MY CINDERELLA // ADAPTACIÓN A YULENA

Fue muy emocionalmente el capitulo tan tiernas las 2 ahora si dispuestas a todo para amarse y ser felices . Saludos querída mía

Fue tan hermoso el capítulo y es tan triste que ya vaya a terminar qué tengo sentimientos encontrados de querer saber el final... Pero no querer

Todo Vuelve a su Forma
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Las palabras cesaron pero el contacto físico se mantuvo varios minutos allí en una habitación donde solo estaba el sonido de la frecuencia cardíaca. Elena pensaba que si se retiraba de allí algo le pasaría a Yulia, quizás si atravesaba la puerta no se acordaría de quién era ella. Temores que no tenían fundamento pero a pesar de saberlo existían. Más, no podía quedarse con ella todo el tiempo, había personas que querían hablar con ella y verla y una de ellas era su hermano. Besó su frente lentamente, luego la punta de su nariz hasta descender a sus labios para capturarlos como si fueran dos exquisitas gomitas. ¡Pero que delicia era expresar lo que sentía sin temor a ser rechazada! Abrió los ojos de nuevo y la vio allí, no era un sueño, ella estaba despierta mirándola con tanto cariño que derretiría su corazón por completo.

-Me tendré que ir…

-Pídele a la clínica quedarte conmigo, no quiero que te vayas ¿Y si despierto y todo era un sueño? – su voz angustiada y sus palabras la enternecieron al punto de hacerla suspirar.

-Esto no es un sueño, esto es real mi “Bella Durmiente” –volvió a besar sus labios lentamente - Sé fuerte cuando te saquen esta sonda ¿Sí? –asintió no muy convencida porque no le parecía atractivo sentir como salía un “tubito de goma” desde su esófago hasta los orificios nasales, de hecho le aterraba - ¿Quieres que pase mi hermano? Si no quieres puedo decirle que no.

-Dile que pase por favor –lo dijo rápidamente a pesar de estar cansada- Digo, bueno, si no fuera por él yo no estaría viva y debo… charlar – Elena besó el dorso de su mano antes de retirarse de esa habitación no muy convencida de que no fuera a desaparecer por arte de magia. 

La puerta se cerró tras su espalda pero un nudo en su garganta se creaba. Apenas dio pasos por el corredor hasta llegar donde sus hermanos, su cuñada y los padres de Yulia estaban y quienes la miraron preocupada. Con discreción le señaló a Iván la puerta y le dijo que ella quería conversar con él a lo que respondió entre sorprendido y nervioso ¿Hablaría con la ex novia de quién trató aliarse? Apenas Iván salió de allí, Elena cayó de rodillas y abrazó el cuerpo de su hermana mientras rompía llorando sin poder frenarse a sí misma ¡Santo Cielo!  Yulia estaba despierta, la mujer a quién tanto amaba estaba consciente y la reconocía, no había perdido la memoria como tanto temió estos días pero no solo eso, también le había dicho que la amaba. No sabía si lloraba de alegría o pena, solo sabía que tenía enormes deseos de tirar hacia afuera toda pena vivida estos días, el estrés y el miedo de que ella falleciera no se lo recomendaba a nadie. Tendría más compañía para descargarse, mientras paseaba por centros comerciales Nastya la llamó para comunicarle que mañana llegaría a la ciudad porque se había enterado de todo lo que estaba pasando, aunque de inmediato dejó en claro que venía sin ánimos de discutir y con la mente muy abierta para conversar a solas con Yulia. Eso era una señal importante de que las cosas irían tomando su forma para bien porque incluso Oksana le mandó un mensaje diciendo que quería venir a ver a Yulia. Sabía que ninguna de las dos pelearían por el pasado, tendrían respeto por la situación.

En la habitación, Iván tuvo que esperar un poco cuando le retiraron la sonda a Yulia, no fue doloroso pero sí bastante incómodo. Ahora estaba sentado en una silla al lado de la cama donde Yulia reposaba. La pelinegra estaba sonrojada solo por la forma en la que él la miraba, sus ojos verdes eran totalmente Katin y ahora que estaba consciente podía apreciar su rostro ¿Qué le dieron de comer cuando pequeños? Los 2 incluyendo Katya podían empeñarse como modelos si lo deseaban. Pero dejando de lado esos detalles traviesos, tenía mucho que agradecerle ¡Le había salvado literalmente la vida!

-Recuerdo, sí, recuerdo que antes de perder la consciencia me miraste desde lo alto con preocupación y tu rostro me fue familiar… ahora comprendo por qué ¿Estás bien?

-No soy yo quién está hospitalizado –susurró - No deberías preguntarme eso cuando soy yo quién debe hacerlo ¿Estás bien tú? –Estiró su cuerpo para verla más de cerca - Para que sepas, lo único que sufrí fueron golpes en la espalda pero ninguna fractura gracias a Dios, debo tener una espalda de acero –sonrió de lado cual cómplice, verla tan bien le hacía sentido al haberse arriesgado por esperarla y salvarla, además eso significaba felicidad para su hermana.

-Yo estoy bien, ahora… ahora desperté y –sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas ante los recuerdos de ese día- Oh soy tan imbécil, deseé que algo malo me pasara y de paso terminé preocupando a las personas que me quieren, arriesgué tu propia vida y… ¿Qué pasó?

-Atentado terrorista del Lakhta Center, el edificio se desplomó y murieron muchas personas... aun es el tema más comentado de todo el mundo, las salidas internacionales están cerradas hasta nuevo aviso… has sido noticia en todo el país… pero no digas que pusiste en riesgo mi vida –le acarició la mano- Salvarte tuvo consecuencias muy lindas para mí también.

