LA NOVIA DE MI HERMANO // FREENBECKY

Capítulo 29 (Una tarde a solas)

[Narrador]

Había sido imposible para Rebecca el despertarse a la mañana siguiente, después de regresar de la casa de Freen. Estaba tan llena de amor que decidió componer un par de canciones hasta que el sol salió. 

Estaba completamente fuera de combate, cuando escuchó su celular a lo lejos, sus ojos fueron incapaces de abrirse, volvió a caer dormida en cuestión de segundos, nadie había sido capaz de despertarla.

Su cama se movió bruscamente antes de que un cuerpo cayera sobre ella, haciéndola saltar del susto, Becky abrió completamente los ojos, pero a pesar de no ver a la persona, sabía que era ella, ese olor tan conocido se lo decía, la castaña pensó que estaba soñando hasta que preguntó confirmando que no se trataba de un sueño.

- ¿Saro? - Preguntó enterrando la cara en su almohada.

La risita de la pelinegra resonó por toda la habitación y con eso Rebecca sonrió como idiota contra la almohada, Freen estaba prácticamente acosta en su espalda mientras le hacía leves cosquillas.

- Ya despierta dormilona - Decía la Thai en tono juguetón buscando besar los labios de su novia, Rebecca gruñó en respuesta volteando su cara en la dirección opuesta que la de Freen. Acababa de despertarse y sabía que tenía aliento mañanero - Becky, ya levántate - Freen se quejó abrazándose a su novia.

- No quiero - Dijo enterrando nuevamente la cara en la almohada.

La pelinegra pasó varios minutos intentando levantar a su novia, pero finalmente se rindió dejando caer su cabeza en la espalda de la chica, soltó un suspiro de cansancio rodando fuera de la castaña y acostándose al lado suyo.

- ¿Hace cuánto estas aquí? - La voz ronca y adormilada de Rebecca resonó en la habitación mientras abría lentamente sus ojos para mirar a Sarocha.

Freen sonrió ante la imagen, de verdad que la belleza al natural de su novia era increíble. Esta se encogió de hombros no queriéndose ver “aterradora” al decirle que llevaba aproximadamente veinte minutos viéndola dormir, Rebecca sonrió antes de volver a enterrar la cara en la almohada, la pelinegra resopló cuando los ojos ya no cumplían con los suyos.

- Becky… ya casi es medio día - Freen la reprendió - Tu casa está completamente sola ¿segura que te la quieres pasar todo el día dormida? - El tono que uso Freen hizo que los sentidos de Rebecca se despertaran. Gruñó inaudiblemente antes de levantarse y dirigirse al baño - Hey ¿Dónde está mi beso de buenos días? - Freen dijo, Rebecca la miró antes de entrar al baño, la pelinegra tenía un puchero y el ceño levemente fruncido.

- En un minuto - Dijo antes de entrar y cerrar la puerta escuchando a su novia gritando su nombre claramente haciendo un berrinche, sonrió mientras se miraba al espejo, sin duda este domingo había empezado de la mejor manera.

Cinco minutos después salió del baño con el cabello atado, sus mejillas ligeramente sonrojadas por haberse tallado con la toalla y aún con su pijama, Freen estaba acostada en la cama boca arriba mirando con atención a Rebecca la cual se lanzó sobre ella ganado un grito de su parte, la castaña sonrió contra sus labios antes de besarla persistentemente, Freen soltó un leve gemido cuando Rebecca se apartó de ella jalando su labio.

- Buenos días - la inglesa dijo.

- Prácticamente la mañana ya se acabó - Freen respondió juguetonamente buscando los labios de su novia nuevamente, Rebecca depositó un beso en su mejilla antes de mirarla con seriedad.

- ¿Cómo es que entraste aquí? ¿Dónde están mis padres y Richard? - Bec se preocupó un poco al recordar que Freen no venía a su casa porque Richie estaba allí y ellos claramente aún no estaban bien, la pelinegra delineó el contorno de sus labios para sacarla de sus pensamientos y cuando la miró le dio una sonrisa tranquilizadora.

- Tu mamá me llamó en la mañana diciéndome que no pudo despertarte y como te ibas a quedar sola me pidió que me asegurara de que no quemaras la casa, ellos fueron a la playa - Extraño, eso fue lo único que pensó Rebecca.

Su madre prácticamente invitó a su novia a pasar toda una tarde con ella a solas, dios, Rebecca tragó pesadamente. O sus padres le tenía mucha confianza a Freen o simplemente estaban demasiado confiados de lo que pudieran hacer ambas chicas sin ninguna consecuencia.

- ¿Tienes hambre? - La pelinegra preguntó depositando un beso en su mandíbula, Rebecca tragó pesado antes de asentir y levantarse cortando todo contacto físico y reprendiéndose porque sus hormonas comenzaban a perturbarla.

[…]

- ¿Segura que sabes cocinar, Saro? - Bec preguntó con diversión.

Freen parecía estar peleando con los sartenes, pero ella se había empeñado en cocinar algo para su novia; la castaña aceptó sin ningún problema, cualquier persona podía cocinar un par de huevos ¿no?

La Thai gritó cuando el aceite comenzó a saltar, Rebecca se paró de un salto para bajar la intensidad de la lumbre y rió a carcajadas cuando se dio cuenta que su novia se había escondido tras ella mirando a la estufa con terror, la castaña arqueó un ceja mirando con diversión a Freen.

- ¿Segura de que no quieres ayuda? - Freen resopló.

- Siéntate, en unos minutos estará listo - Becky obedeció a su novia, sentándose mientras la miraba como idiota.

La inglesa no tenía la menor idea de cómo, pero esos huevos revueltos con jamón y ese café con leche habían sido los mejores que había probado en toda su vida, Freen aseguró que había sido porque los había preparado con todo el amor del mundo, también le confesó que había sido la primera vez que cocinaba por si sola y sobre todo para alguien más, el corazón de Rebecca explotó ante eso viendo aquellos ojos chocolate brillando con emoción, de verdad que mientras más tiempo pasaba se enamoraba más de ella, claro, si eso podía ser posible.

Después de aquel delicioso desayuno, ambas chicas estaban acurrucadas en la cama de Rebecca quien aún se sentía un poco cansada, pero Freen podía borrar ese cansancio cuando la besaba. Las manos de la Thai abrazaban firmemente su cintura mientras reía por cualquier tontería que su novia decía, todo era tan natural y fácil, incluso el silencio era cómodo, la pelinegra podía estar toda la tarde abrazada a su novia mientras ella le acariciaba la espalda o jugaba con su cabello.

- Mira, me gusta esta foto - Freen acercó el celular a Rebecca.

La castaña le estaba enseñando las fotos que había tomado en el evento, Freen seguía mirando las fotos hasta que una de ellas llamó su atención.

- ¿Quiénes son ellas? - Preguntó.

En la foto aparecían dos chicas que Freen no conocía, las chicas estaban abrazadas a Orm y a Rebecca quien tenía un brazo sobre una de ellas mientras sacaba la lengua y la otra chica abrazaba su cintura mientras besaba su mejilla.

- ¿Quiénes?

- Ellas - Freen le mostró su celular, Rebecca frunció el ceño tomando el celular de las manos de la pelinegra.

Mierda, la inglesa trató de no verse perturbada ante la mirada acusadora de su novia, pero bueno, en el evento se había encontrado a muchos conocidos, entre ellos a esas dos chicas, Freen tomó de nuevo el celular y siguió viendo las fotos encontrándose con otras tres donde salía con las mismas chicas, pero en una sólo salía Rebecca con una que la abrazaba en la otra foto, la foto no era comprometedora,  ya que la castaña solo estaba con un brazo en los hombros de la chica sonriendo alegremente, pero la sonrisa boba que tenía aquella mujer la estaba irritando. Cuando sus ojos chocolate se clavaron en los miel, Rebecca supo que estaba en problemas.

- Oh mira aquí hay más ¿Quién es ella?

- Ella es Wan y la otra chica que salía con Orm es su amiga Pleng, nos encontramos con ellas en el evento, cuando Orm tomaba las fotos, ellas se unieron - Rebecca explicó con simpleza y era justo lo que había pasado, después de tomar las fotos hablaron como cinco minutos y cada quien se fue por su lado.

- Mmm… Ella es bonita - Freen dijo analizando la foto.

Rebecca rió por lo bajo quitándole el celular de sus manos y arrojándolo sobre la cama antes de abrazarla y besarla.

- ¿En serio? Ni me había dado cuenta - Dijo haciendo reír a la pelinegra, Becky soltó una carcajada cuando el cuerpo de su novia se posó sobre ella.

La castaña comenzó a gruñir como un animal tratando de devorarla ganando una carcajada de Ssrocha, cuando sintió que Freen volvió a relajarse paró y la miró fijamente.

- ¿Tus papás no dijeron nada de que tú estuvieras aquí conmigo, sin nadie en casa? - Rebecca optó por cambiar el tema.

Freen se mordió el labio, no era como si les hubiera mentido, simplemente ellos no preguntaron detalles, Sarocha solo había dicho que iría a casa de Rebecca y que pasaría toda la tarde ahí, sus padres no cuestionaron nada ya que ayer ellas “no se habían visto”.

- Freen - Rebecca la llamó, esta la miró con una sonrisa tímida.

- Ellos no preguntaron detalles - Freen dijo con simpleza, la castaña la miró acusadoramente - ¿Qué? - La sonrisa de Rebecca apareció al instante.

- Yo que pensaba que ya me había ganado la confianza de tus padres como para que te dejaran estar a solas conmigo sin que pensaran que quizás en cualquier momento pudiera arrancarle la ropa a su hija - Rebecca dijo lanzándole una mirada seductora, a pesar de que estaba jugando, esas palabras encendieron no sólo el cerebro de Freen.

- ¿Y has pensado en eso? Porque el tiempo que tenemos a solas no es permanente - Freen relamió sus labios y toda la atención de Rebecca se fue a ellos.

Becky volvió a mirar sus ojos tratando de descifrar si Freen estaba bromeando o algo así, pero dios, la pelinegra la estaba mirando de una forma que hizo latir a su corazón fuertemente y haciendo que su cuerpo ardiera de repente, ambas se miraron intensamente por un par de segundos hasta que Freen fundió sus labios con los suyos, en cada beso parecía que un incendio creía dentro de Rebecca, los labios de la pelinegra viajaron a su oído, mientras respiraba pesadamente haciendo que todos los sentidos de la inglesa se alteraran.

- Por favor, Becky - Susurró llena de lujuria, Rebecca se separa un poco para mirarla a los ojos.

- ¿Estás segura? - Preguntó y la respuesta fue contestada por los labios de la pelinegra que la besaron profundamente.

Dios santo, el corazón de Rebecca estaba completamente fuera de control. Ella cambió de posición y se apoderó de los labios de la Freen, pero esta vez con un beso dulce, ya que estaba un poco tensa, cuando sintió que esa tensión se desvanecía comenzó a aumentar la intensidad en sus besos y caricias, sus labios bajaron a su cuello para chupar y morder tentativamente.

Mantuvo su labor en el cuello de la pelinegra ganando suspiros y leves gemidos entrecortados de ella, Bec se separó un poco cuando sintió las manos de Freen posarse sobre su playera, ella la miró y le otorgó una sonrisa antes de alzar sus brazos y sacarla, seguida de la de Freen quien rasguñó levemente su abdomen antes de que Rebecca volviera a besarla, su lengua caliente hizo un camino hasta su pecho derecho chupando lo que sobre salía del sostén.

