LA NOVIA DE MI HERMANO // FREENBECKY

Capítulo 21 (Aclarando algunas cosas)

[Narrador]

Rebecca esperaba pacientemente a Freen sentada en el cofre del auto mirando a su alrededor, de vez en cuando perdiéndose en sus pensamientos, aún tenía la duda de cómo se sentía la pelinegra sobre lo que comentó esta mañana, había hablado con Noey, Charlotte e Irin por mensajes, pidiéndoles su opinión respecto a eso, ellas le dijeron que estaban orgullosas por haberle dicho la verdad y sobre todo por haber respetado a Freen en todo momento. Las cuatro estaban de acuerdo sobre que ellas tenían que hablar, ya que el lugar y el momento impidieron que Freen aclarara quizás algunas dudas que tenía, pero Rebecca estaba dispuesta a aclarar cada una de ellas.

Dejó escapar un suspiro y sus ojos nuevamente escanearon la zona, sonrió cuando vio a Freen caminar a toda velocidad hacia donde ella estaba, la inglesa se bajó el cofre y caminó hasta la Thai quitándole la pesada mochila. La pelinegra le sonrió tímidamente.

- Lamento haberte hecho esperar, pero mi compañera de proyecto me entretuvo para aclarar algunas cosas, yo traté de decirle que me estabas esperando, pero ella seguía hablando y hablando y por más que intentaba detenerla no pude y… - La pelinegra dijo rápidamente en tono de disculpa, Becky sonrió y acarició su brazo para relajarla.

- Tranquila, respira un poco - dijo la castaña en tono de broma, ganando una sonrisa de la pelinegra - No es como si hubiera estado esperando por horas y si fuera así, no importa, te sorprendería lo paciente que puedo ser al tratarse de ti.

- ¿Cómo sabes que decir para hacerme sentir mejor? - Freen preguntó, la inglesa se encogió de hombros para luego abrir la puerta trasera y meter la mochila dentro.

- Todo es más fácil contigo - Ella dijo y la sonrisa de Freen volvió aparecer.

Rebecca le tomó la mano mientras abría la puerta para ella. Se sonrojó antes la mirada traviesa de la pelinegra, quizás el gesto era algo anticuado y caballeroso, pero Rebecca quería que Freen se sintiera como una princesa aunque era claro que el príncipe perfecto no cuadraba en esta historia.

La inglesa subió al auto aún sintiendo como sus mejillas quemaban, podía ver por el rabillo del ojo que Freen la seguía mirando. Encendió el auto para salir del estacionamiento.

- ¿Puedo poner música? - Freen preguntó, Rebecca la miró brevemente con una sonrisa.

- Claro - La pelinegra presionó el botón y después de un par de segundos se escuchó BlackPink con Kiss this love.

Freen hizo un sonido de sorpresa que llamó la atención de Rebecca, la chica parecía que estaba a punto de gritar o algo parecido.

- ¡Oh por dios! Me encanta BlackPink, podría escucharlas todo el día - Rebecca rió por lo bajo claramente estaba frente a una fangirl, la pelinegra comenzó a cantar la canción.

- A mí también me encanta BlackPink - Rebecca dijo, la pelinegra la miró, bueno, a su perfecto perfil ya que la inglesa tenía la mirada en el camino - Esa canción es increíble en vivo.

- ¿Has ido a alguno de sus conciertos? - Freen preguntó con sorpresa, la castaña sonrió.

- De hecho a dos de ellos y no es por presumir, pero en esas dos ocasiones me tocó en primera fila - Becky miró rápidamente a Freen quien la miraba con los brazos cruzados y un ligero puchero. La castaña rió levemente.

- Te odio.

- Tu no me odias - Rebecca replicó.

- No, en serio te odio en estos momentos - Rebecca la miró con un poco de pánico al escuchar el tono de su voz, juraba que hablaba en serio.

- Sólo estás celosa, eso es todo - La inglesa esperó a que Freen siguiera su “juego”, pero al no escuchar respuesta, se giró a verla aprovechando el semáforo.

Su sonrisa juguetona se borró al instante que vio a Freen mirando su regazo en completo silencio, a pesar de que no podía leer sus ojos, sabía que algo de lo que dijo había perturbado a la chica.

- Saro - La llamó posando una mano sobre la suya, la pelinegra se negaba a mirarla - ¿Qué pasó? ¿Dije algo que te molestó? - Freen negó con la cabeza, la miró brevemente mostrando inquietud, molestia, temor, muchas cosas que lastimaron a Rebecca.

- No es eso… es sólo que… que me vinieron cosas a la mente, eso es todo - Freen intentó sonreír para ocultar su molestia.

- ¿Qué tipo de cosas?

- Sólo tonterías - Respondió fríamente, Rebecca la miró un par de segundos antes de asentir y reanudar la marcha.

La inglesa sólo estaba dándole tiempo en lo que llegaban a la casa de Freen, no la dejaría bajar hasta saber que perturbaba a la pelinegra, pasaron más de cinco minutos en completo silencio, Freen mantenía su mirada fija en la ventana, perdida en sus pensamientos. Rebecca apagó el motor y giró ligeramente para poder verla mejor, tomó su mano entrelazándola con la de ella y dándole un suave apretón para llamar su atención.

- Saro, necesito saber qué es lo que está mal para poder arreglarlo, necesito que me digas que es lo que te perturba en estos momentos y así poder solucionarlo, quedamos en eso ¿recuerdas? Sé que tiene que ver con lo que dije esta mañana, también sé que no tuviste oportunidad de preguntarme tus dudas, pero estoy aquí dispuesta a responder cualquier cosa, pero necesito que me lo digas, no puedo leer tu mente - Freen tomó su tiempo para hablar, comenzando a jugar nerviosamente con los dedos de Rebecca.

- No estoy enojada contigo, Becky - Susurró mirándola - Sólo estoy… estoy asustada - Dejó escapar una risa amarga - Yo sabía que algo así pasaría, eres soltera, si, sé que tenemos algo, pero para los demás tu eres completamente libre, es obvio que alguien quiera estar contigo, no te digo esto para que te apresures a establecer una relación conmigo - Freen aclaró mirando sus manos entrelazadas - Es sólo que no sé cómo solucionar eso, no sé qué hacer para que sepan que tú ya no estás disponible - La pelinegra susurró lo último.

Al no escuchar respuesta, levantó la mirada y se encontró con Rebecca sonriéndole, ella frunció el ceño al verla sonreír de esa manera.

- Saro, tú no tienes por qué preocuparte por eso - La inglesa dice acariciando su mejilla con su mano libre - No importa cuántas chicas se me acerquen, ni cuantas veces lo intenten, yo voy a rechazarlas igual que como lo hice con Friend.

- Yo sé que hay chicas mucho mejores que… - Rebecca posó un dedo sobre sus labios impidiéndole que terminara.

- No, no hay nadie mejor que tú para mí, Saro, no sé cuántas veces tenga que repetírtelo, pero eres la chica más hermosa que he conocido en toda mi vida, me vuelves loca, todo el tiempo estás en mi mente y al momento que me despido de ti quiero volver y decirte hola nuevamente porque ya te extraño - Ambas soltaron una risita - Yo sé que oficialmente no estamos juntas, pero me siento comprometida contigo, no tienes por qué temerle a ese tipo de cosas, tu sólo existes para mí - Freen se mantuvo en silencio, mordiéndose el labio - ¿En serio dudas de lo que siento por ti? - Rebecca preguntó en tono abatido, Freen la miró y negó con la cabeza.

- Por supuesto que no, yo estoy segura de lo que sientes por mí, es sólo que… - Freen tomó una suave respiración - Es sólo que todo lo que pasó con Richard me tiene un poco paranoica - La pelinegra soltó una risita nerviosa y el pánico la invadió cuando Rebecca soltó su mano y la miró claramente herida y con el ceño fruncido.

- ¿En serio crees que yo haría algo como lo que te hizo mi hermano? - La más joven preguntó con dolor.

Freen trataba de fabricar alguna respuesta, pero en cierto modo tenía miedo, no dudaba de Rebecca, pero aún después de lo que pasó, desconfiaba del amor.

- Becky - Susurró su nombre casi como una súplica, la castaña miró hacia el frente tratando de que la ira y su respiración se controlaran - Becky, por favor - La pelinegra buscó la mano de la castaña, pero ésta la retiró al instante posándolas en el volante apretándolo con mucha fuerza, Freen veía como sus nudillos se volvían blancos - Te juro que no desconfío de ti, creo en ti más que en cualquier persona, pero siempre he sido alguien desconfiada a veces se me hace imposible el creer que alguien como tú esté enamorada de mi - dijo con desesperación en busca de alguna reacción por parte de la inglesa, pero sólo hubo silencio.

- Está bien - Susurró después de un par de  segundos - Yo entiendo - Rebecca la miró - Pero te recuerdo que no soy igual a Richard.

- Lo sé, tú no te pareces a él.

- No soy él, Freen - Dijo firmemente, Sarocha sentía su corazón latir erráticamente, lo que menos quería era que Rebecca pensara que los comparaba.

- Becky… - La inglesa negó para luego mirarla a los ojos con sutileza.