-Te encontraste con tus hermanas de nuevo ¿No? – Iván asintió emocionado- No voy a decir que agradezco el accidente porque casi perdimos la vida pero si hay algo bueno que sacar de esto también podría decirlo para mí –se quedaron en silencio unos segundos, los ojos de Yulia analizaban al hombre que tenía a su lado - Iván, tú... bueno, no quiero incomodar pero tú conocías a…

-A Pavell, sí –lo dijo con tanto repudio que Yulia sintió alivio, no era alguien de quién temer- Intenté acercarme a él hace varios años atrás solo para conseguir beneficios económicos, pero la vida me enseñó que estaba equivocado y no consiguió arrastrarme a la cárcel con él… si te preocupa que mantenga lazos, para nada, desde hace muchísimo tiempo que no lo hago porque créeme, la vida me ha enseñado demasiado y de una forma muy cruel como para volver a cometer el mismo error 2 veces.

Siguieron hablando por mucho rato, Yulia apenas podía creer que el destino la hizo entrar a la cafetería del hermano de Lena como si quisiera matar dos pájaros de un tiro, juntar a Elena con su hermano y con ella también. Estaba satisfecha con el hecho que sus padres y la pelirroja ayudarían en la reconstrucción de lo que era el sustento económico de Iván y su esposa, a quién también tuvo el placer de conocer ese día. Habló por mucho rato con Katya y lo que estaba pasando actualmente con ella y su hermana. A veces para llegar a ser feliz cuesta y todo indicaba que su vida estaba tomando un rumbo hacia lo que era felicidad.

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6 días después. Domingo 22 de diciembre 2024.
 
Cuando estás aterrada por algo, cuando todos tus temores del pasado se reflejan en un solo segundo y cuando se esfuman de inmediato, sí, era una sensación gratificante. Había tenido una conversación con Nastya en el hospital al otro día de haber despertado, y fue totalmente distinto a la última vez que se hablaron hace 10 años en la mansión siendo adolescentes. No hubo insultos de ninguna de las partes, de hecho toda la conversación la hicieron mirándose a los ojos como dos adultas que eran. 

Flash Back

-Todos estos años Oksana, yo, Fyodor y Lena nos hemos mantenido en contacto, la ayudamos cuando más nos necesitó sobre todo “T.O.P” que es su mano derecha en S&I –Nastya jugaba con sus dedos que mantenía sobre su regazo- Aunque Lena trató de ocultarlo fue difícil no enterarse que se habían vuelto a encontrar 10 años después, pero incluso si su actitud fue terca en un principio la mía y la de Oksana después de todo este tiempo es y seguirá siendo distinta… hemos llegado a la conclusión sobre todo ahora que la vida da muchas vueltas, es decir, no queremos ser impedimento u obstáculo para que ustedes dos tengan algo ¿O me lo vas a negar? –Yulia sonrojada miró sus propias manos - Si años atrás te pedí cuidarla, ahora te lo vuelvo a repetir, quiero que perdones y cuides a la “Dama del Universo” porque si está aquí ahora es porque realmente le importas, digo, eres una de las pocas que hace que Lena se trague el orgullo y el rencor.

-¿Debería estar feliz por eso? –dijo la pelinegra con temor, Nastya rió por lo bajo, Yulia accidentada lucía increíblemente dócil.

-Más que feliz, eres la envidia de miles de personas por tenerla y envidia de opositores de la “Dama del Universo” por tener el poder de haberla transformado de una tirana a una mujer con un evidente punto débil… yo creo que…
 
Fin flash back

De seguro Nastya había conversado a solas con su amiga para que se sincerara con ella sobre todo lo que había pasado, Nastya tenía un lado materno hacia Lena por el que se preocupaba mucho y por el que velaría siempre. 

Pero hoy, 22 de diciembre, era un día muy especial para todos los que estaban preocupados de ella. Después que Larissa la ayudara a vestirse, le acercaron una silla de ruedas para sentarse en ella y dirigirse hacia el estacionamiento donde un vehículo con vidrios polarizados y 4 hombres de seguridad la estaban esperando. A su paso se fue despidiendo de todas las personas del equipo de salud que estuvieron a su cargo los casi 10 días que permaneció internada en la clínica, a las enfermeras, los médicos, el equipo de neurología y los demás que hicieron lo posible para que su recuperación fuera lo más rápido y fiable posible. Tenía puntos en el costado derecho de su cuerpo que serían retirados en unos días más, se iba con indicaciones de reposo en cama al menos una semana pero tenía licencia de descanso de un mes completo para cerciorarse que su estado de salud fuese el mejor, era parte de la recuperación de una fractura de costillas y perforación pulmonar. Oleg que había estado terminando los papeleos de la hospitalización de Yulia que incluían recetas de medicamentos, se unió a ellas para protegerlas. Eran acompañados por el equipo de seguridad que el propio señor Volkov contrató para resguardar la seguridad de su esposa e hija, los periodistas eran salvajes a la hora de conseguir lo que deseaban y no debía sorprenderle que hubiera cientos de ellos afuera tratando de conseguir la primera imagen de Yulia Volkova retirándose de la clínica.

La silla de ruedas llegó al automóvil pero cuando trataron de tomarla sintió náuseas, estar en cama varios días y luego ahora moverse de esa manera no era fácil, se mareaba pero cedería conforme se acostumbrara a no permanecer tanto tiempo acostada.

-Hoy haremos una gran cena, mi vida, creo que deberías felicitar a Masha.

-Sí, ayer vino a verme de nuevo y ha estado manejando el acoso periodístico y re agendando cosas para mí en el trabajo, así que puedo descansar tranquila y darle una enorme bonificación a mi amiga por trabajar tan bien como lo ha hecho –como si fuera niña pequeña su padre le colocó el cinturón de seguridad. 

Sentada al medio y con su madre y padre a cada lado partió rumbo al hogar de los Katin en San Petersburgo. Ella tenía su propio departamento pero estaría descansando estos días donde sus padres porque tendría apoyo físico y psicológico en caso que tuviese pesadillas con ese fatídico día. El paisaje de un atardecer se dibujaba afuera del vehículo, que gracias a una distracción muy bien hecha pudieron salir de la clínica sin que los periodistas y fotógrafos se tiraran encima de ellos hambrientos por sacarles una cuña. Ya estaba fuera de peligro, ya tendría tiempo para ordenar su vida y por supuesto que aprovecharía cada segundo de ella. De sus labios escapó un suspiro satisfactorio, todo estaba volviendo a su forma y lo mejor de todo era que tenía la convicción que se pondría mucho mejor ahora… tenía una “Cenicienta” y una “Dama del Universo” que la amaban y no se apartarían de su lado.