Freen arqueó su espalda gimiendo al sentir como su piel era succionada, Rebecca bajó más explorando la piel suave de su abdomen, en esos momentos la respiración de la Thai era inestable, la castaña sonrió contra su piel ya que ni siquiera había empezado la verdadera acción y su novia ya estaba prácticamente deshaciéndose por sus caricias, Freen dio un pequeño salto cuando su novia tomó uno de sus pechos con su manos por encima del sostén mientras que sus labios volvían a los de Freen quien se quejó sobre ellos cuando la castaña comenzó a masajear ambos pechos.

- Becky - Freen gimió arqueando su cuerpo para pegarse contra el de Rebecca.

Becca sintiéndose un poco más valiente empujó su muslo contra el centro de su novia, haciendo que sus gemidos se hicieran mucho más fuertes, sus manos comenzaron a rasguñar su espalda para acercarla más, Rebecca volvió a empujar su muslo ahora presionando un poco más fuerte y ante la acción sintió los dientes de la pelinegra clavándose en su hombro, la castaña comenzó a bajar sus manos hasta el botón de su pantalón y el aliento de Freen se cortó cuando sintió el botón deshacerse por completo.

- ¿Eso está bien? - Rebecca preguntó mirándola y sin aliento, Freen asintió levemente.

Dios, la Thai se veía realmente hermosa con las mejillas sonrojadas y esa expresión de excitación escrita en toda ella, Becky se mordió el labio tratando de relajar sus impulsos al recordar que era la primera vez de la pelinegra y tenía que ir lento con cada uno de sus movimientos, para que Freen sintiera y memorizara cada una de sus caricias y todas las sensaciones que le estaba provocando.

Deslizó su mano entre sus cuerpos, sus labios estaban sobre los de ella, pero sin hacer ningún movimiento sólo sintiendo como la respiración de Freen se volvía loca cuando su mano se acercaba cada vez más a su centro, optó por no hacer contacto directo rápidamente, presionó suavemente sus dedos sobre la tela ya húmeda de la ropa interior de su novia, la pelinegra se quejó sobre su boca y la castaña ya estaba a nada de perder la cabeza. Comenzó a hacer pequeños círculos sobre su clítoris ya excitado, Freen sabía que estaba a nada de explotar aún estando consiente de que sólo era el principio, pero literalmente se sentía al borde.

- Becky, yo… - Freen bajó su manos hacia donde estaba la de su novia, sosteniéndola firmemente, los movimientos de Rebecca pararon al instante y la miró con preocupación.

- ¿Qué pasa? ¿Estoy yendo muy rápido? - Freen tomó varias respiraciones antes de negar.

- No, es sólo que… no creo durar si sigues… con eso y es vergonzoso, porque ni siquiera hemos empezado a… tu sabes… - Rebecca la miró antes de soltar una leve risita, se inclinó y la besó con dulzura alejando su mano del centro de Freen y colocándola en su abdomen.

- No te preocupes bebé, sólo déjate llevar ¿vale? Esto se trata de ti, quiero hacerte sentir amada mientras memorizo cada parte de tu cuerpo - Susurró depositando un beso para luego bajar a su cuello, Freen suspiró mientras asentía con la cabeza.

La pelinegra volvió a tomar su mano para guiarla nuevamente hasta su centro, Becky comenzó nuevamente con los pequeños masajes en su centro, pero el maldito momento se perdió cuando el timbre de la casa comenzó a sonar.

- Debe ser una maldita broma - Bec dijo recargando su frente contra la de Freen quien comenzó a entrar en pánico cuando el timbre sonó una y otra vez, empujó levemente a Becky para abrochar sus pantalones y buscar su playera.

- Dios Rebecca ¿Dónde dejaste mi playera? - La castaña había quedado boca abajo totalmente derrotada y frustrada - Rebecca levántate, hay alguien afuera, dios mío ¿Qué tal si son tus padres?

- Dijiste que ellos se fueron toda la tarde, tranquilízate no son ellos, en todo caso ellos traen llave - Rebecca se sentó en la cama mientras miraba a su novia correr como loca por toda la habitación.

- Ponte la playera y ve a abrir la puerta, yo me esconderé en el baño - Becky no pudo evitar reír ante la paranoia de su novia, se paró y la abrazó por la cintura para luego depositar un beso tranquilizador.

- Ve a refrescarte, tus mejillas aún están sonrojadas - Dijo juguetonamente ganándose un golpecito de su novia en el brazo - Abriré la puerta y mandaré a cualquiera que esté ahí por donde vino y así podremos terminar lo que estábamos haciendo - Freen volvió a sonrojarse para luego asentir con la cabeza.

Rebecca besó nuevamente a su novia antes de tomar su camisa y ponérsela mientras caminaba escaleras abajo, cualquier persona que estuviera tras esa puerta la iba a pagar muy caro. Ni siquiera pudo decir nada ya que tres chicas entraron sin previo aviso mientras gritaban animadamente, al parecer ellas se habían enterado de que los padres de Rebecca no estaban en casa, Freen bajó minutos después al escuchar los gritos de las chicas, trató de verse lo más normal posible cuando las tres chicas la miraron intensamente.

Rebecca se dejó caer en el sillón fingiendo entusiasmo cuando las chicas comenzaron a planear una tarde improvisada en la piscina, rogaba porque el agua estuviera lo suficientemente fría como para calmar a su cuerpo de lo que acababa de pasar en su cuarto con Freen, dios, de verdad que iba a ser una tarde muy, pero muy difícil…

Aún no toca el momento intenso pero falta poco

Capítulo 30 (Un mal presentimiento)

[Narrador]

- Freen - Noey llamó la atención de su amiga por octava vez en diez segundos, Freen la miraba aún distraídamente - ¿Qué demonios te pasa? - Le preguntó en un susurro.

Las mejillas de la pelinegra se volvieron rojas cuando todas las imágenes y recuerdos de ayer volvieron a pasar por su mente como una película, había sido incapaz de olvidar aquel momento, aún sentía cada toque, cada respiración, cada gemido, dios santo, aún sentía la piel caliente de Rebecca sobre la suya.

- ¡Saro-¡ka! - Noey le aventó la pelota de voleibol a la cabeza haciendo que la pelinegra se quejara al instante sobándose la parte trasera de la cabeza.

- ¿Qué te pasa, Noey? Eso dolió - Freen se quejó, Noey sólo se cruzó de brazos mientras la miraba fijamente.

- Pues estás en las nubes, mujer - La pelinegra miró para todos lados percatándose de que cada pareja estaba calentando en diferentes lugares del gimnasio.

Dejó escapar un suspiro cansado mientras regresaba la mirada a su amiga, Noey suavizó su mirada consiente de que su amiga estaba completamente desconectada, ella se acercó tomando la mano de Freen y sin darle tiempo de reaccionar ya la estaba sacando fuera de la clase de deportes.

La Thai se lo agradeció internamente ya que odiaba esa clase, Noey revisó todo el vestidor cerciorándose de que no hubiera nadie allí, cuando comprobó que estaban completamente solas, acorraló a Freen en una esquina mientras la miraba con el ceño fruncido y manteniendo los brazos cruzados.

- ¿Qué te pasa, Freen? - Se mordió el labio nerviosamente, pasó su mano por el cabello rogando porque sus mejillas no se pusieran rojas, pero una sonrisa de oreja a oreja apareció en los labios de Noey, carajo, al ver la expresión de su amiga las mejillas de la pelinegra se encendieron - Oh por dios, lo hiciste, no puedo creerlo, tu, maldita… - Noey dijo con burla.

- No, no, no es lo que crees, nosotras no… bueno… ustedes llegaron y… bueno… ay dios… - Freen balbuceó tratando de explicarle a su amiga.

Noey tuvo que taparle la boca para que dejara de hablar, sus ojos chocolate la miraron con sus mejillas completamente rojas, Noey hacía todo lo posible para no reírse a carcajadas de su amiga quien mantenía una expresión de pánico y vergüenza.

- Saro respira, quitaré la mano de tu boca y me dirás con claridad que fue lo que pasó ¿vale? - Freen asintió con la cabeza.

La sonrisa pícara en los labios de Noey no se borraba haciendo que las mejillas de la pelinegra no dejaran de arder, su amiga retiró la mano y Freen bajó la mirada sabiendo que si seguía mirando a su amiga volvería a balbucear.

La Thai se arriesgó y levantó la mirada viendo a su amiga conteniendo una carcajada. Resopló queriendo aventarle algo en la cara.

- Lo estás disfrutando ¿no? - Murmuró y en cuestión de segundos se escuchó la carcajada de Noey.

Lo único que Freen pudo hacer era resoplar molesta una y otra vez esperando que las carcajadas de su amiga acabaran.

- Noey, por favor, para - Dijo con tono de súplica otorgándole una mirada de piedad.

Noey se obligó a parar sus risas, tomó varias respiraciones para poder tener el control total de su cuerpo antes de mirar con tranquilidad y atención a su amiga.

- Lo siento, Saro - Se disculpó mirándola apenada.

Noey se sentó en una banca antes de palmear el espacio a su lado para que la pelinegra tomara asiento. Freen caminó un poco dudosa, pero terminó sentándose a su lado.

- ¿Mi predicción es cierta? ¿Acaso estás arrepentida de haber estado con Rebecca? - Freen negó rápidamente con la cabeza aún incapaz de hablar - ¿No qué, Saro? - La pelinegra tomó una respiración antes de contestar.

- Nosotras no hicimos nada, ustedes llegaron y tuvimos que detenernos - Las mejillas de Freen ardieron por la mirada penetrante de su amiga.

Noey se quedó en silencio un par de segundos haciendo que Freen se preguntara lo que pasaba por la cabeza de su amiga.

- Maldita sea, lo sabía - Soltó con entusiasmo dando un pequeño golpe en uno de sus muslos con su mano - La tensión sexual de ayer entre ustedes era sofocante, con razón Rebecca no quería salir del agua y tenía un humor de perros - Noey rió y Freen no pudo evitar reír junto con ella recordando la actitud de su novia.

Rebecca prácticamente mantenía un puchero y cuando Freen se le acercaba para abrazarla o iniciar algún beso, la castaña literalmente huía de ella, en varias ocasiones le dijo a la pelinegra que mantuviera el contacto físico limitado ya que por más que lo intentaba aún no podía recomponerse por completo, Freen tuvo que hacer un esfuerzo sobre humano para no comérsela a besos por lo sexy que se veía con ese bikini.

- Nosotras estuvimos a punto de estar juntas, Nattnicha - Freen dijo en tono de asombro.

- Dime, si nosotras no hubiéramos llegado ¿te hubieras entregado a ella? - En la boca de la Thai se formó una sonrisa, para Noey no era necesaria una respuesta al ver aquel brillo en sus ojos chocolates y esa enorme sonrisa que irradiaba felicidad.

- Dios, Nattnicha, ayer fue increíble, la forma en la que me tocaba, lo hacía con tanto amor, dios, su mirada y cada palabra dulce que me susurraba, jamás creí posible que esas sensaciones existieran, era como si miles de fuegos artificiales explotaran dentro de mí y…

- Okey, para, para, esos son demasiados detalles - Noey se tapó los oídos tratando de borrar alguna imagen de ellas - Dios, las acabo de imaginar en esa situación, es demasiado perturbador - La chica sacudió su cabeza una y otra vez, Freen golpeó juguetonamente su hombros antes de que ambas comenzaran a reír - Entonces ¿Qué es lo que te tiene tan distraída? No te arrepientes de lo que paso ayer ¿o sí?

