MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
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Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Pobre Fiona metida en tremendo problema y las chicas q tanto podrán hacer era mejor huir todos y q les cayera los agentes a los túneles y los atraparan pero bueno ya están en ese problemon espero salga lo mejor posible. Saludos cariño
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
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Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
COÑO que las chicas lleguen rápido y puedan rescatar a Fiona y maten a esa vieja
soy_yulia_volkova- Mensajes : 234
Fecha de inscripción : 06/03/2023
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Chanfles! Maten a la viejaaaaa
psichobitch2- Mensajes : 292
Fecha de inscripción : 26/05/2015
Edad : 32
Localización : New York - EEUU
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Creo que el sentimiento es mutuo, necesitamos que esa vieja y todo su combo mueran y Fiona pueda salvarse
Corderito_Agron- Mensajes : 305
Fecha de inscripción : 18/02/2023
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Capítulo 47:
Lena le tiró del brazo y Yulia se dio la vuelta, con las cejas levantadas.
-¿Tenemos un plan?
-No -, se encogió de hombros - Es más o menos como toda esta asignación ha sido ¿no?
-Tratemos de no dispararle a nadie -, dijo Lena.
-Estoy más preocupada por Pasha. Él nos podría partir en dos con sus propias manos.
-Cierto. Podría. Así que dirige, tigre.
Yulia desabrochó la cartuchera en su muslo en silencio, escuchando como Lena hacía lo mismo. Se agachó moviéndose rápidamente a lo largo de la pared hasta el último rincón, tratando de permanecer en las sombras. Tomando una respiración profunda, se dirigió a la gran sala ... la cámara. Había suficiente luz de las antorchas para visualizar el altar contra la pared del fondo. Allí estaba Fiona, inclinándose débilmente contra éste. Esther Hogan ... vestida con una túnica oscura ... estaba frente a ella. Pasha parecía estar flanqueándola a su derecha.
Yulia le indicó a la ojiverde que se ubicara opuesta a ella, hacia Esther. Se apretó contra la pared de la izquierda, con la intención de interceptar a Pasha. Fue entonces cuando vio el cuchillo, la hoja brillante que Fiona agitaba hacia Esther.
-Déjala caer -, Esther le ordenó a Fiona con voz firme - Te lo ordeno.
-Aléjate de mí. Tú no me mandas más.
Yulia miró a Lena, cuyos ojos estaban clavados en Fiona. Ahora sería un buen momento para tener un plan.
-Baja el cuchillo, Fiona. Ahora.
Yulia no pensaba que Fiona intentaría acabar con Esther Hogan por su cuenta, pero la miraba fijamente, esperando alguna señal para moverse. ¿Sabía Fiona que estaban allí? ¿Podría verlas?
-Ya es demasiado tarde. No seré tu peón.
Todo pasó tan rápido ... el cuchillo destellando bajo la luz de las antorchas. El corazón le dio un vuelco con incredulidad cuando Fiona hundió la hoja en su propio vientre, un maullido terrible abandonó sus labios mientras sacaba el cuchillo, sólo para enterrarlo nuevamente.
-¡No! - gritó Lena, corriendo hacia adelante - ¡Fiona ...! ¡No!
Esther Hogan giró su cabeza, con sus ojos casi sobresaliendo de su cráneo. Señaló hacia ellas, gritando en voz alta.
-¡Extraños! ¡Extraños! ¡Extraños! ¡Extraños! ¡Extraños!
-Oh, mierda.
Antes de que pudiera dar un paso más, Pasha estaba sobre ella, una gran mano envolvía su garganta ahogándola mientras la levantaba del suelo, presionando su espalda firmemente contra la pared. Le dio una patada, tratando desesperadamente de recuperar el aliento. No podía ver a Yulia, no sabía lo que estaba pasando. Lo único que escuchaba era la voz chirriante de Esther Hogan. Elevó una de sus rodillas, golpeando a Pasha debajo de su barbilla.
Su agarre se aflojó lo suficiente como para tomar una respiración profunda. Parpadeó, tratando de recordar la frase que Fiona les había enseñado.
¿Calcetín amarillo? ¿Roca Amarilla? ¿Reloj amarillo? ¿Cómo demonios era? ¿Puto amarillo ... qué? Lo pateó nuevamente, impactando contra su ingle.
Sus manos se apartaron de ella mientras se doblaba de dolor.
***
Lena corrió ciegamente hacia Fiona, empujando a Esther Hogan fuera del camino con un golpe feroz. Fiona yacía inmóvil en el suelo frío, la sangre brotaba de sus heridas. Ella parpadeó lentamente, encontrando los ojos de Lena.
-Oh, Dios, Fiona.
-No la mires -, susurró Fiona - Cierra tu mente a su poder.
-No te muevas. Voy a ...
Pero sus palabras fueron cortadas cuando fue arrojada contra la pared del fondo. El golpe fue sólido, el impacto casi le dejó sin aliento. Sacudió su cabeza, encontrando la mirada fija de Esther Hogan sobre ella. Esther nunca le había puesto una mano encima, pero la había lanzado como una muñeca de trapo. Alejó los ojos de su mirada, cayendo de rodillas al sentir un firme agarre alrededor de su garganta. Se quedó en la más absoluta incredulidad.
Esther Hogan estaba por lo menos seis metros lejos de ella, pero sintió sus fríos y huesudos dedos alrededor de su cuello. La visión de Lena se nubló cuando su respiración se cortó. Tanteó a través de su muslo, encontrando su arma todavía asegurada en su funda.
-Calcetín amarillo -, dijo Yulia mientras bailaba alrededor del furioso Pasha quien trataba de capturarla - Reloj amarillo -, ignoró el golpe en su hombro, con una sonrisa en su rostro - Roca amarilla -, dijo ella. Sí, eso es - Roca amarilla en el calcetín.
Pasha se detuvo, inclinando su cabeza, como si buscara en sus recuerdos algún enigma que hubiera olvidado. Pero se liberó de eso, agarrándola nuevamente con su largo brazo y golpeándola contra la pared.
-Maldita sea -, dijo entre dientes al sentir como sus costillas casi se hacían añicos - Reloj. No calcetín -, murmuró.
Lo miró a los ojos, notando como un hombre totalmente desprovisto de emoción la miraba. Su mano se tensó peligrosamente alrededor de su cuello.
-Roca amarilla en el reloj -, se atragantó, con la voz ronca por su agarre. Sorprendentemente, los ojos de Pasha parecieron girar en su cabeza - Sí, eso es. Roca amarilla en el reloj -, dijo nuevamente - TIC TAC. Roca amarilla. Sí. Repítelo conmigo -, dijo mientras su agarre se aflojaba -Roca amarilla en el reloj. Tick - Tock. Roca amarilla.
-Roca amarilla en el reloj - Se frotó la garganta cuando él la soltó, sus ojos estaban vidriosos.
-Roca amarilla.
-En el reloj. Tick. Tock. Roca amarilla.
Él se volteó bruscamente, sus pies se movieron en un ritmo decadente, marchando hacia la boca del túnel oscuro y desapareciendo, su voz murmuraba la frase una y otra vez. Saltó ante el sonido, luego cayó sobre sus rodillas cuando un solo disparo resonó una y otra vez en la cámara cerrada.
Giró su cabeza, encontrando inclinada a Lena, quién respiraba con dificultad.
Esther Hogan yacía inmóvil en el suelo.
Lena le tiró del brazo y Yulia se dio la vuelta, con las cejas levantadas.
-¿Tenemos un plan?
-No -, se encogió de hombros - Es más o menos como toda esta asignación ha sido ¿no?
-Tratemos de no dispararle a nadie -, dijo Lena.
-Estoy más preocupada por Pasha. Él nos podría partir en dos con sus propias manos.
-Cierto. Podría. Así que dirige, tigre.
Yulia desabrochó la cartuchera en su muslo en silencio, escuchando como Lena hacía lo mismo. Se agachó moviéndose rápidamente a lo largo de la pared hasta el último rincón, tratando de permanecer en las sombras. Tomando una respiración profunda, se dirigió a la gran sala ... la cámara. Había suficiente luz de las antorchas para visualizar el altar contra la pared del fondo. Allí estaba Fiona, inclinándose débilmente contra éste. Esther Hogan ... vestida con una túnica oscura ... estaba frente a ella. Pasha parecía estar flanqueándola a su derecha.
Yulia le indicó a la ojiverde que se ubicara opuesta a ella, hacia Esther. Se apretó contra la pared de la izquierda, con la intención de interceptar a Pasha. Fue entonces cuando vio el cuchillo, la hoja brillante que Fiona agitaba hacia Esther.
-Déjala caer -, Esther le ordenó a Fiona con voz firme - Te lo ordeno.
-Aléjate de mí. Tú no me mandas más.
Yulia miró a Lena, cuyos ojos estaban clavados en Fiona. Ahora sería un buen momento para tener un plan.
-Baja el cuchillo, Fiona. Ahora.
Yulia no pensaba que Fiona intentaría acabar con Esther Hogan por su cuenta, pero la miraba fijamente, esperando alguna señal para moverse. ¿Sabía Fiona que estaban allí? ¿Podría verlas?
-Ya es demasiado tarde. No seré tu peón.
Todo pasó tan rápido ... el cuchillo destellando bajo la luz de las antorchas. El corazón le dio un vuelco con incredulidad cuando Fiona hundió la hoja en su propio vientre, un maullido terrible abandonó sus labios mientras sacaba el cuchillo, sólo para enterrarlo nuevamente.
-¡No! - gritó Lena, corriendo hacia adelante - ¡Fiona ...! ¡No!
Esther Hogan giró su cabeza, con sus ojos casi sobresaliendo de su cráneo. Señaló hacia ellas, gritando en voz alta.
-¡Extraños! ¡Extraños! ¡Extraños! ¡Extraños! ¡Extraños!
-Oh, mierda.
Antes de que pudiera dar un paso más, Pasha estaba sobre ella, una gran mano envolvía su garganta ahogándola mientras la levantaba del suelo, presionando su espalda firmemente contra la pared. Le dio una patada, tratando desesperadamente de recuperar el aliento. No podía ver a Yulia, no sabía lo que estaba pasando. Lo único que escuchaba era la voz chirriante de Esther Hogan. Elevó una de sus rodillas, golpeando a Pasha debajo de su barbilla.
Su agarre se aflojó lo suficiente como para tomar una respiración profunda. Parpadeó, tratando de recordar la frase que Fiona les había enseñado.
¿Calcetín amarillo? ¿Roca Amarilla? ¿Reloj amarillo? ¿Cómo demonios era? ¿Puto amarillo ... qué? Lo pateó nuevamente, impactando contra su ingle.
Sus manos se apartaron de ella mientras se doblaba de dolor.
***
Lena corrió ciegamente hacia Fiona, empujando a Esther Hogan fuera del camino con un golpe feroz. Fiona yacía inmóvil en el suelo frío, la sangre brotaba de sus heridas. Ella parpadeó lentamente, encontrando los ojos de Lena.
-Oh, Dios, Fiona.
-No la mires -, susurró Fiona - Cierra tu mente a su poder.
-No te muevas. Voy a ...
Pero sus palabras fueron cortadas cuando fue arrojada contra la pared del fondo. El golpe fue sólido, el impacto casi le dejó sin aliento. Sacudió su cabeza, encontrando la mirada fija de Esther Hogan sobre ella. Esther nunca le había puesto una mano encima, pero la había lanzado como una muñeca de trapo. Alejó los ojos de su mirada, cayendo de rodillas al sentir un firme agarre alrededor de su garganta. Se quedó en la más absoluta incredulidad.
Esther Hogan estaba por lo menos seis metros lejos de ella, pero sintió sus fríos y huesudos dedos alrededor de su cuello. La visión de Lena se nubló cuando su respiración se cortó. Tanteó a través de su muslo, encontrando su arma todavía asegurada en su funda.
-Calcetín amarillo -, dijo Yulia mientras bailaba alrededor del furioso Pasha quien trataba de capturarla - Reloj amarillo -, ignoró el golpe en su hombro, con una sonrisa en su rostro - Roca amarilla -, dijo ella. Sí, eso es - Roca amarilla en el calcetín.
Pasha se detuvo, inclinando su cabeza, como si buscara en sus recuerdos algún enigma que hubiera olvidado. Pero se liberó de eso, agarrándola nuevamente con su largo brazo y golpeándola contra la pared.
-Maldita sea -, dijo entre dientes al sentir como sus costillas casi se hacían añicos - Reloj. No calcetín -, murmuró.
Lo miró a los ojos, notando como un hombre totalmente desprovisto de emoción la miraba. Su mano se tensó peligrosamente alrededor de su cuello.
-Roca amarilla en el reloj -, se atragantó, con la voz ronca por su agarre. Sorprendentemente, los ojos de Pasha parecieron girar en su cabeza - Sí, eso es. Roca amarilla en el reloj -, dijo nuevamente - TIC TAC. Roca amarilla. Sí. Repítelo conmigo -, dijo mientras su agarre se aflojaba -Roca amarilla en el reloj. Tick - Tock. Roca amarilla.
-Roca amarilla en el reloj - Se frotó la garganta cuando él la soltó, sus ojos estaban vidriosos.
-Roca amarilla.
-En el reloj. Tick. Tock. Roca amarilla.
Él se volteó bruscamente, sus pies se movieron en un ritmo decadente, marchando hacia la boca del túnel oscuro y desapareciendo, su voz murmuraba la frase una y otra vez. Saltó ante el sonido, luego cayó sobre sus rodillas cuando un solo disparo resonó una y otra vez en la cámara cerrada.
Giró su cabeza, encontrando inclinada a Lena, quién respiraba con dificultad.
Esther Hogan yacía inmóvil en el suelo.
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
Edad : 22
Localización : Buenos Aires
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Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Hay dios que emoción una locura como esperábamos y necesitamos el otro cariño urgentemente!!!! Ojalá lena o Fiona si es q aun esta viva le dieran un buen tiro a la vieja loca esa y ya quede bien muerta y luego huir el reptil ese q vive allí es otro peligro. Jajajaja q risa con ella como manda al pobre tigre adelante pero siempre le responde y recordó la frase
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Ay no fionaaaa jaja calcetín amarillo... Yulia y sus cosas
Corderito_Agron- Mensajes : 305
Fecha de inscripción : 18/02/2023
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Jajajajajajaja Yulia, en serio???
soy_yulia_volkova- Mensajes : 234
Fecha de inscripción : 06/03/2023
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Jajajajaja me reí demasiado con Yulia a pesar de todo lo que está pasando
Volkatin_420- Mensajes : 235
Fecha de inscripción : 13/03/2023
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Capítulo 48:
Lena se arrodilló junto a Fiona.
Sus ojos estaban cerrados, pero su boca estaba abierta, liberando respiraciones superficiales. Echó un vistazo hacia Yulia, quien estaba de pie sobre el cuerpo sin vida de madre Hogan.
-Pensé que no íbamos a dispararle a nadie.
-No tuve otra opción.
Tocó el rostro de Fiona, viendo el aleteo de sus párpados. No sabía qué hacer. El cuchillo todavía estaba dentro de ella, enterrado hasta la empuñadura.
-Oh, Fiona. ¿Por qué?
-Era la única manera -, susurró ella - Lena tomó su mano, apretándola con fuerza.
-Aguanta. Te llevaremos a un hospital.
-No. Es demasiado tarde.
-No es demasiado tarde.
-Lena ... gracias, mi amiga. Eres lo mejor que me ha pasado.
-No. Quédate conmigo -, dijo la pelirroja interrumpiéndola - Vamos a sacarte de aquí. A ti y a Don, ambos.
-Ese siempre fue mi sueño -, dijo la mujer con voz débil - Escapar.
Lena sintió que los dedos de Fiona se apretaron alrededor de los suyos.
-No huyas de Yulia -, susurró ella -Confía en ella. Las cosas horribles que su padre le hizo... la hacen desconfiar de los demás. Pero ella quiere amarte. Permíteselo - Lena la miró con incredulidad.
-¿Cómo supiste acerca de su padre? - El agarre de Fiona se aflojó y su mano cayó, pero sus ojos se mantuvieron con firmeza en los de Lena.
La ojiverde vio como la mano de Fiona encontró el cuchillo, entonces, en un último gesto, tiró de el. La sangre brotó, pero la chica nunca hizo un sonido. Simplemente se quedó inmóvil, con la mano y el cuchillo cayendo inútilmente sobre el suelo.
Lena se la quedó mirando, viendo como el último aliento de Fiona le abandonaba, viendo como la vida se desvanecía de sus ojos. Justo de esa manera. Se fue. Por sus propias manos.
-¿Elena? - Sintió el toque de Yulia en su hombro y se volteó hacia ella, permitiendo que la pelinegra le pusiera de pie. Se aferró a ella, escondiendo su rostro en su hombro. Sentía como se le rompía el corazón, pero no vinieron las lágrimas.
La escena era surrealista. Fiona en un charco de su propia sangre, por su propia mano. Esther Hogan a seis metros de distancia, con una bala en su corazón que puso fin a su vida sin una ceremonia. Surrealista.
-¿Pasha?
-Hice la cosa del calcetín amarillo. Entró en trance, justo como ellos dijeron que ocurriría - Lena frunció el ceño.
-¿Calcetín amarillo?
-Calcetín, roca, reloj. Lo que sea -, Yulia la sostuvo a un brazo de distancia - ¿Estás bien? -, La volteó hacia la antorcha, inspeccionando su cuello - Estás herida - Lena tocó su cuello adolorido.
-Nunca me puso una mano encima. Me lanzó contra la pared. Y me estaba ahogando. Pero nunca me tocó.
-Supongo que Fiona tenía razón con respecto a sus poderes - La ojiverde miró hacia la chica muerta, sacudiendo lentamente su cabeza.
-¿Por qué? ¿Por qué hizo eso? Podríamos haberla ayudado.
-¿Podríamos? -, La morena se encogió de hombros - Quizás. Pero eso había sido demasiado para ella. Incluso si sobrevivía al dar a luz, ¿entonces qué? ¿Se convertiría en un espectáculo de circo?
-No sé. Pero esto sólo parece ... - Sus palabras fueron interrumpidas por un rugido espantoso proveniente de la cueva.