¿O Si?

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Q genial q ya todo se esta resolviendo

No se va a ir de su lado ya lena aprendió a valorarla y ser feliz por fin con su único amor, ya espero q sean felices se lo merecen . Saludos querida

Los Cuentos de Hadas Si Existen (FINAL)
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Al tenerla entre sus brazos la sensación de plenitud era tal que apenas podía con ello, necesitaba hacerle el amor a Yulia, demostrarle que la amaba, llenarla de placeres, complacerla en todo lo que le pidiera. Pero tan solo el día de ayer había sido dada de alta del hospital y no quería agitarla, no aún. De un segundo a otro la pelinegra se sintió sumergida en sus brazos, observada por esos preciosos y profundos ojos verdigrises que reflejaban anhelo y pasión, no le quedó otra más que suspirar y embriagarse de esa mujer que la amaba.

-Te amo –susurró Yulia, la sintió temblar con sus palabras pero sabía que era de emoción - Y me hace tan feliz que estés a mi lado.

-Yo estoy feliz realmente porque estés despierta, porque Dios me diera una segunda oportunidad para hacer las cosas bien y no arruinarlas de nuevo… –Elena la observó unos segundos, la emoción era tanta que iba a explotar si no la liberaba, apenas podía contenerse viendo esos preciosos ojos azules brillar- Han tenido que pasar 10 años para que podamos ser felices… 10 años, pero 10 años que valieron la pena de cierta forma – Yulia miró hacia una parte del pent-house, una parte tan solo de la enorme propiedad.

-¿Te parece nos sentamos frente a esa pared de vidrio a conversar sobre ello? Nos debemos tantas palabras Elena.

Asintiendo dejó de abrazarla pero sostuvo su mano y juntas así caminaron hacia el “Chaise Longue” de tercio pelo blanco que estaba justo frente a una enorme pared de vidrio, la vista hacia toda la ciudad era sorprendente. Elena se apoyó pero dejó un poco abierta sus piernas para que la pelinegra cupiera entre ellas, así lo hizo y se sintió más que bien cuando apoyó su espalda en su pecho.

-Fue difícil encargarme de Katya en un país que apenas conocía, realmente la partida de mamá no fue fácil de superar.

-¿Alguna vez pasaron hambre? –el solo hacer la pregunta fue difícil pero cuando la pelirroja se tensó supo que había dado en el clavo - Ay no, Lena ¿De verdad?

-Solo fue una vez, tenía que trabajar y estudiar al mismo tiempo para mantener a mi hermana en las mejores condiciones, pero en una ocasión me vi obligada a invertir en mi estudio, estaba con la cabeza en otra parte y se me olvidó comprar cosas para cocinar, estuvimos a base de leche 4 días… no quería contarle a Fyodor porque me había ayudado tanto, Nastya y Oksana siempre me mandaban dinero pero no podía estarles diciendo “Hey dame más”… - los ojos de Yulia se llenaron de lágrimas al escuchar el relato, imaginarla con hambre era desesperante.

-Lena, por Dios así me siento peor, yo viviendo bien cuando tú tenías que sacarte la mierda para criar a tu hermana casi con el papel de otra madre.

-Son cosas que agradezco me pasaran ¿Sabes? –besó el costado de su frente sin dejar de hacerle cariño en el cabello- Antes no lo veía así pero esas dificultades hicieron la mujer que soy ahora, me dieron mayor motivación para salir adelante, alcancé mi sueño y el de mi padre de ser diseñador de ropa, lo que algunos no consideran muy masculino pero bueno yo si pude realizar ese sueño... – Yulia sonrió secándose las lágrimas que no habían caído.

-Creo que eres una diseñadora increíble, eres hermosa, muy atractiva y sexy  –se retorció en su lugar provocando con sus movimientos a la pelirroja - Si, demasiado sexy.

-Eso es maldad pura –dijo tragando saliva, Yulia no se hacía una idea de cuan delicioso era sentir como se movía entre sus piernas - No sigas o terminaré enseñándote más de la cuenta –La pelinegra se volteó a verla directamente- ¿Qué?

-¿Crees tú que todas las cosas pasan por algo? Que yo... bueno ¿Qué tenía que accidentarme para que estuviéramos aquí? ¿Qué tenías que pasar por tanta pena en Francia para llegar a ser tan grande y tu hermana tuviera buenos estudios?

-Son cosas que uno no puede apreciar en ese minuto porque está tan lleno de angustia… pero sí, quizás todo pasa por algo –Yulia dejó descansar su rostro sobre la mano que Katina le colocaba en la mejilla izquierda - Hubiera deseado que no pasaras por ese peligro, me rompe el alma y me angustia imaginarte en la situación que tuviste, ese accidente involucró muchas muertes… pero –Elena se retorció - No lo sé… solo pensaré en el presente y en el futuro, no me quedaré pegada en el pasado.

Después de esa conversación empezó a masajear el cuello de Yulia para que se relajara entre sus brazos, habría una eternidad de noches donde podría hacerle el amor, no se desesperaría por ello. Volkova se quedó dormida sobre su cuerpo, sus respiraciones eran acompasadas reflejando la tranquilidad que la ocasión les provocaba. Katina que aún no estaba dormida, hizo un chasquido para que las luces de ese rincón de la suite se apagaran y le dieran el placer de mirar el cielo nocturno. Muchas dudas asaltaban su cabeza ¿Qué haría con S&I? tenía la convicción de que vivir lejos de lo que se amaba era un pecado, ella no soportaría ir y venir hacia Rusia cada mes, viajar por el mundo con el tema de su trabajo pero tampoco le impediría a Yulia desarrollarse como la famosa y buena periodista que era. Llevaba 10 días aproximados fuera de Francia, no podía dejar su puesto abandonado por tanto tiempo más.

