LA NOVIA DE MI HERMANO // FREENBECKY

Capítulo 25 (Soy tu súper héroe)

[POV Freen]

- ¿Entonces hablaron con tus padres, Sarocha? - Noey preguntó con sorpresa, clavando su mirada en Becky y en mí. Yo asentí.

- ¿Cómo es que sigues viva, Becky? - Lotty dijo en broma ganando una carcajada de todas menos de Rebecca quien rodó los ojos para luego beber de su jugo.

Miré a Becky riendo entre dientes al recordar lo perturbada que se veía mientras hablábamos con mis padres. Ella estaba prácticamente bañada en sudor, sus labios casi blancos y su mirada llena de terror, tuve que susurrarle más de una vez que respirara y que todo estaría bien.

- Estaba a punto de desmayarse y morir de pánico ¿verdad? - Irin preguntó, tratando de aguantar la risa al ver la cara de Becky.

- No sé porque siempre disfrutan el avergonzarme con este tipo de cosas - Rebecca dijo dejándose caer en el pasto y recostando su cabeza en mi regazo. Automáticamente sonreí y llevé mis manos a su cabello para acariciarlo.

Habíamos decidido tomar el desayuno en alguna parte del extenso jardín de la escuela. Escuché como Becky soltó un suspiro cuando comencé a masajear su cuero cabelludo, se acomodó mejor y cerró los ojos dejándose querer.

- Ambas estábamos nerviosas - Dije mirando a mi novia con una sonrisa boba - Pero si llegué a pensar que en cualquier momento Becky saldría corriendo - Solté una carcajada cuando Rebecca abrió los ojos como platos mientras fruncía el ceño.

- No iba a salir corriendo - Se quejó - Estaba nerviosa, Freen me dijo que hablaríamos con sus padres al momento ¿Cómo se supone que debía reaccionar? Mi cerebro se apagó al estar frente a ellos quienes me miraban con recelo, simplemente entret en pánico ¿Cómo se supone que les diría que estaba saliendo con su hija? Ni siquiera recuerdo nada de lo que les dije - Me mordí el labio para no reír al ver su cara de pánico - Ellos creen que soy una idiota ¿no? Oh dios, de verdad que parecía una completa idiota balbuceando - Se levantó de mi regazo mirándome con preocupación.

Las demás chicas y yo no aguantamos el soltar una carcajada, ella frunció el ceño con las mejillas completamente rojas, gruñó y comenzó a arrancar el pasto, decidí calmarme un poco y besar su mejilla para que se relajara.

- Ellos no piensan eso, en realidad después de que se te bajaron los nervios lo que les dijiste fue muy lindo - Se sonrojó aún más, al parecer recordando el pequeño discurso cursi que les dijo a mis padres.

- No pregunten qué fue lo que dije porque no pienso decirles - Dijo, las chicas hicieron sonido de desaprobación.

- ¿Qué fue lo que dijeron tus padres? ¿Lo tomaron bien? - Irin preguntó, miré a Rebecca con una gran sonrisa.

- Si, en realidad ellos ya lo sabían, al parecer fuimos muy obvias.

- Bueno cualquiera que tenga ojos vería la miel que derraman por todos lados, era lógico que lo notaran, sobre todo la forma en la que se miran - Noey dijo guiñándole un ojo a Becky quien se vuelve a ruborizar.

Al notar la timidez de Becky tomé su mano entrelazando nuestros dedos, ella se quedó mirando nuestras manos.

- Supongo que les dieron reglas ¿no? - Lotty preguntó mientras mandaba un mensaje.

- A pesar que ambas somos chicas y es imposible que Freen salga embarazada, sí, tenemos un par de reglas - Rebecca dijo con tono de broma y esta vez fue mi turno de ruborizarme, ella me dio una sonrisa divertida - No podemos estar mucho tiempo encerradas en su habitación y mucho menos tener la puerta cerrada, ese tipo de reglas que omite pasar un buen rato.

- No te preocupes Sarocha, Becky siempre sabrá como entretenerte ¿verdad Bec Bec? - Lotty dijo con picardía.

Becky me miró con un brillo travieso en los ojos que me hizo sonrojar nuevamente, ladeó la cabeza dándome una mirada seductora haciendo que mi estómago revoloteara, pero ella sólo sonrió y me guiñó el ojo.

- Me alegra que todo vaya bien entre ustedes, me gusta lo felices que se ven, espero que así sea por mucho tiempo - Irin dijo otorgándonos una sonrisa cálida, ambas sonreímos ante el comentario.

- Nosotras también esperamos eso - Dije en voz baja mirando con adoración esos ojos miel que me miraban de igual forma.

[…]

[POV Rebecca]

Caminaba hacia mi última clase la cual era deportes. A pesar de que era una chica atlética y me gustaba cualquier disciplina, la clase de deportes para mí era muy incómoda, ya que esa clase la compartíamos con otros grupos y por desgracia entre esos grupos estaba el de mi hermano. Para mí era una tortura cuando nos ponían a jugar basquetbol como contrincantes, él siempre se tomaba muy enserio los partidos “amistosos”, pero cuando jugaba contra mí lo tomaba mucho más personal, porque sabía que yo era buena en cualquier deporte y ahora era peor por la situación en la que estábamos.

Sabía que cada partido era la oportunidad perfecta para que Richard sacara toda su furia contra mí, siempre era lo mismo, pero muchas veces optaba por salirme de la clase cuando él comenzaba a decirme estupideces y no sólo a mí también al equipo en el que estaba, yo soy poco tolerable con ese tipo de personas y aunque era mi hermano estoy completamente segura que como cualquier persona que me provocaba acabaría golpeándolo para que cerrara la boca por completo.

Hoy no había podido escaparme de la clase y para empeorar todo me había tocado en el equipo contrario que mi hermano y para colmo él me cubría, suspiré profundamente cuando el balón fue puesto en juego. Como era de esperar Richard bloqueaba todos mis pases, a pesar de que los equipos eran mixtos, los hombres jugaban demasiado brusco importándoles poco el lastimar a las chicas sólo por el simple hecho de ganar. Hacía todo lo posible por protegerlas de algún mal golpe, pero era demasiado complicado cuando había más de una chica en la cancha.

Yo ya no estaba concentrada en ganar el juego o bloquear algún tiro, simplemente mantenía toda mi atención en que ninguna chica saliera lastimada, en ocasiones llamé al profesor, pero después de un par de minutos él salió del gimnasio haciendo que la poca restricción desapareciera.

Me detuve para secar el sudor antes de correr cuando el balón cayó en mis manos, fue fácil esquivar a casi todo el equipo contrario, pero cuando paré para encestar el balón, alguien me empujó fuertemente haciendo que saliera disparada golpeando mi estómago contra el suelo, sentí como el aire se fue ligeramente, por suerte había alcanzado a meter las manos para no golpearme la cara, tuve que tomar un par de respiraciones antes de levantarme y encarar a la persona, Kirk, no era la primera vez que cometía alguna falta así de brusca, miré a mi alrededor y vi la cara de pánico de algunos de mis compañeros y la cara burlona de mi hermano y de otro de sus amigos, Heng, hice un esfuerzo sobre humano para no lanzármeles encima y borrar esas estúpidas sonrisas.

- Lo siento Becky, pensé que podías manejar un poco más de rudeza - Él se encogió de hombros sonriéndome descaradamente.

Fui incapaz de decirle algo ya que mis compañeros de equipo me dieron el balón para que cobrara el tiro libre, sentía como mi sangre hervía, reboté la pelota contra el piso con fuerza, mi mandíbula estaba apretada y mi mirada echaba fuego, como era de esperarse anoté los dos puntos sin ningún problema.

Cuando el balón volvió al juego, miré nuevamente a Kirk quien tomó la pelota corriendo a toda velocidad hacia la canasta contraria, a mí me importó una mierda seguir las reglas de juego, teniendo a mi objetivo en la mira tacleé al chico con la misma fuerza que él utilizó minutos atrás conmigo, el cuerpo de Kirk patinó un par de centímetros mientras hacía una cara de dolor.