- Yo entiendo, no estoy molesta contigo, estoy molesta con mi hermano por haberte lastimado de esa manera - Dijo, buscando la mano de Freen para apretarla levemente - Todo mundo tiene dudas, incluso a veces yo no puedo creer que en realidad tú te sientas de la misma manera que yo, pero no puedes dejar que la duda o el miedo te gane, me gustaría prometerte que jamás te lastimaré, que nuestra historia será perfecta, pero ambas sabemos que eso sería pura mentira - Los ojos de Freen brillaban por las lágrimas - Pero puedo prometerte que seré completamente sincera contigo, voy a intentar todo para no lastimarte por lo menos no intencionalmente, voy a luchar contra todo lo que me impida estar contigo, pero también sabré dejarte ir cuando ambas sintamos que el amor ya no es suficiente, pero quiero que seas sincera conmigo en ese aspecto no quiero que te detengas sólo por no romper mi corazón, como te dije en el video, seré afortunada porque alguien como tu rompa mi corazón - Sonrió levemente, limpiando las pequeñas lágrimas que bajaban por las mejillas de Freen - Sé que las dudas siempre están ahí en una relación, pero yo me ganaré tu confianza poco a poco, yo también tengo miedo Saro, nunca me había entregado completamente a una persona y sé que tú tienes miedo de entregarte por completo, pero… - Rebecca se acercó más a Freen haciendo que sus narices se rozaran - Pero te prometo que te voy amar tan intensamente que tu corazón olvidará que alguna vez le hicieron daño.

Y esas fueron las últimas palabras que salieron de la boca de Rebecca antes de que Freen atrapara sus labios en un beso. La pelinegra abrió levemente la boca atrapando el labio inferior de la más joven firmemente, las manos de la inglesa viajaron a las mejillas de la pelinegra acariciándolas con sus pulgares.

El beso se intensificó rápidamente, al parecer Freen quería transmitirle lo que no pudo decirle con palabras, su lengua pidió permiso para entrar, Rebecca dejó al intruso ingresar sin ningún problema, cuando sus lenguas se encontraron ambos cuerpos se estremecieron, Freen se quejó suavemente suspirando sobre los labios de la inglesa, Rebecca aprovechó para tomar el control del beso ganando más suspiros de la pelinegra, chupó suavemente su labio inferior antes de soltarlo, sintiendo el hormigueo al momento que sus labios dejaron los suyos.

Ambas se separaron un poco para poder mirarse a los ojos ahora oscurecidos y llenos de lujuria, Freen fijó la mirada en los labios de Rebecca antes de volver a atacarlos con mucha más intensidad, la inglesa se sorprendió ante la necesidad que la pelinegra le estaba transmitiendo, su cabeza se movía en varias direcciones que incluso a Rebecca le costaba encontrar el ritmo.

La Thai mordió su labio ganando un gemido de la inglesa, Rebecca la sintió sonreír sobre sus labios, su respiración se cortó cuando sintió las suaves manos de Freen colarse bajo su playera rasgando la piel caliente de su abdomen, los labios de la pelinegra bajaron a su mandíbula y luego a su cuello.

Rebecca sabía que debía pararla antes de que terminaran atrapadas por los padres de la Thai, prácticamente ellas estaban en una situación bastante acalorada frente a la casa de sus padres, esa era la principal razón por la cual Rebecca se frenaba en hacer las cosas que en realidad quería hacerle a la pelinegra en esos momentos. La inglesa buscó nuevamente sus labios, pero esta vez dando pequeños besos, la besó con ternura tratando de calmar el momento y a Freen.

- Saro, me encantaría seguir besándote, pero me preocupa que tus papás salgan y nos vean en esta situación - Rebecca habló, sobre sus labios.

A pesar de que los vidrios del auto de Becky eran polarizados no quería arriesgarse a que la atraparan, esa no era la forma para que los padres de Freen se enteraran de su relación. La pelinegra gruñó por lo bajo separándose a regañadientes de ella, su respiración era irregular y su cara ardía al igual que todo su cuerpo, Rebecca sonrió al verla de esa manera y no pudo evitar imaginarse como se vería en una situación más intima, al parecer Freen pudo leer su sonrisa y su mirada, ya que arqueó una ceja mientras la miraba juguetonamente.

- ¿En qué estás pensando? - Freen preguntó divertidamente, Rebecca se mordió el labio y negó con la cabeza.

- Sólo sal del auto antes de que salte encima de ti y te arranque la ropa - La pelinegra soltó una carcajada mientras negaba.

Becca le sonrió antes de salir del auto y rodearlo para abrirle la puerta, nuevamente la pelinegra la miró jugetonamente por el gesto, Becky se encogió de hombros cerrando la puerta y recargándose en ella para mirar a la pelinegra que estaba frente a ella.

Ambas se miraban con una sonrisa cómplice, se encontraban a una distancia considerable ya que estaban completamente expuestas, antes de que Rebecca pudiera decir algo, Freen chasqueó los dedos recordando algo.

- Se me olvidó decirte, mis padres harán una comida por mi cumpleaños, no es algún tipo de fiesta, sólo estará mi familia y… quería saber ¿si te gustaría venir? - Sus ojos chocolate la miraron con entusiasmo, Rebecca arrugó la nariz haciendo una ligera mueca.

- Me encantaría, pero es mejor que celebres con tu familia - Dijo. La pelinegra hizo un puchero claramente inconforme con su respuesta.

- A ellos no les importará que estés ahí, incluso mamá me dijo que te invitara, sólo comeremos y después podemos ir a mi cuarto y besarnos sin preocuparnos de que alguien nos vea - Rebecca rió mientras negaba con la cabeza.

- Es muy tentadora esa oferta, pero no quiero que por estar conmigo dejes de convivir con tu familia, ellos organizaron esto para estar contigo, así que disfrútalos, nosotras podemos tener esa sesión de besos después.

- ¡Becky! - Freen se quejó - No cambiarás de opinión ¿verdad? - Rebecca negó con una sonrisa en los labios, la pelinegra bufó - Bien, pero más te vale que esa sesión de besos no demore mucho - Becky se puso seria, Freen frunció el ceño ligeramente mirándola con curiosidad.

- ¿Te gustaría… eh… pasar el rato mañana por la tarde? - Rebecca preguntó nerviosa, Freen entrecerró los ojos.

- ¿Estás pidiéndome una cita? Porque si es así, necesitas preguntarme correctamente - Freen se mordió el labio para no reírse.

Rebecca parecía que iba a entrar en pánico en cualquier momento, pero era comprensible ella jamás le había pedido una cita a alguien, por lo general las chicas eran las que se acercaban a ella y si ella les preguntaba algo no era precisamente una cita, Freen era la primera chica a la cual se lo pedía y por un momento pensó que quizás debía habérselo preguntando de una manera más romántica, pero ya estaba a medio camino, no podía dar marcha atrás.

- Bueno, yo… ¿Me preguntaba si te gustaría salir conmigo mañana por la tarde? - Se sintió como una tonta cuando las palabras salieron de su boca, se sonrojó al ver que Freen se reía - Fue una mierda ¿verdad? - Freen negó con la cabeza y se acercó para darle un beso en mejilla.

- Fue lindo ¿es tu primera vez pidiendo una cita? - Rebecca se tapó la cara con las manos.

- ¿Tan mal estuve? - Freen soltó una carcajada y la castaña gruñó por lo bajo - Deja de reírte - Le dijo, pero aún manteniendo una sonrisa en sus labios.

- Me encan… - Freen no pudo terminar ya que el ruido de la puerta llamó la atención de ambas chicas. Rebecca se enderezó al ver al señor Chankimha caminar hacia donde estaban ellas.

- Hola papi - Freen saludó alegremente, su papá le sonrió y pasó un brazo protector por los hombros de su hija.

- Buenas tardes, señor - Rebecca saludó educadamente.

Tal vez estaba siendo paranoica, pero la forma en como el señor Chankimha la miraba le ponía los nervios de punta.

- Buenas tardes Rebecca, gracias por traer a mi hija a casa - Él dijo, la inglesa sólo pudo sonreír y asentir con la cabeza - Voy a comprar algunas cosas que tu mamá necesita, te recomiendo venir conmigo porque ella está a punto de matar a alguien allá adentro - Freen rió por lo bajo.

- Okey, sólo déjame despedirme de Rebecca - El señor Chankimha asintió antes de volver a mirar a la castaña, la cual tragó pesadamente.

El señor Chankimha la miraba con recelo como cuando conoces al novio de tu hija por primera vez, evaluando cada parte de él, Rebecca trató de no intimidarse ante su mirada.

- Un gusto volver a verte, Rebecca - Él le otorgó una leve sonrisa - Te espero en el carro, hija - Dicho eso las dejó nuevamente solas.

Rebecca lo siguió con la mirada hasta que entró al auto, la inglesa podía sentir la mirada del señor Chankimha y cuando ella volvió a mirar lo corroboró.

- ¿Tu… tu papá sabe sobre nosotras? - Preguntó en un susurro lleno de pánico, la pelinegra frunció el ceño al darse cuenta de ello.

- No ¿Por qué? ¿Te molestaría que ellos supieran? - Rebecca negó rápidamente.

- No es eso, es que siento que tu papá sabe algo, él me está mirando como un padre celoso cuando conoce por primera vez al novio de su hija ¿crees que nos haya visto besándonos? - Freen rió ante la angustia de la inglesa.

- Becky, creo que estás siendo un poco paranoica - Freen miró brevemente a su padre, el cual cambió su expresión y le sonrió dulcemente, pero cuando los ojos de la pelinegra volvieron a Rebecca, la castaña mantuvo su mirada en el señor Chankimha y el hombre volvió a mirarla con recelo.

Rebecca podía estar siendo paranoica, pero su intuición pocas veces fallaba, Becky miró a Freen tratando de ignorar la mirada de aquel hombre que las vigilaba desde el coche.

- ¿Entonces? - Rebecca sonrió ligeramente.

- ¿Entonces qué? - Freen preguntó con una boba sonrisa.

- No me has contestado ¿Quieres salir conmigo mañana? - Becky se mordió el labio.

- ¿No crees que es un poco obvio? No suelo besar en la primera cita, deberías sentirte especial ya que no hemos tenido ninguna y ya nos hemos besado en varias ocasiones.

- Shh… - Rebecca tapó la boca de Freen mirando disimuladamente hacia la dirección del señor Chankimha - Tu papá puede escucharnos.