-Dios –cerró los ojos un segundo- No sabes cuánto  agradezco tenerla a mi lado –miró a la mujer que se acurrucaba entre sueños sobre su pecho- Pero si no es mucha la molestia, necesito que intercedas de nuevo, no quiero alejarme de Yulia otra vez, no quiero abandonar las cosas que amo ni la pasión de mi padre… si tan solo… si tan solo… -gimió cansada- Bueno, solo tú sabes lo que deseo…

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Lunes 29 de diciembre, 6 días después, Moscú.
 
Esto podía quedar para el resto de la historia, quizás como lo que nunca se esperó que ocurriera pero sucedió al fin y al cabo. Juntos, los 3, caminaban por un largo camino de piedra en ese parque tan silencioso pero lleno de calma a la vez. Elena iba a volver a Francia el primero de enero para encargarse de su empresa y otros pedidos para diseñar, era hoy el único día para hacer esto si no querían lamentarse después. 

Estaban en el parque donde habían enterrado a Sergey e Inessa, ahora que las cosas parecían ir por buen camino entre ellos creían que debían visitar a sus padres para hablar “en familia”. Avanzaron un poco más y lograron divisar la lápida de ambos, con las lápidas un poco sucias y las flores marchitas en sus costados, la persona contratada para cuidar de ello ya no trabajaba aquí. No aceleraron el paso para disfrutar cada segundo de esto, al fin después de tanto tiempo tenían algo realmente familiar sin tener que pelear. 

-Les pondremos unas nuevas, papis, no desesperen – Katya comenzó a sacar las flores marchitas.

-Yo creo que están más contentos que nosotros mismos – Iván sonrió de tal forma que Katya también dibujó una sonrisa en su cara - Vamos a dejar esto digno de un rey –también sacaba las flores secas, Elena era quién tenía las flores frescas en sus brazos.

-¿No les parece lindo todo esto? Al fin los hermanos Katin unidos junto a sus padres, de chica siempre quise que esto sucediera sobre todo después de la muerte de mamá –dijo Katya que con la última oración su voz se fue apagando. Iván miró de reojo a su hermana porque se sentía culpable por ello. Si él no se hubiera comportado tan mal ¿Qué tan distinta hubiera sido la situación actual?

Con rosas de distintos colores adornaron ambas lápidas, no parecían arcoíris porque los habían puesto de tal forma que luciera armonioso, hasta en eso Elena tenía buen gusto. Juntos los tres se arrodillaron sobre el césped para pensar un minuto en silencio, para que cada uno tuviera una conversación íntima con sus padres. La suave brisa acariciaba el borde de sus orejas, movía un poco sus cabellos, el aire olía agradable con la tierra húmeda y las cantidad de flores que había en todas las lápidas, el cielo estaba oscureciendo dejando a la vista los últimos rayos de sol de la tarde.

-Yo quiero decir algo en voz alta si no les molesta –habló Iván, Katya y Elena asintieron sin dejar de mirar las lápidas- A mi papá, a ti viejo querido –su voz había cambiado a un tono más melancólico- Sé que siempre digo lo mismo cada vez que vengo pero en serio quiero pedir perdón por no haberte aprovechado cuando estabas vivo, a mi mamá… nuestra guerrera, mejor dicho –jugaba con sus dedos nervioso- La guerrera de mis hermanas… a ambos quiero hacerles una promesa al frente de ellas también –tomó aire lentamente para que algo de confianza llegara- Deseo de todo corazón ser el hermano mayor que ellas necesitan, quiero que seamos una familia y tal vez, en serio tal vez no me lo merezca pero quiero hacerlo.

-¿Necesitas una respuesta de nuestros papás o prefieres escuchar la de tus hermanas? –Pregunto Elena, su hermano estaba realmente pálido.

-Yo mmm bueno es… - el rostro de Katya que hace unos segundos estaba a punto de llorar cuando hablaba internamente con sus padres, ahora marcaba una sonrisa.

-A todos, Iván, a todos la vida se ha encargado de enseñarnos algo ¿Sabes? De las formas más dolorosas pero lo ha hecho y es lo que somos hoy gracias a eso… tal vez no hayas sido el mejor ejemplo de hermano, quizás faltan cosas para aprender ¿Por qué no? Pero no hay que quedarnos en el pasado…

-Mírate ahora, tendrás tu cafetería de vuelta, las cosas parecen ir mejor para todos… -con lo último no sabía si estaba segura con respecto a su propio destino- Yo prometo poner de mi parte para que esto funcione –Elena dejó una mano en el hombro de su hermano que a estas alturas tenía sus ojos húmedos - Cuando yo me vaya a Francia por un tiempo quiero que cuides a Yulia, es lo único que te pido, si quieres ser el mejor hermano mayor para nosotras, por favor cuídala… esta jovencita cada día crece más y se pone más hermosa – Iván la miró unos segundos, su hermana era un diamante- Aunque en los estudios es la mejor, también en atraer chicos, yo creo que es hora en que te pongas los pantalones de hermano mayor y bueno… ya sabes – Iván se secó las lágrimas para seguir mirando a Katya.

-¿Hombres? ¿Estás loca? Olvídate de tener un novio sin que yo y Lena lo aprobemos, mira que tengo años acumulados de no comportarme como un buen hermano, pues… ahora lo voy a poner en práctica –hizo chocar sus nudillos.

-¡Ustedes están locos! –Katya le lanzó una flor de las secas a la cara de ambos- ¡Locos! ¡Tendré a los chicos que quiera sin su consentimiento! 

-¿Qué dijiste? –Elena entrecerró los ojos y cómplicemente miró a Iván - Ataca!

-Te haré tragar tus insolencias niña –Katya con una sonrisa gigante en la cara comenzó a correr por el parque sintiendo como su hermano mayor la perseguía, seguramente para cargarla en el hombro como un bulto.

Elena se quedó frente a la lápida de sus padres mirando la escena con la idea fija que las cosas estaban poniéndose como debieron estar todo el tiempo. Era una linda postal, una linda imagen de tarjetas o escenas de películas cuando están por llegar a su fin. Escuchar la risa contagiosa y quizás algo ridícula de su hermana menor lo ponía feliz, sobre todo la imagen de como Iván la cargaba en su hombro como si fuera un bulto que transportar. ¿Acaso eso no era lo que hacían los hermanos mayores? Tenía mucha fé puesta que terminarían siendo los mejores amigos, no ahora tal vez, pero para todo se dan pasos importantes.

