LA NOVIA DE MI HERMANO // FREENBECKY

Capítulo 9 (La realidad)

[POV Rebecca]

Me removí en la cama escuchando el sonido molesto de mi despertador, mi corazón comenzó a latir rápidamente mientras la realidad me golpeaba, apreté fuertemente los ojos, me negaba abrirlos, no quería que mi pesadilla se hiciera realidad, pero no hacía falta abrir mis ojos para saber que Freen ya no estaba conmigo, el frío era evidente, su calor ya no estaba. El haberla tenido en mis brazos fue la mejor sensación que tuve, sin duda ese momento lo atesoraría por siempre.

Bajé las escaleras consiente de lo que me esperaba, yo le había hecho una promesa.

Entré al comedor donde todos estaban desayunando, pude ver como Freen se tensó al verme y bajó la mirada a su plato de cereal, si, ella estaba arrepentida.

- Habló tu entrenador, Aon y preguntó si estabas lista para un nuevo torneo - Mamá dijo, yo negué con la cabeza.

- Ya no compito más, mamá - Dije rotundamente.

- ¿Por qué? Pensé que ya controlabas tus ataques de ira - Me removí incómoda en la silla, odiaba esos cometarios, me hacían sentir como un monstruo.

Miré a Freen, pero esta vez ella no bajó la mirada, podía ver en sus ojos curiosidad y preocupación, me sentí un poco aliviada al no ver temor en ellos, lo que menos quería era que Freen me tuviera miedo.

- Lo hago, es sólo que quiero pasar más tiempo haciendo otras cosas y entrar a un torneo es mucha presión para mí, además de una gran responsabilidad y ahorita no tengo tiempo para eso - Dije mientras llevaba una cucharada de cereal a mi boca, mis papás se miraron con una sonrisa traviesa.

- Al decir otras cosas ¿te refieres a pasar tiempo con Orm? - Casi escupo el cereal.

Ellos habían conocido a Orm anteriormente y sabían sobre mi orientación sexual, pero nunca habían comentado nada sobre alguna chica con la que saliera, eso sí que me tomó por sorpresa, todos rieron por la reacción que tuve, menos Freen, claro.

- ¿Qué pasa hermanita? ¿Tenía algo el cereal? - Richie dijo sarcásticamente, yo lo miré irritada.

- Ella es una gran chica y muy dulce, Becky - Mi mamá dice en tono de aprobación, tenía ganas de golpearme en la mesa una y otra vez.

- Bueno… yo… ella… bueno en realidad no estamos saliendo - Me hice un lio, dios esto era incómodo, estaba segura de que mi cara estaba completamente roja.

Ellos volvieron a reír, yo sólo gruñí por lo bajo, llevando otra cucharada de cereal a mi boca.

- Está bien, hija, no tienes que avergonzarte, a tu padre y a mí nos gusta que estés saliendo con una chica como ella - Dijo dándome una cálida sonrisa.

- Dios mío - Susurré - No estoy saliendo con nadie, mamá, Orm es sólo una amiga ¿Podríamos cambiar de tema? Antes de que salga corriendo de aquí - Dije. Mamá rió.

- Está bien, es sólo que… - Rápidamente la interrumpo.

- Mamá ¿Crees que podrías levantarme el castigo y devolverme las llaves de mi  auto? - Dije en un tono cansado, mi mamá me mira pensativamente para luego mirar a papá.

- No sé ¿crees haber aprendido que manejar conlleva responsabilidades? - Atrapé brevemente la mirada de Freen antes de que volviera a mirar su plato, Richie me sonrió burlonamente y yo apreté mis puños fuertemente.

- Lo siento, sé que no puedo justificarme y sé que tengo responsabilidades, pero realmente quería llegar a casa, por favor necesito el auto.

- ¿Tienes alguna cita o algo parecido? - Mamá dice con tono juguetón.

Recé para no ponerme nuevamente roja, sentía todas las miradas nuevamente, pero sólo mantuve mi mirada en mamá, podía decirles la verdad que no quería estar en el mismo auto que Freen y Richard, que no quería ver como se tomaban de la mano, que no quería escuchar comentarios cursis, pero por otro lado tampoco quería mentir diciendo que saldría con alguien, no después de que anoche literalmente le confesé todo a Freen, yo no quería que ella dudara de mis sentimientos y de todo lo que le dije, pero tampoco quería actuar como si estuviéramos juntas en donde le debiera fidelidad y lealtad.

Me maldije mentalmente, por mis indecisiones mentales, realmente Freen había puesto mi mundo de cabeza.

- No, simplemente quiero un tiempo para mí, quiero ir a la playa o a otros lugares para distraerme, es parte de la terapia ¿recuerdas? - Le di a mi madre la mejor sonrisa que tenía - Te prometo que llegaré temprano a casa, ya aprendí la lección, por favor - Hice un puchero.

- Eso dices siempre - Richard dice y tuve que contar para que su comentario no me sacara de quicio.

- Lo platicaré con tu madre más tarde cuando llegue del trabajo - Suspiré y asentí con la cabeza.

- Vale, los espero afuera - Les dije a Richie y a Freen sin mirarlos antes de pararme y salir.

[…]

[POV Freen]

- Juro que voy a matarte, Freen - Noey dijo mientras negaba con la cabeza repetidas veces - Después de todo lo que te dijo y del beso ¿aún sigues dudando? - Miré para todos lados y le indiqué que bajara la voz.

- Shh… Por dios Noey, baja la voz - Estábamos en clase de historia donde el profesor nos puso un trabajo en equipo que obvio no estábamos haciendo - No es que dude, sé lo que siento por ella, pero simplemente no puedo, me siento culpable como si hubiera cometido un delito, tengo novio y ayer prácticamente lo engañé con su hermana, no puedo dejar de pensar en que es un error y que por más que quiera no puedo estar con ella - Susurré, ella me miró y suspiró.

- Escucha Saro, sé que es una situación difícil, pero el amor no es un error, por desgracia a ti te tocó una mala situación, pero quizás el estar con Richie era parte de encontrar ese amor ¿Te has puesto a pensar en eso? - Yo negué - A veces eso pasa, a veces la persona que esperabas siempre estuvo cerca de ti y nunca te diste cuenta o más bien te negabas a verlo, recuerdo que siempre que ibas a casa de Richard terminabas hablando de Rebecca.

- ¿En serio? - Dije intrigada.

- Sí, siempre decías que no entendías porque te trataba así, que era muy distante contigo y que ni siquiera te hablaba, me decías que te llamaba la atención lo misteriosa que era ¿recuerdas? - Me sonrojé y asentí con la cabeza - Creo que te trataba de esa manera porque le dolía verte con Richie, ella está completamente enamorada de ti, Saro, sus palabras fueron como sacadas de una maldita película romántica ¿se sentía mal cuando te lo dijo?

- No - Susurré.

- ¿Se sentía mal cuando te besó? - Negué - ¿Crees que tu sientas lo mismo que ella? - La miré y me mordí el labio - El primer paso es aceptarlo y sé que también es lo más difícil, pero no dejes ir la oportunidad de ser feliz sólo por el que dirán, como te dije, a la mierda lo que piensen los demás, ellos te juzgarán ya sea por eso o por cualquier cosa que hagas y respecto a Richard si él en verdad te quiere, entenderá, al principio estará molesto, pero como dicen cuando se quiere la felicidad de esa persona entonces será la tuya también o algo así, el punto es que no la dejes ir, en tus ojos puedo ver ese brillo que con Richie jamás existió y estoy segura que sentiste muchas cosas ayer con lo que pasó entre ustedes ¿o me equivoco?

- Estoy aterrada, Noey - Dije, ella colocó una mano sobre la mía.

- Lo sé, yo también me asusté cuando tuve esos mismos sentimientos por Namo, pero no huí y me aferré a ellos y créeme que fue la mejor decisión que he tomado en toda mi vida, sé que el amor puede asustar, pero eso sentimientos son lo mejor y sólo puedes llegar a sentirlos por una persona y sabes a quien me refiero - Sonreí levemente antes de volver la mirada al libro.

- Si, sé a quién te refieres - Susurré con una sonrisa boba y con una clara imagen de Rebecca en mi mente.

[…]

- Dios mío, esta niña me vuelve loca - La señora Armstrong dijo con un tono frustrado - Rebecca Armstrong, deja ese maldito teléfono y ven para acá - La señora Armstrong gritó desde el comedor donde ella y yo estábamos guardando algunos papeles para sus alumnos, podía escuchar como Rebecca maldecía todo el camino hasta el comedor, mientras miraba su celular.

- Maldito pajarraco, maldita sea, este juego es una mierda - Reí por lo bajo, Becky gruñía y maldecía desesperada, incluso en ocasiones hacía el ademán de tirar su celular al suelo.