- Oh por dios Becky, estás siendo completamente paranoica - Freen dijo para luego acercarse a abrazar a Rebecca.

La castaña se quedó rígida por un momento mirando al señor Chankimha.

- ¡Rebecca! - La pelinegra la reprendió por no corresponder al abrazo, después de unos segundos ella sintió como los brazos de Bec se enrollaron en su cintura dando un pequeño apretón antes de soltarla.

- Lo siento - Susurró - Pero tu papá me pone nerviosa - Freen volteó rápidamente para atrapar la mirada de su papá.

La pelinegra no quiso decir nada, pero efectivamente su papá estaba mirando a Rebecca con recelo.

- No pasa nada, papá encuentra divertido este tipo de cosas - Freen recordó las muchas escenas de este tipo que su padre le hizo a Richard y a otro ex novio.

Ambas se quedaron en silencio un par de segundos, Freen pudo ver en los ojos de Rebecca culpabilidad.

- Siento el arruinar tu día con lo que dije esta mañana, se supone que todo debería ser perfecto para ti por lo menos hoy que es tu día - Rebecca dijo en tono de disculpa, Freen negó con la cabeza mientras le sonreía levemente.

- No te disculpes, en realidad me alegra saber que podemos ser totalmente sinceras, gracias por habérmelo dicho - Rebecca asintió levemente aún sintiéndose culpable, Freen le otorgó una sonrisa mientras le acariciaba el brazo con ternura - Lo digo en serio Becky, no te preocupes, todo está bien, te veo mañana ¿vale?

- Claro - Rebecca responde - Diviértete - Freen asintió antes de caminar y entrar al coche de su papá.

Becca ve como Freen le dijo algo a su padre y tomando en cuenta las expresiones parecía estarlo regañando, la castaña soltó un suspiro antes de entrar a su auto.

Cuando el coche del señor Chankimha pasó al lado del suyo, el hombre le hizo una señal que sin duda aumento el ritmo cardiaco de la inglesa, el señor Chankimha la miró intensamente señalando con dos dedos sus ojos y luego a Rebecca, el típico “Te estoy vigilando”, por supuesto que Becky no estaba siendo paranoica.

La inglesa golpeó su cabeza varias veces en el volante.

- Carajo, él ya lo sabe - Ella susurró para sí misma llena de pánico.

Capítulo 22 (Primera cita)

[POV Rebecca]

- Entonces ¿no irán con nosotras a ver la película? - Lotty preguntó.

Ambas habíamos tenido la última clase libre así que estábamos esperando a las demás chicas en el estacionamiento.

- No, Freen y yo saldremos esta tarde… como en una cita - Dije suavemente bajando la mirada para ocultar mi tonta sonrisa, pero el decir que tenía una cita con ella era algo totalmente indescriptible.

- ¿Y por qué apenas me estoy enterando? Por dios Becky, es tu primera cita - Lotty dijo con sorpresa - ¿Estás nerviosa? - Solté una risita.

- Como no tienes idea, pero no quiero pensar en eso, quiero que todo se sienta natural ¿sabes a lo que me refiero? - La otra castaña asintió.

- Pero es tu primera cita, tiene que ser memorable, sé que quieres que sea natural, pero debes de tener algo planeado - Lotty reclamó - Hay primeras citas que son un desastre que ni quedan ganas de salir otra vez - Dijo en tono burlón claramente molestándome, gruñí levemente sintiendo como los nervios se apoderaban de mí.

- Se supone que debes hacerme sentir mejor, pero en lugar de eso me estás poniendo más nerviosa - Lotty soltó una carcajada posando una mano sobre mi muslo.

- Baby Bec, no tienes nada de qué preocuparte, tienes todas las de ganar, no saldrás con Freen para que se interese en ti, si la cita es un asco que importa, Sarocha ya está loca por ti, sólo pasen un buen rato y muéstrale lo feliz que será a tu lado - Sonreí.

- Vaya, cuando quieres puedes decir cosas realmente inteligentes y re-confortables - Dije en tono divertido, Lotty me mostró el dedo del medio, mientras sonreía.

- ¿En serio no tienes nada planeado? - mí amiga preguntó, sonreí divertida - Por supuesto que tienes algo, cuéntame, maldita - Palmeó mi muslo en busca de respuesta, yo sólo reí por lo bajo.

- Sólo te diré que tengo planeado que este día será inolvidable para ella - Respondí con seguridad.

[…]

[Narrador]

Sería una total mentira si Rebecca dijera que no estaba nerviosa, Freen había notado su nerviosismo cada vez que se topaban en los pasillos, la pelinegra sonreía por lo adorable que se veía Becky estando nerviosa por su cita, en varias ocasiones mientras ellas hablaban en la cafetería o en los pasillos, Freen sentía el impulso de besarla para que se relajara y hacerle saber que no tenía nada de qué preocuparse, pero en cierto modo que estuviera nerviosa la hacía sentir especial.

No fue hasta que Freen la besó antes de salir del coche, que el cerebro de Rebecca se apagó al sentir sus suaves labios sobre los suyos sintiendo como el estrés y el nerviosismo desaparecían de su cuerpo, la castaña recargó su frente contra la de la pelinegra descansando un par de minutos sintiendo la paz y el como sus respiraciones se mezclaban haciendo que el mundo a su alrededor desapareciera. Freen le susurro un “Nos vemos más tarde” antes de salir del auto y entrar a su casa, Rebecca soltó un suspiro y sin esperar más tiempo encendió el auto teniendo aún un par de horas para arreglar el lugar de su cita y la pequeña sorpresa que haría este día inolvidable para ambas.

Becca salió de su habitación con una sonrisa de oreja a oreja lista para recoger a Freen. Había quedado de pasar por la Thai a las seis, durante todo el día ambas se mandaron mensajes, la pelinegra le decía lo emocionada que estaba por su cita, los nervios de Rebecca ahora eran menos, pero más que eso tenía ansias de que su cita comenzara ya para poder ver a Freen y pasar tiempo con ella.

Bajó las escaleras con lentitud aún teniendo dudas de si su aspecto era el correcto, había optado por no vestir nada fuera de lo normal, escogió unos jeans azul marino, una playera blanca con una chaqueta azul cielo y unos tenis blancos, se había esmerado un poco más en su maquillaje, su cabello lo dejó liso y brillante aunque un poco despeinado.

Becky sabía que para lo que tenía planeado no era necesario verse demasiado formal sobre todo porque probablemente al finalizar la noche su ropa sería un completo desastre, llevaba una pequeña mochila donde traía algunas cosas que tal vez le serian útil a la pelinegra.

Entró a la cocina donde estaban sus padres preparando la cena juntos, cuando la pareja la vio entrar, le sonrieron enormemente.

- ¿A dónde va mi pequeña, tan guapa? - El señor Robin preguntó sonriendo cariñosamente, Rebecca negó con la cabeza mientras sonreía.

La inglesa escaneó disimuladamente el área, sabía que Richard no estaba, pero de todos modos quiso corroborarlo, cuando vio que el área era segura miró a sus padres seriamente, la castaña no les había dicho absolutamente nada sobre Freen y tampoco ellos habían preguntado algo después de la última conversación. Se mordió el labio nerviosamente, sabía que a sus padres no les había molestado el hecho de que se haya fijado en la “novia” de su hermano, pero una cosa era eso y otra era decirles que Freen y ella están a nada de formalizar una relación, los señores Armstrong vieron el debate mental de su hija, ambos dejaron lo que estaban haciendo y centraron su atención en ella.

- ¿Qué pasa, hija? - Rawee, su madre, preguntó con preocupación.

La castaña se quedó en silencio unos segundos, abrió la boca, pero nada salía de ella, la señora Armstrong caminó hacia ella y comenzó a frotar su espalda tratando de transmitirle seguridad y tranquilidad.

- Yo… yo tengo una cita - Practicamente susurró mirando alternadamente entre su padre y su madre, ambos asintieron para que ella continuara - Voy… voy a salir con… Freen - Soltó incapaz de seguir guardándolo.

Rebecca bajó la mirada y cerró los ojos por algunos segundos esperando las palabras de sus padres que seguramente no serían nada buenas, la chica sintió la mano de su madre agarrar su barbilla obligándola a mirarla, sus ojos la veían con felicidad y cariño, la señora Armstrong le otorgó una sonrisa cariñosa antes de besar su frente.

- Estoy feliz por ti hija, no tienes nada de qué avergonzarte - Rebecca asintió antes de mirar a su padre que estaba totalmente en silencio.

Sintió como su corazón se aceleraba, su madre carraspeó para llamar la atención de su marido haciéndole gestos de que dijera algo, el señor Robin parecía un poco confundido y Rebecca no entendía el porqué.

- No sabía que a Freen le gustaban las chicas - Rebecca no pudo evitar soltar una risita por la cara tan cómica que tenía su padre, después de unos segundos él la miró juguetonamente - Ya sabes lo que tienes que hacer hija, trátala como se merece y sobre todo hazla inmensamente feliz - Y con esas palabras Bdcky se sintió la mujer más afortunada del mundo y claramente estaba preparada para cumplir las palabras de su padre.

[…]

Tocó el timbre con su mano temblorosa, su corazón golpeaba como loco su pecho, tomó un par de respiraciones mientras esperaba a que abrieran, ella pensó que los nervios ya estaban lejos de su sistema, pero ahora que se encontraba frente a la puerta esperando por Freen era difícil el mantenerse serena, la castaña había pensado que lo correcto era entrar y decirle a los padres de la pelinegra acerca de sus planes y las intenciones que tenía con su hija, pero no estaba segura de sí a Freen le parecería hacer eso.