-Cuando me vaya a Francia tienes que cuidarla mucho Iván –susurró- Tendré tantas cosas que hacer, tantas que tengo miedo… miedo de tardar más de lo debido –Elena abrazó sus piernas sin quitarse la imagen de Yulia en su cabeza. Si demoraba en sus planes lo lamentaría mucho, ya tenía suficientes personas con las que no podía vivir si no estaban a su lado, pero tenía la fe que todo sería para mejor aunque se atrasara. “S&I” tendría un gran cambio y ella debía comandarlo. 

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Sus ojos viajaban a cada rincón de esa oficina, paredes que la vieron surgir como la jefa de lo que era su empresa, la marca de sus diseños, el sueño compartido que tenía con su padre allá en el cielo. Miró el escritorio por última vez y sonrió de costado al ver otro nombre puesto en la placa de vidrio, ya no salía “Elena Katina CEO & Designer”, ahora allí estaba escrito el nombre de “Fyodor Rakinovich ” porque, en efecto, sería el nuevo jefe de “S&I” pero… ¿Qué sucedería con ella? En Rusia en aquellos días de Diciembre cuando Yulia estaba inconsciente, se dio cuenta que no podía vivir más tiempo en un país donde no había nacido, pero la razón más fuerte de hacerla tomar decisiones era que no podía estar lejos de la pelinegra, no consideraba oportuno pedirle que viviera en Francia con ella y apartarla de su familia. Esto no significaba que dudara de sus capacidades, con el talento y la personalidad tan espontánea conseguiría ser periodista cuando y donde fuera, pero en Rusia tenía mayor oportunidad de contactos, fama y de desarrollarse. Por eso y más llevó a cabo desde enero todos los trámites y papeleos necesarios para asignarle el puesto de jefe en Francia a su mejor amigo, pedirle a sus contactos que buscaran el mejor edificio de San Petersburgo que tuviera pisos disponibles para establecerse allí con la nueva y primera sede de “S&I” en Rusia. ¡Estaba expandiendo sus horizontes! Solo por esta vez recibiría ayuda económica de Oleg para cumplir ese sueño.

Sostuvo su maletín para salir de la oficina, hoy había finalizado oficialmente su papel como jefa y se había despedido de todo el mundo, agradecida eternamente por sus esfuerzos y pidiéndoles con mucha preocupación que siguieran tal cual con Fyodor porque a cambio de ello les dejó a su mejor amigo y al mejor empresario que había conocido.

Bajó por el ascensor ansiosa por todas las cosas que se vendrían de ahora en adelante. Esta era una de las cosas que “La Dama del Universo” le ofrecería a Yulia en demostración del amor que le tenía, abandonar algo que le pertenecía para surgir a su lado. En un principio las cosas no habían sido fáciles cuando Yulia se enteró lo que estaba haciendo “¡No quiero arruinar tu sueño” dijo esa vez, sin saber exactamente que el sueño de Katina era tenerla para siempre. Al llegar al vestíbulo no vio a la persona que esperaba, sus ojos miraban curiosamente cada rincón por si la veía parada en algún sitio. Miró el reloj en su muñeca ¿Se habría adelantado mucho? Más todos esos pensamientos desaparecieron al escuchar su voz que clamaba su atención.

-Señorita Katina ¿Está disponible? –giró sobre sus zapatos e hizo todo el esfuerzo por no estrellarla contra una pared para hacerle el amor, siempre se vestía con un gran sentido de la moda que lograba sacar de su interior la fiera que guardaba dentro.

-Para usted siempre –murmuró Elena antes de acercarse y sostenerla con un solo brazo - Todo ha finalizado – comentó.

-Es un fin que da el comienzo a un principio… ¿Te sientes bien? –sus tonos en bajos, sabían que eran el blanco de miradas de personas que entraban y salían del edificio además de los empleados.

-Emocionada de cierta forma, terminé un ciclo exitoso que comenzó con calamidades… mi sueño de expandirme se está cumpliendo también gracias a tu padre –besó su frente- Volveré de forma definitiva a Rusia y allí me quedaré comandando todas las sedes de “S&I” que vengan por delante incluso cuando en unos años más abramos las primeras tiendas de mi marca…

-Serás un personaje público, conocida, la gente querrá comprar lo que sea diseñado bajo tu propia mano e incluso muchos querrán imitarte aunque –la miró de pies a cabeza- Eso será imposible de conseguir.

Rompiendo en risitas cómplices salieron del edificio. El día de ayer habían tenido una ceremonia y cena de despedida de Elena Katina donde muchos periodistas de medios televisivos y del mundo de la moda asistieron para cubrirlo todo. Lo mejor del día de ayer fue que estuvo siempre al lado de la mujer que amaba presentándola como su pareja, rompiendo por supuesto el corazón de tantas y tantos esperanzados por ser la pareja de Katina o por conseguir siquiera una noche con ella en su cama. Con sus manos entrelazadas caminaron por las pintorescas calles de Dijon en silencio, cada detalle Elena quería conservarlo como parte de una de sus más grandes experiencias, iba a volver a reuniones o eventos pero ya no sería lo mismo. 

Ahora se dirigían a un vehículo que las llevaría al aeropuerto de Dijon en un vuelo que tardaría muy poco hacia Paris pero les daría tiempo suficiente para tener una cena en paz antes de volver a Rusia en la noche. Fue así como llegaron una hora después a la llamada “ciudad del amor”. El clima era perfecto, las personas vestían ropas holgadas pero muy bonitas que decían por todas partes “Pertenezco aquí por lo tanto sé cómo vestirme bien”. 

-Va existir ese día en el que te dejaré de escuchar ese acento francés tan atractivo que tienes –Yulia susurró contra su oreja cuando caminaban hacia un restaurante. Eran la imagen de enamoradas que todos querían imitar, sin importar preferencias sexuales, razas, situación económica. El brillo en sus ojos y la sonrisa en sus labios eran de envidiar.

