MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)

Las agentes de la KGB, Yulia Volkova y Lena Katina, son asignadas para infiltrarse en una escuela de señoritas haciéndose pasar por una pareja de lesbianas. En el caso, las desapariciones al azar remontan a más de 50 años, y algunos apuntan a la extraña comunidad de Hoganville.




Sólo pasé por acá, para crearles ansiedad

Capítulo 1:


Estaba espeluznantemente tranquilo en la habitación, sólo el constante goteo de la máquina de café interrumpía el silencio. A esta hora temprana, incluso los otros equipos estaban ausentes. Samir Yasinov, conocido por todos como Sam, se quedó mirando los escritorios vacíos por un momento, luego miró el gran reloj en la pared.

Estarían allí te pronto. Conocía la rutina de ellos mejor que la suya, sobre todo después de cerrar un caso como el que acababan de concluir. Ocho chicos desaparecidos. Sí, los encontraron. Los encontraron a todos. Muertos. El bastardo los había estado utilizando como juguetes sexuales, el más antiguo por dos meses. El más nuevo, tan sólo dos días. Todos muertos. Y sabía exactamente cómo su equipo se ocuparía de eso.

Su compañera de equipo, Yulia Volkova, saldría sola a un bar popular de lesbianas y después de una gran cantidad de tragos de tequila, recogería una mujer cuyo nombre no recordaría esa mañana. Yulia seguiría a la mujer a casa, follarían como locas, entonces se iría antes de que la mujer despertara. Sin nombre, sin número de teléfono. Así era como Yulia manejaba las cosas.

Dima Smirnov, cuyo propio hijo era de la misma edad que la mayoría de esos chicos, iría a casa de su ex-esposa, quién, por alguna extraña razón, todavía tenía relaciones sexuales con él. Tal vez ella había estado el tiempo suficiente para saber cómo estos casos lo afectaban, a pesar de que en un día normal peleaban como perros y gatos. La compañera de equipo de Dima, Lena Katina, siempre iba a casa sola y bebía una botella entera de vino... a veces dos, según él... mientras disfrutaba de un baño de burbujas. Sam permitió que su mente vagara hacia la hermosa agente pelirroja, imaginándola hasta el cuello en burbujas, sosteniendo perezosamente con una mano una copa por el borde. Lo apartó, consciente de que Dima le patearía el culo por ese pensamiento. Dima tenía su propio enamoramiento con ella, con Katina, aunque lo negara hasta el día de su muerte.

Suspiró y se dirigió hacia el café, a pesar que conocía la rutina. En un día normal, después de un caso normal, Lena sería la primera en llegar. Siempre. Era irritantemente puntual, nunca llegaba tarde. Dima se apresuraría siendo el siguiente, sin dejar de masticar lo que hubiese comprado para el desayuno esa mañana. Luego Yulia se arrastraría adentro, con su cabello todavía mojado, evidencia de que se había levantado a tiempo solo para una ducha rápida, sin café o desayuno. Yulia habitualmente llegaba tarde. Siempre. Pero eso era en un día normal. Hoy, ya que no era un día normal, tal vez llegaría primero, apestando a sexo y tequila, con la misma ropa de ayer. Le gruñiría un saludo y luego se hundiría en su silla. Él le entregaría una taza de café, del cual ella se quejaría. Dima aparecería después, con los ojos rojos e hinchados por la falta de sueño. Su ex-esposa, le escucharía decir, que era una máquina sexual. Lena sería la última en llegar. Siempre traía café de Starbucks y desayuno para agasajarlos. A veces, cruasanes de jamón y queso, a veces tacos de un bar local mexicano, a veces sólo McDonald, pero siempre traía el desayuno. Y ella los observaría, buscando ver si se habían recuperado, sus ojos sin duda aterrizando en Yulia con una leve mirada de desaprobación. Sam a menudo se preguntaba si esa era la razón por la que ella intencionalmente llegaba tarde...para no tener que presenciar a Yulia entrando y luciendo tan desaliñada.

La pelinegra entrecerró los ojos ante la luz brillante del sol, sus gafas oscuras hicieron poco para suavizar el resplandor. Pasó la lengua por sus dientes, su boca seca y aún con el sabor a tequila... y a sexo. Gruñó, haciendo una mueca por el martilleo en su cabeza mientras se metía en el edificio. La mujer había sido una pelirroja. Recientemente, todas habían sido pelirrojas. No podía recordar el nombre de la mujer ni para salvar su vida. Suspiró con cansancio mientras el ascensor se abría. Entró en la habitación, con las gafas de sol aún cubriendo sus ojos.

Su juego de escritorio estaba separado de los del equipo del KGB por una fila de archivadores y vio a Sam sentado en el suyo, como esperaba. Él era el último en salir y el primero en llegar. A veces se preguntaba si incluso iba a casa. Hizo caso omiso a la mirada que éste le dio y sacó su silla con el pie, hundiéndose lentamente, manteniendo su cabeza inmóvil.

-Sí, gracias - murmuró mientras él le entregaba una taza de café. Tomó un sorbo, haciendo una mueca ante el sabor - Maldita sea, Sam, esto sabe a mierda ¿Cuándo vas a aprender a hacer una buena taza de café?

-No dudes en intentarlo - dijo él. Ella parpadeó varias veces, centrándose en la cabeza del hombre.

-¿Qué demonios te ha pasado?

-Quería un cambio - dijo mientras se frotaba la cabeza rapada.

-Uh. No me digas - La morena apoyó la cabeza sobre el escritorio, sus gafas de sol se aplastaban incómodamente contra su oído, esperando por la ansiada pregunta.

-¿Cuál era el nombre de esta? - La pelinegra dio su respuesta habitual.

-No tengo ni idea - y mantuvo sus ojos cerrados, escuchando las puertas del ascensor que se abrían, consciente que era Dima.

Después de él, Yulia había llegado mucho antes de lo que solía llegar.

-Jesús, Yul ¿no es la misma ropa que tenías puesta ayer?

-Muérdeme - murmuró con los ojos todavía cerrados.

-Desearías.

-Cállate - Suspiró nuevamente, prometiendo...por lo menos unas cien veces... que le pondría fin a todas estas noches en vela con extrañas. Pero era la única manera en que podía espantar por completo de su mente los horrores del trabajo. Bueno, no la única manera, pensó, al recordar la noche que Lena había compartido su cama. Gimió en voz baja, sin querer pensar en eso ahora. Nunca llevaba mujeres a su propia cama. Era una regla que nunca rompía. Nunca. Era más fácil de esa manera. Sin nombres, ni teléfonos, ni direcciones. Pero había roto todas las reglas esa noche. Sólo que ella no había sido la única escabulléndose de la cama de alguien y escapando en la oscuridad de la madrugada. Se sorprendió de lo mucho que le había dolido cuando despertó descubriendo que Lena ya se había ido.

-Jesús!!! Sam ¿Qué pasó con el afro que llegamos a amar?

-Vamos, coño, eso no era afro.

***

Lena sabía lo que iba a encontrar, incluso antes de que las puertas del ascensor se abrieran. Sam estaría inclinado hacia atrás en su silla, mirando a Yulia con ojos molestos...y preocupados...mientras tiraba pedazos de papeles arrugados en el bote de basura. Dima estaría leyendo las noticias en línea, con la barbilla apoyada en su mano tratando de ahogar un bostezo. Realmente no estaría leyendo el diario, lo sabía. Estaría reviviendo la noche pasada con su ex. Y Yulia tendría su cabeza sobre el escritorio, con los ojos cerrados. Si era una mala mañana, todavía tendría puesta sus gafas de sol.

Hizo una pausa antes de bajar del ascensor, su mirada pasó rápidamente por la habitación. Silenciosamente reconoció que sus suposiciones eran correctas.

Tomando una respiración profunda, caminó hacia delante, sonriéndole a Sam antes de entregarle un café.

-Bonita cabeza - dijo con una sonrisa. Dima tomó su café antes de que ella pudiese ofrecérselo, entonces miró la bolsa que la pelirroja sostenía -Salchichas y tortillas - dijo ella, entregándole una.

-Eres la mejor. Gracias.

Le arrojó una a Sam y luego se acercó a Yulia, quien todavía tenía que levantar su cabeza. Colocó el café y el desayuno al lado de ella, sacudiendo lentamente la cabeza.

-Realmente, realmente necesitas una ducha, Yul -, dijo en voz baja.

-Lo sé - murmuró ella. Lena negó con su cabeza nuevamente, preguntándose por qué la ojiazul se ponía a sí misma a pasar por esto.

¿No podría estar satisfecha con una noche a solas? ¿Quizás con una botella de vino, tal vez un baño caliente con burbujas? ¿Siempre tenía que espantar las imágenes con sexo?

Se permitió una breve mirada al pasado, esa noche en la que había sido ella la que Yulia había envuelto. Contra su mejor juicio, Lena había cedido a sus deseos, un error provocado por el incesante coqueteo de Yulia, demasiados tragos de tequila y su propia necesidad de escapar del trabajo por unas horas. Aunque se había arrepentido de su decisión la mañana siguiente, todavía seguía siendo una noche que era incapaz de olvidar.

***

Dima vio cómo su pareja miraba a Yulia. Echó un vistazo a Sam con las cejas levantadas cuando Lena negó con su cabeza por tercera vez antes de tomar asiento en su propio escritorio ordenado. Dima comió su desayuno en silencio, al igual que los demás. Finalmente, Yulia se levantó...aunque lentamente... agarró su café y tortilla. Se quedó mirando a Elena.

