche descubres que un amigo murió, asesinado por un perro o lo que sea. A veces, la vida termina de manera inesperada y por lo regular, nadie tiene la culpa. Es solo la vida.
Ella abrió los ojos y no los vi tan fríos, esta vez. Parecía, que estaba cediendo.
-Hoy podrás entender que sucedió ese día. Hoy, podrás enfrentarte a un viejo amigo. Vino con el único propósito de hablar contigo, después de todos esos años. Escúchalo. Dale una segunda oportunidad, Yulia - Ella apartó la mirada -Todos necesitamos una segunda oportunidad.
Ella suspiró, sus ojos se movieron para mirar a los de Víctor -Has venido hablar, ¿no? De acuerdo, entonces... comienza a hablar.
Víctor suspiró, cerrando los ojos. Se dirigió hasta la silla y tomó asiento. Y por alguna razón desconocida, Yulia bufó.
-Sera una larga conversación. Te recomiendo que te sientes.
Sentada en la silla frente a Víctor, Yulia guardó silencio, y esperó. Víctor no parecía lo suficientemente cómodo para iniciar la conversación y el silencio regresó, envolviéndonos en un ambiente bastante incómodo.
-¿El gato te comió la lengua?- Le preguntó, visiblemente molesta por el silencio que cayó.
Ni siquiera, podía imaginar lo que estaba sintiendo en este momento.
-No eres la única víctima aquí, Yulis.
-¡No me llames así!- Ella espetó -No te atrevas a llamarme así- Víctor tragó saliva, y asintió con la cabeza.
-¿Cómo quieres que te llame? ¿Niño asesino?
Yulia no respondió.
Víctor exhaló -Tienes razón. Soy un cobarde. Lo sé. Me he estado llamando cobarde toda mi vida.
-Al menos lo sabes- dijo ella, sarcástica.
-¿Crees que es fácil para mí?- Preguntó, su voz mostraba una sutil molestia -¿Crees que no me despierto todos los días con esa imagen en mi cabeza?
-¿Qué imagen? ¡No estabas allí! ¡Nos dejaste! ¡No estabas allí cuando le dispararon a Yuri o a Anton! ¡No estabas allí cuando le disparó a Domen! - Yulia gritó, y sus manos esposadas temblaron un poco -¡No tienes ninguna imagen que recordar!
-Tuve que limpiar el lugar- Reveló, mirando hacia abajo -Esos tipos... no sabían que ustedes eras mis amigos.
-¡Abandonaste a Yuri! - Yulia negó con la cabeza, avergonzada por su amigo - Él era tu mejor amigo - Los labios de Víctor temblaron y la emoción desbordaba de ellos -¿Cómo pudiste hacerle eso?
-Tenía miedo. Temía que los jefes descubrieran que yo era su amigo. Y que ellos también me mataran.
-Lo prometimos - Yulia recordó, y no evitó que una lágrima cayera - Prometimos... quedarnos. Pasara lo que pasara, prometimos... que siempre estaríamos juntos.
-Lo sé - Víctor tragó saliva.
-Tú eras el mayor - dijo Yulia -Se supone que tu tenías que cuidar de nosotros. Tenías que protegernos.
-Lo siento, Yulia - Su voz se entrecortó con los sollozos - Lo siento...
Yulia bajó la cabeza y, mientras respiraba profundamente, su cuerpo se fue hacia adelante ligeramente y su cabeza cayó sobre el escritorio, ocultando su rostro del de Víctor. Sabía que estaba sintiendo todo tipo de cosas, así que me acerqué a ella, colocando mis manos sobre sus hombros, tratando de darle consuelo.
Víctor me miró, con los ojos llenos de lágrimas y las emociones plasmadas en ellos. Afirmé con la cabeza, pidiéndole en silencio que siguiera hablando. Él respiró profundamente, antes de continuar.
-Tuve que limpiar el lugar- comenzó -Me llamaron y me dijeron que me deshiciera de todos ustedes - Hizo una pausa - Y lo vi. Los vi a todos. A cada uno, sin vida, cubiertos de sangre. Todos habían muerto. Y yo no podía mostrar... ninguna reacción. Una ligera reacción y los haría sospechar. Así que... tuve que limpiar el lugar, fingir... que no eran nada para mí - Yulia no mostró ninguna reacción, pero sabía que estaba escuchando.
-Aparté a Domen de ti - Sus palabras se hicieron más lentas, mientras él se detenía aquí y allá, buscando las palabras correctas para continuar - Y... noté que... que aun respirabas. Tenía tanto miedo que ellos pudieran verte... sabía lo que pasaría si se enteraban de ti - Él tragó saliva - Recogí todos los cuerpos... y lo primero que hice... fue ponerte en uno de los contenedores de basura, lejos del almacén. Recé por primera vez en mi vida. Recé para que pudieras despertar y asistieras a la jodida escuela, y que nunca más regresaras.
Él se detuvo un momento, y tuvo que limpiar todas sus lágrimas con sus manos. Exhaló, buscando fuerza para continuar.
-Sé que no estuve contigo cuando todo sucedió. Pero vi el desenlace de todos, y fue tan... horrible. No pude dormir por semanas. Cada vez que cerraba los ojos, esa escena llena de sangre... era todo lo que podía ver .Y aún hoy en día... hay momentos... en los que todo vuelve .Y duele. Y también sé, lo mucho que te duele a ti.
Se detuvo nuevamente, y quedamos en silencio por unos segundos - Sé que me culpas por lo que sucedió ese día. Y si crees que esta, es la forma más fácil de superarlo, entonces sigue haciéndolo. Realmente no me importa. Sé que les fallé. Y sé que no importa cuántas veces, la Doctora Katina trate de hacerte ver las cosas, probablemente vuelvas a encontrar al culpable en mí. Y eso está bien. Yo fui quien comenzó todo. Yo fui quien te pidió que me ayudaras con esa mierda. Yo fui quien tomó ese camino antes que ustedes. En cierto modo, si nunca hubiera estado en ese negocio, todo sería diferente. Tal vez todos estuvieran vivos, comenzando sus familias y toda esa mierda. Tú y Domen habrían estado juntos... y tú... nunca habrías pisado este lugar, desperdiciando días, semanas y meses de tu vida, en un Asilo para Dementes Criminales - Exhaló, pensando en ese futuro, que había descrito - Suena genial, ¿no?. ¿Cuándo piensas en cómo sería el pasado? Se siente bien pensar en una realidad diferente, donde todo está bien y tu vida es mejor. Es nostálgico. Porque todo lo que quieres hacer, es regresar el tiempo y detener ese día, así, todas esas pesadillas que tengo finalmente desaparecerían -expresó, mirando hacia otro lado, a un lugar distante - Sé cómo se siente. No eres la única que se siente de esa manera.
Yulia permaneció en silencio, su cara aun oculta de nosotros. Quería preguntarle si estaba bien, pero decidí respetar esta conversación y este momento. Sabía que era importante, y sabía que Yulia necesitaba esto. Ella estaba tratando de manejar toda esta información, y mantenerse en contacto con sus propios sentimientos, no resultaba una tarea sencilla. Y todo lo que yo podía hacer, era darle mi apoyo.
-Pero la vida... - Comenzó a decir nuevamente - Da vueltas inesperadas. Y a veces, te da la fuerza para seguir... viviendo. La vida es buena y está llena de posibilidades - Exhaló, aparentemente aliviado - Pagué mis deudas con esa mafia. Tuve que trabajar para ellos durante tres o cuatro años, pero cuando pagué mi tarifa... todo había terminado. Cambié mi forma de vida. No pude ir a la universidad, era demasiado viejo para eso, pero serví al ejército y crecí. Me hice más fuerte. Los militares me ayudaron a encontrar un trabajo y me dieron el coraje... para convertirme en una mejor persona. Mi vida es buena ahora. Es mejor de lo que pensé. Tengo novia, un trabajo estable... y los recuerdos de esa mañana del jueves, parecen tan distantes con cada día que pasa. Y puedes tener lo mismo, Yulia - dijo en voz baja. Y miré hacia otro lado, forzándome a no llorar en ese momento - Puedes tener lo mismo - Yulia finalmente levantó su rostro, mirando a Víctor -Solo... déjalo ir - Una lágrima descendió por su mejilla.
-No puedes seguir haciendo esto - Él continuo, fijando sus ojos en ella -Te está matando. Tú, te estas matando, Yulia.
-Estás... tan concentrado en este hombre..... Te estás... perdiendo a ti misma. Solo estás viviendo por esa estúpida venganza... que... no te das cuenta... que... puedes tener una vida mucho mejor - Él quería sostener sus manos, pero en el momento que recordó, que estaba prohibido, devolvió su mano - Ha pasado tanto tiempo Yulia... tanto tiempo... es hora de que lo dejes ir - Ella negó con la cabeza.
-Sé... que lo extrañas. Que nos extrañas, sé que este hombre nos alejó de ti de una manera que nunca olvidarás. Pero eso no está bien. Deja de estar atrapada en el pasado. Estás tan ansiosa por matar a ese hombre... y es en todo lo que puedes pensar... que incluso me olvidaste - Ella negó con la cabeza.
-No.
-No pudiste reconocerme, porque lo único que te importa ahora, es el rostro de este hombre - Ella negó - Te has olvidado de nosotros.
-No es cierto - Ella espetó.
-Probablemente, ni siquiera recuerdes cómo se veía Domen...
-¡NO ES CIERTO!- Gritó, con la respiración fuera de ritmo -¡Nunca podría olvidarlo! ¡Nunca olvidaría cómo se ve! -Ella se levantó, gritándole a Víctor - ¡ÉL ES MI AMIGO! ¡ÉL ES MI MEJOR AMIGO! ÉL ESTABA ALLÍ CONMIGO! ¡ÉL ME SALVÓ! ÉL…
-¡SE HA IDO!- Víctor se levantó, y esta vez gritaba las palabras -¡SE HA IDO, YULIA! ¡Y NO VOLVERA! ¡NO IMPORTA CUANTAS VIDAS TOMES! ¡EL NO VA A REGRESAR! -Cerré mis ojos, con mis sentimientos esparcidos por todo el lugar -¡Deja de preocuparte por los muertos! ¡Cuida tu vida! ¡Has recuperado a tu hermana! ¡Tienes a la doctora Katina! ¡Tu vida no ha terminado gracias a Domen! ¡Tu vida no ha terminado porque has perdido el primer amor de tu vida!
- ¿Qué sabes sobre el amor? ¡No sabes nada! ¡Si supieras algo sobre el amor, jamás nos habrías dejado en ese almacén! ¡Eres solo un cobarde!
-¡Sé que lo soy! ¡Nunca lo negué! Pero tú...¡También ERES una cobarde y no quieres aceptarlo!
-¡No soy cobarde!
-¡Sí, lo eres! Eres una cobarde!, ¡Tienes miedo a volver a empezar! ¡Porque tienes miedo de olvidarlo! ¡Porque tienes miedo a que no signifique nada para ti! ¡Porque tienes miedo a que Domen, se enoje contigo y decidas dejarlo ir!
Ella sacudió su cabeza.
-¡Ya basta!- Pidió él -Todo está bien, Yulia. No es necesario que lo hagas más - Ella olfateó - Lo que hiciste por nosotros... tratando de vengarnos... nunca te lo pedimos. No queremos eso. Y Domen tampoco querría eso - La mención leve del nombre de Domen, hizo que Yulia dejara de respirar -¿Crees que a él le gustaría verte así, tirando tu vida cuando podrías vivir una vida normal? No eres invencible, Yulia - Le recordó -No vivirás para siempre. Hay tantas cosas que puedes hacer... ¿O es que prefieres quedarte aquí? ¿Envejecer y quedarte rota para siempre? ¿Sin nadie que te ayude? ¿Sin nadie que se preocupe por ti? No puedo creer eso - Él tragó saliva - No puedo creer que prefieras morir con esa imagen de Domen en tu mente, que vivir una nueva vida. ¡No puedo creer que quieras morir con Domen, a vivir con tu hermana y tu familia! ¡No puedo creer que prefieras morir con Domen, a vivir con la Doctora Katina! - Esas palabras, hicieron que ella me mirara, y pude ver sus ojos cansados, después de todas esas lágrimas que habían compartido.
-No eres un héroe, Yulia - Ella miró el suelo, cuando oyó esa declaración -Y no necesitas serlo - Sus ojos lo miraron - Está bien. Ya es suficiente - Sus labios temblaron - Tienes que dejarlo ir, Yulis - Para ese momento, sus lágrimas ya no se detuvieron - Tienes que dejarlo ir. Tienes que ... -Exhaló.
-Tienes que dejarnos... ir.
Un breve silencio estalló y en segundos, fue cortado como un cuchillo, por ese grito desgarrador, impregnado de dolor. Ella cayó de rodillas, cuando todos sus sentimientos reprimidos, finalmente, salieron a la superficie. Vi al oficial Dima sacando rápidamente su arma, por el rabillo de mis ojos, y levanté la palma de mi mano, indicándole que se detuviera.
-¿Doctora?
-No necesita disparar, oficial.
-¡Ella es peligrosa, está fuera de control!
-¡No! Todo está bien - Dije, limpiando mis lágrimas -¡Ella no le hará daño a nadie! ¡No va a pasar nada! -Mi cuerpo tembló, cuando Yulia dejó escapar otro grito doloroso.
-¡Mírela, doctora! Ella está...
-¡Ella necesita hacer esto!- Pensé que había perdido todas mis lágrimas, pero no, aun tenía más conmigo - ¡No le dispares, oficial! Ella está bien -Dejé escapar una risita, finalmente entendiendo -Ella necesita sentir esto. Ha pasado tanto tiempo... Déjela... tranquila. Ella no nos atacará.
-Doctora...
-Sí, ahora está enojada, frustrada... Pero déjela estar. Sólo confía en mí... Ella no le hará daño a nadie. No necesita una descarga eléctrica. Necesita que sus sentimientos vuelvan a su lugar. Necesita sentir esta ira. No contenerla por más tiempo - Otra lágrima resbaló por mi mejilla - No la encierre, por última vez se lo pido.
Él suspiró y poco convincentemente, bajó el arma. Miré a Yulia, y su estado era totalmente desgarrador. Dejó escapar otro grito angustioso, su cuerpo se había reducido en el suelo, sus hombros subían y bajaban bruscamente, debido a su respiración acelerada.
Tragué saliva, acercándome hasta ella -¡No se acerque, Doctora! ¡Es peligroso!
Ignoré por completo lo que dijo, y me acerqué a la desesperada chica, tirada en el suelo. Mi mano temblorosa, tocó su espalda - Está bien, Yulia - Dije en voz baja - Todo está bien.
Ella sacudió su cabeza.
-Está bien.
-¿Doc?
Apoyé mi frente contra su espalda y acaricié su cabello con calma. Mi corazón latía con más fuerza con cada segundo.
Pronto, dejó escapar un profundo suspiro.
-¿Doc?
-Hm…
-Estoy enojada.
-Eso está bien.
-¿En serio?
-Sí, sí estas enojada. Entonces, está bien.
-Duele.
-Lo sé - Mi mano siguió acariciando su cabello, tratando de consolarla -Tener contacto, con tus propios sentimientos... realmente duele. Pero está bien. Estarás bien. Yo estoy aquí, contigo. Estás a salvo - Ella exhaló nuevamente. Y sentí que poco a poco, se estaba calmando.
-Está bien, Yulis - Víctor se acercó a nosotras, tocando su hombro.
-Domen...
-Está bien. Él estaría orgulloso de ti. Ya es suficiente…
-Todo ha terminado, Yulis.
La abracé, y esa sensación de libertad, nos rodeó por fin. Una sensación de cierre. Era como si todo lo que Yulia necesitaba escuchar, eran esas palabras. Es una locura pensar, que todo lo que Yulia siempre necesitó, era a su viejo amigo pronunciando esas palabras. Diciendo, Que tenía que dejarlos ir. Intenté hacerlo yo misma, pero mi imagen al decir esas palabras, no tenía un gran significado para Yulia, como la tuvo Víctor. Yo soy la persona que Yulia necesita para comportarse. Y Víctor, es la persona que Yulia necesitaba para terminar lo que comenzó. Me tomó, nueve meses concluir, esta eterna batalla con Yulia. Quién iba a pensar que todo lo que necesitaba, era una conversación de una hora con su amigo de la infancia.
La vida, realmente tomaba giros inesperados.
Y me alegra tanto, que resultara de esta manera.
Porque ahora, nada puede interponerse entre Yulia y yo.
Ahora, tanto Yulia como yo, estaremos bien.
¡Finalmente Yulia es libre!
Un beso a todas!
A leer!!
CAPITULO 41: CARA A CARA
- Víctor... ¿estás seguro? - Pregunté, descubriendo los fuertes latidos contra mi pecho.
Suspiró, asintiendo -Sí-
-Mira, no quiero que te sientas obligado a ver a Yulia ni a nada parecido. Si crees que verla podría darte algún problema, por favor, no lo hagas. No quiero hacerlos pasar por un mal momento.
-No, doctora. Tal vez eso es lo que necesitamos, Yulia y yo, usted lo sabe. Necesitamos enfrentar nuestros demonios, ser adultos y resolver lo que aún nos está reteniendo - Él tenía un buen punto.
-No quiero que hagas nada, que puedas lamentar más tarde. Y entiendo que esto no es fácil para ti.
-Quizás no hacer nada, sea lo que me haga arrepentirme algún día. Si Yulia se está muriendo, no verla me haría odiarme a mí mismo. Y simplemente no puedo soportarlo.
-Entiendo lo complejo que es para ti, lo herido que debes sentirte y lo aterrado que debes estar, después de todos esos años - Tomé su mano, dándole fuerza - Gracias, Víctor, por dar este gran paso.
Él asintió con la cabeza - Nosotros deberíamos agradecerle a usted, Doctora Katina. Lo que estás haciendo por Yulia... es extraordinario.
Suspiré. Y sin embargo, ella no lo ve.
-Gracias por cuidar a nuestra Yulis - Cerré los ojos. Y él terminó abrazándome - Pase lo que pase, deje de culparse. Deje de ejercer tanta presión sobre usted. Ya ha hecho suficiente.
-Gracias - agradecí, con la voz obstruida por su ropa. Me sentía mejor teniendo esta conversación.
-Terminemos esto, de una vez por todas.
~~ * ~~
¿Qué pasará de ahora en adelante? ¿La visita de Víctor le hará bien a Yulia? ¿Llorará como lo hizo con su hermana? ¿Dejará de perseguir esa venganza que la mata a cada minuto? No lo sé. Todo lo que deseo, es que la reunión salga bien.
-Yulia...- dije en voz baja, mi dedo acariciando su rostro sobre la imagen que sostenía. Su sonrisa inocente solo demostraba cuanto ignoraba, su futuro por delante - No te rindas - Terminé, suplicando por ello.
~~ * ~~
Caminar por esos pasillos después de pasar una semana fuera, se sentía un poco extraño. No solo sentí al Asilo más sofocante que de costumbre, sino que me sentí un poco sola. Irina seguía sin regresar de su descanso y Nastya estuvo ocupada durante todo el día; solo terminé sintiéndome distante de aquel lugar, en donde solía estar todo el día.
Yulia seguía sin salir de la habitación del hospital, debido a que estaba bajo observación. Me sentí aliviada al saberlo, porque eso significaba que Bárbara estaba cuidándola y que Yulia no se había quedado sola, que era a lo yo tenía miedo. Sin embargo, la apatía de Yulia era evidente e incluso Bárbara vino a mí, pidiéndome que la vigilara. Yulia no estaba comiendo, omitía sus comidas a propósito y había una parte de mí, que se estaba cansando. Me impactó hasta lo más profundo de mi corazón, al abrir la puerta de su habitación y verla en la cama, en silencio, completamente dormida. Me estaba cansando de cuidarla. Me estaba cansando estar siempre allí, para salvarla de ella misma.
Era como un ciclo que no terminaba. ¿Cuántas veces necesitaba volver al Asilo? ¿Cuántas veces necesitaba salvarla?
Y lo supe enseguida. Solo una vez más.
~~ * ~~
-Yulia...- La llamé, intentando despertarla. Cuando abrió los ojos y me reconoció, su expresión cambió a una de confusión.
-Lena... – Su voz mostraba lo débil de su estado - Estás de vuelta.
-Sí, he vuelto - le confirmé, tomando asiento en la esquina de la cama - ¿Cómo has estado?
-¿Por qué volviste...? – Cuestionó, ignorando mi pregunta.
Suspiré - Prometí que cuidaría de ti, ¿no?
-Te libero de esa promesa - dijo de repente y fruncí el ceño - No es necesario... que me cuides más. Eres libre de irte, doc.
Me reí entre dientes, encontrando eso un poco tonto. Al mismo tiempo, sentí que me hacía sentir más ligera. Sonará extraño, pero en verdad, me sentí libre de un juramento, o algo parecido.
-No puedo irme - devolví como respuesta - Ahora no - Negué con la cabeza - Si me voy, tú... vas ...- Exhalé - No me lo perdonaría nunca.
- No sería tu culpa.
-Lo será - repliqué - Significa que fallé. Fallé y no fui capaz de ayudarte - Mi mirada cayó al suelo - Fallé al cumplir mi propósito.
-No eres un soldado.
-Aún así ... todos tenemos un propósito, ¿no? El tuyo es vengar a tus amigos... El mío es cuidarte - Ella apartó la mirada, evitando cualquier contacto visual conmigo.
-Yulia, escucha... hay algo que necesito decirte - Comencé, y no estaba segura si era correcto hablarle de Víctor.
-¿Qué es?
-¿Recuerdas cuando... Viktoria vino aquí y te dijo que había encontrado tu diario? - Sus ojos se encontraron con los míos.
Suspiré - Ella me lo dio.
-¿Lo leíste?
Negué con la cabeza - No.
-No me mientas.
-No te estoy mintiendo - Contesté, sincera - No lo leí. Pero, eh... había algunas fotos allí - revelé, sin estar segura de si ella lo recordaba - Fotos de ti, más joven y... de tus amigos - Empecé a sentirme ansiosa.
-Así que... los conociste - Acababa de decir ‘conociste’ cuando en realidad no era una palabra muy apropiada. Y yo simplemente, no sabía cómo decirle lo que quería.
- ¿Quieres... quieres recuperarlo? - Le pregunté -Tu diario y ... esas fotos ... ¿Quieres recuperarlas?
Tardó unos segundos en responder -No.
-¿Estás segura?
-Ya pasó, Doc - La miré, sus ojos y su voz parecían distantes - No soy la misma. Ya no soy la persona de esas fotos. Y no quiero que me recuerden a esa persona. Va a doler.
-Lo sé - admití, respetando sus sentimientos -Lo siento- Y mi valor para contarle sobre Víctor, acabó muriendo en ese momento - No quise hacerlo.
-Estoy feliz de que haya vuelto, doctora - Confesó y mi corazón latió más rápido. Una sonrisa tímida se formó en mis labios.
-También me alegro estar de vuelta.
- No mientas, Doc - Me reí entre dientes.
-No lo hago. Me gusta cuando estás cerca.
-Lo siento- Se disculpó por algo que no entendí -Por lo que dije- Tragué saliva -No es tu culpa. Nunca lo fue. Y nunca lo será.
-Está bien- Tomé su mano.
-Te extrañé- Las yemas de mis dedos se entumecieron. Y hubo una pizca de felicidad al escuchar eso.
-Yo también te extrañé, Yul.
-Gracias ... por regresar - Asentí con la cabeza, aliviada.
~~ * ~~
-No sé cómo hablarle de ti- Le confesé, una vez que me reuní con Víctor nuevamente, solo un par de días antes de la reunión - Cada vez que trato de mencionarte, me pongo tan ansiosa... y temo su reacción... y termino diciendo nada - Suspiré, ansiosa. -Fue igual que con Viktoria.
-Todo salió bien con Viktoria, ¿verdad?- Preguntó y yo confirmé.
-Bueno, sí... pero no sé. Esto es más delicado y mucho... más arriesgado.
-Todo estará bien, Doctora.
-Estás sorprendentemente tranquilo, para alguien que estaba tan ansioso y que en pocos días, Yulia sabrá que sigues con vida... - Comenté -¿Qué le pasó a ese Víctor que me hizo prometer que no le contaría nada sobre ti?
Él rió entre dientes -Supongo... que es mi deber - Respeté su línea de pensamiento. -De alguna manera, siento que tengo que hacer esto y lo otro... Pase lo que pase... y luego terminará. Ser fugitivo. Este miedo a la confrontación... Es tiempo que Yulia sepa la verdad. Incluso si duele.
-Eres un hombre valiente, Víctor - Le expresé, conmovida por sus palabras.
Él negó con la cabeza - Soy un cobarde, Doctora. Solo intento hacer lo correcto.
~~ * ~~
-Wow, no sabía que esto se vería así - comentó sorprendido, cuándo cruzamos las puertas del Asilo - Es realmente extraño estar aquí.
-Sí, pero después de un tiempo te acostumbras.
-Debe ser difícil- Comentó -Trabajar aquí todos los días.
-La gente tiene que hacer lo que tiene que hacer- Él asintió.
-Entonces... ¿Cómo será la reunión?
Mi corazón latió más rápido contra mi pecho -El procedimiento suele ser el mismo - Comenté -Te dejaré en la sala de visitas, luego iré por Yulia y la traeré conmigo hasta ti y allí... podrás hablar con ella - Y dios nos ayude.
-¿Te quedarás con nosotros?
-Solo si Yulia está de acuerdo. Creo que la privacidad debe ser una prioridad para ustedes y se lo merecen. Solo me quedaré si Yulia me pide que lo haga.
Víctor estuvo de acuerdo - Estoy empezando a sentirme nervioso.
-Esperemos que todo salga bien - dije expectante.
~~ * ~~
- ¿Adónde vamos, doctora?- Le escuché preguntar.
-Hay alguien que quiere verte - Mi corazón latía fuera sí -Y hablar contigo.
- ¿Vika? ¿Regresó? - Preguntó, emocionada. Ojalá pudiera contestar con un sí. Sería increíble tener a su hermana de regreso; sería de mucha ayuda para Yulia, volver a verla. Pero Viktoria estaba ocupada con la universidad y no sabía cuándo visitaría a Yulia de nuevo.
-No, no es Viktoria - Respondí.
-¿Entonces, es la Srta. Shapovalova? - Trató de adivinar, y negué con la cabeza.
-No, tampoco es la Srta Shapovalova.
-Entonces, ¿quién es?
- Pronto lo sabrás - respondí - Solo sígueme, ¿de acuerdo?
-Está bien - Ella obedeció, sin hacer más preguntas.
~~ * ~~
Tuve que respirar profundamente, antes de que el oficial abriera la puerta, y la condujera al interior de la sala de visitas. No dije nada, ya que estaba segura de que no necesitaba formular palabras para ese momento. Era el gran momento. Ese, en el que Yulia y su amigo Víctor, finalmente se verían de nuevo.
Mientras caminaba dentro de la habitación, Yulia frunció el ceño. Un par de segundos en silencio, en los que su mirada se quedó fija. Y no debería sorprenderme. Lo mismo pasó con Vika.
-Conoces las reglas, Volkova... sin tocar - El oficial rápidamente le informó - Te quedarás esposada durante la visita, para no lastimar a tu visita y solo tienes una hora para hablar. El oficial Dima se quedará cerca para cualquier emergencia - Se volvió hacia Víctor - Si te lastima, la visita se termina y ella regresa directo a su celda - Víctor asintió con la cabeza, entendiendo los procedimientos.
El Oficial Troy se fue, dejando solo a Víctor, Yulia, el Oficial Dima y a mí, allí dentro. Miré a Víctor y noté que su pecho respiraba un poco más rápido de lo normal. Mis ojos buscaron los de Yulia y los vi pestañear inconscientemente.
-No lo entiendo, doc - Ella rompió el silencio -¿Quién es él?
No pude evitar fruncir el ceño mientras escuchaba sus palabras. La confusión me golpeó bruscamente, giré la cabeza para mirar la cara de Víctor, quien también parecía estar un poco confundido.
-¿Qué quieres decir con quién es?- Intenté preguntar, sin entender lo que estaba pasando -¿No lo reconoces?
Los ojos de Yulia se movieron a la cara de Víctor y se acercó, tratando de captar cualquier indicio de familiaridad en su rostro. Después de un par de segundos, ella negó con la cabeza - Nunca lo he visto en mi vida.
Víctor y yo intercambiamos miradas, bastante confundidos - Yulia... ¿Hablas en serio?- Pregunté, sin entender cómo esto, era posible.
-¿Por qué debería conocerlo?
Tragué saliva - Bueno, porque él es tu ... uhh ... tu ... amigo - Tragué saliva nuevamente, y mi corazón estaba perdiendo el ritmo.
-¿Mi amigo?
-Yulia.. - Traté de recuperarme - Es tu ... amigo ... tu amigo de la infancia. Víctor Sidorov.
Ella simplemente se echó a reír. Y me rasqué la cabeza. ¿Qué está pasando? ¿Cómo es posible que no lo recuerde? ¿Cómo es posible que se esté riendo? ¿Qué me perdí?
-¿Se está oyendo, doctora? - Se burló - ¡Ponga los pies en la tierra! Este no es Víctor. Víctor está muerto.
Negué con la cabeza - No, Yulia. Él está vivo y él está aquí.
-No, Doc. Está muerto. Murió ese día junto con los demás.
Suspiré - Bueno, sí... sobre eso... - La incomodidad era insoportable -¿Recuerdas que encontraste a tus amigos en ese almacén encadenados? - Ella asintió. Y continué -¿A quién encontraste allí?
-Anton y Yuri - Ella respondió.
-Entonces... ¿dónde estaba Víctor?- Pregunté y quería que uniera los puntos.
-Él ya estaba muerto - Ella respondió, encogiéndose de hombros - Seguramente fue asesinado en otro sitio.
Negué con la cabeza - No, Yul. Él... -Miré a Víctor de nuevo, quien aún seguía en silencio.
-Nunca fue encontrado... ¿Recuerdas cuando te despertaste y estabas en un contenedor de basura?
Ella parpadeó -Víctor te metió en ese contenedor - En el momento en el que vi, que el patrón de su respiración se elevaba lentamente, supe que lo estaba captando. Su respiración se tensó y sus ojos se negaron a mirar los míos.
-No- Ella negó -¡No! ¡Eso es mentira! - Su voz salió con dureza.
-¿Por qué te mentiría?- Ella tragó saliva, sacudiendo la cabeza.
-No... No, no, no - ... Negó con la cabeza, dando un paso atrás.
-Yulia...
-Él está muerto. Está muerto. Está muerto - Intentó convencerse a sí misma. Apretó los dientes y comenzó a quedarse sin aliento. Su nariz se dilató y comenzó a respirar con enojo.
Traté de hablar, pero antes de poder decir algo, Víctor se adelantó.
-Hola, Yulis.
Y el silencio fue todo lo que pude escuchar.
~~ * ~~
Mis sentidos estaban entumecidos y el silencio era horriblemente molesto. De repente, la habitación pareció enfriarse, y una sensación inquietante y escalofriante se instaló alrededor de ella.
Este escenario, era exactamente igual al que cayó conmigo, cuando pronunció el nombre de Domen. El momento fue tan vívido para mí y estaba tan aterrorizada que ella pudiera lastimar a Víctor; a pesar de que estaba esposada, cuando la vi caminar hacia él, corrí, colocándome frente a él protegiéndolo de cualquier acción violenta.
Sus ojos estaban fríos y distantes, y lo único que hicieron, fue examinar el rostro de Víctor. Su nariz se arrugó y una expresión de disgusto se apoderó de su rostro.
-¡Te escapaste!- Siseó las palabras, la verdad, acaba de explotar allí mismo -¡Nos dejaste en ese nido de ratas! - Cerré los ojos, tratando de calmarme, a pesar de que no me estaba hablando a mí, sus palabras picaban como una abeja en mi corazón. No podía imaginar lo horrible, debía estarse sintiendo Víctor -¡Es tu culpa! - Negué con la cabeza - ¡Es tu maldita culpa!