Ella y Yulia se miraron, con sus ojos muy abiertos.
-Oh, mierda -, murmuró la morena, tirando de Lena con ella - Tenemos que salir de aquí. ¡Ahora! - El rugido fue seguido por un grito agudo, similar a los que habían escuchado por la noche. Cuando estaba cazando.
La ojiverde corría tras Yulia, ambas metiéndose en el primer túnel por donde habían venido. Se detuvieron en seco, escondiéndose en las sombras. Lena se aferró a los brazos de Yulia, mirando a su alrededor, con la visión de la cámara ligeramente obstruida.
Lo primero que vio fue su silueta, la luz de la antorcha seguramente distorsionaba su forma. Pero no. La criatura se puso de pie sobre sus patas traseras, medía fácilmente tres metros de altura.
-Dios mío, ¿qué es eso? -, Susurró mientras se encogió contra la pared.
-No tengo ni la menor idea.
Su cabeza era escamosa como la de un lagarto y giró su mirada alrededor de la cámara, aterrizando primero en Esther Hogan, luego en Fiona. Dejó escapar un tremendo rugido, un sonido lastimero lleno de angustia ... se atrevía a decir ... lleno de dolor y luto. La ojiverde metió su mano en el brazo de Yulia mientras la criatura se agachaba levantando a Fiona, con sus brazos balanceándose sin vida por sus costados. Lena quería alejar su mirada de esa vista, pero no podía. Con otro gemido atormentado, se arrastró, nuevamente hacia la cueva, llevando a Fiona ... y a su bebé ... con él.
-No puedo creer que acabo de ver eso -, dijo Yulia en voz baja.
-¿Qué debemos hacer?
-De seguro no vamos a ir detrás de él.
-Pero ...
-De ninguna manera -, Yulia buscó a tientas su linterna, profundizándose en el túnel.
-Vamos.
-¿Sabemos dónde estamos?
-Mira esto -, dijo la pelinegra alumbrando a lo largo de las paredes.
Mientras que el otro túnel por donde llegaron había sido construido sin orden, este túnel había sido reforzado con madera brillante y barnizada. Tallada con extraños símbolos que nunca había visto.
-¿A dónde crees que nos lleve esto? -, Preguntó Lena.
-Supongo que a la casa de Esther - Lena la siguió, mirando detrás de ellas para asegurar de que no eran seguidas. Se preguntaba cómo iban a explicar todo lo que había sucedido. Nadie iba a creerles. Al igual que Yulia, no podía entender lo que había visto.
Se detuvieron en la parte inferior de una pequeña escalera. Estas también eran mucho mejor que las que estaban en los establos. Los pasamanos a ambos lados eran de madera barnizada. Los pasos crujieron bajo su peso mientras subían a la cima. Yulia giró el pomo de la puerta lentamente. Estaba abierta. Lena también sacó su linterna.
La habitación parecía haber sido alguna vez un estudio o una sala de estar, sin embargo estaba escasamente amueblada. Yulia alumbró por la habitación, aterrizando en una puerta abierta. Lena la siguió quedándose de pie en el marco cuando la pelinegra entró. Se trataba de un viejo estudio. Incluso bajo la luz limitada, Lena podía ver lo gastado del inmobiliario. Movió la linterna hacia la ventana, las cortinas tan delgadas que no podía distinguir su color original. La ventana estaba abierta, dejando entrar la poca brisa que había. Fue entonces cuando Lena se dio cuenta de lo caliente y cargado que estaba. Se limpió el sudor de la frente.
-Trata encender la luz -, dijo Yulia señalando hacia el interruptor en la pared. Lena lo hizo, pero la habitación se quedó a oscuras.
-Fuera de servicio -, murmuró Yulia -Tal vez sólo utilizaba un generador cuando lo necesitaba.
-Probablemente.
La linterna de Yulia cruzó la habitación, aterrizando en una puerta en la esquina trasera. La abrió, revelando otro tramo de escaleras.
Ésta iba hacia arriba, no hacia abajo. Yulia le devolvió la mirada con las cejas levantadas. Lena asintió. Era una escalera estrecha y subieron en una sola fila. Se preguntaba si se trataba de un acceso directo a la habitación de Esther. Yulia abrió la puerta con cautela, haciendo una pausa para escuchar, pero todo estaba en silencio.
La puerta se abría a un pasillo y la escalera parecía ser sólo una ruta más corta hacia el segundo piso. Había cuatro puertas, dos a cada lado, pero era la quinta puerta al otro extremo la que parecía inusual. El marco de la puerta tenía por lo menos un pie de ancho, tallado con los mismos símbolos que se han visto en el túnel.
-Verifiquemos primero estas habitaciones -, dijo Yulia.
La primera estaba completamente vacía, incluida la ausencia de cortinas. Una enorme tela de araña cruzaba la ventana, evidenciando la falta de uso de la habitación. Yulia fue a la siguiente y Lena cruzó el pasillo, abriendo una puerta de ese lado. Esperaba otra habitación vacía y casi se quedó sin aliento ante lo que vio cuando su linterna iluminó adentro. Era la habitación de un niño, con un mobiliario pequeño y anodino. En la cama yacían los restos óseos de un niño pequeño, vestido sólo con una camisa blanca y pantalones cortos.
-Yulia -, dijo ella - Aquí.
La morena miró por encima de su hombro y luego suavemente la movió hacia un lado mientras entraba en la habitación. Lena vaciló, iluminando por el pasillo. No podía evitar la sensación de que no estaban solas.
-Diría que quizás seis u ocho años -, dijo Yulia.
-¿Crees que era hijo de Esther?
-No lo sé. No la puedo imaginar como madre. ¿Tú puedes? - Lena ladeó la cabeza escuchando un sonido bienvenido en la distancia. Helicópteros.
-Escucha -, dijo ella. Yulia la miró, sonriendo.
-Refuerzos. Ya era hora.
-Vamos a ver las otras habitaciones -, dijo Lena - Estoy lista para salir pitando de aquí.
Las otras dos habitaciones en el pasillo estaban vacías, al igual que la primera. No había ni rastro de la habitación de Esther, lo que les llevaba a pensar que la puerta decorada al final de la sala lo sería.
Lena dio un paso atrás, asintiendo con la cabeza cuando Yulia giró el pomo. La puerta se abrió y un olor desagradable les golpeó de inmediato. Ambas entraron, sus linternas se proyectaban en las sombras en la habitación. Era grande, mucho más grande que una habitación.
Alineadas en una fila ordenada, estaban ocho camas idénticas dominando la habitación.
-Jesús -, murmuró la ojiazul mientras se adentraba en el cuarto.
Lena alumbraba cada cama, sin poder creer lo que veía. Las ocho camas parecían estar talladas a mano. El trabajo de la madera era exquisito. Sin embargo, una sola cama estaba vacía.
-¿Qué demonios es esto? - Yulia fue al final, alumbrando los nombres tallados en cada cama.
-Estaline, Naomi, Opal, Velma, Eustice, Estele, Rosaline ... y Esther.
-Fiona dice que las cosas aquí siempre han sido de esta manera -, dijo Lena - ¿Crees que estas son las Hogan reinantes?
-¿Y cuándo mueren, las traen aquí? Dios, ¿te imaginas viviendo en esta casa con estas ... estas mujeres aquí?
-Están vestidas con una especie de vestido ceremonial -, señaló Lena mientras su mirada viajaba por cada esqueleto - Si no tuviese la información, creería que son vestidos de novia - Yulia miró hacia el techo; los helicópteros ahora parecían estar sobre ellas.
-Bueno, vamos a largarnos de aquí.
-¿Dónde crees que está la habitación de Esther?
-Me imagino que en algún lugar de la planta baja. Vamos -, justo en ese momento sonó el teléfono de Yulia, el tono familiar de Samir llenó la habitación tranquila - Oye, calvo. Ya era hora.
***
-¿Dónde diablos estás? -, Preguntó Samir. Yulia siguió a Lena quien bajaba las escaleras.
-Estamos en la casa de Esther Hogan. La única de dos pisos.
-Si. La veo. Está jodidamente oscuro aquí -, dijo él.
-¿Están fuera de servicio ¿recuerdas? ¿Cuántos agentes?
-Seis de nosotros. Incluyendo a Boris.
-Muy bien. Pensamos que hay cerca de cuarenta habitantes. Esther Hogan ha sido eliminada. Tenía un guardaespaldas. Un sujeto enorme. Pasha. Tengan cuidado con él. El resto no creo que vayan a ocasionar problemas.
-Estamos revisando las casas ahora.
-Estaremos fuera en un segundo -, dijo ella desconectando. Detuvo a Lena antes de salir al estudio nuevamente - Oye - Lena se dio la vuelta, mirándola interrogante. Pareció entender la vacilación de Yulia y apagó su linterna. Se abrazaron con fuerza y Yulia cerró los ojos, sintiendo como sus inseguridades surgían nuevamente. Habían enfrentado el túnel, a Pasha, a Esther Hogan e incluso a la criatura que vivía en la cueva. Pero ahora tenían que enfrentarse a Samir, Dima y Boris. Habían cambiado. Ambas cambiaron. Samir y Dima se darían cuenta inmediatamente.
-Podemos hacer esto -, dijo Lena -Hemos jugado a este juego desde hace mucho tiempo.
-Ellos van a saber.
-Ellos pueden creer que saben. Pero realmente no lo sabrán -, Lena tomó su rostro con ternura, acariciando su barbilla con su pulgar - Tenemos mucho de qué hablar Yulia, pero ahora no es el momento.
La morena asintió. Dios, va a romperme el corazón, pensó. Pero sonrió afablemente.
-Muy bien. Salgamos de aquí.
Atravesaron el estudio y salieron hacia la sala principal, encontrando la puerta principal. Las bisagras protestaron cuando la abrieron y asumió que Esther rara vez ... o nunca ... utilizaba la puerta. Una de las cosas que experimentan extraño era que nada estaba cerrado. Se podría pensar que tanto como les gustaba mantenerse aislados, tendrían todo cerrado.
El aire en el exterior estaba un poco más frío que el interior de la casa inactiva, pero sólo ligeramente. Se quitó la gorra, pasando las manos por su cabello húmedo antes de colocársela nuevamente.
-Las luces están por allá -, dijo Lena señalando la casa de al lado.
Fueron interceptadas por Boris antes de que pudieran entrar.
-¿Qué demonios ha pasado aquí? -, Exigió. Yulia se lo quedó mirando.
-Sí, estamos bien. Un poco golpeadas y magulladas, pero estamos bien -, dijo con sarcasmo -Gracias por preguntar - Él la ignoró, dirigiéndose hacia Lena en su lugar.
-Están muertos.
-¿Quiénes?
-Quienes diablos viven aquí. Muertos. Específicamente dije ...
-... Qué?? no les disparáramos a nadie -, concluyó Yulia.
-Esther Hogan fue la única baja. No se pudo evitar. En cuanto a los otros, no sé de lo que estás hablando.
-No nos encontramos con nadie además de Esther y Pasha -, dijo Lena.
-¿Quién es Pasha?
-Él es como su guardaespaldas -, dijo Yulia.
-Dos cadáveres más en esta casa -, gritó Samir.
-Jesús. Esto es como Jim Jones de nuevo -, murmuró Boris mientras se dirigía en dirección a Samir.
Yulia y Lena lo siguieron.
Era un hombre y una mujer mayor, ambos desplomados contra la pared.
Yulia se quedó mirando la tela amarilla agarrada con fuerza en la mano del hombre. Se volvió en círculo, escaneando la habitación con su linterna, aterrizando en un reloj de pared antiguo, el péndulo estaba detenido.
-Mierda -, susurró ella.
-¿Qué pasa?
-El reloj -, se volvió hacia Boris -Muéstrame otra casa.
En la de al lado era lo mismo. Dos hombres. Uno en el suelo, el otro desplomado en el sofá. Una vez más, un reloj de péndulo, éste seguía marcando el tiempo. Yulia se volteó hacia Lena.
-La frase que Fiona nos dijo que usáramos. La que puso en trance a Pasha. Roca amarilla en el reloj.
-Fue el desencadenante del suicidio -, dijo Lena - Pero Pasha fue el único que la escuchó.
-Él la estaba diciendo una y otra vez a medida que se iba. Eso debió ser parte de todo. Para alertar a los demás. La pasaron entre ellos.
-Está bien, ¿de qué demonios están hablando? -, Preguntó Samir.
-Fue esta frase ...
-Oh, Dios mío, Yulia. Nos olvidamos de Don -, dijo Lena - Y Marcus.
-Sí, ¿dónde está Marcus? -, Preguntó Boris - No pude contactarlo.
-Nosotras tampoco. Él y el jefe Aims iban a detener a Richard Barr, el guardia identificado a partir de los registros de la puerta - dijo ella -Lo dejamos en la escuela. Don se quedó en nuestra casa.
-Tenemos que ir -, dijo Lena tirando del brazo de Yulia.
-No tenemos un coche. Y no voy a volver por el bosque.
-Tomaremos el coche de Fiona -, dijo Lena mirando a su alrededor - Es decir, si lo encontramos - Boris levantó sus manos.
-Ustedes dos, esperen. Necesito saber qué demonios está pasando aquí.
-Hay túneles bajo las casas que conducen a una cámara subterránea -, dijo Yulia.
-Una cueva -, agregó Lena - Allí fue donde estuvimos. Allí es donde encontrará el cuerpo de Esther Hogan. Le disparé.
-A menos que él haya regresado y se la haya llevado -, dijo Yulia en voz baja.
-Oh. Si. Esa es una posibilidad.
-¿Él quien? -, Preguntó Boris. Lena y Yulia se miraron entre sí.
-¿Quiere que le contemos esto? -, Preguntó la ojiverde.
-No ahora, no. Tenemos que llegar a la escuela -, se volvió hacia Boris.
-Con su permiso, por supuesto. Tenemos que encontrar a Marcus y a Don.
-Sabía que no debía dejarlas entrar por su cuenta -, dijo él - Sabía que algo así iba a suceder -, dejó escapar un suspiro de frustración -Muy bien. Lleven a Samir y a Dima. Y no hagan nada estúpido - Yulia se detuvo.
-Hablando de eso ... no vayan a los túneles. Es un laberinto. Y hagan lo que hagan, no entren en la cueva.
Lena se arrodilló junto a Fiona.
Sus ojos estaban cerrados, pero su boca estaba abierta, liberando respiraciones superficiales. Echó un vistazo hacia Yulia, quien estaba de pie sobre el cuerpo sin vida de madre Hogan.
-Pensé que no íbamos a dispararle a nadie.
-No tuve otra opción.
Tocó el rostro de Fiona, viendo el aleteo de sus párpados. No sabía qué hacer. El cuchillo todavía estaba dentro de ella, enterrado hasta la empuñadura.
-Oh, Fiona. ¿Por qué?
-Era la única manera -, susurró ella - Lena tomó su mano, apretándola con fuerza.
-Aguanta. Te llevaremos a un hospital.
-No. Es demasiado tarde.
-No es demasiado tarde.
-Lena ... gracias, mi amiga. Eres lo mejor que me ha pasado.
-No. Quédate conmigo -, dijo la pelirroja interrumpiéndola - Vamos a sacarte de aquí. A ti y a Don, ambos.
-Ese siempre fue mi sueño -, dijo la mujer con voz débil - Escapar.
Lena sintió que los dedos de Fiona se apretaron alrededor de los suyos.
-No huyas de Yulia -, susurró ella -Confía en ella. Las cosas horribles que su padre le hizo... la hacen desconfiar de los demás. Pero ella quiere amarte. Permíteselo - Lena la miró con incredulidad.
-¿Cómo supiste acerca de su padre? - El agarre de Fiona se aflojó y su mano cayó, pero sus ojos se mantuvieron con firmeza en los de Lena.
La ojiverde vio como la mano de Fiona encontró el cuchillo, entonces, en un último gesto, tiró de el. La sangre brotó, pero la chica nunca hizo un sonido. Simplemente se quedó inmóvil, con la mano y el cuchillo cayendo inútilmente sobre el suelo.
Lena se la quedó mirando, viendo como el último aliento de Fiona le abandonaba, viendo como la vida se desvanecía de sus ojos. Justo de esa manera. Se fue. Por sus propias manos.
-¿Elena? - Sintió el toque de Yulia en su hombro y se volteó hacia ella, permitiendo que la pelinegra le pusiera de pie. Se aferró a ella, escondiendo su rostro en su hombro. Sentía como se le rompía el corazón, pero no vinieron las lágrimas.
La escena era surrealista. Fiona en un charco de su propia sangre, por su propia mano. Esther Hogan a seis metros de distancia, con una bala en su corazón que puso fin a su vida sin una ceremonia. Surrealista.
-¿Pasha?
-Hice la cosa del calcetín amarillo. Entró en trance, justo como ellos dijeron que ocurriría - Lena frunció el ceño.
-¿Calcetín amarillo?
-Calcetín, roca, reloj. Lo que sea -, Yulia la sostuvo a un brazo de distancia - ¿Estás bien? -, La volteó hacia la antorcha, inspeccionando su cuello - Estás herida - Lena tocó su cuello adolorido.
-Nunca me puso una mano encima. Me lanzó contra la pared. Y me estaba ahogando. Pero nunca me tocó.
-Supongo que Fiona tenía razón con respecto a sus poderes - La ojiverde miró hacia la chica muerta, sacudiendo lentamente su cabeza.
-¿Por qué? ¿Por qué hizo eso? Podríamos haberla ayudado.
-¿Podríamos? -, La morena se encogió de hombros - Quizás. Pero eso había sido demasiado para ella. Incluso si sobrevivía al dar a luz, ¿entonces qué? ¿Se convertiría en un espectáculo de circo?
-No sé. Pero esto sólo parece ... - Sus palabras fueron interrumpidas por un rugido espantoso proveniente de la cueva.
Ella y Yulia se miraron, con sus ojos muy abiertos.
-Oh, mierda -, murmuró la morena, tirando de Lena con ella - Tenemos que salir de aquí. ¡Ahora! - El rugido fue seguido por un grito agudo, similar a los que habían escuchado por la noche. Cuando estaba cazando.