-Voy a ducharme - dijo mientras se dirigía lentamente hacia afuera.

-Bien ¿Por qué no tomas dos? - dijo Lena en voz alta, arrastrando la silla fuera de su escritorio y yendo hacia la dirección opuesta de la pelinegra.

-Demonios ¿Qué pasa con ellas? - preguntó el castaño. Sam arrugó la envoltura de su desayuno y la lanzó en un tiro perfecto hacia el bote de basura.

-No lo sé. Han actuado extraño desde hace varios meses - Dima se inclinó hacia delante bajando su voz.

-¿No crees que... ya sabes?

-No, hombre. Vamos... - dijo Sam - ...Lena es Lena. Ella es perfecta. Y Yul...bueno, sabes que la amo, pero tiene algunos problemas - Dima soltó un bufido.

-¿Problemas? ¿Es así como le dices?

-Dale un respiro, joder. Sabes cómo creció.

-Sí, lo sé - Dima se echó hacia atrás nuevamente con un suspiro.

Sí, todos sabían cómo el viejo de la pelinegra la usaba como saco de boxeo cuando era una niña.

Yulia había crecido en el lado descuidado del parque de casas rodantes, en una parte mala de la ciudad, y aunque ella había dejado todo eso atrás, todos sabían que lo cargaba como una astilla en su hombro. Era hermosa como el infierno y podía seleccionar a las mujeres. Pero no era hermosa de la manera perfecta y elegante como lo era Lena. No, Yulia era áspera y turbulenta, con su cabello oscuro cortado en diferentes longitudes, siempre luciendo algo desastroso. Pero incluso él admitía que era un look sexy, con la cantidad justa cayendo sobre esos grandes ojos azules que le hacían desear llegar hasta ella y apartarlos de allí.

Se sacudió a sí mismo. Maldita sea. Era Yulia ¿En qué demonios estaba pensando?




Un saludo inmenso, chicas. De nuevo por acá, con otra atrapante historia... Que espero les guste porque particularmente amo como escribe nuestra escritora GERRI HILL, simplemente fascinante.

Fati20: Mi cielo, siempre fiel y si tardé algo es que no sabía que subir, todas son buenas y me topé con esta que tiene un toque policíaco y de misterio y me decidí.
Corderito_Agron: Me alegro que te guste, y acá tenés el primer capítulo para que todas lo disfruten!!

Capítulo 2:


-Agruparse en equipos, ya! - Yulia apartó el cabello de sus ojos, preguntándose qué tendría Boris para ellos esta vez.

El Agente Especial a cargo les había dado dos días de descanso después de concluir el caso del chico perdido, como lo habían terminado de llamar. Odiaba cuando las víctimas eran niños, lo odiaba aún más cuando el abuso sexual estaba involucrado. Traía a la superficie demasiados de sus propios demonios. Obviamente, no era muy buena manejándolos. Sin embargo, dos días de descanso eran buenos. Una noche de embriagante sexo con una extraña, luego la noche anterior, un merecido descanso en su propia cama. Se sentía humana nuevamente esta mañana.

Siguió a los demás hacia la sala de conferencias, escogiendo su asiento regular entre Sam y Elena. La pelirroja le estaba hablando nuevamente. Eso era una ventaja. Odiaba la tensión entre ellas y sospechaba que Lena lo odiaba también. Pero era lo que hacían.

Cuando Yulia sacaba uno de sus trucos que duraba toda la noche como lo había hecho la última vez, sabía que eso iba a tomarles un par de días para volver a la normalidad.

Echó un vistazo a Elena, contenta de ver que la mirada de desaprobación en sus ojos había desaparecido, la mirada de desaprobación que a veces rayaba en decepción. Esa mirada la hería profundamente. Sonrió con vacilación, consiguiendo otra a cambio.

-Nos dieron una asignación bastante interesante - dijo Boris - Pónganse cómodos. Esto tomará un tiempo.

El monitor de gran tamaño ubicado en la pared cercana vino a la vida, apareciendo lo que parecía ser una vista aérea de una pequeña comunidad. Un puñado de edificios casi escondido por un bosque de árboles altos. Él deslizó una carpeta de archivos a cada uno de ellos.

-Lo llamamos el Complejo Hoganville - dijo él -La población estimada es de cincuenta, más o menos. Digo estimada porque no es una ciudad. Ni siquiera es una comunidad no incorporada. Por cierto, Hoganville es simplemente un nombre informal. No es realmente el nombre del pueblo - a continuación sacó un mapa en la pantalla - Se encuentra ubicado entre el Bosque Nacional de Angelina y el Bosque Nacional de Sabine en el lejano condado. El lago Rayburn está aquí... - dijo señalando - ...y la frontera con la ciudad está aquí, en medio de Toledo Bend Lake.

-¿Desapariciones? - preguntó Dima mientras examinaba la primera página de la carpeta.

-Muchas de ellas - dijo Boris - Vamos a revisar algunos antecedentes. Esta investigación se inició originalmente hace ocho meses. El Senador Shapovalov tiene interés en esto. Su hija ha estado desaparecida durante nueve meses. Estudiante de la universidad. Estaba conduciendo desde la ciudad limitante de regreso a Odivlad el pasado octubre. Sola. La última comunicación que él tuvo con ella fue aquí... - dijo él señalando el mapa - ...en Leesville.

-Parece que está muy lejos de una carretera importante - dijo Yul - ¿Es un caso de un GPS desviándola de su camino? - Él se encogió de hombros.
-¿Quién sabe? Su vehículo fue encontrado aquí en Derider - dijo él - En perfecto estado.

-Si la última comunicación fue desde Leesville ¿por qué está Hoganville en cuestionamiento? - preguntó Lena.

-Hoganville es uno de los tres en investigación. Un equipo está concentrando esfuerzos en Baton Rouge y la Universidad Estatal, que en la superficie, parece ser el lugar lógico. Otro está sobre las idas y venidas del senador en Odivlad y Peklinks, tratando de determinar si tiene motivación política o no. Hoganville es una idea de último momento, creo, principalmente debido a su rareza.

-¿Rareza? - Sam arrojó su bolígrafo hacia abajo.

-En otras palabras, sacamos el palo corto.

-Me temo que sí. Levantó una señal de alerta, es todo - Yulia estaba lista para empujar el archivo, perdiendo rápidamente el interés.

-¿Así que estamos igual que el equipo de la secundaria? ¿Los chicos grandes obtienen Odivlad , Peklinks y Baton Rouge?

-Miren, tomamos la asignación que se nos da y hacemos nuestro trabajo. Ahora échenle un vistazo al archivo. Es realmente fascinante la lectura - dijo Boris - Creo que podría haber algo aquí. Cuando el equipo estaba investigando la desaparición de Shapovalov, en realidad se tropezaron con una avalancha de ellas. Ninguna parecía tener vinculación o parecía tener un patrón, tan sólo desapariciones aleatorias. Descubrieron que había habido desapariciones

Documentadas desde 1939. Las desapariciones son de la variedad de vagabundos, desempleados que estaban viajando y buscando trabajo, estudiantes universitarios, autoestopistas, vendedores ambulantes regresando de su día de trabajo o 9 gentes de paso. Como el joven Shapovalov. En los casos más recientes, de los últimos veinte años más o menos, la mayoría de las desapariciones implicaban mujeres, en su mayoría jóvenes, siempre viajando solas.

-¿Y ninguno ha sido encontrado? - preguntó Dima - ¿Los cuerpos?

-Ninguno. Ni un rastro. En algunos casos, el vehículo tampoco fue encontrado. Como he dicho, lean el archivo. Es interesante.

-¿Es esto real? - preguntó Sam mientras hojeaba las páginas - ¿Un complejo familiar que en un tiempo fue de más de tres centenares de personas?

-¿Qué pasa con esta escuela? - preguntó Lena.

-Eso es parte de lo interesante. Escuela Hogan para niñas - dijo él - Es una institución privada creada hace treinta y un años con una subvención federal. Tomaron el nombre de Hogan porque fue donde la propiedad fue construida.

-Una casa para niñas con problemas - dijo Yul leyendo la breve descripción de la escuela.

-Sí. Niñas que habían sido expulsadas de la escuela pública, niñas que de otro modo quizás se dirigirían a las juveniles. Esta es una alternativa. Es costosa. Pero también subvencionada por el gobierno federal.

-¿Qué tiene que ver la escuela con todo esto? - preguntó Dima.

-La escuela es la única entidad de afuera. Y es totalmente independiente de Hoganville. Está situada a unos tres kilómetros de distancia, en el medio de la nada. Fue construida en una propiedad vendida por los Hogan. En los últimos treinta y un años, han perdido a seis chicas. Ninguna en los últimos diez años y podemos atribuirlo a una mejora en la seguridad.

-¿Entonces qué? ¿Asesino en serie?

-Creo que es peor que un asesino en serie, si estamos hablando de más de setenta, ochenta años de consideración - dijo Yul.

-Exactamente - dijo Boris - Por desgracia, podría ser cualquier número de cosas. Por lo tanto, lo que hemos hecho es sustituir al director de la escuela con un agente. Un burócrata, pero no obstante un agente. Él ha estado allí por casi siete meses, conociendo a la comunidad, recopilando información. Él sugiere que infiltremos a dos Agentes - los miró uno a uno - Una pareja.