-No, Yulia... - Negué con la cabeza – No - Sus ojos se encontraron con los míos y no sentí miedo. Me sentí adormecida, con el corazón completamente roto.
-¿Por qué?- Su voz se rompió -¿Por qué me estás haciendo esto?
Lo lamenté con todo mi corazón. Lamenté hacerla pasar por todo esto, nuevamente. Lamenté que se sintiera engañada y traicionada de nuevo. Y lamenté con todo mi ser, que las confrontaciones entre nosotras, parecían nunca terminar. Pero necesitaba hacerlo. Esta tenía que ser la última. Esta sería nuestra última, y final pelea.
-Yulia... ¿Puedes escucharme?
...
-Yulia... por favor ...
-Se escapó- Dijo, con su voz llena de ira -Se escapó- Comenzó hablar sola -Es su culpa- Repitió.
Negué con la cabeza -No, Yul.
-¡Es su culpa! ¡Domen y los otros ...
-Yulia, escucha...-
-¡Se escapó, Doctora!- Su voz se elevó. Y evitó mirarlo a propósito, sus luchas se dirigieron hacia mí. En cierto modo, sentí que eso era lo mejor. Estaba acostumbrada a lidiar con sus cambios de ánimo y estaba más preparada para escucharla, que Víctor ahora mismo.
-Él estaba asustado- mi voz salió suavemente, defendiéndolo.
-¡Yo también tenía miedo! ¿Acaso yo me escapé?
-Él solo era un niño, Yulia.
-¡Yo era más joven que él! ¡Tenía miedo como él! ¡Y no escapé!
-Todos lidian con sus miedos de diferente manera- Intenté seguir -Tú te quedaste. Víctor no lo hizo.
-Es su culpa.
-No - rechacé su comentario - No le hagas esto a tu amigo.
-¡Él no es mi amigo!- Su voz cortó agudamente en la habitación -¡Él no es mi amigo, Doctora! ¡Los amigos no se dejan atrás!
Un breve silencio llenó el aire. Era fácil ver, cuán confundida e inquietante, era todo esto para ella.
-Te salvó, Yulia - Pronuncié, recordándole ese hecho - Él te puso en ese contenedor de basura para salvarte de esos hombres.
-Ojalá no lo hubiera hecho - Ella respondió - Preferiría estar muerta.
-No digas eso.
-Ojala estuviera muerta- Dijo esta vez, con un tono más frío.
Suspiré - Pues bien, yo me alegro que no sea así- Con esas palabras, ella me miró. -Mira, sé que estás enojada. Sé que estás haciendo hasta lo imposible para no gritarme o romper algo en este momento - Cerró los ojos - Pero solo por esta vez... haz lo que digo. Es lo último que voy a pedirte. Por todo lo que pasó entre nosotras. Durante todos esos meses que pasamos juntas como médico y paciente, y por todas las mentiras que me contaste... solo escúchalo.
-El vino hasta el Asilo, solo para hablar contigo y esta, podría ser tu última oportunidad para hacerlo. ¡Finalmente puedes hablar con él, gritarle, preguntarle cualquier cosa! Di lo que quieras decir, llámalo cobarde y todo, pero hazlo mientras hablas con él. Por favor.
-Es su culpa- Ella repitió.
-No, no lo es. Fue solo una desgracia. Fue un mal día, Yulia, y no es culpa de nadie - Lo defendí nuevamente -Suceden cosas malas. Así es la vida. Un día te despiertas y vas a trabajar y por la noche descubres que un amigo murió, asesinado por un perro o lo que sea. A veces, la vida termina de manera inesperada y por lo regular, nadie tiene la culpa. Es solo la vida.
Ella abrió los ojos y no los vi tan fríos, esta vez. Parecía, que estaba cediendo.
-Hoy podrás entender que sucedió ese día. Hoy, podrás enfrentarte a un viejo amigo. Vino con el único propósito de hablar contigo, después de todos esos años. Escúchalo. Dale una segunda oportunidad, Yulia - Ella apartó la mirada -Todos necesitamos una segunda oportunidad.
Ella suspiró, sus ojos se movieron para mirar a los de Víctor -Has venido hablar, ¿no? De acuerdo, entonces... comienza a hablar.
Víctor suspiró, cerrando los ojos. Se dirigió hasta la silla y tomó asiento. Y por alguna razón desconocida, Yulia bufó.
-Sera una larga conversación. Te recomiendo que te sientes.
Sentada en la silla frente a Víctor, Yulia guardó silencio, y esperó. Víctor no parecía lo suficientemente cómodo para iniciar la conversación y el silencio regresó, envolviéndonos en un ambiente bastante incómodo.
-¿El gato te comió la lengua?- Le preguntó, visiblemente molesta por el silencio que cayó.
Ni siquiera, podía imaginar lo que estaba sintiendo en este momento.
-No eres la única víctima aquí, Yulis.
-¡No me llames así!- Ella espetó -No te atrevas a llamarme así- Víctor tragó saliva, y asintió con la cabeza.
-¿Cómo quieres que te llame? ¿Niño asesino?
Yulia no respondió.
Víctor exhaló -Tienes razón. Soy un cobarde. Lo sé. Me he estado llamando cobarde toda mi vida.
-Al menos lo sabes- dijo ella, sarcástica.
-¿Crees que es fácil para mí?- Preguntó, su voz mostraba una sutil molestia -¿Crees que no me despierto todos los días con esa imagen en mi cabeza?
-¿Qué imagen? ¡No estabas allí! ¡Nos dejaste! ¡No estabas allí cuando le dispararon a Yuri o a Anton! ¡No estabas allí cuando le disparó a Domen! - Yulia gritó, y sus manos esposadas temblaron un poco -¡No tienes ninguna imagen que recordar!
-Tuve que limpiar el lugar- Reveló, mirando hacia abajo -Esos tipos... no sabían que ustedes eras mis amigos.
-¡Abandonaste a Yuri! - Yulia negó con la cabeza, avergonzada por su amigo - Él era tu mejor amigo - Los labios de Víctor temblaron y la emoción desbordaba de ellos -¿Cómo pudiste hacerle eso?
-Tenía miedo. Temía que los jefes descubrieran que yo era su amigo. Y que ellos también me mataran.
-Lo prometimos - Yulia recordó, y no evitó que una lágrima cayera - Prometimos... quedarnos. Pasara lo que pasara, prometimos... que siempre estaríamos juntos.
-Lo sé - Víctor tragó saliva.
-Tú eras el mayor - dijo Yulia -Se supone que tu tenías que cuidar de nosotros. Tenías que protegernos.
-Lo siento, Yulia - Su voz se entrecortó con los sollozos - Lo siento...
Yulia bajó la cabeza y, mientras respiraba profundamente, su cuerpo se fue hacia adelante ligeramente y su cabeza cayó sobre el escritorio, ocultando su rostro del de Víctor. Sabía que estaba sintiendo todo tipo de cosas, así que me acerqué a ella, colocando mis manos sobre sus hombros, tratando de darle consuelo.
Víctor me miró, con los ojos llenos de lágrimas y las emociones plasmadas en ellos. Afirmé con la cabeza, pidiéndole en silencio que siguiera hablando. Él respiró profundamente, antes de continuar.
-Tuve que limpiar el lugar- comenzó -Me llamaron y me dijeron que me deshiciera de todos ustedes - Hizo una pausa - Y lo vi. Los vi a todos. A cada uno, sin vida, cubiertos de sangre. Todos habían muerto. Y yo no podía mostrar... ninguna reacción. Una ligera reacción y los haría sospechar. Así que... tuve que limpiar el lugar, fingir... que no eran nada para mí - Yulia no mostró ninguna reacción, pero sabía que estaba escuchando.
-Aparté a Domen de ti - Sus palabras se hicieron más lentas, mientras él se detenía aquí y allá, buscando las palabras correctas para continuar - Y... noté que... que aun respirabas. Tenía tanto miedo que ellos pudieran verte... sabía lo que pasaría si se enteraban de ti - Él tragó saliva - Recogí todos los cuerpos... y lo primero que hice... fue ponerte en uno de los contenedores de basura, lejos del almacén. Recé por primera vez en mi vida. Recé para que pudieras despertar y asistieras a la jodida escuela, y que nunca más regresaras.
Él se detuvo un momento, y tuvo que limpiar todas sus lágrimas con sus manos. Exhaló, buscando fuerza para continuar.
-Sé que no estuve contigo cuando todo sucedió. Pero vi el desenlace de todos, y fue tan... horrible. No pude dormir por semanas. Cada vez que cerraba los ojos, esa escena llena de sangre... era todo lo que podía ver .Y aún hoy en día... hay momentos... en los que todo vuelve .Y duele. Y también sé, lo mucho que te duele a ti.
Se detuvo nuevamente, y quedamos en silencio por unos segundos - Sé que me culpas por lo que sucedió ese día. Y si crees que esta, es la forma más fácil de superarlo, entonces sigue haciéndolo. Realmente no me importa. Sé que les fallé. Y sé que no importa cuántas veces, la Doctora Katina trate de hacerte ver las cosas, probablemente vuelvas a encontrar al culpable en mí. Y eso está bien. Yo fui quien comenzó todo. Yo fui quien te pidió que me ayudaras con esa mierda. Yo fui quien tomó ese camino antes que ustedes. En cierto modo, si nunca hubiera estado en ese negocio, todo sería diferente. Tal vez todos estuvieran vivos, comenzando sus familias y toda esa mierda. Tú y Domen habrían estado juntos... y tú... nunca habrías pisado este lugar, desperdiciando días, semanas y meses de tu vida, en un Asilo para Dementes Criminales - Exhaló, pensando en ese futuro, que había descrito - Suena genial, ¿no?. ¿Cuándo piensas en cómo sería el pasado? Se siente bien pensar en una realidad diferente, donde todo está bien y tu vida es mejor. Es nostálgico. Porque todo lo que quieres hacer, es regresar el tiempo y detener ese día, así, todas esas pesadillas que tengo finalmente desaparecerían -expresó, mirando hacia otro lado, a un lugar distante - Sé cómo se siente. No eres la única que se siente de esa manera.
Yulia permaneció en silencio, su cara aun oculta de nosotros. Quería preguntarle si estaba bien, pero decidí respetar esta conversación y este momento. Sabía que era importante, y sabía que Yulia necesitaba esto. Ella estaba tratando de manejar toda esta información, y mantenerse en contacto con sus propios sentimientos, no resultaba una tarea sencilla. Y todo lo que yo podía hacer, era darle mi apoyo.
-Pero la vida... - Comenzó a decir nuevamente - Da vueltas inesperadas. Y a veces, te da la fuerza para seguir... viviendo. La vida es buena y está llena de posibilidades - Exhaló, aparentemente aliviado - Pagué mis deudas con esa mafia. Tuve que trabajar para ellos durante tres o cuatro años, pero cuando pagué mi tarifa... todo había terminado. Cambié mi forma de vida. No pude ir a la universidad, era demasiado viejo para eso, pero serví al ejército y crecí. Me hice más fuerte. Los militares me ayudaron a encontrar un trabajo y me dieron el coraje... para convertirme en una mejor persona. Mi vida es buena ahora. Es mejor de lo que pensé. Tengo novia, un trabajo estable... y los recuerdos de esa mañana del jueves, parecen tan distantes con cada día que pasa. Y puedes tener lo mismo, Yulia - dijo en voz baja. Y miré hacia otro lado, forzándome a no llorar en ese momento - Puedes tener lo mismo - Yulia finalmente levantó su rostro, mirando a Víctor -Solo... déjalo ir - Una lágrima descendió por su mejilla.
-No puedes seguir haciendo esto - Él continuo, fijando sus ojos en ella -Te está matando. Tú, te estas matando, Yulia.
-Estás... tan concentrado en este hombre..... Te estás... perdiendo a ti misma. Solo estás viviendo por esa estúpida venganza... que... no te das cuenta... que... puedes tener una vida mucho mejor - Él quería sostener sus manos, pero en el momento que recordó, que estaba prohibido, devolvió su mano - Ha pasado tanto tiempo Yulia... tanto tiempo... es hora de que lo dejes ir - Ella negó con la cabeza.
-Sé... que lo extrañas. Que nos extrañas, sé que este hombre nos alejó de ti de una manera que nunca olvidarás. Pero eso no está bien. Deja de estar atrapada en el pasado. Estás tan ansiosa por matar a ese hombre... y es en todo lo que puedes pensar... que incluso me olvidaste - Ella negó con la cabeza.
-No.
-No pudiste reconocerme, porque lo único que te importa ahora, es el rostro de este hombre - Ella negó - Te has olvidado de nosotros.
-No es cierto - Ella espetó.
-Probablemente, ni siquiera recuerdes cómo se veía Domen...
-¡NO ES CIERTO!- Gritó, con la respiración fuera de ritmo -¡Nunca podría olvidarlo! ¡Nunca olvidaría cómo se ve! -Ella se levantó, gritándole a Víctor - ¡ÉL ES MI AMIGO! ¡ÉL ES MI MEJOR AMIGO! ÉL ESTABA ALLÍ CONMIGO! ¡ÉL ME SALVÓ! ÉL…
-¡SE HA IDO!- Víctor se levantó, y esta vez gritaba las palabras -¡SE HA IDO, YULIA! ¡Y NO VOLVERA! ¡NO IMPORTA CUANTAS VIDAS TOMES! ¡EL NO VA A REGRESAR! -Cerré mis ojos, con mis sentimientos esparcidos por todo el lugar -¡Deja de preocuparte por los muertos! ¡Cuida tu vida! ¡Has recuperado a tu hermana! ¡Tienes a la doctora Katina! ¡Tu vida no ha terminado gracias a Domen! ¡Tu vida no ha terminado porque has perdido el primer amor de tu vida!
- ¿Qué sabes sobre el amor? ¡No sabes nada! ¡Si supieras algo sobre el amor, jamás nos habrías dejado en ese almacén! ¡Eres solo un cobarde!
-¡Sé que lo soy! ¡Nunca lo negué! Pero tú...¡También ERES una cobarde y no quieres aceptarlo!
-¡No soy cobarde!
-¡Sí, lo eres! Eres una cobarde!, ¡Tienes miedo a volver a empezar! ¡Porque tienes miedo de olvidarlo! ¡Porque tienes miedo a que no signifique nada para ti! ¡Porque tienes miedo a que Domen, se enoje contigo y decidas dejarlo ir!
Ella sacudió su cabeza.
-¡Ya basta!- Pidió él -Todo está bien, Yulia. No es necesario que lo hagas más - Ella olfateó - Lo que hiciste por nosotros... tratando de vengarnos... nunca te lo pedimos. No queremos eso. Y Domen tampoco querría eso - La mención leve del nombre de Domen, hizo que Yulia dejara de respirar -¿Crees que a él le gustaría verte así, tirando tu vida cuando podrías vivir una vida normal? No eres invencible, Yulia - Le recordó -No vivirás para siempre. Hay tantas cosas que puedes hacer... ¿O es que prefieres quedarte aquí? ¿Envejecer y quedarte rota para siempre? ¿Sin nadie que te ayude? ¿Sin nadie que se preocupe por ti? No puedo creer eso - Él tragó saliva - No puedo creer que prefieras morir con esa imagen de Domen en tu mente, que vivir una nueva vida. ¡No puedo creer que quieras morir con Domen, a vivir con tu hermana y tu familia! ¡No puedo creer que prefieras morir con Domen, a vivir con la Doctora Katina! - Esas palabras, hicieron que ella me mirara, y pude ver sus ojos cansados, después de todas esas lágrimas que habían compartido.
-No eres un héroe, Yulia - Ella miró el suelo, cuando oyó esa declaración -Y no necesitas serlo - Sus ojos lo miraron - Está bien. Ya es suficiente - Sus labios temblaron - Tienes que dejarlo ir, Yulis - Para ese momento, sus lágrimas ya no se detuvieron - Tienes que dejarlo ir. Tienes que ... -Exhaló.
-Tienes que dejarnos... ir.
Un breve silencio estalló y en segundos, fue cortado como un cuchillo, por ese grito desgarrador, impregnado de dolor. Ella cayó de rodillas, cuando todos sus sentimientos reprimidos, finalmente, salieron a la superficie. Vi al oficial Dima sacando rápidamente su arma, por el rabillo de mis ojos, y levanté la palma de mi mano, indicándole que se detuviera.
-¿Doctora?
-No necesita disparar, oficial.
-¡Ella es peligrosa, está fuera de control!
-¡No! Todo está bien - Dije, limpiando mis lágrimas -¡Ella no le hará daño a nadie! ¡No va a pasar nada! -Mi cuerpo tembló, cuando Yulia dejó escapar otro grito doloroso.
-¡Mírela, doctora! Ella está...
-¡Ella necesita hacer esto!- Pensé que había perdido todas mis lágrimas, pero no, aun tenía más conmigo - ¡No le dispares, oficial! Ella está bien -Dejé escapar una risita, finalmente entendiendo -Ella necesita sentir esto. Ha pasado tanto tiempo... Déjela... tranquila. Ella no nos atacará.
-Doctora...
-Sí, ahora está enojada, frustrada... Pero déjela estar. Sólo confía en mí... Ella no le hará daño a nadie. No necesita una descarga eléctrica. Necesita que sus sentimientos vuelvan a su lugar. Necesita sentir esta ira. No contenerla por más tiempo - Otra lágrima resbaló por mi mejilla - No la encierre, por última vez se lo pido.
Él suspiró y poco convincentemente, bajó el arma. Miré a Yulia, y su estado era totalmente desgarrador. Dejó escapar otro grito angustioso, su cuerpo se había reducido en el suelo, sus hombros subían y bajaban bruscamente, debido a su respiración acelerada.
Tragué saliva, acercándome hasta ella -¡No se acerque, Doctora! ¡Es peligroso!
Ignoré por completo lo que dijo, y me acerqué a la desesperada chica, tirada en el suelo. Mi mano temblorosa, tocó su espalda - Está bien, Yulia - Dije en voz baja - Todo está bien.
Ella sacudió su cabeza.
-Está bien.
-¿Doc?
Apoyé mi frente contra su espalda y acaricié su cabello con calma. Mi corazón latía con más fuerza con cada segundo.
Pronto, dejó escapar un profundo suspiro.
-¿Doc?
-Hm…
-Estoy enojada.
-Eso está bien.
-¿En serio?
-Sí, sí estas enojada. Entonces, está bien.
-Duele.
-Lo sé - Mi mano siguió acariciando su cabello, tratando de consolarla -Tener contacto, con tus propios sentimientos... realmente duele. Pero está bien. Estarás bien. Yo estoy aquí, contigo. Estás a salvo - Ella exhaló nuevamente. Y sentí que poco a poco, se estaba calmando.
-Está bien, Yulis - Víctor se acercó a nosotras, tocando su hombro.
-Domen...
-Está bien. Él estaría orgulloso de ti. Ya es suficiente…
-Todo ha terminado, Yulis.
La abracé, y esa sensación de libertad, nos rodeó por fin. Una sensación de cierre. Era como si todo lo que Yulia necesitaba escuchar, eran esas palabras. Es una locura pensar, que todo lo que Yulia siempre necesitó, era a su viejo amigo pronunciando esas palabras. Diciendo, Que tenía que dejarlos ir. Intenté hacerlo yo misma, pero mi imagen al decir esas palabras, no tenía un gran significado para Yulia, como la tuvo Víctor. Yo soy la persona que Yulia necesita para comportarse. Y Víctor, es la persona que Yulia necesitaba para terminar lo que comenzó. Me tomó, nueve meses concluir, esta eterna batalla con Yulia. Quién iba a pensar que todo lo que necesitaba, era una conversación de una hora con su amigo de la infancia.
La vida, realmente tomaba giros inesperados.
Y me alegra tanto, que resultara de esta manera.
Porque ahora, nada puede interponerse entre Yulia y yo.
Ahora, tanto Yulia como yo, estaremos bien.
¡Finalmente Yulia es libre!
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
Edad : 22
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hay q emocionante!!!!! Espero de verdad que ya con esto julia sea libre y pueda curarse de tanto dolor y de querer solo morir q se de la oportunidad de salir de allí de amar espero q apartir de ahora las cosas sean buenas y sean felices se lo merecen.
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Ya era hora, por fin Yulia será libre de todo..
Kamila- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 02/04/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Pfff sin palabras excelente capitulo
Enviado desde Topic'it
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Y el capitulo de hoy
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
No se deberias darnos dos capítulos por la espera y la verdad ya quiero que acabe este fic esta muy bueno pero nos hace sufrir la demora
Enviado desde Topic'it
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Nuestra querida autora se nos desapareció y en que momento espero aparezca hoy
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hola chicas, siento no haber podido subir el capítulo del miércoles, pero tuve demasiado trabajo y hoy, ya que estoy en casa (porque me extrajeron una muela) y estoy de reposo, les traigo el capitulo que correspondía para el miércoles. Claro está, que el día de mañana les subiré otro capítulo porque estamos solo a tres, para que la historia termine.
Ah!! Mañana les traigo una sorpresa también.
Un fuerte abrazo mis chicas y gracias por la paciencia.
Las quiero!!
A leer!!
CAPITULO 42: DECISIONES
-¿Estás bien?- Le pregunté, mientras la ayudaba a meterse en su cama, en el hospital.
Conseguí jabón, champú y otros productos de higiene, con uno de los oficiales, para darle a Yulia una merecida ducha. La visita de Víctor la emocionó demasiado, a un grado que se enfrentó a todas sus lágrimas; avergonzándola un poco. La ducha la ayudó a desaparecer su tristeza, dejando limpio su rostro y su alma. Sonreí aliviada, sintiendo como su olor invadió mi nariz. Después de la ducha, su piel era de nuevo blanca, que en serio parecía otra persona. Esto se sentía, como si fuera un nuevo renacimiento para ella.
-¿Necesitas algo más? - Le pregunté en seguida.
Ella negó con la cabeza - Estoy bien. Gracias, Doc.
-Gracias a ti- le agradecí -Por escucharlo.
-Parece tan irreal que esté vivo, y que esté justo frente a mí.
Tomé sus manos - Lo sé. Sé que tienes mucho que hacer. Pero recuerda que está aquí por ti y que te ayudaremos en todo lo que necesites - Ella asintió con la cabeza - Fuiste tan valiente.
-¿Lo crees?
-Sí - confirmé - Se necesita mucho valor para perdonar, y mucho más para dejar ir.
Levantó la cabeza, y sus ojos se mantuvieron fijos en los míos - No soy valiente, Doc.
Sonreí.
-Gracias - Dijo de repente - Por todo lo que hiciste por mí - La abracé, dejando mi barbilla sobre su hombro - Gracias... por no rendirte - Solté una pequeña risa.
-A partir de ahora, estaremos bien - le aseguré - Es tarde. Debes descansar - Sugerí. -Mañana estaré aquí, temprano, ¿de acuerdo?
-Sí - Ella asintió.
-Nos vemos entonces, Yulia.
-Nos vemos, Nena.
Me reí, sintiendo mi alma totalmente tranquila. Gracias Dios, por hacer que todo saliera bien. Y gracias, porque esto finalmente terminó.
~~ * ~~
Era difícil creer, pero incluso al principio el invierno y con la nieve cayendo del cielo, el centro médico, era donde me sentía más abrigada y tranquila.
Entre Yulia y yo, ya no habían más malentendidos, ahora éramos mucho más claras entre nosotras.
Todos en el Asilo parecían notarlo; oficiales y doctores se acercaron a mí para hacerme saber que tanto Yulia como yo, lucíamos diferentes. Incluso, Nastya me dijo que me veía diferente; más confiada y a gusto con mí alrededor.
Por otra parte, aunque Yulia y yo éramos cercanas, mantuvimos nuestra distancia por seguridad, y para no permitir que nuestros gestos íntimos salieran a la luz. Respetamos nuestra política de una sesión por semana, y solo hablaba con ella, cuando estaba en su hora de almuerzo o recreación.
En realidad, a Yulia no le importó ese distanciamiento, además, ella misma decía que sería bueno para todos. Y en la primera semana, supe que habíamos tomado la mejor decisión. No fui consciente de cuánto me afectaba estar siempre a su lado, así que tener un poco de distancia, mejoraba nuestros estados de ánimo, como nuestra relación. Especialmente mi relación con mis compañeros de trabajo, ya que volví a hablar con Nastya, Bárbara y otros doctores a la hora del almuerzo, además de reunirme con mis amigas Jeny y Yarina fuera del trabajo. También fue bueno que cada vez que nos reuniéramos, Yarina trajera a Víctor.
A causa de varios hechos que sucedieron durante ese tiempo, los abogados tuvieron que posponer su visita por un par de semanas. Cuando Ruslan y Anatoli llamaron para confirmar su visita en la semana, aún sin darle la noticia a Yulia; y no queriendo guardar más secretos, aprovechaba la oportunidad para ganar más tiempo con nuestra sesión, a mitad de semana.
-Tengo, algo importante que decirte - dije controlando mi voz para no permitirme ninguna emoción. La sesión se había guardado, ya que Yulia acordó grabar sin ningún problema, y quería mantener la sesión lo más formal posible.
-¿Es algo bueno o malo?
-Son buenas noticias - Respondí, con una sonrisa.
-De acuerdo, dispara - Dijo, lista.
-Hablé con Víctor y presentamos tu caso a unos abogados - Ella frunció el ceño – Ruslan Gorbachov y Anatoli Lugoyev, al parecer son amigos de Víctor, y la buena noticia es que acordaron trabajar en tu caso y están interesados en venir al Asilo, este sábado, para hablar contigo.
Parpadeó, sin pronunciar ninguna palabra - Estamos emocionados con eso, ya sabes que tienes una oportunidad, para poder sacarte de aquí. Y sabes, has cumplido tu tiempo, y si cuentas tu historia, en realidad, las cosas estarán a tu favor.
-¿A mi favor?- Ella no parecía estar convencida.
-Sí, quiero decir, soy consciente de que no tengo a la residente perfecta y que causaste varios altercados, pero cambiaste, y llevas un buen comportamiento desde hace mucho tiempo, han pasado cinco o seis meses desde tu última vez que alteraste algo y tú puedes ayudarme. Si no te dejan libre, al menos, disminuirán tus años en el Asilo.
Hubo un silencio. Yulia se quedó pensativa un par de segundos y yo, daría cualquier cosa por saber qué estaba pensando. Ella cambió su peso en la silla, bajó la mirada a sus manos esposadas.
-¿Prefieres que ellos vengan en otro momento? - Pregunté, sin estar segura de por qué no parecía entusiasmada. Quiero decir, suponía que sería una gran oportunidad, y que estaría feliz de escucharlo.
-No sé cómo sentirme - Respondió honestamente.
-¿Por qué?
-¿Alguna vez, has estado en una encrucijada? - Preguntó de repente, con un tono un poco distante -¿Como, metafóricamente?- Fruncí el ceño -Ya sabes. Cuando tienes dos caminos y necesitas elegir uno para avanzar.
-Supongo que todos hemos estado allí – Respondí.
-Probablemente sí - Ella asintió.
-¿Qué pasa?
Ella giró su cabeza hacia la izquierda - Bueno, uno de esos caminos, podría... alejarme de este lugar, supongo.
-¿Y eso no es increíble?
-El otro camino... podría... - suspiró - Podría... quedarme aquí... y hacer lo correcto.
-¿Lo correcto?
Ella exhaló y giró su cabeza en mi dirección, sus ojos formaron una leve sonrisa y hubo una mirada de gratitud en ellos - ¿Podrías hacerme un favor?
-Sí, claro. ¿Dime?
-Saca a Masha de aquí - Mi corazón dio un vuelco - Ella no pertenece a este lugar. Ni Olga. Sácalas de aquí. Ellas… - Negó con la cabeza - No merecen estar aquí. No hicieron nada malo, y… - se aclaró la garganta - … se ha comportado mejor que yo. Sacarías a Masha de aquí, ¿cierto? Hace mucho tiempo, lo dijiste ¿recuerdas?- Asentí con la cabeza - Ellas no debían estar en un sitio como este. Y... ya es suficiente. Sufrieron demasiado. Esos abogados... llévalos con ellas y ayúdalas. Son niñas y son mucho mejor que yo. Solo ayúdalas... ¿por favor?
Saqué un pañuelo de mi bolso y limpié mis lágrimas -¿Y tú?
-Me quedaré aquí. Cumpliré mi condena como está. Está bien. Además, no es así como se supone que trabajarán en mi caso en un futuro, ¿cierto?
-Cobraban demasiado - dije.
Ella siseó -Lo siento, doc.
Negué con la cabeza.
-Hiciste muchas cosas por mí- dijo, haciendo que mis ojos la miraran fijamente -Estoy agradecida por todo. Pero no puedo... No puedo aceptar esto. No merezco tu dinero, es mejor que ayudes a una persona inocente.
-Masha no es inocente - le informé - Ella vendía drogas.
Ella rió entre dientes - Eso no es nada, Doc. Y usted lo sabe - Aparté la vista -Así terminan la mayoría de los jóvenes de las calles. Son las jodidas piezas del juego, del cual, no saben jugar. Masha y sus amigas no son diferentes de Víctor o nosotros. Un solo hombre mató a mis amigos.
Ambas nos miramos, y tragué saliva, mientras mi corazón se estrujaba.
-Fue mi culpa - dijo - No puedo estar bien mientras Masha se queda aquí por más tiempo. Sé que ella nunca me perdonará, que nunca lo olvidará, pero esta podría ser su última oportunidad y es lo mínimo que puedo hacer.
Asentí, mis manos temblaban - Está bien, Doc. Me comportaré como lo he estado haciendo. Y haré todo lo que usted me diga. O los oficiales. Y los directores. Estaré bien. Y luego... seré libre - La miré.
-Si eso es lo que quieres.
-No es lo que quiero. Es lo que debo hacer. Había escogido el camino izquierdo durante toda mi vida. Pero ahora, estoy tomando el camino correcto.
Exhalé y sacudí mi cabeza afirmando -Bien.
-Gracias, Doc.
~~ * ~~
-¿Estás enojada conmigo?- Preguntó y yo presioné el botón terminando la sesión. -¿Por los abogados?
Aparté la vista, sin saber qué decir. Mientras masticaba el interior de mis mejillas, un hábito que se parece al de ella, miré la grabadora y al verla, decidí ser sincera.
-Es solo que... no puedo entender por qué estás haciendo esto - dije, negando con la cabeza - Masha te odia y estás dispuesta a tomar tu única oportunidad de ser libre, para ayudarla ... - Ella torció los labios - Pensé que esto... iba a terminar - Me aclaré la garganta - Que finalmente serías libre y ...
-S ... - Me instó a continuar.
-Y vivirías conmigo- Añadí, fiel a mis sentimientos.
Ella suspiró.
-¿Qué te hace pensar que no quiero eso?
Me tomó un par de segundos darme la cuenta lo que significaban sus palabras. Mientras mi cerebro procesaba la información, mis ojos se encontraron con los suyos, y mi corazón latió con violencia dentro de mi pecho.
-Digamos... que tomaba esta oportunidad - Propuso - Digamos que acepto tu oferta con esos abogados, ¿qué pasaría?
-¿Serías libre?
-¿Y qué le pasaría a ... Masha?- Me preguntó mirándome fijamente pero no respondí. -Tú te quedarás aquí, mientras que yo sigo siendo una residente, ¿cierto?- Parpadeé. -Si soy libre, ya no trabajarás aquí. Masha... nunca tendrá otra oportunidad para salir. Y no es... justo - Encontré un poco extraño, cómo estaba siendo aficionada a la palabra “justo” en ese asunto.
-¿Esto es por la pelea que tuvieron? - Pregunté, curiosa. Yulia había estado más sensible después de su pelea, así que supuse que Masha había ducho aquella palabra que la marcó.