- ¡Rebecca! - La señora Armstrong la reprendió una vez más y por fin sus ojos se despegaron de la pantalla.

- Carajo, estaba a punto de romper mi record en este maldito juego, mamá - Bec se sentó cruzando los brazos, con el ceño fruncido y manteniendo un puchero, dios mío, parecía una niña de cinco años, no pude evitar mirarla y sonreír como idiota.

Rebecca podía ser tan adorable a veces, ella me miró e inmediatamente mi sonrisa se borró y bajé la mirada mientras seguía acomodando las hojas.

- Deja de comportarte como una niña y escucha - Becky gruñó en respuesta - Tu papá y yo vamos a salir a cenar, no es necesario que te diga que no tienes permitido salir ¿verdad?

- Y yo te he dicho que no soy niñera de nadie, tengo mejores cosas que hacer que andar cuidando a un par de enamorados - Su tono fue golpeado y lo sentí como un reproche.

La señora Armstrong se disculpó con la mirada, yo le sonreí dulcemente haciéndole entender que no había ningún problema.

- No vas a desquitar tu enojo conmigo, así que cuida tu tono - Becky respiró profundo y asintió.

- Vale, lo siento, de todos modos no tenía planes, así que no te preocupes me encargaré de que Richie no se pase de listo con la señorita Chankimha - Rebecca dijo con una sonrisa burlona, pero yo sabía que le dolía pronunciar cada una de las palabras, podía verlo en sus ojos miel y era cuando también sentía un dolor en el pecho.

- Disculpa los comentarios de esta niña, Freen - La señora Armstrong dice apenada.

- No pasa nada, ya me acostumbré - Le sonreí tranquilizadoramente para luego mirar a Becky que me miraba fríamente.

- Voy a dejar dinero para que encarguen algo de cenar, hay palomitas por si quieren ver películas, y también puedes invitar alguien, quizás puedan hacer una doble cita - La señora Armstrong le guiñó un ojo a Rebecca antes de salir y dejarnos solas.

Bec me mira, al parecer sabía lo que estaba pensando, porque me otorgó una sonrisa maliciosa antes de pararse y volver a la sala, yo me quedé mirando fijamente por donde se había ido, sabía que esa había sido una advertencia para lo que estaba por venir.

[…]

[Narrador]

- Es patético ¿sabes? Cuidándonos o no algún día lo vamos hacer - Freen escuchó a Richie decirle a Rebecca mientras la pelinegra hacia su camino a la sala con las palomitas, ella paró antes de llegar para escuchar la respuesta de su cuñada.

- Tal vez, pero estoy disfrutando tu frustración.

- ¿En serio crees que estoy frustrado? - Él dice con sarcasmo y el corazón de Freen cayó un poco al escuchar la insinuación.

- Cierra la maldita boca, antes de que cumpla lo que te dije, la lastimas y me encargaré de que no vuelvas a co…

- Tengo las cosas - Freen interrumpió, ella dejó las palomitas en la mesa de centro antes de sentarse en el sillón con Richie. Él pasó un brazo por sus hombros dándole una sonrisa malévola a Rebecca, la cual estaba acostada en el sillón más grande tratando de ignorarlos.

- ¿Debemos esperar a alguien? - Freen preguntó.

- Sólo pon la película, Chankimha - Ella responde tomando un tazón de palomitas y acomodándose en el sillón, Freen no pudo evitar sonreír antes de poner play.

Rebecca rió al ver la película.

- Oh por dios ¿Es en serio? Una película de terror ¿Tan desesperado estás? Oh vamos, ese es un truco muy viejo - Richie le muestra el dedo del medio y Rebecca ríe más fuerte.

No habían pasado ni diez minutos y Freen ya estaba abrazada fuertemente a Richard, mientras le susurraba cosas, él sólo reía de lo asustadiza que era su novia, Rebecca quería pararse y quitar la película, total ella ya había visto “El exorcista” y no daba tanto miedo, pero al parecer la pelinegra estaba aterrada, porque tenía su cara en el pecho de Richie.

Becca gruñó por lo bajo y agradeció que el timbre sonara para poder calmar sus impulsos, se paró y tomó el dinero de la mesa, probablemente sería la pizza que habían ordenado. La castaña abrió la puerta y sus ojos se abrieron de sorpresa al ver a la persona frente a ella, sonriéndole enormemente.

- Hey - Rebecca saludó un poco confusa, Freen al escucharla hablar fijó su mirada en la puerta y fue cuando la vio, Orm se había acercado para besar a Rebecca en los labios en forma de saludo, Rebecca sonrió e hizo pasar a Orm - No te esperaba ¿Todo está bien? - Preguntó, las dos chicas aún se encontraban en la entrada tomándose un tiempo a solas, Freen hacía lo posible para no mirar, pero su posición no se lo dejaba fácil.

- Perdón por no avisar, pero quería verte y pensé en darte una sorpresa - Rebecca rió levemente al ver el entusiasmo de la chica. Tomó su mano antes de dirigirse a la sala.

- Llegaste en buen momento, estábamos viendo una película, la verdad pensaba que eras el repartidor de pizza - Rebecca no borraba su sonrisa.

Freen odiaba ver que alguien más podía hacerla sonreír de esa manera, ella volvió su vista a la pantalla cuando vió que estaban llegando a la sala.

- Hey, Orm se nos unirá - Becky dijo mientras se sientan el sillón.

- Hola - Saludó amablemente.

- Hola, Orm, pensé que Rebecca no tendría las agallas para invitarte - Richie dijo en tono burlón, la melliza rodó los ojos.

- De hecho no lo hizo - Orm mira a Rebecca frunciendo el ceño, pero aún con una sonrisa - ¿Te daba pena invitarme, Bec Bec? - La castaña dejó escapar una pequeña risa.

- ¿Pena? Creo que eso ya lo dejamos atrás hace tiempo ¿No crees? - El tono que Rebecca usó y la sonrisa traviesa que le dio, hicieron que una punzada de celos llegara al cuerpo de Freen.

- Chicas, la película - Las dos chicas entendieron la indirecta, Rebecca sonrió internamente antes de acostarse en el sillón y palmear su pecho para que Orm se acostara con ella, la otra chica no lo pensó dos veces y rápidamente se acostó a su lado, aferrándose a su cintura y enterrando su nariz en su cuello, Becky rió por lo bajo cuando Orm comenzó a olfatearla como un cachorro.

- ¿Qué haces? - Preguntó en tono juguetón, Orm alzó la mirada, rozando sus narices, Freen tuvo que suspirar profundamente odiándose por la posición y la visión que tenía, prácticamente mirando hacia la dirección de ellas que claramente estaban coqueteando y a punto de besarse, Freen comenzó a contar antes de que los celos le hiciera perder el control.

- Me encanta como hueles - Orm susurró prácticamente sobre sus labios.

Rebecca estaba segura de que Freen las estaba mirando, ella podía sentir una intensa mirada y estaba segura que no era la de Richie, comenzaba a sentir un poco de remordimiento, pero tuvo que recordar que Freen había tomado una decisión y no le debía fidelidad, ella merecía olvidarla e intentar ser feliz con alguien más, cuando su labios estaban a punto de encontrarse, el timbre sonó y Freen prácticamente gritó haciendo que Orm y Rebecca la miraran con curiosidad.

- ¡Yo abro! - Freen se maldijo a si misma por su actitud.

Una sonrisa boba apareció en los labios de Becky, Freen era la única chica que podía ser condenadamente adorable e inocentemente sexy al mismo tiempo.

[…]

Freen suspiró profundamente tratando de calmar todas las sensaciones que estaban atacándola, ella solo quería tomar a Orm y alejarla de Rebecca, esa mujer era empalagosa, cada cinco segundos buscaba la atención y labios de la castaña, sus manos de vez en cuando se posaban bajo su playera y acariciar su estómago y lo peor de todo era que a Rebecca parecía gustarle.

En ese punto Freen se había olvidado completamente de la película y ahora estaba pendiente de cada movimiento que hacían, agradeció que Richie estuviera embobado con la película y no prestara atención de nada, la pelinegra  estaba temiendo de que en cualquier momento sus impulsos le ganaran, la película prácticamente acababa de empezar y ella estaba segura de que no aguantaría tanto viendo como Orm disfrutaba y robaba lo que le pertenecía.