-¿Una pareja? - Yul miró a Sam y a Dima y sacudió su cabeza.

-Oh, no. De ninguna manera voy a pretender ser pareja de uno de estos sujetos - Boris sonrió rápidamente.

-Esa no es exactamente el tipo de pareja que quise decir - dijo él - Es una escuela para niñas. La mayoría de los profesores son mujeres. De hecho, todos menos dos, en realidad.

-¿Y? - Echó un vistazo hacia Lena. Las cejas de la pelirroja se dispararon hasta su flequillo.

-¿Una pareja? ¿Nosotras? - preguntó ella, señalando hacia Yul.

-Basados en lo que Marcus nos ha dicho... el agente que se está haciendo pasar por director...es la mejor decisión para actuar, si queremos encajar.

-¿Qué quieres decir? - preguntó Yul - ¿Qué clase de pareja?

-¿De qué clase piensas, Yulia? Una pareja. Una pareja de lesbianas - dijo él. Ella arqueó una ceja.

-¿En serio?

-En serio. Marcus dijo que hay ocho parejas de lesbianas en el personal. Él piensa que es la mejor manera para que infiltremos un equipo y así podamos encajar.

-¿Ocho parejas? - Yul miró hacia Lena - Eso es bastante alto, ¿no es así? - Lena se encogió de hombros.

-Es una escuela para niñas. Es lógico que los maestros sean mujeres.

-Dios ¿pueden imaginar el drama? ¿Quién se acuesta con quién? ¿Quién está engañando? ¿Quién está luchando? - Lena se echó a reír.

-Encajarás perfectamente.

-¿Damas? Permanezcamos en la tarea, por favor - Boris les entregó a las dos otra hoja de papel - Esta será su historia. Memorícenla.

Ella y Lena la revisaron rápidamente. Lena fue la primera en hablar.

-¿Seis meses? ¿Debemos estar juntas seis meses?

-¿Qué hay de malo en eso? - Yul se echó a reír - A los seis meses, todavía están follando como conejos - Todos se rieron, incluso Elena, quien respondió lanzándole su bolígrafo. Yulia siguió leyendo, sonriendo - Oh, genial. Me dieron el rol de ser una policía del campus.

-¿Profesora de gimnasia? - Lena gimió - ¿En serio? ¿Una profesora de gimnasia?

-Mira, no escribí esto, ¿está bien? - dijo Boris -Sólo lo estoy pasando para que lean. Aguántenselo - Lena arrojó el papel sobre la mesa.

-Está bien ¿Simplemente que significa todo esto? Somos una pareja ¿Cuál es el plan?

-El plan es infiltrar a los profesores y con suerte en la comunidad.

-¿Dónde vamos a quedarnos?

-La vivienda es proporcionada por la escuela. Son severos como una prisión - dijo Boris - La escuela está protegida con una valla alta y una entrada bloqueada. Recuerden, el lugar es como una detención de menores. Un guardia de seguridad opera la puerta en todo momento. Los dormitorios para estudiantes, cabañas o chalé para el personal. Todos los profesores viven en el campus. Los únicos lugareños que trabajan allí son los de limpieza y el personal de la cafetería es a tiempo parcial. Menos de doscientas estudiantes, más o menos treinta del personal. Dieciséis maestros. Su objetivo es infiltrarse en el personal principal... dos de las cuales son locales. Fiona Hogan, profesora de ciencias. Y Gretchen Hogan, enfermera.

-¿Así que también vamos a vivir en el campus?

-Sí. Como he dicho, van como pareja. Esto no va a ser así por así, damas. Es probable que se queden varios meses más - Yul miró a Lena, viendo la mirada afligida en su rostro.

-¿Meses?

-Como verás allí en el archivo, se han documentado casos a través de los años, muy aleatorio. Los registros más recientes son más precisos, en cuanto a dónde fue vista la víctima por última vez y sucesivamente. Los registros anteriores son sólo especulaciones. Las víctimas no son necesariamente de esta zona. De hecho, rara vez lo son - subió otro archivo en el monitor - Se trata de Esther Hogan. Descendiente de los Hogan originales que fundaron la ciudad. Marcus nos dijo que es la matriarca.

-¿Edad?

-No tenemos ni idea. Es una comunidad muy cerrada. Todo lo que tenemos son especulaciones. Tomó meses conseguir lo que tenemos - miró uno a uno - Son muy aislados. No se aventuran a salir muy a menudo. Ni para la iglesia los domingos. Y hasta donde sabemos, ni para los funerales.

-¿Qué significa eso?

-No estoy seguro de lo que eso signifique - dijo él.

-Podemos asumir que la gente muere allí. Lo que hacen con los cuerpos es una incógnita.

-Está bien, ahora se está poniendo raro - dijo Dima.

-¿Crees que ahora es cuando se está poniendo raro? - preguntó Sam. Boris sacó otra foto de la comunidad, en el monitor - Todo está básicamente financiado por Esther Hogan. Ellos obtuvieron su fortuna original talando la madera en los años 1900. Adquirieron cientos de miles de acres. Es una de las razones por las que han sido capaces de permanecer aislados. Es difícil saber si otras familias podrían haberse trasladado a la comunidad, pero a juzgar por la edad de las casas, diría que han sido cuarenta o cincuenta años, tal vez más.

-¿Qué pasa con los servicios públicos? - preguntó Yul.

-Están más o menos fuera de la red. Tienen un sistema de agua comunitario. Básicamente, es un gran pozo y cisterna que alimenta todas las casas. Nuevamente, construído a expensas de la familia original Hogan. Es considerado como un pozo de agua privada, de manera que no hay inspección estatal. No hay evidencia de líneas telefónicas. Supongo, pero no lo sé a ciencia cierta, que algunos tendrán teléfonos celulares. Marcus dice que no hay antenas de televisión y no hay antenas parabólicas. Hay generadores y paneles solares. No hay muchos coches. Como he dicho, más o menos aislado.

-Así que... ¿estamos buscando aquí algo así como en la película de las mujeres perfectas? - preguntó Lena.

-No estamos seguros de lo que estamos buscando - dijo él - Como he dicho, en la superficie, las cosas parecen perfectamente normales. Cavas un poco y te encuentras con todo esto. No hay registros de nacimiento, actas de matrimonio, no hay ningún registro de muertes.

-Pero ¿qué evidencia hay para vincular a esta comunidad con las desapariciones? - preguntó Sam.

-Ninguna. No hay pruebas - Todos lo miraron inquisitivamente. Él se encogió de hombros - Es todo lo que tenemos. Se levantaron las señales de alarma porque, francamente, es demasiado similar a lo que David Koresh creó en Waco - Lena se reclinó en su silla, haciendo girar un bolígrafo entre sus dedos.

-¿Evidencias de armas de fuego?

-No.

-Pensé que se trataban de familias, no de sectas religiosas - dijo Yul. Boris se encogió de hombros.

-No lo sabemos. Su trabajo consiste en averiguarlo. Una vez más, no hay evidencias que vinculen Hoganville a las desapariciones. Esto es simplemente una medida de precaución.

-Bueno, esto va a ser muy divertido - dijo Lena secamente.

Yulia asintió. Odiaba casos como este. Precaución. En otras palabras, matar el tiempo. Echó un vistazo hacia Elena , preguntándose cómo había tomado la cosa de la 'pareja'. Esa parte iba a ser incómoda como el infierno.

-Está bien, eso es todo lo que tengo. Lean el archivo. Sam, tú y Dima se quedarán aquí en la ciudad. Su trabajo es investigar. Estoy seguro que después de que Yulia y Lena lleguen allí, van a tener un montón de preguntas. Su trabajo consiste en encontrar las respuestas.

-Bien por mí - dijo Sam - No tengo ningún deseo de ir a los bosques - Él miró a las dos chicas.

-La cabaña donde van a quedarse está amueblada. Marcus me ha dado una lista del inventario así que si hay algo sin lo que puedan vivir, llévenlo ustedes mismas. Esa lista se encuentra en el archivo. Parten en cinco días.

Boris los dejó solos y Yulia pudo sentir la tensión en el ambiente. Los chicos estaban mirando entre ella y Elena. Se preguntaba lo que estaban esperando. Por lo tanto, hizo lo que normalmente hacía con ellos. Regresar al flirteo.

-Entonces... - dijo ella moviendo las cejas burlonamente hacia Lena.

-¿Deberíamos practicar el beso o algo así? - la ojiverde rodó los ojos.

-En tus sueños, tigre.

-Oh sí, bebé - dijo en voz alta detrás de ella, mirando el trasero de la pelirroja mientras se retiraba - Sin duda has estado allí - Yul sonrió a los chicos - Mi día de suerte, ¿huh?

-Claro que sí - dijo Dima.

-Hombre, me gustaría cambiar de lugar contigo en un instante - Yul enarcó las cejas - ¿Qué? Sólo estoy diciendo, que Lena es increíblemente caliente. Puede que sea mi pareja, pero aún así sigue siendo increíblemente caliente - Yul rodó los ojos. Pero Sam vino a su rescate.

-Lena es la afortunada, coño. Estará con mi pareja, Yul. Ahora, esto si se pondrá caliente - dijo dramáticamente, haciendo un gesto hacia ella - Yulia Volkova la mujer con abdominales de acero.

Yul se puso de pie y tiró de su camisa fuera de sus jeans en el momento justo, mostrando su estómago, provocando silbidos de ambos hombres.