- No, claro que no, es sólo que no puedo dejar de pensar en eso ¿sabes? No tenía miedo ni dudas, con ella no existieron, es decir no existen - Freen dejó escapar un suspiro - Yo quería demostrarle que le pertenezco, más que eso, yo quería demostrarle que confío en ella a tal grado de entregarle todo de mí, yo quería darle absolutamente todo porque… - Freen paró de hablar, atrapando aquellas palabras que no se atrevía a decir, Noey le sonrió con dulzura antes de pasar un brazo por sus hombros.

- Porque estás enamorada de ella y porque la amas, no te frenes a amarla, yo te puedo asegurar que ella te ama de la misma manera y por eso puedo confiarle a mi mejor amiga porque sé que ella sabrá cómo amarte y hacerte sentir especial - Freen sonrió antes de abrazar a su amiga.

- Si, Noey, la amo, sé que tal vez es muy pronto para decirlo, pero de verdad la amo, estoy locamente enamorada de ella - Freen hablaba con voz temblorosa, Noey sonreía y volvía a abrazarla mientras acariciaba su espalda con suavidad.

- Así es el amor Saro, cuando te llega te golpea fuertemente, lo mejor es que eres correspondida y que ella te ama de la misma manera - Freen mostró una sonrisa.

La pelinegra no dejaba de repetir las palabras que le había dicho su amiga. Su mente no dejaba de pensar en ella, en la chica que le había robado la cosa más preciada y frágil que poseía, su corazón. Ella no tenía miedo de nada, sabía que su corazón estaba en muy buenas manos.

[…]

[POV Freen]

Grite al sentir un par de brazos envueltos en mi cintura alzándome y dándome vueltas en el aire, escuché la risa adorable de Rebecca en mi oído antes de bajarme. Me di vuelta rápidamente para ver en ella una sonrisa radiante que dejaba ver ese hoyuelo que me encantaba, me acerqué y deposité un suave beso en sus labios.

- ¿Acaso te estabas escondiendo de mí? - Ella preguntó con una expresión divertida, yo negué.

- ¿Por qué estaría escondiéndome de ti? - Pregunté con el mismo tono juguetón que ella.

Guardé un par de libros en mi casillero antes de cerrarlo y mirarla, ella se acercó un poco más a mi aún con la cabeza recargada en el casillero, me miraba con mucha atención que mis mejillas comenzaron a volverse rojas, gracias a dios que Rebecca no podía escuchar mis pensamientos.

 -¿Qué pasa? - Pregunté entre risas.

- ¿Segura que estás bien y no estabas huyendo de mí, toda la mañana?

Estaba consciente de que en las veces que Becky y yo nos vimos estuve muy tranquila a su alrededor, ella era la que tenía que sacarme plática. No habíamos tenido tiempo de hablar sobre lo que pasó ayer, ambas estábamos un poco tímidas como para tocar el tema.

Sonreí levemente antes de volver a unir mis labios con los suyos, ella sonrió contra ellos, si, ya era mucho más tolerante con las miradas de todos los estudiantes sobre nosotras, me alejé de ella mostrándole una sonrisa antes de entrelazar nuestros dedos y caminar fuera de la escuela.

- Creo que estás un poco paranoica, Becky - Dije con diversión, ella negó con la cabeza aún manteniendo una sonrisa.

- Sólo intento descifrar lo que tu mirada quiere decir - Me mordí el labio con fuerza, yo sabía que Rebecca podía leerme a la perfección y por supuesto sabía que había notado mi actitud diferente de esta mañana.

- ¿Quieres ir a mi casa y hablar un poco? - Pregunté con una sonrisa traviesa, ella negó con la cabeza.

- No puedo, tengo una cita esta tarde con una hermosa chica - La miré con una enorme sonrisa.

- ¿En serio? ¿De verdad eres tan cínica como para decirme que tienes una cita? - Seguí su juego, ella se encogió de hombros con una expresión desinteresada.

- No eres celosa ¿verdad? - Golpeé juguetonamente su brazo, ella soltó una leve carcajada antes de pasar su brazo por mi hombro para acercarme y besar mi frente - ¿Entonces paso a recogerte más tarde? o si es muy importante lo que quieres hablar, podemos hablarlo ahorita - Negué apretando suavemente su mano para tranquilizarla.

- Quita esa cara de preocupación, no es nada malo lo que quiero hablar contigo.

- Escucha, no quiero que te sientas incómoda, pero si no te pregunto esto no estaré tranquila… ¿Estás bien con lo que pasó ayer? - Sus mejillas se sonrojaron, sonreí y acerqué mis labios a su oído.

- Tenemos eso pendiente, quizás podamos terminarlo más tarde - Rebecca inmediatamente comenzó a toser, reí por lo bajo antes de sobar suavemente su espalda - ¿Estás bien? - Pregunté, su cara estaba completamente roja no sabía si era por lo que le acababa de decir o porque se había ahogado - ¿Mi amor, estás bien? - Volví a preguntar ya un poco preocupada, parecía petrificada sólo mirándome fijamente.

- Dios mío, vas a matarme, Chankimha - Solté una carcajada para luego besar su mejilla, fuimos incapaces de continuar platicando porque las chicas ya estaban cerca del coche de Rebecca - Genial, tan inoportunas como siempre - Ella dijo gruñendo.

- ¡Becky! - La reprendí - Hola, chicas - Saludé alegremente.

Prácticamente tuve que arrastrar a Rebecca los pocos pasos que quedaban para llegar con ella, las tres chicas rieron al ver a Rebecca malhumorada, al parecer ella no las perdonaría tan fácilmente, Noey fue la primera en acercarse y pasar un brazo por sus hombros.

- Nosotras tenemos un plan.

- De ninguna manera - Rebecca protestó al instante - Freen yo tenemos planes - Reí entre dientes mirándola con admiración, se veía tan linda con esa actitud.

- ¿Tienen planes ahorita? - Irin preguntó con diversión, Becky me miró brevemente para luego negar con la cabeza - Nosotras solo queremos ir a comer - Dijo - Sólo queremos eh… recompensarte invitándote a comer Ramen - Terminó con entusiasmo, Bec mantenía el ceño ligeramente fruncido por la confusión, me miró un par de segundos antes de volver su mirada a las chicas.

- Ya sabes, por la interrupción de ayer, esa es la forma de disculparnos - Noey le susurró y abrió los ojos como platos y sus mejillas se volvieron rojas al instante.

Entrecerré los ojos mirando acusadoramente a Noey, Rebecca se rascó el cuello nerviosamente antes de murmurar un “está bien”, me dió una leve sonrisa antes de que nos encamináramos a su auto, pero una voz gritando su nombre nos detuvo por completo, fruncí el ceño al ver de quien se trataba.

- Quiero pensar que olvidaste y no que tratabas de huir - La chica dijo con una sonrisa divertida.

Ella me miró y mis ojos la miraban con recelo y confusión. Bec pasó un brazo sobre mis hombros protectoramente.

- Lo siento Friend, en realidad si loolvidée ¿crees que podamos posponer para mañana? Iba a ir con mi novia y mis amigas a comer - No pude evitar sonreír ante las palabras de Rebecca, clavé mi mirada en Friend quien mantenía una sonrisa hipócrita en los labios.

- Lo siento Armstrong, sabes que no depende de mí, el director prácticamente me mandó por ti, así que por favor ven conmigo, seguro que tu novia entenderá la situación - Friend me miró y su expresión “inocente” estaba comenzando a molestarme, cualquiera podía ver que ella estaba fingiendo ser amable, miró a Becky y vi como asintió levemente.

- Sólo déjame despedirme.

- Te estaré esperando - Ella dijo, sus ojos estaban chispeando perversidad. Resoplé sabiendo que Friend meneaba más las caderas consciente de la mirada de Rebecca, cuando giré mi cabeza para confirmar si la estaba mirando o no, me llevé la sorpresa de que aquellos ojos miel estaban fijos en mí, ignorando por completo todo a su alrededor.

- Me asignaron a Friend como tutora, ya que ella está casi en todas mi clases y es una de las mejores estudiantes y pues el director pensó que sería una buena idea el que me de tutorías para no perder mi último año - Dijo dejando escapar un suspiro cansado antes de verme inocentemente colocando sus manos en cada uno de mis hombros - Aún no sé cuánto durarán las tutorías, pero prometo esforzarme para terminar lo mas rápido posible.

- ¿Por qué, Friend? - Pregunté y ella rió levemente al ver mi puchero. Se acercó y me dio un beso.

- No lo sé, no creas que estoy contenta con la decisión, realmente es bastante incómodo, pero no tengo otra opción - Asentí con comprensión - No te preocupes de nada ¿vale?

- ¿Quieres que te esperemos? - Lotty preguntó y Becky negó.

- Creo que tomará algo de tiempo y estoy segura que mueren de hambre.

- Pero… - Intenté hablar, pero fui callada por los labios de mi novia.

- Santo cielos, son tan cursis - Las chicas fingieron disgusto cuando nos besamos y nos abrazamos siendo extremadamente adorables y empalagosas entre ambas.

- Les encargo a mi novia, si aún están comiendo cuando salga, díganme, pero si no ya mañana iremos a comer saliendo de la escuela - Las chicas asintieron, cada una se acercó para despedirse de ella antes de que se fueran al auto de Irin, dándonos un poco de privacidad.

- ¿En serio no pueden cambiarte de tutor?

- No creo - Dijo abrazándome y enterrando su nariz en mi cuello - Trataré de intentarlo mañana, pero no te prometo nada - Ella rió divertida mientras rozaba su nariz con la mía. Mis manos fueron a su cintura, ella frunció el ceño al ver mi cara de preocupación, tomó mis mejillas y las acarició con sus pulgares - No tienes nada de qué preocuparte, todo estará bien, Freen - La miré sin decir nada.

- Es que… ustedes no quedaron en buenos términos, sólo me preocupa de que ella se comporte como una perra total contigo.

- Todo es profesional, no estoy buscando entablar una amistad con ella, es más no hablaré de nada más que no sea el tema que me va a explicar, Friend solo es mi tutora y nada más - A pesar de que sus palabras lograron calmarme un poco aún sentía una opresión en el pecho que me daba un mal presentimiento, lo que noté en la mirada de Friend no era nada bueno, pero de verdad rogara que estuviera equivocada.

Los labios de Rebecca silenciaron mi cerebro, ellos se movían con ternura sobre los míos haciendo que mi frecuencia cardíaca aumentara, diablos, esos labios hacían toda de mi un desastre en un buen sentido, claro.

- Te llamo más tarde ¿vale? No olvides que tenemos una cita, Chankimha - Ella me dio un último beso antes de salir corriendo, tratando de acabar lo más rápido posible con la tutoría. Fui al auto donde estaban ya las chicas, subí y solté un bufido mientras me dejaba caer en el asiento trasero junto a Noey.

- ¿Estás bien, Saro? - Preguntó, subí la mirada y vi que Irin me miraba por el espejo retrovisor y Lotty me miraba desde el asiento del copiloto, traté de alejar los malos pensamientos y me esforcé a sonreír con entusiasmo.

- ¿Creen que podamos cambiar Ramen por comida de McDonald’s? - Las chicas rieron mientras afirmaban con la cabeza.