La ojiverde corría tras Yulia, ambas metiéndose en el primer túnel por donde habían venido. Se detuvieron en seco, escondiéndose en las sombras. Lena se aferró a los brazos de Yulia, mirando a su alrededor, con la visión de la cámara ligeramente obstruida.
Lo primero que vio fue su silueta, la luz de la antorcha seguramente distorsionaba su forma. Pero no. La criatura se puso de pie sobre sus patas traseras, medía fácilmente tres metros de altura.
-Dios mío, ¿qué es eso? -, Susurró mientras se encogió contra la pared.
-No tengo ni la menor idea.
Su cabeza era escamosa como la de un lagarto y giró su mirada alrededor de la cámara, aterrizando primero en Esther Hogan, luego en Fiona. Dejó escapar un tremendo rugido, un sonido lastimero lleno de angustia ... se atrevía a decir ... lleno de dolor y luto. La ojiverde metió su mano en el brazo de Yulia mientras la criatura se agachaba levantando a Fiona, con sus brazos balanceándose sin vida por sus costados. Lena quería alejar su mirada de esa vista, pero no podía. Con otro gemido atormentado, se arrastró, nuevamente hacia la cueva, llevando a Fiona ... y a su bebé ... con él.
-No puedo creer que acabo de ver eso -, dijo Yulia en voz baja.
-¿Qué debemos hacer?
-De seguro no vamos a ir detrás de él.
-Pero ...
-De ninguna manera -, Yulia buscó a tientas su linterna, profundizándose en el túnel.
-Vamos.
-¿Sabemos dónde estamos?
-Mira esto -, dijo la pelinegra alumbrando a lo largo de las paredes.
Mientras que el otro túnel por donde llegaron había sido construido sin orden, este túnel había sido reforzado con madera brillante y barnizada. Tallada con extraños símbolos que nunca había visto.
-¿A dónde crees que nos lleve esto? -, Preguntó Lena.
-Supongo que a la casa de Esther - Lena la siguió, mirando detrás de ellas para asegurar de que no eran seguidas. Se preguntaba cómo iban a explicar todo lo que había sucedido. Nadie iba a creerles. Al igual que Yulia, no podía entender lo que había visto.
Se detuvieron en la parte inferior de una pequeña escalera. Estas también eran mucho mejor que las que estaban en los establos. Los pasamanos a ambos lados eran de madera barnizada. Los pasos crujieron bajo su peso mientras subían a la cima. Yulia giró el pomo de la puerta lentamente. Estaba abierta. Lena también sacó su linterna.
La habitación parecía haber sido alguna vez un estudio o una sala de estar, sin embargo estaba escasamente amueblada. Yulia alumbró por la habitación, aterrizando en una puerta abierta. Lena la siguió quedándose de pie en el marco cuando la pelinegra entró. Se trataba de un viejo estudio. Incluso bajo la luz limitada, Lena podía ver lo gastado del inmobiliario. Movió la linterna hacia la ventana, las cortinas tan delgadas que no podía distinguir su color original. La ventana estaba abierta, dejando entrar la poca brisa que había. Fue entonces cuando Lena se dio cuenta de lo caliente y cargado que estaba. Se limpió el sudor de la frente.
-Trata encender la luz -, dijo Yulia señalando hacia el interruptor en la pared. Lena lo hizo, pero la habitación se quedó a oscuras.
-Fuera de servicio -, murmuró Yulia -Tal vez sólo utilizaba un generador cuando lo necesitaba.
-Probablemente.
La linterna de Yulia cruzó la habitación, aterrizando en una puerta en la esquina trasera. La abrió, revelando otro tramo de escaleras.
Ésta iba hacia arriba, no hacia abajo. Yulia le devolvió la mirada con las cejas levantadas. Lena asintió. Era una escalera estrecha y subieron en una sola fila. Se preguntaba si se trataba de un acceso directo a la habitación de Esther. Yulia abrió la puerta con cautela, haciendo una pausa para escuchar, pero todo estaba en silencio.
La puerta se abría a un pasillo y la escalera parecía ser sólo una ruta más corta hacia el segundo piso. Había cuatro puertas, dos a cada lado, pero era la quinta puerta al otro extremo la que parecía inusual. El marco de la puerta tenía por lo menos un pie de ancho, tallado con los mismos símbolos que se han visto en el túnel.
-Verifiquemos primero estas habitaciones -, dijo Yulia.
La primera estaba completamente vacía, incluida la ausencia de cortinas. Una enorme tela de araña cruzaba la ventana, evidenciando la falta de uso de la habitación. Yulia fue a la siguiente y Lena cruzó el pasillo, abriendo una puerta de ese lado. Esperaba otra habitación vacía y casi se quedó sin aliento ante lo que vio cuando su linterna iluminó adentro. Era la habitación de un niño, con un mobiliario pequeño y anodino. En la cama yacían los restos óseos de un niño pequeño, vestido sólo con una camisa blanca y pantalones cortos.
-Yulia -, dijo ella - Aquí.
La morena miró por encima de su hombro y luego suavemente la movió hacia un lado mientras entraba en la habitación. Lena vaciló, iluminando por el pasillo. No podía evitar la sensación de que no estaban solas.
-Diría que quizás seis u ocho años -, dijo Yulia.
-¿Crees que era hijo de Esther?
-No lo sé. No la puedo imaginar como madre. ¿Tú puedes? - Lena ladeó la cabeza escuchando un sonido bienvenido en la distancia. Helicópteros.
-Escucha -, dijo ella. Yulia la miró, sonriendo.
-Refuerzos. Ya era hora.
-Vamos a ver las otras habitaciones -, dijo Lena - Estoy lista para salir pitando de aquí.
Las otras dos habitaciones en el pasillo estaban vacías, al igual que la primera. No había ni rastro de la habitación de Esther, lo que les llevaba a pensar que la puerta decorada al final de la sala lo sería.
Lena dio un paso atrás, asintiendo con la cabeza cuando Yulia giró el pomo. La puerta se abrió y un olor desagradable les golpeó de inmediato. Ambas entraron, sus linternas se proyectaban en las sombras en la habitación. Era grande, mucho más grande que una habitación.
Alineadas en una fila ordenada, estaban ocho camas idénticas dominando la habitación.
-Jesús -, murmuró la ojiazul mientras se adentraba en el cuarto.
Lena alumbraba cada cama, sin poder creer lo que veía. Las ocho camas parecían estar talladas a mano. El trabajo de la madera era exquisito. Sin embargo, una sola cama estaba vacía.
-¿Qué demonios es esto? - Yulia fue al final, alumbrando los nombres tallados en cada cama.
-Estaline, Naomi, Opal, Velma, Eustice, Estele, Rosaline ... y Esther.
-Fiona dice que las cosas aquí siempre han sido de esta manera -, dijo Lena - ¿Crees que estas son las Hogan reinantes?
-¿Y cuándo mueren, las traen aquí? Dios, ¿te imaginas viviendo en esta casa con estas ... estas mujeres aquí?
-Están vestidas con una especie de vestido ceremonial -, señaló Lena mientras su mirada viajaba por cada esqueleto - Si no tuviese la información, creería que son vestidos de novia - Yulia miró hacia el techo; los helicópteros ahora parecían estar sobre ellas.
-Bueno, vamos a largarnos de aquí.
-¿Dónde crees que está la habitación de Esther?
-Me imagino que en algún lugar de la planta baja. Vamos -, justo en ese momento sonó el teléfono de Yulia, el tono familiar de Samir llenó la habitación tranquila - Oye, calvo. Ya era hora.
***
-¿Dónde diablos estás? -, Preguntó Samir. Yulia siguió a Lena quien bajaba las escaleras.
-Estamos en la casa de Esther Hogan. La única de dos pisos.
-Si. La veo. Está jodidamente oscuro aquí -, dijo él.
-¿Están fuera de servicio ¿recuerdas? ¿Cuántos agentes?
-Seis de nosotros. Incluyendo a Boris.
-Muy bien. Pensamos que hay cerca de cuarenta habitantes. Esther Hogan ha sido eliminada. Tenía un guardaespaldas. Un sujeto enorme. Pasha. Tengan cuidado con él. El resto no creo que vayan a ocasionar problemas.
-Estamos revisando las casas ahora.
-Estaremos fuera en un segundo -, dijo ella desconectando. Detuvo a Lena antes de salir al estudio nuevamente - Oye - Lena se dio la vuelta, mirándola interrogante. Pareció entender la vacilación de Yulia y apagó su linterna. Se abrazaron con fuerza y Yulia cerró los ojos, sintiendo como sus inseguridades surgían nuevamente. Habían enfrentado el túnel, a Pasha, a Esther Hogan e incluso a la criatura que vivía en la cueva. Pero ahora tenían que enfrentarse a Samir, Dima y Boris. Habían cambiado. Ambas cambiaron. Samir y Dima se darían cuenta inmediatamente.
-Podemos hacer esto -, dijo Lena -Hemos jugado a este juego desde hace mucho tiempo.
-Ellos van a saber.
-Ellos pueden creer que saben. Pero realmente no lo sabrán -, Lena tomó su rostro con ternura, acariciando su barbilla con su pulgar - Tenemos mucho de qué hablar Yulia, pero ahora no es el momento.
La morena asintió. Dios, va a romperme el corazón, pensó. Pero sonrió afablemente.
-Muy bien. Salgamos de aquí.
Atravesaron el estudio y salieron hacia la sala principal, encontrando la puerta principal. Las bisagras protestaron cuando la abrieron y asumió que Esther rara vez ... o nunca ... utilizaba la puerta. Una de las cosas que experimentan extraño era que nada estaba cerrado. Se podría pensar que tanto como les gustaba mantenerse aislados, tendrían todo cerrado.
El aire en el exterior estaba un poco más frío que el interior de la casa inactiva, pero sólo ligeramente. Se quitó la gorra, pasando las manos por su cabello húmedo antes de colocársela nuevamente.
-Las luces están por allá -, dijo Lena señalando la casa de al lado.
Fueron interceptadas por Boris antes de que pudieran entrar.
-¿Qué demonios ha pasado aquí? -, Exigió. Yulia se lo quedó mirando.
-Sí, estamos bien. Un poco golpeadas y magulladas, pero estamos bien -, dijo con sarcasmo -Gracias por preguntar - Él la ignoró, dirigiéndose hacia Lena en su lugar.
-Están muertos.
-¿Quiénes?
-Quienes diablos viven aquí. Muertos. Específicamente dije ...
-... Qué?? no les disparáramos a nadie -, concluyó Yulia.
-Esther Hogan fue la única baja. No se pudo evitar. En cuanto a los otros, no sé de lo que estás hablando.
-No nos encontramos con nadie además de Esther y Pasha -, dijo Lena.
-¿Quién es Pasha?
-Él es como su guardaespaldas -, dijo Yulia.
-Dos cadáveres más en esta casa -, gritó Samir.
-Jesús. Esto es como Jim Jones de nuevo -, murmuró Boris mientras se dirigía en dirección a Samir.
Yulia y Lena lo siguieron.
Era un hombre y una mujer mayor, ambos desplomados contra la pared.
Yulia se quedó mirando la tela amarilla agarrada con fuerza en la mano del hombre. Se volvió en círculo, escaneando la habitación con su linterna, aterrizando en un reloj de pared antiguo, el péndulo estaba detenido.
-Mierda -, susurró ella.
-¿Qué pasa?
-El reloj -, se volvió hacia Boris -Muéstrame otra casa.
En la de al lado era lo mismo. Dos hombres. Uno en el suelo, el otro desplomado en el sofá. Una vez más, un reloj de péndulo, éste seguía marcando el tiempo. Yulia se volteó hacia Lena.
-La frase que Fiona nos dijo que usáramos. La que puso en trance a Pasha. Roca amarilla en el reloj.
-Fue el desencadenante del suicidio -, dijo Lena - Pero Pasha fue el único que la escuchó.
-Él la estaba diciendo una y otra vez a medida que se iba. Eso debió ser parte de todo. Para alertar a los demás. La pasaron entre ellos.
-Está bien, ¿de qué demonios están hablando? -, Preguntó Samir.
-Fue esta frase ...
-Oh, Dios mío, Yulia. Nos olvidamos de Don -, dijo Lena - Y Marcus.
-Sí, ¿dónde está Marcus? -, Preguntó Boris - No pude contactarlo.
-Nosotras tampoco. Él y el jefe Aims iban a detener a Richard Barr, el guardia identificado a partir de los registros de la puerta - dijo ella -Lo dejamos en la escuela. Don se quedó en nuestra casa.
-Tenemos que ir -, dijo Lena tirando del brazo de Yulia.
-No tenemos un coche. Y no voy a volver por el bosque.
-Tomaremos el coche de Fiona -, dijo Lena mirando a su alrededor - Es decir, si lo encontramos - Boris levantó sus manos.
-Ustedes dos, esperen. Necesito saber qué demonios está pasando aquí.
-Hay túneles bajo las casas que conducen a una cámara subterránea -, dijo Yulia.
-Una cueva -, agregó Lena - Allí fue donde estuvimos. Allí es donde encontrará el cuerpo de Esther Hogan. Le disparé.
-A menos que él haya regresado y se la haya llevado -, dijo Yulia en voz baja.
-Oh. Si. Esa es una posibilidad.
-¿Él quien? -, Preguntó Boris. Lena y Yulia se miraron entre sí.
-¿Quiere que le contemos esto? -, Preguntó la ojiverde.
-No ahora, no. Tenemos que llegar a la escuela -, se volvió hacia Boris.
-Con su permiso, por supuesto. Tenemos que encontrar a Marcus y a Don.
-Sabía que no debía dejarlas entrar por su cuenta -, dijo él - Sabía que algo así iba a suceder -, dejó escapar un suspiro de frustración -Muy bien. Lleven a Samir y a Dima. Y no hagan nada estúpido - Yulia se detuvo.
-Hablando de eso ... no vayan a los túneles. Es un laberinto. Y hagan lo que hagan, no entren en la cueva.
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
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Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Pobre Fiona sabíamos qué no iba a sobrevivír pero igual es triste al menos conoció lo que es una linda amistad con Lena. Y la vieja menos mataron rápido, lo del suicidio masivo en general no esta mal porque esa gente ya no iba a saber vivir fuera del mando de Esther. Y bueno a ver como las chicas van a enfrentar volver a la realidad. Saludos cariño mio como has estado ya recuperada?
Fati20- Mensajes : 1370
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Localización : Venezuela
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Fiona luchó hasta el final y que lástima que no pudieron salvarla. Que alegría que ya llegaron los refuerzos, ahora deben enfrentar al mega lagarto que aún está suelto
Corderito_Agron- Mensajes : 305
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Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Capítulo 49:
La estación de guardia estaba iluminada pero sin ocupar. El coche de Marcus seguía estacionado al lado del coche de Richard.
-Deben haber tomado el coche del jefe -, dijo Yulia mientras conducía despacio por un lado.
-Tengo un mal presentimiento -, dijo Lena. Miró hacia el asiento trasero donde Samir y Dima estaban sentados en silencio - ¿Cómo estuvo el vuelo?
-Rápido -, dijo Dima.
-Entonces ¿qué es lo que no le están contando a Boris? -, Preguntó Samir. Echó un vistazo hacia la morena, luego de vuelta a Sam.
-Algo vive en la cueva. Lo hemos escuchado en las noches un par de veces. Un grito desgarrador. Realmente no puedo describirlo. Lo vimos esta noche - Dima se acercó más.
-¿Qué es?
-No lo sabemos -, dijo Yulia - Algún tipo de ... criatura.
-¿Estás inventando esta mierda? - Preguntó Samir. Lena sonrió.
-Desearía. Entonces, ¿nos extrañaste?
-Sí, las extrañamos. ¿Ustedes nos extrañaron?
-Por supuesto. Ésta ... -, dijo ella señalando hacia Yulia -... no es nada fácil vivir con ella.
-Como tú -, intervino Yulia - No vas a creer todas las reglas que tiene -, dijo mirando por el espejo retrovisor a Samir - Pero es muy buena cocinera.
Lena la miró cariñosamente, pero se contuvo, rodando dramáticamente sus ojos para darle efecto.
-¿Entonces por qué constantemente te quejabas de mi cocina?
-Debido a que estabas tratando de convertirme en vegetariana.
-¿Tú? -, Samir se rió - Ella come carne dos veces a la semana -, dijo él. Lena miró a Samir.
-Ella ahora está metida en la onda de la soja.
-En mi culo -, murmuró Yulia.
-¿A dónde? ¿A la casa de Marcus o a la nuestra?
-La nuestra. Si ellos estaban buscando a Don, es el lugar lógico.
-¿Quiénes son ellos? -, Preguntó Dima.
-Tenemos que asumir que el jefe Aims y Richard.
-No olvides las dos túnicas que vimos en el bosque con Pasha -, le recordó Lena.
-Eso es correcto. Así que, posiblemente, cuatro hombres -, dijo Yulia.
-¿Qué, dos túnicas? -, Preguntó Samir.
-Dos hombres vestidos de negro -, describió Yulia.
-Los vimos en el sendero dirigiéndose hacia la escuela. Cosas espeluznantes.
-¿Qué estaban haciendo en el bosque? -, Preguntó Dima.
-Tratando de llegar a los túneles -, dijo Lena - Es demasiado por explicar ahora -, se volvió hacia la morena - Creo que deberíamos apagar las luces. Probablemente necesitemos acercarnos a pie.
-Sí. Estoy de acuerdo - Yulia llevó el coche a un lado de la carretera y se detuvo. Lena se volvió en su asiento, dirigiéndose a los chicos.
-Las casas están bastante cercanas, pero escalonadas. Somos la primera casa en la carretera. Fiona estaba frente a nosotras.
-¿Qué pasó con ella?
-Ella ... ella murió.
-Se suicidó - dijo Yulia - Le puso una trampa a Esther Hogan para nosotras.
-Es una larga historia - agregó Lena cuando abrió la puerta.
-Sí. Y cuando regresemos a la ciudad, estoy pensando en tomar unas cervezas en el bar mientras nos cuentan esta larga historia -, dijo Samir mientras salía.