-l'amour de ma vie –la pelinegra gimió encantada por esas palabras en francés- ¿Me harías el honor de entrar aquí? –Yulia sorprendida miró hacia arriba, ambas se encontraban en los alrededores de la Torre Eiffel. Ya había estado antes en esta ciudad y aquí abajo pero no sabía que habían restaurantes en aquel precioso ícono de Francia.

Juntas ingresaron y ascendieron al restaurante “58 Tour Eiffel” que tenía una de las mejores vistas de la ciudad. Había una mesa reservada para ellas con dos copas de cristal y una botella de champagne ya incluidas. Se sentaron y les sirvieron con solemnidad las copas, luego el garzón se retiró de allí para volver más tarde cuando tuvieran su pedido listo. 

Después de la cena Lena le pidió al garzón que se acercara para darle una indicación en susurro. Yulia enarcó una ceja sin entender lo que ella hacía pero lo dejó pasar no debía ser de importancia. Con satisfacción le dio un sorbo a su copa de champagne, todo aquí era grandioso y consideraba una lástima tener que volver, pero todo tenía un beneficio ¿No? Eso significaría tener la posibilidad de verla todos los días y no comunicarse por medio de Skype o teléfono todo el tiempo.

-Y aquí viene el postre…-al ver lo que traía el garzón en sus brazos, los ojos de Yulia brillaron con intensidad - Nuestro favorito…

-Helado y galletas –instantáneamente se tocó los dijes de la cadena que traía puesta - La gente no comprende cuando llevo esto puesto, me preguntan por qué lo hice o ese tipo de cosas…

-Eso es lo mejor, que solo nosotras sepamos cuanto nos gusta y lo que significa… - concordó Elena. La pelinegra gustosa aceptó el plato y sin inmutarse untó una galleta en ella, Katina hizo lo mismo - Por nosotras mismas Yulia, por todo lo que se viene cuando pise Rusia, porque sé que seré feliz a tu lado y me sentiré dichosa por ello – chocaron sus galletas bañadas en helado y al mismo tiempo las masticaron - mmm “délicieux” “magnifique”… -se limpió las comisuras labiales sin dejar de observarla, sí, las decisiones que tomaría estaban correctas - Yulia.

-Dime –inclinó la cabeza hacia el lado para apoyarla en una mano, la otra la estiró para acariciar a su novia.

-Todos estos cambios que estoy haciendo es porque no puedo vivir sin mis hermanos, tu familia, tus familiares tan agradables que tienes –ya había conocido a gran parte de la “camada Volkov”- Pero lo más importante, una vida sin ti no creo que sea vida, lo comprobé hace un año…-Yulia emocionada asentía atenta a sus palabras - Creo que te detesté más por el hecho que te seguía queriendo aun cuando no me habías creído… pero bueno –Elena hizo un gesto con la mano para restarle importancia, no quería arruinar esto - Pero eso ya es pasado… cierra tus ojos un segundo por favor –Yulia así lo hizo, no le gustaban las sorpresas porque la ponían ansiosa pero sentía que esta ocasión era diferente- Amo tanto cada rincón de tu cuerpo, incluso estos dedos –le iba dando pequeños besos a los nudillos de su novia, su piel era suave como seda y muy cálida - Vamos a ser muy felices toda la vida –seguía besando- “Cenicienta y la Dama del Universo” quieren pedirte algo muy importante –con cuidado depositó algo en su dedo anular - Y lo sellarán con esto… –Yulia abrió los ojos abruptamente y los dirigió de inmediato a su dedo, luego a los profundos ojos verdigrises de Lena y así continuamente casi boqueando como pez fuera del agua- ¿Nos harías el honor de casarte con nosotras?... Yulia, quiero que seas mi esposa…

5 segundos más tarde era imposible ver a su alrededor porque las lágrimas lo impedían. Ella ¿Casarse con esa mujer? ¿Con Elena Katina? Empezó a reír de la emoción mientras las lágrimas rodaban por sus pómulos, esto era un sueño ¿No?

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Y bueno esto es todo les agradezco infinitamente el enorme apoyo que le han dado a la historia en verdad fue un placer subir y adaptar este fics para ustedes igual seguiré compartiendo muchas otras más para ustedes. Les amo infinitamente, en verdad son lo mejor!!!

Fue una historia maravillosa como cada una de las que compadres con nosotros. Un final muy lindo y romántico digno de todo lo que sufrieron una historia muy real y con lindas enseñanzas. Te esperamos pronto con una nueva historia saludos querida mía

EPÍLOGO
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3 años después, viernes 5 de octubre 2027, San Petersburgo, Rusia.

Una risa... era increíble lo que una risa le podía provocar sobre todo si venía de alguien a quién amaba mucho. No tenía problemas en quedarse con su ahijado si se le pedía, de hecho era capaz de cancelar cualquier asunto que se interpusiera en cuidarlo porque consideraba más importante la familia que los negocios que tenía a su cargo. Estaba boca arriba sobre el suelo y estirándose cual estrella, los juguetes de su sobrino que le rodeaban habían sido importantes armas en una guerra campal entre ambos, adoraba al pequeño Aleksndr. De pronto su risa volvió a inundar el silencio y la sala de estar pero antes de reaccionar el bebé gateó sobre sus rodillas y manos estiradas hacía arriba con un propósito muy claro, volver a jugar.

-¡No! Un pequeño ogro me está comiendo –tenía 8 meses y con suerte decía mamá, pero tenía muy en claro quién era su tío y porqué era fascinante jugar con él ¡Lo divertía mucho! - Nooo…moriré desangrado… - Aleksndr reía fascinando mordiendo suavemente su brazo con sus pequeños dientes inferiores, salivaba su piel pero a Iván no le importaba en lo absoluto - He muerto… y ahora ¿Quién va a cambiarte? –lo tomó entre sus brazos y lo sentó en su pantorrilla - Tu madre va a inaugurar la primera tienda oficial de su marca y debes estar allí pero me has matado con tus mordidas – por un segundo el niño lo miró con culpa, dejó de sonreír por unos segundos aunque medio minuto más tarde el brillo en sus ojitos verdes azulados fue muy notorio, la sonrisa en su cara era 10 veces mayor.