- ¿Qué mierda te pasa? - Kirk gritó con furia mientras se paraba, rápidamente, Heng se acercó a él para apoyarlo, para mi sorpresa Richard se puso a mi lado mirando a ambos chicos que ahora estaban parados frente a mi amenazadoramente - Ni creas que por ser una mujer me detendré en darte lo que te mereces - Kirk me estaba gritando casi en la cara, pero yo no me inmuté ni un poco, podía ver su cara completamente roja por el enojo, yo no contesté nada sólo sonreí burlonamente haciendo que su enojo incrementara - Borra esa maldita sonrisa, imbécil ¿o quieres que lo haga yo?

- Kirk, cálmate - Richard trató de jalarlo fuera de mí, pero él lo empujó.

- ¿La vas a defender después de toda la mierda que te hizo? - Richard apretó los puños, yo me acerqué y empujé a Kirk con fuerzas, dándole un ultimátum.

- Cierra la maldita boca, tú no sabes nada - En este punto ya estaba perdiendo la paciencia, mi respiración era irregular al igual que mis latidos, toda mi sangre hervía.

Él rió con sarcasmo negando con la cabeza una y otra vez.

- Te equivocas Armstrong, sé exactamente lo que pasó, puedo ser un hijo de puta, pero jamás me metería con la novia de mi hermano, eso sí es ser una mierda de persona, dime ¿cómo puedes mirar a Richard a los ojos sin sentir culpa? Lo jodiste, su novia lo dejó por su hermana ¿tienes una idea de la mierda que es eso? No sé si eres buena seduciendo o Freen es muy fácil.

Y dicho eso, exploté por completo, le di un golpe en la mandíbula antes de abalanzarme contra él, Richard rápidamente corrió a detener a Heng quien al parecer quería “ayudar”, esquivaba cada golpe de Kirk con facilidad, él hizo una mueca de dolor cuando conecté un golpe en su estómago haciendo que se doblara y soltara un quejido de dolor, se escuchó el “ouch” por parte de todos y se volvió a oír cuando le di una patada nuevamente en el estómago haciendo que saliera disparado y cayera bruscamente en el suelo, rápidamente corrí hacia él sentándome a horcajadas sobre su cuerpo golpeándolo una y otra vez la cara, a pesar de que él mantenía sus manos sobre su cara tratando de cubrirse muchos de mis golpes lograban conectar con su rostro fuertemente.

Estaba completamente perdida en la ira, los golpes volaban y el sonido de ellos era bastante perturbador, bufé como un animal rabioso cuando algunos compañeros me tomaron de los brazos para evitar que siguiera golpeando a Kirk, miré a mi hermano quien me veía con ojos suplicantes para que parara y así lo hice. La voz del profesor gritando mi nombre se escuchaba muy lejana, no tuve más opción que alejarme de Kirk quien trataba de detener la sangre que salía de su nariz, volvía mi mirada a Richard quien me otorgó una leve sonrisa antes de alejarse con Kirk para acompañarlo a la enfermería como el profesor había ordenado.

No escuchaba nada, mis latidos retumbaban en mis oídos e ignoré todo incluso al profesor que me gritaba. Caminé fuera del gimnasio.

[…]

[Narrador]

- Becky, Becky, espera - Freen gritaba su nombre mientras la inglesa caminaba determinadamente hacia su auto - Becky, por favor para - La pelinegra tuvo que correr para poder interponerse en su camino.

Cuando Freen se paró frente a ella, Rebecca ni siquiera la miró a los ojos, la pelinegra había escuchado sobre la pelea cuando iba saliendo de su salón, al escuchar eso salió disparada hacia el estacionamiento deseando aún encontrarla, por suerte fue así.

Freen inspeccionó su cara y se sorprendió al no ver ningún golpe, sólo su cuello y parte de su ante brazo estaban ligeramente rojos por defenderse de los golpes.

- Estoy bien - Rebecca dijo con calma, soltando un ligero suspiro cuando las manos de Freen se posaron sobre sus mejillas obligándola a mirarla, el coraje desapareció por completo al ver aquellos ojos chocolate que la miraban con preocupación.

- ¿Qué pasó? - Susurró mientras pasaba su dedo por un pequeño rasguño que tenía en la barbilla.

Rebecca dejó escapar un suspiro tembloroso, el sólo hecho de recordarlo hacía que la ira volviera, Freen lo notó y depositó un beso sobre el pequeño raspón, la inglesa sintió un poco de ardor cuando los labios de la pelinegra tocaron su piel, pero a pesar de eso sonrió tranquilizadoramente, Becky no respondió sólo tomó a Freen de la mano para caminar lo que faltaba para llegar a su auto, cuando estuvieron allí, la pelinegra se recargó en la puerta mientras Rebecca la miraba fijamente.

- Kirk y yo tuvimos una pequeña pelea - Dijo suavemente, Freen cruzó los brazos mientras la miraba con el ceño fruncido.

- Eso lo sé, pero ¿Por qué pelearon? - La inglesa apretó su mandíbula, Freen estaba consciente de que aún estaba enojada, Rebecca metió las manos en las bolsas de su pantalón mientras miraba al piso y tomaba varias respiraciones.

- El cuestionó lo que pasó con Richard, Sarocha, realmente no quiero hablar de eso ahora.

- ¿Kirk que sabe de eso? - Freen preguntó confundida, conocía a Richard y contarle a alguien el cómo fueron las cosas en realidad estaba contra su ego, Rebecca dejó escapar una risita sarcástica.

- Por lo que dijo, estoy segura que ahora más de una persona sabe “como fueron las cosas” - Rebecca hizo comillas con sus dedos, Freen soltó un suspiro antes de acercarse a su novia y envolver sus brazos en sus cintura para abrazarla fuertemente, Rebecca correspondió de inmediato, la pelinegra levantó la vista para mirar a la castaña a los ojos.

- Sé que hay veces en que ciertos comentarios pueden sacarte de quicio, pero no puedes pelear cada que ocurra eso, Becky ¿sabes lo asustada que estaba cuando escuché que peleaste con Kirk? Dios, me imaginé lo peor, me aterra la idea de que él pudo lastimarte, por favor ya no lo vuelvas a hacer - Rebecca la miró llena de culpa, depositó un beso en su frente antes de asentir levemente.

- Te juro que me contuve, pero después él dijo algo sobre ti que me hizo explotar, yo puedo soportar que hablen de mí, pero no puedo prometerte que no les cerraré la boca a cualquiera que hable mierda de ti - Freen sonrió levemente rozando su nariz contra la de ella, en esos momentos le daba igual que las vieran.

- Las personas siempre van a hablar, yo estoy consciente de eso y te lo dije, en serio que no me importa lo que digan, ellos no saben nada de lo que pasó entre nosotras, de hecho ni siquiera me importa que nos estén mirando en estos momentos, yo voy a estar contigo les guste o no ¿Okey? - La sonrisa tonta de Rebecca apareció y Freen rió entre dientes al verla - Ahora prométeme que te mantendrás alejada de las peleas escuches lo que escuches, yo vi a Kirk antes de venir a buscarte y no se veía nada bien, de verdad comienzo a creer que eres un súper héroe - Rebecca soltó una carcajada mientras negaba con la cabeza.

- Lo creas o no, a pesar de la ira que tenga nunca uso alguna técnica marcial con tipos como Kirk que sólo tiran golpes a lo idiota, realmente mis paradas y golpes pueden ser peligros y hasta mortales - Freen abrió la boca por la sorpresa mientras la miraba con una expresión juguetona.

- ¿Estas presumiéndome o tratas de asustarme? - Rebecca la acercó más a su cuerpo haciendo que sus labios rocen levemente, Freen sonrió sobre ellos.