Caminaron en una sola fila a un lado de la carretera. La luna estaba todavía en lo alto, dándoles la luz suficiente para ver. Lena dejó que los chicos fuesen delante de ella mientras cubría la retaguardia. Casi saltó fuera de su piel cuando escuchó como se rompía una rama en el bosque no lejos de ellos. Sacudió su cabeza por los alrededores, escaneando a través de los árboles sin ver nada.
-¿Qué pasa? - Preguntó Dima.
-Me pareció escuchar algo - susurró ella. Yulia se detuvo y la miró.
-¿Estás bien? - Lena asintió, aunque mantenía un ojo vigilante sobre el bosque.
Yulia los guio alrededor de la parte posterior de su pequeña casa, más allá de la ventana del dormitorio. Se agachó por debajo del vidrio, los demás hicieron lo mismo. Al parecer estaba oscura y vacía. Habían dejado a Don en el interior con instrucciones de esperarlas.
Yulia levantó la mano, en un gesto para que se detuvieran. Giró la perilla de la puerta de la cocina, encontrándola cerrada. Miró a Lena con las cejas levantadas. No, Katina no había cerrado. Al igual que los demás, había adquirido el hábito de no cerrar con llave sus puertas.
-Supongo que no tenemos la llave -, susurró Yulia.
-¿Por qué no tienen la llave de su propia casa? -, Preguntó Dima.
-No cerrabamos las puertas -, dijo Yulia mientras se movía hacia la ventana de la cocina, pegando su rostro al cristal y mirando hacia el interior. Agarró su linterna, iluminando a través de la ventana.
-Mierda. Patea la puerta -, dijo rápidamente.
Con un solo golpe del pie de Samir, la endeble cerradura cedió.
Ella y Yulia entraron primero, sus luces aterrizaron en la figura tendida en el suelo.
-Oh, Dios -, murmuró ella. Yulia le dio la vuelta.
No era Don. Era Marcus. Tenía las manos esposadas a la espalda. Una sola bala en su frente había hecho estallar la parte posterior de su cabeza.
-Jesús -, susurró Dima - ¿Quién es?
-Marcus.
-Tienen a Don -, dijo Yulia.
-Al parecer ambos, el jefe Aims y Richard eran leales a Pasha.
-¿Pero por qué? -, Preguntó Lena - ¿Qué había para ellos? No puedo ver intercambio de dinero.
-Tal vez miedo -, dijo Yulia.
-O amenazas -, agregó la pelirroja.
-Está bien, no sé de lo que están hablando pero ¿cuál es el plan? Tenemos que llamar a Boris. Tenemos un agente caído -. Samir les recordó.
-El jefe Aims está armado. Richard era un guardia, no se le suministró un arma. Los dos sujetos de Hoganville, los dos con la túnica, tenemos que asumir que también están involucrados - dijo Yulia.
-¿Qué pasa con esas túnicas? - Preguntó Dima.
-¿Recuerdas la historia que descubrieron sobre el tipo de las ovejas? Los hombres estaban en túnicas.
-Entonces ¿son una secta o qué? - Lena y Yulia intercambiaron miradas.
-Creo que si vas por el suicidio en masa que acabamos de presenciar ... al estilo Jim Jones ... entonces sí. Pero no creo que esa haya sido la intención original - dijo ella.
-Probablemente nunca lo sabremos con certeza – la morena se acercó a la puerta, a punto de encender la luz cuando se detuvo - Mucha sangre. Le dispararon aquí.
-Sí. ¿Y qué?
-Que Svetlana y Becca podrían haber escuchado el disparo - dijo Lena completando el pensamiento de Yulia.
-Llamen a Boris. Háganle saber lo que está pasando - dijo Yulia a Samir.
-Sí. Aunque sería de gran ayuda si supiera lo que estaba pasando.
-Sólo vamos a comprobar al lado - dijo la pelirroja. Miró a Dima.
-Quédate aquí.
Ella y Yulia salieron nuevamente por la puerta de la cocina. No había luces encendidas al lado, pero la siguiente casa ... donde Val y Emma vivían ... estaba iluminada.
-Supongo que no nos importa si nuestra pantalla es descubierta - dijo la morena - Tomando en cuenta cómo estamos vestidas y todo eso.
-¿Crees que las fundas de pierna nos pueden delatar? - Preguntó Lena con una sonrisa. Se detuvieron en la parte de atrás de la casa, asomándose por las ventanas. No había ningún movimiento o sonido.
-Un poco temprano para estar en la cama - dijo Yulia - ¿No crees?
-No conozco sus hábitos, pero sí, creo que sí. Además, de seguro todos aquí en la escuela escucharon aterrizar los helicópteros. Uno podría suponer que estarían afuera mirando lo que está pasando.
-Estoy de acuerdo. Vamos a ver al lado. Quizás Svetlana y Becca fueron allí si escucharon el disparo.
-¿Crees que tal vez el jefe Aims y Richard abandonaron el complejo?
-·¿Quieres decir que después que mataron a Marcus se asustaron? - Lena se encogió de hombros.
-Quizás. Pero, ¿se llevarían a Don? - Yulia negó con la cabeza.
-De cualquier manera, no creo que esto vaya a terminar bien.
-Ya es así. Fiona está muerta -, le recordó.
-Sí. Lo siento. Sé que no has ...
-¿Qué? ¿Procesado todo? Tienes razón. No lo he hecho - Lena se quitó la gorra y sacudió su cabello - Esta asignación apesta ¿no es así?
-Bueno, no todo ha sido malo -, dijo Yulia.
-Vamos.
Siguieron hacia el borde del bosque, escondiéndose en las sombras. Las persianas estaban cerradas en todas las ventanas. Una peculiaridad, sin duda. Ella y Yulia rara vez cerraban sus persianas, siguiendo el ejemplo de sus vecinos. Encontrar la casa de Valerie y Emma cerrada con llave fue una sorpresa. Yulia tiró de ella más adentro del bosque
-Llama a Dima. Diles a él y a Samir que vengan aquí. Voy a rodear la cocina. A ver si puedo escuchar algo. O tal vez ver el interior.
Lena asintió mientras sacaba su teléfono.
***
La morena se acercó, complacida de que la luna por fin se escondido en el cielo.
Los pinos estaban bloqueando algo de su luz, por lo que las sombras se extendieron haciendo que fuera más fácil ocultarse. Escuchó, una voz masculina. Sonaba como Aims, pero no podía estar segura. Se acercó más, con movimientos lentos y comedidos, con los ojos fijos en la ventana de la cocina. Las persianas estaban abajo más allá de la ventana, pero podía ver a lo largo de los bordes. Ahora se pegó a la pared exterior, sosteniendo su rostro contra la ventana.
Hijo de puta. Podía ver a Svetlana y Becca sentadas en el suelo contra la pared. Ambas tenían las manos atadas, con sus ojos llenos de espanto. Había un cuerpo tendido en el suelo, pero no podía identificarlo.
-Pasha debió haber vuelto ya.
-Cállate - dijo Aims.
-Ya has oído los helicópteros, coño. Tenemos que salir de aquí.
-¿E ir a dónde? ¿Correr hacia el bosque como los otros dos idiotas? No, gracias. Nos quedamos aquí. Tenemos rehenes. Es nuestra mejor opción.
-Sí, bueno, no si sigues matándolos.
Yulia se apartó de la ventana, volviendo sobre sus pasos hacia el bosque. Samir y Dima estaban allí, de pie junto a Lena.
-Dos hombres en el interior. El jefe Aims y Richard Barr. Es una situación de rehenes. Parece haber al menos una baja.
-¿Quién? - Preguntó Lena.
-No podría decirlo - dijo ella - Svetlana y Becca son las rehenes. Sus manos estaban atadas. Estaban en el suelo.
-¿Don?
-No hay señales de él.
-¿Y los otros dos? ¿Los de la túnica? - Preguntó Samir.
-Por lo que oí, volvieron a Hoganville - miró hacia Lena - A través de los bosques.
-Está bien. ¿Cuál es el plan?
-No hemos tenido un plan todavía. ¿Por qué empezar ahora?
-Boris dijo que esperáramos -, dijo Samir.
-¿Esperar qué? ¿Va a llamar a un equipo SWAT? ¿O conseguir que un negociador de rehenes vuele hasta aquí? Estamos en medio de ningún maldito lugar -, les recordó.
-¿Qué quieres hacer? - Preguntó Lena.
-Sólo son dos. Podemos suponer que ahora los dos están armados. Aims está a cargo. Richard quiere irse. Aims fue quien lanzó la palabra rehén. Nosotros somos cuatro. Altamente capacitados - dijo con una sonrisa - Sin duda, podemos capturarlos.
-¿A qué riesgo para los rehenes? - Preguntó Dima.
-Una de nosotras tiene que entrar - dijo Lena - Fingir que no sabíamos que estaban ahí. Con el pretexto de buscar a Svetlana y a Becca.
-Tenemos que asumir que Aims sabe sobre nosotras - dijo Yulia - Además, tú no estás vestida exactamente como una maestra en estos momentos.
-No, me gusta la idea - dijo Samir - Es mejor que la tuya.
-Ni siquiera conoces la mía - dijo ella.
-Eso es porque no tienes ninguna - Yulia miró a Lena.
-¿Cómo nos va a ayudar que estés dentro?
-Usémoslo como una distracción - dijo ella - Iré por la puerta principal. Querrán agarrarme, cachearme. Samir acaba de patear nuestra puerta de atrás por lo que sabemos lo bien que funcionan las cerraduras. Entran por la cocina - Yulia negó con la cabeza.
-Es arriesgado. Van a estar confundidos. Y empezarán a disparar.
-Bueno, como ha dicho, son sólo dos.
La estación de guardia estaba iluminada pero sin ocupar. El coche de Marcus seguía estacionado al lado del coche de Richard.
-Deben haber tomado el coche del jefe -, dijo Yulia mientras conducía despacio por un lado.
-Tengo un mal presentimiento -, dijo Lena. Miró hacia el asiento trasero donde Samir y Dima estaban sentados en silencio - ¿Cómo estuvo el vuelo?
-Rápido -, dijo Dima.
-Entonces ¿qué es lo que no le están contando a Boris? -, Preguntó Samir. Echó un vistazo hacia la morena, luego de vuelta a Sam.
-Algo vive en la cueva. Lo hemos escuchado en las noches un par de veces. Un grito desgarrador. Realmente no puedo describirlo. Lo vimos esta noche - Dima se acercó más.
-¿Qué es?
-No lo sabemos -, dijo Yulia - Algún tipo de ... criatura.
-¿Estás inventando esta mierda? - Preguntó Samir. Lena sonrió.
-Desearía. Entonces, ¿nos extrañaste?
-Sí, las extrañamos. ¿Ustedes nos extrañaron?
-Por supuesto. Ésta ... -, dijo ella señalando hacia Yulia -... no es nada fácil vivir con ella.
-Como tú -, intervino Yulia - No vas a creer todas las reglas que tiene -, dijo mirando por el espejo retrovisor a Samir - Pero es muy buena cocinera.
Lena la miró cariñosamente, pero se contuvo, rodando dramáticamente sus ojos para darle efecto.
-¿Entonces por qué constantemente te quejabas de mi cocina?
-Debido a que estabas tratando de convertirme en vegetariana.
-¿Tú? -, Samir se rió - Ella come carne dos veces a la semana -, dijo él. Lena miró a Samir.
-Ella ahora está metida en la onda de la soja.
-En mi culo -, murmuró Yulia.
-¿A dónde? ¿A la casa de Marcus o a la nuestra?
-La nuestra. Si ellos estaban buscando a Don, es el lugar lógico.
-¿Quiénes son ellos? -, Preguntó Dima.
-Tenemos que asumir que el jefe Aims y Richard.
-No olvides las dos túnicas que vimos en el bosque con Pasha -, le recordó Lena.
-Eso es correcto. Así que, posiblemente, cuatro hombres -, dijo Yulia.
-¿Qué, dos túnicas? -, Preguntó Samir.
-Dos hombres vestidos de negro -, describió Yulia.
-Los vimos en el sendero dirigiéndose hacia la escuela. Cosas espeluznantes.
-¿Qué estaban haciendo en el bosque? -, Preguntó Dima.
-Tratando de llegar a los túneles -, dijo Lena - Es demasiado por explicar ahora -, se volvió hacia la morena - Creo que deberíamos apagar las luces. Probablemente necesitemos acercarnos a pie.
-Sí. Estoy de acuerdo - Yulia llevó el coche a un lado de la carretera y se detuvo. Lena se volvió en su asiento, dirigiéndose a los chicos.
-Las casas están bastante cercanas, pero escalonadas. Somos la primera casa en la carretera. Fiona estaba frente a nosotras.
-¿Qué pasó con ella?
-Ella ... ella murió.
-Se suicidó - dijo Yulia - Le puso una trampa a Esther Hogan para nosotras.
-Es una larga historia - agregó Lena cuando abrió la puerta.
-Sí. Y cuando regresemos a la ciudad, estoy pensando en tomar unas cervezas en el bar mientras nos cuentan esta larga historia -, dijo Samir mientras salía.
Caminaron en una sola fila a un lado de la carretera. La luna estaba todavía en lo alto, dándoles la luz suficiente para ver. Lena dejó que los chicos fuesen delante de ella mientras cubría la retaguardia. Casi saltó fuera de su piel cuando escuchó como se rompía una rama en el bosque no lejos de ellos. Sacudió su cabeza por los alrededores, escaneando a través de los árboles sin ver nada.
-¿Qué pasa? - Preguntó Dima.
-Me pareció escuchar algo - susurró ella. Yulia se detuvo y la miró.
-¿Estás bien? - Lena asintió, aunque mantenía un ojo vigilante sobre el bosque.
Yulia los guio alrededor de la parte posterior de su pequeña casa, más allá de la ventana del dormitorio. Se agachó por debajo del vidrio, los demás hicieron lo mismo. Al parecer estaba oscura y vacía. Habían dejado a Don en el interior con instrucciones de esperarlas.
Yulia levantó la mano, en un gesto para que se detuvieran. Giró la perilla de la puerta de la cocina, encontrándola cerrada. Miró a Lena con las cejas levantadas. No, Katina no había cerrado. Al igual que los demás, había adquirido el hábito de no cerrar con llave sus puertas.
-Supongo que no tenemos la llave -, susurró Yulia.
-¿Por qué no tienen la llave de su propia casa? -, Preguntó Dima.
-No cerrabamos las puertas -, dijo Yulia mientras se movía hacia la ventana de la cocina, pegando su rostro al cristal y mirando hacia el interior. Agarró su linterna, iluminando a través de la ventana.
-Mierda. Patea la puerta -, dijo rápidamente.
Con un solo golpe del pie de Samir, la endeble cerradura cedió.
Ella y Yulia entraron primero, sus luces aterrizaron en la figura tendida en el suelo.
-Oh, Dios -, murmuró ella. Yulia le dio la vuelta.
No era Don. Era Marcus. Tenía las manos esposadas a la espalda. Una sola bala en su frente había hecho estallar la parte posterior de su cabeza.
-Jesús -, susurró Dima - ¿Quién es?
-Marcus.
-Tienen a Don -, dijo Yulia.
-Al parecer ambos, el jefe Aims y Richard eran leales a Pasha.
-¿Pero por qué? -, Preguntó Lena - ¿Qué había para ellos? No puedo ver intercambio de dinero.
-Tal vez miedo -, dijo Yulia.
-O amenazas -, agregó la pelirroja.
-Está bien, no sé de lo que están hablando pero ¿cuál es el plan? Tenemos que llamar a Boris. Tenemos un agente caído -. Samir les recordó.
-El jefe Aims está armado. Richard era un guardia, no se le suministró un arma. Los dos sujetos de Hoganville, los dos con la túnica, tenemos que asumir que también están involucrados - dijo Yulia.
-¿Qué pasa con esas túnicas? - Preguntó Dima.
-¿Recuerdas la historia que descubrieron sobre el tipo de las ovejas? Los hombres estaban en túnicas.
-Entonces ¿son una secta o qué? - Lena y Yulia intercambiaron miradas.
-Creo que si vas por el suicidio en masa que acabamos de presenciar ... al estilo Jim Jones ... entonces sí. Pero no creo que esa haya sido la intención original - dijo ella.
-Probablemente nunca lo sabremos con certeza – la morena se acercó a la puerta, a punto de encender la luz cuando se detuvo - Mucha sangre. Le dispararon aquí.
-Sí. ¿Y qué?
-Que Svetlana y Becca podrían haber escuchado el disparo - dijo Lena completando el pensamiento de Yulia.
-Llamen a Boris. Háganle saber lo que está pasando - dijo Yulia a Samir.
-Sí. Aunque sería de gran ayuda si supiera lo que estaba pasando.
-Sólo vamos a comprobar al lado - dijo la pelirroja. Miró a Dima.
-Quédate aquí.
Ella y Yulia salieron nuevamente por la puerta de la cocina. No había luces encendidas al lado, pero la siguiente casa ... donde Val y Emma vivían ... estaba iluminada.
-Supongo que no nos importa si nuestra pantalla es descubierta - dijo la morena - Tomando en cuenta cómo estamos vestidas y todo eso.
-¿Crees que las fundas de pierna nos pueden delatar? - Preguntó Lena con una sonrisa. Se detuvieron en la parte de atrás de la casa, asomándose por las ventanas. No había ningún movimiento o sonido.
-Un poco temprano para estar en la cama - dijo Yulia - ¿No crees?
-No conozco sus hábitos, pero sí, creo que sí. Además, de seguro todos aquí en la escuela escucharon aterrizar los helicópteros. Uno podría suponer que estarían afuera mirando lo que está pasando.
-Estoy de acuerdo. Vamos a ver al lado. Quizás Svetlana y Becca fueron allí si escucharon el disparo.
-¿Crees que tal vez el jefe Aims y Richard abandonaron el complejo?
-·¿Quieres decir que después que mataron a Marcus se asustaron? - Lena se encogió de hombros.
-Quizás. Pero, ¿se llevarían a Don? - Yulia negó con la cabeza.
-De cualquier manera, no creo que esto vaya a terminar bien.
-Ya es así. Fiona está muerta -, le recordó.
-Sí. Lo siento. Sé que no has ...
-¿Qué? ¿Procesado todo? Tienes razón. No lo he hecho - Lena se quitó la gorra y sacudió su cabello - Esta asignación apesta ¿no es así?