-Solo quiero pedirle perdón - Yulia apartó la mirada y sus ojos se humedecieron un poco - Ella no quería escucharme, y es comprensible Completamente. Yo tampoco lo querría, si yo fuera ella... Pero la cosa es... Que Nunca ha Hecho nada malo aquí dentro. Y tiene que despertarse todos los días en este maldito lugar, frente a nosotros, maldita sea... no es bueno para su salud, Doc - Una débil sonrisa, emergió en la esquina de mis labios - Ella es solo una niña. Ella no debe estar aquí. Y... esta puede ser su última oportunidad. Y creo... que por todas las cosas que hice... Yo no debo ser libre, mientras que ella quede aquí - Torcí los labios - Si contratas a esos abogados para Masha y Olga... - Ella asintió con la cabeza - Tendrán una gran oportunidad. Y tú, aún estarás aquí, ¿cierto? Y si estás aquí ahora, podemos trabajar en otra cosa acerca de mi caso. En otro momento. Puedo esperar, ya sabes. Soy buena para esperar. Puedo lidiar con este lugar un poco más de tiempo - Dijo segura - Pero definitivamente, no puedo... no puedo lidiar quitándoles con esta oportunidad y dejando que se pudran aquí dentro.
Y a pesar, de que mi corazón se estaba rompiendo por lo que ella me estaba pidiendo, había una pizca dentro, que se sentía orgulloso de ella. Siendo sincera, había algo de valentía en lo que yo, estaba haciendo. Pero también, algo de egoísmo. Yo quería que ella fuera libre, porque así, podía vivir conmigo. Quería que fuera libre porque quería verla lejos de este lugar, porque era el momento adecuado para que ella saliera.
Y necesitaba que Yulia me recordara, qué era, lo correcto.
-Está bien.
-Pero no le digas que fui yo - Dijo, y fruncí el ceño sin entender - No quiero que se sienta, que me deba algo. Ella no lo soportaría.
-¿Estás segura de esto?
Ella asintió -Si.
-De acuerdo.
-Gracias, Doc.
~~ * ~~
-¿Porque no quiere? - Víctor miró sorprendido mientras le explicaba la situación.
-Dijo, que quiere que los abogados tomen el caso de Masha.
-¿Quién es Masha?
Suspiré - Otra residente. Ella tenía una amiga, llamada Katya, su amiga de la infancia. Y desafortunadamente, Katya compartía celda con Yulia hacía un par de años. Ella era muy sensible en ese tiempo a cualquier cosa que pudiéramos hacer, Katya, no lo sabía. Oyó a Yulia decir el nombre de Domen una noche, e intentó provocarla al día siguiente, y Yulia terminó matándola... Uh... de una manera brutal - Reanudé la historia para él.
-Dios.
-Yulia parece arrepentirse de lo que hizo... intentó pedirle perdón a Masha, pero ella no quiso escucharla. Tuvieron una pelea, hace un par de semanas, y Yulia nunca volvió a ser igual desde entonces. Quiere ayudarla, en cierto modo - Levanté las cejas - Creo que esto, podría ser un indicio de su conciencia, y lo que hizo por sus crímenes, algo de lo que no se veía en el pasado.
-Quiero decir, Yulia siempre fue amable y agradable conmigo, pero en general, ella solía minimizar las muertes y los crímenes como si no fuera nada. Supongo que está aprendiendo a lidiar con sus consecuencias.
-Es algo bueno - dijo, asintiendo con la cabeza.
-Masha tiene otra amiga, su novia, Olga - Continué -Yulia quiere que las liberen. A ambas. Tienen un registro limpio en el Asilo. De otra manera, es casi seguro que pueden apelar a su libertad sin ningún problema.
-Hagámoslo entonces - Dijo, seguro - Si eso es lo que quiere Yulia, hagámoslo. Ayudemos a esas chicas a salir.
Yo suspiré, asintiendo con la cabeza, finalmente aceptando el trato.
~~ * ~~
Cuando las dos chicas entraron a mi oficina, Masha tenía su habitual rostro cargado de desinterés, pero Olga parecía estar un poco más entusiasmada cuando sonrió, me saludó y tomó la mano de Masha cómodamente. Los celos me golpearon un poco, porque ellas podían hacer lo que Yulia y yo, no podíamos.
-¿Qué es lo que quieres?- Masha fue la primera en romper el silencio. Su voz estaba cargada de un tono aburrido y frío.
-Masha ... - Su novia llamó su atención.
-Sé que ya no soy de tu agrado, Masha, y entiendo las razones.
Comencé. Mi corazón estaba un poco triste, porque ellas eran las que tenían esta oportunidad, no Yulia. Pero era su propia decisión y tenía que guardarla - Sé que te engañé y que hice cosas que te lastimaron. A ambas - agregué, sin olvidar que Olga también era amiga de Katya.
Suspiré - Pero yo.... Estoy dispuesta a cambiar eso. Te prometí, hace mucho tiempo, que te ayudaría en todo lo que necesitaras. Prometí que si te portabas bien, te ayudaría a salir libre, ¿recuerdas?
Ella frunció el ceño.
-Bueno, quiero hacerlo realidad. Quiero cumplir esa promesa y quiero ayudarte. Así que... contacté con un abogado - Sus ojos se levantaron cuando Olga se vio sorprendida por mis palabras - ... y ellos pueden trabajar en el caso de ambas.
-¿De verdad?- Preguntó Olga en estado de shock.
-Si. Las dos se han portado bien. Realmente no se puede ser mejor. Y entiendo que no hay lugar en el Asilo para ustedes. Así que tienen su reputación, así como sus registros limpios, podrían tener una gran oportunidad para ser liberadas.
Olga rió feliz, pero Masha tenía su rostro serio.
-Escuchaste eso, Masha... ¡¡podemos disfrutar de la libertad!
-¿Por qué haces esto? - Preguntó Masha - Apenas si recordabas que existía. Lo único que te importa, es esa reclusa tuya... ¿y ahora esto? ¿Cómo es que esto tiene sentido?
-Pero no les digas que fui yo. No quiero tener nada que ver…
Bajé la mirada - Mira, Masha... Sé que no he sido la mejor doctora. Y tienes razón, has perdido a los demás por Yulia todo este tiempo. Nunca habría sido así, pero lo fue. Y no estoy orgullosa de ello - Ella mantuvo su mirada fija en mí - Duele recordar que te he fallado. Sé que lo que hice, estuvo mal y fui egoísta. Pero, eh... - Cerré mis ojos, tratando de aliviar mi corazón. Yulia tenía razón. Masha es solo una niña. Ella no pertenece aquí. Y definitivamente se merece esta oportunidad más que ella -No necesito descuidarte por Yulia. No puedo olvidarte. No puedo dejarte atrás - Los dedos de Olga se tensaron sobre la mano de Masha - Así que te traje aquí, para disculparme por mi comportamiento y para decirte que tienes abogados que trabajarán en tu caso - Parpadeó, había sido su primer signo de reacción en ese momento - Vendrán el sábado para hablar contigo y con Olga... - le dije señalando a su amiga - Probablemente vendrán muchas más veces hasta que se puedan ir a la corte y apelen por su libertad, pero tenemos esperanzas. Quiero decir... ¿Quieren a los abogados?.
-¡Por supuesto que los queremos!- Habló Olga.
-También hablaron con el Dr. Boris y Lyudmila Shapovalova para poder tenerlas como mis pacientes - sonreí.
-¡Eso es increíble, Doctora Katina!- Olga sonrió alegremente.
-¿Qué hay de ti, Masha? ¿Estás de acuerdo? - Le pregunté.
Olga miró a su amiga y Masha todavía parecía no estar convencida.
-Todo lo que estoy diciendo, es completamente cierto. Lo juro - Agregué.
-¿No vas a abandonarnos de nuevo?
Negué con la cabeza - No, Masha. Me quedaré contigo. Hasta que puedas ser libre.
Y luego, ella asintió con la cabeza - Gracias, doctora Katina.
-Puedes llamarme Doctora.
-Gracias, Doctora - Dijo y sonreí.
Y sorprendentemente, había algo que se alivianó dentro de mí. Algo parecido, a un buen sentimiento. Y lo extraño de todo, es que algo me decía que ese sentimiento duraría mucho tiempo.
Ah!! Mañana les traigo una sorpresa también.
Un fuerte abrazo mis chicas y gracias por la paciencia.
Las quiero!!
A leer!!
CAPITULO 42: DECISIONES
-¿Estás bien?- Le pregunté, mientras la ayudaba a meterse en su cama, en el hospital.
Conseguí jabón, champú y otros productos de higiene, con uno de los oficiales, para darle a Yulia una merecida ducha. La visita de Víctor la emocionó demasiado, a un grado que se enfrentó a todas sus lágrimas; avergonzándola un poco. La ducha la ayudó a desaparecer su tristeza, dejando limpio su rostro y su alma. Sonreí aliviada, sintiendo como su olor invadió mi nariz. Después de la ducha, su piel era de nuevo blanca, que en serio parecía otra persona. Esto se sentía, como si fuera un nuevo renacimiento para ella.
-¿Necesitas algo más? - Le pregunté en seguida.
Ella negó con la cabeza - Estoy bien. Gracias, Doc.
-Gracias a ti- le agradecí -Por escucharlo.
-Parece tan irreal que esté vivo, y que esté justo frente a mí.
Tomé sus manos - Lo sé. Sé que tienes mucho que hacer. Pero recuerda que está aquí por ti y que te ayudaremos en todo lo que necesites - Ella asintió con la cabeza - Fuiste tan valiente.
-¿Lo crees?
-Sí - confirmé - Se necesita mucho valor para perdonar, y mucho más para dejar ir.
Levantó la cabeza, y sus ojos se mantuvieron fijos en los míos - No soy valiente, Doc.
Sonreí.
-Gracias - Dijo de repente - Por todo lo que hiciste por mí - La abracé, dejando mi barbilla sobre su hombro - Gracias... por no rendirte - Solté una pequeña risa.
-A partir de ahora, estaremos bien - le aseguré - Es tarde. Debes descansar - Sugerí. -Mañana estaré aquí, temprano, ¿de acuerdo?
-Sí - Ella asintió.
-Nos vemos entonces, Yulia.
-Nos vemos, Nena.
Me reí, sintiendo mi alma totalmente tranquila. Gracias Dios, por hacer que todo saliera bien. Y gracias, porque esto finalmente terminó.
~~ * ~~
Era difícil creer, pero incluso al principio el invierno y con la nieve cayendo del cielo, el centro médico, era donde me sentía más abrigada y tranquila.
Entre Yulia y yo, ya no habían más malentendidos, ahora éramos mucho más claras entre nosotras.
Todos en el Asilo parecían notarlo; oficiales y doctores se acercaron a mí para hacerme saber que tanto Yulia como yo, lucíamos diferentes. Incluso, Nastya me dijo que me veía diferente; más confiada y a gusto con mí alrededor.
Por otra parte, aunque Yulia y yo éramos cercanas, mantuvimos nuestra distancia por seguridad, y para no permitir que nuestros gestos íntimos salieran a la luz. Respetamos nuestra política de una sesión por semana, y solo hablaba con ella, cuando estaba en su hora de almuerzo o recreación.
En realidad, a Yulia no le importó ese distanciamiento, además, ella misma decía que sería bueno para todos. Y en la primera semana, supe que habíamos tomado la mejor decisión. No fui consciente de cuánto me afectaba estar siempre a su lado, así que tener un poco de distancia, mejoraba nuestros estados de ánimo, como nuestra relación. Especialmente mi relación con mis compañeros de trabajo, ya que volví a hablar con Nastya, Bárbara y otros doctores a la hora del almuerzo, además de reunirme con mis amigas Jeny y Yarina fuera del trabajo. También fue bueno que cada vez que nos reuniéramos, Yarina trajera a Víctor.
A causa de varios hechos que sucedieron durante ese tiempo, los abogados tuvieron que posponer su visita por un par de semanas. Cuando Ruslan y Anatoli llamaron para confirmar su visita en la semana, aún sin darle la noticia a Yulia; y no queriendo guardar más secretos, aprovechaba la oportunidad para ganar más tiempo con nuestra sesión, a mitad de semana.
-Tengo, algo importante que decirte - dije controlando mi voz para no permitirme ninguna emoción. La sesión se había guardado, ya que Yulia acordó grabar sin ningún problema, y quería mantener la sesión lo más formal posible.
-¿Es algo bueno o malo?
-Son buenas noticias - Respondí, con una sonrisa.
-De acuerdo, dispara - Dijo, lista.
-Hablé con Víctor y presentamos tu caso a unos abogados - Ella frunció el ceño – Ruslan Gorbachov y Anatoli Lugoyev, al parecer son amigos de Víctor, y la buena noticia es que acordaron trabajar en tu caso y están interesados en venir al Asilo, este sábado, para hablar contigo.
Parpadeó, sin pronunciar ninguna palabra - Estamos emocionados con eso, ya sabes que tienes una oportunidad, para poder sacarte de aquí. Y sabes, has cumplido tu tiempo, y si cuentas tu historia, en realidad, las cosas estarán a tu favor.
-¿A mi favor?- Ella no parecía estar convencida.
-Sí, quiero decir, soy consciente de que no tengo a la residente perfecta y que causaste varios altercados, pero cambiaste, y llevas un buen comportamiento desde hace mucho tiempo, han pasado cinco o seis meses desde tu última vez que alteraste algo y tú puedes ayudarme. Si no te dejan libre, al menos, disminuirán tus años en el Asilo.
Hubo un silencio. Yulia se quedó pensativa un par de segundos y yo, daría cualquier cosa por saber qué estaba pensando. Ella cambió su peso en la silla, bajó la mirada a sus manos esposadas.
-¿Prefieres que ellos vengan en otro momento? - Pregunté, sin estar segura de por qué no parecía entusiasmada. Quiero decir, suponía que sería una gran oportunidad, y que estaría feliz de escucharlo.
-No sé cómo sentirme - Respondió honestamente.
-¿Por qué?
-¿Alguna vez, has estado en una encrucijada? - Preguntó de repente, con un tono un poco distante -¿Como, metafóricamente?- Fruncí el ceño -Ya sabes. Cuando tienes dos caminos y necesitas elegir uno para avanzar.
-Supongo que todos hemos estado allí – Respondí.
-Probablemente sí - Ella asintió.
-¿Qué pasa?
Ella giró su cabeza hacia la izquierda - Bueno, uno de esos caminos, podría... alejarme de este lugar, supongo.
-¿Y eso no es increíble?
-El otro camino... podría... - suspiró - Podría... quedarme aquí... y hacer lo correcto.
-¿Lo correcto?
Ella exhaló y giró su cabeza en mi dirección, sus ojos formaron una leve sonrisa y hubo una mirada de gratitud en ellos - ¿Podrías hacerme un favor?
-Sí, claro. ¿Dime?
-Saca a Masha de aquí - Mi corazón dio un vuelco - Ella no pertenece a este lugar. Ni Olga. Sácalas de aquí. Ellas… - Negó con la cabeza - No merecen estar aquí. No hicieron nada malo, y… - se aclaró la garganta - … se ha comportado mejor que yo. Sacarías a Masha de aquí, ¿cierto? Hace mucho tiempo, lo dijiste ¿recuerdas?- Asentí con la cabeza - Ellas no debían estar en un sitio como este. Y... ya es suficiente. Sufrieron demasiado. Esos abogados... llévalos con ellas y ayúdalas. Son niñas y son mucho mejor que yo. Solo ayúdalas... ¿por favor?
Saqué un pañuelo de mi bolso y limpié mis lágrimas -¿Y tú?
-Me quedaré aquí. Cumpliré mi condena como está. Está bien. Además, no es así como se supone que trabajarán en mi caso en un futuro, ¿cierto?
-Cobraban demasiado - dije.
Ella siseó -Lo siento, doc.
Negué con la cabeza.
-Hiciste muchas cosas por mí- dijo, haciendo que mis ojos la miraran fijamente -Estoy agradecida por todo. Pero no puedo... No puedo aceptar esto. No merezco tu dinero, es mejor que ayudes a una persona inocente.
-Masha no es inocente - le informé - Ella vendía drogas.
Ella rió entre dientes - Eso no es nada, Doc. Y usted lo sabe - Aparté la vista -Así terminan la mayoría de los jóvenes de las calles. Son las jodidas piezas del juego, del cual, no saben jugar. Masha y sus amigas no son diferentes de Víctor o nosotros. Un solo hombre mató a mis amigos.
Ambas nos miramos, y tragué saliva, mientras mi corazón se estrujaba.
-Fue mi culpa - dijo - No puedo estar bien mientras Masha se queda aquí por más tiempo. Sé que ella nunca me perdonará, que nunca lo olvidará, pero esta podría ser su última oportunidad y es lo mínimo que puedo hacer.
Asentí, mis manos temblaban - Está bien, Doc. Me comportaré como lo he estado haciendo. Y haré todo lo que usted me diga. O los oficiales. Y los directores. Estaré bien. Y luego... seré libre - La miré.
-Si eso es lo que quieres.
-No es lo que quiero. Es lo que debo hacer. Había escogido el camino izquierdo durante toda mi vida. Pero ahora, estoy tomando el camino correcto.
Exhalé y sacudí mi cabeza afirmando -Bien.
-Gracias, Doc.
~~ * ~~
-¿Estás enojada conmigo?- Preguntó y yo presioné el botón terminando la sesión. -¿Por los abogados?
Aparté la vista, sin saber qué decir. Mientras masticaba el interior de mis mejillas, un hábito que se parece al de ella, miré la grabadora y al verla, decidí ser sincera.
-Es solo que... no puedo entender por qué estás haciendo esto - dije, negando con la cabeza - Masha te odia y estás dispuesta a tomar tu única oportunidad de ser libre, para ayudarla ... - Ella torció los labios - Pensé que esto... iba a terminar - Me aclaré la garganta - Que finalmente serías libre y ...
-S ... - Me instó a continuar.
-Y vivirías conmigo- Añadí, fiel a mis sentimientos.
Ella suspiró.
-¿Qué te hace pensar que no quiero eso?
Me tomó un par de segundos darme la cuenta lo que significaban sus palabras. Mientras mi cerebro procesaba la información, mis ojos se encontraron con los suyos, y mi corazón latió con violencia dentro de mi pecho.
-Digamos... que tomaba esta oportunidad - Propuso - Digamos que acepto tu oferta con esos abogados, ¿qué pasaría?
-¿Serías libre?
-¿Y qué le pasaría a ... Masha?- Me preguntó mirándome fijamente pero no respondí. -Tú te quedarás aquí, mientras que yo sigo siendo una residente, ¿cierto?- Parpadeé. -Si soy libre, ya no trabajarás aquí. Masha... nunca tendrá otra oportunidad para salir. Y no es... justo - Encontré un poco extraño, cómo estaba siendo aficionada a la palabra “justo” en ese asunto.
-¿Esto es por la pelea que tuvieron? - Pregunté, curiosa. Yulia había estado más sensible después de su pelea, así que supuse que Masha había ducho aquella palabra que la marcó.
-Solo quiero pedirle perdón - Yulia apartó la mirada y sus ojos se humedecieron un poco - Ella no quería escucharme, y es comprensible Completamente. Yo tampoco lo querría, si yo fuera ella... Pero la cosa es... Que Nunca ha Hecho nada malo aquí dentro. Y tiene que despertarse todos los días en este maldito lugar, frente a nosotros, maldita sea... no es bueno para su salud, Doc - Una débil sonrisa, emergió en la esquina de mis labios - Ella es solo una niña. Ella no debe estar aquí. Y... esta puede ser su última oportunidad. Y creo... que por todas las cosas que hice... Yo no debo ser libre, mientras que ella quede aquí - Torcí los labios - Si contratas a esos abogados para Masha y Olga... - Ella asintió con la cabeza - Tendrán una gran oportunidad. Y tú, aún estarás aquí, ¿cierto? Y si estás aquí ahora, podemos trabajar en otra cosa acerca de mi caso. En otro momento. Puedo esperar, ya sabes. Soy buena para esperar. Puedo lidiar con este lugar un poco más de tiempo - Dijo segura - Pero definitivamente, no puedo... no puedo lidiar quitándoles con esta oportunidad y dejando que se pudran aquí dentro.
Y a pesar, de que mi corazón se estaba rompiendo por lo que ella me estaba pidiendo, había una pizca dentro, que se sentía orgulloso de ella. Siendo sincera, había algo de valentía en lo que yo, estaba haciendo. Pero también, algo de egoísmo. Yo quería que ella fuera libre, porque así, podía vivir conmigo. Quería que fuera libre porque quería verla lejos de este lugar, porque era el momento adecuado para que ella saliera.
Y necesitaba que Yulia me recordara, qué era, lo correcto.
-Está bien.
-Pero no le digas que fui yo - Dijo, y fruncí el ceño sin entender - No quiero que se sienta, que me deba algo. Ella no lo soportaría.
-¿Estás segura de esto?
Ella asintió -Si.
-De acuerdo.
-Gracias, Doc.
~~ * ~~
-¿Porque no quiere? - Víctor miró sorprendido mientras le explicaba la situación.
-Dijo, que quiere que los abogados tomen el caso de Masha.
-¿Quién es Masha?
Suspiré - Otra residente. Ella tenía una amiga, llamada Katya, su amiga de la infancia. Y desafortunadamente, Katya compartía celda con Yulia hacía un par de años. Ella era muy sensible en ese tiempo a cualquier cosa que pudiéramos hacer, Katya, no lo sabía. Oyó a Yulia decir el nombre de Domen una noche, e intentó provocarla al día siguiente, y Yulia terminó matándola... Uh... de una manera brutal - Reanudé la historia para él.
-Dios.
-Yulia parece arrepentirse de lo que hizo... intentó pedirle perdón a Masha, pero ella no quiso escucharla. Tuvieron una pelea, hace un par de semanas, y Yulia nunca volvió a ser igual desde entonces. Quiere ayudarla, en cierto modo - Levanté las cejas - Creo que esto, podría ser un indicio de su conciencia, y lo que hizo por sus crímenes, algo de lo que no se veía en el pasado.
-Quiero decir, Yulia siempre fue amable y agradable conmigo, pero en general, ella solía minimizar las muertes y los crímenes como si no fuera nada. Supongo que está aprendiendo a lidiar con sus consecuencias.
-Es algo bueno - dijo, asintiendo con la cabeza.
-Masha tiene otra amiga, su novia, Olga - Continué -Yulia quiere que las liberen. A ambas. Tienen un registro limpio en el Asilo. De otra manera, es casi seguro que pueden apelar a su libertad sin ningún problema.
-Hagámoslo entonces - Dijo, seguro - Si eso es lo que quiere Yulia, hagámoslo. Ayudemos a esas chicas a salir.
Yo suspiré, asintiendo con la cabeza, finalmente aceptando el trato.
~~ * ~~
Cuando las dos chicas entraron a mi oficina, Masha tenía su habitual rostro cargado de desinterés, pero Olga parecía estar un poco más entusiasmada cuando sonrió, me saludó y tomó la mano de Masha cómodamente. Los celos me golpearon un poco, porque ellas podían hacer lo que Yulia y yo, no podíamos.
-¿Qué es lo que quieres?- Masha fue la primera en romper el silencio. Su voz estaba cargada de un tono aburrido y frío.
-Masha ... - Su novia llamó su atención.
-Sé que ya no soy de tu agrado, Masha, y entiendo las razones.
Comencé. Mi corazón estaba un poco triste, porque ellas eran las que tenían esta oportunidad, no Yulia. Pero era su propia decisión y tenía que guardarla - Sé que te engañé y que hice cosas que te lastimaron. A ambas - agregué, sin olvidar que Olga también era amiga de Katya.
Suspiré - Pero yo.... Estoy dispuesta a cambiar eso. Te prometí, hace mucho tiempo, que te ayudaría en todo lo que necesitaras. Prometí que si te portabas bien, te ayudaría a salir libre, ¿recuerdas?
Ella frunció el ceño.
-Bueno, quiero hacerlo realidad. Quiero cumplir esa promesa y quiero ayudarte. Así que... contacté con un abogado - Sus ojos se levantaron cuando Olga se vio sorprendida por mis palabras - ... y ellos pueden trabajar en el caso de ambas.
-¿De verdad?- Preguntó Olga en estado de shock.
-Si. Las dos se han portado bien. Realmente no se puede ser mejor. Y entiendo que no hay lugar en el Asilo para ustedes. Así que tienen su reputación, así como sus registros limpios, podrían tener una gran oportunidad para ser liberadas.
Olga rió feliz, pero Masha tenía su rostro serio.
-Escuchaste eso, Masha... ¡¡podemos disfrutar de la libertad!
-¿Por qué haces esto? - Preguntó Masha - Apenas si recordabas que existía. Lo único que te importa, es esa reclusa tuya... ¿y ahora esto? ¿Cómo es que esto tiene sentido?
-Pero no les digas que fui yo. No quiero tener nada que ver…
Bajé la mirada - Mira, Masha... Sé que no he sido la mejor doctora. Y tienes razón, has perdido a los demás por Yulia todo este tiempo. Nunca habría sido así, pero lo fue. Y no estoy orgullosa de ello - Ella mantuvo su mirada fija en mí - Duele recordar que te he fallado. Sé que lo que hice, estuvo mal y fui egoísta. Pero, eh... - Cerré mis ojos, tratando de aliviar mi corazón. Yulia tenía razón. Masha es solo una niña. Ella no pertenece aquí. Y definitivamente se merece esta oportunidad más que ella -No necesito descuidarte por Yulia. No puedo olvidarte. No puedo dejarte atrás - Los dedos de Olga se tensaron sobre la mano de Masha - Así que te traje aquí, para disculparme por mi comportamiento y para decirte que tienes abogados que trabajarán en tu caso - Parpadeó, había sido su primer signo de reacción en ese momento - Vendrán el sábado para hablar contigo y con Olga... - le dije señalando a su amiga - Probablemente vendrán muchas más veces hasta que se puedan ir a la corte y apelen por su libertad, pero tenemos esperanzas. Quiero decir... ¿Quieren a los abogados?.
-¡Por supuesto que los queremos!- Habló Olga.
-También hablaron con el Dr. Boris y Lyudmila Shapovalova para poder tenerlas como mis pacientes - sonreí.
-¡Eso es increíble, Doctora Katina!- Olga sonrió alegremente.
-¿Qué hay de ti, Masha? ¿Estás de acuerdo? - Le pregunté.
Olga miró a su amiga y Masha todavía parecía no estar convencida.
-Todo lo que estoy diciendo, es completamente cierto. Lo juro - Agregué.
-¿No vas a abandonarnos de nuevo?
Negué con la cabeza - No, Masha. Me quedaré contigo. Hasta que puedas ser libre.
Y luego, ella asintió con la cabeza - Gracias, doctora Katina.
-Puedes llamarme Doctora.
-Gracias, Doctora - Dijo y sonreí.
Y sorprendentemente, había algo que se alivianó dentro de mí. Algo parecido, a un buen sentimiento. Y lo extraño de todo, es que algo me decía que ese sentimiento duraría mucho tiempo.
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
Edad : 22
Localización : Buenos Aires
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Holaaaa que bueno q apareces, espero q te recuperes rápido de lo de la muela y disfrutes mientras de comer mucho helado. No puedo creer q solo queden 3 capítulos no me parece suficiente para lo q falta por pasar si es q logran quedar juntas no habrá detalles, es deprimente q ya terminara siento q falta aun el saber como será cuando julia salga y viva cosas con lena. En este capitulo también se sintió diferente la relación entre ellas. Bueno ha esperar a mañana a ver q pasará y la sorpresa
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hola espero que te mejores y sobre la historia está genial no se cual sea el final y no tengo idea de como acabe todo pero chica te has sacado un 10 y a esperar esos tres últimos capitulos
Enviado desde Topic'it
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
No más 3 capítulos...
Kamila- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 02/04/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hola chicas, tristemente es así. La historia se acabará y solo quedan (sin contar este) dos capítulos. Pero no quiero que estén tristes porque aun no saben como va a finalizar la historia y además, va a venir una en la que van a reír, sufrir y sobre todo, ver a Yulia en una faceta un tanto alocada, así que....
Les dejo un gran abrazo y un beso...
A leer!!!
CAPITULO 43: NUEVO AMANECER
Si hay algo mejor que tener a Yulia en buenos términos conmigo y con ella misma, es tener a Masha y a Olga como mis pacientes. Olga esa una chica tan brillante y burbujeante, que adhirió un poco de aire fresco a mi trabajo. Es el tipo de persona que me gusta cuidar y el hecho que hable inglés también, me agradó aún más, tanto, que de vez en cuando hablamos en inglés por el simple hecho de usar otro lenguaje. Es entretenido tener sesiones con ella, no puedo creer que me tomó tanto tiempo aceptarla y tenerla como mi paciente.
Por otro lado, aunque Masha parece desconfiar de toda la situación, cambió de parecer, al reunirse el sábado por la mañana, con los abogados Anatoli y Ruslan. Después de su primer encuentro, Masha sintió que su libertad era más real que nunca y fue entonces, que sus modales cambiaron conmigo.
Para ayudar aún más a las chicas, agregué una sesión adicional durante la semana. Los lunes, por supuesto, estaban única y exclusivamente reservadas para Yulia. Los martes y jueves, para Masha. Y los miércoles y viernes para Olga.
Y esto no solo me volvió más cercana a las chicas, sino que también me dio un poco de distancia con Yulia. La pequeña distancia que realmente necesitábamos. Era una distancia saludable, e incluso si se presentaron momentos en los que mi cuerpo ansiaban su contacto, aprendí a lidiar con ello.
Todo funcionaba bien en el Asilo y todos parecían sentirse más ligeros y optimistas con el rumbo que estaba tomando. E inclusive a los residentes. Aparentemente, la noticia de Masha, Olga y sus abogados les dieron esperanza a los residentes y la mayoría de ellos decidieron comportarse, ya que para algunos, ser libres no parecía inalcanzable. Muchos de los residentes comenzaron a recibir visitas de sus familias y amigos, además, como resultado del cambio, los oficiales mejoraron su trato hacia los residentes.
Solo había una cosa que aún no estaba bien, y me llevó a morderme literalmente las uñas. Fui directo al Archivero y encontré a la Oficial Ivanova con sus inconfundibles Pringles.
- ¿Puedo ayudarla, doctora Katina?
El hecho de que ella estuviera ocupando el lugar de Irina me preocupaba y mucho. Había pasado más de un mes desde que Irina tomó un descanso y continuaba sin dar señales de volver. Durante ese tiempo, no intenté reunirme con ella porque sentí que necesitaba su tiempo a solas, igual que Yulia, pero a medida que pasan los días y no escuchaba nada de Irina, comenzaron a brotar mis preocupaciones. No ayudó el hecho de que a veces mi propia mente me sacaba de quicio y recordaba las palabras de Yulia -Te ama, ya sabes... Irina -No sé si era cierto o si Yulia solo lo dijo para que yo me alejara. Ella siempre trató de alejarme cuando tenía problemas para lidiar con sus sentimientos. Si es verdad que Irina me ama... entonces ... ¿Qué debo hacer? ¿Hablo con ella? ¿La evito? No sé qué hacer. En mi opinión, nunca hubo un momento en el que Irina y yo pudiéramos desarrollar algún sentimiento romántico la una por la otra. Especialmente porque Irina siempre buscó salidas sexuales mientras que yo estaba tan metida hasta el fondo por Yulia. Nunca tuve otro sentimiento por ella, salvo la amistad y no puedo imaginarme como su novia; besándome o teniendo sexo con ella. Fue una imagen tan extraña, que inconscientemente, mi propia cara mostró el disgusto con la imagen.
Tampoco ayudó que la última conversación que tuvimos, haya sido acerca de una discusión por Yulia.
Tal vez necesitamos resolver este problema. Igual que Víctor luchó contra sus demonios y habló con Yulia, tal vez es hora de que hable con Irina.
-Sí, claro. ¿Puedes darme los archivos de Irina Smirnova, por favor?- Respondí a su pregunta.
-¿La oficial Smirnova? - Ivanova frunció el ceño -¿Por qué necesitas sus archivos? Ella no es ninguna interna.
Sonreí - Lo sé. Irina es mi amiga y necesito hablar con ella. Ha estado evitando mis llamadas y quiero hacerle una visita. ¿Puedes darme su dirección?
-Oh - Ivanova palmeó sus manos, retirando las migajas de las Pringles en sus dedos y se volvió para abrir el casillero azul detrás de ella. Cuando terminó de buscarlo, me entregó los archivos - Está bien, ahí tiene - dijo, ahora limpiando sus manos en su uniforme.