Freen sólo esperaba algún movimiento para recordarle a Rebecca que cada parte de su cuerpo y alma tenían su nombre, la pelinegra sólo esperaba esa pequeña oportunidad para recalcárselo y no necesariamente con palabras…

Un capitulito más por hoy.... Ya me voy al laburo 

Capítulo 10 (Adiós)

[Narrador]

Uno… dos… tres… cuatro… cinco…

Freen contaba una vez más, ella escuchaba las risitas, el sonido de los besos, los susurros de Orm, podía ver la lujuria en sus ojos, todo eso la estaba matando, mientras que Rebecca se sentía atrapada, no era como si los mimos y muestras de afecto de Orm le molestaran, simplemente le incomodaba que Freen estuviera allí escuchándolas y viéndolas, por eso mismo ella evitaba besarla profundamente, trataba de mantener su mirada en la pantalla, pero ella no era de palo, el aliento de Orm en su cuello, los besos húmedos y los susurros sensuales en su oído comenzaban alborotar a sus hormonas.

- Tengo que ir al baño - Rebecca susurró, pero Orm se aferró a su cuerpo.

- No te vayas - la rubia hizo un puchero a lo que Rebecca rió levemente.

- Realmente necesito ir al baño, no tardaré - Trató de levantarse nuevamente, pero la chica se aferró a ella - ¿Quieres que mi vejiga explote? - Le dio una sonrisa divertida.

- Si quieres puedo acompañarte - dijo en un todo pícaro, mirándola con hambre.

- Buen intento - Rebecca se acercó y la besó antes de levantarse.

- Bien, pero no tardes, no quiero morir del miedo - Rebecca negó con la cabeza con una sonrisa en su rostro antes de perderse por el pasillo.

La castaña se mojó la cara tratando de que su temperatura bajara, pero bueno era entendible Orm era hermosa, cualquier persona se volvería loca con tan sólo verla, la inglesa sacudió la cabeza tratando de quitar los malos pensamientos de su cabeza, se miró al espejo por última vez antes de abrir la puerta, pero al momento de abrirla sintió como alguien la regresaba hacia el baño nuevamente.

La chica cerró la puerta y caminó con determinación hacia Rebecca, la apretó contra la pared. Becca tragó saliva por la cercanía y la nueva actitud de la chica, sus ojos chocolate la miraban con ira pura, la castaña frunció el ceño y la miró con incredulidad, intentó abrir la boca para hablar, pero nada salió de ella.

El cuerpo de Freen se apretó más contra el suyo, Rebecca se mordió el labio tratando de reprimir un gemido, las manos de la pelinegra se cerraron por detrás de su cuello y cepilló sus labios por unos segundos, eso bastó para que Rebecca se perdiera completamente, cerró la pequeña distancia que había entre ellas mientras se aferraba a su cintura.

Becky se sorprendió cuando la lengua de Freen se deslizó sobre sus labios entre abiertos, la castaña gimió levemente cuando sus lenguas se encontraron, la forma en que la thai la estaba besando no se comparaba a su primer beso, este era determinado e incluso hambriento. Freen gimió cuando Rebecca chupó su labio inferior con fuerza, las manos de Freen fueron debajo de su playera y rasguñó suavemente su espalda, Rebecca zumbó en respuesta llena de lujuria, Freen mordió su labio inferior para luego pasar su lengua.

Sarocha rompió sutilmente el beso, pero ninguna de las dos quitó el contacto visual, los labios de ambas estaban hinchados y rojos, la pelinegra comenzó a dejar besos húmedos por su mandíbula bajando hasta su cuello, Rebecca se mordió el labio cuando una parte de su cuerpo comenzó a punzar.

- ¿Qué estás haciendo, Freen? - dijo entre jadeos, pero los labios de la pelinegra la callaron, su corazón golpeaba su pecho fuertemente, que Rebecca llegó a pensar que iba a sufrir algún ataque al corazón.

Freen mordisqueó su labio inferior jalándolo por algunos segundos antes de soltarlo, Rebecca sintió el hormigueo en ellos al instante que la thai alejó sus labios.

- Deja de besarla - Freen dijo mientras dejaba besos en su mandíbula, Rebecca frunció el ceño.

- ¿A qué estás jugando? - Bec gimió al sentir como Freen la apretaba contra la pared con  más fuerza.

Los labios de la pelinegra se mantuvieron contra los de ella, pero sólo rozándolos sin besarlos, pero cada caricia, cada roce era totalmente una tortura para Rebecca.

- Sólo deja de hacerlo, si estás tratando de darme celos, por dios, Becky para, me estás volviendo loca - Rebecca estaba completamente aturdida sin saber que hacer o decir - Prometedme que vas a dejar de besarla y coquetear con ella, prométemelo Becky - La besó nuevamente - Tengo que irme antes de que Richard u Orm nos descubran - Y con la mención de ese nombre ese maldito nombre “ Richard Armstrong” se acabó la magia, Rebecca frunció el ceño, empujó a Freen fuera de ella (suavemente, claro) y salió del baño.

¿Pero qué carajos acababa de hacer? Ella estaba prácticamente comiéndose a la novia de su hermano en el baño de la casa, a pocos metros de él, Rebecca suspiró hondo antes de regresar a la sala, trató de verse tranquila incluso cuando Orm le preguntó el porqué de su demora.

Freen caminaba de un lado a otro por el baño maldiciéndose una y otra vez, se recargó en el lavabo y se mojó la cara una vez más mientras tomaba un par de reparaciones y se reprendía por comportarse como una cobarde y no salir por miedo a lo que le esperaba.

Tomó una última respiración y salió, sus corazón latía más y más fuerte cuando estaba cada vez más cerca de llegar a la sala, cuando por fin llegó, sus ojos la buscaron y se encontraron con los miel de Rebecca, ella estaba acostada con el tazón de palomitas en su estómago y una expresión fría en su rostro, Orm al parecer se había entretenido en la película ya que sus ojos estaban fijos en la pantalla, pero aún abrazaba a Rebecca. La pelinegra no pudo evitar sentir un poco de alivio, Richard le sonrió y abrió sus brazos, ella sonrió dulcemente antes de arrojarse a sus brazos y acurrucarse en él.

- ¿Acaso te estabas escondiendo para no ver la mejor parte? - Él bromeó, sin siquiera evitarlo sus ojos viajaron a Rebecca quien la miró con reproche antes de regresar su vista a la pantalla, Freen suspiró tratando de olvidarse de la realidad, deseando que todo fuera menos complicado.

[…]

Después de eso, todo transcurrió muy rápido, Freen ya se encontraba en el cuarto tumbada en la cama tratando de entenderse ella misma, se sentía culpable, quería hablar con Rebecca y disculparse por su actitud tan inconsciente y egoísta, sabía que lastimaba a la más joven con sus actitudes bipolares, la pelinegra sabía que todo estaba mal, pero parecía que no tenía control de sus acciones y sentimientos, verla de esa manera con Orm realmente la volvió loca, por un momento vio enfrente de sus ojos la posibilidad de que alguien más la tuviera, que alguien más tuviera a la persona que fue capaz de robar su corazón sin siquiera intentarlo.

Escuchó unos pasos acercándose y cerró los ojos tratando de que su respiración no la delatara, Rebecca entró al cuarto haciendo el menor ruido posible, Freen escuchó como abrió un cajón seguramente para sacar su pijama y después de unos minutos sintió un peso en la cama, trató de pensar en cualquier cosa que hiciera que su corazón dejara de latir fuertemente.

Tuvo que esperar un par de minutos tratando de obtener las agallas que necesitaba para poder hablar con ella, Freen escuchaba como Rebecca suspiraba en varias ocasiones como si estuviera haciendo ejercicios de respiración para calmar algún ataque de pánico. La pelinegra sintió a la castaña moverse en la cama, seguramente cambiando de posición.

- Rebecca - se dio la vuelta para encararla, podía ver la silueta de Becky bajo la oscuridad - Yo…

- No digas nada - Rebecca la interrumpió, su tono era suave, pero indiferente - Como la otra noche debo de pretender que nada pasó ¿eso era lo que ibas a decirme? - Freen abría y cerraba la boca tratando de decir algo, pero nuevamente Becca la había dejado sin palabras, la castaña rió amargamente - Lo entiendo Freen, ya he pasado por chicas confundidas que no saben lo que quieren, chicas con novio que sólo buscan experimentar, también he pasado por sentimientos de culpabilidad y arrepentimiento, de verdad que lo entiendo - Cada cosa que salía de la boca de la castaña lastimaba a Freen, Rebecca estaba herida y podía sentirlo tanto en sus palabras como en su voz, Freen no se atrevía a decir nada, porque en cierta manera no estaba equivocada.

- Lo siento - Ella dijo con voz quebrada, Rebecca soltó un ruido irónico.

- En realidad yo soy la que lo siente, siento haberte conocido aquella tarde, siento que mi hermano te hubiera encontrado, siento las veces en las que te miraba a escondidas y siento el aceptar que te quedaras en mi cuarto y tener que pasar por todo esto.