- Estoy tratando de demostrarte que no soy un monstruo incapaz de controlarse y que conmigo siempre estarás a salvo, soy tu súper héroe que haría cualquier cosas por ti - Rebecca apretot sus labios contra los de Freen.

Esta era la primera vez que se besaban en público, el corazón de la castaña comenzó a latir como loco cuando Freen entreabrió los labios para profundizar el beso, a pesar que fue uno corto, la felicidad inundó cada parte de su cuerpo, sus ojos chocolate se clavaron en aquellos miel, mientras ambas sonreían bobamente.

- Si sabes que con esto la gente confirmará que estamos juntas ¿no? - Rebecca dijo juguetonamente, Freen se encogió de hombros mirando fijamente los labios entreabiertos de su novia, inconscientemente sus pulgares los contornearon.

- ¿Y tú estás consciente de que ahora tus admiradoras saben que ya no estás disponible?

- Quizás debas besarme otra vez para que no les quede ninguna duda - Rebecca sonrió juguetonamente.

Los labios de Freen volvieron a los suyos, sintiéndose completamente libre de demostrarles a todos que le importaba muy poco lo que pensaran de ella, nada haría que cambiara su decisión de estar con Rebecca, porque el estar con ella había sido la mejor decisión que pudo haber tomado en toda su vida.

 

A ver, acá cuántas chicas son de México, que levanten la mano!!!!

Próximo capítulo al final del día.

Besos! 

Capítulo 26 (Te quiero)

[POV Freen]

A la mañana siguiente los murmullos y las miradas se hicieron mucho más intensas que antes, decir que no era incómodo e intimidante sería una verdadera mentira, pero trataba de ignorarlos cumpliendo la promesa que le hice a Rebecca, tal vez podía estar paranoica, pero podía sentir que cada mirada estaba sobre mí en el salón, en los pasillos, en todos lados, cada par de ojos era obvio que me juzgaba y criticaba.

Suspiré con fuerza mientras caminaba hacia la cafetería, mis manos sudaban y mi corazón golpeaba fuertemente mi pecho, no sabía porque estaba tan nerviosa. Maldije internamente deseando que Rebecca estuviera aquí a mi lado, tomando mi mano y sonriéndome tranquilizadoramente, pero por alguna extraña razón nuestros caminos no habían coincidido en el día, sólo la había visto cuando apareció corriendo para darme mi beso de buenos días, pero eso fue todo. Mis ojos siempre estaban al frente mirando el camino, intentando no prestar atención a absolutamente nada, estaba segura que la paranoia sólo estaba en mi mente y que quizás a la mayoría les importaba poco mi relación con Rebecca.

Sonreí cuando vi a Becky y a las demás chicas en la mesa de siempre, sus ojos miel se clavaron en los míos obsequiándome una sonrisa, al momento de verla, la preocupación y el agobio desaparecieron de mi cuerpo, me senté junto a ella y depositó un suave beso en mis labios inconscientemente me tensé y al separarse miré para todos lados percatándome de que más de un par de ojos estaban sobre mí, al parecer Rebecca pudo notarlo porque sus ojos me miraron con preocupación mientras posaba su mano sobre mi muslo.

- ¿Estás bien? - Preguntó con un tono suave, la mire tímidamente mientras asentía con la cabeza.

- Quizás un poco abrumada, tal vez esté siendo paranoica, pero ellos me han mirado durante todo el día - Rebecca sonrió levemente mirando brevemente a las demás chicas.

- Es normal Saro, ellos sólo están curiosos, ya se acostumbrarán - Dijo con simpleza, pero a pesar de sus palabras no dejaba de sentirme cohibida e inquieta.

Mi mirada se mantuvo baja como si tuviera pena o miedo de ver a todos los que me rodeaban.

- Sarocha - Noey llallamó atención golpeando ligeramente la mesa, mis ojos reflejaban miedo al mirar los suyos.

Noey me envió miradas significativas que capté perfectamente. Rápidamente mire a Rebecca quien me miraba con una expresión confusa, abrí la boca para hablar, pero nada salía de ella.

- ¿Ellos te dijeron algo? ¿Te molestaron? - Ahora sus ojos miel miraban con recelo enviándoles miradas de odio a cada uno de ellos.

- No, no, nada de eso - Negué rápidamente, me mordí el labio nerviosamente mirando mi regazo, siento la mirada intensa de Rebecca - Es sólo que no estoy acostumbrada a que la gente me mire y siento como si al darles las espalda me clavaran agujas.

- Es completamente normal, Saro - Habló Irin. Alcé la mirada en su dirección - Como dijo Becky ellos sólo están curiosos y bueno tu sabes que una pareja homosexual siempre llama la atención, sólo no dejes que ellos sepan que te hacen sentir incómoda, muchos idiotas toman eso a su favor - Miré brevemente a Rebecca quien se mantenía en silencio perdida en sus pensamientos, sentí una punzada de culpabilidad, así que alargué mi mano buscando la suya para entrelazar nuestros dedos y le di una sonrisa que como era de esperase fue imposible que se resistiera.

- No me molesta, ni mucho menos me avergüenza que me vean contigo - Su sonrisa se ensanchó más. Se acercó y depositó un beso en mi frente.

- Lo sé, pero hazme saber si alguien se pasa de idiota contigo - Iba a contestar, pero el sonido del celular de Rebecca me calló.

Ella frunció ligeramente el ceño, Bec no era alguien que recibiera mensajes por las mañanas y de las personas que recibía mensajes estaban en la mesa, Becky soltó mi mano a regañadientes para sacar su celular de la bolsa de su chamarra, miró la pantalla antes de clavar sus ojos en un punto fijo, traté de seguir la dirección en la que ella miraba, pero antes de hacerlo se puso de pie, todas la miramos curiosas.

- ¿Pasa algo? - Pregunté con cautela, ella me sonrió y se agacho para darme un beso tranquilizador.

Me sonrojé y mi corazón comenzó a latir como loco, aún no me acostumbraba a las sensaciones que Rebecca me provocaba.

- Ahora vuelvo, no me esperen para comer, vayan de una vez por su comida antes de que se acabe - Dicho eso caminó fuera de la cafetería.

Segundos después vi como Richard salió y caminó hacia la misma dirección en la que había ido ella.

[…]

[POV Rebecca]

- No lo entiendes Becky, la gente se burla de nosotros, no me digas que no has notado la forma en que las miran a ti y a Freen - Miré fijamente a mi hermano con los brazos cruzados.

El parecía estar agobiado por lo que pasaba, pero yo lo conocía y sabía que en cualquier cosa donde su reputación o su ego estuvieran en juego él podía volverse completamente loco.

- ¿Y cuál es tu punto? Tu sabes que siempre van a meterse en lo que no les importa - Dije con calma, Richie miró a su alrededor percatándose de que algunos nos miraban. Soltó un suspiro frustrante antes de volver a mirarme.

- Escucha Rebecca, por primera vez estoy tratando de hablar bien contigo, sólo quiero que no me restriegues en la cara que ahora estás con Freen, no porque me importe, sino porque ellos pensarán que las dos se están burlando de mi - Dejé escapar una risa sarcástica mientras negaba con la cabeza.

- Tu sabes que no es así, mira Richard, mis intenciones no son hacer sentir de esa manera, pero ella es mi novia y no voy a reprimir mi afecto por ella sólo por mantener tu hombría, no sólo tú te sientes incómodo con todas las miradas y con la mierda qmue dicen, pero podemos ignorarlos y no darles la satisfacción de vernos afectados - Él negó lleno de furia y se acercó más a mí.

- ¿Has oído los rumores que dicen sobre nosotros?

- No son tan idiotas como para decirlos cuando estoy cerca - Respondí, Richard apretó los puños con fuerza mientras sus ojos ahora me miraban con enojo,

- A mí me tachan de un maldito cuernudo y a Freen de una… - Fue incapaz de terminar ya que me había acercado amenazantemente.