-Perdón por el desastre, estaba comiendo algunos bocadillos.
-Está bien, oficial - Desestimé, sonriendo. Busqué la dirección de Irina, y la copié en mi teléfono - Hecho. Gracias, Oficial Ivanova.
-De nada, doctora.
Ahora que tenía la dirección de Irina, todo lo que tengo que hacer, es ir a ella.
~~ * ~~
En el momento en el que Irina me abrió la puerta, mis ojos se agrandaron. Irina claramente estaba pasando por un mal momento; su cabello estaba desordenado y su rostro lucía un poco hinchado.
Llevaba pantalones holgados y claramente le traía sin cuidado su apariencia. Había un fuerte olor a alcohol proveniente de ella y todo lo que pude sentir fue lástima.
-Hola - Saludé, aunque mi voz sonó abatida.
-Hey, Doc - contestó con el mismo tono que el mío.
-¿Estás bien?
Ella suspiró cansada -¿Qué haces aquí?
-Tenemos que hablar, Irina - Se pasó los dedos por el cabello, disgustada, y se hizo a un lado permitiéndome la entrada.
-Como sea, bienvenida.
Parpadeé y caminé dentro de su departamento. Su piso estaba limpio y muy ordenado, pero tuve la sensación de estar en un lugar cerrado y deprimente. No ayudó nada el encontrar botellas de vodka en una esquina cerca del sofá.
-¿Quieres un trago?
-¿Qué? - Me volví hacia ella.
-¿Un trago de vodka?- Ofreció. Negué con la cabeza.
-No - dije, sintiéndome mal por la mujer frente a mí - Irina, ¿Quiero saber que tienes? ¿Qué pasó? ¿Por qué ya no vas al Asilo?
-¿Y cómo para qué voy a volver? No es como si me extrañaran - Respondió amargamente.
-¡Te extrañamos!
-¡Corte la mierda, doctora! Ya hablé con algunos oficiales. Todos dicen lo mismo. Que el Asilo está genial, con un mejor ambiente y que todos se portan bien.
-Bueno, sí, ¡Pero no se debe a tu ausencia! - Le expliqué - Es porque algo que sucedió durante tu descanso y fue precisamente eso, lo que provocó un cambio en el Asilo - Ella no parecía convencida y solo se tiró al sofá - Irina, ¿me estás escuchando? ¿Qué pasa? ¿Qué te cambió? ¿Por qué te tomaste unos días?
- Yo también soy humana - dijo, y no entendí a qué exactamente, se estaba refiriendo. -Me canso de las cosas, de las personas.
-Sí, por supuesto. No quise decir que no lo fueras. Simplemente no puedo entenderlo. Siempre te gustó trabajar para el Asilo y tu sueño siempre fue convertirte en la Directora, pero ahora estás aquí, atrapada en tu sofá, bebiendo vodka y viendo Netflix.
Apartó la mirada - Estoy cansada, Doc. Y solo quiero estar sola.
-Puedes hablar conmigo, Irina. Yo puedo ayudarte.
-No quiero hablar contigo.
-No puedes continuar así, Irina. Esto no está bien.
-¿Qué quieres que te diga?
-¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué pediste unos días? Fue tan abrupto... y no me dijiste nada...
-No tengo porque hacerlo. No importa lo que diga, siempre estarás del lado de la reclusa.
-¿Qué tiene que ver en esto Yulia?- Pregunté, sin entender por qué la trajo a la conversación.
-¿Cómo van las sesiones con la reclusa? ¿Todavía están follando bajo nuestras propias narices?
-¡Irina!- Controlé mi voz, intentado que sus palabras no me afectaran y nos hicieran discutir.
-¿Qué pasó con los abogados? ¿Finalmente la liberaste? - Cuestionó enojada.
-Los abogados no están trabajando para sacar a Yulia - Respondí. Y ella frunció el ceño.
-¿No?
-No. Están trabajando para Masha y Olga - Está vez sus ojos se abrieron por la sorpresa.
-¿Por qué? - Preguntó confundida.
Suspiré, sin humor para compartir que fue la misma Yulia, quien lo pidió así - Bueno, me di cuenta que Yulia no está preparada para reintegrar a la sociedad. Su camino es largo antes de lograr su recuperación y hay mucho por hacer con sus conflictos internos. Masha y Olga, por otro lado, están bien. No merecen estar en el Asilo y se han portado bien durante todo el tiempo. Además, solo son niñas. Ellas necesitan a esos abogados más que Yulia.
-En realidad... eso es conmovedor - Dijo ella.
-También me convertí en su médico, le pedí a Lyudmila tenerlas como mis pacientes. Tenemos sesiones dos veces por semana, y los sábados, reciben la visita de los abogados.
...
-El Asilo realmente cambió. La posibilidad de que Masha y Olga fueran liberadas parece darle una esperanza a los residentes y es por ello que empezaron a comportarse. Ahora los oficiales y los residentes están en una nueva página.
-Desconocía todo esto...
-Por supuesto, ya que no vas más al Asilo - Contesté. Ella apartó la mirada - Solo quiero entender que está pasando contigo. ¿Por qué nos estás evitando? ¿Por qué estás atrapada en tu sofá bebiendo vodka y mirando netflix?
Suspiró, tapándose la cara con las manos - Había tantas cosas sucediendo... No podía lidiar con tanto.
-¿Se trataba de Sonya? - Pregunté cautelosa. Sonya siempre fue un problema delicado para Irina.
-No...
-¿Estás segura?
-No... - Suspiró - No sé, Doc, realmente no me siento bien.
-Puedes contarme qué te está molestando.
-Muchas cosas me están molestando.
-Está bien, solo dime una de todas - Insistí.
-Sonya - Dijo, lo suficientemente bajo.
-Habías dicho que ya no te gustaba.
-Y es cierto... pero... - Ella negó con la cabeza - No sé doctora, no es tan fácil - Bajó la mirada - Sonya es alguien que no puedo olvidar.
-Irina...
-Es tan difícil y no sé por qué... - confesó - Tendría que ser fácil. Solo es una maldita puta. Pero no. Y hay algo dentro de mí que siempre la regresa. Me cansa. Me consume. Me enoja tanto - Su mano se posó sobre sus ojos, y su agotamiento era evidente.
-Lo siento...
Suspiró - Me gustaría tanto no sentirme de esta manera. Ni pensar como lo hago. Pero no puedo. Y al parecer, tampoco puedo seguir adelante.
-Eres como Yulia - Las palabras escaparon sin mi permiso. Y ella bufó sacudiendo la cabeza.
-Ves, todo se trata sobre reclusa.
-En verdad tienes problemas con ella - Lo dejé como un entendimiento repentino. Entonces, me miró con el ceño fruncido.
-¿Recuerdas lo que me hizo?
-Si. Lo recuerdo. Y por eso te digo que eres igual - Suspiré - No eres diferente a Yulia, cuando estaba en su propia lucha, por convertirse en la mejor de las heroínas - Irina no entendió mis palabras - Siempre pensando que todo era injusto, que no estaba bien. Siempre guardando esa sensación en su corazón. Esa sensación que no podía olvidar. Guardó ese sentimiento con cariño en su corazón, porque creía que era la única forma de lidiar con su pasado. Y que precisamente ese, la haría ganar. Que de alguna manera, igual que en un juego, ella tendría su victoria al final de todo.
Negué con la cabeza, llamando al hecho estúpido.
Irina mantuvo su mirada sobre mí - Ese sentimiento... la estaba consumiendo. Matándola y a todos a su alrededor y era incapaz de verlo. No podía dejarlo ir porque creyó que si lo hacía, significaba que estaba olvidando su pasado - Miré a Irina - No es así - recalqué - A veces, dejarlo ir, significa perdonar. A veces, solo significa enfrentarse a tus propios demonios. Y otras, solo significa hablar con la gente. Sinceramente.
Ella suspiró, con los ojos cerrados - Vamos... dime qué te está molestando -¬ Me acerqué a ella, tomando su mano. Me senté en el borde del sofá, y tragó saliva, recolectando todas sus fuerzas.
-Ver de nuevo a Sonya ese día... no sé, me dolió demasiado - Comenzó, y me entusiasmó verla decidida a abrirse a mí - Todo fue un desastre. Volkova me molestó, y luego Sonya diciendo todas esas cosas, y no sé... empecé a irritarme por todo - Estuve en silencio, escuchando sus dificultades - Pensé que quizás, tener unos días libres podría ayudarme.
-Y pronto esos días se convirtieron en semanas. Para luego darme cuente que en realidad, no estaba ayudando. Algo está creciendo dentro de mí... me enoja, me cansa y... - negó con la cabeza - es inquietante. Y tan difícil.
...
-Y por otro lado, estás tú con Yulia - Mi corazón no me engañó cuando decidió latir más rápido al escucharla - Maldita Yulia...
-Irina...
-Yo lo sabía, tú lo sabías. Estaba condenado a suceder de nuevo. Solo verte cerca de esa reclusa... supe que era cuestión de tiempo.
Tragué saliva - Lo siento.
-Pero creí...que podría detenerlo, ya sabes. Evitar que pasara de nuevo. Todo apuntaba, a que mi vida se volvía un deja vu. Un círculo sin fin, hiriéndome con las cosas mismas cosas que una vez dolieron.
Respeté su silencio y esperé que siguiera - No sabes cuántas veces... la dejé morir de hambre en la UES - Mi corazón cambió de ritmo - Cuantas veces le ordené a los oficiales que hicieran su vida miseria para que nunca viera la luz del sol.
-Y luego llegaste aquí. Y lo sabía. Sabía que eras lo que ella siempre buscó. En cuanto tuvieron su primera sesión, supe sin lugar a dudas, lo que ella tenía en mente.
-¿Escuchaste esa sesión?- Pregunté, más curiosa que nada. Recordé que Irina escuchaba las cintas, por lo que no había razón para enojarse con ella en este momento.
-Por supuesto que sí. Escucho cada sesión que tiene con sus médicos.
-¿Por qué?
-Quiero saber de qué habla, cómo se comporta, qué piensa, qué cosas hace ... por qué hace lo que hace ...
Eso es un poco raro. Dado que Irina odia a Yulia, ¿Por qué debería rodearse de lo que más odia?
-Y lo sabía.
-¿Sabías qué? - Le pregunté.
-Que todo este tiempo había estado esperando por ti. Una doctora como tú. Una doctora que pudiera sacarla. Sin duda, ella sabía que eras su oportunidad. Probablemente su única oportunidad. Y yo... no quería que tuviera su oportunidad.
-Irina ...
-Ella arruinó todo lo que tenía. Mi novia, mi relación, mi sueño... - No me molesté en defender a Yulia - Sin embargo... ella estaba allí, teniendo novias, relaciones y sueños. Era tan diferente a mí. Parecía que todo estaba funcionando bien para ella. Y por otro lado, yo estaba allí, recogiendo pedazos rotos de una prostituta que nunca me amó desde el principio.
Cerré mis ojos - Así que intenté evitar que ella alcanzara lo que quería. Si yo no podía tener nada en mi vida, esa reclusa tampoco podría. Pero sabía que sería inútil. Era solo cuestión de tiempo para que te enamorases de ella.
-Yo nunca lo quise - dije sincera - Por un momento, me atrajo solo su mente. No sé, siempre he estado un poco mal de la cabeza - Lo dije, sacudiendo la cabeza - Siempre me gustó ese tipo de personas. Yulia fue la primera persona que conocí, siendo así. Y fue tan... emocionante para mí. Fui desafiada a cada minuto por ella y sentí que estábamos jugando una carrera. Nunca antes me sentí de esta manera, pero fue... emocionante. Tener a Yulia allí, conmigo, me hizo creer que todas mis decisiones profesionales valieron la pena. Fue... -Cerré mi mano - Irreal. Y pude sentirme a mí misma... lentamente... enamorándome de ella. Sin embargo, no pude escapar. No quería escapar. Había algo dentro de mí... diciendo que continuara, que siguiera con ella. ¿Has sentido esa sensación?
-Sí - respondió.
-De siquiera me di cuenta... cuando me enamoré tan profundamente de ella. Fue tan repentino... tan involuntario... tan... espontáneo. Y nunca me sentí de esta manera.
-Debe sentirse bien - Dijo, captando mi mirada - Sentir eso por la gente.
-No, no lo es- repliqué -Es agotador, y te divide en pedazos. No es saludable - Ella rió por mi comentario.
-¿Aun sientes que valió la pena?- Nuevamente, llamó mi atención con esa pregunta - ¿Crees que valió la pena hacer todo lo que hiciste por ella?
Me tomó un tiempo responder -Sí. Valió la pena.
-¿Incluso, si ella solo sigue tomando más de ti?
-Ella no necesita tomar nada más - Dije, fiel a mis sentimientos - Empecé todo porque quería ayudarla. Ella no me pedio nada. Y solo porque la ayude, no significa que me deba algo. O que debe corresponder a todo lo que hice. Todo lo que siempre quise, es que me diera su confianza. Y la verdad, sobre su yo verdadero. Porque no importa cuántas veces me cuente bromas o lance palabras sarcásticas, sé, que de quién me enamoré, no es de su personaje bromista sino de Yulia. La Yulia detrás de esa máscara. La que encontré en la lluvia aquel día. La que no quería dejarme ir, porque no quería sentirse abandonada de nuevo. La que lloraba porque finalmente se reunía con su hermana desde hace mucho tiempo. La que me besó porque no podía traducir sus sentimientos en palabras. Esa, es la Yulia que amo. Y la Yulia que es todo, menos una asesina.
Ella me observó por un momento, y sentí que era la primera vez que Irina, aceptaba esas palabras. Siempre había escuchado mis diálogos interminables sobre Yulia y mis sentimientos por ella, pero Irina siempre los ignoró o me restaba importancia como a una tonta. Esta fue la primera vez que no pareció juzgarme. Se sentía bien tenerla allí, solo escuchando y asimilando mis palabras.
-En verdad la amas - Comentó y asentí.
-Sí, así es. Sé que soy estúpida por amarla, pero lo hago.
Ella asintió - Tiene suerte - Dijo, girando la cabeza hacia a otro lado - Tiene suerte de tener a alguien allí, amándola, alguien como tú.
Y luego decidí golpear la bala que estaba atrapada en mí cabeza.
-Yulia me dijo algo - comencé exhalando - No sé si es verdad o si ella solo lo dijo porque estaba tratando de apartarme.
-¿Qué te dijo?
-Me dijo... - Cerré los ojos, mis manos se cerraron con ansiedad - Que tu... podrías tener... sentimientos por mí... - No pude mirarla a los ojos -¿Es verdad?
-No - Ella respondió, su voz un poco distante, y terminé por abrir los ojos.
-¿En serio?
-Sí.
-Entonces, ¿por qué... me dijo eso?- Pregunté confundida e inmersa en mis propios pensamientos.
-¿Estaba tratando de alejarte?- Ella devolvió y parpadeé. Sin embargo, nunca sentí que Yulia mintiera al respecto.
-Sí, tal vez...- dije, no muy convencida.
-Le gusta jugar con nuestras mentes - dijo Irina y eso realmente terminó de convencerme - A esa interna... no deberías creerle nada de lo que dice.
-¿Ustedes tuvieron una pelea o algo así?- Pregunté curiosa. Se movió incomoda en el sofá y eso me dio la respuesta -¿Qué sucedió?
Ella suspiró -¿Recuerdas a ese recluso que fue asesinado y colgado al revés?- Confirmé - La acusé de matar a ese hombre.
-No fue ella. Fue otro recluso.
-Lo sé. Pero la acusé de ser la asesina, ¿recuerdas?
Asentí con la cabeza.
-Me enojé tanto ese día. Dije e hice cosas... en ese momento, que fue realmente desagradable. Estaba tan enojada con todo, que incluso te di una bofetada.
-Está bien, ya no duele - Para ser sincera, creo que no me dolió porque estaba más preocupada por Yulia, que por mí ese día.
Ella negó con la cabeza - Estaba tan mal que eso provocó mi reacción. No sé qué me pasó para tratarte así.
-Está bien, Irina - Intenté consolarla - Entiendo que fue difícil para ti.
-Lo siento, Doc, no sé qué diablos está mal conmigo - dijo, completamente avergonzada.
Entonces tomé su mano.
-Odio a esa reclusa y no puedo entender por qué todo le estaba funcionando a la perfección. La dejé en la UES porque quería apartarla de ti. No quería que tuviera un escape. Y menos esperanza.
-Irina...
-Una vez que descubrí que ella no era la culpable, sentí vergüenza. No estaba feliz de la forma en la que manejé la situación. Y fui a la UES, por haberla tratado mal ese día. Por cómo te traté. Por herirte como lo hice - Mis dedos se calentaron.
-A ella no le gustó lo que hice. No le gustó que te haya lastimado - Irina evitó mis ojos - Y me dijo cosas.
-¿Qué cosas?
-Cosas que... ya no importan ahora.
-Por supuesto que sí.
-No ya no.
-Irina...
-Todo lo que sentí fue humillación y vergüenza. Había algo en mí, que decía que ella no se equivocaba. Y luego, tuve miedo. Por primera vez, le tuve miedo - Hizo una pausa, y respeté su silencio - Nunca le tuve miedo, ¿sabes? Incluso, sabiendo de lo que es capaz. Pero en ese momento en particular, tuve miedo. Porque sentí que todo lo que teníamos entre nosotras, ya no estaba allí - dijo y fruncí el ceño. ¿Por qué esto, me estaba dando una sensación diferente?
-No sé lo que era, pero sentí... que ya no estábamos en la misma línea - Mi corazón latió más rápido.
-Ella lo destruyó todo. Mi novia, mi relación, mi sueño... - Lo dijo de nuevo - Sin embargo... - La pequeña pausa me puso ansiosa - Yo no podía destruir a su novia, su relación, ni a sus sueños.
Mis oídos zumbaron - Ella estaba allí, enamorando a la gente con sus bromas y risitas - dijo amargada - Después de todo lo que ella me hizo... en ese Asilo... tú estabas ahí... buscando un abogado. Como si no fuera suficiente lo que me hizo, tú estuviste allí... encontrando abogados para liberarla. Y yo no sabía qué decir.
-Me sentí traicionada. Irrelevante y pequeña... porque después de todo lo que hizo, aun podría ser libre. Y eso me hizo enojar - Exhaló, aliviando su pesar - Muy enojada... No sentí que fuera justo. No sentí que estuviera bien. ¿Era justo? ¿Cómo era posible que esa reclusa fuera liberada después de todo? ¿Cómo podía tener abogados trabajando para ella? ¿Cómo puede tener gente dispuesta a arriesgar todo por ella? ¿Por su felicidad? ¿Por su... libertad? ¿Cómo es posible que sea libre? ¿Cómo es posible que deje el Asilo…
Mis oídos parecían no estar escuchando lo siguiente que dijo, porque había un molesto pensamiento cruzando mi mente. Cuanto más lo pensaba, más sentido tenía. Quizás todas las dificultades que Irina lleva con ella, están relacionadas con esta línea plateada. Pasó la mayor parte de su vida en el Asilo. Está conectada con ese lugar más que cualquier otro. Y de alguna manera, está más conectada con Yulia que cualquier otra persona. Más que su propia ex novia, Sonya. Y para cuando hice la pregunta, ni siquiera me di cuenta de haberla pronunciado en voz alta. Era una pregunta que hasta ese momento, nunca pasó por mi cabeza. Era una pregunta inocente, que no tenía ningún otro significado detrás. Fue casi una repentina comprensión, que llegó demasiado tarde y demasiado rápido.
-¿Te gusta Yulia?
Ella frunció el ceño, sin comprender la pregunta -¿Qué clase de pregunta es esa? Tú sabes que no. Odio a esa maldita reclusa...
-No me refiero románticamente - expliqué, deteniendo sus pensamientos fuera de sí. Y realmente no lo quise decir de esa manera - Quiero decir... si te gusta. Como persona. Si ella te agrada - Ella me miró como si estuviera loca -¿Te gusta Yulia? - Repetí la pregunta, esta vez con firmeza.
-¿Alguna vez te agradó Yulia? - guardó silencio -¿Ser...su amiga? ¿Te gustaría... tenerla como amiga? ¿Nunca quisiste que fuera tu amiga? - Ella permaneció en silencio.
-Si Yulia finalmente es liberada del Asilo... ¿La ... la extrañarías?
~~ * ~~
Para cuando sus ojos parpadearon y una lágrima rodó por su mejilla, debido a la repentina comprensión, supe la respuesta. Suspiré, sonriendo, porque finalmente habían encajado todas las piezas. Y tal vez Irina, por su propia cuenta, también lo entendió. Era una relación complicada entre las dos, ambas lastimándose, pero también había un sentimiento de camaradería entre ellas, que Irina no parecía saber que tenía. Es difícil para ella aceptarlo, porque Yulia se llevó a su novia, de la forma en como lo hizo.
Pero tal vez, todas las complicaciones que lleva Irina, están relacionadas con esa línea tan delgada que está conectada con Yulia, más que con Sonya. Y no es exagerado pensar que Irina podría extrañar a Yulia. ¿Y cómo no iba hacerlo? La mujer que siempre estuvo presente allí, ahora estaba a un paso de salir... Toda su vida en el Asilo, siempre ha estado acompañada por la presencia de Yulia. ¿No se sentiría vacío el lugar, después que su némesis sea liberado?
-Eso... no... tiene ningún sentido - Dijo, aun estupefacta por todo.
Me reí - Tiene más sentido de lo que piensas - dije consolándola - Sabes...- Mis ojos se apartaron de su rostro y miraron al techo - Los sentimientos humanos... son muy complicados. Sentimos mucho. Entendemos muy poco. E incluso si los entendemos, a veces, simplemente no queremos aceptarlo - Exhalé - A veces, quieres engañar a tu mente, a tu corazón, pensando de cierta manera. Pero no funciona así. La vida es tan irónica, se necesita tristeza para saber qué es la felicidad, ruido para apreciar el silencio y ausencia para valorar la presencia.
-Hay mucho de tu vida en el Asilo, que está limitado a Yulia. Es natural que sientas una especie de camaradería con ella.
-Pero eso es... tan incorrecto - Comentó.
Me reí - No hay nada de malo en ello. Mal... - La miré a los ojos - ... es mantener este resentimiento dentro de ti por tanto tiempo. Si continúas de esta manera, siempre vas a correr en círculos, teniendo tú deja vu, constantemente.
Me miró atenta - Dime algo - comencé - Si Yulia se queda en ese Asilo para siempre. Si es arrojada a la UES y nunca vuelve a ver la luz del día. Hasta que un día descubres que murió de hambre... ¿Realmente te haría feliz?
Ella tardó un par de segundos en responder.
-Supongo que no.
Sonreí, contenta por su respuesta - Si te gusta Yulia... - seguí - Deberías decírselo.
-Yo no…
-Deberías aceptar las cosas - La interrumpí - Aceptar las cosas... Nuestros sentimientos... Ese, es el primer paso para conocerse mejor a uno mismo. Es el primer paso para resolver nuestros problemas - le dije con calma - Incluso... si no pensamos de esta manera.
-Los momentos decisivos de tu vida, no serán necesariamente lo que te suceda, sino también serán las cosas que tú haces. Estar equivocada. Arregla las cosas. No te aferrares a las cosas. Ya dejarlas ir - le dije mirándola a los ojos - No puedes seguir regresando a tu pasado, a Sonya, solo porque es familiar, Irina. Sí, es tentador, pero eso, es gran un error.
...
-No puedes comenzar el siguiente capítulo, si continuas releyendo el mismo capítulo - Dejó caer una lágrima silenciosa.
-Si Yulia, una infame criminal puede soltar sus cadenas... ¿Por qué tú no puedes, Irina Smirnova? La oficial que inculca la justicia y el derecho.
~~ * ~~
Ese sábado, en el que Irina se reunió con Yulia, no como oficial, sino como visitante, fue cuando supe que la disputa entre Irina y Yulia, estaba a punto de resolverse para siempre.
-Tan de repente, tengo un montón de visitas... - comentó Yulia, entretenida por la cantidad de visitas que estaba teniendo. Ese sábado, Víctor también estuvo conversando una hora con Yulia. Ahora que son conscientes de la existencia el uno del otro, Víctor decidió visitar a Yulia cada vez que podía. No solo era una forma de acercarse a su vieja amiga, sino también era darle un mensaje a Yulia, para decirle fuerte y claro, que no está sola.
Irina no llevaba su uniforme, y eso marcó una gran diferencia tanto en su comportamiento como en el de Yulia. Ayudó a que Yulia no fuera capaz de remover nada, ya que al parecer, notó que a Irina no le importaba demasiado sus bromas.
-¿No vas a enojarte? - Preguntó Yulia, inconsciente. Y es que acababa de lanzar una broma sobre Sonya, e Irina no se molestó.
-No, en realidad me gusta escuchar tus bromas - Irina respondió haciendo que Yulia se recostara en su silla.
-¿Incluso si se trata de Sonya?
-Hm, realmente no me importa - Yulia me miró, confundida. Sus manos se movieron con un gesto de “estar loca”. Y me reí.
-¿Qué? - Preguntó Irina, una sonrisa apareció en su rostro.
-Hey, ya no eres graciosa - dijo Yulia, mirando hacia otro lado. E Irina se rió del gesto.
-Si alguien me hubiera dicho que es tan fácil desanimarte, lo hubiera hecho desde hace mucho.
-Bueno, gracias a Dios, nunca te diste cuenta - Yulia le replicó - Mis días habrían sido más miserables.
-¿Quién lo habría pensado, eh?
-Así es, ¿Quién lo habría pensado? - Yulia estuvo de acuerdo - Entonces... - suspiró, fijando su postura en la silla - ¿Cuándo volverás de tus vacaciones?
Irina se rió entre dientes - No volveré.
Yulia y yo nos quedamos con los ojos ampliamente abiertos -¿Qué?- Preguntamos al unísono.
Irina asintió con la cabeza - Sí, no voy a regresar.
-¿Por qué no?- Pregunté, en shock completamente -¿Te despidieron?
Negó con un gesto de su cabeza - No. Yo renuncié - Respondió sin dudarlo.
-¿Irina?
Ella exhaló, encontrándolo gracioso de alguna manera - Tenías razón, Doc - Dijo, mirándome - Me presioné para seguir atrapada en el pasado, todo este tiempo. Me tomó el peaje. Demasiado - Giró su cabeza - Sabes, cuando vine aquí, pensé que era una persona muy importante. Un oficial de correccional muy importante. Y eso me llevó a creer que era la persona adecuada para ser la Directora. Pero en realidad no lo soy. No soy una persona muy importante. Ni siquiera soy una persona importante. Solo soy una pequeña persona dentro de una zanja, que está resentida por como acabó su vida - Suspiró - Creo, que solo quería una salida, para aliviar mi rencor por lo que Sonya me hizo. Y el objetivo más fácil, fue Volkova.
-La próxima vez, busca un saco de boxeo en lugar de mí persona - Irina sonrió.
-Me di cuenta que estar atrapada aquí, en el Asilo, me estaba agotando más que nada. Y eso no fue por mi trabajo como oficial, sino más bien, a cómo estaba tratando a todos los demás, incluyéndome a mí.
-Y tienes razón - dijo, encogiéndose de hombros - No puedo pasar al próximo capítulo si sigo leyendo el mismo. Así que decidí triturar el libro por completo y comenzar uno nuevo - Sonreí, feliz por su perspectiva.
-¿Qué hay de tu sueño de ser Directora en el Asilo? - Preguntó Yulia, curiosa. Y fui capaz de notar, un poco de tristeza en su tono.
- Giro de la trama - Yulia parpadeó. Irina rió entre dientes - Sabes, hay cosas en la vida que no planificamos. Y está bien si no van de acuerdo con el plan. Sí, tuve el sueño de convertirme en la Directora, pero las cosas continúan y la gente sigue adelante, y... - Miró a Yulia - Cambiamos. A veces, no tener un plan, y no seguir un plan, es donde puedes encontrar tu camino - Sentí mis manos calentándose poco a poco - Tomé el camino correcto toda mi vida, ¿sabes? Pensé que me había llevado a algún lado. Y solo terminé en un lugar, que no me estaba haciendo bien. Así que ahora, dejaré de caminar el camino de la izquierda, o de perderme, o incluso de correr en círculos gritando.
-¿Qué estás haciendo Irina Smirnova? ¿Estás loca?
Yulia sonrió y sentí mi corazón más cálido. Y pronto, mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Eso es lo que necesito - Dijo convencida. Vi a Yulia asintiendo con la cabeza, entendiendo sus luchas - Lo siento - Irina se disculpó - Por cómo te traté todos estos años. Y ese día.
-Está bien - Yulia le quitó importancia.
-Te di momentos muy difíciles.
-Es comprensible. Me cogí a tu novia - dijo. Y por un segundo pensé que Irina se enojaría.
-Sí, lo hiciste - Suspiró - Perdón por no haberte dado a alguien mejor.
Yulia rió entre dientes seguida de Irina - Lo siento - dijo Yulia, después de un par de segundos - Por las cosas que dije e hice. Supongo que ambas tuvimos nuestra parte de culpa.
-Tú más que yo - Replicó Irina, haciéndome reír. Y Yulia esbozó una sonrisa.
-Te voy a extrañar, oficial.
Los ojos de Irina brillaron con lágrimas -Yo también te extrañaré, residente.
Ambas se miraron la una a la otra, asintiendo con la cabeza al mismo tiempo. Porque finalmente, se reconocían como personas reales.
Cuando Irina se levantó de su silla, me sonrió. Su rostro, ahora, completamente libre de cualquier preocupación o culpabilidad. Realmente parecía lista para comenzar su nuevo camino y todo lo que podía sentir, era orgullo dentro de mí. Me alegré mucho ver, que está en paz consigo misma y con su vida.
-Ah, oficial Smirnova... - llamó Yulia, ahora de pie.
-Sí... - Se volvió hacia Yulia.
Yulia se giró para mirar a Irina - Eres bonita - Ese piropo provocó que Irina levantara una de sus cejas.
-Cuando estás siendo tú misma... Realmente eres bonita - Irina sonrió.
-Gracias, Volkova. Cuídala bien - Irina hizo un gesto con la cabeza hacia mí.
Yulia asintió - Lo haré.
...
...
-Adiós, Irina.
...
-Adiós, Yulia...
~~ * ~~
Para cuando Irina me abrazó fuera de las puertas del Asilo, fue el momento en el que la realidad me golpeó.
-No puedo creer que realmente dejes el Asilo.
Ella se encogió de hombros - Bueno, las aves necesitan aprender a volar - Sonreí.
-¿Estás segura?
-Hm, completamente - Asentí - El Asilo no es para todos. Afectó mi vida de una forma desagradable. Así que de ahora en adelante, no dejaré que me afecte nunca más.
-Estoy feliz por ti – declaré - Y estoy orgullosa... de que tú y Yulia hayan quedado en paz.
-Dile a esa enana, que se porte bien o voy a venir a patearle el trasero.
Solté una risita - No te preocupes. Yulia se comportará a partir de ahora.
-Si necesitas algo, solo llámame-. Añadió, lo que me hizo sentir más ligera.
-Si necesitas hablar, no te alejes de mí.
Ella chasqueó su lengua - Lo tendré en cuenta - Ambas sonreímos. El pequeño silencio entre nosotras, hizo su trabajo para traducir lo que estábamos sintiendo.
-Aah, y buena suerte... -dijo - Con Masha y Olga. Realmente se merecen una segunda oportunidad.
Sonreí, asintiendo con la cabeza.
-Nos vemos, doc.
-Nos vemos, Irina.
~~ * ~~
Cuando Anatoli y Ruslan decidieron enviar la apelación de Masha y Olga a la corte; a un par de meses después que Irina decidió renunciar, puso a todo el Asilo ansioso. Era como si cada persona dentro de esas paredes, las animara y apoyara su causa. Los residentes, los oficiales y los médicos siempre estaban preguntando.