- Rebecca por favor, para - Era inevitable que las palabras que decía no dolieran.

Becky aún en la oscuridad podía ver sus ojos brillosos por las lágrimas, tuvo que tomarse un par de segundos para calmarse, no quería herir a Freen, pero maldita sea necesitaba decírselas, la pelinegra tomó su silencio como una invitación para que ella hablara.

- Sé que estas enojada y lo comprendo, sólo quería disculparme por mi actitud tan desconsiderada.

- ¿Por qué lo hiciste? - Su voz era calmada, aún mantenía su mirada en el techo.

- No lo sé, no sé qué me pasó, yo sólo quería… - Freen no se atrevió a decirlo, ella suspiró - Yo no estoy jugando contigo Becky, sé que probablemente pienses lo peor de mí, pero te juro que no me estoy aprovechando de tus sentimientos - Ella dijo, su corazón latía como loco esperando su respuesta, Rebecca se debatía mentalmente, ella quería preguntarle, pero al mismo tiempo no quería saber la respuesta.

- Sólo quiero entender el por qué lo haces, yo sólo tengo que formular una simple pregunta para poner todo en claro, pero me da miedo escuchar la respuesta - Suspiró fuertemente, la pelinegra sólo quería acercarse a ella, abrazarla y besarla hasta que sus dudas desaparecieran, pero por más que quisiera no podía, no debía.

- Sé la pregunta y también la respuesta - Freen susurró.

Becca por primera vez en la noche la miró, su mirada reflejaba curiosidad.

- Lo hago Becky, tengo sentimientos por ti aún sabiendo que no debo ¿Es lo que querías saber? Pues ahora lo sabes, pero también debes saber que eso me hace sentir mal, es por eso que trato de ignorar lo que siento, tratando de pretender que no pasa nada.

- Pero hay algo y ambas lo sabemos.

- Algo que no debió de haber pasado - Rebecca suspiró, tratando de contener un par de lágrimas - Estoy con tu hermano - Susurró con voz quebrada.

Rebecca entendía el dolor y el arrepentimiento de Freen, por supuesto que lo hacía, ella lo sentía también, la castaña sabía que era lo que tenía que hacer, aunque sabía que dolería, pero sería lo mejor para todos.

- Lo sé, Freen - Suspiró - Quiero que me escuches con atención porque esta será la última vez que escuches algo así salir de mi - Rebecca se giró para poder mirar a Freen con más claridad - Mis sentimientos por ti no comenzaron desde que comenzaste de huésped en la casa, ellos comenzaron desde la primera vez que te vi entrar de la mano de Richard, no preguntes como pasó m porque ni yo misma lo sé, sólo recuerdo que desde ese día no saliste de mi mente, puede sonar aterrador, pero mis ojos siempre te buscaban, pero cabe aclarar que no soy ninguna acosadora - Ambas soltaron una risita, Freen sorbió la nariz y Rebecca confirmó que estaba llorando - Desde ese momento no saliste de mi mente y te juro que lo intenté, pero no pude, sé cómo te sientes porque me siento de la misma manera, Richard es mi hermano y a pesar de la mala relación que tenemos, yo lo amo y no podría hacer esto al igual que tú.

- Becky, yo… - Freen intentó decir todo lo que estaba en su mente, pero nuevamente fracasó, Rebecca sonrió levemente, era una sonrisa completamente amarga.

- Te mentí, Freen. A pesar de todo, a pesar de lo complicado y la dolorosa situación no me arrepiento de nada, a pesar de que mi vida era un caos tu hiciste mis días mejores - Freen trataba de reprimir sus sollozos - Me asusté y de hecho aún sigo asustada por todos estos sentimientos tan fuertes que siento por ti, todo de ti me encanta, por más que busco no puedo encontrar ningún defecto en ti - Freen sonrió para luego sorber su nariz, Rebecca alargó su mano y limpió sus lágrimas con los pulgares dándole una sonrisa amorosa - ¿Sabes? Cuando me dijeron que te ibas a quedar en mi cuarto me sentí completamente enojada y sobre todo asustada, pasé tanto tiempo ignorándote, manteniendo mi distancia y tratando de que lo que sentía por ti no creciera, pero al parecer todo fue en vano, porque terminé locamente enamorada de ti - Sus miradas estaban fijas la una en la otra, Rebecca puedo ver sorpresa en sus ojos, pero después vio como la pelinegra sonrió - Y a pesar de que no debería hacerlo, todavía lo hago y lo seguiré estando sin esperar absolutamente nada, si ya estuve así por cinco meses, no hay mucha diferencia en estarlo por más tiempo.

- Becky… - Freen trató de hablar, pero Rebecca puso un dedo sobre sus labios, para callarla.

- Muchas veces las personas están destinadas a enamorarse, pero no a estar juntas y por mucho que duela admitirlo creo que ese es nuestro caso, hay muchas cosas en juego Freen y para mi es más importante tu felicidad y puedo ver que te lastima la forma en que te sientes respecto a mí, no quiero que te duela quererme, no quiero que te sientas culpable ni mucho menos quiero que te arrepientas de lo que sientes por mí, pero es inevitable y créeme que a mi también me duele quererte de esta manera - Rebecca dejó escapar un risita amarga - Te digo todo esto porque quiero que sepas que estoy enamorada de ti - Repitió limpiando las lágrimas de la pelinegra - Pero no quiero seguir haciendo esto, no es justo para nadie, después de que acabe tu estadía aquí , todo será como antes, yo seré aquella chica de la cual sólo sabías su nombre y yo te veré como la novia de mi hermano, la chica que no tenía ojos para nadie más, la cual no sabía de mis sentimientos ni que tampoco sentía cosas por mí.

- ¿Sólo vamos a olvidar y fingir que nada pasó entre nosotras? ¿Qué no sentimos nada la una por la otra? - Su voz ronca y quebrada, hizo que Rebecca sintiera una punzada en el pecho.

- Quiero que tú te enamores de mi cada segundo, quiero que sepas que eres lo que necesito y que nunca me sentí tan completa con alguien más, quiero ser la única a la que ames y quiero amarte sin temerle a nada ni a nadie, pero no puedo hacerlo, porque estás con alguien más, tu estás con mi hermano - Ella susurró llena de dolor y con lágrimas en los ojos.

- ¿Quieres que termine con Richard? Yo… yo no puedo hacerlo Becky, no puedo dejarlo por estar contigo, lo lastimaría y yo… - Freen soltó un leve sollozo, Rebecca se acercó y la abrazó, inmediatamente Freen se aferró a ella y comenzó a llorar en su pecho.

- No te estoy pidiendo eso Freen, lo único que te estoy pidiendo es que seas feliz, te estoy dejando ir, te estoy liberando del dolor y de la culpa - Becky acarició su espalda suavemente, Freen seguía llorando - Shh… Tranquila, Saro, te prometo que esta será la última vez que te sientas de esta manera, sólo son cuatro días más, nosotras podemos soportarlo ¿verdad Chankimha? - Rebecca intentó bromear consiguiendo una risita de la pelinegra.

- ¿Por qué no te conocí primero? - Ella susurró sobre su cuello, Rebecca sonrió y depositó un beso en su frente.

- Las mejores cosas toman su tiempo en llegar - Bromeó nuevamente consiguiendo otra risita.

- Realmente me hubiera gustado encontrarte en otro momento de mi vida - Freen alzó la cabeza para mirarla, sus mejillas estaban húmedas, Rebecca sonrió - Espero que vuelvas a cruzarte por mi vida cuando esté completamente libre y si eso llega a pasar juro que me aseguraré de no dejarte ir en mucho, pero mucho tiempo, yo quiero que tú también seas feliz con alguien más hasta el día en que volvamos a encontrarnos - Rebecca sintió el rozar de sus narices y ella cerró los ojos con anticipación esperando los labios de Freen.

Sintió su cálido aliento hacerle cosquillas antes de que sus labios se fundieran suavemente, fue un beso casto, pero a pesar de eso Rebecca pudo sentir los sentimientos en él, Freen se separó, pero mantuvo sus frentes unidas, sintiendo como la suave respiración de Becca se mezclaba con la suya.

Freen no lo supo, pero esa noche Rebecca lloró su adiós hasta quedarse dormida tal cual ella lo había hecho minutos atrás.

- Adiós, Freen - Susurró antes de quedarse dormida, sabiendo que esa sería la última vez que dejaría ver a esa Rebecca.

Capítulo 11 (Nueva actitud)

[POV Rebecca]

La siguiente mañana conduje a la escuela completamente sola, no hubo palabras ni miradas significativas, yo era una persona que cuando tomaba una decisión pocas veces me echaba para atrás, sabía que mirar atrás dolería, así que tenía que seguir adelante, ayer dejé ir a Freen y esa misma noche dejé atrás a la Rebecca patéticamente enamorada de alguien que ni siquiera era suya.