-Bueno, no todo ha sido malo -, dijo Yulia.
-Vamos.
Siguieron hacia el borde del bosque, escondiéndose en las sombras. Las persianas estaban cerradas en todas las ventanas. Una peculiaridad, sin duda. Ella y Yulia rara vez cerraban sus persianas, siguiendo el ejemplo de sus vecinos. Encontrar la casa de Valerie y Emma cerrada con llave fue una sorpresa. Yulia tiró de ella más adentro del bosque
-Llama a Dima. Diles a él y a Samir que vengan aquí. Voy a rodear la cocina. A ver si puedo escuchar algo. O tal vez ver el interior.
Lena asintió mientras sacaba su teléfono.
***
La morena se acercó, complacida de que la luna por fin se escondido en el cielo.
Los pinos estaban bloqueando algo de su luz, por lo que las sombras se extendieron haciendo que fuera más fácil ocultarse. Escuchó, una voz masculina. Sonaba como Aims, pero no podía estar segura. Se acercó más, con movimientos lentos y comedidos, con los ojos fijos en la ventana de la cocina. Las persianas estaban abajo más allá de la ventana, pero podía ver a lo largo de los bordes. Ahora se pegó a la pared exterior, sosteniendo su rostro contra la ventana.
Hijo de puta. Podía ver a Svetlana y Becca sentadas en el suelo contra la pared. Ambas tenían las manos atadas, con sus ojos llenos de espanto. Había un cuerpo tendido en el suelo, pero no podía identificarlo.
-Pasha debió haber vuelto ya.
-Cállate - dijo Aims.
-Ya has oído los helicópteros, coño. Tenemos que salir de aquí.
-¿E ir a dónde? ¿Correr hacia el bosque como los otros dos idiotas? No, gracias. Nos quedamos aquí. Tenemos rehenes. Es nuestra mejor opción.
-Sí, bueno, no si sigues matándolos.
Yulia se apartó de la ventana, volviendo sobre sus pasos hacia el bosque. Samir y Dima estaban allí, de pie junto a Lena.
-Dos hombres en el interior. El jefe Aims y Richard Barr. Es una situación de rehenes. Parece haber al menos una baja.
-¿Quién? - Preguntó Lena.
-No podría decirlo - dijo ella - Svetlana y Becca son las rehenes. Sus manos estaban atadas. Estaban en el suelo.
-¿Don?
-No hay señales de él.
-¿Y los otros dos? ¿Los de la túnica? - Preguntó Samir.
-Por lo que oí, volvieron a Hoganville - miró hacia Lena - A través de los bosques.
-Está bien. ¿Cuál es el plan?
-No hemos tenido un plan todavía. ¿Por qué empezar ahora?
-Boris dijo que esperáramos -, dijo Samir.
-¿Esperar qué? ¿Va a llamar a un equipo SWAT? ¿O conseguir que un negociador de rehenes vuele hasta aquí? Estamos en medio de ningún maldito lugar -, les recordó.
-¿Qué quieres hacer? - Preguntó Lena.
-Sólo son dos. Podemos suponer que ahora los dos están armados. Aims está a cargo. Richard quiere irse. Aims fue quien lanzó la palabra rehén. Nosotros somos cuatro. Altamente capacitados - dijo con una sonrisa - Sin duda, podemos capturarlos.
-¿A qué riesgo para los rehenes? - Preguntó Dima.
-Una de nosotras tiene que entrar - dijo Lena - Fingir que no sabíamos que estaban ahí. Con el pretexto de buscar a Svetlana y a Becca.
-Tenemos que asumir que Aims sabe sobre nosotras - dijo Yulia - Además, tú no estás vestida exactamente como una maestra en estos momentos.
-No, me gusta la idea - dijo Samir - Es mejor que la tuya.
-Ni siquiera conoces la mía - dijo ella.
-Eso es porque no tienes ninguna - Yulia miró a Lena.
-¿Cómo nos va a ayudar que estés dentro?
-Usémoslo como una distracción - dijo ella - Iré por la puerta principal. Querrán agarrarme, cachearme. Samir acaba de patear nuestra puerta de atrás por lo que sabemos lo bien que funcionan las cerraduras. Entran por la cocina - Yulia negó con la cabeza.
-Es arriesgado. Van a estar confundidos. Y empezarán a disparar.
-Bueno, como ha dicho, son sólo dos.
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
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Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Hay no ahora más rescates siento que van a herir alguna se las chicas 🫠🫠 esos refuerzos fueron pocos ya deberían estar todos los lugares llenos de agentes. Qué nervios de lo q se viene . Saludos cariño mio
Fati20- Mensajes : 1370
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Localización : Venezuela
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Joder! Que las chicas no salgan heridas al menos y logren atrapar a todos, y maten al lagarto
psichobitch2- Mensajes : 292
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Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Capítulo 50:
Lena buscó donde la pistolera del muslo había estado, quitándole el seguro. Habían debatido entre si debían dejarla o no. Al final, decidieron que era un arma menos que caería en manos de Aims. Respiró profundamente y luego golpeó varias veces en rápida sucesión.
-¿Val? ¿Em? ¿Están ahí? - Preguntó en voz alta - Svetlana y Becca no están en casa - volvió a llamar antes de que la puerta fuera abierta de golpe. El jefe Aims le devolvió la mirada, con su arma apuntándole en el rostro. Esperaba lucir lo suficientemente sorprendida.
-¿Jefe Aims? ¿Qué está haciendo?
-Entra - dijo él cerrando la puerta detrás de ella - ¿Dónde está tu compañera?
-Al lado. Le han disparado a Marcus -, dijo ella mirando a su alrededor, viendo los ojos asustados de Svetlana y Becca.
Valerie estaba en el rincón, sollozando en silencio. Emma estaba tendida en el suelo, rodeada de sangre.
-Sé quién eres. Cállate - dijo él empujándola con fuerza dentro de la habitación.
Richard la agarró, sosteniéndola con fuerza. Mordió su labio con impotencia, queriendo nada más que neutralizarlo con una patada en la ingle y un golpe fuerte en el cuello. En cambio, le siguió el juego, esperando que la puerta de atrás fuera pateada.
-Cachéala.
-Con todo placer - dijo Richard.
Se quedó inmóvil mientras las manos de Richard recorrían su cuerpo, debajo de sus pechos y entre sus piernas. Su mirada se encontró con la de Svetlana, viendo la confusión en sus ojos.
Está desarmada.
-En el suelo con las demás - dijo él haciendo un gesto con su arma.
-¿Qué estás haciendo? - Preguntó ella.
-¿Qué crees? Ahora cállate.
-¿Dónde está Don? - Preguntó la pelirroja. El hombre se rió
-¿El Doc? Oh, demonios, lo llevaron de regreso. Madre Hogan no ve amablemente la desobediencia.
-¿No? Bueno, Esther Hogan está muerta - dijo ella viendo la sorpresa en sus ojos.
-¿Muerta? No sabes lo que estás diciendo.
-Yo le disparé. Pasha también está muerto. Todos están muertos. Suicidio en masa.
-Te dije que te callaras - gritó él.
-Es cierto. Estás solo.
Finalmente, la puerta de la cocina se abrió de golpe con un gran estruendo. Una rápida y feroz pierna noqueó a Richard derribándolo. Ella rodó hacia un lado mientras los disparos sonaban. El jefe Aims cayó como una piedra en el suelo.
Así de fácil, todo había terminado. Richard estaba neutralizado, sus manos entrelazadas detrás de la cabeza, murmurando incoherentemente mientras Dima lo esposaba con rudeza. Yulia se arrodilló junto a Emma, comprobando su pulso. Sacudió la cabeza ante la pregunta silenciosa de Lena.La pelirroja fue hacia Svetlana y Becca, hurgando en sus cuerdas.
-¿Están bien?
-¿Quién eres tú? - Preguntó Svetlana.
-KGB - dijo ella desviando su mirada. Ahora no era el momento para preguntas - ¿Val? ¿Estás bien?
Valerie negó con la cabeza, levantando su mirada para ver a Emma, entonces dejó caer su cabeza nuevamente, sollozando otra vez.
-¿Que Paso?- preguntó Yulia.
-Escuchamos un disparo - dijo Becca mientras se frotaba las muñecas
-Proveniente de tu casa. Svetlana corrió encontrando al jefe Aims de pie junto al director Marcus. Nos trajeron aquí - Miró a Emma, sus lágrimas corrían por su rostro - Él sólo le disparó. Sin ninguna razón. Sólo le disparó - se volteó, sus lágrimas hacia Lena - ¿Qué está pasando?
-Esta era una investigación de la KGB. Marcus también era un agente.
-¿Investigación sobre qué?
-Hoganville.
-¿Pero por qué?
-No podemos entrar en detalles - dijo Yulia - Va a haber un montón de agentes alrededor. Hay muchos cabos por atar. ¿Puedes llevar a Val de regreso a tu casa?
-¿Es seguro? - Preguntó Svetlana.
-Sí. Ahora es seguro.
-Espera ... - dijo Lena -... los otros dos hombres ... los que usaban túnicas ¿A dónde se fueron?
-Se llevaron al tipo que estaba en tu casa. Solo se fueron.
-¿Estaba bien?
-No. Estaba ... estaba llorando. Estaba suplicando que le dejaran ir ¿Quiénes eran? Todos lucían espeluznantes con esas ropas.
-Sí. Eran de Hoganville - dijo Lena.
Becca levantó a Valerie, sosteniéndola mientras salían de la casa. Svetlana se volteó, mirándolas.
-¿Fiona? ¿Está bien? - Lena negó con la cabeza.
-No. No, ella se ha ido.
***
-Aquí. Habla con él - Samir le entregó el teléfono a Yulia - Ya ha mordido mi culo lo suficiente – La morena frotó sus ojos.
-Dios, este ha sido un largo día - agarró el teléfono, sosteniéndolo contra su oreja con un profundo suspiro - ¿Boris?
-¿Desde cuándo no tienes que seguir órdenes?
-He tomado la decisión en el campo. Pensé que todavía podía hacerlo - dijo ella.
-¿Sabes cuántos malditos cuerpos tenemos por aquí?
-Sí, bueno, tenemos tres por aquí. Y una desaparición. Hay un sendero desde aquí hasta Hoganville. Por ahí fue donde se llevaron a Don. Si llegaron tan lejos, entonces están en los túneles.
-No hemos encontrado ningún túnel. Todavía estamos buscando casa por casa - dijo él.
-¿A quién ha llamado?
-A los lugareños. Los equipos de Viek y Baton Rouge también están de camino. Y tengo tres equipos forenses que vienen. Después de todo, es sólo cuestión de tiempo antes que tengamos a los medios de comunicación.
-Sí, bueno, es por eso que te pagan tanto dinero - miró a Lena a través del cuarto - Tomaremos el sendero por el bosque. Ver si podemos encontrar un Don. Es una rápida caminata de treinta minutos - colgó antes de que él pudiera decir algo más lanzándole el teléfono a Samir.
-¿Cuál de ustedes dos, chiquillas, quieren ir con nosotras?
***
-¿Apagarías tu maldita linterna, Samir? - Susurró Yulia.
-Demonios, es espeluznante aquí. No se puede ver una mierda.
Lena admitió que estaba un poco más oscuro que cuando hicieron el viaje horas antes. Pero luego de haber visto todo lo que vieron esta noche, no le parecía tan espeluznante.
-¿Entiendes que no queremos llamar la atención hacia nosotros mismos? - Dijo en voz baja - Y no son los hombres los que nos preocupa.
-Sí, es el gran monstruo en el bosque - dijo con una risa.
-¿Ustedes realmente creen eso? - Las palabras apenas han salido de su boca cuando escucharon un tremendo rugido, seguido por el grito desgarrador al que estaban acostumbradas.
Ella y Yulia miraron a su alrededor, en busca de movimiento. Samir se congeló en su lugar.
-¿Qué ... demonios ... fue eso?
-Sí, sólo el gran monstruo en el bosque, calvo. No es gran cosa.
-Lo digo en serio - dijo él.
-Yo también - dijo Yulia - Vamos.
-¿Estás loca?
Una vez más, escucharon el grito, casi sacudiendo los árboles a su alrededor. La cosa estaba cazando. ¿Estaría llevando a cabo una matanza?
Fue entonces cuando escucharon otro grito, esta vez más apaciguado. Esta vez era humano.
Ella y Yulia corrieron por el sendero, escuchando como Samir las seguía de cerca. Encontraron el cuerpo rápidamente, Yulia literalmente se tropezó con él, amontonado bajo un árbol. La túnica estaba desgarrada así como el estómago y el torso. La morena se puso de pie, todos moviéndose fuera del sendero.
-Esa cosa no está aquí. Estamos demasiado cerca -, dijo ella.
-¿De qué estás hablando? - Preguntó Samir.
-El grito que acabamos de escuchar - confirmó Lena - Eso no fue todo.
Samir iluminó todo el cuerpo, su respiración jadeante ante la vista de las entrañas del hombre derramadas en el suelo.
-¿Qué diablos hizo esto?
-Te lo dije ... - dijo Yulia - ... el gran monstruo. Y está enojado.
-No puedo creer esto - dijo Lena - Le prometimos a Fiona. Le prometimos a Don. ¿Para qué? No hemos protegido a ninguno de los dos.
-Lo hicimos lo mejor que pudimos - dijo Yulia - No podíamos haber sabido acerca de Aims. No podíamos saber que los de la túnica venían a buscarlo.
-Así que vamos a regresar, ¿no? -, Dijo Samir mirando por encima de su hombro - Voto porque regresemos.
-No regresaremos - dijo Yulia - No hasta que encontremos a Don.
Yulia siguió por el sendero y Lena tomó el brazo de Samir, apretándolo con fuerza.
-También tengo miedo - susurró - Y apaga tu luz.
-¿Con qué clase de mierda se metieron?
-Es sólo una gran mancha en este instante - dijo ella.
No habían caminado ni cinco minutos cuando escucharon otro grito, éste era exclusivamente humano. Fue interrumpido con firmeza, seguido de un fuerte grito desgarrador que resonó por el bosque.
-Estamos muy cerca - susurró la ojiazul.
-También nos estamos acercando a Hoganville - dijo Lena.
-Esto es una mierda de locos - murmuró Samir.
Lena agarró el brazo de Yulia cuando el suelo literalmente tembló debajo de ellos, con el sonido de algo corriendo y quebrando las ramas a su alrededor. Yulia los empujó fuera del sendero, refugiándose en una pendiente entre las raíces de un árbol gigante. El bosque parecía vivo con el sonido de animales nocturnos correteando mientras que los que estaban dormidos eran despertados crudamente, las aves volaban en el cielo oscuro.
-Oh, Dios mío - susurró Samir - Mira eso - dijo señalando hacia la base del árbol.
Ni Yulia ni Lena se sorprendieron.
La pelirroja sospechaba que esta ruta estaba llena de cráneos humanos. Contuvo el aliento, la carrera ahora estaba más cerca. Distinguió una figura a lo largo del sendero, que venía hacia ellos.
Yulia saltó de detrás del árbol, agarrándolo. Él trató de gritar, pero ella tapó fuertemente su boca.
-Somos nosotros - dijo Yulia.
Los ojos de Don se ensancharon, luego se relajó con alivio. Se apoyó contra ella, luego fue hacia Lena. Ella lo abrazó con fuerza, trayéndolo más cerca del árbol.
-¿Estás bien?
-Se está acercando. Me está persiguiendo - dijo con voz entrecortada -Tenemos que salir de aquí.
-Yo secundo eso - dijo Samir.
-No podemos dejarlo atrás - dijo Yulia - Tenemos que ocultarnos. Todos, no se muevan.
El sonido de algo corriendo y la ruptura de las ramas alcanzaron su punto máximo y Lena tembló de miedo. Luego el sonido se desvaneció yendo más allá de ellos.
-¿A dónde? - Preguntó Lena.
-¿Estamos muy lejos de los establos? - Don negó con la cabeza.
-Diez minutos. Pero está demasiado cerca. No creo que lo logremos.
-Bueno, no lo lograremos regresando a la escuela - dijo Yulia - Sin luces. Vamos lentamente - miró a Samir.
-Demonios, tenemos armas. Seguramente podemos encargarnos de eso, ¿no?
-¿Quién eres tú? - Preguntó Don mirando hacia Samir.
-Él está con nosotros - dijo la ojiverde.
-¿Los helicópteros?
-Si.
-¿Fiona? - Lena le apretó la mano y negó con la cabeza.
-Lo siento. No lo logro.
-¿Entonces siguió con su plan? ¿Encontró el cuchillo?
-¿Lo sabías?
-Sí. Ella no iba a sobrevivir al parto. Debías saberlo.
-¿Podemos hablar de esto después? - Preguntó Yulia.
-Vamos a seguir - Lena volvió a tomar la retaguardia.
Ya no tenía miedo. Eran más en número, sin embargo, no temía ser arrebatada por detrás. Eso, por supuesto, no le impedía mirar constantemente por encima de su hombro. La luna ya no era un factor ya que se había escondido detrás de la línea de árboles. Ese hecho también le hacía preguntarse si incluso aún estaban en el camino. Don se detuvo de repente ladeando su cabeza.
-Está cerca - susurró. Yulia se detuvo y se dio la vuelta lentamente.
-¿Qué debemos hacer?
-No se muevan - Lena extendió la mano, agarrando la mano de Don.
El chico apretó la de ella con fuerza, mientras sus ojos escaneaban el bosque. Ella hizo lo mismo. Literalmente, podía escuchar cada respiración tomada por cada uno, podía sentir el nerviosismo entre ellos. A través de los árboles lo vio, corriendo en cuatro patas. Apretó la mano de Don, sus ojos siguieron su progreso. Él se detuvo de repente, poniéndose de pie sobre sus patas traseras, con su cabeza levantada, como si olfateara el aire. Apenas se atrevió a respirar, por temor a ser escuchada.
Todos ellos parecían tener el mismo pensamiento, cada uno se mantenía de pie como estatuas, casi sin respirar.
Sus ojos encontraron los de Yulia, sosteniéndolos mientras su corazón latía nerviosamente en su pecho. La criatura se movió otra vez, pasando cerca de ellos, esquivando los árboles y corriendo otra vez por el bosque. Don fue el primero en romper el silencio.