- Ni se te ocurra decirlo - Amenacé, ambos teníamos la mirada fija el uno en el otro, era ese tipo de miradas que indicaba que en cualquier momento alguno saltaría encima del otro.

- Tú sabes que yo haría cualquier cosa para demostrarles a todos que yo soy el menos afectado de los tres.

- ¿En serio? ¿Y cómo? ¿Contándoles la verdad? ¿Diciéndoles que utilizaste a Freen y que ella te encontró follando con alguien más? ¿Crees que eso te haría ver menos idiota? - Escupí llena de rabia, Richard sonrió al ver que mi paciencia comenzaba a desaparecer.

- No, eso me haría perder mi encanto con las chicas, pero sin duda podría demostrarles que cualquier persona que se meta con lo que es mío no se salva de recibir su merecido.

- ¿Acaso es una amenaza? - Pregunté irónicamente manteniendo una sonrisa burlona, se hizo hacia atrás.

- No, sólo compórtate con tu noviecita en la escuela y no habrá necesidad de llegar a la violencia - Reí a carcajadas.

- De verdad que eres un idiota, por dios, madura Richard - Para mi sorpresa él parecía demasiado confiado en sus palabras. Me guiño un ojo antes de alejarse.

- Piensa bien lo que te dije - Dijo antes de alejarse completamente.

Yo no tenía nada que pensar, la gente podía hablar, pero Freen y yo éramos las únicas que sabíamos la verdadera historia tras todo esto y eso era lo único que importaba.

[…]

[Narrador]

- ¿Segura que estás bien? - Freen preguntó suavemente, Rebecca tarareó al sentir la respiración caliente de la Thai en su cuello, al no escuchar respuesta Freen apretó más su cuerpo contra el de ella, acurrucándose más - Vi a Richard salir después de ti - Dijo inquisitivamente, alzando un poco la cabeza para mirar el rostro de Rebecca.

Ella abrió los ojos al sentir la mirada persistente de la inglesa, Rebecca la miró por un par de segundos y Freen trató de no sonrojarse ante esa mirada llena de amor con la que la miraba.

- Él quería hablar conmigo - Rebecca acarició la mejilla de la inglesa - También está algo abrumado por lo que dicen o piensan los demás - La inglesa dijo con simpleza no queriendo adentrarse al tema, no era como si le estuviera mintiendo, simplemente no quería preocuparla con las amenazas absurdas de su hermano.

- ¿Y cómo te sientes respecto a eso? - Los ojos chocolate la miraban atentamente, queriendo leer su mirada y su expresión.

Rebecca se mantenía quieta. Sus ojos miel mirándola todo el tiempo. La inglesa mojó sus labios antes de hablar y como era de esperarse toda la atención de la Thai se fue a ellos, Becca sonrió cuando Freen besó rápidamente sus labios antes de volver a acurrucarse en su pecho, las manos de la inglesa comenzaron a acariciar su espalda.

- No me importa lo que ellos piensen, pero me importa el hecho de que tú te sientas incómoda por su culpa, pero en poco tiempo se olvidarán del asunto, claro quedará uno que otro idiota que tocará el tema, pero confió en que me dirás si alguien te molesta con eso - Freen rió y la inglesa sonrió al escucharla.

Inconscientemente la mano de Freen se coló debajo de la playera de Becky, inmediatamente el estómago de Rebecca se contrajo y debido a la risa adorable que escapó de los labios de la Thai ella lo había notado, Freen la miró a los ojos con una chispa de travesura en ellos.

- En realidad me encanta cuando me besas en los pasillos o cuando me abrazas cuando nos topamos camino a cada clase, me encanta caminar contigo de la mano y más eso pequeños detalles que hacer por mí, no quiero que dejes de hacerlo sólo porque pienses que me incomoda - Rebecca no pudo contestar nada, ella estaba perdida porque prácticamente Freen le estaba hablando sobre los labios mientras acariciaba su estómago.

- En la mañana parecías bastante incómoda - Rebecca susurró sintiendo los labios de Sarocha cepillar los suyos una y otra vez,

Su aliento se cortó al sentir como la Thai se subió a horcajadas sobre ella, ambas se miraron penetrantemente, Rebecca tragó pesadamente al ver aquellos ojos chocolate mirándola intensamente, era una mirada de las que te dicen “te quiero” sin necesidad de hablar.

- Me sentía incómoda, pero no porque nos vieran juntas, sino por el hecho de sentir todas las miradas sobre mí - La Thai dijo con tranquilidad mientras trazaba los labios de la inglesa, Rebecca se había quedado sin palabras, sólo podía ver los labios de su novia mientras sentía el calorcito que desprendía su cuerpo - Voy a estar contigo, quiero estar contigo, les guste a quien le guste - Rebecca abrió la boca para decir algo, pero Freen hundió sus labios contra los suyos impidiendo que lo hiciera.

Los labios de Freen parecían ansiosos porque rápidamente profundizó el beso, Rebecca zumbó cuando la lengua de la Thai entró por sus labios buscando la suya, las manos de la inglesa estaban a cada lado de sus mejillas, pero de un momento a otro cuando el beso se hizo más intenso ella las bajó peligrosamente cerca de su espalda baja.

Becca sintió como su poco control se desvanecía con cada beso, una parte de ella estaba consciente de donde y quienes se encontraban abajo y a pesar de que la puerta estaba cerrada, había la posibilidad de que alguien entrara y las encontrara en esta situación.

Las caderas de Freen comenzaron a presionar contra las de ella, apagando la poca racionalidad que le quedaba.

- Saro - Respiró contra su boca sintiendo como su cuerpo reaccionaba ante sus caricias.

La inglesa no quería parecer una pervertida, quizás las acciones de la Thai no tenían otra intención más que besos.

Rebecca dejó de luchar contra sí misma y colocó sus manos debajo de la playera de Freen mientras se sentaba para poder besarla con mayor comodidad, las caderas de la pelinegra se empujaban “inconscientemente” de vez en cuando contra las de ellas.

Rebecca inhaló bruscamente cuando Freen atrapó su labio inferior tirando de el con sus dientes, el hormigueo y no sólo de sus labios la estremeció por completo, esta vez la inglesa dejó que Freen tomara el control. La Thai bajó a su mandíbula y luego a su cuello dejando besos húmedos, la castaña sentía los labios de Freen quemar su piel, ella cerró los ojos mientras se mordía los labios fuertemente para no dejar escapar algún sonido vergonzoso.

Becky comenzaba a perder la batalla contra sus impulsos, una parte de ella quería saltar sobré Freen y hacerla olvidar hasta su nombre, pero otra parte de ella quería detenerla por la sencilla razón de que no era el lugar indicado para hacer eso, pero si la Thai seguía torturándola de esa manera posiblemente Rebecca sería incapaz de detener esos impulsos.

- Saro - Volvió a llamarla, pero la única respuesta que recibió fue un quejido por parte de su novia - Saro… Freen - Rebecca tuvo que tomarla suavemente de los hombros para separarla.

Freen estaba completamente sonrojada con sus labios entreabiertos y rojizos, su respiración era inestable, Rebecca se mordió el labio, al verla de esa manera, había algo que volvía loca a la castaña, el verla en ese estado, sus ojos chocolate la miraron con confusión, pero aún con lujuria palpitando en ellos.

- Tu mamá y Aylin están abajo, nosotras no, eh… - Rebecca dijo sintiendo sus mejillas arder, luego se aclaró la garganta - Nos pueden atrapar si continuamos haciendo esto - Freen tomó algunas respiraciones antes de hablar.

- Ellas no nos atraparán, no es como si estuviéramos pensando en hacer algo más - Rebecca tragó pesado, sería una mentira si dijera que no pensó en eso, ella no sabía las intenciones de Freen, pero dios mío, la forma en la que la estaba besando y tocando le había hecho pensar de esa manera, Rebecca se sonrojó sintiéndose una pervertida, quizás Freen era de las que podían manejar una sesión bastante “caliente” sin llegar a nada más - Y si fuera así, la puerta está con seguro - Sarocha susurró con una sonrisa traviesa en los labios, Rebecca gruñó y se dejó caer en la cama, tapándose la cara con el brazo, la Thai rió.