Llevé el cigarrillo a mis labios dándole la última calada, yo no solía fumar, pero en ciertos momentos un cigarrillo me ayudaba a calmar un poco mis nervios, el humo salió de mis labios y se perdió en el aire, tiré la colilla al piso y la aplasté con mi tenis.

Alcé la mirada esperando a que Lotty e Irin salieran, yo estaba en el estacionamiento, sentada en el cofre de mi auto mirando a todas direcciones, acomodé mis lentes de sol y solté un suspiro cansado, todo parecía monótono donde todo era insípido y sin vida, el sabor de mi boca era amargo y no por el cigarrillo sino también por el dolor que mi alma sentía.

Giré mi mirada al escuchar risas y voces conocidas. Desde que salimos juntas, Freen y Noey se habían vuelto muy cercanas a Lotty y a Irin, las cuatro venían juntas riendo y platicando muy animadamente, fruncí el ceño, hasta ahora no había cruzado palabra alguna con Freen y realmente esperaba que siguiéramos así.

- ¿Por qué rayos no entraste a la última clase, Rebecca? - Irin me reprendió, yo me encogí de hombros y bajé del coche acercándome a la puerta del piloto.

- ¿Se irán conmigo o no? - Pregunté, aún manteniendo mi mano sobre la puerta y mirando al grupo de chicas.

Lotty, que era la que estaba más cerca de mí, frunció el ceño y se acercó más para olfatearme.

- Fumaste - Dijo con tono acusador,  bufé y me di la media vuelta para entrar al carro.

- Cuando quieran señoritas, su carruaje espera, pero tómense su tiempo no hay problema - Dije con tono encantador, pero totalmente sarcástico.

Irin y Lotty sólo rodaron los ojos y se despidieron de Noey y Freen.

- ¿Necesitan un aventón? - Irin preguntó antes de subir al carro.

Yo mantenía mi mirada fija al frente y mis manos fuertemente en el volante, pero podía ver por el rabillo del ojo como Freen negó mientras me miraba.

- Esperaré a Richard - Ella respondió, giré mi mirada, parecía como si le fuera a decir algo a Freen, pero en realidad mi atención se dirigió a Noey.

- ¿Qué hay de ti, Nattnicha o es demasiado temprano para tener un poco de Rebecca Armstrong? - Dije divertida regalándole una mirada burlona, Noey rió por lo bajo y negó con la cabeza.

- Hablamos luego, Saro - Ella besó su mejilla en signo de despedida antes de subirse. Encendí el auto y me marché sin siquiera importarme el dejar a Freen en el estacionamiento completamente sola.

[…]

[POV Freen]

Sus manos viajaron hasta mis muslos mientras su lengua buscaba la mía, trataba de borrar los pensamientos y las imágenes de ella en mi mente, pero el tacto de Richard, la forma en que sus manos recorrían mi cuerpo, no demostraban amor en ello, simplemente pura lujuria y hambre. El apretó su cuerpo contra el mío y el aire en mis pulmones parecía irse, pero me obligué a borrar cualquier rastro de ella y mis labios correspondieron a sus besos desesperados, los labios de Richie comenzaron a bajar a mi cuello, la piel me ardía y era por las caricias tan bruscas que me estaba dando, gemí, pero no de satisfacción sino porque me había mordido el cuello demasiado fuerte, esto se sentía como una tortura.

Mis ojos se abrieron y vi como Rebecca estaba parada en las escaleras viéndonos, y aunque lo intenté no pude descifrar la expresión en su rostro.

- He de suponer que mis papás no están, ¿verdad? - Pateé lejos a Richard, el gimió de dolor cuando su miembro erecto chocó contra el mueble.

Comencé acomodar mi ropa y mi cabello mientras balbuceaba cosas, Rebecca sonrió divertida.

- No se preocupen, sigan con lo suyo, yo estaré en mi cuarto - Llamé su nombre, pero ella me ignoró y siguió su camino, la vi perderse y me dejé caer en el sillón llena de vergüenza.

- Ya se fue, nena - Richard se acercó y trató de besarme nuevamente.

Rápidamente puse mis manos en su pecho poniendo una barrera entre los dos, Richard frunció el ceño y bufó antes de pararse del sillón.

- Supongo que iré a tomar una maldita ducha de agua fría para ayudarme con este problema - Él señaló su entrepierna, antes de dejarme sola.

Cerré los ojos deseando desaparecer, deseando que mis padres regresaran ya para salir de esta incomodidad que había entre los hermanos Armstrong y yo.

Pasé diez minutos sentada debatiéndome en que debería hacer y como una señal la puerta se abrió dejando ver a los señores Armstrong con la cena, me levanté y me dirigí al comedor con ellos.

- ¿Dónde está Richie, cariño? - La señora Armstrong preguntó mientras ponía los paquetes de comida china en la mesa.

- Subió, Rebecca ya está en casa - Respondí tímidamente esperando que mencionarla eliminara cualquier pensamiento imprudente de mi mente.

- ¿Sabes dónde estaba? - El señor Armstrong preguntó, negué con la cabeza mientras tomaba asiento.

- Becky no habla de eso - Dije, la señora Armstrong frunció el ceño, pero mantuvo su sonrisa.

- Pensé que contigo había tenido una buena conexión, son pocas las personas con las que Rebecca se siente cómoda y conozco a mi hija y sé que tú eres una de ellas - No pude evitar que de mis labios saliera un sonrisa, pero antes de que pudiera contestar, ambos hermanos Armstrong entraron por la puerta - Estaba por hablarles para que vinieran a cenar.

- Tengo buen olfato, mamá, el delicioso olor llegó hasta mi cuarto - Rebecca dijo metiéndose un poco de carne a la boca.

Mi cara ardió cuando sus ojos se encontraron con los míos, recordando lo que pasó hace algunos minutos, bajé la mirada y comencé a servirme, Richard estaba a mi lado visiblemente irritado, mientras que Becky estaba sentada frente a mi comiendo animadamente.

- ¿Puedo saber dónde estuviste toda la tarde, jovencita? - La señora Armstrong le preguntó a Rebecca, ella tragó su comida y le dio un sorbo a su té.

Estaba sorprendida por su actitud, no se veía para nada triste ni mucho menos apagada, creí que estaría como yo, pero no, me dolía verla y saber que no podía estar con ella, pero al parecer a ella no le importaba en lo absoluto o era increíblemente buena para ocultar sus sentimientos.

- Con Orm - Respondió con simpleza antes de comenzar a comer arroz, sentí como un punzada de celos aparecía en todo mi cuerpo al momento de escuchar su nombre.

- No me mal interpretes Rebecca, me agrada que estés saliendo con ella, pero necesito que avises donde estás, estuve preocupada toda la tarde.

- Mi celular murió, mamá - La señora Armstrong le otorgó una mirada de reproche - Vale, lo olvidé, lo siento no volverá a pasar.

- Ya sabes Becky, te devolvimos el carro, pero eso no significa que tengas la libertad para ir y venir sin avisarnos - El señor Armstrong dice en tono profundo, Rebecca lo miró, pude ver como brotaba ira de sus ojos.

- Dije que lo siento ¿Ahora pueden dejarme cenar en paz? - Su tono fue golpeado, los señores Armstrong se miraron entre si y soltaron un suspiro frustrante.

El resto de la cena fue silencioso, la tensión y la incomodidad se podían percibir en el aire, pero nadie se atrevió a cuestionar nada.

[Narrador]

Después de ayudar a recoger la mesa, ambas chicas subieron a su habitación, el silencio era insoportable y Freen se sentía completamente ignorada por aquella chica, Rebecca le había advertido que eso pasaría, pero ella pensó que sería hasta que su estadía en la casa terminara, pero al parecer los planes de la castaña eran otros.

Freen la seguía con la mirada, vio como sacó una pijama y se dirigió al baño, después algunos segundos escuchó el ruido de la ducha, la pelinegra suspiró y comenzó a ponerse la pijama, se metió en la cama y tomó su libro. Sarocha no quería parecer acosadora, pero había contado los minutos que Rebecca duró en la ducha, quince minutos para ser exactos, no pudo evitar mirarla al salir, su piel se veía más blanca, sus labios rosados y sus hermosos ojos miel que resaltaban sin ningún maquillaje.

Becca trataba de no intimidarse por la mirada penetrante de la pelinegra, esa mirada que trataba de ignorar y que en ciertos momentos como en este se le hacía difícil, la castaña la miró y arqueó una ceja, Freen rápidamente bajó la mirada a su libro rogando por no sonrojarse.