-Debemos correr ahora - dijo en voz baja - Él va a regresar.
-Vamos.
Yulia volvió a tomar la delantera, usando su linterna para encontrar el camino. Corrieron rápidamente, saltando por encima de las raíces, sus pies golpeaban el suelo, sin preocuparse en permanecer en silencio. Lena se tropezó, pero Don la atrapó poniéndola en posición vertical.
-Ve delante de mí - dijo él empujándola.
Ella corrió tras Samir, casi tropezando nuevamente cuando el fuerte y estruendoso rugido se escuchó detrás de ellos.
-¡Corre! - Gritó Don empujándola - ¡Corre!
Estaban lo suficientemente cerca como para ver las casas de Hoganville, sin embargo, estaban demasiado lejos.
Ella corrió a ciegas, siguiendo a Samir y a Yulia, esperando que Don estuviese detrás de ella. Podía escuchar a la criatura ganando terreno, podía sentir las vibraciones mientras corrían. Esperaba que en cualquier momento la agarrara por la espalda.
-Por aquí - gritó Yulia saliendo del sendero y dirigiéndose hacia los establos.
Otro rugido furioso se escuchó detrás de ellos y Lena imaginó que podía sentir su aliento en la nuca. Corrió más rápido, casi empujando a Samir, agradecida de ver la silueta oscura de los establos delante de ellos. Yulia cayó, tropezando en la colina, casi rodando los últimos metros. Samir la agarró y la levantó en un solo movimiento. Lena volteó hacia atrás, viendo a Don correr con los ojos muy abiertos por el miedo. Detrás de él, vislumbró a la criatura, corriendo nuevamente en cuatro patas, tratando de atraparlos. Lena giró, agarrando la mano de Don.
-Por aquí - gritó Yulia rodeando la esquina del establo.
La puerta se abrió con facilidad y todos cayeron en el interior. Pero él estaba detrás de ellos, mientras una enorme garra buscaba en el interior. Samir y Yulia empujaron la puerta cerrándola y atrapando la garra contra el costado.
-Hacia los túneles - gritó Yulia - ¡Ahora!
Lena y Don corrieron hacia la pared del fondo, abriendo la puerta de la trampa. Lena volteó, viendo como la puerta luchaba por abrirse, Samir y Yulia eran incapaces de sostenerla.
-Vamos. Vamos - les gritaba. Casi empujado a Don por las escaleras, esperando mientras Samir y Yulia abandonaban la puerta, corriendo frenéticamente hacia ella. Saltó a ciegas por las tambaleantes escaleras, saliendo del camino mientras Samir y la morena eran perseguidos. Un grito desesperado se escuchó detrás de ellos y la puerta hacia el túnel fue arrancada de sus bisagras y arrojada a un lado con facilidad.
Tropezaron en la oscuridad por el túnel hasta que se dieron cuenta que no eran perseguidos. Lena sacó su linterna. Samir y Yulia hicieron lo mismo.
-Él no cabe por acá - dijo Yulia - El túnel es demasiado pequeño - Samir dejó escapar una risa nerviosa.
-Está bien ¿Qué demonios fue eso? - Lena se apoyó contra la pared, dejando escapar un suspiro de alivio. Sintió como Don hacía lo mismo a su lado.
-Él sólo tiene una entrada a la cueva - dijo Don tranquilamente - Al menos, eso es lo que pensamos. Sin embargo nadie sabe dónde está.
Lena sintió como Yulia se sentaba a su lado y se apoyaba en ella, relajándose, sin importarle que Samir estuviese mirando.
-Este ha sido el más largo maldito día de mi vida.
-El mío también, tigre.
-Está bien, no trato de interrumpir nada pero, ¿no deberíamos salir de aquí? -, Preguntó Samir - No me gustan los pequeños espacios.
Yulia se levantó tendiéndole una mano a Lena. Ella la tomó, permitiendo que la pusiera de pie. Se acercó a Don, devolviéndole el favor.
-Eso estuvo cerca - dijo él.
-No me digas - murmuró Yulia.
Retomó la ruta que tomaron esa misma tarde y pronto se encontró nuevamente en la cámara. Las antorchas seguían encendidas y ardiendo brillantemente. La mirada de Lena fue hacia el altar, viendo la sangre, donde Fiona había muerto. Miró más allá, esperando ver el cuerpo de Esther Hogan.
-Yulia - dijo ella - Esther se ha ido.
Todos se acercaron a la sangre que manchaba el suelo dónde había estado. No había huellas. Era como si hubiera desaparecido.
-¿Están seguras que estaba muerta? - Preguntó Don - Quiero decir ...
-Sí - dijo Yulia - Estamos seguras.
-¿Fiona? - Preguntó en voz baja. Lena alumbró hacia el altar.
-Allí. Murió allí.
-Se la llevó de regreso a la cueva con él - dijo Yulia.
-Está bien, me están volviendo loco - dijo Samir.
-Lo siento - dijo Lena - Pero lo vimos.
-Tal vez él regresó, llevándose también a Esther - sugirió la ojiazul encogiendo sus hombros.
-No lo creo - dijo Don - Fiona era su novia. Ella llevaba su hijo. Madre Hogan hacía su voluntad, eso era todo. Madre Hogan era sólo una más de muchos.
-Miren, ¿podemos salir de aquí? - Preguntó Samir - Me gustaría estar sobre tierra, si vamos a estar discutiendo sobre los cuerpos que faltan.
-Nunca te había visto tan nervioso, calvo - dijo Yulia - ¿Ahora me crees cuando digo que este caso apesta?
-Sí. Te creo. Ahora larguémonos de aquí. Puedo enfrentar a los ladrones de bancos, terroristas, asesinos. Lo que sea. Pero no esta mierda espeluznante - Don hizo una seña hacia su izquierda.
-El túnel principal nos llevará ...
-Vamos a utilizar el túnel de Esther - dijo Yulia interrumpiendo a Don.
-Es mucho más agradable.
Retomaron los pasos que siguieron temprano, pasando por el túnel y por las escaleras hasta la casa de Esther. Se sorprendieron al encontrar a Boris y a otros dos agentes en el interior.
-¿Qué demonios? Pensé que estaban en la escuela. Tienen suerte de que no les disparáramos - dijo él.
-Nos dijo específicamente que no disparáramos a nadie - le recordó Yulia.
-¿Cómo han llegado hasta aquí? Le dije a Samir que te mantuviera a raya.
-Ellas no escuchan. Vinimos por el bosque y luego por un túnel - dijo Samir - Y no quiero volver a hacerlo nuevamente.
Hoy le doy fin a la historia, chicos!!
Lena buscó donde la pistolera del muslo había estado, quitándole el seguro. Habían debatido entre si debían dejarla o no. Al final, decidieron que era un arma menos que caería en manos de Aims. Respiró profundamente y luego golpeó varias veces en rápida sucesión.
-¿Val? ¿Em? ¿Están ahí? - Preguntó en voz alta - Svetlana y Becca no están en casa - volvió a llamar antes de que la puerta fuera abierta de golpe. El jefe Aims le devolvió la mirada, con su arma apuntándole en el rostro. Esperaba lucir lo suficientemente sorprendida.
-¿Jefe Aims? ¿Qué está haciendo?
-Entra - dijo él cerrando la puerta detrás de ella - ¿Dónde está tu compañera?
-Al lado. Le han disparado a Marcus -, dijo ella mirando a su alrededor, viendo los ojos asustados de Svetlana y Becca.
Valerie estaba en el rincón, sollozando en silencio. Emma estaba tendida en el suelo, rodeada de sangre.
-Sé quién eres. Cállate - dijo él empujándola con fuerza dentro de la habitación.
Richard la agarró, sosteniéndola con fuerza. Mordió su labio con impotencia, queriendo nada más que neutralizarlo con una patada en la ingle y un golpe fuerte en el cuello. En cambio, le siguió el juego, esperando que la puerta de atrás fuera pateada.
-Cachéala.
-Con todo placer - dijo Richard.
Se quedó inmóvil mientras las manos de Richard recorrían su cuerpo, debajo de sus pechos y entre sus piernas. Su mirada se encontró con la de Svetlana, viendo la confusión en sus ojos.
Está desarmada.
-En el suelo con las demás - dijo él haciendo un gesto con su arma.
-¿Qué estás haciendo? - Preguntó ella.
-¿Qué crees? Ahora cállate.
-¿Dónde está Don? - Preguntó la pelirroja. El hombre se rió
-¿El Doc? Oh, demonios, lo llevaron de regreso. Madre Hogan no ve amablemente la desobediencia.
-¿No? Bueno, Esther Hogan está muerta - dijo ella viendo la sorpresa en sus ojos.
-¿Muerta? No sabes lo que estás diciendo.
-Yo le disparé. Pasha también está muerto. Todos están muertos. Suicidio en masa.
-Te dije que te callaras - gritó él.
-Es cierto. Estás solo.
Finalmente, la puerta de la cocina se abrió de golpe con un gran estruendo. Una rápida y feroz pierna noqueó a Richard derribándolo. Ella rodó hacia un lado mientras los disparos sonaban. El jefe Aims cayó como una piedra en el suelo.
Así de fácil, todo había terminado. Richard estaba neutralizado, sus manos entrelazadas detrás de la cabeza, murmurando incoherentemente mientras Dima lo esposaba con rudeza. Yulia se arrodilló junto a Emma, comprobando su pulso. Sacudió la cabeza ante la pregunta silenciosa de Lena.La pelirroja fue hacia Svetlana y Becca, hurgando en sus cuerdas.
-¿Están bien?
-¿Quién eres tú? - Preguntó Svetlana.
-KGB - dijo ella desviando su mirada. Ahora no era el momento para preguntas - ¿Val? ¿Estás bien?
Valerie negó con la cabeza, levantando su mirada para ver a Emma, entonces dejó caer su cabeza nuevamente, sollozando otra vez.
-¿Que Paso?- preguntó Yulia.
-Escuchamos un disparo - dijo Becca mientras se frotaba las muñecas
-Proveniente de tu casa. Svetlana corrió encontrando al jefe Aims de pie junto al director Marcus. Nos trajeron aquí - Miró a Emma, sus lágrimas corrían por su rostro - Él sólo le disparó. Sin ninguna razón. Sólo le disparó - se volteó, sus lágrimas hacia Lena - ¿Qué está pasando?
-Esta era una investigación de la KGB. Marcus también era un agente.
-¿Investigación sobre qué?
-Hoganville.
-¿Pero por qué?
-No podemos entrar en detalles - dijo Yulia - Va a haber un montón de agentes alrededor. Hay muchos cabos por atar. ¿Puedes llevar a Val de regreso a tu casa?
-¿Es seguro? - Preguntó Svetlana.
-Sí. Ahora es seguro.
-Espera ... - dijo Lena -... los otros dos hombres ... los que usaban túnicas ¿A dónde se fueron?
-Se llevaron al tipo que estaba en tu casa. Solo se fueron.
-¿Estaba bien?
-No. Estaba ... estaba llorando. Estaba suplicando que le dejaran ir ¿Quiénes eran? Todos lucían espeluznantes con esas ropas.
-Sí. Eran de Hoganville - dijo Lena.
Becca levantó a Valerie, sosteniéndola mientras salían de la casa. Svetlana se volteó, mirándolas.
-¿Fiona? ¿Está bien? - Lena negó con la cabeza.
-No. No, ella se ha ido.
***
-Aquí. Habla con él - Samir le entregó el teléfono a Yulia - Ya ha mordido mi culo lo suficiente – La morena frotó sus ojos.
-Dios, este ha sido un largo día - agarró el teléfono, sosteniéndolo contra su oreja con un profundo suspiro - ¿Boris?
-¿Desde cuándo no tienes que seguir órdenes?
-He tomado la decisión en el campo. Pensé que todavía podía hacerlo - dijo ella.
-¿Sabes cuántos malditos cuerpos tenemos por aquí?
-Sí, bueno, tenemos tres por aquí. Y una desaparición. Hay un sendero desde aquí hasta Hoganville. Por ahí fue donde se llevaron a Don. Si llegaron tan lejos, entonces están en los túneles.
-No hemos encontrado ningún túnel. Todavía estamos buscando casa por casa - dijo él.
-¿A quién ha llamado?
-A los lugareños. Los equipos de Viek y Baton Rouge también están de camino. Y tengo tres equipos forenses que vienen. Después de todo, es sólo cuestión de tiempo antes que tengamos a los medios de comunicación.
-Sí, bueno, es por eso que te pagan tanto dinero - miró a Lena a través del cuarto - Tomaremos el sendero por el bosque. Ver si podemos encontrar un Don. Es una rápida caminata de treinta minutos - colgó antes de que él pudiera decir algo más lanzándole el teléfono a Samir.
-¿Cuál de ustedes dos, chiquillas, quieren ir con nosotras?
***
-¿Apagarías tu maldita linterna, Samir? - Susurró Yulia.
-Demonios, es espeluznante aquí. No se puede ver una mierda.
Lena admitió que estaba un poco más oscuro que cuando hicieron el viaje horas antes. Pero luego de haber visto todo lo que vieron esta noche, no le parecía tan espeluznante.
-¿Entiendes que no queremos llamar la atención hacia nosotros mismos? - Dijo en voz baja - Y no son los hombres los que nos preocupa.
-Sí, es el gran monstruo en el bosque - dijo con una risa.
-¿Ustedes realmente creen eso? - Las palabras apenas han salido de su boca cuando escucharon un tremendo rugido, seguido por el grito desgarrador al que estaban acostumbradas.
Ella y Yulia miraron a su alrededor, en busca de movimiento. Samir se congeló en su lugar.
-¿Qué ... demonios ... fue eso?
-Sí, sólo el gran monstruo en el bosque, calvo. No es gran cosa.
-Lo digo en serio - dijo él.
-Yo también - dijo Yulia - Vamos.
-¿Estás loca?
Una vez más, escucharon el grito, casi sacudiendo los árboles a su alrededor. La cosa estaba cazando. ¿Estaría llevando a cabo una matanza?
Fue entonces cuando escucharon otro grito, esta vez más apaciguado. Esta vez era humano.
Ella y Yulia corrieron por el sendero, escuchando como Samir las seguía de cerca. Encontraron el cuerpo rápidamente, Yulia literalmente se tropezó con él, amontonado bajo un árbol. La túnica estaba desgarrada así como el estómago y el torso. La morena se puso de pie, todos moviéndose fuera del sendero.
-Esa cosa no está aquí. Estamos demasiado cerca -, dijo ella.
-¿De qué estás hablando? - Preguntó Samir.
-El grito que acabamos de escuchar - confirmó Lena - Eso no fue todo.
Samir iluminó todo el cuerpo, su respiración jadeante ante la vista de las entrañas del hombre derramadas en el suelo.
-¿Qué diablos hizo esto?
-Te lo dije ... - dijo Yulia - ... el gran monstruo. Y está enojado.
-No puedo creer esto - dijo Lena - Le prometimos a Fiona. Le prometimos a Don. ¿Para qué? No hemos protegido a ninguno de los dos.
-Lo hicimos lo mejor que pudimos - dijo Yulia - No podíamos haber sabido acerca de Aims. No podíamos saber que los de la túnica venían a buscarlo.
-Así que vamos a regresar, ¿no? -, Dijo Samir mirando por encima de su hombro - Voto porque regresemos.
-No regresaremos - dijo Yulia - No hasta que encontremos a Don.
Yulia siguió por el sendero y Lena tomó el brazo de Samir, apretándolo con fuerza.
-También tengo miedo - susurró - Y apaga tu luz.
-¿Con qué clase de mierda se metieron?
-Es sólo una gran mancha en este instante - dijo ella.
No habían caminado ni cinco minutos cuando escucharon otro grito, éste era exclusivamente humano. Fue interrumpido con firmeza, seguido de un fuerte grito desgarrador que resonó por el bosque.
-Estamos muy cerca - susurró la ojiazul.
-También nos estamos acercando a Hoganville - dijo Lena.
-Esto es una mierda de locos - murmuró Samir.
Lena agarró el brazo de Yulia cuando el suelo literalmente tembló debajo de ellos, con el sonido de algo corriendo y quebrando las ramas a su alrededor. Yulia los empujó fuera del sendero, refugiándose en una pendiente entre las raíces de un árbol gigante. El bosque parecía vivo con el sonido de animales nocturnos correteando mientras que los que estaban dormidos eran despertados crudamente, las aves volaban en el cielo oscuro.
-Oh, Dios mío - susurró Samir - Mira eso - dijo señalando hacia la base del árbol.
Ni Yulia ni Lena se sorprendieron.
La pelirroja sospechaba que esta ruta estaba llena de cráneos humanos. Contuvo el aliento, la carrera ahora estaba más cerca. Distinguió una figura a lo largo del sendero, que venía hacia ellos.
Yulia saltó de detrás del árbol, agarrándolo. Él trató de gritar, pero ella tapó fuertemente su boca.
-Somos nosotros - dijo Yulia.
Los ojos de Don se ensancharon, luego se relajó con alivio. Se apoyó contra ella, luego fue hacia Lena. Ella lo abrazó con fuerza, trayéndolo más cerca del árbol.
-¿Estás bien?
-Se está acercando. Me está persiguiendo - dijo con voz entrecortada -Tenemos que salir de aquí.
-Yo secundo eso - dijo Samir.
-No podemos dejarlo atrás - dijo Yulia - Tenemos que ocultarnos. Todos, no se muevan.
El sonido de algo corriendo y la ruptura de las ramas alcanzaron su punto máximo y Lena tembló de miedo. Luego el sonido se desvaneció yendo más allá de ellos.
-¿A dónde? - Preguntó Lena.
-¿Estamos muy lejos de los establos? - Don negó con la cabeza.
-Diez minutos. Pero está demasiado cerca. No creo que lo logremos.
-Bueno, no lo lograremos regresando a la escuela - dijo Yulia - Sin luces. Vamos lentamente - miró a Samir.
-Demonios, tenemos armas. Seguramente podemos encargarnos de eso, ¿no?
-¿Quién eres tú? - Preguntó Don mirando hacia Samir.
-Él está con nosotros - dijo la ojiverde.
-¿Los helicópteros?