- Fuera de mi Chankimha, necesito tomar un poco de aire - Freen soltó una carcajada antes de volver a besar a Rebecca, pero esta vez con un beso suave.

Después de separarse, la Thai rodó fuera de ella para acurrucarse a su lado, aunque aún no se sentía 100% compuesta, Rebecca se sintió más relajada cuando la pelinegra se aferró a su cintura y enterró su nariz en su cuello.

- Confío en ti Becky, cuando estoy contigo no le tengo miedo a nada, quiero explorar contigo todas las cosas que con nadie he compartido - Freen alzó la cabeza mirando fijamente aquellos ojos miel que brillaban intensamente. Freen le otorgó una sonrisa - Quiero estar contigo - Ella enfatizó cada palabra y el corazón de Rebecca latió como loco - Estoy completamente segura de que eres la persona por la cual he estado esperando, estoy lista, lista para amarte sin límites, lista para demostrarte mi amor de todas las maneras posibles - Freen hizo una pausa mirando brevemente los labios de su novia antes de regresar la mirada a sus ojos, Rebecca estaba segura de que en cualquier momento sufriría algún ataque cardíaco - Becky, te quiero - Dijo con calma, pero firme, la Thai sintió un poco de pánico al no escuchar respuesta de su parte, creyendo que no la había escuchado. Lo volvió a repetir - Te quiero - Dijo, pero ahora con inseguridad y miedo.

- Te escuché es sólo que… ¡Woah! - Freen bajó la mirada, sin duda esa no era la respuesta que esperaba.

- No estoy esperando nada a cambio, sólo quería que lo supie… - Los labios de Rebecca la silenciaron, sus labios no se movían sólo se mantuvieron presionados contra los de ella, Freen podía sentir todo el amor que transmitía ese beso, cuando se separaron ambas se miraron tan penetrantemente que se podían mirar hasta el alma.

- Yo también te quiero, Chankimha - Freen rió sobre sus labios antes de besarla nuevamente.

Eran conscientes que esas palabras no hacían justicia a lo que en verdad sentían, pero eso era lo de menos, se sentía tan bien pronunciarlas en voz alta aunque fuera un diminutivo de aquel “te amo” que ambas morían por escuchar de los labios de la otra.

Llegando del laburo. Tarde para mí pero temprano para ustedes pero no podía irme a dormir sin actualizarles

Capítulo 27 (Un arma secreta)

[Narrador]

- Kirk está muy enojado, Rebecca lo dejó bastante adolorido y golpeado - Saint el hermano de Kirk dijo tomando una calada de su cigarrillo. Richard tenía la mirada perdida, sólo observando como las olas del mar golpeaban en la arena.

- Él se lo merecía, prácticamente le dijo a todos en el gimnasio que Freen me había dejado por Rebecca.

- ¿Aún sigue en pie el plan que tienes con Kirk? - Richard miró a su amigo, Saint era una de las pocas personas que mantenía la cabeza centrada a pesar de toda la mierda que lo rodeaba.

- ¿Sabes? Ella se ve muy feliz, cuando está con Freen es como si fuera otra persona como si fuera mi antigua hermana y por más que quiera estar enojado en cierto punto ella tiene razón, no tengo motivos para vengarme y odiarla, ella respetó mi relación, de verdad que trató duro, pero otra parte de mi dice todo lo contrario - Richard tomó su cigarrillo y le dio una calada profunda, sintiendo el humo pasar por su tráquea para después liberarlo por su boca.

- Rebecca te ama, esa es la razón por la cual ocultó sus sentimientos por Freen, estoy seguro de que si no te hubiera descubierto aún se estuviera sacrificando por tu felicidad ¿no crees que es tiempo de dejarla ser feliz? - Richard se quedó en silencio.

El castaño estaba cansado de tanta ira y odio inexistente, estaba cansado de tanto deseo de venganza que en realidad no sentía, estaba cansado de dejarse llevar por lo que los demás decían, él no era el primero ni el último en este tipo de situación, él no quería a Freen en la forma en que su hermana lo hacía, sabía que Freen merecía ser feliz, ella era un chica increíble que por desgracias no supo apreciar en su momento. Él estaba seguro que si hubiera estado en el lugar de Rebecca, no se hubiera esforzado tanto en frenar sus sentimientos, realmente apreciaba el esfuerzo de su hermana aunque le costara admitirlo.

- De verdad que no sé qué me pasa, ella es mi hermana y por supuesto que me duele que nuestra relación sea una mierda, a veces me gustaría regresar el tiempo en donde nuestra relación se fue perdiendo y volver a reconstruirla, extraño a mi hermana, extraño jugar con ella, extraño las luchas amistosas, extraño cuando jugábamos videojuegos, incluso extraño las pláticas nocturnas donde planeábamos sueños juntos, por supuesto que quiero a mi hermana de regreso - Richard secó sus lágrimas con firmeza, negándose a llorar, Saint sólo lo miraba conmovido por las palabras de su amigo.

- ¿Entonces, por qué no lo intentas? ¿Por qué no tratas de recuperar a tu hermana? - Preguntó y Richard soltó una leve risa negando con la cabeza.

- No merezco su perdón, Saint - Susurró, su amigo negó en desaprobación.

- Todo mundo merece una segunda oportunidad, estoy seguro de que Rebecca quiere lo mismo que tú, los hermanos siempre pasan por este tipo de cosas, pero es imposible que se odien, ese tipo de amor que se tienen es más fuerte que cualquier cosa, ella siempre será tu hermana, dense una oportunidad, a la mierda lo que digan los demás, te aseguro que ella siempre te apoyará.

- Mi orgullo es demasiado grande - Richard dijo con amargura, prendiendo otro cigarrillo.

- El orgullo lo único que hace es alejar a las personas que realmente se preocupan por ti, tienes que tragártelo de vez en cuando o al final te quedarás totalmente solo - Saint dijo y aunque Richard prefería no escuchar las palabras de su amigo, la palabras resonaban en su cabeza, él sabía que tenía que tomar una decisión antes de que fuera demasiado tarde y ya no se pudiera remediar nada.

[…]

- Freen ¿Qué estás haciendo? - Rebecca preguntó con una sonrisa divertida en sus labios, secándose el sudor de su frente antes de cruzarse de brazos mientras miraba a su novia.

- No estoy haciendo nada - La pelinegra dijo inocentemente. Sus mejillas estaban sonrojadas y el poco sudor hacía que su piel brillara.

- Exacto ¿te das cuenta de dónde estamos? Es un poco grosero que solo me estés mirando - Freen trató de que no se le escapara una sonrisa, pero fue inevitable.

A la Thai le encantaba mirar a Rebecca y sobre todo cuando entrenaba, le encantaba ver como sus ojos miel se concentraban en el saco de box o cuando cada músculo de sus brazos se tensaba y se marcaban, le encantaba ver como sus mejillas se sonrojaban y como el sudor hacía que su cuerpo brillara, los ojos de Freen la recorrían de pies a cabeza y esta se sonrojo al ver como Rebecca la miraba arqueando una ceja, la pelinegra se obligó a apartar la vista y golpear perezosamente el saco que estaba frente a ella.

- ¿Cuánto tiempo más estaremos aquí? - Rebecca rió negando con la cabeza.

- Acabamos de empezar Saro, tienes que calentar bien antes de cualquier cosa y si sigues calentando de esa forma mañana te dolerá más de lo que debería - Freen negó con la cabeza mientras se acercaba a la inglesa con una mirada segura.