- ¿No tomarás una ducha? - Rebecca preguntó fríamente, los ojos chocolate la vuelven a mirar.

- ¿Huelo mal acaso? - Preguntó en tono de broma, pero Rebecca mantenía su expresión seria.

- No, sólo supuse que sería higiénico ducharte después de haber estado con tu novio - Freen soltó una risa.

- ¿Perdón? - Rebecca rodó los ojos y se acostó en la cama, alejada de la otra chica.

Freen giró su cuerpo para poder verla, pero Becky estaba boca abajo dándole la espalda.

- No sé qué te imaginaste, pero no pasó nada con Richard.

- Como sea - Dijo sin importancia alguna, Freen sentía la frustración en su cuerpo.

- Entonces debo de suponer que es por eso que tomaste una ducha ¿Por qué estuviste con Orm? - Rebecca rió.

- Perdón, pero mi vida privada no te interesa - Freen comenzaba a odiar ese tono frío y grosero.

- ¿Qué demonios te pasa? Estás comportándote como una idiota, deja de ser tan desagradable - Rebecca rió una vez más y giró su cabeza para mirar a la pelinegra con una sonrisa cínica.

- Noticia de última hora, eso es lo que soy, así que supéralo.

- Tú no eres así, tu eres alguien con grandes sentimientos, alguien comprensiva y que sabe cómo hacer sentir mejor a la gente - Rebecca negó con la cabeza.

- No tienes ni una mínima idea de lo que estás diciendo Chankimha - Ninguna quitaba la mirada de la otra, Rebecca podía ver la desilusión en sus ojos.

- La Becky que conocí, la cual me hizo sentir cosas no es la que estoy mirando en estos momentos - Freen dijo con voz suave, pero el dolor era inevitable.

Rebecca frunció el ceño, por un momento Freen pensó que le gritaría o se lanzaría sobre ella, pero sin dudar lo que salió de su boca había dolido más que cualquier golpe o algún insulto.

- La chica que tu conociste, la cual derramó su corazón por ti, la cual se enamoró como idiota ya no existe más, la chica que ves ahora es la chica que será para ti de ahora en adelante ¿no te gusta? Pues perfecto, si me odias las cosas serán mucho más fáciles para ti.

- No puedes comportarte así sólo para hacer que te odie, eso no va a pasar Rebecca, yo te… - Becky negó repetidas veces con la cabeza.

- No quiero escuchar nada, no quiero saber nada, ambas tomamos una decisión, no me importa lo que pienses o lo que hagas, no me importa si estás bien o no a mi alrededor, no me importa si te agrada como soy, no me importa lo que sientas por mí, no soy nada de lo que dices y lamento desilusionarte, pero tal vez la chica que tu conociste jamás existió - La cara de Rebecca reflejaba ira contenida, Freen la miraba sin decir nada, pero su corazón latía dolorosamente.

- Dices todo eso porque estás lastimada - Ella susurró con calma, tratando de pasar el nudo que se había hecho en su garganta.

- Y tú me sigues lastimando, sólo déjame ir como yo lo hice contigo, lo que sea que tuvimos ya se acabó, entiéndelo se acabó Freen - La pelinegra la miró por unos segundos más antes de asentir y darle la espalda, ella apagó la lámpara.

Becky resopló frustrada, quería disculparse por su actitud, pero si Freen la odiaba o se desilusionaba de ella, sería mejor, la castaña sabía que esto era una estupidez y probablemente lastimaría a Freen en el proceso, pero al final todo sería mejor para la thai y su felicidad.

[…]

- Está comportándose como una idiota, Noey, la forma como me mira o me habla me lastima, sólo quiero que mis papás lleguen pronto y me saquen de ese infierno - Noey observó a su mejor amiga y la miró con reproche y preocupación - Deja de mirarme así - Freen advirtió.

- ¿Y cómo quieres que te mire? Por dios Freen, era obvio que Rebecca tomara esa actitud, odio decirlo, pero te lo dije ¿Cómo esperaras que reaccionara después de que la rechazaste dos veces? - Freen dejó escapar un suspiro cansado - Ella está sufriendo al igual que tú, sólo que ella lo esconde con esa actitud indiferente y ruda, ella está a la defensiva tratando de empujarte lejos y no es porque ella quiera, es porque ella sabe que tiene que hacerlo y lo peor es que tú lo permites - El tono de Noey era golpeado y su mirada era determinada, Freen soltó otro suspiro.

- Tu sabes que eso no es verdad, Nattnicha, pero es algo que ambas tenemos que hacer, es lo mejor - Freen dice en tono bajo poco convencida.

- ¿Lo mejor para quién? Claramente no es lo mejor para ustedes, sólo están viendo por Richard, dios mío, él ni siquiera se lo merece, no se merece que pierdas la oportunidad de ser feliz - Freen sabía que Noey tenía razón, ellas estaban viendo sólo por Richard, pero también lo hacía porque realmente lo había llegado a querer en esos cinco meses, pero sabía que no estaba enamorada de él, pero podría intentarlo, ella necesitaba hacerlo - Tierra llamando a Freen - Noey chasqueó los dedos frente a Freen, ella la miró, pero antes de que pudiera contestar, unos gritos llamaron su atención.

Se incorporó y sus ojos y los de Noey se clavaron a un grupo de personas, se pararon y corrieron hacia esa pequeña multitud al reconocer a tres personas.

- Becky, por favor vámonos - Irin suplicó, tanto Charlotte como ella agarraban a la castaña quien miraba asesinamente a la persona frente suyo, con los puños apretados y la mandíbula tensa.

Freen rápidamente se puso frente a ella mirando a Charlotte y a Irin.

- ¿Qué demonios está pasando? - Preguntó con el corazón latiendo rápidamente, Rebecca la miró por un par de segundos antes de volver a ver su objetivo, miró a la dirección en donde la castaña miraba furiosamente - Nop - Susurrór luego acercarse a él impidiendo que se acercara a Rebecca.  

- Te dije que la dejaras en paz, maldita lesbiana - Él dijo con coraje haciendo el intento de acercarse, pero Freen tuvo que detenerlo con todas sus fuerzas.

El chico empujó a Freen y Becky rápidamente se soltó de sus amigas y tomó a la pelinegra jalándola hacia ella, para luego empujar al chico con fuerzas, Nop se tambaleó.

- A ella no la toques, imbécil - Becky dijo llena de ira, lista para golpear al chico, pero Freen se aferró a ella, suplicándole que no hiciera nada.

- No Becky, estoy bien, por favor, para - Sus ojos se encontraron y Rebecca la examinó por algunos segundos, por suerte un par de amigos de Nop se acercaron y lo comenzaron a calmar.

- Te dije que no la volvieras a buscar ni a mirar - Freen sintió como el cuerpo de Rebecca se tensó, ella sólo miraba aterrada a ambas direcciones.

- Por favor Rebecca, sólo vámonos, no vale la pena pelear - Susurró.

- Becky, por favor - Lotty apoyó a la pelinegra, Bec miró a sus amigas y al ver la preocupación en sus caras asintió con la cabeza.

- Te voy a dar un consejo, ella ya no te quiere, ella te engañó y siento que haya sido conmigo, pero yo no la busqué ella vino a mí, se lo que sientes y sé que duele, pero debes resignarte al hecho de que ella ya no quiere estar contigo y si te hace sentir mejor, yo la rechacé, no suelo cometer los mismo errores dos veces - Dijo para luego comenzar a caminar dejando a Nop completamente molesto, pero reflexionado sus palabras.

Rebecca no pudo evitar reírse de las caras de terror de sus amigas, todas mirándola como si hubiese un fantasma tras ellas, la castaña reía a carcajadas. Ssintió un golpe nada suave en su espalda, miró con el ceño fruncido quien rayos la había golpeado y vio a Freen.

- ¿Qué demonios te pasa? ¿Estás loca? ¿En serio ibas a pelear con él otra vez? ¿Y por Friend? - Freen preguntó con disgusto, Rebecca se encogió de hombros.

- Él quería pelear conmigo, yo sólo me iba a defender - Bec dice quitándole importancia al asunto, Freen miró a las otras chicas que tenían un mirada de incredulidad.

- Nos asustaste, Rebecca, no puedes andar peleando con cualquiera que quiera problemas - Irin la reprendió.

- Vaya chica, yo buscaba alguna piedra para golpearlo en caso de que las cosas se salieran de control - Noey dijo con seriedad y ninguna pudo evitar reírse.

Rebecca se acercó a ella, pasó un brazo por sus hombros y le sonrío divertida.

- Podría enseñarte algunas llaves donde podrías inmovilizar a una persona con tan solo apretar una parte de su cuerpo - Noey la miró divertida.