Los segundos parecían horas para Rebecca, miraba ansiosamente la puerta hasta que esta se abrió, Freen sonrió tímidamente mientras cerraba la puerta detrás de ella, la Thai llevaba unos jeans café claro, una playera blanca con una chaqueta azul cielo y unos tenis blancos, en su cabello tenía ondas y lo acompañaba un gorro color azul marino tirándole a negro, Rebecca sonrió al ver que ese gorro la hacía verse más adorable.

Ambas chicas parecían estar en un concurso de miradas y sus sonrisas era imposible de borrar.

- Te ves hermosa - La palabras salieron inconscientemente de la boca de Rebecca ganando un sonrojo en la otra chica.

- Tú también lo estás - Ella contestó, Rebecca sonrió levemente antes de acercarse y quedar a sólo unos cuantos centímetros de ella.

La respiración de Freen se cortó al instante que sintió los dedos de Becca tocar su mejilla, en esos momentos ambas chicas estaban en su pequeña burbuja que se olvidaron que todavía estaban en casa de Freen donde sus padres podrían aparecer en cualquier momento, pero cuando los labios de Rebecca tocaron los de la pelinegra a ninguna de las dos les importó eso, fue un beso rápido, pero que transmitía tanto amor que Freen sintió como su corazón se derretía, la castaña sonrió y tomó su mano entrelazando sus dedos.

- ¿Nos vamos? - Preguntó con una sonrisa traviesa, Freen asintió.

- Sorpréndeme, Armstrong - Y eso era lo que Rebecca tenía planeado “sorprenderla”.

El viaje duró aproximadamente unos quince minutos, en todo el camino ambas chicas compartieron risas, bromas, miradas y uno que otro pequeño beso, el amor era tan evidente que ambas se reían de sí mismas al notarlo, Rebecca no soltó su mano durante todo el camino, a ella le encantaba esa sensación, le encantaba la paz y seguridad que Freen le transmitía, la forma en que la pelinegra jugaba con sus dedos o trazaba ligeros círculos en su palma enviándole corrientes eléctricas por todo su cuerpo, pero más que nada a ella le encantaba como sus manos encajaban a la perfección, todo se sentía tan natural, como si hubieran nacido para estar juntas.

El auto paró y la mirada curiosa de Freen viajó a todos lados, Rebecca sonrió antes de salir del auto y abrirle la puerta a la chica, ella seguía mirando a su alrededor tratando de ubicar el lugar que Bec había escogido para su cita, pero lo único que veía eran varios locales.

- Vamos - Rebecca llamó su atención.

Su sonrisa se ensanchó más cuando Freen buscó su mano para entrelazar sus dedos nuevamente, sus ojos se encontraron y la pelinegra le mostró su sonrisa. Era la primera vez que hacían algo así en público y era obvio que Freen no sabía todas las emociones que la inglesa sentía en esos momentos, ella se sentía orgullosa de la chica que estaba a su lado y sobre todo orgullosa de ser la persona que pudo robar su corazón.

- Becky ¿Qué haces? No podemos entrar, está cerrado - Freen dijo al ver que Rebecca comenzaba a abrir la puerta de un local que tenía un enorme letrero de “cerrado”.

El lugar era una tienda de repostería y por su aspecto era una tienda muy elegante, los ojos de Freen brillaron cuando la inglesa abrió la puerta y vio todas las vitrinas llenas de postres, el olor a chocolate, café y otras cosas deliciosas invadieron sus fosas nasales, Freen miró con sorpresa y emoción a la castaña.

- Está cerrado, pero por un par de horas y esas horas son sólo para nosotras - Rebecca dijo con calma y no pudo evitar reír al ver la cara de sorpresa de Freen.

- ¿Estás hablando en serio?

- Si, ahora entremos que el aroma abrió mi apetito - La más joven dijo guiñándole un ojo antes de cerrar la puerta y encender la luz.

Las luces eran tenues por las pequeñas lámparas que había en cada mesa, eso daba un aspecto romántico e íntimo, los ojos de Freen miraban con atención cada parte del lugar, era bastante rústico, pero con un aura indescriptible, su sonrisa creció cuando vio que Rebecca estaba parada tras las vitrinas haciéndole señales para que se acercara, la pelinegra caminó hacia donde estaba ella con una gran sonrisa mirando cada uno de los postres que había en las vitrinas.

- Tu habías dicho que te gustaría tener una cita como en The Vow - Rebecca miró a Freen, la castaña soltó una risita nerviosa al ver la manera en la que la Thai la estaba mirando - Pues tendremos algo parecido - Tomo una rebanada de un postre de chocolate que estaba en la vitrina, Freen rió al darse cuenta de lo que estaba hablando - No sé qué rayos tenga este chocolate, pero este lugar es muy famoso por sus deliciosas combinaciones en cada uno de sus postres - Rebecca explicó, colocando la rebanada frente a la boca de Freen - Pero algo me dice que te va a gustar, abre - La castaña ordenó juguetonamente, Freen obedeció al instante.

Rebecca la observó como saboreaba aquella rebanada, Sarocha hizo unas muecas antes de soltar suspiros de aceptación.

- Mmm… Está delicioso - Ella se lamió los labios, Sarocha aplaudió con entusiasmo antes de volver su vista a la vitrina, Rebecca sólo la observaba con una gran sonrisa - Veamos… - Freen dijo indecisa de cual postre tomar, Rebecca vio como Freen la miraba con una chispa traviesa en sus ojos - Cierra los ojos - Ordenó, Rebecca frunció ligeramente el ceño.

- ¿Qué cierre los ojos? - Freen asintió.

- Vamos a jugar un juego, yo comeré uno de estos postres y tú tendrás que adivinar algún ingrediente o el nombre del postre - Rebecca vio como un rubor comenzó a aparecer en las mejillas de la pelinegra.

- ¿Y cómo se supone que adivinaré eso? - Freen se mordió el labio mientras la miraba intensamente.

- Sólo cierra los ojos - Su voz salió suave, pero ronca siendo totalmente sexy para Rebecca.

La castaña asintió antes de cerrar los ojos, se sintió en el cielo cuando los labios de Freen se fundieron con los suyos, gimió levemente cuando la chica entre abrió los labios y Rebecca pudo probar de ellos, la castaña chupó su labio donde claramente contenía el sabor que había probado la Thai.

Rebecca gruñó levemente al sentir como Freen se separaba, abrió los ojos chupando su labio, Sarocha la miraba aún a centímetros de ella, Rebecca trató de conectar sus labios con los de Freen nuevamente, pero las manos de la Thai se posaron en sus hombros mientras sonreía y negaba con la cabeza.

- Eso es todo, ahora tienes que adivinar, esmérate Armstrong porque al primer error se acaba el juego.

- ¡Sarocha! - Rebecca protestó haciendo un puchero. Freen negó, picoteando rápidamente sus labios.

- Vamos Becky, es fácil.

- Cacao - Esta respondió con total seguridad.

Rebecca arqueó una ceja esperando alguna respuesta de la chica, pero la pelinegra sabía que teniendo a Rebecca cerca se volvía completamente tonta, lo único que podía hacer era mirarla detallando cada parte de su rostro, Rebecca sonrió mientras tomaba la cintura de la pelinegra y se acercaba para rozar su nariz con la de ella.

- Cierra los ojos - Freen susurró, Rebecca le dedicó una sonrisa antes de obedecer.

La castaña gimió levemente por la sorpresa de sentir algo frío tocar sus labios que luego fue reemplazado por unos suaves labios, esta vez Rebecca la besó con más urgencia, pero aún con suavidad, al parecer Freen había cedido ya que se besaron hasta que Becky cortó el beso, los labios de Freen estaban entreabiertos con una mirada nublada de apetito y no necesariamente de aquellos postres.

- Pastel de limón - Freen rió cuando los labios de Becky comenzaron a dejar tiernos besos por todo su cuello, ella ladeó su cabeza para darle más acceso.

- ¿Notas que estoy haciendo un poco de trampa? - Rebecca la miró - Los postres que he escogido claramente son los más conocidos - Freen soltó una risita haciendo que la castaña sonriera.

Rebecca llevó sus manos a las mejillas de la Thai, su respiración se detuvo al ver esos ojos miel mirándola con tanto amor y ternura, los pulgares de la castaña acariciaron sus labios e inconscientemente Freen los entreabrió.

- Ahora es tu turno de adivinar - Susurró sobre los labios de Freen antes de besarla nuevamente.

Sus labios se movían tan lentamente que hacía que el corazón de la pelinegra latiera erráticamente cada que Rebecca movía sus labios sobre los suyos, la forma en que la inglesa acariciaba sus mejillas con los pulgares hacia que se estremeciera por completo, ahora era Freen quien anhelaba más, ella buscó profundizar el beso que Bec no dudó en corresponder. Sus lenguas se encontraron y Freen gimió suavemente cuando la atrapó y chupó con lentitud, las manos de Rebecca fueron a su espalda donde bajaban poco a poco hasta llegar a su cintura y acercarla más a ella, las manos de Freen estaban ahora en su nuca sintiendo los movimientos de Becky cuando cambiaba de dirección.

La castaña mordió el labio inferior de la pelinegra para luego volver a besarla, a pesar de que los besos ya eran subidos de tono, Freen aún podía sentir la ternura y la suavidad en cada beso, Rebecca la estaba besando como nadie más lo había hecho. Becky se apartó lentamente recargando su frente contra la de Freen, ambas chicas respiraban pesadamente aún con los ojos cerrados, las manos de la Thai bajaron a su pecho y sonrió al sentir los latidos tan fuertes que retumbaban en las palmas de sus manos.

- Amor - Freen la escuchó susurrar antes de abrir los ojos y ver aquellos ojos miel mirándola con calidez - Ese es el ingrediente que jamás faltará cuando te bese - Sonrió tiernamente, Freen no pudo más y volvió a besarla, sin duda se estaba haciendo adicta a esos labios.