-Mamá…mamá, ma-mamá…ma –estiraba sus manos delatando la presencia que se había escondido tras un muro del departamento.

-Ahora estoy convencida de que el niño está de tu parte ¿Mi propio bebé hoza delatarme? – Iván le entregó a Aleksndr en los brazos.

-De pequeño sabe lo que es bueno.

Riendo, se acomodaron sobre la alfombra en una posición muy casual. Las personas que conocían a la “Dama del Universo” se la imaginaban una persona muy correcta en cada aspecto de su vida, más, no tenían idea que por detrás de todas esas cámaras que la seguían, detrás de esa apariencia de diseñadora famosa existía una mujer común y corriente que amaba andar descalza, despeinada y con pijamas por su casa, que sus tardes perfectas eran ver una buena película ya sea de comedía o charlas con su hermano tomando ambos una cerveza fría y comiendo botanas. Iván miró la escena madre e hijo que había entre Lena y el pequeño Aleksndr, anhelando que la vida le diera la oportunidad de ser padre pronto, no sabía si a Kristen le costaba quedar embarazada por problemas biológicos, pero si eso era impedimento la opción de adoptar se haría concreta este año, habían decidido no esperar más tiempo. 

-Estoy nerviosa ¿Sabes? –hablaba con los labios pegados a la suave frente de su pequeño hijo - Es mi primera tienda, quiero que las cosas sigan tan bien como han estado hasta ahora, quiero dejar mi nombre en lo más alto del mundo de la moda y el día que me muera mirar a nuestro papá a la cara para decirle… “querido viejo, he cumplido con lo que deseábamos en todas las maneras posibles” 

-Ya lo has hecho – Iván sonrió- Papá lo sabe y estoy seguro que hoy tiene asiento de primera fila allá en el cielo con mamá para ver juntos esto…–abrazó de lado a su hermana - Nada de nervios ¿Sí? Más confianza en ti misma, no te pongas nenita –dijo en tono de broma antes de pararse, besar su cabellera y darle un golpe suave en el hombro - Me iré a casa a vestir, recuerda que te irá bien ¿Sí? – Elena lo miró unos segundos.

-Te quiero hermano… gracias por cuidar a mi hijo – le dio un guiño como respuesta antes de hacerle una seña con la mano a su sobrino.

Cuando la puerta del departamento se cerró, supo que estaba sola con su hijo. Aleksndr estaba en posición de gateo sobre la alfombra gris mirando expectante a su madre ¿Qué otra grandiosa historia le contaría esta vez?

-Mi vida –susurró llena de orgullo, ese bebé que le sonreía como si fuera su más grande heroína, ese pequeño bebé llamado Aleksndr era su primer hijo, era su vida, su todo, el ser que le enseñó a ser madre y con quién no tenía problemas en demostrar el amor que le tenía - Hoy mamá dará un gran paso y estarás presente para verla, conserva el momento para siempre en tu cabecita ¿Sí? –el bebé estiró su cuerpo y le dio un beso en la mejilla, no entendía mucho lo que su mamá quería decirle pero la notaba preocupada ¿Un besito la pondría mejor? - Ay no, ese beso… me dará un infarto, yo tengo que vengarme –se lo regresó dándole un beso sonoro en el cuello con algunas mordidas de por medio provocando que el bebé riera de forma muy espontánea y contagiosa. Eso sumado a las palabras de su hermano mayor la hicieron sentir mucho mejor- ¿Vamos a ducharnos precioso? 

Después de haber estado en la ducha con el bebé y haberle hecho peinados graciosos con el shampoo, lo secó y le puso un pañal antes de escoger algún atuendo para el pequeño. No irían con una ropa formal porque el concepto de la inauguración era algo casual, mientras lucieran frescos, seguros y contentos tendría una buena opinión de los asistentes. Cuando ya estuvieron con la ropa puesta se dio cuenta que el bebé miraba fijamente algo, al seguir su mirada supo que estaba observando la foto en tamaño grande que tenían puesta en la pared. Allí salía orgullosamente abrazada de lado con su recién esposa, quien llevaba puesto el vestido de bodas que le diseñó cuando estuvo inconsciente en el hospital. Dicen que la pareja no puede ver el vestido antes y es que de cierta forma fue así porque nunca se lo vio puesto hasta el día donde la vio entrar en esa enorme iglesia como si fuera un ángel caído del cielo. 

-En ese tiempo tú aún no existías, cuando vi entrar a tu mami fue como magia ¿Sabes? –el bebé balbuceaba “mamá” tocando con sus manitas la imagen de ella y ese precioso vestido que había sido envidia de todas las mujeres que aspiraban a casarse alguna vez - Supe que había tomado la decisión correcta…ese día “Cenicienta” pasó a convertirse en una reina, igual que los cuentos de hadas ¿No lo crees? –sostenía al pequeño entre sus manos para que alcanzara la fotografía - Antes no creí que alcanzaría tanta felicidad y fue cierto, no supe que llegarías a mi vida… -se acordó de la preciosa sobrina que no alcanzó a conocer y el nudo en su garganta se hizo enorme - No te vayas de mi vida ni la de mami ¿Entendiste? 

2 horas más tarde los invitados comenzaron a llegar a la primera tienda “S&I” ubicada en el complejo Time Warner, lugar donde habría una demostración de todos los diseños tanto femeninos como masculinos, más tarde terminaría en un cóctel ubicado en un restaurante que estaba en el mismo piso. Muchas personas estaban apostadas cerca para mirar a los famosos íconos de la moda, actrices y autoridades. Elena ya estaba dentro temblando como un cordero, sus mejores amigos, sus hermanos, sus suegros y su hijo estaban allí ¿Pero dónde estaba Yulia? “La Dama del Universo” no era nadie sin ella a su lado para apoyarla.