Dios, de verdad que necesitaba alegrarme a mí misma con una buena comida, otra cosa que me hacía inmensamente feliz además de Rebecca, era la comida.

Capítulo 31 (Enamorada de ti)

[Narrador]

- Ya te lo dije, ella tiene tutorías conmigo - Friend decía con tono fastidiado. La voz del otro lado del teléfono reía descaradamente.

- Vaya, eso hace mucho más fáciles las cosas.

- ¿De qué estás hablando?

- De que tu mí querida Friend serás mi intermediario y mi inocente cómplice - Ahora fue el turno de Friend para reír.

- ¿Acaso estás drogado? ¿De qué demonios estás hablando, Kirk? - Friend escuchó como el chico dejó escapar un pequeño suspiro.

- El plan es sencillo y sé que no vas a poder negarte, quiero vengarme de Rebecca Armstrong  y tú me ayudarás.

- ¿Y qué te hace pensar que yo voy ayudarte con tu venganza? ¿Qué gano yo con todo eso? - Kirk resopló.

- Mira, tu relación con Nop se vino a la mierda por ella, terminaste con él por estar con ella, te enamoraste de ella, pero Rebecca sólo te usó para follar hasta que se aburrió ¿Y tú que ganaste? Nada, dejaste todo por ella y le valió una mierda el destrozar tu corazón - Los ojos de Friend estaban llenos de lágrimas y se le formó un nudo en su garganta.

Por supuesto que le dolía, Friend llegó a pensar que tal vez tendría alguna oportunidad con Becky ya que la castaña no era de las que estaba con una misma persona, íntimamente hablando, pero Rebecca regresaba a ella cada noche, cada día, durante dos semanas, en una ocasión Rebecca abrazó su cuerpo desnudo y se quedó con ella toda la noche, eso no podía significar que sólo era sexo, pero al parecer lo fue, Friend estaba consiente de todos los riesgos, sabía que tal vez sólo era su imaginación, pero aquella noche en los que esos ojos miel la miraron perezosamente rectifico lo que ya sabía hace unos meses, pero que se negaba aceptar, sabía que estaba enamorada de Rebecca y cuando por fin lo aceptó y dejó todo por estar con ella, todo cambió porque el corazón de Rebecca Armstrong  ya estaba ganado.

Friend limpió las lágrimas que sin darse cuente ya estaban rodando por su mejillas.

- ¿Sigues ahí? - El chico preguntó, la chica carraspeó eliminando el nudo en su garganta.

- Si, aquí sigo ¿Y por qué quieres vengarte tú de ella? ¿Por darte una paliza? - Kirk gruñó.

- Ella me rompió la maldita nariz y me dejó como un idiota frente a todos en el gimnasio, sólo quiero un poco de justicia, cualquiera que se meta conmigo lo va a pagar muy caro, tenía otros planes, pero el idiota de Richard se echó para atrás, ahora todo cambió, por eso es que requiero de tu ayuda - La ira en la voz de Kirk era evidente.

Friend conocía al chico y sabía que cuando algo se le metía a la cabeza era muy difícil el sacarlo. Tuvo miedo por un momento sobre cuál era el plan de Kirk contra Becky, pero se negó a pensar en ello empujando todos los sentimientos que tenía por la castaña fuera de ella ¿Por qué debía preocuparse? Incluso en el tiempo que tuvieron de tutoría ni siquiera se había disculpado o dado las gracias por todo lo que está haciendo por ella. Rebecca merecía pagar un poco lo que le había hecho intencionalmente o no.

[…]

- Becky, no camines tan rápido, acabo de comer dos platos de espagueti.

- Con plátano - Agregó arrugando la nariz fingiendo disgusto, Freen rodó los ojos.

- Ajá, dos platos de espagueti con plátano - Enfatizó las palabras - Y un gran helado de yogurt ¿Así que como esperas que camine sobre la arena sin hundirme en ella? - Rebecca rió entre dientes negando con la cabeza.

- Nuestro tiempo es limitado, Saro - la inglesa seguía jalando a Freen de la mano.

Había llevado a Freen a cenar, su cita había consistido en tener una romántica cena en un restaurante. La castaña no había podido evitar reír cuando su novia pidió un plato de espagueti con plátano, el mesero fue como tres veces a la mesa para llevarle plátanos, Rebecca no entendía porque de muchos platillos deliciosos había escogido algo tan común y poco usual.

Después de la cena la llevó a comer una helado de yogurt, Rebecca volvió a enamorarse de ella cuando vio como la pelinegra ponía de todo en su helado, sus ojos brillaban y dejaba salir sonidos de satisfacción cada que se llevaba una cucharada a la boca, realmente esa chica era adorable.

Ahora se encontraban caminando por la playa, Bec no quería que la noche acabara, quería tener a Freen todo el día a su lado, sostener su mano y ver como miraba con orgullo a las demás personas que las observaban cuando se besaban o se tomaban de la mano, ella amaba eso, le encantaba ver a Freen tan orgullosa de su relación y sobre todo le encantaba saber que hacía inmensamente feliz a la pelinegra y que ella era la causante de esa hermosa sonrisa.

- Becky, ya no puedo - Freen paró por completo, Rápidamente la inglesa la miró. Sarocha tenía un puchero en los labios mientras sostenía con ambas manos su estómago.

- ¿Te duele el estómago? - Rebecca preguntó con preocupación.

Freen rió levemente al ver la cara de terror de su novia, negando y sonriendo. Rebecca entendió al instante que ella estaba jugando, la castaña soltó un suspiro antes de arquear una ceja y acercarse para cargar a la pelinegra como un costal de papas, Freen rápidamente comenzó a gritar.

- Becky suéltame, Beckyyyyyyyyyyyyyyyy… - La pelinegra gritaba entre risas mientras pataleaba.

- No - Respondió tratando de aguantar la risa al escuchar las carcajadas de su novia.

Después de algunos segundos de gritos y risas, Becky bajó a Freen quien al instante golpeó su estómago, la castaña sonrió en respuesta antes de pasar un brazo por los hombros de su novia para caminar a la orilla del mar y después sentarse.

Estaban en un lugar donde había poca gente, Rebecca agradeció por eso ya que sólo quería concentrarse en el sonido del mar y en la dulce voz de Freen. La castaña estaba recargada sobre el tronco de una palapa, sus piernas estaban ligeramente abiertas para que Freen se pusiera entre ellas, sus manos agarraban tiernamente la cintura de su novia y recargaba su barbilla en el hombro izquierdo de la Thai, quien estaba recargada en ella con la cabeza ligeramente echada hacia atrás. Besó suavemente su hombro y sonrió contra su piel cuando escuchó suspirar a su novia ante el contacto.

- Es agradable estar a estas ahora en la playa, la brisa del mar es fresca y relajante, además de que la luna se ver hermosa - Freen dijo volteando un poco para mirar a Rebecca a los ojos, la castaña sonrió antes de fijar su mirada en la hermosa vista que las rodeaba a ambas.

- Sí, es muy agradable - Rebecca dijo cerrando los ojos, los dedos de Freen acariciaron suavemente su piel.

Estuvieron algunos segundos en silencio, sólo disfrutando la calidez de sus cuerpos y del sonido de las olas.

- ¿Cómo estuvo la tutoría con Friend? - La inglesa dejó escapar una leve risita.

- Sabía que te morías por preguntar eso - Freen gruñó y trató de zafarse del agarre de su novia, pero Rebecca rápidamente se lo impidió abrazándola más - Lo siento, ven - Susurró posando una mano en su mentón para voltear su cabeza y besarla.

Freen todavía sabía a helado de yogurt, Rebecca inmediatamente quiso más de ella, así que profundizo el beso buscando su lengua. La posición era algo incomoda quizás por esa razón Freen se apartó del beso demasiado pronto, la pelinegra le sonrió tímidamente antes de acomodarse de tal manera que quedó sobre el regazo de Becky, sus piernas estaban a cada lado de su cadera y sus manos jugaban con los botones de su camisa, la castaña tragó con dificultad. Freen estaba ahorcajadas sobre ella, pero a pesar de la posición la Thai mantenía una actitud tranquila y tímida, consciente de que no estaban solas en el lugar. Rebecca sonrió amorosamente antes de depositar un beso en su frente.

- ¿Entonces cómo te fue? - Bec se encogió de hombros mientras jugaba con un mechón de cabello de su novia.

- Fue incómodo, pero como te dije nosotras sólo hablábamos cuando me explicaba algo o cuando me preguntaba si tenía dudas, ninguna de las dos intentamos tener alguna conversación.

- ¿Ella sigue molesta contigo? - Bec nuevamente se encogió de hombros, no tenía una respuesta para eso.

- No lo sé, supongo que sí, creo que la forma en como traté a Friend no fue la correcta - Freen la miró con sorpresa, Rebecca rápidamente negó a punto de entrar en pánico al darse cuenta de que su novia había mal interpretado sus palabras - No, no me refiero a lo de aquella noche, por supuesto que no me arrepiento de haberla rechazado, yo… estoy hablando en general, de todo lo que… Dios, es incómodo hablar de esto contigo - Dijo con honestidad y Freen soltó una leve risita, Rebecca tomó una respiración antes de hablar - Por un lado es mejor ¿no? La verdad no estoy interesada en una amistad con ella, no cuando, bueno no sé si siga… ya sabes, carajo esto es difícil - Freen volvió a reír ante la reacción de Rebecca, parecía frustrada y avergonzada de hablar de sus conquistas con Freen quien besó sus mejillas ahora sonrojadas.

- Está bien amor, yo entiendo lo que tratas de decir, ya sabes que puedes hablar de cualquier cosa conmigo, incluso sobre tus miles de conquistas - Freen dijo en tono juguetón.

- ¡Freen! - Becca se quejó antes de enterrar su cara el cuello de su novia, Freen rió mientras la abrazaba.

- ¿Qué? Es la verdad - Rebecca alzó la cara para mirarla con los ojos entrecerrados, Freen se mordió el labio para no reírse, la pelinegra se acercó a la Bec para besarla rápidamente.

- ¿De eso querías hablar esta mañana? ¿De ex novios y conquistas? - Rebecca dijo juguetonamente, Freen golpeó su brazo antes de volver a su expresión seria y tímida, bajó la mirada mientras volvía a jugar con los botones de la camisa de Rebecca quien al notar su camino de actitud comenzó a acariciar su espalda - Creo que habíamos quedado en hablar sobre cualquier cosa ¿no? - Dijo dulcemente, la pelinegra alzó la mirada antes de sonreírle cálidamente.

- Eh… es acerca de lo que pasó ayer entre nosotras - Dijo con tono débil, cuando miró a Rebecca esta tenía sus mejillas completamente sonrojadas.

La castaña se removió en su lugar, su corazón comenzó a latir como loco, Freen se mordió el labio nerviosa no sabiendo si continuar o no.

- Dijiste que estabas bien con ello.

- Y lo estoy - Dijo rápidamente - Sólo quería hacerte saber que lo que te dije ayer es verdad, quiero estar contigo, ahora más que nunca - La sonrisa de Rebecca se hizo enorme, ella se acercó y colocó su frente contra la de la Thai mientras rozaba su nariz.

- Yo también quiero estar contigo, siempre y en todas formas posibles.

- Nunca he estado con alguien, pero confió en ti, Becky - Susurró sobre sus labios, Rebecca en ese momento se quedó paralizada.