-Si.
-¿Fiona? - Lena le apretó la mano y negó con la cabeza.
-Lo siento. No lo logro.
-¿Entonces siguió con su plan? ¿Encontró el cuchillo?
-¿Lo sabías?
-Sí. Ella no iba a sobrevivir al parto. Debías saberlo.
-¿Podemos hablar de esto después? - Preguntó Yulia.
-Vamos a seguir - Lena volvió a tomar la retaguardia.
Ya no tenía miedo. Eran más en número, sin embargo, no temía ser arrebatada por detrás. Eso, por supuesto, no le impedía mirar constantemente por encima de su hombro. La luna ya no era un factor ya que se había escondido detrás de la línea de árboles. Ese hecho también le hacía preguntarse si incluso aún estaban en el camino. Don se detuvo de repente ladeando su cabeza.
-Está cerca - susurró. Yulia se detuvo y se dio la vuelta lentamente.
-¿Qué debemos hacer?
-No se muevan - Lena extendió la mano, agarrando la mano de Don.
El chico apretó la de ella con fuerza, mientras sus ojos escaneaban el bosque. Ella hizo lo mismo. Literalmente, podía escuchar cada respiración tomada por cada uno, podía sentir el nerviosismo entre ellos. A través de los árboles lo vio, corriendo en cuatro patas. Apretó la mano de Don, sus ojos siguieron su progreso. Él se detuvo de repente, poniéndose de pie sobre sus patas traseras, con su cabeza levantada, como si olfateara el aire. Apenas se atrevió a respirar, por temor a ser escuchada.
Todos ellos parecían tener el mismo pensamiento, cada uno se mantenía de pie como estatuas, casi sin respirar.
Sus ojos encontraron los de Yulia, sosteniéndolos mientras su corazón latía nerviosamente en su pecho. La criatura se movió otra vez, pasando cerca de ellos, esquivando los árboles y corriendo otra vez por el bosque. Don fue el primero en romper el silencio.
-Debemos correr ahora - dijo en voz baja - Él va a regresar.
-Vamos.
Yulia volvió a tomar la delantera, usando su linterna para encontrar el camino. Corrieron rápidamente, saltando por encima de las raíces, sus pies golpeaban el suelo, sin preocuparse en permanecer en silencio. Lena se tropezó, pero Don la atrapó poniéndola en posición vertical.
-Ve delante de mí - dijo él empujándola.
Ella corrió tras Samir, casi tropezando nuevamente cuando el fuerte y estruendoso rugido se escuchó detrás de ellos.
-¡Corre! - Gritó Don empujándola - ¡Corre!
Estaban lo suficientemente cerca como para ver las casas de Hoganville, sin embargo, estaban demasiado lejos.
Ella corrió a ciegas, siguiendo a Samir y a Yulia, esperando que Don estuviese detrás de ella. Podía escuchar a la criatura ganando terreno, podía sentir las vibraciones mientras corrían. Esperaba que en cualquier momento la agarrara por la espalda.
-Por aquí - gritó Yulia saliendo del sendero y dirigiéndose hacia los establos.
Otro rugido furioso se escuchó detrás de ellos y Lena imaginó que podía sentir su aliento en la nuca. Corrió más rápido, casi empujando a Samir, agradecida de ver la silueta oscura de los establos delante de ellos. Yulia cayó, tropezando en la colina, casi rodando los últimos metros. Samir la agarró y la levantó en un solo movimiento. Lena volteó hacia atrás, viendo a Don correr con los ojos muy abiertos por el miedo. Detrás de él, vislumbró a la criatura, corriendo nuevamente en cuatro patas, tratando de atraparlos. Lena giró, agarrando la mano de Don.
-Por aquí - gritó Yulia rodeando la esquina del establo.
La puerta se abrió con facilidad y todos cayeron en el interior. Pero él estaba detrás de ellos, mientras una enorme garra buscaba en el interior. Samir y Yulia empujaron la puerta cerrándola y atrapando la garra contra el costado.
-Hacia los túneles - gritó Yulia - ¡Ahora!
Lena y Don corrieron hacia la pared del fondo, abriendo la puerta de la trampa. Lena volteó, viendo como la puerta luchaba por abrirse, Samir y Yulia eran incapaces de sostenerla.
-Vamos. Vamos - les gritaba. Casi empujado a Don por las escaleras, esperando mientras Samir y Yulia abandonaban la puerta, corriendo frenéticamente hacia ella. Saltó a ciegas por las tambaleantes escaleras, saliendo del camino mientras Samir y la morena eran perseguidos. Un grito desesperado se escuchó detrás de ellos y la puerta hacia el túnel fue arrancada de sus bisagras y arrojada a un lado con facilidad.
Tropezaron en la oscuridad por el túnel hasta que se dieron cuenta que no eran perseguidos. Lena sacó su linterna. Samir y Yulia hicieron lo mismo.
-Él no cabe por acá - dijo Yulia - El túnel es demasiado pequeño - Samir dejó escapar una risa nerviosa.
-Está bien ¿Qué demonios fue eso? - Lena se apoyó contra la pared, dejando escapar un suspiro de alivio. Sintió como Don hacía lo mismo a su lado.
-Él sólo tiene una entrada a la cueva - dijo Don tranquilamente - Al menos, eso es lo que pensamos. Sin embargo nadie sabe dónde está.
Lena sintió como Yulia se sentaba a su lado y se apoyaba en ella, relajándose, sin importarle que Samir estuviese mirando.
-Este ha sido el más largo maldito día de mi vida.
-El mío también, tigre.
-Está bien, no trato de interrumpir nada pero, ¿no deberíamos salir de aquí? -, Preguntó Samir - No me gustan los pequeños espacios.
Yulia se levantó tendiéndole una mano a Lena. Ella la tomó, permitiendo que la pusiera de pie. Se acercó a Don, devolviéndole el favor.
-Eso estuvo cerca - dijo él.
-No me digas - murmuró Yulia.
Retomó la ruta que tomaron esa misma tarde y pronto se encontró nuevamente en la cámara. Las antorchas seguían encendidas y ardiendo brillantemente. La mirada de Lena fue hacia el altar, viendo la sangre, donde Fiona había muerto. Miró más allá, esperando ver el cuerpo de Esther Hogan.
-Yulia - dijo ella - Esther se ha ido.
Todos se acercaron a la sangre que manchaba el suelo dónde había estado. No había huellas. Era como si hubiera desaparecido.
-¿Están seguras que estaba muerta? - Preguntó Don - Quiero decir ...
-Sí - dijo Yulia - Estamos seguras.
-¿Fiona? - Preguntó en voz baja. Lena alumbró hacia el altar.
-Allí. Murió allí.
-Se la llevó de regreso a la cueva con él - dijo Yulia.
-Está bien, me están volviendo loco - dijo Samir.
-Lo siento - dijo Lena - Pero lo vimos.
-Tal vez él regresó, llevándose también a Esther - sugirió la ojiazul encogiendo sus hombros.
-No lo creo - dijo Don - Fiona era su novia. Ella llevaba su hijo. Madre Hogan hacía su voluntad, eso era todo. Madre Hogan era sólo una más de muchos.
-Miren, ¿podemos salir de aquí? - Preguntó Samir - Me gustaría estar sobre tierra, si vamos a estar discutiendo sobre los cuerpos que faltan.
-Nunca te había visto tan nervioso, calvo - dijo Yulia - ¿Ahora me crees cuando digo que este caso apesta?
-Sí. Te creo. Ahora larguémonos de aquí. Puedo enfrentar a los ladrones de bancos, terroristas, asesinos. Lo que sea. Pero no esta mierda espeluznante - Don hizo una seña hacia su izquierda.
-El túnel principal nos llevará ...
-Vamos a utilizar el túnel de Esther - dijo Yulia interrumpiendo a Don.
-Es mucho más agradable.
Retomaron los pasos que siguieron temprano, pasando por el túnel y por las escaleras hasta la casa de Esther. Se sorprendieron al encontrar a Boris y a otros dos agentes en el interior.
-¿Qué demonios? Pensé que estaban en la escuela. Tienen suerte de que no les disparáramos - dijo él.
-Nos dijo específicamente que no disparáramos a nadie - le recordó Yulia.
-¿Cómo han llegado hasta aquí? Le dije a Samir que te mantuviera a raya.
-Ellas no escuchan. Vinimos por el bosque y luego por un túnel - dijo Samir - Y no quiero volver a hacerlo nuevamente.
Hoy le doy fin a la historia, chicos!!
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
Edad : 22
Localización : Buenos Aires
A Fati20 le gusta esta publicaciòn
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Cómo que ya se acaba???? Noooo!!!! Si esto está buenísimo 🥺🥺
Volkatin_420- Mensajes : 235
Fecha de inscripción : 13/03/2023
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Me encantó este capítulo lleno de acción, adrenalina!! Todo!! Imaginarme a Yulia con su uniforme de policía, ufff
soy_yulia_volkova- Mensajes : 234
Fecha de inscripción : 06/03/2023
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Hoy termina espero q al final se den el tiempo de cerrar todo agria resulta q el cuerpo de la vieja loca desapareció eso es bastante peligroso y q las chicas puedan arreglar bien su futuro y disfrutar un poco más de ellas amandose. Feliz viernes cariño
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Excelente capitulo. Me imaginé toda la escena de persecución... Estuvo genialeel capitulo
Corderito_Agron- Mensajes : 305
Fecha de inscripción : 18/02/2023
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Capítulo Final
Samir se reclinó en su silla, enrollando pequeñas piezas de papel entre sus dedos como bolas y luego tirándolas dentro del bote de la basura. Yulia estaba tecleando, con una sonrisa en su rostro. Lena hacía girar un bolígrafo entre sus dedos, mirando entre su monitor a Yulia. Samir movió sus ojos hacia Dima que estaba sentado mirándolos a ambos.
-Así que, Yulia, estás de buen humor esta mañana. Sonriendo y todo - dijo él. Ella levantó la vista.
-Siempre estoy de buen humor. Además, cuando terminemos estos informes, tendremos tres días libres - levantó tres dedos - Tres. Mientras que ustedes chicos permanecerán aquí, ordenando todo este lío.
-¿Así que eso es todo? Pensé que habías tenido sexo, o algo así.
-No hueles a tequila y estás usando ropa limpia - dijo Dima - No fuiste al bar anoche.
-Como si tuviese que ir al bar para echar un polvo - dijo ella. Lena la miró.
-¿Así que tuviste sexo? - Samir se sorprendió al ver el rostro sonrojado de Yulia, pero ella se sacudió.
-Ya sabes, soy muy encantadora - dijo ella.
-¿En serio?
-Si. Y persuasiva también.
-¿Oh si?
-Por supuesto. Por eso puedo tener sexo sin tener que ir al bar - Lena se acercó más - ¿Así que tuviste sexo, entonces? - Samir no podía apartar los ojos de ellas. Claro, estaban haciendo su cosa normal, esa la del coqueteo. Pero algo estaba diferente. Algo en sus ojos. Sus palabras eran juguetonas, pero la mirada que intercambiaban no lo era. Sintió que la temperatura en la habitación se elevaba y se movió incómodo en su silla.
-¿Esa es tu hipótesis? ¿Que tuve relaciones sexuales?
-Bueno, ya que eres tan encantadora y todo eso - finalmente Lena se echó hacia atrás -No sabía eso de ti. Ya sabes, encantadora y persuasiva - Yulia se echó a reír.
-¿Ves? Aprendes algo nuevo todos los días.
Se abrió la puerta de la oficina de Boris y él y Don salieron. Don lucía como si hubiera sido golpeado.
-Que alguien lo lleve a almorzar - dijo Boris - Necesita un descanso.
-¿Cómo te fue? - Preguntó Lena cuando Boris se alejó.
-No creo que él me crea - dijo Don.
-Si no hubiésemos pasado casi dos meses allí, tampoco te creería - dijo Yulia - Pero no te preocupes. Tenemos todo en nuestros informes. Incluyendo todo lo que Fiona nos dijo.
-¿Qué tal el hotel? - Preguntó Lena. Él sonrió.
-Bonito. Parece que no puedo alejarme de la televisión. Hay tantas cosas para ver.
-Entonces ¿qué vas a hacer? - Preguntó Yulia - Sabes, cuando todo esto termine - Él se encogió de hombros.
-Supongo que tendré que conseguir un trabajo. Aunque no estoy seguro que alguien me contrate. No tengo habilidades ¿Y si hacen una verificación de antecedentes? -, Sus ojos se abrieron juguetonamente.
-Sí -Todos se rieron incluyendo Don -Tienes formación médica. Siempre puedes volver a la universidad - sugirió Lena.
-Puede que conozca un fondo de becas - Yulia arqueó una ceja.
-¿Oh?
-Bueno, a decir verdad ... - dijo Samir -... eres el único heredero Hogan. Tienes una propiedad que siempre puedes vender - Don se rió de eso.
-Sí, podría abrirla como un parque de diversiones.
-En serio ¿qué vas a hacer con esto? -, Preguntó Dima - Quiero decir, era bonita y todo. Si puedes superar la cosa en el bosque.
-El señor Boris dijo que estaban considerando cerrar la escuela - dijo Don.
-¿Es eso cierto?
-Dos maestras murieron ... Fiona y Emma - dijo Yulia - Él dijo que otras cuatro renunciaron. Estoy segura que habrá más.
-Bueno, siempre y cuando piensen que ... esa cosa vive por allí, estoy seguro que todos van a renunciar - dijo Samir - Sé que yo lo haría.
-No han encontrado ningún rastro de eso - añadió Dima - ¿Están seguros de que vieron algo?
-Está allí - dijo Yulia.
-Ellos van a la cueva mañana - dijo Samir - Estoy muy feliz de no estar en ese equipo.
-Tú y yo, calvo - Lena se apartó de su escritorio y con energía rodó su silla contra él.
-Me voy - dijo ella - He presentado mi informe.
-Aún me falta un poco más - dijo Yulia. La pelirroja entregó a Don su tarjeta de presentación.
-Si necesitas algo en los próximos días, no dudes en llamarme. Voy a aprovechar la oferta de Boris de esos tres días de descanso, pero voy a estar alrededor.
-Gracias. Voy a tratar de no meterme en problemas.
-Nos encargaremos de él - dijo Dima. Samir vio como Lena miró una vez más a Yulia, quien fingía ignorarla.
-Está bien, entonces. Supongo que los veré más tarde.
-Sí. Más tarde - dijo Yulia sin apartar los ojos de su monitor de la computadora.
Dima le dio una mirada a Samir quien se limitó a encogerse de hombros. Sólo dos minutos después, Yulia se levantó, con una sonrisa aún pegada en su rostro.
-Estoy fuera, chicos - dijo con un guiño - No me llamen. No voy a responder mi teléfono.
Estaba realmente silbando mientras se alejaba.
-¿Qué diablos está mal con ellas? - Murmuró Dima.
-¿Qué quieres decir? - Preguntó Don. Samir sacó su silla de visitantes con el pie y la empujó hacia Don.
-Siéntate. Falta un par de minutos antes de que podamos escaparnos para almorzar.
-Gracias - dijo él - Realmente me gustan. Son agradables. Lena más que Yulia, pero aun así.
-Sí. Lena es un amor - dijo Dima - Yulia crece en ti.
-Ellas juegan este juego con nosotros, ves - aclaró Samir.
-Pretenden coquetear y bromear entre sí, pero no estoy seguro de que incluso se lleven bien - Don frunció el ceño.
-¿De qué estás hablando? Están juntas, ¿no es así?
-¿Juntas?
-Ya saben ... como una pareja.
-Oh, eso. Bueno, esta asignación, sí. Se hicieron pasar por una pareja, claro. Pero ninguna de las dos quería hacerlo - dijo él.
-Es raro. Fiona dijo que eran ... amantes - dijo en un susurro. Samir y Dima se miraron entre sí, con las cejas levantadas. Entonces Samir negó con la cabeza.
-No. De ninguna manera.
-Pero han estado actuando extraño - dijo Dima.
-No. Sólo están jugando con nosotros - Don los miró pensativo, pero no dijo nada.
Unos minutos más tarde, justo cuando Samir estaba a punto de presentar su informe, el ascensor se abrió y una mujer atractiva con un hombre más joven a cuesta, se bajó. Samir frunció el ceño, preguntándose quién les había dado el visto bueno para subir.
-¿Puedo ayudarlos?
-Sí, por favor. Estoy buscando a Elena Katina - dijo ella. El calvo negó con la cabeza.
-Acaba de irse.
-Me dijeron que estaba de regreso. ¿Sabe dónde está?
-Disculpe, pero, ¿quién es usted? - La mujer le tendió una mano bien cuidada hacia él.
-Inessa Katina. Soy su madre.
-Oh, bueno, encantado de conocerla - dijo mientras le estrechaba la mano. Miró al hombre a su lado, esperando a que él hablara.
-Él es Aleksei Smirnov, el prometido de Elena - dijo ella - ¿Sabe dónde podemos encontrarla?
-¿Prometido?
-Sí. Estoy segura de que les ha hablado acerca de él - Dima se acercó, evaluándolo.
-No creo que lo haya mencionado - dijo él - Pero creo que se fue a casa. Ella tiene los próximos días libres.
Samir lo miró mientras la mujer asentía bruscamente y giraba sobre sus talones. Aleksei asintió ligeramente y luego la siguió. Tan pronto como la puerta del ascensor se cerró, Samir le dio un puñetazo en el brazo.
-¿Qué te pasa, hombre?
-¿Qué quieres decir? - Dijo Dima mientras frotaba su brazo.
-¿Prometido? Vamos.
***
-Me encanta tu casa-, dijo Yulia mientras agarraba a Lena, acercándola aún más - En serio. Pero ahora quiero ver tu habitación - Lena se echó a reír.
-¿Cuánto tiempo esperaste antes de salir?
-Un par de minutos.
-Me sorprende que hayas tardado tanto - murmuró mientras acortaba la distancia entre ellas y la besaba con intensidad -A la habitación.
-Por supuesto-.
Pateó la puerta del dormitorio cerrándola detrás de ellas y luego agarró la camisa de Yulia tirando de ella por encima de su cabeza en un solo movimiento.