-Tranquila, todo saldrá bien, la gente ama tus diseños y la marca, te apuesto que desde mañana mismo tendrás a mujeres y hombres luchando por conseguir algo de aquí además están tus empleados apoyándote –Nastya le alentó, todos desviaron la mirada cuando vieron a Yulia salir de un rincón de la tienda, se veía pálida pero tenía una sonrisa enorme en su cara.

-¿Qué te sucedió amor? – le interrogó su padre.

-Nada papá, nada…. Yo… amm, vengo del baño, estaba preocupada mirando mi maquillaje, digo, tengo que estar a la altura de mi esposa ¿No?

-Yo tengo que estar a tu altura, mi amor. 

-Cielo santo, voy a vomitar –dijo Oksana, todos rieron con su comentario porque sabían que era una broma, nadie rechazaba el cariño que Lena y su esposa se tenían - ¿Les parece si vamos hacia afuera? La coordinadora te ha estado llamando, “Dama del Universo”.

No podía contar la cantidad de periodistas pero eran demasiados que estaban afuera y frente a una alfombra roja en la entrada de la tienda. Todo el mundo supo que llegaba Elena por los gritos de las personas que estaban allí en el pasillo, personas que tenían todo tipo de fantasías con la famosa diseñadora de ropa. Varias habían ahorrado una buena cantidad de dinero para gastarlo en la línea de ropa adolescente otoño-invierno 2027 que había creado, no era extraño pensar que pronto tendría alguna especie de fan club o algo así. Lena que vestía unos jeans negros, una blusa holgada blanca y su cabello cayendo libremente sobre sus hombros se paró frente a las cámaras y con una sonrisa observó cada una de ellas, pero su brazo se sintió abandonado porque faltaba alguien. Un segundo más tarde se acercó Yulia que llevaba un precioso vestido de seda púrpura y el cabello tomado sobre su cabeza. ¿Qué le pasaba a la pelinegra? No podía quitar la sonrisa de su cara ni un brillo especial de sus ojos, era como si después de haber ido al baño luciera más hermosa de lo normal, no era por el maquillaje, no, era algo más. La señorita Katina la sostuvo por la espalda y cómplicemente susurró a su oído.
 
-¿Qué sucede amor? –“Aquí, miren aquí para la revista People” gritaba una persona “Acá para TMZ” decía otra. La pareja era un ícono de la farándula rusa, como un cuento de hadas que toda chica deseaba poseer, además que eran de las pocas parejas abiertamente homosexual que se demostraba su amor públicamente. Era de conocimiento público que Lena fue de bajos recursos y que ella toda su vida había sido rica, que ambas se enamoraron en la preparatoria pero por cosas del destino tuvieron que separarse mucho tiempo ¡Encantador!- Si sigues riendo la “Dama del Universo” tendrá que llevarte a un rincón y hacerte el amor sin piedad, ya sabes que mi resistencia es nula.

-Es que… es que –todas las cámaras eran ajenas a ese momento tan íntimo. La pelinegra le dio un vistazo a su pequeño hijo que estaba en los brazos de su abuela Larissa, el bebé la miraba con tanto amor que lograría hacerla llorar, de nuevo - Mira a nuestro hijo –ambas lo hicieron al mismo tiempo, esa pequeña criatura era el fruto de tanto amor y esperanza - Mira a tu alrededor… ¿No te parece que la vida es hermosa? Estás abriendo tu primera tienda, eres exitosa como diseñadora mi “cenicienta”, yo amo mi trabajo, tienes hermanos que te aman… no sé, es un sueño del que no quiero despertar jamás…

-Y no lo haremos, te lo prometo… -la coordinadora le indicó que fuera a cortar ese lazo tan significativo en las inauguraciones, más, Yulia la retuvo de nuevo - ¿Qué pasa?

-Antes que vayas a cortar ese lazo que marca el principio de una nueva carrera de éxitos, quiero contarte algo…

Cenicienta, que había vivido toda su vida en una situación económica muy sencilla, había anhelado seguir el sueño de su padre después del accidente que le arrebató la vida. Cenicienta, que había sudado lágrimas de sangre para ayudar a su madre, no pensó que conocería a una “heredera” en la casa donde trabajaba ni que lograría enamorarse de ella. Tampoco que la envidia y la maldad humana la apartarían de “la heredera” por 10 años. Cenicienta, que tuvo que salir adelante con mucho esfuerzo en otra tierra muy lejana, con el tiempo logró sanar sus heridas y ser feliz con la mujer que amaba, tener un hijo, tener de nuevo una familia, hermanos maravillosos a quienes amaba y consideraba sus más grandes amigos, logró surgir, cambiar. ¿Qué podía sacar de esto? Que los temores se vencen, que los errores te enseñan y fortalecen, que quién lucha realmente obtiene lo que merece, que nadie en este mundo tiene el derecho de decirte que no puedes salir adelante o aspirar a algo mejor, que de la oscuridad hay diversas maneras de escapar, más, uno debe escoger la correcta. Pero lo más importante, Cenicienta aprendió que los cuentos de hadas existen, ella estaba viviendo uno y lo seguiría escribiendo hasta el último día de su vida para enorgullecer a su familia y a sus padres que desde el cielo no le quitaban los ojos de encima.

¡Ah!, por cierto, si “La Dama del Universo” reía mientras las lágrimas en su rostro caían, era por un muy buen motivo…Ella y Yulia tendrían otro maravilloso hijo...

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Gracias nuevamente por el apoyo incondicional que le dieron a esta adaptación. Un beso y nos leemos pronto con un nuevo fics!

Perfecto el epílogo un gran cierre para una hermosa historia

Qué hermoso sin duda una bella historia y aquí estaremos esperando muy pronto

Lo más hermoso que leí el día de hoy ... Lastima que no hay conti .
Gracias x siempre hacernos tan felices al compartir estas historias tan bonitas

Excelente historia. Me encantó demás ha sido una historia súper way desde principio al final. Gracias por compartidla!.

Me encanto la historia gracias

el giro de la historia fue increíble y llega un punto que lees que quedan pocos capítulos y vez que siguen separadas, es de darte algo, pero como la vida es incierta, da un giro cuando menos se piensa.

Linda historia, excelente adaptación, gracias Rainbow.Xander,