-Guau - dijo Dima extendiendo la mano para tocarla, pero la morena le dio una palmada en la mano. Él levantó la mirada tímidamente - Bien, entonces, sí, eso también es caliente. Quiero decir, si te gustan ese tipo de cosas.

-Sí, claro - dijo ella - A las chicas les encanta.

-A las chicas les encanta ¿qué?

Todos se volvieron, encontrando a Lena de pie en la puerta. Yul se bajó rápidamente la camisa, pero no sin antes ver los ojos de la pelirroja pegados a su piel expuesta. No sabía por qué se ruborizó ante la mirada de Katina, pero estaba completamente rojo. La expresión de Lena cambió a una de aburrimiento mientras se alejaba.

Capítulo 3:

Lena empacaba metódicamente su ropa, mientras que sus pensamientos no estaban en el papel inminente que debía recrear como profesora de gimnasia en aquella misión. Más bien, estaba repitiéndose, escena por escena, esa noche de hace seis meses atrás.

No había tenido ningún tipo de interés romántico en Yulia Volkova, por supuesto. Ninguno en absoluto. Sí, Yulia era atractiva, de eso estaba segura. Si algún día la pelinegra interpretara un papel en alguna película, de seguro hacía la versión femenina perfecta de James Dean. Tenía la cantidad justa de encanto desenfadado, la suficiente como para una rebelde con actitud de chico malo. Además, tenía una melancolía latente como si fuera un arte.

Hizo una pausa en su tarea, con un suspiro mientras miraba hacia la nada.

Sí, Yulia era muy atractiva, pero la morena definitivamente no era su tipo. Definitivamente. Lo cual la llevaba nuevamente a la noche en que se habían liado. ¿Qué diablos le había poseído para seguir a Yulia a su apartamento? ¿Habría sido el coqueteo mezclado con el tequila? ¿O qué también quería olvidar el caso que acababan de concluir? ¿O había sido impulsado por el aspecto necesitado, casi desesperado en los ojos de la pelinegra? Tal vez una combinación de todas esas cosas, pero aún podía ver esa mirada encantadora en el rostro de Volkova.

La invasión de una casa se había convertido en una situación de rehenes. De esos que ocurrían en la televisión y que lo hacían muy bien. Un esposo y una esposa, dos hijos ... todos muertos al final del día. Los había atado, amordazado y rociado con gasolina. El fuego los había consumido rápidamente y había sido una escena horrible. Cuando involucraba niños, a Yulia siempre se le hacía más difícil. Sabía que la pelinegra había sido abusada de niña, pero no sabía los detalles, sólo retazos que había recogido en los últimos tres años. Ella y Yulia no eran realmente amigas y nunca pensó que le correspondería hacer preguntas al respecto. Pero esa noche, por alguna razón, había seguido a Yulia a un bar. Había mantenido su distancia, mirándola desde lejos como la morena hacía sus rondas. Obviamente, conocía un buen número de mujeres allí. Se preguntaba con cuántas de ellas se había acostado. Entonces sus ojos se encontraron.

Lena había clavado sus ojos en el suelo mientras Yulia se paseaba en su distintiva manera de caminar, con una mirada sexy y pícara en su rostro. "Agente Especial Katina, esto es un poco bajo para usted ¿no es así? ¿No deberías estar en algún bar de alto nivel bebiendo Martini?"

Lena sonrió ante el recuerdo.

Había sido la primera y única vez que había puesto un pie en ese bar. Su vino había sido reemplazado rápidamente con un chupito de tequila y Yulia arrastró una silla cerca de ella, con sus ojos brillando mientras le coqueteaba descaradamente. Era un juego que le gustaba muy bien hacer. Samir y Dima ahora esperaban eso mismo de ellas. Sólo que esa noche, Samir y Dima no estaban en ninguna parte poder verlas.

Y entonces, se metieron en sus papeles, avanzando más allá del coqueteo verbal cuando Yulia la había tocado con audacia, moviendo sus manos a propósito entre sus muslos. Lena se había sorprendido por la bravuconería de la morena, pero estaba más sorprendida por su propia reacción. En lugar de alejar a Yulia, consciente que había cruzado la línea, separó los muslos tentadoramente, sintiéndose emocionada cuando las manos se movieron más arriba. Estaba sorprendida por lo excitada que estaba. Sorprendida por que no había querido que esas manos se detuvieran. Fue entonces, cuando mirando a los ojos de Yulia que lo descubrió ... una desesperada necesidad por contacto, de intimidad física. Se dijo a sí misma que se detuviera, que se levantara y saliera corriendo. Y rápido. Pero no pudo apartar la mirada ... no pudo alejarse ... ni siquiera cuando Yulia se inclinó acercándose más, rozando juguetonamente sus labios con su boca. En cambio, giró su cabeza, encontrando a Yulia y su primer beso tentativo que se profundizó rápidamente, abriendo su boca, permitiendo la entrada de la lengua de la morena.

El resto de los recuerdos estaban completamente borrosos. Las manos de Yulia finalizaron su trayecto entre sus muslos, hacia la humedad que no pudo esconder de ella, escuchó un suave gemido ... el suyo ... mientras los dedos de Yulia frotaban contra la costura de sus jeans, presionando íntimamente contra ella. Entonces se levantaron y caminaron con sus manos unidas, apresurándose hacia afuera del lugar.

Había estado como en un trance cuando escuchaba a Yulia dar las instrucciones hacia su apartamento, sorprendida de encontrarse a sí misma siguiendola, demasiado excitada para salir de su estupor. No hablaron. Ni una palabra.

Yulia cerró la puerta detrás de ella y luego la aprisionó contra la misma, sus manos trabajaban rápidamente en los jeans que Lena llevaba. Aturdida ... temblorosa ... Lena se encontró a sí misma ayudando a Yulia a desvestirse, se encontró a sí misma agarrando la mano de Yulia y colocándola dentro de sus bragas, ahora la desesperada necesidad era de ella, no de la pelinegra. Apenas registró los dedos de la morena en ella, dentro de ella y su orgasmo fue duro y rápido, mordiendo el hombro de la ojiazul para no gritar. Luego Yulia la llevó a su dormitorio, cerrando la puerta al mundo mientras caían juntas en la cama ¿Cuántas horas estuvieron allí? No lo supo. El sueño llegaba de manera intermitente, el sexo entre ellas fue emocionante y agotador, electrizante y estimulador, todo al mismo tiempo.

Al despertar, consiente de dónde estaba, se deslizó fuera de los brazos de Yulia y de la cama, recogiendo su ropa tranquilamente mientras la morena aún dormía. No le serviría de nada estar allí cuando Yulia despertara ¿Qué dirían? ¿Cómo podría explicarlo?

Manejó a casa, una vez más, sintiendo como si estuviese en una niebla de pensamientos confusos, pocos claros. Y durante la próxima semana, tal vez dos, ella y la ojiazul se evitarían la una a la otra, hablando sólo cuando fuera necesario.

Si los chicos se dieron cuenta ... que seguro lo habían hecho ... nunca lo mencionaron. Luego, otro caso surgió, dándoles algo en qué concentrarse y poco a poco, ella y Yulia volvieron a lo que estaban acostumbradas. El coqueteo ligero entre cervezas con los chicos mirándolas, las burlas, los insultos. Las cosas volvieron a la normalidad. Ni una sola vez en los últimos seis meses mencionaron la noche que habían pasado juntas.

La verdad era que nunca había estado ni una vez a solas. Por elección o coincidencia, no estaba segura. Ahora, se dirigirían hacia Hoganville ... solas. Como pareja. Pretendiendo que eran amantes.




Bien día... Creo que podré subir otro capítulo, luego...

Capítulo 4:

-Están actuando muy extraño - susurró Dima -Desearía que le preguntaras a Yul lo que está pasando - Samir miró a Lena y a Yul mientras se dirigían hacia la oficina de Boris para su última reunión.

-Si estás tan interesado por saber ¿por qué no se lo preguntas?

-Ella es tu pareja.

Samir se frotó la cabeza distraídamente, aún no estaba acostumbrado a la suavidad de la misma.

-Entonces pregúntale a Lena - dijo él.

-No le preguntas a Lena cosas como esas. Ella es ... bueno, reservada.

-¿Reservada? El hecho de que su familia tenga más dinero que Dios no significa que sea reservada - dijo él.

-Has sido su compañero durante cuatro años, carajo.

-Ella no es como nosotros. No puedes simplemente preguntarle cosas como esas.

-Bueno, entonces ¿qué crees que está pasando con ellas dos? - Samir tenía sus sospechas, pero nunca se las dijo en voz alta a Dima.

Hacía tiempo que sospechaba que, como ellos, Yul tenía su propio enamoramiento con la hermosa Lena Katina. Y en la mente de Yulia, ella no se acercaba ni un poco al status de la pelirroja. Lena había crecido en una mansión, Yulia en una casa móvil. Quizás la morena temía que se descubriese ... su pequeño enamoramiento ... ahora que tenían que hacer el papel de una pareja de lesbianas.

Por supuesto, eso no explicaba las acciones de Lena. Las dos mujeres habían estado evitandose descaradamente entre sí desde que Boris les había asignado la misión cuatro días atrás.

-Creo que hay suficiente tensión sexual entre ellas, que tienen miedo de esta misión, eso es lo que pienso - dijo Dima.

-¿Sí? ¿Eso es lo que piensas?