-Dios, ¿cuándo perdiste tu sujetador? -, Preguntó agarrando sus pechos desnudos.
-En el coche - dijo Yulia, sus propias manos ocupadas con la blusa de Lena. Siguieron los pantalones y la pelirroja se movió hacia la cama, tirando de la ojiazul con ella. Gimió de placer cuando Yulia se colocó entre sus piernas.
-Extrañé esto anoche.
-Tú y yo, las dos bebé - dijo Yulia mientras su boca se cerraba sobre un pezón adolorido.
Lena la sostuvo cerca, enredando sus dedos a través de su cabello, sus caderas comenzaron una lenta danza. El sonido del timbre de la puerta la hizo gemir de frustración.
-No, no, no - dijo Yulia mientras abandonaba su pecho - Sin disputas.
-Probablemente sea mi vecina. Estaba recibiendo mi correo.
-Regresará - El timbre sonó nuevamente.
-Ella sabe que estoy aquí - Yulia rodó lejos de ella, sus ojos oscurecidos por el deseo -Tienes un minuto - Lena sonrió.
-Treinta segundos. No te muevas.
-No voy a ninguna parte.
Lena agarró su bata y se la puso y luego trató de arreglar su cabello mientras caminaba descalza por la casa. Abrió la puerta sin pensar, esperando a su vecina. Su boca se abrió en su lugar.
-Hola, cariño.
-¿Madre? ¿Qué estás haciendo aquí? - Se volteó lentamente, mirando al hombre guapo a su lado - Y con Aleksei, nada menos.
-¿Qué estás haciendo en bata? - Preguntó su madre mientras entraba - Es medio día.
-Oh, Dios - murmuró Lena - ¿En serio? - Miró por el pasillo, hacia su dormitorio ... donde una mujer desnuda la esperaba.
-Luces agitada, mi amor - dijo Aleksei en voz baja.
-¿Interrumpimos? - Ella soltó una breve carcajada.
-Oh, no tienes ni idea.
Cerró la puerta, observando en silencio mientras su madre se dirigía hacia la cocina y Aleksei se ponía cómodo en su sofá. Lena se quedó clavada en el suelo, la bata cubría su desnudez ¿Podría ser peor?
Se volteó al oír los pies que se arrastraban por el pasillo. Yulia llegó adorablemente envuelta con una sábana alrededor de su cuerpo, su cabello todavía despeinado por los dedos de Lena.
-¿Lenita? ¿Todo está bien? - Lena cubrió su boca ocultando su sonrisa y luego se echó a reír.
-¿Bien? - Se mordió el labio - Sí, todo está ... perfecto - le tendió la mano - Ven a conocer a mi madre. Y a Aleksei.
Los ojos de Yulia se ampliaron cuando su mirada se deslizó desde Lena, aterrizando en un hombre de aspecto muy divertido descansando en su sofá.
-Oh ... mierda - susurró la morena.
Aleksei se puso de pie y se acercó, con una sonrisa en su rostro.
-Sí, supongo que esto fue lo que interrumpimos - se inclinó hacia Lena - Ella es sexy.
-¿Lo sabías?
-Por supuesto. Sólo una lesbiana podría resistirse a esto - dijo señalándose a sí mismo en su forma arrogante de siempre. Su madre regresó sosteniendo tres copas de vino.
-¿Sabes qué, cariño? - Su mirada se movió desde Lena hacia Aleksei, aterrizando finalmente en Yulia.
La miró de arriba a abajo, desde sus pies desnudos que sobresalían por debajo de la sábana hasta su cabello alborotado.
-¿Quién demonios ... eres tú? - Oh, esto no va a terminar bien.
FIN!
A ustedes, gracias 🫂 son el mejor público lector que hemos tenido en esta página. Los que comentan, un abrazo enorme y los que no y solo leen, un beso gigntezco porque sé que también están allí, acompañándonos y divirtiéndose.
Nos leemos muy pronto!!
Samir se reclinó en su silla, enrollando pequeñas piezas de papel entre sus dedos como bolas y luego tirándolas dentro del bote de la basura. Yulia estaba tecleando, con una sonrisa en su rostro. Lena hacía girar un bolígrafo entre sus dedos, mirando entre su monitor a Yulia. Samir movió sus ojos hacia Dima que estaba sentado mirándolos a ambos.
-Así que, Yulia, estás de buen humor esta mañana. Sonriendo y todo - dijo él. Ella levantó la vista.
-Siempre estoy de buen humor. Además, cuando terminemos estos informes, tendremos tres días libres - levantó tres dedos - Tres. Mientras que ustedes chicos permanecerán aquí, ordenando todo este lío.
-¿Así que eso es todo? Pensé que habías tenido sexo, o algo así.
-No hueles a tequila y estás usando ropa limpia - dijo Dima - No fuiste al bar anoche.
-Como si tuviese que ir al bar para echar un polvo - dijo ella. Lena la miró.
-¿Así que tuviste sexo? - Samir se sorprendió al ver el rostro sonrojado de Yulia, pero ella se sacudió.
-Ya sabes, soy muy encantadora - dijo ella.
-¿En serio?
-Si. Y persuasiva también.
-¿Oh si?
-Por supuesto. Por eso puedo tener sexo sin tener que ir al bar - Lena se acercó más - ¿Así que tuviste sexo, entonces? - Samir no podía apartar los ojos de ellas. Claro, estaban haciendo su cosa normal, esa la del coqueteo. Pero algo estaba diferente. Algo en sus ojos. Sus palabras eran juguetonas, pero la mirada que intercambiaban no lo era. Sintió que la temperatura en la habitación se elevaba y se movió incómodo en su silla.
-¿Esa es tu hipótesis? ¿Que tuve relaciones sexuales?
-Bueno, ya que eres tan encantadora y todo eso - finalmente Lena se echó hacia atrás -No sabía eso de ti. Ya sabes, encantadora y persuasiva - Yulia se echó a reír.
-¿Ves? Aprendes algo nuevo todos los días.
Se abrió la puerta de la oficina de Boris y él y Don salieron. Don lucía como si hubiera sido golpeado.
-Que alguien lo lleve a almorzar - dijo Boris - Necesita un descanso.
-¿Cómo te fue? - Preguntó Lena cuando Boris se alejó.
-No creo que él me crea - dijo Don.
-Si no hubiésemos pasado casi dos meses allí, tampoco te creería - dijo Yulia - Pero no te preocupes. Tenemos todo en nuestros informes. Incluyendo todo lo que Fiona nos dijo.
-¿Qué tal el hotel? - Preguntó Lena. Él sonrió.
-Bonito. Parece que no puedo alejarme de la televisión. Hay tantas cosas para ver.
-Entonces ¿qué vas a hacer? - Preguntó Yulia - Sabes, cuando todo esto termine - Él se encogió de hombros.
-Supongo que tendré que conseguir un trabajo. Aunque no estoy seguro que alguien me contrate. No tengo habilidades ¿Y si hacen una verificación de antecedentes? -, Sus ojos se abrieron juguetonamente.
-Sí -Todos se rieron incluyendo Don -Tienes formación médica. Siempre puedes volver a la universidad - sugirió Lena.
-Puede que conozca un fondo de becas - Yulia arqueó una ceja.
-¿Oh?
-Bueno, a decir verdad ... - dijo Samir -... eres el único heredero Hogan. Tienes una propiedad que siempre puedes vender - Don se rió de eso.
-Sí, podría abrirla como un parque de diversiones.
-En serio ¿qué vas a hacer con esto? -, Preguntó Dima - Quiero decir, era bonita y todo. Si puedes superar la cosa en el bosque.
-El señor Boris dijo que estaban considerando cerrar la escuela - dijo Don.
-¿Es eso cierto?
-Dos maestras murieron ... Fiona y Emma - dijo Yulia - Él dijo que otras cuatro renunciaron. Estoy segura que habrá más.
-Bueno, siempre y cuando piensen que ... esa cosa vive por allí, estoy seguro que todos van a renunciar - dijo Samir - Sé que yo lo haría.
-No han encontrado ningún rastro de eso - añadió Dima - ¿Están seguros de que vieron algo?
-Está allí - dijo Yulia.
-Ellos van a la cueva mañana - dijo Samir - Estoy muy feliz de no estar en ese equipo.
-Tú y yo, calvo - Lena se apartó de su escritorio y con energía rodó su silla contra él.
-Me voy - dijo ella - He presentado mi informe.
-Aún me falta un poco más - dijo Yulia. La pelirroja entregó a Don su tarjeta de presentación.
-Si necesitas algo en los próximos días, no dudes en llamarme. Voy a aprovechar la oferta de Boris de esos tres días de descanso, pero voy a estar alrededor.
-Gracias. Voy a tratar de no meterme en problemas.
-Nos encargaremos de él - dijo Dima. Samir vio como Lena miró una vez más a Yulia, quien fingía ignorarla.
-Está bien, entonces. Supongo que los veré más tarde.
-Sí. Más tarde - dijo Yulia sin apartar los ojos de su monitor de la computadora.
Dima le dio una mirada a Samir quien se limitó a encogerse de hombros. Sólo dos minutos después, Yulia se levantó, con una sonrisa aún pegada en su rostro.
-Estoy fuera, chicos - dijo con un guiño - No me llamen. No voy a responder mi teléfono.
Estaba realmente silbando mientras se alejaba.
-¿Qué diablos está mal con ellas? - Murmuró Dima.
-¿Qué quieres decir? - Preguntó Don. Samir sacó su silla de visitantes con el pie y la empujó hacia Don.
-Siéntate. Falta un par de minutos antes de que podamos escaparnos para almorzar.
-Gracias - dijo él - Realmente me gustan. Son agradables. Lena más que Yulia, pero aun así.
-Sí. Lena es un amor - dijo Dima - Yulia crece en ti.
-Ellas juegan este juego con nosotros, ves - aclaró Samir.
-Pretenden coquetear y bromear entre sí, pero no estoy seguro de que incluso se lleven bien - Don frunció el ceño.
-¿De qué estás hablando? Están juntas, ¿no es así?
-¿Juntas?
-Ya saben ... como una pareja.
-Oh, eso. Bueno, esta asignación, sí. Se hicieron pasar por una pareja, claro. Pero ninguna de las dos quería hacerlo - dijo él.
-Es raro. Fiona dijo que eran ... amantes - dijo en un susurro. Samir y Dima se miraron entre sí, con las cejas levantadas. Entonces Samir negó con la cabeza.
-No. De ninguna manera.
-Pero han estado actuando extraño - dijo Dima.
-No. Sólo están jugando con nosotros - Don los miró pensativo, pero no dijo nada.
Unos minutos más tarde, justo cuando Samir estaba a punto de presentar su informe, el ascensor se abrió y una mujer atractiva con un hombre más joven a cuesta, se bajó. Samir frunció el ceño, preguntándose quién les había dado el visto bueno para subir.
-¿Puedo ayudarlos?
-Sí, por favor. Estoy buscando a Elena Katina - dijo ella. El calvo negó con la cabeza.
-Acaba de irse.
-Me dijeron que estaba de regreso. ¿Sabe dónde está?
-Disculpe, pero, ¿quién es usted? - La mujer le tendió una mano bien cuidada hacia él.
-Inessa Katina. Soy su madre.
-Oh, bueno, encantado de conocerla - dijo mientras le estrechaba la mano. Miró al hombre a su lado, esperando a que él hablara.
-Él es Aleksei Smirnov, el prometido de Elena - dijo ella - ¿Sabe dónde podemos encontrarla?
-¿Prometido?
-Sí. Estoy segura de que les ha hablado acerca de él - Dima se acercó, evaluándolo.
-No creo que lo haya mencionado - dijo él - Pero creo que se fue a casa. Ella tiene los próximos días libres.
Samir lo miró mientras la mujer asentía bruscamente y giraba sobre sus talones. Aleksei asintió ligeramente y luego la siguió. Tan pronto como la puerta del ascensor se cerró, Samir le dio un puñetazo en el brazo.
-¿Qué te pasa, hombre?
-¿Qué quieres decir? - Dijo Dima mientras frotaba su brazo.
-¿Prometido? Vamos.
***
-Me encanta tu casa-, dijo Yulia mientras agarraba a Lena, acercándola aún más - En serio. Pero ahora quiero ver tu habitación - Lena se echó a reír.
-¿Cuánto tiempo esperaste antes de salir?
-Un par de minutos.
-Me sorprende que hayas tardado tanto - murmuró mientras acortaba la distancia entre ellas y la besaba con intensidad -A la habitación.
-Por supuesto-.
Pateó la puerta del dormitorio cerrándola detrás de ellas y luego agarró la camisa de Yulia tirando de ella por encima de su cabeza en un solo movimiento.
-Dios, ¿cuándo perdiste tu sujetador? -, Preguntó agarrando sus pechos desnudos.
-En el coche - dijo Yulia, sus propias manos ocupadas con la blusa de Lena. Siguieron los pantalones y la pelirroja se movió hacia la cama, tirando de la ojiazul con ella. Gimió de placer cuando Yulia se colocó entre sus piernas.
-Extrañé esto anoche.
-Tú y yo, las dos bebé - dijo Yulia mientras su boca se cerraba sobre un pezón adolorido.
Lena la sostuvo cerca, enredando sus dedos a través de su cabello, sus caderas comenzaron una lenta danza. El sonido del timbre de la puerta la hizo gemir de frustración.
-No, no, no - dijo Yulia mientras abandonaba su pecho - Sin disputas.
-Probablemente sea mi vecina. Estaba recibiendo mi correo.
-Regresará - El timbre sonó nuevamente.
-Ella sabe que estoy aquí - Yulia rodó lejos de ella, sus ojos oscurecidos por el deseo -Tienes un minuto - Lena sonrió.
-Treinta segundos. No te muevas.
-No voy a ninguna parte.
Lena agarró su bata y se la puso y luego trató de arreglar su cabello mientras caminaba descalza por la casa. Abrió la puerta sin pensar, esperando a su vecina. Su boca se abrió en su lugar.
-Hola, cariño.
-¿Madre? ¿Qué estás haciendo aquí? - Se volteó lentamente, mirando al hombre guapo a su lado - Y con Aleksei, nada menos.
-¿Qué estás haciendo en bata? - Preguntó su madre mientras entraba - Es medio día.
-Oh, Dios - murmuró Lena - ¿En serio? - Miró por el pasillo, hacia su dormitorio ... donde una mujer desnuda la esperaba.
-Luces agitada, mi amor - dijo Aleksei en voz baja.
-¿Interrumpimos? - Ella soltó una breve carcajada.
-Oh, no tienes ni idea.
Cerró la puerta, observando en silencio mientras su madre se dirigía hacia la cocina y Aleksei se ponía cómodo en su sofá. Lena se quedó clavada en el suelo, la bata cubría su desnudez ¿Podría ser peor?
Se volteó al oír los pies que se arrastraban por el pasillo. Yulia llegó adorablemente envuelta con una sábana alrededor de su cuerpo, su cabello todavía despeinado por los dedos de Lena.
-¿Lenita? ¿Todo está bien? - Lena cubrió su boca ocultando su sonrisa y luego se echó a reír.
-¿Bien? - Se mordió el labio - Sí, todo está ... perfecto - le tendió la mano - Ven a conocer a mi madre. Y a Aleksei.
Los ojos de Yulia se ampliaron cuando su mirada se deslizó desde Lena, aterrizando en un hombre de aspecto muy divertido descansando en su sofá.
-Oh ... mierda - susurró la morena.
Aleksei se puso de pie y se acercó, con una sonrisa en su rostro.
-Sí, supongo que esto fue lo que interrumpimos - se inclinó hacia Lena - Ella es sexy.
-¿Lo sabías?
-Por supuesto. Sólo una lesbiana podría resistirse a esto - dijo señalándose a sí mismo en su forma arrogante de siempre. Su madre regresó sosteniendo tres copas de vino.
-¿Sabes qué, cariño? - Su mirada se movió desde Lena hacia Aleksei, aterrizando finalmente en Yulia.
La miró de arriba a abajo, desde sus pies desnudos que sobresalían por debajo de la sábana hasta su cabello alborotado.
-¿Quién demonios ... eres tú? - Oh, esto no va a terminar bien.
FIN!
A ustedes, gracias 🫂 son el mejor público lector que hemos tenido en esta página. Los que comentan, un abrazo enorme y los que no y solo leen, un beso gigntezco porque sé que también están allí, acompañándonos y divirtiéndose.
Nos leemos muy pronto!!
RAINBOW.XANDER- Mensajes : 1950
Fecha de inscripción : 19/09/2016
Edad : 22
Localización : Buenos Aires
A Fati20 le gusta esta publicaciòn
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Voy a extrañar mucho esta historia fue muy linda diferente pero muy especial hubiera querido disfrutar un poco más de ellas juntas y saber bien q paso con el lagarto y la Esther q el cuerpo no apareció . Me super sorprendió que lena tomará con tanta calma ser descubierta así . Saludos cariño mio y gracias a ti nos das tantas historias increíbles y ojalá regreses muy muy muy pronto
Fati20- Mensajes : 1370
Fecha de inscripción : 25/03/2018
Edad : 32
Localización : Venezuela
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Me encantó la historia y si, era una de esas lectoras ocultas que nunca comentaba pero a la final me decidí aparecer y agradezco que tomes tiempo para entretenernos con agradables historias. Me encantó mucho ver a las chicas en esta faceta y el capítulo fue genial, pobre Inessa que quedó con los ojos claros y sin vista jajajaj
Volkatin_420- Mensajes : 235
Fecha de inscripción : 13/03/2023
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Gracias por tan agradable historia. Fue espontánea, fresca, divertida, otra "cosa" fuera de lo que estamos acostumbrados a leerlas. Amé y recreé cada capítulo y muy agradecida con vos de que la hayas compartido con nosotros
psichobitch2- Mensajes : 292
Fecha de inscripción : 26/05/2015
Edad : 32
Localización : New York - EEUU
Re: MUROS DEL LAMENTO// BY GERRI HILL (ADAPTACIÓN YULENA)
Me encantó el descaro de Lena y enfrentar a su madre de esa manera. Que historia más buena, en verdad la amé al cien!! Gracias miles a ti por subirla
soy_yulia_volkova- Mensajes : 234
Fecha de inscripción : 06/03/2023
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