Ni siquiera se dio cuenta de que Freen la estaba besando y que ella no estaba correspondiendo al beso, la pelinegra se apartó mientras la miraba confundida. El cerebro de Rebecca prácticamente se apagó, ella estaba segura de que Freen había estado con Richard, eran demasiado las insinuaciones acerca de eso que la castaña llegó a creerlo, al parecer su hermano la pudo manipular.

Se sentía como una idiota al haber sacado sus propias conclusiones que claramente eran erróneas, se sentía enojada consigo misma porque en el momento llegó a sentirse decepcionada y enojada con Freen cuando no tenía el derecho de hacerlo, pero por otro lado se sentía aliviada y feliz de saber que Freen le estaba otorgando algo tan íntimo y sagrado, dios; Rebecca sintió su corazón inflarse en su pecho, sintiéndose más enamorada que nunca de la pelinegra, pero por un momento sus inseguridades comenzaron a llenarla de dudas ¿ella en serio merecía tanto amor? ¿Ella era la persona correcta y lo suficiente buena para Freen? ¿En verdad era digna de todo el amor que Freen le estaba dando?

- ¿Becky? - La voz de su novia la sacó de sus pensamientos, Freen la miraba con preocupación. Tomó sus mejillas y la obligó a mirarla - ¿Estas bien?

Rebecca la miró fijamente, ella no quería que Freen pensara que dudaba sobre lo que acababa de confesarle, por supuesto que creía en ella, con tan sólo ver sus ojos podía ver que no mentía. La castaña sonrió mientras asentía con la cabeza para después acercarse y depositar un beso amoroso.

- Tú fuiste la primera chica que toqué o dejé. que me tocara estando completamente en mis cinco sentidos - Freen asintió después de notar la seriedad y emoción que transmitía en su mirada, sabía que Rebecca le iba a confesar algo muy personal y no se equivocó - Pasé por muchas cosas a una edad muy temprana y eso me cambió por completo - Freen parpadeó rápidamente, Rebecca le otorgó una sonrisa leve - Sé que ya lo sabes, pero quiero que escuches mi versión ¿vale? En realidad me quita un peso de encima el que ya tengas una idea de lo que pasó, yo… yo no sé si pudiera habértelo dicho, en demasiado vergonzoso.

- No, no lo es ¿vale? Y no tienes que hablar de eso si tu… - Rebecca negó cortando a su novia, sus manos comenzaron a pasar suavemente por los brazos de Freen tratando de calmar su ansiedad.

- Como ya sabes, alguien trató de aprovecharse de mi cuando tenía once años, eso… eso hizo que formara una barrera contra todos, contra cualquiera que quisiera acercarse a mi emocional o íntimamente, siempre estaba a la defensiva y no dejaba que se acercaran lo suficiente como para lastimarme, pero también trataba de no ser tan fría como para que se fueran - Rebecca miraba aquellos ojos chocolate y sus ojos se llenaron de lágrimas al ver la forma en que Freen la miraba - Era algo egoísta, pero yo estaba aterrada, no podía estar con nadie íntimamente, siempre que alguien me tocaba o empezaba a significar algo para mí, las imágenes de lo que pasó llegaban como flashes y cuando eso pasaba yo las empujaba fuera de mi vida, yo… yo sólo no quería ser lastimada nuevamente - Bec no lo había notado pero las lágrimas ya rodaban por sus mejillas.

Freen alargó sus manos eliminando las lágrimas con las yemas de sus dedos, para luego besar suavemente sus mejillas, la castaña sonrió ante el gesto, recargando su frente en el hombro de su novia tratando de tranquilizarse.

- Nunca había estado con alguien que signifique tanto para mí, nadie había podido derrumbar mis paredes o hacerme olvidar mis miedos, había estado con personas antes, pero todo se sentía tan vacío, tan monótono y simple, hasta que apareciste tu - Le sonrió con adoración mientras acariciaba la piel suave de su espalda, Freen se estremeció al sentir las manos de Rebecca colarse bajo su playera - Cambiaste todos mis planes, te dije que eras la primera en muchas cosas y te juro que no miento cuando digo que tú fuiste la primera en derribar mi barrera al enamorarme y hacerme perder la cabeza, no suelo ser el tipo de persona que se entrega por completo, pero sin siquiera intentarlo tu robaste mi corazón - Rebecca besó su frente - Tu eres la persona con la que realmente quiero estar, con la que quiero experimentar todo, cada caricia, cada palabra, cada beso, cada mirada, todo Saro.

- Puedo sentirlo - Freen dijo en un susurro rozando sus labios contra los de Rebecca quien sonrió y la tomó de las mejillas para alejarse un poco y mirarla.

- Quiero que siempre recuerdes lo que sientes por mí, lo que te hago sentir y que siempre recuerdes lo que sientes al estar conmigo - Sus pulgares acariciaron los labios entreabiertos de la Thai quien tenía la mirada fija en los labios de Rebecca - Me aseguraré de que tu corazón no me olvide, no importa con quien estés o que pase después, tu corazón siempre querrá volver a mí - Sus miradas se encontraron por unos segundos antes de que Freen se lanzara y besara a Bec con entusiasmo que el aliento de la castaña se fue por completo.

La inglesa había besado a muchas chicas, pero ningún beso, ningunos labios se parecían a los de Freen. La castaña gimió cuando la Thai juntó sus lenguas y jaló su labio inferior, las manos de Freen estaban en su cuello acercándola lo más que podía a ella. Sarocha gimió sobre su boca respirando pesadamente cuando Rebecca mordió levemente su labio interior antes de separarse y juntar su frente con la de ella.

- Dios, estoy tan enamorada de ti - Las palabras salieron de la boca de Freen sin siquiera notarlo.

Cuando abrió los ojos para mirar a Rebecca, aquellos ojos miel estaban llenos de lágrimas, pero ahora por una razón completamente diferente, no había necesidad de escuchar un “yo también”, Freen podía leer en sus ojos la respuesta.

La castaña la abrazó contra sí, aspirando su aroma y sintiendo los latidos de su corazón, Rebecca sonrió enormemente al saber que el corazón de la pelinegra ya era suyo.

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Disculpen la tardanza pero como saben, cada sábado subo dos o un capítulo y lo compenso con el día domingo. Gracias por el reconocimiento que ha tenido la historia, en serio, Freenbecky mueve masas

Capítulo 32 (El plan en marcha)

[Narrador]

- ¿Puedes volver a explicarme eso? - Preguntó Rebecca tímidamente.

Esta era la quinta vez que Friend le explicaba el mismo problema y para ser sinceros Rebecca se sorprendió de la paciencia que tenía. Friend soltó una risita al ver la expresión de frustración que Becky tenía.

Este era su tercer día de tutoría, ayer Rebecca se había disculpado con Friend por todo lo del pasado y al parecer desde ese día las dos se sintieron mucho más cómodas. La castaña de verdad que necesitaba disculparse, desde que platicó con Freen fue como si le quitaran un peso de encima, el haberle mostrado un lado que ella misma odiaba y que aún así Freen siguiera ahí a su lado sin importarle nada, la liberaba completamente.

- Primero respira. Estás frustrada y probablemente bloqueada y de esa manera no importa cuántas veces te lo explique, no podrás entenderlo - Bec resopló golpeando su cabeza una y otra vez en la mesa.

Friend rió antes de posar una mano sobre el hombro de la inglesa haciendo que la mirara.

- Creo que ya fue suficiente por hoy - Rebecca iba a replicar, pero Friend continuó - Lo digo en serio, te conozco lo suficiente como para saber que estás a punto de volverte loca, esto no es tan difícil, pero cuando ya estás desesperada obviamente se hará difícil - La chica dijo mientras escribía unas notas en la libreta de Rebecca.

- Tengo un exámen el lunes sobre esto y claramente no entiendo ni una mierda, es viernes y es el último día de tutoría ¿Cómo se supone que pasaré? - Friend la miró fijamente.

- Becky, es sólo un problema, los demás ya los sabes resolver a la perfección, no te preocupes, estoy segura de que lo harás bien, además tienes una gran tutora - La chica dijo juguetonamente haciendo que Rebecca sonriera por primera vez en el transcurso de la tutoría.

- Es que es demasiado pronto para tener un exámen, sólo hemos estudiado tres días, no lo mal intérpretes, tu eres una excelente tutora, pero yo no…

- Por dios Rebecca, te juro que a veces eres la persona más insegura del mundo y eso que tú siempre reflejas lo contrario - Becky rió levemente - Si, probablemente sea un poco precipitado, pero teniendo en cuenta que en realidad debes casi todas las materias es mejor empezar ahorita, para que en dado caso de que llegues a reprobar un exámen… que no va a pasar - Aclaró rápidamente con una sonrisa alentadora - Podrás volver a repetirlo sin problema - Rebecca gruñó en respuesta pasando las manos por su cara y frotándola frustradamente.

- ¿Podríamos estudiar el fin de semana? - Preguntó mirándola con ojos de cachorro.

Carajo ¿Cómo podía negarse? Becky vió la lucha interna que Friend tenía, así que decidió hablar nuevamente.

- Yo sé que quizás tengas mejores cosas que hacer, pero realmente necesito de tu ayuda - Ambos pares de ojos estaban fijos los unos en los otros, esta Rebecca frente a ella era vulnerable, sumisa y amable que la hacían dudar de absolutamente todo, la hacía arrepentirse de la decisión que ya había tomado.

- Realmente me gustaría ayudarte, pero mi familia y yo viajaremos por el cumpleaños de mi abuelo y regresaremos el domingo en la noche - Becky asintió con comprensión esbozando una leve sonrisa tratando de ocultar su decepción, pero a pesar del intento Friend pudo notarlo.

Ella sabía que iba a lamentar su decisión, pero la función debía continuar.

- Pero si quieres podemos estudiar hoy en la noche - La inglesa frunció el ceño y ella rió - No estoy intentando nada, tengo planes en la tarde y no sé si pueda desocuparme temprano, me imagino que tú también querrás pasar un tiempo con Freen, es sólo una sugerencia - Friend se encogió de hombros antes de comenzar a guardar sus cosas en su mochila.

Rebecca tuvo una mini lucha interna, ellas ya habían quedado en buenos términos ¿no? Y no es como si Rebecca fuera a hacer otras cosas a su casa, ella simplemente iría a estudiar, de verdad que si no estuviera tan insegura y jodida probablemente la castaña hubiera rechazado esa ayuda inmediatamente, pero la realidad era otra.

Becca dejó escapar un suspiro antes de tomar a Friend del brazo y evitar que se fuera.

- Sólo mándame un mensaje a la hora que pueda ir a tu casa - Friend sonrió y asintió con la cabeza antes de hacer su camino a la salida de la biblioteca.

- Friend - La chica volteó para ver a Rebecca aún en la mesa - Gracias - La castaña dijo lo suficientemente fuerte para que la escuchara, si, Friend debía salir de allí lo más rápido posible antes de que sus sentimientos por Rebecca la hicieran cambiar de opinión.