Sarocha se acercó quedando a centímetros de ella y cuando Rebecca estaba a punto de cerrar la poca distancia, sintió un pequeño golpe en el estómago, la castaña entrecerró los ojos mientras miraba a su novia con una expresión divertida, Freen se mordió los labios para no reír.

- Yo no necesito calentar, estoy lista para patearte el trasero, Armstrong - Dijo, Rebecca se cruzó de brazos mirándola aún divertida.

- Esta no es la primera vez que me amenazas con eso, realmente tengo curiosidad de saber cómo lo harás ¿acaso eres algun tipo de ninja, un espía o algun súper héroe que se esconde bajo ese cuerpecito? - Freen gruñó y otro puñetazo aterrizó en el hombro de la castaña quien soltó una leve carcajada antes de tomar su mochila y entrelazar su mano con la de Freen.

- ¿A dónde vamos? - Freen preguntó, Rebecca parecía muy segura caminando fuera del gimnasio.

- A probar tus habilidades - Becky contestó divertidamente.

Ambas caminaron a un pequeño local que se encontraba al lado del gimnasio y la curiosidad de la Thai aumentó. Rebecca paró para sacar de su mochila una llave y antes de entrar, viendo a Freen con una sonrisa maliciosa.

- ¿Qué es aquí? - Freen entró mirando las paredes blancas que tenían algunos cuadros con signos chinos, algunas armas marciales colgadas y otras apiladas en una esquina, en la parte del centro se encontraba un cuadro blanco.

Freen vio como Becky se quitaba los tenis antes de hacerle señales para que hiciera lo mismo.

- Es un dojo, aquí es donde se practican las artes marciales - La inglesa explicaba mientras se adentraba al lugar.

Freen no dudó en seguirla, cuando sus pies entraron en contacto con aquel piso blanco, notó que era acolchado, imaginando que era para que el impacto de un cuerpo cayendo no fuera tan doloroso. Rebecca rió ante la expresión de su novia quien tenía el ceño fruncido y con una mirada de terror.

- ¿Aún no empezamos y ya tienes miedo? - Rebecca dijo claramente burlándose de la chica, sus manos abrazaron su cintura y besó suavemente sus labios - Tranquila Saro, no te haré mucho daño - La castaña le guiñó un ojo antes de separarse de ella.

- No tengo miedo ¿Cómo quieres hacer esto, Armstrong? - Freen dijo poniendo sus manos en defensa.

La castaña se mordió el labio tratando de mantener sus impulsos de besarla, Freen se veía realmente adorable fingiendo ser ruda, Rebecca caminó con calma hacia ella y el corazón de la pelinegra comenzó a latir como loco, pero en ningún momento bajó la guardia.

Becca se colocó detrás de Freen recorriendo sus brazos con suavidad, su respiración caliente golpeaba en la nuca de la Thai mandándole corrientes eléctricas por todo su cuerpo.

- Primero necesito que te relajes - Rebecca dijo con voz ronca mientras acariciaba sus brazos de arriba hacia abajo, Freen no podía concentrarse en nada más que no fueran sus manos tibias - Inhala y exhala - La pelinegra sentía cada una de las respiraciones de su novia quien ahora dirigió sus manos a su cintura tirándola hacia atrás y pegándola contra su cuerpo, la inglesa soltó un leve gemido ante la acción - Cierra los ojos y respira conmigo - Ordenó, pero Freen había olvidado como respirar correctamente, las respiraciones pesadas de Rebecca golpeaban en su oído y eso hacía que todos sus sentidos se volvieran completamente locos.

Rebecca se rindió después de unos segundos y se separó riendo entre dientes mientras negaba con la cabeza, Freen se giró para mirarla y ver que ella la miraba con una sonrisa divertida.

- ¿Qué? - Freen preguntó, Becky se cruzó de brazos y la pelinegra pudo ver sus músculos marcarse ante la acción, ella se mordía el labio mirándolos antes de volver a mirar sus ojos.

- No estás prestando atención a nada de lo que te estoy diciendo - Rebecca dijo con diversión, la Thai tuvo que darse la media vuelta y comenzar a caminar obligándose a sacar los pensamientos “inapropiados” que estaban rodando en su mente.

Los ojos miel la siguieron, amando aquellas licras ajustadas que se adherían perfectamente al cuerpo de su novia.

- Estás mirando - Freen dijo girando su cabeza y clavando sus ojos en Bec, quien rápidamente desvió su mirada.

Freen rió entre dientes, al parecer ella podía tener el mismo efecto en Rebecca quien ahora tenía las mejillas sonrojadas.

Les costó un par de minutos el calmarse y concentrarse para que Rebecca le comenzara a enseñar algunas técnicas marciales, Freen se centró por completo en aprenderlas, era lógico que la castaña sólo le enseñaría lo básico desde la forma correcta de colocar el puño hasta algunas llaves.

Becky se dejó caer en el dojo respirando pesadamente, ya que su novia le había rogado porque le hiciera una demostración de lo que en realidad eran las artes marciales, Freen quedó impactada al ver a su novia como algún tipo de ninja salido de una película de acción, se sorprendió de lo alto que podía brincar para dar alguna patada, de la rapidez que tenía para lanzar un golpe y hasta de la gran flexibilidad que tenía.

La castaña sintió la mirada penetrante de su novia. Se levantó un poco recargándose en sus codos y miró esos ojos chocolate que la miraban con admiración.

- ¿Qué pasa? - Preguntó con una sonrisa.

- ¿Recuérdame porque ya no compites? Eres increíble, yo aún trato de procesar que lo que haces es posible - Rebecca soltó una carcajada.

- Es demasiada la demanda física al igual que de tiempo, necesito prepararme durante meses antes de entrar a un torneo y tengo que estar preparada física y mentalmente, no solo es entrar a un rin y dar golpes a lo tonto.

- ¿Cuál es el problema? Yo te veo preparada y si puedo agregar físicamente te vez muy bien - Freen dijo ganando un leve empujón por parte de su novia.

- Créeme, no estoy preparada de ninguna manera - Dijo la inglesa sentándose, doblando sus rodillas y abrazándolas contra su pecho mientras miraba el piso - Para mí competir siempre fue un modo para escapar, pero al mismo tiempo era como una bomba de tiempo - Miró a Freen quien asintió levemente para que continuara - Ese tipo de luchas son muy agresivas, es como una pelea callejera, pero legal, el punto es golpear a tu contrincante lo más fuerte que puedas hasta dejarlo inconsciente y eso era exactamente lo que yo hacía, el único problema conmigo era que la rabia muchas veces me cegaba que no me importaba nada, era como un perro rabioso, en muchas ocasiones alargaba las peleas sólo por el maldito placer de continuar golpeando a mi contrincante, mi última pelea fue la que me abrió los ojos  - Freen se acercó a su novia y tomó su mano notando como le dolía el hablar de eso, Rebecca le sonrió tranquilizadoramente - La noche anterior había tenido una pesadilla y no pude calmar mis sentimientos, sentía tanta rabia que por desgracia alguien más sufrió las consecuencias, después de haberla noqueado seguí golpeándola y cuando el réferi se acercó para detenerme acabé golpeándolo a él también, yo golpeaba a cada persona que intentaba detenerme - La voz de Rebecca se quebró levemente, Freen llevó su mano a la espalda de la castaña para comenzar a hacer pequeños círculos - Ella estuvo en coma, estuvo en coma por más de quince días, esos fueron los peores días de mi vida imaginando que quizás por mi culpa jamás despertaría, no quiero pasar por eso otra vez Saro, no quiero volver a ser aquel monstruo, no quisiera que me vieras de esa manera, no quiero que tengas miedo de mi como muchas personas que lo… - Rebecca fue silenciada por los suaves labios de su novia.

Las manos de Freen tomaron sus mejillas presionándola deliberadamente contra si, Rebecca suspiró contras sus labios, era así de fácil, era así de sorprendente como con un gesto tan común podía hacerle olvidar todo, Becky sabía que no era sólo un beso o la forma en que sus labios se movían sobre los suyos, sino que se trataba de la persona a la cual estabas besando, la manera en que Freen la hacía sentir era increíble, la castaña sabía que había encontrado a la persona capaz de hacerle olvidar todos sus miedos y calmar a sus demonios.