Los abogados necesitaban tener tres instancias de jurado antes de ir al juicio final. Siendo elegida para ser su “tutora”, un rol elegido por los abogados, me pidieron que asistiera a todas las instancias, a lo cual Boris Putín aceptó y firmó los documentos aceptando la petición. Víctor se aseguró de asistir al último juicio también, ya que se encariñó con las chicas cuando supo que Yulia quería que los abogados las ayudaran.
Y cuando la sentencia fue declarada y todos escuchamos que Masha y Olga, eran libres; todo lo que pude sentir fue un enorme alivio. Ruslan y Anatoli estaban celebrando como un club de fútbol ganando un título de campeonato, y Víctor no perdió el tiempo para abrazarme.
-Ganamos, doctora - Dijo, pero mi audición no estaba enfocada. Había tantos sentimientos dentro de mí que parecían entumecer todos mis otros sentidos.
Todo salió bien.
Gracias a Dios todo está bien.
~~ * ~~
-Gracias por todo lo que hizo por Masha y Olga, doctora Katina - Ivanova me dio las gracias, después que la noticia se extendió. Todos sabían que Masha y Olga finalmente recuperaron su libertad. Para una penitenciaría que tenía la fama de “nunca dejar salir a los residentes”, seguro que cambió por completo al lugar.
-De nada, oficial.
-Son niñas muy simpáticas, ¿sabe?- Dijo y me reí ante su comentario, porque Ivanova no era mucho mayor que ellas para llamarlas niñas - En verdad necesitaban una segunda oportunidad.
Estuve de acuerdo.
-¿Las conoces?- Pregunté curiosa.
Ella infló sus mejillas - Solía tener turnos alrededor de sus sesiones. Y antes que usted se convirtiera en su médico, Misha y yo fuimos los oficiales que las escoltaban a sus sesiones.
-Ahh... -Asentí con la cabeza, entendiendo -Entonces eres su amiga.
Ella puso sus manos en sus bolsillos -¡Ish!
Me reí - Está bien, oficial, ahora son libres. Ya no es un problema ser su amiga - le informé y ella rió, aceptando mis palabras.
-Sí, claro - Dijo llena de confianza.
-¡EL AUTOBÚS HA LLEGADO!- El oficial MacCubbin entró corriendo, gritando con entusiasmo - ¡EL AUTOBÚS HA LLEGADO!- Anunció riendo y abrazó a la oficial Ivanova en el proceso.
El Bus de Transporte Penitenciario finalmente llegó para sacar a las chicas. Serian conducidas a la Policía de Moscú; en el Departamento de la Estación de la capital, donde verían a Anatoli y a Ruslan, para después de una ronda de documentos policiacos, esperaran que sean firmados por el comisionado, y que en todas sus formas legales, serán libres de cualquier gasto. También están obligadas a recibir un fondo de asistencia de 500,000 rublos por mes durante aproximadamente seis meses, cada una, para ayudarlas a adaptarse a la sociedad. Aunque eso no es mucho, es el comienzo que necesitaban.
Si alguna vez sentí resentimiento porque Masha y Olga tuvieran esa oportunidad en lugar de Yulia, se fue por completo cuando Olga me abrazó, agradecida por todo. Sonreí, sintiéndome cálida por dentro, mientras sus brazos permanecían alrededor en un fuerte abrazo.
-Gracias, doctora.
-De nada, Olga-
Sus lágrimas de alegría no engañaban a nadie e incluso me reí cuando Masha le dijo que dejara de llorar frente a todos.
La oficial Ivanova vino hacia nosotras con dos bolsas en la mano, y las dejó a los pies de Masha y Olga.
-Ahí lo tienes, todas sus cosas están ahí - dijo la oficial Ivanova, feliz y emocionada - Aunque no era mucho.
-Está bien, Oficial, gracias por todo - Masha le dio las gracias.
-Ok. ¿Algo más que necesiten? - Preguntó ella.
Ambas chicas negaron con la cabeza.
-Bueno, entonces... - comencé a decir - Supongo, que es hora de marcharse - Las alenté a subirse al autobús.
-Gracias, doctora - Olga lo dijo de nuevo, colocando su bolso en su hombro. Asentí con la cabeza.
-Nos vemos, Olga - La oficial Ivanova agitó su mano, sonriendo.
Olga devolvió el gesto -¡Ahora que Masha y yo somos libres, podemos verla cuando tenga días libres!
-¡Por supuesto!
-Y no te olvides de llamar a Misha.
-No lo haré.
-Nos vemos entonces, Oficial Ivanova.
-Nos vemos...
-¿No vienes, Masha?
Busqué a Masha y la vi completamente vuelta hacia mí, su bolso gris sobre sus hombros, y la cara en un serio desprecio.
-¿Masha?
- ¿Masha? - Lo dejé salir, confundida por su gesto.
...
- ¿Qué pasa?
El silencio me envolvió cuando ella me abrazó, tan de repente. Con tanta fuerza que terminé dando un paso atrás. Mi corazón latió fuerte y mis ojos brillaron con lágrimas. No pronunciamos alguna palabra y no creo que fuera necesario, ya que lo entendimos.
Había mucho consuelo en ese abrazo, tanto para mí como para Masha y sabía que todos habíamos hecho lo correcto.
No sabía cuánto tiempo nos permitíamos estar así, pero era necesario que el conductor del autobús nos llamara para separarnos. Olga la estaba esperando en las escaleras del vehículo, sonriendo, con su bolso aun sobre los hombros.
-Vamos, Masha, o ustedes van a llegar tarde - La oficial Ivanova se apresuró a subir.
Me reí y miré a Masha una vez más - Es hora de que te marches - Ella sonrió, tímidamente, yendo hacia el autobús.
-Gracias, doctora - Dijo en las escaleras - Por todo.
Solo asentí con la cabeza en reconocimiento. Y cuando el autobús comenzó a moverse, sentí que una tonelada era apartada de mis hombros.
-¡Nos vemos, oficial Ivanova!- Olga gritó desde la ventana.
-¡Nos vemos, Olga! - Gritó la oficial.
-Si te cansas de este lugar, llámanos.
-¿Cómo podría? ¿No tengo su número? - Gritó la oficial Ivanova y me reí entre dientes.
-¡Oh, bueno, cuando tengamos uno, te lo haremos saber!
-¡Esta bien!
-¡Adiós, doctora! - Olga gritó desde la ventana.
-Adiós, Olga - Me despedí.
-Adiós, Masha - Murmuré feliz, por ellas. Realmente les deseé buena suerte a ambas. Y realmente esperaba que vivieran su vida como debe ser.
Mientras el autobús se alejaba más del Asilo, exhalé, aliviada.
Ahora, un nuevo amanecer estaba por llegar para esas chicas.
Les dejo un gran abrazo y un beso...
A leer!!!
CAPITULO 43: NUEVO AMANECER
Si hay algo mejor que tener a Yulia en buenos términos conmigo y con ella misma, es tener a Masha y a Olga como mis pacientes. Olga esa una chica tan brillante y burbujeante, que adhirió un poco de aire fresco a mi trabajo. Es el tipo de persona que me gusta cuidar y el hecho que hable inglés también, me agradó aún más, tanto, que de vez en cuando hablamos en inglés por el simple hecho de usar otro lenguaje. Es entretenido tener sesiones con ella, no puedo creer que me tomó tanto tiempo aceptarla y tenerla como mi paciente.
Por otro lado, aunque Masha parece desconfiar de toda la situación, cambió de parecer, al reunirse el sábado por la mañana, con los abogados Anatoli y Ruslan. Después de su primer encuentro, Masha sintió que su libertad era más real que nunca y fue entonces, que sus modales cambiaron conmigo.
Para ayudar aún más a las chicas, agregué una sesión adicional durante la semana. Los lunes, por supuesto, estaban única y exclusivamente reservadas para Yulia. Los martes y jueves, para Masha. Y los miércoles y viernes para Olga.
Y esto no solo me volvió más cercana a las chicas, sino que también me dio un poco de distancia con Yulia. La pequeña distancia que realmente necesitábamos. Era una distancia saludable, e incluso si se presentaron momentos en los que mi cuerpo ansiaban su contacto, aprendí a lidiar con ello.
Todo funcionaba bien en el Asilo y todos parecían sentirse más ligeros y optimistas con el rumbo que estaba tomando. E inclusive a los residentes. Aparentemente, la noticia de Masha, Olga y sus abogados les dieron esperanza a los residentes y la mayoría de ellos decidieron comportarse, ya que para algunos, ser libres no parecía inalcanzable. Muchos de los residentes comenzaron a recibir visitas de sus familias y amigos, además, como resultado del cambio, los oficiales mejoraron su trato hacia los residentes.
Solo había una cosa que aún no estaba bien, y me llevó a morderme literalmente las uñas. Fui directo al Archivero y encontré a la Oficial Ivanova con sus inconfundibles Pringles.
- ¿Puedo ayudarla, doctora Katina?
El hecho de que ella estuviera ocupando el lugar de Irina me preocupaba y mucho. Había pasado más de un mes desde que Irina tomó un descanso y continuaba sin dar señales de volver. Durante ese tiempo, no intenté reunirme con ella porque sentí que necesitaba su tiempo a solas, igual que Yulia, pero a medida que pasan los días y no escuchaba nada de Irina, comenzaron a brotar mis preocupaciones. No ayudó el hecho de que a veces mi propia mente me sacaba de quicio y recordaba las palabras de Yulia -Te ama, ya sabes... Irina -No sé si era cierto o si Yulia solo lo dijo para que yo me alejara. Ella siempre trató de alejarme cuando tenía problemas para lidiar con sus sentimientos. Si es verdad que Irina me ama... entonces ... ¿Qué debo hacer? ¿Hablo con ella? ¿La evito? No sé qué hacer. En mi opinión, nunca hubo un momento en el que Irina y yo pudiéramos desarrollar algún sentimiento romántico la una por la otra. Especialmente porque Irina siempre buscó salidas sexuales mientras que yo estaba tan metida hasta el fondo por Yulia. Nunca tuve otro sentimiento por ella, salvo la amistad y no puedo imaginarme como su novia; besándome o teniendo sexo con ella. Fue una imagen tan extraña, que inconscientemente, mi propia cara mostró el disgusto con la imagen.
Tampoco ayudó que la última conversación que tuvimos, haya sido acerca de una discusión por Yulia.
Tal vez necesitamos resolver este problema. Igual que Víctor luchó contra sus demonios y habló con Yulia, tal vez es hora de que hable con Irina.
-Sí, claro. ¿Puedes darme los archivos de Irina Smirnova, por favor?- Respondí a su pregunta.
-¿La oficial Smirnova? - Ivanova frunció el ceño -¿Por qué necesitas sus archivos? Ella no es ninguna interna.
Sonreí - Lo sé. Irina es mi amiga y necesito hablar con ella. Ha estado evitando mis llamadas y quiero hacerle una visita. ¿Puedes darme su dirección?
-Oh - Ivanova palmeó sus manos, retirando las migajas de las Pringles en sus dedos y se volvió para abrir el casillero azul detrás de ella. Cuando terminó de buscarlo, me entregó los archivos - Está bien, ahí tiene - dijo, ahora limpiando sus manos en su uniforme.
-Perdón por el desastre, estaba comiendo algunos bocadillos.
-Está bien, oficial - Desestimé, sonriendo. Busqué la dirección de Irina, y la copié en mi teléfono - Hecho. Gracias, Oficial Ivanova.
-De nada, doctora.
Ahora que tenía la dirección de Irina, todo lo que tengo que hacer, es ir a ella.
~~ * ~~
En el momento en el que Irina me abrió la puerta, mis ojos se agrandaron. Irina claramente estaba pasando por un mal momento; su cabello estaba desordenado y su rostro lucía un poco hinchado.
Llevaba pantalones holgados y claramente le traía sin cuidado su apariencia. Había un fuerte olor a alcohol proveniente de ella y todo lo que pude sentir fue lástima.
-Hola - Saludé, aunque mi voz sonó abatida.
-Hey, Doc - contestó con el mismo tono que el mío.
-¿Estás bien?
Ella suspiró cansada -¿Qué haces aquí?
-Tenemos que hablar, Irina - Se pasó los dedos por el cabello, disgustada, y se hizo a un lado permitiéndome la entrada.
-Como sea, bienvenida.
Parpadeé y caminé dentro de su departamento. Su piso estaba limpio y muy ordenado, pero tuve la sensación de estar en un lugar cerrado y deprimente. No ayudó nada el encontrar botellas de vodka en una esquina cerca del sofá.
-¿Quieres un trago?
-¿Qué? - Me volví hacia ella.
-¿Un trago de vodka?- Ofreció. Negué con la cabeza.
-No - dije, sintiéndome mal por la mujer frente a mí - Irina, ¿Quiero saber que tienes? ¿Qué pasó? ¿Por qué ya no vas al Asilo?
-¿Y cómo para qué voy a volver? No es como si me extrañaran - Respondió amargamente.
-¡Te extrañamos!
-¡Corte la mierda, doctora! Ya hablé con algunos oficiales. Todos dicen lo mismo. Que el Asilo está genial, con un mejor ambiente y que todos se portan bien.
-Bueno, sí, ¡Pero no se debe a tu ausencia! - Le expliqué - Es porque algo que sucedió durante tu descanso y fue precisamente eso, lo que provocó un cambio en el Asilo - Ella no parecía convencida y solo se tiró al sofá - Irina, ¿me estás escuchando? ¿Qué pasa? ¿Qué te cambió? ¿Por qué te tomaste unos días?
- Yo también soy humana - dijo, y no entendí a qué exactamente, se estaba refiriendo. -Me canso de las cosas, de las personas.
-Sí, por supuesto. No quise decir que no lo fueras. Simplemente no puedo entenderlo. Siempre te gustó trabajar para el Asilo y tu sueño siempre fue convertirte en la Directora, pero ahora estás aquí, atrapada en tu sofá, bebiendo vodka y viendo Netflix.
Apartó la mirada - Estoy cansada, Doc. Y solo quiero estar sola.
-Puedes hablar conmigo, Irina. Yo puedo ayudarte.
-No quiero hablar contigo.
-No puedes continuar así, Irina. Esto no está bien.
-¿Qué quieres que te diga?
-¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué pediste unos días? Fue tan abrupto... y no me dijiste nada...
-No tengo porque hacerlo. No importa lo que diga, siempre estarás del lado de la reclusa.
-¿Qué tiene que ver en esto Yulia?- Pregunté, sin entender por qué la trajo a la conversación.
-¿Cómo van las sesiones con la reclusa? ¿Todavía están follando bajo nuestras propias narices?
-¡Irina!- Controlé mi voz, intentado que sus palabras no me afectaran y nos hicieran discutir.
-¿Qué pasó con los abogados? ¿Finalmente la liberaste? - Cuestionó enojada.
-Los abogados no están trabajando para sacar a Yulia - Respondí. Y ella frunció el ceño.
-¿No?
-No. Están trabajando para Masha y Olga - Está vez sus ojos se abrieron por la sorpresa.
-¿Por qué? - Preguntó confundida.
Suspiré, sin humor para compartir que fue la misma Yulia, quien lo pidió así - Bueno, me di cuenta que Yulia no está preparada para reintegrar a la sociedad. Su camino es largo antes de lograr su recuperación y hay mucho por hacer con sus conflictos internos. Masha y Olga, por otro lado, están bien. No merecen estar en el Asilo y se han portado bien durante todo el tiempo. Además, solo son niñas. Ellas necesitan a esos abogados más que Yulia.
-En realidad... eso es conmovedor - Dijo ella.
-También me convertí en su médico, le pedí a Lyudmila tenerlas como mis pacientes. Tenemos sesiones dos veces por semana, y los sábados, reciben la visita de los abogados.
...
-El Asilo realmente cambió. La posibilidad de que Masha y Olga fueran liberadas parece darle una esperanza a los residentes y es por ello que empezaron a comportarse. Ahora los oficiales y los residentes están en una nueva página.
-Desconocía todo esto...
-Por supuesto, ya que no vas más al Asilo - Contesté. Ella apartó la mirada - Solo quiero entender que está pasando contigo. ¿Por qué nos estás evitando? ¿Por qué estás atrapada en tu sofá bebiendo vodka y mirando netflix?
Suspiró, tapándose la cara con las manos - Había tantas cosas sucediendo... No podía lidiar con tanto.
-¿Se trataba de Sonya? - Pregunté cautelosa. Sonya siempre fue un problema delicado para Irina.
-No...
-¿Estás segura?
-No... - Suspiró - No sé, Doc, realmente no me siento bien.
-Puedes contarme qué te está molestando.
-Muchas cosas me están molestando.
-Está bien, solo dime una de todas - Insistí.
-Sonya - Dijo, lo suficientemente bajo.
-Habías dicho que ya no te gustaba.
-Y es cierto... pero... - Ella negó con la cabeza - No sé doctora, no es tan fácil - Bajó la mirada - Sonya es alguien que no puedo olvidar.
-Irina...
-Es tan difícil y no sé por qué... - confesó - Tendría que ser fácil. Solo es una maldita puta. Pero no. Y hay algo dentro de mí que siempre la regresa. Me cansa. Me consume. Me enoja tanto - Su mano se posó sobre sus ojos, y su agotamiento era evidente.
-Lo siento...
Suspiró - Me gustaría tanto no sentirme de esta manera. Ni pensar como lo hago. Pero no puedo. Y al parecer, tampoco puedo seguir adelante.
-Eres como Yulia - Las palabras escaparon sin mi permiso. Y ella bufó sacudiendo la cabeza.
-Ves, todo se trata sobre reclusa.
-En verdad tienes problemas con ella - Lo dejé como un entendimiento repentino. Entonces, me miró con el ceño fruncido.
-¿Recuerdas lo que me hizo?
-Si. Lo recuerdo. Y por eso te digo que eres igual - Suspiré - No eres diferente a Yulia, cuando estaba en su propia lucha, por convertirse en la mejor de las heroínas - Irina no entendió mis palabras - Siempre pensando que todo era injusto, que no estaba bien. Siempre guardando esa sensación en su corazón. Esa sensación que no podía olvidar. Guardó ese sentimiento con cariño en su corazón, porque creía que era la única forma de lidiar con su pasado. Y que precisamente ese, la haría ganar. Que de alguna manera, igual que en un juego, ella tendría su victoria al final de todo.
Negué con la cabeza, llamando al hecho estúpido.
Irina mantuvo su mirada sobre mí - Ese sentimiento... la estaba consumiendo. Matándola y a todos a su alrededor y era incapaz de verlo. No podía dejarlo ir porque creyó que si lo hacía, significaba que estaba olvidando su pasado - Miré a Irina - No es así - recalqué - A veces, dejarlo ir, significa perdonar. A veces, solo significa enfrentarse a tus propios demonios. Y otras, solo significa hablar con la gente. Sinceramente.
Ella suspiró, con los ojos cerrados - Vamos... dime qué te está molestando -¬ Me acerqué a ella, tomando su mano. Me senté en el borde del sofá, y tragó saliva, recolectando todas sus fuerzas.
-Ver de nuevo a Sonya ese día... no sé, me dolió demasiado - Comenzó, y me entusiasmó verla decidida a abrirse a mí - Todo fue un desastre. Volkova me molestó, y luego Sonya diciendo todas esas cosas, y no sé... empecé a irritarme por todo - Estuve en silencio, escuchando sus dificultades - Pensé que quizás, tener unos días libres podría ayudarme.
-Y pronto esos días se convirtieron en semanas. Para luego darme cuente que en realidad, no estaba ayudando. Algo está creciendo dentro de mí... me enoja, me cansa y... - negó con la cabeza - es inquietante. Y tan difícil.
...
-Y por otro lado, estás tú con Yulia - Mi corazón no me engañó cuando decidió latir más rápido al escucharla - Maldita Yulia...
-Irina...
-Yo lo sabía, tú lo sabías. Estaba condenado a suceder de nuevo. Solo verte cerca de esa reclusa... supe que era cuestión de tiempo.
Tragué saliva - Lo siento.
-Pero creí...que podría detenerlo, ya sabes. Evitar que pasara de nuevo. Todo apuntaba, a que mi vida se volvía un deja vu. Un círculo sin fin, hiriéndome con las cosas mismas cosas que una vez dolieron.
Respeté su silencio y esperé que siguiera - No sabes cuántas veces... la dejé morir de hambre en la UES - Mi corazón cambió de ritmo - Cuantas veces le ordené a los oficiales que hicieran su vida miseria para que nunca viera la luz del sol.
-Y luego llegaste aquí. Y lo sabía. Sabía que eras lo que ella siempre buscó. En cuanto tuvieron su primera sesión, supe sin lugar a dudas, lo que ella tenía en mente.
-¿Escuchaste esa sesión?- Pregunté, más curiosa que nada. Recordé que Irina escuchaba las cintas, por lo que no había razón para enojarse con ella en este momento.
-Por supuesto que sí. Escucho cada sesión que tiene con sus médicos.
-¿Por qué?
-Quiero saber de qué habla, cómo se comporta, qué piensa, qué cosas hace ... por qué hace lo que hace ...
Eso es un poco raro. Dado que Irina odia a Yulia, ¿Por qué debería rodearse de lo que más odia?
-Y lo sabía.
-¿Sabías qué? - Le pregunté.
-Que todo este tiempo había estado esperando por ti. Una doctora como tú. Una doctora que pudiera sacarla. Sin duda, ella sabía que eras su oportunidad. Probablemente su única oportunidad. Y yo... no quería que tuviera su oportunidad.
-Irina ...
-Ella arruinó todo lo que tenía. Mi novia, mi relación, mi sueño... - No me molesté en defender a Yulia - Sin embargo... ella estaba allí, teniendo novias, relaciones y sueños. Era tan diferente a mí. Parecía que todo estaba funcionando bien para ella. Y por otro lado, yo estaba allí, recogiendo pedazos rotos de una prostituta que nunca me amó desde el principio.
Cerré mis ojos - Así que intenté evitar que ella alcanzara lo que quería. Si yo no podía tener nada en mi vida, esa reclusa tampoco podría. Pero sabía que sería inútil. Era solo cuestión de tiempo para que te enamorases de ella.
-Yo nunca lo quise - dije sincera - Por un momento, me atrajo solo su mente. No sé, siempre he estado un poco mal de la cabeza - Lo dije, sacudiendo la cabeza - Siempre me gustó ese tipo de personas. Yulia fue la primera persona que conocí, siendo así. Y fue tan... emocionante para mí. Fui desafiada a cada minuto por ella y sentí que estábamos jugando una carrera. Nunca antes me sentí de esta manera, pero fue... emocionante. Tener a Yulia allí, conmigo, me hizo creer que todas mis decisiones profesionales valieron la pena. Fue... -Cerré mi mano - Irreal. Y pude sentirme a mí misma... lentamente... enamorándome de ella. Sin embargo, no pude escapar. No quería escapar. Había algo dentro de mí... diciendo que continuara, que siguiera con ella. ¿Has sentido esa sensación?
-Sí - respondió.
-De siquiera me di cuenta... cuando me enamoré tan profundamente de ella. Fue tan repentino... tan involuntario... tan... espontáneo. Y nunca me sentí de esta manera.
-Debe sentirse bien - Dijo, captando mi mirada - Sentir eso por la gente.
-No, no lo es- repliqué -Es agotador, y te divide en pedazos. No es saludable - Ella rió por mi comentario.
-¿Aun sientes que valió la pena?- Nuevamente, llamó mi atención con esa pregunta - ¿Crees que valió la pena hacer todo lo que hiciste por ella?
Me tomó un tiempo responder -Sí. Valió la pena.
-¿Incluso, si ella solo sigue tomando más de ti?
-Ella no necesita tomar nada más - Dije, fiel a mis sentimientos - Empecé todo porque quería ayudarla. Ella no me pedio nada. Y solo porque la ayude, no significa que me deba algo. O que debe corresponder a todo lo que hice. Todo lo que siempre quise, es que me diera su confianza. Y la verdad, sobre su yo verdadero. Porque no importa cuántas veces me cuente bromas o lance palabras sarcásticas, sé, que de quién me enamoré, no es de su personaje bromista sino de Yulia. La Yulia detrás de esa máscara. La que encontré en la lluvia aquel día. La que no quería dejarme ir, porque no quería sentirse abandonada de nuevo. La que lloraba porque finalmente se reunía con su hermana desde hace mucho tiempo. La que me besó porque no podía traducir sus sentimientos en palabras. Esa, es la Yulia que amo. Y la Yulia que es todo, menos una asesina.
Ella me observó por un momento, y sentí que era la primera vez que Irina, aceptaba esas palabras. Siempre había escuchado mis diálogos interminables sobre Yulia y mis sentimientos por ella, pero Irina siempre los ignoró o me restaba importancia como a una tonta. Esta fue la primera vez que no pareció juzgarme. Se sentía bien tenerla allí, solo escuchando y asimilando mis palabras.
-En verdad la amas - Comentó y asentí.
-Sí, así es. Sé que soy estúpida por amarla, pero lo hago.
Ella asintió - Tiene suerte - Dijo, girando la cabeza hacia a otro lado - Tiene suerte de tener a alguien allí, amándola, alguien como tú.
Y luego decidí golpear la bala que estaba atrapada en mí cabeza.
-Yulia me dijo algo - comencé exhalando - No sé si es verdad o si ella solo lo dijo porque estaba tratando de apartarme.
-¿Qué te dijo?
-Me dijo... - Cerré los ojos, mis manos se cerraron con ansiedad - Que tu... podrías tener... sentimientos por mí... - No pude mirarla a los ojos -¿Es verdad?
-No - Ella respondió, su voz un poco distante, y terminé por abrir los ojos.
-¿En serio?
-Sí.
-Entonces, ¿por qué... me dijo eso?- Pregunté confundida e inmersa en mis propios pensamientos.
-¿Estaba tratando de alejarte?- Ella devolvió y parpadeé. Sin embargo, nunca sentí que Yulia mintiera al respecto.
-Sí, tal vez...- dije, no muy convencida.
-Le gusta jugar con nuestras mentes - dijo Irina y eso realmente terminó de convencerme - A esa interna... no deberías creerle nada de lo que dice.
-¿Ustedes tuvieron una pelea o algo así?- Pregunté curiosa. Se movió incomoda en el sofá y eso me dio la respuesta -¿Qué sucedió?
Ella suspiró -¿Recuerdas a ese recluso que fue asesinado y colgado al revés?- Confirmé - La acusé de matar a ese hombre.
-No fue ella. Fue otro recluso.
-Lo sé. Pero la acusé de ser la asesina, ¿recuerdas?
Asentí con la cabeza.
-Me enojé tanto ese día. Dije e hice cosas... en ese momento, que fue realmente desagradable. Estaba tan enojada con todo, que incluso te di una bofetada.
-Está bien, ya no duele - Para ser sincera, creo que no me dolió porque estaba más preocupada por Yulia, que por mí ese día.
Ella negó con la cabeza - Estaba tan mal que eso provocó mi reacción. No sé qué me pasó para tratarte así.
-Está bien, Irina - Intenté consolarla - Entiendo que fue difícil para ti.
-Lo siento, Doc, no sé qué diablos está mal conmigo - dijo, completamente avergonzada.
Entonces tomé su mano.
-Odio a esa reclusa y no puedo entender por qué todo le estaba funcionando a la perfección. La dejé en la UES porque quería apartarla de ti. No quería que tuviera un escape. Y menos esperanza.
-Irina...
-Una vez que descubrí que ella no era la culpable, sentí vergüenza. No estaba feliz de la forma en la que manejé la situación. Y fui a la UES, por haberla tratado mal ese día. Por cómo te traté. Por herirte como lo hice - Mis dedos se calentaron.
-A ella no le gustó lo que hice. No le gustó que te haya lastimado - Irina evitó mis ojos - Y me dijo cosas.
-¿Qué cosas?
-Cosas que... ya no importan ahora.
-Por supuesto que sí.
-No ya no.
-Irina...
-Todo lo que sentí fue humillación y vergüenza. Había algo en mí, que decía que ella no se equivocaba. Y luego, tuve miedo. Por primera vez, le tuve miedo - Hizo una pausa, y respeté su silencio - Nunca le tuve miedo, ¿sabes? Incluso, sabiendo de lo que es capaz. Pero en ese momento en particular, tuve miedo. Porque sentí que todo lo que teníamos entre nosotras, ya no estaba allí - dijo y fruncí el ceño. ¿Por qué esto, me estaba dando una sensación diferente?
-No sé lo que era, pero sentí... que ya no estábamos en la misma línea - Mi corazón latió más rápido.
-Ella lo destruyó todo. Mi novia, mi relación, mi sueño... - Lo dijo de nuevo - Sin embargo... - La pequeña pausa me puso ansiosa - Yo no podía destruir a su novia, su relación, ni a sus sueños.
Mis oídos zumbaron - Ella estaba allí, enamorando a la gente con sus bromas y risitas - dijo amargada - Después de todo lo que ella me hizo... en ese Asilo... tú estabas ahí... buscando un abogado. Como si no fuera suficiente lo que me hizo, tú estuviste allí... encontrando abogados para liberarla. Y yo no sabía qué decir.
-Me sentí traicionada. Irrelevante y pequeña... porque después de todo lo que hizo, aun podría ser libre. Y eso me hizo enojar - Exhaló, aliviando su pesar - Muy enojada... No sentí que fuera justo. No sentí que estuviera bien. ¿Era justo? ¿Cómo era posible que esa reclusa fuera liberada después de todo? ¿Cómo podía tener abogados trabajando para ella? ¿Cómo puede tener gente dispuesta a arriesgar todo por ella? ¿Por su felicidad? ¿Por su... libertad? ¿Cómo es posible que sea libre? ¿Cómo es posible que deje el Asilo…
Mis oídos parecían no estar escuchando lo siguiente que dijo, porque había un molesto pensamiento cruzando mi mente. Cuanto más lo pensaba, más sentido tenía. Quizás todas las dificultades que Irina lleva con ella, están relacionadas con esta línea plateada. Pasó la mayor parte de su vida en el Asilo. Está conectada con ese lugar más que cualquier otro. Y de alguna manera, está más conectada con Yulia que cualquier otra persona. Más que su propia ex novia, Sonya. Y para cuando hice la pregunta, ni siquiera me di cuenta de haberla pronunciado en voz alta. Era una pregunta que hasta ese momento, nunca pasó por mi cabeza. Era una pregunta inocente, que no tenía ningún otro significado detrás. Fue casi una repentina comprensión, que llegó demasiado tarde y demasiado rápido.
-¿Te gusta Yulia?
Ella frunció el ceño, sin comprender la pregunta -¿Qué clase de pregunta es esa? Tú sabes que no. Odio a esa maldita reclusa...
-No me refiero románticamente - expliqué, deteniendo sus pensamientos fuera de sí. Y realmente no lo quise decir de esa manera - Quiero decir... si te gusta. Como persona. Si ella te agrada - Ella me miró como si estuviera loca -¿Te gusta Yulia? - Repetí la pregunta, esta vez con firmeza.
-¿Alguna vez te agradó Yulia? - guardó silencio -¿Ser...su amiga? ¿Te gustaría... tenerla como amiga? ¿Nunca quisiste que fuera tu amiga? - Ella permaneció en silencio.
-Si Yulia finalmente es liberada del Asilo... ¿La ... la extrañarías?
~~ * ~~
Para cuando sus ojos parpadearon y una lágrima rodó por su mejilla, debido a la repentina comprensión, supe la respuesta. Suspiré, sonriendo, porque finalmente habían encajado todas las piezas. Y tal vez Irina, por su propia cuenta, también lo entendió. Era una relación complicada entre las dos, ambas lastimándose, pero también había un sentimiento de camaradería entre ellas, que Irina no parecía saber que tenía. Es difícil para ella aceptarlo, porque Yulia se llevó a su novia, de la forma en como lo hizo.
Pero tal vez, todas las complicaciones que lleva Irina, están relacionadas con esa línea tan delgada que está conectada con Yulia, más que con Sonya. Y no es exagerado pensar que Irina podría extrañar a Yulia. ¿Y cómo no iba hacerlo? La mujer que siempre estuvo presente allí, ahora estaba a un paso de salir... Toda su vida en el Asilo, siempre ha estado acompañada por la presencia de Yulia. ¿No se sentiría vacío el lugar, después que su némesis sea liberado?