[…]

Caliente, la habitación parecía estar en llamas, sus labios quemaban cada milímetro de su piel en cada toque, su lengua resbaló por su cuello hasta su mandíbula, su cuerpo se estremeció por completo ante el tacto de su lengua, la escuchó gemir su nombre una vez más, sus labios buscaron los de ella para silenciarla, cuando sus lenguas se encontraron la castaña la chupó con lentitud ganando más quejidos por parte de su novia, sus caderas se aprisionaban contra las de ella y sus manos bajaron hasta llegar a su trasero para después apretarlo suavemente, los sonidos que salían de la boca de la pelinegra eran alucinantes, hacían que todos los sentidos de Rebecca se volvieran locos. Las manos calientes de Freen rasgaron su abdomen haciendo que su piel hirviera, su estómago se contrajo cuando sus dedos lo recorrieron sensualmente. Aire, aire era lo que necesitaba, pero no quería alejarse, así que se dirigió a su cuello mordiéndolo y chupándolo con determinación. La pelinegra ladeó la cabeza para darle acceso total a su labios, Freen estaba segura de que los sonidos que salían de su boca era vergonzosos, pero por más que se mordiera los labios para no soltarlos le era imposible reprimirlos con las sensaciones que Rebecca le hacía sentir, de verdad era que la Thai se estaba volviendo loca ante su tacto. Ella movía sus caderas en busca de más fricción, pero los labios de Rebecca se separaron de ella y Freen abrió los ojos al sentir la mirada penetrante de su novia quien ya tenía los labios hinchados y rojos.

Freen lo sabía, sabía lo que Rebecca estaba a punto de decir, así que antes de que dijera algo, ella la jaló contra si estrellando nuevamente sus labios con los de ella, esta era la segunda vez que ambas eran más íntimas sin llegar a serlo por completo, pero las sensaciones eran igual o más intensas que la primera vez, aunque claro, Rebecca estaba siento mucho más reservada tratando de controlar sus impulsos, a Freen en esos momentos ya no le  importaba nada, ni el hecho de que sus padres podían llegar en cualquier momento y que tal vez las encontrarían en esta situación bastante acalorada, ella sólo quería sentir a Becky por completo, ella quería entregarse en cuerpo y alma a ella.

- Saro… tenemos… tenemos que parar - Rebecca logró de decir entre besos, Freen se negaba a abandonar sus labios, así que continuó depositando besos húmedos y enloquecedores, la castaña gruñó cuando Freen mordió su labio inferior antes de atacar su cuello - Saro - Intentó nuevamente. Sus ojos estaban cerrados con fuerza intentando no ceder.

- Estoy segura que podemos hacerlo rápido, sólo tócame - Mierda, Rebecca tragó pesadamente.

Estaba evitando exactamente eso, sabiendo que si la tocaba sería incapaz de detenerse hasta sentirla contraerse sobre sus dedos, Rebecca negó con la cabeza y Freen frunció el ceño, esa no era la respuesta que esperaba, la castaña suspiró sobre sus labios antes de depositar un suave beso en ellos y bajar de la chica.

Freen se reincorporó mientras miraba a Bec con confusión y frustración. La castaña se abrochó la playera y pasó una mano por su pelo tratando de acomodarlo, dios, aún podía sentir a su piel arder.

- No quiero que nuestra primera vez sea así - Dijo mirando a su novia, vaya, esa mirada reflejaba enojo, frustración y muchas más cosas - No quiero que sea en la casa de tus padres preocupadas de que alguien pueda llegar en cualquier momento y tampoco quiero que sea tan rápido, yo quiero disfrutarte, quiero tocarte hasta grabar en mi mente cada centímetro de tu cuerpo, quiero estar horas y horas amándote hasta que te quedes dormida en mi pecho - Freen la miraba sin decir nada, Rebecca sentía que en cualquier momento la pelinegra la sacaría a patadas de su cuarto, pero después de unos segundos Freen se dejó caer en la cama cerrando los ojos y gruñendo levemente. La inglesa se mordió los labios para no reír, ver a su novia frustrada era algo gracioso.

- Te juro que si te ríes… - Freen no pudo acabar de hablar, porque la carcajada de su novia resonó en toda la habitación.

La pelinegra agarró lo primero que estaba a su mano, una almohada y se la lanzó con fuerzas a Rebecca, su risa cesó al instante, ya que le había dado en la cara.

- ¡Freen! - Becky se quejó - Me picaste un ojo - Freen soltó una leve risita antes de pararse y subirse ahorcajadas sobre ella.

Las manos de Rebecca se aferraron a su cintura, las manos de Freen se posaron en su nuca y con una sonrisa adorable acercó sus labios a su ojo y lo besó con suavidad. La pelinegra suspiró disfrutando del momento, segundos después gruñó cuando su novia se bajó de ella.

- Vamos Armstrong, si no vamos a hacer nada divertido, no vemos porque seguir en el cuarto - Ella le guiñó un ojo antes de hacer su camino fuera de la habitación.

Por dios, Rebecca estaba jodida...

Las chicas bajaron y entraron a la cocina, tanto Rebecca como Freen necesitaban un vaso de agua bien fría. Las miradas entre ambas decían todo, que la castaña se preguntó si sería capaz de disimilar durante la cena con los padres de Freen. Y como Rebecca lo había dicho, los padres de Sarocha llegaron cinco minutos después de que ellas habían bajado, la castaña le levantó un ceja a su novia diciéndole con la mirada un “te lo dije”, Freen sólo rodó los ojos.

La cena fue bastante tranquila, aunque Rebecca aún se ponía nerviosa cuando el señor Chankimha la miraba o cuando bromeaba amenazándola acerca de no pasarse de lista con Freen. La castaña casi escupe el arroz cuando el señor Chankimha le preguntó sobre aquellas marcas en su cuello, Rebecca no supo si era juego o en realidad tenía marcas, pero después de un rato se dio cuenta que era broma ya que Freen también se había reído a carcajadas ante su reacción, vaya, de verdad que el humor Chankimha era tan impredecible.

Ahora ambas chicas se encontraban abrazadas en el sillón mientras veían “About time”, Rebecca sonrió cuando su novia la escogió, como era de esperarse la película era extremadamente cursi y romántica, pero al momento Becky rió entre dientes al darse cuenta que ella podía ser más romántica y cursi que cualquier libro o película cuando se trataba de Freen, pero es que era inevitable, las palabras salían solas cuando estaba frente a la pelinegra.

Bec la escuchó suspirar y abrazarse más a ella, su sonrisa se expandió con el acto y besó su frente con dulzura. Freen alzó un poco la cara para verla y al momento ambas sonrieron bobamente, la pelinegra hizo de todo para no besarla, ya que escuchaba las voces de los señores Chankimha en la cocina, así que sólo optó por sonreír encantadoramente dejando ver su hoyuelo antes de volver su mirada a la pantalla.

- ¿Regresarías el tiempo y cambiarías algo de lo que hemos vivido? - Para ser sinceros Rebecca no sabía la respuesta al instante.

Ella sintió los ojos de Freen quemarle, pero mantuvo sus ojos en el televisor aunque ambas sabían que no estaban prestando atención a la película, después de unos segundos los ojos miel de Rebecca se reunieron con los chocolate de Freen.

-No, no lo haría - Respondió, pero Freen frunció levemente el ceño.

- Tardaste mucho en contestar ¿estás segura de que no cambiarías nada? ¿ni siquiera las cosas difíciles que pasamos? - Rebecca sonrió levemente.

- No cambiaría nada Saro, ni siquiera eso, quizás algunos dirían que si lo cambiarían, pero yo no lo haría - Rebecca dijo con total seguridad, Freen se quedó en silencio, sus ojos fijos en los de su novia - Todo, incluyendo el dolor y los malos ratos que pasamos me llevaron a ti, fueron los que nos unieron de esta manera y si cambiara algo, quizás nosotras no estuviéramos así ahora, quizás nuestra historia sería completamente diferente y a mí me gusta tal y como está, por eso mismo no cambiaría nada - La pelinegra sonrió antes de depositar un beso en la frente de su novia - Aunque pensándolo bien, si regresaría el tiempo en una sola cosa.

- ¿En cuál? - Freen susurró, sintiendo su corazón latir como loco. Rebecca rozo su nariz con la suya antes de hablar.

- En el momento en que tu dejaras de amarme, en ese momento me gustaría regresar el tiempo una y otra vez hasta hacerte cambiar de parecer y lograr que vuelvas a enamorarte de mí como la primera vez - Rebecca soltó una risita - Suena un poco egoísta ¿no? - Rebecca bromeó al ver los ojos de su novia llenos de emoción.

Freen fue quien cerró la pequeña distancia entre ambas, para depositar un suave beso en los labios de su novia, Rebecca la escuchó suspirar contra ellos antes de apoyar su frente contra la suya.

- Te quiero - La pelinegra susurró amorosamente.

- Yo te quiero más - Rebecca respondió aún sintiendo como su corazón golpeaba fuertemente su pecho.

[POV Rebecca]

Fue casi a las diez de la noche que dejé la casa de Freen y a los diez minutos mientras me dirigía a mi casa recibí un mensaje de Friend, al momento me extrañé, pensé que ya había olvidado la tutoría, pero algo se sentía raro y por eso mismo me debatí por más de diez minutos si ir o no, aunque si no fuera por los mensajes de Friend diciéndome que no había ningún problema por la hora, realmente creo que no hubiera ido.

Ella me explicó que apenas se acababa de desocupar y que por eso apenas me había mandado el mensaje, le pregunté si no había ningún problema con sus padres y ella me dijo que no, que ellos estaban aún preparando algunas cosas para el viaje de mañana y que además no nos tomaría demasiado tiempo, así que terminé aceptando.

- Ahí lo tienes, te dije que no era difícil, Becky - Sonreí mirando el papel con el problema resuelto y para mi sorpresa correcto.

- Me costó casi una hora y media poder entenderlo.

- Pero ya lo entendiste y eso es lo que importa - Friend me sonrió y yo no dude en corresponder - ¿Quieres que te ponga otro problema o ya te sientes segura? - Negué con la cabeza.

- No, ya estoy bien, además ya es tarde y es mejor irme - Saqué mi celular para mirar la hora, ya eran las once cuarenta, ya era tarde.

Friend asintió con la cabeza mientras tomaba mis cosas, fruncí el ceño al ver su expresión de preocupación, además de que se mordía el labio al parecer tratando de no decir nada, puse una mano sobre su hombro y lo apreté con suavidad.

- ¿Estás bien? - Ella asintió con la cabeza antes de dar un brinco al escuchar su celular, le otorgué una sonrisa divertida antes de dirigirnos a la puerta.

Estaba a punto de decirle “adiós”, cuando Friend se lanzó para abrazarme, me tensé por un par de segundos, pero al sentirla temblar envolví mis brazos en ella para intentar calmarla.

- Ten cuidado - Ella dijo con pánico, me separé para mirarla a los ojos y ellos transmitían terror.

- ¿Segura que estás bien? - Su celular volvió a sonar y ella cerró los ojos por un momento.

- Si, sólo ten cuidado - Volvió a decirme antes de cerrar la puerta dejándome completamente confundida.

Caminé hasta mi auto tratando de analizar el cambio de actitud de Friend y cuando estaba por abrir la puerta, una camioneta se paró a mi lado, fruncí el ceño y mi mandíbula se tensó al ver a Kirk y a Heng bajar del vehículo.

- Buenas noches, Armstrong ¿Lista para dar un paseo con nosotros? - Kirk dijo con una sonrisa maliciosa. Yo me crucé de brazos sonriendo sarcásticamente.

- Estás muy mal si crees que yo voy a ir con ustedes - Dije antes de abrir la puerta de mi auto, pero la puerta se volvió a cerrar, levanté mi mirada y mi cuerpo ardió en ira al ver a Kirk con una arrogante sonrisa.

- No tienes opción, claro, si quieres que tu hermanito salga ileso de esto - El vidrio trasero de la camioneta se bajó dejando ver a varias personas entre ellos mi hermano. Los ojos de Richie estaban llenos de miedo y cuando nuestros ojos se encontraron el negó con la cabeza.