- Sabes que tengo novia ¿no? Tus coqueteos no funcionan conmigo - Becky rió para luego mirar a Noey regalándole su mejor mirada seductora.

Freen miraba con curiosidad la escena, si ella estuviera en el lugar de Noey ya se hubiera derretido con esa mirada, incluso de tan sólo verla, esa mirada lograba hacer efecto en ella, acelerando su corazón y creando miles de pensamientos inapropiados en su mente.

- Deja de intentarlo, pierdes tu tiempo - Noey le sacó la lengua juguetonamente y Becky rió negando con la cabeza.

- ¿Quién dijo que estoy intentando algo? Tal vez el día en que realmente intente algo no puedas negarte - Dijo en su oído seductoramente.

- Basta, deja de molestar a mi mejor amiga - Freen se acercó y agarró a Noey de la cintura protectoramente, Rebecca rió y ahora abrazó a Irin de la misma manera que con Noey.

- Por cierto, no vuelvas a meterte en una pelea y menos a tratar de detener a un chico completamente loco, Chankimha - Rebecca dijo, la pelinegra frunció el ceño y le otorgó una mirada asesina.

- Si no me interponía, ustedes dos hubieran peleado como animales.

- Iba a pelear sólo si ese idiota te… les hubiera hecho algo - Rebecca la había cagado, estaba a punto de referirse sólo a Freen, pero era obvio que todas se habían dado cuenta - Okey, olvidemos eso, ya pasó -  dijo sacando las llaves del auto - ¿Nos vamos o que? - Rebecca las miró con un brillo travieso, Lotty e Irin rodaron los ojos, pero siguieron a la castaña.

- ¿Quieren venir? - Charlotte preguntó con una sonrisa, Freen y Noey se miraron.

- Tenemos clase - Noey dijo haciendo una mueca de fastidio.

- Pensé que eras divertida Nattnicha, vamos sólo es una clase, luego pides los apuntes o la tarea - Rebecca animó, pero aún podía ver la indecisión en ambas - ¿Qué, acaso esa chica ya te pegó lo aburrida? - Rebecca sonrió burlonamente a Freen la cual rodó los ojos y tomó la mano de Noey dirigiéndose al auto.

- Puedo romper las reglas no soy tan inocente como crees, Armstrong - Dijo desafiándola con la mirada antes de subir al auto, Rebecca rió, ella lo sabía, sabía que Freen podía ser un diablo con cara de ángel.

Santa Sarocha 

Capítulo 12 (Como la lluvia)

[Narrador]

- Un romance y un hombre como Channing Tatum, por favor - Charlotte dice en tono soñador.

El tono de las chicas diciendo “si” no se hizo esperar, Rebecca rodó los ojos y enterró la cara en la almohada, ella no sabía el por qué aceptó ver la película “The vow” con unas románticas empedernidas. Intentaba moverse, pero un peso sobre su espalda se lo impedía, a pesar de que su cama era grande no era demasiado para cinco chicas, todas estaban una encima de la otra en diferentes posiciones para poder estar cómodas.

Después de haber pasado varias horas en el centro comercial, decidieron ir a la casa de Becky y luego de que la señora Armstrong las invitara a comer optaron por ver películas el resto de la tarde.

- Debe ser horrible que el amor de tu vida olvide todo lo que pasaron juntos y todo el amor que se tenían - Irin dice reflexivamente.

Rebecca puede escuchar los suspiros tristes que las chicas dejaron escapar ante lo comentado.

- Su corazón lo reconoce, su cerebro es el que no puede - Becky alza la cabeza y mira por encima de su hombro al escuchar su voz.

Al parecer Freen estaba usando su espalda como almohada, la castaña dejó caer nuevamente la cabeza en la almohada, al parecer se había quedado dormida la mitad de la película, no porque fuera aburrida, sino porque la noche anterior no había podido dormir nada. Ahora entendía porque pudo conciliar el sueño, tener el calor de Freen cerca siempre la hacía caer rendida, inconscientemente una sonrisa se dibujó en sus labios y Charlotte que estaba a su lado pudo verla.

- ¿De qué te ríes, Becca? - La castaña giró su cuerpo para quedar boca arriba.

La cabeza de Freen ahora estaba en su estómago, acomodó la almohada para estar más cómoda, pensó que Freen cambiaria de posición, pero para su sorpresa ella simplemente la miró y le dio una sonrisa encantadora, Rebecca tuvo que hacer un esfuerzo sobre humano para no sonreír como idiota.

- Es sólo una película, no lo tomen tan en serio - Dijo en un tono burlón.

- Está basada en una historia real - Freen se defiende, la castaña hace un sonido irónico.

- Si, también algunas películas de terror y yo sigo esperando a que algo paranormal me pase, no todo lo que dicen es verdad - Las chicas se quedaron en silencio mientras se miraban las unas a las otras.

Freen cambió su posición y ahora se encontraba al lado de la castaña mirándola con el ceño fruncido y con curiosidad, Rebecca giró su cabeza para encontrarse con sus ojos chocolates, la castaña arqueó una ceja.

- ¿Qué? - Rebecca dijo al ver la mirada insistente de Freen.

- ¿Estás tratando de decir que alguien no puede luchar por la persona que ama sabiendo que toda probabilidad de recuperarla es nula?

- Yo no dije eso - Becky se defendió - Puedes luchar por una persona, pero también hay que ser realistas y darse cuenta que hagas lo que hagas ella no será para ti, es por eso que la dejó ir ¿no? La parte absurda es que tardara tanto en hacerlo - Freen hizo un ruido indignante.

- Quizás porque él sí está enamorado, él esperó y fue paciente, él mantuvo una esperanza, no puedes dejar ir a la persona que amas sólo porque la situación es horrible, no puedes rendirte sólo porque las cosas se pongan difíciles - Freen contestó.

Ambas chicas se miraban intensamente, las demás chicas sólo observaban la escena en silencio, al parecer entendiendo que tanto Freen como Rebecca ya no hablaban de la película.

- ¿Cómo luchar si esa persona no te dio la oportunidad? ¿Por qué luchar si claramente esa persona no quiere estar contigo? ¿De qué sirve hacerlo si claramente uno siente más que el otro? - Rebecca la miraba llena de ira.

- Bueno, creo que esta conversación llegó a su fin - Noey intervino viendo el enojo y la frustración en ambas chicas.

Rebecca bufó y se paró de la cama.

- Iré por algo de tomar - Salió sin mirar a nadie, Freen soltó un gemido frustrante.

- Eso fue… intenso - Lotty dijo.

- Y muy realista - Completó Irin.

- La próxima vez veremos Titanic, estoy ansiosa por oír el debate acerca de la frase: tú saltas yo salto, quiero saber si es romántico o completamente estúpido - Todas las chicas rieron, Noey podía tener comentarios tontos, pero también muy sabios.

Rebecca tomó un gran trago de agua helada, esperando que eso apagara su enojo, dejó escapar un suspiro antes de regresar con las chicas, pero su corazón se apretó al escuchar la voz de Richard hablando por teléfono.

- Lo digo en serio, ella me dio la mejor mamada que he tenido en mi vida - Su estómago se revolvió y la ira volvió a su cuerpo al escuchar la risa de su hermano - ¿Inocente? Por dios, de inocente no tiene nada, hubieras escuchado como gritaba por más - Rebecca fue incapaz de seguir escuchando, inmediatamente las palabras que le había dicho Freen esta mañana “No soy tan inocente como crees, Armstrong” llegaron a su cabeza.

Con la ira brotando en ella, se acercó a su hermano, le arrebató el teléfono y cortó la llamada. Richie inmediatamente se quejó, pero las palabras no llegaron a salir completamente porque Rebecca lo tomó del cuello con fuerza.

- Te escucho hablar sobre tus intimidades con tus amigo nuevamente y voy a quemarte la maldita lengua ¿entendiste? - Richard sólo asintió con la cabeza, él era incapaz de decir algo por la falta de oxígeno - Aprende a ser un maldito caballero y deja de hablar lo que haces con ella con tus putos amigos - Rebecca lo soltó y Richard inmediatamente comenzó a toser.

- ¿Estás loca? Pudiste haberme matado - Se quejó.

Antes de que Becky pudiera contestar, escuchó pisadas bajando por las escaleras, probablemente se había tardado demasiado. Las cuatro chicas los miraban con confusión, Richie seguía frotándose el cuello, mientras que Becky estaba frente a él con una mirada llena de ira.

- ¿Qué pasó aquí? - Freen fue la primera en reaccionar.

Se acercó a Richard y comenzó a frotar la espalda de su novio mientras lo miraba con preocupación, Rebecca se dio media vuelta y regresó a la cocina, sabiendo que Richard inventaría cualquier cosa probablemente poniéndola a ella como la mala de la película.