[…]

- Dios mío, te juro que ya no puedo moverme - Freen dijo entre risas mientras ambas salían de la tienda después de una hora y media llena de besos, caricias, charlas, risas y sobre todo amor.

Tanto Freen como Rebecca intentaron probar cada uno de los postres, pero eran demasiados como para lograr su cometido, esas dos horas Rebecca no dejo de sonreír al ver la felicidad de la pelinegra, en varias ocasiones estuvieron a punto de iniciar una guerra de comida, pero Rebecca recordó la única regla que le había puesto el dueño del lugar “Ningún desastre” así que lo único que pudo hacer fue embarrar un poco de betún en la cara de Freen.

Freen reía a carcajadas cuando la lengua de Becky le hacía cosquillas al tratar de quitarle el betún, también hubo varias pláticas de todo y nada a la vez, ambas chicas completamente relajadas y cómodas la una con la otra, incluso la pelinegra le contó un par de anécdotas vergonzosas que hicieron reír a Rebecca como loca, no había ninguna restricción, parecía que ambas estaban totalmente abiertas y ser conocidas a la perfección por la otra.

Por primera vez Rebecca se sentía con confianza para exponer su corazón de esa manera, no tenía miedo de que Freen rompiera su corazón, ella estaba satisfecha por la primera “etapa” de la cita.

Revisó la hora en su celular, casi eran las ocho de la noche, tenía que darse prisa si quería llevar a Freen a su casa antes de la hora acordada.

- Me divertí mucho, Becky - Freen dijo cuando ambas entraron al coche, claramente la pelinegra pensaba que la cita ya había terminado, Rebecca la miró divertida mientras encendía el auto.

- ¿Quién dijo que esto ya terminó, Chankimha? - Freen la miró completamente sorprendida - Todavía hay algo más - Rebecca le guiñó antes de emprender el viaje al siguiente destino.

Freen se mordió el labio, sin duda esta sería la mejor cita que haya tenido en toda su vida.

Gracias chicas porque ya le historia tiene casi 3K de visitas creo que Freenbecky tiene un gran público y la verdad no lo niego pero también las adoro.

Hoy tendremos doble tanda así que, no olviden comentar y ser felices.

Nos leemos luego 🥰

Capitulo 23 (Nuestro día especial)

[POV Rebecca]

- ¿A dónde vamos Becky? - Freen volvió a preguntar, reí por lo bajo.

- Saro ¿te das cuenta que llevas preguntando eso todo el camino? - Dije en tono de broma, ella hizo un leve puchero tratando de convencerme.

- No lo haría si me contestaras - Dejé escapar un suspiro antes de mirarla brevemente.

- Vamos al trabajo de mi papá - Dije, ella frunció el ceño.

- ¿Al trabajo de tu papá?

- Querías saber a dónde vamos ¿no? Aunque no es el lugar específico - La escuché resoplar, reí por lo bajo llevando su mano entrelazada a mis labios y depositando un tierno beso - Sólo unos minutos más Saro.

Y efectivamente no mentía, cinco minutos después ya estábamos frente al portón eléctrico, bajé el vidrio y saludé alegremente al guardia.

- Hola, Donghae.

- Hola, Becky - Respondió amablemente - Me alegra verte por aquí, hace tiempo que no venías a tu guarida - Asentí con la cabeza mientras sonreía.

- Es justo a lo que vengo ¿Te importaría dejarme pasar? - Él negó.

- Por supuesto que no, adelante - El gran portón se abrió y miré a Freen con una gran sonrisa para luego volver a mirar a Donghae.

- Gracias Donghae, nos vemos más tarde - Me despedía antes de dirigirme al estacionamiento del lugar.

Freen estaba en silencio mirando con atención todo el lugar. Después de estacionar el auto ambas bajamos, tomé la mochila de la parte trasera y ella me miró con una ceja levantada, negué con la cabeza indicándole que no le diría nada.

- ¿Qué hace exactamente tu papá? - Freen preguntó mientras me seguía.

- Mi papá es ingeniero, cuidado con el tubo - Le advertí antes de tomar su mano y ayudarla a pasarlo.

- ¿Tienes permitido entrar al trabajo de tu papá de esta manera y a estas horas? - Sonreí levemente mientras me encogía de hombros.

No quería verme arrogante al decirle que en realidad la empresa era familiar, incluso me sorprendió que no notara las grandes letras que decían “Armstrong INC” en la entrada.

- Espera un momento ¿tienes una guarida en la empresa donde trabaja tu papá? Becky ¿en serio tenemos permiso de estar aquí? - Preguntó con un poco de pánico, paré de caminar para mirarla.

- Saro tranquila, no hay ningún problema al estar aquí, Donghae nos dejó pasar y él nos verá salir, no es como si fuéramos a robar ¿o sí? - Dije lo último en tono de broma ganando una risa de ella.

- Si no vamos a robar ¿por qué me estás llevando al lugar más retirado y oscuro del lugar? - Freen arqueó una ceja esperando a que contestara, pero no lo hice - ¿Esta es la parte donde me matas y ocultarás mi cuerpo en donde nunca lo puedan encontrar?

- Ja, ja, ja, muy chistosa, Chankimha - Ella soltó una carcajada antes de ver la pequeña bodega que estaba a unos cuantos metros de nosotras.

Sonreí cuando estuvimos frente a la puerta, me acerqué y saqué una llave para abrir la bodega, el lugar estaba oscuro, la miré y le di una pequeña sonrisa.

[Narrador]

- Esta es mi guarida, cada que quiero relajarme o estar sola vengo aquí - Rebecca explicó mientras posaba una mano en la espalda de la pelinegra para guiarla dentro del lugar.

Rebecca se separó un poco para encender la luz. Cuando la bodega se iluminó Freen abrió ligeramente la boca sorprendida, había muchos lienzos y pinturas por todo el lugar, Becky sonrió al ver como ella comenzaba a inspeccionar el lugar, la castaña cerró la puerta y siguió a la pelinegra.

- ¿Tú pintaste todo esto? - Sarocha preguntó con sorpresa y admiración, las mejillas de Rebecca se tornaron rosadas.

- Si, papá me dio este lugar porque pasaba mucho tiempo con él en la empresa cuando era pequeña, cuando descubrió que yo podía dibujar y pintar lo equipó con todo lo necesario para que pudiera perfeccionar mi técnica, eso fue hace casi cinco años - Rió - De hecho mi primer dibujo fue una caricatura de él, me enojé con él porque “Santa” no me trajo lo que yo quería - Comenzó a buscar entre los tantos papeles que había en una mesa - Yo sabía que él era santa, por eso mismo me enojé, de hecho aún tengo el dibujo - Dijo tomando un papel y sonriendo nostálgicamente antes de entregárselo a Freen.

- Lo dibujaste como el Grinch - Ambas rieron.

- Me costó mucho convencer a papá de que él era el del dibujo, pero me enfoqué en un rasgo para que lo notara - Rebecca explicó mirando el dibujo sobre el hombro de Freen - Y por suerte él pudo hacerlo, el vio sus… - Las pelinegra giró para encontrarse con la mirada de Becky.

- Ojos - Ella completó, Rebecca asintió.

- Para mi cada mirada es única, no todas las miradas te cuentan la misma historia - La inglesa tomó la mano de Freen para guiarla a un pequeño sillón que tenía una pintura tapada, soltó a la pelinegra y tomó la pintura para ponerla en un tripode - Espero que no sea raro, pero la primera vez que te vi me enamoré de tu mirada, era una mirada que quería ver por el resto de mi vida, no sé si recuerdes el primer día que fuiste a mi casa y estrechaste mi mano, tus ojos me hipnotizaron por completo - Rebecca comenzó a destapar aquella pintura, el aliento de Freen se cortó al verla - Yo salí de la casa al instante completamente asustada por todo lo que me estaba pasando en esos momentos - La castaña rió rascándose el cuello nerviosamente - No tienes idea de las cosas que me hiciste sentir con tan solo una mirada, cuando salí casi corriendo de la casa, vine aquí y comencé a dibujar por horas, pero sin darme cuenta terminé dibujando esto - Ella miró la pintura - Terminé dibujando tus ojos, era lo único que tenía en mi mente, jamás había visto una mirada como la tuya, una mirada que transmitiera tantas cosas, por eso acabé dibujándolos para poder verlos cuando quisiera, pero terminaba enamorándome de ellos cada vez más - Rebecca terminó, la pelinegra se acercó para besarla, fue un beso tan tierno que Becky se sentía débil poco a poco, Freen se separó un poco para mirarla a los ojos.

- Yo también estoy enamorada de tus ojos, me encanta la forma en la que me miras - La sonrisa de la inglesa se expandió y le dio un rápido beso de agradecimiento.

- Quiero que la tengas - Rebecca dice refiriéndose a la pintura.

Freen abrió ligeramente la boca por la sorpresa, la pintura era perfecta, aunque la pintura era a blanco y negro, Rebecca había logrado transmitir tantas cosas a través de ese simple dibujo.

- Oh por dios Becky, muchas gracias, es hermoso y no lo digo porque sean mis ojos, sino por todo lo que lograste trasmitir en ellos, es increíble… eres increíble - Las mejillas de Rebecca ardían, ella sonrió tímidamente antes de tomar la mochila y entregársela a Freen, a lo que esta la miró confundida.

- Es tiempo de divertirnos - Rebecca dijo en tono animado - Tienes dos opciones Chankimha, la primera es usar la ropa que está en la mochila o quitarte la que tienes puesta para no arruinarla con pintura - Freen la miró para saber si Rebecca bromeaba o no - Estoy hablando en serio, Saro - Al parecer Bec pudo leer la mente de la pelinegra, ella se quitó la chaqueta para luego aventarla al sillón, la castaña se cruzó de brazos y miró a Freen - ¿Y bien? Realmente espero que escojas la segunda opción - Freen se acercó y golpeó su brazo.