-¿Por la manera en que coquetean entre sí cuando salimos? Sí, eso no puede ser sólo por exhibición.

-Yo creo que sí. Sólo juegan. Nunca las hemos visto a solas ¿no es así?

-Eso no quiere decir nada.

-Nunca las has visto aquí solas - dijo señalando hacia sus escritorios - Nunca van juntas al baño. Nunca van por café al mismo tiempo. Nunca hablan entre ellas para verse fuera del trabajo. Ni almuerzos, ni cenas. Nada. De hecho, las únicas conversaciones que están relacionadas entre si son con el trabajo.

-Excepto cuando salimos a tomar cervezas - dijo Dima.

-Sí. Así que, ya que salen mañana ...

-... deberíamos tener una noche de cerveza - terminó Dima por él con una sonrisa.

-Sí, tal vez una noche de fiesta puede traerlas de vuelta a la normalidad.

***

Era curioso como algunos bares terminan convirtiéndose en bares de policías. Este no era diferente. No se encontraba tan cerca del departamento de policía. Tampoco estaba muy cerca de la oficina del sheriff. Y se ubicaba a unas buenas diez cuadras del edificio donde estaban las oficinas de la KGB.

Sin embargo, Samir suponía que el noventa por ciento de los clientes eran policías. Una barra envolvente era la atracción principal y donde normalmente se reunían. La parte frontal del bar contaba con mesas altas y redondas ... donde eligieron esta noche ... y la pared lateral contenía una hilera de mesas reservadas. Cinco televisores grandes estaban espaciados por los alrededores, dándole al lugar un ambiente tipo bar deportivo. La única comida que servían eran hamburguesas y papas fritas o alitas de pollo picantes, nada más, sin embargo, el lugar estaba lleno casi todas las noches de la semana. Por encima del ruido de la multitud, se podía escuchar el golpeteo de las bolas de billar desde las tres mesas ubicadas en la parte de atrás del bar.

-Vaya, ustedes se van a volver locas después de unos meses juntas - dijo Dima mientras chocaba su botella de cerveza con la de Yul.

-Más que locas - murmuró Lena.

-Habla por ti - contrarrestó la morena. Lena puso los codos sobre la mesa y apoyó la barbilla en sus manos.

-No roncas, ¿verdad?

Samir escuchaba atento, sus miradas eran intensas y en realidad veía como Yul mantenía la boca cerrada, conteniendo las palabras que estaban a punto de liberarse. En vez de eso, se acercó aún más, bajando su mirada hacia los labios de Lena. Samir miraba con fascinación el intercambio entre ellas.

-Bebé, te tendré tan cansada y saciada, que no estarás despierta el tiempo suficiente como para saber si ronco o no - Samir vio el leve fantasma de una sonrisa cruzar el rostro de Lena.

-¿Qué te hace pensar que no serás tú la saciada?- Dima se inclinó más cerca de Samir.

-¿Qué quieren decir con saciada? - Susurró.

-¿En serio, hombre? - La ojiverde le sonrió cariñosamente a Dima, alejando finalmente su mirada de Yul.

-Déjenme comprar la siguiente ronda.

No era su turno, pero nadie se quejó. Así como nadie se quejaba cuando ordenaba la cena para todos cuando trabajaban hasta tarde. O cuando llevaba el desayuno o el café. Ella era realmente generosa y no esperaba nada a cambio.

Como le había dicho a Dima, sólo porque ella tenía más dinero que el resto, no significaba que no era una de ellos. Lo era. Sólo que se vestía mejor y conducía un coche más caro.

-¿Estás nerviosa? - preguntó Dima.

Samir notó que las bromas se terminaron y fue sorprendido por la pregunta de su amigo. Y estuvo aún más sorprendido por la respuesta de Lena.

-Aterrorizada - Dima, como de costumbre, no era consciente de la tensión subyacente.

-Vas a estar bien - dijo - Suena como un lugar loco, sí, pero aún siguen siendo personas.

Lena y Yulia intercambiaron sonrisas sinceras, Samir podría jurar que era la primera vez que había sido testigo de algo así entre ellas.

-Sí, estoy segura que estaremos bien - dijo la pelirroja - Sin embargo, voy a extrañarlos chicos. Va a ser raro no verlos todos los días.

-Sólo estaremos a una llamada de distancia - dijo Samir - Recuerden que somos sus investigadores - Un silencio inusual siguió hasta que Dima ... sintiéndose aparentemente valiente después de tres cervezas ... hiciera la pregunta que le había estado molestando toda la semana.

-¿Está todo bien entre ustedes dos? - Lena y Yulia se miraron la una a la otra, luego alejaron las miradas.

-Sí, por supuesto - contestó Lena - ¿Por qué?

-Sólo que han estado actuando un poco extraño. Como si se estuviesen evitando la una a la otra.

Él esperaba que protestaran, Yul al menos, pero ninguna refutó las palabras de Dima. Parecía como si no pudiesen encontrar una buena mentira.

-Bueno, ¿cómo te sentirías si Samir y tú tuviesen que ir de incógnito como una pareja? - Preguntó Yulia.

-Es un poco desconcertante - Dijo Samir.

-Sí, pero ustedes son gay ¿Cuál es el problema?- Refutó Dima. Lena lo miró fijamente, con sus ojos verdes entrecerrados.

-¿Por qué supones que soy gay? - Dima tragó.

-Bueno, nunca hablas de chicos. Como en citas.

-¿Hablo sobre chicas y citas?

-No. En realidad, no hablas de tu vida personal - Su mirada finalmente se suavizó.

-Cierto. Y vamos a mantenerlo de esa manera. Ahora, de vuelta a tu punto, fingir que estás enamorada de alguien, alguien con quien trabajas, es un poco desconcertante. Yulia y yo, aunque considero que somos compañeras de trabajo, realmente no nos conocemos bien del todo - dijo - Así que ser liadas de repente, teniendo que fingir que estamos en una relación, nos está poniendo un poco nerviosas - miró a Yul - ¿Cierto?

-Sí. Definitivamente - Yulia bebió su cerveza y deslizó la botella vacía hacia el centro de la mesa donde las otras botellas habían aterrizado - No sólo eso, sino que tenemos que vivir juntas.

Samir pudo ver las ruedas girando en la cabeza de Dima.

-¿Dormir juntas?

-Compartir una cama - corrigió Lena rápidamente - Boris nos informó que nuestra cabaña tenía un lindo dormitorio y un baño. Muy íntimo - dijo ella.

-Me vas a poner los nervios de punta - murmuró Yulia.

-¿Yo?

-Sí. Eres una maniática del orden - dijo la morena.

-Sí, ¿y qué?

-¿Y qué? ¿Se puede decir que tienes un TOC? -Lena la miró - ¿Trastorno obsesivo-compulsivo? ¿En serio? - Yulia sonrió - Dime que todo en tu escritorio no tiene un código de colores, o un orden alfabético. Probablemente eres una de esas personas que rotan su ropa interior, toallas y otras cosas para no utilizarlas fuera del orden - arqueó sus cejas - ¿Me equivoco?

Lena se sonrojó, Samir no pudo contener su risa.

-Está bien, así que tal vez tengo un toque de eso - concedió - Dudo que vivir contigo sea un lecho de rosas.

-Bebé, trataré de hacerlo placentero ... y satisfactorio para ti tanto como me sea posible - Lena se inclinó de nuevo hacia delante.

-Loba, no creo que puedas manejarme - Las cejas de Yul se elevaron.

-¿Ah, sí? ¿Es eso un reto?

-No. Sólo un hecho - Samir y Dima intercambiaron miradas nuevamente, sorprendidos de lo rápido que las dos regresaban nuevamente al coqueteo.

-Bueno, supongo que tendremos unos meses para ver si eso es cierto o no. Creo que voy a romperte.

-Vamos a ver quién rompe quién - Len casi ronroneó.

Capítulo 5:

-¿Estás segura que no estás perdida? - Yul giró a verla.

-Por el hecho de que tenemos un GPS y no está recalculando, sé dónde estoy.

Lena la miró con ojos dudosos pero no dijo nada. Yul mantenía la mirada en el camino, el bosque casi tragándose la carretera a ambos lados. Lucia atractivo desde la comodidad del aire acondicionado dentro del automóvil, pero sabía que afuera estaba caliente y húmedo.

Todavía era principios de junio, pero la temperatura había estado subiendo constantemente por encima de los 40 grados. Los altos pinos y robles estaban casi inmóviles, sin brisa que penetrara entre ellos. Por el rabillo del ojo veía a Lena, quien estaba una vez más leyendo los archivos en la elegante portátil que tenía. Notebook, se corrigió mentalmente. Bueno, al menos tenía algo que la mantenía ocupada.

Su conversación hasta el momento había sido rebuscada y casi inexistente. Este había sido un viaje largo y agotador. Estresante, porque sabía que eventualmente tendrían que hablar. Y con el tiempo, surgiría. Esa noche. Tenía que surgir. Y no quería hablar de ello. No, en absoluto. Inusual para ella, pero era quien había despertado sola en su propia cama. Sola, pero completamente saciada. No había dormido tan bien en años. Por supuesto, era algo que no iba a admitirle a Lena, en caso de que hablaran esa noche. Todavía la pasaba mal devanándose el cerebro con el hecho de que habían dormido juntas. No sólo dormido juntas, sino que habían pasado horas complaciéndose la una a la otra. Lena no era para nada su tipo. Era demasiado bonita, demasiado elegante, demasiado inteligente, demasiado ... demasiado todo.