- Vete a casa Rebecca, vete - Él prácticamente gritó lleno de pánico.

Carajo, sentí como toda mi sangre abandonaba mi cuerpo, mi mirada se dirigió nuevamente a Kirk quien tomó mis llaves antes de subirse en el lugar del piloto, yo lo seguí subiendo en el lugar del copiloto, Heng se subió en los asientos traseros y sin decir nada más Kirk arrancó el auto, seguido de la camioneta donde Richie iba.

Sabía que algo malo pasaría, pero yo sólo tenía una cosa en mente, sea cual sea la situación debía sacar a mi hermano ileso, esa era mi prioridad, costara lo que costara.

Capítulo 33 (Una venganza/Una reconciliación)

[Narrador]

Sus ojos estaban fijos en el camino, pero su mente definitivamente estaba en otro lugar. Rebecca no podía escuchar absolutamente nada. Las risas histéricas de aquellos dos chicos se escuchaban muy lejanas, pensaba en lo que pasaría una vez que el auto se detuviera, pensaba en si Richard estaba bien, pensó en Freen, que tal si algo salía mal ¿Cómo demonios iba a tomarlo?

Maldita sea, Rebecca se arrepentía por haber ido a la casa de Friend, ahora entendía el cambio de actitud tan drástico que tuvo la chica, era obvio que ella tenía que ver con todo esto, a eso se debía su mirada de preocupación y su voz llena de pánico, esta era la maldita razón por la cual estaba así. Apretó fuertemente sus puños sintiéndose impotente y estúpida, prácticamente se había metido a la boca del lobo, después de un rato sintió nuevamente su celular vibrar, no quería sacarlo temiendo que Kirk se lo quitara, ya que si algo malo llegara a pasar, necesitaría algo con que comunicarse, aunque tampoco había necesidad de ver quién era, estaba completamente segura de que se trataba de Freen.

Se había metido en muchos problemas, peleas y situaciones bastantes feas, pero en esta situación ella no era la única que saldría perjudicada, a ella lo menos que le importaba era ella misma, ya estaba acostumbrada a este tipo de situaciones, no era la primera vez que alguien le tendía una emboscada por haberlo vencido en alguna pelea y que quisiera buscar algún tipo de venganza con más personas involucradas, todo eso lo entendía, lo que no le quedaba claro era por qué Richard estaba allí.

Cuando lo vio él estaba completamente asustado, Rebecca estaba segura de que su hermano no era parte de esto, pero ¿Por qué demonios Kirk quería vengarse de él o acaso sólo lo estaba usando como anzuelo? Todo era confuso y por primera vez ella tenía miedo, no de lo que pudiera pasarle, sino de lo que pudiera pasar, de lo que esos idiotas podrían hacerle a su hermano y de lo que Freen pudiera sentir si ella no fuera capaz de salir ganando en esta pelea, era obvio que estaba en desventaja.

- Espero que no estés planeando nada Armstrong, no tengo que repetirte que tu hermano está en aquella camioneta con personas que pueden golpearlo fácilmente ¿verdad? - Kirk dijo mirándola brevemente con una sonrisa cínica.

Los ojos de Becky echaban lumbre, sus puños estaban fuertemente cerrados que sus uñas se encajaban en las palmas de sus manos. Apretó la mandíbula tratando de que su ira se mantuviera bajo control.

- ¿Qué tiene que ver mi hermano en esto? El problema es conmigo, se supone que es entre tú y yo, pero al parecer necesitas de tus amigos para vencerme, ese tipo de cosas se hacían en la primaria, por dios Kirk ya estás grandecito, creo que eres capaz de defenderte tu solo - El auto se paró de golpe y Rebecca tuvo que meter las manos para no golpearse en el tablero del auto, miro rápidamente a Kirk quien rió levemente mientras negaba con la cabeza.

- Relájate Armstrong, sólo vamos a tener un poco de diversión - Kirk dijo antes de salir del vehículo.

Rebecca estaba completamente confundida. Sus ojos miraron el paisaje, el lugar era difícil de descifrar por la oscuridad. La puerta se abrió y no tuvo otra opción que salir del auto. Ellos estaban en una playa y juzgando los minutos que estuvieron en carretera no estaba cerca, se encontraban específicamente en el estacionamiento que estaba completamente vacío. Rápidamente trató de acercarse a la puerta de la camioneta que se estaba abriendo, pero una mano la detuvo, ella miró y Heng le sonrió mientras negaba con la cabeza.

- No tan rápido Armstrong, relájate y tómate una cerveza con nosotros - Heng soltó una carcajada.

Rebecca estaba más que segura que ellos estaban drogados, su mirada se encontró con la de su hermano, él estaba contra la puerta de la camioneta custodiado por dos chicos bastante corpulentos, ella sabía que su hermano estaba asustado, ya que sus labios estaban blancos al igual que su cara.

Uno… dos… tres… cuatro… cinco… seis… sus ojos contaron cada uno de los tipos que había en el lugar, seis malditos tipos, todos atléticos y con alguna sustancia en su cuerpo, definitivamente esto sería muy interesante.

- Vayamos al grano ¿Qué demonios quieren? - Dijo firmemente mirando con rabia a cada uno de los que se encontraban ahí.

Kirk le dio un trago a su cerveza y apretó la lata con su mano para luego tirarla, se limpió la cerveza que resbaló por sus labios antes de sonreír levemente.

- ¿Por qué adelantar la diversión? Tenemos bastante tiempo ¿verdad chicos? - Escuchó el “si” de todos, sus ojos buscaron a su hermano, Richard se mantenía rígido mirándola con preocupación y miedo.

- No te preocupes - Ella gesticuló para tratar de calmarlo, pero él negó rotundamente con la cabeza una y otra vez.

- No dejes que te lastimen - Richie dijo y Rebecca sonrió levemente.

Richard no sólo estaba asustado por la situación sino por lo que podría pasarle a Rebecca quien a pesar de estar llena de enojo e ira, sintió como su corazón se alimentaba con afecto, ese afecto que desde hace tiempo su hermano dejo de darle. El castaño sonrió por primera vez, mientras asentía con la cabeza como si pudiera leer los pensamientos de su hermana, por un momento los hermanos Armstrong olvidaron en donde y con quienes se encontraban, como si en ese mismo momento estuvieran haciendo las paces el uno con el otro.

- Pero que tierno, los hermanos Armstrong siempre se cuidan las espaldas a pesar de que uno ellos siempre termina apuñalando al otro - Kirk dijo acercándose a Richard y pasando un brazo por sus hombros.

Rebecca se tensó al momento, su mirada estaba fija en el chico como si fuera su presa, sólo esperando cualquier movimiento que lastimara a su hermano y así poder atacarlo.

- Supongo que hicieron las paces ¿es por eso que te echaste para atrás con este plan? - El corazón de Rebecca sintió una punzada, sus ojos buscaron los de Richard quien al instante empujó a Kirk lejos de él.

Ella estaba lista para meterse en la pelea cuando vio a los demás hacer su camino hacia Richard, pero Kirk les alzó una mano indicándoles que nadie se acercara.

- Si te atreves a tocarle un pelo a mi hermana, te juro que te mato - Richard amenazó. Su voz estaba llena de ira.

- ¿Remordimiento? Pensé que odiabas a tu hermana por haberte robado a tu novia, pero creo que me perdí de una hermosa reconciliación entre los hermanos Armstrong.

- Cierra la maldita boca, Kirk - Rebecca escupió con rabia - Deja a mi hermano fuera de esto, quieres una revancha ¿no? Pues ven, estoy esperándote - Abrió los brazos dando pasos hacia él.

Richard vio como dos de los amigos de Kirk caminaban hacia Rebecca, ella siguió la mirada de su hermano y rápidamente volvió a conectar su mirada con él, Richie asintió levemente mientras sonreía, al parecer recordarían viejos tiempos en donde eran niños, donde uno se metía en una pelea y el otro iba al rescate del otro, claro que ahora las cosas eran diferentes, pero Richard deseaba poderle ser útil y ayudar a su hermana.

- Esto va a ser interesante, sólo una pregunta ¿Quién de ustedes quieres ser el primero en ser masacrado?

- Te dije que no te metieras con mi hermana - Richard dijo, soltando el primer golpe directo en la mandíbula de Kirk.

Rebecca rápidamente giró su cuerpo lanzando una patada directamente al estómago del chico que iba corriendo para atacar a Richard, el chico cayó al suelo al instante, debido al número de personas involucradas no se debía permitir ser atacada de nuevo, ella gruñó cuando entre dos personas la acorralaron.

- Eres un idiota - Becky escuchó el grito de Heng seguido de un golpe sordo.

Rápidamente giró para mirar a su hermano, pero ese descuido le permitió recibir un golpe directamente en el rostro; se tambaleó un poco antes de sacudir la cabeza tratando de recuperase del aturdimiento, su sangre se calentó inmediatamente y como un tigre se lanzó para regresar el golpe con mucha más fuerza que el chico quien quedó tirado en la arena completamente noqueado.

- Maldita sea, Richard - Bec gruñó entre dientes antes de correr hacia su hermano quien estaba en el suelo siendo golpeado salvajemente por Kirk y Heng.

Antes de que pudiera llegar con él, sintió como alguien tiraba de su chaqueta haciendo que su cuerpo cayera en la arena, el chico al parecer el más musculoso de todos estaba sobre ella golpeándola sin piedad alguna en todos los lugares posibles, el chico era pesado y para ser honestos a Rebecca le tomó tiempo quitárselo de encima, luchó contra su agarre antes de empujarlo con las piernas fuera de ella. Él cayó de espaldas con fuerza y Rebecca rápidamente se subió sobre él comenzando a golpearlo con fuerza en la cara, el chico dejó de luchar a los cinco puñetazos quedando completamente inconsciente.

Ella inmediatamente corrió para ayudar a su hermano, Heng fue el primero en retarla, sabía que tenía que ser rápida y firme con cada uno de los golpes estando consciente de que en cualquier momento podría sorprenderla alguno de los otros chicos. Lanzó una patada a la cara de Heng quien al instante cayó. Richard se levantó cuando Kirk lo dejó de golpear ya que vio a Rebecca acercarse a él, la ira en la chica creció al ver la nariz de su hermano chorreando de sangre y que en su parpado izquierdo tenía un gran corte de donde también salía sangre, Richard tenía la sangre y la arena pegada en el rostro y en la ropa, justo lo que ella no quería, se suponía que su prioridad era que Richard no saliera lastimado y saber que había fracasado la hacía sentir impotente.

Kirk sonrió con satisfacción y pasó una mano por su cara indicándole que él no tenía ningún rasguño, Rebecca sabía que eso duraría muy poco, así que sin perder el tiempo, lanzó sus puños contra él una y otra vez; Kirk esquivó varios golpes, pero también le regresaba algunos con la misma intensidad, Rebecca soltó una patada que fue bloqueada por Kirk quien sostuvo su pierna haciéndola caer, ella soltó un gruñido de dolor cuando el chico enterró su rodilla en la boca de su estómago, pero con un rápido movimiento le dio la vuelta a las cosas y ahora ella estaba ahorcajadas sobre Kirk, sus rodillas estaban en los antebrazos del chico inmovilizándolo haciendo mucho más fácil que sus puños conectaran con la cara de éste sin ningún problema.