- No tengo miedo de ti, ni ahora, ni mañana, ni nunca - Freen mantenía su frente contra la de ella sintiendo su respiración golpear en sus labios.

Freen comenzó a acariciar sus mejillas con las yemas de sus dedos y una sonrisa se apoderó de sus labios, Rebecca separó su frente para mirarla a los ojos y la Thai volvió a enamorase de aquellos ojos miel una vez más.

- Todos tenemos malos días, yo sé que no es excusa, pero Becky, siempre está el riesgo de que eso pase en alguna pelea, sólo no dejes que por una equivocación dejes de hacer lo que más te gusta, si tú quieres volver a competir yo estaré ahí para apoyarte ¿Okey? - Rebecca asintió con una leve sonrisa en sus labios antes de besarla nuevamente, Freen se separó después de unos segundos tratando de no perder la cordura en aquellos besos - Vamos, es hora de enseñarte lo fácil que es patear tu trasero - Dijo parándose de un salto y brincando energéticamente como un boxeador, Rebecca rió mientras se levantaba.

- ¿Por qué estás tan segura de eso, Chankimha?

- Porque tengo un arma secreta que no puede fallar y con esa voy a vencerte - Rebecca arqueó una ceja mientras la miraba con curiosidad.

Freen se acercó a ella hasta quedar a milímetros de ella, Becky cerró los ojos con anticipación y como lo esperaba la pelinegra, la besó persistentemente, profundizando el beso rápidamente. Freen se separó jadeando al igual que Rebecca quien se encontraba aún aturdida por el beso mirando a la Thai, Freen la miró inocentemente.

- Tu corazón es mío, te he ganado sin que lo hayas notado - Ella le guiñó un ojo antes de caminar hasta el otro lado del dojo.

Después de que Rebecca salió de su trance, corrió tras la pelinegra para practicar una y otra vez esa arma secreta que le acababa de enseñar y que había sometido completamente su corazón.

Capítulo 28 (Un día sin ti)

[POV Rebecca]

Me dejé caer en el sofá llenando mi boca de doritos mientras esperaba ser rescatada por alguna de las chicas. Suspiré inaudiblemente, era sábado familiar para ambas y no podíamos vernos hoy a pesar de que Freen me había invitado a pasar el rato en la playa junto con su familia, pero sabía que ambas necesitábamos pasar tiempo con nuestras familias y amigos, aunque en estos momentos me arrepentía por esa decisión, sólo habían pasado una cuantas horas y ya la extrañaba como loca. Había pasado prácticamente toda la mañana y parte de la tarde en casa de mis abuelos, no era como si me molestara, al contrario, mis abuelos maternos y paternos eran mis más fieles compañeros con los cuales podía hablar de cualquier cosa y no importa porque ellos siempre me apoyarían.

Miré mi celular, ya casi eran las cuatro de la tarde y a pesar de no estar físicamente con Freen, nos la habíamos pasado mandándonos mensajes, al parecer ella no era fan de la playa como sus padres, me contó que a ellos les gustaba estar ahí hasta que el sol se metiera. El sonido de mi celular interrumpió mis pensamientos y una sonrisa boba apareció en mis labios al leer su nombre en la pantalla.

Reí levemente burlándome de mi misma por como reaccionó mi corazón ante aquellas palabras.

Reía como loca al imaginar la cara de Freen.

RE: ¡Becky! <3 Acabas de hacer mucho más difícil el que esté aquí. Quiero que estés aquí, para que hagamos todas esas cosas que acabas de decir, ven conmigo ¿siiiii? *ojos de cachorrito*.
[/i]

Agradecí el no estarla viendo, porque seguramente no podría negarme y acabaría corriendo hasta donde ella estuviera.

Suspiré viendo el mensaje, dios, también la extrañaba y eso que ayer nos habíamos visto. Cuando estaba a punto de contestarle el timbre de la casa sonó, al ver que nadie atendía me paré del sillón y me dirigí a la puerta.

Sonreí levemente al ver a aquella chica que me miraba con una radiante sonrisa.

- Hola - Saludé con entusiasmo, ella prácticamente se lanzó a mis brazos.

- Becky, te extrañé tanto, me has abandonado por estar con Freen - Orm hizo un puchero y reí antes de dejarla pasar.

- Si mi memoria no me falla, tú fuiste la que me abandonó primero por estar con Ling, así que no me tienes que reclamar nada - Me dejé caer en el sillón y vi que mi celular sonaba una y otra vez.

Carajo, había olvidado contestarle a Freen, después de leer la docena de mensajes que me envió donde me seguía tratando de convencer para ir con ella y otros donde me reclamaba por haberla dejado hablando sola. Después de contestar sus mensajes, centré toda mi atención en la chica frente a mí.

- ¿Dónde están tus padres? - Miré a todos lados antes de encogerme de hombros.

- Supongo que están arriba descansando un rato.

- Me imagino que tu mensaje de S.O.S es porque Freen no está contigo ¿verdad? - Orm dijo con un tono de burla, haciendo pucheros y pellizcando mis mejillas, gruñí y le di un leve manotazo - ¿Y dónde está? - Preguntó.

- En la playa con sus padres, de hecho estoy hablando con ella y quiere que vaya, pero no creo que sea una buena idea, tiene que convivir con su familia, no es como si me moleste estar con ella, pero ambas debemos separarnos y convivir con otras personas - Le guiñé un ojo a la rubia, ella mantenía una sonrisa radiante.

No habíamos tenido tiempo de salir o pasar un rato juntas desde que comencé a “conquistar” a Freen, pero ambas estábamos al pendiente de nuestras relaciones y las dos teníamos muchas cosas que contarnos, además de que extrañábamos las pláticas entre ambas.

- Ling también está con su familia y no la veré hasta el domingo, así que comparto tu dolor - Dejó escapar un suspiro melancólico que me hizo reír - Pero planeé un gran día para distraernos un poco - Orm hizo una expresión maliciosa que me decía que algo interesante saldría de su boca - Iremos al Life in Color - Gritó emocionada, abrí los ojos por la sorpresa aún dudando de lo que me estaba diciendo.

Siempre había querido ir a esos eventos con Freen, pero no sabía si le gustarían, sabiendo que ella no era muy sociable y que no solía gustarle estar rodeada de mucha gente, pero sin duda está dentro del plan de Orm, aunque me hubiera gustado que Freen viviera esa experiencia conmigo, pero en fin, no desperdiciaré la oportunidad de ir, ya habrá otros eventos para ir con ella.

- ¿Cómo en los viejos tiempos? - Pregunté con una sonrisa. La de Orm se ensanchó más.

- Así es, como en los viejos tiempos, Bec Bec - Dijo emocionada antes de que saliéramos disparadas a mi habitación para prepararnos, sin duda sería una gran noche.

[…]

[POV Freen]

Suspiré por enésima vez mientras miraba mi celular, Rebecca me había llamado para contarme sus planes de esta noche, se escuchaba emocionada al contarme a donde iría, la única condición que le puse fue que no tomara demasiado ya que ella manejaría de ida y de regreso, pero ahora estaba desesperada por saber de ella, sabía que ese tipo de eventos acababan tarde, pero diablos, ya eran las dos y media de la mañana, no quería verme muy acosadora, pero algunos de sus amigos que había asistido también al evento ya había publicado en Facebook que ya había finalizado y eso fue hace treinta minutos.

No quería enviarle un mensaje por dos razones, la primera era que no quería que ella supiera que estaba aún despierta checando cada uno de sus pasos como una novia psicópata y la segunda era porque Rebecca me había dicho que ella me mandaría un mensaje cuando llegara a casa y realmente lo esperaba.