Miró rápidamente hacia ella, con miedo de que Lena pudiese leer su mente y ver la dirección de sus pensamientos, pero la pelirroja parecía absorta en su lectura. Apretó el volante con más fuerza mientras las imágenes pasaban por su mente ...

Lena acostada desnuda sobre su cama, con sus piernas abiertas para ella, el rostro de la ojiverde transformado por el placer, con su boca ligeramente abierta, sus caderas saltando violentamente con otro orgasmo. Otro recuerdo era la mano de Lena separando sus muslos, sus dedos llenándola, la boca en su pecho. Luego la boca de Lena moviéndose hacia abajo, apoderándose de ella con un hambre que aún traía escalofríos al cuerpo de Yul.

-¿Qué? - Yul se volteó y parpadeó varias veces.

-¿Qué? - Lena  arqueó una ceja -¿Todo bien? - Yul miró rápidamente hacia la carretera nuevamente, maldiciendo sus pensamientos, orando para que Lena no notara el rubor en su rostro.

-Lo siento. Nada - murmuró ella.

La ojiverde cerró su laptop y suspiró. Yul esperó, sabiendo lo que venía.

-¿Quieres hablar de ello? - ¿Qué clase de pregunta loca era esa? Negó con la cabeza.

-No - Lena suspiró nuevamente.

-¿Seremos capaces de hacer esto?

Por primera vez, Yul escuchó ... y comprendió ... el temor en la voz de Lena. Se dio cuenta que ella no era la única que luchaba con los demonios de esa noche.

¿En primer lugar cuán fuera de lugar era para que Lena acabara no sólo en un bar de lesbianas, sino permitirle a Yulia todo lo que hizo? Había jugueteado con ella, coqueteado como si siempre lo habían hecho. Sin embargo, eso había sido diferente. Tal vez porque habían estado a solas, sin los chicos, pero el coqueteo se convirtió en realidad. Al menos para ella había sido así. Y había tomado suficiente alcohol para inundar su buen sentido. Recordaba lo audaz que se había sentido cuando deslizaba sus manos por los muslos de Elena, recordaba la mirada en los ojos de Elena mientras la tocaba.

Y Dios, recordaba lo mojada que había estado. Tan mojada que lo había podido sentir a través de los vaqueros de la pelirroja. Lo que vino después fue inevitable. Y era algo que Lena no hacía. Encuentros de una noche. No, esa era la especialidad de Yulia, no de Elena.

Aunque aquella mañana, cuando había encontrado su cama vacía, le pareció que Elena era la experta, no ella.

Y ahora aquí estaban, dirigiéndose hacia Hoganville con ropa y baratijas, cosas que les hicieran lucir como si fuesen una pareja real. Una pareja que había estado junta tan sólo seis meses. Una pareja locamente enamorada ¿Podrían llevarlo a cabo?

-Creo que va a estar bien - dijo ella - Es nuestro trabajo. Las dos hemos estado encubiertas anteriormente. Esto no es diferente.

-Espero que tengas razón.

***

Cuando llegaron, Elena vio como Yulia fácilmente entraba en su personaje, con su brazo colgando por la ventana mientras le sonreía al guardia de seguridad.

-Sip. Nosotras somos las nuevas - dijo ella - No puedo esperar a instalarme.

-Primero tendrán que ver al director. Las oficinas de administración están en el primer piso de Mathis Hall - el guardia le entregó a Yul un mapa - Siga por el Campus rodeando el pequeño lago, aquí - dijo señalando el papel que le había dado - Es el primer edificio. El asta de la bandera está al frente - Yul frunció el ceño.

-Está bien, pero es sábado. ¿Las oficinas de administración están abiertas?

-No por lo general, no. Pero al director le gusta saludar al nuevo personal.

-¿Hay muchas rotaciones? - preguntó la morena. Él se rió y extendió los brazos.

-¿Qué piensa usted? No hay mucho con que entretenerse aquí.

-Lo tengo. Bien, gracias. Supongo que nos veremos por ahí.

-Si - Subió su ventana, dejando afuera el calor de la tarde.

-Bueno, estamos dentro - Lena  asintió.

-Sí. Y estoy de acuerdo con el concepto de recintos de Boris. Este lugar es como una prisión.

-Creo que esa es la intención - dijo Yul - Porque si estas chicas no estuviesen aquí, muchas de ellas podrían estar en los centros de detención juveniles.

-Oh, eso es bonito - dijo al ver el pequeño lago a su izquierda - ¿Crees que permiten que las chicas vengan aquí? - Dijo - Mira. Mesas de picnic.

-No sé cuánta libertad se les permite. Todo el lugar es de quinientos acres. Eso es mucho para cercar como seguridad. No puedo imaginar que las chicas recorran el lugar.

Elena tomó el mapa que Yulia había tirado en el tablero. Ya había descargado el que estaba en el sitio web, pero no lo había estudiado mucho. Sabía que las cabañas para el personal se encontraban lejos de los dormitorios. Eso le llevaba a creer que las chicas tenían algún acceso a los jardines. Sabía por su investigación que algunas de ellas se les permitían tener bicicletas pero no vehículos. En realidad, encontró atractivo el sendero para caminar y la pista de bicicletas, tuvo que recordarse a sí misma que estaba trabajando, no de vacaciones.

El guardia de seguridad debió haber anunciado su llegada. La puerta del edificio administrativo estaba abierta y otro guardia de seguridad estaba esperando.

-Por aquí -, dijo él.

Yulia asintió y luego educadamente permitió que Elena pasara primero. Apenas resistió poner los ojos en blanco mientras recordaba que estaban interpretando roles. Un hombre mayor con el cabello canoso se mantuvo de pie en una puerta, con una sonrisa en su rostro.

***

No sabía qué esperar de las dos agentes que le enviaron. Había supuesto que iban a ser mujeres mayores, pero estas dos parecían estar en sus treinta y pocos años. Encajarían bien con los otros maestros.

-Buenas tardes. Soy el Director Marcus - les tendió la mano y las dos la estrecharon - Veo que lo lograron - dijo él.

-Está, definitivamente, metido en el bosque. Soy Yulia Volkova - dijo la del cabello oscuro -Ella es Elena Katina.

-Encantado de conocerlas. Entren, por favor - él asintió hacia el guardia de seguridad - Gracias, Richard.

-Por supuesto. Cerraré la puerta al salir - Una vez que la puerta estuvo cerrada, Marcus dejó escapar un suspiro.

-Me alegra que por fin estén aquí - dijo - Temía que ellos aún no estuviesen listos para seguir adelante.

-No. Estamos listos para movernos. Simplemente creo que nadie sabe contra quién o qué nos moveremos - dijo Yul.

-Eso es verdad ¿Confío en que ambas hayan revisado mis notas?

-Sí - dijo Lena - Minuciosamente.

-Bueno, como reporté, la comunidad está aislada. También mantiene la escuela aislada de ellas. Por lo que he visto, todo pasa por Esther Hogan. Todo.

-Ella es la ... matriarca, ¿no?

-Sí. También es propietaria de la cafetería. Bueno, supongo que más o menos es dueña de todo. La pequeña tienda de comestibles y la estación de servicio - hizo una seña hacia las sillas de visitantes - Por favor, siéntense - esperó hasta que las dos estuviesen sentadas antes de volver a su puesto detrás del escritorio.

-¿Es bienvenido el personal de la escuela en la cafetería? - Preguntó Yulia.

-No es bienvenido, no. Por lo que sé, creo que nunca ha ido alguien de la escuela allí.

-Usted dijo en sus notas que se trataba de una comunidad de personas mayores - dijo Lena -¿Puede contarnos?

-No he visto a ningún niño. Nunca - se echó hacia atrás en su silla, mirándolas - Ahora, eso no significa que no existan algunos. Diría que la edad de la mayoría de los residentes es superior a cincuenta años, tal vez cerca de los sesenta. No ves personas jóvenes, como de veinte y treinta años.

-Así que la gente se muda y no regresa. Eso no es inusual en una comunidad como esta - dijo Lena - No imagino que haya mucho que mantenga a una persona en este pueblo - Él negó con la cabeza.

-Esa fue mi suposición al principio - dijo - Pero cuanto más tiempo paso aquí, creo que ese no es el caso. No imagino que a alguien se le permita salir sin aprobación.

-¿Aprobación de quién?

-Supongo que de Esther Hogan - Yul se echó a reír.

-Oh, vamos. Nadie puede tener tanto control ¿Quién permitiría eso? Si estás recién salido de la secundaria y quieres ir a la universidad ¿me estás diciendo que tendrían que consultarlo con Esther Hogan?

-No hay una escuela. Todo el mundo es educado en casa de manera informal. De lo que he aprendido, así es como siempre ha sido, mucho antes de que estuviese de moda. Otra cosa son los registros de nacimiento. Oficialmente, se han producido seis nacimientos en los últimos treinta y cinco años.

-¿Oficialmente?

-Así fue como se emitieron muchos certificados de nacimiento y solicitudes de números de Seguro Social. Seis.

-Está bien, todo esto es muy extraño - dijo Lena  - Nos tomará algo de tiempo acostumbrarnos a eso. Usted ha estado acá siete meses - hizo una pausa - Hay dos personas que trabajan aquí del pueblo. Ellos tuvieron que salir alguna vez por su educación - dijo la pelirroja.