- ¿Es lo que acostumbras a proponer en la primera cita? ¿El pintar desnudas? - Ella cuestionó en broma, Rebecca soltó una leve carcajada.

- Yo no dije eso, pero tal vez más adelante pueda usar tu cuerpo de lienzo - Freen se sonrojó ante la idea causando otra carcajada de la castaña - Anda ve, hay un baño ahí - Becky le señaló una puerta - Prepararé las pinturas en lo que te cambias - Freen asintió antes de dirigirse al baño con una enorme sonrisa.

Unos minutos después la Thai salió y vio a Rebecca abriendo algunas latas de pintura, ya había varias abiertas, otra cosa que notó fue el gran lienzo que estaba recargado en la pared, cuando Rebecca se percató de su presencia sonrió al instante, Freen llevaba una playera oversize que usaba para dormir y unos pants de deporte, la Thai había atado su cabello y dios, a pesar de la informalidad se seguía viendo hermosa.

- Hey pequeña mirona - Freen dijo en tono de broma mientras se acercaba a ella - ¿Qué es lo que vamos a hacer?

- Pintar, creo que es un poco obvio - Rebecca bromeó, Freen le sacó la lengua.

- Eso lo sé, pero ¿Qué pintaremos exactamente? - Rebecca miró el lienzo y luego a Freen.

- Mmm… Nada en particular, el lienzo es muy grande como para llenarlo con una sola figura, así que esta vez usaremos nuestras manos, hay muchas latas de tintura, escoge las que quieras mete la mano y haz lo que primero que se te venga a la mente.

- ¿Me estás invitando a hacer un desastre?

- Exactamente Chankimha, te sorprenderías de las cosas tan maravillosas que una mano puede hacer - Rebecca le regaló un sonrisa traviesa haciendo que la pelinegra se sonrojara.

Freen bajó la mirada tratando de que Becky no viera su rubor ni que pudiera leer sus sucios pensamientos, la castaña se mordió los labios para no reírse.

- ¿Qué hay de ti? ¿No piensas cambiarte de ropa? - Rebecca se miró así misma antes de encogerse de hombros.

- No me importa manchar mi ropa, además no traje nada para cambiarme, pero si quieres me la puedo quitar - Dijo tomando el borde de la playera y levantándola, dejando al descubierto sus firmes abdominales, Freen rápidamente se acercó y bajó su playera.

- No, quiero estar concentrada en la pintura no en tus abs - Freen dijo.

- Después de todo lo que comimos, dudo mucho que aún estén ahí.

- Los acabo de ver, Armstrong, confía en mi aún siguen ahí - La pelinegra dijo coquetamente, Rebecca negó con la cabeza mientras sonreía.

Freen ve como Becky metió la mano en una lata de pintura color azul claro, sus ojos miel la miraron con diversión antes de comenzar a sacudir la mano con fuerza mandando gotas de pinturas por todos lados, la Thai por reflejo tapó su cara mientras se quejaba, Freen pudo escuchar la risa de Rebecca haciéndola sonreír a pesar de que ahora estaba llena de pequeñas gotas de pintura, cuando la miró, y la inglesa se encogió de hombros de forma inocente.

- Yo sólo quería hacer gotas de lluvia - Freen entrecerró los ojos antes de agacharse y meter su mano en una pintura color verde.

Rebecca estaba preparada para salir corriendo si Freen intentaba algo, pero la Thai comenzó a mover sus manos sobre el gran lienzo, la inglesa aún no bajaba la guardia, pero de igual forma comenzó a hacer figuras en el lado opuesto del lienzo.

Becca se agachó para meter ambas manos en una pintura naranja, cuando giró para ver lo que Freen hacía, sintió dos manos frías llenas de pintura sobre sus mejillas, la castaña abrió los ojos y la boca en señal de sorpresa, la pelinegra se mordió el labio tratando de no reírse, sólo miraba a Rebecca con diversión y malicia.

- Ni se te ocurra - Freen advirtió aún con tono juguetón.

Rebecca gruñó levemente antes de abalanzarse sobre ella, la acorraló contra el lienzo y su cuerpo, llevó las manos de Freen sobre su cabeza sosteniéndolas con fuerza para que no pudiera zafarse mientras acercaba su cara tratando de embarrar la pintura que se encontraban en sus mejillas.

- Becky, no, por favor… - Freen dijo entre risas mientras movía su cara de un lado a otro tratando de esquivarla, pero Rebecca seguía frotando su cara contra la de ella y cuando estuvo satisfecha se separó un poco para inspeccionar su rostro.

- El color rojo te queda bien - Rebecca dijo con una sonrisa juguetona antes de besar a Freen, ambas se separaron al probar la pintura que había en sus labios.

- Iugh… no te volveré a besar - Freen dijo, pero por su tono Rebecca sabía que ella bromeaba.

La castaña volvió a acorralarla, sus dedos comenzaron a trazar sus labios con suavidad borrando la pintura de ellos, Freen sólo podía observarla mientras aumentaban sus pulsaciones, haciendo que su respiración comenzara a ser irregular.

- ¿En serio ya no quieres besarme? - Bec cepilló sus labios tentadoramente, la pelinegra se estremeció.

- Mmm… - Freen sólo fue capaz de tararear una respuesta indescifrable.

Rebecca sonrió sobre sus labios cuando sintió que la boca de Freen se entreabrió tratando de iniciar un contacto, la inglesa se separó sin mirar a la Thai, se agachó y metió una mano en otra pintura para comenzar a pintar mientras ignoraba a la pelinegra que se encontraba aún congelada en su lugar, con el corazón vuelto loco y sintiendo un hormigueo en sus labios.

- Me las vas a pagar Rebecca Armstrong -  la escuchó murmurar, ella mordió su labio para no soltar una carcajada.

Y así estuvieron cada cinco minutos iniciaban una pequeña guerra de pintura, en esos momentos el lienzo, el lugar y ellas estaban completamente hechos un desastre. Freen estaba completamente llena de pintura, Rebecca era más fuerte y detenía a la pelinegra para que no la llenara de pintura, pero aún así sus esfuerzos no dieron muchos resultados ya que estaba igual que ella.

Sus caras estaban pintadas de mil colores, su ropa parecía un mosaico y la “obra de arte” que intentaron hacer parecía un gran circulo uniforme de colores. La pintura podía ser todo menos una obra de arte, ambas rieron a carcajadas al ver el resultado y no tanto de su pintura.

Freen pasó por última vez sus manos por el rostro de Rebecca embarrando la pintura restante que quedaba en sus manos, la castaña solo cerró los ojos y apretó los labios para que no entrara pintura en su boca, la risa de Freen era música para los oídos de Becca, en ese momento no importaba si comía o no pintura, el escucharla reír de esa manera compensaba todo.

- No quedo tan mal - Sarocha dijo sarcásticamente mirando la pintura.

Rebecca se limpió el exceso de pintura que tenía en los labios, sintió como los nervios llegaban a ella al saber lo que venía a continuación, su respiración poco a poco comenzaba a desaparecer, hizo todo los posible para que la pelinegra no notara su nerviosismo, tomó una gran respiración antes de acercarse a la pintura bajo la mirada curiosa de Freen.

- No está mal, pero aún le falta algo para que oficialmente esté acabada - La castaña se esforzó para que su voz saliera lo más calmada posible.

Rebecca tomó un pincel y lo sumergió en la pintura negra, buscó un espacio en blanco para poder escribir, dada la posición de Rebecca, la pelinegra no podía ver nada, la chica no demoró a pesar de que sus manos temblaban como locas, se alejó e inspeccionó lo escrito antes de apartarse.

Cuando Rebecca se movió Freen pudo ver esas palabras que hicieron saltar a su corazón, ella miró incrédulamente a Becky como si buscara alguna señal de que estaba bromeando o no, pero ella la miraba fijamente con una sonrisa tímida en los labios.

Freen tuvo que acercarse a la pintura para rectificar lo que estaba escrito y si, no había ningún error, había leído bien esas letras en cursiva que se encontraban al lado derecho del lienzo.

08/02/22

Sus ojos buscaron a Rebecca quien se estaba acercando a ella para tomar sus manos, dejó escapar una risita nerviosa antes de hablar.

- Por si queda alguna duda, estoy preguntándote ¿si quieres ser mi novia? - Dijo mirándola, la pelinegra parpadeó un par de veces sintiéndose como en algún sueño - ¿Entonces? ¿Qué dices Chankimha? ¿Quieres ser mi novia? Espero que digas que sí, sería bastante vergonzoso e incómodo que dijeras que no, porque… - Los labios de Freen la silenciaron y ambas soltaron un suspiro, Rebecca la tomó firmemente de la cintura - ¿Eso es un sí? - La castaña preguntó en broma, Freen ahora le mostraba su sonrisa.

- Pensé que era obvio - La Thai bromeó para luego volver a besar a su ahora novia, ella entre abrió los labios buscando un contacto más íntimo, se besaron hasta que sintieron la necesidad de respirar.

- Sabes a pintura - Rebecca dijo riendo.

En esos momentos la castaña se sentía inmensamente feliz, después de mucho tiempo preguntándose si algún día la felicidad que le fue robada regresaría, incluso ya había olvidado como era sentirse estar feliz, pero desde que Freen llegó a su vida esa felicidad que creía jamás iba volver, regresó todo gracias a la chica que tenía frente a ella.

- No me importa, ese fue nuestro primer beso como pareja - El corazón de Rebecca se volvió loco al escuchar esas palabras.

- Por dios, tu aceptaste ser mi novia - Rebecca dijo en tono incrédulo, Freen rió por lo bajo.

- Si, lo hice.

- ¿Acaso estás loca? - Rebecca bromeó pasando su nariz por la de Sarocha.