Resoplé mandando todo al diablo, desbloqueé mi celular y cuando estaba punto de escribir el mensaje, el sonido del móvil me indicó que un mensaje nuevo había llegado. Mi corazón comenzó a latir como loco y rápidamente lo abrí, gracias a dios era Becky.

Te veo mañana, buena noches, te quiero!!! <3

Sonreí como idiota al leer el mensaje y un mini ataque apareció cuando leí ese te quiero, tuve que contenerme de mandarle una respuesta instantánea.

No hubo respuesta, pero segundos después mi celular sonó indicando una llamada, mi corazón golpeó fuertemente mi pecho al ver que era ella.

- Hola, Becky - Mi voz sonó más como un suspiro.

- No, claro que no - Rápidamente negué al escuchar su tono mortificado - Como te dije no podía dormir, necesitaba saber que habías llegado bien a casa - No la podía ver, pero estaba segura de que se encontraba sonriendo.

En cierto punto estaba un poco celosa, no por Orm, sino porque no pude estar ahí con ella, me hubiera gustado verla sonreír y bailar con ella cubiertas de pintura, al parecer me perdí en mis pensamientos porque escuché mi nombre del otro lado de la línea.

- Si, lo siento, me alegra que te hayas divertido - Dije en un tono bajo.

- No dormiré si no me das las buenas noches - Sonreí.

- No me refiero a eso.

- Ven a darme las buenas noches - Dije roncamente.

- Ellos están profundamente dormidos, ni siquiera se van a dar cuenta - Y como si pudiera escuchar su indecisión continúe hablándole - Estaría esperándote en la entrada, solo tendríamos que ser silenciosas.

- Pero te extraño - Dije en tono derrotado.

- Entonces ven, quiero acostarme contigo, quiero recostarme en tu pecho y que tú me abraces, quiero sentir el calor de tu cuerpo contra el mío y tener no solo un beso de buenas noches, quiero verte ahorita - Me quedé en silencio al escuchar un ruido extraño - ¿Becky? ¿Qué haces? - Me tapé la boca reprimiendo un grito de emoción al escuchar el carro de Becky.

[Narrador]

La pelinegra se paseaba nerviosamente por la sala tratando de no chocar con algo, sonrió al recordar la vez que hizo lo mismo cuando Rebecca llegó borracha de aquella fiesta, pero ahora la razón era completamente diferente, no podía evitar sentirse excitada, jamás pensó que Rebecca vendría a estas horas sólo para verla, debería de sentirse mal por estar abusando de la confianza de sus padres al meter a su novia a su cuarto, pero no era como si fueran hacer algo malo ¿o sí? Sacudió la cabeza alejando esos pensamientos que últimamente estaban en su cabeza, Freen se preguntaba si Rebecca se daba cuenta, que todo su cuerpo se encendía cuando ella la besaba de forma inocente. Se sonrojó furiosamente, al desear que Rebecca pasara los “limites” de vez en cuando.

El corazón de Freen se aceleró al ver el auto de Becky por la ventana, echó una rápida mirada hacia atrás asegurándose de que sus padres no se hayan levantado, respiró profundamente antes de abrir la puerta, sonrió enormemente al ver a su novia recargada en la puerta del auto con una sonrisa tímida y se mordió el labio al verla en pijama y al natural, carajo, esa mujer se veía tan bien sin ningún tipo de maquillaje.

Freen se acercó y rápidamente enrolló su brazos en el cuello de su novia y sin darle tiempo de saludarla verbalmente juntó sus labios, Rebecca sonrió en el beso apretándola firmemente de la cintura, la Thai se separó del beso recargando brevemente su frente contra la de ella para luego mirar esos ojos miel que tanto le encantan, la castaña sonrió antes de depositar un suave beso en la punta de su nariz, la pelinegra arrugó la nariz adorablemente mientras resbalaba las manos por el pecho de su novia.

- Viniste - Freen exclamó con asombro ganando una risita por parte de su novia.

- Bueno, mi novia sabe que decir para hacerme salir corriendo de mi casa - Freen rió ante de volver a besarla, la pelinegra se separó y entrelazó su mano con la de ella haciendo su camino dentro de la casa - Saro ¿en serio entraremos a tu cuarto a escondidas? - Freen no respondió, sólo le sonrió pícaramente, si, ahora Rebecca tendría que convertirse en un agente secreto para no quedar atrapadas.

Después de unos minutos de tortura para ambas chicas por fin llegaron a su destino, Rebecca vio como la pelinegra cerró la puerta con seguro, la inglesa pasó saliva con fuerzas, claro que no debía de pensar mal, Freen la había invitado por una razón muy inocente.

Freen rió al ver la expresión de su novia, ella se puso frente a ella y besó con suavidad sus labios antes de indicarle que subiera a la cama, inmediatamente Freen abrazó su cintura suspirando contra su cuello, Rebecca cerró los ojos al instante, el tener a la pelinegra entre sus brazos la relajaba por completo, la castaña depositó un suave beso en su cabeza mientras masajeaba su espalda.

- ¿Te divertiste? - Rebecca preguntó con dulzura.

- Si, sobre todo Aylin que quería llenar toda la playa con castillos de arena, incluso casi me mata enterrándome en la arena, olvidó que la cabeza no se cubre - La castaña rió entre dientes - No te rías, estabas a punto de quedarte sin novia - Freen hizo un puchero y Bec se acercó para besarla, sus labios se movían suavemente y lentamente que la pelinegra se perdió en ellos - Dios - Freen suspiró contra sus labios - ¿Es patético si digo que te extrañé como loca? - Una sonrisa tonta se apoderó de los labios de Rebecca.

- ¿El que esté aquí, no te hace pensar que también te extrañé de la misma manera? - Freen sonrió acurrucándose más en Becky.

- ¿Incluso pensaste en mi cuando estabas en tu cita amistosa con Orm? - Preguntó juguetonamente, al no escuchar respuesta de su novia, levantó la cabeza y vio que la castaña le sonreía cínicamente.

- Sabía que estabas celosa - Ella acusó, Freen frunció el ceño.

- No estaba celosa.

- Ajá - Rebecca murmuró.

- Que no estaba celosa - La pelinegra volvió a reclamar antes de que Rebecca soltara un risita girando su cuerpo y acorralandola bajo ella.

Sus ojos miel la miraban fijamente y el aliento de Freen se fue al sentir los labios de Rebecca besando su cuello con ternura, la Thai soltó un suspiro entre cortado.

- Por supuesto que no dejé de pensar en ti ni un solo momento, no importa donde esté y con quien esté, tu siempre estás en mi cabeza.

- Eso sonó muy cursi - Rebecca rió para luego depositar un beso en sus labios y recobrando su posición anterior.

Después de varios minutos hablando la voz de Freen comenzó a sonar adormilada y con eso Rebecca estaba segura de que en cualquier momento se quedaría dormida.

- Creo que ya debería irme - Freen gruñ apretando más su agarre. Rebecca rió entre sientes al ver como su novia parecía un bebé que se aferraba a ella.

- Nooo… - La pelinegra se quejó - Quédate otro rato más - Freen luchó para no soltar un bostezo, pero le fue imposible.

- Bebé, estás a punto de quedarte dormida sobre mi - Freen sonrió adormilada al escuchar el apodo que Rebecca le acababa de poner, si ella no tuviera tanto sueño seguro que hubiera saltado sobre ella para pedirle que lo repitiera una y otra vez.

- Quédate hasta que me duerma, por favor.

Y así lo hizo, Rebecca esperó hasta que Freen se durmió para después salir con mucha cautela de la casa, el desvelo y el riesgo habían valido completamente la pena y tal como Freen, la castaña podría conciliar el sueño con esos besos de buenas noches y con ese te quiero que le susurró antes de quedarse dormida.

 

Agradezco cada uno de sus comentarios, de sus lecturas. Me encanta que esta historia sea tan mágica para ustedes.

Nos leemos luego!