-Eso... no... tiene ningún sentido - Dijo, aun estupefacta por todo.
Me reí - Tiene más sentido de lo que piensas - dije consolándola - Sabes...- Mis ojos se apartaron de su rostro y miraron al techo - Los sentimientos humanos... son muy complicados. Sentimos mucho. Entendemos muy poco. E incluso si los entendemos, a veces, simplemente no queremos aceptarlo - Exhalé - A veces, quieres engañar a tu mente, a tu corazón, pensando de cierta manera. Pero no funciona así. La vida es tan irónica, se necesita tristeza para saber qué es la felicidad, ruido para apreciar el silencio y ausencia para valorar la presencia.
-Hay mucho de tu vida en el Asilo, que está limitado a Yulia. Es natural que sientas una especie de camaradería con ella.
-Pero eso es... tan incorrecto - Comentó.
Me reí - No hay nada de malo en ello. Mal... - La miré a los ojos - ... es mantener este resentimiento dentro de ti por tanto tiempo. Si continúas de esta manera, siempre vas a correr en círculos, teniendo tú deja vu, constantemente.
Me miró atenta - Dime algo - comencé - Si Yulia se queda en ese Asilo para siempre. Si es arrojada a la UES y nunca vuelve a ver la luz del día. Hasta que un día descubres que murió de hambre... ¿Realmente te haría feliz?
Ella tardó un par de segundos en responder.
-Supongo que no.
Sonreí, contenta por su respuesta - Si te gusta Yulia... - seguí - Deberías decírselo.
-Yo no…
-Deberías aceptar las cosas - La interrumpí - Aceptar las cosas... Nuestros sentimientos... Ese, es el primer paso para conocerse mejor a uno mismo. Es el primer paso para resolver nuestros problemas - le dije con calma - Incluso... si no pensamos de esta manera.
-Los momentos decisivos de tu vida, no serán necesariamente lo que te suceda, sino también serán las cosas que tú haces. Estar equivocada. Arregla las cosas. No te aferrares a las cosas. Ya dejarlas ir - le dije mirándola a los ojos - No puedes seguir regresando a tu pasado, a Sonya, solo porque es familiar, Irina. Sí, es tentador, pero eso, es gran un error.
...
-No puedes comenzar el siguiente capítulo, si continuas releyendo el mismo capítulo - Dejó caer una lágrima silenciosa.
-Si Yulia, una infame criminal puede soltar sus cadenas... ¿Por qué tú no puedes, Irina Smirnova? La oficial que inculca la justicia y el derecho.
~~ * ~~
Ese sábado, en el que Irina se reunió con Yulia, no como oficial, sino como visitante, fue cuando supe que la disputa entre Irina y Yulia, estaba a punto de resolverse para siempre.
-Tan de repente, tengo un montón de visitas... - comentó Yulia, entretenida por la cantidad de visitas que estaba teniendo. Ese sábado, Víctor también estuvo conversando una hora con Yulia. Ahora que son conscientes de la existencia el uno del otro, Víctor decidió visitar a Yulia cada vez que podía. No solo era una forma de acercarse a su vieja amiga, sino también era darle un mensaje a Yulia, para decirle fuerte y claro, que no está sola.
Irina no llevaba su uniforme, y eso marcó una gran diferencia tanto en su comportamiento como en el de Yulia. Ayudó a que Yulia no fuera capaz de remover nada, ya que al parecer, notó que a Irina no le importaba demasiado sus bromas.
-¿No vas a enojarte? - Preguntó Yulia, inconsciente. Y es que acababa de lanzar una broma sobre Sonya, e Irina no se molestó.
-No, en realidad me gusta escuchar tus bromas - Irina respondió haciendo que Yulia se recostara en su silla.
-¿Incluso si se trata de Sonya?
-Hm, realmente no me importa - Yulia me miró, confundida. Sus manos se movieron con un gesto de “estar loca”. Y me reí.
-¿Qué? - Preguntó Irina, una sonrisa apareció en su rostro.
-Hey, ya no eres graciosa - dijo Yulia, mirando hacia otro lado. E Irina se rió del gesto.
-Si alguien me hubiera dicho que es tan fácil desanimarte, lo hubiera hecho desde hace mucho.
-Bueno, gracias a Dios, nunca te diste cuenta - Yulia le replicó - Mis días habrían sido más miserables.
-¿Quién lo habría pensado, eh?
-Así es, ¿Quién lo habría pensado? - Yulia estuvo de acuerdo - Entonces... - suspiró, fijando su postura en la silla - ¿Cuándo volverás de tus vacaciones?
Irina se rió entre dientes - No volveré.
Yulia y yo nos quedamos con los ojos ampliamente abiertos -¿Qué?- Preguntamos al unísono.
Irina asintió con la cabeza - Sí, no voy a regresar.
-¿Por qué no?- Pregunté, en shock completamente -¿Te despidieron?
Negó con un gesto de su cabeza - No. Yo renuncié - Respondió sin dudarlo.
-¿Irina?
Ella exhaló, encontrándolo gracioso de alguna manera - Tenías razón, Doc - Dijo, mirándome - Me presioné para seguir atrapada en el pasado, todo este tiempo. Me tomó el peaje. Demasiado - Giró su cabeza - Sabes, cuando vine aquí, pensé que era una persona muy importante. Un oficial de correccional muy importante. Y eso me llevó a creer que era la persona adecuada para ser la Directora. Pero en realidad no lo soy. No soy una persona muy importante. Ni siquiera soy una persona importante. Solo soy una pequeña persona dentro de una zanja, que está resentida por como acabó su vida - Suspiró - Creo, que solo quería una salida, para aliviar mi rencor por lo que Sonya me hizo. Y el objetivo más fácil, fue Volkova.
-La próxima vez, busca un saco de boxeo en lugar de mí persona - Irina sonrió.
-Me di cuenta que estar atrapada aquí, en el Asilo, me estaba agotando más que nada. Y eso no fue por mi trabajo como oficial, sino más bien, a cómo estaba tratando a todos los demás, incluyéndome a mí.
-Y tienes razón - dijo, encogiéndose de hombros - No puedo pasar al próximo capítulo si sigo leyendo el mismo. Así que decidí triturar el libro por completo y comenzar uno nuevo - Sonreí, feliz por su perspectiva.
-¿Qué hay de tu sueño de ser Directora en el Asilo? - Preguntó Yulia, curiosa. Y fui capaz de notar, un poco de tristeza en su tono.
- Giro de la trama - Yulia parpadeó. Irina rió entre dientes - Sabes, hay cosas en la vida que no planificamos. Y está bien si no van de acuerdo con el plan. Sí, tuve el sueño de convertirme en la Directora, pero las cosas continúan y la gente sigue adelante, y... - Miró a Yulia - Cambiamos. A veces, no tener un plan, y no seguir un plan, es donde puedes encontrar tu camino - Sentí mis manos calentándose poco a poco - Tomé el camino correcto toda mi vida, ¿sabes? Pensé que me había llevado a algún lado. Y solo terminé en un lugar, que no me estaba haciendo bien. Así que ahora, dejaré de caminar el camino de la izquierda, o de perderme, o incluso de correr en círculos gritando.
-¿Qué estás haciendo Irina Smirnova? ¿Estás loca?
Yulia sonrió y sentí mi corazón más cálido. Y pronto, mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Eso es lo que necesito - Dijo convencida. Vi a Yulia asintiendo con la cabeza, entendiendo sus luchas - Lo siento - Irina se disculpó - Por cómo te traté todos estos años. Y ese día.
-Está bien - Yulia le quitó importancia.
-Te di momentos muy difíciles.
-Es comprensible. Me cogí a tu novia - dijo. Y por un segundo pensé que Irina se enojaría.
-Sí, lo hiciste - Suspiró - Perdón por no haberte dado a alguien mejor.
Yulia rió entre dientes seguida de Irina - Lo siento - dijo Yulia, después de un par de segundos - Por las cosas que dije e hice. Supongo que ambas tuvimos nuestra parte de culpa.
-Tú más que yo - Replicó Irina, haciéndome reír. Y Yulia esbozó una sonrisa.
-Te voy a extrañar, oficial.
Los ojos de Irina brillaron con lágrimas -Yo también te extrañaré, residente.
Ambas se miraron la una a la otra, asintiendo con la cabeza al mismo tiempo. Porque finalmente, se reconocían como personas reales.
Cuando Irina se levantó de su silla, me sonrió. Su rostro, ahora, completamente libre de cualquier preocupación o culpabilidad. Realmente parecía lista para comenzar su nuevo camino y todo lo que podía sentir, era orgullo dentro de mí. Me alegré mucho ver, que está en paz consigo misma y con su vida.
-Ah, oficial Smirnova... - llamó Yulia, ahora de pie.
-Sí... - Se volvió hacia Yulia.
Yulia se giró para mirar a Irina - Eres bonita - Ese piropo provocó que Irina levantara una de sus cejas.
-Cuando estás siendo tú misma... Realmente eres bonita - Irina sonrió.
-Gracias, Volkova. Cuídala bien - Irina hizo un gesto con la cabeza hacia mí.
Yulia asintió - Lo haré.
...
...
-Adiós, Irina.
...
-Adiós, Yulia...
~~ * ~~
Para cuando Irina me abrazó fuera de las puertas del Asilo, fue el momento en el que la realidad me golpeó.
-No puedo creer que realmente dejes el Asilo.
Ella se encogió de hombros - Bueno, las aves necesitan aprender a volar - Sonreí.
-¿Estás segura?
-Hm, completamente - Asentí - El Asilo no es para todos. Afectó mi vida de una forma desagradable. Así que de ahora en adelante, no dejaré que me afecte nunca más.
-Estoy feliz por ti – declaré - Y estoy orgullosa... de que tú y Yulia hayan quedado en paz.
-Dile a esa enana, que se porte bien o voy a venir a patearle el trasero.
Solté una risita - No te preocupes. Yulia se comportará a partir de ahora.
-Si necesitas algo, solo llámame-. Añadió, lo que me hizo sentir más ligera.
-Si necesitas hablar, no te alejes de mí.
Ella chasqueó su lengua - Lo tendré en cuenta - Ambas sonreímos. El pequeño silencio entre nosotras, hizo su trabajo para traducir lo que estábamos sintiendo.
-Aah, y buena suerte... -dijo - Con Masha y Olga. Realmente se merecen una segunda oportunidad.
Sonreí, asintiendo con la cabeza.
-Nos vemos, doc.
-Nos vemos, Irina.
~~ * ~~
Cuando Anatoli y Ruslan decidieron enviar la apelación de Masha y Olga a la corte; a un par de meses después que Irina decidió renunciar, puso a todo el Asilo ansioso. Era como si cada persona dentro de esas paredes, las animara y apoyara su causa. Los residentes, los oficiales y los médicos siempre estaban preguntando.
Los abogados necesitaban tener tres instancias de jurado antes de ir al juicio final. Siendo elegida para ser su “tutora”, un rol elegido por los abogados, me pidieron que asistiera a todas las instancias, a lo cual Boris Putín aceptó y firmó los documentos aceptando la petición. Víctor se aseguró de asistir al último juicio también, ya que se encariñó con las chicas cuando supo que Yulia quería que los abogados las ayudaran.
Y cuando la sentencia fue declarada y todos escuchamos que Masha y Olga, eran libres; todo lo que pude sentir fue un enorme alivio. Ruslan y Anatoli estaban celebrando como un club de fútbol ganando un título de campeonato, y Víctor no perdió el tiempo para abrazarme.
-Ganamos, doctora - Dijo, pero mi audición no estaba enfocada. Había tantos sentimientos dentro de mí que parecían entumecer todos mis otros sentidos.
Todo salió bien.
Gracias a Dios todo está bien.
~~ * ~~
-Gracias por todo lo que hizo por Masha y Olga, doctora Katina - Ivanova me dio las gracias, después que la noticia se extendió. Todos sabían que Masha y Olga finalmente recuperaron su libertad. Para una penitenciaría que tenía la fama de “nunca dejar salir a los residentes”, seguro que cambió por completo al lugar.
-De nada, oficial.
-Son niñas muy simpáticas, ¿sabe?- Dijo y me reí ante su comentario, porque Ivanova no era mucho mayor que ellas para llamarlas niñas - En verdad necesitaban una segunda oportunidad.
Estuve de acuerdo.
-¿Las conoces?- Pregunté curiosa.
Ella infló sus mejillas - Solía tener turnos alrededor de sus sesiones. Y antes que usted se convirtiera en su médico, Misha y yo fuimos los oficiales que las escoltaban a sus sesiones.
-Ahh... -Asentí con la cabeza, entendiendo -Entonces eres su amiga.
Ella puso sus manos en sus bolsillos -¡Ish!
Me reí - Está bien, oficial, ahora son libres. Ya no es un problema ser su amiga - le informé y ella rió, aceptando mis palabras.
-Sí, claro - Dijo llena de confianza.
-¡EL AUTOBÚS HA LLEGADO!- El oficial MacCubbin entró corriendo, gritando con entusiasmo - ¡EL AUTOBÚS HA LLEGADO!- Anunció riendo y abrazó a la oficial Ivanova en el proceso.
El Bus de Transporte Penitenciario finalmente llegó para sacar a las chicas. Serian conducidas a la Policía de Moscú; en el Departamento de la Estación de la capital, donde verían a Anatoli y a Ruslan, para después de una ronda de documentos policiacos, esperaran que sean firmados por el comisionado, y que en todas sus formas legales, serán libres de cualquier gasto. También están obligadas a recibir un fondo de asistencia de 500,000 rublos por mes durante aproximadamente seis meses, cada una, para ayudarlas a adaptarse a la sociedad. Aunque eso no es mucho, es el comienzo que necesitaban.
Si alguna vez sentí resentimiento porque Masha y Olga tuvieran esa oportunidad en lugar de Yulia, se fue por completo cuando Olga me abrazó, agradecida por todo. Sonreí, sintiéndome cálida por dentro, mientras sus brazos permanecían alrededor en un fuerte abrazo.
-Gracias, doctora.
-De nada, Olga-
Sus lágrimas de alegría no engañaban a nadie e incluso me reí cuando Masha le dijo que dejara de llorar frente a todos.
La oficial Ivanova vino hacia nosotras con dos bolsas en la mano, y las dejó a los pies de Masha y Olga.
-Ahí lo tienes, todas sus cosas están ahí - dijo la oficial Ivanova, feliz y emocionada - Aunque no era mucho.
-Está bien, Oficial, gracias por todo - Masha le dio las gracias.
-Ok. ¿Algo más que necesiten? - Preguntó ella.
Ambas chicas negaron con la cabeza.
-Bueno, entonces... - comencé a decir - Supongo, que es hora de marcharse - Las alenté a subirse al autobús.
-Gracias, doctora - Olga lo dijo de nuevo, colocando su bolso en su hombro. Asentí con la cabeza.
-Nos vemos, Olga - La oficial Ivanova agitó su mano, sonriendo.
Olga devolvió el gesto -¡Ahora que Masha y yo somos libres, podemos verla cuando tenga días libres!
-¡Por supuesto!
-Y no te olvides de llamar a Misha.
-No lo haré.
-Nos vemos entonces, Oficial Ivanova.
-Nos vemos...
-¿No vienes, Masha?
Busqué a Masha y la vi completamente vuelta hacia mí, su bolso gris sobre sus hombros, y la cara en un serio desprecio.
-¿Masha?
- ¿Masha? - Lo dejé salir, confundida por su gesto.
...
- ¿Qué pasa?
El silencio me envolvió cuando ella me abrazó, tan de repente. Con tanta fuerza que terminé dando un paso atrás. Mi corazón latió fuerte y mis ojos brillaron con lágrimas. No pronunciamos alguna palabra y no creo que fuera necesario, ya que lo entendimos.
Había mucho consuelo en ese abrazo, tanto para mí como para Masha y sabía que todos habíamos hecho lo correcto.
No sabía cuánto tiempo nos permitíamos estar así, pero era necesario que el conductor del autobús nos llamara para separarnos. Olga la estaba esperando en las escaleras del vehículo, sonriendo, con su bolso aun sobre los hombros.
-Vamos, Masha, o ustedes van a llegar tarde - La oficial Ivanova se apresuró a subir.
Me reí y miré a Masha una vez más - Es hora de que te marches - Ella sonrió, tímidamente, yendo hacia el autobús.
-Gracias, doctora - Dijo en las escaleras - Por todo.
Solo asentí con la cabeza en reconocimiento. Y cuando el autobús comenzó a moverse, sentí que una tonelada era apartada de mis hombros.
-¡Nos vemos, oficial Ivanova!- Olga gritó desde la ventana.
-¡Nos vemos, Olga! - Gritó la oficial.
-Si te cansas de este lugar, llámanos.
-¿Cómo podría? ¿No tengo su número? - Gritó la oficial Ivanova y me reí entre dientes.
-¡Oh, bueno, cuando tengamos uno, te lo haremos saber!
-¡Esta bien!
-¡Adiós, doctora! - Olga gritó desde la ventana.
-Adiós, Olga - Me despedí.
-Adiós, Masha - Murmuré feliz, por ellas. Realmente les deseé buena suerte a ambas. Y realmente esperaba que vivieran su vida como debe ser.
Mientras el autobús se alejaba más del Asilo, exhalé, aliviada.
Ahora, un nuevo amanecer estaba por llegar para esas chicas.
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
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Edad : 22
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Se van resolviendo los problemas pero falta el más importante Julia no quiero torturarme con posibles escenarios del final espero paciente los últimos dos y autora sobre la nueva histora sólo una petición que nos des mas de dos capitulos por semana si se puede plis
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mary- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 22/05/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Se van aclarando todo poco a poco todos libres de problemas y pesares. Espero q los últimos 2 capítulos se centren en Lena y Julia y que ella salga y disfruten juntas volver a ver ese lado pícaro de Julia y q lena sea más activa y tenga iniciativa q sean felices amandose
Fati20- Mensajes : 1370
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Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Y para cuando el nuevo amanecer para Julia, ya es hora..
Kamila- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 02/04/2018
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Esperando el capitulo ansiosa ya quiero saber q va a pasar q las cosas se centren más en julia y lena y su amor
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
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Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
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Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: AMOR TRAS LAS REJAS // RAINBOW.XANDER (ADAPTACIÓN)
Hola chicas, les dejo el capítulo que sigue... Pero más tarde subo el capítulo final. Tuve que salir de la ciudad pero regresé tarde anoche y no me dio chance de nada solo de dormir...
Las quiero un montón! Hasta más tarde!!
A leer!!
CAPITULO 44: UNA OFERTA INESPERADA
PENULTIMO CAPÍTULO
-Cuando le dije a G-Dragon, que se fuera a la mierda - Yulia sonrió, pretenciosa y continuó relatando historias de sus días como el Niño Asesino, a Lyudmila Shapovalova.
Y si había una persona por encima de todos, que estaba feliz por lo que acontecía en el Asilo y el cambio de atmósfera, esa persona era Lyudmila. También es una de las visitantes que viene hasta aquí, los sábados, para hablar con los residentes y especialmente con Yulia; dado que es su asesina en serie favorita; como me lo confesó un día, y con el buen comportamiento de mi paciente, Lyudmila aprovechó para hacerle más visitas y preguntarle todo lo que siempre quiso saber de su vida.
-Mandó a su pandilla por mí, cuando maté a un policía. Dimitri. Él era agente doble. Trabajaba como policía durante el día, pero era miembro de la pandilla de G-Dragon por la noche. No sabía que era miembro de su pandilla.
-¿Y por qué lo mataste? - Preguntó Lyudmila, intrigada.
-Fue lo mismo que me preguntó G-Dragon - Añadió Yulia, haciendo reír a Lyudmila.
-¿Y qué le dijiste? - Preguntó, curiosa.
-Le dije la verdad. Lo maté porque estaba en mi camino.
-¿Matas a quien se pone en tu camino?
-Eso también me lo preguntó G-Dragon - Agregó Yulia, en un tono más alto, encontrándolo divertido. Se inclinó hacia adelante, acercándose a Lyudmila, quien estaba sonriendo, emocionada por la historia - Ustedes dos tienen mucho en común, ¿sabes? - Lyudmila rió, sacándome una risa por la situación. Yulia en verdad pasaba un buen momento bromeando con Lyudmila y su obsesión con los asesinos.
-¿Tú crees?
-Por supuesto. Ustedes son como... - Movió sus manos y las juntó para formar un corazón.
-Almas gemelas.
-Aw, detente.
Yulia rió tontamente y yo sacudí mi cabeza por sus acciones - ¿Por qué le interesa tanto los delincuentes, señorita Shapovalova?
-No me interesan los delincuentes menores. Estoy interesada en criminales como tú.
-¿Yo?
-Eres el Top de las drogas y los asesinos en serie.
-¿Y? - El rostro de confusión de Yulia, fue bastante cómico.
-Me encantan tus historias.
-¿Mis historias? Son solo un montón de heridas y torturas constantes.
-Para mí... son simplemente fascinantes.
-Supongo que lo ves desde otra perspectiva y por eso te agradan esas cosas...
Lyudmila sonrió - Todos tenemos nuestras obsesiones...
-Debe tener cuidado - Dijo Yulia. Su voz ahora sonaba un poco seria. Y Lyudmila supo reconocerla.
-¿Porqué?
-Es la sobrina del presidente de este pozo negro. Si un recluso decide jugar con usted, puede terminar jodida. Mejor tenga cuidado.
-Los criminales no me interesan románticamente, residente.
-¿En serio? ¿Pero si hizo toda esta mierda para conocer a G-Dragon? - Los ojos de Yulia se agrandaron - Eso seguro es compromiso.
-Suceden muchas cosas en las calles de Moscú - Comenzó a decir llamando nuestra atención.
-Y sin embargo, tenemos todos esos carteles turísticos que dicen lo segura que es la ciudad, de cómo una persona puede caminar sola a las 3 a.m. sin problemas. Pero todos sabemos que es una mentira. Los crímenes han aumentado constantemente en el país durante los últimos 20 años y desconocemos las razones. Los cárteles de droga, han tomado el control de ciertos puntos de la ciudad y los ciudadanos comunes no saben nada al respecto. Intento hallar esos lugares, a esas personas, y entiendo de dónde vienen, qué obtienen de ello, y por qué es tan valioso para algunos cometer crímenes en lugar de tener una vida plena de libertad... Hay mucho que aprender cuando hablas con delincuentes como tú, residente.
-¿Eso cree? - Yulia levantó sus cejas.
-Por supuesto. ¿Por qué dejaste la escuela privada de Moscú, la mejor del país, para seguir una vida de tortura y dolor?
-Es una larga historia. No estoy de humor para hablar de ello - Respondió rápidamente.
-Bueno, ahí tienes. Tú tienes una razón. Nadie nace como El niño asesino, sino que te moldeas. Intento entender las razones que están detrás de ello.
-¿Por qué no se conviertes en una doctora como la Doctora Katina? - Preguntó, señalándome con su cabeza.
-No quiero ser doctora. Solo quiero entender su comportamiento. Y tal vez al entenderlos, podemos resolver esos problemas y de hecho, hacer que nuestra ciudad sea tan segura como lo dicen los anuncios.
-Algunos matan por diversión, otros por dinero y otros más por necesidad. Es imposible entenderlos a todos.
-No quiero entenderlos a todos. Quiero entender a las personas como tú. Quien tuvo una infancia perfecta, una vida perfecta pero aun así, se convirtió en una asesina en serie. G-Dragon también abandonó su escuela en su adolescencia y se metió al mundo del crimen, ¿no?
-No lo sé.
-¿No? Pensé que eran cercanos.
-Él me secuestró cuando maté a uno de sus hombres. Eso no es lo que yo llamo... cercanos - respondió, haciéndome reír.
-Entonces, ¿Cómo terminaste siendo parte de su pandilla?
-Yo no era parte de su pandilla.
-Pero…
-No trabajo para nadie - Le aseguró - Solo intentaba sobrevivir. No quería morir ese día, luego hice una oferta que no pudo rechazar. Le prometí que tomaría la vida de esos hombres uno por uno y, que mientras lo hiciera, usaría los asesinatos para aumentar su territorio. Y eso es lo que hicimos. Yo cumplí mi parte. E incluso, si GD quería apartar a una persona de su camino, todo lo que tenía que hacer era llamarme. Y eso fue todo. Esa fue toda la relación que tuvimos.
-¿Pero dijiste que eras su mano derecha? - Le pregunté, recordando cierta conversación entre Yulia y aquel residente.
-Nah. Él tiene su gente de confianza, nadie más. Yo solo era un sicario de lujo para ellos. Nunca conocí su historia o antecedentes. Solo me dediqué a lo mío.
-¿Y cómo encontrabas a tus víctimas? - Preguntó Lyudmila, intrigada.
Yulia se encogió de hombros - Ah, ya sabes, uno tiene sus métodos.
-No hay muchos asesinos en serie dentro del Asilo. ¿De qué manera eres diferente a ellos?
-No estoy loca - Esa respuesta hizo que tanto Shapovalova como yo, nos riéramos.
-No, quiero decir, ¿Por qué crees que hay pocos asesinos en serie, dentro del Asilo?
-¿Y cómo se supone que voy a saberlo?
-¿Qué te hizo convertirte en uno?
-Un propósito.
Esa línea estaba seca y fría, y tenía una especie de efecto poderoso sobre las dos. Lyudmila asintió con la cabeza, aparentemente entendiendo el significado.
-Eres muy inteligente, Volkova - Comentó, a lo que Yulia frunció el ceño - Hubieras tenido una buena vida.
-Tuve una buena vida - Yulia respondió tranquila - Lo bueno, no fue negado por estas paredes.
-¿Te arrepientes?- La pregunta hizo que Yulia parpadeara - ¿Te arrepientes de tus crímenes?- Mi corazón latió más rápido. Todo lo que quería escuchar, es que dijera, sí.
-No, en realidad no - Contestó y terminé por apartar la mirada. Pero no pasó desapercibido para ella - Tenía un propósito. Y lo seguí. Me ayudó a vivir esos días. Sé que es difícil entender... pero ... - Ella asintió con la cabeza - Durante mucho tiempo, fue el único consuelo en mi vida.
-¿Y ya no es así?
-No.
-¿Qué cambió?
Ella se encogió de hombros - Me hice mayor. Me cansé de todo. Tengo a la doctora Katina aquí. A mi hermana. Y algunos amigos. Mi propósito cambió. Desde el núcleo hasta el camino.
-¿Encontraste tu consuelo en esta prisión, de todos los lugares?
-Bueno, a veces tienes que perderte para encontrar tu camino. A la Dama de la Vida, le gusta engañarnos a todos, ¿cierto? Yo encontré el mío aquí. Otros lo encontraron lejos. Así es como es.
-Así es como es - repitió Lyudmila.
-Y ahora solo estoy esperando.
-¿Esperando?
- Sí, el día de mi libertad. Así que puede que tenga una buena vida otra vez.
-Cuando finalmente seas libre, ¿Qué es lo que harás?
Escuché atentamente. Sin lugar a dudas, quiero ayudarla a lograr lo que necesite. Tal vez quiera ir a algún lugar, como San Petersburgo, su ciudad natal, o comer buena comida en un restaurante. De cualquier forma, estoy segura de que voy a dar lo mejor de mí para ayudarle a cumplir su deseo.
-Abrazar a mi pequeña hermana.
Una vez que escuché su deseo, aparté la mirada. No quería mostrarles que mis ojos se llenaron de pura emoción.
Lyudmila sonrió, satisfecha, y asintió con la cabeza.
-Te apoyo en ello, residente.
-Gracias, señorita Shapovalova.
~~ * ~~
Cuando las gotas de lluvia comenzaron a caer del cielo, sonreí feliz, por esa ligera lluvia. Aunque no soy tan fanática de la lluvia, aprendí a gustar de ella, debido al afecto que tiene en mi paciente en los días lluviosos. Yulia siempre ha sido más accesible cuando llueve y su comportamiento es la combinación perfecta entre sensibilidad introspectiva y personalidad divertida. Los días lluviosos son los días en los que Yulia me habla más, me muestra quién es y tiene mejor comportamiento. Incluso si los corredores del hospital se vuelven fríos, lúgubres y tranquilos, los días lluviosos se están convirtiendo en mis días favoritos.
Ahora que las cosas ya no pesan tanto, y probablemente dejen de hacerlo poco a poco, Yulia ha estado hablando más libremente de su pasado durante nuestras sesiones, especialmente de su vida como El Niño Asesino. Escuchar sus historias es algo que tomo como un tesoro y una recompensa, porque es precisamente eso, lo único que quería que hiciera conmigo desde un principio. No puedo creer que me tomó tanto tiempo lograrlo, pero al final se está haciendo realidad.
En este momento, mientras llueve afuera, estoy teniendo una sesión con mi paciente favorita y es muy difícil ocultar mi sonrisa al escucharla hablar.
- ... Y luego ella me dijo, conocí a un tipo con una pata de metal llamado Pavell, así que le pregunté ¿Y cómo se llama la otra pierna?
Dejé escapar una carcajada por su chiste y ella rio conmigo, permitiéndome ignorar el resto del mundo a excepción de ella. Ha pasado un tiempo desde que me sentí así, y sin que yo lo supiera, mis dedos rozaron su mano sobre el escritorio. Sus ojos miraron hacia abajo y pronto, el silencio se apoderó de la habitación. Al instante, retiré mis manos de las suyas y aparté mi mirada de ella.
Durante los últimos meses, Yulia y yo hemos sido, oficialmente, Doctora-Paciente, sin permitirnos gestos íntimos o conversaciones que, de otro modo, pudieran llegar a otro lado. Así que me tomó por sorpresa cuando yo misma, permití que esto sucediera.
Me aclaré la garganta, tratando de ocultar el pequeño momento que acabamos de tener -¿Y a partir de entonces, Nicole se convirtió en tu mejor amiga? - Le pregunté, volviendo a la conversación que estábamos teniendo.
La voz de Yulia ya no se escuchaba tan llena de alegría - Ah, sí, quiero decir... un poco. Domen era mi mejor amigo, y supongo, que Nicole se convirtió en mi mejor amiga.
-¿Crees que algún día la verás?
Ella se encogió de hombros - No lo sé. Tal vez. O Tal vez no. Solo el futuro lo dirá.
La secundé y para evitar ponernos en un momento incomodo, decidí concluir la sesión.
-Doctora Elena Katina, la entrevista con Yulia Volkova ha terminado - terminé la grabación, presionando el botón de la grabadora y finalicé la sesión.
-¿Estás bien?- Preguntó, su cuerpo se inclinó hacia adelante y yo asentí, suspirando.
-Sí, no te preocupes.
-¿Estás segura?
- Sí, fue solo un resbalón - Sacudí la cabeza de un lado al otro - Creo que la ausencia de Masha y Olga me está afectando - Traté de entender mis propios sentimientos.
-¿Sigues molesta conmigo?- Preguntó levantando las cejas - ¿Porque les di los abogados que tu querías para mí?
Negué con la cabeza - No. No estoy molesta. Hiciste lo correcto. Hicimos lo correcto - Y lo dije en serio - Pero ahora que se han ido... creo este lugar parece vacío - agregué.
-¿Eso crees? - Preguntó, con un tono más alto.
-¿Tu no lo crees?
-No. Creo que el lugar está lleno. Lleno de esperanza - Me reí con su nuevo ánimo positivo - De alegría. Y... eh... de paz.
-Es increíble que te sientas de esta manera, Yulia. Pero yo, por otro lado... creo que me encariñé demasiado con ellas - le afirmé, sobre todo para mí misma.
-Te gusta mucho la gente, te encariñas demasiado fácil - Ella lo replicó -Te dije que dejaras de hacerlo - insistió y yo sonreí.
-Sí, supongo que esa es mi debilidad.
-Me hace preguntarme, Doc... - Comenzó, llamando mi atención - Si yo no hubiera sido tu primer paciente, ¿Te hubieras enamorado de Masha en lugar de mi? - En realidad, no lo creo.
-No lo sé, hay muchas variables.