- Pero por ti, aunque sólo un poquito - Ambas rieron para luego volver a juntar sus labios en un beso totalmente lleno de lo que ahora sentían, AMOR…

Capítulo 24 (Oficialmente novias)

[POV Freen]

A la mañana siguiente me desperté pensando que todo había sido un sueño, pero la pintura colgada en mi pared corroboró todo, sonreí adormilada al acordarme de la cara de mis padres cuando nos vieron llegar completamente llenas de pintura, las únicas partes limpias eran nuestras caras y manos.

No pude evitar el presumirles a mis padres la hermosa pintura que Rebecca me había regalado, ellos la elogiaron haciendo que su cara se pusiera completamente roja, ella sólo podía sonreírles y agradecerles una y otra vez, era obvio que ella aún se sentía intimidada por la mirada de mi padre, yo sabía que ellos ya sospechaban lo que pasaba entre nosotras, pero agradecí internamente el que no nos interrogaran.

No habíamos tenido tiempo de platicar acerca de lo que seguía después de hacernos novias oficiales, era algo que en el momento a ninguna nos importó, tampoco era como si necesitáramos la aprobación de todo el mundo para estar en una relación.

Me levanté de un salto de la cama, por primera vez no me había costado levantarme, realmente estaba ansiosa por verla, estaba curiosa y emocionada por saber cómo era comenzar el día en esta nueva etapa de nuestra relación, mi sonrisa se ensanchó más cuando volví a recordar que no era un sueño sino que en realidad estaba en una relación con Becky, jamás me imaginé que una chica me volviera loca y menos una chica tan hermosa por dentro y por fuera como Rebecca, sin duda haría todo lo posible para que jamás se alejara de mí, me encantaba las nuevas sensaciones que generaba en mí.

Cuando bajé del auto de papá la vi, ella estaba esperándome en la entrada de la escuela, sonreí al verla recargada en la pared con sus lentes oscuros y su mirada viajando a todos lados, algunas personas la saludaban, pero ella sólo sonreía y asentía con amabilidad antes de volver a mirar para todos lados. Logró verme, me acerqué a ella y ambas soltamos una risita torpe al no saber cómo saludarnos, pero segundos después sentí su cuerpo contra el mío, no pude evitar el inhalar su aroma.

- ¿Cómo amaneciste? - Preguntó después de separarse, una sonrisa boba adornaba mis labios.

- Muy bien ¿Qué pasó contigo? ¿Te caíste de la cama? - Dije bromeando teniendo en cuenta de lo impuntual que era Rebecca cuando se trataba de la escuela, ella sonrió.

- Supongo que sólo estaba ansiosa por verte - Dijo encogiéndose de hombros, pero sonriendo divertidamente.

Soltó una carcajada al ver mi sonrojo. Comenzamos a caminar dentro de la escuela.

- Es demasiado temprano como para que me hagas sonrojar - Le dije en tono juguetón.

Ambas estábamos caminando muy cerca, ya que nuestras manos se rozaban de vez en cuando, yo simplemente podía mirarla con una enorme sonrisa.

- ¿En qué piensas? - Pregunté al ver que su mirada estaba perdida, me dio una sonrisa leve antes de recargarse en un casillero mientras esperaba que sacara mis cosas.

- Me siento un poco perdida y torpe, en realidad no se eh… - Tarareó nerviosa, fruncí levemente el ceño antes de cerrar mi casillero y mirarla atentamente.

- ¿No sabes qué? - Vi como ella miró hacia todos lados al parecer asegurándose de que no hubiera curiosos.

- No sé cómo debo actuar contigo, es decir, no sé qué tengo permitido hacer aquí, no quiero que te sientas incómoda con algo que haga, yo entiendo si no quieres hacer esto obvio, pero a veces hago un esfuerzo sobre humano para controlar mis impulsos ¿entiendes lo que quiero decir? - Dijo en voz baja.

La miré sin decir nada, para ser sincera no había pensado en que debíamos de tener reglas o algún comportamiento diferente cuando estuviéramos en público, pero tampoco quería hacer obvio nuestro ahora noviazgo.

Me acerqué más a ella para que sólo fuera una conversación que ambas pudiéramos escuchar.

- Entiendo lo que estás diciéndome y créeme que me pasa igual, ahorita mismo estoy deseando que me acorrales en este casillero y me beses hasta que tus labios tengan mi sabor por todo el día - Ambas sonreímos bobamente - Pero no me gustan los mirones en este tipo de cosas - Dije en tono de broma - Sé que es un poco desesperante, pero no estoy diciendo que lo nuestro sea un secreto como para que pienses que puedes o no hacer, ya que somos novias - Solté una risita adorable - Yo sólo quiero tomar las cosas con calma… solo aquí - Aclaré rápidamente - ¿Eso está bien? - Pregunté un poco dudosa, vi como lo pensó un momento antes de asentir.

- Si, sólo quería aclarar ese punto, ya que no tuvimos tiempo de hablarlo, pero ¿estás consciente de que la gente comenzará hablar y a suponer cosas absurdas? De verdad si tu no estás preparada para “salir” - Hizo comillas con sus dedos - Podemos mantenerlo en secreto, no quiero que te sientas presionada y si no te sientes lista para que los demás se enteres de nosotras yo… - Sonreí antes de callarla con un beso.

Rebecca me miró sorprendida, pero después sonrió tiernamente, tomé su mano y entrelacé nuestros dedos.

- No me interesa lo que los demás digan, ya no me interesa si se enteran o no, si ellos nos preguntan no vamos a negar nada, yo realmente estoy orgullosa de estar con alguien como tú y aunque esto es nuevo para mí, estoy dispuesta a afrontar lo que vengas si tu estás sosteniendo mi mano ¿de acuerdo? Ahora deja de pensar en eso y como buena novia acompáñame a mi primera clase - Ella besó mi frente con ternura antes de caminar por el pasillo tomadas de la mano.

[…]

[Narrador]

- ¿Has oído los rumores de tu ex y tu hermana? - Richard apretó la mandíbula tragándose su enojo, tratando de concentrarse en lo que estaba comiendo.

- La gente siempre inventa cosas, Kirk - El chico soltó una carcajada.

- Tal vez tengas razón, pero por dios, es demasiado obvio que algo pasa entre ellas, tan sólo míralas - Los ojos de Richard viajaron a la mesa donde estaban ellas.

Freen estaba acercando una papa frita a la boca de Rebecca la cual se negaba a comerla, pero la pelinegra hizo un puchero haciendo que Rebecca riera antes de acercarse y comer la papa, al parecer la castaña mordió un poco el dedo de Freen porque ella se quejó mientras sostenía su mano, Rebecca tomó su mano y la besó con suavidad, era obvio que ambas estaban jugando como un par de enamoradas.

- ¿Y? Terminé con ella, si Rebecca quiere mis sobras, adelante, obtuve lo que quería y eso es todo lo que me importa - El orgullo de Richard hablo por él, se sentía acorralado, sabía que si Becky lograba estar con Freen, las personas y sus amigos comenzarían a burlarse de él y su orgullo era demasiado grande como para permitir eso.

- Tu no terminaste con Freen, ella te dejó por tu hermana ¿no es así? - Richard miró al chico. Su cara estaba completamente roja del coraje y su sangre hirvió cuando Kirk comenzó a reírse - Tranquilo, nosotros podemos darle una lección a tu hermana, ella tendrá que aprender a respetarte y a respetar lo que es tuyo, sé que tu orgullo y tu dignidad deben de estar por los suelos y aunque no podamos regresarte eso, podemos hacer que eso no vuelva a pasar ¿Qué dices? ¿Le damos una lección a tu hermana? - Richard miró nuevamente la mesa en donde estaban ellas antes de mirar a su alrededor y ver a los demás estudiantes secreteándose mientras miraban a ambos hermanos.

Richard lo único que quería hacer era salir corriendo del lugar, se sentía tan avergonzado, tan poca cosa y estúpido, pero también sentía odio hacia ambas chicas que lo único que quería hacer era vengarse. Él volvió su mirada a aquel chico.

- ¿Qué tienes en mente? - Preguntó.

[…]

Ambas chicas se encontraban recostadas una frente a otra en la recámara de la pelinegra. Rebecca mantenía una mano protectora sobre la cintura de Freen, ella tenía los ojos cerrados mientras sentía los dedos de la Thai trazar su rostro. Habían pasado un rato con las chicas puesto que les habían prometido contarles como había estado su cita de anoche y después de un embarazoso tiempo para Rebecca, ahora se encontraban solas disfrutando del silencio y de la compañía.

A Freen no le preocupaba que sus padres las encontraran en esta situación tan cariñosa, en realidad ella ya sabía que sus padres sabían lo que pasaba y aunque no le había dicho a Rebecca, ella pensaba decirles a sus padres sobre ellas.

Freen depositó un beso en los labios de la castaña haciendo que sonriera perezosamente.

- ¿Estás cansada? - Le preguntó recargando su frente contra la de Bdcky la cual tarareó acercándose más a ella.

Freen rió cuando Rebecca presionó sus labios contra los suyos, sus labios se movían suavemente, pero a la vez profundamente, la pelinegra no pudo evitar soltar un leve gemido cuando la lengua de Rebecca rozó la suya haciendo que se estremeciera por completo, las manos de la castaña rasgaron suavemente la espalda de Sarocha haciendo que su piel ardiera.

Freen nunca se había sentido tan excitada en su vida con tan solo un beso, que incluso se sentía avergonzada, pero demonios, Rebecca era una gran besadora y sabía como encender cada parte de su cuerpo. Rebecca jaló su labio inferior antes de abrir sus ojos y mirarla con una leve sonrisa, la respiración caliente e irregular de la castaña golpeaba contra la cara de la pelinegra que estaba en las mismas condiciones que ella, la Thai se sonrojó cuando Rebecca la miró con una sonrisa traviesa, Freen sabía que su excitación era demasiado obvia.