Él se retorcía bajo ella tratando de escapar de su agarre, pero los golpes de Rebecca eran tan fuertes que sentía como su fuerza comenzaba a acabarse, pero la verdad era que no era su fuerza la que se estaba yendo, sino que el chico estaba a punto de perder el conocimiento por los golpes tan fuertes y porque ahora las rodillas de Rebecca se encontraban en la boca de su estómago robando el poco oxigeno que le quedaba, cuando otro golpe estaba a punto de conectar con su mandúcala, Kirk supo que era el último que se necesitaba para que todo su cuerpo se desvaneciera, pero ese golpe nunca llegó, lo único que escuchó fue a Richie gritando el nombre de su hermana seguido de varios golpes.

Becca cayó en la arena al sentir un fuerte manotazo en su espalda, pero al mismo tiempo fue levantada por dos brazos a cada lado. Abrió los ojos para ver a Heng frente a ella con un bate en la mano, sus ojos buscaron a Richard quien no paraba de gritar su nombre y fue cuando vio que él trataba de zafarse del agarre de otros dos tipos, Rebecca cerró los ojos al sentir otro dolor agudo, pero ahora en su muslo izquierdo, al parecer Heng la estaba golpeando con toda su energía ya que al instante perdió todas sus fuerzas como para seguir sosteniéndose.

- Para, mierda para, por favor - Richard trataba con todo lo que tenía para zafarse de esos dos chicos, pero la paliza que había recibido anteriormente lo había debilitado.

Un Kirk semiconsciente reía aun tirado en la arena al ver como Rebecca era golpeada con el bate una y otra vez en las costillas. El dolor era horrible y la castaña estaba segura que alguna ya estaba rota, sólo cerró los ojos tratando de contener sus gritos para no darles la satisfacción de escucharla quejarse de dolor, tres… cuatro… cinco golpes y ahora el dolor era insoportable.

Becky sólo podía escuchar la voz de su hermano, pero se escuchaba muy lejana, los chicos que la tenían sujetada prácticamente estaban sosteniendo su peso en eso momentos, ya que su cuerpo era incapaz de estar de pie por su propia cuenta.

- Bien, ya es suficiente - Escuchó antes de que los dos chicos la soltaran.

Ella al instante cayó en la arena incapaz de moverse, sus costillas ardían e incluso le costaba respirar, se obligó a abrir los ojos para verificar que su hermano estuviera bien, Richard no perdió el tiempo en correr hacia donde estaba, él tomó su cabeza y la acomodó con cuidado en su regazo.

- Dios mío Becky, dime que estás bien - Él retiró algunos mechones de cabello de su cara y Rebecca sonrió levemente, sus ojos se apretaron fuertemente tratado de ignorar el dolor punzante en sus costillas.

- Tranquilo, estoy bien - Ella dijo obligándose a sentarse en la arena con ayuda de Richard, los hermanos Armstrong miraron a los chicos frente a ellos, unos más golpeados que otros, pero al parecer la pelea había sido bastante pareja.

Kirk escupió saliva totalmente convertida en sangre. Miró a ambos hermanos antes de asentir con la cabeza levemente.

- Al parecer estamos a mano, ya no hay nada que hacer aquí, así que vámonos chicos - Heng miró a Kirk con desconcierto y visiblemente en desacuerdo. Negó mientras ponía una mano sobre su pecho para tratar de detenerlo.

- Tienes que estar bromeando ¿Qué pasa si nos denuncian? - El chico dijo y los otros chicos comenzaron a asentir con la cabeza mientras murmuraban.

- ¿Acaso estás sugiriendo matarlos para que no hablen? - Kirk dijo con sarcasmo antes de darles la última mirada a Rebecca y a Richard quienes a pesar de sus lesiones se mantenían alertas.

- No, estoy proponiendo que los golpeemos hasta que les quede claro que no deben de abrir la boca - Este dijo con rabia.

- Vete sin cuidado, soy de las que busca justicia por mano propia - Rebecca se paró, carajo, el dolor era insoportable, pero tenía que verse bien, para que aquellos chicos vieran que era capaz de volver a patearles el trasero - Tienes dos opciones, irte porque como dijo Kirk esto ya se acabó o puedes quedarte para una segunda ronda, solo tú y yo, pero te advierto que esta vez me aseguraré que no despiertes hasta al día siguiente - Los ojos miel de Rebecca eran intensos y sobre todo estaban llenos de ira, eran tan intimidantes como su tono de voz para Heng y para el resto de los chicos que era difícil mantener el contacto visual con ella.

Una parte de Rebecca quería que Heng aceptara, a pesar del dolor intenso en todo su cuerpo aún era capaz de luchar, muchas veces había hecho eso, luchar cuando las fuerzas o las probabilidades no estuvieran a su favor y no hablando sólo de peleas físicas, ella era así cuando se trataba de mantener a salvo a las personas que tanto amaba.

Heng la miró por última vez antes de robar miradas al resto de los chicos, la mayoría de ellos ya estaba haciendo su camino de regreso a la camioneta junto con Kirk, el chico no tuvo más remedio que seguirlos.

- Si vuelven a acercarse a mi o a mi hermana o a su novia, me aseguraré de que no vuelvan a quedarles ganas de hacerlo, yo no soy como Rebecca, yo si me aseguraré de que las leyes les den su merecido y sabes que puedo hacerlo, conozco demasiadas cosas que probablemente los joda por completo - Richard dijo con total seguridad, Heng paró de golpe al escucharlo, clavando sus ojos en él.

- ¿Acaso nos estás amenazando? ¿Eres idiota? Recuerda que tú también estás involucrado.

- Sólo manténganse alejados de nosotros y lo sé, pero valdrá la pena si las personas que amo están a salvo y felices, a mí me vale una mierda lo que pase conmigo, así que están advertidos - Heng lo miró con enojo, pero sólo fue capaz de negar con la cabeza en desaprobación.

Richard lo miró con intensidad mientras ponía a su hermana detrás de él protectoramente, ella sonrió levemente, ese chico que estaba allí era su hermano, el pequeño Richard sobreprotector que recordaba.

El silencio se hizo presente cuando la camioneta se alejó a toda velocidad, Richard se permitió respirar antes de volver su atención a su hermana quien mantenía una mano en su costilla derecha, fue cuando notó las lesiones en la cara de su melliza. Su pómulo izquierdo estaba hinchado y tenía un corte en el labio donde había sangre seca. Richard llevó una mano a su ceja derecha donde tenía un corte que aun sangraba.

- Esto no debió de haber pasado - Él dijo con dolor y rabia.

- Creí haberte enseñado como defenderte, estás hecho una mierda - Bec bromeó tratando de aliviar un poco la situación, ganando una leve risita de su hermano.

La cara del chico estaba completamente manchada de sangre seca, él también tenía un corte en la ceja, pero más profundo, sus ojos comenzaban a hincharse impidiéndole ver con claridad y ni que decir de sus costillas y estómago, parecía que hubiera hecho abdominales por horas, ya que estaba bastante adolorido.

Richard no quería imaginar cómo se sentía Rebecca que sólo había recibido pocos golpes lo cual le sorprendidos ya que ella lucho con varias personas, pero él sabía que la lesiones más intensas estaban en sus costillas y lo sabía por las muecas de dolor que hacía su hermana cada vez que respiraba.

- ¿Crees que alguna esté rota? - Richie pasó un brazo de Rebecca por sus hombros para ayudarla a estabilizarse y caminar hacia el coche, gracias a dios Kirk y sus amigos les habían dejado el auto de Rebecca, no querían imaginar lo que hubiera pasado si los hubieran dejado ahí en medio de la nada y en el estado en el que estaban.

La castaña le sonrió en forma de agradecimiento ante la acción de su hermano, Heng realmente la golpeó con fuerzas con aquel bate, ese golpe en su pierna la había dejado sin fuerzas, ya que cojeaba y cada paso era como caminar por el infierno totalmente descalza.

- Espero que no, pero el dolor se siente de la mierda - Rebecca confesó.

Cuando llegaron al auto ella se sostuvo de la puerta y cerró los ojos con fuerza, levantó ligeramente su playera e intentó echar un vistazo a sus costillas, pero no pudo, no podía flexionar su cuerpo o moverse bruscamente sin que ese dolor punzante la invadiera.

- Para ser cinta negra en artes marciales te dejaron hecha una mierda, hermanita – La castaña soltó una carcajada que al momento cesó. Sostuvo sus costillas y Richard rápidamente se acercó a ella con preocupación posando una mano sobre las suyas - Tengo que llevarte al hospital, Becky.

- No me esperaba ser atacada con un bate y mucho menos por varios costales de músculo llenos de esteroides ¿de dónde carajo los sacó Kirk? - Dijo ignorando lo que su hermano había dicho. Él negó con la cabeza abriendo la puerta del coche para ayudarla a subirse.

Un gruñido agudo escapó de los labios de Rebecca cuando se sentó, rogaba porque sólo fuera el dolor y que ninguna costilla estuviera rota. Richard entró rápidamente al auto sin dejar de ver a su hermana con preocupación, él se sentía un mierda por verla en ese estado, verla sufrir frente a sus ojos le dolía, aunque estaba consciente de que él le había dado tanto dolor y no hablando físicamente.

- Se lo que estás pensando y no es tu culpa - Rebecca dijo al sentir la mirada de Richard. Sus ojos miel cumplieron con los cafés de su hermano que estaban llenos de lágrimas y sólo fue cuestión de segundos para que él se rompiera frente a ella, llorando intensamente.

Todo el dolor, todos los actos cometidos, todo el odio y todas las cosas malas que había dicho o deseado para ella, estaban clavados en su corazón y en esos momentos el dolor que sentía era inimaginable, Rebecca se esforzó para acercar a su hermano a ella, Richard lloraba sobre su hombro a gritos y la chica al escucharlo y verlo en ese estado sólo pudo hacer lo mismo, los sollozos de ambos hermanos duraron unos minutos más, Richard pronunciaba un “perdón” una y otra vez a su hermana quien no dudó en aceptarlo.  

Richie se alejó de ella sorbiendo su nariz y secando las lágrimas que quedaban con sus manos, él intentaba todo lo posible para poder calmarse, pero el dolor era tanto que las lágrimas no podían detenerse.

- Te amo, Rebecca - Le dijo con voz totalmente inestable - Lo digo en serio, eres mi hermana y todo este tiempo me he portado como un imbécil contigo - Bec negó con la cabeza intentando hablar, pero Richard continuó - Te amo - Volvió a decir - Y realmente lamento toda la mierda que te he hecho pasar, yo no merezco tu compasión ni tu perdón, pero prometo irlos ganando poco a poco, quiero ser el hermano de antes, el que te protegía y te defendía de todo y de todos - Ambos sonrieron - Quiero ser aquel hermano con el que planeabas sueños y al cual le decías “eres el mejor hermano del mundo”.

Ambos se miraron por unos segundos con una ligera sonrisa plasmada en los labios, no era necesario decir algo, el sabía la respuesta de su hermana, pero antes de que de que Rebecca pudiera decir algo, el celular de Richard comenzó a sonar rompiendo el hermoso momento. Miro su celular un par de segundos antes de mirar a su hermana totalmente alterado.

- Es… es Freen - Dijo sosteniendo su móvil para que Rebecca pudiera ver su nombre en la pantalla.

La sangre de Rebecca inmediatamente se bajó hasta sus pies y ahí fue cuando se dio cuenta de que el verdadero problema apenas iba a comenzar…