Las demás chicas siguieron a Rebecca mientras que Freen se quedó con Richard, la castaña sintió un poco de desilusión al no verla entrar con las demás, pero eso rectificó lo que ya sabía, Freen siempre elegiría a Richard antes que a ella.

Las chicas no se atrevieron a preguntar lo que había pasado, pero por suerte se escuchó que la puerta de la entrada se había abierto, dejando ver a la señora Armstrong muy entusiasmada. Llamó a Rebecca, la chica fue con su madre y una sonrisa apareció al ver lo que algunas personas metían a la casa.

Por un momento Becky se olvidó de todo lo que estaba a su alrededor y se centró en lo que sus padres habían traído a la casa, después de unos quince minutos, por fin acabaron de instalar el objeto, un hermoso piano clásico. Sus ojos brillaron cuando su padre levantó la tapa mostrando las teclas, la castaña aún seguía en trance mirando con incredulidad y asombro.

- ¿En serio compraron un piano? - La joven preguntó aún sabiendo lo obvio, la señora Armstrong rió levemente ante el asombro de su hija.

- Claro que sí, cariño, ya era hora de que tu padre y tú tocaran en un verdadero piano - El señor Armstrong sonrió y golpeó el taburete para que Rebecca se sentara a su lado.

El señor Armstrong le enseñó desde pequeña a tocar el piano y un poco de la batería, aprendió a tocar la guitarra por su cuenta, pero era obvio que ambos compartían el mismo gusto por la música. Las demás chicas se acercaron a Becca quien pasaba sus dedos por las teclas, Richie rodó los ojos, y se acostó en el sillón para jugar con su celular.

- No sabía que tocabas el piano - Noey dijo con una gran sonrisa mirando a Rebecca que aún miraba las teclas.

- Si, papá me enseñó desde muy pequeña, al igual que a tocar la batería y pues la guitarra yo la aprendí a tocar por mi cuenta - Rebecca dijo distraída, para luego tocar algunas notas.

- Mi abuela la hace tocar el piano cada que va a la casa, es increíble tocando - Charlotte dijo con orgullo, Becky la mira y le otorga una cálida sonrisa.

- Puedes tener el privilegio de tocar esta hermosura por primera vez, hija - El señor Armstrong dijo, Rebecca asiente, antes de comenzar a tocar.

Sus dedos comenzaron a moverse suavemente contra las teclas, la melodía era suave, Freen podía ver como los dedos de Rebecca se movían con destreza sobre las teclas negras y blancas, sus ojos miel de repente se cerraban y se balanceaba de vez en cuando al compás de la melodía calmada, la pasión y el sentimiento eran visibles en el rostro de la inglesa, Freen no tenía idea de que canción era, pero podía transmitirle dolor y nostalgia, como si en cada nota que ella tocara doliera, pero era un dolor agradable de cierto modo, la pelinegra se perdió totalmente en ella, en la forma que sus dedos tocaban las teclas, en la forma que sus labios se entreabrían para tomar aire, en la forma en que sus ojos se cerraban, en la forma en que se balanceaba, en todo, ella era perfecta, Rebecca era la definición de perfección.

Los aplausos le hicieron darse cuenta de que no era la única que estaba en esa sala, sus ojos miel se encontraron con los de ella y le otorgó una sonrisa tímida antes de abrazar a su papá, quien la felicitaba y la miraba orgulloso.

- Por dios, casi lloro - Irin dice limpiándose las pequeñas lágrimas que se asomaron por sus ojos.

Rebecca ríe levemente al ver a sus amigas.

- Kiss the rain de Yiruma, es una gran canción y ustedes sienten nostalgia porque es una canción intensa, habla de un amor no correspondido, es una de mis favoritas y de hecho esta canción transmite muchas sensaciones con tan sólo escuchar las primeras notas.

- Sin duda comprar el piano ha sido la mejor inversión que he hecho - El señor Armstrong dice pasando un brazo por los hombros de Rebecca - ¿Recuerdas la primera canción que te enseñé? - La castaña asintió con una sonrisa - ¿Lista?

- Siempre - Responde con una gran sonrisa antes de comenzar a tocar con su padre.

[…]

Después de tocar el piano por horas y cenar, Becky subió a su cuarto totalmente relajada, había tenido tanto tiempo sin tocar el piano; sin duda era uno de sus instrumentos favoritos. Olvidó todo por un momento, pero la magia no dura para siempre y al parecer la noche era un imán para los malos pensamientos.

Escuchaba la respiración de Freen y sabía que no estaba dormida, después de tiempo ella había aprendido la forma en como respiraba cuando estaba dormida. No habían vuelto hablar desde que se fueron las chicas, la castaña no podía dejar de pensar en las palabras de Richard ¿Freen había estado con él? A Rebecca no debería dolerle ni desilusionarle que la pelinegra se hubiera entregado a su hermano, él era su novio y ella seguramente lo quería tanto como para haberse entregado completamente, ya no había esperanza, si alguna vez pensó que ella tenía su corazón, que ella la amaba tal y como ella lo hacía eso ya eran puros recuerdos.

- No sé lo que te lastima… pero puedo sentirlo también… y sólo sé que se sufre mucho… el saber que no puedo hacer nada… y desde el fondo de mi corazón… de alguna manera sólo sé que sin importar que… yo siempre te amaré… - Freen cantaba en voz baja y como ya se estaba haciendo costumbre la noche nuevamente sería testigo de las palabras que sólo se atrevían a decir con la luz apagada - Busqué la canción y debo de admitir que lloré por aproximadamente diez minutos - Freen soltó una risita, en los labios de la castaña se dibujó una sonrisa, la thai esperó a que ella hablara, pero no lo hizo, así que tomó un suspiro antes de volver hablar - ¿Es normal que me doliera el leer la letra? - Rebecca prácticamente se mordió la lengua para no hablar, pero era difícil cuando sus pensamientos gritan con fuerza en su cabeza.

- La primera vez que la escuché sólo fue la melodía y fue como si alguien la hubiera plasmado en mi pecho, después descubrí que tenía letra y cuando la leí recuerdo haber dicho “Woah, esta persona debió estar completamente enamorada y con el corazón desecho” - Freen sonrió al escuchar la pasión en su voz, Rebecca suspiró profundamente antes de hablar nuevamente - Pero no comprendí la letra… hasta ahora - Confesó - Y todo lo que queda de ti… es un recuerdo… que sólo existe en mis sueños… - Ella cantó con calma, la respiración de Freen comenzó a ser irregular.

Rebecca se mantenía boca arriba mirando el techo, ella parecía estar completamente tranquila como si estuviera hablando con ella misma.

- Algunas veces la única manera de estar con una persona es en tus sueños, a veces esa persona se vuelve un recuerdo que atesorarás el resto de tu vida, esa persona puede convertirse en lluvia, puedes sentirla, pero termina escapando de tus manos, puedes disfrutarla, pero terminará yéndose, claro tal vez te deje un resfriado horrible, pero no importa porque cuando vuelva a llover tu estarás ahí esperando volver a mojarte y poder guardar otro recuerdo - Ambas quedaron en silencio, Freen trató de procesar las palabras de Rebecca, la pelinegra giró su cuerpo y buscó la mano de la inglesa entrelazando sus dedos, Rebecca sólo se limitó a cerrar los ojos y disfrutar de su calidez.

- No quiero ser como la lluvia, no cuando te lastima, me gustaría ser la lluvia que te haga sentir viva y haga crecer el amor en tu corazón con cada gota - Rebecca acarició su mano.

- Me gusta la lluvia duela o no - Susurró adormilada, Freen no aguantó y se acurrucó a su lado rezando porque Rebecca no la empujara lejos de ella.

La pelinegra aspiró disimuladamente su playera y así estuvieron durante varios minutos hasta que Rebecca soltó su mano para abrir su brazo invitando a Freen para que lo usara de almohada, la pelinegra no lo pensó dos veces, se aferró a su cintura y su nariz se enterró en su cuello.

Freen no se percató, pero una leve sonrisa apareció en los labios de Becca, ella no estaba segura de sí lo estaba soñando o en realidad la pelinegra le había besado en la mejilla para luego susurrar esas palabras que hicieron que su corazón y la esperanza se mantuvieran más fuertes que nunca.

- Tú también me gustas - Esas fueron las palabras que Becky escuchó, esas palabras que por un momento pensó que se trataban de un sueño más, uno más de esos sueños donde Sarocha sentía lo mismo que ella…

Hola mis nenas, hermosas Hoy, doble capítulos para que disfruten del finde. Las quiero un montón, chicas.... Cuidense