-En realidad no, solo dos. Una variable es Masha siendo tu primer paciente. Y la segunda variable es enamorarse de ella - dijo en broma.
-Siendo sincera, no creo que eso hubiera pasado - Respondí honesta - No es una sorpresa que tú me gustes Yulia, y si Masha hubiera sido mi primer paciente, realmente no creo que hubiera sido una diferencia, de donde estamos ahora.
-¿Lo lamentas? - Preguntó y mis ojos se encontraron con los suyos -¿Te arrepientes de haber venido al Asilo?
Moví mis ojos al suelo, imaginando una realidad diferente donde no estuviera trabajando en el Asilo.
-A veces - dije con sinceridad - Pero la mayoría de las veces... tú haces que valga la pena.
-Te dije que dejaras de ser así - Ella rodó los ojos, y se apoyó en la silla. Yo le sonreí.
-Debes saber a estas alturas, que es inútil - Sus ojos se encontraron con los míos.
-¿Por qué hoy estás tan coqueta?- Un gemido de sorpresa salió de mi boca.
- ¿Qué? ¡No estoy siendo coqueta!
-¡Jesús, nena, contrólate!
-¡Eso es ridículo, no estoy diciendo nada fuera de lo normal!
-¡Estás haciendo que me sonroje por cada palabra que sale de tu boca!
-Oh, ¿en serio? - Mi voz se elevó por diversión - ¡Entonces eres tú, quien necesita controlarse!
-Busca a otros pacientes y mantente lejos de mí.
-Y entonces me vas a extrañar.
-¿Y de repente te convertiste en una doctora muy engreída? ¿Dónde están tus gafas, por cierto? - Por un momento y gracias a nuestros flirteos, nos olvidamos en dónde estamos.
-En casa.
-¿Estás segura de que no llevas unas invisibles?
-Bueno, si así fuera, no estaría aquí, hablando con una paciente obstinada y estaría vendiendo el diseño y ganando dinero con ello.
-¡Nunca podrías ganar dinero con eso. ¡Todas serían color rosa!
-¡Los colores no importan porque son invisibles, Yulia!
-Oh - Ella parpadeó, haciéndonos estallar en carcajadas.
Y fue un momento tan estúpido y tonto, que no nos dimos cuenta que teníamos nuestros cuerpos, más cerca la una de la otra sobre el escritorio.
-¿Cuánto tiempo ha pasado?- Pregunté, con mi voz en un tono más bajo.
-¿Huh?
-¿Cuánto tiempo ha pasado desde que nos reímos así?
-No lo sé. No cuento los días, no quiero volverme loca - Mis ojos escanearon todas las facciones en su rostro.
-Te extraño, Yulia - Murmuré. Sintiendo mi corazón y mi cuerpo calentándose. Mis labios tocaron los suyos, y ambas cedimos por un segundo.
En realidad fue más de un segundo. Hasta que Yulia se recostó sobre su silla - No podemos, Doc.
-Lo sé - Dije, cerrando los ojos.
Tenía las manos esposadas, pero aun las movía tocando las mías. La miré, sintiendo mis manos más tibias.
-Lo siento - Se disculpó - Pero no podemos.
Suspiré - Lo sé.
-Has que pongan otros pacientes bajo tu cuidado - La miré curiosa - Quiero decir, así no tendremos sesiones todos los días, y si te sientes sola puedes pedirle al Director que asigne más pacientes a tu cuidado, ya sabes, ahora que Masha y Olga se mudaron de “Ciudad Cárcel”.
-¿No te molesta?
Ella se encogió de hombros - ¿Por qué debería? ¡No es como si tuvieras una aventura con ellos! ¿O sí? - Me reí entre dientes.
-No, sabes que no.
-¡Bueno, pues ahí tienes entonces! Consigue otras faldas para que te ocupes en ellas.
-¿Alguien que recomiendes?
Ella sonrió -¿Hablas en serio? ¿Me estas pidiendo una recomendación?
-¿Qué? ¡Pero si conoces a todos en este lugar y eres la mejor persona para recomendar otras adictas a la mierda!
-Está bien... - Ella se rió - Primero, aléjate de Samir y Eugeene, no querrás estar cerca de esos tipos. En realidad, si es posible, aléjate de cualquier hombre.
-De acuerdo.
-Y en segundo lugar, toma 1 o 2 novatos bajo tu protección. Estoy segura que conectarás mucho más con ellos que otros médicos.
-¿Por qué? ¿Porque soy una doctora novata? - Pregunté, levantando las cejas.
-Hace más de 1 año que estás aquí, doc. Y durante los últimos 5 meses, lo has hecho mejor que la mayoría en este lugar. Entonces, no, no creo que seas una novata - Sonreí con su nueva forma de pensar - Solo estúpida en algunas ocasiones.
- ¡Yah!
Ella soltó una risita - Estúpida, sensible y una Doctora muy loca.
-Pero muy buena- Añadí firmemente.
-Muy buena - Secundó, haciéndome sonreír. Y la lluvia afuera se volvió un poco más pesada, dándonos un poco de consuelo por el momento que no pudimos tener.
~~ * ~~
Decidí seguir el consejo de Yulia y pedir nuevos pacientes, preferiblemente novatos, para mantenernos a una distancia segura, sin caer en la trampas de nuestros sentimientos. Hubo días en los que realmente se sintió como un sacrificio reprimiendo mis necesidades, pero al final, pude manejarlo.
Luego fui asignada como médico de Camilla, una veterana, y esta vez logré conocer a la chica; y por la falta de mujeres reclusas, terminé con un hombre novato llamado Vytali. A Yulia no le gustó, principalmente porque Yulia no confía en los hombres. Pero nada podía hacer. Finalmente lo superó y me dejó hacer mi trabajo.
Es sorprendente cómo todo parece salir bien después de tantos problemas y errores que cometimos. Hubo un tiempo en el Asilo, donde parecía que Yulia y yo estábamos destinadas a discutir y pelear, entrando en un ciclo interminable, pero ahora, ese ciclo está lleno de sorpresas, buenas intenciones y voluntades.
La mejor sorpresa y más cercana, fue otra visita de Viktoria. Ahora estaba de vacaciones, y decidió visitar a su hermana después de 8 meses difíciles, desde la primera y única vez. Sigue sin hablar con sus padres sobre Yulia y es algo que al parecer, no iba hacer pronto.
Esta vez, Yulia fue mucho más comunicativa con su hermana e incluso se permitió lanzar una broma o dos. Y Vika definitivamente notó el cambio en su comportamiento.
-Te ves diferente - comentó su hermana. Y Yulia parpadeó sin saber qué decir.
-¿Yo?
-Hm- Ella asintió -Me gusta... No sé... ¿Parece que ya no hay más conflictos en tu interior?
-Pasaron muchas cosas desde la última vez de tu visita.
-¿Cosas buenas?
-Y cosas malas - Añadió Yulia, inclinando su cabeza hacia un lado - Pero las cosas malas se han resuelto bien y ya no molestan – Viktoria y yo terminamos sonriendo ante la nueva declaración.
-Es bueno escuchar eso.
-Entonces, ¿Decidiste mentirle a nuestro padre otra vez y venir a verme? - Preguntó Yulia apoyando sus codos en la mesa.
Viktoria infló sus mejillas un poco avergonzada - No creo que deba saberlo.
Eso tomó a Yulia con la guardia baja - ¿No? Él podría enojarse contigo...
Su hermanita solo se encogió de hombros - Ya sabes... después que te fuiste... - Comenzó a decir, mirando el suelo - Mamá y papá se adhirieron a mis tobillos. Querían saber todo sobre mí, lo que estaba haciendo, quiénes eran mis amigos, a dónde iba, que estaba estudiando... sé que estaban preocupados por mí. Pero hubo un momento en el que deseé un descanso - Confesó - Mientras crecía en mi adolescencia, aunque no tenía muchos recuerdos contigo,... te extrañé. Quería a alguien más... allí... con quien pudiera identificarme... ¿sabes?
Yulia no dijo nada, respetando el silencio de su hermana.
-Después de todo lo que hicieron para que me olvidara de ti, y mira, ahora estás aquí - Dijo un poco emocionada - Puedo hablar contigo... ver tu rostro, escuchar tu voz y... yo ... no quiero perder eso - Sus hombros cayeron - Así que puede ser nuestro... pequeño secreto. Soy una adulta ahora, y quiero hacer nuevos recuerdos, cosas por mi cuenta, recuerdos propios, solo contigo... y no quiero que papá me los quite...
-¿Incluso si tus nuevos recuerdos conmigo, son en una prisión?
Vika negó con la cabeza - Es solo el comienzo. Sé que no te quedarás aquí por siempre. Serás libre algún día. Y cuando lo seas, tienes que llevarme a tu nueva casa y mostrarme el lugar, ¿entiendes? -Yulia rió entre dientes - Necesitas mostrarme Moscú. Soy una turista y tienes que enseñarme los mejores lugares de la ciudad, los mejores restaurantes, mercados y las mejores actividades.
-¿Yo?
-¡Por supuesto que tú! ¿Quién más? Has vivido en esta ciudad por más de 15 años, ¿no?, Conoces este lugar mejor que San Petersburgo en este momento.
Yulia sonrió –Sí.
-¡Ahí tienes!
-De acuerdo.
-Prométeme que no volverás al crimen después de ser liberada.
Viktoria buscó la mirada de su hermana.
-¿Por qué lo haría?
-Muchas personas recaen después de ser liberadas. No seas una de ellos, por favor.
Yulia suspiró - No lo haré - Su voz sonó sincera.
Viktoria sonrió entonces.
-¿Es una promesa?
-Lo prometo - Yulia asintió - Lo siento - Yulia se disculpó, haciendo que Vika frunciera el ceño confundida - Por no estar allí cuando me necesitaste.
-Está bien, hermana. No es tu culpa.
-Si lo es - corrigió Yulia. Viktoria movió sus ojos para encontrarse con los de su hermana.
-Todo es mi culpa. Si no hubiera dejado de ir a casa, entonces...
-Nosotros cometimos el error de enviarte a esa escuela - Viktoria negó con la cabeza - Y como era la mejor escuela del país, no nos molestamos en ver si necesitabas ayuda. Pensamos que tu eras la equivocada, no la escuela. Solo nos importó tus calificaciones nunca tus dificultades. Y terminamos en este lugar, donde estábamos tan separados como una familia... que no hubo ni una sola razón para que te quedaras... Estábamos tan separados que parecía que ya no era tu casa, ¿cierto? -Yulia no dijo nada - No fue tu culpa. Fue más bien nuestra.
Yulia suspiró, mirando el techo.
-Lamento, haberte tomado por una mala persona todo este tiempo, hermana - Vika dijo entonces. Y Yulia enseguida lo descartó.
-Ya no importa. Estamos bien ahora, eso es lo que importa.
Viktoria sonrió - Sí, eso es lo que importa.
Volteamos hacia el oficial Dima, cuando llamó nuestra atención, golpeando la pared detrás de él un par de veces - Terminó el tiempo - Mis ojos se posaron en Viktoria y ella asintió, entendiendo.
-Lo siento... me tengo que ir... - dijo poniéndose de pie.
Yulia la secundó y también se levantó de la silla - Gracias por venir, Vika.
Ella asintió - Estoy feliz de verte mucho mejor, Yulia.
-También estoy feliz de verte.
-Es hora de irnos, Volkova - nos recordó el oficial. Yulia asintió, se giró y siguió los pasos del oficial.
-Ella luce completamente diferente - Viktoria habló después que su hermana abandonó la habitación. Y la miré.
-Hay mucho de ella que aún no sabes - le comenté.
-Espero que algún día confíe lo suficiente en mí para contarme.
-Lo hará.
-Gracias, doctora.
-Gracias por venir de nuevo, Viktoria.
-Disculpe la sorpresa.
-Nah, eso fue increíble - Lo descarté -Yulia está en un punto diferente ahora. Muy lejos del agujero que la arrastraba hacia abajo, como la última vez que viniste. Ahora, ella tiene más visitas.
-¿Tiene visitas? ¿De quién?
-Amigos y personas que comparten una historia con ella - agregué.
-Es bueno escuchar eso. ¿Tiene alguna idea de cuándo dejara el Asilo?
Suspiré - Puede llevar un tiempo.
-¿Dos años más?
-O tres - Agregué y no me gustó - La cosa es... que su comportamiento anterior fue bastante malo y todos los problemas que causó agregaron más a su pena. Además, los informes en sus archivos no la ayudan en absoluto, así que tendrá que comportarse si quiere una oportunidad para salir de este lugar.
-Mientras usted se quede con ella, estoy segura que estará bien - Sonreí.
-Gracias, Viktoria.
-Todos sabemos quién debe estar agradecida aquí, doctora Katina.
Aparté la mirada, con un ligero tono rosado llenando mis mejillas - Bueno, ¿quieres cenar conmigo?
-Me encantaría.
~~ * ~~
Pasaron semanas desde entonces y el Asilo se sintió aún mejor. Nos rodeamos de esta atmósfera positiva que no permitía que lo negativo aumentara. Era algo mínimo pero realmente se sentía como un cambio total en la vida de todos.
El Asilo ya no es un lugar caótico, ni un lugar donde la gente se compromete a quedarse de por vida. Después que Masha y Olga se fueron, un residente más fue liberado y algunos otros incluso recibieron libertad condicional por un día.
Libertad condicional por un día, se refería, a cuando a un residente se le permite por ley, participar en actividades públicas durante el día, principalmente con los miembros de su familia, y regresar a la cárcel por la noche. La libertad condicional se otorgaban cuando el residente obedecía las reglas generales de la prisión y muestra un comportamiento ejemplar, especialmente a los residentes que estén cerca de terminar su tiempo en la cárcel y necesitan volver a integrarse lentamente a la sociedad sin problemas.
En el pasado, el Asilo no solicitaba libertades condicionales, debido a razones de seguridad, pero no fue sino hasta después de la salida de Masha y Olga, y lo bien que fue recibido por todos en el lugar, que el Director decidió solicitar la libertad condicional. Cada mes, 1 residente con un comportamiento ejemplar es elegido para tener un día de libertad condicional, donde se le permite participar en encuentros sociales, como Festivales, Fiestas y celebraciones del Día dentro de la ciudad, en compañía de un Oficial Correccional. Por la noche, el residente regresa al Asilo. Actualmente, 4 residentes ya han sido aceptados para el día de libertad condicional; donde Ángela es una de ellas.
Yulia está fuera de la lista de los residentes para obtener su libertad condicional. Así que incluso si ella se comporta bien durante los últimos 5 meses, las declaraciones de libertad condicional, no es algo que Yulia pueda aspirar en el Asilo. Por mi parte, no quería forzar nada y arruinar toda la reputación que estamos luchando por construir, así que solo acepté que Yulia cumpliera su condena, antes de poder ver la luz del día fuera de estas rejas.
Después de Sasha, el próximo residente a ser liberado del Asilo fue Natasha Zinchenko. Nastya nunca se vio más orgullosa de su propia paciente que ese día, e incluso se emocionó un poco cuando la mujer se subió al autobús y salió del lugar.
-Sería aún mejor, si hubiera salido con Krystal - Me dijo de repente. Krystal es la hermana menor de Natasha, la cuestión, es que ella tiene que esperar un par de años más en el Asilo, para obtener su libertad. No obstante, fue un gran comienzo para todos. Especialmente para la familia Zinchenko.
Todas las buenas acciones que estaban sucediendo en el Asilo también servían para mostrar compromiso con el tratamiento real de los residentes, que ahora eran observados y cuidados por sus médicos, así como la eliminación completa de las armas electrizantes. El propio Iván Shapovalov pasó la orden para retirar las armas, y todos los manifestantes que estaban detrás de las puertas pidiendo que se cerrara el Asilo, desaparecían uno por uno.
-No sabía que este lugar podría ser tan tranquilo - Yulia comentó durante nuestro paseo en el patio, donde las puertas se veían vacías.
-Cuidados Intensivos es un lugar ruidoso - Agregué, recordando el lugar donde ella tiene que dormir todos los días.
-Te acostumbras. Incluso, ya no puedo percibir sus voces.
-¿Ahora estás tan tranquila, que ya no oyes los gritos de los internos? - Le pregunté, mirándola fijamente, mientras sus ojos se movían por las vallas del patio.
-Supongo que sí.
-¿Qué pasa? - Le pregunté, intentando encontrar lo que estaba mirando.
-No pasa nada - Respondió. Metió las manos en sus bolsillos, un gesto que realmente adoré, ya que solía hacerla parecerla más alta - Solo estoy feliz.
-¿Estás feliz?
-Hm. Nunca pensé que podría ser feliz en este lugar. Ha pasado un tiempo desde que me sentí de esta manera. Así que gracias, Doc - Sonreí.
-De nada, Residente.
~~ * ~~
Cuando vi a Lyudmila llegar al Asilo con Víctor, unas pocas mañanas después, supe que algo estaba pasando. Y ese algo estaba totalmente relacionado con Yulia.
Oh, Dios, por favor que no sea malo. Por favor, dime que no encontraron algo mal que estaba escondido en su pasado y ahora ha vuelto y tiene que pagar su precio...
- Te ves pálida, doctora Katina, ¿de verdad estás bien? - Me preguntó Víctor, con una sonrisa tímida en su rostro. De inmediato tuve la sensación de que probablemente estaba pensando de más.
- Err ... ¿Qué estás haciendo aquí? - Pregunté, un poco alejada de su presencia.
-No creí que mi presencia fuera tan indeseable.
Rápidamente sacudí mi cabeza en negación - No, no me refiero a eso. Lo siento. Es solo que... venir aquí con Lyudmila es realmente extraño.
-¿Porque?- Preguntó la mujer bajita, intrigada.
Víctor sonrió - Bueno, resulta que la señorita Lyudmila necesita mi ayuda, y yo la suya, así que terminamos aquí en el Asilo, buscando a la misma persona.
-¿Yu…Yulia? - Antes de siquiera pensar, el nombre de mi paciente salió disparado fuera de mi boca.
~~ * ~~
-Me gustaría ganar un rublo, por cada persona que decidió visitarme las últimas semanas - Yulia bromeó mientras tomaba asiento frente a esos dos -¿En qué puedo servirles en este jueves por la mañana, gente?
-¿Quién comienza? ¿Tú o yo? - Preguntó Víctor a Lyudmila, haciendo que Yulia y yo intercambiáramos miradas.
-¿De qué se trata?- Me preguntó.
Me encogí de hombros - Estoy tan perdida como tú - Suspiró y regresó su cabeza a ellos.
-Hemos estado pensando esto por un tiempo - Lyudmila habló primero.
-Y muy cuidadosamente, pensamos en todos los posibles resultados - Víctor agregó.
-Aja...
-Hemos estudiado las posibilidades, y hemos decidido que podrías ser la mejor opción.
-De acuerdo... - Yulia seguía confundida -Y... ¿cómo es que ustedes dos se conocen?
-Soy un inspector de policía, Yul, ¿crees que no conozco a la sobrina del Asilo de Iván Shapovalov?
Yulia parpadeó - Hey, gran inspector. Perdón por llevar su conocimiento al suelo, no era mi intención - Me reí entre dientes - Fue solo una pregunta... Jesús...
-Entonces, ¿Necesitan la ayuda de Yulia? - Les pregunté, sin entender por qué la reunión.
-¿Mi ayuda? - Yulia estaba bastante intrigada.
-Veras, Hay ...- Lyudmila comenzó a hablar nuevamente y abrió una carpeta - Hay algo que llamó nuestra atención en la escena del crimen.
-¿Y no es de todos los días? – Yulia lo dijo sarcásticamente.
Lyudmila tomó un artículo y sostuvo el papel cerca de ella. Yulia se mantenía esposada, así que no podía tomarlo - Un asesino en serie.
-Su criminal favorito, ¿no es así, señorita Shapovalova? - La mujer se echó a reír.
-Este asesino en serie no deja rastros - agregó Víctor - Y cada dos semanas, aparece un cadáver en un punto diferente de la ciudad.
-Intento encontrar algo que me de pistas sobre ella/él, pero no puedo - Lyudmila comento rápidamente.
-La policía está tan perdida como todos los ciudadanos de la ciudad.
-Se ha convertido en noticia en la televisión nacional.
-Un tipo vanidoso, ¿eh? - Yulia torció la nariz.
-Claramente está tratando de jugar con la policía. Y se está saliendo con la suya - Víctor comentó serio.
-¡Por supuesto que sí, la policía de Moscú es terrible! - Se quejó - Lo siento, no lo digo en serio, Víctor.
-Por eso estamos aquí - volvió hablar, sin tomar en cuenta su último comentario.
-Sigo sin entender para que, exactamente - Dijo con simpleza, girando su cabeza hacia la izquierda.
-Tienes un buen historial encontrando personas, ¿no?- Lyudmila se adelantó haciendo que Yulia se inclinase hacia atrás lentamente, sin poder discernir nada -Me dijiste, que tienes tus 'maneras', ¿recuerdas?
- ...
-¿Tus 'maneras' ,están relacionadas de alguna manera con el crimen? ¿O solo son razonamientos, siguiendo las pistas correctas?
-No me gusta esto... - dijo Yulia, sospechando de ambos. Por otro lado, yo intentaba procesar, si lo que estaba pensando, realmente estaba sucediendo.
-Pues debería, Yulia. Debiera gustarte.
- ...
-Sabemos que aun te queda tiempo aquí – Víctor se adelantó esta vez - Por otro lado, necesitamos tu ayuda para encontrar al asesino.
Mi corazón comenzó a latir desbocado. Espera, ¿Esto es real? ¿Estoy escuchando claramente?
-¿Necesitan mi ayuda? ¿Y cómo voy a encontrar al asesino desde aquí? - Ella jadeó por un segundo. Yulia levantó sus cejas - Esperen... Entonces ustedes... ¿Me dejarán en libertad?
-No - negó Lyudmila - No completamente.
-Hay algo llamado libertad condicional especial - Víctor trató de explicar - Es un período de supervisión para un residente, ordenado por el tribunal. Durante la libertad condicional especial, el residente a menudo es supervisado durante todo el día en lugar de cumplir un tiempo en prisión. Parecido a la libertad condicional por un día, pero vigilado en todo momento por un oficial, además de no ser necesario que regreses a la prisión al final del día.
-Entonces, ¿te refieres a... ser libre?- Preguntó Yulia, sin estar segura de sí entendía las palabras que acababa de decir su amigo.
-No realmente. Es un período de prueba, donde los residentes deben abstenerse a poseer cualquier arma, drogas y alcohol, se les ordena no ser empleados, cumplir con el toque de queda y realizar trabajo como servicio comunitario. Y debido a razones de seguridad, también se requiere que el residente use un brazalete electrónico que indique su localización y movimientos a los oficiales a cargo.
-De acuerdo con la ley ... - Lyudmila comenzó esta vez - Libertad bajo palabra y la libertad condicional, se pueden ofrecer a los residentes que ya cumplieron, al menos 2/3 por ciento de su pena en la prisión.
-El cuál es tu caso.
-¿Mi caso?
-En el pasado tuviste muchos problemas pero actualmente te has comportando muy bien. Y contando todo tu tiempo aquí, que en resumen es de 2/3 de tu pena, solo te quedan un par de años, y esos años los pueden cumplir con la libertad condicional.
-Lo que básicamente significa que seguirás siendo una residente en el Asilo para Criminales Mentales, pero no estarías aquí físicamente.
-Entonces... ¿quieres decir libre?
Víctor y Lyudmila se rieron entre dientes - No, completamente libre no. Aún NO.
-Cualquier infracción de dichas normas o reglas, añadidas por el tribunal, volverás aquí de inmediato. Mientras te mantengas alejada de problemas, puedes disfrutar de una vida normal allá afuera.
-Excepto por las drogas, el alcohol y los clubes nocturnos.
-Por supuesto, esto sólo puede hacerse, cuando emitimos a la corte una petición a manos de los abogados ...
-A lo que Anatoli y Ruslan ya están al tanto.
-Y por supuesto... necesitamos tu aprobación.
-¿Mi aprobación?- El rostro de Yulia expresaba total asombro, con todo lo que acababa de escuchar.
-Aun no dices, si estás de acuerdo con nuestra oferta. ¿Te gustaría trabajar para nosotros y encontrar al asesino? - Le preguntó Lyudmila.
Ella parecía totalmente perdida, sin saber qué responder - Le prometí a mi hermana... que no volvería al crimen después de ser liberada...
-Y no volverás al crimen. Vas a ayudarnos a encontrar a un asesino. Tu sabes cómo piensan y cómo actúan. Tienes una mente aguda, puedes ser nuestra ventaja contra ellos.
-Espera... déjame ver si entiendo... - Yulia extendió la mano - ¿Quieren pagarme por encontrar chicos malos?
-No vas a ganar dinero con la libertad condicional.
-¿No?
-El dinero que será tuyo, se destinará a pagar tus multas y a compensar a las familias, de las personas que lesionaste en el Asilo.
-Piensa en ello como tu deber comunitario con la sociedad - Víctor le explicó.
Yulia parecía perdida por un segundo.
-Entonces ... – Lyudmila y Víctor dijeron al unísono -¿Qué dices?
Yulia tragó saliva y cuando abrió los ojos, vi plasmado en sus labios una sonrisa juguetona -¿Qué más puedo decir? ¡Vamos a cazar a esos cabrones de mierda!
Las quiero un montón! Hasta más tarde!!
A leer!!
CAPITULO 44: UNA OFERTA INESPERADA
PENULTIMO CAPÍTULO
-Cuando le dije a G-Dragon, que se fuera a la mierda - Yulia sonrió, pretenciosa y continuó relatando historias de sus días como el Niño Asesino, a Lyudmila Shapovalova.
Y si había una persona por encima de todos, que estaba feliz por lo que acontecía en el Asilo y el cambio de atmósfera, esa persona era Lyudmila. También es una de las visitantes que viene hasta aquí, los sábados, para hablar con los residentes y especialmente con Yulia; dado que es su asesina en serie favorita; como me lo confesó un día, y con el buen comportamiento de mi paciente, Lyudmila aprovechó para hacerle más visitas y preguntarle todo lo que siempre quiso saber de su vida.
-Mandó a su pandilla por mí, cuando maté a un policía. Dimitri. Él era agente doble. Trabajaba como policía durante el día, pero era miembro de la pandilla de G-Dragon por la noche. No sabía que era miembro de su pandilla.
-¿Y por qué lo mataste? - Preguntó Lyudmila, intrigada.
-Fue lo mismo que me preguntó G-Dragon - Añadió Yulia, haciendo reír a Lyudmila.
-¿Y qué le dijiste? - Preguntó, curiosa.
-Le dije la verdad. Lo maté porque estaba en mi camino.
-¿Matas a quien se pone en tu camino?
-Eso también me lo preguntó G-Dragon - Agregó Yulia, en un tono más alto, encontrándolo divertido. Se inclinó hacia adelante, acercándose a Lyudmila, quien estaba sonriendo, emocionada por la historia - Ustedes dos tienen mucho en común, ¿sabes? - Lyudmila rió, sacándome una risa por la situación. Yulia en verdad pasaba un buen momento bromeando con Lyudmila y su obsesión con los asesinos.
-¿Tú crees?
-Por supuesto. Ustedes son como... - Movió sus manos y las juntó para formar un corazón.
-Almas gemelas.
-Aw, detente.
Yulia rió tontamente y yo sacudí mi cabeza por sus acciones - ¿Por qué le interesa tanto los delincuentes, señorita Shapovalova?
-No me interesan los delincuentes menores. Estoy interesada en criminales como tú.
-¿Yo?
-Eres el Top de las drogas y los asesinos en serie.
-¿Y? - El rostro de confusión de Yulia, fue bastante cómico.
-Me encantan tus historias.
-¿Mis historias? Son solo un montón de heridas y torturas constantes.
-Para mí... son simplemente fascinantes.
-Supongo que lo ves desde otra perspectiva y por eso te agradan esas cosas...
Lyudmila sonrió - Todos tenemos nuestras obsesiones...
-Debe tener cuidado - Dijo Yulia. Su voz ahora sonaba un poco seria. Y Lyudmila supo reconocerla.
-¿Porqué?
-Es la sobrina del presidente de este pozo negro. Si un recluso decide jugar con usted, puede terminar jodida. Mejor tenga cuidado.
-Los criminales no me interesan románticamente, residente.
-¿En serio? ¿Pero si hizo toda esta mierda para conocer a G-Dragon? - Los ojos de Yulia se agrandaron - Eso seguro es compromiso.
-Suceden muchas cosas en las calles de Moscú - Comenzó a decir llamando nuestra atención.
-Y sin embargo, tenemos todos esos carteles turísticos que dicen lo segura que es la ciudad, de cómo una persona puede caminar sola a las 3 a.m. sin problemas. Pero todos sabemos que es una mentira. Los crímenes han aumentado constantemente en el país durante los últimos 20 años y desconocemos las razones. Los cárteles de droga, han tomado el control de ciertos puntos de la ciudad y los ciudadanos comunes no saben nada al respecto. Intento hallar esos lugares, a esas personas, y entiendo de dónde vienen, qué obtienen de ello, y por qué es tan valioso para algunos cometer crímenes en lugar de tener una vida plena de libertad... Hay mucho que aprender cuando hablas con delincuentes como tú, residente.
-¿Eso cree? - Yulia levantó sus cejas.
-Por supuesto. ¿Por qué dejaste la escuela privada de Moscú, la mejor del país, para seguir una vida de tortura y dolor?
-Es una larga historia. No estoy de humor para hablar de ello - Respondió rápidamente.
-Bueno, ahí tienes. Tú tienes una razón. Nadie nace como El niño asesino, sino que te moldeas. Intento entender las razones que están detrás de ello.
-¿Por qué no se conviertes en una doctora como la Doctora Katina? - Preguntó, señalándome con su cabeza.
-No quiero ser doctora. Solo quiero entender su comportamiento. Y tal vez al entenderlos, podemos resolver esos problemas y de hecho, hacer que nuestra ciudad sea tan segura como lo dicen los anuncios.
-Algunos matan por diversión, otros por dinero y otros más por necesidad. Es imposible entenderlos a todos.
-No quiero entenderlos a todos. Quiero entender a las personas como tú. Quien tuvo una infancia perfecta, una vida perfecta pero aun así, se convirtió en una asesina en serie. G-Dragon también abandonó su escuela en su adolescencia y se metió al mundo del crimen, ¿no?
-No lo sé.
-¿No? Pensé que eran cercanos.
-Él me secuestró cuando maté a uno de sus hombres. Eso no es lo que yo llamo... cercanos - respondió, haciéndome reír.
-Entonces, ¿Cómo terminaste siendo parte de su pandilla?
-Yo no era parte de su pandilla.
-Pero…
-No trabajo para nadie - Le aseguró - Solo intentaba sobrevivir. No quería morir ese día, luego hice una oferta que no pudo rechazar. Le prometí que tomaría la vida de esos hombres uno por uno y, que mientras lo hiciera, usaría los asesinatos para aumentar su territorio. Y eso es lo que hicimos. Yo cumplí mi parte. E incluso, si GD quería apartar a una persona de su camino, todo lo que tenía que hacer era llamarme. Y eso fue todo. Esa fue toda la relación que tuvimos.
-¿Pero dijiste que eras su mano derecha? - Le pregunté, recordando cierta conversación entre Yulia y aquel residente.
-Nah. Él tiene su gente de confianza, nadie más. Yo solo era un sicario de lujo para ellos. Nunca conocí su historia o antecedentes. Solo me dediqué a lo mío.
-¿Y cómo encontrabas a tus víctimas? - Preguntó Lyudmila, intrigada.
Yulia se encogió de hombros - Ah, ya sabes, uno tiene sus métodos.
-No hay muchos asesinos en serie dentro del Asilo. ¿De qué manera eres diferente a ellos?
-No estoy loca - Esa respuesta hizo que tanto Shapovalova como yo, nos riéramos.
-No, quiero decir, ¿Por qué crees que hay pocos asesinos en serie, dentro del Asilo?
-¿Y cómo se supone que voy a saberlo?
-¿Qué te hizo convertirte en uno?
-Un propósito.