-Vamos a investigarlos más a fondo.

-Sí. Fiona Hogan es profesora de ciencias. Es muy buena y las chicas la aman. Gretchen Hogan es la enfermera de la escuela. Es mucho más reservada que Fiona. También es mucho mayor. Estoy seguro de que la única razón por la que se les permitió ir a la universidad era para que pudiesen regresar y se infiltraran en la escuela, si se me permite usar esa palabra - dijo - De los seis nacimientos oficiales, tres son Fiona, Gretchen y el supuesto médico del pueblo, Don Hogan. Sé que suena extraño, pero créanme. Una vez que estén aquí por un tiempo, van a entender.

-¿A quiénes pertenecen los otros tres?

-Tengo sus nombres - dijo él - Eso es todo. Si aún siguen por los alrededores, no los he visto y no he oído que los mencionen. Dos deben tener ahora dieciocho años. El otro nació el mismo año que Fiona - Yulia se levantó caminando lentamente.

-Está bien, entendemos que la comunidad vive fuera de la red ¿Pero los bebés nacen y no son documentados?

-Si los bebés nacen, sí, eso es lo que parece. Como he dicho, no he visto a los niños. Les he pedido una investigación tan atrás como les sea posible. La comunidad fue bastante grande una vez. Los certificados de nacimiento... y certificados de defunción, para el caso ... no existen para la mayoría de los residentes.

-Sin embargo, algunos están documentados. ¿Predestinados? - Adivinó Lena - Fiona fue documentada y se fue a la universidad. Gretchen también. Y el médico. Por supuesto, suponer que alguien al nacer vaya a ser lo suficientemente brillante como para ser médico es realmente como tirar los dados.

-Su título de médico es sospechoso - dijo Marcus - Es de una universidad de la República Dominicana - dijo - Es el único registro de él. No hay nada aquí. Si realmente está practicando la medicina, sería algo muy básico.

-¿Qué pasa aquí en la escuela? - Preguntó Lena - Usted tiene una enfermera. Pero ¿y si los niños necesitan atención de emergencia?

-San Agustín es la instalación médica más cercana. También tenemos dos médicos que vienen de manera rotativa - sonrió para sí mismo.

Siete meses en el trabajo y de repente era "nosotros" cuando hablaba de la escuela. Tal vez esta asignación había crecido en él más de lo que se había dado cuenta. Yulia pasó sus dedos por su cabello lo que él supuso era un hábito nervioso.

-Está bien, primero volvamos a la razón por la que estamos aquí. Las desapariciones misteriosas. El pueblo es peculiar, sin duda, pero ¿Está sugiriendo que algo siniestro está ocurriendo aquí? Por lo que sé, no hay ni una pizca de evidencia que vincule este pueblo con las desapariciones. Y por muy raro que este pueblo parezca, estamos aquí para investigar las desapariciones, no a la comunidad ¿De acuerdo?

-Todo lo que puedo decir es que den un paseo en coche. Vayan por la cafetería. Vean si no lo sienten también. Es un pueblo muerto, así es como lo describo. No verán sonrisas, ni escucharán risas, de repente. Podrán ver a una persona, sin embargo, sentirán ocho pares de ojos sobre ustedes - él hombre sacudió sus hombros como si tratara de desprenderse de algo - Es espeluznante.

-Está bien, así que es como algún tipo de culto - dijo Lena - ¿Es eso lo que está sugiriendo?

-Esa es su palabra, no la mía - dijo rápidamente. - Si empiezas a decir la palabra culto por allí, la gente se pone nerviosa. Pero es algo por el estilo, sí - Yul se sentó nuevamente.

-¿Qué pasa con el personal de aquí? ¿Se mantienen alejados? ¿Son advertidos cuando toman el trabajo?

-No diría que sean anunciados por la administración, pero estoy seguro que los otros maestros los ponen al día. La tasa de rotación es muy alta aquí. En promedio, la mayoría de los profesores se quedan sólo tres años. Hay dos, una pareja, que ha estado aquí por cinco años. Tienen el período más largo, si eso les dice algo. Gayla Grumfeld fue a quién designé para ser su mentora - le dijo a Lena. - Ella puede ponerte al tanto de las complejidades de la escuela y todo eso.

-La escuela ha estado aquí ¿qué? ¿Treinta años?

-Treinta y uno - la corrigió. Lena  asintió.

-Si el pueblo es tan aislado y quiere permanecer aislado ¿por qué está ubicada la escuela aquí? Quiero decir, obviamente tienen influencia sobre lo que sucede aquí ¿Por qué los Hogan vendieron la tierra y permitieron que se construyera la escuela?

-Dinero - dijo simplemente - Sin la escuela, creo que la comunidad hubiera muerto hace mucho tiempo. Sé cuál es la estimación de la población, pero diría que es de menos de cincuenta personas. La persona que bajara por la carretera, ni siquiera lo notarían.

-Pero ¿cómo manejan las visitas de los padres en el pueblo? Es decir, suponiendo que los padres visiten.

-Está muy reglamentado. A los padres se les permite una visita un sábado cada trimestre cuando se les permiten sacar a sus hijos del complejo. Sorprendentemente, Hoganville da un buen espectáculo. Es muy puesta en escena. Dan la bienvenida a los padres en la cafetería con pancartas. De hecho, uno de los sujetos tiene este gran aparato que echa humo que ponen al frente y hacen barbacoa, parrilla y costillas. Es todo un éxito con los padres - dijo él - Por supuesto, muchos de los padres hacen excursiones de un día fuera del pueblo. A las chicas no se les permite estar fuera toda la noche. Revisión de camas a las 10 pm durante esos días. 9 pm en las noches normales.

-¿Realmente cuántos padres vienen de visita? Me imagino que muchas de las chicas no vienen precisamente de hogares y familias modelos - dijo Lena.

-He estado aquí en dos de las jornadas de puertas abiertas trimestrales. Yo diría que menos de la mitad de las chicas son elegibles para tener visitas. La escuela es costosa, así que aquí hay una extraña mezcla - dijo él - Estoy sorprendido de que haya funcionado, pero así ha sido. Hay dos sectores ... azul y rojo. Clasifico los rojos a esto ... - dijo manteniendo su dedo pulgar y dedo índice a una pulgada de distancia -... de ser enviadas a una instalación tradicional de menores. Aquellas que fueron enviadas aquí por un juez y obviamente, que fueron financiadas por el Estado. Estas son chicas que se meten en problemas y necesitan orientación. Hurtos pequeños, drogas, en su mayoría. Realmente infractoras por primera vez. Pero aún así, básicamente delincuentes juveniles estándares.

-¿Estoy asumiendo que es diversa? Más del pueblo, de todos modos - dijo Yul.

-Por supuesto. Yo diría que el sesenta por ciento blancas, 30 por ciento negras y 10 por ciento hispanas. Pero como en cualquier escuela ... o cárcel, para el caso ... tienen sus grupitos. Tienen un grupo de líderes y un puñado de seguidoras.

-¿Pandillas?

-Vamos a llamarlo minipandillas. Una vez más, hay mucho por repasar. Por eso le he pedido a Gayla que te ayude, Lena . Yulia, tendrás un resumen del jefe.

-Está bien ¿cómo vamos a comunicarnos con usted? ¿Cara a cara?

-No muy a menudo. Podría levantar sospechas. Especialmente Yulia. Realmente no hay razón para que uno de los policías del campus visite mi oficina.

-¿Cuál es la disposición al respecto? Servicio de seguridad en la puerta ¿Otro aquí? ¿Qué más?

-Hay diez guardias de seguridad, que no llevan armas. Rotan los turnos de día y de noche. Además de la puerta, están dentro y fuera de las aulas, la cafetería y los dormitorios. También hay seis agentes de la policía, incluyéndola a Ud. Un oficial armado siempre está en las aulas del sector rojo. La puerta se cierra y se bloquea a las diez cada noche, excepto los sábados. Por cierto, nadie más sabe que ustedes dos están infiltradas. Necesitamos que siga siendo así.

-¿Cómo ha conseguido dos cargos nuevos?

-El cargo de profesora de gimnasia estaba realmente disponible. Es difícil conseguir que venga un solo maestro aquí. Es por eso que la mayoría son de dos en dos. La vacante en la seguridad del campus surgió de repente - dijo con una sonrisa - Creo que el oficial Nelson recibió una oferta que no pudo rechazar.

-¿Y por lo que sabe, alguien del personal además está relacionado con el pueblo? Bueno, de Fiona y Gretchen.

-Ambas viven aquí durante la semana, pero se quedan en el pueblo los fines de semana. Fiona es muy amable con el resto del personal. Gretchen, no tanto. Pero no creo que Fiona mezcle sus dos vidas. Eso quiere decir que no presenta a ninguno de sus amigos con el personal. Al menos, no que yo sepa.

-¿Eso no les parece extraño a las personas?

-¿Quieres decir más extraño que lo demás? - Lena le sonrió.

-Realmente no tenemos ni idea de lo que está pasando ¿verdad?

-En absoluto - estuvo de acuerdo. Se echó hacia atrás, decidiendo no advertirles sobre los extraños llantos ... gritos ... que a veces escuchaba por las noches. Dejaría que experimentaran eso por su propia cuenta.




Bienvenidas Corderito _Agron y soy_yulia_volkova, oficialmente!