- ¿Crees que ya cumplí con esa sesión de besos? - A inglesa preguntó con picardía para luego picotear rápidamente los labios de la pelinegra una y otra vez.

La castaña enterró su cara en el cuello de la Sarocha dando pequeños besos en su cuello haciendo que la piel de Freen se estremeciera con cada uno de esos besos, Rebecca empujó suavemente a Freen para quedar encima de ella, las manos de la pelinegra automáticamente viajaron por todo su torso y cuando la castaña buscó una mejor posición colocándose entre sus piernas, la Thai soltó un leve gemido cuando las caderas de Rebecca se presionaron contra las suyas, la castaña se alzó un poco posando sus manos a cada lado de la cabeza de Freen para sostenerse.

- ¿Estás tratando de llegar a segunda base? - Freen bromeó tratando de que no viera la necesidad que su cuerpo sentía en ese momento.

Ella no recibió respuesta, sino que los labios de Bec volvieron a presionarse contra los suyos, el aire y la atmósfera se hacía cada vez más caliente, las caderas de la pelinegra se alzaron buscando esa fricción enloquecedora, los sentidos de Rebecca se volvieron locos cuando Freen comenzó a quejarse en su oído llena de lujuria, las manos de la pelinegra se colaron bajo la playera de la Thai rasgando sensualmente su espalda. Rebecca sacó todo el auto control que le quedaba para poder separarse de ella y mirarla con diversión, los labios de Freen ya estaba rojos y un poco hinchados.

Desde aproximadamente tres horas ambas había tenido pequeñas sesiones de besos, la respiración de Freen estaba completamente inestable, sus mejillas sonrojadas y sus ojos chocolate la miraban con hambre completamente inundados por el deseo, Rebecca besó con ternura cada una de sus mejillas, Freen cerró los ojos ante la acción manteniendo sus ojos cerrados esperando el siguiente movimiento, pero cuando este no llegó, abrió los ojos encontrándose con aquellos color miel.

- No soy yo la que quiere llegar a segunda base tratando de quitarte la playera - Freen balbuceó tratando de formular una respuesta.

Cuando sus hormonas se calmaron un poco ella supo que no tenía ninguna excusa, así que sólo se limitó a hacer un puchero.

- Yo no intentaba quitarte la playera, ni siquiera me di cuenta de cuando mis manos llegaron ahí - Rebecca rió picoteando sus labios para después rodar fuera de ella.

Freen aún podía sentir su cuerpo caliente, se mordió el labio tratando de que cada sensación provocada por Rebecca desapareciera, al parecer no era la única que necesitaba tiempo para calmarse. Becky sólo podía mirarla y Freen sonrió al notarlo.

- ¿Por qué me miras así? - Preguntó con un ligero rubor en sus mejillas.

- ¿Así como?

- No sé, como si fuera alguna cosa poco usual - Freen soltó una risita nerviosa, Rebecca se acercó quedando a centímetros de su rostro.

- Porque lo eres, nunca había conocido a una chica como tú, Saro - La pelinegra sonrío.

- ¿Qué tipo de chicas habías conocido antes? - Preguntó con una sonrisa juguetona, Rebecca sólo la miraba haciendo que se cohibiera por aquellos ojos.

- Nadie que valga la pena mencionar ahora - La inglesa respondió con simpleza - Jamás había estado así con alguien, jamás había encontrado a alguien con quien me sintiera tan cómoda como lo estoy contigo, nosotras podríamos estar abrazadas en completo silencio y eso estaría bien para mí - La castaña sonrió mientras acariciaba la mejilla de la Freen.

- ¿Nunca habías estado abrazada con alguien de esta manera? - Freen preguntó incrédula, Rebecca rió por lo bajo negando con la cabeza.

- Por lo menos no completamente sobria - Rebecca comenzó a trazar círculos en el hueso de la cadera de Freen - Jamás hice esto con nadie porque me aterraba el acostumbrarme o querer a una persona de una manera mucho más emocional que física, yo anestesiaba mi corazón con alcohol para que al día siguiente no recordara nada - Dijo amargamente - No es como que estuviera orgullosa de eso, de hecho me siento avergonzada al decírtelo, pero quiero que sepas que contigo todo es diferente, yo quiero disfrutar cada beso, cada palabra, cada mirada, cada caricia, nosotras no tenemos prisa, yo esperaré por ti en todos los sentidos ¿vale? Te juro que el sólo hecho de estar así contigo me basta - Freen sonrío antes de besarla.

Fue un beso amoroso, sin ninguna prisa, sólo saboreándose, Freen entendía las palabras de Rebecca, muchas veces la Thai pensó que dada la experiencia de la castaña la necesidad física de su relación sería tempranamente puesta en práctica, pero Rebecca jamás la había empujado a esos límites, en todo caso era lo contrario, Freen siempre era la que iniciaba algún contacto más íntimo, la Thai se avergonzó de sí misma al darse cuenta de eso, Becky son sus palabras le estaba diciendo que no tenía prisa de estar con ella físicamente, era entendible que ella quisiera disfrutar cada cosa nueva, cada sensación, cada momento.

En cierto modo Rebecca tenía miedo de apresurar las cosas y que todo cambiara entre ellas y no para mejor, por supuesto que Bec quería estar con Freen, ella quería expresarle lo mucho que significaba para ella de todas las maneras posible, pero algunas tomaban su tiempo, no porque haya dudas sino porque quería disfrutar cada una de esas cosas que se sentía a su lado.

- Gracias - Freen susurró haciendo que Rebecca sonriera levemente.

Se mantuvieron así un par de minutos, la nariz de Freen enterrada en su cuello sintiendo la suave respiración de Rebecca mientras que la mano protectora de la castaña acariciaba su espalda con suavidad, mientras que Freen se aferraba a su cintura.

La puerta se abrió de golpe haciendo que Rebecca saliera disparada fuera y cayera de la cama.

- Dios, Becky ¿estás bien? - Freen preguntó aterrada mientras se acercaba al borde de la cama para verla, Aylin quien era la persona que interrumpió se reía al ver a la chica en el suelo.

- Sí, estoy bien - Dijo sobándose el codo que al parecer había sido el lugar en que se había pegado.

- ¿Segura? - Freen preguntó tomándola de la mano para ayudarla a levantarse, Rebecca sonrío y asintió.

- Soy un super héroe Saro, ese golpe no es nada - Becky vio a la pequeña Aylin quien sonrío enormemente al escuchar las palabras de la castaña antes de correr hacia a la cama.

- Lynn, no puedes entrar así, recuerda que tienes que tocar antes de entrar - Freen dijo en tono dulce apretando suavemente la nariz de la pequeña.

- Papá me dijo que lo hiciera - La niña se encogió de hombros, Freen y Rebecca se miraron.

Esa no era la primera vez que Aylin entraba de esa manera en el cuarto ganando más de un susto de ambas chicas, la ansiedad de Rebecca apareció y miró con preocupación a Freen quien leyó su mirada a la perfección, la pelinegra volvió a mirar a su hermana.

- ¿Qué es lo que te dijo papá, Lynn? - La pequeña volvió a encogerse de hombros.

- Me dijo que viniera y le dijera que estaban haciendo - La sangre de Rebecca bajó, tragó pesadamente mirando a Freen tentativamente, la cual parecía demasiado tranquila, la Thai le sonrío dulcemente a su hermana.

- ¿Puedes bajar y decirle a papá que iré en un par de minutos a hablar con él?

- ¿Espera… tú? - Freen miró tranquilizadoramente a Rebecca quien vio como la pequeña salía corriendo con entusiasmo de su habitación.

- Ellos lo saben, Becky - Freen dijo, la castaña la miraba inexpresivamente.

Rebecca sentía que en cualquier momento le daría un ataque de pánico, su corazón latía como loco, pero la mano suave de Freen tomando la suya pareció tranquilizarla.

- ¿Vas a decirles? - Freen asintió mordiéndose el labio nerviosamente, Rebecca abrió los ojos sorprendida - ¿Ahora? - Freen volvió asentir, Rebecca se sentó en la cama tomando una bocanada de aire tratando de relajarse.

- Tú no tienes que estar aquí cuando yo les diga, ellos ya lo saben, al menos papá y si les sigo mintiendo será mucho peor, dado que ellos ya saben la verdad - Rebecca se tomó un par de segundos procesando la situación, Freen tenía razón y en cierto modo el que ellos lo supieran hacían las cosas más sencillas, al menos no estaban en desacuerdo de que su hija saliera con una chica y eso era lo que aliviaba a Becky. Ella miró a Freen.

- ¿Estás segura de que quieres que ellos sepan sobre nosotras?

- Totalmente - Freen respondió con seguridad y eso era todo lo que Rebecca necesitaba escuchar para que toda su inseguridad desapareciera.

Bec se levantó y se acercó a Freen para besar sus labios quitando los nervios de ambas antes de tomar su cara y hablar.

- Estamos en esto juntas, Saro - Rebecca tomó la mano de la pelinegra la cual no dudó en entrelazar sus dedos - Siempre y cuando sostenga tu mano ¿no? - Dijo y en los labios de ambas chicas se dibujó una sonrisa - Vamos Chankimha, no creo que sea tan difícil ¿o sí? - Freen rió para luego negar con la cabeza.

Mientras ellas bajaban las escaleras, más que miedo; Freen estaba ansiosa por contarles a sus padres lo feliz que era al lado de ella, no tenía miedo, ni ningún arrepentimiento aún sabiendo que quizás no todo sería fácil, pero Rebecca valdría cada pelea o cada obstáculo, la pelinegra estaba lista para afrontar cada problema siempre y cuando Rebecca estuviera a su lado.