Esa línea estaba seca y fría, y tenía una especie de efecto poderoso sobre las dos. Lyudmila asintió con la cabeza, aparentemente entendiendo el significado.
-Eres muy inteligente, Volkova - Comentó, a lo que Yulia frunció el ceño - Hubieras tenido una buena vida.
-Tuve una buena vida - Yulia respondió tranquila - Lo bueno, no fue negado por estas paredes.
-¿Te arrepientes?- La pregunta hizo que Yulia parpadeara - ¿Te arrepientes de tus crímenes?- Mi corazón latió más rápido. Todo lo que quería escuchar, es que dijera, sí.
-No, en realidad no - Contestó y terminé por apartar la mirada. Pero no pasó desapercibido para ella - Tenía un propósito. Y lo seguí. Me ayudó a vivir esos días. Sé que es difícil entender... pero ... - Ella asintió con la cabeza - Durante mucho tiempo, fue el único consuelo en mi vida.
-¿Y ya no es así?
-No.
-¿Qué cambió?
Ella se encogió de hombros - Me hice mayor. Me cansé de todo. Tengo a la doctora Katina aquí. A mi hermana. Y algunos amigos. Mi propósito cambió. Desde el núcleo hasta el camino.
-¿Encontraste tu consuelo en esta prisión, de todos los lugares?
-Bueno, a veces tienes que perderte para encontrar tu camino. A la Dama de la Vida, le gusta engañarnos a todos, ¿cierto? Yo encontré el mío aquí. Otros lo encontraron lejos. Así es como es.
-Así es como es - repitió Lyudmila.
-Y ahora solo estoy esperando.
-¿Esperando?
- Sí, el día de mi libertad. Así que puede que tenga una buena vida otra vez.
-Cuando finalmente seas libre, ¿Qué es lo que harás?
Escuché atentamente. Sin lugar a dudas, quiero ayudarla a lograr lo que necesite. Tal vez quiera ir a algún lugar, como San Petersburgo, su ciudad natal, o comer buena comida en un restaurante. De cualquier forma, estoy segura de que voy a dar lo mejor de mí para ayudarle a cumplir su deseo.
-Abrazar a mi pequeña hermana.
Una vez que escuché su deseo, aparté la mirada. No quería mostrarles que mis ojos se llenaron de pura emoción.
Lyudmila sonrió, satisfecha, y asintió con la cabeza.
-Te apoyo en ello, residente.
-Gracias, señorita Shapovalova.
~~ * ~~
Cuando las gotas de lluvia comenzaron a caer del cielo, sonreí feliz, por esa ligera lluvia. Aunque no soy tan fanática de la lluvia, aprendí a gustar de ella, debido al afecto que tiene en mi paciente en los días lluviosos. Yulia siempre ha sido más accesible cuando llueve y su comportamiento es la combinación perfecta entre sensibilidad introspectiva y personalidad divertida. Los días lluviosos son los días en los que Yulia me habla más, me muestra quién es y tiene mejor comportamiento. Incluso si los corredores del hospital se vuelven fríos, lúgubres y tranquilos, los días lluviosos se están convirtiendo en mis días favoritos.
Ahora que las cosas ya no pesan tanto, y probablemente dejen de hacerlo poco a poco, Yulia ha estado hablando más libremente de su pasado durante nuestras sesiones, especialmente de su vida como El Niño Asesino. Escuchar sus historias es algo que tomo como un tesoro y una recompensa, porque es precisamente eso, lo único que quería que hiciera conmigo desde un principio. No puedo creer que me tomó tanto tiempo lograrlo, pero al final se está haciendo realidad.
En este momento, mientras llueve afuera, estoy teniendo una sesión con mi paciente favorita y es muy difícil ocultar mi sonrisa al escucharla hablar.
- ... Y luego ella me dijo, conocí a un tipo con una pata de metal llamado Pavell, así que le pregunté ¿Y cómo se llama la otra pierna?
Dejé escapar una carcajada por su chiste y ella rio conmigo, permitiéndome ignorar el resto del mundo a excepción de ella. Ha pasado un tiempo desde que me sentí así, y sin que yo lo supiera, mis dedos rozaron su mano sobre el escritorio. Sus ojos miraron hacia abajo y pronto, el silencio se apoderó de la habitación. Al instante, retiré mis manos de las suyas y aparté mi mirada de ella.
Durante los últimos meses, Yulia y yo hemos sido, oficialmente, Doctora-Paciente, sin permitirnos gestos íntimos o conversaciones que, de otro modo, pudieran llegar a otro lado. Así que me tomó por sorpresa cuando yo misma, permití que esto sucediera.
Me aclaré la garganta, tratando de ocultar el pequeño momento que acabamos de tener -¿Y a partir de entonces, Nicole se convirtió en tu mejor amiga? - Le pregunté, volviendo a la conversación que estábamos teniendo.
La voz de Yulia ya no se escuchaba tan llena de alegría - Ah, sí, quiero decir... un poco. Domen era mi mejor amigo, y supongo, que Nicole se convirtió en mi mejor amiga.
-¿Crees que algún día la verás?
Ella se encogió de hombros - No lo sé. Tal vez. O Tal vez no. Solo el futuro lo dirá.
La secundé y para evitar ponernos en un momento incomodo, decidí concluir la sesión.
-Doctora Elena Katina, la entrevista con Yulia Volkova ha terminado - terminé la grabación, presionando el botón de la grabadora y finalicé la sesión.
-¿Estás bien?- Preguntó, su cuerpo se inclinó hacia adelante y yo asentí, suspirando.
-Sí, no te preocupes.
-¿Estás segura?
- Sí, fue solo un resbalón - Sacudí la cabeza de un lado al otro - Creo que la ausencia de Masha y Olga me está afectando - Traté de entender mis propios sentimientos.
-¿Sigues molesta conmigo?- Preguntó levantando las cejas - ¿Porque les di los abogados que tu querías para mí?
Negué con la cabeza - No. No estoy molesta. Hiciste lo correcto. Hicimos lo correcto - Y lo dije en serio - Pero ahora que se han ido... creo este lugar parece vacío - agregué.
-¿Eso crees? - Preguntó, con un tono más alto.
-¿Tu no lo crees?
-No. Creo que el lugar está lleno. Lleno de esperanza - Me reí con su nuevo ánimo positivo - De alegría. Y... eh... de paz.
-Es increíble que te sientas de esta manera, Yulia. Pero yo, por otro lado... creo que me encariñé demasiado con ellas - le afirmé, sobre todo para mí misma.
-Te gusta mucho la gente, te encariñas demasiado fácil - Ella lo replicó -Te dije que dejaras de hacerlo - insistió y yo sonreí.
-Sí, supongo que esa es mi debilidad.
-Me hace preguntarme, Doc... - Comenzó, llamando mi atención - Si yo no hubiera sido tu primer paciente, ¿Te hubieras enamorado de Masha en lugar de mi? - En realidad, no lo creo.
-No lo sé, hay muchas variables.
-En realidad no, solo dos. Una variable es Masha siendo tu primer paciente. Y la segunda variable es enamorarse de ella - dijo en broma.
-Siendo sincera, no creo que eso hubiera pasado - Respondí honesta - No es una sorpresa que tú me gustes Yulia, y si Masha hubiera sido mi primer paciente, realmente no creo que hubiera sido una diferencia, de donde estamos ahora.
-¿Lo lamentas? - Preguntó y mis ojos se encontraron con los suyos -¿Te arrepientes de haber venido al Asilo?
Moví mis ojos al suelo, imaginando una realidad diferente donde no estuviera trabajando en el Asilo.
-A veces - dije con sinceridad - Pero la mayoría de las veces... tú haces que valga la pena.
-Te dije que dejaras de ser así - Ella rodó los ojos, y se apoyó en la silla. Yo le sonreí.
-Debes saber a estas alturas, que es inútil - Sus ojos se encontraron con los míos.
-¿Por qué hoy estás tan coqueta?- Un gemido de sorpresa salió de mi boca.
- ¿Qué? ¡No estoy siendo coqueta!
-¡Jesús, nena, contrólate!
-¡Eso es ridículo, no estoy diciendo nada fuera de lo normal!
-¡Estás haciendo que me sonroje por cada palabra que sale de tu boca!
-Oh, ¿en serio? - Mi voz se elevó por diversión - ¡Entonces eres tú, quien necesita controlarse!
-Busca a otros pacientes y mantente lejos de mí.
-Y entonces me vas a extrañar.
-¿Y de repente te convertiste en una doctora muy engreída? ¿Dónde están tus gafas, por cierto? - Por un momento y gracias a nuestros flirteos, nos olvidamos en dónde estamos.
-En casa.
-¿Estás segura de que no llevas unas invisibles?
-Bueno, si así fuera, no estaría aquí, hablando con una paciente obstinada y estaría vendiendo el diseño y ganando dinero con ello.
-¡Nunca podrías ganar dinero con eso. ¡Todas serían color rosa!
-¡Los colores no importan porque son invisibles, Yulia!
-Oh - Ella parpadeó, haciéndonos estallar en carcajadas.
Y fue un momento tan estúpido y tonto, que no nos dimos cuenta que teníamos nuestros cuerpos, más cerca la una de la otra sobre el escritorio.
-¿Cuánto tiempo ha pasado?- Pregunté, con mi voz en un tono más bajo.
-¿Huh?
-¿Cuánto tiempo ha pasado desde que nos reímos así?
-No lo sé. No cuento los días, no quiero volverme loca - Mis ojos escanearon todas las facciones en su rostro.
-Te extraño, Yulia - Murmuré. Sintiendo mi corazón y mi cuerpo calentándose. Mis labios tocaron los suyos, y ambas cedimos por un segundo.
En realidad fue más de un segundo. Hasta que Yulia se recostó sobre su silla - No podemos, Doc.
-Lo sé - Dije, cerrando los ojos.
Tenía las manos esposadas, pero aun las movía tocando las mías. La miré, sintiendo mis manos más tibias.
-Lo siento - Se disculpó - Pero no podemos.
Suspiré - Lo sé.
-Has que pongan otros pacientes bajo tu cuidado - La miré curiosa - Quiero decir, así no tendremos sesiones todos los días, y si te sientes sola puedes pedirle al Director que asigne más pacientes a tu cuidado, ya sabes, ahora que Masha y Olga se mudaron de “Ciudad Cárcel”.
-¿No te molesta?
Ella se encogió de hombros - ¿Por qué debería? ¡No es como si tuvieras una aventura con ellos! ¿O sí? - Me reí entre dientes.
-No, sabes que no.
-¡Bueno, pues ahí tienes entonces! Consigue otras faldas para que te ocupes en ellas.
-¿Alguien que recomiendes?
Ella sonrió -¿Hablas en serio? ¿Me estas pidiendo una recomendación?
-¿Qué? ¡Pero si conoces a todos en este lugar y eres la mejor persona para recomendar otras adictas a la mierda!
-Está bien... - Ella se rió - Primero, aléjate de Samir y Eugeene, no querrás estar cerca de esos tipos. En realidad, si es posible, aléjate de cualquier hombre.
-De acuerdo.
-Y en segundo lugar, toma 1 o 2 novatos bajo tu protección. Estoy segura que conectarás mucho más con ellos que otros médicos.
-¿Por qué? ¿Porque soy una doctora novata? - Pregunté, levantando las cejas.
-Hace más de 1 año que estás aquí, doc. Y durante los últimos 5 meses, lo has hecho mejor que la mayoría en este lugar. Entonces, no, no creo que seas una novata - Sonreí con su nueva forma de pensar - Solo estúpida en algunas ocasiones.
- ¡Yah!
Ella soltó una risita - Estúpida, sensible y una Doctora muy loca.
-Pero muy buena- Añadí firmemente.
-Muy buena - Secundó, haciéndome sonreír. Y la lluvia afuera se volvió un poco más pesada, dándonos un poco de consuelo por el momento que no pudimos tener.
~~ * ~~
Decidí seguir el consejo de Yulia y pedir nuevos pacientes, preferiblemente novatos, para mantenernos a una distancia segura, sin caer en la trampas de nuestros sentimientos. Hubo días en los que realmente se sintió como un sacrificio reprimiendo mis necesidades, pero al final, pude manejarlo.
Luego fui asignada como médico de Camilla, una veterana, y esta vez logré conocer a la chica; y por la falta de mujeres reclusas, terminé con un hombre novato llamado Vytali. A Yulia no le gustó, principalmente porque Yulia no confía en los hombres. Pero nada podía hacer. Finalmente lo superó y me dejó hacer mi trabajo.
Es sorprendente cómo todo parece salir bien después de tantos problemas y errores que cometimos. Hubo un tiempo en el Asilo, donde parecía que Yulia y yo estábamos destinadas a discutir y pelear, entrando en un ciclo interminable, pero ahora, ese ciclo está lleno de sorpresas, buenas intenciones y voluntades.
La mejor sorpresa y más cercana, fue otra visita de Viktoria. Ahora estaba de vacaciones, y decidió visitar a su hermana después de 8 meses difíciles, desde la primera y única vez. Sigue sin hablar con sus padres sobre Yulia y es algo que al parecer, no iba hacer pronto.
Esta vez, Yulia fue mucho más comunicativa con su hermana e incluso se permitió lanzar una broma o dos. Y Vika definitivamente notó el cambio en su comportamiento.
-Te ves diferente - comentó su hermana. Y Yulia parpadeó sin saber qué decir.
-¿Yo?
-Hm- Ella asintió -Me gusta... No sé... ¿Parece que ya no hay más conflictos en tu interior?
-Pasaron muchas cosas desde la última vez de tu visita.
-¿Cosas buenas?
-Y cosas malas - Añadió Yulia, inclinando su cabeza hacia un lado - Pero las cosas malas se han resuelto bien y ya no molestan – Viktoria y yo terminamos sonriendo ante la nueva declaración.
-Es bueno escuchar eso.
-Entonces, ¿Decidiste mentirle a nuestro padre otra vez y venir a verme? - Preguntó Yulia apoyando sus codos en la mesa.
Viktoria infló sus mejillas un poco avergonzada - No creo que deba saberlo.
Eso tomó a Yulia con la guardia baja - ¿No? Él podría enojarse contigo...
Su hermanita solo se encogió de hombros - Ya sabes... después que te fuiste... - Comenzó a decir, mirando el suelo - Mamá y papá se adhirieron a mis tobillos. Querían saber todo sobre mí, lo que estaba haciendo, quiénes eran mis amigos, a dónde iba, que estaba estudiando... sé que estaban preocupados por mí. Pero hubo un momento en el que deseé un descanso - Confesó - Mientras crecía en mi adolescencia, aunque no tenía muchos recuerdos contigo,... te extrañé. Quería a alguien más... allí... con quien pudiera identificarme... ¿sabes?
Yulia no dijo nada, respetando el silencio de su hermana.
-Después de todo lo que hicieron para que me olvidara de ti, y mira, ahora estás aquí - Dijo un poco emocionada - Puedo hablar contigo... ver tu rostro, escuchar tu voz y... yo ... no quiero perder eso - Sus hombros cayeron - Así que puede ser nuestro... pequeño secreto. Soy una adulta ahora, y quiero hacer nuevos recuerdos, cosas por mi cuenta, recuerdos propios, solo contigo... y no quiero que papá me los quite...
-¿Incluso si tus nuevos recuerdos conmigo, son en una prisión?
Vika negó con la cabeza - Es solo el comienzo. Sé que no te quedarás aquí por siempre. Serás libre algún día. Y cuando lo seas, tienes que llevarme a tu nueva casa y mostrarme el lugar, ¿entiendes? -Yulia rió entre dientes - Necesitas mostrarme Moscú. Soy una turista y tienes que enseñarme los mejores lugares de la ciudad, los mejores restaurantes, mercados y las mejores actividades.
-¿Yo?
-¡Por supuesto que tú! ¿Quién más? Has vivido en esta ciudad por más de 15 años, ¿no?, Conoces este lugar mejor que San Petersburgo en este momento.
Yulia sonrió –Sí.
-¡Ahí tienes!
-De acuerdo.
-Prométeme que no volverás al crimen después de ser liberada.
Viktoria buscó la mirada de su hermana.
-¿Por qué lo haría?
-Muchas personas recaen después de ser liberadas. No seas una de ellos, por favor.
Yulia suspiró - No lo haré - Su voz sonó sincera.
Viktoria sonrió entonces.
-¿Es una promesa?
-Lo prometo - Yulia asintió - Lo siento - Yulia se disculpó, haciendo que Vika frunciera el ceño confundida - Por no estar allí cuando me necesitaste.
-Está bien, hermana. No es tu culpa.
-Si lo es - corrigió Yulia. Viktoria movió sus ojos para encontrarse con los de su hermana.
-Todo es mi culpa. Si no hubiera dejado de ir a casa, entonces...
-Nosotros cometimos el error de enviarte a esa escuela - Viktoria negó con la cabeza - Y como era la mejor escuela del país, no nos molestamos en ver si necesitabas ayuda. Pensamos que tu eras la equivocada, no la escuela. Solo nos importó tus calificaciones nunca tus dificultades. Y terminamos en este lugar, donde estábamos tan separados como una familia... que no hubo ni una sola razón para que te quedaras... Estábamos tan separados que parecía que ya no era tu casa, ¿cierto? -Yulia no dijo nada - No fue tu culpa. Fue más bien nuestra.
Yulia suspiró, mirando el techo.
-Lamento, haberte tomado por una mala persona todo este tiempo, hermana - Vika dijo entonces. Y Yulia enseguida lo descartó.
-Ya no importa. Estamos bien ahora, eso es lo que importa.
Viktoria sonrió - Sí, eso es lo que importa.
Volteamos hacia el oficial Dima, cuando llamó nuestra atención, golpeando la pared detrás de él un par de veces - Terminó el tiempo - Mis ojos se posaron en Viktoria y ella asintió, entendiendo.
-Lo siento... me tengo que ir... - dijo poniéndose de pie.
Yulia la secundó y también se levantó de la silla - Gracias por venir, Vika.
Ella asintió - Estoy feliz de verte mucho mejor, Yulia.
-También estoy feliz de verte.
-Es hora de irnos, Volkova - nos recordó el oficial. Yulia asintió, se giró y siguió los pasos del oficial.
-Ella luce completamente diferente - Viktoria habló después que su hermana abandonó la habitación. Y la miré.
-Hay mucho de ella que aún no sabes - le comenté.
-Espero que algún día confíe lo suficiente en mí para contarme.
-Lo hará.
-Gracias, doctora.
-Gracias por venir de nuevo, Viktoria.
-Disculpe la sorpresa.
-Nah, eso fue increíble - Lo descarté -Yulia está en un punto diferente ahora. Muy lejos del agujero que la arrastraba hacia abajo, como la última vez que viniste. Ahora, ella tiene más visitas.
-¿Tiene visitas? ¿De quién?
-Amigos y personas que comparten una historia con ella - agregué.
-Es bueno escuchar eso. ¿Tiene alguna idea de cuándo dejara el Asilo?
Suspiré - Puede llevar un tiempo.
-¿Dos años más?
-O tres - Agregué y no me gustó - La cosa es... que su comportamiento anterior fue bastante malo y todos los problemas que causó agregaron más a su pena. Además, los informes en sus archivos no la ayudan en absoluto, así que tendrá que comportarse si quiere una oportunidad para salir de este lugar.
-Mientras usted se quede con ella, estoy segura que estará bien - Sonreí.
-Gracias, Viktoria.
-Todos sabemos quién debe estar agradecida aquí, doctora Katina.
Aparté la mirada, con un ligero tono rosado llenando mis mejillas - Bueno, ¿quieres cenar conmigo?
-Me encantaría.
~~ * ~~
Pasaron semanas desde entonces y el Asilo se sintió aún mejor. Nos rodeamos de esta atmósfera positiva que no permitía que lo negativo aumentara. Era algo mínimo pero realmente se sentía como un cambio total en la vida de todos.
El Asilo ya no es un lugar caótico, ni un lugar donde la gente se compromete a quedarse de por vida. Después que Masha y Olga se fueron, un residente más fue liberado y algunos otros incluso recibieron libertad condicional por un día.
Libertad condicional por un día, se refería, a cuando a un residente se le permite por ley, participar en actividades públicas durante el día, principalmente con los miembros de su familia, y regresar a la cárcel por la noche. La libertad condicional se otorgaban cuando el residente obedecía las reglas generales de la prisión y muestra un comportamiento ejemplar, especialmente a los residentes que estén cerca de terminar su tiempo en la cárcel y necesitan volver a integrarse lentamente a la sociedad sin problemas.
En el pasado, el Asilo no solicitaba libertades condicionales, debido a razones de seguridad, pero no fue sino hasta después de la salida de Masha y Olga, y lo bien que fue recibido por todos en el lugar, que el Director decidió solicitar la libertad condicional. Cada mes, 1 residente con un comportamiento ejemplar es elegido para tener un día de libertad condicional, donde se le permite participar en encuentros sociales, como Festivales, Fiestas y celebraciones del Día dentro de la ciudad, en compañía de un Oficial Correccional. Por la noche, el residente regresa al Asilo. Actualmente, 4 residentes ya han sido aceptados para el día de libertad condicional; donde Ángela es una de ellas.
Yulia está fuera de la lista de los residentes para obtener su libertad condicional. Así que incluso si ella se comporta bien durante los últimos 5 meses, las declaraciones de libertad condicional, no es algo que Yulia pueda aspirar en el Asilo. Por mi parte, no quería forzar nada y arruinar toda la reputación que estamos luchando por construir, así que solo acepté que Yulia cumpliera su condena, antes de poder ver la luz del día fuera de estas rejas.
Después de Sasha, el próximo residente a ser liberado del Asilo fue Natasha Zinchenko. Nastya nunca se vio más orgullosa de su propia paciente que ese día, e incluso se emocionó un poco cuando la mujer se subió al autobús y salió del lugar.
-Sería aún mejor, si hubiera salido con Krystal - Me dijo de repente. Krystal es la hermana menor de Natasha, la cuestión, es que ella tiene que esperar un par de años más en el Asilo, para obtener su libertad. No obstante, fue un gran comienzo para todos. Especialmente para la familia Zinchenko.
Todas las buenas acciones que estaban sucediendo en el Asilo también servían para mostrar compromiso con el tratamiento real de los residentes, que ahora eran observados y cuidados por sus médicos, así como la eliminación completa de las armas electrizantes. El propio Iván Shapovalov pasó la orden para retirar las armas, y todos los manifestantes que estaban detrás de las puertas pidiendo que se cerrara el Asilo, desaparecían uno por uno.
-No sabía que este lugar podría ser tan tranquilo - Yulia comentó durante nuestro paseo en el patio, donde las puertas se veían vacías.
-Cuidados Intensivos es un lugar ruidoso - Agregué, recordando el lugar donde ella tiene que dormir todos los días.
-Te acostumbras. Incluso, ya no puedo percibir sus voces.
-¿Ahora estás tan tranquila, que ya no oyes los gritos de los internos? - Le pregunté, mirándola fijamente, mientras sus ojos se movían por las vallas del patio.
-Supongo que sí.
-¿Qué pasa? - Le pregunté, intentando encontrar lo que estaba mirando.
-No pasa nada - Respondió. Metió las manos en sus bolsillos, un gesto que realmente adoré, ya que solía hacerla parecerla más alta - Solo estoy feliz.
-¿Estás feliz?
-Hm. Nunca pensé que podría ser feliz en este lugar. Ha pasado un tiempo desde que me sentí de esta manera. Así que gracias, Doc - Sonreí.
-De nada, Residente.
~~ * ~~
Cuando vi a Lyudmila llegar al Asilo con Víctor, unas pocas mañanas después, supe que algo estaba pasando. Y ese algo estaba totalmente relacionado con Yulia.
Oh, Dios, por favor que no sea malo. Por favor, dime que no encontraron algo mal que estaba escondido en su pasado y ahora ha vuelto y tiene que pagar su precio...
- Te ves pálida, doctora Katina, ¿de verdad estás bien? - Me preguntó Víctor, con una sonrisa tímida en su rostro. De inmediato tuve la sensación de que probablemente estaba pensando de más.
- Err ... ¿Qué estás haciendo aquí? - Pregunté, un poco alejada de su presencia.
-No creí que mi presencia fuera tan indeseable.
Rápidamente sacudí mi cabeza en negación - No, no me refiero a eso. Lo siento. Es solo que... venir aquí con Lyudmila es realmente extraño.
-¿Porque?- Preguntó la mujer bajita, intrigada.
Víctor sonrió - Bueno, resulta que la señorita Lyudmila necesita mi ayuda, y yo la suya, así que terminamos aquí en el Asilo, buscando a la misma persona.
-¿Yu…Yulia? - Antes de siquiera pensar, el nombre de mi paciente salió disparado fuera de mi boca.
~~ * ~~
-Me gustaría ganar un rublo, por cada persona que decidió visitarme las últimas semanas - Yulia bromeó mientras tomaba asiento frente a esos dos -¿En qué puedo servirles en este jueves por la mañana, gente?
-¿Quién comienza? ¿Tú o yo? - Preguntó Víctor a Lyudmila, haciendo que Yulia y yo intercambiáramos miradas.
-¿De qué se trata?- Me preguntó.
Me encogí de hombros - Estoy tan perdida como tú - Suspiró y regresó su cabeza a ellos.
-Hemos estado pensando esto por un tiempo - Lyudmila habló primero.
-Y muy cuidadosamente, pensamos en todos los posibles resultados - Víctor agregó.
-Aja...
-Hemos estudiado las posibilidades, y hemos decidido que podrías ser la mejor opción.
-De acuerdo... - Yulia seguía confundida -Y... ¿cómo es que ustedes dos se conocen?
-Soy un inspector de policía, Yul, ¿crees que no conozco a la sobrina del Asilo de Iván Shapovalov?
Yulia parpadeó - Hey, gran inspector. Perdón por llevar su conocimiento al suelo, no era mi intención - Me reí entre dientes - Fue solo una pregunta... Jesús...
-Entonces, ¿Necesitan la ayuda de Yulia? - Les pregunté, sin entender por qué la reunión.
-¿Mi ayuda? - Yulia estaba bastante intrigada.
-Veras, Hay ...- Lyudmila comenzó a hablar nuevamente y abrió una carpeta - Hay algo que llamó nuestra atención en la escena del crimen.
-¿Y no es de todos los días? – Yulia lo dijo sarcásticamente.
Lyudmila tomó un artículo y sostuvo el papel cerca de ella. Yulia se mantenía esposada, así que no podía tomarlo - Un asesino en serie.
-Su criminal favorito, ¿no es así, señorita Shapovalova? - La mujer se echó a reír.
-Este asesino en serie no deja rastros - agregó Víctor - Y cada dos semanas, aparece un cadáver en un punto diferente de la ciudad.
-Intento encontrar algo que me de pistas sobre ella/él, pero no puedo - Lyudmila comento rápidamente.
-La policía está tan perdida como todos los ciudadanos de la ciudad.
-Se ha convertido en noticia en la televisión nacional.
-Un tipo vanidoso, ¿eh? - Yulia torció la nariz.
-Claramente está tratando de jugar con la policía. Y se está saliendo con la suya - Víctor comentó serio.
-¡Por supuesto que sí, la policía de Moscú es terrible! - Se quejó - Lo siento, no lo digo en serio, Víctor.
-Por eso estamos aquí - volvió hablar, sin tomar en cuenta su último comentario.
-Sigo sin entender para que, exactamente - Dijo con simpleza, girando su cabeza hacia la izquierda.
-Tienes un buen historial encontrando personas, ¿no?- Lyudmila se adelantó haciendo que Yulia se inclinase hacia atrás lentamente, sin poder discernir nada -Me dijiste, que tienes tus 'maneras', ¿recuerdas?
- ...
-¿Tus 'maneras' ,están relacionadas de alguna manera con el crimen? ¿O solo son razonamientos, siguiendo las pistas correctas?
-No me gusta esto... - dijo Yulia, sospechando de ambos. Por otro lado, yo intentaba procesar, si lo que estaba pensando, realmente estaba sucediendo.
-Pues debería, Yulia. Debiera gustarte.
- ...
-Sabemos que aun te queda tiempo aquí – Víctor se adelantó esta vez - Por otro lado, necesitamos tu ayuda para encontrar al asesino.
Mi corazón comenzó a latir desbocado. Espera, ¿Esto es real? ¿Estoy escuchando claramente?
-¿Necesitan mi ayuda? ¿Y cómo voy a encontrar al asesino desde aquí? - Ella jadeó por un segundo. Yulia levantó sus cejas - Esperen... Entonces ustedes... ¿Me dejarán en libertad?
-No - negó Lyudmila - No completamente.
-Hay algo llamado libertad condicional especial - Víctor trató de explicar - Es un período de supervisión para un residente, ordenado por el tribunal. Durante la libertad condicional especial, el residente a menudo es supervisado durante todo el día en lugar de cumplir un tiempo en prisión. Parecido a la libertad condicional por un día, pero vigilado en todo momento por un oficial, además de no ser necesario que regreses a la prisión al final del día.
-Entonces, ¿te refieres a... ser libre?- Preguntó Yulia, sin estar segura de sí entendía las palabras que acababa de decir su amigo.
-No realmente. Es un período de prueba, donde los residentes deben abstenerse a poseer cualquier arma, drogas y alcohol, se les ordena no ser empleados, cumplir con el toque de queda y realizar trabajo como servicio comunitario. Y debido a razones de seguridad, también se requiere que el residente use un brazalete electrónico que indique su localización y movimientos a los oficiales a cargo.
-De acuerdo con la ley ... - Lyudmila comenzó esta vez - Libertad bajo palabra y la libertad condicional, se pueden ofrecer a los residentes que ya cumplieron, al menos 2/3 por ciento de su pena en la prisión.
-El cuál es tu caso.
-¿Mi caso?
-En el pasado tuviste muchos problemas pero actualmente te has comportando muy bien. Y contando todo tu tiempo aquí, que en resumen es de 2/3 de tu pena, solo te quedan un par de años, y esos años los pueden cumplir con la libertad condicional.
-Lo que básicamente significa que seguirás siendo una residente en el Asilo para Criminales Mentales, pero no estarías aquí físicamente.
-Entonces... ¿quieres decir libre?
Víctor y Lyudmila se rieron entre dientes - No, completamente libre no. Aún NO.
-Cualquier infracción de dichas normas o reglas, añadidas por el tribunal, volverás aquí de inmediato. Mientras te mantengas alejada de problemas, puedes disfrutar de una vida normal allá afuera.
-Excepto por las drogas, el alcohol y los clubes nocturnos.
-Por supuesto, esto sólo puede hacerse, cuando emitimos a la corte una petición a manos de los abogados ...
-A lo que Anatoli y Ruslan ya están al tanto.
-Y por supuesto... necesitamos tu aprobación.
-¿Mi aprobación?- El rostro de Yulia expresaba total asombro, con todo lo que acababa de escuchar.
-Aun no dices, si estás de acuerdo con nuestra oferta. ¿Te gustaría trabajar para nosotros y encontrar al asesino? - Le preguntó Lyudmila.
Ella parecía totalmente perdida, sin saber qué responder - Le prometí a mi hermana... que no volvería al crimen después de ser liberada...
-Y no volverás al crimen. Vas a ayudarnos a encontrar a un asesino. Tu sabes cómo piensan y cómo actúan. Tienes una mente aguda, puedes ser nuestra ventaja contra ellos.
-Espera... déjame ver si entiendo... - Yulia extendió la mano - ¿Quieren pagarme por encontrar chicos malos?
-No vas a ganar dinero con la libertad condicional.
-¿No?
-El dinero que será tuyo, se destinará a pagar tus multas y a compensar a las familias, de las personas que lesionaste en el Asilo.
-Piensa en ello como tu deber comunitario con la sociedad - Víctor le explicó.
Yulia parecía perdida por un segundo.
-Entonces ... – Lyudmila y Víctor dijeron al unísono -¿Qué dices?
Yulia tragó saliva y cuando abrió los ojos, vi plasmado en sus labios una sonrisa juguetona -¿Qué más puedo decir? ¡Vamos a cazar a esos cabrones de mierda!
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