Capítulo 6:

Yulia se quedó mirando la cama y luego volteó hacia Lena.

Sus ojos se encontraron por un segundo, luego la pelirroja se volteó siguiendo a Marcus hacia la pequeña sala de estar.

-No es mucho, lo sé. Pero es el único que está vacante y limpio. Donde vivía el oficial Nelson es un poco más grande, pero necesita una limpieza a fondo.

-Esto estará bien - dijo Lena dirigiéndose hacia la ventana - Es como un pequeño barrio suburbano aquí afuera.

-Sí. Pero en su mayor parte, todo el mundo se lleva bien. Voy a dejar que se integren con ellos de manera natural, pero ellos hacen una cena comunitaria o una comida al aire libre cada semana. No hay entretenimiento en el complejo, por lo que han aprendido a hacer uno para ellos. Estamos a cuarenta y cinco minutos de la ciudad más cercana de mayor tamaño.

Yulia se movió incómoda, aún tratando de hacerse la idea sobre el hecho de que ella y Lena estarían compartiendo una cama. Marcus aparentemente interpretó su silencio como una señal para irse.

-Bueno, voy a dejar que se instalen. Ambas tienen mi número y correo electrónico. La mayor parte de nuestra comunicación se debe hacer de esa manera. Después de que hayan conocido al personal ... no me cabe duda de que algunos habrán terminado dentro de poco ... puede que deseen dar una vuelta, revisar Hoganville. Incluso me gustaría sugerirles que tomen el desayuno en la cafetería mañana. Eso provocará una alerta a Esther Hogan. Ella querrá saber sus antecedentes. A ella le gusta meter su mano en todo.

-Oh ¿y el uniforme? - Preguntó ella.

-Sí. Te han asignado cinco. Ya están en el armario.

-Parece que han pensado en todo.

-Creo en ser organizado - abrió la puerta cambiando su expresión - Una vez más, bienvenidas a la Escuela para niñas Hogan - dijo más alto de lo necesario - Espero que disfruten de su estancia con nosotros.

Lo vieron bajar las escaleras y cruzar el patio hacia su coche, Lena cerró la puerta, quedándose a solas, completamente solas. Yul tragó.

-Bueno ... - dijo bajando la voz. Vio un movimiento fuera de la ventana - Me pregunto por qué no cerramos las persianas - dijo.

-¿Ya tenemos compañía? - Preguntó Lena en silencio, sus ojos se encontraron. Yul asintió.

-Genial - murmuró ella - Comienza el espectáculo. Y no creo estar lista - poco después sonó un golpe en la puerta y nuevamente sus ojos se encontraron.

-Yo voy, cariño - Yul respiró profundamente, forzando una sonrisa en su cara. Como Lena había dicho, comenzó el espectáculo. Ni siquiera tenido tiempo para practicar.

-Sé que quieren desempacar y todo eso, pero teníamos que conocerlas - dijo una castaña exuberante con cabello largo y lacio recogido en una cola de caballo - Soy Svetlana. Esta es mi pareja, Becca.

-Hola - dijo Lena - Soy la nueva profesora de gimnasia. Lena Katina - dijo mientras extendía su mano - Y ella es Yulia Volkova.

Extendió su mano, haciéndole señas a Yul para que la tomara. Ella lo hizo tensándose sólo un poco cuando los dedos de Lena se entrelazaron con los suyos.

-Somos algo nuevas ... - indicó Lena con timidez - ¿Es correcto decir ya, parejas?

-Oh, recién casadas - exclamó Becca aplaudiendo con sus manos - Me encanta ¿Cuánto tiempo?

-Sólo seis meses - dijo Yul - No puedo creer que estemos aquí juntas. Esto es emocionante.

-Oh, cariño, entonces es algo bueno que sean recién casadas - le dio un guiño exagerado - Te dará algo que hacer - dijo con una risa - Porque emocionante no es cómo describiría este trabajo.

-No las desalientes tan pronto - dijo Svetlana -Vamos, salgamos de su camino. Hamburguesas mañana en casa de Jules. Están invitadas.

-¿Jules?

-Tres casas más abajo. Traigan sus propias hamburguesas para poner en la parrilla. Habrá un montón de platos extras.

-Estamos un poco vacías en el departamento de la comida - dijo Lena - Nos dijeron que había una tienda de comestibles aquí.

-Oh, la hay, pero, cariño, no la recomendaría. Conduzcan cuarenta millas hasta San Agustín y conseguirán todo allí.

-¿Hay algo malo con la de aquí? - Preguntó Yul, sintiendo un ligero apretón de los dedos de Lena.

-No tenemos el tiempo suficiente para ir con todo lo que está mal por aquí - dijo Svetlana con una breve carcajada.

-Creo que deben detenerse allí - dijo Becca - Es una experiencia que todos deberían tener por lo menos una vez. Si es que están abiertas. Abren a horas extrañas.

-¿No les gustan las lesbianas? - Las dos se rieron.

-No es eso. Eso, al menos, lo podría explicar - negó con la cabeza - No, es sólo un pequeño lugar extraño - sonrió ampliamente - Encantada de conocerlas. No olviden las hamburguesas mañana - Separaron sus manos tan pronto la puerta se cerró. Yul trató de aligerar el ambiente.

-Que te parece, bebé. Ya hemos hecho nuevas amigas.

-Me pregunto cuánto tiempo han estado aquí - dijo la pelirroja ignorando el comentario -Parecen saber lo suficiente acerca del pueblo.

-¿Me pregunto si saben algo acerca de las desapariciones?

-Depende de que estaciones locales de televisión tengan aquí. Voy a asumir que sean las estaciones Lufkin.

-Si miran las locales. Creo que cada cabaña tiene una antena parabólica.

-Es una pena que no tengamos un televisor - dijo Lena mirando el espacio vacío en el pequeño centro de entretenimiento.

-Lo bueno es que estamos recién casadas - dijo Yul con una sonrisa.

***

-¿Así que realmente piensas que es sólo una especie de culto?

-Un culto puede tener muchos significados - dijo Lena - ¿Te refieres a una secta satánica? ¿O algo menos siniestro, como paganos o incluso Cienciología? ¿O tal vez ocultismo, magia y brujas?

-No lo sé - dijo - Ya sabes, un culto.

-Bueno, esa es una declaración concreta. Los nazis en Alemania eran considerados una secta. Los supremacistas blancos son una secta. Jim Jones y el Templo del Pueblo. David Koresh y los Davidianos. Los terroristas - Lena sonrió.

-Los católicos ... - La ojiazul se echó a reír.

-Está bien, entiendo tu punto. Tal vez debería esperar hasta que realmente haya visto el lugar antes de emitir un juicio.

-Por supuesto, una comunidad de más de cincuenta personas, es un gran número para controlar y manipular. Quiero decir, eso es lo que hacen los cultos. Pero sin ninguna influencia externa, supongo que eso hace que sea mucho más fácil.

***

No habían carteles de señalización mientras se acercaban a Hoganville. La carretera de dos carriles atravesaba los altos pinos, luego un vínculo entre los dos bosques nacionales donde la escuela se encontraba ... y la pequeña comunidad aislada.

Yulia desaceleró cuando vio por primera vez las edificaciones. Eran como Marcus había descrito.

Limpias y bien cuidadas, sin pretensiones por decir lo menos. Una señal demasiado simple colgaba sobre cada puerta. Tienda de comestibles Hogan. Café Hogan. La estación de servicio no tenía ninguna señal de ningún tipo, sólo números desvanecidos anunciaban el costo del combustible. Las tres parecían estar cerradas.

Yulia se detuvo frente a la pequeña tienda de comestibles. No había señal de abierto o cerrado que Lena pudiese ver, como si no hubiera sido colgada ninguna por horas en la puerta.

-¿Dónde diablos están todos? - Preguntó Yul.

-Vamos a echar un vistazo - dijo Lena abriendo la puerta. El estacionamiento era de grava, con sólo escalones de cemento de piedras en la entrada de la tienda. El calor de la tarde estaba sofocante, pero no era algo tan insoportable. Estaban de pie una al lado de la otra, ambas con el ceño fruncido ante lo que veían.

-¿Quién coloca persianas en las ventanas de una tienda de comestibles? - Preguntó Yul en voz baja - No hay ninguna señal. No hay anuncios publicitarios. Prohibición de ventas ¿No es extraño? - La morena le sonrió - Vamos a hacer una apuesta sobre el número de veces que digamos las palabras "raras, extraño o sobrenatural" - Lena se acercó más.

-¿Soy yo o sientes que la gente nos mira?

-No eres sólo tú, bebé - Por el rabillo del ojo, Lena vio movimiento. Le dio un codazo Yul.

-Las persianas se acaban de mover, ventanas a lo lejos - susurró ella - Este lugar es espeluznante.

-Sí. Vamos a añadir esa a la lista de palabras que usaremos para describir Hoganville - Yul se volteó, mirando alrededor del estacionamiento vacío - No hay ruido - dijo - No hay perros que ladren, ni coches. Nada - detrás de la tienda ... más allá de los bosques que casi abarcan su vista ... tuvo una visión de las ordenadas y blancas casas del clan Hogan.

Lena tomó su mano y la arrastró nuevamente hacia el coche.

-Voto porque nos dirijamos al supermercado de San Agustín. Todo esto es simplemente ... inquietante - Yul le sonrió.

-Y otra palabra para agregar a la lista.




Gracias por comentar, preciosas! Agradecida